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Treballs d’Arqueologia, 2008, Núm. 14, p. 171-194 171 Variabilidad tecnológica en el Paleolítico Medio de los Pirineos Occidentales: una expresión de las dinámicas históricas de las sociedades neandertales Joseba Ríos Garaizar 1 Rebut: 19-03-2008 Acceptat: 30-10-2008 Resumen En este artículo se analiza la variabilidad en los modelos de organización tecnológica de las socie- dades neandertales del Paleolítico Medio del Pirineo Occidental. Se presentan los resultados del análisis de los conjuntos líticos del nivel VII de Amalda y de los niveles N, D y B de Axlor a par- tir de los cuales nos interrogamos acerca de la variabilidad y de su significado a la hora de inter- pretar la evolución histórica de las sociedades neandertales. Palabras clave: Pirineo Occidental, neandertales, variabilidad, organización tecnológica, indus- tria lítica. Resum. Variabilitat tecnològica en el Paleolític Mitjà dels Pirineus occidentals. Una expressió de les dinàmiques històriques de les societats neandertals En aquest article s’analitza la variabilitat en els models d’organització tecnològica de les societats neandertals del paleolític mitjà dels Pirineus Occidentals. S’hi presenten els resultats de l’anàlisi dels conjunts lítics del nivell VII d’Amalda i dels nivells N, D i B d’Axlor a partir dels quals ens interroguem sobre la variabilitat i el seu significat a l’hora d’interpretar l’evolució històrica de les societats neandertals. Paraules clau: Pirineus Occidentals, neandertals, variabilitat, organització tecnològica, indústria lítica. Résumé. Variabilité technologique au Paléolithique Moyen des Pyrénées Occidentales: une expre- sion des dynamiques historiques des sociétés neandertales On analyse ici, la variabilité dans les modèles d’organisation technologique des sociétés néan- dertaliennes du Paléolithique Moyen des Pyrénées Occidentaux. On présente les résultats de l’analyse des ensembles lithiques du niveau VII de l’Amalda et des niveaux N, D et B d’Axlor à partir desquels nous nous interrogeons sur leur variabilité et leur signification pour arriver à inter- préter l’évolution historique des sociétés néandertaliennes. Mots clés: Pyrénées Occidentaux, Néandertaliens, variabilité, organisation technologique, indus- trie lithique. 1. Max Planck Institute for Evolutionary Anthropology. Department of Human Evolution. Deutscher Platz, 6. D-04103 Leipzig. Germany. [email protected]

Variabilidad tecnológica en el Paleolítico Medio de los Pirineos

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Treballs d’Arqueologia, 2008, Núm. 14, p. 171-194 171

Variabilidad tecnológica en el Paleolítico Mediode los Pirineos Occidentales: una expresión delas dinámicas históricas de las sociedades neandertales

Joseba Ríos Garaizar1

Rebut: 19-03-2008Acceptat: 30-10-2008

Resumen

En este artículo se analiza la variabilidad en los modelos de organización tecnológica de las socie-dades neandertales del Paleolítico Medio del Pirineo Occidental. Se presentan los resultados delanálisis de los conjuntos líticos del nivel VII de Amalda y de los niveles N, D y B de Axlor a par-tir de los cuales nos interrogamos acerca de la variabilidad y de su significado a la hora de inter-pretar la evolución histórica de las sociedades neandertales.

Palabras clave: Pirineo Occidental, neandertales, variabilidad, organización tecnológica, indus-tria lítica.

Resum. Variabilitat tecnològica en el Paleolític Mitjà dels Pirineus occidentals. Una expressió deles dinàmiques històriques de les societats neandertals

En aquest article s’analitza la variabilitat en els models d’organització tecnològica de les societatsneandertals del paleolític mitjà dels Pirineus Occidentals. S’hi presenten els resultats de l’anàlisidels conjunts lítics del nivell VII d’Amalda i dels nivells N, D i B d’Axlor a partir dels quals ensinterroguem sobre la variabilitat i el seu significat a l’hora d’interpretar l’evolució històrica de lessocietats neandertals.

Paraules clau: Pirineus Occidentals, neandertals, variabilitat, organització tecnològica, indústria lítica.

Résumé. Variabilité technologique au Paléolithique Moyen des Pyrénées Occidentales: une expre-sion des dynamiques historiques des sociétés neandertales

On analyse ici, la variabilité dans les modèles d’organisation technologique des sociétés néan-dertaliennes du Paléolithique Moyen des Pyrénées Occidentaux. On présente les résultats del’analyse des ensembles lithiques du niveau VII de l’Amalda et des niveaux N, D et B d’Axlor àpartir desquels nous nous interrogeons sur leur variabilité et leur signification pour arriver à inter-préter l’évolution historique des sociétés néandertaliennes.

Mots clés: Pyrénées Occidentaux, Néandertaliens, variabilité, organisation technologique, indus-trie lithique.

1. Max Planck Institute for Evolutionary Anthropology. Department of Human Evolution.Deutscher Platz, 6. D-04103 Leipzig. Germany. [email protected]

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Abstract. Technological variability in the Middle Palaeolithic of the Western Pyrenees: a mani-festation of the historic dynamics of Neanderthal societies

This contribution analyzes variability in the technological organization modes among the Nean-derthal societies of the Western Pyrenees Middle Palaeolithic. The study focuses on the lithicassemblages of Amalda Level VII and levels N, D and B of Axlor. Results lead to discuss about theissue of variability and its meaning to interpret the historical evolution of Neanderthal societies.

Key words: Western Pyrenees, Neanderthals, variability, tecnological organization, lithic industry.

RÍOS GARAIZAR, Joseba. «Variabilidad tecnológica en el Paleolítico Medio de los Pirineos Occi-dentales: una expresión de las dinámicas históricas de las sociedades neandertales». Treballs d’Ar-queologia, 2008, Núm. 14, p. 171-194.

La idea de variabilidad referida a los con-juntos líticos del Paleolítico Medio ha sidouno de los principales argumentos en ladiscusión acerca de las capacidades adap-tativas de los neandertales. Se ha defendi-do que la escasa variabilidad de los con-juntos líticos musterienses (Mellars, 2004)refleja en definitiva una escasa capacidadde previsión, planificación y adaptaciónde las estrategias a las condiciones cam-biantes del medio (Kuhn, 1995; Mithen,1999; Noble y Davidson, 1993). Siguien-do este planteamiento las estrategias deaprovisionamiento lítico practicadas porlos neandertales no serían sino el produc-to de comportamientos repetitivos, contomas de decisiones inmediatas basadasmás en la acumulación de conocimientoque en la reflexión individual y grupalacerca de las necesidades y los medios dis-ponibles.

Sin embargo, esta visión contrasta pro-fundamente con la importante variabili-dad de comportamientos observada en elregistro del Paleolítico Medio de Eurasia.Esta variabilidad no se observa sólo en lossistemas de organización tecnológica(Bourguignon, 2004; Bourguignon et al.,

2006; González et al., 2005; Ríos, 2005;Delagnes et al., 2007), sino que aparecetambién al comparar, entre otras, las estra-tegias de subsistencia (Shea, 1988 y 1998;Plisson y Beyries, 1998; Solecky, 1992;Boëda et al., 1996, 1998, 1999; Connan,1999; Galván et al., 2007-2008; Villa yLenoir, 2006; Gardeisen, 1999; Hoffec-ker y Cleghorn, 2000; Blasco, 1997; Baenaet al., 2005; Moncel et al., 1998; Casta-ños, 2005; Costamagno et al., 2006), lagestión del territorio (Vaquero et al., 2001;Bourguignon et al., 2002; Henry et al.,1996; Texier et al., 1998; González et al.,2005; Jaubert y Delagnes, 2007; Conard,2001, 2004 y las referencias incluidas enestos volúmenes) o los comportamientosfunerarios practicados por distintos gru-pos de neandertales (Vandermeersch,2008).

