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PROYECTO MINCYT-BIRF: ESTUDIOS DEL SECTOR AGROINDUSTRIA SERIE DOCUMENTOS DE TRABAJO N° 19 VISIÓN PROSPECTIVA DE LA CADENA DEL MAÍZ AL 2030

Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

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Page 1: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

PROYECTO MINCYT-BIRF: ESTUDIOS DEL SECTOR AGROINDUSTRIA

SERIE DOCUMENTOS DE TRABAJO N° 19VISIÓN PROSPECTIVA DE LA CADENA DEL MAÍZ AL 2030

Page 2: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

Brieva, Susana Silvia

Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030 / Susana Silvia Brieva y Ana María Costa. - 1a ed. - Buenos

Aires: Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, 2014.

E-Book.

ISBN 978-987-1632-34-3

1. Ciencia. 2. Agroindustria Alimentaria. I. Costa, Ana María

CDD 338.476

Fecha de catalogación: 01/09/2014

Page 3: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

Consorcio:Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA)

Universidad Nacional del Litoral (UNL)Asociación Civil GRUPO REDES – Centro REDES

Fundación Banco Credicoop (FBC)

El contenido de la presente publicación es responsabilidad de sus autores y no representala posición u opinión del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.

CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES, OCTUBRE DE 2013.

PROYECTO MINCYT-BIRF: ESTUDIOS DEL SECTOR AGROINDUSTRIA

SERIE DOCUMENTOS DE TRABAJO N° 19VISIÓN PROSPECTIVA DE LA CADENA DEL MAÍZ AL 2030

Susana Brieva y Ana María Costa

Page 4: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

AUTORIDADES

■ Presidenta de la Nación

Dra. Cristina Fernández de Kirchner

■ Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva

Dr. Lino Barañao

■ Secretaria de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva

Dra. Ruth Ladenheim

■ Subsecretario de Estudios y Prospectiva

Lic. Jorge Robbio

■ Director Nacional de Información Científica

Lic. Gustavo Arber

■ Director Nacional de Estudios

Dr. Ing. Martín Villanueva

Page 5: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

1

PROYECTO MINCyT-BIRF: ESTUDIOS DEL SECTOR

AGROINDUSTRIA

El Proyecto fue desarrollado bajo el contrato de servicios de consultoría firmado entre el

Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva representado por el Lic. Jorge

Robbio, subsecretario de Estudios y Prospectiva y el Consorcio representado por el Ing.

Carlos Casamiquela, presidente del INTA, el Dr. Albor Cantard, rector de la UNL, el Dr.

Lucas Luchilo, presidente del Grupo REDES y el Lic. Darío Dofman, director ejecutivo de

la FBC.

El Proyecto fue conducido por una Mesa de Coordinación integrada por los

representantes institucionales del Consorcio: Roberto Bocchetto (INTA) - director del

Proyecto; Matías Ruiz (UNL); Fernando Porta (Grupo REDES) y Gustavo Marino (FBC) –

administrador del Proyecto. La compusieron además los coordinadores de las tres

actividades del Proyecto: Actividad 1: Ana María Ruiz (INTA) (agosto 2011–marzo 2012) y

Javier Vitale (INTA) (abril 2012–setiembre 2013); Actividad 2: Graciela Ghezan (INTA);

Actividad 3: Eduardo Matozo (UNL). Por su parte, integraron el equipo técnico central

como Especialistas Seniors, Javier Medina Vásquez (Consultor Actividad 1); Fernando

Porta (Actividad 2) Marcelo Grabois (UNL) - Actividad 3; y Emanuel Buenamelis (Consultor

Sistema de Información).

El Proyecto fue asistido por un Consejo Asesor integrado por: María Cristina Añón (SIDCA

– CONICET – UNLP); Ricardo Cravero (Q Innova); Gustavo Idígoras (Business Issue

Management); Héctor Laiz (INTI); Carlos León (PROSAP); Mercedes Nimo (COPAL);

Consolación Otaño (MAGyP); Enzo Zamboni (Diagramma SA).

El Proyecto contó como contraparte del Consorcio el siguiente Equipo Técnico del

Ministerio, Dirección Nacional de Estudios: Martín Villanueva (director), Alicia Recalde,

Manuel Mari, Ricardo Carri, Adriana Sánchez Rico, Miguel Guagliano, Vanesa Lowenstein

y Nicolás Hermida; Dirección Nacional de Información Científica: Gustavo Arber

(director), Sergio Rodríguez, Natalia Djamalian y Sebastián Balsells.

Page 6: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

2

ÍNDICE

PRÓLOGO ..................................................................................................................................................... 3

1. Introducción........................................................................................................................................... 8

2. Diagnóstico de las fuerzas impulsoras ........................................................................................... 10

2.1. Producción y comercio de maíz ....................................................................................................... 10

2.2. Mercado de energía y alimentos. .................................................................................................... 14

2.3. Estructura productiva y aprovechamiento interno de la producción de maíz .......................... 29

2.4. Productos de la molienda de maíz. ................................................................................................. 39

2.5. Innovaciones científico-tecnológicas. ............................................................................................. 48

2.6. Síntesis de variantes estratégicas e incertidumbre críticas identificadas en la cadena

de maíz para el análisis prospectivo ............................................................................................. 56

3. Interrogantes estratégicos y escenarios de la cadena de maíz al 2030 ................................... 58

3.1. Escenario 1: “Primarización todo sigue igual”............................................................................... 61

3.2. Escenario 2: “Sin rumbo” .................................................................................................................. 63

3.3. Escenario 3: “Industrialización y desarrollo” .................................................................................. 64

4. Bibliografía ........................................................................................................................................... 66

ANEXO ......................................................................................................................................................... 70

Page 7: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

3

PRÓLOGO

El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación se propuso

estudiar las trayectorias en el desarrollo de tecnologías y estrategias innovadoras de las

principales cadenas agroindustriales y la industria de alimentos en general, en línea con

los objetivos nacionales de desarrollo. En el marco del “Programa para Promover la

Innovación Productiva y Social”, desarrolló el Proyecto “Estudios del Sector

Agroindustria”, con el apoyo financiero del Banco Internacional de Reconstrucción y

Fomento.

El Consorcio integrado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la

Universidad Nacional del Litoral (UNL), la Asociación Civil Grupo REDES (Centro de

Estudios sobre Ciencia, Desarrollo y Educación Superior – Centro REDES) y la Fundación

Banco Credicoop (FBC) fue el encargado de ejecutar el Proyecto. El INTA tuvo bajo su

responsabilidad la coordinación del Consorcio y la dirección del Proyecto, mientras que

la Fundación Banco Credicoop actuó como administrador. El Proyecto se desarrolló entre

agosto de 2011 y setiembre 2013.

Las actividades del proyecto han sido desarrolladas en estrecha articulación con el nivel

directivo y los equipos técnicos de la Subsecretaría de Estudios y Prospectiva -

Secretaría de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva

del Ministerio. Además, contó con un Consejo Asesor compuesto por calificados

referentes del ámbito público y privado del sistema de innovación y del sector

agroindustrial.

El Proyecto tuvo como finalidad analizar el estado del arte, las tendencias y prospectiva

de la agroindustria alimentaria argentina en el contexto mundial, haciendo foco en el

procesamiento de alimentos y planteando una estrategia de innovación tecnológica e

Page 8: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

4

institucional que contribuya al desarrollo nacional y regional con inclusión y equidad

social.

El Proyecto fue diseñado para contribuir a los siguientes objetivos generales:

-Incrementar la competitividad de la agroindustria alimentaria argentina,

procurando una mayor densidad tecnológica, perfil innovador y valor agregado.

-Impulsar la dinámica y el esfuerzo innovador de la agroindustria alimentaria,

detectando obstáculos para mejorar la competitividad sistémica y la capacidad de

industrialización.

-Expandir el desarrollo de tecnologías y estrategias innovadoras, privilegiando el

desarrollo territorial, la producción limpia y la salud ambiental.

-Identificar estrategias que mejoren el ingreso, el empleo, la calidad de vida de las

regiones y la inserción competitiva de las PyME agroindustriales.

-Fortalecer la capacidad de formulación y gestión de las políticas públicas para

asegurar impactos sustanciales de la innovación tecnológica e institucional.

Se seleccionaron cinco cadenas agroalimentarias con potencialidad para alcanzar los

objetivos propuestos: maíz, carne porcina, lácteos bovinos, olivo y frutas finas. Estas

cadenas fueron seleccionadas por su potencial de crecimiento productivo e innovación,

agregado de valor, y aporte al desarrollo social y regional, contribuyendo a identificar

patrones de innovación tecnológica e institucional relevantes para orientar la estrategia

futura del sector agroalimentario.

Los factores de cambio de la industria alimentaria argentina fueron agrupados en

tecnológicos e institucionales, incluyendo además las acciones y medidas de política

Page 9: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

5

que, actuando interactivamente, pueden vigorizar la construcción social de futuro. Los

factores tecnológicos comprenden las tecnologías transversales al sistema

agroalimentario y las específicas de cada cadena seleccionada para el estudio. Las

transversales abarcan las tecnologías de procesamiento de alimentos, la aplicación de

tecnologías en los campos de la calidad integral y la producción limpia (prevención y

mitigación), junto a las tecnologías emergentes (biotecnología, nanotecnología y TIC).

Los factores institucionales (no tecnológicos) fueron asociados específicamente con los

marcos regulatorios, poniendo foco en el análisis de los sistemas de calidad y de

propiedad intelectual.

La integración del análisis del sistema agroalimentario y las cadenas seleccionadas con

los factores de cambio -considerando el marco nacional y mundial- permitió delimitar el

estudio diagnóstico de la situación actual, el relevamiento de tendencias y la

construcción de futuros. A partir de ese conocimiento, se elaboró una Agenda de

Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+I) que señala, por una parte, los factores

tecnológicos e institucionales críticos para promover la innovación de la agroindustria

alimentaria argentina y, por otra, las acciones e instrumentos de política pública que

pueden orientar el trayecto hacia el escenario deseable al año 2030. Este escenario está

consustanciado con los objetivos de desarrollo del país que se aproximan a través de los

propios del proyecto.

El proyecto se desarrolló sobre la base de tres actividades:

Actividad 1: Prospectiva tecnológica y no tecnológica.

Elaboró tendencias y generó conocimientos prospectivos sobre los alimentos y la

industria alimentaria mundial. Caracterizó y estudió las tendencias de las tecnologías de

procesamiento de alimentos, las comprometidas con la calidad integral y la producción

limpia, contemplando también las tecnologías emergentes (biotecnología,

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6

nanotecnología y TIC). Sobre esa base, construyó escenarios al 2030 de la agroindustria

alimentaria argentina y de las cadenas agroindustriales seleccionadas.

Actividad 2: Diagnóstico técnico y socio-económico.

Elaboró el diagnóstico socio-económico y relevó la problemática tecnológica de las

cadenas agroindustriales seleccionadas. Identificó las restricciones y requerimientos de

las empresas para mejorar su desarrollo socio-técnico y competitivo. A partir de ese

conocimiento, analizó la conducta y desempeño de las cadenas agroalimentarias

seleccionadas con la finalidad de identificar los patrones tecnológicos y los

determinantes de su dinámica innovadora, así como los principales obstáculos al

proceso de innovación en la industria de alimentos.

Actividad 3: Vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva (VTeIC).

Instaló y aplicó los recursos que posibilitan ejecutar procesos de VTeIC con fuentes

nacionales e internacionales. Estudió el estado de la técnica y tendencias de las cadenas

agroindustriales seleccionadas y, a su vez, seleccionó y analizó segmentos tecnológicos

que constituyen puntos críticos para el desarrollo de estos sectores.

Complementariamente, relevó las capacidades de producción de conocimiento

científico-tecnológico, institucional y formación de recursos humano (RRHH) a nivel

mundial y nacional.

Cada actividad conformó un grupo de trabajo con profesionales de las cuatro

instituciones del consorcio. Estos grupos de trabajo interactuaron además con diferentes

especialistas internos y externos. El Proyecto mantuvo un diálogo fluido con los actores

del sector gubernamental, del sistema científico-tecnológico y del sector productivo,

tanto a nivel nacional como internacional a través de una consulta-dirigida a expertos-

tecnólogos (70), consulta-abierta a expertos (encuesta “Delphi”: 420), encuesta virtual a

empresas (180), entrevista presencial en profundidad a empresas (105), y talleres de

trabajo entre los equipos técnicos y especialistas (250). Este intercambio fue

Page 11: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

7

complementado por encuentros de síntesis y validación con el Consejo Asesor y las

instancias de decisión política y equipo técnico del Ministerio.

El trabajo integrado de las tres actividades posibilitó generar los siguientes estudios:

marco conceptual y metodológico del Proyecto; diagnóstico y prospectiva de la industria

alimentaria mundial y argentina al 2030; estado del arte y tendencias de la ciencia y

tecnología del procesamiento de alimentos; incertidumbres críticas de la agroindustria

alimentaria argentina en el contexto mundial; conducta y dinámica innovadora de

empresas en las cadenas agroalimentarias; conducta, dinámica y patrones tecnológicos

de las cadenas agroalimentarias seleccionadas; capacidades de I+D del sistema

agroalimentario y cadenas de valor; marcos regulatorios en la industria de

procesamiento de alimentos; vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva de las

cadenas y segmentos tecnológicos seleccionados; y visión prospectiva de las cadenas

agroindustriales seleccionadas al 2030.

Estos 23 estudios se publican en la Serie Documentos de Trabajo del Proyecto. Estos

trabajos constituyen a su vez la base de referencia para fundamentar los contenidos del

documento-síntesis del Proyecto: “Trayectoria y prospectiva de la agroindustria

alimentaria argentina: Agenda estratégica de innovación”.

Cabe resaltar por último que este Proyecto ha servido para avanzar en la construcción de

un modelo de organización y gestión orientado a estudiar la industria alimentaria

argentina con anclaje regional y territorial. A partir de esta experiencia, es posible

consolidar un espacio de trabajo interinstitucional concebido como un observatorio que

articule las actividades en ciencia, tecnología e innovación con las oportunidades y

problemas del desarrollo agroalimentario, buscando sustentar la formulación e

implementación de la política científico-tecnológica nacional en el marco del Plan

Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva – “Argentina Innovadora 2020” y

del proceso de integración del MERCOSUR y de la región sudamericana.

Page 12: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

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1. INTRODUCCIÓN

El maíz es uno de los cereales más cultivados en el mundo, ocupando el tercer lugar

luego del arroz y el trigo. Este grano representa un insumo clave para gran cantidad de

industrias debido a que posee múltiples usos, que abarcan desde la alimentación

humana y el forraje para animales destinados a la obtención de carne y leche, hasta la

producción de energía, fabricación de productos farmacéuticos y cosméticos, papel,

textiles, pegamentos y elaboración de bio materiales como plásticos biodegradables.

La industrialización del maíz es una de las actividades agroindustriales que genera mayor

valor agregado, y posee suma relevancia por su capacidad de generación de empleo e

inversión en distintos sectores que contribuyen al desarrollo local y regional.

Argentina es un importante productor de maíz, con alrededor de 28 millones de

toneladas estimadas por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) para

la campaña 2012/2013, ocupa el quinto lugar del total mundial producido1, sin embargo

envía la mayor parte de la producción en forma de comodities (grano) que es

transformado en los países de destino, en detrimento del mayor aprovechamiento y

agregado de valor a nivel interno.

