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8/4/2019 Una Energ a Sin Futuro Desmon
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Una energasin futuroDesmontandolas mentirasde la industria
nuclearNoviembre 2008
greenpeace.es
8/4/2019 Una Energ a Sin Futuro Desmon
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Una energa sin futuroDesmontando lasmentiras de la industria
nuclearParte 1. Introduccin 3
Parte 2. Las mentiras de laindustria nuclear 4
Espaa depende de la importacin deelectricidad nuclear de Francia 5
El uranio es una fuente de energaautctona en Espaa 6
El uranio es un combustiblemuy abundante 6
La energa nuclear es renovable 7
El renacimiento nuclear ya esten marcha 7
La energa nuclear es la solucinal cambio climtico 8
La energa nuclear es positiva paralos pases en desarrollo 12
La energa nuclear es imprescindible y lasenergas renovables son incapaces desatisfacer nuestras necesidades 13
La energa nuclear es limpia 13 La energa nuclear es sostenible 14
La energa nuclear es la solucin a ladependencia del petrleo 14
La energa nuclear generar muchospuestos de trabajo 15
La energa nuclear es segura 15
La energa nuclear es muy eficiente 17
La energa nuclear es barata 17
Anexo: La economa de la industria nuclear.
Economa y alternativas. Notas 18
Parte 3. El secretismo de la industrianuclear y del CSN 28
Parte 4. Demandas de Greenpeace 32
Notas al pie 34
rea de Energa y Cambio Climtico deGreenpeace Espaagreenpeace.es
Noviembre 2008
IMPRESO
Intigraf
DESIGN & LAYOUT
Rebeca Porras
IMAGEN PORTADA
Greenpeace/Ral Bartolom
Impreso en papel 100% reciclado postconsumo ytotalmente libre de cloro.
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01
Greenpeace Espaa Una energa sin futuro. Desmontando las mentiras de la industria nuclear 3
Introduccin
A lo largo de los aos, los hechos de la vida real se han encargado de
demostrar que la generacin de electricidad por medio de la energa
nuclear es un enorme fracaso econmico, tecnolgico, ambiental y
social, que ha causado ya graves problemas a la salud pblica y al
medio ambiente. Este fracaso la inhabilita para poder formar parte de un
modelo energtico sostenible.
La energa nuclear, en sus ms de 50 aos de existencia, no slo no ha
logrado resolver sus problemas de seguridad, sino que adems ha
dejado evidencias claras de su capacidad de generar catstrofes, como
la de Chernbil. Ha producido residuos radiactivos, que debido a su alto
nivel de radiactividad, que se prolonga durante cientos de miles de aos,y a su elevado potencial radiotxico, suponen un importante problema
ambiental y de salud pblica, que la industria atmica tampoco ha sido
capaz de resolver. Por otro lado, sus pretendidos usos pacficos han
contribuido a la proliferacin de armas nucleares.
Es, adems, un desastre econmico, que necesita continuamente
enormes ayudas y subsidios estatales para poder sobrevivir. La energa
nuclear perdi hace tiempo la batalla de la competitividad econmica en
unos mercados energticos cada vez ms liberalizados. Ejemplo de ello
es el reactor Olkiluoto-3 (Finlandia), publicitado como el buque insignia
del renacimiento nuclear y que ahora hace aguas por todos lados.
Todos esos inconvenientes llevaron a la industria nuclear a sufrir undeclive en el nmero de encargos de reactores que se prolonga ya
durante varias dcadas. Ante sus escasas perspectivas de negocio, en
un intento desesperado de supervivencia a medio plazo, la industria
nuclear puso en marcha hace unos aos una intensa y costosa campaa
de propaganda para tratar de revitalizarse.
Esta campaa no es ms que una reedicin, adaptada a los nuevos
tiempos (el cambio climtico, el declive del petrleo), de aquella que el
lobbynuclear puso en marcha a mediados de los aos 50 del siglopasado (tomos para la paz) para lavar la imagen de las bombasatmicas de Hiroshima y Nagasaki y que se prolong durante las
dcadas de los 60 y 70, hasta que el fracaso econmico de la energa
nuclear llev a sta a ser progresivamente expulsada de los mercadosenergticos.
Como entonces, se trata de publicidad basada en toda una serie de
mentiras con el propsito de confundir a la opinin pblica y relanzar la
energa nuclear, para hacer creer a la gente que es limpia, segura,
barata, sostenible y hasta, de forma increble, renovable. Con diversos
pretextos, algunos tremendamente inconsistentes, la industria nuclear ha
forzado el resurgir del debate nuclear s, nuclear no.
Debatir sobre energa es necesario, ya que el actual modelo energtico
es insostenible y urge cambiarlo. Pero el debate energtico slo ser til
si realmente permite avanzar hacia la sostenibilidad. En ese sentido,
discutir s o no a la energa nuclear es absurdo, puesto que el fracaso
de la energa nuclear ha quedado ya demostrado. Es, adems, un
debate superado por la realidad, y ms an ahora, que las energas
renovables han conseguido madurar significativamente, tanto desde el
punto de vista tcnico como el comercial, y son ms rentables que
nunca. Suscitar este debate slo le interesa al sector nuclear, que
pretende ganar tiempo mientras se discute sobre ella, y tratar as de
evitar que se tomen decisiones sobre el cierre de las centrales nucleares
y que se apueste decididamente por el despliegue a gran escala de las
energas renovables, su gran antagonista energtico.
La viabilidad tcnica y econmica de un sistema de generacin elctrica
basado al 100% en energas renovables, que permitira luchar de forma
eficaz contra el cambio climtico al tiempo que se abandona la energa
nuclear, es un hecho ya comprobado cientficamente. Un informe del
Instituto de Investigaciones Tecnolgicas (IIT) de la Universidad Pontificia
Comillas1, encargado por Greenpeace, ha demostrado que existen un
gran nmero de combinaciones de las distintas tecnologas renovables
(solar termoelctrica, elica terrestre, elica marina, biomasa, solarfotovoltaica, hidroelctrica, energa de las olas y geotrmica) que
permitiran satisfacer al 100% la demanda elctrica peninsular, las 24
horas del da, los 365 das del ao, a un coste menor que el de un
sistema basado en las tecnologas convencionales. En definitiva la
energa nuclear es prescindible. Del citado estudio se deduce tambin
que, por sus caractersticas de funcionamiento dentro del sistema
elctrico, las centrales nucleares son un gran obstculo para el
despliegue a gran escala de las energas renovables.
Greenpeace quiere fomentar el debate sobre la energa, pero un debate
que sea de utilidad para la sociedad con datos reales y objetivos. Es
obvio que resulta necesario plantearse con urgencia un cambio cultural
que permita una transicin hacia un futuro realmente sostenible.
En una entrevista reciente2, Marcel Coderch, autor del libro El espejismonuclear3, deca que el tan cacareado renacimiento nuclear no es msque un peligroso espejismo porque tiene como objetivo convencer alpblico de que, si acepta la opcin nuclear, podr seguir malgastandoenerga como en el pasado y que, adems, resolver el problema delcambio climtico. La realidad desvanecer este espejismo peroposiblemente despus de haber hecho un dao tremendo, porquehabremos desperdiciado el tiempo y los recursos econmicos quenecesitamos para la imprescindible transicin a un sistema energticorenovable.
Los ltimos datos cientficos demuestran que hay poco tiempo paraactuar sobre el modelo econmico y energtico de esta sociedad y
poder evitar las consecuencias ms graves del cambio climtico. Es
urgente actuar con eficacia. En ese sentido, est demostrado que para
mitigar el cambio climtico y el declive del petrleo hay otras opciones
ms limpias, seguras y menos costosas que la energa nuclear. Discutir
sobre la conveniencia o no de apostar sobre energa nuclear en lugar de
poner en marcha programas de cierre de las centrales nucleares
existentes es absurdo, contraproducente y peligroso.
Greenpeace enumera en este informe todas las mentiras que la industria
nuclear utiliza en su defensa y explica, una a una, por qu las considera
falacias con las que sta desea manipular a la sociedad. Asimismo, en el
tercer apartado se analiza su actitud ocultista y la de ciertas entidadesrelacionadas con el sector, fundamentalmente el Consejo de Seguridad
Nuclear. La ltima parte de Una energa sin futuro. Desmontando lasmentiras de la industria nuclearest dedicada a las demandas de laorganizacin ecologista.
GP/RALBARTOLOM
imagen Guardera en Prypiattras el accidente de Chernbil
(Ucrania). Marzo 2006.
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4 Greenpeace Espaa Una energa sin futuro. Desmontando las mentiras de la industria nuclear
02Las mentiras de la
industria nuclear
GREENPEACE
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Greenpeace Espaa Una energa sin futuro. Desmontando las mentiras de la industria nuclear 5
Primera mentira
Espaa depende de la importacin de electricidadnuclear de Francia
Una de las mentiras ms difundidas por el lobbynuclear para tratarde confundir a la opinin pblica es que Espaa consume una gran
cantidad de electricidad procedente de centrales nucleares
francesas.
Es rotundamente falso y para demostrarlo slo hace falta acudir a losdatos oficiales de Red Elctrica de Espaa (REE) o del Ministerio de
Industria, Comercio y Turismo.
Espaa est conectada elctricamente por un lado con Portugal, por
otro con Marruecos y finalmente con Francia y con Andorra. A travs
de las interconexiones existentes entre el sistema elctrico espaol y
el francs se intercambia electricidad con diversos pases europeos al
norte de los Pirineos (incluida Francia, claro est).
Los datos disponibles ms recientes que proceden del Informe sobreel Sistema Elctrico Espaol 2007de REE, muestran que ese ao elsaldo neto de intercambios internacionales de electricidad fue
exportador, y ascendi a 5,754 TWh (teravatios-hora). Es decir, en
2007, por cuarto ao consecutivo, Espaa export ms electricidad
que la que import (en 2007 incluso se export un 75,3% ms que
en 2006).
Esos 5,754 TWh equivalen a un 2,20% de la demanda total de
electricidad en el sistema elctrico peninsular, que fue de 261,273
TWh (se excluyen los sistemas extrapeninsulares, Baleares y
Canarias, por ser sistemas aislados).
Si se analiza cada intercambio con detalle se puede observar que en
2007 el saldo de intercambios con Marruecos, Portugal y Andorra ha
sido exportador (3,484 TWh, 7,496 TWh y 0,261 TWh,respectivamente), mientras que con Francia, ha sido importador
(5,487 TWh).