Nos preguntamos sin embargo cómodebemos entender esta idea de variabili-dad: ¿Se relaciona estrechamente con lanaturaleza del medio?; ¿es la consecuenciade la pervivencia de distintas tradicionesculturales?; o ¿es el reflejo de la compleji-dad y la evolución histórica de las socie-dades neandertales?

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Para responder a estos interrogantesvamos a analizar la variabilidad tecnoló-gica de los conjuntos musterienses delPirineo Occidental a partir fundamental-mente de los conjuntos de Amalda (Zes-toa, Gipuzkoa) y Axlor (Dima, Bizkaia).

1. ¿Cómo abordar el estudiode la variabilidad tecnológica?

Entendemos que la variabilidad tecnológi-ca es la variación en las formas de organi-zación tecnológica, entendida como la selec-ción e integración de estrategias parafabricar, usar, transportar y abandonar úti-les y los materiales necesarios para su manu-factura y mantenimiento (Nelson, 1991).En esta definición los conceptos de selec-ción e integración son fundamentales.

La selección de estrategias implica latoma de decisiones de acuerdo a las nece-sidades y medios disponibles. La percep-ción de cuáles son las necesidades y cuá-les son los medios adecuados para hacerlesfrente está socialmente mediatizada porlas normas sociales y las relaciones perso-nales o grupales (Dobres y Hoffman,1994; Stout, 2002). La selección de deter-minadas estrategias estaría orientada enton-ces a asegurar la reproducción económicay social del grupo.

El concepto de integración de estra-tegias implica que los distintos elementosque componen el proceso productivo delutillaje y su interacción con otros proce-sos productivos están estrechamente rela-cionados, y se condicionan y retroali-mentan constantemente.

Por ello es necesario abordar el estu-dio de la industria lítica desde una pers-pectiva integral que trate el estudio de lasestrategias de captación de materia prima,de producción y de gestión del utillaje de

manera dinámica y en relación con lainformación contextual.

Al abordar así el estudio de la indus-tria lítica no sólo podremos comprenderla organización tecnológica de una mane-ra más global sino también cuáles son loscriterios por los que se selecciona undeterminado modelo de organización. Elconocimiento de estos criterios, aplica-dos a los distintos procesos productivos,es la llave para abordar la interpretaciónde la organización económica, y debidoa que estos criterios se guían por per-cepciones socialmente mediatizadas, estambién el camino para interpretar laorganización social de los grupos estu-diados.

En este contexto en este estudio acer-ca de la variabilidad tecnológica en el Paleo-lítico Medio de los Pirineos Occidentales,no solo vamos a tratar las diferencias enun determinado aspecto, como el sistemade fabricación, sino que vamos a exami-nar las diferencias y las similitudes de losdistintos modelos de organización tecno-lógica para tratar de comprender el senti-do de la variabilidad tecnológica en estemarco cronológico y geográfico.

2. El Paleolítico Medioen los Pirineos Occidentales

El extremo occidental de los Pirineos cons-tituye una zona de contacto entre distintasunidades geográficas (Arrizabalaga, 2006),como el este de la Cornisa Cantábrica, elalto Valle del Ebro, la cuenca de Pamplo-na o el extremo suroeste de Francia, dondepodemos encontrar áreas con característi-cas geográficas y ecológicas muy diferentes,configurando una región con una granvariedad y riqueza de recursos bióticos yabióticos.

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Aunque la información climática estodavía fragmentaria (Iriarte et al., 2005;Sánchez Goñi y d’Errico, 2005; Murela-ga et al., 2007) podemos apuntar que lascondiciones climáticas desde el Eemienseson muy variables, durante el OIS4 lascondiciones son frías escaseando la cober-tura arbórea, en OIS3 se da una ciertamejoría climática con algunas pulsacionesfrías, especialmente entorno a 40.000 BP.Comparado con el suroeste de Francia lascondiciones climáticas son similares perocon una presencia más puntual de faunasde clima frío en los periodos más rigurososen los que se observa además una mayorpersistencia de la masa arbórea.

La información cronológica radio-métrica sobre las ocupaciones del Paleolí-

tico Medio en el Pirineo Occidental no esmuy abundante. La mayor parte de ellasse concentran al final del periodo, entre50.000 BP y 37.000 BP (Maroto et al.,2005); las únicas anteriores son las de losniveles V-VII de Leztxiki (Falguères et al.,2006). Se dispone también de algunosdatos sedimentológicos, polínicos y pale-ontológicos; pero las cronologías relativasobtenidas a partir de estos datos deben sertomadas con muchas cautelas.

2.1. Principales secuencias

Vamos a hacer un rápido recorrido por lasprincipales secuencias del PaleolíticoMedio del Pirineo Occidental, tratandosolamente los niveles publicados con cier-

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Figura 1. Mapa con la localización de los principales yacimientos del Paleolítico Medio del Piri-neo Occidental.

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to detalle, que no ofrecen problemas estra-tigráficos importantes y que contienenconjuntos más o menos amplios.

GatzarriaExcavada entre 1961 y 1976 por G. Lapla-ce. Recientemente se publicó el estudio dela industria lítica de los niveles muste-rienses (Laplace y Sáenz de Buruaga, 2003)y el estudio de la fauna de estos niveles fuepublicado como parte de una tésis docto-ral en los ochenta (Lavaud, 1980). El yaci-miento cuenta con tres niveles muste-rienses, de los cuales sólo el Cj y el Cjrfueron excavados en cierta extensión.A partir de los datos publicados podemosapuntar que el nivel Cjr se correspondecon una ocupación más intensa (735 úti-les retocados en 5 m2), tiene elementoscomo el dominio de los útiles carenados,que lo relacionan con un musteriense detipo Quina con hendedores asociado a unafauna en la que domina el ciervo. El nivelCj se corresponde con una ocupaciónmenos intensa (445 útiles retocados en 20m2), tiene un mayor componente Leva-llois y aparece asociado a abundantes res-tos de ciervo. Se observa una continuidaden el uso de materias primas (mayoría dematerias primas locales —cuarcita— yescaso sílex) y en la presencia de tecnolo-gía Levallois.

Abri Olha 2Yacimiento excavado en dos fases (1948-1961 y 1972-1977) por G. Laplace. Elestudio de la industria lítica se publicórecientemente (Laplace y Sáenz de Burua-ga, 2000). El yacimiento tiene una largasecuencia arqueológica que fue divididaen tres complejos sedimentarios y en cua-tro complejos industriales. El complejoSm es difícil de definir, pero destaca la pre-sencia de núcleos Levallois y de denticu-

lados como útil más característico. El com-plejo Sl destaca también por la presenciade núcleos Levallois; entre los útiles des-tacan la proporción de puntas, el equili-brio entre raederas y denticulados y la pre-sencia de macroutillaje. El complejo As esel más rico de toda la secuencia; destacala convivencia de evidencias de talla Leva-llois y la abundancia de puntas junto anúcleos poliédricos (¿Quina?) y formascarenadas. En este complejo es muy sig-nificativa la presencia de hendedores y bifa-ces. En el complejo superior, Ac, destacanlas formas planas y los núcleos Levallois,así como un equilibrio entre raederas ydenticulados. A lo largo de la secuencia seobserva una continuidad en el uso dematerias primas, fundamentalmente elsílex abundante en el entorno de la cavi-dad, y en la presencia de talla Levallois.