El presente documento, se organiza de la siguiente manera: en primer lugar se

enumeran y describen un conjunto de fuerzas impulsoras identificadas en la producción

de maíz, referidas al mercado de granos, de energía y alimentos, a la estructura

productiva y aprovechamiento del cereal y a innovaciones científico-tecnológicas que

1 Según cifras estimadas por el USDA, en 2012/13 la producción de Estados Unidos alcanza a 272,4 millones de

toneladas, China 200 millones de toneladas, Brasil 70 millones de toneladas, Unión Europea (27 Estados) 54,64 millones

de toneladas y Argentina 28 millones de toneladas.

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9

incidirán en el futuro desarrollo de la agroindustria. Por último, se plantean una serie de

interrogantes estratégicos respecto al comportamiento de estos factores a futuro y se

construyen tres escenarios al año 2030 para la cadena de maíz. Además, se presenta en

anexo el proceso metodológico para la construcción de los escenarios posibles.

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2. DIAGNÓSTICO DE LAS FUERZAS IMPULSORAS

2.1. Producción y comercio de maíz

2.1.1. Descomoditización de la exportación de grano de maíz y transformación interna de

productos de mayor valor agregado (Incertidumbre crítica).

El maíz es el cultivo de mayor área sembrada y cosechada del mundo, es el más

producido y consumido, y conforma un mercado en el que participan una amplia

cantidad de países. Entre 2001 y 2011 la producción mundial de maíz creció a una tasa

anual acumulada del 2,7% anual. En el mismo período el consumo mundial de maíz

también creció en un 2,7%, el comercio lo hizo en 1,9% mientras los stocks se redujeron

en un 2,9% (Gráfico 1).

Page 15: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

11

Gráfico 1: Tasa de crecimiento anual acumulada de la producción, consumo,

comercio y stocks mundiales de maíz, período 2001-2011.

-4,0%

-3,0%

-2,0%

-1,0%

0,0%

1,0%

2,0%

3,0%

T.a.a 2,7% 2,7% 1,9% -2,9%

Produccion Consumo Comercio Stocks

Fuente: elaboración propia con datos de USDA

En el periodo 2000 – 2010 la producción mundial de maíz creció en 43%, registrándose

aumentos en los principales países productores como Estados Unidos de alrededor del

35%, China del 56%, Brasil 79%, India con 66%, México 40% y Argentina con el 25%

(Gráfico 2); En el mismo período las exportaciones mundiales de maíz crecieron el 15%.

Page 16: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

12

Gráfico 2: Evolución de la producción, consumo y comercio mundial de maíz,

campañas 2000/01-2010/11, en miles de TN.

0

100000

200000

300000

400000

500000

600000

700000

800000

900000

2000/01 2001/02 2002/03 2003/04 2004/05 2005/06 2006/07 2007/08 2008/09 2009/10 2010/11

Mile

s T

N

Produc c ión Cons umo Comerc io

Fuente: elaboración propia con datos de USDA.

En los últimos años, la configuración del mercado mundial de maíz ha ido cambiado

lentamente, a partir de la progresiva desaparición de China como exportador, el

estancamiento de las exportaciones de Estados Unidos, la reducción de las

importaciones de la Unión Europea (UE), por la incorporación de nuevos países en el

bloque europeo que son fuertes productores de este grano2, y el creciente peso de las

ventas de Brasil y Argentina, a lo que se suma el dinamismo de las importaciones de

Medio Oriente y México. Las proyecciones del USDA indican que en los próximos años

la producción europea continuaría su ritmo creciente, a la vez que prevé un incremento

2 Estos países incorporados al bloque de la UE destinan una proporción importante de la producción de maíz a la producción de etanol

generando mayor valor agregado al producto primario.

Page 17: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

13

del consumo, especialmente para usos industriales como los biocombustibles, ya que

sus volúmenes de producción de carnes se mantendrían relativamente constantes.

Argentina produce el 2,7% de la producción mundial de maíz, valor que representa el

14% del comercio internacional y el 0,9% del consumo global de maíz. El principal

destino de la producción de grano de maíz en Argentina es la exportación, que capta

entre el 60% y 70% de la producción que se comercializa sin transformación3. Este

volumen termina utilizándose como grano forrajero con distintos valores agregados en

los destinos habituales. Las exportaciones argentinas de granos de maíz presentan un

elevado coeficiente de exportación (dos tercios de la producción se derivan

externamente como grano) en comparación a otros países exportadores, como Estados

Unidos que sólo exporta el 25% de su producción primaria derivando internamente el

75% restante (Pastor, 2004).

De la producción destinada al mercado interno, el 38% se utiliza como materia prima

para la industria de alimentación animal4 y sólo el 8% de los granos es utilizado en la

industria de molienda húmeda y seca 2%.

En la última década la utilización de maíz en distintos procesos industriales o

transformación en proteína animal ha ido en aumento, no obstante la incorporación de

mayor valor agregado a la producción primaria continua siendo baja. El maíz también

constituye una fuente alternativa para generar bioenergía a partir de su almidón y

biogás/bioelectricidad a partir de efluentes de la producción animal que constituye un

biofertilizante de mucho valor nutricional para los suelos agrícolas.

3 Tanto la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)/Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) como el USDA plantean tendencias positivas para el sector agrícola argentino, proyectando que en la próxima década las exportaciones argentinas de maíz serán un 83% superior a las actuales. 4 El 18% es demandado por el sector bovino, el 17 por la industria avícola y el 3 % por el sector porcino.

Page 18: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

14

La industrialización del maíz representa una de las actividades agroindustriales que

genera mayor valor agregado, por una parte permite obtener gran número de productos

que se consumen en forma directa o son insumos de otras industrias, y por otra avanzar

en el procesamiento e industrialización de la producción, transformando la estructura

productiva primaria orientada a la exportación de comoditties de bajo valor agregado.

2.2. Mercado de energía y alimentos.

La preocupación mundial por el cambio climático, sumado al aumento de la demanda de

energía y la volatilidad de los precios del petróleo han llevado a la búsqueda de fuentes

alternativas al modelo energético vigente, basado preferentemente en combustibles

fósiles, como el petróleo.

Los biocombustibles pueden reemplazar parcialmente a los combustibles fósiles, y

actualmente se obtienen esencialmente de recursos agrícolas (biocombustibles de

primera generación)5 y se dividen en dos cadenas principales de producción: la de

bioetanol y la del biodiesel.

Si bien no existe posibilidad que los biocombustibles constituyan la base de la matriz

energética -al menos en el actual contexto tecnológico- dado que aun computando otras

materias primas no competitivas con los alimentos no representan una alternativa a la

sustitución del petróleo, significan una oportuna alternativa complementaria y son la

mejor manera de estirar la vigencia del actual modelo energético, con la ventaja de poder

hacerlo manteniendo prácticamente inalteradas las estructuras tecno-productivas,

comerciales y financieras del negocio petrolero (Patrouilleau, 2012).

5 La producción de biocombustibles de primera generación se basa en materias primas comestibles, como la caña de azúcar y el aceite

de soja, los de segunda generación, emplean materias primas no comestibles como la jatropha o las microalgas y utilizando tecnología tradicional y los de tercera generación se producen con tecnologías de vanguardia utilizando celulosas no comestibles como residuos de madera o variedades de pastos.

Page 19: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

15

El conflicto inherente en los biocombustibles de primera generación radica en que la

materia prima para su obtención es también alimento, y su utilización en alguna medida

afecta el precio de la comida. Según la teoría, al competir en dos mercados (alimento y

energía) estas materias primas tienen un valor comercial mayor al de biomasa no

comestible, tendiendo a incrementar su precio. Por otra parte, la biomasa comestible

normalmente requiere de suelos ricos en nutrientes y con abundancia de agua,

incrementando la producción de biocombustibles la competencia por el uso de la tierra.

En el escenario agrícola de los próximos años, el desarrollo y efectos de los

biocombustibles implicarán efectos de distinta índole, que aun cuando resulta difícil de

visualizar la magnitud de los mismos, serán importantes en la dinámica de los mercados

nacionales e internacionales.

2.2.1. Aumento de la producción de etanol en base maíz (Incertidumbre crítica).

La seguridad en la disponibilidad de la energía necesaria para mantener y expandir la

calidad de vida actual domina el espacio de las decisiones estratégicas de la política

mundial, los países buscan disminuir su dependencia de los combustibles fósiles y

encontrar una alternativa funcional a los ajustes de emisiones que deben hacer los

países desarrollados en relación al cambio climático.

La energía es un insumo cada vez más escaso y más caro que preocupa a los Estados,

que han iniciado procesos de diversificación de las fuentes de aprovisionamiento y del

tipo de energía empleado. Las proyecciones de la Agencia Internacional de Energía (AIE)

señalan que la participación de los biocombustibles en el mercado energético mundial

pasaría del 1% al 4% en 2030. Según estas estimaciones, la demanda de

biocombustibles en el consumo global de energía para el transporte podría cambiar

entre 5 y 10%, impulsado por las políticas europeas y chinas de mezclar sus

combustibles fósiles con biocombustibles, como también por la política de seguridad

Page 20: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

16

energética que los Estados Unidos han puesto en marcha a fin de diversificar sus

fuentes de aprovisionamiento y los tipos de energía usados.

En el año 2007 la producción de etanol (16,3 mil millones de galones) representaba el

85% de la producción mundial de agro carburantes. Los dos complejos (azúcar-etanol-

Brasil y maíz-etanol-Estados Unidos) significan más del 86% de la producción mundial de

etanol, en tanto al biodiesel (cerca de 2,9 mil millones de galones) se le atribuye el

restante 15% de la producción de agro carburantes.

Estados Unidos encabeza la producción y el consumo de maíz destinado a la elaboración

de bioetanol. Según las proyecciones realizadas por el USDA para la temporada 2010-

2011, la producción de maíz alcanzó 340 millones de toneladas, de las cuales, se destina

a producir bioetanol 117 millones de toneladas, algo menos del 35%. Los cálculos del

Consejo Internacional de Granos (International Grains Council, IGC) señalaron que el maíz

destinado a la fabricación de bioetanol en todo el mundo en el mismo período logró el

16%. La política americana y la de otros países de promoción de biocombustibles se

fundamenta en varios factores, como el alto precio que se espera para el petróleo, el

objetivo de disminuir la dependencia energética de combustibles fósiles y de

proveedores inestables, el compromiso de bajar los niveles de gases emitidos a la

atmósfera, entre otros factores que sostienen la producción de biocombustibles, y por

ende, a la demanda que se espera de commodities agrícolas dirigida a la producción de

energía.

El consumo del maíz para bioetanol se ha incrementado notablemente desde la campaña

2008/096. En promedio, la producción de bioetanol desde la campaña 2002/03 a 2006/07

alcanzó 45 millones de toneladas, cifra que puede elevarse a 144 millones de toneladas

6 Entre el año 2000 y el 2008 la producción de etanol en los Estados Unidos (EEUU) captó el 36,4% del aumento de la demanda mundial

de maíz, siendo la producción de etanol de ese país responsable de entre el 40% y el 60% del aumento del consumo mundial de maíz. Además, EEUU fue responsable del 89% del incremento de la demanda estadounidense en la campaña 2005-2006.

Page 21: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

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en la campaña 2014/15. La producción de bioetanol a base de maíz se produce casi en

su totalidad en Estados Unidos, con proyecciones previstas de 123 millones de

toneladas para la campaña 2014/15. En la próxima década se espera que la producción

de etanol se duplique en Estados Unidos, esto significa que al final del período casi la

tercera parte de la producción de maíz de ese país se destinará al biocombustible.

También China, Brasil y hasta Argentina incrementarán sustancialmente su producción

de energía renovable.

En el caso de bioetanol, menos del 10 por ciento de la producción global se comercializa

internacionalmente. Sin embargo, se espera que el comercio internacional crezca

rápidamente en los próximos años ya que el incremento en el consumo y la expansión

de la producción a nivel global no coincidirán geográficamente.

A fin de diversificar la matriz energética, actualmente, existen en el país numerosas

empresas argentinas y multinacionales dedicadas a la producción de biocombustibles,

cuya actividad está regulada por la ley Nº 26.093 (Régimen de Regulación y Promoción

para la Producción y Uso Sustentables de Biocombustibles), que establece que en el año

2010 el 5% del diesel consumido en Argentina tiene que ser biodiesel. La norma

establece para el año 2012 el uso obligatorio de Bioetanol (5%) mezclado con naftas.

Según los datos oficiales, la Argentina a principios de esta década (2010) demandaría

600.000 metros cúbicos de biodiesel y 250.000 metros cúbicos de etanol. Para ello se

otorgan incentivos a la inversión e incentivos fiscales7. La Ley y su reglamentación

orientan la promoción hacia el autoconsumo y el mercado interno. Para producir con

destino a la exportación el aliento radica en la brecha del orden del 20% en las

retenciones, que media entre exportar poroto de soja y un bien industrial como los

biocombustibles.

7Entre los incentivos a la inversión se considera la devolución anticipada de IVA y/o amortización acelerada de bienes de uso y exención en el impuesto a la ganancia Mínima presunta por tres ejercicios consecutivos, así como incentivos fiscales como la exención al Impuesto a los Combustibles Líquidos y Gaseosos, a la Tasa de Gasoil y a la Tasa Hídrica.

Page 22: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

18

En un país eficiente en la producción de materias primas, como Argentina, donde la

industria del bio-combustible está en su inicio es posible acceder a importantes

mercados en crecimiento. En este marco, una de las decisiones a tomar por los

productores nacionales es exportar biodiesel o etanol8. Se suma a esta cuestión los

posibles efectos sobre la producción de biocombustibles que puede implicar la reciente

estatización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), que es posible que acentué el

uso de recursos fósiles no renovables.

En los años 2007-2008, Argentina era un actor pequeño en materia de producción de

combustibles verdes, actualmente con una capacidad instalada de 2,5 millones de

toneladas (que se cuadriplicó en los últimos tres años), es el cuarto productor de

biodiesel (luego de Alemania, Estados Unidos, Francia y Brasil)9. Este proceso se basa en

la exportación de alrededor de 20 plantas, entre las que se destacan las aceiteras que

poseen el 56% de la capacidad instalada ubicadas mayoritariamente en Santa Fe

aprovechando las ventajas e infraestructura y el polo aceitero ya instalado. Le siguen en

importancia grandes plantas independientes (24%) que operan sin materia prima, pero

poseen capital de trabajo y acceso a los puertos, y pequeños independientes (20%) con

plantas chicas enfocados al mercado interno, sin capital de trabajo ni materia prima

propia10. Argentina cuenta con un conjunto de empresas que elaboran etanol en base a

caña de azúcar en el noroeste del país11, más recientes son las instalaciones y proyectos

que emplearan maíz y se localizarán mayoritariamente en la provincia de Córdoba en la

zona núcleo maicera. Al respecto, las inversiones en nuevas plantas de producción de

etanol, los desarrollos tecnológicos asociados y los gastos propios de su producción

generaran a mediano plazo un efecto positivo sobre la economía estimulando la

8Las proyecciones estiman que en la Argentina, en 2014, habrá entre 8 y 10 plantas productoras de etanol en base a grano de maíz, la mayoría en la provincia de Córdoba; de hecho, existe ya una en funcionamiento y otra comenzará a producir dentro de tres meses (www.todoagro.com.ar/documentos/2012/.../alejandrosaavedra.pptx) 9Las exportaciones de biodiesel entre enero y octubre del 2010 sumaron u$s 994 millones. 10

Cámara Argentina de Energías Renovables –CADER-, 2010 11En Argentina, la producción de etanol como componente de las naftas comienza con el programa de alco-nafta iniciado en la década del ´80 con el empleo de caña de azúcar como materia prima.

