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lii. HUh^Uti C:U\TiNI;US. HUhN05 YORTATILI?S DI?Sí^iUNTAI3LES 1^ROYIF:llAUF.S Y USOS F,SYECIALE;S llEL CAItBÓN.-- Ucurre con frecuencia que en detenninados n^n- tes ncr existe tierra, ni sitio para emplazar carboneras; la pendiente abrupta no permite la extracción de los leños, que siempre son gruesas. por las dificultades de saca. No pueden tampoco por estas circunstancias construirse hornos de fábrica ni podría por consiguiente iniciarsc nlll- gún aprovechamiento por ^el estatisma de inco- municación. A veces no son económicamente pv- sibles las vías de saca que puclieran construirse, por loŝ cantiles de roca. En estas condiciones ŝe impone el uso de hor- nos m^etálicos portátile,; son equipos de carboni- zación que pueden transportarse a lomo de acé- milas hasta el sitio donde hayan de emplazarse. Son muy sencillos de manejo y no necesítan es- pecialización alguna. Como por otra parte el carbcín vegetal después de una acentuada dacaden^cia ha iniciado un pu- jante resurgimiento, por ]os múltiples y novísi•

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lii. HUh^Uti C:U\TiNI;US. HUhN05

YORTATILI?S DI?Sí^iUNTAI3LES

1^ROYIF:llAUF.S Y USOS F,SYECIALE;S llEL CAItBÓN.--

Ucurre con frecuencia que en detenninados n^n-tes ncr existe tierra, ni sitio para emplazarcarboneras; la pendiente abrupta no permite laextracción de los leños, que siempre son gruesas.por las dificultades de saca. No pueden tampocopor estas circunstancias construirse hornos defábrica ni podría por consiguiente iniciarsc nlll-gún aprovechamiento por ^el estatisma de inco-municación. A veces no son económicamente pv-sibles las vías de saca que puclieran construirse,por loŝ cantiles de roca.

En estas condiciones ŝe impone el uso de hor-nos m^etálicos portátile,; son equipos de carboni-zación que pueden transportarse a lomo de acé-milas hasta el sitio donde hayan de emplazarse.Son muy sencillos de manejo y no necesítan es-pecialización alguna.

Como por otra parte el carbcín vegetal despuésde una acentuada dacaden^cia ha iniciado un pu-jante resurgimiento, por ]os múltiples y novísi•

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mu; usus; yue se ha introclui^i^lii eu la <<lin^cuta-ción ^c generadores ^le calefacci^ín p^^r agua c^i-liente }• en usos inclustriales, habiénrlnr,c consegui-du la calr ►acción de agua neceszria hara un hañ^>a Ko" con poco más de i Kgm. de carlxín vege-tal, sc ha hecho interesante el estudio cle canc^,-nización de letias y desl.x^jos vegetales desde lospuntos de vista de rendirniento v economía.

V^eamos lo que publicó en la Rctrue I^ntcrnatin-tiutle ,dac hais M. Jean Daniel nlaublanc, respectua las ultratnodernas aplicaciones del ^carbón ^^ege-tal: "Si quieren conservarse viandas en perfecto"estado de frescura, aun con 1os grandes calores"del estío, envuélvanse aquéllas en una capa cl^e"carbón de madera colocándola en el sitio de me-"nor temperatura. Y si se hubiere cometido dis-"trac^ción ornitiendo aquella práctica y la vianda"hubiera por ^esto adquirido un ligem olor que la"hiciera clesechable, basta con echarla en agua"hirviendo iutroduciendo en ella dos trozos dc"carbón incandescente ; ; desaparecerá inmediata-"mente el ulor que la hacía antes desestimable. Es"recomendable colocar en el agua que ha de ser-"vir para cocc r pescados un saquito cíe carbón"vegetal, cuando aquélla entre en ebullición."

En la alitnentación cíel ganado como nte^lioprofiláctico contra infecciones intestinales, se em-plea el carbón vegetal con éxito.

En la decoloración de los vinos es prácti^ca co-rriente el uso del carbón vegetal, y también parala fabricación de la cerveza se emplea ĉon idénti•ca hn estG producto,

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l^:n 1„s en^^enenamientos, con^o antídoto de dc-tf^r^ninados tcíxicos imr iugestíón de hongos ve-nenusos, se emplea el carbón vegetal, injiriéndo-1^^ hasta que cesen los característícos dolores.

