urgentes ¡ya! - Trasversales · Tecnología y nueva precariedad, José Luis Carretero, 29-33. ... Mariano Sánchez Soler José M. Sánchez Zegarra Andrés Sorel Carlos Téllez Anne

nº 45, octubre 2018 año XIII. ISSN: 1886-1083serie histórica: nº 122 - año XXX. 8 euros

Catarina Martins, Rolando Astarita, Doménico LucanoTeresa Mollá, José Luis Carretero, Luis M. SáenzArticulación Feminista de NicaraguaExtremas derechas, neofascismos, neomachismosJesús Jaén, José Luis Carretero, RedacciónPrecariedades, sindicalismo social, pobrezaPPiiNAPermisos de paternidad y Tribunal SupremoJosé M. Roca, Fernando GilDel PP (y del franquismo)José ErrejónSalir: el hombre cualquieraBeatriz GimenoVientres de alquiler y capitalismoLois Valsa, Enrique BienzobasJoaquín Benito, Alexa GorziReseñas de librosLa PenúltimaUna nueva publicaciónPoesíaÁngeles MoraSamuel FarberOrwell y los ProlesJuan R. MoraViñetas

reformasurgentes ¡ya!

Araceli Gilbert (Guayaquil, 1913-1993)Tema sobre blanco, Estambul, 1958

Cortesía Archivo Blomberg www.archivoblomberg.org

de la fascistizacióndel mundoy de cómocombatirla

Marca EsPobrezaLa pobreza en España 2017

Población pobre: 10,1 millones (21,6%)De cada 125 personas, 27 son pobresDe cada 125 pobres, 65 son mujeresDe cada 125 menores de 16 años, 35 son pobresDe cada 125 personas desempleadas, 56 son pobresDe cada 125 hogares monoparentales, 51 son pobresDe cada 125 extranjeros no UE, 65 son pobres

La pobreza severa en España 2017Población en pobreza severa: 3,2 millonesMás de 1 de cada 14 personas están en pobreza severa8 de cada 25 pobres están en pobreza severa1 de cada 9 menores de 16 años están en pobreza severaDe cada 25 personas en pobreza severa, 13 son mujeres

Evolución de la pobreza 2016-2017- Población pobre: 320.000 pers0nas menos, aunque elnúmero de mujeres pobres aumentó en 20.000- Población en pobreza severa: 210.000 personas más(140.000 mujeres más, 70.000 hombres más)- Mujeres: pobreza sube 0,4%, pobreza severa sube 9,2%- Hombres: pobreza baja 0,7%, pobreza severa sube 4,6%- En 2016, un 29% de pobres estaban en pobreza severa.En 2017, un 32%- Tanto la población en pobreza como la población enpobreza severa se empobreció en 2017 respecto a 2016(ingresos medios más lejos del umbral de pobreza)

Fuente: Informe 2018 EAPN (J.C. Llano Ortiz), El Estado de la pobreza

Trasversales 45, octubre 2018

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lo que hay…EDITORIAL. ¿Reformas en el horizonte?, 3-4.PORTADA INTERIOR. Marca EsPobrezaULTRAS. Esta es nuestra gente, Catarina Martins, 5-8. Bolsonaro y la alterna-tiva socialista, Rolando Astarita, 9-12. ¿Rebelarse para desglobalizar o globa-lizar la rebelión?, Luis M. Saénz, 13-24. La división en la clase dirigente euro-pea y la deriva autoritaria en curso, José Luis Carretero, 25-27. El coraje deseguir solos, Domenico Lucano, 28.ESPACIOS. Tecnología y nueva precariedad, José Luis Carretero, 29-33.Denuncia del orteguismo, Articulación feminista de Nicaragua, 34. Reflexionesacerca de los nuevos desafíos del sindicalismo, Jesús Jaén, 35-37. Una senten-cia anticuada, PPiiNA, 38. Desmarianización, José M. Roca, 39-43. Salir, JoséErrejón, 44-45. Ácido inicio de curso, Teresa Mollá, 46-47. Cronología del fran-quismo, Fernando Gil, 48-52. Vientres de alquiler: extractivismo capitalista,Beatriz Gimeno, 53-56. ¡Bienvenida a lapenultima.info!, nota de la redacción ytexto editoral del primer número de la revista La Penúltima, 57-58.SEÑAS. La poesía es un derecho humano, Ángeles Mora, 59-60. GeorgeOrwell y los Proles, Samuel Farber, 61-68. Hacia un mundo sin hielo, LoisValsa, 69-73. La novela policíaca en clave poética, Enrique Bienzobas, 75-76.Psicópatas políticos, políticos psicópatas, Joaquín Benito Vallejo, 77-82. Unacrítica razonada del mandato de lactancia, Alexa Gorzi, 83-88.GRAFISMOS. Araceli Gilbert, cortesía de Archivo Blomberg. Viñetas de JuanRamón Mora

la redacciónÁngel Barón, Enrique Bienzobas, Pedro A. Bueno, José Luis Carretero, Francisco Carvajal,Miquel Coll, Margarita Díaz, Manuela Fernández, Almudena Gª Mayordomo, Beatriz Gimeno,Aquilino Ginory, Jesús Jaén, Ramón Linaza, Luis Martín, Teresa Martínez, Pilar Membrillera,Enrique del Olmo, Toñi Ortega, Celia Pérez, Manuel Pozuelo, Freddy Quezada, José L.Redondo, Fernando Ruiz, José M. Roca, Ángel Rodríguez Kauth, Miguel A. Rodríguez Lorite,Luis M. Saénz, Belén Saiz, Juan Manuel Vera, José Luis Yuguero.LOGO: Ana Muiña y Agustín Villalba. MAQUETA: Akilino & ArmandoCORRIGE: MargaPropiedad Y EDICIÓN: Asociación TRASVERSALEShttp://www.trasversales.net - [email protected] - ap. 6088, 28080IMprime: Torculo Artes Graficas, S.A.Depósito legal: C-2456-05. ISSN: 1886-1083SUSCRIPCIONES: ver http://www.trasversales.net/susc.pdfLa opinión colectiva de Trasversales se expresa sólo en textos editoriales. Se autoriza el usode aquellos materiales de cuyos derechos dispongamos, lo que confirmaremos tras aviso previo.

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Jordi GordonRamón Górriz

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Jesús JaénMiguel de Julián

Boris KagarlitskyAdam Keller

Veronique KleckRaúl KollmanTamas Krausz

Bernard LangloisJosé Manzanares

Bill MarshallRosa Martínez

José Enrique MartínezJean-Luc MélenchonVicente Molina Foix

Juan MorenoManuel Núñez Encabo

Awilda PalauRosana PastorMaría Pazos

Luis Alejandro PedrazaPedro Pérez RamírezMiguel Serras Pereira

Gilles PerraultÁngel RequenaLaura Restrepo

Christian RetamalManuel de la Rocha

Peter RossmanFanny RubioAntonio Ruiz

Pedro SabandoRobinson Salazar

Víctor Manuel San JoséCarlos Sánchez

Marisol Sánchez GómezMariano Sánchez Soler

José M. Sánchez ZegarraAndrés SorelCarlos TéllezAnne Vernet

Isabel VilallongaImmanuel Wallerstein

Trasversales 45, octubre 2018La opinión de Trasversales

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¿Reformas en el horizonte?El Gobierno de Pedro Sánchez ha cumplido sus primeros cuatro meses. Es el primero sur-gido en España de una moción de censura, porque un partido judicialmente sentenciadopor corrupción y desgastado socialmente se negó a asumir las responsabilidades derivadasde su pertinaz conducta. Así se puso fin al Gobierno del PP, nefasto para las clases subal-ternas y los derechos democráticos, con lo cual aparecía la posibilidad, si hay voluntad deello, de revertir algunos de los peores efectos de la época Rajoy y reorientar la políticageneral, a pesar de la dificultad de gobernar dependiendo de tan distintos y condicionalesapoyos y teniendo asegurada la oposición frontal y sucia del PP y de Cs.Sánchez llegó a La Moncloa formando un gobierno con destacada y necesaria mayoría demujeres y más o menos cualificado, anunciando la intención de normalizar las institucio-nes y la actividad política mediante la negociación y el consenso. Desde entonces, él o susministras y ministros han anunciado diversas reformas, a veces de forma apresurada ypoco meditada, lo que ha dado lugar a rectificaciones, retrasos y matizaciones, generandojustas críticas sociales y dando gratuita munición al PP, que, como ya es habitual, se con-sidera despojado ilegalmente de un poder que cree le pertenece por naturaleza.También ha tenido resbalones con el historial fiscal o académico de miembros del Go -bierno, lo que ha dado lugar a la pronta dimisión de Maxim Huerta y Carmen Montón, loque merece una reflexión respecto a la fácil adaptación a ciertos privilegios entre las éli-tes políticas pero también contrasta positivamente con la actitud que mantuvo el PP pesea sus 29 condenados por corrupción, sus 5 ministros reprobados por el Congreso y suactual presidente de dudosa cualificación académica.Aunque no es esperable un cambio profundo, dada la situación de que se parte, las dificul-tades para conformar mayoría parlamentaria en el Congreso y la imposibilidad de hacerloen el Senado, el pulso aún lento de la movilización social y el apego que los dirigentes delPSOE sienten hacia una monarquía y unos aparatos de Estado ya muy desgastados y ana-crónicos, como el de “Justicia”, podría llevarse a cabo en lo queda de legislatura un pro-grama de reformas que mejorase la vida y los derechos de gran parte de la población. Algoya se ha hecho, aunque casi siempre con manifiestas insuficiencias, como en el caso de larecuperación de la “Sanidad universal”, ya que ni siquiera se ha vuelto del todo a la situa-ción anterior al decretazo sanitario de Rajoy.En todo caso, casi todo está por hacer. Desde el Gobierno se han anunciado reformas, enla ley de estabilidad presupuestaria para poder elevar el techo de gasto (bloqueada por lamayoría PP-Cs en la mesa del Congreso), en inversión en educación y financiación auto-nómica, supresión del peaje en tramos de autovías, paliar la subida de la luz, apoyar lasenergías renovables, personarse en el caso de las viviendas públicas malvendidas a fondos“buitre”, subir los impuestos a las rentas altas y grandes empresas y bajarlos a las peque-ñas empresas, y algunas otras más referentes al aforamiento de senadores y diputados, auna ley sobre la eutanasia o la revisión de las inmatriculaciones de edificios públicos rea-lizadas por la Conferencia Episcopal al amparo de un cambio en la ley hipotecaria efec-tuado por el gobierno de Aznar, o las dirigidas a exhumar los restos de Franco, apoyar lalocalización de fosas de la etapa franquista y retirar la medalla y correspondiente pluspen-sión económica al ex policía torturador González Pacheco, “Billy el Niño”. A esos anuncios que ha ido haciendo el Gobierno se han venido a unir, de forma más refle-xionada y precisa, los derivados del acuerdo alcanzado entre el PSOE y Unid@s Podemos.Siendo cierto que resultan insuficientes respecto a lo necesario, especialmente en lo que serefiere a la cuestión vivienda, y que quedan por debajo de las mejores propuestas presen-tes en los programas de ambos grupos, también es cierto que ese acuerdo dibuja un esce-

nario posible y que su realización efectiva daría aliento a las clases populares y las gentestrabajadoras en una situación social que sigue siendo muy mala y dolorosa: 1 de cada 4personas está en riesgo de pobreza y/o exclusión y 1 de cada 14 padece pobreza severa(informe EAPN 2008-2017, El Estado de la pobreza).Ahora bien, el que anuncios y acuerdos se conviertan en hechos va a depender de muchascosas, incluyendo complejas negociaciones, la voluntad política efectiva del propioGobierno y la capacidad que para presionar en contra o a favor de las reformas necesariastengan la oposición derechista, por un lado, y la movilización social de las mujeres, las ylos pensionistas, las y los trabajadores, etc., por otro. Entendiendo que los límites delGobierno no son asumidos como límites propios de los movimientos sociales, que luchanpor objetivos más ambiciosos sin despreciar las reformas posibles a corto plazo.Las reformas insinuadas dependen en parte, aunque no totalmente, de la aprobación de losPresupuestos Generales, hoy por hoy en el aire, dificultada por la estancia en prisión pre-ventiva de dirigentes de ERC y PDeCat. No obstante, en el Gobierno hay un cambio detalante respecto al independentismo catalán, lejos de la cerril postura mantenida duranteaños por el PP, que califica los encuentros del Gobierno con la Generalitat de amenazas ala unidad territorial y exige que se aplique el artículo 155 de la Constitución con cualquierpretexto. La situación es complicada pero se atisban cambios, tímidos todavía, tanto en elGobierno como en PDeCat y, más aún, en ERC.Se percibe en el Gobierno la intención de tener un papel más activo en el exterior y en elseno de la UE, en un momento en que se está revisando la estrategia comunitaria en varioscampos y la posibilidad de dotarse de más políticas comunes, o de todo lo contrario, puesha emergido una corriente poderosa centrífuga o incluso hacia la desintegración, promo-vida por partidos y movimientos populistas de derecha, que gobiernan o han cogido fuer-za como oposición, y que propugnan el cierre de fronteras, el nacionalismo y la xenofo-bia. Tendencias reforzadas por Trump y Putin, a quienes interesa que la UE sea un actorpolítico irrelevante en el foro mundial. El Gobierno español, que junto al de Portugalpodría ir a la contra de esa preocupante corriente, podría jugar un papel positivo para neu-tralizar tales intentos, aunque también es preciso cuestionar la orientación que lleva man-teniendo la Unión Europea y cada uno de sus Estados en cuanto a política social, econó-mica o de acogida y refugio, que es lo que ha dado alas a ese ascenso de la ultraderecha.En este escenario tan poliédrico, con batallas simultáneas en muchos frentes, no convieneperder de vista el cercano horizonte electoral, que explica muchos de los movimientos delos partidos para llegar a mayo de 2019 en las mejores condiciones para ampliar su poderlocal y autonómico y como plataforma para enfrentarse a las elecciones generales de 2020.El Gobierno Sánchez tiene por delante una carrera de obstáculos, dificultada por ajenaszancadillas y vacilaciones propias, siendo uno muy cercano el de los Presupuestos; PP yCs, mostrando un claro sentido de clase, se esfuerzan en boicotear el tímido propósito delograr un mayor techo de gasto y las reformas pactadas entre PSOE y Unid@s Podemos.Conseguir que Pedro Sánchez tire la toalla y llegue a las elecciones habiendo fracasado esla gran baza del Partido Popular, que no va escatimar esfuerzos ni juego sucio para conse-guirlo. El Gobierno debería meditar bien sus anuncios, no dejarse amilanar por las manio-bras de sus adversarios y escuchar las demandas que surgen de las necesidades más urgen-tes de la población. Ahora bien, eso ya depende de él.A las ciudadanas y ciudadanos nos toca seguir nuestro camino de organización, apoyomutuo, construcción social y movilización, sin demasiadas ilusiones en los gobiernos, esteu otro cualquiera, pero entendiendo que el horizonte es más favorable que con Rajoy y queno debemos desperdiciar las oportunidades que se abren para el logro de reformas quemejoren nuestras vidas. Sin esperar a su realización, luchando por ellas.


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La opinión de Trasversales

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Gracias por la invitación a acompañaros en este espacio de debate, construcción y espe -ranza. Estamos viviendo días muy intensos. En nuestros países, en Europa y en ciertamedida en todo el mundo.Me emocionó entrar aquí y ver el panel "Marielle vive" (1). Quienes estamos aquí no olvi-damos la historia, rechazamos el fascismo y, sin vacilación alguna. Nos sumamos a lasmujeres brasileñas que gritaron en plazas y calles "Él No, Él Nunca" (2). Que el 28 deoctubre sea día de esperanza en Brasil.Nos reunimos hoy para debatir el rumbo de Europa. Quisiera por eso hablar de las variasEuropas que conocemos. Ciertamente, la Europa del Sur, en la que el directorio europeoensayó en la última década, desde la crisis de 2007-2008, su proyecto de austeridad per-manente, y donde respondemos uniendo fuerzas para rechazar ese programa. Hemos hechocamino, pero está casi todo por hacer.Miremos hacia las varias Europas: la Europa de las élites que crearon la crisis y que nuncale hallaron salida, y la Europa de la extrema derecha que, por no ofrecer ninguna alterna-tiva económica, sólo encuentra en el odio la razón de su política. Pero aún hay otra Europa,de la que no desistimos: la de los pueblos, la que responde por los de abajo, esa Europaque hoy nos une aquí.

Catarina Martins

Esta es nuestra genteIntervención de Catarina Martins en la Universidad de Otoño dePodemos. Coordinadora del Bloco de Esquerda

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Ultras Trasversales 45 / octubre 2018

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UltrasTrasversales 45 / octubre 2018Hay quien nos quiere imponer un debateimposible sobre el mal menor. Nos pregun-ta si preferimos la Europa de Merkel o laEuropa de Salvini. Es un debate imposible,desde luego, porque la Europa de Merkeltrajo la Europa de Salvini. La solidez deuna democracia se construye con los dere-chos de su pueblo. Los derechos no son undiscurso abstracto, son concretos: empleodigno, salario o pensión justa, acceso a lasalud, la educación, la vivienda.Y cada vez que se eluden respuestas con -cretas, cada vez que salvar bancos es másimportante que salvar a las personas, lademocracia se vuelve más frágil.Los últimos años nos han enseñado que,frente a esa fragilidad, la respuesta de losconservadores, demasiadas veces con laconnivencia de los socialistas, ha sidoceder a la xenofobia para seguir negandoderechos.En efecto, no hay oposición entre el progra-ma neoliberal de austeridad y el programade la derecha xenófoba. No son iguales,pero no son opuestos.En realidad la Europa de Salvini no aportaninguna alternativa al programa económicodel directorio europeo. En cuanto a progra-ma, ni la propia extrema derecha seentiende: si unos gritan extremismo estati-zante, otros, como Orban, apelan al extre -mismo liberalizante en Hungría. Más aún,cuando Salvini reclama que otros países re -ci ban refugiados que lleguen a Italia, pron-to llega Orban a cerrar las fronteras deHun gría y afirmar que los refugiados nopue den ser redistribuidos por los paíseseuropeos.Si son tan parecidos aunque parezcan tenerprogramas tan diversos es porque en algoconvergen: en el autoritarismo y el conser-vadurismo, en mantener la desigualdadcomo sello de la economía y de toda la vidasocial, en dejar a los refugiados morir en elmar, cerrando las puertas de Europa a milesde personas cuya vida y cuya esperanza sehunden en el Mediterráneo.Si a la extrema derecha sólo le queda elodio, a nosotras y nosotros nos queda com-

batirlo con la mayor de las convicciones. Yeligiendo aquellas opciones con eleccionesque respondan por las personas.En Portugal, la derecha fue retirada delgobierno tras las elecciones de 2015. Lafuerza de la izquierda hizo posible unacuerdo sin precedentes para la creación deun gobierno en minoría del Partido Socia -lista, obligado a negociar con la izquierda.Cumplimos con la parte que nos toca, res -pondimos por nuestra gente.Respondimos por nuestra gente cuando pu -si mos como condición para el acuerdo, co -mo Podemos hizo aquí en España, elaumento del salario mínimo.Y por eso os digo: qué bueno es saber quevengo de un país en el que la izquierda, conla contribución decisiva del Bloco, impusoun aumento del salario mínimo, y que ate -rrizó en un país en que la izquierda, con lacontribución decisiva de Podemos, ha im -puesto un aumento del salario mínimo.El camino se hace. Aquí, en España, se haimpuesto en un año el aumento que enPortugal nos costó cuatro años, y Portugaltenía y sigue teniendo uno de los salariosmínimos más pequeños de Europa. Tendre -mos que ir más lejos. Cada paso que da -mos, en cada uno de nuestros países, abrecamino también del otro lado de la frontera.No será fácil. Cada avance que logramos enPortugal fue blanco de los ataques de laderecha y de la Comisión Europea. Nosdecían que crearía desempleo, que era unamedida irresponsable, que traería el caos ala economía. Nada más falso. No sólo no secreó desempleo, el aumento de los salariosy de las pensione hizo crecer a la economía,impulsó al país, consolidó las cuentas de laseguridad social e hizo justicia para tantagente. Y si algo aprendimos con el chanta-je europeo, es la certeza de que si laderecha y la Comisión Europea nos dicenque tenemos que retroceder, es porque ten-emos que avanzar.Mañana, lunes, el gobierno portuguésentregará en el Parlamento los últimosPresupuestos del Estado en esta legislatura.Hemos negociado mucho este presupuesto,

no desperdiciamos un minuto e intentamosir más lejos. Y porque lo hicimos tenemoshoy cinco garantías:- sabemos que la factura energética puedebajar por primera vez en Portugal;- sabemos que las tasas universitarias van abajar más de 200 euros el próximo año;- sabemos que el IVA de los espectáculosculturales volverá a estar en el tipo míni-mo;- sabemos que a lo largo de esta legislaturase ha comenzado a hacer justicia a las lar -gas carreras contributivas;- sabemos que al finalizar estos tres añostodas las personas jubiladas cobrarán almenos la pensión mínima.Cada una de estas garantías tiene la marcadel Bloque y de todas las personas que nose resignan y luchan cada día. Son pasospequeños, hay mucho por hacer, pero estábien lo que hemos hecho.Exigencia máxima y negociación perma-nente. Nos dijeron muchas veces, a lo largode esta legislatura, que estábamos tirandodemasiado de la cuerda. Y aquí estábamos,para tirar de la cuerda que sostiene la recu-peración de ingresos en Portugal y queresponde por nuestra gente.Porque nuestra gente es ésta: los traba-jadores precarios que vieron aumentar elsalario mínimo y que tienen que verreconocido su vínculo con el Estado; losjóvenes para quienes estudiar en la univer-sidad tiene que ser un derecho y que van apagar menos tasas durante el próximo año;las personas que empezaron a trabajar deniños y que necesitan que su pensión seajusta; los ancianos que trabajaron toda unavida y que hoy ven aumentar su pensión,pero también ven que necesitamos ir máslejos porque las pensiones son todavía muybajas en Portugal); las familias para las quela energía es un bien esencial y ahorapueden ver reducido el recibo de la luz.Esta es nuestra gente y está casi todo porhacer.El camino que hemos hecho es demasiadotímido para responder a las enormes injus-ticias que persisten; la vulnerabilidad ante

una nueva crisis financiera es enorme. Peroel Partido Socialista en Portugal, como enel resto de Europa, se mantiene en líneaconela ortodoxia neoliberal Europea y antecada propuesta de cambio estructuralrepite: “Europa no los permite, los tratadoseuropeos no lo permiten”.A eso es lo que tenemos que responder.Para el Bloco es muy importante querespondamos en común: si los tratados nonos permiten responder por la dignidad dela gente, cambiemos los tratados.Hemos dialogado y me parece que hay cua-tro ideas fundamentales para estos tiempos.La primera es la reconstrucción de los dere-chos laborales y del Estado Social. Lascondiciones de la democracia. Reconstruirno es volver al pasado. Es asegurar elempleo y el salario dignos, la salud y laeducación públicas, la vivienda como partedel Estado Social. Hacerlo, no reproducien-do el pasado sino aprendiendo. Una organi-zación del trabajo y un Estado social paranuestro siglo. Sabiendo que con la tec-nología puede cada persona trabajar menoshoras y menos años y así promover el plenoempleo, que mejores salarios y mejorespensiones son la primera línea de combatecontra las desigualdades, que la escuela o lasalud tienen que promover la igualdad degénero, respetar la diversidad funcional ycombatir todas las discriminaciones.La segunda idea, que quizás es primera, eslanzar una estrategia económica que pongaen el centro la respuesta ambiental. Descar -bonizar la economía, pensar el territorio.No podemos cerrar los ojos al cambioclimático. Y no basta con decir que estamospreocupados, necesitamos fuerza para cam-biar.La tercera idea, que es una condición pararealizar las otras dos, es que sólo podemoshacer avanzar la democracia si luchamoscontra la financiarización de la economía,la concentración de la riqueza, el delitoeconómico, la evasión fiscal. Necesitamosasegurar el control público de los sectoresestratégicos de la economía, porque si nohacemos nada, no importa a qué partido

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votemos. Las decisiones seguirán siendotomadas por el poder económico que con-trola la energía y el agua, los transportes,las infraestructuras, en cada uno de nue-stros países. Y si las decisiones continúansiendo tomadas por el poder financiero quedomina la economía, no será posible nifinanciar un Estado social del siglo XXI niresponder al cambio climático. Tomarse lademocracia en serio es rescatar el poder delos pueblos sobre sus bienes comunes.Finalmente, hay una cuarta idea que es uncompromiso fundamental: no haremos na -da a espaldas de los pueblos ni con autori-tarismo. Estamos hechos de solidaridad ydemocracia. Creemos en la autodetermi-nación, el diálogo y el multilateralismo. Noabdicamos de la paz ni nos arrodillamosan te el negocio de las armas. Y sabemosque en el mundo nadie es extranjero.Oiremos muchas veces decir que es uncamino imposible. Sólo es imposible sidesistimos de hacerlo. Difícil, sí, lo será.Pero estamos aquí para acumular lasfuerzas para hacerlo.

Notas1. Marielle Franco fue asesinada en marzode 2018. Concejala en Río de Janeiro ymiembro del PSOL2. Ele Não. Ele nunca: movimiento ciu-dadano y grito de repudio contra Bolsonaroen Brasil

Trasversales 45 / octubre 2018 Ultras

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El triunfo de Bolsonaro ha dado lugar a diversas explicaciones por parte de la izquierda.Haciendo un repaso somero de las mismas, encontramos:1. El ascenso de Bolsonaro es el producto de la "conspiración reaccionaria" del LavaJato; de las manipulaciones de la corporación judicial; y de la tutela de las FuerzasArmadas, que habrían impedido el derecho de la población a votar libremente a Lula(que tenía el 40% del voto). A esto se habría sumado el apoyo de parte de la gran bur-guesía, el agronegocio, y la iglesia evangélica. Con estos apoyos, Bolsonaro habría capi-talizado el sentimiento anti PT.2. El retorno a la democracia siempre estuvo condicionado por la dictadura militar, y lasFFAA nunca se replegaron totalmente. Su influencia corporativa permaneció intacta.3. En esta campaña el PT tuvo que enfrentar a las FFAA, a los grandes medios de comu-nicación, al Poder Judicial y a Washington.4. La influencia de las Iglesias evangélicas; y el deseo de "orden" de buena parte significa-tiva de la sociedad explican por qué Bolsonaro pudo presentarse como "lo nuevo", con undiscurso moralista en defensa de la familia, contra la violencia urbana, de condena a la co -rrupción. Así atrajo a la gente desencantada con la política y desilusionada con el PT.5. Los medios concentrados inculcaron el miedo y el odio a la igualación social y laampliación de los derechos humanos, que estarían en la esencia del PT6. Bolsonaro logró capitalizar el sentimiento anti-PT. Este sentimiento se debe a que el PTgobernó con el gran capital brasileño e internacional y los partidos corruptos de la bur-guesía. El gobierno de Dilma Rousseff aplicó un plan de ajuste neoliberal. La corrupciónde sus gobiernos también contribuyó al desprestigio de las alternativas de izquierda. El PTtraicionó cuando estuvo en el Gobierno y también al no movilizar a los trabajadores con-tra Temer y contra el fascismo. En la versión stalinista clásica, el PT no traicionó, perocometió "errores", como fueron la corrupción y la aplicación "de una política socioe-conómica de corte neoliberal".7. El triunfo de Bolsonaro se explica por la profunda crisis económica y social, y porqueTemer la agravó. En consecuencia, "millones de trabajadores votaron a Bolsonaro abruma-dos por la crisis y la descomposición de la vida urbana".

El triunfo de Bolsonaro en perspectivaSi bien pueden haber sido importantes algunos de los factores mencionados en las anteri-ores explicaciones, la cuestión central es preguntarse por qué un candidato comoBolsonaro, con sus posiciones misóginas, racistas y homofóbicas, defensor de la dictadu-ra militar y de la tortura, que postula un programa económico que es continuación del deTemer, ha obtenido el 46% de los votos. Y aquí hay que evitar recurrir a peticiones de prin-cipio. Esto es, si decimos que ese voto se explica por la influencia de los evangelistas, ode las fuerzas armadas, o de los medios de comunicación, habrá que preguntarse por quélos evangelistas, las fuerzas armadas y los medios de comunicación tuvieron tal poder deconvencimiento sobre millones de trabajadores. De la misma manera, si se sostiene que

Rolando Astarita

Bolsonaro y la alternativa socialista

millones de trabajadores votaron a la ultra-derecha porque están abrumados por la cri-sis, hay que preguntarse por qué votaron deesa manera, y no apoyaron a alguna vari-ante anticapitalista y socialista (el PartidoSocialismo y Libertad, una organizaciónmás o menos "radical", obtuvo menos del1% de los votos).Pues bien, pienso que es necesario ubicar loque ocurrió en Brasil en una perspectivamás amplia. La misma hace referencia a unfenómeno que ha sido señalado repetidasveces por los medios y analistas, pero quela izquierda parece reacia a reconocer(¿acaso porque desmiente los análisisenfebrecidos del tipo "existe una situaciónrevolucionaria en el mundo"?). Se trata delascenso de la ultraderecha y de la derechaconservadora y nacionalista en una canti-dad apreciable de lugares. Por ejemplo, sitomamos la situación en Europa, vemosque en las últimas elecciones partidos deultraderecha obtuvieron el 65% de losvotos en Hungría; 54,6% en Grecia; 51,2%en Polonia; 50% en Italia; 49,6 enRepública Checa; 35,4 en Chipre; 34,3%en Eslovaquia; 32,9 en Estonia; 32,8% enLituania; 32,7% en Bulgaria. Hay que agre-gar la Gran Bretaña del Brexit; el 20%, porlo menos, del voto que cosecha Le Pen enFrancia; el 25% que recibió el ultra-derechista Partido Demócrata Esloveno; yel 17,6% de los votos que obtuvo la ultra-derecha sueca en las últimas elecciones. EnHungría, con Víktor Orban, y en Polonia,con Mateusz Morawiecki, la ultraderechagobierna en solitario. Y partidos de ultra-derecha gobiernan en coalición en Italia,Bulgaria, Austria y Eslovaquia.Mencionemos también a Rodrigo Duterte,presidente de Filipinas (según AmnistíaInternacional, incitados por el gobierno lasfuerzas policiales y sicarios han matado amiles de personas bajo el disfraz de unacampaña nacional para erradicar la droga).O el triunfo de Trump, un personaje que selleva de maravillas con los supremacistasblancos, aplica un programa brutal contralos inmigrantes, hace todo lo posible por

agredir al medio ambiente y embiste contrael derecho al aborto, apoyado por cristianosevangélicos y conservadores religiosos. Ytengamos presente que en la ex patria del"socialismo real" la inmensa mayoría delos trabajadores apoya las políticasnacionalistas y represivas de Putin.Estas evoluciones entonces no se puedenexplicar por particularidades nacionales.Por debajo de esto tiene que haber unacuestión más general. Y una de las primerascosas que saltan a la vista es que estosmovimientos, partidos y gobiernos se pre-sentan como alternativas a la globalizacióncapitalista. Este es el "universal" que sedesarrolla a través de los casos nacional-mente particularizados. No son los particu-lares los que explican el impulso general,sino al revés, es la tendencia general la quese expresa en los desarrollos nacionales.Pero entonces la pregunta central es porqué la respuesta a la globalización ha sidocapitalizada por partidos, regímenes y go -biernos de derecha, y no por la izquierda.

La crisis de la alternativa socialistaLa raíz del problema está, por supuesto, enla crisis de la alternativa socialista. Esclaro, por empezar, que la socialdemocra-cia, mezcla de fabianismo y keynesianismode izquierda, terminó asociada con los par-tidos burgueses tradicionales, aplicando laspolíticas capitalistas tradicionales. Laalianza, en Alemania, de los social de -mócratas con los conservadores de Merkel,es tal vez el caso más representativo.Pero más significativa y conmocionantepara la izquierda fue la caída de la URSS yde los regímenes de Europa del Este. Esque a los ojos de las masas trabajadorasesto se identificó (y se identifica) con elfracaso del socialismo. De ahí la fuerza quetiene el slogan de "no hay alternativa" (alcapitalismo), con el cual la burguesíadescalifica cualquier propuesta de cambiosocial profundo. En varios países del ex"socialismo real" (Hungría y Polonia losmás destacados) han tomado fuerza algu-nas de las expresiones más brutales de la


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derecha. Agreguemos el giro de Chinahacia el capitalismo, operado desde la másalta dirección del partido Comunista chino.Algo similar podemos decir de lo ocurridoen Vietnam. Vietnam, que constituyó el máximo referente de la lucha antiimperia -lista en los 1960 y 1970, terminó siendo elmejor alumno del FMI en los 1990 y 2000(y hoy es un paraíso de la explotación demano de obra por parte de grandes multina-cionales). Sumemos la trágica desinte-gración de Yugoslavia: donde se suponíaque reinaba la solidaridad y fraternidadentre los pueblos, se desató una brutal gue -rra nacionalista, con un saldo de inconta-bles víctimas y devastación. En una nota anterior del blog, escribí sobreesta cuestión: “Los fracasos de los 'social-ismos reales', o el actual desastre del 'so-cialismo siglo XXI', no son cuestionesmenores. La izquierda no puede descono-cerlos. En 1927, o sea, apenas una décadadespués del triunfo de la revolución,Trotsky pronosticó que una vuelta de laURSS al capitalismo provocaría un retroce-so 'infinito' en la conciencia socialista de laclase obrera mundial. En 2015, y con lasexperiencias (y horrores) stalinistas a cues-tas, aquel pronóstico de Trotsky tienevalidez multiplicada” (1). En otra nota: “loque importa es que en la conciencia de mil-lones, el ideario del socialismo se habíaderrumbado. Y sobre este derrumbe avanzóel 'no hay alternativa', consigna asumida nosolo por el neoliberalismo, sino tambiénpor la socialdemocracia, los movimientosnacionalistas y por millones de militantes oex militantes de los partidos Comunistas”.Para hacerlo más actual, ¿se puededesconocer la influencia desmoralizante ydesorientadora de lo que hizo el chavismoen Venezuela? ¿O lo que está haciendoOrtega en Nicaragua? ¿O Syriza en Grecia?¿O lo que hizo la burocracia "progreiz -quierdista" con grandes empresas estatales,utilizadas para saquear las arcas públicas,como ocurrió con Petrobrás? ¿Por qué lostrabajadores brasileños, por caso, deberíanentusiasmarse con el capitalismo de

Estado? ¿Por qué los trabajadores de SantaCruz, para citar otro caso representativo,deberían considerar "progresistas" a losgobiernos K de esa provincia? Para expli-carlo con otro caso histórico: ¿se puedeconcebir algo más desolador para un mili-tante comunista, argentino, cuando en1976-1977 se enteraba de que Fidel Castro,el PC cubano, la URSS y su propio partidoapoyaban a Videla? ¿O para un maoístacuando supo que el gobierno chino estuvoentre los primeros en reconocer a Pinochet,después del golpe militar? ¿O para un excombatiente sandinista ver y vivir lo queestá haciendo hoy Ortega?Es imposible desconocer estas cuestiones ala hora de explicar la situación que atrave -sa mos. Con el condimento, para agravar lacrisis idelógica y política, de que buenaparte de la izquierda en las últimas décadasconsideró progresista cualquier forma depolítica nacionalista burguesa. Por ejemp-lo, cuando fue el ataque de Al Qaeda a lasTorres Gemelas hubo gente de izquierdaque saludó a Ben Laden como un "revolu-cionario". Cuando el triunfo del Brexit,partidos de izquierda dijeron que se habíaproducido un avance en la dirección anti-capitalista (2). Con lógica parecida,muchos izquierdistas, e incluso marxistas,ayudaron a la exaltación nacionalista enCataluña y fomentaron la división en laclase obrera española (3). Así, atizaron elnacionalismo frente a la mundialización dela explotación capitalista. Esto es, justocuando presentar la alternativa socialista einternacionalista era más urgente y nece-saria. Aunque puestos a ser nacionalistas,no hay nada como un buen fascista parafomentar el xenófobo (que siempre va de lamano del machismo y del racismo).Pienso entonces que es muy limitado ex -plicar el triunfo de Bolsonaro por la crisiseco nómica, o la violencia social. Despuésde todo, la crisis debería abonar el terrenopara el avance de la crítica marxista. Pero sicon la crisis ocurre exactamente lo con-trario, estamos en un problema. Y si cuan-do los trabajadores se desilusionan con el


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socialismo burgués, en lugar de girar a laizquierda, giran a la derecha, de nuevoestamos en un problema. Por eso, es unatontería decir que la dificultad para elsocialismo reside en las iglesias, las FFAA,Washington o los grandes medios. ¿O sepiensa que se puede avanzar al socialismocon el beneplácito de las iglesias, lasFFAA, Washington y los grandes medios?Además, si frente a la mundialización delcapital la izquierda abraza a la nación bur-guesa, ¿qué queda del internacionalismosocialista? La respuesta es que poco y nada. Por otra parte, esta situación no se superacon meros llamados a la lucha. En estepunto recuerdo que cuando caía la URSS,gente de izquierda pronosticaba que,inevitablemente, estallaría una revoluciónobrera y socialista, que barrería no sólo conla burocracia, sino también con todo atisbode restauración capitalista. Lo mismo sedijo sobre los países del Este Europeo. Porcaso, algunos llegaron a afirmar que con lasmasas movilizadas y organizadas enSolidaridad, era imposible que en Poloniavolviera el capitalismo. Luego, cuando yael capitalismo se extendía por todos lados,el diagnóstico fue que apenas los traba-jadores lo sufrieran en carne propia,volverían a los ideales de Lenin y Trotsky.Siempre con la convicción de que la expe-riencia generaría conciencia socialista.Pero la cosa no se demostró tan sencilla, yhoy millones de obreros del ex bloquesoviético votan por la derecha nacionalista.Los ideales del internacionalismo socialistaparecen enterrados bajo una pesada losa deinmundicia nacional-estatista.