IsturitzYacimiento excavado entre 1912 y 1922por E. Passemard y entre 1928 y 1959 porlos condes de Saint-Périer. La industrialítica de los niveles musterienses fue estu-diada por H. Delporte (Delporte, 1974).El primer nivel (P-SV) destaca por la pre-sencia de hogares. La industria lítica, esca-sa, es Levallois, con algunas puntas y conmacroútiles (bifaces y hendedores), y entrela fauna destaca el ciervo y el corzo. En elnivel superior M-SIV se observa una faunade clima más frío (reno, mamut, rinoce-ronte) en la que sin embargo sigue desta-cando el ciervo. La industria lítica es defi-nida como Charentiense tipo Quina yaparece asociada a retocadores de hueso.Entre los dos niveles se observa una evo-lución en el uso de las materias primas,con la desaparición de las materias distin-tas al sílex en el nivel superior, y por la sus-titución de una industria Levallois por otraQuina.

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AmaldaYacimiento excavado a principios de losochenta por J. Altuna. Se dispone de unacompleta monografía en la que se recoge elestudio del nivel VII musteriense (Altunaet al., 1990). El conjunto lítico fue defi-nido como Musteriense Típico (Baldeón,1990) con raederas y macroútiles (bifacesy hendedores). La fauna está compuestade manera significativa por rebeco, aun-que se ha discutido recientemente laimportancia de los carnívoros en la tafo-cenosis (Yravedra, 2006). El conjuntoindustrial de Amalda ha sido objeto deuna reciente revisión (Ríos, 2007), cuyosresultados expondremos a continuación.

LezetxikiCompleja secuencia con niveles desde elPaleolítico Medio antiguo hasta el Paleo-lítico Medio reciente. Fue excavada entre1956 y 1968 por J.M. Barandirán y desde

1996 por A. Arrizabalaga. Los niveles infe-riores VII-V tienen una escasa densidad dehallazgos. Los niveles V y VI se definencomo Musteriense Típico (Baldeón, 1993)con cierta incidencia de talla Levallois ypresencia de macroutillaje (bifaces y hen-dedores). El nivel IV se define como unMusteriense Charentiense tipo Quina (Bal-deón, 1993), hay cierta incidencia de tallaLevallois y presencia de módulos alargadosy puntas (Arrizabalaga, 1995). El nivel IIIha sido definido como Auriñaciense Anti-guo (Arrizabalaga, 2005) y como Muste-riense Charentiense tipo Quina (Baldeón,1993). En todos los niveles se observa unuso combinado de sílex importado desdemás de 30 km de distancia con materiasprimas locales. En todos los niveles la pre-sencia de carnívoros es importante, la repre-sentación de ungulados no muestra nin-guna preferencia por una especie concreta(Altuna, 1972).

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Figura 2. Esquema de la organización tecnológica en el nivel VII de Amalda.

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ArrillorYacimiento excavado por A. Sáenz deBuruaga entre 1989 y 1997. Los resulta-dos de esta excavación han sido publica-dos de manera parcial (Hoyos et al., 1999;Bermúdez de Castro y Sáenz de Buruaga,1997; Castaños, 2005). El yacimiento pre-senta una amplia secuencia musteriensecon varios niveles agrupados en tres gran-des paquetes sedimentarios. Los nivelesmejor descritos son el Amk, fechado entor-no a 45.000 BP, en el que destaca la pre-sencia de hogares, una subsistencia basa-da de manera preferente en ciervo y granbóvido, y una industria lítica fabricada ensílex importado, con características pro-pias de la talla Levallois, y con un utillajeen el que destacan las raederas y las puntas.El Smk-I fechado entorno a 43.000 BP,con unas características similares al anterioraunque fabricado casi exclusivamente conmaterias primas locales. Por último hayun nivel reciente Lmc, fechado en tornoa 37.000 BP definido como un muste-riense de raederas y tipos de formato cortoy plano, fabricado en sílex de calidad ymaterias locales y con una subsistenciabasada casi exclusivamente en el ciervo.

AxlorYacimiento con una larga secuencia mus-teriense excavada entre 1967 y 1974 porJ.M. Barandiarán y desde el año 2000 porJ.E. González Urquijo. La fauna, la indus-tria lítica y los restos humanos de la exca-vación antigua fueron publicados en dis-tintos artículos (Altuna, 1989; Baldeón,1999; Basabe,1973). Los resultados de lanueva excavación, aún en curso, han sidopublicados parcialmente (González et al.,2005 y 2006; Castaños, 2005; Ríos, 2005;Mozota, 2007). En 2005 se realizó tam-bién una revisión de los materiales de laexcavación antigua bajo la dirección de

J.E. González. La secuencia de la excava-ción antigua presentaba 6 niveles arqueo-lógicos clasificados originalmente comoCharentienses de tipo Quina (Baldeón,1999). Originalmente se señalaron algu-nas diferencias entre los niveles, especial-mente el cambio en el registro faunísticoentre los niveles inferiores, en los quedominaba el ciervo, y los superiores, enlos que aparecía una mayor proporción debos/bison y caballo. En la industria líticase apuntó que los niveles inferiores pre-sentaban generalmente piezas más finas ytécnica Levallois. Más adelante profundi-zaremos en los resultados obtenidos gra-cias a las nuevas excavaciones y a la revi-sión de los materiales de la excavaciónantigua. Solo señalar algunos aspectos inte-resantes como la preponderancia de la téc-nica Levallois en los niveles inferiores, enlos que aparece asociada a hogares y unasubsistencia basada preferentemente en elciervo; y la abrumadora presencia de téc-nica Quina en los niveles superiores aso-ciada a fauna de tipo frío.

3. Organización tecnológicaen el nivel VII de Amalda

3.1. Aprovisionamiento de materia prima

La materia prima que aparece mejor repre-sentada numéricamente es el sílex prove-niente de la costa (Flysch: 15-30 km), delaltiplano de Urbasa (Urbasa: 50 km) y dela comarca de Treviño (Treviño: 75 km).Excepto en algunos casos de sílex del flyschde mala calidad, probablemente el de ori-gen más cercano al yacimiento, el sílex seintroduce en la cueva como soportes con-formados, probablemente retocados y talvez como matrices de pequeño tamaño.Los escasos restos de cuarcita y los de luti-ta de mejor calidad parecen haber sido

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introducidos de manera similar. No haypor tanto una captación e importacióndirecta desde el yacimiento, sino que lamateria prima sufre distintos procesos dereducción y probablemente de uso antesde su introducción.

Además del sílex se usan otras materiasprimas de origen más cercano (<10 km),en depósitos primarios (ofita) y secunda-rios (vulcanita, cuarzo, lutita, lidita) en lacuenca del Urola. Estas materias se intro-ducen generalmente como matrices (bru-tas o configuradas) de gran tamaño.