Ia carbón es un excelente reductor. Por ^estapropiedad se einplea en metalurgia, para la fa-l,ricación de aceros. El gran consumo que se haccallí dc carbón obligó a emplazar hornos de carbo-niz•ición d^e ]eñas en ]os anesos fabriles de la^forjas. rn las fundiciones y moldeados mtálicosse emplea el carbón pulverízad^^ para evitar la a<l-herencia dcl metal a los moldes.

La pólvora y la fabricacíón pirotécnica emple^nel carbón vegetal como base d^e estas industrias.tifás modernamente, en los gasógenos se hacompletado el cuadro de empleo de carbón vege-tal ^en canticlad insospechable, tanto que empieraa preocupar si habrá llegado el momento de limi-tar su uso a lo que sea insustituíble, en vista de lamultiplica,ción de aplicaciones que hacen un con-sumo extraordinario de carbcín vegetal.

Se fabrican carbnnes activos, qu^e por su ^na-yor porosidad que los naturales u ordinarios, ^cacentúa en aquéllos el poder absorbente. Recien-temente se ha investigado que un gramo de car-bón vegetal tiene cuatrocientos metros cuadradosde superficie de vasu^,; el carbón activa, que esmuy homogéneo, sin nudosidades ni incrustantes,llega su tnayor porosidad a ofrecer una superfi-cie útil para su poder absorbente de cinco mil me-tros cuadrados.

^1 ^rhĉín actiyA ¢^ fabrica ^ ^elevadísimas tem,

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^eraturas, rn las yuc se eli^uinau I.ca impureza^.El c'orur^,^ cle cíne }- el ácidu fosfórico elevan latemt^eratura durante la carboui^ación a 80o yt.ooo grado^ cent.°, en la que se pierdeu gran par-te de los elementos estables, quecíando ]os ele-mentos activos, tuediante la adición de una mez-cla de val^or c]e agua y de óxido de carbono.

EI carhón activ^ se ru^hlea en cl desbeuzoladudel gas del alumbra<lo }' también para la purifi-ración de las aguas cle mesa, p^rrclue retiene total-ntente loa gascs tóxicos.

Como catali^ador no tiene rival el carbón vege-tal. En determinadas reacciones químicas obracomo agente, modificando la actividacl de dichareacción merced a su poder absorbente. El gasabsorbido se extiende sobre el carbón que está enla superficie de la mana reacciona^la, que queda to-talmente desembarazada de dichos gas^es.

En presencia de tal consumo creciente de rc:ar-bón vegetal para tan múltiples usos se ha estudia-do la fabricación intensa de carbón reduci^endogastos y mejorando rendimientos.

Así, se ha generalizldo la carbonización en hur-nos desmontables, sucedáneos de las antiguas car-boneras, en los que se reemplaza la cubierta o en-voltura terrosa por la chapa metálica o de otromaterial.

HUk:VOS CONTTNU05

HORNO DE IIORMIGÓN ARMADO.-COriSlste elt

dos cilindros yuxtapuestos, con armadura met^-

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-_ ^J -

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lica y ^r^aterial de cemento, de t,zo metros de diá-nretro interior por 4^ centímetros de altura. Elgrueso de la pared dc este horno es de 6 a ^ cen-tímetros. T,a cubierta cle palastro lleva un orifi-ci^ cedfral que sir^^e de chimenea.

I^:I^ tiro se estab'.ece l,or tmos orificios o vanoshechos en la corona clel basamento, due puedeuobstruirse a voluntad ajustando cuñas.

