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INTRODUCCIÓN El agua es esencial para la vida, todas las personas, animales y plantas necesitamos agua para vivir y crecer. Siendo el agua el constituyente más abundante en los seres vivos. La función del agua en el organismo es sumamente importante, porque: Posibilita el transporte de nutrientes a las células, contribuye a la regulación de la temperatura corporal, colabora en el proceso digestivo y Es el medio de disolución de todos los líquidos corporales. El volumen del agua sigue un camino paralelo al de la sal. Es regulado básicamente por el riñón bajo la influencia de dos hormonas: la hormona antidiurética ADH y la hormona aldosterona. Los requerimientos del agua están determinados por el metabolismo de cada persona, las condiciones ambientales y el grado de actividad física, por lo que son muy variables. En general, se estima que es necesario tomar un mililitro (aproximadamente un gramo) de agua por cada caloría consumida. En el presente trabajo, desarrollaremos los siguientes puntos: Agua Corporal, Tipos de agua, Distribución del agua, Pérdida Hídrica, Deshidratación, 1

Trabajo Agua Corporal

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INTRODUCCIÓN

El agua es esencial para la vida, todas las personas, animales y

plantas necesitamos agua para vivir y crecer. Siendo el agua el constituyente

más abundante en los seres vivos.

La función del agua en el organismo es sumamente importante,

porque: Posibilita el transporte de nutrientes a las células, contribuye a la

regulación de la temperatura corporal, colabora en el proceso digestivo y Es

el medio de disolución de todos los líquidos corporales. El volumen del agua

sigue un camino paralelo al de la sal. Es regulado básicamente por el riñón

bajo la influencia de dos hormonas: la hormona antidiurética ADH y la

hormona aldosterona.

Los requerimientos del agua están determinados por el metabolismo

de cada persona, las condiciones ambientales y el grado de actividad física,

por lo que son muy variables. En general, se estima que es necesario tomar

un mililitro (aproximadamente un gramo) de agua por cada caloría

consumida.

En el presente trabajo, desarrollaremos los siguientes puntos: Agua

Corporal, Tipos de agua, Distribución del agua, Pérdida Hídrica,

Deshidratación, Minerales; los cuales están relacionados con la materia

Nutrición y Dietética, de la carrera de Enfermería. Con la finalidad de ver la

importancia del agua en la economía corporal, presentando una definición

del agua en el cuerpo. En este orden de ideas, hablaremos de la distribución

del agua en los seres humanos, informaremos sobre las vías de ingresos

líquidos a nuestro cuerpo y de la excreción, como vías para perder agua en

el organismo, así como también, las pérdidas de líquidos y electrolitos que se

presentan o pudiesen presentase en nuestro organismo debido a las

acciones y requerimientos naturales del cuerpo o bien sea por una anomalía

patológica o sistemática del mismo.

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Agua Corporal

Concepto

Nutriente compuesto de hidrógeno con oxígeno (H2O), el cual es

indispensable para la formación del protoplasma (conjunto de diferentes

substancias que constituyen la célula) y para la realización de las funciones

vitales.

DISTRIBUCIÓN DEL AGUA EN EL CUERPO

La mayor proporción de agua con respecto al peso se encuentra en la

etapa fetal, con promedio de un 90%, con un rango entre 85 y 95%. En el

recién nacido a término, el agua corporal total tiene un valor medio de 75% y

su rango oscila el 60 y el 85%. Con el crecimiento, debido al incremento del

número de células, del tamaño de los tejidos y del contenido graso, el

contenido de agua corporal total acentúa su disminución encontrándose al

final del tercer mes de vida un valor promedio de 70% entre 65 y 75%.

A partir de este momento, y hasta el primer año de vida, la

disminución del agua corporal total es alrededor de un 10%, alcanzando al

final del año las mismas proporciones del adulto; con pequeñas fluctuaciones

se mantendrá así hasta la adolescencia, cuando por acción predominante

hormonal aparece la diferencia por sexo en el contenido de agua corporal

total, en promedio un 60% (55-65%) en el hombre y un valor medio de 50%

(45 y 55%) en mujeres. Ahora bien, los cambios inherentes al proceso de

envejecimiento, como la desecación y la atrofia tisular, producen una

disminución adicional del contenido hídrico de aproximadamente un 5%.

