Tradicion y Novedad en La Lit. Cubana Para Niños. Mirtha Yáñez]

Tradicin y novedades en la literatura para nios en Cuba1

Tradio e novidade na literatura para crianas em CubaTradition and news in childrens literature in Cuba

MirtaYez2

TraduodeMadelonFaleh3

Resumo

A partir da vasta obra de Jos Mart, a literatura cubana para crianas e jovens formou um corpo literrio de alto valor e trans-

cendncia que insiste no substrato tico alimentado tanto pela tradio martiana como por uma tica humanista da sociedade

cubana atual. Em Cuba, est firmada a conscincia de que a literatura para crianas deve passar pela prova de ser antes de tudo

Literatura, sem se descuidar da certeza de que toda obra artstica est interessada e firma suas essncias em uma determinada

vida espiritual, e tambm est condicionada pelo seu momento histrico e econmico. Junto a isso, distinguem-se e incorporam

os valores humanos eternos, presente no melhor da literatura infantil universal. Nas tendncias atuais da literatura para crianas

e jovens em Cuba, possvel encontrar uma variedade de gneros e vozes em cinco geraes.

Palavras-chave:infantil,Cuba,literatura

Abstract

From the huge work of Jos Mart, Cuban childrens literature has established a high value and transcendent literary

corpus that insist on ethic substrate supported both from martiniana tradition and humanist optic of Cuban society at

this moment. In Cube, it is settled the conscience that literature for children must pass throw the test of being Literature

before all, without forgetting the conviction that all artistic work is interested and establishes its essences in a specific

spiritual life, and is subjected by its historical and economic moment. It also differs and incorporate eternal human

values, presented on best of universal childrens literature. In present tendency of literature for children and young peo-

ple in Cube, it is possible to find a variety of styles and voices in five generations.

Keywords:childish,Cube,literature

Resumen

A partir de la vasta obra de Jos Mart, la literatura cubana para nios y jvenes ha ido conformando un cuerpo literario

de alto valor y trascendencia que insiste en el sustrato tico que se ha alimentado tanto de la tradicin martiana como

de una ptica humanista de la sociedad cubana de hoy. En Cuba est muy afirmada la conciencia de que la literatura para

nios debe pasar la prueba de ser ante todo Literatura, sin descuidar el aserto de que toda obra artstica es interesada

y asienta sus esencias en una determinada vida espiritual y condicionada por el momento histrico y econmico en que

surge. Junto a ello, se distinguen y se incorporan a la suma, los valores humanos eternos, presentes en lo mejor de la

literatura infantil universal. En las tendencias actuales de la literatura para nios y jvenes en Cuba es posible encontrar

una variedad de gneros y de voces en cinco generaciones en activo.

Palabrasclave:infantil,Cuba,literatura

1. Texto apresentado pela primeira vez em 24 de junho de 2010, em palestra proferida para a Ctedra UNESCO de Leitura PUC-Rio. Foi conservado o carter oral do texto.

2. Doutora em Cincias Filolgicas e bacharel em Lngua e Literatura Hispnica pela Universidad de la Habana. Estuda a literatura latino-americana do sculo XIX e a literatura contempornea cubana, em especial o discurso feminino. Contato:[email protected].

3. Graduada em Letras-Espanhol pela Universidade Federal do Rio de Janeiro (UFRJ), e em Espanhol pelo Instituto Miguel de Cervan-tes. professora de portugus e espanhol e pesquisadora na Ctedra UNESCO de Leitura PUC-Rio.

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LEITURA EM REVISTA Ctedra UNESCO de Leitura PUC-Rio n.2, abr., 2011.

Tradicin y novedades en la literatura para nios en Cuba

Mas de veinte aos atrs, cerraba una charla sobre literatura infantil cubana, aqu mismo en Brasil, afirmando que, sin lugar a dudas, la literatura infantil cubana ya es mucho ms que una promesa, y sus creadores, todos, tienen en Cuba a su disposicin el clebre espejo de Alicia, de Carroll, para traspasar al mundo de la fantasa.

En aquel recuento, o en cualquiera que se haga sobre literatura infantil cubana, tena y tiene que encabe-zarse con el nombre de Jos Mart, excepcional precursor de este corpus literario en nuestro continente.

