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Unidad Nº2 Contexto de la época El siglo de las luces Los años del siglo XVIII que preceden la revolución francesa de 1789 se conocen como El siglo de las luces o la Ilustración. La gente pensó que su época era el período de la razón. De su propia evaluación surgió el término de El siglo de las luces. El sentido de progreso era universal dentro de las clases educadas. Tanto los pensadores y escritores de avanzada como los reyes y emperatrices “progresistas”, los así llamados déspotas ilustrados, compartían las mismas ideas junto a sus ministros y funcionarios. El espíritu de la ilustración: la idea del progreso El espíritu de la Ilustración del siglo XVIII surgió de la revolución científica e intelectual del siglo XVII. La ilustración transmitió y popularizó las ideas de Bacon y Descartes, de Bayle y Espinoza, y, por sobre todo, de Locke y Newton. Elaboró la filosofía de la ley y el derecho natural. Nunca existió una época tan escéptica hacia la tradición, tan confiada en los poderes de la razón humana y tan profundamente imbuida del sentido del avance de la civilización y del progreso. La idea del progreso constituye la tónica de la civilización europea desde el siglo XVII hasta el XX. Esta fe ilimitada en la razón humana promovió el espíritu secular en Europa junto a la tolerancia religiosa. Los “´philosophes” Ellos esparcieron las ideas de la Ilustración. Más que filósofos ellos fueron divulgadores en una época en que el público lector creció enormemente y que la clase media educada, tanto comercial como profesional, fue mucho más grande que nunca. Se multiplicaron las revistas y los periódicos. La gente que no podía leerlos en casa lo hacía en cafés o salas de lectura organizadas para este propósito. Existió asimismo una gran demanda por diccionarios, enciclopedias y visiones generales de todos los campos del saber. La ciudad de París fue el centro de este movimiento. Allí se publicó la Encyclopédie, el más serio de todos los proyectos de los philosophes. Fue editada por Denis Diderot en diecisiete grandes volúmenes y completada entre los años 1751 y 1772. Es un gran compendio del conocimiento científico, técnico e histórico de la época. Plantea una fuerte crítica hacia tanto la sociedad existente como a sus instituciones y epitomiza un espíritu escéptico, racional y científico. Prácticamente todos los philosophes franceses contribuyeron: Voltaire, Montesquieu, Rousseau, d’Alembert (quién además participó en la edición de la enciclopedia), Buffon, Turgot, Quesnay y muchos otros, quienes colectivamente fueron conocidos como los enciclopedistas. Compartieron sus ideas otros personajes prominentes de la época, tales como Federico el Grande, un gran amigo de

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  • Unidad N2

    Contexto de la poca

    El siglo de las luces

    Los aos del siglo XVIII que preceden la revolucin francesa de 1789 se conocen como El

    siglo de las luces o la Ilustracin. La gente pens que su poca era el perodo de la razn.

    De su propia evaluacin surgi el trmino de El siglo de las luces. El sentido de progreso

    era universal dentro de las clases educadas. Tanto los pensadores y escritores de avanzada

    como los reyes y emperatrices progresistas, los as llamados dspotas ilustrados,

    compartan las mismas ideas junto a sus ministros y funcionarios.

    El espritu de la ilustracin: la idea del progreso

    El espritu de la Ilustracin del siglo XVIII surgi de la revolucin cientfica e intelectual

    del siglo XVII. La ilustracin transmiti y populariz las ideas de Bacon y Descartes, de

    Bayle y Espinoza, y, por sobre todo, de Locke y Newton. Elabor la filosofa de la ley y el

    derecho natural. Nunca existi una poca tan escptica hacia la tradicin, tan confiada en

    los poderes de la razn humana y tan profundamente imbuida del sentido del avance de la

    civilizacin y del progreso. La idea del progreso constituye la tnica de la civilizacin

    europea desde el siglo XVII hasta el XX. Esta fe ilimitada en la razn humana promovi el

    espritu secular en Europa junto a la tolerancia religiosa.