3.2. Sistemas de producción de soportes

En el caso del sílex tenemos que distinguirentre el sistema de fabricación de los sopor-tes importados al yacimiento y de los pro-ducidos in situ. La distinción entre ambosgrupos hemos podido realizarla medianteun análisis tipométrico detallado. Hemossometido las dimensiones de las piezas aun análisis K-means para comprobar laexistencia de agrupaciones significativaspor módulos de tamaño. El resultado hamostrado una distribución significativa encinco conjuntos: microlítico (media: 13,9x 13,3 mm), pequeño (m: 24,5 x 19,6 mm),mediano ancho (m: 27,7 x 35,5 mm),mediano largo (m: 43,6 x 24 mm) y gran-de (m: 56,2 x 4,7 mm). Cada uno de estosconjuntos presenta unas característicastipológicas diferentes. Los de grupo microy pequeño muestran evidencias de unaproducción in situ, con un equilibrio entreproductos de primera intención y sub-productos de talla, un porcentaje reducidode útiles retocados y una correspondenciatipométrica y tecnológica con el módulode los núcleos recuperados en el nivel VII.Se trata de una producción Levallois rami-ficada realizada a partir de lascas impor-tadas al yacimiento. La explotación de las

lascas se inicia mediante la explotación dela cara ventral, de la cual se obtiene unaprimera generación de lascas Kombewa ylascas Levallois de pequeño tamaño a con-tinuación. Esta producción Levallois secomplementa con otros tipos de estrate-gias como la microdiscoide, una explota-ción burinante tipo coup de tranchet laté-ral (Bourguignon, 1992) que extraesoportes asimétricos alargados a partir delfilo de una lasca y una producción rami-ficada de tipo Quina (Bourguignon et al.,2004; Ríos, 2005).

Los soportes microlíticos apenas seretocan (7,94%). La mayor parte de losútiles retocados fabricados a partir de las-cas de este tamaño presentan una some-ra configuración generalmente medianteretoque abrupto. Los soportes de peque-ño tamaño están retocados en una mayorproporción (33,3%) y muestran unamayor variabilidad de tipos, destacandolas raederas, denticulados, lascas retoca-das y raspadores. Este utillaje retocadomuestra un escaso mantenimientomediante reavivados.

Los soportes medianos y grande secorresponden con una producciónimportada al yacimiento y solo dispone-mos de fragmentos aislados de una cade-na operativa que se realizó fuera del yaci-miento. Dentro de este conjuntotenemos elementos que provienen clara-mente de una producción Levalloismientras que otros muestran espesoresmayores y secciones asimétricas que pare-cen corresponderse con una producciónde tipo Quina o el inicio de una pro-ducción Levallois.

La proporción de soportes retocadosdentro de los grupos de tamaño medianoy grande es bastante elevada (entorno al50%). Entre los útiles conformados des-tacan las raederas espesas, algunas de ellas

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de tipo Quina, denticulados y cuchillosde dorso natural. Las raederas de este con-junto muestran importantes indicios dereavivado y mantenimiento de los filos.Hay que poner en relación con este hechola presencia de un número importantede lascas de reavivado (n=109) mayores de1 cm. Estas lascas de reavivado provienendel mantenimiento de raederas Quina ysemiquina, siendo escaso el número de las-

cas de inicio de retoque. Destaca la pre-sencia de reavivados sobrepasados y clato-nienses. Algunas de las lascas de reavivadomás grandes (13%) han sido aprovecha-das como soportes para una nueva gene-ración de útiles, fundamentalmente rae-deras y lascas retocadas.

La producción de vulcanita se gestio-na mediante una estrategia de tipo discoi-de cordal, realizada in situ a partir de matri-

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Figura 3. Esquema hipotético de las estrategias de movilidad en los niveles VII de Amalday N, D y B de Axlor.

Costa Llanada alavesa

Axlor B-D– Ocupaciones temporales o efímeras– Aprovechamiento intensivo de recursos móviles– Gran movilidad anual– Grupos pequeños

Características– Animales gregarios migratorios– Caza por sistemas de acorralamiento– Actividades de explotación de las carcasas animales– Industria lítica importada– Aprovechamiento lítico intensivo

Axlor N– Ocupaciones semipermanentes– Ocupaciones temporales destinadas a la explotación de recursos locales– Ocupaciones satélites dedicadas a la explotación de recursos localizados– Baja movilidad anual– Grupos medianos

Características– Animales del nicho ecológico– Caza más esporádica y selectiva– Actividades variadas menos intensivas– Industria lítica importada, combinada con industria local

Amalda VII– Ocupaciones semiestables– Explotación de recursos locales– Explotación esporádica de recursos localizados– Baja movilidad anual– Grupos medianos

Características– Animales del nicho ecológico– Caza más esporádica y selectiva– Actividades variadas menos intensivas– Industria lítica importada, combinada con industria local

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ces naturales o de núcleos apenas prepara-dos. El objetivo de esta producción es laobtención de productos con secciones asi-métricas tipo punta pseudolevallois, de las-cas cuadrangulares masivas con talonesespesos y de soportes corticales de grantamaño. Esta producción convive con lafabricación de útiles bifaciales a partir decantos. Un 28,2% de los soportes de vul-canita está retocado, generalmente con-formando raederas. Para fabricar estas rae-deras se escogen generalmente lascas degran tamaño bien corticales bien desbor-dantes. Una categoría importante del uti-llaje de vulcanita la conforman los cuchillosde dorso natural no retocados. Los proce-sos de mantenimiento y reavivado de losútiles de vulcanita son poco importantes.

Otras materias primas como la ofitao la lutita de peor calidad se explotan demaneras diferentes adaptadas a las carac-terísticas de cada una de ellas; en ambasdestaca la producción de lascas masivascon filos agudos opuestos a zonas de pren-siles que funcionarán como hendedores.El utillaje fabricado en estas materias com-parte características como un tamañosuperior al del sílex y una conformaciónsomera sin procesos de reavivado y man-tenimiento asociados.

3.3. Gestión del utillaje

El análisis funcional de una muestra delutillaje de sílex del nivel VII, junto con unanálisis comparado de las característicasmorfofuncionales del utillaje realizado enotras materias, nos ha permitido acercarnosa la comprensión de las estrategias de ges-tión del utillaje y de la manera en la queeste interactúa con otras esferas producti-vas diferentes.

El utillaje de sílex ha sido utilizado endiversas actividades relacionadas con la

caza, con el tratamiento de carcasas ani-males, y con la fabricación de objetos enpiel y madera.

Las evidencias de un uso de arma-mento complejo con puntas de piedra hanquedado reflejadas en tres puntas muste-rienses con macrofracturas complejas deimpacto y estrías. Estas puntas no estánespecialmente estandarizadas en cuanto atamaños y morfologías, pero presentanvalores de TCSA (tabla I) que caen den-tro del rango de las puntas de proyectil(Villa y Lenoir, 2006; Galván et al., 2007-2008).

Las actividades de carnicería (y decorte de materiales blandos) están funda-mentalmente realizadas con lascas de tama-ño pequeño y microlítico, generalmenteaprovechando filos cortos, agudos y noretocados, lo que implica que el utillaje desílex ha intervenido en acciones de carni-cería de precisión.