Afortunada la literatura que posea personajes que todos conozcan y sientan como cercanos, incluso que llegan a la familiaridad no slo a travs de la lectura, sino de la tradicin. Pero an ms afortu-nada es aquella literatura que se reconozca en un personaje que los nios recuerden para siempre y lo tengan como un amigo cotidiano. Gracias a nuestro Jos Mart, en Cuba tenemos un personaje as que es Pilar, la nia del poema Los zapaticos de rosa.

En l889, Jos Mart creo la revista para nios LaEdaddeOro, texto fundacional de la literatura para nios en Cuba, y pienso que igualmente lo es tambin de nuestra Amrica de habla hispana.

Por supuesto, no existe ninguna presencia en nuestra escasa cultura prehispnica, aunque cabra mencionar la recuperacin muy tarda de los mitos arahuacos y otras referencias caribeas; ni mayor inters en la pobre literatura colonial dirigida a los nios; la solemnidad del tono romntico y las agu-das preocupaciones sociales marcaron nuestro siglo XIX que no acudi para nada al pasado medieval ni a las aventuras caballerescas, pero s abus del preceptismo, la retrica y la aplicacin de un uni-verso moral heredado de la tradicin espaola y francesa. Fbulas hubo a montones, aunque dentro de ellas valdra rescatar la aplicacin bien intencionada y que corresponda con el proyecto social de los liberales romnticos latinoamericanos de defender lo cubano, en tiempos de bsqueda de una identidad americana. Pero en nuestro siglo XIX brilla una sola estrella: La Edad de Oro, con fuerte fulgor como para llegar a iluminar el presente.

El siglo XX se abri con la flamante y falseada repblica. No eran tiempos propicios para las artes, y hubo algunas que sufrieron con mayor rigor la avalancha neocolonial de Estados Unidos y los per-cances de una economa subdesarrollada. La literatura infantil, por su doble fragilidad literatura, y dedicada a los nios, no tuvo buena suerte y los intentos aislados, aunque no alcanzan a desbrozar los enyerbados caminos de la mojigatera, sirven de tarjas indicadoras a la tradicin, como ElRoman-cerodelamaestrilla, de la escritora Rene Potts. Algunos autores, como Nicols Guilln y Emilio Ballagas, compartieron el rea de su obra que se apropia de la tradicin afrocubana con los intereses infantiles, de igual manera la presencia de los temas folklricos de la tradicin oral se deja sentir en recopilaciones y antologas de la poca.

Junto a Nicols Guillen que ms tarde publicara PorelmardelasAntillasandaunbarcodepapel y Mirta Aguirre con su Juegosyotrospoemas, debo mencionar a la inefable trovadora Teresita Fernn-dez, quien, sin llegar a escribir una obra para nios, fue llenando, con sus canciones y personajes muy cubanos, un vaco, y creo el personaje del gato Vinagrito, cancin infantil que creo es la nica que puede ser coreada por varias generaciones. As mismo, cabe distinguir algunos nombres en la creacin de un espacio de tradicin que ha servido de base para toda la creacin posterior: Eliseo Diego, amen de ser uno de los ms importantes escritores cubanos, dirigi y encamin concep-

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tualmente el Departamento de Literatura y Narraciones infantiles de la Biblioteca Nacional en los tempranos aos sesenta4 y de quien puede anunciarse la prxima edicin de su excepcional versin al espaol de WinnieThePooh; Herminio Almendros ejemplar como educador y defensor de los mejores valores de esta literatura autor entre otros textos, de su magnfico Orosviejos y Lecturasejemplares; Alga Marina Elizagaray, promotora de la literatura infantil y fundadora de la revista de crtica En julio como en enero en 1979, la cual, por salir dos veces, fue bautizada por el propio Eliseo con ese famoso verso de Jos Mart; y Dora Alonso de quien se celebra este ao su cente-nario con la creacin del personaje Pelusn del Monte, la autora contempornea ms relevante.

Desde los primeros tiempos, y a pesar de las distintas polmicas dentro de la intelectualidad5, no ha dejado de insistirse en el sustrato tico que se ha alimentado tanto de la tradicin martiana como de una ptica humanista de la sociedad a que se aspiraba a llegar. Cabra decir que, a pesar de todos los problemas, no se ha perdido de vista esto. De hecho, la literatura infantil cubana se sostiene como heredera de La Edad de Oro y de los presupuestos de una sociedad que sigue estableciendo como una de sus prioridades la formacin de las nuevas generaciones. De esta manera se confirma el relevo generacional de escritores de una literatura para nios y jvenes escrita en espaol que es reflejo y resultado, como tendencia dominante, de este pensamiento, con liberad expresiva, ya que los par-metros que pudieran servir para crear lmites a la literatura para nios en Cuba, solo se utilizan para ajustar las cuentas a la seudoliteratura, al racismo, a la violencia y a otras manifestaciones que, desgra-ciadamente, se hacen presentes en algunos materiales para nios de nuestro complejo mundo de hoy.

