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AÑO II,

Panamá, República de Panamá, 15 de Abril de 1905 .

NUM, 31

EL, HERALDO DEL ISTMOREVISTA ILUSTRADA—~

DIrector: GUILLERMO ANDREVE. "Bien faire et laisser Dire."

Mariposas negrasComo mancha de sombraSe posó sobre el muroy yo, que la temía,Haciéndole un conjuro,

Le dije : "Mariposa,Si tu ánima es hermosa,Por qué dejas tu huecoPor qué dejas tu nido

Y así . . . tan pasitoY sin ruidoVienes á sorprendermePara un dolor traerme? . . . ."

Y ella . loca, que pensabaQue hasta soloCon un soploDe mi bocaLa mataba,

Viéndome con sus ojosIguales á rubíes

De una luz soberanaMe dijo: ' Hasta mañana "

Y tendió sus dos alasPara mí tan siniestras,Y en cada sacudidaDe ellas, que eran muy negras,Oí un ritmo extrañoUn ritmo de tristezas

Que me preludiabaComo una honda queja

Lo que un díaLlegaría

Con hondos lamentos de angustias y penas.

Vino el otro díaQue no tuvo ninguna alegría-Y la mariposaTan hermosa

Vestida de negro cual regia sultanaPosó en mi ventanay me vió:

Me vió con sus ojos que ya eran dos ascuas,Y luego volando del muro tan frío

Sobre mi hombroCon asombroPara mí

Sus patas ligeras de negros cresponesSe posaron

Y frío de las tumbas en mi alma sentí.—Yo soy un enviado de oscuras regionesQue anuncia la muerte, que anuncia el dolor—Me dijo la hermosa, la regia sultana,

Y en mis ojosSu ala negra

Por primera ver, golpeó.—Tu espíritu es fuente de viva ternuraQue arrastra, en sus aguas, primicias del río,Arenas doradas, que luego se pierdenDel mar en el glauco ropaje sombrío . . . .

A ia memorias de Edgardo Poey de .José Asunción Silva, maes-tros en el arte de interpretar

humanossentimientos.

Y yo solo,y }ro solo

Y yo solo meditaba en lo triste de la vida;Y no hablaba . . ..

. . .Y no hablaba,Y sentí dolor inmenso por lo intenso y por lo extraño,Pues llevando en mi existencia más de un negro desengaño

Que es cuanto ella me dejó,Con un tono tristey lánguido como una alma que sufría,

me volví á mi huésped negro, y con gran melancolíaDe la lenguaCon torpezaLa preguntaSe escapó

—Dime, reina del arcano soberano,El misterio de la vida que en mis venas llevo yo;Y ella, entonces, cual queriendo meditar en la pregunta,

Por respuestaEn mi renteTriste y pálida,Por segunda vez golpeó . . ..

recuerdas, oh señora que de oscuros antros vienes,Que cien veces en mi alcoba, fija, fija y sin desdenesCon mi almohada blanca y fina tus entrañas desgarré?

—Lo sé-Pero yó renazco siempre, porque soy tu compañera,Soy tu amiga, la enlutada, la doliente mensajeraQue tus próximos dolores siempre, siempre te anuncié . . ..—Eres, pues, alada amiga . . ..

—Dolor que no entendieron . . ..Y sus ojosQue como ascuas

A la claridad del día mucho, mucho más se abrieron,Me dijeron

Lo que ya entender no pude:Era idioma de infinitas alegrías, de tristezas y quebrantosY en estilo apocalíptico anunciado .---

Era solo . . ...Era solo

Un anuncio del Amor por quien me inmolo,Y ella entonce

Con sus alas que en el aire pareciéronme de bronceSe elevó;

Y de mí al despedirse para volver tempranoEn mi manoSe posó,

Y más luego con sus ojos ya adormidos y besándome en la frenteEn la frentePor tercera vez golpeó

SALOW62 PoNcE AGUILERA.

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El Heraldo del Istmo 50

~J

'Un libro de viajes y de poesíaTierras.Solares.porRubén Darío.--Biblioteca N acional

Extranjera deLeonardoWilliams.

EN el último número del Fígaro Ilustrado,se reproducen algunas obras del pintor

Ziem . Son bellos trozos de vida, pági-nas de luz, de color : ligeros apuntes de paisaje:bosquejos, diseños breves, nerviosos. Y de todoeso surge la visión espléndida y luminosa deVenecia. con sus canales obscuros. con su cieloazul, con sus oriflamas brillantes, ondulando enla diafanidad delaire, estremecidos• vibradores.San Marcos, San Jorge, el gran Canal, tapa lanaturaleza, todo el arte, toda la poesía de lospaisajes y de los monumentos, toda la hermosu-ra de la ciudad, que es como un poema enque seengarzan bellezas en bellezas . tesoros en tesoros,tenues armonías de luz y de sombras en otras te-nues armonías. Y la reproducción de esa ciu-dad de arte interpreta todas aquellas cosassutiles y suscita la perfecta visión de la Veneciacantada v comentada por toga la serie de via-jeros sentimentales, que empieza en Alfredo deMusset, el triste, y acaba en Mauricio Barrés.el amador del 'yo", que compuso el elogio deVenecia en sus páginas consagradas al Amor yal Dolor : (Amori et dolari sacrum).

Nosotros hojeamos con gusto ese cuadernode imágenes ; nuestra vista halla complacenciaen repasarlas, y el espíritu encuentra múltiplesmotivos de contemplación v de ensueño.

Y estos dibujos de Ziem se nos antojaronilustraciones al capítulo de Venecia en lasTierras ,Solares de Rubén Darío . Las imágenes deldibujante son fiel comentario á las imágenesdel poeta y las imágenes del poeta armonizancon los apuntes del pintor, como armonizan Venecia y el otoño en la alegoría de Stellio Effre-na. Y de ese admirable conjunto surge comoun aroma la poesía de Venecia,

Las páginas de Rubén Darlo son admirables .

El capítulo de Venecia es de las más bellasestrofas del poema de Tierras Solares; una estro-fa que enlaza sus ritmos y sets cadencias, conlas cadencias y los ritmos de otras estrofas queson canciones á nuestras tierras solares de Gra-nada, Córdoba, Sevilla . ,Málaga....Y la Andalucía de tradición y- de leyenda y la Andalucíaactual, dicen su decir de cosas lejanas y de co-sas presentes de ayer y de hoy . El ayer, sonlos calados sutiles y misteriosos que ha tejidotina civilización en los palacios de la Alhambra,la evocación de D . Pedro á lo largo de las callessevillanas. y en todas partes "ese sabor de Ara-bia que ha quedado flotando por el airé', segúnla fiase de Dumas. copiada por Rubén . El hoyson las malagueñas que todos hemos visto desfilar por las páginas andaluzas de Arturo Reyes, son las rosas invernales de Sevilla, en latristeza amdaluza. tristeza de Mantaor.. y depoeta andaluz . Aquí el maestro Rubén diceun extenso y admirable elogio del poeta deAreas tristes, Juan R. Jiménez.

Pocas páginas para Granada . No hacenfalta más. Está en ellas el reflejo y el alma detodas las cosas, y todo cuanto las cosas sugie-ren. Los esplendores y prodigios de la Alham-bra, los jardines de la Alhambra, la poesía dela Alhambra. El poeta no descubre-dice—áGranada. Su prosa es como un himno á esavieja ciudad de sol de oriente y de ensueño

Y la realidad de sus impresiones parece im-pregnada del misterio de las nar raciones orien-tales, y es como si á la voz sonora y clara de lasaguas bullentes, cuya sensación nos transmiteel viajero, se uniese la voz cristalina que cuen-ta cuentos en las páginas de las Mil y una noche

Los que hayáis leído los libros de Ganivet,recordaréis las páginas del maestro acerca del

agua en Granada . Angel (iauicet habla de ,-•,desde un punto ele vista un tanto ruskinian .•

Rubén Darío nos habla en un tono »wi,sereno, más emocionado y más poético vtmLuv

"Y lesa encanto del agota, tranapircntfrrs.or, armonía en los patios de márm+,l p1

creyentes. en cuya religión son oblignttorias , . -abluciones, y ardientes poligamos, en , uyu l,.ralso el primer prendo es la limpia p,•rfin ..da y adolescente y siempre virgen bollezaineninai

El agua por todas partes, en las coy:,,-albercas, en los estanques que reproduc i-n ' ..bizarrías arquitecturales, en las anchas ta:csumo ]R3 que sastienen los lemesde] famos~a 1 ..tio, 6 simplemente brotando de los surtid•,r• -colocados entre las lisas losas de mármol ('-,•prendían aquellos prímipes imaginativo. ,:hablaban en tropos pomposos, que lit vi,i:a

ne hechizos que hay que aprovechar attque sobrevenga la fatal desaparición .•'

Al llengar al capítulo de Sevilla. revordaunas páginas insupertibles de Navarro 1,ma en El Lup„rcial, páginas destinadas f~cer revivir las viejas leyendas sevillana,.gura de D. Miguel de Ma tara, la torva ti,:de D. Pedro _ ..

Ti+rrns .l'nlarrx, el libro de viajes de est• +jero, autor de .S'„nnri„•, c de la .`i„i„ni„ .mayor, es como un itinerario poético, rumaguía de sonadores y de arcistas. EStá ,-en la más noble prosa castellana. Iusp.ravivo amor hacia todas las sesos dotada: d.lleza y um santo horror al Boedrdrr.

ut:RE,uuuo (i . DE CANDA i1,Madi-id : 1905.

fA LS

Lf ~r~ l._l1S~i4 2J

-mar

• .`

(PARA MARIA tSABEL ARIAS P.)

Huy un are mensajeraQue activa y ligera raya.

!'nr - has espacios inmensosBatiendo sus nirsa .s alai'.

E.s un are protectoraDe la ausencia de Ias almas

Ateridas por el fríoDs has gélidas noslatglas.

