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Textos: Antonio Martínez Escribano y Miguel Martínez Rivas

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Textos: Antonio Martínez Escribano y Miguel Martínez RivasFebrero, 2002Editado por la Asociación Ecologista del Jarama «El Soto»Apartado de Correos, 55 - 28840 Mejorada del CampoCorreo electrónico: [email protected]

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La preocupación por el medio natural es una actitud crecien-te entre la ciudadanía. Cualquier apuesta razonable por larecuperación de espacios, ecosistemas, especies, etc, es un

reto con altas posibilidades de conseguir el suficiente consensosocial e institucional. El problema para nuestra Comarca, comopara tantas zonas, es saber si para entonces habremos llegado atiempo de salvar esa parte del patrimonio natural que hoy sobre-vive.

En cualquier caso, la defensa de un entorno tan alterado comoel que rodea el tramo bajo del Jarama tiene también un objetivosocial. No sería justo que se socializaran los daños que han pro-ducido (que producen) las actividades privadas, mientras han con-seguido sustanciosos beneficios gracias, entre otras cosas, a laausencia de los controles y prevenciones ambientales que ahoratímidamente comienzan a implantarse.

No hace tantos años el Jarama era el destino de miles de ma-drileños que acudían los fines de semana a disfrutar del baño y deunas horas de ocio en sus frondosas riberas y sus aguas cristali-nas. Una equivocada versión del “progreso” acabó en poco tiem-po convirtiendo el Jarama en una auténtica cloaca, y el río y susoportunidades cayeron en un olvido que ya dura cerca de tresdécadas.

Las localidades del tramo bajo del Jarama han sido duranteeste tiempo receptoras de numerosas instalaciones y actividadesque han causado un grave daño ambiental y han degradado la ca-lidad de vida de sus habitantes. Sin ninguna compensación noshan convertido en la gravera, el desagüe y el vertedero de la Re-gión. Esta especialización territorial injusta y peligrosa se ha acep-tado calladamente. Aun hoy se elige nuestra Comarca cuando seproyectan nuevas instalaciones de alto riesgo ambiental o sanita-rio: térmica de Morata, aparcamiento de transportes peligrososen la N-II, incineradora de lodos, etc.

El Parque del Sureste no es un territorio caprichosamente pro-tegido. Existe una extendida percepción «cultural» que tiende avalorar como exclusivamente importantes los paisajes salvajes,alpinos, grandes marismas, bosques de hayas, hábitat de gran-des mamíferos, etc., despreciando otros que esconden auténticasjoyas de la botánica o ecosistemas singulares. Las 400 has. de hu-medales que existen entre San Fernando y Aranjuez ya conformanuna red privilegiada para la presencia de aves acuáticas (más decien especies diferentes, algunas incluso no presentes en zonascomo Doñana o Daimiel). Los cantiles, un original fenómenogeológico, albergan rapaces en peligro de extinción, según la lis-ta nacional. Los cerros yesíferos aparentemente inhóspitos ycarentes de vida, acogen plantas tan especializadas y singulares

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que sorprenden. Y todo ello vertebrado por el río Jarama, unacloaca a cielo abierto que antaño fue motivo de orgullo de losmadrileños. ¿Donde está escrito que ese sea el destino defi-nitivo del principal río de la Región?.

Pero el Parque del Sureste no está sólo por la necesidadde proteger y recuperar espacios o especies que merecenser conservadas, es, sobre todo, una oportunidad para llegara un desarrollo económico diferente y sostenible, que respe-te los recursos (otro tipo de graveras, por ejemplo), que atrai-ga otro tipo de inversiones (véase el tipo de empresas que seimplantan en territorios «limpios») y que aporte nuevas activi-dades y usos relacionados con el entorno, un futuro diferentedel crónico fracaso de la mayoría de los actuales polígonosindustriales. El Parque del Sureste debería ser la justa com-pensación por tantos años de degradación en la calidad devida de los vecinos de la ribera.

El papel de los ayuntamientos en este proceso de revalori-zación ambiental es tan importante como los gestores muni-cipales deseen implicarse. El ámbito de la divulgación, de laeducación ambiental, de la defensa del entorno frente a otrasAdministraciones son, entre otras, tareas en la que pueden (ydeben) ser protagonistas si quieren ser coherentes con elpermanente objetivo de incrementar la calidad de vida de loshabitantes de la ribera. El proyecto ambiental que representael Parque del Sureste tendría un impulso definitivo si las insti-tuciones locales aunaran esfuerzos por el futuro ambiental deesta Comarca, más allá del extrecho horizonte municipal. Unaoportunidad estratégica si no queremos perder los últimosparajes. En general, cada término municipal carece de valo-res excepcionales, es el conjunto de la Comarca lo que justifi-ca el notable interés de esta zona, y su potencial, si se prote-ge y recupera. De que los ayuntamientos y los vecinos com-prendan esto depende en gran parte su evolución inmediata.

Manuales como este que tienes en tus manos pretendencontribuir a la divulgación de algunos aspectos del patrimo-nio natural de esta Comarca, injustamente maltratada. Es dejusticia felicitar a los responsables del Ayuntamiento de Veli-lla de San Antonio por esta primera iniciativa.

Antonio Martínez EscribanoAsociación Ecologista del Jarama «El Soto»

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Índice generalLAS LAGUNAS ................................................................................... 7

«El Raso» ...................................................................................... 8«Picón de los Conejos» ............................................................. 8«El Soto» ...................................................................................... 9Flora ........................................................................................... 10Fauna .......................................................................................... 10

LA RIBERA Y EL CAUCE DEL JARAMA ....................................... 13Flora ........................................................................................... 13Fauna .......................................................................................... 14

LOS CANTILES ................................................................................. 16Flora ........................................................................................... 16Fauna .......................................................................................... 17

Las amenazas ..................................................................................... 19Un paseo por las lagunas ................................................................. 21

EL PARQUE REGIONAL DEL SURESTE ...................................... 23Riqueza natural ......................................................................... 24Flora y vegetación ................................................................... 26Riqueza cultural ........................................................................ 27Zonificación ............................................................................... 27Las amenazas ambientales en el Parque del Sureste ........ 32

Consejos para que tu paseo cause el menortrastorno posible ............................................................................... 34Si eres testigo de agresiones al medio natural ........................... 36Bibliografía .......................................................................................... 37

Glosario ............................................................................................... 38

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Laguna «ElRaso», alfondo loscantiles deRivas

Gran parte del término municipal de Velilla de San Anto-nio pertenece al Parque Regional del Sureste. Junto conlas localidades vecinas de Rivas Vaciamadrid, Mejora-

da del Campo y Arganda del Rey, acoje los parajes más repre-sentativos y mejor conservados de este espacio protegido: can-tiles, riberas y humedales están presentes en nuestro términomunicipal o en sus inmediaciones.

La red de lagunas que se localiza entre el núcleo urbano, elrío Jarama y los cercanos cantiles de Rivas, es el principal mo-tivo de este folleto. Haremos un breve recorrido sobre el patri-monio natural que encierra. El conjunto del Parque Regional noserá ajeno a este interés, del que depende en gran parte la con-servación de nuestra localidad.

LAS LAGUNASCon el incremento de la actividad minera en las terrazas flu-

viales, a partir de mediados de los años 70, en el tramo bajo delJarama aparecen por todas partes numerosas lagunas que ensu mayor parte quedan abandonadas, al quedar los suelos sinninguna restauración. La laguna aparece cuando la extraccióndel árido alcanza el nivel freático, esto se puede producir a muyescasa distancia de la superficie del suelo si la actividad mine-ra se localiza en zonas cercanas a las márgenes de los ríos.Con el paso de los años su entorno se naturalizará, y apareceráuna vegetación palustre generosa aunque muy condicionadapor la inclinación radical de la mayor parte de las orillas.