    Los philosophes

    Ellos esparcieron las ideas de la Ilustracin. Ms que filsofos ellos fueron divulgadores en

    una poca en que el pblico lector creci enormemente y que la clase media educada, tanto

    comercial como profesional, fue mucho ms grande que nunca. Se multiplicaron las

    revistas y los peridicos. La gente que no poda leerlos en casa lo haca en cafs o salas de

    lectura organizadas para este propsito. Existi asimismo una gran demanda por

    diccionarios, enciclopedias y visiones generales de todos los campos del saber.

    La ciudad de Pars fue el centro de este movimiento. All se public la Encyclopdie, el

    ms serio de todos los proyectos de los philosophes. Fue editada por Denis Diderot en

    diecisiete grandes volmenes y completada entre los aos 1751 y 1772. Es un gran

    compendio del conocimiento cientfico, tcnico e histrico de la poca. Plantea una fuerte

    crtica hacia tanto la sociedad existente como a sus instituciones y epitomiza un espritu

    escptico, racional y cientfico. Prcticamente todos los philosophes franceses

    contribuyeron: Voltaire, Montesquieu, Rousseau, dAlembert (quin adems particip en

    la edicin de la enciclopedia), Buffon, Turgot, Quesnay y muchos otros, quienes

    colectivamente fueron conocidos como los enciclopedistas. Compartieron sus ideas otros

    personajes prominentes de la poca, tales como Federico el Grande, un gran amigo de

  • Unidad N2

    Voltaire, desde Postdam; Catalina la Grande, emperatriz de Rusia; Jos II, cabeza del

    Imperio austro-hngaro, y muchos otros. Los ms famosos de todos los philosophes

    fueron los franceses Montesquieu (1689-1755), Voltaire (1694-1778) y Rousseau ( 1712-

    1778). Cada uno tuvo rasgos diferenciados de los otros. Todos fueron aclamados como

    grandes genios literarios de su poca y todos ellos viraron de la literatura pura a obras de

    comentario poltico y protesta social. Todos coincidieron en que el estado de la sociedad

    de la poca se poda mejorar.

    El principal instrumento para el progreso se pens que era el Estado. Fue al Estado que

    la gente consider como base para su salvacin. Toda esperanza de progreso se basaba en

    reformas polticas, en la educacin y en la creacin de un medio ilustrado. A pesar de

    pensar en trminos de una reforma desde el Estado, los pensadores de la poca no eran

    nacionalistas sino que universalistas. Crean en la unidad de la humanidad, y conceban

    que todos los hombres se vinculaban mediante la misma ley natural del derecho y la razn.

    Suponan que todos los hombres participaran en el mismo proceso de progreso y que el

    resultado del proceso histrico sera una civilizacin uniforme en la cual todos los pueblos

    y razas compartiran equitativamente. Todo el pensamiento de la poca se conceba en

    trminos de liberar al hombre. Voltaire y otros estaban dispuestos a confiar en un gobierno

    fuerte y bien dispuesto, i.e, en un dspota ilustrado. El despotismo ilustrado, en la

    manera favorecida por Voltaire y por la gran parte de los philosophes, lleg a ser el modo

    caracterstico del gobierno europeo despus de alrededor de 1740.

    El despotismo ilustrado

    El monarca ilustrado no reclamaba un derecho divino al trono y an no impetraba sus

    derechos hereditarios o dinsticos para ser monarca. Justificaba su autoridad sobre la base

    de su utilidad para la sociedad. En tal sentido, Federico el Grande se denominaba a si

    mismo como el primer sirviente del Estado. De ah su legitimacin mediante obras de

    bien pblico y social. Era una forma secular de gobierno, toda vez que no invocaba algn

    mandato de los cielos y no reconoca autoridad especial a Dios o a la Iglesia. Por ende

    todos los dspotas ilustrados favorecan la tolerancia religiosa. El despotismo ilustrado fue

    racional y reformista; buscaba reconstruir el Estado mediante la razn.

