T-433-08

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Sentencia constitucional Colombia

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Hechos

Sentencia T-433/08

ACCION DE TUTELA CONTRA CLUB SOCIAL-Caso en que no admiten como socio activo a hijo extramatrimonial del demandante

PROTECCION CONSTITUCIONAL REFORZADA DEL NIO-Reiteracin de jurisprudencia

Por expreso mandato constitucional los menores de edad son sujetos de especial proteccin constitucional. Debido a que tal condicin implica el reconocimiento de su situacin de extrema vulnerabilidad, el Estado tiene la obligacin de brindarles proteccin y asistencia, as como de garantizar de manera reforzada las condiciones necesarias para el pleno ejercicio de todos sus derechos.

PROHIBICION CONSTITUCIONAL DE DAR TRATO DIFERENTE A HIJOS MATRIMONIALES Y EXTRAMATRIMONIALES-Reiteracin de jurisprudencia

DERECHO DE MENOR DE EDAD A NO SER DISCRIMINADO-Caso en que el Club los Lagartos no acepta inscripcin como socio activo de menor por ser hijo extramatrimonial

No es del recibo de la Sala que la entidad demandada pretenda que su derecho de libertad de asociacin prevalezca sobre el derecho que tiene el nio a no ser discriminado. Ms an cuando la Constitucin Poltica seala expresamente, y con una claridad que no deja asomo al menor resquicio de duda, que los derechos de los menores de edad son prevalentes en todo caso; principio que como es reflejo de un postulado del derecho internacional de los derechos humanos relativo a la infancia. Esta Corte considera que la Corporacin Club Los Lagartos discrimin al menor, violando su derecho a la igualdad previsto en el artculo 13 de la Carta, al aplicar en su caso, sin considerar que es una norma que resulta abiertamente inconstitucional, especialmente cuando el afectado por ella es un menor de edad, el artculo 10, literal h de los Estatutos internos de dicha corporacin, negndole la calidad de hijo de socio por ser extramatrimonial.

VIOLACION DEL DERECHO A LA IGUALDAD SIGUE SIENDO ACTUAL-Caso en que no admiten como socio a hijo extramatrimonial del demandante/MODIFICACION DE ESTATUTOS DE CLUB PRIVADO-Caso en que no se podan oponer a menor omisiones que adems no estn previstas como causales de improcedencia de tutela

La Corte tambin desea llamar la atencin sobre dos puntos que reasalta la entidad demandada en su defensa y que son aceptados por el juez de segunda instancia. El primero de ellos tiene que ver con el largo tiempo que transcurri entre la negativa formal de otorgar al menor la calidad de hijo de socio (la ltima fue, de acuerdo con los hechos, el 21 de septiembre de 2001) y el momento de la interposicin de la demanda de tutela. Cree la Sala que aceptar este argumento como causal de improcedencia de la accin es tanto como aceptar que la discriminacin de la que es objeto el menor de edad puede diluirse con el tiempo; que el sujeto discriminado, con el simple paso de los aos, acepta tcitamente el maltrato que sufre en su dignidad por el hecho de verse excluido en clara contradiccin del artculo 13 de nuestra Constitucin. Nada ms falso que esto. Lo que ocurre en casos como el presente es que la violacin del derecho fundamental a la igualdad sigue siendo actual y, por ello, exigible por va de tutela.

Referencia: expediente T-1788406

Accin de tutela instaurada por Mauricio Lpez Barrientos en representacin de Simn Lpez Simmons, contra la Corporacin Club Los Lagartos

Magistrado Ponente:Dr. JAIME ARAJO RENTERA

Bogot, D. C., seis (6) de mayo de dos mil ocho (2008).

La Sala Primera de Revisin de la Corte Constitucional, integrada por los Magistrados MANUEL JOS CEPEDA ESPINOSA, JAIME CRDOBA TRIVIO y JAIME ARAJO RENTERA, en ejercicio de sus competencias constitucionales y legales, ha proferido la siguiente:

SENTENCIA

dentro del trmite de revisin de los fallos proferidos por el Juzgado 33 Civil Municipal de Bogot, en primera instancia, y el Juzgado 16 Civil del Circuito de esa misma ciudad, en segunda, en la accin de tutela instaurada por Mauricio Lpez Barrientos en representacin de Simn Lpez Simmons, contra la Corporacin Club Los Lagartos.

Con fundamento en lo previsto en los artculos 80 del Reglamento Interno de la Corte Constitucional y 39 del Decreto 2591 de 1991, el Dr. MANUEL JOS CEPEDA ESPINOSA, previa manifestacin verbal a los dems miembros de la Sala de Revisin, se declar impedido para participar en la revisin del presente asunto debido a que tiene una relacin directa con la entidad demandada.

El impedimento fue aceptado por los restantes miembros de la Sala Primera de Revisin de Tutelas de la Corte Constitucional. Por tal motivo, el Dr. MANUEL JOS CEPEDA ESPINOSA no participa en la decisin que se toma en la presente sentencia.

I. ANTECEDENTES

En escrito presentado el cinco (5) de septiembre de 2007, el seor Mauricio Lpez Barrientos reclama el amparo de los derechos fundamentales a la igualdad, a la honra, a la intimidad y a la recreacin de su hijo, el menor de edad Simn Lpez Simmons, presuntamente violados por la Corporacin Club Los Lagartos. Su solicitud de amparo se sustenta en los siguientes:

1. Hechos

Manifiesta el demandante que el nio Simn Lpez Simmons, nacido el veintitrs (23) de septiembre de 1997, es hijo suyo y de la seora Claire Simmons Muskus, junto con quien, luego de varios aos de convivencia, decidieron tomar la decisin libre, espontnea y consentida de constituir una familia Folio 2

Seala que el cinco (5) de septiembre de 1987, l haba adquirido una accin de la Corporacin Club Los Lagartos; accin sta que lo acreditaba desde antes del nacimiento del menor y que lo acredita en la actualidad como miembro de dicho club.

Indica que el 13 de julio de 2001 le solicit por escrito a la Corporacin Club Los Lagartos la inscripcin como hijo de socio del menor Simn Lpez Simmonds. La Junta Directiva de la Corporacin seala- le neg dicha inscripcin mediante comunicacin de 15 de agosto de 2001, argumentando que sta resultaba imposible, toda vez los estatutos de la Corporacin solamente permiten la inscripcin de los hijos de los socios que tengan la calidad de legtimos , adoptivos o hijos legtimos del cnyuge. La comunicacin en mencin concluye:

Por lo anterior y teniendo en cuenta que de acuerdo con lo expuesto, usted no contrajo matrimonio con la seora Marie Claire Simmonds Muskus y su estado civil es soltero, no resulta posible dar curso a su solicitud.. Folio 28

Frente a la anterior comunicacin explica- el 21 de agosto de 2001 solicit a la Corporacin reconsiderar su decisin, habida cuenta de que la discriminacin entre hijos legtimos e ilegtimos se encuentra proscrita en la Constitucin Poltica del Colombia, en especial en el artculo 42 de la Carta, que seala expresamente:

Los hijos habidos en el matrimonio o fuera de l, adoptados o procreados naturalmente o con asistencia cientfica, tienen iguales derechos y deberes. La ley reglamentar la progenitura responsable..