El principal trabajo de piel identifi-cado es de raspado; este se realiza general-mente con raederas y raspadores con filosrobustos, convexos y rectilíneos, y conzonas activas relativamente amplias. Pro-bablemente este utillaje ha intervenido enfases intermedias y finales del trabajo dela piel.

El trabajo de madera ha podido seridentificado de manera indirecta median-te el reconocimiento de distintos trabajosde corte y raspado de materiales orgáni-cos de dureza media. Los trabajos de cortede madera se realizan con lascas de tama-ño medio y pequeño que no muestranusos especialmente intensos. Por otro ladoel raspado de materiales orgánicos de dure-za media es la actividad mejor representa-da; en ella han intervenido tanto útilesretocados (raederas) de tamaño medio confilos medios y zonas activas amplias, comolascas de pequeño tamaño con filos más

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agudos y zonas activas reducidas. Estascaracterísticas nos hablan de un tipo deactividad que incide en las fases interme-dias y finales de trabajo de la madera.

Además hemos identificado un núme-ro importante de piezas con distintas hue-llas de trabajo en las que la materia no hapodido ser identificada bien por la inten-sidad de los procesos de reavivado, queborran usos anteriores, bien por la escasaintensidad del uso, generalmente relacio-nada con utillaje de tamaño pequeño ymicro, o por problemas de conservaciónde las huellas.

En claro contraste con las caracterís-ticas funcionales del utillaje de sílex, quecomo hemos visto interviene generalmenteen fases intermedias y finales de los dis-tintos procesos productivos, nos encon-tramos con un utillaje fabricado en vul-canita, ofita, lutita y otras materias. Unode los principales elementos de diferenciaes la presencia de macroutillaje (bifaces yhendedores) que debió intervenir en pro-cesos extractivos (descuartizado de ani-males, extracción de madera), por su masay por la amplitud de las zonas activas, enalgunas de las cuales se pueden leer macro-huellas de utilización. Algo similar puedeproponerse para el resto del utillaje, ya quepresenta, en comparación con el sílex, una

mayor masa y zonas activas potencialesmucho más amplias adaptadas tanto a tareasde corte (por ejemplo puntas pseudoleva-llois) o de raspado. La disposición de zonasde prensión robustas opuestas a los filospotenciales parece incidir también en laidea de que este utillaje intervino en tare-as más pesadas que el sílex.

3.4. Discusión

La organización tecnológica en Amaldaestá basada en el uso integrado de distin-tas materias primas, cada una de las cua-les con su sistema particular de aprovisio-namiento y producción y con sus propiosobjetivos funcionales.

El sílex es aportado desde localidadeslejanas como útiles y matrices transporta-das por el grupo en sus desplazamientos.La producción in situ se centra en la fabri-cación de soportes pequeños y microlíti-cos y en el mantenimiento de los útilesretocados importados, para asegurar así ladisponibilidad de utillaje de sílex en elyacimiento. Este utillaje de sílex pareceindispensable para poder realizar distintostrabajos de precisión en la fabricación deobjetos de madera y piel o en los trabajosde carnicería. Las materias primas localesno pueden proporcionar este tipo de uti-

Tabla 1. TCSA (tip cross-section area: 1/2 anchura x espesor, datos en mm2).

TCSA Media SD Mín Máx ∑

Axlor N2 46,94 22,04 21 81 10

Amalda VII2 50,89 34,23 24 120 7

Amalda III2 69,71 14,85 60 81 2

Puntas de flecha1 33 20 8 146 118

Puntas de arma arrojadiza1 58 18 20 94 40

Puntas de lanza1 168 89 50 392 28

1: VILLA y LENOIR, 2006; 2: Datos propios. El TCSA de las puntas de Axlor, Amalda and Amalda III caen dentrode los valores esperados para las puntas de armas arrojadizas.

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llaje de precisión, pero mediante su explo-tación in situ los habitantes de Amalda seaseguran la disponibilidad de un utillajemasivo que poder utilizar en las fases ini-ciales de los distintos procesos producti-vos desarrollados en el yacimiento.

Este sistema de organización implica:

1. La previsión de necesidades futuras,especialmente en lo que se refiere a lanecesidad de utillaje de sílex para rea-lizar las tareas de mayor precisión.

2. La planificación de estrategias parahacer frente a esta necesidad y paraafrontar la consecuente necesidad deun utillaje masivo.

3. El sistema está orientado a proveer deutillaje a una ocupación en la que losneandertales desarrollan diferentesactividades domésticas y logísticas.

4. Organización tecnológicaen el nivel N-VIII de Axlor

4.1. Aprovisionamiento de materia prima

En el nivel N las materias primas utilizadasson el sílex (42,6%), el cuarzo (32,9%) yla lutita (21,2%). Entre los materiales de lacolección Barandiarán la proporción delcuarzo y la lutita es menor, probablemen-te debido a cierta selección en la recogidadel material arqueológico. Entre el sílexdestaca el uso del sílex del flysch (80%),cuyos afloramientos más cercanos se loca-lizan a 30 km de distancia en la costa deBizkaia, en menor proporción aparece sílexde Urbasa, Treviño y Loza (10% en total),además hay un porcentaje elevado de sílexcuya procedencia es desconocida (10%).El sílex se introduce al yacimiento comoútiles retocados, productos brutos o matri-ces de pequeño tamaño. Las otras mate-rias tienen sus fuentes de aprovisiona-

miento más cercanas ya que se puedenencontrar sin problemas en distintos depó-sitos primarios y secundarios situados amenos de 10 km del yacimiento. No pare-ce sin embargo que se introduzcan nódu-los brutos excepto en algunos casos de can-tos de lutita que se introducen para usarsecomo utillaje no configurado (percutores,yunques, etc.).

4.2. Sistemas de producción de soportes

En el caso del sílex hemos de diferenciar, aligual que en Amalda, una producción rea-lizada fuera del yacimiento que llega almismo como soportes ya conformados yuna producción que se realiza in situ. Eneste caso también un análisis tipométricodetallado nos ha permitido distinguir dosgrandes conjuntos claramente diferencia-dos: por un lado las lascas con dimensio-nes superiores a 3 x 3 cm, de las cuales un70% está retocada, y por otro las meno-res de 3 x 3 cm de las cuales sólo un 15%está retocada y que se corresponde con laproducción in situ.

Las lascas importadas forman parte deuna cadena operativa segmentada de laque podemos saber, por algunas caracte-rísticas como los talones facetados, la direc-ción unipolar o centrípeta de los negati-vos y el relativo bajo espesor de lossoportes, que provienen de una cadenaoperativa de tipo Levallois unipolar o recu-rrente centrípeto. Estos soportes están porlo general retocados destacando las pun-tas musterienses y las raederas simples osemiquina.

La producción in situ se organiza apartir de pequeños núcleos, muchos deellos sobre lasca, que son gestionadosmediante un sistema Levallois recurren-te centrípeto para obtener lascas depequeñas dimensiones, generalmente con

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talones preparados y filos agudos. Lamayor parte de estos productos no seretoca, sólo en ocasiones las lascas pre-sentan segmentos restringidos de los filoscon retoque abrupto.