I'ara emplazar el horno se eml>icza por uivelarel piso disponi^endo un manto de hormigón flojc^cle i,4o metros de diámetro, Sobre éste se cons-truye la solera con ladrillo sin cocer, sobre layue se coloca una corona que hacc de basamentodel horno, dejando cada tres ]adrillos un vano 0hueco de io a r5 mm. Sobre esta corona se colo-ca simplemente afirmado sobre una ranurá el pri-mer cilindro del horno. Se reviste interiormentecon ladrillo refractario. Se rellena de leña y secoloca enchufado el segundo cilincíro clel horno.Se termina de rellenar cie leña y se cubre conla caperuza cle palastro la chimenea después deprenciido o etlcendido el horno. Mientras tantose mantiéne el tiro, dirigiéndolo abriendo uno^.ventilacíores cíe la base donde convenga llamar c]fuego y cerrando los opuestos con las cuiias, cuan-do convenga contenerlo de ^ese lado. Cuando estáen condiciones de completa ignirión, que se ^co-noce por la coloración de los humos, se al^agacerrando toda comunicaciún exterior.

tlna hornada de cinco estéreos de leña, quc e^la corriente cie estos hornc^, puede permitir au-

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5encia de vi^gilancia de ^cuatro l^oras cuancío ^stáregularizaclr> cl íucgo. , ^:

I^,titos hornoc se llatnan c^rntí^ur^," poryue'"^u ^,muvilidatl no es práctica, por.^^ cuanf,^"'° 3^o se r;apro^-ech^^ln las partes desm^,ttt^bles, ^5,^ lo; ...cilíndrek; y la cubierta, o sea el i^orno ^^iett-tc dicho; pera no sir^^en los m^c^Cri eŝ^tité' a^o-.•..lera ni apenas los que t'orman lá^''e^i^n^.^.}al`^(^:^=samentr^ tma ^-ez'desmontacíos. ; %.^ c„ , ,'

f-1C)R:^C^S 1^^IrTt1I,ICOS

} foRNO Fau^vnusT.-F.s metálico, de dos cuer-pr^s cilíndricos de palastro; en inferior es ^le do-

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bles haredes, la exterior termina superiortn^nteeu una canalilla circular, que debe recibir a tnpcel reborde de] segundo cuerpu cilíndrico d^el h^^r-nu. La 1>arrd intcri^>r eura^sa inferiortuente en uuaguarniacín nretálica a mucío de zóca!o ^lue tienedispuestas veutanas dc vcntila^iún l^ara el tiro;están ensambladas las piezas d^ c;te zócal^, enforma tnachihemLrada, 1>izra evitar juntas que per-mitan circulaciún dcl aire. Las vcntanas son decondición autotuática rn su cierre, rumo se in-cíica más adelante. . La cubierta tienc dispuestasseis chimeneas circularmente juntu a la perife-ria y otra central, las que pueden cerrarse contapones metálicos que llevan tres estrías que pue-cíen encajar en diferentes alturas y quedar incom-pleto o totalmente cerrado el tiro. Estas chime-neas circulares se cierran, y una ve2 que en el hor-no está generalizado el fuego, se cierra la c^:ntra]y se dejan abiertas la^ seis laterales o mejor en-treabiertas, según convenga.

Una innovaciún verdacleramente práctica quemerece adoptarse es la de proveer a los hornosde ventanas automáticas para el tiro, Consistenen una pantalla bascul•inte sobrc las ventauas drtiro. Se dispone atravesado un ^ delgado leño, dcforma qtte se introclu2cá por un extremo en clhorno y por el otrc, apoye en ]a pantalla mante-niéndo'.a levantada. Cuando se halla encendido elhorno y llega a prencíer cl fttego a la parte delcombu^stible que está en una determínada com-puerta automática así preparada para su funcio-namiento, llega a encenderse también el leño clur

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apoya en la pantalla, y^cuando se ĥa yucmado,perdienclo cohesión y por consiguiente consisten-cia, se rlerrumba, y al caer destrozado, cae la com-

puerta por su propio peso, falta de apoyo, y que-cía cerrada la ventana de ventilación.

HoxNO DELHOMMEAU.-Sobre una solera dematerial' refractario, ^entre los que se dejan inter-valos va^cíos de 5 a io mm. para,^establecer tiro avoluutad, quc pueden obstruirse cott cuYia^ troti-cocónícas, se emplazan dr^s cilindros de palastro,con el reborde superior en U p^tra que entre at^pe el reborde inferior del segundo cuerpo delhorrao con el fin de que el ci^erre se haga hermé-tico mediante arena apisonada. LTna vez relleno elhorno de leña, puesta en sentido vertical o poco .inclinada, se coloca sobre la última hilada unacubierta d^e palastro, de diámetro algd inferior aldel horno que está abierto en el centro, para quesirva de chimenea en el encendido. Sobre estacubierta móril se colnca otra troncocónica, qu^e