Nuevamente, el 12 de septiembre de 2001, la Corporacin Club Los Lagartos despach desfavorablemente su solicitud, fundamentada en los mismos argumentos acerca del carcter ilegtimo de su hijo.

Manifiesta el actor:

Inicialmente, la negativa a no inscribir mi hijo como hijo de socio, no tuvo inconvenientes, por cuanto nunca se me exigi hacerlo a su ingreso, en razn, posiblemente, a su corta edad donde no se me haca ningn requerimiento. Cosa diferente aconteci y sucede actualmente, pues el nio pretende compartir con sus parientes y amigos las instalaciones de la Corporacin Club Los Lagartos, lo que no puede realizar, a pesar de tener el derecho de ser hijo de socio, porque los estatutos de esta corporacin son violatorios de la constitucin y la ley

En el sentido de lo anterior explica que, en la actualidad, su hijo solamente puede ingresar al club en calidad de invitado; derecho ste que est restringido a dos accesos al mes. Tambin aduce que la discriminacin de la que es objeto su hijo es indigna y deshonrosa frente a los hijos de otros socios, a quienes s se les permite libremente el ingreso y el disfrute de las instalaciones, y el pleno ejercicio de los derechos y obligaciones de los miembros del club.

Con fundamento en estos hechos, el demandante solicita que se amparen los derechos fundamentales de su hijo, en especial el derecho a la igualdad, y que en consecuencia, el juez de tutela ordene a la corporacin demandada el registro o inscripcin de Simn Lpez Simmons en su carcter de hijo de socio activo, con igualdad de derechos y obligaciones, como lo establecen los estatutos de la Corporacin Club Los Lagartos para todos los dems hijos de socio.. Folio 2

2. Trmite de instancia

2.1 Presentada la demanda de tutela inicialmente ante los jueces de familia de Bogot, el Juzgado 9 de Familia de esta ciudad, mediante auto de siete (7) de septiembre de 2007 se abstiene de darle trmite por considerar que es incompetente para tal efecto y ordena remitir la actuacin al reparto de los jueces municipales de Bogot.

Surtido el anterior trmite, mediante auto de once (11) de septiembre de 2007, el Juzgado 33 Civil Municipal de Bogot admite a trmite la accin de tutela presentada Mauricio Lpez Barrientos, en representacin de Simn Lpez Simmons, contra la Corporacin Club Los Lagartos y, en consecuencia, da a la entidad demandada un (1) da para que ejerza su derecho de defensa.

2.2 El trece (13) de septiembre de 2007, la Corporacin Club Los Lagartos solicita al juez de tutela denegar el amparo reclamado por el demandante.

En primer orden de ideas, la entidad demandada considera que el ejercicio de la accin de tutela resulta improcedente, pues no se cumplen, en el presente caso, los requisitos sealados legal y jurisprudencialmente para la prosperidad de la accin cuando sta esta dirigida contra particulares.

Tambin seala que la demanda del actor no cumple con el requisito de inmediatez, pues dej transcurrir ms de seis aos desde la negativa de la Corporacin y el inicio de la accin, lo que desvirta de suyo cualquier perjuicio irremediable.

Por ltimo seala que el juez de tutela no puede pretender modificar las normas que rigen la actividad del club aquellas contenidas en los estatutos- y que fueron el fundamento de la negativa de incluir al hijo del demandante como socio, sin que por esa va se afecte el derecho de asociacin de los dems socios que, con su voto, expresaron su decisin de aprobar las reglas reflejadas en los estatutos. El juez de tutela no puede llegar entonces al extremo de adoptar decisiones en contra del querer de una comunidad autnomo y organizada que ha optado por unas reglas determinadas y las ha aprobado observando los mecanismos que ella misma ha fijado para tal efecto Folio 100

II. LAS SENTENCIAS QUE SE REVISAN

1. Sentencia de primera instancia.

El veinticuatro (24) de septiembre de 2007, el Juzgado 33 Civil Municipal de Bogot resuelve conceder el amparo reclamado por el seor Mauricio Lpez Barrientos en nombre de su hijo Simn Lpez Simmons. En consecuencia, ordena inaplicar la expresin legtimos usada en los estatutos de la Corporacin Club Los Lagartos en el artculo 10 literal h. Tambin ordena a la entidad demandada que dentro del trmino de 48 horas siguientes a la respectiva comunicacin, proceda a la inscripcin del menor Simn Lpez Simmonds como hijo de socio activo. Folio 104.

El juez de primera instancia considera que, aunque en principio resultara improcedente la accin de tutela en el presente caso, la discriminacin de la que es vctima el hijo del actor es tan ostensible y tan contraria a la Constitucin que no puede continuar en el tiempo. Encuentra fundamento para su decisin en la jurisprudencia de la Corte Constitucional, en especial en la sentencia T-278 de 2000.

2. Impugnacin

El veintisiete (27) de septiembre de 2007, la entidad demandada presenta impugnacin contra el fallo de primera instancia.

En su escrito de impugnacin, aparte de reiterar los argumentos en la contestacin de la demanda, la Corporacin Club Los Lagartos seala que la sentencia que es objeto del recurso es evidentemente contradictoria, pues por una parte reconoce la improcedencia de la accin pero por otra resuelve el fondo del asunto. Tambin aduce que incluso el fallo de la Corte Constitucional que cita el actor para conceder el amparo reconoce la improcedencia de la accin de tutela en casos como el presente.

3. Sentencia de segunda instancia.

El trece (13) de noviembre de 2007, el Juzgado 16 Civil del Circuito resuelve revocar el fallo de primera instancia y, en su lugar, negar el amparo reclamado.

El mencionado juzgado da tres argumentos principales para su decisin. El primero de ellos seala que el problema se trata de una discusin del orden del derecho privado, cuestin que debe resolverse ante los jueces naturales por la va del procedimiento ordinario al tratarse de una decisin de una corporacin privada, lo que ab initio descarta la existencia de un estado de subordinacin o indefensin. Folio 8, cuaderno de 2 instancia..

En segundo lugar seala que resulta difcil determinar si entre el menor y la accionada existe un vnculo emotivo de tal entidad que haga predicable la vulneracin a la recreacin, dignidad u honra y, por ende, su indefensin y afectacin conexa de su desenvolvimiento social en trminos prcticos conforme a los derroteros de la sentencia T-277 de 1999 Folio 9, cuaderno de 2 instancia..

Por ltimo aduce que quien aspire a ser socio de una organizacin conoce y acata sus propias normas, lo cual descarta que acepte hacer parte o continuar en una que contrare sus propios intereses o escala de valores, ello para decir que por la va de tutela no pueden dejarse sin efectos normas privadas aceptadas previamente dem..

III. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS

1. Competencia

Esta Sala es competente para conocer de los fallos objeto de revisin, de conformidad con lo establecido en los artculos 86 y 241-9 de la Constitucin Poltica de 1991 y en los artculos 31 a 36 del Decreto 2591 de 1991.