Boites de ideales aJstq ~sbuce d reces rompen la calina.

Fila les caenla por turno,(_bn urrullo que es plegaria,

Si hoy perlas en las pupilas,Si el riecho suspiro exhala,

Si lwndais ,arcos de tristezaFan las me¡illas se trazan;

Si existe pasi/n intensa.S(ct d 3107f su luz tí-.rr ano,,

Si los . licks rnrvt<znrr ;vI'a?pita :. Hin art mRStanria,

Con 6a constaecia qua ex t'M_o

- .

-A, radri L,r r Holles almas

Enl"nce el art penetraA las nnmsiones calladas.

Y á lax almas leas murmura,Con aradlo queer baiadu.

Las cuitas y lox dolores.Las recíprocas nostalgias;

Les dice si llenen rosasVirybaos y ptrfunnadas,

Si hay sonrisras que entreabren.SUR locas tan sOnrOSUdas,

.Si tienen gores, si aromasLes girece la alborada;

Si ven lucir las estrellasF el fulgor de la plateada

Jfagesltroxa que cn Urio,teRottipe de norhe la xhbum,

De mil nubes que le inrpirlenAf nand" "fraser anus galas;

De esa riajt ro : la luna,Cerro Jara, eolilw'ia .

Nor anfr xnrn,s nllurrs.Con incienso perfunnada:

Y le contestan á únaLos seres alc las n"stalyw,

I4í que si existen Lateasñ deafruyen . no . las a?tina:

Que ésta, son int tinyuilile(ban las ideas que outran

c,Nuestras santuarios IwmanosCurando las vidas nnufrayu .~

F'.liz yo que, rn mis anlul,,,vD, noli• ;n eterna )orada.

Ar, .v t•iq)rrns n" (r,v¡"(¡u: rrar,n ron nix n+ulna

L"s cxpar•inx mid, ntü,v,Inranx,ddex . solituria .v:

Porque. lu v ;rgca qnr sup ..Einprirarme A sagrada

Pire en dorad" saaluario,A7 santuario de nii etnia,

Que no extinguen mil Lrtt-ox,Qne nunca, outwit naatray,t .

JULIO AL2JU\'d y.

f' w

Y yo al lewntar el meato,S a at batir sus Lunette alas

h'a ser u,ixión In r :gler.r

PW' Inv expar•ios imaoixnaBu„n all rrgae en Irla moradas

Eu ,u nrisiéu tan. sagrada,t¿ur n dsi, :,Jc .: anax dr Wras~

later raga r_an arrall",1 shin b•isfes y olvidadas;

Arrlicale carwitnt airada,Y si la "'ichc ss rest, "t a

Si ee al j?n inaxtioguiblcCon xyru crespón airada,

La unión eterna jurada, paatm,ní : igou .

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El Heraldo dEl Istmo - 51

TEATRALLA ULTIMA OBRA DE DON JOSE ECHEGARAY, DESPUES DE HABER OBTENiDO EL PREMIO NOBEL

A fuerza de arrastrarseFARSA CóMICA EN TRES ACTOS Y DN PRÓLOGO

COi1IO en otros tiempos con Castelar, el

nombre de España vuela hoy- conEchegaray- por los ámbitos del mun-

do, honrado y enaltecido más acaso de extraí5osque de propios.

C'est dn Am . d rl'm< nous vient In Lnnierc, ex-clamaba Voltaire, y los que hoy repiteulo mis-mo y niegan al maestro de "O locura ó santi-dad," -'El crítico incipiente," "El guau galeo-to," "Sic vos non vobis." ':En el seno de lamuerte, " y tantos otros triunfos cosmopolitas,se olv idan, sin duda, de que la consagracióndefinitiva de este hombre superior no se haforjado en estos climas malsanos de los Calde-rón y los Lope, pero en las redentoras latitudesde los Ibsen y demás ídolos modernos.

El público, el gran público, por su parte,eficaz y decisiva, en fin de cuentas, ageno áprevenciones y prejuicios de intransigencias yparticularismos . y- paradógicamente creyente yescéptico en una sola pieza, se atiene á aquellode "gustar de lo bueno donde lo encuentra."sin dogma& ni papas. ni índices, y á nadie ex-cluye de su simpatia y su admiración.

Así ahora. le ha complacido mucho estafarsa cómica, como otras veces le complacieronotras farsas quizá más serias v. sin embargo,menos trágicas . A . Íuerzrz de arr<txhnrse confor-mó. en efecto, el anticipado juicio de la intensaamargura, de la desgarradora desolación quelate bajo las frívolas apariencias superficialesdel "chiste." Como todo lo irónico, como todolo satírico, es cruel ; —y en el fondo. justo.

Arrastrándose llegó al nido del águila elcaracol de la fábula . Así quiere llegar, asíquiere subir el joven Plácido, tan ambiciosocomo poco aprensivo . Ni desaires, ni humilla-ciones, ni bajezas, mala le importa . "Omniaserviliter pro dominatione .'• Esta es su divisa.Arrastrarse, arrastrarse- - . - Este abyecto indi-viduo, con más picardía que entendimiento.con menos verguenza que impudicia, un "vivo,"que dicen ahora, se aburre en su pueblo . Suposición, su fortuna, su nombre. están en Ma-drid y á Madrid se marcha reuniendo tres milpesetas que le vale nn retrato al óleo ele su ma-dre y del que se desprende cotizando la firmadel pintor, sin escrápulo alguno . Sabida suprimera felonía, todo cuanto venga después nopuede espantarnos- El que vendió á su madre.venderá su alma al diablo, si se la compra.

Plácido en Madrid no perdona intriga, nitraición, ni trapisonda para el logro de sus pro-pósitos: medrar. enriquecerse, titularse . Y elcaracol escala, al fin, el nido del águila.

Ya en el prólogo empieza á atraernos Y áinteresarnos la aventura. Sospechamos queBlanca, linda y modesta y virtuosa joven, re-querida y enamorada de Plácido, será la vícti-ma inmolada. v que su hermano Javier y elamigo Claudio ayudarán inconscientemente lasinfamias de Plácido . Termina el prólogo y laexpectación queda en suspolu, . Los primerosap6•unsos son como el saludo de bienvenida. DeMaría Guerrero, que encarna la dulce y senci-lla Blanca. se hacen unánimes elogios.

En el primer acto conocemos al excelentísi-mo seíior marqués de Retamosa del Valle y ásu ímica hija y su único tormento- El mar-qués es un necio presuntuoso que no puede so-portar á la nina, fea, antipática y mal inten-cionada.

Plácido—al que da Fernando Mendoza todasu astuta y solapada hipocresía, toda su falsam.msedunbre—(:m)ienza á trabajar el campode sus olwraciones bajo buenos auspicios, quese van convirtiendo en realidades durante losactos segundo y tercero. La Parte cómica pre-domina casi en absoluto . Sólo algunas vecesinterrumpe el triste calvario de la pobre Blan-

ea—idealizada por Marla Guerrero—la risuellafarsa.

Abundan los incidentes graciosos, y en elamigo Claudio nos hace desternillar de risaSantiago . (*) Sin hablar, con la expresión de sufisonomía, consigue Santiago un efecto wTlo-sivo de ruidosas carcajadas. Apuntémosle en-tre el estado mayor ele la interpretación, sinolvidar á Emilio Mesejo, que demuestra cómopara los primeros actores no hay segundos pa-peles.

Hemos llegado á la conclusion del terceracto con éxito creciente . Echegaray ha sidoaclamado con entusiasmo y sus intérpretescomparten con él la victoria . La obra está Sal-vada, y aun terminada en este punto, estaríacompleta : pero se nos dará el cuarto acto poraUadidura . Es la moral de la fábula.

Ya tenemos á Plácido casado con la hijadel marqués y con sus millones, hecho vizcon-de, elegido diputado, candidato á Ministro. Peroel caracol no es feliz en el nido del águila.

Aquel hombre sin sentido moral, reaccionainesperadamente . Verdad es que no son águi-las con las que ha tropezado en el nido . Sumujer, ima uxluetuela. una liviana . Su suegroun imbécil grosero . Y los dos echándole encara su protección.

(*) De la Serna se refiere á José Santiaggo,uno de los mejores actores peninsulares hay dla.Comenzó en la Zarzuela y ahora ha pasado alDrama. Es joven, como de treinta años y, se-gún hemos leido . cultiva también con buen éxitoel arte de Velásquez. En el Teatro se ha afilia-do á la escuela cómica, en la cual raya á granaltura.

N . DE LA R.

Para colmo de desdichas, cierto perdulariole amenaza con un "chantage" que va á dar altraste con el castillo de naipes á costa de tantaignominia levantado, y Blanca, que ha venidotransigiendo piadosamente, rino ya la últimabatalla de su asco con su conmiseración.

El perdulario, un tal Basilio, prepara unlibelo en que se descubre y se prueba la super-chería de un duelo en que aparentó Plácidosalvar la vida al marqués y en que no faltantampoco documentos comprometedores de lafidelidad de Josefina Todas las negruras y to-dos los horrores pesan como losa de plomo so-bre la cabeza de Plácido.

Después de esta escena del "ehantage," éimpedido el escándalo gracias al dinero quetiene que aflojar el marqués, Plácido se re-vuelve contra su mujer y su suegro, y escar-nece su propio hogar y maldice su éxito. Lafelicidad no está allí, la felicidad ha huido conBlanca, y con Javier, que también ha llegado,pero por el camino de la honradez y del traba-

La SeñOTa DE DE LA OSSAauno á una belleza física admi-rable una educación esmeraday un talento no común querealzan su trato siempre afable,por lo cual supo captarse lassimpatías de toda la sociedadde Panamá durante el cortotiempo que residió entre nos-otros.

Prueba de su amor por lapatria de su esposo es el haberescogido el traje criollo pararetratarse con él.

