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ARCHIVO GENERAL DE PUERTO RICO INSTITUTO DE CULTURA PUERTORRIQUEÑA
Iván Chaar-López Una mirada inicial a la Iglesia de los Brethren en Castañer,
Puerto Rico
Los trabajos realizados sobre la historia, aunque algunos diríamos
historias, de la Segunda Guerra Mundial y sus impactos en Puerto Rico han ido
aumentando en años recientes a diferencia de la década de 19901. Esta
consideración de la academia de un momento histórico tan complejo e
interesante ha dejado terreno fértil para quienes nos aventuramos a andar por
estos lares. Mi interés, sin embargo, no es explicar la renuencia a considerar esta
época, sino indagar sobre la participación de los objetores por conciencia de la
Segunda Guerra Mundial en uno de los espacios marginales de la sociedad
colonial puertorriqueña del siglo XX: el campo.
En 1942, poco menos de un año después de Estados Unidos haberle
declarado la guerra a Japón, jóvenes objetores por conciencia arribaron a suelo
puertorriqueño con la intención de realizar un “trabajo de importancia nacional”,
según leía el Estatuto de Entrenamiento y Servicio Selectivo de 1940. Estos
jóvenes se dirigieron al poblado de Castañer.
Castañer fue, y es, vivo ejemplo de la marginalización colonial y estatal.
Localizado entre los municipios de Yauco, Adjuntas, Lares y Maricao, en un valle
rodeado por la violenta y hermosa elevación de montañas que componen la
1 Para los trabajos más recientes sobre la Segunda Guerra Mundial y Puerto Rico véase: García Rosado, Carmen. Las WACS: participación de la mujer boricua en la Segunda Guerra Mundial. Puerto Rico, 2007. Rodríguez Beruff, Jorge. Strategy as Politics: Puerto Rico on the Eve of the Second World War. Río Piedras: La Editorial UPR, 2007. Rodríguez Aguayo, José D. Las representaciones del miedo en la prensa puertorriqueña durante la Segunda Guerra Mundial. (Tesis, 2006). Hernández Hernández, Carlos I. Historia y memoria: representaciones de la Segunda Guerra Mundial en la ciudad señorial de Ponce. (Tesis, 2005). Santiago Caraballo, Josefa. Guerra, reforma y colonialismo: Luis Muñoz Marín, las reformas del PPD y su vinculación con la militarización de Puerto Rico en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. (Tesis, 2004). Rivera Lizardi, Francisco M. La Segunda Guerra Mundial en Caguas. Caguas, 2003.
Chaar-López 2
cordillera central de nuestra Isla, este poblado es habitado por gente que resistió
al olvido por medio de la ayuda mutua y la solidaridad. Aislado del resto de
Puerto Rico y del mundo, allí, en el oeste de la Isla, se cosechó no sólo el suelo
sino las mentes de sus pobladores con ideas de modernidad y progreso en
yuxtaposición con ideas de amor y cooperación. En uno de los boletines
producidos por la Unidad de Reconstrucción Martin G. Brumbaugh se describe a
Puerto Rico, por medio de lo observado en aquel poblado escondido, como un
lugar que “presents two extremes, great poverty in a veritable Garden of Eden”, “a
country so beautiful and yet so ugly” (MGBRU Newsletter No.1 1)2. Castañer es
espacio de lo que los escritores góticos y románticos denominaron ‘sublime’ – la
violencia de lo horrible y su esplendor entumecedor.
Los objetores por conciencia venían como parte de un proyecto mucho
más amplio, el Civilian Public Service (CPS) o servicio alterno al servicio militar.
En Puerto Rico las bases para el proyecto fueron propuestas por el Dr. Andrew
W. Cordier, a quien Paul C. French, secretario ejecutivo de la National Service
Board for Religious Objectors (NSBRO), envió a la Isla para que estudiara las
condiciones socio-económicas y así poder obtener la aprobación del Sistema de
Servicio Selectivo para trabajar aquí.
En este ensayo, me propongo examinar el trabajo realizado por un grupo
de objetores por conciencia y la Iglesia de los Brethren ubicada en el campo de
Castañer. Para ello es necesario crear un contexto histórico de Puerto Rico desde
el 1930 hasta 1940. También es importante explicar brevemente de dónde surgió
la Iglesia de los Brethren, cuáles eran sus ideas en cuanto a la guerra y sus
preceptos religiosos en general. Además, discutiré cómo se desarrolló el CPS,
porqué eligieron a Puerto Rico como opción de servicio civil y porqué
específicamente a Castañer. Por último, explicaré y analizaré los diversos
programas desarrollados por el Campamento de Servicio Civil #43 en Castañer y
la continuación del proyecto por la Iglesia de los Brethren luego de finalizada la
2 “[Puerto Rico] presenta dos extremos, gran pobreza en un auténtico Jardín del Edén”, “un país tan hermoso y simultáneamente tan feo”. (Todas las traducciones al pie de la página son de mi autoría).
Chaar-López 3
Segunda Guerra Mundial. ¿Qué impacto tuvieron estos programas en la
comunidad?
Las fuentes primarias utilizadas en este trabajo fueron producidas por
periodistas de El Mundo, los objetores por conciencia de la Unidad de
Reconstrucción Martin G. Brumbaugh, directores regionales del Civilian Public
Service, voluntarios del Brethren Service Committee, la legislatura federal del
gobierno de Estados Unidos y un periodista de la revista Puerto Rico Evangélico.
A excepción del Estatuto de Entrenamiento y Servicio Selectivo, producido por el
gobierno federal, los otros documentos son producto de lo que Mary Louise Pratt
llama zonas de contacto. Éstas son espacios sociales en los cuales culturas
dispares se encuentran, chocan y forcejean entre sí, generalmente en relaciones
asimétricas de dominación y subordinación como el colonialismo, la esclavitud o
las secuelas de éstas que se viven hoy día alrededor del mundo (Pratt 4). Puerto
Rico es una zona de contacto desde el período de la conquista española y los
relatos escritos por los conquistadores son productos del encuentro, del choque y
el forcejeo. Este trabajo utiliza documentos producidos en las zonas de contacto
en Castañer entre estadounidenses y puertorriqueños3.
Puerto Rico desde los 1930s a los 1940s4
La década de 1930 fue antecedida por el inicio de una crisis del capitalismo
mundial, al cual los historiadores han llamado la Gran Depresión. El colapso de
la bolsa de valores de Wall Street el martes, 29 de octubre de 1929 provocó un
escalonado desmoronamiento económico que llevó a un aumento en la tasa de 3 Para facilitar la lectura, cuando hable en términos amplios utilizaré palabras con género masculino con la intensión de incluir tanto hombres como mujeres. En los casos que amerite distinguir entre los sexos lo haré. 4 Vale hacer la aclaración de que no pretendo minimizar los procesos políticos, económicos, sociales y culturales de estas décadas. Más bien quisiera crear mi idea de lo que entiendo fueron los sucesos de ésta época. Sin embargo, no pretendo sustituir los importantes trabajos históricos, sociológicos, económicos e historiográficos que de estos años se han hecho. Además, aunque he creado una sección dedicada al contexto histórico en Puerto Rico, de ninguna manera deseo crear una noción de desconexión entre estos procesos y aquellos creados por la PRRA, la Iglesia de los Brethren y los objetores por conciencia. Los sucesos en algunos de los casos fueron simultáneos.
Chaar-López 4
desempleo, un aumento en la pobreza y una deflación en los países capitalistas.
Como antesala a la caída de la bolsa de valores en 1929, el huracán San Felipe de
1928 devastó las cosechas y las viviendas de los puertorriqueños. Luego, en 1932
la Isla recibió otro golpe de la naturaleza con el huracán San Ciprián, el cual
causó daños “calculados en $30 millones” (Dietz 155). Estos huracanes
deshicieron el espacio del hogar y el espacio laboral de la sociedad
puertorriqueña ahondando así la crisis socio-económica. La ruina profundizada
por la Gran Depresión golpeó duramente a los países del mundo, pero en Puerto
Rico, debido a nuestra condición colonial, sus efectos aumentaron la pobreza y la
miseria. Los precios del azúcar y del tabaco cayeron en el mercado
estadounidense y esto provocó un mayor colapso económico en Puerto Rico. Los
salarios fueron reducidos, las jornadas laborales extendidas. “Las terribles
circunstancias de la Depresión llevaron a los obreros y obreras a dramatizar la
urgencia de reivindicaciones mediante una ola de huelgas de las industrias del
tabaco y la aguja, las panaderías, la transportación pública y el acarreo en
camiones” (Picó 253).