    En Austria el sistema se aprecia en los regmenes de la reina Mara Teresa (1740-1780) y

    de Jos II (1780-1790). El reinado de Mara Teresa estableci el curso de todos los

    desarrollos posteriores del imperio austro-hngaro y por ende de todos los pueblos que

    habitaban sus confines. Fue apoyada por un grupo notable de ministros, cuyo origen ilustra

    el carcter no nacional del sistema Hapsburgo. Ellos provenan de Moravia, Silesia y

    Bohemia y trabajan con una reina alemana y con funcionarios tambin alemanes. Entre

    otros de sus logros, Mara Teresa dict disposiciones que permiteron aliviar el sistema de

    servidumbre agraria del imperio, las que no guardan parangn con lo realizado por ningn

    gobernante del siglo XVIII en Europa oriental, con la excepcin de su hijo Jos II.

  • Unidad N2

    En el breve perodo de una dcada de gobierno de Jos II se puede apreciar muy bien el

    carcter y las limitaciones del despotismo ilustrado. El emperador era una persona seria y

    buena, muy sensible a la miseria y desesperanza de los grupos sociales de menores

    recursos. Crea que las condiciones existentes eran malas. No busc regularlas o

    mejorarlas sino que su propsito fue terminarlas. Defini al Estado como el mayor

    beneficio para el mayor nmero de personas. Entre otras de sus medidas aboli la

    servidumbre agraria, estableci la igualdad tributaria para todas las personas, decret la

    igualdad ante la justicia, garantiz la ms completa libertad de prensa y tolerancia religiosa,

    centraliz el Estado y unific al alemn como el idioma de la administracin imperial.

    Anticip mucho de lo que se hara posteriormente en Francia durante la revolucin y bajo

    el rgimen napolenico. A su muerte, Jos fue sucedido por su hermano Leopoldo quien

    falleci en 1792 y fue sucedido por su hijo Francisco II.

    La Revolucin Francesa

    El ao 1789 Francia cae en la revolucin. Se inaugur una era de levantamientos sociales

    y de guerras que duraron por casi veinticinco aos. Del proceso surgieron tanto ideas

    como conceptos de gobierno que ejercieron una influencia profunda y perdurable en la

    historia del mundo europeo y en todas sus reas de influencia.

    Con un nmero de 24 millones de habitantes aproximadamente, Francia era uno de los

    pases ms numerosos en Europa el ao 1789. Contaba con un gobierno centralizado

    nico, en contraste con pases como Italia o Alemania en los que el poder poltico se

    vertebraba en unidades de gobierno, pequeas en muchos casos, que impedan un

    aglutinamiento como pas el que alcanzaran recin en la segunda mitad del siglo XIX. En

    lo que respecta al mundo del intelecto y la cultura era Francia un centro de gran

    importancia en Europa segn se ha sealado anteriormente en este syllabus.

    Persista en Francia el antiguo rgimen, aristocrtico y feudal, el que no haba sido afectado

    por las ideas del despotismo ilustrado. Cada persona perteneca a un estado u orden.

    Estos eran el clero, la nobleza y el tercer estado. En este ltimo se incluan desde los ricos

    profesionales y hombres de negocios hasta los pobres campesinos y trabajadores urbanos.

    El prestigio y los derechos legales dependan de la pertenencia a un estado. No obstante,

    esta divisin tripartita no corresponda a la distribucin real de inters, influencia,

    propiedad o actividad productiva en el pas.

    En su conjunto, la Iglesia Catlica era el ms grande propietario de tierras. La mayora de

    los ingresos por concepto de la actividad agrcola recaa en manos de los ocupantes

    aristocrticos de los altos cargos eclesisticos. La nobleza el ao 1789 comprenda

    alrededor de 400.000 personas y resurgi vigorosamente despus de la muerte de Luis XIV

    el ao 1715. Los servicios gubernamentales, los altos cargos eclesisticos, en el ejrcito y

    parlamento, adems de la mayor parte de los cargos pblicos en su conjunto eran

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    monopolio de la aristocracia con ttulo en la poca de Luis XVI, quien accede al trono el

    ao 1774. La nobleza buscaba por una parte tener el control de todas las polticas de

    estado junto con evitar de cualquier modo el pago de impuestos.