COM8Y8T18LE8 ^

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ajtwta a tope eu la reguera del rchorde superiordel segun^ío cilindro del horno. '1'iene tatubién alcentru ttna cliimenea que ptxede quedar cerradaeon una caperizza.

t?na ^-ez cnrenrlido el horno y^ rc^;ularizad^i ^^1

,^- ^ ^^-^

R a

^ ^ ^ ^^ ^-_ _r__.^- --_ ^___ ---_ ^___ -tito, mediante las maniol,ras de apertura de c'rer-tas ventanas y cierre de otras, se establece la co-rriente de los gases del eje del horno a la peri-feria de la coronación, que quecia libre entr^ la cu-bierta sobr^puesta a la leña y la pared del horno.

La `leña entra en un principio de destilación alcerrarse la chimenea dc la cul,iert<1 fija, con la ca-peruza, t..os humos, cuan^lo aparecen amarilien-

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^„s, por c^fue han terminaclo de salir los va-l,^,r.s de agua de los leños, indícan que la masae^^tá lu^la en iguicibn ; la cuhierta móvil descien-^le por su propio peso, al mis^nri tiemPo quc s^e^-^mtrae la masa de leña en ascu•is. ^^1 principiol^rnnanecc horizontalmente, mientras no se de-f^n'ma el volumen de las ascuas, Tan prontu con^o:c a,tiva más la combustiún d^e un lado, de éste seinclina inmediatamente la cubierta móvil. Enton-ccs la intervención del carbonero obliga a inten-^.;ificar la combustión del lado opuesto, abri^ndolas ventanas de tiro de aire por dicho Iado y ce-rrancio las que corresponden al sitio de mayoravance de combustión. .

Cuando la combustión es completa y^está regu-larizada en tocío el horno, que se aprecia por el arlor azulado claro de los humos, se cierran todoslos arificios y la chimenea para qtie se apague yse deja enfriar el horno para desmontar el car-bón obtenido. •

HoxNO 31ncv^ix. -E^ uti horno de chapa r.lcpalastro, de forma troncocónica, compuesto cl^^íos partes. La inf^erior tiene cotno reborde un hic-rro ángulo en la circunferencía de su base y porel borde superior termina en una canalilla sobre.la que descansa el hierro angular de la parte su-1>er^or troncocónica del horno. Esta segunda par-te remata superionnente en otra canalilla sobrela que descaiwa la cofia. o cubierta circular, algoabombada, que va reforzada con hierro angular.

Lleva unas' asas para su manejo de montaje yelesmontaje. Tiene cuatro tubos en codo para as-

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Horno Ma^nein, earboni^a^íor desmontable ^tcjuntas horizontalcs.

píración ^^ otros cuatr^^ tuL^os de escape de gases.E1 ajt^ste se hacc a tr>pe en el ala dcl angular dc

la pieza sttperior sohre la canalilla ^lel reLorde clila inferirn-. Sc^hre e<tr t^pe ce echa tic^rra n are-

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na, cle iurlu^i que cubra tuda la junta, 1n1P1(lten-rlu cl estal>c de humos y de gases.

I?n definitiva, se reduce el horno a una envul-tura de hierro que cierra llerlnétícamente y deturm^ que pueda deslnontarse fácilmente.

"I^iene poco peso y lx rmite cl transhorte a^lis-

taticia y por terrenos quebracíos, a]omo de acé-tnilas.

Ccrr^a,-T'ara cargar cl hurno puede hacersc elapilado previamente, teuíendo precaución de guar-clar en ia pila las dimensiones ciel horno. •

Se ^etnpieza por fortnar cou los despojos cle laleña un emparrillado,. que descanse sobre ro.:izoÚ^ruesos que eleven lo que pudiera llamarse la cá-nlarta ld^e aire para regul^aciótl de ltiro en el eu-cendido, cátnara que después de encendido el hor-no .se cierra; sobre esta parrilla se levanta la l^ilade lefia a carborrear, de forma troncocónica, cle

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las ^íímensic^ucs del hurnu metálico. J^_c.is trauro-nes más grue,o> van en (a proximidad de ta chi-mena, y los más delga<los, hacia ia periteri^a.