“La extensión de la Ley [Costigan]-Jones a Puerto Rico eliminó la
protección de las cuotas azucareras y tuvo el efecto de dejar fuera de su empleo al
20% de los trabajadores de esta industria” (Colón 177). En 1934, muchos
trabajadores de la caña no se sintieron satisfechos con el acuerdo conseguido por
la Federación Libre de Trabajadores (FLT). Este hecho, junto con las condiciones
creadas por la Gran Depresión (más desempleo, inflación de precios de artículos
de primera necesidad, disminución de salarios, ausencia de atención médica
mínima) y las divisiones internas del Partido Socialista, permitió que el Partido
Nacionalista de Puerto Rico tuviera la oportunidad de tener un rol protagónico en
las luchas laborales y en las luchas políticas. Los trabajadores insatisfechos con
la FLT, algunos organizados en Afirmación Socialista, buscaron el apoyo de Pedro
Albizu Campos y del Partido Nacionalista para la movilización de los trabajadores
de la azúcar contra los hacendados durante la huelga de 1934. Sin embargo, “la
defensa de lo hispano, su estilo autoritario y liderato unipersonal absoluto, su
solemne respeto deferente y, sobre todo”, argumentan Gervasio García y Ángel
Quintero Rivera, “su visión del país y su utopía en términos del pequeño
Chaar-López 5
propietario” hicieron de Albizu un líder incapaz de aglutinar al movimiento
obrero (108). Pocas semanas después de iniciada la huelga, los trabajadores
regresaron a cortar la caña no sin antes haber provocado una escisión entre los
socialistas que culminó en el debilitamiento del Partido Socialista y la fundación
del Partido Comunista y del Partido Popular Democrático (Picó 253)5. Asimismo,
estos trabajadores de la caña, como el resto que tomaron las calles buscando
mejorar sus condiciones de empleo, consiguieron profundizar la crisis del modelo
político económico de la colonia.
Por otro lado, luego de la derrota electoral en 1932 del Partido
Nacionalista, los nacionalistas, según narra Fernando Picó, se dividieron entre
aquellos que pensaban que el cambio no llegaría a través de las urnas y los que
continuaban sosteniendo esa posición (250). Fue así como el Partido
Nacionalista concentró sus esfuerzos políticos a la confrontación directa con el
régimen colonial, mientras que los nacionalistas de la línea electoral ingresaron al
Partido Liberal. Una de las primeras confrontaciones con el régimen colonial se
dio en el espacio económico con la participación del Partido en la huelga cañera
de 1934. El fracaso de Albizu en desarrollar un discurso proletario lo llevó a
descartar la vía de la lucha proletaria y por ende optó por una confrontación
directa con el gobierno colonial. El enfrentamiento no se hizo esperar y en Río
Piedras, luego de un altercado por unos arrestos en el que murieron cinco
personas, Pedro Albizu Campos acusó a Francis Riggs, jefe de la Policía Insular,
como responsable de lo que se conoce como la Masacre de Río Piedras. El 23 de
febrero de 1936 dos nacionalistas, Hiram Rosado y Elías Beauchamp, hirieron de
muerte a Riggs. Ambos nacionalistas fueron arrestados y llevados al cuartel de la
calle San Francisco en San Juan donde fueron asesinados por la policía. De otro
lado, el Domingo de Ramos de 1937, que coincidió con el aniversario de la
abolición de la esclavitud, el Partido Nacionalista organizó una marcha en Ponce
con el permiso del gobierno municipal. Sin embargo, a última hora el alcalde
5 Para una discusión sobre la huelga de 1934 de los trabajadores de la azúcar véase: Silvestrini, Blanca. Los trabajadores puertorriqueños y el Partido Socialista. Río Piedras: Ediciones Huracán, 1979. Ver también: Fromm, Georg. “Albizu y la huelga cañera de 1934”. Claridad, Suplemento En Rojo. 10 al 16 de junio de 1977.
Chaar-López 6
reversó su posición y movilizó a la policía al área de la marcha donde se produjo
una confrontación que culminó con la muerte de 21 personas. Este evento se
conoce como la Masacre de Ponce. “El American Civil Liberties Union, junto con
miembros del Colegio de Abogados de Puerto Rico, llevó a cabo una investigación
en la que se adjudicaba al gobierno la responsabilidad por la masacre” (Picó 251).
Este incremento en huelgas, protestas y confrontaciones armadas provocó
que los gobernantes coloniales desarrollaran estrategias con el fin de apaciguar al
pueblo puertorriqueño (Colón 178-179). Para tranquilizar las tensiones era
necesario trabajar con las condiciones generadas por el colonialismo económico y
político. Pretendiendo contrarrestar los efectos del colapso económico y con la
intención de agenciar un mejoramiento de las condiciones socio-económicas, el
gobierno de Estados Unidos desarrolló diversos programas, leyes, oficinas
gubernamentales y medidas con este propósito. Más, es importante enfatizar que
otras razones, y no sólo la enunciada, justificaron la implantación de estos
diversos programas en nuestra Isla: el interés de utilizar a Puerto Rico como
laboratorio social y económico; la idea de Puerto Rico como experimento para
medidas a ser implementadas en América Latina; la necesidad de evitar el
desmoronamiento del régimen colonial en vista de las grandes inversiones de
capital; y de nuestro alto consumo de productos estadounidenses.
En términos generales el proyecto fue y es conocido como el Nuevo Trato y
estuvo compuesto de diversos programas y estrategias que buscaban restaurar la
economía manteniendo un balance con las necesidades de la población en
general. El modelo de intervención estatal en el desarrollo de la economía estuvo
fundamentado en las propuestas del economista inglés John Maynard Keynes, las
cuales buscaban una fuerte intervensión del Estado para mitigar recesiones,
depresiones y “booms” económicos. No obstante, según James L. Dietz, en
Puerto Rico había “una estructura productiva incompleta incapaz de responder a
la estimulación keynesiana de la demanda” y esto significaba que existía una
necesidad primordial para construir la economía con el desarrollo de una base
económica productiva y dinámica (162).
Como parte del Nuevo Trato, en 1933 se creó la Federal Emergency Relief
Administration con la intención [de] subvencionar agencias locales y estatales
Chaar-López 7
para proyectos de beneficiencia y de obras públicas. En Puerto Rico se creó la
Puerto Rico Emergency Relief Administration (PRERA) para administrar el
programa en la isla. “Pero nada de lo que la PRERA pudiera hacer con sus
escasos recursos era suficiente para aliviar la dureza de las condiciones durante la
Depresión” (Dietz 165). El contínuo aumento de los precios de los artículos de
primera necesidad y la disminución de los salarios fueron obstáculos que la ayuda
paliativa de la PRERA no pudo amilanar. Posterior a la PRERA se organizó la
Puerto Rico Reconstruction Administration (PRRA) el 28 de mayo de 1935
mediante una orden ejecutiva del presidente Franklin D. Roosevelt. Según una
carta suya del 1ro de agosto de 1935, para resolver los problemas de Puerto Rico
era necesario el establecimiento de muchas pequeñas unidades de cultivo y que
las personas que labraran esta tierra tuvieran acceso a adecuadas instalaciones de
procesamiento y distribución a un bajo costo (Franklin and Eleanor Research
Institute). Esto implicaba una diversificación de la producción agrícola de
manera que la Isla pudiera conseguir un mayor grado de autosuficiencia. Para
ello era menester que la construcción de viviendas, de carreteras en las zonas
rurales y la generación de energía eléctrica fueran baratas.
Sin embargo, “[l]os gastos del gobierno federal en Puerto Rico fueron
paliativos temporales para la pobreza, pero no podían resolver el problema de la
estructura productiva que la generaba” (Colón 181). El ingreso per cápita de un
trabajador fue reducido durante los primeros años de la década del treinta, hasta
casi un 30% menos en 1933 de lo que había sido en 1930, y comenzó a acercarse
al nivel de 1930, en valor nominal, hacia fines de la década (Dietz 157). En su
libro Historia económica de Puerto Rico, James L. Dietz argumenta que “[l]os
niveles de ingreso comenzaron a aumentar para mediados de la década, pero
[que] esto se debió a la aplicación a la isla de la ayuda de emergencia federal y a
los programas del Nuevo Trato, y no a una recuperación sustancial de la
viabilidad del modelo colonial de desarrollo” (157). Los salarios de miseria que se
pagaban a los trabajadores y a los campesinos no eran suficientes para costear
una dieta adecuada. En su libro Pobreza en Puerto Rico: Radiografía del
Proyecto Americano, Linda Colón sostiene utilizando un estudio realizado por los
trabajadores puertorriqueños en 1935, “que el salario era de $3.55 semanal para
Chaar-López 8
los trabajadores de la caña (9.6 centavos la hora) y laboraban hasta doce horas
diarias, siete días a la semana, en la época de zafra” (177). Por otro lado, el
presupuesto promedio semanal para alimentos de una familia de cuatro personas
era de $11.17 (Dietz 159). Esto significaba que el ingreso de un trabajador
promedio no era suficiente por sí sólo para suplir los alimentos de la dieta básica
de su familia.
Como remedio al colonialismo económico se desarrolló el Plan Chardón.
