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Sofocleto - Los Cojudos (2010)

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Libro clásico que no debe pasar de moda. Muy escaso.

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    Digitalizacin, restauracin de grficos, correccin y formato para Internet FERNANDO ROS CORREA Pueblo Libre, Lima, 2010 [email protected] / (005101) 993466681

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    SOFOCLETO

    ENCICLOPEDIA DE LA CONDUCTA HUMANA

    LOS COJUDOS

    Tomo Primero

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    Tomo Primero: Los Cojudos

    Ilustraciones: Carlos Hague Derechos de Autor reservados SOFOCLETO Derechos de Arte Grfico reservados LUIS FELIPE ANGELL Derechos de edicin reservados GRACIELA BESSOMBES ISLA Malecn Cisneros 920 Telfono 271968

    IMPRESO EN EL PER PRINTED IN PERU

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    A mi abuelo, don Jos de Lama y Arizmedi,

    quien perdi los yacimientos de La Brea y

    Parias de puro Cojudo.

    EL AUTOR

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    Retrato del autor

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    Supe de este libro cuando, una maana de verano, escuch a mi padre rer junto a mis hermanos mientras comentaban una frase de un tal Sofocleto. Decan que era de nuestra regin, pero que haba hecho su carrera en Lima. El halo que en adelante envolvera la figura de ese tipo que vea en la introduccin de un libro titulado San Camilo, sera una constante durante toda mi infancia y parte de la pubertad. Quera leerlo, pero no saba dnde encontrar los benditos folios, mis hermanos decan que estaba en la Biblioteca de su universidad, la Nacional de Piura, y yo quera ya estar dentro de ella, no tena la menor idea de qu quera estudiar ah, slo quera encontrar ese libro. Tena 11 aos y lo nico que deseaba era rer, como mis hermanos, con las famosas frases de mi paisano. Al escribir esta pequea nota, estoy lejos de Piura, a poco ms de 1000 km. Nunca entr a esa universidad, y me perd la oportunidad de ver de nuevo la cartula con el retrato de un tipo frentn y con cara de Cojudo, nuestro gran Sofocleto. Pero conoc nuevos mtodos para obtenerlo: teclear Sofocleto en Google, preguntarle a mis compaeros de universidad si saban algo de l, o al final, hacer lo que hice: pasarme una tarde entera rastreando sus pginas entre miles de libros del jirn Amazonas, en el Centro de Lima. Di con l. Lo le, re, so con tener su creatividad, y lo volv a leer, lo compart con mi enamorada, y decid que otras personas no se tendran que quedar privadas, como yo, de repasarlo, gozarlo, de entender que nuestros defectos no son de peruano ni de rumano, sino de Homo Sapiens, de identificarse con algn tipo de Cojudo tipificado por el gran Cojudo con letra de Pendejo. l ya se nos fue, pero an retumba en mi mente la cojuda profesin de Profesor de trombn, y tengo fe de que mis hijos tambin reirn, no por leer un chiste ajeno, distante, sino por entender que todos en este planeta, menos Felipe Angell de Lama y los brasileos de Pare de sufrir, tenemos algo de Cojudo. Cada risa, de cada lector, ser suficiente para sentir recompensado este penoso y gratuito trabajo. Nadie me est pagando nada! Nadie me est pagando nada? Ta qu Cojudo que soy

    Fernando Ros Correa San Marcos, agosto de 2010

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    "Dios hizo a los Cojudos para que los dems

    peruanos no se murieran de hambre" sss

    Este libro inicia una "Enciclopedia de la Conducta Humana", que pretende contar, en el futuro, con muchos volmenes, el prximo de los cuales se titula "Los Conchudos", de inmediata aparicin.

    Tanto el presente, como los libros que compongan esta Enciclopedia,

    corresponden -desde el punto de vista del autor- a formas universales de expresin y conducta en los seres humanos. Su contenido podra aplicarse a cualquier sociedad, en cualquier punto de la Tierra. Si el autor toma como punto de referencia la sociedad de su pas, es porque vive dentro de ella y pretende conocerla mejor que ninguna otra, fornea. En cualquier caso, la lectura de este y los siguientes volmenes, bien podran significar un reencuentro del Homo Sapiens consigo mismo.

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    PALABRAS AL LECTOR

    Una ley que resume todas las otras leyes de la vida, es el principio de los Antecedentes y Consecuentes.

    Nada -segn l- se produce por generacin espontnea. Ni siquiera los

    improvisados que, peridicamente, aparecen como hongos en la picaresca de la influencia poltica. Porque todo, absolutamente todo, viene a ser, al mismo tiempo, la resultante y el origen de algo. Todo tiene un sentido, una causa, una razn y un efecto.

    Por lo tanto, no hay forma de existencia que escape a la accin de esta

    mecnica universal, vlida tanto para las especies vivas, como son las plantas, los animales y algunos seres humanos, cuanto para los objetos inanimados. Valga decir, las piedras, los tos paralticos y las mayoras democrticas. Ni siquiera los pueblos se libran de este inexorable futuro al que los constrie su pasado, porque no se debe a la casualidad ni al azar, sino a imperativos histrico-sociales el que cada pueblo se retrate en sus costumbres, su arte, sus filosofas de academia o campanario, sus gobernantes y sus hombres. Nada est de ms en la sociedad humana y aquello que le falta lo va a alcanzando en razn directa con el tiempo que pasa, acumulando ayeres.

    El hombre se modifica en funcin de sus necesidades. De entre ellas -tan vital como el dormir, comer o acoplarse con hembra

    ajena-, el idioma sobresale en su papel de vaso comunicante para que el ser humano pueda expresar lo que siente, sealar lo que ama, determinar lo que le resulta indispensable para vivir y manifestar lo que piensa (esto ltimo con ciertas limitaciones, desde que los brutos inventaron las crceles para silenciar a los inteligentes). A lo largo de la historia, los hombres crecieron al mismo tiempo en que sus idiomas tomaban cuerpo y, por seleccin natural, mientras pasaban al olvido las de efmera importancia, otras palabras -redondas, contundentes, profundas y musicales- adquirieron carta de permanencia

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    definitiva en el dilogo de las gentes. Los sonidos guturales inician el gran diccionario de la vida con las urgencias biolgicas del hombre primitivo, y aparecen los verbos. Luego, en su marcha hacia el horizonte, nuestro peludo antepasado se intriga por las cosas, las recuerda, las distingue, y la caverna se comienza a poblar de sustantivos. El adjetivo apareci, tal vez, con la primera disputa y existe una teora alemana (como es lgico), destinada a probar que con el concepto mierda se produjo el primer trasplante gramatical de todos los tiempos, cuando las iras de algn Cro-Magnon Annimo convirtieron en calificativo lo que no era hasta el momento sino un dudoso y ya despreciado sustantivo que se venia acumulando atrs del cerro. Como hasta ahora ocurre en nuestro pas.

    Los peruanos no somos tan antiguos. Y no porque nos falte proximidad al

    mono sino, todo lo contrario, porque necesitamos mucho para alcanzar al hombre. Desde luego, nadie pretende reivindicar para nosotros, como pueblo, el privilegio de ser aquel famoso Eslabn Perdido del que tanto se viene hablando. Sera una postura ambiciosa y poco realista, y comprendemos que ello estara fuera de nuestras posibilidades inmediatas. Pero si, aferrndonos desesperadamente a las cuatro lneas que nos dedica Toymbee en su 'Estudio sobre la Historia", nos sentimos titulados para reclamar la tenencia de un lenguaje propio, de un modo particular de expresin que vendra a ser espejo y trompeta de esta alucinante realidad social en la que venimos chapoteando. Nadie se atrevera a sostener, por ejemplo, que la palabra "Cojudo es de origen griego o que en algn remoto idioma quiere decir crepsculo' No, Cojudo quiere decir Cojudo, a secas. Y, si bien para algn campesino espaol este vocablo slo se refiere a un animal no castrado", en el Per, por razones que algn da quedarn al descubierto, casi diramos que pertenece al patrimo nacional. Porque entre nosotros la palabra "Cojudo" se ha sublimado hasta alcanzar niveles sensoriales y caractersticas de ser vivo. Aqu en el Per, la cojudez se respira, se huele, tiene color y temperatura, dimensin, forma y hasta sabor, dira. Se lanza un Cojudo! al aire y es como si el idioma pusiera un huevo o pariera un algo capaz de hablar, moverse, crecer y multiplicarse en miles y miles de otros Cojudos poliformes. Ms all del idioma, la cojudez nos penetr en la sangre y, a travs de ella, nos invadi el cerebro. Se nos hizo indispensable para vivir, comunicaros y resumir en sus tres slabas todo el contexto espiritual, social, intelectual y material de nuestro pueblo. Poco a poco, nos fuimos impregnando de cojudez en todas sus posibilidades y variantes. Hicimos de ella un verbo, un adjetivo, un sustantivo, un ttulo, una marca de fbrica y una gallarda frontera que separaba a los dems Cojudos de

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    nosotros. Sin darnos cuenta fuimos elevando la cojudez al grado mstico del abracadabra, de las varitas mgicas, del curalotodo y de la penicilina verbal. Pronto, el Cojudeo surgi como una ms de las profesiones liberales y como base inamovible de nuestro ordenamiento sociolgico. De la noche a la maana, comenzamos a fabricar Cojudos en serie, exportando a los ms completos (muchos de ellos a travs del Servicio Diplomtico), para infiltrar la cojudez en los pases vecinos, como hizo Inglaterra con China cuando introdujo el opio para desmoralizarla. El clima, el aire, el mar de nuestras costas, los microbios, el agua, el cielo e, inclusive, los rayos de la Luna al cruzar por la atmsfera, todo se volvi Cojudo en el Per, hasta que un da, de la manera ms cojuda, comprendimos que no tenamos alternativa ni salida.

    Navegaramos en la Historia como una flotilla de Cojudos a la vela? No.

    Pero suicidarse era tan Cojudo como seguir viviendo y slo nos quedaba la resignacin, que es otra reverenda cojudez. Tambin nos quedaba el consuelo de acostumbrarnos a la idea, de enfrentarnos a ella, de aceptar la realidad y de cojudearnos los unos a los otros proclamando ante la Humanidad que ramos diferentes y originales. Para esto era indispensable limpiar a la cojudez de toda implicancia escatolgica y elevar su condicin folklrica a la categora de Ciencia o Filosofa Social. Era necesario clasificar, definir, organizar, remontarse hasta los orgenes etimolgicos de "Lo Cojudo" qumicamente puro y legar ese estudio a las futuras generaciones, para que nuestros nietos se fueren acostumbrando a la idea de ser unos solemnes Cojudos por los siglos de los siglos, amn. Esta es, modestamente, la tarea asumida en el presente libro, que aspira a convertirse en un volumen esencial para cualquier estudio contemporneo o futuro de la sociedad peruana. Esperamos que as sea.

    De lo contrario, el autor habra perdido su tiempo como un pobre y triste

    Cojudo.

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    P R T I C O *

    Dios conserve la vida a los Cojudos

    porque sin ellos la ciudadana

    de este pas, al punto quedara

    reducida a un puado de conchudos !

    Qu problemas tan negros y peludos

    la ausencia de Cojudos traera.

    sobre todo para ese minora

    que se los viene devorando crudos !

    Pero no no hay peligro. Para suerte

    de los conchudos, el Cojudo es fuerte.

    Longevo, sano, slido y, tambin.