Page 23: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

19

demanda global, especialmente en las comunidades rurales donde se localizan las

plantas de producción, a la vez que contribuyen a la creación en el área de influencia de

nuevos puestos de trabajo.

Según la Cámara Argentina de Biocombustibles (CARBIO), la producción de bioetanol

alcanzó en 2011 un total de 134.000 toneladas, un 39,7% más con respecto a 2010.

Dado que los volúmenes que se obtienen de bioetanol son exiguos en relación a la

producción de biodiesel, los biocombustibles derivados de la caña de azúcar y del maíz

sólo se comercializan en el mercado interno.

De acuerdo a las estimaciones de CARBIO, la producción de biocombustibles crecerá un

20% durante 2012, para alcanzar los 3 millones de toneladas de biodiesel, previéndose

un crecimiento de la capacidad instalada superior al 40%. Para fines de 2012 se espera

un crecimiento de la capacidad instalada que permitirá producir entre 750.000 y 1 millón

de toneladas extras, es decir un 40% más de los 2,4 millones de toneladas con que cerró

2011.

Desde la Cámara, sin embargo, consideran que la tendencia y el ritmo de fuerte

crecimiento que registra el sector desde 2008, con índices de incremento del 65,6% en

2009; 53,9% en 2010 y 33,7% en 2011, sería casi imposible de sostener a lo largo del

tiempo.

El destino del volumen de biodiesel mantendrá la actual distribución entre el mercado

interno (que capta el 31% en 2011 de las ventas) y el externo que mantiene una

demanda sostenida.

En base a las estructuras arancelarias actuales, es posible que la decisión se centre en la

exportación de biodiesel, dado que enfrenta menores barreras de acceso y tiene ventajas

competitivas dado la eficiencia de nuestro país vis-à-vis la del resto de los competidores.

Page 24: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

20

Según CARBIO, en 2009 se exportaron cerca de 1,2 millones de toneladas de biodiesel,

por unos 200 millones de dólares, principalmente a la Unión Europea. Este rubro,

siguiendo los indicadores actuales puede seguir creciendo ya que la mayoría de los

países desarrollados tiene previsto aumentar el nivel del corte, hasta llegar al 20% (Voloj

y Di Paola, 2010).

A corto plazo las expectativas cifradas en el biodiesel pueden desplazar y competir por el

uso de tierras dedicadas a la producción de maíz, con efectos en los diferentes usos del

grano, al presionar hacia la reducción de la superficie dedicada al cultivo de maíz y al

incremento de los precios en el mercado de tierras aptas para la producción.

A esta incertidumbre crítica relacionada a la competencia entre la producción de etanol y

biodiesel se suma la competencia dentro de la cadena de maíz por el destino de la

producción hacia otros usos, como la industria alimenticia y la exportación.

Los biocombustibles representan una opción interesante en la agregación de valor para

los países emergentes como Argentina, que además de producir biodiesel y etanol en

base a soja, maíz y caña diversificara los riesgos hacia la producción mediante el uso de

materia prima no competitiva con el uso alimentario, transformándose en un productor

competitivo y diversificado a nivel mundial. Esta alternativa requiere la promoción de

estudios de investigación y desarrollo de base biotecnológica y profundizar estudios

sobre “cultivos alternativos”, y mayor conocimiento de los co-productos derivados y su

uso (Patrouilleau, 2012).

Page 25: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

21

2.2.2. Mayor interdependencia entre la producción de biocarburantes y la producción de

alimentos (Invariante estratégica).

Desde finales de 2006, la confluencia de una serie de factores desencadenó un proceso

de rápido incremento de los precios que vino a evidenciar que la alimentación competía

directamente con la energía en los mercados de cereales, oleaginosas y otros productos

agrícolas básicos.

El crecimiento de la demanda de alimentos entre 1987 y 2007 fue del 2% anual, pero los

productos utilizados en la producción de biocombustibles son los que registraron

mayores tasas de crecimiento, maíz (3,1%), oleaginosas (4,3%), aceites vegetales

(5,6%), en tanto el azúcar registró un incremento del 2,4%. (Rosell y Viladomiu, 2008).

Las crisis de los mercados de energía pueden afectar a los mercados alimentarios. En

este sentido, desde el punto de vista de la oferta, cuando el producto de valor marginal

del mercado de los biocombustibles (neto de los costos de las materias primas de

cultivo, incluidos los ingresos por productos secundarios) supera el del mercado de los

alimentos, el cultivo se desviará a la producción de biocombustibles.

Si bien hasta mediados del 2000 las estimaciones no contemplaban que el impacto de la

demanda de granos para la producción de combustibles pudiera ser tan significativo, los

informes tanto de la OCDE/FAO como el USDA consideran el fenómeno de los

biocombustibles como la clave del desempeño esperado en la próxima década en los

mercados agropecuarios12. La mayor producción de biocombustibles tiene efectos

también en otros productos agroindustriales, que son sustitutos o complementarios de

12 Hasta hace unos años atrás, el precio bajo del petróleo hacía económicamente inviable la producción de estos combustibles. En la actualidad, con la consideración de costos ambientales y las perspectivas de un petróleo caro y escaso para los próximos años, la generación de combustibles a partir de la tierra agrícola representa una alternativa rentable en términos sociales pero no en términos privados, dado que, por el momento, en prácticamente todos los países productores se requiere de subsidios públicos para hacer cerrar la ecuación económica de estas actividades.

Page 26: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

22

bienes agrícolas, y cuyos mercados son afectados, en algunos casos, por el lado de la

demanda (el encarecimiento del maíz traslada demanda hacia otros granos, como el

trigo), en otros, por el lado de los costos de producción (el encarecimiento del maíz

incrementa los costos de producción de carnes).

Tanto la OCDE/FAO como el USDA consideran que los biocombustibles serán

determinantes de los resultados de los mercados agropecuarios en los próximos años,

debido a que el principal productor y exportador de commodities agrícolas, los Estados

Unidos, ha profundizado la campaña de promoción de los biocombustibles, en forma tal

que parece irreversible. La decisión de Estados Unidos, y sus implicancias a futuro, es la

clave para explicar el impacto de los biocombustibles en los mercados agroindustriales.

Cabe señalar que mientras los mercados agrícolas son altamente protegidos y

subsidiados, disminuyendo la competitividad de los países en desarrollo, no sucede lo

mismo con el mercado de la energía, indicando que, la vinculación del mercado agrícola

con el energético a través de los biocombustibles representa una oportunidad para los

mercados emergentes.

Si bien los biocombustibles tendrán efectos positivos sobre los precios de las

commodities, también puede acarrear mayor inestabilidad en los mercados. La

volatilidad, en particular de los precios, puede ser más elevada a la evidenciada en

períodos anteriores, debido que ahora las condiciones de los mercados agropecuarios

dependen no sólo de cuestiones estructurales inherentes a ellos mismos (producción,

consumo, stocks, etc.) sino también de factores que tienen que ver con los mercados

energéticos (en especial, el precio del petróleo), con las políticas públicas que se definan

en materia de biocombustibles y con el desarrollo de los biocombustibles denominados

de segunda generación, que son aquellos que están tratando de sustituir a los granos y

sus derivados por otras materias primas que no compitan con los alimentos13.

13 Cuando estas tecnologías sean viables desde el punto de vista económico reducirán la demanda de cultivos alimentarios y forrajeros para la producción de etanol y biodiesel.

Page 27: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

23

2.2.3. Volatilidad de las cotizaciones en los mercados de commodities agrícolas

(Incertidumbre crítica).

En los próximos años la evolución del mercado agropecuario mundial estará cada vez

más estrechamente vinculada con lo que suceda en el mercado de combustibles. El

precio del petróleo, los esfuerzos de varios países por disminuir la dependencia

energética a combustibles fósiles, y el compromiso asumido de bajar los niveles de

gases emitidos a la atmósfera impulsaran la producción de biocombustibles y con ella, la

demanda de productos del sector agropecuario. Garzón (2007) considera que el impacto

de los biocombustibles será probablemente mayor en los mercados de commodities que

en el propio mercado energético ya que es muy limitada la capacidad de abastecer la

demanda global de combustibles líquidos a partir de biocombustibles, las estimaciones

indican que destinando toda la producción mundial de granos se logra cubrir menos del

20 % del consumo global de combustibles.

A corto y mediano plazo se espera mayor volatilidad en las cotizaciones de las

commodities, que pasan a depender, además de las condiciones de demanda y

producción propias de cada mercado, de los vaivenes de los mercados energéticos (del

precio del petróleo, de los costos de producción de energía a partir de otras fuentes,

etc.) y también de las políticas públicas que los países definan en relación y a la

promoción de los biocombustibles14.

En sus últimos informes de perspectivas, la OCDE / FAO y el USDA coinciden en forma

más o menos explícita, que se está frente a un proceso de cambios estructurales que,

como tales, permitirán mantener los precios de las commodities a valores históricamente

elevados, y que estos cambios de mediano y largo plazo son y serán liderados por un

proceso firme en la producción de biocombustibles.

14 La tendencia mundial del precio los biocombustibles está correlacionada positivamente con el precio del petróleo, si el barril de petróleo sube los biocombustibles se convierten en rentables y crece su demanda haciendo subir su precio.

Page 28: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

24

Un estudio de la OCDE-FAO (2007), indica que los biocombustibles tendrán un fuerte

impacto sobre la agricultura entre 2007 y 2016, con incrementos por encima de la media

de los precios agrícolas de los últimos diez años. Los granos van a costar entre 20% y

50% más (Agricultura de Conservación –AC-, FAO, 2007). Los precios de los alimentos

suben a ritmo acelerado en Europa, China, India y los Estados Unidos, con procesos en

este último país de agflación -la inflación de los productos agrícolas- en 2008 alcanzó al

4.2%, superando el aumento del 2.9% de 2007 (OCDE, 2008).

En este sentido la producción de etanol a partir de maíz presionará a corto y mediano

plazo sobre los precios del mercado mundial de maíz15. La relación entre precio del maíz

y precio del petróleo es unidireccional. La reducida relevancia de los agrocarburantes (en

este caso del etanol producido con maíz) como combustibles, explica que el precio del

maíz no tenga influencia en el precio del petróleo. Igualmente se aprecia una correlación

entre el precio del petróleo y los de los aceites vegetales (Gráficos 3 a y 3 b).

En relación a los precios, la demanda para producir bioetanol representa un factor que

incide en el precio del maíz, dado que esta industria absorberá cantidades crecientes de

maíz ante una oferta de grano estimada como no muy elástica, al menos en el corto

plazo. Este aumento llevará a que ocurra lo mismo con el precio del etanol, considerando

que una parte relevante de su costo deviene del maíz, a la vez que aumentarán los

precios de los alimentos que provienen de industrias que emplean al maíz como materia

prima, entre ellas, la aviar, bovina y porcina.

15 El precio más directamente afectado por la demanda por bio-combustibles ha sido el precio del maíz, debido a que este producto representa la opción tecnológica usada por los EE.UU. para la producción de etanol. Durante el periodo 2005-08 su precio ha aumentado en promedio en 25.7% anual, principalmente por el acelerado crecimiento de su demanda; mientras que en el 2000 la demanda de maíz para etanol representaba alrededor del 12% de la demanda interna de maíz en Estados Unidos, esa participación ha subido a alrededor del 32% en el 2008.

Page 29: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

25

Gráfico 3.a.: Relación entre el precio del grano de maíz y el precio del petróleo,

período 2002/2011 (en u$s americanos por TN y por barril).

0,00

50,00

100,00

150,00

200,00

250,00

300,00

350,00

u$s/

TN

- u

$s/b

arril

Maíz 102,16 105,19 111,78 98,41 121,59 163,26 223,25 165,54 186,01 291,78

Petróleo 26,28 28,85 38,30 54,43 65,39 72,71 97,66 61,86 79,63 110,95

2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011

Gráfico 3.b.: Relación entre el precio de los aceites vegetales – soja y girasol- con

el precio del petróleo, período 2002/2011 (en u$s americanos por TN y por

barril)

0,00

200,00

400,00

600,00

800,00

1000,00

1200,00

1400,00

1600,00

1800,00

u$s/

TN

0,00

20,00

40,00

60,00

80,00

100,00

120,00

u$s/

barri

lA c eite de S oja

A c eite de Giras ol

Petróleo

A c eite de S oja 430,64 500,28 590,45 495,75 551,50 799,74 1133,79 787,02 924,83 1215,82

A c eite de Giras ol 621,43 650,00 734,41 1144,54 713,11 673,00 1693,65 1041,67 1186,00 1621,84

Petróleo 26,28 28,85 38,30 54,43 65,39 72,71 97,66 61,86 79,63 110,95

2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011

Fuente: elaboración propia con datos de Index Mundi.

http://www.indexmundi.com/es/precios-de-mercado/

Page 30: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

26

El impacto de la profundización en la producción de biocombustibles será directo y por

ende mayor sobre los cereales, el azúcar, las oleaginosas y los aceites, dado que estos

commodities cuentan en menor o mayor medida con las condiciones técnicas y

económicas para ser utilizados como insumos en la producción de energía. Pero, no

caben dudas que los efectos de la mayor producción de biocombustibles llegarán

también al resto de productos agroindustriales, dado que éstos son, en algunos casos,

productos sustitutos de los bienes antes mencionados (tanto en la producción como en

el consumo), en otros, productos que utilizan como insumos a los anteriores (caso de las

carnes y los lácteos), y por ende todos se encuentran vinculados con las condiciones de

mercado de los commodities agrícolas "energéticos"16.

La producción de etanol y biodiesel a partir de materias primas agrícolas puede

incrementar los precios de éstas a través de dos mecanismos. De manera directa: por

reducción de la oferta de dichos productos para consumo humano o por el incremento

en la demanda para uso como biocombustibles, o bien por ambas razones. De manera

indirecta: por la sustitución de cultivos destinados al uso humano, por cultivos para usos

energéticos, por el incremento en la demanda de productos que sustituyen a los cultivos

energéticos en la alimentación animal y humana (por ejemplo maíz y trigo), y por el

incremento en los costos de alimentación de animales (cuya producción se destina al

consumo humano como por ejemplo el uso del maíz y de la soja en la alimentación de

ganado lechero y vacuno, cerdos y aves).

El horizonte no está completamente despejado, vislumbrándose focos de incertidumbre

sobre factores que no pueden anticiparse. A los tradicionales (vinculados con el clima,

las enfermedades, los cambios en las barreras arancelarias y para arancelarias, las

políticas de los Estados, entre otros) se le suma la incertidumbre que rodea al mercado

energético a nivel mundial, que harán que la evolución del mercado de biocombustibles

16 La profundización en la producción de biocombustibles será directo, dado que son utilizados para su producción, por ejemplo, el trigo para la generación de biomasa, el maíz y la caña de azúcar para la producción de etanol y las oleaginosas para la producción de bio diesel.

Page 31: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

27

vaya de la mano con el precio del crudo y las cuestiones geopolíticas que rodean el

sector.