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Podemos decir, que la variación del agua corporal total en relación con

el peso del cuerpo dentro de un grupo de individuos es, sobre todo, función

de la cantidad de tejido graso.

En sujetos delgados, la proporción de agua corporal total es alta; en

sujetos obesos, por el contrario, es baja. Al parecer, la mayor proporción de

grasa en la mujer es lo que hace que su contenido hídrico sea menor.

El agua corporal total está distribuida principalmente en dos

compartimientos, que difieren en su composición y se designan como el

compartimiento del líquido intracelular y el compartimiento del líquido

extracelular. La barrera límite que separa los dos compartimientos

mencionados es la membrana celular.

Músculo y Grasa

El músculo se compone de 65 a 75% de agua relativo a su peso y la

grasa solamente alrededor del 20 al 25% de su peso.

COMPARTIMIENTOS DE AGUA/LÍQUIDOS EN EL CUERPO

Intracelular:

El agua intracelular es aquella que se encuentra dentro de la célula, y

abarca un 62% del total de agua en el cuerpo.

Extracelular:

Es el agua que se encuentra fuera de la membrana celular, y

comprende aproximadamente un 38% de todo el agua corporal. El líquido

intracelular incluye el plasma sanguíneo y la linfa, líquidos del ojo, líquidos

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secretados por las glándulas e intestinos, líquidos que bañan los nervios de

la espina dorsal, y los líquidos excretados por la piel y riñones.

INGRESO Y EXCRECIÓN DE AGUA

El contenido de agua en el cuerpo se mantiene relativamente

constante diariamente. Las fuentes de ingreso del agua al cuerpo y las vías

de su eliminación se describe a continuación.

Ingreso - Fuentes de Agua para el Cuerpo

El agua en líquidos: como la leche, las sopas y las bebidas. El agua misma: Esta debería compensar cualquier diferencia entre la

absorción y la eliminación. El agua en forma de alimentos sólidos: Hortalizas y fruta, por

ejemplo, tienen un alto contenido de agua. El agua producida durante el metabolismo: Al quemar u oxidar en

las células los hidratos de carbono, grasas y proteínas.

Excreción - Vías para Perder Agua Normalmente

Por la piel: En forma de transpiración (sudoración) sensible (que se puede ver el sudor) y pérdida insensible (o invisible).

A través de los pulmones: en forma de vapor de agua en el aire expirado.

Por medio de los riñones: en forma de orina. Por los intestinos: en las heces fecales.

REGULACIÓN DEL EQUILIBRIO HÍDRICO (AGUA)

Hay un equilibrio hídrico en el organismo, si se conserva un balance

entre el ingreso y la excreción, siempre que haya libre aporte de agua. Dicho

balance lo controlan las sensaciones de sed y los riñones. Por ejemplo,

cuando aumentan las pérdidas de agua por sudoración excesiva o diarreas,

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la saliva de la boca absorbe agua, dejando una sensación de sequedad en la

boca, lo cual estimula la ingestión de agua. Además, los riñones conservan el

agua secretando menos orina; este mecanismo renal es regulado por la

hormona vasopresina o antidiurética (ADH) que estimula la resorción de

agua en los túbulos renales.

Existen seis clases de nutrientes que el cuerpo necesita:

carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas, minerales y agua. Es importante

consumir diariamente sus seis nutrientes para construir y mantener una

función corporal saludable.

El agua proporciona un medio para transportar substancias vitales

(nutrientes, hormonas, entre otras), a través de todo el cuerpo (vía la sangre,

linfa y otros líquidos del cuerpo) y para eliminar los desechos del mismo.

Como medio de transporte participa en la digestión, absorción, circulación y

excreción.

Es esencial en la regulación de la temperatura corporal; por ejemplo,

cuando hace calor, el agua que se pierde por el sudor a través de la piel,

ayuda a enfriar el cuerpo al evaporarse directamente sobre la superficie del

cuerpo.

En el metabolismo, el agua sirve como medio para que la mayoría de

las reacciones químicas del cuerpo se lleven a cabo.