Naturalmente, la agitación por demandascotidianas y la participación en las luchasson necesarias e imprescindibles. Pero hayque tomar conciencia de que por sí mismasno darán lugar a la reconstitución de unprograma y una estrategia socialista correc-ta. Las experiencias con gobiernos dederecha de las masas trabajadoras puedendar lugar a gobiernos del llamado centro-izquierda, que a su vez vuelven a ser reem-plazados por gobiernos de derecha. Fue lafunción de hecho que cumplió la "terceravía", cuando se presentó como alternativaal "neoliberalismo tatcheriano reaganiano"de los 1980, para dar paso luego a la ola delos nacionalismos xenófobos. Alternanciasde este tipo no se pueden descartar en elfuturo, ni en Brasil ni en otros países deAmérica Latina.Necesitamos poner el debate ideológico enel primer plano. Y hay que enfrentar lascuestiones sin excusas ni palabreríoizquierdista consolador. En este respecto,para terminar, reproduzco un pasaje de unade las notas antes citadas: "… es necesarioelaborar una perspectiva sobre la base delanálisis crítico de las experiencias pasadas.(....) ... la reconstrucción de un ideariosocialista no podrá efectuarse pasando poralto estos estudios y debates. Por eso tam-bién, hay que ser consciente de que estascuestiones exigirán tiempo y una intensalucha y enfrentamiento con la ideologíaburguesa dominante. Y por sobre todas lascosas, una actitud abierta a admitir el pro -blema y la necesidad de encararlo de frente,y con toda honestidad intelectual".


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Notas

1. rolandoastarita.blog/2015/08/11/resultado-electoral-mirar-de-frente-la-dificultadrolandoastarita.blog/2015/04/26/programas-de-izquierda-socialismos-reales-e-ideario-socialista

2. rolandoastarita.blog/2016/06/24/brexit-una-salida-reaccionariarolandoastarita.blog/2016/06/29/argumentos-sobre-el-brexitrolandoastarita.blog/2016/06/30/brexit-discurso-de-derecha-y-un-ejemplo-historicorolandoastarita.blog/2016/07/01/brexit-y-mas-argumentos-del-nacional-marxismo

3. rolandoastarita.blog/2017/10/04/sobre-nacionalismo-y-autodeterminacion-en-catalunya


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ICrece la influencia de "fascistizantes" y xenófobos en la UE; gobiernan ya en algunos susEstados. Parece que Bolsanoro alcanzará la presidencia de Brasil. El panorama mundialqueda completado por la hegemonía de las políticas neoliberales urbi et orbi y por gober-nantes de la ralea de Trump, Putin, Erdogan, Xi Jinping, Assad, Duterte, Ortega, Ab -dulaziz, Netanyahu, Rohaní... Ante ello, la única propensión claramente positiva es elascenso fulgurante de la lucha antipatriarcal de las mujeres, que también están al frente dela resistencia a las tendencias neofascistizantes, en el ámbito social (huelga mundial 8M)e incluso en el electoral: sondeos para la segunda vuelta de las presidenciales brasileñasdan a Bolsonaro el 57% del voto masculino y sólo el 42% del voto de las mujeres, situa-ción similar a la que se dio en Estados Unidos, Austria, etc.En el caso de la UE, pero no sólo en ella, han dado impulso a ese ascenso "ultra" la degra-dación social, el empobrecimiento y la precarización de las vidas de millones de personasa consecuencia de la fase actual del desarrollo capitalista y de las políticas a ella asociadasbajo la retórica de la estabilidad y la austeridad; digamos el neoliberalismo, aunque no megusta el término. Estas corrientes fascistizantes son neoliberales, pero lo ocultan con cier-to tono "antisistema", al menos "antiélites", y presentan falsas "soluciones" que se dirigencontra franjas importantes de las clases populares, en ausencia de alternativas desde "laizquierda", colaboradora del proyecto neoliberal una parte de ella y perdida otra entre pers-pectivas nada realistas y lenguajes incomprensibles para la población. La "izquierda radi-cal" carece de horizonte post-capitalista pero maneja un programa mínimo carente de rea-lismo. En ese sentido, tienen razón Illueca, Monereo y Anguita cuando, en "¿Fascismo enItalia? Decreto Dignidad" y "¿Todos los gatos son pardos?" (cuartopoder.es) señalan queel ascenso de Salvini y otros similares es "reflejo del fracaso de la izquierda", aunque difie-ro de su estrategia.Estos hechos han dado lugar a interpretaciones muy diferentes. Una parte de "la izquier-da" considera que la emergencia de tales tendencias ultrareaccionarias es expresión tran-sitoria, positiva aunque algo "sucia", de una crisis del neoliberalismo y de una rupturasocial con él; de hecho, algunos no ocultaron su satisfacción por el triunfo de Trump ni supreferencia por Le Pen. Desde una concepción estatalista y jerárquica del cambio social,les atrae la faceta "antiglobalizadora" y nacionalista de estos movimientos neoreacciona-rios. Mi punto de vista es otro.Para empezar, estas ultraderechas son tanto o más neoliberales que las derechas tradicio-nales. Sam Farber escribe: "Por supuesto, lo que resulta irónico es que Trump está imple-mentando de la manera más despiadada un programa neoliberal, no en lo que se refiereal comercio internacional, ámbito en el que se desvía de la línea republicana neoliberal,sino en lo que es mucho más importante: el desmantelamiento de las políticas fiscales yreguladoras, particularmente en las áreas laboral, medioambiental y de protección delconsumidor, lo que, en su caso, va acompañado por el viejo énfasis racista en reducir losderechos civiles y el derecho de voto" ("Donald Trump, Lumpen Capitalist", en Jacobin).

Luis M. Sáenz

¿Rebelarse para desglobalizaro globalizar la rebelión?

En segundo lugar, aunque quizá la etiquetafascistas no sea muy exacta para algunas deesas corrientes, todas comparten un rasgofas cistizante que las hace muy peligrosas:bus can y en parte consiguen la "activación"subalterna y no autónoma de la ira e inclu-so de la acción de franjas de las clases po -pulares -sobre todo de “pequeña burguesía”en dificultades- contra otras franjas de lasclases po pulares, a diferencia de las co -rrientes tradi cionalmente gobernantes enEu ropa Occi dental, que proclaman gober-nar para "todos" y prefieren una sociedaddesactivada que les deje hacer a través delos mecanismos propios del poder estatalmonopolizados por las élites.En tercer lugar, el vínculo entre estas ultra-derechas y las derechas tradicionales no estan tenso como pueda parecer, pese a lacompetencia electoral. Las presiones de losgobiernos más derechistas en la UE suelen“rentarles” concesiones, sobre todo en polí-tica de migraciones, asilo y refugio o fron-teras y bloqueo de la ampliación de compe-tencias de la UE; otra muestra de ello es la"paciencia infinita" hacia los gobernantesdel Reino Unido tras la aprobación delBrexit, en contraste con el trato dado a unaGrecia que no tenía deseo ni intención deirse de la UE sino sólo de relajar la presiónpara el desmantelamiento social. Esto nosignifica que Merkel, por ejemplo, sea lomismo que los líderes de Alternativa porAlemania, de hecho Merkel es la gobernan-te de la UE que trató de mantener y mantu-vo durante un tiempo la actitud menos malasobre la acogida de refugiados, aunque lamodificó bajo la presión xenófoba de supropio partido y de dirigentes europeoscomo el entonces "socialista" Valls.En cuarto lugar, el que algunas de estascorrientes mantengan un discurso antieuro-peísta o desglobalizador, con verborrea so -bre soberanía e independendencia nacional,no les aporta un ápice de "progresismo"sino que acentúa su carácter reaccionario ymultiplica los daños que provoca suinfluencia sobre franjas de las clases popu-lares, a las que se quiere encasillar en sus

países y en “el Estado” justo cuando loimportante se juega en ámbitos globales.

IIPara bajar a tierra estas reflexiones partiréde las hechas sobre el caso italiano, conpro yección estratégica más amplia, porIllue ca, Monereo y An guita. Difiero muchode ellas, pero permiten un debate construc-tivo por su elaboración y claridad. Y partende una preocupación real, que comparto yvaloro, por las condiciones de vida de lasclases populares. Me ha molestado, sí, quehayan hablado injustificadamente de una"coincidencia amplia" entre "extremaizquierda" y neoliberalismo, pero no voy acontestarles diciendo que ellos coincidencon Salvini, con los racistas o con los fas-cistas porque no es cierto. Son antiracistasy antifascistas, aunque su estrategia nofavorezca esas causas.El primero de sus dos artículos antes cita-dos estuvo dedicado al denominado decre-to dignità o legge Di Maio, que, entre otrascosas, introduce reformas en la legislaciónlaboral. Illueca, Monereo y Anguita lo con-sideran positivo aunque insuficiente, conmás incapie en lo de positivo: "el DecretoDignidad constituye un punto de inflexiónen las políticas sociales aplicadas en Italiadesde la irrupción del neoliberalismo",dicen. Citan disposiciones que consideranpositivas, y algunas lo son, pero ignoranotras negativas, como las que facilitan aúnmás el uso del lavoro a voucher, trabajooca sional deslaboralizado para empresas oparticulares, o no ven la ambigüedad dedisposiciones como la que establece la cau-salidad de la contratación temporal sólo apartir de los primeros 12 me ses, igno randoque ese año de "barra libre" llevará más alaumento de la rotación entre trabajadorestemporales que a la estabilidad laboral.Mi evaluación global sobre el decreto esmás bien negativa, pero estoy de acuerdoen que hay que evaluarle por su contenidolo haya emitido quien lo haya emitido. Notodas las decisiones de un gobierno odiososon odiosas. La legge Di Maio no es una


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gran reforma, sino un paquete de retoquesde signos diferentes, con eficacia más retó-rica y política que social. No es el "apoca-lipsis" de los derechos sociales tras 20 añosde desregulación laboral, pero tampoco unpunto de inflexión en las políticas sociales,pues se inscribe en el rumbo neoliberal delos gobiernos anteriores; tampoco se dirigea "erradicar el empleo precario y a promo-ver el trabajo de calidad, seguro y bienremunerado".Mi discrepancia crece ante la consideraciónde que "el Decreto Dignidad constituye unnotable esfuerzo por defender al puebloita liano contra los señores de las finanzasy de las deslocalizaciones". Como los de -cretos no "hacen esfuerzos", es obvio queese esfuerzo de defensa del pueblo se atri-buye al gobierno italiano o a una parte deél. Eso es ir demasiado lejos. El gobiernoitaliano actual sigue siendo neoliberal, dehecho Illueca, Monereo y An guita recono-cen que "no cuestiona el paradigma domi-nante del mercado de trabajo". Y difícil-mente podrá negarse su talante autoritario yxenófobo, inserto en el contrato programaM5S-La Lega ("argumentos de izquierdacombinados con prioridades de derecha",dice Francesca Gerosa). Para precisar: másautoritario y más xenófobo que lo que ya loeran y son los planes que se vienen aplican-do en el espacio de la UE.El proyecto subyacente al gobierno italianoes de provocación e incitación de odios,fracturas y enfrentamientos entre las clasespopulares de Italia, no exclusivamente con-tra la población migrante o gitana, aunqueese sean su banderín de enganche. El con-trato-programa expresa sus intenciones deimponer la "flat tax" (impuestos planos, noprogresivos) o de acelerar el desalojo -ydeportación en caso de ser extranjeras- delas familias que han ocupado viviendaspese a que acrediten dificultades económi-cas si no padecen además dificultadespsico-físicas. La Lega y el M5S son hosti-les a la organización de las y los trabajado-res -¡no os organicéis, sed modernos y par-ticipad en votaciones digitales manipuladas

y sin deliberación colectiva!-, y no diga-mos ya a las asociaciones y colectivos quedefienden los derechos de toda persona seacual sea su origen, como ha puesto a la luzel arresto y deportación de Domenico Lu -ca no, alcalde de Riace, y la voluntad dedesmantelamiento del exitoso sistema deayuda y refugio en ese municipio, aunqueeste ha anunciado su voluntad de mantener-lo con sus propios medios sin ayudas esta-tales. El ministro de Familia del gobiernoes un conocido y agresivo machista y ho -mó fobo; el contrato-programa incluyó lastesis neomachistas sobre el "síndrome dealienación parental" y la custodia comparti-da obligatoria. Varios de estos rasgos seencuentran también en partidos "estándar",como PP y Cs en España, pero yo no hedicho que PP y Cs defiendan al pueblo.Decir que el gobierno italiano se ha esfor-zado en defender al pueblo italiano es algoinsostenible, incluso aunque se le hubiesearrancado o se arranquen en el futuro algu-nas mejoras parciales para grupos específi-cos de trabajadores. Obviamente, tampocolos gobiernos anteriores han defendido alpueblo, de hecho ningún gobierno defiendeal pueblo y este debe defenderse a símismo, aunque eso no quiere decir quetodos los gobiernos sean iguales. Algunoscerdos son más cerdos que otros.Lega Nord y M5S no son lo mismo y ten-drán conflictos de socios, como el de estosdías en torno a la amnistía fiscal a los eva-sores. Tampoco son iguales sus bases so -ciales, descritas así por Illueca, Monereo yAnguita: "De hecho, la alianza entre LaLega y el M5E se apoya en dos bloquesdiferentes y contradictorios: por un lado,la base social de La Lega, radicada funda-mentalmente en el norte y formada porpequeños y medianos empresarios golpea-dos por la globalización, con apoyosimportantes en las capas superiores de lafuerza laboral; por otro, la base social delM5S, concentrada en el sur y centro delpaís e integrada por las clases subalternasy estratos medios empobrecidos". No dis-cutiré esa caracterización, aunque el M5S


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también es influyente en sectores "moder-nos" y de talante "competitivo" bastante omuy acomodados. De hecho creo que aproyectos como el de Bolsonaro, el M5S oel de Trump se le atribuyen más influenciaque la que tienen entre los sectores obrerosmás empobrecidos, aunque les favorece ladecepción y el consecuente abstencionismode mu chos de éstos. Eso no quita que efec-tivamente las corrientes neofascistizantesno sólo estén mordiendo entre sectoresintermedios sino también en las clases tra-bajadoras.No obstante, el carácter de un proyectopolítico no lo decide la composición socialde sus votantes. Lega Nord nació ya con elrasgo de incitar al pueblo contra el pueblo,no sólo en tanto que racista sino tambiéncomo "anti-Sur". M5S, que algunos vieroninjustificadamente como un Podemos a laitaliana, emerge con un discurso confuso,pero pronto quedó clara la deriva de Grillo(no sólo xenófoba, también fomentó la ideade abolir las centrales sindicales), el autori-tarismo oculto tras la parafernalia digital,el papel de Casaleggio Associati y lainfluencia de la pseudomodernidad vin cu -lada a la brutalidad del "neocapitalismodigital" y a su ideología elitista. En elParlamento Europeo el M5S está en el mis -mo grupo que Alternativa para Alemania,Demócratas de Suecia y otras extremasderechas fascistas o fascistizantes.No creo que la mayoría de votantes delM5S sean fascistas. El régimen político ita-liano no es fascista, aunque su descomposi-ción y corrupción sea evidente desde haceaños. En cuanto a los actuales gobernantesde Italia y los líderes de la coalición que losostiene, al menos tienen en común el mar-cado rasgo fascistizante de arrojar al pue-blo contra el pueblo. Decir que defienden alpueblo es difícilmente justificable, inclusodesde una visión muy limitada de lo que espueblo italiano.Quizá lo más relevante de lo escrito porIllueca, Monereo y Anguita en ambos artí-culos es que "Estamos, por tanto, ante unagran alianza político-social que expresa la

ira acumulada por la gestión neoliberal dela crisis, una rebelión ya inocultable de loshumillados y ofendidos por las políticas dela UE". Esa confusión da lugar a una visiónbenévola sobre el ultraderechista gobiernoitaliano. El entramado en torno al que sesostiene el gobierno Salvini-Di Maio, noexpresa la ira social ni la rebelión de humi-llados y ofendidos (menos aún de las humi-lladas y ofendidas), que no tienen en talalianza lugar propio ni vía de expresión desu rebelión; por el contrario, cuanto másfranjas populares confien en esa alianzamás se bloquea la posibililidad de que suira se oriente hacia el sistema de domina-ción que las empobrece y se convierta enrebelión. Salvini y Di Maio han aprovecha-do esa ira y decepción en su beneficio ycontra los humillados y ofendidos, quetanto más cavarán su fosa cuanto más vuel-van su ira hacia otros humillados y ofendi-dos. La Lega y M5S, su alianza, su gobier-no, no expresan la ira popular.Al no entenderse esto, se interpretan mallos acontecimientos políticos. Dicen loscompañeros que "Lo que emergió en laselecciones del 4 de marzo es una auténticarebelión popular contra la UE, similar a laque se produjo en Gran Bretaña con el bre-xit. Una rebelión muy parecida a las quetuvieron lugar en otros países europeoscomo Francia, Holanda o Grecia, dondesucesivos referéndums rechazaron sinambages el diktat de Bruselas". ¿Es así?En Reino Unido, Francia y Holanda elpapel de las "izquierdas soberanistas" quepropugnaron el Brexit o el No a la Cons -titución europea pudo influir en unos resul-tados bastante ajustados, pero fue marginalen la gestión del resultado y subal terno a laderiva nacionalista y reaccionaria lideradapor diversas derechas. El bloqueo a laCons titución europea por Francia y Ho -landa no conllevó un desplazamiento, porpequeño que fuese, hacia "otra Europa"más social y democrática, sino que trajo elTratado de Lisboa, que acogió presionesreaccionarias de los gobernantes de ReinoUnido y Polonia. El Brexit no ha fomenta-


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do ningún movimiento popular de signoprogresivo, salvo algunos de los que hay ensu contra. Difícilmente pueden sostenersehoy los balances según los cuales el No a laConstitución Europea en Francia y Ho -landa o el apoyo al Brexit fueron un golpeal proyecto neoliberal. No fue así ni podíaser así porque su contenido dominante eraregresivo y nacionalista.El caso de Grecia es diferente. Allí huborebelión, derrotada. Allí se salió a votar NOa los recortes. Allí había mimbres paraintentar gestionar ese NO en concondancialimitada con los intereses de las clasespopulares. Era un NO de avance, de pro-greso social. Las cosas salieron mal. Perono confundamos las derrotas en batallaspor causas justas libradas en condicionesdesfavorables y con muy graves errores deSyriza, con las derrotas en batallas por cau-sas equivocadas y ajenas. La victoria de LaLega y el M5S en las elecciones italianasfue otra cosa. Fue una victoria reaccionaria,regresiva, nacionalista y xenófoba, como lofue el Brexit, sin que eso quiera decir quequienes votaron al M5S o al Brexit lo fue-ran también. Me asombra que haya tantosizquierdistas que ven rebelión popular en elSí al Brexit o en el voto a La Lega o al M5Sy no hayan visto nunca la rebelión popularsiria o la rebelión popular contra el despo-tismo de Ortega, a las que, más bien, nega-ron; con esto no me refiero a Illueca,Monereo o Anguita pues no conozco supostura ante lo ocurrido en Siria oNicaragua.Illueca, Monereo y Anguita escriben "Laactual fase de la política italiana sólopuede comprenderse en el marco delenfrentamiento que el gobierno nacionalmantiene con Bruselas". Aunque el gobier-no italiano, junto al austriaco y el grupo deVisegrado mantiene con la UE un seudoen-frentamiento en torno a políticas migrato-rias, tibio por ambas partes, pero muy dañi-no para centenares miles de personas por-que siempre deriva en un paso más hacia la"UE fortaleza", creo que los compañeros serefieren en esa frase sólo al enfrentamiento

en torno al presupuesto italiano para 2019,la Manovra 2019, por unas décimas de dé -ficit, ya que del contexto se deduce que ha -blan de un enfrentamiento en el que, en suopinión, el lado a apoyar sería el "gobiernonacional" italiano. Lo que llama la atenciónes la prioridad que los tres compañeros dana un aspecto de la situación política italia-na, las tensiones presupuestarias entre sugobierno y la UE, cuando hay otros tanto omucho más relevantes. Creo que se debe aque ponen el centro de la política en elenfrentamiento entre "soberanías naciona-les" y UE, relegando el papel de los con-flictos sociales. Sin duda hay que poner encuestión la política presupuestaria domi-nante en la UE, aun que no tanto por suscifras como por sus contenidos, pero eso nohace que cualquier presupuesto que se sal -ga de ella sea progresista; y no hay quecuestionarla desde la "soberanía nacional",sino desde lo social y lo común a las gentestrabajadoras de la UE.En "las izquierdas" antineoliberales hayuna confrontación entre la perspectivasoberanista-estatalista y la perspectiva glo-balizadora-transnacional. La visión estraté-gica de Illueca, Monereo y Anguita se en -marca en la idea de que "Bruselas", comoapa rato ajeno a la soberanía de cada Es ta -do, ha impuesto a éstos las políticas de aus-teridad y empobrecimiento. Que la políticade austeridad, es decir, de explotación ydes posesión aceleradas, se impone desdeun centro externo a las "soberanías nacio-nales". Que la resistencia a esa política pa -sa por afirmar la soberanía nacional comoun bien en sí. Que el Estado-nación puedehacerse herramienta de emancipación.Esa visión está llena de contradicciones.Illueca, Monereo y Anguita escriben "Elgobierno italiano parece ser el único queha tomado nota de la importante Reso -lución del Parlamento Europeo aprobadael pasado 31 de mayo sobre la lucha con-tra la precariedad laboral...". Pero esaimportante resolución de lucha contra laprecariedad es del Parlamento europeo, unainstitución de la UE, mientras que los


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Estados miembros, según ellos salvo el ita-liano, hacen oídos sordos a ella. No veoninguna "soberanía nacional" aplastadadesde la burocracia de la UE. Los compa-ñeros podrían decir, con razón, que el Par -lamento europeo, la más democrática de lasinstituciones europeas, tiene un papel su -bordinado en la UE, y que cuando hablande la UE hablan de "donde se parte el baca-lao". Pero la pregunta, entonces, es ¿quiénparte el bacalao? ¿quién impone políticasde precarización y empobrecimiento?El núcleo duro de mando en la UE no esuna burocracia radicada en Bruselas, sinouna compleja articulación de élites econó-micas y de gobiernos, castas "gobernantes"y "altas sociedades" de todos los Estadosmiembros, más un débil aparato institucio-nal europeo subordinado casi completa-mente a las decisiones tomadas por el Con -sejo europeo en el que los gobiernos "na -cionales" representan a esa amalgama deélites. Por mucho que se insista en la evi-dencia de que la institución más poderosade la UE, en los tratados y en los hechos, esel Consejo europeo, una y otra vez se repi-te que las instituciones nacionales han sidosometidas a un poder externo a ellas radica-do en Bruselas. Pero no es así, las principa-les competencias de decisión, de propuestao de veto recaen sobre el Consejo de jefesde Estado y de Gobierno, que desde hacemucho años ha formalizado el consensoneoliberal imperante en las élites de lassociedades.Esa primacia institucional tiene lugar enuna gobernanza material compleja, en laque no pueden hacer lo que les dé la ganani los gobiernos nacionales, ni cada grangrupo capitalista en particular, ni la Co -misión europea o el Banco Central, pueshay diversidad de intereses y esa gobernan-za se subordina a la acumulación del capi-tal y a la fase del ciclo económico; losgobiernos alemán o francés tienen muchamás influencia que el español o el italiano,y unos grandes grupos empresariales másque otros, la coalición es asimétrica, peroes coalición.

No estamos ante la imposición de un pro-yecto neoliberal desde una camarilla o unaburocracia extraterritoriales, estamos anteun consenso neoliberal que, con tensiones,aúna a la alta sociedad europea y a los go -biernos, a las castas políticas y a las oligar-quías económicas. Ese consenso neoliberalse impone a la población europea, pero noa los Estados ni a los grupos dominantes encada país, que son parte del consenso. Esmás cierto decir que la UE tiene la políticaque tiene porque la imponen los Estadosque decir que los Estados aplican la políti-ca que aplican porque la impone la UE,aun que ambas descripciones son parcialesporque la política no es autónoma respectoal conflicto social y a los intereses esencia-les del poderoso "partido del privilegio", nime nos aún a la "lógica objetiva del Ca -pital". La política hegemómica en la UE loes porque, en la actual correlación de fuer-zas, favorece la expansión del Capital (queno es lo mismo que "la empresa").Que los Tratados limiten ciertas competen-cias de los Estados es coherente con la ideade Unión Europea. Pero cuáles y cómo esterreno del conflicto social y político. Si losTratados no cambian a mejor es porque losEstados-miembro lo bloquean pues su fun-ción primordial como Estados es garantizarlas condiciones idóneas para la acumula-ción del capital, no "defender al pueblo".En ese marco, se producen duros choquesocasionales, como fue el caso griego, elmás duro por la violencia de los recortesimpuestos, no porque Grecia fuese "euroes-céptica", que no lo era, o matizaciones pru-dentes tendentes a acentuar políticas socia-les sin saltarse "las reglas", como es el casoactual de Portugal o el que podría resultarde la aplicación de los acuerdos en trePSOE y Unidos Podemos. Pero no creo queel caso italiano sea comparable en nada a loque fue la derrotada resistencia griega y nisiquiera a las experiencias de los actualesgobiernos socialdemócratas de Portugal yEspaña, con sostén externo de otros parti-dos. Las tensiones en torno a los Pre -supuestos 2019 de Italia son fuertes, pero


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eso no quiere decir que el contenido de lospresupuestos sea progresivo. Es altamentedudoso que el gobierno Salvini-Di Maiollegue a romper con la UE ni que esta lle-gue a tratar a ese gobierno fascistizante y alpaís como trató a Syriza y Grecia, peroincluso si tal ruptura se produjese seríasobre bases neoliberales y creo que conresultados desastrosos para la poblaciónitaliana... y ya veríamos para la de otrosEstados-miembro de rebote.No estamos en una UE en la que una cama-rilla exterior a los Estados impone políticasmasacrando resistencias "na cio nales", sinoen una UE socialmente go bernada por lasélites económicas y políticamente adminis-trada por algunas instituciones europeas...sobre todo por la menos europea y más"nacional" de todas, el Consejo.Entiendo que, si una amplia mayoría degobiernos neoliberales en la UE bloquea lasalida de la política de austeridad, se puedadeducir que cuando surja un gobierno deci-dido a oponerse a esa política, aunque seamoderadamente, la opción mejor es irse dela UE o al menos del euro para tener lasmanos libres. Pero esa visión parte de unailusión: la de que las limitaciones materia-les efectivas de lo que un gobierno "nacio-nal" o un país pueden hacer dentro de laactual UE cesarán en cuanto salga de la UEo del euro. Pero eso es un espejismo. Unespejismo alentado por ciertos "keynesia-nismos" que insisten en que un Estado consu propio Banco central puede emitir tantodinero como quiera, sea cual sea la realcrea ción de riqueza y los niveles de pro-ductividad, sin provocar una escalada de lainflacción y otros reveses. La verdad es quesi un Estado como España o Portugal oItalia optase por la salida del euro se encon-traría con una muy fuerte devaluación de lanueva "moneda nacional" y una muy fuertecaída del poder adquisitivo de las clasespopulares. Esa y otras razones las explicaGabriel Flores, en "¿Es la salida del eurouna alternativa real?" (bit.ly/2SoP7rY).Como él, no excluyo que se llegue a unasituación de tal descomposición de la UE

en que la salida de ella sea menos mala quela permanencia, o la expulsión inevitablepara algún Estado, pero creo que aún no seha llegado a ella y que no es lo deseable.Resistir al neoliberalismo es difícil. Pero loes mucho más desde el aislamiento y desdeuna pretendida "soberanía nacional" ilimi-tada en un mundo en el que los movimien-tos de capital y mercancias, de personas, detecnología y comunicaciones, de ideas y demitos, de aspiraciones y deseos, de conta-minación y riesgos ambientales, hasta depasiones futboleras, se globalizan de formaacelerada. Lo que está en discusión no es sihay que luchar contra el neocapitalismo,contra el patriarcado y contra un modelo deproducción que nos acerca cada día más auna catástrofe, sino el cómo hacerlo. Loque está en discusión es si hay que rebelar-se para irse de la UE o del euro, para des-globalizar, o si hay que globalizar la rebe-lión, llevarla a cabo en los verdaderosescenarios en que tiene lu gar el conflictosocial y político, darle la di mensión trans-nacional que hoy se re quiere para hacerfrente a los desafíos planteados.

IIIEste dilema entre rebelarse para desgloba-lizar o globalizar la rebelión es muy dife-rente al que proponen Illueca, Monereo yAnguita: "La clave, se quiera o no, es lacon tradicción cada vez más fuerte entre lospartidarios de la globalización neoliberal yaquellos que, con más o menos conciencia,defienden la soberanía popular y la inde-pendencia nacional y apuestan por la pro-tección, la seguridad y el futuro de las cla-ses trabajadoras". Mezclan dos antagonis-mos que pertenecen a ámbitos diferentes,globalización/soberanismo y neoliberalis-mo/derechos clases trabajadoras. ¿Dóndeencajan aquí los neoliberales antiglobaliza-dores? ¿Dónde encaja el activismo antineo-liberal que trata de globalizar la rebelión yno comparte la ilusión "soberanista"?Si aceptamos esa dicotomía, todo está per-dido. Porque lo que haría fuertes a las cla-ses populares no es la "independencia


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nacional", que nunca es soberanía popular,ni el proteccionismo, que nunca protege alos sectores empobrecidos, sino su alianzatransfronteriza. Y porque el flujo globaliza-dor, presente en la lógica del Capital desdesus inicios, no es sólo una "política", unaopción, sino que tiene que ver con cierta"objetividad" del desarrollo capitalista eincluso con otros aspectos de la evoluciónde la humanidad, hoy dominada por eldominio del capitalismo pero no completa-mente determinada por éste como si fueseel único componente de la vida social.Puedes ponerte al margen de la UE, pero note pondrás al margen de ese flujo global.Ob viamente, en un mundo cada vez máscapitalista -en el sentido de más acorde alconcepto del Capital- la globalización esesencialmente "capitalista", también lo sonlos planes proteccionistas o los replieguesnacionales. Si se habla de "globalizacióncapitalista" también se puede hablar de"soberanismo capitalista". La ilusión quehay tras todo esto es la de que el enemigo abatir es "la globalización", y que por tantotodos aquellos que digan combatirla tienenalgo de "progresista" y pueden ser aliadosal menos provisionalmente.Esperar beneficios para las clases popula-res de "desglobalizadores" y "proteccionis-tas" a lo Trump, Salvini o May es una inge-nuidad. Esos proteccionismos son bastanteretóricos, y aún de aplicarse hasta ciertopun to nadie debe esperar mejoras para lasclases populares, que siempre son las másperjudicadas en los grandes desequilibrioseconómicos y recesiones. Hace ya muchotiempo un gran sabio y activista social lla-mado Karl Marx escribió, hablando de lapolítica de aranceles proteccionistas, que"más bien vemos ese sistema como la orga-nización de un estado de guerra en tiempode paz, un estado de guerra que, aunque alcomienzo se dirija contra países extranje-ros, necesariamente se vuelve contra supropio país cuando se aplica de maneraefectiva" (22/11/1842, en la revistaRheinische Zeitung).Los movimientos igualitarios y libertarios

no deben tomar la globalización como unaopción entre otras del capitalismo ni pensarque es la peor de ellas, sino como un inelu-dible escenario en el que llevar a cabo lasluchas; no es la globalización lo que noslimita sino el que los grupos de privilegioactuen a escala global y las clases popula-res no hayamos aún sido capaces de hacer-lo (excepción: huelga mujeres 8M). Y aun-que por ahora no aparece en el horizonteuna posibilidad cercana de transformaciónradical de la organización social de la co -mu nidad humana, en realidad esta tendrámás posibilidades en un marco globalizadoque en un marco de fragmentación, en lamedida de que varios de los grandes desa -fíos que tenemos como humanidad sólopue den "gestionarse" globalmente.No hay concordancia entre la utopía de la"soberanía nacional" y los intereses de lasclases populares, la "soberanía" es sobera-nía sobre las clases populares y cesión de laautonomía de estas a un Estado que expre-sa la dominación de grupos de privilegio.No cabe desafiar exitosamente los proyec-tos neoliberales imperantes en la UE desdela voluntad local de un gobierno, sin laapues ta por la construcción popular socio-política a escala global y, en particular,europea, luchando en los espacios de con-flicto político y social realmente existentes.La "soberanía nacional" es una cortina dehumo. Tras cualquier proyecto fascistizan-te, autoritario o totalitario no está nunca la"soberanía popular", sino la intención dedestrucción duradera de la capacidad deconstrucción popular y de resistencia de lapoblación ofendida y humillada.¿Se trata entonces de defender el "libremovimiento de capitales"? Tampoco. Es lapropia lógica de expansión del Capital y decompetencia entre los capitales lo queempuja a esa "libertad" de movimiento; loshorizontes libertarios, socialistas, democrá-ticos e igualitarios no tienen nada que vercon una elección entre globalización capi-talista y soberanismo capitalista, entre glo-balización bajo la hegemonía de los gruposprivilegiados y repliegues nacionales bajo


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esa misma hegemonía. Pero el problemadel proteccionismo neoliberal, frente alglo balismo neoliberal, es que el primeroge nera una ilusión destructora, la de que el"enemigo" está fuera, que el enemigo no esla apropiación privativa de la riqueza socialpor el oligárquico "partido del privilegio",empezando por el de nuestro propio país,sino que el enemigo son los productos chi-nos o está en Bruselas. Y esa ilusión es tandañina como la de que a las personas espa-ñolas les niegan una protección social "por-que" se les da a "extranjeros" y no porquehay tendencia a la acumulación de la rique-za en pocas manos, obtenida por medio dela explotación y también de la desposesión.El capitalismo globalizador también generailusiones, pero al menos muestra cuál es elámbito real en que se plantea el desafío,aquel en que se confrontan fuerzas y se for-man alianzas. Y eso debería incitarnos aglobalizarnos, a luchar por mejores salariospara nosotros y para los trabajadores chinos(no por aranceles a los productos chinos), aconstruir alianzas que ya ni siquiera seaninter-nacionales, sino trans-nacionales.Obviamente, esto no se hará por arte demagia, la construcción popular y las luchassociales seguirán teniendo durante muchotiempo arraigo territorial fuerte y desarro-llos "desiguales y combinados", y por des-contado hay que defender los empleos,tanto si los despidos masivos se deben adeslocalizaciones como a otros motivos, yreclamar, si se pierden, alternativa laboral orenta suficiente. Pero para ganar hay quetener un horizonte realista, y el horizontesoberanista no lo es. Las luchas antipatriar-cales y por un mundo sostenible tambiéntienen un horizonte global. Quizá de formaaún más clara y consciente que en el ámbi-to de las luchas sindicales, en el que la ilu-sión "nacional" ha penetrado más, quizápor que el sindicalismo hegemónico hajugado a ser considerado parte algo infor-mal del "Estado", lo que también debe serpensado más allá del cliche de la "traición",que tanto explica que no explica nada.Posiblemente, en este momento las mujeres

del mundo tengan un nivel de empatíamutua mucho mayor que el existente en laclase trabajadora mundial, que tras unaserie de fracasos históricos está (estamos)muy lejos de autopensarse como tal.

