H.B.
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una escolástica de la totalidad que, encerrada en un pseudocientificismo pendular, ahoga las esperanzas de ascensión,prerrogativas del espíritu. Comte fundala sociología en métodos tan positivos como los empleados por las ciencias de lamateria. Para él, los hombres y las estructuras sociales no sufren variaciones.El péndulo positivista se convierte en unaflecha eleática, de ida y vuelta; 10 queconduce a una deshumanización científicadel hombre. En la Decadencia de Occidente las civilizaciones son organismosbiológicos que nacen, crecen, maduran ymueren. Aunque Spengler coincide conMarx y Comte en todo 10 que niega (elcristianismo, la existencia de Dios, la verdad de los principios espirituales), suidea central es la de un fin irremediable.Contrariamente, Henri Bergson ofrece enLas dos fuentes una moral rebelde sus-
- tentada en prineipios religiosos. Confo:,ma su filosofía de la historia al crear unafilosofía del espíritu; nos promete unavida más alta cuando sepamos que elhombre es una libertad de entendimientovenida al mundo para llegar a conocera Dios. El mejor ensayo de este libro esAmbigüedades del siglo xx. El mundoque hemos creado transcurre sobre dudasy posibles caminos. La inquietud queguía al hombre contemporáneo es evidenteen su protesta (Unamuno, Ortega, Camus, Moulnier) y en sus predicciones demundos probables y, tal vez, inminentes(Huxley, Orwell, Capeck). Concluye Ramón Xirau con unas páginas acerca dela verdad (forma de conocimiento y forma del ser; ambas una misma esencia:medio y fin). Cierra sus reflexiones afirmando que la historia es un constanteprogreso al encuentro del espíritu, unmovimiento espiral hacia el gozo, la esperanza y la fe, sin excluir la melancolía,la desesperanza y la duda. Se aprueben odiscutan las ideas de Xirau, no se podránegar que su libro es fruto de una honestainteligencia, expresada en un estilo diáfano y seguro.
J. E. P.
MARGARET JUST BUCHER, El negro en lacultura norteamericana. Editorial Letras,S. A. México, 1959, 310 pp.
SON LOS MANUSCRITOS que heredó deAlain Locke, M. J. Bucher organizaeste ensayo histórico que denuncia
el sitio del negro en la sociedad de supaís y reseña sus contribuciones a lamúsica, el baile, el folklore, la poesía, elteatro y la novela que se elaboran enNorteamérica. El libro es necesario paraquienes justifican la intolerancia, o creenal negro atareado en los oficios ínfimos,apto únicamente para el ocio, el jazz, elbeisbol y el boxeo. Una lista de norteamericanos distinguidos no podría excluir a muchos negros que en el arte, lainvestigación científica, los espectáculos ola industria han contribuido al desarrollonacional. Los escritores, por su parte, hancomprendido a los hombres de esta raza(creadores, ellos mismos, de una excelente literatura). A las novelas de Faulkner, Wolfe, Caldwell y Wright, podríasumarse lo que Sartre ha dicho acerca de
esta gran familia hum~na. La le~tura dellibro hace incomprensible la actttud paleolítica asumida por los Estados del Sur(con el oprobioso Ku-Klux-Klan y.su arquetipo: Orval Faubus) que olVidandola O'uerra de Secesión y las ideas deLin~oln emprenden contra el negro unapersecu~ión siste~ática (~ísica y mord)a base de linchamientos e mcesantes actosde violencia; actitud más cerca de la paranoia que de la crueldad d~li?erada. Elinterés prevalece en cada pagma. Lockey Bucher hacen sentir, amar, compadeceral negro. Pero su trabajo yace bajo unatraducción que repudia las reglas máselementales de ese oficio.
J. E. P.
JAIME TORRES BODET, Balzac. Breviario, 149.Fondo de Cultura Económica. México,1959, 235 pp.
L A PRIMERA PARTE -la biografíaes la más breve; pero está realizadacon suficiente impulso lírico para
hacernos comprender la grandeza de Balzac, el hombre. Destaca los principalesrasgos psicológicos del biografiado, sincaer en el psicologismo. Con un estilopreciso, por un lado, y con una sólidadocumentación, por el otro, Torres Bodetlogra su propósito: trazar un retrato delnovelista francés. Prescinde de los detallesque más que aclarar oscurecerían, perono le falta nada esencial.