    Sabemos por la Historia y la experiencia

    que, atenta, la Divina Providencia

    por un Cojudo muerto manda cien.

    * Nombre que, antiguamente, los poetas Cojudos daban al prlogo de sus libros. En la actualida sobreviven muy pocos poetas Cojudos pero, en cambio, es impresionante la cantidad de Cojudos poetas que andan por ah.

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    CAPITULO PRIMERO

    Introduccin a la Cojudez

    Bsicamente, en el Per hay tres clases de Cojudos: a) De Nacimiento, b) Por Contagio y c) Por el Trauma Cerebral que se les produce a los aborgenes de este pas cuando llegan al uso de la razn y comprenden que han nacido aqu.

    A los de Nacimiento es fcil reconocerlos, porque empiezan a causar problemas desde que estn en el vientre materno: buscan el tero por los riones, se tuercen hasta medio estrangularse con el cordn umbilical, nacen a los seis meses (cuando pesan dos kilos), o a los diez (cuando ya tienen bigote y dientes), hay que extraerlos con frceps o con gra, se necesita darles veinte palmadas en el trasero para que griten y, si gritan por iniciativa propia, lo hacen con un sonido gutural parecido al de la lechuza perseguida o al del abuelito cuando puja en su lucha contra el estreimiento. Son, por lo tanto, de tan absoluta irresponsabilidad estomacal que no han terminado de mamar por un extremo cuando ya estn contaminando la atmsfera, por el otro. Se orinan justo cuando acaban de mudarlos y -ya en la pila de bautismo- mientras el cura les pone un nombre rebosante de cojudez, como "Eusebio', "Porfirio" o 'Natalicio", le cagan las manos al padrino cuando les aplican sal en la boca y estallan a gritar en un escndalo sensacional que se escucha en dos kilmetros a la redonda. Como es lgico, el padrino lo maldice en cuatro idiomas, piensa que lo han estafado con semejante Cojudo y se hace la promesa (que cumplir religiosamente) de no verlo nunca ms en la vida. Pero ya no hay nada que hacer y a partir de ese momento la Patria podr contar con un Cojudo ms en sus registros municipales. Por consiguiente, los Cojudos de Nacimiento son incurables y nunca se mueren de enfermedades graves como una buena lepra o una tuberculosis galopante, sino de algo tan elemental como la Diarrea Inexplicable, los Lamparones, el Siete-Cueros o cualquier otra cojudez.

    Los Cojudos de Nacimiento se clasifican por su procedencia en tres orgenes: a) Va Paterna, b) Va Materna y c) Va Crucis, segn la Cojudez les venga por el lado del progenitor que arrastra alguna tara de varias generaciones, o por un generoso aporte de la mam, que contribuye al acojudamiento del abocastro con alguna idiotez hereditaria, cuyo ms alto exponente es la abuelita recluida en el manicomio. Los Cojudos de Nacimiento

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    por Va Crucis se producen cuando ambos padres han aportado su bolo de cojudez a la mentalidad del nio, no habiendo, por lo tanto, a quien echarle la culpa de haber trado al mundo semejante joyita. Es entonces cuando, como su nombre lo indica, la progresin del Cojudo recin nacido, hacia realizarse en un Cojudo Adulto se convierte en un Va Crucis que los padres deben soportar hasta la muerte. Es decir, hasta la muerte de ellos, porque los Cojudos duran como si fueran un producto de la industria inglesa y, por lo general, terminan enterrando a toda la familia. Un Cojudo de Nacimiento crecer, vivir y morir Cojudo, sin que el ms influyente de los santos pueda hacer el milagro de recuperarlo para las filas de los seres normales. Porque, milagros pueden haber, pero desacojudar a un Cojudo?, ni toda la corte celestial, con San Pedro a la cabeza!

    Los Cojudos de Nacimiento por la Va Paterna tienen, sin embargo, la ventaja de no dejar lugar a dudas con respecto a lo legtimo de su filiacin, porque todo el mundo pensar al conocerlos que el vstago es tan Cojudo como su padre, lo cual -en el fondo- no deja de ser una satisfaccin para el Cojudo Jnior. Sobre todo en estos tiempos, cuando (dividida la sociedad entre Cojudos y Pendejos) ya no se sabe quin es hijo de quin y entenado de cul. Por otro lado, llevar el apellido de un padre prestigiado como Cojudo tiene sus inconvenientes porque al hijo lo descalifican desde el saque, apenas muestra la tarjeta, y el tipo ya puede inventar la plvora (cosa imposible hasta para un Pendejo, porque ya lo hicieron los chinos) o convertirse en el rey de los geniogrmas, sin que la fama de su cojudez sufra cualquier menoscabo. Cuando entre nosotros alguien dice: "Yo conoc mucho a su padre!, lo que en el fondo quiere decir es algo as como: " Veo que es usted tan Cojudo como quien tuvo la mala idea de engendrarlo...!"

    Los Cojudos de Nacimiento por la Va Materna, acogidos con la ternura

    natural de toda madre, corren el peligro de suscribirse por tiempo indefinido a las ventajas inherentes al Complejo de Edipo, neutralizndose como futuros padres (lo cual es un punto a favor de la humanidad) pero entrando de modo irreversible por los caminos de la superacin, hasta convertirse en el Perfecto Cojudo por Excelencia, cuyos representantes como en el poema de Vallejo- son pocos, pero son. Ligado a la autora de sus das por comulgar ambos de la misma tara, el Cojudo de Nacimiento por la va materna crecer entre un mar de indecisiones hormonales, aprender a tejer o bordar, ser fofo y pusilnime para, finalmente, llegar a los veintin aos con todos los requisitos exigidos en la Antigua Grecia para aplicar la Eutanasia a los tarados. Ahora bien, fuera de

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    Es muy difcil recibir una patada en el trasero, sin quedarse automticamente

    Cojudo

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    estas razones genticas, hay Cojudos de Nacimiento por accin de los frceps mal aplicados por intervencin mdica tarda, o porque el gineclogo es otro Cojudo que no sabe de su oficio, pero esto pertenece, ms bien, a los renglones de lo Circunstancial, donde nadie est libre de volverse Cojudo en cualquier momento, como apreciaremos mas adelante, al estudiar la Escala de Vivansky y Lobinsky para medir los Grados de Acojudamiento en Grados Cojugrados.

    Los Cojudos por Contagio salvo que el virus les haya hecho un dao irreparable- tienen, por fortuna, grandes posibilidades de rehabilitacin mediante un cambio radical de costumbres, ambiente, clima, ocupacin, familia poltica y, en fin, de la circunstancia local donde se adquiri la cojudez. Parece que, dentro de esta categora y en mrito al principio de que lo mejor es curarse en salud, los Cojudos jvenes reaccionan favorablemente al tratamiento si se les aplica de vez en cuando una fornida pateadura que los ponga a cubierto de cualquier epidemia generacional. A diferencia de otras enfermedades, como el sarampin, la cojudez por contagio s repite y podemos afirmar que a partir de su primera curacin, el enfermo vive en un permanente estado de convalecencia (por su baja en las defensas mentales), pudiendo contraer otra vez el mal en cualquier momento y al primer descuido. En todo caso, nada hay tan peligroso como vivir en las inmediaciones de alguien de cuya cojudez (sea congnita o traumtica) no exista la menor duda, por ser evidente que usa corbata michi, saca a orinar al perro por las noches, lleva a la suegra del brazo y se entretiene en lavar su automvil l mismo los domingos por la maana, etc. Sobre este particular, es bueno insistir en que los Cojudos transmiten su enfermedad por todos los medios imaginables: al estrechar la mano, al saludar desde lejos, al dirigirnos la palabra o la mirada, al escribirnos una carta o al sentarse en un rea de ocho metros durante cualquier actividad social. Hace ya varios aos yo viva junto a un Cojudo abaritonado que cantaba pera en el patio de su casa y, a los cuatro meses, tuve que hacerme ver por un mdico en vista de los impulsos, cada vez ms fuertes, que me sacaban al jardn para formar un do de Cojudos con mi vecino. El diagnstico del galeno confirm todas mis sospechas: me haban contagiado La Traviata.

    Claro que, atendida oportunamente, la cojudez por Contagio no pasa de

    ser un resfro cerebral que dura pocos das. Pero, como ocurre con una gripe mal curada que puede evolucionar hasta el asma, la bronquitis crnica, la carraspera consuetudinaria y la tuberculosis, no tomar medidas profilcticas al

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    primer sntoma de cojudez -que en algunos casos se presenta con fiebre- acusa una imperdonable falta de criterio y una actitud suicida frente al peligro inminente de terminar con una de esas cojudeces crnicas (y, por lo tanto, incurables) que se manifiestan ofreciendo comidas de etiqueta, llevando una flor en el ojal, tomando un curso de rosa-cruz por correspondencia o usando monculo con cinta negra, que viene a ser la ms alta expresin del Cojudo in artculo mortis. Es importante sealar que una cojudez crnica puede hacerse no slo contagiosa sino hereditaria, por la tremenda concentracin del Coxudum Peruviannis -agente transmisor de la enfermedad-, que se produce en la sangre, el cerebro y los calzoncillos del enfermo, cuando el mal se ha incorporado definitivamente a su organismo. Los calzoncillos, como se ver ms adelante, juegan un papel importantsimo en el proceso evolutivo de la cojudez, por ser depositarios, sostenedores y lecho de lo que constituye el verdadero origen etimolgico y funcional del terrible flagelo que nos ocupa. Yo estoy seguro de que algn da el Per contar con un Centro Nacional Detector de la Cojudez, donde sern chequeados, por lo menos una vez al ao, todos los peruanos, sin excepcin de los Cojudos ya contabilizados por la opinin pblica, para saber estadsticamente quienes escriben versos con ripio, consultan a los adivinos, llevan un "Diario ntimo" de sus actividades cotidianas, creen en el espiritismo, leen "El Pan del Alma", usan pecheras de franela en invierno, toman K-H3, se pintan las canas o practican cualquiera de las actividades transitorias que caracterizan a la cojudez por contagio. Mientras tanto, me parece, todo es cuestin de cuidarse y de evitar -en caso de contraer esta dolencia- el hacer cojudeces demasiado grandes, como las de ofrecerle matrimonio a una mujer con cinco hijos, peinarse con raya al medio o sentirse feliz. Porque la Felicidad es el nirvana de los Cojudos autnticos, que mueren generalmente con una sonrisa entre los labios y perdidos en ese plano mental donde se hermanan el opio, el demerol, los sueos imposibles, la morfina y cuanta cojudez ha inventado el hombre para flotar en un mundo ajeno a la realidad. En el Per, los Cojudos por Trauma Cerebral son, posiblemente, quienes ofrecen un mayor campo a la investigacin de los especialistas en Neurologa y Poltica (los primeros para tratarlos y los segundos para organizar partidos polticos con ellos). No slo porque constituyen una mayora abrumadora sobre los Cojudos de Nacimiento y por Contagio, sino porque entre sus filas militan, digamos, los Cojudos por antonomasia, los Cojudos inapelables, los Cojudos casi profesionales, que dan vida y sabor a la mentalidad del pas. Quiero decir, aquellos que desde Imperio incaico, donde a los ms Cojudos los convertan en momias para que no jodieran la paciencia, hasta los aos contemporneos, en que slo nos falta levantar un Monumento

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    al Cojudo Desconocido, como entelequia de la cojudez llevada a lo sublime, han servido para mantener a la Patria en marcha, con destino al Limbo, y para hacer la felicidad de cuatro vivos, sobre los cuales nos ocuparemos en nuestro libro sobre "Los Pendejos". Ahora bien, comprendo que esta afirmacin (los Cojudos por Trauma Cerebral como mayora) puede aparecer divorciada de la Lgica, siendo el Trauma Cerebral un hecho espordico que, numricamente hablando, no llega a cifras estadsticas importantes, si se le compara con enfermedades de mayor envergadura, trascendencia o popularidad, como son el hambre, la anemia, la arteroesclerosis o la sfilis, que es algo as como el analfabetismo de la sangre. Pero ocurre, precisamente, que hablamos de La Cojudez, tratada como un fenmeno particularsimo que, por ser nico en su gnero, escapa a toda norma, regla, experiencia o frmula establecidas. Con este criterio y en base a los profundos estudios realizados por m sobre y con centenares de Cojudos pertenecientes a todas las profesiones, ocupaciones, clases sociales y actividades conocidas, puedo afirmar de modo categrico que la cojudez masiva del Per se origina principalmente como un trauma cerebral colectivo, desencadenado a partir del momento en que el peruano adquiere lo que se llama "el uso de razn".

