SECRETARIA DE AGRICULTURA Y Rl-. CURSOS HIPRAULICOS -l
SUBSECRETARIA DE PLANEAC ION
DIRECCION GENERAL PE ESTUDIOSLI
SUBDIRLCCI'3N DE AGROLOGIA
LA DEGPADACION DE LA TIERRA
NEXICO
Dic&emane l978
PERSONAL TECNICO IIIIE lNTERVINO E9 LA TRAIiIICCION
TRAN]CC ION
PROCURADURIA 6ENERAL DE LA REPUBLICA
COMISION JURIDICA PARA PREVENIR Y CONTROLAR
LA CONTAMINACION AMBIENTAL
REVISION Y APAPTACION
ING, GAUDENCIO Fi ORES NATA
ING ~ BENJAMIN MIRAMONTES F,LIC, ANTONIO FLORES FLORES
"'
REPRESENTANTE DE LA SARH ANTE LA COMISION JURIDICA PARA
PREVENIR Y CONTROLAR LA CONTAMINACION AMBIENTAL&
TECNICOS DE LA SUBDIRECCION DE AGROLOGIA DE LA SARH.
Carátula
CONTEN I DOPág.
Personal técnico que inter vino en I a traduce ión
Conte n i do
PRO LOGO
RESUMEN
IX
1. INTRODUCCION
ESTIMACION Y EVALUACION
2. 1.2 Sales y álcali2. 1.3 Desechos orgáni cos2. 1.4 Organ i smos i nf ecc i osos
2.1.52. 1.6 Pesticidas
Desechos inorgániccs industriales
2 ~ 1.7 Radi oact i v i dad
2. 1.8 Metales pesados
2. 1.9 Fert i I i zantes
2. 1.10 Detet gentes2, 1 ~ 11 Tecnología2. 1.12 legislación2 ~ 1.13 Estimac ión
2. 2 Reconocimiento y aplicación2. 2. 1 Huecos en el conocimiento
2.2. 2 Tecnologías nuevas
2. 2. 3 Selección de alternativas2.2.4 Criterios y normas
2. 1 Problemas de degradación de la tierra2. 1.1 Eros i ón
1315151617
1818
1920
2122
22
24
25
25
25
27
29
32
POLITICA Y LINEAMIENTOS
3.1
3.2
3 ~ 3
Recabac i ón de i nfor mac i ón
I nvest i gac i ón por ob jet i vos def i n i dos
Criterios y(o normas
3536
38
Al
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6969899999
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saPPPIJolJdNOIDDV30SVOlll10d
"6ed
6. l. 1 La aros i ón
6.1.2 Salinidad y alcalinidad6.1.3 Desechos or gáni cos6. 1.4 Enfermedades infecciosasCategoría I I
6.2. 1 Desechos i nor gáni cos i ndustr i al es
6.2. 2 Pest i c i das
6.2. 3 Radioactividad6.2.4 Meta les pesados
Categoría I I I
6.3.1 Fósforo6.3.2 Fert i I i zantes6.3.3 Detergentes
Pág.
7172
73757677
7778
7980808081
APEND I CES
I. SALES Y ALCALIS
1.1 Extensión1.2 Fuente e intensidad
1.3 M'didas y control
858696
2. DESECHOS ORGANICQS
2. 1 Extensión2. 2 Fuente e intensidad
2. 3 Medidas y control
107107110
3. RADIOACTIVIDAD
3.1 Extens i ón
3.2 Fuente e intensidad
3.3 Medición y control
139140146
4. LOS ORGANISMOS l
INFECCIOSOS
Extensión
Pág.
157
4. 2
4 ~ 3
4.44. 5
Fuente e Intensidad:Medición y controlFuente e intensidad:Medición y control
animales patógenos . . . 157158
vegetales patógenos . . 160163
5. 3
5. -"
5. 2. 3 Medición y controlFertilizantes5. 3. 1 Extens i ón
5. 3.2 Fuente e intensi dad
5. 3. 3 Medición y controlMetales pesados
5 ~ 4. 1 Extensión
5.4. 2 Fuente e i ntens i dad
5.4. 3 Medi c i ón y contro I
5. SUSTANCIAS QUIMICAS, lNDUSTR IALES Y AGRICOLAS
5. 1 Detergentes5.1.1 Extensión
5.1.2 Fuentes e intensi dad
5. 1.3 Medición y contro I
Pesticidas5.2. 1 Extensión
5. 2. 2 Fuente e intens i dad
169169169170174174176179195195195200
215215215222
6. DESECHOS I NDUSTR I ALES
6.1 Extens i ón
6. 2 Fuente e intensidad
6. 3 Medición y control
227
228
7. LA EROSION DEL SUELO
7. 1 Exten.s i ón
7. 2 Fuente e intensidadVI
235236
7.3 Medición y control
Pág.
239
8. PROBLEMAS ESPECIFICOS DE SALUD RELACIONADOS A
LA DEGRADAC ION DE LOS SUELOS
8. 1 La contaminación del suelo por agentes in-fecciosos biológicos8.1.1 Contacto hombre-suelo-hombre8.1.2 Contacto animal-sue lo-hombre
8.1.3 Contacto suelo-hombre
247
247
251252
8. 2
8.3
8„4
La contaminación del suelo por agentesquímicosLos mater i a les radioact i vosLa contaminación del suelo por los de-sechos só I i dos
253255
8. 5 Las inter-relaciones entre la contamina-ción del aire, del agua y la tierra
9. EL HUNDIMIENTO DE LA TIERRA
9. 1 La velocidad, magnitud y extensión delhundimiento de la tierra y sus conse-cuencias económicas
9.2 La acción internacional ha sido bastan-te I imitada
261
262
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS 267
PROLOOO
En Amóv üca Latina, México es después de Br as i I, el país
más densamente pub I ado; en 1940 su pob I ac i óri fue de 19.6 mi
I i ones de h ah i tantas con una dens i dad de 10 Hab/Km y en
1978 se lia calculado en 63 millones de pevsonas, o sea 32
Hab/Km . Esto indica que en 38 años Ia población se tvipli
có y que su incvemento es de más o menos 1.5 millones de ha
bitantes poi' años
E I rápido crecimiento de I a pob I ac i on traer a como conse-cuencia
a I a necesidad de estr uctuvav un mejor sistema para la
conservación, explotación y mejoramiento de los vecuvsos na-
tur alas (r enovables y no venovables)¡ indispensables pava el
desavvollo social„ económico y político del país.
México con una superficie aproximada de 2 millones de
2Km „está condicionado pov sus si stemas montañosos que se han
ca Icu I ado en 578 692 Km (con más de 25;í de pendi ente) y sólo
340 620 Km (17,Íó del total ) cor vespcnden a t i evr as planas; el2
r esto de I país es de topogvaf ía ondu I ada.
Aproximadamente el 8/a de la supevf i cie total del pais es-
tá bajo cu lt i yo (15.5 mi I lenes de Ha en 1975) . Esto permite
vislumbrar la impovtancia que tiene la poca tievr a cultivable
en un pa. s vuval como lo es Máx ice y también permite anal i zav
I a pr es i ón que se e,levce sobr e este 8/o de I a supev f i c i e total ¡
pov una pob I ac ión actual estimada eii 63 mi I lones de habitantes.
Dadas I as coridi c i ones topogr áf i c as, só I o una de cada 10
hectáveas puede regar se y sólo un 6/o de la t ier va ar ah le se
encuentr a eii zonas donde hay buena pr ec i p i tac i on y donde no
se vequi ave de i vv i gac ión. Pr áct i camente todo el país sufre
una sequía estacional de más o menos 6 meses, lo que veduce
Ia capacidad de la producción agvícol a y de donde se de& iva
I a impor*anc i a de I buen uso de los r ecur sos h ídv icr; -, con que
cuenta el país.
Por otr a parte¡ cada añose p i ar den más de 25O OOO Ha
por I a degradación de t i evras en todo e I país~ I o cua! no esnada halagador; pues con menos hectáreas de tierra ar uble cada año, las perspectivas de abastecev de alimentos a una po-blación cada vez mayov, son muy inciertas.
Estas son algunas de Ias razonas que nos han impulsado a
traducir esta magnífica obra de la FAO; a fin de tomav con-ciencia del peligro de Ia contaminación de aguas y degr ada-ción de nuestt os suelos.
La Comisión Jur ídica pava Prevenir y Control sr la Conta-
minaciónón
Ambiental ¡ dependiente de I a Procur adur ía General de
Ia Repóbl ice real izó estudios sistemáticos para que con un
alto sent i do de responsabi I i dad con la Pa*r i a y aón con la hu
mani dad enter a, se pudier an dar los pasos i ni c. i a les tendien-tes a aprovechar lo que la naturaleza ha dado par a benef i c i o
del hombve.
Tener conciencia de un pvoblema es iniciar su solución;tener conciencia colectiva es tener responsabilidad histórica.Regamos cada uno un 'esfuerzo que conduzca al beneficio de to-ÉIo�.
RESIDENTE '3E LA RFXTA (,OY!SIO"i
DE LA (oMIsIoN "AcíoNAL TRí ARTITA
RESUMEN
Situaciones rob lemas. Debido al rápido incremento en eluso de Ia tierra como resultado de Ias presiones demográfi-cas y de la tecnología¡ es imperativo que se dé atención adecuada a los problemas de la degr adación de la tierra.
La erosión del suelo ha sido y sigue siendo una de Iasprincipales causas de la degr adación. Las pérdidas de la capa superficial férti I de los suelos ocasionan la disminuciónde las cosechas¡ espec i a lmente en los países que no pr act i canuna ferti I ización extensiva. La carga de sedimentos en lascorrientes y estuarios, destr uyen el hab itat de I a vida si I—vestre y causan e! azolve de pr esas, canales y almacenamien-tos de agua potable.
La acumulación de sales y álcalis amenazan las tierrasagrícolas productivas en las regiones áridas y semiáridas quepractican Ia irrigación. EI alto costo de recuperación y Iairrever sibilidad de ciertos fenómenos, sugieren una atenciónespecial debido a lo.. daños de la salinidad y alcalinidad.
La disposición de los desechos orgánicos ha despertadointerés en relación con las enfermedades y elementos tóxicosen la superficie y aguas terrestre, así como también en lossuelos y su productividad.
Los organismos infecciosos¡ aunque en la mayoría de loscasos se encuentran presentes en los suelos, se deben consi—derar como una forma de degradación de la tierra, ya que pue-den ocasionar daños en la salud y fuertes pérdidas en las co-sechas.
Los ef luentes industr i a les, tales como los metales pesa-dos& gases de chimeneas de var i as c I ases y aguas r es i dualesque cont ienen muchas clases de subproductos contaminantes,son introducidos a la tierra por el aire y el agua.
Debido a su interacción con otros factores del medio am-
biente los pesticidas han I legado a ser de interés. Los hi-dr ocarburos c!or ados son de mayor interés y deb i do a su per-si stenci a pueden crear una situación de pe I !gr o para I a saludanima! a través de su introducción en la cadena alimenticiamediante¡ por ejemplo, del suelo erosionado que entra en loscanales.
Los desechos radioactivos son originados por las explo-siones nucleares, ensayos¡ gener adores de energfa y de usos
en medicina e investigación. Los suelos contaminados pueden
llegar a los organismos animales por inhalación¡ ingestión o
concentr ación. En la actualidad se han impuesto rigurosasnormas de control en muchos países en lo que se refiere a la
di sper si ón y contaminación por desechos radioactivos. Estasdisposiciones citan poco o no las diferencias detectables de
los niveles de Ia radiación natural.
Muchos metales pesados existen en estado natural en for—mas pr écticamente insolubles y generalmente no estan dentro
de Ias interacciones con otros factores en el medio ambiente
La degradación de la tierra puede resultar de los usos domés-
ticos e industriales mediante los cuales¡ Ia forma de los me
tales pesados puede ser cambiada.
Los fe& t i I i cantes son un factor mejorador de I sue I o y Un
medio de mantener la productividad. Solamente pueden ser un
factor de degradación de la tierra si se usan en exceso, lo
cual puede suceder ocasionalmente
El efecto de los detergentes sobre Ia degr adacion de la
tierra únicamente se presenta en aquel las áreas donde seusa extensivamente la tierr a para Ia disposición de ef luentesde drenaje.
Reconoc i endo la importanc i a re I at i va de los pr oh lemas de
la degradaci6n de la tierra, se sugieren tas siguientes cate-gorías como una guía para el uso de los recursos para la solución de los problemas.
Categoría 1 (erosión y sedimentación, sales y álcalis¡desechos orgáp i cos y organismos infecciosos) .— Las causas de
la degradaci6n de la tierra en esta categoría requerir án laaplicación inmediata de la tecnología disponible y el desarrollo de nueva tecnología para prevenir que la degradación al-cance un estado de emergencia.
Categoría II (desechos inorgánicos industriales, pesticidas¡ radioactividad y metales pesados). — Estas causas de de-gradación de la tierra representan un orden de magnitud más
bajo en importancia¡ debido a su menor amplitud¡ intensidad o
aumento de velocidad.
C ategor í a I I I (fer t i I i zantes y detergentes) .— Esta estegoría contiene aquellas causas de degradac'i6n que son de más
baja prioridad. No constituyen daños inmediatos esparcidosen los suelos ni existen áreas numerosas aisladas que requie-ran atención.
Aunque cada una de las diez causas de la degradaci6n de
la tierra requiere atención~ no deben competir al mismo nivelpor facilidades~ equipo y asistencia financiera. También sereconoce que en un caso específico~ una o más de las causas
puede tener pr imac í a. Entonces estas deben ser atendi daspr inc ipalmente¡ puesto que requieren acción inmediata. Tam-bién en una región, una o más de las causas dentro de una categor ía, pueden tener mayov signif i cado en relación a otras;así que debe haber una reva I idee i ón per iódi ca para que se hagan los cambios necesar ios en las prioridades.
Políticas de acción. Una po I ít ice esencial par a los paísesy or ganismos internacionales es desar rol lav el veconocimien-to de la tierra como un recurso básico y limitado. Existe¡por lo tanto¡ unainecesidad de vegular su uso para proporcionar un crecimiento y desarrollo ordenado en el aspecto delas demandas competitivas hechas en base a su capacidad.
El gobierno de cada nación debe comprometerse en conve-nios internacionales y cooperación para buscav soluciones aproblemas mutuos de la degradación de la tievra y desarrollode normas internacionales. En relación a lo último, debe veconocerse la naturaleza dinámica del medio ambiente. Por lotanto, Ia prevención debe efectuarse mediante una revisiónperiódica de Ias novmas para cambiarlas en aspectos de nuevainformación. Las Naciones Unidas y sus organismos especializados están en una posición de asistencia en el desarrollode normas internacionales.
Las naciones deben también adoptar una política queatienda el pago del costo de la acción reparadora y del con-trol o prevención de Ia degradación de Ia tierra. ¹EI costode mantenimiento de Ia calidad del medio ambiente deberá serasignado al productor o al gobierno o a una combinación deambos?. Tal decisión influenciará los modelos de consumo~la expansión industrial y agrícola y el desarrollo de tecno-logía necesaria pava prevenir y controlar la degradación dela tierra.
E I gob i erno de cada paí s tamb i én deberá crear el t ipo de
actitud social e incentivos económicos para promover el reci—cleo de desechos y reuso de los recursos limitados. Lo primero puede lograrse a través del uso de demostraciones en masa
y motivación mostrando métodos de participación en tales dis-posiciones. Los organismos internacionales, tales como IaFAO¡ deberán informar a los países generalmente sin prepar a-ción o Indiferentes a los problemas de la degradación de latierra, de la necesidad para la acción reparadora. Esto pue-de hacerse a través de notificaciones periódicas a los minis-terios u organismos nacionales.
Pro uestas de acción. Para encontrar e instrumentar solucio-nes se requerir á la cooperación de los gobier nos, de las ins-t ituc iones educat i vas y de investigación ( locales, nacionalese inter nac iona l es) y de I a industr i a. E I mantenimiento de I
medi o amb i ente requer i r á -de ahora en ade I ante-, v i g i I anc i a
y esfuerzo constantes. Como un medio de buscar soluciones a
los problemas y de desarro I I ar y mantener I a cal i dad sat i sfactoria del medio ambiente, se proponen las siguientes solucio-nes (no necesariamente enlistadas en orden de prioridad):
ticipacSena lamiento de los problemas. — Esto imp I ica la par
ión internacional, así como la de los gobiernos e ins-t ituc iones locales en I a identificación de ) a causa, extensióne intensidad de los problemas para determinar las necesidadespara el establecimiento de normas¡ controles y medidas preven-t i vas y
espec í fprogramas de i nvest i gac i ón or i entadas h ac i a prob lemas
i cos (véase s i gui ente punto) .
Las autor i dades también serían requer i das para efectuaruna estimación de las consecuencias por la falta de cumplimien
to en las acciones a efectuar. Un aspecto importante de taldisposición sería la medición de niveles comunes de varios
tigres causantes-.:.';-. '-" @@pbmiepto de dato
'':=.
" .;:;::.;.Vkíocidad de camb io
de I a degradac i ón de I a t i err a y e I esta-s de referencia para la evaluación de la
(vea vigilancia).
2) Investigación por objetivos definidos. — Además dela investigación básica y apropiada, existe la necesidad deinvestigar por objetivos definidos a través de acciones multidisciplinar ias. Tal investigación debe llevarse a cabo sobreun proyecto base previniendo que no exceda de cinco años. Esta investigación se puede efectuar mediante equipos de traba-jo tanto a nivel nacional como internacional. Al terminarseel proyecto, los resultados serían analizados y se deter mina-ría la necesidad para una investigación posterior . Si se juzga necesario continuar la misma línea de investigación o cam-biar los objetivos¡ el nuevo proyecto tendría las mismas dis-posiciones.
3) Recopilación de datos, resumen y sistema de difusiónde la información. — Este sistema debería proporcionar un me-dio par a la revisión automática de los informes de investiga-ción publicados. Esta información debe ser resumida y evaluada con respecto a Ias normas o controles comunes. Tal accióndifícilmente puede realizarse mediante servicios separados.La evaluación preferentemente debe ser entregada a organiza-ciones internacionales en sus respectivos campos de competen-cia usando los sistemas de recopilación de datos existentes.
4) Normas de calidad ambiental. — En algunos casos nose dispone de normas. Donde se dispone de éstas, puede haberalguna pregunta de cómo se adaptan, pues es necesario preve-nir los cambios en éllas a medida que se cuente con nueva in-formación. Las
y luego a nivelnormas deben establecerse primero loca Imentenacional¡ con el entendimiento del desarrollo
de éllas (regional o globalmente). Las normas deben tomar en
cuenta I a capac i dad as imi íat i va de los di fer entes medios am-
bientales y la posibilidad de controles.
5) Sistemas de vigilancia. — Los sistemas de vigilanciason requeridos para determinar la velocidad de cambio de un
factor ambiental con el prop6sito de predecir cuándo¡ dónde y
si algun tipo de problema de degradaci6n de la tierra está en
aumento. La vigilancia debe ser aplicada tanto a Ia degrada-ción específica de la tierra como a las actividades mediante
las cuales se causan los diferentes tipos de degradaci6n. Por
lo tanto~ se requer irán equipos altamente cal if i cados para propor c i onar e I r esumen e interpr etac i on de I os datos. E I s i stema debe conf i ar en las faci I i dades locales¡ tales como esta-
cioness
experimentales y de invest i gac i 6n ex i stentes¡ para proporcionar la mecánica de recopilación e interpretación de da
tos.
Los diferentes tipos de degradaci6n de Ia tierra requie-ren la participación de diferentes sistemas de vigilancia. Es
tos sistemas deben estar ligados a extensas redes de vigilan-
cia
a de ambos (sectores hábiles y ár eas hábiles). Pero deben
retener su individualidad para su interpretación específica a
nivel local. La información debe llegar a ser parte de lossistemas de recopilación nacional e interdacional, para que
ayuden en la determinación de éreas que requieran atención y
para proporcionar información relacionada con aquellos facto-res de interés internacional. También debería existir una ve
rificación periódica del desempeño de Ias estaciones localesde vigilancia por medio de los organismos nacionales interesados. Los organismos internacionales deberán ayudar con méto-
dos convenientes y tecnicas de vigilancia y facilitar el in-tercambio de datos entre los países.
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1. INTRODUCC ION
El conocimiento e interés acerca del medio ambiente y laextensión de las interacciones entre los tres recur sos bási-cos: tierra agua y aire¡ siempre están en aumento. Un cam-bio aparentemente lejano en uno de estos recursos puede perjudicar a otro. Debido a lo inmenso del medio ambiente y a Iavelocidad de uso relativamente baja de éste hasta ahora¡ generalmente se ha dado mayor importancia a otros aspectos de lasact ivi dades cotidianas, como los alimentos~ las fibras y elproblema de casa-habitación~ que formaron el tema de actuali-dad a finales de los cincuentas y principios de los sesentas.Hasta ahora apar entemente éste no es e I caso más grave.
