mas avanzada
a se
confimdir hechos Jehacientes con creencias
a fin de darle un giro copernicano a nuestros
271
todo un reto
Hombre en armonia con natura
Bruno Jacomy recoge en dos cuestiones 10 que se de fa
ciencia, a1 referirnos al fen6meno de la Jacomy 10
siguiente40: En este final del sigl0 J\..,'J(, vlve tecmco tan
profunda como las del medievo y fines del siglo la nueva era de una
sociedad creativa donde la inteligencia activada por intensas
lIegani a ser la verdadera materia prima una renovaci6n (,0, por el
contrario, estamos asistiendo a las ultimas en plena
decadencia que en unos anos culminani con el la civilizaci6n
occidental, como presienten muchos el
.....HI..'"
juego de los dos principios centrales de la
as! como tambien la esencia del malestar cultural a su vez otra
pregunta: (,Acaso es factible el nexo entre Sl Por
via metaf6rica stricto sensll. En efecto,
de su epoca para elaborar su teona
halla la tecnologia de la maquina vapor y la en muchos
conceptos. Existe material la caudal de un fluido
(la libido), entre otras cosas. en un suefio
como una valvula la libido, como en la de una maquina
vapor. valvula deja ....,....UIJ'..... el vapor con un Sl
la presion excede de cierto valor. Cuando la perdida los
suenos dejan escapar ese exceso en forma caso, son
metaJoras tecnol6gicas. Segiln Sokal y la sospecha de que la
40 JACOMY. Bruno. Historia de las tecnicas. Buenos Aires: LAJ''''''''''', 1992. P 318-319. 41 T.t>,RT, Charles T. Afuitiple Personality, Altered Stales and Virtual The World Simulation Process Approach. En: http://,,.,y\\, 22 p. 4: SOKAL y BRICMONT op. cit.. P 28.
272
funci6n analogias y en clenclas es ocultar los de 1"'",U""_'"
de teorias mas que refuerza Bunge43 al precisar la indole rnitica e inmaterial
cuyo
Freud,
metaf6rico es el de un cura policial. se ve la esencia de la
DOllde advenir. Morin al
que la misma no implica esfumaci6n ello, sino el ascenso del En una palabra, no
se pueden eliminar instintos, como tampoco al Pero, es factible~ en pnnClplO,
supery6 a fuer de su que anota Frida , un yo
transfonnado y robustecido en lugar del yo debil y servil de la descripci6n freudiana,
transfonnaci6n factible~ prosigue Frida, desde la ciencia y la acci6n orient ada por el
conocimiento idea de Frida en tanto de una
de edad mental. una labor cultural titanica, pero posible. As!, se alcanzani la
conciencia y tendril. lugar una conducta racionalmente organizada para eJ
mediante la mutaci6n Otro reta para nuestros
el malestar cultural.
educativos. m<'Vllcn
Sl se Tn,"nn"r",r en
malestar va de la mana con la de la existencia sujeto, reflejo es el
principio de incertidumbre moriniano, esto es, la azarosa una
demonios biblicos en cada hombre, amen de su vaiven entre todo y nada. nusmo,
tampoco cabe sustraer a tal los principios morinianos de exclusi6n, inclusi6n e
a su intimo nexo con la funci6n cultural de las
relaciones entre los hombres, las que, a su vez, Freud inc1uye entre las causas de
sufiimiento. po cas he aqui la sintesis la trama de Ja marayil10sa novela de
Michael Ende, La hisloria imermil1able.f5, cuyo leitmotiv es la encamaci6n de la nada en la
de la con el cultural. Desde una humanidad
SIn fantasia se sume en la alienaci6n, cuya antitesis es Ja ciencia en tanto curiosidad
organizada, fantasia encausada hacia la busqueda la verdad, y cuya expresi6n es la
eliminaci6n del supery6 pues, como las
Mario. EI euemo de la de los recuerdos. El Colombiano. Dominical. j\fedellin: jun. 1995); p 10.
Frida. Amj/isis eririco de la noeion de personalidad. BRAUNSTEIN, Nestor et at Psicologia: Jdeologia y ciencia. 9 ed 5.1.: Siglo ~ 1983. P 299-326. 45 ENDE, MiGhael. La historifi in1erminable. Buenos Aires: Alfaguara, 1988. 419 p. 46 CALAPRICE, Alice. Einstein entre comillas. Bogota: Nonna, 1997. p 191-192.