En la función morfológica, Ayuda a darle estructura y forma al cuerpo.

El agua es un elemento estructural de las células, las cuales al perder agua

también pierden su figura.

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Proporciona lubricación en lugares estratégicos en el cuerpo, tales

como en las articulaciones o coyunturas (mediante el líquido sinovial), en las

vísceras de la cavidad abdominal (para que éstas puedan moverse

efectivamente), y en los pasajes respiratorios (lo cual provee la mucosa de

éstos).

PERDIDA HIDRICA

La cantidad total de solutos, así como sus concentraciones se

mantienen relativamente constantes en condiciones de equilibrio dinámico,

como exige la homeostasis. Esta constancia llama la atención porque

normalmente existe un intercambio continuo de líquidos y de solutos entre el

organismo y el medio externo, y también entre los distintos compartimentos

del cuerpo. El ingreso de líquidos en el organismo es extremadamente

variable y debe igualarse cuidadosamente con unas pérdidas análogas de

los mismos para evitar que aumente o disminuya el volumen total de los

líquidos corporales.

El Agua que ingresa al organismo procede de dos fuentes principales:

La que ingresa como líquidos tal cual, o que forma parte de los

alimentos sólidos.

La que es sintetizada en el organismo como resultado de la oxidación

de los carbohidratos.

La primera representa unos 2100 mL/día que se suman a los líquidos

corporales, y la segunda representa aproximadamente 200 mL/día. Con la

suma de estas dos se obtiene un ingreso total de agua de aproximadamente

2300 mL/día. Estos ingresos diarios de líquidos varían indudablemente de

persona a persona, así como varían en la misma persona de unos días a

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otros, dependiendo del clima, las costumbres, y el grado de actividad física

que se realiza.

Las pérdidas diarias de líquidos corporales se dividen en cuatro

grandes rubros:

Perdida Hídrica Insensible, la cual corresponde a aproximadamente

700 mL/día y consta de las perdidas de líquidos a través de la piel por

difusión (siendo muy diferente a los egresos hídricos debidos a la

sudoración) y perdidas por la evaporación en el aparato respiratorio. Esto se

conoce como pérdidas insensibles de agua, porque ocurre sin que el

individuo la perciba o sea consciente de ella, a pesar de que está se produce

constantemente en todos lo seres humanos vivos.

La perdida insensible de líquidos a través de la piel corresponde por si

sola a unos 300 a 500 mL/día y es contrarrestada por la capa córnea de la

piel, carga de colesterol que constituye una barrera contra la excesiva

pérdida de agua por difusión. Cuando esa capa córnea desaparece, como

cuando ocurre con los individuos quemados estas perdidas insensibles

aumentan hasta 10 veces, por lo cual un individuo puede perder entre 3000 a

5000 mL/día, siendo necesaria y vital la administración de grandes

cantidades de líquidos vía intravenosa para compensar la perdida excesiva.

La pérdida insensible de líquido vía al aparato respiratorio

corresponde a aproximadamente unos 300 a 400 mL/día. Cuando el aire

entra en las vías respiratorias, se satura de humedad alcanzando una

presión de vapor de agua de unos 47 mm Hg, antes de ser expulsado. Como

la presión de vapor de agua en el aire inspirado suele ser menor de esta cifra

constantemente estamos perdiendo agua con la respiración. En tiempo frío,

la presión del vapor de agua en la atmósfera se reduce casi hasta 0,

produciéndose una pérdida mayor todavía de líquidos por los pulmones

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conforme la temperatura desciende. Esto explica la sensación de sequedad

que se percibe en las vías respiratorias cuando hace frío.

La Pérdidas de líquidos por la sudoración suele ser muy variable y

dependiente directamente al grado de actividad física a la que se somete el

individuo, así como también a la temperatura ambiente. El volumen de sudor

es normalmente de 100 mL/día, pero en un clima cálido o con un ejercicio

físico intenso, la pérdida de agua por el sudor se eleva en ocasiones hasta

1000 a 2000 mL/hora. Esto auguraría enseguida los líquidos corporales si al

mismo tiempo no aumentara el ingreso de agua, gracias al mecanismo de la

sed.

