TRIANACRÓNICA

E L P E r i ó D i C O D E T r i a n a2011

TRIANTRIANTRIA ANANCRÓNI

TRIACRÓNI

TRIACA

E L P E r i ó D i C O D E T r i a n a2011

Publicación mensual Ejemplar gratuito. Prohibida su venta. Número 1 - Enero 2011

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Muy de Triana: Rafael arizaTriana Eterna: la luz de la memoriacentro de día para Mayoresdónde comer y beber

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02 · Publicidad · enero 2011 •Triana CróniCa•

No cabe duda de que la peatonalización de San Jacinto y la construcción del carril bici en Triana han sembrado la discordia en el arrabal.

Vecinos y asociaciones en pro y en contra de esta iniciativa, ya hecha realidad, se han manifestado para de-fender sus posiciones e intereses.

Y es que esta ‘transformación’ del barrio va más allá de las molestias causadas por las obras. Es insustancial si los ciudadanos han tenido más o menos tiempo los zapatos polvorientos sorteando durante meses las obras. Y tam-poco se duda de los benefi cios de las calles peatonalizadas.{Aunque parezca contradictorio que en una calle peatonal circulen vehículos de dos ruedas.}

Con la calle San Jacinto recién peatonalizada, quedan pendientes todavía algunos interrogantes. ¿Por qué se han realizado las obras de remodelación en dos fases? ¿Qué al-ternativas existen para paliar la supresión de aparcamien-tos? ¿Realmente ha desaparecido la doble fi la en Triana gracias a la peatonalización de San Jacinto?

Es, simplemente, una cuestión de ‘obrar’ con lógica y coherencia. Sorprende, cuanto menos, que en el tramo

comprendido entre Pagés del Corro y la Plaza del Alto-zano, en una primera fase, se construyera un carril bici, se alquitranara y se ampliara el acerado para tan solo unos meses después, en la segunda fase, todo se volviera a re-modelar elevando la calzada al mismo nivel que la acera y pavimentando con losas el carril bici.

Desde el Ayuntamiento se ha dicho que “las cosas se ha-cen cuando se puede”, “los fondos para las dos fases proce-den de partidas distintas” y el coste añadido de realizar los trabajos en dos etapas era “insignifi cante”. ¿Insignifi cante para quién?

Además, los responsables municipales explicaban que en la segunda fase “el carril bici no se vuelve a levantar”. El vaticinio falló y el alquitrán que constituía la vía para bicicletas, se levantó meses después de ser construido y se enlosó.

Sin saber el porqué de esas ‘generosas’ reformas, no pa-rece quedar claro cuáles son las alternativas después de la supresión de plazas de aparcamiento. No se han habilitado nuevos espacios para tal fi n, por lo que si antes era compli-cado aparcar, ahora es aún más difícil con igual número de

coches y menor número de plazas de aparcamiento. Esto, inevitablemente, desemboca en un aumento considerable de la doble fi la y de vehículos aparcados en zonas prohibi-das o restringidas. Porque aunque se haya remodelado San Jacinto a lo largo y ancho, la doble fi la sigue existiendo en Triana.

Las alternativas con el transporte público no son mucho más prósperas. El metro no está de este lado, y las líneas de autobuses dejan mucho que desear, haciendo un recorrido ‘turístico’ hasta llegar al centro para disfrute de quienes viajan en autobús de forma placentera, y convirtiéndose en odisea para quienes no tienen otro medio para despla-zarse.

La política de movilidad que el Gobierno municipal ha aplicado en Triana no se cuestiona por el qué, sino por el cómo. “Las zonas peatonales crecen en calidad de vida”, apuntaban fuentes del Consistorio. Sin duda. Y los ciuda-danos tienen que aprender a convivir y adaptarse a las cir-cunstancias. Pero, al menos, que les ofrezcan soluciones y no les añadan problemas. Que les faciliten mejorar esa calidad de vida, pero sin empeorar su vida diaria.

CRÓNICA COMUNICACIÓNEDITOR Y DIRECTOR: Daniel Martínez REDACTORA JEFE: Ana Díaz REDACCIÓN: Pepe BarahonaDIRECTORA COMERCIAL Y MARKETING: Carmen Cordón DIRECTOR DE PRODUCCIÓN Y PREIMPRESIÓN: Antonio PrietoDIRECTOR DE FOTOGRAFÍA E IMAGEN: Nacho Álvarez DEPARTAMENTO DE SISTEMAS Y MULTIMEDIA: Oh! Creaciones© Crónica Comunicación S.L.U., Sevilla 2010. Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser, ni total ni parcialmente, reproducida, distribuida, comunicada públicamente, utilizada, registrada o modificada, de cualquier forma o modalidad, sin la previa autorización de Crónica Comunicación S.L.U.TRIANA CRÓNICA no se hace responsable de las opiniones vertidas por los colaboradores en sus artículos.Dirección: Apartado de Correos 2088, 41010 Sevilla - Correo electrónico: info@trianacronica.esImprime: Recoprint Dos Hermanas, S.L. Depósito Legal: SE 8674 - 2010

·3 Los fl ecos de la peatonalización EDITORIAL ·4 Opinión y La Voz de Triana ·6 y 7 Opinión y En profundidad·8 &9 Reportaje: El Carrousel de Triana ·10 y 11 Entrevista a Carlos Herrera ·12 Carril Cofrade y Triana Eterna

·13 y 14 Muy de Triana y Centro de Día para Mayores ·15 Cuchillo & tenedor y Rey de Copas

Los fl ecos de la peatonalización EDITORIAL ·4Opinión y La Voz de Triana ·6 y 7Opinión y En profundidad10 y

Los fl ecos de la peatonalización EDITORIAL 10 y

Los fl ecos de la peatonalización EDITORIAL 11 12

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Historia Tacto

Gusto

VistaArte

TRiana cRónica - EnERO 2011

2011

EDITORIALLos fl ecos de la peatonalización

TRIANACRÓNICA

•Triana CróniCa• enero 2011 · OPinión · 03

Pedro CervantesPortavoz del colectivo Triana en Positivo

Sin lugar a dudas, la peatonali-zación de la Calle San Jacinto, tal como señalamos desde este colec-tivo, ha convertido esta calle en un espacio de convivencia y re-lación entre los vecinos, del que el barrio de Triana carecía hasta ahora. La mejora de la imagen de la ciudad, la potenciación y el in-cremento de la actividad comer-cial y las posibilidades turísticas futuras (nuevos museos, mirador, …), son otros aspectos positivos a destacar.

Pablo BarcoPresidente de la asociación de Peatones de SevillaLa calle San Jacinto es el cen-

tro social y comercial de referen-cia en nuestro barrio. Desde el principio apoyamos el proyecto de peatonalización porque sabía-mos que a pesar de los problemas iniciales al final nos beneficiaría a todos. La obra tendría que haber-se hecho de una vez pero estamos muy satisfechos porque todo el mundo nos dice que la calle ha quedado estupenda. Gracias a Moriña por la iniciativa. Triana se lo merecía.

El Sieso Callejón de la Inquisición

Cartas y correos electrónicos al Directorcartasaldirector@trianacronica.es / apartado de correos 2088, 41010 Sevilla

Esther Gildelegada del distrito Triana

La peatonalización de San Ja-cinto, constituye un reflejo más de la iniciativa del Gobierno mu-nicipal que apuesta por un nue-vo modelo de ciudad y ciudada-nía, donde la sostenibilidad y el progreso son señas de identidad. Triana, conservando su espíri-tu tradicional, se abre al futuro afrontando nuevos retos en los que vecinos y vecinas, comer-ciantes, hermandades, asociacio-nes, son los protagonistas de este cambio.