Y á la verdad, la pollerogana en mérito cuando la lle-van personas tan distinguidascomo la elegante dama con cu-yo retrato adorna hoy sus co-lumnas EL HERALDO DEL IST-MO.

jo. Y esta es la moral de la fábula, innecosa-ria si se quiere, y disonante del estilo y el tonogeneral de la obra en sus tres primeros actos,pero que no disminuye ni atenúa la pujanza, lavibración, el impulso de todo lo demás de lafarsa cómica, el que, por esta su denominacióny cualidad, más ha de atendorse á la flagelaciónaristofanesca, que á otras exigencias dramáticasde lógica y de verosimilitud. Sea la que quie-ra la fantasía del autor, el fondo de su obra esverda(1, y con eso basta . i Cuántos mohuscos dela mismá laya de Plácido no han llegado á lacúspide á fuerza de arrastrarse' Y los que iránllegando . . . .

JOSÉ DE LA SERIQA.

t7_

Señora Doña María Rosa Pacheco de de la Ossa

Con placer publicamos elretrato de la señora Doña MA-RíA ROSA PACHEW DE DE LAOssA, esposa de nuestro amigoDon Ricardo de la Ossa, CónsulGeneral de la República en elCallao.

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ItfisralcJo dIl =J ;lstmo - 52

E l, Arte y la EscuelaDTSCDRSO pronunciado por el senor Narciso Garay" . Director de la l?.duela Nacional de Mú.ica v Declaina-

cián . ea la primcra :mdición pública de los alumnos el 2 de Febrero de 1!103 .

\) ~urr .\rrrv tu . iu dr /nslrnrrnín /'Fl~firn e/ ./,re(rciu..4rir . .rne /¡ (irLnlln'on':

n ERMITIDilIE evocar ml recuerdo gra-to Y oportuno. Era a fines de delio deld9ti . G(xngos Ley-Mies . Ministro do

Instrucción Pública y Bellas Artes de ]a Repú-blica Franeksa, presi(iía ladistribuc•ión de prr-utios del Conservatorio de 3íúsica do París . Ha-biondo perorado la víspera en la Sornona, i\Ir.Ley gres pronunciaba en esta ocasión m1 nuevoy hermoso discurso sobro ha inúsica francesa,"esencia de aria. delicadeza. encanto c mesu-ra' corlo él la definió ; cuinnaraba en él ias apa-ricionos nuisicalns tllás ve rientes, rendía sendostributos de L:bmración á sus, autores y honlenajes ele i ene ación pástttlna t los que habíanrendido como buenos la suprema jornada en elcurso del aim-

Para quien un :Leo antes llegaba del Conti-nente Sud .unericano, donde por lo general losl!onlbres políticos iturau con indiferencia y jur,-Min de escasa importancia la difusión del ,tusteartísticoy el desarrollo de la aptitud estática encl pueblo, causa era. de justa sorpresa esa uni-vetsalidaldeconocimienta .: ynorionesen un es-tadista estropeo : v ese inter5s volietnente coaque ~C ha Cla gala (la .S'eg1111' P.1 t•Jd :LS 5!L5 fan'^a,do apreedar y estimnla• la producción artísticade una ih>rtir Nación. era. además, motivo delegítimo orgullo para quien so glor.a de perte-necer al linaje, de los artistas- .lías conto enmtc'etro C:ontinonte ti<) ha ocarrido todavía queun solo Ministro haya arengarlo públicanlonto álos músicos del país . á . fin de que esas rodar. u-nes se establezcan entre nosotros de algun no-do, desechanios vanos osca•ígxtloa y, proc edion-do :í la ;reversa, non almeanlos los nuísicos fi loj

En Mayo de 1901 el proc~ •c;isia Gcinieraade nuestra República me hizo el honor de ]]a-marme á regentar la Escuela \ acional de Músi-ca y Declamación . ESta designación, li que ti( ,sido profuudanlente sensible en nti doble carác-ter de palameiio y de ar tista, representa en lahistoria de mi vida el triunfo de una aspiraciónprecoz y tenaz . Desde los comienzos apenas de!111 larga pormanencla en el C\i]'8nger0 bullíade iutpac•ieneia ni¡ cerebro y rece•, abatse ya misnacientes ambiciones con la e :sperauza de rein^-sar algnín día a trabajar por el esplendor del Ar-te y el engrandecimiento de la Patria simultáneament•e. Obra de misteriosa peeniene;zt,n,—

desde entona a mi espíritu la imá-gen de mi vida presente y en un instante de ltl-miuosa autovisión contenlplfxi.•ane á olí mismo:1 traYés de los aros por venir en la actitud sinx-bólica del sembrador de luirse .: avontirado ámanos llenas ]a lacea semilla. la semilla esa/•-tica, en ]as snrts hondos y fecundos ele la.n a natal-

Para comprender el entusiasono ardioatocon que acepté el cargo conferido . Menester es,une os haga cono ; :er el fruto de mis observacio-nos y reflexiones en siete anos de pa^-lentes os-tudios prnfosiuna'es en Europa . las ideas pro-pias. los principio:; docentes v las connlnsionesuriginalcs qnr nu :L :q>rca iación pera:m:Ll do lasrusos del Arte uu• ha. llevado hígic ;a•neu7c a pro-le lr . Enton <ss ver,% c•onm el puesto quo (le-soutprün lla abierto nn vasto campo de aplica-ciones cxprrinumtah' :; !i un S;rtl , iii i t didácticonuevo, a una rstéti :•a psrsoual en cayos resul-rado., fluales tengo cifradas las nlás lisonjerasesperanzas . Pero una oxpoaición de esta nutu-ra.loz ;t nu+ :arrastrara 8n'zosanncxlte áconsidera-cionoshistúriras y tbrnicas para las cuales debosolicitar por ml momento vuestra ¡']diligenteatención.

En la mxtigüevlad griega la idea nutsical sellama . ,cena, ..,- A lit inee•rsa de nuestros tenias1nehSdicos, que pululan por do:hiera, los nmuncgríi,g,)< brillan por su rareza . Son nnn° por :>s,pero p .,séeu lit palr±icnlaichnl característica derep:•o3n •:raer e de bu^ •rIo legítiulament!•, puesloar ases ulhlicus de Glw-iu eximían al inúsi-0 (le,la conna .>sición del „•,nr y Indita?tan sn labar aainplificar, desarrollar, transformar y glosarlosurnnr,.trulicionales. c-nnsidezados como rateasdel lengaajc mes? .al.

La el:~a •i Su dA n , .a ,. era mirarla par loasgrieg>s can> obra d. , nina inspira..,-¡bu s~braax-

tura' . ('onservaban ellos c:>n veneración regis-tros públicos que decían el amar de cada nonio,]a ép:> : :a de sn apa_ición y la fiesta pública pararlu? hn.i>f :t sido a>tnnuesto.

Al advenimiento del Cristianismo y dtinui-ta tus primeros siglos de nuestra Gra, el mismosistema de conlpisición por amplifica^ión y glo-sa pr: :vahx :e. El renos persieta, pero abando-na el e.111t .> de Apolo Y. Diouvsos por el culto deCris : o, los ditirambo. sagrados por los versícu-los de los salmos bíblicos. Llántaso desde. esemoMento cantilena rotnaua v sobrevive, te.]¡-quia venerando, á la desaparición del paganis-mo_ Llegada ft la revelación de sn genio pro-pio, el alma (a•ietiana no se satisface ya del le-gado pagano, y, á impulsos ele una nueva con-

ciencia, crea ruta forma de arte nueva v orinaral: la polifonia, expresión adecua la de su piedad fectmda.

EL arte de la melo:ha svuult.m .! . , ? t(nia. emanarle un principio igualitario y roomnistl . Allí ninguna ele las voces con -o :uitautr,ejerce preminencia sobre las demás, su fuerzaestática es hecha de unión, de armonía comúny reside toda en la impresión del u)njnnto. Aesa impresión general todas las vo : e ; conspiranen igual proporción, refractarias á to-:la veleidad de preponderancia individual . El esl,írit nmonacal penetra en esa época todos los órdenr.

Gustoso pttllic•a hoy Ei . 11 ;:nAtno DEL IsTato el retraf ) deun meritorio r:mlp•ltrinta . el senor don Ci3ntA5 (~JYST .I C'I'1 \.,ARO gr.NILVA . Ron•;et a : i :> dc lo la•gaeión de ]a Renlibli : .a en NV : ' ,hington . Y actualntente en•r•: .!ado de. ella por alisoricia del M?1»stro de Obaldía.

El seIIOr Anosinu,.vA e'; afínmuy joven y relme prendas d .-agttilatado valor. Ingenios .li ..tingaido se dediet') por :dgna

•aíios al ejercicio do su ea; .•zahasta que establecida la Rolnffibc1 . de la atal 17115 lino de la: fin,dadores de prinleralinea . so iaty .do lleno en el campo diploal :itic.,ore el cual le auguramos lnn.-ln,triunfos para el ñtturo.

AROSEMEÑA ]rrt~,ru á nn:de has más distiliguidas familiadel IstmO. y es pees, por cdn,.ición y por herencia. tolo nn cal,,.IHro. a la vezque nn r,pzesru t:rta típico de tina nueva genera i•Ci.

que ofrece para el progre.;u d .• l : .patria michos y muy satisro, ,,,rios resultados .

!Zdo la actividad humana. y la mnuncinrión de L.personalidad quo se impone al in4icidno en hrc~Idas de los conventos afecta havtn. los rlcrrratos constitutivos de Ias obras de art Yo : , uasiguiente, la idea musical so exulfuude c•,n I .,factura, la foznnt can el fondo, lu inspira .ióncon el trabajo.