I^ chimenea se hace con rollízos L•^rgos colo-caclos verticalm^ente o hien con otros cortns entre-craza<ios, que dejan un hueco central de 30 ^í 3^crntimetro5 de diámetro.

i'na^ vez terminada la pila dc leños gruesos. sc

colocan u mo<lu de camisa los dos cuerpos tron-coccínicos de palastro, de forma qu^e la canal ^delreborde del cuerpo inferior sea ]o más horizontalposible. Colo^do el cuerp^o superior a tope^ delánguto de su rehorde con la •canalilla del primércuerpo, s^e echa tierra en toda la canalilla, de mo-do que cubra ta junta de tope, oprimiendo ia tie-rra a fin de que no queden huecos o grandes po-ros, que malograrían algo la carboniza ĉión.

Para enrasar la pila de Ios rollos con la cofia ocaperuza del horno, se echan trAcitas de l^ertosrnenos gruesos, .

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Se ^ijusta la cttbir,rta u cofia lo niismo yue seliiciera con los clos cuerpos del horno, cubriendola canalilla con arena.

Para pruvocar la a^^piraci6n en el liorno, se cu-l^,can eii l^,unt^s diam^etraln^eute opuestos los cua-tr^^ tubos acodados en la cáulara de ti^^,,"•o ^e^,^le-l^ajo tle] emparrillaclo, cubricndo co^w`PPér̀^ra^o^ ^repeliones y hojarasca liumecleci^3^t Ía r^e^^,y^ c^íe ^;^^^uecíe por dehaj<^ dcl prin7er c^rpo d,^^

tin de qur la aspiración de tiro solamente se es-tahlezca a vohmtad por los tubos aspiradores. ) 3nla parte inferior del mismo cuerpo del horno, yalternando con los aspii•adores d^e 1á base, se co-locan los otros cuatro tubos de esĉape de gases.Uno de estos cuat:ro tubos de escape está tapó-nado hacia su mitad para contrarr^tar el excesode tim ; ^ŝe codoc^ éste ^en la parte de donde sopleel vientó fuerte. La chimenea se continúa ^con untubo ador,ado a la cubierta en su centro.

E^rsc^+n;d>,do.-Se deján abiertos los cuatro aspi-

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radorrs. tie ceba el fuego por la cbintenea, cleutr^^

cle la cual habrá yueciacío depositada hojaraxa se-ca, ramilla y toda clase de despojns vegetales

cvttihustibles.Cuando sc obser^^a que el fuego está intensifi-

cado en t^^da 1a harte superior del horno,• se cie-rran los a^spiradnres; ^- se cierra tamhién lrt ^chi-

tnenea cuando se la ve salir llama, dejanclu tansólo un orificio abi^erto para no ahogar cl fuegu.Se ajustan las juntas de tope de los distintos cuer-pos del horno con tierra, para asegurar que nuhay escapes, y cuanclo toda la carbonera es ascua,que es cuando ]a leña está carboneada, se cierrau .incluso los tubos d^e escape o reguladóres de tiro.Se conoce esta fase en yue el ^fuego se refleja cnestos tubos.

A¢agaKf^o.--Pf>r la pecluefia <liuiensión del horno,el apagada es inm ^diato y es rápido también el en-friamiento.

En dos dlas Puede terminarse la cdrbOni7lciÓtl

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<le tui hurno que produzca 3cro a.{uo Kgnks.de carbóu. Si se enciende a primeras ltoras de lamatiana puede quedar apagaclo al terniinar ^el se-^undo día, hacia el creptísculo. El enfriamient^^l,uede hacerse durante la noche, y a 1a nrañana deltercer día puecíe prcrced^erc,e al clesmontado delhorno.

1'ueden encenclerse y tener ett tiro cuatro hur-nos simultáneamente, porque el trabajo de su di-

c

. Ĉ;^tia

rección puede hacerse muy bien con dos prote-sionales.

El rendimiento en los hornos portátiles es tanpositivo +como el de las caberas a carl7oneras alaire, y también el carbón es de tan buena ^calidadcomo el de estas últimas. En cambio, se operarnucho tnás rápidamente, son más fáciies de aíri-gir, más seguras en su resultado, no necesitan tan-ta pericia los carboneros, porque cuando ]os hu-mos son excesivos y no pueden salir por la chime-nea, s^len por tpdos hs ttibos depuraderes y tam-

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Ilorno 'l^rihan, carbuni^a^lor desmbntabtc por plan-^chas metálicas a^eopladas vertic^l^ucnte.

bién por los asPiradores, disminu}^eudo el tiro porla falta cle aire }^ re^ulán^lose automáticament^^ste en los hornos nutálicos.