En el Parque del Sureste se han censado un total de 123 hu-medales, con más de 400 has. de lámina de agua, que en sumayor parte tienen su origen en antiguas actividades minerasde áridos, tan sólo un 6,5% tienen unorigen natural y 7 son charcas asocia-das a manantiales.

Aunque en Velilla de San Antonioexisten otros humedales, como los deMiralrío, junto a la carretera de LaPoveda, o los que hace poco han sidoenterrados por escombros y tierras enLos Cantillos, el conjunto que formanlas lagunas de «El Raso, «Picón de losConejos» y «El Soto» constituyen unavaliosa red de humedales, formados

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Vista de lalaguna de «ElRaso», al fondoel polígonoindustrial deVelilla de SanAntonio.

todos ellos a partir de las graverasque explotan los suelos desde hacemás de dos décadas.

«EL RASO» «EL RASO» «EL RASO» «EL RASO» «EL RASO» (marca ! en plano 1)

Se trata de una laguna de formaalargada situada junto al polígonoindustrial de Velilla de San Antonio.Su lámina de agua es de unas 9 has.con una longitud máxima de 680 m yuna anchura de 230 m. Este humedal

(el único en suelos de propiedad municipal), fue acondiciona-do para actividades recreativas a mediados de la pasada déca-da, incorporándole bancos, papeleras, senda, quiosco, mira-dores y una reforestación con ejemplares adultos de árbolesprocedentes de la remodelación que se llevó a cabo en la Pla-za de la localidad. La laguna cuenta con un rebosadero al río.

Antes de su conversión en espacio de uso intensivo la lagu-na era relativamente importante por la presencia de aves, lle-gándose a censar 79 especies diferentes (García-Aviles). Lostaludes de sus orillas son pronunciados y limitan el desarrollode la vegetación de ribera. En la actualidad la presencia deaves acuáticas es escasa, aunque no es difícil observar fochas,somormujos, gaviotas reidoras o cormoranes. En la laguna setiene confirmación de una alta variedad de especies de peces,en su mayor parte introducidos artificialmente: gambusia, car-pa, pez gato, boga de río, barbo y percasol, entre otros. A lalaguna vierten dos colectores, junto a la zona del aparcamien-to, que están degradando seriamente la calidad del agua.

«PICÓN DE LOS CONEJOS» «PICÓN DE LOS CONEJOS» «PICÓN DE LOS CONEJOS» «PICÓN DE LOS CONEJOS» «PICÓN DE LOS CONEJOS» (marca " en plano 1)

Agrupa diversas lagunas, aunque la mayor alcanza una su-perficie aproximada de 26 has. y unos 4 m. de profundidad.Durante los últimos años la empresa Pioneer Concrete ha lleva-do a cabo un proyecto de recuperación del humedal para ade-cuarlo como reserva de aves acuáticas. Como consecuencia seha diversificado el perímetro, se han creado islas y refugios,suavizado algunas orillas para facilitar la freza de los peces y ladisponibilidad de alimento para las aves. Las zonas inmediatasal río presentan ya buenos ejemplares de diferentes especies

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Laguna «ElSoto»,utilizada hastahace pocopara laeliminación delos lodosresultantes dellavado delárido.

de árboles. Algunos, producto de lasreforestaciones efectuadas hace tresaños. En el 2001 se instaló tambiénun observatorio de aves y la estruc-tura de un nido de cigüeña. Las la-gunas más importantes se encuen-tran comunicadas entre si por tube-rías bajo los caminos con objeto delimitar la eutrofización de las aguas.

Este humedal, de no más de 10años de existencia, tiene un alto po-tencial para acoger una importantevariedad y cantidad de aves acuáticas, desde las ruidosas ga-viotas hasta el tímido calamón, la garza imperial, incluso algúnejemplar aislado de espátula. Sus aguas están pobladas porbarbos, carpas, gambusias, percasoles y peces-gato, con unapoblación muy amenazada de calandino. Su entorno integradocon un bosque de ribera muy bien conservado y los cercanoscantiles de Rivas constituye uno de los parajes más interesan-tes del Parque del Sureste. Su buen estado de conservación tie-ne relación con la vigilancia y el vallado de la finca, de propie-dad privada.

«EL SOTO» «EL SOTO» «EL SOTO» «EL SOTO» «EL SOTO» (marca # en plano 1)

La laguna se localiza en los límites con el término municipalde Rivas Vaciamadrid, tiene una superficie de unas 13 has. yuna profundidad variable entre 2 y 5 m. Sus orillas tienen uncarrizal muy importante que ocupa prácticamente todo su perí-metro. Es la más antigua de todas las lagunas de la zona, y suobservación está limitada por el vallado que la rodea. Las avesacuáticas que la visitan son prácti-camente las mismas que las del hu-medal vecino de «El Picón de los Co-nejos», aunque en número muchomás limitado. Barbos, peces gato,black-bass, gambusias, percasolesy carpas pueblan sus aguas. El en-torno del río en las inmediaciones deesta laguna es francamente espec-tacular con algunos tramos de loscantiles sobre la vertical del cauce.

La principalcaracterísticade «El Picón»es su altacapacidadpara acogeraves acuáticas.

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FloraFloraFloraFloraFloraLa vegetación más abundante de estos en-

claves es la palustre, además de algunos árbo-les y arbustos propios de suelos encharcadizos,como el sauce, chopo blanco, chopo negro ytaray, estos últimos muy abundantes en suelosexplotados por graveras. La vegetación más fre-cuente en las franjas de vegetación en torno alas lagunas es el carrizo (Phragmites australis),

una gramínea que puede alcanzar los 4 metros de altura, y quellega a crear una auténtica barrera entre la tierra firme y la lámi-na del humedal, ofreciendo cobijo a numerosas especies ani-males. Los rizonas pueden alcanzar los dos metros de profun-didad dentro del agua. A partir de ese punto es sustituido porespadañas (Typha latifolia y Typha angustifolia). En su entornotambién es posible encontrar ejemplares de caña común(Arundo donax) y junco (Scirpus holoschoenus, Juncusacutus...).

FaunaFaunaFaunaFaunaFaunaLos mamíferos tienen una representación escasa, pero es

frecuente encontrar entre la maleza de las orillas, cañaverales yjunqueras, poblaciones numerosas de ratas de agua (Arvicolasapidus), ratas comunes (Rattus novergicus), y últimamenteincluso visón americano (Mustela vison).

Las aves son con seguridad el grupo mejor representado yel que aporta mayor riqueza. También es el mejor estudiadopor un creciente número de naturalistas, atraídos por el incre-mento de sus poblaciones. En el conjunto del Parque del Sures-

te se han censado más de un centenar de espe-cies diferentes, casi la mitad tienen caráctersedentario. Como curiosidad, 6 son especiesexóticas que se han adaptado. Existen parejasnidificantes de notable valor, como la garza im-perial (Ardea purpurea), el avetorillo(Ixobrychus minutus), el aguilucho lagunero(Circus aeruginosus) o el bigotudo (Panarusbiarmicus). Otras especies son de notable ra-reza, como el calamón (Porphyrio porphyrio),un espectacular rálido hasta hace poco confi-nado a los humedales de la cuenca baja delGuadalquivir. Los contingentes mayores corres-ponden a fochas (Fulica atra), pollas de agua

El carrizal es laplanta másrepresentativade loshumedales.Aporta cobijo yprotección a lafauna acuática.

El calamón,unasorprendenteave que, desdehace pocotiempo, se dejaver por loshumedales deVelilla de SanAntonio.

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(Gallinula chloropus), somormujos lavancos (Policepscristatus), zampullines chicos (Tachybaptus ruficollis), ánadereal (Anas platyrhynchos), etc. Prácticamente todas las espe-cies censadas en el Parque del Sureste están presentes en loshumedales de Velilla de San Antonio.