    Por su parte la burguesa en el tercer estado nunca fue tan influyente, gracias entre otros

    factores al crecimiento del comercio exterior, el que aument cinco veces entre 1713 y

    1789. De ah el crecimiento de los hombres de negocios junto a los grupos legales y

    gubernamentales asociados con el comercio exterior. Por otra parte, a medida que la

    burguesa lleg a ser ms fuerte en trminos econmicos, con un mayor nivel de lectura y

    con ms confianza en s misma como grupo social, aument su resentimiento por los

    privilegios de que gozaban los nobles, como fueron, a modo de ejemplo las exenciones

    tributarias. A pesar de ello, muchos burgueses pudieron alcanzar estas exenciones, pero

    para ello deban desplegar un esfuerzo considerablemente mayor que los nobles.

    Asimismo, los burgueses resentan la arrogancia de los nobles, su monopolio de los cargos

    pblicos y los honores, adems de su bsqueda persistente de alcanzar un mayor poder

    poltico como clase social.

    La Revolucin Francesa puede graficarse como la colisin de dos objetos en movimiento,

    una aristocracia que se levanta contra una burguesa en ascenso. Si bien los comerciantes y

    profesionales de Francia estaban tan bien como en los restantes pases de Europa, no lo

    estaban sin embargo en relacin a la nobleza puesto que la gente a sueldo no comparta la

    prosperidad de los negocios. Entre 1730 y 1780 el IPC subi alrededor de un 65%; los

    salarios se incrementaron solamente en un 22%. Esto afectaba en especial a la gente a

    sueldo, entre los cuales est un incipiente grupo proletario. Si bien ellos eran menos

    numerosos que hoy da, jugaran un papel decisivo en la revolucin.

    Una altsima parte de la poblacin perteneca a los grupos agrarios. No exista en Francia

    el sistema de siervo como era el caso en Europa Oriental. El campesino trabajaba para si

    mismo en su propia tierra o en tierra arrendada. Tambin poda trabajar para un seor o

    para otro campesino. Sobrevivan en todo caso algunos resabios de la era feudal, en

    trminos de derechos, pagos, jurisdiccin, impuestos de transferencia e incluso sistema

    policiales. Debido al alto costo de la vida se activ el cobro de muchos de estos pagos

    feudales, lo que contribuy a exacerbar mayormente la situacin.

    La revolucin cambi este sistema al liberar la propiedad privada de todos estos residuos

    feudales junto con poner trmino a todas las otras antiguas formas de propiedad, como eran,

    a modo de ejemplo, la propiedad de los cargos pblicos los que resultaban tan tiles para

    grupos cerrados y privilegiados. En ltimo trmino la revolucin estableci la instituciones

    de propiedad privada en el sentido moderno, lo que benefici a los campesinos, los dueos

    de tierra y a la burguesa.

  • Unidad N2

    Coadyuv adems la unidad poltica de Francia, alcanzada durante siglos por la monarqua,

    la que fue una condicin fundamental y aun una causa de la revolucin. Cualquier

    situacin que surgiera en el plano social, daba lugar en la nacin a debates de opinin

    pblica, a situaciones de agitacin social, lo que llevaba a procesos de anlisis poltico y de

    legislacin.

    La revolucin de 1789 se precipit por un colapso financiero del gobierno, al que

    contribuy la costosa magnificencia de la corte de Versalles, los altos costos de mltiples

    guerras del pasado, la mantencin de la marina y del ejrcito y el gravitante peso de la

    deuda pblica. A esto se agrega en julio de 1789 los bajos sueldos, los niveles de cesanta e

    inflacin, las malas cosechas y la baja del comercio a causa de la guerra norteamericana.

    Los impuestos y otras entradas del estado resultaban insuficientes debido a la extendida

    evasin tributaria de nobles, eclesisticos e incluso de los mismos burgueses. Ante ello la

    nobleza impuls al rey Luis XVI a convocar los Estados Generales, puesto que era la nica

    instancia para autorizar nuevos impuestos. La nobleza plante un programa liberal

    moderado de gobierno que no prosper debido a la profunda desconfianza que el tercer

    estado, en especial la burguesa, tena contra la nobleza. El 17 de junio de 1789 el tercer

    estado se declar en asamblea nacional hasta que no se estableciera una constitucin, lo

    que marca el inicio de la revolucin con la toma de la Bastilla el 14 de julio.