IVCoincido con Illueca, Monereo y Anguitaen que la creciente influencia de corrientesultraderechistas, nacionalistas excluyentesy xenófobas no puede afrontarse desde laconsideración de que quienes sufren esainfluencia son necesariamente fascistas yracistas, incluso cuando empiezan a asumirclichés reaccionarios. Sería un error terri-ble pensar que el apoyo electoral a esascorrientes, o incluso el que empiecen aescucharse en nuestros barrios fraseslamentables dichas por gente trabajadora oincluso en pobreza severa, es algo cerrado,consolidado, sin contradicciones. Sería unerror pensar que estamos ante un conflictoentre una "buena" manera de pensar y unamala, que se trata de un debate ideológicoo académico, olvidando su transfondo so -cial. En ese sentido, reconozco en Illueca,Monereo y Anguita un esfuerzo, no muyfrecuente en unas izquierdas hegemoneiza-das por una "clase media universitaria",para pensar las condiciones reales de vidade la población y para hacerlo sin ignorarproblemas y conflictos que padecen las cla-ses populares por muy complicado que re -sulte encajarlos en visiones preconcebidassobre el "buen pensar". Al menos, ellos nomiran hacia otra parte, aunque pienso quela suya es una mirada equivocada.Cuando en las clases populares surgenresentimientos hacia franjas de las clasespopulares no basta con condenar, hay queinvestigar por qué, hay que entender, hayque actuar. Estos resentimientos no se limi-tan al racismo, también se incitan descon-fianzas ante las familias que ocupan pisosvacíos, o hacia las que cobran algún tipo deprestaciones sociales, o contra el funciona-riado, o contra quienes hacen huelgas "delas que se notan", etc. Hoy por hoy, esaintención se detecta perfectamente en la


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retórica y en las decisiones de Rivera yCasado. Su gran objetivo estratégico, ydonde se decide el futuro inmediato muchoantes que en las urnas, es fragmentar a lasclases populares y dejar en la cuneta a sufranja más pobre. Y no podemos ignorarque, pese a que durante algunos años el im -pulso 15M bloqueó esa deriva y construyócomplicidad social, ahora están avanzandoen su objetivo.Por ejemplo, por hablar de lo que conozcopor mi propia actividad social, cada vez sonmás -aunque minoría- las personas que alserles negada injustamente una prestaciónsocial o una vivienda sueltan lo de que "sela están dando a moros, gitanos, sudacas,rumanos...". Por ejemplo, en una situaciónen la que los servicios sociales municipa-les, sin personal, sin medios y sin recursos,no funcionan y no dan soluciones -niremiendos- a los problemas de vivienda ypobreza, la tensión se centra cada vez másen las relaciones entre las trabajadorassociales hastiadas y las indignadas y deses-peradas personas que no reciben la ayudaque necesitan, mientras los responsablespolíticos pasan de puntillas a ver si se olvi-dan de ellos unas y otros. Por ejemplo, enla medida que el empobrecimiento de unagran franja de población y la imposibilidadpara ella de obtener una vivienda familiarestán generando una acumulación de po -bre za sobre zonas populares ya muymodestas, que así se degradan más, las ten-siones intervecinales se multiplican. Y siesa sobreacumulación de pobreza tiende agenerar guetos, que no son "mestizaje", esmuy fácil que las tensiones intervecinalestiendan a verse como tensiones entre"comunidades de origen" y a generar pre-juicios mutuos pese a compartir dificulta-des y abandono social; es muy difícil quepoblaciones que sienten que no se les reco-nocen derechos sociales puedan sentirsecomprometidas con deberes cívicos, y esmuy difícil que quienes padecen gravesproblemas de convivencia en sus barrios yen risgo viejas seguridades no se exaspe-ren.

Subestimar estos riesgos es un grave error.Es cierto que las encuestas tienen un valorrelativo y que la percepción sobre la inmi-gración tiene cambios bastante rápidos,muy influida por noticias o hechos de últi-ma hora, lo que confirma que en España nohay un gran "racismo estructural". No obs-tante, la variación entre septiembre 2017 yseptiembre 2018 de la percepción de lainmigración como problema es demasiadosignificativa como para ignorarla. En sólo12 meses el porcentaje de población queconsidera que la inmigración es uno de lostres principales problemas de España hapasado de un 5,7% a un 15,6%. Ese datohay que matizarle porque una parte de eseascenso puede no deberse a un aumento enla inquietud por la inmigración sino a unadisminución de la inquietud por otros asun-tos: por ejemplo, cayó mucho la preocupa-ción por el terrorismo internacional o por lacorrupción y el fraude. Pero es una evolu-ción relevante por la que hay que preocu-parse, campo abonado para la ultraderecha,con la peculiaridad de que en España estánimpulsando las tesis de ésta Casado y Rive -ra, aunque sin veleidades "antisistema" ni"antiélites" ni "anti UE" a lo Le Pen.La inquietud crece al ver cómo ha aumen-tado esa preocupación por la inmigraciónsegún la condición socioeconómica. Haaumentado a ritmo superior a la mediaentre pequeños empresarios tipo "obrero-patrón" (¡mucho!), obreros no cualificados,técnicos-cuadros medios y desempleados.Tras esos aumentos, los grupos socioeco-nómicos que con más frecuencia incluyenla inmigración entre los tres problemasprincipales de España son esos pequeñosempresarios (29%), obreros cualificados(18,3%), parados (17,9%), empleados(16,8%) y obreros no cualificados (16,2%).Los grupos que menos problemizan la in -migración son estudiantes, jubilados y unaélite de directivos y profesionales (13,7%).Si entendemos que la inquietud por la inmi-gración es en algunos casos ideológica,pero en otros muchos es una respuestaequivocada a problemas reales, veremos


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también que, esencialmente, el crecimientoque se observa en esos 12 meses tiene mu -cho que ver con la segunda modalidad. Escomo si quienes viven más alejados de lascondiciones de vida de las y los inmigran-tes (directivos, altos profesionales) sóloobtuvieran ventajas (mano de obra barata,empleo doméstico, etc.) pero protegidosdel olor de la pobreza, mientras que quie-nes viven en condiciones más similares(parados, obreros no cualificados) o en cer-canía territorial (comerciantes de los ba -rrios) estuviesen desplazando parte de lafu ria contra las élites que se expresó el15M2011 hacia la población inmigrante enparticular y hacia los pobles en general, nopor racismo ideológico sino a causa de pro-blemas sociales que también generan pro-blemas de convivencia reales o imagina-dos, pero muchas veces reales. Eso nopuede transformarse sólo desde la ideolo-gía y el buen rollito sino que requiereactuaciones sociales y reconocer y actuarsobre los problemas de toda la población,los problemas de vivienda, los problemasde necesidades sociales, los problemas deruido, los problemas de suciedad, los pro-blemas de deterioro urbano, los problemasde incivismo, volcando esfuerzos en losbarrios populares y no sólo en los que vana ver los turistas. Al racismo hay que com-batirlo. Pero el racismo no va a ser derrota-do sólo desde el "antiracismo", aun siendoéste cada vez más necesario y una tareasocial específica extraordinaria, no sólo enel movimiento directamente vinculado aesa lucha sino en todos los movimientos.Cuando en un barrio popular surgen tensio-nes entre fracciones de grupos de poblaciónde diferentes orígenes, no basta con montarun "concierto mestizo", que está muy bien,hacen falta políticas sociales tomadas comoprioridad.Las causas actuales del ascenso de la ultra-derecha residen en la degradación social,en la precariedad, en el empobrecimiento,en la dislocación de los territorios de con-vivencia, en la escisión entre derechossociales y deberes cívicos, en el amontona-

miento de poblaciones diversas en espaciosempobrecidos que cada vez se empobrecenmás y que cuanta más población empobre-cida reciben más se degradan ante la indi-ferencia de las instituciones, en la insufi-ciencia de los recursos sociales y la compe-tencia por ellos creada artificial e intencio-nadamente, en la "tierra de nadie" en que seha dejado a muchos de nuestros vecinos"sin papeles" para que acepten condicionesde trabajo y vida inhumanas, en la imposi-bilidad de acceso a viviendas dignas, en ladestrucción de unos servicios sociales queno funcionan, en el cinismo de unas institu-ciones que expulsan sin alternativa de susviviendas a familias de diversos orígenespero se resisten a intervenir para resolverconflictos intervecinales de convivencia.En mi barrio sufrimos una campaña deCiudadanos insinuando que es una zona dealto riesgo y criminalidad, lo que es menti-ra; pero, como sí hay serios problemas deconvivencia y barriales, si no se reconoceny resuelven Ciudadanos ganará credibili-dad, y la ganó, al menos hasta que graciasa los esfuerzos de una asociación vecinal,de gente del barrio y de algunos serviciosmunicipales la cosa empezó a tomarse enserio, pero aún con muy pocos recursos ycon muchas limitaciones.Es imprescindible entender lo universal deuna pregunta aún no plan tea da con serie-dad: ¿por qué muchos de los votantes co -munistas de los barrios populares de Fran -cia -o sus descendientes- pasaron a votar alFrente Nacional? No fue desde luego porun "virus mental", tuvo mucho que ver conun marcado abandono social. En eso estoyde acuerdo con Illueca, Monereo y An -guita; lo que no compartiría es que se pen-sase que por ese motivo el Frente Nacionalde Le Pen no es una fuerza reaccionariamuy peligrosa, o que no lo es la alianza LaLega-M5S.A esa degradación y a ese racismo no se lesderrotará sin un gran esfuerzo social. Nohay ninguna posibilidad de ganar un com-bate "antiracistas contra racistas" si no searticula en un marco de autodefensa de las


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clases populares contra las agresiones de laoligarquía capitalista y contra el abandonode nuestros entornos de vida por los gober-nantes de estados, regiones y municipios.Pero la idea de "clases populares" comoblo que social no es algo que "va de sí",espontáneo, sino que ese bloque debe sercreado, construido, aunque no "desde fue -ra" de las propias clases populares por una"élite de vanguardia", que nunca podráhacerlo. No hay un "Lego" de construcciónpopular a disposición de los ensayos de unavanguardia ilustrada. Lo que sí cabe es quecada cual aporte al esfuerzo colectivo loque sabe y es capaz de hacer. Persistencia ypaciencia. Organización y apoyo mutuo.Aprender y enseñar. Y lo que tenga que lle-gar llegará... o no.Por descontado, en ese esfuerzo combinadopor la dignidad social y contra el racismo,instituciones como los ayuntamientos po -drían hacer mucho, pero para eso deberíanasumir una inequívoca prioridad social,una prioridad por los barrios populares, unriesgo; y deberían entender que los proble-mas de las personas tienen una urgenciaque no casa con la parafernalia institucio-nal y sus ritmos. Algunos ayuntamientoshan hechos serios esfuerzos por ello, conmuchas dificultades y deficiencias, pero loshan hecho (por ejemplo, los de Barcelona oSanta Coloma de Gramanet), pero otros,incluso "ayuntamientos del cambio", hanrenunciado a ello. Al menos así lo vivimosmuchas personas, incluso muchas activis-tas sociales, en mi barrio madrileño en elque se mezclan zonas de muy alto poderadquisitivo con zonas cada vez más degra-dadas, sin que desde la institución se recibaotro mensaje que el de la adaptación -es loque hay- o, en el mejor de los casos, impo-tencia y resignación, "no podemos, no medejan".En todo caso, a las instituciones podemos ydebemos presionarlas, pero el resultadosiempre es incierto. Lo que depende denosotras y no so tros es lo que hagamos. Yno debemos perder de vista que en losbarrios populares no se debate sobre tesis

doctorales, sino que se vive una fuerte in -mediatez, la de la urgencia, no la de los"procesos de elaboración de planes" ni lade "a ver si en la próxima legislatura", lainmediatez de la cuestión social, que es lacuestión laboral y la cuestión de la vivien-da, pero también la igualdad entre mujeresy hombres, el aire que respiramos, la lim-pieza de nuestras calles y el estado de nues-tros colegios e institutos y de los espaciosverdes y de juego y convivencia, y la de laslistas de espera sanitarios, y de que poda-mos sentirnos libres en las calles y tranqui-los en nuestras casas. Sin volver la vistaante cualquier problema que surja, porcomplejo que sea. Sin ceder a las mentirasde los que quieren lanzar a unos vecinoscontra otros, pero sin negar los problemasintervecinales reales. Sin renunciar a unesfuerzo de aprendizaje colectivo, teóricotambién, pero de verdad, porque necesita-mos entender el mundo en que vivimos ypensar otro, pero no fábricas de consignasilusas que no llevan a ningún sitio.Necesitamos estudio y conocimiento, norecetas y adoctrinamiento.Sólo así ahogaremos a la extrema derecha ya los neofascismos. Sin confundir a estoscon nuestras vecinas y vecinos que puedansentirse confundidos ante situacionesdeses peradas o que amenazan las escasasseguridades con las que contaban. El des-precio es el germen del fascismo. Y esedesprecio puede dirigirse a quienes han lle-gado de fuera -o son hijos o nietos de quequienes llegaron de fuera- o a las clasespopulares ‘autóctonas’ que "no piensancorrectamente".


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Turbias señales de ansiedad recorren a la élite política tradicional europea: la coalición defuerzas populistas de derecha que está estructurando el ex asesor de Donald Trump, SteveBannon, con el nombre de The Movement, es cada vez más fuerte y aspira obtener unéxito relevante de cara a las próximas elecciones al Parlamento Europeo. Se trata de unaalianza de la ultraderecha continental que se hace fuerte paralelamente a la constitución degrupos de gobiernos ya dirigidos por los ultranacionalistas, como el polaco, el húngaro oel austriaco, para presionar a las instituciones europeas en relación con el tema de la inmi-gración y el asilo, como el llamado Grupo de Visegrado.La creciente popularidad de The Movement es tal, que incluso el vicepresidente y minis-tro del interior italiano Mateo Salvini, de la ultraderechista Liga no ha dudado - pese a susúltimos movimientos públicos hacia una aparente moderación debidos a los problemas dela prima de riesgo italiana tras la crisis de la lira turca - en fotografiarse dando la mano aBannon y a otros representantes de la citada red, haciendo público su ingreso en la misma.Finalmente, el gobierno italiano ha roto con su imagen de moderación ante la ComisiónEuropea presentando unos presupuestos expansivos que rompen con el escenario de aus-teridad que se le imponía por parte de la burocracia comunitaria.Las barreras tradicionales a la normalización política de la ultraderecha en una Europa que,en gran medida, construyó sus sistemas constitucionales en oposición directa a la expe-riencia del fascismo y la Segunda Guerra Mundial, han sido claramente sobrepasadas porla ola creciente de la nueva ideología “parda” posmoderna, plural en sus expresionesnacionales, y que está jugando a presentarse como la única defensora de las regulacionesestatales frente al caos del mercado neoliberal, y como la expresión política de una clasetrabajadora nacional acosada por las deslocalizaciones, la demolición progresiva delEstado del Bienestar en casi toda Europa, y por las reformas laborales implementadassobre la base de la flexibilización y la internacionalización de las normas relativas al mer-cado de trabajo.

José Luis Carretero

La división enla clase dirigente europeay la deriva autoritaria en curso

Este artículo fue publicado originalmente en revistacrisis.com

La ley austriaca de prohibición del nacio-nal-socialismo del 8 de mayo de 1945, noha significado obstáculo alguno para la lle-gada al poder de la tendencia ultranaciona-lista nucleada en torno a un partido (elFPÖ) que utiliza una oportuna careta libe-ral y democrática.La fractura en el interior de la clase diri-gente europea es, por tanto, de calado. Porun lado tenemos a la tradicional fracciónpolítica y social constituida por las grandestransnacionales, así como por la burocraciade Bruselas y los aparatos políticos (con-servador y socialdemócrata) que han ejerci-do el poder en la mayor parte de Europadesde la Segunda Guerra Mundial, vincula-das directamente con el fomento de la glo-balización de la economía y con la articula-ción directa de un espacio de libre comer-cio euro-atlántico, así como con la partici-pación en la OTAN y la alianza preferen-cial con Estados Unidos, que defienden uneuropeísmo basado en la arquitectura neo-liberal de la Unión Europea. Por el otrolado: una amalgama variada de gobiernos ypartidos ultranacionalistas, con una basesocial esencialmente constituida por laempresa nacional y el conservadurismoagrario - aunque con pretensiones de hege-monizar el voto obrero - con una políticaeconómica supuestamente estatista y pro-tectora de la industria nacional que plante-an la necesidad del proteccionismo, lavuelta a las fronteras nacionales, la críticadel euro y la UE realmente existente, elultraconservadurismo más ultramontano enlo relativo a las formas de vida, y la luchadirecta contra la inmigración, vista comouno de los problemas esenciales de convi-vencia en Europa.Este quiebre en el interior de la clase diri-gente no contribuye, de momento, y pese alo que podría esperarse, a reforzar las posi-ciones de la izquierda combativa y de lossectores autoorganizados del movimientoobrero. Es más, no hace otra cosa queexpresar la debilidad e incapacidad de laizquierda antagonista para proponer unasalida combativa a la crisis. La política no

admite el vacío, y donde la conciencia declase ha sido abandonada florece la con-ciencia nacional. En este caso, una con-ciencia nacional hegemonizada por la ultra-derecha que identifica el patriotismo con eldisfrute de los privilegios que décadas deimperialismo e intercambio desigual con elSur global han garantizado a la llamada“clase media“ europea.La ultraderecha europea crece sobre elsuelo devastado por las políticas neolibera-les de la élite globalista, y abandonado poruna izquierda supuestamente combativaque prefirió los oropeles institucionales o lamarginalidad voluntaria a todo intento deorganizar seriamente para la lucha de cla-ses a los perdedores de la crisis en lasbarriadas obreras de Europa. Una izquier-da, por otra parte, incapaz de todo análisisriguroso de la situación efectiva, y que pre-fiere lanzarse a disquisiciones estrafalarias,disolventes o, incluso, preparadoras deterreno fértil para el propio discurso“pardo” como la promoción de las ideas delirracionalismo, el pesimismo, el anticienti-ficismo, la propuesta de la “romántica”involución social (disfrazada de un pseudo-ecologismo primitivista) o el neoconserva-durismo en lo relativo a la vida personal,que han sido siempre elementos nuclearesde la ideología fascista desde las mismasreflexiones de Sorel y su Círculo Proudhonen los inicios del siglo XX. La última modade esta izquierda inane, por otra parte, con-siste en comprar parte del discurso ultrade-rechista, concretamente lo referente a lanecesidad de frenar la inmigración y todaidea de unidad europea.Mientras tanto, The Movement y sus alia-dos demuestran con su práctica que su polí-tica está más destinada a regenerar la auto-ridad del orden burgués mediante medidasautoritarias, que a implementar una políticaeconómica para la mayoría trabajadora.Sus promesas al respecto simplemente sonfalsas: las modificaciones cosméticas delDecreto Dignidad, que tanto gustan a losbuscadores de mínimos detalles que lespermitan defender lo indefendible, del


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gobierno italiano no son más calderilla antetremendo regalo a la clase dirigente quesignifica la puesta en marcha de la políticafiscal prometida por Salvini de un tipoúnico para el impuesto sobre la renta. Estopor no hablar de la apertura del debate enItalia, por parte de la Liga, sobre la despe-nalización del delito de torturas y la exten-sión del delito de atentado a la autoridad(los pobres y desviados no son sólo extran-jeros).Todo ello, además, a las puertas de unaposible nueva crisis financiera global antela subida de los tipos de interés en EstadosUnidos, la guerra comercial desatada porDonald Trump, la subida de los precios delpetróleo y el fin de los estímulos del BancoCentral Europeo. La gran tragedia delmomento (el conflicto entre el hegemónnorteamericano y los emergentes, que ha -bían ganado terreno con la crisis y queEEUU pretende devolver al subdesarrollo),que explica en gran medida las turbulenciascrecientes en las finanzas globales, empujaa la izquierda europea ante una tesitura deenorme gravedad histórica: reconstruirsesobre la base de la construcción popular, dela lucha de clases y de masas, y de la peda-gogía y la acción; o encarar en absolutadebilidad la brutal deriva autoritaria que,gane quien gane el conflicto en el seno dela élite, nos espera a todos.Aún estamos a tiempo de dar la pelea.

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El coraje de seguir solosDomenico Lucano es alcalde de Riace, arrestado y deportado por el gobierno de Italia.Riace está al sur de Italia, a 7 km. del mar. Saludo a una manifestación allí realizaday que pudo contemplar desde su ventana, en arrestro domiciliario.Sobra deciros que querría estar entre vosotros no sólo para daros saludos formales, sinotambién para algo más, para hablar sin necesidad y sin obligación de escribir, para sen-tir esa espontaneidad, para sentir la emoción que producen las palabras en el alma, enfin, para daros las gracias a cada uno, a todos, para daros un fuerte abrazo colectivo,con todo el afecto del que somos capaces los seres humanos.A todos vosotos, un pueblo en viaje hacia un sueño de humanidad, hacia un lugar ima -gi nario de justicia, poniendo en ello el propio empeño cotidiano y desafiando a lainclemencia del tiempo. Os digo gracias.Veo el cielo atravesado por tantas nubes oscuras, los mismos colores, la misma oleadanegra que cruza los cielos de Europa y que impide vislumbrar los horizontes indes -criptibles de cumbres y de abismos, de tierras, de dolores y de cruces, de crueldad delas nuevas barbaries fascistas.Aquí, en ese horizonte, se encuentran los pueblos. Con sus sufrimientos, luchas y con-quistas. Entre las grandes cosas de lo cotidiano, los hechos se entrecruzan con losaconteci mientos políticos, los problemas cruciales de siempre con las siempre recu -rrentes amenazas de expulsión, de atentados, de muerte y de represión.Hoy, en este lugar fronterizo, en este pequeño país del sur de Italia, tierra de sufrimien-to, esperanza y resistencia, viviremos un día destinado a pasar a la historia.Somos la historia. Con nuestras decisiones, nuestras convicciones, nuestros errores,nues tros ideales, nuestras esperanzas de justicia que nadie podrá suprimir.Llegará el día en que habrá más respeto por los derechos humanos, más paz que gue -rra, más igualdad, más libertad que barbarie. Donde ya no habrá gente viajando en claseejecu tiva y otra amontonada como mercancías humanas procedentes de puertos colo-niales con las manos aferradas a las olas en los mares del odio.Sobre mi situación personal y mis visicitudes judiciales no tengo mucho que agregar alo que ya se ha contado extensamente. No tengo rencores ni reclamaciones contranadie.Pero me gustaría decirle a todo el mundo que no tengo nada de qué avergonzarme, nadaque ocultar. Siempre haré las mismas cosas, las que han dado sentido a mi vida. Noolvidaré este abrumador río de solidaridad.Os llevaré en mi corazón durante mucho tiempo. No debemos retroceder, si estamosunidos y seguimos siendo humanos podremos acariciar el sueño de la utopía social.Os deseo el coraje de seguir adelante solos y el valor de permanecer juntos bajo los mis-mos ideales. De desobedecer cada vez que se reciben órdenes que humillan nuestraconciencia. De merecer que nos llamen rebeldes, como los que se niegan a olvidar entiempos de amnesia obligatoria. De ser obstinados para seguir creyendo, incluso contratoda evidencia, que vale la pena ser hombres y mujeres. De seguir caminando a pesarde las caídas, las traiciones y las derrotas, porque la historia continúa, y continuarádespués de nosotros, y cuando nos dice "adiós" también nos está diciendo "hastaluego".Debemos mantener viva la certeza de que es posible ser contemporáneos de todos aque-llos que viven animados por la voluntad de justicia y belleza, donde sea que estemos ydonde sea que vivamos, porque los mapas del alma y del tiempo no tienen fronteras.Hasta siempre [dicho en castellano].


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Internet de las cosas (IoT), inteligencia artificial, blockchain, criptomonedas, big data,plena conectividad… Estamos a las puertas de lo que se viene denominando la CuartaRevolución Industrial, basada en una fusión de tecnologías que difuminaría los límitesentre el mundo físico, el digital y el biológico.En lo que se refiere a este mundo profundamente transformado e innovador, el ForoEconómico Mundial refleja, en su último "Informe global de tecnologías de la informa-ción" de 2016, que nuestro país se encuentra en un discretísimo trigésimo quinto puesto(de un total de 139) en el llamado índice de conectividad (network readiness) de las empre-sas ["España, fuera del Top 30 en conectividad digital". El Economista. 13-11-2018].Las nuevas tecnologías se usan ya para todo: desde la industria de la construcción (en elaño 2010 los edificios inteligentes generaron un millón de gigabytes de información entodo el mundo, para 2020 se espera que esta cantidad ascienda a 37,2 millones, según"Tecnología al servicio de la edificación", El Economista 13-11-2018) hasta la banca(donde las empresas financieras on line, las conocidas como fintech, acosan la rentabili-dad de la banca tradicional) o la enseñanza (donde ya se habla del hiperaula o aula sinmuros, basada en la conectividad y el uso intensivo de software educativo). Según datosde Eurostat de 2015 el 54 % (61 % en España) de los trabajadores de la Unión Europea a28 usan el ordenador en el trabajo; el 78 % (75 % en España) de las personas de 25 a 64años ha usado internet en los últimos tres meses; el 97 % (99 %) en el caso de los jóvenesentre los 16 y 19 años [Fernández Enguita, Mariano 2018. "Más escuela y menos aula".Morata, p.122].

.José Luis Carretero Miramar

Plataformas colaborativas y trabajo flexible

Tecnología y nueva precariedad

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EspaciosTrasversales 45 / octubre 2018Las nuevas tecnologías han permitido tre-mendas transformaciones, favoreciendo,también, la irrupción de nuevos modelos denegocio. Uno de ellos, precisamente, es delas llamadas plataformas colaborativas (ogig economy) basadas, teóricamente, en lacapacidad de internet de alojar un espaciovirtual donde los usuarios y oferentes dedistintos servicios pueden interactuar demanera directa, intercambiando dichos ser-vicios entre ellos con absoluta flexibilidad.Estas plataformas han aparecido en muydiversos mercados (desde el transporte deviajeros a la expedición de comida a domi-cilio, desde el cuidado de personas mayo-res y discapacitados, hasta la abogacía o lafacturación de autónomos) obteniendo muyrápidamente grandes cuotas de negocio ypopularidad.La idea original que supuestamente animaa plataformas como Blablacar, Uber, Cabi -fy, Deliveroo, Glovo o Joyners, es la pre-tensión de que las mismas simplementeofrecen un espacio virtual donde una seriede actores autónomos (oferentes y deman-dantes del bien o servicio) hacen suscorrespondientes negocios con plena liber-tad, y sin someterse en modo alguno a unarelación de dependencia con la plataformamisma. Un modelo de máxima libertad,basado en la idea presentada por el directorgeneral de Uber Eats en una entrevista deque: "Si hubiera que contratar repartidores noexistiríamos. No sabría ni contestar a esapregunta, porque no es la naturaleza de loque hacemos. Sería otra cosa. (…) Unrepartidor se registra en nuestra web, eligeun día para venir a que le expliquemos laaplicación, y a partir de ahí esa personatiene flexibilidad absoluta sobre cuándo seconecta, cómo hace los envíos (…) Si sedescarga la aplicación y no la usa más en suvida, perfecto. Si la usa cinco horas a lasemana para sacarse un extra porque esestudiante, perfecto. Si la usa 40 horas por-que es su principal fuente de ingresos, per-fecto. Vemos al repartidor igual de clienteque el usuario o el restaurante. Igual que

nadie te pide explicaciones por no usar elWhatsApp, nosotros tampoco"(ÁlvarezMontero, Antonio 2018, "Yacimiento defalsos autónomos más allá de las platafor-mas digitales: ramificaciones de un arraiga-do problema". Revista Trabajo y SeguridadSocial nº 424. Julio 2018. Centro deEstudios Financieros).Sin embargo, esta beatífica visión no pare-ce corresponderse del todo con los hechos:las plataformas colaborativas han sido acu-sadas de utilizar un modelo de negocio queconsigue ser competitivo precisamente porsu capacidad de convertirse en una formade huida del Derecho del Trabajo y, portanto, de negación de los más elementalesderechos sociales a sus trabajadores, asícomo en un espacio ayuno de toda regula-ción estatal en cuanto a las actividades eco-nómicas a las que se dedica. Es, precisa-mente, ese vacío regulatorio y esa huida delDerecho Laboral, lo que permite a la gigeconomy dinamitar sectores económicosenteros (como el del taxi) y convertirse entendencialmente hegemónica en gran partedel paisaje productivo de nuestro país. Laproductividad acrecentada que permitiría latecnología, aún importante, no sería lodecisivo en el éxito de la economía colabo-rativa, sino más bien la desregulación y laflexibilidad laboral que permite, dado elvacío legislativo al respecto.Reflexionemos un poco respecto al trabajoque se efectúa al amparo de estas platafor-mas. Nuestro Derecho Laboral entiendeque un trabajador lo es por cuenta ajena (y,por tanto, han de aplicársele todas lasreglas referenciadas en el Estatuto de losTrabajadores y en los convenios colectivosal efecto) cuando cumple unas determina-das características (artículo 1 del Estatutode los Trabajadores): se trata de un trabajovoluntario (jurídicamente libre, aunque yasabemos hasta qué punto es voluntario enlo real el trabajo asalariado en la sociedaddel Capital); remunerado; por cuenta ajena(es decir, los frutos de su trabajo son apro-piados por otra persona, el empresario);dependiente; y conformado por una presta-

ción personalísima (es decir, que no puedecumplir otra persona en su lugar).Así, las notas que fundamentalmente dife-renciarían el trabajo autónomo (por cuentapropia) del trabajo asalariado (por cuentaajena) serían la ajeneidad de los frutos de laprestación y la dependencia de la relación,es decir, que el empleador tuviera o notuviera el control de cómo se realiza laprestación, en términos de horarios, traba-jos a efectuar en cada momento, momentoen que se toman los descansos, etc.Por lo tanto, en una primera aproximación,y si atendiéramos únicamente a lo expresa-do por el director general de Uber Eats, eltrabajo de repartidores, chóferes y demásprofesionales actuantes en las plataformassería un trabajo por cuenta propia o autóno-mo, ya que la plataforma únicamenteactuaría como un lugar virtual de intercam-bio entre profesionales y usuarios, sindeterminar en modo alguno las modalida-des, tiempos y formas de la prestación, asícomo los horarios de los profesionales con-cernidos, que serían concretados libremen-te por ellos mismos en función de sus pro-pios intereses.Sin embargo, la realidad no es tan simple:los trabajadores de estas plataformas afir-man que las mismas controlan realmente aldetalle la prestación que realizan, los tiem-pos que están conectados, y establecen sis-temas de vigilancia, así como sancionado-res, en relación con el horario de trabajo.Así, hay plataformas donde los repartidoresfuncionan con un sistema de puntos en fun-ción de la entregas realizadas, penalizándo-se a quienes no están conectados habitual-mente, hasta el punto de llegar a mandarlesnotificaciones de cese en la plataforma.¿Notificaciones de despido en el marco deuna relación laboral por cuenta ajena comocualquier otra? Eso es lo que han planteadoante los tribunales algunos trabajadores,entendiendo que la nota característica de ladependencia, de la que hemos hablado, síse da en estos casos, dado que las empresasdeterminan el horario, los descansos y lasformas de prestación de la actividad.