Con respecto a este ltimo caso, Espaa import 7,256 TWh de
electricidad de varios pases europeos al norte de los Pirineos y
export 1,768 TWh a travs de la interconexin con Francia. El saldo
neto de esos intercambios con Europa son esos 5,487 TWh
importados ya citados. Esa cifra supone el 2,1% del total de la
demanda elctrica peninsular. Incluso asumiendo que esa cantidad
de electricidad proviniese en su totalidad de Francia, cuyo porcentaje
de electricidad nuclear es entorno al 80%, significara que en 2007 se
habran importado 4,389 TWh de electricidad nuclear de Francia. Esoes un escaso 1,6% de la demanda total de electricidad peninsular.
En conclusin, Espaa en 2007 ha sido exportadora neta de energa
elctrica, siguiendo la tendencia de los ltimos aos. An as, el saldo
neto de los intercambios internacionales es muy poco significativo en
comparacin con el total de la demanda y, en cualquier caso, viene
siendo siempre menor del 5%. En particular, el saldo neto con
Francia (en realidad con varios pases europeos al norte de los
Pirineos), an siendo importador, es menos del 2% del total de la
demanda. As pues, no es verdad que se importe mucha electricidad
nuclear de Francia.
Con toda esta informacin oficial a la vista, cuando algunos
conocidos polticos, destacados lderes sindicales o comentaristas en
medios de comunicacin acusan de hipcritas a los que se oponen a
la energa nuclear en Espaa porque nos les importa depender de laelectricidad nuclear procedente de Francia, o bien hablan desde eldesconocimiento o simplemente mienten.
Resulta tambin ridculo el argumento de que no tiene sentido
oponerse a la energa nuclear cuando Francia tiene 54 reactoresnucleares, ya que en caso de que all sufrieran un accidente, Espaa
tambin se vera afectada. Es cierto que la nube radiactiva que se
puede producir en un accidente nuclear francs podra llegar a
Espaa, como lleg desde Chernbil tras viajar miles de kilmetros
traspasando todas las fronteras posibles. Ocurrira lo mismo si el
accidente se produjera en una instalacin nuclear espaola y, en ese
caso, las consecuencias que sufrira la sociedad espaola seran ms
graves puesto que hay ms riesgo de sufrir los efectos de un
accidente nuclear cuanto ms cerca se est de dicha central. Por
eso ciudades importantes como Pripiat (Ucrania) tuvieron que ser
evacuadas por completo y son hoy ciudades fantasma. Esta reflexin
apoya todava ms la demanda de no tener centrales nucleares ni enEspaa, ni en Francia, ni en ningn lugar del mundo.
GREENPEACE
imagen Central nuclear deValdecaballeros (Badajoz) que nunca se
termin de construir.
261,27
Intercam
biosconMarruecos
Intercam
biosconPortugal
Saldo exportador
Saldo importadorIntercam
biosconAndorra
Intercam
biosconFrancia
3,48 7,5 0,26 5,48
Figura 1 Intercambios de electricidad en el Sistema ElctricoPeninsular en comparacin con la demanda total
250
200
150
100
50
0
Te
ravatios-hora(TWh)
Demand
aTotal
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6 Greenpeace Espaa Una energa sin futuro. Desmontando las mentiras de la industria nuclear
Las mentiras
de la industria nuclear - continuacin
Segunda mentira
El uranio es una fuente de energa autctona en Espaa
Otra falsedad reiterada de forma insistente por el lobbynuclear enforos pblicos es que, para disminuir la dependencia energtica
espaola del extranjero, Espaa tiene que apostar por la energa
nuclear, ya que el uranio es un recurso autctono (palabra definida
por la Real Academia de la Lengua como que ha nacido o se ha
originado en el mismo lugar donde se encuentra).
Segn el informe Sostenibilidad en Espaa 2007del Observatorio dela Sostenibilidad en Espaa (OSE) la dependencia energtica del
extranjero de Espaa es del 80,2%. Esto se debe a la supeditacin a
los combustibles fsiles como petrleo y gas natural y la casi nula
produccin propia de estos combustibles.
Y respecto al uranio la dependencia es total: Espaa importa el 100%
del uranio que se emplea como combustible en sus centrales
nucleares. La inestabilidad poltica de algunos pases suministradores
es notoria, como es el caso de Nger, entre otros.
En Espaa se dej de producir uranio en el ao 2000, cuando se
cerr la nica explotacin minera que se mantena abierta, la de
Saelices el Chico, en Salamanca. El grado de autoabastecimiento no
llegaba al 30%. La falta de rentabilidad de la explotacin, debido al
elevado coste de la produccin de uranio nacional, condujo al
abandono de esa minera en Espaa.
Tambin se depende totalmente de pases extranjeros en otras fases
bsicas del ciclo nuclear, como es el enriquecimiento del uranio, ya
que las centrales nucleares espaolas funcionan con combustible de
uranio enriquecido. La situacin es idntica en otros aspectos
tecnolgicos: los diseos de los reactores, que provienen de EEUU
en su mayora, salvo Trillo, de tecnologa alemana, o Vandells-1, que
era francs, o las patentes para la fabricacin de los elementoscombustibles (todas extranjeras), etc.
Las nicas fuentes de energa totalmente autctonas son las
renovables, y stas pueden satisfacer el 100% de la demanda de
energa.
Tercera mentira
El uranio es un combustible muy abundante
El uranio, como combustible, se est acabando. Aunque es un
mineral relativamente abundante en la naturaleza, lo es generalmente
en unas proporciones muy bajas, por lo que son muy escasos los
yacimientos rentables.
Las reservas de uranio-235 fisionable, el "combustible" de los
reactores nucleares, pueden proveer a las instalaciones slo duranteunas pocas dcadas ms considerando los niveles de consumo
actuales.
Y tambin se va a encarecer: ahora es 10 veces ms caro que en
2004. Segn el Libro Rojo de la Agencia de la Energa Nuclear (AEN)de la Organizacin para la Cooperacin y el Desarrollo Econmico
(OCDE), las reservas conocidas y recuperables a un coste inferior a
los 80 dlares y a los 130 dlares (por kilogramo de uranio) son de
unos 3 y 4 millones de toneladas, respectivamente, es decir, menos
de la mitad del que se entiende necesario para satisfacer las
demandas de la industria nuclear.
Hay ms uranio que ese en la naturaleza pero su coste de extraccin
sera an ms caro y, lo que es ms importante, su obtencin sera
mucho ms intensiva en energa fsil, con la consiguiente generacin
de CO2. Esto invalidara an ms uno de los principales argumentos
a favor de la energa nuclear. De hecho, hay estudios que indican que
al extraer uranio de minas con una mena inferior a 100 partes por
milln se emite ms dixido de carbono del que luego se ahorra al
sustituir una generacin de electricidad equivalente por medio de gas
natural.
Claro est que la industria nuclear, a travs de sus agencias
internacionales, como el Organismo Internacional de la Energa
Atmica (OIEA) o la AEN/OCDE, tratan de camuflar esta informacin.As, estas agencias dicen que si tenemos en cuenta los recursos
garantizados (los actualmente en uso, cuya rentabilidad estdemostrada), los inferidos, los extrapolados y los especuladoshabra combustible de uranio para 270 aos. Recursos
extrapolados, inferidos y especulados son las expresionestextuales que utilizan estas entidades para describir unos inventarios
de uranio meramente virtuales.
Por ltimo, los hay que dicen que en el agua del mar hay enormes
cantidades de uranio y que, simplemente extrayndolo, estaran
resueltas las necesidades de la industria nuclear para mucho tiempo.
En efecto, en los millones de m3
de agua de la totalidad de mares yocanos del mundo hay mucho uranio. El gran inconveniente es que
est presente en una proporcin nfima, tan slo 3,3x10 -9 (3,3 partes
por mil millones). La rentabilidad de tal negocio no est pues nada
clara.
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Greenpeace Espaa Una energa sin futuro. Desmontando las mentiras de la industria nuclear 7
Cuarta mentira
La energa nuclear es renovable
El lobbynuclear ha llegado, incluso, a presentar la energa de fisinnuclear como una energa renovable, y el combustible nuclear
gastado, altamente radiactivo, como un material reciclable.
Evidentemente estas afirmaciones no tienen ninguna base lgica que
pueda sostenerlas.
La industria nuclear se atreve a sostener esta mentira con el objetivode dar una apariencia ms verde a su negocio pero, sobre todo,
debido al hecho de que el uranio, como combustible, se est
agotando.
Ante esta situacin, ciertos sectores del grupo de presin nuclear
(que se contradicen con los que aseguran que el uranio no se va a
agotar) mantienen que el fin de las reservas de uranio no supondr un
problema porque con los reactores rpidos reproductores, que
usaran combustible mixto de uranio y plutonio, sera posible generar
ms combustible del que se gastase en el reactor. En esto consistira
su supuesto carcter renovable.
Dado que el plutonio no existe en la naturaleza, la nica forma de
obtenerlo es a partir del combustible nuclear gastado de los reactores
nucleares (parte del uranio-238 del combustible que entra en un
reactor se convierte en plutonio-239, que es fisible), a travs del
sistema denominado reprocesamiento. Este es un proceso
complejo, muy costoso y tremendamente contaminante, controlado
en exclusiva por las potencias nucleares militares (ya que la verdadera
finalidad del plutonio ha sido siempre la de su utilizacin en la
fabricacin de armas atmicas, como la que EEUU lanz sobre
Nagasaki en 1945), por el cual se puede separar el plutonio-239 del
resto de los materiales radiactivos del combustible irradiado. Tambin
se puede recuperar parte del uranio sin quemar (fisionar) que estaba
originalmente en el combustible. Ahora el lobbynuclear denomina alreprocesamiento, que genera entre 160 y 189 veces ms residuos
radiactivos que los que entran en el proceso, como reciclaje, en un
excesivo eufemismo.
Son muchos los inconvenientes de todo esto. Aparte de lo caro y
contaminante que es el proceso del reprocesamiento, el problema
radica en que la tecnologa de los reactores rpidos ha sido uno de
los mayores fracasos en la historia de la industria nuclear. Slo hay
que recordar el fracaso tecnolgico y econmico del Superphenix
(Francia) o el de Monju (Japn), las dos apuestas ms avanzadas al
respecto. Ambos sufrieron serios accidentes y fueron clausurados.