    El 4 de agosto la Asamblea Nacional aprob una resolucin sealando que el feudalismo

    haba sido abolido. El 26 de agosto de 1789 se aprob la Declaracin de los Derechos del

    Hombre y del Ciudadano. Este documento consolidaba los principios del nuevo estado,

    sustentados en el imperio de la ley, los derechos iguales para todos los ciudadanos y la

    soberana colectiva para el pueblo. El artculo I declaraba que todos los hombres desde su

    nacimiento son libres y gozan de los mismos derechos. Los derechos naturales del

    hombre eran la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia contra la opresin. Se

    garantizaba la libertad de pensamiento y la religin. Nadie podra ser arrestado y castigado

    sin el debido proceso legal. Cualquier persona poda ocupar un cargo pblico siempre y

    cuando reuniera los requisitos correspondientes. La libertad solamente se poda establecer

    mediante la ley, la que era aplicable a todos los ciudadanos. La ley era la expresin de la

    voluntad del pueblo, la que le corresponda al conjunto de los ciudadanos o sus

    representantes. El nico poder soberano recaa en la nacin misma. Los empleados

    pblicos y las fuerzas armadas slo podan actuar en su nombre. Los impuestos se podan

    autorizar solamente por consenso pblico. Todos los empleados pblicos eran

    responsables por su conducta en su desempeo. Los poderes del gobierno deberan ser

    separados en diferentes ramas. Finalmente, el estado poda para propsitos de inters

    pblico y bajo el imperio de la ley confiscar la propiedad privada, pero siempre que

    entregara una compensacin justa. Esta declaracin fue impresa en miles de volantes,

    panfletos y libros. Fue leda pblicamente y pegada en los muros, llegando a ser un

  • Unidad N2

    verdadero punto de referencia para la Revolucin Francesa. Muy pronto fue traducida a

    otros idiomas y se esparci a toda Europa.

    Ref: Palmer y Colton 1965: 289-312; 333-345

    Bibliografa

    R.R. Palmer y Joel Colton.

    1968 A History of the Modern World. Tercera edicin. Nueva York:

    Alfred A. Knopf.

  • 55 lecturas CULTURA SOCIEDAD

    Nieves y Miro Fuenzalida

    Iluminismo, Modernidad, Barbarie

    cierta nostalgia, al reconocer que ellos representan la culminacin de una gran narrativa que, desde el Siglo de las Luces, mantuvo la conviccin de que la mejor forma de comprender los fenmenos humanos es histricamente, y que esa historia es la historia de la emancipacin de la especie humana de las limitaciones naturales y las injusticias sociales. 1 NIEVES Y MIRO FUENZAUDA."

    No es que hayamos fracasado en la marcha hacia el progreso, sino que la historia nunca se dirigi hacia l. Es el cambio el que debe promoverse incondicionalmente y asegurar el dominio de la pluralidad, diversidad y heterogeneidad. El sufrimiento actual es solo una etapa en la lnea del progreso.

    El fin de la historia ver el triunfo del imperio de la justicia y la armona en donde lo que es coincidir con lo que debe ser. El momento en que la irracionalidad se elimina y el drama del progreso humano termina. En otras palabras, la visin secular del Paraso en la Tierra.

    La metfora de la luz tiene una larga historia. Ha sido usada por el modernismo para designar la luz de la razn entendida como el poder de la argumentacin que todos los seres humanos pueden ejercer y que constituye la fuente del progreso y la felicidad. Fue Platn el que inicialmente introdujo la analoga del sol y el bien en el pensamiento occidental y desde ese momento la luz adquiri la nobleza y connotacin filosfica con que hoy la conocemos.

    a*-

  • supersticin. sueo tan largamente esperado especie. El ser humano al sendcio del ser humano. .. excepto por un pequeo detalle, Si finalmente hemos visto la luz, por qu todav~ somos brbaros?