Conforme I a pob I acion aumenta y se vislumbra en e I hor i-zonte el fantasma de poblaciones aón mayores, Ia velocidad deuso del medio ambiente se incrementa y Ias consecuencias de
las actividades del hombre se hacen más evidentes. Han sidosus act iv i dades las que han contribuido grandemente al prob lema de la degradación de la tierra y de él dependerán las oluciones que se encuentren al problema.
En algunos casos existe la tecnología necesaria para lasolución satisfactoria de los problemas del medio amb i ente;sin embargo¡ Ia instr umentación está impedida por Ia falta devigilancia~ indiferencia o incentivos económicos inadecuados.
En aquellas situaciones donde no existe tecnología¡ especialmente con relación a la calidad del medio ambiente de lostres recur sos básicos~ los científicos en agricultura tienenI a experiencia necesaria para proporcionar las soluciones.Los científicos en agricultura han tenido inevitablemente un
enorme interés en el mantenimiento de la calidad del medio am
b iente a través de I as inuest i qac i ones de los factor es de és-te. Sin embavgo, deb i do a I as comp I i cae i ones y a I a natur a leza de todos los problemas del medio ambiente es necesario unacercamiento intevdisciplinavio en el establecimiento de nor-mas y controles para buscav soluciones a éstos.
Un punto de interés par a la agr icultuva e industria esque Ias normas o controles pueden ser tan estrictos que nohas forma de instvumentavlas. 0 el costo de hacerlo así estan elevado que crearía presiones económicas. Pov lo tanto~es necesario permitiv la mayor flexibilidad posible para laadopción de alternativas para el control de los factores delmedio ambiente dentvo de las normas de calidad.
Existe la necesidad de un acercamiento internacional pa-
raa
el establecimiento de tales normas y controles¡ especial-mente para aquellas fuentes de degradación de la tierra queson de intevés internacional.
Similavmente~ los contaminantes y otvas causas de degr a-dación no únicamente originan danos en las ár eas inmediatas asu liberación~ sino que pueden tener efectos adversos que seextienden a lo largo y a lo ancho cruzando las fronteras na-cionales. Tal situación no solamente exige una acción reparador a~ sino que conduce a muchas complicaciones y vesponsabilidades¡ incluyendo acciones legales pava compensación a nivelnacional e intevnacional. Por ejemplo~ es inútil par a una nación establecev normas para una forma particular de degrada-ción de la tierra cuando la fuente de degradación se originaen una ávea donde no existen normas o contvoles o donde sonmenos estvictas.
Finalmente~ pero no de menor importanc i a¡ es I a consi de-r ac i ón del individuo en el medio ambiente . E I público debe
10
sev educado respecto a su papel y las consecuencias de susacciones. En donde sea posible, las consecuencias deben serestudiadas en términos de los efectos económicos sobve éllos.Deberán enseñarse Ios principios que dominan el medio ambien-
te y I a aplicación de éstos pava diferentes condiciones. La
instrumentación de controles sin educaci6n es posible, pevola reglamentación sin la aceptaci6n del público es imposible.EI éxito de un programa de control depende sobre todo del co-nocimiento del público de que ciertas de sus actividades cau-san un cambio indeseable en el medio ambiente~ afectando todoadversamente.
2. E TIMAc ICN Y EYALíiAc IQN
2„í Prob lemas de de r adac i ón de I a t i er ra. Tecno lógicamente,lo que al parecer ha sido una hendir ión al mundo, es una clasede paradoja. La tecno logía proporciona muchas cosas que mejo-ran la cal i dad de la vi da, mientr as que contribuye en algunoscasos a I a di sminpc ión de I a ca I i dad de I medio ambiente. Porejemplo, a través del desarro llo de la energía nuclear ha habido una extensión de la energía eléctrica dentro de muchos paí-ses, proporcionando trabajo y oportunidades de fabricación nun
ca antes vistas. La misma energía nuclear puede ser usada pa-ra la destilación del agua del mar destinada a uso doméstico.
Existe también la posibilidad de regar las tierras de cultivo de zonas áridas con agua d stilada por energía nuclear,Ia cual también ha sido una fuente en el desarrollo de isóto-pos estables que pueden ser utilizados en las investigacionespara conocer en forma más completa los mecanismos involucradosen el crecimiento y desarrollo de plantas y animales; quizásalgún día permita grandes descubrimientos en la producción de
alimentos y beneficios a la salud. Estos y muchos otros gran-des beneficios provienen del uso de la energía nuclear. Tam-
bién existe interés acerca de cómo, por ejemplo, deben manejarse los desechos radioactivos dentro del medio ambiente. La
gente quiere saber cuáles de estos efectos son a largo plazo.
Los combustibles fósiles proporcionan Ia energía para mu-
chas plantas gener adoras de electricidad y en esta forma losresultados de su combustión son las emisiones de dióxido de
azufre, f luoruros, radioactividad y otros componentes indesea-bles dentro del medio ambiente.
La tecnología es también responsable de Ia producción de
algunos de los materiales minerales que se consideran necesa-
r Ios par a la civi I ización actual. La manufactur a del nitrógeno sumini strado en los fert i I i zantes es ut i I i zado para aumen-tar Ia producción de alimentos en el mundo. Sin este nitrógeno fácilmente disponible, el suministro de' alimentos en elmundo podría ser mucho menos que el actual y podría haber unaumento de la desnutrición.
Se pueden hacer analogías simi I ar e - para los pesticidas.Estos no solamente previenen la; enfermedades y pér didas delas cosechas¡ sino que proporcionan también algunas de lasprincipales defensss contra las enfermedades de las plantas,humanas y animales. Aíín así, los residuos de muchos de estosmateriales se encuentran en los suelos, plantas y animales yalgunas veces tienen efectos adversos. Mientras muchos de estos efectos se han tratado de interpretar, los pesticidas en-tren en el agua matando los peces y varios tipos de vida sil-vestt e¡ pr inc ipa Imente a I as aves.
La producción tecnológica proporciona también papel,p I ást i cos y met
den mencionar y
al~ cuyos usos son tan numerosos que no se puesólo se indica que éstos¡ al igual que otros
materiales, son parte de una forma de vida que parece improbuble que la civilización actual acepte la posibilidad de vivirsin éllos.
Las discusiones técnicas de los apéndices tratan variostipos de mater i a les o agentes que pueden contr ibuir al pr ob l ema de degradación de la tier ra: se discuten su fuente, extens i ón e intens i dad. Ahor a parece aprop i ado i ntentar evaluarcada una de estas causas de degradación de I a t i er r a con res-pecto a I as otr as para i dent i f icar su interre I ac ión. E I ordenamiento de las causas de la degradación de la tierra se hahecho por el uso de diversosron la magnitud del problema¡to¡ I» irreversibilidad y la
criterios extensivos. Estos fueel beneficio en relación al cos
susceptibilidad a aumentar.
14
2. 1.1 Erosión. — De interés primar io es la erosión del sedi-mento de los sue los agríco las y sus efectos asoci ados con laproducc i ón de cosechas y contaminación de I agua. Se r emueven
tremendas cantidades de sedimento de la capa superior de lossuelos debido a las aguas de lluvia (erosión hídrica) y unacantidad más pequeña por Ia fuerza del viento (erosión cólica).La erosión está asociada directamente con la pér dida de nu-trientes vegetales y estos nutrientes están relacionados conla producción de cosechas. Como resultado de la pérdida dela capa superior del suelo, existe también degradación a tra-vés de lavados y daños que hacen inapropiada la tierra parala producción agrícola.
En adición a estas pérdidas existe también Ia contribu-ción que los nutrientes adsorbidos tienen en Ia degradación delagua de los abastecimientos superficiales. Su contribución aaumentar el nivel de nutrientes en tales aouas, ocasiona elcrecimiento de algas, produciéndose la primera etapa de eutroficación de un cuerpo de agua. La contribución de materia orgánica y la carga de sedimentos, destruyen los almacenamientosde agua y hacen que los tratamientos para agua de uso doméstico sean más costosos. La pérdida de nutrientes de los suelos,la degradación de la tierra y los costos asociados, hacen quela erosión de los suelos sea de mayor interés.
2. 1.2 Sales y álcali. — Como se señaló, el manejo de suelossalinos y alcalinos en el mundo, ha sido uno de los problemasque han ocupado la atención del hombre por mantener Ia tierraen su estado de más alta productividad. Los problemas de sa-les y álcali se encuentran generalmente asociados a las tie-rras de riego. Se ha estimado que las áreas irrigadas del
é. mundo ocupan alrededor del 13/o. Mientras que esto es única-mente una pequeña parte de la tierra total cultivada, esta
,:. forma de producción proporciona la contribución principal al
15
"oiBaoeqeuedsoorwouooasonryuaouruaysrxaou'er6otouoayaguarpawaguawaguarorya
asuefauewapandsoqoasapsonsaapsoqonwapuororsodsrpe~
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~3soueZpaoeqapsapeoruawea&.rogapsoprupsopeysgso]apefooru6eopeysguawrud~aeuaprsuooas]ano)a'eruuoy
r~eguaasuanapando6aruofeqeung[noru6ee~aperoueguodwre(apo~dwafauanqup'opunw~auasoguawr)eapouysrurwns
Otra Fuente de degradación de Ia tierra es Ia intrusión
de centros urbanos de población en las tierras agrícolas. Si
se considera la ti er ra agríco I a como un recurso I imitado, en-
tonces la intrusión es una forma de degradación, aún cuando
tal uso puede tener una alta prioridad desde un punto de vi a-ta urbano.
Se ha estimado que la intrusión en CaliFornia procede a
una velocidad de 40 a 65 mil acres por año. Aunque la gente
requiera ciudades y Ias ciudades requieran tierr a, es necesa-rio hacer alguna planeación para determinar el uso correctode tal recurso limitado.
2. 1.4 Organismos infecciosos. — Como se indicó¡ el interésprincipal en Ias enfermedades infecciosas e insectos~ es Ia
degradación asociada con Ios organismos; el combate contra esta fuente de degradación de Ia tierr a nunca termina. Los in-
sectos y enfermedades causan pérdidas en los cultivos por ve-
r i os mi I!ones de dólares en todo e I mundo cada añn y desde el
punto !o vi sta de Ia degradación~ hacen impropias muchas hec-tárea-, de tierra para los cultivos adecuados adaptados o para
ot: c- úe alta remunerab i I i dad.
EI desarro I lo de variedades de cu lti vos tolerantes son
soluciones tempor ales~ debido a que los organismos infecc io-sos¡ por su pr op i a naturaleza son capaces de mutar y adaptar
se¡ llegando de este modo igualmente a ser virulentos para la
nueva variedad. Consecuentemente~ se ha hecho un esfuerzocontinuo para obtener variedades de cultivos tolerantes a en-fermedades e insectos.
Pero este es un punto de vista general de todas Ias en-
fermedades y de todos los insectos¡ sin considerar la manera
en la cual, infectan y el daño que causan. Si se consideranI as enfermedades predominantes propias de I suelo únicamentedesde el punto de vista de infección de áreas pr eviamente de-sinfectadas~ este aspecto de degradación al parecer es de me-nor importancia.
2. 1.5 Desechos inorgánicos industriales. - EI interés acercade los desechos industriales en relación con la degradaciónde la tierra se inicia desde la liberación de gases de chimenea y la disposición de residuos inorgáni cos. Los gases dechimenea¡ que consisten de ollín¡ dióxido de azufre, f luor u-ros y en algunos casos de metales pesados¡ se encuentran dehecho expuestos a influencias meteorológicas. El ollín sedistribuye mediante la fuer za de gravedad.
Desde el punto de vista de Ia degradación de la tierra,los f luoruros y los metales pesados al parecer son los de in-terés principal. Los f luoruros y dióxido de azufre causan danos en las hojas de las plantas, al producir cortadur as en estas partes e impedir el crecimiento cuando se depositan en lasuperficie de las plantas o se absorben en forma de gases.
Cuando el dióxido de azufre llega al suelo, sufre reac-ciones en éste, inhibiendo su efecto tóxico inicial y trans-formándose en una forma útil para Ia nutrición vegetal. Losf luorur os cuando llegan al suelo también están involucr adosen numerosas reacciones. La mayoría de éstas restringen Iadisponibilidad de los f luoruros, precipitándolos en forma in-soluble, lo que limita la absorción de este elemento por lasplantas.
2 ~ 1.6 Pesticidas. - Los pesticidas presentan uno de los másgrandes avances tecnológicos del hombre„ especialmente en términos de salud humana. Uno de los intereses principales de
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los pesticidas es su persistencia en el suelo. Los pestici-das se usaron primeramente en los países en donde la agricul-tura pudo soportar sus altos costos. La tecnología está creando pesticida . de baja persistencia en los suelos y de degradación más rápida. lln interés principal con los pesticidas esque quedan adsorbidos a las partículas del suelo y se deposi-tan en las corrientes, entrando posteriormente dentro de lacadena alimenticia de la vida silvestre.
Los hidrocarburos clor ados son de mayor interés a esterespecto¡ ya que los órgano-fosfatos se descomponen más rápi-damente en el medio ambiente del suelo. Los efectos sobre Iasalud humana no son bien conocidos. Con los conocimientos actuales no es posible determinar cuales son los efectos noci-vos aue ocasionan los hidrocarburos clorados en los tejidosgrasos del hombre . Sin embargo, existen evidencias de que
los peces y la vida silvestre se mueren cuando tienen contac-to directo con los pesticidas clor ados. Parece una cuestiónde prioridades si se comparan los beneficios derivados con
los efectos indeseables. EI hecho de que haya efectos inde-seables puede conducir a la conclusión de que la tecnologíadebe desarrollar pesticidas que no tengan efectos adversos.Aunque esto parece una tarea insuperable, los científicos sehan empeñado en su investigación.
2.1.7 Radioactividad. — El interés principal en la radioactividad es evitar el descenso de los materiales radioactivosproducidos por las explosiones de las armas nucleares. La im
portancia relativa de esta categoría, desde el punto de vistade la degradación de la tierra¡ dependerá sobre todo de lasactividades futuras de Ias naciones. Aunque cesaran las ex-plosiones nucleares atmosféricas, tendr ían que pasar variasgeneraciones antes que los niveles de radioactividad en los
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@u@los regresen a sus valores naturales normales. Se sabe quelos mater i a I es radioact i vos reacc i onan en los sue los de I a mi s
ma maner a que otros e I ementos. Se encuentr an sujetos a I asmi amas r eacc i ones de inter camb i o, efectos de pll y exc I us i ón selectiva o absorción por las raíces de las plantas. También seha demostrado que Ia radioactividad se puede reducir considerablemente simplemente lavando las plantas.
Con la llegada de las plantas generadoras de energía queutilizan reactores nucleares, existe interés sobre la suerteque corren los materiales radioactivos que se producen en Iamisma forma que en los ensayos nucleares. Suponiendo un incremento muy grande en el uso de tales plantas generadoras, es posible que éstas aumenten rápidamente los niveles de radioacti-vidad.
Quizá la pregunta más apropiada sea: ¹cuánta radioactividad es excesiva?. Los países involucrados en el uso de mate-rieles radioactivos han establecido leyes para el control es-
trictoo
sobre el manejo y uso de estos materiales. Pero en mu-chos casos, se han establecido los niveles de exposición, loscuales son de varios órdenes de magnitud, mayores que los niveIes de radiación común de la tierra. Sería un gran paso siel hombre detuviera la contaminación del medio ambiente debidoa la exposición de bombas nucleares, especialmente en el aire.Entonces el mundo solamente tendría que interesarse en lo querespecta a la contaminación relativamente menor ocasionada porgenerado es nucleares de energía y otras fuentes.
2 ~ 1.8 Metales pesados. — Otro tema de interés es Ia presenciade metales pesados en muchos de los alimentos que se consumenen el mundo. La manera principal en que los metales pesadosllegan a los suelos y entran en su degradación, es por losusos de materiales y desechos domésticos e industriales. La
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mayov ía, s i no es que todos los sue los, cont i enen cant i dades
re I at i vamente pequeñas de meta les pesados, los que gener almen
te se encuentran en formas muy estables y no se consideran
di sponib les par a as imi I ac i ón por I as p I antas. Per o deb i do a
la naturaleza de la fuente de los metales que contribuyen a
la degradación de la tierraz las áreas de alta densidad de po
blación con su correspondiente actividad industrial y uso con
centvado de automóviles, pavecen ser las responsables de la
contribución principal de estos materiales al medio ambiente.
Mediante el uso de tecnología sofisticada es posible¡ en
muchos casos, evaluar los niveles de concentvación de estosmateriales que anteriormente fueron indetectables. Además, en
la actualidad¡ son posibles los diagnósticos más sofisticados
para detectar agentes de efectos advevsos a la salud humana¡
mostrando que los metales pesados en el medio ambiente pueden
ser la causa de mayor interés.
Se dispone de pocas evidencias que indiquen que una can-
tidad apreciable de metales pesados depositados en los suelos
entran en la cadena alimenticia mediante la absovción por las
plantas. Parece que la mayoría de los metales pueden sev ab-
sorbidos a tvaués de las hojas. Los metales pesados son in-
fluenciados por los mismos factores meteorológicos que los de
sechos radioactivos. El movimiento constante del aire y su
velocidad y la precipitación, detevminan Ia distvibución de
los mateviales desde su fuente e influyen en su concentración.Entve los metales pesados que a! parecer. son de interés prin-cipa I en la actualidad están el plomo, mercurio y cadmio.
2.1.9 Fert i I i zantes. — Los fer tdos pv imav i os de me.iorar los sue
ducción de alimentos. Pavo ocastes asociados con éllos, los cua
ilizantes son uno de los méto
los para el aumento de la pvo
ionalmente existen contaminan
les pueden sev factor contri—
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buyente en te degr adación de la tier ra. En las rocas fosfatadas br utas, por ejemplo, se ha detectado I a presencia de ele-mentos radioactivos, los cuales, cuando se aplican a los sue-los, pueden constituir una forma de degradación. Estas con-centraciones son extremadamente bajas. Un uso elevado y con-tinuo de los fertilizantes durante mucho tiempo podría, qui-zás¡ finalmente inducir una contribución significante de ra-dioactividad en los suelos. Sin embargo~ el fosfato general-mente se considera como un material bruto en la producción defósforo y el tratamiento del material bruto elimina en granparte el problemas
2.1.10 Detergentes. — El efecto de los detergentes sobre ladegradación de la t i er t a es qui zás el menor de todos los aquídi scut i dos. Podrí an ex i st ir algunos efectos dan i nos por eluso- de aguas residuales con grandes cant i dades de detergentesen éllas. Dado que los detergentes son utilizados como agen-tes dispersantes¡ pueden crear problemas de infiltración de
agua en los suelos¡ pero el abuso extensivo en los suelos en
esta forma es improbable. Por lo tanto¡ no es concebible queIa entrada de fósforo a los suelos en forma de detergente,pueda tener consecuencias.
2. 1.11 Tecnología. — La tecnología que existe en la actuali—dad contribuye con muchas de las medidas necesarias pera pt e-venir la degradación de la tierra. Por ejemplo~ se disponede tecnología y normas para e'I control y prevención del incremento de la salinidad. Similarmente¡ se dispone de tecnolo-gía para controlar la erosión, disposicion de desechos orgánicos~ tratamiento de aguas residuales y uso de la tierra¡ asícomo también para el control de la población. Por una y otrarazón, estos mecanismos o métodos de control de disposiciónno han sido usados completamente. Existe poco interés porparte del público para pagar por el costo de tratamiento o pa
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gar más pov las cosas que compvan cuando no est. án convencidosde que la degradación de Ia tierra o pérdida de producciónrha sido un factor en Ia destr«cción de Ia calidad del medioambiente. En muchos casos se culpa a los científicos de exa-gevar tanto un problema fuera de toda proporción y por no dara conocer su importancia.
Quizás una de las razones de esto es que el individuotiene una tendencia a pensar del medio ambiente en relación ael mismo. Esto es¡ considerav el micromedio ambiente sin te-nev en cuenta el medio ambiente total. Otro factor es quelos individuos tienen la tendencia a pensar en los desechosglobalmente y no en base individual. Por ejemplo, cada díase disponen millones de galones de aguas vesiduales y si unindividuo deja su hogar por un día¡ difícilmente existe unadifevencia notable en la cantidad de matevial que tiene queser tratado. Por lo tantor él tiende a Pensav en el mismo como un contvibuyente insignificante del total y supone que suactividad es de poca o ninguna consecuencia
Con el problema de los insectos y enfermedades, la tecnología está en un estado continuo de lucha. Existe Ia necesi-dad cpnstante para desar vo I I av y eva I uav los tvatami entos yvariedades resistentes para mantener una primacía ligera enla lucha con estos enemigos.