2. Problema jurdico

En el presente caso la Sala debe establecer si la Corporacin Club Los Lagartos viol los derechos fundamentales igualdad, a la honra, a la intimidad y a la recreacin del menor Simn Lpez Simmons, por haberle negado la afiliacin en calidad de hijo de socio por tratarse de un hijo extramatrimonial, teniendo en cuenta que el numeral h del artculo 10 de los estatutos de la corporacin solamente reconocen dicha calidad a los hijos legtimos, a los adoptados y a los hijos legtimos del cnyuge del socio.

Para efectos de resolver el problema as planteado, la Sala reiterar la jurisprudencia de esta corporacin en relacin con la (i) procedencia de la accin de tutela contra particulares; ii) la proteccin constitucional reforzada a los nios y; iii) la prohibicin constitucional de dar un trato diferente a hijos matrimoniales y extramatrimoniales. Por ltimo abordar el caso concreto.

3. Procedencia de la accin de tutela contra un particular. Reiteracin de jurisprudencia.

3.1 La accin de tutela fue consagrada como un mecanismo judicial excepcional para la proteccin de derechos fundamentales, cuando los mismos resulten vulnerados o amenazados por la accin u omisin de una autoridad pblica, o por un particular en determinadas circunstancias Artculo 86 de la Constitucin Poltica..

Los casos en los que la accin de tutela proceder contra un particular, fueron contemplados por el legislador en el artculo 42 del Decreto- Ley 2591 de 1991. La consagracin que hizo el legislador extraordinario fue la siguiente:

() 1. Cuando aquel contra quien se hubiere hecho la solicitud est encargado de la prestacin del servicio pblico de educacin para proteger los derechos consagrados en los artculos 13, 15, 16, 18, 19, 20, 23, 27, 29, 37 y 38 de la Constitucin. 2. Cuando aquel contra quien se hubiere hecho la solicitud est encargado de la prestacin del servicio pblico de salud para proteger los derechos a la vida, a la intimidad, a la igualdad y a la autonoma.3. Cuando aquel contra quien se hubiera hecho la solicitud est encargado de la prestacin de servicios pblicos domiciliarios.4. Cuando la solicitud fuere dirigida contra una organizacin privada, contra quien la controle efectivamente o fuere el beneficiario real de la situacin que motiv la accin, siempre y cuando el solicitante tenga una relacin de subordinacin o indefensin con tal organizacin. 5. Cuando aquel contra quien se hubiere hecho la solicitud viole o amenace violar el artculo 17 de la Constitucin.6. Cuando la entidad privada sea aquella contra quien se hubiere hecho la solicitud en ejercicio del habeas data, de conformidad con lo establecido en el artculo 15 de la Constitucin.7. Cuando se solicite rectificacin de informaciones inexactas o errneas. En este caso se deber anexar la transcripcin de la informacin o la copia de la publicacin y de la rectificacin solicitada que no fue publicada en condiciones que aseguren la eficacia de la misma.8. Cuando el particular acte o deba actuar en ejercicio de funciones pblicas, en cuyo caso se aplicar el mismo rgimen que a las autoridades pblicas.9. Cuando la solicitud sea para tutelar la vida o la integridad de quien se encuentre en situacin de subordinacin o indefensin respecto del particular contra el cual se interpuso la accin. Se presume la indefensin del menor que solicite la tutela. (Subrayas fuera del texto original)

Es necesario aclarar que mediante la sentencia C-134 de 1994 (M.P.: Vladimiro Naranjo Mesa) fueron declarados exequibles los numerales 1, 2 y 9 del citado artculo, salvo las expresiones "para proteger los derechos consagrados en los artculos 13, 15, 16, 18, 19, 20, 23, 27, 29, 37 y 38 de la Constitucin", "para proteger los derechos a la vida, a la intimidad, a la igualdad y a la autonoma" la vida o la integridad de", respectivamente. Consider entonces la Corte que la accin de tutela deba proceder siempre contra el particular que preste cualquier servicio pblico, por la violacin de cualquier derecho constitucional fundamental.

3.2 La Corte Constitucional ha definido el alcance de las expresiones subordinacin e indefensin en lo que refiere a la procedencia de la accin relacionada en los numerales 4 y 9 del artculo anteriormente citado. En ello ha sealado una serie de casos en los que a todas luces el juez de tutela est llamado a efectuar un estudio de fondo del caso que le es propuesto. Son aquellos en los que es clara la relacin de subordinacin del demandante frente al demandado, tales como la del empleado respecto del empleador Ver, entre otras muchas, las Sentencias T-627/04, T-362/04 y T-165/04., del alumno en relacin con los rganos directivos de los centros educativos y de los copropietarios y residentes frente a los diversos rganos de direccin y administracin de la propiedad horizontal Ver las Sentencias T-761/04, T-1193703, T-633/03, T-596/03 y T-555/03, entre otras.. Subordinacin se define como sujecin a la orden, mando o dominio de alguien Segn la vigsimo primera edicin del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Espaola. y, en el mbito que nos ocupa se asimila a la potestad que, derivada de la Ley o de una relacin contractual entre las partes del proceso, implica la existencia de una relacin jurdica de dependencia Ver T-808/03 y T-290 de 1993..

En relacin con el estado de indefensin, ha definido esta Corporacin que esta situacin se presenta, de manera general, cuando el demandante no tiene posibilidades ni de hecho ni de derecho para defenderse de una agresin injusta por parte del demandado Sentencia T-761 de 2004.. En este mismo sentido, esta Corte ha manifestado que existe indefensin cuando, aparte del anteriormente anotado, afloran otros supuestos tales como:

i) la imposibilidad del particular de satisfacer una necesidad bsica o vital, por la forma irracional, irrazonable y desproporcionada como otro particular activa o pasivamente ejerce una posicin o un derecho del que es titular;

ii) la existencia de un vnculo afectivo, moral, social o contractual, que facilite la ejecucin de acciones u omisiones que resulten lesivas de derechos fundamentales de una de las partes como en la relacin entre padres e hijos, entre cnyuges, entre copropietarios, entre socios, etc.

iii) el uso de medios o recursos que buscan, a travs de la presin social que puede causar su utilizacin, el que un particular haga o deje de hacer algo en favor de otro Ver Sentencias T-761 de 2004 y T-277 de 1999 (M.P.: Alfredo Beltrn Sierra)..

3.3 En conclusin, la accin de tutela proceder contra los particulares cuando se presente alguna de las causales contempladas en el artculo 42 del Decreto-Ley 2591 de 1991. En relacin con la procedencia de la tutela contra particulares por encontrarse el solicitante en estado de indefensin, esta Corporacin ha asumido un criterio amplio, que observa a la situacin concreta del demandante frente al demandado, para establecer si existe o no tal indefensin. Tambin es necesario recalcar que existe presuncin de indefensin cuando quien solicita la tutela es un nio, sujeto ste de especial proteccin constitucional.