273
motivaciones mas fuertes conducen al hombre al arle y ala ciencia es la de eS('Xll1ar de
fa vida cotidiana con su dolorosa tosquedad y sombria <:nl-'r/lrH~.n escapar de los grillos
y cadenas de nuestras propias cotidianas... Un bien y jinamenle
afiora escapar Sll personal elltrar ell mundo de la percepcion
objeliva y pensamiento. Precisamente, los origenes del pensamiento cientifico en la
antigua Grecia muestran tal reflejado en la acotaci6n que hace Morin acerca la
comurucaci6n en dicha al el ciudadano y la democracia, esto
es, el contraste entre realidad y del poder establecido. con
tal Argl'Ar de la ciencia, destacando que no fue un proceso subitoo que requiri6
un mileruo consolidarse merced a la hegemonia de la una epoca de intimo
nexo entre y sefiala . En es e] nucleo 10
propuesto por Rifkin y Howard-l9, mas en modema gracias al potente auxilio de la
termodinamica y sus principios. Sefialan dichos autores la actual sociedad industrial ha
marchado por la senda inspirada por el pnmer la tennodimimica, esto es, la
visi6n un mundo con recursos y un planeta con capacidad de absorber
del espectro variopinto de actividades antropogerucas son
tozudos y han echado por tan insensata visi6n, por 10 la alerta de y
Howard sefiala la necesidad imperiosa del a un de sociedad basado en el
principio la entropia). estan
ideados para
satisfacer las
una sociedad pensada a su yez para
de una base energetica no renovable. Confor-me a\"ance la
hacia una sociedad de nuestro concepto de educaci6n y
se vez fin, la se en el
porque que en el como de las cosas. hombre contra natura r'Pfl,pr" su
al de hombre en colaboraciol1 COli nalllra, y el proceso educativo reflejara este cambio
fundamental. AI el actual, aisla a los estudiantes del
mundo durante 12 6 16 afios, en un
henneticamente cerra do y aseptico, la orientaci6n educativa de el
op. cit, P 3 ..B-3~~. 48 • op. CIt.
49 RIFKIN, Y HOW.4.RD, Ted. Entropia: Bacia el mundo invemadero. Barcelona: Urano. 1990. p 189-198,266-269.
274
aprendizaje con la experiencia cotidiana del mundo. En fin, baste decir que los diagnosticos
de Rifkin y Howard alarmaron en su momento a los congresistas estadounidenses. Ahora
bien, (,que estani esperando la humanidad para reaccionar antes que sea demasiado tarde?
En este sentido, Paul Kurtz, profesor emerito de filosofia de la Universidad de Nueva York,
destaca la necesidad de la reforrnulacion radical de las religiones clasicas si quieren ser
relevantes en el futuro . Se precisa construir una etiea plmletaria para el siglo XXI que
recoja 10 mejor de las tradiciones antiguas, pero que sea humanista en cuanto al enfoque y
naturalista en cuanto a los fundamentos. En consonancia con el discurso de Geertz, Paul
Kurtz expresa 10 siguiente: Que los seres hwnanos recono=ean que todos somos miembros
de una soeiedad planetaria y que neeesitamos traseender lasfronteras ernieas, naeionales,
religiosas y elllturales. Ale enea71taria ser testigo de la formulaeion de una nueva carta de
dereehos planetarios que inc1uya la apreeiaeion de que todo ni110 tiene dereeho a saber.
£s/o exige el reeonoeimiento del me/odo elentf[ieo como herramiema de ese
conoeimlent050.
A esta altura, vemos que el concepto de humbre en armonia con natura se imbrica con el
de coexistencia multicultural, 10 que, en el fondo, implica asociar 10 atipico, 10 singular, con
las prescripciones del segundo principio de la terrnodinarnica. Para el caso, aplicado a los
sistemas sociales. En efecto, por ser una sociedad humana un sistema altamente alejado del
equilibrio, entendido este en tanto muerte, esta sometida por fuerza a una autoorganizacion,
10 que conIleva la genesis de elementos estructurales interconectados. En otras palabras, 10
estructural entrana Ja diferenciacion, por 10 que 10 uniforrne tiene que ver mas bien con el
estado de equilibrio, con la muerte del sistema. Asi las cosas, hay logica en el tone
quejumbroso de Morin, Jimenez y Geertz en cuanto al uso de la dalla niveladora en el
mundo actual, por 10 que los desajustes result antes solo pueden reflejar falta de
homeostasis. Sin embargo, no hemos necesitado abjurar de la ciencia, su metodo y filosofia
para llegar a la rnisma meta, con 10 que se reafirrna 10 planteado antes, esto es, la ciencia se
comprende mal y torpemente gracias al desconocirniento craso de su rustoria y esencia,
amen del abatirniento del rigor intelectual de los pensadores involucrados. Por 10 que el
pesirnismo apocaliptico de Jimenez en cuanto a 10 utopico de la patria ideal del hombre, la