En Cuba est muy afirmada la conciencia de que la literatura para nios debe pasar la prueba de ser ante todo Literatura, sin descuidar el aserto de que toda obra artstica es interesada y asienta sus esencias en una determinada vida espiritual y condicionada por el momento histrico y econmico en que surge. Junto a ello, se distinguen y se incorporan a la suma, los valores humanos eternos, presentes en lo mejor de la literatura infantil universal, reconocibles dentro de contextos sociales dados y readaptados en pocas siguientes segn la evolucin de la humanidad. As, tradicin pro-pia, nuevo mensaje, incorporacin del lenguaje contemporneo, a partir de la interpretacin de la identidad latinoamericana, rescate de la imaginacin popular, todo ello se une en la literatura escrita para nios en Cuba al empleo de la fantasa del creador como a cada cual le venga en ganas.

Y aunque no todo es color de rosa, algunos de los textos se regodean en un estilo he dado en llamar fantasa retrica, o sea, el abuso de recursos que ya han probado su operatividad, sin lugar a dudas, puede decirse que la literatura infantil en Cuba constituye un cuerpo con variedad de recursos expre-sivos, amplio registro temtico y la coetaneidad de cinco generaciones de escritores que publican, concursan, polemizan y tratan de encontrar el meollo mgico del acceso al inters de los nios.

Segn Maria del Carmen Quiles Cabrera, especialista espaola, la literatura para nios y jvenes en Cuba, en los ltimos aos, esta se ensalza como un corpus de textos universales donde la calidad esttica, el compromiso social, el aspecto psicolgico y la fabulacin se dan la mano en las plumas de quienes se han consagrado ya como grandes autores cubanos (2006).

4. Creador en aquel entonces de la serie Textos para narradores y Teora y tcnica del arte de narrar.

5. A veces, algunas de estas disquisiciones se vuelven verdaderos torneos o discusiones tericas medievales mas cabe insistir que lo que importa es la honradez al enfrentar el fenmeno literario y, en el caso de la literatura para nios, la defensa de una postura tica que repudie las lacras del machismo, el racismo y otros malditos ismos.

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La necesidad ya reconocidas por la crtica y tambin por los escritores de abordar la realidad con una mirada crtica, sin conformismos, ms reflexiva sobre la sociedad cubana de hoy, va haciendo que desaparezcan de nuestro panorama de la literatura escrita para nios al igual que de la litera-tura escrita para adultos los elementos de pasatismo o escapismo.

Bien es sabido que no basta el dominio del estilo, ni tan siquiera poseer en exclusivo un tema mag-nfico. Hay que aadir un ingrediente que, de buenas a primeras, parece amasado con la magia y los polvos de Tinker Bell, mas si se le observa bien se ve que surge de la comprensin profunda del universo del nio, de la exquisita sensibilidad y del dominio del quehacer literario.

En las tendencias actuales de la literatura para nios en Cuba es posible encontrar una variedad de gneros y de voces. Poesa lrica y pica, la ms abundante, pero tambin teatro, testimonio, relato histrico que ha mantenido su intensidad a partir del inters por reflejar directamente nuestra historia, biografa, relatos policacos y hasta en el comic; pero, a mi modo de ver, el gnero ms sobresaliente de todos estos aos ha sido la narrativa de ficcin, es decir, el cuento y la noveleta.

La decana de estos narradores es Rene Mndez Capote (1901-1989), autora de lo que es ya un clsico dentro de la literatura cubana para jvenes: Memoriasdeunacubanitaquenaci conelsiglo (1963), novela costumbrista sobre las primeras dcadas del siglo XX, que rememora tambin con desenfado y mirada risuea el pasado de la colonia y las luchas por la Independencia. Su tono de memoria no pasatista, sino de nostalgia crtica acude al recuerdo que rescata las tradiciones con humor, ternura, dominio de la stira y del detalle cotidiano. El conjunto de su obra mantiene con vitalidad igual que su autora lo fue la voz popular que salva lo hermoso del pasado y critica lo caduco, con sensibilidad excepcional y agudo poder de observacin. A mi modo de ver, este libro no ha encontrado todava un rival en cuanto a compartir experiencias vitales sin caer en el manido ego o en excesivas alusiones tericas.

