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UNA ALDEA EN MARCHAm
1LLER es una bonita aldea del términomunicipal de Santiago de la Espada, en
la provincia de Jaén, enclavada en plena sie-rra del Segura, en la margen derecha de esterío, y cuyo acceso, nada fácil, se realiza porun carril en pésimo estado de conservación.
Esta comunidad, como la mayoría de lasde esta comarca, está compuesta por hombresentrados ya en arios, mujeres y niños; en to-tal, unas 40 familias. Los jóvenes han emigra-do definitivamente o lo hacen por temporadas.
¿Cuál es su medio de vida? A esa pregun-ta nos contestan ellos mismos: «Al menos co-memos».
Planteadas así las cosas, parecería que loshabitantes de esta comunidad son muy pobres,y no es así, como veremos más adelante; sinque pretendamos decir que su economía esmuy boyante, disponen de unos recursos queestán vírgenes: aproximadamente el 50 por 100de la superficie, unas 600 hectáreas, es regadío,con agua sobrante, aunque está muy parcela-da en «bancales» de pequeña superficie.
¿QUE TIENE DE ESPECIAL MILLER?
Nos gustaría poder opinar sobre esto, perotememos no definir exactamente a esta comu-nidad, por lo que nos limitaremos a decir queMiller ha aprendida, de momento, a unir susvoluntades y a superarse a sí mismos, en larealización de las obras comunitarias que hanllevado a cabo.
Lo verdaderamente interesante, a nuestrojuicio, no es decir lo que han hecho, sinocómo lo han realizado y las circunstanciasque envolvieron estas realizaciones.
Dejar de señalar que las mujeres y en es-pecial la señora Asunción fueron el alma ymotor del desarrollo comunitario inicial seríainjusto; ellas han sido y siguen siendo la pie-dra de toque, como demostraron con el escritoenviado al Gobernador solicitando ayuda.
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ABASTECIMIENTO PUBLICO Y REDDE ALCANTARILLADO
Se dispone de un manantial, cuyo caudales de 1,2 litros por segundo, situado a unos30 metros de la casa más cercana y a unos260 de la más alejada. La casa más - alta estáa 8,10 metros por debajo del manantial y lamás baja a unos 35 metros.
La conducción se va a llevar a cabo contubería de P.V.C. de 63 mm. de diámetro y10 atmósfera de presión.
El depósito tendrá unas dimensiones de4x 3x2,5 metros y la red de desagües sehará con tubos de cemento vibrado de 20 cm.de diámetro.
El proyecto técnico lo facilita una casa co-mercial de Valladolid, que suministrará lastuberías y accesorios.
El día 1 de marzo de 1971 se comienza atrabajar en este proyecto. Hay que medir dis-tancias, desniveles, hacer excavación para eldepósito, replantear sobre las calles la red, etc.
El primer inconveniente que surge es queno se dispone de aparatos taquimétricos paralas primeras mediciones, y las gestiones rea-lizadas para resolver la situación hacen pre-ver que el provecto se encarecerá excesiva-mente. Primera reunión y primera solución:Juan José, el carpintero de la localidad, seocupará de fabricar unas regletas con las quese harán las nivelaciones por medio de unnivel de albañil y una cinta métrica.
Más de 250 puntos hubieron de ser torna-dos y medidos, pero se había solucionado elproblema.
A continuación da comienzo la excavacióndel depósito y de las zanjas. Conseguir uncompresor es excesivamente caro para su eco-nomía y queda fuera del presupuesto calcu-lado). Se empieza a pico y pala y se presentael segundo inconveniente: en un tramo de lacalle de abajo y en otros tramos sale «tosca»
dura y los picos rebotan. Segunda reunión ysegunda solución: como se está en el cascourbano y no se debe utilizar dinamita, utili-zarán «hachas». Problema resuelto y variashachas casi destrozadas.
La red de desagües se va metiendo e:1 laparte inferior de la zanja y no hay problemas,por lo que el ritmo es bueno. El depósito estácasi terminado, pero la tubería no había lle-gado aún, por lo que hay que dejar los ori-ficios para las válvulas de salida, limpieza yrebosamiento.
Llega la tubería y un técnico de la casa leshace unas demostraciones de colocación; aldía siguiente comienza la instalación de latubería.