En algunos casos, la tecnología está siendo desarrolladapava proporcionav el control o medidas preventivas o estable-cer novmas par a niveles de ciertos materiales en nuestvo me-dio ambiente, específicamente: radioactividad„ metales pesa-dos y desechos industviales. Mientr as que en varios casos latecnologí ar como resultado de avances recientes está di spon i
ble pava mejovar Ios efectos de Ia entvada de tales materia-
23
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eióofouoayenanueunevedsowtyuaouiueuotoUodoudXsafouyuooA.isewuouapoquaiwto-afqeysafaeuedsafqiuodsi
pseoiuoyysefapeunsauotosfstó-afeq*eiuysnpuiefyodopeafdwaonpintpuifaeuedpeptftyn
apeptpvydefuaeqfnsaufenoof'eiuysnputeunuasa]ouguooapuotoisodwiefeuedayuedeunvasanb"evvatq.efapuyto
-epeuóapefUegdaoeeopeuifouisewUeqsaapanduainbonpiniputunyodaquaiqweoipawfapuefnoiq.caedoq.oadseuneopeu6ise
vo]ewfasasepipawuasuapandouanbsesossefapevg
sewafqoudsofsopogapuotonfosefeuedsegsand-savuooaduanoasouuneobrad'aguatqweoipawfapoU&uapsaf
Otr o camino en e I estatuto de leg i s I ac ión que proporc i o-na castigos, si ciertas normas prescritas son propasádas. En
muchos casos este camino debe dejar de ser una carga en e I de
sarro I lo de tecno logía menos costosa para la empresa que pro-duce el agente causante de la denradación de la tierra. Mien
tras que en una región se puede instituir tal control, no to-das las regiones pueden ver e! beneficio de tal acción y pue-
den no aceptar imponerse las mismas restricciones estrictas.
Parece probable que las únicas normas de la degradación
de la tierra impuestas en Ia actualidad sean aquéllas impues-
tas por Ia actividad legislativa. Siendo este el caso, enton
ces llega a ser más importante para el cuerpo legislativo pro
porcionar toda la nueva información disponible mediante un le
vantamiento de datos periódicos de las normas, así como tam-
bi én la elección de prioridades y alternativas en I a p I anea-
c ión del uso de la tierra, desarro ! Io y conservación.
2. 1.13 Estimación. — En una estimación de la degradación de
I a tierra, una consideración es su papel en I a degradación de
otros recursos: aire y agua. Las causas de degr adación men-
cionadas, parecen estar entre aquéllas que reciben la mayor
atención de la comunidad científica. Bierly ha proyectado elcambio de actividad en la investigación de la contaminación
en el United States Departament of ágricu'!ture y el número de
científicos hombre-año que serán necesarios en varias áreassupeditadas para 1977. El mayor aumento en la necesidad de
científicos hombres-año se presentará en la disposición de de
sechos animales domésticos y de procesamientos. El siguienteen importanci a ser á en el control de la erosión y manejo de
sedimentos. Luego en el control de agentes infecr !osos igual
mente con el incremento en el esfuerzo puesto dentro del áreade nutrientes vegetales. Desde el punto de vista de la degra
25
dación de la tierra, los nutrientes para las plantas son depoca consecuencia; pero, desde el punto de vista de su entra-da en los almacenamientos de agua¡ son importantes.
2. 2 Reconocimiento a licación.
2.2. 1 Huecos en el conocimiento. - Existen ciertos huecos enel conocimiento en relación con el estado de los cuatro pro-
blemassespecíficos�
. Mientras que se conoce mucho y entiendede reacciones en Ia descomposición de la materia orgánica enlos suelos¡ esta información se ha obtenido generalmente através de las investigaciones de incorporación de r es i duos decosechas y animales. Mucha de Ia información relaciona el estado nutricional de los cultivos subsecuentes cuando los residuos han sido incorpor ados a niveles considerados normales yeconómicamente factibles.
No existe mucha información disponible sobre los efectosde Ia ocupación de los suelos para la disposición de materia-les de desecho y los efectos sobre cultivos subsecuentes. Lasconsecuenc i as de I a desear ga de los desechos orgánicos de cua Iquier relación carbono-nitrógeno actualmente se desconocen.Otro concepto de importancia considerable, pero del cual sedispone de muy poca información, es el de los efectos de pe-quenas cantidades de materiales en el suelo y su amp I if i ca-ción o acumulación en plantas y animales. La acumulación noes necesariamente a nivel tóxico, sino a un nivel subcl tnico.En resumen~ ¹laefectos igualesa nivel alto?.das, radioactiv
exposición a largo plazo a nivel bajo producea los que produce la exposición a corto plazoLa pr egunta también es apl i cable para pest ici
idad y metales pesados.
Lino de los problemas está relacionado a la exposicióncrónica a nivel bajo: la velocidad de disminución o destruc-
26
c ión alcanza un equ i I ibr i o dentro de I medio amb i ente y enton-ces esa concentr ación de equi I ibrio tiene un efecto adversosobre las plantas y animales o se presenta en un nivel suf i-cientemente bajo como para no tener consecuencias suponiendoun componente constante?. ¹Si el componente aumenta o dismi-nuye qué efecto tiene esta concentración?. Estas son algunasde las preguntas que necesitan ser contestadas.
Para el control de Ia erosión parece existir suficientetecnología, la cual podría -si se instrumenta- controlar una
gran parte de las corrientes superficiales de agua de lluviade Ias tierras agrícolas y forestales, con excepción de Iasquemas¡ talamiento y sobr e-pastoreo que desnudan gr andeasáreas de cuencas y donde tales operaciones destruyen Ia esta-
bilidaddad
del suelo creando de esta manera problemas de ero-sión. Las investigaciones en el control de tal erosión pue-den ser benéficas.
También es de gran interés el sedimento propio en las cor rientes de agua que provienen de sus bancos y camas. Es ne-cesario la información respecto a la estabilidad de los ban-cos y camas. Si el control fue tal que únicamente se limitóa las cantidades alcanzadas por las corrientes principales de
los ríos, ¹pueden los bancos y camas estabilizarse de inmedia
to y reducir de esta manera la carga de sedimen*os y pueden
sus sedimentos continuar siendo los contribuyentes mayores de
las corrientes?.
Con respecto a la radioactividad¡ el incremento en eluso de los reactores nucleares como generadores de energíahacen necesarias las investigaciones respecto a la liberacióncontinua de sus desechos radioactivos de bajos niveles. ¹Sellegaría a alcanzar una concentración de equilibrio de estosmateriales como se ha sugerido y serían diferentes los efec-tos de aquéllos debidos a una exposición simple a un nivel
más alto?.27
2.2. 2 Tecno logías nuevas. — Tendrán que desarro I I arse nuevastecnologías neceser i amente para controlar o prevenir algunostipos de degradación de la tierra. La incorporación de resi-duos vegetales de todas clases presentan diferentes tipos de
problemas. Debido al tipo intensif icado de agricultura en
las ár eas altamente productivas del mundo, es necesario incorporar grandes cantidades de material en el suelo. En muchos
casos estas interfieren con la plantación y/o desarrollo de
los cultivos subsiguientes. Es necesario el desarrollo de
técnicas para vencer los problemas creados.
Lino de los problemas con Ia disposición de aguas residuales es la degradación del agua, la cual se hace inadecuada para su reuso. Se carece de información en relación a la extensión del tratamiento necesario para hacerla adecuada para eluso en la irrigación de las tierras. Las leyes de salud pú-blica previenen la utilización de aguas residuales crudas pa-ra e l r i ego de hor tal i zas. Sin embar go ¡ ¹qué ni ve I de trata-miento es necesar io antes que esta fuente de agua pueda serutilizada para la irrigación?.
Con relacion a los desechos orgánicos celulósicos de
fuentes industriales, municipales y agríco !as, se requiere de
sarrollar tecnologías para que pueda hacerse un uso más am-
plio de estos materiales. En ciertos casos, los materialescelulósicos de origen agr ícola se han usado en la producciónde papel y madera comprimida. Los desechos celulósicos muni-
cipales y de otras fuentes, además de la agricultura, estánsiendo usados actualmente. También existe la necesidad dedesarrollar técnicas para el manejo y preparación de estos ma
teriales, de tal forma que puedan entrar en un sistema de re-cicleo. Si se pueden reciclar grandes cantidades de desechoscelulósicos¡ se puede resolver el problema de Ia carencia de
este material.
28
En e I caso de I pepe I, metal, p I ást i cos, hules, text i I es,vi dr io y madera encontr ados en los desechos rnun i c i palee I astécn i cas de separac i ón se encuentr an comúnmente ba jo con s i de-rac ión¡ ex i st i endo aún I a necesi dad de hacer este medio econó-micamente factible.
Un medio para controlar la erosión, sería el desarrollode materiales que puedan económicamente estabilizar el suelo.De esta manera se podría prevenir la erosión cólica e hídricasin afectar adver samente I a productividad de los suelos.
Se pueden desarrollar nuevos pestir. idas que tengan comopre-requisito su biodegradabilidad, eliminando de esta manerasu persistencia en los suelos. Presumiblemente un pesticidade vida corta puede ser tan efectivo como los productos comu-nes.
Existe un interés reciente acerca de los tipos de conta-minantes que probablemente se encuentr an presentes en al gunosde los productos usados, así como los al imentos de consumo.Puede ser necesario desarro I I ar tecnología para reducir o el i
minar ta les contaminantes de los productos al iment i c ios admi-n i st r ado s
2. 2 ~ 3 Selección de alternativas. - Uno de los factores claveen I a selección y eva l use ión de tratamientos que proporcionenso luciones a los problemas de contaminac ión, es se lecc ionara lternat I vas de invest i gac ión. En a I gunos casos los factoressocio lógicos y económicos determinan la selección de una al-ternativa. Tómese, por ejemplo, la acumulación de sales yálcali en los suelos. Aquí, al parecer, existen pocas alter-nativas. Una es permitir que las sales se acumulen. Otra eslixiviar las sales más abajo de la zona r adicular. Una tercara es usar fuente de agua con un contenido extremadamente bajo
29
uotoezifiynaJefuaJaptsuooanheJedasJezJoyuapandsapepl[-edlotUnwspq'spotpsylúopsa)pliptsaJsen6esefapUolopzlflg-naJefeJedáfqtuodsipei6ofouoayuooaduanoasuyiqweJ
spwanuseotuoyyseun6feasJpff-oJJesapuapandoúad'ayuawfengoeafqluodstpPJyuánouaaset6
ofouoappgsaapplfong*Uoloonúgsuooapsanbo[qoso}fIJpefapeJnyoeynuewefuaouaffaJfeeJedJezi
fiynuapandassez
Iuáoseq"oa)otoaJapewaysisunuaasJlonpoJguiuetJpodánbsefeiJayewuasopeoiyisefoJasuapandaquawftoyysonpiseJsoq
seleyuárSPJyoJauayuytqweyaoaJeduoloeJauiouieq'PJJatyapseaJesapueJ6apayopJyeuyionqiJysi
pXofauewaJnsuaJetguooapJp6nfuaoots@fnfeofeiJayewfaJeJaulouiafqeuoz
eJsewJaselJpodSuegrofodoJyaweaJeueJ6eunua'ofdwaCaJod'septleuJáyfeseun6feJeutqluooseaJesaqueJapIpeJedopenoape
sewJasapandfeiJayewfaoCnpoJdanbefeayueCawaseaJeeunuasooiuy6JosoqoasapsofJinqiJgsipaJafqisodJasapand
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"souesoqonwayupJnpUoloe61JJIefeJedeysyJesnapzedeoeasPJnyfnoiJ6eefanbafqeqoJdwtaoaJed'ogsooof'eqepepifeoegfeapen6eopuezif
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JeffoJJesapeJedozúanysaunasJaoeqeqapsezinb'ooiq.ifoJgoafaopiuayuooofeqapodiyfapuosouen6eapSOJASiutwnssof
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ewafqoJduneaspppluifpsefapfoJ~voofaapuopseaJeseffanbeuaseguefdJewt~fnoouei.iasPJgogsogn}osuá
de agua, ya que sus fuentes de abastecimiento pueden ser insuf i c ientes pava sat i sf acev sus necesidades. Previniendo lasnecesidades suscitadas¡ se pagará el costo del agua doméstica.La misma fovma de analogía puede sev aplicada al agua agríco-la, pues Ia gente tiene probablemente una producción agrícolalimitada, pero podría buscar alternativas o suministros adicionales.
Con la agricultura e industria de químicos orgánicos einorgánicos, debería haber un veordenamiento de pvior idades y
una investigación de los materiales a usar en lugar de aqué-llos que se encuentran afectando el medio ambiente. La alter-nativa pava distvibuir los desechos es recolectartio de pvoducción. A este respecto, sería deseab
los en su si-le la selec-
ción de los sitios de descarga donde los desechos puedan serconcentvados para su disposición completa. Puede
par a a I gunas fechas futur as reduc ir algunos de loacción por la que podr ía sev factible centralizarde disposición.
sev posibles desechos,
los sitios
ía tecnología pava el contvol y prevención de enfermeda-des y problemas de insectos, es de dos tipos principales: eldesarrollo de variedades to ler antes y el usc: de pesticidas.Los pesticidas aún proporcionan los medios pvincipales de con-tro I de bacterias propias del suelo o fauna, que son organ i s-mos del suelo¡ ha sido muy exitosa en una extensión limitada.La técnica primaria para la protección de los cultivos de lasenfermedades e insectos propias del suelo, es el desarrollode plantas que no sean susceptibles a esos organismos. En elcaso del hombve y los animales¡ la inmunización proporcionaprotección a la salud.
Para la aplicación completamente exitosa de la tecnologíaen el combate contva los contaminantes del medio ambiente¡ es
31
necesario poder predecir Ics hechos. Imp l íc ito en I a hab i I i-dad para predecir¡ está el conocimiento de la velocidad a lacual I a acc ión o reacción tema lugar. La di f i cu ltad es entender I as interacciones (entre é I I as) de I as di fer entes partesdel medio ambiente y cómo pueden ser interpretadas en cuantoa un efecto. La i dea de predi cc i ón en base a I a eva I uac i ónde diversas variables es de particular importancia con r especto a la erosión, sales, radioactividad¡ metales pesados, pes-ticidas y fertilizantes.
2.2. 4 Criterios y, normas. — Uno de los problemas en la apli-cación de alternativas es que en muchos casos no se cuentacon criterios o normas disponibles para la degradación de latierra. En otros casos Ias normas son tan generales y abier-tas para la interpretación, que no son efectivas. El únicofactor de degradación de la tierra para el cual existen cr iterios factibles, es para el del establecimiento dle la acumula-ción de sales y álcali en los suelos. Aún estos criterios varían con muchos otros factores.
En el caso de la r adioactividad, las normas fueron esta-blecidas bajo la amenaza de una guerra nuclear . En virtuddel clima político actual y los avances en la tecnología nu-clear, existe Ia necesidad de una revalidación.
El criterio para la erosión más bien parece ser subjeti-vo, y no existen normas f initas para este tipo de degradaciónde la tierra.
Las normas en relación con las enfermedades infecciosasestán gobernadas grandemente por medio del criterio de losefectos económicos que producen sobre Ias plantas. La rela-ción del nivel de inoculación a una respuesta medible en elcultivo ..e desconoce por completo.
32
Lo mi smo sucede para los insectos que vi ven en e I suelo.Los que vi ven arr iba del suelo se han evaluado en términos de
ni ve les de pob I ac ión y danos económicos a los cu lt i vos y sehan estab lee i do medidas de contro I muy efect i vas. Pero esteno es el caso de los insectos que viven debajo de I a t i er ra.
No existen criter ios para muchas de las otras categoríasde mater i a les o substanci as degradantes de la tierra, deb ido a
que éstas se encontraban presentes en e I sue lo en un inter va lo
ampl io de concentraciones en estado natural .tes pueden cons i derarse exces i vos?. Esta estas que tendrán que ser contestadas antes de
can normas efectivas.
¹Qué constituyenuna de Ias pregun
que se establez-
3. PDLITICA Y I INEAMIENTOS
3. 1 Recabac i ón de i nformac i ón. En cua I qu ier intento par a r e
so l ver un problema, el primer requerimiento es su i dent i f i ca-
c ión. Hecho esto, es necesario resumir toda la información
disponible sobre el tema, para aplicarla a Ia solución del
problema.
Es importante saber no solamente qué es lo que se busca,
sino también dónde buscarlo. La persona que recabe Ia infor-
mación debe tener conocimiento de una disciplina en par ticu-I ar . Este conocimiento es de gran valor en el estudio de I a
literatura, ya que es posible examinar investigación crítica,lo que para un individuo inexperto puede parecer de por. a o
ninguna consecuencia en su aplicación a Ia solución del pro-
b lema.
Se requi ere un si stema de r evi s i ón automát ice de di a-
r ios y textos, etc. , asignándose les a indiv iduos con conoci-
mientoss
de cada una de I as di sc i p I inas, lo que concierne a
la revisión de algunas publicaciones. Debe tenerse cuidado
de no saturar al individuo, quien podría ser un miembro de
tiempo completo del equipo o quizás más conveniente, un con-
sultante de tiempo parcial.
Los consultantes de tiempo parcial son más aceptables
desde varios puntos de vista. Primero, es extremadamente im-
probable que un individuo pueda tener dominio de una diversi-
dad de idiomas para que estudie toda Ia literatura que pueda
encontr arse publicada sobre cualquier tema dado. Segundo, es
to hace posible el mejor uso del dinero disponible para los
honorarios, pues un trabajador de t iempo parcial percibe un i-camente una fracción del salario de un empleado de tiempo com
35
llotov6tysanutefuaonpuooanbseuosIadsefvepeupstt«wnseasuotoeyauduagutauoro
-eqeoauelapsaneu~eepeffouuesapuoroewuoyurefanbferouasasa'soseosofapvuarnbfenoug'aguarqweorpawfapuoto-e6rgsenurapsoyngtgsurapuoroewuogosauorsaouooaposnfa
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'JoluagueUOIO
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osouurrtfoureruaqapootporuaduawnsaufaanbeoprqap'soueapoporuadunuodopeuonfontlI
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gru6rsfauolawueyouduaytlrapandassonprwr
p-utsoqonwapvpvuysrurwnsuoroewuogurvfap'ouaouayoyafd
A I pr oporc ionar concesiones par a investigación, los fon-
dos deben ser distr ibui dos a los gr upos de t abajo neceser ios
para I a invest igac i ón de inter ós de un segmento part i cu I ar del
medio ambiente. Si
rector de proyectotíficos designadosgdo puede promover
ternacional.
es posible, sería ventajoso tener como di-o director de coproyecto a uno de los cien-como recabador de información. Este arr e-la coordinación de esfuerzos nacional e in-
Las tareas necesarias tendrían el acceso multidisciplina-r io al problema, mientr as Ia investigación del medio ambiente
debería ser conducida tomando en cuenta al medio ambiente tan-to como sea posible. Como una ayuda a la coordinación de una
investigación multidisciplinat ia, debe establecerse un comite
interorganismos par a seleccionar, revisar y evaluar proyectos
y comparar sus descubrimientos dentro de un compendio.
Las instituciones de investigación del medio ambiente de-
ben establecerse en países con las facilidades necesarias o
si se desear a localizar tales centros de investigación en un
lugar particular del mundo, entonces Ias facilidades necesa-r i as y equipo podrían ser proporcionadas junto con el equipoexperto. Donde sea posible¡ estos institutos de investigacióndeben ser establecidos donde existan las condiciones ambienta-
les par a ser investigadas. lln comité de expertos debería se-Ieccionar Ios sitios, determinar el desembolso de fondos y eva
luar periódicamente los proyectos.
Otro camino par a la selección de estos sitios se puede lo
grar mediante consultas respecto a Ia opinión de los institu-tos, organismos y universidades existentes.
EI establecimiento de institutos o grupos de trabajo no
debe ser una base permanente. En vista de la naturaleza cam-
b ante de I medio amh i er te ¡ cada pl o) ecto debe estab I ecer de-terminado t i empo para su tevminac ión. lln período adecuado para invest igac iones de e.ta natur aleas Jebe sev de unos á años.Si fuera dictaminado pov el comité de selección y revisiónque e I pr oyec*o podvía cont inuav, entonces el nuevo pro! ectotambién debería I imitarse en duración.
3.3 Cr' i ter i os o normas. Debe reconocerse que en el esta-
blecimientoto
de cv iter ir s & ¡o normas¡ el intevés pv incipal esel efecto de la degradación de Ia *ierra sobre las plantas,an i males o I a ca I i dad de I aire y fuentes de agua ~ La adaptab i I i dad de novm', s dependerá qvandemente de I a hab i I i dad par adesarrollar critevios cue puedan med'v apropiadamente losefectos bajo una diversidad de condiciones. Par a una seriedada de condiciones del medio ambiente¡ éste puede utilizar oabsorber una cantidad fija i!e un material o elemento sin lle-gar a deqradarse o tenev efectos adversos. Los principios quegobiernan las reacciones de los materiale, contaminan*es en elmedio ambiente necesitan ser determinados para podev predecir., us efecto, . Una de las bases en el desavrollo de prediccio-nes es el entendimiento rle Ios principios que nunca cambian¡aunque debe tenerse en mente que el entendimien*o del hombrede aquellcs principios puede cambiar.
