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PEDRO TOBAR CRUZ
VALLEEL HOMBRE _ EL POLÍTICO _ EL SABIO
1961
Editorial del Ministerio de Educación Pública
"José de Pineda Ibarra"
Guatemala- Centroamcric a
V
Al magisterio guatemalteco, en la celebración del XVII
aniversario de su gesta de lucha y de tu superación -
1944-1961.
EL AUTOR.
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VALLEEL HOMBRE — EL POLÍTICO — EL SABIO
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Impreso en los talleres de la
Editorial del Ministerio de Educación Pública
"José de Pineda Ibarra"
PEDRO TOBAR CRUZ
VALLEEL HOMBRE - EL POLÍTICO - EL SABIO
19 6 1
Editorial del Ministerio de Educación Pública
"José de Pineda Ibarra"
Guatemala- Centroamér i c a
&22
JOSÉ CECILIO DEL VALLE
LA RAZÓN DE ESTE LIBRO
MI REGRESO de la ciudod de Quezaltenango, a dondefuera en compañía de los licenciados Daniel Contreras R.,
Héctor Somayoa Guevara, Ernesto Chinchilla Aguilar ylos profesores José Joaquín Pardo y Mario Raúl Toledo,
todos, catedráticos del Departamento de Historia de la Facultad de Humani-
dades de la Universidad de San Carlos de Guatemala y donde estuvimos
departiendo en uno meso redonda sobre motivos históricos con tópicos denuestra independencia nocional, por amoblé invitación que hiciera la Facultad
de Humanidades de oquello bello ciudad, me encontré con una doloroso
sorpresa, de saber que el ministro de educación pública, según lo declaraba
el periódico matutino "Prensa Libre" de fecha 11 de septiembre de 1959, que
se había "girodo una circular o todos los centros docentes del país, para
que dentro de los enseñanzas que deben impartirse con ocasión del 138 ani-
versario de independencia nacional, se omita a José Cecilio del Valle comoprocer de dicha gesta, por estimar el ministro, que era Valle conservador yenemigo de la independencia y que únicamente ha de señalarse su figura
como la de un sabio".
El Imparcial'' de ese mismo día 11, se hacen consideraciones gene-
rales sobre la figura de Valle, manifestando que tal medida, no le hace mayorbien a los luchadores infatigables de nuestra independencia nacional, ya quetodavía están en el campo de las valorizaciones y todavía no se ha entrado
a un estudio de los hombres de esa época para darle a cada uno el lugar
que le corresponde.
Dice "El Imparcial" con tal motivo: "Desde luego las figuras y los
hechos históricos son materia de discusión y nada impide que se hagan las
rectificaciones pertinentes a la luz de minuciosos esclarecimientos, que impli-
can investigación, análisis y conclusiones, debiendo éstas basarse en docu-
mentos y además, fundarse en deducciones lógicas. Por tanto la defensa deestimaciones históricas consagradas como su revisión o substitución por nuevas
apreciaciones, jamás deben ser dogmáticas, ni mucho menos imponerse através de las autoridades administrativas, y éste es el caso del insólito movi-
miento contra el sabio Valle".
•
6 Pedro Tobar Cruz
Y sigue diciendo: "¿Por qué el ministerio no publica en libros o folletos
los estudios de que pueda surgir el esclarecimiento? No queremos creer quesimplemente porque ello obliga al trabajo y es más fácil redactar una circu-
lar cualquiera. Se dice que Valle era conservador, como un anatema quetoma partido a favor de los liberales de entonces, cuando en un bando yotro, hubo grandes valores, buenos y malos —como ocurre en todas las
épocas— pero se calla o desconoce la ideología expresada en "El Amigode la Patria" y otros luminosos escritos de José Cecilio del Valle, de tenden-
cia eminentemente liberal y avanzada para su tiempo; con ignorancia tam-
bién de la enorme influencia que ejerció su pensamiento, no sólo en Centro-
américa, sino en todo el continente americano".
Y abundando en consideraciones más generales, continúa: "Bastaría
recordar su concepción teórica y su argumentación práctica en favor de la
democracia, no de nombre sino actuante, mirando no sólo a la fácil prédica
demagógica sino a las realidades económicas y culturales: "En un país donde
el pueblo no sea llamado a elegir y ser electo, donde no tenga personeros
que sostengan sus derechos ni sabios que los manifiesten; donde el sistema
económico no tienda a distribuir la riqueza; donde una pequeña clase sea
la que se aproxima a los empleos; donde la división de la propiedad haya
sido viciosa desde su origen, es preciso que nazca el espíritu de familia y
que se vaya fortificando con el tiempo". Combate la aristocracia y critica
en ese sentido las instrucciones de Peynado para las Cortes de Cádiz —que
por cierto nos parecen excelentes para su tiempo— advirtiendo que su perió-
dico no es parcial, ni sostiene a partido alguno: "lo que deseamos nosotros
es que se acabe el espíritu de familia y se subrogue el espíritu público: el
bien general del pueblo de Guatemala, el bien más universal de toda la
América, ídolo de nuestros afectos, objeto de nuestros pensamientos"; anhela
que se aumenten la población y la producción de las riquezas de todos los
climas; "que el carácter de sus hijos no seú abyecto como el de los adulones
sino elevado como las montañas que engrandecen y distinguen la nuestra deentre todas las tierras del mundo".
"Bastará recordar que se adelantó al ideal bolivariano de la solidari-
dad continental, pefo no con los simples sueños del Abad, sino trazando
planes generales y enunciando programas para el desarrollo económico del
Nuevo Mundo y que como tal ha recibido la consagración de precursor dela Unión Panamericana. Todos sus escritos respiran apasionada esperanza
y profunda fe en el destino de las Américas e indudable amor a Centroamé-rica, pero que no era un fogoso soñador sino un sensato esculcador de la
realidad ambiente".
"En el caso concreto que con ligereza resuelve la circular ministerial,
de ninguna manera era Valle enemigo de la independencia o siquiera indife-
rente a ella; el historiador Marure —testigo presencial— relata la sesión del
15 de septiembre: "Valle tomó en seguida la palabra, y en un elocuente
discurso, después de evidenciar la necesidad y justicia de la independencia,
concluyó manifestando que no convenía hacer su proclamación hasta no oir
el voto de las Provincias"; en lo cual era consecuente con sus ideas de repre-
sentación democrática. Podía Valle equivocarse respecto a la oportunidad,
La Razón De Este Libro 7
más tenía derecho o exponer sus ¡déos, en manera alguna contrarias a la
emancipación. Cuando se consultó al Ayuntamiento sobre la anexión a
México, Valle fue contrario, declarando aue no tenia facultades ese cuerpo
colegiado para decidir: "debe haber aquí un soberano... que pacte con el
de México, y no son tol los ayuntamientos, sino el congreso, y, si éste no
puede por alguna razón reunirse, la Junta consultiva en último caso"; es decir
que debía cumplirse la disposición del acta del 15 de septiembre, que convo-
caba a dicho congreso con representación de todas las provincias. Le tocó
redactor ante» la respuesta al imperio mexicano —oficio de Iturbide de 1*
de octubre de 1821— y en forma cortés pero clara se rehusa enviar repre-
sentantes o los Cortes constituyentes que van a convocarse alió, pero se
espero oquí lo determinación de los pueblos, "pero el amor a la América,-
el conocimiento de sus derechos,- el deseo de independencia de España son
yo idénticos en el pecho de todos los americanos; ha de formarse un con-
greso y éste decidirá los destinos, sin perjuicio de conservar buenas relacio-
nes con la Nueva España y celebrar sus triunfos. En fin en 1822, defendió
la independencia de Centroamérica ante el congreso mexicano, demostrando
la insubsistencia de lo anexión".
"No sabemos cuáles sean los requisitos que fija el ministerio para
otorgar el título de procer, pero el pensamiento de Valle es procer y fue
rector en la organización de nuestra república, así como clave y antecedente
del sistema interamericano. Lo mejor sería que el ministerio dejase a los
historiadores discutir estas cosas, sin adelantarse a demeritar figuras admira-
bles; ya es demasiada la indiferencia por no decir mezquindad con quevivimos regateando los valores, siendo muy parcos para exaltarlos, y la
circular del ministerio es en el mejor de los casos inconsulta e inútil". 1
El Imparcial" del 14 de septiembre en la página 20, hay una acia-
roción que dice: "No se trota de omitir a Valle entre proceres. El ministro
de Educación Pública, licenciado Vicente Díaz Samayoa, se ha manifestado
sorprendido por una información en un matutino local sobre una supuesta
circular de ese despacho pora omitir el nombre de José Cecilio del Valle
como procer de la independencia nacional". "Esa versión fue recogida en
un editorial de este diario, en nuestra edición de ayer. El ministro DíazSamayoa dice que no se ha dirigido tal circular, y dice así en su nota: Señordirector: Me refiero, muy atentamente, a la nota editorial publicada en el
importante diario que Ud. dirige, en edición correspondiente al día 11 del
mes en curso, sobre la personalidad del sabio don José Cecilio del Valle.
"Al igual que la persona que escribió dicha nota editorial, yo tambiénme sorprendí al leer recientemente en el diario Prensa Libre, que el Ministerio
de Educación Pública había dirigido una nota a diversos centros educativos,
para que se omitiera el nombre de don José Cecilio del Valle como procer
de la independencia nacional.
"Me es grato manifestarle, señor director, que el Ministerio de Educa-ción Pública, no ha dirigido tal nota,- y que por consiguiente, es absoluta-
mente infundada la inculpación que se le hace, al afirmar que pretende
1 El Imparcial. 11 de septiembre de 1959. Ano XXXVIII. N« 12431.
8 Pedro Tobar Cruz
demeritar la figura ilustre de don José Cecilio del Valle, cuyo pensamiento
en. pro de nuestra independencia es ampliamente conocido. El Ministerio deEducación Pública únicamente asume la responsabilidad de aquellas decisio-
nes, instrucciones o iniciativas que estén basadas en la ley, o que hayan sido
autorizadas o respaldadas por la firma del ministro o, en su defecto, en los
casos de ley, por el subsecretario del ramo.
"En vía de rectificación del editorial aludido, Je ruego publicar la
presente en su próxima edición".2
Ante tales antecedentes y como un deber de justicia, me he puesto
nuevamente en contacto con un sinnúmero de apuntes que en mis años de
estudiante, fuera realizando, con el objeto de escribir un folleto, donde se
marcara en sus más altos relieves la tan discutida figura del sabio Valle.
Una semblanza, que subrayara sus estudios y su trayectoria en los campos
de la política, donde este gran centroamericano jugó tan importante papel,
en el movimiento ideológico en el primer cuarto del siglo XIX.
Por lo que la prensa guatemalteca ha expresado y por las declaracio-
nes tan oportunas que ha hecho el señor ministro de Educación Pública,
licenciado Vicente Díaz Samayoa, es necesario trazar con mesurada investi-
gación, los perfiles de la época en la segunda y tercera década del siglo
pasado, sentir en toda su amplitud el movimiento de los hombres de pensa-
miento, y ver, como iban despertando los pueblos ante el resplandor deotras regiones, iluminadas por la lucha emancipadora; y después de ese cono-
cimiento —seguir la trayectoria de Valle— estar con él en los primeros años
de su vida pública, cuando ejercitaba su espíritu, siguiendo con talentosa
intuición las prédicas de Goicoechea; analizar su comportamiento en los
puestos públicos y sus trabajos tanto sociológicos como económicos; actua-
lizar su posición el 15 de septiembre de 1821 y su postura cuando se planteó
la anexión de las provincias centroamericanas al imperio mexicano, y másaún, su hidalga comprensión de los problemas políticos, al discutirse en la
corte de Iturbide la situación imperante en los países del istmo.
Lo que más despierta admiración en don José del Valle, es el cono-cimiento y el interés que se creó por estar al día de los
1
problemas que másmovían la inquietud del mundo, como eran los problemas económicos. Esa
visión que tuvo de América, en su desunión y en su egoísmo, propugnandopor la unidad hispanoamericana, haciendo un llamado, para que todos,
fortaleciendo el presente engrandecieran el porvenir; porque América, nosólo ha de ser el continente de la paz, sino ha de engendrar en su seno el
hombre que advendrá.
Valle, se interesó con devoción y voluntad por conocer la situación deCentroamérica en todos sus matices: los habitantes, sus necesidades, lo
dañino de los cacicazgos, la riqueza de la tierra y la productividad de las
cosechas, las industrias necesarias, el incremento de la ganadería y el apro-vechamiento de las aguas de los ríos como vías de comunicación y de trans-
porte. Los problemas de la tierra eran los que más le interesaban, sabíaque allí estaba la riqueza que con el trabajo de los hombres, haría grandes
2 El Imparcial, 14 de septiembre de 1959. Año XXXVIII, N» 12433.
La Razón De Este Libro 9
O nuestros pueblos, su pensamiento ero: "Hay que digerir bien materialmente,
pora poder digerir bien mentalmente. Es doloroso ver esos cuadros en nues-
tros escuetos, rostros pálidos, donde el hambre ha dejado la huella de su
poso". Nuestros pueblos, antes piden pon que pedir libros, por eso, para
hacer pensar a estos pueblos ton conformes y tan llenos de apatía, necesario
es darles aquello QV9 desarrolla la vida, por añadidura vendrá muy pronto,
lo que es ilusión y lo que es amor.
Valle, estuvo siempre en la lucho como en una encrucijada. Los indi-
viduos de su época con tendencias conservadoras, sentían por él cierta rivali-
dad, tal vez porque les hacia sombra su indiscutible talento reconocido por
todos en los diferentes planos de la político. Ahora, los liberales, no podíanperdonar la preponderancia de Valle, les modificaba la honradez que le
daba a sus principios cuando éstos hacían juego con sus ideas, se desespe-
raban por su moderación cuando trataba de resolver delicados problemas,
sin precipitarse en su solución, más, si éstos eran parte integrante del futuro
del país. Su conocimiento de los innumerables como diferentes fenómenos
sociales, haciendo escola o apareciendo en los grupos humanos cuando la
agitación se enseñorea en los sentimientos, era muy halagador,- por eso los
liberales como los conservadores ante aquel cerebro que los dominaba, bus-
caban la manera de desacreditarlo, y esa escuela, por muchas razones ingra-
to se ha movido en todos los tiempos para poner en duda la actuación
política de Valle, sin juzgar con amplitud los acontecimientos que estallaban
ante el furor personal de los hombres y como consecuencia de los pueblos.
Ante los muchos ataques. Valle, se defendió brillantemente, su pluma
siempre ágil trozó la trayectoria de su vida, la importancia de sus estudios, el
trabajo desarrollado en los cargos que había desempeñado y su desinterés
personal cuando se trataba de la defensa de los intereses de la patria.
El 5 de mayo de 1824, se convoca a los pueblos a elegir a las autori-
dades federales. Valle pierde la partida compitiendo con el general Manuel
José Arce por lo presidencia de la república —en su oportunidad y en el
capítulo respectivo— se darán todos los detalles de tan singular contienda,
donde una vez más los pasiones partidaristas se pusieron al descubierto, des-
trozando la confianza y la justicio del primer evento electoral, por la primera
magistratura de la noción centroamericana.
Durante los años de 1825 a 1829, cuando las provincias unidas del
Centro de América, se debatían en una anarquía política sin mayor autori-
dad en los principios de Estado, y donde l.a autoridad misma, no sabía dondeprincipiaba y donde terminaba, Valle, vivió en compañía de sus libros yhaciendo ensayos estadísticos en la demografía de las provincias, como tam-
bién en la producción de la tierra.
P el general Morazán en 1829, al compás de los pasos del "Ejér-
cito Protector de la Ley", y barre con todo lo que se opone a sus miras
políticas, destierra a los que serían un obstáculo en el plan que se había
trazado y pone en cintura a muchos de los que ayer habían sido bastiones
del partido conservador. Sin embargo, Valle se salva, tal vez porque era
paisano de Morazán, o porque era demasiada gloria en las letras nacionales
10 PedroTobarCruz
y no se le debía mancillar con tanta ligereza, con un destierro o una prisión.
Los años de 1830 y 1833, son de trabajo y de acción, la madurez de
sus concepciones está en forma muy medida con los trabajos que realiza en
aquella época; ahondaba con mesurada inclinación en los problemas econó-
micos y sienta cátedra de erudición en la Academia de Estudios, la institu-
ción de los estudios superiores del doctor José Mariano Gálvez. Los que
conocen de sus estudios sobre disciplinas económicas, se maravillan del alcan-
ce de sus ideas, no se queda a la zaga de los talentosos economistas queen otras partes del mundo descifran los complicados problemas que cada
día son novedad en las ciencias políticas, sociales y económicas.
Por dos veces se enfrenta en la contienda electoral por la presidencia
de la república de Centroamérica al general Francisco Morazán, una en
1830, donde ampliamente pierde la elección y la otra en 1834, donde el pue-
blo centroamericano con una conciencia cívica que le enaltece, elige al
licenciado don José del Valle. Creyó el pueblo que en esa elección, se le
daría un nuevo giro a los destinos del país —pero tan nobles como lisonjeros
anhelos no pudieron realizarse— la muerte se anticipó a tan halagüeñas
perspectivas, y Valle, muere el 2 de marzo de 1834, cuando se dirigía suma-
mente grave a la ciudad de Guatemala. Muere en el camino antes de llegar
a Corral de Piedra, entre San José Pínula y Guatemala.
Valle fue un amante de la naturaleza, creyó en ella con la fe de un
convencido. Tuvo la intuición que la tierra y los trabajos del hombre en su
producción, serían la salvación de estos países. El destino quiso que con-
templando los paisajes de su tierra, una maravilla más de la creación, cerrara
los ojos, y se llevara grabado en sus pupilas la imagen de los panoramas desu Guatemala.
Pero para comprender en toda su magnitud la vida y el pensamientode Valle, es necesario hacer un recorrido por la trayectoria que marcara su
existencia y así, las diferentes facetas de tan discutida como recia persona-
lidad, se verán más firmes en la claridad de los campos del conocimiento.
Es muy seguro y soy el primero en reconocerlo y pedir disculpas, muchode lo que aquí he dejado escrito debe tener el sabor de la prosa del distin-
guido escritor hondureno Ramón Rosa, lo he leído mucho, muchas veces he
leído con verdadero placer la biografía que escribiera sobre el licenciado
don José Cecilio del Valle, es muy posible que un sinnúmero de palabras de
su prosa, tan llena de donosura, aquí también revoloteen haciendo juego con
las mías. Después de cada lectura, mi pensamiento se queda en suave
vibración, guardando con deleitosa complacencia la frase que aprieta la
sensibilidad de mi palabra, esencia, libando la frase ajena, pero reconociendo
el valor que tiene en la novedad y en la substancia.
Con estas palabras que invitan al lector a seguir adelante, dejo clari-
ficada mi posición —por qué escribí este libro— tal vez lo hubiera escrito
más tarde —pero ya qute la duda vuelve de nuevo a clavar sus dardos en
la figura de Valle, tan discutido ayer como discutido hoy, he considerado
que ya era tiempo de hacerle justicia y señalar sin rencorosos vocablos, los
La Razón Di Este Libro
pasos falsos de tan discutida personalidad, de hacer visible su posición polí-
tico en época tan llena de pasiones como rica en acontecimientos, y subrayar
con vigorosos trazos la modurez de su pensamiento como sabio, lo único quenadie ha pretendió discutirle. El pensador sigue de pie. La vigencia de sus
concepciones no han sido superadas. Su pensamiento de ayer, es una viven-
cia que sigue tocando la» puertas de los hombres de hoy.
PRIMERA PARTE
«•n. Empleos públicos. Matri-
movimientos de Centroaméríca por*n*ri tnnt»« •£ aclaran.
INFANCIA
José Cecilio del Valle nació el día 22 de noviembre de 178071 en
la villa de Choluteea. población fundada sobre la orilla izquierda del río
que lleva su mismo nombre.* Por esa época se reconocía que la villa de
Choluteea era la mis importante que tenía la provincia de Honduras en
la región sur, por sus grandes como valiosas haciendas de ganado, los cul-
tivos que se hacían principalmente de maíz y de algodón y las ricas minas
algunas todavía en activa explotación.
El río Choluteea era un atractivo coadyuvante en sus comunica-
ciones, pequeñas embarcaciones subían y bajaban hasta la villa, llevando
muchos artículos de la tierra para el consumo diario de los moradores
de la población y de las aldeas vecinas. El clima de la villa es ardiente
pero sano —está situada sobre una extensa y hermosa llanura— abundan
1 El nombre de José Cecilio ha dado lugar a controversias. En todos losescritos que se le conocen y las firmas que dejó, solamente firmaba José delValle. Esta Incógnita poso en juego muchos pareceres. Como nació el 22 denoviembre, dia que la Iglesia Católica ha consagrado a Santa Cecilia, virgen mártir,al ser bautizado se le hizo con el nombre de José Cecilio.
2 A Choluteea desde un principio se le menciona como villa. Por RealProvisión del 31 de octubre de 1580, se incorpora a la Jurisdicción de Tegucigalpa."Por esta Real provisión de 31 de octubre de 1580 se incorporó, pues, la Audienciaa la Jurisdicción de Tegucigalpa de villa de Jerez de la Frontera de la Choluteea,con sus pueblos, y asi dejó de formar parte de la provincia particular de Guatemaladicha villa con el golfo de Fonseca y sus islas, en donde habla pueblos sujetosa su Jurisdicción. Y asi fue como Honduras, que hasta la fecha de la relacióncopiada en el capítulo precedente sólo tenia costa en la mar del Norte, vino atenerla en la mar del Sur. Y asi se explica que los alcaldes mayores de 1580 enadelante, hayan encabezado sus diligencias, escribiendo después del nombre, laspalabras "Alcalde Mayor del Real de Minas de Tegucigalpa y de la Villa de Jerezde la Choluteea." Durón, Rómulo E. Bosquejo Histórico de Honduras. 2» edición.Publicaciones del Ministerio de Educación Pública. Tegucigalpa. D. C. Honduras.Centroaméríca. Página 77.
13
14 Pedro Tobar Cruz
los pastos naturales para la crianza de ganado vacuno y caballar, siendo
la ganadería la principal riqueza e industria del departamento. La región
es rica en metales preciosos, sobresaliendo las afamadas minas de El Cor-
pus de tanta . importancia en tiempos de la colonia, que la Audiencia se
vio obligada a establecer allí, un empleado del Tesoro para recibir los
quintos reales. La altura de la villa sobre el nivel del mar es de 56 metros.
"Según consta en la Relación oficial de los títulos y méritos de
Valle,- hecha en Madrid, a 3 de septiembre de 1815, por la secretaría de
la Cámara de Gracia y Justicia y del Estado de Castilla, José Cecilio del
Valle era hijo legítimo de don José Antonio Díaz del Valle y de doña
Gertrudis Díaz del Valle; noble hijodalgo, y de las más distinguidas
familias españolas de la provincia de Guatemala, quienes, por lo tanto,
han obtenido en ella los más principales empleos públicos y militares".
Para conocimiento mejor de esta región de la parte sur de Hondu-
ras, y para que se vea que no obstante su importancia comercial y rique-
za, había un completo atraso educativo, ya que a eso se debió el traslado
de la familia de Valle a la capital de la colonia, transcribo lo que dice
el historiador hondureno Rómulo E. Durón en su obra "Bosquejo Histó-
rico de Honduras", en las páginas 77 y 78. "De los seis pueblos de espa-
ñoles que tenía Honduras, se añadía ahora la villa de Jerez de la Fron-
tera, agregando: La villa de Jerez de la Frontera, en lengua de indios
la Choluteca, en los confines de Guatemala y Nicaragua, ochenta leguas
de Santiago y veinte de San Miguel, al sudeste de entreambos; de treinta
y cinco vecinos españoles, en comarca fértil de algodón y de maíz, aunque
no se da trigo". "Juan López de Velasco describe lo que era Choluteca
en los años de 1571 a 1574. Dice que en lengua de indios es Choluteca
o Malalaco; que la fundó don Cristóbal de la Cueva por mandato de
don Pedro de Alvarado y la llamó Xerez de la Frontera, por ser él natural
de esta ciudad en España; y que está en los confines de Guatemala,
Nicaragua y Honduras, 20 leguas al levante de la villa de San Miguel y24 de la ciudad de León, en 91 9 y 2/3 de longitud de Toledo y 129 y 1/3
de altura. Se decía la Choluteca, por estar junto a un río de este nombre
que en tiempo de corrientes es muy furioso: el llano en que estaba era
tierra fértil de maíz y algodón; sus vecinos tenían estancias de ganado;
y habían minas de oro en el cerro llamado de San Juan".
La infancia de José Cecilio del Valle transcurre sin mayores nove-
dades en la provincia de Choluteca, únicamente, con el halago de perte-
necer a una de las familias más acomodadas y de más respeto entre los
mismos españoles, como entre los centenares de descendientes de los anti*
! >mbre — El Político — El Sabio 15
guos cholutccas, y que hoy cultivaban la tierra de sus amos o cuidaban
el ganado en las desperdigadas haciendas de ganado, famosas ya por
aquella época.
En los tiempos de la colonia, los pueblos vivían en un completo
atraso, el comercio era insignificante, no habían vías de comunicación,
las calles polvorientas y se carecía de los más elementales servicios sanita-
rios. La educación pública estaba en completo abandono, ni las autori-
dades ni los vecinos mostraban mayor preocupación por llevar a los niños
un poco de instrucción; algunas veces el sacerdote o el sacristán del lugar,
interesados por la religión del pueblo, abrían alguna escuela dominical
en los conventos y donde muy pocos aprovechados aprendían lo más indis-
cuenta de esa manera de los nuevos mundos que da el
En un ambiente asi desperezaba sus años el pequeño Valle, sabo-
los halagos de la familia y las comodidades del hogar. Algunas
veces, pasaba grandes temporadas, principalmente en la época de las
y de las cosechas, en las haciendas de ganado "Ola" y "Namo-sigüc". Pero los padres no era eso sólo lo que deseaban para el hijo,
ellos querían que una carrera universitaria coronara tan buenas aspira-
ciones. Tegucigalpa, la provincia mas cercana, estaba en la misma situa-
ción, no tenia escuelas primarías, apenas una que otra escuela de primeras
letras, que regenteaban particularmente mujeres de alguna edad o que
¿ñateaban los padres pudientes para que los hijos aprovecharan las pri-
meras letras y lo más elemental en matemáticas.
En lo que se refiere a enseñanza superior, en Comayagua, capital
de la provincia, funcionaba un colegio tridentino, creado por el obispo
Vargas y Abarca, su especialización era la enseñanza teológica y en 1784
por gestiones del obispo Antonio de Guadalupe se inició la enseñanza
de Filosofía escolástica. En tan precaria situación educativa, la familia
de José Cecilio, interesada en su formación cultural se trasladó en 1789,
a la ciudad de Guatemala, capital de la Capitanía general, dejando así
a los nueve años su tierra natal, a la que nunca pudo olvidar, dedicándole
los mejores como más íntimos recuerdos y haciendo votos por su engran-
decimiento y prosperidad.
16 Pedro Tobar Cruz
ESTUDIOS
Dio principio a sus primeros estudios formales en la escuela de
Belén, aprendiendo con encariñado provecho las lecciones que allí se
daban. El campo educativo de Guatemala en esa época se movía bajo el
imperativo de la influencia institucional de la colonia. Refiriéndose a
esta época dice José Milla y Vidaurre: "Las doctrinas atrevidas que en
el antiguo mundo habían producido una transformación completa en las
ciencias morales y políticas, apenas eran conocidas en este Reino, que
por sus escasas y tardías comunicaciones con la Europa, permanecía casi
enteramente extraño al movimiento intelectual del resto del mundo, ya los acontecimientos que cambiaban la faz de las naciones. De la tem-
pestad deshecha que destruía las creencias e instituciones seculares, llega-
ba solamente, algún rumor lejano a estas remotas y pacíficas comarcas,
que hacían de la conservación de la fe religiosa y de la lealtad al sobera-
no, sus más espléndidos blasones. Las ciencias exactas eran casi ignora-
das, y los pocos hombres estudiosos que se dedicaban a cultivarlas, excita-
ban las sospechas del vulgo, que creía ver el resultado de artes diabólicas
en las operaciones más inocentes y sencillas de la física experimental.
Relativamente adelantados los conocimientos en las ciencias eclesiásticas,
en la jurisprudencia y en la bella literatura, eran desconocidos los estudios
de la economía política y de las matemáticas; y la filosofía no había
logrado desembarazarse de los embrollados sistemas de los peripatéticos. 3
Más tarde el despertar de los estudios superiores fue de grandes
alcances, sus resplandores alumbraron toda una época —la reacción del
pensamiento trazó nuevos derroteros y las figuras de Felipe Flores, Jacobo
Villaurrutia, José López Rayón, José Mariano Mociño y sobre todo,
fray José Antonio Liendo y Goicoechea, representativos de ese movimien-
to reformista y que fue tan fecundo en sus manifestaciones, como benefi-
cioso en la vida política y social de la colonia.
Goicoechea, un positivista de actuación decidida, imprimió un
nuevo camino a los estudios universitarios; "estableciendo los principios
fundamentales y útiles de que las ciencias exactas debían subordinarse a
la demostración; las ciencias naturales a los experimentos; las ciencias
políticas y morales al bien de los pueblos; y las ciencias filosóficas al
examen crítico de la razón humana". Al referirse Valle a los trabajos
3 Fragmento del discurso que en elogio de fray Matías de Córdova, leyódon José Milla, en el salón principal de la Sociedad Económica de Guatemala eldia 13 de enero de 1867.
: ¡ubre — El Político — El Sabio 17
de tan robusto pensador, dice: "En el seno mismo de los escotistas: en la
edad de los errores, supo elegir los libros más sublimes de las ciencias
a que fue dedicado: apropiarse los conocimientos más grandes, darles las
gracias de su genio, y comunicarlos a nosotros y a nuestros mayores. Ved
aquí su justo valor. Fue lo que Fonteñe 11c dice de un filósofo: el Pro-
meteo de la fábula que robó el fuego' a los dioses para comunicarlo a los
hombres**. Continúa Valle en su exposición y se conduele del pago que
se le diera a Goicoechea por enseñar la verdad: "Tantas verdades no
fueron oídas sin espanto. La verdad, dice un escritor, es como ese ele-
mento útil y terrible que alumbra, pero quema y puede devorar al mismo
que se sirve de ¿1 para el bien público. Los que la han dicho: los que
han levantado la voz contra la doctrina de las escuelas: los que han sabi-
do distinguirse, han sido siempre víctimas de las pasiones. Sócrates, con-
denado a muerte: Aristóteles, fugo: Descartes, acusado: Galileo, preso:
anos, desterrado; son ejemplos tristes que atestan la miseria del
hombre y deben cubrirle de oprobio". Y prosigue: "Los escolásticos,
viendo que se destruía la base única de su nombre, se ligaron para anona-
dar el del P. Goicoechea. La envidia movió los resortes de su encono.
La hipocresía jugó sus antiguos ardides: la intriga maniobró en secreto:
Los prelados penitenciaron y condenaron a ser último lector a quien tenía
tantos derechos para ser el primero: la opinión se volvió contra el que la
ilustraba; y el público, señores, el público a quien daba luces provechosas;
el público a quien hacía servicios tan heroicos, llegó a verle como objeto
de horror".*
Goicoechea en su atrevido plan de reformas en los planes universi-
tarios, recibió el zarpazo de la incomprensión del medio y con el anatema
de un clero malévolo e ignorante se atrajo un sinnúmero de molestias yde malquerencias; sin embargo, sus ideas encontraron campo propicio ypoco a poco fueron germinando en una javentud sedienta de anhelos.
"El reformador tiene que ser víctima de las pasiones y preocupaciones
de los contemporáneos, a la vez que victimario de un sistema de errores.
El anatema y la condenación del presente, y la honra y la gloria en el
porvenir: he aquí la suerte de todo verdadero reformador". 5 No se puede
tener la bendición de las generaciones venideras, sino se tiene la maldi-
ción de los contemporáneos. Todo reformador tiene en su glorificación
una copa de cicuta y todo redentor en su final, un madero y un calvario.
4 Fragmentos del discurso de Valle y que en elogio de Goicoechea pro-nunció, por encargo de la Sociedad Económica de Guatemala, el 2 de agosto de 1814,
5 FJ mismo discurso citado de Valle.
18 Pedro Tobar Cruz
Esta reforma universitaria, trajo como consecuencia en la ense-
ñanza el empuje de una transformación social, beneficiosa a los espíritus
de la época, ya que operó al correr de los años la generación que dio
vigencia a la constitucionalidad de los países de la Capitanía general de
Guatemala.
José Cecilio del Valle, como tantos otros, aprovechó estos cambios
y pudo en esa libertad que principiaba a gestarse, saborear las ideas reno-
vadoras y esencialmente revolucionarias en los campos de la filosofía, que
venía barriendo con todo un pasado lleno de prejuicios y de estéril esco-
lasticismo. Al referirme a esta época de tan señalada trayectoria de la
Universidad de San Carlos de Guatemala, y de los profundos como
fecundos estudios que hiciera Valle, no me resisto a copiar lo que de él
dice el hondureno Ramón Rosa: "Sin la reforma, sin las enseñanzas del
franciscano Goicoechea y sus adeptos, no puede explicarse, ante la Filo-
sofía de la Historia, cómo en aquella oscurísima época colonial, cómo en
Guatemala, uno de los limbos más remotos de los pueblos colonizados por
España, pudo formarse un hombre que, a principios de este siglo, (siglo
XIX) divulgó, en todos los ramos de las ciencias, verdades tan útiles
como trascendentales, que hoy mismo tan sólo las comprenden y las popu-
larizan los más célebres y afamados escritores del antiguo y nuevo conti-
nente. Es indudable que nada se pierde, así en lo físico como en lo moral:
en la vida, y en las producciones fecundas de José del Valle, palpita el
alma creadora y luminosa de Liendo y Goicoechea".
Los estudios de Valle se fortalecían con tan sabias enseñanzas, el
colegio Tridentino le dio lo que tenía de gramática latina y la Universidad
se encargó de darle la enseñanza secundaria y superior. Saboreó su
primer triunfo al elegírsele para sustentar el acto público de Lógica,
Metafísica y Física experimental, donde el joven alumno hizo derroche
de amplios conocimientos, moviendo en novedosa disertación la contro-
versia donde se jugaban ideas teológicas y metafísicas. Valle cuando se
trataba de estudios era siempre un insatisfecho. No se contentó con lo
que le proporcionaba la Universidad, desde temprana edad se puso en
contacto con aquellas personas que por su talento le podían proporcionar
amplitud a sus conocimientos. Los idiomas le marcaban nueva ruta tras
un anhelo de superación, el inglés, francés e italiano, le fueron con mar-
cado provecho familiares, rápidamente se relacionó con el pensamiento
de los hombres de ciencia que se daban por entero en los campos del
mundo científico.
mbre — El Político — El Sabio 19
GRADUACIÓNSu vida de estudiante fue de un apego completo a los libros y a
la observación, buscaba en lo que le rodeaba la mejor explicación de lo
que leía. Estos estudios tuvieron rápidamente su culminación, en diciem-
bre de 1794, y con sobresalientes notas se gradúa de bachiller en filosofía
en la pontificia Universidad de San Carlos, más tarde y con inquieta
perseverancia, en julio de 1 799, obtiene el grado de bachiller en derecho
\ canónigo, culminando todos estos estudios al obtener el título de
Abogado en la Audiencia de la ciudad de Guatemala e incorporado en
ella en 1803, en el mes de agosto. A los 22 años y con tantos comosazonados estudios que había realizado —a esa edad— mostraba una
madurez de criterio y con firmeza en sus convicciones que sin mayores
esfuerzos se fue creando un clima de personaje serio y de muchos cono-
cimientos. Ramón Rosa, su mejor biógrafo, ha hecho un estudio minu-
cioso de la vida y del pensamiento de Valle, lo describe tanto físico comorooralmente en la siguiente forma: "José del Valle, era de regular csta-
ni alto ni bajo; era de esos hombres que no impresionan ni por lo
exiguo ni por lo grande: sus formas constituían un conjunto armónico:
su color era trigueño; su cabeza era pequeña, pero esférica; su frente era
ancha, espaciosa, pero un tanto limitada por el pelo echado hacia ade-
lante: tenía ojos pequeños y vivísimos, y de un negro profundo en que
¡creaba mucho de la luz meridional de las ardientes playas de Cho-
luteca: su nariz era regular, y sus mejillas, ligeramente cóncavas y empa-
lidecidas, hacían resaltar sus pómulos, dándole un interesante aspecto
reflexivo: su boca era graciosa, con sus labios un tanto contraídos, con-
tracción que se notaba más por la ausencia del bigote: el resto de su
cuerpo era proporcionado y delgado, aunque no flexible, pues había en
los movimientos y en la postura de Valle algo de tiesura y mucho de
severidad. Vestía con cierta sencilla elegancia. Usaba blanquísima
camisa de alto cuello que casi le ocultaba las partes laterales de la barba;
llevaba enorme corbata, de finísima seda blanca, muy anudada, levita
de paño negro, abotonada de arriba abajo, que ocultaba en su totalidad
el chaleco, y pantalones del mismo color, perfectamente tallados".
'En lo moral Valle era un hombre entero, inflexible en la línea
de su deber, de costumbres regulares, austeras, severísimas, y no obstante
poseía un alma muy afectuosa, muy apasionada. Tenía la conciencia
clara de su propio deber, y era hasta orgulloso; tenía tal vez el único
orgullo excusable; y sin embargo era dulce, afabilísimo en el seno de la
20 Pedro Tobar Cruz
amistad y de la familia, y muy caritativo para con los desvalidos. Tenía
cierta seriedad de carácter, muy propio del hombre de la reflexión pro-
funda y de los cálculos matemáticos; y a pesar de esto, amaba apasiona-
damente las artes bellas, en especial la música y la poesía. Tenía una
conversación animadísima y variada, y particularmente cuando explicaba
una materia, lo hacía hasta la saciedad: parecíale que sus amigos o con-
tertulios no le entendían lo bastante, o que no se explicaba como debía,
y usaba y abusaba de la palabra en sus conversaciones, cuando en ellas
creía ver algo instructivo, algo de enseñanza".
Después de su graduación y de los títulos adquiridos, se consagró
por completo a una vida de estudio y de observación, veía al individuo
como célula del grupo social, buscando en sus más mínimas manifesta-
ciones el alma de sus problemas, con un amplio sentido sociológico bus-
caba en las comunidades rurales ese agitar económico que consume a los
individuos, se indignaba muchas veces de tanta miseria nadando en la
riqueza. Comprendía el mal, sabía de sus orígenes, pero no se rebelaba
su espíritu, condenando esa situación por el extorsionismo con que la
corona española sujetaba a las colonias.
EMPLEOS PÚBLICOS
Como es de suponer, esta vida se deslizaba sin ninguna rebeldía
y sólo mostraba una ejemplar conducta —sin embargo, por sus conoci-
mientos que ya eran reconocidos y su calidad de hijodalgo— se hace
merecedor a un sinnúmero de privilegios, de los que tanta gala hacían
los peninsulares. Por tal motivo, obtiene la confianza de las autoridades
españolas y la amistad del capitán general, quien tuvo para la familia de
Valle, muchas especiales consideraciones.
Con estos antecedentes en mayo de 1805, Valle es nombrado dipu-
tado interino de la Comisión de consolidación; defensor de las obras pías
y censor de la Gaceta de la ciudad de Guatemala, estos nombramientos
le llegaban en "atención a sus especiales títulos y méritos. En febrero
de 1806, se le nombra, Asesor del consulado de Guatemala; en marzo de
1807, Fiscal del juzgado de los reales cuerpos de artillería e ingenieros
del Reino y en abril' de 1808, Asesor de los referidos cuerpos", "cuyos
destinos, asegura la relación citada, y la Asesoría de los juzgados ordi-
narios de la capital, desempeñó con el mayor tino y general aprobación,
Valle — El Hombre — El Político •»- El Sabio 21
y Jos más de ellos, sin sueldo alguno, como igualmente otras comisiones
de la Real hacienda que también se le encargaron".*
Al hablar de tantos cargos y puestos que desempeñaba Valle, su
ya citado biógrafo, Ramón Rosa, que ha estudiado profundamente a
centroamericano tan ilustre, tiene palabras un poco duras sobre algunos
de éstos, asi dice: "me da profunda pena el apuntar que haya merecido
y aceptado la confianza de ejercer el cargo de Censor, por mas que éste
se contrajese a la prensa ofi que, de materias sociales y políticas,
podía tratar en aquello* aciagos tiempos de opresión y absolutismo auto-
ritario. Repugna ver, cómo en fuerza de las instituciones de aquella
época, la alta inteligencia de un gran pensador, que en el fondo recono-
cía los fueros sagrados del pensamiento, tuvo por ministerio ejercer la
censura que, aún en lo oficial, tiene siempre mucho de inquisitorial, de
degradante y de odioso". T
Los conventos religiosos que se regaban por toda la capitanía
general, eran por esa época, dominantes por su fortaleza económica,
dueños de valiosas fincas rústicas y urbanas, daban movimiento a la renta
impulsada por altos intereses. Los que llegaban a una representación
de estos conventos tenían asegurados cuantiosos emolumentos y uno de
estos favorecidos, fue Valle, quien en 1808 es nombrado Abogado del
convento de Santo Domingo, con muchas propiedades en la provincia.
Rosa, hace por tan singular nombramiento un comentario que quiebra
la personalidad del economista y desvincula al hombre que norma sus
ejecutorias consagradas al bien de la comunidad. Dice tan interesante
comentario, y que no quiero privarme del placer de transcribirlo: "¡Con-
trariedades notables las que ofrece la suerte! ¡Singulares contrastes los
que presenta la posición de ciertos hombres, cuando las ideas que profe-
san no están en armonía con el organismo de la sociedad en que viven!
Valle como verdadero economista, no podía ser partidario de las manos
muertas, de la propiedad vinculada, inmovilizada, poseída por individuos
avezados a la inactividad, a la pereza y substraída al movimiento del
cambio, de la circulación activa y reproductora. Y sin embargo, el
economista Valle, cediendo a las exigencias de su tiempo y de su posi-
ción, fue el abogado, el defensor de las manos muertas. Sólo en los países
libres, en que tienen ancho campo para desarrollarse, de un modo armó-
6 Relación oficial de los títulos y méritos de Valle, hecha en Madrid, a3 de septiembre de 1815, por la Secretaría de la Cámara de Gracia y Justicia ydel Estado de Castilla.
7 Rosa, Ramón —Biografía de José Cecilio del Valle— Tegucigalpa, 1882.
V
22 Pedro Tobar Cruz
nico, todas las actividades, todas las aspiraciones de los asociados, puede
notarse la falta de las repugnantes inconsecuencias que hacen aparecer
a los hombres, como en un teatro donde se representan indignas comedias,
representando papeles opuestos a sus convicciones y a los votos íntimos
de su conciencia". 8 En 1809 y en el mes de abril, fue propuesto para el
cargo de diputado vocal de la Junta central de la provincia, fue electo yse le nombró secretario de la Junta preparatoria.
En el año de 1810 y como consecuencia de los acontecimientos
que agitaban a España con la invasión de los franceses y los movimientos
independentistas que estremecían el suelo mexicano, lo mismo vastas
regiones de la América del Sur —la Capitanía general de Guatemala
—
da señales de desperezarse, aunque lentamente de su apatía por las luchas
autonomistas y un año más tarde, en El Salvador prende la chispa de la
insurrección, le sigue Nicaragua con una tentativa más fuerte, y sólo
fueron dominados, por el compromiso de un cumplimiento que Busta-
mante y Guerra falseó al no hacer honor a su palabra; la conspiración
de las juntas de Belén en Guatemala en 1813, es el remate de estas agi-
taciones.
Estos movimientos, no obstante el espíritu que los animaba, fra-
casaron, más que todo por la poca conciencia que el pueblo tenía sobre
hechos de tal naturaleza. Estas insurrecciones encontraron a Valle como
empleado del gobierno español y en ese carácter mantuvo su fidelidad a
la corona, no mostrando mayor simpatía por aquellos movimientos, donde
muchos de sus compatriotas manifestaban posición decidida por la liber-
tad política de la colonia. Valle, en tal estado de cosas, se mantuvo
como un espectador, no comprendió o no quiso comprender los gestos de
tantos ilustres centroamericanos, que exponían por la independencia, su
seguridad personal como la seguridad de su familia; su moderación trazó
el derrotero de su seguridad, fortificando la posición que se había pro-
puesto mantener. Esta actitud tan reprochada por los guatemaltecos, le
valió para que el arzobispo de Guatemala, Ramón Cassaus y Torres,
certificara a la corona española en 1815, cuando el deseado de Fernando
VII ahogaba lo conquistado en las Cortes de 1812, lo que sigue: "Este
sujeto ha brillado como modelo de lealtad española, de patriotismo ver-
dadero, y de adhesión heroica al legítimo gobierno, a pesar de lo que
por estos nobles sentimientos ha tenido que sufrir por los tiros de la envi-
8 Rosa, Ramón —Biografía de José Cecilio del Valle— Tegucigalpa, 1882.
I — El Hombk* — El Político — El Sabio 23
día y malignidad de los propensos a la disolución del Estado monárquico.
Si los demás americanos de distinción c instrucción le hubieran imitado,
la América hubiera sido feliz, y los pueblos no hubieran sido seducidos".9
Este elogio lastima li sensibilidad humana, la grandeza de Valle
se quiebra y el espíritu como la conciencia del hombre, se resisten en
creer que aquel centroamericano de madurez intelectual no haya reaccio-
nado ante aquella alabanza que más tarde le sirvió de lastre cuando su
figura se agiganta en los años posteriores a la independencia. RamónRosa, el ya mencionado biógrafo de Valle, se duele de tan inoportunos
elogios del jefe de la iglesia guatemalteca y dice: "Hay elogios que hacen
daño, mucho daño. El arzobispo Cassaus, presentando a Valle como
modelo de lealtad española, afea la figura de aquel gran centroamerica-
na Valle fue tan pequeño por su adhesión heroica al legitimo gobierno
de la colonia, como grande fue después por su firme adhesión a la inde-
pendencia y a los principios de la república, Valle, subordinado a la
colonia, y el arzobispo Cassaus afirmando que la América hubiera sido
feliz si los demás americanos de distinción e instrucción le hubieran imi-
tado, estaban de acuerdo con su educación, con sus antecedentes históri-
cos, con sus intereses del momento, y seguían las corrientes de las ideas
de las clases sociales a que pertenecían; pero no estaban acordes con
algo más impersonal, con algo más elevado, con algo más noble y dura-
dero, con las exigencias de la justicia, con las inspiraciones de la huma-
nidad. No es para todos el heroísmo de las revoluciones redentoras: Valle
no tuvo ese heroísmo, y lo siento, y debe deplorarlo la historia, pues es
de desearse que el sabio estadista hubiese dado, en todo y por todo, un
alto ejemplo de desprendimiento, de abnegación y de elevadas miras. Su
sumisión a la colonia, según el criterio del arzobispo Cassaus, imitada
por los americanos, habría hecho la felicidad de América. Este es el
absurdo de los absurdos. Y no se crea que hago esta afirmación en
menosprecio, y menos en odio a España. España nos dio todo lo que
podía darnos, su noble sangre, su habla hermosísima, su religión, sus
caballerosas costumbres, su genio atrevido, espiritual, y sus protectoras
Leyes de Indias que han permitido, para su eterna honra, que hayan
vivido y vivan al lado de sus bisnietos, millones de los bisnietos de los
indios que han venido de manera gradual, civilizándose y formando un
gran elemento social de nuestra América. Dígase lo que se quiera de la
9 Rosa, Ramón —Biografía de José Cecilio del Valle— Tegucigalpa, 1882.
24 Pedro Tobar Cruz
conquista de España, cuyos extravíos y excesos no justificó,10 pero ella,
por el espíritu y tendencias del gobierno de la Madre Patria, no tuvo
por principio él odio y el exterminio de los aborígenes, inhumano prin-
cipio que se ha visto realizado en los Estados Unidos de Norteamérica,
bajo los auspicios de un sistema frío como el cálculo, exterminador como
la muerte. En las repúblicas hispanoamericanas vivimos los descendien-
tes de españoles al lado de los descendientes de los caciques, principales
y proletarios indianos; y vivimos como elementos armónicos, puestos al
servicio de una misma causa, de la causa de la justicia y de la civilización.
Este honor insigne corresponde a España, nuestra Madre Patria, de quien
tenemos los vicios, pero también las preclaras virtudes. Nuestra indepen-
dencia se ha operado porque debía operarse, en cumplimiento de inde-
fectibles leyes históricas. Fue natural el resentimiento, fue natural el
odio en tiempos de acerbas, de crueles luchas; pero hoy ley de amor debe
presidir a nuestras relaciones con la Madre Patria. Sus dolores son
nuestros dolores, sus errores son nuestros errores, sus alegrías son nuestras
alegrías, sus glorias son nuestras glorias, su historia es nuestra historia ya buen seguro, en lo porvenir, sus destinos sürán nuestros destinos. Por
esto en la independencia de América yo no he visto ni veo más que la
realización de la gran verdad, expresada en una de esas maravillosas
síntesis históricas, que sólo es dado formular a mi ilustre amigo, el primer
orador del siglo, don Emilio Castelar: "Los pueblos tienen que ser ingra-
tos con los pueblos para ser agradecidos con la humanidad".
i
La Sociedad de Amigos de Guatemala, reiniciando sus labores des-
pués de un receso de^ muchos años, el 15 de febrero de 1812, patrocina la
enseñanza de la economía política, nombrándose a Valle como regente
de esta cátedra, presentando el 12 de marzo del mismo año el plan que
adoptaría, haciendo un maduro juicio, una exposición del origen, carac-
teres, desarrollo, valor y fines de la ciencia económica. En este informe
clarifica la importancia de esta ciencia en la sociedad, contempla la lucha
10 Los excesos, las crueldades de los españoles, en daño de los indios, quedisminuyeron la población aborigen, no fueron estimulados ni autorizados por elgobierno de la; Metrópoli. Las leyes del gobierno de España fueron esencialmenteprotectoras: sus agentes, amparados por la distancia, y avezados al militarismo,son, ante la Historia, los responsables de las iniquidades cometidas en América.Isabel la Católica, Carlos III, y otros monarcas benéficos, valen más, para mí,que muchos de los dictatoriales y sanguinarios caudillos que hemos tenido con elirrisorio nombre de presidente de la república. El absolutismo de España, enAmérica, era siempre lógico. El brutal y arbitrario caudillaje, sobre ser funestoy execrable, es ilógico. Jamás la Historia tendrá una palabra de benevolenciapara justificarlo. Entre Felipe II y un bárbaro caudillo indiano, estoy por FelipeII: su genio era sombrío y terrible, pero al menos tenía genio. Prefiero la garradel león majestuoso del África, a la picadura envenenadora del miserable Insecto(Nota de Rosa en la Biografía de José Cecilio del Valle).
Iombrb — El Político — El Sabio 25
del hombre por tener más de lo que tiene y los sinsabores que confronta
cuando no puede' producir más que una ínfima parte de lo que tanto
necesita, se extiende en consideraciones generales y al analizar las .cir-
cunstancias de tan diversa Índole que mueve el proceso de los pueblos,
se recoge en honda meditación para decir: "Para darles la perfección de
que ton susceptibles seria preciso ver como ve un espíritu creador: elevarse
al punto de mayor altura: tender desde allá la vista sobre todo lo que se
ha pensado, desde el primer economista que dijo la primera verdad o el
primer error, basta el último de nuestros escritores: seguir el orden de
ios) o genealogía de este pueblo inmenso de ideas: clasificarlas por
caracteres fijos e invariables: distinguir las principales que forman como
época las intermedias que les sirven de puntos de enlace o contacto, las
útiles pero poco luminosas y conducentes al fin, y las absolutamente inúti-
les que son como la hez de la ciencia; formar de las primeras y segundas
una serie bien ordenada, y de ella deducir las instituciones elementales.". 11
No se contenta sólo con exponer, analiza el pensamiento ajeno y subraya
k> que los otros dejaron de hacer, temerosos tal vez de penetrar a un
campo no explorada
La Sociedad Económica aprobó el plan de enseñanza que presen-
tara Valle, lo encontró de acuerdo con las necesidades imperativas del
momento —después de 148 años de haber sido formulado— muchos de
sus postulados tienen plena vigencia en la época actual no obstante el
devenir de tantos cambios en la estructura formativa de nuestra sociedad.
Recorrió con paso seguro los fundamentos circunstanciales, sin descuidar
la unidad y la variedad de la historia en su más complicado desarrollo,
ya que se encamina a sentar las bases económicas en un medio tan com-
plejo y que será el principio de la felicidad humana. Al analiíar tan
bien cimentado programa de enseñanza, dice su biógrafo Rosa: "La ele-
vada y brillante síntesis que sobre las ciencias nos ha dejado Valle, en
mi pobre concepto, no habría podido formularla ni presentarla mejor
ninguno de los sabios de su tiempo".
Valle, estudioso y observador por naturaleza, encontró en la eco-
nomía política los estímulos necesarios y completos, capaces de dar vida
a los agentes de la producción, la sintió como una ciencia de proyeccio-
nes objetivas en relación con las diferentes actividades sociales, y la armo-
nizó en razón directa con los múltiples problemas que da la distribución
y el consumo de la riqueza. Se manifestó como un convencido en la
11 Párrafo del Informe que presentó Valle a la Sociedad Económica, el 14de marzo de 1S12 —Obras de José Cecilio del Valle— Tomo EL
26 Pídro Tobar Cruz
universalidad de la ciencia, indicando que era un desacierto, descuidar
los movimientos estructurales que fortifican el engranaje económico ysocial de los pueblos, aun de aquellos que por su lejanía se han apartado
de los contactos regionales.
Sin condenar abiertamente el desbarajuste económico colonial, sí
impugnó con buen tacto político el sistema antieconómico que España
implantó en los países de las indias occidentales. Hacía mención del
descuido en que vegetaban los pueblos de América, sin mayores alientos
por surgir a una vida mejor, sin caminos ni escuelas, sin una política de
inmigración y con leyes algunas veces restrictivas y otras veces llenas de
privilegios, con facilidades para la riqueza particular pero con barreras
a la riqueza pública. Estas manifestaciones que armonizan con las dis-
ciplinas sociales, son una honra para Valle y para su época. La revolu-
ción económica que traza movimientos insospechados marca también
situaciones de apasionados debates, Valle la contempla y presiente las
enconadas luchas que tales concepciones traerán a los pueblos en sus
desajustes sociales, y que de época en época conmueven la estructura tanto
física como moral de las sociedades. Por eso, "afirmaba que la econo-
mía tenía su parte universal, y sus especialidades de localidad. Cada
reino tiene su economía política, del mismo modo que tiene su botánica,
su gramática y su jurisprudencia".
El pensamiento de Valle se refleja en las concepciones de esta
época, traza con sensibilidad de socio-económico, los múltiples problemas
y que ya en el centroamericano se han hecho endémicos. Ya habrá
oportunidad en el último capítulo de este libro, de conocer en toda su
extensión su bellísimo como interesante trabajo intitulado "El Economis-
ta" y que leyera cuando inauguró la clase de economía política.
MATRIMONIO/
El año 1812, es un año de suaves añoranzas en el corazón de
Valle. Edificó con sus ilusiones y esperanzas el nido donde rendiría
culto por toda la vida, al amor que había abierto en su espíritu los ven-
tanales de ensoñadoras perspectivas, donde los gorjeos del recuerdo salta-
ban entre los arrullos pasionales. En ese año Valle se transforma en un
arquitecto y construye el templo de su hogar. El doce de octubre de
1812, contrae matrimonio con. doña Josefa Valero, "persona de muchas
prendas" y de las familias principales de la ciudad capital, ella supo darle
e — El Hombre — El Político — El Sabio 27
la formación afectiva que tanto necesitaba su espíritu, el matrimonio
fue la santificación de estos amores."
Valle en los buenos como en los malos tiempos, dio muestras de
ser un equilibrado en sus sentimientos, era incapaz de malgastar su tiempo
y su actividad en momentáneas afectividades, las severas costumbres fami-
liares forjaron en él, al sujeto de principios rectilíneos, donde se movía
el amante esposo y el amoroso padre de familia. Cinco hijos fue el
resultado de esta unión: José Bernardo y las señoritas Dolores, Mercedes,
Juana y Bautista. Ellas formaron con sus gracias el nuevo mundo que se
abría al lado del sabio, haciendo entrega a su sensibilidad espiritual,
motivos trascendentes que se objetivaban en el resultado de sus estudios
y de sus investigaciones.
La madurez de la inteligencia que con los estudios iba dando Valle
a sus conocimientos, fueron creándole por esa época una respetuosa defe-
rencia, de «aquellos que le rodean en los engranajes del gobierno de la
colonia y como consecuencia obligada, obtiene significativas distinciones
y nuevos cargos; así, en 1813, la Regencia lo nombra auditor de guerra
del ejército de la provincia de Guatemala, y meses más tarde el capitán
general le da el cargo de asesor de la renta de tabaco. La relación de
tulos y méritos al hacer referencia a sus servicios, dice: "Que en la
Real audiencia, así en oíase de abogado, como en la de relator nombrado
para las causas promovidas con motivo del último indulto concedido ahí,
dio pruebas de su instrucción, actividad y celo por el mejor servicio,
dejándose ver sus conocimientos nada vulgares, en filosofía, oratoria,
lenguas, historia, matemáticas y jurisprudencia; y su tino, solidez y buena
conducta moral y política, como lo certifican el capitán general, el regen-
te, el oidor decano y un alcalde del crimen de la Real citada audiencia,
12 El acta de matrimonio religioso de Valle, dice asi: "En el ano del Sorde mil ochocientos doce, en doce de octubre. Nos el Dr. Maestro Dn. Fr. RamónCassaus y Torres, por la gracia de Dios y de la Sta. Sede Apostólica. Obispo deRosen, del Consejo de S. M. Arzobispo Electo de esta Sta. Iglesia Metropolitana deGuatemala instruido ante ntro Provisor el proceso Matrimonial y dispensadas lastres (ilegible debe entenderse proclamas) que proviene el Sto. Concilio de Ttentopr. las Justas causas que se alegaron por ello, no habiendo impedimento canóniconinguno, habido si mutuo consentimiento pr. palabra de presente qe- hacen ver-dadero Matrimonio. Desposamos y velamos según orden de Ntra. Sta. MadreIglesia, en el Oratorio de nuestro Palacio Arzobispal al Licdo. Dn. José Cecilio Díazdel Valle, originario de la Villa de Choluteca en el Obispado de Comayagua, vecinode esta Capital, y de la Feligresía de la Parroquia del Sagrario hijo legítimo deD. Jos* Antonio Díaz del Valle y de D. Ana Gertrudis Díaz del Valle su primahermana, con D. María Josefa Valero, originaria de la Ciudad de Comayagua,vecina de esta Capital y de la misma Feligresía del Sagrario, hija legítima del Licdo.Dn. José Mariano Valero y de D. Antonia Morales los quales fueron padrinos deeste matrimonio y testigos el D. D. Mariano Ángel Toledo, Maestro de Ceremoniasde Ntra. Sta. Iglesia Catedral v B.D. Gervacio Vera Ntro. prosecretario y pa queconste lo firmamos. Fr. Ramón Arzobispo. El Gervacio Vera. (La copia de esta
28 Pedro Tobar Cruz
asegurando el primero que éste interesado es muy digno de una toga en
aquel tribunal, hallándose con la ventaja de no tener relaciones en el
pueblo, por estar distante del de su naturaleza". 13
Valle trabaja, con esmerado celo desenvolvía sus actividades en
el cargo que desempeñaba, pero a la vez, no se olvida de sus trabajos
de investigación; observa los diferentes problemas que la vida diaria lo
ponía en contacto con los movimientos sociales, y así lo vemos difundiendo
en el año de 1815, escritos de importancia suma por las proyecciones de
ellos mismos; entre éstos es motivo de complacencia mencionar: "Memo-rias o instrucción sobre la langosta y modo de exterminarla, y de preca-
ver la escasez de comestibles"; "Exposición de lo practicado por el comer-
cio en demostración de su lealtad, con motivo de las circunstancias creadas
por los independientes; muchos artículos de interés general publicados en
los primeros tomos de la Gaceta de Guatemala"; "Memoria sobre el
método que debe seguirse en el estudio de jurisprudencia", poniendo como
complemento de este trabajo, conocimientos de historia civil y particular
del derecho patrio". Publicó también un prospecto o plan de enseñanza
para la clase de economía política, ofreciendo a la vez, escribir algunas
instituciones de esta ciencia; una memoria sobre el plan de estudios apro-
piados a la Universidad de Guatemala, lo mismo una instrucción sobre
los derechos y facultades de los jueces arbitros, l»s de las partes compro-
mitantes, y el método con que deben proceder los jueces; hizo público
numerosos alegatos en derecho de importantes problemas jurídicos y que
le tocó conocer y defender en la Real audiencia. 14
El 15 de junio de 1815, recurrió Valle al gobierno de su majestad
por medio de un memorial, con halagador informe del capitán general
de Guatemala, solicitando se le hiciera merced de una plaza togada en
alguna de las audiencias de la península, con los méritos que se hizo
acompañar y el dictamen favorable del Ministerio de Indias, la Cámara
acordó el 17 del mismo mes de junio, y en cumplimiento de mandato
real, que se accediera a la solicitud presentada, y con tal acuerdo José
Cecilio del Valle, tuvo el alto honor de alcanzar tan alto puesto, a donde
sólo llegaban por aquella época, los talentosos hijos de españoles que
habían nacido en América.
13 Relación de los méritos y títulos de del Valle ya antes mencionada.
14 Relación de los méritos y títulos de José Cecilio del Valle y que yaantes se mencionó.
Iombre — El Político — El Sabio 29
IMHIIKI V 1\ POR ios HUMEROS MOVIMIENTOS DE( IMRUWII KU \ K)R LA INDEPENDENCIA
Eran los años sediente» de futuro autonomista, América se san-
graba en sus luchas por la independencia, los nombres de Hidalgo yratita, Morelos, Miranda y de muchos más, eran conocidos y repetidos
con rtngrTfi admiración. La efervescencia emancipadora se hermanaba
al descontento que cada cha se hada más visible en la conciencia de
los pueblos americanos.
Ya habla pasado en sus principios la zozobra que trajeron los
movimientos de San Salvador, Metapán, Olancho, Granada, León y la
conjuración de Belén en Guatemala, pero todavía no había terminado el
malestar, y la desconfianza cundía por todas partes.
Las manifestaciones populares no habían decaído, no obstante las
duras represiones que empleó Bustamante y Guerra en su afán de sofo-
carlas por medio del terror, sin embargo, el ideal de autonomía seguía
ganando terreno y el sentimiento independiente se fortalecía aún en
aquellos momentos en que todo parecía apaciguado. Los ánimos estaban
alertas sin respetar las amenazas de las prisiones, destierros, confinamien-
tos, el garrote o la horca.
Había un profundo anhelo de lucha, el despertar de los pueblos,
era una clarinada de oposición y a la vez un acicate de mantenerse a
la expectativa de los acontecimientos, en espera del momento oportuno
de hacer valer sus derechos y fortificar sus aspiraciones. Tarde o tem-
prano los pueblos se cansan de mantenerse en un estado de sujeción,
las fuerzas mismas que comprimen estas presiones, estallan ante la impo-
i de su misma fortaleza y al romperse esos diques de fuerza o de
tolerancia, el vendaval de las pasiones arrastra todo lo que no se pliega
a sus intereses, más, cuando los pueblos se vuelven gigantes, porque su
lucha se encamina por los senderos de la razón y de la libertad. Y más
también, si tal situación amarga la vida de los independientes y en todas
partes se abre la desconfianza en múltiples facetas, la persecución se hace
intolerable y la delación está a la orden del día.
Valle en momentos tan aciagos, de intolerancia y de injusticia,
no hace ninguna manifestación de descontento, más bien se desliza en
marcada indiferencia, con sigular sumisión de empleado público. Sobre
esta nunca bien vista indiferencia dice Ramón Rosa: "Cuando tal situa-
ción preñada de dificultades y de injusticias, existía en Guatemala, Valle
continuaba siendo el empleado sumiso, y hasta obsequioso, del régimen
30 Pedro Tobar Cruz
de la colonia; él, que no tenía necesidad de empleos, porque era rico,
porque muchos de ellos los servía gratuitamente; él, que no podía amar
el despotismo, porque era hombre de talento, de honrados sentimientos
y de elevadas miras". Y sin embargo, Valle escribió una manifestación
del comercio de Guatemala en favor del régimen colonial: Valle servía
a los intereses egoístas del comercio, que ha sido y será siempre el cálculo,
nunca el sentimiento generoso, el corazón abnegado: Valle, conociendo
que el capitán general Bustamante, españolista cruel, había burlado la
honrosa capitulación de los insurgentes granadinos, para tratarlos como
rebeldes, con duro e infame tratamiento, continuaba siendo el asesor
y el fiscal de las autoridades coloniales: Valle que conocía los intereses
reaccionarios, las tendencias retrógradas, los engaños y las supercherías
del clero, se mostraba complaciente para con el oscurantismo, y se hacía
acreedor a que lo recomendase el arzobispo Cassaus como modelo de
lealtad española".15
La conducta de Valle, aunque muchos han querido justificar, es
condenable; si por la confianza y las consideraciones que había obtenido
de las autoridades españolas, creía que estaba obligado a tal sumisión, no
estuvo en esos momentos a la altura de su talento ni a las innegables cua-
lidades de su genio. Esa lealtad, lo comprometió hondamente ante sus
compatriotas y es lo que más daño le ha hecho en la apreciación de las
generaciones que siguieron a esos años. Siguiendo todavía a Rosa, por-
que sus apreciaciones sobre tal actitud son felices, dice: "Más, tales debe-
res, tales consideraciones, ¿podían hacer desconocer a Valle la justicia
de los independientes? ¿Podían hacerle desconocer los horribles atenta-
dos de las autoridades de la colonia? Valle, si no quería, si no podía o
no debía ser revolucionario, por lo menos, pudo y debió guardar silencio,
pudo y debió dejar de ser el empleado de un gobierno que hostilizaba,
que perseguía, que martirizaba a sus hermanos, los centroamericanos,
defensores de una noble y santa causa. Valle, en aquella época, debió,
por lo menos, con su retraimiento absoluto, hacer una protesta en contra
de las brutalidades de Bustamante, y en pro de los desgraciados, de los
oprimidos, de las nobilísimas y primeras víctimas de la gran causa de la
independencia de Centroamérica. Pero en Valle, a pesar de su talento,
a pesar de sus luces, a pesar de su rectitud de conciencia, pudo más la
tradición que la nueva idea redentora; pudo más su posición que el sen-
timiento de la generosidad; pudo más su interés del momento que los
15 Rosa, Ramón —Biografía de José Cecilio del Valle— Tegucigalpa. 1882.
íombre — El Político — El Sabio 31
grandes intereses del porvenir de la patria. En tales aberraciones, aun-
que excusables, no caen impunemente los hombres que llegan a grande
altura: la historia las recuerda y las imprueba. José del Valle, durante
la ¿poca precursora de la independencia, aparecerá siempre como el hom-
bre del calculo, como el hombre de la fría reflexión, como el hombre del
presente, pero de ninguna manera como el hombre de los nobles arran-
ques, como el hombre de la espontanea y abnegada generosidad, como el
hombre inspirado que mira al porvenir V*
El Ayuntamiento de Guatemala, sabe de la peregrinación de los
granadinos a la capital de la Capitanía general, ochocientos kilómetros
a pie tuvieron que hacer, con el sinnúmero de penalidades que les depa-
raban los accidentes de la jornada, bajo la lluvia, el sol y el hambre. Aprincipios del mes de julio salen los granadinos hacia Guatemala para ser
juzgados por un consejo de guerra, veintitrés patriotas tuvieron que reco-
rrer 200 leguas en la época que la estación lluviosa es más fuerte, los
ríos crecidos, los caminos intransitables, llegando a la capital a mediados
de agosto. Habían hecho la caminata a pie, con grillos y bajo la vigi-
lancia de soldados feroces. Once meses tardó el proceso, durante los
cuales el fiscal Carrascosa desplegó una actividad digna de mejor causa
y con desmedida severidad; sus procedimientos estaban arreglados de
acuerdo con el interés que mostraba el nunca grato José Bustamante yGuerra."
El Ayuntamiento de Guatemala al tener noticia de aquellos des-
afortunados patriotas, hizo presentaciones al capitán general, quien no
se molestó en contestar tan noble petición. El Ayuntamiento pedía
benevolencia para los granadinos y se le manifestaba que las severidades
empleadas contra ellos producirían resultados fatales en perjuicio de la
tranquilidad pública y que para impedir tamaños males sólo pedía poner
en olvido cuanto había pasado en Granada y toda la provincia de Nicara-
gua; que indultados los que se suponían reos se les restituyese en su liber-
tad y devolviesen sus bienes, mandándose quemar las actuaciones y dis-
poniéndose por el supremo gobierno todo lo que considerara conveniente
para evitar el contagio que era de temer resultara con motivo de aquel
16 La misma obra de Rosa.
17 Salazar. Ramón A. Historia de Veintiún Años. La Independencia deGuatemala. Tomo H. Editorial del Ministerio de Educación Pública. Guatemala.Centroamérica.
18 Acta del Ayuntamiento de 27 de Julio de 1813. •
32 Pedro Tobar Cruz
En el acta del ayuntamiento del 27 de agosto de 1813, hay un
acuerdo que condena duramente la actuación de don José Cecilio del
Valle, por el interés tan visible en sostener al actual jefe de la colonia,
persona que por todos motivos es condenable su actitud, más en aquella
época, cuando el espíritu de independencia, despertaba los anhelos de los
patriotas, dice el acuerdo: "Teniéndose noticia de que algunos ayunta-
mientos de este Reino, solicitados al efecto y seguramente mal prevenidos,
o interesados algunos de sus individuos con miras particulares, han pedido
al gobierno supremo la perpetuidad en este mando del actual jefe, con
informes ajenos a la verdad, habiendo sido el principal agente de esta
intriga, el licenciado don José Cecilio del Valle, valido de sus relaciones
y correspondencias en muchos lugares de los partidos y asimismo de la
mediación de los curas beneficiados por dicho jefe; , conociendo este
Ayuntamiento que nada es más perjudicial que prevenir y engañar al
gobierno, cuyas providencias, en estos casos, lejos de propender a la feli-
cidad de los pueblos, los conducen a su ruina; que el carácter del jefe no
es a propósito para mandar en estos tiempos y en circunstancias tan
críticas; que su inclinación a la arbitrariedad y la dureza, su oposición al
entable de la constitución y su adhesión al antiguo sistema, son tan cono-
cidos, y habiendo por todas estas razones representado a este cabildo al
alto gobierno sobre una infinidad de ocurrencias, infracciones de la cons-
titución, y en general, sobre el carácter del jefe y conducta arriesgada
y peligrosa que observa en el mando; siendo por lo mismo conveniente
manifestar al supremo gobierno la realidad de todo, los resortes y miras
que han dirigido las indicadas solicitudes de los ayuntamientos y los resul-
tados que podría producir al accederse a ellas, se acordó: que se presente
sobre este asunto dando de él una idea clara, indicando su falta de veraci-
dad y conveniencia, y pidiendo se deseche la propuesta de los cabildos,
perjudicial y opuesta al interés de la provincia".19•
Los granadinos estaban sufriendo los rigores de la prisión en cár-
celes comunes confundidos con otros delincuentes, el Ayuntamiento ofre-
ció las piezas interiores del cabildo para que allí purgaran su pena los
patriotas, a esto se opuso Bustamante. El carcelero José Estepa, se per-
mitía actos de crueldad con ellos por lo que fue destituido por el cabildo.
El Ayuntamiento era la esperanza de los patriotas en aquellos días acia-
gos donde la bota de Bustamante callaba todo intento de rebeldía. El
señor Juarros propone, que las sesiones del cabildo sean públicas para
19 Obra citada de Salazar, Ramón A.
i. — El Hombre — El Político — El Sabio 33
que el pueblo participe de las deliberaciones y se dé cuenta de los sucesos
que conmueven a la cotonía, esta moción fue aplazada por las oposiciones
que se le hicieron.
El 24 de abril de 1818, el capitán general Carlos Urrutia y Mon-
toya, dio cumplimiento a la cédula Real de 13 de abril de 1817, objeto
de amarguras para Bustamante, donde se ordenaba que se repusiera en
sus cargos a los concejales que habían sido destituidos el año 10. En esta
/*ryt¿¿" les dijo Urrutia y Montoya que se satisfacía en cumplir la volun-
tad del rey, "quien conociendo su lealtad y buenos servicios a la causa
pública, les devolvía a su gracia". Y terminaba suplicándoles que, "olvi-
daran los sucesos acaecidos en tiempos desgraciados y perdonaran, como
cristianos y caballeros a los que los habían perjudicado y ofendido". Pei-
nado, el de las instrucciones a Larrazabal, contestó: "que estaban prontos
a perdonar y que recibían como preceptos las menores insinuaciones de
íe tan Ueno de benignidad, cuyas virtudes admiraban; pero que se
: a permitirles que pudieran valerse de los recursos que les franquea-
ban las leyes para defender su honor, más estimable que la vida misma,
del que se les había despojado contra justicia y razón, no pudiendo con-
siderarse todavía libres de los efectos del premeditado designio con que
a pesar de su notoria fidelidad habían querido dañarlos".20
Bustamante y Guerra, de tan ingrata memoria a su paso por la
Capitanía general de Guatemala, no ha tenido una disculpa de la dureza
de su mando y el daño que tanto hiciera con la violencia de su carácter.
En cambio Valle, si es cierto, que no tuvo una protesta por el mal trato
que se les daba a los patriotas de la independencia, sus servicios después
a la patria, lo salvan y lo colocan en un pedestal, a donde sólo llegan
los predestinados por sus luchas o por su talento.21
debe causar mayor extrañeza la actitud de Valle, cuando en
su carácter de fiscal, mantuvo una posición de acuerdo con sus principios
de empleado de la corona española, tal el caso de los reos acusados de
independen tistas al ser favorecidos con el célebre indulto del muy deseado
Fernando VII. "El rey Fernando VII, en celebración de la paz y tran-
so Obra citada de Salazar. Ramón A.
21 Al hablar de estas dos figuras, dice don Ramón A. Salazar: "Bustamantefue en toda la extensión de la palabra, un hombre fatal para Guatemala, pues segóen flor las más bellas inteligencias y comprimió con su mano de hierro cuanto denoble v altivo había en nuestra sociedad'. Y sobre Valle dice lo que sigue: "Lavida del señor Valle puede dividirse en dos partes. La primera no hace honor asu americanismo. La segunda está llena de merecimientos, pues fue ilustradacon virtudes cívicas v sacrificios por su patria que lo salvaron de pasar a laposteridad como un mal ciudadano, valiéndole por el contrario la gloria de figurarentre los hombres más notables de nuestra historia por su civismo y sabiduría."Salazar, Ramón A. Obra ya citada.
34 Pedro Tobar Cruz
quilidad de sus dominios, y de su matrimonio, por el que dio a los espa-
ñoles una tierna madre en su muy amada y querida esposa, la reina, en
Real cédula, expedida en 25 de enero de 1817, dio un indulto general a
los infelices que gemían en España, Indias y Filipinas bajo el peso de
sus crímenes. El presidente de la Real audiencia de Guatemala, goberna-
dor y capitán general del Reino, don José de Bustamante y Guerra,
como era de uso, tomó en sus manos la Real cédula, la besó y puso sobre
su cabeza estando en pie y destocado; y hecho esto, para la ejecución de
la Real cédula, pasó el asunto al fiscal. Valle, que era el fiscal interino,
pidió en -l de julio del misino año, que se cumpliese la Real cédula, para
él rasgo de piedad en el día venturoso del augusto matrimonio del
monarca: que se viesen con preferencia las causas de los reos indepen-
dientes, que causaban muchos gastos a la Real hacienda, los que debían
salir de América, según la Real cédula, como perturbadores y trastor-
nadores"."
En lo anterior como se ve, Valle se perfila como un agente sumiso,
subraya una vez más los méritos de su posición, sin querer comprender,
que aquellos a quienes está juzgando, son compatriotas suyos, que en
arranque generoso han empujado su patriotismo para una lucha desigual,
y donde se juegan los destinos de la tierra de sus mayores, dando su
tranquilidad y su vida en noble sacrificio por la libertad. No obstante
tantas contrariedades, la lucha por las libertades públicas e individuales
seguía su curso, las pláticas en busca de tales recursos no se interrum-
pían, si se sentían sus silencios de vez en cuando, era por el terror que
inspiraba el capitán general José Bustamante y Guerra, quien no perdía
momento ni desperdiciaba ninguna ocasión para perseguir a los que no
eran de su afecto o aquellos que por una u otra causa se habían hecho
LOS HORIZONTES SE ACLARAN
Sin embargo, tal situación fue cambiando en el año de 1818, la
suerte se mostró menos dura y la adversidad no sometió a mayores prue-
bas a los que no cejaban por la lucha de la independencia. Bustamante
y Guerra fue sustituido ese año por don Carlos Urrutia y Montoya,
persona más apropiada a las circunstancias y de un carácter que rendía
mayores dividendos para los autonomistas; esto como es de suponer, trajo
23 Salazar, Ramón A. Obra citada.
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio
un movimiento mis decisivo para los patriotas centroamericanos, quienes
or de los años pasados, pudieron moverse mejor en sus idéalo.
Sin embargo, hubo que esperar todavía hasta el año de 1820,
cuando por la acción de Rafael del Riego en España, se restablece la
Constitución de 1812; este restablecimiento trajo consigo el desem. oi-
miento de las conquistas que se habían señalado cu la n i\ indicadora
manifestación de los hombres del 812.
Con la declaración de la libertad de prensa, se desborda el pen-
samiento de los centroamericanos, avasallando los prejuicios de la época
e indicando con lenguaje limpio las rutas que hablan de una patria
Con este movimiento reivindicador, aparece "El Editor Constitu-
cional" del doctor Pedro Molina, aquí se subraya el lenguaje del mal
ardiente patriotismo. También don José Cecilio del Valle, para contra-
rrestar y detener el impetuoso oleaje de los independientes, y con los
favores del gobierno español, publica "El Amigo de la Fatua". No era
un periódico de combate, en sus paginas hablaba el hombre doctrinario,
el que hacia escuela de lo que era evolución, sin detenerse en movimientos
o palpitaciones momentáneas. Sus artículos tenían un avance evidencian-
do los problemas que hacen conciencia en lo social. Al referirse a (tos
periódicos que abrieron los caminos de las nuevas ideas, Ramón Rosa.
el biógrafo de Valle, dice: "Molina representaba la idea radical, Valle
representaba la ¡dea moderada; Molina era el órgano de la revolución.
Valle era el órgano de una evolución. El antagonismo de tales hombres,
el choque de tales ideas hizo mis luz, esclareció más comi> mias. acabó
de vigorizar los ánimos, y la idea de independencia convirtióse en un
verdadero sentimiento nacional, poderosísimo, imponente, irresistible.
Nada como las luchas del pensamiento, nada como las luchas de la
prensa para desprestigiar y soterrar las malas causas que entrañan un
i principio, un principio de vida, de reabilitación o de perfecciona-
miento para las sociedades".
"
Por las ideas que sustentaban estos dos órganos de prensa, nacie-
ron como consecuencia de la disparidad de pensamientos, dos grupos
políticos manifestando principios muy opuestos: los gasistas y los cacos.
El primero formado por los españoles europeos y por la clase de los arte-
sanos, en cambio los segundos, lo constituían las familias que se decían
nobles y el grupo de los que aspiraban a la independencia; la lucha de
estos dos partidos como es de comprender al principio fue desigual, para
33 Rosa. Ramón. Obra ya citada.
36 Pedro Tobar Cruz
unos estaba la protección de las autoridades coloniales, en cambio para
los otros, únicamente, el entusiasmo y la fuerza de sus ideales. Valle era
el vocero del oficialismo, Molina y Barrundia eran la esperanza de los
independientes.
En tan críticas circunstancias, llega el momento de elegir a los
miembros de la diputación provincial, los gacistas se llevaron el triunfo
empujados por la fuerza del oficialismo, haciendo sentir el peso de su
dominio sin mayores dificultades. Los cacos que solamente contaban
con el entusiasmo popular sufrieron el golpe de la derrota, tomando expe-
riencia para elecciones venideras. En situaciones de fuerza y donde el
oficialismo aprieta, el entusiasmo del pueblo es un factor bastante pobre,
principalmente, "cuando aún no tiene profundo arraigo la virtud repu-
blicana que sabe sobreponerse a los halagos o amenazas del poder, y a
las seducciones del interés". 24
Pero el triunfo de los gacistas no tuvo larga duración, sus contra-
rios, sintiendo la convicción de sus ideales y dando vuelo a todo lo que
respiraba nobleza, se fueron organizando bajo los dictados de una apro-
piada disciplina. Tanto es así, que este movimiento influyó en la dipu-
tación que principió sus sesiones el 13 de julio de 1820, para que don
Carlos Urrutia y Montoya dejara el mando del gobierno, y se llamara
en su lugar al brigadier don Gabino Gaínza. Hay un dictamen del
doctor Pedro Molina, que se refiere a la enfermedad de Urrutia y Mon-toya y la recomendación que hace, que para bien del país era conveniente
su separación del mando.
Gaínza comenzó sus funciones de gobernante el 9 de marzo de
1821. El régimen colonial en América no podía sostenerse, iba cuesta
abajo, su decadencia era manifiesta, el peso de tres siglos dominaba com-
pletamente tan difícil situación, sin mayores esperanzas de apuntalarse
en sus propias fuerzas. Guatemala se movía en parecidas condiciones, lo
que se veía y lo que se sentía en aquella acción dominante de una auto-
ridad colonial que declinaba, era la ansiedad de un espejismo que enga-
ñaba a unos y fortalecía o otros. "A las épocas de decadencia corres-
ponden, por lo común, los hombres que declinan. Gaínza estuvo en su
puesto al representar en Guatemala, al poder colonial en sus postrimerías:
Gaínza era débil de carácter, voluble en sus resoluciones, de edad muyavanzada, y de salud quebrantadísima por frecuentes achaques: Gaínza
era el hombre quebradizo, el organismo gastado de que necesitaban los
24 Rosa, Ramón. Obra ya citada.
IIombre — El Político — El Sabio 37
independientes: Gaínza debía asistir, con profundo duelo en el alma, a
los funerales de la colonia en la América Central.""
En el Ar> <nal de Guatemala, se encuentran muchos docu-
mentos de la vida del licenciado José Cecilio del Valle; algunos se refie-
ren a los puestos públicos que desempeñara en la época colonial. Cada
día aparecen nuevos manuscritos de tan singular como interesante perso-
Nacional tambí nsayos, discursos, artículos
y algunos manifiestos, donde la pluma de Valle hace acopio de datos,
que fortalecen con vitalidad de conocimientos, los múltiples estudios que
: i durante más de veinte años de brega en los campos de las disci-
plinas científicas.
Asi en el archivo es fácil de consultar: su examen de graduación
de abogado en 1803; el nombramiento de abogado defensor Real de
Obras Pías en 1805, su elección para diputado por el común de los pue-
blos de Tegucigalpa y San Vicente» en 1809; el nombramiento de auditor
de guerra que le hace la Rec- J como lo había solicitado en
1812; en 1814, se ordena que se le dé el tratamiento de señoría, como
lo había pedido ante la negativa de los oidores de la Audiencia de darle
ese tratamiento. El nombramiento de fiscal interino de la Audiencia en
1817 y su retiro de esta fiscalía el mismo año. Por solicitud que hiciera
de un cargo en la península española, el rey resuelve que el interesado
acredite sus merecimientos y servicios. En 1820 en diciembre, »es nom-
brado auditor de guerra en propiedad, antes desempeñaba funciones de
asesor del gobierno, toma posesión como auditor en mayo de 1821. Jura-
mento que se le hace por las funciones de cargo tan delicado. El Ayun-
tamiento aprueba el proyecto de Valle como alcalde I, solicitando ayuda
económica para las escuelas que se establecerán en los conventos. El
Ayuntamiento lamenta la separación de Valle al optar por el cargo de
auditor de guerra. Estos documentos como he dicho anteriormente,
son unos cuantos de los muchos que hay, y si los he mencionado en lo
particular, es porque me han prestado valiosa ayuda al referirme al
sinnúmero de puestos públicos que Valle desempeñó en los finales de la
colonia, y muchos de éstos fueron por su calidad desempeñados gratui-
tamente. Al final de este libro daré otra lista de documentos y haré
referencia a la vez de los que se encuentran en la Biblioteca Nacional y
que se guardan con el mayor cuidado.
25 Rosa, Ramón. Obra citada.
SEGUNDA PARTE
to. 15 de septiembre de 1821. 5 de enero de 1822. En la Corte
de Iturbide. En el gobierno federal. Dificultades con Manuel José Arce.
Candidato para la presidencia de la república de Centroamérica en 1824.
Controversia y consideraciones. Mensaje político. Vida política de Valle en
el Congreso federal. Finales del gobierno de Arce. Valle en la contienda
electoral de 1830 y triunfo en las elecciones de 1834. Muerte de Valle.
I I PERIODISTA
Si se analizan desapasionadamente los escritos de Valle en su pcrió-
El Amigo de la Patria", se comprenderá que no se muestra como
un sistemático opositor de la independencia de la Capitanía general de
Guatemala; esa creencia, ha germinado al sacar a flote la versión de
querer sustentar un pensamiento sediento de dogmatismo, y tratar de
acercar lo que no concuerda con la realidad. "El Amigo de la Patria",
el periódico inspirado por la pluma de Valle y donde volcara con pasión
de enamorado su pensamiento, nació como una necesidad en una época
un pueblo que tenía sed de noticias no, como se ha dicho y creído,
que su finalidad era combatir únicamente las nuevas ideas que se movían
al soplo de la inspiración del doctor Pedro Molina. Sin embargo, muchos
de sus escritos están en pugna con lo que sustentaba el doctor Molina
en las páginas de su combativo periódico "El Editor Constitucional", la
disparidad de sus ideas los hacía separarse de la concepción de sus prin-
cipios. Y hay algo más, los que han comentado las insidencias de esta
época y no han leído el periódico de Valle, han seguido tergiversando el
pensamiento del historiador Alejandro Marure, quien al comentar el
aparecimiento del nuevo vocero y señalar su doctrina divulgativa, mani-
fiesta que algunas de sus páginas, tenían por finalidad combatir a Moli-
na y como éste procer era un combatiente defensor de la independencia,
40 Pedro Tobar Cruz
consecuencia era que venía por añadidura: que Valle al atacar a Molina,
atacaba también a la independencia.
Es verdad que Valle nunca mostró y en esa época menos, mayores
entusiasmos por la independencia, fue un indiferente a las voces autono-
mistas de sus compatriotas, dejó pasar el tiempo sin que hiciera un gesto
por el reclamo de su presencia en tan difíciles circunstancias. Al pro-
fundizar esa actitud, es muy probable que sus convicciones lo detenían
y se mostraba más moderado de lo conveniente, todo lo sujetaba a un
análisis crítico y en tales reconocimientos, se convencía que Centroamé-
rica estaba entrando en la etapa de formación y que por lo tanto, le
faltaban muchísimos elementos de estructuración, no contaba con mayor
organización ni preparación para salvar los obstáculos, que tarde o tem-
prano se presentarían en la transformación evolutiva a que tendría que
sujetarse el país.
En "El Amigo de la Patria", Valle, hace fe democrática y pro-
clama los derechos políticos de los pueblos, siempre que éstos se sustenten
en un principio positivista y que estén regulados por los números de las
estadísticas y los hechos, respondan como consecuencia de esta nomen-
clatura. Subrayando ésta particularidad, dice el licenciado Virgilio
Rodríguez Beteta: "Es el primero en hablar de libertad y derecho cons-
tituidos sobre la base de la propiedad territorial y de la riqueza indivi-
dual. Es el primero que estudia el problema en su aspecto más funda-
mental: la necesaria transformación, sin la cual todo esfuerzo sería inútil
y toda palabra estéril oratoria, de las masas de población, por la instruc-
ción popular y por el mejoramiento de sus medios económicos". Y recal-
cando tan halagadora doctrina conjugando el principio de orden de buen
gobierno, continúa diciendo: "Dar al pueblo la noción clara de una yotra será el primer objeto del amigo", añadiendo con normativo conoci-
miento: "Dar luces al gobierno, señalar el bien que haga o el mal que
pueda producir una ley, indicar el abuso de su ejecución: sostener los
derechos y manifestar las necesidades del público es hacer a los pueblos
el presente de más valor". 1
Tal vez, uno de los más altos intereses de Valle, es llevar la ins-
trucción al pueblo, comprende el lastre que será para el país tanta igno-
rancia "engendradora del fanatismo". Para salvar este escollo hay que
estimular a los habitantes en sus aspiraciones, otorgándoles, sin regateos
1 Rodríguez Beteta, Virgilio. El Amigo de la América, Valle. "Centro Amé-rica" Órgano de Publicidad de la Oficina Internacional Centroamérica. Volumen X.Número 4.
Iombre — El Político — El Sabio 41
de ninguna clase, la adquisición de los elementos que transforman desde
cus raices el desajuste de una época o de un grupo social. Comentando
este interés, el que es todo un ensayo sociológico, dice Rodríguez Beteta:
¡dará tampoco de traer al acervo de la patria los nuevos cono-
ámiento* que el hombre adquiera. Inclinar al estudio de la naturaleza,
el método de observarla: publicar los conocimientos más útiles,
los experimentos o ensayos de más provecho, es concurrir al
descubrimiento de nuevas riquezas". "Veremos como Valle cumple este
programa vastísimo cuyos dos ejes son: Gobierno y riqueza. Es decir,
ica y economía política. Hacer leyes, hacer política, pero cuyo
objetivo sea el bienestar y el enriquecimiento públicos. Este parece
ser en último análisis, el sentido de "El Amigo de la Patria" y en tal con-
cepto es la obra más avanza'da que se haya publicado en aquella época." 2
un apasionado por los cuadros estadísticos, está en cons-
tante contacto con las oficinas públicas en demanda de los datos, y que
tan útiles le serán para seguir el proceso ilustrativo de ciencia tan fun-
damental en la vida de todo pueblo organizado. Lo siguiente es una
llamada de esta preocupación: "Los números, que son las letras del libro
grande de la naturaleza, son también los caracteres en que está escrita
la ciencia del mundo político. El compás que sirve a la geometría es
igualmente el instrumento de la política y economía civil. No hay gobier-
no sabio sin el genio del cálculo, y no puede haber cálculo sin estadística.
>bierno que no conoce las tierras de la nación que rige ni los frutos
que producen, ni los hombres que la pueblan, es un ciego que no ve
la casa que habita: un administrador que para no aventurar medidas sin
conocimiento debe ser ocioso por prudencia". "En América la estadística
ha sido una de las ciencias más olvidadas. Han corrido tres siglos: se
icedido unos a otros los que por su profesión deben poseer los cono-
cimientos de la geografía, y no tenemos hasta ahora mapas exactos de
nuestras provincias, ni los hay de otras muchas de este hermoso conti-
nente. Planos precisos han sido un secreto que no se ha publicado hasta
la fecha. Memorias interesantes han seguido manuscritas sin pensar en
su impresión. El misterio ha sido el carácter de la administración en
los períodos anteriores y las ciencias no es posible que progresen cuando
los gobiernos no son francos o liberales". "Somos en ignorancia casi
2 "El Amigo de la Patria" se Imprimía en la Imprenta de don Manuel deArévalo. Se componía de un pliego cada semana. Costaba un real el número.Publicó 24 números, el último el 1» de marzo de 1822. Se suspendió transitoria-mente con el número 7 de septiembre de 1821 y se reanudó el 30 de noviembredel mismo año hasta terminar el 1» de marzo del año siguiente.
42 Pedro Tobar Cruz
absoluta de nuestras provincias. No conocemos el área dilatada a que
se extienden ni la verdadera posición de sus puntos principales. Noconocemos las plantas que hermosean su superficie, ni los minerales que
esconden sus montañas. Vienen militares a mandar la fuerza pública,
vienen jueces a determinar pleitos: vienen funcionarios de hacienda a
dirigir al sistema fiscal. ¿No vendrá alguna vez un geógrafo a levantar
el mapa de esta parte preciosa de América, un botánico a observar los
vegetales que la embellecen y un mineralogista a examinar las minas que
le dan riquezas?". "Medir a palmos el área a Guatemala que se llama
provincia y es mayor que la orgullosa Inglaterra y más grande que la
celebrada España; formar el centro de una población dispersada por
extención tan vasta: numerar los artículos de riqueza que tenemos y pode-
mos tener: conocer tantas familias de vegetales que germinan en este
fecundo suelo: examinar tantos fósiles en montañas tan ricas, parecen
obras de muy difícil ejecución superiores al talento y fuerza del hombre.
¿Cómo es posible trepar los Andes? dice el viajero que los ve de lejos,
como montañas tan colosales puestas por la naturaleza para impedir el
tráfico. . . El viajero se acerca sin embargo, da un día los primeros pasos.
Da otros en el siguiente. Continuándolos en los sucesivos y cuando menos
lo piensa, se ve en la cima dominando tierras inmensas, expectador de
un horizonte que parece sin límites".
Valle hace de sus sueños una meditación, vive preocupado por tan
descuidados problemas sociales, por el poco interés que despiertan en la
clase dominante, se conmueve por la carencia absoluta de datos donde
se permita apreciar la riqueza y el valor de las tierras, que él sabe encie-
rran las de su Centroamérica; cree que es tiempo de despertar y hacer
acopio de fuerzas, para sacar y poner a flote, lo que sólo está esperando,
la iniciativa y la voluntad inquebrantable del hombre de acción, sin
embargo, entre tantas lamentaciones dice: "No hay después de tantos
años los datos y observaciones necesarios para formar el cuadro de Gua-
temala. Gracias al misterio con que se han recatado los planos y estados
que han solido hacerse: merced a la indiferencia con que se han visto
las ciencias que más nos interesan, la aritmética política que calcula las
fuerzas de los pueblos, la estadística que presenta la carta de sus tierras
y producciones, la economía que investiga el origen de sus riquezas, han
corrido tres siglos, y sin mapas, sin tablas, sin hechos ni observaciones
no podemos hasta ahora estimar el valor o calcular el poder de esta cara
provincia".
Iombre — El Político — El Sabio 43
Ante el desconocimiento en que se movían los hombres de su época
y la ignorancia que se hacía eterna, sin mayores preocupaciones por
conocer lo que tomos y lo que tenemos, propone un programa sencillo
para salvar en parte esc olvido que hacía juego con la desidia de sus
compatriotas: "Se ha dicho —dice— que el libro de la naturaleza está
escrito con números y líneas; y nosotros decimos lo mismo del libro de
la sociedad. Números y líneas son sus letras: el idioma de la aritmética,
geometría y álgebra es la lengua en que está escrito. El conocimiento
de las sociedades: el de la fuerza, riqueza o poder de los pueblos: el de
la capacidad para planos o proyectos no se adquirirá jamás sin el estu-
dio de las ciencias que deben darlo". "Las diputaciones y ayuntamien-
tos deben interesarse en los puntos siguientes: 1* Que la juventud que
se dedica al estudio sea instruida en la aritmética política, en la esta-
dística y la economía civil. 2* Que se procure la civilización de los
indios; y que de esa inmensidad de baldíos que se dilatan por nuestra
provincia se les den tierras distribuidas en pequeñas suertes. 3 9 Que
cada partido forme sobre los vegetales de su giro un estado semejante
a! que presentamos sobre el cacao: que lo hagan Quezaltenango sobre el
trigo: San Miguel, San Vicente, sobre el añil: Escuintla sobre el plátano:
Üsulután, sobre el algodón. Los publicaremos en este periódico: hare-
mos justicia a sus autores: formaremos el general de todos los de nues-
tro cultivo; y designaremos algunas medidas útiles sin duda para la
felicidad de la provincia".*
Los cuadros estadísticos ¿on su mayor obsesión, no olvida la
importancia que tienen, sabe que sólo con ellos se puede conocer la
potencialidad de los pueblos y sigue excitando a las autoridades que apro-
vechen cualquier momento en la formación de éstos, y así les dice: "l 9
Los gobiernos, diputaciones provinciales, ayuntamientos y consulados,
presenten al público la serie progresiva de las medidas y providencias
dictadas para cumplir sus atribuciones respectivas en el año precedente,
y el plan de las que mediten dictar en el siguiente. 2° Que se publique
el estado de la hacienda pública manifestando sus ingresos y erogaciones,
los artículos que forman los primeros y los objetos a que se destinan las
segundas. 3* Que los hombres dignos de escribir hagan a la patria el
servicio que debe hacer un sabio: presentar sus pensamientos y observa-
ciones, indicar el mal que puede hacer una providencia mal combinada
o designar el bien que pueden producir otras medidas".
3 Rodríguez Beteta, Virgilio. Articulo ya citado en la Revista Centro América.
44 Pedro Tobar Cruz
Km el campo económico, las páginas de "VA Amigo de la Patria"
están llenas de gratas concepciones. £1 objetivo de Valle, es buscar la
Mota armónica en aquellos problemas que no encuentran una solución
apropiada con los linos que se persiguen, Kl programa que ha trazado,
busca el apoyo ilc la naturaleza de donde todo procede y la riqueza hacia
donde la ambición encamina sus pasos "Funda así su sistema económico
sobre una base positivista. Para que la rique/a producida por la natura-
leza \ el hombre, no sea sofocada en su origen ni detenida en su marcha,
el gobierno debe ser protector suyo, y esta protección debe cifrarse en
la remoción de los estorbos que se oponen al interés de los agentes de
la riqueza".*
Valle no es el iniciador de tan novedosas doctrinas, pero sin duda
alguna es un divulgador apasionado de esta disciplina científica en Cen-
troamérica, está convencido, que la economía, es lo fundamental en la
organización de una sociedad. Las novedosas concepciones económicas
de Montesquieu, del doctor Quesnay, de Adam Smith, de Juan Bautista
Say y aun de David Ricardo, encuentran simpática acogida en los estu-
dios que realiza Valle, quien se mantiene vigilante y a la espeetativa del
pensamiento germinativo de esta transformación social, para divulgar
por medio de sus meditados escritos, la doctrina que va creando con
nuevas ideas, la clase forjadora del futuro. Rodríguez Beteta en sus
coméntanos sobre esta actividad de Valle, dice: -Teto de cualquier modo.
el insigne mérito del redactor del Amigo consiste en haber dado a conocer
estas doctrinas entre nosotros, y más^que nada, en la fe con que las
piotcsa. la constancia incansable con que las defiende v el conocimiento
peculiar con que las adapta y aplica a mustias circunstancias. De esa
suerte sus argumentaciones no son sólo esquemas ideológicos forjados en
el seno del gabinete, sino producto de observaciones recogidas en el cam-
po de los hechos".
Entre sus reflexiones y recordando el pensamiento de Uumboldt,
dice Valle: "Se ha escrito por diversas plumas la historia del conquistador
de México: se han respetado sus elogios y cantado su valor. Se ignora
el nombre del negro, esclavo suyo, que sembró en Nueva España los pri-
meros granos de trigo. Pero las cosechas de este cereal, desde la primera
hasta la última que se plantó. ¿No atestiguan cada año su gloria ybeneficencia?". Y sin olvidarse de las proyecciones de otras ciencias,
continúa: '"Por los más pequeños rudimentos de la química, se ha ade-
4 Rodríguez Beteta. Virgilio. Articulo citado.*
I >mbre — 1 sabio 45
lanudo el arte benéfico de los tintes, se ha dado valor a las fábricas. Unfósil despreciable aceleró los progresos de la metalurgia, injustamente
depreciada por los que no conocen el interés que tenemos m la efcnda
de los metales. Ll disección o anatomía A un reptil preparó dcscubii-
aaiantes útiles para el arte de la salud. La medida de silabas es uno de
los dónenlos de la armonía, y la armonía suavizando el carácter Icio/
deJ hombre hace que no sea carnívoro o que sea más humano con sus
semejantes. El Ergo mismo: El escolasticismo, objeto de risa en estos
tiempos, era escala para subir al método feliz del análisis. Pero si debe
haber ciencias favoritas y privilegiadas, cuál es la que pueda [millltli
títulos más grandes que los de la economía polít
Haciendo elogios del periódico de Valle y en particular de su
sensibilidad de periodista, dice Rodrigue/ Beteta: "El Amigo de la Patria
aparece en aquella lánguida vida de nuestra colonia como un resplandor
. i escubre de pronto jamás previstos horizontes, aunque
aquellos a quienes se los ensenaron no qubkn en ellos. Valle
I hombre preclaro que se adelanta un siglo a su patria v viene a
ser, para nosotros, algo asi como el Alberdi argentino: que .i rflbe rápida!
sentencias, profundas como una biblia y dignas de grabarse en el penal
miento de sus conciudadanos. Por eso y porque el Amigo es más bien
tas periódico un libro, escrito por un único autor, nos hemos permi-
hacer con más d to su análisis. Aún hoy día, los patriotas
podrán sacar enseñanzas de la meditación de estos artículos**."
En el número segundo como en los siguientes de "El Amigo de la
Patria", Valle se desenvuelve en horizontes de estudios económicos; publica
el discurso que pronunció por encargo de la Sociedad económica en 1812
aparece en la parte tercera de esta obra, al hacer referencia a sus
trabajos sobre economía y donde da tantas muestras de conocimientos
de esta disciplii. > Le cabe a Valle el honor de ser el primero
.il de Guatemala, abogue por el funcionamiento
de tan importantes estudios. No concebía —dice— que en tres siglos que
ila en afán de superación, no se hubiera pensado en los
estudios de la economía, ese olvido o ese desinterés será siempre de ingra-
ta memoria, en los anales de la cultura centroamericana. Al referirse
a su fundación dice: "que ese día y el acuerdo de la sociedad deben
grabarse en inmortal columna que recuerde los hechos memorables de
Guatemala
5 Rodríguez Beteta. Virgilio. Articulo citado.
46 Pedro Tobar Cruz
El economista es y será siempre un infatigable estudioso, su trabajo
es de limpia, de trazos comparativos, para que las conclusiones respondan
a los intereses sociales; algo parecido a lo que hace el labrador cuando
va 'a sus cultivos en la campiña "arranca del campo antes de sembrarlo
las plantas malas que sin dar fruto sofocan las que son capaces de pro-
ducirlo".
Para Valle todos los trabajos honestos honran al hombre, y com-
bate la dolorosa costumbre que muchos tienen de contemplar ciertas
ocupaciones o algunos oficios como inferiores, es un ágil combatiente
por desterrar: "La preocupación que hace desdeñar como ordinario o
rústico al labrador que vive en el centro de su prosperidad cultivando el
suelo donde ha nacido". Cree en el trabajo del hombre, y por eso clama
que se valorice y signifique, lo que será riqueza en el mañana de los
pueblos —admira el alma del trabajador, multiplicando con ayuda de la
tierra, el grano que es simiente y esperanza— su palabra confortadora
conjuga esfuerzos espirituales: "La nación —dice— está en los surcos
del campo, en la cabana del labrador, en el taller del artesano. . . El
arado y la azada valen más a los ojos de la razón que todos los dijes de
lujo y la vanidad". Si se hubieran comprendido y aplicado ideas de tan
sabias enseñanzas, los gobernantes o los partidos dirigentes cuánto bien
le hubieran hecho a Guatemala y en general a todo Centroamérica, y no
viviríamos en la zozobra de tener a la vista y muy seguido el aletear
sombrío de calamidades económicas, consecuencia directa de querer hacer
tantas cosas y que otros han hecho, sin tener antes la investigación que
dan las causas eficientes del estudio.
No era sólo lo económico lo que planteaba Valle en sus escritos,
las páginas de "El Amigo de la Patria" reflejan el pensamiento de otras
meditaciones, es un decidido partidario de la instrucción pública, el Esta-
do debe propiciar esta necesidad como un deber impostergable, sus artícu-
los tienen la tonalidad de ese sentimiento, pidiendo para el pueblo una
mejor ilustración. Su proyecto educativo no se queda contemplando
los primeros pasos, hace énfasis en una enseñanza obligatoria e igualita-
ria, elemental y superior. Su pensamiento se amplía también ante las
necesidades, estudia la deficiencia administrativa por los malos elementos
que llegan a ocupar los cargos públicos. Su plan administrativo es exi-
gente, todas las cualidades deben pesarse —ya sean éstas físicas, morales
e intelectuales— y todavía para mayor confianza, debe someterse a los
aspirantes a las pruebas de capacidad que fuesen necesarias. Clama por
una reforma en la legislación, que rompa las barreras de los privilegios
! .mbre — El Poünco — El Sabio 47
y de las desigualdades, la ley debe normarse a efecto que todos sean igua-
les ante ella, si se quiere vivir en función de democracia.
Considera el Atlántico como la ruta del futuro, se empeña por
un camino con salida a sus costas, los destinos de Guatemala están en
conexión con esa vía; pide carreteras que comuniquen los pueblos del
interior y se lamenta que los españoles, interesados por los sitios mineros,
hayan fundado sus pueblos en los valles, alejados de las rutas del mar.
Manifiesta la necesidad de poblar el lado del océano Atlántico y les
recuerda a sus conciudadanos que la vida económica de los pueblos, corre
paralelamente con sus vías de comunicación. Y no se conforma con
esa idea, algo mas genial lo obsesiona, y es la comunicación de' los dos
mares, analiza las grandes ventajas que eso traería para el comercio de
los países americanos, las riquezas que volcaría a los países del istmo,
y cree que Nicaragua, es el sitio más apropiado para llevar a cabo tan
importante proyecto.
Algunas veces la maledicencia o la envidia tiende sus redes y se le
ataca en "El Editor Constitucional", y se le ataca por medio del anoni-
mato; al contestar en defensa de lo que se le dice, manifiesta: "Hayinirrfra que se ocupan en picar a los hombres y anónimos que se placen
en zaherir a los que escriben. Cuando el marqués de Beccaria escribió
su tratado de delitos y penas, un anónimo le llamó infame, impostor,
capcioso. Cuando el geómetra de Francia escribió el discurso que hace
mas honor al espíritu humano, un anónimo deprimió su trabajo y zahirió
su persona. Cuando el sabio Pope dio a luz la traducción inmortal de
Homero, diversos anónimos le llamaron loco e ignorante".
Rodríguez Beteta, al referirse al estilo que Valle da a sus escritos,
dice: "En el fondo, los artículos de El Amigo de la Patria son apología
y propaganda de la ilustración, de la transformación de las masas socia-
les mediante ella, de las ciencias, las artes, el bien decir y la cultura.
En la forma. Valle es parco, su dicción profunda, una y otro tanto más
admirables para aquellos tiempos en que la ampulosidad en el revestir
los huecos pensamientos era cosa frecuente. Usa y abusa del estilo
cortado, separando sus pensamientos por dos puntos, hablando por sen-
tencias, como quien quiere grabarlas indeleblemente en los ojos de los
que leen. De tal manera se acostumbra a ese estilo que más tarde, a
través del enorme legajo de cartas, artículos y documentos que tuvo que
redactar en su larga y fecunda vida pública, es fácil, por los dos puntitos,
la sentenciosidad y la frase breve, descubrir la huella". "Cuando razona
se apoya en verdades científicas, se orienta por el camino de su método
48 Pedro Tobar Cruz
naturalista, abarca los puntos de vista más opuestos y tiene siempre a
mano lo mismo un refuerzo de números que le -prestan las matemáticas
que uno de hechos que le presta la historia. Sabe lo mismo de ciencia
social en que nada falta, tanto relaciones jurídicas como morales y eco-
nómicas, que de naturales y físico-matemáticas. Poseedor de los princi-
pios fundamentales de esas ciencias, de ellas hace arrancar sus premisas
para llegar a sus argumentos en materia de educación pública, de legis-
lación, de necesidades políticas, político-económicas y político-sociales de
la patria".6
Ya habrá oportunidad de referirnos en otras páginas al pensa-
miento sustentado por Valle, en los diferentes artículos que escribiera en
"El Amigo de la Patria", con lo que con brevedad se ha dicho, es suficiente
para conocer la madurez de sus concepciones, lo novedoso de su talento
y la agilidad que imprimía a su pluma de periodista.
15 DE SEPTIEMBRE DE 1821
La indecisión de Gaínza era manifiesta en los difíciles momentos
que vivía Guatemala. El plan de Iguala, poniendo fin a la guerra de
independencia en Nueva España, acerca los intereses de Agustín de
Iturbide representante del ejército español y Vicente Guerrero jefe de
los independientes, quienes con Guadalupe Victoria forman una junta
de gobierno que señalaría las rutas del futuro próximo del pueblo mexi-
cano. El pronunciamiento de Chiapas adhiriéndose al plan de Iguala,
hace que los autonomistas guatemaltecos apresuren su acción y anticipen
la hora de la independencia, presentando la separación de España como
una necesidad imperativa del momento.