    Ahora bien, no debemos confundir el "uso de la razn, etapa en la que se toma conciencia del mundo ambiental, del medio que nos rodea y de la sociedad en que nos ha tocado vivir, con ese amanecer de la conciencia que se produce alrededor de los siete aos, cuando el nio comienza a pedir limosna, cuidar automviles, robarse lo que pueda cargar, lustrar calzado, tragar como piraa o vivir indefinidamente a costillas de su pap, segn el poder adquisitivo de la chimenea donde lo avent la cigea. En el primer caso, digo, cuando el sujeto adquiere uso de la razn y -con los ojos salidos de las rbitas- llega a la conclusin de que le ha tocado ser peruano, es lgico que tan tremendo impacto le deje la mente en blanco y le produzca (por extraos mecanismos de defensa) el Trauma Cerebral que lo convierte automticamente en un Cojudo de por vida.

    Creo que nadie puede resistir semejante golpe a pie firme. Esto, sobre todo, en el caso de los Cojudos Prematuros -porque los

    Cojudos por Trauma Cerebral se clasifican en Prematuros, Normales y Tardos- que, por ser ms sensibles que los otros, son quienes primero sucumben ante la cruel verdad. Por trmino medio, los Prematuros se reciben de Cojudos entre los siete y catorce aos, excepto en los casos de Precocidad

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    Genial, en que ya a los cuatro o cinco aos de nacido, el futuro personaje presenta manifestaciones inequvocas de cojudez, tales como recitar a Chocano, tomar la sopa sin decir ni "fo", cantar el Himno con todas sus estrofas y responder a un balotario de preguntas slo aptas para Cojudos de mayor edad. Aunque un Cojudo-por-Trauma Cerebral-Precocidad Genial-y-Prematuro puede darse en cualquier familia, ya que en la cojudez los factores genticos slo tienen una relativa importancia (como se puede apreciar entre los hijos de Cura, que resultan siempre ateos), son frecuentes los casos de esta naturaleza en el ambiente artstico o intelectual, donde cierta sensibilidad, aparentemente hereditaria, puede catalizar el estallido de la cojudez muchsimo antes de los siete aos, como una proteccin biolgica de la naturaleza, para que el postulante a Cojudo no termine pintando paredes y mundose de hambre, como el pap, o maullando "Quireme mucho", con acompaamiento de piano y huachafera, en las reuniones sociales, como mam. En casos demasiado evidentes de cojudez a titulo precoz, tales como el de ese nio que a los tres aos quera ser maestro de escuela -sin saber que los maestros no slo ensean las letras sino que se pasan la vida amortizndolas en los Bancos-, lo ms aconsejable es operar, si no se quiere tener, ms que un perfecto Cojudo, un tarado en la familia. De cualquier modo, el Cojudo por trauma cerebral Prematuro viene a ser el ms feliz de los tres, porque vive primero que ellos fuera de la realidad, que es algo as como no vivir en el Per sino en el extranjero.

    Los Cojudos traumticos Normales suelen entrar en rbita a partir de los

    catorce aos, hasta los veintiuno, que es lo corriente para seres de mediana inteligencia y perodo durante el cual se comete cojudeces tpicas, tales como embarazar a la hija de la cocinera, querer irse a predicar en la selva (para terminar despus con la cabeza reducida, como un Cojudo), estrellar el automvil del padre, masturbarse pensando en alguna ta joven o tropezarse con el lamentable acontecimiento denominado Primer Amor que pone al sujeto en un nivel de Hiper-Cojudez Ultrasensible, algo as como las micro-ondas de Lo Cojudo y estado sumamente peligroso porque de l se puede saltar ms all del umbral psquico a la categora de zombi, a la ataxia locomotriz o al matrimonio, entidad esta ltima sobre la que estn divididas las opiniones, porque siempre hay algn Cojudo que vota a favor. En lneas generales, el Cojudo traumtico Normal no tiene ms problemas que los de enfrentarse una maana a la realidad y volverse Cojudo sin ms trmite. No sufre ni padece, como mi ta Cristina, y se matricula como Cojudo en la gran escuela de la vida sin necesidad de recomendaciones ni de influencias.

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    Pertenece a lo que podramos llamar "la burocracia de los Cojudos, y de sus filas se nutre esencialmente la Administracin estatal, cuyos cargos principales siempre son ejercidos por los que no tienen un slo pelo de cojudez en todo el mbito del cuero cabelludo. Constituyen la clase media de lo Cojudo y suelen morir rodeados de amigos porque no hay ninguna razn (inteligencia, genialidad o el valor de mandar a la mierda los convencionalismos) para tenerles envidia o detestarlos. Es decir, la vieja historia de la humanidad.

    Tenemos, finalmente, a los Cojudos traumticos Tardos, de menor

    sensibilidad y horizonte, quienes reciben este nombre porque solo adquieren el contagio a partir de los veintin aos y, de all, en cualquier momento hasta la hora de la muerte. La cojudez traumtica Tarda es como un infarto, porque viene cuando menos se le espera y cuando uno piensa que bien puede morirse de otra cosa. Un to mo, por ejemplo, recin se volvi Cojudo a los setenta y cinco aos, cuando -quince das antes de su lamentable y merecido fallecimiento- le dio un ataque de filantropa fulminante y nos jodi per scula dejando todos sus bienes a la Beneficencia Pblica de Lima. La cojudez del tipo traumtico Tardo es, sin duda, la ms fcil de diagnosticar porque lleva aparejado un cambio radical en la conducta y las estructuras mentales del fla-mante Cojudo, a quien podremos ver comulgando todos los das (si le da la ventolera religiosa), hacindose la ciruga plstica (si le entran las veleidades de Don Juan), o bebiendo para olvidar cualquier cojudez sin importancia (si lo que quiere es morir por retencin de orina). Hay, por supuesto, mil variantes de la cojudez traumtica Tarda que es, en todos los casos, incurable porque no existe droga capaz de acabar con un virus que se ha pasado cincuenta aos luchando tenazmente para doblegar la resistencia fsica e intelectual de su vctima. Se necesitara un trasplante cerebral completo, y de ello est todava muy lejos la Medicina. Ahora bien, contra lo que puede suponerse, los Tardos -pese a que la cojudez los alcanza cuando ya estn doblando el codo de la vida-, no se mueren con facilidad y. al contrario, duran como las conferencias alemanas. Un to abuelo mo, que se recibi de Cojudo a los ochenta, con la mana de hacer hervir las rosas, recin dej en paz a la familia cuando ya haba cruzado la barrera de los 97, y en circunstancias de soltrsele la silla de ruedas por la vieja gradiente que -haca 1910- haba en la Alameda de los Descalzos. Desde luego yo me perd esa funcin, porque nac diecisis aos ms tarde, pero mi padre nos contaba entre lgrimas (llorando de risa, naturalmente), que el to Cojudo de marras alcanz un promedio de, ms o menos, ciento ochenta kilmetros por hora, segundos antes de empotrarse con todo xito en el basamento de una estatua que representaba a la Primavera. Segn parece,

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    tuvieron que recogerlo con esptula y darle piadosa sepultura a la masa de tornillos, huesos, hilachas de tela, dedos, alambres y una gorrita de franela en que se convirti el pobre, sin haber saboreado los honores de lo que, en aquella poca, fue un verdadero rcord de velocidad. Claro, su destino era morir como un Cojudo pero, de no ser por el carrito de ruedas, vaya uno a saber si hasta la fecha no estara viviendo. Como es lgico, si con el Tardo -adems de su Cojudez Tpica, que puede consistir en escuchar cuatrocientas veces diarias un disco de Ramona", por ejemplo-, ocurre que es millonario y caprichoso, seria tan Cojudo como l quien le propusiera cambiar de disco, exponindose a no heredar ni un cenicero a la muerte del interfecto. Ahora, si el Tardo no tiene un cobre, vive gratis en la casa y se le ha metido en el cerebro la cojudez de tomar desayuno con leche de burra, se le puede mandar olmpicamente al carajo y dejar que se le reviente la hiel sin mayor problema.

    Desde su ms tierna infancia, entonces, los peruanos viven ligados a la cojudez en la totalidad y cada una de sus formas, siendo perfectamente natural esa curiosidad morbosa con que todos, alguna vez, hemos revisado el Diccionario en busca de lisuras. Pero, ocurre que en vez de la sabrosa y lujuriante literatura descriptiva que uno espera, viene a estrellarse contra la fra autopsia idiomtica de los acadmicos y la indiferente desnudez de los vocablos reducidos a sus factores primos.

    Ahora bien, los Cojudos por Contagio se dividen en tres categoras

    ataentes a la naturaleza del mismo. As tenemos que los hay por Contagio a) Directo, b) Indirecto y c) Circunstancial, segn la forma, la intensidad, la duracin, la relacin o el ambiente en que se trasmite el virus de un Cojudo a un ser humano.

    Los Cojudos por Contagio Directo son aquellos que, como el nombre lo

    seala, se contaminaron en una relacin estrecha con el Cojudo, ya fuere dndole la mano, respirando el mismo aire, teniendo relaciones sexuales con l o ella (porque el trmino general "Cojudos" comprende ambos sexos, sin ofender a nadie), o empleando las mismas cosas intimas del enfermo, tales como toallas, jabones, sabanas, vajilla y todo cuanto puede haber recogido un Coxudum peruviannis en su mayor estado de virulencia, que es cuando sus efectos pueden ser mortales y. en el mejor de los casos, irreversibles, porque el bacilo se encuentra en todo su vigor. Por ello, acostarse con un Cojudo es el ms grave error susceptible de ser cometido por una mujer. En consecuencia y

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    dentro de lo posible, a los Cojudos hay que tratarlos por telfono y felicitarlos

  • - 27 -

    Est demostrado que hasta un apretn de manos contagia la cojudez

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    por carta, ya que un abrazo con motivo del cumpleaos puede tener consecuencias funestas hasta para el ms fuerte Yo recuerdo cmo, en la Universidad, un profesor Cojudo se tom tan en seriola pedagoga, que a los cuatro meses vino un siquiatra y nos dio quince das de vacaciones porque tanto el profesor como el curso nos tenan completamente Cojudos. S que puede parecer una maldad, pero al Cojudo hay que aislarlo como una medida profilctica. Salvo que no nos importe ser Cojudos o no. En cuyo caso estamos demostrando que ya lo somos, porque semejante desinters slo se presenta en un Cojudo a la vela.