Éste, según lo concibió originalmente Carlos Chardón, consistía de una
“reorganización fundamental de la industria del azúcar como clave para la
reconstrucción” (Dietz 167). Los puntos clave eran: (1) aplicar la cláusula
limitante de los 500 acres según establecida por la Ley Foraker; (2) la adquisición
de los terrenos sobrantes por parte del gobierno; (3) la repartición de dichos
terrenos entre los campesinos; y (4) el establecimiento de cooperativas de cultivo
para la introducción de productos en el mercado. Fernando Picó sostiene que el
Plan contenía otros proyectos entre los que destacó: la industrialización paulatina
del país; la expansión de servicios médicos; y el establecimiento de diversos
programas de educación para la comunidad (254). Otra de las medidas que el
Plan Chardón proponía era la creación de fincas de subsistencia en las regiones
cafetaleras y tabacaleras, ambas regiones dominadas por el pequeño agricultor.
Lamentablemente, los diversos proyectos del Plan Chardón no llegaron a ser
puestos en práctica en toda la Isla por diversos conflictos políticos que
impidieron su implantación.
Empero, muchos de los proyectos contenidos en el Plan llegaron a ser
realizados por el Campamento del CPS #43 en Castañer, con la Unidad de
Reconstrucción Martin G. Brumbaugh como agente administrador. De igual
manera, los proyectos desarrollados por la PRRA también fueron heredados por
la Unidad de Reconstrucción y entre éstos se destacan: la administración y
ampliación de los servicios brindados en el centro comunal construído por la
PRRA; el cultivo de la finca central; y la generación de mercados para los
productos de los campesinos locales. Estas fueron algunas de las labores
realizadas, inicialmente, por el campamento de objetores por conciencia y,
Chaar-López 9
posteriormente, por el Proyecto de Servicio de los Brethren (Brethren Service
Project, BSP).
La Iglesia de los Brethren6
“Es suficiente para el discípulo ser como su maestro”
Mateo 10:24
En 1708 en el pueblo alemán de Schwarzenau, tres mujeres y cinco
hombres se re-bautizaron estableciendo así la Iglesia de los Brethren. Luego de
años de persecución por Europa, los brethren decidieron emigrar a las Colonias
Británicas en América en 1719. Allí, en Germantown, Pennsylvania, establecieron
un campamento y reiniciaron su labor de evangelización y organización, por lo
que pronto fueron expandiéndose por todo el terreno norteamericano.
Los brethren entendieron, y aún entienden, que era de vital importancia
seguir los dictados del Nuevo Testamento y que para ello era imprescindible
realizar un estudio cauteloso y fiel de las Escrituras. Como preceptos básicos de
fe, los seguidores de esta iglesia creen que para ser un buen cristiano es necesaria
la compasión, la simplicidad y el ser agentes de paz (“Another Way of Living”).
Para los Hermanos es fundamental vivir como vivió Jesucristo: en sencillez, en
paz y en unidad. Estos preceptos establecen, de manera concisa, la visión y
misión de la Iglesia de los Brethren, permitiendo comprender que cada uno de
éstos señala el marco de acción. La sencillez significa que el cristiano debe
reconocer la manera humilde en la que Jesús vivió su vida y por ello es
indispensable emular su sentido de responsabilidad y compromiso. Por medio de
la unidad es que se logra la creación y el mantenimiento de una comunidad de
discípulos que rinda culto, estudie, celebre y preste servicio. Esta unidad es
alcanzada a su vez gracias a la consistente reafirmación de ser agentes de paz.
Ésta debe ser practicada en cada uno de los espacios de acción social: entre las
naciones, los estados, las ciudades, las comunidades, las familias y los individuos.
6 Para facilitar la lectura, distinguiré la congregación de Castañer de la Iglesia de los Brethren como la Iglesia de los Hermanos, a pesar de que el término es mera traducción al español. Sin embargo, si hablo de los Hermanos será lo mismo que si hablo de los brethren.
Chaar-López 10
En su ensayo “The Historic Brethren Peace Position”, Harold S. Martin
narra la breve historia del pacifismo de la iglesia. En su relato, Martin comenta
cómo la Iglesia de los Brethren, desde sus comienzos en 1708, ha expresado
continuamente su oposición al militarismo y la violencia a través de declaraciones
aprobadas en sus Conferencias Anuales7. Empero, esta oposición al militarismo y
a la violencia se dio generalmente luego de que las guerras hubieran comenzado.
No fue hasta la Conferencia Anual de 1934, que la Iglesia de los Brethren
determinó no volver a reaccionar luego de que una guerra hubiera empezado y
adelantándose a la probable eventualidad de un conflicto armado estableció que
“[p]eace and goodwill among men are among the distinct teachings of Christ” por
lo que “all war is sin” (“Third Resolution”)8. Fue durante la década de 1930 que
la Iglesia de los Brethren comprendió la necesidad de ser agentes de cambio
social para así evitar el surgimiento de nuevos actos de beligerancia. Utilizando
una cita de Leslie Eisan, Harold S. Martin expone muy bien la inevitabilidad de la
acción social cuando
“during the 1930’s and 1940’s (…) ‘[t]he Brethren became increasingly
concerned, not only to abstain from war itself, but to join with others in
their efforts to prevent war through social action’. One of their goals was
to build a society of mutual tolerance and good will, and to build a world of
universal brotherhood”9. (Martin)
Discutiendo la posición histórica de paz de la Iglesia de los Brethren,
Martin argumenta que hay varios principios en el Nuevo Testamento que fijan las
enseñanzas de guerra y paz. Estos principios son: “love is the supreme law”;
“peace is the Christian’s obligation”; y “retaliation is to be avoided”. Sobre el
amor como ley suprema, Martin establece que el principio básico es que los
7 La Iglesia de los Brethren no tiene un organismo central que establece doctrinas, sino que su organización máxima es la Conferencia Anual en la que participan miembros de todas las congregaciones a nivel mundial. 8 “la paz y la buena voluntad entre los hombres están entre las enseñanzas distintivas de Cristo”, “toda guerra es pecado”. 9 “durante los 1930s y los 1940s ‘los brethren fueron preocupándose cada vez más, no sólo de abstenerse de la guerra como tal, sino de unirse a otros en sus esfuerzos por prevenir la guerra a través de la acción social’. Una de las metas fue la construcción de una sociedad de tolerancia mutua y buena voluntad, y la construcción de un mundo de hermandad universal”.
Chaar-López 11
cristianos deben buscar en todo momento maneras por las cuales promover
activamente el bienestar de los demás (incluyendo el bienestar de aquellos que
podrían ser sus enemigos). La obligación de paz de la persona cristiana se basa
en que cada uno de nosotros debe practicar pacíficamente relaciones personales
con su prójimo y aquél que sea un pacifista no le guarda rencor a otros (Martin).
Aquí el concepto de la compasión es fundamental para comprender la voluntad
de crear paz ante la adversidad. Por ello, para evitar tomar represalias, el Nuevo
Testamento enseña conceptos que son contradictorios con el espíritu de la
guerra. Seguir a Jesucristo requiere poner la otra mejilla, evitar represalias e
incluso orar por aquellos que persiguen (Martin).
En 1970 la Iglesia de los Brethren volvió a subrayar su posición antibélica
al afirmar que ningún gobierno tiene la autoridad para anular el derecho a la
conciencia individual y al reafirmar que deben obedecer a Dios en vez de al
hombre (“Amendment to the Statement”). A pesar de que la Enmienda a la
Declaración es posterior al tiempo histórico de esta investigación, los argumentos
esbozados por los feligreses de la Iglesia de los Brethren en esta Enmienda ya
habían sido puestos en práctica durante la Segunda Guerra Mundial. La lucha
por el reconocimiento de la objeción por conciencia es uno de los legados más
importantes de los brethren, la Iglesia Menonita y la Iglesia de los Amigos
(Cuáqueros). En la lucha por este reconocimiento las iglesias buscaron establecer
lo que la Enmienda a la Declaración recalcó: “[t]he church cannot concede to the
state the authority to conscript citizens for military training or military service
against their conscience”10.
Con los argumentos presentados en cuanto al posicionamiento moral y
teológico de la Iglesia de los Brethren ahora es menester considerar el impacto
que tuvieron estos planteamientos durante el surgimiento y el transcurso de la
Segunda Guerra Mundial11. ¿Cómo surgió el espacio dentro del Servicio Selectivo
10 “la iglesia no puede concederle al estado la autoridad de reclutar ciudadanos para entrenamiento o servicio militar en contra de su conciencia”. 11 Para una discusión elaborada sobre los argumentos morales y religiosos del pacifismo durante la Segunda Guerra Mundial véase: Eller, Cynthia. Conscientious Objectors and the Second World War: Moral and Religious Arguments in Support of Pacifism. New York: Praeger Publishers, 1991.
Chaar-López 12
para los objetores por conciencia? ¿En qué manera contribuyeron las Iglesias
Históricas de Paz al proceso político? ¿Quién organizó o quiénes organizaron el
programa para objetores por conciencia durante la Segunda Guerra Mundial?
Estas son algunas de las preguntas que atenderé en la próxima sección.
La Segunda Guerra Mundial:
El Servicio Selectivo, el “ Civilian Public Service”
y los objetores por conciencia
“The enterprise of war seeks to legitimate killing within some prescribed arena, and thus is constantly pushing
against the limits of our moral sensiblities”. Cynthia Eller
Con el ascenso al poder en Alemania de Adolf Hitler, la movilización de
tropas italianas en África y tropas japonesas en China y el inicio de la Guerra Civil
Española, el camino hacia una Segunda Guerra Mundial iba tomando forma.