50 MARTINEZ" . -I,op. clL p::, .
275
naturaleza, no es para tanto si la refonna educativa planteada por Ritkin y Howard no cae
en saco roto . Y tal refonna caminani siempre y cuando el pensamiento cientifico pristino
oriente la fonna de ver el universo del hombre de la calle en su adquisicion de mayoria de
edad mental. Pero tengamos un poco de paciencia, pues, al fin y al cabo, la ciencia solo
tiene cuatro siglos; la supersticion, muchos miles de afios. Aun no ha desarrollado nuestra
especie la sed de conocimiento.
La precision anterior en cuanto a la esencialidad de 10 singular nos conecta de nuevo con
Geertz tras un olvido, solo aparente, de su discurso, el cual es optimo para cerrar este
ensayo que nos ocupa. Se aprecia con facilidad, merced a todo 10 previo, que hay sensatez
en la postura de Geertz en cuanto al descarte de la concepcion estratignifica del hombre y la
cultura a favor de una \;sion sintetica, a tone con la propuesta del pensamiento complejo de
Morin, amen del enfoque de Jimenez a proposito de la imbricacion de los diversos ni\'eles
de la identidad en un juego dialectico. La negacion de Geertz sobre los universales
culturales es un reflejo del principio de entropia aplicado a sistemas sociales altamente
alejados del equilibrio en una situacion homeostatica, puesto que tal universalidad evoca el
equilibrio, la muerte. De esta manera, Geertz apoya la posibilidad del conocirniento sobre
hombre y cultura desde el estudio de situaciones particulares, merced a su enfoque de
programas clllturales, inspirado en la cibernetica, la teoria de la infonnaci6n, la neurologia
y la genetica molecular. Eso si, no olvidemos los riesgos inherentes al uso de metaforas y
analogias. Bien 10 dice Tart)], todos los modelos en el mundo de la ciencia son
terriblemente convenientes, pero asi mismo peligrosamente engafiosos. Y 10 malo esta en
enamorarnos de nuestros modelos . En todo caso, la propuesta de Geertz e\'oca la de
Vygotsh.--y, quien decia que aqllel que pudiera desclIbrir que es lIna dIu/a "psicologica '.'
el mecanismo que produce incluso una sola respuesla- podria con ello enCOI1/rar la clave
de la psicologia como 1111 {ad052
. Si bien hay riesgo con los excesos del simbolismo, como
alerta BungeS3, llama la atencion que la hip6tesis de Geertz en cuanto a la rei at iva
simuItaneidad de las evoluciones biol6gica y cultural encaja con 10 planteado por Arsuaga y
51 TART. op. cit. 52 VYGOTSKY. Lev S. £1 desarrollo de los procesos psicol6gicos superiores. Barcelona: Critica. 1996. p 27. 53 BUNGE Mario. EI culto del simbolo. En: £1 Colombiano, Literario Dominical. Medellin. (26, abr. 1998): p 12-13.
276
colegas con motivo de sus investigaciones recientes en la Sierra de Atapuercas4 En efecto,
postulan estos que la raza de ero-Magnon extennin6 a la de Neandertal merced a la
posesi6n de una capacidad simb61ica de la que carecia esta. La versi6n cinematogritfica de
Lord of the Flies es ilustrati\'a al respecto, esto es, los mozalbetes que la protagonizan dan
rienda suelta, pero con coherencia, a su agresividad al desaparecer por un tiempo el supery6
a fuer de su inmaterialidad. Forman hordas y construyen sistemas simb61icos. Es
significativa la escena final de la pelicula, cuando los salvajes mozalbetes se toman, como
por encanto, en d6ciles cnos ante la subita presencia de los marines estadounidenses,
representaci6n misma del supery6 cultural freudiano. Asi, los mozalbetes recuperan, en
cierto sentido, su humanidad. Parecida cosa se ve con el fen6meno del hooligallis1710. En
palabras de Geertz55, Ilegar a ser lmmano es Ilegar a ser un indil'iduo, y Ilegamos a ser
individllos guiados por esquemas cultllrales, por sistemas de signijicacioll historicame1lfe
creados en virtud de los cllales formamos, ordenamos, sllstellfal170S y dirigimos nllesn'as
vidas. Ahora bien, en rigor, hay que hablar de un juego dialectico entre individuo y
persona, puesto que el individuo puro no existe. En efecto, senaJa Dubos56 que
individualidad es conl'ertirse en mas que ser, una estructura en constante evoluci6n hecha
de caracteristicas heredadas y ad qui rid as, que se incorporan a la totalidad del ser organico.