    Los Cojudos por Contagio Indirecto son aquellos que, en general,

    sustituyen a un Cojudo cualquiera en sus funciones Esto es, quien pasa a ocupar la casa, el auto, el escritorio, el dormitorio o el ambiente donde su predecesor cultiv amorosamente su cojudez, y la reg hasta en el ltimo rincn. Hay quienes piensan que el agua bendita puede actuar como un eficaz antdoto en materia de limpiar la atmsfera, pero sta, evidentemente, es una opinin de Cojudos, porque en el agua bendita (donde todo el mundo mete los dedos sucios), lo nico que hay son ocho mil millones de bacilos por micra y un conglomerado de cojudez heterognea que no hara sino robustecer a los grmenes de Coxudum Peruviannis, y hacerlo invencible frente a cualquier recurso qumico, intelectual o esotrico. Segn parece, lo nico efectivo hasta hoy es el fuego, que purifica y no deja un microbio ni para el ajuar del microscopio. Pero esta medida es, tambin, absurda porque de nada sirve destruir lo que pensamos utilizar, con el agravante de que al generador de la plaga osea, al Cojudo propiamente dicho-, no se le puede quemar vivo porque las autoridades lo consideran ilegal. Hay, desde luego, detentes, amuletos, talismanes y cien cojudeces ms, para anular la Cojudez en mrito a la Teora de la Anulacin por Identidades, que es el fundamento de la Medicina Homeoptica. Pero yo soy pesimista, y creo que todos, al final, terminaremos siendo unos reverendos Cojudos.

    Los Cojudos por Contagio Circunstancial contraen su dolencia en mrito

    a factores inevitables de mala suerte: Tener una discusin callejera con un Cojudo y hacer las paces con un apretn de manos; chocas el automvil contra la casa de un Cojudo y ser llevado, herido, al interior de la misma; atascarse con un Cojudo en el ascensor y permanecer all el tiempo suficiente como para salir contaminado

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    Y as, hasta el infinito. Lo circunstancial est ms all de nuestras previsiones, precauciones y medidas para evitar ser vctimas de la cojudez. Por lo tanto, slo nos queda procurar que el contagio, al presentarse, tenga carcter benigno, que es perfectamente curable si uno se aisla quince o veinte das en cualquier ambiente donde no haya un solo Cojudo (un Banco, una tribu de gitanos, una casa de prstamos, un club de vendedores ambulantes, etc.), para buscar que una sobrecarga del Pendexus peruviannis nico antdoto eficaz contra el Conxudum de la misma nacionalidad- nos deje limpios de cuerpo y de alma y nos d una nueva oportunidad de seguir invictos. Ir a un concierto a escuchar una cojudez entraa tanto peligro como asistir a la exposicin de un pintor Cojudo y caer bajo la accin mortfera de sus cuadros. Por lo tanto, si se muere un Cojudo, no vaya al entierro; si se enferma otro Cojudo, no lo visite y si lo saluda un Cojudo no conteste. La cojudez est en todas partes, como Dios, pero con la ventaja de que al Cojudo se le puede ver y evitar, mientras no tengamos un pelo de Cojudo en la cabeza.

    Yo recuerdo, por ejemplo tena seis aos y estaba en vsperas de

    enfrentarme racionalmente a la Cojudez-, cuando abr el pomposo ladrillo de la Real Academia con la plena confianza de encontrar en el trmino Cojudo una clara referencia al Director de mi colegio, al profesor de Geografa, al primero de la clase, al sacristn Garca y a otros calificados personajes de mi mundo infantil. La desilusin que sufr vino a ser tan grande como mi desconcierto, porque all deca, apenas en dos lneas, algo as como:

    "Cojudo: Dcese del animal no castrado". Claro, yo era entonces todava muy joven para saber (aunque lo intua),

    que quienes redactan diccionarios son los Cojudos ms solemnes que ha parido madre y que, en consecuencia, no pueden sino producir engendros incomprensibles caducos y equivocados, tan interesantes e ilustrativos como cualquier gua telefnica. Adems, no saba lo que significaba "castrado", aunque tena una vaga referencia de cierto vecino cuyo mdico estornud cuando le practicaba un delicado corte en los testculos -para operarlo de varicoceles, creo- y al galeno se le fue el bistur por su cuenta, "degollndole todo (si nos atenemos al silvestre relato de mi ta Cristina), en forma tan radical que de buenas a primeras se encontr con ambos artefactos en la mano. Por lo tanto, de "Cojudo" pas a buscar el trmino castrado" ("que ha sufrido castracin"), sin lograr mayor adelanto en mi pesquisa. "Castracin"

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    ("Accin de castrar"), me condujo al infinitivo de este curioso verbo cuya personalidad se resuma en las funciones de:

    "Capar, extirpar los rganos de la generacin" Confieso que me qued como ante un abismo. De modo que, en mi casa,

    el nico habitante no Cojudo vena a ser el gato? Y, en un mbito mayor, el vecino de los calzoncillos vacos del cual, en inexplicable contradiccin, afirmaban los entendidos que cada da estaba ms Cojudo, contemplando melanclicamente sus testculos, conservados -hasta el da de su muerte- en un enorme frasco de formol. No, aquello necesitaba una explicacin! Y proced a buscarla metodolgicamente, aunque exponindome a todos los padecimientos que lleva consigo el apostolado del investigador, porque cuando al viejo y aguerrido coronel de Caballera que viva en la esquina le pregunt (solicitndole que me contestara "de a de veras") si l era castrado o Cojudo -las dos nicas posibilidades de ser que, en m opinin de entonces, tena por delante la humanidad- me encaj tal patada en el trasero incipiente, que fui a caer en el centro de la pista, minutos antes de volver a mi casa y empalmar una cachetada indeleble, mediante la va paterna, notificada telefnicamente de los hechos por el pundonoroso oficial de marras As, pues, tuve que abandonar mis estudios semnticos ante la perspectiva de sufrir mayores daos y, durante un buen tiempo, me quede traumatizado por la angustia de no saber si era ms saludable incorporarse a las entusiastas filas de los Cojudos o someterme algn da a la humillante operacin que le haban hecho al gato para que no siguiera correteando en los techos como un histrico.

    Luego, supongo que siguiendo la tradicin nacional, me aclimat a la

    cojudez, como quien se acostumbra al fro de la Sierra o al calor de Piura, y recin en la Universidad, cuando hacamos un inventario de los catedrticos Cojudos a quienes era indispensable repudiar por incapaces y anacrnicos, volv a interesarme en el tema como objeto de una seria monografa lexicogrfica que me sirviera de base para un Ensayo ulterior sobre la mentalidad peruana.

    Para comenzar, recordaba haberle preguntado a mi ta Cristina, poco antes

    de incorporarse al lbum necrolgico de la familia, por qu en Piura se llamaba Cojudo de chicha al poto o calabaza seca donde se acostumbra servir dicho fermento. Me explic, utilizando un ingenioso eufemismo, que ello se deba al parecido que tenan los "Cojudos" con las talegas, pero sin decirme que en la

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    fabla popular de mi tierra -donde yo faltaba casi desde la infancia- las "talegas" eran, ni ms ni menos que un sinnimo de "testculos". El Cojudo, pues, se llamaba as porque tena forma de testculo. A esta informacin se acoplaba, como raz etimolgica, el trmino "cojn" que se aplica en Espaa al testculo ms cado que su hermano gemelo, quedando el plural reservado para los casos de duplicidad. Esto es, cuando ambos protagonistas estn igualmente cados, por razones de peso especifico (atributo -se dice de valientes y audaces) o por lo que podramos llamar Languidez Congnita, que vendra a ser algo as como prima hermana de la Cojudez Intrnseca. Por su parte, la definicin del diccionario venia a confirmar esta relacin Cojudez-Testculo, con ciertas implicancias de cosa desequilibrada (cojn, cojera, cojo, Cojudo), ambulatoria, sometida a los vaivenes del andar (o vivir, que es lo mismo pero a pocos), pesada, cargante y persistente (porque no hay nada tan persistente y aburrido como el andar de un cojo), etc. Pero todava hay ms cojudeces que anotar.

    Cojez, por ejemplo, que el diccionario seala como sinnimo de Cojera,

    es ya un antecedente y, diramos, el eslabn perdido entre cojo y cojudez, del mismo modo que el cojijoso est definidio como ser que se queja, enoja o resiente por ftil motivo. Es decir, exactamente lo que acostumbran hacer los Cojudos. Por su lado, coja es una de las 64 acepciones de ramera y, por lo tanto, es lgico que Cojudo venga a resultar el marido que la permite o administra. En lo personal, me parece que si la administra no es ningn Cojudo sino, ms bien, un sinvergenza, pero si la permite nos encontramos ante un caso imponente de cojudez por derecho propio. Sin insistir mucho en que "cojinetes" se llama a las billas o bolas de rodamiento, tal vez convenga remontamos hasta Felipe El Hechizado (valga decir el Cojudo), monarca que sufra de "poco sustentamiento en las vedijas", como dejara puntualizado su mdico, el caballero de Sotomayor, quien invent para l unos andamios de tela -hoy llamados abiertamente suspensores"-, destinados a restituir en su Seor el equilibrio perdido y a evitar que ingresara en la Historia como un soberano Cojudo. Objetivo que no logr, como estamos viendo. Es muy posible que la real potra no encontrara en los arcaicos suspensores el alivio necesario o mnimo y esto abri las puertas de la inmortalidad y la fortuna a don Sancho Herrera de Alduz, faltriquero de la Corte, quien dise, para delicia de tan torturados como altivos escrotos, los primeros cojines que se recuerda. Sobre ellos -blandos, frescos, forrados en rojo terciopelo herldico- daba respiro "a las desiguales pesas de su balanza, nuestro bienamado monarca",

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    como habra de consignar don Francisco de Quevedo, quien deba ser un experto en la materia porque tambin sufra de lo mismo.

    Pero, podramos limitarnos a formar una cadena de conceptos que,

    partiendo de la Cojera como un desequilibrio de mente, piernas o testculos (y pasando por el meretricio consentido, la no consumada castracin y la antipata de los cojijosos), llegara a la fra confeccin de un rbol genealgico para la Cojudez Nacional?