4. La proteccin constitucional reforzada a los nios. Reiteracin de jurisprudencia.

4.1 La Constitucin Poltica de 1991 efectu un importante avance respecto de la proteccin y efectividad de los derechos de los nios. En este sentido, es claro que el Constituyente de 1991, en virtud de la necesidad de desarrollar los principios y valores que fundamentan el estado social de derecho, consagr en la nueva Carta Constitucional el deber del Estado de garantizar el ejercicio pleno sus derechos y libertades.

En efecto, de acuerdo con el artculo 13 de la Constitucin Poltica, el Estado tiene la obligacin de proteger de manera especial el ejercicio del derecho a la igualdad de Aquellas personas que por su condicin econmica, fsica o mental, se encuentren en circunstancias de debilidad manifiesta y sancionar los abusos y maltratos que contra ellas se cometan.

El artculo 44 de la Constitucin Poltica, con fundamento en los derechos consagrados en la Constitucin Poltica, los tratados ratificados por Colombia para el efecto y las leyes, establece el deber de la familia, la sociedad y el Estado de proteger a los nios de toda forma de maltrato y explotacin, as como su obligacin de asistir y garantizar su desarrollo armnico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos. Finalmente, la citada norma indica que, en todo caso, Los derechos de los nios prevalecen sobre los derechos de los dems. Con relacin a la proteccin constitucional especial a los menores, se pueden consultar los artculos 13, 42, 43, 44 y 45 de la Constitucin Poltica..

Ahora bien, al margen de las discusiones que puedan plantarse en relacin con la existencia, en nuestra Carta, de una jerarqua entre los diferentes derechos fundamentales que en ella se consagran, lo cierto es que el constituyente, de antemano, dio la solucin a las posibles antinomias que podan presentarse entre los derechos fundamentales de los menores y los de las dems personas, estableciendo una regla en razn del sujeto que las soluciona a favor del nio.

4.2 Adicionalmente el Estado colombiano, a travs de la aprobacin y ratificacin de mltiples convenios y tratados internacionales, ha asumido la obligacin de garantizar los derechos de los nios. En efecto, de conformidad con el artculo 10 del Pacto Internacional de Derechos Econmicos Sociales y Culturales, incorporado al ordenamiento jurdico colombiano mediante la ley 74 de 1968, en el entendido de que el Estado colombiano en virtud de las normas del Pacto se compromete a garantizar el ejercicio de los derechos que all se enuncian, sin discriminacin alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religin, opinin poltica o de otra ndole, origen nacional o social, posicin econmica, nacimiento o cualquier otra condicin social, Pacto Internacional de Derechos Econmicos Sociales y Culturales, artculo 2: Cada uno de los Estados Partes en el presente Pacto se compromete a adoptar medidas, tanto por separado como mediante la asistencia y la cooperacin internacionales, especialmente econmicas y tcnicas, hasta el mximo de los recursos de que disponga, para lograr progresivamente, por todos los medios apropiados, inclusive en particular la adopcin de medidas legislativas, la plena efectividad de los derechos aqu reconocidos. 2. Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a garantizar el ejercicio de los derechos que en l se enuncian, sin discriminacin alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religin, opinin poltica o de otra ndole, origen nacional o social, posicin econmica, nacimiento o cualquier otra condicin social. Naciones Unidas, A/RES/2200 A (XXI), de 16 de diciembre de 1966. reconoce la necesidad de adoptar diferentes medidas tendientes a proteger la niez:

Se deben adoptar medidas especiales de proteccin y asistencia en favor de todos los nios y adolescentes, sin discriminacin alguna por razn de filiacin o cualquier otra condicin. Debe protegerse a los nios y adolescentes contra la explotacin econmica y social. Su empleo en trabajos nocivos para su moral y salud, o en los cuales peligre su vida o se corra el riesgo de perjudicar su desarrollo normal, ser sancionado por la ley. Los Estados deben establecer tambin lmites de edad por debajo de los cuales quede prohibido y sancionado por la ley el empleo a sueldo de mano de obra infantil..

As mismo, el artculo 1 de la Convencin Americana de Derechos Humanos ratificada por Colombia el 17 de julio de 1973,Organizacin de Estados Americanos, Convencin Americana Sobre Derechos Humanos "Pacto De San Jos de Costa Rica, adoptada el 22 de noviembre de 1969 y entrada en vigor el 18 de julio de 1978. dispone que el Estado Colombiano se compromete a respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que est sujeta a su jurisdiccin, sin discriminacin alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religin, opiniones polticas o de cualquier otra ndole, origen nacional o social, posicin econmica, nacimiento o cualquier otra condicin social.

Igualmente, el artulo 2 de la Convenci sobre los Derechos del Ni, Naciones Unidas, Convenci sobre los Derechos del Ni. Adoptada y abierta a la firma y ratificaci por la Asamblea General en su resoluci 44/25, de 20 de noviembre de 1989 y entrada en vigor el 2 de septiembre de 1990. ratificada por el Estado Colombiano el 28 de enero de 1991, en virtud del reconocimiento de la necesidad de garantizar la efectividad del derecho a la igualdad y a la dignidad humana, y en consideraci de que l ni, por su falta de madurez fica y mental, necesita protecci y cuidado especiales, incluso la debida protecci legal, tanto antes como despu del nacimiento", dispone:

1. Los Estados Partes respetar los derechos enunciados en la presente Convenci y asegurar su aplicaci a cada ni sujeto a su jurisdicci, sin distinci alguna, independientemente de la raza, el color, el sexo, el idioma, la religi, la opini polica o de otra dole, el origen nacional, nico o social, la posici econica, los impedimentos ficos, el nacimiento o cualquier otra condici del ni, de sus padres o de sus representantes legales.

2. Los Estados Partes tomar todas las medidas apropiadas para garantizar que el ni se vea protegido contra toda forma de discriminaci o castigo por causa de la condici, las actividades, las opiniones expresadas o las creencias de sus padres, o sus tutores o de sus familiares.(Subrayas fuera del texto original)

4.3 Con fundamento en las normas constitucionales indicadas anteriormente, as como en los mtiples instrumentos internacionales ratificados por el Estado colombiano al respecto, la jurisprudencia de esta Corporaci ha sostenido que el amparo reforzado de los sujetos de especial protecci constitucional, parte del reconocimiento que el Constituyente de 1991 hizo de la desigualdad formal y real a la que se han visto sometidos histicamente. Con fundamento en lo dispuesto en la Constituci Polica, esta Corporaci ha sostenido que son sujetos de especial protecci constitucional, dada su situaci de debilidad manifiesta e indefensi, los siguientes: (i) los menores (entre otras, las sentencias T-307 de 2006, T-754 de 2005, T-907 de 2004 y T-143 de 1999); (ii) las mujeres en estado de embarazo o madres cabeza de familia (entre otras, la sentencia C-355 de 2006 y SU-388 de 2005); (iii) los adultos mayores (entre otras, las sentencias T-748 de 2004, T-928 de 2003, T-004 de 2002 y T-535 de 1999); (iv) los discapacitados ficos y mentales (entre otras, las sentencias T-093 de 2007, T-766 de 2004, T-977 de 2004, T-1038 de 2001); (v) los reclusos (entre otras, la sentencia T-153 de 1998, M.P. Eduardo Cifuentes Muz); (vi) los indenas y las minors nicas (entre otras, las sentencias T-009 de 2007, SU-510 de 1998, T-979 de 2006); (vii) las minors sexuales (entre otras, sentencia C-075 de 2007, M.P. Rodrigo Escobar Gil); (viii) las personas en estado de indigencia (entre otras, la sentencia T-533 de 1992, M.P. Eduardo Cifuentes Muz); y, (ix) las personas en situaci de desplazamiento (entre otras, la sentencia T-025 de 2004, M.P. Manuel Jos Cepeda).