Es durante el invierno cuando las lagunas adquieren mayorrelevancia ornitológica. Las aves las utilizan como área de in-vernada, reposo y alimentación. En esta época es posible en-contrar garzas reales (Ardea cinerea), garcillas bueyeras(Bubulcus ibis), cormoranes grandes (Phalacrocorax carbo),agachadizas comunes (Gallinaco gallinaco), avefrías (Vanellus

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vanellus), andarríos grandes (Tringa ochropus),patos cuchara (Anas clypeata), cercetas comu-nes (Anas crecca), patos colorados (Nettarufina), porrones comunes (Aythia ferina)... yuna gran cantidad de gaviotas, reidoras (Larusridibundus), y sombrías (Larus fuscus). Ademásde la presencia ocasional de malvasías (Oxyuraleucocephala), porrón pardo (Aythia niroca) ogarcilla cangrejera (Ardeola ralloides).

Otro grupo de aves, muy interesante, lo cons-tituyen la notable cantidad de paseriformes que

nos visitan durante el invierno. Es todo un espectáculo obser-var como cientos de pequeñas aves se dejan caer en tromba, alatardecer, sobre el carrizal. En estos dormideros es posible en-contrar escribanos palustres (Emberiza schoeniclus), trigueros(Emberiza calandra), pardillos (Carduelis cannabina), estorni-nos pintos (Sturnus vulgaris), lavanderas, entre otros muchos.

Las citas de especies herpertológicas ligadas a las lagunasson escasas en el territorio del Parque, se tiene constancia dealgunas, pero es un campo poco investigado. Es segura la pre-sencia de galápago leproso (Mauremys leprosa), una especiecalificada como vulnerable en el Catalogo Regional de Espe-cies Amenazadas de la CAM, la culebra viperina (Natrix maura)muy abundante en algunas lagunas, o la culebra de collar (Natrixnatrix) con poblaciones muy amenazadas.

La fauna ictícola es más limitada, aunque se puede decirque gracias a las lagunas se pueden aun localizar algunas delas especies que antaño poblaban el curso del Jarama y susafluentes, tal es el caso de la boga de río (Chondrostroma po-lylepis), Bermejuela (Rutilus arcasii), o el barbo común (Bar-bus bocagei). Las comunidades más frecuentes están consti-tuidas por carpas, barbos, peces gato, percasoles, black-bassy gambusias.

Además dealgunasespeciesoriginarias dela cuencafluvial delJarama, comoel barbo o laboga, en loshumedales sehanintroducidootras especiesmás o menosexóticas. En lafotografía dearriba el black-bass.

Pato cuchara,una de lasespecies másabundantes.

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LA RIBERA Y EL CAUCE DELJARAMA

Hace unos 30 millones de años se inició el levantamientodel Sistema Central. Estos movimientos terminaron crean-do una gran cuenca cerrada y sin salida al mar. Se forma-

ron grandes lagunas que se salinizaron, y sus sedimentos crea-ron una de las rocas actuales más representativas del Parque,el yeso. Hace “tan sólo” dos millones de años se abrió una sali-da hacia el Océano Atlántico, desarrollándose el actual drenajede la Región. Uno de estos ríos, el Jarama, creó las condicionesmorfológicas para que, sobre un sustrato tan poco agraciado,la vida floreciera y constituyera un fértil valle, que atraería asen-tamientos humanos permanentes.

Sus actuales valores ambientales son tan sólo un pobre re-flejo de lo que fueron cuando constituía un complejo y extensobosque de ribera, que seguía el curso de un río limpio, llanurasde inundación, humedales y praderas. El río constituye una“isla”, por la composición de los materiales de la ribera, en re-lación a los ambientes circundantes (cerros yesíferos). El trans-porte de materiales de diferente grosor que se han ido sedi-mentando ha dado lugar a llanuras de inundación organizadasen terrazas, de una gran fertilidad.

FloraFloraFloraFloraFloraLos sotos de ribera, con una vegetación de hoja caduca, son

un auténtico refugio, especialmente en verano, cuando los so-tos son el último reducto verde y fres-co del paisaje. Junto a la orilla encon-tramos saucedas, capaces de sopor-tar la acción de las avenidas y el casipermanente estado de inundación desus raíces. A continuación los álamos,especialmente el álamo blanco(Populus alba), denominado así porel color claro de su corteza y del en-vés de las hojas. A continuación de laalameda se sitúa la fresneda, priorita-riamente formada por fresno de hojaestrecha (Fraxinus angustifolia). Fi-nalmente, en la banda más alejada del

Monasterio delCristo de Rivas,al pié del ríoJarama.

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El Jarama esun corredorbiológico queatraviesanuestraComunidad deNorte a Sur. Asípuedeexplicarse lapresenciareciente devisonesamericanos,procedentes deescapes degranjas en lazona de lasierramadrileña.

cauce, surgirán las olmedas, en las que el olmo o negrillón (Ul-mus minor) será la especie dominante. Tanto los fresnos comolos olmos se encuentran con poblaciones muy reducidas enVelilla de San Antonio, por la ocupación y aprovechamiento delos suelos que colonizaban. Junto a las especies arbóreas apa-recen multitud de otras plantas leñosas, zarzales (género Ru-bus), majuelos (Crataegus monogyna), rosales silvestres (Rosacanina), tamujo (Securinega tinctoria), entre otros.

FaunaFaunaFaunaFaunaFaunaEn los restos maltrechos de la ribera y los sotos sobreviven

numerosas especies animales, que encuentran en las marañasy enramadas refugio para criar y reproducirse, y un excelentehábitat de alimentación y un microclima más templado en elque encarar los fríos del invierno. Las riberas y encharcamien-tos, los brazos abandonados y los remansos, constituyen los em-plazamientos ideales para algunos invertebrados, peces, anfi-bios y reptiles, si bien la mala calidad del agua impide una ma-yor diversidad.

De las especies originales de peces (barbo, boga, berme-juela, cacho, calandino, colmilleja, tenca, anguila, incluso tru-cha), hoy sólo quedan carpas, peces gato, gambusias, y otrasespecies muy resistentes a la contaminación del río.

En ausencia de grandes mamíferos –salvo esporádicas apa-riciones de jabalíes (Sus scrofa), son las aves junto con los rep-tiles y anfibios, los vertebrados más característicos de los so-tos. Las especies de aves están representadas por una diversi-dad realmente notable, destacan las poblaciones de pequeñospaseriformes: ruiseñores comunes (Luscinia megarhynchos),carboneros (Parus major), carriceros tordales (Acrocephalusarundinaceus), gorriones molineros (Passer montanus),

estoninos negros (Esturnus unicolor), lavande-ras blancas (Motacilla alba), mirlos (Turdusmerula). Además, recibe en invierno innumera-bles contingentes de pájaros que huyen de losfríos europeos, entre los que se encuentranpetirrojos (Erithacus rubecula), bisbitas(Anthus), y mosquiteros comunes (Phylloscopuscollybita), entre otros. También las aves acuáti-cas tienen una significativa presencia en el cau-ce, aunque en menor variedad y cantidad quelos cercanos humedales.

Las orillas y zonas encharcables son el lugar

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predilecto también del galápago le-proso (Mauremys leprosa) y la cule-bra viperina (Natrix maura), entre losanfibios destacan el sapo común(Bufo bufo) y el pequeño sapo corre-dor (Bufo calamita).

En los taludes arenosos del cauceexcavan sus colonias de nidos subte-rráneos los multicolores abeja-rucos(Merops apiaster) y avioneszapadores (Riparia riparia), aves es-tivales e insectívoras que viven cercade otro colorido inquilino del río y las lagunas vecinas: el mar-tín pescador (Alcedo athis). El pito real (Picus viridis), que esel responsable de muchos de los agujeros circulares que pre-sentan chopos y otros árboles ribereños, así como la ubicua yresistente polla de agua (Gallinula chloropus), se cuentan tam-bién entre los más abundantes y reputados habitantes del soto.Menos frecuente, aunque también amante de las espesuras ri-bereñas, es el minúsculo autillo (Otus scops), un búho diminu-to de dieta fundamentalmente insectívora.