    No! En el Per, la cojudez va mucho ms all de las definiciones, la

    gramtica, la etimologa y los diccionarios. Como el "sayonara" japons o la "saudade" portuguesa que son entidades puramente conceptuales, es necesario vivir nuestra cojudez, ms que definirla. Es indispensable llevarla en el andar, la piel, la sangre, el alma, respirar a travs de ella, arrullarse con su inherente hipnosis colectiva y amarla con esa ternura infinita que slo un Cojudo puede poner en la cojudez. Afirmar que Cojudo viene de Cojo, Desequilibrado, Consentidor o Potroso, nos reduce, nos humilla baja de su pedestal olmpico a lo Cojudo como Valor Esencial, para limitarlo a los factores primos de lo cotidiano. En el Per, repetimos, la Cojudez tiene categora de religin, de himno, de leyenda, mito y casi de tab. Lo Cojudo es sagrado, extraterreno y mstico. Lo Cojudo es nuestro. Total y definitivamente nuestro, corno la coca, el charqui, el maz y la uta. Nadie, medianamente culto, ignora que en los das del Gnesis, cuando el Creador -segn la fbula- estaba organizando el mundo en que vivimos, al divino grito de "Sean hechos los Cojudos!" apareci un peruano llevando la bandera (seguramente color ail o verde palta, que son los tonos ms Cojudos en que se puede descomponer la luz). Los chinos, los egipcios y otros pueblos de remotsimos orgenes pueden, desdeosamente, negarnos un pasado milenario, como descendientesque son de Set y de Can, los hijos de Eva. Pero yo reclamo para nosotros los peruanos el linaje y la filiacin de Abel, quien no slo fue el primer Cojudo que registra la historia humana, sino uno de los grandes Cojudos del que tenemos noticia. Porque, si bien cualquiera puede morir asesinado, francamente, se necesita deberle al santo o ser un bolas de nacimiento para dejarse matar con una quijada de burro! Yo no creo en la vida ultraterrena, pero a veces pienso que los Cojudos la hacen indispensable, pues tiene que haber un cielo para los bienaventurados que mueren en olor de cojudez como habr, sin didua, un infierno para los incrdulos que perdieron la gran oportunidad de acojudar su alma, embellecindola con el halo difano y etreo que nos saca de la realidad prosaica para sumergirnos en los ingrvidos espacios de la mirada perdida, la

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    boca abierta y la baba pendular que caracterizan a los pasados por la cola del pavo. Concete a ti mismo!, dijo el sabio. Nosotros nos conocemos y sin falsa modestia proclamarnos: Somos unos Cojudos!. !Pienso, luego existo!, sentenci el filsofo. Nosotros hacemos cojudeces (que es nuestra manera de pensar) y existimos de lo ms campantes, como si hubiramos descubierto el Divino Botn. Somos, pues, autnticos, totales, compactos y definidos. Sabemos donde venimos y nadie nos engaa respecto al mundo en que andamos. Slo nos falta saber hacia dnde mircoles nos estamos yendo. Pero esto, naturalmente, no lo sabremos nunca porque de saberlo- no seramos Cojudos, perderamos nuestra personalidad y se perdera tambin el entusiasmo por seguir haciendo cojudez y media. Lo que es peor, emprenderamos una estrepitosa dispora en todas direcciones, aterrados ante la perspectiva de vivir en un mundo de Cojudos. Otros se quedaran para formar los partidos polticos (que es la ganadera de la cojudez) y una minora apostlica emprendera el negocio de las alcancas, los rediles y la venta de parasos post-mortem. Haran lo indecible para convencernos de las ventajas que tiene el ser Cojudo en vigencia. Pero su labor sera intil y estril. Por lo menos en cuanto a la unidad se refiere, ya que la tarea fundamental de los nuevos profetas consistira en hallar salida para una contradiccin irreconciliable entre los peruanos, formulada a los efectos del siguiente planteamiento lgico: Tesis, Casi todos los peruanos, son Cojudos". Anttesis, "Todos son Cojudos menos yo". Sntesis, "Con los Cojudos, ni a Misa". Es decir, nunca nos pondremos de acuerdo porque todos tenemos la razn.

    CAPITULO SEGUNDO

    Del Cojudo en general

    Par hacer un estudio serio de la Cojudez Peruana, debemos comenzar por establecer la diferencia que existe entre "el" Cojudo y "lo" Cojudo.

    Lo Cojudo es la institucin, el Cojudo es la persona (si se puede llamar

    persona a un Cojudo). Lo Cojudo responde a realidades socioeconmicas concretas, mientras que el Cojudo hace las cojudeces por su cuenta, pese a que el riesgo lo corren los dems. Lo Cojudo es permanente, pero el Cojudo es transitorio. Lo Cojudo est por encima de la vida, mientras que el Cojudo se acaba con la muerte. Lo Cojudo pertenece a la esquemtica nacional, frente al Cojudo que es un problema familiar. Lo Cojudo necesita un socilogo; el

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    Cojudo precisa de un mdico. Mientras lo Cojudo es el arquetipo, el Cojudo es la variante. Lo Cojudo est, el Cojudo es. Lo Cojudo es un concepto, pero el Cojudo es una vaina. Son, en consecuencia, dos mundos diferentes, aunque paralelos, que necesitan estudio aparte para llegar al fondo, a la esencia misma de sus respectivas naturalezas. Macrocosmos el uno, microcosmos el otro, satlite el Cojudo de la cojudez, viven unidos como la Tierra y la Luna a travs del tiempo, sin que nada pueda separarlos Porque si bien los Cojudos son mortales (a excepcin del citado Abel, de Coln, de Job, de Sansn y otros personajes que se hicieron inmortales precisamente por Cojudos), ocurre que los unos se suceden a los otros, como los puntos de una lnea, hasta formar esa constante de cojudez que se conoce como Sicologa Nacional.

    Ahora bien, entre lo Cojudo y el Cojudo hay un complejo mundo de

    cojudeces cuyos meandros (palabra que no viene de "orinar" como pudiera suponerse), llegan a todos los aspectos generales y particulares de la vida. Cojudo puede ser todo, absolutamente todo lo que nos rodea. Particularmente si limitamos nuestro horizonte al epicentro de la Cojudez Universal que es, modestamente, el lugar donde nos toc nacer. Sin que esto involucre un reproche a nadie, porque los hijos no tienen el derecho de criticar a aus padres, aunque uno viva cargando semejante cruz a cuestas. As, pues, dentro del mundo en que vivimos hay:

    Nombres Cojudos: Anastasio, Polidoro, Rigobero, Lindolfo, Godofredo,

    Venancio, Feliciano, Baltasar, Basilio, Heraclio, Artoclo, Valeriano, Jacinto, Casimiro, Cesreo, Isidro, Honorio, Serapio, Tefilo, Rufino, Fulgencio, Bernardino, Cirilo, Filiberto, Cndido y Belisario.

    Apellidos Cojudos: Pianola, Mocco, Pimenta, Gil, Pajares, Pelotti, Picn,

    Recto, Chumacera, Gato, Delicado, Culli, Pedoto, Pedoni, Ragatti, Costilla, Cabezn, Beln, Nalguero, Coronta, Potn, Camote, Sardina, Chuchuy, Yataco, Chambn, Pujarteago, Tolete, Borsalino, Mecca y Pomada.

    Cargos Cojudos: Secretario Perptuo, Archicfrade Mayor, portero de

    cementerio, Ministro sin Cartera, Cnsul Ad-Honorem, chofer de volkswagen, Subprefecto de Paucartambo, Alcalde de Amotape, inspector de mnibus, Miembo de Nmero, sacristn de iglesia pobre y campanero.

    Parientes Cojudos: El entenado, el concuado, el to poltico, el primo

    segundo, el abuelo materno, el hermano de leche, el sobrino hurfano, el

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    hermano gemelo, la ta solterona, el relacionado pobre, el padrastro, el ahijado bizco, el suegro viudo, el yerno sin trabajo y la abuelita loca.

    Enfermedades Cojudas: El sonambulismo, la diarrea, el hipo, el pedorreo

    senil, el tic nervioso, las paperas adultas, el paludismo, la viruela, el estreimiento, la retencin de orina, la hemorroides, el bocio, la hemofilia, la sarna, la lombriz solitaria y la prstata inflamada.

    Defectuosos Cojudos: El bizco para afuera, el sordo de un odo, el gago

    charlatn, el miope sin anteojos, el calvo con biso, el tartamudo nervioso, el mocho del dedo nervioso, el que respira por la boca, el chicapierna, el pisa huevos, el tuerto sin parche y el japons pecoso.

    Efemrides Cojudas: Da del Empleado Pblico, Semana del

    Ortopdico, Jubileo de Fray Tapn, Centenario de la Fundacin de Huacho, Aniversario de la Sociedad Filatlica, La Bajada de los Reyes, El Viernes Mdico, la joroba de cumpleaos, las Bodas de Hojalata y el ao de luto.

    Frases Cojudas: Dios guarde a Usted, La Patria es mi Madre!, Ser

    breve!, El honor es mo!, Un amigo ms!, La justicia tarda, pero llega!, No hay que desesperar!, Confo en usted!, Las mujeres y los nios primero!, La acompao en su dolor!, y Dios mo, qu hice!.

    Animales Cojudos: El pavo tenor, el perro salchicha, el gasto castrado, la

    Managua de playa, el oso hormiguero, la gallina carioca, el burro quejumbroso, la cucaracha Marina, los peatones miopes, el pejesapo, el caballo perchern, el canario que no canta y la piraa vegetariana.

    Calles Cojudas: Comesebo, Yapari, Barbones, Barboncito, Pilitricas,

    Chirimoyo, Siete Jeringas, Polvos Azules, Aromito, Chinchn, Santoyo, Mariquitas, Cangallo, Mirones, Pacae, Huatita, Capn, La Palma, Buenamuerte, Felicidad, Malambito, Palomino, La Torrecilla, La Medalla y Pericotes.

    Ciudades Cojudas: Chuntacollo, Chacopata, Quispicanchis, Chumbivilcas,

    Chachapoyas, Characato, Lucuchanga, Poto, Socosvinchos, Cachachi, Huarocondo, Pitumarca, Chinche, Ticrapo, Aguamiro, Chupas, Huaraca, Chcope, Mochum, Carampoma, Coito, Catacaos, Corongo, Querecotillo, Putina y Pujapuja.

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    La sordera es peligrosa, porque puede terminar volviendo Cojudo al sordo.

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    Canciones Cojudas: Adis Huarochir querido, Cuando vuelva a Chongoyape, Himno a Cajatambo, Huascarn de mis amores, Esprame que ya regreso, Evarista, Valencia, Estrellita, Quireme mucho, Toda la vida me morir por ti, Orgullo puneo, Huayno al Can del Pato, Ay!.

    Publicaciones Cojudas: La Voz de Caman, El heraldo de Puno, El

    Faro de Ilo, rgano del Gineclogo, La Estrella de Chincha, Boletn del Sordomudo, Cmo hacer feliz a su Canario, La Opinin de Sullana, Boletn del Agente Viajero, Hosanna, Gua Turstica de Chucuito.

    Tipos Cojudos: El condecorado por Francia, el cholo que juega bridge, el

    viejo con escarpines, el filntropo consetudinario, el pariente rico que no se muere, el hijo que se casa con huachafa, el astrnomo aficionado, el aspirante a diplomtico, el que da malas noticias y el que presta plata.

    Bebidas Cojudas: La cerveza de Chimbote, la cascarilla antes del almuerzo,

    el agua de llantn, el emoliente fro, la yerba-luisa, la manzanilla sin azcar, la caspiroleta caliente, el fresco de granadilla, la leche de burra, el tilo para los nervios, la cerveza sin helar y el Vino de Honor.

    Actividades Cojudas: Reparticin de Premios, Clausura de Acitividades,

    Memoria Anual, Discurso de Orden, Homenaje a Fulano, Recital de Canto, Sepelio de Zutano, Juramentacin de Cargo, Conferencia de Flisofo, Bienvenida a Mengano, Saludo al Personal, Cumpleaos del Gerente y velorio de la viuda.

    Comidas Cojudas: Torilla de ollucos, Berenjena frita, sopa de coliflor,

    comsom de betarraga, huevos de pato, pur de zanahoria, estofado de chivo, arrimado de coles, frituras de nabo, arroz con ganso, sustancia de chancho, seco de gallo, frituras de hgado, salchichas de Huacho y gelatina de pata.