Vida y obra de Balzac están en estrechacorrelación. La primera ilumina a la segunda. Las pasiones que movieron al escritor son las mismas que después animaron a sus personajes. De la vida íntimade Balzac pasamos al examen de sus criaturas, tan numerosas que compiten conel registro civil. Pero la amplitud de laempresa no obstaculiza el éxito de esteensayo. Recoge y analiza las principalescaracterísticas de sus novelas, a partir dela premisa siguiente: el término "realista"es bastante estrecho para definirlas, puesel talento de su creador era demasiadogrande para avenirse a marbetes. Balzacademás de observador de la realidad eraun visionario. Empleaba métodos científicos pero con sensibilidad de artista. Ya pesar de sus excesos estilísticos, la importancia de su obra es indiscutible.
C. V.
Las artes populares en el Estado de México.Instituto Nacional Indigenista. México,1959, 11 pp. + 1 mapa.
UN BIEN presentado folleto que llenasu cometido: dar a conocer los problemas de los artesanos indígenas.
Las bellas formas de los productos típicosque admiran los turistas, para los artesanos significan, además de una expresiónartística, una ayuda para resolver susdifíciles problemas económicos; pero unapolítica económica adversa obstaculiza '1
las artes populares, y su calidad degeneraa causa de una falsa prosperidad queaprovecha más bien a los comerciantesurbanos.
El mapa adjunto localiza los centros deproducción, y especifica las diversas clases de objetos que se fabrican en cada uno.
UNIVERSIDAD DE MEXICO
En este como en otros problemas queafectan a los indígenas, la ignorancia delpúblico hacia ellos dificulta en gran partesu resolución. Darlos a conocer en formaclara y objetiva es una labor plausible.
C. V.
CHILDE, V. GORDON, Reconstruyendo elpasado. Problemas científicos y filosóficos, 12. UNAM. México, 1958.
BUENA LA TRADUCCIÓN de M;¡' TeresaRabiela de Rojas. El neófito de laarqueología (que no sólo es el arte
de "hallarse" huesos y tepalcates paravenderlos --como creemos aquí-) podrá,al gozar de este libro, enterarse de laconnotación científica-humanista que enaltece la profesión de identificar, recuperar,registrar y conservar los hechos históricos no escritos ni referidos ni "adivinabies". (Dice Childe: "Si [algunos denuestros historiadores] pudieran ser persuadidos de adoptar las técnicas y categofías elaboradas para la prehistoria, muchos problemas de la historia serían resueltos". )
Childe concibe al arqueólogo~historia
dar que haga posible recapturar, en los"fósiles del comportamiento humano",los pensamientos que expresan los hechos de costumbre y de conducta de lassociedades desaparecidas. Ésa la razón deser de ansiosas recolecciones, mediciones,clasificaciones, etc., "de pedacitos de objetos viejos o de agujeros en la tierra".Es decir: arqueología como indicadorade la mentalidad de quienes no dejaronmás historia que leves huellas de propósitos y necesidades comunes. De ningúnmodo arqueología como objet d'art ("elarqueólogo no debe competir con los críticos de arte") y sí como historia de patrones de comportamiento típicos, descifración de "algo" de las sociedades extinguidas ("así como la carne, la sangrey los tendones no se fosilizan, una granparte del comportamiento humano sepierde irreparablemente para el registroarqueológico"), descubrimiento I de lascontribuciones a la tradición culturalmancomunada que heredamos. Arqueología, pues, como "híbrida frontera" entreciencias y humanidades ...
Después de hablarnos de la historia dela arqueología -su cuándo, su cómo, suquién- termina especulando sobre el para qué sirve: destilar el panorama histórico "diez mil veces más amplio que elque se refleja en 'los registros escritos yal mismo tiempo desprovisto de 'accidentes' ajenos y desfiguraciones temporales". No mera reflexión de datos sinosu reconstrucción; no más evoluciónspenceriana -unidireccional- de culturas paralelas; no más dogmas difusionistas -evolución de sociedad por etapas consecutivas ,enfocadas sincrónicamente--; sino más bien: enfoque diacrónico - divergencias, si bien, a las veces, convergentes. "Como historiador, alarqueólogo se le pide que dé vida a lospensamientos e ideas d~l actor prehistórico. .. [si tomamos en cuenta que] lafunción de la razón no es la contemplación sino la acción." Dice Childe; pero,¿qué dirá el filósofo de la historia, o quédiría el de la prehistoria si pudiera darse? Termina: "Sus 'motivos' tanto comosus emociones [los del hombre prehistórico] se han perdido para siempre, [yañade algo que nos duele:] precisamente porque fueron ilusiones. ¿Acaso importa?"