Gaínza se movía en una situación de por sí incómoda, ni conten-
taba a los autonomistas ni satisfacía a los coloniales, fue necesario para
derrumbar tal indecisión que se halagara la vanidad humana del hombre
tornadizo y se le ofreciera el honor de ser el primer jefe de la naciente
nación; con tales halagos, fue cediendo su conveniencia, pero hacía creer
que lo que ofrecía, era resultado de una necesidad. Con esos anteceden-
tes y con el voto de la Diputación provincial, el capitán general convoca
a una junta a los empleados y corporaciones de Guatemala para que
dictaminaran lo conveniente en aquella apurada situación. El brigadier
6 Rodríguez Beteta, Virgilio. Artículo citado.
Iombre — El Político — El Sabio 49
don Gabino Gaínza, creyó salvar de esa manera su reputación, porque
tenia la creencia que la mayoría de los invitados, lo acuerparían en la
decisión que la Capitanía general de Guatemala había de continuar unida
por muchos artos a la corona de España. En tal ocasión, Valle, como
auditor de guerra, hace uso de la palabra, improvisa un brillante discurso,
demuestra la necesidad imperiosa y la justicia que demanda por la decla-
ratoria de la independencia, pero manifiesta, que para dar ese paso, de
tan señalada importancia para el país, debía antes que todo, oírse el voto
de las provincias, ya que también ellas eran parte integrante de la Capi-
tanía general. Sus palabras finales fueron recibidas con muestras de
reprobación. La consigna de la mayoría de los asistentes era por la procla-
mación de la independencia, sobre todo, cuando tales sentimientos estaban
estimulados por el entusiasmo del pueblo, reunido en las afueras del pala-
cio. Gaínza oía los diferentes pareceres sin decidirse a tomar una solu-
ción salvadora/ Su voluntad se quebraba ante la fuerza de aquellos
acontecimientos. El arrollador impulso de la opinión popular se iba por
dependencia,
Los «piewhf"» de la Diputación y del Ayuntamiento, representan-
tes de la voluntad del pueblo y que fueron de los que se quedaron hasta
el final, acordaron que ese día — 15 de septiembre de 1821— la indepen-
dencia debía proclamarse, recomendando al licenciado don José Cecilio
del Valle, para que redactara tan importante documento. El acta de inde-
pendencia, es un documento de singular trascendencia en la vida* política
de lo que hasta entonces se llamó Capitanía general de Guatemala, llena
7 Don Ramón A. Salazar. en su Interesante obra Historia de Veintiún Años,ai referirse a estos acontecimientos dice: "Don José Cecilio del Valle que por susantecedentes estaba en cierto modo obligado a guardar una- prudente reserva,habla perdido ya muchas de sus Ilusiones por la madre patria. Pero le tocaba abrirdictamen en concepto de Auditor General que era; y si en otros tiempos sehubiese discutido ese mismo asunto, posible es que opinase en contra. Pero yaen 1821 no era lo mismo, por lo que en elocuente discurso —a decir de Marure
—
puso en evidencia la justicia y la necesidad de seguir el ejemplo de las otrascolonias, y hacernos independientes; pero con esta sola taxativa; de no hacerlo sinoír previamente el voto de las provincias. Esto era una tabla salvadora, y a ellasae asió, en su naufragio, el partido de los anti independientes, cuyos miembros,fueron sucesivamente hablando, adhiriéndose al plan de Valle. Marure, enumeraentre los que así opinaron, al mismo señor Cassaus y a los señores don MiguelMoreno y don José Valdés. miembros de la Audiencia Pretorial, fray Luis Escoto,prelado de Santo Domingo, don José F. Villafañe, el comandante del Fijo, donFélix Lagrava y don Juan Bautista Jáuregui, capitán de ingenieros. De los cuatroprimeros, exceptuando al Arzobispo, ningún recuerdo nos ha conservado la historia,a no ser que eran españoles de alta categoría. Lagrava era comandante delbatallón "El Fijo", y el que en el caso de faltar Gainza, era el llamado por la ley,a substituirlo en el mando. Era también español; tenía grado de coronel; en susmanos estaban las armas y sin embargo, aunque no sancionó con su voto laIndependencia, tampoco htzo uso de la fuerza, ni aun en la tarde de ese mismodía. en que se le desUtuyó del mando del batallón que regía, cosa que hizo —segúnel doctor Molina— por humanidad y por amor a los guatemaltecos, siendo unade las máximas de aquel distinguido militar, según el mismo escritor, antes citado:"Que no se debía hacer fuego contra el pueblo cuando razonablemente pedíaalguna cosa".
50 Pedro Tobar Cruzy
un vacío en aquellos momentos históricos y levanta del naufragio de las
debilidades humanas, el deseo ferviente de un grupo de patriotas, que
veían en esa forma cumplido un anhelo de tantos años. s
Si se hace un análisis del articulado de este documento, se encon-
trará que algunos dejan su confirmación para acuerdos posteriores, se
hacen manifestaciones de muy tibia afirmación, que más parece que
aquello se hacía, únicamente, para apagar la fuerza de un sentimiento
momentájieo. Si en esos momentos, hubieran estado todos los miembros
del cabildo y algunos elementos de las varias diputaciones en tan oportuna
beligerancia, si se hubiera tenido honda conciencia del paso que se iba
a dar, el acta que redactó el sabio Valle consagraría en sus principios auto-
nomistas un imperativo más categórico, más firme en sus postulados; si
ahí hubiese estado cerca el por muchos títulos también sabio, el ilustre
doctor Miguel Larreinaga, es de creerse que en diferente forma se hubie-
ra redactado tan importante documento. Pero Valle estaba allí —ese
documento es la dimensión de su medida— sobre el patriota estaba más
8 El Acta de Independencia del Antiguo Reino de Guatemala (como estáen el original) dice asi: ''Palacio Nacional de Guatemala, quince de septiembrede mil ochocientos veinte y uno.
Siendo públicos é Indudables los deseos de Independa, del gob? Español q.por escrito y de palabra ha manifestado el pueblo de esta Capital: recibidos porel último Correo diversos oficios de los Ayuntamtos. Constitucionales de CiudadReal. Comltan y Tuxta, en q. comunican haber proclamado y Jurado dha. indepen-dencia, y excitan á qe. se haga lo mismo en esta Ciudad: siendo positivo q. hancirculado Iguales oficios á otros Ayuntamtos. determinado de acuerdo con la Exrria.diputación Provincial q. p» tratar de asunto tan grave se reuniesen en uno delos Salones de este Palacio la misma diputación Provincial, el Ylm» Sor. Arzobispo,los Sres. Individuos qe. diputasen, la Exma. Aud* territorial, el Venerable Sor.ív.m y Cavildo Eclesiástico, el Exm« Ayuntamt», el M. Y. Claustro, el Consuladoy Colegio de Abogados, los Prelados regulares, gefes y funcionarlos públicos: Con-*-gregados todos en el mismo Salón: leídos los Oficios expresados: discutido ymeditado detenidamente el asunto; oído el clamor de viva la independencia q.repetía de continuo el pueblo q. se vela reunido en las calles, plaza, patio, corre-dores, y ante Sala de este palacio se acordó: por esta Diputación é individuos delExm» Ayunta mto.
1» Que siendo la Independencia del gobierno Español, la voluntad grftl.
del pueblo de Guat», y sin perjuicio de lo q. determine sobre ella el Congreso q.debe formarse, el Sor. gefe Político la mande publicar djl prevenir las consecuenciasq. serian temibles en el caso de q. la proclamase de hecho el mismo, pueblo.
2» Que desde luego se circulen Oficios á las Provincias por Correos extraor-dinarios p» q. sin demora alguna se sirvan proceder á elegir Diputados é Repre-sentantes suyos, y estos concurran á esta Capital á formar el Congreso q. debedecidir el punto de independencia y fixar, en caso de acordarla, la forma degobierno y la ley fundamental q. deba regir.
3» Que ja* facilitar el nombramt» de Diputados, se sirvan hacerlo lasmismas juntas Electorales de Prov* q. hicieron ó debieron hacer las elecciones delos últimos Diputados á Cortes.
4o Que el Num» de estos diputados sea en proporción de uno pr. cadaquince mil individuos, sin excluir de la Ciudadanía, á los originarios de África.
5» Que las mismas Juntas electorales de Próv* teniendo presente los últimoscensos se sirvan determinar según esta base el numero de Diputados ó Represen-tantes q. deban elegir.
6" Que en atención a la gravedad y urgencia del asunto, se sirvan hacerlas elecciones, de modo q. el día primero de marzo del año próximo de 1822, esténreunidos en esta Capital todos los Diputados.
7» Que entre tanto, no haciendo novedad en las autoridades establecidas,sigan estas ejerciendo sus atribuciones respectivas con arreglo á la Constitución.
Valle — El Hombre — I o— El Sa 51
el auditor, forjó una pieza histórica donde se aunaron estos dos sentimien-
tos, y dejó una puerta de escape, que un congreso mal tilde aprobara
lo que ya estaba hecho, sin suponer, que para esa éfM Unios
políticos te pondrían de nuevo en juego.
Valle estuvo en el plano de sus principios, mantenidos a la altura
de sus convicciones, hizo proclama de generosos sentimientos y salvó en
su conciencia centroamericanista en ese documento, que morca en
su esencia una reivindicación de los derechos perdidos y que tanto se
luchaba por conquistarlos.
El acta de independencia, fue un pronunciamiento de hondas raices
conservadoras, encierra una substancia de madurez y de una trayectoria
moderada, se estructura sin violencias, sin atizar odios, mal meo >
siente en la vigencia de sus considerandos, un llamado a la concordia y
que lo sensato prive en todo lo que es de interés a la contYatcrnidad de
los elementos humanos del país. No tiene ¡deas revolucionarias ni expie-
siones que siembren s y las autoridades
siguen siendo las mismas y actuaron por mucho tiempo sin mayores
molestias de ninguna especie. En todo, muestra Valle, su conocimiento
social y moderación política, comprende el momento y sortea los peligros,
evita los choques que podían dar las pasiones desbordadas y margina l.is
luchas y los intereses en juego en tan difíciles circunstancias.
Dwmoi, y leyes, hasta q. el Congreso Indicado determine lo q. tea mas justo> MSsSflOfc
8* Que el Sr Gefe Político Brigadier Dn. Gavlno Galnza, continúe con elGobierno Supor. Político y Militar, y p» q. este tenga el carácter q. parece propiode las circunstancias, se forme una Junta provisional consultiva, compuesta delos Sres. Individuos actuales de esta Diputación Provincial, y de los Sres. Dn. MiguelLarreynaga Ministro de esta Audiencia, Dn. José del Valle Auditor de Guerra, Mar-qués de Aycinena. Doctor Dn. José Valdez, Tesorero de esta Sta. Yglesia, Dr. Dn.Ángel M* Candína, y Llcencd* don Antonio Robles, Alcl 3* constitucional: el primopr. la Prov* de León, el 2* pr. la de Comayagua, 3» pr. Quesaltenango, 4» pr.Solóla y Chimaltenango. 5* pr. Sonsonate. y el 6« pr. Ciudad Rl. de Chiapa.
Que esta Junta provisional consulte al Sr. Gefe político en todos losasuntos económicos y gubernativos, dignos de su atención.
11. Que la Religión católica, q. hemos profesado en los Siglos anterioresy profesaremos en lo sucesivo, se conserve pura é inalterable, mantendo vivo elespíritu de religiosidad q. hA distinguido spre. á Guatemala, respetando a los
r >>s eclesiásticos seculares y regulares, y protegiéndoles en sus personas ypropiedades.
Que se pase oficio A los dignos Prelados de las comunidades religiosas,pa. q. cooperando A la paz y sociego. q. es la primera necesidad de los puebloscuando pasan de un gobierno a otro dispongan q. sus individuos exortenA la fraternidad y concordia, A los q. estando unidos en el sentimt» gral.de la independencia, deben estarlo también en todos los demás, sofocando pasionesindividuales q. dividen los ánimos, y producen funestas consecuencias.
13. Que el Exm» Ayuntamt», a quien corresponde la conservación del ordn.y tranquilidad, tome las medidas mas activas p» mantenerla imperturbable en todaesta capital y pueblos inmediatos.
14. Que el Sor. Gefe político publique un manifiesto haciendo notorios ála faz de todos, los sentimientos generales del Pueblo, la Opinión de las autori-dades y corporaciones: las medidas de este gobierno: las causas y circunstanes.q. lo decidieron á prestar en manos del Sor. Alcl. 1«, á pedimento del Pueblo,el Juramt» de independencia v de fidelidad al Gobierno Americano q. se establezca.
52 Pedro Tobar Cruz
Presiente el horizonte de los nuevos acontecimientos, ve la realidad
del momento que se vive y comprende cual es el paso más apropiado
que debe darse en aquellos instantes históricos; como sociólogo, traza el
camino que le parece de mayores rendimientos con un ajuste circunstan-
cial, pero siempre creyendo en la realidad de las consecuencias. Su intui-
ción es de futuros más amplios, no se detiene a contemplar el hecho de
la independencia como la novedad de un suceso, estudia el porvenir y se
imagina las proyecciones de tan magno acontecimiento. Pone su talento
y sus experiencias sin regatear su voluntad, y trata de estructurar la vida
del Estado que nace en conjugación con la conciencia del mundo. 9
La actuación de Valle no desaparece con los acontecimientos seña-
lados, se mantiene en el centro de los hechos, redacta un manifiesto yque hace público el brigadier Gaínza, donde éste, da cuenta al pueblo
de su actuación política y de los sucesos que fueron fuerza en la realiza-
ción de la independencia. El manifiesto dice:
"MANIFIESTO DEL JEFE POLÍTICO A LOS CIUDADANOSDE GUATEMALA
"Otros gobiernos hablan de necesidades del fisco creadas o aumen-
tadas por su mano, de planes trazados o providencias meditadas por ellos
mismos, de autos proveídos^) medidas tomadas por el dictamen de un
asesor o el consejo de un valido.
15. Que igual júrame presten la Junta provisional, e Exmo Ayúntame: elYlmo Sor. Arzobispo: los Tribunales: gefes políticos y militares: los Prelados regu-lares: sus comunidades religiosas: gefes y empleados en las Rentas: autoridades,corporaciones, y tropas de las respectivas guarniciones.
16. Que el Sor. Gefe político, de acuerdo con el Exmo Ayuntamt* dispongala solemnidad, y señale día de q. el Pueblo deba hacer la proclamación, yjuramt" expresado de independencia.
17. Que el Exm» Ayuntmto disponga la acuñación de una medalla q. per-petué en los Siglos la memoria del dia quince de Septiembre de mil ochocientosveinte y uno, en q. Guatemala proclamó su feliz independencia.
18. Que imprimiéndose esta acta, y el manifiesto expresado se circule álas Exmas. Diputaciones provinciales, Ayuntamtos. constitucionales y demás auto-ridades eclesiásticas, regulares, seculares, y militares p» q. siendo acordes en losmismos sentimientos q. ha manifestado este Pueblo, se sirvan obrar con arregloá todo lo expuesto. «*
19. Que se cante el dia q. designe el Sr. Gefe politico una misa solemnede gracias, con asistencia de la Junta Provisional de todas las autoridades, cor-poraciones y Gefes, haciéndose salvas de artillería, y tres días de iluminación.
Gavino Gaínza, Mariano de Beltranena, José Marno, Calderón, José Matías Del-gado, Maní. Anto de Molina, Mariano de Larrave, José Ant? de Larrave, Ant» deRivera, Ysidoro de Valle y Castriciones, Mariano de Aycinena, Pedro de Arroyave,Lorenzo de Romana, Setrio, José Domingo Diegues, Secreto. (Boletín del ArchivoGeneral del Gobierno. Tomo IV. Número 2. Guatemala, Centroamérica. Enero de 1939).
9 El acta de Independencia y cómo puede leerse en el presente libro yasi está en el original, tiene un salto en su numeración, del artículo 8 pasa alartículo 10, aunque el concepto del pensamiento sí se ajusta en su ordenación,
Vaixe — El Hombre — El Político — El Sabio 53
ivierno de Guatemala os habla, ciudadanos, de lo que vos-
otros mismo* habéis deseado, de lo que vosotros mismos habéis procla-
t Limado.
"Desde el año de 10 comenzaron a conmoverse las dos Américas,
meridional y septentrional: desde entonces empezaron a defender sus
> nos y sostener tus títulos: desde entonces empezaron los acentos ycomenzaron las voces de libertad e independencia.
"Guatemala, colocada en medio de una y otra América, era espec-
tadora alegre y tranquila de ambas. Sus hijos oían con placer las voces:
observaban con gozo los pasos de los que siempre han creído hermanos
tuyos; y si no publicaban con el labio los sentimientos que había en el
O, eran sin embargo americanos: amaban lo que era amado: deseaban
k> que era ansiado.
movimiento que se propaga en lo físico con celeridad, marcha
también en lo político con rapidez: y era imposible que conmovida al sur
y al norte toda la masa de este continente, siguiera el centro en reposo.
"Resonó en la Nueva España y la voz de independencia y los ecos
se oyeron al momento en Guatemala: se encendió entonces el deseo que
jamás se había apagado, pero los guatemaltecos pacíficos siempre ytranquilos, esperaban que los de México llegasen a su último término.
Duró meses esta espectativa; pero la energía de los sentimientos crece en
proporción. Las noticias de Nueva España la aumentaban a cada correo.
Se movió Oaxaca, y el movimiento pasó a Chiapa, que es en contacto
con ella.
natural que se comunicase a todas las provincias, porque en
todas ellas es una la voluntad, uno el deseo. Mantenerse indiferentes era
quedarse aislados: exponerse a divisiones funestas: cortar relaciones, y sufrir
todos los riesgos.
"Este discurso de los hijos de Guatemala produjo los efectos del
rayo. Abrasó los pechos: encendió los deseos, y el gobierno, espectador
de ellos, consultó al instante a la Excma. Diputación provincial llevando
a su vista los papeles oficiales de Chiapa.
"Conforme con su acuerdo, mandé que al día siguiente 15 de
este mes, se reuniesen en palacio, el limo, señor arzobispo, los señores
que diputase la Exma. Audiencia territorial, el Exmo. Ayuntamiento, el
venerable señor deán y Cabildo, el muy ilustre Claustro, el Consulado, el
quién sabe si el nerviosismo o la ligereza en su redacción, mantuvo ese error. Enel acta hay dos formas de letras, parece que los que la escribieron fueron donJosé Domingo Diéguez y don Lorenzo de Romana, se redactó el día 15 de septiembrede 1821, pero se firmó hasta el día 16 en casa de Gaínza.
54 Pedro Tobar Cruz
muy ilustre Colegio de abogados, los jefes militares y de rentas, los pre-
lados regulares y los funcionarios públicos.
"El pueblo no fue indiferente a un acento que era suyo. Se reunió
en torno de palacio, en la calle, en la plaza, en el portal, en el atrio, en
el corredor y ante-sala. Manifestó la moderación que le ha distinguido
siempre; pero acreditó que sabe amar su causa y celebrar sus intereses.
"Cuando algunos funcionarios, sin resistir la independencia, decían
solamente que se esperase el resultado final de México, un murmullo
sordo, pero perceptible, indicaba la desaprobación. Cuando los prelados
u otros empleados manifestaban que la voz de Guatemala es la de Amé-
rica y que era preciso atender sus acentos, el clamoreo general publicaba
los votos de la opinión. Cuando se añadió que la institución de nuevo
gobierno y sanción de ley fundamental deben ser obra de los represen-
tantes de los pueblos, los vivas fueron también señal indudable de la
voluntad general.
"Fue inequívoco el resultado de la discusión y teniéndolo presente
acordé de conformidad con lo consultado por la Exma. Diputación pro-
vincial y señores individuos del Exmo. Ayuntamiento, todos los puntos
expresos en el acta que tengo el honor de circular.
"Miradla, ciudadanos, como el preliminar de la carta grande que
debe asegurar vuestros derechos. Guatemala es un todo hermoso com-
puesto de Cartago y León, Comayagua y Tegucigalpa, San Salvador y
San Miguel, Sacatepéquez y Escuintla, Quezaltenango y Chiapa, Sonso-
nate y Suchitepéquez, Solóla, Totonicapán y Chimaltenango, Verapaz y
Chiquimula. Que vengan a esta capital sus diputados o representantes:
que manifiesten a la faz del mundo la voluntad de sus provincias: que
designen la forma de gobierno y decreten la Constitución política que os
ha de llevar a la felicidad a que os llama la posición geográfica de vuestro
suelo.
"Este es el deseo del gobierno: esta es la voluntad de las autorida-
des: estos son los sentimientos de Guatemala.
"Si en todos países y edades la unión es la fuerza de los pueblos,
en el presente es más que en todos tiempos precisa y necesaria. El
gobierno la recomienda a los ciudadanos: la recomienda a los pueblos:
la recomienda a las provincias. Que haya divisiones cuando la ley misma
divide,en dos sociedades a los individuos de una sociedad: que las haya
cuando la ley eleva a unos pueblos sobre la ruina de otros. Pero en un
Valle — El Hombre — El Político El Sabio 55
gobierno libre, en un gobierno que debe ser instituido por la voluntad
misma de los representantes de los pueblos, deben cesar los motivos de
; miar la unión y desaparecer las causas de los partidos,
•id, ciudadanos, individuos de las Juntas electorales de pro-.
vincia, diputados dignos de los pueblos que han de representar: elegid a
hombres penetrados del entusiasmo heroico de la América: elegid talen-
tos: buscad genios bastante grandes para formar la legislación que deba
regiros en lo sucesivo.
"Todo va a ser obra vuestra, ciudadanos. Vuestra voluntad es
la que formará el Congreso y el Congreso que forméis es el que hará
vuestra ventura o infelicidad. Meditad, ciudadanos, la obra grande que
se pone en vuestras manos. Vuestra voluntad decidirá el gobierno, yyo sensible a los votos que me ha dado el pueblo, sensible a la confianza
que me ha hecho tanto honor, juré hoy, y juraré cuando se decrete vues-
tra constitución, ser fiel al gobierno americano y sostenerlo con las fuer-
zas que habéis puesto a mi mando. Palacio nacional de Guatemala, 15
de septiembre de 1821. (f) Gabino Gaín/.i
Leyendo este manifiesto, cualquiera se pregunta: ¿Hasta dónde
llegaría la sinceridad de estos hombres? Gaínza firmándolo, sabe que
traiciona la autoridad que España había depositado en sus manos, y Valle
redactándolo, en una forma donde cada palabra encierra un gesto de
patriotismo, «confunde la acción de su pasado y muestra las primeras
facetas que han de convertirlo —volviendo la espalda a todo lo que
guarde o tenga sabor a colonial— en el hombre defensor de los intereses
libertarios de su patria. Desde este momento, nace el otro Valle —el
grande— el de corazón apasionado, y que estuvo en lucha constante por
conservar en su pureza, los principios esenciales y normativos de la Patria
grande. De él dice Ramón Rosa, en este momento histórico: "Valle, por
fin. no obstante sus antiguas conexiones coloniales, no obstante sus recien-
tes vacilaciones, no obstante sus dilatorias adversas a la libertad, entró,
de lleno, en las anchas vías de la revolución, y dio la espalda al pasado.
Desde que la independencia se proclamó, Valle rindió" el culto más puro
al nuevo régimen: tan sólo pensaba y trabajaba con el nobilísimo fin
de organizar la naciente república, a la que prodigaba los tesoros de su
genio. Puede, pues, con sobra de justicia, contarse a José Cecilio del
Valle, al autor del acta inmortal de independencia, de 15 de septiembre
de 1821, entre el número de los más ilustres fundadores de la nación
56 Pedro Tobar Cruz
centroamericana. Mientras Centroamérica sea, aunque fraccionada, José
del Valle será siempre acreedor a una inmensa deuda de gratitud!" 10
Los sociólogos que han espigado sobre el tema de la independencia
de los países americanos, no han olvidado, buscar en estos movimientos
el ajuste de la acción económica, que se hizo presente en el campo de
los ideales como causa fundamental, dando vida a la idea germinadora de
dominio y que fue substancia productiva de una conciencia de honda
capacidad.
La necesidad como consecuencia económica, determinó en forma
imperativa, los grupos humanos que se sentían marginados por otros que
gozaban de los beneficios económicos y de ciertos privilegios en la vida
social" se sintieron fortalecidos por fuerzas influenciadas de algún deter-
minismo histórico, y empujados a luchar, trazan a golpes de audacia,
el camino que se tenía que seguir —aún dejando un sedimento de trage-
dia en el alma dominadora— inmolada por la avaricia de la riqueza.
Estos grupos humanos despertando a la realidad, tuvieron conciencia de
su fuerza y comprendieron, que sí podían formar fuentes de producción,
y ser en el campo social, vivientes etapas de organización con un engra-
naje de positivos como halagadores alcances.
Valle sabe que el primer paso de la independencia estaba dado,
pero faltaban los más difíciles, era necesario saber conservar lo que se
había conquistado y con este pensamiento, entra de lleno en la estructu-
ración del Estado forjando un plan de administración. Propone que los
trabajos se hagan por comisiones, dándoles la siguiente distribución:
comisiones de seguridad y defensa, de instrucción pública, de estadística,
de agricultura, de comercio y de hacienda pública. Valle encaminó sus
actividades al ramo de rentas. "En la hacienda he visto siempre —de-
cía— la columna de bronce sobre que debe descansar la independencia".
Fue perseverante en sus trabajos —hace un detenido estudio del renglón
económico— recomienda las medidas más afortunadas para un aumento
en los ingresos, formula un arancel de derechos de importación y de
exportación, manifiesta la necesidad de establecer relaciones de amistad
y de alianza son los demás países y no se detiene ahí, ayuda a la Junta
consultiva, publica escritos en "El Amigo de la Patria", subrayando las
innegables ventajas de la independencia y el interés de todos por soste-
nerla sin regatearle sus más nobles principios.
10 Rosa, Ramón. Biografía de José Cecilio del Valle. Tegucigalpa. 1882.
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 57
se trató de la independencia, la mayoría de los guatemal-
teco*, con algunas distinciones y muchos con diversas pretericiones —se
olvidaron de éstas momentáneamente— con el fin de unirse y realizar
aquel magno acontecimiento, que para muchos era la salvación y para
otros apenas un momento de espera. Sobre esto dice Ramón Rosa: "El
4UÍS0 la independencia porque era necesario aceptarla, y porque veía
l emancipación de Guatemala un medio de sustraerse a los rudos
golpes que asestaron a sus privilegios las Cortes de España. Los penin-
sulares y sus adeptos quisieron la independencia porque vieron halagados
sus intereses y sus ambiciones. Los liberales, que formaron el antiguo
partido de los Cacos, quisieron la independencia porque aspiraban gene-
rosamente a la práctica de tus radicales ideas republicanas; y los hombres
reflexivos, como Valle, quisieron la independencia porque tenían en mira
una evolución política que, gradual y prudentemente, hiciese ganar terre-
no a la educación liberal de los pueblos, para que se crease un sólido
régimen de libres instituciones en el Centro de América". 11
5 DE ENERO DE 1822
La fuerza de los intereses no se hizo esperar, y las pretenciones
saltan para romper aquella unidad que hizo posible la separación de Espa-
ña. Los liberales conocedores de iu fuerza y el ascendiente que habían
conquistado en el pueblo, piden que se derogue el artículo 3' del Acta
de independencia, que se refiere a la elección de los representantes de
las provincias por medio de las juntas electorales, así como se habían
,ado las de diputados a cortes, si de esta manera se realiza piensan
los liberales, es un triunfo seguro para los Gasistas, resultado que no era
mente a los intereses de su partido. No confiando también en el
t o, hecho a la medida del régimen colonial, logran la formación de
.icias nacionales, estas agrupaciones, por supuesto, no tenían mayo-
res conexiones entre sí, pero así convenía para salvar en parte la des-
confianza que ya se incubaba entre ellos. Exigen que se destituya a los
empleados sospechosos por sus relaciones con la época pasada, y piden
también que se les permita participar en las discusiones de la Junta pro-
visional consultiva. Esto era el principio del fin, la zozobra cruzaba
entre los grupos políticos y el egoísmo de algunos, mantenía separados a
11 Rosa, Ramón. Biografía de José Cecilio del Valle. Tegucigalpa. 1882.
58 Pedro Tobar Cruz
los más, que por exigencias o vanidad de grupo, querían un movimiento
de acuerdo con las modalidades del medio y del tiempo.
Esta división se fue marcando creando una honda separación, mástarde al correr de los días este cisma, iba a fructificar en amargas decep-
ciones desgarrando la unidad política del país. Los republicanos indepen-
dientes, eran los de las opiniones, fortaleciendo con sus ideas el engranaje
institucional del Estado que surgía; en cambio, los conservadores, no
pudiendo contrarrestar la fuerza de los contrarios, se mantienen a la espec-
tativa, aprovechándose de cualquier debilidad o maniobra sospechosa yque fuera de utilidad a los fines que se habían señalado.
Oportunos estuvieron los conservadores, sabiendo aprovechar las
diferencias de las poblaciones de Honduras y Nicaragua, algunas con el
manifiesto deseo de separarse de Guatemala y pasarse a México. La
situación que atravesaba y que imperaba en este país, les pareció la más
apropiada para asegurarse y asegurar su posición en estas provincias.
Influyen en Gaínza —aprovechan su volubilidad— y sacan de él todo
el partido necesario para sus intereses.
Gaínza sin mayor conciencia de sus principios, abandona a los
independientes y se echa en brazos de los que propugnan por la anexión
de Centroamérica a México. Propalan por todos los medios, que las pro-
vincias centroamericanas hacen manifestaciones de una debilidad política,
que no tienen los elementos económicos suficientes para constituirse en
nación independiente y que para salvar este futuro, era conveniente su
unión a México, donde ya se perfilaba según lo entendían, una era de paz,
de justicia y de trabajo. Con tales antecedentes, se fue profundizando
la separación de los dos partidos. Los independientes fueron perseguidos,
insultados y en ^Igunas manifestaciones hubo sus heridos. Barrundia yMolina, piden protección para sus personas y sus familias, ante las ame-
nazas de la plebe por las noches; comentando esta situación dice Rosa:
"La unión compacta de los hombres que habían hecho la independencia,
estaba disuelta. Los antiguos partidos de Gazistas y de Cacos estaba en
descomposición, pues había Gazistas leales a la independencia; y Cacos
desleales a la patria; y en medio de este caos, muy natural después del
caos de tres siglos de la colonia, la Junta provisional consultiva, presidida
por Gaínza, hombre sin conciencia, sin lealtad, sin convicciones, apenas si
podía poner a raya los elementos de desorden, y sostener una especie de
statu quo en la situación de Centroamérica, dificilísima en el presente y
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 59
de gravísimas dificultades y de pavorosas dudas en el por-
Este malestar de la capital, rápidamente se hace sentir en las pro-
Salvador respondiendo a un anhelo de los patriotas, se opone
a la anexión, no podía transigir con tan villana traición; en Honduras,
Tegucigalpa «taba por la unidad con Guatemala, en cambio Comayagua
se inclinaba al imperio de Iturbide; en Nicaragua pasa lo mismo, León
estaba por la independencia, pero Granada pedía la anexión, sólo Costa
sin mayores ambiciones permanecía neutral, tal vez desconocía o
no quería contaminarse^ con la política tan llena de podredumbre y que
socapaban los dos partidos políticos. En situación tan crítica, el 28 de
:nbre de 1821, el jefe político don Gavino Gaínza, da cuenta a la
Junta provisional con un despacho de don Agustín de Iturbide, de fecha
19 de octubre del mismo año, y que dice así:
I\celcntísimo señor:
el oficio de V. E. de 18 del pasado, que he recibido con el
testimonio de la acta celebrada en esa capital el 15 del mismo mes, pro-
clamando la independencia de todo el Reino, conforme a todos los votos
:nes de sus habitantes, quedo impuesto de la armonía, orden y con-
cordia con que se dio este paso importante, debido a los progresos de la
>n y al desengaño de las calumnias e imposturas, con que los agentes
de la opresión emprendieron desacreditar los esfuerzos de México, por
desterrarla de su suelo. No podía recibir noticias más satisfactorias de
esa porción interesante de nuestro continente que, desde los primeros
movimientos que dirigí, mereció toda mi atención y era de los principales
puntos a que pensaba aplicar los auxilios del ejército imperial, para coo-
perar a la grande obra de emancipación y libertad. Pero prevenido en
mis designios por la abierta declaración de tan dignos americanos, ycontando con las buenas disposiciones de V. E., que en unión de las res-
pectivas corporaciones de su gobernación ha influido tan acertadamente
en la feliz conclusión de la empresa; no resta más, sino congratularme
con V. E. por tan próspero acontecimiento, agradeciendo al mismo tiempo
las honoríficas expresiones con que se sirve felicitarme.
"Reduciría a estos precisos términos los límites de mi contestación,
si el artículo 2 del acuerdo comprendido en la enunciada acta, no me ofre-
ciera motivo de hacer algunas observaciones, que creo conducentes a rec-
tificar las ideas políticas adoptadas por esa Junta general para el estable-
12 Rosa, Ramón. Biografía de José Cecilio del Valle. Tegucigalpa. 1882.
60 Pedro Tobar Cruz
cimiento del gobierno, cuyas basas no quedarían sólidamente afirmadas,
si no se apoyasen en el centro común, que debe reunir todas las partes
de este vasto continente, para su mutua defensa y protección.
"Las autoridades interinas de Guatemala, anticipando su determi-
nación al pronunciamiento de la voluntad del pueblo en la materia que
más interesa a su felicidad, han convocado un Congreso soberano, bajo
el sistema representativo, a razón de un diputado por cada quince mil
almas. No es ahora del caso exponer los inconvenientes que deben resul-
tar de esta proporción, que tiene en su contra el ejemplo de los pueblos
más libremente constituidos y en circunstancias más favorables que nos-
otros para dar a su representación toda la amplitud y extensión, que a
primera vista exige la recta administración del Estado. Mi objeto .es
solo manifestar a V. E. que el interés actual de México y Guatemala es
tan idéntico e indivisible, que no pueden erigirse en naciones separadas
e independientes, sin aventurar su existencia y seguridad, expuestas ya
a las convulsiones intestinas, que frecuentemente agitan los Estados en
las mismas circunstancias, y a las agresiones de las potencias marítimas,
que acechan la coyuntura favorable de dividirse nuestros despojos. Nues-
tra unión cimentada en los principios del plan, abrazado umversalmente
en México, asegura a los pueblos el goce imperturbable de su libertad ylos pone a cubierto de las tentativas de los extranjeros, que sabrán respe-
tar la estabilidad de nuestras instituciones, cuando las vean consolidadas
por el concurso de todas las voluntades. Este concurso es muy difícil
que se logre a favor de establecimientos puramente democráticos, cuyo
carácter social es la inestabilidad y vacilancia, que impiden la formación
de la opinión, y tienen en perpetuo movimiento todas las pasiones destruc-
toras del orden. Los pueblos no pueden querer que sus gobernantes, de
cuya sabiduría y experiencia se prometen los bienes que por si no les es
dado alcanzar, arrojen en su seno las simientes de la anarquía, en los
momentos de restituirse a la posesión de la libertad. El poder absoluto
que se ejerce desde lejos con toda la impunidad a que autoriza la distan-
cia, no es el solo mal que debemos temer; es preciso que, al destruirlo en
su raíz, evitemos las resultas mismas de la actividad del remedio, que en
la demasía de su dosis, hará pasar el cuerpo político de la excesiva rigidez
a la absoluta relajación de todas sus partes. Ambas enfermedades produ-
cen la muerte: aquella porque falta el movimiento; y esta porque se hace
convulsiva.
"Bien convencido me hallaba de estas verdades, que el tiempo no
ha hecho sino confirmar, cuando tracé en Iguala el plan de independen-
! >mbre — El Político — El Sabio 61
cía, que combina prácticamente los varios intereses del Estado, aunqueen teoría no faltarán defectos que objetarle, en un tiempo sobre todo en
que la manía de las innovaciones republicanas, que con tanto furor haderrocado los más hermosos y opulentos reinos de Europa, ha atravesado
los mares y empieza a propagar sus estragos en América.
tiene la política otro medio de contener los progresos de este
contagio, que H de adoptar los principios de la monarquía moderada, eri-
giendo a la libertad un trono en que el respeto reven mial v de costum-
bres, los prestigios de la antigüedad y la posición inmemorial de la corona,
accedan a sostener la dignidad del soberano, al paso que la representación
nacional, ejerciendo libremente su destino, oponga un dique incontrasta-
ble a los embates del poder y lo reduzca a la feliz impotencia de degenerar
en arbitrario. Por e*tv
no contento con llamar a solio al monarcareinante en España, ha jurado solemnemente admitir en su lugar a cual-
quiera otro de aquella augusta dinastía, hasta estipular en el tratado de
Córdoba, que contiene la legitima expresión de la voluntad general, poner
el cetro en manos del príncipe de Luca, a falta de los demás que se llaman
preferentemente.
"Por lo expuesto, conocerá V. E. cuan distantes estamos de con-
formar nuestras instituciones a los elementos monstruosos del despotismo
y que si aspiramos al establecimiento de una monarquía, es porque la
ilcza y la política, de acuerdo con el particular, nos indican esta
forma de gobierno en la extensión inmensa de nuestro territorio, en la
desigualdad enorme de fortunas, en el atraso de las costumbres, en las
clases de población, y en los vicios de la depravación, identificada
con el carácter de nuestro siglo.
mdo la dinastía española, convidada a trasladar su trono a
\ renuncie las visibles ventajas de este cambio. Los Estados gene-
rales del imperio, próximos ya a convocarse, mirarán como su más impor-
asunto suplir esta sensible falta, sin desviarse de las bases funda-
mentales, sobre que debe levantarse el edificio de nuestra felicidad. Este
grande espectáculo, el mayor que se ha presentado a la admiración de las
naciones y que va a producir una mudanza súbita en todos los intereses
y relaciones de sus gobiernos, al modo que los descubrimientos del siglo
décimo quinto hicieron variar de faz a todas las potencias europeas, per-
dería gran parte de su influencia, si no recibiera toda la extensión de
que es susceptible en el vasto continente del Septentrión, en que está
comprendido ese Reino, cuyos límites se confunden con los nuestros, como
62 Pedro Tobar Cruz
si la naturaleza hubiese destinado expresamente ambas porciones, para
formar un solo y poderoso Estado.
"Son tan obvias estas ideas, que la Diputación actual de la Amé-
rica en las Cortes de España, conociendo profundamente los verdaderos
intereses de su patria, y deseando hacerlos valer en cuanto lo permitían
las estrechas circunstancias y términos de su comisión, promovió la inde-
pendencia que creyó más fácil obtener de la Metrópoli, por las ventajas
que le resultaban; pero sin perder de vista en cuanto a gobierno, las
demarcaciones que deben seguirse por uno mismo, como se percibe del
tenor expreso de la primera de sus proposiciones, concebida en estos tér-
minos: "habrá tres secciones de Cortes en América, una en la septentrio-
nal y dos en la meridional: la primera se compondrá de los diputados
de toda la Nueva España, inclusas las provincias internas y Goatemala.
"Esta no es una ley que debemos observar por haberla propuesto
nuestros diputados a Cortes, sino por la sencillísima razón de la mutua
conveniencia, que resulta de su institución, como que de ella pende
que se identifiquen nuestros intereses, impidiendo las rivalidades y guerras
tan comunes entre naciones limítrofes. Por el contrario, ¿qué reformas
puede apetecer Guatemala en su administración interior, que no consiga
en el Congreso general de México a instancia de los representantes que
envíe, instruidos plenamente de las necesidades de sus comitentes, y ani-
mados del deseo de remediarlas? En cuanto a sus relaciones con las
potencias extranjeras, es claro que no tendrían por sí la importancia que
puede darles la unión con México, a cuyo nombre estárí vinculadas las
ideas de grandeza y opulencia, que generalmente se tiene de esta parte
de América. Podrá tal vez con el tiempo variar la posición respectiva de
los dos reinos y separarse en dos grandes Estados, capaces de existir por
sí a merced del aumento de la población y del desarrollo de los gérmenes
de prosperidad que encierran en su seno; pero en el actual estado de las
cosas, no es probable hallar un principio político, que justifique las medi-
das de esta capital, que llevadas a cabo, la privarían de los auxilios de
tropas y dinero con que debe contar en caso de ser invadida, formando
parte de este imperio, al cual se ha unido la provincia de Chiapas, y este
es un nuevo motivo que debe obligar a variar las disposiciones acordadas
sobre Cortes, cuya convocación es de suspenderse hasta la publicación
del decreto citatorio que está ya al expedirse por esta Junta provisional,
que mira este asunto como el más importante de su encargo, el cual debe
cesar con la reunión de las Cortes generales.
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 63
i pesar de la evidencia y solidez, que a mi juicio, concurren
en estas reflexiones, no bastasen al convencimiento de esas respetables
autoridades, espero se sirva V. E. comunicarme a la mayor brevedad sus
ulteriores determinaciones, para el arreglo de las mías; en el concepto
ie desnudo de toda mira individual, y poseído del más sincero res-
peto a la voluntad de los pueblos, jamás intentaré someterlos a la mía,
aunque no es otra que la de su felicidad y bienestar. Con este objeto
ha marchado ya y debe en breve tocar en la frontera una división nume-
rosa y bien disciplinada, que llevando por divisa religión, independencia yunión, evitará todas las ocasiones de emplear la violencia, y sólo reducirá
Níón a proteger con las armas los proyectos saludables de los amantes
de su patria.
s guarde a V. E. muchos años. Palacio imperial de México,
19 de octubre de 1821 —primero de la independencia— Agustín de
I turtode.
irao señor don Gabinp Gaínza. Guatemala." 1 *
!
Por la comunicación anterior, se comprende el plan y el interés
que despliega Iturbide en relación con las provincias de la América Cen-
La zalamería diplomática, tejía sus mallas imperialistas abriéndose
campo en la ambición de unos y en la traición de otros. Se decía que
este país, no estaba preparado para llevar el peso de Estado independien-
te, que carecía de los elementos indispensables para asegurar su autono-
v que como medida salvadora, para precaverse de ambiciones extran-
jeras, era conveniente que se uniera al gran imperio de México, bajo el
plan de Iguala y tratados de Córdoba, y que para atender ese pedimento
y como una seguridad a lo manifestado, un ejército federal con carácter
de protector, marchaba hacia la frontera. Gaínza no puede desperdiciar
tan oportuna ocasión, ocasión que hicieron suya los anexionistas. La
Junta provisional, no tiene el valor de desestimar ese mandato de Iturbide,
o para curarse en salud, debió haber manifestado que eso era potestativo
del próximo Congreso, que según el acta de independencia debería reunirse
el 1* de marzo de 1822; pero motivos poderosos, habían acelerado su
reunión y ésta había sido fijada para el 1 ? de febrero del mismo año. La
junta no puede manifestar que carece de las facultades para dar una
resolución a tan delicado proyecto. Sin embargo, sin comprender el daño
que se hacía así misma, hizo suya la propuesta del marqués de*Aycinena,
13 Valle. Rafael Heliodoro. La Anexión de Centro América a México. Docu-mentos Compilados. Tomo I.
64 Pedro Tobar Cruz
quien manifestó: que los llamados a resolver tan difícil problema eran los
ayuntamientos, que en cabildos abiertos consultasen la opinión, recogien-
do el voto de los pueblos sobre la conveniencia o inconveniencia de la
tan mencionada anexión.
Los interesados en esta maniobra conocían de antemano el resul-
tado de este plebiscito. ¿Quién no conoce la historia de nuestros pueblos?
¿Quién no sabe cómo se comportan las autoridades cuando se trata de
quedar bien con el gobernante? Atemorizan por medio de la amenaza,
se persigue al que no se plega a las consignas que se dan. En este caso,
se ha de haber visto duplicado el interés que desplegaban, los que desea-
ban uncir a Guatemala a México; es de imaginarse los vejámenes de que
fueron objeto los independientes, se les decía que ejércitos mexicanos esta-
ban en la frontera y que de todos modos la anexión se haría.
Este problema de alto interés para los destinos del país, debería
haberlo resuelto el Congreso, donde hombres de cierta capacidad intelec-
tual, podían haber pesado el pro y el contra y con conocimiento de causa,
dar su veredicto que salvara el honor nacional. Pero nunca, dejar que
esto lo resolviera el voto de los ayuntamientos, desconocedores muchísi-
mos de los movimientos políticos de grupos interesados y otros tal vez,
sorprendidos por la intriga y sin el tiempo necesario para un consejo o
para* una firme orientación.
Los trabajos de la anexión se iniciaron con el mayor descaro, se
vio a la fuerza militar haciendo gala de su autoridad, persiguiendo a los
que no simpatizaban con este mandato. El jefe político don Gavino Gaín-
za, interesado en llevar adelante este proyecto, envía a los ayuntamientos
el 30"de noviembre de 1821, una circular para que en cabildos abiertos,
diesen su voto sobre el problema que se debatía y que era la anexión, yal darlo los pueblos, fuera enviado con las seguridades del caso y con las
legalidades que un testimonio de esa naturaleza requería; también les
participa que el plazo para ese requerimiento era de un mes, ya que en
los primeros días de enero debía hacerse el cómputo respectivo y dar el
trámite correspondiente.
Los pueblos desconocedores de esta nueva como lamentable situa-
ción, se plegaron a las exigencias de Gaínza, aunque muchos dieron con-
testaciones honrosas que se ajustaban al interés general de los indepen-
dientes —sin embargo— la hora estaba señalada y Gaínza, como los repre-
sentantes del partido conservador, consumaron con ese acto, un duro
golpe a los anhelos de los patriotas.
e — El Hombre — El Político — El Sabio 65
El 5 de enero de 1822, es de dolorosos recuerdos. El resultado
fue heterogéneo en opiniones, no habían pareceres comunes, algunos pue-
blos dejaban al congreso esta resolución, en cambio, otros querían la
inrxifr» sin razonar mayores detalles, o la aceptaban bajo simples condi-
ciones, o dejaban que la Junta provisional decidiera lo más conveniente.
Y a todo esto, hay un resultado más, la falta de los votos de sesenta y siete
imicntos.
Este conflicto plantea singulares anomalías en problema de tanta
trascendencia. Los diferentes pareceres empujan más a confusión ydonde la mayoría de los interesados se inclinan por el veredicto del jefe
ico y demás individuos que propugnan porque la anexión se haga
de todos modos. No valen los manifiestos y proclamas que lanzan José
Francisco Córdova, Pedro Molina y José Francisco Barrundia, pidiendo
que no se doblegue la voluntad nacional ante los imperialistas, que se siga
hrh»«wU hasta el final, y que antes que todo, está Guatemala
Es en esta ocasión, de solemnidades libertarias, cuando se levanta
pot sobre todas las mezquindades del momento, la figura de Valle, así
comienza una nueva faceta de su vida política, en brillante discurso se
opone con tenacidad de patriota, que se cometa esta dolorosa infamia,
con palabras, que por si solas son suficientes para inmortalizar su nom-
bre, dice lo que siente y les enrostra la cobardía de buscarse un nuevo
ama Entre otras cosas les dice a los enemigos de la libertad: "Guatema-
la, colocada en la posición más feliz de la América: extendida sobre una
área de 26.000 leguas cuadradas de tierras de diversos grados de tempe-
ratura y fertilidad, y poblada de dos millones de individuos14 de diversos
talentos y aptitudes, tiene los elementos más preciosos de prosperidad: las
semillas más fecundas de riqueza: los principios más activos de lo grande.
Bien administrada por un gobierno que quiera, sepa y tenga las facultades
precisas para desenvolver aquellos gérmenes, Guatemala no solo puede
ser nación independiente sino rica también, fuerte y poderosa. Pero mal
administrada por un gobierno que no quiera, o no sepa, o no esté bastante
autorizado para desarrollar sus elementos, Guatemala no podrá ser pue-
blo independiente y libre, grande ni rico. Ved esas tierras tendidas,
fértiles y bien situadas. Serán jardines, si el propietario, dueño de ellas,
quiere y sabe labrarlas. Serán malezas, abrojos, o gramas si no tiene
voluntad o pericia para cultivarlas. Mirad ese joven robusto y bien dis-
puesto para recibir la educación más feliz. Será pequeño si su preceptor
14 Por los últimos datos estadísticos Centroamérlca tiene cerca de oncemillones. Año 1959.
66 Pedro Tobar Cruz
no quiere que sea grande; pero será sabio si su maestro quiere que sea
ilustrado. Un pueblo de dos millones de individuos colocados en lo mejor
del nuevo mundo tiene principios o recursos que no temo llamar inmen-
sos. Si acaba de proclamar con todos los acentos de la alegría, con todos
los idiomas del gozo, su libertad e independencia absoluta, ¿podrá pen-
sarse que quiera perderla ahora que empieza a gustarla? Los hombres
de Guatemala son como los de Chile, los de Buenos Aires, los del Perú,
los de Colombia y los de México. Quieren ser independientes, y tendré
por mentirosos a los que supongan en ellos voluntad contraria. No hablan
los que sienten o son locos que han perdido la razón los que dicen que
aman la esclavitud. Si en diversas actas distintos ayuntamientos declaran
que quieren perder su independencia y estar sometidos a México, yo no
inferiré a pesar de ésto voluntad positiva de esclavitud. Diré que ha
habido movimientos o intrigas subterráneas: Diré que los municipales han
sido sorprendidos: diré que por una parte se les ha anunciado que vienen
de México ejércitos numerosos y bien disciplinados, y por otra se les
ha manifestado que el capitán general que tiene las fuerzas de esta nación
quiere que Guatemala esté sometida a México: diré que poniéndolos en
posición tan violenta no han tenido voluntad libre y espontánea: diré
que ignoran los principios de derecho público y por ignorarlos no dieron
las contestaciones que debían dar. No son los ayuntamientos establecidos
para cuidar de las escuelas de primeras letros o del aseo ^y limpieza de
las calles, los que deben decidir la suerte de una nación: no es una junta
creada para dar consejo al gobierno sobre los asuntos ordinarios de des-
pacho la que debe determinar su ser político: no es un capitán general
nombrado para defender sus fueros quien debe declarar sus destinos. Los
de una nación dependen de ella misma. Solo Guatemala puede decidir
de Guatemala; y esa voluntad no se ha pronunciado hasta ahora. Gua-
temala no debe ser provincia de México. Debe ser independiente. Esto
es lo que enseña la razón lo que dicta la justicia: lo que inspira el patrio-
tismo". 15
Pero estos nobles como patrióticos razonamientos, no fueron más
que el eco de un grito desesperado, de antemano estaba tomada la reso-
lución del sometimiento de Centroamérica al imperio mexicano; sobre
esto dice Ramón Rosa: "La resolución de los anexionistas estaba adoptada:
formaban un conciliábulo liberticida, y no una junta racional de gobier-
no: la mayoría cerró la inteligencia a las ideas, su corazón fue insensible
15 Manifiesto de don José Cecilio del Valle a la nación guatemalana. 1825.Obras de José Cecilio del Valle. Tomo I. (Se publica en esta segunda parte).
Iombre — El Político — El Sabio 67
a todo sentimiento generoso, y sus oídos estuvieron sordos al clamor, al
tristísimo clamor de la patria agonizante. La mayoría de la junta, rom-
piendo en redondo por todo, acordó la incorporación de Centroamcrica
is condiciones que las insinuadas por Iturbide: la sujeción
al plan de Iguala y a los tratados de Córdova"."
Hay dureza en Ramón Rosa, cuando condena el crimen que se ha
cometido con aquel encadenamiento de voluntades y de ideales, su palabra
suena a latigazo golpeando la conciencia de los que no tuvieron empacho
de sellar con su nombre un oprobio más, por eso dice: "Al consumarse el
crimen de aquellos parricidas, triunfó el expediente del marqués de Ayci-
nena, efectuándose desde entonces el desgraciado comienzo de la falsifi-
cación de los principios de la opinión pública. El marqués de .Aycinena,
tal vez sin saberlo, en su expediente, encontró una riquísima mina que
mas tarde, una y mil veces han explotado los demagogos y tiranuelos
de Centroamcrica. ¿Se ha querido anular una constitución? Se apela
poi los demagogos o por los déspotas a los ayuntamientos, a las munici-
palidades. Los ayuntamientos o municipalidades levantan actas favo-
rables a la intriga, y la constitución desaparece. ¿Se ha querido, contra
la ley, contra el organismo de la república, perpetuar en el poder a un
caudillo dictatorial y bárbaro? Se apela a las municipalidades, se levan-
tan actas que expresan la voluntad de los pueblos, y el caudillo se perpe-
túa o se hace vitalicio. ¿Se ha querido glorificar la conducta de algún
• desatentado? Se apela también a las municipalidades. Estas
levantan las consabidas actas, y asi se justifican y se enaltecen las bruta-*
lidades de la demagogia, o las brutalidades de la dictadura. Con esto no
se ha hecho más que corromper a los pueblos que, de complacencia en
complacencia, de intimidación en intimidación, de abyección en abyec-
an llegado a perder la conciencia de sus deberes, y la conciencia
de su soberano poder. Si el marqués de Aycinena viviese, vería las funes-
tas consecuencias de su obra, de su expediente, y por egoísta, por empe-
dernido que fuese, lloraría lágrimas de sangre sobre las ruinas de su propia
obra: lloraría inconsolable, porque fue el apóstol de la fuerza autocrática,
fuerza que más tarde o más temprano, convierte a los hijos, o a los hijos
de los hijos de los fundadores de la férrea opresión, en miserables subditos,
mucho más infelices que los negros de África sujetos al látigo de especu-
ladores y cruelísimos negreros. El marqués de Aycinena no supo lo que
hacía; al menos no comprendió toda su trascendencia: Falseó las bases
16 Rosa, Ramón. Obra ya mencionada.
68 Pedro Tobar Cruz
del derecho constitucional; y he aquí que, salvas algunas honrosas excep-
ciones, a partir de tan funesto ejemplo, hemos vivido fuera del derecho
público; y he aquí que las naciones cultas, apreciándonos en lo que deben,
casi nos han colocado fuera del derecho internacional.¡Qué tal es la
lógica inflexible de los acaecimientos históricos! ¡Qué tan severos, que
tan terribles son para los hombres, son para los pueblos que falsifican la
conciencia, los providenciales castigos! 17
Con la anexión de Centroamérica al imperio mexicano, termina
el gobierno que con legitimidad representa a la nación como Estado inde-
pendiente. La Junta provisional consultiva da por finalizada su misión
el 21 de febrero de 1822; Gaínza consumada su traición, sigue en el
mando, pero ahora como jefe militar y político de la nueva provincia
bajo el protectorado de México. Sin embargo, como necesita de un cuer-
po que lo" asesore, convoca a elecciones para una nueva Junta provincial,
que sin mayores solemnidades, se instala en la ciudad de Guatemala, el
29 de marzo del mismo año.
El gobierno, subordinado a México, desata su encono contra los
independientes, no permite oposición al imperio de Iturbide, se trata
como sediciosos, herejes y se amenaza en diferentes formas, a los que
cometen el delito de recordarle el crimen cometido de buscarle un nuevo
amo a la patria. Valle, no habiendo podido salvar tan afrentosa situa-
ción y decepcionado por el giro que se le está imprimiendo a la política
por los conservadores, se retira de las actividades de los asuntos de Esta-
do; se aparta y se refugia en sus estudios, ennobleciendo su vida al calor
del hogar. Ahí encuentra el consuelo que tanto necesita su atormentado
espíritu, amargado por la ingratitud de los que ayer hipotecaron el destino
de Guatemala.
Esta es la época, tal vez la más fecunda de su madurez intelectual.
Cuántos problemas sociológicos fueron estudiados y llevados a los campos
comparativos de la ciencia; cuántos problemas económicos fueron vistos
con mirada realista, buscando en ellos el fortalecimiento y la salvación
del porvenir de estos pueblos, que empezaban a dar los primeros pasos
como naciones que ansian su independencia.
Era la época también de las luchas heroicas, la América del Sur
era un campo de batalla; el egoísmo y la desconfianza de los patriotas
suramericanos, comprometían las conquistas que ya se habían realizado,
la ambición quebraba los mejores sentimientos y las luchas se prolongaban
17 Rosa. Ramón. Obra citada.
Valxjl — . El Hombre — El Político — El Sabio 69
/
más y más. Valle comprende todo esto, sabe lo dañino que será para
estos pueblos mantenerse en esa situación tan desesperada. Comprendeque estos países serán presa fácil de las pasiones caudillescas y más aún,
de las ambiciones incubadas afuera, si no se hacen todas juntas solidarias
de su destino. Busca el punto de apoyo donde debe sentarse el porvenir
de América, para asegurar su independencia tanto política como econó-
mica. En este pensamiento, Valle concentra su espíritu y da a conocer su
gran idea del panamericanismo; el 23 de febrero de 1822, concibe el des-
tino de estos pueblos, y vislumbra en el horizonte de las realidades, la
fórmula que haría posible la unidad de una raza con un encadenamiento
CMDOn Piensa en las bases que darán estabilidad a lo que se ha logrado
o está por lograrse, porque ya es tiempo —dice— de pensar en el mañanade este dilatado continente, o de esta "virgen del mundo" como dijera
el gran Quintana, porque su destino está en marcha— . "Soñaba el abad
de San Pedro; y yo también sé soñar", en este artículo, traza con manode visionario, el plan que ha de forjar, la seguridad y la fortaleza de los
países de esta América grande. 1 '
I \ LA CORTE DE ITURBIDE
Valle, después de los innumerables acontecimientos anexionistas,
se retira de las actividades políticas del gobierno, se entrega por completo
a la vida de los libros, no siente mayor interés en meterse en los proble-
mas gubernativos. Sin embargo, conocedores de su talento organizador,
la provincia de El Salvador que no había sido dal todo doblegada y se
mantiene con sus anhelos de independencia, trata de sacar a Valle de su
aislamiento, nombrándolo jefe superior político de su disgregada como
rebelde región. Valle comprende los problemas agudos porque están
pasando nuestros pueblos y presintiendo a la vez las dificultades que tie-
nen que sobrevenirle a esta provincia por su marcada oposición al régi-
men mexicano, declina la muy honrosa elección. En situaciones de esa
naturaleza prefiere permanecer al margen, no quiere que se le considere
como cómplice^ en las luchas de hermanos contra hermanos y que él adi-
vina no se harán esperar de un momento a otro.
obstante este voluntario aislamiento, el 10 de marzo de 1822
y el 19 del mismo mes y año, es electo diputado al Congreso de México
18 En la tercera parte de esta obra, se harán las consideraciones sobre el
panamericanismo de Valle. . *
70 Pedro Tobar CruzV
por Tegucigalpa y Chiquimula, respectivamente. Este nombramiento
es un golpe para su sensibilidad familiar, "estaba tan apegado a los mimos
hogareños, que no concebía que alguna vez pudiera separarse de su fami-
lia"; pero ya que la patria le daba ese encargo, era preciso dejar lo másquerido y caminar 400 leguas con las mil contrariedades y obstáculos,
por caminos sin ninguna comodidad.
Sale de la capital de Guatemala el 7 de mayo de 1822 y llega a
México el 28 de julio del mismo año. En su nuevo destino, tendrá José
Cecilio del Valle, oportunidad de alternar con intelectualidades de indis-
cutible mérito, pero también, tendrá oportunidad de dar a conocer su
talento y su extraordinaria concepción de los problemas sociales que
estremecen la conciencia universal. Valle no desmerece en nada, ocupa
en el congreso y en la Corte de Iturbide los más altos puestos, y en ellos
demuestra, cuanto produce y cuanto puede producir en inteligencia el
suelo de la América Central. >
Desde su llegada a la Ciudad de los palacios, se pone en contacto
con los hombres de más vigorosa personalidad de la intelectualidad mexi-
cana, estudia el panorama político, ve la situación de los partidos yanaliza los cambios que se han operado en la estabilidad gubernamental.
El gobierno de la regencia ha caído para dar lugar al imperio de Itur-
bide, bajo el amparo de las armas desde la noche del 18 de mayo de
1822. El Congreso se ha reunido desde el 24 de febrero, soportando algu-
nos cambios más tarde, motivados por los sucesos que dieron vida al
encumbramiento de Agustín I.,
Cuando Valle s^ presenta en compañía de sus otros compañeros
a ocupar el puesto que le corresponde en el Congreso, éste se encuentra
en plena actividad y las diferentes comisiones desarrollando su cometido.
El 21 de junio del año 22, se había verificado la coronación del "General
en jefe del ejército de las tres garantías que, por la gracia del militarismo,
tomó el título de Agustín I, emperador de México".
En el Congreso encuentra Valle, un grupo opositor al nuevo gobier-
no; estudia el caso de los otros grupos y se pone al lado del que más le
ofrece perspectivas en bien de los intereses de Centroamérica y más que
todo, de la independencia absoluta de esas provincias. Toma posesión
de su cargo el 3 de agosto de 1822, y dos días más tarde es nombrado indi-
viduo de la comisión de constitución; las sesiones eran por la mañana y
aprovecha las lardes para reunirse con sus compañeros de comisión en la
biblioteca de la Catedral: por la noche se entrega a sus estudios, hace
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 71
apunte*, margina datos y prepara con el mayor cuidado, los puntos que
entrarán en debate al día siguiente.
Agustín de I túrbido, que había llegado al trono con la ayuda de
las armas, no está seguro, por todas partes siente manifestaciones repro-
bando su ambición y en el Congreso una minoría y no de la más selecta, le
presta su apoyo. Valle comprende las dificultades del imperio y que con
los elementos que cuenta es muy difícil que pueda sostenerse por mucho•o, sus sentimientos centroamcricanistas le avisan que debe estar
alerta, para aprovechar tan visibles debilidades en interés de sus principios
autonomistas.
¡nperio trata de fortalecerse, busca los puntales que puedan
sostenerle, por eso, propone al Congreso el 4 de agosto, que se establezca
en las capitales¡
«, un tribunal formado por dos oficiales del ejér-
. de un letrado nombrado por el emperador, este tribunal debería
conocer con exclusividad, los delitos de sedición, conspiración, homicidios,
hurtos y heridas, y que cuando hubiese apelación, ésta se hiciera ante el
capitán general de la provincia, y que si no había conformidad con los
fallos de primera y segunda instancia, había el derecho de recurrirse en
súplica al Supremo tribunal de guerra.
Esta pretención iturbidiana pone en alarma al Congreso, quien
recomienda que la comisión de constitución y la de legislación, presenten
conjuntamente el dictamen correspondiente. Valle, con rápida intuición,
comprende lo dañino que resulta para sus aspiraciones un decreto de tal
naturaleza, y juzgsy que en esa forma, Guatemala queda sometida y sujeta
al juicio de oficiales mexicanos y eso, dificultaría más y más la indepen-
dencia de Centroamérica. Se opone, y en compañía de los demás miem-
bros de la comisión da el dictamen que sigue: Las comisiones unidas de
constitución y legislación del Congreso constituyente mexicano, rinden
su dictamen en contra de los tribunales especiales. El Congreso lo aprueba
en todas sus partes y lo hace- publicar; el ministro del imperio ante este
voto adverso, retira ese proyecto de ley, que tuvo desde un principio casi
un repudio general. Este triunfo puso de manifiesto la fuerza de la
oposición y elevó la figura de Valle, como parlamentario y como pensa-
dor de altos quilates. 1'
19 Hay una nota de Ramón Rosa: "Sé, por tradición, que Valle era elorador dominante en la Tribuna de México; que cuando iba a hablar la sociedadmexicana se impacientaba, como dicen que se impacientaban en España, esperandola melodía de la palabra de' Emilio Castelar: y que, como sucede con tan famosotribuno, amigos y enemigos se decían, llenos de interés y de entusiasmo: "Estanoche va a hablar el Señor Valle." — ¡Que poder el del talento! ¡Que mágico ascen-diente el de la palabra! ¡Que envidiable gloria la del verdadero orador!
72 Pedro Tobar Cruz
El documento que puso de manifiesto los altos conocimientos de
Valle y que le abrió las puertas del aprecio y del respeto de sus demás
compañeros parlamentarios es el que sigue:
"Las comisiones unidas de constitución y legislación del Congreso
constituyente mexicano, rinden su dictamen en contra de los tribunales
especiales. Sesión del 13 de septiembre de 1822.
"Leída y aprobada el acta del día anterior se dio cuenta y quedó
enterado el soberano Congreso de tres oficios del ministro de relaciones.
Uno avisando el recibo de la representación que dirigió al Congreso el
pueblo de San Juan Bautista de Subtiaba en Guatemala, quejándose de
la prisión que sufre su alcalde.
"Estando presente el secretario de justicia, se leyó para su discu-
sión el siguiente dictamen:
"Señor: Las comisiones unidas de constitución y legislación han
visto el proyecto de ley propuesto por el consejo de Estado en consulta
de 3 del corriente, comunicada a V. Sob. de orden de S. M. por el minis-
tro de relaciones.
"En ella dice el consejo, que el entorpecimiento en la administra-
ción de justicia, los robos, los homicidios, los asesinatos, los bandidos que
asaltan a los caminantes, los desórdenes que turban la tranquilidad, la
falta de castigos, y la impunidad como autorizada, hacen ver, que la admi-
nistración de justicia está paralizada, que no hay jueces, que no hay
tribunales, que no hay justicia, que los delitos han llegado al punto de
que para su remedio no bastan los tribunales establecidos: propone para
ocurrir a tamaños males un nuevo sistema de justicia criminal; y fijando
este sistema, consulta para que se eleven a ley los artículos siguientes:
l 9 Que haya en esta corte y en las capitales de provincia un tribunal
especial, compuesto dé dos oficiales del ejército y un letrado, nombrados
por el emperador. 29 Que este tribunal, conozca exclusivamente o a
prevención con los demás jueces, del crimen de conspiración contra el
Estado, y a prevención con los mismos jueces, de los otros delitos de hurto,
heridas y homicidios. 3 9 Que las apelaciones sean para el capitán general
de la provincia y que éste pronuncie sentencia oyendo el dictamen del
auditor especial que nombre al efecto. 49 Que se ejecute la sentencia de
segunda instancia, si fuere conforme con la de la primera; y se pase al
tribunal de guerra en caso de no serlo. 5 9 Que se suspenda el cumpli-
miento de los artículos 287, 293, 295, 299 y 300 de la constitución espa-
ñola. 69 Que haya en esta Corte un jefe (con el nombre que el emperador
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 73
quiera darle) encargado únicamente de velar la seguridad pública y
ejercer la mas activa policía.
I .as comisiones reconocen el celo que ha propuesto estos artículos,
y no dudan del que distingue al consejo primero del imperio. Pero exten-
diendo la discusión a todos los puntos que debía abrazar y meditados con
el detenimiento que exige su importancia, han deducido por resultado
preciso que el proyecto de ley que se propone parece: 1. Contrario a los
;pios luminosos de los autores que han escrito con más filosofía. 2.
Contrarío a la opinión pública que deben respetar los gobiernos. 3. Con-
trarío a la Constitución española que se ha mandado observar hasta que
se publique la del imperio. 4. Contrario a la razón que debe ser la legis-
ladora de los pueblos. 5. Contrarío a los intereses de la nación mexicana
en la posición actual en que se halla.
1 La creación de tribunales especiales, el nombramiento de comi-
siones para juzgar asuntos determinados, la suspensión de formalidades
necesarias en los procesos, han sido siempre desaprobadas por los publi-
cistas de juicio.
Turquía, dice MoAtesquieu, donde merecen tan poca consi-
deración la fortuna, la vida y el honor de los vasallos, se administra pronta
¡a de una manera u otra, porque el modo de terminar un proceso es
indiferente, con tal que termine. . . Pepo en los gobiernos moderados
donde merece consideración la cabeza del menor cjudadano, no se le quita
el honor y propiedad, sino después de largo examen; no se le priva de la
vida sino cuando la misma patria la ataca; y no la ataca la patria sino
permitiéndole todos los medios posibles de defensa.
"En las repúblicas y en las monarquías los trámites o formalidades
judiciales se aumentan en proporción de la consideración que merece el
honor, la propiedad y la vida de los ciudadanos. . .
"Toda creación de tribunales extraordinarios, dice Benjamín Cons-
tant. y cualquiera suspensión de fórmulas, se oponen absolutamente a la
constitución. . . Las fórmulas son una salvaguardia; el abreviar o destruir
esta salvaguardia es una pena, y si se impone a un acusado se da a enten-
der que es criminal antes del juicio. . . Si las fórmulas son inútiles, no
deben conservarse en los procesos ordinarios; y si son necesarias no deben
suprimirse en los procesos más importantes. . . Antes de tener a alguno
por ladrón, asesino, o conspirador, es necesario acreditar hechos, y las
fórmulas son los medios de hacerlos constar. . . Si la precipitación (en
la administración de justicia) no tiene peligros, los procedimientos lentos
(en los procesos ordinariosN son superfluos; y si éstos no lo son, la preci-
74 Pedro Tobar Cruz
pitación es peligrosa . . . Privar a un ciudadano del beneficio de sus jueces
naturales, es imponerle una pena. . . Cuando se crearon en Francia comi-
siones militares para juzgar a los conspiradores, no hubo en la sucesión
de circunstancias individuo alguno con poder bastante para creerse a
cubierto . . . Los terroristas fueron obligados a comparecer en mayo de
1795: los realistas en octubre del mismo, y la misma escena se repitió
en el año siguiente . . . ¿ Quién podrá negar que hubiera sido mejor que
todos los partidos hubiesen sido juzgados en doscientos tribunales ordi-
narios . . . ?
"2. La jurisdicción ordinaria, deprimida en los siglos obscuros,
tiene a su favor en este de luz la fuerza enérgica del poder moral. Es ya
general la opinión de los pueblos iluminados. Todos miran con horror
el establecimiento de tribunales especiales: todos ven en la jurisdicción
ordinaria la institución más antigua en el orden judicial, la creación más
sublime para prevenir divisiones y consolidar la base grande de la unidad.
"Las instituciones de Francia declararon como artículo fundamen-
tal, que ningún ciudadano puede ser privado del derecho de ser juzgado
por sus jueces ordinarios; y cuando Bonaparte estableció tribunales espe-
ciales, la nación entera reclamó su establecimiento.
"En España hubo sobre este punto idéntica opinión; y obra de esta
opinión fue el artículo constitucional que prohibe juzgar a un ciudadano
por comisiones, y manda que todos sean sentenciados por el tribunal com-
petente, designado precisamente por la ley. Las circunstancias de España
han sido más críticas que las de México: el sistema constitucional se veía
amenazado por las maquinaciones de enemigos interiores, y por las fuer-
zas de naciones extranjeras: dos veces, en dos legislaturas diversas se
pidió que con arreglo al artículo 308 de la constitución se suspendieran
algunas de las formalidades prescritas para el arresto de los ciudadanos;
y otras tantas se negaron las Cortes a hacer uso de aquella facultad. Se
multiplicaron el año anterior las maquinaciones; llegó el caso de haber
cuadrillas de facciosos contra el sistema constitucional, contra la seguridad
del Estado, contra lá persona del rey; y sin embargo de esto no suspen-
dieron las Cortes los artículos, cuya suspensión dice el consejo de Estado,
ni acordaron los tribunales especiales que propone el mismo consejo.
Decretaron que los facciosos de aquella especie, siendo sorprendidos por
alguna partida de tropa, destinada expresamente a su persecución, fuesen
juzgados militarmente en consejo ordinario de oficiales; y este caso es
absolutamente distinto del presente que llama la atención.
Iombre — El Político — El Sabio 75
rtugal ha «ido convencido de los mismos principios: Ñapóles
comenzaba a declararlo* cuando la fuerza hizo callar a sus legisladores:
las constituciones de la otra América, no establecen tribunales especiales:
la vos de Guatemala, fue general contra la junta o tribunal de vigilancia
y protección que ie creó primero, y contra la superintendencia de esta
polida que se pensó establecer después. El gobierno español que no era
tan liberal como debe serlo el de la A dependiente, oyó los recla-
mos del ayuntamiento de aquella capital, y mandó respetar la jurisdicción
ordinaria. En esta Corte se creó en la época anterior la junta de segu-
rídád \ México llora todavía el establecimiento de aquella junta.
La Constitución%española, que es por ahora nuestra carta fun-
damental, no permite dudas en este punto.
el articulo fcll: "Las leyes señalarán el orden y las for-
malidades del proceso que serán uniformes en todos los tribunales; y ni
las Cortes, ni el rey* podran dispensarlas. En el 247: Ningún español
podrá ser juagado en causas civiles ni criminales por ninguna comisión
ano por el tribunal competente, determinado con anterioridad por la
ley. En el 248: En los negocios comunes, civiles y criminales, no habrá
mas que un solo fuero para toda clase de personas. En el 309: Para el
gobierno interno de los pueblos habrá ayuntamientos compuestos de alcal-
des, regidores y síndicos, y presididos por eJ jefe político. En el 321:
ra a cargo de los ayuntamientos auxiliar al alcalde en todo lo que
pertenece a la seguridad de las personas y bienes de los vecinos, y a la
conservación del orden público'1
.
"La constitución no permite ni a las Cortes, ni al rey, dispensar
el orden y formalidades de los juicios que señalan las leyes; y el orden
y formalidades que el consejo de Estado juzgue necesario suspender, son
las mismas que designa la ley fundamental.
constitución prohibe que los ciudadanos sean juzgados por
•n el proyecto se propone que lo sean por comisiones mili-
compuestas de dos oficiales del ejército nombrados por S. M. I.
constitución manda que los ciudadanos sean juzgados por el
tribunal determinado por la ley; ella misma declara que los tribunales
deben ser los juzgados de letras, las audiencias y el tribunal supremo de
justicia: y en el proyecto se dice que los ciudadanos sean sentenciados
por los oficiales del ejército, los capitanes generales y el tribunal de guerra.
* La constitución quiere que no haya más que un solo fuero para
toda clase de personas, quiere que todos los ciudadanos a excepción de
los eclesiásticos y militares, estén sujetos y sean juzgados por la jurisdic-
76 Pedro Tobar Cruz
ción ordinaria; y en el proyecto se estima conveniente que los ciudadanos
sean sentenciados por una jurisdicción militar de nueva creación.
"La constitución no establece para conservar el orden y asegurar
la persona y bienes de los vecinos, otras autoridades que el jefe político,
los alcaldes y ayuntamientos; y en el proyecto se juzga preciso para el
mismo objeto la creación de un nuevo jefe con el nombre que quiera darle
el emperador.
"La constitución aumenta según la población respectiva el núme-
ro de regidores: quiere que éstos auxilien a los alcaldes: se manda en
orden posterior que para las rondas acompañen a los regidores los militares
que no estén en servicio activo: todos estos funcionarios bastan, habiendo
celo, para mantener el orden; y en el proyecto se cree necesario el esta-
blecimiento de otro jefe con facultades que^no se expresan.
"El artículo 178 de la constitución, dice: que las leyes decidirán
si ha de haber tribunales especiales para conocer de determinados asun-
tos. Pero uno de los autores más sabios de la constitución manifestó que
aquel artículo hablaba de los asuntos que no podían ser decididos por la
jurisdicción ordinaria: y ninguno será capaz de afirmar que las causas
de hurto, homicidio y conspiración, no puedan ser determinadas por ella.
Las leyes no han decidido que haya comisiones militares: se está traba-
jando nuestra Constitución política, y mientras no se forme y publique,
dicta la razón que se respete a los tribunales establecidos.
"El artículo 308 autoriza a V. Sob. para suspender algunas de las
formalidades prescritas para el arresto de los delincuentes, si en circuns-
tancias extraordinarias lo exigiere la seguridad del Estado. Pero aquel
artículo no debe extenderse a las formalidades absolutamente esenciales
en un juicio; a aquellas formalidades que derivadas de los derechos sagra-
dos del hombre, no pueden suspenderse sin hollar los mismos derechos;
y de esta clase es la primera, cuya suspensión propone el consejo de Esta-
do: de esta clase es la que exige justificación sumaria antes de privar a
un ciudadano de su libertad y mandarle a una cárcel. El artículo habla
para aquellas circunstancias espantosas en que la seguridad del Estado se
ve en riesgo inminente; y las comisiones creen que felizmente no ha llega-
do hasta ahora un caso tan funesto. El mismo consejo de Estado después
de haber referido las noticias tristes que dice haberse difundido por los
enemigos del orden, añade que afortunadamente los hechos han sido des-
mentidos. Si ha habido, como expresa, conspiraciones contra el gobierno,
la jurisdicción ordinaria interesada en que no las haya, sabrá proceder
contra los reos; y si los jueces, olvidando sus deberes, miran con indife-
mmm
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 77
renda lo que tiene más derecho a su atención, la ley de responsabilidad,
la ley que castiga a los malos jueces, es la que debe cumplirse para justo
escarmiento.
i -as comisiones creen que no se ha formado un estado compa-
rativo del número de hurtos, homicidios y asesinatos que se cometían
antes de nuestra independencia, y de los que en igual espacio de tiempo
se hayan perpetrado después de ella. Suponen sin embargo, que se han
aumentado los delitos, porque en las transmisiones delicadas de un gobier-
no a otro, crece comúnmente la licencia, se divide la opinión y se multi-
plican los vicios. Pero no se avanzarán a decir que no hay jueces, que
no hay tribunales, que no hay justicia, que la impunidad está como
autorizada. No piensan que sea tan triste el cuadro de este imperio; yen el caso de serlo, son otras las medidas que correspondería dictar.
no hubiera administración de justicia, sería precisamente por
de dos causas: o> porque los jueces no quisiesen administrarla, o
ue su número no bastase para tantos crímenes. En el primer caso
deberían ser depuestos los que existen, y nombrarse otros en su lugar; en
el segundo, debería aumentarse su número hasta ponerlo en proporción
que exija la multiplicación de crímenes. Pero quitar la jurisdicción en
los delitos más graves a los magistrados y jueces a quienes la da la cons-
>n, y trasladarla a oficiales det ejército que la ley no ha reconocido
por jueces, sería providencia sensible a una nación que ve como uno de
<chos más preciosos el de ser juzgada por sus jueces ordinarios.
"Son grandes las diferencias que distinguen uno de otro el sistema
que establece la constitución, y el que presenta el proyecto de ley. En el
sistema de la constitución, hombres instruidos en la ciencia legislativa,
son los que deben ser jueces de primera instancia; y en el sistema del
proyecto de ley. militares que no han cultivado aquella ciencia, son los
que deben administrar justicia. En el sistema de la constitución no hay
circulo dilatorio: un mismo individuo piensa, decreta y sentencia; y en
el sistema del proyecto de ley debe haber dilaciones: un asesor piensa, ydos jueces firman. En el sistema de la constitución, magistrados enveje-
cidos en el estudio de las leyes, deben ser los jueces de apelación; y en el
sistema del proyecto de ley, capitanes generales que no han hecho aquel
estudio, deben ser los jueces de alzadas. En el sistema de la constitución
son llamados a decidir con arreglo a derecho, los que desde sus primeros
años se han ocupado en estudiar derechos; y en el sistema del proyecto
de ley, son propuestos para determinar conforme a derecho, los que solo
han cultivado la ciencia de la fuerza armada. En el sistema de la cons-
78 y Pedro Tobar Cruz
titución, ningún ciudadano puede ser preso sin que proceda información
sumaria de cargo que merezca pena corporal; y en el sistema del proyecto
de ley los ciudadanos pueden ser arrojados a una cárcel, sin justificación
sumaria de delito. En el sistema de la constitución, un alcaide no puede
recibir preso a ningún ciudadano, si no se le presenta copia del auto en
que conste. el motivo, o causa de la prisión; y en el sistema del proyecto
de ley, puede un alcaide admitir a todos los que se le manden presos sin
manifestarse el auto motivado de su prisión. En el sistema de la consti-
tución no debe ser llevado a la cárcel el ciudadano que dé fiador en los
casos en que la ley permite la fianza; en el sistema del proyecto de ley,
deben ir a la cárcel aun los ciudadanos que den fianza en los casos que
permite la ley. En el sistema de la constitución, el juez y el alcaide que
no obran del modo indicado, deben ser castigados como reos de detención
arbitraria; y en el sistema del proyecto de ley, no se les debe castigar aun
en el caso de que no procedan como manda la ley. En el sistema de la
constitución dentro de veinte y cuatro horas debe manifestarse al tratado
como reo la causa de su prisión y el nombre de su acusador; y en el siste-
ma del proyecto de ley, no se debe manifestar al tratado como reo, ni al
motivo de su prisión, ni el nombre de quien le haya acusado.
"Si la legislación es una ciencia de cálculo moral, y el legislador
antes de elevar a ley un proyecto debe contar con los bienes y los males
que puede producir, el paralelo de uno y otro sistema parecerá sin duda
decisivo.
"Es mayor la suma de males que la de bienes en el proyecto que
se propone. Creados los tribunales militares, y establecido el jefe de
policía, se gravaría la hacienda nacional con multitud de sueldos que no
son necesarios, ni pueden cubrir las cajas: sería viva la sensación en todos
ios funcionarios de la jurisdicción ordinaria, en los ayuntamientos de los
pueblos, y en los ciudadanos que no quieren ser privados de sus jueces:
se alarmarían todas las provincias a vista de una institución desconocida
en las leyes: se multiplicarían las delaciones misteriosas, las acusaciones
secretas: desaparecería la confianza y se cortarían los vínculos de la socie-
dad: brotarían las sospechas: renacerían los odios y resentimientos: los
enconos y venganzas: se irritarían los partidos, y se dividiría la sociedad
en muchas sociedades: se haría odiosa a la clase importante de militares,
instituida, no para administrar justicia, sino para defender al Estado: se
indispondría al pueblo contra ellos viendo que sus manos eran las que
arrestaban, procesaban y castigaban: las sentencias falladas por individuos,
cuyo nombre presenta en la opinión del vulgo la idea de fuerza, tendrían
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 79
!- 1 mismo distinto del que habrían, siendo
pronunciadas por jueces no militares: la nación llegaría a ponerse en un
estado violento, y las consecuencias podrían al fin ser tristes y funestas.
ion las comisiones las que los dicen. Los que han sabido
observar la marcha de las sociedades: los que han escrito lejos del interés
en el silencio de sus gabinetes, son los que han manifestado, que los tribu-
nales especiales multiplican los males en vez de prevenirlos. Son diversos
en la historia de las naciones los hechos que lo atestan: recientes los que
ofrece la de España en los años corridos desde que se anuló la constitu-
ción, hasta que fue restablecida; y dolorosos los que presenta la de Amé-rica desde que comenzó a conocer sus derechos.
"5. México después de tres siglos proclamó al fin los suyos; se
declaró independiente del gobierno antiguo que la regía, y trata de con-
solidar el nuevo que ha de administrarla.
"Es delicada la posición en que se halla. Es preciso que el nuevo
gobierno tenga todo el crédito que debe haber en el régimen naciente de
un pueblo; es necesario que las instituciones del nuevo sistema sean
más benéficas que las del antiguo.
se priva a las audiencias y jueces de la jurisdicción que han
do de la ley, y se establecen en su lugar tribunales especiales, com-
puestos de militares: si se suspenden los artículos de constitución que
protegen mas los derechos del hombre, y para apoyar este nuevo sistema
se hacen cuadros funestos pintados a la corte y sus provincias, sin jueces,
ibunales, sin justicia; las consecuencias podrían ser aún más tristes.
Se diría que la nación está en anarquía; se creería que el gobierno lejos
de irse consolidando se veía amenazado en todas las provincias: los ene-
migos del orden osarían maquinaciones desastrosas, sabiendo que la nación
se halla en situación tan peligrosa: los gobiernos extranjeros se negarían
onocer la independencia de este imperio; y los pueblos alarmados
con el sistema militar, nada hemos avanzado, dirían; antes de la indepen-
dencia la Constitución española garantía nuestra libertad y seguridad,
y nuestros jueces ordinarios eran los que nos juzgaban: a la época en que
esperábamos más felicidad, se suspenden las leyes que nos protegen, y se
establecen para juzgarnos tribunales militares.
La existencia misma del gobierno, su conservación y crédito, exi-
gen que no se apruebe el proyecto de ley que se propone. Las comisiones
opinan así, porque desean que se asegure la causa justa de la independen-
cia de esta América; porque desean que el gobierno tenga la opinión que
80 Pedro Tobar Cruz
necesitaba para consolidarse: porque desean que este Congreso sea protec-
tor de los derechos de la nación que lo ha elegido.
"Pero sostenido como es justo a la jurisdicción ordinaria, las
comisiones piensan que sin quebrantar la constitución, deben deducirse
de ella misma y de los derechos y órdenes posteriores, las providenciasN que corresponda dictar.
"Han dicho que a la mutación de un gobierno crece la licencia y§e multiplican los vicios. Es necesario tomar medidas prudentes que cor-
ten los progresos del mal; y para acordar las que convengan, V. Sob.
llamó a este punto la atención de las comisiones de legislación, justicia ypolicía.
"Todas tres están trabajando con celo: ha asistido a ellas el minis-
tro de justicia: se ha manifestado satisfecho de sus pensamientos; y las
observaciones que el consejo de Estado ofrece presentar sobre las causas
del desorden, facilitarán sin duda sus trabajos. Se acumularán luces: se
aumentarán datos: se reunirán hechos; y el Congreso primero de México
dictará leyes o acordará decretos que prevengan el mal en lo sucesivo.
"Fijas en este deseo las comisiones unidas de constitución y legisla-
ción, discutidos los puntos que se propusieron examinar, y manifestado
lo que exigen la ley, la razón y los intereses de los pueblos, proponen a la
deliberación de V. Sob. los puntos siguientes:
"1. Que no se apruebe el proyecto citado de ley por ser contrario
a la constitución, y no haber causas bastantes para la suspensión de ésta
en los artículos que se han indicado.
"2. Que el celo del consejo de Estado presente las observaciones
que ofrece sobre las causas del desorden, y presentadas se pasen desde
luego a las comisiones de legislación, justicia y policía.
"3. Que estas comisiones habiéndolas en consideración formen el
proyecto de ley o derecho que consideren más útil para el escarmiento
del crimen y conservación del orden.
"México, 12 de agosto de 1822. Mendiola — Osores — José del
Valle — Alcocer — Bustamante — Aviles y Quirós — Godoy — Ibarra
— Herrera — José María Jiménez — Montoya — Mayorga — Quinte-
ro — González — Martínez de los Ríos — Milla — Agustín Iriarte".
Sin embargo, Iturbide no se da por vencido, dio otra muestra de su
autoritaria política, enviando al Congreso el 16 de agosto del mismo año,
la siguiente consulta: Si era el Ejecutivo o era el Congreso, el señala-
do para nombrar los ministros del Tribunal supremo de justicia. Valle
IIombu — El Político — El Sabio 81
una vez mis, a dar muestras de su madurez intelectual y en con-
>so discuno, traza los lincamientos de los poderes del Estado, yhasta donde llegan la división y responsabilidad de los organismos públi-
cos que forman la estructura estatal fa 1<> t.mto, estuvo porque tales
nombí potestativos dd Congreso, este parecer fue el que
mandándose imprimir su discurso y obteniendo con tal motivo los
parabienes de los otros representantes. Tan interesante discurso dice SSÍ:
. urso pronunciado en el Congreso constituyente mexicano^
sobre el nombramiento de magistrados del Supremo tribunal de justicia.
Sesión del 16 de agosto de 1822.
VALLE (D. Josi El panto qae m discute es de
y sencilla resolución. No considero preciso hacer largos discursos.
Lo que juzgo necesario es dar al raciocinio todo el carácter posible de
iiid.
"V. Sob. se sirvió acordar • ( Congreso hiciese el nómbra-
lo de ministros d< ti supremo de justicia; y este sabio acuerdo
me parece inspirado por la justi.
< son los poderes existentes: el legislativo, el ejecutivo y el
il. Es preciso que uno de ellos haga el nombramiento; y sin ofender
al seguí i ra/ún prefiere sin duda al primero.
"Los ministros del Tribunal supremo de justicia no pueden juzgar
a los individuos del poder legü la ley les concede facultad para
juzgar a los funcionarios del poder ejecutivo y a los agentes del poder
judicial.
: al poder legislativo el derecho de nombrar los ministros del
tribunal de justicia, es darlo a un poder que ni en sí ni en sus individuos
debe ser juzgado por aquellos ministros. Concederlo al poder ejecutivo
condeccrlo a un poder que en casi todos sus funcionarios debe ser
o por dichos ministros; y otorgarlo al poder judicial, sería otorgado
a un poder que en todos sus agentes debe ser juzgado por los mismos
ministros.
Constitución da a los ministros del tribunal de justicia la auto-
ridad de juzgar a los secretarios de Estado y del despacho cuando el
Congreso declare haber lugar a la formación ele causa; la de conocer de
las criminales de los mismos secretarios de Estado, y la de sentenciar el
juicio de residencia de todo empleado público que esté sujeto a ella por
disposición de la ley. Los secretarios de Estado son los que tienen influen-
cia más grande en el poder ejecutivo: son realmente los que lo ejercen
en la mayoría de puntos del poder ejecutivo. Si se diera a este poder
82 Pedro Tobar Cruz
ejecutivo el derecho de nombrar los ministros del tribunal de justicia, se
daría a los secretarios de Estado que tienen influencia o ejercen el poder
ejecutivo; y dándose a los secretarios de Estado, se daría a los mismos
que debían ser juzgados por los ministros que nombrasen, o en cuyo nom-
bramiento influyesen.
"La Constitución otorga a los ministros del tribunal de justicia la
facultad de conocer de todas las causas criminales de los consejeros de
Estado, y de las de su reparación y suspensión. Si se otorgara a los
consejeros de Estado la facultad de proponer los ministros del tribunal
de justicia, se les otorgaría el de proponer a los mismos que los han de
sentenciar en sus procesos criminales o en. las causas de su remoción.
"La Constitución concede a los ministros del tribunal de justicia
el derecho de conocer de las causas criminales de los magistrados de las
audiencias, de las de su separación o suspensión, de las competencias que
ocurran entre las mismas audiencias, o entre ellas y los tribunales espe-
ciales, y de los recursos de nulidad que se interpongan contra las senten-
cias dadas en última instancia para reponer el proceso y hacer efectiva
la responsabilidad de los que le hayan sustanciado. Si se concediera al
poder judicial el derecho de nombrar o proponer los ministros del tribu-
nal de justicia, se concedería a los magistrados que deberían ser juzgados
por los mismos ministros que nombrasen o propusiesen.
"Los ministros del tribunal de justicia son los censores; son los
jueces; son el freno de los individuos del poder ejecutivo y judicial; y la
prudencia, que prevee futuros, dicta que el nombramiento del juez de
sindicato no se haga por el "mismo que ha de ser residenciado.
"Solo el poder legislativo es independiente en este punto: solo el
poder legislativo no debe ser juzgado directa ni indirectamente por los
ministros del tribunal de justicia. No hay causas que impelan al poder
legislativo a torcerse a un lado más que a otro: no hay motivos que le
inclinen a dejar de ser perpendicular en lo que interesa más la perpen-
dicularidad. Al poder legislativo debía declararse la facultad delicada
de nombrar los ministros del tribunal de justicia: V. Sob. lo acordó así,
y no se ha presentado razón bastante para revocar el acuerdo.
"Se objeta la Constitución española, que declara atribución del
rey el nombrar los magistrados de todos los tribunales a propuesta del
consejo de Estado. Pero este es precisamente, en lo respectivo al Tribu-
nal supremo de justicia, uno de los diversos defectos de la Constitución
española; y este Congreso no ha sido formado por los pueblos para decre-
tar los defectos de otras constituciones. Decir que los ministros del tribu-
jera d
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 83
justicia han de juzgar a los consejeros de Estado, y que los conse-
de Estado deben proponer a los ministros del tribunal de justicia, es
MÓn y no conocer las consecuencias que podrían
ir. Añadir que los secretarios del poder ejecutivo han de ser juz-
gados por aquellos ministros, y que el poder ejecutivo debe nombrar a
los mismos ministros, es olvidar todo lo que puede ocurrir en lo futuro:
es olvidar uno de los caracteres más grandes de la ley; aquella previsión
«do lo que puede suceder; aquella vigilancia de todo lo que puede
sobrevenir. Las constituciones políticas no han sido hasta ahora más
ilaciones de los representantes desvalidos de las naciones
con el poder de los gobiernos; unas transacciones de los diputados con las
preocupaciones de las clases y la ignorancia de los pueblos. Lo digo
después de hab< u que tienen más crédito. No tenemos todavía
una Constitución que sea obra sublime de la razón. No se ha creado
aún la cin. is luminosas; pero aisladas y divididas. Hayuos; pero dispersos y separados. No se ha trabajado toda-
tna perfecto de los conocimientos que deben formar la ciencia
constitucional. Este Congreso es soberano: es constituyente: puede des-
aprobar o decretar los artículos de la Constitución española, según con-
venga al interés general de la nación. Se ha adoptado provisoriamente
. fundamental de España, porque es preciso que haya una ley mien-
tras México forma la suya; pero V. Sob. no ha renunciado, ni tiene
facultad para renunciar el derecho de mandar que no se cumplan aquellos
artículos que puedan embarazar el bien de los pueblos. Este ha sido el
DM de V. Sob. y la opinión del gobierno. Hay ejemplares que lo
tan. y el más convincente es la ley de 31 de mayo último. La Cons-
titución de España da al rey la sanción de las leyes: V. Sob. se sirvió
declarar, que el emperador no puede reclamar las leyes que sean consti-
tucionales o relativas a contribuciones; y S. M. I. mandó ejecutar esta ley.
"Se ha dicho que en el gobierno hay conocimientos que faltan al
Congreso para nombrar los ministros del Tribunal de justicia: se ha indi-
cado que V. Sob. no puede hacer un nombramiento acertado. Juzgo
muy avanzada esta indicación. En este Congreso existen los diputados
de todas las provincias, elegidos por todos los pueblos: en este Congreso
están unidos los conocimientos, los datos, las observaciones de los dipu-
tados sobre cada provincia, y los hombres primeros que viven en ellas.
Este Congreso es el foco central de la luz: en él se unen como en un
punto las que trae cada diputado. No son informes sobrepticios o subrep-
ticios, dictados en muchas ocasiones por la pasión: no son atestados, dados
84 Pedro Tobar Cruz
a veces por la adulación o el interés, los que se presentan al Congreso para
merecer su opinión. El verdadero archivo del Congreso son los mismos
hijos de las provincias, enviados por la voluntad general de los pueblos
para informar a V. Sob. Comunicándose los diputados sus conocimientos
y observaciones, el Congreso puede hacer juicios comparativos que no
serían fáciles en otra corporación. Pero si no bastaran las luces de los
diputados para distinguir el mérito de aquellos que lo tengan, ¿no podría
el primer poder de la Constitución pedir al gobierno los datos que existan
en su archivo para afianzar más el acierto? ¿Se negará a un Congreso
soberano la facultad de acordar que los secretarios de Estado le informen
o den cuenta de todo lo que sea conducente para llenar su objeto?
"Proponiendo el Congreso y nombrando el gobierno, obraría éste
con las luces que es preciso suponer en aquél. Pero si el Congreso no
puede ser juzgado directa ni indirectamente por los ministros del Tribunal
de justicia, y el gobierno debe serlo por ellos en casi todos sus agentes,
¿no será conforme a la razón que el primero haga todo el nombramiento
y el segundo no tenga intervención alguna? Si está decretado que el
Congreso nombre a sus ministros, y no hay acuerdo para que el gobierno
haga el nombramiento, ¿no será más prudente y decoroso que se cumpla
el decreto que el dejarlo de cumplir?
"Las ternas manifiestan la diversa suma de opinión que merecen
los individuos presentados en ellas. Si el gobierno es obligado a nombrar
precisamente los propuestos en primer lugar, el nombramiento se hace en
realidad por el Congreso, y lo único que se añade es una formalidad poco
decorosa a un cuerpo soberano que dos ocasiones ha decretado no ser
precisa. Si el gobierno puede nombrar los propuestos en segundo y tercer
lugar, podría ser desairado el Congreso primero del imperio; un Congreso
constituyente; un Congreso en quien reside el ejercicio de la soberanía:
podrían ser nombrados los que tuviesen menos suma de opinión en el
concepto del Congreso; y ambos inconvenientes deben evitarse por un
acuerdo previsor.
"V. Sob. declaró que el nombramiento debe hacerse por el Con-
greso. Esta declaración es constitucional, porque deroga un artículo
constitucional; y de aquí se deduce la razón que han expuesto algunos
de los Señores pre-opinantes. Si se pretende revocar aquella declaratoria
por el reclamo del gobierno, debe tenerse presente la ley de 31 de mayo
último, en que se niega al gobierno la facultad de reclamar las leyes cons-
titucionales. Si se quiere revocar por la indicación o solicitud de alguno
Iombre — El Político — El Sabio 85
de los tenores diputados, no debe olvidarse, que discutido un punto dos
veces y votado otras tantas, no debe permitirse nueva discusión.
»ndo, pues, la vista en lo futuro, y no agraviando a individuo
alguno, de los c¡ n ahora los poderes ejecutivo y judicial; opino
no puede entrarse en nueva discusión, y que se debe cumplir el
o de V. Sob."«°
Por esos días de luchas parlamentaria! en d Congreso constituyen-
te, don José Oa mpañía del señor Mendiola, trabaja
; proyecto de Constit con claridad los principios
jw ¡nucos, por los que se debería contemplar la independencia de Centro-
américa, subraya los fundamentos apropiados de esta separación y las
disponíciones de discutir tan importante situación cuando la posibilidad
Conociendo los diputados mexicanos el talento de Valle, por las
muchas pruebas que ha dado, por su laboriosidad y sus vastos conoci-
mientos, se le nombra el 24 de agosto de 1822, vicepresidente del Con-
greso, nombramiento que refleja una prueba de estimación y una mani-
festación de confianza en las difíciles circunstancias porque atraviesa el
I -a situación de Iturbidc no es lo bastante bonancible, las pro-
testas se manifiestan públicamente, se desaprueban muchos actos del
gobierno y entre los mismos militares se siente algún malestar que deja
traslucir marcadas diferencias en los puestos de mando. En tal situación,
dos de sus compañeros representantes visitan a Valle en su alojamiento,
para avisarle, que hay orden de captura para muchos diputados de la
oposición y que era conveniente que por el momento se pusiera a salvo,
un amigo le ofrece su casa como seguro refugio y otro se empeña para
que se oculte en casa del representante de Colombia. Valle no quiso
hacer ni una cosa ni otra. "Que huyan, dijo, o se escondan los que son
reos ante la ley: los que han cometido delitos y son positivamente crimi-
nales. Yo no conozco el crimen: yo soy hombre de bien: yo respeto la
virtud, y procuraré siempre respetarla". Sin sobresaltos, sin manifestar
temor por lo que pudiera llegarle: "Cruzado de brazos, inerme, pero con
la conciencia tranquila, con la serenidad del justo, esperó el rudo golpe
del militarismo del imperi-
Esto no se hace esperar, el 26 de agosto es hecho prisionero y reclui-
do como reo de Estado en el convento de Santo Domingo, incomunicado
20 Actas del Congreso constituyente mexicano - Compiladas por RafaelHellodoro Valle.
21 Rosa, Ramón. Biografía de José Cecilio del Valle. Tegucigalpa. 1882.
86 Pedro Tobar Cruz
y con centinela a la vista, la misma suerte han corrido otros diputados
militares y civiles. Con este atentado se violaron los artículos 172, 128
y 190 de la Constitución española de 1812, y que se encontraba en vigor
en México. Sobre este golpe a las garantías individuales dice Rosa:
"Pero, ¿qué importan los artículos de una ley, aunque esta ley se llame
fundamental, al absolutismo que tiene por criterio la fuerza y por fin la
venganza? —¡Desgraciados de los que tienen fe en la ley en las épocas
del absolutismo o de anarquía!— . La ley es la irrisión, el ideal que se
pisotea: la arbitrariedad es el hecho que oprime, el hecho que mata: es
justicia infernal, pero es justicia" (verso del poeta García Gutiérrez).
Valle hace peticiones al gobierno para que se resuelva su caso,
pero todo es en vano. Se le considera como reo de Estado y las interro-
gaciones que se le hacen es en calidad de testigo. Ignora por completo
el curso del proceso; sin embargo, hay un consuelo a tanta amargura,
por sus contactos que había tenido con el convento de Santo Domingo de
Guatemala, cuando era apoderado de dicha orden, los religiosos mexica-
nos le permiten el acceso a la riquísima biblioteca del convento. Ahí
pasa Valle la mayor parte del tiempo, encerrado en tan acogedor recinto,
revisa los manuscritos antiguos, las viejas Gacetas donde se recrea encon-
trando los progresos de la Nueva España, revisa los mapas del virreynato,
que han trazado los estudiosos Álzate, Humboldt, Arowsmith y Brue,
muchos de estos mapas los rectificaba de acuerdo con los últimos cono-
cimientos que se tenían. 22
Ramón Rosa, uno de los biógrafos más completos de Valle, se
entusiasma imaginándose al sabio embebido en la lectura de la silenciosa
biblioteca y sin poderse contener dice: "¡Con qué noble y bella figura
se presenta Valle a la imaginación como prisionero infelicísimo en el
convento de Santo Domingo! ¡Se me figura ver, bajo bóveda de sombría
y solitaria estancia, a aquel hombre de tez pálida, surcada por los surcos
que deja impresos el pensamiento: me parece ver, al caer de melancólica
tarde, a los últimos rayos del sol poniente, que penetraban por las altas
y estrechas ventanas de las tristísimas celdas del convento de Santo
Domingo, a aquel hombre febricitante, poseído del ansia de saber, incli-
nado sobre viejos manuscritos, amarillentos y apolillados por los siglos:
me parece verlo leyendo y volviendo a leer seculares documentos, lleno
de mortal tristeza, pero lleno también de noble afán por encontrar, en
aquellas memorias del pasado, las huellas de una civilización, y algún
22 Datos sacados del Manifiesto de Valle a la Nación Guatemalana, publi-cado el 20 de mayo de 1825.
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 87
germen* precioso para el porvenir! ¡Qué cuadro tan solemne! ¡Quéadmirable combinación de luz y de sombras! Si yo fuera pintor, y tuvie-
se artístico genio, y una paleta rica en colores, retrataría a Valle esco-
giendo aquellas lentas' horas en que estudiaba, como sabio, en el convento
de Santo Domingo; aquellas horas tristísimas que evocan el recuerdo de
la edad media, de aquella época en que, fuera del perímetro de las agi-
taciones de las luchas del siglo i. deidad adorable, tenía seguro
asilo en las silenciosas celdas de los conventos, poblados de sombras ymisterios".
:é profunda angustia ha de haber sentido don José Cecilio del
Valle, en I iañas y lejos de la familia, bajo la acusación de
enemigo de Estado y sufriendo la amargura de una prisión! ¡Quién
sabe cuan tristes como inconfesables pensamientos harían presa en el
alma de Valle! ¡Cuántos recuerdos le traería la lejanía del hogar, qué
duro serla el sufrimiento de la familia, con las noticias muchas veces
aumentadas que les llegarían, y con una distancia de más de 400 leguas!
El destino muestra cambios insospechados, llega algunas veces con
sorpresas agradables, tal es cj caso de Valle, cuando más interesado está
en sus estudios y mis conforme se encuentra en tan incómoda situación,
escribiendo algunos capítulos de su Ensayo sobre las ciencias, se le pre-
senta un oficial de Iturbide para hacerle entrega de un pliego del empe-
rador, eran las seis de la tarde del 22 de febrero de 1823. El pliego
contiene el nombramiento de secretario de Estado y del Despacho de
Relaciones Exteriores y se le pide, pase a Zapaluta, donde reside Iturbide,
a recibir las instrucciones pertinentes. Acompañado de la escolta nece-
saria se presenta a la residencia imperial, ya que el capitán general tenía
órdenes de darle todas las facilidades requeridas.23
Este cambio tan inesperado hizo cavilar mucho a Valle, después
de la cárcel pasar a gozar de libertad y a más de eso a hacerse cargo
de la primera secretaría del imperio. Sobre tan inesperado cambio del
destino, dice Rosa: "¡Qué raras, que dramáticas son las situaciones de
ciertos hombres! ¡Qué grandes, que maravillosas las antítesis de su
vida! Imposible explicar su misterioso contraste, como imposible es expli-
23 En su Diario Histórico (P. 235) escribió el 23 de febrero Bustamante: "Enlugac de Herrera, se ha nombrado Ministro de Relaciones al señor Valle Diputadode Goatemala que estaba preso, asi como al licenciado Bustamante de San Fran-cisco, aquel en Sto. Domingo, bajo su palabra de honor; hombre inculpable ya quien no se le debió ni mentar, para arrestarlo. Es seguramente de los mássabios del continente mexicano, pero peregrino en este suelo, cuyo interés yrelaciones ignora de todo punto... sobre que varias veces se perdió de su casaal Congreso porque no sabe las calles de esta capital ... AI asno muerto, la cebadaal rabo.
24 Rosa, Ramón. Biografía de José Cecilio del Valle. Tegucigalpa. 1882.
88 Pedro Tobar Cruz
car cuándo la mansa onda del cristalino arroyuelo formará parte de la
ola embravecida del inmenso océano!"24
En su presencia el emperador le manifiesta que lo ha nombrado
ministro de relaciones exteriores, como una satisfacción por los agravios
que se le han hecho; Valle, no hace recuerdos de esas ofensas y le ofrece
sus respetos, expresándole al mismo tiempo, su pesar por no hacerse cargo
del alto honor que se le hace. "Un ministro —le dijo, ante algunas per-
sonas que estaban presentes— debe ser el primer hombre en la ciencia
de los gobiernos; el primero en el conocimiento de la nación que ha de
dirigir. No debo tener el orgullo de darme el primer título. No ha siete
meses que llegué a México, y no tengo, por consiguiente, todos los cono-
cimientos necesarios de esta nación". Hace otras consideraciones que
justifiquen el deseo que manifiesta, por no aceptar tan honrosa designa-
ción, sin embargo, el emperador insiste, y Valle se hace cargo de las fun-
ciones de la Secretaría de Relaciones.
Esta designación y esta aceptación, ha sido el arma que muchas
veces han esgrimido los enemigos de Valle, señalándolo como traidor,
imperialista y monárquico. Sobre tan injustos cargos, su ya mencionado
biógrafo Rosaj dice: "Semejante cargo no lo mereció Valle, si es que se
juzgan sus actos a la luz de una crítica imparcial. Cierto es que respetó
la legalidad existente durante la colonia: cierto es que fue hasta compla-
ciente con los peninsulares, y por tales complacencias lo he juzgado con
severidad; pero consumada la independencia, Valle fue el devoto más
sincero del nuevo régimen, y de las nuevas instituciones, y el defensor mástenaz de sus fueros y excelencias. Si Valle hubiera sido imperialista no
habóa sido el opositor más ardiente a la política del imperio en el Con-
greso mexicano: no habría renunciado su cargo con insistencia ante Itur-
bide: no habría enviado algunos días después su dimisión, en términos
decisivos, a su residencia de Tacubaya, dimisión que no fue aceptada en
términos absolutos: no habría, en fin, sustentado en el ministerio una
política de moderación y de justicia, cuando el imperio, creado por la
fuerza del militarismo, no podía hallar más salvación probable que en
el empleo de medios coercitivos, de fuerza y de intimidación. Si Valle
fue ministro del imperio de Agustín I, fue porque una necesidad indecli-
nable lo exigía, y porque además su puesto era propicio para trabajar en
provecho de los intereses de su patria, nunca olvidada, de Centroamérica.
La historia, que debe ser justa, absolverá a Valle del cargo que le hicie-
ron sus enemigos políticos, mal aconsejados por el espíritu de rivalidad,
por el espíritu de las pasiones que no sabe perdonar ni a los hombres de
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 89
acrisolada honra. Pero las pasiones condenan, y la historia absuelve. Heaquí la más preciosa garantía de los hombres públicos que saben cumplir
con fus deberes
La actuación de Valle en el ministerio fue en todo sentido mode-rada; comprend- i situación porque atraviesa el imperio, y dis-
pone tacar el mejor partido de las circunstancias, para paliar con actos
rados las acometidas de la oposición, agresivos como amenazadores.
Esta situación mantiene al nuevo secretario en un trabajo agotador, el
día y la noche son de activo movimiento, y el descanso es un lujo que nose puede ni pensar. Valle vive a la espectativa, los informes que le llegan
ton desconsoladores, por todos lados asoma su cara la traición y el mismoico que lo había subido y coronado, da muestras de flaqueza y en
alguno» grupos el descontento se va agigantando.