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1^^5"I'UD[O ECOiv10í1^1IC0 DE LEI^ASY' DI? CARBONES

^El estudiv económico no puede descender a de-talle ni dar cifras concretat^, que varían según seael emplazamiento de las caberas y hornos, las con-diciones extrínsecas del monte donde se haga lacarbonización, circunstancias locales según seamás o menos abrupto el monte y las exigencias demano de obra que vaxían de unos pueblos y regio-ne^ a otras.

Respecto a calidad cíe carbón puede decirse quepara el s•ervicio doméstico resulta mejor el car-bón de encina, siguiendo en orden de calidad elcíe abeclul, haya, roble; quejigo y fresno. Es deinferior calidad el de pino y desechabí^e•s los deaheto, chopo y sauce.

El precio a que resultará el carhón sohre cal^e-ra o carbonera depende de la eslrecíe de leña em-pleada, de las condiciones intríns^^ y extrínse-cas del monte, de la edad y, dimensiones de losárboles, de la espesura de la masa arbolada yde la topografía del monte.

El carbón resulta más barato de elaboración enterreno llano o semillano que en terreno abrupt^oe intransitable, en masas de espesura normal que

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cn muntes I^uer^b u;emicalvo^, L.s n^^is ventajosala corta ^• de mejor calidad e] carbón dc: leñas pro-redentes cíe árhol^es jóvenes quc el de los decré-pitos y excesivamente volu^uinosus. Tamhiéu in-Huyen en el coslo las coudicione^_; de saca del mon-te y la proximidad o lejanía dcl mercado.

\u puede por consigt^iirnte cncerrarse e' r.,tu-dio económico en los concretos números de nnadeterminada cifra. Solamente nr,c, es dacío utili-zar los datos que se obtienen de la práctica decarbonización para deducir módulos que sirvanen cada caso para obt^ner el costo en cada una drlas explotaciona carboneras.

:11ODliWS P^1tA DEDUCIIZ CC)STOtiDI? CAkiiONI^ACION

Ili:xuiui^nro ll^ xncrl^;kos.-Ui ► liachero es-perto puede en una jornada de ocho horas reali-zar el apeo, tronzado y rajaclo o hienda de I.IOokilogramos de leña de grueso rorriente.-3o a 40centímetros de diámetro--en trozos de o,8o a rmetro de ]ongitud ; puede llegar hasta realizar elapeo y tronzado sin hienda ^en pies de diámetroinferior a^_o centímetros de diámetr^r meclio, porun pe^^o de r.50o Kgms. en 'a jornada cíe ochohoras, haciencío ]a destroza a la misma longitud.Por término medio un experto leñador en el ma-nejo del hacha. en moute de concíiciones medias,rle espesura, de situación del mont^e, de dimensio-nes de los pies, se puede considerar que rea-

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- Li

lí^l l^i, refrrida5 l,rácticas sobre 1.3W l:ilo-^,rramus de ]dña. Considerando tlue sea el prume-^liv de rendimiento carbonero de la leña el r8 porroo del p^eso de ésta, el móclulo clue da el rendi-^niento de hacheros, referidn a la tonelarla de car-iú^n ohteni^ln, ser^r :

MODtJIA r

5^555 kg. (]eña por tonelada de carhón)___ _--- --- ------------ - -- ^.27^

r.3oo kg. (jornada de haehero)

cuyo mócittlo servirá para deducir el costo de ha-cheros con sólo multiplicar este ní^mero por elprecio local y actua] del hachero en jornada deocho horas, cifra qtte dará el costo dé elalx^ra-cicín de la leña neceszria para obtener una tone-lada de carbón. '