Así, la sentencia del Juzgado de lo Socialnº 6 de Valencia 244/2018, de 1 de junio,califica a un rider de la plataforma digitalDeliveroo (gestionada por RoodfoodsSpain SLU) como trabajador por cuentaajena, amparado por el Estatuto de losTrabajadores, declarando la improcedenciade su cese, entendido como un despido. Esla primera sentencia al respecto en España.Las razones son claras, al analizar la formade trabajar en la plataforma el juzgado des-cubre que:"En lo que concierne al horario de la pres-tación de servicios, y sus diferentes turnosy franjas horarias, la determinación corres-ponde a la empresa, eso sí, dentro de loselegidos por cada repartidor, que tiene asíun cierto margen de decisión, debiendocomunicar su elección a la empresa parafijar su disponibilidad. En atención algrado de esta, así como al nivel de excelen-cia mostrado por su valoración en la plata-forma, recibirá mayores o menores encar-gos. Por lo que hace a la actualización deese horario, esto es, a la prestación del ser-vicio concreto, el repartidor, sobre la basedel horario propuesto y aceptado por partede la empresa, debe situarse en la zonaasignada (punto de control) e iniciar sesióndentro de la plataforma. Si no se encuentraen el punto de control u otro cercano, nopodrá llevar a cabo el servicio, porque laplataforma se lo impedirá (…) Prestado elservicio (entregado el pedido al cliente), elrepartidor debe volver al centro de controla esperar la entrada de un nuevo pedido. Elpoder de control de la plataforma es total,porque los repartidores están geolocaliza-dos, teniendo conocimiento la empresa deltiempo que tardan en realizar los repartos.En caso de demora, se les solicitan explica-ciones " (Ibíb. pp. 120-121).La solución dada por el Juzgado valencia-no, sin embargo, no ha sido aceptada pací-ficamente por toda la doctrina laboralista nipor las propias plataformas colaborativas.La polémica, social y jurídica, es de alcan-ce global. Las sentencias en ambos senti-dos (aceptación de la condición de trabaja-

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dores por cuenta ajena de los empleados delas plataformas, o indicación de que real-mente se trata de autónomos clientes delespacio virtual) se suceden en todo el mun -do. Veamos algunos ejemplos.En el Reino Unido, un comité central dearbitraje ha declarado a los riders deDeliveroo como autónomos, pero diversostribunales, pronunciándose sobre otras pla-taformas parecidas (por ejemplo, CitySprint) han dictaminado que los trabajado-res lo serían por cuenta ajena. La CorteSuprema, en sentencia de 13 de junio de2018 (caso Pimlico Plumbers vs. Smith)considera como trabajador (worker) a unfontanero de una plataforma de serviciosprofesionales, indicando que en la relaciónexistía un evidente control del desempeñodel trabajo por parte de la empresa.En Francia, pese a una decisión del Conseilde Prud´hommes de Paris, de 1 de febrerode 2018, considerando a un chófer de Ubercomo autónomo, la Court d´appel de Paris,en sentencia de 13 de diciembre de 2017,confirma una resolución de ese mismoConseil antes citado declarando trabajadorpor cuenta ajena a un conductor de una pla-taforma muy parecida a Uber (LeCab).En Estados Unidos continúan las resolucio-nes contradictorias. Por ejemplo, el Tri -bunal de Distrito para el Distrito Norte deCalifornia, en resolución de 8 de febrero de2018 (caso Raef Lawson vs. GrubHub Inc.)califica a un repartidor de comida de unaplataforma como autónomo (independentcontractor); pero poco después se producentambién sentencias que declaran trabajado-res por cuenta ajena a riders de otras plata-formas.En este marco caótico y contradictorio, lasempresas de la gig economy responden alas sentencias que les obligan a aplicar elDerecho Laboral y a las crecientes regula-ciones, mutando su modelo de negocio lojusto para poder volver a plantear que loque se usa no es otra cosa que trabajo autó-nomo. Así, cuando las autoridades inglesasrevocaron la licencia de transporte de Uberen Londres, su mayor mercado europeo,

por razones de seguridad que se habríanvisto agravadas por las condiciones de tra-bajo de sus conductores (fatiga ante las lar-gas jornadas) la empresa estableció untiempo de prestación de servicios máximosemanal. Algo que Uber ha hecho tambiénen otros mercados como Estados Unidos yAustralia. Deliveroo también ha indicado,tras la sentencia del juzgado de Valencia,que ha modificado las reglas de presenciade sus repartidores, y que las mismas ya nose corresponden con aquella forma de tra-bajar a la que se refería la sentencia.Es más, un elemento enormemente preocu-pante que acompaña a estas mutaciones dela forma de trabajar en la gig economy parahuir del efecto regulador del Derecho delTrabajo, está en las declaraciones de susresponsables que han indicado que lo quese podría utilizar como base normativa parael trabajo en las plataformas es el contratoinglés de "zero hours".El "zero hours contract" del Reino Unido,que se usa también en otros países europe-os, es un contrato de trabajo a demanda,donde el empleador no se obliga a ofrecermínimo de jornada alguno al empleado,sino que le llama según sus propias necesi-dades. Llamamiento que el trabajador estáobligado a atender con independencia delhorario.La calificación contractual de los zerohours contracts, que son el centro de unafuerte polémica en el Reino Unido por serla quintaesencia de la precariedad laboral,es enormemente compleja, en un sistemaya de por sí complejo como el anglosajón.En palabras de Amparo Esteve-Segarra: "Los ZHC pueden cubrir relaciones de tra-bajo heterogéneas, que en la división tradi-cional de nuestro sistema podrían incluirsecomo por cuenta propia- categoría conoci-da como self-employed- o por cuentaajena, según cómo se desarrolle el trabajoen cada organización. Ahora bien, frente aun sistema binario como el español (…) enel británico existirían dos categorías de tra-bajo por cuenta ajena legalmente perfila-das: worker o employee. Aunque los wor-

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kers gozan de ciertos derechos laborales noextensibles a los trabajadores por cuentapropia no tienen todos los derechos de unemployee. Entre estos derechos destacan laprotección contra un despido injusto, laregulación de los despidos por causas eco-nómicas u otras causas empresariales, elderecho de preaviso en caso de finalizacióndel contrato, y el acceso a diversos permi-sos retribuidos por enfermedad, materni-dad, adopción, etc. "(Esteve-Segarra, Am -paro 2018. "Zero hours contratcs: hacia laflexibilidad absoluta del trabajo en la eradigital". Revista de Derecho Social. Nº 82.Editorial Bomarzo).El Parlamento Europeo ha manifestado quelos zero hours contracts no deberían permi-tirse en una resolución del 19 de enero de2017. Pero estos contratos no sólo existenen el Reino Unido. Los encontramos tam-bién en Irlanda e Italia, donde sólo son váli-dos para grupos de edad con altas tasas dedesempleo, como los jóvenes o los trabaja-dores de edad más avanzada. Precisamente,respecto al caso de Italia, recurrido ante elTribunal de Justicia europeo, el mismo,mediante sentencia de 19 de julio de 2017(caso Abercrombie & Fitch Italia Bordo -naro C-143/16) reputa legítima la utiliza-ción de un contrato a llamada para facilitarla entrada de los jóvenes en el mercado detrabajo.Así pues, las innovaciones tecnológicas ylas legislativas se dan de la mano para pro-fundizar la deriva de nuestro mundo pro-ductivo hacia la precariedad y la falta dederechos. Innovaciones científicas y tecno-lógicas que abren espacios para una pro-ductividad acrecentada que podría permitirla disminución de la jornada laboral y laemergencia de nuevos modelos de negociocooperativos como el de la plataformacolaborativa Mensakas (formada por ungrupo de trabajadores en pie de igualdad enla idea de hacer funcionar la infraestructu-ra tecnológica de la gig economy desde elparadigma de la economía social y solida-ria), son oportunamente desviadas por losgrandes inversores en la dirección de un

modelo de negocio basado en la desregula-ción de los sectores productivos y la desla-boralización del trabajo dependiente.El mundo de la mercancía trata de coloni-zar el avance tecnológico y científico de lahumanidad para convertirlo en una nuevafuente de plusvalor. Entre las teorías delsoftware libre y el internet abierto deRichard Stallman y las dinámicas de capta-ción de los flujos de valorización del traba-jo en el mundo virtual por parte de magna-tes como Jeff Bezos o Elon Musk, hay unabismo de confrontación y conflicto. Unconflicto que puede entenderse desde unviejo concepto: lucha de clases. ¿Quién seapropiará el valor acrecentado derivado dela productividad de las nuevas tecnologíasy las nuevas formas de trabajar? ¿Quiéndeterminará las formas futuras del desarro-llo técnico de nuestras sociedades empu-jando a un avance en el proceso históricode conectividad creativa y participativa ode control panóptico y expropiación priva-da de los flujos del trabajo colectivo?Estas preguntas, obviamente, aún admitenuna respuesta abierta. Regulación, dere-chos y apropiación por las clases popularesdel desarrollo técnico, aún pueden cons-truir una sociedad de la participación y unsocialismo de nuevo cuño, que afirme lacooperación frente al mando. La alternativaes la hiperexplotación del trabajo, las gran-des redes de control social invasivo, elGran Hermano Explotador.Pero lo peor de todo, o lo mejor, lo que noshace más vulnerables, contradictorios ygrandes, es que esa alternativa aún está ennuestras manos.


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Articulación Feminista de Nicaragua DENUNCIALas feministas nicaragüenses condenamos la escalada de represión delRégimen de Ortega y Murillo. Esta mañana del 14 de octubre, cuandodocenas de personas empezaban a concentrarse para dar inicio a lamanifestación cívica Unidos por la Libertad, cientos de policías repri-mieron a manifestantes y detuvieron arbitrariamente al menos a 23 per-sonas, sin orden de captura y haciendo uso desmedido de la fuerza.Dentro de las docenas de personas detenidas por la policía se encuen-tran nuestras compañeras integrantes de la Articulación feminista deNicaragua Marlen Auxiliadora Chow Cruz y Tamara Dávila Rivas. Asícomo las compañeras Suyen Barahona Cuan, Ana Margarita Vijil Gur -dián, Ana Lucía Álvarez Vijil, Alba Luz Aragón Dávila, Marcela Mar tínezGuzmán, María Alejandra Machado Blandón, Sandra Cuadra, GeiselSolís, María Dolores Monge Aguilar y María de los Ángeles Gutiérrez.Con la misma fuerza denunciamos que nuestras compañeras HaydeeIsabel Castillo Flores y Lottie Cunningham Wren han sido detenidasesta mañana en el aeropuerto de Managua y no se ha informado sobresu paradero e integridad física.Denunciamos el estado de excepción impuesto por el régimen Ortega-Murillo, que ha prohibido y reprimido las manifestaciones pacíficas dela población autoorganizada, violentando los derechos a la libertad deexpresión, libertad de movilización y reunión pacífica que garantizanuestro marco jurídico y violentando los derechos humanos elementa-les de la población.Exigimos:- La inmediata liberación de las 23 personas secuestradas esta mañana,así como la liberación de los más de 300 presos y presas políticas, encar-celadas por protestar contra el régimen Ortega-Murillo.- La garantía a la integridad física de todas las personas detenidas.Hacemos un llamado a la comunidad internacional para poner los ojosen Nicaragua, documentar y denunciar las violaciones a los derechoshumanos fundamentales perpetrados en contra de la población civildesde el 18 de abril.Pedimos a las redes feministas internacionales, colectivos, plataformasy organizaciones de derechos humanos que continúen denunciando lasviolaciones a los derechos humanos en Nicaragua y continúen tejiendolos lazos de solidaridad internacional tan necesarios en este contexto derepresión.Las feministas reafirmamos nuestro compromiso con la libertad, la jus-ticia y la democracia en Nicaragua. No vamos a dejar de denunciar lasarbitrariedades y crímenes del orteguismo, que pretende secuestrar elpaís y mantenerse en el poder por la fuerza de las balas y los muros delas cárceles. ¡No nos van a callar!


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1. Antes de empezar me gustaría hacer una breve presentación de nuestro sindicato, ya que,además de ser mucho menos conocido que ELA o SAT, no nos consideramos un modelo"clásico" de organización sindical: nacimos como movimiento sociolaboral y nos tuvimosque constituir -por imperativo legal- en sindicato (si queríamos hacer uso de nuestros dere-chos legales); sin embargo hemos seguido manteniendo nuestra vocación de movimientoabierto y de base.El MATS ha bebido básicamente de tres manantiales: la auto-organización (el nacimientodel 15M o la Marea Blanca); el sindicalismo social que, para nosotras y nosotros, se haconcretado en la formación de múltiples plataformas en defensa de una sanidad universaly pública, y que en este año tomó una enorme proyección con la huelga de las mujeres del8M; y finalmente el retroceso social y los cambios del modelo productivo.2. Además de estas cuestiones, nuestro análisis se basa en una premisa fundamental: elviejo sindicalismo reformista y corporativo está en crisis, y si no lo está aún más es por-que sigue recibiendo millones y millones de euros en subvenciones por parte de papáEstado. La crisis de ese sindicalismo (aunque siga manteniendo miles y miles de afiliadas-os y delegadas-os), tiene –al menos- tres causas principales: la ofensiva neoliberal contrael Estado de bienestar; los profundos cambios estructurales del capitalismo; el desborda-miento de los movimientos de base y de auto-organización a esos viejos aparatos sindica-les (no me detendré en ejemplos hasta más adelante).3. Sin embargo no deberíamos confundir lo que yo llamo "viejo sindicalismo" con el sin-dicalismo de clase que siempre ha existido y existirá, derivado de la contradicción estruc-tural que supone una sociedad de clases donde el neoliberalismo no ha hecho otra cosa queprofundizar la explotación y la desigualdad social. Ahí están las luchas ejemplares de lascompañeras y compañeros de Amazon, Delyveroo, las kellys o las/los teleoperadas-es.4.- Ese sindicalismo de clase y combativo es absolutamente imprescindible, pero seríamucho más fuerte si, en la era del capitalismo global y financiarizado y con una correla-ción de fuerzas tan desfavorable, contara con otras alianzas y apoyos, tanto de otros sec-tores de la clase trabajadora como de la población en general. En los conflictos a los queme he referido, la mayoría ha sabido combinar la resistencia laboral a la patronal con laextensión a otros sectores de la sociedad, empezando por lo que conocemos como opiniónpública. Han sabido conectar con sus compañeras y compañeros de otros países montan-do una huelga global al capitalismo global.

Jesús Jaén

Reflexiones acerca de losnuevos desafíos del sindicalismo

Resumen de la intervención de Jesús Jaén, miembro delMovimiento Asambleario de Trabajadores-as de la Sanidad, en elmarco de uno de los talleres realizados en la Universidad deVerano 2018 de Anticapitalistas

Hoy en día es muy difícil ganar un conflic-to si sólo cuentas con tus propias fuerzas.Una estrategia, por ejemplo, basada sola-mente en una huelga, por muy dura y largaque sea, muchas veces está abocada al fra-caso. No hace falta dar ejemplos. La huel-ga debe articularse alrededor de la solidari-dad de otras trabajadoras y trabajadores, ode otros sectores de la población. Siemprepongo el mismo ejemplo, el de la MareaBlanca en Madrid, su éxito se debió a lacapacidad de integrar en un mismo frente aprofesionales, usuarias-os, y el 80% o 90%de la población. Ya sé que no siempre esposible, o que no todos los sectores son lasanidad o la educación. Pero si hacemoscomo los conductores del metro que convo-can huelgas sin buscar la complicidad, yano de sus compañeras-os de trabajo, sino delas usuarias y usuarios de los serviciospúblicos, la derrota está garantizada. En mihospital intenté convencer a las compañe-ras de CCOO de la contrata de la limpiezade que, para enfrentarse a Florentino Pérez,necesitaban nuestro apoyo y el de los enfer-mos, pero no hubo caso. La cosa terminócon una reducción de plantilla del 30%.5. En las antípodas del corporativismolaboral se encuentra la experiencia del 8 demarzo de 2018. Pese a todas sus limitacio-nes, el 8M fue un ejemplo. Se trata de ungran movimiento de mujeres que consiguióarrastrar a la inmensa mayoría de la socie-dad convocando a millones de personas yconsiguiendo un impacto laboral y mediáti-co digno de mención. El legado de este 8Mes profundo: emergió un nuevo sujetosocial que incluso desafió la hegemonía delas burocracias sindicales en los centros detrabajo, el viejo sindicalismo en crisis sevio superado por enésima vez, como ya lofuera por otros grandes movimientos comoel 15M, las mareas o ahora los pensionis-tas. Este nuevo escenario demuestra que elconflicto social no se puede reducir comoen la etapa del fordismo; y también que enlos últimos cincuenta años emergen nuevossujetos con un potencial transformadorenorme (como es el caso de las mujeres).

6. En mi opinión entramos aquí en una delas claves de este taller: cómo hacer frentea ese Leviatán que es el capitalismo globalpartiendo de una correlación de fuerzascompletamente desfavorable. Las respues-tas no son sencillas y no se deben reducirsolamente a la práctica cotidiana; creo quenecesitamos también una elaboración másteórica.Creo que una de las personas que mejor haentendido esos cambios estructurales delcapitalismo y de la lucha de clases (yoemplearía un concepto más amplio como"luchas sociales") ha sido el geógrafo yeconomista marxista David Harvey. Susmúltiples trabajos sobre el capital y capita-lismo, sobre la ciudad, el espacio y el tiem-po del capital, sobre la acumulación pordesposesión, sobre los movimientos socia-les, etcétera, son un clarísimo ejemplo depuesta al día de la teoría marxista sobre laley del valor o la emancipación del trabajo.Una de sus ideas centrales consiste en plan-tear que la vieja izquierda y el sindicalismohan reducido su campo de acción a la "pro-ducción" (el centro de trabajo), dejando delado o en segundo plano la acción sobre elresto del ciclo de realización del capital(circulación, distribución, valorización y,sobre todo, el consumo).Hoy en día esa crítica es necesaria y de ahíse debe trabajar por un nuevo sindicalismoque no sea exclusivamente laboral y corpo-rativo, sino social y político, donde se invo-lucre a otros sectores de la población ylaborales. Esto es evidente en el caso de losservicios públicos, pero en la mayoría delas empresas privadas también lo es; sola-mente hace falta ver el peso que tiene elconsumo en el PIB de los principales paísescapitalistas (creo que ronda entre el 20% yel 30%). Además, hoy en día y mucho másque hace cien o doscientos años, el trabaja-dor-a ya no es sólo un productor de mer-cancías, valor y servicios (reducido a supropia reproducción elemental y la de sufamilia), sino un consumidor-a nato; cuyopeso en la economía ha ido adquiriendomás y más relevancia, a medida que se con-


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vertía también en comprador-a de vivienda,autos, la industria del ocio, o solicita crédi-tos a los bancos (incluso hasta hipotecarsepara el resto de su vida).7. Una de las hipótesis de trabajo, de cara aconstruir un nuevo sindicalismo, seríaadoptar el concepto de Comunidad como laarticulación de alianzas sociales o políticas.A mí personalmente el concepto de"Comunidad Educativa" que se empleapara definir una unión de intereses entretrabajadoras y trabajadores del sector,alumnas-os y madres o padres, me pareceperfecto; lo que no quita que dentro de esaComunidad existan intereses particularesde cada uno de ellos (que tienen que defen-der) y a veces incluso contradictorios entresí. Otro tanto lo podríamos aplicar a lasalud, los servicios sociales, el transporte yun largo etcétera.Además, no estamos reinventando algo tannovedoso. Basta que recordemos la expe-riencia de los primeros movimientos obre-ros y sindicales en este país. En Los oríge-nes sociales del anarquismo andaluz.Capitalismo agrario y lucha de clases en laprovincia de Cádiz 1868-1903 (TemmaKaplan, Editorial Crítica), 1977 se cuentaninfinidad de ejemplos de cómo en la zonaoccidental de Andalucía (Cádiz, Huelva ySevilla) se fueron creando estructuras delucha y colaboración permanentes entre losjornaleros, los pequeños agricultores, lostrabajadores de oficios de las ciudades, losdesempleados y, en particular, las muje-res... Estas comunas libertarias fueron labase sobre las que se cimentaron las insu-rrecciones y levantamientos sociales a lolargo de la segunda mitad del siglo XIX. Enla misma línea, pero un poco posterior, esla experiencia que narra Chris Ealhamsobre la ciudad de Barcelona (La lucha porBarcelona, Alianza Editorial, 2005), dondeel viejo anarquismo, además de luchar con-tra la explotación laboral, peleaba por unavivienda digna, escuelas, etcétera; inclusola creación de una cultura alternativa a tra-vés de ateneos que impartían los maestrosanarquistas. Terminaré con un párrafo del

libro de Kaplan sobre el anarquismo anda-luz del siglo XIX que refleja muy bien laidea que he querido aquí transmitir:"El anarquismo echó sólidas raíces enparte porque fue capaz de asimilar y trans-formar la cultura obrera y pequeño bur-guesa tradicional. Las ramas culturales delanarquismo andaluz, sus secciones demujeres, sus escuelas laicas, sus bibliote-cas y sus cafés estaban coordinadas por losconsejos anarquistas locales, a menudocompuestos por todos los que se considera-ban a sí mismos anarquistas. Ellos deter-minaban las actividades sociales, funda-ban cooperativas, recaudaban dinero paraayudar a los huelguistas, y creaban un sen-tido colectivo de identidad".


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UNA SENTENCIA ANTICUADA(fragmentos)

Ante la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) [sobre permisos de paterni-dad] la PPIINA declara su perplejidad (...)Como subraya el voto particular de la Magistrada María Luisa Balaguer (una delas dos únicas mujeres de los 11 magistrados que constituyen el Pleno del TC),el TC ha perdido la ocasión de revisar una doctrina que viene de otro tiempo.La legislación desigual se sigue amparando en que la función del permiso de lasmadres es la recuperación del parto y la salud de la madre. Sin embargo, estepermiso de la madre se ha ido alargando hasta las 16 semanas, y en algunos paí-ses mucho más, lo que hace evidente que la mayor parte de este tiempo es parael cuidado. De hecho, el cuidado es indudablemente la única razón de quepueda cederse al padre (íntegramente si la madre muere, y en general 10 de las16 semanas).

(...)En la PPIINA pensamos que es muy importante proteger la salud integral de lamadre. En este sentido, es muy importante que el padre (o la otra madre) puedaquedarse al cargo de su bebé el mismo tiempo para que ella pueda mantener suempleo, descansar y no verse sometida a dobles y triples jornadas, para que seaindependiente económicamente y pueda disfrutar de una familia igualitaria,con menor riesgo de pobreza y de violencia.La PPIINA da la enhorabuena al voto particular de la Magistrada María LuisaBalaguer que alega que:-el TC se olvida de la repercusión externa que la asunción de la responsabilida-des familiares tiene en el ámbito laboral.- la sentencia ignora que existe un claro efecto de discriminación indirecta delas mujeres asociado al hecho de la maternidad, que el legislador debería tratarde erradicar por mandato del art. 9.2 CE.- ni la finalidad exclusiva del permiso de maternidad es la recuperación físicade la madre, ni la finalidad del permiso de paternidad es (sólo) la conciliación.- la diferencia normativa dispuesta entre los permisos de cuidado de menoresrecién nacidos atribuida a los hombres y la que se reconoce a las mujeres, estábasada en el sexo, es decir, una de las categorías prohibidas contenidas en elart. 14 CE.Los tribunales de países como España se aferran a la familia patriarcal, que esla primera escuela de desigualdad y dominación. Los permisos igualitarios sonuna medida clave para caminar hacia una sociedad más justa y más feliz.Estamos a punto de conseguirlo pero no está ganado.

Declaración de la Plataforma PPiiNAigualeseintransferibles.org/blog/fallo-del-tc-una-sentencia-anticuada


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Quitar el tapónA mediados de mayo, la legislatura marchaba al cansino paso marcado por el partidogobernante, infectado por la corrupción, por un Ejecutivo agotado y por un jefe delGobierno que, a falta de ideas, había adoptado el lema franquista de "aguantar es vencer"como táctica preferente para terminar el mandato con el menor desgaste posible.El Popular no es un partido conservador al uso, sino un partido reaccionario, cuyo instin-to clerical y de clase le lleva a ir a la contra de lo que hacen sus oponentes más progresis-tas; su programa no es tanto hacer como deshacer; reaccionar con crispación y aspavien-tos contra lo que otros promueven, y estando en el Gobierno, ya sin ganas, no dejar hacera la oposición para no tener que oponerse.Debido a la compleja relación de fuerzas, el Congreso languidecía por el veto guberna-mental a las propuestas de los partidos contrarios; con 137 diputados el Partido Popularcasi no legislaba -13 leyes, casi 60 vetos-, pero desde la Mesa del Congreso podía recha-zar las propuestas legislativas de la oposición, pues sin proyectos no había debate ni, portanto, posible desgaste del Gobierno.Con la oposición dividida y reducida a la impotencia, los movimientos sociales en atonía,salvo el feminista, y los jueces ocupándose del "problema catalán", Rajoy, instalado en unaespecie de largo mandato en funciones, dejaba pasar el tiempo intentando mantener ínte-gro el antisocial paquete de medidas de la legislatura precedente y conservar el Gobierno,pero, ante todo, evitar que otros lo ocupasen. Confiaba en que los efectos negativos de lacorrupción y las persistentes secuelas de la recesión y las medidas de austeridad se palia-sen con los efectos positivos de la localizada recuperación económica, le permitieran ago-tar la legislatura y llegar a las elecciones con apoyo suficiente para ganarlas con una mayo-ría más holgada.

José M. Roca

Desmarianización

Pero el día 25 de mayo, la sentencia sobreuna de las piezas de la trama "Gürtel" sacóal Gobierno de este cómodo nirvana. LaAudiencia Nacional estimaba probado queen el Partido Popular existía un "auténticosistema de defraudación del erario públi-co", a escala central, local y autonómica,para manipular contratos públicos conobtención de beneficios ilícitos, del que sederivaba un extenso repertorio de delitos(prevaricación, apropiación indebida, fal-sedad documental, asociación ilícita, cohe-cho, malversación de fondos públicos,fraude, evasión fiscal, blanqueo de capita-les, tráfico de influencias y financiaciónilegal), por los cuales condenaba a 29 per-sonas a cumplir un total de 351 años de cár-cel.La sentencia hubiera sido un mazazo paracualquier gobierno, pero más para este porsus antecedentes y por el momento en quese produjo. Dos días antes de conocerse,era detenido Eduardo Zaplana, ex presiden-te de la Comunidad Valenciana, que ha sidootro de los centros neurálgicos de lacorrupción del PP. Zaplana, presidente enlos años de opacidad y despilfarro (1995-2002), cuando el Turia no era de plata,como dice el himno regional, sino de oro,ha sido acusado de blanqueo y delito fiscalal tratar de repatriar, desde Panamá, 10,5millones de euros procedentes, presunta-mente, del cobro de sobornos durante sumandato.Ese mismo día, el Tribunal de Cuentas vol-vía a señalar irregularidades en la contabi-lidad de la Ciudad de la Justicia de Madrid.El apenas iniciado proyecto faraónico deEsperanza Aguirre (un edificio, de los doceprevistos, unidos por casi dos kilómetrosde túneles subterráneos), que hasta elmomento ha tenido 105 millones de eurostirados de forma inútil en boato, promo-ción, contratos dudosos, sueldos exagera-dos a amigos y conocidos y otros gastospor justificar, ya que han desaparecido lascorrespondientes facturas.Un día después de conocerse la sentenciadel caso "Gürtel", un juez de Madrid anuló

la venta de 2.935 pisos del Instituto de laVivienda de Madrid (IVIMA), realizada en2013, durante el mandato de IgnacioGonzález (implicado en el caso "Lezo"), aun fondo de inversión de los llamados "bui-tres", por la cantidad de 211 millones deeuros (72.000 euros por piso de promedio).Todo esto sucedía poco después del turbioasunto del (presunto) máster de CristinaCifuentes y del episodio del bolso, quedeterminaron su dimisión de la Presidenciade la Comunidad de Madrid y el final de sucarrera política, y a un mes escaso de que elConsejo de Europa solicitara al senador delPP, Pedro Agramunt, su dimisión en laAsamblea Parlamentaria del Consejo deEuropa por corrupción.A la sentencia se añadían una treintena dejuicios pendientes de otras tramas y casosde corrupción -"Púnica", "Lezo", "Taula","Valmor", etc-, en los cuales 12 ministrosde la época de Aznar debían saldar cuentascon la justicia, así como 3 ex presidentes dela Generalidad de Valencia, otros 3 de laComunidad de Madrid, 1 de Murcia y otrode Baleares (Matas, ya imputado en otros),sin contar los alcaldes y concejales imputa-dos en casos menores. Desde el punto devista judicial, el año 2018 había empezadobastante mal para el Partido Popular, puesen enero figuraban imputados 4 exminis-tros, 6 expresidentes de comunidades autó-nomas, 5 expresidentes de diputaciones, 5diputados nacionales, 18 consejeros decomunidades, 3 extesoreros nacionales yhasta 800 concejales y cargos políticos demenos nivel. Además, el Congreso habíareprobado a cinco ministros (Justicia,Hacienda, Exteriores, Interior y Sanidad).Una vez conocida la sentencia de la trama"Gurtell", ya no cabían más excusas ni másactos de reafirmación partidista para cape-ar el temporal; la justicia había investigado,juzgado y dictado sentencia: la denuncia deuna presunta "trama contra el PP", aducidapor Rajoy ante los primeros indicios dedelito, y la negativa a asumir responsabili-dad alguna en este y en otros casos ya nopodían ocultar la existencia de delictivas


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redes clientelares ni la magnitud políticadel desastre.En esa coyuntura, ante la negativa deRajoy, como beneficiario de la trama y diri-gente del Partido, a asumir sus responsabi-lidades en el caso y dimitir, no quedabaotro remedio que promover un cambio deGobierno.La tarde del 31 de mayo, mientras se discu-tía su cese en el Congreso, Rajoy, refugia-do en un restaurante con algunos de lossuyos, parecía un registrador cansado másque un dirigente político en activo. En 2016había rehusado presentar al rey su investi-dura y en 2018 tampoco quiso presentarlesu dimisión; prefirió que otros adoptasen ladecisión de echarle. Don Tancredo hasta elfinal.La moción de censura presentada por elPSOE era el primer paso para limpiar losestablos de Augias en que se había conver-tido el Partido Popular, un acto de respon-sabilidad nacional, un deber cívico y unimperativo de la decencia política. Con 169votos en contra (PP, Cs, UPN, FAC) y unaabstención (CC), la moción de censura seaprobó con los 180 votos del resto de lacámara y convirtió a Pedro Sánchez enPresidente del Gobierno.Fue como quitar el tapón y dejar que elagua sucia se fuera por el desagüe, inclusohizo moverse las cosas en el PP, que se vioabocado a celebrar unas elecciones prima-rias ante la inesperada dimisión de Rajoy,que en febrero había anunciado su inten-ción de repetir como candidato a la presi-dencia del Gobierno.

Relevo a destiempoSin embargo, el relevo en la Moncloa seprodujo a destiempo, lejos del optimismopopular que habían suscitado las eleccionesde diciembre de 2015 y la ilusión de lograrun cambio de gobierno en 2016, como cul-minación del quinquenio de protestassociales contra los perniciosos efectos de lacrisis financiera y las medidas de austeri-dad dictadas por la "troika", aplicadas sincompasión alguna por el gabinete de Rajoy.

Como en otras ocasiones y confirmando laseparación entre la España real, activa, exi-gente y necesitada de cambios, y la morosaEspaña oficial, reacia a ellos, se constató eldivorcio entre la lentitud de las institucio-nes para renovarse y abordar reformas enprofundidad y las exigencias de la partemás consciente y dinámica de la sociedad,acuciada por la crisis y el deterioro demo-crático, que, entre otros efectos, afectaba alrégimen de partidos, en particular al bipar-tidismo de hecho establecido por PSOE yel PP.La llamada "desafección ciudadana", regis-trada años antes, y la crisis económicaagravada por las medidas de austeridad hanprovocado en España y en Europa un movi-miento telúrico del cual todavía no hemossalido. La brutal recomposición social lle-vada a cabo en los últimos diez años haremovido el espectro político y afectado alsistema de partidos, en particular a los deizquierda, y a la correlación de fuerzas.Frente a la burocratización de los partidostradicionales, desde los movimientos socia-les se ha querido mejorar la representaciónpolítica ciudadana para hacerla más direc-ta, democrática y sensible a las necesidadespopulares, pero hasta ahora el intento devincular de forma orgánica partidos políti-cos y movimientos sociales no ha tenidouna solución satisfactoria, como revela laorla de grupos políticos en torno aPodemos, que ofrece la imagen de unmagma en permanente ebullición. Así,pues, no sólo persiste el bipartidismo, aun-que debilitado, sino que ha emergido unbipartidismo subalterno que coexiste con elprimero y al que aspira a reemplazar. Estáformado por Podemos y la inestable y con-dicional cohorte que le rodea y porCiudadanos, un producto "centrista" delaboratorio, que evoluciona como recambiodel PP.La dificultad que comporta esa recomposi-ción de las fuerzas políticas se debe tam-bién al doble efecto que ha tenido la rece-sión económica como crisis social y comocrisis territorial, donde la polaridad entre

Trasversales 45 / octubre 2018

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Espacios

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clases sociales se ha mezclado con la pola-ridad entre territorios; si la polaridad socialexpresa la diferencia, que ha crecido duran-te la crisis, de rentas, oportunidades, nively calidad de vida entre las clases ricas y lasclases no ricas y en particular las pobres (lacrisis ha aumentado el número de millona-rios y el de pobres y excluidos); la polari-dad territorial aparece por las diferenciasentre regiones ricas y regiones pobres, y elintento de las primeras de desentenderse dela suerte de las segundas. En ambos casospersiste la pugna política por el modo derepartir el excedente social: acentuando labrecha entre clases sociales y entre territo-rios, según el propósito de la derecha neo-liberal, al primar a los grupos sociales y alas zonas más prósperas, con el consiguien-te aumento de la desigualdad, o paliando labrecha entre regiones y grupos y clasessociales, con medidas de reparto compen-satorio -discriminación positiva- y solidari-dad, que debería ser la opción de la izquier-da.Todo esto, junto con las indecisiones, loserrores, la prisa o la falta de experiencia delas nuevas izquierdas y la burocratización,el recelo y la debilidad ideológica de lasviejas, explica que la ilusión y el impulsosocial de los primeros años de la crisis sehaya ido apagando y que el relevo en elgobierno haya llegado cuando la atonía y eldesencanto han prendido en la ciudadanía.Debilitado el impulso social, el cambio degobierno estuvo lejos de ser una conquistasocial surgida de las urnas y quedó comoresultado de un complejo acuerdo entrepartidos con representación parlamentariacon el objetivo loable de sacar delGobierno, mediante un instrumento legal, aun partido anegado por los casos de corrup-ción.Aun así, la moción de censura fue necesa-ria, no sólo por decencia democrática, sinoporque abría la oportunidad de acabar conuna etapa aciaga, marcada por el retrocesoen conquistas laborales, sociales y dere-chos civiles, como resultado de la lucha declases impulsada por el Gobierno de Rajoy

con la implacable decisión de doblegar laresistencia social y sentar las condicionesadecuadas para facilitar, para mucho tiem-po, la hegemonía del gran capital.