Se buscan las medidas que salven y conjuren los momentos difíciles
que angustian la situación. A la moderación de Valle, se debe que no se
r para detener el descontento, el terror, como lo recomienda el grupo
ciclismo militar. Pide que ante todo, se anteponga el sentimiento
nacional como la fuerza dominante, capaz de contrarrestar cualquier movi-
•<> de desajuste social. Iturbide da su beneplácito a esta política,
como el paso más apropiado en aquella difícil situación. Valle por natu-
raleza era enemigo de la violencia, si, como diputado estuvo en un plano
de moderación, como ministro estuvo a la misma altura, su trabajo se
porque el imperio no llegue a constituir una catástrofe y no
llegue por los intereses a desembocar en una guerra civil, situación que
pueden aprovechar los enemigos de la independencia y que ya comienzan
-Tse.
El 6 de diciembre de 1822, el general Antonio López de Santa Anaproclama la república en Veracruz y con los generales Nicolás Bravo,
e Guerrero y otros más, da vida al plan de Casa Mata. Iturbide
•arte del ejército y muchos partidarios civiles, pudo hacer frente a
estos acontecimientos, más, sí se le reconoce un valor personal a toda
prueba, pero queriendo evitar males mayores, abdica la corona el 20 de
marzo de 1823; abandona el país y se embarca con su familia en Vera-
cruz, el 1 1 de mayo del mismo año, en el bergantín inglés Rawlins.
como había llegado el imperio, así terminó también, pacífica-
mente y sin mayores glorias; al caer Iturbide, Valle deja el cargo del
Ministerio de Relaciones Exteriores. En su paso por el ministerio, hizo
méritos de buen gobierno y mantuvo para todos la misma amistad hasta
25 Rosa, Ramón. Obra citada.
90 Pedro Tobar Cruz
con no pocas condescendencias. Estando en el desempeño de ese puesto,
sabe quienes habían intrigado su caída hasta llevarlo a la prisión, puede
muy bien ejercer alguna represalia contra ellos, pero haciéndose superior
al daño recibido, renuncia a la venganza y olvida el mal que le habían
hecho. Sus palabras, como comentario a este suceso, fueron: "Los repti-
les que entran arrastrándose en los palacios, para abusar después de la
autoridad con orgullo: los delatores oscuros, los informantes ocultos, han
sido siempre los que he visto con más horror". Sobre esto dice Rosa:
"Grande fue Valle por el olvido generoso de las ofensas que recibiera, yjusto por el terrible anatema que lanzó sobre los hombres-reptiles que
sorprenden al que manda para herir, alevosa y cobardemente, a las vícti-
mas de su odio o de su envidia. La conducta y las palabras de Valle
siempre serán una saludable lección". 28
Al caer el efímero imperio de Agustín de Iturbide, el Congreso
que había sido disuelto el 30 de octubre de 1822; al constituirse el nuevo
poder ejecutivo el 31 de marzo de 1823, formado por Guerrero, Bravo,
Victoria y Negrete, Valle vuelve a ocupar su puesto de diputado y el
Congreso, respetando su no desmentido talento, siguió otorgándole su con-
fianza y rindiéndole honores por sus tantos méritos. 27
El 14 de mayo de 1823, es nombrado don José Cecilio del Valle,
miembro de la comisión especial de la Constitución de la república, en
tan importante trabajo, deja clarificado su pensamiento en forma admi-
rable, que el Congreso, comprendiendo el valor de esta exposición, ordena
que se imprima y se difunda rápidamente, conociéndole sus indiscutibles
conocimientos, se le nombra vocal en otras comisiones, donde sus trabajos
merecen los elogios de sus compañeros.
Pensando siempre en la situación ilegal porque atraviesa Centro-
américa, comprende que ya es tiempo de poner una cuña que afloje las
relaciones de sumisión a que están sometidos los pueblos del istmo, con
tal motivo, hace el 12 de abril de 1823, una representación, poniendo en
evidencia la nulidad del Acta de anexión de Guatemala a México y exige
26 Rosa, Ramón. Obra citada.
27 El 26 de marzo de 1823, Valle presenta su renuncia de secretarlo deEstado y del Despacho de Relaciones del Imperio Mexicano. Hace una exposiciónde su llegada al ministerio, sus razones para no aceptar tan delicado puesto;su aceptación por el reiterado pedimento del emperador. Pero hoy presenta nue-vamente su renuncia, por las noticias que tiene de quebrantos de salud de su familia.
Con el cambio de gobierno se le siguen reconociendo a Valle sus ejecutorias.El 2 de abril de 1823, el poder ejecutivo de la República Mexicana nombrasecretario del Despacho de Justicia y Negocios eclesiásticos a D. José del Valley le encarga interinamente las demás Secretarías de Estado. Es tan reconocidoel talento de Valle y la forma tan atinada con que llevó las negociaciones últimaspara la separación de Iturbide, que al nacer la república, los republicanos le pidensus servicios en el nuevo gabinete. Documento CXXXIV. Anexión de Centroaméricaa México. Compilados por Rafael Heliodoro Valle.
mbre — El Político — El Sabio 91
que las tropas del g< nte Filísola salgan del territorio de Gua-temala, por la afrenta que eso significa en un país que no se tiene por
conquistado.
:.incia y para que un alegato de tal naturaleza esté
:i te en la vida ciudadana de los guatemaltecos, transcribo literalmen-
te el que Valle presentó a la representación del soberano Congreso de
12 de abril de 1823.
I.IDAD DE LA UNION DEGl LA CON MÉXICO
"La unión de Guatemala con México es nula, porque lo es todo
aquello que no se pronuncia por la única autoridad que puede pronun-
es nula porque no hubo el grado necesario de libertad.
Valle
fior:
indo V. Soberanía dijo el 29 del próximo anterior: se declara
el Congreso reunido en su mayoría, y en plena libertad de deliberar, ypor consiguiente de continuar sus sesiones, interrumpidas desde 31 de
re. . . yo estaba en el Ministerio de Relaciones, que serví por no
haber sido admitida la renuncia que hice dos veces.
Deseaba volver al seno de este Congreso para manifestar los dere-
chos de Guatemala, mi patria amada: de Guatemala, objeto de mi largo
y penoso viaje. No me fue posible llenar mis deseos, ni aquel día ni los
ntes; y antes de poder satisfacerlos, el Sr. D. Carlos María Busta-
mante, diputado por Oajaca, dijo el 31 siguiente: Señor: los grandes acon-
tecimientos de los imperios siempre se sellan y marcan en la historia con
actos de beneficencia y liberalidad . . . Los hijos de Guatemala gimen unos
en las car» os derraman su sangre en la campaña por defender
los derechos de su libertad e independencia. Para enjugar lágrimas tan
doloridas, suplico a V. Soberanía mande: Primero: que Filísola y los demás
jefes suspendan toda hostilidad. Segundo: que los diputados de las pro-
vincias de Guatemala, reunidos donde gusten, deliberen con plena liber-
tad si quieren agregarse al territorio mexicano. . Tercero: que en dicha
junta tomen cuantas medidas juzguen oportunas para reanimar su indus-
tria y comercio, y proporcionarse toda la libertad y seguridad que nece-
siten para su bienestar.
92 Pedro Tobar Cruz
"No es esta la vez primera que el Sr. Bustamante vuelve su atención
a la provincia de Guatemala. En la sesión memorable de 10 de julio de
1822, en esa sesión habida antes que llegáramos los diputados que de
aquella provincia veníamos caminando a ésta, en esa sesión que protestó
el Sr. Mayorga diciendo que, sería un escándalo tratar el punto de unión
de los pueblos de Guatemala sin esperar a sus representantes, que estaban
prontos a llegar, el Sr. Bustamante recomendó la circunspección con que
debía verse un punto en q'ue se interesaba el derecho sagrado de libertad
de aquellas provincias.
"Pero la independencia de Guatemala no es gracia que deba otor-
garse para perpetuar la memoria de los sucesos de México: que otros
gobiernos señalen o marquen los acontecimientos grandes dando honores
a los funcionarios, o concediendo indultos a los reos. El Congreso de
México reconocerá sin duda, que la independencia de Guatemala, la
libertad de aquellas provincias, la cesación de hostilidades, no son actos
de beneficencia, ni expresiones graciosas de liberalidad. Son actos de
estricta justicia, actos dictados por esa razón universal que ha formado
los principios de derecho público.
"Señor, mi idioma es uno. Vocal de la junta provisional de Guate-
mala, dije en 5 de enero de 1822, que la agregación de aquellas provincias
a México no podía ser decidida, sino por un Congreso libremente elegido
por las mismas. Diputado electo posteriormente, hablo la misma lengua
en abril de 1823.
"Es asunto de alta importancia. Permítame V. Soberanía desen-
volver estas proposiciones: l 9 La. voluntad de México y Guatemala era
necesaria para agregar la una a la otra. 2* Debía pronunciarse aquella
voluntad de un modo legal por la única autoridad competente para
decirla. 39 La voluntad de Guatemala, no ha tenido el grado de libertad
que era necesario. 4* No fue pronunciada del modo que dictaba la razón
por la autoridad que debía expresarla. 5* Aún respecto de aquellos que
se decidieron por la agregación de Guatemala, ha debido cesar desde el
momento en que Vuestra Soberanía declaró insubsistentes el Plan de
Iguala, y Tratado de Córdoba. 6* Aún estando vivos uno y otro, debe
tenerse presente, que ni a México ni a Guatemala conviene la unión de
la segunda con la primera.
I
"Hay verdades que el alma se place en repetir, y una de ellas es
ésta: los hombres son libres: los hombres son iguales ante la ley. Ningún
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 93
hombre es dependiente de otro hombre: ningún hombre es obligado a
otro hombre, sino cuando él mismo ha querido nhfigii
:itad es el origen de las obligaciones: la voluntad es el
•i de loe pactos. No hay ol i cuando no hay voluntad. Sería
una quimera la igualdad si un hombre tuviera derecho sobre otro hombre
contra su voluntad: sería imaginaría la voluntad si fuera obligatoria, no
unión de dos individuos que quieren formar campaña, exige
para establecerla, la voluntad de los mismos individuos expresada con
libertad. La unión de dos naciones que quieren formar sociedad política,
exige para constituirla, la voluntad de las mismas naciones pronunciada
M que México y Guatemala formen un todo político, es nece-
sario que México y Guatemala quieran constituirlo. México no tiene
derecho para violentar la voluntad de Guatemala, reduciéndola a provin-
cia suya, ni Guatemala la tiene para forzar la voluntad de México, obli-
gándola a entrar en sociedad con el!
II
no no basta la voluntad libre y espontánea. Es preciso que
esta voluntad sea pronunciada del modo que dicta la razón por quien
deba pronunciarla. El propietario es quien debe expresar sus votos sobre
su propiedad particular. La nación es la que debe pronunciar los suyos
sobre su interés general. No tiene un individuo derechos más santos que
una t. solo el dueño o señor puede tratar de su interés individual,
sola la nación puede tratar de su interés general.
tres derechos, sagrados a los ojos de la razón:
de unÜfK por sí o por medio de sus representantes para tratar los
asuntos que le interesan: 2*, el de discutir, unida por sí o por sus repre-
sentantes, los negocios que le importan: 3", el de resolverlos como le parez-
ca después de haberlos discutido.
Nb basta que los individuos de un ayuntamiento manifiesten sus
votos aisladamente cada uno en su casa. Para que haya resolución legal
es preciso que se unan en consejo, que discutan el asunto, que se comu-
niquen mutuamente sus luces, y voten después de haberlas comunicado.
basta que los vocales de una Diputación provincial expresen
su opinión separadamente. Para que pueda haber acuerdo es necesaTío
que unidos en corporación examinen el negocio, lo ilustren, y sufraguen
después de haberlo ilustrado.
94 Pedro Tobar Cruz
"No basta que los diputados de un Congreso hagan discursos aisla-
dos sobro un asunto. Para quo haya lov os nooosario quo so junten en
cortes, que discutan la cuestión, y declarada suficientemente discutida,
don sus \oios dol modo prescrito en el reglamento respectivo.
"No basta que los ayuntamientos pronuncien su voluntad cada
uno en el pueblo a que corresponda. ' En lo que interesa a toda la nación,
es preciso que la misma nación por sí o por sus diputados examine sus
derechos, reúna lucos sobro ellos, y expresando la voluntad de todos o la
mayoría, decida lo que convenga al número mas grande de sus individuos.
"No se diga que estas verdades solamente lo son cuando se trata
de naciones ya constituidas. Aun suponiéndolo asi, no habría objeción
sólida. Desde el 15 de septiembre de 1821 se acordó el acta fundamental
de la independencia. Guatemala y las provincias unidas con ella, la
publicaron con gozo; y en aquella acta que fue reimpresa en papeles
públicos do de La Habana y Colombia, se determinó que cada
provincia, arreglándose al método prescrito en la Constitución española,
eligiese diputados, y unidos en Congreso los electos, declarasen el gobierno
que debía regir.
IIII
"La voluntad de Guatemala no tuvo el grado de libertad que
debía tener. No daré a este punto toda la extensión de que es susceptible
para no ofender a persona alguna. En los que opinaron contra la unión,
y en los que se decidieron por ella, respeto la libertad que tenían para
pensar. Es uno de los derechos más sagrados, y debe ser el más inviolable.
Son diversas las organizaciones físicas, distintos los sistemas sensitivo-.,j
las sensaciones NO d Oligeil primero de los pensamientos > raciocinio-;.
Es preciso que haya variedad de opiniones; y si por haberla se hubiera de
perseguir a los hombres, la tierra sería necesariamente un caos de sangre
y horror.
"El gobierno de México creyó que convenia al interés general de
esta América formar de toda ella una sociedad grande por su extensión,
fuerte por su unión, poderosa por la unidad de su sistema: invitó a las
autoridades de Guatemala para formar un todo político de aquellas yestas provincias: M& dijo: el interés general de México y Guatemala es tan
idéntico e indivisible, que no pueden erigirse en naciones separadas e inde-
pendientes sin aventurar su existencia y seguridad. . . Nuestra unión cimen-
tada en los principios del plan abrazado umversalmente en M
Valle — El Hombre — l 100 — El S 95
asegura a los pueblos el goce imperturbable de su libertad, y los pona
de las tentativas de los extranjeros. . Si .1 petar de la eviden-
.<• a mi juii U reflexiones, tío bastasen
al convencimiento de esas respetables Mltorididoi. Bipero se sirva V.
mía comunicanue a la mayor brevedad sus ulteriores detennin.i-
ciones para el arreglo de las mías; en el concepto de que desnudo de toda
mira individual, y poseído del más sincero respeto a la voluntad de los
pueblos, jamás intentaré someterlos a la mía, aunque no es otra que los
acatar. Con este objeto ha marchado ya, \ debe <•"
i v bien disciplinada,
levando por di. Unión, evitará todas
las ocasiones de emplear l.i y sólo reducirá su misión a proteger
con las armas los proyectos saludables de los amantes de su patria
: de la Gaceta de esta capital publicó, equivocadamente,
que cuatro o cinco mil hombres mandados por eJ conde de la Cadena, y
dirigidos a Guatemala, habían ya pasado el río caudaloso de Tehuantepec.
I de Guatemala decía, que aquellas provincial
no podían unirse con éstas, formar una nación libre e independiente: se
tó de este pensamiento, y trabajó con fervor en la agregación de
Guatemala.
comandantes de las provincias se manifestaron también deci-
didos por la unión, y cooperaron a ella con el ascendiente de sus empleos.
"Los pueblos oían por una parte que ti opas de México marchaban
a Gu.i sabían por otra que las tropas de Guatemala eran man-
dadas por jefes que deseaban la agregación de Guatemala. ¿ Podían, en
posición tan libertad? ¿Podían pesar tran-
quilos los bienes y los males, y decidirse según la suma de ellos? ¿Tenían
para este cálculo todos los datos necesarios? ¿Podían hacerlo en el breve
no que se designó a los ayuntamientos?
árese un caso semejante al ocurrido. Publíquese que España
manda a México tropas numerosas y bien disciplinadas; y que las tropas
D mandadas por jefes que desean la unión con España;
manifiéstese que los gobiernos de España y de México quieren que la
segunda se agregue a la primera. Yo aseguro que en circunstancias tan
itamientos de Tehuacán, Chalco, Tepeac, etc., obligados
¡diree dentro de diez o doce días, no tendrían plena libertad para
deliberar.
% Pedro Tobar Cruz
IV
"Señor, no fue la voluntad de la nación la que determinó del modoque exigía la ley punto de tanto interés para su felicidad general. Gua-
temala no gozó derecho alguno de los tres que tiene toda nación. Nose reunió por si ni por sus representantes para tratar un asunto que inte-
resaba a todos los pueblos: no lo discutió como correspondía, después de
haberse reunido por sí o por sus diputados: no dio sus votos o expresó
su voluntad después de haberlo discutido como dictaba la razón.
"Se mandó en circular de 30 de noviembre de 1821, que los ayun-
tamientos en cabildo abierto manifestaran su opinión, y que las contes-
taciones de todos los que existen en una área de veinte y cinco mil leguas
cuadradas, se remitiesen con tanta brevedad, que el día último del mes
siguiente de diciembre estuviesen reunidas en el gobierno de Guatemala.
El 5 de enero de 1822 no eran aún recibidas todas las contestaciones de
los ayuntamientos. Lo manifesté así a la Junta provisional: expuse que
solo en la provincia de Tegucigalpa faltaban diez y siete de otros tantos
ayuntamientos: en la de San Salvador veinte y cuatro, en la de Chimal-
tenango nueve, en la de Sonsonate siete, en la de Solóla igual número, yen la de Chiquimula cuatro: dije que no era tan urgente la necesidad de
unirse . que no pudiese esperarse la llegada del correo para ver
las contestaciones que faltaban; hice presente que aún siendo mayor dnúmero de las recibidas, debían esperarse las demás para ver las razones
que expusiesen, o atender a las condiciones que fijasen: añadí que yo no
resistía la unión con México: pero que debía decidirse este asunto por la
única autoridad competente para resolverlos, y que no lo eran ni el capitán
general, ni la Junta provisional, ni las diputaciones provinciales, ni los
ayuntamientos.
"Los regidores y diputados provinciales habían sido elegidos por
los pueblos para las atribuciones que les designa la Constitución: y entre
ellas no se numera la facultad de resolver si Guatemala debía ser nación
independiente, o provincia de México. La Junta provisional fue creada
para acordar o consultar sobre los asuntos que expresa el acta de su
creación; y el capitán general tampoco podía contar entre sus atribuciones
la de decidir un negocio superior a sus facultades y a las de todas aquellas
corporaciones.
"La misma Junta provisional, el mismo jefe político apoyan mi
opinión con la que habían manifestado anteriormente en oficio de 11 de
noviembre de 1821. "Esta cuestión de interés tan grande para todas las
<k — El Político — El Sabio 97
el jefe político, no puede ser decidida por esta Excma.
Junta provisional, ni por esa Excma. Diputación provincial, ni por corpo-
ración alguna de las que existen constituidas. Los funcionarios no tienen
iclla que les da la ley; y la ley no nos ha\ facultado
para decidir si estas provincias deben serlo de México. Los ayuntamientos
tampoco tienen otra autoridad que aquella que les han dado los pueblos
res. Estos los eligen para tratar de las atribuciones que designa la
constitución; y en ellas no se ve la de resolver aquel punto.
"La voluntad general de los pueblos es la que debe determinarlo,
y esta voluntad solo puede expresarse por un Congreso formado de dipu-
tados elegidos por los mismos pueblos para decidir si todos ellos deben
ser provincia de N. E.
. habría razón para decidir que tratándose el asunto en cabildo
abierto, la nación era en realidad la que lo determinaba. Fueron diversos
los a\ *<* donde no concurrió el pueblo a la deliberación del
negocio. Fueron varios aquellos donde se creyó que solo los alcaldes yregidores tenían voto. Pero aún siendo positivamente abierto el cabildo
ios los pueblos, no podía estimarse bastante la opinión aislada de
los ayuntamientos. Ya lo he dicho anteriormente. Es precisa la reunión
de los pueblos por sí, o por medio de sus representantes, porque sólo
tidola puede haber discusión y comunicación de luces para asegurar
rto eá la resolución. El mismo pueblo que separado de los demás
no en la agregación de Guatemala, unido con ellos para discutir el
asunto, oyendo razones, meditando recursos y purificando datos, habría
tenido opinión distinta.
apoco podría afirmarse que Chiapa, Quezaltenango, León yComayagua. repugnaban enviar diputados a Guatemala, y por su repug-
nancia era imposible formar Congreso. No es cierto que aquellas pro-
vincias repugnasen en su totalidad lo que tanto interesaba a su bien: no
lo es que su voluntad fuese pronunciada de un modo legal. A mi tránsito
por Chiapa oí la voz de diversos hijos suyos. Me consta la voluntad de
Tegucigalpa que me eligió diputado, y es parte grande de Comayagua.
Se ha explicado con hechos la de Granada que está en León; y consta a
este Congreso que el representante de Quezaltenango pidió la separación
de su provincia. Pero aún siendo positivo lo contrario la repugnancia de
Comayagua, León, Chiapa y Quezaltenango, no debía privar de sus dere-
chos a Totonicapán, Chimaltenango. Sacatepéquez, San Salvador, Son-
sonate, Escuintla, Tegucigalpa, Verapaz y Chiquimula que estaban acor-
des en elegir y mandar diputados.
98 Pedro Tobar Cruz
"No se decidió la agregación de Guatemala por la autoridad única
a quien correspondía su decisión. Pero aún siendo resuelta por ella del
modo que dictaba la razón, parece que debe cesar después del acuerdo de
Vuestra Soberanía de 8 del corriente. No indico esta reflexión porque
mis votos sean a favor del Plan de Iguala y Tratado de Córdoba. Laañado para convencer el derecho que tendría Guatemala para separarse
de México aun en el caso de que su unión hubiese sido válida.
"Hubo en Guatemala individuos que creyeron útil la unión de
aquellas provincias con éstas; hubo ayuntamientos que la juzgaron inte-
resante; pero ligaron sus votos a las condiciones y bases del Plan de Iguala
y Tratado de Córdoba: sujetaron a ellas su voluntad; y el acta acordada
a 5 de enero de 1822 no fue más que expresión de sus pensamientos.
"Como las contestaciones dadas por los ayuntamientos, dice el
acta de unión, lo son con vista del oficio del serenísimo señor Iturbide
que se les circulp, y en él se propone como base la observación del Plan
de Iguala y de Córdoba, se ha de entender que la adhesión al imperio
de México es bajo estas condiciones y bases".
"Vuestra Soberanía declaró que una nación solo por ella misma
o por sus legítimos representantes puede obligarse a tratados: Vuestra
Soberanía declaró insubsistentes el Plan de Iguala y Tratado de Córdoba:
Vuestra Soberanía declaró que la nación ha quedado en absoluta libertad
para constituirse en la forma de gobierno que más le acomode.
"Han cesado las condiciones a que sujetaron su voluntad los que
quisieron más, que Guatemala fuese una provincia de México adminis-
trada por un comandante, que no una nación libre, independiente y>
soberana: ha cesado respecto de ellos la agregación que sujetaba la pri-
mera a la segunda; y a este aspecto aún en el caso de que la mayoría
hubiese tenido voluntad positiva de unirse a México, y de que aquella
voluntad se hubiese pronunciado de modo que dictaba la razón, debería
cesar respecto de ella el acta que la obligaba.
VI
"Pero supóngase nulo el valor de esta razón y las anteriores. El
mayor bien posible del mayor número posible debe ser la ley grande de
las naciones; y esta ley exige la independencia absoluta de Guatemala.
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 99
4,La naturaleza la ha separado de México. He visto la línea que
las dividía cuando eran regidas por el gobierno español. Pasa por una
montaña alta y escarpada.
¡os loe elementos que forman <l trtifmi físico de un país son
n<>s en una y otra. La posición geográfica de Guatemala, su figura,
su extensión, su atmósfera, su temperatura, sus tierras, sus aguas son
"Los elementos qu< Bftana económico, indicados
siempre por el sistema físico: los trabajos, los géneros de cultivo, la indus-
d giro y los productos, tampoco pueden ser idénticos; y los usos,
las costumbres, los caracteres, los principios que componen el sistema
moral deben también ser diversos.
"La diferencia de sistemas físicos la produce en los sistemas econó-
en otro la exige en el político.
Todo está enlazado en la naturaleza. El gobierno de los Estados pequeños
d¿be ser distinto del de los Estados grandes. La administración de los
países pobres debe ser diversa de la de los países ricos.
"No soy yo quien lo digo. Los maestros de la ciencia son los que
han dicho: En cada país existen causas naturales por las cuales se puede
asignar la forma de gobierno a que arrastra la fuerza del clima, y mani-
festar la especie de administración que deben tener sus habitantes. . . Si
no que el carácter del espíritu y las pasiones del corazón se diferen-
n cada clima, las leyes deben ser relativas a la diversidad de estas
pasiones y a la diferencia de estos caracteres. . . Las circunstancias que
deben variar la legislación son de dos especies: unas dependen de causas
puramente físicas, y otras de causas morales. El clima, el suelo, las cir-
tncias geográficas producen diferencias necesarias y permanentes,
religión, las costumbres las producen también aunque no
tienen el mismo carácter ... En los pueblos donde hay grandes riquezas
tdinariamente esclavitud porque hay mayor desigualdad, y la des-
dad es la gran desdicha de los hombres.
"Guatemala, independiente de México, creará el gobierno que con-
a sus intereses, tendrá en su mismo seno el poder legislativo
que le dicte leves benéficas, y el ejecutivo que las haga cumplir: sus
representantes jio serán comprometidos a atravesar quinientas, ochocien-
tas o mil leguas de caminos ásperos, despoblados y malsanos en algunos
puntos: sus' pueblos harán ahorros en los gastos de viático y dietas de los
diputados, y el numerario que consuman éstos, quedará en los mismos
pueblos, y circulará por ellos: sus provincias no harán bienalmente el
100 Pedro Tobar Cruz
sacrificio sensible de privarse del servicio e influjo inmediato de las per-
sonas más dignas de confianza: la ilustración de sus hijos será extendida
y adelantada oyendo los acuerdos de su Congreso y los discursos de los
individuos que lo formen: su gobierno estará en manos de sus mismos
hijos, dedicado exclusivamente a la felicidad de aquellas provincias: sus
ciudadanos más beneméritos serán premiados con los empleos que merezcan
por sus talentos y virtudes: sus hijos cultivarán su espíritu, y formarán
su corazón sabiendo que el mérito tendrá premios proporcionados a su
especie y magnitud: sus asuntos tendrán giro rápido no estando distante
el centro principal de su movimiento, no serán costosos, ni los interesados
en ellos se verán obligados a trepar montañas y atravesar climas para
activar su curso: su industria rural, fabril y mercantil, fomentada por
un gobierno hijo de los mismos pueblos, será extendida y perfeccionada.
Costa Rica, León y Comayagua, colocadas en medio de las dos Américas,
con puertos a los dos océanos, y a pequeña distancia los del norte de los
del sur, dilatarán sus relaciones y serán con el transcurso del tiempo el
emporio del comercio: San Salvador, gozando lo que deseaba, aumentará
las cosechas del fruto precioso que ha hecho su riqueza y la de los otros
pueblos: Chiquimula y Verapaz aprovecharán las ventajas de su posición
geográfica: Quezaltenango, llamada por su temperatura a ramos de indus-
tria que no pueden cultivarse en otros partidos, desplegará su energía ydoblará sus riquezas: Sonsonate verá en su puerto multitud de barcos,
y estrechará sus relaciones con la Sur América. Chiapa, que tiene tantos
artículos de cultivo, y fue rica o menos pobre en los tiempos anteriores,
será todo lo que puede ser una provincia fecunda y extensa.
"Guatemala agregada a México presentaría cuadro muy diverso.
Quedaría privada de todos los bienes que le promete su justa indepen-
dencia: tendría una representación mínima comparada con la de todas
las provincias de Nueva España: sería en el Congreso de México lo que
era la América en las Cortes de España: se vería sujeta a leyes dictadas
según las circunstancias de estas provincias, y poco o nada proporcionadas
a las de aquellas: tendría una parte muy pequeña en la atención del
gobierno, llamada a los asuntos de México que por su inmediación la
reclamaría más imperiosamente: sería provincia de un Estado inmenso
que por su misma inmensidad no podría ser bien gobernada.
"Desde los límites de Panamá a donde se extienden los de Gua-
temala, hasta la línea divisoria de los Estados Unidos, a donde se dilatan
los de Nueva España, hay un espacio de 144,630 leguas cuadradas, según
el cálculo de unos, y de mayor extensión, según el de otros. No es posi-
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 101
ble crear un gobierno capaz de administrar bien a pueblos tan distantes
unos de otros, colocados a distintos paralelos, de diferentes grados de
civilización, de costumbres, idiomas y caracteres distintos.
diversa la energía de los gobiernos según la forma que los
i;ue. Pero cualquiera que sea su naturaleza es preciso que sean
hombres los que gobiernan: y el talento más sublime, el genio más vasto,
no puede dilatar la esfera de su actividad a un espacio tan inmenso.
"Solo el territorio de lo que se ha llamado Nueva España forma
una área (tic) a que es difícil o imposible que pueda dilatarse la atención
más activa. La memoria presentada el año anterior por los diputados
de las provincias internas de occidente, manifestaba que el Nuevo México,
la Nueva Vizcaya, Sonora y Sinaloa están muy mal administradas. Las
dos Californias son todavía yermos incultos, donde apenas se computan
dúos en cada legua cuadrada. El estado de las provincias
de Oriente, dirigido al gobierno por el capitán general de ellas,
la despoblación y atraso del Nuevo Santander, Tejas, Nuevo
Reino de León y Coahuila. En Oajaca, que tiene tantos artículos de
riqueza, caminé ochenta y ocho leguas desde la montaña del Chilillo, yno vi en el transito más que una villa de pequeña población y ocho pue-
blos infelices, imagen triste de la miseria y desnudez. En las demás pro-
ís hay tod.r que cultivar, ramos de industria que promover,
ílos que fomentar.
"Teniendo México un gobierno que se ocupe exclusivamente en
su felicidad, cultivara los desiertos que hay en su superficie: fomentará
las artes que le faltan: perfeccionará las que tiene: dilatará su comercio:
I .una de su riqueza será verdadera, y bien distribuida. Teniendo un
gobierno que divida la atención entre estas provincias y las de Guatemala,
no podrá hacer igual bien: se atrasará en su movimiento; y formando
un todo excesivamente vasto, será posible conservar mucho tiempo su
integridad. "Es más fácil, decía un filósofo, conquistar, que gobernar.
Con una palanca puede un dedo mover al mundo; pero son necesarias
las espaldas de Hércules para sostenerle".
extensión de un Estado debe ser proporcionada a la energía
de que sea capaz su gobierno. En un territorio inmenso es muy difícil
mantener el orden en lo interior y repeler las agresiones en lo exterior.
"Para que un Estado, dice Montesquieu, esté en su verdadera fuerza, es
necesario que haya proporción entre la velocidad con que se pueda eje-
cutar en su contra alguna empresa, y la prontitud que pueda emplear
para hacerla ilusoria ... Si el que ataca puede presentarse en todas partes,
102 Pedjro Tobar Cruz
el que defiende es necesario que pueda también manifestarse en todos los
puntos; y por consiguiente la extensión de un Estado debe ser mediana
para que sea proporcionada al grado de velocidad que la naturaleza ha
dado a los hombres para trasladarse de un lugar a otro. .
."
"El despotismo, que gobierna por la fuerza y no conoce otro prin-
cipio, somete a su voluntad pueblos lejanos, esparcidos en territorios
inmensos; pero el despotismo es elemento preciso de destrucción. Hayelasticidad en todos los seres de la naturaleza; y este activo resorte lucha
sin interrupción contra el peso que oprime. Lo que se sostiene por la
fuerza es siempre costoso y de pequeña duración. Sólo aquello que es
espontáneo, sólo aquello que es benéfico dura años sin sacrificios, sin
fuerzas, sin costos dolorosos.
"Guatemala, viéndose agregada a México precisamente en los
momentos en que comenzaba a ser nación independiente, viéndose sujeta
a un gobierno distante, en los mismos días en que se separó de España
por la distancia, comenzarla meditar planes de independencia de México,
así como supo formar los de independencia de Madrid. México empezará
a formar planes para sostener la agregación de Guatemala: se verá en la
necesidad de mantener la fuerza necesaria y hacer los gastos consiguientes:
se hallará comprometida a proveer los primeros empleos en hijos de estas
provincias. Nacerán la desconfianza, la rivalidad, los odios, los enconos
y todas las pasiones tristes que dividen a los hombres. El hijo de Guate-
mala y el de México que deben amarse por haber nacido en una mismaAmérica, serán enemigos uno de otro. Habrá guerras intestinas: se derra-
mará sangre, y la felicidad que solo existe en los períodos de paz cuando
se respetan los derechos de los hombres, y se trabaja en su verdadero
bien, desaparecerá de unos pueblos que parecen destinados por la natu-
raleza a objetos grandes y venturosos.
"Interesa al bien general de este continente que todos los Estados
de América estrechen sus relaciones para sostener su justa causa y elevarse
al grado más alto de riqueza. Desde marzo de 1822 dije:
"Yo quisiera:
"l 9 Que en la provincia de Costa Rica o de León, se formase un
Congreso general, más espectable que el de Viena, más importante que
las dietas donde se combinan los intereses de los funcionarios, y no los
derechos de los pueblos.
"2° Que cada provincia de una y otra América mandase para
formarlo sus diputados o representantes.
la rasa
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 103
3* Que unidos éstos y reconocidos sus poderes, se ocupasen en
• >n de este problema: trazar el plan más útil para que ninguna
:icia de América sea presa de invasores externos, ni víctima de divi-
to este primer problema, trabajasen en la resolución
„' undo: formar el plan más eficn para elevar las provincias de Amé-rica al grado de riqueza y poder a que pueden subir,
lándose en estos objetos formasen:
1.a federación grande que debe unir a todos los Estados de
\
i nnóenico que debe enriquecerlos, firmando el trata-
do general de comen uiendo con protección más liberal el giro
.no dr unos con otros, y procurando la creación y fomento de la
M que necesita una parte del globo, separada por mares de las
do no debe mezclarse o tener intervención en el
gobierno de otro. En la América no debe imitarse la política injusta de
topa. Que ("hile se constituya como le parezca: que Guatemala
1 gobierno que le convenga: que México forme la constitución que
cho a mezclarse en los asuntos de Guate-
mala, itemala lo hay para introducirse en los de México, ni en
aberlo para intervenir en los de Chile y Guatemala. Si
unos Estados qu; en la administración de otros, la América
I :n caos de sangre, de muerte y de horror.
quiere ser Estado independiente; y en Guatemala debe
suponerse el mismo deseo. Solo la voluntad libre y espontánea de la
Ja podría agregarla al primero: y no ha existido esta voluntad pro-
nunciada libremente por la única autoridad que podía expresarla, que es
la nación por sí. o por medio de sus representantes.
unión de Guatemala con México es nula, porque lo es todo
aquello que no se pronuncia por la única autoridad que puede pronun-
es nula porque no hubo el grado necesario de libertad. Mientras
en Guatemala una sola bayoneta de México, podría decirse que
no es libre el acto en que se pronuncie su unión. Para que los votos de
aquellas provincias se expliquen libremente, y los actos de su Congreso
sean expresión verdadera de su voluntad, uno mi voz a la de los señores
diputados Gómez Faría. Mayorga. Orbegoso, Sánchez. Orantes, Valle (D.
Fernando . Montúíar. Andrade, Serrano, Aranda, Castillo, Baca Ortiz,
Villar. Castaños y Covarrubias.
104 Pedro Tobar Cruz
"Pido: que Vuestra Soberanía se sirva declarar que las tropas de
México mandadas por el brigadier D. Vicente Filísola y sus oficiales deben
retirarse inmediatamente de todo el territorio de Guatemala. México,
abril 12 de 1823".
Esta representación fue causa fehaciente para que el l 9 de julio,
se ventile en las sesiones del Congreso, el problema de la independencia
centroamericana. En esta ocasión, Valle pronuncia interesante discurso,
subrayando la razón que asiste a los pueblos a luchar por su libertad, yla razón que asiste a Guatemala, a constituirse en nación libre e indepen-
diente. Recalcó que el plan de Iguala como los tratados de Córdoba,
eran insubsistentes por el cambio de régimen, y eso daba una razón jurí-
dica para sostener la nulidad de la anexión. Ramón Rosa, al analizar a
Valle en esta ocasión, dice: "La poderosa voz de la razón se hizo oir: Valle
llevó a todos los ánimos el convencimiento. El ministro del nuevo gobier-
no manifestó al Congreso que Guatemala debía estar en libertad para
constituirse como le pareciese, y que debían retirarse las tropas de Filísola.
El Congreso, cediendo a la justicia, hidalga y brillantemente representada
por Valle, dio un acuerdo confirmando los puntos indicados por el minis-
terio. El acuerdo del Congreso resolvió por completo la cuestión, y dejó
garantizada la independencia de Centroamérica".28
En Guatemala, el l p de julio de 1823, José Francisco Córdova
redacta el acta de independencia de esa fecha, y en México, ese mismo
día, José Cecilio del Valle hace manifestaciones, exigiendo se deje a las
provincias de Centroamérica, escoger su destino.¡Qué coincidencia más
feliz!
Valle en el Congreso de México. "El Sr. Valle (D. José) dijo:
que el Sr. ministro de relaciones había manifestado juiciosamente que el
asunto de Guatemala estaba reducido a dejar a aquella nación en libertad
para constituirse como le pareciese, y mandar que las tropas mexicanas
28 En México y principalmente en el Congreso, había un clima propicio pordejar a Centroamérica en libertad de escoger su destino. "El Congreso Constitu-yente de la República Mexicana encomienda a una comisión las proposiciones dedon Carlos María Bustamante y otros diputados para que cesen las hostilidadesen Centroamérica y se deje en libertad a dichas provincias para que adopten elestatuto que les convenga. El lo de abril de 1823, Bustamante dijo: "Los grandesacontecimientos de los imperios siempre se señalan y marcan en la historia conactos de beneficencia y liberalidad. El de la libertad de V. Sob. debe ocupar unlugar muy distinguido en nuestros fastos gloriosos, que llene de regocijo a nuestrospósteros. Hasta ahora el territorio de Goatemala, no tiene motivos para bendecirnuestra independencia, sino para execrarla. Sus hijos gimen unos en las cárceles,y otros derraman su sangre en la campaña por defender los derechos de su libertade independencia. Para enjugar lágrimas tan doloridas, suplico a V. Sob. mandeque el general Filísola y todos los jefes, que con título de protectores de aquellospueblos, les están haciendo una guerra desastrosa, principalmente en la provinciade San Salvador, suspendan toda hostilidad." Documento CXXXII. Sobre la Anexióna México. Compilados por Rafael Heliodoro Valle.
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 105
se retirasen de aquel territorio: que si todos los Sres. de la comisión se
- ran contraído a estos d<> ^u KÜoria no haría uso de la
palabra que había pedido; pero que acordes todos en reconocer los dere-
chos indudables de Guatemala, se habían estendido a otros puntos que
debían ser analizados: que el dictamen de los Sres. Bustamante (D. Car-
los), y Mayorga, estaba fundado en los hechos y correspondencia oficial:
Ide los.Srr t amante (D. Javier), había
vocaciones y lo habí.r áa haber Indo todos los antecedentes
pasó el gobierno para dar luz al asunto que lo aseguraba sin temor
de equivocarse y daría la prueba si lo negaba alguno.
i partes precisas: la que refiere
los hechos, la que presenta los racic* que propone los puntos de
acuerdo: < .is tres partes debe haber enlace para que formen un
de los hechos deben derivarse los raciocinios, y de los raciocinios
deben deducirse los puntos de discusión: que no había esta precisa rela-
ción en el dictamen de los tres Sres. espresados: que en la primera parte
decían que la mayoría de los habitantes de Goatémala creyó que por gra-
titud debía unirse para siempre corv
n la última proponían
que se aprobase la medida de haberse convocado un Congreso soberano
' ">a témala para que examinase su pacto de unión y declarase su forma
de gobierno: que e* la* primera parte decían que la división militar envia-
da d .1 Goatemala. había conservado el orden en aquel país, yen la última proponen que saliese aquella división del territorio de Goate-
mala: que en la príoM dicen que el comandante Filísola ha obrado
según los deseos de Goatemala: y en la última proponen que Filísola debe
r dimisión del mando y salir de Goatemala: que en la primera parte
D que al pronunciarse Goatemala independiente de España, los gritos
de independencia se mezclaron con los de agregación a México: y en la
última proponen que debe llevarse a efecto la instalación del Congreso
que en Goatemala ha de acordar la forma de su gobierno: que los hechos
que indican, a más de estar en contradicción con los puntos de acuerdo
que proponen, no son ciertos sino muy equivocados: que ni la ciudad de
Goatemala. ni las provincias que proclamaron con entusiasmo su acta
memorable de 15 de septiembre de 821. se unieron con México por gra-
titud, ni se oyeron voces de alegría por la unión: que al pronunciarse
independiente de España el^pueblo de Goatemala, lejos de anhelar la
.^ción a México, dijo que quería independencia absoluta, y resistió
que el capitán general jurase el plan de Iguala: que muy distantes de
106 Pedro Tobar Cruz
pensar en unión con México las provincias adheridas a Goa.temala, esta-
ban haciendo las elecciones de los diputados de su Congreso constituyente.
"Cuando el gobierno de México dirigió oficio en 19 de octubre de
1821, invitándolas a la unión, diciéndoles que era de suspenderse la
convocación de aquel Congreso, y añadiendo que había marchado una divi-
sión numerosa y bien disciplinada: que, seguidamente la gaceta de México
publicó que aquella división había ya pasado para Guatemala el río
caudaloso de Tehuantepec al mando del conde de la Cadena, que no había
salido de Puebla: que en estas circunstancias, el gobierno de Goatemala
mandó que los ayuntamientos expresasen si la voluntad de los pueblos era
agregarse,. y aquellas corporaciones oyendo por una parte que tropas de
México marchaban a Goatemala, y sabiendo por otra que las tropas de
Goatemala eran mandadas por gefes que anhelaban la unión con México,
no tuvieron la libertad necesaria para pronunciar su verdadera voluntad,
ni eran autoridades legítimas para decidir un punto superior a sus atri-
buciones.
"Que en el bando de 9 de enero de 822, mandó el capitán general
de Goatemala que ninguna persona intentase de palabra ni por escrito
censurar la opinión de unión, bajo la pena de ser tratada como sediciosa:
que el comandante Filísola en oficio de 13 de mayo de 1822, escribió que
se veía en la necesidad de estar algunos días en Quezaltenango para rec-
tificar la opinión de aquella provincia: en el 3 de setiembre siguiente
manifestó al ministerio de la guerra, que produciría malas consecuencias
contra el sistema del imperio, el permitir a la provincia de San Salvador
la reunión de un Congreso; y en el del 16 del mismo mes al mismo ministe-
rio dijo, que el imperio nada ganaba con aquellas provincias; pero que era
sumo el interés en conservarlas, porque progresando allá el sitema republi-
cano, no debía contar el imperio con que fuese sólido y duradero el mo-
nárquico constitucional que se había establecido: que había visto los
discursos pronunciados en este congreso, y que la opinión de los diputados,
a más de ser equivocada, estaba muy distante de los medios de la fuerza
para cortar el cáncer y se iba comunicando a todo el cuerpo político: que
la resistencia de San Salvador, la de Granada, y la de Costa Rica, prueban
que la unión no ha sido voluntaria.
"Y últimamente, que la diputación provincial de Goatemala en
oficio de 26 de abril último, manifestó a este Congreso, que la unión de
aquel país con éste se acordó de un moda violento; y el testimonio de
aquella corporación, espectadora de los hechos, parece más digno de aten-
ción que el de los tres Sres. que jamás han pisado el suelo de Goatemala:
MBRE — El Político — El Sabio 107
que si M mismo seno el gobierno supremo que debe
la misma voluntad: que si
o no agravió a Castilla, pronunciando mi independencia de la anti-
cua España, G< i la nueva declarando su indepen-
soberana |>or haberse pronun-
podría degradarse a provincia de otro
que lo dci I ral il<- la nación, espresada
por sus legítimos representantes, puesta en d misino rango por haberse
debió descender a
el voto universa] de
IO de diputados: que si México
no perdería el < rque 1<>s ayuntamientos de
sus pueblos acordasen qw ro Estado, Goatemala
ion por el acuerdo de sus
acto legislativo, propio de un
Congreso soben > con otro, Goatemala
piensa también q » del poder legislativo,*
no pueden ratificarse sin
aprobación según la constitución que rige, los pactos de
agregación apoco podr.'m s< 1 firmes y valederos,
uordados por las Coi ngreso: que si corresponde
al poda legislativo, según la misma constitución, negar o conceder la
¡>as de otr< I1 gobierno de México no pudo enviar,
ni eJ de Goatemala pedií :ias: y últimamente, que si este
soberano Congreso trabajaba por la libertad de esta nación, no dudaba
a de Goatei: 1.1 presidente del Congreso, contestó en
su desacuerdo con Valle, muchos otros lo hicieron también así: pero
¡nbio lo ap V alie sabía coger la oportunidad en las cir-
cunstancias y con sus razonamientos convencía, aun a aquellos que estaban
en contra de sus proyectos.
En otra intervención en el Congreso del mismo lp de julio, Valle
manifiesta: "que hacía suya la proposición que retiró el Sr. ministro: que
contenta con que se haga venir a Filísola, pues que con esto
quedan aquellos pueblos en libertad para constituirse como quieran: que
si el S pina que México no necesita de Goatemala, su señoría
piensa también que Goatemala no necesita de México: que no fue Goate-
mala la que solicitó la unión, que fue México la que invitó a'ella: que no
:to que estuviese sujeto a México lo que se llamaba reino de Goate-
mala en tiempo de Moctezuma y en los últimos siglos del gobierno español:
108 Pedro Tobar Cruz
y que aún siéndolo, no daría a esto derecho alguno a México sobre Goa-
temaía". Declarada suficientemente discutida la proposición quedó apro-
bada por unanimidad de votos.
Sobre este capítulo de nuestra historia patria, de dolorosa expe-
riencia por el interés que privó en muchos de sus hijos, es un grito de
lucha que juega con el sentimentalismo; Rosa en bellas páginas dejó que
su pensamiento lo explicara mejor: "Sobre este interesante punto aún no
se ha fijado la atención de los centroamericanos. La segunda independen-
dencia de Centroamérica se debe a José Cecilio del Valle. Es necesario
hacerle esta justicia, pese a quien pese. Supóngase que Valle, merced
a sus perseverantes y prestigiosos trabajos, no hubiese obtenido del gobier-
no y del Congreso mexicanos la declaración y garantía sobre la indepen-
dencia de Centroamérica: Supóngase que el gobierno y Congreso hubiesen
querido, con firmeza, que Centroamérica, unida al imperio, hubiese con-
tinuado unida a la república; dado este supuesto, no obstante la dejación
que del mando hizo Filísola. no obstante la decisión de los independientes
centroamericanos, la anexión a México habría continuado. Pudo efec-
tuarse, aunque de hecho, la anexión al imperio; pues con mayor razón
pudo efectuarse la anexión a la república. Y si no, he aquí una prueba.
La república mexicana quiso tomar nuestra provincia de Chiapas, yChiapas le pertenece. Multipliqúese por cinco esta cantidad de fuerza,
y tendremos el resultado de la multiplicación en favor de México. Sin
los trabajos de Valle, y sin el respeto de México al derecho, hoy consti-
tuiríamos un gran Estado de la Federación mexicana.
"Unidos a aquella gran nación que hoy tiene verdaderas institu-
ciones, ¿seríamos más felices? Mi razón me dice que sí: mis sentimientos
de centroamericano me dicen que no. Gracias, pues, sean dadas a Valle,
que sustentó la causa que ama nuestro corazón. En cuanto a lo demás,
principios, ideas, libertad, justicia, civilización, el porvenir decidirá ... ¡Yocreo en el porvenir!"
Sus meses de parlamentario en el Congreso mexicano, fueron de
gran actividad, y una vez más, se vio a Valle haciendo propaganda en la
prensa o en las luchas que sostenía en la asamblea, siempre a favor de
la autonomía de Guatemala. Cuando ve colmados sus deseos y que la
independencia es un hecho, se dirige al Congreso el 3 de septiembre de
1823, dando cuenta que ha sido electo representante a la Asamblea Nació-
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 109
nal de Guatemala, y que tanto él como sus paisanos y compañeros dipu-
tados, tenían orden del gobierno de su patria de regresar lo más pronto
posible, con tal anuncio se retiran de las sesiones del Congreso.
embargo, antes de realizar el retorno al solar patrio —sabio al
quiere llenar su inteligencia con nuevos conocimientos, lee otra vez
el Ensayo político de Humboldt. revisa los archivos y el sinnúmero de
valiosos manuscritos, que hablan de un pasado, que vive todavía en sus
„ culturas y en su grandeza.
Estudia el funcionamiento de las instituciones culturales, escuelas
públicas, hace examen de la fauna, de la flora, de los minerales, lo nuevo
que llega a sus manos es objeto de detenido estudio; consigue instrumentos
de observación para las investigaciones que desea desarrollar en Guate-
mala, el sabio se halla en lo mejor de sus labores.
Su regreso fue una contemplación de la naturaleza, su espíritu se
extasía, ante tantas maravillas y sus conocimientos se van fortaleciendo
con las innumerables observaciones que realiza. Desea un acervo cientí-
fico para ponerlo al servicio de sus compatriotas.
>n el alma palpitando de gozo, después de dos años de ausen-
cia, entra a la ciudad capital de Guatemala a principios de 1824, lo acom-
pañan muchos amigos y correligionarios que han salido a su encuentro,
para hacerle patente su reconocimiento y admiración. Fue algo inolvi-
dable su regreso, era tanto su gozo que lleno de emoción decía: "Si mehubiera sido posible estrechar, en mis brazos a Guatemala, yo la hubiera
apretado entre ellos, con más gozo que un amante al objeto de sus amores".
Valle regresa, ha cumplido con talento, con patriotismo y con
hidalguía, el encargo de trabajar por la independencia de Ccntroamérica
en el Congreso de México, y lo ha hecho en la forma más completa. 29
Para terminar esta parte que se refiere a la actuación de Valle en
la Corte de Iturbide, transcribo dos artículos que encierran las medita-
ciones del que fue elemento activo en la transformación jurídica y social
de un pueblo. Las Reflexiones sobre la independencia de Centroamérica,
del licenciado José Cecilio del Valle, recogen en el engranaje de su esen-
cia, la manifestación de un hombre que piensa y la sabiduría de un sabio
que cree.
"Reflexiones de don José del Valle, sobre la independencia de Cen-
troamérica".
29 Rosa, Ramón. Obra citada.
110 Pedro Tobar Cruz
"Si los derechos de un sólo hombre deben interesar a los hombres,
los de las naciones, los de la Patria deben ser a sus ojos de más alta
importancia.
"Hay Patria para mí. No es nombre vano, no es palabra insigni-
ficante. Extendiendo la voluntad a todos los pueblos: amando con espe-
cialidad a América y a nueva España, porción bellísima de la América,
el nombre de Goatemala es dulce para mi alma, es armonía para mi- oído.
"Vuelvo a hablar de sus derechos: quiero darles nuevo grado de
evidencia. Nadie duda de ellos: los respeta el soberano Congreso: Los
respeta el Supremo poder ejecutivo. Pero también son ciertas las pro-
posiciones de geometría; y el amigo de las ciencias exactas se place en
repetir demostraciones.
"Para la compañía de un hombre con otro es necesaria la voluntad
espontánea de celebrarla. Para la sociedad de una nación con otra, es
preciso la voluntad libre de formarla.
"La voluntad de un hombre sólo puede pronunciarse de dos modos:
por él mismo, o por su legítimo apoderado. La voluntad de una nación
sólo puede expresarse de dos maneras: por ella misma, o por sus legítimos
representantes.
"Si un individuo contrata a nombre de otro sin tener poderes suyos,
el pacto es nulo; la ley no lo considera obligatorio. Si un funcionario o
cuerpo liga una nación con otra sin haber recibido poderes de ella, la
sociedad no tiene valor; la razón no la sanciona.
"Fijémonos pues en esta verdad, superior a toda disputa. Para
que dos naciones independientes formen una sola sociedad, es preciso que
su voluntad sea pronunciada por ellas mismas, o por sus legítimos repre-
sentantes.
"Estos son los medios que aprueba la justicia: estos son los trata-
dos que sanciona esa razón universal que forma el derecho de las naciones.
"Se infiere de aquí que el pacto de unión de Goatemala con Méxi-
co es tan nulo, como lo serían las leyes dictadas por el poder ejecutivo,
o las medidas de gobierno decretadas por el judicial.
"La voluntad de la nación Goatemalana no se expresó por ella
misma, ni por sus legítimos representantes. Ni en la provincia de Goate-
mala, ni en las otras que forman aquella digna nación se unieron los pue-
blos para expresar su voto general, a elegir representantes que lo pronun-
ciasen a su nombre.
"Si el carácter más brillante de la verdad es la sencillez, este carác-
ter distinguirá siempre el raciocinio que demuestra los derechos de Goa-
! >mbre — El Político — El Sabio 111 \
témala. Yo, o mi apoderado: Goatemala, o sus diputados: la América,
o sus representantes.
«•rsas naciones independientes de España.
El indio ignoraba la - ipañol, y el español ignoraba la del
.na nación no tiene derecho sobre otra n.u ¡<>n. las de América
Kieron ser agregadas a España sino por la voluntad libre y general
de ellas mismas; y esta voluntad no podia pronunciarse sino de dos mane-
ras; por las mismas naciones, o por sus representantes legítimos. Laría del des* muido manifestará si
la América pronunció su voluntad de uno u otro modo. No es preciso
smo principio c. tra los derechos de Goatemala
evidencia los de A y seria lógica original la que creyese contraria
a la independencia de la verdad que es su más sólido apoyo.
¡dar que una nación independiente se agregue a otra que
también k> sea, es atribución esclusivamente propia del poda legislativo;
y los actos de este poder en gobiernos que no sean despóticos solo deben
o por sus representantes legítimos. Si un
gobierno no permite que una nación se reúna para pronunciar su voluntad,
a elegir representantes, esto mismo prueba coacción, o supone falta de
libertad.
"Descender a j> la que era nación independiente, es acto
to de el de restablecer la independencia que sea justa. Si para
.imcnte pronunciada por la nación
o sus diputados, para lo otro, suponiéndose justamente aquella voluntad,
igual necesidad en el mismo grado.
justo que las naciones de América se uniesen en Cortes para
pronunciar su independencia y fijar sus destinos. Pero regidas por el
no español no era posible que formasen Congresos para acordar su
¡pación: lo embargaba el poder del gobierno; y de lo que es impe-
dido por la fuerza, no hace la lógica deducciones contra los principios.
:ipoco habría exactitud en las consecuencias que se derivasen
contra ellos de la unión de otras naciones. En los tiempos anteriores a
la historia todo es oscuridad impenetrable. En los posteriores es clara la
voz de la razón.
ndo cuidadosamente los anales de los Estados: observando los
que han sido vendidos, legados, donados e hipotecados sus gobiernos: los
que han sido conquistados por la fuerza, o agregados por los matrimonios
de sus príncipes: manifestando que los pueblos no son propiedad vendible,
donable o hipotecable a merced de un dueño o señor: recordando que la
112 Pedro Tobar Cruz
conquista es fuerza, y la fuerza si ha hecho reuniones, jamás ha producido
sociedades: teniendo presente que el matrimonio de los reyes no debe con-
tra la voluntad de las naciones obligarlas a formar un todo político, podría
escribirse mucho o formarse un volumen demostrando el error de los publi-
cistas de tiempos oscuros.
"Pero no es necesario este trabajo. Si la asociación de dos nacio-
nes es obra libre de la voluntad de ellas mismas, o expresión de sus repre-
sentantes, apoya en vez de destruir el principio establecido. Si es por
el contrario, reunión producida por la injusticia y sostenida por la fuerza,
nada puede inferirse contra la verdad.
"La posición de Goatemala ha sido singular. Proclamó i su inde-
pendencia del gobierno español, se elevó a nación independiente y sobe-
rana: estaba haciendo las elecciones de diputados para el Congreso que
había de constituirla: se recibió el oficio en que el gobierno de México
manifestaba su voluntad de agregarlas a estas provincias; el de Goatemala
la mandó entonces suspender sus elecciones; y la nación se vio privada
de un derecho que no era justo quitarle.
"Si ha existido otra nación colocada en iguales circunstancias yasociada legítimamente a otra, sin embargo de esto, puede señalarse en
la historia antigua o moderna. Discurriremos sobre ella: fijaremos prin-
cipios, y deduciremos consecuencias que no espanten a la lógica. Pero
si no ha habido una en posición semejante, confesemos la verdad y reco-
nozcamos en obsequio de ella el principio que apoya los derechos de
Goatemala, la verdad jamás ha sido peligrosa. Es una emanación de la
razón; y la razón debe ser la guía del hombre. México, 5 de julio de
1823. -^ José del Valle".'30
Reflexiones de Valle sobre la independencia de Centroamérica.
"Ellos quieren ser libres y no saben ser justos".
"Observando la naturaleza y estudiando la historia, se descubre
una verdad importante para los legisladores que dictan leyes y los pueblos
que las obedecen.. .
"El hombre ama su bien; y las naciones son sociedades de hombres.
La independencia es un bien; y en toda nación debe suponerse la voluntad
de ser independiente.
"Si el amor al bien es en el hombre una consecuencia preciosa de
su organización, el amor a la independencia es a las naciones el resultado
necesario de su formación.
30 Documento CXCVI. La Anexión de Centroamérica a México. Compilaciónde Rafael Heliodoro Valle. Tomo V. México 1946.
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 113
axioma de quien dijese que hay naciones que no quieren ser
indep- talso como el quien afirmase que hay cuerpos
que no tienden al centro general de gravedad.
<-ba que el Criador del mundo ha variado sus leyes: que el
autor de la naturaleza ha mudado la del hombre; que los pueblos no
aman su bien, si queréis que crea que hay naciones que no aman su inde-
pendencia.
"Las palabras, escritas o pronunciadas, no son siempre expresión
de la voluntad. El miedo, la fuerza, la adulación, el error, la ignorancia,
hacen a ocasiones proferir lo que no se quiere. Yo no busco la voluntad
de los pueblos en discursos que pueden ser mentirosos o equivocados. La
busco en las leyes de la naturaleza, siempre constantes y dignas del legis-
lador que las dictó. En ella es donde la veo escrita con caracteres que
jamas me llevan al error.
un pueblo me dijera que quería ser esclavo, diría que era un
pueblo mentiroso. No es en caso alguno una voluntad libre la que quiere
la esclavitud Quita el peso que oprime a un cuerpo elástico, y verás
desenvolverse sus resortes. Quita la fuerza que amenaza una nación, y
las veras proclamar su libertad.
"Las naciones que han existido sujetas a otras naciones lo han sido
unas por la fuerza de la conquista, otras por las artes del talento que
para debilitar, otras por los matrimonios, ventas, legados o dona-
ciones de los que las dominan y creían propiedad disponible a su placer,
hay memoria de ninguna que de grado o por voluntad libre
se haya sometido a otra. Yo presento la historia de todas las naciones, y
en ninguna se encontrará prueba contraria.
el valor de su independencia: todas conocen el pre-
cio de su libertad: y no es posible que esponrfmeamente quieran renunciar
bienes tan grandes.
..indo una nación ha sido sometida -a otra más fuerte, este hecho
solo basta a quien sepa pensar. Sin buscar otros datos conocerá que no
ha habido la libertad necesaria en el acto en que era más precisa.
"Todas las naciones repugnan la sujeción a otra: todas quieren
tener en su mismo seno el gobierno que ha de regirlas. Es sentimiento
inspirado por la naturaleza: es ley del Autor supremo de las „ sociedades
políticas. La Holanda no quiere ser administrada por el gobierno espa-
ñol: se proclamó independiente, y creó su dieta general. Portugal repugnó
la sujeción a Castilla primero y al Brasil después; pronunció su indepen-
dencia y estableció cortes en Lisboa. La Norteamérica resistió estar sujeta
114 Pedro Tobar Cruz-t
a Inglaterra; se declaró independiente e instaló el Congreso que le dicta
leyes. México vio con horror su dependencia de Madrid; luchó años por
su emancipación, y estableció al fin sus Cortes.
"Los hijos de Guatemala no son de clase o género distinto. Corres-
ponden a la misma especie a que pertenecen los de México, Washington,
Lisboa y Amsterdam: tienen la misma organización que los demás hom-
bres: han recibido de la naturaleza los mismos sentimientos.
"Si el hijo de México ama su independencia, el hijo de Guatemala
sabe estimar la suya. Si es justa la causa del primero, debe ser sagrada
la del segundo.
"El hombre del norte o del mediodía, de la zona tórrida o glacial,
desea siempre su>^nayor bien posible; y es tan grande el que resulta a las
naciones de tener su gobierno en su mismo seno, que en todos debe supo-
nerse el amor más intenso a la independencia.
"Guatemala independiente de México será nación soberana: se
constituirá como exijan el sistema físico, económico y moral de sus pue-
blos: tendrá un Congreso que le dicte leyes propias del clima de sus pro-
vincias y carácter de sus habitantes: pondrá su gobierno en manos de sus
mismos hijos: su suerte dependerá de ella misma, sus destinos serán los
que ' ella quiera sean.
"Guatemala sometida a México sería provincia remota de Nueva
España: tendría a 500, 800 y 1,000 leguas de -camino intransitable, el
gobierno supremo: sería casi nula su representación comparado el número
de sus diputados con el de los de esta nación: sería costoso y atrasado el
despacho de sus asuntos existiendo a tanta distancia el centro de sü
administración.
"Comparando unos con otros los bienes que les promete la inde-
pendencia, y los males a dfik las condenaría la sujeción a México, las
provincias de Guatemala, puestas en libertad de elegir, no podían vacilar
en la elección. Por instinto, si se les negara la nacionalidad debían pre-
ferir lo que les interesa. Por instinto debían repugnar lo que les daña.
"Guatemala no es un pueblo de hurones o cafres, de mecos o
comanches. Conoce sus derechos y por conocerlos proclamó su indepen-
dencia del gobierno español: por conocerlos pronunció la de México.
"No podía ser más solemne ni más reiterado su pronunciamiento.
Ha expresado su voluntad de diversos modos y con distintos idiomas: *la
he manifestado con hechos y palabras.
"La diputación provincial de Guatemala manifestó al Congreso de
México, en oficio de 26 de abril último, que la unión de aquella nación
i >mbre — El Político — El Sabio 115
con V h decretada de un modo violento: que las provincias de
<> ranada, Costa Rica y otras, quedaron tan disgustadas
quisieron sostener su independencia de Nueva España con las armas
en la mano: que la marcha progresiva de las cosas acabó de fastidiar a
los pueblos en tanto grado, que aún aquellos que antes dieron muestras
de adhesión al imperio mexicano, dejaban percibir el estado violento en
que se hallaban: que en Guatemala no hay hombres que saben apreciar
su libertad e independencia: que todo hacía temer un movimiento funesto;
y que para prevenirlo (haciendo lo que deseaba la voluntad general),
se rjabia creído conveniente el decreto de 29 de mar/o en que se convida-
ba a las provincias a elegir diputados: que Guatemala se hallaba tran-
i en la elección de sus representantes, y veía con bastante placer que
aun las provincias separadas anteri» í.m a formar un todo con
su capital.
"Los diputados de Chiapas, León, Tegucigalpa, Escuintla, Chiqui-
mula y Sacatepéquez que asistían al Congreso de México y tienen el
carácter de naturales y vecinos de Guatemala, manifestaron en mayosiguiente los derechos de aquellos pueblos a su independencia y libertad.
"Posteriormente reunido en Guatemala el mayor número de los
diputados que corresponden a aquella nación, se instaló su Congreso el
día 24 de junio último. El pueblo explicó su gozo con todos los idiomas
NJe la alegría: los cuerpos le felicitaron con iguales sentimientos; y el l 9
de julio de 1823, tan grande para Guatemala como el 15 de septiembre
de 1821, se acordó la acta memorable que en lo sustancial dice: "Los
representantes de las provincias unidas de Guatemala, considerando que
la incorporación de ellas al extinguido imperio mexicano, verificada solo
de hecho fue una expresión violenta, no acordada ni pronunciada por
órganos legítimos y contraria a los intereses y derechos sagrados de los
pueblos nuestros comitentes, y opuesta a su voluntad ... en su nombre
con su autoridad y conformes en todo con sus votos, declaramos solem-
nemente: que las expresadas provincias son libres e independientes de
España, de México, y de cualquiera otra potencia así del antiguo como
del nuevo mundo, y que en su consecuencia son y forman nación sobe-
rana, con derecho y con aptitud de ejercer, como los otros pueblos libres
de la tierra".
a acta es de la naturaleza. Habla su idioma, y está escrita
con sus caracteres. No la firmaron física o materialmente los diputados
que no podían firmarla por no haber llegado aún a la ciudad de Guate-
mala. Pero la suscribieron los corazones de todos los pueblos. La voz
116 Pedro Tobar Cruz
de un solo diputado hubiera sido la expresión de la voluntad general,
porque la vi»/ de la independencia es la voz do la naturaleza.
"No fue sin embargo un diputado el que la acordó. La decretó
la mayoría de todos los diputados que corresponden a la nación guate-
malteca; y esto solo bastaba para que fuesen independientes de México,
aun aquellas provincias cuyos representantes no habían llegado a Guate-
ui.il.i a la lecha en (pie fue acordada.
"No es preciso que en.unas Cortes estén los diputados de todas las
provincias para que sus acuerdos las obliguen con generalidad. En prin-
cipio de la mayoría respetado en tenias las naciones, debe serlo en (oíate-
mala. En todas ellas la voluntad de la mayoría ha bastado para acordar
decretos y leyes. En ninguna se ha exigido la totalidad de vocales para
instalación v acuerdos de las corporaciones o poderos: solo con la mayoría
se instalaron y dictaron leyes, las Cortes de Cádiz: solo con la mayoría
decretaron las mismas Cortes la Constitución política de la monarquía
española: solo con la mayoría se instalaron en Francia los cuerpos legisla-
tivos, que tuvo sucesivamente; solo con la mayoría se instaló y acordó
leves v decretó el Clono, roso de México: solo con la mayoría declaró el
mismo Congreso nulos ,1 plan de Iguala y tratados de Córdoba, y libre
a la nación para constituirte como convenga a sus intereses: solo con la
mavoría .uoulo el mismo Congreso que la del futuro que se va a instalar,
es bastante para que sb instale legítimamente. Si la mayoría de duda-danos es suficiente en los gobiernos democráticos, la de representantes
debe, serlo en los representativos.
Decir que los acuerdos que el Congreso de México, donde jamás
se ha reunido el número total de sus individuos, obligan aun a las provin-
cias cuyos representantes no lian asistido a sus sesiones: v proponer lo
contrario cuando so habla de el de Guatemala, sería sensible para los que
desean que la verdad sea una, y los principios idénticos en todos los
países del mundo.
"Las provincias enyos diputados no habían llegado a la capital de
Cuatomala, el día en que pronunció su independencia justa de México,
no habían indicado voluntad contraria a la tic ser independientes. Noera prueba o indicio la demora de los mismos diputados. Diversas i.ius.is
podían haberla producido. Las aguas en una estación tan abundante: el
arreglo de intereses domésticos: incidentes inesperados, motivos imprevis-
tos: todo esto pudo embarazar su marcha y diferir su llegada.
"En esta capital existen algunos individuos electos diputados púael Congreso de Guatemala: desde junio que tuvieron aviso oficial de su
va España
Valle — El Hombre — Bl Poi mico — El Sabio 117
ion lo manifestaron al de México: desde setiembre hicieron presente
la orden que habían Id gobicra G itemala para retirarle
;a a aquella capital No les despachó el Congreso de México sin
que ocuparon mi atención ni en julio, ai en agosto,
¡i octubre se acordó que no se hallaban en el caso
tirarse los diputados de aquellas provincias cuyos representantes no
estaba: ngreso, el día que se pronunció su independencia de Nue-
va España. El Congreso de México pronuiM i .nulo este a< uei do determinó
m los diputad»- na d de Guatemala por Solóla,
ula, Escuintla y Teguzigalpa no se hallaban en el caso de n-ti-
a Guatemala, porque ron en la sesión en que se pronunció
iente. El Congreso de v' ao deapachanrtn la solicitud de
los mismos diputados que devaban ir a Guatemala, a manifestar sus votos
por la independencia de su patria, no les otorgó el permiso que solici-
taban
i causa que BSjdo influir para proponer que no se hallaban en
el caso de retirarse era, que la- U deben expresar su voluntad
«•dio de sus representantes, y no habiendo asistido estos al Congreso
ala, ignoraban el de México, la voluntad de aquellas. Pero
si los diputados de Escuintla, Chiquimula. Solóla y Tegu/igalpa son los
que nal han sostenido rn México la independencia de su patria, ¿podía
de ellos la causa que se expresa?
gando a Guatemala el día grande de su independencia, los
diputados que i. M votos debían ser precisamente en contra, o
libertad de su patria. En uno y otro caso debía ser ley
el acuerdo de la mayoría: en ambos debían quedar obligados a respetarla
¡iplirla todas las pro. d los dos debía ser para^odas, base
fundamental de su constitución. En nada se alteraba el acta de indepen-
na provincia no debía ser desmembrada de las demás. Todos
debían i espetar la ley de unidad. Acordada por la mayoría del Congreso
ano la independencia del gobierno español, ¿podrían unirse con
a las provincias cuyos representantes no hubiesen asistido a la
sesión?
H provincias cuyos diputados no habían llegado a la capital de
Guatemala el \" de julio último quedaron obligados al acuerdo de la
UttSUia fecha pronunciado por la mayoría. No era precisa ratificación
Pero aun lo que no era necesario ha sido hecho.
"Ucearon a Guatemala los diputados que faltaban; y con unani-
midad de votos se acordó el 1» de octubre el acta que en sustancia dice
118 Pedro Tobar Cruz
así: "El Congreso constituyente de las provincias unidas de Guatemala,
teniendo presente que al pronunciar en l 9 de julio último la declaración
solemne de su absoluta independencia y libertad, no estaban los diputados
de Comayagua, León y Costa Rica: que están ya los1 de las dos primeras:
que si no están los de la tercera, son repetidos los testimonios de su deci-
sión de ser libres: que por formal declaración de su Congreso provincial,
está ya unida dicha provincia con las demás que constituyan este nuevo
Estado: por tanto, el Congreso, en nombre y con autoridad de todas las
provincias confirma y ratifica solemnemente y por unanimidad de sufra-
gios, la declaración de independencia absoluta y libertad pronunciada
en l 9 de julio de este año".
"Así es como Guatemala en actos repetidos y solemnes ha declara-
do su independencia absoluta: así es como todas aquellas dignas provin-
cias están acordes en el sentimiento justo de ser independientes de nueva
España: así es como en aquella nación hay armonía y unidad en el punto
primero de su constitución.
"El gobierno y Congreso de México reconocieron sus derechos en
la sesión memorable del l 9 de julio último. El Ministerio de Estado, órga-
no del primero, manifestó que siendo libre Guatemala para constituirse
como quisiese, debía retirarse de su territorio la tropa mexicana; y con-
vencido el segundo de esta verdad, se sirvió acordarlo así.
"Han reconocido, por consiguiente, que Guatemala debía de opo-
nerse al estado que tenía en 1821, cuando proclamó su independencia del
gobierno español: han reconocido que restablecida a aquel estado, tenía
derecho para reunirse en Cortes y constituirse como les pareciese: han
reconocido que es nación soberana por que sólo aquellas que lo son tienen
derecho páffa constituirse como les parezca; y si México lo es como Gua-temala: si un gobierno no puede tener intervención en los negocios de
otro gobierno, el de México conoce que no debe haberla en el de Gua-temala.
"La intervención del uno en el otro podría ser de dos maneras: l 9,
desatendiendo el reconocimiento que hizo de los derechos de Guatemala
para constituirse como le parezca; diciendo que no la tiene por nación
soberana; y mandando la fuerza necesaria para mantener sometidas a
todas las provincias: 2 9, dando protección directa o indirecta a los que se
empeñaron en la sujeción de Guatemala a México.
"Lo primero sería contrario a* las luces del siglo: repugnado por la
razón y resistido por la justicia: no daría derecho alguno a México
sobre Guatemala: irritaría a aquella nación: la llenaría de entusiasmo por
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 1 19
su lib< ia que sus hijos la defendí nergía: se derramaría
sangre: se facilitarían ¡mariones extrañas: se daría a la causa justa de
América d láa funesto: se desacreditaría en el mundo entero el
Msegundo sería tamb: rio .1 los principios del siglo,
para el gobierno d<v
obado por la razón, y con-
por la justicia: alemana a l«»s que tuviesen interés individual en
la sujeción de <• subterráneas: engendraría
partidos: dividiría a aquella na. 1 nacer guerras intestinas: debi-
litaría a esa porción hermosa de la América: aventuraría su suerte expo-
niéndola a agresiones extranjeras; desopinaría al gobierno de México, yla suspicacia diría que era una conquista simulada.
^ en un gobierno justo aquellos sofismas con que
ros países a pretexto de conceder lo que* se llama protección o soste-
ner lo que se denomina sistema o>ntin< ntal se han hollado los derechos de
los pueblos para extender • > de un reino. Esas palabras protec-
tion > sistrma omtmrntal ion \ .i oonocidaí en la historia. Repitiéndose
la primera una nación del Norte fue oprimida por quien se decía su
endo resonar la segunda, otro tirano derramó la sangre
de Europa.
• onocer la independencia justa de Guatemala y no intervenir
ni mezclarse en sus asuntos, es lo que interesa a la causa particular de
aquella nación, y a la general de la América.
D los negocios privados de individuo a individuo: moral
en los asuntos públicos de nación a nación: esta es la única política justa
y sólida. Yo no creeré jamás en otra. Si un hijo de México no puede
arse en los asuntos de un hijo de Guatemala, el gobierno mexicano
no debe intervenir en los asuntos del gobierno guatemalano.
"Los intereses de América exigen que respetándose mutuamente las
ues que la componen, los derechos de una no sean desatendidos por
otra: exigen que todas guarden a sus veciaas la consideración que ellas
mismas quieren para sí.
v la Europa ha sido desgraciadamente una tierra de sangre yhorror: si no han sido en ella duraderos los gobiernos: si se han sucedido
unos a otros sacrificándose víctimas a cada tránsito, es porque no han
respetado la justicia, que es la única base de bronce sobre la cual se puede
fabricar con solidez. Quod tibi non bis, alteri ne facías es el verdadero
derecho público: es la verdadera ciencia del gobierno.
120 Pedro Tobar Cruz
"Será feliz el pueblo donde los vecinos que viven en él respetan
sus derechos individuales. Será feliz la nación donde los pueblos que la
componen respetan recíprocamente sus derechos municipales. Será feliz
la América si las naciones que existen en ella respetan del mismo modo
sus derechos nacionales.
"Es justa la independencia de América. Convendría para soste-
nerla, que las naciones de este continente celebracen tratados bien medi-
tados de alianza. Pero ni la justicia de la causa, ni la conveniencia de
auxilios recíprocos, da a una nación derecho sobre otra nación.
"Si México lo tuviese sobre Guatemala, porque invadida la segun-
da, la fuerza agresora podría acaso penetrar en el territorio de la primera,
Guatemala lo tendría sobre Panamá, porque atacada ésta, la fuerza inva-
sora podría pasar a aquella que es limítrofe: Panamá lo tendría sobre
nueva Granada por la misma razón: nueva Granada lo tendría sobre el
Perú; y el Perú lo tendría sobre Chile: Chile lo tendría sobre Buenos
Aires; y la América sería como la Europa, el país de la violación de los
derechos más sagrados, el teatro de la guerra, el sepulcro de sus mismos
hijos.
"Ha indicado alguno que Guatemala se halla en imposibilidad
absoluta de constituirse. No ha nacido en pueblo alguno de aquella
nación: no podría formar la estadística de ella quien aventuró una expre-
sión tan depresiva. El Congreso de Guatemala, compuesto de hombres
que han nacido y vivido en sus provincias: de hombres que conocen ysaben amarlas, tienen diversa opinión.
"La mía no es de valor alguno; si lo fuera, pediría licencia para
decir que he hecho algún estudio de Guatemala, mi patria carísima, y
reunido más datos y estados que quien la ofende, que tiene los elemen-
tos necesarios, y bien administrada, será una de las primeras naciones
de América. Sea lo que fuere, la calificación de este punto no corres-
ponde a los congresos de otras naciones. Corresponde al Congreso mismo
de Guatemala. No son las Qortes de la antigua España las que deberían
declarar si México tiene todos los elementos precisos para constituirse.
No es el Congreso de la nueva el que debería calificar si existen en Guate-
mala. La decisión de los destinos de un Estado corresponden a él mis-
mo. Si la independencia de una nación dependiera del juicio de aquella
a que ha sido sometida, raras serían en la extensión de la tierra las nacio-
nes independientes. Los reinos de Europa no lo serían de Roma anti-
gua: Holanda no lo sería de España; Portugal no lo sería de Castilla; los
Estados Unidos no lo serían de Londres; la India estaría eternamente
t — El Hombre — El Político — El Sabio 121
sujeta a loe gobiernos europeos que la dominan; y las costas de África
jamás serían libres de las naciones que tienen abastecimientos en ellas.
Madrid se publicó el año anterior un papel en que su autor
dijo, que la América estaba dos siglos distante del grado a que es nece-
sario subir para ser independiente. La América continúa, sin embargo,
su marcha política, y va consolidando su independencia. Si en México
ha dicho un individuo que Guatemala no puede constituirse, sigue patria
mía, tu carrera: respeta en todo la justicia, no tengas otra política que
la moral inspirada por el Criador del hombre, y elevada al sublime por
nuestra santa religión. Conciba con la beneficencia los intereses que
sean divergentes: no olvides los principios de quien manifestó hasta la
ios males de las proscripciones o persecuciones injustas; haz
conocer al mundo entero la justicia de tu causa. No lo dudes. Dios la
Congreso i! sabrá respetarla. Los dignos indivi-
duos que lo componen saben que el hombre que ha estudiado más la
historia de los pueblos, y derivado de ella verdades más importantes, dijo:
"Las naciones conocen ya que su interés es el-que debe dirigir sus nego-
cios, y no le equivocan sobre la naturaleza de este intrn's". ¿Qué les
importa el estudio vano a que se dedican los gabinetes de Europa, yconsiste solamente en cálculos de engrandecimiento en territorio o en
influencia? El único estudio positivamente útil que tiene por objeto
directo, no es el aumento de poder a expensas de la justicia y con ruina
de los Estados vecinos, sino la prosperidad interior y la felicidad domés-
. .tile."
EN EL GOBIERNO FEDERAL
Los días y los meses que siguen a la anexión a México, seguían
siendo una dura prueba para los centroamericanos, los intereses de parti-
do vuelven a tomar su más activa beligerancia y rompen la armonía poli-
social de las provincias.
Grandes acontecimientos se suceden y el desconcierto reina por
todas partes: El Salvador, se enfrenta en dura lucha con Guatemala,
defendiendo su independencia; Gaínza por su ineptitud y porque se hacía
sospechoso, tiene que pasar a México, quedando en su lugar el brigadier
don Vicente Filísola, que hacía poco arribara a Guatemala con seiscien-
tos mexicanos.
31 Documento N* CC La Anexión de Centro América a México. Compilaciónde Rafael Heliodoro Valle. Tomo V. 1946.
122 Pedro Tobar Cruz
El nuevo capitán general, pasa inmediatamente a la provincia de
El Salvador a someter a los que hacen resistencia a la anexión. Se impo-
nen las armas, pero los resentimientos ensanchan las pasiones y la resis-
tencia aunque sea pasiva sigue floreciendo, esperando el momento oportuno
que ha de fructificar en nuevas luchas, precursoras del triunfo final.
Los mexicanos no eran bien vistos por los guatemaltecos y menos
por los salvadoreños, serias diferencias se suceden en muchas circunstan-
cias, que ponen en peligro, lo que tanto deseaba mantener Filísola con sus
manifiestos, algunas veces llenos de tolerancia. Pero, con las últimas
noticias de México y con la caída del imperio de Iturbide, Filísola, que
se ha hecho de muchos amigos por su don de gentes y el buen gobierno
que ha realizado, convoca el 29 de marzo de 1823, a elecciones para un
Congreso que en fecha próxima se reunirá en Guatemala, de acuerdo con
el acta de independencia de 1821.
Las provincias, apretadas todavía en sus estrecheces políticas,
siguen tambaleándose en los intereses partidaristas, Honduras, Nicaragua
y Costa Rica están en efervescentes conmociones, marcadas por descon-
tentos que desembocan en serios conflictos.
Después de no pocos contratiempos, se puede instalar con las
solemnidades del caso, el 24 de junio de 1823, la primera Asamblea
nacional constituyente, llamada a señalar los nuevos destinos de lo que
fue el antiguo reino de Guatemala. Allí se dieron cita los hombres más
notables de Centroamérica. Las sesiones- se inauguraron el día 29 del
mismo mes, y considerando el acta de 5 de enero de 1822, sin ninguna
validez por haber sido resultado de la violencia y de la intriga, declara
solemnemente en el decreto del 1° de julio de 1823, que "las provincias
de que se componía el reino de Guatemala eran libres e independientes
de la antigua España, de México y de cualquiera otra potencia, así del
antiguo como del nuevo mundo, y que no eran ni debían ser el patri-
monio de persona ni familia alguna; que dichas provincias tuviesen la
denominación de Provincias Unidas del Centro de América".
El Congreso dictó también todas aquellas medidas que eran necesa-
rias, constituyó a la vez un poder ejecutivo provisional de tres individuos,
uno de los cuales eran don José Cecilio del Valle, por segunda elección
de la Asamblea. Muchos eran los sucesos que se habían verificado en la
ausencia de Valle y la situación imperante en Centroamérica no está
muy clara todavía, cuando hace su regreso de México, para hacerse car-
go de la diputación y como miembro del poder ejecutivo. La Asamblea
hace manifestaciones a Valle para que tome posesión de su cargo, lo que
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 123
hace el 5 de febrero de 1824, al prestar el juramento de rigor, pronuncia
las siguientes palabras: "Nombrado individuo del Supremo poder ejecuti-
vo vacilé largo tiempo antes de decidirme a renunciar o aceptar el nom-
diversas las dudas que me han atormentado en los perío-
do* dr Protesto que ninguna ha sido tan escocedora para mí".
i esta época tan llena de acontecimientos en la vida políti-
ca de Guatemala y siguiendo también a Rosa, el biógrafo de Valle,
tramos estas palabras: "Valle era el pensamiento, era el nervio de
Igobierno provisión.» 1 la para su familia ni atendía a sus
srs; tan sólo vivía para la patria, y tan sólo atendía a los públicos
*•*. No se limitaba a hacer lo que era de su estricta obligación.
Trabajaba como individuo del poder ejecutivo, trabajaba como secretario,
ido algunas notas para auxiliar al ministerio, trabajaba como presi-
de la comisión de hacienda, y trabajaba, en fin, como redactor de
la Gaceta del gobierno supremo de Guatemala, periódico que siempre
irte, pues es fuente de grandes y provechosas enseñanzas
políticas y adinin:
1)11 K l LTADES CON MANUEL JOSÉ ARCE
De los problemas de más cuidado y el que más urgente solución
exigía, estaba la pacificación de Nicaragua. Era un serio problema para
el poder ejecutivo, y que hacía prodigios de buscar la manera de encararlo
con el mayor tino en circunstancias tan difíciles. En la provincia de
igua desde hacia tiempos reinaba la anarquía, el año de 1824, era
de dura prueba para la estabilidad de sus instituciones, y lo más contra-
dictorio para amargar aquella situación, era que los miembros del mismo
poder ejecutivo con divergentes pareceres retardaban esta pacificación.
Valle pedía moderación, que no actuara en la intervención nicara-
!- la fuerza armada de El Salvador, en cambio Arce, era de parecer
el empleo de las armas y acabar de una vez con aquel descontento que
se iba generalizando a otras regiones. Tal vez Arce necesitaba esta
maniobra para ensanchar sus prestigios militares en la tierra de los lagos.
Valle por su espíritu moderado, se alejó de las circunstancias y dio tiempo
al tiempo: sin sospechar que esto, sería aprovechado por la malquerencia
de "sus enemigos. Con pasividad dejó que se rompieran los diques de
la ambición y que un hálito de zozobra corriera por todas partes; sin
embargo, la responsabilidad que se le ha hecho, disminuye, cuando se
124 Pedro Tobar Cruz
considera el interés especial que tenía Arce de acuerdo con la provincia
de El Salvador, de llevar la intervención a Nicaragua, aun sin contar
con el consentimiento del gobierno federal.
Sobre este doloroso caso, las palabras de Rosa, hablan así: "Valle
obró mal comprometiendo, por espíritu de rivalidad, los más caros inte-
reses de toda una provincia, necesitada, ante todo, de paz y de regulari-
dad. Pero su responsabilidad se atenúa si se considera que la provincia
de El Salvador, de acuerdo con Arce, quiso obrar por su propia cuenta,
sin contar con el gobierno general, en la pacificación de Nicaragua. Valle
debió poner obstáculos a tales procedimientos, pues como hombre de
principios y de vista perspicaz, comprendía la dañosa trascendencia que
tendría la indisciplina, la insubordinación del gobierno de una provincia.
Sin embargo, Valle, para hacerse superior a odiosas rivalidades y cumplir
en todo con su deber, debió poner a raya las extralimitaciones de la auto-
ridad salvadoreña^ y a la vez, emplear prontamente medios eficaces para
el logro de la completa pacificación de Nicaragua. Esto habría hecho
honor a sus prendas de particular y de gobernante, y habría evitado que
su competidor Arce obtuviese más tarde, en 1825, el triunfo de pacificar
a Nicaragua, y de dar alguna regularidad a su modo de ser político". 32
Un desacuerdo muy marcado desde los inicios del gobierno federal,
donde sobrenadaba la altivez de Valle y la intransigencia de Arce, se hizo
tan agudo queque motivo para que este último renunciara a su cargo.
Arce mostraba un orgullo desmedido al amparo de sus luchas por la inde-
pendencia, prestigio que le daban altura entre el liberalismo y no toleraba
la hegemonía que Valle ejercía en el gobierno, más que todo, por el peso
de su reconocido talento.33
Manuel José Arce como miembro del poder ejecutivo por las difi-
cultades con Valle, pone su renuncia, la que fue conocida por la Asam-
blea constituyente, dice así:
SESIÓN SECRETA DEL 14 DE AGOSTO DE 1824
"En copia pongo en vuestra consideración la nota que he pasado
hoy al secretario de Estado, y la contestación que he recibido de orden
del gobierno. Ha llegado Sor. el caso de que os diga las razones que
32 Rosa, Ramón. Biografía de José Cecilio del Valle. Tegucigalpa, 1882.
33 El Poder Ejecutivo de la Federación, estaba integrado por los individuos,general don Manuel José Arce, licenciado don José Cecilio del Valle y donTomás O'Horan.
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 125
roe asisten para obrar asi; y la disposición en que me hallo por un efecto
de la necesidad de conservar el buen nombre de la república.
"Desde que entré al gobierno supremo de la nación me propuse
alejar cuanto pudiese todo motivo de disgusto con tal que no comprome-
ta rectitud de mis operaciones o el decoro con que debo proceder:
pronto experimenté que el C. José del Valle tiene el arte de exas-
perar, que no sufre opinión distinta, y que su humor se exalta cuando
se le -contradice; y no siendo yo ni pudiendo ser un ciego subscriptor a
sus opiniones, porque juzgo por mi mismo y no habría entrado al gobierno
si no pudiera hacerlo, son varias las ocasiones que me he visto compro-
metido a causa de su preponderancia de genio que hace difícil la discu-
sión y algunas veces la empeña. Me sucedió asi cuando se trató del
arreglo de la hacienda en cuyo acuerdo está mi voto salvado en lo relati-
vo a las dietas de los CC. diputados.
soy hombre que en el gobierno no tengo más objeto que la
patria y la ley, y aunque es muy fácil que yerre a cada instante, me es
sensible que mis reflexiones . sean oídas con desagrado. Puedo citar
todos los acuerdos en que he tenido parte en prueba de que ningún sinies-
tro fin me inclina a opinar de este o del otro modo, siendo más evidente
esta conducta mía en los asuntos que tocan con San Salvador. Pero
habiendo notado que éstos son los que más me comprometen porque de
algún tiempo a esta parte no tiene el C. Valle la mejor disposición hacia
aquel Estado a pesar de que ha sido uno de sus preconizadores desde que
vino de México, roe ha parecido que para salvar el decoro y circunspec-
ción que debe haber en los individuos que componen el Supremo poder
ejecutivo, estaba obligado por una ley más irresistible que las escritas a
abstenerme de concurrir este día en que se iba a tratar un asunto de
gravedad que ya otra vez ha estado en la consideración del gobierno aun-
que no como se presenta ahora, y que tuve entonces que salvar mi voto.
"Cuando me resolví a tomar posesión del destino con que vos mequisisteis honrar, fue únicamente por conformarme con vuestra voluntad,
y porque no se dijera que no aplicaba mis conatos a la marcha del siste-
ma en el lugar que me habíais señalado: mis deseos fueron dedicarme a
servir a la patria: pero nunca los he tenido de ambición y dominio, por-
que a más de que mi alma no se alimenta de esta pasión, estoy satisfecho
que los mandos son más espinosos en proporción que son más elevados,
que mis luces no alcanzan a cargar con el peso enorme del gobierno supre-
mo, y que por esta razón la rectitud de mi espíritu y mis patrióticos
deseos pudieran no ser suficientes para el acierto.
126 Pedro Tobar Cripz
"Como en cualquier estado puedo consagrar mis servicios tales
cuales sean a la conclusión de nuestra grande obra política si acaso pudie-
ran ser útiles, he resuelto volver lleno de gratitud a vuestras manos la
investidura de individuo del S. P. E. de la nación con que habéis querido
distinguirme, para evitar que un lance desagradable menoscabe la repu-
tación que tiene nuestra gloriosa marcha, porque ya me faltan los auxilios
de la prudencia que demasiado aplicados se han ido disminuyendo sucesi-
vamente: estoy cierto que obrando así hago un servicio a la patria y quedo
expedito para hacer todos los demás que de mí se quieran; en cuyo con-
cepto os suplico tengáis la dignación de admitir esta renuncia que pongo
resuelto a no volver al gobierno en ningún caso; persuadido que esto es
lo que exige de mí el bien de la patria. Dios, Unión y Libertad, Guate-
mala agosto 13 de 1824". (f) Manuel José Arce.
El dictamen que la Asamblea nacional constituyente diera a esta
renuncia, es el siguiente:
"El C. Manuel Arce, individuo del S. P. E., ha expuesto en 13 del
corriente, varias razones por las cuales, cree que su permanencia en el
gobierno, lejos de ser útil, es dañosa a la nación: manifiesta servir en cual-
quiera otro destino y concluye renunciando el que obtiene y pidiendo que
os sirváis admitir su dimisión.
"La comisión especial que debe informaros sobre esta solicitud,
examinando las consecuencias que pudiera tener la separación del gobier-
no del C. Arce, se ha convencido de que no se debe acceder a ella.
"Son varias las consideraciones que la persuaden, unas que dicen
relación al crédito de la república, respecto de las naciones extrañas, yotras que sólo se refieren a la confianza y tranquilidad interior de nues-
tros pueblos.
"La renovación frecuente de los individuos del gobierno, presenta
con muy mal carácter la revolución de un pueblo, y aun en las naciones
constituidas y cuyo sistema está consolidado, se ve como un sistema de
consideraciones interiores la mutación rápida de ministros. El C. Arce
fue nombrado para ejercer el poder ejecutivo en julio y octubre del año
pasado: fue nombrado primero por el voto unánime de los representantes
de todas las provincias, lo fue segunda vez por el consentimiento grato
de los representantes de cuatro, y estos dos nombramientos son el mejor
testimonio del concepto que toda nación tenía de su patriotismo y aptitud.
"Si después de un concepto tan bien establecido y cuando el C.
Arce apenas ha desempeñado por el corto término de cuatro meses las
funciones de su destino, se le ve separado del gobierno; no puede creerse
Valle — El Hombre — 1 r.o — El Sabio 127
sino que unidos al principio v acordes en nuestra man ha política, nos
hemos ¿acción preponderante ha arrancado
ri puesto a qiM lo llamaba la nac ion.
i mayor razón d usarse de esta suerte, atendiendo a
que se hacia una renovación en el gobierno provbiooa] al tiempo mismo
i ir sus tareas por estarse practicando las elecciones
para presidente de Ka poderoso fundamento ten-
drá a» il>.i del gobierno provisional el
mismo ciudadano que estaba obteniendo los votos de los pueblos para
crio constituí ionalmente.
liera también pensarse que el C. Arce no tiene las virtudes
y capacidad necesarias para las funciones del poder ejecutivo, y que enga-
ñados loa representantes del gobierno de su nombramiento, cuando lo
habían visto des. n fondo de depi se había manifestado
su grande ineptitud para el manejo de los negocios; so habrían visto pre-
cisados a separarlo del destino que antes le confiaron, para no exponer
la suerte de los pueblos. Y como éstos le daban al mismo tiempo sus
votos para iblica, era necesario pensar que no cono-
.tereses: que son guiados a las elecciones por el primer faccioso
que los sorpiendc o seduce: que no pueden todavía sostener un régimen
Así es que siempre resultaba perjudicado el crédito de la
nación, si se hubiera de admitir la renuncia del C. Arce.
\ . - ndo la vista a nosotros mismos, es fácil conocer que tam-
. producir este paso una sensación desagradable en los pueblos.
: uta de un concepto bien acreditado: todos saben sus ser-
por conseguir la independencia y sus grandes padecimientos por
puél de lograda, sus conceptos eficaces por sostenerla.
D gusto encargado de la administración, y no podrían ver sin
afianza y alarmas que la dejaba.
ómo es, dirían, que se separa del gobierno cuyas funciones van
a terminar, el sujeto mismo que creemos digno de la presidencia de la
república y que deseamos la ejerza en el período constitucional? ¿Si
nuestros representantes son el órgano por donde emitimos nuestros votos,
cómo es que están en contradicción sus operaciones con las nuestras? Así
hablarían nuestros pueblos, y no sería fácil contestarles; se llenarían de
inquietudes y temor, y faltándoles la confianza, faltaría a los que ejercen
el poder el mejor resorte de que pueden usar para encaminarlos bien.
"Otras muchas reflexiones pudieran hacerse; pero creemos que son
excusadas y que basta lo expuesto para convencer: que tanto para man-
128 Pedro Tobar Cruz
tener el crédito de la nación como para no atacar la paz de los pueblos,
debe no admitirse la renuncia del C. Arce.
"Es verdad que no es justo ni prudente precisar a ningún ciudada-
no al ejercicio de un destino que él rehusa; pero si el C.^Arce desea salir
del gobierno porque cree que obrando así hace un servicio a su patria,
manifiéstesele que es un daño el que le resulta, y no hay duda que enton-
ces se prestará gustoso a continuar en él. El C. Arce es un patriota: está
pronto, dice a servir en cualquier destino para el que se le crea capaz; y
solo desea salir del gobierno porque entiende que su permanencia en él,
lejos de ser útil, es dañosa a la nación. Sabiendo, pues, lo contrario,
entendido de que el bien público se interesa en que se mantenga en el
puesto que ocupa, sabrá prescindir de cualquiera otra consideración, yno vacilará un momento en hacer los mayores sacrificios personales, por
evitar un mal a su patria.
"Persuadido de esto, propone la comisión que os sirváis acordar se
conteste al C. Manuel José Arce:
"Que la Asamblea Nacional, después de un examen moderado ycircunspecto, se ha convencido de que el bien público exige que perma-
nezca en el destino que ocupa en el Supremo poder ejecutivo: que en
consecuencia no ha podido ni debido admitir la renuncia que hizo de él
en 13 de este mes, y que espera que continúe con la dedicación y patrio-
tismo que tiene acreditado, desempeñando las altas funciones que le confió
el voto unánime de los pueblos. Guatemala, agosto 19 de 1824. (ff)
Alfonso — Alcayaga — Flores — Sosa — Beteta".
Manuel Montúfar y Coronado, en sus "Memorias de Jalapa", al
referirse al general Manuel José Arce y comentar los dolorosos sucesos
de esa época, dice: "Arce, conociendo que su penmanencia en el Ejecutivo,
donde .triunfaba el voto de Valle por la debilidad de O'Horán, podía
perjudicar su crédito, renunció la plaza y se fue a San Salvador para
organizar una fuerza y pacificar con ella a Nicaragua. Se sospechaba
que la mira de este plan era conquistar los votos de aquel Estado para la
presidencia, y por la misma razón, Valle procuró impedir, aunque inútil-
mente, la marcha de Arce. En San Salvador había órdenes anticipadas
para enviar tropas a Nicaragua a disposición del gobierno federal, pero
éste debía designar ej jefe, el destino y los objetos; más a virtud de estas
órdenes, Arce sacó las tropas y marchó con ellas a Nicaragua, y sin suje-
ción al gobierno federal de que acababa de ser miembro, dirigió la
campaña de que Arzú tuvo solo el nombre de jefe".
Iombre — Ki P< -í.i neo — El Sabio 129
en sus "Memorias", soslaya cualquier motivo que pudiera
lo responsable y trata de tergiversar la verdad, cuando era del domi-
mucha culpa del giro que estaban tomando
los negocios del Estado. En su defensa dice: "Disgustos suscitados entre
el gol> san Salvador y el de la república, me obligaron a dimitir
lo puse en manos de la Asamblea constituyente, y
admitida que I de los negocios. Séame lícito
aquí indicar la expedición que hice a Nicaragua para establecer el ver-
dadero mv > ion de presidente de la república, pues se ha
ndido deducirla de falsas causas". s *
dio al general Arce en el gobierno federal, don José Manuel
de la I *Ttona de distinción moderada, servicial y amante de la
independencia y de las instituciones públicas". La divergencia que por
incompatibilidad de caracteres habla resultado entre Valle y Arce fue de
gravísimas consecuencias para estos países que comenzaban a dar los pri-
meros pasos en el campo de las ya forjadas nacionalidades; y el triunfo
de Arce en la presidencia federal, meses más tarde, dejó un sedimento de
desconfianza aún entre los mismos que habían patrocinado esta candi-
datura.
Cuando estos problemas se iban desarrollando con no muy seguras
soluciones, Valle, rebando tiempo a otras actividades de su cargo, se
i en la constitución, que debe estructurar los fundamentos de la vida
institucional de la república. La Asamblea nacional constituyente que
encomendada tan magna estructuración, se ha dividido en dos parti-
dos: el federalista y el centralista. Los federalistas lo constituyen los
>lcs que ambicionan para el país, una constitución igual a la de los
nidos de Norteamérica; en cambio, los centralistas, formado por
¡tido conservador, querían hacer de Centroamérica una república
unitaria, bajo el régimen de un gobierno central.
Jefferson hacía prosélitos en materia política y los imitadores de
Mxrimento no faltaban, se deslumhraban ante lo nuevo y considera-
ban factible trasplantar aquellos ideales políticos a estas tierras. Los libe-
rales se movían con miras a levantar estos ideales, aún sabiendo que una
inexperiencia política sería el peor lastre a tan bellas ejecutorias. El
triunfo fue de los liberales, muchos de nuestros males políticos vienen de
tal experimento. Adoptado el sistema federal, después de reconocidos
os y de ruidosos debates parlamentarios, la Asamblea constituyente
34 Arce, Manuel José. Memorias. Ministerio de Cultura. DepartamentoEditorial. San Salvador. El Salvador.
130 Pedro Tobar Cruz
pudo dar el 22 de noviembre de 1824, la Constitución de la república
federal de Centroamérica. Valle, aunque había sido electo diputado, no
estuvo en la constituyente, por ser individuo del ejecutivo, pero junta-
mente con los otros miembros, don José Manuel de la Cerda y don TomásO'Horán, pone el ejecútese de la primera Constitución de la república.
Rosa, quiebra lanzas en desacuerdo del federalismo que guiaba
la nueva Constitución de Centroamérica, y dice: "Error fundamental
fue, a mi juicio, la aceptación de un régimen federal para las provincias
del antiguo reino de Guatemala. El federalismo rompió nuestra unidad
histórica: creó para un pueblo, sin ninguna educación política, el sistema
de gobierno más difícil de practicarse: estableció un complicado y anti-
económico organismo gubernativo para un pueblo falto de comunicaciones
y recursos: constituyó un poder nacional, destituido de suficientes y vigo-
rosas atribuciones: sembró, en fin, en el suelo de un pueblo inquieto, apa-
sionado, de raza meridional, irreflexiva, la simiente de una constante
guerra civil".
En algunos escritos, Valle aprobó muy satisfecho la nueva consti-
tución, sin embargo, el tiempo vino a demostrar el error que se había
cometido, al traer a un medio que todavía estaba en florescencia, los
frutos de otras latitudes. Su palabra acoge estas concepciones profundas
y las deja en el "Manifiesto del Supremo Gobierno de los Estados de
Centroamérica", dice así: "La Asamblea constituyente ha decretado las
bases de la Constitución política, y acordado el método con que deben ser
elegidos los jefes y representantes de los Estados.
"La forma de gobierno, dijo en la ley de 17 de diciembre último,
de las Provincias Unidas del Centro de América, es la de república repre-
sentativa y federal. Se elegirán por los pueblos, dice en el decreto de 5
del corriente, el presidente y vicepresidente de la república, los individuos
de Senado y alta Corte de justicia, y los diputados de cada Congreso".
"Ved aquí leyes fundamentales, de influencia que no es posible
calcular en toda su extensión. El gobierno al presentarlas para su cum-
plimiento debe hablar con franqueza a la nación que le ha fiado la direc-
ción de sus destinos.
"No hay, en las combinaciones de poderes que producen las diver-
sas formas de gobierno, una sola que considerada en un aspecto, no pre-
sente bienes, y meditado en otro, no pronostique males. Todas las obras
del hombre tienen este sello, y los gobiernos son entre las que salen de sus
manos las menos perfectas.
I >mbre — El Poutico — El Sabio 131
gobierno federal es una de las concepciones más profundas del
.>: una de las creaciones más maravillosas del genio. Sigue la mar-
Míe parece designada por la naturaleza en la organización de las
sociedades políticas: forma familias independientes unas de otras y las
en un pueblo dirigido por un régimen municipal: forma pueblos
si y los reuné en un Estado gobernado por un
. Congreso: forma estados que tampoco tienen dependencia recíproca
y los i tía nación administrada por un presidente y una Asamblea
general: reduce la extensión territorial de los mandos a la esfera que
deben tener para ser enérgicos: multiplica los centros de poder y riqueza,
y los reúne después en uno solo: da energía a una administración torpe
cuando se extiende a una nación mu faena a un gobierno débil
cuando se circunscribe a un pequeño número de hombres y leguas: asegura
los bienes que gozan los Estados pequeños, previenen los males a que los
expone su misma pequenez: aproxima a la igualdad y acerca por ella al
l>ri«> dividiendo la nación en secciones independientes unas de otras:
abre fuentes nuevas de ilustración, multiplicando los congresos que son
focos donde se reúnen y de donde parten rayos de luz: aumenta la canti-
dad de atención dedicada al bien general de los Estados: cria el patrotis-
mo. obligando en muchos lugares a pensar en la patria: forma estadistas
aumentando el número de patriotas impelidos a ocuparse del Estado: hace
que el civismo suceda al egoísmo y que sea público el espíritu que antes
ivado o individual: inspira sentimientos de elevación y dignidad de-
clarando a los hijos y vecinos de las provincias, ciudadanos de Estados
iguales y libres: estrecha las relaciones de los pueblos con el gobierno,
poniendo más cerca de ellos los centros de su administración: distribuye la
riqueza por todos los Estados, haciendo que desaparezcan las causas que
la concentraban en un solo lugar: facilita la administración de justicia,
poniendo en el seno de cada uno de ellos sus juzgados y tribunales: engen-
dra adhesión a un sistema que da a cada provincia los poderes que nece-
sita para progresar en todos los ramos de riqueza y prosperidad: asegura
la independencia de la nación, organizando en cada Estado, gobiernos que
tienen más fuerza que un intendente o corregidor, para resistir los embates
de la intriga o seducción: presenta, al fin, el cuadro grande de la armonía
social y promete los bienes que son consiguientes.
ro aquella armonía puede turbarse y su alteración produciría
males muy graves. Parte la sociedad en muchas sociedades: divide el
Estado en diversos Estados: y lo que es todo, uno y hermoso, se vuelve
partes separadas o desmembradas: la unidad, origen de la energía, se
132 Pedro Tobar Cruz
debilita y puede desaparecer enteramente: los intereses se complican
teniendo cada Estado los suyos: la acción del gobierno supremo se entor-
pece por la de los otros gobiernos que se establecen: la marcha es lenta
por los obstáculos que embarazan su rapidez: las fuerzas que unidas serían
inexpugnables, se enervan estando divididas: a la falta de unidad y com-
plicación de intereses puede suceder el peligro de separarse absolutamente
unos de otros los Estados: quedarían en tal caso expuestos a los riesgos
de las repúblicas que por su pequenez pueden ser destruidas por fuerzas
extranjeras; y arrolladas por ellas la de cada Estado, la esclavitud podría
ser en último resultado el término final de la libertad que se desea.
"Tales son los bienes que se presentan y los males que amenazan
en las instituciones federales. El gobierno designa los primeros y señala
los segundos para que los pueblos sepan gozar de los unos con juicio yevitar los otros con prudencia. El mayor bien posible de esta digna
nación es el objeto de sus votos. Quiere que llegue a él marchando por
la senda que le ha abierto la ley de la federación, pero desea que conozca
los escollos para no ser precipitada en ellos.
"Que se eleven a Estados federados las que eran provincias subal-
ternas: que se instale en cada uno el Congreso que debe darle leyes para
su procomunal: que se elija el jefe que arreglado a ellas lo gobierne con
sabiduría y lo dirija con circunspección: que la elección de su gobernador
sea expresión libre de la voluntad general de los pueblos; y regidos éstos
por un gobierno paternal, obra de ellos mismos, avancen en la carrera de
su felicidad.
"Pero que en el goce de bienes tan grandes no se olvide jamás el
objeto primero de la asociación federal. Porque una sola provincia no
tiene los elementos necesarios para estar aislada sin relaciones de sociedad
con las demás, se han unido todas para formar una sola nación. Cadauna es Estado independiente de los otros, pero todas son al mismo tiempo
partes de un solo todo: fracciones de una sola unidad.
"No dependen unos de otros los hermanos, ni hay entre ellos
subordinación o superioridad de derecho; pero todos deben consideración
y respeto a su padre. Este es el jefe que les ha dado la naturaleza yautorizado la ley. No-dependen Costa Rica de Nicaragua, ni Comayaguade San Salvador, ni San Salvador de Guatemala: son Estados, y la idea
sola de serlo, excluye la de sujeción recíproca. Pero Guatemala, San
Salvador, Comayagua, Nicaragua y Costa Rica, tienen un gobierno
supremo que debe extender a todos los pueblos su vigilancia y protección.
Este gobierno es el vínculo que los une para formar una sola nación: por
I — El Hombre — El Político — El Sabio 133
en Estado general los que son Estados particulares, ysaria al momento la unidad que da la fuerza o vigor.
- pueblos -de un Estado tienen relaciones interiores entre sí, yore» con los de otros Estados o con la nación entera. Este doble
aspecto en que deben considerarse forman las áreas y fija los linderos a
:m mImiv los poderes: esta diversidad de relaciones designa
las facultades que les competen.
"Ix» poderes legisla- utivo de un Estado, dirigen las rela-
ciones interiores de los pueblos que lo componen, y los poderes legislativo
y ejecutivo de la república dirigen las relaciones exteriores de unos Esta-
dos con otros, y de todos con la n.u i<m Dar leyes para el gobierno inte-
da un Estado, corresponde a su Congreso, y dictarlas para toda la
nación pertenece a la Asamblea general. La administración del Estado
es propia de su jefe; y la de toda la nación es privativa de su presidente.
^>etar estas líneas de demarcación: observar la ley fundamen-
tal <|iie las ha trazado: estrechar los lazos que deben unir a los gobiernos
I Estados con el supremo de la nación: impedir que se corten las
iones que debe haber entre «líos: reconocer en los intereses gene-
rales de la nación una autoridad suprema que da dirección desde un
centro común, oir su \o/ y seguir la marcha que señala la Constitución
ca: esto es k) que interesa a los pueblos en su actual posición.