Entre los tocones y restos vegetales en descomposición hayun paraíso para los entomólogos. Cientos de mariposas diur-nas y nocturnas, escarabajos de toda índole y condición, avis-pas, chinches, moscas, libélulas... y miríadas de minúsculos in-vertebrados detritívoros y descomponedores, completan elbiotopo más productivo de estos parajes y el más amenazado.

En algunaszonas elbosque deribera seencuentrareducido a sumínimaexpresión, porla ocupación ylas actividadesagrícolas oextractivas.

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LOS CANTILES

El área de los cortados de Rivas es quizás la zona más es-pectacular de todo el recorrido por nuestros humedales.Las paredes que vemos al otro lado del río son el resulta-

do del levantamiento y la socavación del río Jarama, que desdehace tiempo emigra hacia el Oeste. La relación entre el río y loscortados constituye una vieja historia cíclica que se ha repetidoinnumerables veces: cuando hay suficiente pendiente se pro-duce el desprendimiento o el deslizamiento en las laderas, losmateriales caídos desvían el río, alejándolo de los acantilados;este desvío del río origina meandros que, a su vez, originandepósitos en la cara interna de la curva; así se forman esos te-rrenos, fértiles y ricos en gravas y arenas, como ocurre en ElPiúl. Con el tiempo, el río, que insiste en emigrar hacia ponien-te, llega de nuevo hasta los acantilados y retoma su trabajo deerosión hasta el próximo desprendimiento.

Los cerros yesíferos que esculpe el Jarama son, a su vez, elresultado de los sedimentos originados tras la evaporación deenormes masas de agua, rica en sales, que cubrían los fondospantanosos y las depresiones salinas de La Mancha durante elMioceno, época geológica del Terciario que se inició hace unos26 millones de años.

FloraFloraFloraFloraFloraEn este escenario escasamente desarrollado,

cuando no esquelético, que apenas si contiene otracosa que yeso puro, han evolucionado durantemilenios especies vegetales que han sido capacesde diseñar formidables adaptaciones para doble-gar la resistencia de los yesos a ser colonizados:reforzamientos cuticulares, reducción de la super-ficie foliar, arrollamiento de las hojas sobre su en-vés, exudaciones, recubrimien-tos tomentosos...,son algunas de las comunidades vegetales típicasde este ecosistema.

El jabunal (Gypsophila struthium), es el másrepresentativo. Se trata de un matorral bajo y deescasa cobertura (en gran parte debido al excesode pastoreo) al que acompañan tomillos (Thymusaranjuezii, Thymus zygis), gamones (Asphodelusramosus) y jarillas (Heliamtemun squamatum). La

Los cantilesconstituyen unoriginalfenómenogeológico.

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Culebra deescalera

jabuna -nombre que proviene de las cualida-des jabonosas de la planta- compone comuni-dades de gran austeridad, capaces de coloni-zar los espacios más duros y difíciles de estoscerros. Por ello a pesar de su poca vistosidadconstituyen formaciones clave que convieneproteger, especialmente de sobrepastoreo.

La base de los cerros y las depresiones delos barrancos, es decir los lugares donde seacumulan los materiales y los suelos más nitro-genados, son el reino del ontinar (Artemisiaherba-alba), un pequeño arbusto de hasta me-dio metro cubierto de una densa borra algodo-nosa y blanquecina.

Las laderas inferiores y más suaves, y las terrazas, estáncolonizadas predominantemente por formaciones de espartobasto o atocha (Stipa tenacisima). Los otros espartales de lazona, formados por el llamado esparto fino o albardín (Lygeumspartum) colonizan preferentemente las lomas de los yesos yse extienden hacia las campiñas de suelos salinos, asociándo-se con el junco churrero (Scirpus holoschoenus), grama(Cynodon dactylon), fenal (Brachypodium phoenicoides). Elesparto tiene un gran valor por su carácter protector del suelo yla formación de refugios para algunas especies animales.

Estos matorrales, a menudo poco apreciados por el granpúblico, son la única forma de recolonización posible de unastierras duras y austeras, y, por lo tanto, la única alternativa a ladegradación total de estos parajes.

FaunaFaunaFaunaFaunaFaunaLos cortados tienen un alto valor como lugar de cría para

numerosas especies animales, entrelas que se incluyen las rapaces másemblemá-ticas del Parque del Sures-te. Los cantiles son el lugar elegidopor los últimos ejemplares de lo quefue una importante colonia de halco-nes peregrinos (Falco peregrinus),junto a ellos, milanos negros (Milvusmigrans) que, hasta hace poco, cons-tituían la única colonia de España deanidamiento en roca, el gigantescobúho real (Bubo bubo) en plena re-

El esparto, unaplanta con unaaltaespecializacióny resistenciapara sobreviviren suelospobres demateriaorgánica.

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18 Cantiles de Rivas

cuperación de los feudos perdidos en tiemposrecientes, cernícalos vulgares (Falcotinnunculus) y, por la noche, lechuzas (Tytoalba) y mochuelos (Athene noctua). Cortadoscomo los de El Piúl albergaron, no hace mu-chos años, alimoches (Neophron pernopterus),buitres leonados (Gyps fulvus) y águilasperdiceras (Hieraaetus fasciatus). Las paredesverticales son el reino de las grajillas (Corvusmonedula) y chovas piquirojas (Pyrrhocoraxpyrrhocorax), donde es habitual descubrirlasjugueteando con el viento o atosigando a algúndepredador. Con la excepción del búho real,las poblaciones de rapaces de los cantiles atra-

viesan por momentos críticos, su más emblemático inquilino, elhalcón peregrino, tiene ya una presencia casi testimonial por elefecto combinado de pesticidas, competencia del búho real,caza y robo de nidos.

Además de rapaces y córvidos los escarpes rocosos son ellugar para aves tan interesantes como la rara collaba negra(Oenanthe leucura), el bello y escurridizo roquero solitario(Monticola solitarius), la paloma bravía (Columba livia), presapor excelencia de los halcones, el avión roquero (Ptynoprognerupestris), la tarabilla común (Saxicola torcuata) o la currucarabilarga (Silvia undata).

Entre los depredadores, el zorro (vulpes vulpes) es el másafortunado al tener una mayor adaptación a los desequilibra-dos ambientes creados por el hombre. Junto a él, tejones (Melesmeles), garduñas (Martes foina), conejos (Oryctolaguscuniculus), gato montes (Felis silvestris), incluso ejemplaresesporádicos de jabalí (Sus scrofa) aprovechan algunos vera-nos la espesura de los maizales de la zona.

Los reptiles encuentran presas, refugios y lugares parasolearse, y no son excepcionales los ejemplares de culebrabastarda (Molpolon monspersulanus), la de escalera (Elaphescalaris), el eslizón (Chalcides chalcides) o el lagarto ocelado(Lacerta lepida), además de lagartijas singulares como lacolirroja (Acanthodacthylus arythrurus).

Los insectos constituyen un mundo variado y complejo, aveces llenos de descubrimientos, como es el caso del escara-bajo Plagionotus marcorum, que se creía definitivamente des-aparecido, y “reencontrado” recientemente en varios emplaza-mientos de estos cerros de Rivas.

El halcónperegrino, unarapázespecialmenteprotegida, ymuy escasa enla Comunidadde Madrid. Enel Parque delSureste semantienenalgunas parejasen unasituacióncrítica.

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Amenazas

Estos ecosistemas son extrema-damente frágiles y, a pesar depertenecer a suelos legalmen-

te protegidos, están sometidos a ame-nazas que pueden poner en peligrosu supervivencia. En el caso de las la-gunas, por ejemplo, por el vertido decolectores a la laguna de «El Raso»,que trasladan todos los años grandescantidades de purines de algunas granjas de la zona y otrosvertidos ilegales. La intensa presión de caza que soportan susriberas, a pesar de que se trata de suelos donde esta actividadestá prohibida según la legislación del Parque, añade un nuevoy preocupante fenómeno, el plumbismo, el envenenamiento delas aves acuáticas y sus depredadores por la ingestión de per-digones de plomo, que confunden con piedrecitas que necesi-tan para sus procesos digestivos. La calidad y el nivel de susaguas están igualmente muy condicionadas por las del cerca-no río Jarama.