Esto¡ por ejemplo, explica pavcia!mente los extensos con-flictos que ocurren en la literatura r elacicnados con la apa-rición de nitratos en Ias aguas superficiales o agua del sue-lo, Existen condiciones que son favorables para el movimien-to del nitrógeno dentro de lo., abastecimientos Je agua y suacumulación ahí mismo. Al mismo tiempo¡ existen condicicnesbajo las cuales el nitrógeno no se mueve den*ro del agua su-per!icia! o agua c!el suelo. Este ejemplo se usa para señalarla necesidad de desarvollar critevios adecuados pava el esta-blecinuiento de novmas.
38
En e! estab lee imiento de cr iter ios se puede ver e I tema
o aspecto como si estuviera involucrado en un gran equilibriocon el triángulo de los recursos tierra, aire y agua.
Para una entidad particular, entoncesr io definir la velocidad de reacción o equ
llega a ser necesailibr io con los
otros recursos. El concepto de equilibrio supone un descenso
o eliminación de un recurso y su inclusión dentro de otro.
Excepto para el caso de Ia radioactividad, la cual puede
ser producida artificialmente, existe una concentración fini-ta mundial de un elemento que existe en un equilibrio. EI
concepto de equilibrio ha sido usado por la investigación de
partes de nuestro medio ambiente, tal como los ciclos del ni-trógeno y azufre, pero el considerar Ia entrada y salida to-tal de un recurso dentro de otro, no se ha hecho para el me-
dio ambiente como un todo.
Se ha reconocido que en muchos casos existe Ia necesidad
de normas antes de que se pueda desarrollar un criterio a través de una investigación básica y adaptada. Tales normas de-
ben ser utilizadas solamente como una guía para la calidaddel medio ambiente; por lo tanto, se pueden establecer en Ií—nea con habilidades comunes para evaluar y controlar una entidad particular en el medio ambiente. Cuanta más información
llegue a estar disponible, las normas deben ser cambiadas de
acuerdo a dicha información.
EI establecimiento inicial de Iineamientos debe hacet se
con una amplia base de aprobación. Una manera de hacer estoes colectar información relacionada con normas para cada uno
39
de los factoves propuestos de I medio ambiente. Esto puedeser quizás uno de los pr imevos esfuerzos de I as gentes e legi-das pava recabar, interpretar e investigar información sobrela degradación de la tievva. El propósito puede ser determi-nar los I ímites par a las normas que se encuentran comúnmenteen práctica sin velacióndos al obtenev o alcanzarsin embargo¡ que se debecuando se obtenga nueva i
así como también para ellas aptitudes comunes parción de la t ierra.
a criter ios necesar i amente involucrauna norma. Debe ser r eenf at i zado ¡
contar con prev i s i once pava camb i arnformación relacionada a los niveles,establecimiento de normas dentro dea controlar o prevenir !a degrada-
Una vez que se obtiene Ia información sobre normas comu-nes, una comisión encavgada de los resúmenes y compuesta porsociólogosg doctores en medicina, veterinarios, agrónomos,científicos en suelo, economistas¡ tecnólogos en alimentos,licenciados y otros, deberían delibevar pava establecer, sies posible¡ las normas iniciales.
Otro camino puede ser encargar a los países miembros deIas Naciones Unidas y/o a los que no lo son, proporcionen lainformación que tenga relación con las novmas para los problemas del medio ambiente bajo consider ación. También cada na-ción debevá sev llamada para nombr ar Ias autoridades reconocidas en su país pava cada una de las disciplinas mencionadas.Estas gentes estavían entre aquéllas a ser consideradas par adirigir a la comisión encargada de los vesúmenes y establecerIas normas iniciales. Los miembvos para Ia comisión deberán,de hecho, ser reconocidos como las autoridades máximas di.spo-nibles. Los factores regionales del medio ambiente y culturales, así como las relaciones de benefic!o-costo¡ se deben to-mar en cuenta en el establecimiento de las normas.
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4. PC LIT ICAS DE ACC ICN
4. 1 Prioridades. Los problemas de degradación de la tierradi scut i dos en I as secc iones anter i ores a esta ponenc i a, se en
I i stan a continuación en tves categorías. Mientras la c l asi-ficación de una categoría puede estar sujeta a interpretacióndesde el punto de vista de la degradación de la tierra se
cr ee que estas categorías representan tres ni veles di st intosde interés¡ pov lo tanto, establecen pvioridades de acciónrespecto a los pvoblemas de degradación de la t ier r a y su in-
f luenci a en el mundo. En regiones específicas en equi I ibr io,una o más de las causas de los problemas, pueden tener mayor
importanci a respecto a otras dentro de una categor ía. También
se admite que un problema puede tenev la pviovi dad más alta,requir iendo una solución inmedi ata.
Si las medidas de control de degradación de la tierravan a I levarse a cabo, requerirán de la participacion conjun
ta det gobierno, científicos y públ ico. Una de las partes in
tegrales del progr ama de acción¡ es la comunicación entre es-tos tres grupos. Es muy importante eliminar las posibilida-des de malos entendidos.
4. 2 Im licaciones sociales educación. Los científicos de-
ben describir la acción a efectuar en términos familiares pa-
ra todos y no en términos comprensibles sólo para otros profesionales. Se requiere educav a la gente sobre la necesidad
de Ias medidas de control y manejo del medio ambiente.
En lugaves donde el nivel de educación de la gente es ba
jo, el programa tendrá que conducirse por medios audiovisua-
les. Uno de los cambios importantes que tendrán que ocurrircon respecto a la degradación de los sue los, es la actitud de
41
aquél los que~ actua amante, no ven I a neces i dad o son i n:Ii fe-rentes al problema.
Al llevar a cabo un programa de acción, se debe tenercuidado par a evitar la formación de grupos con puntos de vista opuestos o intereses legítimos sobre el efecto de estasmedidas de control sobre su modus vivendi. También, se debetener cuidado de prevenir Ia identificación de un grupo conun problema determinado, por ejemplo, las proporciones elevadas de disposición de los desechos pueden ser consideradasde importancia por la gente de Ias clases media y alta, perode poco o ningún interés para la gente de bajos recursos económicos.
4. 3 La necesidad de alternativas. Una de Ias razones bási-cas de la falta de cumplimiento con las normas, por las in-
dustriass
o personas, es que éstas son demasiado estrictas y
no existe un mecanismo par a efectuar el control, no se permitnn alternativas en este caso, y no hay manera par a absorberdc manera inmediata el incremento de Ios costos.
No hay duda de que la purificación del medio ambienteva a incrementar los costos para la agricultura y la indus-tria.
Actualmente, si muchos de los mecanismos propuestos pa-ra la disposición de los óesechos o Ia prevención de la de-gradación de I a tierra fuer an efectuados, los costos de I a
agr i cu Itura y I a producción industr i a I se incrementarían considerablemente. Ios costos agr ícol as e industr iales estánllegando rápidamente al punto en que el aumento en
ción no puede compensar el aumento en los costos.I a producConsecuen
temente¡ necesitan establecerse políticas alternativas que
permitan un criterio más amplio para la adaptacion de las me
42
PRIORIDADES SUGERIDAS PARA LOS PROBLEMAS DE DEGRA
DACION DE LA TIERRA EN EL MUNDO
CATEGORIA CAUSAS DEL PROBLEMA
Erosión y sedimentosSales y álcalisDesechos orgánicosEnfermedades infecciosas e insectos
Desechos inorgánicos industrialesPesticidasRadioactividadMetales pesados
FertilizantesDetergentes
didas de control dentro de las normas aceptadas para diversasregiones. EI gobierno y Ia iniciativa privada deben trabajarconjuntamente para establecer Ias alternativas convenientes.
Uno de los problemas para el establecimiento de tales al-ternativas sería los aspectos multidisciplinarios del medio
ambiente. Deberían existir disposiciones para el estableci-miento de un grupo de coordinación dentro de cada empresa, en
cargado de recabar la información de diversos grupos de inves
tigación y determinar los degradantes de la calidad ambiental.Este comité sería similar en acción al comité coordinador discutido con anterioridad. En el establecimiento de las alter—nativas apropiadas¡ sería necesario hacer ajustes para lascondiciones de emergencia y los procedimientos a seguir cuan-
do se presentan tales casos.
43
4.4 Controles nacionales e internacionales. La ejecución ycump I imiento de I as medi das de control necesitan di ner o pr oveniente de impuestos para su apoyo. El cobro y di str ibuciónde I dinero de los impuestos requiere de acc ión I egi s I at i va.Aún cuando los indi v i duos se impusieran a sí mi smos una cuotapara el control de la contaminación, esto sería conveniente„ya que algunas regiones debi do a su opu lene i a, podr ían lo-grar más control de la contaminación que otras. Esta es unamanera poco efectiva de controlar la degradación de la tie-rra, puesto que c i ertos aspectos no están inf luenci ados porlos I ímites estab lee i dos. Por lo tanto, es neceser io imponer
1
impuestos para cr ear una fuente de fondos.
En algunas ocasiones la actividad de una nación puedeproducir una causa de degradación de la tierra, de pr eocupa-ción mundial. Para estos casos, es necesario establecer nor—mas internacionales que puedan hacerse cumplir. La evalua-ción del interés con respecto a tales problemas de degrada-ción de la tierra y el compromiso de cumplimiento por partede Ias naciones que ponen en ejecución Ios controles, deberíaser una función de Ias Naciones llnidas. Suponiendo una acep-tación de las normas propuestas, Ias naciones por separadotendrían que promulgar Ia acción legislativa adecuada.
En los controles nacionales de importancia regional o i n
ternacional, Ias normas podrían ser más rígidas que Ias nor-mas generales. Para un mayor control local, las normas nece-sitan guardar un equilibrio entre las necesidades y la capacidad asimilativa de los recursos disponibles dé la tierra, elaire y el agua. A los gobiernos locales deberá permitírselescierta flexibilidad.
Si se aceptaran internacionalmente Ias normas más estrictas, obviamente la legislación y el cumplimiento subsiguien-
tes tendvían q, e efect. , ar se a nivel necio»al. Sin embavgo, en
Ia legislación deber ía, existir disposiciones que pevmitieranel contr o I por medio de una or gani =ación munrli almente aceptada¡como el medio par a una doble r av i sión de I a efecti v i dad de lasmedidas de contvol sobre el medio ambiente,
En muchas ocasiones las autovidades locales (como pov
ejemplo, los gobi er nos estatales), no cuentan con I a especia-llzación necesaria pava el establecimiento de las normas o pau
tas a seguir; pov lo tanto, los gobiernos nacionales y los or-ganismos internacionales, debevían pvopovcionar el asesovamien
to par a el establecimiento de novmas pava todas !as fases de
degradación de !a ti er r a; pevo„como ya se señaló, las normas
ap I i cedas loca l mente„ l as pena I i dadas, o los contr o I es, deben
depender del Estado y del pvobl ema en cada aves.
La neces i dad de coovdinac ión mundi al de I as act i v i dadas
en el contr ol de la d..gradación de Ia tierr a específicamente y
la cal i dad amb i ental en general, ha sido reconoci da por I a Aca
demi a Racional de C i ene i as de los Estados Uni dos. !Ina de susvecomendaciones exige Ia fovmulación de políticas pava los v
cursos natuvales de la nación, e! continente y el mundo, por
medio de las estvuctur as gubernamentales o los conventos que
sevvir ían mejor a ese efecto. i%o pued!e sobveenfatiza. se la ne
cesidad de cooperación y en acuerdo entve las acciones legislativas intevnacionales„ nar a contvolav el medio ambiente mundial
4. 5 Im Iicaciones económicas de Ias olíticas. Como se indicó
con anteviovidad, el costo par'a llevav a cabo Ios contvoles de
la degr adación de Ia tierra es la Iimitante pvincipal en Ia
aplicación de la tecnolog'. a pava resolvev los problemas actua-les. Las alter natiuas pava determir. ar los costos de la ejecu-ción de las medidas adecuadas de contvol son: asignav el cos-to de la disposición al productor o asignar los costos al usua
45
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'ogsoola'soysandwfsolapoipawJodolJ
centración. La velocidad de cambio tiene valor, ya que puede
advertir sobre los problemas de degradación de la tierra. E I
establecimiento del nivel es necesario para evaluar el cumpli
miento de las normas existentes. lln sistema de control po-
dr ía ser parte de las actividades normales de un Instituto de
Investigación Ambiental (según fue propuesto) o de una nación.
Otra posibilidad es Ia utilización de un sistema por medio del
establecimiento de'grupos de expertos en instituciones educati
vas, laboratorios privados de investigación y laboratorios in-
dustriales. Un sistema de control debería ser parte de un sistema coordinado internacional y nacionalmente. Los sistemas
deberían de complementarse entr e sí, eliminando gran parte del
esfuer zo de duplicación y por lo tanto reduciendo los costos.La información del control debería suministr arse a cada una
de Ias instituciones participantes, así como a Ias institucio-nes coor dinador as sin participación directa.
Se requiere I a participación de expertos en los progr amas
de control por dos razones pr incipales. En pr imer lugar, en
muchas ocas iones es di f íc i I di st ingui r entre los efectos que
resultan de varias causas probables. Debido a la simi I itud de
los efectos es neceser io interpretar los datos, trabajo que
efectúan mejor los expertos. En segundo lugar, es necesar io
el anál isis de la información obtenida para determinar su sig-nif i cedo con relación a los cambios en los niveles y I a veloci
dad de cambio y suministrar posteriormente a Ios organismos
adecuados para I levar a cabo I as medi das aprop i adas.
Los expertos deberían contar con ayuda técnica y observa-
dores capacitados para auxi I iarse en la recolección de la in-
formac ion. La ayuda de los r egi stros automáticos permit ir ía
al investigador obtener más información de un área mayor, redu
c i endo probab I emente e I númer o de expertos de centro I r equer i-
dos,
47
4„7 Consol i dación de las or . ani zaciones existentes. Como sesugirió, puede ser posible fundar una oficina adicional eninstituciones educativas establecidas u organizaciones guber-namentales. En muchos países existen acuerdos para pr oporcionar ayuda y educar a las personas involucradas en el manejode su medio ambiente, como en el caso del campesino al que sellega por medio de una serie de instituciones educativas y deayuda directa. En general, los planif icadores urbanos y losdirectores industriales no han tenido organizaciones simila-res para recurrir a éllas. Es deseable ampliar muchas de lasorganizaciones existentes para proporcionar beneficios a unpúblico más amplio. La iniciación de tal sistema de asisten-cia educativa y técnica supone que la institución o la genteinvolucrada están asociadas con el problema de control y r ec i
b!rían toda la información disponible sobreta les.
las normas ambien
Si el gobierno se hiciera cargo del costo, habría una mayor necesidad del tipo de personal capaz de adaptar las medi—das de control a una variedad de condiciones. En este casolos programas educativos adquieren un enfoque diferente y seconvierten en una tendencia de "cómo operar".
EI modelo y las funciones de un Servicio de ExtensiónAgrícola pueden servir como ejemplo de una organización paraproporcionar asistencia técnica, así como la educación conrespecto al medio ambiente. Muchas naciones t ienen tales or-ganizaciones en las cuales se adaptan con facilidad los espe-cialistas ambientales. En muchas ocasiones, especialmentecon respecto a la degradación de los suelos, ya existe en ta-les tipos de organizaciones gr an parte de I a especializaciónpara Ia resolución de !os problemas de la contaminación.
48
Como parte de un programa educat i vo, I as técni cas ap I i ca-das de los métodos de contr o I pueden ser demostradas por medio
de estudios pi lotos. No hay tanta necesidad de este tipo de
estudios¡ como I a hay de of i cines con suf i c i ente exper i ene i a
para poder demostrar y di scut ir e I controlambiental�.
4. 8 As ectos le ales e institucionales (1). Los aspectos le-gales e institucionales de la tierr a, incluyendo el control de
la degradación del suelo, son parte importante de toda la va-riedad de problemas relacionados con Ia utilización racionalde manejo y Ia conservación de tierras. Constituyen un medio
de poner en ejecución las decisiones de las políticas para promover el desarrollo compatible con la necesidad de conserva-ción
Estos componentes pueden ser vi stos, ya sea a los di fe( en
tes niveles en los que operan —local, regional, nacional e in-ternacional- o según las funciones que rea! izan, como en laelabor ación de políticas y en Ias cuestiones de control y eje-cutivas o con referencia al caracter específico de los facto-
ress
de Ia degradación involucrados.
EI problema sería encontrar Ia mejor manera de planear
una metodología par a hacerle frente a todos los aspectos invo-
lucrados que están interconectados y los cuales son interdisciplinarios e intersectorales.
Actualmente, las disposiciones legales par a controlar la
degradación de la tierra y los sueles, así como las institu-ciones responsables relacionadas con tal control¡ están orientadas demagógicamente hacia Ia utilización o el abuso, hablan-
(1) Preparado por el Departamento Legislativo de Ia FAO, Ofi-cina Legal.
49
do en términos gener a les; tal es e I caso de I a I egi s I aci ón y
las instituciones para la conservación de los suelos, la legi slación y las instituciones para el drenaje y las vertientes y
las leyes e instituciones municipales y ur banas. Se admite
que tal enfoque sectoral puede no siempre conducir a una planificación adecuada para el desarrollo racional y Ia conserva-ción de la tierra. La legislación y las instituciones para laconservación de la tierra y los sue los, deberían ser vistosdentro de la planificación mayor de Ia utilización de Ia tie-rr a; el fin de ésta es garantizar Ia asignación armoniosa y
adecuada de la tierr a y los suelos para la agricultura, el de-sarrollo de ciudades y las viviendas, el desarrollo indus-
trial, la recreación, etc. A su vez, las leyes y las institu-ciones de planificación de la utilización de la tierra, forma-rán un componente importante de la planificación nacional glo-bal de los recursos naturales disponnerales, los biorecur sos, el aire y
ibles como el agua¡ los mi
I os ser es humanos.
Las disposiciones legales que se re I ac ionan con e I con-
tro I de I a degradación de los sue los, t i enen como objet i vos
específ icos gar ant i zar la protección, I a conservación y I a
restauración de los suelos para satites y futur as para todos los f ines d
sfacer I as demandas presene la uti I ización, conside-
rando las I imitaciones impuestas por el crecimiento de la po-bl ac ión y su conducta. Pero a menos que ex i sta una po I ít i cadefinida con respecto a I a tierra cocial y básico„ la investigación, la
mo un recurso natural caenutilización y la conserva-
ción, estarán retardadas, mal dirigidas y ser án antieconómicas.
Consecuentemente, algunas naciones están considerando elestablecimiento de políticas básicas sobre Ia tierra y los sue
los que varían de una nación a otra de acuerdo a las necesida-des y factores específicos que prevalecen Iocalmente. Las de-
claracionesones
de las políticas están contenidas algunas veces en
50
las leyes const itucionales o más genevalmonte, en las leyes
que vegu! an I a ut i I izas ión de Ia t ievva, I a consevuación de
los suelos, l, is leyes agr avisa, ctc. L& muchas naciones tales
políticas con fvecuencia se encuentr an contenidas en las leyes
de reforma de I a t ier r a.
4.&S. 1 Situación existente. — Aunque la impovtanc. ia y ur. qencia
de los pvoblemas velacionados ron Ia degr adación de Ia tierra
y los suelos han ':. ido genevalmente veconocidas en I s mayor pav
te de Ias naciones, la acción legislativ s par a hacevle frente
a tales pvob lemas es relativamente vec i ente . Existe una ten-denciaa
clava pava que tal legislación extienda su alcance„ pe-
vo en muchos casos sigue siendo incompleta, aún no existe y
pr inc ipa lmente se enf at i za sobre I a aros ion de los sue los.
La legislación sobve la consevuación de los sus los estámás desavvo! I ada eri los Estados Hni dos de Amév i ca¡ en I as Na-
ciones Euvopeas, en la lndi a, Japón, Pahi stán y Austr al i a.Ciertos países europeos¡ como Fvancia¡ Alemania Occidental,
Suiza y las naciones Escandinavas, tienen una larga tvadición
de consevvación de los suelos y han me jovado su legislación
sobre la cuestión con los años.