Quinta mentira
El renacimiento nuclear ya est en marcha
En el 2001, la empresa estatal francesa Areva4, hizo grandes
promesas sobre el proyecto del reactor EPR (European Pressurized
Reactor) que iba a construir en Finlandia, denominado Olkiluoto-3. Se
asegur que el reactor iba a ser construido en un tiempo rcord de
cuatro aos (el tiempo medio de construccin de los reactores
nucleares terminados entre 1995 y 2000 fue de 116 meses, es decir,
casi 10 aos) y con un coste de 2.500 M, y que no se necesitararecurrir a apoyos estatales ni a subsidios de ningn tipo. La industria
hablaba entonces del renacimiento nuclear: Olkiluoto-3 sera su
buque insignia.
Pero la realidad es muy diferente en 2008, siete aos despus de su
lanzamiento pblico. La construccin del reactor empez en 2005 y,
tan slo dos aos ms tarde, en 2007, la propia empresa Areva
anunciaba oficialmente que su terminacin se retrasara hasta 2011,
dos aos con respecto a lo previsto, por lo que tendr que pagar
2.200 M de penalizacin. Es ms, en octubre de 2008, Areva y la
compaa elctrica finlandesa TVO, cliente de la primera,
reconocieron retrasos adicionales y anunciaron un nuevo calendario
que establece ahora la terminacin del reactor en 2012. Ya se
reconoce, de forma oficial, un sobrecoste de 1.500 M sobre lo
inicialmente presupuestado. Pero informaciones recientes de medios
econmicos reconocen que si Olkiluoto-3 estuviese terminada para
2012, que es la fecha oficial que ahora maneja Areva, le habr
costado a sta ms de 5.200 M.
A pesar de las declaraciones previas de la industria nuclear de que el
reactor no requerira apoyos financieros estatales, los bancos
pblicos de Suiza y Francia han tenido ya que realizar fuertes
prstamos para su construccin. Y, por si fuera poco, lo que agrava
an ms la situacin es que se han detectado ms de 2.000 defectos
de diseo y desviaciones de calidad en el reactor, que generagrandes preocupaciones sobre su seguridad. Sin duda, el EPR es un
clarificador ejemplo de lo caro y arriesgado que resulta invertir en
energa nuclear.
Es, adems, una demostracin evidente del clamoroso fallo de las
estimaciones que hizo la industria nuclear (de forma interesada) sobre
el coste de instalacin de la nueva potencia nuclear, que se han
quedado tres veces por debajo de la realidad.
En ese sentido, en mayo de 2008, el presidente ejecutivo de la
gigante elctrica alemana E.On, Wulf Bernotat, reconoci a The
Times que las nuevas centrales nucleares que tericamente quierenconstruir en Europa costaran entre 5 y 6 mil millones de euros cada
una (excluyendo la gestin de los residuos).
GP/RALBARTOLOM
imagen Habitacin en la ciudadfantasma de Pripiat tras el accidente de
Chernbil.
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8 Greenpeace Espaa Una energa sin futuro. Desmontando las mentiras de la industria nuclear
Las mentiras
de la industria nuclear - continuacin
En Europa, aparte de Finlandia, slo Francia est construyendo
actualmente un reactor, otro EPR, en estado an incipiente pero ya
con un gran nmero de problemas de seguridad y sobrecostes,
como ha reconocido Pierre Gadoneix, presidente de Electricit de
France (EDF) en Financial Times el pasado 6 de octubre de 2008.
Por otro lado, Alemania y Suecia tienen programas activos de
abandono de la energa nuclear. Otros 12 pases no apostaron por la
nuclear en su mix energtico o la abandonaron hace tiempo (como
Italia o Austria). Lituania, Rumania, Eslovaquia y Bulgaria tienen
planeado construir alguna instalacin; Gordon Brown, en el ReinoUnido, y Berlusconi, en Italia, han anunciado recientemente su
simpata por esta energa. Los dems pases mantienen una
moratoria o han anunciado la intencin de cerrar su parque nuclear,
como es el caso de Espaa.
En el resto del mundo, el nmero de nuevos encargos de reactores
son muy pocos, a pesar de que dirigentes de diversos pases se han
mostrado abiertamente partidarios de esta energa, como George W.
Bush en Estados Unidos. En este pas, en los ltimos 30 aos no ha
habido encargos de nuevos reactores. Tampoco en estos 8 aos de
Presidencia de Bush, a pesar de las facilidades normativas y
econmicas que ste ha dado al sector nuclear. Slo China parece
decidida a construir centrales: ha anunciado planes para 50 en los
prximos 30 aos, algo que habr que ver para creerlo. Y an as,
ese nmero quedara muy lejos de los varios miles de nuevas
centrales que calcula la industria nuclear dentro de su anunciado
renacimiento.
Podra decirse que la energa nuclear es una industria relativamente
pequea con grandes problemas. Esta energa aporta slo una
dieciseisava parte (un 6,25%) del consumo mundial de energa
primaria, un porcentaje que decrece desde hace aos y que con toda
probabilidad seguir disminuyendo en las prximas dcadas.
La vida media de los reactores nucleares comerciales en operacinen todo el mundo es de 23 aos, muy cerca del final de su periodo
de vida til tcnica, por lo que en los prximos aos se van a cerrar
ms centrales de las que se van a abrir. En 2007, la produccin
nuclear mundial cay un 1,8% y el nmero de reactores en
funcionamiento baj a 439, cinco menos que el mximo histrico
logrado en 2002.
Por lo que respecta a nuevas centrales nucleares, la potencia nuclear
aadida anualmente entre el ao 2000 y 2007 fue de 2.500 MW en
promedio. Esa cifra es 6 veces menos que la nueva potencia de
energa elica instalada (13.300 MW por ao entre 2000 y 2007). En
2007, las centrales de energa renovable de nueva construccin enAlemania generaron 13 TWh de electricidad, tanto como dos grandes
centrales nucleares.
A pesar de la retrica del renacimiento nuclear, la industria nuclear
se enfrenta a serios problemas: un incremento masivo de los costes,
grandes retrasos en la construccin de centrales, problemas de
seguridad ligados a la operacin de los reactores, el tremendo
problema irresuelto de los residuos radiactivos, y la preocupacin por
la proliferacin de armas nucleares a partir de sus tericos usos
pacficos.
Sexta mentira
La energa nuclear es la solucin al cambio climtico
Consciente de su fracaso econmico y social, y de su declive, la
industria nuclear est buscando desesperadamente una justificacin
que le permita renovar las ayudas y subsidios estatales que ha
estado recibiendo desde sus orgenes. As, la industria nuclear utiliza
como pretexto que, como las centrales nucleares no emiten dixido
de carbono, el nico camino para reducir esas emisiones es sustituir
las centrales trmicas de combustibles fsiles por centrales
nucleares. Obviamente existen otras posibilidades que siempre
eluden y que est demostrado que pueden hacer frente a la totalidad
de la demanda elctrica en la pennsula: las energas renovables.
Sin embargo, cualquier anlisis serio demuestra que la energa
nuclear no puede jugar ningn papel eficaz para solucionar el
problema del cambio climtico mundial. Incluso dejando al margen la
imposibilidad de financiar econmicamente una expansin masiva de
la energa nuclear, lo que se comenta ms adelante.
En primer lugar, si bien es cierto que las reacciones de fisin nuclear
no producen CO2 (aunque s generan residuos nucleares de alta
peligrosidad y larga vida radiactiva), tambin lo es el que la
generacin de electricidad por medios nucleares s emite CO2.
Considerando el ciclo completo de las tecnologas de generacin
elctrica no-fsiles (es decir, la nuclear y las renovables), la energanuclear emite ms CO2 que cualquiera de las energas renovables
por cada kWh producido. Esto se debe a que en todas las etapas del
ciclo nuclear -la minera del uranio, la fabricacin del concentrado, el
enriquecimiento, la fabricacin del combustible, la construccin de las
centrales nucleares, su mantenimiento y posterior desmantelamiento,
la gestin de los residuos radiactivos, etc.- se consumen grandes
cantidades de combustibles fsiles.
Afortunadamente, la solucin eficaz al cambio climtico existe: un
modelo energtico sostenible cuyo eje fundamental sea las energas
limpias (renovables y tecnologas de ahorro y eficiencia). Aplicadas en
todos los mbitos -generacin de electricidad, transporte...- lasenergas limpias pueden lograr reducir de forma efectiva, tambin en
trminos econmicos, las emisiones de CO2. Las inversiones
dirigidas a promover la eficiencia energtica son siete veces ms
efectivas que las dirigidas a la energa nuclear a la hora de evitar
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Greenpeace Espaa Una energa sin futuro. Desmontando las mentiras de la industria nuclear 9
emisiones de CO2.
Los casos de Alemania y Suecia permiten comprobar que, si hay
voluntad poltica para fomentar polticas energticas basadas en la
eficiencia energtica y las energas renovables, es posible abandonar
la energa nuclear al tiempo que se reducen las emisiones de CO2 en
cumplimiento de nuestras obligaciones con el Protocolo de KIoto.
La pretendida expansin nuclear
La afirmacin de la industria nuclear de que es la solucin alproblema del cambio climtico y a la creciente demanda de energa
ante la crisis del petrleo necesita ser confrontada con la realidad. En
el reciente informe Energy Technologies Perspectives publicado enjunio de 2008 por la Agencia Internacional de la Energa (AIE), se
muestra el escenario Blue Map, un mix de energa futuro que podra
reducir a la mitad las emisiones de carbono para mediados de siglo.
Para alcanzar ese objetivo, la AIE asume una expansin masiva de la
energa nuclear desde ahora hasta el 2050, con un aumento de la
capacidad instalada del 400% y una generacin de electricidad de
9.857 TWh/ao (en 2007 fue de 2.608 TWh). Se tratara de unos
1.400 nuevos reactores en total. Para conseguir esto, el informe dice
que 32 grandes reactores (de 1.000 MWe) deberan ser construidos
cada ao desde ahora mismo hasta el ao 2050. Esto,
evidentemente, no es realista, sera incalculablemente caro y adems
su contribucin a la reduccin de emisiones llegara demasiado tarde.