2.2.4. Posibilidad de elaboración de co-productos (Incertidumbre crítica).

La molienda de maíz para la producción de etanol da lugar a un co-producto, los Granos

Secos de Destilería con Solubles (DDGS), que pueden ser usados como alimento de

animales, pero particularmente en comida de rumiantes como el ganado bovino. Dado el

importante aumento que se espera en la oferta de granos destilados en países

productores de etanol (en particular Estados Unidos), se estima que éstos se abaratarán

en relación a los demás alimentos para animales, disminuyendo el costo de producción

de aquellas carnes que mejor se adapten al consumo de estos subproductos. Como los

granos destilados se adaptan mejor a la dieta nutricional del ganado bovino, se espera

entonces que los costos se abaraten en la producción de carne vacuna en relación a los

costos de producción de las otras carnes.

Los Granos de Destilería de maíz Desecados/Solubles (DDGS) son ampliamente

utilizados en la alimentación de ganado, se recuperan en la destilería y contienen todos

los nutrientes del maíz entrante menos del almidón, y tienen un mínimo de tres veces la

cantidad de nutrientes que el maíz entrante. Los DDGS típicamente se analizan en 27%

proteína, 11% grasa y 9% fibra, y contienen todo el aceite, la proteína y nutrientes del

maíz original en aproximadamente un tercio del peso del maíz. Debido a la fermentación,

los aminoácidos, la grasa, los minerales y las vitaminas restantes aumentan

aproximadamente al triple en la concentración comparada a los niveles encontrados en

maíz.

El valor energético de los DDGS difiere según se lo consuma fresco, recién procesado o

se lo almacene. En el caso del DDGS - con menos del 12% de humedad- su

Page 32: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

28

conservación requiere de 4 meses, resultando relativamente fácil formular y manejar

raciones para las distintas producciones pecuarias17.

Asimismo el valor alimenticio, los contenidos de nutrientes, digestibilidad y

características físicas de DDGS son ampliamente variables, causando incertidumbre a

los consumidores. Los DDGS de diferentes proveedores, y eventualmente diferentes

fuentes del mismo proveedor, a menudo varían en calidad, sumándose a esta cuestión la

ausencia de métodos estandarizados de muestreo. Otra fuente de incertidumbre

respecto al aprovechamiento y comercialización de los DDGS, se encuentra asociada al

costo del transporte que resulta una limitante para el crecimiento del mercado de DDGS

fuera del cinturón maicero. Además del problema del costo, la industria transportadora

todavía se muestra dubitativa a la hora de transportar los DDGS a causa del problema de

la volatilidad.

De esta manera, en un escenario donde la cuestión energética será clave, la producción

de maíz podrá contribuir a la integración agrícola-pecuaria-agroenergética –industrial, a

nivel local y regional. Esto sería mediante la configuración de polos de desarrollo en

medianas ciudades del interior del país (ante la posibilidad de producir bioetanol y utilizar

los expeler derivados en la alimentación animal, particularmente en la industria porcina y

aviar) potenciando de esa forma la generación/incorporación de valor agregado a nivel

regional, ya que resolverían el déficit energético y permitirían mayor independencia

energética. La producción y comercialización de los subproductos de la agroindustria se

convierte en un elemento central para la generación de empleo y valor agregado. Si bien

es importante la generación de energía y subproductos destinados a la alimentación

pecuaria primaria, el componente realmente dinamizador es la agroindustria que

posibilita potenciar la sinergía entre las producciones energéticas y pecuarias generando

17 En Estados Unidos el WDGS (húmedo) con 65% de agua la conservación está en el orden de 8 a 15 días, dependiendo de la temperatura, requiriéndose experiencia para formular raciones en bovinos, presentando dificultades para el uso en raciones de cerdos y aves.

Page 33: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

29

productos finales para consumo regional, nacional e incluso con destino de exportación

(Saavedra y Begenisic, 2013).

2.3. Estructura productiva y aprovechamiento interno de la producción de maíz

2.3.1. Competitividad interna de la producción de maíz (Incertidumbre crítica)

En Argentina el área cultivada de maíz representa aproximadamente el 11% del área total

sembrada con cereales y oleaginosas, concentrando el 30% del área destinada a

cereales. La producción de maíz se concentra en la región pampeana y aporta alrededor

del 93% de la producción total de maíz. Las principales provincias productoras de esta

región son Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos. En menor medida, la

producción también se desarrolla en las regiones del Noroeste Argentino (NOA) y

Noreste Argentino (NEA) en las provincias de Santiago del Estero, Chaco Tucumán y

Salta. En la Tabla 1, se observa la participación relativa de las principales provincias

productoras de maíz en el total nacional.

Entre los factores que otorgan competitividad al maíz argentino en los mercados debe

destacarse la calidad del producto y, en términos relativos a otros países productores,

los menores costos de producción. De acuerdo a la información de la ex Secretaría de

Agricultura Ganadería Pesca y Alimentación (SAGPyA) en el año 2006, el cultivo demanda

cerca de 8000 toneladas de semilla híbrida fiscalizada por el Instituto Nacional de

Semillas (INASE) y alrededor del 10% de la facturación total de agroquímicos se

relaciona con el cultivo de maíz (70% de los herbicidas, 20% de los insecticidas y 9%

de los curasemillas) (Programa Nacional de Cereales INTA, 2009).

Page 34: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

30

Tabla 1: Participación relativa de las principales provincias productoras de maíz

sobre el total nacional, campañas 2000/01-201/11, en %

Campañas

00/0

1

01/0

2

02/0

3

03/0

4

04/0

5

05/0

6

06/0

7

07/0

8

08/0

9

09/1

0

10/1

1

Región

Pampeana

Buenos

Aires

36,0 27,5 28,4 33,4 30,6 29,8 28,0 32,1 27,6 35,9 35,8

Córdoba 27,4 38,4 40,9 26,4 34,5 36,0 41,0 39,7 48,5 29,8 24,9

Santa Fé 16,5 14,2 12,7 17,1 14,7 13,7 12,1 11,5 12,2 17,7 15,4

Entre Ríos

Región

NEA y

NOA

Santiago

del Estero

1,5 1,7 1,9 2,7 1,0 3,0 2,3 2,2 0,7 2,8 7,3

Chaco 1,2 2,5 2,2 2,2 1,1 2,5 2,2 1,9 0,7 1,4 2,0

Tucumán 1,8 1,7 0,4 0,7 0,9 0,9 1,2 0,9 1,9 1,3 1,8

Salta 1,1 1,0 0,8 0,9 0,6 1,2 1,0 1,0 1,4 1,6 3,2

Fuente: elaboración propia con datos de Estimaciones Agrícolas, Dirección de

Información Agrícola y Forestal, Mininisterio de Agricultura, Ganadería y Pesca.

Desde mediados de la década del ´90 los rendimientos de maíz en Argentina se

incrementaron significativamente superando la tasa media mundial y la de otros países

exportadores. En la campaña 2006/07 la productividad por hectárea, en condiciones

Page 35: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

31

climáticas favorables se elevó a 7,67 TN/ha18. En los últimos diez años, el maíz argentino

avanzó en materia de rendimientos a nivel mundial, la tasa de crecimiento entre 2000 y

2010 fue del 48,73 por ciento, con alrededor de 8 TN/ha. Estas cifras ubican a la

Argentina en el noveno lugar en la escala de países con mejores rendimientos en la

producción de maíz. (Programa de Inserción Agrícola – Asociación Maíz Argentino

MAIZAR, 2011).

Según el Programa Nacional de Cereales del INTA (2009) en comparación con otros

países competidores, Argentina dispone para el cultivo de un elevado nivel tecnológico.

La tecnología del cultivo de maíz en la Argentina ha experimentado cambios de fondo

durante la última década, entre los cuáles deben destacarse la expansión del cultivo

realizado bajo siembra directa, la creciente adopción de fertilización, el desarrollo y

adopción de híbridos simples, la disponibilidad de híbridos transgénicos19 con resistencia

a insectos y a diversos herbicidas, la alternativa del cultivo de maíz de segunda siembra,

y el surgimiento o consolidación de mercados para especialidades de maíz.

Argentina produce maíz duro colorado o Flint, dentados y harinosos20. De los maíces flint,

la especialidad de mayor relevancia no es Organismos Genéticamente Modificados

(OGM)21, a las que se suman el de maíz pisingallo (popcorn) y maíces de alto contenido

de aceite (MAV).

Si bien la expansión de la superficie sembrada con maíz en la Argentina puede

incrementarse a través de los desarrollos biotecnológicos mediante la implantación de

maíces Bt resistentes al barrenador del tallo y tolerantes al glifosato, que permiten el

18 La tasa de incremento de los rendimientos en el decenio 1997-2007 ha sido bastante elevada (3.22%), y se mantiene cercana al 3% en los últimos cinco años. Los rendimientos promediaban las 3,0 t/ha a inicios de los años ´80, 4 a 4,5 TN/ha en la primera mitad de los años ´90 y 6.0 t/ha en las campañas 2002/03 y 2003/4. (Programa Nacional de Cereales INTA, 2009). 19 Respecto de la presencia de OGM en partidas de grano de maíz, en general la autorización de nuevos eventos en Argentina acompaña las que ocurren en la Unión Europea. 20 Los maíces harinosos corresponden a un grupo numeroso de razas que se localizan tanto en la zona de altura del NOA como en las zonas bajas del NOA y NEA. 21 El maíz colorado duro o tipo “Plata” tradicional si no es transgénico recibe una bonificación en el precio en el mercado de la UE.

Page 36: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

32

cultivo en zonas consideradas hasta el momento marginales para la producción de maíz,

encuentra una fuerte competencia territorial en el cultivo de soja, que desde mediados

de los 90, inició un fuerte proceso de expansión de la frontera agrícola y de sustitución

de las producciones tradicionales en las principales zonas productoras de granos de

Argentina.

Desde el punto de vista agronómico la sustitución de maíz por soja en los sistemas

productivos se explica por la simplicidad asociada a la producción de soja transgénica

resistente al herbicida glifosato, que facilita notablemente el control de malezas y la

inclusión de la soja en campos marginales, donde el manejo con otros cultivos o soja no

transgénica resultaría más costoso y complicado22. La rentabilidad puede estar asociada

a precio, rendimiento o costos.

La ventaja de la soja, respecto de otros cultivos no sólo proviene del margen que puede

obtenerse, frente al alza de precios, sino también por el bajo costo de implantación,

relacionado con la escasa o nula aplicación de fertilizantes, el empleo de semilla propia o

comprada mediante “bolsa blanca” 23 y que tiene menos riesgo “productivo” ya que logra

rendimientos aun cuando las lluvias sean escasas, es decir la ventaja principal del cultivo

es la rentabilidad asociada al capital invertido para sembrarlo.

2.3.2. Crecimiento y desarrollo de la industria argentina de alimentos

balanceados (Invariante estratégica).

Los alimentos balanceados representan un insumo clave en la cadena de valor de

animales de producción. La intensificación de la producción bovina, avícola y porcina ha

generado un crecimiento sostenido en los últimos años de la producción de alimentos

22 http://www.acsoja.org.ar/mercosoja2006/Contenidos/Workshops/agroneg_02.pdf 23 En el maíz también es posible la siembra de maíz Bt, no obstante desde el punto de vista de la sostenibilidad económico-comercial, el maíz Bt al ser una semilla híbrida, exige la reposición vía recompra de semilla por parte del productor en cada campaña evitando el fenómeno de “bolsa blanca” que se presenta en la soja (Lavarello, 2003).

Page 37: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

33

balanceados. Esta tendencia ,según los analistas, continuará en aumento impulsado por

las mejoras en el nivel de ingreso per cápita en los países en desarrollo, donde se espera

que continúen produciéndose cambios en la demanda agregada y en la composición de

la canasta de consumo de commodities agrícolas, aumentando más que

proporcionalmente el tamaño del mercado de proteínas animales.

Según el IGC, la demanda mundial de todos los granos del sector de alimentos

balanceados seguirá aumentando. Entre el año 2000 y 2011 los seis principales países

productores de alimentos balanceados incrementaron la producción, destacándose los

aumentos de China que casi triplica la producción y Brasil que la duplica (Tabla 2).

Tabla 2: Principales países productores de alimentos balanceados

País 2000 2011 Incremento

%

Estados Unidos 142.000 155.200 9

EU-27 124.346 148.874 20

China 57.000 110.210 183

Brasil 34.400 66.000 92

México 20.958 27.689 32

Fuente: elaboración propia con datos de la asociación de Fabricantes de alimentos

Balanceados de Ecuador (AFABA) y Feed International Watt

Desde 2006 a 2011, a nivel latinoamericano se ha registrado un incremento de más de

un 25% en la producción de alimentos balanceados. La crisis mundial, el alza en el

precio de los granos, el impacto de la industria del etanol y la volatilidad cambiaria, entre

otros factores ocurridos en el último quinquenio, han contribuido a que la producción de

alimentos balanceados en Latinoamérica haya experimentado un lento crecimiento,

particularmente en los últimos tres años. No obstante, cabe resaltar que en general en

este período se ha registrado un aumento de poco más de un cuarto en la producción de

Page 38: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

34

estos insumos básicos para la industria pecuaria (Ruiz, 2011). Brasil y México lideran

este proceso mediante la producción del 70% de los alimentos balanceados de la

región, valor que cuando se suma la producción de Argentina alcanza el 81% (Tabla 3).

Tabla 3: Producción de alimentos balanceados/año, países latinoamericanos

(miles de TN)

2006 2007 2008 2009 2010

Brasil 48,420 56,400 61,600 58,400 61,000

México 25,205 26,200 26,600 27,000 28,100

Argentina 5,820 11,300 11,500 11,500 14,196

Colombia 4,050 3,100 3,150 3,150 4,108

Venezuela 3,656 3,600 3,650 3,650 4,017

Perú 1,820 1,800 1,830 1,830 3,245

Chile 3,740 3,060 3,100 3,100 2,439

Fuente: extraído de: http://www.wattagnet.com, datos preliminares/año

Argentina ocupa el 14 puesto en cantidad de toneladas anuales fabricadas de alimentos

balanceados a nivel mundial24, la intensificación de la producción bovina, avícola y

porcina generaron a nivel nacional un crecimiento sostenido de la producción de

alimentos balanceados, de más del 10 por ciento anual. De acuerdo a estimaciones del

sector, el consumo del año 2008 fue de 13,5 millones de toneladas frente a los 8,5

millones de un quinquenio atrás, es decir un 58,9 por ciento de incremento para el

período 2004-2008 (Tabla 4).

La alimentación representa más del 75% del costo de producción, razón que impulsa a

los sistemas productivos a mejorar la eficiencia a través del logro de mejores índices de

24 Federación Europea de Fabricantes de Alimentos Balanceados FEFAC, Federación Internacional de

Industrias de Alimentos IFIF, 2009.

Page 39: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

35

conversión, que redundarán en menos kilogramos de alimento gastado por kilogramos

de carne producido. Esta relación indica que el consumo de alimento balanceado seguirá

creciendo a corto y mediano plazo conforme la mayor productividad esperada en el

sector ganadero y avícola.

En el año 2011, en Argentina se destinaron a industrialización 4.125.244 toneladas de

maíz. El 64% se empleó para la elaboración de balanceado, el 31% ingresó al proceso de

molienda húmeda y el 5% restante se sometió a las operaciones que comprende la

molienda seca.