Ángel BautistaPortavoz de la Plataforma Trianera

El no a la peatonalización de la calle San Jacinto no signifi-ca que estemos en contra de las peatonalizaciones, sino de ésta en concreto, y nos basamos en los siguientes puntos: por ser la principal vía de salida y entrada del barrio. Se podría haber pea-tonalizado la calle Betis, una calle mucho mejor para tal fin. Se ha llevado a cabo sin consenso (ve-cinos y comerciantes), a pesar de haber asegurado lo contrario en muchas ocasiones.

José GonzálezMiembro de la asociación de Vecinos la dársenaNo somos anti carril bici ni

anti peatonalización, pero se te-nían que haber hecho las cosas con sentido común y coherencia y tomando la opinión de vecinos, comerciantes y entidades, hacer-lo de forma consensuada. Una calle ideal para peatonalizarla es la calle Betis, ya que está prepa-rada para ello, y lo hemos dicho por activa y por pasiva. Poste-riormente, con tiempo, estudios y planificación, se hubiera peato-nalizado San Jacinto.

Jesús EstelaMiembro de la Junta Gestora del Mercado de Triana

La peatonalización de San Ja-cinto ha divido en dos o más una de las zonas más importantes del pequeño comercio de Triana: San Jacinto con Pagés del Corro y la otra, la del Mercado, Altozano y Castilla, dejándola en una isla de difícil acceso, tanto para los ser-vicios públicos como privados, mermando sustancialmente la llegada potencial de clientes a la zona. Con ello, la bajada en ven-tas de algunos comercios ha sido superior al 50%.

LA VOZ DE TRIANA

La lluvia sigue cayendo fina es-tos días sobre Triana, como la que cantaran Eduardo Rodrí-guez, ‘Tele’ Palacios y Jesús de

la Rosa en los años 80. Sin em-bargo, basta salir por la puerta de casa para ver que la Triana de hoy se aparece bien distinta a la de en-tonces y que, además, sigue cam-biando.

El carril bici, la ampliación de acerados y, ahora, la peatona-lización de la calle San Jacinto, son señales inequívocas de que estamos en movimiento. El mo-delo de movilidad urbana puesto en marcha en Triana con dichas actuaciones, lejos de aislarla del resto de Sevilla, la ha conectado aún más con ella a través de nue-vas vías de acceso alternativas, que son las que han de ganar peso en esta versión mejorada del con-cepto de ciudad.

Queramos darnos cuenta o no, un modelo de movilidad basado en el uso masivo del coche par-ticular no es compatible con un crecimiento como el experimen-tado en Sevilla en los últimos

años. Conforme a los anuarios es-tadísticos del Ayuntamiento, Se-villa ha pasado de tener 368.013 vehículos automóviles en 1998, a 478.609 en 2008, para una po-blación prácticamente idéntica (algo más de 700.000 habitantes). Aunque, quizás, lo más sorpren-dente sea que actualmente Sevilla es una de las ciudades españolas con mayor número de vehículos por habitante (62 por cada 100), por encima de ciudades como Madrid o Barcelona, según datos del Ministerio de Fomento.

Crecer, pasa inevitablemente por cambiar el modo en que las personas se mueven dentro de una ciudad, pero sobre todo, pasa por cambiar el modo en que los ciudadanos concebimos la ciudad misma, cómo la usamos y qué es-peramos de ella. Aquí en el sur y especialmente en Triana, las ca-lles no son sólo zonas de tránsito, sino parte de nuestra casa y como tal, debemos aprender a usarlas mejor. Como todo cambio, su-pondrá algunos inconvenientes: unos no llegaremos en coche has-ta la puerta de casa, otros darán alguna vuelta más, y quizás, a ese cliente que no viene a comprar si no puede aparcar en doble fila, haya que venderle a través de In-ternet, que también en eso tiene que crecer Triana. Pero todo será a cambio de un barrio y una ciu-dad más habitables y mejor pre-parados para este nuevo entorno.

El modelo de movilidad urbana, lejos de aislar Triana de Sevilla la ha conectado aún más

José Manuel ArizaDesde la Cava

Triana 2.0

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Tejar del Husillo

Así andamos...Ángel Vela Nieto

H ay calles que son im-pea-to-na-li-za-bles (escrito así se lee mejor) y San Jacinto lo era. Y hay calles pea-to-na-li-za-bles como Pu-reza, Betis y Antillano Campos, con lo que este costado de Sevilla que vienen buscando, plano en mano, los visitantes forasteros, gana-

ría en identidad y “humanización”, que es el argumento que blandean sobre nuestras cabezas los encargados del asunto. Pero no, tiene que ser San Jacinto para agravar el aislamiento que en el célebre 92 se inició con la prohibición de penetrar en el barrio por el Paseo Colón. Triana sólo para salir de ella, como ocurría cuando las arriadas y las epidemias la castigaban quedando abandonada a su suerte.Con la inversión de parte de lo que ha costado seccionar el pulmón de un lugar histórico, hubiéramos conseguido revitalizar el arrabal famoso.

Im-pea-to-na-li-za-bles

04 · OPinión · enero 2011 •Triana CróniCa•

•Triana CróniCa• enero 2011 · Publicidad · 05

Alto & Zano

Cuatro puntalitos sostienen a Triana: San Jacinto, Los Re-medios, La O y Señá Santa Ana. La soleá marca el terri-

torio de un barrio que es mucho más que un barrio. Sus cuatro puntos cardinales. Más que pun-tos, puntales. O puntalitos, que es así como más cariñoso. Si algo defi ne al trianero es el amor que le tiene a su ba-rrio. Por eso está pendiente de lo que pueden hacerle. Como si fueran a estro-pearle el sueño a cada momento. Vigilando. Al liquindoi. Dur-miendo como las liebres. Con un ojo abierto por lo que pueda pasar.

El primero de los puntalitos lo han peatonalizado en parte. En su mejor par-te. Y eso no ha gustado en el barrio. Curio-so.

Si al triane-ro le disloca pasear por sus calles, ¿por qué no quiere que quiten el tráfi co de la mejor zona de San Jacinto? Pues por lo que se dijo antes. Porque Triana es como la rosa de Juan Ramón Jiménez. No la toquéis más. ¿No véis que es imposible mejorarla?

Pero Triana ha cambiado mu-cho. Una barbaridad. Hay gente mayor que se fue del barrio y que

cuando vuelve no lo reconoce. ¿El progreso o la tradición? Aquí empieza el lío del montepío. Y si encima los políticos se expli-can como un libro abierto por las que hilan, entonces apaga y vámonos. Al personal no le gus-

ta que le im-pongan nada.

Y en Tria-na, que tiene vocación de república in-dependiente, menos toda-vía.

Que se lo digan a los capilli-tas que se fueron de San Jacinto. Precisamente de la iglesia que lleva el nombre de la calle. ¿Y por qué? Porque los dominicos no los dejaban ni a sol y a som-bra, que después se convirtió en un bar de la calle Castilla.

La iglesia de San Jacinto se quedó sin co-fradías, y aho-ra la calle va a quedarse sin coches. Bue-no, un trocito nada más.

Tampoco es plan de andar más que un na-zareno del Cachorro. Ni de dar más vueltas que un coche para entrar o salir del barrio. Aunque para rodeos, los que dan esos po-líticos que no entienden la psi-cología del trianero.

Que nombren a San Jacinto patrón de los peatones.

Y asunto resuelto.

Quienes me conocen ya saben de mi tendencia a la hipocondría, por eso no les extrañará que el otro día acudiera al médico

aquejado de extraños síntomas. Tras escucharme atentamente, el médico me ofreció su diagnósti-co: “Evidentemente, tiene usted piel utópica”.