    Adornos Cojudos: Huacos falsificados, mantones de Manila, peinetas

    espaolas, abanicos del Rey Pepino, cuadros cuzqueos, espejos con pan de oro, artculos de cuero de toro, mariposas disecadas, catres de bronce, porcelana japonesa, retratos del abuelo, lbumes de familia y rollos de pianola.

    Libros Cojudos: Documentos Histricos sobre la Fundacin de Caete,

    rbol Genealgico de la Familia Prez, Historia del Descubrimiento del

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    Al Cojudo hay que observarlo atentamente, siempre, para ver en que nos

    podra ser til

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    Ajonjol, Biografa de Fulano, Memorias de Megfano, Como curarse las hemorroides sin dormir bocabajo, Como dej el cigarrillo, In Memoriam. Aficiones Cojudas: Trepar cerros los domingos, coleccionar cajitas de

    fsforos, ser miembro de instituciones, usar bastn, llevar escarapelas en la solapa, jugar cun-can, caminar por gusto, regar el jardn, sacar a orinar al perro, ser flaco y tomar baos turcos, tomar baos de sol en el techo.

    Situaciones Cojudas: Salir a la calle con medias de distnito color, olvidarse

    de la dentadura postiza y sonrerle a todo el mundo, descubrir que uno olvid ponerse los calzoncillos, soltar un cuesco y descubrir que era diarrea, hablar mal del Gobierno con un militar vestido de civil.

    Desgracias Cojudas: Vivir junto a un tarado que toca violn, perder el

    dedo ndice y no poder voltear la hoja del libro, sufrir un ataque de hipo mientras se pronuncia un discurso, tener carraspera en un velorio, llevar un pedo atravesado, o zafarse la cadera en plena luna de miel.

    Pasiones Cojudas: Enamorarse de la cocinera, odiar al cura de la

    parroquia, amar al prjimo ms que a uno mismo, escribir sonetos a la vecina, intentar el suicidio por amor, desear ardientemente a la suegra, quitarle el saludo al comisario, casarse a primera vista y matar gatos a balazos.

    Horas Cojudas: Las cuatro de la tarde, los domingos por la noche, los

    lunes al medioda, la llegada del lechero, la del avin que se atrasa, la del sepelio que no empieza, las del purgante que no hace efecto, la espera en el dentista, las del abuelito que se muere y la del nio que no nace

    Lugares Cojudos: Las salinas de Huacho, la Pampa del Medio Mundo, el

    cerro de Amancaes, el Tnel de La Herradura, el Puente del Infiernillo, la tumba de Pizarro, el Barrio Chino, el Puente de los Suspiros, el Malecn de los Suicidas, la Playa de Chucuito y la Alameda de los Descalzos.

    Entretenimientos Cojudos: Los pares o nones, el juego de prendas, la

    gallina ciega, el carga la burra, el poker a centavo, los cuentos alemanes, las visitas por gusto, las bochas con luz elctrica, el espiritismo de copita. la lectura de las manos, jugar ajedrez solo y conversar con la abuela.

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    Profesiones Cojudas: Trasquilador de ovejas, vendedor de rifas, empresario de su mujer, ordeador de vacas, catador de vinagre, fabricante de suspensores, profesor de trombn, domador de pulgas, cargador de muertos, pelador de gallinas, inspector de antenas y masa jista de gordas.

    Devociones Cojudas: Judas Iscariote, El Divino Botn, la Archicofrada de

    las Viudas Militantes, la Beatita de Chimbote, Poncho Negro, el Fmur de San Hiplito, la Calavera de Santa Ramona, la Calavera de Nicforo, la Chicha Milagrosa, culto de Fray Pelotas, Godofredo el Iluminado y la Rabadilla de Nicforo Mrtir.

    Prendas Cojudas: La corbata michi, el tarro de siete reflejos, el cuello duro,

    los escarpines de antes, los pasadores de cinta, los calzoncillos de franela, los zapatos de charol, el monculo sin marco, el bastn de carey, el detente con trementina, la bigotera doble y los gemelos de perlita.

    Das Cojudos: La Pascua sin plata, el Ao Nuevo con fiebre, el cumpleaos

    preso, las Bodas de Jebe, el bautizo del entenado, el aniversario del divorcio, el petitorio de mano, el verano sin sol, las vacaciones enfermo, el fin de semana en casa, la temporada de lluvias y el feriado trabajando.

    Vehculos Cojudos: La motocicleta con tndem, la bicicleta a motor, el

    automvil de tres ruedas, las casas de remolque, la motoneta para tres, la litera colonial, la silla de ruedas con timn, el camin de veinte ruedas, el carro que no arranca, el mnibus que no llega y la silleta de manos.

    Lecturas Cojudas: Revisin de la Gua Telefnica, artculos sobre

    Esperanto, revistas de consultorio, biblioteca del excusado, peridicos de ayer, cartas de la primera novia, annimos insultantes, documentos oficiales, novelitas de amor, carteles callejeros y correspondencia de la mujer ausente.

    Colores Cojudos: El atornasolado, el azul de Prusia, el verde esperanza, el

    rojo vivo, el amarillo patito, el plido reflejo, la tez cadavrica, las chapas serranas, el luto riguroso, el caqui, el rosado colonial, el blanco pecoso, la faz rubicunda, la caca de beb y el castao oscuro.

    Flores Cojudas: El clavelito chino, la campanilla silvestre, el geranio de

    maceta, el gladiolo colorado, la gardenia en el ojal, las rosas de plstico, las

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    orqudeas de gramalote, las azucenas de cementerio, el tacn en la oreja, el ramo de azahar, el alhel en botella y el heliotropo en botn.

    Actividades Cojudas: Preparacin del Congreso del Sordomudo,

    Recoleccin Befica de papel higinico usado, Propagacin de la Fe en el Arcngel Filomeno, Reorganizacin de la Basura, Estudio para la Irrigacin de la Isla San Lorenzo, Lanzamiento de la Colecta Pro-Casa del Arterioesclertico.

    Alimentos Cojudos: Los huevos de angelote, la quinua con chuo, la leche

    de burra, la cabeza de bonito, la sustancia de aigua, le bist de pulpo, la tortilla de erizo, la carne cruda, la huevera natural, el chilcano de tramboyo, el cuquer con leche, la miel de abejas y la espinaca hervida.

    Dulces Cojudos: Los diabticos, suspiritos de San Antonio, caspiroleta

    ayacuchana, chumbequitos de ans, melcocha de nata, manjar blanco molendino, suspiros de Cajatambo, sanda rellena, huevos sudados, higos de Urubamba, pallares colados, paltas borrachas, almbar de zapallo y nabo con miel.

    Frutas Cojudas: Las guanbanas, el chumbo, el pltano de fraile, la naranja

    agria, la cereza amarilla, la manzana arenosa, la papaya redonda, la pia desabrida, la pasa con pepas, el orejn de lata, los guindones resecos, el coco rancio, la guayaba madura, los melones verde y la tuna barbuda.

    Actitudes Cojudas: Levantar los hombros para despreciar, ponerse las

    manos en la cintura, dar patadas en el suelo, alzar la nariz, torcer la mirada, no contestar el saludo, negarse a dar la mano, mandar padrinos, cobrar una deuda antigua, levantar una reja y fotografiarse con sombrero puesto.

    Y as, hasta el infinito, porque Lo Cojudo no tiene principio ni fin como el

    Universo. Lo Cojudo nos envuelve, nos hace receptivos de la Cojudez Ambiental, nos convierte en lectores, depositarios y trasmigres del virus cojudero pero siempre con la ventaja de no hacernos perder la conciencia de nuestros actos, de no llevarnos a ignorar lo que somos ni el grado de cojudez en que vivimos. Cuando el peruano, por las noches, hace un inventario de sus actividades en el transcurso del da, y analizando el balance de las mismas, acaba por darse una palmada en la frente, mira al techo con un gesto de rabia y exclama desesperado: Pero, qu tal Cojudo he sido!, lo hace porque tiene plena conciencia de su realidad mental. No se engaa, no trata de hacerse el

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    Cojudo porque sabe perfectamente que ya lo es. No se oculta la verdad y termina por aceptarla como un hecho consumado. Ha sido, efectivamente, un Cojudo. Pero el descubrimiento de ello no le impedir seguir haciendo cojudeces al da siguiente, al subsiguiente y en todos los das que le resten de vida. Ahora bien, el hacer cojudeces constituye slo un rengln de Lo Cojudo, como concepto abstracto que engloba el volverse Cojudo, el quedarse Cojudo, el acojudarse, el dejarse hacer el Cojudo y el hacerse el Cojudo uno mismo, por su propia cuenta y conveniencia. "Fui anoche al circo japons -dice el damnificado-, y al salir los equilibristas, me qued Cojudo!". No se sabe cunto tiempo le cost recuperarse del impacto, ni si el estupor lo convertira en un Cojudo Permanente, pero lo fundamental es que el protagonista "sabe" que se qued Cojudo. Cojudo y no sordo o bizco sino Cojudo, concretamente hablando. En cuanto a lo de "volverse Cojudo" parece constituir un privilegio de quienes tomaron consom de chamico, pasaron por la experiencia olfativa que en el Norte se conoce como "calzn de novia", o descubrieron tardamente lo que era una buena sesin de lujuria. Casi todos estos se vuelven irremediablemente Cojudos, hasta que el matrimonio acaba con ellos y se les termina la cojudez. Son, por lo tanto, Cojudos temporales y curables. Tambin "se vuelven Cojudos" los improvisados, los nuevos ricos, los que de la noche a la maana comienzan a gozar las ventajas de una nueva situacin. Quien era hasta ayer un Cojudo de tipo, digamos, normal, se vuelve automticamente un tremendo Cojudo, si alguien tiene la peregrina idea de nombrarlo para cualquier cargo importante, slo porque es su amigo y no porque el sujeto lo merezca. Entonces nos veremos frente a un Cojudo que mira de arriba abajo, que no saluda, que se niega por telfono y que empieza a tomar lo que se conoce como aires de Cojudo, tan frecuentes entre nuestros polticos. En general, esta dolencia es curable y termina cuando al sujeto lo botan como un perro y los dems comienzan a hacer con l lo mismo que l haca con los dems. Sin embargo, si bien la destitucin o prdida de los privilegios curan al enfermo de su cojudez Objetiva, el desconcierto de saber que se ha dejado hacer el Cojudo es tan terrible que automticamente pasa a la condicin de Cojudo Subjetivo, que es tambin curable, pero que exige un largo perodo de convalecencia, dieta, cambio de clima y reposo APRA que el Cojudo transitorio se cure definitivamente. Sin embargo, las estadsticas demuestran, con la frialdad de los nmeros y la experiencia, que tarde o temprano- todos los Cojudos recaen indefectiblemente. Todo, por lo tanto, es cuestin de tener paciencia. Si usted es Cojudo, paciencia con su enfermedad. Si usted no es Cojudo, paciencia con su Cojudo (todos tenemos un Cojudo en perspectiva), hasta que el tipo vuelva a las andadas y se le ponga a tiro de escopeta.