En cievtos países asiáticos la accion leqislatiua vecien
te combina las medi das de reforma agr aria, con las
ción de los suelos y tiende a sev de natuvaleza m
de conser va
ás ob I i gato-
v i a; de esta maneva se al inca con !a tendenci a de muchos otros
sistemas legislativos. En Ia misma veqión, Japón„Cei lán, la
Eeder ación de Malasia y la India, tienen legislac rones especr
f ices para Ia prevención de la degvadación de los suelos
Las naciones Latinoamericanas se están concientizando
más de la deqvadacion de Ias tierr. as en vista del aumento de-
mogr áfico y han adoptado programas nacionales de conservación
ZS
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4.8.2 Restr ice i ones inl r aestr urtura I es. — De acuerdo con un
aná I i si s de I a, ituaci !ón actual se observa que ex i aten muchas
restricciones institucionales e i»l raestr uctura les. Part icu-
larmente ya que la administración de la conservación de los
suelos generalmente esta orientada hacia Ia funcion o la uti-lizaciónn,
en lugar de estar or ientada l. acia los recursos¡exis-
te un efecto impeditivo, obstr uct ivo o r etardador en el con-
tro I de I a degradac i ón de la t ier ra y de los sue l os.
Las Infraestructuras tt adic iona les y modernas de I a so-
ciedad o la comunidad humanas¡ especialmente con respecto a
sus formas lega les y par a I ega les, par ecen afectar de una mane
ra negativa I a di str ibuc ión, el desarro I I o y la protecc ión de
la tierra y los sue los.
Estos conceptos tradicionales de la propiedad los dere-
chos de uti I izac!ón y las maneras de adquisición pueden I le-
var a ut i I i zac i ones evas i vas y abus i vas de I sue I o y e I subsue
lo. Por otra parte¡ las re -tr icciones sociales tradicionales
(los sistemas trib ~le.; y Feudales sobre la utilización de los
recur;os) y religiosas¡ pr evalecie»tes en murhas nacicnes en
desarrollo¡ previenen un desarrollo adecuado de los suelos,
con la consecuencia de su deteriorización.
La misma observación e. , válida para los conceptos moder-
nos relacionados con la sober, unía territorial y Ic, s límites
políticos~ las divisiones feder ales¡ estatales o locales¡ Ios
cua les no toman en cuenta I as un i dades ecológicas o natura l es.
Como se ha mencionado la admini strac ión de la conserva-
ción de los suelos está orientada hacia la uti I ización o la
func i ón. E ;te concepto resulta de un enfoque sector i al de
los problemas r elacionados con el control de la degradación
de los suelos. En la mayoría de las naciones¡varios ministerios
o depar tamentos, así como a I gunas veces I as autor i dades autóno-
53
'feJaua6uaeJJalyefapuoloe~JasuooefJauodoJdeJeglwlfaqapasou.saUIfsolapSJSfoUololUlgappup~
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-uooefapsafetJoyoassogoadsesofuasopesaJagulUeysaoag-UáwepoaJlpuloeyoaJlpsafqesuodsaJuos'sewouognetwasosew
sino que debev í a i dent i f i car los di uevsos medios (f ;. —
si co-económicos) para ser adoptados, así como el nivel
de conseruac i ón que debe ser pvact i cedo.
~ La i dent i f icac ión de los diversos contaminantes„ los
agentes de degr adac ión y I as medi das a ap I icar se par a
contr o I ar los.
~ El establecimiento de priovidades (agricultura-munici-
pales-zonií icación-industria) para prevenir políticas
y acciones conf lictivas, especialmente cuando Ia pro-
ducción agrícola está en juego.
Poder par a declarar zonas o áreas protegidas en el ca
so de civcunstancias de emevgencia y el derecho de
controlar y prevenir los desechos, I a mala ut ilización
y la sobve-explotación.
Las contribuciones financieras gubernamentales o la
participación por medio de exención de impuestos, sub-
sidios, facilidades de cvédito y compensaciones.
~ La creación de instituciones y autoridades vesponsa-
bles de la elaboración de políticas sobve la conserva-
ción de los suelos, la ejecución y el cumplimiento en
cualquiev nivel requerido (local, r'egional¡ nacional)¡
proporcionalmente a los medios de las naciones en tér-minos de las finanzas, el pevsonal, etc. )
La coor dinación e interconexión entve diferentes pro-
mulgaciones legales que afecten divectamente o indirec
tamente a Ia tievva y a los suelos¡ como serían: la
refor ma de la t ierr a, posesión de I a tierva, minar ía¡
ur han i zac i ón, protecc i ón de pa i sa, es, bosques y agua.
55
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"sofanssofapuoloenJasuooeIaroaJdeanbeJedoor
Iqndrapuorosonpaeqs
El Consejo de los Sue l os deberá integrarse con aquel los
ministerios que tengan r esponsabi I idades sectorales para I a
uti I ización de los suelos. Tal organización deberá garantizar
Ia coordinación al nivel político más elevado para: estructu
rar la pol ítica global de conservación de los sue los de la na-
c ión¡ determinar I as pr ior i dades y deci dir sobre I as medi das
a seguir par a controlar la degradación de los suelos.
57
5. ASPECTOS I EGALES E lNSTITUC IONALES (1).
Los aspectos legales e institucionales de la tierra, in-
c I uyendo e I contro I de I a degr adac i ón de I sue I o, son componen
tes importantes de I a d i ver s i
dos al uso racional, manejo y
tituyen uno de los medios de
dad total de problemas relacionaconservación de la tierr a. Cons
instrumentar decisiones políti—
cas para promover el desarrollo compatible con Ia necesidad
de conservación.
Estos componentes pueder verse desde cualquiera de los
diferentes niveles a los que operan: local¡ regional, nacio-
nal e internacional o de acuerdo a las funciones que desempe-
nan, tal como en la estructuración de políticas y en materias
ejecutivas y de control o con referencia al caracter específi
co de los factores de Ia degradación implicados.
E I problema es ver cómo idear mejor una metodología para
cubrir todos los aspectos implicados y los cuales son interco
nectados¡ interdisciplinarios e intersector iales.
En su estatus actual¡ las prevenciones legales para con-
trolarar
I a degradación de I a t i er r a y el suelo, así como tam-
bién Ias instituciones r esponsables relacionadas con tal con-
tro I son, generalmente hablando„ orientadas hacia el uso o so
bre-uso; tal es el caso de la legislación e instituciones so-
bre Ia conservación del suelo, la legislación e instituciones
sobre cuencas y drenaje, leyes e instituciones municipales y
urbanas. Esté establecido que tal camino sector ial no puede
conducir siempre a una planeación adecuada par a el desarrollo
racional y conservación de la tierra.
(1) Preparado por el Departamento Legislativo de la FAO¡
Oficina Legal.
La legislación e instituciones sobre la conservación de
suelos para la agricultura, desarrollo de poblaciones y vi-vienda, desarrollo industrial, recreación„ etc. En efecto,Ias leyes e instituciones sobre la planeación del uso de Iatierva fovmarán un componente impovtante de Ia planacional integral de los recursos natur ales disponibl
ación na-es, tales
la tievva y el suelo deben ser vistos dentro de la más qrandeplaneación del uso de la tierra. El pvopósito de ésto es asegurar una distribución avmoniosa y adecuada de la tierra y
como el agua, minerales, biorrecursos, aire y seres humanos
Las prevenciones legales relacionadas al control de I a
degradación del suelo se encuentran más específicamente enfo-cedas a asegurar la protección, conservación y recuperacióndel suelo, a fin de satisfacer las demandas presentes y futu-ras para cada propósito de utilización, tomando en ruenta lasrestricciones causadas por el crecimiento de la población y
comportamiento. Pero a menos que exista una política defini-da relacionada a la tierra como un recurso natuval básico y
esencial, la investigación, utilización y consevuación deta será retardada, mal dirigida y destruida.
es-
Consecuentemente algunos países están cotablecimiento de políticas básicas sobre Ia t
nsi devando e I esierra y el suelo,
las cuales yav ían de país a país, de acuerdo a las necesi da-des específicas y factores que prevalecen locclaraciones de estas políticas algunas veces
almente. Las de
están contenidasen leyes constitucionales o más generalmente en las leyes que
regulan el uso de la tievra, conservación del suelo, leyesagravias, etc. En muchos países tales políticas se encuen-tran frecuentemente contenidas en las leyes de Ia reforma de
la tierra.
5. 1 Situación exi stente. Aunque I a importanci a y urgencia
de los problemas relacionados a la degradación de la tierra y
el suelo se han reconocido generalmente en Ia mayoría de los
países, Ia acción legislativa considera que tales problemas
son relativamente recientes. Existe una tendencia clara de
tal legislación a ampliar su alcance¡ pero en muchos se queda
incompleta o aún no existe y generalmente se le da más énfa-
sis a la erosión del suelo.
La legislación sobre conservación de suelos se encuentra
más altamente desarrollada en los Estados Llnidos, en los paí-ses Europeos y en Ia India, Japón, Pakistán y Austr alia. Cier
tos países Europeos, como Francia¡ Alemania Occidental, Suiza
y los países Escandinavos, tienen una tradición muy larga so-
bre conservación del suelo y han mejorado su legislación sobre
el particular a través de los años.
En algunos países Asiáticos, la acción legislativa re-
ciente combina la conservación de suelo y las medidas de r e-
forma agraria y tiende a ser una naturaleza más compulsoria.
De esta manera cae dentro de Ia línea con la misma tr ayecto-
ria de muchos otros sistemas legislativos. En la misma re-
gión, Japón, Ceylán, la Federación de Malaria y la India, tienen legislaciones específicas par a la prevencion de la degra-
dación del suelo.
Los países Latinoamericanos están llegando a ser más
conscientes de !a degradación del suelo en virtud del incre-
mento de Ia presión demográfica y han adoptado programas de
par ques nac ional es y de conser vac i ón de I sue lo y agua. Méxi-
co y Venezuela, por ejemplo, tienen una ley de conservación
del suelo y agua, la cual prevé la adopción de medidas or ien-
tadas o enfocadas al control de la degradación del suelo (31.
12.1945) . Pet o en geneva I, I as pr evenc i ones sobre I a conser-vación del suelo están contenidas en la legislación sobre lacolonización de tievras y sobre la velorme agraria así comotambién en Ia legislación relacionada con otros recursos natuvales, tales como el agua.
También se encuentra frecuentemente una situación simi-lav en ciertos países del Cercano Oriente, aunque los factoresrelevantes sobre el problema propuesto por Ia degradación deIa tierva¡ algunas veces son difeventes.
Los Estados L!nidos tienen una amplia experiencia en con-servación de suelos, ya que su progr ama de conservación estábasado sobre el acta de conservación de suelos de 1935.
En Africa los pvogramas de condo adaptados vecientemente po~ Mali!se a cabo en muchos otros países.
ser vación de suelos han siy Zambia y están llevándo
La característica más comón de la legislación mencionadaanteriormente es que se encuentra basada en algunos conceptos,los cuales son, entre otros; Iimitvidual y derechos de uso; control d
ación de I a propiedad indie I a t i evva y exp I otac i ón;
ejerc i c io de I derecho de dom i n i o eminente, " estado de I a pr o-p i edad y contro I de bosques y t i err as de past i za l es. Estosconceptos son aptos para tr atar con tales agentes reconoci dosde degradación, como en el caso delmas cveados por !os nuevos factovesuna serie diferente de medidas.
agua y vi ento. Los prob lede degvadación requer irán
5. 2 Necesidades de infraestructur a. Part iendo de I aná I i si sde la situación actual, se nota que existen muchas necesidadesinst i*uc i ona I es e. inf raestr uctura I es. Pavt i cu I avmente, ya queI a adm ini stvac i ón sobve conservación de sue los es geneva lmente
62
uso o función (más bien ha- i a el recurso), es i ste un impedi-
mento obs*ruct i vo o etecto retardante sobre e I control de I a
degradación de la tierra y el suelo.
Las infraestructur as tradicionales y modernas de I a so-c i edad o comun i dad humana, espec i a Imente con respecto a susformas legal y par a I ega I, sucede que afectan de una manera ne
gat i va I a di str ibuc i ón, el desarr o I lo y I a pi otección de I a
tierra y suelo.
Estos conceptos tradi c lona I es de prop i edad, der echos de
uso y formas de adquisición de I a t i erra, pueden conducir a
uti I izaciones fugaces y abusivas del suelo y subsuelo. Portricciones tradicionales sociales (siste-
sobre la utilizacióii de recursos) y Iasotra parte¡ las resmas tribal y feudalrestricciones religiosas prevalecientes en muchos países en
desarrollo, inhiben un desarrollo adecuado del suelo, con su
consecuente deterioración.
la misma observación es real para losrelacionados con la soberanía terri*orial,
conceptos modernos
lími*es políticosy divisiones Federales estatales y locales, los cuales no to-man en cuenta suf'icientemente las unidades ecológicas o natu-rales.
Como se ha mencionado„ la administración sobre la conser
vación de suelos e, uso o función orientada. Este conceptoresulta de un enfoque sectorial de los problemas con el con-trol de la degradación del suelo. En Ia mayoría de los paí-ses, varios departamentos o ministerios, así como *ambién al-gunas autoridades autónomas o semiau*ónomas¡ son directa o in
directamente responsables o están interesados en Ios aspectossectoriales de la conservación y control de la deoradación
'-',del suelo. Estos generalmente incluyen los l~linister ios de
63
Agricultura, Obras Públicas¡ Planeación¡ Comunicaciones yTransportes¡ Salud Pública y todas aquellas autoridades res-ponsables del reconocimiento, planeación del uso de Ia tie-rra, desarrollo y conservación del suelo, manejo del agua, for estación, pastizales, control del ~uego, etc.
Los resultados de esta situación son altamente perjudi-ciales debido a la carencia de una planeación eficiente, en-cubrimiento de funciones y responsabilidades, desperdicio derecursos financieros y humanos e incertidumbre sobre Ia instrumen*ación exitosa de los proyectos.
5. 3 Le i s I ac iones sobre control de la de radac ión conserva-ción de la tlerr a v el suelo. La legislación sobre el uso dela tierra en general y la legislación sobre I a conservacióndel suelo en particular, son los medios a través de los cua-Ies es posible instrumentar las decisiones y orientación dirigida a nivel nacional por medio de los equipos que generan poIíticas, sobre las bases de factores institucionales, políti—cos, técnicos, económicos, sociales, legales e instituciona-les prevalecientes en los países con respecto a los difer en-tes requerimientos de protección del suelo.
La legislación adecuada debería necesariamente incluirprevenciones con respecto, entre otros, a los siguientes as-pectos:
~ Establecimiento claro de propósitos: ésto no deber íalimitarseen generalsos pr ocedtados, así
a propósitos de conservación de la tierrasino que deberían identificarse los diver
imientos (físico-económicos) para ser adop-como tamb i én e I ni ve I de con servac i ón que
va a ser pract i cado
~ La identificación de los diversos contaminantes y agen
tes degradantes y I as medi das a ap I i car para control arlos
El establecimiento de prioridades (agrícolas-municipa-les-de zona-de industria) par a prevenir políticas y
acciones conf Iictivas, especialmente cuando la produc-ción agrícola está en juego
~ La autoridad par a declarar zonas o áreas de protecciónen el caso de circunstancias de emergencia y el dere-cho para controlar y prevenir desechos, mal uso y so-bre-explotación
~ Las contribuciones financieras del gobierno o partici-pación a través de exención de impuestos, subsidios,facilidades de crédito y compensaciones
La creación de instituciones y autoridades responsa-bles de la elaboración de políticas sobre conservaciónde la tiercualquier
ra y el suelo¡ ejecución e instrumentación a
nivel requerido (local, regional, nacional)proporcional a los medios de los países en terminos de
finanzas, apoyo, etc.
La coordinación e interconección entre los diferentesestatutos I ega l es que di recta o indirectamente afec-tan la tlerr a y el suelo, tales como: la reforma
agraria, colonización de la tierr a, minería, urbaniza-c ión, protección de parques, bosques y agua
~ La educación al públ ico para que aprecie I a conserva-ción de la tierra y el suelo
~ La instr umentación y sancionamiento; fuerza política;establecimiento Je disputas; penalidades y factoressimilaves.
Dado que Ia legislación ~obre la conservación de suelosno es un resumen y una serie de novmas fácilmente transferi-ble y en vista del impacto perjudicial que puede tener en
ciertos casos sobve el manejo total de los vecursos de Ia tierva, desarrollo y utilización, ésta se puede concebir como
una instrumentación direc*a Je las políticas sobre el uso de
la tierr a y tratavla' como tal. Además, la planeación sobr e
el uso de la tierra puede concebirse dentvo del contexto de
Ia planeación nacional total de todos los recursos naturalesdisponibles relacionados.
5.4 Instituciones sobre el control Je la tierra el suelo.La legislación por sí misma no constrtuye Ia panacea pava ve-
solyer los pvoblemas conectados con la conservación del suelo
y será inefectiva e ineficiente si no se complementa mediante
estructuras adecuadas, las cuales *ienen que ser consideradas
a cualquier niue! requerido.
5, 4. 1 Organización a nivel nacional. — Se requiere de ins* i-*uciones apropiadas par a mediar a nivel nacional el uso y ma-
nejo raciona! Je la tierva y los suelos. Esto puede lograrsemediante el establecimiento de un consejo o comisión nacional
sobre el recurso tievra, responsable de Ia conducta de todoslos aspectos políticos y de los aspectos técnicos, económicos
y legales de Ias actividades de desarrollo y conservación.
íln consejo de la tierra y el suelo debevá estar compues-
to de aquellos ministros que tengan una responsabilidad secto-rial sobre el uso del suelo y la tierra. Tal cuerpo deberá
asegurar la coordinación al más alto nivel político pava:
construir I a po I í*ice &".e conservación comp I eta de I a t ievra y
el suelo de I a nación I a determinac ión de pr ior i dadas & paradec i di r sobre I as acciones que deben tomarse para el contvo I
de la degradación de Ia tievra.
Un tvibunal o comisión de la tierra y el suelo debevá estar compuesto de varios e ipecialistas responsables en los di—versos departamentos y autoridades¡ para Ios aspecto. secto-r i a les de las actividades sobre el desarrolle y conservaciónde la tierra y el suelo. Este cuevpo deberá asegurar una
coordinación institucionara y asumir las funciones
lizada e interministevial verificadode consulta y/o ejecutivas.
La acción de los dos cuerpos antes mencionados debevá
complementarse pov una administración centval de tievras con
funciones~ entre otras, para.„
~ Ejecutav las decisiones políticas y técnicas tomadas
pov dichos cuerpo. .
Evaluar y coovdinav los proyectos relacionados con eldesarrollo y conservación de la tierra y el uelo
~ Regular izar y recabar infor nación y datos velaciona-dos con la tierra y el suelo, inclgyendo la degrada-ción.
~ Pr oponer un p I an de acc iones para e I uso racional, ma
nejo y conservac i ón de I a t i er r a y e I sue lo.
Una junta o comisión de la tierva y los suelos deberíaestav compuesta de varios especialistas responsables, en losdiversos departamentos y autoridades, para los diferentes sectores de Ias actividades del desarrollo y consevuación de Ia
67
tierva y los suelos. Este organismo deberé garantizar unacoordi nac i ón i ntermi n i ste" i a I i nst i tuc i ona I i zada y compulso-r i a y asumir funci ones dv. conse jo y/o e jecut i vas.
La acc ión de los dos or gen i smos menc i onados anter i ormen-te debería estav complementada por una administvación centralde la tievra con funciones, entre otras, para:
~ Ejecutav las decisiones políticas y técnicas que tomentales ovganismos.
~ Evaluar y coovdinar los pvoyectos relacionados con eldesarrollo y conservación de I a t i evra ; los sue los.
~ Estandarizar y veunir Ia info& mación y los datos re!a-cionados con Ia tievr a y los suelos, incluyendo la de-gr adac i on.
~ Pvepavar un plan de acción pava I a ut i I i zación r acio-na I, I a admin i strac ión y I a conservación de I a t i err ay los sue los.
5.4. 2 Ovqanización a un nivel más bajo. — Las institucionesregionales pueden ser consider adas como dependencia o departamentos de una administración unificada sobre la conservaciónde la tievva y el .uelo o mas o menos como organizaciones autónomas. Tales instituciones de nivel más bajo debe»:an de ajustar se tanto como sea posible a Ias condiciones-ecolóaicas y nacionales.
A nivel del usuario, la conservación de la tievva y elsuelo debería sev asignada eventualmente bajo dirección local,pov medio de los distritos de conservación del suelo, cuyasfunciones serían asistir y guiar a Ia población en Ia soluciónde los pvohlemas velac!onados con el contvol de Ia degradacióndel suelo.68
5. 5 Ma uinar ia legal internaciona!. La accton legal a nivel
internacional par a gar ant i zar un contro I adecuado sobre I a
degradación de Ia tierra y el suelo, puede ser efectuada: 1)mediante convenciones y tratados indi v i duales entr e I as nacio
nes, 2) mediante un tratado de estructuración básica que estab I ezca normas legales un i formes, o 3) medi ante as i stenci a le-
ga I proporc i onada por or gan i amos i nter nac i ona I es.