La producción de la lutita se organizamediante un sistema Levallois recurrentecentrípeto, con algún ejemplo de lascaLevallois predeterminada. Los soportesobtenidos son por lo general de mayoresdimensiones que los de la producción insitu de sílex pero con dimensiones simila-res a los útiles importados de sílex. Las las-cas de lutita retocadas generalmente setransforman en raederas. La producciónen cuarzo es similar, aunque condicionadapor las propiedades mecánicas de la mate-ria prima, los soportes obtenidos apenasse retocan.

4.3. Gestión del utillaje

A falta de un estudio funcional completopodemos presentar los resultados del aná-lisis de una pequeña colección (N=10) depuntas del nivel N; además vamos a tra-tar de señalar algunos apuntes acerca deluso del utillaje en este nivel a partir de lascaracterísticas morfológicas del mismo.

Cinco de las puntas analizadas mues-tran fracturas complejas provocadas porun impacto violento en un uso como armade caza. Estas puntas son bastante regula-res en cuanto a su morfología, aunque nopuede hablarse de estandarización. Dife-rentes indicadores tipométricos (longitud,anchura máxima, espesor máximo, ángu-lo en planta de la punta, TCSA- Hughes,1998) remarcan la gracilidad general deestas puntas comparadas con otras del Paleo-lítico Medio del occidente europeo (Villay Lenoir, 2006; Galván et al., 2007-2008)de Próximo Oriente (Shea, 1988) o Áfri-ca (Villa y Lenoir, 2006; Donahue, 2004)

y las sitúan dentro del rango tipométricode las puntas de armas arrojadizas etno-gráficas y arqueológicas de Norte América(Villa y Lenoir, 2006).

Sobre el resto del utillaje no dispone-mos de datos funcionales directos, peropodemos señalar que al igual que en el casode Amalda hay probablemente una divi-sión funcional entre los objetos importa-dos y las lascas Levallois de pequeño tama-ño fabricadas in situ. Sin embargo adiferencia del caso de Amalda no pareceque el utillaje fabricado en materiales loca-les esté destinado a realizar tareas pesadassino que, por sus características morfoló-gicas, parece orientado a complementar ysustituir al utillaje importado de sílex.

4.4. Discusión

En Axlor N la gestión del sílex parece cen-trarse en el aprovisionamiento individualde un utillaje que se transporta en los des-plazamientos, que se convierte en un apro-visionamiento del sitio de ocupación a par-tir de la gestión ramificada de los soportesde sílex para producir soportes Levalloisde pequeño tamaño. Estos soportes esta-rían probablemente destinados a realizartareas que exigen un filo de precisión queno puede obtenerse ni en cuarzo ni en luti-ta. La gestión de las materias locales estáorientada a proporcionar un utillajecomún con características similares, encuanto a tamaños y morfologías de losfilos, al importado de sílex.

Este sistema de organización implica: 1. La previsión de necesidades futuras,

especialmente en lo que se refiere a lanecesidad de utillaje de sílex para rea-lizar las tareas de mayor precisión.

2. La utilización de materias primas loca-les para la fabricación del utillaje de

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uso común, mientras que el utillajede sílex, tanto el importado como elfabricado in situ, se destina a tareasconcretas (utillaje de precisión, pro-yectiles, etc.).

3. El sistema está orientado a proveer deutillaje a una ocupación residencial enla que los neandertales desarrollandiferentes actividades domésticas, ylogísticas tomando como sitio de refe-rencia la cueva de Axlor.

5. Organización tecnológicaen los niveles B-D de Axlor

5.1. Aprovisionamiento de materia prima

El aprovisionamiento de materia prima enlos niveles B y D tiene importantes dife-rencias con los niveles anteriormenteexpuestos (González et al., 2005; Ríos,2005). La proporción de restos de sílex esbastante superior a la de Axlor N y ligera-mente superior a la de Amalda VII. Enambos niveles sobrepasa el 80% de los res-tos. En el nivel B hay una proporción dedos a uno entre el sílex de la costa de Biz-kaia (flysch) y el sílex del sur de la diviso-ria de aguas (Treviño, Urbasa, Loza), pro-porción que se equilibra en el nivel D. Esinteresante señalar que en estos niveles apa-recen, en cantidades muy bajas, sílex deprocedencia norpirenáica (más de 100 kmde distancia; Tarriño, 2003). En ambosniveles el sílex se aporta al yacimientocomo grandes raederas Quina y puntual-mente como núcleos ya conformados.

Además del sílex en ambos nivelesaparecen otras materias primas de origenlocal, como lutita, cuarzo y arenisca. Enel nivel B la lutita y el cuarzo se introducenbajo la forma de núcleos someramente pre-parados, en el nivel D estas materias seintroducen ya conformadas. Otras materias

como la ofita o la vulcanita están impor-tadas desde localidades situadas a más de25 km de distancia y se importan demanera puntual, conformando macroúti-les. La cuarcita se introduce y gestiona demanera similar al sílex.

5.2. Sistemas de producción de soportes

Las evidencias de una producción prima-ria de sílex in situ son muy escasas, elnúmero de núcleos es muy reducido y enningún caso puede hablarse de cadenasoperativas completas. No obstante, lossoportes introducidos en el yacimiento,con algunas excepciones, provienen deuna cadena operativa de tipo Quina quebusca la obtención de soportes espesos desecciones asimétricas. En consecuencia,la mayor parte de los soportes primariosrecuperados en ambos niveles compartendeterminadas características como unaalta corticalidad, negativos previos fun-damentalmente unipolares, presencia denegativos secantes, talones lisos anchosinclinados, talones específicos de la tallaQuina como los lisos à pan, elevado espe-sor de las piezas y secciones asimétricas.Estos soportes generalmente se introdu-cen transformados en raederas Quina,aunque hay también algunos denticula-dos clactonienses, y en el nivel B algunapunta musteriense.

Sin embargo, el principal eje en tornoal cual se organiza la disponibilidad de uti-llaje de sílex en los niveles B y D de Axlores el mantenimiento mediante reavivadosde las raederas Quina y la producciónramificada de soportes integrada dentrode este proceso de reavivado. Esta estrate-gia se fundamenta en la aplicación de dis-tintos gestos técnicos orientados al man-tenimiento de las características de los filosde las raederas Quina, que los convierten

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en útiles de larga duración, y en el apro-vechamiento de las lascas generadas en esteproceso para conformar una nueva gene-ración de útiles. De hecho, la proporciónde soportes mayores de 1 cm generadosen este proceso de reavivado-ramificaciónes muy elevada (84,28% en el nivel D y78,63% en el B). En el caso del nivel Besta producción ramificada de soportes esclaramente intencional; los soportes pos-teriormente transformados en útiles reto-cados son seleccionados entre las lascas dereavivado clactonienses y sobrepasadas demayor tamaño, y conforman una parteimportante del utillaje retocado (32,8%,el 11,2% de las lascas de reavivado estáretocada). En el caso del nivel D pareceque la estrategia es algo más oportunistay descansa sobre la selección de determi-nados soportes generados en el reavivadode las raederas Quina más que en una pro-ducción intencional de los mismos, aun-que al igual que en el nivel B una parteimportante del utillaje retocado está con-formado a partir de estos soportes (38,7%,sólo se aprovecha el 5,2% de las lascas dereavivado). Esta producción de soportesin situ se complementa con un gran núme-ro de lascas de reavivado brutas que, a faltade un estudio funcional detallado, proba-blemente una parte de ellas fue utilizada.