El Jarama se ha convertido desde hace décadas en el des-agüe de Madrid y su contaminación se hace notar a su paso porVelilla de San Antonio a pesar de su evidente mejoría en losúltimos años. La recuperación de la calidad del agua que apor-ta el río Henares a la altura de San Fernando ha contribuido sinduda a frenar al menos la fuerte degradación de las aguas ennuestra zona. El río sigue soportando los vertidos de industriasy colectores con una deficiente depuración, así como plantasde lavado de áridos. Los vertidos de lodos desde la gravera deMinorco, en el puente de Mejorada del Campo, o los que seproducen desde las instalaciones de 3M afectan directamentea nuestro tramo de referencia. En los meses de verano la capa-cidad de disolución del río queda muy mermada por el escasocaudal que el Canal de Isabel II libera desde las presas de ElAtazar y El Vado.

Los cantiles del Parque del Sureste están igualmente some-tidos a una importante presión cinegética, más o menos furtiva(La Marañosa y El Piúl), a la presencia de un número crecientede visitantes, más acusada conforme avanza la expansión urba-nística de Rivas Vaciamadrid (El Piúl). Las poblaciones de ra-paces que anidan en estos ecosistemas se encuentran muy re-ducidas como consecuencia, principalmente, del empleo decócteles de plaguicidas en las zonas limítrofes. La recolecciónde plantas medicinales es otra actividad que causa un impor-

Vertido delodosprocedentesde la planta detratamiento deáridos delPuente deMejorada.Unasinstalacionesque ademásfuncionandesde hacecerca de veinteaños sinautorizaciónde laConfederaciónHidrográficadel Tajo.

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tante daño al patrimonio natural de estas áreas. Laexpansión urbanística de Rivas hacia los cantilesno sólo aporta una agresión paisajística importantesino que pondrá a miles de nuevos vecinos a unpaso de los cantiles y generará una presión incom-patible con la conservación de estos parajes.

Arboles con lostroncosquemados en lazona de «ElRaso»

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Un paseo por las lagunas

La zona es adecuada para un relajante paseo y la observación,en invierno, de numerosas aves acuáticas. Ya en los últimos añosnuestras riberas son visitadas por un número creciente de afi-

cionados a la ornitología o simples paseantes que buscan lugarestranquilos a las puertas de Madrid.

Para visitar el área de lagunas, riberas y cantiles existe una sendaque parte de la laguna de «El Raso». Un camino que permite recorrercómodamente su perímetro, partiendo de la zona de acceso, que estáprovista de un parque pequeño. La charca, dependiendo del día de

la semana y de la estación del año, es visitada frecuentementepor los vecinos del pueblo, que acuden para pasear, pasar

la tarde o para pescar. Siguiendo el camino hacia la iz-quierda, iremos bordeando las orillas, plantadas consauces llorones y otros árboles ornamentales. Si es undía tranquilo, y sobre todo en invierno, podremos yaobservar algunas fochas, somormujos, gaviotas, y enocasiones gran cantidad de cormoranes grandes, quellegan en busca de los abundantes peces gato delhumedal.

Tras una curva nos encontraremos caminandoentre la charca y el río Jarama, en el que siemprehallaremos fochas alimentándose en las aguas

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someras. El paisaje aquí es ciertamente agradable, pero pronto ha-bremos llegado al final de “El Raso”. El camino se estrechará un tantoal salir de este humedal y entrar en la zona del “Picón de los Conejos”.Deberemos caminar siempre junto al río, que correrá a nuestra izquier-da, a veces tranquilo y otras veces formando rápidos. A la derecha,primero nos encontraremos un pequeño humedal (marca $ en plano1) en fase de colmatación. Actualmente es frecuentado por aves acuá-ticas, y presenta un soto de ribera en regeneración, pequeño pero in-teresante. Un poco más adelante veremos abrirse ante nosotros el hu-medal principal, el más grande e importante de la zona, protegido poruna alambrada.

La empresa minera que explota la finca, ha adecuado este hume-dal del “Picón de los Conejos” como refugio de aves acuáticas. Enrealidad, los cambios (mejoras todos ellos) que ha producido han be-neficiado no solo a las aves acuáticas, sino a otros muchos grupos deanimales y plantas: creación de orillas llanas de tierra vegetal, aguassomeras, islas y barras de tierra de difícil acceso... En la actualidad,durante el invierno podremos observar impresionantes bandadas deánades (porrones comunes y moñudos, ánade real, pato cuchara,...),gaviotas, cormoranes grandes, somormujos y zampulli-nes, garzas ygarcetas, etc. Unos prismáticos nos permitirán su observación, quecon un poco de paciencia llegará incluso a asombrarnos. También esposible, con un poco de suerte, descubrir algún calamón o avetorillo(este último sólo en verano). El paisaje es precioso: islas cubiertas decarrizos y orillas sinuosas de vegetación exuverante. Las tierras bajas,reforestadas con olmos, están viendose cubiertas por un bosque aúnmuy joven, pero en pleno desarrollo. Intercalados hay herbazales, quese convierten en un hábitat excepcional para muchos paseriformes,conejos y otros animales pequeños.

El camino se acercará a los cantiles, y girará con el río a la dere-cha, rodeando el humedal. A la izquierda, un denso bosque de riberanos impedirá prácticamente observar el Jarama, y el conjunto con elhumedal y los acantilados es de gran belleza. Una vez se llega al finde la charca, la valla nos impide teóricamente el paso, pero el hechoes que casi siempre está abierta. Si continuamos, el bosque de riberase vuelve realmente impresionante. A la derecha veremos pequeñascharcas, que se sucederán hasta llegar a otra gran laguna: “El Soto”.Se trata de un gran humedal con orillas muy verticales, junto al que seencuentran las ruinas de una gravera antigua. Esta charca, de aguasmás transparentes que las anteriores, tiene una vegetación menos de-sarrollada, pero el río, que corre cercano, presenta tramos muy boni-tos de aguas rápidas, junto a los cantiles. Para regresar se debe hacerel mismo recorrido en sentido opuesto, salvo que queráis llegar hastael no muy lejano Puente de Mejorada. Muy recomendable no perder-se las inmediaciones del Cristo de Rivas.

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EL PARQUE REGIONAL DELSURESTE

Desde 1994 la ribera, cortados, lagunas y cerros yesíferosdel sureste madrileño, entre San Fernando de Henaresy Aranjuez, se encuentran protegidos por una Ley Re-

gional, la 6/94, de 28 de junio, aprobada por unanimidad de laAsamblea de Madrid. Los objetivos de esa Ley pretendían, ade-más de la protección de un patrimonio natural único, la recu-peración progresiva de los amplios espacios degradados y laprogresiva implantación de actividades y usos sociales com-patibles con los anteriores.

El Parque del Sureste es, ante todo, la oportunidad históricade recuperar la zona más maltratada de la Comunidad de Ma-drid, convertida por la voluntad de los diferentes gobiernos au-tonómicos en el vertedero, la gravera y el sumidero regionales.El Parque es también una necesidad regional para ayudar a evi-tar el colapso que actualmente soporta la sierra madrileña.

La protección legal de estos suelos obedece en primer lu-gar a la existencia de un patrimonio natural único y singular ennuestra Región: cantiles que albergan a especies de rapacesen peligro de extinción, lagunas (más de un centenar) que aco-gen miles de aves acuáticas, riberas, áreas esteparias, etc. Perola declaración de Parque tiene también su origen en un conflic-to social suscitado por la extrema degradación que soportabaesta zona durante la década de los ochenta. Como consecuen-cia de los conflictos que se desataron durante esos años, enrelación con el intento de la Administración Regional de implan-tar un vertedero de residuos industriales y una incineradora enSan Fernando de Henares, en la ribera del Jarama comienza unalenta pero progresiva toma de con-ciencia sobre las agresiones que so-porta la zona y se hace pública, porvez primera, la posibilidad de dar al-guna protección legal. A finales de esadécada algunos ayuntamientos aprue-ban en sus plenos moratorias a la im-plantación de nuevas graveras en tan-to no se apruebe la declaración deespacio protegido.