Tabla 4: Evolución del uso de alimentos balanceados en la Argentina, Coeficiente

Equivalente Alimento (CEA)* en toneladas

Productos 2004 2008 Incremento

(%)

Bovinos carne 2.520.000 3.285.550 30

Bovinos leche 1.428.975 3.593.000 151

Aves parrilleros 2.352.900 3.710.210 58

Aves

ponedoras

1.153.368 1.448.550 25

Cerdos 739.200 1.074.150 70

Otros 389.055 466.600 20

Total 8.583.498 13.578.06

0

58

*Valor estimado que permite inducir los kilos de alimento balanceado

necesarios para producir 1 kg de carne.

Fuente: elaboración propia con datos de

Cámara Argentina de Empresas de Nutrición Animal (CAENA)

Entre el periodo 2005-6 y 2010-11 la participación de la producción de alimentos

balanceados en el total de la molienda pasó de 48% a 64% (Gráfico 4).

Page 40: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

36

El consumo en los últimos años superó los 5 millones de toneladas de alimento

completo en fórmulas en las que el maíz participa en un 60 por ciento de la

conformación. Según la Cámara Argentina de Empresas de Nutrición Animal (CAENA), la

transformación del maíz en carne vacuna, como en aves o porcinos, se encuentra en

enorme crecimiento, siendo el sector avícola uno de los principales consumidores de

maíz en el mercado interno.

Las expectativas del sector se basan en que el avance de la frontera agrícola y las

transformaciones en los sistemas de producción bovina promueven el engorde a corral,

estimándose que cerca del 80% de los bovinos que van a faena han consumido en

alguna etapa de su vida concentrados (alimentos balanceados) comerciales o elaborados

en el establecimiento, de los cuales 42 por ciento (5 millones de cabezas) provienen de

engorde de corral.

Gráfico 4: Cambios en la participación relativa de los

subproductos de la industria de maíz

Fuente: elaboración propia con datos de USDA

2005 /06

Alimento

balanc eado

48%

Molienda

húmeda

45%

Molienda

s ec a

7%

2010 /11

Alim ento

ba lanceado

64%

Molienda

húm eda

31%

Molienda

s eca

5%

Page 41: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

37

La producción de balanceado tiene como principal destino a la actividad avícola, que en

conjunto aporta entre el 75% y el 67% del total producido a nivel nacional, con una

relación parrillero/ponedora de 3:1. Le sigue en orden de importancia el balanceado

destinado a bovinos de carne y leche, con una participación del 23%. Según

estimaciones del sector, el volumen de balanceado destinado a la alimentación de

bovinos de carne registró en los últimos años el crecimiento relativo más elevado, con

un aumento del 276%, debido al desarrollo de sistemas de producción cárnicos

intensivos25. Además, la incorporación de mayor tecnificación en los sistemas de

alimentación condujo al incremento del alimento balanceado con destino a la producción

porcina en un 122% y de tambo en alrededor del 79%26. La producción porcina que

creció en forma ininterrumpida en diez años, sumado a la implementación de tambos

con sistemas de alimentación intensivos, que combinan el pastoreo directo con altos

niveles de suplementación o manejan rodeos en condiciones de encierro a la intemperie

(feed lot) y/o estabulado (bajo techo) impulsaron el aumento del consumo de

balanceados. El crecimiento de estas producciones influyó además en la inclusión del

silaje de maíz como reserva alimenticia.

Las estimaciones indican que a corto y mediano plazo la producción bovina junto a la

aviar y el porcino, aumentarían el consumo de balanceados, al mismo tiempo que crecen

sus producciones totales y el consumo de carnes alternativas en la población,

incrementando así el uso de maíz y otros granos en la formulación de las raciones.

25 El volumen de balanceado con destino a la alimentación de bovinos de carne es el de mayor crecimiento debido a los sistemas de producción intensivos o semi-intensivos como feed lot, creep-feeding y la terminación del ganado vacuno en los establecimientos agropecuarios dedicados al engorde, que además incorporaron máquinas e instalaciones completas con el propósito de elaborar sus propios alimentos. 26 Según CAENA la industria de la nutrición animal en el período 2004 - 2006, experimentó un crecimiento de más del 22%. Los principales protagonistas de este crecimiento fueron los mercados de alimentos para bovinos y pollos parrilleros (más de 3 millones de toneladas de balanceados producidas para cada uno). El resto corresponde al sector porcino (1,5 millones de tn), ganadería lechera (1,3 millones), avicultura de postura (1,2 millones), mascotas (400.000 toneladas) y a las actividades que requieren de alimentos balanceados, como chinchillas (100.000 toneladas).

Page 42: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

38

2.3.3. Inserción de la industria de alimentos balanceados en el mercado regional

e internacional (Incertidumbre crítica).

El comercio internacional de alimentos balanceados en Europa ha experimentado

durante los últimos años un interesante desarrollo, convirtiendo a países como Bélgica y

los Países Bajos en importantes demandantes de esta clase de productos. Este

panorama abre una oportunidad interesante para la expansión de las exportaciones del

rubro. Por otra parte, en el período 2000 – 2005, África contribuyó con el 20% del

incremento del consumo de calorías, ubicándose por encima de China (16,4%) y la India

(18,2%), con una tendencia que no parece cambiar, por lo menos durante la próxima

década. Cuando millones de habitantes en esos lugares hacen un pequeño cambio en su

dieta, hacia alimentos más elaborados e ingieren mayor cantidad de proteínas de origen

animal (básicamente carne porcina y aviar) aumenta exponencialmente la demanda de

balanceados para el engorde de esas especies.

Históricamente, el desarrollo de la industria de alimentos balanceados a nivel nacional

estuvo fuertemente determinado por la organización de la industria avícola, a partir de

procesos de integración que caracterizan a la producción de aves. Sin embargo, la

coyuntura internacional actual brinda al sector la oportunidad de potenciar su expansión

de forma independiente.

Actualmente la mayor parte de la producción de balanceados y premezclas son

consumidos en el país, siendo incipientes las exportaciones sobre todo de alimentos

para mascotas a países del continente americano y asiático27. Hasta el momento, el

poder de negociación de Argentina es bajo respecto a Brasil, México, Estados Unidos o

China, debido a que Argentina no dispone aún de importantes volúmenes negociables. A

esta condición se suman las posibles restricciones asociadas a barreras arancelarias y

27 De acuerdo a la Fundación Export.Ar sobre datos de Tradstalweb los envíos argentinos de preparaciones para alimentación de animales se incrementaron en un 135% en el período 2001-2005, siendo Chile el principal destino (63%).

Page 43: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

39

sanitarias en el comercio internacional, los costos de fletes y las medidas de política

económica e institucional que pueden conspirar en el incremento de los volúmenes

destinados al mercado regional e internacional.

2.4. Productos de la molienda de maíz.

El sector de la industria de la molienda de maíz posee un alto nivel de desarrollo

tecnológico y sus productos son la base de la industria alimenticia, farmacéutica,

biomateriales y nuevos desarrollos de tecnología avanzada. Según estimaciones de

MAIZAR, este sector podría demandar unas 3 millones de toneladas de maíz en la

campaña 2016/2017. Así, la producción de los productos de la molienda húmeda - gluten

feed, gluten meal, almidón, dextrosa sólida, fructosa, aceite de maíz, glucosas, maltosa,

jarabes, mezcla, colorante, caramelo, maltodextrina, gluten de maíz y almidones

modificados y colas, entre otros, se triplicaría28.

2.4.1. Creciente valorización y oportunidades en el mercado de alimentos para

productos con mayor valor agregado derivados de la industria de maíz

(Invariante estratégica).

A nivel mundial en el período comprendido entre 1998 y 2008, las exportaciones de

subproductos derivados de la molienda seca crecieron a una tasa promedio anual del

12%, mientras en Argentina la tasa promedio de crecimiento fue superior a la media

mundial (18% anual).

28 Por ejemplo, como una forma de agregar valor, en la industria de molienda seca argentina considera implementar sellos de calidad

asociados al origen (denominación de origen, indicación geográfica, marcas colectivas, entre otras) como forma de agregación de valor de las economías regionales, como por ejemplo alimentos a base de maíz andino.

Page 44: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

40

Las exportaciones de la molienda seca son lideradas por Estados Unidos (10%),

Alemania (11%) y Francia (9%). Argentina destina la mayoría de su producción al

mercado externo, su participación en el comercio mundial es del 2% (Chile es el destino

más relevante de las exportaciones argentina), siendo las harinas con vitaminas el

principal producto de exportación.

Entre los posibles y potenciales demandantes se destacan Japón, Estados Unidos,

Alemania, China, Chile y México. Según los datos aportados por la Cámara de

Industriales de Maíz por Molienda Seca en Argentina, este sector podría consumir 1

millón de toneladas de maíz hacia el año 2017 y también triplicar la producción actual de

todos sus productos –harina de maíz, sémolas o polenta y trozos o grits-.

La industria alimentaria se enfrenta a cambios en el perfil de los consumidores y en sus

hábitos y prácticas alimentarias, las que se orientan a cubrir necesidades nutricionales y

dietéticas a través de la demanda de alimentos de mayor valor agregado, entre los que

se destaca la i. producción de alimentos funcionales y de reducción del riesgo de

enfermedades, ii. de alimentos sanos y nutritivos, iii. edulcorantes y golosinas y iv. aceite

de maíz.

En cuanto a i. en los últimos años se asiste a un rápido crecimiento del mercado de los

alimentos funcionales. Este concepto surge como uno de los primeros pasos en el

camino hacia la nutrición óptima y personalizada, enfocada a la promoción integral de la

salud y a la reducción del riesgo de ciertas enfermedades (Silvera Rodríguez, et al 2003).

A nivel internacional, es creciente la exigencia de los consumidores por obtener

productos con propiedades nutricionales diferentes y aptas para distintos sectores de la

población con problemas nutricionales e intolerancia a algunos alimentos, como así

también el deseo de cambiar los hábitos alimenticios para tener una vida saludable. Ante

estos requerimientos la iniciativa de las empresas es introducir en el mercado alimentos

innovadores mediante la utilización de materias primas no tradicionales (maíz, soja) para

Page 45: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

41

elaborar nuevos productos (harinas especiales, premezclas para elaborar pastas, fideos

listos para preparar, snacks, polentas, entre otros) que satisfagan este nicho de mercado.

Por ejemplo en Argentina es incipiente la producción y comercialización de polentas

fortificadas29, como así también la tendencia a producir nuevos productos de calidad

diferenciada, como en el caso de los consumidores celiacos, a través de un sello de

calidad que apunta a ese nicho de mercado, destacando que el producto es “apto para

celiacos”.

Respecto a ii., a nivel mundial las exportaciones de cereales para desayuno han

mostrado un gran dinamismo en los últimos años, con un crecimiento del volumen

exportado del 11% promedio en la última década. Este incremento se debe

principalmente a la creciente concientización de los consumidores respecto a temas

referidos a la salud y a la dieta equilibrada (Goizueta, 2013). Entre estos productos se

encuentran los cereales para desayuno (obtenidos por inflado, tostado o laminado) que

se utilizan generalmente como sustituto de productos tradicionales de panadería, y las

barras de cereal (que tienen como insumo los cereales procesados más el agregado de

otros ingredientes que se compactan).

En América del Norte la expansión del consumo de cereales para desayuno se verifica en

el segmento de los adultos, mientras que en América Latina esta expansión es liderada

por el segmento infantil. Las estrategias de las empresas para captar los nichos de

mercado, dependerán del tipo de consumidor que quieran captar. En el caso de los

niños, las estrategias tendrán que ver con las formas, los colores, los gustos, el

packaging, etc.30, mientras que en el caso de los adultos, lo que atrae la compra es la

29 La tendencia de las empresas de industrialización de estos productos, es desestacionalizar el consumo de polenta. Existe una lógica de consumo estacional (asociado al período invernal) y un patrón de consumo generacional (bajo consumo en los estratos más jóvenes de la población). También por ser un alimento de baja elasticidad consumo-ingreso, reacciona relativamente poco frente a aumentos en el ingreso de los consumidores.

30 Por un lado, los cereales de desayuno incorporó como servicios adicionales al producto juguetes o figuritas

relacionadas a dibujos animados o películas de moda. Así se atrajo al segmento de los niños, relacionando la imagen del

Page 46: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

42

conveniencia, a practicidad, el cuidado de la salud y la estética, entre otras

características.

Anualmente en Europa, el consumo per cápita de cereales para desayuno varía desde

0,5 kg en Italia a 8 kg en Irlanda. En Argentina, el consumo anual per capita de cereales

para desayuno se estima para el 2009 en 0,5 kg.

Desde el punto de vista de la oferta, las barras de cereal pueden ser potenciales

competidoras del segmento de golosinas, sin embargo desde el punto de vista de la

demanda el efecto sustitución es casi nulo. En los últimos años el consumo en el

mercado interno ha experimentado un importante crecimiento, ya que han sido

aceptadas rápidamente por los consumidores al asociarlas a lo natural y al cuidado de la

salud.

El consumo de cereales para desayuno también se incrementó a nivel nacional en los

últimos años, ya que existen en el mercado marcas para todos los segmentos de poder

adquisitivo, sin embargo en Argentina aún no son productos considerados de primera

necesidad razón por la cual no están presentes en la canasta básica de alimentos. En

este sentido, para incrementar su ingesta, se han llevado adelante estrategias de

difusión del consumo en los estratos sociales de menor ingreso relativo, por ejemplo a

través de algunos planes sociales de gobiernos provinciales que incorporan bolsitas

económicas de cereales para desayuno. En cambio ha tenido gran aceptación entre los

consumidores los cereales adosados a los yogures.

Respecto a la tendencia y volatilidad de los precios, hay dos incentivos importantes para

transformar los granos en cereales para desayuno y barras de cereales: a) la creciente

cereal para desayuno con los juegos. Por otro lado, para afianzar el mercado adulto, se focalizó en la practicidad de los cereales para desayuno y las barras de cereales, difundiéndose su presencia en las oficinas, así como la imagen de producto light para atraer al segmento femenino fundamentalmente (IERAL, 2011).

Page 47: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

43

valoración de los consumidores por estos productos, que queda reflejado en la

tendencia que muestran sus precios internacionales; b) la menor volatilidad (relativa) de

sus precios respecto a los de las commodities agrícolas (menor riesgo de mercado).

Acerca de iii, cabe señalar que a nivel internacional, los edulcorantes como producto

sustituto del azúcar han cobrado relevancia ganando un espacio en las preferencias de

los consumidores, tanto en el consumo de las familias y personas que demandan

productos bajos en calorías, como en los procesos industriales para la elaboración de

alimentos y bebidas. Desde su introducción hasta la fecha la fructosa de maíz como

edulcorante ha ganado participación en este mercado.

Los edulcorantes procedentes del maíz y los de origen artificial ganaron espacio en el

mercado de los endulzantes. Dentro de los edulcorantes, el jarabe de maíz de alta

fructosa HFCS (High-fructose corn syrup) se considera hasta el presente y al menos en

los próximos 10 años, como el principal competidor frente al azúcar.