Surgen otros problemas, innumerables, quesiempre solucionan con ingenio, sin conoci-mientos técnicos, pero con una lógica aplas-tante y con unos instrumentos rudimentarios.Cómo abocardar un trozo de tubo para ha-
cer una reducción? Juan José hace un tacode madera del diámetro adecuado, calientanel tubo como pueden, meten el taco, dejanenfriar y problema resuelto. No es perfecto,pero vale.
La última remesa de materiales no llega atiempo; comienzan las lluvias y surgen nue-vos problemas, que siempre resuelven.
Antes de finalizar las obras se les insisteen la necesidad de instalar cuartos de baño;no están muy convencidos, por lo que se pro-grama un cursillo de seis días sobre mejorade la vivienda rural a realizar después, conel fin de insistir en la conveniencia de estasinstalaciones.
Mientras se tramita un nuevo proyecto deobra comunitaria. Las calles han quedado le-vantadas y son verdaderos barrizales.
La obra que estaba prevista terminarla a fi-nales de año se retrasa unos meses.
El día 6 de marzo de 1972 comienza elcursillo de «Mejora del hogar». Hacía un parde meses que no se iba. La sorpresa fue ma-yúscula: todos los hogares habían instaladocuarto de baño, la mayoría completo, todosalicatados hasta el techo v algunos con du-chas tipo teléfono. Precio medio calculado porbaño, unas 15-20.000 pesetas.
Presupuesto de obras de abastecimiento deagua y alcantarillado: 281.000 pesetas; precioreal de las obras si valoramos sus jornales rea-les y su esfuerzo: unas 400.000 pesetas.
Personas destacadas: las mujeres y, en ge-neral, el vecindario.
Ayuda concedida: 28.100 pesetas.
OBBAS DE PAVIMENTACION
Comienzan inmediatamente después de ter-minar el abastecimiento público.
Buscan un albañil, que cobra 500 pesetasdiarias más comida; contratan un camión paraque suba los áridos; acuerdan fechas y éstas
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no se cumplen par el albañil y transportista,circunstancia que aprovechan para comenzarcon sus propios recursos.
No tienen hormigonera; la buscan en Yeste.Elche de la Sierra, Hellín, Santiago, pero losresultados son negativos. Alguien les dice queen el Salto de Miller hay una abandonada; vanpor ella y, efectivamente, se tenía allí comochatarra; no tiene motor y está un tanto de-teriorada.
Quitan el motor de la almazara y con granesfuerzo consiguen acoplárselo a la hormigo-nera. Comienzan las actividades.
Otro problema viene a complicar el trabajo:la hormigonera se ha desoldado y pierde agua;hay que parar; la solución es soldarla, peroallí no hay autógena y el sitio más cercanodonde la hay es Yeste, a más de 40 kilómetros.
La solución la da un vecino: hay que sol-dar con «higos secos»; la comunidad no lo du-da y se comienza la búsqueda de higos. Estosse calientan y con la pasta resultante de ma-chacar bien los higos se taponan los agujeros;se deja secar la pasta y la máquina funcionaa la perfección. Aparecen nuevos agujeros,que se taponan por el mismo procedimiento.
Se vuelve a utilizar el hacha para ensancharla calle de arriba y la pavimentación conclu-ye felizmente a finales de mayo.
La gente está cansada, pero satisfecha; lasmujeres muestran orgullosas los cuartos de ba-ño y los hombres cuentan con alegría las pe-ripecias y problemas que tuvieron que salvar,porque son conscientes de que se debió a suunión, a su propia superación.
Miller es hoy más bonito, más limpio, máshigiénico, pero, sobre todo, ha sabido unirseante los problemas, ha sabido acumular esfuer-zos para resolver unas necesidades comunes;pero Miller no puede ni debe contentarse conlo conseguido; el futuro de Miller está en apro-vechar el clima asociativo conseguido y ex-plotar en común y adecuadamente sus fincas;Miller no se debe contentar con «comer»; de-be vivir, promocionarse y prosperar.
Mujeres como la señora Asunción y el res-to de las de Miller y hombres como Juan José,Serafín el Pedáneo, Ceferino, Ignacio, el guar-da forestal y todos los demás hombres de Mi-ller no deben permitir que su esfuerzo seaestéril y que su aldea no prospere.
BONIFACIO MARTIN MARTINARACELI MARIA DEL PILAR POLO ESTEBAN
JOSE GARCIA LOPEZ