    Si los nmeros significan algo, lo ocurrido en el siglo pasado es improcedente ... Seis millones de judos exterminados por los nazis, 22 millones por el proceso de colectivizacin sovitica, ms el nmero desconocido de vctimas de la persecucin religiosa, del genocidio tnico y la disidencia poltica. La exterminacin sistemtica de armenios por los turcos, la aniquilacin de la poblacin urbana de Kampuchea en 1995, que alcanz a dos millones de personas. La destruccin atmica de Hiroshima y Nagasaki por EEUU, que ni siquiera las razones de guerra podran lograr explicar o justificar. La limpieza tnica de la ex Repblica de Yugoslavia; Ruanda y la persecucin, tortura y desaparicin de miles de vctimas que vimos en todo su sadismo en las dcadas del 70 y 80 en Sudamrica y que hoy se refinan y repiten en la guerra en contra del terrorismo.

    La lista es larga y podramos seguir. Pero este recuento, por incompleto que sea, entrega una imagen de la historia muy diferente de la que el humanismo progresista, en su versin liberal o socialista, prometi en sus inicios. Estos hechos son tan grandes y horribles que los historiadores contemporneos ya no pueden pensarlos como fracasos temporarios en la marcha hacia el progreso.

    No ser que Iluminismo, Modernidad y Barbarie son tminos que, a pesar de ser contmdicforios entre S{ podrhn pensarse mucho mejor como una unidad? Si es as, la cuestin es sta ... cmo, lo que comnmente pensamos como trminos opuestos, podran encajar uno con otro?

    El filosofo alemn Schiller, siguiendo a Rousseau y Hobbes, ya afirmaba doscientos aos atrs, escandalizando a los hombres y mujeres de su poca, que cultura y barbarie aparecen como una misma cosa. Segn l, el ser humah puede ser visto de dos mane;as: como una bestia salvaje cuando sus sentimientos dominan sus principios, o como un brbaro, cuando sus principios destruyen sus sentimientos. Estos dos lados podemos descubrirlos no solo en la historia antigua, sino, tambin, en nuestro propio tiem p...

  • Dira Schiller, por ejemplo, que hoy la multitud representa la bestia salvaje y la lite poltica, o El estado, representan al brbaro?

    El escndalo que Schiller provoc se debi a que la cultura siempre se ha visto como una dimensin distinta y superior a la naturaleza y afirmar que son sinnimas es un sinsentido.

    Es este sin sentido, sin embargo, el que marca el comienzo del viraje del concepto de barbarismo, que de antnimo de cultura, pasa a ser sinnimo de cultura. El ensamblaje de Iluminismo y Barbarismo nos presenta tres posibilidades. Iluminismo no es barbarismo. Iluminismo es igual a barbarismo. O... Iluminismo es ambos.

    Para Marx y la mayora de los filsofos del siglo XVIII y XIX, Iluminismo y Barbarismo eran trminos antitticos y hasta el da de hoy es la forma ms comn de ver al barbarismo. Su visin mspobre y tergiversada la vemos en la pohtica exterior de EEUU.

    El presidente Bush, refirindose al islamismo fundamentalista, retricamente preguntaba: "Por qu nos odian?" Y se responda: "Porque ellos odian nuestra democracia y nuestros valores. Porque nosotros somos el bien; ellos son el mal".

    Segn esta aproximacin la historia es la historia del progreso humano y algunos progresan ms que otros No es sta una visin ingenua de uno mismo y una visin simplista del otro? Ciertamente lo es para Adorno y Horkheimer para quienes el modernismo es barbarismo. Pero es Freud quien vio que el Iluminismo tena que iluminarse a s mismo, ejercer un acto de autorreflexin para llegar a reconocer que el barbarismo no es simplemente un principio externo, sino su principio antagonista interno. Iluminismo y Barbarie son los dos lados de la modernidad que, ltimamente, no pueden ser separados.

    No es que no haya progreso, sino que el progreso va acompaado por su opuesto. Una poca solo es conciente de s misma cuando reconoce que el barbarismo es su lado obsceno, un virus listo para propagarse en cualquier instante. La tortura y el crimen que se desat en Latinoamrica en las dcadas de los 70 y 80 no vinieron .$esde fuera. La mquina de guerra y sus torturadores eran chilenos, argentinos o brasileos. El terrorismo fundamentalista contemporneo lo encontramos no solo fuera, sino tambin dentro de las metrpolis del capitalismo ... en el racismo ultra derechista de las calles de Europa o en el bombardeo de Oklahoma en Estados Unidos. Es esta tensin o antagonismo interno el que en ltima instancia encontramos en nuestra condicin humana.