La sacarosa y la fructosa, que son sustancias GRAS (Generally Recognised as Safe, en

castellano «generalmente reconocidas como seguras», calificación otorgada por la

Administración de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos), son los principales

edulcorantes provenientes del azúcar que se encuentran naturalmente en los alimentos o

que se agregan como azúcares en edulcorantes de maíz o en jarabes. Estos

edulcorantes adicionan propiedades funcionales a los alimentos mediante sus efectos

en las características sensoriales (el sabor de las melazas), físicas (cristalización,

viscosidad), microbianas (preservación, fermentación) y químicas (caramelización,

antioxidación).

La fructosa ha reemplazado a la sacarosa en muchos alimentos y bebidas por su poder

edulcorante y propiedades funcionales que realzan el sabor, el color y la estabilidad del

producto. La fructosa también sinergiza el potencial edulcorante de la sacarosa y de

Page 48: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

44

otros edulcorantes no nutritivos. Por otra parte, debido a la necesidad de obtener

sustancias de bajo costo y alto rendimiento representa el endulzante calórico más

ampliamente utilizado, desplazando a la sacarosa.

Desde sus inicios en la década del 80, la tendencia de los edulcorantes de maíz es

creciente, en parte debido a su utilización como insumo de la industria de golosinas y

bebidas. En Estados Unidos, hasta el año 2000 la demanda de edulcorante registró una

tasa de crecimiento acelerada, el consumo se ha mantenido estable a partir del año

2001, mostrando signos de recuperación en los años 2005 y 2006, y una caída entre

2007 y 2011 que no ha sido lo suficientemente fuerte como para revertir el patrón de

comportamiento (Secretaría de Economía México, 2012).

En Argentina el consumo interno de edulcorantes de maíz en el año 2003 fue de 13

kg./hab/año, representando casi el 25% del total de edulcorantes consumido en el país,

mientras que los sustitutos no calóricos, con un consumo de 8 Kg./hab/año, alcanzan

algo menos del 15% de participación, en ambos casos medidos como equivalente

azúcar (Álvarez, 2003).

La fructuosa se emplea en bebidas sin alcohol y aperitivos, correspondiendo el 42% a

bebidas gaseosas, alcohólicas, jugos, entre otras. Además, se utiliza en tortas y galletas,

no sólo por su poder edulcorante sino también por sus cualidades como humectante y

texturizador.

Las ventas externas de edulcorantes de maíz se encuentran en franco crecimiento,

incrementándose en los últimos años la participación de la fructosa dentro del total de

edulcorantes de maíz exportados, en detrimento de la glucosa. A este proceso ha

contribuido la instalación de plantas elaboradoras de bebidas y jugos en los países

vecinos y la tendencia mundial hacia la sustitución del azúcar refinado por este jarabe.

Page 49: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

45

En relación a iv., en los últimos años, la producción mundial de aceite de maíz ha

presentado una tendencia creciente, con una tasa de crecimiento superior al 1,5%

anual, tendencia que fue acompañada por un incremento en el comercio internacional.

A este aumento ha contribuido la mayor utilización del aceite de maíz por parte de la

industria alimenticia. Estados Unidos es, históricamente, el principal productor con una

participación cercana al 48%. Sin embargo, China es el país con la mayor tasa de

crecimiento de la producción pasando a ocupar el segundo puesto con una

participación del 11% (FAO, 2009).

En Argentina, la elaboración de aceite de maíz muestra una tendencia estable, y por su

volumen de producción ocupa el 4º lugar en importancia, aunque sólo representa el 1%

del total de los aceites vegetales elaborados.

En el mercado global, Argentina aporta el 3% del total comercializado y se ubica como

sexto exportador mundial. Las ventas al exterior de aceite de maíz muestran una

tendencia creciente entre el año 2001 y el año 2010 con un incremento del 125 %,

siendo aproximadamente el 30% aceite de maíz refinado (Gráfico 5).

En el mercado doméstico, el consumo de aceite de maíz es bajo, estimándose en 350

gramos por habitante/año comparado con el consumo de los aceites tradicionales de

girasol y soja, no sólo por hábito de consumo sino porque además el precio de venta al

consumidor es casi tres veces mayor que el de girasol (Franco, 2011).

Dadas las características del proceso de obtención, las empresas del sector no elaboran

aceite en forma exclusiva, sino una gran variedad de productos que se obtienen de la

molienda, así el volumen de producción de aceite de maíz está asociada con la variación

de la demanda de los otros productos de la molienda.

Page 50: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

46

Gráfico 5: Exportaciones de aceite de maíz, en volumen y valor,

período 2001/2010.

0

5000

10000

15000

20000

25000

30000

35000

2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010

TN

0

5

10

15

20

25

30

Mill

on

es

U$

s/a

ño

E xportac ión en volúmen (TN) E xportac ión en valor (u$s /año)

Fuente: elaboración propia con datos de la Cámara Argentina de Fructuosas, Almidones,

Glucosas, Derivados y Afines, C.A.F.A.G.D.A. y el Instituto Nacional de Estadísticas y

Censo, INDEC.

El producto refinado se consume como aceite puro de maíz y se emplea para la

preparación de aceites mezcla, mayonesas y salsas. Otra parte de la producción se

destina al mercado externo y, a diferencia del resto de los aceites vegetales, el de maíz

se comercializa básicamente refinado y fraccionado.

Page 51: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

47

2.4.2. Oportunidad producción de plásticos biodegradables ácidos orgánicos,

aminoácidos, vitaminas, espumas y nuevas enzimas derivadas de la industria

de maíz (Incertidumbre crítica).

Los plásticos son productos sintéticos, fabricados por polimerización de compuestos

derivados del petróleo que es una fuente no renovable de energía, y no son

biodegradables. Si bien hay métodos para reciclar plásticos, en el caso de los envases

de alimentos estos procesos son muy limitados, ya que los materiales que los

componen están formados por estructuras difíciles o casi imposibles de separar en

capas o partículas menores. Debido a estos inconvenientes, el tratamiento de los

plásticos descartados como basura se ha vuelto un problema ambiental cada vez más

serio.

El desarrollo de plásticos biodegradables obtenidos a partir de fuentes renovables como

las plantas constituyen una oportunidad y solución frente a los problemas ambientales

derivados de los plásticos descartados. Un material es biodegradable cuando puede ser

degradado a sustancias más simples por la acción de organismos vivos, y de esta

manera ser eliminado del medio ambiente. Los plásticos basados en polímeros de

plantas tienen una estructura que puede ser destruida por los microorganismos.

La producción de biomateriales o nuevos materiales biodegradables como los

bioplásticos, representa una industria de mayor sofisticación y avanzada tecnología. La

principal materia prima para producirlos es el grano de maíz. La demanda adicional de

gran valor agregado que significa esta industria es muy significativa para la cadena del

maíz. Hasta el momento Argentina no participa de esta industria, en tanto en Estados

Unidos y otros países se ha regulado mediante leyes la priorización de compras

realizadas por el Estado otorgando preferencia a los bienes producidos con

biomateriales antes que a otros convencionales (MAIZAR, 2010).

Page 52: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

48

Estos desarrollos proponen la posibilidad de desarrollar en esta cadena agroindustrial

nuevos productos que potencien la generación de valor agregado y privilegien a mediano

y largo plazo la preservación del medio ambiente en la utilización de los subproductos de

la industria de maíz asociada a la producción de energía renovable y la investigación y

desarrollo (I+D+I) en biotecnología y genética.

2.5. Innovaciones científico-tecnológicas.

La innovación y cambio tecnológico en la industria alimenticia juega un papel crucial en

la generación de nuevos productos y en la implementación de procesos eficientes y

seguros que den respuestas a las demandas de los mercados locales y globales y

contribuyan a procesos de desarrollo con inclusión.

A continuación se describen un conjunto de innovaciones científico-técnicas que

emergen como fuerzas impulsoras en el desarrollo tecnológico de la industria alimenticia

en base a maíz.

2.5.1. Desarrollo de variedades (híbridos) de maíz con características

diferenciales, usos específicos y mayor calidad nutricional (Invariante

estratégica).

El Sistema Científico y Tecnológico Argentino, tanto público como privado, ha mantenido

un nivel alto en la investigación y desarrollo en germoplasma de maíz. Desde 1998 en

Argentina se cuenta con la posibilidad de utilizar varietales de maíz transgénicos (o

genéticamente modificados, GM) resistentes a insectos lepidópteros, particularmente

efectivos para el control del barrenador31. Además, se espera cierto desarrollo referido a

31 Los diferentes eventos de maíz Bt aprobados en Argentina permiten controlar no solo al barrenador del tallo sino también a otros lepidópteros (control parcial) plaga como la isoca de la espiga, la oruga cortadora y el gusano cogollero, mientras que los eventos con resistencia a coleópteros recientemente aprobados permiten controlar los gusanos de la raíz.

Page 53: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

49

la resistencia a la sequía y a la mayor eficiencia en la utilización del nitrógeno, un

nutriente que es cada día más crítico para el maíz. En Estados Unidos existen avances en

ambos objetivos (tolerancia a la sequía y aprovechamiento del nitrógeno) con la

generación VT Triple disponible en el mercado estadounidense. Estos híbridos con

“genes apilados” tienen resistencia al glifosato, al barrenador y a insectos del suelo. Este

último carácter es el que le permite un mayor desarrollo radicular. La generación de

maíces a bajas temperaturas, junto con la obtención de maíces tolerantes a sequía y con

alta salinidad constituye uno de los mayores desafíos para el mejoramiento de las

características agronómicas del maíz, no sólo en Argentina sino a nivel mundial.

A estos desarrollos se suman los ensayos a campo de maíces con alto contenido del

aminoácido esencial lisina. Comúnmente todas las variedades de maíz con alta lisina

obtenidas por mejoramiento tradicional, provienen de los maíces mutantes con

incrementada acumulación de proteínas de reserva con alto contenido de lisina en el

endosperma. La ingeniería genética ha permitido el desarrollo de variedades de maíz

“Alta lisina-alto aceite" que contienen 36% más de lisina que el maíz convencional

dentado amarillo (ArgenBio, 2012).

Otros desarrollos, dirigidos a la alimentación animal, incluyen maíces más digeribles, con

mayor cantidad de proteína, con mayor contenido de aceite y cuyos aceites contienen

más vitamina E.

A nivel de comercio internacional son cada vez más estrictas las exigencias frente a la

presencia de micotoxinas, que se constituyen muchas veces en barreras para-

arancelarias. Al respecto, ante la insuficiencia de un diagnóstico (y prácticas de

remediación) de la contaminación de granos con micotoxinas, su importancia por

regiones y factores epidemiológicos, los esfuerzos se han encaminado a disponer de un

diagnóstico sobre la problemática de micotoxinas en la producción y acopio de maíz, a

fin de reforzar la credibilidad del país en los foros de negociaciones internacionales y su

Page 54: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

50

reputación como país productor de grano con alto nivel de inocuidad (Programa nacional

de cereales – INTA, 2009).

De acuerdo a las demandas en los mercados internacionales (especialmente Europa)

algunas industrias de molienda plantean la necesidad de continuar y profundizar la

investigación en nuevas variedades de maíz no OGM, a fin de lograr la inserción en

mercados considerados más dinámicos (Informe actividad 2 del Proyecto MINCyT-BIRF:

Estudios del Sector Agroindustria).

2.5.2. Mejoras en el proceso de extrusión alimentos - tendencia al desarrollo de

equipos de doble tornillo (Incertidumbre crítica).

En la tecnología de extrusión, los equipos extrusores combinados o no con expansores

están disponibles para la industria alimenticia.

La extrusión, es un proceso que combina diversas operaciones unitarias como el

mezclado, la cocción, el amasado y el moldeo. Un extrusor de alimentos es un aparato

que facilita el proceso de moldeado y reestructuración de los ingredientes alimentarios.

Esta constituido, por una bomba de tornillo en la que el Alimento es comprimido y

trabajado hasta la obtención de una masa semisólida que es impulsada a través de un

pequeño orificio (Fellows, 2006). Existen básicamente dos tipos de extrusores, los de

tipo seco (Dry extrusion) y los que trabajan con inyección de agua o con el agregado de

vapor (Wet extrusion). Independientemente del tipo de extrusión los equipos constan de

un alimentador, el preacondicionador o cámara de preacondicionado, la cámara de

extrusión y la matriz de salida.

El sistema de extrusión ofrece ilimitadas posibilidades y se caracteriza por su simplicidad

de operación y mantenimiento, reducida inversión y bajo costos operativos. En general

son tecnologías que se las clasifica bajo el nombre de procesos de altas temperaturas y

Page 55: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

51

tiempos cortos o HTST (por sus iniciales en inglés “High temperature, short time”). El

proceso de "extrusión en húmedo ", consiste en el mismo procedimiento que la extrusión

en seco, solamente que cuando el grano molido entra en la cámara de

acondicionamiento donde la presión es baja (presión atmosférica), se inyecta vapor de

agua y de allí se traslada directamente al barril de extrusión donde también se agrega

vapor de agua, pero, presurizada (Braun, 2001).

Los extrusores monotornillos funcionan como una “bomba de fricción”, es decir el

material es transportado por el efecto arrastre, en tanto el mecanismo de transporte de

los extrusores de doble tornillo es muy diferente. Estos últimos consisten en verdaderas

“bombas positivas”, donde los filetes de ambos tornillos “solapan o penetran cada uno

dentro del canal del otro, ofreciendo ventajas, tales como un mejor control de la

operación y mayor diversidad de productos. Los extrusores monotornillo ofrecen todavía

alternativas para la cocción de los cereales debido a los menores costos operativos, de

inversión y de mantenimiento (Cuggino, 2008).

Si bien las demandas de los consumidores estimularán las mejoras en los procesos de

extrusión en la elaboración de alimentos listos para consumir flackes, postres, etc., no

existen en Argentina desarrollos en el tema extrusión, siendo la tecnología de doble

tornillo extranjera, fabricada bajo licencia.

2.5.3. Inversión en tecnologías de proceso (equipos y maquinarias) y desarrollos

tendientes al mejoramiento de maquinarias para la molienda (Incertidumbre

crítica).

De acuerdo a la encuesta Delphi realizadas en el marco del Proyecto MINCyT-BIRF:

Estudios del Sector Agroindustria, entre las principales inversiones en tecnologías de

proceso (ya sea por reemplazo o mejora de los equipos y maquinarias), se espera que a

mediano plazo la industria de molienda de maíz se oriente por ejemplo, a inversiones

Page 56: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

52

hacia tecnologías de clasificación y purificación para la producción de grits con

granulometría necesaria que satisfaga los requerimientos específicos de los clientes, y/o

el empleo de degerminadoras para la optimización del grano. En el largo plazo las

expectativas se centran en el desarrollo de equipos automatizados para clasificar granos

por dureza y en el desarrollo de equipos secundarios versátiles degerminadoras,

plansifter, etc., para la molienda seca que permitan sustituir las importaciones actuales.

De las entrevistas realizadas en la Actividad 2 del mencionado Proyecto se desprende un

acceso diferencial - en función de su capacidad y volumen de producción e inserción en

los mercados – a los desarrollos e innovaciones tecnológicas. Mientras las empresas

líderes y medianas incorporan tecnologías de producto y/o proceso que les permite

participar en mercados más exigentes y dinámicos, la incorporación de nuevos equipos y

maquinarias en un conjunto de Pequeñas y Medianas Empresas (PyME) es escasa, aun

cuando el nivel de obsolescencia de sus plantas es alto y requiere en muchos casos de

innovaciones radicales.