En esencia, Dubos y Morin coinciden, pero Dubos es mas claro. Mas aun, la etimoJogia
redondea tal distinci6n. EI vocablo indil'idllalidad tiene la misma raiz que indil'isible e
implica una organizaci6n tan bien dispuesta que la salud e inc1uso la viabilidad se yen
amenazadas SI los diversos constituyentes se separan. En cambio, el vocablo persona
parece derivar de un yocablo etrusco cuyo significado era mascara. En las sociedades
arcaicas, las mascaras y vestimentas se utilizaban para denotar el lugar 0 funci6n del
individuo en el grupo social. As], la persona conlleva carga simb6lica
Por su parte, el tennino artefacto cultural, usado por Geertz en alusi6n al hombre, suena
parad6jico a la luz del discurso de Dubos, puesto que entra en conflicto con la dialectica
individuo/persona, esto es, tal termino, aplicado al ser humano, es peyorativo. De hecho, las
54 http://atapuerca.geo. ucm.eslintro _ sp.html. 55 GEERTZ, op. cit. 56 DUBOS, Rene. lndividualidad, personalidady colectividad. En: Un dios interior: EI hombre del futuro como parte de un mundo natural. Barcelona: Salva!, 1986. p 63-76.
acepclOnes Real Espanola artefacto muestran que este
vocablo una connotaci6n mecanicista por ende, con se Ie hace
Juego a1 neVv1.onianismo dieciochesco, que cuestiona al conuenzo de su ensayo.
sea menos a juicio de esto escribe, del hombre como
estructura disipadora Cldlural, que este tt~rmino a tonG con la termodinarruca
de procesos irreversibles altamente aJejados 10 que el humano
es un ejemplo sublime. Asi, se individuo/persona e, la
se entre hombre y cultura. tiene sentido que el hombre se crea a si
rrusmo, creaci6n que pef\ivinl si la cultura el paso decisivo a una segunda
ley en el sugerido por y Hmvard. 10 contrario, la cultura se aniquilara a Sl
sobre y Ozer6n a
la preponderancia de Fenicia, 10 que Ie daria basamento a la de
que yo ello si de amortiguar el malestar en la cultura se
trata. S6Jo S1 adquirimos una mayoria de mental, podremos sobrevivir a nuestro
277
278
18. PARADOJAS EDUCATIVAS Y SU SOLUCIOS DESDE U1VA PERSPECTIVA SEMIOLOGICA-CULTURAL
"Parte la especie humana del i11stinlo para /legar ala cOllciencia; de la imitacion hacia la alita-ex presion; de la edllcacion hacia la cultura ".
(Fernando Gonzale=/.
Las paradojas aparentes suelen ser consustanciales al acto educativo, mal comprendido
como el solo por la gran mayo ria de los docentes en los diversos niveles de la educacion,
amen de los administradores educativos. Tal estado de comprension deplorable ha sido
desde siempre causa de entuertos y desaguisados que no han hecho otra cosa que generar
baja calidad en la educacion, expresion tipica de la generacion de entropia en sistemas
sociales con el consecuente malestar cultural. En esta perspectiva, de la mana de Francisco
AJtarejos Masota2 y !-.fichel de Certeau3 como nuestros cicerones, abordaremos la
resolucion de ciertas paradojas aparentes significativas en el sene del acto educativo, tan
vilipendiado hoy dia por autodenominados docentes que eluden la muy noble tarea de
contribuir a la pervivencia cultural merced a la formaci on de nuevas generaciones, elusion
manifiesta al socaire de puestos burocraticos las mas de las veces .
Como tesis fundamentales de ambos autores, se distinguen sendas paradojas aparentes . En
cuanto a Altarejos, 10 paradojico, a primera vista, consiste en la aparente inutilidad de la
ensenanza en vista de que solo se aprende 10 que ya se conoce, puesto que no puede
aprenderse si no se conoce. En el fondo de tal paradoja subyacen las ideas neuraigicas de
1 GONZALEZ 0 .. Fernando. Los negroides. 5 ed. Medellin: Uruyersidad Pontificia Boliyariana, 1999. p 72. 2 AL T AREJOS MASOT A, Francisco. Dimension simbo/ica del acto educativo. En: Anuario filos6fico (Universidad de Xal'arra). Vol. x"VII, N" 2 (1984): p 9-29. 3 DE CERTEAU, Michel. Dar 10 palabra: Experiencia pedag6gica. En: La Soledad. Bilbao: DDB, 1967. P 119-137.