"Todos los gobiernos tienen necesidades propias de su naturaleza
o derivados de su esencia; y la de un gobierno federal es mantener la
unidad, o evitar la dislocación o desmembración, la división o separación
absoluta del centro general. Una monarquía tiende a la concentración
de todos los poderes en un solo individuo por la naturaleza misma del
DBum de unión: y una república federal propende a la división y ano-
nadamiento de las autoridades, por la esencia del máximum de partición.
ira evitar males tan graves como trascendentales los pueblos
deben hacer elección de hombres capaces de impedirlo. Este punto se
basa fundamentalmente de todos los demás. El gobierno llama a él todas
las atenciones porque los errores o equivocaciones serían decisivos de
nuestros destinos.
q diversas las especies de gobierno porque lo son también los
modos con que puede hacerse la combinación de autoridades. Pero las
manos que dan dirección a los asuntos son las que hacen variar el aspecto
de una administración. En un mismo gobierno sin variar su esencia ni
mudar su legislación. Floridablanca dio ser a la nación que apenas la
tenía y Godoy la arrojó a los abismos.
134 Pedro Tobar Cruz
"No olvidéis, pueblos, la verdad grande que presenta la historia de
todas las naciones. El gobierno que influye más en la felicidad general
es el mejor administrado. Del acierto o desacierto en las elecciones va a
pender nuestra felicidad o destrucción.
"La ley ha puesto en vuestras manos el derecho de elegir a los
que han de legislar, gobernar y juzgar. Vuestra voluntad va a decidir
nuestra suerte.
"Elegid hombres penetrados de la necesidad de ser independientes
de las dos Españas antigua y nueva y si queréis serlo en lo sucesivo: elegid
a aquellos que hayan dado pruebas inequívocas de adhesión a vuestra
independencia absoluta si queréis consolidarla: elegid a aquellos que amen
a este suelo si queréis su cultivo y riqueza: elegid a aquellos que llenos
de consejo y prudencia puedan guiaros con ella a igual distancia de la
licencia que olvida los deberes y el despotismo que destruye los derechos:
elegid a aquellos que tienen energía bastante para elevarse sobre los
intereses mezquinos de individuos o cuerpos y decretar leyes que tiendan
al mayor bien posible del mayor número posible: elegid a aquellos que
siendo rectos como la línea que tira el geómetra sin inclinación a un
lado ni otro, puedan administraros justicia con igual rectitud: elegid a
aquellos que hayan aprendido la ciencia difícil del gobierno y la expe-
riencia aún más dificultosa de saberla aplicar al momento y circunstancias
en que se halla la nación.
"Pero haciendo elecciones que os hagan honor, desoyendo la voz
de la intriga y despreciando las artes de la seducción, no olvidéis que la
conservación del orden es el primer bien de una nación. Se ha escrito
en diversos tiempos y países contra las elecciones populares: se ha pen-
sado que no puede haber en ellas el acierto que se juzga privativo de una
cámara: se ha creído que son origen de divisiones o partidos, de movi-
mientos o revoluciones. Manifestad, ahora que vais a fijar vuestros
destinos, que los pueblos de esta república saben elegir con juicio y man-
tener el orden en sus elecciones. Acreditad al mundo entero que si las
populares han sido tempestuosas en otros países, en Guatemala son de paz,
sosiego y tranquilidad.
"Obrando de este modo las naciones extranjeras reconocerán la
independencia absoluta de ésta; y consolidada como es justo, planteando
el nuevo gobierno y dedicada la atención a las fuentes de riqueza, estos
Estados serán en la América, el centro de la paz y felicidad al mismo
tiempo que las convulsiones agitan desgraciadamente al norte y al medio-
día. Palacio nacional de Guatemala, mayo 20 de 1824". (ff) José del
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 135
Valle, presidente — Tomás O'Horán. Con dos individuos por ausencia1 Manuel José Arce con permiso de la asamblea".
Los resultados de los sueños de los federalistas del año 24, pronto
se dejaron ver, un sinnúmero de errores flotan sobre las turbias aguas de
las pasiones y de los intereses, que se transforman en la movible anarquía
fue separando a Centroamérica, hasta quedar por las rencillas pro-
neo jirones en el año de 1839.
Rosa, a quien he seguido en los pormenores de sus datos biogra-
fíe esta época de Valle, se conduele del fracaso de nuestros legisla-
dores, que sin mayores malicias se engañaban en su buena fe. Comen-tando estos sucesos, dice: "Hoy mismo aquel funesto error produce la
va y excepcional situación de las pequeñas repúblicas de Centro-
américa: hoy mismo aquel error, por siempre lamentable, hace que en
toda la América española sólo los centroamericanos tengamos la máspavorosa de las cuestiones, la cuestión de buscar los medios de existir
}x>li ticamente. V i Confederación Argentina, Colombia, Chile,
demás repúblicas del sur, han tenido el buen sentido
.ir, bajo una u otra forma, la entidad nacional, fuerte y respe-
ran históricamente. Algunas de dichas repúblicas
han h. < ho grandes conquistas en d trueno de la verdadera democracia
y de la verdad*-
1
no podrán ya retroceder: las menos felices
tienen im-stiones dificilísimas que resolver en lo social y en lo político;
pero no tienen que resolver la cuestión de existencia, la cuestión de ser
Aunque el Perú fuese desmembrado por su enemiga
siempre tendrá elerrientos para ser una nación: toda su
: ón se reducirá al modo de gobernarse con honradez y cordura. Pero
nosotros, a causa de que el buen sentido práctico sólo ha brillado
por su ausencia, existe, lo repito, como tristísima excepción en la Américas pavoroso y horrible de los problemas, el problema de
.i cuestión para nosotros no es de atender al modo de gober-
cada una de nuestras infinitesimales repúblicas: la cuestión capital
es unirnos para formar una verdadera nación. Divididos los pueblos
centroamericanos, pueden hacerse todos los benéficos arreglos imagina-
bles, pueden emitirse todas las Constituciones más perfectas en teoría,
pueden alcanzarse algunos relativos progresos, y armarse grandes algaza-
ras en pro de la civilización y de la libertad. Pero todo esto es precario,
io: el vicio esencial de la desunión corroe nuestro raquítico organis-
mo, nos mata. La desunión mantiene la debilidad de nuestros pueblos, yfomenta su inmoralidad, elementos que serán siempre propicios para que
136 Pedro Tobar Cruz
imperen en Centroamérica la anarquía o el despotismo que hacen impo-
sible un régimen de garantías, de verdaderas instituciones republicanas,
único que puede presentarnos ante el extranjero como miembros de una
nación digna y respetable. ¡ A qué precio se paga un error fundamental
en política! Después de más de medio siglo de luchas fraticidas, el error
de los federalistas del 24 nos ha legado esta cuestión aterradora: Busque-
mos los medios de existir; ¡Salvémonos! ¿Cuándo la resolveremos?
¿Cuando habremos de salvarnos en la tabla que nos ofrecen, aunque de
lejos el buen sentido, la libertad y la civilización? ¡Quién sabe! ¡Ojalá
que las generaciones venideras sean más felices que la nuestra! Entre
tanto, trabajemos en pro de las ideas".35
El 22 de noviembre de 1824, se emite la Constitución de Centro-
américa y conforme a sus prescripciones se instala el 25 de febrero de
1825, el primer Congreso federal, en la inauguración de sus sesiones, Valle,
hace gala de erudición y sienta las bases de un verdadero estadista, al
informar, en conceptuoso discurso, a los señores representantes de los
trabajos realizados por el gobierno provisional. Su discurso dice, así:
"El primer Congreso federal abre sus sesiones y comienza sus tra-
bajos. Es vasto el campo que se presenta a su celo, y lisonjeras las espe-
ranzas de su cultivo.
"Los pueblos se prometen cosechas ricas y hermosas. Han elegido
diputados a los que han juzgado dignos de serlo: a los que han creído
posesores de todas las calidades que exige título tan grande: a los que
han considerado penetrados del fuego único que debe animar a los repre-
sentantes de una nación.
"Los diputados son escogidos por los pueblos para llenar el lugar
que debían ocupar ellos mismos: son la misma nación, en imagen o repre-
sentación: son en cuanto al ejercicio, el soberano moral.
"Los pueblos creen que desde el momento en que elevan a dipu-
tado a un ciudadano particular debe cesar el hombre privado y no existir
más que el hombre público: debe morir el Yo, y no vivir más que la
nación: debe acabarse el individuo y no quedar más que la patria: deben
cesar las atracciones y repulsiones individuales, y no haber más que los
sentimientos dulces y sublimes del patriotismo.
"Que sea voz del egoísmo, o agente de la intriga el infeliz que
no conoce que le degradan e insultan los que quieran hacerle instrumento
de sus intereses o preocupaciones. Que sea orador de pasiones o partidos
35 Rosa, Ramón. Obra citada.
Iombre — El Político — El Sabio 137
el desgraciado que no siente toda la humillación y oprobio de quien es
esclavo de ellos. Que solo piense en la ríase de que es individuo, en la
i provincia donde lia nacido el hombre pequeño
no ha aprendido a dar extensión a sus ideas.
icrpo legislativo: los individuos del primer
Congreso federal de Guatemala sienten toda lll dignidad y conocen todos
n. representante] de la nación más digna de
tus pensan i abajos. No nos han elegido los pueblos para
ndolos a los horrores de la anarquía, o a las
Nos eligieron entre la multitud de hijos suyos
para que sostengamos con celo vigilante la justicia de su inde-
pendencia; nos eligieron para que mantengamos con igual energía la inte-
gridad de su territorio: nos eligieron para que no permitamos jamás su
«•so al antiguo sistema de gobierno, ni su marcha precipitada yri pin que los dirijamos: con sabiduría prudente,
a igual distancia de las re* km de Mttgre y muertes, y
dd dr<.|M>tismo que es destructor de todos los derechos: nos eligieron para
i prosperidad canto sobre
ron el nivel en ¡a pitar nuestros trabajos: nos eli-
gieron para que organicemos el sistema de instrucción pública, que es el
piimero de todo bien social: nos elidieron para que desarrollemos
las semillas de riqueza que hay en este suelo en mayor abundancia que
tros de Ait i para que confundamos la voz de los
que digan que no hay en Guatemala elementos para ser libre: nos eligie-
ron para que hagamos que esta nación aparezca en el mundo con la
riqueza, poder y gloria con que debe presentarse la que está en posición
feliz que todas: nos eligieron para que acreditemos que somos hijos
de la república de Centroamérica, amantes de su felicidad, interesados en
•ñor, defensores de sus derechos. No se oirá en este salón lo personal,
individual o privado. Solo resonará lo nacional, lo público, o de interés
universal para la república. Si queremos que el pueblo cumpla la ley,
ame lo justo, respete la autoridad, y guarde consideración a los que la
ejercen, seremos los primeros a dar lecciones de respeto a la ley y auto-
ridad, de amor a la justicia, y consideración a los funcionarios celosos en
el lleno de sus deberes. Esta sala puede ser el punto de donde salga
partida la opinión y divididos los sentimientos en lo esencial y delicado,
o el centro de la unidad o armonía: puede ser el origen triste de los par-
tidos y facciones, o el principio feliz de la unión de todas las clases en
derredor de la patria: puede ser la fuente de donde fluya el mal o el
138 Pedro Tobar Cruz
nacimiento de donde emane el bien. La elección esté en nuestras manos.
Los legisladores deben ser los primeros modelos. Este salón será el templo
del Decoro, de la Prudencia y del Patriotismo juicioso. En las discusiones
seremos oradores modestos porque la modestia aumenta los valores del
raciocinio y las fuerzas del convencimiento. En las votaciones seremos,
como la razón fría y tranquila que decide en calma sin el calor de los
partidos.
"Tales son los sentimientos de los diputados a quienes tengo el
honor de dirigir la voz. El gobierno felicita al Congreso por los de sus
individuos: lo felicita por la aperción de sus sesiones: lo felicita por el celo
con que se prepara a trabajos de bien general: y para que tengan todo el
suceso que espera la nación desea que se vuelvan los ojos primero a los
que se han emprendido, y después a los que deben emprenderse. Esta
vista señalará la línea de donde debe partirse en el campo que se va a
cultivar; y los pueblos recibirán frutos sazonados de trabajos comenzados
con celo y dirigidos con orden.
"Parece justo que el poder ejecutivo dé cuenta de los suyos. Todofuncionario debe darla del celo con que haya correspondido, a las con-
fianzas de la nación. El gobierno confiesa gustosamente esta verdad: la
publica a la faz de todos; y será el primero en el cumplimiento de este
deber.
"El ministro dará cuenta de todo lo que ha hecho el poder ejecu-
tivo desde el día en que fue establecido; y yo me limitaré al año en que
he sido individuo suyo. El ministro dará la historia de los acuerdos yresultados; y yo presentaré el plan y manifestaré el espíritu del poder
creado para gobernar la república".
CANDIDATO PARA LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA DECENTROAMERICA EN 1824
El 5 de mayo de 1824, se hace la convocatoria para elegir a las
autoridades federales, los pueblos comienzan a inquietarse ante el movi-
miento que iban desarrollando los partidos tradicionales de nuestra histo-
ria, los liberales trabajan por la candidatura del general don ManuelJosé Arce, persona de muy reconocidos méritos y de afinidad visible con
las pretenciones de su partido; los conservadores en cambio, sin mayores
alientos en la contienda electoral que se aproxima, y no teniendo unpersonaje de más fuerte trayectoria política, presentan' al licenciado don
José Cecilio del Valle,
Hombre — Ya Político — El Sabio 139
Los dos partidos comienzan por poner en práctica sus ya conoci-
das maniobras¡
i intriga y la corrupción, juegan importante
I | de loa puebles. Sin embargo, no
obstan ul.is. los vicios que se ensayan para
llegar al triunfo, pan honoi dé ettai provincias que por primera vez
1 autoríds Jes, "ae impuso el buen sentido
y la i i dando al final una elección de
r grado, con el resultado de elegir para presidente de Centroamé-
rica, al licenciado Valle.
Ocb n era el número que totalizaba los sufragios, se
a asamblea, tétenlaJ
nueve, de ettoa cuarenta y un votos
an a Val! i Arce, por consiguiente, Valle, con
-I llamado ocupar la primera magistratura
Los liberales se sienten defrandados, comprenden que
e se ha obtenido no n oes, ellos necesitan el domi-
ulad y saben por experiencia que Valle no es el hombre
sus exigencias; no les queda más que
•brar para falsear el resultado de la elección, por lo que hacen la
l.i mayoría de votos, la base era el númerotot.tl de ochenta \ dos aufragioa y no la base que en la elección se ha
nueve, que es lo que se ha obtenido, y de esa
quitan Valle la presidencia que con el favor de los pueblos
doa de los votos sufragados no entran al
. más que todo, porque existe la creencia
\ y con esto, ya no se encuentra el alegado
nioti\o pata anular la elección. Por supuesto, que los liberales para
mponenda, necesitan la ayuda de los conservadores que
i decididos adeptos de la candidatura del vencedor. Entran en
acen una alianza y descartan la votación efectuada, conseguida
.dudable solución" el Congreso se encarga de la elección, donde los
liberales controlan por su mayoría, y eligen al general Manuel José Arce
_' votos contra 5 que obtuvo Valle.
fue el resultado del primer ensayo electoral de Centroamérica
en su vida independiente, donde la inmoralidad política sirvió de base
ti una suplantación contra el voto popular. Con tal maniobra,
los liberales y los conservadores cometen uno de los errores que después
de tantos años todavía se lamentan en la vida política de estos países
del istmo.
140 Pedro Tobar Cruz
Esta elección en su primera fase, es una honra que enaltece a los
pueblos que la realizaron, como a la vez, es una deshonra para los partidos
que no sintieron mayor vergüenza en falsear los principios populares,
que son el pedestal de la democracia. "Felices tiempos aquellos —dice
Rosa— en que los pueblos no estaban corrompidos por el caudillaje.
Felices tiempos aquellos en que el falso brillo del funesto militarismo no
había hecho perder a los pueblos su buen sentido práctico. Los pueblos
sabían que Valle era un hombre honrado, que Valle era un hombre amigo
de la legalidad, que Valle era un hombre incorruptible, que Valle era
un sabio estadista apreciado, por su ciencia, dentro y fuera de Centro-
américa. Los pueblos atendieron a su verdadera conveniencia, hicieron
justicia al mérito, y eligieron presidente a Valle, a despecho de los tra-
bajos inmorales de liberales y conservadores. Nuestra historia, a vuelta
de muchas y muchas páginas, en que sólo puede verse la ignominia,* tiene
también algunas páginas honrosas. La elección de Valle, para consuelo
del patriotismo, formará siempre una página honrosísima en la historia
del pueblo centroamericano".
Las palabras de Rosa, entreabren la sensibilidad del hombre que
se ha matizado de ideales y traza con honrada intención las líneas que
son esencia y fundamento de un episodio por demás trágico de nuestra
vida nacional. Sin embargo, es del caso referir también, como los con-
temporáneos de Valle, analizan tan delicada situación y dan en sus apre-
ciaciones, los objetivos, sin ceñirse algunas veces a la sinceridad de los
acontecimientos.
Don Manuel Montúfar y Coronado, al referirse a esta época del
licenciado don José Cecilio del Valle, dice: "Valle tenía contra sí haber
combatido la independencia bajo el gobierno español, y su falta de carác-
ter en la admisión del cargo de representante en el Congreso mexicano,
puesto que quería probar haberse opuesto a la incorporación; y última-
mente la admisión del ministerio de Iturbide. Pero no eran estos los
defectos que se oponían a Valle para la presidencia, sino su inconsecuen-
cia a todos los partidos a que perteneció; sus pasiones, y especialmente
la de la venganza; la tortuosidad de su conducta administrativa, el poco
valor que parece ser de la esencia de la literatura, menguaban sus incon-
testables ventajas de talento, erudición, facundia y conocimiento de todos
los negocios de la república. Sin embargo, como Valle debe a Guatemala
su educación; como sus propiedades están en aquel Estado, y como la
conducta preponderante de San Salvador era tan odiosa e inspiraba tantas
desconfianzas a Guatemala, la mayor parte de los hombres sensatos, tra-
Iombre — El Político — El Sabio 141
bajaban por las elecciones en favor de Vallr. v mis mismos enemigos le
solicitaron y le dieron votos, sin tratarlo particularmente ni buscar su
mittad: el se los procuraba de todos modos y por todos los medios".
!o el padre Delgado SahradíN se ve en dificultades con la
Iglesia por su ambición a un obispado. Valle hace juegos que favorecen
sus intereses, sabe que Delgado es una figura de arrastre y de prestigio
en la provincia salvadoreña y que bien valla darle la ayuda que necesi-
tara. Sobre esto ditl
\ .illr dominaba el ejecutivo, y como
toda su conducta administrativa era calculada por el interés de la presi-
dencia, sin dar documentos públicos lisonjeaba simultáneamente y en
secreto los intereses de Delgado y los de la mayoría del clero, siempre
.«meterse, y jamás buscando el verdadero interés de la paz
<e a la elección de presidente de la república de
\ Coronado, hace las manifestaciones que siguen:
irtido moderado obtuvo la m.r ( ongreso, y estaba en
lanos la elección de presidente, porque era inconcuso que no había
:on popular a favor de ninguno de los dos candidatos Arce y Valle.
mero era el proclamado por los exaltados y fiebres, el segundo por
los moderados o serviles; pero en los primeros había algunos que opina-
ban por Valle, y muchos entre los segundos deseaban a Arce. Los exal-
tados se abocaron a los moderados para transigir con ellos en este punto
a favor de Arce: no encontraron mucha resistencia. Valle se había des-
conceptuado por sus manejos en los negocios de Nicaragua, y por su
conducta tortuosa, incierta y vengativa en el gobierno. Se temía que
San Salvador desconociese el gobierno y renovase la guerra civil si Arce
no era nombrado, y nada se temía del resentimiento de Valle, porque no
tenía paitido propio, sino que pertenecía según las circunstancias al que
le convenía, o era instrumento de alguno de los partidos, solicitándosele
según la combinación de intereses y de las pasiones".36
Montúfar y Coronado sigue en sus consideraciones sobre Valle,
y con juicios muy apasionados juzga la actuación de tan significativo
personaje en el Congreso federal, sus palabras, reflejan el encono que el
historiador no trata de disimular, así dice: "D. José del Valle era uno
de los diputados del Congreso, y aunque hizo dimisión al principio, admi-
tió después para dar rienda suelta a sus resentimientos y pasiones contra
el presidente Arce: el partido de la exaltación lo acogió entonces como un
36 Montúfar v Coronado, Manuel. Memorias para la Historia de la Revo-lución de Centro América por un Guatemalteco. 1934. Cuarta Edición. GuatemalaCentroamérica. Impreso en la Tipografía Sánchez & de Guise.
142 Pedro Tobar Cruz
instrumento necesario para combatir al gobierno: a pesar de esto y de
sus talentos, Valle no pudo dominar el Congreso. Gálvez era en él la
cabeza visible de su partido, contaban siempre con Valle, pero no le
cedían: sacaban partido de sus pasiones y de sus luces, pero no le daban
la dirección de los negocios, sino que lo hacían, servir a otros intereses:
pocos diputados seguían a ciegas la opinión de Valle, dividiéndose
a veces de Gálvez; y entonces los moderados, que eran el menor número,
unían su fuerza a la del partido discordante: esta conducta les dio el
triunfo en algunos asuntos y votaban según les convenía, ya con Valle, ya
con Gálvez. El orgullo de Valle sufría mucho, pero sus sentimientos eran
superiores al amor propio deprimido, y por satisfacerlos consentía en
hacer un papel tan poco conforme al concepto que tiene de mérito. El
sufría las reconvenciones más humillantes en los debates públicos, en que
diariamente se desenvolvía por los oradores de la oposición la causa motriz
de su conducta pública". 37
En cambio don Alejandro Marure, es más moderado al enjuiciar
a Valle, analiza la época y sigue el movimiento de las figuras políticas,
sin precipitarse en malentendidos que muchas veces desfiguran el paso
de los acontecimientos, o la acción de los hombres, pioneros de estos
mismos acontecimientos, dice Marure: "Conforme a la convocatoria de
5 de mayo de 1824, los pueblos habían emitido ya sus sufragios para la
elección de primer presidente de la república y demás autoridades fede-
rales. Los corifeos de uno y otro partido, a quienes no podía ser indife-
rente este asunto, habían trabajado día y noche para darle un éxito
conforme a sus deseos: todos los conatos se dirigían a que el Congreso
verificase la elección, y no fuese ésta un resultado de la votación popular.
En este sentido se trabajó en las juntas electorales, procurando dividir
los sufragios entre diversos candidatos", y prosigue: "Los liberales traba-
jaban por Arce, los serviles por Valle; no porque en realidad lo quisiesen
de presidente, sino porque era el único antagonista que podían oponer
al primero. Valle obtuvo la mayoría de sufragios: no era este el resul-
tado a que se aspiraba; y para eludirlo se encontraron arbitrios poco emba-
razosos en la misma ley que arreglaba la materia. 82 sufragios compo-
nían la votación total de toda la república: 79 estaban reunidos en la
secretaría del Congreso cuando se procedió al escrutinio: de los cuatro res-
tantes el de la junta de Cantarranas en Honduras, se declaró nulo por
37 Montúfar y Coronado, Manuel. Obra citada.
'Iomme - I 100 — El Sabio 143
haber recaído en el P. Castilla, que por ser eclesiástico no era elegible;
los del Peten, en el Estado de Guatemala, no se tomaron en considera-
ción por haberse hecho dos elecciones en aquel partido para unos mismos
ñera influida |>or d partido liberal y la fuera aunada, yla segunda dirigida exclusivamente jh»i los serviles; los pliegos de Cojute-
peque en San Salvador, y Matagalpa, en Nicaragua, no se quisieron abrir
porque no llegaron el día señalado para el escrutinio. De esta operación
ó, que Arce tenía 34 votos y Valle 41; y de consiguiente, que el
último tenía elección popular si se hacía la regulación por el número de
sufragios que se tenían presentes. Entonces se suscitaron dudas sobre si
debía deducirse la mayoría de la base absoluta de 82 votos, o de la par-
cial de 79 que se habla tomado en consideración; y como el reglamento
de elecciones no prevenía expresamente lo que en tal cato debía hacerse,
los partidos resolvieron la cuestión conforme a sus intenses. Era muyl.i terminado computando los sufragios de Cojutcpeque y Mata-
galpa; pero se temía que los del último distrito estuviesen a livor de
Valle, que no necesitaba más que UOO para ser presidente popularmente
electo, aun cuando se decidiese la disputa por el extremo más difícil".
he dicho que los partidos de este último candidato, excep-
tuando al P. Alvarado, no le defendían de buena fe, y aun se manifestaron
en disposición de transigir con los del bando arcista: lo cual notado,
hubo invitaciones recíprocas y se entró muy luego en composición. El
Edificio de la Escuela Nueva fue el lugar de las conferencias: allí se reu-
:\ los corifeos de uno y otro partido, se hicieron mutuas concesiones
y arreglaron amistosamente todo lo relativo a elecciones de las primeras
autoridades federales. Para todos estos arreglos se contó con Arce. Los
les por medio del C. José Beteta le manifestaron: que su partido
estaba dispuesto a unirse, con el liberal para elegirle presidente, y que
lo único que se temía era que el Metropolitano pensaba, que colocándolo
en el poder le obligaría a que reconociese los decretos de la legislatura
de El Salvador sobre mitra. Arce contestó: que en efecto era de su apro-
bación cuanto se habia hecho en San Salvador; pero que se entendía que
Isa procedimientos del gobierno federal en este particular, se ceñirían a
lo que determinase el próximo Congreso. Con estas palabras se compro-
metió Arce implícitamente a mantenerse neutral en la contienda sobre
mitra". Dado este paso, y estando ya de acuerdo los diputados de uno
y otro partido, declararon, en sesión pública: que no habiendo resultado
elección popular, puesto que ninguno de los candidatos reunían los 42
144 Pedro Tobar Cruz
votos,* que se necesitaban para tener mayoría absoluta, el Congreso se
hallaba en el caso de verificarla por sí mismo: en acto continuo se hizo
la elección en Arce, que obtuvo 22 sufragios de los diputados presentes
contra cinco que recayeron en su antagonista".
"Así concluyó este negocio a satisfacción de los dos bandos que
preponderaban en el Congreso: unos y otros creían haber engañado a
sus contrarios, y todos se linsonjeaban con la esperanza de dominar a la
nación por medio de su primer magistrado, y de convertir a éste en ins-
trumento de miras personales o de intereses de partido". "Este supuesto,
no debe extrañarse que haya habido tanta prevención contra Valle y tan
buenas disposiciones a favor de Arce. El primero gozaba de una reputa-
ción distinguida y sus escritos le habían dado fama en los países extran-
jeros y hecho estimable a la generalidad de la nación; pero su carácter
dominante y orgulloso le había enajenado La voluntad de los hombres que
figuraban al frente de los negocios. Se conocían y admiraban sus capa-
cidades, pero se detestaban sus caprichos y su presunción: en una palabra,
se conocía que no era un personaje susceptible de inspiración, y se temía
que el mando entre sus manos degenerase en un verdadero absolutismo".
"Arce, aunque orgulloso y dotado de energía y talento, era más accesible,
había afectado siempre mucho liberalismo, y se esperaba que en el gobier-
no de la república escucharía siempre el voto de los hombres que dirigían
entonces la opinión pública. Por otra parte, se recelaba que no entrando
Arce a la presidencia, la provincia de El Salvador volvería a renovar sus
sentimientos contra Guatemala, y más que todo, se temía el carácter
ambicioso del mismo Arce, que no habría perdonado medio alguno para
destronar a su competidor. Daba más peso a estas reflexiones el temor
de una invasión española: este temor hacía desear que se hallase al frente
de la administración pública más bien un soldado que un literato". "Estas
fueron las consideraciones a que debió Arce su elevación". "Valle no
pudo disimular sus resentimientos, avivados con la elección de vicepresi-
dente que hicieron con él los mismos que acababan de privarle de la
presidencia. Diversos escritos partieron de su pluma para probar la ile-
gitimidad del nombramiento de Arce: entre ellos, es muy notable el que
* Conforme al decreto de convocatoria, solamente deben computarse 79sufragios, en esta forma: 33 de Guatemala; 18 del Salvador; 11 de Honduras, 13de Nicaragua y 4 de Costa Rica; más posteriormente se concedieron tres votosmás a Guatemala: uno correspondiente a Soconuzco que se agregó a este Estadodespués de emitido el decreto de convocatoria, y otros dos por haberse notado unerror de cálculo en la primera designación. (Véase el dictamen que, en 6 de octubrede 1825, presentó al Congreso federal la comisión nombrada especialmente paraexaminar el impreso titulado: Nulidad de la primera elección de Presidente, etc.)(.Tomado del original.)
i: — El Hombre — El Político — El Sabio 145
publicó, bajo su d día 20 de mayo del mismo año. 38 En este
brillante papel, Valle presenta el cuadro uV su vida política con la idea
de hacer ver a los pueblos, que si ellos habían querido premiar sus ser-
vicio! poniéndole al frente de la república, sus representantes, desviándose
de la voluntad general y votando en contradicción con sus comitentes, le
habían excluido de aquel puesto eminente. Este escrito se contestó con
otros; y la disputa se sostuvo por una y otra parte con animosidad y
elocuencia: pero las dudas no desaparecieron: Arce sin embargo, fue gene-
ralmente reconocido y nadie le disputó, de hecho su legitimidad, aunque
en lo privado se censuraba su elección."**
Si se analiza lo que dice y señala Montúfar y Coronado de la
actuación de Valle en la vida política de Centroamcrica, las dificultades
que trajo su candidatura en la elección de presidente de la república y
la postura del Congreso con motivo de dicha elección; y si de este análisis
se hace una comparación de lo que manifiesta Marure en lo que se ha
transcrito anteriormente, es más apropiada la apreciación de este último,
por ser mas justa y estar más de acuerdo con el carácter y la conducta
que nos han dejado los contemporáneos de Valle.
Para hacer más sobresaliente la ponderada apreciación del histo-
riador Marure sobre Valle, transcribo lo que dice en sus "Memorias", el
general don Miguel García Granados, al darse el decreto de convocatoria
para elegir las autoridades federales. "El poder ejecutivo provisional lo
componían don Manuel José Arce, don José Valle y don TomásO. Horan.
Arce y Valle se hicieron desde el principio rivales en el ejecutivo, y ambos
eran candidatos para la presidencia de la república. Arce tenía en su
favor el prestigio de sus antiguos padecimientos por la independencia, la
opinión de valor militar y el concepto de generosidad para con sus ene-
migos. A estos méritos se agregaba el no menor de haber sido el caudillo
que defendió a San Salvador contra Filísola, resistiendo la unión a Méxi-
i alie era considerado como hombre de talento y mucha instrucción;
pero tenía contra sí, el suponerse que en tiempo del gobierno español fue
opuesto a la independencia, su falta de carácter en haber admitido el
cargo de representante en el Congreso mexicano, últimamente el haber
servido un ministerio con Iturbide, y esto después de que aquel dio su golpe
de Estado disolviendo el Congreso". Al referirse a la elección de segun-
do grado que el Congreso hiciera, en favor del general Arce, dice García
38 En esta segunda parte se publica integro el mensaje de esa fecha.39 Marure, Alejandro. Bosquejo Histórico de las Revoluciones de Centro
América. Librería de la v. de CH. Bouret. París. México. Tomo I. 1837.
146 . Pedro Tobar Cruz
Granados: "El Congreso federal se instaló en Guatemala el 6 de febrero
de 1825, y su primer acto debía ser elegir presidente de la República,
por no haber obtenido ninguno de los candidatos elección popular, bien
que este punto haya sido muy debatido. Estos candidatos eran, como ya
he dicho, Arce y Valle; proclamaban al primero los exaltados y los mode-
rados al segundo; pero la opinión de los partidos en el mismo seno del
Congreso, no estaba compacta porque algunos pocos liberales opinaban
por Valle y muchos de los serviles por Arce. El resultado fué una tran-
sacción por la cual quedó electo Arce, produciendo esto en Valle una
ira y resentimiento, en especial contra los serviles, que le duraron toda
su vida, tanto más, cuanto que sostenía, y con visos de razón, que él había
sido electo popularmente. Arce se posesionó de la presidencia en abril
de 1825, y fue sin oposición alguna reconocido como autoridad legítima
en toda la república." 40
Los mismos liberales que habían elevado al general Arce a la pri-
mera magistratura de la república, se apartan desde un principio.¡Quién
sabe por qué motivos! y no le prestan su valioso concurso para sacar ade-
lante los destinos del país. Ni Barrundia, ni Gálvez, ni Molina, tres figu-
ras de primera línea en el liberalismo, quisieron acompañarlo. No se
comprende las razones que tuvieron o qué compromisos se presentaron
para prestar su valiosa colaboración, pero sí, estos mismos liberales, lo
acusan más tarde de sus contactos con el partido conservador y de echar-
se después en los brazos de los que ayer habían sido sus opositores.
Los liberales que tanta confianza habían puesto en su candidato,
pronto se sintieron defraudados, no creyeron en Valle y Arce les falseó
todas sus esperanzas, sobre esto dice Rosa, el tantas veces mencionado
biógrafo de Valle: "Que vanos fueron los temores que movieron a los
liberales a arrebatar la presidencia a Valle. Temían el carácter severo yaltivo de Valle, temían que fuese intransigente con sus pretenciones,
temían que degenerase en absolutismo el predominio de su alta inteli-
gencia. ¡Ay! En aquella época en que empezaban a fomentar las pasio-
nes y los odios de los partidos, debió comprenderse que los inconvenientes
que se encontraban en Valle, eran ventajas; que los defectos que se le
atribuían, eran eminentes cualidades para el mando. Valle, tan severo,
tan capaz, tan instruido, no se habría dejado manejar ni por los unos ni
por los otros, y esto, justamente, debía haber constituido la prenda segura
del orden, de la legalidad y del progreso de las instituciones: la falta de
40 García Granados, Miguel. Memorias. Tomo I. Volumen 38. Editorialdel Ministerio de Educación Pública. Guatemala.
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 147
parcialidad habría puesto a raya a las pasiones: la capacidad administra-
tiva habría nublado bastardas ambiciones. Valle se habría ocupado muypoco en la política de partido, y se habría ocupado mucho en la adminis-
tración. Valle habría dado un gran sentido económico, de inmensa tras-
cendencia, a los trabajos del gobierno: Valle habría promovido eficaz-
mente la educación política e intelectual de los pueblos: Valle, como gran
no habría tenido los desbarajustes y caídas de Arce; y enérgico,
ite y sabio, habría asentado los fundamentos indestructibles del
engrandecimiento material y moral de Centroamérica. Valle, justa-
mente, por la virtud de los defectos que se le atribuían habría salvado
a la República. Pero los liberales no quisieron formar un partido sensato
y respetuoso a la ley: quisieron formar una pandilla apasionada y venga-
tiva, a guisa de nuestras pandillas de Honduras. No quisieron tener un
magistrado integro y superior a los intereses y resentimientos de partido:
quisieron tener en Arce un dócil instrumento de sus ideas y ambiciones.
jAy! Nada queda impune. Tan criminal extravío tuvo bien pronto una
horrible expiación. El instrumento se escapó de las manos de los liberales,
y cayó en manos de los conservadores. Arce dio golpes de Estado, despe-
dazó las instituciones, creó el caudillaje, provocó sangrientas y fratricidas
luchas, desacreditó a la república, entregó el poder a los enemigos de los
que fueran sus amigos, y el mismo acabó por ser innoble víctima de los
implacables conservadores. No; el gobernante no debe ser el instrumen-
to de un partido ambicioso y vengativo; debe ser el representante de la
ciencia política y de la estricta justicia. ¡Desgraciados liberales! Qui-
sieron un instrumento, y el instrumento los hirió de muerte. Quisieron
el triunfo de las pasiones y las pasiones de sus contrarios los ahogaron en
mares de sangre y de lágrimas. Si Valle hubiera sido presidente, años
después, el gran Barrundia, huyendo de los furores del salvajismo de
Carrera, no habría muerto en extranjera playa, martirizada su alma por
inmenso duelo por la patria muerta.¡Qué terribles, pero que saludables,
son a veces, las enseñanzas de la inflexible historia!"
Al hacer un detenido estudio de esa época, se conduele el espíritu
del investigador al encontrar como los resentimientos y las ambiciones,
iban dejando la marca de su paso en la sociedad y en los grupos mal
llamados partidos políticos. Los gobiernos que se sostienen por la intriga
o por el terror, desarticulan el organismo político del país, descuidan la
administración pública y provocan por maldad o ignorancia, disensiones
o luchas intestinas que minan la estructura social de los pueblos y rompen
la sensibilidad ciudadana, tan necesaria en la conciencia humana como
148 Pedro Tobar Cruz
en la vida política. Siguiendo una vez más al biógrafo de Valle, quien
hace una disección de los acontecimientos y subraya el malestar de la
época, por eso dice: "La política de Valle no habría gustado a exaltados
liberales y a exaltados conservadores, como no gusta la política del señor
Soto a los extremistas de Honduras. Pero esto, ¿qué importa? Satisfá-
gase a la razón y a la justicia, hágase el bien positivo de los pueblos, que
por lo demás no hay que cuidarse de los sordos murmullos de las pasiories
domeñadas: esos murmullos serán ahogados por la potente voz de la ver-
dad, de la verdad que es inmortal!"
CONTROVERSIA Y CONSIDERACIONES
Valle fue electo por el Congreso vicepresidente de la república,
cargo que renuncia inmediatamente, pero no se le admite, renuncia de
nuevo con carácter irrevocable, y ante tal dimisión, el Congreso se ve
en el caso de aceptarla, nombrando en su lugar al fogoso tribuno don
José Francisco Barrundia, quien también no acepta el cargo, por lo que
se nombra a don Mariano Beltranena.
Los enemigos de Valle y que son muchos, atribuyen esta renuncia,
al resentimiento que le produjera la mala jugada que le hicieron en la
elección de presidente de la república de Centroamérica, seguramente, es
humano creer que Valle se resintió al arrebatarle lo que los pueblos le
habían dado en reconocimiento a sus ejecutorias de ciudadano, y ese
resentimiento en una persona como Valle de profundas reservas morales,
se justifica como un gesto muy natural. Si el resentimiento forzó o deter-
minó la renuncia a la vicepresidencia, lo determinante por sobre todo fue
el deber.
Valle en su conciencia ciudadana, juzgó nula la elección que el
Congreso había hecho para presidente de la república y por lo tanto, ese
mismo vicio tenía la elección de vicepresidente, si Valle acepta el nom-
bramiento, justificaba la validez de la elección, cosa que reprobó desde
un principio. Valle como es de suponer no podía admitir y hacerse par-
tícipe de una injusticia cometida, donde él era el más damnificado, reco-
nocerlo y aprobarlo, era considerarse culpable y legitimar ese atentado
a las instituciones públicas, era hacerse cómplice de la farsa maquinadapor los partidos y los desmanes cometidos. Alguien que conoció este
desafuero lo ha comentado, así: "Valle fue digno, y supo cumplir con su
deber. No hay que transigir con lo absurdo".
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 149
El 29 de abril de 1825, Arce se hace cargo de la presidencia de
la república de Centroamérica. Valle, bajo el peso de un resentimiento
no disimulado, con todo lo necesario para combatir en la oposición, pre-
retirarse del campo político donde tan mal se le ha tratado y se
entrega con amoroso entusiasmo a los estudios, a las investigaciones polí-
tico-sociales, donde encuentra y recoge las más hermosas satisfacciones.
palabras reflejan el sentido de su alma, por eso, ante el desencanto
que le daba el mal ponzoñoso de la política, deja que su "alma buscara
ios que le distrajesen, lecturas que le alegrasen. Vagaba por las
plantas, estudiaba esqueletos, medía triángulos, o se entretenía en fósiles".
Tal vea eran los momentos más felices de su vida, encontrar secretos,
espiritualizarse ante el milagro de los siglos y arrancar de la naturaleza
el soplo de la vida que ante la realidad se hace idea.
La elección de segundo grado que hiciera el Congreso a favor de
Arce, trajo una fuerte discusión principalmente en Guatemala; hubo
descontento entre algunos de los mismos parlamentarios y la ironía de
don Antonio Rivera Cabezas, no se hace esperar, para ridiculizar evento
tan traído como tan llevado, zarandeando a Valle por su empecinamien-
to en exigir lo que ya otros han cancelado. Como estos pareceres, fueron
más que todo el vehículo que se utilizó para demostrar lo que se ha
creído el error de Valle, es significativo, juzgar aquellos hechos, donde
una vez las maniobras políticas se pusieron de manifiesto.
El senador costarricense don José Antonio Alvarado, abre el fuego
al poner en duda la ilegalidad de la elección y señala la inconstitucio-
nalidad del que ocupa el puesto de primer magistrado de la república,
sin embargo, el contraataque inicia su ofensiva, y las pasiones vuelven
de nuevo a ponerse en beligerancia, trayendo los viejos odios que sola-
padamente se acercan para abrir las cicatrizadas heridas que ayer hicie-
ron las ingratas intrigas, odios que destruyen y corrompen la sensibilidad
social de los que anhelan un poco de sosiego para sus múltiples activida-
des. Con lo siguiente, da principio aquella controversia, cuyos ecos toda-
vía se sienten en esta época, después de un recorrido de ciento treinta
y cinco años.
Habiendo aparecido un cuaderno impreso en la imprenta de "La
Unión", bajo el nombre del C. José Antonio Alvarado con el título:
Jad de la primera elección de presidente de la república de Cen-
troamérica: y medio legal y pacífico de restablecer el orden constitucio-
nal". Se le contesta con otro, intitulado, "Conducta pura y arreglada
del Congreso general de la república, en la elección de las supremas
150 Pedro Tobar Cruz
autoridades federales". Demostrando que en la elección de Arce no
hubo mayor protesta, sino que más bien ratificaron la decisión del Con-
greso, dice: "Las asambleas de los Estados se hallaban reunidas al tiempo
de aquel acto, y lo están hasta hoy algunas de ellas: existían y existen
los consejos representativos, los gobiernos de los mismos Estados, las
municipales, y demás corporaciones y funcionarios. Nadie a pesar de
eso, ha protestado de la elección, ni directamente, ni por medio de la
prensa: ninguna reclamación se ha dirigido al Congreso, ni a otra alguna
autoridad. ¿Quiénes son, pues, los que discuten las dos cuestiones del
mayor momento? ¿en qué papeles corre esa gran discusión? ¿en qué
cuerpo, en qué lugares públicos se ha suscitado y sostenido? Los pro-
pios distritos, cuyas juntas electorales sufragaron por el C. Valle, ¿no
se han sometido gustosos a la ley y han reconocido como legítimo presi-
dente de la república al C. Arce? Luego es imaginario el debate sobre
tales cuestiones; a menos que los ecos imperceptibles de uno, de dos o
de tres individuos, no desinteresados, se estimen bastantes para entrar
en disputas con toda una nación".41
El Congreso trata de defenderse de las imputaciones que se le
hacen de parcialismo, e interesado, por desvanecer los mal entendidos
que se hacen voces en los murmullos de la calle, hace las consideraciones
que siguen: "Después de este arrojo temerario, se acusa al Congreso de
que cumplió tarde y mal con la ley que mandaba publicar por la im-
prenta las votaciones y escrutinios de la elección: se deja entender que
hubo artificio y miras ocultas en expedir primero el decreto de verifi-
cación de las elecciones, y en retardar la impresión de los otros docu-
mentos relativos a dichos actos; y a causas idénticas se atribuye el
haberse expresado en el propio decreto los votos de los que fueron elec-
tos, y omitido los que obtuvieron los que no salieron nombrados. Heaquí la malicia y la suspicacia, empeñadas en dar un falso colorido a
unos procedimientos en que reinaron la pureza, la buena fe y la inocen-
cia, como si no los hubiese presenciado el vecindario de la capital; ycomo si la intriga que se procura imputar al Congreso, fuese posible en
un cuerpo numeroso, compuesto de individuos que tienen opiniones e
intereses diversos, y cuya conducta habría sido fiscalizada en todo caso
por aquellos de sus mismos miembros, que en la elección perdieron capí-
tulo". Y al referirse al caso específico de Valle, prosigue: "El C. Valle
no ha reunido en su favor la mayoría absoluta de votos populares: luego
41 Folletos de Guatemala. 1825. Biblioteca Nacional de Guatemala, Cen-tro América.
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 151
el C. Valle no fue electo popularmente para la presidencia de la repú-
blica; y el que sin esta mayoría quiere haberlo por electo, desconoce,
desobedece y ataca dos leyes fundamentales, que acordes en el punto
exigen aquel requisito para que se tenga por hecha la elección. Si ni
el C. Valle ni otro alguno obtuvieron la mayoría absoluta, es indispu-
table que el derecho de elegir recayó en el Congreso. Lo dicen así
expresamente los mismos artículos que hemos citado, (artículo 31 de la
ley de convocatoria, y el 47 de la Constitución) y tampoco lo niega el
autor del papel, pues antes bien sostiene que es del Congreso este dere-
cho, siempre que la elección no resulte verificada por la mayoría abso-
luta de sufragios de los pueblos
Y como era tema de actualidad la elección de Arce por el Con-
greso, la pluma de Rivera Cabezas, presta siempre a zaherir a los polí-
tico» militantes, no deja que se le escape la agilidad de su ingenio yjuega con los diálogos, sus armas preferidas en aquella época.
En el diálogo ocurrido entre don Epifanio y don Melitón en la
alameda de Jocotenango, con motivo de la elección de las autoridades
federales y que se verificó en el Congreso el 21 de abril, con justicia se
cree que es don Antonio Rivera Cabezas, el que ridiculiza con ironía
fina los personajes y la actuación de los que hicieron posible la ya men-
cionada elección. La elección del presidente la hizo el Congreso pero
también con la asistencia de una mayoría absoluta. Cuando se habla
de la voluntad de los pueblos dice don Melitón: "Eso de la voluntad de
los pueblos es una quimera, mi amigo, es una cosa ideal y un ente ima-
ginario. ¿Quiénes han hecho las elecciones de los pueblos que han
sufragado por los tales liberales? ¿No han sido cuatro hombres díscolos
y derrotados, que todo su patriotismo está resumido en querer mejorar
su fortuna? ¿No han sido las personas de peor nota, comenzando por
la Corte de la república? ¿Han sufragado acaso por los dichos liberales
aquellos nuestros antiguos héroes de uniforme con la barriga dorada, a
manera de Angeles, ni los juiciosos que en tiempo del imperio imponían
a los anarquistas con los aguiluchos y los lamparones que por todas
partes arrojaban las libreas con que los condecoro la bondad del héroe
de Iguala?". Interés de este diálogo es domostrar ridiculizando la acción,
que si el pueblo votó por Valle, fue bajo la presión del clero y como
resultado del analfabetismo más completo, pero para nada hace mención
42 Folletos de Guatemala ya citados.
152 Pedro Tobar Cruz
de la transacción de los partidos en el Congreso para motivar una elec-
ción acorde con sus intereses.
Para enjuiciar los acontecimientos del año 25, y la controversia
que suscitara entre los políticos la elección que el Congreso hiciera en
el general Arce, para presidente de la república, es conveniente conocer
el dictamen de la comisión que para el caso fuera nombrada, ahí se verá,
hasta donde se puede retorcer la opinión, para que ésta pueda aparecer
más accesible a la verdad y responda con los elementos de lógica que
se le pongan, como lo más imprescindible, en los momentos donde el
porvenir de un pueblo se juega en contubernio con los intereses de un
partido.
El dictamen que dio al Congreso federal de Centroamérica, una
comisión de su seno, nombrada especialmente para examinar el impreso
que dio al público el ciudadano José Antonio Alvarado, bajo el título
de "Nulidad de la primera elección de presidente de la república", ymedio legal y pacífico de restablecer el orden constitucional, dice:
"La comisión especial nombrada para exponer su dictamen en la propo-
sición del C. Rosales, relativa al impreso publicado a nombre del sena-
dor por Costarrica C. José Antonio Alvarado, y que se titula, "Nulidad
de la primera elección de presidente de la república de Centroamérica,
y medio legal y pacífico de restablecer el orden constitucional", exami-
nará primero la proposición".
"Ella estima que el papel se dirige a minar la autoridad del gobier-
no, poniendo en duda la validez de la elección del ciudadano que lo
ejerce: que tiende a turbar la quietud pública excitando a usar de dere-
chos que la constitución desconoce, y que sobre injurioso en alto grado
a la representación nacional, está sembrado de falsedades y sofismas
para inculpar la conducta del Congreso. En consecuencia concluye, ser
necesario, o proceder contra el autor, si las leyes o la delicadeza del
Congreso lo permitieren; o desvanecer las equivocaciones y falsedades
sobre que se fundan las imputaciones, por medio de un manifiesto. Para
examinar esta proposición, ha sido preciso hacer también el examen más
detenido del papel a que se contrae; y si la comisión pudiera prescindir
del honor de pertenecer al Congreso federal de Centroamérica, se llama-
ría sin duda neutral en el negocio que se ventila, porque algunos de sus
miembros no sufragaron en la elección. Sin embargo, verán siempre
los destinos de la república unidos al honor del cuerpo que la represen-
ta en este Congreso, y que la representaba en el grande acto de calcular
la voluntad nacional en la elección del ciudadano que hoy ejerce el
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 153
poder executivo; y jamás propondrían una medida que pudiese restringir
el uso libre de la palabra y de la escritura, ni menos poner trabas al
derecho sagrado de petición. Que se dé a las pretenciones particulares
de la ambición o de la venganza, todo el colorido de un interés general:
que se disfrace el amor propio, ofendido o burlado, con la máscara del
patriotismo: que sofistas diestros presenten máximas desorganizadoras
como el complemento de la libertad, y el último término de la perfec-
ción del orden social; los representantes deben ser impasibles como la
ley, y justos como ella, sobreponerse, no ya a las pequeneces e inquietu-
des miserables que podrían excitar ciertos escritos, si no a los peligros
reales y efectivos, si pudiesen temerse algunos. La comisión, pues, está
distante de proponer ni medidas restrictivas de la libertad, ni satis-
>nes que no ha pedido el pueblo, y que no se está en el caso de dar",
o si el Congreso admitiendo la proposición del C. Rosales,
juagó que debía examinarse el impreso que se publicó a nombre del C.
Alvarado, no manifestó su voluntad en el objeto de este examen, y bien
podría ser que quisiese tomarle en consideración para investigar las
razones con que se intenta inducir a los pueblos a que pidan a la repre-
sentación nacional la revocatoria del acto en que el C. Manuel José Arce
fue elegido presidente de la república. El asunto interesa al crédito del
Congreso: por lo mismo una vez que ha sido tomado en consideración,
debe agotarse la materia; y la comisión remontará en su examen al 5
de mayo de 1824, época de la convocatoria para la elección de las supre-
mas autoridades federales que dio la Asamblea nacional constituyente:
será difusa, y el Congreso se dignará recorrer con ella todos los acuerdos
y las declaraciones que procedieron a la verificación de aquel acto.
Alguna vez también, las opiniones del patriotismo se encontrarán presi-
diendo en las operaciones de este cuerpo, triunfantes en ellas las de los
exaltados patriotas que designaron con entusiasmo al gefe actual
de la república, y que miraron como peligrosa, y quizá con sospecha,
toda otra designación. Es a ellos, pues, a quienes pertenece más parti-
cularmente el examen de la cuestión; examinando primero sus concien-
cias políticas, y comparando sus propias operaciones con lo dispuesto en
la ley: de este cotejo resultará aquella satisfacción interior que no turba
hasta ahora, ni debe turbar, la quietud de los representantes".
"Dos cuestiones del mayor momento, dice el impreso, que se
discuten en toda la república sobre la elección de presidente en el C.
Manuel José Arce, y medios que deban adoptarse para restablecer el
orden constitucional. Jamás al frente de una nación libre se escribió
154 Pedro Tobar Cruz
una falsedad más demostrada sobre hechos que se refieren al presente;
y que no han pasado en cinco meses; pero no es nuevo que como hay
usurpadores de la opinión, haya también quienes intenten reducir la
república, a dos, tres, o cuatro personas por el interés de una sola. Si
fuera de los representantes existe un medio de conocer el voto público,
se hallará en las peticiones y en la imprenta. Las primeras, es ahora
cuando se excitan, y todavía se ignora si el suceso corresponderá a los
medios empleados, ni en qué número de votos, para que formen lo que
se llama una discusión nacional: la imprenta, esto es, los escritores públi-
cos no han hablado todavía en número que merezca tampoco el nombre
de tal".
"Hasta hoy no ha visto la luz otros escritos sobre esta materia
que el juicio sobre las elecciones federales, y el manifiesto que con los
mismos argumentos, y con idéndito estilo, dio a la luz el C. José del
Valle intentando probar, que él es el presidente de la república electo
por los pueblos. Las mismas especies, con las propias demostraciones,
contiene el impreso de que se trata: los periódicos nacionales no se han
ocupado de este negocio, sino uno de ellos, que rebatió la publicación
equivocada que se hizo del escrutinio y regulación de sufragios. Los elec-
tores que sufragaron por el C. Valle, ni las autoridades locales de los
partidos cuyas juntas le dieron sus votos, no han hecho reclamación
alguna, ni observaciones sobre la elección: tampoco las asambleas de
los Estados, los consejos representativos, los gefes, los tribunales. Todos
reconocen por presidente de la república al C. Arce; y en cinco meses
que exerce el poder executivo, ni el Senado, ni en él el C. Alvarado, ni
autoridad ni pueblo alguno, han propuesto la duda de si exerce legal-
mente; por el contrario, el convencimiento general y uniforme de la nación,
el reconocimiento expreso y reiterado de las autoridades: el reconocimiento
del mismo escritor: el medio de que se vale para suscitar una discusión
que ni ha existido ni existe, todo prueba que ha comenzado su papel por
una falsedad, y no por una equivocación".
"La voluntad que quiere elevarse sobre la aquiescencia general v
uniforme de toda la república, no merece aún el nombre de minoría: es
una voluntad individual; son dos, tres, o más de tres opiniones particu-
lares. No existe verdaderamente acto de la voluntad general, sino donde
ha tenido lugar la deliberación de todas las partes; y no puede existir
deliberación; sino donde hay una reunión efectiva. Sin destruir todos
los principios del gobierno representativo, es evidente que ningún cuerpo
•Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 155
administrativo, ninguna colección de ciudadanos "esparcidos, puede en
ningún caso expresar la voluntad generar'.
"Mas en el nuestro, ¿qué ciudadanos ni separada, ni colectivamente
han discutido esta materia? No más que un interesado personalmente
en ella, y si se quiere, otros dos escritores que hablan el mismo idioma,
o que copian al primero. Pero vengamos a la ley y a los hechos. Laconvocatoria de 5 de mayo de 824, mandó proceder a la elección de las
supremas autoridades federales, y dispuso se verificasen con un voto de
cada Estado por cada 15 mil almas. En este concepto calculó el decreto
que el de Guatemala concurriría con 33, el de El Salvador con 18, el de
Honduras con 1 1, el de Nicaragua con 13 y el de Costarrica con 4 (artícu-
lo 24). Posteriormente se advirtió equivocado el cálculo con respecto al
Estado de Guatemala, y la Asamblea nacional declaró que debía concu-
rrir con 35 votos. Hasta entonces eran 81 el total de la base. Soconuzco
se incorporó después a la república, y declarándosele un voto, subió aque-
lla a 82. Desde este acto quedó sancionado, que para ser presidente de
la república electo popularmente, eran necesarios 42 votos, y que ningún
ciudadano podía exercer tan alto destino con 41 votos populares. En
este punto son terminantes el articulo 31 del decreto citado de 5 de mayo,
47 de la Constitución federal: ambos exigen mayoría absoluta para
una elección popular, y la mayoría absoluta es la mitad, y un voto másde los votos que sirven de base".
"Entre éstos debía contarse el de la junta electoral del Peten, cuyos
pliegos no se tomaron en consideración: debían contarse los de las juntas
de Cojutepeque y Matagalpa que no se recibieron a tiempo, debía con-
tarse el voto de Cantarranas, también para calcular la base; aunque se
hubiese estimado nulo justamente por haberlo obtenido un eclesiástico. Si
a pesar de esta nulidad, que nadie se ha atrevido a contradecir, fue con-
tado el voto de Cantarranas para calcular la base: si fueron contados los
'..itagalpa y Cojutepeque, que no se recibieron en el último término
fixado para verificar el escrutinio, ¿por qué no sería el del Peten, aunque
no se hubiese estimado conveniente abrir los dos pliegos de dos juntas yelecciones diversas? Si declarándose nula la elección de Cantarranas
entró su voto a la formación de la base, ¿por qué declarándose que no
se escrutaría el del Peten, no entraría éste como el de Cantarranas a com-
poner la misma base. El Peten, Matagalpa y Cojutepeque están en el
mismo caso que Cantarranas en el cálculo. El 1° porque hubo razones
para no tomar sus votos en consideración, el 2? y 3P porque no los remi-
tieron en su oportunidad, y el 4° porque no era legal su sufragio. Si se
156 Pedro Tobar Cruz
admiten en la base votos que no se recibieron, y votos que no eran lega-
les, ¿por qué no se admitirían votos que no fueron escrutados?. La con-
vocatoria de 5 de mayo de 824, con sus adiciones y a aclaraciones poste-
riores, ha computado la voluntad de toda la república en la grande fun-
ción de elegir las supremas autoridades, en 82 votos o bases: siguiendo los
principios del sistema representativo, he calculado que la mayoría de la
voluntad de la nación debe constar de la emisión o expresión de 42 votos,
y que faltando estos 42 votos, no se ha expresado la voluntad de la mayo-
ría en favor de ningún ciudadano; porque ni la ley citada de mayo, ni la
constitución que se decretó después quieren contar la base por los votos
emitidos, sino por los que la república tiene derecho a emitir: la renuncia
voluntaria o forzada de algunos votos no disminuye la suma del voto
popular o nacional, y el cómputo de la base por los votos emitidos restrin-
ge el voto nacional, disminuye la suma de su voluntad, que no quiere se
haga por 79 lo que debe hacerse por 82, y que ha prevenido que cuando
no conste la voluntad de 42, la voluntad de un doble número se exprese
por sus representantes".
"Así sucede en las juntas populares: ellas se forman por la base
de la población desde 250 habitantes hasta 2,500: por cada 250 se nombra
un elector primario; pero para elegir este elector no se exige que se hayan
emitido 250 votos de las juntas electorales: se eligen por los ciudadanos
que concurren a sufragar; pero se da a cada elector que le pertenece por
la base constitucional. Para nombrar los electores de distrito basta la
concurrencia a las juntas de las dos terceras partes de los electores pri-
marios, y éstos eligen por cada diez electores primarios un elector de dis-
trito de los que le corresponden, no de los que concurrieron, porque enton-
ces se disminuía la base de la representación del distrito, se restringía su
voluntad que quiere expresarse como diez. Si esta voluntad se expresase
por los concurrentes, y no por los que debieran concurrir, se había
usurpado una gran suma del voto público del distrito, se había con-
tado por tres lo que valía diez. El caso es igual: la voluntad no expre-
sada de la totalidad se calcula por las dos terceras partes de la que se
expresó; pero no se disminuye la base de la totalidad, porque solo emitie-
ron sus votos dos terceras partes de ella".
"Si la convocatoria de mayo hubiese calculado los votos por los
que emitieron los electores concurrentes a las juntas, o por los que éstas
dieron por mayoría, y hubiese dicho, la base será la de los votos emitidos
y escrutados, entonces el argumento del C. Alvarado no tendría réplica,
y sería concluyente; pero ni la constitución ni el decreto de 5 de mayo,
i >vibre — El Político — El Sabio 157
han calculado así la bate, y es preciso apurar todos los recursos del sofis-
ma, y hablar donde calla la ley, para fascinar a los necios con el auxilio
de opcraóone» aritméticas, que son falsas a pesar de sus demostraciones,
cuando no son ciertos los principios en que se funda. El articulo 24 de
la convocatoria dice^que la elección de presidente de la república se veri-
ficará con un voto de cada Estado por cada quince mil almas; y asi con-
curren: Guatemala, con 33. San Salvador, con 18. Honduras, con 11.
agua, con 13 y Costarrica, con 4. Los electores. . . nombrarán
(articulo 25) por mayoría absoluta un presidente de la república. Reu-
nidos los pliegos que contengan estos nombramientos (artículo 29) se
regulará un voto a cada junta electoral por cada 15 mil almas que repre-
sente. Siempre que en las elecciones de presidente, resulte haber mayoría
absoluta, se tendrá por hecha la elección. Si dos o más ciudadanos reu-
niesen de diez votos a arriba, la asamblea elegirá solo entre ellos (artícu-
lo 31
aquí, señor, que la ley calculó un voto por cada 15 mil almas,
regulándolo a cada junta por la población que representa, como regula la
constitución un elector de distrito por cada 10 electores primarios de los
que deben componer la junta del distrito, y no de los que la compusieron,
pues que para formarla solo exige la concurrencia de las dos terceras
partes. La ley de mayo no ha dicho que para obtener la mayoría abso-
luta de los votos de todas las juntas fuera preciso calcularla por los emi-
tidos y escrutados, sino por los que según la población respectiva de los
Estados les corresponde; y así es que ha señalado los sufragios con que
cada Estado debe concurrir; determinando éstos ha dado la base de 82,
y poniéndose en el caso de que ningún ciudadano obtuviese 42 votos, ha
confiado a la representación de toda la república la facultad de elegir
entre los designados por las juntas electorales. Sería absurdo sentar como
principio que dos que han hablado deben decidir de los destinos de 98
que callaron: no es el medio de calcular la mayoría contarla por los con-
currentes, pues en este caso ella sería siempre sacrificada a la minoría.
En esta parte el papel del C. Alvarado obstenta todos los refinamientos
del sofisma, y se destruye por sí mismo*'.
hay parangón entre las elecciones eclesiásticas, canónicas, ylas que hacen las demás corporaciones, con una elección popular. Las
leyes relativas arreglan las unas y las otras: las leyes no han dicho que
las elecciones populares se arreglen por el sistema de las elecciones canó-
nicas, consegiles y capitulares: la ley del 5 de mayo ha dicho: "siempre
que en la elección de presidente resulte haber mayoría absoluta, se tendrá
158 Pedro Tobar Cruz
por hecha la elección. Si dos o más ciudadanos reuniesen de diez votos
a arriba, la asamblea elegiría solo entre ellos". La ley dijo como se for-
maba esta mayoría sentando la base de los sufragios que toda la república
tenía derecho a emitir: no se satisfizo con designar un voto por cada 15
mil almas sino que detalló los votos con que cada Estado debía concurrir,
y no previno el caso de que por no ser válidos algunos de éstos, el de no
recibirse todos, o el de faltar algunos, no se expresasen en su totalidad
los que computó. Tampoco dijo que en -tales circunstancias solo se toma-
sen en consideración los votos emitidos, porque no quiso hacer a los, pue-
blos la injusticia de excluirles de la participación que deben tener en el
nombramiento de sus autoridades, ya por medio de sus electores, ya por
el de sus representantes".
"Si los pueblos sufragaron en las asambleas primarias, o si no
fueron convocados a ellas ¿ por qué serían privados de concurrir por medio
de sus representantes a una elección que es de los mismos pueblos? Ellos
eligieron diputados al Congreso en el concepto de que cuando no se reu-
niese en ningún ciudadano la mayoría absoluta de los votos de todas las
juntas electorales, los mismos diputados harían la elección de presidente
de la república. Este caso no debía presentarse remoto: los pueblos de
Cantarranas no podían preveer que sus mandatarios para elegir, sufra-
garían por un eclesiástico, y cuando los pueblos de Cantarranas nombra-
ron electores fue porque deseaban concurrir a la elección: su voto resultó
nulo por el uso que de él hicieron sus delegados, y la ley había previsto
para este caso que Cantarranas concurriese a la elección de presidente
por medio de sus diputados en el Congreso. ¿Y hay semejanza entre
éstos casos y las elecciones capitulares, canónicas y de corporación? Estas
son arregladas por sus leyes particulares: no hay una ley tomada de la
naturaleza que arregle en general las elecciones: el sistema de un gobierno
representativo, es como todos los sistemas de convención, arreglado por
las leyes constitucionales; la de cinco de mayo es la que ha debido gober-
nar el Congreso en el acto de las elecciones federales, y ésta no ha sido
infringida, porque no se ha hecho nada que no previniese, ni se ha dejado
de hacer lo que prescrive".
"Señálese donde ha prescrito que se compute la mayoría de los
votos emitidos, y donde restringió la suma de los que la nación tiene
derecho a emitir y se convendrá en que ha habido infracción; pero razones
de congruencia y paralogismos que formó el interés, o el deseo insano de
trastornar el gobierno, jamás persuadirán que la elección del presidente
de la república debiese hacerse por el mismo orden, y bajo los mismos
Iombre — El Poutico — El Sabio 159
principios que según sus reglamentos o estatutos particulares elige una
corporación. No se computa la mayoría de la nación como se regulan
las mayorías en los cuerpos políticos legislativos o administrativos. Unanación o un pueblo se compone de la universalidad de sus habitantes, ypor eso dice nuestra constitución, que el pueblo de la república le forman
todos sus habitantes. Para calcular la voluntad de este pueblo se da
una base deducida del número de aquellos: a cada sección se asigna una
ion de sufragios por los cuales se expresa en el acto de elegir
esta voluntad soberana, formada de la mayoría de las voluntades indivi-
duales; pero siendo la función de elegir representantes y mandatarios
aquella en que se exerce la soberanía radical o de origen, no puede ser
restringida, y se restringe de hecho cuando por causas que vician la expre-
sión de aquellos votos, se quiere disminuir la suma de las voluntades que
deben concurrir a la formación de una mayoría de voluntad. Se dismi-
nuye la suma cuando se calcula por la expresión, y no por el derecho de
concurso y de esta suerte real y efectivamente se sobrepone la minoría a
la mayoría. Dos que llegaron primero deciden de los destinos de 98 que
tienen el derecho de concurso".
"Los cuerpos legislativos, administrativos y judiciaríos están arre-
glados por la ley que los constituye: esta asigna el número de sus miem-
bros, y aquel de que deben componerse para funcionar legalmente cuando
falta la totalidad. Así el artículo 68 de nuestra Constitución federal
exige para que haya Congreso la mitad y uno más de los diputados que
deben componerle, y es porque antes computó el número total de dipu-
tados que corresponden a la república según su población; si no vienen
al Congreso la mitad y uno más de los diputados, no está reunida la
representación de la república, porque no hay mayoría: de la misma
manera cuando no concurren la mitad y uno más de los votos que deben
concurrir a la elección de presidente, no hay elección hecha por los pue-
blos. La mayoría del Congreso se computa por los miembros que deben
componerle, según la representación que corresponde a la república: la
mayoría de los votos de la república en la elección de presidente se
computa por los sufragios que forman para este acto la voluntad de la
nación calculada en 82 votos. De 42 diputados debe constar el Congreso,
y bastan 22 para que lo haya; y con 21 no le habría con legítima repre-
sentación. Para calcular esta mayoría se cuentan con diputados que no
están presentes; pero que deben concurrir; y aunque no concurran se
toman en cuenta para calcular la mayoría. Así el voto del Peten se
computa para calcular la suma de sufragios de la república, y no se
160 Pedro Tobar Cruz
toma en consideración su voto porque no está presente, o porque fue
nulo. La elección del diputado de Solóla se declaró nula en las juntas
preparatorias, y sin embargo, se calculó sobre el representante de Solóla
para fijar la mayoría de los diputados que podían declarar al Congreso
legítimamente constituido. Estos exemplares están tomados de la consti-
tución, y de las reglas que determinan el exercicio de los delegados del
pueblo en un régimen representativo. El cotejo entre el modo de calcular
y formar la mayoría de sufragios para la elección de presidente, es más
natural y más propio que el que hace el impreso del C. Alvarado entre
las operaciones del Congreso en el acto de elegir presidente, y las de todo
cuerpo colegiado en las elecciones que practica".
"Para fortalecer la comisión su dictamen, se ayuda con la opinión
de distinguidos publicistas y demostrar así, que el C. Alvarado ha estado
errado en sus apreciaciones, por eso dicen: "Digamos, que si las asambleas
electorales se han formado espontáneamente, la ausencia de los ciudada-
nos no es una prueba suficiente de la renuncia momentánea del ejercicio
de sus derechos, y solo puede ser la expresión de la voluntad nacional al
voto de la mayoría real de los ciudadanos". Digamos que "cuando no
existe ninguna representación general es al concurso de las voluntades ya la confianza mutua a quien pertenece pronunciar, siendo preciso un
primer voto espontáneo; pero cuando existe una representación general,
es a los que la componen a quienes pertenece, por la naturaleza misma
de las cosas, el derecho, no de formar ni tampoco interpretar la voluntad
nacional, sino de declararla, después de haberla recogido y acreditado".
"Digamos también como un defensor de los derechos del pueblo,
"Un primer consentimiento unánime fundado sobre la evidencia de una
necesidad absoluta, somete la minoría de los ciudadanos al voto de la
mayoría, y la voluntad del mayor número se hace realmente la voluntad
de todos; pero es preciso, o que se hayan tomado en cuenta todos los
sufragios, o que en virtud de un consentimiento semejante, fundado igual-
mente sobre la necesidad, la voluntad de aquellos que no han votado se
haya confundido con la mayoría de manera que ésta aún sea la voluntad
universal y unánime del pueblo entero. En nuestro caso se han tomado
en cuenta 82 votos; la voluntad universal no es la de 41: no es esta la
voluntad unánime deLpueblo entero. Existía una representación general:
la ley expresamente la autorizaba para recoger y acreditar la voluntad
nacional, y para reclararla después de haberla recogido y acreditado: la
constitución la faculta para calificar las elecciones, y para hacer la de
presidente, cuando no resultase nombrado por la mayoría absoluta de los
I — El Hombre — El Político — El Sabio 161
sufragio» de las juntas electorales. La ley no ha pronunciado cosa alguna
contraría a k> que se practicó, ¿dónde está su infracción?, ¿dónde se ha
faltado a la confianza pública declarando contra su expresa voluntad, si
•»d no formaba una mayoría tal de opinión en favor del C. José
del Valle, de suerte que la voluntad de las bases que no sufragaron en
su favor esté confundida con lo que no llegó a formar ni por ficción, una
mayoría de voluntad, que pueda confundirse con la voluntad universal yunánime del pueblo entero?".
Como El Peten trajera tantas complicaciones en esta elección para
presidente de la república, la comisión encargada de hacer la defensa de
la actuación del Congreso en tan discutido acontecimiento, hace un dete-
nido estudio de los sucesos que en El Peten dieron motivo a que se repi-
tiera la elección, para que al final no se tomara en cuenta ninguna de las
dos. Dejó tanto que desear esta lucha cívica, fueron tantas las maniobras
que los partidos compusieron en aquella primera jornada ciudadana, que
no queda más que condenar a los que falsearon los ideales
de tan importante i esperaba que tan ejemplares políticos
actuando con moralidad salvaran aquel compromiso, sin alejar el engo-
rroso resultado que todavía conmueve los cimientos del edificio de la
nacionalidad centroamericana. Al referirse a los sucesos de esa región
del norte de Guatemala, dicen: Peten. "En la reservación de los pliegos
del Peten el Congreso ha procedido con la circunspección que debía. Dos
elecciones se hicieron en aquel partido: en ambas se nombraron distintos
diputados para la legislatura del Estado: en ambas se dieron votos para
presidente y vicepresidente de la república y para individuos de la Corte
suprema de justicia. El Congreso no tenía datos oficiales a la vista para
saber cuál de las dos juntas era la que se había celebrado constitucional-
mente. Sabía que contra una y otra se hicieron reclamos: que los que
se dirigieron contra la primera se versaban, nada menos, que sobre la
intervención de la fuerza armada para impedir y suspender una junta
parroquial que había comenzado a celebrarse libremente: que un elector
de partido concurrió a la junta de provincia sin credencial alguna que
legitimase su misión: que otro elector no concurrió y envió a su nombre
a sufragar por él a otro ciudadano que no había sido nombrado: que una
multitud de circunstancias tumultuarias e ilegales habían tenido lugar
en esta primera elección, sin excusar las violencias y los atentados más
escandalosos contra un alcalde, que fue depuesto por una facción que
intrigaba en las elecciones, que estos hechos estaban atestados por un
documento que dio el comandante y gefe político en que confiesa sim-
162 Pedro Tobar Cruz
plemente que se prestó a las miras de los que dirigían la facción, y que
se prestó por interés pecuniario. Por otra parte, contra la segunda elec-
ción había razones de no menos fuerza, pues aunque el nuevo gefe polí-
tico y comandante llevó orden de la autoridad superior para que conti-
nuasen las elecciones que se habían comenzado constitucionalmente antes
de la deposición del alcalde, y de que interviniese la fuerza; habiendo
llegado al Peten aquel funcionario cuando ya estaban concluidas, aunque
se le hubiesen presentado, como se le presentaron contra ellas muchos
reclamos de las municipalidades y de varios ciudadanos: el gefe político
no estaba autorizado para declarar la nulidad, y menos para mandarproceder a la continuación de aquellas elecciones cuya libertad sofocó a
la fuerza. Con estos antecedentes, y supuesta la finalidad del Congreso
de calificar las elecciones, ¿quién pondría en duda que obró con la mayor
prudencia y con la más grande imparcialidad en no abrir ni el uno ni
el otro pliego? Si el voto libre de los ciudadanos del Peten se había
sofocado por la fuerza, si la facción había ocupado el lugar del voto
público, constituyendo electores que no había nombrado el pueblo, si el
cohecho y el soborno viciaron unos actos que la fuerza había hecho nulos,
¿se diría que el voto del Peten está emitido? y no estando emitido legal-
mente, ¿podría asegurarse que no se debía contar, cuando la violencia
había sofocado la voz de su expresión? No era llegado el caso en que por
no estar confundido con la voluntad de la mayoría, se expresase por el
órgano de la representación nacional, autorizada por la ley?"
Y al poner bajo estudio lo que propone el C. Alvarado, la comisión
continúa con las siguientes consideraciones: "La comisión no se ocupará
del medio que propone el C. Alvarado para lo que llama restablecer el
orden constitucional, puesto que no se ha trastornado: no examinará tam-
poco lo que indica la proposición del O." Rosales con respecto a que el
papel induce a usar de derechos que la constitución no concede. La cons-
titución no concede derechos; su objeto es afianzar los del hombre y del
ciudadano o limitarlos para los objetos con que los gobiernos se estable-
cen. Si se habla del derecho de insurrección, porque efectivamente se
induce a el hipotéticamente, y este parece ser el objeto primario con que
en favor de la elección de un ciudadano ha enunciado su voto el senador
Alvarado; sin combatir la opinión de Paine (que no se citará en diversa
posición) convendrá la comisión en que nuestra ley fundamental no ha
consagrado axiomas que parecen autorizar a cada individuo culpable
para atacar a la sociedad entera y dar a una minoría turbulenta y fac-
ciosa el privilegio de tumbar las resoluciones pacifistas y justas de la ma-
Valll Bl Hombre — El Político — El Sabio 163
yoría del pueblo, a quien solo pertenece la soberanía. Siendo imposible
enunciar con precisa exactitud los casos en que la insurrección es legítima
y se hace un derecho, en una verdad constante, que cuando la insurrección
es general tersidad de apologías: y cuando es parcial, es siempre
culpable".
La comisión acuerda: "1* Que no se está en el caso de declarar
que ha lugar a proceder contra el senador C. José Antonio Alvarado por
el escrito que publicó. 2* Que la falsedad de los principios en que está
fundado dicho escrito, el Estado de tranquilidad en que se halla la repú-
i. y su aquiescencia general con respecto al reconocimiento y obedien-
cia al presidente nombrado C. Manuel José Arce, hacen innecesario el
manifiesto que propone el C. Rosales; que sería poco correspondiente a la
importancia del escrito, y menos a la dignidad del Congreso".
"Sala de la comisión. Guatemala octubre 6 de 1825. Guell —Salazar — Pavón — Bonilla. Confoinu- en la parte resolutiva y princi-
pales fundamentos de ella. García Peláez. (Imprenta Nueva: a direc-
ción de C. de Arévalo)."
Por el dictamen anterior y que he transcrito en sus pasajes más
importantes como novedosos —aquellos— que han seguido con interés el
desei. Ho de esta etapa de nuestra historia, se habrán dado cuenta
de lo ajustado del análisis que los autores hacen de los hechos; alargan
sus consideraciones, repitiendo, lo que muchas veces se calla por sabido.
Comprimen el concepto de la legalidad e invalidan el deseo de conocer
hasta en sus más mínimos detalles, los pormenores, que fueron causa de
marginar lo que no convenía a ciertos intereses y que era conveniente no
revivir, más, cuando tenía el epitafio de cosa juzgada.
Algunas veces se siente en este dictamen el salto de una intención
malsana, resalta un toque privativo como animoso de los que estudiaron
tan discutido caso y sin prejuzgar un pensamiento ajeno, está ausente la
unidad que debe ser substancia de lo que se ha denunciado y se trata de
defender. Sin manifestarlo se presiente el interés de retorcer el verdadero
hilo del suceso, como si fuese imperativo entretejer un nudo de difíciles
combinaciones, quien sabe si con el preconcebido objeto, de aunar las
voluntades de los que tímidamente se habían plegado a las exigencias de
los grupos, que no podían permitir que alguien los apartara de sus posi-
43 Folletos de Guatemala. 1825. Biblioteca Nacional de Guatemala. Centro-américa.
164 Pedro Tobar Gruz
Es difícil en un campo sereno y a una distancia ya lejana, que un
dictamen de esta naturaleza pueda convencer y dejar en el ánimo del
desapasionado investigador, la convicción, que aquel paso fue el fruto de
un hecho legal, donde la corrección marcó lo que la conciencia y el deber
señalaba, como lo más apropiado que subraya la honradez humana; sin
embargo, no está además para confirmar esta opinión, la que sostuvo un
liberal en un pequeño folleto y que viera la luz pública el 16 de mayode 1825, y tal vez como un descargo de conciencia, hace interesantes con-
sideraciones sobre la debatida elección, evento, que mientras más se buscan
las raíces, mientras más se profundiza en sus orígenes, la duda sobrenada
dejando un sabor de inconformidad.
Dice, este liberal del 25, "No es necesario que en la elección de
vicepresidente de la república en el ciudadano José Francisco Barrundia
voten los 41 diputados que componen este Congreso. Bastan 25, que
están presentes y son mayoría absoluta de 41". "No es necesario que en
la elección del actual vicepresidente de la república ciudadano Mariano
Beltranena voten los 41 diputados, que componen este Congreso. Bastan
27, que están presentes y son la mayoría absoluta de 41". "Luego la
nación debe decir: No es necesario que en la elección de presidente de la
república voten todas las 82 bases llamadas a votar. Bastan 79, cuyos
votos toma en consideración el Congreso, y son la mayoría absoluta de 82".
"El Congreso ha dicho: Es legítima y constitucional la elección del
ciudadano Barrundia para vicepresidente de la república por la mayoría
absoluta de 25 votos de los diputados presentes; o por 13 contra 12. Es
legítimo y constitucional la del actual vicepresidente ciudadano Beltra-
nena por la mayoría absoluta de 27 votos de los diputados presentes; o por
18 contra 9". "Luego la nación debe decir: Es legítima y constitucional
la elección del ciudadano Valle para presidente de la república por la
mayoría absoluta de 79 votos populares que el Congreso ha querido espe-
rar y tomar en consideración; por 41 contra 39".
"El Congreso dirá: La mayoría absoluta con que ha votado el Con-
greso en sus actos electivos, es conforme a la práctica de la Asamblea
constituyente, y a los principios del derecho público; y no hay expresión
en el decreto constitucional de 5 de mayo, ni en la misma Constitución
federal, que impugna al Congreso reglas contrarias a su proceder en esta
parte". "El Congreso pues tiene por constitucional su procedimiento,
cuando calcula la mayoría absoluta de los votos de su seno por una mitad
y una más del número total de diputados". "Luego la nación debe elegir:
La nación ha aplicado a la formación de la mayoría absoluta de los votos
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 165
populares los principios que siguió el Congreso en la formación de la
mayoría de su seno; y el Congreso ha seguido la práctica de la Asamblea
constr el Derecho público: y no ha contravenido al decreto
tucion.il ni a la constitución. Así la nación tiene fundado su pro-
ceder en las razones que sabe el Congreso, y además en la conducta mismadel Congreso".
nación pues tiene por constitucional su procedimiento, cuando
calcula por mayoría absoluta de 82, la gran mayoría de 79, bases que
han votado y producido por su divergencia la unanimidad de 41 votos:
por el C. Valle". "Siendo pues 79 los votos escrutados, y 41 su mitad
y uno más: y habiendo reunido 41 el ciudadano Valle, él es el presidente
de la república según la ley constitucional". "Y como ni el decreto, ni
la constitución dan al Congreso la facultad de elegir cuando el voto
nacional ha elegido, se sigue a mi juicio, que estando hecha la elección
popular según aquellas leyes, no podrá hacerse otra conforme a ellas
mismas, y que el Congreso ha obrado sin facultad eligiendo al ciudadano
Arce
MENSAJE POLÍTICO
Los resentidos con Valle y que en cualquier oportunidad trataron
de presentar su conducta política en un marco de dudosa actuación, con
el fin de mostrarlo ante la ciudadanía guatemalteca, como un individuo
sin mayores prestigios y con bastardas ambiciones de mando, para satis-
facer así su vanidad de político, —hacían mezquinas insinuaciones de su
pasado— esto lo saca de su aislamiento voluntario, y escribe el 20 de
mayo de 1825, un magnífico manifiesto a la nación donde hace un histo-
rial de su vida, señalando lo que ha hecho en todos los campos por el
bienestar de su pueblo. Es el relato de su vida consagrada a los más altos
intereses del país, del ciudadano que nunca se ha escondido cuando sabe
que su presencia es necesaria. En este manifiesto, muestra Valle, los
diferentes pasos que se hicieron indispensables dar para salvar ciertas
situaciones, señala también, el desconcierto de los gobernantes que se
dejan inclinar por los intereses partidistas. En algunos pasajes, se siente
que la pasión empuja lo razonable y recorta los horizontes marcados por
falsas apariencias. El manifiesto dice así:
44 Libro Verde. Archivo Nacional de Guatemala. Centroamérica.
166 Pedro T
"MANIFIESTO A LA NACIÓN GUATEMALANA.
"Guatemala restituida al goce de derechos que nunca debiera
perder, hizo uso del más precioso para los pueblos. Eligió los ciudada-
nos que creyó dignos de ejercer las autoridades supremas de la república;
y un suceso tan grande en todos sus aspectos, tan interesante en todas
sus consecuencias, no ha podido verificarse sin incidencias serias que
me ponen en la necesidad de volverme a la nación, y hablarle el idioma
del respeto y la verdad.
"No tengo ambición, ni es posible que la haya en quien conozca
toda la delicadeza de nuestras circunstancias. No pretendo empleos: ni
deseo destinos: ni he mendigado sueldos. Abro mi alma para que la
lea el que quiera. Mi primera pasión: la que ha formado mi carácter
y creado el género de mi vida, no es la de mandar, especialmente en la
época más espantosa para los mandos: no es la de estar cosido a un
bufete leyendo procesos insípidos o repugnantes. Es la del estudio en las
delicias del retiro y soledad: la de cultivar esas ciencias que han sido el
primer placer de mi alma: la de leer lo que ha publicado el talento en
libros inmortales, gloria del hombre, orgullo de la especie: la de admirar
aquellas obras que al contemplarlas su autor puede decir con razón: yo
me adoro en lo que he escrito.
"Dado a ocupaciones de esta especie: leyendo, pensando, escri-
biendo, comenzaría desde luego a pasar tranquila y plácidamente el
tiempo de que al fin soy señor. Pero hay momentos en que no es per-
mitido el silencio; y uno de ellos es el presente.
"Pueblos que me honran con su opinión, quisieron darme sus votos
para el primer empleo en la república. Pueblos que no me conocen, ven
que teniendo mayoría de sufragios en las provincias no he merecido los
de los diputados que las representan. Soy sensible a la gratitud, y el
honor no es una quimera para mí. Debo ofrecer a los primeros las
seguridades de mi reconocimiento, y manifestar a los segundos las de mi
conducta política. Debo presentar a unos mi vida pública, y ofrecer a
otros mis servicios en la privada.
"El período de nuestra independencia es el de nuestro verdadero
ser. La América del Sur había pronunciado la de, aquella parte del
nuevo mundo: la del Norte había proclamado la suya; y Guatemala,
colocada en medio de una y otra, era preciso que hiciese igual pronun-
ciamiento.
mbre — El Político — El Sabio 167
uve el honor de manifestar sus derechos en la primera junta
general de empleados que se celebró para tratar de sus destinos: tuve
el de que mi voto fuese adoptado por la mayoría, revocando algunos el
v subscribiendo el mío: tuve el de haber escrito el Acta memorable
del 15 de septiembre de 1821, la primera de nuestra independencia yi con entusiasmo por los pueblos de esta nación, y reim-
presa con elogio en otros: tuve el de haber hecho el manifiesto que publi-
có el capitán general sobre un acontecimiento tan satisfactorio: tuve el
de haber procurado, afirmar la opinión de independencia, convenciendo
su justicia, y evidenciando sus ventajas en tres discursos que publiqué
con este objeto y fueron también reimpresos en otras naciones: tuve Ade haber sido nombrado individuo de la junta consultiva que se acordó
establecer.
En ella fueron públicos mis trabajos y conocida la voluntad con
que me interesé en el bien general de esta nación. Guatemala es mi
patria: en Guatemala he sido formado: a Guatemala debo honores de
toda especie. Mi gratitud debía ser inmensa. Yo me sentía penetrado
del deseo más vivo de su felicidad: y Guatemala hubiera sido la primera
n del mundo si para serlo hubieran bastado los votos ardientes de
oluntad.
c lo que era posible hacer en aquel tiempo y circunstancias.
Propuse que se ordenara el trabajo dividiéndolo en comisiones que pre-
sentasen los asuntos, meditados y esclarecidos: llamé la atención a la
nda pública, porque en la hacienda he visto siempre la columna de
bronce sobre que debe descansar la independencia: fui nombrado presi-
dente de la comisión de aquel departamento; y auxiliado por los indivi-
duos que la componían, reunimos estados de todas las rentas: despacha-
mos los asuntos relativos a ella: propusimos diversas medidas para aumen-
tar los ingresos: formamos el Arancel de derechos de importación yexportación sobre bases, que respetadas en toda la América, harían la
felicidad de las naciones que existen en ella: trabajé el discurso que las
mani: puso a su frente: manifesté la necesidad de entrar con
las otras repúblicas en relaciones de alianza y amistad para tener en
ellas el apoyo conveniente de nuestros derechos: ofrecí mis pensamientos
y sufragios en los asuntos diversos que despachaba la junta: auxilié a
la secretaría en otros: y en el más memorable de todos, en el de la unión
de Guatemala con México, en ese negocio, origen de mis sufrimientos y
los de mi patria, no ignoráis, pueblos, mi opinión y constancia en soste-
ner la que tenía.
168 Pedro Tobar Cruz
"Guatemala, colocada en la posición más feliz de la América:
extendida sobre una área de 26,000 leguas cuadradas de tierras de diver-
sos grados de temperatura y fertilidad, y poblada de dos millones de
individuos de diversos talentos y aptitudes, tiene los elementos más pre-
ciosos de prosperidad: las semillas más fecundas de riqueza: los principios
más activos de lo grande. Bien administrada por un gobierno que
quiera, sepa y tenga las facultades precisas para desenvolver aquellos
gérmenes. Guatemala no solo puede ser nación independiente sino rica
también, fuerte y poderosa. Pero mal administrada por un gobierno
que no quiera, o no sepa, o no esté bastante autorizado para desarrollar
sus elementos, Guatemala no podrá ser pueblo independiente y libre,
grande ni rico. Ved esas tierras tendidas, fértiles, y bien situadas. Serán
jardines, si el propietario, dueño de ellas, quiere y sabe labrarlas. Serán
malezas, abrojos, o gramas si no tiene voluntad o pericia para cultivar-
las. Mirad ese joven robusto y bien dispuesto para recibir la educación
más feliz. Será pequeño si su preceptor no quiere que sea grande; pero
será sabio si su maestro quiere que sea ilustrado. Un pueblo de dos
millones de individuos colocados en lo mejor del nuevo mundo tiene prin-
cipios y recursos que no temo llamar inmensos. Si acaba de proclamar
con todos los acentos de la alegría, con todos los idiomas del gozo, su
libertad e independencia absoluta, ¿podrá pensarse que quiera perderla
ahora que empieza a gustarla? Los hombres de Guatemala son comolos de Chile, los de Buenos Aires, los del Perú, los de Colombia y los de
México. Quieren ser independientes, y tendré por mentirosos a los que
supongan en ellos voluntad contraria. No hablan lo que sienten o son
locos que han perdido la razón los que dicen que aman la esclavitud.
Si en diversas actas distintos ayuntamientos declaran que quieren perder
su independencia y estar sometidos a México, yo no inferiré a pesar de
esto voluntad positiva de esclavitud. Diré que ha habido movimientos
o intrigas subterráneas: diré que los municipales han sido sorprendidos:
diré que por una parte se les ha anunciado que vienen de México ejér-
citos numerosos y bien disciplinados, y por otra se les ha manifestado
que el capitán general que tiene las fuerzas de esta nación quiere que
Guatemala esté sometida a México: diré que poniéndolos en posición tan
violenta no han tenido voluntad libre y espontánea: diré que ignoran
los principios de Derecho público y por ignorarlos no dieron las contes-
taciones que debían dar. No son los ayuntamientos establecidos para
cuidar de las escuelas de primeras letras o del aseo y limpieza de las
calles, los que deben decidir la suerte de una nación: no es una junta
1 >mbr£ — El Político — El Sabio 169
creada para dar consejo al gobierno sobre los asuntos ordinarios de
despacho la que debe determinar su ser político: no es un capitán gene-
ral nombrado para defender sus fueros quien debe declarar sus destinos.
Los de una nación dependen de ella misma. Solo Guatemala puede
decidir de Guatemala; y esa voluntad no se ha pronunciado hasta ahora.
Guatemala no debe ser provincia de México. Debe ser independiente,
es lo que enseña la razón lo que dicta la justicia: lo que inspira el
patriotismo.
fue como discurrí para formar opinión sobre un asunto tan
No era desconocida para mi la del jefe político y capitán
general don Gabino Gaínza. Varías veces me había hablado para que
hiera manifestando las ventajas de la unión de Guatemala con
México: diversas ocasiones me había indicado los bienes que debía espe-
rar del concepto que formase de mí el mo don Agustín Itur-
Tampoco podia ignorar la de varios vocales de la junta consultiva
que del modo más claro habían dejado penetrar su decisión a favor de
ii sin embargo constante en la que había formado. El
liento de un principio es para mí de fuerza superior a las
esperanzas de empleos o perspectivas de fortuna. Me arrastra imperio-
saii tengo libertad para resistir.
habían llegado aún todas las contestaciones de los ayunta-
mientos sobre la independencia absoluta de Guatemala o su sujeción a
co. Yo lo hice presente comparando el número de las que se habían
recibido con el de las municipalidades que existían en las provincias.
Gaínza quiso no obstante esto que se tratase el asunto, y que la junta
no se disolviese hasta que no lo hubiese despachado. Se declaró perma-
nente la sesión. Tres ocasiones comencé a evidenciar los derechos de
esta desgraciada nación, y otras tantas fui interrumpido por Gaínza.
rnbargo demostrándolos con la energía de que era capaz.
Testé que ni los ayuntamientos, ni el capitán general, ni la junta
teman facultad para pronunciar dependiente a una nación que acababa
de proclamar su independencia absoluta. Salvé mi voto: pedí que se
agregara al libro de actas: y en él existe, patria, mía, el documento
irrefragable de mi opinión y razones principales que la apoyan.
"Guatemala que con tanto entusiasmo se había pronunciado
pueblo libre e independiente de España, se vio de repente sometido a
co. que había sido como ella provincia de España. Desapareció
ríen te su existencia; y yo recordé las palabras de Cicerón: Después
170 Pedro Tobar Cruz
que se acabó, decía, la república, las ciencias fueron mi asilo: a ellas
me entregué, y cultivándolas serviré a la patria.
"Gozaba tranquilamente del estudio a que he tenido siempre incli-
nación decidida, cuando Tegucigalpa, mi provincia amada, me eligió
diputado al Cong.eso de México el 10 de marzo de 1822. Chiquimula,
ignorando el honor que se me había hecho, quiso también elegirme el
19 del mismo mes, y una y otra comunicándome la elección, me supli-
caron que la aceptase.
"Otros diputados, eclesiásticos o célibes, no tenían otros vínculos
que los del amor dulce que une al país donde se vive o nace. Mis sacri-
ficios debían ser mayores. Era preciso arrancarme de una familia que
jamás había estado separada de mí. Era preciso abandonar mis intere-
ses, situados unos en la provincia de Tegucigalpa y existentes otros en
la de Guatemala. Era preciso atravesar 400 leguas yo que desde la edad
de ocho o nueve años jamás había caminado 15, exponer mi salud a
tanta diversidad de alimentos, decidirme en fin a entrar en un país
donde no tenía relaciones, donde todo era nuevo para mí, donde debía
suponer el desagrado de haber repugnado con tanta constancia la unión
de Guatemala con México.
"Ha sido siempre vivo el deseo que he tenido de viajar para
adquirir conocimientos. He podido hacerlo; y nunca me había deter-
minado. Tengo dos haciendas en la provincia de Tegucigalpa; y el
interés jamás me ha llevado a conocerlas. Tú sola, patria querida, tuviste
poder bastante para desprenderme de ti misma: tú sola fuiste el objeto
digno de mis sacrificios.
"Los hice al fin emprendiendo mi viaje; y en él me propuse servir
a Guatemala de los dos únicos modos en que podía hacerle algún servi-
cio: defendiendo en México su justa causa, evidenciando sus derechos;
y reuniendo datos, observaciones y noticias que pudieran ser de algún
provecho.
"Fijo en este objeto salí de esta ciudad el 7 de mayo de 1822,
con multitud de personas que quisieron acompañarme, unas 2 otras 3,
y otras 12 leguas: atravesé todas las que separan a Guatemala de México
sufriendo las especies de trabajos que es necesario sufrir en tierras mons-
truosas y despobladas: llegué al fin el 28 de julio a la capital de Ana-
huac, y presenté mis poderes al Congreso: tomé posesión el 3 de agosto
siguiente: y el 5 del mismo fui nombrado individuo de la comisión de
constitución.
1 mbre — El Poiinco — El Sabio 171
"Desde entonces dividido el tiempo por la naturaleza misma de
las ocupaciones, asistía al Congreso por la mañana, concurría por la
tarde a la biblioteca de la catedral, donde noe los individuos
de la comisión, y daba a la lectura aquella parte de la noche que no
es destinada al descanso.
"Los Congresos son uno de los puntos más ventajosos para obser-
var la nación que representan. Divididos generalmente en partidos que
en sesiones más o menos acaloradas, manifiestan sin obscuridad unas
opiniones, y hacen traslucir otras, cada uno de ellos es imagen de los
que existen en las capitales respectivas: los de las capitales producen,
influyen, o dan impulsos a los de las provincias; y conociendo los senti-
ros y tendencias de los unos, se puede penetrar los de los otros.
el Congreso de México partido en dos secciones decidi-
damente opuestas: la del menor número, estaba en armonía perfecta con
el gobierno: seguía su marcha; y parecía penetrada de idénticos senti-
ímerosa, sostenía regularmente opiniones contrarias.
los primeros no debía esperar que conociendo la nulidad del
acta en que se pronunció el acuerdo triste de sujeción de Guatemala a
¡viesen valor bastante para declararla. En los segundos tras-
unto en unos, y predisposición en otros: y me lisonjeaba
la esperanza de que todos verían clara la .verdad que lo era para mi
ñafia,
"Formé entonces el plan que exigían los intereses, costosos para
mi. de Guatemala, mi patria siempre presente. Me propuse ir prepa-
rando la opinión de los que podrían alguna vez sostenerla en favor de
nuestra justa causa, darles la historia de nuestra desgraciada sujeción
recordar los principios de Derecho público, y esperar que
llegase el momento oportuno para hacer al fin la proposición que era
objeto primero de mi viaje, y sostenerla con todas las fuerzas de la razón.
"El ministro de relaciones pasó, apoyado en oficio de 4 de agosto,
el dictamen en que el Consejo de Estado pintando las circunstancias
tristes en que decía hallarse la nación, proponía que hubiese en la capi-
tal de cada provincia un tribunal especial compuesto de dos oficiales
del ejército y un letrado nombrados por el emperador: que aquel tribu-
nal conociese exclusivamente o a prevención con los demás jueces de
los delitos de sedición y conspiración contra el Estado, y de los hurtos,
heridas y homicidios: que las apelaciones se hiciesen al capitán general
de la provincia: y no siendo conformes las sentencias se elevasen en
último recurso al tribunal de guerra. El Congreso acordó que pasase
172 Pedro Tobar Cruz
la nota del ministro a la Comisión de constitución unida con la de legis-
lación para que examinasen ambas un proyecto que alarmó a México
y podía ser funesto a Guatemala. Decretar la ley que proponía el con-
sejo era sujetar a Guatemala al juicio y sentencia de los oficiales mexi-
canos que nombrase el emperador: era afirmar o consolidar la sujeción
poco justa de unos pueblos dignos de mejor destino: era embarazar
indirectamente el restablecimiento de su independencia, que jamás cesé
de esperar porque siempre la creí justa; y la justicia triunfa al fin sobre
océanos y montañas. Yo sostuve los fueros de la jurisdicción ordinaria
con las fuerzas de la ley, de la razón y del interés de los pueblos. El
Congreso mandó imprimir el dictamen que trabajé: yo mandé ejempla-
res a esta capital: el ministro retiró el proyecto; y la causa de Guate-
mala tuvo, así como la de México un triunfo muy importante.
"Una y otra tuvieron también muy decisivo en la sesión ele 16
del mismo mes de agosto, que si no era de interés inmediato para Gua-
temala podía tener influencia muy grande en sus destinos. Se trataba
de declarar si el Congreso o el gobierno debía nombrar a los ministros
del Tribunal supremo de justicia. La razón hablaba a favor del Con-
greso, y los intereses de Guatemala estaban en armonía con la razón.
"Haciendo el gobierno los nombramientos, no había motivo para
creer que se mudase el ministro que le estaba dando dirección tan impru-
dente, y había despreciado y seguía hollando los derechos de Guatemala.
Pero haciéndolos el Congreso, yo podía hacer proposición de responsa-
bilidad, y declarada ésta esperar que el Tribunal supremo de justicia
juzgase y sentenciase conforme a derecho.
"Penetrado de estas esperanzas sostuve los derechos del Congre-
so, derivados de la naturaleza misma de los poderes, "Tres son, dije, los
existentes: el legislativo, el ejecutivo y el judicial. Es preciso que uno
de ellos haga el nombramiento; y sin ofender al segundo y tercero, la
razón prefiere sin duda al primero.
"Los ministros del Tribunal supremo de justicia, no pueden juz-
gar a los individuos del poder legislativo, y la ley les concede facultad
para juzgar a los funcionarios del poder ejecutivo y a los agentes del
poder judicial.
"Dar al poder legislativo el derecho de nombrar los ministros
del Tribunal de justicia, es darlo a un poder que ni en sí, ni en sus
individuos debe ser juzgado por aquellos ministros. Concederlo al poder
ejecutivo sería concederlo a un poder que en casi todos sus funcionarios
debe ser juzgado por dichos ministros; y otorgarlo al poder judicial,
Valle — El Hombre — El Político — El S 1 73
sería otorgarlo a un poder que en todos sus agentes debe ser también
juzgado por los mismos ministros.
discurso en que di extensión a este pensamiento, y contesté
a los que se objetaban de contrario, está impreso en el diario del Con-
greso. La votación fue victoriosa; yo debí a la galería demostraciones
que recuerdo con gratitud para dar idea del movimiento que iba toman-
l opinión.
la comisión de constitución tampoco debía olvidar la causa
de calos pueblos quien había hecho un viaje tan penoso con el fin pre-
ciso de sostenerla. Yo quería que en el proyecto de ley fundamental
se sentasen principios de los cuales fuese fácil inferir los títulos de Gua-temala a su justa independencia: quería que subiendo al origen de las
sociedades se pusiese la base primera de que todas son reuniones de
dúos que libremente quieren formarlas: que pasando después a
las naciones se manifestase que éstas son sociedades de provincias que
por voluntad espontánea han decidido componer un todo político; yque poniendo por segunda la base de que el mayor bien posible del
mayor número posible de los socios es el objeto de toda sociedad, se
dedujese el sistema de gobierno y derechos y deberes de sus primeros
agentes.
I eglado a este plan comencé a trabajar el Proyecto de cons-
titución que se nos encargó al señor Mendiola y a mí. Yo esperaba que
a la discusión de los primeros artículos se abriera un campo vasto para
desenvolver los principios que hacían evidente la causa de Guatemala:
y esta linsonjera idea dándome las más alegres esperanzas me sostenía
en un trabajo, lleno como todos los de su género, de dificultades ypeligros.
"Ocupado en él, llegó el 24 de agosto, día de elecciones en el
Congreso. Veintiún días solamente habían corrido desde que había
tomado posesión el mismo mes: los señores diputados me habían dado
diversas pruebas de consideración, y ellas solas bastaban para acreditar
el honor que me hacían. Quisieron sin embargo, añadir otra, y meeligieron vicepresidente.
"Este era mi empleo, y el proyecto indicado mi ocupación, cuando
dos diputados de estas provincias fueron a mi casa a manifestarme la
voz que corría de que muchos del Congreso iban a ser presos de orden
del gobierno, y el temor que tenían de ser ellos mismos de aquel triste
número. Otro, vecino de México que no había recibido servicio alguno
de mí, tuvo la generosidad de ofrecerme su casa para salvarme en ella
174 Pedro Tobar Cruz
como salvó a un diputado de Chiapa. Otro quería que me trasladase
a la del enviado de Colombia a quien debía consideraciones muy espe-
ciales.
"No quise sin embargo, hacer fuga o estar oculto. Que huyan o
se escondan los que son reos ante la ley: los que han cometido delitos y
son positivamente criminales. Yo no conozco el crimen: yo soy hombre
de bien: yo respeto la virtud, y procuraré siempre respetarla.
"Esperé en casa el golpe que me dio al fin la injusticia. Un minis-
tro arbitrario que marchaba a su ruina y precipitaba la del gobierno,
ordenó mi arresto y el de otros diputados, militares y paisanos de honor
y opinión en México.
"Sin presentarse mandamiento escrito: sin preceder información
sumaria; infringiéndose la Constitución, me vi tratado como reo de
Estado: recluso en un convento: incomunicado: con centinela de vista.
"Sabía que una injusticia grande había tenido siempre consecuen-
cias muy serias en todos los países, y las tendrá en todos los siglos: cono-
cía que la opinión volaba en sus progresos contra el gobierno: tenía la
satisfacción de que personas que jamás había tratado se proporcionaban
permiso del oficial de guardia para ofrecerme sus servicios: veía que el
mismo centinela puesto el primer día, me ofreció los suyos cuando estaba
solo: sabía que el Congreso iba a reclamar con energía el cumplimiento
del artículo 172 de la Constitución española, que manda poner dentro de
24 horas a disposición del tribunal competente las personas que el rey
haya mandado arrestar; y del 128 que declara que los diputados no pue-
den ser juzgados sino por el tribunal de Cortes: creía que no era posible
probarme cargo alguno: tenía la conciencia del hombre de bien: preveía
que no podía ser larga la duración de un gobierno dirigido con tan poco
tino o tan grande torpeza.
"Pero todo es temible en dos períodos, funestos para los pueblos:
el de arbitrariedad y el de revoluciones. No hay entonces leyes: no hay
garantías: no hay seguridad.
"Yo no creía imposible que se cometiese el último atropellamiento
habiéndose cometido el primero; y contemplando a mi familia inocente en
el momento en que oyese la voz primera de mi arresto: considerándola
a tanta distancia recibiendo noticias exageradas por la misma distancia
o encarecidas por la malignidad: viéndola en lágrimas, penetrada del
dolor más profundo, mi alma sufría sentimientos, que en la serie entera
de años corridos desde que- nací, jamás había sufrido.
Iombre — El Político — El Sabio 175
fue cumplido el artículo 190 de la Constitución, que mandalaración dentro de 24 horas: no lo fue el 300 que ordena mani-
la causa de la prisión y el nombre del acusador. Al cabo de mu-
chos dias se me dijo (y se expresó así el i :<• m mé iba a recibir
declaración no como reo sino como testigo; y se me hicieron distintas
preguntas sobre relaciones y opiniones de diversos sujetos, entre ellos
algunos que por no residir en México ignoraba aún su existencia. La
dilación en recibir la declaración: la contradicción de haberme tratado
como reo de Estado, y preguntarme como testigo; y el interrogatorio por
tenor fui examinado, me hicieron reconocer que el gobierno seguía
mal dirigido, y no tenia datos para fundar cargos.
"Pasaron muchos dias, y yo ignoraba el curso de un proceso tene-
broso, debiendo ser por el carácter de gravedad que se le daba el que
debía seguirse con más respeto a la ley. Era grande el agravio que sufría
en la dilación. Confieso sin embargo que eJ gobierno que había dado
las primeras órdenes no era el objeto primero de mi indignación. Los
ües que entran arrastrándose en los palacios para abusar después de
la autoridad con orgullo: los delatores obscuros: los informantes ocultos,
han sido siempre los que he vi ii horror.
hice tres representaciones al gobierno, y en todas ellas le
manifesté que en mi conducta privada y pública no temía paralelos con
mis enemigos: que estaba pronto a compararla con las de los denunciantes
e informantes que me habían calumniado: que, si había cargo, se mehiciese desde luego; y en caso contrario, se me diese la satisfacción a
que tenia tantos derechos.
se me comunicó decreto o auto alguno proveído en vista de
\posiciones: y continué esperando el resultado de un proceso que
deseaba tener a la vista para confundir a mis ofensores.
I religiosos de Santo Domingo, y especialmente sus dignos pre-
lados, adquirieron títulos muy grandes a mi gratitud. No olvidaré jamás
las atenciones, los oficios y afectos con que quisieron hacer menos molesta
mi existencia. Los que se hacen en tiempos de adversidad son siempre
de impresiones indelebles.
estimándolos en todo su valor, pasaba los días reuniendo las
noticias o acumulando los datos que podían hacer más provechoso o menos
inútil mi viaje.
"Tenía las llaves de la biblioteca del convento, y en ella me ence-
rraba para buscar manuscritos que pudieran ser curiosos en algún aspecto:
para leer impresos de sucesos ocurridos o establecimientos fundados en
176 Pedro Tobar Cruz
México: para ver las gacetas antiguas del gobierno, y observar en ellas
los progresos sucesivos de aquella nación.
"Reuní diversos mapas de nueva España; y comparando unos con
otros el de Álzate, el de Humboldt, el de Arowsmith, y el de Brue:
haciendo diversas preguntas a mis compañeros de arresto, que conocían
unos unas provincias, y otros otras: y recordando las que yo había atra-
vesado, apuntaba las inexactitudes que notaba en ellos.
"Daba al estudio algunas horas; y sentí entonces toda la verdad
del pensamiento de Plinio que lo llamaba: consuelo en las adversidades.
Daba otras a un Ensayo sobre las ciencias que años antes de mi viaje a
México comencé a trabajar; y escribí algunos pliegos que cuando concluya
aquella pequeña obra serán los más interesantes para mí.
"Así corrían los días cuando al cabo de cerca de seis meses, el 22
de febrero de 1823 a las 6 de la tarde se .presentó un oficial y puso en
mis manos el pliego en que se me comunicaba que había sido nombrado
secretario de Estado y del despacho de Relaciones: que pasara a Zapaluta
donde estaba el emperador a recibir instrucciones; y que el capitán gene-
ral tenía orden para darme la escolta y franquearme los auxilios que
necesitase.
"Yo quedé sorprendido a vista de un suceso que estaba muy dis-
tante de esperar. Contemplé el imperio de la suerte que desde el arresto
en que estaba quería elevarme a la primera secretaría de la nación:
admiré las singularidades de mi vida; y me ratifiqué en la creencia de
que la justicia triunfa siempre de la intriga y la calumnia.