Por su parte, Dora Alonso (1910-2001) es la autora cubana para nios ms leda, publicada y laureada de todos. Su obra es extensa y se remonta a textos y personajes inscritos en la memoria de los nios que ahora tienen ya son abuelos. En l964 public la primera novela de aventuras para nios, Aven-turasdeGuille. Dora Alonso afirmaba que escribir para nios es dos veces literatura y ella lo puso en prctica con una intencin de profundidad conceptual sin abandonar la sencillez y un tratamiento muy cubano del discurso literario. Con Elvalledelapjarapinta obtuvo el Premio Casa de las Am-ricas 1980 y posteriormente el Diploma Mximo Gorki (1985) que concede el IBBY y Elcocheroazul se ha convertido en uno de sus libros para nios ms estimados y original; sin moralejismo, esta obra establece valores humanos eternos e incluso aborda la lucha contra el machismo, con mucha fantasa.

Pues, a pesar de todas las batallas libradas, el sexismo sigue siendo una de las asignaturas pendien-tes donde no es fcil encontrar personajes femeninos, nias, que representen el cambio necesario de perspectiva en ese sentido.

En la tendencia de utilizar al nio comn y corriente como personaje para recrear un universo que proviene directo de la memoria afectiva, portador de una visin del mundo inocente y lrica, se des-taca Nersys Felipe, escritora que ha obtenido dos premios Casa de las Amricas en l975 y en l976 con sus libros CuentosdeGuane y RomnEle. Julia Calzadilla (l943) asimismo ganadora del premio Casa de las Amricas en l984 con su libro LoschichirikusdelcharcodelaJcara, autora adems de cuadernos de poesas para nios, ha centrado su inters en la reproduccin de esencias latinoame-

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ricanas, caribeas, y, en este ltimo texto, a la incorporacin a la literatura de viejos mitos afrocu-banos, con gracia, humor, desenfado y buen manejo del idioma. Por su parte, dentro de la temtica del folklore y rescate de las tradiciones afrocubanas que tuvo su iniciadora en los cuentos de Lydia Cabrera, Teresa Crdenas aborda en sus textos, cargados todos de autenticidad con una mirada novedosa y audaz que transita del mito a la cruda realidad, los contextos de la raza negra en Cuba con problemticas crudas como el racismo y la marginalidad. Tambin ganadora de un premio Casa de las Americas con su libro Perroviejo,dirigida al lector juvenil y escrito con singular maestra, es autora de otros excelentes libros como el premiado Cartasalcielo,

Ivette Vian (1944), otra autora con varios premios en su haber, es una humorista de nacimiento y de ah su peculiar prosa para nios que rompe con muchos de los esquemas establecidos. Sus narracio-nes se alimentan segn ella misma ha expresado de la capacidad de asombro, de la curiosidad, la ternura y la espontaneidad. Sus libros ms atractivos son Marcolina, premio del concurso La Edad de Oro en 1984 y, ms actualmente, Laislaylanube. La popularidad de Ivette Vian ha alcanzado su mayor altura en la creacin de una serie televisiva con el uso del propio personaje de Marcolina, llamado La sombrilla amarilla. En esta misma lnea cabe mencionar a Olga Marta Prez autora de un gracioso libro Papatinoymamagorda.

En el narrador Luis Cabrera Delgado (l945), cabe detenerse por su fecunda labor que ha pasado de sus libros Antonio,elpequeoMamb (1985) y en l988 su hermoso texto TaJulita, con el cual ha obtenido varios premios y es, en mi opinin, una de sus obras mejor escritas e imaginativas. No en vano su autor psiclogo de profesin es tambin un autor preocupado por la actualizacin y el valor de la acumulacin de lecturas. La mayor virtud de TaJulita es la creacin de un mundo mgico dentro de la ms absoluta cotidianidad de los nios de hoy, sin falsas oeras lricas ni las mencio-nes indiscriminadas de palmas o colibres para ratificar la cubana. TaJulita es un libro muy cubano por su esencia y por su punto de vista. Pero la trascendencia de Luis Cabrera es que no se content con ello y sigui produciendo en esa misma lnea, pero abordando problemas difciles, al igual que otros autores desprejuiciados, como la muerte, la homosexualidad, la discapacidad fsica, la soledad y los conflictos familiares.