Diferentesparajes delParque se hanacondicionadocon espaciosde ocio, estees el caso delas lagunas de«Las Madres»(Arganda),«Las Islillas»(Mejorada delCampo) o elhumedal deSan Martín dela Vega, entreotros. En lafotografíaobservatoriode aves en lalaguna de «ElCampillo»(RivasVaciamadrid).

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RIQUEZA NATURALRIQUEZA NATURALRIQUEZA NATURALRIQUEZA NATURALRIQUEZA NATURALSegún distintos informes oficiales las especies más repre-

sentativas, en cada uno de los hábitats del Parque, son las si-guientes:

• Llanura cerealista: avutarda, sisón, alcaraván.

• Cortados y cantiles: halcón peregrino, milano negro (únicolugar de la península en el que anida sobre zonas rocosas), búhoreal, roquero solitario, collaba negra... Hasta hace una décadase podía observar la presencia de alimoche. La evolución delas principales especies es incierta, el halcón peregrino redu-ce su presencia por el efecto combinado de los fitosanitariosagrícolas y el desplazamiento que fuerza el incremento de indi-viduos de búho real.

• Sotos y riberas: garza real, martinete, cormorán grande,garcilla bueyera, martín pescador...

• Humedales: La población de anátidas y otras aves acuáticasaumenta todos los años de forma importante, actualmente sonmiles de ejemplares de una gran diversidad de especies: fochacomún, ánades, somormujos, gaviota reidora, cormorán, patocuchara, cigüeñuela, garza real...

La colonia de cernícalo primilla que existe en la iglesia dePerales del Río tiene fama nacional por el número de ejempla-res. Además hay importantes colonias de aguilucho lagunero y

cigüeña blanca (con concentraciones de hasta trein-ta nidos), entre otros. En las lagunas abundan espe-cies introducidas como el black-bass o la carpa,además de barbos, boga de río, etc. En reptiles sonsignificativas las poblaciones de culebrilla ciega,culebra de escalera, bastarda y viperina. Las explo-siones demográficas de pequeños mamíferos hansido aprovechadas por aves rapaces y por carnívo-ros como el zorro, que coloniza todos los hábitats,también hay tejón, turón, comadreja y hasta pobla-ciones residuales de nutria (detectados ejemplaresaislados en la zona norte del Parque en 1993).

La comunidad de ungulados va en aumento, eljabalí, que mantenía una pequeña población en loscampos de cultivo de Pinto y San Martín de la Vega,ha empezado a verse de nuevo tras años de ausen-cia, sus huellas y hozaduras corroboran estos da-tos, especialmente en áreas de Rivas-Vaciamadrid.

Muchas de las especies inventariadas, especial-mente aves, se encuentran incluidas en el Catálogo

En la laguna deEl Campillo(RivasVaciamadrid)se encuentra elCentro deVisitantes delParque delSureste, en suentrada se hareproducido, aescala natural,algunosejemplares defósilesencontrados enla zona.

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Regional de especies amenazadasde fauna y flora silvestres (Decreto18/92) en alguna de las 4 categoríasdefinidas: en peligro de extinción,sensibles a la alteración de su hábi-tat, vulnerable o de interés especial.

FLORA Y VEGETACIÓNFLORA Y VEGETACIÓNFLORA Y VEGETACIÓNFLORA Y VEGETACIÓNFLORA Y VEGETACIÓNTienen representación en el área

los siguientes grupos de vegetación:

• ENCINAR MANCHEGO: coscojal (Titulcia, Vilches, San Mar-tín de la Vega), espleguera (cerros de Arganda), jabunal.

• MATORRALES GIPSÍCOLAS: ontinar (Rivas, San Martín dela Vega y Ciempozuelos), harmagal, orzagal, albardilla con gip-sofila

• BOSQUES DE RIBERA : olmedas (San Fernando de Hena-res), saucedas (San Fernando y Rivas Vaciamadrid), choperas,alamedas, zarzamoras, rosas, majuelos, saucedas, junqueras,carrizales...

• TARAYALES NO HALÓFILOS: colonizan gran parte de lossuelos de aluvión de las terrazas inferiores de ríos y charcas.Muy extendidos por todo el valle.

• CAÑIZARES: Ampliamente representados en todo el territo-rio, de gran interés ecológico por servir de protec-ción a gran número de aves orníticas.

La zona recoge una importante variedad de espe-cies herbáceas, trepadoras y leguminosas muy em-pleadas en perfumería y por sus propiedades medi-cinales. En los últimos años se está produciendo elfenómeno de la sobre-explotación de algunas espe-cies, con el consiguientepeligro de su desapari-ción.

Las aves son elprincipal grupode fauna. Másde un centenarde especies,que dependeno aprovechanlos humedales,están presentesen el Parque.Arriba: martínpescador.Abajo: garzareal.

Censo completo deespecies presentes enel Parque del Sureste

enwww.elsoto.org

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RIQUEZA CULTURALRIQUEZA CULTURALRIQUEZA CULTURALRIQUEZA CULTURALRIQUEZA CULTURALGran parte del territorio del Parque se en-

cuentra sometido a diferentes niveles de pro-tección cultural, principalmente por sus yaci-mientos arqueológicos y paleontológicos. Lasterrazas del Manzanares están declaradas Biende Interés Cultural. También tienen protecciónlegal ambas márgenes del río Jarama y el Arro-yo del Culebro. Los yacimientos paleontológi-cos de San Martín de la Vega, La Aldehuela, Ce-rro de la Herradura, Perales del Río, Mejoradadel Campo y Arganda, tienen importancia na-cional. En estas zonas se han encontrado restosde Mammuthus primigenius, Coleodontaantiqutatis, Equus caballus, Cervus elaphus,Bovidae inditel,...

Están presentes también la Cañada RealGaliana, también llamada de Merinas o Riojana,el Castillo de Aldovea (San Fernando de Hena-res) y la Ermita del Cristo de Rivas, ambas de-claradas de Interés Cultural. En la actualidad algunos munici-pios del Parque proyectan la recuperación de las numerosasfortificaciones y restos existentes de la batalla del Jarama (fe-brero de 1937), especialmente entre la zona del Puente de Ar-ganda y San Martín de la Vega.

ZONIFICACIÓNZONIFICACIÓNZONIFICACIÓNZONIFICACIÓNZONIFICACIÓNEl territorio del Parque se divide en «ZONAS» según el nivel

de protección asignado y los usos autorizados. Así las ZONASA «De Reserva Integral» tienen mayores exigencias protectorasque la ZONA F. Los parajes más importantes de cada Zona sonlos siguientes :

• ZONAS A «DE RESERVA INTEGRAL». Reúnen las zonas másemblemáticas del Parque y, en algunos casos, las mejor con-servadas.

Parajes más destacados: Lagunas El Porcal Norte, «Arria-das», cantiles y cortados de Rivas, La Marañosa,...Limitaciones: Sólo están permitidas las actividades quese orienten directamente a la conservación del equili-brio natural. Se prohibe el acceso de vehículos, la acam-pada, los movimientos de tierra,...

Los cerros de«La Marañosa»guardan ungran númerodefortificacionesutilizadas en labatalla delJarama,febrero de1937.

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• ZONAS B «DE RESERVA NATU-RAL». Son aquellos espacios que hansido poco modificados o que la explo-tación actual de recursos naturales hapotenciado la existencia de ecosiste-mas o formaciones que merecen serobjeto de protección y restauración.Parajes más destacados: sotos y ribe-ras del Jarama, Manzanares y Henares;masas forestales de la Marañosa, Ca-rrascal de Arganda, laguna «El Soto»de Velilla de San Antonio, zonas deasentamiento de avutardas,...