5.5. 1 Convenciones internacionales. — Este método *r adi cio-nal puede ser de ap I i cac ión I imitada ya que car ece de f lexib i
I i dad¡ mi entras que muchos prob lemas re I ac ionados con e I con-
tro I de la degradac ión de I a ti er ra y e I sue lo requieren de
so luc i ones sujetas a una adaptac i ón y actua I i!zac i ón constante
a los cambios tecno lógi cos. Por otr a parte„ tal es problemas
a menudo r equi eran de acc i un simultánea a los ni veles nac io-
na I y local, afectando frecuentemente los derechos pr i vados y
vincul ando de esta maner a I a conver sión de los textos de tr a-
tados inter nac iona I es en I oyes y reg I amentos nac iona I es.
5.5. 2 Promu I gac i ón de normas un i for mes internac iona les. — Es
te método consi dera por separado e I "tr a' ado bás i co" que pr o-
porciona una estructura institucional de las "reglas técnicas"que proporcionan normas detalladas y que pueden ser reformadas
periódicamente por medio de un organismo experto inter nacio-na I, sin requerir de r a+ if i cae iones formales adicionales por
Ios estados miembros de dicha organi ación.
Esta fórmula flexible ha sido utilizada ampliamente en
los últimos añospor organizaciones internacionales.
5. 5.3 Asistencia legal. — Esta forma de acción, que consisteprincipalmente en proporcionar asistencia para la delineación
y administración de la legislación más enfocada hacia los re-
cursos tierra y suelo, se encuentra adaptada especialmente a
Ias necesidades de los países en desarrollo.6g
6. f!¡ED IDAS REI'ARADORAS
Exi sten di ser sos gr ados de acc i ón que pueden tomarse en
cuenta en e I contro I de I a degr adac i ón de I a t. i err a. La de-gradaciónón
mi sma aparentemente no requi ere medi das de emevqen-
c i a. Sin embargo, ex i ste una di ferenc i a entve medi das de
emer gene i a y I a neces i dad de atenc ión inmedi ata. Las medi das
de emergenci a imp I i can I a concentrac i ón total de la act iv i dad
para corregir una situación o proporcionar un control. La ac
tivi dad inmediata implica una necesidad de aplicación rápida
de Ia tecnología par a prevenir el problema de degradación que
va alcanzando un estado de emergencia. Esta definición se
aplica a la Categoría I.
Pueden existir áveas aislad~s cvíticas que necesiten
atención de emevgencia como, por ejemplo, la liberación acci-
dental de desechos r adioartivos o Ia disposición de efluentes
industriales o domésticos con características tales que oca-
sionen un problema inmediato de deqvadacion.
En cierta fovma, los diez problemas de degvadación enlis
tados vequieven de atenc. ión inmedi ata. La razón úe su separa
ción en tres categorías es para denotar las prioridades, si
no se dispone de recuvsos para pvoporcionar soluciones a los
die" al mismo tiempo.
6. 1 Cateqor ía !
6.1.1 La evosión. — Es una de las formas más diseminadas de
degr adac ión de la t i erva y es de i»ter és genera I . E I hecho
de que la erosión gener almente se presente lentamente y no
ocasione problemas inmediatos, es una de Ias razones pava no
consideravla en las medidas de emergencia.
71
Como se sena ló r&ve& i amen+e, se pueden ohter er ahor vosconsidevab les pov la instrumentación Je las medidas de con-tvol pava prevenir la erosión del suelo. Tales contvo lesconsisten de aq»el las técnicas que pveuienen I a tvansfevenci ade suelo a las cuencas por Ias aguas supevficiales. Las medidas de control comunes incluyen el uso de dívevsas fovmas deestiércol y paja, básicamente residuos de cosechas pava pveveniv la alteración del suelo por la lluuia. La disposicir&n delos desechos ovqánicos también pu. .de pvopor cíonar una medidaefectiva pava contvolav Ia pévdiJa de s»elo. No es fac+ibleque se puedan utilizar Ios mismos merlios en las tier vas no
agrícolas debido a I a incapacidad pava i ncorpor av estos mate-viales en los suelos, pov lo que se cvea una condición estéticamente incon& ei&iente.
Las medi das pr euent i vas cons i st er& pr' i ric i pa l mente de tec-nicas estvuctuvales y cultuvales í&ava mantenev y estabílízarel suelo y dismin»ir Ia fuevza evosiua del & iento y del agua.En !os bosques y pastizales, Ias medidas principales consis-ten en el con+vo I de los incendios y sobvepastor eo y vefoves-tación. Estas áveas nn se prestan fáci!mente al uso de dese-chos ovgánicos o estíér coles. F. I costo de Ia instvumentac!ónde las medidas de control vavía desde una pequería cantidad pava cambiav una pváctica de cultivo, a una mucho más elevadapara utilizar desechos ovgánicos y estiércoles. Las téci&ícasnecesitan *ev desavvolladas o me íovadas par a la estabiliza-ción de Ios bancos y camas de Ias covvientes de agua; estasúltimas están entr-e Ias fuentes pi incip &les de cargas de sedimentos de las cor vientes gvandes y r Los.
6. 1. '& Salinidad y alcalir&idad. — En el caso de Ia salinidady alcalinidad se han establecido cr'íterios y normas adecuadasy en algunas ávea" se encuentvan en uso medidas efectivas decontvol. En otva' áreas no ha sido pvacticada tal tecnolog&a,aunque Ias medidas de control están disponibles a costos que
son económicamente factibles. En algunos casos¡ I a acumula-
ción de sales y él cal i se puede evitar por medio de un manejo
adecuado de la irrigación, con conocimiento de la tolerancia
de las plantas a las sales, el nivel de salinidad del agua y
las características del suelo que proporcionan un buen drena-
je e infiltración, Lino de los dilemas en los que se encuen-
tra la agricultura es cómo lograr la infiltracion sin que las
sales I leguen al manto freático, evitando de esta manera su
degr adac i ón.
Ex i sten esenc i almente dos caminos par a la r egu I ar i zac ión
de las sa les en el
suelo�
: 1) I a ut i I i zación de agua casi pu-
ra para la irrigación, el iminando por lo tanto la carga de sa
les añadida al suelo, y Z) otra condi c ión es que los sumini s-
tros de agua par a ri eqo sean só lo aquél los con n i ve les de sa-
I inidad más bajos. EI último camino no es el más conveniente
pero es el menos costoso, ya que I a uti I i zación de agua pura
puede requer i r de técni cas sof i st i cadas par a el tratamiento
de las aguas. Aún con agua pura, habría ciertos problemas so
bre e I manejo de ii a ir r i gac i ón que necesitan veso l verse, como
por e jiemp lo ¡ I a disminución en I a ve loc i dad de inf i I trae ión
que resulta de I a ut i I i zac ión de I agua con un conten i do bajo
de e I ectro I itos. E I per íodo de t i empo requer i do para vencer
este fenómeno f ísi co,todaví a.
s i es que puede vencer se, no se conoce
6. 1.3 Desechos orgáni cos. — Con los desechos or gáni cos, el
interés inmedi ato es ut i I i zar una tecno loqía común en el tra-
tamiento de stos matar i ales. La tecnología actual es capaz
de disponer de los niveles presentes de desechos orgánicos,
pero los costos de tal disposición lo prohibe. La inciner a-
ción y recicleo parecen ser las dos técnicas más convenientes
para el manejo de Ios desechos. La incineración, por supues-
to, tendría que acatar las normas de calidad del aire. La
'PuuaIg
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uauororsodsIpe~ap[euolorpeoysoo~auln~oureluaqapuo11o
-evadoapopsoo~apayuedeupeuualgv~uaaguaw[BUI$Upglsodapas~
oguaIweyeuyuIsP6uposapnsowooIsp.'OyuaIweyev/apseque~dse~apsopenluapsoyonpoudqnssoq"euuaIae~apuolo
-epeu6ape[uooanbsewen6e[apuoloepeu6ape]uooUPAanbauaIyagvedUo&ewnsua.'OyeIpawuIsauagurapewa]qoudougo
sasearysawopsa~enpIsausen6ese~apuoIolsodslpeq
'PAIsuagxaUOIOPZI)IgnOSUeglwl]SopeJOI1[OALIISOQSOOSof
ouad'soqoasapsogsaapuorolsodslpe]eueder6o~ouoaye~uooaduanoas'sewzaAeup'sayuauaglpse[ouguooapaluaseunapuaualnbaueuny~nolu6Pe~apsonlue6UOsoqoasapsoy
'spqwpopualoupulppoluoapBIDuayslseapolpawUodepnXPasueuorouodoudapand'osesOAnoua
.]Ouguooapseplpawapuoloeyuawnuysule~uaUedloIyued[eu-oloeuuayulsauayuIapUaselupod"~eoo~X[euoloeuuoroedloryuede]uaasopueseqoyuarwruaguewtuoroeuado'uoroeyuawnvg-surapsogsoosojapayuedeunUPU6rspapandag~eoo~uoloe)s16a~e~apolpawUodsopuoyasuauayqouepandanbeyseqsa[eIoruIsedeyase]uauoIoeuadoapsogsooso~UeuolouodoudorU
esaoauuasapanduarqwpJ'pualoueulyXpoluoayeIvuagslseapeuIuanbauassougoug"sayuapsIxa~oupuoo'apsepIpawse[ap
oyualweuo(awouolopI~dwee~eupdsopuoyso~asueuolouodoud
ueuaqap'soseosoun6~Puq'uawn~oA~auaoyuawneunapOCauew~aeuederouaruaAuoons,l;sepIoa~qe~sasewvouse]apzn[
e]epepl[rqe&daoensUodsepan~PAPUasueuaqapseysg'uoro—lsodslpe~euedseugonuoloeuauloulapseoruoayoproa~qeysaueqPAseluysnpurasapepl]edrolunwse~'soseosoqonwU3
uoloeguawn.rysulp~apsoysooso~UeuolouodoudsepIoa~qegsasewuovse~uoouI~dwnoeued~osyuooapsepenoape
seprpawse[apuoloe)s16a~e~.IeqoudeeI.rasegelpawuruolooe
Las medi das pr event i vas con s i aten en educar a I púb I i copava persuadir lo a I imitar I a ut i I i zac ión de desechos celuló—s icos y enfat i zav su veut i I i zac ión. Lln programa educativo puede considerar cuestiones tales como Ia reutilización de Iasbolsas de papel o las cajas y Ia segregación voluntavia de losdesechos par a permitir la introducción de este material en un
sistema de recicleo a un costo mínimo. No es probable que elvolumen de los 'desechos humanos y animales disminuya, así que
existe la necesidad de desarrollar técnicas más económicas para el manejo de este material. La utilización de productosrecuperados de tales desechos¡ vequeriría de un extenso pvo-grama educat i vo par a obtener su
cloruro de sodio (sal de mesa)
aceptación. Por ejemplo, elpodría ser vecupevado de los
desechos animales y domést. icos. E..te es sólo un ejemplo demuchas de Ias utilizaciones de los minerales contenidos en estos desechos.
6.1.4 Enfevmedades infecciosas. — La clasificación de las en-fermedades infecciosas e insectos, junto con otras fuentes de
degr adación de Ia tierva, es un problema. Como las enfermedades infecciosas y los insectos forman una población de orga-nismos que siempre han estado presentes en los suelos, ; es su
pvesenc i a una forma de degradación? . 0, la tierra es degra-dada solamente por la introducción de un organismo en un sue-lo que previamente no estaba infectado por, ese ovganismo?. Si
se supone lo último, entonces los or ganismos infecciosos seclasificarían en un !ugar más bajo respecto a I a degradaciónde la tierva.
Pov otro I ado, si !a pr esenci a de organismos infecciososen los sue los constituye un pe I i gro para I a producción de cu I
ti yos y I a salud anima I y humana, entonces su c I as i f i cac ión
ser ía elevada con relación a algunas otvas formas de degr ada-ción. En e I sent i do más estr icto y cr ít i co, no constituye
soseouaeaueeunap~ouguooapseprpawaposn~ae.redsop-uoguauorouodoudsa[euoroeuuagurasa~erroroeusowsrue6uosol
anboruesaoauuaoeqapand[enoo[.'pepr]coa]euneuedeuuarsapuoroepeu6apap[eauou6r~adunueÁnyrgsuoolleruo6ag
ege~apsa~eruagewso~anbappepr]rqrsode]aÁn~oxaouoysaouadeuaroueuryerouaysrseÁsapeprl
roeyuauayqoeued~aw
ruowsrw[aual'eruo6ayege]uoosrgadwooeruaqapoueruo6ayeoegsgsoqweo'peprooaroapoyuawneosauorrayurpeprsuagurauorsuayxanseoprqapewrye~aueroueyuodwrapnyru6ewapoi'eqsewuapuounueguasaudau'~[eruo6apege[uasopeguasaudezqaryelapuoroepeu6apapsewa]qoudsol'llerJoa&e3
pepr~rqepeu6aporquoÁewÁsauoruayursapeprorxo&uoosonr
yroadsasewseprorasadue~~ouuesapappep
isaoaue~egsauarqwey'sayueua~oysapepar~ense~ayapounynyo~~ouuesap)auoooponesosorooapursoyoasurosowsrue6zosofesagueua/ogsohI
y~noapsapeparue'r
apo~louuesap~asaezueuadsauoÁewe[uaria¹aoauedanb~ouguooapeprpaweq
op-ene~aogsoo~apoldwalaunsa'sesaupuenrpinoapurylauoo
o~ans~apuoroe6rwnyeq"ope~a~aÁnweoleqaq.uawe~rye~aJapueruenapandanbuoroonpoudapo~sonunueyuasaudau'sep
—rarysadsouyoÁo[enelapsayue6rwngsoleposn~g"oor6o~-orq~ouyuooapseoruoayselosaleunylnoseor.eudselueuapisuooasopuenoole@aguawe~rge[ausauoeonpovd~aeuedoysoo
]aÁ'sosogrxaayuaw~eroreduaoauedsoyoasurso~Ásapepaw-uaguase]apuegeuyanbsa~enyoe~ouyuooapsopoyawsoy
~ouyuoouauarnbauanbsauorysanose~apeysr]e[uapep-ruoruday~eapowoosepeuaprsuoouasuer.raqap'oyueyo~uod.'pn~ese[Áserloasoose[apsourwaaguaseorwouooaseprpvad
sayuanyapea)nsauowoouauarqsapeprÁrzoesns,Áso~ansso]apaguaÁngIQsuooUnuewlo)
IsoJad~eJJaIgelapuoInepaJ6apeurl
cvít i cos. Pero no hay ne'. es i dad de I mi smo grado de i nvest i ga
ción general e i»terés que para Ios problema, de la Categor ía I.
6.2. 1 Desechos inorqánicos industr i alas. — Con los desechos
inorgánicos industriales, las principales medidas de control
consisten en Ia contención, el reuso o tratamiento antes de
I ibevar los. Cada uno de los tr es métodos aumenta los costos
y e I consumi dov. tendr á que pagar precios o impuestos más e le-
Yados
Las medi das futuvas deberían consi st ir en una tecnologíamejorada pava pevmit ir una operac ión más económi ca. Qui ás
se pueda proporcionar tal incentivo económico de manera que
los desechos indeseables lleguen a ser recuvsos comunes y
aprovechables. Esto se puede conseguiv mediante Ia introduc-
ción de una nueva tecnología pava el tratamiento de subproduc
tos no utilizables o indeseables.
6.2. 2 Pesticidas. — La pvesenc i a de resi duos de pesticidasen las plantas y su pevsistencia en Ios suelos, ha provocado
intevés sobre I a absorción de estos matev i a I es por las p I an-
tas y su vedistribución cn los abastecimientos de agua. Sin
embargo, bajo una utilización normal constituyen un peligro
muy reducido como una forma de degradación de Ia tierra.
En muchas ocasiones Ios pesticidas se utilizan como pr e-
ventiuos y no como medidas de control. Esto es cierto espe-
cialmente pava los fungicidas y los insecticidas sistémicos.
Debido a una incapacidad pava pr edeciv exactamente cuándo y
dónde puede pr esentar se una infestación, ésta es una car acte-
r í st i ca nece :.av i a de su ut i I i zac ión y no es probab I e que se
ovigine ningún cambio en esta práctica. Tal vez puedan obte-
nerse datos de refevencia para detevminar cuándo y si estos
77
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za de una guerra nuclear y la posibilidad de liberaciones accidentales de desecl os radioactivos. Si bien la primera amenaza
par ece haber se eliminado, la última sigue siendo una posibili-dad siempre presente. También hoy en día existe el problema
de la conveniencia de las normas con relación a una exposicióncrónica de nivel bajo a Ia radioactividad y la entrada de loselementos radioactivos en Ia cadena alimenticia del hombre.
Entonces la necésidad aparente, es establecer el nivel en elcual la acumulación se convierte en un peligro en la cadena
alimenticia. Tal vez esta clase de información ya esté disponible, pero generalmente no es conocida. Si está disponible,debería comunicarse al público para mitigar sus temores.
6. 2. 4 Metales pesados. — Los metales pesados son componentes
naturales de los suelos y son similares en ese aspecto a la ra
dioactividad, y al igual que los desechos inorgánicos indus-
tri alea, gener almente están concentrados en ár eas que rodean
los centros de población como resultado de la utilización que
hace el hombre de éllos.
Existen informes sobre Ia absorción por las plantas de
los metales pesados tóxicos en concentraciones relativamerteelevadas. También existen informes de que algunas plantas no
absorben en absoluto !os metal es pesados. La confusión r esi—de en las diversasexcluir o absorber
comprendido aunque
habilidades de Ias especies vegetales para
ciertos elementos (un mecanismo no biendemostrado con frecuencia). Asimismo, se
ha señalado que en algunos casos en que se absorben metal es
pesados, no representan niveles tóxicos en Ias plantas. En
otros, cuando I a absorción alcanza un nivel tóxico, existe un
mecanismo interno que evita que la planta alcance su madura-
ción. Esto también evita Ia utilización de esa planta como
una fuente de alimentación, por lo tanto, la elimina como un
peligro extenso para !a salud.
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-nyrysqnsapsaferJagpwJef~oJJesaporJesaoauJasapandag-ua6efezrflgnanbsafelJagewso~apso~opueulwrfaosafelJy-snpursauoloezlflynapue~lJapasapuop'aguan'nsuasa[PIJayewsonsaJauayuewuauayslsuoosenlyuanaJdseprpawse3
"ofans]apuoloe]ndluewe[JodayuaweoIseq'opesadfeyaw~apuoronfIpef'saogsa.'pep
—14oeolpeJe~apoyoagafaJlyeqwooeJedsepezl~lynseffynbeesaJpfrwrsuosseproouoofoJyuooapseplpawse)'~OJyuoo
apseprpawse]apegeIpawuruoroeguawnJysureunerJpsaoaueasapuopseoryrJOseaJeJrysrxauapand'~ferJ06agegefua
PJJPI&efapuoloeppJ6apapsayuanyspJyosefuooowog
dio de la inef icienci a, pueden acumularse en las plantas nive
les elevados de nitrógeno teniendo como resultado niveles tó-xicos para los animales. Sin embar go, esta toxicidad no ha
sido demostrada para los humanos.
La apl icación excesiva del nitrógeno puede contr ibuir¡
bajo ciertas condiciones, al contenido de nitrógeno en los
abastecimientos' de aguas subter t áneas y superf i c i a les. Pero
tamb i én han ex i st i do di versas invest i gac i ones que demuestran
que¡ bajo algunas condiciones, aún con una uti I i zación excesi
va„el nitrógeno de los ferti I i zantes no I lega a tales abaste
cimientos de agua.
Junto con el oxígeno y el silicio, el nitrógeno es uno
de los elementos más abundantes en el mundo. Los métodos pa-
ra controlar y prevenir las concentraciones de nitrógeno por
medio de la utilización de fertilizantes, exigen la ut i I i za-
ción eficiente del fertilizante. Existe considerable informa
ción respecto a Ias técnicas para tal utilización eficienteque tiene como resultado ahorr os en los costos de producción
y generalmente un aumento en la producción.
Las medi das futuras par a I a prevenc ión de I a degrada-
ción de I a tierra o el agua, consisten en el desarrol lo de
cr iter i os par a predecir el movimiento del, nitrógeno bajo una
continuidad de condiciones, sin importar la fuente del nitró-geno. EI desarrollo de las técnicas de análisis para los sue
los y Ios tejidos ayudará en Ia determinacion de Ias razones
óptimas y época de aplicación par a promover una utilizaciónmás eficiente del elemento.