La pérdida hídrica por las heces normalmente es de tan solo

pequeñas cantidades menores incluso a 100 mL/día, pero puede aumentar a

varios litros diarios en las personas con diarrea intensa, como en el caso del

cólera. Por esta razón, la diarrea intensa puede poner en peligro la vida, si no

se corrige en unos días.

Las perdidas hídricas por vía renal, es la manera más importante por

la cual el organismo regula los niveles de ingreso y egreso tanto de líquidos y

electrolitos, existen muchos mecanismos por los cuales esto ocurre, así

como la variabilidad en los niveles de orina producidos, que pueden ir de 0.5

L/día, en personas deshidratadas hasta 20 L/día en las personas que beben

enormes cantidades de líquidos.

Esta extraordinaria variabilidad también se cumple con la mayoría de

los electrolitos del cuerpo, como el sodio, el cloro y el potasio. Algunas

personas ingieren cantidades de sodio tan bajas como 200 mEq/día,

mientras que otras toman de 300 a 500 mEq/día de sodio. Los riñones se

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encargan de ajustar la excreción de agua y sodio para equipararlas

exactamente a las cantidades ingeridas de esas sustancias y, asimismo, de

compensar las pérdidas excesivas de líquidos y electrólitos que ocurren en

algunos procesos patológicos.

LA DESHIDRATACION

Es la pérdida excesiva de agua y sales minerales de un cuerpo. Puede

producirse por estar en una situación de mucho calor (sobre todo si hay

mucha humedad), ejercicio intenso, falta de bebida o una combinación de

estos factores. También ocurre en aquellas enfermedades donde está

alterado el balance hidroelectrolítico. Básicamente, esto se da por falta de

ingestión o por exceso de eliminación.

Para evitarla se debe beber agua o bebidas isotónicas como la

limonada alcalina. No es muy recomendable beber bebidas muy azucaradas,

como las de cola, o por lo menos es aconsejable alternarlas con agua. Se ha

de beber siempre que se tenga sed, no es aconsejable tal y como se suele

decir beber 2 litros de agua al día o beber sin que el cuerpo lo pida, puesto

que podríamos provocar un envenenamiento por agua, fenómeno que se

conoce como hiperhidratación.

Esta deshidratación más leve se produce incluso aunque se tenga

toda el agua que se quiera. Se denomina deshidratación voluntaria. La

deshidratación voluntaria se reduce o incluso se elimina por completo con las

bebidas isotónicas.

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Aunque se pensaba que era mejor beber traguitos cortos, ahora se

recomienda beber tragos grandes, porque se absorbe más rápido. La causa

es que un volumen grande en el estómago acelera el vaciado gástrico. De

todos modos, el agua en el estómago no debe molestar durante el ejercicio.

Los síntomas de la deshidratación, aparte de la sequedad de las

mucosas que provoca la sed, pueden ser: náuseas, falta de fuerza o

disminución del rendimiento, fatiga mental y física, y el hecho de que, al

pellizcar la piel sin clavar la uña, se queda la marca.

Para disminuir la cantidad de agua eliminada, los riñones concentran

más la orina, e incluso la que se encuentra en la vejiga se puede

reconcentrar aún más.

La orina se puede concentrar hasta producir solo 500 ml al día, pero

su producción no decrece; la sudoración puede suponer una mayor pérdida

de agua que la orina.

La deshidratación desaparece rápidamente, gran parte de sus

síntomas desaparecen en media o una hora después de beber agua sin

ninguna limitación, incluso con deshidrataciones de hasta el 10 por ciento del

peso corporal.

Para tratar la deshidratación, es preciso restablecer el adecuado

equilibrio hídrico en el organismo. Pero primero es necesario reconocer el

problema. La sed es el mejor y primer indicador de deshidratación potencial.

A pesar de que la sed es un indicador de deshidratación, no se trata de un

signo de alarma temprano. Cuando se experimenta sed, es posible que ya

haya deshidratación. Otros síntomas de deshidratación son: sentirte mareado

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o inestabilidad, (como si se fuera la cabeza), tener la boca seca o pegajosa y

orinar más oscuro y en menos cantidad.