Leyendo adecuadamente los vientos belicistas que sacudían a Europa, se
reunieron en Newton, Kansas, las Iglesias Menonita y de los Brethren y la
Sociedad Religiosa de Amigos (Cuáqueros) bajo el liderazgo del menonita H.P.
Krehbiel. Esta reunión, celebrada en 1935, es conocida como la Conferencia de
las Iglesias Históricas de Paz (Conference of Historic Peace Churches). En la
misma se acordó que se establecería un comité de tres personas, cada una
perteneciente a una de las iglesias, que tendría la responsabilidad de coordinar
posibles rutas de acción en caso de que comenzara otra guerra mundial.
Una de las opciones que se consideró, narra Albert Keim, fue lo que se
denominó como servicio alternativo/alterno, utilizando como modelo el
programa que los menonitas rusos desarrollaron cuando en la Rusia zarista se
impuso la conscripción militar universal en la década de 1870 (12). Bajo este
programa se estableció que los menonitas objetores por conciencia laboraran en
la reforestación del sur de Rusia en campos operados por la Iglesia Menonita y
supervisados por los jefes de reforestación de cada distrito (Keim 12-13). Con la
Chaar-López 13
creación de la National Service Board for Religious Objectors (NSBRO, Junta
Nacional de Servicio para Objetores Religiosos) y el Civilian Public Service (CPS,
Servicio Civil Público), las Iglesias Históricas de Paz consiguieron, al igual que los
menonitas rusos del siglo XIX, un servicio alterno al servicio militar. Este
servicio alterno, según estas iglesias, era una manera de cumplir con la
responsabilidad que imponía la ciudadanía.
Debido a que el Proyecto Burke-Wadsworth no incluía en la cláusula sobre
los objetores por conciencia que se estableciera un servicio alterno al de no-
combatiente, las Iglesias Históricas de Paz (IHP) decidieron que el momento
había llegado para cabildear en Washington, D.C. por una disposición apropiada.
Harold Evans, miembro de la Sociedad Religiosa de Amigos y abogado, redactó
una enmienda al proyecto en la que solicitaba: (1) un registro de objetores por
conciencia; (2) un buró civil para objetores por conciencia que reportaría sus
labores al Fiscal General; (3) provisión para que los objetores por conciencia
realizaran trabajo de importancia nacional bajo control civil; (4) una junta
nacional de apelación; (5) y por último una exención completa a los objetores por
conciencia que se rehusaran a realizar cualquier servicio (Keim 20-21). Sin
embargo, comenta Keim, estas enmiendas no fueron apoyadas por el Comité de
Asuntos Militares del Senado y quedaron en el aire hasta que Paul C. French las
trajo a la atención del Coronel Victor J. O’Kelliher, oficial del Departamento de
Guerra encargado de manejar la legislación de conscripción. De las 5 enmiendas,
French solo pudo negociar las primeras cuatro por lo que la cláusula para eximir
a los objetores por conciencia que rehusaran a realizar cualquier servicio quedó
eliminada.
A pesar de no obtener apoyo de ningún congresista, las IHP lograron que
parte de sus enmiendas obtuvieran espacio en la versión final del proyecto Burke
Wadsworth aprobado el 15 de septiembre de 1940 y firmado por el presidente
Franklin D. Roosevelt el 16 de septiembre de 1940. La aprobación del Estatuto de
Entrenamiento y Servicio Selectivo, mejor conocido como la Ley de Servicio
Selectivo, “[f]ue la primera vez en la historia de Estados Unidos que se imponía el
sistema militar obligatorio en época de paz” (Paralitici 195). De esta manera se
hacía compulsoria la conscripción de todos los hombres de 21 a 35 años de edad y
Chaar-López 14
se establecía, entre otras cosas, que el entrenamiento militar tendría un periodo
de 12 meses. Sin embargo, esta última disposición fue enmendada en agosto de
1941 para que el entrenamiento fuera extendido a un año y medio.
Gracias a la labor desempeñada por French, Evans y otros colaboradores,
el Estatuto incluyó en su sección 5 (g) la distinción de que toda persona que, por
razón de entrenamiento y creencia religiosa, se opusiera concientemente a la
participación de cualquier forma de guerra no podría ser obligado a servir en las
fuerzas armadas de los Estados Unidos (Selective Training and Service Act). La
ley establecía, también, que las juntas locales de conscripción tendrían la
potestad de determinar quién era objetor por conciencia y, además, se
encargarían de establecer si el servicio adecuado para el objetor era uno como no-
combatiente o uno de importancia nacional. Sin embargo, en el Estatuto no se
definió qué tipo de servicio sería el “trabajo de importancia nacional”.
Como el gobierno federal no tenía la menor idea de cómo organizar el
“trabajo de importancia nacional”, la acción del Coronel Lewis B. Hershey de
encomendarle la dirección del programa de servicio de los objetores por
conciencia a Paul C. French, representante de los Amigos en Washington, D.C.,
fue una conclusión lógica (Keim 26). El 4 y 5 de octubre de 1940, relata Keim,
sesenta y cinco representantes de las Iglesias de Paz se reunieron en Chicago para
establecer cómo se organizaría el programa de servicio para objetores por
conciencia. En esta reunión se llegó a un acuerdo por el cual se crearía un
Consejo Nacional para Religiosos Objetores por Conciencia (National Council for
Religious Conscientious Objectors), que luego sería conocido como la NSBRO.
Éste sería el cuerpo encargado de negociar con el gobierno federal todos los
asuntos relacionados con la conscripción y la Junta Nacional para el Servicio Civil
(National Board for Civilian Service) sería el ente encargado de la administración
del programa a través de un oficial ejecutivo. Para poder preservar algún tipo de
autonomía e impedir que el gobierno operara los campamentos, el
financiamiento para el programa vendría de las propias Iglesias Históricas de Paz
(Keim 29). Debido a que el financiamiento de los campamentos vino de las
iglesias, cada proyecto establecido en Puerto Rico – primero Castañer, luego La
Plata y Zalduondo – tuvo mayor libertad comparado con otros proyectos en
Chaar-López 15
Estados Unidos. Evitábase así que los objetores por conciencia se sintieran como
prisioneros en los proyectos, algo que sí comentaron algunos objetores en los
Estados Unidos.
Los proyectos de la Iglesia de los Brethren
y los objetores por conciencia en Castañer
El proyecto iniciado en Puerto Rico por la Iglesia de los Brethren como
parte del Civilian Public Service y que luego fue asumido por el Brethren Service
Committee tuvo diversos componentes. Esta sección, la desarrollaré a partir de
ejes temáticos que contribuirán a la elaboración de una narración más eficiente.
Antes de cada tema, explicaré cómo llegaron a Puerto Rico la National Service
Board for Religious Objectors y el Civilian Public Service, la propuesta según
expuesta por el Dr. Andrew Cordier, por qué se eligió a Castañer, los programas
de salud, los programas de educación y el centro comunitario, los proyectos para
desarrollo económico y el componente religioso. El primero de los ejes temáticos
será el de la salud y por medio de éste explicaré los variados programas
salubristas (la creación de un hospital y un laboratorio, la dirección de
dispensarios médicos y la creación y dirección de programas de educación
salubrista). El segundo eje se concentrará en la educación y el centro comunal.
El tercer eje será el desarrollo económico. El cuarto y último eje temático será un
estudio breve del componente religioso.
En su libro Serving Rural Puerto Rico, Justus G. Holsinger establece que
desde 1941 la NSBRO estuvo considerando a Puerto Rico como candidato para
que los objetores por conciencia realizaran el “trabajo de importancia nacional” y
es por ello que Paul C. French encomendó el estudio de las condiciones de la Isla
con la intención de obtener la aprobación del Sistema de Servicio Selectivo para
trabajar aquí (14). La investigación recayó en el Dr. Andrew W. Cordier quien
arribó a Puerto Rico el 29 de abril de 1942 y visitó la Isla hasta el 4 de mayo de
1942. Durante su estadía, Cordier visitó varias regiones del país con la asistencia
de funcionarios de la PRRA. Según el informe del Dr. Cordier, entregado el 11 de
mayo, para 1942 en Puerto Rico entre 90% y 95% del ingreso de cada
Chaar-López 16
puertorriqueño se gastaba en comida (Eisan 333). Esto significaba que los
puertorriqueños apenas tenían dinero para obtener servicios de atención médica,
vivienda y ropa, entre otros. El Dr. Cordier proponía un proyecto que trabajara
con cinco fases:
“first, ambulance service carrying rural patients to district hospitals;
second, resident medical service within the Department of Health rural
dispensaries; third, health education, including personal and community
higiene, sanitation, child care, etc., which could be done through the use of
moving pictures; fourth, community service, to assist people in preserving
their foods; fifth, community recreation work centering around the
community centers”12. (Holsinger 16)
De esta manera, el General Lewis B. Hershey, director del Servicio Selectivo,
aprobó la creación del Campamento del CPS #43 con la intención de que se
siguieran las diversas fases propuestas por el Dr. Cordier.