6. 3. 3 Detergentes. — Los detergentes tienen una importancia
menor en la degradación de la tierra. El principal efecto
adverso que podría crearse por Ia utilización de aguas resi-
sews&wse~saouoguaueuasousapepiuoiidse~'sa~enyoesew
-a)qoudso~apsoun6~eapetuoyoeysiyesuoioeóigiweunapop
ay]nsauowooanbeuadsaagayuasaudpepisaoaue[euotoe]avuoosapepiuoiudapuoioeuóiseaueunAseiuoóayeoapuoioep
-'&~enaueunuaqeqeiuaqapodwaigasaap~suizo~y"soueoouiosa[enyoeetuoóayeonsuasopeuap&suoouasueiuaqapsogsaanb
owixewodwaig~g~
~euodwa~uo&oen~ewaeunuosanbouts'sap-ep&uo&udapayuauewuaduonoeuóiseeunueyuasaudavoueuua&g
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APENDICES
I . SALES Y ALCALI S
1.1 Extensión. EI más c I ási co dc los problemas de degr ada-
c ión de I a t i evr a a I que se ha enfrentado e I hombre en todoel mundo ha sido el de contvolav, prevenir o mejovav los sue-los salinos y alcalinos. Generalmente, estos suelos se loca-lizan en las regiones áridas o semiár idas donde Ia lluvia esinsuficiente para Iixiviav el pevfil del suelo. No excluyela posibilidad de que se presenten en otras ár eas. Blovskyaha encontvadn que Ios suelos salinos son comunes en las prader as de Yakutia, LIRSS. La salinidad se ha acumulado debido al
drenaje deficiente causado por el material par enta I supevFi-cial congelado desde hace muchos ar&os y localizado gener almen
te a una profundidad de 10 a 30 cm. Otva característica de
las zonas áv i das y semi ár i das del mundo es que para tener una
pvoducción agvícola en éstas, los suelos tienen que sev irri-gados ~
Egovov y co I aboradoves descubr ier on que uno de los pr in-cipales pvoblemas de la agricultura bajo r ieqo de las zonas
algodoneras de la URSS, era el de Ia salinidad. De 1945 a
19ó1, la cantidad de suelos salinos medios y debiles aumentó
de 49.6 a 85/o. En una segunda categovía, dentro de la cual
se incluyen suelos fuertemente salinos, el povcentaje disminu
yó de 50.4 a 15¡; en el Yalle Vakhsah. La misma tendencia en
la salinidad ha sido observada en otvas áreas del mundo. Es-to es, gene& almente se mejoran los suelos Fuertemente salinospara obtener la producción, mientvas que el suelo productor
no sa!ino o débilmente salino tiene una tendencia a acumular
Ias sales.
AI desavrollar un mapa de suelos en el Near East, Dudal
encontró que la característica más común de los suelos en esa
85
región era I a ex i st ene i a de sue los sal inos. Fn los EstadosL!ni dos~ Rower y For eman est imaron que apl ox imadamente I a cua&
ta parte de los sue I os ir& i ga&bos estab &n afectados &.un saleso ál cal i s basta el punto de di sminui & I a product i v i dad. Ex i ste poca duda de que los sue los afectados por sales y/o álca-I i s están di seminados por todo el mundo.
1.2 Fuente e intensidad. En algunas ocasiones la salinidades el resultado del i ntemper i amo geológico. En su ma& o&. parte,especialmente en los suelos i&'rigados, Ia Fuente de sa!i»idadse debe a la apli&eción del agua de ir& igación. Los cálculossobre la superficie irrigada en el mundo para 196¡ er an de401.&"'. millones de acres (Nater Encyclopedia). Los abasteci—mientos de aqua de irrigación pr ovienen de dos fuentes: es-currimientos superficiales almacenados y las aquas subte& rá-neas. EI aqua de drenaje ocasionalment&. ' se recolecta y sere introduce en las corrientes superficiales, siendo coi&s i deradas por ésto¡ en el cont&..xto de este informe, como aquas su-perficialess.
La consideración de la calidad del agua en la evaluaciónde Ia intrusión de Ia salinidad en los suelos es muy crítica.Generalmente no se pueden cambiar Ias fuentes dc abastecimiento de agua, pero sí se pueden cambiar las prácticas de mane, jopara calcular !a cantidad de sa!es que se añaden. Por lo tanto, pueden prevenirse las pérdidas de producción por Ia acumulación de sales o si los niveles de sales son elevados, sepueden cambiar los cultivos y utiliza& plantas más tolerantes(véase tabla 1).
La salinidad del aqua de abastralmente como conduc*ividad eléctri
ecimiento se expreca (CE) en f une ión
sa gene-de mi-
3 /I imhos por cent ímetr o (mmhos/cm} o como CE x 10" . lln mmho, cm
equivale aproximadamente a 700 ppm de sales solubles totales.Este factor se der iva del promedio
tividad eléctrica contra la concentde mediciones de la conducración de diversas solucio
nes únicas de sales. Las concentr aciones de sales con una
conductividad c!e un milimho por cm variaron de 400 ppm parae I c loruro de magnesio a 1 000 ppm para el bicarbonato de so-dio. Las conducti~ i dadas para Ias otras soluciones únicas de
sales caen dentro de esta c I as i f i cac ión. Consecuentemente,el valor medio de 700 ppm se ut i I i a para una solución de sa-
less
mi xtas. Un agua que tenga una conduct i v i dad de un mmho/cm
contendr ía aproximadamente 1 900 I ibr as de acre/p i e de anua.Esto debe ver se só I o como una guía y no como un valor absoluto
Gran parte del agua apl icada se pierde por evapotranspi-racinn v só lo una cant i dad muv reduc i da de sales son adsorbi—das por las p I antes. Consecuentemente tenemos una acumul a-ción de sales en un per f i I del s«clo como resultado de I a irrigac i ón. Otro prob! ema que ocasiona I a acumul oc ión de sales ese I dr enaje inadecuado. E I agua puede ascender por cap i I a& i dad
I levando con e I I a¡ I as sales di sue I tas. A medi da que e I agua
del manto freático I lega a I a ona de la raíz o a I a superf i-c i e del suelo, se consume por medio de I a evaporación y tr ans-piración dejando un depósito de sales. En muchos suelos sal i-nos¡ el movimiento cap i I ar del agua que contiene sales estái lustrado dramát i camente por I a evaporac ión de I agua¡ or i g i-nando un depósito de sales en I a super f icie del suelo.
Los suelos sal inos se car acter izan muy arbitrariamente como suelos que tienen una conductividad eléctrica en un extrac-to de saturación de más de cuatro mmhos/cm a 25"C y un por cen-taje de sodio inter cambiable menor de 15. Los suelos salinoscon frecuencia se reconocen por la presencia de costras de salblanca en Ia superficie. Además, generalmente son floculados
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y en a I gunos cas . s I a super f i
vosa o agregada y muy suelta.de la salinidad es reducir laplanta po& !a elev;da presión
ci: del suelo puede aparecer pollino de los efectos principales
disponibilidad :Iel agua para laosmótica de las sales en Ia so-
Iución del suelo. AI tomar en cuenta Ias sales totales debe
considerarse el tipo de ó I las con I a fina lidad de abordar en
forma total el problema.
Otro aspecto importante de la calidad del agua junto con
el de las sales totales¡ es la velación adsovción de sodio(RAS). La RAS del agua pa& a ir vigación se utiliza para expresar la actividad relativa de los iones sodio en las & eaccio-nes de intevcambio en el suelo en comparación al calcio y elmagnesio y se utiliza como un índice del peligvo del sodio de
un agua de irviga&. ion. Ia &óvmula 1 muest& a el cálculo parala RAS:
+,me III aRAS-- ++ ++ «
me Ca + me
)
La RAS también está relacionada con el porciento de so-dio intercambiable (PSI) de los suelos„ el cual es indicativodel problema.
Los suelos alcalinos genevalmente se caracterizan por tenev un povciento de sodio intevcambiable mayov de 15. El so-dio i nter cambiable tiene una marcada influencia en las pvop i e
dades físicas y químicas del suelo, debido al radio i ón icogrande del ión sodio hidratado y a su baja densidad de ca& ga.Cuando e ! sodio se adsovbe en exceso en Ios sitios de inter-cambio «atiónico„ los minerales arcillosos resultan con una
carga negati«a neta, Ia cual ocasiona repulsión de las partí-culas del suelo y dispevsión. Cu~ndo se seca el suelo¡ su estructura es gva«ulav sencilla con poros pequeños que tienen
06
.(PaJopeJoqefooÁqyrirlg)wddgapPoJaoapsasoorJytoapselolfsefaporytfapfewJouopruayuoo
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ÁPnóPfapUOI'Pt/fIfutBppeproofanefJlonpGJapogoagafa
TABLA 2. TOLERANCIA RELATIVA DE LAS PLANTAS AL BORO Y LIMITES
PERMISIBLES EN LAS AGúAS PARA IRRIGACION (1) (2).
LIMITES EN EL AGUA PARA IRRIGACION (3)TOLERANTES
1.00 a 3.75 ppm
SEMITOLERANTES0.67 a 2. 50 ppm
SENS I B LES0. 33 a 1.25 ppm
Espár vagoPalmaBetabe I
AlfalfaCebo I laNaboCo I
LechugaZanahovia
G i r aso I (naz i vo )PapasA I godón,I i tomateRábanol&abichuelaAceitunaCebada
Igol'laí -"
Sor goAvenaCalabazaPimientoCamoteHaba
PacanaNue- negraNuez inglesaA IcachofaFr ijol blancoovdinarioCivueloPeraManzanaH i go KadotaIl u aN í spevoCer e zaPur aznoMelocotónN ar an jaAguacateTovonjaLimón
(l ) Adaptado de D i agnos i s and I mpr ovement of Sa I i ne and A lka-
li Soils.
(2) Las p I antes en ! a parte supev i o v de I a I i sta dentro de un
grupo, son más to I evantes que !as p I antes en I a pavte in-
Fer iov.
(3) E I efecto de I a concentvaci ón de bor o en partes por mi-
I lón estan condicionadas pov I as cavactevíst ices de los
suelos y por !as pvacticas de manejo.
91
so]ansso~uapepIuI~eo~eapsewa~qoudUeauouapand
ZapsauoAPWsauo~ensoy"I:e)qege~uaeguasaudas(ggg)fenpIsauoIposapoyeuoqueoUoduoIoeóIUUIeuedsen6ese~
apUoIoeoIyISP~oeq'enóe~8uaoIposapouóI~ad[aIseop
-ueguawne'soyeuoqueoowoouoIon[ose[apasueyIdIoauduapandoIsau6ew~aAoIo~eo~aapuop'pepIwIyonpuooefeqapsenóeua
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apoyey]nsapuoIo"Uguaouooe~opueno'ooasosadapsoweuópgyUodsoweuóI~Iwp.gPZ"papUPIqweosa~enoso~'seloqse~apoIp
osapopIuaguoo¡8uasaue¡noe~oadsasewsosuaosapopenuasqoueqag"saoanCpayuawepewIxoudePIpuaosap'ozIpeuqanb-o~~
IUewe-oueua~ofIUgapseque¡dse¡uaso¡¡eyso¡apoIposapopIuayuoo¡a
'oIo~eoapoyey~nsapsayupCawassauoInoeuyuaouoougsa~ow—I
~Iwg[ey'gapesa]aassopeauaesayuaIUynuapsauoIon~os
spfUaoI3fpoapogppfnsapUolopdguaouo3pfanbppIpawpoIoUayunuaeInuIwsI
poIposapuoIoeuyuaouooe¡anbuoueugsowag"se~egaóawse~n~aose~apseueuqwawse~UodoIpos~apugIsn]oxaoowIyoa¡asaguodsueUg¡auaayuaweoI
yIoadsa,&seque¡dse¡
apsablesse~apPIwouooae~apUoIoe~nóaue~ua]eyInuoIoungeune6anfoIo¡eo¡aanbuoueuyuoouaUIaysdgAakegeq
o]ans[auasa~uaIUynuapuoIandaose[uaoIo~eo~apeInouasaud
e~UodayuaIuapuauedeopeanbo~qoopIqIquIUasapandoyoagaay-s3oIpos[apooIyIoadsau&&IapO4oaya[aUodsepe4oageUPQ-sauapandsa~qIsuasseque)dse~uaIqweyzaw~eyXsa[qIsuasayuawepewauyxaseque~dse~anbasuanapand'o~ana[apeoIsIy
uoIoIpuooeunsaanb'se]noIgupdse~apuoIsuadsIpe~ap~asaa~qeIqweouaguIoIpos~ap~edIouIUdogoaya~aanbeuapIsuoo
asuaIqIqPe]qege~uasopeyoueuegsasowIy~nososuanIp
aJqosafgeIqweoua&uIoIposapoyuaIS.Iod~apsogoayasoy
TABLA 3. ABSORC ION! DI 1. BORO POR LAS RA ICES DE LAS Pl ANTAS (1).
ESPECIES DE PLANTASCAPACIDAD DE ABSOR-CION DE BOI(0 (nrJ/cu)
Pepino (Cucumis sativus L. )
Ginasol (Helinathus annus L. ) 28
Rábano (Paot! anua sat i vus 1.. ) 19
J i tomate (Lycopers i cca escu I entum M i I I . I. . )
Tnébol (Tcifo I ium r epens I . )
Fni jo I (Phasseo I!is vulgar i = L. )
A I f a I f a (Ivlerli cae&o ..at i va L. ) 10
Tr i Do (Tr i t i ci!m aest! v«m L)
Pasto I tal i ano (I o I ium ita icum L. )
Avena (Avena :an!va L. )
Maíz (Zea llays L. )
Cebada (Hor osuri vu I;:ai.e L. )
( 1 ) I olrraoo de Tendí' a
93
TABLA 4, TOLERANC I A DE D I VERSOS CLILI I VOS AL PORCENTA JE DE SOD IO I NTERCAMB I AB LE (1).EXTREMADAMENTE
SEN'-'I B LF,
PSI 2 a iO
SENS I BLE (2) MODERADAMENTE
Pq I 1O 2O TOL' RANTE (3)PSI 2O a 4O
TOLERANTE(3) PSI40 a 6O
MIIY TOLERANTE (3)PS I más de 6O
Fr utas maduvas
Nueces
Cítr icosAguacate
Fr i.jo I es TrébolAvenas
FestucaAvvoz
Pasto
TrigoAlgodón
AlfalfaCebada
JitomatesBetabel
Tvivo crestadoPasto Fa i vway
Pasto altoPasto R«orles
(1) Adaptado de Pear son; Ias plantas más sensibles están en Ia parte supevior de cada gvupc. .
(2) Además d- Ios efectos físicos de los suelos, puede también habev efectos especíFicos de iones de sodio.
(3) EI crecimiento a*vofiado de los cultivo. más tolevantes puei«e deberse a condi-ciones físicas advevsas de Ios sueles, más b&on que a efectos en Ia nutrición.
TABLA ). CLASIFICACION DFL AGUA PARA IRRIGACION DE ACUERDO AL CONTENIDO DE CARBONA-
TO DE SODIO RESIDUAL (1) (2).
C LAS I F I CAC ION CARBONATO DE. SOD IO RESIDUALI~t. I t
Nv apropiada para irt igaciBn
Condicionada
Buena
Mayor de 2. 5
1.25 — 2. 5O
Menor de 1."5
(1) Adaptado de Eaton.
(2) Car honat o de sodio res i dua I == (me CO, -I- mc liCO, )3++ ++menos (me Ca + me Mg ) .
lapuoloJosqeelÁuoloe6!JJIelapayueglnsaJeolJyoalapep—IAIponpuo&eluasoIqweoueIJIpawsaJosuassolanbuoJaIJqno-sapsaJope6IgsaAUIsol.'euanqayuawleIoadsaanpou(wo/soqww
puasouawoseweppwIysa)uoloIpawelappnomlgoexaeluaIq
'sopalsoqweuasopeoolovuepsaouI~eldapsopoJgoala
sol'Pasaua.'OJyawe!papSOJyawllIwg
ÁJosadsaapSOJgaw-IlIwgyapIpelÍa¡9eolweJaoapeoeldeunuaagslsuooeplao
elspJelloIg"!Il"qJodepelloJJesapeoI
J»alapepIAI&onpuoo
eJPdsolweJaoopeplaoelopuezIl!yoolanslappep!u!lesel
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'al8nsl8PUolollosPlUOsognlos8PoPIuaguoolangls—UIJIP
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apIJedslslleuesolapuoloeyaJdJayuleluaasJezlllynesop-pUlgsapUpgsasogppsopsg'alqpasapulpn6plapsosJPAppsogoayasolapsoun6leoyueyolJodopuaIyeqe'soi"eqsewsayIw!l
apen6euooayuawaguaglwJayulepezlllynJasapandsoysandoJdsaylwllsolapaoxaanben6elaualqwpy*salelolpnPJadsoo
',slyosoo!6ololslysogoagaulsogJOOopo!JadunaqueJnpolosoJad'sopepuawooaJsollanbeanbsaJo!JadnssalaA!ueyseqJ96
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agua por I a p I anta. Enf i e Id y Evans informaron I a uti I i zaciónde un transmi sor r ec i entemente desarro I I ado, constru i do de v i-dr io poroso comerc i a I . Encontraron quc I as mediciones de la
conduct iv i dad en un i nter va lo amp I io de temper aturas de aproximadamente 5 a 35 C, presentaron un error muy pequeño. Además,
el transmisor oper ar ía con una buena repetibi I i dad en toda Iahumedad de campo de 0 a 10 unidades de pr esión de tensión de
humedad como una evaluación de la salinidad del suelo. Una
vez que los sensores eran colocados en el suelo permanecíanahí y podrían tomar seadecuado.
lectur as per iódi cas medi en*e un medi dor
Rhoades e Ingval son desarro I l aren otra técnica de medi-
ción in-situ de la salinidad del suelo. El método consisteen la medición de Ia resistencia entre un conjunto de electrodos que se colocan en Ia superficie inmediata del suelo en elsitio de investigación. Señalaron que es crítico para estetipo de técnica, calibrar los tipos de suelos y contenido de
agua. Esto es, Ia calibración deberá hacerse con un tipo de
suelo y una r eferenci a para la irrigación de manera que seaposible hacer la medición de resistencia en el momento en que
el contenido de agua sea aproximadamente el mismo con rela-ción al de la medición de calibración. Una técnica posiblepara lograr esto sería Ia utilización de tensiómetros o blo-ques de yeso para la medición de la humedad del suelo. Encon
tr aron una correlación muy elevada (mayor de 0.9) entre laconductividad eléctrica, según cálculos de las mediciones de
resistencia en condiciones norma
ca determinada en e I extr ac*o de
les y la conductividad eléctripasta a saturación. Si bien
estas técni cas de medi c ión en e I s it i o de es*udi o proporcionanuna determinación rápida de la sto del equipo limita su utilizaccas para todos, a excepción de u
vestigadores experimentales.
al ini dad de los sue los, el cosi ón en i nvest i gac i ones práct i-nos cuantos granjeros y/o in-
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El método p :- - obt: a :r ! 's mu str as de suelo, hacer elextracto de satur ac ión y determin ar I a conducti v i dad del ex-tracto, es laborioso y consume mucho tiempo. Sin embargo, representa una buena oportunidad para Ia investigación de Ia saIinidad del suelo para Ia mayoría de los agricultores y expe-r i rnentaoores. Chaith y ii! ikha! I muestrearon 58 sue los di fer en
tes con di versas texturas y conteni do de sal para evaluar I a
ef ect i v i dad de I a conduct i v i dad e I éctr i ca en e I extracto de
pasta saturada, cor tra las determinaciones reales de las sa-les solubles presentes. Encontr aron una correlación altamen-*e si gni f i cati va de 0.937 entre I a conduct i v i dad en el extr acto de .a*urac i ón y I as sa!es tota! es encontr adas por determi-
nación real. Este estudio junto con otros de var ios investi-gadores, es una indi cae ión de que esta técnica es extremada-
mente valiosa en la evaluación de los niveles de salinidad de
los suelos. Dentro de ciertos límites, la salinidad o alea!inidad de los suelos puede contralar se por medio del manejo
efectivo del suelo y el agua de irrigación.
Ios suelos deLerían ser manejados de una manera tal que
se mantenga una velocidad de infiltración relativamente elevada. Tales casos, como Ia Iab, anza mínima para pt evenir la com
pactación (y por tanto también la infl ltración), Ia nivela-ción del suelo para proporcionar una di stribución un i forme
de! agua, la inundación de toda la superficie cuando se prac-tica una irrigación de
lación de sales en !ostipo inundac ión par a prever! ir I a acumu
punto~ elevados en el terreno, la pre-par ación de camas de siembra para plantacion y otras formas
de camas, son factoresacumulación de sales.
importantes en la consideración de la
La acumu!ación de Ias sales sobre la superficie de las
camas de siembra ha sido demostrada por Reusehko Ib. Lln estu-dio de la distribución de las sales en las camas de siembra
99
antes y después de una germinación e irrigación con una buenaagua que contenía un total de 2 500 ppm de sales solubles¡ demostró que antes de la irrigación Ias sales estaban distribuidas uniformemente en la cama de siembra. Después de la gevminación e irrigación, las sales se acumularon en la superficieteniendo como resultado una concentración de aproximadamente5 300 ppm en todos los tratamientos. A 1.5, 3.0 y 4. 5 cm deprofundidad en las camas de siembra, la concentración prome-dio fue de 1 500 ppm de sales solubles totales. La disposi-ción de sales en la superficie fue ocasionada pov el mouimiento capilar de la sqlución del suelo a la superficie de Ia ca-ma de siembra y !a evaporación del agua de I a superficie.