A juicio de la Corte, dada su situaci de debilidad manifiesta e indefensi, en el marco del estado social de derecho surge la necesidad de adoptar acciones afirmativas que permitan corregir los efectos nocivos de la desigualdad, Al respecto, se pueden consultar entre otras, las sentencias SU-388 de 2005, C-174 de 2004, C-044 de 2004, C-184 de 2003, T-500 de 2002, C-371 de 2000 y C-112 de 2000. avanzar de forma consistente hacia su erradicaci total y garantizar el pleno ejercicio de sus derechos y libertades. Al respecto se pueden consultar entre muchas otras, las sentencias C-075 de 2007, C-355 de 2005 y C-371 de 2000.

En este orden, en reiterada jurisprudencia, en virtud de las normas constitucionales que expresamente consagran la obligaci del Estado de proteger de manera especial a los nis, Al respecto, se pueden consultar las sentencias: T-200 de 2006, T-166 de 2006, T-1080 de 2006 y T-1117 de 2005. esta Corporaci se ha pronunciado sobre la necesidad de garantizar de manera efectiva y prevalente el ejercicio de sus derechos.

Ahora bien, en relaci con la expresa especial protecci constitucional a los menores, Al respecto, se pueden consultar las sentencias: T-702 de 2007, T-631 de 2007, T-326 de 2007, T-977 de 2006, T-1067 de 2005, T-280 de 2002, T-821 de 2001, T-117 de 1999, T-752 de 1998 y T-248 de 1997. Al respecto, en la sentencia C-796 de 2004, M.P. Rodrigo Escobar Gil, la Corte precis: l principio universal de inter superior del ni, incorporado en nuestro orden constitucional a trav del mandato que ordena su protecci especial y el carter prevalente y fundamental de sus derechos, esta llamado a regir toda la acci del Estado y de la sociedad, de manera que tanto las autoridades plicas como los particulares, en el ejercicio de sus competencias y en el cumplimiento de las acciones relacionadas con asuntos de menores, deben proceder conforme a dicho principio, haciendo prevalecer en todo caso el deber de asistencia y protecci a la poblaci infantil, en procura de garantizar su desarrollo fico, mental, moral, espiritual y social, as como sus condiciones de libertad y dignidad. en la sentencia SU-225 de 1998, M.P. Eduardo Cifuentes Muz. esta Corporaci afirm: n el Estado social de Derecho, la comunidad polica debe un trato preferencial a quienes se encuentran en circunstancias de debilidad manifiesta y est impedidos para participar, en igualdad de condiciones, en la adopci de las policas plicas que les resultan aplicables. En este sentido, es evidente que los nis son acreedores de ese trato preferencial, a cargo de todas las autoridades plicas, de la comunidad y del propio nleo familiar al cual pertenecen (C.P. Art. 44). (Subrayas fuera del texto original).

4.4 En stesis por expreso mandato constitucional los menores de edad son sujetos de especial protecci constitucional. Debido a que tal condici implica el reconocimiento de su situaci de extrema vulnerabilidad, el Estado tiene la obligaci de brindarles protecci y asistencia, as como de garantizar de manera reforzada las condiciones necesarias para el pleno ejercicio de todos sus derechos.

5. Prohibici constitucional de dar un trato diferente a hijos matrimoniales y extramatrimoniales. Reiteraci de jurisprudencia.

5.1 Esta Corte tiene establecido de tiempo atr que el derecho a la igualdad en el marco de las relaciones familiares tiene un grave impacto, y que uno de sus fines es la garant de que los hijos no sean sometidos a tratos discriminatorios. As pues, en esta materia, la Corte ha dedicado especial atenci al problema derivado de la discriminaci sistemica a la que legalmente se someti, y a se somete, en Colombia a los hijos habidos por fuera del matrimonio.

El derecho a la igualdad tiene clara repercusi en el bito de las relaciones familiares, pues tal como lo prescribe el inciso 4 del artulo 42 de la Carta, "los hijos habidos en el matrimonio o fuera de , adoptados o procreados naturalmente o con asistencia cientica, tienen iguales derechos y deberes". La Corte Constitucional ha determinado el alcance de la anterior norma en su jurisprudencia:

Como lo sel inicialmente esta Corte en la sentencia C-047 de 1994 Sentencia C-047 de 1994 M.P. Jorge Arango Mej. , adoptada en raz de la demanda de inconstitucionalidad formulada contra el inciso tercero del artulo 10 de la Ley 75 de 1968Al parecer del actor D-356-, el inciso tercero del artulo 10 de la Ley 75 de 1968 esconoce el principio general de la igualdad, consagrado en el artulo 13 de la Constituci, y, en especial, el artulo 42, inciso cuarto del mismo estatuto, que expresamente establece la igualdad de derechos y obligaciones entre los hijos habidos en el matrimonio o fuera de , toda vez que la norma acusada so faculta a los descendientes legimos para ejercitar la acci de filiaci natural, desconociendo el derecho que tienen los descendientes naturales o extramatrimoniales para iniciar dicha acci. De esta manera, una circunstancia como el origen de la familia, est vedando a unos sujetos la posibilidad de acudir ante la justicia para solicitar de ella el reconocimiento y la declaraci de sus derechos., el proceso que en nuestro ordenamiento condujo a la igualdad de los hijos omenz con la ley 45 de 1936 y culmin al dictarse la ley 29 de 1982 y se estableci definitivamente con la expedicin de la Carta Polica de 1991.

En la sentencia en menci, esta Corte se declar inhibida de conocer sobre la conformidad con la Carta Polica del inciso tercero de la norma demandada, pues o hay lugar a declarar la inexequibilidad de la norma demandada, a la luz del texto del artulo 9 de la Ley 153 de 1887, en caso de existir la supuesta contradicci; y tampoco es posible declarar que la Constituci ha derogado o reformado la disposici de que se trata, pues, como se explic, la reforma de la ley 29 de 1982 se anticip a la Constituci de 1991.

Expuso la Corte, para sustentar su decisi, que el calificativo de "legimos, utilizado por el artulo 10 de la Ley 75 de 1968 para nombrar a los hijos habidos dentro del matrimonio, ue eliminado por el artulo 1 de la Ley 29 de 1982, al punto que la norma ebe leerse as, a partir de la vigencia de la ley 29: "Fallecido el hijo, la acci de filiaci extramatrimonial corresponde a sus descendientes y a sus ascendientes.