En 1988, deca yo de mi hermano Albertico: por su parte, Alberto Jorge Yez (1957) tiene hasta ahora un solo libro publicado, CuentanquePenlope, varios premios en su haber y algunos libros esperando en la gaveta. Los crticos consideran a su discurso literario como alucinado y desbordado, y tienen razn. A ello se suma la utilizacin de un complejo juego de palabras, un humor conceptual, junto a una visin satrica de la realidad que no lo hacen de fcil acceso. Su mayor virtud radica en la unin de la cotidianidad ms rasante al ms exagerado disparate. Por suerte, sigui publicando, y dando rienda suelta a su enloquecida imaginacin, en libros tales como Estelibrohorrorosoysinremedio, el primer libro infantil en ganar el prestigioso Premio de la Critica en el ao 19976. Aun-que ya no est, la aparicin de aquellos libros que esperaban en una gaveta y que siguieron incre-mentndose, aparecieron en un maletn.

Recientemente, otros libros para nios han ganado el premio de la Crtica, entre ellos, Josefina de Diego con sus Rimasydivertimentos. Lo distingo por su excepcional presencia en el catlogo de

6.Lafogataroja, testimonio para adolescentes gan el Premio 1985, instaurado desde 1982. Perroviejode Teresa Cr-denas en el2006,Pabloenlalunaconlasmusaraas, de Denia Garca Ronda y Ungatosiberianhusky, de Josefina de Diego en el 2007 y Cuentosdelbuenymalamor, Nelson Simn, 2008, entre otros.

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libros cubanos de hoy, porque su autora ha logrado alcanzar un lenguaje sencillo y culto a la vez, gracioso y ajeno a la vulgaridad cotidiana que tanto perjudica el comportamiento actual de nuestras nuevas generaciones. Junto al uso de composiciones clsicas de la tradicin literaria hispnica, como la dcima (por lo dems nuestra estrofa nacional del canto campesino cubano) Josefina de Diego incursiona, con arrojo y tacto a la vez, en atraer al espaol formas nuevas, propias de otras culturas, nunca usadas de manera original, que yo sepa, en la literatura cubana. Son los llamados limericks que provienen del nonsense, del absurdo, el sin sentido, cuya lgica parece existir de alguna manera muy particular, con muy pocos cultores entre nosotros, entre ellos el propio Albertico Yez, as que por ms de una razn sentimental, adems de esttica, disfruto estos versos que vienen de aquellas poemas de Mam Oca que yo carreteaba a mi kinder y que me hacen recordar la merienda del Sombrero Loco y la Liebre Marcea, y algunos bolotrucos de Albertico.

Siempre bienvenidas las parbolas simples de las cuales se desprende alguna instruccin alegrica, fide-lidad a las reglas del buen decir, el noble sentido de la vida y la naturaleza expresado con delicadeza, homenajes a personajes clsicos de la literatura infantil, la intencin de incubar un mensaje de bien con humor, son algunas de las virtudes de algunos autores que ya he mencionado sus nombres. Entre ellos: Esther Surez Durn, Mildred Hernndez Barrios, Enrique Prez Daz, Enid Vian, Emilia Gallegos, Celima Bernal, Omar Felipe Mauri, Denia Garca Ronda, Maylen Domnguez, Jos Manuel Espino y Nelson Simn.

Revisando la obra indita de mi hermano, me ha hecho pensar en algunas de las tantas paradojas de nuestro planetico literario, dentro de la llamada literatura infantil, que suele ser coreada como necesaria, priorizada (y un etctera de calificativos), en tanto se le sigue mirando por encima del hombro en lo que a su ELE mayscula de Literatura se refiere.

La otra paradoja que bordea la anterior es que a pesar de recursos y empeos, no se logran libros bellos, agradables a la vista y al tacto, y al olfato. Y si viene al caso a pasarles la lengua o es que acaso no tuvimos la suerte de tener en nuestra infancia algunos libros que parecan tan hermosos como para comrselos? La literatura para los nios debe entrar por todos los sentidos. Y estos pape-les gacetas desvados, con caracteres de difcil lectura, con tipos de letras aburridos, sin colores, con dibujos venidos a menos por la mala calidad de la impresin, no creo que puedan permanecer en el recuerdo de ningn nio cubano. Y para colmo, en muchos de los textos, la calidad literaria, la pre-cisin didctica, el humor que debiera esperarse de libros para tal edad, se retuercen en lenguajes simplones o pomposos, mensajes patidifusos y tratamientos soporferos. Cabra la duda de si la lite-ratura infantil no ha llegado a ser ese saco roto, pero bien amarrado, donde todo cabe porque todo parece venderse con facilidad. Y otra pregunta a hacerse sera: nuestros nios verdaderamente leen la literatura escrita para nios o por desgracia les basta y les sobra atragantarse con la grosera de las letras de canciones de adultos y los parlamentos de la telenovela de turno?