La producción en otras materias esdiferente en los dos niveles. En el nivel Bse observa una producción in situ de lalutita y el cuarzo. La lutita se gestionasegún un sistema unipolar volumétricopara obtener soportes largos y relativa-mente poco espesos con filos agudos. Demanera paralela hay una introducción desoportes retocados fabricados a partir delascas espesas con características propiasde una produccion discoide. El cuarzo segestiona según un sistema expeditivo paraobtener lascas corticales espesas. Hay que

destacar además la presencia puntual demacroutillaje (hendedores) fabricados enofita, y de lascas de vulcanita, probable-mente importadas al yacimiento desdelocalidades situadas a más de 25 km dedistancia. Por el contrario, en el nivel Dla lutita y el cuarzo no se explota in situsino que aparece como soportes retocadoso brutos de módulos cuadrangulares, gran-des dimensiones y generalmente espesos,de características similares a los soportesimportados de sílex.

5.3. Gestión del utillaje

Disponemos de muy pocos datos funcio-nales para comprender los modos de uti-lización del utillaje en los niveles B y Dde Axlor. En ambos casos el intensivo rea-vivado de las raederas Quina supone unlímite importante a la hora de abordar unanálisis funcional. No obstante esta inten-sidad en el mantenimiento así como labúsqueda en los procesos de reavivado defilos con ángulos entre 50º y 65º, con deli-neaciones convexas y rectilíneas, sugiereque este utillaje se destinó a tareas de ras-pado de cierta intensidad. En este con-texto las lascas de reavivado proporciona-rían un utillaje complementario, de menortamaño, destinado a labores de corte o deraspado de mayor precisión. En el nivel Bhay que señalar la existencia de una pro-ducción en lutita de soportes con filos cor-tantes largos y la presencia de macrouti-llaje importado destinado a tareas pesadas.

5.4. Discusión

La organización tecnológica en los nive-les B y D de Axlor muestra algunas carac-terísticas particulares orientadas a prove-er de utillaje a unas ocupaciones cortaspero intensas, probablemente de carácter

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logístico más que residencial. La forma enla que la obtención de soportes de sílex esgestionada está al servicio de poblacionescon una gran movilidad que explotan terri-torios amplios. El sistema combinado detransporte de utillaje-matrices favorece nosólo la disponibilidad de materia primasin tener que recurrir a un acceso directoa la misma, sino que proporciona prácti-camente todo el utillaje necesario de mane-ra casi inmediata, favoreciendo la ejecu-ción de actividades intensas y permitiendoque la necesidad de materias locales seapuntual, y como en el caso del nivel B,orientada a la obtención de unos produc-tos muy específicos.

Este sistema de organización implica: 1. La planificación de una estrategia

capaz de asegurar utillaje de sílex apoblaciones de gran movilidad, querealizan actividades logísticas pun-tuales de gran intensidad.

2. El uso de las materias primas localeses puntual y está orientada a llenar losvacíos generados por la estrategia degestión del sílex.

3. Dentro de un sistema organizativosimilar hay variaciones sutiles quedeben responder a diferencias en laorganización tecnológica y al tipo deocupación.

6. Variabilidad y estabilidaden la organización tecnológica delPaleolítico Medio del Pirineo Occidental

Los sistemas de organización tecnológicadocumentados en el apartado anteriormuestran elementos de estabilidad y devariación en diferentes aspectos. Vamos atratar de introducir también en la discu-sión las informaciones extractadas de las

publicaciones sobre la industria lítica dedistintos yacimientos.

Entre los elementos comunes hay quedestacar una preferencia por el uso del sílexen yacimientos en los que las fuentes deaprovisionamiento directo más próximasestán a más de 15 km de distancia del yaci-miento. Los únicos niveles en los que no seda esta preferencia son los del yacimientode Gatzarria, en el que se opta por cuar-cita de calidad, y el nivel Smk-i de Arri-llor, en el que se usa de manera mayorita-ria lidita de origen local.

En todos los casos analizados se docu-mentan estrategias que combinan laimportación de útiles de sílex, una pro-ducción ramificada in situ. Estas estrate-gias están orientadas a satisfacer las nece-sidades específicas de utillaje de sílex encada uno de los casos expuestos, algo quehabría que poner en relación con las cua-lidades de los filos de sílex para realizarciertas tareas de precisión, sobre todo encomparación con las cualidades de los filosde las materias primas locales.

En los cuatro casos documentados hayademás una producción en materias pri-mas locales que se orienta a reemplazar y acomplementar un utillaje de sílex que porlos intensos procesos de reavivado y deramificación es inadecuado para cubrirdeterminadas necesidades de instrumental.

En todos los casos documentados asis-timos además a la aplicación de estrategiascomplejas de aprovisionamiento tecnoló-gico que suponen:

— Una toma de decisiones diferida enespacio y tiempo.

— Un conocimiento previo de los con-dicionantes de cada lugar de ocupa-ción.

— Una planificación para hacer frente aesos condicionantes.

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araizaruna expresión de las dinám

icas históricas de las sociedades neandertales

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Tabla 2. Resumen cualitativo de las características de la organización tecnológica de los principales niveles musterienses del Pirineo Occi-dental.

Amalda Axlor Axlor Axlor Arrillor Lezetxiki Leztxihi Abri Olha Gatzarri Yacimientos VII1 N1 D1 B1 Amj2 IV3 V3 As4 aCrj5 al aire libre6

Materias primas locales ++ +++ + + ++ ++ ++ ++++ +++ ++++

Sílex 15-30 km +++ +++ ++ +++ ? ? ? - ? -

Sílex >30 km + + ++ ++ ? ? ? - + -

Producción primaria in situ ++ ++ - + + + - +++ +++ ++++

Ramificación ++ ++ ++ +++ ? * - * * -

Mantenimiento utillaje ++ + ++++ +++ * * * * * -

Especificidad funcional materiales locales +++ - - + ? ? ? ? ? -

Levallois ++ ++++ - - +++ + +++ +++ ++ +++

Quina + - ++++ ++++ - +++ - + ++ +

Discoide + - - - - - - - - +

Puntas + ++ - + ++ + ++ ++ ++ -

Macroutillaje ++ - - + - - + + + +

+: Grado de importancia relativa-: Ausencia o escasa importancia*: Presencia, difícil de evaluar el grado de importancia relativa por la ausen-

cia de datos publicados?: Ausencia de datos

1: Datos propios2: BERMÚDEZ DE CASTRO y SÁENZ DE BURUAGA, 19973: BALDEÓN, 19934: LAPLACE y SÁENZ DE BURUAGA, 20005: LAPLACE y SÁENZ DE BURUAGA, 20036: Datos propios; BALDEÓN, 1988; CHAUCHAT y THIBAULT, 1968;

CHAUCHAT, 1993; BARANDIARÁN y MONTES, 1992

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— La puesta en práctica de unos cono-cimientos técnicos adaptados a losobjetivos funcionales y a las cualida-des de la materia prima.

— Una gestión social de las estrategias yde los medios materiales y técnicos.