El músico ]]oga a considerarse no va cona,11n creallor del arte sino—corlo se donomiu :t ási mismo el delco cantor polifonista orlando Lasso,—nu simple °o-,fobre- quo cincela ingenioso9 arabes,!os sonoros y engasta cotltrapnnfo ::preciosos on la nlatoria prima del aultifeunrio vel folklore. Aquellas rodes de ntehnlfss dilirentea, aquellos enjambres de li loas sonoras (In, Nocruzan] y e n ibrollanavoluntad sólo podían a dap

CarlosConstantinoArosemena

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E.l Hera9do cU=1 astm~o - 53tase á textos litúrgicos archiconocidos de losfieles y que, repetidos hasta la socedad . no te-nían ya que insinuarse eu su ospíritu ni en sucorazón. El compositor los tomaba nano meropretexto de combinaciones polifónicas- Perolaexhumación del drama. , iego eu la época delRenacimiento, al reemplazar los textos sagra-dos y las ganables coplas de los madrigales porlos diálogos vivaces y los uronólogos apasiona-dos de la tr•rgedia, obliga al nnísico á interpre-tarlos movimientos desordenados de la pasiónindividual- Los compositores principiaron áhusmear las huellas de la antigria nronoclia grie-ga á fin de traducir por medio ele los sonidos noya estados de alma colectivos, no ya la plegariacomún• COmO antaño . sino situaciones líricas,sentimientos de primera persona que necesita-ban un gran calor de interpretación. Los pro-gresos crecientes del Arte y la influencia de lasideas ambientes exigen desde luego que el imí-esio renuncie á toda colaboración anónima v co-mience su obra por la elaboración ele aquellamisma materia prima que anteriormente saczvba del fondo courán del antifonarioy del folklo-re. De estas unevas necesidades estéticas sur

-geotra nueva forma ele arte, otra lengua mirsi-car llamada á traducir sentimientos maca sos-pechados del grave canto—llano ni de las frívo-las canciones . La reaparición del chama grie-go conduce por lo tanto á la individualizaciónde la misma música . A los progresos técnicosrealizados por la polifonía, ésta agreáa un eic-mento nuevo y preponderante : la melodía ar-monizada.

En ese momento aparece la obra colosal deJuan Sebastian Bach. Nacida en el seno de laIglesia reformada: esta obra amarle á la riquezamelódica de la polifonia palestriniana, la rique-za rítmica, gracias á la introducción de formaspopulares regidas por el principio métrico . y lariqueza armónica, gracias á la aplicación de!principio tonal. Si la polifonia romana provi-no del desarrollo excesivo del elemento meló-dico, obtenido con perjuicio ele ios demás el •-nrentoa primordiales de la música : ritmo y ar-monía, la polifonia de la reforma restituí á pabelleza musical su equilibrio y su integridadEmpero. el hábito inveterado de componer so-bre temas universales sobrevive ea parte al cre-púsculo de la polifonia medioval y alimenta lasmismas fuentes de polifonia protestante. Elcanto litúrgico de laIglesiareformada : el Coral.e, la adaptación, hecha p,rr Lutsro eu persona,de los cantos populares alemanes á los ver3ícu-los bíblicos . Bajo las especies del coral luteria-no; los viejos temas, ríltimos baluartes de uaa.tradición milenaria, resisten aún á las enriiatesde uu arte más subjetivo. Pero con FelipeEmanuel Bach . Haydn. Mozart Y Beethoven,las nuevas tendencias se precisan y acentúan.Aspirando á conquistar• una personalidad biendefinida, una fisonomía propia . la idea musicalacaba por liberarse enteramente riel conjrmto ar-mónico v de la factura técnica, hasta constituircon Beethoven un organismo estético perfecto éindependiente.

Dotada de actividad psíquica, capaz de vo-lautM, núcleo fundamental v centro rae grave-dad de la obra, la idea musical eclipsa toda otraenusideraeiún en la mente del coopositor y pro-clama el triunfo del espíritu individual sobre elespíritu de cuerpo.

Las transformaciones esenciales del idiomamusical han obedecido por consiguiente á lapresión irresistible de las influencias ambientesy correspondido á las gr•atides corrientes de lasideas literarias, artísticas y sociales que al caui-hiar la orientación del espíritu I1,hdtl0 hanrai,tituído las grandes etapas de la historiauniversal : Antigiledad. Edad lbledia. tiemposmodernos á partir de Renacimiento.

La personalización rle la obra de arte debíalógicamente, conducir á la erreación del derechode propiedad artística. introducido tiempo haen la legislación de los países civilizados . âiasel ejercicio de ese derecho implicaba necesaria-mente obligaciones moralos correspondientes de.parte del artista. El Arte contemporáneo harespetarlo honradamente esas obligaciones, perola Escuela no . Lejos ele proveer á la creacióndel tema musical . la escuela continúa sirviérr-dose Sistemáticamente de temas agenos y res-

tringiendo en lo posible la labor personal delnnísico. En lugar ele seguir el Arte en su evo-lución interna, la Escuela ba permanecido fielal espíritu del pasado, entrabando á diario losprogresos normales de la idea artística.

La Escuela enseña toda clase ete artificiospara entretejer espesas mallas ele melodías si-multáneas en torno de un tenia dacio . para en-contrar el contra-sujeto de una fuga. para figa-rar un coral ; pero ella no pide que se componga-aquel tenia ciado, ni el sujeto de esa fuga, ni es-te coral por• figurar. Es decir, ella procede delsistema mcYlioeval ele composición por aariplifi-cac 1611 y g!csa, a 1 cual continúa aferrada. Du-ramte altos enteros los alunmos escriben nume-rosos contrapuntos y fugas cortados por el pa-trón de las escuelas florentinas de los siglosXV1 v14II, polifonía. arcáica que podemos con-siderar, respecto de, la música moderna, comouna verclaclera lengua muerta en aras de la cualla Escuela, cometiendo un contrasentido didác-Uco. sacrifica ln práctica de la escritora usual yreir^_e-?te y de las formas vivas del arte con-teurperátieo-

Por ot-ra parte, mientras el desarrollo de paMúsica siufórrica. s,6uu su curso normal y el ma-

LILIA ESTHER FEUILLETLmnx Es•rrtrn Fr,Urr.LET. es una de las más

aprovechadas alumnas del "! S,l,-g~o dr• .S a?, ./oxr'"'que con brean acierto regentan ]cs señoritasUcroses en esta ciudad.

En Ios ríltimos exámenes de fin de curso ob-tuvo Lir iA tres de las principales medallas y subuen juicio y su claro talento vaticinan quemuy pronto coronará galanamento su carrera.

All publica° hoy su retrato felicitamos contoda sinceridad ásus p iulre.s--muy especialmen-te á nuestro buen amigo Don Tomás MartínFeuillet—y á ella le damos nuestra voz ele alien-to y un aplauso prolongarlo-

terial de la orquesta se perfecciona y aumenta,la Escuela resiste con obstinación á los avancesinsinuantes del estilo instrumental, es decir, elestilo del día, para encerrarse en la tor r e demarfil del estilo vocal antiguro, sensiblemoutedistinto riel estilo vocal moderno.

Una enseííanza consecuente con las tenden-cias del Arte. contemporáneo se aplicaría, sobretodo á crear el r,rntirs fi>nn,,.• que sirve de base álos trabajos de contrapunto, los temas del tu-non y el coral, y el sujeto de la fuga . Una en-señanza que se asimilase íntimamente al Arte;que se xnodelaso á su imagen y semejanza, ro-monznría por prepara• y desarrolla• la natura-leza artística riel futuro compositor•, antes decultivar su espíritu 6 adiestrar sir mano por me-dio de las reglas de la escritura, de que tanto seabusa con perjuicio del instinto y el sentinrien-

te . El célebre maestro flamenco Peter Benoit,so pretexto de combatir el cosmopolitismo enarte, lo reemplaza en el Conservatorio do Am-beres por upa, especie de nacionalismo ele artede que él se prometía excelentes resultados, p áfin de formar una raza de compositores genui-namente flamencos, sustituía el canto-llano tra-dicional por canciones flamencas auténticas.

Esta solución, en mi sentir, evade la difi-cultad. En efecto, canción flamenca ó canto-llano, el c,.re~uc ñrnucs subsiste sin dejar de serun elemento de empréstito, un elemento pura-mente impersonal.

Y así, mientras ima transformación estéti-ca. esencial se cumplia en el interior de la ideamusical, mientras un fenómeno paralelo se pro-ducía en la conciencia moral del múrsico. reve-lándole nuevos derechos y obligaciones correla-tiv ias, la Escuela respondía por su fuerza deinercia á esta doble evolución . Y si considera.mas la cuestión bajo su aspecto intelectual, elestado presente de la Dscuela tampoco sale muyaventajado ; pero el contrario, en este terrrenoha aprovechado menos que en cualquier otro delas adquisiciones del espíritu moderno, de losnuevos métodos de la ciencia y de las últimasconquistas de la razón.

Si el desconocimiento del principio indivi-dual preponderante ha sido la causa de los erro-res estéticos y morales de la Escuela, la supers-tición doctrinal, la fe ciega en la autoridad per-sonal de los maestros es, en mi concepto, la carr-s, de su abrumadura inferioridad intelectual.

Lo que ella se ha acostumbrado á darnoscorno principios inmutables del Arte, no se araapoyado sino en el gusto de los autores didácti-cos, y no hay para qué decir que nada es taudiscutible como los gustos, no obstante el viejoproverbio latino . Los teóricos de la música sehan propuesto conservar en tratados de deseaperante empirismo una caterva de tradicionesconvencionalesyde reglas de gustó apoyadasúnicamente en razones autoritarias y dogmáti-cas que no satisfacen las exigencias rae nuestraépoca.

Por fin se ha comenzado en Alemania, áromper con esta humillante rutina, á levantarsistemas científicos que expliquen racionalmen-te lasbases esenciales de la práctica del Arte yá sentar para ello leyes generales indopendien-tes do la volunta--1 de los hombres y verificsblespor sí mismas. Mtnada por su base la fe en lainfabilidad de los rmaestros, nos liemos canso -lado con la fe en la naturaleza . Corvo el árbolcuyas raíces descienden profundamente en latierra á medida que sus ramas se elevan más yirás hacia el cielo, mientras mayor inimero deformas de arte nuevas aparezcan trayendo consigo realizaciones variadas, complejas, ideales,etéreas, más profundamente deberán arraigarseen la naturaleza las bases científicas de la enseñanza.