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    Podramos decir que el acojudarse viene a ser algo as como un corto-circuito de la cojudez. Algo parecido a un calambre cerebral que, si bien dura apenas unos segundos, puede ser suficiente para ocasionarnos gravsimas consecuencias. Acojudarse frente a un terremoto, por ejemplo, quedndose paralizado justo bajo la gran cornisa del edificio, es una garanta de terminar en la morgue cuando remuevan los escombros. Lo mismo ocurre cuando el acojudamiento se produce en circunstancias de hallarse en calzoncillos, frente a un marido con revlver y no atinar a meterse bajo la cama, saltar por la ventana o ponerse de rodillas en actitud suplicante. Esta forma de ataxia locomotriz por acojudamiento generalizado se da mucho en aquellos que, de pronto, descubren haber sido vctimas de un robo, de un adulterio, de una agresin, de un atropello y, en fin, de todas las cosas que solamente les pueden ocurrir a los Cojudos natos y a los propensos (caso de la cojudez por acojudamiento). La definicin misma de acojudarse nos permite saber que ella se trata de un simple amago, de algo pasajero y fcil de superar con una aspirina o con bromuro. Sin embargo, despus de la primera crisis (que puede ser el aviso de una tendencia a la cojudez tarda), siempre es bueno consultar a un especialista en la materia vale decir, a un gran Pendejo amigo, si es que los Pendejos son amigos de alguien-, para contener a tiempo lo que puede ser el comienzo e una Cojudosclerosis. El Acojudamiento se manifiesta en muchas formas, cientficamente catalogadas por Vivansky y Lobinsky en su famosa escala, que va del uno al cien, incluyendo el acojudamiento por traumatismo encfalo-craneano. Es decir, cuando a uno le cae una pedrada en la cabeza o algo por el estilo. En este caso la curacin es imposible y el tipo se queda Cojudo para toda la vida, pudiendo realizar nicamente labores en la que no se requiera inteligencia, tales como recoger basura, contestar el telfono, pedir limosna, conducir un mnibus o ingresar al servicio diplomtico.

    Finalmente, aunque 'hacerse el Cojudo"' es una vieja prctica nacional

    entre las grandes minoras que siempre han gobernado este pas, y pese al hecho de que quienes "se hacen los Cojudos" corresponden a otro volumen de la presente Enciclopedia, existe -paradjicamente- un tipo de Cojudo que se hace el Cojudo, sin saber que ya lo es y que hacindose el Cojudo no cojudea a nadie. Su clasificacin corresponde a la del "Pobre y Triste Cojudo", porque inspira una lstima rayana en la ternura y porque su imitacin de Cojudo es tan mediocre que va de fracaso en fracaso, hasta que la realidad lo hace abandonar su estrategia y comienza a comportarse tal como es, en el fondo. O sea, como un perfecto Cojudo. Que es, recin, cuando tiene la posibilidad de sorprender a un Pendejo. Para m, aquel viejo refrn cuyo texto dice "del agua

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    mansa lbreme Dios, que de las otras me libro yo", resume la amarga experiencia de algn Pendejo al que hicieron Cojudo en un momento de debilidad, por bajar la guardia frente a otro Pendejo que se haca el Cojudo, o frente a un Cojudo tan Cojudo que pareca una imitacin de Pendejo. Es decir, cada da se hace ms difcil vivir en este mundo!

    Los cuatro grandes ncleos de la Cojudez Subjetiva Nacional (1.- Volverse

    Cojudo, 2.- Quedarse Cojudo, 3.- Acojudarse y 4.- Dejarse hacer Cojudo), tienen, en sus orgenes, dos puntos perfectamente definidos, como los lpices bicolores: El cojudeo Intencional y el cojudeo Fortuito. Como es lgico, la primera clasificacin implica la voluntad, el deseo consciente de un tercero, para cojudear a la vctima. Son, digamos, tipos de Cojudez por Induccin. La segunda se refiere a los casos donde la exclusiva intervencin del protagonista, como ser receptivo y sujeto de una experiencia desencadenante, lo lleva casi de la mano a los maravillosos jardines de Lo Cojudo. Es lo que podramos llamar Cojudez por Deduccin As tenemos que, por ejemplo:

    A) Volverse Cojudo porque a uno le ense la novia loretana todas las

    posibilidades y las usos que puede tener un colchn, aparte de dormir sobre l, es Intencional, porque el tipo ha cado en una trampa matrimonial, donde no vuelve a probar el queso a menos que pise el palito del Registro Civil. Volverse Cojudo por recibir toda la herencia de un lo lejano que muri (como era su obligacin) es Fortuito, porque nadie sabe para quien trabaja y porque el finado no imagin, jams, que toda su plata y su esfuerzo serviran para terminar fabricando un Cojudo.

    B) Quedarse Cojudo cuando al postulante lo llevan de visita a una

    residencia gigantesca, deslumbrante y fabricada a todo lujo, es Intencional, porque lo que busca el dueo es atarantar al fulano con su riqueza. Pero quedarse Cojudo ante la fuerza de un estibador que levanta cien kilos con dos dedos es completamente Fortuito, ya que dicha bestia acta de manera perfectamente normal y sin el propsito de impresionar a nadie, como no sea al promotor interesado en conseguir Cholo Barato (nombre que se da a blancos, negros, chinos, chelos, mestizos y mulatas que hayan renunciado para siempre a la tentacin de cojudear, amarrando el macho, a su patrn).

    C) Acojudarse cuando un sujeto matonesco pasa junto a la seora de la

    vctima y le practica un examen al tacto, algo ms abajo de la zona donde se aplican las inyecciones intramusculares, es Intencional, porque el tipo sabe

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    Pasear al nene es un buen sistema para volverse Cojudo en 20 das

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    que con su aspecto fsico est paralogizando al marido. Por el contrario, Acojudarse al conocer de cerca a un personaje cualquiera -poltico, intelectual, artstico o delictivo, porque la fama alcanza para todos-, es Fortuito, ya que el individuo objeto de la admiracin no es culpable de tener una personalidad aplastante. D) Dejarse hacer Cojudo cuando a uno le venden pomada de culebra

    para curar todas las enfermedades conocidas, es Intencional, porque el charlatn sabe que su producto huele a pasta de dientes, tiene aspecto de pasta dental y lo vende tranquilamente en un vulgar tubo de pasta dentfrica. Pero dejarse hacer Cojudo por el "agua" que se ve al fondo de la carretera, cuando el radiador del automvil est al rojo, y caminar cuatro kilmetros en vano, es Fortuito, pues no se trata sino de algn espejismo de mierda que alguna vez nos ha cojudeado a todos.

    Ahora bien, describir a los Cojudos uno por uno sera imposible, dados su

    enorme variedad y polifacetismo. Doce millones de casos no se los salta a la torera ni una mquina computadora! Por otro lado nos traera serios problemas de familia si uno quiere ser honesto y declara enfticamente que el 95% de sus parientes son unos Cojudos alucinantes, para los cuales lo ms recomendable es el suicidio. Por lo tanto tendremos que limitarnos a la descripcin del Cojudo Nacional Promedio, de cuya espectacular sicologa participan, en mayor o menor grado, casi todos los peruanos, sin excepcin (?). Los Cojudos son como los eclipses: hay Totales y Parciales. Por lo tanto, el Cojudo Nacional Promedio viene a ser la equidistancia razonable entre los unos y los otros, a los cuales describiremos oportunamente.

    Veamos. El Cojudo Nacional Promedio tiene mirada de Cojudo. Eso es bsico,

    porque si el interfecto deja asomar la ms pequea luz de inteligencia en sus pupilas, quiere decir que estamos frente a un impostor o, lo que es ms grave, en presencia de un infiltrado. Fundamentalmente, al Cojudo Nacional Promedio se le puede estudiar desde los ngulos Espiritual, Material y Formal.

    En el orden Espiritual, el C.N.P. (Cojudo Nacional Promedio) es:

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    El Cojudo romntico, slo cae simptico a las mujeres cuando se muere

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    Romntico, de los que escriben sonetos paticortos o versilargos, a medias

    con Chcano y dedicados a la primera novia, que muri de cojuda porque al incendirsele la falda se ech kerosene para apagar las llamas. Es de los que dialogan con la Luna, leen a Bcquer, suspiran al llegar la primavera, huelen a jazmines como si fuera pichicata y tuercen los ojos hacia arriba cuando oyen algo de Chopin. Tengan la edad que tengan, siempre irn por la calle agarrados de la mano con alguien, sea la "prometida" (que es como los Cojudos llaman a su futura mujer), la esposa, la prima, la sobrina, la ta o un amigo de la infancia, en cuyo caso el tipo, adems de Cojudo viene a ser un homosexual.

    Sensible, de los que recogen perros callejeros enfermos, para curarlos en

    casa, y le contagian la sarna a toda la familia; de los que pertenecen a diversas sociedades filantrpicas, y al final los acusan de ladrones cuando hacen el arqueo de las colectas y falta plata; de los que lloran cuando la cocinera provinciana les cuenta cmo la viol el sub-prefecto, detrs de una tapia, y de los que, si se les muere un amigo, no duermen toda la noche, pensando que el tipo puede venir a despedirse de ellos. El violn los hace llorar, regresan de la calle sin un centavo porque todo lo repartieron en limosnas y ayudan a cruzar viejitas de una calle a otra, hasta que los mata un camin y la vieja resulta ilesa.

    Afectuoso, de los que tienen la fotografa del padrino (que a lo mejor es el

    pap) en la mesa de noche; de los que abrazan a todo el mundo, hasta que tropiezan con un enfermo de lepra y Se acab el Cojudo!. Sonren a diestra y siniestra, para quedar bien con todo el mundo y ensear los dientes de oro. Por las maanas, lo primero que leen es la pgina de las Defunciones para asistir con cara de circunstancias o sea, con cara de solemne Cojudo- al velorio y sepelio de otros Cojudos, muertos primero que ellos. Llevan un registro de todas las fechas importantes para sus amigos. Se empean hasta el pescuezo mandando canastas de flores con tarjetas en letra inglesa. Van donde los inviten y son de los que nos despiertan a las seis de la maana, para felicitarnos por nuestro cumpleaos, media hora despus de habernos acostado v cuando recin estbamos agarrando el sueo. Son tambin de los que llegan hasta las lgrimas cuando relatan (mientras en la mesa estn sirviendo el arroz con pur) cmo se cagaba las sbanas el abuelito, poco antes de morir.

    En el orden Material, el C.N.P. (Cojudo Nacional Promedio), es:

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    Prudente frente al clima, la digestin y el sexo. Respecto al clima, usa calzoncillos de lana en invierno y de jersey, hasta la rodilla, en verano. Se protege de las corrientes de aire, duerme con medias y slo se baa en agua caliente, para evitar una pulmona. Cree en las frotaciones de trementina y es de los que estornuda por la menor cojudez. Respecto a la digestin, evita comer frijoles porque, como todos los Cojudos, carecen de control sobre sus esfnteres, corre el peligro de que su familia lo ponga en la calle, a media noche, por contribuir de manera salvaje a la contaminacin ambiental. En cuanto al sexo, el Cojudo termina por acostumbrarse a los reflejos condicionados de Pavlov y solo tiene relaciones los viernes por la noche (porque los sbados no trabaja) y la vspera de da feriado, en que no tiene que levantarse temprano. Adems, nunca repite el plato por temor a enfermarse de los riones o a tuberculizarse.

    Metdico en sus hbitos, su higiene y su trabajo. En lo tocante a sus

    hbitos, el C.N.P. se levanta un minuto antes de que suena la campanilla del reloj despertador (cosa de la que se siente muy orgulloso) y pasa al cuarto de bao donde emplea exactamente un cuarto de hora en defecar, examinando atentamente la produccin del da, para ver si todo est normal y no hay seal de amebas o algo por el estilo. En materia de higiene, se afeita, se lava los dientes, hace grgaras (todos los Cojudos hacen grgaras, sin comprender que eso ya pas de moda) y, si no le toca baarse aquel da, se refresca la hemorroides con un buen baito de asiento, echndose luego abundante talco, cuyo 80% cae indefectiblemente al piso. Respecto al trabajo, el Cojudo es puntual, virtud que entre los Cojudos es negativa, porque estando ms tiempo en la oficina tienen mayores posibilidades de hacer cojudeces y, por lo tanto, corren mayor peligro de que los despidan. Por eso es que hay tanto Cojudo desocupado en el pas.