El conjunto de empresas de mayor dimensión entrevistadas, no manifiesta

problemáticas para la inversión y la innovación tecnológica, asociando las mismas en

caso de no realizarlas a decisiones puramente comerciales o de estrategia de negocio.

Tampoco mencionan problemáticas productivas. En cambio, las empresas de menor

tamaño manifiestan dificultades de índole económica para la realización de mejoras o de

innovaciones, ya sea por “falta de demanda” o por excesivo “atraso tecnológico”

(Goizueta, 2012).

A las cuestiones presupuestarias y de costos planteadas por las empresas en las

entrevistas, se suma que la mayoría de los desarrollos de equipos y maquinarias son de

origen extranjero y no existen empresas locales especializadas en el control de procesos

de industrialización de maíz.

Page 57: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

53

2.5.4. Desarrollo de biomateriales y film biodegradables no tóxicos para

recubrimiento de alimentos y aumentar la vida útil con características

resistentes en la contención de los alimentos (Incertidumbre Crítica).

Se definen como bioplásticos a aquellos materiales fabricados a partir de recursos

renovables (por ejemplo almidón, celulosa, melazas, etc). Se dice que un material es

biodegradable cuando puede ser degradado por microorganismos para originar

moléculas sencillas asimilables por el ambiente. Los bioplásticos actualmente se

producen a partir de los cultivos o sus desechos o a través de la fermentación

bacteriana. La mayoría de los procesos emplean almidón como materia prima debido a

su disponibilidad, sus antecedentes como parte de plásticos compostables, y a que es

económicamente competitivo con el petróleo (Argenbio, 2004).

La principal materia prima para producir bioplásticos es el grano de maíz, y la innovación

es de tal envergadura que todos los países industriales, desde los más avanzados hasta

los países en desarrollo se preparan para participar de esta industria que abarca los

plásticos, textiles, automóviles y entre otras, la electrónica.

Si bien Argentina no participa de este sector de avanzada y de gran potencial,

reemplazando plásticos y películas actualmente usados. Existen desarrollos promisorios.

Por ejemplo, a nivel experimental, investigadoras de una institución pública lograron

crear un film de material plástico fabricado con nanopartículas de almidón de maíz sobre

una placa de mandioca que presenta múltiples usos para la industria. La novedad

tecnológica es la inclusión de los nanocristales que le otorgan al material las

propiedades de ser flexible, biodegradable, biocompatible, no tóxico, comestible,

translúcido, inodoro e insípido, con una buena adhesión además a cualquier otro material

y alta resistencia a la manipulación (Departamento de Física de la Facultad de Ciencias

Exactas y Naturales de la UBA, 2011). Estas nanopartículas son de almidón de maíz

waxy, o sea un producto de muy bajo costo, pero con importantes propiedades. El

Page 58: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

54

potencial de mercado del film biodegradable es enorme debido a que puede ser utilizado

en una gama muy variada de industrias, entre ellas, la alimentaria, farmacéutica,

cosmética, higiene y cuidado personal y hasta el marketing. El proyecto cumple con

estándares de competitividad y calidad internacionalmente aceptados, que hace posible

su exportación en Latinoamérica e incluso en los países desarrollados.

Por el momento los biomateriales poseen un elevado precio, en comparación con los

materiales plásticos sintéticos commodities no biodegradables. De acuerdo a los

expertos, en el mercado actual, los bioplásticos tienen inserción en algunos nichos de

mercado, pudiendo llegar a cubrir hasta un 10% del mercado total de aplicaciones en

plásticos en Europa, que es de 40 millones de toneladas (INTI, 2006)32.

2.5.5. Desarrollo de enzimas con características específicas para su utilización en

los procesos de fermentación (Invariante estratégica).

Actualmente, la ingeniería genética contribuye a la biosíntesis de enzimas recombinantes

de gran pureza, que aportan mayor calidad al producto final, y optimizan los procesos de

producción de alimentos. Los progresos que se están realizando actualmente en esta

área permiten augurar el desarrollo cada vez mayor del uso de enzimas en la industria

alimenticia.

Entre los desarrollos biotecnológicos se encuentra el desarrollo de enzimas con

características específicas para su utilización en los procesos de fermentación en

distintos sectores. Entre las tendencias mundiales de I+D definidas en el informe de los

tecnólogos en el Proyecto se señala el desarrollo de enzimas recombinantes para la

separación de ciclos extraños para el desarrollo del sabor y aroma.

32 En http://www.inti.gov.ar/sabercomo/sc39/inti6.php

Page 59: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

55

De acuerdo a la encuesta Delphi del Proyecto precedente, se espera que en Argentina se

desarrollen enzimas con características específicas para su utilización en la

transformación del almidón de maíz y sus derivados.

2.5.6. Producción más limpia (Invariante estratégica).

De acuerdo al Observatorio de Prospectiva Tecnológica Industrial (OPTI)33, la industria

alimentaria posee un papel crucial en la contribución al desarrollo sostenible a través de

la reducción de la cantidad de las materias primas utilizadas, el empleo de métodos de

producción más seguros, limpios y con menor consumo de materiales. Para ello, tiene

que contemplar los conceptos de protección del medio ambiente tanto desde el diseño,

desarrollo e instalación de empresas como de los nuevos procesos y productos,

teniendo en cuenta la protección, minimización, recuperación y reciclado de efluentes y

residuos como parte sustancial del sistema productivo de la empresa.

En cuanto a la producción limpia (prevención y mitigación) las acciones de las empresas

se orientan al tratamiento de efluentes de la molienda húmeda, con una tendencia al

esfuerzo en el ahorro de agua/tonelada/maíz – la relación utilizada es de 3 de agua/ 1 de

maíz, y a la reutilización de las aguas de lavado34. De acuerdo a las encuestas DEPHI

realizadas en el Proyecto del Ministerio, se espera la generación de tecnologías que

contribuyan a la disminución del uso de sulfito y que mejoren la calidad de los efluentes

generados.

33 Agroalimentación. Tendencias tecnológicas a mediano y largo plazo. OPTI. Ministerio de Ciencia y Tecnología. España. En www.opti.org. 34 Goizueta, M. (2013). Conducta, dinámica y patrones tecnológicos de la cadena del maíz. Proyecto MINCyT-BIRF: Estudios del Sector Agroindustria. Serie Documentos de Trabajo N* 6. Buenos Aires, Julio. Cap. 5.

Page 60: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

56

2.6. Síntesis de variantes estratégicas e incertidumbre críticas identificadas en

la cadena de maíz para el análisis prospectivo

Para la construcción de los escenarios se partió de las fuerzas impulsoras identificadas

previamente, clasificadas como Invariantes estratégicas o incertidumbres críticas según

la posibilidad de conocer con cierto grado de certeza su comportamiento futuro,

identificándose 16 fuerzas impulsoras -6 invariantes estratégicas y 10 incertidumbres

críticas- para la cadena de maíz (Cuadro 1).

Cuadro 1: Invariantes estratégicas e incertidumbre críticas en la cadena de maíz

Invariantes estratégicas Incertidumbres críticas

2.1. PRODUCCIÓN Y COMERCIO DE MAÍZ

2.1. Descomoditización de la exportación de

grano de maíz /producción y exportación de

productos de mayor valor agregado.

2.2. MERCADO DE ENERGIA Y ALIMENTOS

2.2.2. Mayor interdependencia entre la

producción de bicarburantes y la

producción de alimentos

2.2.1 Aumento de la producción de etanol en

base maíz

2.2.3. Volatilidad de las cotizaciones en los

mercados de commodities agrícolas

2.2.4. Posibilidad de elaboración de co-productos

2.3. ESTRUCTURA PRODUCTIVA Y APROVECHAMIENTO INTERNO DE LA PRODUCCION

DE MAÍZ

2.3.2. Crecimiento y desarrollo de la

industria argentina de alimentos

balanceados

2.3.1. Competitividad interna de la producción de

maíz

2.3.3. Inserción de la industria de alimentos

balanceados en el mercado regional e

internacional

2.4. PRODUCTOS DE LA MOLIENDA DE MAÍZ

Page 61: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

57

2.4.1. Creciente valorización y

oportunidades en el mercado de

alimentos para productos con mayor

valor agregado derivados de la industria

de maíz

2.4.2. Oportunidad producción de plásticos

biodegradables ácidos orgánicos, aminoácidos,

vitaminas, espumas y nuevas enzimas derivadas

de la industria de maíz

2.5. TECNOLOGÍA

2.5.1. Desarrollo de variedades (híbridos)

de maíz con características diferenciales,

usos específicos y mayor calidad

nutricional.

2.5.5. Desarrollo de enzimas con

características específicas para su

utilización en los procesos de

fermentación.

2.5.6. Producción más limpia

2.5.2 Mejoras en el proceso de extrusión

alimentos tendencia al desarrollo de equipos de

doble tornillo

2.5.3. Desarrollo de biomateriales y film

biodegradables no tóxicos para recubrimiento de

alimentos y aumentar la vida útil con

características resistentes en la contención de

los alimentos.

2.5.4. Inversión en tecnologías de proceso

(equipos y maquinarias) y desarrollos tendientes

al mejoramiento de maquinarias para la molienda

Page 62: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

58

3. INTERROGANTES ESTRATÉGICOS Y ESCENARIOS DE LA

CADENA DE MAÍZ AL 2030

El análisis prospectivo se concreta con la construcción de escenarios alternativos para la

cadena de maíz en el horizonte 2030. Para construir estos escenarios se plantea una

serie de interrogantes estratégicos que deberán responder a los distintos factores –

incertidumbres críticas- identificados (Cuadro 2).

Cuadro 2: Desdoblamiento de los interrogantes estratégicos en la cadena de

maíz

Incertidumbre crítica

Escenario 1:

Primarización: todo sigue

igual

Escenario 2:

sin rumbo

Escenario 3:

industrialización y

desarrollo

Interrogante estratégico: ¿Cambiará la inserción argentina en el mercado internacional de

productora de grano de maíz hacia la generación de productos con mayor valor agregado?

Descomoditización de

la exportación de

grano de maíz y

transformación interna

de productos de

mayor valor agregado.

Argentina continúa

exportando grano, sin

incrementar la

transformación y el

valor agregado.

Insuficiente

desarrollo interno

de la industria de

transformación de

maíz.

Apoyo y desarrollo

industrial de la cadena

de maíz. Consolidación

de las PyME en los

mercados interno y

global.

Interrogante estratégico: ¿Cómo influirá la dinámica del mercado de energía en la cadena de

maíz?

Aumento de la

producción de etanol

en base maíz.

Sin cambios

significativos en la

matriz energética

argentina.

Precios del petróleo

no responderán a

los pronósticos y se

frenaran las

expectativas sobre

Argentina profundizará

la política de

biocombustibles (en

base a soja, maíz y

caña de azúcar) y

Page 63: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

59

el uso de bioetanol. traccionará la

demanda de maíz para

bioetanol.

Volatilidad de las

cotizaciones en los

mercados de

commodities

agrícolas.

Las decisiones de

Estados Unidos y la

política comercial de

China generarán

incertidumbre en el

mercado internacional

de granos.

Alza de cotizaciones

del petróleo

presionará a la suba

los precios de los

granos.

Coordinación de

políticas

internacionales y

acuerdos en el

mercado energético

reduce la volatilidad de

los precios de los

granos.

Posibilidad de

elaboración de co-

productos.

No se logrará articular

eficientemente el

aprovechamiento de co-

productos.

La utilización de los

DDGS será

compatible con los

incrementos de

producción de

etanol.

Aplicación de políticas

que potenciarán la

articulación agrícola-

pecuaria- energética,

mediante la utilización

de DDGS.

Interrogante estratégico: ¿Cuál será la dinámica y aprovechamiento interno de la producción

maicera argentina?

Competitividad interna

de la producción de

maíz.

Intensificación y

concentración de la

agricultura, acentuando

la competencia

territorial. Repliegue del

maíz.

Incremento leve de

la superficie

sembrada con maíz

en función de los

precios de los

granos y la industria

de alimentos

balanceados.

Crecerá la producción

de maíz que se

consolida y gana

terreno en base al

aumento de la

demanda externa e

interna.

Page 64: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

60

Inserción de la

industria de alimentos

balanceados en el

mercado regional e

internacional.

Crecerá la industria de

balanceados en el

mercado interno. Se

acentuarán en el

mercado internacional

las medidas

arancelarias, para-

arancelarias y trabas a

las exportaciones de

alimentos balanceados.

Habrá una disputa

entre producir para

el mercado interno

o externo.

Heterogeneidad de

la industria. Escasa

participación en los

mercados

limítrofes.

Intensificación de los

sistemas ganaderos.

Crecimiento de la

industria de alimentos

balanceados en el

mercado interno y

externo. Aumento de

transacciones con los

mercados regionales y

países limítrofes,

dinamizando el

empleo y la promoción

del desarrollo territorial

local y regional.

Interrogante estratégico: ¿Qué oportunidades se presentarán para la producción de productos

derivados de maíz?

Oportunidad en la

producción de

plásticos

biodegradables ácidos

orgánicos,

aminoácidos,

vitaminas, espumas y

nuevas enzimas

derivadas de la

industria de maíz.

Argentina no priorizará

ni desarrollará en forma

continua y sistemática

la producción de

biomateriales,

desaprovechando las

oportunidades que le

brinda la captación de

nuevos mercados para

la molienda.

Escaso

aprovechamiento

de los productos

derivados de la

industria de

molienda. Se

destinaran escasos

recursos a la I+D.

Promoción para la

producción de

biomateriales y/o

materiales

biodegradables que

potencia el valor

agregado y privilegia la

conservación del

ambiente. Promoción

de la industria de

bioplásticos y

generación de

innovaciones.

Interrogante estratégico: ¿Qué desarrollos tecnológicos requerirá la industria alimentaria de maíz?

Mejoras en el proceso Acceso diferencial a los Desarrollo Convergencia de

Page 65: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

61

de extrusión de

alimentos y tendencia

al desarrollo de

equipos de doble

tornillo.

Desarrollo de

biomateriales y film

biodegradables no

tóxicos para

recubrimiento y

aumento de la vida útil

de los alimentos.

Inversión en

tecnologías de

proceso (equipos y

maquinarias) y

desarrollos tendientes

al mejoramiento de

maquinarias para la

molienda.

desarrollos de I+D,

acorde a la capacidad

de negociación y

volumen de producción.

La oferta y demanda de

I+D se orientará a la

actividad primaria

basada en las ventajas

comparativas de la

producción maicera

nacional en los

mercados externos.

tecnológico

diferencial y

heterogéneo.

Políticas de

promoción de I+D

discontinuas,

erráticas y

orientadas por la

coyuntura político-

económica nacional

e internacional.

políticas económicas y

tecnológicas

incentivan el desarrollo

científico –

tecnológico de la

industria de molienda.

Rol protagónico del

sector público en I+D,

adaptando y

desarrollando

tecnologías que

facilitan procesos de

inclusión y

acumulación, a la vez

que viabilizan el

desarrollo de las

empresas PYME del

sector.