Al tratarse de un trastorno progresivo, una persona se va encontrando

mucho peor a medida que la deshidratación va afectando a más sistemas

corporales y a más órganos.

La forma más fácil de evitar la deshidratación es beber mucho líquido,

sobre todo en los días calurosos, secos y/o ventosos. Esto puede implicar

beber entre 6 y 8 vasos (entre 1,4 y 1,9 litros) diariamente para algunas

personas, según cuánta agua obtienen a través de los alimentos y cuánto

sudan a consecuencia de la actividad física que realizan. Hay que recordar

que el beber agua no añade calorías a la dieta y es definitivamente muy

bueno para la salud.

Algunas recomendaciones para mantenerse hidratado:

Pesarse antes y después del entrenamiento y beber 2 o 3 vasos de agua por cada medio kilo de peso perdido durante la sesión.

Es mejor beber pequeñas cantidades de agua con frecuencia antes que grandes cantidades menos a menudo.

Prestar atención al color de la orina. Debería ser prácticamente transparente. Una orina oscura puede indicar deshidratación.

Beber agua fría para ayudar a mantener baja la temperatura corporal y reducir el sudor.

Es buena idea llevar una botella con nosotros para asegurarnos de que bebemos la cantidad suficiente de agua a lo largo del día.

Empezar y terminar el día bebiendo agua. El cuerpo pierde agua cuando dormimos y bebiendo algo de agua al levantarse y cuando vamos a dormir aseguramos una hidratación óptima.

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Cuando pasamos un resfriado o fiebre nos deshidratamos más fácilmente y es conveniente tener agua cerca.

Es importante acotar, que en algunos casos beber demasiada agua

puede ser perjudicial, como por ejemplo, por intoxicación de agua, cuando se

toma agua en demasía y no se excreta (orina). Por tanto el tejido celular se

hincha, esto provoca un desequilibrio en la sal y los electrolitos que puede

causar palpitaciones irregulares y hacer que el fluido entre en los pulmones.

De manera que la presión ocasionada por la hinchazón presiona el cerebro y

los nervios, la cual puede causar coma e incluso la muerte.

Lo que importa realmente no es cuanto bebamos, sino el espacio de

tiempo en el que consumimos esa cantidad. El cuerpo puede soportar hasta

15 litros diarios y la mayoría de la gente no llegará nunca a este límite. Sin

embargo, consumir gran cantidad de agua en un corto periodo puede ser

peligroso.

Se dice que consumir 3 litros de agua de una sola sentada puede ser

fatal para alguien que sigue una dieta normal (no baja en sodio) y no se ha

ejercitado antes de beber.

FLUIDO TRANSCELULAR Y MINERALES

Para tratar el tema de los fluidos, es fundamental el fluido transcelular

que es la porción del total del agua corporal contenido dentro de los espacios

epiteliales. Es el componente más reducido del fluido extracelular, que

también incluye el líquido intersticial y el plasma sanguíneo. Normalmente no

se calcula como una fracción del fluido extracelular, pero está entre el 2,5%

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del total del agua corporal. Ejemplos de este fluido son el fluido

cerebroespinal, el humor acuoso, el fluido sinovial y la orina.

Debido a la variable localización del fluido transcelular, la composición

cambia drásticamente. Muchos de los electrolitos presentes en el fluido

extracelular son iones de sodio, iones de cloro e iones de bicarbonato.

En cuanto a su función fisiológica, hay también una gran variedad de

funciones del líquido transcelular. Por ejemplo, en las articulaciones realiza

una función de lubrificación, mientras que la orina permite la eliminación de

los electrolitos y las moléculas del cuerpo.

A estos elementos incluimos los minerales en el equilibrio hidrosalino,

como parte de la homeostasis, que es la correcta proporción de sales (sodio,

potasio, calcio y magnesio) y agua en el medio interno.