En primer lugar, no es realista. Tan rpido crecimiento es imposible
en la prctica debido a las limitaciones tcnicas. En la historia de la
energa nuclear slo se logr alcanzar un desarrollo a tal escala
durante dos aos a mediados de los 80, en lo ms alto del boom
auspiciado por la iniciativa estatal (y por lo tanto, fuertemente
subsidiado). Es muy improbable que ese ritmo se logre otra vez, por
no mencionar la inviabilidad de mantenerlo durante 40 aos seguidos.
Mientras que en 1984 y 1985 se instalaron 31 GW de potencia
nuclear nueva, la media de esa dcada fue de 17 GW anuales. En losltimos diez aos, slo tres grandes reactores por ao han sido
conectados a la red, y la capacidad de produccin actual mundial de
la industria nuclear no es capaz de suministrar ms de seis unidades
al ao.
Resultara muy caro: el escenario de la AIE se basa en la optimista
asuncin de unos costes de inversin muy favorables de 2.100
US$/kWe instalado (dlares americanos por kW-hora instalado), en
lnea con lo que la industria nuclear ha estado prometiendo
recientemente. Los datos reales indican que los costes de inversin
sern por lo menos tres veces superiores. Estimaciones recientes
(junio 2008) realizadas por la agencia de calificacin de riesgosestadounidense Moodys, sitan los costes de inversin en nuclear
en 7.000 US$/kWe. Para los proyectos de centrales nucleares en
preparacin en los EEUU se establece un rango de entre 5.200 y
8.000 US$/kWe5. La ms reciente estimacin de costes para el
primer reactor francs EPR, en construccin en Finlandia, es de
5.200 US$/kWe, una cifra que probablemente se incremente para los
siguientes reactores de este tipo debido a que los precios de los
materiales han ido elevndose. El Wall Street Journalha informado deque el ndice de costes para los componentes nucleares ha subido
un 173% desde 2000, lo que significa que casi se han triplicado en
los ltimos 8 aos6. Construir 1.400 grandes reactores (1.000 MWe),
incluso al coste actual de cerca de 7.000 US$/kWe, requerira una
inversin de 9,8 billones de dlares USA (9.800.000.000.000 US$).
Adems, sera muy peligroso. Una expansin masiva de la energa
nuclear conducira necesariamente a un gran incremento de los
riesgos inherentes de esta tecnologa. Entre ellos los de sufrir un
grave accidente nuclear; los derivados del considerable aumento en
los volmenes de residuos radiactivos de alta actividad, de elevada
peligrosidad dada su alta radiotoxicidad y larga vida, los cuales
tendrn que ser custodiados durante decenas de miles de aos, sin
que nadie sepa cmo gestionarlos de forma segura; y de los
relacionados con la proliferacin y dispersin de tecnologas y
materiales nucleares que podran ser desviados para usos militares o
con finalidades terroristas.
Sin duda, supondra un riesgo para la salud, la seguridad y la
estabilidad. Proponer la expansin nuclear en aras del cambio
climtico es una forma de aadir una nueva amenaza de
incertidumbre, potencialmente catastrfica para la salud, el medio
ambiente y la seguridad. De hecho, al aumentar los impactos del
cambio climtico, tambin lo hacen los riesgos para la seguridad
asociados con la energa nuclear. Por ejemplo, dado que esta energa
requiere grandes cantidades de agua para refrigeracin, las sequas
cada vez ms frecuentes en un mundo que est sufriendo el cambio
climtico significarn menos disponibilidad de agua para refrigerar el
reactor, con el consiguiente deterioro de la seguridad y el aumento de
paradas que obligarn a cerrar las centrales.
La expansin nuclear aumentara el riesgo de accidentes. En las
instalaciones nucleares se producen accidentes con asiduidad. El
accidente de Chernbil, el peor hasta la fecha, contamin en Ucrania,
Bielorrusia y Rusia una zona de ms de 160.000 km2 con niveles por
encima de 1 Curio de cesio-137 por kilmetro cuadrado. Se detect
contaminacin en lugares tan lejanos como Laponia y Escocia.
Nunca se conocer la cifra definitiva de muertes, pero se estima que
sea ya superior a doscientos mil. Asimismo, se calcula el coste en la
economa por el accidente en cientos de miles de millones de
dlares. Un accidente en una central con mayor potencia y ms
compleja, como el EPR, podra tener unas consecuencias an msdevastadoras7.
Potenciar el desarrollo de esta energa podra aumentar an ms el
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imagen Guardera en la ciudadfantasma de Pripiat tras el accidente de
Chernbil.
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10 Greenpeace Espaa Una energa sin futuro. Desmontando las mentiras de la industria nuclear
Las mentiras
de la industria nuclear - continuacin
volumen y los riesgos an sin resolver del combustible nuclear
irradiado y los residuos nucleares radiactivos. No existe una solucin
segura para tratar los letales residuos radiactivos producidos por la
energa nuclear, a pesar de que se han invertido miles de millones de
dlares y dcadas de investigacin. Una central nuclear media
produce cada ao entre 20 y 30 toneladas de combustible gastado
altamente radiactivo, un combustible que contina emitiendo
radiactividad durante cientos de miles de aos.
Si se construyeran, como propone la AIE, esos 1.400 grandes
reactores nucleares para el ao 2050 se produciran inevitablemente35.000 toneladas anuales de combustible nuclear gastado, altamente
radiactivo (asumiendo que todos ellos fueran reactores de agua
ligera, el diseo ms comn para los nuevos proyectos conocidos).
Conllevara tambin la produccin de 350.000 kilos de plutonio cada
ao, un material fisible, lo que sera cantidad suficiente para construir
35.000 bombas atmicas.
La expansin de la energa nuclear pondra seriamente en peligro la
seguridad mundial aumentando la amenaza de proliferacin de armas
nucleares y del terrorismo. Una tonelada de combustible nuclear
gastado contiene habitualmente unos 10 kilos de plutonio, cantidad
suficiente para fabricar una bomba nuclear. Segn experimentos
realizados por el Gobierno estadounidense, se pueden construir
varias armas nucleares en cuestin de semanas utilizando
combustible gastado ordinario procedente de reactores de agua
ligera. Es conocido que un pas con una base industrial mnima podra
construir de forma rpida y secreta un pequeo centro de
reprocesado, llamado 'planta rpida y sucia', capaz de extraer el
equivalente a una bomba de plutonio al da del combustible gastado
del reactor. La instalacin no tendra que tener ms de 40 metros y
podra estar operativa a los seis meses del inicio de su construccin 8.
La lista de pases no nucleares que han anunciado recientemente
planes para acceder a la tecnologa nuclear y construir reactores
nucleares es larga e inquietante9. A pesar de los grandes esfuerzos,de los tratados y los mecanismos polticos diseados para
salvaguardar el material y la tecnologa nucleares, sigue siendo una
tarea imposible. Mohamed El Baradei, director del Organismo
Internacional de la Energa Atmica, responsable de las medidas de
seguridad internacionales, afirm en 2005 que los controles de laexportacin han fallado, lo que ha hecho florecer el mercado negrode material nuclear, un mercado tambin accesible a gruposterroristas10. Los reactores civiles y los transportes de residuosnucleares aportan otra escalofriante dimensin a la amenaza nuclear
al convertirse en objetivos muy atractivos para grupos terroristas.
La energa nuclear no es la solucin para el cambio climtico porque,entre otras cosas, llegara demasiado tarde. La ciencia del clima
establece que necesitaramos alcanzar el nivel mximo de emisiones
Fuentes:
Datos hasta 2006. Statistics Finland: Energy Statistics 2006. Capacidad nuclear ms all de 2006 segnla asuncin de que el OL3 entre en produccin para mediados de 2011.
Perspectivas de la energa elica antes de la decisin sobre el OL3 Electrowatt-Ekono 2001: Tuulivoimanmahdollisuudet Suomessa [Perspectivas de la energa elica en Finlandia].
El negocio elico segn Pyry Energy 2007: Tuulivoimatavoitteiden toteutumisnkymt Suomessa[Perspectivas de cumplimiento de los objetivos de la energa elica en Finlandia].
Figura 2 Impacto del proyecto Olkiluoto-3 (OL3)en la energa elica
Figura 3 Impacto de la construccin nuclear en el mercadofinlands de cogeneracin
6 000
5 000
4 000
3 000
2 000
1 000
0
Potenciaen
Megavatios(MW)
Decisin deconstruccin del
OL3
Previsiones iniciales de instalacin de potencia elicaPrevisiones actuales de instalacin de potencia elicaPotencia nuclear
Fecha prevista defuncionamiento del
OL3
1995
1997
1999
2001
2003
2005
2007
2009
2011
6 000
5 000
4 000
3 000
2 000
1 000
0
Potenciaen
Megavatios(MW)
Reactoresanteriores
Cogeneracin urbanaNuclear
Decisin deconstruccin del OL3
1970
1973
1978
1982
1985
1988
1991
1994
1997
2000
2003
2005
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Greenpeace Espaa Una energa sin futuro. Desmontando las mentiras de la industria nuclear 11
El buque insignia del autoproclamado renacimiento de la industria nuclear, el Reactor Europeo de Agua a Presin (EPR) que, con el nombre de
Olkiluoto 3 (OL3), se est construyendo en Finlandia, ilustra a la perfeccin el engao que supone considerar la energa nuclear como la solucin al
cambio climtico.
La Agencia Internacional de la Energa (AIE) advirti ya en 2004 a Finlandia del peligro de confiar en esta nueva central nuclear para reducir emisiones
de CO2, ya que cualquier demora impedira a este pas cumplir con sus objetivos de reduccin de gases de efecto invernadero bajo el Protocolo de
Kioto1. Ese riesgo se ha hecho realidad.
En efecto, en agosto de 2007, tras slo 27 meses de construccin, se declar oficialmente que el proyecto sufrira un retraso de entre 24 y 30 meses y
que superaba su presupuesto inicial ya en unos 1.500 millones de euros. Financial Timespublic el 17 de octubre de 2008 que Areva y TVO, la
compaa elctrica cliente de sta en Finlandia, reconocen ya que el reactor no estar terminado antes de 2012. Este supone el cuarto retraso oficial
sobre la previsin inicial de trmino, programada para 2009. En esa misma noticia se deca que el sobrecoste total del reactor superar los 3.000M 2.