279
Platon, San Agustin y Gusdorf. En todo caso, Altarejos, a modo de conclusi6n de su
ensayo, deduce que tal paradoja es tan solo una ilusion, un espejismo. Por su parte, de
Certeau plantea otra paradoja aparente a proposito de 10 que parece ser la inutilidad del
educador en el conte>..'1o actual caracterizado por el auge inusitado de los medios de
comunicacion de masas, paradoja sugerida, en principio, por la tension dialectica entre
tradicion y revolucion4 De todas formas, segUn concluye de Certeau, el educador tiene una
responsabilidad en 10 tocante a redirnir de la alienacion a ingentes masas surnidas en la
oscuridad, de 10 que un ejemplo sublime es Vygotsky segun se vio en el respectivo capitulo
de este libro. Por 10 demas, ambas paradojas tienen que ver entre sl, 10 cual no es
sorprendente, puesto que los ritulos respectivos de ambos ensayos sugieren tal nexo por la
via de dos parejas de terminos, a saber: dimensi6n simbolica-palabra y acto educativo
experiencia pedagogica.
Por 10 pronto, centremos la atencion en AJtarejos. La supuesta paradoja por la que el
maestro no puede revelar nada. dado que la revelacion s610 es factible para aqueI que ya la
posee, no es otra cosa que una version particular de la mayeutica socratica, si bien con una
formulacion mas provocatiya e insolente, educativamente hablando. He aqui el inicio de la
respectiYa argumentaci6n., y en el que se capta un primer traspie. En efecto, Altarejos alude
en esta parte al episodio de Socrates y el esclavo de Menon, en el que este "construye" el
teorema de Pitagoras, habiendo hecho Socrates las veces de partera de tal conocirniento.
Ahora bien, en este argumento no se alude a la historia del esclavo, esto es, como tal, a fuer
de la naturaleza del modo de produccion esclavista, genuine cancer del mundo antiguo,
estaria constantemente dedicado a las \,ituperadas labores serviles y mecanicas, genesis
nusma de la ciencia. Acaso labores afines a la agricultura y la construcci6n de
edificaciones. De facto, la geometria tuvo un origen erninentemente practico. Su etimologia
es harto elocuente: medicioll de fa tierra. Asi, (,que de extra no tendria el que un esclavo
hubiese inferido un resultado de la geometria merced al contacto cotidiano con el mundo
material,) De facto, Carl E. Sagan destaca el surgirniento del pensarniento cientifico en las
4 Com;ene aclarar que, en ouos autores, en lugar del vocablo revolucion, suele emplearse el lennino innol'Gcion, acaso a raiz del nen;osismo que suscita el primero en no pocas personas.
comunidades cazadores Aun
esclavo, poseedor de una corporeidad, tiene una biblioteca
la maneJa un aprapiado por su
azaraso de evoluci6n biol6gica. 0De que otra
abejas hagan gala de un conocimiento
no se olvide
en su :\DN,
merced a un
permite ubicar
280
el
a
y
de
alimentaci6n y construir panales')
conte:\1;o actual del supuesto
suma, el traspie antedicho consiste en el transplante al
conocimiento en un mundo ideal, ajeno a1
traspie que resalta ante el hecho patente que la humanidad conoce todavia bastante el
cerebra y la
conocimiento suene
los fen6menos de conciencia. Acaso el ideal
la Plat6n. 00 acaso el cuento
de la reencarnaci6n a de determinados procesos educativos?
todo caso, pese a la objecion previa qUlen esto inc61ume y
la en tanto sustento de Ie r\TrorO'"
valor a los que la denotalL los lingiiisticos en especial un pnmer
el papel
de la
nexo con el ensayo de !vfiguel de gUlen en pnmera
central en tanto la palabra a sus en el
se enmarca en el ambito de la
con detalle 10 atinente al simbolo. tras
dedica buena parte 10 rest ante de su ensavo al
analisis correspondiente a la dimensi6n simb61ica del acto educativo, con miras a la
dela
con rigor, 10 se
Hasta donde cabe decir. dicho autor
par definicion
por definir, en esta
en dos vocablos
reconocimiel11o y acogida. Aqui se apoya en la etimologia de simbolo, la que
sugiere, por 10 pronto, una acci6n las dos mitades de un objeto.
complement a esto con la finalidad transfisica de reconocimiento y por
un Asi, se como reconocer para ~_~..,_. en la intimidad.