"A día siguiente hice viaje a Zapaluta. El señor Iturbide medijo que me había nombrado ministro para darme alguna satisfacción
de los agravios que había sufrido. Yo olvidé los que había recibido. Le
ofrecí mis respetos y le protesté mi gratitud. Pero le manifesté al mismo
tiempo que no podía aceptar el honor que se servía hacerme.
"Un ministro, le dije ante dos personas de carácter que estaban
presentes, y viven todavía, una en México y otra en Oaxaca, debe ser
el primer hombre en la ciencia de los gobiernos: el primero en el conoci-
miento de la nación que ha de dirigir. No debo tener el orgullo de darme
el primer título. No ha siete meses que llegué a México; y no tengo por
consiguiente todos los conocimientos necesarios de esta nación".
"Añadí otras consideraciones de igual fuerza; pero ninguna de ellas
fue bastante; y yo me vi en la necesidad imperiosa de tomar posesión del
ministerio. Hice segunda renuncia pocos días después, aprovechando
momentos que me parecieron oportunos: la hice en los términos más deci-
Valle — El Hombre — I no — El S 177
livos y en un memorial dirigido desde México a Tacubaya, donde estaba
el señor Iturbide. Pero la respuesta fue también d obligado a
ceder a la* lo fui también a continuar en la sivn-t.uia.
"Los que tengan noticia del estado en que se hallaba la nación en
aquella delicada época: los que conozcan la pov i en que estaba
el gobierno: los que se hayan formado idea de una sccrei.ii i a que abraza-
ba relaciones tan complicadas: los que no sean absolutaux nt. ignorantes
ni absolutamente parciales, confesaran que el ministerio no podía magradable en un periodo en que se iban a ¡i tan grandes.
fueron en el más alto grado los acontecimientos que se suce-
dieron unos tras otros: lo fueron mis trabajos, vigilias y cuidados. Puedo
decir que no sentí en toda su extensión los placeres dsl ti.ínsito que aca-
baba de hacer de la privación de mi libertad al goce da ella. A días de
amargura corridos en un arresto injusto siguieron días de tormento pasa-
dos en un ministerio penoso.
\i por una parte en D. Agustín Iturbide lo que no olvidó
jamás el Congreso de México, el general que tuvo valor para ejecutar
con suceso el plan de independencia; y compadecí su suerte porque la de
un desgraciado interesa siempre a los que no han nacido en el país de
los carnívoros. Pero respeté por otra los derechos santos de la nación:
caminé con toda la prudencia de que fui capaz por la línea delicada que
debía seguir entre un gobierno desgraciado, y unos pueblos dignos de la
suerte más feliz: procuré el restablecimiento del Congreso que había sido
disuelto en 31 de octubre de 1822; y cuando algunos repugnaban su ins-
talación, yo desde la silla en que había hablado como diputado, hablé
entonces como ministro para que tuviese efecto: hice entender a la nación
en circular de 9 de marzo de 1823, que el gobierno respetaba en los sabios
la facultad de pensar: cuidé especialmente de que la revolución, avanzada
ya a mi ingreso en la secretaría, no fuese sanguinaria ni tuviese el carácter
de reacción física, horrorosa como todas las que llegan a tomarlo: supe
quienes habían sido mis delatores e informantes: pude vengarme de ellos,
y no lo hice entonces, ni lo he hecho después.
:os rasgos marcan un ministerio, el más breve en el tiempo de
su duración; pero el más fecundo en sucesos de importancia y trascen-
dencia.
"La revolución fue pacífica, sin sangre, ni muertos: terminó el
imperio, y se estableció el poder ejecutivo compuesto de tres individuos:
yo cesé en el ministerio: y México que amaba su libertad y era especta-
178 Pedro Tobar Cruz
dora de mi vida privada y pública, me hizo honores que constan del diario
o actas de su Congreso.
"El 14 de mayo de 1823, fui nombrado individuo de la Comisión
especial que se creó para fijar las bases de la constitución: trabajé en
ella con mis compañeros: formé el discurso que las designa; y, leído en
la sesión del 28, mandó el Congreso se imprimiera.
"En la del 31 siguiente se me nombró vocal de otra comisión que
mandó establecer para que de acuerdo con el gobierno indagase las causas
de los movimientos subversivos que comenzaba a haber en algunas pro-
vincias, y propusiese las medidas más eficaces para impedir su progreso.
Trabajé también en este delicado negocio con los demás individuos de la
comisión; y presentamos al Congreso el resultado de nuestros trabajos.
"Fui igualmente nombrado vocal de otra comisión que debía pro-
poner el proyecto de ley sobre elecciones de diputados para el segundo
Congreso que había de suceder al primero. Fueron repetidas nuestras
discusiones: fijamos al fin los puntos principales, y yo trabajé por encargo
de la misma comisión el discurso que los demuestra con extensión.
"Otros asuntos de diversas comisiones me ocuparon también algu-
nos días. Pero el primero en mi atención: el que me hacía pensar más
y llenaba mayor número de horas era el de la independencia absoluta
de Guatemala, mi patria jamás olvidada. Puedo decirlo con dulce satis-
facción: casi no había día en que no escribiese o hablase privada o públi-
camente sobre este asunto predilecto.
"El 12 de abril de 1823, hice al Congreso una representación
extensa que mandé imprimir y distribuí muchos ejemplares entre sus indi-
viduos, y remití los demás a esta capital para afirmar o consolidar la
opinión. En ella pedí se declarase que las tropas de México mandadas
por el brigadier D. Vicente Filísola debían retirarse inmediatamente de
todo el territorio de Guatemala; y desenvolví además estas seis proposi-
ciones: l 9 La voluntad de México y Guatemala eran necesarias para la
unión de la una con la otra. 2* Debió pronunciarse aquella voluntad de
un modo legal por la única autoridad competente para pronunciarla. 3 ?
La voluntad de Guatemala no tuvo el grado de libertad que era necesa-
rio. 4? No fue pronunciada del modo que dictaba la razón por la auto-
ridad que debía expresarla. 5* Aún respecto de aquellos que se decidieron
por la agregación de Guatemala, ha debido cesar desde el momento en que
el Congreso mexicano declaró insubsistente el Plan de Iguala y el Trata-
do de Córdoba. 6* Aún estando vivos uno y otro, debe tenerse presente,
Iombke — El Político — El Sabio 179
que ni a México ni a Guatemala conviene b unión de la segunda con
la primera.
junio cxt< tamen que presentaron varios individuos
de la comisión sobre la independencia de Guatemala; y puesto a discu-
sión en 1* de julio pedí la palabra, y en un largo discurso di la historia
de los puntos que debían tenerse presentes: deshice algunas equivocacio-
kü derechos de nuestra patria.*
5 del mismo mes manifesté en uno de los periódicos de Mrdad de esta proposición: 'Para que dos naciones independientes
formen una sola sociedad, es preciso que su voluntad sea pronunciada por
ella misma o por sus legítimos representantes': conteste a las objeciones
que podían hacerse; y deduje la nulidad del acta en que se acordó la
sujeción de Guatemala por una junta que no tenia poderes para decre-
tar la
noviembre siguiente publiqué otro discurso evidenciando este
l>io: 'El hombre ama su bien; y las naciones son sociedades de
hombres. La independencia es un bien; y en toda nación debe suponerse
tad de ser independiente'. Recordé el ejemplo de diversos pueblos
que acreditan aquella verdad: manifesté la voluntad reiterada de Guate-
mala, y respondí a aquellos que por falta de conocimientos, por interés
individual o por miras de ambición dicen que Guatemala no tiene ele-
mentos para constituirse.
el mismo mes escribí unos diálogos sobre los derechos de estos
pueblos a su independencia y el adelantamiento sucesivo de riqueza y
poder que debían esperar de su nueva existencia. Indiqué los elementos
de prosperidad que hay en este suelo fecundo: el desarrollo que han tenido
los de otros pueblos menos venturosos y el modo progresivo con que se
irán desenvolviendo los del nuestro.
*'La justicia del asunto y las razones que la evidencian produjeron
los efectos que deseaba. Diversos diputados se manifestaron convencidos
de la justicia de nuestra causa. El ministro, órgano de la voz del gobierno,
dijo que el asunto de Guatemala estaba reducido a dejarla en libertad
para constituirse como le pareciese y mandar que las tropas mexicanas
se retirasen de este territorio. El Congreso lo acordó así; y yo vi en su
acuerdo un resultado a que habían cooperado mis trabajos.
"Otros de género diverso llenaban las horas que no daba a los del
Congreso. Una nación es un libro muy grande de instrucción muy vasta
• Este bellísimo discurso se publica integro en esta segunda parte, en las
intervenciones de Valle en el Congreso mexicano.
180 Pedro Tobar Cruz*
y profunda. Yo quería estudiar la mexicana, reunir todos los conocimien-
tos posibles, y volver con ellos a Guatemala. Penetrado de este deseo
hice lo que pude para llenarlo. Leí por segunda vez el Ensayo político
de Humboldt sobre Nueva España; comparé lo que dice sobre algunos
puntos con lo que había visto, o estaba viendo yo mismo: procuré adquirir
los impresos que podían dar idea de México o sus provincias: busqué en
el archivo del gobierno, y pedí a diversos particulares los manuscritos de
más mérito: y tuve el placer puro de tener en mis manos los mismos que
tuvo Humboldt en las suyas: extracté unos y mandé copiar otros: hice
algún estudio del carácter y moralidad de aquellos pueblos, y recogí las
observaciones que oía a los que desde mucho tiempo se hallaban estable-
cidos en él: procuré observar la multitud de diferencias que distinguen
al mexicano del guatemalano: vi las casas públicas de estudios, la de
moneda y apartado, la galería que admira a los viajeros que la observan,
y el colegio de minería que penetra de sentimiento por la ruina que ame-
naza: escribí un discurso sobre las ciencias naturales excitando el celo
de los más distinguidos en ellas a publicar un periódico que diese a cono-
cer las riquezas de la América septentrional en las tres secciones grandes
de animales, vegetales y minerales: recibí y traje como una preciosidad
la colección de rocas clasificadas por el profesor de mineralogía D. Andrés
del Río, que se sirvió ofrecerme el profesor de botánica D. Vicente Cer-
vantes para que sirva de base al estudio de aquella ciencia cuando pueda
establecerse una clase.
"En tres de septiembre pasé oficio a los secretarios del Congreso
manifestándoles para que lo hicieran presente, que había sido electo dipu-
tado en la Asamblea de Guatemala, y nuestro gobierno había acordado
que nos retirásemos 'los de esta nación que residíamos en aquella. Lacomisión nombrada para este asunto tuvo la bondad de despacharlo de
una manera honrosa para mí. Yo cesé de asistir al Congreso de México.
El de Guatemala se sirvió nombrarme individuo de este S. P. E.; ycomencé a disponer mi viaje con las precauciones que exigía la poca
seguridad en los caminos.
"Deseaba hacerlo con todo el provecho posible, y busqué con este
objeto los instrumentos más útiles. Pero no pude conseguir más que un
barómetro y un termómetro de la escala de Farenheit.
"Sin tener otros auxilios para llenar el deseo de quien deseaba
trabajar, me propuse:
"l 9 Tomar la altura sobre el nivel del mar de los lugares princi-
pales del tránsito: formar dos tablas, una de alturas barométricas según
I >mbk£ — El Político — El Sabio 181
todo conocido, y otra de alturas ncrmométricas según el de D. Fran-
Caldas: comparar unos con otro» resultados; y deducir las ventajas
o desventajas del método ingenioso de aquel observador, hijo de la otra
América, digno de los elogios de Humbold, y uno de los que más han
trabajado en este siglo para el progreso de las ciencias n.
"2* Observar la opinión de los pueblos (que la tuviesen) especial-
mente sobre la independencia de Guatemala, que era mi asunto predi-
lecto.
"3' Llevar un diario de mi viaje expresando las distancias de los
pueblos según la voz o ju. o, manifestando sus temperaturas, yapuntando lo más notable que hubiese en cada uno de ellos.
pude ejecutar en su totalidad este plan porque en Venta
Salada a 7 leguas de Tehuacán de las Granadas me rompieron el baró-
metro que traía con tanto cuidado. Pero lo ejecuté del modo posible en
los demás puntos. Torné con el barómetro las alturas de México, Río
Puebla y Tehuacán: computé con el termómetro las de todos los
lugares donde hacia noche desde México hasta Guatemala; y algún dia
presentaré la linea o perfil desde aquella a esta capital: observe la opinión
de los pueblos que parecían tenerla, y po. u formar la línea de
i i las familias de vegetales más notables que se suceden unas a otras
en todo el terreno que atravesé: medí el sabino de Santa María del Tule
ha dado nombre en todo el mundo a pueblo tan pequeño: fui a
conocer el palacio antiguo de Mictia, y formé el plan de una obrita que
podría escribirse con el título de: "Ruinas de Mictia": llevé el diario que
deseaba: traje una colección de semillas que di a varias personas y han
comenzado a ser útiles: traje bien disecadas algunas plantas de diversos
lugares, especialmente de los Cuchumatanes que parecen el jardín formado
por la naturaleza para presentar al amigo de la ciencia tanta variedad
de géneros, especies y formas: traje el retrato de Washington, que tuve
el honor de presentar a la Asamblea nacional para que lo colocase en su
salón.
'Llegué al fin a la altura de Mixco, y desde allí divisé a Guate-
mala, término de mi viaje y deseos. El sentimiento de dos amigos tiernos
que se ven de repente después de haber estado divididos mucho tiempo:
el de un hijo amante que vuela a su madre después de años de ausencia
penosa no es más grande que el que tuve en aquel momento lleno todo
de delicias. Un gentío numeroso quiso aumentarlas yendo hasta la garita
a recibirme con demostraciones que me penetraron de ternura. Yo repetí
entonces el voto que tenía hecho de vivir para mi patria. Entré en esta
182 Pedro Tobar Cruz
capital; y si hubiera sido posible estrechar en mis brazos a Guatemala, yo
la hubiera apretado en ellos con más gozo que un amante al objeto de
sus amores.
"Deseaba después de dos años de ausencia ver al menos la hacienda
que tengo a 16 leguas de esta ciudad, y observar su estado antes de tomar
posesión como individuo del S. P. E. Pero la asamblea, haciéndome hono-
res que debo reconocer, no quiso que dilatase el ejercicio del destino a que
era llamado. Presté en ella el juramento el 5 de febrero de 1824: mani-
festé en un discurso, impreso en esta capital y reimpreso en la de México,
el plan de mis deseos; y prometí vivir por una nación que me había
honrado de tantas maneras.
"Guatemala, testigo de mis trabajos, dirá si procuré cumplir el
juramento que hice ante la asamblea que la representaba. Yo no vivía
para mi familia: yo no me ocupaba en mis intereses. Mi existencia entera
fue dedicada al servicio público. Sin tener aún el descanso justo de
paseos y ejercicios precisos para conservar la salud: sin gozar aun el
placer inocente de hacer visitas a los que me habían honrado con las
suyas, todo el día y parte de la noche estaba en palacio y en mi casa
constantemente ocupado en los asuntos importantes del gobierr*». No melimitaba a lo que era mi preciso deber. Trabajaba como individuo del
poder ejecutivo: trabajaba como secretario dictando algunas notas para
auxiliar al ministro: trabajaba como presidente de la Comisión de hacien-
da: trabajaba como editor de La Gaceta; y el número de los acuerdos,
informes y providencias del gobierno: el de los oficios dictados por mí:
el de las juntas y consultas de la comisión; y el de las gacetas que se
publicaron darán alguna idea de aquella masa de trabajos.
"El 25 de febrero último abrió el Congreso federal sus sesiones.
Yo manifesté entonces en cumplimiento de la ley los trabajos principales
del gobierno desde que empecé a ser individuo suyo. Mi discurso fue
impreso y circulado; y en él verán los pueblos mi voluntad y conatos:
en él verán los progresos que me parece ha hecho la nación: en él verán
que si no avancé más fue porque el poder ejecutivo no tenía aún las
facultades ordinarias que tienen los de otras naciones, y reclamadas deco-
rosamente en dos notas que yo mismo dicté, las ocupaciones de la asam-
blea no le permitieron despacharlas: fue porque faltaban fondos en la
tesorería, y pedidos en diversos oficios los que eran precisos, no fue posi-
ble al Cuerpo legislativo decretar en aquellas circunstancias los que se
necesitaban.
[ >mbre — ! ico — El Sabio 183
Mubo días en que hacienda tkbd alguna pata • 1
entre preciso de la guarnición que existe en esta capital: y yo
hice los suplementos necesarios para objeto tan justo: hubo día en que no
había dinero para los empleados de las secretarias de Estado que viendo
atrasa <"gro de sus sueldos sentían que por una paite no se les
pagase y por otra se les comprometiese al trabajo de sus mesas respectivas;
y compadecido de su suerte hice otro suplemento para socorrerla.
iré se pagasen a los empleados sus sueldos respectivos. Nohe exigido ni se me han cubierto hasta ahora los míos. Se me debe todo
devengué como diputado al Congreso de México.
• haber recibido los sueldos, viático y parte de dictas que toda-
vía se me restan: pagando sin embargo de esto contribución» s que me han
correspondido como hacendado, y la cuota respectiva de empréstito que
me tocó en el mismo concepto y se me adeuda también: haciendo gracio-
samente algunos pequeños gastos para utilidad de los pueblos, continué
mis servicios hasta que se hicieron las elecciones de las autoridades fede-
i.ilcs.
brarse se publicaron algunos papeles en que era
conocida la voluntad que había en su autor de debilitar la opinión con
que me honran los pueblos. Se recordó, para hacerme sin duda sospe-
choso, que habla sido ministro del general Iturbide: se manifestó que el
brigadier fíüsola me había elogiado en un impreso que dirigió a esta
ciudad desde la de Puebla.
pude haber sacado partido de lo mismo que se meditaba para
que se temía haber en mi favor: pude haber demostrado la
mala fe que dicuba aquellos papeles y el objeto que había en su publi-
n; pude#haber dichc», y probado en caso preciso, que no he tenido
antes ni tengo ahora relaciones directas ni con el brigadier Filísola: pude
haber acreditado que después que cesé en el ministerio se sirvieron hon-
rarme de diversos modos el Congreso de México, la Asamblea de Guate-
mala y los pueblos, que no siendo alarmados por la fuerza se equivocan,
menos que los individuos, en la calificación de sujetos: pude haber mani-
festado que no podía ser sospechada sino por malignidad la opinión de
uno que en cada número de La Gaceta de gobierno, ha defendido yevidenciado de cuantas maneras son posibles la justicia de nuestra abso-
luta independencia: pude haber publicado entonces en uno o diversos
papeles lo que publico ahora en el presente.
quise sin embargo hacerlo porque dándoles contestación !es
daba una importancia que no merecen. Seguí en el centro de los asuntos,
184 Pedro Tobar Cruz
ocupado en los que tenían más derechos para ser preferidos; y el 10 de abril
último se abrieron los pliegos de elecciones hechas por los pueblos para
los primeros empleos de la república.
"Estaban a la vista las actas de las juntas electorales de todos los
partidos sin faltar otras que las de Matagalpa y Cojutepeque que aún no
habían llegado. Excluidas éstas y la del Peten que el Congreso había
acordado que no se abriesen, resultó que los votos populares de las que
estaban presentes eran 79; y los tuvimos otros ciudadanos y yo del modosiguiente:
"PARA PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA:
El C. Santiago Milla:. . . 1. El canónigo José María Castilla:. . . 1.
El C. Alejandro Vaca:. . . 2. El C. Manuel Arce:. . . 34. Yo:. . . 41. = 79.
"PARA VICEPRESIDENTE:
El C. Juan Barrundia:. . . 1. El C. Antonio Batres:. . . 1. El C.
Toribio Arguello:... 1. El C. Manuel Pavón:... 2. El C. TomásO'Horán:. . . 2. El C. Juan de Dios Mayorga:. . . 2. El C. Juan Vicente
Villacorta:. . . 3. El C. Mariano Beltranena: . . . 4. El C. José Manuel
Cerda:. . . 4. El C. Alejandro Vaca:. . . 5. Yo:. . . 6. El C. Arce:. . . 23.
E] C. José Francisco Barrundia: ... 25. = 79.
"El Congreso se sirvió elegir al C. Arce presidente, y a mí vicepre-
sidente. Yo renuncié la vicepresidencia manifestando que ni el estado de
mi salud, ni el de mis intereses, casi abandonados desde 1821 por servir
a la nación, me permitían aceptar el nombramiento. El Congreso en
orden de 22 de abril último acordó no ser admisible mi renuncia, y que
se me manifestase por medio del gobierno que el Cuerpo legislativo espe-
raba de mi patriotismo me prestaría a servir el empleo que se me había
conferido. Hice entonces presente que los diputados de la Asamblea
nacional tenían por decreto expreso el privilegio de poder renunciar los
destinos a que fuesen electos: que yo había sido diputado de la asamblea,
y si no ejercí la diputación fue porque ella misma me eligió individuo del
poder ejecutivo: que no había tenido para la vicepresidencia más que 6
votos: que otros habían merecido mayor número de sufragios, y en esa
mayoría habían manifestado los pueblos que su voluntad era que no
fuese yo el vicepresidente, sino aquel que tuviese más votos. El Congreso
i <mbre — El Político — El Sabio 185
en orden de 25 del mes precitado se dignó hacerme los honores que expresa
ella misma, y repetir que no se admitía mi renuncia. Yo protesté mis
sentimientos de respeto y g reiteré que no podía servir el empleo.
Se admitió entonces la renuncia, y se procedió a la elección del C. Barí un-
dia primero, y G Beltranena después.
'Estoy convencido de la nulidad de la elección de presidente hecha
por el Congreso en ri Sujetos, irrecusables por su imparcialidad,
instrucción y virtud, están persuadidos de la misma verdad: La nación
entera seria también penetrada de ella, si fuera bien instruida en el asunto
parece que podría demostrarla con razones irresistibles, derivadas
de las leyes generales, y de las particulares dictadas por la asamblea. Pero
no es éste mi objeta No son los empleos los elementos de mi felicidad:
no son los sueldos las bases de mi existencia. No ansio premios, no ambi-
ciono destinos, origen de odios o resentimientos.
"Lo que quiero es que mi honor no sufra, en pueblos que no meconcacan, juicios que puedan ofender: lo que deseo es que después de
sacrificios de mi persona e intereses, tengan al menos la satisfacción de
no verme expuesto a dudas que puedan agraviarme. A esto contraigo
mis votos: a ésto limito mi voluntad.
"Jamás he publicado manifiestos de servicios: nunca he ponderado
los que haya hecho. En silencio perpetuo continuaría viviendo si olvidado
de los pueblos no hubiera tenido votos en sus elecciones. Pero nombrado
por ellos, ¿podía guardarlo, y dar con el que guardase un pretexto para
dudas en países donde no sea conocido? ¿Podía ser insensible al honor
que ha sido siempre el alma de mi conducta pública? ¿Podía callar
teniendo tanto derecho para hablar con tanta justicia?
hombre de bien se presenta en cualquiera parte a donde le
llame el honor; y yo soy hombre de bien en toda la extensión de mi ser,
en toda la latitud de mi vida, en la acepción más estricta de la palabra.
Hay Moral para mí: y sin mérito alguno de mi parte respeto la que
por no sé qué fuerza oculta que me lleva a respetarla.
escrito este manifiesto. No es el orgullo el que lo ha dictado.
Si presento mi vida pública desde la época inmortal de nuestra indepen-
dencia: si refiero servicios que no tenía voluntad de recordar: si publico
documentos que me hacen honor: si parezco olvidado de las convenciones
de la modestia, no es la vanidad la que rae hace hablar este lenguaje.
¿Lo hablé el año de 1821, en que comencé mis servicios, o el de 22, o el
de 23, o el de 24 en que los continué? ¿Publiqué entonces las pruebas
186 Pedro Tobar Cruz
que tenía desde aquellas fechas? ¿Las exageré? ¿Las ponderé olvidado
de la modestia que tiene tanto precio para mí?
"Pueblos: yo ofrezco, a la rectitud de vuestro juicio el cuadro
pequeño de mi conducta pública porque el imperio de incidencias ocurri-
das sin cooperación mía me ha obligado a ofrecerlo: acompaño documen-
tos justificativos porque no quiero que mi palabra se presente sin pruebas
que la acrediten. Si hay vacíos, estoy pronto a llenarlos. He hecho punto
en mi vida pública; pero no lo haré jamás a los servicios que debo a la
nación. La vida privada es el máximum de mi felicidad individual; pero
en ella no olvidaré jamás que tengo patria. Si he cesado de ser individuo
del poder ejecutivo, no he dejado de ser ciudadano; y el deber primero
de quien lo sea es servir a la patria. La serviré mientras viva; y la satis-
facción dulce de servirla será el premio de mis servicios". Guatemala, 20
de mayo de 1825".45
Con tan interesante documento, Valle, lleno de reflexiones,
recuerda a la patria sus trabajos y los servicios prestados, los altos inte-
reses que siempre lo han guiado en busca del bienestar social de sus con-
ciudadanos, y con esa confianza de lo hecho, los pueblos deben darle su
estimación porque él es parte de ege mismo pueblo. Con esa actuación,
subrayó un gesto más de su vida pública, que lo ennoblece a través de
una época donde ya el materialismo deshumanizaba los más nobles atri-
butos del espíritu. De tal actuación dice Rosa: "Nobilísimo proceder el
de Valle. No apeló a las vías de hecho para vengarse de su rival afortu-
nado y de sus injustos enemigos; y para justificarse, no empleó el insulto,
la diatriba: se limitó a usar el lenguaje de la verdad y de la razón. Ojalá
que todos los políticos caídos fuesen tan moderados, tan respetuosos ytan inofensivos como lo fue José Cecilio del Valle, el estadista vencido
por la híbrida coalición de liberales y conservadores".
Las conmociones políticas que tan a fondo desarticulan el senti-
miento partidista, dan vida al escape espiritual que se va traduciendo en
el campo de las pasiones, en el lenguaje de una floración de inquietudes,
objetivándose en la función de crear hojas de publicidad; periódicos que
marcan nuevos rumbos y se desbordan en calurosas contiendas, donde el
periodista hace quebrar muchas veces el alto sentido de los valores huma-
nos. Valle funda "El Indicador", vocero del pensamiento de los lucha-
dores del conservatismo; con tal motivo no se hace esperar "El Liberal",
distribuidor de los idealismos denlos hombres que le daban su nombre.
45 Obras de José Cecilio del Valle. Tomo I. 1929. Guatemala, Centroamérica.
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 187
Aparee* a la vez "Don Melitón", periódico crítico jocoso, atribuido a don
Cabezas, consagrado humorista que juzgaba con la -
burlesca y hacia víctimas de su ingenio a connotados personajes del partido
eoflMfvador.
Don José Ccti \ alie, necesitando de un escape para sus
tiva "el género de los escritos serios y prove-
chosos", funda el "Redactor General", hoja periodística, que recoge en
su seno artículos de hondo pensamiento permanente. Refiriéndose al
"Redactor General", dijo don Alejandro Marure: "Sobrepujó a todos los
l.1 obra de Valle, y esto es bastante para reco-
mendar su mérito literario". De lo mucho que publicó se pueden entre-
sacar los siguientes artículos, por el alto interés que tienen, y que después
de más de 130 anos, responden a las necesidades del momento actual.
"I«a descripción geográfica de la república, y Estados de que se
compone; Los derechos que tiene para ser independiente de todas las
naciones del mundo; El extracto de la Constitución política que ha
jurado; La necesidad de la libertad justa de imprenta como una de las
ras garantías del sistema constitucional; Los puntos de vista a que
debe volverse la de los jefes de los Estados que quieren reunir y comuni-
car los datos necesarios para ir formando nuestra estadística; Los progre-
sos que puede hacer nuestra agricultura, y utilidad de que los labradores
escriban los pensamientos u observaciones que les haya dado la experien-
:ón sobre el cultivo y beneficio de la grana que empieza
uno de los ramos importantes de nuestra industria; El proyecto inte-
resante de hacer navegable el Ulúa, poblar los campos que fecunda, yatraer al Estado de Honduras la riqueza que el comercio lleva a La
Habana; El decreto de la Asamblea nacional y artículos de la Constitución
en que se ofrecen a los extranjeros los derechos de ciudadanos, asilo y
protección; El arancel equitativo de nuestras aduanas, y discursos en que
se demuestran los principios liberales que le sirven de base; El cuadro de
Suchitepéquez. uno de los partidos más fecundos del Estado de Guate-
mala: El tratado memorable de Unión, Liga y Amistad, celebrado a 12
de abril del presente año entre esta república y la de Colombia; Y el Pro-
yecto de confederación americana publicado en Guatemala desde 1822;
El Estado y progreso hechos por nuestra nación hasta el 25 de febrero
último, y los de las otras de América hasta fines del año anterior o prin-
cipios del presente; El aviso de diversas obras publicadas en Europa y sus-
cripción abierta en esta oficina de otras que conviene publicar; Los prin-
cipios del Derecho de gentes que deben respetar las repúblicas de Amé-
188 Pedro Tobar Cruz
rica para ser felices y no entorpecer su marcha política; Los elementos
que tienen las naciones del Nuevo Mundo para estrechar más que las del
antiguo los vínculos de alianza y amistad; El estado político de Europa
y plan de alianza que se llama Santa; Los recursos de América para sos-
tener su independencia en el caso de agresión". 4tí
Valle en estos artículos, pone su fe y su pensamiento en el destino
como en el porvenir de los pueblos de América, sus concepciones son las
de un estadista de corte excepcional; Valle no se deja maniobrar por la
fantasía, cada concepto es el resultado de un estudio marcado con el aná-
lisis de un juicio definido, no se le puede confundir con cualquier publi-
cista, sus escritos reflejan la reflexiva disciplina del estudio. Rosa hace
de Valle, las consideraciones que siguen: "Valle conocía y analizaba cien-
tíficamente las cuestiones sociales: para ello le servían su excepcional
talento y sus variados y sólidos conocimientos. Filosofía, Historia, Geogra-
fía, Legislación, Economía política, Estadística, Derecho constitucional,
Derecho de gentes, Ciencias exactas, Historia natural, en sus diversos
ramos, Literatura antigua y moderna, y las más importantes lenguas
vivas; todo, todo lo sabía, todo esto lo había estudiado, y lo había estu-
diado con perfección. Tan múltiples y sólidos conocimientos le hacían
tener el criterio de un publicista experimentado, de un estadista práctico.
Los más importantes ramos del saber humano concurren a la formación
del publicista, merecedor de este nombre. Valle no era del número que
forman la mayor parte de nuestros pretenciosos publicistas, sabedores,
cuando más, de la Escolástica, de las leyes de partida y de las recopiladas,
aunque muy sabedores de las intriguillas de palacio, y muy conocedores
de las emboscadas de inmorales partidos que asaltan el poder. ¡ Cuánto
hemos retrogradado! No sólo hemos retrogradado en moralidad política,
sí que también en las ciencias y en ías letras. Pese a quien pese, he dicho
la verdad y continuaré diciéndola. Lo que hemos ganado en extensión
lo hemos perdido en solidez. Centroamérica tiene muchos publicistas,
muchísimos, pero son muy contados los que siquiera conocen, científica-
mente, el organismo del Estado. Tiene muchos escritores, pero son rarí-
simos los que escriben siquiera gramaticalmente: tiene muchos poetas,
pero en su mayor parte insufribles, detestables, y los mejores, salvo hon-
rosas excepciones, apenas si merecen ser lacayos de las musas. Aunque
pese a nuestro orgullo, diré que la decadencia intelectual de Centroamé-
rica es horrible, que corre parejas con su decadencia moral y política.
46 Véanse los números del "Redactor General" del número 1 al número 17.
Iombre — 1 no — El Sabio 189
No tenemos un sabio como José Cecilio del Valle, un publicista comoador como Alejandro M.uuir. un filólogo fflWlt
Antonio José de Irisarri, un crítico como Antonio Rivera (Cabezas, un
folletista como José Francisco Barrundia, un poeta como José Batres
Montúfar. Parece que los salvajismos dt- y las bru-
talidades de nuestras dictaduras han secado las fuentes de las ciencias yde las letras; parece que muertos de sed de verdad, de justicia y de inspi-
ración han desaparecido los genios de la ciencia creadora y de la divina
poesía. {Qué sólo la libertad fecunda da vida y alienta a la intcli
que enseña y al corazón que conmin ik nto y las más
mhimet armonías!".
Sobre esto y como el lector en sus meditaciones puede comprobar,
hay un algo de exageración del señor Rosa, no en todo nos hemos quedado
muy atrás, en las ciencias y las artes se han dado muchos pasos adelante,
parte moral y en lo cívico, sí nos hemos rezagado mucho, los altos
valores humanos son muy raros en nuestros campos sociales, pero todavía
florecen algunos, como una señal que no todo se ha perdido, que todavía
hay algo que persiste aún sobre los vendavales que han azotado y siguen
azotando nuestra sociedad.
\ II I \ POLÍTICA DE VALLE EN EL CONGRESO FEDERAL
A pesar que el licenciado don José Cecilio del Valle, por las decep-
y amarguras sufridas se había alejado de los vaivenes de la política,
los pueblos que seguían teniendo fe en él por sus principios ciudadanos,
no lo olvidan, lo traen de su retiro y lo empujan nuevamente al torbellino
de la cosa pública, así, Chiquimula, Santa Bárbara y la capital de Guate-
mala, lo eligen al mismo tiempo, diputado al Congreso federal, corres-
pondiente al año de 1826. Pero sintiéndose enfermo y queriendo gozar
de más libertad y de más tiempo en sus actividades de estudio, tal vez en
plan de satisfacer un retiro prudencial de la política que ya conocía, rehusa
ocupar su puesto en el Congreso, pero fueron tantas las llamadas que
repetían sus colegas, que tuvo que tomar posesión de su cargo el 28 de
marzo del año citado. El mismo día de su presencia en el Congreso, pro-
nuncia un brillante discurso, solicitando que sean publicadas las discusio-
nes y acuerdos del Congreso, presenta por este motivo un proyecto de ley
que es aprobado por la Cámara de representantes, pero no tuvo la sanción
del Senado; quién sabe qué traviesa intención se opuso para que ley de
190 Pedro Tobar Cruz
tanta importancia quedara marginada por el momento. El discurso
dice así:
"NECESIDAD DE PUBLICAR LAS SESIONES DEL CONGRESO
"El 28 de marzo de 1826: el día mismo en que fui obligado a ocupar
una de las sillas del Congreso federal, pedí la palabra, y dije:
"He pedido la palabra, y voy a hacer uso de ella porque lo exige
así la posición en que me hallo.
"Yo estaba en el campo, llamado a él por los intereses de mi casa.
Yo gozaba el doble placer de cuidar mi propiedad y admirar la natura-
leza.
"Tres departamentos de dos Estados diversos quisieron honrarme
con sus votos. En esta capital, en Chiquimula, y en Santa Bárbara fui
electo diputado; y se me llamó a servir este destino.' lNo era insensible a la voluntad de pueblos, constantes en manifes-
tar la que tienen de distinguirme en la diversidad de elecciones que han
hecho. Nací en el Estado de Honduras, y allí heredé la primera propiedad
de mi familia. Fui formado en el de Guatemala, y aquí recibí otra pro-
piedad de precio mayor: la educación que me ha inspirado amor a la
causa pública y respeto a los principios de las sociedades políticas.
"Guatemala y Honduras tienen títulos muy grandes a mi gratitud.
Mi alma es penetrada de ella. Mi existencia particular está fundida con
la pública de la nación.
"Debo hacerle todos los servicios que sea capaz. Le ofrecí los que
son posibles en la vida privada. Manifesté que no podía hacer en la
pública todos los que deseaba.
"Este lenguaje era el de la buena fe. Mi salud está quebrantada.
Lo acredité con certificación de facultativo. Lo probará más la experien-
cia sucesiva del tiempo.
"Después de trabajos emprendidos diariamente desde el año de 1821
es preciso que esté debilitada una organización que no es de hierro. Aun
la piedra bruta: aun el hierro, más duro que la piedra, siente la acción
de las causas o agentes que obran en él.
"Consideraciones de género diverso debían también llamar mi aten-
ción. El poder que está más en contacto con el legislativo es el ejecutivo.
El uno manda, y el otro debe ejecutar. El uno cela o vigila la ejecución,
y el otro debe dar cuenta de ella.
ubre — El Político — El Sabio 191
tcion debía ser embarazosa en las relaciones de ambos
poderes. Como hombre privado mi voluntad debía ser la del silencio.
Como hombre público mi obligación debía ser la de la palabra. La nación
no sienta en estas sillas a sus representantes para que. disimulen o callen.
Los sienta para que sostengan con firmeza sus derechos.
lo hice presente al Congreso. Manifesté las causas que meponían en la necesidad de hacer renuncia del destino a que he sido llamado.
Il primera: repeti la segunda. El Congreso no se sirvió admitir una
ni otra: y los individuos que lo componen se manifestaron decididos a
declarar sin lugar la tercera.
he obedecido el acuerdo del Congreso. Yo he prestado el
juramento que se me ha exigido. Yo vuelvo a las tempestades de la vida
pública después del sosiego, tranquilidad y dulzuras de la privada. Yovoy a hacer esfuerzos para cumplir del modo posible lo que he jurado.
respetable el juramento de llenar los deberes de un empleo recibido
de las manos de un funcionario, debe ser sagrado el de llenar las obliga-
ciones de un destino recibido de la voluntad de los pueblos.4Toda creación es difícil, cualquiera que sea su género. Añadir
s a lo que está bosquejado: avivar luces u oscurecer sombras en lo
que ha sido pintado no es obra muy ardua. Sacar las cosas de la nada:
concebir el cuadro: pasar a la tela todo lo bello que existe en la mente,
.iximum de la dificultad.
"Se trata de crear una república donde no había más que una
colonia regida por un gobierno lejano: se trata de hacer ciudadanos a
que por tres siglos habían sido formados para que no lo fuesen
K se trata de desarrollar la multitud de gérmenes que existen escon-
didos en una extensión vasta de miles de leguas: se trata de abrir canales,
mudar el curso de las aguas, descuajar montes, y taladrar montañas: se
trata de luchar con la naturaleza y hacer culto lo que era bruto. Heaquí en la serie de dificultades el último término de la progresión.
''Hombres ingratos: traidores a la patria, deducirían de aquí la
esclavitud de su patria. 'No somos capaces, dirían, de empresa tan
grande. Sacrifiquemos la nación entera a la ambición extraña que quiera
dominarla, o dividámosla y hagamos que sea en América lo que fue en
Europa la infeliz Polonia. La desgracia pública será nuestra felicidad
particular".
'Los hijos amantes de la nación: los centroamericanos dignos de
este título infieren consecuencias muy diversas. 'Si es obra difícil, dicen
la creación de una república, doblemos el trabajo, multipliquemos los
192 Pedro Tobar Cruz
esfuerzos, velemos día y noche, y no descansemos hasta haber puesto el
último canto del edificio'.
"Aquí está el alma que los colegios de la patria enseñaron a pen-
sar, dirán los amigos de las ciencias desde el gabinete donde las cultivan.
Nosotros meditaremos planes y discurriremos proyectos para que la nación
consolide su independencia.
"Aquí está la pluma que las escuelas de la patria enseñaron a
escribir, dirán los hombres elocuentes que posean por principios el arte
divino de la palabra. Nosotros la emplearemos en demostrar los derechos
de la nación, e inspirar el entusiasmo santo del patriotismo.
"Aquí está el sable que se nos ha dado, dirán los militares que
amen sinceramente a la nación. Nosotros atravesaremos con él al hombre
vil que quiera vender la república, o al injusto que ose violar sus fron-
teras.
"Aquí está mi tesoro, dirá el comerciante enriquecido por las leyes
protectoras del comercio. En la esclavitud de la patria no quiero caudal.
Pobre en una nación independiente seré más grande que rico en una
nación subyugada.
"Aquí estoy yo dirá el pueblo conocedor y amante de sus derechos.
La ley, ha declarado los que tengo. Todos nos uniremos para defender
la nación.
"Aquí estamos nosotros los representantes de ese pueblo patriota,
decimos los diputados del segundo Congreso federal. Nosotros juramos
que este salón no será el de las pasiones que se disputan vergonzosamente
un imperio injusto, sino el de la razón imparcial, legisladora de Centro-
américa: juramos que nuestra voluntad privada no será jamás antepuesta
a la voluntad pública de la nación: juramos sostener con nuestros votos,
si fuere necesario, con nuestra sangre el decreto de l 9 de julio de 1823, en
que la Asamblea nacional declaró que estas provincias son independientes
de España, de México y de cualquiera otra porción del antiguo y nuevo
mundo: juramos consolidar la independencia absoluta de esta nación
interesando a todos los ciudadanos de la república en la causa justa de la
patria, y desarrollando con prudencia la Constitución política que decretó
la Asamblea nacional y sancionó el primer Congreso federal: juramos
sostener el artículo l 9 que declarando soberana a la nación hace que todos
los pueblos tengan interés en su existencia, el 8 9 que declarando federal
el gobierno de la república da a Costa Rica, Nicaragua, Honduras, San
Salvador y Guatemala un ser que no tenían antes, ni podrían haber si
volvieran a estar sujetas a la antigua o nueva España, el ll 9 que declarando
i >mbre — El Poütico — El Sabio 193
religión de la república a la católica manifiesta la consideración que debe-
mos tener a los ministros dignos de ella, el 12' que declarando a la repú-
blica asilo sagrado para los extranjeros designa la protección que debemos
dar a los que vengan a ser hijos suyos verdaderos, amantes sinceros de su
prosperidad, y el 69 que numerando las atribuciones del Congreso nos
testa la obligación que tenemos de plantear el sistema general de
educación, facilitar a los talentos los medios de cultivarlos, proteger a los
labradores, artesanos y comerciantes, y crear la riqueza y prosperidad de
una república que puede ser grande y poderosa si queremos positivamente
que lo sea.
'Tal es el juramento que acabo de hacer yo y han prestado ante-
riormente los individuos de este Congreso. Para ser fiel a él: para no
apartarme jamas de los deberes en que me constituye, voy a comenzar el
iones presentando medidas que me obliguen a cum-
i haciendo proposiciones que me hagan objeto de odio y execración
rsal si alguna vez me separo de la linea que debe seguir un diputado,
hay poder que no sea servido por hombres, y los hombres
(hablando en general sin ofender a ninguno en particular) pueden abusar
de la autoridad que se pone en sus manos. Por este temor, justo sin duda,
y digno de la previsión del legislador, la ley ha declarado el derecho de
recusar a los jueces, el de apelar y suplicar de sus determinaciones, el
de declarar la responsabilidad y juzgar a los agentes del poder ejecutivo,
el de formar causas a los diputados y mandar que sean públicas sus
discusiones.
"Lo son los de este Congreso, y lo han sido las de los que le han
precedido. Pero la publicidad que han tenido sus sesiones no llena los
objetos grandes que la ley se propuso al acordarla. Distante de este lugar
los individuos de los pueblos que componen la república; ocupados en sus
oficios respectivos los habitantes de esta capital, el número mínimo de los
que concurren a las discusiones es nulo comparado con el máximo de los
que no las oyen o presencian.
"La nación ve el texto de la ley; pero ignora la razón que la ha
inspirado. Ye lo que se decreta u ordena: pero no sabe el principio de
utilidad de donde se ha deducido el decreto o la orden. Ve lo odioso de
lo que se manda; y no ve lo que hace desaparecer esa odiosidad.
" Publicándose diarios de las sesiones del Congreso y Senado de la
república, y de las asambleas y consejos de los Estados, habría doce focos
grandes que reuniendo las luces de los diputados las derramarían por toda
la república.
294 Pedro Tobar Cruz
"La nación tendría entonces la balanza comparativa del pro ycontra, y se hallaría en aptitud de pesar el bien y el mal de una ley. Los
pueblos verían en toda su luz las razones que la fundan y el espíritu que
la ha dictado. Los ciudadanos llenos de conocimientos, podrían hacer
uso del derecho de petición que ahora es casi nulo por falta de ellos. Los
jóvenes elegidos algún día para ser nuestros sucesores tendrían rasgos
luminosos y acaso modelos de elocuencia deliberativa. Los Estados sabrían
cuales son las opiniones de sus diputados, y el celo que hayan desplegado
en sostener sus derechos, o la indiferencia con que hayan visto sus inte-
reses, o la infidelidad con que les hayan hecho traición. La historia bio-
gráfica, literaria y política tendrían datos exactos para juzgar a los que
han merecido los votos de los pueblos, para manifestar los progresos de
una de las ciencias más importantes, y pintar la marcha de la nación en
la época interesante de su nueva existencia. Las leyes serían estudiadas
con placer, concebidas con facilidad, "y retenidas fielmente. La república,
poco conocida de las naciones extrañas, adquiriría crédito en ellas; y el
crédito es siempre origen de muchos bienes. La opinión pública tendría
hechos inequívocos ^para ser remuneradora justa: para censurar o elogiar:
para borrar el nombre de algunos y hacer eterno el de otros.
"Los diputados deben ser los oradores de la nación, los protectores
de sus derechos, los conservadores de sus fueros. ¿ Puede ser justo que
los pueblos no oigan jamás la voz de sus defensores?
"Todos los congresos de las naciones que han establecido gobier-
nos representativos tienen diarios que publican sus discusiones y propagan
los conocimientos. ¿Sólo el de la república de Centroamérica: solo el
de! Guatemala tendrá la desgracia de no publicar jamás sus sesiones?
"Guatemala tiene una gloria que ignoro hayan tenido las demás
repúblicas de América: la de haber escrito un hijo suyo lina taquigrafía,
nueva en diversos aspectos. Los congresos de las otras naciones tienen
taquígrafos que escriben los discursos de sus diputados. ¿Y el de Guate-
mala será el único que carece de ellos?
"En los dos meses que restan de la presente legislatura no podría
publicarse un diario que presentase íntegros todos los discursos de los
diputados en las sesiones del Congreso. No es posible formar taquígrafos
en tan corto tiempo poniéndolos en aptitud de seguir la palabra con toda
la rapidez con que se pronuncia. Pero puede publicarse un periódico
que ofrezca a la nación un extracto de las sesiones del Congreso que la
representa: puede nombrarse una comisión que lo redacte de una manera
que haga honor a la república: puede abrirse subscripción general y
i >mbre — El Político — El Sabio 195
acordarse, además de la que se abra, que los funcionarios primeros de la
Federación, y los empleados principales, municipalidades y párrocos de
los Estados sean subscriptores, o que se excite el celo de las asambleas de
los mismos Estados para que ellas sean las que lo acuerden: puede resol-
verse que si hubiere déficit, se cubra el que haya por la hacienda nacional;
y si no hay fondos y por no haberlos no se quiere gravarla más, yo ofrezco
al Congreso el sueldo que me corresponde como diputado para que se
sirva destinarlo a un objeto tan importar
crv ándome pues, presentar el proyecto de un diario que ofrezca
a los pueblos los discursos Íntegros de sus diputados, hago ahora para
que se tomen en consideración las proposiciones siguientes:
Que se publique un periódico contraído precisamente a dar
l acto las sesiones del Congreso:
"2* Que se nombre para su redacción una comisión del seno del
Congreso, o de fuera de él; pero presidida por uno de sus individuos:
Q i la comisión sus trabajos cada diputado
de los que pidieren la palabra le dé un extracto del discurso que haya
ido:
Que se abra subscripción general, y se acuerde a más de esto
que los funcionarios primeros de la Federación y los empleados principa-
les, municipalidades y párrocos de los Estados sean subscriptores, o que
se excite el celo de las Asambleas de los mismos Estados para que ellas
sean las que lo acuerden:
Que si uno ni otro bastare para llenar los gastos, se cubra el
t por la hacienda nacional; y si hay escasez en ella y por haberla
no se considera justo aumentar sus gravámenes, se disponga para objeto
tan importante del sueldo que me corresponde como diputado de este
Congreso.
proposición fue pasada a una comisión: ésta la apoyó, y el
Congreso acordó el decreto siguiente:
'El Congreso federal de la república de Centroamérica, conside-
rando que nada puede contribuir tan eficazmente a la buena dirección
de la opinión pública y el progreso de las luces, en los ramos en que más
importa generalizarlas, como el que se publiquen las discusiones del cuerpo
legislativo: y queriendo llevar a efecto el decreto que con este fin dio la
blea nacional constituyente en 24 de julio de 1823: se ha servido
resolver:
Que se publique un periódico, cuyo preciso objeto sea el de dar
en extracto las sesiones del ConsTeso:
196 Pedro Tobar Cruz
"2 9 Que la redacción de este periódico sea a cargo de una comi-
sión de su seno:
"3? Que para facilitar los trabajos de la comisión cada diputado
de los que pidieren la palabra, le dé un extracto del discurso que haya
pronunciado:
"49 Que la comisión tenga además dos oficiales nombrados por
ella misma que la auxilien en sus trabajos; y cuyas obligaciones serán
con este objeto:
"l 9 Asistir diariamente a las sesiones del Congreso:
"2 9 Tomar apuntes de las discusiones:
"39 Escribir después lo que haya de publicarse, teniendo presente
en la redacción de los discursos, el extracto que deben dar de ellos sus
autores, conforme a lo prevenido en el artículo 3 9; y llenar el vacío, en
caso de no darlos:
"59 Que el sueldo de los oficiales sea el de 30 pesos al mes, que se
les cubrirá por la hacienda nacional, y se les abonará por todo el tiempo
que se ocupen en este servicio.
"69 Que para llenar los gastos de la edición del periódico se subs-
criban a él todos los diputados; y si el importe de la subscripción no bas-
tare a cubrirlos, se satisfaga el déficit por la hacienda pública.
"Pase al Senado. Dado en Guatemala a 12 de abril de 1826. José
del Valle, presidente. — Mariano Gálvez, diputado secretario. — Doroteo
Vasconcelos, diputado secretario".
"Este decreto se pasó, después de haber corrido algunos días, a la
sanción del Senado que se sirvió negarla. Volvió entonces a la comisión
de que yo era individuo; y tuve el honor de poner el dictamen que sigue:
"El Congreso se sirvió acordar que se publique un periódico con
el preciso objeto de dar en extracto las sesiones del Congreso: que la
redacción sea a cargo de una comisión de su seno: que para ser auxiliada
en sus trabajos nombre la misma comisión dos oficiales con el sueldo de
30 pesos mensuales cada uno: que para cubrir los gastos se abra una subs-
cripción general, y si hubiese déficit, se llene por la hacienda pública.
"Este importante decreto se pasó al Senado para su sanción. Era
de esperar que se le diese llanamente por ser muy obvia la justicia y muyclara la utilidad de un acuerdo que produciría consecuencias de mayor
interés. Pero la mayoría del Senado negó la sanción a un decreto tan
justo; y las razones en que se fundan son: l 9 Que el sueldo de 30 pesos
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 197
asignado a los dos oficiales gravitará sobre la hacienda nacional: 29 Que
si no alcanzara a cubrir los gastos de impresión el producto de la subs-
¡ón que debe abrirse, se llenaría el déficit por la misma hacienda
pública y ésta no debe gravarse con gastos.
"Admira que la mayoría del Senado se funde en razones de tan
pequeña consideración para negar la sanción a un decreto que promete
tantos bienes. La comisión las ha examinado detenidamente; y lejos de
estimarlas bastantes, opina que debe ratificarse el decreto.
I sesiones del Congreso deben durar tres meses según el artículo
66 de la ( < El sueldo de los dos ofk -ón da 30 pesos
por igual espacio de tiempo es por consiguiente 180 pesos.
"Los gastos de impresión según el cálculo que se acompaña son de
13 pesos 4 reales por cada pliego tirando 200 ejemplares de cada uno.
Suponiendo que se publica un pliego todos los dias, resultan 92, en los
tres meses de marzo, abril y mayo; y multiplicando 13 pesos 4 reales por
92, aparece que el costo de 200 pliegos diarios en todo el trimestre no
(jue a 1242 pesos,
papel que se consuma en la comisión de redacción no llegará a
ser de una resma en cada mes. Pero supóngase que haya todo este con-
sumo. El importe de las tres resmas a 6 pesos cada una sería de 18 pesos
cia unidas las tres partidas de 18 pesos, importe del papel:
de 180, sueldo de dos oficiales; y de 1242, gasto de impresión no asciende
la suma más que a 1440 pesos.
nfícrc de aquí que cada pliego impreso solo tiene de costo
octavos de real; y de consiguiente vendiéndose cada pliego a real,
ido 18,400 los pliegos impresos en el trimestre, resulta que su venta
produciría 2,300 pesos.
es creíble que deje de venderse un periódico de mayor interés
que los demás que se publican. Doscientos subscriptores bastan para con-
sumir o vender todos los 18,400 pliegos impresos, y recibir de la subs-
cripción 2,300 pesos: si para otros periódicos de menor importancia hay
igual o mayor número de subscriptores, para el del Congreso que tiene
tantos títulos para interesar debe esperarse que sobrarán, y que lejos de
ser gravoso, puede ser útil (aun en lo económico) el que se ha servido
decretar el Congreso. Es obvio el cálculo que lo demuestra. El total del
periódico solo asciende a 1400 pesos, y su producto-venta sube a 2,300.
Quedan por consiguiente 860 pesos de utilidad a beneficio de la hacienda
pública, por la cual no se ha servido sancionar ei decreto la mayoría del
Senado.
198 Pedro Tobar Cruz
"Pero supóngase que no hay un solo subscriptor, o que no pagan
los que hubiere. Supóngase que la hacienda nacional es la que satisface
íntegros los 1440 pesos que tendrá de costo el periódico. Una cantidad
tan pequeña no debe ser causa bastante para impedir a los pueblos la
inmensidad de bienes que les promete un diario publicador de las discu-
siones del Congreso.
"En toda nación que tenga gobierno representativo debe haber* un
periódico que publique las discusiones de su Congreso, Parlamento o Cor-
tes. Todos los Congresos de todas las naciones tienen diario de sus deba-
tes. Es gasto preciso y productor de muchos bienes. Debe decretarse su
erogación en el caso de no bastar para cubrirla el producto de la subs-
cripción que debe abrirse.
"El P. E. tiene una gaceta que publica sus acuerdos y providencias.
El poder legislativo debe tener un diario que dé a luz sus discusiones. La
hacienda nacional cubre el déficit en la edición de la Gaceta del gobierno,
la misma hacienda debe llenar el déficit de la edición del diario del
Congreso.
"Uno y otro gasto es justo. La nación no debe ser privada de los
bienes que gozaría publicándose el periódico solo por el ahorro mezquino
de mil y tantos pesos. Otras erogaciones de menor utilidad han sido
sancionadas por el Senado. Otros gastos menos importantes no han sufrido
tanta oposición.
"La comisión ama la economía y conoce sus ventajas; pero amaigualmente el bien general de los pueblos, y en su concepto y el de todos
los que se detengan a meditar imparcialmente el asunto, pesan más los
beneficios del periódico que el gasto pequeño de su costo.
"Habiéndolo en consideración propone al Congreso que se sirva
ratificar el decreto de 12 de abril último. Guatemala, 16 de mayo de
1826".47
En las sesiones siguientes del Congreso, el pensamiento de Valle es
la fuerza dominante y alcanza perfiles de honda manifestación patriótica,
los discursos que pronuncia, sus continuas intervenciones parlamentarias,
tienen el toque expresivo de un alto interés político y administrativo, ypor la claridad de sus ideas, por sus principios prácticos serán ejemplos
de lo que el talento puede hacer cuando lo guía una tendencia formativa
47 Obras de José Cecilio del Valle. Tomo I. 1929. Guatemala, Centroamérica.
Iombre — El Político — El Sabio 199
que va tras el bienestar de un grupo social; en esa época sin regatear elo-
gios, Valle, levanta muy alto su madurez intelectual en el parlamento
•americano. Por su gran importancia y porque se hace necesario
conocer en toda su amplitud la preocupación de Valle, por los problemas
de más palpitante provecho para estas regiones del centro de Amtranscribo el que sigue y que recoge en sí, el pensamiento que grita por
hacerte rctidad'
1M • ( IEN I MU \
\l. M EVO HUNDO
o de mis deseos más constantes ha sido que esta nación sea
conocida en la inmensidad de sus recursos naturales para que tenga el
pinión de que es digna.
en este pensamiento he indicado en distintos tiempos lo que
me ha parecido conveniente para que tenga efe
1820 manifesté en diversos papeles la utilidad de la estadística,
mis trabajos convencido de su importante trascendencia. Veía
que se iba acercando la época feliz de nuestra libertad, y deseaba que
fuesen conocidas en el mundo las riquezas de estas provincias cuando se
presentasen a él como una nación independiente.
"En 1824 propuse, y acordó a mi propuesta el Supremo poder eje-
o que nuestros enviados a la norte y suramérica presentasen cada
uno en su legación respectiva el proyecto de una expedición científica
íesta de astrónomos, geógrafos, botánicos, etc., destinada a recono-
ce nuevo continente en sus puntos más importantes, ycosteada por todos los gobiernos de todas las repúblicas de América.
"Fn marzo de 1825 sabiendo que el barón respetable de Humboldt
pensaba repetir su viaje a Nueva España, aproveché ocasión tan oportu-
na para llamar a estos países su celo acreditado por las ciencias naturales,
y le escribí con este objeto una carta muy recomendada en su dirección.
septiembre del mismo año recibí una del profesor de mine-
ralogía de México en que me comunicó la llegada a aquella capital del
naturalista alemán conde de Sack. y me hizo a su nombre diversos encar-
gos. Volví entonces al deseo de ver en este suelo un hombre digno da
observarlo en uno de los ramos más interesantes de la Historia natural:
y el 3 de octubre siguiente le escribí convidándolo a extender sus viajes
por nuestra república.
200 Pedro Tobar Cruz
"En diciembre siguiente publiqué una pequeña memoria propo-
niendo el plan de una expedición científica enviada y costeada por una
compañía anglo-guatemalana y protegida especialmente por los gobiernos
de cada uno de los Estados de nuestra república.
"Mis pensamientos no han tenido sin embargo el resultado que
deseaba y exige el bien general. La estadística tan útil, para naciones que
por ser nuevas, deben hacerse conocer del mundo, no se ha formado
hasta ahora porque faltan datos de que no es posible prescindir. Nues-
tros enviados ocupados sin duda en otros asuntos de importancia, no han
tenido la satisfacción de ver emprendida la expedición que se recomendó
a su celo. El conde de Sack me contestó en carta de 8 de noviembre de
1825 que le sería de un placer inexplicable poder extender sus viajes hasta
Guatemala, país muy fecundo en todo género de producciones preciosas
de la naturaleza; pero que circunstancias que no estaba en su mano remo-
ver le obligaban a salir de México para Colombia, donde debía unirse
con un botánico que debía haber llegado de Alemania para acompañarle
en sus futuros viajes. El barón de Humboldt no manifiesta en sus letras
de 30 del mismo mes de noviembre intención de volver a la América; ysolo me dice en ellas que será eterno el sentimiento que tiene de no haber
recorrido todavía los bellos Estados de la república de Centroamérica, yque se interesa vivamente en los destinos de una porción tan hermosa del
globo, donde sus habitantes han sabido conquistar su independencia sin
las borrascas de las disensiones civiles. Los gobiernos de los Estados de
Costa Rica, Nicaragua, Honduras y Guatemala se sirvieron manifestarme
el agrado con que habían visto el plan indicado de una expedición cientí-
fica, y añadieron que si tenía efecto, le darían toda1 la protección de que
es digna. Pero el Estado actual de los tondos y especulaciones de Ingla-
terra hace creer que no será adoptado al menos en las presentes circuns-
tancias el proyecto presentado al espíritu que en^aquella isla meditaba
empresas útiles para una y otra nación.
"No debe a pesar de esto abandonarse un pensamiento que pro-
mete bienes de tanta magnitud. Debe por el contrario aprovecharse la
ocasión más bella que puede presentarse.
"Se va a instalar en Panamá el Congreso general de la América;
y en esa dieta expectable donde se van a reunir plenipotenciarios de todas
las nuevas repúblicas sería importante que se acordase la expedición que
debe recorrer el nuevo mundo y ser costeada por los Estados que existen
en él.
•í MHRK - | 201
detenerse en demostrar todos los bienes que produ-
tos que bai pura que todas
i'
.» U América por viajeros dignos de contempla]
i aleza grar majestuosa: determinadas las pos ;ciones geográ-
de los puntos o lugares principales: observadas las temperaturas yi iones de ellos: clasificados los minerales, vegetales y ttúnukl que la
¡<>sean y pueden enriquecer: reconocidos los puertos y bahías de sus
costas: distinguidos los hábitos, caracteres, costumbres y organizaciones
físicas de sus indígenas: corregidos su mapa y los de las repúblicas que
( n ellas: formada en fin la geografía de sus minerales; la de sus plan-
tas \ iles, levantando cartas exactas que designen las zonas
rrsen las escalas de temperaturas y -
en 4i , cuánto adelantarían las induv nto se
mejorarían los métodos! ¡qué creaciones! ¡qué progreso! ¡qué riquezas!
nes habría en a general de los con<uamiento!
is aumentarían las tablas de su < 1 nuevo
Jo aparecería mas grande: el Congreso de Guatemala tendría nom-
de Panamá se haría inmortal en los anales de la Añi-
lo, pues, que el Congreso se sirva acordar que los ministros ple-
nipotencia dos a la Asamblea general de P r\ celo
de ella para que se digne decretar una expedición científica compuesta de
geógrafos, astrónomos, naturalistas, etc., costeada por los gobiernos de las
repúblicas de América, y destinada a recorrer y observar los puntos prin-
s del nuevo mundo". (Sesión del 11 de abril de 1826)".*"
te discurso del 17 de abril de 1826, refleja los dictados del
corazón de Valle, ahí es donde la nobleza de sus sentimientos y lo más
puro de su espíritu, están de pie como centinelas vigilantes en defensa de
los sagrados intereses de la patria. No concibe la existencia de una
•empre amenazada por fuerzas extrañas, o si fuerzas
internas se prestan a corromper las buenas normas de la conciencia nacio-
nal. Los pueblos se refuerzan con la evolución de sus movimientos insti-
tucionales, señalando los préstamos que a largo plazo y sin usura, le dan
48 Obras de José Cecilio del Valle. Tomo L 1929. Guatemala, Centroamérica.
202 Pedro Tobar Cruz
los grupos humanos, que ejercitan sus conocimientos en beneficio del bien-
estar de la colectividad. Su intervención en esta fecha, dice así:
"NUESTRA SOBERANÍA Y EL PRINCIPIO DE NOINTERVENCIÓN
"El año pasado de 1824 reconoció México en la forma más solem-
ne la independencia absoluta de Guatemala. Yo era entonces individuo
del poder ejecutivo; y tuve la satisfacción dulce de publicar en la Gaceta
de Gobierno el buen estado de las relaciones de esta república con la
mexicana.
"El año presente de 1826, llamado el mes anterior de marzo a
ocupar una de las sillas de los diputados, tengo el sentimiento profundo
de hablar idioma muy diverso.
"En uno de los periódicos de México se dice, que don José Cirilo
Gómez Anaya y don José Yauger, individuos de la Cámara de diputados
de la nación mexicana, hicieron proposición pidiendo que se autorice al
gobierno de aquella república para que en represalia ocupe con las armas
a los pueblos de la nuestra que manifiesten al general o comandante
mexicano que está en la frontera la voluntad que tengan de unirse con
México.
"Esta proposición es injusta: es subversiva: es anárquica: tiende
a perturbar el orden; y producirían daños de consecuencias incalculables,
si fuera acordada. Los haría a Guatemala: los haría a México: los haría
a toda la América en general.
"En todo país donde se muda la forma de gobierno es preciso que
haya dos partidos: el de los adictos al antiguo, y el de los amantes del
nuevo. Cuando Francia destruyó el suyo: cuando abolió el monárquico
y estableció el republicano, la nación vio a unos que lloraban por la
monarquía y a otros que celebraban la república. Cuando España hizo
constitucional el gobierno que era absoluto, los que tenían interés en el
absolutismo formaron una división, y aquellos que la habían en la Cons-
titución política decretada por las Cortes formaron otra. Cuando Guate-
mala se pronunció independiente de la dominación mexicana, es natural
también que haya dos secciones: la del mínimo que quiera la sujeción a
México, y la del máximo que ama con alegría y entusiasmo la indepen-
dencia absoluta de la nación.
:1.>mbre — Bl Poilnoo — El S
«lir que se autorice al gobierno de la nación mexicana para
que ocupe con tropas a ios pueblos de la nuestra que quieran Kr paite
"ii al partido que no
ame n miarle a que dé gritos a favor de
:aarle a que se rebele contra su patria: es alarmar a los
que aman a la república: es soplar las teas de la discordia: es excitar a
<r que haya anarquía y se ha^a a una nación
ihos de sus vecinos el mal de mayoi tamaño que
puede hacerse a un pi íamilia no time derecho para fomentar divisiones en otra
! n pueblo no lo tiene para engendrar discordias en otro pueblo.
i anarquía en otra nación. Los
00 son más que
la suma de los derechos de los individuos (pie la componen. Si un indi-
no puede hacer daño a otro individuo, una nación tampoco puede
causarlo a otra nación.
iones se hallan unas respecto de otras en el estado de
\ \ I l R \1 1 / V \ la moral es d vínculo que debe unirlas. Las nacio-
nes son índ es y soberanas cualquiera que sea la extensión de su
ndividuos. Las naciones deben en tiempo
en el de guerra el menor mal posible. Unabe obrar con las demás como desea que se obre con ella. Una
to para intervenir en los negocios de otra.
n los principios luminosos del Derecho de gentes que ha
fijar un publicista digno de este título. Ellos derraman luces para
l de la república dé Centroamérica: ellos deben sostener a la faz
del mundo nuestra independencia y libertades: ellos evidencian la injus-
ile la proposición hecha por los diputados de Nueva España.
la misma república mexicana donde se da a luz, se han publi-
cado anteriormente otros papeles dignos, como he indicado otra vez, de
toda nuestra atención. En ellos se han impreso noticias que disminuirían
dito y ofenderían el honor nacional si no fuera manifestada su fal-
sedad en el todo o su alteración en mucha parte: en ellos se ha deprimido
república, ponderando la escasez de población, falta de industria ypoca ilustración: en ellos se ha dicho que Guatemala no tiene elementos
para ser independiente, ni poder para sostenerse como soberana: en ellos
se ha aventurado la proposición de que esta república llegaría a ser presa
del primer enemigo que quiera subyugarla si México tanto por darle la
mano protectora como por no dejarse franquear por aquí no defiende su
204 Pedro Tobar Cruz
libertad: en ellos se ha descubierto miras muy claras diciendo que cuando
uno quiere no arruinar su casa, se ve en la precisión de cuidar del buen
estado de la que está pared en medio con ella.
"Publicados estos papeles en Nueva España si el Congreso mexi-
cano acordara la proposición transcrita de dos de sus individuos, México
tendría en las naciones que saben respetar los derechos de las demás el
concepto de que sería digna en tal caso. Se manifestaría por todas partes
su injusticia y ambición: se diría que quiere ser conquistadora al mismo
tiempo que declarándose independiente de la antigua España publica
que las conquistas no dan derecho a quien las hace: se añadiría que piensa
en países lejanos cuando no ha acabado aún de consolidar la administra-
ción de los que tiene cerca: se demostraría la imposibilidad de gobernar
bien una extensión tan inmensa de territorio desde California hasta el
istmo de Panamá: quedaría en contacto con Colombia, y el da dos repú-
blicas que llegarían a ser rivales produciría consecuencias que no es difí-
cil prever: se alarmaría el nuevo mundo viendo dilatarse por toda la
América septentrional la dominación mexicana: la opinión general se
volvería contra México y la justicia triunfaría al fin.
"En todas las naciones que no han consolidado todavía su nuevo
sistema hay enemigos interiores. Los papeles públicos de México mani-
fiestan que los hay en aquella república, y los de las otras de América
confiesan la misma verdad. Supóngase que ocupan con tropas el gobierno
de Washington a los pueblos de Nueva España que quieran ser ^árte de
los Estados Unidos de Norteamérica, el de México a los pueblos de
nuestra república que quieran sujetarse a la mexicana, el de Guatemala
a los de Colombia que quieran agregarse a Centroamérica, el de Bogotá
a los del Perú que quieran unirse con Colombia, etc. La América sería
entonces imagen verdadera del caos. Los malcontentos de una república
darían voces a favor de la vecina. Todo sería confusión. Un desorden
general se extendería desde Texas hasta Chile. No habría paz, sosiego,
ni tranquilidad. La ambición europea cantaría victoria; y los americanos
libres tornarían a ser esclavos.
"Se indica por los diputados de México que la medida que piden
se funda en el derecho de represalia. Pero esto manifiesta solamente que
se ha olvidado la significación propia de la palabra y no se han tenido pre-
sentes los hechos.
"Represalia es el derecho que tienen los gobiernos de retener ytomar de los enemigos las cosas que se hallan en el Estado al tiempo del
rompimiento de la guerra. México no la ha declarado a Guatemala, ni
loMwtE — El Político — El Sabio 205
Guatemala la ha declarado a México. Están en paz ambas naciones; yla disputa, sobre Soconusco no puede fundar en sentido alguno la propo-
ne los diputados de Nueva España.
"Soconusco ha sido desde mis de dos siglos provincia de Guate-'
mala; Soconusco ha pronunciado del modo más solemne y espontáneo la
voluntad que tiene de seguir unida con Guatemala. Podría Guatemala
sin ofender el derecho de gentes tener en Soconusco una división protec-
tora o de respeto. Pero el Congreso del año anterior mandó que se reti-
rase la fuerza que había en aquel punto para que no la hubiese de esta
la mexicana mientras no se termine la cuestión pendiente.
desde el año pasado ie alegan los diputados autores
de la proposición, supóngase sin embargo que en Soconusco hubiera
alguna fuerza de nuestra república, ¿podría esto dar algún derecho al
gobierno mexicano?
oamérica dijera a los pueblos de Nueva España: Si
is separaros de aquella y uniros con esta república, yo enviaré fuerza
que proteja vuestra voluntad; el de México, previos los preliminares que
exigiría en tal caso el derecho público, podría hablar el mismo idioma a
los de Guatemala. Si el de Gentroamérica ocupara con la fuerza provin-
cias que desde siglos han correspondido y quieren pertenecer a Nueva
España; el de México podría obrar de la misma manera con arreglo a los
derechos que da una guerra legítima. Esto demandaría la reciprocidad
de derechos que tienen las naciones. Pero querer que el gobierno mexi-
cano ocupe con la fuerza a los pueblos de esta república que quieran
unirse con la de México sin que el de Centroamérica haya pensado ocupar
del mismo modo a los de aquella nación que quieran agregarse a ésta, es
violar los principios más obvios del Derecho de gentes, es olvidar la moral
pública que debe ser la base de las relaciones exteriores de las naciones,
es dar escándalo al mundo entero y sujetarse a las censuras de la opinión-
universal de los pueblos.
no creo que el Congreso de México sea capaz de aprobar una
proposición tan escandalosa. En él existen hombres que saben respetar
los derechos sagrados de las naciones. Yo los conozco. Su voz se habrá
hecho oir contra una petición tan injusta. Vuelvo a decirlo. El Congreso
de México no ha de querer cubrirse de oprobio a la faz de toda la Amé-
rica. No precipitemos nuestros acuerdos. Esperemos el correo: y con
presencia de las noticias que trajere deliberaremos con más datos.
206 Pedro Tobar Cruz
"Esto es lo que consulta la comisión en el dictamen que he tenido
el honor de extender. Yo opino que debe aprobarse". (Sesión del 17 de
abril de 1826).49
Piensa en el porvenir de Centroamérica, contempla el nuevo ama-
necer de nuestros pueblos y encandilado con los viejos sueños, objetiva la
comunicación de las dos océanos, como un puntal providencial en la sal-
vación económica de los países de América y más aún, de los países del
istmo, por eso, en la sesión del Congreso del 27 de abril de 1826, hace
présente su hermoso proyecto, donde condensa la más grande de sus aspi-
raciones y habla de las grandes realizaciones futuras. Es el sueño de
Colón, de Balboa, y de cuanto conquistador con horizontes visionarios
llegaba al nuevo continente, era la obsesión de la comunicación intero-
ceánica. Valle, no era un derrotista en estos ideales, creía en el destino
de los pueblos y tenía esperanza, que Centroamérica, por sus innegables
condiciones climáticas, por sus reservas naturales, por sus riquezas y su
pujanza humana, está llamada a representar un papel de primer orden
en el conjunto de las naciones de más vigorosa altura. He aquí sus
palabras:
•EL GRANDIOSO PROYECTO DEL CANAL DE NICARA-GUA Y LA AMBICIÓN EXTRANJERA.
"ASPECTO POLÍTICO
"Todos los días se discuten cuestiones diversas y se determinan
asuntos distintos. Si algunos son infinitamente pequeños, el que se va a
examinar es infinitamente grande.
"Se trata del canal de Nicaragua que más de dos siglos ha sido
objeto de los geógrafos, de los economistas y de los políticos: se trata de
unir las aguas del Atlántico con las del Pacífico, y hacer océano lo que
es tierra firme: se trata de mudar los destinos de la república, de la Amé-rica y del mundo entero. .
"L'n Estado vasto, fecundo en su territorio, rico en sus produccio-
nes, colocado en medio de las dos Américas, situado entre dos mares,
hermoseado por un lago de 70 a 80 leguas de largo y de 25 a 30 de ancho,
que por una parte envía sus aguas al océano del norte y por el río de
49 Obras de José Cecilio del Valle. Tomo I. 1929. Guatemala, Centroamérica.
Iombre -! ICO — El Sabio 207
San Juan, y por otra no dista del Pacífico más que 7 leguas en unos
lugares y 4 en otros, es cuadro hermoso, propio para inspirar proyectos,
•- sas y excitar a especulaciones.
\ rol momentos se traoipOTÜl el alma de gozo: quisiera
no s< mies: que se abriera el canal grande de comuni-
i: que la gozara desde luego los bienes que ofrece una
perspectiva tan bella.
io cesa al fin el entusiasmo, y comienza la razón a meditar en
i rl proyecto. Entonces se ve todo el orden de operaciones que
una empresa tan grande rea las dificultades yi las consecuencias: entonces se conoce que es preciso examinar
• cuestiones difíciles.
"I* ¿Puede abrirse un canal de comunii .u i<»n mtre los dos océa-
nos haciendo navegable el río de San Juan y cortando el terreno que hay
el lago de Nicaragua y el mar Pacífico?
¿Debe af i caso de ser posible su aperción?
"3* ¿Conviene abrirlo en el momento presente o debe diferirse
perfora a otros tiempos y circunstancias?
i ahí ir!<>. ¿debe fiarse la empresa a una com-
o hacerse de cuenta de la nación o sus hijos?
iis son los puntos que deben examinarse antes de acordar una
resolución definitiva'. No basta un examen poco detenido. La misma
ancia del asunto exige que el Congreso, circunspecto en todas sus
deliberaciones, lo sea en ésta más que en las otras.
a saber si es posible la aperción del canal es necesario reunir
multitud de datos y ejecutar diversidad de operaciones: es necesario reco-
nocer todo el terreno por donde debe pasar la línea del canal desde la
costa del norte hasta la del sur: es preciso hacer nivelaciones, determinar,
alturas y fijar grados: es preciso levantar la carta general del Estado, yla especial del río de San Juan, de la laguna de Nicaragua, y terreno
divisorio entre ella y el mar Pacífico.
¡a de esto se ha ejecutado hasta ahora con la exactitud nece-
saria.
*Xo se han hecho nivelaciones: no se han calculado alturas: no se
han determinado posiciones.
208 Pedro Tobar Cruz
"No tenemos todavía cartas, ni planos, ni croquis exactos. La
que formó el ingeniero don Juan Bautista Jáuregui el año de 1818 de lo
que se llamaba reino de Guatemala es entre las que he visto la menos
defectuosa, y no están en ella determinados los grados ni designada la
escala. El croquis del río de San Juan y su puerto hecho en 1790 por
el ingeniero don José María Alexandre no está arreglado, como confiesa
él mismo, a posiciones y distancias bien determinadas, sino fundado en
el conocimiento y cortas observaciones que hizo a su tránsito por él. El
croquis de la laguna de Nicaragua que se encontró entre diversos] papeles
del coronel Roberto Hogdson tampoco es exacto, ni está conforme con
el anterior, ni tiene escala. El plano ideal del río de San Juan, lago de
Nicaragua y terreno que lo separa de la costa del sur hecho en 1823 según
las indicaciones de don Manuel Antonio Cerda manifiesta en su mismo
título que tampoco hay en él exactitud, grados, ni escala.
"Debemos confesarlo con franqueza. No podemos decir si. es posi-
ble o imposible la apertura del canal. Nos faltan datos aún para formar
este juicio que es el primero en el orden de todos los que exige un proyecto
de tanta magnitud. Yo busqué esos datos el año de 1824 en la Secreta-
ría del gobierno cuando era individuo del poder ejecutivo; yo los he bus-
cado el de 1826 en la del Congreso ahora que soy miembro suyo; y no
los he encontrado en una ni otra.
2*
"Hechos los reconocimientos: ejecutadas las nivelaciones: calculadas
las alturas: determinadas las posiciones, si el resultado de todo esto con-
venciere la posibilidad del proyecto, yo seré el primero a decir que debe
ejecutarse oportunamente.
"No abriéndose en América otro canal que el de Nicaragua, serían
para nosotros inmensos los bienes e infinitas las consecuencias. La mente
#más vasta no puede abrazarlas en su totalidad. Una revolución extra-
ordinaria se haría de repente en la suerte de Nicaragua y en los destinos
de esta república y del mundo nuevo y antiguo.
"El comercio, que es el arbitro poderoso de los Estados modernos,
no tendría que atravesar el globo desde lo más boreal de la Europa hasta
lo más natural de la América para realizar sus grandes negocios: no ten-
dría que recorrer los mares de toda la costa occidental del África y doblar
el cabo tempestuoso de Buena Esperanza para ir a la India, a la Nueva
Holanda, y los mercados del Asia: no tendría que dar vuelta a toda la
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 209
América meridional y subir hasta el cabo de Hornos para tener relaciones
mercantiles con los pueblos de la costa occidental del Nuevo Continente:
no tendría que esperar el tiempo más favorable para la navegación sus-
pendiendo sus especulaciones en unos meses del año y ejecutándolas en
otros. Por vía más breve sin tantos riesgos ni peligros haría sus negocia-
ciones con la Nueva Holanda, la India y la América ahorrando cente-
nares de leguas, aprovechando todos los meses del ano, y economizando
fletes marítimos y gastos.
mundo antiguo se acercaría al nuevo. El océano no sería
sepulcro de tantos hombres. El movimiento del comercio sería más rápido.
Las especulaciones se multiplicarían. El precio de todos los géneros
bajaría en beneficio de los pueblos. La tierra sería más labrada, las
fabricas más animadas y los almacenes más llenos. La marina se aumen-
taría poderosamente. El genero humano estrecharía sus relaciones. La
población del mundo se duplicaría o triplicaría. Las luces de Europa
pasarían a la India y la América. La civilización universal haría progre-
sos infinitos. Las razas se mejorarían cruzándose unas con otras. Laespecie humana sería más bella, más ilustrada, más rica y poderosa. Nica-
ragua vería pasar por su suelo las velas de la Europa. Nicaragua sería
el emporio primero del comercio. Nicaragua sería el centro grande desde
donde se derramaría la riqueza a nuestra república en particular, y la
Vsia en general.
"Abriéndose canales en otros puntos del nuevo mundo, no serían
tan grandes los bienes que nos haría gozar el canal de Nicaragua. Pero
produciría muchos; y en obsequio de ellos debe abrirse abertura. Pero
el momento presente; ¿será el de la oportunidad para emprender una
obra tan grandiosa?
aquí otro punto más delicado que los otros. He aquí la
cuestión que en las actuales circunstancias debe ocupar más al Congreso.
"Se pondera la inmensidad de bienes que promete el canal. Impa-
ciente por hacer a mi patria todos los que puede gozar, yo fui en otro
tiempo uno de los más exaltados en este proyecto. Pensé después másdetenidamente en él: vi todo el desarrollo de consecuencias que produciría
su ejecución: y "conocí la necesidad de ser cauto o circunspecto en obras
tan grandes como la presente.
210 Pedro Tobar Cruz
"La nota de 19 de diciembre de 1824 que pasó el Ministerio de
Relaciones a la secretaría de la Asamblea nacional y dicté yo mismocuando era individuo del gobierno, acredita mis pensamientos desde
aquella fecha. Yo dije entonces que si visto el asunto en; su aspecto eco-
nómico ofrecía grandes utilidades, considerado en su aspecto político
parecía muy clara su delicadeza: yo indiqué algunos datos que la conven-
cían: yo concluí diciendo que si a pesar de ellos se celebraba la contrata
era prudente poner a la provincia de Nicaragua en el mejor estado de
defensa.
"No tengo motivos, ni se han presentado razones que me hagan
variar de opinión. Sigo firme en ella. Juzgo que no conviene abrir el
canal en el momento presente. Creo que debe diferirse su apertura a
otros tiempos y circunstancias.
"Todos los puntos o lugares del globo han sido objeto de celos yrivalidades desde el instante en que se les ha puesto en estado de ser inte-
resantes al comercio. Lo era en el Mediterráneo la isla de Malta, y por
serlo fue sucesivamente conquistada por la Francia y la Inglaterra. Loera Gibraltar en el mismo mar. España estaba en posesión pacífica; ylos ingleses tomaron aquella fortaleza en 1704 y continúan hasta ahora
dueños de ella. Lo era la isla de Córcega en el mar de Toscana; y por
la importancia de su posición fue ocupada por los cartagineses,, los roma-
nos, los sarracenos, los genoveses, etc. Lo era la isla de Sicilia, y por sus
ventajas para las relaciones del comercio, fue también conquistada por
los sarracenos, los españoles, los franceses, etc. Lo era el cabo de Buena
Esperanza después que lo descubrieron los portugueses, y por su ventajosa
situación para el comercio de la India Oriental se estableció en él una
compañía holandesa: los ingleses lanzaron después a los holandeses en
1795: los franceses intervinieron posteriormente; y en el tratado de Amiens
se estipuló su restitución a la Holanda.
"No es preciso recordar otros ejemplos. La historia entera de los
establecimientos de los europeos en la América y la India Oriental mani-
fiesta constantemente que todo país que llega a ser ventajoso para el
comercio es objeto de celos, rivalidades, guerras y conquistas.
"Nicaragua, colocada en posición tan ventajosa, no ha sido olvi-
dada de las naciones extranjeras. En todas las geografías se pondera con
encarecimiento la importancia de su situación. Bryan Edwards escribió
una memoria sobre el canal de comunicación entre ambos mares, y en
ella empleó diversas razones para manifestar al gobierno inglés que debía
Valle — El Hombre - 1 co — El Sabio 21
1
apoderarse del istmo de Nicaragua por fuerza o por negociaciones. En
una obra posterior publicada el ano de 1821, se ha dicho que los ministros
ingleses no han perdido de vista tan grande asunto, ni otros datos que
•obre lo mismo se les han comunicado por varios sujetos instruidos que
han residido en la bahía de Honduras. En otros papeles ingleses sobre el
comercio de la India se ha dicho que el istmo de Darién es una lengua
de tierra muy estrecha entre San Blas y los indios mosquitos: que Porto-
belo, Chagres y Panamá pueden considerarse como la llave de todo el
país, y deben pertenecer al fin a una de las grandes potencias de Europa
y no a los Estados Unidos de América. Una expedición inglesa prepa-
rada en Jamaica, dirigida por el general Kemble y auxiliada por el rey de
los Zambos y Moscos atacó al puerto y castillo de San Juan el año de
1780. La Real orden de 15 de octubre del mismo año indica los pensa-
tos que ha habido y no debe oh I ingreso.
inte de ofender a los gobiernos de las naciones
extranjeras. No digo que haya en sus agentes miras injustas o contrarias
a nuestros derechos. Creo que el nombre del ministro actual de Inglate-
rra será inmortal en la memoria de los americanos. Pero el carácter
mas grande de un cuerpo legislador debe ser la previsión. No debe fijar
los ojos solo en el momento presente. Debe extenderlos a lo futuro. Debe
considerar que los funcionarios de los gobiernos se mudan: que las rela-
ciones se varían, y las circunstancias se alteran.
Nicaragua ha sido objeto de pensamientos cuando no tenía otros
atractivos que los de la naturaleza; teniendo un canal de comunicación
entre los dos océanos y haciéndose de este modo el punto más importante
del globo, ¿no será con mayor razón el blanco de las voluntades y pro-
yectos?
*stra república acaba de proclamar sus derechos y crear su
gobierno. Su independencia no está todavía consolidada. Ninguna poten-
cia de Europa la ha reconocido hasta ahora. No está aún organizado
todo el ejército ni creada toda la hacienda que puede tener. Hay disputa
sobre límites por una parte con México y por otra con Colombia, El
gobierno mexicano cree que le corresponde la provincia de Chiapa: el
colombiano piensa que le pertenece la costa que se extiende desde el cabo
de Gracias hasta el Chagres: y en esa costa está el puerto y río de San Juan
que debe formar parte del canal. El territorio de Nicaragua por donde
debe abrirse linda con el de los indios moscos que tienen relación con
212 Pedro Tobar Cruz
extranjeros. Nicaragua acaba de sufrir una revolución dolorosa que ha
dejado sentimientos no borrados hasta ahora.
"Nuestra república está tierna todavía. Abrir ahora el canal es
poner en ella la manzana peligrosa de la discordia: es sembrar la semilla
de los celos y rivalidades extranjeras cuando no tenemos todavía desarro-
lladas nuestras fuerzas.
"Abriéndose en Nicaragua el canal de comunicación, nuestra repú-
blica tendrá la llave delicada del comercio: nuestra república decretaría
los aranceles subiendo o bajando los derechos de importación y exporta-
ción. Todas las. naciones quedarían en este sentido dependientes de la
nuestra. ¿Y Estados más ricos y poderosos que el nuestro querrían sufrir
aquella dependencia? ¿Estados antiguos que saben concebir, preparar
y ejecutar planes vastos querrían sufrir las leyes que dictásemos?
"El barón respetable de Humboldt observando la costa de la Amé-
rica desde los 54 grados de latitud boreal hasta la isla de Chiloé designó
nueve puntos donde pueden hacerse ensayos para saber si es posible la
aperción de canales, o comunicaciones interiores por medio de los ríos.
Se hallan otras repúblicas de América en posición diversa de la nuestra;
tienen más desarrollados sus elementos, y su independencia está ya recono-
cida por la Inglaterra. Yo observo sin embargo que no han abierto hasta
ahora canales ni fiado su aperción a^compañías extranjeras. Este ejemplo
me parece digno de imitarse. Yo veo en él mucha prudencia; y deseo que
no la olvidemos nosotros.
"Pueden levantarse fortalezas en Nicaragua: puede estipularse su
construcción en la misma contrata del canal: pueden acumularse unas
sobre otras las condiciones y calidades. Pero Gibraltar es una roca; y fue
ocupada por los ingleses. Gibraltar es una fortaleza de las más grandes
de Europa; y fue ocupada por los ingleses. Gibraltar pertenecía a una
nación que tenía entonces riqueza, poder y gobierno consolidado y fue
ocupada por los ingleses.
"Nicaragua sin canal no ofrece tantos atractivos como Nicaragua
con canal. En Nicaragua sin canal no hay para ocuparla los motivos o
pretextos que puede haber en Nicaragua con canal. En Nicaragua sin
compañía extranjera que tenga privilegio exclusivo, y sea por él casi
dueña del comercio marítimo no hay tantos motivos para temer como en
Nicaragua influida por una compañía poderosa que tenga aquel carácter.
"Xas condiciones o artículos de una contrata son (hablando en
general sin agraviar a ninguno en particular} garantía muy pequeña
cuando no hay fuerza poderosa que las haga respetar.
¡Iombre — El Político - 213
KM jamás la marcha gradual de la naturaleza. Conso-
lidemos nuestra independencia: apoyémosla en las dos fuerzas que deben
sostenerla, la moral y la física: pongamos en buen estado nuestras relaciones
ores: sigamos planteando v afirmando nuestras instituí iones; y
concluidos estos trabajos cuando están mis desarrollados nuestros cimien-
tos, pensemos entonces en empresas que ahora serían peligro
"Es brillante: es lisonjera: es llena de atractivos la de un canal que
una los dos océanos. Pero bajo esa brill |* litaros, hay riesgos,
hay abismos.
27 de abril de 1826. El momento presente
tud.itl para abrir d canal de Nicaragua.
"Aun en el caso que lo fuera, no ti' (tratarse su ejecución
inpañía extranjera. Debería hacerse de cuenta de la Dación
i na compañía compuesta de hijos de ella.
B padre prudente de familia que juzga necesarias algunas obras
busca empresarios extraños que vayan a su propiedad a
asta su rea usufructo d<- las mismas obras.
nal. con él las hace de su#cuenta. Si no lo tiene, lo solicita
para ejecutarlas él mismo.
v'obierno que sea padre de los pueblos que dirige, tampoco debe
busca i »s extranjeras para que vengan a levantar obras que
pueden ser peligrosas, y recibir sus productos y gozar privilegios por multi-
tud de años. Si la hacienda pública tiene fondos, con ellos emprende las
obras; y si no los hay en la tesorería, los pide en empréstito, y trabaja
con los que recibe.
na. España. Francia, Austria podían sin peligro fiar a empre-
anjeros la ejecución de sus obras públicas porque son naciones
antiguas, v tienen gobierno establecido, hacienda y ejército organizado.
Francia, Austria han obrado sin embargo de distinta
man roo caminos, abrieron canales y levantaron obras prodigio-
:i contratar su ejecución con compañías extranjeras. Los caminos,
memorables que existen en Europa son los de los antiguos romanos,
y esos caminos se hicieron de cuenta de la nación. Los canales que Napo-
león abrió en Francia fueron hechos de cuenta de la nación. El de Urgel
214 Pedro Tobar Cruz
y el de Aragón fueron también emprendidos en España de cuenta de la
nación.
"Los caminos públicos, las comunicaciones libres, dice un hombre
de .luces hablando a los nuevos Estados de América, hacen la riqueza de
un pueblo. Pero estas empresas no deben fiarse a los extranjeros, porque
los caminos no serían en tal caso sólidamente construidos, y costarían cua-
tro veces, más de lo que deben valer. Como los caminos no pueden
hacerse en un día, tampoco es preciso reunir a un tiempo todo el dinero
que debe gastarse, y basta que el Estado designe una suma anual. La
economía del gasto debe ser objeto de grande consideración. Los solda-
dos, los reos condenados a obras públicas deben emplearse en estos traba-
jos para procurar de este modo grandes ahorros. Los romanos los hacían
así. La Austria lo practica actualmente. ¿ Por qué pues, no lo haremos
nosotros ?
"Es empresa más difícil la de levantar ciudades y formar pueblos
que la de abrir un canal; y las ciudades de la república: la Nueva Gua-
temala donde vivimos fueron levantadas por lá nación. Es empresa más
difícil la de crear una república donde solo había colonias; y esta obra
grandiosa se está haciendo por la nación.
"Habiendo actividad en un gobierno: fijándole bases: dándole el
plan, y declarándole responsable si no sabe ejecutarlo, los trabajos del
canal tendrían rapidez, y se concluirían en pocos años.
"Si faltan fondos para comenzarlos, es muy fácil proporcionarlos.
No. ha mucho que se ajustó el empréstito con la casa Barclay; y en la
contrata se obligó al Gobierno federal a no celebrar otro préstamo en
Europa en el término de dos años contados desde la fecha del pacto. Hacorrido ya el primer año y en breve correrá el segundo. Tomando medio
millón de pesos de ese empréstito, con él puede comenzarse la obra del
canal mientras corren los dos años de la contrata; y corrido el bienio
puede ajustarse otro préstamo en Europa si no se quiere contratarlo antes
en América, donde no lo prohibe la contrata.
"Si no hay ingenieros: si no tenemos artistas: si faltan instrumentos
y máquinas, es también trabajo muy fácil y sencillo el de traer todo esto
de Norteamérica, de Inglaterra o de otra nación. Yo podría designar
un hombre activo, desinteresado y patriota que volaría a traer lo que
necesitamos.
"Si queremos ahorrar jornales de operarios, pueden destinarse los
reos condenados a trabajos públicos: puede emplearse la tropa que debe
Valle — El Hombre — El Político — Ei Sabio 215
aumentare y organizare; y entonces te llenarían los deseos del publicista
sabio que quería que el soldado no estuviese ocioso.
lias que se trató del nombramiento de agentes espe-
ciales para préstamos o contratas de diversas especies. Yo manifesté que
nuestros ministros diplomáticos son los que deben evacuar estos encargos
según las instrucciones dadas por el poder ejecutivo y aprobad*! por
teste que las escaseces de la hacienda pública no per-
ar agentes o comisionados, siempre gravosos a los intere-
ses de la república. La may< >ngreso acordó sin embargo que
el gobierno nombrase agentes y que solamente los hijos de esta nadanpudiesen ser nombrados. Yo, fijo siempre en el bien de mi cara patria,
pedí entonces se declarase que si una casa extranjera de probidad y segu-
ridad ofreciese evacuar aquellos encargos con condiciones más ventajosas
que los hijos de la república, debe ser pi no parece justo
muy claras razones que fundan mi propo> ría del Con-
greso se sirvió reprobarla; y de su reprobación infiero consecuencias que
hacen mas evidente lo que me he propuesto demostrar. Si en asuntos
menos graves, los hijos de la nación deben ser preferidos, m un negocio
de tanta delicadeza y trascendencia ¿no deberán serlo razón?
I comisiones pequeñas no deben ser antepuestas las casas extranjeras
robidad, fondos y respetabilidad, ¿en una obra tan grande podrán
I derecho de preferencia?
a compañía extranjera no hace proposiciones por servir a la
;blica. Las hace por avanzar en sus intereses. Y esos intereses que
han de refluir en beneficio de compañías extranjeras, ¿no sería másimportante que refluyesen en beneficio de la nación, o de una compañía
compuesta de hijos de la misma nación?
casa de Barclay dice en uno de los documentos que existen
en el expediente que habiendo recibido noticia de su apoderado en esta
capital de que se iba a concluir la contrata del canal, la compañía de la
unión del Atlántico con el Pacífico le ofreció por el contrato treinta mil
libras esterlinas que son 150 mil pesos. De aquí se infiere una consecuen-
tva en mi opinión. Uno y otro apoderado Beneski que lo es de
la casa de Palmer, y Baily de la Barclay se han convenido en los puntos
que ha propuesto la comisión. Luego aun haciendo la contrata del modoque dice la comisión es ventajosísima para el empresario. Luego aun
ajustándola de aquella manera ofrece tantas utilidades que solo por la
cesión del contrato se prometen 150 mil pesos.
216 Pedro Tobar Cruz
"Pero supóngase que una compañía extranjera concluyese el canal
en más breve tiempo y con menores gastos. Aún en este caso opino que
la empresa debe ejecutarse de cuenta de la nación. La dilación y el
aumento de gastos son males menores que los que pudiéramos sufrir
haciéndose la obra de cuenta de compañías extranjeras.
"Una compañía que ha de gastar millones en la aper.ción del canal
es una compañía de muchas relaciones, de muchas influencias, de muchariqueza y poder. Cualquiera diferencia o disputa sobre el espíritu o
inteligencia de cualquier artículo de la contrata nos haría entrar en lucha
con una compañía que por sus relaciones podría hacer que tomase parte
de su gobierno.
"Si ocurriera desgraciadamente alguna revolución en Nicaragua,
diría la compañía que se le debía permitir llevar tropa extranjera para
continuar sus trabajos porque nuestro gobierno no podría en su concepto
enviarle toda la tropa que creería necesaria.
"Si corrieran voces, verdaderas o fingidas, de un rompimiento
próximo de guerra, diría también que era preciso permitirle tropas extran-
jeras para defender el Estado de Nicaragua por que las naciones le pare-
cerían insuficientes.
"Otros motivos o pretextos nos pondrían en compromisos que nos
harían derramar lágrimas. Y cuando no ocurriesen causas de aquella
clase ¿sería fácil hacer que se retirase voluntariamente una compañía que
por espacio de tantos años debe estar según la contrata gozando los pro-
ductos y ventajas del canal?
"El decreto del 27 de junio de 1825 permite a los extranjeros dedi-
carse al oficio, arte o industria que más les acomode: les permite dedi-
carse en particular o por medio de compañías al laborío de las minas:
les permite adquirir la propiedad de ellas por cualquier título que no sea
el de denuncio. Pueden los extranjeros establecerse en el Estado de Nica-
ragua en el número de familias que quieran para trabajar minas, cultivar
tierras y ejercer cualquier arte u oficio. Si a más de estos se establece en
el mismo Estado una compañía poderosa que tenga la llave del comercio
teniendo un privilegio que se la pone en las. manos, ¿y no habrá motivos
para que un legislador prudente prevea todo lo que puede suceder?
"Yo no soy enemigo de las compañías extranjeras. He deseado:
lie procurado que las haya sobre algunos ramos de industria: sigo cons-
tante en mis deseos, y creo que al fin tendré la satisfacción pura de haber-
los llenado.
! <mbre — El Püüticü — Ei. Sauio 217
raciocinios se fijan en la compañía extranjera del canal de
ie en ella veo caracteres que no puede haber en otras,
haberse hecho reconocimientos, ni ejecutado nivelaciones, ni
determinado alturas, ni formado presupuestos de gastos, calculado utili-
dades, ni manifestado el crédito y circunstancias de la casa de Palmer, la
comisión propone que se ajuste con ella la contrata más delicada que
puede presentarse ai Congreso: propone que se le vaya reintegrando con
los dos tercios del producto de los derechos que se decreten sobre los
buques que atraviesen el canal: propone que se le pague un interés o rédito
de 10 por ciento de todos los fondos que se gasten en el canal: propone
que después de reintegrada de todo el capital y réditos se le ceda por
10 de 7 años la mitad del producto de los derechos indicados: pro-
pone que por el tiempo de 20 años se le conceda el privilegio exclusivo de
hacer ella sola la navegación en barcos de vapor: propone que se le pre-
fiera en las comisiones de compra de armamentos y otros artículos que
necesarios para la defensa del canal: propone que si no pudiere abrirse
el canal, la república se manifieste generosa con ella para indemnizarla
de los gastos que hubiere hecho.
propuesta en tales términos es dañosa para la nación,
bo oponerme a ella, yo me opongo efectivamente: yo pido que se
declare no haber lugar a votar el dictamen que se discute en su totalidad:
Iva a la comisión para que tenga presentes los pensamien-
tos que he indicado en este discurso". (Sesión del 27 de abril de 1826)".50
Continúa Valle, con interesante actuación en el Congreso, inter-
en novedosas mociones cuando cree la ocasión propicia; no solo
despierta la idea del proyecto del canal de Nicaragua, sino que, también
contempla el problema económico. En la sesión del 2 de mayo de 1826,
enfoca el problema del canal en ese singular aspecto, traza con maestría
los lincamientos fundamentales de tan magno plan y conmueve con sus
miemos, aún aquellos que viven indiferentes ante los coloridos del
futuro. Subraya las ventajas que reportará al país una construcción de
tantos alcances y con innegables beneficios al mundo entero, haciendo que
lo lejano acerque sus distancias para bien de los humanos intereses. Su
notable intervención dice así:
50 Obras de José Cecilio del Valle. Tomo L 1929. Guatemala. Centroaméríca.
218 P E D R o T o
"ASPECTO ECONÓMICO
II
"El día 27 del mes anterior, cuando se discutió en su totalidad el
dictamen de la comisión sobre el canal de Nicaragua, llamé principal-
mente la atención al aspecto político del asunto. Lo vi por este lado; y
de consideraciones que no deben olvidarse deduje, que debía declararse
no haber lugar a votar por artículos.
"Ahora se discute el artículo 12 de las bases que propone la comi-
sión: y voy a examinar el negocio en su aspecto económico.
"El artículo dice: V Que al empresario se darán dos tercios del
producto líquido de los derechos que se decreten sobre los barcos que
transiten por el canal: 2 9 Que se le pagarán aquellos dos tercios todo el
tiempo que sea necesario para "reintegrarle del capital y réditos: 3 9 Que
los réditos que se le deben satisfacer serán a razón de 10 por ciento.
"Se cree inmenso el beneficio que nos va a hacer este artículo.
La república, se dice, va a recibir un tercio de derechos sin haber gastado
un cuarto: La república va a crear una nueva renta sin haber hecho ero-
gación alguna.
"Mi opinión es diversa. Yo pienso que el artículo es contrario a
lo que dicta la razón, contrario a los intereses de la república, contrario
a la disposición expresa de un decreto del Congreso sancionado por el
Senado.
"La razón dicta que antes de celebrar contrata sobre una obra,
antes de acordar indemnizaciones al empresario que ofrezca ejecutarla,
antes de fijar las cantidades, réditos, gracias, y privilegios que se le hayan
de otorgar, se haga el cálculo aproximado de los costos que pueda tener
la obra para compararlos con las utilidades que prometa, y saber por el
estado comparativo de unos y otras si conviene su ejecución y en qué tér-
minos debe contratarse. Sin números no debe decretarse obra alguna de
ninguna clase. Es preciso sumar y restar antes de emprender.
"No hay en las naciones cultas del mundo un solo gobierno que
contrate o emprenda la ejecución de una obra pública sin formar antes
presupuestos aproximados de gastos y cómputos de utilidades. ¿Podre-
mos nosotros acordar la obra más grande y peligrosa «de la república ydesignar al empresario réditos, gracias y privilegios sin preceder cómputo
Valle — El Houbu — El Político — El Sabio 219
que deben ser previas?
habiendo un cómputo aproximado de gastos, no podemos i
oto que pueda tener el canal ignorando el costo, no podemos saber
capital: ignorando el capital, no podemos saber cuánto
i taran los intereses a razón de 10 por ciento: ignorando la cantidad
a que suben los réditos, no podemos saber si el producto líquido de los
derechos bastará para cubrirlos: ignorando si bastará para cubrirlos no
podemos saber si recibirán el empresario dos tercios y la república uno
de aquel prod do: ignorando si el empresario recibirá los dos
tercios que se proponen para su reintegro, no podemos saber si se perpe-
tuará por siglos en el Estado de Nicaragua con el privilegio exclusivo que
se propone a su favor: ignorando si la república recibirá el tercio cjuc se
le designa, no podemos saber si llegará a existir la renta que se espera
crear.
"En las otras naciones de América pueden abrirse también cana-
les de comunicación según manifiestan Humboldt, Condamine y otros
viajeros.
«-guiar que piensen en esto cuando hayan, consolidado su inde-
-arrollado más sus elementos de fuerza y riqueza. Y lle-
gado ese caso, abiertos otros canales en las demás repúblicas, ¿el producto
del nuestro podrá ser tan grande como se pondera?
icnta de alcabala interior y exterior en todo lo que se llamaba
reino de Guatemala solo ascendía antes de nuestra independencia a 160
tos mil pesos, y después de nuestra independencia produjo 165,283
en el año corrido desde 1* de junio de 1823 a 31 de mayo de¡ 1824.
derecho de tránsito conviene que sea más moderado que el de
alcabala, porque a más de otras razones de utilidad el uno se exige a los
barcos solo por atravesar el canal, y el otro se cobra a los buques por
consumir en la república sus cargamentos.
no sé a qué cantidad ascendería ese derecho. Yo no sé si será
igual, doble, o triple de la que ha producido la renta de alcabalas, interna
y marítima.
'Tampoco se sabe el costo total que puedan tener el canal y for-
tificaciones. Algunos creen que subirá a 20 millones; otros gradúan que
será de 15: y otros lo bajan a 14.
220 Pedro Tobar Cruz
"Yo no puedo formar cálculos exactos ni aproximados porque no
habiéndose hecho reconocimientos, ni trabajado presupuestos me faltan
bases para hacerlos.
"Pero abriéndose canales en otras repúblicas de América: siendo
moderado el derecho que se exija a los barcos que pasen por el nuestro;
y deduciéndose de su producto los gastos de reparación, guarnición, yrecaudación, ¿será tan grande el sobrante líquido, que pueda haber con
él para dar un tercio a la república y pagar con los dos restantes parte
del principal, y el rédito a razón de 10 por ciento de un capital que
subirá a millones?
"Supóngase que el producto del derecho de tránsito por el canal
sea doble del de la renta de alcabalas: que el costo de la obra solo suba
a diez millones; y que el rédito se gradúe como propone la comisión a
razón del 10 por ciento. En tal caso el producto del derecho de tránsito
será 330 mil, y el rédito del capital ascenderá a un millón. Del producto
del derecho deben deducirse, según lo acordado por el Congreso anterior,
los gastos de reparos del canal, los de la tropa que debe mantenerse para
su defensa, los de los buques de guerra que debe haber en el lago de Nica-
ragua con el mismo objeto, y los de recaudación del derecho de tránsito.
Haciéndose estas deducciones no quedará sobrante para ir amortizando
el capital, ni para pagar sus réditos. La república no- recibirá el tercio
que se designa del producto líquido: la deuda nacional se aumentará cada
año en un millón si no se pagaren réditos de réditos, y en más de un
millón si se acumularen al capital los réditos que no se pagaren: al cabo
de cien años la deuda de la república será de más de cien millones: nopodrá amortizarse; y la compañía extranjera que haya abierto el canal
será eterna en el Estado de Nicaragua, y formalizará acaso pretensiones
que alarmarán a quien se detenga a meditarlas.
"Adelántese el supuesto. Permítase que el producto del derecho
de tránsito sea triple del de la renta de alcabala. Subiría en tal caso a
495 mil pesos y deducidos de esta cantidad los gastos de reparos, guarni-
ción y recaudación, ¿habría con el sobrante para pagar el millón de rédi-
tos y los diez millones del capital?
"Extiéndase más el supuesto. Concédase que el producto del
derecho de tránsito sea cuádruple del de la renta de alcabala. Ascendería
en tal hipótesis ha 660 mil pesos. Pero restadas de esta suma las de
reparos, guarniciones y recaudación, ¿podría cubrirse confio que quedase
los diez millones del capital y el un millón de réditos?
.Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 221
"La contrata, vista solamente en un aspecto económico, prescin-
diendo de su aspecto político, será más o menos ruinosa, más o menos
Nt-gún fuere el costo del canal, el rédito que se gradúe, y las demás
iones que se estipulen. No sabe el Congreso a qué cantidad ascen-
derá el costo del canal: no tiene datos sobre los puntos más principales.
Todo es duda: todo t añore: todo es obscuridad. Y en tinieblas
tan densas ¿qué es lo que dicta la prudencia? ¿Que se gradúen réditos
y se cierre el pacto sin haber formado presupuestos de gastos y utilidades?
M no se ajuste la contrata hasta que se hagan reconocimientos y se
n las erogaciones y provechos?
"La comfrion propone que se pague a Mr. Carlos Beneski como
apoderado de Mr. Palmer el capital que se gastare en la abertura del
canal y fortificaciones que deben hacerse: que se le satisfaga un rédito
de 10 por ciento de todo el cap ido: que después de reintegrado
de todo el capital y réditos te le done por espacio se siete años la mitad
del producto del derecho de tránsito por el canal: que a más de esto s< 1-
conceda por veinte años contados desde la conclusión del canal el privi-
legio exclusivo de emplear barcos de vapor para el transporte de frutos
y géneros; y que si por obstáculos invencibles no pudiere abrirse el canal,
la república se manifieste generosa con él.
aquí condiciones que aumentan el gravamen de la nación. Hecondiciones que van a perpetuar en el Estado de Nicaragua a una
compañía extranjera. He aquí condiciones que van a poner en una aso-
ciación extraña las llaves principales de nuestro comercio. He aquí condi-
ciones que van a producir disputas, diferencias y pleitos. He aquí con-
ries opuestas a los acuerdos del Congreso anterior.
*"E1 decreto de 16 de junio de 1825 expedido por el Congreso y
sancionado por el Senado dice así: Se abrirá un canal en el Estado de
igua. El gobierno ofrecería a los empresarios una indemnización
correspondiente al costo que tuviere la abertura del canal y las dificulta-
des que hayan de vencerse. Si por obstáculos invencibles no pudiere
abrirse el canal, no se dará al empresario indemnización de ninguna espe-
cie: y la comisión propone que aun en aquel caso la república se mani-
generosa con el empresario. El decreto dice, que el gobierno ofrezca
indemnización a los empresarios; y no es el gobierno, sino la comisión la
que ofrece esa indemnización a los empresarios. El decreto deseoso de
extinguir una deuda tan gravosa, destina a este fin todos los productos
líquidos del canal: y la comisión solo aplica al mismo objeto los dos ter-
cios de aquellos productos. El decreto dice, que si solo puede abrirse
222 * Pedro Tobar Cruz
canal para comercio de transbordo, y no para navegación de buques del
mayor porte posible, las indemnizaciones sean proporcionadas a la menor
utilidad que tendría entonces la república; y la comisión sin hacerse antes
los reconocimientos necesarios para saber si puede abrirse canal para
navegación de buques grandes, o solo para comercio de transbordo, pro-
pone indemnizaciones que no guardan proporción con uno y otro caso.