Y, mientras yo organizaba estos apuntes me vino a la memoria un libro de la niez, uno de los prime-ros, de cartulas de pasta, grande, casi de mi tamao de entonces y que yo quera mantener siempre cerca, hasta lo carreteaba conmigo para el kinder cuando ni siquiera haba aprendido todava a leer. Era un volumen de versos, letras de canciones, refranes, epigramas, dicharachos en versos pareados, ilustrado por imgenes que todava sobreviven a la desmemoria de tantos aos. Qu fortuna, me dije, es haber posedo un libro que lo acompae a uno toda la vida. Pobre de aquellos que en la ris-pidez de la existencia no puedan contar con el asidero de un viejo poema o de un personaje inefable de la literatura. Cabra preguntarse si mucha de la pobreza espiritual que a veces nos abofetea no provenga de gente desprovista del mgico arsenal de la imaginacin y de la poesa.

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Los criticos se detienen a veces en polmicas banales y se entretienen oponiendo realismo y fan-tasa, o equiparan falsamente el uso de la tendencia realista con las narraciones de las tragedias del mundo. Estoy de acuerdo que los nios deben saber el sitio en que viven, pero el talento est en mostrrselo sin perturbar el espritu. Insisto en lo maravilloso y en lo mgico sustentados por lo real., o lo que ya Cervantes antao nos mostraba al diferenciar lo que luego Alejo Carpentier llam lo real maravilloso y Gabriel Garca Mrquez el realismo mgico. Ya ambas formas de interpre-tar la realidad fueron descritas en LostrabajosdePersilesySegismunda. Mundos alternos, pero verosmiles. La verosimilitud es la clave de las grandes obras. Y cuando los nios salen volando en sus bicicletas en ET no hay un solo espectador que no lo asuma como una verdad por muy entre comillas que la escribamos.

Segn yo lo veo, la trivialidad no tiene proporcin directa con el realismo o la fantasa. La fantasa no es sinnimo de edulcoracin ni tampoco de ingenuidad. En los grandes clsicos el bien se la juega con el mal, la belleza con la fealdad, la bondad con la crueldad. Algunos escritores se apuran en incorporar las nuevas tendencias, pero la falsedad de ciertos recursos tcnicos o tecniqueras como las llamaba Unamuno, el vano afn de mostrar audacias temticas, a veces desembocan en libros banales, aburridos o vulgares. O an peor, confunden la literatura connios, con literatura para nios, y ms grave: literatura para ser consumida entre los escritores mismos. As pienso y as me pronuncio en ese debate, siempre en defensa de la imaginacin, de la tica y de la esttica, en nuestro caso con la presencia de una cubana esencial y con la enseanza que rehuya todos los ves-tigios de preceptismo.

Cabe desear, pues, que los nios s lean y que los familiares, editores, educadores (entre otros) ten-gan buen cuidado de separar los granos dorados de la pajilla a la hora de dar a conocer un texto a aquellos que todava no puedan escoger por si mismos. Tengo la opinin de que la literatura escrita con la mente creativa puesta en los lectores nios (tanto como la Otra) no tiene la obligacin de dejar establecido un mensaje explcito, pero a diferencia de la Otra se supone que asiente algn tipo de magisterio. Aterra un tanto pensar que lo malo o lo bueno que le entreguemos sea para toda la vida. Que la luna llena de la literatura no se les asemeje a un rancio queso lleno de hoyos.

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Referencias

CABRERA, Mara del carmen Quiles. Cuentan desde La Habana: autores, temticas y estilos en la narrativa infantil y juvenil actual, RevistaUnin, ano XVI, no. 63-64, jul.-dez., 2006 (publicado originalmente na revisa espanhola Primerasnoticias).

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ELIzAGARAY, Alga Marina. Panorama de la literatura y del libro infantil cubano, Enjuliocomoen

enero, n. 4, Havana, 1988.

LPEz, Waldo Gonzlez. Escribirparaniosyjvenes. Havana: Ed. Gente Nueva, 1983.

RODRGUEz, Excilia Saldaa y Antonio Orlando. Revolucin edad de oro de la literatura cubana

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