5 SAGAN. Carl E. EI mundo }' sus demonios: La ciencia como una lu;;; en fa oscuridad. Bogota: Planeta. 1997. p 339-343.
Apoyado en tal
conductista, el cual, a fin
281
Altarejos arremete en ristre contra el reduccionismo
e\;tar un absurdo tanto en 10 como en 10
metodologico, elirnina el reconocimiento como acto humano. No sorprende tal objecion a
JUICIO quien estas en la que hecho el
conductismo, al ser humano, de los resultados obtenidos en experimentos Uevados a cabo
con animales inferiores. En el ambito
nesgc)s inherentes a la e>..1rapoJacion. Esto la rnisma,
se conocen
de
sobra los multiples
preceptos basicos de
la y sus U"_LVUV.>_ de
conductismo basad a en el
a con sumo cuidado. Propiamente, la
central del reconocirniento en el
al
del ser
humane en un colectivo social emana la concepcIOn del hombre
tiene la antrapologia filosofica, la que el ameno libra de un
ejemplo al
Ahora bien, en 10 que a la cita Llano, incluida por Altarejos, llama la
10 no se alude a Lev Sernionovitch y sus contribuciones
Causa extraneza tal por cuanto las ideas ua:)1'-"l:) la rnisma tienden a coincidir con
de la leoria
Semionovitch? (,0 mas
tanto Llano como AJtarejos desconocen
pecan de 10 que muchos en el sentido
catalogar por error a conductista a ultranza? prr1pcp que la teOlia
unificado dada la contexto social
para la ITllsma. Quien esto escribe, se inclina par la hipotesis en la
pregunta, puesto que el Altarejos data 1984, Y el conocirniento la herencia
Vygotsk)' apenas se remonta a unos cuantos anos en ei seno del mundo hispano
AI dejar claro en este punto su discurso la definicion simbolo, amen respectivo
conflicto con el conductismo, se adentra en los pormenores 10 que
denornina la acto educativo, complementaria a la
stricto senslI. En este autor
del acto educativo, a la conceptual y la simb6lica. La pnmera la aSOCla al
conceptual
6 GEVAERT, EI problema del hombre: IntrodlJccion a la jilosojica. Salamanca: Sigueme, 1995. 360 p.
282
conocimiento cientifico que debe po seer el educador; la segunda, al saber educativo. Desde
luego, sin perder de vista la visi6n del mundo inherente a tales dimensiones.
En su orden de ideas, Altarejos redondea 10 atinente al canicter de la analogi a entre la cosa
y el simbolo que la representa, analogia establecida por el sujeto mismo. Asi, tal analogia,
seglin propone, no es de proporcionalidad, sino de atribuci6n. En esta parte de su discurso,
el autor se muestra subjetivista, mas no relativista, segun el juicio de quien esto escribe,
puesto que no pierde de , ·ista Altarejos la gran utilidad del conocimiento objetivo del
mundo. Mas bien, defiende el papel del simbolo junto al concepto, maxime en el ambito de
la ensefianza. llustra con elocuencia la connaturalidad entre la cosa y el simbolo por la via
de las banderas. El acude a la de Espafia. No obstante, cree quien est as lineas escribe que la
de los Estados Unidos ilustra mas, acaso por los ideales que hay tras su fundaci6n: la zona
azul denota la supremacia del gobiemo federal sobre los de los estados, representados por
las barras rojas y blancas; las estrellas aluden a los est ados mismos. EI respectivo escudo da
otro indicio: el aguila calva sujetando entre sus garras un haz de flechas sugiere que la
Uni6n respondera por la via militar a cualquier agresi6n de la que sea objeto. En una
palabra, tanto la bandera como el escudo del coloso del norte representan los ideales de la
llustraci6n. En cualquier caso, una bandera es un simbolo por el hecho de ser mucho mas
que un mere trapo, esto es, una bandera posee contenido cultural. Por el contrario, una
sefial de transito, por ejemplo, no es un simbolo, sino un signo, puesto que carece de un
contenido tal.
Por otro lado, el autor que ahora nos ocupa aborda 10 atinente a la distorsi6n de 10
simbolico por parte del hombre actual merced a su inmersion en forrnas lingiiisticas, en
simbolos miticos 0 en ritos religiosos, circunstancias en las que el simbolo pierde su rasgo
metaf6rico para convertirse en un constructo aleg6rico, esto es, el simbolo se desnaturaliza,
puesto que no se reconoce ya 10 subjetivo en el sentido de 10 real, sino que se constituye 10
real mediante 10 subjetivo. Bien puede afirrnarse, a juicio de quien estas lineas escribe, que
semejante fen6meno de abstracci6n no es otra cosa que escapismo. Al respecto, la
Alemania Nazi ilustra muy bien. En efecto, el aparato de propaganda desplegado por
Goebbels, se apoyo en el uso de una miriada de simbolos, tornados de fuentes diversas (el
Impeno romano, e] cristianismo, la mitologia etc.). pueblo aleman se dejo
envolver por semejante clima simbolico distorsionado, tenninando por a un
conductor, hecho a la idiosincrasia sea de Asi, los
alemanes tenninaron por caer en una mitomania, cuyo reflejo 10 constituyo la
distorsion de los aspectos cientificos la disciplina por francis Galton,
Charles con un proposito distinto a] de la . racismo
Galton, sencillamente, se propuso hallar diferencias entre personas.