"En sesión del 27 de abril último manifesté que en la posición
actual de la república no debe abrirse el canal, sino reservarse a otros
tiempos y circunstancias: demostré que en el caso de abrirlo no debe
emprenderse su abertura por compañías extranjeras sino de cuenta de la
nación. Podía acordarse esto sin inconveniente alguno porque si el gobier-
no ofreció recibir proposiciones de extranjeros o naturales, las que se han
hecho son inadmisibles por el daño que pueden producir a la república;
y declarándolo así el Congreso, podía acordar después que se abriese el
canal de cuenta de la nación. Se objetó sin embargo el decreto precitado
de 16 de junio en que el Congreso anterior mandó abrir el canal, olvi-
dando que yo no me opongo a la abertura de él; y lo que he dicho es
que debe abrirse de cuenta de la nación cuando sea tiempo oportuno ydespués de los reconocimientos y cálculos correspondientes.
"En la sesión de ayer manifesté que el artículo que se discute yotros que le siguen son contrarios al mismo decreto de 16 de junio. Es
clara la contrariedad; y sin embargo de serlo se ha dicho que no debe
citarse aquel decreto, y que el Congreso puede revocarlo.
"Valga la razón. O está vivo el decreto o está revocado. Si está
derogado, ¿por qué no se manifiesta la ley que lo revoca? ¿Por qué se
objetó cuando demostré que la abertura del canal debe diferirse a otros
tiempos y circunstancias? Y si está vivo, ¿por qué no se le da cumpli-
miento puntual? ¿por qué no se observa lo que declara en términos tan
expresivos? Si el Congreso puede revocarlo en unos artículos, ¿no podrá
derogarlo en otros?
"Yo no apruebo el artículo que está en discusión. Opino que debe
volver a la comisión para que teniendo presentes razones que me parecen
muy claras dictamine lo que exigen los intereses de la república". (Sesión
del 2 de mayo de 1826) ". 51
*
En la sesión del Congreso del 12 de mayo, la intervención de Valle
se dirige, a hacer un. análisis del contratante Mr. Aron Palmer y de su
51 Obras de José Cecilio del Valle. Tomo I. 1929. Guatemala, Centroamérica.
Iombu — El Político — El S 223
apoderado Mr. Carlos Beneski, sobre la construcción del canal de Nica-
ragua. Con juicio sereno hace entrega de su pensamiento, sin marginar
los puntos que deben ser calificados, para ver la conveniencia y las ven-
tajas que ese proyecto pueda reportar. Valle dice:
KS EL CONTRATAN II
III
: Carlos Beneski ofreció a nombre de Mr. Aron Palmer abrir
el canal de Nicaragua del modo que expresan sus proposiciones.
•n que se ha presentado Beneski es el de apoderado
de Palmer. Era preciso saber si Palmer tiene el crédito y circunstancias
necesarias para una contrata de tamaña magnitud: era preciso examinar
si Beneski tiene poderes de Palmer y si son bastantes esos poderes.
"Sin haberse discutido ni uno ni otro punto, el Congreso se simó
aprobar el 24 de abril último el artículo siguiente que le propuso la comi-
sión: El gobierno contratará la empresa del canal de Nicaragua con Mr.
Carlos Beneski como representante de la casa Palmer.
no estaba presente cuando se pronunció este acuerdo. Des-
pués que lo vi manifesté, que no sabía quién es Palmer, ni cuáles son
rcunstancias de su Casa; y que los poderes de Beneski, no son bas-
tantes. Pedí en su consecuencia: 1* Que se leyesen los documentos que
hubiese relativos al crédito y circunstancias de Palmer: 2* Que se leyesen
los poderes que hubiese presentado Beneski: 39 Que se examinase si los
documentos relativos al crédito y circunstancias de Palmer son bastantes
para comprobar uno y otro: 4* Que se examinase si los poderes que
hubiese presentado Beneski son bastantes para acreditar la legalidad de
su personería.
"El Congreso se sirvió aprobar el primero y segundo punto acor-
dando que se leyesen los documentos relativos a Palmer y los poderes de
Beneski. Pero n« se han leído unos ni otros. No existen en el expediente
documentos bastantes para comprobar el crédito y circunstancias de Pal-
mer. Tampoco son bastantes los poderes de Beneski que he visto priva-
damente y no están en el expediente.
"El Congreso se sirvió reprobar el tercero y cuarto punto que pedí
que se examinase si deben calificarse de bastantes los documentos que
hubiese relativos al crédito de Palmer y los poderes de Beneski. Se dijo
por algunos C. C. diputados que esta calificación correspondía al gobierno.
224 Pedro Tobar Cruz
Pero si el Congreso tuvo facultad para acordar que el gobierno contra-
tase la empresa del canal con Mr. Carlos Beneski como representante
de Palmer, ¿no la tendrá para examinar si Beneski es representante de
Palmer ?
"El diputado Güell hizo proposición el 28 citado de abril último
pidiendo, que al artículo aprobado: El gobierno contratara la empresa
del canal con Beneski como representante de Palmer, se añadiese califi-
cando previamente la legitimidad de los poderes de Beneski, y la publici-
dad de la Casa de Palmer para realizar la contrata.
"Si pasó esta adición a la comisión que ha despachado el asunto
del canal; y la comisión propuso el 10 del corriente el artículo que sigue:
'El Congreso presta su anuencia a la contrata del canal de Nicaragua con
el representante de Palmer si se verificare bajo las siguientes condiciones'.
"El Congreso se sirvió aprobar este artículo ayer once del presente
mes. Las condiciones a que se refiere son los artículos propuestos ante-
riormente por la comisión y aprobados por el mismo Congreso; y ninguno
de estos artículos es relativo a la calificación de los poderes de Beneski
y documentos que hubiere sobre el crédito de Palmer.
"lia proposición del diputado Güell es contraída a pedir expresa-
mente que se diga al gobierno, que 'califique la legitimidad de los pode-
res de Beneski y la publicidad de la casa de Palmer'; y la comisión no
expresa una sola palabra sobre estos puntos en el artículo que propuso
a la deliberación del Congreso.
"Entre las condiciones aprobadas por el Congreso la del artículo
26 dice así: 'La contrata será firmada y concluida dentro del tercero
día por el representante de la casa de Palmer, residente en esta Corte'.
Diciendo pues, que el Congreso presta su anuencia a la contrata con el
representante de Palmer si se verificare bajo las condiciones aprobadas,
se dice que la contrata se celebre dentro de tercero día con el represen-
tante de Palmer que reside en esta Corte. Diciendo que se celebre con
el representante de Palmer que reside en esta Corte, se dice que se celebre
con Beneski porque es el único que se ha presentado a nombre de Palmer
y reside en esta Corte.
"Recorriendo todas las condiciones aprobadas por el Congreso no
se vé una sola relativa a calificación de poderes ni documentos; y de aquí
puede deducirse otra demostración.
"Decir que el Congreso presta su anuencia a la contrata del canal
con el representante de Palmer si se verificare bajo condiciones aproba-
das por el Congreso, es decir, que debe celebrarse la contrata con la Casa
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 225
de Palmer siempre que se verifique bajo las condiciones aprobadas por el
Congreso. Decir que debe celebrarse la contrata con Palmer siempre
que se verifique bajo las condiciones aprobadas por el Congreso. Decir
que no se exige otra condición que las que ha aprobado el Congreso es
que no se exige la calificación del crédito y circunstancias de Pal-
mer, ni la de los poderes de Beneski, porque en las condiciones aprobadas
por el Congreso no está la de hacer aquellas calificaciones.
"Beneski (lo repito) se ha presentado como apoderado de Palmer.
Es preciso calificar sus poderes; y esa calificación debe hacerse por los
poderes legislativo y ejecutivo, o solo por el legislativo, o solo por el eje-
Yo creo que debe hacerse primero por el ejecutivo y después por
el legislativo cuando hecha la contrata por el primero se trate de ratifi-
carse por el segundo. A su tiempo lo pediré como corresponde. Ahora
me contraigo á decir que el Congreso declaró que no debe hacer él mismo
aquella calificación. De aquí se deduce que debe hacerla el gobierno;
y en tal caso, o ya la ha hecho el gobierno como dicen sin fundamento
algunos diputados, o no la ha hecho todavía, como han demostrado otros
con el expediente en la mano.
d Congreso cree que el gobierno ya ha hecho la calificación
de los poderes de Beneski y documentos relativos al crédito de Palmer,
yo hago proposición pidiendo al Congreso se sirva acordar, que el gobier-
no remita con su informe los poderes y documentos que haya tenido pre-
sentes para calificar la personería de Beneski y crédito de Palmer; y que
remitidos se pongan en la secretaría a mi disposición para pedir lo que
corresponda.
"Si el Congreso cree que el gobierno no ha hecho todavía la cali-
ficación de dichos poderes y documentos, yo hago proposiciones pidiendo
al Congreso se sirva acordar que al artículo siguiente aprobado ayer:
"El Congreso presta su anuencia a la contrata con el representante de
Palmer, se añada: si acreditare la legitimidad de su personería y el crédito
y circunstancias de su poderdante". (Sesión del 12 de mayo de 1826).52
En la sesión del día 18 de mayo, vuelve Valle nuevamente a inter-
venir en el proyecto de la construcción del canal de Nicaragua, pero esta
vez, su intervención se concreta, al trámite que debe seguir el ya men-
cionado proyecto para la aprobación respectiva. Dice lo que sigue:
52 Obras de José Cecilio del Valle, Tomo L 1929. Guatemala, Centroamérica.
226 Pedro Tobar Cruz
"TRAMITE
IV
"No hay motivo para dudar en el punto que se discute. La cons-
titución está muy expresa.
"Se examina si debe pasarse a la sanción del Senado el decreto
en que el Congreso se ha servido acordar que se contrate con el repre-
sentante de Palmer la obra del canal de Nicaragua concediéndole los dos
tercios del producto líquido de los derechos que se impusieron por todo
el tiempo necesario para reintegrarle del capital que invirtiere y el rédito
a razón de 10 por ciento, donándole la mitad de aquellos derechos por
7 años contados desde aquel en que acabare de reintegrarse, y franqueán-
dole el privilegio exclusivo de barcos de vapor por espacio de 20 años, etc.
"Yo no penetro la razón que pueda haber para decir que no debe
pasar al Senado un decreto de esta clase. El artículo 77 de la Constitu-
ción dice:
"Todas las resoluciones del Congreso necesitan para ser válidas
tener la sanción del Senado, exceptuándose únicamente las que fueren
sobre su régimen interior, lugar y prórroga de sus sesiones, sobre califi-
cación de elecciones y renuncia de los elegidos, sobre concesión de cartas
de naturaleza, y sobre declaratoria de haber lugar a la formación de causa
contra cualquier funcionario.
"No se trata en el decreto de régimen interior del Congreso, ni
del lugar de sus sesiones, ni, de la prórroga de ellas, ni de calificar elec-
ciones, ni de otorgar cartas de naturaleza, ni de declarar si ha lugar la
formación de causa contra algún funcionario. Se trata del canal de
Nicaragua. ¿Por qué no ha de pasar el decreto a la vista del Senado?".
(Sesión del 18 de mayo de 1826).63
En la sesión de la asamblea del día 3 de mayo, interviene en el
problema educacional, contempla el panorama de la niñez centroameri-
cana, llevando una vida vegetativa, se conduele de la pérdida de tantos
valores humanos, sin encontrar una mano amiga que los ponga en con-
tacto con alguna escuela, porque por desdicha son muy contadas las que
hay, ante situación tan deplorable, hace los comentarios siguientes:
53 Obras de José Cecilio del Valle. Tomo I. 1929. Guatemala, Centroamérica.
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 227
\( ION PUBLICA
"La instrucción pública es la fuerza o poder primero de una
nación. Ella es la que debe formar legisladores, gobernantes, magistra-
dos, militares y funcionarios capaces de hacer el bien y no producir jamás
d nuil ¿r |sj| pwblot,
"Convencido de esto, llamé a un punto tan importante la atención
del gobierno el año de 1824, cuando era individuo suyo. Se nombraron
nunkinnri que preparasen materiales para el plan general de instrucción
pública que debía formarse cuando hubiese fondos bastantes para plan-
tearlo; y mientras llegaba el día feliz se trabajó el de un colegio militar
que diese a la nación alumnos dignos de servirla.
"El día 2 de septiembre de 1824, acordó el poder ejecutivo, que
se presentase para su aprobación o reforma el plan de trabajo para el
establecimiento del Colegio militar. El Congreso se sirvió aprobarlo el
17 de junio de 1825 y el gobierno lo publicó el 21 de octubre del mismo
año.
m corrido muchos meses, y el colegio no ha sido hasta ahora
establecido. Creo que es de la mayor importancia su establecimiento; ypersuadido de su utilidad, pido al Congreso se sirva acordar que se
recuerde al gobierno el cumplimiento del decreto precitado de 17 de junio
de 1825'. (Sesión del 3 de mayo de 1826)."
En la sesión del 20 /de mayo, su intervención recoge una nueva
preocupación, se interesa por las leyes militares, por la formación de los
tribunales militares que han de juzgar a los oficiales del ejército, y esto,
es una prueba más de sus variados como vastos conocimientos, el interés
que despierta en él, una nueva legislación que venga a dar estabilidad a
un organismo que tiene una noble misión que cumplir. Su moción
dice asi:
"LAS LEYES MILITARES Y EL DERECHO DERECUSACIÓN.
'La discusión del Proyecto de ley que formé como individuo de la
comisión de guerra sobre los tribunales que deben juzgar a los oficiales
militares es una prueba convincente del bien que puede hacer un Con-
greso cuando se fija en el grande objeto de ¿u creación.
54 Obras de José Cecilio del Valle. Tomo L 1929. Guatemala, Centroamérica.
229 Pedro Toba» Cruz
"Es muy defectuosa la legislación militar que ha dirigido por espa-
cio de tantos años. Reúne en un mismo individuo las funciones incom-
patibles de ¡utv de sustanciación \ de fiscal acusador: no permite recusar
al capitán o comandante general que manda ejecutar la sentencia del
COnaejo ile guerra ni al auditor que le da dictamen sobre esto: no esta-
blece en realidad más que una instancia digna de este nombre; y por la
sentencia pronunciada en ella se veía un oficial condenado o absuelto.
"Todos eSOS defectos van a desaparecer en la lev que se esta dis-
cutiendo. Ya están aprobados los artículos que separan las funciones de
juez de las de fiscal, y establecen las instancias correspondientes. Se dis-
cute ahora el que asegura el derecho de recusar.
"En este punto así como en otros de nuestros códigos, los legisla-
dores han marchado sin principios: han vagado arbitrariamente, y dado
leves poco acordes entre si.
"En lo militar han negado absolutamente el derecho de recusar
en el caso que he indicado. En lo civil lo han restringido unas veces
declarando que solo puede ponerse recusación a tres asesores: lo han
ampliado otras, permitiendo formalizarla sin expresar ni probar causas:
lo han embarazado otras, exigiendo depósito previo de penas pecuniarias,
justificación de causas y sentencia prenunciada por compañeros del mismo
recusado.
"El hombre no debe ser juguete de legisladores poco justos o sabios.
Debe ponerse término a la arbitrariedad y fijarse al fin los principios.
"El derecho de recusar es uno de los iriás sagrados. Que se juzgue
al desgraciado que ha tenido la infelicidad de cometer un delito. Pero
que lo juzgue un juez recto que sepa administrar justicia. Que se im-
ponga pena al crimen. Pero que no se aumenten los crímenes sacrifican-
dose la inocencia o absolviéndose al delito por la venganza o favor de un
magistrado parcial.
"Ncjí.ir a un reo el derecho de recusar seria exponerlo a ser vic-
tima de las pasiones. Darle ampliamente aquel derecho sin expresar ni
probar causas seria concederle facultad ilimitada de ofender a los magis-
trados y hacer ilusorios los juicios. Permitirle que solo recuse a tres
jueces seria declarar que solo tres hombres pueden ser sospechosos. Haber
por recusado a un juez, y dejar que continúe conociendo con un acom-
pañado, seria mandar que continuase interviniendo el mismo a quien se
tiene por sospechoso.vYo veo sobre este punto más sabiduría en la legis-
lación eclesiástica que en la civil. La una exige en las recusaciones expre-
i< >mbre — El Político ~ El S 229
asen y comprobación de causas. La otra no exige uno ni otro en las que
se ponen al juez ordinario o delegado.
royccto de ley se sigue d ejemplo da la primera; y son
obvias las razones que lo fundan.
"Ixm oficiales acusados son ciudadanos, y los jueces lo son igual-
mente. Los derechos de los primeros no deben exponerse a ser s.wnti-
cados por jueces sospechosos. El honor de los segundos tampoco daba
ser agraviado sin fundara» • rl reo a todos loi jlMOH QJIM hfueron sospechosos. V Ha y pruebe causas bastant
esta manera se concillan los extremos. Se asegura al reo uno
de los medios mas justos de defensa: se conserva a los jueces la conside-
ración de que son dignos: se ocurre a la malicia que podría prolongar los
i y hacerlos ilusorios con recusaciones reiteradas: se separa a los
jueces que sean positivamente sospechosos; y se evita que las pasiones ten-
gan intervención en lo que no debe haberla". (Sesión del 20 de mayo
de 1826)."
la sesión d< tyo, 27, 29 y 30 del mismo, y 17 de junio,*
presenta interesante moción sobre la seguridad BJtfaiiai da la repftbttca y
hace consideraciones generales de las normas que deben resguardar esta
seguridad; por sus alcances en las relaciones públicas y sus amplias pro-
les para el futuro, este proyecto fue de lo más movido en las dis-
cusiones de la Asamblea federal de esa época. Dice Valle:
\
I DE LEY SOBRE DELITOS CONTRA LASEGURIDAD EXTERIOR DE LA REPÚBLICA
"El mes antcii honor de manifestar la necesidad de una
hre los di i la seguridad exterior de la república. A prin-
- del presente tuve el de formar el proyecto de esa ley; y ahora
a el de discutirlo en su totalidad.
55 Obras de José Cecilio del Valle. Tomo I. 1929. Guatemala, C. A.• Las Intervenciones de Valle correspondientes a los días 27, 29 y 30 de
mnyo y 17 de Junio siguiente, se pueden consultar en el primer tomo de las obrasiiio del Valle, compiladas por don José del Valle y el licenciado don
Jorge del Valle Matheu.
230 Pedro Tobar Cruz
"Yo abro mi discurso repitiendo lo que escribió un hombre sabio
gue supo desarrollar la teoría del Código penal de una de las naciones
más ilustradas de Europa.
"El hombre, dice, para quien no es sagrada su patria: El hombre
que no siente palpitar su pecho cuando se refieren acciones gloriosas para
su país: el hombre que no se electriza cuando oye alabar la grandeza o
carácter generoso de su nación: el hombre cuyo corazón no se despedaza
al oir ia relación de las desgracias o calamidades que afligen a su patria,
es un ciudadano infeliz. Pero aquel que lleva las armas contra ella:
aquel que no siente afección alguna de amistad o familia: aquel que lleva
la desolación y la muerte a los lugares donde ha nacido es un renegado:
es un monstruo antisocial.
"Todas las naciones cultas tienen leyes sobre los delitos contra su
seguridad exterior. Todas deben tenerlas para conservar su existencia
política. Pero esa necesidad es mayor en aquellas que comienzan a ser:
en aquellas que están tiernas todavía, y necesitan para crecer y fortifi-
carse vigilancia más grande y cuidados más continuos.
"Cuando el movimiento, del tiempo ha ido consolidando las institu-
ciones de una nación, la antigüedad misma del gobierno impone respeto:
la opinión está ya uniformada; y no hay o son muy pocos los mal-con-
tentos.
"Pero cuando acaba de hacerse una revolución, cuando acaba de
abolirse un gobierno y establecerse otro, entonces es preciso que haya en
el Estado dos secciones: la de aquellos que tenían interés en el antiguo yla de aquellos que lo tienen en el nuevo.
"Hablo en general. No ofendo a nadie en particular. El espíritu
de sátiro no es mi género. A toda acción sigue la reacción cuando no
hay leyes previsoras que la impidan, ni gobiernos ilustrados que sepan
evitarla. Si hubo una acción para abolir el gobierno antiguo, debe temerse
que haya una reacción para restablecerlo.
"Fuimos cerca de tres siglos dependientes de España: estuvimos
algún tiempo vergonzosamente sujetos a México: el gobierno republicano
no agrada al sistema o liga que se ha formado en Europa para que en
todo el globo no haya más que monarquías: las instituciones que hemos
adoptado es regular que disgusten a diversas personas.
"Debemos suponer que hay enemigos interiores en el seno de la
república, y enemigos exteriores fuera de ella. Debemos impedir las
relaciones secretas entre unos y otros. Debemos evitar que los primeros
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 231
pidan a los segundos los auxilios que no podrían encontrar en una nación,
decidida a sostener su independencia e integridad.
"Es precisa una ley que presente la escala de los delitos que pueden
gssnctenc contra la seguridad exterior de la república: que designe la de
las penas que deben imponerse a aquellos delitos: que fije las pruebas
que deben calificarse bastantes para su justificación; y señale los tribuna-
les que deben juzgarlos.
"El proyecto de ley que se discute abraza estos cuatro capítulos.
Clasifica los delitos desde la inducción verbal hasta el acto positivo de
tomar armas para atacar a la república. Clasifica las penas desde aquella
que solo sujeta ser vigilado por los jueces hasta aquella que hace sufrir
la de muerte. Designa las pruebas que bastan para arrestar; declara las
que son precisas para condenar: señala los tribunales que deben juzgar;
y respeta la Constitución en todos los artículos que abraza.
hay objeciones contra alguno de ellos se contestará cuando se
discutan en particular. Ahora se discute el proyecto en su generalidad;
o en este aspecto, parece que no hay razón sólida para prolongar
mas la discusión*. (Sesión del 23 de mayo de 1826).M
En la sesión que verifica el Congreso el 29 de junio, presenta una
moción, adversando el sentir de los miembros de la junta de legislación
y con todo el conocimiento de lo que propone dice:
'CONTRA LA UNANIMIDAD DI VOTOS PARACO I PITADO \
opinión es diversa de la de los individuos de la comisión de
legislación. El articulo que proponen a la deliberación del Congreso
exige unanimidad de votos para que pueda haber sentencia condenatoria
en el tribunal de jurados que juzgue a un diputado; yo veo esa una-
nimidad en contradicción con los principios que deben servir de base a
nuestros raciocinios.
"Todos los centroamericanos somos iguales ante la ley. Si basta
mayoría de votos para imponer penas a los demás ciudadanos, ¿por qué
se exige unanimidad de sufragios para condenar a los representantes de
esos ciudadanos?
56 Obras de José Cecilio del Valle. Tomo L 1929. Guatemala, C. A.
232 Pedro Tobar Cruz
"Conviene a los intereses de los comitentes que los comisionados
puedan ejercer libremente sin obstáculos, ni peligros, su comisión impor-
tante. Conviene que los apoderados cumplan la voluntad de los poder-
dantes sin influencias ni temores que puedan alejarles de sus deberes. Petó
no basta declarar en el artículo 63 de la Constitución que no son respon-
sables por proposición, discurso, o debate en el Congreso o fuera de él
sobre asuntos relativos a su encargo. ¿No basta decir en el mismo artículo,
que durante las sesiones y un mes después no pueden ser demandados
civilmente, ni ejecutados por deudas? ¿No basta decretar en el artículo
143 -que no deben ser procesados sin que se declare previamente haber
lugar a la formación de causa por el Congreso de que son individuos?
¿No basta acordar en uno de los artículos aprobados, que un jurado com-
puesto de compañeros suyos es el que debe juzgarlos? ¿Se declarará a
más de esto que no pueden ser condenados sino por unanimidad absoluta
de sufragios?
"La mayoría de votos hace elecciones populares y eleva a las pri-
meras alturas de la república a los ciudadanos que tienen más número de
ellos. La mayoría de votos forman los acuerdos y dicta las leyes en el
Congreso y asambleas que deciden la suerte de los pueblos. La mayoría
de votos fija las resoluciones en el Senado y consejos que dan o niegan
la sanción a las leyes. La mayoría de votos absuelve o condena en las
Cortes de justicia que ponen en libertad a los inocentes, o envían al patí-
bulo a los infelices que tienen la desgracia de ser reos. Todo se hace
por mayoría de votos; y casi nada se haría si fuera precisa la unanimidad
de sufragios. ¿Cómo puede esperarse unanimidad en una república com-
puesta, como las demás de América, de elementos tan heterogéneos?
"Acaban de nacer las repúblicas del nuevo mundo. Ahora empie-
zan a ser Estados independientes los que antes eran provincias sometidas
a España. Todavía no se han cruzado unas con otras las que se llamaban
castas: todavía no se han fundido en un#molde los cerebros; todavía no
ha desaparecido la diversidad de educaciones recibidas: todavía no se
han difundido los principios que son como una lengua universal que
aproxima a la uniformidad: todavía se habla un idioma por unos y otro
por otros: Todavía hay diversidad de fisonomías y colores. La opinión
trabaja para poner acordes a los americanos en todos los puntos en que
debe haber armonía. Pero antes de concluir su obra ¿podemos suponer
que la haya en los asuntos en que es más difícil que exista?
"En los Congresos ha habido siempre y es natural que haya diver-
gencia de opiniones. Formados de individuos de diversos Estados, de
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 233
diversas profesiones, de diversas edades, de diversos intereses, de diversas
educaciones, es preciso que los sentimientos y votos sean también distin-
tos. Yo recorro la historia, y veo en ella a los parlamentos, a las cortes,
a las asamMrat y los congresos divididos generalmente en dos secciones.
La suerte vendada: la suerte ciega elige jueces entre diputados de dos
partidos. Es natural que los elegidos no sean de uno solo: es regular que
disienta de los demás conjueces aquel que sea de partido contrario al
del acusada No habrá unanimidad; y por rio haberla será absuelto
quien merezca ser condenado
señor Richardo Phillips que supo desarrollar la teoría de
jurados defiende la unanimidad de sufragios. "La decisión del jury (per-
mítaseme leer lo que ha escrito) no es ni una aproximación a la verdad,
.i declaración de simple probabilidad: ella es en el sentido de la ley
la 'cúpula de la jrrdad': certeza, no probabilidad, este es el objeto del
jury. La señal más segura de la verdad es el asenso general del género
humano: y la unánime declaración de un jury compuesto de 12 hombres
sin amistad, ni relaciones entre sí y exentos de toda parcialidad es la
señal menos equívoca de tal asenso".
': veo en estos pensamientos una equivocación fundamental.
Puede haber certeza en las decisiones de la unanimidad, y en las de la
mayoría. Puede haber error en las sentencias de la primera, y en los
fallos de la segunda. Los autos o decretos de un tribunal compuesto de
jurados o de jueces ordinarios no son (hablando en general) más que
declaraciones de probabilidad, más o menos aproximadas a la verdad o
al error. Las cuestiones más importantes de la vida (dijo el hombre
que supo someter al cálculo las ciencias naturales y morales, los acuerdos
de las asambleas, y las sentencias de los tribunales) no son más que pro-
blemas de probabilidad. Voy a leer lo que dice sobre jurados. 'En un
jurado de 12 individuos, si la pluralidad que se exige para condenar es de
8 votos sobre 12, la probabilidad de errores es 1093/8192 o un poco menos
que un octavo; pero si aquella pluralidad es de 9 sufragios, entonces la
probabilidad es casi de 1/22. En caso de unanimidad, la probabilidad
es de 1 8192 y esto supone que la unanimidad resulta únicamente de las
pruebas favorables o contrarias al acuerdo; pero motivos absolutamente
extraños deben muchas veces concurrir a producirla, cuando se impone
al jurado como una condición necesaria. Entonces dependiendo sus deci-
siones del temperamento, del carácter de los jurados, son algunas veces
contrarias a las resoluciones que hubiera acordado la mayoría, si no
234 Pedro Tobar Cruz
hubiera atendido más que a las pruebas; y este es un defecto grande en
este modo de juzgar".
"Una sentencia pronunciada por unanimidad tiene a su favor la
presunción de acercarse a la verdad más que otra sentencia fallada solo
por la mayoría. "Pero una sentencia dictada por un juez y autorizada por
un escribano que a más de la prueba ordinaria tiene la de haber visto
con sus ojos cometer el crimen, reúne también más presunciones de pro-
babilidad que una sentencia dictada por juez y autorizada por escribano
que no han sido testigos oculares del crimen. ¿Y la ley exige por esto que
no haya sentencia sino en el caso de haberse perpetrado el delito a pre-
sencia del juez y del escribano? Un hecho probado por las deposiciones
acordes de 20 testigos tiene más probabilidades que un hecho acreditado
por la declaración de dos testigos contestes. ¿Y la ley declarará por esto
que es necesario el testimonio de 20 testigos para que pueda haber sen-
tencia condenatoria?
"La ley debe dar garantías a la inocencia calumniada; pero debe
darlas también a la sociedad ofendida. No debe condenar por presun-
ciones vagas porque entonces serían víctimas algunos inocentes; pero tam-
poco puede exigir todas las probabilidades posibles porque en tal caso
quedarían impunes muchos crímenes. Hay un medio entre el máximum
y el mínimum de las probabilidades que bastan para una fe legal. Ni
todos los votos, ni un solo voto. Ni la unanimidad, ni la singularidad.
La mayoría de sufragios, absoluta, o más o menos, elevada, es la que
debe declararse bastante según la naturaleza respectiva de las institu-
ciones.
"La institución del jurado no exige por su naturaleza unanimidad
de votos. En Francia hay jurado; y dos tercios bastan para formar sen-
tencia. En Inglaterra es condición precisa la unanimidad. Pero las leyes
de Inglaterra, hablan a una nación que no está compuesta de elementos
tan heterogéneos como la nuestra: hablan a pueblos donde está ya for-
mado el espíritu público y consolidada la opinión en los puntos más prin-
cipales; hablan a un reino donde el monarca tiene influencia grande en el
poder judicial: hablan a una país donde es general para todos los reos
la institución del jury: hablan de un jurado cuyos individuos deben ser
propietarios o francos tenedores; y no deben tener relaciones con el acu-
sado ni ser compañeros suyos.
"Se exige la unanimidad (dice otro escritor cuyas palabras metomo la libertad de recordar) precisamente para que los delitos no quedenimpunes. . . Aun siendo positivamente reo el acusado, cuesta repugnancia
Iombre — El Político — El Sabio 235
el condenarlo, y una delicadeza mal entendida haría faltar a muchos si
se persuadiesen que su voto no había de influir. . . La unanimidad cierra
la puerta a ese subterfugio, y si hay algún jurado que no se haya podido
vencer, sabe que tiene que responder a toda sociedad de las consecuencias
de la impunidad.
ivro no son muchos los que olvidan sus deberes aun sabiendo
que serán responsables ante la sociedad? ¿El poder presente de la amis-
tad aumentado por el de la conmiseración no es multitud de veces más
grande que el poder futuro de la censura pública? ¿La certeza de ser
.o el voto de cada juez en un tribunal que no puede condenar sin
unanimidad de sufragios no hará que aquel que tiene relaciones con el
acusado discurra de este modo? Mis conjueces están determinados a con-
denar a mi compañero y amigo. Solo mi voto falta para que haya sen-
tencia. De mi depende la suerte de la persona que amo. Es perdido mi
amigo si lo condeno. Es feliz si lo absuelvo. ¿Seré insensible a su des-
|iac¡ft?
"Es viciosa: es injusta toda ley que hace depender las resoluciones
de un cuerpo de la voluntad de uno solo de sus miembros y ese carácter
de injusticia es el que veo en un artículo que exige unanimidad de votos
para condenar a un diputado en un artículo que sacrifica los sufragios
de muchos al sufragio de uno solo: en un artículo que hace triunfar la
opinión singular de uno solo de la opinión acorde de varios: en un artículo
que expone la rectitud de varías personas a ser burlada por la amistad o
pasiones de una sola: en un artículo que tiende a la impunidad de los
diputados pidiendo para condenarlos condiciones que es muy difícil cum-
plir.
no puedo darle mi voto, ni el Congreso debe acordarlo. Noquiero que los pueblos digan: "Los diputados creen necesaria la unanimi-
dad de sufragios en el tribunal que los ha de juzgar a ellos mismos, y con-
sideran bastante la mayoría en las cortes que han de juzgar a los demás
ciudadanos". (Sesión del 29 de junio).'7
*
Por el sinnúmero de intervenciones que Valle tiene en el Congreso
federal, se aprecia su talento y la madurez de sus conocimientos, la figura
de Valle se nos presenta como el individuo preocupado por los problemas
de su patria, estudia y conoce los casos de más palpitante interés como
los de más urgente necesidad, y así, puede resolver con hidalga compren-
57 Obras de José Cecilio del Valle. Tomo I. 1929. Guatemala, C. A.
236 Pedro Tobar Cruz
sión aquellos problemas que en la continuidad de sus soluciones, fortifican
los pilares donde tiene que sentarse el porvenir del Estado.
Valle llena con su palabra el Congreso centroamericano de aque-
llos turbulentos años, las no pocas inteligencias privilegiadas que se han
dado cita en tan noble cónclave político, y que con delicada devoción se
entregan al estudio de tantas como diversas leyes, reconocen la robustez
de los conocimientos de Valle, quien sin mayores regateos se entrega al
arduo trabajo de legislar —labor difícil— saber encontrar las normas más
ajustadas que hagan posible la regulación de la vida social. Cordovita,
el inquieto José Francisco, que le encantaba con sus puyas sacar de su
austeridad al sabio Valle, reconoce sus indiscutibles conocimientos, su
amplitud espiritual y lo incansable que era para el trabajo. Admira al
estudioso que sin salir de su patria, fuera del poco tiempo que estuvo en
México, conozca tan a fondo los cambios que sufre el conocimiento cien-
tífico en el mundo.
FINALES DEL GOBIERNO DE ARCE — VALLE EN LA CONTIEN-DA ELECTORAL DE 1830 Y TRIUNFO EN LAS ELECCIONES
DE 1834 — MUERTE DE VALLE
El 30 de junio de 1826, el Congreso federal cerró sus sesiones, ya finales del año, Arce, desconcertado, por la actitud de los liberales y el
engaño que le hacen losi conservadores, comete el gravísimo error de pro-
vocar una revolución de fatales consecuencias y tan sangrienta en la
historia centroamericana, que los resquemores por tan ingrata contienda,
desataron odios no olvidados por muchos años entre El Salvador y Gua-
temala.
El jefe del Estado de Guatemala don Juan Barrundia, es destituido
de su cargo por Arce, sin ningún principio legal, más bien como un abuso
de autoridad; le declara la guerra a El Salvador, únicamente porque le
estorban las autoridades de este país, que tratan de mantenerse al lado
de las instituciones y de la legalidad; ordena que se invada a Honduras,
lo que produce la caída del general don Dionisio Herrera, jefe de aquel
Estado —quien sabe si con miras aviesas— se permite el incendio de
Comayagua, por ese tiempo la capital del país hermano.
Arce ya echado en brazos de los conservadores, entra en dificulta-
des con los otros Estados de la Federación, y casi forma una dictadura,
no existiendo más ley que su voluntad; sin embargo, encontró franca opo-
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 237
ación en todas partes, se le hizo resistencia y no muchas veces pasiva, en
defensa de las irotitjiciones que trataba de corromper su intemperancia
de militar mal aconsejada En esa época Centroamérica se debate en
franca lucha por mantenerse en la legalidad, no se regatean los mayores
sacrificios por salvar las normas que han dado vida a la nación, y se
busca, salvar en aras de la paz la unidad de los lazos fraternales, comen-
tanto esu situación, dice Rosa: "Por todas partes la discordia, por todas
partes la guerra. Arce convirtió a Centroamérica en un horrible caos
en que sólo se dejaba ver, a veces, el siniestro resplandor de los incendios,
y en que sólo se ota el choque de los sables, el disparo de los fusiles, el
estruendo de los cañones, y los sollozos y las quejas y los lamentos de
infelices victimas**.
En toda esta etapa de sangrienta lucha, Valle, doliéndose del des-
tino de su Centroamérica, permanece en su hogar, en sus estudios, y ante
la impotencia de remediar las desventuras que presencia, pide en sus
escritos, que termine ese desajuste social, y que en toda plenitud vuelvan
a resplandecer la verdad y la justicia.
Al restablecer el general Francisco Morazán —el nuevo amo del
país— los poderes constitucionales, el Congreso federal que había sido
disuelto por Arce, vuelve de nuevo a sus labores el 24 de junio de 1829,
y Valle ocupa su puesto como diputado, su palabra repercute una vez
mis en aquel recinto, en defensa de los nobles principios de la verdad yla razón. En uno de sus escritos de esa época, hace un análisis de la
revolución pasada, y condenando tantos males sufridos, dice: "A fines del
mismo año de 1826, -empezó la revolución que no olvidarán jamás los
anales de Centroamérica. Desaparecieron los poderes constitucionales:
quedó solamente el DESPOTISMO incendiador de pueblos, destructor
de hombres, devorador de capitales: los Estados de El Salvador, Honduras
y Guatemala se alzaron contra él en uso de sus derechos, y la justicia
triunfó al fin como era de esperarse.
"Después de tres años de interrupción, el Congreso fue restable-
cido el 24 de junio de 1829. El 2 de julio siguiente aprobando la propo-
sición que hice declaró extraordinarias sus sesiones y fijó los asuntos quecon arreglo a la Constitución debían ocuparle. El 3 del mismo mes pedí el
cumplimiento del decreto, precitado de 12 de abril; y se acordó así en
la misma fecha.
"Quiera la razón que en esta nueva época tenga suerte menostriste. Quiera ella misma que no se olvide un acuerdo tan interesante.
Si se guarda y ejecuta el decreto, como es debido, los pueblos leerán el
238 Pedro Tobar Cruz
alma entera de sus representantes: sabrán si corresponden a su confianza:
verán clara la justicia o injusticia de la ley. La opinión es el tribunal
grande de los poderes supremos; y la opinión no puede formar sus juicios
sino se le presentan los datos necesarios. Guatemala, 13 de julio de
1829".
La Sociedad económica de tantos como gloriosos recuerdos, había
recibido también el zarpazo de Arce, habiéndose disuelto en 1825, pero
al objetivarse el triunfo del partido liberal y restablecidos los poderes
constitucionales, el Congreso federal, por medio de un decreto la resta-
blece el 30 de septiembre de 1829. Al entrar de nuevo esta benéfica
sociedad a desarrollar sus labores interrumpidas años atrás, y siempre con
halagadoras perspectivas, Valle, pronuncia el 29 de noviembre del mismo
año, un discurso de incalculables alcances, que para muchos es conside-
rado "el más bello de sus discursos".
Algunos al juzgar a Valle como orador, lo han hecho con muypocos merecimientos, Valle no era el hombre que arrebataba multitudes
ni hacía estallar en entusiasmos a los grupos que le oían; la serenidad de
su palabra se traducía en un lenguaje, donde el pensamiento se hace
reflexivo y se aquieta en lo que ofrece la verdad y la razón. El juicio
de Rosa, al juzgar a Valle como orador, está en los términos que siguen:
"La elocuencia de Valle no era una elocuencia académica: en sus discur-
sos predominaba la idea que convence, y no la vehemencia y las llamara-
das de la pasión que seduce y arrebata: su lenguaje era cortado, lleno
de expresiones hijas de la reflexión, pero a veces salpicado de pintorescas
imágenes: no usaba los grandes períodos, tan propios de la índole de
nuestro idioma; no producía esas grandes espirales de palabras, artísti-
camente combinadas, tan propias para exaltar la majestad de la idea, ypara remontar hasta el cielo los vuelos de la imaginación. Valle con su
oratoria enseñaba, convencía, y a veces deleitaba; pero no arrebataba, no
enardecía, no fascinaba, no enloquecía los ánimos, a fuerza de golpes de
sentimiento y de pasión: su voz era robusta, sonora y, por decirlo así,
cortante; pero no era la voz flexible, que ora se convierte en un dulce
canto, en una tierna plegaria, o en una suave y amorosísima querella;
ora se convierte en el estruendo del torrente, en el estallido del volcán,
en el rugir del océano, o en el trueno de las tempestades. La elocuencia
de Valle no era la elocuencia de la plaza pública ni de las revoluciones;
era la elocuencia del parlamento y de la academia: no era la elocuencia
de las luchas ardientes, impetuosas; era la elocuencia de la razón que
impera en fuerza del convencimiento. La elocuencia de Valle era la
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 239
elocuencia de Mr. Guizot, con quien tenía grandes afinidades como orador
Corno Guizot, gustaba de dar por alma a sus discursos trascendentales
síntesis científicas que desarrollaba con incontestable lógica y vigoroso i
estilo; como Guizot, enseñaba y convt : bien que peroraba y fan-
taseaba; como Guizot, era grave en su carácter, severo en su apostura, y,
de, ordinario, sobrio en el decir; como de Guizot podía decirse de él,
valiéndome de la expresión del vizconde Cormenin, "que era un pedagogo
en su cátedra, dejaba ver siempre, por debajo de su ropa, la punta de
su palmeta", que era "un calvinista que cuando predicaba enseñaba más
bien el temor, que el amor de Dios". Ninguna analogía más perfecta que
la analogía de la elocuencia de Valle con la elocuencia de Guizot; elo-
i mucho de la escuela, mucho del profesorado, mucho
de las ciencias; elocuencia que alcanzaba gran éxito porque enseñaba,
porque convencía, aunque no era la elocuencia del entusiasmo, la elo-
.1 de las grandes pasiones, la fascinadora elocuencia del corazón.
Tal era, a mi juicio como orador, José del Valle, ti primer orador parla-"W_roamérica: tal era la elocuencia de aquel hombre extra-
ordinario que fue dominador de la tribuna en los parlamentos de México
y Guatemala: tal era aquel sabio orador centroamericano de quien el
famoso escritor Barrunda, dijo: "Su cabeza fue una luz, su boca fue el
órgano de la elocucm
Al aparecer en el escenario político de Centroamérica, el general
Francisco Morazán, y quien hiciera su entrada con el ejército Protector
de la ley, en la ciudad capital de Guatemala el 13 de abril de 1829,
cambia con tal movimiento el panorama de la política imperante. Los
poderes constitucionales que habían desaparecido bajo el poder de Arce,
son restaurados por el poder de Morazán, los conservadores que han
caído en desgracia, muchos son reducidos a prisión, algunos son indul-
tados y otros van camino del destierro. Así, Arce con muchos de sus
amigos y partidarios son expatriados, las comunidades religiosas, caen
bajo la saña de la disolución y son expulsadas.
Para dar a todo lo que sucedía una visión de legalidad, José Fran-
cisco Barrundia, el senador más antiguo y esclarecido miembro del libera-
lismo, se hace cargo a regañadientes, de la presidencia de la república.
La paz no era completa, regiones de Honduras y Nicaragua hacen deses-
perada resistencia, sin embargo, Morazán con el prestigio que le dan sus
últimos triunfos militares, se mantiene en posición de jefe y de protector,
con ciertas como resignadas manifestaciones de legalidad.
240 Pedro Tobar Cruz
La situación en el correr de los días se hace más difícil, no hay
puntos de estabilidad, la desconfianza, se abre en posiciones de inhibi-
ción de los muchos que pueden prestar su concurso y encauzar por derro-
teros más seguros, los desaciertos políticos que se ven a la vista.
Barrundia, no obstante su apego a todo lo que es mandato de la
ley, se encuentra en situación incómoda y trata de que la sucesión presi-
dencial se realice pronto y dejar aquel puesto que está fuera de sus aspi-
raciones. El período del general Arce ha concluido y se hace de urgencia
que el voto popular haga el cambio de las autoridades federales. Morazán
es la figura que acapara más la atención de los pueblos de Centroamérica,
su despliegue de actividades administrativas y su prestigio que se hace
sentir como un sentimiento místico por todas partes, y si a esto se agrega
su pericia en los campos de batalla, donde nadie duda de sus conocimientos
militares, forzoso es que con tantos atributos, se le señale como la figura
de más relieve, para regir los destinos de Centroamérica desde el sitial
de presidente de la república.
Morazán entra a la palestra eleccionaria con el prestigio que le da
la gloria de su nombre, en su mirada resplandecen las victorias de Trini-
dad, Gualcho, San Antonio, San Miguelito, las Charcas y últimamente,
las de Olancho y Opoteca, donde pone en juego todos los resortes de su
diplomacia para no prolongar una lucha forzada por la intransigencia
del conservatismo. Valle, que no tiene esos esplendores, entra a la con-
tienda, únicamente para hacerle contrapeso al triunfador de Gualcho;
el prestigio que ofrece, es la luminosidad de sus ideas y su prestancia de
hombre de Estado, muchas veces demostrado en los campos políticos de
su patria.
Las elecciones se efectúan en los primeros meses de 1830, sin mayo-
res contratiempos; los votos de los electores se dividen en su mayoría
entre Morazán y Valle, pero al hacerse el escrutinio, el triunfo es para
el general Morazán. La regulación de los votos se hizo sobre el número
recibido y no sobre el número que debía recibirse, de acuerdo con la
tesis sustentada por Valle, tal vez, recordando la maniobra del año 25,
donde el liberalismo le escamoteó un triunfo que legalmente y con todo
derecho le pertenecía, como todavía lo seguía sosteniendo don José Cecilio.
En esta elección, Valle, acepta la victoria de su contrincante sin
ninguna protesta, con esto, pone de manifiesto que no estaba dominado
por la ambición, lo que le dolía, era haber caído como víctima de una
injusticia. Su lucha era mantenerse en el campo de la legalidad. Si el
desenvolvimiento institucional de nuestros países, tuviese y siguiera estos
I >mbre — El Político — El Sabio 241
ejemplo», el sentimiento ciudadano marcaría los pasos de los gobern
todo momento, se encontraría la fuerza que es pedestal de una
conciencia cívica.
Para la ley debe exigirse un religioso respeto, los pueblos que se
sujetan a este imperativo, conjugan una pasión de tolerancia, sin que
lleguen a imponerse despotismos por medio de motines o de fraudes elec-
torales. Comentando estas elecciones, dice Ramón Rosa: "La competen-
cia electoral formada por Valle en el ano 30, no puede menos de inspirar
grandes y consoladoras reflexiones que honran al pueblo centroamericano
y a los hombres eminentes de aquella época. El estado social de entonces
era propicio al establecimiento y al desarrollo de las instituciones libres:
los pueblos tenían fe en el detecho y apego a las ideas; y los hombres de
la revolución del 29 no trataron de corromper a los pueblos, ni unciéndolos
al carro de una fuerza brutal, ni seduciéndolos con las promesas de una
falsa democracia, ni anonadándolos a fuerza de terror. Así se explica
cómo los pueblos de Ccntroamérica que antes habían electo a Valle pre-
sidente, y que sabían que era un sabio estadista, enfrentaron su candida-
tura a la candidatura del general victorioso que casi cegaba los ojos con
los relampagueos de su triunfadora espada: así se explica cómo la pluma
. scritor hizo oposición al sable del soldado: así se explica como el
bufete del publicista se puso frente a frente del cuartel del vencedor,
nocen la historia los que no tienen fe en las aptitudes de nues-
tros pueblos de raza latina, en su capacidad para ser los pueblos de las
instituciones y de la república. Cierto es que hemos llegado a épocas
tristísimas de miseria, de abyección, en que es hasta justificable la duda
de si hemos nacido o no como seres adscritos a la coyunda vil del despo-
tismo: cierto es que, en lo general, al imperio de las ideas, ha sucedido,
de todo en todo, el imperio de la fuerza bruta: cierto es que las miasmas
de la corrupción social y política han envenenado nuestra atmósfera.
Cuando yo he visto en las serranías, o en los picos de nuestras montañas,
a un guerrillero cruel y bárbaro, y cuando ha cometido los crímenes que
causan más horror, yo me he dicho, con tristeza, infinita, el guerrillero
hará carrera, atraerá la opinión, será el presidente de la república; y esta
es la verdad, la terrible verdad. Sotero y Rafael Carrera valieron más
en Guatemala que José Francisco Barrundia y Mariano Gálvez, y comola comparación no revela vanidad, el indio Vásquez, corta cabezas,
pudo valer más en Honduras que el autor de estas líneas. ¿ Pero qué es
todo esto ante la crítica filosófica de la historia? ¿Revela que la raza
de los centroamericanos es una raza abyecta, incapaz para su libertad?
242 Pedro Tobar Cruz
De ninguna manera. Lo que revela es que nuestros pueblos, en mala
hora, han sido corrompidos, y que es necesario rehabilitarlos: los centro-
americanos no tenemos un vicio orgánico que nos haga vivir entre los
furores de la anarquía, o entre los atentados del despotismo: los centro-
americanos, lo que tenemos es un vicio de nuestra educación, pero no
falta de buenos instintos y de naturales aptitudes: eduquémonos por la
virtud de las ideas, y por la virtud misma de nuestros acerbos dolores, yentonces probaremos al mundo que somos dignos de llevar el nombre de
republicanos. No es inepto para la libertad el pueblo centroamericano
que consumó, sin odio y sin venganza, la independencia de España; el
pueblo que en el año de 24 eligió presidente a José del Valle, hombre civil
y de gobierno, a despecho de Arce, hombre de prestigios militares; el
pueblo que, en los años 27, 28 y 29, luchó heroicamente por restauran las
instituciones de la república; el pueblo que, en el año de 30, no se dejó
fascinar por las glorias militares del general Morazán, y volvió a dar sus
votos al gran Valle, al hombre de la ciencia y de la legalidad. Nuestros
pueblos, más que corrompidos, están aturdidos por los golpes redoblados
de la anarquía o de la dictadura. Que los hombres de ideas les apliquen
remedios que los hagan salir de su estupor, de su aturdimiento, y veremos
volver a la vida pueblos enérgicos, con vocación para la democracia, con
vocación para la verdadera libertad. No desconfiemos del carácter y de
los destinos de nuestros pueblos; no pensemos como Aristóteles pensaba
de los bárbaros, que su destino es la esclavitud. Hagamos pensar a los
pueblos, hagámosles sentir las bellezas del orden y de la libertad, y a la
vez los horrores de la anarquía y de la dictadura; hagámosles leer las
páginas gloriosas de su historia; por todos los medios posibles, démosles
dignidad y nobleza, y veremos cómo las ideas triunfan sobre las ruinas
de los despotismos de abajo y de los despotismos de arriba. Luchamos,
no contra un vicio orgánico, no contra un vicio de raza, sí contra un vicio
de educación. Eduquémonos social y políticamente: esta es la solución
de nuestro problema. Los hijos de Chile, de nuestra raza y de nuestros
antecedentes históricos, hoy se glorían, por la virtud de sus instituciones,
diciendo, somos chilenos: los hijos de la república del caudaloso Plata, de
nuestra raza y de nuestros antecedentes históricos, hoy se glorían diciendo,
somos argentinos: los hijos de la pensadora Colombia, de nuestra raza yde nuestros antecedentes históricos, hoy se glorían diciendo, somos colom-
bianos; y nosotros, cruel es decirlo, casi, casi nos avergonzamos al decir
somos hondurenos o guatemaltecos. Pero eduquémonos, demos la espalda
a las turbas demagógicas y a los mandones todopoderosos; acojamos con
Iombre — El Político — El Sabio
fe y con amor los principios, las instituciones, y asi llegará un día en que
/ ¡ay! no nosotros, pero sí nuestros hijos, digan, con noble y legí-
timo orgullo, somos centroamericanos".
Loe demás paites del mundo muestran cierto interés por el destino
de la nueva república, no dan mayor importancia a la revolución pasada,
tienen fe en la constancia del pueblo centroamericano y saben, que con
un régimen de paz, el comercio y la industria serán bastiones para encau-
zar por mejores senderos la vida institucional del nuevo Estado. Con tan
plausible creencia, Luis Felipe el rey de Francia, reconoce la independencia
de Centroamérica y en 1831, recomienda como una iniciación de relacio-
nes, que el gobierno de la república, acredite un i «pi (-sentante ante el
gobierno francés. El doctor don Mariano Gál\<v. nombrado para
representación se excusó, lo mismo hace Valle, por lo que el nombrá-
is recae en don Próspero de Herrera, domiciliado en París. Sobre
esta excusa, dice Rosa: "Sensible es que Valle no aceptase el encargo
que le confiara el general Morazán. Aunque se hubiesen malogrado sus
trabajos como diplomático, no se habrían malogrado los conocimientos
que de Europa habría traído para participarlos a sus conciudadanos.
¡Qué vasto teatro la culta Europa para el sabio Valle! El hombre a
eran familiares los cálculos de Newton, los descubrimientos de
I i, las enseñanzas de Smith y de Say, y las concepciones políticas yjurídicas de Filangieri y de Bentham; el hombre que abarcaba en su privi-
legiado cerebro todos los ramos del saber humano, habría hecho honor
a Centroamérica colocado en París, en el cerebro del mundo civilizado;
honor, reflejado en la patria, por ser el honor de un sabio, habría
sido fecundo en científicas luces que aún hoy día podrían alumbrarnos
en el escabroso camino que emprendemos, como pobres peregrinos, en
pos del progreso, de la ciencia, de la libertad y de la civilización".
No fue de mucha tranquilidad el primer período de gobierno del
general Francisco Morazán, el sosiego se rompe en algunas partes, ya
que los que habían sido desplazados de sus cargos en la anterior adminis-
tración, no se conforman con su nuevo estado de vida, por lo que man-
tienen una contrarrevolución desde el año de 1832. La conspiración
principia por El Salvador, pasa después a la costa norte de Honduras yarde a Soconusco, donde el general Arce, con un grupo de correli-
gionarios hace tentativas de invasión, incursionando por la frontera. El
clero por supuesto, no era ajeno a tan visibles maquinaciones y no des-
perdiciaba la ocasión más oportuna de empujar a la conspiración, con tal
de reconquistar sus privilegios perdidos. Comentando esta movida como
244 Pedro Tobar Cruz
triste situación, dice Ramón Rosa: "Tal fue la situación que tocó dominar
al general Morazán, presidente de la república, presidente que no tenía
ni un palmo de tierra, como distrito federal, para crear un centro de
poder y de acción que pudiese atraer las fuerzas de la legitimidad, para
hacerlas sentir después, en toda la extensión de la república, en beneficio
de los capitales intereses del orden y de las instituciones. Y sin embargo
el valor inquebrantable y el genio político de Morazán supieron sobrepo-
nerse a todo. El genio de Morazán en las famosas jornadas de Jocoro,
de San Salvador, de Escuintla, de Soconusco, de Texcales, de la Ofrece-
dera, de Jaitique, de Trujillo, de El Espino, de Opoteca y de Omoa, supo
hacer valer lo que importa la causa de los hombres libres, lo que importa
la causa de las instituciones. Morazán, en el año de 32, venciendo a
Cornejo, a Arce y Domínguez, restableció la paz de Centroamérica. Pero
esta paz, tan ardientemente querida, y a costa de tantos sacrificios con-
quistada, no podía vencer el vicio orgánico de las instituciones federales
que había jurado sostener. Hombre de honor y de lealtad, sosteniendo
desacordadas instituciones, labraba su propia ruina. Las instituciones
federales crearon un poder nulo, y abrieron vasto campo a las desaforadas
ambiciones del caudillaje: tal fue el escollo del general Morazán. Ni el
genio extraordinario del más grande de nuestros guerreros y de nuestros"
políticos fue bastante a subsanar el error capital de los legisladores fede-
ralistas".58
Algunos momentos llegaban como ráfagas de tranquilidad, eran un
pequeño respiro a tantas inquietudes y zozobras, pero la paz no era per-
manente, las disidencias y la,s agitaciones, sacudían de vez en cuando,
algunas regiones de El Salvador, Guatemala y Nicaragua. El año 33,
pasa dejando un gran saldo de sinsabores políticos, se hace necesario que
en los meses últimos se aquiete la reacción nicaragüense para que la repú-
blica transitara en el sosiego de la paz.
Achacando siempre al federalismo el eterno antagonismo y a las
eternas disidencias de nuestros pueblos, su tantas veces mencionado bió-
grafo, dice: "Si hubiera habido un gobierno central, Morazán no habría
malgastado los esfuerzos de su genio; Morazán por su heroico valor, por
su alta inteligencia y por su habilidad política, habría sido inconmovible
en el poder, habría afirmado una perdurable paz, habría fundado un solo
régimen de instituciones libres, y habría asegurado para siempre la unidad
gloriosa de la Patria centroamericana. ¡ Cuan grande y cuan desgraciado
58 Rosa, Ramón. Biografía de José Cecilio del Valle. Tegucigalpa. 1882.
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio
fue el general Morazán! Da lástima contemplar los esfuerzos de su genio,
rio purgar, con sus sacrificios, ajenos errores y ajenos crímenes.
¿ Parece que en el drama de la historia dominan, a veces, fatalidades
Mes!"
•bstante la presencia de tantos obstáculos y el sinnúmero de
uicdadcs. Centroamérica comenzaba a agitarse en una vida progre-
siva, así: la instrucción pública, hacia tanteos en la despaciosa enstenáa
del país, la industria, la agí n impulsos hala-
gadores de los interesados en tan rnagníficis innovaciones. Las rentas
as, sin mayores aciertos, fueron desde esa época preocupación muydel gobierno.
El ano de 1834, se presenta con ligeros nubarrones, señalando
épocas con sus horas tormentosas; sin embargo, el pueblo de (
tiene fe, que con el cambio de las autoridades federales, la situación
se muestre mas propicia a los intereses generales, dando oportunidad a
un saldo favorable a lo que tanto ansia y ambiciona el pueblo centroame-
ricano. Llegan las elecciones para presidente de la República federal yel pueblo se muestra optimista en el porvenir. De estas elecciones, dice
Rosa en sus comentarios: "Morazán, siempre victorioso, y siempre con-
ste con la causa de las instituciones, era el hombre de los prestigios
iies, y contaba con los má^ decididos amigos en todo Cen-
troamérica, amigos como José Francisco Barrundia, como Pedro Molina,
como Dionisio de Herrera, como Diego Vigil, como Trinidad Cabanas,
como Mariano Prado. No obstante Morazán confió al libre voto público
la renovación de los poderes constitucionales. No quiso, a guisa de dicta-
: aponer a sablazos su voluntad a los pueblos. Los pueblos eligieron
libren s^eron presidente de la república al estadista de su predi-
>:i, a José Cecilio del Valle. Esta persistencia de los centroamerica-
nos en elegir a Valle fue la persistencia de la honradez y del buen sentido.
La segunda elección de Valle forma la página más bella de nuestra histo-
ria, página en que aparecen tres nombres inmortales: el nombre del pueblo
sensato que eligió a un hombre civil, por ser el hombre de la ciencia yde la ley: el nombre del general Morazán, que pudiendo, como vulgarí-
simo ambicioso, sofocar la voluntad de los pueblos, dejó libre! su elección;
y el nombre de José Cecilio del Valle que, por sus virtudes y por su saber,
tuvo siempre el aprecio y los votos de sus conciudadanos. ¿Tiene nuestra
historia contemporánea una página tan gloriosa? No la tiene ni siquiera
parecida. Han podido y pueden existir entre nosotros, y hablo en hipó-
estadistas como Gladstone y Thiers, sabios como Littre y Darvvin.
246 Pedro Tobar Cruz
publicistas como Laboulaye y Pelletan, economistas como Stuart Mili yMinguetti, escritores y oradores como Gambetta y Castelar; por vía de
magia o de encantamiento han podido vivir entre nosotros tales hombres;
pero a pesar de la magia, tratándose de elecciones, los pueblos de rodillas,
temblando de terror, habrían dado sus votos al primer caudillaje militar
que, oliendo, a cien leguas a taberna, les impusiese el credo absoluto de
una fuerza indiscutible, de una fuerza brutal, de un militarismo feroz, yde una venganza implacable. ¡ Ay! ¿Por qué se han ido aquellos tiempos
en que había un Morazán libertador, un pueblo digno y libre, y un José
del Valle merecedor de su votos?"
En 1834, entra nuevamente el licenciado don José Cecilio del Valle,
a competir por la presidencia de la República federal, y una vez más está
en competencia con el rival del año 30, el general Morazán, pero en
estas elecciones, la persistencia del pueblo centroamericano y la persisten-
cia de Valle, se ven coronadas por la victoria. Estas elecciones se verifi-
can en los primeros meses del año ya citado, este triunfo tan merecido,
refleja el voto de sus conciudadanos, al darle una muestra más de la
confianza que siempre han cifrado en él.
Valle ha triunfado, como consecuencia del voto de sus partidarios,
por fin llega al honroso puesto de presidente de la república de Centro-
américa, sin embargo, la fatalidad corriendo uno de sus designios, se
opuso a la culminación de este triunfo, no fue posible que la aspiración
de los guatemaltecos epilogaran con el cambio de gobierno, este noble
anhelo, de llevar a un estadista completo a regir los destinos del país. Su
biógrafo ya citado habla de este final, así: "Pero llega el momento de
agregar que tan acertada y honrosísima elección, para desventura de los
pueblos centroamericanos, no pudo tener resultado. A la voluntad de un
pueblo libre se opuso la fatalidad de la muerte implacable. Voy pues a
historiar, con profundo dolor, y partiendo de datos fidedignos, los últimos
días y la última hora del ilustre Valle. 59 Acostumbraba Valle hacer con
toda su familia, todos los años, una temporada en su hacienda llamada
"La Concepción", distante 18 leguas de Guatemala (la capital). Desde
59 Los datos relativos a los detalles de la última enfermedad y muerte deValle, fueron proporcionados por don José Bernardo del Valle, en el mes de juniode 1878, en la capital de Guatemala, a mi excelente amigo D. J. J. Palma, quienha tenido la fineza de obsequiarme el manuscrito que contiene dichos datos, manus-crito que obra en mi poder. El señor Palma me ha prestado también su importantecooperación haciendo, desde hace mucho tiempo, investigaciones sobre la viday escritos de Valle, y comunicándome bondadosamente todos los datos y noticiasque ha podido obtener. Que mi querido amigo y compañero en estudios literarios,reciba en estas líneas la sincera expresión de mi reconocimiento por sus oportunosy valiosísimos servicios (Nota de Ramón Rosa, en la biografía de Valle).
íIombre — El Político — El S 247
bre de 1833, permanecía en "La Concepción" disfrutando
de completa salud; pero desde el 1* de febrero de 1834, empezó a expe-
<*, aunque no d alarmante.
Asi continuó por espacio de algunos días, hasta el 22 del mismo mes, en
que, a las 5 de la tarde, fue repentinamente atacado de una fuerte fatiga
con hervor de pecho, mal de que nunca había padecido, y que era de
gravísimo carácter porque casi le impedia Iion y podía producir
una asfixia /a de los solícitos cuidados de la familia. Valle tuvo
algún alivio, pero la enfermedad continuaba. El presbítero don Mariano
BorjaN de la familia, fue a Guatemala en busca del doctor don
no Flores, médico de la casa. Flores llegó a "La Concepción dacto oyó del paciente la relación de sus padecimientos,
a los medicamentos que se le habían
aplicado. El doctor Flores no dio a la enfermedad de Valle la importan-
cia que tenía. Aplicóle algunos calmantes que no produjeron el resultado
apetecido. A pesar de esto, y de los encarecidos ruegos y de la conster-
nación, y de las lágrimas de la angustiada familia, partió de la hacienda
dirigiéndose a Sonsonate, en donde lo esperaban asuntos
importantes del Senado, del cual era individuo. Por aquel tiempo las
autoridades federales residían en el Estado de El Salvador. La familia,
de Valle deseaba trasladarlo a Guat i deseo fue secundado por
o del doctor Flores. El día 1" de marzo, salió la familia de la hacien-
da, conduciendo al enfermo en una camilla arreglada de provisional
manera. En la mañana del mismo día llegaron a la hacienda "El Jute",
tres leguas distante de "La Concepción". El enfermo sintióse muy ali-
viado, y en la familia renacieron las más lisonjeras esperanzas. Mas en
la noche, inesperadamente, se agravó el mal del enfermo, manifestándose,
en particular, su gravedad por un prolongado delirio. El sabio delirante
hablaba vin cesar de la Casa de moneda y del Jardín botánico de México:
después tomó por tema su repugnancia para admitir la presidencia de
altísimo cargo para el que había sido electo. En su deli-
rio decía: "Reiteraré cuantas renuncias fuesen necesarias: quiero que
digan. Valle hubiera restituido la paz. y no, Valle no pudo conseguirla.
En último caso me rodearé de sabios de Europa, amigos míos, a quienes
haré venir para asegurar el bien de la patria, y sacarla del caos en que
la han precipitado las revoluciones promovidas por el aspirantismo".
- pre el mismo hombre, siempre el patriota, siempre el sabio! Aún en
su delirio, oscurecidos los ojos por las sombras de la muerte, sofocado
el pecho por cruel fatiga, enardecido el cerebro por la fiebre, con el sepul-
248 Peetro Tobar Cruz
ero entreabierto, Valle pensaba en el bien de la patria, y con noble orgullo
pensaba en su nombre, porque la grandeza de su nombre debía servir
para la grandeza de Centroamérica. ¡Ay! Valle en su pobre camilla,
Valle moribundo, era, por su idea, el Valle del gabinete, el Valle de la
prensa, el gran Valle de la tribuna!
"Pasó el delirio y vino una ligera calma; pero después en la
madrugada, acometió al enfermo un nuevo ataque de fatiga: Valle se
asfixiaba, La familia, con redoblados esfuerzos, logró calmarlo, y con-
tinuaron su marcha para la hacienda "Corral de Piedra", distante 12
leguas de la capital de Guatemala. Pero a media jornada, y a eso de
las 10 de la mañana del domingo 2 de marzo, en medio de una de las
llanuras del camino, la camilla hizo alto: Valle se moría; la enfermedad
le asestaba su último golpe. Tuvo tiempo de pedir los auxilios del con-
fesor, y dijo, entre otras cosas, a su capellán: 'Padre, conozco que estoy
ya eh el último período de mi existencia, y necesito de los auxilios espiri-
tuales para devolver mi alma al Creador que me la dio'. La consternada
familia rodeaba la camilla. Valle, ya para morir, faltóle el habla; pero
aún quedábale un resto de vida en sus ojos que se apagaban. Vio junto
a sí a su hijo, niño de diez años, le tomó convulsivamente la mano y la
llevó a su pecho. En aquel instante su corazón, como rendido por supre-
mo esfuerzo, dejó de latir: Valle había muerto, y la familia entre indeci-
bles dolores, sollozos y lágrimas, tuvo que deshacer el grupo conmovedor
que formaban el padre y el hijo: el padre muerto, que aún apretaba la
mano de su querido niño, del hijo de su amor: el niño que lloraba, aún
sin comprender su inmensa desventura!... Aquel tristísimo cuadro de
muerte y desolación era alumbrado por el espléndido sol de marzo
que indiferente continuaba su majestuosa carrera. fAy! el hombre, aun-
que sea un sabio, no es más que un átomo que brilla por instantes para
perderse después y confundirse en los misteriosos senos de la naturaleza,
de lo infinito. Tal es la relación tristísima de ios últimos días y del pos-
trer momento de José del Valle. Siempre será memorable el infausto 2
de marzo de 1834. En aquel aciago día extinguióse la llama de la extra-
ordinaria inteligencia del que fuera Gran padre de la patria: en aquel
aciago día ¡ay! para eterna desgracia de nuestros pueblos, quedó huér-
fana la patria centroamericana!".
Así terminó la vida de un patriota y de un sabio —en medio de
un camino— teniendo como marco las facetas más puras y más grandio-
sas de la naturaleza. Si alguien le hubiese pronosticado a Valle, cuando
en el año de 1824, a su regreso de México, al recorrer tan largo como
Iombre — El Político — El Sabio 249
fatigoso camino, y quedarse muchas veces en estática contemplación ante
las maravillas naturales, que su final, iba a ser en medio del campo,
recogiendo en sus pupilas las inigualadas manifestaciones de la crr.i
se hubiese sonreído y sin mayores esfuerzos, manifestado, que
ojalá, cuando el momento llegase, ese deseo pudiera realizarse. Porque
fue un enamorado de la naturaleza. Sus recorridos por las at
de la ciudad, las vacaciones en su haci< i un
vagar, silenciosamente, contemplando el descn\<>I\ bniento de lo que es
que presenta la naturaleza. Valle, en estos paseos,
se transfiguraba en emocionales per«>¡ ítu se
regara en inquietudes, forjando espcran/.i uplar el camino
seguro de los países del nuevo mundo, por eso decía: I
J
» un siglo atrás de la Europa: marchará a la par
prime azara des|> rá al fin la par ;strada por
ncias como es la más iluminada por el sol". Valle tenía completa
B América. America no ha de defraudarlo nunca. América es el
del porvenir.
La desaparición de Valle fue de hondas repercuciones en Centró-
le* —por - ible talento, por sus innumerables virtudes v
por s»: i vida pública— estaba presente en la conciencia y en el
oorazt . onciudadanos. No obstante, la envidia quiso cebarse en
la trayectoria d n una época de apasionados momentos,
pero ahora, que su n iba inesperadamente como un duro golpe
para 1 M hubo quien, no hiciera manifestaciones de condolencia
por tan irreparable pérdida. Al hacer un análisis de este suceso, dice su
biógrafo: 'Por eso su muerte fue conceptuada como un suceso infausto
para la patria, por eso fue sentida como se sienten las grandes desventuras
públicas, como se siente un adverso, desgraciadísimo acontecimiento que
de dolor, de inmenso duelo el alma de toda una nación. ¡ Quéd de los verdaderos grandes hombres! En vida dan energía,
alor a los ánimos: son como la luz del sol que calienta y
ca. Cuando mueren llevan a todos los ánimos el desaliento, el pesar,
la consternación: son como la luz ausente que deja tras de sí pavorosa
noche, sombras para los entristecidos ojos y para el corazón un dolor
infinito".
Con la desaparición de Valle, quedaba en Centroamérica un hondo
muchos espíritus nacionalistas se ponían crespones de luto y en la
mayoría de los centroamericanos se veían muestras de dolor. Los que
aver lo adversaron se condolían de tan infausto deceso, entre sus adversa-
250 Pedro Tobar Cruz
rios políticos, Barrundia, que era todo patriotismo, pintó con el colorido
más puro, el desconsuelo que vibraba por tan triste acontecimiento y com-
prendía la falta que esta ausencia le haría a la patria, por eso dijo, en
sentidas cornos hermosas palabras: "¡Ha muerto Valle! Este hombre
era conocido en Europa. Su cabeza fue una luz, su boca fue el órgano
de la elocuencia en la tribuna: sus escritos la honra de la patria y de
las ciencias: Se hundió Bentham en la noche eterna, en la inglaterra; des-
apareció su amigo Valle60 en Centroamérica. Ciudadano pacífico, cultivó
con ardor la sabiduría; él estaba lleno de todos los principios elementales
de gobierno; él escribía por la gloria nacional y por el interés de la huma-
nidad. Su concepción profunda y exacta aparecía en un lenguaje pau-
sado, puro y majestuoso que presentaba los objetos por todas sus fases,
y se desarrollaba en una argumentación clara y victoriosa. Su carácter
firme y decidido tenía acaso los caprichos y las singularidades del genio.
Sin transacción para los transgresores de la libertad pública, él oponía
siempre todo el rigor de los principios, él sostenía la rectitud de las leyes.
Su mente concibiera la vasta Confederación americana, núcleo inmenso
de pueblos independientes contra la liga de reyes y tiranos.
"Si deseaba el mando de la república, si su corazón ardía en ilu-
siones, no se lisonjeaba con el hon&r de regularizar el gobierno y de aplicar
la ciencia del gobernante. Pero esmerado en la educación de su hijo,
tranquilo en la vida privada, orgulloso y libre en su retiro, jamás se
humilló ni a la revolución, ni al poder. Su alma era el altar de Minerva:
su placer era la armonía de la civilización. En su gabinete estaba el
asilo sagrado de la sabiduría, contra las tempestades civiles. Bajó ya a
la tumba, cuando sus sentimientos por la nacionalidad, cuando los votos
del pueblo lo ponían al frente de la república agitada.¡Honor de esta
cara patria, descansa en paz! Recibe el tributo de los sabios. ¡ Pensador
luminoso, el crepúsculo de tu ocaso brillará siempre en la nación !¡Que
el honor de los hombres ilustres corone tus sienes, y que enjuguen el llanto
de tu familia la virtud inmortal y los acentos de la patria".
Los poderes públicos hicieron manifestaciones por el fallecimiento
del licenciado don José Cecilio del Valle, las diferentes instituciones se
sumaron a tan justo dolor. El canónigo doctor José María Castilla, de
60 El eminente jurisconsulto Jeremías Bentham, representante de la escuelautilitarista, tuvo la más antigua correspondencia con Valle. El nombre de esteilustre americano figura^ entre los nombres de grandes sabios de Europa, en eltestamento de Bentham, quien dejó a sus amigos predilectos anillos con su retratoy pelo de su cabeza en prueba de su-cariño y de su aprecio. Valle tuvo ese recuerdode la amistad del publicista inglés. El precioso legado aún lo conserva la familiade Valle. Cuando ésta se extinga o sea dado, Honduras, para su museo debe tratarde adquirir aquella valiosísima reliquia. (Nota de Rosa en la biografía de Valle).
: loMBRE — El POLÍTICO — El S 251
inteligencia nada común y de un alto espíritu patriota dejó también oír
la Asamblea de Guatemala, pidiendo que la patria de pie, rin-
I d homenaje que justamente merecía Vall< inónigo Castilla:
"La voz de un simple ciudadano se atreve a llamar vuestra atención,
ímpiendo, quizá, serios trabajos legislativos y di útiles: pero
el asunto que me ocupa y la súplica que os dirijo, estoy cierto que no os
desagradan. El derecho de petición me autoriza para llamar vuestras
Lis hacia una perdida que llora toda la república. La existencia del
ciudadano Valle era cara para nosotros: su sepulcro y su grata memoria
deben ser acompañados de los testimonios más marcados de la gratitud
1 .a muerte de un sabio ciudadano, que a su literatura reúne la
decia un hombre de espíritu) es una calamidad pública, y su
nombre debe quedar escrito en los anales de la virtud y de la patria. El
ciudadano Valle, bien lo sabéis, reunía a su profundo saber, una vida
inculpable: títulos harto respetables en todos los pueblos, y particular-
es repúblicas. Entre los dignos individuos que componen este
uerpo, hay muchos amigos de Valle, y todos son conocedores de
su mérito: por eso me abstengo de manifestar los servicios que este digno
ciudadano ha prestado a la patria, y me contento con recordaros que se
vio al frente de los negocios; que hasta en el gobierno español fue respe-
tado y se I i a sus raros talentos. El voto público lo iba a colo-
D el solio de la república. El se ocupaba incesantemente en el silencio
gabinete, en meditar todo aquello que pudiera perfeccionar nuestras
;ciones. La muerte le sorprendió escribiendo en favor de su patria;
: >eció su mano, y derribó su pluma. Unos días que fueron ocupados
.
por las virtudes y el saber; una vida cuyos últimos instantes se dirigieron
as bendiciones públicas, dirigidas por los represen-
tantes del pueblo. Mirabeau interrumpió una importante disertación, en
tmblea constituyente de Francia, para pedir un día de luto por la
de Franklin que falleció en los Estados Unidos. Se accedió a la
súplica: y fue aplaudida la moción. . Poco ha el ciudadano Valle pidió
lo mismo en favor del sabio señor Bentham al Congreso federal, sin ser
individuo de él. Yo lo hago ahora, no por un sabio extranjero, sino por
un digno compatriota, por uno de los mejores ornamentos de la república,
escritos extendieron su nombre por Europa, y lo asociaron a los
cuerpos literarios de más fama de los pueblos cultos. No sólo la amistad
que me unió con Valle, por tantos años, es el motivo principal que medirige a este Alto cuerpo: el honor de la misma república, la gratitud que
es el sostén de los hombres y de los pueblos, me dan confianza y me ins-
252 Pedro Tobar Cruz
piran en este momento para que rendidamente os suplique decretéis una
demostración pública que marque la memoria de mi digno amigo Valle,
y del respetable ciudadano que por tantos títulos merece nuestra conside-
ración. Guatemala, marzo 11 de 1834". 61
Igual representación hicieron otros representantes: Machado, Ren-
dón, Rodríguez y Rivera Paz. La asamblea como era de esperarse aco-
gió esta solicitud, con sentimiento y gratitud, acordando con fecha 13 de
marzo de 1834, que todos los empleados y funcionarios vistan luto por
tres días, que se coloque el retrato del sabio Valle en el salón de sesiones,
que se excite "a. los otros Estados para que hagan las demostraciones que
tengan a bien, en reconocimiento a los méritos del ilustre desaparecido.
El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica se sumaron a estas
manifestaciones de duelo, haciendo las demostraciones del caso en honor
del connotado ciudadano.
Alejandro Marure, uno de nuestros historiadores de más sentido
crítico, interpretando el sentir centroamericano por tan infausto aconte-
cimiento, en sus Efemérides, dice: "Perdió Centroamérica, con el falleci-
miento del licenciado José del Valle, uno de sus más distinguidos hijos.
Conocido ya desde el tiempo del gobierno español por sus grandes talen-
tos y extraordinario saber; luego que se proclamó la independencia, fue
elevado a los primeros destinos de la naciente república: fue individuo de
.la Junta gubernativa que se estableció en Guatemala en 1821: el siguiente
año concurrió a las Cortes de México, en donde sostuvo victoriosamente
los derechos de su patria y sobresalió por su elocuencia y laboriosidad.
Víctima de sus opiniones contra el imperio, y preso por ellas de orden
de Iturbide, fue poco después nombrado primer ministro por el mismoIturbide, pasando así de la prisión a la primera silla del gabinete imperial,
y debiendo únicamente tan imprevista elevación a su reconocido mérito.
Después de la caída del héroe de Iguala, Valle regresó a su patria a
desempeñar las altas funciones de individuo del Supremo poder ejecutivo
de la nación; y en seguida obtuvo la mayoría de los votos populares para
primer presidente de la república. Valle mereció de sus compatriotas el
sobrenombre de sabio, y sus escritos justifican este dictado: Bentham yotros ilustres escritores de Europa le honraron con su amistad, y la Aca-
demia de ciencias de París, le inscribió en el catálogo de sus miembros.
La memoria de este distinguido centroamericano fue justamente honrada
,
61.¥j?<T
túfar'Loi*enzo. Reseña Histórica de Centro América. Tomo H. Gua-
temala. 1878,
Iombre - 1 ico — El S 253
por sus compatriotas: la Asamblea de Guatemala acordó, en 13 de mano»ismo año de 34, que su retrato fuese colocado en el salón de sesiones,
demostración de sentimiento por su muerte, todos los funciona-
rios públicos vistiesen luto por tres días. En 9 de abril siguimti'. la Asam-
blea de El Salvador decretó también los mismos honores fúnebres a la
memoria de Valle".
uógrafo de Valle, al referirse a su muerte, dice: "Trascenden-
tales fueron las consecuencias políticas que produjo la muerte de José
Valle. La república estaba agitada: bullía ya de tiempo at<
pensamiento de reformar el sistema federal: la idea de reforma servía de
I algunos conservadores que abrigaban en su alma el intento
nal de separar los Estados, de fraccionar nuestros pueblos, de repar-
tirse los pedazos de una gran nación." El general Morazán ya no tenía
todos los grandes prestigios del 29: era el mismo hombre, liberal, generoso,
pido, heroico; era el mismo hombre de ideas y principios; pero repre-
sentaba el poder en época difu D el hombre de gobierno no puede
tener el mismo ascendiente del hombre que consuma una revolución glo-
riosa. Es casi una axioma en historia que los hombres que hacen las
más benéficas y grandiosas revoluciones, cuando les toca llevarlas a cabo,
en sus resultados, son los primeros que caen bajo el peso de su propia
obra. De esta verdad forma un grande ejemplo la vida del benemérito
general Morazán.
"La presidencia de Valle estaba llamada, a juicio de los hombres
sensatos, a dar tranquilidad a los ánimos, a reanimar la confianza pública,
a operar benéficas evoluciones políticas, y a evidenciar, en el seno de la
paz, el triunfo de las instituciones, necesitadas más que nunca, para vivir,
de los consejos de la prudencia y del saber, antes que del ascendiente de
las pasiones de partido y de los prestigios militares.
> burladas quedaron, por una fatalidad que será siempre
digna de deplorarse, las legítimas aspiraciones del patriotismo. Parece
que el destino tuvo empeño en que Valle jamás fuese presidente de Cen-
troamérica. El severo e ilustrado, cuanto popular y respetabilísimo repú-
blico, exhaló su último aliento antes de que abriesen los pliegos en que
constaba su elección de presidente. Con motivo de este infausto suceso,
y de sus consecuencias políticas, el Boletín Oficial, número 56, correspon-
diente al 31 de marzo de 1834, dijo lo que sigue: 'Las Juntas preparato-
62 Sin embargo, en Guatemala, el decreto de la formación de la República,se llevó en una época conservadora, pero con hombres del partido liberal. (Notadel auton.
254 Pedro Tobar Cruz
rias del Congreso han comenzado en la villa de Sonsonate. Casi no había
más diputados que los de Guatemala, pero el gobierno de El Salvador
habla dictado medidas muy activas para que concurrieran los de aquel
Estado; no puede dudarse de que las dictarán también los de Nicaragua,
Honduras y Costa Rica. Es demasiado grande el interés que está vincu-
lado a la reunión del Congreso. Su presencia no sólo es necesaria para
dividir (Matules cuestiones y para decretar reformas, sin las cuales no hay
que esperar la estabilidad de la administración nacional; si no también
porque los que dignamente la ejercen al presente deben ser renovados, ysu misión, entre pronto, podría ser contestada. Con respecto a la elección
a la de presidente, va a ocurrir una cuestión interesante. El ciudadano
José del Valle, sin duda tenía la mayoi votación para este destino, y ha
muerto el 2 del corriente. ¿Se declararán perdidos estos votos y se
entrará a elegir o se devolverá al pueblo la elección:' Nosotros estamos
siempre por aquellas medidas que establezcan la mayor popularidad.
Supóngase que hubieran muerto dos candidatos que reuniesen general-
mente todos los votos, sin tener mayoría ninguno de ellos, y que quedasen
otros seis individuos, cada uno con dos o tres votos;, ¿sería muy popular
la elección que versase entre ellos? Mejor sería, sin duda, devolverla al
pueblo. Nada previene la Constitución para el caso presente: la ley debe
arreglarlo, y no hay que vacilar en que el arreglo sea lo más popular
posible. Vuelvan a votar las Juntas populares, porque la elección es del
pueblo'.
"En aquellos tiempos se vivía bajo la atmósfera de la democracia;
en aquellos tiempos aún había grandes virtudes republicanas. Si el gene-
ral Mora, .m hubiese sido un mandón vulgarísimo, un dictador supeditado
por la ambición, habría aprovechado la muerte de Valle para hacer que
el Congreso efectuase la elección, y sin exponerse a correr ninguna even-
tualidad, habría sido electo, sin duda alguna, presidente de la república.
Pero Mora/án quiso siempre atender al voto de los pueblos, quiso respe-
tar la legalidad, quiso el estricto cumplimiento de las instituciones. Por
esto, muerto Valle, aunque Morazán tenía muchos sufragios para la
presidencia, como era debido, la elección fue devuelta al pueblo, único
que, en la verdadera república, debe decidir sobre la dirección de sus
destinos.
"Bajo la influencia de tales ideas y tales propósitos, se emitió el
decreto de 2 de junio de 1834, convocando a nuevas elecciones para pre-
sidente de la república. Faltaba a Mora/án su único, digno competidor;
competidor a quien había respetado y apreciado altamente. Otro militar
que no i
Valle — El Hombre — El El Sabio
hubiese sido el general Morazán. <>ti<> inilit.w inspirado en la
fuerza i.ido por los instintos de un teaariemo brutal, habría bocho
a Valle victima ulti ajado y humillado, lo
habría puesto, BU venganza salvaje, «•! más igaominioao
calvario, para arrancarle la vida, la influencia y el poder, en medio de
los más afrentosos tup Oué época gloriosa aquella en que un ver-
dadero soldado, rn que un héroe prestigiadísimo, respetaba y apreciaba
a su rival, a un honibir dvü, i|u«- n<> t« nía más fuerza que la de su i»l< -a!
¡Qué época gloriosa aquellam que un hombre de Imas poma enfren-
tarse, sin temor de ser pisoteada su dignidad, a un hombre de espada, y
a un hombre de espada q la gloria de verdaderas batallas, y no
el pali de farsantes que ensalzan escaramusas afortunada*
,ay! para ; iales castigos, fundan las mas insopoitaMrs <•
- taduras. El fiv
1 tazan míe, muerto Valle, no
ya seria competencia política en Ontroaméiii a. fue efecto, pof
segunda \<
.
da la t< pública. ¡Qué reflexio-
ne! las que ocurren con motivo de tales sucesos' \1 ¡ . a i.. 1, ( to debía
sin culpa suya, la ruina de la república centroamericana Valle
:ia probablemente salvado a la república. Morazán tema
todos los prestigios de la revolución, y en su contra, debió tener todos
loe enconados odios de la oposición. Valle en el poder, aunque participe
de las ideas de Morazán, habría entrado a ejercerlo sin compranísof revo-
lucionarios: no I ido las intransigencias de sectario tflctOffiofO:
habría llevado la tranquilidad a los ánimos, desarmado en mucha parte
a las oposiciones, y tenido ocasión y libertad para hacer oportunas, bené-
v duraderas reformas al sistema de gobierno, que habrían salvado
la unidad de la patria, asegurando la paz de sus hijos, afianzando sus
instit afirmando la honra de su nombre. Morazán, hombre de
la revolución, no pudo ser el hombre dé la consolidación de las institu-
ciones: su origen y su carácter revolucionarios, a pesar de sus grandes
dotes políticas y militares, lo hicieron inepto para tan grande empresa.
Valle gobernante habría podido acometerla con feliz éxito; Valle, a virtud
de oportunas evoluciones inspiradas por su genio, y sancionadas por sus
l;íos. habría hecho la reforma, en racionales términos, anulando la
demagogia de los liberales, y los embozados trabajos de los conservadores
separatistas y liberticidas. En tal situación, Morazán habría sido el brazo
arinado: Valle la cabeza pensadora y directora: la idea y la fuerza unidas
habrían* realizado el triunfo definitivo y espléndido de la república; yhoy los centroamericanos tendríamos una nación poderosa, libre y feliz;
256 Pedro Tobar Cruz
y hoy, en vez de sentirnos humillados, con la frente levantada, podríamos
decir al mundo, TENEMOS PATRIA."Pero las leyes providenciales, que presiden a la historia de los pue-
blos, no permitieron que hubiese para los centroamericanos tan dichosos
resultados. Murió Valle, y con su vida, desapareció la fundada esperanza
de que hubiese paz y arreglos durables en pro de las instituciones. Poste-
riormente, Morazán fue vencido, y por último sacrificado por la traición
en el cadalso, y con su vida, desaparecieron los más abnegados esfuerzos
que propendieron, en la América del Centro, a salvar la unidad de la
patria y la estabilidad y el prestigio de sus instituciones.¡ Desgracia
inmensa la nuestra! Parece que la providencia se complace en someter
a ciertos pueblos a las más rudas y crueles pruebas: uno de esos pueblos
es Centroamérica. Pero aceptemos nuestro destino con valor y resigna-
ción, y con la conciencia de que somos libres para pensar y obrar en el
sentido de mejorar nuestra suerte. Pensemos y obremos bajo los auspi-
cios de nuestro derecho, de nuestra dignidad y de nuestra libertad; y al
fin lograremos el anhelado objeto de ser ciudadanos libres dentro de una
gran república".
La vida de José Cecilio del Valle, está unida a los acontecimientos
históricos de Centroamérica, en una época de todavía no clarificadas
conmociones sociales y políticas. En los finales de la tolonia, en los años
que siguieron a la independencia, su nombre está en contacto directo, con
todo lo que es acción y movimiento de los que ejercitan un derecho,
siempre que la razón, sea el sostén imperativo de estos pedimentos ciu-
dadanos. Tal vez al juzgar a Valle en algunas etapas de su existencia,
he recargado los comentarios con citas de su biógrafo el hondureno
Ramón Rosa, demasiado extensas, y abusando también de una repetición
excesiva; pero las he creído tan oportunas, tan llenas del colorido que las
hace gratas a la verdad y a la justicia, que he juzgado, que bien vale
la pena acogerme a esta ayuda, si ella viene a clarificar una figura polí-
tica, que como Valle, siempre estará presente en nuestra historia en una
época de formación republicana, muchas veces en primera fila, sin mos-
trar las flaquezas del cansancio o las engañosas retiradas de la cobardía.
Las palabras que siguen son el mejor elogio a Valle, reflejan en toda su
amplitud, una enseñanza de vida ciudadana, ellas cierran la segunda parte
de este libro: «
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 257
. más que nunca debe temarse como modelo la conducta polí-
tica de Valle, y buscarse en sus obras grandes enseñanzas. La situación
de Centroamerica asi lo reclama. Los pueblos centroamericanos, si bien
más que todo, por la acción del tiempo, han ganado en materiales elemen-
tos y recursos, en cambio, por la acción de malencas, de corruptoras escue-
las políticas, han perdido mucho, muchísimo, en materia de instituciones,
de moralidad y de honradez. Jamás Centroamerica ha atravesado, en
b moral, momentos tan críticos como los que atraviesa al presente.
Jamás ha habido una situación más ilógica, xaia falsa en el fondo, y más
hipócrita en la forma, más ocasionada a trascendentales conflictos, y más
adversa a los más grandes y caros intereses de la república. No hay que
hacerse ilusiones. No hay que ver tan sólo la superficie de las cosas; es
necesario, absolutamente necesario, ver el fondo. La inmoralidad política,
da a los más repugnantes extremos, es un horrible cáncer que des-
muy de prisa, el organismo de los pueblos centroamericanos; es una
enfermedad que les impide vivir para las instituciones, para la liber-
tad, para la república:
"Es necesario tener el valor de decir la verdad, toda la verdad.
Con Morazán, Barrundia, Herrera, Cabanas y Gerardo Barrios, sabía
cualquiera a qué atenerse: eran hombres de principios, y eran consecuen-
tes con sus ideas. Con Carrera, Ferrera, Aycinena, Batres, Pavón yM, también sabia cualquiera a qué atenerse: eran hombres de sis-
tema, y supieron ser lógicos. Uno y otro partido contendientes respeta-
ban sus ideas, y tenían, bueno o malo, un ideal político, impersonal: ideal
servido con perseverancia y alentado por previsiones lógicas: uno y otro
partido contendientes, salvo las horas de borrasca revolucionaría, tenían,
en más o menos, respetos sociales, respetos a la dignidad humana, consi-
deraciones al derecho, consideraciones al decoro público. Hoy el egoísmo
mbidón sin límites han venido a crear en Centroamerica situaciones
puramente personales, personalísimas, situaciones que sólo pueden soste-
nerse, ora apelando al terror que mata, ora a la seducción que envilese.
O rastros humanos, o mercados políticos: he aquí las enseñanzas prácti-
cas que las escuelas dominantes en Centroamerica dan a nuestros infor-
tunados pueblos".
TERCERA PARTE
Valle y su ideal paromericanista — Valle y su visión económica — Pensa-
miento político — Preocupaciones sociales — Consideraciones y estudios
generales.
VALLE Y SU IDEAL PANAMERICANISTA
En sus meditaciones como en sus pensamientos, Valle, tenía pre-
sente na sólo a Centroamerica, su idea se ensanchaba en algo más grande:
en la grandeza de todo el continente americano, por eso, mantiene la
esperanza porque América sepa aprovechar sus innumerables riquezas y
a la vez, sepa también distribuir la producción y los vastos recursos de su
suela Encarece porque se aproveche la irregularidad de sus costas en
beneficio de todos y para todos, que salga del encierro de los valles, cons-
truyendo caminos y habilitando puertos y que la industria y el comercio,
se sirvan de los ríos, caminos fluviales, regalos que la naturaleza ha puesto
como una riqueza más.
Independencia dice Valle, no es sólo la facultad de nombrar auto-
ridades y de darse nuevas leyes, independencia es, aspiración a un bienes-
tar general de los habitantes, con mayor seguridad en sus bienes y en sus
personas. Su pensamiento es, que América sea para América. No quiere
"que el sudor del indio y la savia de nuestra tierra, dos riquezas
inmensas de que podríamos nosotros valemos, vayan a enriquecer otros
pueblos y empobrezcan el nuestro". Por eso dice: "El Nuevo Mundono será en lo futuro, como ha sido en lo pasado, tributario infeliz del
antiguo. Trabajará el americano para aumentar los capitales productivos
de su propiedad: trabajará para presentar al gobierno, protector de sus
derechos, las rentas precisas que exija la conservación del orden". "Los
extranjeros atraídos por la riqueza que prometerá un suelo libre y
259
260 Pedro Tobar Cruz
fecundo vendrán a aumentar más la población. Traerán sus talentos, sus
máquinas y sus manos. Brillará la industria europea en los talleres de
América; y los hijos de ella desenvolviendo su genio, imitarán primero ycrearán después. Las costas de América dilatadas majestuosamente del
norte al sur, se abrirán a todas las naciones amigas o neutrales. Pabello-
nes de todos colores pintarán sus puertos y bahías. El mundo entero
vendrá a ofrecerle los productos de su industria. El concurso de comer-
ciantes de todos los países hará bajar los precios, y la América entrando
al goce de uno de sus más preciosos derechos, hará lo que hace España".
Se entusiasmó Valle con los cultivos americanos, por todas partes
contempla la tierra fructificando y al labriego, sediento por recoger a
manos llenas lo que produce la tierra, si tiene a su lado el esfuerzo de dos
manos que hablan de trabajo. Comprende que los métodos empleados
en la agricultura americana, tienen el sabor de épocas pasadas, pero sabe
que la necesidad, escuela de renovación, empuja a encontrar los caminos
más apropiados y ya se tendrá lo necesario que economice fuerzas y tiem-
po, con una producción, que sólo hará cuentas con el signo de multiplicar,
por eso dice: "La agricultura que multiplica el número de espigas a
proporción que se aumente el número de consumidores, dilatará sus
cosechas abriéndose el mundo entero a sus consumos. Las pendientes
de los Andes: las faldas de esas montañas, las más elevadas del globo,
serán cubiertas de frutos; y los campos que ostentan en vegetaciones inúti-
les la energía de su fecundidad, la manifestarán en plantas provechosas,
origen de la riqueza". Y no se queda sólo con esos sueños Valle, piensa
en una marina mercante americana, surcando los mares y uniendo los
pueblos, su profecía sigue como una ruta visionaria: "La marina que nace
siempre que se multiplican las relaciones entre pueblos separados por
mares, será la primera en un continente que suda fierro y cobre, brota
algodones, derrama alquitranes, resinas y breas, y se ve cubierto de bos-
ques útiles para la producción".
Y continúa en nueva visión, como recogiendo el eco de una sensi-
bilidad colectiva: "Las ciencias recibiendo luces de todos los pueblos en
el comercio con todos ellos, harán progresos rápidos. La Europa, que
hasta ahora no ha existido para nosotros, será un mundo nuevo a nues-
tros ojos: desenvolverá riquezas: presentará todos sus conocimientos. La
América no conocida más que en la superficie de algunos puntos, será
otro mundo, descubierto también a nuestra vista. Los sabios que no
osaban penetrar regiones vastas asechadas para la desconfianza, vendrán
a observar los tres reinos y a derramar sobre ellos nuevas luces. Caerán
i Iombre — El Político — El Sabio 261
los sistemas existentes, y se levantarán otros apoyados en bases más sóli-
das y observaciones más numerosas. El americano, dulce y sensible, dará
su carácter a las artes y ciencias. Recordando su antigua esclavitud hará
llorar a sus semejantes: cantando su libertad penetrará de dulce gozo a
la especie entera. Su imaginación fecunda creará nuevos géneros de
poesía y elocuencia, otras ciencias, modelos nuevos de sentimental, tipos
originales de bello. Si en la temperatura feliz de Italia fue donde se
escribió el arte de amar, en el clima dulce de Quito es donde se hermo-
seará, glosará y perfeccionará". 1
Con esa creencia tan firme que tenía del futuro de América, forjó
m ángulos perfectos y delineando conceptos legitimados
con la nueva idea que bullía en su cerebro, trazó con la maestría del visio-
nario de los nuevos tiempos, la cristalización de la hermandad entre
pueblos que son todos uno, a través de un continente, y de ese conoci-
i• tan completo para su época, dio al mundo su memorable doctrina
de El Panamericanismo.
En las últimas páginas de "El Amigo de la Patria" está el sueño
de Valle —un sueno que sigue siendo sueño— y que durante 139 años,
no ha podido hacerse realidad: la federación americana. Por vez prime-
ra en Guatemala y probablemente entre los primeros de América, la
figura de Valle se agiganta, marcando pasos de hombre de avanzada en
los problemas del continente, y más en éste de unidad americana.
Desde 1810, en Suramérica se habla de alianzas y de ligas, pero en
el centro y el norte de América, no se tiene ninguna noticia, que alguien
antes de José Cecilio del Valle, se haya interesado por trazar este plan
de unidad continental, con lineamientos de tanta pujanza, que si estu-
vieran ya en el plano de las realidades, el porvenir de estos países, de
luchas y de fracasos en el largo calvario de siglo y medio de vida inde-
pendiente, fuera muy diferente, ya que por sus felices condiciones estos
territorios son dignos de mejor suerte. La doctrina de Valle, de el pan-
americanismo, despertó un gran interés por sus muchas proyecciones,
que la primera Asamblea constituyente de la república de Centroamérica,
la hizo suya y la puso como "idea inicial" a los demás países del conti-
nente americano, para que sirviera de base a la confederación general,
sustentando en sus fundamentos, los objetivos y fines que siguen: que
esta confederación representase unida a la gran familia americana: garan-
1 Párrafos de su bellísimo articulo intitulado "América", aparecido en losnúmeros 1S y 19 de "El Amigo de lá Patria". (Está publicado en el segundo tomode las obras de José CecHio del Valle, compiladas por don José del Valle y licen-ciado don Jorge del Valle Matheu.
262 Pedro Tobar Cruz
tizase la libertad e independencia de sus estados; los auxiliase, los man-
tuviese en paz; resistiera las invaciones del extranjero; revisara los dife-
rentes tratados de las repúblicas entre sí y de las repúblicas con los
diversos países de Europa; crease una competente marina; hiciese general
el comercio de todos los Estados, arreglando las leyes sobre el giro ydemás valores comerciales y las tarifas de aduana; acordase, en fin, todas
las demás medidas para impulsar la prosperidad de los mismos Estados. 2
Sobre esta significativa idea de Valle, dice Rodríguez Beteta en
el estudio que hace sobre El Amigo de América: "Este hermoso y memo-
rable decreto está calcado en el artículo de 'El Amigo de la Patria'
(suponemos, con razón, que Valle lo redactó) y es una de las principales
fuentes a que hay que acudir cuando se estudia la historia del Paname-
ricanismo y del primer Congreso reunido por Bolívar en Panamá, por
más que los historiadores y publicistas que se han ocupado en tales estu-
dios no lo citen, sin duda porque no lo han conocido. A este Congreso,
reunido el 6 de noviembre de 1826, e inspirado, o estimulado por lo
menos, por la excitativa de la Asamblea de Centroamérica, concurrieron
nuestros delegados; y fueron ellos de los pocos que siguieron reciente-
mente el éxodo de vacilaciones e incertidumbres a que estuvo sujeta la
sede en que debería tener lugar el próximo. En el desarrollo de la idea
panamericanista, toca pues, un glorioso puesto de primacía a Centroamé-
rica, y en ésta es el artículo de Valle al que corresponde el honor de
la iniciativa. Ningún hombre en América ni ninguna asamblea habían
tenido hasta entonces una visión 'tan clara de los intereses económicos
comunes sobre los cuales fundar, la solidaridad de las tres Américas". 3
El 23 de febrero de 1822, en "El Amigo de la Patria", número 24,
Valle da a conocer su pensamiento panamericanista, pensamiento que lo
ha consagrado como uno de los más esforzados arquitectos del edificio de
la unidad continental: en ese interesante artículo, intitulado "Soñaba el
Abad de San Pedro y yo también sé soñar", se ve la visión de un soñador
y que sus sueños, se identifican con el sentimiento de tantos unificadores
de vínculos, sin poder sofocar su apasionada conducta en la antena de
su sensibilidad humana. Dice Valle:
2 Decreto de la Asamblea Nacional Constituyente de 6 de noviembre de 1823.
3 Rodríguez Beteta, Virgilio. El Amigo de América, Revista "Centro América".Órgano de Publicidad de la Oficina Internacional Centroamérica. Volumen X.Número 4.
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 263
"SOBABA EL ABAD DE SAN PEDRO Y YOTAMBIÉN SE SOÑAR:
"La América estaba dividida en dos zonas contrarias entre si,
obscura la una como la esclavitud, luminosa la otra como la libertad.
va España, Guatemala, San Salvador, Comayagua, León yPanamá formaban una extensión inmensa de territorio sometido al
gobierno español El nuevo reino de Granada, Santa Fe, Caracas, Bue-
nos Aires y Chile formaban un espacio dilatado de tierra libre e inde-
m el antiguo mundo los países septentrionales eran el suelo
de la libertad, en el nuevo los australes fueron la tierra venturosa donde
brotó primero.
sur se cubría de sangre por defender sus derechos; y el norte
mandaba millones al gobierno que intentaba sofocar aquellos derechos.
"No hubo simultaneidad en la causa justísima de nuestra inde-
pendencia; y esta falta grave aumentó las fuerzas de España: entorpeció
la marcha de América; y fue origen de males que llora el amigo de los
"La unidad de tiempo es en los grandes planes la que multiplica
la fuerza y asegura el suceso: la que hace que dos, tengan más poder que
un millón. Cien mil fuerzas obrando en períodos distintos, solo obran
como uno. Diez fuerzas obrando simultáneamente, obran como diez.
marchó la América con el plan que exigía la magnitud de
su causa. Lo que hace derramar más lágrimas: lo que penetra más la
sensibilidad: lo que más horroriza a la naturaleza, es lo que se vio en los
países mas hermoseados por ella. Sangre y revoluciones son los sucesos
que refiere la historia; muerte y horrores son los hechos de sus anales.
"La pluma se resiste a escribirlos: la memoria se niega a recordar-
los. . . Volvamos los ojos a lo futuro. Ya está proclamada la indepen-
dencia en casi toda la América: ya llegamos a esa altura importante de
nuestra marcha política: ya es acorde en el punto primero la voluntad
de los americanos. Pero esta identidad de sentimientos, no produciría
los efectos de que es capaz, si continuaran aisladas las provincias de Amé-rica, sin acercar sus relaciones, y apretar los vínculos que deben unirlas.
"Separadas unas de otras, siendo colocadas en un mismo hemis-
ferio, el mediodía no existe para el norte, y el centro parece extranjero
para el sur y el septentrión. El reposo de las unas no es un bien para
264 Pedro Tobar Cruz
las otras: las luces de aquellas no son una felicidad para éstas. Chile
ignora el estado de Nueva España, y Guatemala no sabe la posición de
Colombia.
"La América se dilata por todas las zonas, pero forma un solo
continente. Los americanos están diseminados por todos los climas, pero
deben formar una familia.
"Si la Europa sabe juntarse en congresos cuando la llaman a la
unión cuestiones de alta importancia, la América ¿no sabrá unirse en
Cortes cuando la necesidad de ser, o el interés de existencia más grande
la obliga a congregarse?
"Oid, americanos, mis deseos. Los inspira el amor a la América
que es vuestra cara patria y mi digna cuna.
"Yo quisiera:
"l 9 Que en la provincia de Costa Rica o de León, se formase un
Congreso general, más expectable que el de Viena, más impor-
tante que las dietas donde se combinan los intereses de los
funcionarios y no los derechos de los pueblos:
"29 Que cada provincia de una y otra América mandase para for-
marlo, sus diputados o representantes con plenos poderes para
los asuntos grandes que deben ser el objeto de su reunión:
"3 9 Que los diputados llevasen el estado político, económico, fiscal
y militar de sus provincias respectivas, para formar con la
suma de todos en general de toda la América:"49 Que unidos los diputados y reconocidos sus poderes, se ocupa-
sen en la resolución de este problema: 'Trazar el plan másútil para que ninguna provincia de América sea presa de inva-
sores externos, ni víctima de divisiones intestinas':
"59 Que resuelto este primer problema, trabajasen en la resolución
del segundo: 'Formar el plan más eficaz para elevar las pro-
vincias de América al grado de riqueza y poder a que pueden
subir':
"69 Que fijándose en estos objetos, formasen: l 9 La Federación
grande que debe unir a todos los Estados de América: 2 9 El
plan económico que debe enriquecerlos:
"7 9 Que para llenar lo primero se celebrase el pacto solemne de
socorrerse unos a otros todos los Estados, en las invasiones
exteriores y divisiones intestinas: que se designase el contin-
gente de hombres y dinero con que debiese contribuir cada
Iombre — El Samo 265
uno al socorro del que fuese atacado o dividido: y que para
alejar toda sospecha de opresión en el caso de guerra intestina,
la fuenra que mandasen los demás Estados para sofoca:
ase únicamente a hacer que las diferencias se decidiesen
pacíficamente por las Cortes respectivas de las provincias divi-
didas, y obligarlas a respetar la decisión de las Cortes:
**8» Que para lograr lo segundo se tomasen las medidas, y se for-
mase el tratado general de comercio de todos los Estados de
América, distinguiendo siempre con protección más liberal el
giro reciproco de unos con otros, y procurando la creación \
fomento de la marina que necesita una parte del globo sepa-
rada por mares de las otras.
"Congregados para tratar estos asuntos los representantes de todas
las potencias de América, ¡qué espectáculo tan grande presentarían en
ngreso no visto jamas en los siglos, no formado nunca en el antiguo
mundo, ni soñado antes en el nuevo!
\ rs posible numerar los bienes que produciría. La imaginación
más potente se pierde desenvolviendo unas de otras sucesivamente todas
las consecuencias que se pueden deducir.
"Se crearía un poder que uniendo las fuerzas de 14 ó 15 millones
de individuos, haría a la América superior a toda agresión: daría a los
Estados débiles la potencia de los fuertes; y prevendría las divisiones
intestinas de los pueblos, sabiendo éstos que existia una federación calcu-
lada para sofocarlas.
"Se formaría un foco de luz que iluminando la causa general de
la América, enseñaría a sostenerla con todos los conocimientos que exigen
sus grandes intereses.
v derramarían desde un centro a todas las extremidades del
continente, las luces necesarias para que cada provincia conociese su
posición comparada con las demás, sus recursos e intereses, sus fuerzas
y riquezas.
unirían sabios que teniendo a la vista el mapa económico ypolítico de cada provincia, podrían meditar planes y discurrir medidas
de bien para todas las provincias en particular y para la América en
general.
estrecharían las relaciones de los americanos unidos por el
lazo grande de un Congreso común: aprenderían a identificar sus intere-
ses: y formarían a la letra, una sola y grande familia.
266 . Pedro Tobar Cruz
"Se comenzaría a crear el sistema americano, o la colección orde-
nada de principios, que deben formar la conducta política de la América,
ahora que empieza a subir la escala que debe colocarla un día al lado
de la Europa que tiene su sistema y ha sabido elevarse sobre todas las
partes del globo.
"La América entonces: la América, mi patria y la de mis dignos
amigos, sería al fin lo que es preciso que llegue a ser: Grande como el
continente por donde se dilata: Rica como el oro que hay en su seno:
Majestuosa como los Andes que la elevan y engrandecen.
"¡Oh patria cara, donde nacieron los seres que más amo! Tus
derechos son los míos, los de mis amigos y mis paisanos. Yo juro soste-
nerlos mientras viva. Yo juro decir cuando muera: 'Hijos, defended a
la América'.
"Recibe, patria arriada, este juramento. Lo hago en estas tierras
que el despotismo tenía incultas y la libertad hará florecer.
"Cuando no era libre, mi alma, nacida para serlo, buscaba ciencias
que la distrajesen, lecturas que la alegrasen. Vagaba por las plantas:
estudiaba esqueletos: medía triángulos, o se entretenía en fósiles.