Fue en el poblado cafetalero de Castañer donde la Unidad de
Reconstrucción Martin G. Brumbaugh llevó a cabo diversos programas de salud,
de educación, de desarrollo económico y de trabajo espiritual. La Unidad recibió
su nombre del primer comisionado de instrucción pública de Puerto Rico bajo el
gobierno colonial estadounidense en 1900. Además de ocupar dicho puesto,
Martin G. Brumbaugh fue miembro de la Iglesia de los Brethren y por estas dos
razones el Campamento del CPS #43 decidió utilizar su nombre como el
apropiado para la Unidad de Reconstrucción13. Pero, ¿por qué establecer un
proyecto de trabajo comunitario en un lugar tan recóndito como Castañer? ¿Qué
argumentos se ofrecieron para justificar el establecimiento del Campamento del
CPS #43?
12 “primero, un servicio de ambulancia que lleve pacientes de regiones rurales a hospitales de distrito; segundo, servicio médico a residentes en dispensarios clínicos bajo la tutela del Departamento de Salud; tercero, educación sobre salud, incluyendo higiene personal y comunitaria, condiciones de salubridad, cuido de niños, etc., la cual se puede llevar a cabo con el uso de imágenes en movimiento; cuarto, servicio comunitario para asistir a las personas a preservar sus alimentos; y quinto, recreación comunitaria concentrada en los centros comunitarios”. 13 La conexión entre Brumbaugh, su labor y la labor realizada posteriormente por los objetores por conciencia es espacio para algún posible futuro ensayo.
Chaar-López 17
En el segundo boletín de la Martin G. Brumbaugh Reconstruction Unit se
establece que de entre los cerca de 2,000,000 de habitantes en la Isla en 1942,
sólo 300 de ellos eran doctores, los cuales en su mayoría vivían en las ciudades
mientras que el 70% de la población vivía en las zonas rurales (Newsletter No.2
1). En un radio de quince millas del proyecto de Castañer vivían cerca de 40,000
personas y sólo había dos doctores, de pueblos aledaños, disponibles para
atenderlas. La grave situación médica de los residentes de Castañer fue una de
las razones por las cuales se elige este poblado para el trabajo del CPS.
Por otro lado, la creación del campamento del CPS en Castañer para
objetores por conciencia cumplió perfectamente con la idea de impedir la
influencia directa de estos pacifistas en la población general del país. Debido a
que el poblado se encontraba marginado de forma natural por la cordillera
central y las empinadas vías que hasta allí llegaban, Castañer era un espacio
idóneo para que el pacifismo no tuviera un fácil camino a las mentes de la
sociedad colonial. Los gobiernos estadounidense y puertorriqueño procuraron
que las ideas pacifistas de los objetores por conciencia no influyeran en el ya
tenso ambiente. Los ideales de hermandad, humildad y amor universal por la
humanidad empuñados por los objetores no fueron exportados fuera del radio de
acción en el que se desempeñaron con una vida de servicio al otro (MGBRU
Castañer Newsletter Vol.II No.5 1). Es por ello que en una carta que Leland S.
Brubaker le dirigió a los directores del Campamento CPS #43 él establece que
“[m]en of the pacifist agitator type [are] not needed” (1)14. De esta manera queda
claro que los objetores por conciencia que vinieron a Puerto Rico estaban sujetos
a la directriz de incorporarse al sistema colonial y no afectar las relaciones de
poder ya impuestas por el gobierno de la metrópoli y su marioneta insular. Por
ende, los residentes de Castañer no recuerdan que ninguno de estos objetores por
conciencia hablara sobre el pacifismo ni sobre la oposición a la guerra. En
cambio, los pacifistas sí hablaban sobre ayuda mutua, sobre amor y sobre la
necesidad de establecer cooperativas para el mejoramiento de la sociedad
puertorriqueña, específicamente, el poblado de Castañer.
14 “[h]ombres que sean agitadores pacifistas no son necesarios”.
Chaar-López 18
Al mismo tiempo, la selección de Castañer para el proyecto del Servicio
Civil Público (Civilian Public Service, CPS) también se debió a que el poblado ya
tenía alguna infraestructura construída por los trabajadores de los proyectos de la
PRRA. Por ejemplo, bajo este programa federal se construyó el centro comunal y
unos edificios tipo cuartel que luego serían utilizados como hospital del proyecto
y viviendas para los objetores. Por lo que, además de las necesidades médicas de
la región y la finalidad estratégica de aislamiento, Castañer fue una decisión
práctica para la PRRA, el CPS y el Brethren Service Committee.
Finalmente, con la aprobación del Sistema de Servicio Selectivo, llegaron a
Puerto Rico el 16 de junio de 1942 los primeros dos del grupo, David Blickenstaff,
uno de los dos co-directores de la unidad, y su esposa, Janine Blickenstaff,
después de haber navegado por seis días desde Florida. Luego de que les
cancelaran sus pasajes en el barco que partía el 29 de junio, el 2 de agosto
partieron por avión a Puerto Rico el Dr. Daryl M. Parker (co-director del
Campamento) y cuatro objetores por conciencia (Frederick Kidder, Paul M.
Weaver, Lawrence B. Moore y Elmer E. Hartzler). El resto de los integrantes de
la Unidad, el Dr. Carl F. Coffman y los otros objetores (Dan E. Boehm, George L.
Furse, Jr., William P. Coston, Alden C. Douglass, Dwight L. Hanawalt, George E.
Mason, Lawrence B. Moore y Howard E. Sollenberger), partieron por Pan
American Airways a Puerto Rico el 9 de agosto.
Finalizada ya la Segunda Guerra Mundial en 1945, en Puerto Rico se
contemplaba qué hacer con la dirección de la Unidad de Reconstrucción Martin
G. Brumbaugh y sus correspondientes unidades y sub-unidades. La decisión
tomada provocó el cierre de la oficina central, cuya dirección estuvo a cargo de
Rufus B. King, y la apertura de un hostal en St. Just con Paul Leatherman como
secretario y su esposa como anfitriona. Antes del desmantelamiento del CPS en
Puerto Rico, la Unidad Martin G. Brumbaugh contaba con la labor de 120
trabajadores afiliados a la unidad de los cuales 75 eran objetores por conciencia
(Holsinger 65). La liberación sistemática de los objetores comenzó en el otoño de
1945 y culminó en 1946 con sólo seis objetores por conciencia permaneciendo en
Puerto Rico. En marzo de 1947 la ley de Servicio Selectivo expiró y esto resultó
en la liberación automática de todos los objetores por conciencia del CPS y el
Chaar-López 19
final oficial de los programas del CPS en Puerto Rico. Sin embargo, la labor de
las diversas iglesias no cesó y en 1947 Guillermo Esteves, administrador asistente
de la PRRA, le ofreció a los Brethren, Menonitas y Amigos la disposición del
gobierno puertorriqueño para venderle las tierras y propiedades en Castañer, La
Plata y Zalduondo, con el interés de que ellos continuaran realizando sus
respectivos programas comunitarios (Holsinger 67). De este modo la labor
comunitaria y de salud continuó en Castañer sin interrupción.
Salud
Antes de la fundación del hospital del Campamento del CPS #43 la única
atención médica que obtenía Castañer era a través de los dispensarios médicos
administrados por el Departamento Insular de Salud. El hospital más cercano de
Castañer quedaba a 29 millas en Ponce. Por consiguiente, la construcción de un
hospital fue una de las primeras labores realizadas tras el establecimiento del
campamento #43. Esto se logró con la reconstrucción de un edificio de la PRRA
parecido a aquel utilizado por el Civilian Conservation Corps. Empero, la
carencia de servicios médicos era de tal magnitud que los doctores no pudieron
esperar a que culminara la reconstrucción del hospital y llevaron a cabo cirugías
menores y atendieron casos de emergencia. La primera operación fue realizada el
17 de agosto en el hospital, que aún no estaba reconstruido, y constituyó la
remoción de un objeto foráneo incrustado en el ojo de una persona (MGBRU
Newsletter No.3 1).
Para poder suplementar la labor realizada en el hospital, era necesario que
se construyera un laboratorio. El objetivo final del laboratorio, dirigido por uno
de los objetores por conciencia que era químico industrial (George E. Mason), era
estar preparado para poder atender los siguientes campos: (a) diagnósticos
serológicos de sífilis y tifoidea; (b) hematología; (c) examen de orina, excreta y
esputo; (d) diagnósticos bacteriológicos; (e) y análisis gástrico (MGBRU
Newsletter No.3 1-2). Esta instalación, la cual comenzó operaciones el 17 de
agosto de 1942 con el examen rutinario de excreta, le permitió a los doctores y
enfermeros/as brindar la atención médica necesaria para la erradicación y
Chaar-López 20
detección de enfermedades. Con la creación de este laboratorio se organizó una
colaboración entre el Departamento Insular de Salud y el campamento para el
ofrecimiento de servicios a las diversas clínicas rurales del área (Eisan 337).