El nuevo gobiernoLa llegada del PSOE a la Moncloa abre, enel orden interno, la posibilidad de poner fina la etapa de austeridad y revertir los peo-res efectos del programa de Rajoy, avanzaren regeneración política y profundizacióndemocrática, intentar la distensión enCataluña y, por otro lado, con una políticaexterior más decidida, ayudar a neutralizarla creciente influencia del populismo en laUnión Europea. Los retos son grandes,pero los obstáculos van en consonancia.El primero es el pavoroso legado de Rajoy,que deja un problema envenenado enCataluña, una crecida deuda pública queronda el 99% del PIB, un grave deteriorosocial y una profunda involución en mate-ria de derechos.El segundo es el problemático apoyo parla-mentario del nuevo Gobierno. No es fácilgo bernar con 84 diputados y depender delapoyo condicionado de los partidos nacio-nalistas, acostumbrados a salir ganando yen fase ascendente de sus aspiraciones, delas oscilaciones de Podemos, que si biencolabora con el Gobierno aspira a reempla-zar al PSOE, dando, además, por sentada laoposición desleal de la derecha, reciéndesa lojada del poder (por voluntad de supropio presidente, dicho sea de paso) y lade Cs, cuyos dirigentes están empeñadosen superar al PP en algunos de sus postula-dos más rancios.El tercer obstáculo está en el propio PSOE,afectado por la persistente crisis de lasocialdemocracia y recién salido de la suyapropia, con una actitud triunfal y un ambi-cioso programa de reformas, que no pareceacompañado por la fortaleza ideológicanecesaria ni por la adecuada cualificación,no sólo académica, del gabinete, pues algu-nos de sus ministros ofrecen a la oposiciónuna retaguardia de cristal.Sánchez pretende acabar la legislatura


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dejando cambios perceptibles, al revés queRajoy, que la había convertido en tiempomuerto, pero de la parálisis del gobiernodel PP hemos pasado a la hiperactividad delgobierno de Sánchez, cuyos miembrospecan de locuacidad y excesiva gesticula-ción. Los ministros socialistas parecenactuar sometidos por la presión de mostrarun propósito reformista y por el limitadotiempo disponible para llevarlo a cabo,teniendo además que contar con unos apo-yos parlamentarios tan disparejos.En los primeros cien días, lo cierto es queno han contado ni con una semana de gra-cia por parte del PP y de Cs, se han sucedi-do las propuestas, los anuncios, las correc-ciones posteriores y las renuncias, en asun-tos como las relaciones con la Generalitat,la subida de los impuestos a la banca, laderogación de la LOMCE, el relevo en ladirección de RTVE, el impuesto a los vehí-culos con motor Diesel, la defensa del juezLlarena ante la demanda de Puigdemont, lafinanciación autonómica, la fecha de exhu-mación de los restos de Franco, el destinodel Valle de los Caídos, la inmigración("Aquarius"/devolución inmediata), la reti-rada de "concertinas" en la frontera conMarruecos, la venta de bombas a ArabiaSaudí, una reforma de la Constitución, porla vía rápida, que anuncia una rectificacióno una cercana renuncia y utilizar algunosatajos, que ya había utilizado el PP, parareformar la ley presupuestaria. Y también,el apoyo a cuatro ministros (Cultura,Sanidad, Ciencia y Justicia), para acabarsolicitando la dimisión de dos de ellos. Y ladimisión de dos ministros -Carmen Montóny Maxim Huerta-, la reprobación de otra yel cuestionamiento de un cuarto en pocomás de cien días, no es poca cosa.Todo ello ha mostrado un lado débil a lospartidos de la derecha, que no han perdidola ocasión de solicitar comparecencias,comisiones de investigación, dimisiones yaplicar el artículo 155 de la Constitución enCataluña, exigiendo a Sánchez una activi-dad de la que careció Rajoy durante años.Por lo que da la impresión de que este gabi-

nete -hombres y mujeres- bien preparadono parece preparado para afrontar la desle-al oposición del PP, reforzado por las vita-minas aznaristas del joven Casado, y por lade Ciudadanos.Sería deseable que el Gobierno se sometie-ra a una acelerada cura de sosiego, pruden-cia, coordinación para mejorar el trabajo enequipo, hiciera acopio de coraje y reconta-ra sus diputados, que son pocos, para sope-sar sus apoyos antes de proponerse metasque no puede alcanzar o que le van a supo-ner impagables hipotecas, o vamos decabeza a unas elecciones anticipadas y noen las mejores condiciones para evitar elregreso de la derecha a la Moncloa.La "desmarianización" está en el aire.


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El hombre cualquiera alienta la esperanza de volver a un tiempo en el que las cosas erandistintas, en el que los afectos se recibían sin tener que comprarlos y los cuidados forma-ban parte del ser familiar y comunitario. Le ilusiona con salir unos días de la ciudad-cár-cel, a veces le basta con un par de horas en el Retiro para recuperar la felicidad de mirarlas hojas de los árboles y dar de comer a los pájaros. En esos momentos sueña con vivirde otra manera, más despacio, con menos, en dedicarle más tiempo al cultivo de los afec-tos y de la solidaridad y se acuerda de esa chica que todos los días se encuentra yendo altrabajo pidiendo con un bebé. Y entonces repara en todas esas y esos cualesquiera quesobreviven al otro lado, de sus gestos de sufrimiento y soledad ya invisibles para todos loscualesquiera como él que corren apresurados a encerrarse en sus oficinas-cárceles y no tie-nen tiempo para percibir el sufrimiento y la soledad de los otros, no quieren verlo, acele-ran el paso avergonzados ante la iniquidad del dolor no atendido pero reconfortados queno les toca a ellos.En ese otro tiempo que visita fugazmente, el hombre cualquiera encuentra a alguno deellos, los que ya no pueden más, los que se refugian del infierno de la ciudad, de ese tiem-po en el que ellos sufren del acoso de la policía y de los fascistas cobardes que disimulansu miedo con esa violencia exorcismo de la pobreza y la miseria.En los sitios más recónditos de los parques, en los rincones más inhóspitos de las ciuda-des los encuentra, agrupados para defenderse del odio y la violencia que emergen de ladegradación de sus propias existencias, construyendo sin saberlo lazos de comunidad, esosque sólo quedan cuando no hay bienes que intercambiar, cuando la propiedad es impensa-ble.El deterioro físico y, con frecuencia, moral de sus vidas es evidente; algunos de ellos prac-tican la violencia más feroz contra otros desgraciados como ellos y hasta se convierten ensiervos/esclavos de las actividades más deleznables de esta sociedad envilecida.Pero, si se acerca un poco más, el hombre cualquiera percibe que el pueblo de los carto-nes se aleja de la normalidad que a él le ha enfermado. Cuando la policía, arrogante, lesexige la documentación, la gente de los cartones tarda en comprender. Documentación,¿cuál?¿dónde obtenerla? ¿para qué? Su vida ya no es la vida documentada y administraday no tienen muchas razones para creer que estar documentados les reportara muchas ven-tajas.Su existencia es precaria y saben que no será muy larga. Contemplando el mundo de losnormales echan de menos algunas comodidades, su estabilidad y seguridad pero temen lainfelicidad que sus rostros no pueden ocultar, la desgracia compartida e impotente de susapresuramientos para honrar al trabajo y al dinero.El hombre cualquiera no envidia a la gente de los cartones pero está entendiendo que larecuperación de su vida exige de alguna ruptura, que las ventajas de su vida administradacada vez valen menos frente a su desgracia cotidiana de mansedumbre y aire acondiciona-do.

José Errejón

SALIR

Sabe que debe salir de la ciudad, desdeluego, que nada hay en la misma (y muchomenos en lo que se conoce como actividadpolítica) que sirva para salir de la vidaadministrada. Pero también sabe que algu-nas salidas no hacen sino prolongar,ampliados, los rasgos característicos de lavida administrada. Ha visto (incluso haparticipado) como la "vuelta al campo",conducida por políticos bienestaristas ypromotores inmobiliarios ha servido paraasfixiar las posibilidades de regeneraciónprovenientes del medio rural a través de lamultiplicación de urbanizaciones, infraes-tructuras del transporte, tráfico y contami-nación.Y concluye que no, que hay que pelear porla ciudad. Pero no por esa ciudad vaciadade las relaciones entre las gentes que lahabitan. Esta ciudad es un "no lugar" en elque no hay sitio para los encuentros, para lasociabilidad que a cada uno nos constituyecomo personas.La lucha es por la ciudad comunidad, porrescatarla de su secuestro por el tráfico y lamercancía, un espacio quebrado donde sólopuede vivir una población masificada yuniformizada, motorizada y confinada casisiempre en espacios cerrados y, en todocaso, vigilados.El hombre cualquiera padece este "espaciourbano sin vida urbana" especialmente enel metro. En el vagón, todos con su móvil ymuchos con sus auriculares, bien separadosaunque hacinados como sardinas en lata.Una monstruosa operación de individuali-zación de la que la subjetividad no se bene-ficia con más tiempo para la observación ola reflexión, todos conectados a alguno delos gran hermano operantes en la industriade la (in)comunicación, en silencio peroescuchando y asimilando mensajes que nopueden ser discutidos salvo en esa parodiade debates en las redes sociales.Y advierte que la compactación obligada enla ciudad niega la posibilidad misma de lacomunicación, de modo que esta sólo selogra mediada por los aparatos encargadosde administrar la vida colectiva.

La "ciudad comunidad" precisa ser pensadapero en el curso de las luchas y las resisten-cias contra la ciudad mercancía.Sí, sabe que hay que salir de esta ciudadpero ha comprendido que para hacerlo hayque derribar primero los muros de la ciudadmercancía.


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Estoy harta de escuchar si fulanito o menganita tienen o no tienen estudios superiores o siplagiaron o no sus trabajos de final de máster o sus tesis doctorales.Comienzo este curso con la tristeza de ver cómo Albert Rivera y su cohorte de Ciudadanos,se empeñan en llevar la política a un lodazal en el que mezclar temas con el único objeti-vo de seguir apareciendo a cualquier precio en los medios y, posiblemente, arañar unospocos votos.Con todo este lío que han montado este hombre y sus secuaces con los malditos titulitos ydemás se ha usurpado a la ciudadanía conocer el alcance que tiene la convalidación. porunanimidad. de todos los partidos del Congreso del Real Decreto-Ley 9/2018, de 3 deagosto, de medidas urgentes para el desarrollo del Pacto de Estado contra la violencia degénero.Su objetivo es poner en marcha tres medidas del Pacto que requieren modificaciones legis-lativas: devolver las competencias a los ayuntamientos en materia de violencia machista,permitir que los menores puedan recibir asistencia psicológica con el permiso de un únicoprogenitor y agilizar la acreditación de las víctimas sin necesidad de sentencia judicial paraque éstas reciban ayudas.Estas tres medidas son fundamentales para agilizar las ayudas de todo tipo que deben reci-bir las mujeres víctimas y sus criaturas. Con intervenciones rápidas por parte de las admi-nistraciones competentes, el sufrimiento de esas mujeres, no desaparece, pero la sensaciónde desamparo se puede mitigar bastante.Si a estas medidas le sumamos la urgente necesidad de formación a todos los agentes jurí-dicos y sociales que están implicados en este tema y al conjunto de la ciudadanía en gene-ral, podremos comenzar a hablar de la importancia que tiene para los gobiernos la erradi-cación de estos asesinatos machistas.Pero como hemos visto esta semana, para algunos dirigentes políticos era mucho másimportante saber si Pedro Sánchez había plagiado o no su tesis doctoral que la vida demuchas mujeres que están sufriendo cada día este tipo de terrorismo cotidiano.La vida y seguridad de las mujeres no está en la agenda política de Rivera, y ese des pre -cio, junto con su discurso neoliberal respecto a los vientres de alquiler, es po sible que sele vuelva en contra. Gente como él o como Toni Cantó, que en su mo mento cues tionó laveracidad de las denuncias por violencia machista, son quienes de forma estructural siguenejerciendo violencia sexista desde la política. Y lo hacen al no dar im portancia a la segu-ridad y la vida de las mujeres. Lo hacen al cuestionar nuestras voces. Lo hacen al consi-derarnos carentes de derechos en lo que a nuestra maternidad (o no) se refiere. Lo hacenal considerarnos meras vasijas gestantes de criaturas que serán entregadas a otras familiasy a las cuales despojarán de su derecho a estar con su familia biológica.

Teresa Mollá Castells

Ácido inicio de curso

Todo eso y alguna cosa más también es vio-lencia machista porque en el fondo siguenreivindicando que sus deseos sean conside-rados derechos, olvidándose de los dere-chos humanos de la mitad de la poblaciónque somos las mujeres.Seguramente para ellos y para la gente delPP carecerá de importancia donde se ubi-quen orgánicamente los temas que nosafectan a las mujeres y a todo lo referente ala igualdad entre mujeres y hombres. Niquien ocupe esa responsabilidad. Pero esta-mos comprobando cómo cuando es unamujer feminista y comprometida quien seencarga de estos temas y que, además, haformado un buen equipo, el impulso paraerradicar las violencias machistas es inme-diato. Y lo es porque sabe y conoce laimportancia que estos temas tienen para eldesarrollo de los derechos humanos detodas las personas. Porque no podemosolvidar que los temas relacionados con laigualdad son temas que nos atañen a todaslas personas y no sólo a las mujeres.Porque cada vez que una mujer o una cria-tura es asesinada, toda la sociedad fracasaal no haber sabido protegerla y cuidarlacomo persona.Afortunadamente hemos avanzado bastan-te en este tema y cada día hay menos tole-rancia a los asesinatos machistas. Peroseguimos siendo tolerantes ante el despre-cio a la vida de las mujeres y a su dignidad. Insisto en la necesidad de formación atodos los niveles sociales. Desde la comu-nidad educativa, en el sistema sanitariopúblico, en la judicatura, en la fiscalía, enlas patronales, en los sindicatos, en loscuerpos y fuerzas de seguridad del estado,en todas las administraciones. Es absoluta-mente necesaria esa formación en la pre-vención de las violencias machistas paradesmontar los mitos que siguen encubrién-dola de forma directa o indirecta.Y como no, para desnaturalizar aquellassituaciones en las que los indicios de cual-quier tipo advierten que puede haberse ini-ciado el ciclo de la violencia que puedeacabar con la vida de alguna mujer.

Desde hace unos años se viene invirtiendomucho tiempo y dinero en formación parala prevención de los accidentes laborales. Yaunque desgraciadamente no han desapare-cido, sí han disminuido considerablemente.Es momento de actuar de la misma maneracon la prevención de las violencias machis-tas. Porque no debemos ser asesinadas porser mujeres. Y porque nuestra vida ha detener el mismo valor que la de los hombres.Por eso el señor Rivera ha usurpado a laciu dadanía el derecho a conocer estas me -didas porque, a pesar de haberlas votado afavor, no se las cree. Pero tampoco laspuede votar en contra. Y para desviar laatención sacó a colación algo tan irrelevan-te para los derechos humanos de toda laciudadanía como la tesis del señor Sán -chez, ocultando aquello que le es incómo-do: los temas relacionados con la igualdadentre hombres y mujeres. Y por supuestotodo lo relacionado con la protección y laseguridad en las vidas de las mujeres.Vuelvo de vacaciones muy enfadada por-que en política no todo vale y este hombrecon sus nuevas formas de hacer políticaestá encarnando todo aquello contra lo queiba a luchar. Y no, para nada está regene-rando la vida política. Muy al contrario, laestá enfangando mucho más.Las mujeres comprometidas con los dere-chos humanos y con el feminismo lo sabe-mos muy bien. Y no, no le votaremos, perosí denunciaremos su rancio discurso y sufalta de respeto hacia nuestras vidas y nues-tros cuerpos.

Ontinyent, 17 de septiembre de 2018


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Por factores que ahora sería largo enumerar, como la corrupción política, la desafecciónciudadana hacia los gestores públicos, los efectos de la recesión económica, el auge delindependentismo, la difícil aplicación de la Ley de la memoria histórica o la cercana exhu-mación de los restos de Franco, entre otros, se ha acentuado el discurso crítico sobre laTransición, sostenido con frecuencia por tópicas visiones del adanismo más simple, demodo que, aprovechando las vacaciones, he impartido una especie de breve seminariofamiliar, dicho de forma solemne, sobre el franquismo, y espero continuarlo con la transi-ción.En realidad han sido una serie de charlas matinales con mis hijas para explicar, de mane-ra rápida y ordenada, primero, y estimular su conocimiento después, unas etapas de la his-toria de España que en los apretados planes de estudio suelen ser tratadas de forma apre-surada o superficial, cuando no son claramente orilladas con el pretexto de la falta tiempo,confiando en que los alumnos rellenen por su cuenta tales vacíos.Una vez realizado el esfuerzo para la familia, ofrezco el guion, con algunos datos y fechas,porque estimo más importante la perspectiva general que los detalles, debiendo advertir,claro está, que la selección de hechos que configuran el relato está realizada desde mipunto de vista político y geográfico y que, sin bibliografía a mano y con difícil conexióna internet, ha dependido en gran medida de una memoria ya flaca, completada con algu-nos datos al regreso de las vacaciones.

Fernando Gil

Cronología del franquismo

El guion no marca un canon ni muchomenos, sino una apretada síntesis dehechos conocidos, que cada uno puedeaumentar o matizar según su parecer yrecuerdos, su punto de vista y su ubicacióngeográfica, para insertar su particular peri-pecia en los sucesos de aquellos años, en elsupuesto de que los viviera y de que le inte-rese realizar a día de hoy ese -útil o inútil-ejercicio de introspección.Sugiero, igual que lo he facilitado a mishijas, el título de algunas películas que pue-den ayudar a los más jóvenes a hacerse unaidea de cómo era la España de entonces,que, modestamente, estimo que es una granlaguna en el repertorio de conocimientosacadémicos de las nuevas generaciones. Yquizá de las viejas.

Primera etapa. 1939-1959. Autarquía ydictadura, pura y duraEl 1 de abril de 1939, acaba la guerra civil-la "cruzada"- con la victoria de las dere-chas del bando alzado el 18 de julio de1936. Derrota de la República y exilio derepublicanos. Septiembre: comienza la IIªGuerra Mundial. España aliada de laAlemania de Hitler y de la Italia deMussolini. "División azul" a Rusia (1943).Castigo a los vencidos; expolio de sus par-tidos y sindicatos. Dictadura de clase detipo fascista. Falange en el Gobierno.Represión masiva; causa general contra"los rebeldes" (que fueron los leales al régi-men legal); ley de responsabilidades políti-cas, 150.000 personas ejecutadas y desapa-recidas (enterradas en lugares ignotos).Primeras leyes del Régimen: Fuero delTrabajo, Ley de Cortes, Fuero de losEspañoles, Ley de Sucesión, Principios delMovimiento Nacional.La (simbólica) España imperial: "Una,grande y libre". Estado corporativo, verti-cal y autoritario. Vías de representaciónpolítica: familia, municipio y sindicato. Poderes extraordinarios de Franco: Jefe delEstado, del Gobierno (hasta junio de 1973,en que Carrero Blanco ocupa el cargo), delEjército y del partido único (Movimiento

Nacional); preside el Consejo Nacional y laJunta de Defensa Nacional, designa a lospresidentes de las Cortes, del TribunalSupremo y el de Cuentas, del Consejo delReino, del Consejo de Economía Nacionaly al Jefe de la Organización Sindical, nom-bra a los ministros del gobierno, a 40 con-sejeros nacionales, a 25 procuradores enCortes, interviene en el nombramiento deobispos y designa a su sucesor (futuro rey).Partido único: el Movimiento Nacional -laFalange, las JONS y la Comunión Tra -dicionalista (carlistas)-. Sindicato único -Central Nacional Sindicalista-, que agrupaa empresarios y trabajadores. Religiónúnica: poderes y privilegios de la Iglesiacatólica: asignatura obligatoria en la ense-ñanza -las 3 "marías" (religión, Formacióndel Espíritu Nacional, gimnasia)-, censura,calendario oficial, representación en lasCortes.Propaganda: planes de estudio, censuraprevia de prensa y edición. Agencias ofi-ciales de noticias: EFE y Pyresa. Cadena dePrensa del Movimiento (40 diarios, 95revistas); Radio Nacional (monopolio de lainformación: "el parte"); red de emisorasde radio del Movimiento (un centenar).NO-DO, noticiario obligatorio en los cines;años 40 y 50, cine "imperial" y católico:"Alba de América", "Raza", "A mí, lalegión", "Juana la Loca", "Jeromín","Balarrasa". Luego, neorrealismo español ynovela y teatro social.1945: acaba la IIª Guerra Mundial con laderrota del eje Berlín-Roma-Tokio. Elmundo se divide en dos bloques dirigidospor EE.UU. y la URSS. Guerra fría. Elrégimen de Franco, superviviente pero ais-lado, queda fuera de la ONU (retirada deembajadores).Autarquía: producción para el consumointerior (atraso tecnológico, carencia dematerias primas). Escasez, cartillas deracionamiento; mercado negro. Ayuda dePerón (carne y trigo). Precariedad: falta deviviendas (realquilados) ("El pisito", "Elverdugo"); trabajo: sueldos bajos, largasjornadas, pluriempleo.


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1950: EE.UU. abre embajada en España.Primeras respuestas populares a la dictadu-ra: 1951: boicot a los tranvías enBarcelona; 1952: huelgas mineras enAsturias. 1952: España admitida en laUNESCO.1953. Fin del aislamiento: Concordato conel Vaticano y acuerdos con EE.UU. (crédi-tos, bases militares, radio Liberty). 1955:España en la ONU. ("Bienvenido, místerMarshall").1956: TVE empieza a emitir. Protestasestudiantiles en varias universidades; tresmeses de estado de excepción. XXCongreso del PCUS, informe crítico sobreStalin. Jruschov propone la "coexistenciapacífica" con el bloque occidental; el PCE:la "reconciliación nacional", democráticoabrazo de las dos Españas.1958. Huelgas mineras en Asturias (pozo"La Camocha": embrión de CCOO). Leyde convenios colectivos. Tratado de Roma(Benelux, RFA, Francia, Italia): MercadoComún Europeo. 1959. Fin de la autarquía. Plan deEstabilización. Depreciación de la peseta;bajón salarial, emigración, entrada de capi-tal extranjero; parcial liberalización econó-mica, comercio exterior. De forma subordi-nada, modesta, parcial y tardía España seune al bloque occidental y al neocapitalis-mo europeo (capitalismo controlado, régi-men democrático y Estado del bienestar).

Segunda etapa. 1960-1969. El "milagro"económico español. Ligera y breve aper-tura política y cultural.La Falange pierde peso, influencia delOpus Dei en el Gobierno con ministros tec-nócratas, menos "políticos" y más "técni-cos" (fin de las ideologías: Lipset, Bell yFernández de la Mora). Modernizacióneconómica pero dependencia técnica, ytímida "apertura" política.Planes de Desarrollo (López Rodó).Industrialización acelerada y urbanizacióndesordenada (especulación del suelo,barrios dormitorio, chabolismo). Tasas decrecimiento rápido y sostenido. Polos de

desarrollo; planes agrícolas (IRYDA):colonización, Plan Badajoz, Plan Jaén.Obras públicas: pantanos y regadíos; racio-nalización agrícola (concentración parcela-ria).Entre 1950 y 1973, los años del "milagroeconómico" español, la tasa de crecimientoindustrial fue del 9,5% (Alemania 7,1%,Francia 6,1%, GB 3,0%, Italia 7,6%,Portugal 7,8%, Rusia 8,6%). Emigración del campo a las ciudades, a laszonas industriales y al extranjero ("Vente aAlemania, Pepe", "Españolas en París").Cine: costumbrismo, comedias, a la espa-ñola, de la clase media; a finales de la déca-da, tercera vía; arte y ensayo.Apertura al exterior (escaparate: alegría,folclore y dictadura): fomento del turismoextranjero: paella, flamenco, toros, sol yplaya (España tópica: "Spain is different").1961. España entre en la OCDE. 1962.Evento europeo (Mercado Común): perso-nalidades de la oposición y del sector másevolucionado del Régimen se encuentranen Munich. Represalias posteriores.1963: ejecución de Julián Grimau (comu-nista), Francisco Granados y JoaquínDelgado (anarquistas). 1964: Campaña depropaganda: bodas de plata del Régimen("XXV años de paz").Moderada liberalización del Gobierno enmateria de edición de libros, de prensa y deespectáculos.1966: Ley de Prensa (LeyFraga). Ley de Sucesión a la Jefatura delEstado, que se respalda en un referéndumen diciembre de 1966 ("Franco, Sí").Recrudecimiento de las huelgas en mineríay metal; desarrollo clandestino de las orga-nizaciones obreras. En 1965 y en añossiguientes: protestas estudiantiles contra elfalangista SEU (Sindicato EspañolUniversitario); expulsión de profesores(Aranguren, García Calvo, Tierno Galván)y sanción a otros dos (Montero Díaz yAguilar Navarro), acusados de "incitar a lasubversión"; fundación del SDEUB(Sindicato Democrático de Estudiantes dela Universidad de Barcelona ) en 1967 ydel SDEUM (Sindicato Democrático de


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Estudiantes de la Universidad de Madrid)en 1968; recital de Raimón en la facultadde Económicas de Madrid; Massiel aEurovisión (polémica sobre la canción:"La, la, la").Verano 1968: ETA asesina al comisarioManzanas y al guardia civil Pardines ytiene su primer muerto -J. Echevarrieta-;comienza la etapa de terrorismo, que aca-bará en 2011.Efectos políticos y culturales en España delos agitados los años sesenta en el extranje-ro (política, música, literatura, prensa,moda, cine). Se funda la primera organiza-ción política de las generaciones posterio-res a la guerra civil: el "Felipe" (Frente deLiberación Popular), en Cataluña FOC y enel País Vasco ESBA, de corta vida. Efectosdel Concilio Vaticano II: escisión en laCuria y en la feligresía; comunidades debase, curas obreros, cristianos por el socia-lismo. Diálogo entre cristianos y marxistas.La tímida apertura muestra sus límites conel secuestro de publicaciones y las multas alos periódicos (cierre del diario "Madrid")."Cuadernos para el diálogo", "Índice","Triunfo", "Destino" y otras revistas divul-gan, con dificultades ("entre líneas"), unacultura moderna, cosmopolita, crítica ydemocrática.Como efecto de la industrialización y de laextensión del sector terciario (los servi-cios), al final de la década se han formadouna clase obrera concentrada y numerosa yuna modesta clase media urbana ("sufridaclase media"); España tiene una sociedadde consumo "a la española" (piso, cocheutilitario, nevera, lavadora, aspirador, tv,teléfono; ocio, cultura, vacaciones); de pea-tones a seatones (SEAT "600"). Extensióndel crédito familiar (vivir con deudas) yauge de la banca de barrio (captar ahorro).El movimiento obrero asoma la cabeza:grandes manifestaciones en 1967; elTribunal Supremo declara ilegales las"comisiones obreras".1969. Tras ser detenido, muere el estudian-te Enrique Ruano. Nuevas protestas; elGobierno cierra varias universidades y

declara el "estado de excepción". El prínci-pe Juan Carlos es nombrado sucesor deFranco con el título de rey.

Tercera etapa. 1970-1975. El estrambóti-co finalLa agonía del Régimen está marcada por lapre caria salud del dictador y su presentidofi nal, por la división de sus partidarios en -tre continuistas (franquismo sin Franco) yre for mistas (democracia limitada), por laemer gencia de la oposición política (la mo -derada y la radical), la ofensiva terroristade ETA y la crisis que pone fin a la etapa deau ge económico en Occidente (1970: Ni -xon: flotación del dólar; 1972: OPEP, pre-cio del petróleo). Con cierto retraso, la cri-sis llega a España en 1974 y como uno desus efectos deja 500.000 parados en 1975.Como en tiempo de la II República, coinci-de un cambio de régimen con una crisiseconómica y una inestable situación inter-nacional: crisis del modelo capitalista depostguerra; coletazos del "68": moviliza-ción obrera en Europa, terrorismo deizquierda -Gran Bretaña (EjércitoRepublicano Irlandés IRA), Alemania(Rote Arme Fraktion RAF), Francia(Acción Directa AD), Italia (BrigadasRojas BR)- y de extrema derecha.Dos sucesos inciden de modo contrariosobre la coyuntura en España: el golpemilitar de Pinochet (Chile, 11/9/1973), queacaba con la vía pacífica al socialismo enAmérica, y la revolución de los claveles(Portugal, 25/4/1974).El quinquenio transcurre entre el procesode Burgos, diciembre de 1970, contramiembros de ETA (se piden 9 sentencias demuerte, luego conmutadas), el atentado aCarrero Blanco (diciembre, 1973) y, en1975, el juicio sumarísimo a 2 miembros deETA y 3 del FRAP (5 penas de muerte);huelgas, atentados de ETA y FRAP, estadosde excepción, inestabilidad del Gobierno(Pío Cabanillas, Barrera), enfermedad deFranco (1974), intento reformista de Arias -"espíritu del 12 de febrero". Aumentan lamovilización obrera, estudiantil, vecinal,


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nacionalista -artistas, intelectuales y escri-tores se suman- y la represión: Granada,huelga de la construcción: 3 muertos;Carmona: marcha pidiendo agua: 2 muer-tos; Erandio: protestas por la contamina-ción: 1 muerto. Proceso 1001 a líderes deCC.OO. (1973). Ejecución de Puig Antichy Heinz Chez (marzo, 1974); septiembre1974, bomba en la cafetería "Rolando"(ETA): 13 muertos. Diciembre: escisión deETA en ETA m y ETA pm.Conflictos con la Iglesia: caso Añoveros.Cárcel para curas (Zamora). Tensión en laCuria: Tarancón <-> Guerra Campos.Extrema derecha política y clerical(Guerrilleros de Cristo Rey). Reaparece el PSOE (Suresnes, 1974), laoposición emerge: Junta Democrática(1974), Plataforma de Convergencia(1975), Asamblea de Cataluña, del PaísVasco, Taboa de Forzas Políticas de Galiciay otras similares en Valencia, Andalucía,Canarias… El Régimen acaba sus días con la aplica-ción del decreto ley antiterrorista, elsecuestro de varias revistas, el juicio suma-rísimo a 2 miembros de ETA y tres delFRAP y 5 ejecuciones el 27/9/1975, sordoa las peticiones de clemencia y en mediodel repudio internacional, y con el últimohomenaje al dictador el 1 de octubre, en laplaza de Oriente de Madrid, donde Franco,achacoso, pilla una gripe que precipita sufinal. Ese día nace el Grapo (Grupos deResistencia Antifascista Primero deOctubre), que asesina a 4 policías enMadrid.Entre rumores sobre su salud, Franco desa -parece de escena y tras varias operacionesquirúrgicas fallece el 20 de noviembre; esenterrado en el Valle de los Caídos (en laguerra civil), aunque él muere en la cama.Dos días después, España tiene un rey quees una incógnita y acaba una de las etapasmás sórdidas de su historia. El país estáexpectante.


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El debate de los vientres de alquiler que ha saltado a la opinión pública en los últimosmeses es, a la vez, simple y complejo. Es complejo porque no es unidireccional, sino quese puede abordar desde muchos diferentes aspectos: la ética, el feminismo, el neoliberalis-mo, la pobreza, las relaciones norte-sur, el consumismo, los derechos humanos, el abortoetc. Es complicado explicar todos los matices a los que afectan los vientres de alquiler,pero al mismo tiempo es simple posicionarse en contra de esta práctica pues en definitiva,todo se reduce a una cuestión de poder y explotación sobre las mujeres más pobres y másvulnerables. Vamos a intentar, en este artículo, acercarnos a los vientres de alquiler desdediferentes ángulos sabiendo que, aun así, dejamos muchas cuestiones fuera.En primer lugar me gustaría recordar cómo hemos llegado a la situación actual en la queuna buena parte de la sociedad admite esta práctica sin cuestionarla, aunque hay que reco-nocer que en los últimos años hemos conseguido que medios de comunicación, asociacio-nes y también la gente corriente, comience a expresar dudas. Pero hasta hace poco lo únicoque nos llegaba acerca de los vientres de alquiler eran publirreportajes muy bien platea-dos. Detrás de esta práctica hay una enorme industria transnacional que, como otras indus-trias tiene un enorme lobby que intenta presionar a los gobiernos para que se apruebenleyes que favorezcan sus intereses. En ese sentido crean asociaciones favorables, hacenlobby político y consiguen publicar prublireportajes en los medios que ocultan la realidady que la presentan de manera que es difícil levantar el velo de la verdad. Durante años, losmedios nos han presentado a familias felices, familias que deseaban algo tan entendiblepor todo el mundo como ser padres y madres, que lo han conseguido con esta práctica yque han conseguido así ser felices. La madre que ha estado embarazada y que ha paridono aparece en ningún sitio. Ha sido borrada. La gente se ha acostumbrado a ver estos bebés

Beatriz Gimeno

Vientres de alquiler:extractivismo capitalista

Este artículo fue publicado originalmente en Nuestra Bandera. Nº240. Vol. 1. 3er Trimestre

como que hubieran venido del espacio, sinútero (mujer) que lo hubiera gestado nimujer que lo hubiera parido. Y además,estas reivindicaciones, cuando no estánproblematizadas, conectan muy bien con laconciencia neoliberal que lo inunda todo:todo el mundo tiene derecho a tener hijos;mundo feliz en el que se ha instalado elderecho de los consumidores sobre cual-quier consideración ética y también sobrelos verdaderos derechos. El debate, en estesentido, está viciado y adolece de una enor-me desproporción de fuerzas.Para empezar, en el mismo nunca aparecenlas mujeres que venden su embarazo, queno tienen acceso al discurso ni a la repre-sentación pública. Baste decir que de 100artículos consultados y publicados en losúltimos dos años en la prensa españolageneralista acerca de este tema, en los mis-mos sólo aparecen las familias que pagan,y también expertas/os de las clínicas y lasempresas, y en muy pocos las madres ges-tantes, y cuando esto ocurre siempre sonblancas, norteamericanas, universitarias…Y esto es así aun cuando la inmensa mayo-ría de las madres gestantes son pobres yviven en países muy pobres. La palabra deestas mujeres nunca nos llega. Teniendo encuenta que en el año 2005 había en la India200.000 clínicas dedicadas a la reproduc-ción parece que debería haber ejemplos desobra. Pero ellas no hablan. Por otra parte,en el caso de las madres gestantes nortea-mericanas tampoco aparece nunca, ni semenciona, ninguna de las asociaciones quehay de mujeres gestantes arrepentidas. Esdecir, todos los artículos son publirreporta-jes a favor. Y teniendo en cuenta que hayun gran movimiento en todo el mundo encontra de esta práctica, no parece muyobjetivo dar la voz sólo a una de las partes.En todo caso es obvio que se trata de unacuestión feminista. Las que son sometidasa tratamientos agresivos de hiperestimula-ción ovárica son mujeres, las que gestan,las que paren, las que luego tienen quepasar el puerperio con todas sus complica-ciones físicas y psicológicas son mujeres.