"La América será desde hoy mi ocupación exclusiva. América de
día cuando escriba: América de noche cuando piense. El estudio más
digno de un americano es la América.
"En este suelo nacimos: este suelo es nuestra patria. ¿Será patrio-
tismo o delito?".
El biógrafo de Valle, hace un acopio de manifestaciones ahon-
dando los fundamentos de esta su singular doctrina, y presiente, que
tarde o temprano, ha de marcar los nuevos rumbos de la marcha política
de estas tierras, hermosas y anchas como los caminos de la esperanza.
Leamos lo que dice: "He aquí expresado con maestría el pensamiento
trascendental de la liga americana; he aquí a Valle elevándose a las más
altas concepciones de los publicistas de los primeros tiempos de la inde-
pendencia. Valle mereció y obtuvo grandes elogios por s\j famoso escrito
sobre la liga americana. El ilustre don Bernardo Monteagudo en su
Ensayo sobre una federación general en los Estados americanos, llamó
idea madre a la gran idea expresada por Valle. Si el erudito publicista,
don José María Torres Caicedo, tan profundo conocedor de la genealo-
gía, desarrollos y vicisitudes de las ideas e instituciones de los pueblos
latinoamericanos, hubiese tenido a la vista los escritos de Valle, corres-
pondientes a los comienzos del año 1822, no hay duda de que, al escribir
su interesante libro, la 'Unión latinoamericana' había tenido como auto-
1 iMBRt — El Político - 267
re» <i< ¡>ensamient vasto proyecto, a Bolívar y a
dos genios que sin sin relación.um. sin ciiii-
biarse sus ideas, por una de en iones, que sólo corresponden a
los excepcionales talentos, concibieron y formularon, en apartadas tierras,
i al mismo tu ni Mna idea, que es la idea de hoy, que es la
idea del porvenir: la unión de la América Latina para asegurar sus dere-
chos, iidad, su engr.u tura. En la actuali-
dad la liga americana no puet! dos los fines que tuviera en el
este siglo (siglo XIX). 1 >'m de las cosas y de
las ideas ha cambiado radicalmente: la n > < uropea es imposible;
; opa no puede ser ya una amenaza para la América. Pero la liga
• ana será siempre un desiderátum para el patriotismo, por cuanto
regularía las relaciones internacionales de los pueblos latinoamericanos,
labrando su paz permanente, y acrecentando sus progresos morales, polí-
ticos e industríales. La lucha desastrosa de las repúblicas del Pacífico
•robando la necesidad de una liga salvadora para los más grandes
y caros intereses de los americanos".*
imo Soto Hall, prestigiosa figura en las letras americanas,
buscó a los hombres que espigaron en los campos del panamericanismo,
su pluma trazó los peí Monteagudo y Valle, dos campeones de este
[x>r tantos motivos grandioso en la sensibilidad espiritual, de cuan-
tos luchan, porque América ocupe el puesto que le corresponde en los
os del mundo. Dice el talentoso guatemalteco: "Monteagudo fue un
hombre tormenta Como tal tuvo el trueno que aterra, el relámpago que
deslumhra ijue mata. Su verbo tonante y amenazador ponía
a en las almas y sobre todo suscitaba la ira de los cobardes y los
terrible de todas las iras, su inteligencia radiante, deslum-
hraba, provocando la envidia, hermana gemela de la calumnia; político
tranco, siempre cara al enemigo, sin buscar testaferros para ocultar sus
terribles muchas veces como hijos de su temperamento impulsivo,
atrajo sobre si los odios más encarnizados. De allí que parte de los juicios
t;l emitidos vayan envueltos en el manto candente de la pasión que
;ra y trastrueca la verdad, haciendo dificultoso el tallado perfecto
del personaje. No se conocerá esta en todos sus detalles y en toda su
grandeza, sino cuando se estudie y analice bien la época en que le tocó
actuar y el medio ambiente en que se desenvolvió, su agitada existencia".
4 La guerra del Pacífico que hizo fuerte a Chile en contra de Bolivia yPerú, entre los años de 1878 a 1883. Desastrosa para los boliviano-peruanos. Seteirn.nó con el tratado de Ancón. 28 de octubre de 1883. (Nota del autor).
268 Pedro Tobar Cruz
"Valle es una figura de lineamientos diferentes. Es el remanso tranquilo
en que espejea un cielo azul y diáfano. Hasta en los momentos álgidos
de su existencia, cuando peligra su vida, o lo que es más caro para él,
sus principios, guarda inalterable equilibrio y se manifiesta sereno. Noes la antorcha que se retuerce flameando, es el faro que ilumina sin titilar.
Sus entusiasmos no desbordan, se traducen en constancia tranquila y en
tesón inquebrantable. Sus costumbres son regulares y cronométricas, su
cerebro labora como el gusano de seda enhebra sus hilos. Todos sus
actos se miden en una balanza de precisión. Monteagudo es un gran
estudioso, pero su manera de aprender marca un exponente de su carác-"
ter: es irregular, de amplias proporciones y caprichos selváticos. Valle
es el iluminado que inclinada la frente pensadora " sobre viejos infolios o
modernos libros, se nutre con método, ordena lo que recoge, es el torrente
encauzado en robustos diques. Y estos dos hombres distintos, en cierto
modo, se comprenden y se aman. Por sus temperamentos diríase que son
en la doctrina del panamericanismo verdadero, lo que en la fe cristiana,
fueron Pablo el de Tarsos y Juan el de Patmos". 8
Como se ha puesto en duda la visita a Guatemala, de Bernardo
Monteagudo, secretario del general José de San Martín y más tarde
ministro de guerra y marina de su gobierno, se puede asegurar, que en
la época cuando colaboraba con Bolívar, sí estuvo en tierras guatemalte-
cas en diciembre del año 23 y enero del 24, probablemente para conocer
más a fondo la doctrina de Valle sobre el panamericanismo. Este viaje
está comprobado por la correspondencia del político suramericano. En
febrero del año 24, llegó a Sonsonate en El Salvador relacionándose con
el doctor Pedro Molina, de quien quedó gratamente impresionado. Su
correspondencia para Bolívar es de esa época, el 24 de febrero se embarca
en Acajú tía para Huanchaco, según relación que le hace en carta al liber-
tador. Monteagudo es asesinado en las calles de Lima el 28 de enero
de 1825, un puñal homicida a sueldo de sus enemigos y que eran muchos,
le parte el corazón. Así se corta aquella vida que empujaba con sus
ideales la unidad de Latinoamérica, pero quien antes, en su inflexibilidad
como Auditor de guerra del Alto Perú, no cedió en posponer la ejecución
de los hermanos Carrera, dos infatigables luchadores de la independencia
de Chile.
En la época de Valle, la delincación del ideal panamericanista,
no se percibía en sus proyecciones, como se hace ahora a través de la his-
5 Soto Hall, Máximo. Dos grandes Apóstoles del Panamericanismo. BernardoMonteagudo y José Cecilio del Valle. Guatemala, 1926.
I — El Hombre — El Político — El Sabio 269
loria; los problemas se han ampliado, colocándose algunos en muy dife-
pocición, y todo, por los inusitados movimientos que ha tenido la
formación de los puebk» americanos.
La independencia, las situaciones político-sociales que a cada
momento te suscitaban, el temor a luchas con países de ultramar, vinieron
a dar forma al proyecto de unidad, con un imperativo sentimiento de
solidaridad. De todos estos temores, nace la doctrina del panamerica-
nismo de Valle, algunos, antes que él, ya habían tenido la concepción de
esta idea, pero no con la amplitud que tuvo para el visionario centro-
unericano.
Bolívar en 1810, acarició la idea de solidarizar loa países del habla
hispana, como una tentativa de defensa y de apoyo en la lucha que sos-
tenían por su independencia; en 1813, en un documento, hace la propo-
sición que la América del Sur debe unirse bajo un gobierno central, si
quiere sostenerse y salvarse a los mil peligros que tendrá que enfrentarse
en el futuro, desunida será presa fácil a la codicia de los poderosos por
la fuerza política o económica. Bolívar con este proyecto, busca el equi-
librio que debía detener como un contrapeso, la amenaza europea. En
1815, nuevamente se refiere a este proyecto y pide la colaboración de
todos en la lucha común de emancipación. En 1818, se refiere a un pacto
americano, invitando a los países a que formen un cuerpo político yestructurar así, la unidad de nuestras repúblicas. En 1822, gira invita-
ciones a nombre de Colombia, con el deseo que los países del continente
celebren tratados de alianza, previendo amenazas exteriores, y en 1826,
(cinco años después del proyecto de Valle) reúne el Congreso de Panamá,
en busca de la unidad americana, culminando en esa forma el sueño de
Los generales Francisco Miranda, José Antonio de Sucre, José de
San Martín y Bernardo de O'Higgins expresaron ideas de la misma índole
en épocas diferentes y en circunstancias parecidas. Alvarez Jonte, tuvo
las mismas ideas y las expresó como delegado argentino a la junta patrió-
tica de Chile en 1810. También José Martínez de Rosas y Juan Egaña,
ilustres periodistas y políticos de Chile, desde 1810, trabajan por la soli-
daridad del continente y hacen esfuerzos porque estas luchas culminen
en una confederación de los países americanos de origen español. "Mar-
tínez de Rosas en el Catecismo cristiano que se le atribuye, recomienda
formar un gobierno previsorio mientras las colonias españolas de la Amé-rica del Sur —a ejemplo de las del Norte— forman una confederación
de Estados capaces de rechazar la dominación extranjera*'. Egaña en su
270 Pedro Tobar Cruz
"Proyecto de declaración de derechos del pueblo de Chile", consigna para
su plan, estas cuatro fundamentales ideas: "La independencia de los países
hispanoamericanos: la unión entre todos ellos para consolidarla y así el
gobierno interior de cada uno: el acuerdo con Europa para llevar a cabo
esbs propósitos; y la reunión de un Congreso general americano para
hacer respetar los derechos de las colonias emancipadas".
En 182,3, Jaime Monroe, dio al mundo su célebre mensaje, que
sentó las bases de la independencia continental, y trazó el camino de la
política internacional de los pueblos del nuevo mundo. Si esta doctrina
señala que América es distinta de Europa, y nada tiene que ver con ella,
no proclama el principio de independencia y de igualdad en las naciones.
Valle es más grande en su proyecto, es la América unida en una solida-
ridad continental con bases jurídicas y principios de igualdad. Porque
Valle piensa en los Estados de América, fuertes y débiles, unidos para
protegerse de una agresión extraña; que estos Estados estén confederados
sobre la misma base de igualdad, pide que en el Congreso se discutan los
problemas que persiguen el derecho de los pueblos y no el de los reyes
y funcionarios; que los estudios de América se hagan sobre cuadros esta-
dísticos, que den con exactitud el estado político, militar, fiscal y econó-
mico de los países, que no sólo se defienda de la agresión extraña, sino
también del cáncer interior: de las guerras intestinas, retraso de la mayo-
ría de los países que fueron colonias de España, ya que las guerras civiles
son engendradoras del caudillismo, de la tiranía y del despotismo. Queal formarse la federación americana, se forme a la vez el plan económico
que dará la riqueza a las naciones de América: que se procure por la paz
de cada región, del contingente humano que irá en socorro de los otros
países, que se luche por la concordia y armonía de los pueblos, que se
establezca el comercio mutuo, protegiendo los productos de los países
coaligados y que se asienten las bases de una marina en común, que lleve
los excesos de nuestra producción a los demás pueblos de la tierra.
Condensando así el pensamiento de Valle, se ve que en esencia
es concreto y realista, no es el pensamiento de un idealista lleno de uto-
pías, porque los hechos han demostrado lo que han hecho en este campo
los países de América, con sus conquistas del Derecho internacional ame-
ricano. Ningún procer de nuestra América, ha concebido mejor los pro-
blemas y la existencia de intereses comunes de nuestros pueblos y rl
deseo de darles una solución continental.
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 271
\ \1 ! ! VM \ 1MON ECONÓMICA
Al proclamarse la independencia. Valle trata de asegurar el Estado
con una estructuración mas completa, más de acuerdo con el medio ycon las circunstancias; estudia los problemas en el porqué de sus causas
y cuál es la solución que se les puede dar, sin ligerezas, pero sí con la
urgencia que se presentan, —no comprende— cómo puede ser posible
que exista tanta pobreza en el país. "Es la eterna paradoja. ¡ Los pue-
blos pobres que habitan territorios ricos!'
Al buscar un análisis a esta sitúan icrece un estudio que
sustente en el ahondamiento de sus raíces, una definida posición social,
vuelve a poner en escala de « , uva en metálico no
constituye la riqueza de un p.> isando en la costumbre de los
conquistadores de buscar minas y asentar las poblaciones exclusivam» -un-
en los alrededores de éstas, pone el dedo en uno de los defectos económi-
.ndamentales de nuestras poblaciones. Haberse formado preferente-
mente, sobre las altiplanicies de los Andes, donde había la esperanza de
uiidad de vetas de oro y plata, alejándose de los puertos que facilitan
la riqueza por las comodidades del comercio y la altura por el contacto
con las demás naciones".*
Parece que Valle, hubiese sido más que todo matemático, su pen-
samiento muchas veces lo encaja en los números, se acompaña de ellos
para demostrar sus proposiciones y no acaba de lamentarse que el tiempo
desde la conquista haya transcurrido sin dejar mayor huella de su paso.
Al hablar de nuestras vías de comunicación, factores fundamentales en
la economía de un país, se conduele que todavía se esté principiando por
hacer, lo que la mayoría de los pueblos hace años que lo hicieron, así
dice: "En junio de 1524, llegó a Guatemala Pedro de Alvarado con 300
.les, y desde entonces han corrido 296 años. Supóngase que los
gobernadores, intendentes, corregidores y alcaldes mayores no hubiesen
hecho más que 100 varas de camino. En este caso, tendríamos ya 29,600
de camino o sean 59.20 leguas de cinco mil varas cada una. Si no
agrada esta suposición, puede hacerse otra: figúrese que cada subdelegado
hubiera hecho 10 varas solamente de camino en cada año: cada corregi-
dor, 20: cada alcalde mayor otras tantas: cada intendente, 30: cada gober-
6 Rodríguez Beteta, Virgilio. El Amigo de la América. Valle. Revista CentroAmérica. Volumen X número 4.
272 Pedro Tobar Cruz
nador, 40: en este caso sería mayor el número de varas: más grande el
número de leguas de buenos caminos. Guatemala estaría en verdadera
sociedad y su cultivo sería floresciente".
Como dijera anteriormente, "La Sociedad de Amigos de Guate-
mala", reiniciando sus labores después de un receso de algunos años,' el
15 de febrero de 1812, patrocina la enseñanza de la Economía política,
nombrándose a Valle como regente de esta cátedra, presentando el 17 de
marzo del mismo año el plan que adoptaría, haciendo con maduro juicio,
una exposición del origen, caracteres, desarrollo, valor y fines de la cien-
cia económica. En este informe clarifica la importancia de estos estudios
en la sociedad, contempla la lucha del hombre por tener más de lo que
tiene, y los sinsabores que confronta, cuando no puede producir más que
una ínfima parte de lo que tanto necesita; se extiende en consideraciones
generales y al analizar las circunstancias de índole tan diversa, que mueve
el proceso de los pueblos hasta encontrar con susceptibles modalidades, lo
que el espíritu creador, va transformando en beneficio de todos. Comoen la segunda parte de este libro, señalé no sólo la importancia, sino lo
bello de la concepción de este singular trabajo, me es grato ponerlo a la
vista del lector, para que saque las mejores consideraciones y que ojalá
sean de honda meditación.
economía política
"Nos falta la enseñanza de muchas ciencias de absoluta necesidad
en todo país culto; y una de ellas es la Economía política. La sociedad
económica de esta capital que ha tenido siempre pensamientos que le
hacen honor, acordó el establecimiento de una clase de aquella ciencia:
en junta de 4 de febrero de 1812, nombró regente de ella, al señor don
José del Valle, diciéndole en oficio de 15 del mismo mes, que arreglando
el método de enseñanza le presentase un plan para su conocimiento yulteriores resoluciones; y el nombrado presentó el siguiente:
PROSPECTO
"El establecimiento de la Sociedad económica exigía el de una
clase de economía civil.
"Erigida para fomentar y proteger la industria, el cultivo y las
artes, la ciencia que medita los progresos de ellas debía ser objeto de su
celo.
U — El Hombre — El Político — El Sabio 273
tinta de otras que tolo publican verdades frivolas, la
trimiru civil no enseña una que no sea útil a los ramos de mayor
interés para el público,
I la ciencia de las sociedades civiles: la que presenta a los
gubkriun principios de administración benéfica y da a los pueblos leccio-
nes de prosperidad.
"Donde ha sabido cultivarse su estudio: donde la autoridad le ha
concedido la protección de que es digna: donde se han hecho aplicaciones
prudentes de sus principios, la riqueza y la felicidad de los pueblos ha
sido el resultado feliz.
M legua cuadrada tiene población doble de la que hay en la
área triple de otros reinos: el labrador siembra dos caballerías de tierra
en el muño espacio de tiempo en que otro solo cultiva una: y el comer-
ciante que en países ignorantes no sabe hacer otro giro que el de sus
abuelos» en los ilustrados es creador de especulaciones siempre nuevas.
"Sus progresos no han sido proporcionados a la extensión de su
utilidad. El hombre es el mismo en todas las ciencias. Pierde siglos
enteros en investigaciones frivolas o dañinas antes de ocuparse en las que
le interesan positivamente; y no tira jamás una recta sino después de
haber descrito muchas curvas.
las primeras edades, la economía civil era tan bárbara como
el hombre que empezaba a crearla.
"La Grecia, modelo de perfección en otras ciencias, no lo ha sido
en ésta. Oscura al principio: ocupada después en averiguar el origen del
mundo, en contar sílabas o calcular la actividad de la forma: regida por
legisladores que temían aun el uso de la moneda: dividida por guerras
intestinas, no era posible que las ciencias económicas hiciesen progresos.
"Roma fundada sobre tierras usurpadas por la fuerza: poblada
de esclavos: siempre en guerra por la Constitución misma de su gobierno,
tampoco podía avanzar en una ciencia, cuyos principios son más humanos
que los del espíritu que dominaba la conquista.
"En los siglos posteriores los bárbaros del Norte no cultivaban
otro arte que el de la caza y el de la guerra.
"Después del restablecimiento de las ciencias comenzó a hacerse
estudio de la sociedad. Pero ignorados los principios no se consideró al
hombre como individuo de una sola familia, encaminado por la natura-
leza, siempre sabia y benéfica, a los mismos objetos a que se le procura
estimular.
274 Pedro Tobar Cruz
"Cada sociedad fue vista como un cuerpo que solo puede subsistir
devorando los demás; y el hombre como pupilo que, en todos los períodos
de su vida, debe ser guiado por la mano de un ayo.
"Se formaron para su dirección distintos sistemas: se multiplicaron
los reglamentos; y el comercio, la industria, las artes, la infeliz y desva-
lida agricultura, no podían dar un paso sin tropezar al instante con eje-
cutores puestos, en todas partes, para hacerlos observar.
"La servidumbre hizo sentir la necesidad de una libertad racional.
Escritores, dignos de siglos más ilustrados, comenzaron a discurrir contra
las restricciones y trabas que, violentando la energía del comercio que
siempre tiende a dilatarse, le reducían a un círculo muy estrecho.
"Su voz combatida al principio por el interés, por la adhesión al
sistema antiguo, por la adulación que lisonjea todo lo que ve acreditado,
llegó al fin a los gobiernos. Se hicieron ensayos; y la experiencia, siempre
infalible, dio crédito a sus resultados.
"Fue feliz la revolución de ideas. El espíritu de observación, apro-
vechando las que ofrecían siglos enteros de trabas y restricciones, se elevó
al origen del error que las había sostenido para deducir el principio fun-
damental de la ciencia.
"El objeto del gobierno; el del hombre; y el de la sociedad, es uno,
o debe serlo.
"El gobierno, fijo en la felicidad de los pueblos, debe asegurarla,
fomentando su población, y procurando su riqueza. El hombre inclinado
al mismo fin, desea reproducirse y enriquecerse.
"Si a pesar de la intensidad de sus deseos se le ve en muchos países
solo, desnudo, miserable, degradado y envilecido, es porque embarazan
su reproducción y riquezas, obstáculos que no puede remover la debilidad
de su mano, o porque le faltan auxilios que tampoco puede proporcionarse
un particular.
"En vez de excitarle con estímulos inútiles, y de darle una dirección
falsa, debe emplearse la protección o fuerza de la autoridad en franquear
los auxilios o alejar las causas que no puede procurarse o remover un
solo individuo.
"Cuando llegó a discurrirse así se dio un paso inmenso en la cien-
cia. Se puso la primera piedra que debe servir de base; y sobre ella se
levantaron teorías grandes, honor del siglo anterior.
"Pero fijos los economistas en la parte a que los han inclinado sus
principios, o arrastrado las circunstancias, pocos la han considerado en
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 275
toda su extensión, y más raros aún los que han pensado en un curso
completo de la cien*
-onde Galeani, digno de los elogios que le ha dado un político
tan elocuente como juicioso; Lenguet, perseguido por un cuerpo que
envidiaba su mérito: Necker, profundo en sus raciocinios, fijaron su aten-
ción en el comercio de granos. Campomanes, el primero o el principal
que en el siglo pasado llamó a objetos útiles la de los españoles, distraída
en estudios frivolos o de poco interés, dio la suya al arreglo de gremios
y adelantamiento de la industria. Arriquivar, lleno de buenos sentimien-
tos, se ocupó en criticar las máximas del "Amigo de los hombres". Bau-
deau, defensor elocuente de los intereses del comercio, se dedicó princi-
palmente a resolver el problema de la libertad del giro que ha dividido
la opinión. El señor Jovellanos, protector ilustrado y celoso de los labra-
dores, limitó sus observaciones a la agricultura de España. Condillac,
digno sucesor de Locke en el arte de discurrir con exactitud, solo trató.
del comercio en sus relaciones con el gobierno. Hume, profundo como
lo son los economistas ingleses, tampoco escribió un curso completo de la
ciencia. Y la enciclopedia metódica, escrita por el estilo de los dicciona-
rios, no es del género que exigen las lecciones de una clase.
"Smith avanzó bastante en la ciencia: abrazó lo principal de ella
en su investigación de la naturaleza y causa de la riqueza de las naciones;
y si su estilo no es muy correcto, el autor fue digno de la reputación que
tuvo en vida y del crédito que conservan hasta ahora sus escritos. Pero
son más extensos de lo que debe ser un curso elemental: son oscuros en
muchos lugares, y suponen principios en los lectores.
"Algunos, secuaces ciegos de las dos sectas en que se dividieron
los economistas, desde que Sully dio su protección a la agricultura yColbcrt a la industria, no pueden guiar a quien debe elevarse sobre el
espíritu de partido y escribir con imparcialidad.
'Otros, excesivamente libres en sus opiniones, atrevidos en sus
pensamientos, poco modestos en su expresión, siguieron el ejemplo funesto
de aquellos que no saben escribir sobre ciencia alguna, por inocente que
sea. sin mezclar sátiras malignas contra nuestra religión.
"Finalmente elevados otros a teorías sublimes, desdeñaron el tra-
bajo que más interesa en las ciencias: el de desnudarlas del aparato mis-
terioso con que se han presentado: el de hacerlas populares: el de achi-
carlas y ponerlas al alcance de todos.
276 Pedro Tobar Cruz
"Sus obras, ceñidas a una parte de la ciencia, escritas para países
de diversas circunstancias, sistemáticas, desconocidas, prohibidas o raras,
no pueden servir de texto para las lecciones que deben llenar las horas
de clase.
"Parece necesario escribir más instituciones elementales que pre-
senten a los cursantes la carta de la ciencia; pero no una carta topográ-
fica que designe los lugares más pequeños, sino la general que solo delínea
los puntos principales.
"Para darles la perfección de que son susceptibles sería preciso ver
como ve un espíritu creador: elevarse al punto de mayor altura: tender
desde allí la vista sobre todo lo que se ha pensado, desde el primer econo-
mista que dijo la primera verdad o el primer error, hasta el último de
nuestros escritores: seguir el orden de filiación o genealogía de este pue-
blo inmenso de ideas: clasificarlas por caracteres fijos e invariables: dis-
tinguir las principales que forman como época, las intermedias que les
sirven de punto de enlace o contacto, las útiles pero poco luminosas yconducentes al fin, y las absolutamente inútiles que son como la hez de
la ciencia; formar de las primeras y segundas una serie bien ordenada, yde ella deducir las instituciones elementales.
"Pero es necesario conocer las propias fuerzas. No es posible
elevarse a tanta sublimidad, ni la sociedad puede exigir tanta perfección
a quien sabe juzgarse con imparcialidad.
"Se hará lo que pueda hacerse trabajando con celo, sacrificando
otras atenciones y dedicando el tiempo casi exclusivamente a una ocupa-
ción que lo exige así:
"l 9 Se abrirá la clase de economía civil, bajo la protección de la
Sociedad económica que ha acordado su establecimiento.
"2' Sus puertas estarán francas a todos los que quieran dedi-
carse al estudio de la ciencia, sin sujetarlos a las inquisiciones odiosas
que prescriben reglamentos dictados por el monopolio, o hechos para
estancar las luces en una sola clase.
"3 9 Se escribirán unas instituciones elementales, precisas, claras ypropias de una clase que no había antes y que va a abrirse ahora por la
primera vez, costeando su impresión y repartiendo gratuitamente un
ejemplar a cada uno de los cursantes.
"49 Se indicarán en ellas el origen de la sociedad civil, y de él
se deducirá el objeto de la ciencia: se manifestará que los individuos de
aquella son impelidos al fin que se propone ésta por la fuerza secreta,
pero activa de los sentimientos que le inspiró la naturaleza; y que si no
Valle — El Hovibre — El Político — El Sabio 277
logran acercarse a él es porque les embarazan su goce causas superiores
a sus fueras: se hará inquisición de las que las alejan o no permiten llegar
al léimiuii de sus votos: se clasificarán con precisión: se discurrirá sobre
cada una de ellas y se expondrá para removerlas, los medios que ha des-
cubierto la observación de los economistas.
"5* Se darán secciones los martes, jueves y sábado de cada semana
a la hora y en la sala que señale la sociedad.
"6* Se leerá el primer día un discurso de aperción, interesando la
aplicación de los cursantes al estudio de la den
Se les propondrán cada dos o tres meses puntos de discusión
análogos a las lecciones que hubieren recibido para que escribiendo
osemorias sobre ellos se califique el mérito de los que se presentaron, por
tres examinadores electos por los mismos entre los sujetos de crédito de
esta capital y se dé por la sociedad el primer premio que considere justo
al autor de la que fuese digna de el
"8» Se llevará un libro de matrículas de todos los cursantes, mani-
festando en él la fecha en que comience cada uno a serlo, lugar de su
nacimiento, edad, oficio, talentos, aplicación, conducta, progresos, etc., yconcluido el curso se presentará a la sociedad un estado o lista de todos
para que premie el mérito de los que lo hubieren acreditado, o lo reco-
miende a quien corresponda en las circunstancias y casos que les con-
vengan.
"Este es el plan de enseñanza que me ha parecido más arreglado;
si la sociedad lo juzgare digno de su aprobación, comenzaré a trabajar en
ella. (14 de marzo de 1812)".
La Sociedad económica aprobó el plan de enseñanza que Valle
presentara, k> encontró de acuerdo con las necesidades imperativas del
momento, después de 148 años de haber sido formulado, muchos de sus
postulados tienen plena vigencia en la época actual, no obstante el devenir
de tantos cambios en la estructura formativa de nuestra sociedad. Reco-
rrió con paso seguro los fundamentos circunstanciales de los topes econó-
micos, sin descuidar la unidad y la variedad de la historia, en su más
complicado desarrollo, ya que sus pasos van, a sentar, las bases de la como-
didad, faceta que pide la felicidad humana. Al analizar tan bien cimen-
tado programa de enseñanza, dice su biógrafo Rosa: "La elevada y bri-
llante síntesis que sobre las ciencias nos ha dejado Valle, en mi pobre
concepto, no habría podido formularla ni presentarla mejor ninguno de
los sabios de su tiempo"'.
278 Pedro Tobar Cruz
Valle encontró en las ciencias económicas, los estímulos necesarios
y completos, capaces de favorecer los agentes de la producción; estudió
la economía, como ciencia de observación en relación con las diferentes
actividades sociales y la armonizó en razón directa con los múltiples
problemas que da la distribución y el consumo de la riqueza —manifes-
tando— que en la universalidad de la ciencia, no se debía descuidar, los
movimientos estructurales que fortifican el engranaje socio-económico de
lo regional. Sin condenar abiertamente, sí impugnó con buen tacto polí-
tico, el sistema antieconómico que España implantó en las colonias ame-
ricanas —y sin olvidar— el descuido a que estuvieron estos pueblos, sin
vías de comunicación, sin ningún aliento en la inmigración, sin mayorinterés en el desarrollo educativo, con una legislación tan restrictiva comollena de privilegios, que ponía facilidades a la riqueza particular, pero
casi ninguna a la riqueza pública.
Todas estas manifestaciones de avance en» las disciplinas sociales,
honran a Valle y honran a la vez a la época que fueron enunciadas; la
revolución económica que ha trazado movimientos insospechados, implan-
tando situaciones de apasionados debates, los contempla Valle y presiente
las luchas que tales concepciones han de traer a los pueblos en sus des-
ajustes sociales y que de época en época, conmueven la estructura tanto
física como moral de las sociedades. "Afirmaba —Valle— que la eco-
nomía, tenía su parte universal y sus especialidades de localidad. Cadareino tiene su economía política, del mismo modo que tiene su botánica,
su gramática y su jurisprudencia".
Por su importancia y porque el pensamiento de Valle se refleja
en las concepciones de ayer y de hoy, madurando con sensibilidad de
socio-económico, los problemas, por los que todavía lucha resolver el
centroamericano, copio su conceptuoso discurso que dijera cuando inau-
guró la clase de economía política en la junta general de la Sociedad
económica de Guatemala, verificada en septiembre de 1812:
EL ECONOMISTA*
"Señores:
"Guatemala, fundada el año de 1524, no había pasado en cerca
de tres siglos en la enseñanza de la economía política que tanto le inte-
resa.
"* Tomo I, Núm. 2, Págs. 11, 12 N. de los C." (El Amigo de la Patria).
Ki Hombre — El Político — El Sabio 279
"Todas las ciencias son útiles: todas influyen en el bien social: las
que se arrastran por la superficie del suelo, y las que se elevan a la región
de los planetas.
"Por los mis pequeños experimentos de la química, se ha adelan-
tado el arte benéfico de los tintes que han dado valor a las fábricas. Unfósil despreciable eceleró los progresos de la metalurgia, injustamente
ámpn fililí por los que no conocen el interés que tenemos en la ciencia
de los metales. La disección o anatomía de un reptil preparó descubri-
mientos útiles para el arte de la salud. La medida de sílabas es uno de
los elementos de la armonía, y la armonía, suavizando el carácter feroz
del hombre, hace que no sea carnívoro o que sea más humano con sus
semejantes. El ergo mismo, el escolasticismo, objeto de risa en estos
tiempos, era escala para subir al método feliz del análisis.
"Solo un espíritu pequeño, incapaz de abrazar grandes relaciones,
no percibe las del hermoso todo que forman las ciencias, influyendo unas
en otras para sus progresos, y contribuyendo todas a la felicidad general.
Solo la ignorancia puede desdeñar unas y alzar otras.
"Los gobiernos deben a todas igual protección. Deben derogarse
para siempre tantos privilegios, tantos honores, tantas distinciones conce-
didas a unas en perjuicio de otras, que por no tener estímulos que ani-
men a su estudio se ven abandonadas o envilecidas. 1
"Pero si debe haber ciencias favoritas y privilegiadas ¿cuál es la
que puede presentar títulos más grandes que los de la economía política?
¿ Y por qué, fundadas tantas clases de otras ciencias, no se había pensado
en la aperción de la que puede tener influjo tan decidido en nuestra
prosperidad ?
numentos eternos de gratitud a esta Sociedad benéfica: Uste-
des, señores, que acordando la enseñanza de economía política, han hecho
en pocos meses lo que no hicieron nuestros mayores en el espacio de tres
siglos. El día 15 de febrero de 1812 debe hacer época en la historia lite-
raria y política de Guatemala; y cuando cada pueblo levante una colum-
na destinada solamente a eternizar hechos memorables, el del acuerdo
de esta sociedad debe grabarse en la de esta capital.
"Se ha dicho ya por otros. Divididas las sociedades en adminis-
tradores y administrados, los agentes de los gobiernos, obligados a dar su
1 Un ejemplo entre otros. La ley 8, tít. 31, P. 2, manda, que los maestrosde leyes tengan el titulo de caballeros: que cuando se presenten a un Juez, selevante éste, les salude y reciba: que los porteros de los reyes y príncipes no lesdeben tener puerta: y que después de 20 años de maestros, tengan la honra de condes.Son dignos de honor los que enseñan la ciencia útil de las leyes. Pero ¿seránindignos de ellos los geómetras, los químicos, los economistas? etc."
280 Pedro Tobar Cruz
atención a los negocios que la reclaman, sucesivamente unos tras otros,
no pueden tener tiempo para fijarla en meditaciones profundas, creadoras
de grandes ideas; y los que siembran, los que sudan en una fragua, o
tejen en un telar parten el día dando la mitad al trabajo y la otra al
sueño, necesario para el descanso de sus fatigas.
"Debe haber hombres retirados del mundo y del trabajo, ocupados
en reunir los pensamientos útiles que ha ido ofreciendo cada siglo; en
crear otros que lo sean igualmente, en presentarlos a los gobiernos, yhablar a favor de los que nos alimentan.
"Si los ha habido dedicados a observar pequeneces ¿no era justo
que los hubiese ocupados en examinar las causas de la miseria y riquezas
de los pueblos?
"Un genio observador se ocupó a presencia de una sociedad, de
filósofos, en considerar al hombre de letras como ciudadano, es decir, bajo
el aspecto que tiene más derechos para interesar. Yo, sin prometerme
igual suceso, me ocuparé en contemplar al economista, que es el que une
más sensiblemente las relaciones de ciudadano con las de hombre de
letras.
"Hay pobres y ricos. En una área de millares de leguas geográ-
ficas, cinco o seis ciudades ricas y mil pueblos de infelices. En la exten-
sión del globo, ni un millonésimo de su superficie poblada de hombres
pudientes. En la especie entera los ricos y los pobres acaso en razón de
1 a 100,000.
"Almas frías e indolentes; ¿cuál es el secreto para serlo en medio
de tantos gritos de la indigencia, derramándose tantas lágrimas, habiendo
tantos hombres que sufren? ¿Cómo es posible volver los ojos y dejar de
pensar en cuadro tan triste: censura del poder: oprobio de la riqueza:
humillación de la especie?
"La sensibilidad, origen de las virtudes más dulces: causa de lo
sublime del heroísmo: principio de todo bien, es la que anima al econo-
mista: la que le lleva donde están los pobres: la que le hace llorar con
todos los que sufren: la que lo obliga a formar el voto generoso de vivir
para sus semejantes, ocupado en averiguar el origen de sus bienes ymales.
"Que se sepa por todos los pueblos: sin tener riquezas que derra-
mar en socorro de sus necesidades, sin autoridad para destruir el mal que
les aflige, o llenar el bien que les falta, ha habido quien se sacrifique por
vosotros, naciones desventuradas, trabajando en la creación de la ciencia
k — El Hombre — El Político — El Sabio 281
que puede contribuir a mejorar vuestra suerte, y simplificando su objeto,
para acelerar vuestro» progresos.
fot qué hay países de abundancia y lugares de miseria? ¿Por
qué se estanca la riqueza en uno o dos puntos solamente, y no se distri-
buye por todos? ¿Por qué hay pobres y ricos? Este es el problema
grande de la economía políüca.
"Antes de comenzar los trabajos de su resolución, el hombre bené-
fico que va a dedicarse a su examen se ocupa en los que deben proceder-
loa. Hace lo que hizo el siglo XV I, el ^enio sublime que creó nuevas
os y corrigio las antiguas. Forman primero su entendimiento: le
limpia de ideas, o estériles o inútiles o dañinas, como el labrador arranca
del campo que va a sembrar las plantas malas que sin dar fruto sofocan
las que son capaces de producirlo: cultiva el arte de Locke y Condillac,
el de discurrir con exactitud, porque ningún otro puede serle más útil en
una ciencia donde un sofisma elevado a ley, y armado de la fuerza de
ésta, puede arrasar los campos, cerrar los talleres, paralizar el comercio:
sube a las causas del error, examinando sus diversos orígenes y descu-
briendo la marca que los distingue, para reconocerle cualquiera que sea
la forma con que se presente en una ciencia donde ha hecho tanto juego
el interés, y el espíritu reglamentario llegó a erigirse en sistema: estudia
los elementos del cálculo, porque necesarios para perfeccionarse en el arte
del raciocinio, lo son para quien debe formar muchas veces el de la riqueza
de un pueblo, porque el raciocinio es un verdadero cálculo, es la medición
de dos ideas, la suma de muchas o la sustracción de alguna; y quien no
tiene principio de cálculo, no puede tenerlos de exactitud; se aplica a la
ciencia que después de un trabajo de muchos siglos llegó a formar cartas
más o menos exactas de la superficie del globo, porque en lo económico,
mas que en lo moral y lo político, la figura de una rada, el curso más
o menos tortuoso de un río, la altura de un monte, el grado de longitud o
latitud tienen influjo muy activo en la grandeza o abatimiento de las
naciones: recorre las demás que han ido formando la razón y la necesidad
auxiliadas por la experiencia porque e! plan de su formación puede darle
abundantes luces para la de la ciencia que se propone crear: estudia la
historia de los pueblos, porque solo subiendo a su origen, siguiendo su
marcha y deteniéndose en cada época para observarlos desde allí como
de un punto de elevación, se conocen las causas de su miseria y riqueza,
las vueltas y retrocesos de su comercio, los pasos sucesivos de su industria
y las revoluciones de su agricultura: estudia a los mismos pueblos, porque
las naciones no son el puñado de ricos que se unen en los puntos donde
282 Pedro Tobar Cruz
refluyen las riquezas, sino los que fertilizan el campo con su sudor, los que
se sacrifican llevando a unos lugares el sobrante que hay en otros, los que
auxilian los trabajos del cultivo franqueando fondos a quien tiene nece-
sidad de ellos, los que taladran cerros para extraer los metales que animan
la circulación: acumula hechos que en la economía son lo mismo que los
experimentos en la física, la base del raciocinio: extiende sus investiga-
ciones a todo lo que puede servirle para la ciencia que va a crear: forma
su alma: la engrandece; y le da la energía necesaria para su grande objeto.
"Así es como se prepara el economista para trabajar en la felici-
dad de los pueblos. Cada una de las ciencias que ha cultivado le ha ido
dando las fuerzas que necesita; y poderoso con todas ellas, lleno de cono-
cimientos se eleva a la altura donde debe ponerse para observar las socie-
dades miradas bajo el punto de vista que debe considerarlas.
"Es grande el objeto que se presenta. Diverso uno de otro el
mundo físico y el político, en el primero todos los seres tienden a un
mismo punto por la fuerza que los arrastra a un centro común; en el
segundo dirigidos a puntos opuestos, en cada uno trabaja en hacerse cen-
tro de los demás. Cada asociación: cada pueblo: cada clase: cada indi-
viduo tiene intereses distintos; cada interés inspira diversas ideas; y a la
variedad de ideas es proporcionada la de opiniones y sistemas.
"Tendiendo la vista por este pueblo inmenso de ideas: aprovechando
las luces que arroja el choque de tantos intereses: abrazando la serie infi-
nita de pensamientos, desde el primero que auxilió la producción de la
primera espiga que se cortó, hasta el último que ha producido el cultivo
más avanzado de la tierra; observando su generación progresiva, sus
diversas relaciones y las distintas escalas por donde se ha ido subiendo
hasta formar cuerpos ordenados o informes de ideas, el espíritu del eco-
nomista se engrandece y aprende a crear ideas viendo cómo se han creado
las que ha ido recorriendo.
"Newton contemplando el universo físico para descubrir el prin-
cipio general del movimiento, equilibrio y armonía de los globos que lo
forman, es un genio sublime digno de las miradas del cielo. El econo-
mista, considerando el mundo político para descubrir el origen de la
riqueza y la felicidad de los pueblos, parece un ser divino digno de las
adoraciones del reconocimiento.
"El trabajo es el origen de toda riqueza: el trabajo es el principio
de la escala inmensa de valores; y si son infinitas las formas con que se
presenta la riqueza en los granos del labrador, en los fardos del mercader,
en las obras del artesano, uno solo es el elemento de su estimación.
Iommue — El Político — El Sabio 283
pueblo donde haya mayor suma de trabajo debe tener mayor
suma de riqueza. Esta es la verdadera balanza política. Las naciones
que quieren indinarla a su favor, deben aumentar los trabajos, únicos
pesos que la hacen volver a un lado mas bien que a otro.
hombre que por la fuerza de inercia es alejado del trabajo,
por otra mas grande es atraído a él como origen de su felicidad. Arras-
trado de ella, la busca sin necesidad de estímulos, cavando la tierra,
tajando peñas enormes, y luchando con la misma naturaleza.
hay pueblos enteros que no trabajan: si la escala de trabajos
suele ser inversa de la de riquezas: si de las capitales a los pueblos hay
una progresión descendente de riquezas, y ascendente de trabajos, esto no
depone contra los principios descubiertos por el economista generoso que
se ha dedicado a formar la teoría de la riqueza de los pueblos. Supone
causas funestas que embarazan los efectos de las que tienden a la feli-
cidad de los hombres: supone vicios en el que tiene influjo en la suerte de
los pueblos: supone trastorno en lo que se ha establecido para afirmar
el orden.
t-vos trabajos, señores, nuevas indagaciones para el econo-
mista. Del origen de la riqueza pasa a examinar las causas por qué hay
miseria en los campos donde se siembra y riqueza en las ciudades que
nada producen. Su alma se dilata por todas partes buscando las que
embarazan el equilibrio o distribución justa de la riqueza. Todo lo explo-
ra: en todo se detiene a hacer observaciones.
"Reconoce la fuerza del clima que comienza a obrar en el hombre
desde el momento en que nace: observa su influjo en la feracidad o este-
rilidad de la tierra, en la actividad o inercia de los pueblos, en la robustez
o debilidad de los hombres; y si no puede destruir el que tiene en la
pobreza de algunos países, trabaja al menos en debilitar su fuerza aumen-
tando la de otras capaces de equilibrarla o enervarla.
"Se ocupa en los trabajos minuciosos pero útiles del análisis de
los idiomas que influyen más de lo que se piensa en la riqueza de los
pueblos: fija la verdadera acepción de las voces que se han alterado en
su juicio: forma el diccionario técnico de su ciencia: quita la nota de
infamia a los que la imprimen sobre lo más benéfico para el hombre:
trabaja en hacer desaparecer la de vileza que se ha fijado en la de mecá-
nicas, que se da a las artes más útiles, al mismo tiempo que se franquea
la de liberales a las que son de lujo, de menos provecho o indiferentes:
se vuelve contra la injusticia que niega el título de piadosos y da el de
profanos a los establecimientos de utilidad general: combate la preocu-
284 Pedro Tobar Cruz
pación que hace desdeñar como ordinario o rústico al labrador que vive
en el centro de su propiedad, cultivando el suelo donde ha nacido, yrespetar como cultos o finos a esos seres, (medio entre los dos sexos) que
supo pintar el genio feliz que los denominó sociedad universal, porque
se multiplican en todos los ángulos y pueblan en un instante todos los
cuarteles de una ciudad.
"Juzga a la opinión que lo juzga todo. 2 La ve derivarse del clima,
del gobierno, de la religión, de la ley y de las costumbres: fortificarse con
el transcurso de los siglos, dilatarse por los pueblos, dominarlos y triunfar
de la misma ley, del clima y de las costumbres que la han producido:
hace circular las opiniones benéficas que preparan o aumentan o influyen
de cualquier manera en la suerte feliz del hombre: reúne todas sus fuerzas
para atacar las que causan su miseria dándole ideas falsas de felicidad,
inclinándole a separar los deberes de la religión de los de la sociedad en
vez de persuadir a los pueblos que no pueden llenarse los unos sin ser
fieles a los otros, haciéndole ver como ocupación de hombres viles el tra-
bajo que debe ser la primera virtud civil de un ciudadano, llevándole a
considerar no sé qué grandeza en el ocio orgulloso, origen de males para
el que se abandona a él y de gravamen para los demás que lo sostienen,
clasificando la estimación de las artes y oficios, no en razón de su utili-
dad sino arbitrariamente por las leyes del capricho, o los votos de un
gusto mal formado, desatendiendo u olvidando el artículo principal que
en cada país debe formar el primer objeto de fomento, aplicando a pro-
vincias de diversas circunstancias las teorías económicas que solo pueden
ser adoptadas en otras donde las exigen las particulares de su suelo, acon-
sejando el sistema de imitación que ha hecho la infelicidad de muchos
pueblos, o ha sido de tan poco provecho, como el de sembrar en el Medio-
día las plantas que solo produce el norte.
"Entra en el análisis de la legislación, esa masa de leyes de distin-
tas especies, formadas por distintas manos, publicadas en distintos siglos,
creadas en distintas circunstancias, expedidas con distinto espíritu yhacinadas unas sobre otras, sin formar un todo organizado: las examina
una a una: señala las que, contrarias a su mismo fin, retardan la marcha
del hombre dirigida siempre a la riqueza: las que embarazan que se mul-
tiplique, dificultando los medios de subsistencia, o no promueven su multi-
plicación sino con estímulos inútiles en todo, o poco eficaces para su
objeto: las que mandan fríamente que trabaje sin remover los obstáculos
"2 'Dello opinione regina del monde.' Solo el título de este libro, dice Pascal,vale muchos libros."
Iomme — El Político — El Sabio 285
que impiden el trabajo: las que violentaban el derecho que tiene de elegir
ocupación libremente, dando facultad para que se le obligase a la que
repugnaba: las que no permitían que lo extendiese a los ramos que nal
le interesan: las que restringían el uso libre de la propiedad creada por
iu trabajo: las que dificultan la circulación de ella poniendo trabas que
embarazan su giro: las que no franquean igual protección a la de todos,
ano parcial a la de algunas clases; las que en la graduación de los dere-
chos y acciones que se demandan simultáneamente conceden preferencias
odiosas, fundándolas en privilegios que también lo son en el transcurso
de un minuto, o en sutilezas derivadas de principios poco exactos: las que
por esta protección parcial en vez de dejar al comercio en libertad para
celebrar sus pactos sin otra garantía que la buena fe del que los firma,
lo comprometen a mendigar en todas sus negociaciones la autoridad de
un escribano, entorpeciendo su curso y destruyendo la rapidez que es el
alma que le da vida: las que arrancan al propietario del seno de la misma
propiedad para mantenerlo ocioso en una oficina, o le obligan a que fíe sus
poderes y secretos a personas que no conoce: las que para declarar sus dere-
chos exigen tantos memoriales, tantos decretos, tantas notificaciones, y el
transcurso dilatado de tantos días:1
las que por consecuencia precisa de este
sistema destruyen la misma propiedad que desean proteger: las que en
vez de formar un solo sistema de contribución establecen métodos diversos
de impuestos, multiplican las exacciones que podían ser reducidas a una,
liwnrntan el número de exactores, hacen enredoso lo que podía ser sen-
cillo, y afligen al contribuyente más con el método que con la misma con-
tribución: las que influyen en la misma acumulación de la riqueza de un
solo país, debiéndola esparcir por todos para mantener el equilibrio que
hace la felicidad de los pueblos.4
hay objeto de interés público que no le ocupe. El trabajo,
tronco fecundo del árbol de la riqueza de los pueblos: la multitud de
ramas en que se parte: las tres principales que lo forman, industria rural,
fabril y mercantil: la tierra, esta mina inagotable de donde el labrador
saca las riquezas que pule el artista y transporta el mercader: los diversos
métodos de cultivo: la multitud de artes auxiliares de la agricultura, la
•'3 He hecho un estado del número de escritos, decretos, notificaciones, etc.que exige un juicio ordinario. Su vista, cuando lo publique, será la demostraciónmas clara de la necesidad urgente de reformar la legislación en esta parte, paraque no sean victimas por más tiempo los infelices que tienen la desgracia deMigar."
Ya no debe haber dilación. Es necesaria, es precisa, es urgente laformación de un Código Civil y Criminal. No los tenemos formados como debenserlo. Algún dia publicaré mis pensamientos sobre este punto."
286 Pedro Tobar Cruz
primera, o una de las más antiguas que creó la necesidad: los talleres,
donde el arte, elevándose sobre la naturaleza, corrige sus defectos y her-
mosea sus bellezas; el giro en sus infinitas ramificaciones: los innumerables
agentes del trabajo, desde el especulador que extiende sus miras a todas
las producciones del globo, hasta la verdulera que las limita hasta el ees-
tillo pequeño de sus hortalizas: los instrumentos y máquinas que dan
nuevas manos a estos agentes: las minas, riquezas de la América, una de
las épocas más gloriosas del comercio: los canales, por donde circula
enriqueciendo los pueblos, como las aguas fecundizan los campos por donde
pasan: las letras, descubrimiento grande que economizando riesgos, trabajo
y tiempo, duplicó la energía del giro: los bancos de depósito y giro, que
aceleran también sus progresos: la instrucción de la juventud, no la que
enseña verdades solamente útiles para las aulas, sino la que da conoci-
mientos propios para formar hombres, es decir, labradores, artesanos comer-
ciantes y empleados capaces de llenar respectivamente el objeto de su
destino: las contribuciones, sacrificio tan necesario como sagrado, hecho
por los pueblos para su seguridad y tranquilidad: los establecimientos de
mejoras positivamente útiles: todo es objeto de las meditaciones del eco-
nomista: todo llama su celo: todo interesa su atención. En las ciencias,
en las artes, en los oficios, en la naturaleza, por todas partes se encuen-
tran sus huellas, porque por todas partes busca ansioso lo que puede ser
útil a los pueblos.
"Los resultados debían ser grandes como las causas reunidas en
producirlos. Tantos trabajos, tantas observaciones, tanto afán por acu-
mular conocimientos, dieron al fin los que debían prometerse. Se formó
la ciencia: se levantó sobre principios o bases indestructibles: se derra-
maron luces sobre los puntos obscurecidos por el egoísmo, por el interés,
o por las artes de pasiones viles.
"Al economista se deben las verdades que más nos interesan. El
es quien excitando el celo de las sociedades de hombres de letras, les ha
demostrado, que si las guerras son plagas de un momento, los errores
políticos hacen la infelicidad de un siglo y preparan la de los siguientes. 5
El es quien ha representado a la soberanía, que el Estado tiene tanta
necesidad dé soldados que le defiendan, como de ciudadanos que le ilus-
tren, y que uno de los cuidados que deben ocupar a los representantes de
un pueblo grande, es la educación pública. 6 El es quien ha hecho pre-
5 Mr. Thomas Elog.
6 Los autores del proyecto de Constitución en su discusión.
Iombre — El Político — El Sabio 287
tente a los legisladores, que los sabios no son clase improductiva y estéril,
sino que cooperan a la producción de la riqueza y concurren a la felicidad
de los pueblos/ Es él quien a la faz del orgullo ha dicho que la nación
está en los surcos de los campos, en la cabana del labrador, en el taller
del artesano, bajo los techos oscuros de la mediocridad y que el arado
y la azada valen más a los ojos de la razón que todos los dijes del lujo
o la vanidad.' El es quien ha enseñado que el pacto útil de hombre a
hombre lo es igualmente de familia a familia, de sociedad a sociedad, de
nacida a nación.* El es quien ha manifestado, que las rentas del Estado
son una porción que cada ciudadano da de sus bienes para asegurar la
otra, o gozar de ella agradablemente, y que ninguna cosa exige más sabi-
duría y prudencia que esta porción que se quita y esta porción que se
deja. 1* El es quien ha fijado las siete condiciones necesarias para que un
impuesto sea lo que debe ser. El es quien ha propuesto el problema en
que trabaja todavía. Hallar un sistema de contribución, que, sin alterar
los derechos del giro, asegure al Estado los fondos suficientes para todas
sus necesidades, en todos tiempos, contribuyendo cada uno en proporción
justa de sus facultades y de los beneficios que goza en la sociedad. El
es quien ha dicho, que no debe haber clases onerosas que gravitando
sobre el trabajo de las aplicadas destruyen la población. El es finalmente
quien reduciendo a dos lineas el objeto de su ciencia ha manifestado, que
sin hombres no hay sociedades, ni hombres sin medios de subsistencia. 11
en las cortes soberanas han resonado principios benéficos para
nosotros y para ese pueblo grande, que lucha por sostener sus derechos:
si se han sentado las bases primeras del bien declarando que el objeto del
gobierno es la felicidad de todos, dividiendo los tres poderes, privando
de los derechos de ciudadanos al hombre inmoral que en América o en
España se haga digno de penas, o infamantes o aflictivas, suspendiendo
el ejercicio de ellos a los que debiendo vivir de su industria se abandonan
a una ociosidad gravosa para los demás, a los sirvientes domésticos cuyo
número debe reducirse al mínimo posible; y a los fallidos o deudores de
caudales públicos: si se han fiado al celo de las diputaciones de cada pro-
vincia, los ramos de prosperidad pública, el fomento de la agricultura,
industria y comercio, la protección de los inventores de nuevos descubri-
7 Say. Economía Política.
8 Mr. Thomas Ibid.
9 Grivel. Ene. art. Balance político.
10 Mont. Esp. des loix.
11 Fllang. Cieñe. Leg.
288 Pedro Tobar Cruz
mientos y la vigilancia sobre la inversión de los fondos públicos: si se han
derogado para siempre los privilegios, que exceptuando a unas clases hacían
caer sobre las otras todo el peso de las contribuciones: si se ha declarado
que éstas deben ser proporcionadas a las facultades del contribuyente ya los gastos necesarios del Estado: si en beneficio de la propiedad se ha dado
golpe tan decisivo al sistema de dilaciones y trámites curiales, mandando
que preceda a todo pleito el medio prudente de conciliación: si se han
corregido algunas leyes inútiles o dañosas: todo es debido a las luces que
ha ido difundiendo el economista, reducidas antes al gabinete privado de
los que meditaban en silencio y elevados ahora hasta la altura de la
soberanía.
"Son grandes los pasos que se han dado y rápidos los progresos
que se han hecho. No es fácil avanzarlos descubriendo verdades nuevas
en una ciencia manejada por Hume, por Smith, por Jovellanos, por
Campomanes, por Arriquivar, por Canard, por Si'smondi, por Say y otros
sabios. Pero el conocimiento de las que ha descubierto el trabajo de los
siglos: la colocación de los útiles que se hallan dispersos en escritos de
diversas clases: su aplicación a las circunstancias particulares de este
reino: el examen de las causas por qué están valdías las tierras fértiles
y hermosas de Guatemala, ¿por qué no se multiplican las fábricas de esa
industria inventiva que representándonos muestras repetidas en cada
semestre nos pide fomento y protección ? ¿ por qué no hay comercio en paí-
ses felizmente situados, bañados por ambos mares y con proporciones que
envidian otros a quien las negó la naturaleza? ¿estos trabajos son por ven-
tura el objeto de menos interés,, o deben ser pospuestos a las de teorías
abstractas que solo tienen valor cuando hay manos que saben aplicarlas?
"En la economía política, lo mismo que en todas las ciencias yartes, hay principios generales que son como la base o la parte universal
de la ciencia, y nociones particulares que forman la ciencia especial de
cada país. Cada reino tiene su economía política, del mismo modo que
tiene su botánica, su gramática y jurisprudencia.
"Presentar en instituciones sencillas los elementos de la economía
universal y los principios y observaciones de la economía propia de Gua-
temala: dar lecciones útiles a la juventud, que ha de reemplazar a los
socios que ahora están poniendo las primeras piedras, que algún día,
cuando se tome gusto por los viajes y se conozca todo su influjo en los
progresos de la ilustración y felicidad general, sabrá hacerlos por este
reino que hasta ahora no ha sido recorrido por los viajeros filósofos, y que
llena de luces subirá tal vez a puestos elevados y las derramará desde allí
i — El Hombre — El Político — El Sabio 289
sobre todo» los pueblos: dar premios con una mano y principios con otra,
es el grande objeto de la sociedad.
socios que la forman trabajan unidos en los diversos ramos
a que se extiende su instituto. Pero V. E. puede hacer a estas provincias
01 de mayor entidad.
otros recomienden puntos aislados que no tienen relaciones
con la felicidad común. La sociedad llama la atención de V. E. al bien
general de todos, y si debe haber prelaciones, al de los indios que tienen
tantos títulos para ser distinguidos.
M alma pequeña te ocupa de asuntos pequeños. Una alma
grande se ocupa en objetos que lo son.
han declarado ya a los individuos de algunas clases los dere-
chos de ciudadanos: se han abierto a las otras las puertas del mérito. Pero
los derechos mis sagrados en manos de un miserable que no puede soste-
nerlos, son títulos que no puede gozar. Solo el propietario sabe conser-
varlos porque solo ¿1 puede hacerlos respetar.
te se abran, pues, las fuentes de riqueza pública. Esto es lo
que recomienda a V. E. la sociedad: lo que nos hará hombres y dará a
estas provincias la felicidad que les ofrece por todas partes la naturaleza"
.
reído de sumo interés dar a conocer el artículo siguiente, por
la importancia que tiene para los estudiosos en las disciplinas económicas,
por él se tendrá una información de la provincia de Comayagua en el
año de 1817, se apreciarán, las consideraciones que hace Valle en su carác-
ter de fiscal interino, y también, porque es un dictamen desconocido, no
ha sido publicado todavía y fue una sorpresa encontrarlo en el Archivo
il, el documento dice, así:
P. S. El fiscal interino ha visto este expediente con la prefe-
rencia que recomienda el decreto de V. A. y exige la importancia de su
objeto. Es grande la del uno que representa en él. Interesa su resolu-
ción al ramo privilegiado de comunidades, a la provincia de Comayagua
y el giro interior del reino en uno de los artículos de más precisa nece-
sidad. En diciembre último se representó al gobierno la escasez de granos
que se tenía en Comayagua por la abundancia de aguas en el año ante-
rior, positivamente copioso. El gobierno llamó la atención de este tri-
bunal: y Y. A. en auto de 3 de enero último se sirvió declarar, que el
gobernador intendente de aquella provincia don Juan Anto. Tornos
290 Pedro Tobar Cruz
podía tomar de los fondos de comunidades la cantidad que considerase
precisa para ocurrir con prudencia y discreción a la necesidad que ame-
nazaba con calidad de reintegro y las precauciones que le pareciesen más
oportunas. El gobernador tomó 3,500 pesos de aquellos fondos; y con
ellos compró a muy grande distancia diversas fanegas de maíz.
"La escasez temida o positiva, produjo los efectos que ha producido
siempre en todas las edades y países cuando no hay obstáculos que los
embaracen. Se avivó el espíritu de especulación: se animó el giro: se vio
que comprando el maíz a tamaña distancia los fletes de su transporte
debían alzar su precio: se buscó en lugares más inmediatos; y cuando
el gobernador tenía más de 300 fanegas conseguidas a precios muy altos,
los comerciantes o labradores habían reunido granos a precios más cómo-
dos. Embarazado a vista de los efectos tristes de sus medidas: puesto en
la alternativa precisa de violentar al público a. que comprase el maíz que
tenía colectado al subido precio a que ascendían sus costos, o rebajarlo
con pérdida del principal hasta igualarlo con el de los particulares, el
gobernador eligió el primer medio. Mandó por bando, que ninguno
vendiese maíz hasta que se concluyese la venta de las fanegas que había
colectado: conminó con multas a los que vendiesen sus granos: y consultó
esta providencia a V. A. y al supremo gobierno.
"Decidir si debe aprobarse o reformarse: y si en el último caso debe
el fondo de comunidades sufrir el quebranto que amenaza son las dos
cuestiones que se ofrecen a discusión. Las ha examinado el fiscal muydetenidamente: las ha visto en todos sus aspectos: ha meditado las reflexio-
nes juiciosas de la contaduría en su precedente informe; y en la multitud
de pensamientos que ofrece materia tan abundante le ha embarazado
menos la decisión en que debe fijarse que la elección de las razones que
debe preferir para apoyarla. La ley de Indias 6. tit. 18, lib. 2. se mandaponer gran cuidado en ver si se guardan las provisiones y ordenanzas. La
22 tit. 4. lib. 6. se ordena la defensa de los bienes de comunidad. En cum-
plimiento de la primera pedirá el de las leyes que parecen quebrantadas
en el bando del gobernador. En cumplimiento de la segunda pedirá las
diligencias conducentes a la mejor defensa del fondo de comunidades.
"En tiempos más obscuros o menos ilustrados, cuando el espíritu
reglamentario regía los mercados, ponía tasas y designaba aun las horas
de venta, la providencia que se consulta hubiera parecido merecedora de
todos los votos y digna de elogios. En los presentes, avanzado el cálculo,
fijados los verdaderos principios de la ciencia, mudada o creada la eco-
nomía civil, basta presentarla en diversos aspectos, o traducirla con diver-
cul
í Iombue — El Político — El Sabio 291
tas voces para conocer su poca conformidad con la razón y las leyes. El
primer derecho que le ha hollado en ella es el de propiedad, protegido
rn todas las legislaciones cultas: el de vender cada uno sus frutos como
le parezca: el de comprarlos como le convenga. Solo el soberano y las
ilades a quienes haya delegado tamaño poder lo tienen para modi-
ir o suspender aquel derecho; y no ha visto el fiscal ley alguna
que k> conceda a los intendentes.
ordenanza no les autoriza para publicar bandos de consecuen-
cias tan tristes. Les dice por el contrarío en el articulo 7 1 ,que el comer-
cio de los frutos siempre ha de ser libre para que animados los labradores
con la ventaja de los precios no minoren las siembras, ni se retraigan de
t abajos. Las leyes de Indias tampoco les permiten poner tra-
bas al derecho de libertad en el giro interior, que es el segundo que se
icado en la providencia consultada. Es nuestra voluntad, dice el
soberano en la ley 8. tit. 18. lib. 4. que los mantenimientos, bastimentos
ndas se puedan conv nnnar libremente por todas las pro-
¡uc las sentencias, consejos y personas particulares no lo impi-
dan, ni se hagan sobre esto ningunas ordenanzas, pena de nuestra merced
y perdimiento de bienes en que condenamos a los transgresores. Olvi-
dada o no observada una ley tan sabia, superior a las luces del siglo en
que fue dictada, V. A. y el supremo gobierno han sabido recordar su
cumplimiento a las intendencias, corregimientos y alcaldías mayores.
iño de 803 fue comisionado el exponente para formar una ins-
trucción sobre la plaga de langosta que afligía entonces a este reino ylos medios más oportunos para precaver la escasez consiguiente de comes-
tibles. V. A. en voto consultivo de 19 de diciembre de dicho año, el
supremo gobierno en auto de 7 de enero de 804, y S. M. en Real orden
de 3 de noviembre siguiente se sirvieron aprobarla y mandar que se cir-
ase. En ella se recomendó la observancia de la ley de Indias y artículo
itado de la Ordenanza de intendentes: se manifestó el sistema liberal que
debía seguirse en los períodos de escasez: se dijo a todos los jefes y auto-
ridades, que la libertad (en el giro interior de granos) no debía sufrir la
menor lesión: que cuando la estracción o la buena venta son seguras, no
se necesitan grandes caudales para multiplicar el cultivo y mucho menos
el de maíz que por la mayor parte está en manos de indios y de otros
pequeños propietarios: se dijo que cuando los jueces con providencias
prohibitivas piensan remediar la escasez, aumentan la aprehensión y sobre-
saltos de los pueblos y dan lugar a las combinaciones y ardides del mono-
polio: se dice que todos los jueces debían gobernarse por estos liberales
292 Pedro Tobar Cruz
principios y que en su consecuencia debían dejar el tráfico de granos en
plena libertad sin excepción de casos ni tiempos.
"Comayagua tenía derecho al cumplimiento de estas justas dispo-
siciones: lo tenían los propietarios del maíz: lo tenía el pueblo entero; yeste es el tercero derecho que aparece deprimido en el bando del inten-
dente prohibiendo a unos la venta y embarazando a otros la compra de
lo que más necesitaban. No es posible calcular los daños que habrá cau-
sado y estará ocasionando una providencia tan contraria a las leyes, pro-
tectrices del giro y cultivo del reino. La universalidad de vecinos podía
proveerse sin sacrificios de lo más necesario a su subsistencia: podía con-
seguir maíz con la deseada equidad o con menores quebrantos; y por el
bando del intendente se han visto comprometidos a comprarlo a los pre-
cios subidos, que manifiesta su consulta: Eran más de 300 fanegas las
colectadas: el expendio de cada fanega exige muchas ventas; y en cada
venta debía haber un sacrificio.
"Los dueños del maíz, privados del uso libre de su propiedad, eran
conminados con multas en el caso de venderlo al pueblo que lo necesitaba.
Debían verlo podrirse: debían perder su capital, o hacer nuevos gastos
llevándolo a otras provincias donde no haya penas por vender lo que
produce la tierra para sustento del hombre.
"No son ceñidos al tiempo presente y el corrido! desde la fecha del
bando los daños causados por su publicación. Su funesta influencia se
extendería al más lejano futuro si no fuera revocado al momento, y mani-
fiesto al público entero que ha sido muy del desagrado de V. A. Los
labradores, los mercaderes, los especuladores, asustados con una provi-
dencia que les ha ocasionado pérdidas tan graves, temerían que se repi-
tiese en lo sucesivo: no pensarían en el aumento del cultivo: no extende-
rían sus siembras: no especularían negociaciones de granos cuando ame-
nazacen carestías: pensarían justamente que habiendo escasez se harían
nuevas compras con los fondos de comunidades y se publicarían muchos
bandos prohibitivos: Creerían oir la voz destemplada del pregonero que
gritó multas por la venta de granos: no habría concurrencia; y en días
de escasez, no raras en Honduras, los pueblos infelices serían víctimas del
hambre. No hay economista que no lo diga. No hay observador que
no lo haya conocido. No hay país que no lo haya experimentado. Cuando
el giro interior tiene toda su energía natural: cuando la mano de la auto-
ridad no arroja obstáculos que hagan torcer su corriente, los comerciantes
son en continuo movimiento inquiriendo donde hay abundancia, donde
hay escasez: velando pensando en las carestías que puede haber; y apenas
I — El Hombre — El Político — El Sabio 293
preveen algunas se afanan al momento llevando a los mercados escasos
el superfluo que hay en los abundantes. Todos especulan: todos quieren
ser monopolistas; por esta misma universalidad de deseos destnr
monopolio, facilita la concurrencia y produce la abundancia.
"El fiscal dice a V. A. lo que decía al Supremo consejo de Castilla
la Sociedad económica de Madrid. 'Es en vano, señor, esperar la bara-
tura de los precios de otro principio que de la abundancia, y es en vano
esperar esta abundancia si no de la libre contratación de los frutos. Solo
la esperanza del interés puede excitar al cultivador a multiplicarlos ytraerlos al mercado. Solo la libertad, alimentando esta esperanza, puede
producir la concurrencia, y por su medio aquella equidad de precios, que
es tan justamente deseada. Las tasas, las prohibiciones y las precauciones
reglamentarias no pueden dejar de amortiguar aquella esperanza y por
lo mismo de desalentar el cultivo y disminuir la concurrencia y la abun-
dancia; y entonces por una reacción infalible, la carestía nacerá de los
mismos medios enderezados a evitarla".
\ A. mandó abrir la casa de Comunidades para que no hubiese
carestía en Comayagua: para que se socorriese la necesidad de granos que
se decía haber: para que se proporcionase la abundancia que se deseaba.
.bo otro objeto en el supremo gobierno que llamó la atención de este
tribunal, ni en V. A. que dictó la providencia. Pero la del gobernador
intendente volviéndose contra su mismo fin ha producido la carestía
misma que deseaba evitar y alejado la abundancia que se ofrecía espon-
: neme a los pueblos. No solo hay carestía cuando la masa existente
de granos es menos que la necesaria para el consumo preciso del público.
La hay también cuando existiendo cantidad abundante los precios son
tan subidos, que los pobres, siempre en mayor número que los ricos, no
pueden proveerse absolutamente, o solo con sacrificios de su pequeño
haber. En otros casos esta carestía es causada por las maniobras del
monopolio, o por los temores vanos de un pueblo que ignora el producto
de sus cosechas. En el presente es ocasionada por la misma autoridad
que debía evitarla: por el mismo gobernador que debía procurar la abun-
dancia cumpliendo las leyes que ordenan la libertad del giro. Prohibió
la venta del maíz de particulares para que las comunidades no perdiesen
en la de fanegas compradas con sus fondos. Esta es la causa que dice
haber tenido para publicar un bando tan funesto. Las comunidades no
deben en caso alguno sufrir pérdidas por haberse franqueado generosa-
mente sus fondos para socorro de la necesidad. Pero en hipótesis contra-
294 Pedro Tobar Cruz
ria, porque el fondo de comunidades no sufra quebrantos será justo cau-
sarlos al público de mayor tamaño.
"Figúrese que alguno discurriera así: 'Para que no se pierdan mil o
dos mil pesos de comunidad vendiendo al precio corriente el maíz com-
prado con su fondo, forcemos a los propietarios a que pierdan mayor
suma en el que tienen comprado: Sacrifiquemos además de esto a todos
los consumidores obligándoles a comprar caro lo que pueden conseguir
barato: espantemos a todos los comerciantes para que no vuelvan a traer
granos de primera necesidad: comprometamos al público entero para que
en lo sucesivo sufra escasez, carestías y hambres'. No en este justo tribu-
nal. ¿En cualquiera otro del mundo sería oído semejante discurso?
¿ Podría ser aprobado ? ¿ Habría un solo voto a su favor ? V. A. fran-
queó del fondo de comunidades 3,500 pesos para socorrer . la necesidad
pública de Comayagua. Podrá en este sentido decirse que las comunida-
des dieron y todas las clases de vecinos recibieron en préstamo aquella
cantidad; y que si el que da, tiene siempre derecho para ser reintegrado
y el que recibe es siempre obligado a pagar, parece que todas las clases,
españoles, mestizos, mulatos, e indios deben reintegrar al fondo que las
socorrió y sufrir por consecuencia el sacrificio del bando publicado para
integrar al fondo.
"El fiscal examinará este raciocinio cuando llegue el tiempo de exa-
minar la segunda cuestión que se propuso discutir. Supone por ahora
en todas las clases de vecinos la obligación de reintegrar al fondo de
comunidades. Aun en este caso no podrían deducirse consecuencias favo-
rables a la providencia que se consulta. Se deduciría que el fondo de
Propios, o que los vecinos no habiéndolo absolutamente, eran obligados
al reintegro; pero no podría inferirse, aun en la más inexacta lógica, que
el medio de verificar este reintegro era el injusto de privar a los dueños
de maíz del uso de su propiedad y comprometer a los vecinos a comprar
caro lo que podrían conseguir barato. Estos sacrificios valen más que
el reintegro: los resiste toda justicia, y no son necesarios. Si no hay al
presente, ni puede haber en lo futuro fondos de Propios, el reintegro
debía verificarse vendiendo el maíz de comunidades al precio corriente
sin gravamen del público: calculando después de la venta lo que faltaba
para el complemento de los tres jnil quinientos pesos suplidos; exigiendo
de la universalidad de vecinos la cantidad necesaria para llenar el déficit;
y haciendo que cada uno contribuyese para completar aquella cantidad
con la parte respectiva de sus facultades.
I Iombre — El Político — El Sabio 295
bando ha atropellado estas relaciones de justicia: ha ocasionado
daños que importan mas que el reintegro: ha exigido sumas mayores
I déficit según los cálculos que sería fácil hacer, ha destruido la pro-
posición que debía haber entre la parte con que debía contribuir cada
uno y la extensión respectiva de su caudal: ha hecho que el pobre, lleno
jot, contribuya más comprando mayor cantidad de maiz que el rico,
soltero o de menor familia que no necesita tantos granos o puede suplir
con otros la falta de maiz: ha hecho finalmente que los vecinos obed ¡
que han sabido cumplir el bando, paguen todo el déficit y que no con-
lyw absolutamente los que hayan tenido arte o poder para no cum-
ia providencia.
(Hieblo de Ciudad Real menesteroso, hambriento se agolpó en
la casa de su gobernador pidiendo alimentos según se manifiesta
expediente. No hay indicación de haber hecho cosa igual el de Coma-
yagua cuando se le prohibió comprar el maiz que necesitaba. Pero
pre será ant arrojar en el pueblo semilla de descontento. Estas
semillas se desarrollan insensiblemente; y a período determinado produ-
ctos venenosos. Un sentimiento solo no causa jamás explosiones
grandes. Lo que se sufrió ayer: lo que se padece hoy: la memoria de todo
lo que se ha ido experimentando es lo que la malicia pone en juego: lo
que representa vivamente para exaltar, para enloquecer y precipitar al
delirio de los desórdenes. No es preciso recordar lo que ofrece la historia
antigua y moderna protestados o realmente causados por carestías de
granos, por hambre de pan\ Son umversalmente sabidos; y el fiscal no
.i necesaria su relación. Tampoco considera preciso detenerse en el
pto indicado para apoyar o cohonestar la providencia sobre el comer-
landestino de maiz con los Aicaques. No ha sabido jamás que los
Aicaques hagan siembras cuantiosas de aquel grano. Los que tienen
conocimientos de aquellos países le han informado negativamente. El
atraso de sociedad en que se hallan aquellos salvajes manifiesta que no
pueden ser labradores pudientes. No ha visto el fiscal ley u ordenanza
que prohiba en tiempos de escasez comprar a los Aicaques granos de pri-
mera necesidad. Y si la hay lo que correspondía no era aumentar la
carestía prohibiendo la venta de todo maíz sino proporcionar la abundan-
cia comisando y vendiendo al público el que se hubiese comprado clan-
destinamente.
"El fiscal siente manifestarlo; pero es preciso que lo diga. Por todos
aspectos que se mire aparece siempre poco justa la providencia del gober-
nador: gravosa al pueblo: y no merecedora de aprobación. No la hubiera
296 Pedro Tobar Cruz
dictado si hubiera tenido presente el pedimento fiscal del señor Campo-
manes en el expediente seguido en el Supremo consejo sobre tasa de gra-
nos, o el informe en el de ley agraria extendido por el señor Jovellanos.
Estas obras eternamente apreciables, bastan para llenar el vacío que haya
en esta respuesta fiscal. Sírvase V. A. tener presentes los pensamientos
y raciocinios de aquellos sabios benéficos magistrados; y no habrá duda
alguna sobre el primer punto de discusión. El segundo no es de impor-
tancia tan universal, ni de trascendencia tan vasta; poco interesa al ramo
privilegiado y digno de serlo de las comunidades de indios. Si uno es
realmente de gobierno, el otro es del privativo conocimiento de V. A.
"La contaduría ha hecho reflexiones dignas de atención; pero el
fiscal desea más datos para asegurar más el acierto: desea tener a la vista
el expediente que haya instruido el gobernador para dictar la providen-
cia que consulta: desea saber a qué precio, de quiénes, en dónde, y cuán-
tas fanegas de maíz compró: cuáles fueron los fletes y costos: a qué precio
se han vendido; y cuál era el corriente de la plaza. Si la contaduría ha
formado concepto decisivo sobre la responsabilidad del gobernador sin
estos datos, el fiscal los estima oportunos para fundar más el mío. Todos
deben constar de la cuenta que debe rendirse; y para facilitar su revisión
y acumular más luces convendría también pedir separadamente informe
a los seis subdelegados de la intendencia de Comayagua sobre la escasez
o abundancia de maíz y precios corrientes en sus partidos respectivos en
los meses de enero, febrero y marzo últimos.
"Reasumiendo pues todo lo expuesto: ciñéndose por ahora el fiscal
a lo que exige pronta resolución; y reservando pedir lo demás que estime
justo opina, que V. A. se sirva: l 9 Acordar se conteste al señor presidente
que la providencia consultada debe desaprobarse como contraria a las
leyes: que importa a la causa común se publique bando en Comayagua
declarando que todos los labradores y comerciantes pueden vender libre-
mente sus granos; y que se manifieste al gobernador que en lo sucesivo no
impida esta libertad, ni haga sobre ello ordenanza por prohibirlo la ley de
Indias. 2 9 Mandar que el mismo gobernador remita a este tribunal el
expediente que hubiere instruido para dictar dicha providencia, y la
cuenta correspondiente de los 3,500 pesos que dice haber tomado de comu-
nidades acompañando los justificantes que deben comprobarla. 3 9 Queseparadamente se ponga oficio por la contaduría pidiendo informe a los
seis subdelegados de aquella intendencia sobre la escasez o abundancia
de maíz y precios corrientes en sus partidos respectivos en los meses de
enero, febrero y marzo últimos. 49 Que se determine de preferencia este
Iombiie — I loo — El S 297
rxpcdirntc para que comunicándose su resolución por el inmediato correo
cesen desde luego los perjuicios que estará sufriendo el público de Coma-yagua. 5* Que evacuado, todo vuelva a este ministerio para pedir lo
demás que sea de justicia. Guatemala, mayo 28 de 1817". — Valle.
Pr.NNAMll NTO POI I I l( ( |
Valle está en desacuerdo con el contenido y el espíritu de las leyes
de la colonia y le duele tener presente, que por muchos años estas leyes
ron de norma en la fijación de la conducta del americano. Subraya
i o de defectos que tiene esta legislación, y la forma que sus-
como mis provechosa para sus intereses, estructurando así, el movi-
.» económico y social de los países d« I \Lur una meditada
i a la Recopilación de Indias y pone no una, sino muchasitegórico desacuerdo con < que sirvieron, únicamente,
para ahondar más la conducta de los aborígenes del nuevo mundo, ysembrar una ili\is¡ón de clases en el grupo de los mestizos.
•reocupa por encontrar los nuevos moldes donde se pueda fijar
la conducta del gobernado, como también la del gobernante, lo que pueda
<»rma en el ajuste del comportamiento del individuo en el grupo
Se conduele de esta legislación v que en la época colonial, sólo
ni para deformar la sensibilidad humana, más, cuando comprueba
que algunas leyes reconocen privilegios, amparan monopolios y permiten
la separación de clases; su recuerdo le trae dolorosos sentimientos, y reco-
noce, que normas de esta clase, han sido causa que se propague la miseria
y se haga más visible la degradación del hombre.
\ os propio sujetarse a leyes que en sus contenidos —dice
—
alando a las colonias —leyes que tienen muchas obligaciones pero
muv pocos derechos— leyes que miden la distancia para ordenar subordi-
n a las autoridades, pero no miden esa distancia para castigar los
abusos de estos mismos funcionarios. Leyes que dan vigencia a las enco-
miendas, que no es otra cosa, que el feudalismo, que tanto degradó al
;o mundo en la edad media.
Pero para comprender en toda su amplitud el pensamiento de
os mejor leerlo en sus dos interesantísimos artículos intitulados: el
"Código Legislativo" que apareció en '"El Amigo de la Patria" de fecha
9 d- diciembre de 18_ Lai leyes que tuvimos en la Colonia", en el
298 Pedro Tobar Cruz
mismo periódico, en los números 20 y 21 de 25 de enero de 1821; en ellos
se encuentra el verdadero pensamiento político de este pensador centro-
americano. Valle se interesa, porque la nueva legislación, sea la regula-
dora de lo que da el Estado a cambio de lo que recibe el ciudadano.
Se resiente con los que legislan sin buscar la originalidad, los que
copian lo ajeno y creen que todo puede ajustarse aún a medios diferentes;
nuestras leyes —dice— no deben seguir siendo una copia de las europeas,
las nuestras deben responder al fundamento de los problemas que son
propios, tanto en lo social como en lo económico, por la peculiaridad
nuestra, tan diferente a la de los países de Europa. A cada momento,
repite, las tierras con sus cultivos tienen nuevo valor, las fuentes de riqueza
agrícola y mineral, son factores importantes de nuestro comercio, y dan
por el momento, una compensación a la industria manufacturera y que
todavía no hemos iniciado en grande escala.
Los dos artículos que he mencionado antes y que recogen en sí
la preocupación de Valle, por las leyes que deben estructurar la armonía
social de estos países, dicen así:
CÓDIGO LEGISLATIVO
"Debe ser la expresión del principio grande de la sociedad o com-
pañía, y de las consecuencias que se derivan de este principio.
"Debe ser uno porque es uno el principio; y las consecuencias que
se deducen de un principio no deben formar todos o cuerpos diversos.
"Debe ser extensivo a todos, porque todos son individuos de una
misma sociedad o compañía.
"Debe ser formado para el bien general de todos, porque todos son
compañeros o socios; y no hay compañía o sociedad cuando lo útil es
para unos y lo gravoso para otros.
"Debe ser la expresión clara y lacónica de la voluntad del poder
legislativo, porque no es una teoría científica de lo que debe aprenderse
sino una manifestación sencilla de lo que debe ejecutarse.
"Estos son los caracteres grandes que deben distinguir a un código
formado por la sabiduría para bien universal de los pueblos. Se infiere
de aquí:
"1. Que en la Europa que da leyes al mundo y es la parte másiluminada de la tierra, no hay todavía código alguno perfecto: que han
corrido siglos, han avanzado las ciencias y adelantado las sociedades; y
; Iombre — El Puütico — El Sabio 299
hasta ahora no se ha trabajado esta obra, la primera de todas. La cons-
<>n inglesa, celebrada con tanto entusiasmo, no tiene el carácter justo
de partir de Ufl prim lite en todas sus deducciom-v
ido dos cámaras divide en dos la sociedad que debe ser una, y
lando a tas ciudades un número diverso de diputados, se desvía el princi-
pase de la sociedad < ¡x-rioridad de nuestra cons-
ióo en indudable unto. Se aproxima in.'is a la unidad, se
i mis al principio social; y no produce las diferencias enormes de
clases consiguientes a la separación de cámaras.
\acta la división de códigos fundamental, chai, cri-
el código debe ser uno; y las secciones sola-
be fijarse el principio de sociedad o compañía, dedu-
wk clasificarse las que se infieran: reunir en la pri-
•n las que designan la forma de gobierno: poner en la segunda
las que se llaman le\ subdividirla en cinco especies: 1* La de
• otnunes.a todas las clases. 2* La de leyes rurales para los labrado-
ros. 3» La de leyes fabriles para los fabricantes y artesanos.
4* La los agentes del comercio. 5' La de leyes
respectivas a los funcionarios: colocar en la 3* sección las que se denomi-
nan leyes i o subd¡\ ¡dirías en dos especies: las queileben formar
la escala de los delitos, y las que deben manifestar la escala proporcional
^ue no son justas ni es posible que lo sean las leyes que obli-
gan al máximo de la población y dejan en libertad al mínimo: las que
;cran de cargas a unos individuos y las hacen gravitar sobre los
i: las que declaran pecheros a los infelices, y exentos a los más
poderosos: las que llaman al goce de gracias y empleos a las clases favo-
luyen de ellos" a los que no lo son: las que hacen ilotas conde-
nadas al trabajo, y esparciatas ciudadanos y señores. Todos deben ser
unos ante el trono majestuoso de la ley. Privar a una clase de derechos
didos a otra es alejarla del gobierno: hacerla enemiga de él: predis-
poner divisiones tristes: preparar insidencias funestas.
"4. Que tampoco pueden ser justas las leyes que no tienden al
bien de todos o del mayor número posible: las que conceden privilegios
exclusivos: las que sostienen o hacen nacer el monopolio: las que levantan
a unos sobre los cadáveres de los demás. La ley es la expresión de la
voluntad de los pueblos manifestada por sus representantes y sancionada
por el rey: y jamás será creíble que los pueblos quieran deprimirse a sí
na para elevar de un modo injusto al menor número.
300 Pedro Tobar Cruz
"5. Que no tienen el estilo propio de la ley los discursos verbosos
en que se da la orden después de prólogos y expresiones generales de feli-
cidad: que no hablaron el idioma digno de un legislador, ni Justiniano
en sus novelas, ni Alfonso en sus partidas. Nada me parece más frío,
decía Séneca, que la ley con prólogo. . . Dime lo que quieras que haga.
No trato de aprender sino a obedecer.
"A la luz de estos raciocinios se ven al momento los defectos de
nuestra antigua legislación: se recuerdan sufrimientos dolorosos: se siente
el mal; y se suspira por el remedio.
"La que se llama Recopilación de Indias no es -un código en la
acepción verdadera de la voz; no es una deducción exacta de consecuen-
cias derivadas del gran principio de la sociedad. Es una compilación de
extractos de cédulas expedidas en distintos tiempos sobre casos diversos:
es una aglomeración de leyes hacinadas sin el orden que debían tener:
de leyes justas en diversos puntos; pero deducidas en otros principios
equivocados; de leyes que estimulan a la adquisición de nuevas tierras yno toman igual interés en la población de las adquiridas: de leyes que
en un aspecto presentan al indio como el ser más privilegiado, y en otro
no le permitían montar una caballería, 1le tenían en pupilaje perpetuo, y
mandaban que se le llevase de grado o por fuerza a los trabajos de minas: 2
de leyes que procuraban establecer las poblaciones en derredor del oro yla plata sobre montañas estériles, 3 y descuidaban las costas y campos her-
mosos por su fertilidad: de leyes que por una parte recomendaban el
comercio recíproco de las provincias, 4y por otra cortaban las relaciones
que debían unir a estas mismas provincias: 5 de leyes que inclinaban a la
explotación de minas, y no daban igual atención a la industria y agricul-
tura: de leyes minuciosas en puntos fútiles o ¿Je pequeño provecho,6 yomisas en otros del más alto interés, etc.
"La Recopilación de Castilla tampoco es verdadero código. Noforma un todo organizado. Es como la de Indias una colección de extrac-
tos de órdenes, cédulas y leyes publicadas en años y siglos diversos. Noes coordinada en el método que debe seguir la razón elevada a ley: no
abraza las relaciones, ni se extiende a los puntos que debe fijar un código:
1 L. 33, Tit. 1: Lib. 6.
2 Entre otras véanse las leyes 27, Tít. 1. Lib. 6, y las del Tit. 15 .
3 L. 10. Tít. 3, Lib. 6 y 21, Tít. 15 ibid.
4 L. 25, Tít. 1, Lib.. 6.
5 L. L. 15 y 18, Tít". 18, Lib. 4.
6 En el Tít. 15, Lib. 3, hay 109 leyes sobre precedencias y ceremonias, y entoda la Recop. no hay un título de agricultura.
^alle — El Hombre — 1 El Sabio 301
pone pensamientos del siglo \\ III al lado de errores del siglo XV: com-
!<-yes derivadas de principios contrarios o distintos: deja vacíos gran-
des en unas materias, y aglomera detalles en otras.
"Las partidas son de clase muv distinta. Se aproximan más a
formar un todo; y a la época en que fueron formadas, no había en Europa
un código como el de ellas. Tiene España esta justa gloria. Es preciso
dáñela. Pero lo que era admirable en el siglo XIII no debe serlo en el
\ I \ El legislador que debe hablar como hablaría la razón sentada en
•no no parece un soberano de España sino un doctor de Salamanca,
crato de la edad media que se ocupa en dar lecciones de gramá-
tica/ es latinas,' en acumular etimologías. En unos pun-
to» da leyes dignas de nuestro siglo. dicta órdenes que horro-
rizan a la naturaleza: 10 en unos ataca los fueros antiguos de Castilla, y en
otros sanciona las opiniones ultramontanas. No hay una ley escrita en
lo que debe tener. Todas son verbosas y plagadas de prólogos: todas
son en este punto contrarias al espíritu de la ley misma que dice: 11 'Las
palabras de las leyes deben ser llanas e paladinas de manera que todos
las puedan entender y reu •:.
imperiosa la necesidad de formar nuevo código. La sentían
los pueblos: la manifestaban los sabios: y los acentos de la razón subieron
al fin al lugar a donde llegan más tarde por ser el más elevado.
:ey mandó órdenes diversas que se formase el Código legisla-
manos distintas comenzaron a trabajar: varias cédulas transcribían
leyes del nuevo código; pero no llegó a concluirse el trabajo. Los pue-
blos continuaron sufriendo en unos puntos la injusticia de la ley, y en
otros la arbitrariedad de los jueces.
revolución que mudó la fisonomía política de Europa hizo
:ria en España la instalación de Cortes. El Congreso fijó la aten-
ción en esta necesidad de los pueblos: se formó la Constitución: se anuló:
se restableció; y las Cortes han nombrado comisión para que forme el
código legislativo.
"Los datos que es posible unir manifiestan que no serán burladas
otra vez las esperanzas de los pueblos. Se formará el código: tendrán las
7 L. 24, TIL 11. P. 5.
8 L. L. 1, 5, 13 y 14. Tlt. 20, P. 2 y otras muchas.9 L. L Títs. 11, 6 y 7, Tít. 20. P. 2.
10 En la P. 7, abundan ejemplos; y la ley que por defender un castillopermite a un padre matar y comer a un hijo es la prueba más dolorosa.
11 L. 8. Tlt. 1, P. 1.
302 Pedro Tobar Cruz
Cortes en el siglo XIX gloria más grande que la de Alonso en el XIII:
cesarán sufrimientos; y la administración santa de justicia será lo que
debe ser.
"Pero el código legislativo de una monarquía que se extiende a
483,005 leguas cuadradas de superficie exige conocimientos que no es
posible acumular sino pidiéndolos a todas partes. La América es conti-
nente diverso del de Europa. Su continuación geológica: su atmósfera:
la escala de sus temperaturas: los hombres que la pueblan: las clases: los
caracteres: las costumbres, los usos: los hábitos: todo es distinto: todo
exige diferencias que no sería justo olvidar.
"Que la comisión, encargada de trabajo tan grande, forme el proyecto
o presente el plan del Código legal; que se circulen ejemplares por todas
las provincias de España y América: que las Cortes en un manifiesto
digno de ellas las exciten a ofrecer sus pensamientos y observaciones: que
las presenten positivamente las diputaciones provinciales, los ayuntamien-
tos, los colegios de abogados y los hombres de luces; y que no comience
la discusión en el Congreso hasta después de haber corrido el término que
debe prefinirse.
"El Código de la monarquía española sería entonces lo que no son
los de nación alguna del mundo: sería el producto de los trabajos unidos
de los americanos y españoles: sería la expresión libre de la voluntad uni-
versal de los pueblos: sería el monumento más grande elevado a su felici-
dad; y tendría el más exacto cumplimiento del artículo 258 de la Consti-
tución que exige variaciones en lo que haya diversidad de circunstancias.
Unamos los votos en este punto. Que lo pide la América con la
energía propia de la justicia. Su voz no será desoída; y sus hijos tendremos
al fin la legislación que deba hacernos felices poniendo freno a la arbitra-
riedad.
12"La historia de los pueblos es el cuadro de sus revoluciones. Se
suceden unos a otros los gobiernos. No hay uno que se sostenga inmóvil
en la marcha del tiempo. Todos pasan rápidamente; y cada transición
derrama sangre o sacrifica víctimas.
"Sacrificándolas se abolió en Roma el reinado y se instituyó el
consulado. Sacrificándolas se acabó el imperio, y siguió otro gobierno.
"Cada país presenta ejemplos: cada siglo lecciones. Pero los
hombres no las reciben. Son insensibles a las desventuras de su especie: no
investigan su origen, ni estudian sus causas.
12 Tomo I, Núm. 10, Págs. 115, 118. N. de los C." (El Amigo de la Patria).
I Iombre — El Político — El Sabio 303
en contra un gobierno que en su misma esencia tenía la
causa de su destrucción: establecen otro que, esconda tal vez en su seno
el grrr desarrollado puede también disolverle; y cuando llega el
momento triste: cuando los pueblos cesan de ser pacientes: cuando mil
manos te placen alólo que antes era la divinidad de su
los hombres teniendo la vista por t unas, mirando tantas
ruinas y escombros. No es posible, dicen, hacer obras perfectas. No es
dado establecer gobiernos que lo v. <1 sello de nuestra miseria
todo lo que es trabajo de nuestras manos.
Hambres injustos, cesad de serlo; y encontraréis al fin el objeto
caro de los deseos. Amad la justicia de buena fe; y estableceréis gobiernos
tengan la mayor perfección posible. Oíd la voz de la rasón en < 1
silencio del interés. Sus acentos son claros. Todos pueden entenderlos.
hombres son clásicos. A la acción sigue la reacción; y esta
serie no tendrá término sino habiéndolo la causa que la produce.
• ando uno hiere a otro, el agraviado será enemigo de su ofensor:
:ará venganzas; \ sus iras en los momentos menos esperados.
"Este pensamiento que nadie ignora: esta reflexión que todos
hacen debe ser la teoría de un gobierno justo, la ciencia de una legislación
ofrezco mis respetos a las autoridades. Hablo en general. Nome concreto a países, ni me fijo en personas. No apruebo la venganza,
bro sus explosiones. Indico sus efectos y calculo sus males.
"Los jueces que en vez de ser perpendiculares como la recta razón
se inclinan a una clase favorita: los jueces que a vista de un proceso en
vez de examinar lo que se demanda preguntan quién es el que pide, es
natural que se hagan enemigos, y que procuren su desagravio los que se
fueren formando.
"Los agentes del gobierno que en vez de ponerse en el centro ydar desde allí igual protección a todos, la nieguen a unos, la franqueen
a otros, es preciso que tengan también resentidos y que el resentimiento
inspire iguales deseos.
I leyes que en vez de tender al mayor bien posible a todos o
del mayor número posible procuren el de unos y olviden el de otros:
las leyes que protejan los derechos de una clase y depriman o desconozcan
los de otra, deben igualmente haber desafectos, y todos los que los fueren
viviendo en la sociedad no serán socios o individuos de ella.
"La unanimidad de sentimientos irá reuniendo a todos los que los
sufran. Los que se consideren agraviados por el poder judicial se unirán
304 Pedro. Tobar Cruz
con los que se crean ofendidos por el poder ejecutivo. A unos y otros se
asociarán los que hayan sido deprimidos por las leyes: se formará en la
misma sociedad otra sociedad contraria a ella: habrá en el transcurso del
tiempo una lucha desastrosa; y si el número de resentidos es el máximo
y el de los privilegiados el mínimo, triunfarán los primeros: acabará la
antigua sociedad: sucederá el horror: comenzará el caos; y serán envuel-
tos aun los hombres de paz que no han hecho mal y han procurado el bien.
"Seamos justos; y el orden social será eterno como la justicia.
Respetemos el principio grande de sociedad o compañía; y todo será bien.
"Si las leyes son la expresión de la voluntad del mayor número,
la fuerza del mayor número sostendrá las leyes. Si los que gobiernan
protejen al mayor número, la fuerza del mayor número apoyará al
gobierno. Si los que administran justicia la hacen al mayor número, la
fuerza del mayor número será en favor de los jueces.
"En vano habrá hombres infelices que meditasen el desorden. Las
leyes, los gobernadores, los jueces tendrían la fuerza del mayor número.
El orden sería inmóvil; y la sociedad duradera.
"Lejos de los gobiernos las teorías brillantes; pero falsas y funestas
al fin en el movimiento de los siglos. Se equivocó el celebrado Licurgo:
se equivocó el profundo Montesquieu: se equivocaron todos los que se
han desviado del principio sencillo de compañía o sociedad.
"Si en las convenciones mezquinas del interés no se cree que la haya
cuando el lucro es para unos y la pérdida para otros, en los5 pactos gran-
des de las sociedades políticas ¿podrá existir cuando la ley dé goces a
unos y trabajos a otros?
"Oídlo hombres que amáis a los hombres. El principio de donde
debe partir todo código legislativo es hacer que sean socios todos los
individuos de la sociedad. El código que tenga este carácter será justo
y duradero como la verdad que le sirve de base. El código que no lo
tenga será injusto y desaparecerá al momento que haya ilustración.
"Deseamos que lo tenga presente la comisión establecida para
formar el de la monarquía española: deseamos que a los hijos dignos de
estq hermoso continente se declaren en él los derechos que debe tener un
socio: deseamos que la América mejore su triste suerte en el nuevo código
que se promete: deseamos que se borren las leyes poco justas que han
embarazado su bien o causado su mal. La razón no lo ha hecho jamás.
Si es cierto el principio, sus consecuencias no pueden ser dañosas.
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 305
LA- B TUVIMOS EN LA COLONIA
"España dio leyes a la America. Las leyes en España han regido
a la América por espacio de tres siglos; y la América, porción la más
y fecunda de la tierra, es una de las partes más atrasadas del globo.
be hecho solo depondría la legislación dada a la América por
Ho tolo justificaría a los ojos de todos los gobiernos la indepen-
dencia proclamada por la América.
siglos, dice el paciente americano volviéndose a España;
hemos observado las leyes que nos han dado: tres siglos hemos esperado
la felicidad que nos prometiste cuando aboliendo los gobiernos de las
Indias nos ofreciste otro más liberal y justo. Otros pueblos han sufrido
menor espacio de tiempo. Un siglo solamente: la mitad de un siglo ha
bastado para que mudasen el gobierno que en aquel tiempo no había
podido hacerlos felices. Nosotros hemos tenido paciencia más grande.
Al fin de un reinado esperábamos nuestra felicidad del siguiente: al ter-
minar un siglo nos prometíamos venturas del que sucedía. Las esperan-
ras han sido burladas. El país de la riqueza es pobre: la naturaleza más
bella es bruta: el indio que antes de descubrirse la América elevó a impe-
rios grandes los de El Perú y Nueva España es ahora después de aquella
época un autómata infeliz, sensible solo para sufrir. La base de todo
pacto es la voluntad de los que le celebran; y la voluntad de los contra-
yentes se funda en el bien que se prometen. Cuando una nación deja
el gobierno que le rige, y se une a otro que le ofrece administrarla, las
obligaciones son grandes, los deberes son estrechos. Es necesario que el
nuevo gobierno le haga gozar suma más crecida de felicidad: es preciso
que le dicte leyes justas y liberales. Cesa en caso contrario el pacto de
unión: renacen los antiguos derechos: los pueblos los reclaman; y su voz
es la de la razón. Hemos obedecido tres siglos: hemos jurado todos los
sistemas de administración que nos han ordenado sucesivamente; y nin-
guno ha hecho toda la felicidad que podíamos gozar. Tu posición es
embarazosa. Te has visto en lo pasado y te verías en lo futuro en una
triste alternativa. Si dabas leyes benéficas, derivadas de los derechos
del hombre, la América conociendo los suyos debía defender su causa.
Si dictabas leyes injustas, sacrificabas a los españoles peninsulares por
hacer víctimas a los americanos. Si formabas para los primeros leyes
inspiradas por la razón y pronunciabas para los segundos leyes dictadas
por la injusticia, este paralelo triste debía ilustrar al americano y hacerle
306 Pedro Tobar Cruz
desear su independencia. No es posible conciliar los intereses de esa penín-
sula y este continente. Si reconoces nuestra independencia, la América
será feliz: tú serás venturosa; y ambas, amigas, aliadas y unidas por los
vínculos más estrechos. Siendo esta parte del mundo dependiente de
esa península, la América seguirá atrasada, y tú no harás progresos. Para
que seas todo lo que puede ser esa porción hermosa de la Europa, es pre-
ciso que España y América sean Estados independientes: es preciso que
la una no oponga obstáculos al desarrollo de la otra. Los españoles que
amen a la península y se interesen en su felicidad, deben proteger nuestra
independencia. La península ha retrocedido desde la conquista: la Amé-rica no ha avanzado los espacios que podría adelantar: las dos son infe-
lices y la infelicidad de ambas atesta las imperfecciones de su legislación.
"No era necesaria otra prueba. Examinemos sin embargo las leyes
que España ha dado a la América: revisemos los códigos que le ha man-
dado: discurramos sobre las Siete Partidas, la Recopilación de Castilla yla de Indias.
"Esta discusión es importante a la época en que nos hallamos. Lalegislación de un pueblo es una de las secciones grandes de su historia.
En ella se ve el plan del gobierno que la ha administrado: en ella se
descubre el origen de los males que ha sufrido: en ella se manifiesta si
son cumplidos los pactos.
PARTIDAS
"El Código de las partidas, hecho en el siglo trece, se formó cuando
la América, descubierta a fines del quince, no existía aún para España.
"Era grande la diferencia que distinguía un siglo de otro: inmenso
el espacio que separaba a las Indias de España: absolutamente diversos
el carácter del indio y del español: totalmente distintas sus constituciones
físicas y morales.
"Dar al siglo XV las leyes del siglo XIII: sujetar la América a las
leyes de España, era violentar la naturaleza, trastornar las relaciones.
"El carácter grande de un código legislativo es ser tan propio del
clima, posición, carácter, cultura, usos, costumbres, etc., del pueblo a
quien se da, que a excepción de los derechos santos e imprescriptibles del
hombre, no pueda convenir sino a la nación para la cual es trabajado.
Las Partidas se formaron solo para España. Se hicieron sin embargo,
obedecer en América; y este fue uno de los primeros sufrimientos del
americano.
fVaui — Ki. Hombre — El Político — El Sabio 307
prólogo supersticioso es el que se lee al frente del código mal
celebrado de España. Se ponderaban las supersticiones del indio: se} pin-
taba a la América plagada de las más vergonzosas: las había posit iva-
mente muy torpes en este continente: interesaba purgarle de todas para
avanzar su ilustración; y una de las primeras medidas fue mandarle un
código lleno de ellas en algunos puntos, derivado en otros de decretales
falsas.
"Las bases de las Partidas ton cuatro: l9 Algunos principios de
la razón que guia en los bosques, manida del salvaje, y en las sociedades,
habitación del hombre culto: de la razón que hace penetrar algunos rayos
en los tiempos obscuros, y baña de luz a los siglos ilustrados. 2" Las
leyes de Roma regida por gobierno distinto de el de España: de Romaque aspiraba a la conquista universal del mundo: de Roma, patria de los
tiranos que en la obscuridad de la noche, en medio de las tempestades,
se dividían tranquilamente la extensión de la tierra. 3 9 Las opiniones
de Italia que tiene y es preciso que tenga gobierno diverso del de Cas-
tilla: las opiniones de los ultramontanos, respetable en unos puntos, con-
trarías en otros a los fueros de las naciones. 4* Las leyes de los bárbaros
que saliendo del norte se dilataron por el mediodía talando y conquis-
tando: de los bárbaros que partían el tiempo entre la caza y la guerra:
de los barbaros que despreciaban las ciencias, únicas que pueden formar
legislación justa.
. razón dictó las leyes que dicen: el pro comunal debe ser el
objeto del gobierno: la razón escribió la que definiendo a un tirano dice:
que es el que se apodera de un reino por fuerza o por engaño; y desig-
nando sus caracteres añade, que procura mantener en ignorancia a los
pueblos para que no conociendo sus derechos no osen jamás levantarse
contra él; trabaja para dividirlos entre sí para que no tengan la fuerza
de la unión, y pugna para hacerlos pobres temiendo el poder de sus
riquezas: 1la razón inspiró la que dice, que si los reyes y sus gentes viven
de lo que produce la tierra, deben amar la tierra, interesarse en su pobla-
ción y cultura, proteger a los labradores y artesanos, facilitar las comu-
nicaciones, fomentar las fuentes de riqueza: 2 la razón aconsejó la que
manifiesta, que un rey debe ser apremiador de los soberbios y protector
de los humildes: que no debe consentir a los ricos y poderosos que tomen,
roben, fuercen, ni hagan daño en lo suyo a los pobres y desvalidos: 3 la
1 Ley 10, Tit. I, P. 2.
2 Ley 1, TU. XI, P. 2.
3 Ley 2, Tít. X, P, 2.
308 Pedro Tobar Cruz
razón dictó la que enseña, que el poder de un emperador jamás es tan
cumplido como cuando ama al pueblo y es amado de él.4
"De la jurisprudencia de Roma se dedujeron las leyes que plagaron
la de España de sutilezas, definiciones y etimologías: 5 las que substituye-
ron el lugar de los fueros de la nación las disposiciones del código yDigesto romano: las que quitaron al hombre el derecho sagrado de cons-
tituir apoderados en las causas que más le interesan: 6las que multiplica-
ron los curiales que en todo país laborioso debe ser reducidos al mínimo
posible: 7 las que hollaron los derechos del hombre dando a los padres la
facultad de empeñar y vender a sus hijos: 8las que formaron una nomen-
clatura depresiva de los que nacen fuera de matrimonio: 9 las que divi-
diéndolos en clases más o menos degradadas, y privándolos de los dere-
chos que conceden a los demás, los envilecieron con injusticia, los alejaron
del gobierno y los separaron de las demás clases:10 las que infaman a los
hijos inocentes por el delito de sus padres, reos de traición:11 las que die-
ron al fisco y quitaron a los herederos que no han delinquido los bienes
del traidor:12las que horrorizaron a la naturaleza y a la razón mandan-
do que se atormentase a los testigos para que declarasen y a los acusados
para que confesasen, y declarando nula esta misma declaración o confe-
sión dada en el tormento: 13las que complicaron la teoría sencilla de los
pactos, y haciendo enredosas las obligaciones, multiplicaron los pleitos
y dieron armas al espíritu de cavilación. 14
"De las opiniones de Italia se infirieron las leyes que autorizan
varias disposiciones de las decretales falsas y verdaderas: las que deprimen
la jurisdicción real y extienden la de Roma: 15 las que exentan al clero de
pechos reales y personales, y gravan a las demás clases con la carga que
debían pesar sobre todas: 16 las que multiplicaron los feriados, y multipli-
4 Ley 3, Tít. I. P. 2.
5 Leyes: 24, Tít. XI, P. 5; 1, 5, 13 y 14, Tít. V. P. 6.
6 Ley 12, Tít. V, P. 3.
7 Antes de las Partidas no había en España abogados o voceros de oficio:los juicios eran sumarios, y los trámites sencillos.
8 Ley 8, Tít. XVII, P. 4.
9 Espurios, manceres, notos, fornecinos, naturales, legitimados, etc., esta esla nomenclatura bárbara con que las leyes de Partida degradaron clases enteras.
10 La ley 3, Tít. XV, P. 4, dice, que los hijos que no son legítimos no tienenlas honras de sus padres ni abuelos: que siendo escogidos para dignidades u hono-res deben perderlas; y que no pueden heredar a sus ascendientes, ni a los parientesde ellos.
11 Ley 2, Tít. II, P. 7.
12 Ley 2, ibid.
13 Ley 5, Tit. XIII, P. 3, y otras.
14 Varias leyes del Tít. XI, P. 5.
15 Leyes: 4 y 5, Tít. V; 11, Tít. XVI, y 29, Tít. V, P. 1.
16 Leyes, 50 y 51, y otras del Tít. VI, P. 1.
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 309
candólos aumentaron el número de días en que el propietario no puede
diiBinrlir su propiedad, ni el pobre quejarse de las injusticias del rico: 17
las que opusieron obstáculos a la población oponiéndolos al matrimonio: 1 *
las que autorizaron las donaciones y herencias que llevando a manos muer-
tas la propiedad territorial la separan del giro y circulación: 1' las que
multiplicaron los juramentos, y multiplicándolos atacaron la jurisdicción
aumentaron los procesos, y obscurecieron más el caos tenebroso del
foro:'* las que dicen que los reyes son vicarios de Dios, y deducen de
aquí diversas consecuencias y raciocinios.
"Las leyes de los barbaros hicieron nacer las que escandalizaron a
la naturaleza permitiendo a los padres comer o devorar a sus mismos
hijos: 11las que dieron a los jueces la facultad de ahorcar a su arbitrio,
quemar, o arrojar a bestias bravas a los reos de pena capital:" las que pro-
digaron la pena de azotes que ha abolido la razón, y la de muerte que
debe abolirse o reducirse al menor número posible de casos: 23las que
deprimieron a unos, y elevaron a otros imponiendo a los individuos de
una dase la pena que prohibían pronunciar contra los de otra siendo reos
de un mismo delito: 24las que condenan a muerte a los que hurtan diez
ovejas o cuatro yeguas: 21las que autorizan la doctrina escandalosa de
poder enajenar a placer las villas y lugares de un reino como rebaños de
ovejas:** las que acumulaban en el rey todos los poderes, legislativo, eje-
cutivo y judicia
ueblo. dice la ley 3, TÍL X, P. 2, es como una huerta, (o
colección de árboles que vegetan): el Rey es el señor de esta huerta: los
empleados o funcionarios son los labradores de ella; y los ricos y caba-
lleros los asoldados para guardarla.