    Disciplinado de los que no faltan al trabajo as llueva o truene, razn por la

    cual (sobre todo en la Sierra) muere de pulmona o carbonizado por un rayo. El Cojudo Nacional Promedio jams llegar tarde a ninguna parte, aunque tenga que vencer mil obstculos en su carrera contra el reloj, sobre cuyo funcionamiento mantendr una permanente vigilancia para que no se le pare nunca. Su concepto de la palabra "jefe" raya en lo divino y har siempre lo que disponga el superior, as se trate de copiar La Divina Comedia" a mano o de caminar veinte kilmetros para entregar un documento de esos, que los Pendejos mandan por correo. Incapaz de robarle tiempo a la empresa, jams usar el excusado en horas de oficina, ni siquiera para orinar. Entre otras cosas

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    porque su estmago tambin trabaja a horario estricto. Pese a ello, de todas maneras guarda un rollo de papel higinico en las gavetas de su escritorio, as como un frasco de alcohol para refregarse las manos cuando le es indispensable saludar a un extrao. Las epidemias, catstrofes y cataclismos no son impedimentos para cumplir con su deber, aunque sea l, precisamente, en un noventa por ciento de los casos, quien lleve el virus a la oficina, quien origine un corto circuito con doscientos muertos y quien contagie la cojudez a todo el mundo, respectivamente.

    Obsoleto en el vestir, el andar, el comer, el gesticular, el actuar y el vivir, al

    extremo que su aspecto es el de un personaje arrancado de esos lbumes familiares donde aparece el abuelito, cuarenta aos antes de que se lo llevara la trampa con bigote y todo. El Cojudo Nacional Promedio vive, cronolgicamente, alrededor de la Segunda Guerra Mundial y si no usa monculo es porque la gente se cagara de risa al verlo. Come levantando los codos, como si se dispusiera a volar. Saluda a las seoras doblando el espinazo hasta formar ngulo agudo con las piernas. Todos sus gestos son del ao de pangu y se re en falsete y por compromiso, cuando escucha alguna cojudez que su educacin a la antigua le aconseje festejar. Siempre hay algo en su personalidad que recuerda a Charles Chaplin. Su atuendo es un muestrario de cuanto cachivache se encuentra hoy en el panten del olvido y su vestido ceremonial no perdona el menor detalle travesa de corbata, chaleco, terno oscuro y otras menudencias- de cuanta cojudez se ponan nuestros antepasados encima. Se refiere a nuestra poca meneando la cabeza con gesto reprobatorio, y aprovecha cualquier circunstancia para referirse a los tiempos de antes, cuando l era ms joven pero tambin menos Cojudo. Porque si hay algo que en el Per nunca dej de progresar fue la marcha de Cojudos hacia la perfeccin de la cojudez.

    Ya en el orden Formal, el C.N.P. (Cojudo Nacional Promedio), es:

    Puntilloso en el vestido, la educacin y la responsabilidad. En cuanto al vestido, jams dejar de usar camiseta o vividi (como abrigo y para proteger la camisa del sudor), lo mismo que gemelos, prendedor de corbata y anillo de cualquier cojudez en alguno de los dedos. El Cojudo usa talco en los pies y bicarbonato en las axilas, porque "sabe" que es el mejor desodorante. Tiene los zapatos brillando como un espejo pero anda siempre con los fundillos cados porque, en general, los Cojudos llevan el trasero recogido hacia adentro, no se sabe si por timidez o por la forma que tienen de caminar. En materia de educacin y aunque el Cojudo no tiene control sobre su estmago, eructa a

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    menudo, pero ponindose una mano en la boca y pidiendo perdn a los presentes. En general se pone la mano a destiempo y todo el mundo sabe, en esta forma, que el Cojudo ha comido coles en el almuerzo.

    El Cojudo es un tipo cumplidor (que es el nombre burocrtico de la

    cojudez), de modo que todas las cojudeces de la oficina llevan su firma. En consecuencia, es tambin al primero que botan cuando se necesita un Cojudo que pague los platos rotos.

    Responsable en el cumplimiento de las obligaciones contradas -

    generalmente con algn Pendejo- y las cuestiones puestas bajo su cuidado, si es que alguien comete la cojudez de encargarle algo importante. El Cojudo Nacional Promedio jams saldr corriendo en caso de terremoto, mientras no cierre la caja fuerte, con doble llave, y ponga todos papeles en su sitio, para que cuando vengan las cuadrillas a remover escombros del edificio, encuentren todo en orden, junto a su cadver aplastado por una viga, por cinco toneladas de techo o por los dos mil kilos de la caja fuerte, en cuya puerta se colocar ms tarde en sencilla pero emotiva ceremonia"- una plaquita conmemorando en honor del Cojudo muerto. Si en la oficina hay algn trabajo urgente, siempre se lo encajarn a l, en su condicin de Cojudo Militante y porque, de puro Cojudo, se presentar de voluntario, creyendo que esto le acumular puntos, ignorando que su nombre figura primero en la lista de Cojudos que piensan botar en el prximo Directorio totalmente integrado por Pendejos.

    Generalizando. El Cojudo Nacional Promedio se orina en la cama hasta los diez anos, usa chupn hasta los cuatro o cinco, es el primero de la clase (deporte en que los Cojudos malgastan su niez y juventud) y empalma sin excepcin todas las enfermedades epidmicas, tales como el sarampin, las paperas, la escarlatina, la tifoidea, la gripe asitica, la fiebre malta y la bicicleta. A la hora de amar, el Cojudo nacional promedio se enamora de la primera mujer que le hace caso, le lleva bombones como en la poca de Matusaln, le ofrece el brazo en la calle, con cara de galn de cine mudo, y a lo mximo que se atreve es a ponerle una mano sobre las rodillas, despus de haberla pedido en matrimonio (con invitados y champn) despus de "un tiempo prudencial". El Cojudo nacional promedio, se enamora de pies a cabeza, pero nunca llega a declararse porque se lo impide el tartamudeo. Baila de lejos con la novia y, si llega a rozarle un muslo con la pierna, la presin le sube a 40 mientras el organismo le fabrica veinticuatro litros de adrenalina. En su luna de miel, el

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    Cojudo nacional promedio se desviste a oscuras, se mete a gatas en la cama (despus de beber un par de tragos para estimularse), tarda una hora en encontrar lo que busca, luego de equivocarse indecorosamente cuatro o cinco veces, y acta de modo tan frentico -aunque dndose tiempo para confirmar que la novia es virgen, cosa que nunca llegar a saber, precisamente porque es Cojudo- que en el momento cumbre, termina poseyendo al colchn, entre gritos epilpticos, antes de quedarse dormido como un tronco hasta el da siguiente. Mientras tanto, la novia -navegando al garete sobre el tlamo-, se pasa la noche en blanco, medita, llega a conclusiones y comprende al fin por qu su familia se opona a que se casara con semejante Cojudo.

    El Cojudo ronca, habla dormido y suea cojudeces que lo obligan a

    levantarse para tomar bicarbonato, porque todo lo que come se le traduce en estreimiento, aerofagia o diarrea. Tiene miedo a la oscuridad, a las enfermedades y a la muerte. Cuando ve sangre se le hace un nudo en el ploro y tiene que tomar caf para no perder el conocimiento. El Cojudo cree en los fantasmas, los horscopos, los gatos negros y otras supersticiones que son el folklore de la cojudez. Cuando el Cojudo come, se atora; cuando bebe, se ahoga; cuando hace el amor, le da calambre; cuando se viste mete la pierna en el otro lado del pantaln y cuando orina se moja los dedos hasta el codo. El Cojudo ni siquiera deja de ser Cojudo cuando se muere, porque lo hace poniendo tal cara de Cojudez Eterna, que ni el ms Cojudo de los Querubines podra equivocarse a la hora de clasificarle el alma. Por una razn inexplicable, al Cojudo le sudan las manos, la cabeza le huele a coco rancio y la dentadura a burro muerto, pese a que numerossimos Cojudos se lavan el cabello con frecuencia y los dientes todas las maanas. Cuando se produce un temblor -acontecimiento al que los Cojudos le tienen pnico-, expelen un extrao olor entre agrio y metlico que debe ser, sin duda, la quintaesencia metablica de la cojudez en erupcin. A los Cojudos los operan de fimosis, cuando empiezan, y de la prstata cuando acaban. No tienen salida facial, porque si abren la boca es para hablar cojudeces y si la cierran es para poner cara de Cojudos. Aunque parezca una verdad de Perogrullo, donde est la Cojudez, all estarn indefectiblemente los Cojudos. Vale decir, el chochipe, por ejemplo, es un idioma perfectamente Cojudo en nuestro tiempo (ah est la cojudez) pero siempre encontraremos un grupo de retardados mentales que lo aprenden sin ser indios (ah estn los Cojudos).

    En su caracterstica esencial, hay Cojudos Conservadores que hacen las

    mismas cojudeces desde que nacen basta que mueren, y Cojudos Liberales,

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    que cambian de cojudez constantemente, desorientando a la humanidad. El Cojudo Nacional Promedio, por ejemplo, se baa en tina y. cuando va a la playa, nada en estilo clsico, tal como lo haca mi tatarabuelo hace cien aos. Pero un da cualquiera, al Cojudo puede entrarle la veleidad de baarse en ducha o con manguera de jardn, y nadar estilo bicicleta en el mar, hasta que se resbale y muera de conmocin cerebral, en el primer caso, o lo tengan que rescatar con helicptero, para que no se ahogue de calambre, en el segundo. En general, las opiniones sobre los Cojudos estn muy divididas. Hay quienes ofenden al Cojudo, lo desprestigian y lo desdean con olmpico desprecio, pero los que actan de esa manera cometen un error y, al mismo tiempo, demuestran ser ms Cojudos que los otros, porque los Cojudos comunes y corrientes, tienen plena conciencia de que lo son, mientras sus crticos no son, sino Cojudos que naufragan porque pretenden navegar con bandera de Pendejo. Aunque parezca lo contrae, los Cojudos le dan vida y actividad al Per, le quitan la monotona y aburrimiento, producen entusiasmo y deseos de vivir. Son algo as como la sublimacin del alma nacional, el encanto del quehacer cotidiano y el verdadero motor energtico que todas las maanas pone en movimiento la gran maquinaria del pas. Yo soy un decidido partidario de los Cojudos en generar. No porque necesite de ellos o porque piense utilizarlos de algn modo, sino por una razn muy simple:

    Porque si en el Per, no hubieran Cojudos, la vida sera una cojudez.

    CAPITULO TERCERO

    De los Cojudos en particular

    Ya hemos visto a grandes rasgos cmo se descompone la sicologa del Cojudo Nacional Promedio y hemos aclarado, tambin, que su definicin corresponde a la equidistancia razonable entre los Cojudos Totales y Parciales. Veamos ahora qu caractersticas presentan ambos extremos, segn la Escala de Vivansky y Lobinsky, indispensable para medir el grado de cojudez que sufre