Así pues, la cuestión de los vientres dealquiler tendría que enmarcarse en el deba-te sobre los derechos reproductivos engeneral, pero no donde lo quieren situar suspartidarios, en el sentido en el que los neo-liberales entienden la libertad individual,como aquella que permite la explotación,sino desde el punto de la defensa del dere-cho a la no explotación y del derecho a notener que hacer “elecciones” no deseadas.Además, habría que enlazar la cuestión delos vientres de alquiler con el derecho alaborto, porque ambas cosas están más rela-cionadas de lo que parece. Las mujereshemos construido el derecho al abortosobre la defensa de que dentro de un deter-minado plazo, no hay más persona ni másvoluntad sobre el embarazo que la de lamujer embarazada. Cuando se aborta no semata a una persona porque el embrión no loes y el futuro padre no tiene tampoco nadaque decir sobre el embarazo. En el momen-to en que asumamos que una voluntadexterna a la de la mujer embarazada puedeobligar a tomar determinadas decisionessobre su embarazo, en ese momento, esta-remos abriendo la puerta a que cualquierhombre que haya fecundado a una mujerpueda tener algo que decir respecto alembarazo de esta y a su posible aborto. EnEE.UU ya ha habido algunos juicios en losque algunos hombres han intentado impe-dir el aborto de una mujer que portaba unembrión sobre el que dicho hombre preten-día tener algún derecho. Nadie tiene ningúnderecho sobre la gestación de una mujermás que ella misma. No se la puede inten-tar impedir abortar, ni obligar a ello, niobligarla a seguir un tratamiento médico, niobligarla a no fumar o a comer determina-dos alimentos, etc. Una mujer embarazadajamás es una mera portadora de un embrióno un feto. Siempre es su propia vida la queestá en juego, una vida que cambia con elembarazo y con el parto, que dedica unaparte de sus recursos físicos a sacarlo ade-lante. Por su parte el embrión no es algoajeno a la mujer que lo porta. Es su hijo enel más amplio sentido de la palabra y sean


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cuales sean sus orígenes genéticos: se ali-menta de ella, escucha su voz, su corazón,crece en ella, con ella y por ella.Los vientres de alquiler supone asumir quequienes han puesto el material genético sonlos “dueños” del bebé y que la mujer quegesta y pare no es más que un recipiente.Eso, que parece resultar evidente a muchagente, no lo es tanto. ¿En qué momentohemos debatido y decidido que la aporta-ción genética es lo que determina la filia-ción y no la gestación y el parto, como ocu-rre ahora? Es evidente que, históricamente,los hombres se han apropiado de nuestrotrabajo reproductivo, como si el embarazoy el parto no significaran nada. Pero es,precisamente, eso lo que significa elpatriarcado: apropiarse de la filiación, quenunca está clara para el padre, y expropiara las mujeres de esa relación, que es evi-dente, que supone un ingente trabajo físicoy también psicológico. ¿Por qué es másimportante la genética que la sangre que leda al embrión la madre, que sus células? Loque subyace a todo esto es una absolutabanalización del trabajo reproductivo de lasmujeres, de procesos vitales muy importan-tes, que no técnicas (como dice Cs), lo queha llevado a algunos a equiparar una gesta-ción de este tipo con una donación desemen. Esta propaganda absurda, estabanalización, esta tergiversación del proce-so de embarazo y parto ha hecho creer auna parte de la ciudadanía que hay miles demujeres dispuestas a gestar y parir paraotros por altruismo. Si nos pusiéramos adetallar lo que significa un embarazo, losriesgos potenciales, las horas del día, losniveles de dedicación, de inversión, deafectación del cuerpo y de la mente… esoharía estallar las nociones actuales de tra-bajo. Prácticamente no es comparable anada y sólo sería comparable con los ensa-yos clínicos más arriesgados (que aun asítienen menos riesgos, y cualquiera puedeabandonarlos en el momento en que quiera,cosa que no ocurre con estos embarazos)La pretensión deshumanizadora de losvientres de alquiler queda obvia en la

manera en que sus partidarios la describencomo una técnica. Los vientres de alquilerno son una técnica, aunque sólo sean posi-bles mediante una técnica de reproducción.Pero ninguna gestación es una técnica, sinouna vivencia, un proceso vital, una prácticarelacional, una experiencia sólo posible porla existencia de una serie de técnicas con-cretas (vinculadas a la hormonación, prepa-ración endometrial, fecundación in vitro,transferencia embrionaria, etc.) Hablar deello como técnica y no como vivencia,introduciéndolo como un paso más dentrode la reproducción asistida, lo sitúa en unterreno de aparente neutralidad científicaque cierra el debate, cosifica a las mujeres,deshumaniza. Por otra parte, muchas de lascampañas internacionales que se están pro-duciendo contra la subrogación no ven ladiferencia entre esta técnica y la compra-venta de niños; con esto no quiero insultara nadie ni ser tremendista porque la reali-dad es que muchos de los actuales procesosde adopción se han convertido también eneso, pero la diferencia es que es posible ydeseable un proceso de adopción que man-tenga la gratuidad del proceso y la igualdaden el acceso al mismo para todas las perso-nas, cosa que no es posible con la gestaciónsubrogada, donde sin dinero no hay ningu-na que sea “voluntaria”.En todo caso, lo que subyace bajo estasituación no es otra cosa que el capitalismoy la idea que cada una tiene de cómo hemosde organizar la vida y las relaciones socia-les. Bajo todo este discurso late la idea deque todo puede venderse y comprarse, deque todo puede ser mercancía, de que loscuerpos tienen un precio; lo que aquí sedirime es que estas nuevas tecnologías nosólo generan subjetividades, sino tambiénrelaciones de poder, de clase, de género, deraza…hablamos, en definitiva, de ricos ypobres, de ricas y pobres. Porque lo queaquí se produce, tal y como ha explicadoAlicia Puleo, es una externalización delembarazo y del parto, una transferencia (eneste caso de vida) desde las mujeres pobresa las familias ricas; una nueva forma de


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colonialismo es la que los países del nortese apropian de una valiosa mercancía pro-ducida desde el sur; una externalizaciónmediada por relaciones de poder muy pro-fundas pero que se naturalizan y se asumenmuy fácilmente porque la capacidad repro-ductiva de las mujeres, en realidad, nues-tros cuerpos, siempre ha estado más omenos en el mercado, como prostitutas,como nodrizas y ahora como gestantes. Enla actualidad, la gestación subrogada seconstruye, igual que cualquier otro merca-do, en torno a fuertes relaciones de poder;quien puede pagar el dinero que cuesta yquien no; quien compra y quien vende. Asítenemos que pensar y enfrentar la cuestiónde los vientres de alquiler más allá del con-texto de padres que desean hijxs y mujeresque aceptan dinero por su embarazo.Tenemos que pensarla en un contexto decrítica radical del capitalismo y del neoli-beralismo, de crítica del contrato neolibe-ral, de pensar en los avances médicos comotecnologías de control, en un contextoamplio de crítica también de las relacionesnorte-sur etc. Ampliar el ámbito de la mer-cantilización tiene consecuencias materia-les y simbólicas que van mucho más alláde las personas que materialmente estáninvolucradas. Nos afecta a todas, y estáayudando a crear barreras infranqueablesentre ricas y pobres, blancas y racializadas,etc.Esto no es cuestionar la agencia o la liber-tad de las mujeres. Siempre hay agencia enun grado u otro, pero consideramos que lasrelaciones sociales, así como los cuerpos y,por supuesto, los seres humanos tienen quequedar fuera del comercio y por ello cadavez somos más las personas que cuestiona-mos el modelo del contrato neoliberal queestá contribuyendo a la naturalización yaceptación de las desigualdades sociales,de cualquier desigualdad. La práctica delos vientres de alquiler es una práctica mer-cantil que, como todo en los mercadoscapitalistas, sitúa en lugares diferentes y nointercambiables a ricos y pobres. Unamujer pobre nunca será compradora, una

rica nunca será vendedora. Al mismo tiem-po, lo que los ricos quieran comprar -si sepermite- la mujer pobre se verá obligada avenderlo al precio que los ricos fijen. Enese sentido, la apertura de este mercadosupone modificar la vida de millones demujeres en todo el mundo y puede hacer,en contra de aquello de lo que se nos quie-re convencer, aun más difícil para ellas elacceso a una vida digna, a una vida buena.Esta práctica puede terminar modificandolas políticas de los países empobrecidosque tendrán en adelante que dedicar a susmujeres a la reproducción porque esopuede suponer un importante incrementode su PIB. Pero para que las mujeres acep-ten dedicarse a eso, es necesario que seanpobres, y para que lo sean, o para quehagan lo que diga el marido, los gobiernosimplicados no van a invertir en políticas deigualdad porque dichas políticas dificulta-rán que muchas mujeres acepten prestar susúteros para esto. A quienes se lucran coneste negocio lo que les interesa es que exis-ta un gran contingente de mujeres empo-brecidas, para que así se garantice estecomercio. Así pues, en la medida en queabramos los mercados, lo que desaparecees la posibilidad para muchas mujeres deelegir no hacerlo.


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Editoral de La Penúltima: http://lapenultima.info/1/articulos/editorial/

El 15M trajo al debate político nuevas demandas, impugnaciones a diversas instituciones,profundización de las discusiones y temas que pasaron de las calles a los bares, a nuestrascasas y, en última instancia, a los medios de comunicación.En pocos años, la televisión, que antes se interesaba poco por el debate político y jugabaa entretenernos con Gran Hermano o tertulias sobre la Pantoja, se convirtió, con el adve-nimiento de la crisis, en un lugar donde empezábamos a ver debates y programas en primetime que atendían a las reivindicaciones de la gente.No pasó mucho tiempo desde que los debates televisivos dieran lugar también a una nuevaforma de espectacularización política. Lo que hoy es noticia, mañana es olvidado con lamisma rapidez en que un smartphone se queda sin batería. Los tiempos se aceleran hastahacernos vivir en "la tiranía de la inmediatez" de la actualidad y la coyuntura. No hay tiem-po para informarse, para intervenir de una forma responsable. Cuando queremos enterar-nos en profundidad sobre lo que se está discutiendo, ya hay una sentencia sobre el tema,sobre si es importante o no y sobre cómo solucionarlo. Es el tiempo de los todólogos. Elsofismo moderno no se enseña en las escuelas, se practica tras las pantallas.

¡Bienvenida a lapenultima.info!

Desde la redacción de Trasversales saludamos la aparición de unanueva, joven y muy interesante publicación, La Penúltima. Comobotón de muestra, y por el valor de lo que dice, reproducimos aquíel editorial de su primer número, pero invitamos a visitar su espa-cio para conocer el resto del contenido. Quienes la hacen nosdicen que "No viene a solucionar todos los problemas del mundo.Pero quiere colaborar para seguir empujando". Y lo logran

En las redes, la batalla por el sentido de lostemas sociales y políticos no se construyeso bre un conflicto que busca sintetizar unnuevo significado, o sobre la voluntariedadde llegar a propuestas mejores y sosteni-bles. En las redes no se duda. Los debatesde hoy tienen cimientos de arena, sirvenpa ra ganar al adversario y descalificarlo. Ypoco más. Darle un 'zasca' a quien no pien-sa como tú es el objetivo... no importan losdatos, los debates académicos o las investi-gaciones. Es lo mismo ser periodista queter tuliano, influencer o analista político.Na da de eso importa, porque parecemoshaber empezado desde cero: todos tienenra zón y gana quien es más ingenioso derri-bando al opuesto en una suerte de dialécti-ca digital. Ese es el panorama en el que nosmovemos, ese es el lugar desde el que sehace periodismo y política.La espectacularización de la política a laque asistimos a lo largo y ancho del plane-ta, y en la que todos los proyectos políticosnuevos han caído, de una u otra forma, tratade convertir la política en puro entreteni-miento y devolvernos al lugar de quiencom pra un producto. Devolvernos denuevo al lugar de las espectadoras.Pero un espectador deja de serlo en cuantotoma iniciativa. Si hay momentos en la his-toria en los que pasamos de ser espectado-res a ser protagonistas es porque dejamosde esperar a que otros hagan por nosotros ya que otros piensen por nosotras. No haycomunidades de reconocimiento, el "noso-tras" al fin y al cabo, si no hay espaciospara hacerlo. Tampoco hay posibilidad deun sujeto colectivo si lo que nos estructuramás es el penúltimo enemigo interno oexterno en vez de objetivos comunes, ideasy proyectos.Por todo eso, crear "asideros" como espa-cios de pensamiento a partir de problemasconcretos (como decía recientementeAmador Fernández Savater en El Diario ycomo pretendemos hacer en La Penúltima)es una vacuna contra la inacción, contra lacompetencia entre los más y contra lareproducción de lo que ya existe. Es crear

nuevas realidades en común y, con ello,construir otros mundos posibles.Recuperar espacios y recuperar el controlde los tiempos. No sólo para quienes pode-mos y queremos reflexionar, sino paraquienes aún hoy no pueden hacerlo; paraquienes deben de tener voz y aún hoy no latienen. No ser dueño, o dueñas, ni del pro-pio tiempo de nuestra vida es quizás una delas mejores formas de explicar en qué con-siste el mundo neoliberal, patriarcal yracista en el que vivimos.A menudo, no hay que engañarnos, somosnosotros y nosotras las que cuando hace-mos política desde los diferentes ámbitos,aceleramos el tiempo siempre pensandoque ha llegado la última oportunidad. Laúltima oportunidad de ganar, por ejemplo,durante estos años. Luego vemos que enrealidad nunca es la última oportunidad denada, ni cuando se gana ni cuando se pier-de. Si se gana es porque, en realidad, la vic-toria nunca es definitiva; si se pierde esporque siempre hay posibilidades de cam-bio. Esa presión por "la única oportuni-dad", por "la ventana de oportunidad" o por"la batalla final" ha marcado mucho el últi-mo ciclo político y ha limitado nuestrasposibilidades de seguir empujando. Por esoesta es la penúltima revista, no la última.No viene a solucionar todos los problemasdel mundo. Pero quiere colaborar paraseguir empujando.


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CactusPara Cristina

Dos pequeños cactus,rosa fuerte,amarillo,

en mi estanteríalucen firmes.Parecen vigilantes,enhiestosguardianes de las letras.Son capaces de herir,como la poesía.

La poesía es un derecho humano

Ángeles MoraÁngeles Mora (Rute, Córdoba) es Premio Nacional dePoesía 2016, autora de numeros libros de poemas.Los dos poemas aquí publicados proceden de La salsobre la nieve . Antología 1982-2017, EditorialRenacimiento, Sevilla, 2017. Con autorización deÁngeles Mora y Renacimiento, a quienes agradece-mos su generosidad

Buenas noches, tristezaLa vida siempre acaba mal.Siempre promete más de lo que day no devuelve

nunca el furor,el entusiasmo que pusimosal apostar por ella.Es como si cobrase en oro finola calderilla que te ofrecey sus deudas pendientes-hoy por hoy-pueden llenar mi corazón de plomo.

No sé por qué agradezco todavíael beso frío de la calleesta noche de invierno,mientras que me reclaman,parpadeando,sus ojos como luces de algún puerto.Por qué espero el calor que se fue tantas veces,el deseopor encima de todas las heridas.

Pero acaso me calma una tibia tristezaque ya no me apetece combatir.

Todo sucede lejos o se apagacomo los pasos que no doy.

La vida siempre acaba mal.Y bien mirado:¿puede terminar bien lo que termina?

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La poesía es un derecho humano

Ángeles Mora


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Aunque su pesimismo sobre la clase trabajadora osciló como las mareas a lo largo de suvida, en definitiva George Orwell vio a los trabajadores como la única fuerza que podíaconstruir una sociedad igualitaria y socialista.George Orwell fue uno de los escritores más influyentes del siglo XX. Ha sido alabado pormuchos desde la derecha y criticado por otros tantos desde la izquierda, pero se conocerelativamente poco sobre sus escritos socialistas y políticos.En Hope Lies in the Proles: George Orwell and the Left (Pluto Press, 2018), el profesor ehistoriador socialista John Newsinger ofrece una visión general del trabajo y la trayecto-ria política de Orwell. Consciente de las dificultades políticas que Orwell plantea entreamplios sectores de la izquierda, por ejemplo a causa de su apoyo a la Guerra Fría,Newsinger enfrenta su tarea con coraje político, presentando al escritor inglés sin maqui-llar sus imperfecciones.Para Newsinger, Orwell fue hasta su muerte un socialista democrático profundamenteidentificado con la clase trabajadora, a la que consideraba como agente de la transforma-ción socialista. Incluso en sus momentos más pesimistas vio a la clase trabajadora comoel único potencial para la humanidad, como la clase que tenía más que ganar de unareconstrucción de la sociedad. Y fueron los altibajos de la lucha de la clase obrera de sutiempo lo que, según Newsinger, explica su trabajo y su política.

Samuel Farber

George Orwell y los Proles

Samuel Farber, "Sam", nació en Marianao, Cuba. Profesor eméri-to de Ciencia Política en el Brooklyn College, New York. Entreotros muchos libros, recientemente ha publicado The Politics ofChe Guevara (Haymarket Books, 2016) y una nueva edición del fun-damental libro Before Stalinism. The Rise and Fall of SovietDemocracy (Verso, 1990, 2018). Es una figura destacada del socia-lismo anticapitalista, antiestalinista y democrático.Texto publicado originalmente en inglés y traducido y publicadoen Trasversales con autorización y revisión del autorjacobinmag.com/2018/08/hope-lies-proles-john-newsinger-review-george-orwell-working-class-socialism

En Wigan PierEsto sale a la luz por primera vez en el librode Orwell The Road to Wigan Pier (1937),un relato de la vida en una comunidadobrera del noroeste de Inglaterra. SegúnNewsinger, Orwell lo escribió como actopolítico para demostrar que, a pesar de larecuperación de la economía británicadesde la cima de la Depresión, todavía erahabitual el desempleo en el norte deInglaterra, con toda la miseria que le acom-pañaba. Se centró en los mineros de laregión, que apenas comenzaban a recupe-rarse del fracaso de la huelga general de1926, y denunció sus peligrosas condicio-nes de trabajo y el concomitante númeroanual de accidentes y muertes.Pero Newsinger explica que la clara simpa-tía y la identificación de Orwell con losmineros de Wigan Pier estaba teñida por elescepticismo sobre su potencial político,tras el que acechaba cierta decepción antela ausencia de indicios de una revueltainminente. Según Newsinger, ésta sería laprimera ocasión en que Orwell plantearía lapregunta que motivaría gran parte de suvida futura como escritor político: ¿por quélos desempleados y los que reciben salariosmuy bajos no se rebelan en circunstanciascomo las que había entre los mineros delnoroeste de Inglaterra?En el caso específico de Wigan Pier, elmismo Orwell reconocía que una insurrec-ción allí, así como cualquier otra insurrec-ción en la Gran Bretaña de esa época,habría sido reprimida con las resultantes"masacres inútiles y dando lugar a un régi-men de salvaje represión". Pero atribuye laausencia de un espíritu rebelde entre losobreros a su incorporación a las nuevas for-mas de consumo que siguieron a la PrimeraGuerra Mundial, con acceso a fuentes desatisfacción inmediata a través de "lujosbaratos": "fish and chips", medias de seda,conservas de salmón, chocolate barato,películas, la radio, el té fuerte, las quinie-las...Orwell podría tener parte de razón. Sinembargo, su análisis estaba limitado por la

falta de una amplia perspectiva históricasobre los altibajos y las complejidades de laconciencia de la clase trabajadora. No supoentender cómo fue afectada en Gran Bre -taña y en otros lugares por la guerra, elpatriotismo, la depresión económica y elconservadurismo de las burocracias sindi-cales y socialistas.Orwell también culpó, en la segunda partede The Road to Wigan Pier, a los que cali-ficó como la "clase media izquierdosa", los"clandestinos abstemios izquierdistas coninclinaciones vegetarianas", que, según él,se alejaron de la clase trabajadora, atrayen-do en su lugar a todo tipo de chiflados,entre los que, reflejando sus propios prejui-cios, indistintamente enumeró tan diferen-tes tipos de personas como "los bebedoresde zumos de frutas, los nudistas, los quecalzan sandalias, los maniacos sexuales, loscuáqueros, los curanderos 'naturistas', asícomo pacifistas y feministas".Newsinger explica que, por el contrario,Orwell debería haber puesto el foco en ladesmoralización de la clase trabajadoracausada por la enorme traición del gobier-no laborista en 1929-1931, cuando el en -ton ces líder laborista Ramsay MacDonalddesertó del partido y encabezó junto a losconservadores un reaccionario Gobierno deconcentración nacional que aplicó recortesmasivos que causaron grandes penurias amillones de personas de la clase trabajado-ra.Debo admitir que la primera vez que leíThe Road to Wigan Pier como parte de mitemprana educación socialista, simpaticécon las críticas de Orwell a la "izquierda declase media". Yo procedía de un país -laCuba prerrevolucionaria- donde las dife-rencias políticas no se canalizaban a travésde expresiones culturales y de estilo devida, y no podía entender por qué sectoresde la izquierda en Estados Unidos eInglaterra querían exacerbar su aislamientoy marginalidad respecto al resto de lasociedad adoptando estilos de vida visible-mente diferentes. Más tarde, aprendí sobrela política cultural y el rol constructivo que


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a veces desempeñó en los movimientos y lapolítica de izquierda, por ejemplo los espa-cios sociales alternativos forjados pormuchos movimientos socialdemócratas ycomunistas europeos. Tales espacios socia-les no deben ser completamente descarta-dos. Pero sigo desconfiando de cualquierintento de identificar a la izquierda con unestilo de vida cultural particular. El enfo-que de las corrientes de la izquierda de losaños sesenta, con su adhesión a la "contra-cultura", condujo al autoaislamiento cultu-ral en el mejor de los casos, o al sectarismoy el elitismo en el peor de los casos.Un programa de izquierda que se proponealcanzar el poder para lograr un cambioimportante tiene que ver con liberar a cla-ses, grupos e individuos de la explotación yde la opresión por razón de clase, raza,sexo u origen nacional, no con promocio-nar particulares estilos de vida.Los estilos de vida alternativos en sí mis-mos no desafían necesariamente al sistema.Un ejemplo de ello es el fenómeno de labohemia que se desarrolló en las socieda-des capitalistas desarrolladas en las que laabundancia relativa, al menos en compara-ción con los países menos desarrollados,permitió la creación de espacios para esti-los de vida alternativos.Como señala Jerrold Seigel en Paris:Culture, Politics and the Boundaries ofBourgeois Life 1830-1930 (JHU Press,1999), la bohemia parisina se desarrolló apartir de una necesidad generalizada deliberar los sentimientos y emociones repri-midos de la existencia burguesa cotidiana.La bohemia se estableció en los márgenesde la sociedad, a menudo en condiciones deuna pobreza que no llegaba a amenazar lasupervivencia física.Pero, como muestra Siegel, nunca repre-sentó una amenaza para la burguesía y elcapitalismo. Se desarrolló en los intersti-cios de ese sistema. Es interesante que engran parte de la América Latina económi-camente menos desarrollada, la "vida bohe-mia" se refiere a personas que, debido ahorarios inusuales de trabajo y ocio, disfru-

taban de una vida social nocturna en bares,cafés y clubes nocturnos, sin implicar nin-guna crítica de las normas sociales burgue-sas como tales.

La clase obrera española en armasMientras que en su Road to Wigan PierOrwell vio a una clase obrera inglesa derro-tada y todavía a la defensiva, poco después,a su llegada a Barcelona durante la GuerraCivil española, encontró "una ciudad",como describió en su Homenaje a Cata -luña, "don de la clase trabajadora llevabalas riendas". Era una situación revoluciona-ria en la que "Casi todos los edificios, cual-quiera fuera su tamaño, estaban en manosde los trabajadores y cubiertos con bande-ras rojas o con la bandera roja y negra delos anarquistas (...) En toda tienda y en todocafé se veían letreros que proclamaban sunueva condición de servicios socializados;hasta los limpiabotas habían sido colectivi-zados y sus cajas estaban pintadas de rojo ynegro (...) Parecía una ciudad en la que lasclases adineradas habían dejado de existir"[Homenaje a Cataluña, George Orwell,Virus editorial, 2001].En Barcelona, Orwell se unió [a las mili-cias del] Partido Obrero de UnificaciónMarxista (POUM), que junto con los anar-quistas era la fuerza más a la izquierda enel campo republicano. Luchaban contra lainsurrección militar franquista de 1936,que había unido a la falange fascista espa-ñola y a la derecha clerical y monárquicatradicional para organizar un golpe militarcontra el gobierno republicano electo.El campo republicano estaba profundamen-te dividido. Por un lado, los partidarios,como los anarquistas y el POUM semitrots-kista, de la revolución social protagonizadapor trabajadores urbanos, artesanos y traba-jadores agrícolas poco después de que sedeclarara la República en 1931. Del otrolado estaban los liberales, los socialdemó-cratas, y especialmente los comunistasespañoles, que siguiendo las políticas deFrente Popular de Stalin -y ayudados porun sustancial apoyo material de la Unión


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Soviética- sostuvieron que la Repúblicadebía renunciar a la revolución social.Ellos creían que había que limitarse a ladefensa de la democracia política contra elfascismo, para evitar el alejamiento de lasclases medias españolas y de potencialesaliados internacionales como Francia yReino Unido.Colocándose del lado del POUM y losanarquistas, Newsinger sostiene que lapolítica del Frente Popular en realidad fra-casó porque Gran Bretaña y Francia -consu gobierno de Frente Popular- nada hicie-ron para ayudar a la República española,permitiendo así su derrota. Además, señalaque la revolución social a la que se oponíael Frente Popular era una lucha realmenteexistente, que anarquistas y POUM queríanapoyar y liderar, pero que no era una inven-ción de su propia propaganda.De manera similar, argumenta que la estra-tegia del POUM de completar la revolucióny alentar la revuelta en las colonias españo-las controladas por los militares, que fue-ron la base desde la cual las fuerzas deFranco invadieron España en 1936, era unaopción política viable que no puede descar-tarse sin más.La experiencia de la Guerra Civil españoladejó una marca indeleble en la política deOrwell y lo desplazó bruscamente hacia laizquierda. Su participación en la revueltaobrera y popular en Barcelona como miem-bro de una milicia del POUM carente dejerarquía clasista en sus filas le dio, comodice Newsinger, una especie de "avance"de la sociedad socialista igualitaria en laque creía. Esta experiencia reafirmó laorientación de Orwell hacia la clase traba-jadora y su identificación con los pobres.Orwell reafirmó su antiestalinismo una vezque la intervención del líder soviético enfavor de los republicanos fue acompañadade la instalación de sus comisarios políticosy sus servicios secretos, que se pusieron aconstruir prisiones y asesinaron a quienesse les oponían desde la izquierda, como aAndreu Nin, dirigente del POUM. Ya anteshabía desarrollado sus impulsos antiestali-

nistas durante su colaboración con elIndependent Labour Party (ILP) británico,un partido pequeño pero significativo a laizquierda del Partido Laborista. La GuerraCivil española también reafirmó en él lapolítica antiimperialista y el sentimiento desolidaridad con la "clase trabajadora decolor" que había desarrollado a partir de suexperiencia como policía imperial en laBirmania gobernada por los británicos.Tras su regreso de España, Orwell resaltóla importancia de tener en cuenta que "laabru madora mayoría del proletariado britá-nico no vive en Gran Bretaña, sino en Asiay África", señalando la superexplotaciónbri tánica de la India, y que ese era el "siste-ma en que todos vivimos" ("Not CountingNiggers", The Adelphi, London, julio1939).Newsinger indica, sin embargo, que Orwellnunca adoptó el marxismo revolucionario,aunque en muchas ocasiones, como en elcaso de España, llegó a conclusiones prác-ticas similares, como la necesidad de larevolución. Según Newsinger, la formaciónpolítica de Orwell fue influida por el ILP, alque se había unido en la década de 1930junto con muchas otras personas deizquierda que rechazaban las traiciones delPartido Laborista a la clase trabajadora.Bajo la guía del ILP se unió a la milicia delPOUM cuando fue a España para lucharcontra Franco. El ILP, que logró ciertainfluencia y representación parlamentariaen las décadas de 1930 y 1940, propuso uncamino parlamentario hacia el socialismo.En consecuencia, Orwell suscribió la ideadel ILP de que el camino hacia el socialis-mo pasaba por la obtención de una mayoríaparlamentaria, aunque, a la luz de la inevi-table resistencia armada del capitalismo yde sus partidarios, esa mayoría tendría quetomar las necesarias medidas enérgicaspara superar esa resistencia.La decepción de OrwellLa derrota del bando republicano en laGuerra Civil Española y el inicio de laSegunda Guerra Mundial marcó el declivede las expectativas de Orwell en el poten-


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cial revolucionario de la clase trabajadora.Newsinger cita que en 1942 Orwell insistíaen la "decencia fundamental" de los traba-jadores. Intentado aferrarse a su fe en laacción de la clase obrera, en los primerosaños de la decada de los cuarenta argumen-taba que a la larga los trabajadores termina-rían luchando por un mundo mejor. "Lalucha de la clase trabajadora", escribióOrwell, "es como el crecimiento de unaplanta. La planta es ciega y estúpida, perosabe lo suficiente como para seguir empu-jando hacia la luz, y lo hará frente al desa -liento interminable" ("Looking back on theSpanish War", New Road, London, 1943).Incluso años más tarde, en su distópicanovela 1984 , a través del personaje deWinston Smith, que daba eco a muchos delos pensamientos de Orwell, insistió en quelos "proles" (los trabajadores en el libro)eran los que tenían la capacidad potencialde hacer pedazos al totalitario partidogobernante. El problema era, escribía, quesólo podían rebelarse si tomaban concien-cia de su propia fuerza y no podían hacerseconscientes de su fuerza hasta que se rebe-laran.La preocupación persistente de Orwell conla acción de las clases le llevó, al comienzode la guerra, a analizar el crecimiento de la"clase media" en países económicamentedesarrollados como Gran Bretaña, y cómoencajaba con la lucha de la clase trabajado-ra. Hizo esto en su libro The Lion and theUnicorn (Secker & Warburg, 1941), donde,dada la incapacidad del ILP para convertir-se en un gran partido, pidió la formación deun nuevo partido socialista.Ese partido tendría la mayor parte de susseguidores en los sindicatos, pero tambiénatraería a lo que calificó como la clasemedia en crecimiento: trabajadores cualifi-cados, expertos técnicos, aviadores, cientí-ficos, arquitectos y periodistas que le apor-tarían muchos de sus "cerebros dirigentes".Orwell también incluía en esta "nueva clasemedia técnica" a sectores como los obrerosespecializados, a los que los marxistas con-siderarían como parte de la clase obrera.

Consideró su apoyo crucial para la causasocialista.Al mismo tiempo, sin embargo, el desilu-sionado Orwell reprendió a los propios tra-bajadores: sostuvo que las derrotas que losmovimientos obreros habían experimenta-do en todo el mundo desde la revoluciónrusa fueron por su propia culpa. Un paístras otro, los movimientos organizados dela clase trabajadora habían sido violenta-mente aplastados y los trabajadores de losdemás países no habían reaccionado. Parala clase obrera británica, argumentabaOrwell, la masacre de sus camaradas enViena, Berlín o Madrid parecía menosdigna de consideración que el "partido defútbol de ayer". Aún más decepcionantepara él fue la total falta de solidaridad hacialos trabajadores "de color" en las coloniaspor parte de los trabajadores ingleses.Se alejó de la perspectiva revolucionariaadquirida en Barcelona, a la que pasó aconsiderar "exagerada", y decidió apoyar laguerra y centrarse en la lucha contra el fas-cismo. Reconociendo la debilidad de laizquierda británica dentro del campo anti-fascista y que, de hecho, la Unión Soviéticay los Estados Unidos habían salvado aGran Bretaña de la derrota, llegó a nuevasconclusiones. Decidió sumar sus fuerzas alala izquierda del Partido Laborista, a la queconsideraba lo mejor que podía esperarsedentro de la relación de fuerzas existente enGran Bretaña, y aceptó la oferta de conver-tirse en editor literario del periódico del alaizquierda del Partido Laborista Tribune afinales de noviembre de 1943.Sin embargo, no estaba dispuesto a renun-ciar a la clase trabajadora, y continuó com-prometido, como escribe Newsinger, conideas socialistas más radicales. Por ejem-plo, en la revista estadounidense PartisanReview criticó la "falta de coraje" delgobierno laborista de Clement Attlee paraenfrentarse al capitalismo, y esperaba, aun-que con cierta tristeza, que el gobiernolaborista pudiera desafiar a la clase capita-lista en el futuro.No obstante, Newsinger critica que Orwell


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no pudo escapar de la lógica de defensa delstatus quo propia de la izquierda laborista.En las páginas de Tribune se unió al líderde la izquierda laborista Aneurin (Nye)Bevan para pedir que las tropas fueran uti-lizadas para romper una huelga de conduc-tores de autobuses que dificultaba que losmineros fueran a trabajar. Y durante la cri-sis económica de finales de los años cua-renta se plegó completamente a la línea deausteridad del gobierno laborista. Comodice Newsinger, una vez que el PartidoLaborista aceptó por completo la decisiónde "dirigir el capitalismo en lugar de abolir-lo", Orwell no pudo resistir la presión paraacompañarle en esas políticas.Sólo después de la guerra Orwell regresó alsocialismo y a sus esperanzas en una socie-dad sin clases. Lo hizo defendiendo enTribune la idea de una federación socialistaen Europa. Ingenuamente, Orwell creyóque esa idea podría tener el apoyo deEstados Unidos, país al que considerabapreferible respecto a la Unión Soviéticadebido a su sistema político democrático.Orwell contradijo su propio optimismosobre los Estados Unidos durante el mismoperíodo, escribiendo en Partisan Reviewque Estados Unidos era un obstáculo parael socialismo y que la situación de lossocialistas era desesperanzadora. ParaNewsinger, esta perspectiva pesimistacaracterizó la última etapa de un Orwellirremediablemente decepcionado de laclase trabajadora.

Los últimos añosCuando estalló la Guerra Fría entre el blo-que soviético y las potencias occidentales afinales de la década de 1940, Orwell, al i -gual que el escritor izquierdista estadouni-dense Dwight Macdonald, con quien man -tu vo una extensa correspondencia, salió enapoyo de Occidente como el mal menor.Co mo explica Newsinger, a pesar de loshorrores del sistema capitalista que tan vi -rulentamente había atacado en sus escritos,lo veía, al menos, como políticamente de -mocrático, en contraste con el estalinismo.

Pero también creo que el pragmatismo deOrwell y la aparente alergia a una perspec-tiva política a largo plazo no le permitieronconsiderar una postura de "tercer campo"de "ni Washington ni Moscú", que ya exis-tía pero era débil desde el punto de vistapolítico y organizativo.Las dos obras principales de sus últimosaños, Rebelión en la granja (1944) y 1984(1949), deben entenderse en el contexto desu creciente oposición al estalinismo, quese convirtió en una preocupación generalrespecto al totalitarismo. Orwell todavía seaferra a una perspectiva socialista enRebelión en la granja, en la que postulóuna alternativa de izquierda, si no una alter-nativa completamente revolucionaria, fren-te al status quo capitalista. Su perspectivasocialista se atenuó mucho en 1984 , dondela alternativa obrera queda en una esperan-za lejana.Estos libros fueron manipulados por laspotencias occidentales en su lucha imperialcon la Unión Soviética y el comunismointernacional. Newsinger describe cómo laCIA exigió revisiones de la película británi-ca Animal Farm (Rebelión en la granja),que la agencia había financiado, eliminan-do cualquier semejanza con la protestacolectiva radical presente en el libro. Peroesta manipulación no debería haber sidouna sorpresa para Orwell. A sabiendashabía participado en los esfuerzos de pro-paganda de la Guerra Fría Occidental.En 1948 el gobierno laborista de ClementAttlee estableció el British Information Re -search Department (IRD) para contrarrestarla propaganda comunista en el ReinoUnido y el imperio británico. Como relataNewsinger en su escrupulosamente detalla-do relato de la colaboración de Orwell en laépoca de la Guerra Fría, Orwell aceptó quesus escritos fueran utilizados por el IRDpara la propaganda anticomunista. Orwellpodría haber sido inducido a trabajar con elIRD porque el programa de la agencia pre-sentaba a la socialdemocracia, encarnadaen el Partido Labo rista, como una alternati-va positiva al comunismo.