Ya saben ustedes que la utopía es, por defi nición, un ‘proyecto que aparece como irrealizable en el momento de su formulación’, pero eso no quiere decir que sea imposible de hacer. La peatona-lización de distintas zonas de la ciudad responde a esta fi losofía de ir cambiando cosas para lo-grar un objetivo a largo plazo, aunque ello suponga un recha-

zo inmediato de quienes ven en el cambio un peligro en lugar de una oportunidad. Algo tan ló-gico, por cierto, como humano. Reconozco que, algunas veces, he estado en ese grupo. En su día auguré que la peato-nalización de la avenida de-jaría tocado al centro, me eché las manos a la cabeza cuando supe que ce-rraban al tráfi co la calle más co-mercial de Los Remedios y dudé de la efectividad de los cambios previstos en San Jacinto. Sin em-bargo, ahora me sorprendo pa-

seando por la gran acera en la que se han convertido estas calles, parando en comercios en los que antes ni siquiera me había fi jado y tomando un café en un bar con

veladores en su puerta, en vez de con coches en doble fi la y concierto de claxon en re (de re-botados) ma-yor.

El precio por todo ello: la renuncia al vehícu-lo privado o, en su defecto, re-tratarme en algún aparcamiento público. Un esfuerzo, sin duda, para todos. En esta ciudad en la que tanto nos gusta la palabra

‘gratis’ y sus derivados, que te cobren tres euros por dos horas de asueto no es plato de gusto, pero es un peaje necesario para hacer unas calles más habitables, potenciando el pequeño comer-cio y fomentando el transporte público al tiempo que se dismi-nuye la contaminación. Esa es nuestra tarea como ciudadanos. La de quienes nos gobiernan tie-ne que ser aumentar la oferta de aparcamientos, mejorar el más que mejorable transporte públi-co, informar (y escuchar) mejor a los vecinos y cumplir los pla-zos cuando se levanta una lose-ta. Fíjense que, entre todos, creo que se puede conseguir. Ya ven. Debe ser cosa de mi piel utópica.

ahora me sorprendo pa-seando por la gran acera y parando en comercios en los que antes ni me fi jaba

Triana es como la rosa de Juan ramón Jiménez. no

la toquéis más. ¿no véis que es imposible mejorarla?

aunque para rodeos, los que dan esos políticos que no entienden la psicología

del trianero

San Jacinto patrón de los peatonesJacinto Santa Ana

El CuadraítoJavier Bolaños

Piel utópica

06 · OPinión · enero 2011 •Triana CróniCa•

Pretendo ser claro desde el inicio de esta refl exión. ¿Peatonalizar las ciudades? Sí, rotundamente a favor. Pero no porque entendamos que es el dogma intocable de

los modos de desplazamiento en la ciudad, sino porque debe ser la consecuencia lógica de otras decisiones previas.

Me explico. Cuando se habla de medidas de peatonalización, debemos entender un signo lógico de movili-dad en un determinado espacio que se concibe para que la gente camine, pasee, se desplace por sus propios medios allí donde pueda hacerlo.

Caminar es dirigirse de un lugar a otro por itinerarios adecuados, propicios y pensados para ello. Hablamos, claro, de distancias asumibles y estamos señalando que esa prioridad en los usos de movilidad necesita una concepción previa de la ciudad como una suma de espacios o de zonas que sean una buena muestra de ra-cionalidad.

Por ejemplo, es fundamental entender la idea de barrio. De unidades del territorio que deben dotarse con los me-dios y servicios que les permitan desarrollar su normal actividad en sus propias zonas. Y entonces disponemos de un sistema que atiende las necesidades básicas de los vecinos enten-didas como servicios esco-lares, zonas de ocio o atención sanitaria.

Les hablo de cosas tan comunes como dis-poner de colegios para los niños en sus en-tornos, como de contar con un kiosco y, de paso, ir a por el pan. Escenas como acercarse caminando a atender la cita médica o com-prar en las tiendas que cubren nuestras nece-sidades más cotidianas, para luego reunirse en torno a un café mientras la gente pasea.

¿Acaso no hemos tenido bastante con los modelos de extensión ur-bana como ‘mancha de aceite’ de aglomeración residencial que obliga a arrancar el coche para bus-car un periódico que sólo venden en el acceso a un macro-centro comercial?

A partir de un modelo integrado, cohe-rente y cómodo de ciudad conseguimos construir elementos de proximidad que, de inmediato, hacen de la peatonalización una forma lógica e inherente a los modos de des-

plazamiento de las personas. Si el coche no se necesita, no lo cogemos. Y esa aparente tentación debemos diluirla en la medida en que construimos la evidencia de que lo me-jor es ir andando.

Pero me temo que este resultado no está logrado. Hoy no podemos decir que esta-mos dotados de estos servicios bien planifi -cados en la ciudad y en cada zona.

Todavía sufrimos caren-cias de la escasa planifi ca-ción de servicios educati-vos y sanitarios a lo largo de la ciudad.

Por otra parte, no todo puede resultar próximo; existen destinos que su-

ponen trayectos impropios para asumirlos andando. Y, sin embargo, tampoco hemos alcanzado a contar con alternativas efi caces de transporte público. La voluntad es ma-nifi esta pero los resultados están por llegar. No tenemos, hoy por hoy, en nuestra red pública de transporte una medida evidente

de éxito para relegar al vehículo propio. Seguimos esperando el efecto di-

suasorio del metro y sus híbri-dos, quedan pendientes los

resultados de la reordena-ción de importantes viales de la ciudad y aguardamos la puesta a disposición de un sistema de aparcamien-tos tan necesario y anun-

ciado, como disculpado y aplazado. Estos resultados están aún

por llegar, aunque no sería jus-to olvidar las medidas que se están

propiciando con buenas evidencias. La ac-tuación sobre la avenida y el entorno de la catedral ha sido decisiva. Hoy contamos con un paseo monumental conquistado para las personas que merecería el reconocimiento de escépticos y agoreros; o plazas del centro que han renacido para servir de citas diarias para las meriendas infantiles en lugar de es-pacios de depósito de coches.

Calles singulares han brotado para el uso y dis-frute de la vecindad desde su peatonalización.

También se ha volcado un esfuerzo serio en re-cordarnos el uso de bici-cletas procurando espacios

propios que, con sus evidentes carencias, sí han supuesto un salto decisivo que jamás se había abordado para disponer de más alter-nativas a los desplazamientos en una ciudad privilegiada para aprovechar las dos ruedas.

En suma, esta serie de actuaciones de-muestran que cerrar la circulación no basta. Es una medida que sólo se entiende desde otras muchas que sepan compensar los evi-dentes inconvenientes para unos y gane en ventajas para los más.

Por eso creo que peatonalizar es el resul-tado de un proceso largo que necesita pasos previos.

El primero es contar con una ciudad próxima; después hacer evidente, por me-jor y efi caz, el transporte público Y, desde luego, saber limitar el uso de vehículos par-ticulares.

Así caminar será la manera inteligente de vivir una ciudad ordenada, efi caz y amable.

Pablo OlleroLa boca del león

Escribo desde el borde, rozo Tria-na como el río, límite y horizon-te, frontera y camino. Rebosa el muro de la calle Betis y todos jun-

tos nadamos en las calles de un barrio que es ciudad, brazadas y abrazos en la plaza pública de esta enorme San Marcos fi gurada, dos cañas de cer-veza en bañador despreciando los cimientos de una nueva inquisición, ésta que nos cohíbe el pensamiento antes de hacerse opinión.

Hoy toca andante, la ‘ciudad de los paseos’, la urbe perfecta sin má-cula concebida, pajaritos por aquí pajaritos por allá, y todo quisque pi-coteando del suelo las miguitas in-acabables de lo bien que estamos con nosotros mismos, tan ‘agustitos’, tan ‘agustitos’… Pero tenemos la obligación de profundizar en lo que nos está transformando el entorno sin perder el norte en anécdotas e incidentes menores. Busquemos las raíces de lo que está pasando porque se trata de nosotros mismos: se trata de la identidad de una ciudad. No es una calle peatonal o un carril bici, es el deseo oculto por difi cultar el ac-ceso del pueblo a los espacios dota-

dos con mayor poder de identidad. Indiscutiblemente, Triana son los trianeros, la idiosincrasia que hace a sus habitantes distintos a los vecinos de la huerta de Los Remedios. Tria-na es su gente, sí, pero, qué casuali-dad: este fantástico arquetipo social sólo se dio en un marco urbano con-creto que es el que se está acotando, vetando, a la ciudadanía.