La lógica y el buen sentido rehusan admi-tir la legitimidad ele una ensefranza convencio-nal v arbitraria, desacreditada Y desmentida ácacla paso en sus principios esenciales por eltestimonio abrumador y constante de las obrasmaestras del Arte. M ideal es una útil recon-ciliación entre el Arte y la escuela,, á fin ` do lo-grar que ésta se eleve en breve á la altura, deaquel_ y secunde sus progresos y tendencias envez de supeditarlos y contráriaslos . Yo quisie-ra que esta separación de poderes, que este an -tagonismo agudo cuyas manifestaciones princi -pales acabo ele examinar, se trocase en una.fusión íntima . en una compenetración de dosfuerzas llamadas ft completarse y armonizarsevnítuanente. Y para ello preconizo una ense-ñanza basada en el desarrollo de la personali-dad artística rael alumno y clo su inteligenciateórica . Creo atacar• ele ese modo los dos grandes errores históricos de la eñsoñaiza musical,fuentes de tanta falsa idea v ele tanta retina:1" el desconocimiento del principio personal delarte moderno ; 2" el respeto supersticioso por lasdoetitinas personales de los maestros.

Este es mi programa docente, á cuya reali-zación consagraré ini pensamiento y misenergías.

La audición que va á comenzar representaapanas el resultado ele seis meses de labor en unpaís en donde todo estaba por hacerse en mate-

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Ei 4lercilck) del lsteeeo 54

ria de arte. Precisa tenerlo presente para. nojuzgarnos con inconsulto rigor.

Termino felicitando á los alumnos de la Es-cuela por las brillantes calificaciones obtenidasen los exámenes de fin ele alío, dando públicorestinnlnio de gratitud á las alumnas nlonitorasque ole hau servido de preciosos auxiliares enlas árduas tareas del primer año escolar, ó im-plorando vuestro magnánimo perdónpor el abu-so Manifiesto que cometo al infligiros tan largay árida oración en las horas más pesadas deldia Lisonj(Same, empero, la seguridad de po-deros des:Iglrol~ar (le uu modo inmediato y com-pleto cecliendo el puesto á las seíúotstas laurea-das y lapalabra á la música.

(De la Rrsrlla Escolar.)

PAUBA____.~mmsm_.S • que ti, yours gray triste

(itnurlo (lice" qur eres yrilido,Porque it, semblante tieneh, regia a!l ara del nricar•,Porqur tu rente recuerdalee sudosa plague blancoQue deja el cisne que ginner,Entre el azul de lax aguas-

Qgenu 1 TYre risrtr7w;Si tit palidez enaintat;Ri me reelter'do los ciriosQue colocan (n el ara,Y /as expiras dc'initiensuQue huata rl dombo se Irruntarr,Y h, ructr Jr lox cunihm,P la esptarta de mispbayax-

P(Wflos .5071 lux lacerosQue en lees nochex azidudas/ar ser fnlam r dt uonhra,,.1Srs lrnulmdttr dwvrnimn1'rílidaa rn rsos lirios

rti'ilnsArs copas drylalff

Qna• ruta Ios frexcits•iunealcs(hucrdan miel para las hadas.

e r

Fiesta de MinervaAnte numerosa y selecta concurrencia tuvo

lugar en la noche del 31 de Marzo último, el cer-támen de la Escuela Normal de Institutoras y la.repartición de premios á las alumnas que duran-te el año escolar se habían distinguido por suaplicación, aprovechamiento y buena conducta.

Serían las ocho, cuando se dió comienzo alacto con el himno nacional ejecutado hábilmen-te en el piano por don Santos Jorge A. y acom-pañado por las alumnas de la referida Fscuelaquienes cantaron admirablemente.

Después de la recitación de varias composi-ciones en prosa Y en verso, yde al-unos diálogos,y del desempeño de la •rarzuelita mtítulada "Eltriunfo de la virtud", por todo lo cual recibieronnutridos aplausos las alumnas, se procedió á lareparttición de premios á las que se habían hechoacreedoras í tal distinción.

Pálidas ton los arzahmw,1)r hr virgen desposarolo,Y ht fm7lr moriLnndo1' Ire .Sibilrt rontanrr,1'las neLlinrts enferr[taQue habitan, ear Ire montoHn,]'las risiones quefonjwt

Los suele' de la "sptranzr:-

JULIO N. GALOFRE

El Presbítero don José Suarez le}-ó un discur-so magnífico que, tanto por su fondo como porsu forma, mereció la aprobación del público,

Don Melchor Lasso de la Vega en representa-ción de la Secretaría de Instrucción Pública cJusticia distribuyó los mencionados premios ydt:

-claró terminado el acto.Sentimos no poder informar á nuestro., lec-

tores quiénes fueran las agraciadas, por careceren lo absoluto de ese dato.

Como álas doce todo había terminado, v :ólonos quedaba el recuerdo de los agradables ii-tos de que allí disfrutamos.

Enviamos nuestras sinceras felicitacione- :iIas serioritas Directoras y á los señores cate,irá-ticos por los progresos alcanzados en tan henóli-ca labor, felicitación que hacemos ezten>ic : : áles alumnas todas .

REI-6nrei :.

Ptílidos .son los rernerdna

Que de-spierlrin en el alnut.Y his hchrax qur corouatt(on cl matiz Jr Iar ese" rhaLo calutzrr dr yd ntsulrr_Las azucenas son prAidac,1 ' las perlas conque, whir•uaCilrrett mt garganta_

ha triste luna que asonerDetrrts alr negra ntonloha.

Lñmn góndolaperrlidaEn an i nar• (/it

aguas',i Ao e. la ap"';hte viajrruCont" fit. majillas, pálidaj 1 los di"mantes gtrr el Ipinmr.@St oncuro caauzo gnrtrdrt?

a£7t

Paluktsson las harjifarsQue tl hteracán rorelydrrrPrdtdan son es"s mlaxDe lns naves que sr marchrnt-1 loa ultimos atdar. rsDe los seres glfr nos amrnr.Y &r frente de nti madr,rl(ix cancioneq tl tim ldq'rimas,r Qrté ntr intporlrr, si te adoro,

T ^rfe prílida?

JuLIo N. GALOFRI :,

RomenanaSMPIEZO á escribir estas lineas enpleno campo, mientras la tarde muerey allá lejos, tras la lejana sierra azul,

qur velan y adornan nubes grises de formas ca-prichosos, el Sol—Rey de Belleza—hunde orgu-lloso su frente ele oro como cansado de darnosluz .

En tat to, cerca á mi mesa de trabajo, enun árbol vecino que la brisa mece blandamente,un ruisenor de plumas snavcs y cuerpo diminu-to, lanza al aire torrentes de harmonía delicio-sa- (' :arta. talvez pensando en su adorada y sustrinos siempre (lulcús, traen á ni¡ nlemolza elnteurrdo de una voz querida, mucho más grataá nlis oidos de admirador incondicional sincero,quo las srhrr:s del alado poetas ; 3' aunque comodiez . Ribot el¡ sus invesbig:miones sobre la me-nloríocleetiva, -'esrluorDSUCitu'laemociónhas-ta el punto de sentirla." (1) lma alegría profun-

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deL.---y- Lar eameiorsr~e r uLudmtdee Lehmmamnm n : --C. de c

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da ha provocado en nlí imaginación, larga serieele ensueilos felices

Y bajo el poder absohlto y delicioso del re-cuerdo ele esa voz apagatlay meliflua, empren-do, gozoso, ni¡ tarea do cronista, ya que, si comodijo Luis XIV : —engrandecerse es la más digna.y agradable de las ocupaciones de un rey," (1)debemos tiunbillu confesar, con ingente fran-queza, que para el que adolore de aficiones lite-rarias-llámennos intelectuales los nlodernistm-ningun ma tarea resulta más sabrosa y honrada.que el poder hacerse escuchar en épocas opor-tunas, y entro una plumada y otra, ducIIo eteuna libertad halagile£la, con frases más ó me-nos bien Hilvanadas, ofrecer á las bellas lecto-rasfigslienesEr,HERALDODELLsq•MO Romeo de-dica estas líneas el homenaje sincero de. una fran-ca admiraCión.

Al perseguir—siempre, lleno de tenacidad ybuena fe--estos fines, os pide, amables amigas,benevolencia, mucha para sus pobres frases.

111 Véase lrnnrn•Icia dr Luis 17 V. de Lém ",

LA ADMIRACION

[DEVas NOnDAIII

El escultor halda terminado ln enanm de Apolo . y +i•--pué. de haberla colocado cuidados rcentr en una cuja de r:detn .sobru nn blando Iceho du heno, cargó la caju en un e-rro )' enc:uninóec nl tnnrVlo en donde cl Dio, debla gnr.mrInsolado.

El camino por donde debla pnsnr estaba lleno de imeli <y en una de las revueltas el corro voleó, cayendo al ,aedorompiéndose in enin . despariumfindose el heno y gnedSmn•ha estatua de mármol tumbada sobre uno de loa costado . dms:vehfmtlo. EInRi .,-m . du Vie juntod su obra . conccraplat•„anonadado el estrago 1- espenúel qur Pasara alguien dr ,pelensoliettar, ayuda.

Acercó en esto d pasar un nano . eme detenlóMoso al i'do del carro su brin a contemplar m, destrozos enavdo, i c,el aceidmtc— ;aHnmfilcO . Mugnflical--exclanaG de pronto Nanimal.