El hospital fue abierto oficialmente en febrero de 1943 y el gobernador
Rexford Guy Tugwell, el jefe de los Servicios Médicos Insulares y el Comisionado
de Salud estuvieron entre las personas que asistieron a la actividad de
inauguración. Durante casi un año de servicio el hospital de la Unidad de
Reconstrucción realizó diversas operaciones y ofreció diversos tratamientos.
Mientras se construía éste, Paul Weaver, George Furse y Alden Douglass donaron
su sangre para la realización de transfusiones, así como se inocularon 292 niños
contra la fiebre tifoidea (MGBRU Newsletter No.3 1; MGBRU Newsletter No.9 2).
Sin embargo, en el Informe Trimestral de octubre a diciembre de 1943 se proveen
datos más precisos que los brindados por los boletines. Durante dicho trimestre
la Unidad contó con la labor de 18 objetores por conciencia, 9 estadounidenses
voluntarios y 29 puertorriqueños para un total de 56 trabajadores (MGBRU
“Quarterly Report” 2). Además, se llevaron a cabo 309 operaciones y se
hospitalizaron 306 pacientes de los cuales 7 murieron. De entre los pacientes
hospitalizados, 59.4% eran mujeres y 40.6% eran hombres.
El servicio provisto por el hospital fue tan importante, no sólo para
Castañer, sino para la región, que en 1945 la legislatura de Puerto Rico aprobó un
presupuesto para el Departamento de Salud que establecía la otorgación de
$20,000 de este presupuesto para la operación del hospital (Eisan 346). El
continuo crecimiento de la demanda para atención médica en la región provocó
que cada cede del hospital se quedara corta de las estándares básicos de salud. El
primer hospital fue utilizado desde 1942 hasta 1949 cuando las instalaciones
fueron mudadas a Llinas. Esta mudanza se hizo poco a poco con la transferencia
del edificio original al nuevo local. Entre las mejoras realizadas se encontraron:
la ampliación de 25 camas a 30 camas; la utilización de la Casa Grande como el
hogar para las enfermeras; y la construcción de la Casa Large para fungir como
hogar para el resto del personal. Durante 1949 se hospitalizaron 864 pacientes y
se atendieron 14,079 pacientes (BSP Castañer Newsletter Vol.VIII No.6 1).
Chaar-López 21
Para 1956 estaba claro que el hospital en Llinas no era lo suficientemente
grande y apto para proveer los servicios de salud requeridos. Se necesitaba la
recaudación de $125,000 para la construcción de un hospital en concreto y por
ello la Comisión de Servicio de los Brethren comenzó negociaciones con el Estado
para que se le alquilaran las tierras donde se ubicaba la clausurada fábrica de
vainilla que había formado parte de los proyectos de la PRRA (Rosenberger 37).
Finalmente, el 15 de diciembre de 1958 se comenzó la construcción del nuevo
hospital, gracias a una efectiva labor de recaudación de fondos que los llevó a
recaudar sobre $540,000. Una de las personas que colaboró en la campaña para
obtener fondos fue doña Inés Mendoza y por ello se le considera la madrina del
Hospital Castañer. Además de procurar fondos para la construcción de un nuevo
hospital, la Unidad de Servicio de los Brethren logró establecer una relación de
cooperación con la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico en
1958. En mayo de 1960 se inauguró y dedicó el nuevo Hospital Castañer en una
actividad a la que asistieron el pastor Don Fike de la Iglesia de los Hermanos con
su esposa, el gobernador Luis Muñoz Marín e Inés Mendoza, entre otros.
Luego de que los objetores por conciencia se despidieron de Puerto Rico,
el proyecto de salud, así como todos los demás, recayó sobre la Comisión de
Servicio de los Brethren. Desde entonces todos los estadounidenses que
laboraron en el proyecto de Castañer eran denominados voluntarios de la Iglesia
de los Brethren. Durante este período de transición (1945-46) uno de los
programas más efectivos lo fue la campaña de visitas al hogar que condujeron
Gladden Boaz y Knight Webster. Las visitas realizadas entre 1944-1946 tenían
como propósito enseñarle a los residentes a cómo construir y limpiar
adecuadamente sus letrinas. Esta labor fue parte íntegra del programa para la
erradicación de parásitos intestinales. El programa contaba, además, con la
distribución de calzado cerrado y medicina contra los parásitos.
Además del hospital, parte del proyecto de salud impuesto por la Unidad
de Reconstrucción Martin G. Brumbaugh incluía el establecimiento de clínicas en
diversas áreas cercanas a Castañer. De esta manera se establecieron los
dispensarios de: Río Prieto en 1943; Yahuecas, el cual operó desde principios de
1944 hasta julio de 1945; y Mirasol en diciembre de 1944. Igualmente en
Chaar-López 22
Castañer hubo una clínica en la cual se brindaron servicios suplementarios a los
del hospital (Eisan 347). Por ejemplo, el dispensario de Río Prieto era atendido,
inicialmente, los sábados por un grupo del campamento de Castañer, entre los
que se encontraba uno de los doctores de la Unidad y algunos objetores. Además
del grupo de Castañer, a la labor del dispensario se le sumaba el Dr. Colom,
dentista. La clínica era atendida por cinco horas y se encontraba localizada en
una pequeña casa que prestaba para estos servicios don Pancho, quien es descrito
en el Castañer Newsletter de marzo de 1943 como un campesino aristocrático
español. Para 1944 la clínica de Río Prieto era atendida tres veces en semana y
allí se brindaban servicios para madres e infantes, tratamientos para parásitos
intestinales y atención médica general (MGBRU Castañer Newsletter Vol.II No.1
5). Según Eisan, cada dispensario concentraba sus esfuerzos en alguna labor en
particular: el de Yahuecas se enfatizó por la educación de higiene infantil e
higiene para las madres, mientras que el de Mirasol proveyó atención médica
general (347). De igual manera, el Departamento de Salud le solicitó a los
doctores Cassel y Parker que atendieran las clínicas de tuberculosis y las de
higiene prenatal, de infantes y de madres en Castañer (MGBRU Castañer
Newsletter Vol.II No.1 5).
Otra parte importante de los programas de salud lo fue el entrenamiento
de enfermeras y camilleros. Durante el mes de septiembre de 1942 se iniciaron
los cursos de enfermería para niños, niñas y algunos miembros de la Unidad. Las
clases incluyeron demostraciones y charlas sobre cómo hacer una cama, cómo
airear una cama, baños en la cama, vendas y vendaje, cuidado del cabello y salud
personal. El resultado final de estas clases fue el nombramiento de cuatro niños y
cuatro niñas que trabajaron en el hospital tan pronto éste estuvo operacional.
Además de estas clases, el Dr. Coffman condujo una clase de primeros auxilios
dos veces a la semana en la cual se enseñaron técnicas de vendaje elemental y
avanzado. En agosto de 1946, la segunda clase de camilleros del hospital se
graduó y la alta taza de mortandad infantil en la comunidad llevó al hospital a
iniciar cursos para entrenar comadronas (Rosenberger 33). A través de estas
clases la labor del hospital y de los doctores tuvieron un efecto directo en el
desarrollo de la comunidad de Castañer.
Chaar-López 23
Como vertiente del programa de salud púbica se encontraba un proyecto
iniciado por la esposa del Gobernador Rexford Guy Tugwell. Este proyecto
estuvo compuesto de la administración de unas estaciones de alimentación que
proveían leche, cereal, pasas y huevos (dried eggs) a niños y jóvenes entre las
edades de 3 a 17 años. Estas estaciones se establecieron en Río Prieto y en
Castañer con la intención de contrarrestar la mala nutrición de los niños.
Lamentablemente, este proyecto tuvo que ser eliminado por falta de fondos en
1960.
Con la llegada de más objetores por conciencia, en 1944 se expandió el
programa de salud pública para incluir visitas domésticas y a escuelas públicas,
educación sobre la salud, estaciones para proveer leche y alimentos a niños/as;
inmunizaciones adicionales contra enfermedades comunes, el control de
lombrices; y un sondeo sobre tuberculosis. Durante las visitas a las escuelas
públicas la Unidad suministró exámenes físicos generales, así como pruebas de
visión, audición, tuberculosis y difteria. Igualmente, en estas visitas se
inocularon a los niños y a las niñas contra la viruela, la difteria y la fiebre tifoidea,
así como se suministró tratamiento contra las lombrices. Para atender la
infección de tuberculosis, comenta Herman Will, director del campamento de
1943 a 1945, se desarrollaró un programa de detección y vacunación (Frazer y
O’Sullivan 35).
Educación y centro comunal
Además de los servicios de salud, la Iglesia de los Hermanos desarrolló un
programa educativo amplio que incluyó la fundación de la primera escuela
secundaria rural de Puerto Rico en 1948, la Brethren Academy, la reconstrucción
del centro comunitario, charlas, clases gratuitas, clubes y equipos deportivos.