Posteriormente, en la sentencia C-105 de 1994, esta Corporaci declar la inexequibilidad de la palabra "legimos" contenida en varias normas del Cigo Civil. La Corte ratific el contenido del artulo 42 de la Constituci, recalcando que ta reconoce la igualdad entre todos los hijos y que el uso del tmino egimos para nominar a los nacidos en el matrimonio resultaba discriminatorio, vulnerando el artulo 13 de la Carta.

En el mismo sentido, la sentencia C-595 de 1996 declar la inexequibilidad de los artulos 39 y 48 del Cigo Civil, en los que se defin la consanguinidad ilegima y la afinidad ilegima, respectivamente. La Corte sel que "la declaraci de inexequibilidad es razonable porque elimina la posibilidad de cualquier interpretaci equivocada de la expresi "ilegimo", y ratifica toda la jurisprudencia sobre la imposibilidad de trato discriminatorio por el origen familiar..

Por v de tutela, esta Corporaci, tambi ha reconocido el alcance de la igualdad que la Carta reconoce a los hijos habidos en el matrimonio o fuera de . En la sentencia SU-253 de 1998 se concedi una tutela interpuesta por una madre en nombre de su hijo menor de edad y habido fuera del matrimonio, a quien no se le entregaba la cuota que le correspond de la pensi de sobreviviente de su padre, con base en el argumento seg el cual no se hab acreditado el derecho a disfrutar de esta prestaci. La Corte adujo en dicha sentencia que " el artulo 42 de la Constituci Polica otorga la misma importancia a toda familia, independientemente de que haya surgido merced a la decisi libre de un hombre y una mujer de contraer matrimonio o, sin matrimonio, por la voluntad responsable de conformarla; y, como consecuencia de ello, declara sin ambages que los hijos habidos en el matrimonio o fuera de , adoptados o procreados naturalmente o con asistencia cientica, tienen iguales derechos y deberes. Y ello no solamente en relaci con el trato que les brinde la ley de la cual han quedado definitivamente excluidas las odiosas distinciones como las de los hijos naturales o ilegimos sino respecto del que les deben dispensar sus propios padres, las autoridades administrativas, los establecimientos educativos y la comunidad en general".

Con posterioridad, mediante la sentencia C-289 de 2000, la Corte declar la inexequibilidad de la expresi "de precedente matrimonio", contenida en los artulos 169 y 171 del Cigo Civil, relativa a los hijos de quien quiere volver a contraer vculo marital. La Corte consider que tales referencias eran excluyentes, dado que exist la posibilidad de que hubiese hijos que no fueran de un matrimonio anterior sino de otras formas de uni marital. En efecto, en esa oportunidad se sel: "se evidencia una aplicaci concreta del principio de igualdad que cobija a las diferentes clases de familia que puedan conformarse".

Siguiendo esta misma lea, mediante sentencias C-1033 de 2002, C-310 de 2004, C-1026 de 2004 y C-204 de 2005 fueron declarados i) exequible el numeral 1 del artulo 411 del Cigo Civil iempre y cuando se entienda que [al igual que al cyuge se deben alimentos al comparo permanente] Sentencia C-1033 de 2002 M.P. Jaime Cdoba Trivi. La ciudadana accionante sostuvo que o existe raz objetiva ni razonable que permita afirmar que so el cyuge (..) tenga derecho a la prestaci alimentaria. ; ii) contrarios a la Carta los tminos para impugnar la legitimaci de hijos nacidos fuera del matrimonio Mediante sentencia C-310 de 2004 M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra esta Corte declar i) INEXEQUIBLE la expresirescientos ds contenida en el inciso 2 del numeral 2 del artulo 248 del Cigo Civil y ii) EXEQUIBLES las expresiones quellos en los (...) subsiguientes a la fecha en que tuvieron inter actual y pudieron hacer valer su derecho, contenida en el inciso 2 del numeral 2 del artulo 248 del Cigo Civil, en el entendido que ser el mismo plazo de sesenta ds consagrado en este artulo y en el 221 del Cigo Civil; como quiera que no parece justificado el que se otorguen plazos diferentes para la consolidaci del estado civil de las personas, con base en el origen familiar. Plazos m favorables a los hijos nacidos dentro del matrimonio, quienes, en todos los casos, en el plazo de sesenta ds, ven definitivamente definido este asunto frente a las pretensiones de impugnaci en cabeza de terceros interesados -salvamento de voto de los Magistrados Rodrigo Escobar Sierra y Eduardo Montealegre Lynett.; e iii) inexequibles la previsi seg la cual el deber y la facultad de los padres de cuidar personalmente de la crianza y educaci de sus hijos se restringen a la filiaci matrimonial La sentencia C-1026 de 2004 M.P. Humberto Sierra Porto declar inexequible la expresi egimos contenida en el artulo 253 del Cigo Civil, dado que resulta contrario al ordenamiento constitucional, que establece la igualdad en derechos de deberes de todos los hijos, restringir los deberes de crianza y educaci a la filiaci matrimonial. , al igual que la disposici que permite tratar de distinta manera a los padres de hijos extramatrimoniales, en materia de provisi de guardas testamentarias Mediante sentencia C-204 de 2005 M.P. Jaime Araujo Renter, fue declarada inexequible la expresi i viven juntos. En caso contrario ejercer tales derechos aquel de los padres que tenga a su cuidado el hijo contenida en el Art. 449 del Cigo Civil, modificado por el Art. 50 del Decreto ley 2820 de 1974, en cuanto el parte demandado ontempla un trato desigual de los padres de hijos extramatrimoniales (..) significativo en el bito familiar y social (..). .

De los criterios jurisprudenciales a que aluden las sentencias que se traen a colaci, es dable concluir la derogatoria y, de no ser esto claro o contundente, la inconstitucionalidad sobrevenida de todas las disposiciones que en nuestro ordenamiento establecn diferencias entre los hijos por raz del matrimonio de sus padres o de su procreaci asistida, en raz de la expedici de la Ley 29 de 1982 y dada la claridad de los artulos 1, 2, 5, 13 y 42 constitucionales.

Disposiciones estas que enaltecen la relaci filial por lo que ella significa y descartan de suyo que a partir del 9 de marzo de 1982, los hijos extramatrimoniales asistan a la consolidaci de situaciones de discriminaci, sin perjuicio de los derechos adquiridos por los hijos matrimoniales a esa fecha, en los tminos del artulo 58 superior.

En este orden de ideas, se observa que, en virtud de la prescripci constitucional seg la cual los hijos habidos en el matrimonio y los habidos fuera de gozan de los mismos derechos, la jurisprudencia constitucional ha rechazado cualquier forma de discriminaci entre ellos, esto es, cualquier diferencia de trato que se base icamente en que los unos son hijos nacidos dentro de un matrimonio y los otros no.

5. Caso concreto.

5.1 El ser Mauricio Lez Barrientos, en representaci de su hijo, el menor de edad Sim Lez Simmons, demanda a la Corporaci lub Los Lagartos por considerar que dicha entidad viola los derechos fundamentales a la igualdad, a la honra, a la intimidad y a la recreaci del menor de edad.