  • Si la crisis de la creencia de que al final de la historia nos espera la felicidad y la racionalidad humana, entonces, la alternativa ms segura que nos queda es presumir que la historia es discontinua y sin direccin. Adorno y Horkheimer, que inicialmente negaron la idea del cambio por el cambio mismo, al final renuncian a la idea de que los cambios puedan traer modificaciones sustanciales y ven el futuro marcado por la misma rutina y sufrimiento.

    Habermas, sin embargo, no comparte esta resignacin y considera el abandono de los ideales del Iluminismo injustificado y vuelve a reafirmar la posibilidad de crear una sociedad verdaderamente moderna. Sin una apropiada meta narrativa de la emancipacin humana d i c e - no es posible aspirar a una sociedad ideal o a un programa de accin para lograrla. Es cierto que la tensin existencia1 no puede ser abolida, pero puede ser canalizada en una forma mas apropiada a travs de la bsqueda del consenso sin coercin, que es la condicin necesaria para lograr el proyecto modernista.

    Realmente? Lyotard responde diciendo que cualquier consenso que se logre es solo un estadio de la discusin, no su fin. La afirmacin de Habermas de que el consenso, libre del poder, es el gol y fin de la historia es una meta narrativa no menos peligrosa que cualquier otra. Si la distorsin del poder es parte de todo contexto, cmo podra haber un consenso puro? Y cun evidente es la presuncin, natural o histrica, de que el ser humano prefiere la armona?

    La conciencia de la contradictoria relacin entre cambio y continuidad siempre ha sido una parte integral en la comprensin del pasado, el presente y las esperanzas del futuro. El desafo del post modernis imultanea del cambio y continuidad como parte de la vida

    humana. -4 El dominio exclusivo de uno o del otro, dicen, es la condicin necesaria para la comprensin de una historia post modernista.

    El filsofo griego Herclito, ms de dos mil aos atrs, ya haba afirmado el dominio exclusivo del cambio y la naturaleza ilusoria de la duracin y continuidad. En la misma forma la teora progresista de la historia del mode~ismo tambin contiene la separacin entre cambio y permanencia como dos aspectos datiempo. Los cambios de un periodo histrico a otro tienen como ltimo fin la edad de la razn y la felicidad en donde el cambio dar paso a la estabilidad. La continuidad prevalecer y las transformaciones sern reducidas a pequeos ajustes.

  • La diferencia con el modernismo es que la versin post estructuralista del post modernismo separa el cambio y la estabilidad en forma radical. No es que hayamos fracasado en la marcha hacia el progreso, sino que la historia nunca se dirigi hacia l. Es el cambio el que debe promoverse incondicionalmente y asegurar el dominio de la pluralidad, diversidad y heterogeneidad.

    Frente al reduccionismo modernista de la continuidad hoy da nos encontramos con el reduccionismo del cambio que pasa a ser la clave en la explicacin de la historia. En lugar de . . significado y orden his ' -

    I ~ntramos con un mundo fluido, sin direcciny con

    1

    --b mltiples verdades. - La esperanza de la felicidad futura de las utopas tradicionales se reemplaza por la negacin asctica del fin de la historia y el compromiso diario para mantener el cambio libre de obstculos.

    Al comienzo del documental mitolgico 2001: una odisea espacialde Stanley Kubrick vemos en una paradigmtica escena el entrelazamiento entre civilizacin y barbarie ... un mono ancestral aprende a usar un hueso como arma con el que obtiene poder sobre sus congneres. Irguindose sobre sus piernas, lanza el hueso al aire que, rotando lentamente a travs del cielo, sorpresivamente se transforma en una blanca nave espacial.

    Todo el progreso humano concentrado en un solo corte cinematogrfico. La promesa de un mundo sin lmites. Solo que no hay garanta universal. La historia que nos lleva del salvajismo a la humanidad muy bien puede ser, tambin, la historia que nos lleva de las catapultas a las ruinas de la bomba atmica.