Ahí está, por ejemplo, la apuesta decidida por liquidar la centralidad comercial del casco antiguo de Se-villa dentro del cual se encuentra lo más signifi cativo de Triana. So capa de la descentralización se está acudiendo en socorro de los nuevos sistemas de ventas: grandes superfi -cies comerciales, despersonalizadas, que no encuentran espacio en los núcleos consolidados y, por tanto, necesitan generar nuevos puntos de colonización dependientes de su ex-clusivista oferta. De esta simple ma-nera, el oligopolio de la distribución controla la oferta, explotando a los suministradores de materias primas, y la demanda, imponiendo produc-tos y precios al margen de la salu-dable competencia y mayor distri-bución de riqueza de los comercios pequeños. La ciudad, en nuestro en-torno histórico y cultural, se iden-tifi ca con la libertad. Hoy, el perro del absolutismo muerde de nuevo los muslos de la democracia con la misma dentadura de siempre. Y nos dicen: “para hacer compatible la li-bertad de todos no hay nada mejor que su liquidación.”

Es el deseo oculto por difi -cultar el acceso del pueblo a los espacios dotados con mayor poder de identidad

Andando

Es fundamental entender la idea de barrio. De uni-dades del territorio que

deben dotarse con medios

no sería justo olvidar las medidas que se están

propiciando con buenas evidencias

José chamizo de la Rubia

Paso a pasodefensor del Pueblo andaluzEN PROFUNDIDAD

Peatonalizar es el resultado de un procesolargo que necesita pasos

previos

Un sector de ve-cinos y comercian-tes entregaron más de 7.200 fi rmas a la Ofi cina del Defensor en contra de las ac-tuaciones en mate-ria de movilidad del Ayuntamiento en el barrio. El Consisto-rio respondió con un escrito al Defensor defendiendo la pea-tonalización.

•Triana CróniCa• enero 2011 · OPinión · 07

L as más de una decena de reformas que ha sufrido, no han conseguido arrojarle al agua. Ni tampoco des-prenderle de todo aquello que sim-

boliza. Cordón umbilical que comunica a un barrio con su ciudad. Inspiración y musa de cantaores. Penumbra efíme-ra para piragüistas y barcos que cruzan el río Guadalquivir. Desde hace más de 150 años es la entrada y la salida del arrabal. Su nombre ofi cial: Puente de Isabel II. Su nombre popular: Puente de Triana. Compuesto de hierro y pie-dra, se considera el puente de hierro más antiguo de España y paradigma de la ar-quitectura industrial del siglo XIX.

“Lo más destacado es que la fi sono-mía ha ido cambiando con el tiempo, sobre todo por las intervenciones que se han realizado” explica Eva Mª Váz-quez, archivera en el Archivo Histórico Provincial de Sevilla. En la exposición ‘Documento del mes’, actividad men-sual del Archivo Histórico Provincial, se ha podido apreciar recientemente ‘El Puente de Triana en el tiempo’. Y la técnico Eva Mª Vázquez, nos desgrana esa evolución histórica de tan señero puente mientras confi esa que eligió los documentos relativos al Puente porque “conocía la documentación desde antes del ingreso en el Archivo y me parecía bastante signifi cativa, y también tengo familia y amigos que son de Triana, no hay que olvidar los orígenes”. Además, “en este plano que se expone se aprecia el remate que tenía el antiguo tablero, hay mucha gente que lo desconoce, y le daba un aspecto más elaborado. Actualmen-te, el tablero es liso y no tiene ningún elemento decorativo”.

Su robusta y lozana apariencia no hace presagiar su fecha de nacimiento: 12 de diciembre de 1845. “Se pone en-tonces la primera piedra, en el estribo correspondiente al lado de Sevilla, y una caja de plomo con diferentes docu-mentos que consistían en un acta, pliego de condiciones y varias monedas de oro y plata, y todavía debe permanecer ahí”, explica la archivera. Durante siete in-tensos años de construcción, el Puente de Isabel II –recibe este nombre porque se construyó bajo su reinado- se inaugu-ra fi nalmente el 23 de febrero de 1852.

“En el Archivo tenemos proyectos de las intervenciones que se han realizado, las primeras se les hacen porque empiezan a verle defectos en los estribos, ya que de-bido al uso, el peso no podía soportarlo y tuvieron que ser reparados. Además, también ha sido reformado en cuanto a pintura, acerado, etc, y, sobre todo, se tiene que reforzar el Puente cuando por él comienza a circular el tranvía eléctri-co en 1901”, señala Vázquez.

Así, el cambio más signifi cativo de fi -sonomía del Puente a lo largo de toda su historia se produjo al adquirir las aceras voladas para los peatones y, posterior-mente, al reemplazar el tablero origi-nal por uno autoportante, obteniendo condiciones óptimas para el tránsito y la seguridad. Y es que, anteriormente, se produjo algún que otro susto. Según explica la archivera, “en 1974 hubo un movimiento bastante notorio del Puen-te al paso de la Hermandad de la Espe-ranza de Triana, por lo que la gente se alteró y salió en desbandada”. Se hizo, por tanto, la última gran obra, añadien-do un férreo tablero para que los arcos de hierro no soportaran directamente el peso y aportara mayor estabilidad.

Adiós a los remates característicos del tablero original. Corría entonces el año 1975. Se cerró al tránsito y en 1977 se inauguró de nuevo para su uso. Y a to-dos hubiera dejado atónitos y compun-

gidos si, como expli-ca Vázquez, en vez de cambiar el tablero se hubiera destruido y construido un puente nuevo tal y como se pensó entonces. Pero para su conservación,

fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1976. Ahora, protegido, las obras se llevarían a cabo y el Puente se pertrecharía como una indestructible frontera entre Sevilla y Triana.

El Puente de barcasCruzar a Sevilla antes de la construc-ción del Puente de Isabel II se convertía, con el paso del tiempo, en un paseo de alto riesgo. En el mismo lugar donde se ubica el afamado Puente de Triana, se erigió durante siete siglos el Puente de barcas, el único sobre el río Guadalqui-vir como vía de conexión entre Sevi-lla, Triana y el Aljarafe. “El Puente de barcas es de época almohade, del año

El Carrousel de

TRIANAReportaje en profundidad

1171, y no se hizo otro puente hasta que la comisión del Ayuntamiento empezó a ver posibilidades. Se presentaron dife-rentes proyectos: un puente colgante; de piedras y de hierro colado con dos pila-res centrales”, expli-ca la archivera Eva Mª Vázquez. Después de un período de tiempo documentándose acerca del Puente de Triana, Vázquez asegura que “el Puente de barcas se desplazó a la al-tura entre la Plaza de toros y la Iglesia de Santa Ana, para construir en su lugar el nuevo puente, y los encargados de este desplazamiento fueron los ingenieros franceses contratados para la construc-ción del Puente de Triana”.

Y es que durante los años que duraron las obras del Puente de Triana, el Puente de barcas tuvo que ser desplazado para continuar como nexo de comunicación entre ambas riberas. Construido, como su propio nombre indica, con consisten-

tes barcazas de madera, presentaba esco-llos que debían solventarse edifi cando

una plataforma más resistente. Finalmen-te, en 1852, el Puente de barcas se desmontó y desapareció de la estampa sevillana, ya que se había inaugu-rado el tan esperado

puente fi jo, el Puente de Triana.