El agua es el principal componente del organismo y conforma

alrededor del 60% del total de los componentes, siendo los sólidos solo el

40% restante. El agua corporal tiene su origen en la ingesta, que es regulada

por el sistema nervioso central, y en el metabolismo de glúcidos y lípidos

(agua endógena). Las pérdidas de agua corresponden a la eliminación renal

obligatoria, la perspiración, el sudor, la evaporación por vía respiratoria, la

secreción láctea y las pérdidas por el aparato digestivo. El equilibrio se

consigue a través de mecanismos neurofisiológicos (la sed), que aumenta la

ingesta, o mecanismos neuroendocrinos, que disminuyen las pérdidas a

través de la hormona antidiurética (ADH).

Entre los electrolitos, los más conocidos son el K+, el Na+, el Ca2+ y el

Mg2+, que se incorporan con los alimentos. Su presencia en los fluidos

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orgánicos está regulada por acción hormonal. La concentración de aniones

se regula secundariamente a los cationes. Para establecer la normalidad se

habla de control iónico o verdad iónica o también anion gap. Anion gap es,

por tanto, el término que permite interpretar el ionograma, y corresponde a la

diferencia entre cationes y aniones. Su valor usualmente es de 16 mEq/l.

Para concluir, el equilibrio hídrico y electrolítico están finamente

regulados en el organismo, ya que su alteración puede provocar una

considerable variedad de problemas. Por eso, es importante el balance

electrolítico, ya que está regulado mediante el control hormonal de su

excreción renal, que es desarrollado por los mineralocorticoides producidos

en la corteza adrenal. En este caso, la ingesta de electrolitos está fuera de

control, ya que estas sustancias solo se consiguen a través de los alimentos.

Por tanto, la alteración del equilibrio hídrico y electrolítico están

íntimamente relacionados, puesto que la pérdida de agua suele ir

acompañada de pérdida de sales, al tiempo que un exceso de sales es

compensado por el organismo mediante un incremento en la absorción de

agua.

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CONCLUSIÓN

El agua es un elemento que abunda en la naturaleza, después del

oxigeno, el agua es la sustancia indispensable para mantener la vida.

Aproximadamente dos terceras partes del peso de una persona están

constituidas por agua, siendo mayor la proporción en los varones (de 60 a 65

por ciento), debido al mayor volumen de masa muscular y menos en las

mujeres (de 50 a 55 por ciento), por la cantidad de tejido graso, característica

del organismo femenino. A mayor proporción de grasa, menor contenido de

agua. El porcentaje de agua en los riñones va del 70 al 83 por ciento de su

peso corporal.

Toda el agua del cuerpo se encuentra en dos partes fundamentales: el

líquido intracelular (dentro de las células) y el líquido extracelular (fuera de

las células). El 55 por ciento del agua corporal total de un adulto joven se

encuentra en el interior de sus células; el 45 por ciento restante se encuentra

fuera de las células.

La conservación del equilibrio de agua intracelular y extracelular

depende de la concentración de sustancias disueltas en el agua: sales

minerales o electrolitos, proteínas y otros; los electrolitos, de mayor

importancia son el sodio, calcio, magnesio y potasio. El sodio se encuentra

principalmente fuera de las células, es decir, en el líquido extracelular y

cumple la función de mantener el volumen de agua en el espacio

extracelular. Sin embargo cuando se suda copiosamente se arrastra el agua

del líquido extracelular, que contiene abundantes cantidades de sodio y

potasio en menor proporción, provocando su disminución en el organismo.

El agua es indispensable para todas las funciones corporales, como

la respiración, digestión, absorción de nutrimentos, circulación sanguínea y

excreción. Así mismo ayuda a mantener la temperatura corporal, por eso

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cuando hay fiebre o hace mucho calor es necesario ingerir más líquidos para

reponer la pérdida originada por la transpiración, que es la manera en que el

organismo baja la temperatura. Las personas sedentarias pierden

diariamente de 450 a 700 ml por sudoración; durante la actividad física o en

climas cálidos esta cantidad se incrementa entre 3 y 5 litros de agua por día,

además de electrolitos. En climas cálidos, como el de la ciudad de

Maracaibo, una persona sedentaria elimina de 2.5 a 3 litros

aproximadamente.

Por lo antes expuesto, es necesario reponer diariamente el agua que

se pierde a través del sudor, la orina y las heces fecales y mantener lo que

se conoce como “equilibrio hídrico o electrolitos” (equilibrio entre el agua que

se elimina y la que se ingiere). Para que el organismo pueda mantener ese

equilibrio desarrolla un mecanismo complejo en el que intervienen

principalmente sales minerales (electrolitos).