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Según Newsinger, sin embargo, después dela publicación de 1984, con mucho la másinfluyente de sus obras, Orwell pasó a estar"muy preocupado", como escribió a su edi-tor Frederick Warburg, por la manipulaciónpolítica de ese libro.A través de su agente literario LeonardMoore, el 22 de julio de 1949 Orwell escri-bió a United Automobile Workers (UAW) ySocialist Call, periódico del partido socia-lista estadounidense, afirmando claramenteque 1984 "no tenía la intención de atacar alsocialismo". Orwell escribió que el libropretendia exponer "las perversiones de lasque es responsable una economía centrali-zada y que ya se han realizado parcialmen-te en el comunismo y el fascismo". Se opo-nía a las "ideas totalitarias" y se había esta-blecido en Inglaterra para demostrar quelos países de habla inglesa no estaban exen-tos de este peligro.El capítulo más deplorable de la colabora-ción de Orwell en la Guerra Fría fue suentrega al IRD de nombres de reconocidoso presuntos adeptos o simpatizantes comu-nistas. Cuando Orwell comenzó a trabajarcon el IRD, esa agencia estaba tratando dereclutar izquierdistas opuestos al estalinis-mo. Orwell les comunicó nombres de per-sonas que podrían ser empleadas en esesen tido, como Franz Borkenau, un enton-ces muy conocido escritor izquierdista an -tiestalinista. Y también proporcionó alIRD, el 2 de mayo de 1949, una lista de personas a las que consideraba demasiadopo co fiables para ello, ya que, en su opi-nión, actuaban como apologistas de laUnión Soviética. Él había extraído esosnombres de una lista mucho más amplia de"compañeros de viaje" que él y otra perso-na con la que estaba relacionado habíancompilado para su propia información.Newsinger considera claramente esa con-ducta de Orwell como inexcusable. Sinembargo, se esfuerza en tener una com-prensión más completa de las acciones desu autor. Newsinger señala que no hay evi-dencia creíble de que la lista haya perjudi-cado las perspectivas laborales de ningún

individuo fuera del IRD (y que, en lo querespecta a sus perspectivas de trabajo den-tro del IRD, era muy poco probable que laagencia, en cualquier caso, contratara acualquiera que hubiera expresado algunasimpatía por el comunismo). Lo másimportante, agrega Newsinger, es que, almismo tiempo que Orwell entregaba sulista al IRD, estaba activamente involucra-do contra cualquier macartista cacería debrujas de comunistas y contra la reducciónde sus libertades civiles.Totalmente consciente de las actitudesambiguas de muchos izquierdistas hacia elcomunismo, Newsinger también traza unalínea de separación entre su crítica deOrwell y la de aquellos críticos de izquier-da cuya intención no tan oculta es socavarla credibilidad de Orwell como un opositoral estalinismo porque ellos apoyaban albloque soviético considerándole "socialis-ta" o al menos progresivo. El tipo de perso-nas, dice Newsinger, que no estaban dis-puestas a hablar en nombre de las víctimasdel estalinismo, primero por temor a enfa-dar a un aliado contra el nazismo y despuéspara evitar ser etiquetados como partidariosde Occidente en la Guerra Fría por otrosizquierdistas.Al atacar a Orwell, dice Newsinger, ignora-ron que, al oponerse a la persecución de loscomunistas en Gran Bretaña, Orwell apo-yaba las libertades civiles de personas "quecon bastante alegría lo habrían arrestado,obligado a confesar por cualquier medio,juzgado y fusilado".También vale la pena reflexionar sobre elgrado en que la colaboración de Orwellpodría estar relacionada con su pesimismopolítico con respecto a la posibilidad de uncambio socialista o incluso progresista. Talcomo sugiere el relato de Newsinger, elapoyo de Orwell al Partido Laborista,incluso a su ala izquierda de Tribune, nuncafue comparable en calidad e intensidad consu apoyo previo al ILP y menos aún con elque dió a la clase trabajadora española delos años treinta. Su pesimismo, combinadocon la amargura provocada por los ataques


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organizados por los comunistas contra él,pudo haberle provocado un grado de esta-linofobia descontrolada por falta de unadisciplina política interna. Tampoco teníauna visión positiva del futuro, que podríahaberle ayudado a superar esa reacción.La tardía colaboración de Orwell con elaparato de propaganda del imperialismooccidental es un hecho triste, lamentable einexcusable. Sin embargo, había algo en élque lo hacía diferente de los ideólogos libe-rales de la Guerra Fría como Sidney Hook,Arthur Schlesinger Jr. y los intelectuales dela organización liberal Americans forDemocratic Action. Pudo haber renunciadoa la posibilidad de una revolución obrera,conformándose con la izquierda del PartidoLaborista vinculada a la revista Tribune,pero a diferencia de los típicos "ColdWarriors" ("guerreros de la Guerra fría"),nunca suscribió el creciente consenso pro-capitalista de los años de la posguerra.Como explica Newsinger, Orwell creyóerróneamente que su apoyo y participaciónen instituciones de la Guerra Fría como elIRD protegería la posibilidad del socialis-mo democrático, no la del capitalismo,contra la Unión Soviética y sus partidarios.Y a pesar de su desilusión con la claseobrera como agente de cambio, se mantuvofiel a su verdad, incluso en su distópica1984, la de que "la esperanza reside en losProles".Sí, Orwell apoyó la Guerra Fría y el disci-plinamiento de la clase obrera por elPartido Laborista en aras de la estabilidadeconómica del capitalismo. Pero inspiró amuchos, como recalca Newsinger, "por suapoyo y participación en la revoluciónobrera, al tomar las armas contra el fascis-mo y por su oposición al estalinismo". Loque importa es la forma en que sus escritosde los años 1930 y 1940 todavía nos hablana mí y a otros y son todavía relevantes paranuestras preocupaciones en el mundomoderno.


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Para mí, el hecho de viajar es lo que importa, y el cómo se lleve a cabo el viaje no meparece lo sustancial. La cuestión es moverse, irse, largarse del propio terruño con los sen-tido abiertos, expuesto a dejarse cautivar por todo cuanto hay de novedoso en los cami-nos del mundo… Sólo así aprendemos a mirarnos en los espejos del mundo

Javier ReverteLa capa de hielo marino del Ártico continúa en una tendencia decreciente, algo que estárelacionado con el proceso de calentamiento del Ártico. El calentamiento significa que seformará menos hielo y se derretirá más, pero también, al haber menos, se refleja menosradiación solar incidente y esto contribuye al calentamiento.

Nota de la investigadora climática de la NASA, Claire Parkinson

Javier Reverte (Madrid, 1944) es uno de nuestros escritores de viajes más conocido ya queha pisado los cinco continentes, ha navegado el Índico, el Pacífico y cruzado el Atlánticoentre Europa y América en dos ocasiones. Un gran referente, pues, de la literatura de via-jes en España, que había estudiado filosofía y periodismo y que, además de libros de via-jes, ha publicado novelas, poemarios e incluso una biografía. Pero sobre todo un viajeroimpenitente. "España es un país muy atosigante y a veces empalagoso, aunque en peque-ñas dosis es muy amable", aclara. Al tiempo, "con tanto viaje me he acostumbrado a lavida itinerante", comenzó señalando el escritor en la rueda de prensa de la presentación dellibro. Reverte ha vivido en Londres, París, Lisboa, Nueva York, Roma y Westport(Irlanda). Para él, "el planeta se hace mucho más grande conforme vas conociéndolomejor, y siempre hay nuevos paisajes que se abren al sueño y a la vocación de conocer".Pero también nos señaló la dificultad de explicar lo escrito.

Lois Valsa

Hacia un mundo sin hielo:efectos del cambio climático

En torno a: Javier Reverte, Confines. Navegando aguas árticas yantárticas, Plaza y Janés, Penguin Random House Grupo Editorial,Barcelona, 2018.En un reciente artículo de Miguel Ángel Criado ("El desastre de unmundo sin hielo", El País, Ideas, 26/08/2018, se ha escrito muyclaro sobre el problema del cambio climático que nos ha mostradoJavier Reverte en su libro

En dicha presentación también nos hablósobre los efectos del cambio climático queha po dido contemplar nada menos que endirecto. En relación con este tema se mos-tró muy crítico: "Nos estamos envenenan-do y estamos viviendo el fin de la Tierra siesto no se pa ra". "El deshielo de debajo dela su perficie terrestre es el principal proble-ma del efec to invernadero al que se enfren-ta la Tie rra en los próximos años… Muchasex plo siones se producen a causa de esteefecto", destacó. Por ello, se quejó de lafalta de apoyo del gobierno a la investiga-ción, en es te caso a la investigación delcambio climático. Existe una contradicciónentre lo que hacen los científicos (tresmisiones en la An tártida y una de ellasestudia el cambio climático) y el poco casoque se les hace.Con su último libro, Confines, vuelve alfrío al que se enfrenta de nuevo con un gransentido del humor y con una escritura llenade ternura y de un gran poder comunicador.En esta ocasión, ha escogido como destinolos extremos boreal y austral del globo: dosnavegaciones, realizadas con pocos mesesde diferencia, por los mares árticos y antár-ticos. En ambos viajes a estos dos univer-sos se ha acercado a los polos sin llegar apisarlos. Cree que el Polo Sur es más reco-nocido y más literario que el Norte, que al -canza una épica que no se ha contado, pordes gracia. Para navegar por el Ártico acep-tó la invitación de su amigo el científico es -pañol Carlos Duarte para unirse a una ex -pedición científica, financiada en parte porla Unión Europea, hispano-noruega, que,du rante algo más de una semana, recorreríalas regiones del norte analizando la conta-minación del océano. "El Proyecto, llama-do Arctic Tipping Points (algo así co moPuntos basura del Ártico), trataba de estu-diar las oportunidades y los riesgos de lasactividades económicas en el ecosistemadel Ártico europeo), o dicho de otro modo:has ta qué punto fenómenos como el au -mento de la navegación en aguas árticas, elturismo y la explotación de recursos, in -cluido el petróleo de los fondos marinos,

po dían afectar al sistema boreal. Porque elÁrtico, hasta hace poco un universo virgi-nal, está seriamente amenazado por laacción del hombre y corre peligro de muer-te, algo de lo que ya hablé en un libro míoanterior, en Mares salvajes. Y si muere elÁrtico, la especie humana corre peligrocierto de muerte" (nota 1, p. 20). Esta larganota, por eso la he escrito entera, no tienedesperdicio. Nos enfrenta directamente alproblema climático. Además, Carlos Duar -te, al que dedica el libro, es uno de los espe-cialistas más importantes del mundo en elimpacto del cambio global sobre los ecosis-temas marinos.Esa primera parte del libro, "Una primave-ra polar", transcurre, pues, a bordo de unbarco de investigación, el Jan Mayen, en elcual viajaban científicos, algunos periodis-tas invitados y un nutrido grupo de jóvenesbecarios españoles del Centro Superior deInvestigaciones Científicas (CSIC). Antes,Reverte había aterrizado en el aeropuertode la capital del archipiélago de las islasárticas de Svalbard, Spitsbergen, una ciu-dad construida para sobrevivir en condicio-nes climatológicas extremas, un desafío alclima más horroroso del planeta. De lostres mil habitantes que pueblan el archipié-lago con un territorio similar al de Irlanda,más de dos tercios viven en la capital. Y enlas Svalbard están prohibidos los enterra-mientos desde hace setenta años. Uno delos lugares más apesadumbrados de la Tie -rra para Reverte. En su libro anterior ya ha -bía hablado de las exploraciones en buscade los pasos del Noroeste y del Noresteentre Asia y Europa y entre los siglos XV yXX. No le importa contarlo de nuevo yaque disfruta con estas épicas exploratoriasy al tiempo hace disfrutar al lector. A lolargo de su relato, no sólo nos habla de lasperipecias de la navegación que sufre elbarco y sus tripulantes en su visita a las dis-tintas islas del archipiélago, y de las anéc-dotas con la cocinera, sino también de lasexploraciones en busca del extremo septen-trional del planeta, y la competición por al -canzarlo que llevó a muchos exploradores a


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la muerte. La carrera por llegar al PoloNor te se había iniciado a comienzos delsiglo XVII (desde la página 90 hasta la121). Sin dejar nunca de combinar la expe-riencia directa con las historias que permi-tan entender el contexto. Como cuando nosha bla de la ciudad ideal de Stalin, Pyra mi -den, la ciudad ideal socialista que parececons truida para durar eternamente pero "lasreservas de las minas se agotan y los siste-mas políticos construido en nombre de unmundo feliz llegan a su fin" (página 47).Sin embargo, en su ruta hacia el mar deGroenlandia (78º de latitud norte), en elque se detienen para hacer una nueva "esta-ción", una recogida de muestras, pronto nosvuelve a hablar de los efectos del cambiocli mático, del calentamiento global y de lasamenazas que penden, por causa de todoello, sobre la humanidad. Tanto que el librose convierte en un pequeño alegato contralas mentiras sobre el cambio climático: "Alcontrario que la Antártida, que es un conti-nente, el Polo norte es un mar que se tien-de con una gran capa congelada en su su -perficie, sin tierra debajo. Pero en los últi-mos cinco años, el retroceso del hielo enlos territorios árticos ha sido tan aceleradoque, en ese mayo de 2011, cuando viajé alas Svalbard, la placa de agua congeladapermanente se había retirado más arriba delos 80º de latitud norte, esto es, menos demil kilómetros antes de alcanzar el Polo,situado a los 90º. Y lo que es peor: los cien-tíficos afirman que el grosor de la capa dehielo se sigue adelgazando a velocidadesincontroladas" (página 64). Hasta alcanzarel puerto de Ny-Alesund, "un sitio depri-mente, donde pasar un invierno debe de seruna suerte de tortura". Se pueden consultarlas rutas seguidas en los pequeños mapasdel comienzo del libro. Para seguir hacia elnorte hasta sobrepasar los 80º que anunciael panel de navegación: Ya no había satéli-tes para guiarnos; solo las viejas cartasmarinas y el radar. "Me resultó extraño sen-tirme, de pronto, en un mundo sin cobertu-ra". Pero el autor no se inquieta mucho ynos cuenta la historia de las Svalbard y sus

ballenas y como su caza se convirtió en unaterrible carrera competitiva hasta acabarcon los cetáceos ya a principios del sigloXVIII. Luego llegaron los rusos a cazarrenos con escopetas y casi exterminar lasmorsas, los osos y los zorros. Los noruegosremataron a los renos. Concluye Reverte:"Sólo los pájaros se libraron de aquella car-nicería que duró tres siglos". Estos maresboreales rezuman muerte.Al final de su primer viaje, el que ocupa laprimera parte del libro, con un sentido muypedagógico, nos cuenta su aprendizaje conCar los Duarte: "Aprendimos, en primer lu -gar, que el cambio global es el término conel que se define el impacto de la actividadhu mana sobre el funcionamiento de la bios-fera, esto es, sobre el conjunto de los seresvi vos del planeta Tierra y el medio fí sicoque los rodea. El cambio climático se inclu-ye en el cambio global e indica el efecto dela acción del hombre sobre el clima"(p.123). En esa acción humana se encuen-tra, por ejemplo, la producción de com-puestos clorofluorocarbonados (CFC), cau-santes del agujero de ozono y del efecto in -vernadero, fenómenos que retiene la ener-gía planetaria y evita que regrese al es pa -cio. Otros gases producidos por el hombre,como el dióxido de carbono o el gas meta-no, también contribuyen al efecto in ver -nadero. Dos son las características diferen-ciales del cambio global sobre otros cam -bios en la historia de nuestro hábitat: que seproducen con extrema rapidez y que elhom bre es el motor de este cambio. En con-secuencia, la responsabilidad principal detodo ello hay que atribuirla al crecimientode la población humana y al cambio tecno -ló gico. Los científicos intentan saber cuáles el techo tolerable de la población delpla neta: se piensa que está situado en tor noa los 9500 millones. Hoy estamos cer ca delos 7000 millones de habitantes. Los cientí-ficos calculan que, para el año 2050, se ha -brá alcanzado el máximo de po blación que,con los recursos que cuenta el planeta enagricultura y agua, puede resistir la Tierra.Y la fundición del hierro corre a una velo-


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cidad imparable tanto que pronto el Árticoserá presa comercial. Como remate, CarlosDuarte le enseñó un submarino nu clear ru -so para concluir: "El Polo se muere. Y si lospolos mueren, será el comienzo de la ago-nía de la Tierra. Esta mos tocando la liramientras arde Roma" (p.136). En la segunda parte del libro, "Octubre enel Cabo de Hornos", recorre los canales, is -las, estrechos, penínsulas, cordilleras ymares de Tierra del Fuego, hasta llegar a laisla del Cabo de Hornos. "Desde niño, yotenía el deseo de ir al cabo de Hornos paraganar el derecho a taladrarme el lóbulo dela oreja derecha y atravesarlo con el consa-bido aro de metal que, según una vieja tra-dición marinera, acredita la hazaña"(p.152). Como no tenía dinero, y sí muchotiempo, aprovechó el ofrecimiento del di -rector de la revista Siete leguas, FernandoBaeta, de hacer un reportaje embarcándoseen un crucero para navegar los mares aus-trales. Primero voló de Madrid a Santiagode Chile y desde allí a Tierra del Fuegopara iniciar desde Punta Arenas la navega-ción. En compañía de J. N., "un excelentefotógrafo algo chiflado". Esto fue en 2010,primavera en el hemisferio sur, y en unbarco chileno con cuarenta pasajeros a bor -do e igual número de tripulantes.Al comienzo, ya señala que Magallanes esuna región áspera, fría y dura, "que sugierehaber sido creada para que el hombre, envez de crear vida, la sufra". Reverte aclaraque todos esos lugares llevan, se los fueronponiendo los viejos navegantes, nombrestristes, épicos y trágicos. Y esta tierra llevael nombre del gran navegante portuguésFer nando de Magallanes del que escribióuna biografía Stefan Zweig, que habla nosó lo de su estímulo moral sino también delmaterial, la búsqueda de las especias deOriente. Pero su viaje marítimo, que dio lavuelta a la Tierra en barco, fue uno de losmás importantes de la historia y, para algu-nos estudiosos, incluso más importante queel primer viaje de Colón. Reverte, siguien-do a Zweig, nos cuenta (pp. 160 a 177) suaventura al servicio del monarca español

Carlos I, con la ayuda de su amigo el cartó-grafo Rui Faleiro, y con un buen cronistacomo Antonio Pigafetta. La pena fue que lagloria fue para Juan Sebastián Elcano, queno la disfrutó mucho al morir pronto.El siglo XIX fue un siglo de grandes descu-brimientos geográficos y, en su mayoría, selos debemos a los ingleses" (p.203). Al serderrotado Napoleón, Gran Bretaña carecíade enemigos. Sus barcos de guerra se trans-formaron en navíos científicos y sus mari-nos en exploradores como Robert Fitz-Roy,un fanático de la Biblia, que se encontró ensus múltiples viajes a los indígenas y llevóa algunos a Inglaterra. Y además, en uno deellos, en diciembre de 1831, aceptó en elBeagle al joven Charles Darwin que toma-ba muestras de flora y fauna para llevarse aInglaterra, quien descubrió un yacimientode huesos del Pleistoceno. "Darwin comen-zó entonces a darse cuenta de que aquellosanimales, cuyos restos salían a la luz des-pués de millones de años bajo tierra, eranmuy parecidos a animales vivientes de sumundo, aunque pertenecieran a una especiedistinta". Su teoría de la evolución de lasespecies comenzaba a alumbrarse, señalaReverte. Fitz-Roy entusiasmado por el des-cubrimiento la llevó, sin embargo a suterreno bíblico del Diluvio Universal. Sinembargo, "Darwin se aferró a la tesis deque el tal Diluvio no fue otra cosa que unasúbita elevación de las tierras del planetasobre las aguas de los mares, lo que trasto-có todo el orden biológico de su tiempo",remata Reverte. El barco concluyó sus in -vestigaciones en Tierra del Fuego en 1834.Luego visitó las islas Galápagos y otros lu -gares como Tahití y arribó a Inglaterra en1836. Cinco años de viaje menos dos me -ses. Al final, Reverte señala el desdén deDarwin por los fueguinos. Reverte comple-mentó su información sobre las expedicio-nes antárticas y, en particular, sobre elBeagle, Fitz y Darwin, con las charlas queles ofrecía Gerardo Bartolomé, un escritorargentino autor de varios buenos libros so -bre la Patagonia, en el ancho salón del bar -co. Les contó, además, las relaciones, no


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siempre fáciles, entre Fitz-Roy y Darwinen el viaje, unos hombres que, por otraparte, se admiraban.Javier Reverte no llegó a la Antártida sinoque se quedó en el Cabo de Hornos. Pocossaben, aclara, que el descubridor de la An -tártida fue el navegante español Gabriel deCas tilla pero una de las dos bases científi-cas españolas de ese continente lleva sunom bre como reconocimiento y está ubica-da en la isla Decepción. Y navegó por elcanal del Beagle hasta Ushuaia, la capitalargentina de la Tierra del Fuego, la ciudaddel fin del mundo, hasta llegar a la isla delcabo de Hornos, un roquedal broncíneotachonado de verde "como la expresión dela que será la Tierra una vez extinguida laespecie de los hombres" (p.238). La isla,que forma parte del archipiélago Wo -llaston, pertenece a Chile y está considera-da como el punto más austral del planetaantes de llegar al continente antártico. Se latiene como el lugar de encuentro o, másbien de choque de los dos más grandesocéa nos del planeta, el Atlántico y elPacífico y es la geografía marina más peli-grosa para la navegación. "Un infierno deolas y vientos", la llamó Francis Drake.Hasta la apertura del canal de panamá, en1914, fue la única ruta empleada por todoslos barcos que viajaban entre Europa y lacosta occidental de América. Desde ahíregresaron ha cia el norte por el lado occi-dental del ar chipiélago. En su regreso noscuenta el exterminio de aquellos pueblosfueguinos: primero el de los onas oselk`nam, que eran alrededor de tres milquinientas o cuatro mil personas al comien-zo del proceso colonizador, hacia 1850,según el antropólogo Martín Gusinde. En1908 en Ushuaia ya no había nativos. En1913, fueron censados en toda la Tierra delFuego trescientos onas, cien yámanas ycinco haush. Un siglo y medio bastó paraextinguir a todos los habitantes originariosde la Tierra del Fuego. Los llamados "civi-lizados" se arrojaron sobre estas tierrascomo vampiros y ocurrieron grandesmatanzas de aborígenes. Nos quedaron las

fotos de Gusinde que nos muestran tambiénsus ceremonias (el Hain, por ejemplo). Al final, Reverte le dedica un capítulo aUshuaia por donde había pasado BruceChat win, autor del famoso libro EnPatagonia y al que no le gustó la capital. AReverte no le gustó su libro y, por el con-trario, le agradó Ushuaia, con un paisajeim ponente, uno de los más hermosos deAmé rica del Sur, en su opinión. Este lugar,que empezó siendo un refugio para las ex -pediciones de caza de las etnias indígenas,se convirtió luego en una misión protestan-te, después en una base militar y un presi-dio, y hoy es, sobre todo, un centro turísti-co y base de partida de las expedicionescientíficas que van a la Antártica. En elpuerto de Ushuaia suele abastecerse el bar -co oceanográfico español Hespérides. Perouna de las cosas que más había llamado laatención del escritor desde que había empe-zado a leer sobre Tierra del Fuego era sufamoso penal (se inauguró en 1902 y llegóa tener más de 600 reclusos, vigilados por250 guardias) en el que estuvo recluido ensu juventud, según la leyenda, el famosotanguista Carlos Gardel durante una tempo-rada. Fue clausurado en 1947 por orden delpresidente Juan Domingo Perón, quienadu jo causas humanitarias. Reverte no per-dió la ocasión de visitarlo: "Paseé por elmás antiguo de los pabellones, aún sinrehabilitar en esos días. Era una zona muyfría y olía a orines. Como todas las cárce-les, esta del 'fin del mundo' resultaba tétri-ca. Pero tenía un punto kitsch que la hacíaincluso ridícula" (p.279). Aprovecha tam-bién para hablarnos, además del reputadoescritor Ricardo Rojas, autor del libroArchipiélago sobre la vida de los aboríge-nes, encerrado por motivos políticos y másque preso exiliado, de algunos de sus re -nom brados inquilinos. Tres reclusos quehan quedado en la historia del presidio deUshuaia; Mateo Banks, asesino en serie;Simón Radowitzky, anarquista ucraniano, yel "Petiso Orejudo", especializado en matarniños. Para rematar su aventura nos cuentalas espeluznantes historias de los tres.


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Confieso que nunca había leído a Rafael Reig, excepto el prólogo de El crimen de la calleFuencarral [Benito Pérez Galdós, Lengua de Trapo, Madrid 2002] -y de su generaciónsólo a Marta Sanz y hace poco a Antonio Orejudo- hasta que un buen día enredando en lared me encontré con una reseña de David Torres, tan buena como todo lo que escribe,publicada en 2004 en ABC [bit.ly/2SckJ48], sí, cierto, un periódico comercial como otrocualquiera. Me llamó poderosamente la atención el principio de la reseña: la ira contra laFeria del Libro de Madrid, un acontecimiento en el que día tras día, diecisiete en total, bajoun tiempo atroz, "los mismos autores firman los mismos libros" y en la mayoría de lascasetas, hornos, zulos del horror, se repiten "las dos docenas de best-sellers de turno", porno hablar de la infraestructura, diseñada para martirizar a libreros, autores, público y a esospobres perritos que sus amos se empeñan en que aprendan a leer para no tener que hacer-lo ellos. Hace muchos años, antes incluso de 2004, que decidí no volver nunca más a laFeria. Lo he cumplido. El final de la reseña fue tan contundente como el principio: "Unaelegía por la pureza perdida, la soledad, la orfandad y la derrota". Se refiere a Guapa decara [RAFAEL REIG, en Lengua de Trapo, Madrid 2004; la edición que he utilizado es la2ª en Suma de Letras]. Entonces me dije: socio, tienes que leer esa novela.Pero pasó algún tiempo hasta que hace poco leí en un artículo-entrevista-conversaciónentre Anna María Iglesia, Edurne Portela y Alberto Olmos publicado en el nuevo y flaman-te Ajoblanco, nº 2, 2018 (no se pierdan la entrevista inicial a Debbie Bookchin), que llevaya un tiempo sin aparecer, bajo el título "Redefiniendo El Campo Literario" algo sobre lageneración de Reig y no pude más. Saqué la novela de la biblioteca pública de mi barrio,uno de los organismos más maravillosos que existen, y me dispuse a leer.

Enrique Bienzobas

Cuando la novela policíacase escribe en clave poética

En torno a RAFAEL REIG: Guapa de cara. Editorial Lengua deTrapo/Suma de Letras, Madrid 2005

Desde la primera página, cuando la prota-gonista, Lola Eguíbar, escritora de librosjuveniles, es cobardemente asesinada (esun decir, fue en la tercera página, pero esoes lo de menos), hasta el final sin parar. Eraimposible dejar la lectura, era inverosímilhacer un alto más largo que el de la simplevisita al baño o a la cocina, o dormir pláci-damente, esto último lo intenté, pero soña-ba con la Castellana convertida en un canalacuático, en unas calles por las que los úni-cos vehículos que circulaban eran bicicle-tas, en un país anexionado por los EstadosUnidos y convertido en el U.S. IberianFederation en donde el español como len-guaje estaba prohibido, ¿pura ficción? Enunas píldoras de color verde que, para ven-cer a la muerte, quitan la vida. Y de una líri-ca tan profunda como eso de que hay quehaber ido en metro [de Madrid] en veranopara darse cuenta de la cantidad de luna-res, lobanillos, verrugas, antojos y matadu-ras que tenemos la mayoría de las perso-nas. Allí abajo encontraba Benito la carnehumana en toda su inabarcable verdad,atractiva y repulsiva a la vez, tan empapa-da de tiempo y muerte como la vida y lasexualidad.... O ese hermoso episodio delremo que faltaba para una de las cuatropiraguas que la protagonista, asesinadacobardemente, cuenta con la profundaemoción de las perdedoras, tanto ella comosu padre, el que nunca estaba en el lugaradecuado en el momento adecuado. Eso ylas lágrimas de la heroína, asesinada cobar-demente, tras una carrera de piraguas consu falda escocesa, cuando su padre, el psi-quiatra que huyó de unos experimentossospechosos, exhibió una mirada que eracomo una piedra preciosa procedente delas tinieblas siderales, que resumía todauna vida. Eso es pura poesía.Detrás de todo ello, que ya de por sí esmágico, está el Dasein, es decir, Heidegger,es decir, Nietzsche, es decir, la vida queestá ahí y deja de estar ahí, algo de lo quesólo nos damos cuenta cuando deja deestar. No recuerdo haber leído una novelaen clave criminal tan profunda, tan mágica,

desde que leí, hace ya unos cuantos años,Una investigación filosófica [Philip Kerr,en Anagrama, Barcelona, 1996]. En suspáginas surgen como miembros de plenoderecho otros personajes no tan ficticios.Como Los Secretos y la muerte de EnriqueUrquijo, "He muerto y he resucitado...",como la sustancia de ese Dasein con el queNietzsche (del que la protagonista desde elmundo de las sombras nos dice que cuandoera pequeña encontraba en sus páginasesas ideas que ya hubiera pensado antespor mi cuenta ¿o era el enrevesadoHeidegger?) quiso convertirse en caballopara que no maltrataran al equino. ¿Antesde qué? Tal vez ella misma lo aclara cuan-do habla de la realidad y la mentira: la fan-tasía juega en el campo contrario, tieneque conseguir la ilusión de verdad...¿Antes de qué? ¿De los recuerdos...? DiceLola Eguíbar, asesinada cobardemente,que, su amigo Carlos Viloria refiriéndose ala magdalena de Proust, le explicaba que elrecuerdo sólo es posible gracias a lo queolvidamos […] que el único recuerdo ver-dadero, el que permanece tal y como fue, esel de lo que hemos olvidado... A vueltas conel Dasein, a vueltas con el ser que vivefuera de sí, como la escritora de libros juve-niles después de ese crimen cobarde. Avueltas con Enrique Urquijo.No quiero terminar sin volver a recordar elfin de la reseña de ese gran escritor que esDavid Torres: "Reig disecciona el cadáverde la movida madrileña y los sueños rotosde una generación que bien pudo ser lanuestra, y que se quedó en nada o en casinada. Una elegía por la pureza perdida, lasoledad, la orfandad y la derrota". Graciasa David he leído una muy buena novela,que no dudo en recomendar. Y que no creopueda olvidar.


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Hay comportamientos y rasgos de algunos -¿bastantes, muchos?- políticos, sobre todo delPP y del gobierno- Rajoy, Cospedal, Aguirre, Floriano, Hernándo, Sáenz de Santamaría,Casado y tantos otros, que concuerdan mucho con las características que definen a los psi-cópatas. El último recientísimo caso es el de Cifuentes que confirma la regla en gradoaumentativo. Respecto a esto nos pasa siempre lo mismo, somos sumamente ingenuos eilusos. Cada caso nos parece que es el culmen, pero siempre aparece otro nuevo caso quesupera al anterior. Llevan ya unos 20 años en la Comunidad de Madrid y 16 en el gobier-no central y esto no parece acabar nunca. Cuando están en la oposición se muestran suma-mente malvados e insultantes con el adversario. Cuando están en el gobierno, por el con-trario, parecen ingenuas princesitas.Muchas veces hemos tratado de explicarnos cómo se puede mentir tanto sin escrúpulos,sin inmutarse, sin mostrar ningún atisbo de vergüenza, sin temblar, sin sonrojarse, sin titu-bear. Al contrario, somos nosotros quienes sentimos vergüenza ajena sólo de oírlos.¿Cómo se puede tener una doble moral y personal tan gruesa, aparentar ser una víctimapropiciatoria y ser un verdugo sin límites? ¿Cómo se puede ser tan cínico e hipócrita, deciry preconizar lo contrario de lo que se hace? Justificaciones infantiles o perversas, engañosdescarados. ¡Nos parece tan sorprendente que no nos lo podemos creer! Pero todo debetener una explicación, debe ser estudiado y comprendido.

Joaquín Benito Vallejo

Psicópatas políticos,políticos psicópatas

Este texto debería haberse publicado en el número 44 deTrasversales, lo que no se hizo por una confusión. En aquelmomento aún era Rajoy presidente de Gobierno. Es una reflexiónque toma como referencia el libro El Psicópata, Vicente Garrido,Algar Editorial, Alcira 2000.