La fi nanciación“En el contrato se impuso que la fundi-ción de las piezas del Puente se llevase a cabo en Sevilla, por lo que se realizó en la Fundición ‘San Antonio’ de Narciso Bonaplata. También se especifi có que tenía que ser de hierro y no llevar nada de madera”, afi rma Vázquez. Curiosa-mente, Narciso Bonaplata, junto con José María Ibarra, organizaron en 1846 una feria de ganado, que posteriormente pasaría a ser la Feria de Abril. Por otro lado, para la fi nanciación del Puente “se establecieron dos portazgos en Tardón y

Ana Díaz

Estuvo a punto de ser des-truido y sustituido por un

nuevo puente

aparecen defectos en los estribos y se realizan las primeras intervenciones

08 · REPORTaJE · enero 2011 •Triana CróniCa•

Del Sena al Guadalquivir

Cuando se construyó el Puente de Triana, ya existía su más fi el re-fl ejo sobre las aguas del río Sena. Los ingenieros franceses Ferdi-nad Bernadet y Gustav Steinacher se inspiraron en el Puente de Carrousel de París para hacer realidad el proyecto en Sevilla. Lo

presentaron al Cabildo como una de las opciones para sustituir al antiguo Puente de barcas y resultó el diseño elegido. El Puente de Carrousel comenzó a construirse en 1831 y se inauguró en 1834. Aunque en un principio recibió el nombre de Puente de los Santos Padres, calle donde desembocaba, el rey Luis Felipe lo bautizó como Puente de Carrousel. Toda una innovadora obra en su época creada por el ingeniero Antonine Remi Polonceau que hoy día ya no puede contemplarse en el panorama urbano de París. Se destruyó en 1931 y fue sustituido por otro puente más estable.

Patrocinio, que eran dos puntos denominados así, durante 10 años. Así, el contrato se adjudicó por subasta y el precio se fi jó en 500.000 reales de vellón”, ex-plica la archivera. Ésta no es la única información que se puede obtener hoy día acerca de los en-tresijos de este monumento his-tórico. También, en el Archivo Histórico Provincial, se pueden desempolvar antiguos planos de estudios del río, sondeos del suelo, de la base del Guadalqui-vir, que se realizaron para ga-rantizar la estabilidad del que se convertiría en Monumento His-tórico Nacional. “Hay variedad de estudios y proyectos. Se hi-cieron una serie de experimen-tos en el suelo, ya que era nece-

sario para que el Puente tuviera más resistencia”, desvela la téc-

nico. Así, esta documenta-ción histórica se mantiene casi intacta a pesar del paso del tiempo. Planos de pa-

pel entelado, planos ferropru-siatos, y libros que acumulan más de 100 años de historia de este protagonista indiscutible de la historia de Sevilla. Testigo mudo de cucañas inalcanzables. Improvisado rocódromo para quienes practican la escalada en roca. Corona de diamantes so-bre el nocturno Guadalquivir. ‘Triana es Puente y aparte’.

Frase que refl eja el sentimien-to trianero y que erige a un em-blemático monumento como icono de todo un barrio: el Puente de Triana.

Fotografía del Puente de carrousel de París del siglo XiX.Fuente: Gustave le Gray, 1859; sitio web de esta imagen: aloj.us.es

En el contrato se impuso que la fundición de las

piezas se hiciese en Sevilla

•Triana CróniCa• enero 2011 · REPORTaJE · 09

De sus palabras fluye el sentimiento que le une a la ciudad. Ni quiere, ni pue-de ocultarlo. Es sevillano de corazón. Carlos Herrera Crusset (Almería,

1956) es periodista de radio, prensa y tele-visión arraigado en Sevilla. Por su trayec-toria profesional, ha recibido un Premio Ondas en 2010. Lleva años siendo la in-confundible voz de las mañanas en el pro-grama que dirige en Onda Cero, ‘Herrera en la Onda’. Su vinculación a Sevilla es obvia: vive y ama la ciudad. Hace un in-ciso en su frenética agenda. A Triana, no puede resistirse. Sigan a Herrera, esta vez, en ‘Herrera en la Ronda’.

Pregunta: ¿Puede definir en una pala-bra el barrio de Triana?

Respuesta: Si Triana se pudiera definir en una palabra no sería Triana. Podemos hablar de duende, de ensoñación, de gente, de aromas, de arte, de gracia, de persona-lidad, de toreo, de color, de cante, de his-toria… Triana es inabarcable, y cualquier intento de definirla con una sola palabra es un intento inútil. O una presunción bal-día. No soy yo de esos. Quien quiera saber qué es Triana, que se venga a Triana.

P.: ¿El trianero es el ‘independentista’ de Se-villa?

R.: Ése es el tópico. Es aquello que se repite en las camisetas de los souvenirs, ‘Triana, re-pública independiente’. Pero, con lo escar-mentados que nos tienen los nacionalismos en España, el supuesto independentismo de Triana es un sentimiento muy diferen-te. Esta es una ciudad de dualidades per-sistentes en el tiempo (el Betis y el Sevilla, la Macarena y la Esperanza, Joselito y Bel-monte…) pero complementarias. Cuando

hablamos de dualidades en Sevilla lo que queremos expresar no son dos mitades, distintas y diferentes, sino una sola reali-dad. De forma que no se entiende la una sin la otra. El trianero se siente trianero, con sus señas propias de identidad, pero que a ningún trianero le quiten Sevilla, que no le toquen Sevilla, porque es su razón de ser, aún en la diferencia que puedan encontrar. Yo, al menos, así entiendo la peculiar idio-sincrasia de Triana.

P.: Con las ‘setas’ de la Encarnación, la

Torre Pelli, el Metro… ¿Se está produciendo en la ciu-dad ‘La construcción de un sueño’ o ‘La destrucción de un sueño’?

R.: Vamos a ver. Como Sevilla tiene muchos siglos

a sus espaldas, lo que nos enseña la historia es que deberíamos ser prudentes cuando hablamos de según qué cosas. Me explico: ¿cuestionaría hoy algún sevillano la Plaza de España? Seguro que no hay ninguno. Sin embargo, sabemos que en su época la edificación de las dos torres de la Plaza de España levantaron bastante polémica en la

ciudad, porque había quien las considera-ba un atentado urbanístico. Mucho más reciente es la polémica, casi idéntica, que despertó la construcción del Puente del Alamillo en la Expo 92, y hoy nos pue-de sonar absurdo todo aquello. Con esto quiero decir que, con independencia de que las ‘setas’ de la Encarnación me pue-dan parecer feas, o, por lo menos, desubi-cadas, fuera de lugar, me gustaría situarme con la suficiente distancia histórica para saber cómo se integrarán en la ciudad.

Hablamos, claro está, de la construcción, del diseño arquitectónico; otro debate muy distinto es el coste desorbitado de ese proyecto y la forma atropellada como se ha planteado. Para eso sí que no hace falta distancia histórica: es una barbaridad. ¿La torre Pelli? Yo he estado muy pendiente de las deliberaciones del Comité Mundial de Patrimonio de la Unesco sobre la Torre Pe-lli y, como sabemos, hace unos meses de-cidió finalmente que ese futuro rascacielos de casi 180 metros no afecta, desde el pun-to de vista paisajístico, a los tres principales monumentos por los que estaban preocu-pados: la Catedral, el Archivo de Indias y

el Real Alcázar. No le vamos a enmendar la plana a la Unesco en eso. Lo único que deseo es que, una vez construida, la Torre Pelli sea útil para la ciudad y contribuya a la reactivación económica de la ciudad, que tanta falta nos está haciendo.

P.: ¿Hay algo de ‘vorágine urbanística’ en todo esto?