En mayo de ese mismo ao la autoridad sobre seguridad nuclear finlandesa STUK haba detectado hasta 1.500 defectos de calidad y seguridad en el
proyecto. Se han detectado problemas con la losa base de hormign, la vasija del reactor, el presionador y el sistema de tuberas del circuito
primario, adems del revestimiento de acero del reactor. Todos estos factores tendran unas importantes consecuencias en caso de producirse un
accidente3. En julio de 2008, sufri un grave incendio que ha complicado ms la situacin.
Adems, en agosto de 2008, Greenpeace hizo pblicos documentos confidenciales de la empresa que demostraban que no se haban seguido los
procedimientos bsicos de seguridad en la construccin de la central 4.
Por todo ello, y teniendo en cuenta que el tiempo medio de construccin de los reactores nucleares terminados entre 1995 y 2000 fue de 116 meses,es decir cerca de 10 aos, se puede afirmar que este reactor tiene pocas probabilidades de estar operativo antes de 2012. De esta manera el proyecto
Olkiluoto-3 no estar listo a tiempo para contribuir a los objetivos de Kioto de Finlandia.
Segn el anterior Ministro de Medio Ambiente finlands, Satu Hassi, una vez tomada la decisin de construir el OL3, el pas perdi inters en las
fuentes de energa renovable5.
Esta decisin se tom en un momento en que las renovables, especialmente la energa elica, haban alcanzado una importante madurez y se prevea
un gran crecimiento. Las cifras no se han cumplido, sobre todo debido a que el mercado energtico se encuentra bloqueado por el OL3, que acapara
el 85% de las inversiones previstas en el pas en nueva potencia energtica entre 2006 y 2010 6 (ver figura 2). De igual manera se puede observar en la
figura 3 que la puesta en servicio de las cuatro centrales nucleares que tiene Finlandia durante el periodo de 1977-1980 provoc un parn en el
desarrollo del mercado de cogeneracin. Y la decisin sobre el OL3 est teniendo ya un impacto similar.
Las promesas de que el EPR sera mucho ms seguro, ms fiable y de construccin ms rpida, barata y eficaz que reactores anteriores no se estn
cumpliendo. El proyecto presenta una gran demora, su presupuesto se ha disparado y no ha conseguido cumplir con la normativa vinculantefinlandesa sobre calidad y seguridad. Los cerca de 2.000 defectos de diseo y desviaciones de calidad ya detectados en el reactor, generan grandes
preocupaciones sobre su seguridad.
La leccin finlandesa es clara. La energa nuclear no puede ofrecer reducciones de CO 2 a tiempo, socava la inversin en energa renovable limpia y
eficiencia energtica, y conlleva unos riesgos para la salud y la seguridad inaceptables.
Notas:
1 Agencia Internacional de la Energa, Energy Policies of IEA Countries; Finland 2003 review (http://www.iea.org/textbase/nppdf/free/2000/finland2003.pdf), IEA, 2004.
2 En el 2001, la empresa estatal francesa AREVA hizo grandes promesas sobre el proyecto del reactor EPR (European Pressurized Reactor) que iba a construir en Finlandia, el llamado Olkiluoto-3. Se asegurque el reactor iba a ser construido en un tiempo rcord de cuatro aos (el tiempo medio de construccin de los reactores nucleares terminados entre 1995 y 2000 fue de 116 meses, es decir cerca de 10 aos)y con un coste de 2.500 millones de euros (M), y que no se necesitara recurrir a apoyos estatales ni a subsidios de ningn tipo.
3 Con respecto a la losa base de hormign, el alto contenido de agua podra, en una situacin de accidente, provocar una rpida formacin de grietas. En su caso, la baja calidad del revestimiento de acero delos reactores podra provocar un aumento de fugas radiactivas en caso de accidente. Safety Implications of Problems in Olkiluoto, informe preparado para Greenpeace por el Dr. Helmut Hirsch, Mayo de 2007.
4 Ms informacin en: http://www.greenpeace.org/raw/content/international/press/areva-finland-violations.pdf
5 Satu Hassi, Ministro de Medio Ambiente finlands de 1999 a 2002, Deciding on Nuclear (http://www.satuhassi.net/puheet/praseg.pdf), UK Parliamentary and Sustainable Energy Group (PRASEG) Briefing,Noviembre de 2005. Ver tambin Satu Hassi How Kyoto was used as an argument and what happened afterwards (http://www.satuhassi.net/puheet/kyoto181005.htm), 18 de Octubre de 2005.
6 Estadsticas finlandesas: Estadsticas energticas 2006.
El caso finlandsCmo la apuesta nuclear de Finlandia por el proyecto Olkiluoto-3 acab con las renovables e impedir cumplir a tiempo consus objetivos del Protocolo de Kioto
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12 Greenpeace Espaa Una energa sin futuro. Desmontando las mentiras de la industria nuclear
Las mentiras
de la industria nuclear - continuacin
de gases de efecto invernadero en el 2015 y a partir de entonces
disminuirlas, para que se pueda alcanzar una reduccin del 20% para
el 2020. Incluso en los pases desarrollados con una infraestructura
nuclear ya establecida transcurren al menos 10 aos desde que se
toma la decisin de construir un reactor nuclear hasta que ste se
conecta a la red elctrica y empieza a generar su primera electricidad.
Es bastante frecuente que ese tiempo se alargue varios aos ms.
Esto significa que, incluso si los gobiernos del mundo decidieran
llevar a cabo ya mismo una enorme expansin nuclear, slo unos
pocos reactores podran empezar a generar electricidad antes de
2020. La contribucin de la energa nuclear a la reduccin deemisiones llegara en cualquier caso demasiado tarde.
Adems, impedira el desarrollo de las soluciones eficaces. Incluso si
ese ambicioso escenario nuclear pudiera llevarse a cabo, sin tener en
cuenta los elevados costes y el incremento de riesgos, la AIE
concluye que la contribucin de la energa nuclear a las reduccin de
las emisiones de gases de efecto invernadero del sector energtico
seran solamente un 4,6%, menos de un 3% de la reduccin total
requerida globalmente.
Las tecnologas de eficiencia energtica y las energas renovables
pueden conseguir reducciones mucho ms amplias, y hacerlo de
forma mucho ms rpida. Los costes de inversin de stas son ms
bajos y no generan riesgos para la seguridad global. Incluso la AIE
reconoce que su potencial combinado de cara a la reduccin de
emisiones en el 2050 es ms de diez veces superior a la de la energa
nuclear.
El mundo dispone de un tiempo cada vez ms escaso, y de una
capacidad financiera e industrial limitada para cambiar el sector
energtico y lograr una gran reduccin de las emisiones de gases de
efecto invernadero. Decidir gastar 10 billones de dlares en un
desarrollo y despliegue nuclear sera, sin duda, una decisin
fatalmente errnea. Tomar ese camino no lograr salvar el clima y, sin
embargo, detraer los recursos econmicos necesarios para invertiren las nicas soluciones eficaces ante el cambio climtico: las
energas renovables y el ahorro y la eficiencia energtica. Adems,
elegir la opcin nuclear, provocar simultneamente serios riesgos a
la seguridad global. Por lo tanto, los nuevos reactores nucleares son
claramente un peligroso obstculo para la proteccin del clima.
Sptima mentira
La energa nuclear es positiva para los pases en desarrollo 11
El Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) es una herramienta del
Protocolo de Kioto que permite a los pases industrializados invertir
en proyectos de reduccin de emisiones de CO2 en pases en
desarrollo como una contribucin a sus propios objetivos de
reduccin internos.
El artculo 12 del Protocolo describe las polticas cuyos beneficios secomparten entre los pases del hemisferio norte y los del sur. Su
objetivo es ayudar a los pases del sur a lograr un desarrollo
sostenible y a contribuir al objetivo ltimo de la Convencin (artculo
12.2.). Estas actividades tendran unos beneficios reales,
mensurables y a largo plazo (artculo 12.5.b).
Los pases en vas de desarrollo y los industrializados rechazaron en
las negociaciones del Protocolo de Kioto la inclusin de la energa
nuclear en el MDL. Este acuerdo cerr las puertas a la energa
nuclear en los pases en desarrollo como mnimo para la prxima
dcada.
En los pases pobres un problema aadido es que las centrales
nucleares son demasiado grandes e incompatibles con el sistema de
red elctrica que necesitan, puesto que no cuentan con las redes
elctricas de alta tensin necesarias para centrales elctricas de gran
capacidad. Este tipo de redes de transmisin son costosas y de poco
uso en pases con una baja poblacin. En pases densamente
poblados con economas emergentes, los largos tiempos de
construccin que requiere la energa nuclear hacen que no pueda
desarrollarse a la misma velocidad que la demanda creciente. Una
combinacin diversa y descentralizada de energas renovables resulta
mucho ms efectiva y limpia para cumplir antes con las diferentes
necesidades energticas.
Las centrales nucleares construidas en pases en desarrollo hacen
crecer de manera importante la deuda pblica. En Filipinas, la central
Bataan, que nunca ha sido puesta en funcionamiento, fue durante los
ltimos veinte aos el mayor contribuidor a la deuda externa. Slo en
2008 se ha realizado el pago final, casi 32 aos despus del inicio de
su construccin12. Y veinte aos despus de comenzar su
construccin, el reactor Atucha II en Argentina est an sin terminar,
tras haber generado una deuda externa de ms de mil millones de
dlares13.
Un tercio de la poblacin del planeta, unos dos mil millones de
personas, no tiene acceso a servicios de energa bsicos. Para ellos,la energa nuclear es demasiado grande, demasiado costosa y
completamente incompatible con sus redes elctricas.
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Greenpeace Espaa Una energa sin futuro. Desmontando las mentiras de la industria nuclear 13
Novena mentira
La energa nuclear es limpia
Es la energa ms sucia aunque la radiactividad no se pueda ver, ni
or, ni oler, ni tocar, ni sentir. Las centrales nucleares generan
residuos radiactivos cuyo alto nivel de radiactividad se prolonga
durante cientos de miles de aos. Adems, si se suma su elevado
potencial radiotxico, suponen un importante problema ambiental, de
salud pblica y econmico, que nadie sabe bien cmo resolver.
En sus ms de 50 aos de existencia, la industria atmica no ha sido
capaz de encontrar una solucin tcnica satisfactoria a este grave
problema, puesto que todas las opciones propuestas tienen
importantes cuestiones por resolver, y su resolucin est an en
estado de investigacin bsica. Ni siquiera existe consenso sobre las
posibles soluciones tcnicas entre los representantes de la industria
nuclear.