PORTEADORES DE LEÑA.-SC sul>one un área de^arta, hecha por roza, de seis a siete hectáreas,cuya centro sea la cabera o el horno de carbcín,^^uperficie adoptada comu media. L^ máxima dis-tanria radial del cuartel o tranzón de rnrta a rui*-tserá de a5o metros. La media scrá d^e t25 melros,que es la distanci^r a recorrer por los porteaclcrres de leña desde el sitio de cvrta a la carbon^erau harnu. L'n obrero de vigor y de agilidad mediapuede transportar en jornada de exho horas alsitio de carbonización 3.00o Kgms, de leña. Ke-f^erido el módulo a la tonelada de carhón obteni-cto, o sea para un rendimiento medio del tg porroo, referida aquella unidad métrica a la cantida^l

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de leña nc•ccsaria, que son 5.5á;^ Kgms., el módaluserá (IC^.c>no : o.rK -- 5•55 Ŝ K^nr^,^:.

^10DUL0 z^^55^ kb• dc leiia por Tm. dc carb^ín

I:' ,-_ - ---- - -- ---- - = i ^tS^,3.00o kg., jurnada de purtcamiento

multiplicando el múdulu pur el precio del portea-dor de la lcña o su jornal, se obtcndrá el costo deesta partida de gasto.

CARBONEROS PROFESIONALES. - Se SUpOtle laĉarbonización en carUoneras o caberas hechas alaire por ^el procedimiento prímitivo. Se suponencarboneras grandes, mayores de seis a siete tone-ladas de carbón. Tres operarios tardan cinco díasen la confección de ]a cabera o carbonera, o seanquince jornales invertidos, más dos obreros car-bóneros profesionales y expertos durante ochodías en la dirección de la carboniza^ción ; por jor-nada de ^.^ horas y^ en turnos de trabajo serátt^lieciséis dí^as de l^rofesionales carboneros parala carbonización. F_l número de jornacías de ochoboras <lel trabajo de carbonización será de 44 jor-nadas, y el total cle coufección de cabera ^- de sucarbonización será de 63 jornadas para rendi-rnienio de 7 toncladas de carbón, o cea por tone-lada de este proclucto, el rendimiento será :

MODULO 3

R" = q jornadas.

Bastará aplicar el precio del jornal ^le un profe-

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,iu^ial carUuneru p^^ra deducir el costo de carbo-q izaci^ín por tonclada.

A]c^s gastos dc hacheros, de porteadortia y de^n•utri.icmxlcs carboneros, sttntados, habrá qucagregar ]os due c^c^rrespondan por jornada don^i-^iiral, p^^r ul^ligat•iones sucia]c-s y por imprevistos.^l I íror too, para deducir el precio que ^en cadacaso alcance la tonelada cíe carbón en carbonera.

Ilna de las ventajas de elaboracicín en hornosrnetálicos partátiles es reducir consid^erablemen-te el costo de atención de los profesionales carbo-neros, que etI estos hornos puede ser un obrerocualquiera, con la poca práctica que necesita tenerpara atendeT al sencillo método de carbonizacióucn tales hornos metálicos. Dislwniéndose de uncquipo n^ínimo de cuatro de éstus, pueden obtener-se I.Soo Kgms. en dos día ŝ , con la sola aten,ciónde dos obreros, o sean sei^^ jornadas de obreroscorrienhes, resultando la carhonización de ^a to-nclada a cuatro jornadas de peón, en lugar de lasnuevc jornacías de carboneros profesionales a qu^^resulta la carbonización en pilas o caberas.

VALOR DE LA LENA EN PIE.-Se deducirá porla diferencia entre el valor del carbón en el mer-cado y la suma de gasto^ de carbonización.

VENTAJAS EN EL 1iÉTODO DE CARBONIZACIÓN.-El ^carbón obtenido por los hornos alcanza en leñapracedente de encina ^.ooo calorías, casi como ]ahulla.

Los hornos pernríten carbonizar no solamenicleilos de troncos y de ranlas gruesas, sino tambiénde ramillas delgadas y tala clase de despojos ve-

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getales, tocones, puutas, etc., etc., yue no pttedenaprovecharse en las pilas o caberas.

EI rendimiento de carhón por obrem y corl le-ña dr igual ^specie, es para lac, cal,eras, ^le i8,5o}• para lo, h^rnos metálic^s llega a ao y^ a 22 parroo.

l.a canc^^nización en carhonc:ras o pilas sólopuede hacerse en seiŭ u ocho meses, excluyendolos de estío. En hornos metálicos pttccle carboni-zarsc durante tudo el año.