Cada uno de estos componentes formó parte de una estrategia educativa mayor
con miras a la construcción de una modernidad democrática. Ésta estuvo basada
en la preocupación del desarrollo de capital, la creación de un imaginario de
progreso (autos, carreteras, edificios, industrias, ciudad) que desplazó al espacio
Chaar-López 24
rural (al campesino, la agricultura, la ganadería) y la noción de un individuo que
se sienta identificado con las estructuras gubernamentales de poder.
Mary Sue Rosenberger comenta que la escuela sólo impartió clases para el
décimo grado en su primer año, más en 1949 se comenzaron a dar clases para el
undécimo grado y en 1950 para duodécimo. Los cursos impartidos en la
Brethren Academy eran los siguientes: en décimo grado se dieron clases de inglés
10, español 10, algebra, historia de Estados Unidos, historia de Puerto Rico y
Biblia 10; y en undécimo grado se dieron clases de inglés 11, español 11,
geometría, biología y Biblia 11. Según los voluntarios de Castañer, la Academia
no contaba con una matrícula suficientemente grande para añadir cursos y por
ello se limitaron a brindar una educación que prepara a los estudiantes para
ingresar a la universidad. Sin embargo, esta institución no era gratuita y para
que los estudiantes puedieran pagar por sus estudios ($5 mensuales) se
estableció un horario de clases que duraba hasta el medio día para que los
estudiantes trabajaran con el Proyecto de Servicio Brethren (BSP Castañer
Newsletter Vol.VIII No.6 3). Los cursos eran impartidos en inglés, continuando
así la larga política institucional de asimilación cultural del gobierno
estadounidense. Algunos de los voluntarios de la Unidad realizaron trabajo doble
al laborar, además de enfermeros o enfermeras, como maestros o maestras en la
Academia (Rosenberger 23). En junio de 1951 se graduó la primera clase y
durante el año escolar de 1954-55 se matricularon cincuenta y dos estudiantes,
once se graduaron y cuatro fueron admitidos a universidades de la Iglesia de los
Brethren en Estados Unidos. Estos últimos no eran exclusivamente
puertorriqueños o puertorriqueñas porque en la Academia se encontraban
matriculados también los hijos e hijas de los voluntarios de la Unidad. El
continuo aumento de estudiantes y las necesidades de servicio de la Academia
obligaron a la Iglesia de los Brethren a que en el año escolar de 1956-57 se
traspasara la administración de la escuela al gobierno insular.
Uno de los proyectos pedagógicos más importantes llevados a cabo en el
Campamento del CPS #43, además de la construcción de la Academia, lo fue la
visita del Dr. Frank C. Laubach en febrero de 1944. Por medio de esta visita la
comunidad de Castañer participó de una masiva campaña de alfabetización
Chaar-López 25
patrocinada por el Comité para el Alfabetismo Mundial y la Literatura Cristiana,
así como por el Committee on Cooperation in Latin America of the Foreign
Missions Conference of North America. El Castañer Newsletter de abril de 1944
cuenta que en Río Prieto el Dr. Laubach le enseñó a un señor de 50 años que no
sabía leer cómo reconocer sonidos en español y luego construir palabras (1).
Después de menos de una hora de instrucción el señor ya podía leer lentamente,
pero con precisión, más de 500 simples y comunes palabras. Castañer fue el
laboratorio experimental para Laubach ya que él había desarrollado unos
materiales nuevos para el vocabulario puertorriqueño y que, de funcionar
adecuadamente en Castañer, serían utilizados por toda la Isla. La visita del
doctor sirvió como motivación para 100 puertorriqueños que comenzaron a
aprender a leer y que utilizaron la biblioteca del centro comunitario para
practicar y aprender.
Fue precisamente el centro comunal el espacio en el cual se desarrollaron
otros de los factores instructivos del proyecto en Castañer. Éste fue reparado y
reconstruído, como ocurrió con el hospital, por la Unidad de Reconstrucción
Martin G. Brumbaugh tan pronto ésta llegó al poblado. Para preparar el local se
realizó un arduo trabajo en la reparación de equipo, la instalación de iluminación
que permitiría la realización de juegos en la noche y la construcción de canchas
(Eisan 340). Allí se organizaron: clases de primerios auxilios, de español para los
objetores por conciencia y los voluntarios, de enfermería, de inglés, de música, de
carpintería, de costura y de enfermería en el hogar; se mostraron películas de la
División de Educación a la Comunidad (DIVEDCO); y se impartieron charlas
sobre diversos temas. Como parte del proceso educativo, el centro comunitario
sirvió dos noches a la semana en 1942 como espacio para las primeras clases de
primeros auxilios, manejadas por Paul Weaver con supervisión de los doctores, y
de inglés, impartida por Lawrence Moore (MGBRU Newsletter No.8 3). Además,
se estableció una biblioteca pequeña gracias a un préstamo de libros en español
de la Biblioteca Carnegie en San Juan y esto proveyó un espacio para que la
comunidad tuviera acceso a información que de otra manera no hubiera
obtenido. Es por eso que en las noches en el centro comunitario, según comentan
los objetores en los diversos boletines, mientras algunos participaban de juegos
Chaar-López 26
de mesa y otros escuchaban la radio, había otros que se sentaban a leer el
periódico, alguna revista o algún libro. Cuando se inauguró el centro comunal el
7 de diciembre de 1942, Dwight Hanawalt fue elegido como su primer director.
Asimismo, en el centro se llevaron a cabo juegos de baloncesto, béisbol,
ping pong, volibol, badminton y sofbol. Esta participación deportiva cumplía
diversos propósitos entre los que se destacan: el desenvolvimiento de la
comunidad en actividades de ocio; y el aprendizaje de conceptos de convivencia
democrática como participación, integración y trabajo en equipo. Con estos
propósitos también se crearon clubes para niños, niñas, hombre y mujeres.
Según Eisan, el establecimiento de clubes para niños y niñas ayudó a que la
Unidad tuviera un medio por el cual inculcar ideales a la comunidad, citando el
Castañer Newsletter del 16 de marzo de 1943, “so that from the people themselves
will come the leadership to solve some of the problems of Puerto Rico” (341)15.
Así como ocurrió con los deportes, las organizaciones juveniles del centro
comunal fueron excelentes medios para transmitir algunos fundamentos de la
convivencia democrática (Eisan 351).
En 1947 el grupo de teatro rodante de la Universidad de Puerto Rico se
presentó en el Centro Comunal de Castañer. Durante los primeros años de la
posguerra, el centro comunal continuó rindiendo los mismos servicios que antes.
Sin embargo, desde 1954 cuando se formó el Comité Comunitario de Castañer y
luego en 1957 se formó el Consejo de Recreación Comunitaria la administración
del Centro Comunal de Castañer dejó de estar en manos de la Iglesia de los
Hermanos (Rosenberger 20). Asimismo, en 1958 el Departamento de Parques y
Recreación de Puerto Rico suplió un director para el centro comunal.
Desarrollo económico y autosuficiencia
Los esfuerzos educativos de la Iglesia de los Hermanos tenían como
propósito ser herramientas para que los pobladores de Castañer las utilizaran en
la solución de los problemas que aquejaban a Puerto Rico. A pesar de que entre
15 “de manera que de entre la propia gente surja el liderazgo para resolver algunos de los problemas de Puerto Rico”.
Chaar-López 27
los problemas planteados por los brethren no se encontraba el fin de la condición
colonial, los programas pedagógicos estaban diseñados para que surgieran, como
establecí en la sección anterior, líderes que propusieran soluciones a dichos
problemas. Uno de los dilemas que se deseaba atender era el desarrollo
económico. Para ello los brethren y los objetores por conciencia sugerían que se
fomentaran más industrias, preferiblemente cooperativas, y un mayor énfasis en
cultivos de subsistencia y no de caña de azúcar (MGBRU Newsletter No.2 1). Por
eso, a un mes después de haber llegado a Puerto Rico, el Campamento del CPS
#43 nombró a Lawrence Moore como el encargado de atender la recién creada
tienda cooperativa.
Los diversos proyectos creados o continuados por la Unidad de
Reconstrucción y el Proyecto de Servicio Brethren (BSP) tuvieron como filosofía
político-económica la ayuda mutua. Para entender el concepto de ayuda mutua
es importante comprender que bajo este principio se propone la cooperación, la
reciprocidad y el trabajo en equipo. En el modelo cooperativista este concepto es
esencial para promulgar el bien común ya que una sociedad solamente mejorará
cuando todos los envueltos estén bien. Los variados esfuerzos de la MGBRU
tenían como propósito la inclusión de la comunidad por medio de la participación
activa, por ello se les educó en la necesidad de la colaboración (trabajo en equipo)
y la solidaridad (cooperación). El concepto de ayuda mutua estuvo presente en
cada proyecto económico: la finca comunitaria; las cooperativas; y las charlas
educativas en torno a los cultivos de subsistencia. Los otros proyectos de
desarrollo económico fueron el establecimiento de una oficina postal y líneas de
teléfono.
La enorme cantidad de correspondencia generada por el Campamento del
CPS #43 permitió que su director, Herman Will, tuviera argumentos de peso para
persuadir al correo postal federal para que abriera una oficina postal en Castañer.