La industria nuclear defiende que existe una solucin mgica a este
problema: la transmutacin. Esta consistira en forzar la conversin de
un elemento qumico muy radiactivo en otro de menor actividad
induciendo en el primero un cambio en la estructura de su ncleo
atmico mediante una reaccin nuclear provocada por el bombardeo
con partculas subatmicas. Pero lo cierto es que existe consenso
cientfico en que la transmutacin no es una opcin tecnolgica que
se pueda tener en cuenta, ni a corto ni a medio plazo, para la gestin
de los residuos radiactivos. Adems existen dudas sobre si las
investigaciones en curso harn de ella una opcin finalmente viable
para este propsito.
Por otra parte, las centrales nucleares emiten al medio ambiente
radiactividad en su funcionamiento rutinario: efluentes gaseosos
radiactivos mediante la chimenea dedicada al efecto y efluentes
lquidos radiactivos al mar, al embalse o al ro del que depende para
su refrigeracin.
Si un accidente nuclear puede liberar dosis masivas de radiactividad
en un instante, las emisiones rutinarias son responsables de generar
dosis bajas. Pero la radiactividad tiene efectos acumulativos. Un
ejemplo: segn revela un estudio del Centro Nacional de
Epidemiologa del Instituto de Salud Carlos III del Ministerio de
Sanidad, la tasa de mortalidad por mieloma mltiple en las
proximidades de la central nuclear de Zorita es 4 veces ms alta de lo
normal.
En enero de 2008, se public en European Journal of Cancerun
estudio de investigadores alemanes que demostraba que los niosque viven a menos de cinco kilmetros de una central nuclear tienen
un 50% ms de probabilidades de desarrollar leucemia.
Octava mentira
La energa nuclear es imprescindible y las energas renovablesson incapaces de satisfacer las necesidades energticas
La viabilidad tcnica y econmica de un sistema de generacin
elctrica basado al 100% en energas renovables, que permitira
luchar de forma eficaz contra el cambio climtico al tiempo que se
abandona la energa nuclear, es un hecho ya comprobado
cientficamente. El informe Renovables 100%. Un sistema elctrico
renovable para la Espaa peninsular y su viabilidad econmica14 delInstituto de Investigaciones Tecnolgicas (IIT) de la Universidad
Pontificia Comillas, encargado por Greenpeace, ha demostrado que
existen numerosas combinaciones de las distintas tecnologas
renovables (solar termoelctrica, elica terrestre, elica marina,
biomasa, solar fotovoltaica, hidroelctrica, energa de las olas y
geotrmica) que permitiran satisfacer al 100% la demanda elctrica
peninsular, las 24 horas del da, los 365 das del ao, a un coste
menor que el de un sistema basado en las tecnologas
convencionales.
El estudio ha tenido en cuenta tanto las limitaciones que surjan en el
sistema como las distintas restricciones en cuanto a disponibilidad de
recursos, ambientales, usos del suelo y acoplamiento temporal
demanda-generacin-transporte. En suma, la energa nuclear es
prescindible.
Del citado estudio se deduce que por sus caractersticas de
funcionamiento dentro del sistema elctrico, las centrales nucleares
son un gran obstculo para el despliegue a gran escala de las
energas renovables.
Ya en 2007, las energas renovables aportaron en Espaa un 23% del
total de la electricidad generada (un 3% ms que todas las centrales
nucleares juntas). La contribucin de las renovables fue de 62.081
Gwh, un 9,61% (5.969 GWh) superior a la del ao anterior.
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14 Greenpeace Espaa Una energa sin futuro. Desmontando las mentiras de la industria nuclear
Las mentiras
de la industria nuclear - continuacin
Dcima mentira
La energa nuclear es sostenible
El concepto de desarrollo sostenible define el modelo de desarrollo
que sera deseable conseguir para cualquier sociedad que pretenda
vivir en armona con su entorno, social y medioambiental. El
desarrollo sostenible se fundamenta en tres premisas: debe ser
1) econmicamente eficaz: ms calidad de vida y bienestar al
mismo tiempo que proporciona beneficios al menor coste, incluyendo
en el clculo las externalidades medioambientales 2) socialmenteequitativo: ahora y en el futuro, y para todos y
3) medioambientalmente aceptable: con el menor impacto
ambiental posible y con el menor uso de recursos y degradacin
ambiental.
En cuanto a la energa nuclear, los hechos han demostrado que no
cumple ninguna de esas premisas. Adems de no ser rentable
econmicamente, ya ha producido problemas a las personas y al
medio ambiente: contaminacin radiactiva asociada a la actividad
normal en todas las fases del ciclo nuclear; numerosos accidentes
nucleares, como la catstrofe de Chernbil, con graves daos a la
salud pblica, al medio ambiente y a la economa de las zonas
afectadas; elevadas cantidades de peligrosos residuos radiactivos
con los que no se sabe qu hacer... Todo esto lleva a concluir que la
energa nuclear no tiene cabida en un modelo energtico sostenible.
Es ms, que en s misma es el paradigma de la insostenibilidad.
Quiz los residuos radiactivos sean la prueba ms clara de esa
insostenibilidad, puesto que las centrales nucleares, cuya vida til
tcnica ronda los 25 aos, genera inexorablemente unos residuos
cuya peligrosidad se prolongar durante muchas decenas de miles
de aos, y con los que no se sabe qu hacer.
Undcima mentira
La energa nuclear es la solucin a la dependencia del petrleo
La energa nuclear no tiene ningn papel que cumplir para reducir
significativamente nuestra dependencia del petrleo, el cual se
emplea mayoritariamente (95%) en el sector transporte.
La solucin ms eficiente al respecto est en otras medidas:
adecuada ordenacin del territorio, incentivar el transporte pblico
colectivo y los modos no motorizados, mayor eficiencia en los
motores, disminucin del peso y la potencia de los vehculos,vectores alternativos (hidrgeno a partir de energas renovables, por
ejemplo). En Espaa, hay que dar paso a estas medidas de forma
ms urgente si cabe que en los pases del entorno europeo, ya que el
peso y el consumo energtico del sector del transporte es de cerca
del 40%, frente al 30% de media en los pases de la UE-25.
Conseguir una movilidad sostenible es uno de los mayores retos a los
que se enfrenta la sociedad actual, ya que, como se ha mencionado
anteriormente, el 95% del consumo de energa primaria en el
transporte procede de derivados del petrleo y este sector se
presenta ya como el segundo mayor emisor de gases de efecto
invernadero en todos los pases industrializados y recinindustrializados.
La escasez y la concentracin de las reservas de petrleo en un
reducido nmero de pases estn conduciendo a una elevada
inestabilidad de los precios. Para mejorar la movilidad es
imprescindible reducir drsticamente la dependencia del transporte
del petrleo a la vez que su impacto sobre el clima. Frente a estos
dos grandes retos que se plantean con urgencia para el transporte,
muchos pases han optado pblicamente por promover los
automviles elctricos plug-in (enchufables) o los propulsados por
bateras de hidrgeno cargadas con electricidad.
En este contexto, el lobbynuclear no ha dudado en utilizar laproblemtica del transporte para encontrar otro argumento dentro de
su campaa de propaganda. Sin embargo, la energa nuclear no
puede contribuir a los retos de una movilidad sostenible.
Y no slo porque la electricidad generada por la energa nuclear,
aunque fuera aplicada al transporte, seguir teniendo todos los
inconvenientes de elevados costes, inseguridad, residuos radiactivos,
rechazo social y dependencia del exterior que han sido detallados en
otras secciones de este informe.
Hay otros fundamentos adicionales que demuestran la inutilidad de la
energa nuclear como solucin a aplicar en la necesaria evolucindel transporte y, especialmente, de los automviles, hacia la
sostenibilidad.
Aplicar la electricidad al transporte implicar un incremento
importante de la demanda elctrica en todo el mundo. Dado que el
mayor aumento de la demanda de transporte y de las emisiones de
CO2 de este sector se espera en los pases en vas de desarrollo o
recin industrializados, es impensable que la energa nuclear pueda
contribuir al esperado crecimiento de la demanda energtica del
transporte dada su relacin directa con la proliferacin de armas
nucleares que hace poco recomendable exportar esta tecnologa a
cualquier pas (como ejemplo, el caso de Irn).
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Greenpeace Espaa Una energa sin futuro. Desmontando las mentiras de la industria nuclear 15
Por otro lado, el uso de uranio para alimentar los coches elctricos o
de hidrgeno tampoco ofrece una alternativa vlida para los
problemas de dependencia y de inestabilidad intrnsecos en el uso
del petrleo para el transporte. Es un combustible finito y sus
reservas se localizan en pocas regiones, en muchos casos inestables
(Nger, Kazajstn...).
El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climtico (IPCC) de la
ONU ha aclarado que la contribucin de la energa nuclear a la
demanda de electricidad global en todo caso slo podra aumentar
del 13% actual a un 16% para 2030. Slo en Espaa, si toda lademanda de transporte fuera a ser cubierta con motores elctricos (el
75%) y con bateras de hidrgeno (25%), el incremento esperado en
la demanda para 2050 sera de 1.031 TWh al ao que, para poder
ser cubierta por la energa nuclear, obligara la instalacin de unas
138 centrales en Espaa, al ritmo de unas cuatro centrales cada ao
a partir de hoy mismo. Pero el mayor aumento de demanda del
transporte se dar en China que ya se prev que iguale el parque
mvil actual de EEUU tan solo en 20 aos, hasta unos 250 millones
de vehculos.
La energa nuclear no puede responder a la demanda prevista ni en
los escenarios de desarrollo ms favorables para esta tecnologa. As
que si se considerara aumentar la demanda de electricidad mundial
para electrificar el transporte, la aportacin de la nuclear se hara casi
inapreciable y las ingentes inversiones necesarias para lograrlo no
seran justificables frente al escaso resultado que tendra en la
mitigacin del cambio climtico.
El gasto para construir nuevas plantas nucleares est en constante
crecimiento: el coste real hoy en da es tres veces superior que los
publicados por la AIE en 2005 y la propia industria no planea
reducciones de coste en un futuro.
Por el contrario, el desarrollo de la energa elica ofrece cada vez
mejores costes y mayor madurez tecnolgica y comercial, por quentonces cargar bateras de un coche con energa nuclear cuando ya
existe una alternativa viable, ms limpia y ms econmica?