Como sea, bien cabe suponer que los echaron rnano de 10 simbolico
escapismo de una economica y social suscitada por humillantes e indecorosos
terminos del Tratado de Versalles. Nuestra misma epoca es bastante ilustrativa en este
sentido a fuer del inusitado la supersticion, al que atonitas tanto
la comunidad cientifica como la catolica. la distorsion de 10 simbolico va de la
mano con el la iITacionalidad
Con miras a la senala .AJtarejos siguiendo a es indeseable en la
actualidad el homo loquax puesto al de un saber libresco, jamas lJega a
en eJ sentido socni.tico conocerse a si 10 implica el ser
humano, en tanto sujeto, a si el autor se va al extremo en
este punto de su argumentacion al cuestionar con cierta soma el racionalismo en su alusion
a En cierto modo, Altarejos se al cotejar con 10 que
acerca de los conceptual y simbalico, por cuanto aqui el autor no 10
conceptual, asociado a 1a ciencia y, por ende, al racionalismo. Ambos los ve desde la
perspectiva de la complementariedad.
Sobre el arte educativo, .AJtarejos 10 compara con eJ medico. sl, se queda corto con la
metilfora del arte del escultor, puesto que no usa 1a para denotar la via autodidacta,
es el autodidacta en tanto escultura de si mismo. De todas a este
punto, el autor logra dejar en claro que la educacian consta de las dos dimensiones
antedichas, por 10 que el educativo no es una clencla, sino un saber artistico
constituido con su simbologia propia. Por su de nos ilustra mejor al n>;;:np'~Tn
283
284
de esto ultimo merced a sus agudos analisis con relacion al uso de los signos lingiiisticos en
el ambito de la ensefi~ y las respectivas connotaciones culturales.
Finalmente, concluye A.ltarejos que la paradoja en cuestion es aparente en vista de no
haberse considerado desde un comienzo la dimension simbolica de la ensefianza, es decir,
10 paradojico surgio del hecho de pensar esta como mera retencion, con 10 que se reduce a
una concienciacion, en lugar de reconocimiento. Y tras 10 anterior, amerita en este
momenta detenemos en 10 que aporta Michel de Certeau a 10 ya dicho.
Se enmarca el discurso del padre de Certeau en un conte>.1:o cultural, haciendo enfasis en la
relacion entre adult os y adolescentes, la que adquiere un cariz de crisis en la epoca actual a
causa del auge de los medios de comunicacion de mas as, crisis que se manifiesta en la
desconcertante obsolescencia de los conocimientos de los adult os y en su inexperiencia ante
las nuevas tecnologias. En estas circunstancias, surge la paradoja de la carencia de palabras
que dar a los adolescentes. Y si no hay dacion de palabras en el acto educatiyo, no existe la
dimension simbolica propuesta por AJtarejos, y tal acto se reduce a mera mentalizacion en
el mejor de los cas os En fin., la paradoja surge a causa de un cambio cultural acelerado con
respecto a epocas preteritas. He aqui el inicio de la argumentacion de Michel de Certeau.
A.hora bien, pese a dicha crisis, se mantiene la mision del educador, maxime que sirve a la
causa de fa tradiciol1 pOl' 10 que enseila, ya la causa de la revolucioll ell aqllellos que debe
formar. La meta de tal mision reside en suscitar en los alurnnos la instalacion de su propia
voz, esto es, que hablen en terminos nue\'os y propios. En este argumento, es facil ver la
apariencia de la paradoja, puesto que, al no ser conscientes los educadores de 10 previo,
surge el desconcierto y creen sentirse sin palabras que dar. 0 sea, los educadores han
incurrido en el error de pretender formar clones. En el fondo, la ensefianza es un arte que se
descubre con los alurnnos, yaqui se capta otro nexo entre AJtarejos y de Certeau.
EI auge de los medios de comunicacion de masas ha elirninado la tension dialectica propia
del diaIogo entre interlocutores, esto es, no existe confrontacion ni compromiso en tal
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relaci6n. AI contrario, la relaci6n de ensefianza es dialectica per se, que entrafia el rete de
reconocer y acoger al otro. educador es el hombre del frente a de Certeau.