Es así como en febrero de 1945 se fundó la primera oficina postal rural de Puerto
Rico en el poblado de Castañer. Este correo se estableció en los bajos de la Casa
Grande y estuvo administrado inicialmente por Julia Morales Maldonado
(Rosenberger 14).
Chaar-López 28
Como parte de una estrategia basada en la autosuficiencia, los Hermanos
establecieron cosechas y criaron ganado procurando abrir camino para el
mejoramiento de la alimentación de la población y la prosperidad de la
comunidad. La estrategia utilizada fue la de enseñarle a los residentes a cultivar
sus propios productos. El proyecto era conocido como finca demostrativa
(demonstration farming), y en los terrenos se cultivaron árboles frutales, se creó
un jardín de vegetales y se crió ganado. Para 1951 la finca ya producía café,
guineo, vegetales, cerdos y vacas, las cuales fueron utilizadas para las estaciones
de alimentos (milk feeding stations). Estos productos eran entonces utilizados
por la cocina del hospital para la preparación de comida destinada a alimentar a
los pacientes, el personal del hospital y del campamento. El excedente de la
producción era vendido para generar ingresos para los diversos programas del
Brethren Service Project. Por ejemplo, en 1949 la finca produjo 5,252.5lbs de
café (BSP Castañer Newsletter Vol.VIII No.6 7).
Además de los proyectos de autosuficiencia, la Castañer Brethren Service
Unit desarrolló varias cooperativas con la intención de mejorar las condiciones
económicas de la comunidad. De esta manera en julio de 1946, luego de haber
asistido a una conferencia sobre el desarrollo de cooperativas comunitarias,
Knight y Dorothy Webster fundaron una cooperativa de costura para mujeres
(Rosenberger 20-21). Con el establecimiento de esta cooperativa se les pagó a
estas trabajadoras un salario de 20¢ la hora. Lamentablemente, la cooperativa
no sobrevivió el año y así mismo sufrió la cooperativa de cerámica que se fundó
diez años después. Empero, vale subrayar el éxito logrado por dos cooperativas
en Castañer las cuales fueron fundadas por voluntarios y voluntarias de la Iglesia
de los Brethren, la Cooperativa de Salud y la Cooperativa de Consumidores, cuya
labor culminó con el establecimiento de un supermercado cooperativo en 1960.
De entre las cooperativas de Castañer la Cooperativa de Consumo fue la
más exitosa durante las décadas de 1940 a 1960. Se podría considerar que esta
cooperativa de consumo fue heredera de aquella creada en 1942 por los objetores
por conciencia. Sin embargo, debe quedar claro que la Cooperativa de Consumo
fundada en 1947 era más bien prima de las diversas cooperativas creadas por el
Campamento del CPS #43 y el BSP. Desde su fundación, la Cooperativa de
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Consumo le sirvió a la comunidad y, gracias al fuerte espíritu de cooperación, en
su primer año presentó un superávit de $4,200 (“Cooperativa de Castañer”). A
pesar de haber enfrentado algunos problemas de administración a principios de
1950, la cooperativa continuó su crecimiento económico para convertirse en la
más importante del poblado de Castañer.
Religión
Aunque el desarrollo económico era uno de los problemas más
apremiantes para los voluntarios y los objetores por conciencia, esto no significó
que la solución de éste culminaría con el resto de los problemas que aquejaban a
Puerto Rico. Por eso ellos le otorgaron mucha importancia al desarrollo
espiritual de los habitantes de Castañer. Con ese propósito participaron de los
diversos servicios religiosos en la comunidad hasta que en 1948 fundaron la
congregación de la Iglesia de los Hermanos.
A pesar de que el proyecto del Campamento CPS #43 había sido uno
interdenominacional, el esfuerzo de este campamento fue coordinado
únicamente por la Iglesia de los Brethren. Con la culminación de la Segunda
Guerra Mundial los objetores por conciencia comenzaron a regresar a sus
hogares en Estados Unidos y el proyecto de servicio en Castañer entró en una
nueva fase de desarrollo. Esta vez el proyecto estuvo, no sólo dirigido por la
Iglesia de los Brethren, sino que los voluntarios que asistieron al mismo fueron,
en su mayoría, miembros de esta iglesia. Por ello, Mary Sue H. Rosenberger
comenta que esta etapa sería una subrayada por un testimonio religioso unificado
(30).
Contrario a la política de la Comisión de Servicio de los Brethren de no
establecer iglesias como parte de sus proyectos, el 25 de febrero de 1948 se llevó a
cabo una reunión que culminó en la fundación en Castañer de la primera Iglesia
de los Brethren en Puerto Rico (Rohrer). El 2 de octubre de 1949 se bautizaron
los primeros puertorriqueños. Por medio de esta acción la congregación de la
Iglesia de los Hermanos quedó plenamente integrada a la comunidad de
Castañer. Al principio, el servicio religioso se llevaba a cabo en el centro
Chaar-López 30
comunitario pero, debido al aumento en la concurrencia, tuvieron que mudar los
servicios al edificio de la Academia de los Brethren, donde se celebraban los actos
en español (Rosenberger 30). Entre los diversos pastores que rindieron servicio
en los primeros años de la Iglesia se encuentran: Robert Ebey, 1948-1950; B.
Stanley Bittinger, 1952-1956; Ignacio Rivera, residente de la comunidad que se
educó en el Bethany Theological Seminary, 1956-1958; y Ernesto Vélez Pérez,
1958-1960 (Rosenberger 30-31). Finalmente, en febrero de 1959 se culminó el
proceso de construcción de un nuevo edificio para la Iglesia. Éste fue diseñado
por Forrest Groff con cabida para doscientas personas. En este mes se dedicó el
santuario de la Iglesia y en junio del mismo año la Conferencia Anual de la Iglesia
de los Brethren reconoció oficialmente a la congregación de Puerto Rico, once
años después de su fundación (Rosenberger 31).
La Iglesia de los Hermanos brindó clases de Biblia en español e inglés, así
como talleres para niños y jóvenes. Para los jóvenes estadounidenses se creó un
campamento de verano de servicio voluntario en Castañer y durante el transcurso
de éste los jóvenes voluntarios, quienes habían viajado de Estados Unidos,
laboraban con la comunidad en variados proyectos.
Algunas notas:
Limitaciones, agradecimientos y posibles caminos a seguir
Reconozco que este ensayo contiene algunas limitaciones atribuibles a
diversos factores. Primero, la documentación sobre los objetores por conciencia
y la Iglesia de los Brethren se encuentra en dos ciudades estadounidenses (Elgin,
Illinois y Swarthmore, Pennsylvania). De no ser por la desinteresada labor de
Ken Shaffer (archivero de la Brethren Historical Library and Archives) y Wendy
Chmielewski (curadora de la Swarthmore College Peace Collection) este trabajo
no hubiese sido posible. Debido a su ocupada labor, la ayuda que me proveyeron
sólo pudo ser limitada. La constreñida documentación que consulté deja algunos
espacios temporales sin cubrir que una futura investigación debe considerar.
Segundo, el tiempo y los fondos destinados a este trabajo no me permitieron
Chaar-López 31
viajar a estos archivos documentales para poder obtener toda la documentación
disponible sobre el tema.
Mientras investigaba los diversos proyectos del Campamento del CPS #43
y consultaba diversas fuentes me topé con un hecho extraño dentro del contexto
de la ayuda mutua, la solidaridad y el amor demostrado por los objetores por
conciencia. Durante una entrevista realizada por Heather T. Frazer y John
O’Sullivan, el director del campamento en Castañer, Herman Will, comentó que
en el hospital se realizaron cerca de 400 esterilizaciones posparto. Estas
operaciones fueron el resultado del interés del obstetra del hospital, cuyo nombre
no conseguí. Este doctor, relata Will, fue a Castañer como misionero de la iglesia
y por tal labor recibió un deferimiento (deferment) ocupacional. “The operation
got so popular among women that we had to restrict it to women who were 30 or
over, who had at least four children, and whose husbands as well as they signed
the permit for the operation” (Frazer y O’Sullivan 34)16. Desafortunadamente, no
pude conseguir más información y por ello no discutí este hecho en el ensayo. No
obstante, debo subrayar que estas esterilizaciones tuvieron un serio efecto en la
producción de género. Asimismo, pautó una línea discursiva en cuanto a la
sexualidad, el género y el sexo.
Este relato histórico tiene como propósito ser la base sobre la cuál se hará
un documental de media hora sobre Castañer y la Iglesia de los Hermanos. Por
ello, debo subrayar que este trabajo es una consideración restringida de la gama
de proyectos desarrollados en Castañer. Si en un futuro alguien desea trabajar
este tema deberá contar con más tiempo y mayores recursos para poder estudiar
con calma y profundidad los varios procesos (económicos, de género, raza y clase,
entre otros) acontecidos en dicho poblado.
16 “La operación llegó a ser tan popular entre las mujeres que tuvimos limitarla a mujeres que tuvieran 30 años o más, que tuvieran cuatro hijos por lo menos y cuyos esposos firmaran junto a ellas el permiso para la operación”.
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Obras citadas
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