Greenpeace ha demostrado que para 2050 ser ms barato producir
electricidad en Espaa con fuentes renovables que con combustibles
fsiles o con uranio pero hoy mismo ya es ms barato cargar una
batera de coches con energa elica que con la electricidad
producida por una nueva central nuclear y as lo ha demostrado el
caso de Portugal que ha recientemente apostado por promover el
uso del coche elctrico en su territorio. EDP, la compaa elctrica
portuguesa, no se ha planteado construir nuevas centrales atmicas,
al contrario, ha declarado su intencin de usar la electricidad elicasobrante para alimentar los coches elctricos portugueses.
La respuesta a los desafos del transporte a nivel mundial no pasan
por asumir los riesgos econmicos y sociales de una tecnologa
como la nuclear sino por aprovechar el enorme potencial de ahorro y
eficiencia que este sector todava tiene por desarrollar, por promover
el uso de modos de transporte no motorizados y del transporte
pblico, reducir un 40% los kilmetros recorridos entre 2040 y 2080,
por apostar por vehculos hbridos o de motor elctrico cargados con
energas renovables que no slo pueden cubrir esta demanda
adicional de electricidad a tiempo sino con bajo impacto y menores
costes, entre otras opciones.
Duodcima mentira
La energa nuclear generar muchos puestos de trabajo
Desde el punto de vista sociolaboral, la nuclear es la fuente de
energa que menos empleo genera por unidad de energa producida.
En cambio, las renovables generan mucho ms. Segn los datos de
un informe de Comisiones Obreras publicado en febrero de 200815,
en Espaa el sector de las energas renovables generaba en 2007
89.000 empleos directos (y 99.681 indirectos), mientras que el sector
nuclear no alcanza ni el 10% de esa cifra.
La conclusin de este informe es que el sector de las energas
renovables agrupaba, en 2007, a un millar de empresas que generan
cerca de 200.000 empleos, un tercio en la energa elica; est en
plena expansin y tiene empresas con un tamao superior al de la
media; y ocupa a trabajadores con contratacin indefinida y un alto
nivel de cualificacin profesional.
Por el contrario la energa nuclear es muy intensiva en capital
(construir una central nuclear cuesta ms de 5.000 M), pero es muy
poco intensiva en puestos de trabajo, salvo en el momento de su
construccin.
En Alemania, en 2006 el sector de energas renovables dio empleo a235.000 trabajadores, un incremento del 50% sobre los dos aos
anteriores16.
Decimotercera mentira
La energa nuclear es segura
A finales de noviembre de 2007 se produjo un escape al medio
ambiente de material altamente radiactivo en la central nuclear de
Asc-1 (Tarragona). Los medios de comunicacin se hicieron eco delincidente meses despus, cuando Greenpeace lo comunic tras ser
alertada por trabajadores de la central. En junio de 2008, la central de
Krsko (Eslovenia) sufri un accidente que conllev la prdida de
refrigerante del circuito primario, lo que oblig a activar la Red de
GP/RALBARTOLOM
imagen Control de salida de la zonade exclusin. Chernbil. (Ucrania).
Marzo 2006
8/4/2019 Una Energ a Sin Futuro Desmon
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16 Greenpeace Espaa Una energa sin futuro. Desmontando las mentiras de la industria nuclear
Las mentiras
de la industria nuclear - continuacin
Alerta Europea (ECURIE). Ese mismo mes la central nuclear de
Tricastin (Francia) tuvo una fuga de decenas de kilos de uranio al
Rdano. Dos meses ms tarde la central de Olkiluoto-3 (Finlandia), en
proceso de construccin, tuvo un incendio. Cada poco tiempo ocurre
un incidente o accidente en las instalaciones nucleares que recuerdan
a la poblacin su inseguridad y peligrosidad.
A pesar de ello, el lobbynuclear quiere hacer creer que la energanuclear es segura, y para ello sigue diversas estrategias,
contradictorias entre s. A veces reconoce que el accidente de
Chernbil fue muy grave, pero que es irrepetible una catstrofe deesas consecuencias porque fue una mera consecuencia del ya
extinto rgimen sovitico y que, por las diferencias de modelo
poltico, en el mundo occidental algo as no podra pasar. Se olvidan
entonces de los accidentes de Winscale (Reino Unido) o Harrisbug
(Estados Unidos), ambos de nivel 5 en la Escala Internacional de
Sucesos Nucleares (INES). Simultneamente, otras voces del mismo
grupo de presin se empean en decir que el accidente de Chernbil
no tuvo consecuencias graves, que apenas hubo vctimas y que los
afectados son vctimas ms de la radiofobia que de los efectos
reales de la enorme cantidad de radiactividad que se liber al medio
ambiente.
Otra contradiccin habitual e importante entre los defensores de la
industria nuclear es que al mismo tiempo que defienden que la
energa nuclear ya es muy segura, afirman que en unas cuantas
dcadas estarn listos los reactores de la Generacin IV, los que,
segn ellos, s sern verdaderamente seguros.
La realidad es que la energa nuclear no ha resuelto sus problemas
de seguridad y que esos reactores de 4 generacin que,
hipotticamente, resolveran esos problemas, no estaran disponibles
hasta dentro de 20 30 aos, en el mejor de los casos, sin poder
acotar su coste econmico. Es decir, que en 2030 2040, si sus
propias previsiones se cumplen, y por lo tanto 80 90 aos despus
de que se pusieran en marcha los primeros reactores, la industrianuclear lograra por fin disponer de un reactor de fisin seguro. De
momento, son slo una entelequia de la ciencia ficcin.
Lo que es indiscutible es que la tragedia de Chernbil puso punto
final al debate sobre la seguridad de las centrales nucleares. Este
accidente evidenci la potencialidad catastrfica de la energa
nuclear, y de hecho ha generado un grave dao a la salud pblica, al
medioambiente y a la economa de las regiones afectadas.
El 26 de abril de 1986, el reactor nmero 4 de la central nuclear de
Chernbil (Ucrania) sufri una fusin del ncleo del reactor. Se
liberaron al medio ambiente toneladas de material altamenteradiactivo (iodo-131, cesio-134 y 137, estroncio-90 y plutonio-239).
El accidente caus una nube radiactiva que afect a grandes reas
de la antigua URSS y Asia y a la mayor parte de Europa, e incluso
alcanz Espaa, especialmente Catalua y Baleares. Qued as
demostrado que los riesgos de la energa nuclear suponen una
amenaza que no conoce fronteras, ya que en caso de accidente, la
radiactividad liberada se puede extender a miles de kilmetros de las
centrales, lo que deja en evidencia la ineficacia de los planes de
emergencia nuclear.
La liberacin de radiactividad en el accidente de Chernbil super los
50 millones de curios, una cantidad 200 veces mayor que la liberada
conjuntamente por las bombas atmicas de Hiroshima y Nagasaki en
1945. Aunque el 25% de las emisiones se produjeron en las 24 horas
siguientes a la explosin, durante los nueve das que se tard enapagar el incendio se emitieron enormes cantidades de radiactividad.
En este tiempo, las ms de 600.000 personas (los liquidadores) que
trabajaron en la extincin, sin apenas proteccin ni control de las
dosis de radiacin que reciban, pudieron recibir hasta 100 veces la
dosis mxima anual de radiactividad internacionalmente aceptada. Ya
hace aos, los gobiernos de Ucrania y Rusia reconocieron la muerte
de entre 8.000 y 10.000 liquidadores y la enfermedad de unos
120.000 a consecuencia de estas radiaciones. Estudios recientes,
entre ellos de la Academia de Ciencias Rusa, estiman el coste actual
de vidas humanas en ms de 200.000 en las tres repblicas ex-
soviticas ms afectadas17.
Por otra parte, las fugas radiactivas en la central nuclear japonesa de
Kashiwazaki-Kariwa, tras el terremoto sufrido el 16 de julio de 2007,
demostr de nuevo la potencialidad catastrfica inherente a la
energa nuclear. Poco despus del terremoto se supo que la central
est construida sobre una falla tectnica. Qu hubiera pasado si el
epicentro de ese terremoto hubiera sido justo la central nuclear y no
hubiera estado, como afortunadamente ocurri, a 17 km de
profundidad y a varios km en lnea recta de esta instalacin?: la
catstrofe hubiera estado asegurada.
La posibilidad de sufrir un accidente nuclear grave ha aumentado en
los ltimos aos, segn anlisis de especialistas en la materia, debido
a la confluencia de una serie de factores que afectan negativamente ala seguridad. As, a los fallos de una tecnologa intrnsecamente
peligrosa, como es la fisin nuclear, hay que sumar el acusado
envejecimiento de los reactores y la cada vez menor cultura de
seguridad de los operadores como consecuencia de la falta de
competitividad de la energa nuclear en un mercado elctrico
liberalizado. Diversos sucesos recientes (Vandells-2, 2004; Mihama-
3, Japn, 2004; Asc-1, 2007; Tricastin, Francia, 2008)
demuestran que los propietarios de centrales nucleares tratan de
maximizar beneficios a costa de reducir los mrgenes de seguridad,
lo que redunda en un aumento del riesgo de sufrir un accidente
grave.
En el parque nuclear espaol se conjugan todos esos factores. La
cultura de seguridad brilla por su ausencia, como ha demostrado el
escape de Asc-1. La media de edad de las 8 centrales an en
operacin es de 25 aos (su vida til tcnica) y todas presentan, en
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Greenpeace Espaa Una energa sin futuro. Desmontando las mentiras de la industria nuclear 17
mayor o menor medida, problemas de envejecimiento. En especial, la
central de Santa M de Garoa, la ms antigua en funcionamiento
(fue inaugurada por Franco en 1971), pues sufre graves problemas de
agrietamiento por corrosin en diversos componentes de la vasija del
reactor (el verdadero corazn de la central nuclear), fundamentales
para la seguridad.
Adems, las centrales nucleares son instalaciones de alto riesgo por
considerarse, como reconocen abiertamente las agencias de
inteligencia de todo el mundo, objetivo potencial de ataques
terroristas. A su vez existe la posibilidad del desvo potencial demateriales nucleares para la fabricacin de armas atmicas con fines
terroristas o de otro tipo de sustancias radiactivas para la elaboracin
de las llamadas bombas sucias.
Decimocuarta mentira
La energa nuclear es muy eficiente
En el mundo hay 439 centrales nucleares en funcionamiento que
suministran alrededor del 15% de la electricidad global y aportan slo
el 6,5% del consumo energtico mundial18.