Lleno de. gozo el artista Prctvncó al borrleo--Dil buen asno, ieommc te t i mi ~~-,Tu esmituat—retenmel orejudo .—EYgniéll hnbladr to

eAtatunl A lo qnc me reierfa cm :i ese hermoso y Veriamadnhuno pile veo twr tulm desparramado.

Y esto dlelendo . pósosc 5 comer dvidomemr la lrosrahlcrba .

MORALEJA

;Y ahora Preguata al asombrado vulgo qué ca lo queMalmeace admira eol las obn15 ele arte más ramOxns:

I:~s

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I3 1 Heraldo del lstrno - 55Con todos los gajes y adehalas de una gza-

tísima nueva y como pa a que entre el conju`-to árido y cansado ele `lis nomERL(NAs resalte labuena noticia de una manera admirarle, tóca-me ahora avisar el compromiso matrimonial deJosé Antonio Zubieta cola Lola Guardia.

De los últimos acenteci-vientos sociales es-te ha sido el más grat .) para los buenos espíri-tus y el más notable entre todos para aquellosque sabemos apreciar los méritos no comunesde los dos amigos, ya que ese acoute-Cimiento esvaticinio y pronóstico del fundamento próximode un hogar honrado v feliz.

Con José Antonio estreché íntimas y since-vvs relaciones de amistad en una época para mlno del todo feliz : cuando allá en el horizonte demi vida—que siempre había sido un torrente debuenas ilusiones—comenzaban á dibujarse . contoda la imperiosa crueldad de un realismo ava-sallador, las verdades terribles de la vida prác-tica y cuando sólo el afán de adquirir el dere-cho de llamarme bueno me daba fuerzas paralas luchas diarias de trabajador honrado é in-fatigable.

Laborábamos juntos en ese entónces en elMinisterio de Haeianda ;. él paca matar el tiempoótalvezcelucido por las v-,Audades de lo que eshoy el Palacio Presidencial. : yo para ganar honra-damente mi salario . En la oficina, sin pensarloél, daba una pra~ba evidente de sus aptitudes.Labor seria y fuerte fué encomendada á noso-tros en ese tiempo y allí, cerca. á la máquina,mientras mis dedos golpeaban el teclado, deacuerdo ambos, redactamos una circular quemereció aplausos del Jefe, siempre bondadoso,y fué durante esa. tarea que apreciar pude, patafortuna mía. en toda su extensión . el valer nocomún del conipailero y amigo.

Su amistad—que él no procliga nunca—siempre sincera y su cerebzo bien nutrido vati-cinio son de su mayor engrande_imieuto pirael mariana, va que sus no connmes dotes de ca-ballero, hacen de él nlerazedora la célebrefra-se: °ese es un hombre'.

Lola—hoy su prometida- es bella ; stls ri-zos rubios y sus ojos garzos me re~uerlau el tpo clási_o de una. circasiana que con plumamaestra nos describe M¡irger en uno de sus li-bros famosos y por ley atávica . por elueacióny par temperamento, su virtud—firme . comoleal es su aalistad—garantizan la dicha del ho-gar proyectado.

La verdadera felicidad del hombre bueno yde la nmjer virtuosa solo reside en el hogar ; talaseveran maestros y filósofos profundos ; paraproporcionarnos esos bienes, gua^ias muchas esnecesario poseer v méritos aquilatados ; estosles sobran á José Antonio y á Lola; yo apesarde mi incliferenria hasta. por mí mismo .- _lloconfesaré? les enviclio á ambos la dulce felici-dad de que son duelos y al felicitarlos hoy, áella le beso con tado respeto sus liudas manosde marquesa ideal y á él Me abrazo sintiéndomeorgulloso Ple estrechar contra mi pecho el de u`amigo cuya amistad sincera es para mí un triun -fo legítimo y una prueba indiscutible de queaún en el universo Inundo existe una perfectav noble lealtad .

El DISCIPULO1La1alIR WILUEj

Cundo Nam o murió, la fuente de su placer. la tazade dulce, aguas convirtióse en la riza de ingnmas amargas,y las Or(udes einieron llorando a tvlv(a da la florasm . Paracn[onnr sus cantos á la fuc .u- y us+;rle así aleáis consuelo.

Y cuando vieron une la fuente . de caza de dulces aguas'e haba convertido en mne de 1 1.orim,s amergas. soltaronlas trenzas verdes desus e:lbcilen[+ v lloraron . y dijeron S laIpem, : 'Nono.+adm euflosdeuce depl .res asila muertede'Namiso. Pues era tan bello:

'Entonce+ . Manso era brlm é'- hm;:uv :h la fuente."Quién mejorgm- t61e, c ;:b :^s''respoud :erou las Or(a-

des. Ea vosotras nunca se fi,,s ; Vero á ti te buscaba . y +otendía en tus orillas, y sus m : nula-s orlan Para tí. y en el m'pe-

jo de tus cjmas contemplaba n,, proY'.n belleza:Y la frente respond :ú: "r' yo . . . . umahaá Nnrcis.,

porque cuando so tendía ev mis orillas r filiaba sus mlrtalsen mi, vl sIempre mi vw,i :c .caer.-: retlel :índosc en sus ojos' .

Yes #

En la sabana, en donde veranea` muchasfamilias, gozando de los placeres que alabaFray Luis de León, se pasa una vitta alegre yllena de emociones atas•

Por las tardes el llano del Club se ve bas-tante coneu ri lo y las domingos ese citio viene

á ser algo así como el lugar de cita para Comen-tar al aire libre, con frase delicada, los últimosacontecimientos sociales.

La vida campestre da—por fonrtua—ciertalih :,rtad rsspAnosa y cierto s•tu. fit3 ni encanta-dor y hace tambien más francas las relacionesde amistad ; allí, mientras se raspira á pulmónlleno el aire vivificador de la tltontaIIa, pareceque los caracteres se delinean mejor facilitandode este modo el estudio de ellos ; las aficiones ylos gustos como que se agigantan, haciéndosemás palm:arios c los -méritos y las aptitudes,se, hacen más visiblesy más fáciles de analizar.

Y todo esto resulta con una naturalidad en-cantadora ; la sonrisa maliciósa del observadorsolo asoma al rostro de tarde en tarde yapenasse re-cuerdan después--en la vida ahitada de laCapital—las frases dichas con espíritu capitosoy los incidentes de los paseos sabrosísimos, pa-seos llenos de atractivos en los cuales, con fre-cuencia, determinado baile del tertulio imperaentre las carcajadas sonoras de trn entusiasmoraro y sin límites . -

No hay;püés,- en la§- abarraselsósiego deque Chooano nos habla en uno de sus famosospoemas ; pero para los espfritus jóvenes y fuer-tes, pasa los que adoramos la vida social, valemás, muchísimo más esa inquietud deliciosa yesa manera galante (le divertirse durante la es-tación más calo>osa y ab:uridora del alto, que"la vida descansada del que huye el mundanalruido en busca de lo escondida senda de lossabios'

LAS HOJAS CAIDAS

(AS6vnto)

Anita está subida en la rama de un árbol de su jardín.Está muy afanosa y llorando d la lágrima viva.En el delantal tiene un montencito de hojas secas, quese han caíd. del árbol al comenzar el otoño. En la mano de-recha tiene la aguja enhabrada.—.Qué baees . Antro' Hita que te vas á caer!—le diceel jardinero, p luego añade :—Por qué lloras%Anita contesta—Lloro Vonque esta magan, alnoel .(-dico y ie dijo á papá. que m.má estámuy mala Se lo dijomuy bolito . pero yo lo ol_ . .p después azez irá que ma-má se pondría mucamo Peor y que Daos sabe lo que suce-derá al caerse las últimas hojas 1 por eso para queno se caigan las estoy . . . . casteuño á la rama.

I1~Iediante la lecta .a (le la. epS,tola de SanPablo y demás formalidades ele rubra`, sute elaltar y bajo la rn 1 cía pedeOb 1 . y noole deCnpid han un d0 últlu,a ente su suerte y suvida el apreciable joven Euocli Adzlmes S r . y lasenorita Antonia Lluar2s, hermana de nuestrobuen amigo el caballeroso Enrique, Linares.

Para asistir á la grata ceremonia fué invi-tado galantemente el D.- rector de esta Revista,y al felicitar á los jóvenes novios EL HERALDODEL IsTajo les desea una luna de miel eterna yuna felicidad sin límites.

. t

Algunosnos atribuyen—siempre que de li-teratura ñe trata—tendencias á singularizar-nos en nuestra manera de decir y el`afán de quesolo sea una parte deternáinada de la sociedadla que nos juzgue. Creen esos, ó por lo menostal aparentan, que hay en nuestro ser todo, "unorgullo hueco de hidalguía portuguesa" y que pa-ra nosotros el triunfo legitimo solo depende dela aprobación que á nuestra tarea deintelectua-les dé—no la generalidad : ese seílor Público tanpoco dado al análisis. que diría García—sinoun grupo pequero y escogido.

Considero indispensable que toda labor dearte-fruto cerebral-sea juzgada primero porpersonas aptas para que así, cuando esa mismalabor-llegue hasta aquellos que por causas dis-tintas no pueden descubrir los méritos .y belle-zas á la primera ojeada, ya el decir de los elegi-dos les haga más palpables esas bellezas y esosméritos, como también los defectos.

Dice un sabio psicólogo francés en sus Jui.ci ns enEro el xnlon• de lao seresnciones" (1) : "Dota-dos de igual sensibilidad los hombres difierenentro sí por el carácter, es decir, que unos danla preponderancia á un deseo cualquiera que

(1) V . LóOica de la rotunfud, de Laple . par. 132.

los otros relegan á segtmda línea, y recíproca-mente. Lo mismo que clasificamos los hom-bres, según lo grueso de su epidermis, lo hace-mos segtín la naturaleza de sus predilecciones"

rIo hay, pues, que llamarnos oragullosos nifatuos porquebusquemos con firmeza el mediode agradar á aquellos que tienen, en materia deliteratura, tendencias, si. no iguales, pm• lo me-nos parecidas á las nuestras y que por motivosde talento é ilustración pueden juzgar, de modoautorizado, nuestra tarea.