R.: No veo yo la ‘vorágine urbanística’ en esos dos ejemplos que me pone. Para eso hay que mirar al Aljarafe, por ejemplo. Y, fuera de Sevilla, a muchas ciudades de

El periodista no puede resistirse a

· T R i a n a ·

“Si Triana se pudiera definir en una palabra no sería Triana” Carlos Herrera

Oído

Olfato

TactoGusto

Vista

HERRERA EN LA RONDA

“El trianero se sientetrianero, con sus señas

propias de identidad, pero que no le quiten Sevilla”

“deseo que la TorrePelli sea útil y contribuya

a la reactivación económica de la ciudad”

“los problemas de esteGobierno municipal vanmás allá de las reformas

que han realizado”

“Si tuviera que auscultar algo en Sevillano sería la política, sino

la ciudad”

ana díaz / Fotografía: nacho Álvarez / ilustración: daniel Martínez

10 · EnTREViSTa · enero 2011 •Triana CróniCa•

·Me fumaría un puro con belmonte, mientras hablamos de toros en Triana ·

la costa que están en la mente de todos.

P.: Todas las reformas acome-tidas en la ciudad, ¿beneficiarán al actual Gobierno municipal en las próximas elecciones o le pasa-rán factura?

R.: Me da la sensación de que los problemas de este Gobierno municipal van mucho más allá de las reformas que haya podi-do realizar en la ciudad. Estamos ante un final de ciclo evidente y los estertores de ese final los es-tamos viendo con las polémicas irritantes de las mariscadas del concejal Torrijos. Se ha acabado una etapa y, en el balance final, los resultados del Gobierno bi-partito de Sevilla puede que pa-sen más a la memoria colectiva por algunas astracanadas de esos personajes que por el tranvía, por ejemplo.

P.: Ya que tiene estudios de Medicina, ¿goza de buena salud la política sevillana?

R.: La política es siempre co-yuntural, pasajera. Lo esencial es el estado de salud de esta ciu-dad vieja y sabia, que es Sevilla. Si tuviera que auscultar algo en Sevilla no sería la política, sino la ciudad, que me preocupa más. De lo que tenemos que estar pendientes es de los latidos de Sevilla y que ninguna polémi-ca política, por fuerte que sea el ruido, nos quite la atención de lo fundamental. Estamos viviendo una crisis muy intensa en la que muchos se van a quedar rezaga-dos. Sevilla tiene que intentar que no le ocurra va ella. Y para eso, ya digo, siempre atentos a los latidos de la ciudad, que es lo importante.

P.: Cambiando de tercio, ¿se imagina la Maestranza sin corri-das de toros, como ocurrirá en la Monumental de Barcelona en 2012?

R.: Esta pregunta sí se contesta con un sí o con un no. Y mi res-puesta es no, no me la imagino porque no creo que vaya a pasar. Es más, si algún día, que yo des-carto por completo, eso ocurrie-ra, lo que se estaría enterrando no son las corridas de toros en la Maestranza, sino la Fiesta Nacio-nal.

P.: ¿Con qué personaje se-villano le gustaría fumarse un puro?

R.: Con Belmonte, mientras hablamos de toros en Triana y me cuenta cómo eran sus esca-padas de chaval para torear las corridas en Tablada a la luz de la luna.

P.: ¿Con quién no se lo fuma-ría jamás?

R.: Con Rodrigo Torrijos, que fuma en pipa.

P.: ¿Usted es más cofrade o fe-riante?

R.: No sé cómo me hace usted esa pregunta: como todo el mundo sabe, yo no piso la Feria.

P.: ¿Qué le supuso ser pregone-ro de la Semana Santa de Sevilla en 2001?

R.: Le voy a contestar con otra pregunta: ¿hay algo mejor que ser pregonero de la Semana Santa de Sevilla?

P.: ¿Será Sevilla la ciudad donde se retire profesionalmente?

R.: Sevilla no es una ciudad para retirarse sino para arrimarse. Dicho esto, mi vida está en Sevilla.

Vistala calle betis desde la Maestranza

Oídouna soleá del Zurraque

Gusto un poquito de pescao frito

Olfato El incienso de San Gonzalo

Tactolos dedos en la cerámica

· TRiana cOn lOS 5 SEnTidOS ·

•Triana CróniCa• enero 2011 · EnTREViSTa · 11

La luz de la memoriaTRIANA ETERNA

Manuel domínguez del barcoHermano Mayor de la Hermandad de la Estrella

La Estrella

Emilio Jiménez Díaz

Carril Cofrade

La Hermandad de la Estrella na-ció en el año 1560, en Triana. En Triana lleva enclavada en su cora-zón 450 años. Y en Triana estará

durante siglos, mientras dure este bendito lugar.

Sólo una institución que tiene principios imperecederos, como la Hermandad de la Estrella, es capaz de pervivir aunque cambien conti-nuamente las personas que la inte-gran y los responsables que la diri-jan.

La Hermandad de la Estrella, no podía ser de otra forma, es una insti-tución que pertenece a la Iglesia ca-tólica. La forman un nutrido grupo de cristianos unidos por la profunda devoción a Nuestro Padre Jesús de las Penas y a María Santísima de la Estrella. Y todos llevamos al barrio de Triana en nuestro corazón, aun-que físicamente muchos de nosotros no vivamos en el mismo.

Nos sentimos profundamente trianeros. La Hermandad de la Es-trella la fundaron los cargadores de navíos y capitanes de Indias, a pie de río en esta orilla del Guadalquivir. Lo primero que hizo fue construir

un Hospital para atender a las per-sonas sin medios, allá por donde está la Parroquia de los Paules en Pagés del Corro, para atender a todos los residentes en Triana. Hoy, 450 años después, sigue haciendo lo mismo.

La Capilla de la Estrella está en pleno corazón de Triana. Me gusta ir a veces por la mañana. Me emo-ciono. Entran riadas de niños y ado-lescentes con su mochila camino de clase o a la vuelta. A veces entran corriendo y salen a la misma velo-cidad. Sólo les da tiempo a tirar un beso a las benditas imágenes de la Virgen de la Estrella y al Señor de las Penas. Pero me conmueve incluso más ver a todas las vecinas de Triana, llegar a su Capilla. Vienen de la pla-za de abastos, con sus bolsas llenas de verduras. Apenas pueden con su peso, pero no pasan de largo. Entran y llegan hasta el fondo. Se ponen lo más cerca posible de la Virgen de la Estrella, y le dicen en voz alta que cuide de sus familias, de éste o aquel problema. Tienen la confi anza de verla todos los días y quererla con el corazón que sólo una madre tiene.

Y a eso animo a todos los vecinos de Triana. Que entren en su Capilla, que para eso es suya. Y que encuen-tren la luz de la esperanza para todos sus problemas, que para eso está su Estrella.

450 años Toda la boca se nos llena c u a n d o

pronuncia-mos su sono-ro nombre,

fabricado a medida por la his-toria para sellar su espíritu. Sus seis letras suenan a cascada de agua por los labios. Su trisílabo hasta parece que nos lleve a la orilla de su origen geográfi co. Pero silabeamos TRI-A-NA y siempre acabamos pregun-t á n d o n o s : ¿Pero, qué es Triana? ¿Es la visión mi-tológica de Manuel Lau-riño, su dio-sa Astarté, la canción del humo, del fuego y del agua y del aire? ¿Triana es Tartesio y el nombre de plata de Argantonio y el gran toro Gerión sembrando con su pi-tón dorado la futura tradición taurina? ¿Triana forma parte de la Romulea, Roma pequeña que se va asentando en el pa-raíso privilegiado que ganaron a fenicios y g r i e g o s ? ¿Triana es el río Tartesio, o es el Betis o el Guadalqui-vir? ¿Es Tria-na también jirón de la Julia Ró-mula o de la Híspalis Colonia? ¿Vivió en sus carnes el fulgor de Adriano y Teodosio? ¿Se bau-tismó a Triana con el nombre del gran Trajano en una hermo-sa deformación fonética? ¿Es Triana la tierra de esas sencillas alfareras, Justa y Rufi na, subi-