3.1. Escenario 1: “Primarización todo sigue igual”.

En el primer escenario a mediano plazo no se espera que ocurran cambios significativos

en la matriz exportadora de la cadena de maíz. En función de las relaciones de precios

favorables para la producción granaria, se continuara privilegiando la exportación de

grano sin mayor transformación a los mercados existentes así como los envíos a nuevos

mercados. Los incrementos en los rendimientos de la producción de maíz, no se

traducirán en cambios en el ritmo y la tasa de industrialización, es decir la relación entre

volúmenes exportados e industrialización será desfavorable para la industria de

Page 66: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

62

transformación, limitando la participación de la industria de balanceados en los

mercados de los países limítrofes y regionales y otras industrias derivadas de este

cereal.

Las políticas y decisiones de los países desarrollados a nivel internacional continuará

generando volatilidad e incertidumbre en los mercados de granos, que en función de la

tendencia alcista de los mismos reforzarán la primarización del sistema productivo

nacional. Dado que en este escenario, no se prevén cambios significativos en la matriz

energética argentina, en el mercado local la demanda de las plantas de etanol pujará con

la industria alimentaria por la captación de volúmenes de grano para sus plantas de

transformación.

Por otra parte, la tendencia alcista que también alcanza a los precios de la soja, sumada

a las facilidades de manejo de este cultivo, intensificará la competencia territorial entre la

producción de maíz y soja, a favor de esta última, y la concentración de la producción

primaria. Esta situación se verá favorecida por la estructura arancelaria que impulsará

una mayor producción de biodiesel.

La primarización del aparato productivo de esta cadena, atentara contra el desarrollo de

tecnologías de producto y procesos dirigidos a la industria alimentaria con base a maíz.

Las demandas tecnológicas de esta industria no formaran parte sustantiva de la agenda

de I+D+I de las instituciones científico - tecnológicas nacionales, las empresas líderes

continuaran canalizando las demandas de innovaciones técnicas en el mercado

internacional de tecnología.

Page 67: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

63

3.2. Escenario 2: “Sin rumbo”

En este escenario, como resultado de los vaivenes en las políticas locales e

internacionales, la industrialización de la producción maicera en Argentina resulta

insuficiente, siendo el desarrollo industrial diferencial y heterogéneo, con escasa

participación de las PyME en los mercados más dinámicos, desaprovechando las

oportunidades que ofrece el mercado Interno y externo.

Los cambios geopolíticos y decisiones de Estados Unidos, China y Brasil en materia

energética, sumado a la exploración de nuevos yacimientos de petróleo y la regulación e

intervención del mercado a nivel nacional a través de una empresa estatal desalientan la

demanda de maíz para producir bioetanol y producen capacidad ociosa e interrupción de

las inversiones en nuevas plantas.

Si bien continúa la presión por el uso de la tierra, se incrementara levemente la superficie

sembrada con maíz, en función de los precios y la demanda de la industria

profundizando los procesos de concentración de la producción primaria.

Este escenario se caracteriza por la escasa sostenibilidad en el tiempo de los procesos

de desarrollo, debido a que durante los ciclos de auge para la industrialización no se

logra crear condiciones que mantengan los aumentos de producción en el tiempo. Las

políticas dirigidas a este sector son contradictorias, erráticas y contingentes en

respuesta a las demandas, intereses y presiones de los distintos sectores de la cadena.

La falta de políticas integrales se traducen en procesos “stop and go” en los diferentes

eslabones y sectores productivos.

Las políticas científico – tecnológicas dirigidas al sector serán erráticas y orientadas por

la coyuntura político-económica nacional e internacional, desalentando las inversiones en

I+D+I de las empresas. En esta línea las incorporaciones de innovaciones y tecnologías

Page 68: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

64

de producto y procesos continuarán siendo diferenciales y heterogéneas. En este

escenario, los incentivos para el aprovechamiento de productos derivados de la industria

de molienda y los desarrollos tecnológicos serán discontinuos e irregulares.

3.3. Escenario 3: “Industrialización y desarrollo”.

Este último escenario constituye una significativa oportunidad para el desarrollo de la

industria en base a maíz. El mismo se caracteriza por un cambio en la matriz

exportadora, que se orientara hacia la elaboración de la producción maicera y la

búsqueda de mayor valor agregado a nivel interno.

Se profundizará la política de producción de biocombustibles iniciada en la década del

2010 aumentando el corte obligatorio que traccionará la demanda de maíz por parte de

las plantas de producción de bioetanol. El proceso de transformación del perfil

netamente exportador de grano hacia una estructura productiva basada en la

industrialización interna, requiere de subsidios y políticas de promoción y apoyo a las

inversiones en plantas y nuevos equipos que permitan el abastecimiento del mercado

doméstico así como avanzar en la generación de saldos exportables de etanol, alimentos

balanceados y productos derivados para la alimentación humana.

Para esta transformación, se coordinarán acciones y políticas con países limítrofes,

principalmente con el Mercosur, a fin de promover el desarrollo local y regional. En esta

línea se potenciará la articulación agrícola-pecuaria-energética, a través de la utilización

de los co-productos de la industria de maíz.

En este escenario se consolidarán políticas públicas de promoción y apoyo de la

innovación tecnológica, procesos de integración horizontal y vertical orientados a la

agregación de valor de la materia prima en origen, que dinamizarán la generación de

empleo y el desarrollo local y regional. A la vez se estimulará y apoyarán las inversiones

Page 69: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

65

en I+D+I en tecnologías de producto y proceso, acordes a las exigencias y

requerimientos de los mercados locales e internacionales, en nuevas variedades de

híbridos, desarrollo de biomateriales, equipos y maquinarias para esta industria. Los

diferentes actores de la cadena –públicos y privados- avanzarán en la planificación

estratégica de largo plazo, iniciaran procesos de articulación público-privada tendientes a

acordar metas, objetivos y líneas de acción colectiva que potenciarán el desarrollo

sustentable de la actividad maicera.

Así, en este escenario, Argentina logrará participar en mercados más dinámicos y

exigentes, que requirieren de políticas públicas activas para garantizar y facilitar la

inserción y mejora de la competitividad de las PyME del sector.

Page 70: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

66

4. BIBLIOGRAFÍA

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Page 74: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

70

ANEXO

Metodología para la construcción de escenarios de las cadenas productivas

seleccionadas

La técnica seleccionada para la construcción de los escenarios de las cadenas

productivas fue el análisis morfológico, creado por F. Zwicky. El análisis morfológico

implica el mapeo de la cadena a fin de obtener una perspectiva amplia de las posibles

situaciones futuras.

Los pasos básicos seguidos fueron (1) caracterización y diagnóstico prospectiva de la

cadena productiva, (2) identificación y caracterización de las dimensiones críticas y

fuerzas impulsoras, (3) construcción de una matriz multidimensional (matriz morfológica)

cuyas combinaciones configuran los escenarios, (4) definición de la trama/lógica y

narrativa de los escenarios, (5) evaluación de las implicancias estratégicas del escenario

apuesta para la agenda futura de I+D+I.

El objetivo del análisis morfológico es organizar la información de un modo pertinente y

útil a fin de ayudar a estimular el pensamiento prospectivo-estratégico para la

construcción de los escenarios. Una clave del proceso fue el conocimiento profundo por

parte del equipo técnico sobre las cadenas productivas que resultó esencial para la

construcción de los escenarios.

Se utilizó el análisis morfológico para descomponer la cadena estudiada en dimensiones

críticas y estudiar las posibles combinaciones de estas diferentes dimensiones, que

constituyen a la configuración de los escenarios. Con la ayuda de expertos y los insumos

generados por la encuesta Delphi se pudo reducir la incertidumbre sobre la

materialización de las diferentes combinaciones o acontecimientos claves para el futuro

de la cadena.

La descomposición de la cadena por las dimensiones críticas necesitó de una reflexión

profunda realizada a partir de los diagnósticos prospectivos por cadena. Estás

dimensiones brindaron una visión integral/holística de la totalidad de la cadena

estudiada.

Page 75: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

71

La identificación de las Fuerzas Impulsoras (FI) se hizo retomando la información y el

conocimiento generado. De esta manera las oportunidades y limitaciones de la cadena

fueron agrupadas de acuerdo con las relaciones existentes entre ellas, posteriormente

se relacionó cada una de las agrupaciones con los aspectos relevantes y se formuló una

estructura que caracterizó de forma general cada conjunto; adicionalmente se construyó

la definición y se describió la trayectoria y el estado actual de cada FI.

Una vez identificadas las FI, se hizo necesario establecer cuáles de ellas afectaban de

forma relevante a la cadena, para esto se evaluó con algunos expertos y los miembros

del Consejo Asesor del Proyecto el impacto actual y futuro de las fuerzas; de este modo

se logró priorizarlas.

Una vez priorizadas, el equipo técnico evaluó la previsibilidad futura de cada fuerza,

entendida ésta, como la posibilidad de conocer con cierto grado de certeza su evolución

futura. A partir de ello se clasificaron las FI en Incertidumbres Críticas (IC) aquellas

fuerzas con poco grado de previsibilidad e Invariantes Estratégicas (IE) aquellas que

presentan un comportamiento contrario, es decir predeterminado.

Las IC conforman la base para la construcción de los escenarios, ya que son estas

fuerzas las que pueden tomar un comportamiento incierto en el mediano y largo plazo.

De esta manera para cada una de estas IC, se definieron los interrogantes estratégicos

que hacen referencia a las variaciones del comportamiento futuro.

Finalmente, se esbozaron los escenarios a través de una lista de hipótesis que

contempló el mantenimiento, o por el contrario, la ruptura de la IC. Estos estados futuros

se integraron mediante una matriz de análisis morfológico estableciendo los tres estados

futuros posibles para cada IC para el año 2030, evaluando la posible ocurrencia del

escenario en un momento dado, dicha relación de ocurrencia puede variar dependiendo

del escenario contextual de la Agroindustria Alimentaria Argentina que se tome como

referencia.

El equipo técnico realizó una evaluación interna de los escenarios para determinar que

no se encuentren incongruencias entre sus componentes o planteamientos

Page 76: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

72

contradictorios entre los mismos. Además, se los bautizó con nombres de alto grado de

recordación, para permitir una mejor comprensión de sus características sobresalientes.

Page 77: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

73

PROYECTO MINCyT-BIRF: ESTUDIOS DEL SECTOR AGROINDUSTRIA

Documento-Síntesis y Serie Documentos de Trabajo

Documento-Síntesis:

Trayectoria y prospectiva de la agroindustria alimentaria argentina: Agenda estratégica

de innovación. Roberto Bocchetto; Graciela Ghezan; Javier Vitale; Fernando Porta;

Marcelo Grabois y Ciro Tapia.

Serie Documentos de Trabajo:

1. Marco conceptual y metodológico del Proyecto. Roberto Bocchetto, Javier Vitale,

Graciela Ghezan y Marcelo Grabois.

2. Diagnóstico y prospectiva de la agroindustria alimentaria mundial y argentina al

2030. Marcelo Saavedra y Flory Begenisic.

3. Estado del arte y tendencias de la ciencia y tecnología del procesamiento de

alimentos. Norma Pensel (Comp.).

− Estado del arte y tendencias de la ciencia y tecnología del procesamiento de

alimentos a nivel mundial. Claudia González y Sergio Vaudagna.

− Estado del arte y tendencias de la ciencia y tecnología del procesamiento de

alimentos en Argentina. Claudia González, Sergio Vaudagna; Ricardo

Rodríguez; Martín Irurueta; Mónica Chávez y Roxana Páez.

− Tecnologías transversales del procesamiento de alimentos.

Calidad Integral. Ricardo Rodríguez, Martín Irurueta y Sergio Vaudagna.

Producción más limpia. Sergio Vaudagna y Claudia González.

Biotecnología. Claudia González y Ricardo Rodríguez.

Nanotecnología. Claudia González y Ricardo Rodríguez.

Tecnologías de la información y comunicación (TIC). Martín Irurueta, y Marcelo

Bosch.

4. Incertidumbres críticas de la agroindustria alimentaria argentina en el contexto

mundial. Javier Vitale; Ana María Ruiz, Carina Santi; Vanina Giraudo y Fernando

Page 78: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

74

Solanes.

5. Conducta y dinámica innovadora de empresas en las cadenas agroalimentarias.

Fernando Porta y Patricia Gutti, con la colaboración en la construcción y análisis

de la base de datos de: Héctor Bazque; Romina Amaya Guerrero; Carolina

Cerrudo, Noelia Amarillo; Rodrigo Cajide y Fernando Peirano.

6. Conducta, dinámica y patrones tecnológicos de la cadena del maíz. Mercedes

Goizueta.

7. Conducta, dinámica y patrones tecnológicos de la cadena de carne porcina.

Gisela Benes y Juan Erreguerena.

8. Conducta, dinámica y patrones tecnológicos de la cadena de lácteos bovinos.

Andrés Castellano.

9. Conducta, dinámica y patrones tecnológicos de la cadena de olivo.

Jésica De Angelis; Cecilia Fernández Bugna y Fernando Porta.

10. Conducta, dinámica y patrones tecnológicos de la cadena de frutas finas. María

Laura Viteri y Gisela Benes.

11. Capacidades de I+D del sistema agroalimentario y cadenas de valor. Lucas

Luchilo.

12. Marcos regulatorios en la industria de procesamiento de alimentos.

− Calidad Integral. Gerardo Gargiulo.

− Propiedad Intelectual. Germán Linzer y Ezequiel Paulucci.

13. Vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva de la cadena de maíz. Marcelo

Grabois; Cristina Cámara; Daniel Scachi; Eduardo Matozo; María Victoria Luque;

Clara De Hertelendy; Virginia Ferrero; Alejandro Regodesebes; Martín Patiño, y

Rolando Gonzalez.

14. Vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva de la cadena de carne porcina.

Marcelo Grabois; Cristina Cámara; Virginia Ferrero; María Victoria Luque;

Alejandro Regodesebes y Ricardo Rodríguez.

15. Vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva de la cadena de lácteos bovinos.

Marcelo Grabois; Cristina Cámara; Clara De Hertelendy; María Victoria Luque;

Page 79: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

75

Alejandro Regodesebes y Ricardo Cravero.

16. Vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva de la cadena de olivo. María

Victoria Luque, Cristina Cámara; Matías Ruíz; Marcelo Grabois y Facundo Vita.

17. Vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva de la cadena de frutas finas.

Cristina Cámara; Marcelo Grabois; María Victoria Luque; Alejandro Regodesebes

y María Elida Pirovani.

18. Vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva en tecnologías de procesamiento

de alimentos. Marcelo Grabois (Comp.).

− Estudio de vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva: envases activos e

inteligentes. Miguel Guagliano; Adriana Sanchez Rico; Marcelo Grabois; Sergio

Vaudagna y Cristina Cámara.

− Estudio de vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva: altas presiones

hidrostáticas. Germán Linzer; Ezequiel Paulucci; Marcelo Grabois y Sergio

Vaudagna.

19. Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030. Susana Brieva y Ana María

Costa.

20. Visión prospectiva de la cadena de carne porcina al 2030. Ana María Costa y

Susana Brieva.

21. Visión prospectiva de la cadena de lácteos bovinos al 2030. Mónica Mateos y Ciro

Tapia.

22. Visión prospectiva de la cadena de olivo al 2030. Pablo Gómez Riera y Facundo

Vita.

23. Visión prospectiva de la cadena de frutas finas al 2030. Pablo Gómez Riera; Iván

Bruzone y Daniel Kirschbaum.

Page 80: Visión prospectiva de la cadena de maíz al 2030

Godoy Cruz 2320 (C1425FQD)Ciudad Autónoma de Buenos Aires - República Argentina

www.mincyt.gob.ar