Así como también, el cuerpo obtiene agua al metabolizar los

carbohidratos, proteínas y grasas. Por cada 100 kilocalorías consumidas se

producen de 10 a 14 gramos de agua, pero ésta y la contenida en los

alimentos sólidos no son suficientes para reponer las pérdidas normales que

ocurren a diario, por ello se requiere consumir más agua a través de la

BEBIDAS HIDRATANTES que es la forma mas rápida de hidratar el

organismo.

El presente trabajo de investigación corresponde al estudio de la

distribución del agua corporal relacionado con el área de nutrición y dietética

lo cual nos llevara a profundizar poco a poco en el conocimiento del cuerpo

humano, de manera que cuando culminemos la carrera de Enfermería,

brindemos un mejor servicio en lo que se refiere a la salud y contribuir a que

las personas tengan una mejor calidad de vida.

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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Libros

González-Ruano, E. (1986). Alimentación del Atleta (pp.). Madrid, España: Editorial

Marban, S.A.

Guyton, A. (1977). Tratado de Fisiología Médica (5ta. ed., pp. ). México: Nueva

Editorial Interamericana.

Kerschner, V. L. (1984). Nutrición y Terapeútica Dietética (pp.). México: Editorial

el Manual Moderno.

Mitchell, H. S., Rynbergen, H. J., Anderson, L., & Dibble, M. V. (1978). Nutrición y

Dieta de Cooper (16ma. ed., pp.). México: Editorial Interamericana.

Zamora Navarro, S., Sánchez De Medina, F., Gil Hernández, A., Antonio, J., &

Pérez, M. (1992). Nutrición y dietética en la actividad física. En: J. Gallego

González (Ed.). Fisiología de la Actividad Física y del Deporte ( pp. ).

Madrid: McGraw-Hill-Interamericana de España., 1992.

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Referencias Electrónicas

http://Tratado uninet.edu.html

www.hidrataciongaleon.com

www.portalesmedicos.com

www.saludalia.com/salud.

www.wikipedia, la enciclopedia libre. [Documento en línea].

http://es.wikipedia.org [Febrero 5, 2011]

Compilado y traducido por varios artículos publicados en learn-

bodybuilding.com y bodybuilding.com y 2

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ANEXOS

19

1.- Compartimiento intra y extra celular

20

2.- Balance Hídrico

21

3.- Los minerales son necesarios en el organismo

22

4.- Distribución del agua en el organismo

5.- Importante: ¡Beber agua!

23

6.- Hidratación

7.- Deshidratación

24

8.- Mecanismo homeostático Deshidratación por diarrea

25

9.- Los electrolitos realizan importantes funciones en el organismo:

Electrolito Fuentes Necesidades Mecanismo

26

diarias excretor

Sodio Sal 5- 15 g

Orina(95%), sudor

Potasio Todoslos alimentos

1,87- 5,62 g

Orina(90%), sudor, heces

Cloruro Sal,carne, leche y huevo

1,7- 5,1 g

Orina,sudor, heces

Calcio Lechey derivados

0,8- 1,2 g

Heces(70-90%), orina,

sudor

Magnesio Cereales,nueces, carne, mariscos y

leche

0,2- 0,3 g

Bilis(67%), orina

Fósforo Todoslos alimentos

1- 1,5 g Orina

El Potasio participa en la función enzimática, el funcionamiento de las membranas celulares, la conducción del impulso nervioso, la actividad cardiaca, la función renal, el almacenamiento del glucógeno y la regulación del equilibrio hídrico.

El Sodio es el principal regulador de la osmolaridad del plasma. Además también interviene en la transmisión de impulsos por las membranas celulares.

El Calcio interviene en la activación nerviosa y muscular y como activador de multitud de enzimas. En forma insoluble es el principal componente de los huesos y dientes.

El Magnesio participa en la activación enzimática, en el metabolismo de las proteínas y en la función muscular.

El Fósforo actúa en el metabolismo energético, en la regulación del pH y en la estructura del tejido óseo.

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