Mantegazza, que el misme Lapie cita, dis-tingue tres tipos de seres humanos : °el vulgar,que no experimenta más que un mínimo goce

_ en respirar el perfume de las flores, le hallamayor en el ejercicio muscular, mayor aún en

.la audición dé una música elemental• aún más- grande en la satisfacción del hambre p la será, yvé el máxilao placer en la embriaguez alcohóli-ca . . . . ;el tipo medio, cuyas emociones se escalo-nan desde el trabajo muscular hasta el goce

- prohibido, pasando por los placeres del olfato,del gusto, del oido y la vista ; el tipo superior.que relega á último lugar los placeres de la me-sa, concede mayor valor á la música y reconoceel encanto más grande en la voluptuosidad .' - (1)

Ya ven quienes de nosotros mu muran que-no es posible escribir para tollos en lo absoluto:yo los emplazo con el fin de que con toda frau-

.quezanosconfiesen para cual de los tres gruposde queuos habla el psicólogo, escribirían ellos:porcualdeesos dupos mismos preferirian serjuzgados y cuál sé en su opinión el más apto pa-ja aplaudir ó condenar en definitiva, la tarea delos que se dedican al cultivo del arte en todasus manifestaciones.

EliMaestro de Budapesth, el sabio filósofo,llama f isteos á esos que son incapaces de exa-minar y de juzgar las ideas de los escogidos, pe-ro no los considera perjudiciales y aconseja almismo tiempo no ver con indiferiencia esa ma-sa anónima, porque muchas veces, el modo (lever de ella, en sus rasgos generales, es justo yestimable. (2)

De mí sé decir que sin olvidar el consejodel Maestro me preocupo cuando trabajo, de sa-tisfacer á todos de la mejor manera posible pe-ro más que á la generalidad- á aquellos á quie-nes dedico Iris fuerzas y mi tiempo

NoteOTRO nuevo libro de Santiago Argüello_, el

gran poeta simbólico de la patria de \Máximo Je-rez y de Rubén Darlo . Vidie al país de la deeu-dencia se titula, v es un cofre valioso que encierrajoyas de mérito . Escrito en el estilo vigoroso vcorrecto que singulariza al poeta, se advierte através de sus línea, toda la opulencia de unaimaginación fecunda, rica en fuerza y en color.Algo de él publicaremos en nuestro próximo nú-mero, de modo que nuestros lectores juzguen porsí mismos del valor inestimable de la obra.

Para Argüello nuestras felicitaciones since-ras, y nuestro a-gradecimiento por su lino ob-

sequio.

NÓ$ es grato presentar nuestro mas cordialsaludo 'a los marinos peruanos de los buques deguerra Cludaco é Iqüiios actualmente en la bahía.

-y en éspecial á sus dignos Jefes los señores Te-nientes de la Armada don Abelardo León y donErnesto Caballero vLastre.

Ojalá que al regresar á su patria lleven estosbravos marinos un grato recuerdo de Panamá,en'donde tanto se aprecia y se estima al Perú,ya que fué esa nación laiprimera de Sur-Américaque reconoció-nuestra independencia.

T(1) y . - Psicoloota del placer . de Mnncesnzza. C. de Lopié.

Mua~Mord u . Trdrdei N.iSalmeron .—Nadridel90;alentn, n .r

Page 9: Wynew- PUIP110 4 %ViTt D t-bdigital.binal.ac.pa/bdp/revistas/heraldo/heralabril1905-1.pdf · AÑO II, Panamá, República de Panamá, 15 de Abril de 1905. NUM, 31 EL, HERALDO DEL

El HEraldo áEl Istmo - 56RICARDo PALMA, el gran maestro de Lima,

honra del Perú, de América y de la raza latina,nos ha enviado como obsequio valioso su retratocon amable dedicatoria, y dos de sus obras : Poe-.ías es la una ; Papeletas Lexíeogrdficas, la otra.Nuestra deuda con tal motivo, para con el granliterato autor de Tradiciones peruanas es in-calculable y nuestra gratitud no le va en zaga.Pronto, muy pronto, honraremos las columnasele esta Revista con el retrato de nuestro grandey noble amigo, que por mas de cincuenta añosha rendido tributo valioso á la literatura cas-tellana .

M

PROCEDENTES de las orillas del Guayas hanllegado á esta ciudad las señoritas Delfina y Otil-da María Fernández, acompañadas de su herma-no don Gonzalo . Vienen las señoritas Fernán-dez á la tierra nativa después de algunos años deausencia y grato nos es con tal motivo presentar-les nuestro cordial saludo de bienvenida y el ho-menaje que EL HERALDO DEL IsTmo rinde á susbellas prendas físicas y _morales.

COauENZA á visitarnos Actualidades, revistailustrada de Lima. Los números que tenemos ála vista, llenos de excelente material y de gra-bados notables y de acuerdo con el título de lapublicación, nos hacen formar de ella el mejorconcepto y considerarla como una de las primerasrevistas ilustradas que se publican en América.

JULio N. GALOFRE, el joven poeta de las ori-llas del Magdalena, es hoy causa de duelo paralas letras americanas . Su potencia intelectual,por causas que hasta nuestro conocimiento nohan llegado, ha decaido . En su cerebro se hahecho la noche; la mas espantosa de las noches,y en la inconciencia, ese mar sin límites, ha nau-fragado su intelectualidad . Hondamente con-movidos, y como una muestra de cariño por el com-pañero que cayó vencido por los hados adversos,publicamos hoy su retrato y unos versos suyos,

- los primeros que á mano nos vinieron de los mu-chos bien sentidos y mejor expresados que for-man el tesoro del náufrago.

DEsDE la Habana eñvía nuestro distinguidocompañero Manuel S. Pichardo, Director de ElFígaro, á la Redacción de esta Revista un ejem-plar de Arpas Cubanas, valiosa antología de poe-tas nuevos de Cuba que con sobra de buen gustoha editado La. Moderna Poesía.El envío lo hace Pichardo en nombre de lospoetas que allí tienen un sitio, y al agradecerlesmuy de veras el obsequio les anunciamos un jui-cio~del libro, que para el próximo número nosofrece nuestro compañero Alejandro Dutary(Romo )

CONTRA de la cersonaanía tan extendida hoyen los países latino-americanos, se rebela nues-tro amigo L6pez-Penha, según puede juzgarsepor el párrafo que de una carta al Director deesta Revista tomamos, con permiso del autor deella :

"Esta manía de versificar que á usted tantole espeluzna y que parece ser el castigo impues-to por algún demonio á la juventud de por acá y(en secreto) de toda la América latina, provienede los naturales malos hábitos políticos y socio-lógicos de esta raza . ¿Razón por qué se tonteatanto en verso? Pues, mire usted: porque, pri-meramente no reclama estudio alguno, ni senti-do común; apenas un ligero tic poético : de neu-rosis é histeria otro poquito . No cuesta nada : esuna forma de orquestación mecánica que conciertas condiciones de sensibilidad, ó mejor, di-gámoslo de una vez, cierto instinto de simula,ción, se aprende fácilmente . Total: se lograá poco esfuerzo figurar en cierto modo . So-mos tan amantes delfar mente, del vivir sin tra-bajar, que esto también nos halaga porque nopresupone gaslo alguno : cuando más, allí está, labolsa ríe los demás. En suma, que no pudiendo a-o-bar otra cosa se roban. las ideas y las formas. Latendencia de estos pseudo poetas es á una formade parasitismo moral : como los piojos necesitanalgún cuero cabelludo donde hacer su habitación.Mientras que la prosa presupone esfuerzos. Hayque pensar ' .

-Abundamos en las mismas ideas que pone de

manifiesto el buen amigo y notable intelectual.Seguramente la pereza es uno de losgrandes ene-migos de nuestro proggreso . Sin ella, cuánto nosería dable realizar á esta privilegiada raza la-tina, la raza fuerte si el pensamiento ha de estar,iempre por sobre toda otra facultad humana.La herencia árabe hace sentir aún su influenciaen no,otros á través de los siglos, é incapaces detono lo 9u, signifique esfuerzo 6 constancia, so-mos- tomados en globo, conto engranajes acab_-d,~ que n) funcionan pm- falta de aceite .

"UN poeta, dice Rufino Blanco Fombona, es Hugo, se desata en lírica indignación cuando. enun temperamento que vibra hasta ciertos leves - el remoto é ignorado rincón de un país ignoradoimpulsas de que muchos seres no se dan cuenta, } remoto, alguna mano de César oprime 6 apuña-y que sabe traducir esas vibraciones en encanto . lea el seno de la Libertad. Cervantes y Rabe-Así pues, mientras los impulsos, las causas lais mueven á risa ; Esquilo y Shakespeare . c -externas, sean las mismas, mientras el mundo no panto ; Luciano ríe de los dioses de Homero ycambie, los poetas conservarán cierto aire de se- Voltaire de la fe religiosa de Calderón . Per) nomejanza entre sí, llegando en ocasiones hasta la es fácil que un poeta de ahora se parezca á !Ic-coincidencia . T como el mundo apenas se trans- siodo, por ejemplo, poeta que corresponde á -,traforma poco á poco, poco ápoco se transforma el modalidad de civilización, y sf puede coincidir,arte, aunque pueda tener múltiples manifesta- aun sin propósito deliberado . con Shelley, l lum,ciones en una época dada . El triunfo de la ju- Fóscolo, Verlaine, Uhland, Casal ó Campoa .nor.ventud, del vino y de la rosas, puede inspirar,como ha inspirado, poetas de Grecia y poetas de Sólo que, siempre será el mayor poeta elPersia . Pero el temperamento de cada poeta más original . Mientras no se logre obtener unacuenta poralgo . Así las mujeres que hacen reír . originalidad, aunque sea relativa, no se debo e,-á Quevedo, amargan á 1,Iusset, desesperan á Hei cribir . Más vale emplear el sentimiento arti-ti-ne y matan á Acuña . Un poeta, Baudelaire, se co que se posea, en comprender y gustar á lospasma de voluptuosidad al olor de un viejo fras- maestros . Por eso yo preconizo el placer, ran, yco donde hubo un perfume ; y otro poeta, Victor generoso, de la comprensión, de la admiriici,S!,,"

RECREACI®NES INTELECTUALES46 . 4-SALTO DE CABALLO

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bre re- nas 11 tan- to. bí : bas te de- e¡- afee- rian ; en

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ha-

Las soluciones que sean echada, par <IeLq¡., .1,la pue>•ta, estando cerrada la Tipografía, i, ..tomarán- en consideración.