Pensando en ello, releemos El Psicópatacon la pretensión de delimitar mejor el per-fil del psicópata y ver si algunos de sus ras-gos coinciden con el de estos políticos, yaque desde luego nos recuerdan mucho aellos.A partir de ahora se transcribe fundamen-talmente lo que creemos interesante en esteaspecto del libro de Garrido.El subtítulo del libro es: "Un camaleón enla sociedad actual", aludiendo el adjetivode camaleón, por un lado, a la capacidadque tiene tal animal de camuflarse, de apa-rentar ser lo que no se es realmente, adap-tándose fácilmente a los caracteres delentorno donde se mueve, para aparentar"ser igual que los demás", (para no desper-tar sospechas a la futura presa). Comodicen mucho de estos políticos, "ser perso-nas normales"; por otro lado, el subtítulo serefiere también a que el camaleón es unreptil, y como tal le caracteriza su sangrefría y su carencia de emociones.Según Garrido, ser psicópata no significaser un asesino, un violador, un maltratadoro un delincuente. Esos son una minoría. Lamayoría están camuflados en la vida coti-diana. Puede ser cualquiera de nosotros, unpadre, un hijo, un aparente honorableseñor, un empresario, un empleado, uncura, un mafioso o un político. Dentro deestos últimos campos hay muchos, ya quelo que más caracteriza al psicópata es elpoder y la codicia. Pero puede ser simple-mente "una persona normal" con una seriede rasgos como la capacidad de camuflar-se, manipular, engañar, desacreditar, etc.Están preparados especialmente para desoírlas necesidades de los demás, son capacesde dañar y maltratar sin reparar en nada.Sus fechorías, a veces fiestas y orgías (porejemplo, las cacerías de Blesa o el Reyemérito, o los gastos de las tarjetas Black,en alcohol, drogas y prostitución), puedenllegar a ser surrealistas y grotescas.Ser psicópata significa más bien ser soció-pata, define a un tipo de personalidad for-mada en la infancia, como todas, quizá conunas ciertas predisposiciones heredadas

hacia ello, pero más aún debido a unas pau-tas educativas, culturales y sociales que lofomentan y arraigan. Se tiende a presentara los psicópatas como locos o enfermosmentales, pero no, no son mentes trastorna-das, sino con un patrón de personalidadpeculiar. Sus actos son racionales, calcula-dos (muy inteligentes), combinados conuna escalofriante incapacidad para tratara los demás como seres humanos dotadosde pensamiento y sentimiento. No tienenlos rasgos de los enfermos mentales carac-terísticos de la psicosis, como alucinacio-nes, ilusiones o profundo malestar subjeti-vo y desorientación. Son plenamente racio-nales y conscientes de lo que hacen.El símil del reptil es utilizado como lacapacidad para evitar las emocioneshumanas más genuinas, alzándose comometáfora del mal o de la bestia, como diceRosa Montero, citada por Garrido: "suponeprescindir de la autocrítica y ser incapazde ver y entender a los demás, perder todocontacto con la realidad y abismarse en unegocentrismo imbécil". La ausencia de todapreocupación por el bienestar de los demás,la crueldad y la insensibilidad emocionalbien pueden considerarse propios de unestado reptiliano. El psicópata es el másperfecto depredador de su propia especie.Mentir, engañar y manipular son talentosnaturales del psicópata. Cuando se descu-bre su engaño no sienten reparo alguno,simplemente cambian su historia o retuer-cen los hechos para que encajen de nuevo.Parecen poseer una incapacidad manifies-ta para no sentir las emociones humanas.Junto a una apariencia fría y distantehacen exhibiciones de falsa emotividad.Pueden hablar como si estuvieran teniendouna emoción pero en realidad no la estánexperimentando, parecen hablar de oídas.El psicópata no muestra las respuestasfisiológicas asociadas con las emociones.Robert Hare, el más importante investiga-dor en la materia dice: los psicópatassufren un déficit en la integración delmundo emocional con el razonamiento y laconducta. El sujeto psicópata presenta la


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imagen de una persona preocupada por símisma, cruel, sin remordimientos, con unacarencia profunda de empatía.Por su parte Cleckley, primer investigadorsobre la psicopatía y autor de los libros "Lamáscara de la cordura" y "Las tres caras deEva" (hay una película del mismo títulobasada en esta obra), describe al psicópatacomo sigue: le caracteriza la más! absolutaindiferencia ante los valores de las perso-nas, no puede comprender cualquier asun-to relacionado con ellas. Incapaz de intere-sarse lo más mínimo por cuestiones quehan sido abordadas por la literatura, elarte, o el esfuerzo que la humanidad hahecho por progresar. Le tiene sin cuidadotodo esto en la vida diaria. No puede apre-ciar lo que motiva a otras personas. Su res-peto por la verdad es nulo…. Cuandomienten parece que no les va nada enello… son capaces de mirar tranquilamen-te a sus interlocutores en medio de lamayor falsedad… en los casos raros en quereconocen sus añagazas tratan de que losveamos sinceramente arrepentidos y seextrañan de que no creamos sus futuraspromesas realizadas bajo palabra de honoro con juramento solemne. Parece que pien-san bien pero sólo es un simulacro. Pareceque tiene emociones pero sólo intenta imi-tarlas. Su lenguaje y su comportamientorevelan que hay dos profundas disociacio-nes. El sentimiento está disociado del pen-samiento. Su juicio está disociado de suconducta.(Como podemos ver en las descripcioneshechas por los expertos, todas ellas coinci-den con las manifestaciones de los dirigen-tes del PP).Las fuentes de este carácter se encuentranen el medio familiar, social y educativo.Ser psicópata se aprende en el entorno. Sehace en un alto porcentaje en el proceso desocialización, donde se aprenden y se prac-tican las normas de convivencia con losdemás. Este proceso es iniciado por lafamilia, con sus relaciones afectivas y com-portamentales asentándose después en lacultura mamada. El psicópata crece en una

familia de relaciones afectivas frías, indife-rentes, pobres, sin vínculos segurizantes.Es claro que el cinismo impera dentro delámbito familiar. El niño mama y aprende loque ve.! La educación es en general autori-taria, con normas rígidas donde prima laobediencia (al orden establecido). Estáninclinadas a obedecer a la autoridad yactuar punitivamente con las personas queno tienen poder -rasgos de la personalidadautoritaria-. Se encuentran cómodas en lasrelaciones jerarquizadas (unos mandan yotros obedecen). Cuando la obediencia esel valor más elevado la autonomía es impo-sible. Cuando no ven una autoridad clara yno hay órdenes que seguir, a estos sujetossólo les queda el vacío, el mundo es ame-nazante, lo ven como un caos.En este tipo de educación se reprimen laexpresión de los impulsos naturales, lossentimientos y la sexualidad. De estemodo, el niño adquiere una pobre autoima-gen que se siente fácilmente amenazada(complejo de inferioridad)! lo que generauna visión hostil de los demás con la nece-sidad de autodefensa. Hay una falta deautoconciencia y autoaceptación; dificultadpara aceptar a los demás y férreos mecanis-mos de defensa. Se ha educado en la com-petitividad (has de estar por encima de losdemás, ellos son quienes te impiden llegarmás arriba) y se busca la resolución de losconflictos con medios agresivos. Han cre-cido en el narcisismo, el egoísmo, el indivi-dualismo y la competitividad. Les hanenseñado a hacer cualquier cosa con elobjetivo de estar por encima de los demás,la búsqueda de la fama, el dinero, el domi-nio y el poder. En la medida en que elmedio familiar y social incluya creencias yvalores que contribuyan al desarrollo delcomportamiento insolidario y egocéntricolas psicopatías se extenderán. Hay unaabsoluta falta de enseñanza ética y moralpráctica.(La educación empieza en la familia, consu estilo afectivo, su comportamiento y suejemplo, sus valores, sus creencias, suideo logía, su religión, para después conso-


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lidarse con todos los medios de que lasociedad dispone: escuela, medios decomunicación, -televisión, radio, prensa-valores y normas establecidos, ética, cos-tumbres, tradiciones…)(Erich Fromm expone en muchos de suslibros, como El arte de amar,!El miedo a lalibertad o El corazón del hombre, que elnarcisismo y el egoísmo están anclados enla infancia. Significa la dependencia a lospadres, no haber adquirido la madurez psi-coafectiva y la realización propia basada enel desarrollo de sus potencialidades. Porello se fijan a la familia, la consanguinei-dad, el clan, el grupo, el pueblo, la nación,la patria.)Los psicópatas pueden llegar a ser fanáti-cos (fascistas, talibanes, nazis) cuando es -tán bajo la influencia de un sistema de cre-encias –religión o ideología- al que subor-dinan cualquier otra cosa. Interpretan yevalúan la realidad según este sistema.Cualquier medio que sirva para sus metases aceptable. Controlar la vida de los queestán a su merced es algo embriagador y"casi" orgásmico.Sufren una división del Yo. ¿Cómo puedenir a sus casas y mostrarse cariñosos con susfamilias? En realidad, sus familias son porlo general igual que ellos, y hacen unaseparación entre la consanguineidad y losotros que no pertenecen a su grupo o clan)Sufren un proceso de división o desdobla-miento por el cual se forman dos yoesopuestos entre los cuales hay una disocia-ción para no crear conflictos.Después de la educación bajo la que se hanformado sólo se trata de buscar aquellosmedios sociales que facilitan el alcance deobjetivos psicopáticos y suplir las carenciasde la infancia.!Las organizaciones y empre-sas constituyen un foro privilegiado paraactuar. El rol de líder y ejecutivo es muyatractivo. Les da mucho poder y margen deacción. Una de las nuevas formas de vivirque han encontrado los psicópatas es la deser líder de una secta (el partido político, ymás el PP, es lo más parecido a una secta.)Las características de estos líderes son:

capacidad de manipulación y seducción,astucia, narcisismo, cierto encanto o cuali-dades para seducir y convencer.(No sabemos qué encanto puede tenerRajoy o Aguirre, pero parece ser que parasus acólitos sí que lo tiene. Hay que teneren cuenta que sus seguidores son quieneshan adoptado por norma la obediencia aquien representa el orden, la autoridad o lainstitución. En alguna ocasión tambiénhemos oído hablar sobre Gallardón a perso-nas que le conocen directamente "del granencanto y la seducción que ejerce". Laspersonas descritas en ese tipo de educacióncarencial se quedan pegadas a estas otraspersonas que muestran autoridad y ofrecencarisma, modelos, seducción, promesas,poderes. Aquí puede estar una de las clavesde porqué se sigue votando a los corruptos,-aparte de la ignorancia, del poder de losmedios de manipulación, de que el poderdispone de todas las armas y medios paraengañar-, es el haberse educado en la obe-diencia a la autoridad, con la que se sientenidentificados y protegidos).¿Quién si no, dice Garrido, puede conven-cer a miles de personas de que su salvacióndepende de que consiga secuestrar psicoló-gicamente a otros incautos? Los psicópatasengañan, hieren, hacen que dudemos denuestra cordura. Tienen una doble vida, unadoble moral, falta de remordimientos y ver-güenza, megalomanía, capacidad de tejertelarañas de manipulación.(¿Los políticos mencionados aquí, son psi-cópatas que se han metido a políticos por-que es como mejor pueden satisfacer lascarencias o rasgos de su personalidad? ¿Sepuede ejercer el poder de esta manera sinser psicópata? Tanto Fromm como Garrido,entre otros, nos dicen que el poder es elcampo de "realización" de los psicópatas.¿El poder corrompe, o son ya los corrompi-dos los que necesitan el poder?)La categoría del psicópata de 5 estrellas esla de los políticos, nos vuelve a decirGarrido: hombres que juran servir a lapatria y que luego nos arrojaron a la caranuestra propia estupidez. Pocas dedicacio-


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nes permiten mayor ejercicio camaleónicoque la política. Se establece en el podergubernamental una estructura psicopática:es decir, se institucionaliza, se estataliza,se hace propia del estado, dándole su vistobueno, se monta una burocracia que lafavorece, que la encubre, que la justifica.Se hacen unas leyes ajustadas a ello. Paratodo esto son necesario dos requisitos: enprimer lugar, que haya unos líderes que lapromulguen y faciliten y, en segundo lugar,una parte de la población que se identificacon ellos, porque es un modo de compensarsus carencias y sublimar un supuesto espí-ritu nacional e ideología.(Y como nos ha dicho Fromm: personasinmaduras que buscan la protección simbó-lica de la madre en la autoridad, clan,nación o patria. Generalmente no se dedicala atención debida a las raíces psicológicasde esta cuestión, la regla es hacer estudioseconómicos donde se excluye la psicolo-gía, lo que necesita otro artículo. Además,los psicópatas acólitos que rodean al líderre curren a "la obediencia debida" para jus-tificar sus acciones. Es un ejemplo: el go -bierno recurre al deber de sacar al país de lacrisis para justificar sus acciones en contradel pueblo. La crisis es la justificación per-fecta para realizar sus planes privatizadoresde todos los servicios públicos. Y luego -Rajoy- dice "hice lo que era mi deber", encontra de lo que prometió en las elecciones."La obediencia debida" es la justificaciónde la obediencia a los superiores, a la auto-ridad, a las instituciones, o a las leyes esta-blecidas para realizar una acción "indebi-da" inmoral, como un asesinato u otro actode menor consideración. En la entrada a loscuarteles suele haber un cartel grande quereza: "La obediencia es la más alta virtud."Con ello ya se está induciendo, por las bue-nas, a que has de obedecer. Si no lo haces,tendrás castigos, calabozo, o consejo deguerra, dependiendo de la gravedad que seaconsiderada la desobediencia. La desobe-diencia es sinónimo de rebeldía.Evidentemente, si todos desobedeciéramosal estado éste podría derrumbarse. Si lo

hace un individuo aislado debe ser castiga-do y servir de escarmiento para que nocunda el ejemplo. El estado impone eldeber de la obediencia, como otro montónde aspectos, para atrincherarse. El estadodespersonaliza, normaliza, uniformiza a losciudadanos, les despoja de la capacidadindividual de pensar por sí mismos, ate-niéndose éstos a lo ordenado o simplemen-te sugerido por el poder mediante su multi-tud de medios de manipulación masiva.Esa "obediencia" se impone desde la cunamediante una educación represiva, autori-taria, hipócrita. Figuras de autoridad a lasque se debe obediencia son el padre, elcura, el maestro, el patrón, los mayores, lastradiciones, la patria… Cuando no se educaen la autoestima, la autogestión -cogestióncon los demás- y la realización personal,sólo queda fijarse, imitar o seguir a lasfiguras de poder).En relación con "la obediencia debida"Garrido menciona a Hannah Arendt, segúnexpone esta en su libro: Eichmanm en Je -rusalén (también puede verse en la pelícu-la "Hannah Arendt", Margarethe von Tro -tta) donde cuenta su asistencia al famosojuicio del nazi Eichmanm como correspon-sal de The New Yorker. Creyéndose encon-trar a un demonio sentado en el estrado, seencontró sin embargo con un sujeto absolu-tamente "banal" -ella dice constantementeque no es una persona, sino un pelele- ydescribe de él rasgos que son típicos delper fil psicópatico, aunque nunca empleóse mejante concepto ya que ella no teníaconocimientos de psicopatología, pero daen el clavo en la esencia de la psicopatía.Vea mos algunos de sus comentarios: Tieneuna completa incapacidad para contem-plar algo desde el punto de vista de losdemás -una absoluta falta de empatía-, unlenguaje oficial burócrata incapaz de pro-nunciar una sola frase que no fuera un cli-ché –habla vacía– (podemos acordarnosaquí una vez más de la simpleza que carac-teriza a Rajoy). Su incapacidad de hablarestá relacionada con su incapacidad parapensar desde el punto de vista de otra per-


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sona -no es que mienta sino que tiene unabarrera que le impide ver la realidad-,insensible frente a los sentimientos y pen-samientos de los demás; el resultado no esun monstruo sino un payaso, un esperpen-to, una caricatura de ser humano, una ima-gen deformada y grotesca de la compleji-dad que encierra una persona y justificasus asesinatos por la obediencia debida asus superiores ¡Él -dice- no ha matado anadie, no es culpable ni responsable, sim-plemente ha obedecido, ha hecho lo quedebía hacer!Volviendo a Garrido: para ser un psicópa-ta no es necesario matar, sólo que tenga unpensamiento ajeno al bienestar o al dolorde los demás ya sea siguiendo un plan tra-zado por otros o siguiendo sus propios pen-samientos. Con la famosa frase "la banali-dad del mal" lo que Arendt quiere decir es:lo verdaderamente monstruoso es noconectar con los demás en un nivel plena-mente humano. Esa es la esencia de la psi-copatía. El psicópata no tiene delirios, nose cree Napoleón, no tiene crisis de ansie-dad ni conflictos psicológicos… Su mundoemocional es muy limitado. No es que seaestúpido, más bien significa una completafalta de racionalidad. Tal alejamiento de larealidad y vaciedad de pensamiento pue-den llevar más destrucción que todos losinstintos perversos juntos.(Lo que vemos en la película, por otraparte, es que H. Arendt cree que Eichmannno es persona, y que en lugar de juzgar alindividuo despersonalizado debiera haber-se juzgado al sistema que le ha producido,y del que forma parte).Como ejemplo final, Goering, en el juiciode Nurenberg, cuando le mostraron unapelícula de los crímenes nazis en los que élmismo participó, comentó: "hacía unabuena tarde soleada"!!!(Vuelve a recordarnos a Rajoy, cuando pre-guntado por la corrupción, éste contesta:"está lloviendo")


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La escritura de Beatriz Gimeno es impetuosa y beligerante a la vez que rigurosa y razona -ble. Tras sus ensayos hay estudio, documentación y contraste, por eso escribe lento. Enella, no todo vale para defender o condenar una idea, tesis, propuesta o actividad. Tampocovale exponer sólo aquello que parece apuntalar una tesis mientas que se calla lo que podríaponerla en duda. Leer a Gimeno es reencontrarse con la práctica de la deliberación, tanpoco frecuente hoy pese a que su ausencia convierte cualquier "argumentación" en retóri-ca.La lactancia materna es un libro político. No es un libro a favor o en contra de la "lechematerna" o de "la leche de fórmula", del amamantamiento o del biberón, ni un manual deautoayuda. No aconseja tal o cual procedimiento de alimentación infantil, ni exagera vir-tudes o defectos de cualquiera de ellos. De hecho, más bien viene a decir que el uso delecha materna o de leche de fórmula, del amamantamiento o el biberón, o de sus combi-naciones, tiene muy escasa influencia en el futuro de la criatura, siempre y cuando que loque se haga se haga de la forma adecuada y en condiciones saludables. Y esas condicionesdependen ante todo de la clase social, el entorno socioeconómico y cultural, factores quesí que condicionan con mucha fuerza el futuro desarrollo de las y los bebés y de suspropias madres.La mayor parte de los ataques a Gimeno por este libro o por artículos anteriores sobre elmismo tema la presentan como enemiga de la "lactancia materna", aunque para cualquieraque lea sin fanatismo es evidente que ni aconseja ni desaconseja el amantamiento o elbiberón (con leche de fórmula o con leche materna) ni cualquier combinación de esasopciones, salvo en condiciones especiales muy determinadas. Gimeno dice que la lechematerna es habitualmente más segura para los bebés cuando no hay acceso a agua limpiaen la preparación de los biberones así como que debería recomendarse el uso de leche defórmula a las mujeres con VIH por ser la leche materna un transmisor del virus. Esa acti-tud contrasta con la cerrazón de las organizaciones prolactancia que se negaron a que encaso de VIH se recomendera la leche de fórmula. No es casualidad que grupos como LaLiga de la Leche (LLL) trabajen con negacionistas de los virus del SIDA y del Ébola (pp.235-237).

Alexa Gorzi

"La lactancia materna". Una críticarazonada del mandato de lactancia

Reseña de La lactancia materna. Política e identidad,Beatriz Gimeno, Ediciones Cátedra, 2018

Tal y como comenta Gimeno en la intro-ducción, en su propia experiencia vitalencontró que "en la actualidad existe unclaro mandato de lactancia que sufren lasmadres cuando paren; que la lactanciamaterna es ahora el centro de un conglo me -rado ideológico llamado maternidad inten-siva" (p. 12). Su beligerancia no es contrala lactancia materna, sino contra el manda-to de lactancia y contra la militancia paraimponerlo: "Hoy día, el derecho a ama-mantar está fuera de duda, pero lo que hadesaparecido es cualquier alusión o defen-sa del derecho a no amamantar". Sinembargo, su crítica del lactivismo no puedeinterpretarse como mera condena de lasactivistas implicadas ni como reducción deellas a víctimas de una manipulación, puesgran parte del libro se dedica a entender esefenómeno y comprender sus causas, in -cluyendo qué sienten las lactivistas, quésien ten como positivo para ellas en esecompromiso, o por qué muchas lo vivencomo una especie de empoderamiento indi-vidual pese a que colectivamente estéreproduciendo los roles de género. Igual -mente nos recuerda que el sufrimiento y elsacrificio "puede llegar a convertirse en unpoderoso aglutinante y constructor de iden-tidad" (p.115), como ocurre en muchas sec-tas o semisectas. Cuarenta páginas dellibro, todo el capítulo IV, se dedican ínte-gramente a esa reflexión sobre la identidadlactivista, también presente en las páginasprevias o posteriores.Tras la introducción, el libro se desarrolla através de seis capítulos: "La lactancia desdeuna perspectiva histórica", "Hacia unreconstrucción de la maternidad", "La lac-tancia como imperativo moral", "Cons -trucción subjetiva de la identidad lac-tivista", "Construcción natural / construc-ción científica" y "Lactancia, clase social yraza".En el primer capítulo se hace un recorridopor la lactancia hasta el siglo XIX. Frente alas tesis naturalistas o instintivistas eserecorrido muestra que "la lactancia se haconstruido y practicado a lo largo de la his-

toria de muy diferentes maneras" (p. 30). yque "es incentivada o desincentivada segúnlos intereses políticos de cada momento(especialmente incentivada siempre que losroles de género se desdibujan) y según elpapel que se desempeñe en cada momentola política sexual" (p. 31).A lo largo del segundo capítulo se pone lamirada en la "reconstrucción de la mater-nidad" a partir de los años 50 del siglo XX,punto de inflexión en el que "decir que lalactancia estaba claramente en declive enlos países desarrollados es quedarse corto.Sería más ajustado decir que son muypocas las madres que dan de mamar" (p.95). Entonces hay una reacción patriarcal,en torno a la "maternidad total" y al manda-to de lactancia materna, iniciada en los mis-mos años 50 -la Liga de la Leche (LLL) fuefundada en 1956 en Chicago por sietemadres vinculadas al "Movimiento por laFamilia Cristiana"- e intensificada en losaños 80, como respuesta al feminismo de laSegunda Ola de los años 60-70 y enestrecha vinculación con la agenda neolibe -ral, pese a que parte del lactivismo se con-sidere punta de lanza de una lucha contralas multinacionales fabricantes de la lechede fórmula y crea que el mandato de lactan-cia materna es una alternativa a la mercan-tilización de la maternidad y la crianza,como "contrapunto necesario del mundocapitalista" (p. 101).Gimeno presta gran atención, y con razón,a la experiencia de la Liga de la Leche (p.109-130 y otras), que hoy por hoy es una delas mayores y más influyentes organiza-ciones internacionales. Refiriéndose a lasfundadoras de LLL, Gimeno dice que "Parasu filosofía es central la idea de que lafamilia es el pilar que sostiene la sociedady esa familia está basada en una diferenciade género esencial, biológica e irreductible,por lo que LLL defiende la pertinencia deno desafiar los roles tradicionales masculi-no y femenino" (pp. 115-116). Ahora bien,la habilidad e inteligencia de LLL residenen su capacidad para dejar esa filosofía ensegundo plano, atrayendo incluso a muchas


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mujeres que se consideran -y no decimosque no lo sean, nadie reparte ese título-feministas. LLL actúa como una platafor-ma de tema único, que víncula la idea de"buena madre" con la práctica del amaman-tamiento y que hace de la ausencia de esteun "riesgo" para el bebé y para la personaadulta que será predeterminada por la exis-tencia y duración del amamantamiento. Esadefinición de "buena madre", que en oca-siones deberá sufrir para serlo, determinainexorablemente una definición de "malamadre", que en ocasiones sufrirá por serlo.LLL elude pronunciarse sobre cualquierasunto que no se refiera directamente a lalactancia materna. Siendo una organizaciónesencialmente ultraconservadora ha logra-do que su tesis sea compartida por franjasde la población que se sienten ecologistas,feministas, anticapitalistas y que incluso secomprometen y destacan en esas luchassociales.No es posible entender a LLL sin entenderlas condiciones sociales en que ha prospe -ra do, al menos tan bien como las entendióy entiende la propia LLL, incluyendo enello la frustración que produce el que lamayor incorporación de las mujeres almun do laboral no haya ido acompañadapor una nueva redistribución de los cuida-dos ni se produzca en condiciones deequidad laboral entre mujeres y hombres, ola funcionalidad de LLL al proyectoneolibe ral a partir sobre todo de los años80, en aspectos como la irresponsabi-lización de la sociedad respecto al futuro decada uno de sus miembros (dado que esefuturo depende de haber sido "bien" ama-mantado, sólo es responsabilidad de lasmadres), el desmantelamiento de los sis-temas sanitarios públicos, etc. Sobre esto,por cierto, Gimeno nos dice que el ama-mantamiento no ha reducido el gasto sani-tario, sino que ha sido una de las excusaspara reducirlo.Por descontado, ese éxito no se debe sólo alas condiciones en que se produce, sinotambién a una práctica política inteligente:"Si ha triunfado ha sido porque ofrece a las

mujeres algo que no encuentra en otrosámbitos" (p. 118), "mujeres que estabandescontentas con el aspecto de sus cuerposconsiguieron asumirlos y sentirse mejor"(p. 118), "LLL hace suyo el lenguaje" delfeminismo y otros movimientos sociales(p. 120), "el éxito de LLL se basa en quehace que muchas madres se sientan mejoren un mundo que no es justo ni con lasmujeres ni con las madres" (p. 123), "LLLtriunfa porque es extremadamente hábil ensu transversalidad y supuesta despoliti-zación" (p. 130)... Todo esto acompañadotambién de la creación de mucho sufri -miento para las mujeres que no quieren ono pueden amamantar, una vez que la ideo -logía LLL se ha convertido en ideo logíaoficial de las instituciones internacionales yestatales, de la OMS, de las asociacionespediátricas, de los servicios sanitarios, delos hospitales...; sufrimiento también paraparte de las mujeres que han seguido losconsejos de la LLL, ya sea voluntaria-mente, ya bajo presión social o incluso aconsecuencia de políticas que condicionanbeneficios sociales a la práctica del ama-mantamiento.La Liga de la Leche es inflexible en suobjetivo, pero no en sus argumentaciones.Éstas cambian porque se adaptan al am -biente de cada época. Gimeno relata y doc-umenta la manera en la que LLL ha sabidoir modificando sus relaciones con los esta-mentos médicos y con una supuesta "obje-tividad científica". En su nacimiento, LLLinvita abiertamente a las mujeres a rebe-larse contra la "medicalización" de lamaternidad, a poner la naturaleza (el plande Dios) por encima de los expertos y laciencia, a hacer frente o engañar a los pe -dia tras favorables o no contrarios al bi -berón y a la leche de fórmula, etc. Por elcontrario, una vez que las tesis que identif-ican a la leche materna como "líquido deoro" se han impuesto en las institucionessanitarias y que desde ellas se generaliza el"mandato de lactancia materna", sometien-do a presiones a las mujeres que se resistena él, la LLL ha incorporado en su argumen-


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tario una capa "científica" sobre los benefi-cios de la leche materna y ejerce una pre-sión de lobby para que esas instituciones ylos Estados se reafirmen en esa línea y laextremen, para invisibilizar y marginar losmuchos estudios científicos rigurosos quecuestionan las tesis lactivistas, etc. Noobstante, el objetivo de la LLL no es enrealidad la alimentación con leche maternasino el amamantamiento en sí mismo, seancuales sean las propiedades "naturales" dela leche materna.Tanto en el capítulo 2 como en el capítulo5, Construcción natural / construccióncientífica, Gimeno hace referencia a mu -chos estudios científicos que han sidoinvisibilizados e ignorados en beneficio delas tesis hoy sostenidas por la OMS o por laAcademia Americana de Pediatras (AAP).Convendría aquí recordar que la OMS, quehasta 1990 consideró la homosexualidaduna enfermedad mental y que sólo en 2018ha sacado la transexualidad de la lista deenfermedades mentales (aunque para in -cluirla en una de "incongruencias degénero"), está regida por delegaciones delos Estados -entre ellos Arabia Saudí, Iráno Afganistán- y no es una institución cien-tífica transnacional sino una instituciónpolítica interestatal.La AAP, que es una asociación profesional,no una institución científica, ha ido evolu-cionando hacia posiciones cada vez másfavorables hacia la lactancia materna y laalimentación con leche humana. La AAPenumera supuestos beneficios de la lactan-cia materna o la leche humana, por ejem ploen el documento de su sección de lactanciaLactancia materna y alimentación conleche humana (bit.ly/2CCID35). Sin em -bargo, muchos de los resultados presenta-dos, nos dice Gimeno citando numerosasfuentes, están muy lejos de estar confirma-dos. De hecho, en el antes citado documen-to de la sección de lactancia de la AAP sereconoce que "Han surgido determinadascuestiones metodológicas acerca de la ca -li dad de estos estudios, especialmente en loreferente al tamaño de la población ana -

lizada, la calidad de los datos, el ajusteina decuado de los factores de confusión, laausencia de diferenciación entre 'cualquiertipo de lactancia' y 'lactancia exclusiva' yla ausencia de una relación causal definidaentre lactancia materna y un resultado es -pe cífico. Asimismo, existen determinadascues tiones de índole ética y práctica queim piden estudios de intervención aleatori -zados prospectivos acerca de diferentes ti -pos de alimentación. Por lo tanto, la mayo -ría de los informes publicados son estudiosobservaciones de cohorte así como metaanálisis y revisiones sistemáticas".Pero, una vez reconocido eso, la sección delactancia de la AAP pasa por altoesas·"cuestiones metodológicas" y planteasus hipótesis como tesis sobre las quehubiera un "consenso científico", cuandono lo hay y en las mismas revistas científi-cas se publican textos con opiniones di -ferentes, aunque los procedentes del lac-tivismo alcanzan relevancia pública y losotros son socialmente ignorados, salvocuando el lactivismo organiza campañascontra ellos o contra los artículos de divul-gación que los citan.Esas "cuestiones metodológicas" de las quela AAP habla para luego eludirlas son sinembargo bastante claras para cualquierpráctica de investigación social rigurosa.Por ejemplo, muchos de los estudios que seutilizan para presentar la "leche materna"como el "líquido de oro"·ignoran sesgossociales muy claros, presentando falsascorrelaciones entre incidencia de enfer-medades y lactancia materna. En los paísesdesarrollados la práctica del amantamientoprolongado es mucho más frecuente entrelos grupos sociales acomodados y conmayor nivel sociocultural que entre los gru-pos sociales empobrecidos. Y, señalaGimeno, "En realidad, hay ya muchos estu-dios que demuestran que aquello que ver-daderamente es decisivo para la salud y laesperanza de vida de los bebés son otrascosas, como la desigualdad de clase y derentas" (p. 240).El sesgo social del amantamiento lo confir-


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ma la AAP respecto a Estados Unidos en elcitado informe, apartado "Epidemiología",pero da por válidos estudios que no tienenen cuenta ese sesgo de clase -muy condi-cionante de la salud futura de la madre y dela criatura- y se limitan, por ejemplo, acomparar resultados de grupos selecciona-dos según el tiempo de amantamientoexclusivo sin tomar en cuenta que no songrupos homogéneos socialmente, cuando la"cuestión social" es determinante en lo quese refiere a la salud. La AAP señala conpreocupación, por ejemplo, la baja tasa deama mantamiento de las mujeres negras nola tinas en EEUU, pero no capta la dimen-sión social (entorno social, cultural y sani-tario) ni la dimensión de resistencia políti-ca y afirmación de identidad (muy intere-sante al respecto el capítulo VI, pp. 267-278, del libro de Gimeno) que eso tiene,sino que más bien parece sacar como únicaconclusión que hay que modificar las prác-ticas hospitalarias (¿para hacerlas más "lac-tivistamente" compulsivas aún?). Gi me nocita un "estudio" que comparaba da tos dealimentación con biberón en Af ganistáncon datos de amamantamiento en un paísdesarrollado, lo que es descabellado.En la parte final del libro Gimeno exponeuna contradicción interna al movimientolactivista y al mundo de los negocios cons -truidos en torno a él -como lo hay en tornoa la leche de fórmula-, ya que si bien provi-sionalmente el lactivismo tipo LLL haasumido una construcción pseudocientíficacomo punto de apoyo adicional a su inicialconstrucción pseudonaturalista (siendoambas realmente una construcción degénero), no debemos olvidar que ese lac-tivismo lo que defiende es el amaman-tamiento en sí mismo y en cualquier cir-cunstancia (incluso cuando genera sufri -miento para la madre y/o riesgos para lacriatura), mientras que poco a poco se haido generando una amplia industria entorno a la leche materna en cuanto produc-to separado del pecho, desde los sacalechesque permiten alimentar en diferido con lapropia leche materna -y cuya utilidad nos

parece evidente para quien así lo quiera-hasta la venta mercantil de leche maternapor Internet que reinventa, con riesgos san-itarios claros, una especie de "nodrizas" sinrostro y que tiende a convertirse en otraforma de explotación de las mujeres pobresbajo la mitología de "la libre elección".Gimeno no forma parte de esa tradiciónoscurantista que se opone a la ciencia,niega el virus del VIH, combate el uso devacunas, propaga el valor milagroso de lahomeopatía, difunde cualquier doctrinaextravagante y conspirativa, considera anti -capitalista cualquier disparate sólo porqueatribuya algún crimen a los "yanquis" oparezca ir contra la industria farmaceúticao alimentaria, cree en curanderos mila-greros, etc. Todo lo contrario, su tradiciónes ilustrada, racional, a la vez que activista.Pero también es la tradición que, desde larazón y el rigor, han creado tantas mujeresdurante siglos al alzar su voz para oponersea la construcción desde las institucionespolíticas, sociales, académicas, religiosas oprofesionales, desde el "supuesto saber"patriarcal, de falsas "evidencias" dirigidas amantener a las mujeres en una condiciónsubalterna.Insistamos en esto: lea usted el libro, enesta reseña no caben argumentos, pero el li -bro está lleno de ellos. Gimeno, activista detantas causas, no es una activista por la le -che de fórmula y el biberón. No está encampaña contra el amamantamiento. Sim -plemente, se opone a que éste sea un man -dato social al que las mujeres deben some-terse, o sentirse malas madres si no lo ha -cen, y a que se construyan falsas "eviden-cias científicas" para sostener ese mandatoque refuerza los roles de género asignados.Lo que en definitiva dice es que "Asegurarque vivimos más y mejor porque tomamosbiberón es igual de poco objetivo que locontrario. Lo cierto es que dar de mamar oalimentar con leche de fórmula no alterasignificativamente la salud ni la calidad devida futura en los países en los que prepararla leche de fórmula es seguro: son otrosfactores, a veces invisibilizados por


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razones políticas, los que alteran significa-tivamente esos indicadores" (p. 223) y que"La realidad es que el biberón es un méto-do de alimentación perfectamente seguro y,por eso, porque las ventajas de la lactanciason pequeñas, estas no pueden considerarseaisladas sin tener en cuenta los costes que aveces pueden ir aparejados, costes person-ales y sociales, para las madres o para laigualdad (p. 226).No es un mensaje agresivo. Es un mensajetranquilizador: hay varias opciones razo -nables, utilízalas como te apetezca y mejorte vaya. Sin criminalizar y sin presionar aquienes eligen una u otra opción.Nos gustaría acabar con una pequeña deri-va y analogía. Las políticas contra las y los"sin papeles" no pretenden acabar con lainmigración ilegal, sino mantenerla en unasituación lo más precarizada posible, lo quepermite altísimos niveles de explotación ycrear fuertes tensiones dentro de lapoblación empobrecida Pues bien, el man -dato de lactancia materna no pretende quetodas las mujeres lo cumplan, ya que en esecaso se aplicarían políticas sociales y labo-rales que lo facilitasen a quienes lo quieran-y facilitasen no amamantar a quien noquiera o no pueda- pero sin provocar en lasmujeres mayor desvinculación del mundolaboral que la que tienen los hombres. Elobjetivo del mandato de lactancia maternaes reafirmar unos roles de género, unosestereotipos, una definición de "buenamadre" a través del sacrificio de su propiaidentidad y, también, un modelo social enque el sistema y las instituciones no sehacen responsables del futuro de quienesnacen "ya que" ese futuro sólo dependeríadel "apego" y de la capacidad de sacrificiode su madre para no ser "mala madre".


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imágenes de un cuatrim

estreObra gráfica generosamente cedida para su reproducción en esta página por:

Juan Ramón Mora (jrmora.com)

Los eBook de JRMora: jrmora.com/blog/2016/07/04/ebook-3-periodismo

Dos pequeños cactus,rosa fuerte,amarillo,en mi estanteríalucen firmes.Parecen vigilantes,enhiestosguardianes de las letras.Son capaces de herir,como la poesía.

Ángeles Mora (Rute, 1952)“Cactus”, La sal sobre la nieve. Antología 1982-2017Editorial Renacimiento, Sevilla, 2017

Araceli Gilbert (Guayaquil, 1913-1993)Variaciones en rojo nº 2, Paris, 1955

Cortesía Archivo Blomberg / www.archivoblomberg.org

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