Limitaciones: Estas Áreas están sujetas a prohibicionessimilares a las zonas A, pero se permiten, y se fomenta-rían, actividades agrícolas y educativas que no tenganfuerte impacto sobre las aguas,...

• ZONAS C «DEGRADADAS A REGENERAR». Corresponde aterritorios que han sufrido explotaciones intensivas de susrecursos naturales, pero que presentan condiciones favora-bles para su recuperación. Algunas de estas zonas son en lapráctica espacios de protección de Zonas A y B.

Parajes más destacados: Cerros de Rivas, meandro deVelilla, Aldovea, El Espartal, Valdelacueva, La Guindalera,lagunas de «Picón de los Conejos» y «El Raso» en Velillade San Antonio...Limitaciones: Las prohibiciones de usos son notablemen-te menores que en los casos anteriores, en algunos su-puestos deberán contar con la autorización expresa dela Administración del Parque, prohibidas las actividadescinegéticas.

• ZONAS D «EXPLOTACIÓN ORDENADA DE LOS RECUR-SOS NATURALES». Lo forman aquellas áreas en las que lasactividades principales están relacionadas con la explota-ción de recursos hídricos, mineros y forestales. La ordena-ción de estas actividades se establece en el Plan de Ordena-ción y en el futuro Plan de Uso y Gestión. En estas Zonas seconcentrará la extracción de áridos, si bien estará sometidaa controles y procedimientos rigurosos que eviten el des-control, abusos y daños que produce actualmente.En las Zonas D se agrupan las áreas de agricultura de seca-no y regadío, así como grandes zonas de extracción de ári-dos.

El Búho real esuna de lasescasasespecies delParque enplenaexpansión desuspoblaciones.

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• ZONAS E «DESTINO AGRARIO,FORESTAL, EDUCACIONAL Y/OEQUIPAMIENTOS AMBIENTA-LES Y/O USOS ESPECIALES». Enesta denominación caben nume-rosos territorios con usos y desti-nos muy diversos, desde la actualincineradora de Valdemingómez(no deja de ser una infraestructu-ra dedicada al tratamiento de re-siduos) hasta las zonas recupera-das para el ocio, algunas con unaaceptación social muy importante (Laguna de Las Madres).

• ZONA F «DE PROTECCIÓN». Corresponde a una amplia zonaal Este de Velilla de San Antonio. El deterioro por activida-des de áridos ha sido tan grande que la Ley 6/94 prevé unplan especial de restauración.

El agua es elrecursoestratégico. Lacalidad de losprincipalesecosistemasdel Parque,humedales yriberas,dependen deella.

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LAS AMENAZAS AMBIENTALESEN EL PARQUE DEL SURESTE

La lista de agravios ambientales en el Parque del Suresteno sólo es larga y la causa de la pérdida de parajes conuna notable calidad ambiental, es sobre todo una auténti-

ca losa que ha deteriorado la calidad de vida de los habitantesde una ribera que antaño era el lugar de destino de miles demadrileños que buscaban un lugar cercano para el ocio y elesparcimiento. Hace tres décadas los vertidos sin depurar pro-cedentes de polígonos industriales y grandes poblaciones de-gradaron gravemente el río y contaminaron los acuíferos. A pe-sar de los costosos sistemas de tratamiento se siguen produ-ciendo vertidos incontrolados o una depuración insuficiente delas aguas residuales.

A estos daños, casi irreversibles, se añadieron los que oca-sionaba una nueva actividad que crecía de manera vertiginosa:las graveras. La extracción de áridos siempre existió de ma-nera marginal en el valle, explotando la alta calidad de los de-pósitos de sílex. A partir de la implantación masiva de canterascon nuevos medios y recursos de explotación intensiva, sin nin-gún control ambiental, se produjeron nuevos problemas que seañadían a la propia contaminación de las aguas: destruccióndel bosque de ribera, desertización de suelos, pérdida de tie-rras agrícolas, actuaciones en el cauce, etc. Sólo a partir de laaprobación del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales,en 1999, se ha iniciado un tímido control ambiental de esta acti-vidad.

La caza, legal o furtiva, es otro posible motivo de degrada-ción teniendo en cuenta que cerca del 80% del espacio protegi-do está ocupado por cotos de caza, así como el 100% de las

«zonas» de mayor calidad ambiental.Se renuevan concesiones cinegéticasincluso en suelos donde está prohibi-da esta actividad. Sólo a partir de lasnumerosas denuncias y la intervenciónactiva del Seprona se ha comenzado aatajar la «tradición furtiva» en las zo-nas de ribera.

La expansión de ciudades y polí-gonos industriales, la construcción degrandes infraestructuras del trans-porte o el empleo masivo de plagui-

Además de losproblemas«típicos» de lazona (graveras,vertidos,caza...) losecosistemas delParque tienenque soportarlas «obras derestauración»que seacometendesde laAdministraciónRegional. En lafotografía,encauzamientoparcial del ríoManzanares,zona de «CasaElogio».

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La calidad delParquedepende delestado y laevolución delrío Jarama. Enla actualidadcolectivos yayuntamientosde la Comarcatrabajan paraconseguir uncaudalecológico. Enla fotografíacauce seco delJarama enTalamanca(1999).

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cidas en la agricultura, constituyen algunosde los nuevos motivos de preocupación parala salud ambiental de nuestra zona de inte-rés.

La calidad del Parque depende igual-mente de la situación general del río Jara-ma. Su condición de desagüe regional, laocupación impune de sus riberas o la irres-ponsable gestión que el Canal de Isabel II(que mantiene la desecación crónica de al-gunos tramos aguas abajo de la Presa de ElVado), son un serio obstáculo para las posi-bilidades de conservación y regeneraciónde los tramos bajos y el Parque del Sureste

Con este escenario no es de extrañar queen el subconsciente de los vecinos de la ri-bera se haya asentado hace tiempo una cier-ta impotencia y resignación sobre las posi-bilidades de recuperación del valle. Cam-biar esa resistencia «cultural» y recuperarla esperanza de otro futuro para esta zonaes un objetivo permanente de grupos dedefensa ambiental y de ayuntamientos, agru-pados fundamentalmente en la plataforma ambiental «JaramaVivo».

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Consejos para que tu paseoConsejos para que tu paseoConsejos para que tu paseoConsejos para que tu paseoConsejos para que tu paseocause el menor trastornocause el menor trastornocause el menor trastornocause el menor trastornocause el menor trastornoposibleposibleposibleposibleposible

Hay que considerar a las aves y a todos los animales quehabitan la Comarca como sus verdaderos propietarios.Ellos viven allí y nosotros somos sólo visitantes. Por ello

no debemos entrar como elefantes en una cacharrería. Trate-mos de observar algunas reglas básicas :

• La Comarca tiene una riqueza en animales y paisajes que nopodréis encontrar sino en Parques como el de Daimiel. Con-servar esta riqueza es nuestra tarea, porque se trata de nues-tra riqueza.

• Muchas aves son auténticos artistas, muy sensibles: los rui-dos y otras actividades humanas las asustan y no podréis vera ninguna, amén de que puedan escapar abandonando susnidos y dejando morir las crías.