das a los altares y al patronazgo de la ciudad por el martirio que sufrieron tras negar a la diosa Salambona? ¿Se fi jó Walia en nuestro arrabal, y Leovigildo y Hermenegildo? ¿Y Leandro y su hermano Isidoro? ¿Formaba Triana parte de Isbilia? ¿Cono-ció al rey taifa Almotamid y a su amada Rumaikiyya ‘Itimad’ y los versos que dieron pie a nuestras amadas soleares? ¿Esta-

ba allí cuando Abuyacub Yusuf levantaba una puente de barcas para unir Sevilla con la tierra de provisión del Aljarafe? ¿Ve-ría crecer Triana a su frente la fuerte Torre del Oro que izaba a orillas del río Abu-el-Hola? ¿Ofreció Triana la dehesa de Tablada para que acamparan las tropas de Fernando III antes del asedio a la ciudad? ¿Estaba allí cuando el almirante Ramón de Bonifaz rompió la puente que unía a Sevilla con el arrabal y su castillo? ¿Lloró Triana aquel

día?... ¿Qué es Triana?, se-guimos pre-guntándonos cuando no dejamos de nombrarla y de masticar

su nombre como fruto de glo-riosos sabores. ¿Qué es Triana, cómo la defi nimos, qué Triana buscamos? ¿La proclamamos como la del Rey Sabio y amo-roso que erigió el gran templo de Santa Ana cuando ya habi-taba el arrabal mucha gente? ¿Surgió la Cartuja de Santa María de las Cuevas como por

ensalmo, o es que era su justo y na-tural paraíso de nacencia: orilla del río y el barro

cercano para su vocación alfa-rera? ¿La buscamos en la orilla de calafates y carpinteros de ribera, en las huellas de Colón, de Magallanes y Elcano, en los nombres de rodrigos, pinzones y arfi anes? ¿La encontraremos entre sus cuatro puntalitos? ¿Podremos asirla bajo palio en

los rostros de la Estrella, Salud, O, Patrocinio, Victoria y Espe-ranza? ¿Clavamos su dejadez de hoy junto a la expiración de su Cachorro? ¿Qué es Triana?, continuamos interrogándo-nos mientras sigue ahí, vieja y arrogante, cargada de leyen-das, protagonista de historias, y nombre anclado de siempre y para siempre en la luz de la memoria.

¿Triana es el río Tartesio, o es el Betis o el Guadal-

quivir?

¿Qué es Triana, cómo la defi nimos, qué Triana

buscamos?

Grabado del Puente de barcas y castillo de San Jorge, con Sevilla al fondo. / Web fondos digitales universidad de Sevilla

caserío trianero. / luis arenas, libro’Sevilla en fi estas’, 1948

12 · culTuRa · enero 2011 •Triana CróniCa•

Rafael Ariza, una voz de mando inolvidableMUY DE TRIANA

Poco se puede contar de una biografía que ya es archiconocida por casi todos. Desde los 14 años estuvo delante de los pasos, convir-tiéndose a lo largo de su trayectoria en uno

de los maestros del martillo. Capataz durante más de 60 años. El pasado 15 de diciem-bre hubiera cumplido 73 años, pero una enfermedad le arrebató la vida el 1 de octu-bre de 2010 y ahora descansa en el mejor lugar que le po-dían brindar: en la Capilla de la Hermandad de la O.

Rafael Ariza, trianero de pro, nacido en la calle Castilla, hijo y nieto de capataces, ha de-jado el legado de toda una estirpe de capataces a la que es ya la cuarta generación. “Cuando

hablan de él lo defi nen como una persona muy buena, servicial, respetuoso, trabajador y hu-milde”, explica el mayor de sus hijos varones, Rafael Ariza. Al igual que hizo su padre con

él, el desaparecido Rafael Ariza puso a cada uno de sus hijos a una temprana edad delante del paso. “Eso se aprende, además en casa los juegos infantiles eran los pa-sos”, confi esa el hijo.

La lista de cofradías que sacó como capataz es inago-

table. Pedro Ariza, el tercero de sus cuatro hi-jos, explica que para su padre “la igualá siem-pre podía mejorarse y para él era fundamental tener un trato exquisito con los costaleros”.

Al maestro de capataces, viajante de profe-

sión, “lo apuntaron antes como hermano de la Hermandad de la O que en el Registro Civil”, añade Pedro Ariza. Y es que desde el año 34 la dinastía de los Ariza es la voz de mando de esta cofradía trianera.

Para sus hijos, lo más importante, es que su padre sea recordado como una extraordinaria persona. Han tomado el relevo y Rafael Ari-za puede descansar en paz, trabajarán por las hermandades igual que trabajó él toda su vida. El último martillo que tocó fue el de la Her-mandad de la Soledad de San Lorenzo. Pero el sello de los Ariza seguirá presente. Probable-mente, también con la quinta generación que se avecina.

Este capataz, padre, hijo y nieto de capataces, ha dejado el legado de toda

una estirpe

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Una arroba era, a mediados de siglo, una medida de volumen, y un ratón, un in-fecto roedor capaz de transmitir múl-tiples enfermedades. Sesenta años des-

pués, el ratón se hace imprescindible para comunicarse por la red y las arrobas invaden millones de emails. Los vertiginosos cam-bios acaecidos en las últimas décadas han sumido a muchas personas mayores en un ‘analfabetismo digital’ que encuentra rápida

solución en los nuevos Centros de Día. En Triana, unos inconformistas ancianos han plantado cara a la exclusión social. Es su for-ma de rebelarse contra el envejecimiento.

Del dominó al taller de inglés. O de in-formática. O de fotografía digital. Y así más de 20 propuestas para los 9.373 socios del Centro de Día para Personas Mayores ‘Triana’. La programación gira en torno al concepto de envejecimiento activo.

“Los mayores nece-sitan que su tiempo sea útil”, asegura la directo-ra del Centro, Mercedes Asensio. “Los ancianos de hoy no tienen las mismas necesidades que hace 25 años”, confi rma. “La gente no se confor-ma con el típico dominó, ahora necesitan

darle calidad a su tiem-po y buscan formación”, destaca la gestora, quien ha visto cómo la mujer se ha ido incorporando poco a poco a este tipo de espacios.

Los talleres más de-mandados son los que

promueven el ejercicio físico, el de pintura

Las canas se peinan en el pupitreCENTRO DE DÍA DE TRIANA Pepe Barahona

La gente no se conforma con el típico dominó, ahora necesitan darle calidad a su tiempo

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Ana Díaz

Más de 500 mayores participan en los talleres del Centro de Día de Triana

•Triana CróniCa• enero 2011 · SOciEdad · 13

al óleo o el de cerámica. “El cambio gene-racional ha provocado que no se pueda ha-cer lo mismo que antaño, los mayores de hoy en día están muchísimo mejor prepa-rados que los de entonces”, explica Asen-sio. Las nuevas tecnologías han irrumpido con fuerza desbancando al tradicionalis-mo. “El taller de informática ha tenido un rotundo éxito”, celebra la regidora. A éste hay que sumar el de fotografía digital y alguna jornada pensada para aprender el manejo de los teléfonos móviles.

Una de las sorpre-sas ha sido el taller de Mayores Lectores. A lo largo del trimestre, los alumnos han leído un li-bro que después han co-mentado en clase. “Cada turno se cuenta por llenos”, afi rma Vicenta, vocal de Cul-tura en la Junta de Gobierno. “Esta inicia-tiva te anima a leer, a debatir y te descubre nuevos puntos de vista”, defi ende.

Once mayores forman la Junta de Go-bierno, un órgano elegido por los socios y que vertebra las actividades del centro. Cada uno se encarga de su propia área. A todos les une la vocación de servicio. “Antes nos levantábamos para ir al trabajo y ahora lo hacemos para ayudar a los de-más”, asegura Manuel Barreiro, el secreta-rio del Centro.