Si bi^er► en las pilas o carboneras se elabora enuna hornada mucha más cantidad de carbón queen los hornos, que son siempre de menor cabi-da, cotno p^rmiten éstos multiplicarse más ^lue larcaheras, pudiendo un par de obreros atender aun equipo de cuatro y aun de seis hornos metá-licos, y como por otra parte el montaje, carboni-zación y desmontado del horno se operan en trein-ta horas y las caberas necesitan por lo mer.csciuco veces más tiempo, en definitiva por iornadade ocho horas se ]lega a produ^cir cinco y aun seisvecrs más canticíad de carbón que en las caberas.en ]os equil^^ti dc hornos ^uetálico^.

E1 único inconveniente que ufrecen ecunómica.-mente estos hornos desmontahles es, que tienen ungasto inicial de adquisición }' otro de amortiza-ción que no tirnen las caberas. Pero queda sobra-damente compensado en favor de aquellos hortios,porque reduce considerablemente el costo de aten-ción de los carhoneros, que ni necesitan ser esnE-cializados ni invierten tantas jornadas como enlas caheras.

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H^n éstas la Iluvia inlerrumpe ^• ^.iempre retrasala carbcmizaeión y^el earbón resulta cie inferiorralidací cuando está la leña mojacla. I:n !os hor-nos nn se interrumpe nunca por causa de lluvia!a carh^,nización y el retraso, caso de haberln, Sic•s fuerte• t• nmv pc^rtinaz la Iluvia, c; sietuprcc^rto. - -

En ]u^ monies abruptos, y en aqtrellos que ca-recen cle tierra, no puecle cfectuarse fa carboni-z^ción en carbonera^^ o caberas. En .llos solamente pued^e carbouizarse con hornos metálicos des•montables, que ni necesitan tierra ni requierer,gran espacio para su emplazamiento.

Otra ventaja de los hornos metálicos es ia dedisponer diariam^ente de carbón recientemente ela-horado, condicíón importante cuando se destinaeste producto a gasógenos geueradores de gascarburante para los autovehículos. El carbón decabera no siempre se dispone en tales condiciones.^' cuando estos gasógenos lleguen a tener gene-ral aplicación en los tractore<;, ,e^ harán más im-prec,ciudíbles los hornos metálicos.

Definitivam^ente e1 horno metálico desplaza alniéto<lo antiguo cle carbonización en caberas o pi-las, basta el punt^^ qne lo dejará relegado altriste papel de su historia, si^sigue el ritmo rje con-sumo creciente del carbón vegetal.

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CObIPOSI^ION QUI^tICA DEL CARBON VEGE-TAL DE HAYA OBTENIDO A DIFEREN'fES

TEhiPERATiJRAS

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Lstas investigacíones de ^'iolette acus^tn la pro-gresiva riqueza del carbono a tuedida que aun^en-ta la tetnperatura de la carbonízacíón, y la dismi-nución también progresiva de hidrógcnu y de lu;otrc>^ elementos, uienos de las cenizas, rlue al ígual^Iue el carbono, están,en razbn directa tt<^ la tem-peratura de carbonización.

Se cleduce también cle acluellas observaciuix ^la convenieneia de sóstener en la carbonizaciónuna temperatura aproximadamente ttnifortne y loniá^ elevada, porque en est<zs cundiciones se rea-liza una rápidá carbonización que se tradttcr en

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nta}^or ridueza de carbono, que es c•1 princil>io a^-tivo dei cari^ón, considerado corno comhu^tible.

El horno de juntas horizontales tiene sobre elde juntas verticales la ventaja de que pueden tjtie-dar herntéticatnente cerrados todos 1os c^.,c^pes cvnla arena que cubre las juntas a tope, attnque hat•a^ufri^lu al^una pequeña dcformación.

I'^^^r esto nos ,nclinamos a aceptar iurjor el tip^^^lc horno :^ingnain sobrc e( tipo Trihan. E^±^^, nuohstante, puecle teuer ventajas en terrenos e^araordinariatnente escabrosos por los que apet1as nuc-dan transitar cahallerías, porque las planci•i`as oct^-pan y l^an menos que uno de los cuerl;os ^I^^lhorno ^í•?^nain.