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tribu Yaporogos
ANTECEDENTES HISTORICOS
El territorio del hoy municipio de Purificación fué descubierto por el
capitán Sebastián de Belalcázar el 17 de
Noviembre de 1538. Lo halló habitado por los POINCOS, Indígenas de
raza caribe guaraní a quienes llamó
Yaporogos por el nombre de su cacique principal.
La nación de los Poincos o Yaporogos moraba en el Valle del Alto
Magdalena, sobre ambas márgenes del río, desde la ribera derecha del
río Neiva,Campo Alegre Huila, hasta la confluencia del río Coello, en el
centro del departamento del Tolima.
Los naturales eran de hermosa presencia, se deformaban el cráneo, la
nariz, los brazos y las piernas.Se pinta
ban el cuerpo y se adornaban la cabeza con coronas de palma tejida.
Adornaban su cuerpo con colgantes, brazaletes, narigueras y ajorcos de
oro puro.
Se creían hijos de la luna y eran afables y hospitalarios con quienes se
acercaban a sus aldeas sin ánimo hos
til, gustaban de fiestas y regocijos.
Los poincos como los demás naciones primitivas del mundo, tenían sus
mitos o ficciones alegóricas concebí San la existencia del Poira, deidad
maligna de las aguas: el mohán , tatabeiba, diosa nocturna de la
embriaguez. Sus tunjos, eran figuras de oro puro o de tumbaga que
ofrendaban a sus dioses favoritos, por los favores que de ellos recibían
El gobierno de cada una de sus tribus lo ejercía un Cacique apoyado
por los nitaynos, sus lugartenientes; los bohiques o sacerdotes y los
chamanes, brujos o curanderos.
En nuestro municipio actuaban seis caciques: Yaporox, Hilarco, Coya,
Chencho, Acuzulo y Catufa.
La base de su organización social era la agrupación de familias
emparentada; cada familia se conformaba, por lo general, del padre o
jefe y de una o dos esposas.
Se alimentaban a base de maíz, preparado de diversas maneras; del
maíz fermentado se hacían bollos o pane
cillos y chicha. También utilizaban en su alimentación: la yuca o
mandioca, la batata, la ahuyama, la calabaza o vitoria y los
tomates.Aderezaban sus comidas con sal, achiote y ají.
Gustaban de casi todas las frutas silvestres: piñuelas, tunas, melones.
sandías, ciruelas, chirimoyas,aguacates,
anones, papayas, chontaduros, cocos, guayabas, cuescos y guanábanas.
Fumaban tabaco y masticaban coca, planta que también utilizaban
como medicamento para algunas enferme
dades.
Construían sus casas de bahareque y techos de palma criolla, formando
dos aguas o vertientes, con pisos y paredes de cañas. Carecían de
ventanas, pero en cambio les abrían 4 puertas y varios túneles o pasos
subterráneos.
Los Poincos o Yaporogos fueron formidables y excelentes artistas:
orfebres, ceramistas, y alfareros. Como orfebres tienen muy merecida
fama por la perfección,finura y belleza de sus joyas, cuentas y
diminutas filigranas, delicadas y pulidas y el realismo y primor de sus
figuras de oro, de cobre dorado y de tumbaga.
Fabricaban hamacas de cortezas de árboles y de fibras de algodón,
vajillas y múcuras de barro y tejían hermosas esteras de palma y
mantas y ruanas de algodón.
SUS CREENCIAS, DIVINIDADES Y TEMPLOS
Loa Poincos tuvieron sus creencias religiosas y veneraron
piadosamente sus divinidades. Creían en una eventual supervivencia
despues de la muerte y en la existencia de un ser supremo, invisible,
creador del universo al que llamaban OPÚ; maestro moralizador y
salvador del género humano, a quien denominaban: Nacuco.
Veneraban el sol, deidad cósmica y parte de la vida. A la luna, señora
de la noche y madre del destino y de la muerte; a Acayumón, el caimán
o yacaré divinidad de la fertilidad de las tierras y patrón de los
agricultores, quienes le ofrendadban sacrificios de frutas y perfumes de
las plantas olorosas; a la iguana, diosa de la fecundidad humana y
animal; a Guayacumí, diosa de la danza y la poesía narrativa; a los loros
y guacamayos, por el don de imitar las palabras, y a las ranas porque
las creían imagen y semejanza del alma humana y temían a añag, el
diablo o espiritu del mal.
SUS ARMAS
Los poincos no usaban flechas envenenadas, como los otros indígenas,
se defendían con picas o lanzas construídas con madera de maquenque
o chontaduro, cervatanas y dardos arrojadizos, macanas de palma,
ondas y pedras cortantes; otras de sus armas de guerra, y muy temibles
por cierto, fueron las hogueras de ají, borrachero y de otras plantas
irritantes y venenosas.