La solicitud de amparo se origina en la negativa por parte de la entidad demandada de otorgar al ni la categor de hijo de socio, prevista en el literal h del artulo 10 de los estatutos internos del club. Ello porque dicha norma solamente permite acceder a la categor enunciada, cuando el hijo del socio es egimo, adoptado o se trata del hijo egimo del cyuge del socio. El menor Sim Lez Simmons aduce el club demandado- no cumple con ninguno de los requisitos previstos en las normas estatutarias, ya que sus padres no est casados, por lo que es un hijo extramatrimonial.

La primera instancia dentro del presente proceso concedi el amparo y orden al club inaplicar, por ser contraria a la constituci, el literal h del artulo 10 de los estatutos del club; tambi, que en un tmino perentorio se permitiera la afiliaci del interesado como hijo de socio. Ello porque consider que la disposici en virtud de la cual se negaba al ni el acceso al club, resultaba franca y abiertamente violatoria de su derecho a la igualdad.

Por el contrario, el juez de segunda instancia decidi revocar el fallo del a quo, y en su lugar denegar el amparo. El fallador consider que la demanda de tutela resultaba improcedente por estar dirigida contra un particular respecto del cual el demandante no se encontraba en estado de indefensi y porque, adem, se pretend cuestionar mediante ella la validez de actos de carter privado, ajenos a la competencia del juez de derechos fundamentales.

5.2 De manera preliminar, esta Sala debe asumir el estudio de la procedencia de la presente acci de tutela por ser el demandado una persona de derecho privado un particular-, contra el cual, al tenor de lo dispuesto en el artulo 86 de la Carta polica, solamente procede excepcionalmente el proceso de amparo constitucional.

Como se observa en el capulo de antecedentes de esta sentencia, el tema enunciado ofreci dificultades durante el decurso del proceso. Le asiste raz a la entidad demandada cuando aduce que el fallo de primera instancia, al abordar el tema, deja lugar a dudas y no agota en rigor la argumentaci respecto de este tema, limitdose a enunciar las reglas generales de procedencia de la acci de tutela contra particulares. Caso contrario ocurre en el fallo del Juzgado 16 Civil del Circuito de Bogot, donde el anisis de este aspecto procesal lleva, en timas, a la revocatoria del fallo de primera instancia. En esta decisi, el juez cita profusamente la jurisprudencia de la Corte en la materia especica esto es, la procedencia de la acci de tutela cuando el demandado es, como en el presente, un club.

La Sala observa que la regla a aplicar en el caso es diferente de aquella utilizada en la sentencia de segunda instancia. Si bien le asiste raz al juez en el sentido de que la Corte, en las sentencias T-1169 de 2004, T-278 de 2000, T-648 de 1998, T-294 de 1998, T-544 de 1995 y T-543 de 1995, no menos cierto resulta que mediante la interposici de la presente demanda de tutela lo que se busca es la defensa de los intereses de un menor de edad, de un ni.

Tal y como qued consignado en las consideraciones generales de este fallo, el numeral 9 del artulo 42 del decreto 2591 de 1991 sela expresamente que existe una presunci de indefensi indefensi que invoca la procedencia de la tutela si el demandado es un particular- cuando quien solicita la tutela es un ni. Esta disposici se encuentra en plena armon con la especial protecci que goza la niz en nuestro ordenamiento constitucional, pues libra al menor de la carga argumentativa y probatoria que implica demostrar la existencia de la situaci de indefensi, invirtidola, ya que corresponde entonces al particular demandado argumentar y probar que la indefensi no existe.

Ahora, una lectura gramatical de la norma en comento podr llevar a pensar que la presunci que estatuye la norma solamente opera cuando el reclamo de amparo lo hace directamente el menor; esto es, cuando directamente y sin valerse de la representaci de sus padres o acudientes presenta la demanda. No obstante, esta interpretaci no es vida si se lee la norma buscando desentrar su finalidad y a la luz de los principios constitucionales. Es claro para esta Sala que la presunci opera con independencia de si existe representaci o no por parte de los padres o los acudientes, cuando lo que busca la acci es la protecci de los derechos fundamentales del menor, ya que como qued dicho arriba- lo que busca la norma es la eficaz garant de un postulado superior, que es la prevalencia de los derechos del ni.

Al observar el material que reposa en el expediente, esta Sala constata que la Corporaci lub Los Lagartos no desvirtu la presunci de indefensi que ampara a Sim Lez Simmons en relaci con dicho club y que da lugar a la procedencia de la acci de tutela en el presente caso. Adicionalmente, la Sala desea poner en claro que era el numeral 9 del artulo 42 del decreto 2591 la regla que los jueces de instancia debn observar para decidir acerca de la procedencia de la presente acci.

5.3 Pasa la Sala entonces a abordar el fondo del asunto, que refiere a establecer si la Corporaci lub Los Lagartos viol los derechos fundamentales igualdad, a la honra, a la intimidad y a la recreaci del menor Sim Lez Simmons, por haberle negado la afiliaci en calidad de hijo de socio por tratarse de un hijo extramatrimonial, teniendo en cuenta que el numeral h del artulo 10 de los estatutos de la corporaci solamente reconocen dicha calidad a los hijos legimos, a los adoptados y a los hijos legimos del cyuge del socio.

De antemano esta Sala sela que la disposici estatutaria de la Corporaci lub Los Lagartos resulta abiertamente contraria a la Constituci Polica, en especial al artulo 42 de la Carta ya citado en esta sentencia- , seg el cual los hijos habidos en el matrimonio o fuera de , adoptados o procreados naturalmente o con asistencia cientica, tienen iguales derechos y deberes, y, por esta v, violatoria del artulo 13 de la Carta, que estatuye el derecho a la igualdad. Como se vio m arriba, la prohibici de discriminaci entre hijos matrimoniales e hijos extramatrimoniales est consagrada de manera positiva en nuestra Carta Polica, lo que ha dado lugar a que, desde sus comienzos mismos, esta Corporaci haya buscado su desaparici del orden jurico.

Sin embargo es necesario considerar que en el presente caso quien discrimina no es el Estado sino un particular. Este punto fue puesto de presente en la contestaci de la demanda de tutela por la corporaci demandada y encontr eco en la sentencia de segunda instancia, al selar tanto el demandado como el juez de alzada- que, dado el carter privado de la Corporaci lub Los Lagartos, ta pod darse, en ejercicio de su derecho fundamental de asociaci, el reglamento que quisiera. Resulta menester entonces que la Sala aclare si en virtud de la autonom que se ejerce el club para darse un estatuto propio, como persona de derecho privado, te est validado constitucionalmente para introducir disposiciones que como en el presente caso- son clara y abiertamente inconstitucionales. La respuesta que en el presente caso da la Corte es rotundamente negativa. Aceptar lo contrario ser tanto como reconocer que la libertad de asociaci para conformar un club de las caracterticas del que aqu se demanda, tiene un carter absoluto, sin lites y que siempre debe prevalecer sobre los derechos fundamentales de las dem personas, naturales o juricas. Adicionalmente, de tener por vida la tesis seg la cual en las relaciones entre los particulares no rige la Constituci, por contera estarmos aceptando un sistema de protecci de los derechos fundamentales deficiente.