17 Ley 34. TIL II. P. 3 y otra*.
18 Véase en el TIL II. y siguientes de la P. 4, el estilo minucioso que seadvierte sobre impedimentos matrimoniales, y la declaratoria de corresponder ala jurisdicción eclesiástica todas las causas civiles y criminales sobre esponsales,matrimonios y divorcios.
19 Leyes: 55, TIL VI; 4, TIL XXXL P. 1; 10. TIL H, P. 3; 2, TIL m, y 17,TIL I.P.6.
20 Son muchas en la P. 3 y 5.
21 L. 8, TÍL XVII. P. 4.
22 L. 6, TIL XXXI. P. 7.
23 Imponen pena capital al traidor la Ley 2, TIL II; al que infama a otrola 8. TIL VI; al homicida la 2. TIL VTH; al médico o cirujano que maliciosamentemata a alguno la 6, ibid; a la mujer que procura aborto la 8, ibid; al juez queda falsa sentencia de muerte y al testigo que depone falsamente la 11, ibid; alparricida la 12, ibid; al ladrón que despoja con armas a los muertos la 12, TIL IX;al que quema mieses o casas la 9, TIL X, P. 7.
24 Diversas leyes de la P. 7,
25 Ley 19. Tít. XIV, P. 7.
26 Ley 8, Tit. I. P. 2.
27 Ley, 2, TIL L P. 2.
310 Pedro Tobar Cruz
"Esta ley es en miniatura el cuadro que en lo político presenta el
código de las partidas. Meditadla, americanos que poseéis los elementos
de la ciencia social, creada en el siglo XVIII y adelantada en el XIX.
Ella sola hará conocer la filosofía que dictó la legislación de España: ella
sola descubrirá el carácter de las leyes enviadas a la América. 28
RECOPILACIÓN DE CASTILLA
"Lo que se llama Recopilación de Castilla no es en propiedad un
código legislativo, ni fue trabajada por la América: no es un, todo sabia-
mente coordinado, ni se pensó al formarlo en los intereses de este conti-
nente. Es una complicación de cédulas y leyes, íntegras o en extracto,
dictadas por diversos reyes, en circunstancias distintas, sin enlace, ni
concatenación, todas en estilo diverso, y ninguna en el tono preciso y
claro que debe ser el de la ley.
"Los compiladores reunieron leyes publicadas en siglos diversos; y
cada siglo tiene su lengua, sus opiniones, su lógica y su espíritu. Haci-
naron confundidas unas con otras leyes constitucionales y bandos de
policía: leyes de sucesión a la corona y reglamentos de gremios: leyes
desusadas y cédulas u órdenes vivas. Equivocaron las fechas de algunas
leyes, y atribuyeron otras a reyes que no las habían dictado. Pusieron en
unos títulos leyes enteras, cargadas de prólogos; y colocaron en otros,
fragmentos obscuros de cédulas mutiladas. Hicieron de alguna, extractos
fieles; y alteraron en otras lo más esencial de su disposición. 29
"No hay unidad en la Recopilación de Castilla. Es una tarea for-
mada de colores diversos: un cuerpo monstruoso compuesto de partes
heterogéneas.
"Un código legislativo debe ser desarrollado exacto de este prin-
cipio sencillo: Los hombres se unieron en sociedad para su felicidad común:
los ciudadanos de una nación son compañeros o socios: son individuos de
28 Los compiladores de las Partidas, dice el erudito y juicioso Marina, vio-laron el canon sagrado de que las leyes deben ser llanas y claras, añadiendo aestos defectos esa multitud de preámbulos inútiles: fastidiosa y monótona divisiónde leyes a la cabeza de todos los títulos: infinitas etimologías, unas supérfluas yotras ridiculas: ejemplos y comparaciones pueriles o poco oportunas: errores gro.seros de física e historia natural: amontonamiento de textos de la sagrada escritura,santos padres y filósofos: citas de autoridades apócrifas: doctrinas apoyadas enfalsas decretales... Ensayo crítico Pág. 272. Es obra digna de leerse para calcularla suma de males que han hecho las Partidas. La recomiendo a la juventud queestudia ahora, y algún día ilustrará a su digna patria.
29 El mismo autor escribió el juicio crítico de la Novísima Recopilación, yen él manifiesta los defectos de esta colección que son en igual o mayor númeroa los de las recopilaciones anteriores.
I Iombiie — El Político — El Sabio 311
una compañía. No es ley la que no tiene carácter social: no debe ser
parte de un código legislativo la que no merece nombre de ley.
"Las que se acumularon en la Recopilación de Castilla no son
deducciones exactas de aquel principio. Se desvían de él en diversos
puntos: ponen trabas a la energía del talento: embarazan los progresos
de la ilustración: impiden la marcha de la industria: hacen pobres yricos: señores y siervos: establecen el plan funesto del poder absoluto,
origen de todos los males que afligen a los pueblos: olvidan en lo civil
los pactos que en un código jamás deben olvidarse, porque ellos son los
que aumentan y disminuyen la riqueza: autorizan en lo criminal el sistema
dañoso de castigar casi todos los delitos con penas pecuniarias: el sistema
peligroso de aumentar la audacia del rico y la depresión del pobre: el
alema de indicar al uno que teniendo oro puede quebrantar las leyes, yal otro que se resuelva a ser víctima de quien tenga plata para
sacrificarle.
"Que sean por la cámara todos los bienes de aquel que infrinja
lo que haya jurado en sus pactos:90 que pague 600 maravedises a la
cámara el que fuere falso:* 1 que sea para la cámara la mitad de los bienes
de quien falseare sellos:" que se dé a la cámara la mitad de los bienes
del que fabrique moneda falsa:" que se apliquen a la cámara todos los
bienes del traidor:** que se entregue a la cámara la mitad de los bienes de
que acoja un homicida:*5 que sea para la cámara el quinto de los bienes
del casado que tuviere manceba:** que se de a la cámara la mitad de los
bienes del incestuoso:*7 que se dé a la cámara la mitad de los bienes del
que hiera o mate a los consejeros:** que se aplique a la cámara la mitad de
los bienes del que hiera a los jueces de las ciudades y villas:89 que se des-
tine a la cámara la mitad de los bienes del ladrón que hiera o mata en el
camino: 40 que sea para la cámara la mitad de los bienes del homicida
alevoso. 41
"Este es el idioma que habla la Recopilación de Castilla y la
Escala de penas que presenta. El espíritu fiscal parece haberla dictado;
30 Ley 1. Tlt. XVII, Lib. 8.
31 Ley 2, ibid.
32 Ley 3, ibid.
33 Ley 5. ibid.
34 Ley 2. Tlt. XVITI, ibid.
35 Lev 4. ibid.
36 Ley 5, Tít. XIX, Lib. 8.
37 Lev 7. TU. XX. ibid.
38 Ley 1, Tít. XXII, ibid.
39 Ley 5. ibid.
40 Ley 6, Tlt. XXm, ibid.
*1 Ley 7. Ibid.
312 Pedro Tobar Gruz
y el espíritu fiscal, atento a los ingresos de las cajas, rara vez piensa en
el bien de los pueblos.
"Pero plagadas de errores las leyes de las Partidas y de la Reco-
pilación de Castilla no formaban sin embargo contra España un sistema
tan contrario a su felicidad como el que formaron contra América las
leyes reunidas en la
RECOPILACIÓN DE INDIAS
"No es posible examinarla sin recordar sentimientos dolorosos. Ese
código es una de las causas primeras de nuestra degradación y miseria:
ese código es donde se ven compiladas las leyes que han mantenido ais-
lada la América: las leyes que hablan mucho de obligaciones y deberes, ymuy poco de acciones y derechos: las leyes que tenían presente la distan-
cia del gobierno español para encarecer la subordinación a los funciona-
rios, y no habían en consideración aquella misma distancia para castigar
los abusos de los funcionarios: las leyes que estableciendo el sistema injusto
de encomiendas hicieron renacer en el nuevo mundo con nombre y forma
distinta el sistema feudal que había en el antiguo: 42las leyes que estimu-
laban a conquistar nuevas tierras;43 y no tomaban igual interés en la
población de las conquistas: las leyes que han sido origen de la distribu-
ción poco justa de las tierras:44 las leyes que procuraban fundar las pobla-
ciones en derredor del oro y la plata sobre montañas estériles,45 y emba-
razaban la población de las costas, hermosas por su fecundidad y riqueza: 48
las leyes que por este sistema mantenían las cosechas distantes de los puer-
tos, y prohibiendo al labrador la exportación libre de sus frutos, parecían
dictadas para que la agricultura no prosperase en el país donde puede
hacer progresos más maravillosos: las leyes que por una parte recomen-
daban el comercio recíproco de las provincias,47y por otra cortaban las
relaciones que debían unir a las mismas provincias: 48las leyes que opo-
niendo obstáculos a la agricultura, estorbos a la industria, y trabas al
comercio, han embarazado, el curso que debían tener las fuentes, de
riqueza: las leyes que en un aspecto presentaban al indio como el ser más
42 Las del Tít. IX, Lib. 6.
43 Las leyes del Tít. III, Lib. 4.
44 Ley 7, Tít. VII, ibid, y las de encomenderos, descubrid, y pob.45 Ley 10, Tít. III, Lib. 6, y 21, Tít. XV, ibid.
46 Ley 1, Tít. V, Lib. 4, ley 4 y 6, Tít. VII, ibid.
47 Ley 25, Tít. I, Lib. 6.
48 Ley 15 y 18, Tít. XV, Lib. 4.
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 313
privilegiado, y en otro no le permitían montar una caballería, ni tener
bailes, ni haber armas defensivas ni ofensivas ;« Jle tenían en pupilaje
perpetuo, y mandaban que de grado o por fuerza se le llevase a los tra-
bajos de minas:* las leyes que alejaban las clases unas de otras, y prohi-
biendo al español la residencia en pueblos de indios, impedían la ilustra-
ción de éstos y no permitían vivir en sociedad a los que eran individuos
de ella:* 1 las leyes que ordenaban la venta escandalosa de oficios que no
dnfrfar darse por dinero a quien ofreciese más numerario, sino a los que
fuesen más dignos y acreditasen mayores servicios:' 2las leyes que se mani-
festaban minuciosas en puntos fútiles o de pequeño provecho, y omisas
en otros del mas alto interés:" las que jamás tupieron equilibrar las auto-
ridades provinciales, ni poner frenos bastante poderosos a las audiencias
en lo judicial, y a los presidentes y virreyes en lo político: 5* las leyes que
en tres siglos no han podido hacer rico al país de la riqueza: las leyes que
han mantenido la paz y sosiego de la América; pero no la paz y sosiego
de los pueblos ricos, gozosos y alegres con su existencia, sino la paz de los
sepulcros, el silencio de los desiertos, la calma de los cementerios donde
no se ven más que cadáveres, o indios momios, desnudos y salvajes.
"La legislación que España . . . Permítase decirlo. Tulio no agra-
Roma criticando sus leyes, ni Marina ofendió a Castilla censurando
las suyas. La legislación que España dio a la América ha hollado el
derecho santo de propiedad prohibiendo al propietario el uso de ella en
la exportación libre de_sus frutos: ha hollado el derecho sagrado de igual-
dad creando esclavos en beneficio de los encomenderos, mineros y señores:
ha hollado el derecho de libertad prohibiendo (más de lo que dictaba la
razón) la de pensar, hablar, y escribir que se deriva del mismo principio
de donde se deduce la de ver, oír y moverse.
:ñ consecuencias eran en sistema tan triste necesarias como
los efectos que producen las leyes de la naturaleza.
O ' Leves 33 y 24. Tít. I. Lib. 6 y 38 ibid.
50 Lev 27, TU. I, Lib, 6, y las del Tlt. XV.51 Leyes 21 v 22. Tít. III. Lib. 6.
52 Las del Tít. XX. Lib. 8.
53 Se escribieron más de 100 leyes sobre precedencias y ceremonias; y nohav un titulo sobre la agricultura.
54 Cabarrús decía: "Suponga Ud. el cuerpo que quisiere. Como sea perma-nente v exclusivo, será impune, y por consecuencia esencialmente malo. No meavanzaré a decir otro tanto. Pero (hablando en general sin ofender a ningunoen particular) los frenos de un Juez son 4: la residencia, la opinión, la recusacióny el recurso a la autoridad superior. No existe el primero para las audienciasporque una cédula mandó que no se residenciase a los oidores. Es nulo el
segundo, porque las audiencias son tribunales colectivos, y sus votacionessecretas. El tercero es de pequeña influencia porque oidores determinan las
recusaciones puestas a oidores. Era poco poderoso el cuarto, porque el Consejode Indias se componía de oidores que vestían la misma ropa; era preciso tener dinerooara ocurrir a España y es infinitamente grande el número de los pobres.
314 Pedro Tobar Cruz
"Un país regido por una legislación que no permitía extraer libre-
mente los frutos, debía tener una agricultura pobre y desmayada, redu-
cida solamente a los consumos interiores.
"Un país administrado por gobiernos que no hicieron calzadas, ni
abrieron ni compusieron caminos en tierras quebradas y montuosas,
debía tener un cultivo miserable, medido por el número de los vecinos
infelices de un pueblo. 55
"Un país donde las leyes inclinaban a poblar los minerales y aban-
donar las costas, debía tener la población en el centro, retirada de los
puertos, distante de las bocas por donde debían entrarle las riquezas,
separada de los puntos de contacto con las demás naciones.
"Un país donde las leyes cerraban los puertos a todos los pueblos
del mundo, debía ser un país sin relaciones con ellos, aislado en medio
de la tierra, muerto en el centro del universo, sin las riquezas que da el
comercio, sin las luces que comunica el trato con las naciones ilustradas
ignorante, pobre y despoblado.
"Un país donde no había más que indios y españoles: donde la ley
deprimía a los primeros y elevaba a los segundos: donde aquellos tenían
el carácter de conquistados, y éstos el de conquistadores: donde los unos
eran muchos y los,otros muy pocos; era preciso que los españoles desde-
ñasen el matrimonio con las indias; pero era al mismo tiempo regular que
se uniesen con ellas en amistades o tratos no permitidos >por la ley: que
fuesen numerosas las generaciones ilegítimas: que existiesen los mestizos:
que naciesen las castas: que éstas se multiplicasen con la introducción de
negros; y que miradas todas por la ley y consideradas por el gobierno con
ojos distintos, se formase una población heterogénea, separada en clases,
dividida en intereses.
"Un país donde la pobreza era grande, la ignorancia sensible, las
penas de azotes y de muerte prodigadas por la ley, y los premios escasea-
dos por ella misma, era preciso que tuviese individuos o clases enteras
inclinadas al despecho y exasperación, de sentimientos crueles, como las
penas que imponía la ley, sin el honor que hubiere hecho nacer la remu-
55 En junio de 1524 llegó a Guatemala Pedro de Alvarado con 300 espa-ñoles; y desde entonces han corrido 296 años. Supóngase que los gobernadores,intendentes, corregidores y alcaldes mayores no hubiesen hecho en cada año másque 100 varas de camino. En este caso tendríamos ya 29,600 varas de caminos,o 59.20 leguas de 5,000 varas cada una. Si no agrada esta suposición, puede hacerseotra. Figúrese que cada subdelegado hubiera hecho 10 varas solamente de caminoen cada año: cada corregidor 20: cada alcalde mayor otras tantas: cada inten-dente 30: cada gobernador 40. En este caso sería mayor el número de varas:más grande el número de leguas de buenos caminos. Guatemala estaría enverdadera sociedad, y su cultivo sería floreciente.
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 315
itn la moralidad que hubiera producido una legislación más
"Un país donde los dos tercios de la población eran compuestos
de indios a quienes la ley no permitía contratar sin ciertas formalidades,
haber diversiones sin licencia del alcalde, montar un caballo en ningún
caso, tener armas en ningún evento, era necesario que fuese muy embru-
tecido: que el máximo sirviese al mínimo: que los derechos no fuesen muyrespetados: que se ignorasen estos mismos derechos; y que de su ignoran-
cia naciesen todas las consecuencias que se han sufrido.
hay código: no hay institución: no hay en la naturaleza entera
cota alguna que no produzca bienes y males. La ley universal de atrac-
ción; esa ley que hace la armonía y mantiene el orden del mundo, levanta
las olas del mar donde naufraga el sabio o perece el amigo de la huma-
» si la medida exacta de la bondad de una legislación es la
resta en que excede la suma de bienes a la suma de males ¿podrá sus-
penderse el juicio, o vacilarse en la decisión sobre las leyes que España
mandó observar en America?
hay comparación entre una y otra suma. Los males son infi-
nitamente mayores que los bienes. Podemos disminuir los unos y aumen-
tar los otros: podemos formar una legislación sabia, aproximada al grado
posible de perfección. Pero las leyes no se forman entre los horrores de
la discordia. Se meditan en el silencio de la paz, en el reposo del orden.
Si en vez de pensar en nuestra común felicidad maquinamos nuestro mal
recíproco: si en lugar de ocuparnos en los trabajos pacíficos de la legisla-
rlos abandonamos a las disputas sangrientas de las divisiones intes-
tinas, no gozaremos jamas de nuestra independencia: nos sacrificaremos
unos a otros; y en medio de cadáveres, cansados al fin de derramar sangre,
nos sentaremos sobre escombros y ruinas a contemplar las de Guatemala,
y llorar nuestras desgracias.
"Sabedor de ellas un aventurero, aprovechando momentos, vendrá
a dictarnos leyes. Los pueblos, debilitados, abatidos, y degradados, no
tendrán la energía necesaria para conservar sus derechos. Sucumbirán
indecorosamente a la fuerza del poder. El despotismo levantará su frente
odiosa en el mismo lugar donde dijimos: somos libres al fin: somos inde-
pendientes: nuestras leyes serán la expresión de nuestros derechos.
"Los siglos .de barbarie en que todo perece son preparados por la
guerra y llegan siempre con todas las plagas. El hombre que solo es
poderoso por el número: el hombre que solo es fuerte por su unión: el
316 Pedro Tobar Cruz
hombre que solo es feliz por la paz, tiene el furor de armarse para su
desgracia y combatir para su ruina. Excitado por la codicia insaciable:
obcecado por la ambición aún más insaciable, renuncia los sentimientos
de humanidad: vuelve sus fuerzas contra sí mismo: procura destruirse: se
destruye en efecto; y después de los días horrorosos de sangre y carnice-
ría cuando se han disipado los humos de la gloria, ve con ojos tristes la
tierra asolada, las artes sepultadas, las naciones dispersadas, los pueblos
debilitados, su felicidad propia arruinada, su poder real anonadado.
"Así escribía un filósofo que meditando la historia de los pueblos
aprendió a barruntar los destinos tristes de aquellos que se dividen yarman para batirse. La razón experimental fue la que le inspiró; y la
razón es la que debe guiarnos.
"Consultemos a esta divinidad: oigamos sus oráculos: observemos
las causas de las revoluciones de Grecia y de Roma, de Suecia y de Fran-
cia, de los Estados Unidos y la América Meridional; y conociendo que
la injusticia es el primer origen de todas, aprendamos al fin a ser justos
si queremos ser independientes.
PREOCUPACIONES SOCIALES
Piensa Valle en el problema étnico en América. Pide que se le
encuentre una solución que satisfaga los más exigentes intereses, porque
ha comprendido que este problema, mientras más se le profundice en
busca de sus raíces, el campo racial se extiende nlostrando nuevas facetas
y esto complica el movimiento que va trazando lo económico y lo social.
Esa heterogeneidad cultural de los grupos indígenas, ladinos, negros, crio-
llos, mestizos y españoles, con características, arraigadas y diferenciales,
son un lastre a la evolución y al progreso, si no se encuentra una fórmula
que venga aunar los generales sentimientos en un interés común.
Cada grupo cultural, tiene marcadas diferencias en ideas y en
civilización y es necesario, buscar las líneas que ahondan esta separación,
forzando así, una unidad homogénea en aspiraciones, capaz de forjar
los objetivos de nuevos ideales.
Piensa en la lucha que se ha de entablar en la transformación
gradual del indígena, sin ninguna violencia, sino creando en su vida nue-
vas necesidades, consecuencia de sus intereses educativos y económicos;
pide leyes que los protejan, escuelas que les muestren una existencia supe-
rior, tierras que entreguen por el trabajo los productos de la prosperidad.
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 317
porque debe interesarse por el cruzamiento científico de la raza,
a la que nunca ha juzgado inferior por naturaleza "sino por la perpetua-
don de un estado intermedio, híbrido, entre el esclavo y el hombre libre"'
—"No será el indio —dice— un ser degradado que en su misma cara, en
los surcos de su frente, manifiesta las señales de su humillación. Será lo
que es el hombre: un ser noble que en la elevación de sus miradas da a
conocer la de su esencia. . . Esos americanos tristes y desmedrados que
sólo hablan aves y suspiros se tornarán en hombres alegres, altos y her-
mosos, como los sentimientos que darán vida a su ser. No serán humildes
como los esclavos. Tendrán la fisonomía noble del hombre libre".
El cruce de la raza indígena es imperativa para él —cuando esto
sea una realidad— se borrarán las diferencias de unos y de otros, porque,
mientras mas se profundizan estas diferencias, se hace imposible la coo-
peración de los factores normativos de una nación, por eso dice: "Los de
la América se irán hermoseando y elevando a proporción que se borren
las sensaciones de tiranía y nazcan las de libertad: a medida que cesen
de ser imagen de desigualdades injustas y comiencen a ser expresión de
la unidad social y la igualdad de los ciudadanos que la forman . . . Cru-
zándose los ladinos y los indios con los españoles y suizos, los alemanes
e ingleses que vengan a poblar la América, se acabarán las castas, divi-
sión sensible de los pueblos: será homogénea la población: habrá unidad
en las sociedades: serán unos los elementos que la compongan", y con-
tinúa: "Las lenguas que han conservado los indios para expresar quejas
que no entienden los españoles desaparezcan en lo sucesivo cuando no
sean oprimidos aquellos infelices: cuando cayendo el muro de separación
que los ha dividido de los ladinos y españoles sea uno el idioma de
todos. . . Los elementos, los principios, los métodos de las ciencias poseí-
dos ahora por un número mínimo de hombres, serán al fin populares.
Habrá sabios entre los ladinos: habrá filósofos entre los indios: todos ten-
drán mayor o menor cantidad de civilización; y esta parte de la tierra
será la más iluminada de todas'.
El espectáculo de la esclavitud le duele muy hondamente, hay en
su palabra un destello de amargura que le quiebra la sensibilidad y quiere
como lo manifiesta en su periódico, romper de una vez por todas, el
oprobio de la servidumbre, su pensamiento cabe en esta significativa expre-
sión: "Sólo el libre sabe respetar la libertad de los demás". "Cesará el
comercio que ofende más a la razón: no venderá el hombre a sus seme-
jantes: y la libertad de América hará que se respete la de África". "Nohollarán los unos los derechos de los otros: el hombre se respetará a sí
318 Pedro Tobar Cruz
mismo en sus semejantes: y la moralidad que es el respeto mutuo de los
derechos de todos, brillará al fin en las tierras donde ha sido más ofus-
cada". Estas palabras retratan en forma completa el pensamiento humano
de Valle, suenan como la primera llamada que se hace y que muy luego
repercutieron.en la memorable sesión del l 9 de julio de 1823.*
- Son tantos sus ensayos sobre Sociología americana, y como no es
posible que en un volumen de este tamaño pueda dársele cabida a todos,
—como una muestra de la preocupación de Valle, por estos problemas que
se han hecho endémicos en muchos países de América— copio con el
mayor gusto los que siguen: "Investigaciones sobre América", "Merez-
camos la confianza del indio", "Puede evitarse la pena de muerte", y "El
escrutador social". Cualquiera de estos artículos, es suficiente para con-
sagrar al licenciado José Cecilio del Valle, como uno de los pensadores
mejor intencionados y de más honda sensibilidad social del nuevo conti-
nente.
INVESTIGACIONES SOBRE AMERICA
' "Un mundo nuevo, descubierto cuando se dudaba o creía imagi-
naria su existencia, era objeto que debía interesar.
"Todos los ojos se volvieron a él. Los geólogos estudiaban su
estructura: los economistas calculaban sus riquezas: los políticos barrun-
taban sus destinos: los viajeros recorrían sus provincias: los botánicos cla-
sifican sus plantas: los mineralogistas examinaban sus fósiles: los zoolo-
gistas observaban sus animales: los historiadores escribían su historia.
Casas lloraba; y Paw deliraba.
"Fija la vista de los sabios en este grande continente, cada uno
le miraba en aspecto distinto. Todos pensaron y observaron; y sus pen-
samientos y observaciones produjeron la multitud de obras escritas sobre
la América.
"Hay en ellas errores vergonzosos. El espíritu sistemático de
Europa se descubre aun en los libros de los filósofos. Pero hay también
principios luminosos, observaciones importantes, raciocinios sublimes.
"Reunir esta suma de conocimientos sería acumular las riquezas
de más precio para nosotros: sería poseer lo que más nos interesa.
* Los entrecomillados son párrafos del artículo intitulado "América" y quese publica íntegro, en el segundo tomo de las Obras de José Cecilio • del Valle,compiladas por José del Valle y licenciado Jorge del Valle Matheu.
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 319
M colección de mapas, de planos, de historias, de viajes, de
floras, de ensayos y obras de todas clases escritas sobre la América sería
un tesoro para los americanos.
Pero esta colección sería superior a las facultades de un parti-
cular. Solo los autores de gramática y diccionarios de las lenguas mexi-
cana, otomita, zapoteca, misteca, maya, popoluca, huaxteca, cakchiquel,
tepehuana, etc., formarían una pequeña librería.
necesario que los gobiernos vuelvan la atención a uno de los
objetos más dignos de ocuparla; y yo quisiera:
"1* Que en la capital de cada uno de los Estados de América
hubiese una Biblioteca pública formada de todas las obras escritas sobre
la America: que todos los días se abriese y franqueasen en ella los libros;
y que a más de esto se diese recado de escribir a quien lo pidiese:
"2* Que se estableciese en la misma capital una Academia ame-
ricana compuesta de los hombres más ilustrados en cualquiera ciencia:
que los académicos fuesen divididos en cinco clases o secciones, políticos,
economistas, moralistas, físicos y matemáticos: que el instituto de cada
clase fuese extractar de las obras escritas sobre la América lo más inte-
resante en su ciencia respectiva; y que se publicasen los extractos en
periódicos mensuales o semanarios.
"Son incalculables los bienes de uno y otro establecimiento. Cual-
quiera los conoce, y no hay necesidad de indicarlos. El conocimiento de
un país es el primer elemento de su riqueza.
MEREZCAMOS LA CONFIANZA DEL INDIO
"Se instaló el Ayuntamiento constitucional en la ciudad de Cobán;
y fueron electos alcaldes D. Salvador Tiul y D. Diego Cis, indios: Regi-
dores D. Juan Tot, D. Salvador Coy, D. Tomás Soya, D. Sebastián Cis,
D. Gaspar Bol. D. Pedro Quix, D. Vicente Coy, indios, y D. ManuelRiveiro: Síndicos D. Antonio Pop, indio; y D. Eugenio Ponce de León.
"La ley municipal prohibía que los españoles y ladinos se estable-
ciesen en pueblos de indios; y órdenes posteriores mandaban el cumpli-
miento de la ley. Todas, dictadas con el objeto de que el indio no fuese
vejado u oprimido por los demás ciudadanos, levantaban sin embargo un
muro de separación entre el primero y los segundos. Las luces no podían
pasar de una clase a otra: la marcha de la civilización era detenida:] y el
indio después de tres siglos no sabe hablar el idioma de Castilla por dos
320 Pedro Tobar Cruz
razones: l 9 Porque la ley le ha alejado de los que podían enseñársela:
29 Porque no ha tenido confianza de los ladinos, y cuando no hay con-
fianza, se inventa o conserva una lengua que haga impenetrable la expre-
sión de sentimientos.
"Merezcamos la confianza del indio: acerqúense a él todas las
clases: reúnanse en los ayuntamientos de los pueblos los indios y los ladi-
nos; y entonces la porción más grande de estas provincias, la que tiene
más derechos a nuestra protección, avanzará en cultura, aprenderá el
idioma que debe unirnos a todos, y será más feliz. Los indios forman
la mayor parte de la población; y es imposible que haya prosperidad en
una nación donde no la gozare el máximo.
"Patriotas, si queréis que sea feliz la patria, trabajad para que lo
sea el mayor número posible de sus hijos. Todo es enlazado en las socie-
dades políticas. La infelicidad de unos la produce al fin en otros".
PUEDE EVITARSE LA PENA DE MUERTE
"En la plazuela de Guadalupe de esta capital se ejecutó el 15
del corriente la pena de muerte en José Molina. Este infeliz tuvo la des-
gracia de cometer dos homicidios. Comenzó su proceso en 18 de diciem-
bre de 1816: en 20 de igual mes de 1817 declaró la Real sala no ser de
los comprendidos en la gracia de indulto: siguió su causa según su estado:
en 26 de octubre de 1819 fue condenado a pena capital con dictamen de
asesor por el señor alcalde 2 9, don Antonio Batres Asturias: siguió el reo
o su procurador la apelación que interpuso y se le otorgó; y el 12 del
presente fue aprobada la sentencia por la audiencia territorial.
"Es el espectáculo más triste a que pueden precisar las funciones
de la judicatura: es la escena más dolorosa para las almas sensibles. Desea-
mos para que la justicia no se vea obligada a cumplir la ley:
"l 9 Que el gobierno supremo remueva los obstáculos que emba-
razando la marcha de la agricultura, industria y comercio produzcan la
miseria y ociosidad, origen de vicios y crímenes.
"29 Que el gobierno municipal trabaje con celo constante en faci-
litar ocupación a la juventud de ambos sexos.
"3 9 Que se forme una sociedad de vecinos dedicados a facilitar
ocupación y celar la conducta de aquellos que a los primeros extravíos
les entregue la justicia para que cuiden de sus costumbres. Recibiendo
cada socio a un hombre o joven que comienza a viciarse, y encargándose
Valu Bl Hombee — El Político — El Sabio 321
de vigilar tu conducta con celo de padre. Guatemala tendría la sociedad
que mas honor puede hacerle y d número de reos sería menos asombroso.
"4* Que haya departamentos diversos en las cárceles: que no estén
.: ididos unos con otros los reos de delitos y costumbres diversas: que
i se comience a arreglar la policía de cárceles, tan necesaria para
mantener el orden y conservar la moralidad.
EL ESCRUTADOR SOCIAL
"!• ¿Se acabará al fin la desigualdad que hay entre las naciones?
"2* ¿Hará progresos la igualdad en los individuos de un pueblo?
¿Podrá perfeccionarse realmente al hombre?
i filósofo que amaba a la especie de que era individuo y se
interesaba en tu un sabio que trabajaba en la perfección del
hombre, precisamente en el tiempo en que el hombre hollando su más.iso derecho le tenía recluso en prisiones, formó el bosquejo de una
obra que preparaba para bien universal de todos.
observando los progresos que ha hecho el espíritu humano,
examinando su actual estado, y vaticinando los destinos futuros de la
especie, discutió estas tres cuestiones:
¿Se acabará al fin la desigualdad que hay entre las naciones?
"2* ¿Hará progresos la igualdad en los individuos de un pueblo?
¿Podrá perfeccionarse realmente el hombre?
I..i base primera de sus raciocinios es digna de la filosofía. 'Si el
hombre, dice, puede pronosticar con seguridad los fenómenos de la natu-
raleza cuando conoce sus leyes: si aun en el caso de ignorarlas puede por
la experiencia de lo pasado prever con probabilidad los sucesos de lo
futuro, ¿podrá mirarse como empresa quimérica la de trazar con alguna
verisimilitud el cuadro de los distintos futuros de la especie humana según
los resultados de la historia? El único fundamento de creencia en las
ciencias naturales es que las leyes, conocidas o ignoradas, que rigen los
fenómenos del Universo son necesarias y constantes; ¿y por qué razón
ha de ser este principio menos cierto para el desarrollo de las facultades
intelectuales y morales del hombre, que para las otras operaciones de
la naturaleza. . .
?"
322 Pedro Tobar Cruz
"Animado por este raciocinio entra a tratar de las cuestiones pro-
puestas; y he aquí sus discursos sobre cada una de ellas. Meditémoslos
detenidamente. No es una sola lectura la que puede descubrir todo su
mérito.
"Si volvemos los ojos al estado actual del globo, veremos desde
luego que en Europa los principios de la Constitución francesa son ya los
de todos los hombres ilustrados: los veremos demasiado extendidos y muyaltamente profesados para que los esfuerzos de los tiranos puedan impe-
dir que penetren hasta las cabanas de sus esclavos. . .
"La sabiduría o divisiones intestinas de las naciones europeas,
auxiliando los efectos lentos pero infalibles de los progresos de sus colo-
nias, producirán en breve la independencia del nuevo mundo; y entonces
la población europea dilatándose rápidamente sobre ese territorio inmenso,
¿no civilizará o hará desaparecer, aun sin conquistas, las naciones salvajes
que ocupan vastos espacios?
"Recorred la historia de nuestros establecimientos en África o en
Asia. Veréis: nuestros monopolios de comercio, nuestras traiciones, el
desprecio sanguinario con que vemos a hombres de diverso color, la inso-
lencia de nuestras usurpaciones, etc.: destruir ese sentimiento de respeto
y benevolencia que nos había granjeado la superioridad de nuestras luces
y ventajas de nuestro comercio.
"El cultivo de azúcar estableciéndose en el continente inmenso de
África destruirá el latrocinio vergonzoso que la corrompe y despuebla
dos siglos ha.
"Ya en la Gran Bretaña algunos amigos de la humanidad han
dado el ejemplo; y si su maquiavélico gobierno, obligado a respetar la
razón pública, no ha osado oponerse, ¿cuánto no deberá esperarse del
mismo espíritu, cuando, reformada una constitución servil y venal, sea
digno de una nación humana y generosa? ¿La Francia no se moverá
también a emitir esas empresas que la filantropía y el interés bien enten-
dido de la Europa han dictado igualmente? Las Especerías han sido
llevadas a las islas francesas, a la Guayana y, a algunas posiciones ingle-
sas; y en breve se verá destruido el monopolio que los holandeses han
sostenido con tantas traiciones, vejaciones y crímenes. Las naciones de
Europa conocerán al fin que las compañías exclusivas no son más que
Valle — El Hombre — 1 :o — El Sabio 323
una contribución impuesta sobre ella para dar a sus gobiernos un instru-
D nuevo de "tiranía.
>nces los europeos, contentándose con el comercio libre, bas-
tante ilustrados sobre sus propios derechos para burlarse de los otros
pueblos, respetaran esa independencia que han violado hasta ahora con
tanta audacia. Sus establecimientos, en vez de llenarse de favoritos que
a beneficio de un empleo o de un privilegio vuelan a acumular tesoros
para volver a Europa a comprar honores y títulos, se poblarán de hom-
bres industriosos que irán a esos climas venturosos a buscar la felicidad
que no encuentran en su patria. La libertad los fijará en ellos, la ambi-
ción cesara de llamarlos; y esas factorías de ladrones serán poblaciones
de ciudadanos que derramarán en África y en Asia los principios y el
ejemplo de la libertad, las luces y la razón de la Europa . . .
"Estos sucesos serán consecuencia infalible, no solo de los progresos
de la Europa, sino también de la libertad que la Francia y la América
septentrional tienen interés en restituir al comercio de la África y del
Asia: deben nacer también, o de la nueva sabiduría de las naciones euro-
peas, o de la adhesión obstinada a sus preocupaciones mercantiles.
"l'na invasión del Asia por los tártaros podría impedir esta revo-
lución . . . Pero todo prepara la decadencia próxima de esas regiones
orientales o asiáticas, que abandonadas al pueblo. . . no tienen ya a la
razón humana en infancia eterna, en esclavitud sin esperanza.
marcha de esos pueblos será más pronta y segura que la nues-
tra, porque recibirán de nosotros lo que nosotros hemos tenido que descu-
brir, y para conocer las verdades elementales, los métodos ciertos a que
hemos llegado después de largos errores, les bastará conocer su desarrollo
y pruebas en nuestros discursos y libros.
los progresos de los griegos se perdieron para las demás
naciones, fue por falta de comunicación entre los pueblos: fue por la
dominación tiránica de los romanos. Pero aproximados todos los hom-
bres por mutuas necesidades, cuando las naciones más poderosas pongan
en la clase de principios políticos, la igualdad de los pueblos como la de
los individuos, el respeto a la independencia de los Estados débiles como
la compasión o la humanidad con la ignorancia y miseria: cuando a
máximas que tienden a comprimir el resorte de las facultades humanas,
sucedan aquellas que favorecen su acción y energía, ¿podrá temerse toda-
vía que queden sobre el globo espacios inaccesibles a la luz, o que el
orgullo del despotismo pueda oponer a la verdad barreras largo tiempo
insuperables?
324 Pedro Tobar Cruz
"Llegará, pues, el momento venturoso en que el sol no alumbre
sobre la tierra más que hombres libres que no tengan otro dueño que
su razón: en que los tiranos y los esclavos no existan más que en la de
los que hayan sido víctimas, para vivir en útil y continua vigilancia, para
saber conocer y sofocar con el peso de la razón los primeros gérmenes de
la tiranía si osaran alguna vez aparecer.
II
"Recorriendo la historia de las sociedades hemos hecho ver que
muchas veces existe una diferencia grande entre los derechos que la ley
reconoce en los ciudadanos y los derechos que gozan positivamente; entre
la igualdad establecida por las instituciones políticas y la que existe entre
los individuos; hemos hecho observar que esta diferencia ha sido una de
las causas principales de la destrucción de la libertad en las repúblicas
antiguas, de las tempestades que las han turbado, de la debilidad que las
ha entregado a tiranos extranjeros.
"Estas diferencias tienen tres causas principales: la desigualdad de
riqueza, la desigualdad de estado y la desigualdad de instrucción.
"Estas tres especies de desigualdad deben disminuirse continua-
mente; pero no llegarán jamás a destruirse enteramente, porque tienen
causas naturales y necesarias que sería absurdo y peligroso querer des-
truir y no podría ensayarse la destrucción total de sus efectos sin abrir
fuentes más fecundas de desigualdad y atacar más directa y funestamente
los derechos de los hombres.
"Es fácil probar que las fortunas tienden naturalmente a la igual-
dad, y que su desproporción excesiva no existiría o cesaría muy pronto
si las leyes civiles no establecieran medios facticios para perpetuarlas yreunirías: si la libertad de comercio y de industria hicieran desaparecer
las ventajas que toda ley prohibitiva, todo derecho fiscal, dan a la riqueza
adquirida; si las contribuciones en los contratos, las restricciones puestas
a su libertad, la sujeción a formalidades embarazosas o deprimentes, la
incertidumbre y gastos necesarios para su ejecución no contuvieran la
actividad del pobre y consumieran sus pequeños capitales: si la adminis-
tración pública no abriera a algunos hombres fuentes abundantes de opu-
lencia cerradas a los demás ciudadanos, si las preocupaciones y espíritu
de avaricia no presidieran a los matrimonios: si por la sencillez de eos-
Li — El Hombre — El Político — El Sabio 325
lumbres y sabiduría de las instituciones, las riquezas no fueran como son,
medios de satisfacer la ambición o vanidad . .
.
Comparemos en las naciones ilustradas de Europa su población
actual y la extensión de su territorio. Observemos, en el espectáculo que
presentan su industria y cultivo, la distribución de trabajos y medios de
subsistencia, y veremos que sería imposible conservar esos medios en el
mismo grado, y mantener la misma masa de población, si un gran número
de individuos cesaran de ser reducidos a su industria y lo que sacan de
capitales empleados en adquirirla o aumentar su producto. Pues la con-
servación de estos recursos depende de la vida y salud del padre o cabeza
de cada familia: es un fondo vitalicio, o dependiente del azar; y resuelta
una diferencia positiva entre esa clase de hombres y la de aquellos cuyos
recursos no están sujetos a los mismos riesgos porque las rentas de algunas
tierras o los intereses de un capital independiente de su industria, ocurren
a sus necesidades.
ste por consiguiente una causa necesaria de desigualdad, de
miseria y depedendencia que amenaza incesantemente a la clase más
numerosa y activa de las sociedades políticas.
ro en mucha parte se puede destruir aquella causa oponiendo
el azar a él mismo, asegurando a quien llega a ser anciano un socorro
producido por sus ahorros y los de aquellos individuos que haciendo el
mismo sacrificio mueren antes de llegar el momento en que necesitan
recoger el fruto: procurando por igual compensación a los niños y muje-
res que pierden a sus padres y esposos un recurso semejante, adquirido al
mismo precio; y preparando últimamente a los niños que llegan a la edad
de trabajar por si mismos la ventaja del capital necesario para el des-
arrollo de su industria, y aumentándolo y fomentándolo con los ahorros
o contribución de aquellos que por una muerte prematura no llegan a
aquel término.
A la aplicación del cálculo, a las probabilidades de la vida y al
destino o imposición del dinero, se debe el pensamiento de estos arbitrios,
empleados ya con suceso, sin haberlo sido jamás con aquella extensión yvariedad de formas que verosímilmente le haría útiles no solo para algunos
individuos sino para la masa entera de la sociedad a la cual librarían de
la ruina periódica de un gran número de familias, fuente siempre viva
de corrupción y miseria.
F.-tos establecimientos pueden formarse a nombre del poder social,
o ser obra de asociaciones particulares, que pueden establecerse sin riesgo
cuando sean más populares los principios que deben organizarse a aquellos
326 Pedro Tobar Cruz
establecimientos y cesen de ser temibles para las mismas asociaciones los
errores que han destruido a muchas de ellas.
"Nosotros expondremos otros medios de asegurar aquella igualdad,
sea impidiendo que el crédito continúe siendo privilegio exclusivo de los
grandes caudales y dándole sin embargo, una base igualmente sólida, sea
haciendo los progresos de la industria y la actividad del comercio más
independientes de la existencia de los grandes capitalistas; y a la aplica-
ción del cálculo deberemos también estos arbitrios.
"La igualdad de instrucción que puede esperarse y estimarse sufi-
ciente es la que excluye toda dependencia, forzada o voluntaria. Nosotros
manifestaremos, en el estado actual de los conocimientos humanos, los
medios fáciles de llevar a aquel término aun a los que no pueden dar al
estudio sino un pequeño número de sus primeros años, y en el resto de
su vida algunas horas de ocio. Nosotros haremos ver que por medio de
una elección feliz de los mismos conocimientos y de los métodos de ense-
ñanza, se puede instruir a la masa entera del pueblo en todo lo que un
hombre necesita saber para la economía doméstica, para la administración
de los asuntos, para el desarrollo libre de su industria y facultades, para
conocer sus derechos, defenderlos y ejercerlos, para juzgar de sus acciones
y las de los demás por sus propias luces, y no ser incapaz de los senti-
mientos elevados o delicados que honran a la naturaleza humana, para
no depender ciegamente de aquellos a quienes se ve obligado a confiar el
cuidado de sus asuntos o el ejercicio de sus derechos, para ponerse en
estado de saber elegirlos y vigilarlos, para defenderse de las preocupacio-
nes con las fuerzas de su propia razón; y últimamente para escapar a los
prestigios del charlatanismo que tendiese redes a su capital, a su salud
y a la libertad de sus opiniones a pretexto de enriquecerle, curarle y
librarle de errores.
"Los habitantes de un país no siendo entonces distinguidos entre
sí por el uso de una lengua más grosera y más culta, pudiendo gobernarse
por sus propias luces, no estando reducidos al conocimiento maquinal de
las operaciones de un arte y la rutina de un oficio, no dependiendo, aun
para los menores asuntos y la más pequeña instrucción, los hombres hábi-
les que los manejen por un ascendiente necesario, debe resultar una igual-
dad positiva, puesto que la diferencia de luces o talentos no pueden
levantar barreras entre hombres a quienes sus sentimientos, sus ideas, su
lengua permiten extenderse; y unos pueden tener el deseo de ser instruidos
por otros; pero no la necesidad de ser guiados por ellos: unos pueden
Iombre — El Político — El Sabio 327
haber la voluntad de confiar a los más ilustrados el cuidado de gober-
narlos; pero no la de abandonarles aquel cuidado con ciega confianza.
"Entonces esta superioridad es una ventaja aun para aquellos que
ilola la poseen exclusivamente. La diferencia natural de facul-
tades entre hombres cuyo entendimiento no ha sido cultivado, produce,
aun entre salvajes, charlatanes y seducidos: hombres hábiles y hombres
fáciles de ser engañados. La misma diferencia existe sin duda en un
pueblo donde la instrucción es positivamente general; pero solo existe
los hombres ilustrados y los de espíritu recto que sienten el valor de
las luces sin ser deslumhrados: entre el talento o el genio, y el buen juicio
que saben estimarlos y gozar de ellos. Y aun cuando fuese mayor esta
encía, comparadas solamente la fuerza, y extensión de facultades, no
seria menos insensible si se" compararan los efectos en lo que interesa a
su independencia y felicidad.
.is diversas causas de igualdad no obran de un modo aislado:
ellas se unen, se penetran, se sostienen mutuamente, y de sus efectos com-
binados resulta una acción más fuerte, más cierta y más constante. Si
la instrucción es más igual, nace de ella una igualdad más grande en la
industria y en las fortunas; y la igualdad de éstas contribuye necesaria-
mente a la de instrucción, al mismo tiempo que la igualdad de los pueblos,
asi como la de los individuos, influyen mutuamente una sobre otra.
"En fin, la instrucción bien dirigida corrige la desigualdad natural
de facultades, del mismo modo que las buenas leyes remedian la desigual-
dad natural de los medios de subsistencia; así como en las sociedades
donde las instituciones han producido esta igualdad, la libertad sin em-
bargo de estar sometida a una constitución regular, será más completa
que en la independencia de la vida salvaje. Entonces, el arte social llena
su objeto, que es el de asegurar y extender a todos el goce de los derechos
comunes a que son llamados por la naturaleza.
I beneficios que deben resultar de los progresos que podemos
prometernos con seguridad, no pueden tener otro término que el de la
perfección misma de la especie humana, porque a proporción que se
establezcan aquellos diversos géneros de igualdad, con medios más vastos
para ocurrir a nuestras necesidades, con una instrucción más extensa, y
una libertad más completa, la igualdad se aproximará más a abrazar todo
lo que interese realmente a la felicidad de los hombres; y de consiguiente.
solo examinando la marcha y leyes de aquella perfección, podremos cono-
cer la extensión o término de nuestras esperanzas.
328 Pedro Tobar Cruz
III
"Nadie ha pensado jamás que el espíritu humano pueda agotar
todos los hechos de la naturaleza, los últimos medios de precisión en el
análisis de ellos, las relaciones recíprocas de los objetos, y las combina-
ciones posibles de ideas. Solamente las relaciones y combinaciones de esta
idea, cantidad o extensión, forman un sistema tan inmenso que el espí-
ritu humano no puede abrazarle en su totalidad, y una porción de este
sistema, más vasta que la que ha penetrado, queda siempre desconocida.
"Se ha creído que el hombre no pudiendo conocer jamás sino una
parte de los objetos que le permite percibir la naturaleza de su inteli-
gencia, debe llegar últimamente a un término en que el número y compli-
cación de los que conozca, consumiendo todas sus fuerzas, sea realmente
imposible todo nuevo progreso.
"Pero como el hombre a medida que se multiplican los hechos,
aprende a clasificarlos y generalizarlos: como los instrumentos y métodos
que sirven para observarlos y medirlos con exactitud, adquieren al mismo
tiempo una precisión nueva: como a proporción que se descubren rela-
ciones más multiplicadas de número más grande de objetos, se llega a
elevarlos a relaciones más extensas, reducirlos a expresiones más senci-
llas, y presentarlos bajo formas que abrazan número más grande de ellos:
cómo a medida que el espíritu se eleva a combinaciones más complicadas,
fórmulas más simples las hacen más fáciles; las verdades que han costado
más esfuerzos y solo han entendido hombres capaces de meditaciones pro-
fundas, son al momento desarrolladas y probadas por métodos que están
al alcance de una inteligencia común.
"Si se agotan los que guiaban a combinaciones nuevas: si su apli-
cación a cuestiones no resueltas hasta ahora exigen trabajos superiores a
las fuerzas o tiempo de los sabios; métodos más generales, medios más
sencillos abrirán al genio un campo nuevo.
"El vigor, la extensión positiva de las testas humanas será la
misma; pero los instrumentos que pueden emplear, se multiplicarán yperfeccionarán: la lengua que fija y determina las ideas adquirirá más
precisión y generalidad; y si en la mecánica no se puede aumentar la
fuerza, sino disminuyendo la velocidad, en las ciencias los métodos que
dirigirán al genio en el descubrimiento de la verdad, aumentarán su fuerza
y la rapidez de sus operaciones.
"Estas mutaciones siendo consecuencia necesaria de los progresos
en el conocimiento de las verdades de detalle, y produciendo los medios
I — El Hombre — El Político — El Sabio 329
de obtener nuevos recursos la misma causa que hace sentir la necesidad
de ellos, resulta que la masa de verdades que forma el sistema de las
as de obsi
:
!«• experiencia o de cálculo, puede aumentarse
de continuo; y las partes de este sistema no podrían perfeccionarse ince-
santemente si las facultades del hombre no progresaran en fuerza, acti-
vidad y extensión.
"Aplicando a las ciencias estas reflexiones generales pondremos
ejemplos que no dejarán duda alguna sobre la perfección sucesiva que
debemos esperar. En las ciencias que se juzgan mas agotadas indicare-
mos los progresos mas probables y próximos que debemos esperar. Mani-
festaremos también la e\ >n y unidad que debe dar al
sistema entero de los conocimientos humanos una aplicación más general
y filosófica de las ciencias de cálculo. Observaremos cuánto debe aumen-
tar nuestras esperanzas una instrucción más universal que den en cada
país a un número más grande de hombres los conocimientos elementales,
el gusto a un género de estudio y la facilidad de hacer progresos en él.
Hablaremos también de las causas que deben aumentar aquellas esperan-
zas si una comodidad más general permite a mayor número de individuos
ocuparse en su instrucción, puesto que en los países más ilustrados apenas
la quincuagésima parte de aquellos a quienes la naturaleza ha dado
talentos reciben la instrucción necesaria para desarrollarlos; y de este
modo el número de hombres destinados a extender los límites de las
ciencias debería crecer entonces en la misma proporción.
"Demostraremos la velocidad que la igualdad de instrucción y la
que debe haber entre las naciones darán a la marcha de las ciencias que
dependen de observaciones repetidas en mayor número y extendidas sobre
territorio más vasto: todo lo que deben esperar la mineralogía, la botánica,
la zoología y la meteorología: la enorme desproporción que existe entre
la pequenez de los medios que nos han conducido hasta ahora a tantas
verdades útiles, y la erandeza de aquellos que el hombre podría emplear
en tal caso.
Expondremos en las ciencias cuyos descubrimientos son obra
exclusiva de la meditación cuánto puede contribuir a sus progresos la
ventaja de ser cultivadas por número más grande de hombres. .
S pasamos a las artes cuya teoría depende de las mismas ciencia5,
veremos que sus progresos deben ser proporcionales a los de la teoría y
por consiguiente a los de las ciencias: que las operaciones de las artes
son susceptibles de la misma perfección que los métodos científicos: que
los instrumentos, las máquinas y los oficios darán más fuerza y destreza
330 Pedro Tobar Cruz
a los hombres, aumentarán la perfección y precisión de los productos
disminuyendo el tiempo y el trabajo necesarios para lograrlos; y desapa-
recerán entonces los obstáculos que oponen todavía a sus progresos los
accidentes que aprenderemos a prever y prevenir, y la insalubridad de
los trabajos, de los hábitos o de los climas.
"Entonces un espacio de terreno más reducido podrá producir una
masa de género de utilidad más grande o de valor más alto: placeres más
extensos podrán gozarse con menor consumo: el mismo producto de
industria será de uso más durable, o se logrará con menor destrucción de
materias primas: se sabrá escoger para cada terreno la producción rela-
tiva a mayor número de necesidades entre las producciones que pueden
satisfacer las de un mismo género, puesto que exigen menor trabajo yconsumo las que satisfacen número más grande; y de este modo sin sacri-
ficio alguno, los medios de conservación y economía en el consumo segui-
rán los progresos que haga el arte de producir las- diversas substancias,
de prepararlas y manufacturar sus productos.
"El mismo espacio de tierra podrá alimentar más personas; y cada
una de ellas trabajando con menor pena, será sin embargo ocupada de
un modo más productivo, y podrá satisfacer mejor sus necesidades.
"Pero en estos progresos de la industria y del bienestar, de que
resulta una proporción más ventajosa entre las facultades, el hombre ysus necesidades, cada generación es llamada por los mismos progresos que
se hagan a placeres más extensos y a multiplicación más grande de indi-
viduos. Y en el caso ¿no llegará un término en que estas leyes, igual-
mente necesarias, vengan a contrariarse? ¿En que la multiplicación de
hombres siendo superior a la de sus medios, resulte precisamente si no
una disminución continua de bienestar y de población, al menos un movi-
miento retrógrado, o una especie de oscilación entre el bien y el mal?
Esta oscilación en las sociedades que han llegado a ese término, ¿ no será
una causa siempre subsistente de miserias en cierto modo periódicas?
¿No manifestará la. línea en que llega a ser imposible toda mejora, y el
término a que en la inmensidad de los siglos puede llegar la perfectibilidad
de la especie humana sin poder pasar más adelante?
"Todos ven sin duda la distancia que nos separa de esos tiempos;
pero ¿llegaremos a ellos algún día?
"Es igualmente imposible decidir a favor o contra la realidad
futura de un suceso que no podría realizarse sino a la época en que la
especie humana hubiese adquirido luces de que apenas podemos formar
Iombre — El Político — El Sabio 331
idea. ^ar.l adi\inar lo que puede ser algún día el arte de con-
íbstancias útiles para nuestro uso?
ro suponiendo que llegase aquel u'-nnino. el resultado no sería
ble para la felicidad de la especie humana, ni para su perfectilididad
indcli: se supone que los progresos de la razón han marchado
antes de aquel tiempo a la par de los de las artes y ciencias. . ., los hom-
bres sabrán entonces que i aligaciones con seres que todavía no
n no deben consistir en darles existencia, sino en proporcionarles
Amí: tienen por objeto el bienestar general de la especie humanao de la sociedad en q la familia a que pertenecen; y no la
idea pueril de cargar la tierra de seres inútiles e infelices. De consi-
te podría tener límite la masa posible de substancias y la mayor
población posible sin <ju< eta destrucción prematura tan con-
traría a la naturaleza y prosperidad social de una parte de los seres que
han recibido la \
"Como es reciente el análisis exacto de la metafísica, de la moral
v poli precedido de muchas verdades de detalles, se recibió fácil-
mente la preocupación de que habían llegado a su último término: se
supone que nada había que hacer porque no había errores groseros que
r. ni verdades fundamentales que establecer.
ián imperfecto es todavía el análisis de
las facultades intelectuales y morales del hombre: cuánto puede exten-
derse el conocimiento de sus deberes que supone el de la influencia de sus
íes sobre el bienestar de sus semejantes y la sociedad de que es
Hro, observando aquel influjo con más profundidad y precisión:
is cuestiones falta qué resolver y relaciones sociales qué examinar
conocer con exactitud la extensión de los derechos del hombre yde aquellos que el estado social da a todos respecto de cada uno. ¿Se
han fijado hasta ahora con precisión los límites de esos derechos, entre
las diversas sociedades, o entre las sociedades y sus miembros en las agi-
taciones que las dividen? ¿Se han fijado los de los individuos, o asocia-
ciones espontáneas en el caso de una formación libre, o de una separación
necesaria? ¿Se han fijado reglas precisas para elegir con seguridad,
entre el número casi infinito de combinaciones posibles en que sean respe-
tados los principios generales de la igualdad y derechos naturales, aque-
llas que aseguran más la conservación de estos derechos, aquellas que
dejan a su ejercicio y goce una extensión más grande .. . ?
"La aplicación a estas ciencias del cálculo de las combinaciones yprobabilidades, promete adelantamientos tanto más importantes cuanto
332 Pedro Tobar Cruz
que es el único medio de dar a sus resultados una precisión casi matemá-
tica y apreciar el grado de certidumbre o verisimilitud. Los hechos en
que descansan estos resultados pueden, sin cálculo, solo por la observa-
ción, conducir algunas veces a verdades generales, y enseñar si el efecto
producido por tal causa ha sido favorable o contrario. Pero si estos hechos
no han podido ser contados ni pesados, si estos efectos no han podido ser
sometidos a una medida exacta, no podrá conocerse la del bien o la del
mal que resulte de aquella causa; y si uno y otro se compensan con alguna
igualdad: si la diferencia no es muy grande, tampoco se podrá saber a
qué lado se inclina la balanza. Sin la aplicación del cálculo sería muchas
veces imposible elegir con seguridad entre dos combinaciones formadas
para lograr el mismo objeto, cuando en las ventajas que presentan no hay
diferencia evidente. En fin, sin la aplicación del cálculo, aquellas cien-
cias serán siempre groseras y limitadas por falta de instrumentos bastante
finos para alcanzar la verdad fugitiva, y de máquinas bastante seguras
para penetrar la profundidad de la mina donde se esconde una parte de
sus riquezas. . .
"¿La perfección de las leyes e instituciones públicas no tiene por
efecto identificar el interés común de cada hombre con el interés común
de todos? ¿El objeto del arte social no es destruir esa oposición apa-
rente? ¿Y el país donde las leyes se conforman más exactamente con el
voto de la razón y de la naturaleza no es aquel donde la virtud es más
fácil y las tentaciones del vicio más raras y débiles?
"¿Cuál es el hábito vicioso, el crimen, o el uso contrario a la buena
fe que no tenga su origen o causa primeraj en la legislación, en las insti-
tuciones, en las preocupaciones del país donde se observa ese uso, o se
comete ese crimen?
"¿El bienestar que sigue a los progresos de las artes útiles apo-
yándose en una teoría sana, o los de una legislación justa que se funda
en las verdades de las ciencias políticas, no dispone a la humanidad, a
la beneficencia, a la justicia?
"¿Todas estas observaciones no prueban que la bondad moral del
hombre es, como todas las demás facultades, susceptible de una perfección
indefinida, y que la naturaleza liga con cadena indisoluble estas cosas:
Verdad, felicidad y virtud . . . ?
"Podríamos inferir de todo que la perfectibilidad del hombre es
indefinida aun suponiendo en él la misma organización, las mismas facul-
tades naturales. Cuál sería la extensión de las esperanzas si se pudiera
Valle — El Hombre — El Político — El Sa» i 333
creer que esas facultades naturales, esa organización pueden también
mejorarse.
"La perfectibilidad o degeneración orgánica de las razas en los
vegetales y animales puede mirarse como una de las leyes generales de
la naturaleza.
i ley se extiende a la especie humana; y todos saben que los
progreso* en la medicina consen.it n/. el ato de alimentos y habitaciones
más sanas; un modo de \i\n que desarrolle las fuer/as con d ejercido
sin destruirlas por el exceso: la destrucción de las dos causas más activas
de degradación, la pobreza extrema y la grande riqueza, deben prolongar
la duración de la vida común, asegurar una salud más constante, una
:> más robusta.
"Los progresos de la mcdiun.i preeervatrix, siendo más activos por
los de la razón y del orden social, harán desaparecer al fin las enferme-
dades transmisibles o contagiosas, y aquellas enfermedades generales que
deben su origen al clima, a los alimentos y a la naturaleza de los traba-
jos. No seria difícil probar que esta esperanza debe extenderse a casi
todas las enfermedades cuyas causas remotas es probable que aprenda-
mos a conocer. Mirdo suponer que esta perfección de la especie
humana debe ser susceptible de progresos indefinidos: que debe llegar
un tiempo en que la muerte no sea más que efecto de accidentes extra-
arios, o de la destrucción cada vez más lenta de las fuerzas vitales;
y que últimamente la duración del intervalo medio entre el nacimiento
vción. no tenga término asignable? El hombre no será inmor-
tal. Pero la distancia entre el momento en que comienza a vivir y la
época común en que naturalmente, sin enfermedades ni accidentes siente
la dificultad de ser, ¿ no podrá aumentarse sin cesar . . . ?
^>emos creer que esta duración media de la vida humana debe
aumentarse de continuo si no se oponen las revoluciones físicas. Pero
ignoramos cuál es el término que no puede pasar jamás: ignoramos si lo
han determinado las leyes generales de la naturaleza.
facultades físicas, la fuerza, la destreza, la finura de los sen-
tidos son de aquellas cualidades cuya perfección puede transmitirse. Al
menos la observación de las razas de animales domésticos inclina a creerlo;
y sería útil que lo confirmemos con observaciones directas hechas sobre
la especie humana...".
Valle toca con sus ideales el pulso de América, es de los hombres
que pone "el oído sobre la tierra para sentir el paso de los pueblos", es
334 Pedro Tobar Cruz
de los hombres que se abre el corazón "para tener más cerca las palpita-
ciones de la raza". Presiente el futuro de América, sus luchas fratricidas,
sus ambiciones caudillescas, sus muchos fracasos, con su caravana de
fracasados patriotas, impostores de pueblos que lo venden todo, hasta sü
conciencia para salvar sus intereses, y cuantas veces también, por la
vanidad de sentirse palaciegos aunque sea muy notoria su mediocridad.
Es el pensador que no se engaña por las falsas apariencias, pide
que de todo se diga la verdad, que no se oculten los riesgos de las nuevas
posiciones, para que este conocimiento haga más prudentes a los ameri-
canos. No se engaña de la indiosincrasia de nuestros pueblos, por eso com-
prende, que para salvar y vigorizar la vida de las provincias de los recelos
lugareños, se debe dar participación a las clases activas en el gobierno y
marginar con buen tacto las pretensiones de los que se creen ser privi-
legiados.
Valle tiene la intuición de los acontecimientos futuros de Centro-
américa, con su cauda de guerras civiles, con los campos desolados por
falta de trabajo, por la ambición de cualquier afortunado, que con sus
errores, irá alejando la unión de los pueblos, quienes tarde o temprano,
se abrirán paso por caminos diferentes; el tiempo ha contestado estas inte-
rrogaciones, después de más de siglo y cuarto de vida independiente,
todavía estamos en busca del camino seguro de nuestra coexistencia insti-
tucional, mientras, los falsos apóstoles, florecen en todas las latitudes. En
sus reflexiones, dice Valle: "Las leyes no se forman entre los horrores de
la discordia. Se meditan en el silencio de la paz, en el reposo del orden.
Si en vez de pensar en nuestra común felicidad maquinamos nuestro mal
recíproco: si en lugar de ocuparnos de los trabajos pacíficos de la legis-
lación nos abandonamos a las disputas sangrientas de las divisiones intes-
tinas, no gozaremos jamás de nuestra independencia, nos sacrificaremos
unos a otros; y en medio de cadáveres, cansados al fin de derramar san-
gre, nos sentaremos sobre escombros y ruinas a contemplar las de Gua-
temala y llorar nuestras desgracias". Y concluye contemplando los futu-
ros errores: "Sabedores de ellas (de nuestras desgracias) un aventurero
aprovechando momentos vendrá a dictar leyes. Los pueblos, debilitados,
abatidos y degradados, no tendrán la energía necesaria para conservar,
sus derechos, sucumbirán indecorosamente a la fuerza del poder".
Son muchos los problemas sociológicos que Valle trae al campo
de la discusión, cualquier movimiento de agitación socio-económico, cual-
quier malestar público, los recoge como síntomas de algún desacuerdo en
los diferentes pareceres de los grupos que encarnan una aspiración
Iombre — El Político — El Sabio 335
humana. Esa heterogeneidad de culturas poblando el suelo de Centro-
américa, lo desconcierta en sus meditaciones, como es posible —dice
—
hablar de independencia y de soberanía, si en nuestros pueblos las grandes
mayorías no cuentan y una minoría es la que decide, si la ignorancia es
fWlwn, en cambio la tierra es de unos pocos, y que muchas veces ni
conocen I*» heredades que poseen, pero las explotan con la necesidad
del desheredado —un .paria— cuantas veces en su misma tierra.
CONSIDERACIONES Y ESTUDIOS GENERALES
Valle, es una figura política de discutida actuación en la vida
pública de Centroamerica, los estudios que se han hecho hasta la fecha,
han limpiado en parte, su entreguismo a la colonia, y que no le han
perdonado ni el liberalismo recalcitrante ni el conservatismo fariseo;
i este libro, en su intención noble y sana, clarificar a tan señalado
como discutido hombre público, y dejar que las pasiones scctaristas, no
empiecen en apropiarse únicamente lo que les conviene.
Valle, es una figura de evocación, su recuerdo trasciende a ese
plano, sus errores como sus aciertos, abren una espontánea manifestación,
de estudiar más a fondo los diferentes problemas, que fueron imperativos
en la época, en el obligado movimiento que según las circunstancias tuvie-
ron que hacer los hombres de ese tiempo. En lo circunstancial, es de
marcar el ejercicio, no quedarse en la superficie, sino buscar la esencia
del espíritu y transformar el sentido que ha de normar la interpretación
protagonizada por el elemento fortuito o predestinado.
Es difícil encontrar en el hombre por un hecho o por muchos ais-
lados, el sello manifiesto de su acción personal; los accidentados cauces
de sus movidas actuaciones, cuantas veces se repliegan en temerosa espera,
sin comprender los desafectos que toman las nuevas corrientes, como un
empuje más en la continuidad del destino; y más, si este hombre, hapasado dejando muy discutida su actuación, y si sus movimientos, pare-
cen contradicciones aparentes que desconciertan por sus contrastes sico-
lógicos, sin comprender cuál es el golpe emotivo, que trata de ocultar
conocidos defectos o esperados errores.
El sino inflexible de este hombre de lucha, las tempestuosas pasio-
nes de la época, se conjugan en variada espiritualidad de fuerzas contra-
dictorias, haciendo que las injurias recibidas den cierta tonalidad de
hombre superior.
336 Pedro Tobar Cruz
Valle es un pensador no satisfecho, es un hombre que habla y su
palabra tiene la fuerza de su sentimiento, su presencia se hace visible en
sus escritos; la emoción de dar a conocer lo que lo domina como* una
emoción más de su vida, sigue en el aleteo de su pluma. No obstante que
sus sentidos están ávidos de novedad, no hace gala de sensualismos, la
fuerza de su raciocinio, no le abandona al ensueño pero sí flota en sus
visiones. Su intuición es una substancia dinámica, busca el espacio en
figuras artísticas para volver al tiempo en esperanzas proféticas.
El que se interesa por encontrar el estilo de Valle en sus escritos,
rápidamente advierte el acierto en muchos de sus párrafos de singular
emoción, donde la plasticidad de las imágenes concuerda admirablemente
con el sonido de la voz. Si a exigencia vamos, no son aciertos engendra-
dos en una norma reflexiva, sino hallazgos inspirados en el molde de un
pensamiento artístico. No es estilista de corte perfecto, pero en lo que
escribe, aparece el escritor de visión futura y de acción espontánea. Sin
acogerse mucho a lo narrativo, Valle hace de la exposición el resorte más
apropiado de su pensamiento, le sirve de sistema y transforma el ordena-
miento de sus ideas, pero ante todo, Valle se siente maestro, y trasmite
con claridad sus enseñanzas.
El pensamiento de Valle, no es único; se contempla en las mil face-
tas de sus emociones, se le encuentra en lo que conmueve, por eso su emo-
ción es muy íntima. Se conmueve cuando escudriña los problemas que se
agitan en los diferentes grupos sociales de su América, tan místicos en sus
penas como extraños en sus alegrías. No es la curiosidad lo que busca en lo
nuevo para saborear la piedad de lo desconocido, hay una fuerza superior
que lo empuja a vivir en contemplación de lo que sucede a su alrededor,
una nueva pasión lo encariña con el pasado, esencia de lo edificante yle muestra el porvenir, conjugación que valoriza la fe de nuestras luchas.
"El Amigo de la Patria" recoge lo mejor de su pensamiento, son
los años abiertos a la fuerza de los ideales, allí coloca el sabio, deletreando
con su espíritu el devenir de las culturas, el engranaje de las ideas comoun soplo de eternidad. En el "Indicador General", señala nuevos cami-
nos, trascendentes en el sentido social, y que siguen como una anuncia-
ción del porvenir. -
Cincuenticinco números de "El Amigo de la Patria"* del 6 de
octubre de 1820, al 5 de abril de 1822, sirven de tribuna y de cátedra
a José Cecilio del Valle; en esa hoja periodística se divulgan lecciones
* Esta numeración, es siguiendo la clasificación que hicieron los compila-dores de las obras de Valle, para la referencia de sus anotaciones. Nota del autor.
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 337
humanas y te señala como piensa un sabio en los parajes más hermosos
del mundo. Su América es la tierra del retoño, que espera el soplo que
ha de vivificar su germen creador.
Del viejo sentido ético ha formado una escuela nueva, su alma
recoge la savia de futura sensibilidad heroica y pone los símbolos de ini-
ciación or paces de apelar al subconsciente del hombre que tarde
rano creará los impulsos místicos de la acción.
La fuerza del pasado hiere lo sensible de las imágenes, copias de
ipos, pero que todavía, al conjuro de ciertas voces, se despier-
tan las intuiciones que entregan a la voluntad un sentido ético que trans-
forma lo divino. La vida se despoja de sus misterios y la vista inquieta
del hombre escudriñando los horizontes en busca de los moldes de la
sabiduría, lo transfigura en el caminante de su propia experiencia. Cuan-
tas veces se ha dicho del hombre, que en lo general, puede ser la medida
de las cosas, p<9 n debe de decirse, que en lo particular, cada
hombre es la medida de sí mismo.
La experiencia humana es un acicate para que la inteligencia des-
y forme un nuevo sitio en nuestro espíritu, capaz de inclinar las
pasiones fecundas y familiarizarse con el despertar de las ideas que van
dándole al mundo, la mezcla propicia de las esperadas fructificaciones.
A continuación, doy una lista de algunos artículos de Valle y que
fueron publicados en "El Amigo de la Patria", lo mismo también, discur-
sos, mensajes y manifiestos y que en diferentes épocas diera a la publi-
cidad, o se quedaron, en espera por muchos años de la paciente mano del
investigador. No digo los más importantes, porque todos tienen el sello
de la importancia y traducen en su esencia una necesidad o un interés
de la colectividad. Están también algunas de las mociones o ponencias
que presentó en México, cuando actuaba en aquella nación como repre-
sentante de Guatemala, los estudiosos, los que todavía se encariñan con
el pensamiento de los hombres del pasado, encontrarán en estos artículos
muchos motivos de meditación.
Algunos de estos trabajos, reflejan en su contenido más amplio, la
época en que fueron escritos, encontrándose en ellos, la sensibilidad llama-
tiva de las promesas, substancia de un mañana cercano.
Don José del Valle y el licenciado Jorge del Valle Matheu, nieto
y bisnieto respectivamente del sabio escritor, publicaron en los años de
338 Pedro Tobar Cruz
1929 y 1930, en los talleres tipográficos de Sánchez & de Guise, dos volú-
menes con muchos de los trabajos del procer familiar. Lástima grande
que no siguieran estas publicaciones, porque es sabido que la familia de
don José Cecilio, guarda muy celosamente, documentos que por mil moti-
vos, sería sumamente grato conocerlos.
No seguiré un orden cronológico en la enumeración de estos tra-
bajos, ni mencionaré a los que ya he señalado en este libro, pero estoy
seguro que el más amplio interés se ha de generalizar, con los que aquí
apunto, y de esto, nacerá el deseo de buscar en los archivos tanto nacio-
nales como -particulares, interesantes estudios de este sabio centroameri-
cano. Los trabajos son los que siguen:
"Diálogos de diversos muertos sobre la independencia de América";
"Prospecto de la historia de Guatemala"; "Datos sobre Guatemala"; "La
historia y los historiadores de Indias"; "La Constitución federal"; "Me-
moria sobre la educación"; "Del absolutismo a la libertad"; Caracteres del
siglo XV y apreciaciones sobre el descubrimiento y la conquista"; "El
sabio"; "Comentarios económicos"; "Vaticinios científicos"; "Las ciencias
no deben ser patrimonio de una clase social"; "La estadística plataforma
del enaltecimiento social"; "La senda de nuestro progreso"; "Contra la
pena de azotes"; "Contra la vagancia"; "Utilidad de las obras públicas";
"De la oposición en los gobiernos, representativos"; "La venta de tabaco";
"Memoria sobre el abasto de carne"; "Estudio geográfico de Guatemala";
"Unión, independencia, constitución"; "Debemos intensificar la minería";
"Lo que enseña un cuadro estadístico"; "Las matemáticas en sus relacio-
nes con la prosperidad de los Estados"; "América".
Discurso pronunciado en el acto de la instalación de la Sociedad
económica por su director (29 de noviembre de 1829); Discurso en el
Congreso constituyente mexicano, al discutirse la distribución de tierras
por el gobierno (22 de agosto de 1822); Discurso en el Congreso consti-
tuyente de México, al discutirse el proyecto de ley de colonización (23
de agosto de 1822); Discurso en el Congreso constituyente de México, sobre
la jurisdicción que en los negocios contenciosos deben ejercer los asesores
militares y los auditores de guerra (2 de mayo de 1823).
Ensayo que en los números 18 y 19 de "El Amigo de la Patria",
publicó don José Cecilio del Valle y comentario de la prensa mexicana;
Elogio fúnebre de fray José Antonio de Liendo y Goicoechea (7 de agosto
de 1814).
i Iombre — El Político — El Sabio 339
Estos son unos pocos de los trabajos o estudios que Valle realizó.
En el Congreso mexicano, cada día de sesiones, había una ponencia o
una enmienda de Valle, a los diferentes asuntos a discutir; su actividad
. trabajo era del hombre múltiple, y aún, en el sosiego del hogar yen los mimos familiares, su pluma está lista para recoger las impresiones
momentáneas o las que se hacían presente en la penumbra de la tarde
o en la oscuridad de la noche.
El objetivo de esta observación, señalando la extensa labor de
Valle en el periodismo, en la cátedra y en la tribuna, es para llevar un
conocimiento más a todos aquellos que se interesan por estudiar a los
hombres pioneros de nuestras instituciones, y vean que en los albores de
nuestra vida independiente, tuvimos personas que se preocuparon de los
problemas sociales, políticos, económicos, religiosos, artísticos, etc., etc.,
de estos pueblos del centro de América. »
i wi minar, quiero referirme a la faceta que más amerita a
y es el reconocimiento, que se ha hecho de considerarlo como sabio.
Nadie en el pasado y nadie en el presente, ha puesto en duda el acervo
de sus conocimientos; sus enemigos reconocen en él ún claro talento y en
o descolla en forma tan segura, que ninguno se atreve a discutirle
el bagaje de su sabidurja y la madurez de su pensamiento. Por sus
obras, por el sinnúmero de problemas que supo abordar y la solución que
sabe sacar de esos mismos problemas, Centroamérica, debe sentirse orgu-
Uosa de haber contado entre sus hijos, con un hombre de tan esclarecido
talento.
La juventud de Centroamérica que siempre ha manifestado preo-
cupación por los diferentes problemas que confunden a nuestra sociedad
en muy difícil la solidez de la estructuración de la nacionalidad,
debe estudiar a Valle, desatenderse del político, buscar en su pensamiento
la luz luminosa, que ha de alumbrar por todos los confines del istmo,
porque Valle, es el pensador que encuentra en cada suceso un problema,
y en cada pensamiento una idea, en los caminos que ha escogido la cultura
americana, y cuya florescencia, es manifestación, de esa inquietud que
conjuga el espíritu de la raza de Indoamérica.
Como dejo dicho, Valle es figura cumbre desde cualquier ángulo
que se le estudie, siempre se ha de encontrar en él, cualidades eminente-
mente creadoras, capaces de formar por si solas, el germen formativo de su
personalidad. En sus modalidades de buena estirpe, sembrador en las
ciencias como cultivador en las artes, se le debe juzgar sin mayores apa-
sionamientos, el sabio debe estar sobre los intereses mezquinos de una
340 Pedro Tobar Cruz"
época. Sobre esto dice su biógrafo, Rosa: "debo juzgarlo, aunque a
grandes rasgos, como sabio y como literato, ya que repetidas veces, en
el curso de esta obra, he dicho que José del Valle era hombre eminente
en las ciencias y en las letras. Según el diccionario de la lengua, y el
común sentir de las gentes, se aplica el nombre de sabio al individuo que
se ha distinguido por sus profundos conocimientos morales y científicos.
La sabiduría, pues, la constituyen el conocimiento de las leyes de la vida
moral de los hombres y de las sociedades, y el conocimiento de las cien-
cias que contribuyen a labrar la felicidad de la especie humana. Exten-
sión en el saber, profundidad en los conocimientos, y utilidad práctica
de la ciencia adquirida, todo esto viene a formar el verdadero sabio.
¿Reunía Valle estas condiciones para serlo? ¿Hablaban impropiamente
los centroamericanos que, al referirse a Valle, decían siempre el sabio
Valle?
"Valle reunía indudablemente las condiciones necesarias para ser
sabio: los centroamericanos hablaban con toda propiedad al llamarlo
sabio. Valle conocía en toda su extensión y profundamente lo que hoy
llamamos Sociología.* Conocía las leyes morales que rigen a los hombres,
la historia que ha marcado en cada época sus desarrollos, sus vicisitudes
y progresos; y las leyes positivas que, en las relaciones internacionales o
en las relaciones internas de las sociedades, forman el sistema de legisla-
ción y dan una idea completa de los vínculos jurídicos de los pueblos,
de su unidad fundamental y de su admirable variedad, de sus formas de
gobierno, de sus usos y costumbres, de las relaciones entre gobernantes
y gobernados, de los intereses económicos y administrativos de las comu-
nidades sociales, de los civiles derechos de sus individuos y de las dispo-
siciones penales que sancionan el cumplimiento de la ley para salvaguar-
dia del orden y para respeto de las relaciones jurídicas.
* Véanse los escritos de Augusto Comte y de Littré eminentes sabios europeosque han sabido fijar, en su mayor parte, los verdaderos fundamentos de la cienciasocial. De los escritores hispanoamericanos debe consultarse de preferencia a JoséVictoriano Lastarria, el publicista que con mayor brillantez y éxito ha popularizadoexactos y útilísimos conocimientos en materias de sociología. La Historia consti-tucional de medio siglo, La América, El Derecho Público, la Constitución de Chilecomentada, y La Política positiva, principales obras del ilustre Lastarria, deben serobjeto de estudio para todos los hombres políticos y bien intencionados queaspiren a arraigar en la gran patria hispanoamericana fundamentales y benéficosprincipios en orden a los más importantes arreglos sociales, y en particular conrespecto a la política y a la administración. La escuela americana define y aplicamejor el derecho que cualquiera de las doctas escuelas europeas. José VictorianoLastarria es sin disputa uno de los primeros maestros de las escuelas políticas denuestro continente: José Victoriano Lastarria tiene la ilustración clásica de lospublicistas europeos: Tocqueville, Stuart Mili, La-boulaye y Pelletan, y a la vez,en toda su pureza, el exacto criterio del publicista americano, del publicista de larepública. Léanse y estudíense siempre las obras de Lastarria, de Lastarria quemás bien que honra de Chile, es, en las ciencias y en las letras, verdadera gloriade Hispanoamérica. (Nota de Ramón Rosa).
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 341
le no solo conocía profundamente estos ramos de las ciencias
morales y políticas: conocía además y con perfección, las ciencias natu-
rales y las ciencias físico maten cesarías para formar el criterio
del sabio que, ante todo, debe ser el práctico y útil conocedor de la natu-
raleza física, orv orgánica, que por todas partes nos rodea rehu-
sándonos sus secretos, que solo confia al estudioso y reflexivo sabio. Valle
conocía la historia natural. Por la anatomía tenía ideas exactas sobre el
organismo del hombre, y por la fisiología idea sobre las funciones de la
vida humana: por la zoología conocía los organismos variadísimos y las
tajas del reino animal: por la mineralogía conocía los pre-
ciosos metales que encierran las entrañas de la tierra, que dan vida a las
transacciones del comercio, y satisfacen las necesidades individuales ypúblicas: por la botánica conocía las bellezas seductoras del mundo ama-
ble de las plantas, y sus usos útilísimos para recreo y conservación de los
Valle además de naturalista era físico, químico y matemático. Co-
nocía las propiedades generales y particulares de los cuerpos, y sus conoci-
;<-»$ dábanle juicios acertados sobre la tierra y la atmósfera en rela-
ción con la agricultura, sobre el movimiento y las fuerzas en relación con
las máquinas necesarias a la industria, sobre los fenómenos meteorológicos,
en relación con la salud del hombre, y sobre los colores y sonidos en
relación con las bellas artes. El arte de calcular por medio de operacio-
nes aritméticas, de algebraicas ecuaciones, o de medidas geométricas,
proporcionaba a Valle las más preciosas aptitudes para apreciar con
exactitud los más sagrados elementos del mundo en lo moral y en lo
físico. El cálculo le hacía comprender y formular la estadística, ciencia
madre de las combinaciones y arreglos de la política y de la administra-
ción: el cálculo lo hacía vagar por los celestes espacios y apreciar las dis-
tancias, magnitudes, volúmenes y movimientos de los mundos que nos
revela la astronomía, revelándonos ¡ay! que somos átomos perdidos en
la inmensidad del espacio infinito: el cálculo le hacía comprender la
extensión y límites de nuestras zonas y de nuestros climas, y las influencias
químicas y físicas, morales y políticas, que se derivan de la diversidad del
espacio que ocupamos, y de la atmósfera más o menos pesada que
envuelve nuestro organismo: el Cálculo le hacía comprender, en fin, la
combinación y armonía de los compases de la música, la gradación de
los colores en la pintura, y el ritmo, la cadencia en los versos de la divina
poesía. Hombre que tanto sabía y tanto sentía, mereció con justicia el
calificativo honrosísimo de sabio. Las ciencias y las letras progresan yprogresarán sin que sea posible asignar límites a sus adelantos; pero
342 Pedro Tobar Cruz
como casi todo es relativo, y Valle fue sabio para su época y lo sería
para la nuestra, por mucho que progresen las ciencias y las letras, la
posteridad ha de llamar siempre a José del Valle, el sabio José Cecilio
del Valle. No en vano se consume una vida entera en arrancar a la natu-
raleza sus secretos: tras ímprobos trabajos de estudio y de reflexión debe
quedar al menos un nombre célebre, un nombre glorioso."
Así doy término a este libro, he colocado lo más sobresaliente de
la vida de Valle en un plano de visibilidad, convengo que mucho de la
obra de este centroamericano ilustre ha quedado al margen de este estu-
dio, pero ya habrá oportunidad de hallarle cabida en cualquier motiva-
ción objetiva que se presente. Los problemas de nuestra América istmeña,
tan llenos de complejidades en su estructura, estarán en deuda con este
pensador; su pensamiento estuvo siempre en primera línea, escrutando
los horizontes patrios, para dar con clarividente visión, los pasos de recu-
peración en los planos políticos, sociales y económicos, tan vitales en el
desarrollo de nuestros pueblos, germinados en una hibridación de culturas
diferentes, y que, aunque muy despaciosamente, van en busca de su des-
tino. Interés de este libro ha sido sacar a Valle del olvido, y traerlo nue-
vamente al campo de las reivindicaciones, con el primordial objetivo, que
los hombres de hoy tengan conciencia de los hombres de ayer.
Día a día en el Archivo Nacional, con el interés del archivero pro-
fesor don J. Joaquín Pardo, aparecen documentos sobre Valle, el estudioso
encontrará ahí lo necesario si le interesa profundizar sus investigaciones
sobre un campo de acción de una época o de la actuación de un hombreafortunado en el juego de la política. El fichero de Valle, ya es de los
más importantes, tanto en lo individual como en las actividades conexas
que tuvo con otros personajes de los años del 15 al 33 del siglo pasado.
En la Biblioteca Nacional de Guatemala, se encuentran los folletos ydiscursos siguientes:
"El poder ejecutivo ha venido al salón legislativo, y este solo acto,
manifiesta la importancia y trascendencia del asunto que lo trae"; "Lamarcha de los siglos ha sido la era natural"; "Instrucciones sobre la plaga
de langosta y manera de exterminarla"; "Discurso del gobierno supremo
de Guatemala sobre la venta de tabacos, leído en la Asamblea el día 1
1
de octubre de 1824"; "Discursos de Valle, en el Congreso federal de Cen-
troamérica, de 1826". En los "Folletos de Guatemala" de 1825, se encuen-
:, — El Hombre — El Político — El Sabio 343
tra mucho de la labor de Valle, la controversia y el dictamen que la
comisión respect de las elecciones para presidente de
.i, esto como ya se ha visto ampliamente, suscitó fuerte debate
por los partidarios de Arce, que sostenían que no había habido elección
popular.
Entre los cargos que Valle desempeñó después de la independencia
de España, se cuentan los que siguen:
Diputado al Congreso di por las provincias de Teguci-
galpa y Chiquimula, (182. bra de la comisión de legislación del
Congreso mexicano, (1822 dente del Congreso de México, (24
de agosto de 1822*; ministro de relaciones exteriores del imperio de Itur-
bide, (22 de febrero de 1823); renuncia este ministerio el 26 de marzo de
1823; el poder ejecutivo de la repúb' na. nombra a Valle, secre-
tario del despacho de justicia y negocios eclesiásticos y le encarga interi-
namente, las demás secretarias de Estado, (2 de abril de 1823); miem-
bro de las comisiones de constitución y legislación del Congreso constitu-
diputado por la provincia de Tegucigalpa al
Congreso federal de Centroamérica, (1823); miembro del Supremo poder
ejecutivo de la república de Centroamérica, (1824); miembro del pro-
yecto de constitución de la república de Centroamérica, (1824); director
de la Sociedad económica de amigos de Guatemala, (1829); miembro de
la comisión para el proyecto de fomento en las ciencias, artes e indus-
En el año de 1825, compitiendo con Arce, gana las elec-
ciones para presidente de la república, intereses de partido lo marginaron
del triunfo: en 1830, fue vencido por el general Morazán en las elecciones
para presidente de la federación, pero en 1834, fue el ganancioso contra
el mismo general Morazán, la muerte no le permite saborear el triunfo,
fallece antes de hacerse el escrutinio general.
stando en prensa este libro, me da el profesor Pardo, director
del Archivo Nacional, la grata noticia de los nuevos documentos que va
encontrando de la labor realizada por Valle en su vida política o en su
vida de estudio. Hay uno muy interesante, es la eterna preocupación
del sabio por el incierto porvenir de Guatemala; no encuentra justifica-
ción ninguna, el desinterés que ha visto en los hombres de ciencia, por
conocer y hacer estudios de los maravillosos como inagotables tesoros que
encierra la tierra de la capitanía general de Guatemala.
Hace recuerdos y consideraciones de las visitas y estudios que en
varias regiones de América han hecho algunos científicos de renombre
universal; le son muy familiares los nombres de Hernández, Humboldt.
344 Pedro Tobar Cruz
Bomplaud, Río y Cervantes en Nueva España; Mutis, Caldas, Zea, Depons
y Semple en Colombia; Molina, en Chile; Marve, Ctranty y Sonthey,
en Brasil; Cobo, Bonzuer y Vranne en El Perú; Condamine, Ulloa, Juan
y Jussien en otros sitios de la América del Sur.
Se conduele que a su Guatemala ninguno haya llegado, "son regio-
nes que han vivido en la permanencia del olvido", por eso sus palabras
tienen sabor de amargura cuando dice: "Sólo Guatemala; no ha sido reco-
rrida por viajeros dignos de observarla en los tiempos en que las ciencias
han avanzado más. ¡Tú sola, patria mía, no has tenido sabios modernos
que publiquen la inmensidad de tus recursos y el precio infinito de tus
elementos! ¡Tú sola estás casi ignorada todavía como la joya escondida
en el criadero bruto donde has sido formada!"
Las palabras del sabio alemán Alejandro de Humboldt, son su
mejor mensaje para los que quieran encontrar en el nuevo mundo el
muestrario más grande de maravillas y sorpresas: "¡Qué grande y majes-
tuosa se presenta la naturaleza en estas montañas! Nunca nos hemos
hallado, mi amigo Bompland y yo con más fuerzas que al contemplar
las bellezas y magnificencia con que se ofrece aquí la naturaleza. Su
grandeza, sus infinitas y nuevas producciones nos electrizaban. Cuanto
he sentido digno amigo mío (el barón de Torell) que usted penetrado
como está de la pasión sublime a las obras de la naturaleza, no ha^ya
podido percibir en mi compañía las dulces sensaciones de admiración ygozo, que experimentamos aquí al pisar por la primera vez este suelo
animado de la América meridional".
Sigue en importantes consideraciones sobre el conocimiento de estas
tierras y de la urgencia de su más amplia divulgación, eso, dice, sería de
incalculables beneficios para el comercio. Los europeos, deseosos de nue-
vos horizontes vendrían en fuerte inmigración a poblar ricas regiones des-
habitadas, la agricultura no sólo sería un aliciente más en el campo de
la experimentación, sino un renglón de insospechados alcances económi-
cos, Guatemala tendría asegurado su futuro y sus hijos, glorificarían las
leyes sabias, fundamento y esencia, que fortalecen la independencia en
todas sus manifestaciones.
El doctor Pedro Molina en su carácter de director de la Academia
de Estudios, con fecha 30 de agosto de 1833, se permite comunicar al
licenciado José Cecilio del Valle, que han sido organizados los diferentes
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 345
departamentos de la academia, y que se le ha nombrado catedrático de
literatura y artes."
El 15 de marzo de 1834, trece días después del fallecimiento dei
sabio Valle, el gobierno del Estado de Guatemala, da cuenta al presidente
de la Dirección de estudios, que no puede erogar ninguna cantidad de
<> para costear la función fúnebre que han organizado los catedráti-
co» y compañeros de Valle en la mencionada academia. El gobierno,
manifiesta que no puede disponer de fondos para manifestaciones de esta
clase, pero en lo particular, dice el jefe del Estado, sí puede contribuir
si se hace una suscripción.**
el documento anterior, se confirma una vez más el regateo
que hacen los gobiernos de nuestras pequeñas repúblicas, cuando se trata
.iltecer una figura que no está en el tablado de los mandones de
turno. Esto fue ayer y lo mismo sigue siendo, la eterna historia de todas
las épocas.
Uvada en The University of Texas Library, Austin, Texas, se
ntra una carta que el doctor Pedro Molina y los licenciados José
Francisco Córdova y José Francisco Barrundia, enviaron al general Agus-
tín de Iturbide, jefe del gobierno de México, haciéndole un sinnúmero
de denuncias de lo que sucedía en Guatemala y muy oficiosamente, le
dan cuenta de los acontecimientos y de la actuación de algunos personajes
de la época. La carta dice así:
Excelentísimo señor:
Dígnese V. E. poner la vista en este papel que le manifestará el
estado en que los verdaderos amigos de la libertad, los autores de la inde-
pendencia del reyno de Guatemala nos hallamos en el día, y cuya relación
ampliaremos, puntualizaremos y documentaremos, cuando el tiempo ylas circunstancias nos los permitan.
Desde el año 12 nos hallamos chocando con la opinión de depen-
dencia de España, y hemos sufrido por ello mil persecusiones, causas que
se nns han formado, despojos de empleos, y otras desgracias que ahora
57 B80. Z. Exp. 22661. Leg. 1074. Archivo Nacional.
58 B80. Z. Exp. 22721. Leg. 1074. Archivo Nacional.
346 Pedro Tobar Cruz
no es fácil expresar. Muy al contrario el licenciado don José del Valle,
hoy auditor de guerra gozando de la confianza del Excmo. Sor. Busta-
mente fue consejero íntimo en su gobierno despótico que envolvió en el
luto más horroroso a muchas familias de Guatemala.
Gran golpe llevó este sujeto con todos sus partidarios a la restitu-
ción de la Constitución española; pero su fortuna la presentó en la pluma
del doctor Mariano Larrave (que con una proclama manuscrita que
repartió en el pueblo ignorante suscitó un partido contra los nobles) el
remedio de abatimiento en que se hallaba. Se arrimó al partido del bajo
pueblo llamado del Gaz que (aunque en apariencia porque no eran más
que unos instrumentos de los chapetones enemigos de la independencia)
dirigían Larrave y otros hombres obscuros como él y consiguió estos a la
suerte en las elecciones para diputado provincial, siendo por la primera
vez nombrados electores de partido el mencionado doctor Larrave, don
Venancio López y don Ignacio Foronda. Por los mismos medios consiguió
ser alcalde I.
Uno de los que suscribimos vituperó en aquella época y echó en
cara (en un papel público que dirigía) a los electores, haber votado por
los partidarios del despotismo, y enemigos de la Constitución. Cruzáronse
contestaciones compuestas por Valle para los electores, con el editor del
periódico, uno de nosotros tres: unióse el mencionado partido con los euro-
peos, y trataron de perseguir al opuesto por su adhesión a la indepen-
dencia. Declaraciones del "Editor Constitucional" a la censura y grue-
sos folletos denigrativos al autor, negarles toda entrada a empleos, y la
justicia a los independientes fueron sus venganzas, no omitiendo las calum-
nias más atroces contra sus adversarios.
El grito de independencia dado por V. E. en Iguala no los desalen-
tó. El gobierno procuró aumentar su confianza con una proclama en que
se trataba con desdoro la persona de V. E., y difundiendo noticias con-
tradictorias a las que aquí llegaban de los gloriosos progresos de V. E.,
que los independientes celebrábamos muy de corazón. Nuestros papeles
públicos dispusieron la opinión en el reyno con tan feliz éxito que hasta
el 30 del próximo pasado no se había derramado una gota de sangre por
nuestra independencia.
El 15 de septiembre triunfamos los patriotas, y quisimos hacer
partícipes de nuestra dicha a nuestros contrarios, olvidando cuantos males
nos habían hecho hasta tres días antes de este memorable suceso, en quenos estaban procesando los alcaldes Larrave y Robles (ambos ebrios de
Vallj El Hombre — El Político — El Sabio 547
l>or causa de independencia. A nadie, si no fue al coronel del
^«* le rono\ nadie K le robó un alfiler, ni se le
tOK aún al se le agregó a la junta provisional con-
a por su p' al Sor. Ga dejó mandando con nues-
mestro influjo, a pesar de que con su acuerdo se nos pro-
cesaba por un escrito en que pedíamos la independencia.
Pocos días permanecimos en calma y i revendo con sinceridad con-
igOt; porque habiendo jurado nuestra indepen-
ia absoluta (como V 1 visto en -1 acta) hasta tanto que los
< n nuestra suerte por medio de sus representantes, el Sr.
mucho de que hubié^- mado el artículo 39 por el
cual privando a los pueblos de voto quería que los electores segunda vez
de partido de esta capital -nados Larrave, Foronda y López, ylos de las provincias hiciesen la elección de diputados para poder dispo-
dd partido Gaz, anti-independiente. Para
sostener m opinión se valió del Ayuntamiento, y de algunos individuos
del pueblo que haciendo representaciones a la junta, intentaban con él,
rma dd articula Este fue d principio Exmo. Señor de que
d partido indicado.
patriotas que suscribimos (cabezas del contrario) hablándole
a V. E. con la franqueza que nos es característica, hemos sostenido nues-
tro juramento del 15, es decir de independencia absoluta avanzándonos
a desear un gobierno republicano para nuestra patria. Si nosotros hubié-
estado por la sujeción el imperio de V. E., que proyectó V. E.,
entonces i es la facción del Gaz) se habría declarado por un
no libre: porque la pluralidad de este partido sin luces, sin costum-
no conoce otra regla de obrar, que el capricho y el más obstinado
tu de contradicción. Sentimos a la verdad que hombres de esta
no siendo más que unos prosélitos del odioso servilismo, haya inten-
tado empañar el claro nombre de V. E.. valiéndose de él para atentar con-
l patriotas independientes.
El día 27 del pasado en que llegó aquí don José Antonio Oñate,
que fue a México a atisbar al partido dominante para adherirse a él,
y avisar a los serviles de acá. los llenó de satisfacciones por los pliegos
que traía de V. E. con fecha 2 de octubre. Cuando los liberales supimos
su contenido, no lo celebramos menos: pero habiendo llegado por la tarde
el correo con otros oficios de V. E.. contestaciones a los de este capitán
general, con fecha 28 del mismo mes. no podemos ocultarle a V. E. que
348 -Pedro Tobar Cruz
nos llenamos de confusión viéndonos amenazados con una fuerza armada,
y en cierto modo perdidas nuestras esperanzas de ver a nuestra patria en
la libertad que le deseábamos; pero el servilismo desde aquel día no cono-
ció ya más moderación. Se consideró triunfante del partido republicano,
proyectó a escote una música, a que contribuyó el mismo capitán general,
el limo, arzobispo (hombre de carácter vario y acomodaticio), el cabeza
del servilismo, don José del Valle, los dos alcaldes, Robles y Larrave, con
otros. En ella se victoria mucho a V. E. y a Oñate, se felicitó al futuro
imperio mexicano, y después se pasó a insultar a cuantos patriotas • se
pudo en particular, y en general a todos dándonos en su beodez infame
los títulos que les sugería más denigrativos la imaginación, llamándonos
republicanos, serviles, herejes, franco-masones, etc. La música iba apo-
yada por fuerza militar que consentía estos insultos sin procurar evitar-
los; de suerte que a no ser por un oficial patriota que¡ patrullaba aquella
noche, la casa del autor de El genio de la Libertad que soy yo el Dr.
Molina, hubiera sido asaltada por ellos, como ya había sido ultrajado su
nombre de mil maneras.
Una queja respetuosa que dimos al gobierno el día siguiente, pro-
dujo un efecto muy particular, a saber que a los alcaldes Larrave y Robles,
hombres beodos y de las costumbres más escandalosas e infames se les
diesen auxilios militares. Al primero se le dio un cabo con seis hombres
del batallón fijo, y se le dijo que se auxiliase de las gentes del vecindario,
como lo hizo reuniendo muchos hombres de su facción y bien armados.
El cabo de patrulla que es europeo, enemigo abierto de la independencia,
procesado por ladrón en su cuerpo, destituido de la escuadra varias veces,
y repuesto por ser europeo: es en fin de aquellos hombres que arrojan de
sí las raciones como heses nosivas a su cuerpo.
Los patriotas la noche del 30 de noviembre salieron de su' tertulia
pública en pelotones clamando: viva la independencia: viva Guatemala
libre: viva la república. Uno de estos pelotones, desarmados, compuesto
como de catorce personas fue atacado bruscamente por Larrave y su
patrulla frente v al estanquillo de Lucrecia Matamoros, con quien Larrave
aunque casado mantiene un público y escandaloso concubinato. Les hizo
fuego, mató a los patriotas don Mariano Bedoya y don Remigio Meida
e hirió a otros sin resistencia alguna de su parte. El primero de los muer-
tos había sufrido una prisión de cinco años por causa de independencia,
destitución de su empleo, y miseria y persecusión no interrumpidas, cons-
tante sin embargo de esto en sus sentimientos, fue el 15 de septiembre
ke — El Político — El Sabio 349
uno de los más activos promovedores de la libertad, y el 17 se empeñó'•mente y consiguió ser el glorioso pregonero del bando que la pro-
mulgó.¡Oh Dios, y ha sido el primero que pagase con su cabeza en manos
de serviles infames, su amor a la independencia! A esto se han seguido
intento» de proscripción contra los que la hemos promovido y logrado;
especialmente contra nosotros tres.
A los ayuntamientos y no a los pueblos se ha confiado el cuidado
de decidir si Guatemala será sujeta a México o no. Así los que querían
impedir la independencia, ahora se fingen amigos del imperio, creen
I logrado impedir nuestro congreso y que nos reunamos a N. E. Puede
ser que hubiese «do más glorioso a México que esto se hubiera hecho por
una deliberación espontánea; pero ya que así va a caso a suceder: que los
patriotas que no nos oponemos a ello con ninguna fuerza; y que en el
corazón de V.E. hay como no dudamos, los sentimientos de justicia yde humanidad que lo han caracterizado en su última y gloriosa expedición
aun para con los europeos, y que debe tener con mucha más razón para
con nosotros que somos americanos, amigos antiguos de la patria, y sus
promovedores: a V.E. mismo nos dirigimos para que cuanto antes se digne
*er al gobierno de este reyno en uno de aquellos ilustres militares
ranos que han defendido con su sangre la libertad de su patria; a
fin haciendo ilusorias las miras de los serviles, impida llegar el caso, que
tenemos con fundamento de que ellos vuelvan a someternos al yugo
español. La noche del ataque a los patriotas, se escribió con su noble
sangre en la pared de la manceta del alcalde "Viva España".
¡ Ah! Desengáñese V.E.: no puede haber hombres libres en concurso
de los que han sido largo tiempo opresores. El ser Supremo liberte a V.E.
v al hermoso imperio mexicano de los horrores de una guerra civil, y le
dé todo el tesón y la vigilancia que necesita para llevar a cabo sus gloriosas
empresas.
Acompañamos a V.E. impresos: el número l 9 es la proclama de éste
Sor. Gaínza contra V.E. y contra sus laudables designios: el número 2° es
una oficiosidad de dependiente del Sor. Gaínza, en que se quiso fingir
que las falsas noticias (que nunca hubo) produjeron aquel folleto, hijo del
servilismo y de la oposición a la libertad de este reino que se procuró
impedir hasta que se vio la imposibilidad de este empeño injusto. Cuando
hablemos más detenidamente a V.E. le remitiremos papeles públicos que
acrediten nuestras ideas, nuestros sentimientos, y nuestra conducta gene-
rosa hasta para con nuestros enemigos.
350 Pedro Tobar Cruz
Dios guarde a V.E. muchos años.
Guatemala, 3 de noviembre de 182 1.59
Pedro Molina - José Francisco Córdova - José Francisco Barrundia.
*
Nadie podrá regatear los méritos de Molina, Córdova y Barrundia
en sus luchas por la independencia de Centroamérica. Son figuras de
primera línea en los movimientos libertarios de aquella época, pero descon-_
cierta su actuación algunas veces, más, cuando se dejan llevar por la
pasión de partido o de juegos políticos. Tal vez, la encrucijada de las
circunstancias se hace tan imperativa, que cualquier medio es saludable
para aplastar al contrincante, aun implorando la ayuda de un extraño o
adulando la posición de mando, del que más tarde puede ser el amo.
En la causa que se siguió contra los magistrados Bernardo Escobar
y Mariano Mejía, es interesante el alegato presentado por el licenciado
José Cecilio del Valle en su calidad de defensor.
Desde el mes de junio de 1832, se tenían noticias que el señor
Isidro Arrióla, más conocido con el apodo de chato filis, había salido de
Chiapas por encargo de Arce, para ponerse en contacto con sus partidarios
de. la ciudad de Guatemala y trazar los planes, de la invasión que se
había proyectado. Es bastante voluminoso el juicio y por las declaraciones
de los testigos, se pone en entredicho a muchas personas de relevante
actuación en la política.
Se hace constar que desde el 19 del mes de junio se halla detenido
el espía Isidro Arrióla, sin auto motivado de prisión, pero que estaba de
orden del gobierno, y que en visita que hicieron los magistrados Escobar
y Mejía y no encontrando una razón legal de esta prisión, ordenaron al
alcaide la inmediata libertad de los detenidos. Esto trajo la inmediata
destitución de los ya mencionados magistrados y el proceso correspondiendo
por haberse extralimitado en sus atribuciones.
Nombran al licenciado José Cecilio del Valle como su defensor yéste haciendo gala de sus conocimientos doctrinarios, presenta un inte-
rosante alegato con un sinnúmero de datos que reflejan los acontecimientos
de la época y el desborde de las pasiones de los individuos que sq movían
en el andamiaje de la política. Pero, no obstante el derroche doctrinario
que hace en la defensa y el sinnúmero de razones legales que somete al
Tribunal de Suplentes, sus defendidos son sentenciados. Dice la sentencia:
59 La carta está equivocada en la fecha, porque no es posible que el día 3,
refiera lo que sucedió el 30 de noviembre de 1821.
Valle — El Hombre — El Político — El Sabio 351
\ nombre del Estado de < •uatrmala se declara que los magistrados Escobar
jía invadieron las facultades extraordinarias con que se halla investido
d r.xlrr t
jpor haber infringido el artículo 117 del reglamento
ior de la Corte Superior de Justicia y en su consecuencia se condena
.• !<«. Qgbtndoi 1'.«.robar > Mrjía a trrs HMMI dr suspensión de los
derechos de ciudadano y pérdida de las dos terceras partes de las dietas
que han dejado de percibir rohrinMJO a tomar su asiento el magistrado
Escobar, tan luego como transcurran los tres meses de sentencia • 7 de
Septiembre de 1833.
Valle comienza la exposición de su alegato así: "Los magistrados
Bernardo Escobar y Mariano Mcjía, procesados por este tribunal, han
pensado en mi para su defensa. No era justo desoír su voz. La de un
desgraciado tiene derecho a la sensibilidad. Y si un criminal acusado por
la opinión pul a la ira de los hombres justos; un inocente,
perseguido en juicio, se atrae la conmiseración de los hombres de bien.
me presté a las súplicas de los magistrados que tienen a su
los sufragios del público. Yo resolví ser su defensor; y aceptando
eslt cargo me propuse dos objetos: servir a dos desgraciados, manifestando
su inocencia: servir al Estado, designando las leyes que el proceso acredita
ser dignas de reformar.
ira llevar uno y otro y dar a esta exposición las luces del orden,
lo dividiré en tres partes: en la primera indicaré las leyes o acuerdos que
han dirigido este asunto, y demostraré los daños, que pueden causar y la
necesidad de llenar el vacío que hay en ellas. Expresaré los cargos hechos
a los magistrados, y manifestaré que no son legales en la segunda. En
la tercera contestaré a las obligaciones que se han hecho, evidenciando
su nulidad.
"Pero discurriendo sobre todos estos puntos en una causa en que se
lnn tocado artículos tan odiosos, yo no olvidaré jamás las consideraciones
que merecen las autoridades; la atención de que es digno todo hombre,
y el decoro que debo a mi firma. No hay personas para mí. Hay prin-
cipios: hay razón: hay justicia.
"Que ella sea la que ispire a este tribunal. Que la venda de la
razón no permita a sus individuos ver a las personas que aparecen en el
juicio atacando, o defendiendo. Que su atención sea exclusivamente fija en
¡a ley. y no oiga otra voz que la de ésta.
"Tales son los votos que hago para que la sentencia que se pro-
nuncie sea obra de aquella imparcialidad ilustrada, que elevándose sobre
352 Pedro Tobar Cruz
todo, no mira más que lo justo. Ninguna autoridad, dice el artículo 79
de la constitución del Estado, es superior a la ley. Por ella diebe ordenarse,
juzgarse y gobernarse.
"Yo me prometo la observancia de este artículo, y lleno de espe-
ranzas en su cumplimiento empiezo mi exposición, y espero que no sea
inútil de mi trabajo".60
No -transcribo todo este alegato porque es demasiado extenso, pero
por los contenidos de esta parte de su exposición, se ve la medida del
hombre que lucha porque la justicia resplandezca en todos los actos de
la vida humana.
Así, en esta forma he resumido los diferentes cargos desempeñados
y las actividades que el licenciado don José Cecilio del Valle desarrolló,
en los años que siguieron a la independencia nacional, su nombre es todo
un símbolo en los campos del trabajo, y su pensamiento, un batallar
constante, en defensa de la justicia, la verdad y la razón.
60 Archivo Nacional de Guatemala.
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Valdés Oliva, Arturo. Caminos y luchas por la independencia. Guatemala,
C. A., 1956. y
Guatemala de la Asunción
19 6 1
ÍNDICE
PÁGINA
Razón df ni 5
Prnuiav .fancta de Valle. Estudio*. Graduación. Empleos públicos.
Matrimonio Indiferencia por los primeros movimientos de Centroamérica
por la independencia. Los horizontes se aclaran 13
El periodista. 15 de septiembre de 1821. 5 de enero de
te de Iturbidc. En el Gobierno federal. Dificultades con
Manuel José Arce. Candidato para la presidencia de la República de
•i 1824. Controversia y consideraciones. Mensaje político.
i potitica dr Valle en el Congreso federal. Finales del gobierno de
Valle en la contienda electoral de 1830 y triunfo en las elecciones
de 1834 Muerte de Valle 39
Tekceka P*r: m ideal panamericanista. Valle y su visión económica.
Pensamiento político. Preocupaciones sociales. Consideraciones y estudios
generales . . 259
Bibliografía . 353
355
Terminóse la impresión de VALLE' -
El Hombre - El Político - El Sabio,
de Pedro Tobar Cruz, (1,500 ejem-
plares en papel periódico), el día 20
de junio de 1961, en los talleres de la
Editorial del Ministerio de EducaciónPública "José de Pineda Ibarra", de
Guatemala, Centroamérica.
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