A pesar de estos elementos de estabi-lidad los elementos de variación son muyimportantes. En cuanto al uso de las dis-tintas materias primas observamos impor-tantes diferencias entre los distintos nive-les analizados. Esta variabilidad deestrategias se ejemplariza en el caso deAxlor, en el que, con unos condicionan-tes de acceso a la materia prima similares,las estrategias practicadas en los nivelessuperiores difieren enormemente de lasdocumentadas en el nivel N. De hecho,únicamente en los yacimientos situadoscerca de afloramientos de sílex (Abri Olha2, Isturitz, yacimientos al aire libre) y enlos niveles Quina de Axlor se documentaun uso casi exclusivo del sílex. En Amal-da hay también una alta proporción desílex pero en este caso está influenciadapor la relativa cercanía de los afloramien-tos de sílex costero.

Los elementos de variación se expresantambién en los sistemas de producción yramificación. Se ha documentado una con-tinuidad, común en el registro del occi-dente europeo (Bourguignon et al., 2004),entre sistemas de producción de tipo Leva-llois y una producción ramificada Leva-llois en Axlor N, y una continuidad simi-lar en las industrias Quina de Axlor. Sinembargo en Amalda observamos la con-vivencia de distintos sistemas de fabrica-ción (Quina y Levallois en el caso del sílex,discoide y bifacial en la vulcanita) y en elcaso del sílex de distintos tipos de pro-ducción ramificada (Quina, Levallois, dis-coide, Kombewa, coup de Tranchet Late-

raux). En Axlor B observamos también unfuerte contraste entre la producción Quinamayoritaria y la producción volumétricade lascas finas y alargadas que se realiza enlutita.

Estas diferencias aparecen también alcomparar los distintos sistemas de gestiónde la producción de sílex. En el caso delos niveles superiores de Axlor observa-mos una gestión que descansa sobre el rea-vivado, en ocasiones hasta el agotamien-to, de las raederas importadas, y sobre laselección (oportunista o intencional) yuso de parte de lascas de reavivado. Estetipo de estrategia se relaciona probable-mente con procesos productivos intensosy específicos. En el caso de Axlor N estagestión se fundamenta en la producciónramificada de lascas Levallois de peque-ño tamaño, destinadas a usos concretos,y en el mantenimiento de los útiles impor-tados, probablemente reservados para larealización de actividades específicas comola caza. En Amalda observamos una ges-tión mixta que incluye el reavivado-reci-clado de raederas, una producción de las-cas de pequeño tamaño destinadas a usosvariados, especialmente en las últimas fasesde distintos procesos productivos, y elmantenimiento del utillaje de sílex impor-tado destinado a intervenir en las fasesmedias de la fabricación de objetos de piely de madera.

Son diferentes también las estrategiasde gestión de las materias primas localesy su rol dentro del instrumental. Obser-vamos que en los casos del Axlor N y AxlorD el instrumental fabricado en materiaslocales completa al instrumental de sílex,recreando morfologías similares a las delos útiles de sílex importados. En el casode Amalda y de Axlor B las materias pri-mas locales complementan el instrumen-tal de sílex, dotando al grupo de útiles con

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morfologías que no disponen, y que esimposible disponer, en esta materia. Enestos dos casos los sistemas de producciónse adecúan a las cualidades mecánicas delas rocas y a sus posibilidades funcionales.Además, sólo en estos dos casos hemosdocumentado la presencia de macrouti-llaje fabricado en materiales distintos alsílex. Sin embargo, los objetivos funcio-nales son diferentes en ambos casos: enAmalda el utillaje fabricado en materiaslocales se destina a realizar tareas pesadas,mientras que en Axlor B se buscan exclu-sivamente instrumentos de corte de filoslargos.

Esta variabilidad implica:— Selección y aplicación de diferentes

estrategias complejas (previsión, pla-nificación, adaptabilidad, controlsocial de la producción) para solven-tar problemas complejos (carencia demateria prima, necesidades concretasde instrumental, agilidad para res-ponder a demandas de utillaje paratrabajos intensivos, etc.).

— La convivencia dentro de un mismoconjunto de soluciones técnicas dife-rentes cuestiona la idea de que éstasson elementos estructurales.

7. Interpretando la variabilidady la estabilidad

Al principio de este trabajo nos interro-gábamos sobre el significado de la varia-bilidad y la estabilidad en el PaleolíticoMedio, planteándonos la posibilidad deque estuviese en relación con cambios enel medio, con la pervivencia de distintastradiciones culturales o con la compleji-dad y la evolución histórica de las socie-dades neandertales.

Las soluciones organizativas adopta-das en los distintos casos son el productode una reflexión, de una planificación yde una aplicación al servicio de diferentesestrategias de explotación del medio, quese corresponden con diferentes modelosde organización económica y social. Eneste contexto la elección de una determi-nada técnica es hasta cierto punto coyun-tural y depende de cómo se organiza latecnología para responder a las demandasde reproducción biológica y social de losdistintos grupos humanos. Así hemos vistoque en contextos diferentes se aplican solu-ciones técnicas similares (como la pro-ducción ramificada Levallois en los nivelesVII de Amalda y N de Axlor), pero tam-bién que en contextos similares hay varia-ciones tecnológicas sutiles (como en la ges-tión de la lutita o de las lascas de reavivadoen los niveles B y D de Axlor).

No parece por tanto que el peso de lastradiciones técnicas sea tan fundamentalya que estas se ponen al servicio de undeterminado modelo de ocupación y pue-den variarse y complementarse con otrotipo de técnicas o estrategias para adap-tarse a necesidades concretas, como ocu-rre en el caso de Amalda o Axlor B. Estono niega el hecho de que pueda observar-se la existencia de normas técnicas; lo quediscutimos es que estas no parecen tantoel producto de una tradición técnica, man-tenida a lo largo de milenios, como elresultado de una planificación y de unagestión social de distintas estrategias deorganización económica.

De hecho, hemos podido comprobarque los diferentes modelos de organiza-ción tecnológica reconocidos en el nivelVII de Amalda y en los niveles N, D y Bde Axlor dependen estrechamente de lasdiferentes estrategias de movilidad, sub-sistencia y ocupación del territorio. Estas

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estrategias reflejan también la variabilidaden las formas de vida de los grupos deneandertales del Paleolítico Medio del Piri-neo Occidental. En este caso no se puedeargumentar una continuidad de tradicio-nes técnicas para explicar esta variabilidad,y parece poco probable, a la vista de loscomplejos sistemas de organización tec-nológica que se implementan, que hayauna dependencia directa respecto a lasvariaciones medioambientales.

8. Conclusión

El análisis de la variabilidad en los mode-los de organización tecnológica de laspoblaciones de neandertales del Paleolíti-co Medio del Pirineo Occidental nosmuestra que son sociedades que tienennecesidades diferentes y que planifican sus

estrategias de aprovisionamiento tecnoló-gico de manera diferente. Esta variabili-dad refleja por tanto distintos tipos deorganización social, cada una con sus agen-das particulares, que tratan de asegurar lareproducción social y biológica de mane-ras variadas. Con los datos disponibles enla actualidad es complicado interrogarseacerca de las causas y evolución de estoscambios, pero puede certificarse el carác-ter histórico de las sociedades neanderta-les. Es cierto que a partir de la secuenciade Axlor se puede entrever una tendenciade cambio diacrónica, pero exportar estatendencia al registro regional resulta exce-sivamente aventurado. Sin embargo, loscambios en Axlor nos permiten proponerun modelo de evolución diacrónica cuyavalidez habría que testar con el análisis, apartir de principios metodológicos simi-lares, de las otras secuencias de la región.

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