Observa la Sala que el juez de segunda instancia no supo aprehender en justa proporci que el interesado en el presente proceso de tutela es un ni, ignorando sistemicamente -como tambi lo ha venido haciendo el club- que se trata de un sujeto de especial protecci constitucional. Si de por s resulta aberrante que en nuestra Naci, que puede preciarse de tener una historia constitucional reciente abierta a la consecuci de los ideales de la libertad y de la igualdad material, todav existan personas que hagan eco a ilusorios distingos de procedencia familiar y discriminen con fundamento en ellos, m aberrante a es que el objeto de dichas discriminaciones sean los menores de edad; menores de cuatro as, por ejemplo, (era la edad que ten el ni Lez Simmons cuando ocurri la primera negativa del Club) que poco pudieron tener que ver con la decisi de sus padres (habilitados constitucional y legalmente para conformar la forma de familia que les viniera en gana) de optar o no por el matrimonio.

Esta Corte ha destacado que los actos discriminatorios como el que aqu se estudia, constituyen una ofensa profunda contra varios de los principios que sustentan nuestra comunidad polica y la sociedad internacional. Ha selado la Corte: La discriminaci por s misma, tiene la capacidad de lesionar manifiestamente varios de los pilares que comprende el prebulo y los principios fundamentales de nuestra Constituci. Sentencia T-1060 de 2005. MP: Clara In Vargas Herndez. En este proceso, la Sala estudi la discriminaci de la que fue objeto una persona de la comunidad afrocolombiana, a quien se le impidi el acceso a una discoteca en la ciudad de Cartagena. En aquella ocasi la Corte concedi el amparo que reclamaban los demandantes. Esta decisi fue reiterada mediante la sentencia T- 131 de 2006. MP: Alfredo Beltr Sierra., agregando que impide el desenvolvimiento participativo del sujeto en la sociedad, y supone un quebrantamiento de los designios de convivencia plural, diversidad nica y cultural, igualdad, paz y justicia.. dem. Y en el presente caso, la vtima de dicha discriminaci es nada menos que un ni.

As pues, no es del recibo de la Sala que la entidad demandada pretenda que su derecho de libertad de asociaci prevalezca sobre el derecho que tiene el ni Sim Lez Simmons a no ser discriminado. M a cuando la Constituci Polica sela expresamente, y con una claridad que no deja asomo al menor resquicio de duda, que los derechos de los menores de edad son prevalentes en todo caso; principio que, como se dijo ya, es reflejo de un postulado del derecho internacional de los derechos humanos relativo a la infancia.

5.4 La Corte tambi desea llamar la atenci sobre dos puntos que reasalta la entidad demandada en su defensa y que son aceptados por el juez de segunda instancia.

El primero de ellos tiene que ver con el largo tiempo que transcurri entre la negativa formal de otorgar al menor Lez Simmons la calidad de hijo de socio (la tima fue, de acuerdo con los hechos, el 21 de septiembre de 2001) y el momento de la interposici de la demanda de tutela. Cree la Sala que aceptar este argumento como causal de improcedencia de la acci es tanto como aceptar que la discriminaci de la que es objeto el menor de edad puede diluirse con el tiempo; que el sujeto discriminado, con el simple paso de los as, acepta titamente el maltrato que sufre en su dignidad por el hecho de verse excluido en clara contradicci del artulo 13 de nuestra Constituci. Nada m falso que esto. Lo que ocurre en casos como el presente es que la violaci del derecho fundamental a la igualdad sigue siendo actual y, por ello, exigible por v de tutela.

El segundo argumento que llama la atenci de la Corte es aquel seg el cual el padre del menor pod acudir a las instancias de decisi de la Corporaci lub Los Lagartos para modificar los estatutos, de manera que se le permitiera el ingreso a su hijo. Esta tesis aflora, para el demandado tanto como para el juez de segunda instancia, como una explicaci razonable para la improcedencia de la acci de tutela. Observa la Sala que aqu nuevamente como ocurri en el anisis de la procedencia de la acci de tutela por tratarse el demandado de un particular- el ad quem confundi qui resultaba el verdadero interesado en la acci de tutela. Es decir, al validar este argumento, ignor que no pod oponerle al ni, titular de los derechos fundamentales cuya violaci se alega, omisiones de su padre; omisiones que, por lo dem y de manera general, no est previstas como causales de improcedencia de la acci de tutela.

5.5 En stesis, esta Corte considera que la Corporaci lub Los Lagartos discrimin al menor Sim Lez Simmons, violando su derecho a la igualdad previsto en el artulo 13 de la Carta, al aplicar en su caso, sin considerar que es una norma que resulta abiertamente inconstitucional, especialmente cuando el afectado por ella es un menor de edad, el artulo 10, literal h de los Estatutos internos de dicha corporaci, negdole la calidad de hijo de socio por ser extramatrimonial. En consecuencia, esta Sala revocar el fallo dictado en segunda instancia, el trece (13) de noviembre de 2007, por el Juzgado 16 Civil del Circuito de Bogot, mediante el cual te, a su vez, decidi revocar el fallo dictado en primera instancia el trece (13) de agosto de 2007 por el Juzgado 33 Civil Municipal de Bogot concediendo el amparo en la acci de tutela interpuesta por Mauricio Lez Barrientos en representaci de Sim Lez Simmons, contra la Corporaci lub Los Lagartos. En su lugar confirmar, por las razones expuestas en esta sentencia, esta tima decisi.

IV. DECISIN

La Sala Primera de Revisi de la Corte Constitucional, administrando justicia en el nombre del Pueblo y por mandato de la Constituci,

RESUELVE:

Primero.- REVOCAR el fallo dictado en segunda instancia, el trece (13) de noviembre de 2007, por el Juzgado 16 Civil del Circuito de Bogot, mediante el cual te, a su vez, decidi revocar el fallo dictado en primera instancia, el veinticuatro (24) de septiembre de 2007, por el Juzgado 33 Civil Municipal de Bogot, concediendo el amparo en la acci de tutela interpuesta por Mauricio Lez Barrientos, en representaci de Sim Lez Simmons, contra la Corporaci lub Los Lagartos.

En su lugar CONFIRMAR, por las razones expuestas en esta sentencia, esta tima decisi.

Segundo.- LBRESE, por Secretar, la comunicaci prevista en el artulo 36 del Decreto 2591 de 1991.

Notifuese, comunuese, publuese en la Gaceta de la Corte Constitucional y cplase.

JAIME ARAJO RENTERAMagistrado Ponente

MANUEL JOS CEPEDA ESPINOSAMagistradoIMPEDIMENTO ACEPTADO

JAIME CRDOBA TRIVIOMagistrado

MARTHA VICTORIA SCHICA DE MONCALEANOSecretaria General