• No armar escándalo ni bulla. El casete dejarlo en casa, a noser que queráis gravar el canto de algún ave. En casa o laciudad ya hay suficientes ruidos y música si os gusta. Apren-

de a descubrir algo nuevo y que, seguro, no conocías: elsilencio, que en realidad está formado por miles de peque-ños sonidos naturales del bosque y el campo. ¡Estirar laoreja!.• El rojo dicen que atrae al toro de lidia. A las aves loscolores chillones, las ropas fosforescentes, les parecen demal gusto y prefieren no verlo, levantando el vuelo. Tam-poco hace falta ir disfrazado de paramilitar para ir al cam-po. Basta ropa discreta y con la que uno pueda tumbarseimpunemente en el suelo.• ¿A que jamás se os ocurriría robar huevos o crías de ni-dos, ni disparar sobre la vida silvestre? Sabíamos que no,pero es probable que veáis algún malencarado haciéndo-lo. Son actividades practicadas por gentes de escaso de-sarrollo cerebral y, además, prohibidas por la Ley. Denun-ciarles ante el SEPRONA, la Consejería de Medio Ambien-te o la Policía Municipal supone ejercer tu propio derechoa un entorno respetado. No lo olvides: cada especie prote-gida es un tesoro irrecuperable.

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• Llevar una cámara de fotos, mejorsi es de tipo réflex con objetivosintercambiables, unos prismáticosde al menos 300 aumentos, y uncuaderno de campo y lápiz. Lamemoria falla: ¡apuntadlo todo siqueréis hacer algo más que dar unpaseo relajante !.

• La basura llévatela a casa en unabolsa. No tirar papeles, plásticos,latas, ni anillas de latas de refres-co.

• Hay zonas de «alta seguridad» que albergan especies en pe-ligro de extinción o que requieren gran tranquilidad para quesus crías sobrevivan. Respetadlas y no accedáis a ellas. Me-jor es verlas de lejos que no verlas nunca.

• Los grupos de más de cuatro personas seguro que espantanlas aves. Procurad, para que sea un día más provechoso, evi-tar ir en grandes grupos.

• Las aves son grandes madrugadoras, tenéis que hacer lo mis-mo si queréis ver la mayor variedad de ellas. En los humeda-les el tiempo pasa deprisa. Ir a mediodía no vale para mu-cho.

• Es una idea magnífica confeccionar un herbario. Pero hay quedejar algo para los demás. Por ello no arrancar flores o plan-tas que veamos aisladas y en pequeña cantidad. Unicamenterecoger algún ejemplar si se ven en buen número. Cuandotomes muestras de vegetación hazlo con el instrumento ade-cuado (tijeras de podar, cuchillo, etc.).

• No hay agua potable en la zona, hay que llevar cantimplora.• Los artefactos mecánicos con motor (coches y motos), han de

quedarse en los caminos de aproximación, lejos de las sen-das y de los humedales. ¿No pensarías ir de safari fotográfi-co en coche?, serías el hazmerreír de los patos.

• No intentes reintroducir especies o reforzar poblaciones enpeligro sin la autorización de las autoridades competentes.

• Cuando atravieses sendas cultivadas, no te salgas de las sen-das y caminos.

• No dejes señales delatoras del emplazamiento de un nido ode una madriguera.

• No le digas a todo el mundo que has encontrado algo intere-sante. Recuerda que un secreto compartido por un gran nú-mero de personas deja de ser un secreto. Comunícalo sola-mente a quienes sepas que respetarán la información.

El abandonode basuras enel medionatural es unindicador deun déficitculturalimportante.No contribuyasa estasagresiones.

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SI ERES TESTIGO DE AGRESIONES ALSI ERES TESTIGO DE AGRESIONES ALSI ERES TESTIGO DE AGRESIONES ALSI ERES TESTIGO DE AGRESIONES ALSI ERES TESTIGO DE AGRESIONES ALPATRIMONIO NATURALPATRIMONIO NATURALPATRIMONIO NATURALPATRIMONIO NATURALPATRIMONIO NATURAL

Por desgracia, en Velilla de San Antonio son frecuentes losactos de vandalismo más o menos graves y el medio naturalno se salva de esta plaga. A veces se trata del resultado de lafalta de información, pero otras es evidente que hay una claraintencionalidad de causar daño sobre un patrimonio que esde todos. Árboles cortados o quemados, nidos expoliados,caza furtiva, destrozos en la infraestructura ambiental, son sóloalgunos ejemplos que todos hemos observado alguna vez. Co-rresponde a los distintos servicios de vigilancia ambiental laprevención de estas conductas, pero es igualmente cierto quenuestra colaboración puede ayudar a que estas agresionesno se repitan, e incluso evitarlas.

Si eres testigo de un acto de esta naturaleza puedes po-nerlo en conocimiento de cualquiera de estos agentes, ellosse encargarán de actuar sobre los responsables. El campo nodebe ser un espacio de impunidad. Te pedimos que utilices tumóvil y te pongas en contacto con cualquiera de los teléfonosque te indicamos, informando del lugar y lo que está ocurrien-do.

Policía Local de Velilla: 91-6705301

Seprona - Rivas: 91-6700003

Seprona - general: 062

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Bibliografía:Bibliografía:Bibliografía:Bibliografía:Bibliografía:

Varios (1998). PARQUE REGIONAL DEL SURESTE DE LACOMUNIDAD DE MADRID. Edita Amigos de la Tierra y AsociaciónEcologista del Jarama «El Soto». 153 páginas.Pérez Regodón, J (1970). GUÍA HIDROLÓGICA Y MINERA DE LAPROVINCIA DE MADRID. Instituto Geológico y Minero de España.Martínez Escribano, Antonio; Martínez Alvarez, Jesús Roman y otros(1991). LA COMARCA DEL JARAMA-HENARES, AL NATURAL.Editado por la Ayuntamiento de San Fernando de Henares. 183 páginas.Agencia de Medio Ambiente (1996). PLAN DE ORDENACIÓN DE LOSRECURSOS NATURALES. 263 páginas.Hernández, M.A. (1988). ESTUDIO PRELIMINAR SOBRE LASITUACION AMBIENTAL DE LAS GRAVERAS DE ARGANDA DELREY, Y PROPUESTA DEL PLAN DE RESTAURACION. Centro deEstudios Ambientales (Amigos de la Tierra).Suárez Boada, Patxi y otros (1998) EL JARAMA. Los libros de laCatarata. 143 páginas.Sociedad Española de Ornitología (1994). ATLAS DE LAS AVESNIDIFICANTES DE LA COMUNIDAD DE MADRID. Editada por laAgencia de Medio Ambiente.Ayala Carcedo, Francisco Javier (1987). CRITERIOSGEOAMBIENTALES PARA LA RESTAURACION DE CANTERAS,GRAVERAS Y EXPLOTACIONES A CIELO ABIERTO EN LACOMUNIDAD DE MADRID. Editado por el Instituto Geológico y Minerode España.Pascual, José Antonio y otros (1992). GUIA DIDACTICA DE LACUENCA INFERIOR DEL JARAMA. Centro Ecológico del Jarama(Amigos de la Tierra). 71 páginas.Ayuntamiento de San Fernando (1996) EL SUEÑO DE UN REY. 341páginas.Consejería de Medio Ambiente (1999) EL PARQUE REGIONAL DELSURESTE. 167 páginas.Neftalí Roblas Moreno y Javier García-Avilés. BIODIVERSIDAD DELOS HUMEDALES DEL PARQUE REGIONAL DEL SURESTE. I.VERTEBRADOS ACUÁTICOS (1999). Centro de InvestigacionesAmbientales de la Comunidad de Madrid “Fernando GonzálezBernáldez”.

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Glosario:Glosario:Glosario:Glosario:Glosario:Eutrofización: Fenómeno que se produce en las aguas cuando

contienen un exceso de nutrientes. Se produce un crecimientodesmesurado de pequeños organismos vegetales, que almorir se descomponen y consumen el oxígeno disuelto, po-niendo en peligro el ecosistema.

Especies herpertológicas, herpertofauna: Anfibios y reptiles.Nivel freático: Nivel por debajo de la superficie del suelo a

partir del cual se encuentra agua subterránea.Paseriformes: Aves muy evolucionadas, de pequeño tamaño,

llamadas comunmente “pájaros”.Suelos de aluvión: Suelos formados por materiales y sedimen-

tos que arrastran las aguas de los ríos al desbordarse.Vegetación palustre: Vegetación que se da en las orillas de

ríos y charcas, en suelos encharcadizos.