Soluciones del Número anterior:434—E1 color está. en los ojos ;—la música en

los oídos:—en el paladar el gusto,-y en ti mimayor cariño.

444—Que así comO se derrumba—el árbolmas gigantesco—cuando deja de afluir—la saviaá su tronco seco,—así también las naciones- -sederrumban con estruendo—cuando falta el pa-triotismo—que es la savia de los pueblos.

454—Alimentos.Obtuvieron premio; por la 43$ BaldomeroTarté D.- por 1a444Ladislao Sosa ; por la 454 Jo-sé Anibal Gonzales.Enviaron soluciones además:De la 444 : José Guillermo Batalla . Ramón

Noriega y Leoncio Tascón.De la 454 : Guillermo Batalla.El seíii or Miguel Cucalón, de Guayaquil,

nos ha enviado soluciones á los números 4U41 y 45.

474 FRASE CÉLEBRE:ESOCADYLENOVIDS

Formar con estas letras una frase célebre.original de un Jefe bárbaro de la Europa Cen-tral, y dar el nombre de este Jefe y la ocasiónen que la pronunció.

434 CHARADAS COMPRIMIDAS.1—Llave—Verbo—Nota2—Nota—Letra-Nota3—Nota—Letra—Nota4-%rota—Nota—Nota—Nota .

M . C.Las-primeras soluciones que recibamos de

estas Recreaciones, serán premiadas con las si-gUientes obras:

464—Placeres Viciosos, de Tolstoy47 4—Polil,-ucld-a, de Tolstoy484—Irán el Imbécil, de Tolstoy.Las soluciones deben remitirse á la Tipo-

grafia Chevalier, Andreve cú C4. un día despuésde la salida del periódico, en cubierta cerradadirigida al Director de la Revista.

.SOLO ADMITIREbIOS LAS SOLUCIONES QUE NOSi;Nl'?^N, FIRMADAS, NUESTROS SUSCRITORES.

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POLLETIN DE "EL HERALDO DEL IS7 MO" - 7

Blanca de VarellesNOVELA Oe PASIÓN

-- eam DE JEAN DE LA HI)?E wom. --Traducción de EVE14ARDO VELARDE

CAPITULO SEGUNDO.

I1

Omnia curcit Amor.

V>xcn,>o.

(f . ine Jiuuurirín ).

mano una delgada pero fuerte caña de em-puñadura curva.

Jacobo y Blanca formaban así una pa-reja pintoresca y encantadora en donde lavaronil robustez del joven hacía un harmo-nioso contraste con la gracia ligera de laniña. Habría podido tomárseles por dosrecién casados, tru isács convencidos, em-pleando su luna de miel en trepar por lasmontañas con la esperanza de encontrarsitios solitarios y sombríos en donde losbesos son más dulces y más fuertes y es-trechos los abrazos, en donde todo, hierbas,plantas, árboles é insectos, gorjean eternascanciones de amor al unísono del rumormisterioso de los arroyos púdicamente es-condidos bajo abrigos de musgo.

Delante de la iglesia de Baillaury, vie-ron el perdiguero cargar su asno con ca-nastos que debía llevar de Coiliure llenosde provisiones para el presbiterio, en cuyotrabajo su mujer Dolores lo ayudaba.

—Vamos, Juan Bautista, traanquilízate !dijo ella á su último hijo, de cinco años deedad, gracioso como un amel y rubio comoel trigo, que con grandes gritos corría al-rededor de su papá y de su mamá, desli-zándose por entre sus piernas, dejándosecaer y volcándose por entre los cascos delasno, y jugando al escondite con Neptuno,un gran perro negro que hacía-resonar todoel caserío con sus sonoros ladridos . Blan-ca se aproximó suavemente al grunu y,agarrando á Juan Bautista por detrás . lolevantó y díjole:

—Cogido'

El mPio redobló sus risas y agitandosus piernecitas:

--Débame, déjmm w , niña! yoqureroqueNeptuno me encuentre - . . -

Lejos de ponerlo en tier r a, Blanca loapretó más abrazándolo muchas veces.Después lo sentó sobre sus bravos, en don-de permaneció quieto. Blanca se sentíapresa esa mañana de una inmensa ternurapor ese niño de piel satinada y odorífera,como un melocotón, y que posaba con unplacer singular.

—Qué criatura tan linda! es un que-rubín !

Y lo hacía saltar, con gran gozo de Nep-tuno que ladraba dando brincos alrededorde ella-.

Apoyado en su bastón, Jacobo, desdeel principio de esta escena., permanecía in-móvil á algunos pasos . Yendo Blanca ádepositar otro beso sobre las frescas meji-llas del encantador niño, el joven avanzóbruscamente, agarró á Juan Bautista porla espalda y lo arrancó con brutalidad delos brazos de Blanca.

—Dejadle! murmuró.

Y luego, engíendo la niña por la . mano:

Marchemos !

Sorprendida de esas maneras no acos-tumbradas, Blanca siguió dócilmente á suamigo. Cuando ya se habían apartadoalgo :

—Mas, qué teneis Y dijo ella.

Jacobo no respondió. Sombrío, con lamirada tosca, caminaba, tronchando á bas-tonazos las plantas de adormideras que bor-daban el sendero . . . . Dolorosamente afec-tada por ese silencio y esa cólera, Blancano pudo contener las lágrimas que brota-ban á sus ojos, y las dejó correr por susmejillas . Jacobo, alzando la cabeza, vióesas lágrimas, se detuvo, tomó las manosde la niiia, las llevó vivamente á sus labiosy exclamó:

—Blanca, perdón, perdón, os lo supli-e0. . . . Mi brutalidad os ha hecho daño . . ..pero no me culpeis ; no sé como lo he he-cho . . . .Escuchadme, abrazábais ese niño, yme ha parecido que le amabais . . —Blanca,despuéS del señor de Bisson-Chantal yo noconozco ni amo más que á vos, y he pensa-do: por qué ama ella otro que no sea yo f

Acaso necesita de la ternura de un extra-no-' . . . .Esto es estúpido, es tonto, conven-go! Pero yo soy así . . . . Educado por vues-tro padre que me ha hecho comprenderbien los libros griegos y latinos, pero queme dejaba vivir la existencia de los anima-les del bosque, durante las horas que noeran de estudio- . . .yo no sé (>enItar lo quepienso, ni dominar mis impulsos . . . . Si esmalo lo que he hecho, me perdonais, de-cid? . . .

Y su mirada era tan dulce, tan supli-cante, su voz tan sincera y emocionada, queBlanca se sintió conmovida . . . . Quiso saltar,d cuello del joven, pero el pudor la contuvo.Lo iniró solamente con bondad y dijo :

=Podo eso, Jacobo, es celos . . . . es feoser celoso, pero os perdono

Sus ojos se alegraren; los dos echáron-se á reír, diéronse las manos, y sin pensarmás en el incidente, continuaron la marchaun momento interrumpida.

III

El camino que tomaron Jacobo y Blan-ca, descendía la montaña de Baillaury dellado opuesto á Colliure y seguía inmedia-tamente un profundo valle en dirección á.España . A lo largo, un angosto río corría,formando numerosas cascadas . El sol noestaba. aún muy alto, y la sombra del mon-te Madeloch, que, inmenso, ocultaba á lavez á Colliure, Puerto-Vendres y Bany uls.se extendía sobre todo el valle esparciendouna dulce frescura que las plantas, las flo-res y los árboles, embalsamaban. Los dosturistas caminaban con paso largo en el li-gero vapor que se elevaba del sol, sin ha-blar: Jacobo entregado á sus pensamien-tos, Blanca seducída por la belleza del pai-saje y la calma de esa mañana de verano.Ala izquierda se destacaba Madeloch consu torreón redondo, edificado, según dicen,por los moros de España : á. la derecha, lamontaña de las Abejas, menos escarpada. ymás frondosa . En parte cubierta por en-cinas no era toda roca como en la . cima, endonde el sol hería. con sus rayos grandespiedras lisas, perpendiculares, relucientescual espejos de acero . Ante ellos, en fin,veíaseel boquete, cada. vez menos sombrío,del valle, limitado hacia el fondo por la ca-dena. de la. Torre del Meáiodía, con sus al .querías, grises y negras, de aquí y de allá.sobre las riberas del río, de techos rojosmanchados de verde de donde se escapabanesbeltas columnas de humo que subían ha-cia. el cielo azul . A lo lamo, muy lejos, ha-cia el Oeste, medio oculta, la luna se mostraba, pálida. y fugitiva. ante el sol.

—Mirad ! dijo de pronto Jacobo.

Por sobre la cúpula -le la torre de 1VIa-deloch, el sol aparecía, arrojando sobre elvalle la alegría de su luz y del calor. Cualniños, ála aparición de un espectáculo lar-go tiempo esperado, los dos jóvenes batie-ron palmas.

—Vamos á pasar por una barraca que en -contraremos muy pronto . Allí hará fresco,dijo Jacobo . . . . Y llegaremos al pié de lamontaña, cerca de un pequeño manantial

(Oon till aarrf) .