Por otra parte, las circunstancias hacen tambalear la imagen autoridad tanto del
como del educador, los que, como mecarnsmo de Incurren en e!
asi la formaci on en aras de la que
abstencionismo?, cabe preguntarse a juicio de quien esto curioso que el padre de
Certeau no considere el natural estadistico de la humanidad, sobre todo el de los
educadores. No todos son modelos de virtud y pasion intelectual, es menester decirlo. Por
no sorprende que experimenten los educadores sumidos en una rutina pedestre e!
antedicho, puesto que, al fin y al nadie dar de que no
cosas, suscita en el educador el miedo a perder su statu quo, miedo que no tendria
ser, segun cree quien esto si el educador tuviera un espiritu cosmopolita.
e! desconcierto entre los adolescentes, los que temen el mundo
adulto. se ve, la de marras coincide con la descripcion que ofrece .Michael
en historia imerminable , esto Ia metafora una nada que consume a fantasia.
Por 10 anterior, el de tornarse humilde y reconocer a sus alumnos en tanto
aqui un rete proporciones para el los docentes habida cuenta
canicter giro coperrucano que implica per se
rrusmo, se adentra en 10 que ataiie al papeJ de la palabra en la en
armonia con la dimension simbolica de la misma planteada por AItarejos, con 10 que
el trasfondo cultural de la asoma por la via Ia tension inevitable entre
y revolucion, esto la entre y discipulo es el crisol en el que
se la mutaci6n de la cultura. En concreto, el medio del que se vale el educador para
son se usen, 0 crean 0 destruyen. AI10ra bien, Ia
expenenCla per se a juicio de quien esto escribe, el el
educador se pierda en las la polisemia, con el consecuente dane en la calidad su
ensenanza. tenemos muestras conspicuas en los excesos la posmoderrudad, a la
que nos hemos numerosas veces en este libro. Por tanto, el educador, a de
Michael. La hiS/Dna intenninable. Buenos Aires: JLU..O ........ 1988. 419 p.
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una iniciacion, en el sentido sugerido por Altarejos, ha de verselas con la revision constante
de la dimension simbolica de su quehacer merced a la depuracion constante del uso de las
palabras en su discurso. Sirva de ejemplo de 10 previo las experiencias del profesor Clive
Sutton en el Reino Unido, quien suele centrar su atencion en la seleccion cuidadosa de las
palabras, maxime por tratarse del campo de la ensefianza de la historia de la ciencia,
cuidado que es menester tomar en cuenta a fin de evitar una percepcion distorsionada de la
ciencia por parte de aquellos que se estim formand08
Lo anterior implica el compromiso del educador con la escritura, puesto que, en virtud de
su actividad, sus conocimientos debe destinarlos a los vivos. Eso si, como seiiala de
Certeau, el educador no debe conformarse con ofrecer a sus discipulos los desperdicios del
acervo cultural de la humanidad. Por ende, el educador no debe tener empacho en concebir
obras de vulgarizacion y difusion del conocimiento. En cuanto a la ciencia, como bien decia
Camille FlammarioIL, quien fuera director del Observatorio Astronomico de Paris, hay que
vulgarizarla, pero sin hacerla vulgar. En el buen sentido del termino, los hijos intelectuales
del educador deben ser de real utilidad Ahora bien, de Certeau parece perder de vista un
detaIJe practico como el que mas: la legislacion imperante en materia de propiedad
intelectual, circunstancia que pone cortapisas a la libre difusion del conocimiento. Cabe
suponer que tal omision del autor obedezca a que dicha legislacion ha cobrado fuerza hacia
los ultimos afios, en tanto que de Certeau escribio su ensayo hacia 1967.
Por otro lado, ante la crisis, el educador podria irse al extremo, y botar el agua sucia de la
bafiera con el nifio incluido, esto es, abjurar de sus conocimientos, con 10 que pone en
peJigro el derecho de las generaciones jovenes a heredar el acervo cultural de la humanidad.
En consecuencia, el educador debe ser consciente de que el conocimiento se gesta a fuer de
una permanente tension dialectica. En una paJabra, el educador debe tener fe en su mision y
conocimientos. Pero, segUn cree quien estas lineas escribe, si eJ educador esta atrapado en
una rutina pedestre y en las contingencias de la pnictica inmediata, dificilmente tendra la fe
aludida, la que, en suma, entra en franco y abierto conflicto con la alienacion del docente
11 SUITON, Clive. How we talk about science. En: Education Forum: The ,"'ewsleller for the Education Section ofthe BSHS. N" 35 (oct 2001); P 6.