Además de fomentar la integración y mejorar la formación de estos mayores, las ac-tividades programadas también persiguen de-sarrollar la movilidad de éstos. Buena prueba de ello es el taller de fi sio-terapia. “Hay gente que apenas puede moverse,

personas que llegan al Centro muy limi-tadas, con andador o con muletas y que, poco a poco con mucho interés, van recu-perando la movilidad”, afi rma María, otra de las vocales.

El Centro ofrece a los mayores un ser-vicio de podología gracias a un convenio con la Universidad de Sevilla. Además, las instalaciones acogen dos peluquerías, una de señora y otra de caballero. Todos los servicios a bajo coste. Por si eso fuese poco, un abogado da asesoramiento a los ancianos sobre los múl-tiples problemas a los que se enfrentan.

Los benefi cios que aporta el Centro a la salud de los mayores no se queda sólo en lo me-ramente físico. Acudir a las instalaciones día a día ayuda a combatir el desánimo y ahuyenta las posibles de-presiones. “Por nuestra edad, hemos ido per-diendo a nuestros amigos. Se han muerto. Aquí hacemos nuevas amistades y eso nos vincula al Centro y lo hace el punto de encuen-tro”, confi esa el presidente de la Junta, Eligio Álvarez.

Las canas los ha-cen acreedores de vasta sabiduría y, cómo no, las anécdotas brotan entre los corrillos. La memoria falla pero siempre hay alguien que apor-ta el dato. Entre las gestas, las múltiples medallas que consiguen estos mayores en las miniolimpiadas o el camino a Santiago que han protagonizado varios socios.

“Estuvimos preparando la peregrinación durante mucho tiempo, andábamos todos los días unos 20 kilómetros. Usábamos los mismos zapatos que llevaríamos durante el camino y no tuvimos problemas con los pies. Unos jóvenes con los que coincidía-

mos llevaban los pies llenos de callos por-que no entrenaron y es que la experiencia es un grado”, presume José Luis Fernán-dez, el vocal de Ocio y Deportes.

A sus muchos años, ejerce también como profesor de inglés. Da clase en el Centro a mayores como él. Conoce a la perfección

dónde están las difi cul-tades y las ventajas de peinar canas, por eso sus clases están adaptadas a sus alumnos. Entre las virtudes destaca “el in-terés”. “Hay un socio que no sabía nada de in-glés, no falta a ninguna

clase, se aprende el vocabulario y ha hecho grandes avances”,

reconoce el experto pro-fesor. Como premio

fi nal del curso, un viaje a Londres,

que con este año, ya van tres.

A ritmo de las bulerías de Bambino se estudia in-formática, la cadencia en las pinceladas ates-

tiguan los años en las manos. No

hay prisas. La ex-periencia les ha ense-

ñado que no por correr mucho se llega antes. A su

edad han decidido parar y dis-frutar del camino, que por la vitalidad de-mostrada, va a ser largo.

Centro de Día para Mayores deTriana

Plaza Chapina, S/N 41010 SevillaTeléfono: 954 331 804

Una de las sorpresas ha sido el taller de Mayores Lectores, una iniciativa

que anima a leer y debatir

El Centro ofrece un ser-vicio de podología, dos peluquerías y asesora-

miento jurídico

instalaciones del centro de día para Mayores de Triana, que cuenta con más de 9.000 socios. / alfonso Ramos

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2011

14 · SOciEdad · enero 2011 •Triana CróniCa•

La tradición servida con buen gustoTaberna Paco España

Enclavado en una de las calles más histó-ricas del arrabal, la Taberna Paco España ofrece en un ambiente acogedor la po-sibilidad de degustar

tapas y raciones de la co-cina tradicional, siempre con un toque de distin-ción en el servicio.

Como homenaje a Paco España, abuelo del dueño de la taber-na, Miguel Ángel España, nació esta tasca en el año 2005 en Triana, barrio de donde proviene toda su familia. Desde entonces,

ofrece las mejores chacinas de la Sierra de Aracena como el jamón de bellota o la caña de lomo reserva, y una excelente ma-

teria prima como an-choas doble 0 de Santo-ña, solomillo de salmón noruego o lomo ibérico de bellota a la plancha.

“La carta es pequeña, todo de calidad, pero variamos todos los días

entre dos y tres tapas que están fuera de car-ta”, explica Miguel Ángel España. Platos tradicionales con un toque de innovación,

siempre con recetas caseras familiares. “Mi madre hace los guisos, cabrillas, mollejas, garbanzos con tagarninas, y muchas de las recetas son de mis abuelas”, afirma España. Pero, sin duda, el plato estrella de la casa es la ensaladilla, sin olvidar el Montadito de la Casa, que contiene un filete de lomo a la plancha muy fino con paleta de bellota de jabugo. El secreto de estos sabores de siempre es “que se hace con mucho cariño, que es lo más importante”.

En esta taberna de madera, decorada como una taberna antigua, la buena comi-da se puede regar con un buen caldo reco-

mendado en la pizarra que ofrece la carta de vinos.

La limpieza y el servicio son claves en este negocio, ya que, según comenta Mi-guel Ángel España, el trato con el cliente es un grado por encima del habitual en cualquier tasca. Pero lo mejor de Paco España, afirma, es la clientela. Clientela que, además, puede saborear queso de ca-bra gratinado con miel de caña y nueces o aceite de oliva virgen extra y orégano, fi-letitos de añojo de ternera o un surtido es-pecial de chacinas. Y alguna sorpresa más que el paladar podrá descubrir.

Cuchillo & tenedor

El plato estrella de la casa es la ensaladilla, sin olvi-dar el Montadito de la Casa

Copas con mucho arteCafé-Bar El Tejar

El rótulo de cerámica del Café-Bar da la bienvenida a este lo-cal situado en pleno corazón de Triana desde hace ya once

años. Su dueño, Antonio León, es trianero de adopción pero con familia oriunda del arrabal. Y de casta le viene el nombre de su bar, ya que su familia tiene en propie-dad un tejar, ahora inactivo pero muy presente en este local. Por todo ello, le hizo un guiño a su familia. “Tener este bar aquí es un regalo de la vida”, confiesa León.

Copas, café y dulces caseros son los productos que ofrece El Tejar, con el “buen rollo” como acicate para disfrutar de ellos. Y es que, según su propietario, la personalidad es el elemento di-ferenciador, siempre dando un buen trato al cliente. La decora-ción, la luz tenue pero sin rozar la penumbra, la madera y el co-lor rojizo de la pared hacen de este local un lugar cálido donde disfrutar “como en la casa de un amigo”, explica Antonio León. Por ello, afirma que lo más im-portante es que se tomen la copa a gusto, ya sea en el interior del local o en los veladores en la calle San Jacinto y en la plaza que ya

recibe popularmente el nombre de ‘la plaza del tejar’.

Además, este joven hostelero apoya a los artesanos y artistas y ofrece su local como una galería, ya consolidada, donde exponer sus creaciones ante un concu-rrido público. Así, mientras se disfruta de un café o una copa se admiran obras de arte disponibles para su adquisición. “Todos los meses cambian las obras y el esti-lo”, explica León.

Ahora, emprende junto al Ca-fé-Bar un nuevo camino con ‘El Tejar la tienda’, donde también

hay un lugar para los artesanos. Tejar: ‘sitio donde se fabrican te-jas, ladrillos y adobes’. Sin duda, éste da para mucho más.

Rey de Copas

Nombre: Paco EspañaDirección: c/ Alfarería,18

TrianaTeléfono: 637 575 749

Precio: tapas desde 2.25 euros

Cocina: cocina tradicio-nal

Nombre: El TejarDirección:

c/ San Jacinto, 68 TrianaTeléfono: 954 334 152

Precio: copas desde 5 euros

Vea el vídeo este mes en:www.trianacronica.es

·la WEb·

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Fotografías: nacho Álvarez

•Triana CróniCa• enero 2011 · GaSTROnOMía · 15

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