Pero en otros anlisis realizados por el IIASA (International Institute for
Applied Systems Analysis) se afirma que la energa nuclear representa
slo el 2,2% del consumo energtico mundial. El motivo por el que
aparece esta diferencia es que el IIASA considera la produccin
elctrica de una central nuclear como fuente de energa primaria.
La AIE considera el calor como fuente de energa primaria,
asumiendo un 33% de eficiencia. En consecuencia, el valor en
energa primaria de un kWh de energa nuclear producido hoy da
segn la metodologa del IIASA equivale a un tercio,
aproximadamente, del mismo kWh calculado segn la metodologade la AIE.
Decimoquinta mentira
La energa nuclear es barata
Es una energa muy cara. La energa nuclear slo ha sido capaz de
sobrevivir en pases donde ha contado con fuertes subsidios
estatales y con apoyo poltico cuando surgan los problemas
financieros, como es el caso de Espaa. Otro ejemplo obvio esFrancia donde la industria nuclear es de titularidad estatal (el
programa nuclear militar y el programa nuclear civil estn ntimamente
relacionados desde el final de la Segunda Guerra Mundial).
Aunque sus costes variables son relativamente bajos, las inversiones
iniciales son muy altas, lo que introduce inseguridad en los
inversores, elevados gastos financieros, etc. En un reconocimiento
implcito de que la energa nuclear no es competitiva, los
representantes del lobbynuclear admiten que, para decidirse aemprender la construccin de nuevas centrales, necesitaran la
existencia de un marco regulatorio que garantizase plenamente la
recuperacin de sus inversiones. Este supuesto, en el modelo
crecientemente liberalizado de economa, es la bsqueda de una
clara ventaja, entre otras cosas, ilegal segn la normativa vigente.
Un estudio del Instituto Tecnolgico de Massachusetts (MIT) de 2003
concluy que, en las condiciones actuales, la energa elctrica de
origen nuclear no es competitiva. Para que lo fuera, los gastos de
construccin deberan disminuir en un 25%; los plazos de
construccin de las centrales habra que acortarlos a cuatro aos (el
tiempo medio de construccin de los reactores nucleares terminados
entre 1995 y 2000 fue de 116 meses, es decir cerca de 10 aos); se
tendran que reducir los costes de operacin y mantenimiento en un
8%, etc. Que se logren estos cambios es muy difcil, entre otras
cosas, porque tanto los costes de construccin como los precios del
combustible nuclear son muy dependientes de la evolucin de los
precios del petrleo, y la tendencia de stos en los ltimos aos ha
sido al alza.
Lo cierto es que los datos ms recientes nos indican que la industria
nuclear no est siendo capaz de reducir el tiempo empleado en
construir una central nuclear y de rebajar sustancialmente los costes
de inversin.
Un claro ejemplo de ello es la construccin del reactor EPR en
Finlandia por parte de la empresa estatal gala Areva, el denominado
proyecto Olkiluoto-3. Aunque se asegur que su construccin durara
4 aos, oficialmente ya se ha anunciado que el fin de las obras se
retrasa tres aos sobre lo previsto. Los sobrecostes reconocidos son
de ms de 1.500 M pero fuentes financieras estiman que superarnlos 3.000 M,
En realidad, la energa nuclear perdi hace muchos aos la batalla de
la competitividad econmica en unos mercados energticos cada vez
ms liberalizados. No en vano, vista la experiencia en EEUU, la revista
Forbes calific la energa nuclear como el mayor fiasco en la historiaeconmica norteamericana. Hace ms de 30 aos que en ese pas,el pionero en el desarrollo de la energa nuclear, no hay encargos de
nuevos reactores. Asimismo, el Banco Mundial y otros bancos
multilaterales no financian desde hace tiempo proyectos nucleares,
por no ser una opcin eficiente en coste.
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18 Greenpeace Espaa Una energa sin futuro. Desmontando las mentiras de la industria nuclear
Uno de los argumentos que esgrime la industria nuclear es que es
una energa relativamente barata. Para analizar esta afirmacin de la
industria, Greenpeace encarg a una comisin de expertos
independientes un estudio para valorar la realidad econmica de la
energa nuclear. Dicho estudio se ha publicado como La economa dela energa nuclear1 y concluye que la energa nuclear es un riesgoeconmico que soportan en ltima instancia los gobiernos y los
contribuyentes.
Adems, la energa nuclear socava las soluciones reales al cambio
climtico ya que desva los recursos necesarios para la implantacin
a gran escala de las renovables y para establecer medidas que
mejoren la eficiencia energtica.
A continuacin se ofrece un resumen de las conclusiones alcanzadas
en este estudio.
Los costes de construccin son siempre dos o tres vecesmayores que los previstos2
Las centrales nucleares son un lastre econmico; los costes de
construccin reales estn siempre muy por encima de los costesprevistos. El reactor Olkiluoto 3 (OL3), en construccin en Finlandia,
es un buen ejemplo de ello.
En el 2001, la empresa estatal francesa Areva3, hizo grandes
promesas sobre el proyecto del reactor EPR (European Pressurized
Reactor) que iba a construir en Finlandia, el llamado Olkiluoto-3. Se
asegur que el reactor iba a ser construido en un tiempo rcord de
cuatro aos (el tiempo medio de construccin de los reactores
nucleares terminados entre 1995 y 2000 fue de 116 meses, es decir
cerca de 10 aos) y con un coste de 2.500 millones de euros (M), y
que no se necesitara recurrir a apoyos estatales ni a subsidios de
ningn tipo. La industria hablaba entonces del renacimiento nuclear:
Olkiluoto-3 sera su buque insignia.Pero la realidad es muy diferente en 2008, siete aos despus de su
lanzamiento pblico. La construccin del reactor empez en 2005 y,
tan slo dos aos ms tarde, en 2007, la propia empresa Areva
anunciaba oficialmente que su terminacin se retrasara hasta 2011,
dos aos con respecto a lo previsto, por lo que tendr que pagar
2.200 M de penalizacin. Es ms, en octubre de 2008, Areva y la
compaa elctrica finlandesa TVO, cliente de la primera,
reconocieron retrasos adicionales y anunciaron un nuevo calendario
que establece ahora la terminacin del reactor en 2012. Ya se
reconoce, de forma oficial, un sobrecoste de 1.500 M sobre lo
inicialmente presupuestado. Elfi, el consorcio finlands de usuarios de
electricidad, calcula que esto supondr unos 3.000 M en costesindirectos a los consumidores de electricidad. Informaciones
recientes reconocen que si Olkiluoto-3 estuviese terminada para
2012, que es la fecha oficial que ahora maneja Areva, le habr
costado a sta ms de 5.200 M.
A pesar de las declaraciones previas de la industria nuclear de que el
reactor no requerira apoyos financieros estatales, los bancos
pblicos de Suiza y Francia han tenido ya que realizar fuertes
prstamos para su construccin. Y, por si fuera poco, lo que agrava
an ms la situacin, se han detectado ya ms de 2.000 defectos de
diseo y desviaciones de calidad en el reactor, que genera grandes
preocupaciones sobre su seguridad. Sin duda, el EPR es un
clarificador ejemplo de lo caro y arriesgado que resulta invertir en
energa nuclear.
Esta experiencia se repite en cada pas. En Estados Unidos, un
estudio del Departamento de Energa sobre los costes de
construccin de las centrales nucleares4, en el que se evaluaron 75
de las 104 centrales nucleares del pas, indica unos costes previstos
de construccin de 45.000 millones de dlares (34.000 millones de
), y unos costes reales de 145.000 millones de dlares, ms del
triple de las estimaciones iniciales. En India, el pas de ms reciente
experiencia en construccin nuclear, los costes finales de las 10ltimas centrales han superado el presupuesto inicial en un 300%.
Estos constantes errores de clculo se producen por una serie de
problemas entre los que se incluyen los errores en la estimacin de
los tiempos de construccin y el relativo estancamiento de la industria
nuclear.
Los plazos necesarios para completar la construccin de una central
nuclear han aumentado de 66 meses a mediados de los aos
setenta, a 116 meses (casi 10 aos) entre 1995 y 2000. La central
nuclear de Temelin en la Repblica Checa es un caso claro de
aumento de costes ocasionados por los retrasos en la construccin,
con un retraso de diez aos sobre los planes previstos y un
sobrecoste cinco veces mayor que el coste inicial previsto. LaAgencia Internacional de la Energa (AIE) ha indicado que a pesar de
los bajos costes operativos, la amortizacin de los costes de Temelin
(coste total: 99.000 millones de coronas checas, ms 10.000
millones de coronas checas de inters sin amortizar) crear una
importante carga financiera para CEZ [empresa energtica checa]5.
A pesar de su historial de 50 aos, estamos ante un caso tpico en la
industria nuclear.
Los altos costes de capital y su escaso rendimiento hacen quela energa nuclear no sea competitiva
La viabilidad econmica de la energa nuclear se ha cuestionado
siempre. Las centrales nucleares son muy poco competitivas.
Tradicionalmente la industria elctrica se ha considerado como un
monopolio natural que disfrutaba de proteccin frente a las fuerzas
del mercado. Al ser consideradas como empresas de servicio pblico
La economa de la industria nuclear
Economa y Alternativas
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Greenpeace Espaa Una energa sin futuro. Desmontando las mentiras de la industria nuclear 19
estaban protegidas contra cualquier tipo de riesgo financiero;
cualquier inversin tena en general garantizada la recuperacin plena
de costes, lo que conllevaba un riesgo mnimo para los que
aportaban el capital. Eran los consumidores quienes asuman la
mayor parte de los riesgos. Los promotores de las centrales podan
solicitar prstamos a unos tipos que reflejaban este riesgo reducido
para inversores y prestatarios.
La aparicin de mercados elctricos liberalizados en muchos pases
ha hecho que los riesgos de los sobrecostes revirtieran en los
promotores de las centrales. Los promotores se ven constreidos por
organismos financieros que consideran demasiado arriesgada la
inversin en cualquier tipo de central nuclear, y esta condicin ha
hecho que se eleve el coste de capital hasta niveles en los que la
energa nuclear deja de ser competitiva. En este contexto, la energa
nuclear no tiene muchas posibilidades de prosperar.
Una industria en declive
El tan proclamado renacimiento nuclear por parte de la industria deltomo no se est traduciendo en una demanda de nuevas centrales
nucleares.
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