En la preparación de Ia cama de siembra yta, se puede aprovechar el conocimiento de queden a acumularse en los puntos elevados del tev
I a for ma de éslas sales tienreno, o en el
punto elevado de la cama de siembra y colocar la semilla detal manera que se evite la concentvación de sales cerca de lassemillas durante Ia germinación y durante el crecimiento ini-cial de las plantas. La colocación de la semilla en el fondodel suvco de irrigación o corr ugación donde se pvesenta Iaconcentración menov de sales, también ayuda a la germinacióny al crecimiento de las plantículas.
La irrigación por aspersión es muy efectiva para movevlas sales a través del perfil del suelo y pvevenir la acumulación de las sales. Nielsen y colaboradores han demostradoque las irrigaciones ligeras y frecuentes pueden ser utiliza-das pava prevenir Ia acumulación de Ias sales en el perfildel suelo.
La subir) igación y la irrigación por regaderas son dosprácticas que están recibiendo gran atención actualmente, es-pecialmente en los países donde existen abastecimientos limi—
100
tados de agua di sponib I e para I a i & r i gaci o». Sin duda al guna,
estas técn i c as pr opor c i onan un ahorro de agua. Sin embar&de
deberá reconocer se que cuando sc practica este tipo de ir rigeción, dependiendo de Ia calidad del agua, tarde o tempr ano estos suelos tendrán que ser Iixiviados para eliminar Ias salesacumuladas, ya que casi por definición estos métodos no pro-porcionan un requisito de lixivi ado. El ahorro en el agua seatribuye a Ia :.écnica más eficiente de irri&dación durante Iaestación. Sin embar go, el agua para Iixiviar tendrá que sersuministrada en cantidades suficientes cuando termine Ia cosecha o durante el ciclo del cultivo, dependiendo de Ia calidaddel agua y la tolerancia de los cultivos a las sales. ParaI a I i xi v i ac ión de las sales del perfil en la preparación parala siguiente cosecha (en lugar de efectuar la lixiviación en
cada riego y someter se a las ineficiencias de la irrigaciónsuperf'icial), se puede efectuar la Irr!gac!ón en un momento
en que haya meno" demanda del abastecimiento de agua y más ma
no de obra disponible para menejar g& andes volúmenes de agua
necesarios para logr ar la lixiviación
En algunas ár eas donde los abastecimientos de agua lo
permiten, también es posible alternar entre un agua con conte-nido de sales relativamente elevado y un agua con contenido de
sales relativamerte bajo. La experiencia del autor en la irrigación de suelos alcalinos con agua de conductividad r elativa-mente elevada (EC x 10 =- 3. 5 a 4. 5), ha demostrado oue pueden3 =
ap! i car se de 2 a 3 r i egos con agua que cont i ene sal es en cant i
dades relativamente elevadas, antes de que la salinidad se acu
mule hasta el punto en que comience a interferir con Ia producción de un cultivo como el del algodón. Entonces el agua con
un contenido inferior de sales (EC x 10 = 1 a 1.5) se utiliza3
rá en los s i gui entes dos o tres r i egos, hasta que di sminuyer an
notablemente las infi Itraciones como resultado de Ia I ixivia-ción de las sales y la dispersión de los suelos que contienen
101
un porcenta je e levado zle sodio intercamb i ah I e. Fntonces I aalteración del agua con un contenido ~ e lativamente elevado desales podria uti I izarse de nuevo. Las producciones obtenidasen una diversidad de cultivos, variando desde moderadamentetolerantes a Ias sales hasta tolerantes, Fueron compar ables
aquellas obtenidas en áreas en que la acumulación de la sa-linidad durante Ia estación no era un factor.
Como se ha mencionado muchas veces, el requisito de IaI i xi vi ación es un concepto impot t ante en el control de la sa-Iinidad delde irrigacióra controlarfico. El rede expresar
arse por I a zona de I a raíz pa-sue lo en cuál qui er nivel especíviación segón definición se puerma simplificaúa:
n que debe inf i Itrla salinidad del
quisito de Ia I ixien Ia siguiente l'o
suelo y puede del inirse como Ia fracción de agua
D
D.I N
C F'
CEd
Enunci ada senci I lamente, es I a razón de Iu pr ofundi dadequivalente de agua de drenaje (Dd ) a la proFundidad deldwagua de irr igación (D, ) y puede expresarse como una fracción
1 lv
o un porcentaje. La CE ~ y CEI
r epresentan la conducti vi dad14 ' dlúeléctr ice del agua de ir r igación y del anua de drenaje, res-pect i vamente. Par a los cu lt i vos de campo que pueden to lerarun valor ECd = 8 mmhos/cm y para las aguas de irrigación conclw
conduct i vi dades de 1, 2 y 3 mmhos/cs, respect i vamente, los requi s i tos de I i x i vi ar ión ser ían 13, 25 y 38/á, respect i vamente(llanua I 6D) . En oenera l, mientras más mal a sea I a ca I i daddel agua de r iego, con mayor Frecuenci a los sus los necesitaránIixiviarse para mantener las sales fuera de la zona activa delas raíces (véase el esquema 1, sobre Ia acumulación relativade las sales en Ia solución del suelo).
102
Cuando se calcula la cantidad de agua necesaria para lo-
grar la lixiviación, también se deberá considerar el factor
de eficiencia de rieqo. Por ejemplo¡ si un rieqo normal fue-
ra de 4 pulgadas, como se calculó previamente, el requisitode lixiviación para una agua con conductividad de 2 mmhos por
cm~ requeriría 25/o más de agua; por Io tanto, se necesitaríanaplicar 5 pulgadas. Si se supone una eficiencia de riego de
50/o¡ esta cantidad tendría que aplicarse además de las 5 pul-
gadas; por lo tanto, se tendría que aplicar una cantidad to-tal de 7.5 pulgadas para lograr el riego de 4 pulgadas con 25/o
de lixiviación, con una eficiencia de riego del 507.
Uno de los factores esenciales de Ia Iixiviación es tener
un suelo profundo bien drenado o disponer lo necesario para
la eliminación de sales por medio de dr enes o bombeo. Como
mínimo, el sistema de drenaje debe ser adecuado para eliminar
del suelo la profundidad equivalente de agua que pasaría por
Ia zona de las r aíces para mantener una concentración favora-
ble de sales en el suelo.
En la recuperación de suelos alcalinos, se utilizan mejo-
radores químicos que proporcionan el reemolazo del sodio ad-
sorbido en el complejo de intercambio del suelo. La elección
del mejorador dependerá de Ia solubilidad de éste, el conteni
do de sal del suelo, el pH del suelo y de las consideraciones
económicas. Debido a su costo reducido y disponibilidad, los
materiales más comónmente utilizados son el yeso y el azufre.
Cuando se utiliza el azufre¡ el suelo debe tener un contenido
suficientemente elevado de cal para permitir Ia formacion de
sulfato de calcio a medida que el azufre se oxida. Además¡
las temperaturas del suelo y otras variables que afectan la
actividad m i cr ob i ana de éste, influirán sobre la velocidad de
oxidación del azufr e a sulfato, reacciona con el carbonato
de calcio para formar sulfato de calcio y ácido carbónico.
103
'solanssoluasop
-olnwnoosalosappoplIuooolAso6al~apon6
-olavasalosapopluaIuoolaaiiuauonoolasI6lg
S093IB30SO83WBN
9sa'EZIOaZI0
AA
Z
O
sonlIlnoouodsalosapooiploadsao!ouo&aloIaplasiNOIh
S31VS30NOIOV8J.N30NOQVrVaNOOunce
S31II'S30NOIOVHJN30NODW1VNOOVnSV
El sulfato de calcio entonces actuará de la misma manera que
el yeso (sulfato de calcio), cuando se uti I iza ese material.
La recuperación de suelos alcalinos, además de necesitarI a ap I i cae rón de un mejorador apropiado en cantidades adecua-das, requiere de cantidades elevadas de agua que se infiltrena través del perfil para lograr la disolución del material quetiene el catión y permita el reemplazo del sodio en el lugar
de intercambio y el movimiento simultáneo del sodio bajo la zo
na de las raíces. Consecuentemente¡ existe la misma necesidadde drenaje en la recuperación de los suelos alcalinos que en
la de Ios suelos salinos. Generalmente los suelos alcalinostienen una permeabilidad muy baja y Ia Iixiviación puede serlenta, tal vez se requieran varios días o semanas para aplicarla cantidad requerida de agua, Ia cual distribuirá el calcio a
través del perfil y desplazará el sodio.dad de los efectos resultantes de los sue!
Debido a la complejios salinos y/o alca-
linos, y también a que los factores de la recuperación inf lu-yen profundamente sobre el grado de acumulación de Ias sales,la respuesta de las plantas a una agua de
mo señaló Ber nstein, no se puede predecirefectos probables de las condiciones bajo
Irrigación dada, co-sin considerar losIas que el agua se
utilizará en el nivel resultante de la salinidad o alcalinidadde los suelos.
105
2. DESECHOS ORGAINICOS
2. 1 Extensión. Cuando I a humanidad era menos numerosa, exi s
tía poca preocupación sobre los efectos de las actividadesdel hombre en el medio ambiente. Sin embargo, a medida que
aumentó la población, el hombre siendo un animal social, desa
rrolló centros de gran densidad de población. Junto con estacongregación de hombres, las industrias han tenido que desa-
rrollarse extensivamente y en su desarrollo han elegido ár eas
cercanas a la fuerza de trabajo. La industria necesitó mate-
ri as primas y la población requirió de alimentos. Esto originó un nivel elevado de producción y Ia concentración de algu-
nos tipos de producción agrícola para poder hacerle frente a
estas demandas. En Ia actualidad Ias consecuencias de estasactividades agregadas son la producción de toda clase de dese
chos que no sólo son de olores desagradables„ infecciosos o
degradantes del medio ambiente, sino que también son per judi-ciales desde el punto de vista estético. La decisión finalha sido que estos desechos están siendo recolectados en gran-
des cantidades. Her schaft ha estimado que los desechos domés
ticos que se producen en los Estados Unidos de América se
aproximan a los 190 millones de toneladas al año (ver tabla7). Tomando como base una población de aproximadamente 200
millones de habitantes„ esta cifr a r esulta ser ligeramente ma
yor de cinco libras de desechos sólidos producidos al día por
persona. Abelson ca!culó que la producción de los desechos
sólidos era aproximadamente de ocho libras al día por persona.
Con estos datos puede esperarse que una población de 10 000
habitantes deposite anualmente una capa de desechos orgánicos
de un acre de base por 10 pies de altura.
2. 2 Fuente e intensidad. Es de esperarse que las poblacio-
nes en las diversas partes del mundo no «tilicen su medio am-
107
80'
eugsanwasun6assen6ese~apsonprsavsoq"peprunwooe~ap
oUewe+[auooayuawerrrgeoryru6rsuenyon[peroauedouAsag-uaysrsuoorrnwuasuouey~nsausa~erouaprsavsoqoasapso~anb
soqoasapappepIgueoe~'-eIuuopr~eguasopI~ossoqoasapso[
apuoroeuysIurwpee~aporr
rote
jauoperase~aauqosawuoyurun
eyrdeouaduoroe~qode(uaaseqyr~odouyawseauese~uasopevau
qodappepIsuape~eaguawpgoau
ossoqoasapap~ayosuoroonpoud
apepewoy-ge~qeye~ug
uoosopeu6rseUasuaqapseuea6soqoasapso¡anbPX'uoroe¡
—rpeprnqruyevasapand'sopr¡
p(apayuedeun'soorgsawopsoqoasapso~euoroe~auug
eorpurawuopur~g~sopeuauaósoqoasapappepryueoe~pyuawne
'uoroe~qodappeprsuape~eguawneanbeprpaweanba~uaweprdeuuanapandagseIvoóayeosayuauayIpuaeysI~uaassopronpoud
'opeorysrgosoruerouayoyuarweypuyunuoooupyeugursayuarqweorpaw~epóa~~~eruaypw~aopunw~aopoyua'ayuaway-uanoasuogeuauewPasaapuorvezr~rynnserwrqrqouduoroe~q-odappepIsuapapena[aapsovguaoso~apsap~eIuayewPasaapuOIOnqru&SI
pe~rr.OlaueW~apOySOO~a'SaSIedSOWSrWSOySPap
soqonwug"UI'asauooesnasXuoroezI~
Iguape~apeysrnapoyund~aapsappepI
¡IynapeuapIsuooas~eruayewPasasasIed
soun6~euq"sopInbI~
L'sopr~gssoqoasapaperp~ePuosuad
Uodsevqr]g/'ZeZapoyrsodapune~enóIseo&sgoue[e
sepe~auoyapsauo]]rqpegyapeouaoapso~no~eoso~uaerv-enuaIqweyanb'sa~ewruesoqoasapapuoIoonpoude~esa&ua~
pAInbaayuawepewIxoudeuoseoIuawyapsopIuqsopegs3so[Ua
souewnqsoqoasapso~anbueorpurX~uakglqóuIa~pey,apso~no—feosogouewnqoquawauoxa]asaXurrwoouaauaIyopunw[a
opoyanbsooIysawopsor]oasapso~apoyoadseouyoaysIx3
-uedUOXpweq
.souawuezI~
rynsasredsougoso~apayseuqI
~gogagrraurepewIxoudeeapuaIoseeoIuywy
apsoprupsopeysgso~uaayuegIqeqUod~adedap~enueownsuoo
[aanboppnorteoequa~~r
~~ppprsuayurewsrwe~uooayuarq
en la tabla permanecen en la planta después del tratamiento
Esto no se vef i ene a I a cant i dad de aguas res i duales br utas
produc i das por pevsona.
Los desechos agrícolas también causan daños en gran medi
da dependiendo de I a densi dad de pob I ac i ón de los animales.l~ii entvas los animal es pastaron I ibvemente, e I manejo de I es-t i érco I no fue pvob I ema. Sin embar go, al encerrar los an ima-
les en invierno pava protegerlos del cl ima o al intensificarI a producción, e I manejo de sus desechos so I idos se ha conuer
t ido en un problema. En la tabla 9 se en I i atan los desechos
só I i dos y I íqui dos produci dos por diversos t i pos de ganado estando los animales bajo encierro. No hay ninguna tentativaen esta ponenc i a de determinar I as cant i dades tota les de mate
rial pvoducido, sino más bien de indicar la pvoducción pov
an ima I, ya que I a i ntensi dad en I a pvoducción de estiércol de
penderá de Ia manera y cantidad producida por cada animal en
las localidades respectivas.versos animales bajo encierrones de toneladas de estiércolr es).
En California, se estima que di
han producido más de 17.5 milloanuales (Carr et y colaborado-
Otro aspecto de la producción de desechos agr ;co las esla de los vesiduos de diversas cosechas. Las cifras dadas en
I a tab I a 10 están basadas en e I peso fresco de los r es i duos
pvoduc i dos pov cosecha. La contr ibuc ión de I a industv i a made
rer a se presenta en I a tab I a 11. Puede habev algunos erroresobvios debido a que Ios datos se expresan en base húmeda y no
en base seca.
La preocupación principal vespecto a los residuos vegeta
les, desde el pun, .o de vista de Ia contaminación, es su con-
tvibución a Ia degradación de la tierra por medio de Ia inocu
Iación y perpetuación de Ias enlermedades o insectos en los
109
sue los y su contr ibu& ión de h i drocar hunos y par *ícu I as de me-
ter i a a I a atmósfera cuando se queman. Esta con*r ibuc i ón at-mosfér ica puede ser de interés desde el punto de vista de lasalud de las p l antes y de los animales; sin embargo no t i eneconsecuencias desde el punto de vista de la degradación delas tierras.de los suelos¡tilización al
En donde puede verse involucrada la degradaciónes en la pérdida de los nutrientes por Ia vola
incinerarse y/o pérdida del beneficio que puedehaberse derivado de la incorporación de los residuos en elsuelo. En este aspecto, Gar rett y colaboradores han señaladoen su informe que en Califor»ia. el 984i de Ios desechos sóli-dos de las cosechas es incorporado a los suelos. De las cosechas de árboles y vides, de campo y silvestres¡ la última r e-presenta aproximadamente el ÍO o de la producción total de hi—drocarburos en California; indicando que se quema una áreasignificativamente mayor de desechos de Ias cosechas silves-tres y de campo.
Los desechos orgánicos industr iales se derivan de las fá-bricas de productos alimenticios enlatados, de procesadorasde animales, ref inadoras de a=úcar¡ molinos de pulpa y papel¡y las industrias del petróleo. Estos desechos orgánicos constituyen el mismo peligro atribuible a los desechos domésticos
y agrícolas más el peligro extra de contener sustancias tóxi-cas. Cuando estos materiales se depisitan en lagunas creanolores desagradables y aspectos art iestét i coa. Una preocupa-ción considerable sobre estos tipos de desechos en su contri-bución a la contaminación de los abastecimientos de agua.
2. 3 Medidas control. Los ef luentes generalmente se discu-ten en tér minos de demanda bioquímica de oxígeno por los desechos. La demanda química de oxíaeno (DRO) indica la cantidadde oxígeno requerido para la oxidación completa de la mate-
ria orgánica presente en una muestra de agua. Se expresa
por la can*i dad de oxígeno que el agua absorberá cuando se in
cube durante un período de cinco días a 68 F. Las muestras
de agua que absorban menos de una ppm de oxígeno en cinco
días se consideran muy puras' Las muestras que absorban tres
ppm en cinco días indican un agua r azonablemente limpia y el
agua que absorba cinco ppm de oxígeno o más, se considera de
puveza dddosa. La DBO para el proceso de los afluentes puede
variar desde menos de uno a más de 50 mil. Como anteriormen-
te se señaló, muchas de las diversas fuentes de desechos ovgá
nicos están depositadas de tal manera que no pueden ser consi
devadas como directamente degradantes de los suelos, con la
posible excepción de la transmisión de enfermedades infeccio-
sas en una área previamente no infectada.
Parece improbable que Ia producción de hidvocarburos o
la materia pavt i cu I ada pvoduci da pov I a combustión de r esi-
duos ovgánicos industriales o vegetales crearían un gvan peli
gro con relación a la tlert a. Sin embar go¡ con la tendencia
ambiental actual, la combustión o la descarga de este ef luen-
te en las corrientes de agua dejarán de ser métodos de dispo-
siciónón
de estos mater i a les. En ese caso, se hace necesav io
cons i derar los sue los como un medio de rec i c I ar esos r es i duos.
Otros métodos de di spos i c i ón de matev i a I es or gán i cos re-
qu i eren ser eva! uados respecto a a I gunas de I as consecuenc i as,
ya sean buenas o malas¡ de la incorpor ación de este material.
AI considevav los efectos, se deberían tomar en cuenta los
costos de I a di spos i ción, ya que esos inf luyen si gni f i cat iya-
mente en la disposición de este meter ial. El costo probable-
mente es una de I as r azones pr inc i pa I es pov I as que los proce
dimientos no se han desarrol lado para manejar eficientemente
cant i dades tremendas de substanc i as or gán i cas que v i enen de
las aguas residuales domésticas de I a basura¡ I as industrias
e labor ador as de al imentos¡ las oper aciones madereras, los,
siduos de las cosechas y de los animales. Existen otros fac-tores diversos a consi derar cuando se evalúa l a conven i ene i ade I a incorporac ión de este mater i a I en los sue los.
A medida que la gente se concientiza más de su medio am-biente y de que este se puede mejorar independientemente delnivel económico individual, tomará más importancia la disposici6n de estos materiales evitándose la destrucción de la estética del área y los olores indeseables. Stephens utilizó un
método analítico que muestr a posibilidades como un medio práctico para el estudio in-situ de los olores. También investi-g6 las concentraciones críticas de olor de algunos odorantesfuertes. La tabla 12 presenta las concentraciones mínimas devarios compuestos según fueron detectadas por Stephens yotros. Estos compuestos fueron encontrados en la proximidaddc sitios para comer y pueden ser características exclusivasde ellos. Algunos subproductos de la descomposición microbiana del material orgánico pueden detectarse en concentracionesextremadamente bajas.
Si bien es cierto que la incorporación al suelo del material orgánico tiene una tendencia a reducir la producción deestos compuestos olorosos, existe el ejemplo clásico de la producci6n de gases en los arrozales, los cuales provocan dañosa las plantas de tal magnitud que pueden ser de importanciaecon6mica en la producción del arroz.
Otro efecto menor e indirecto, muy local, es el olor atribuible a la disposici6n de estos residuos en el suelo y alre-dedor de los centros de poblacióni resultando incompatiblecon el público urbano. Existen muchos casos en que los pro-pietarios de las casas afectadas por los malos olores han he-cho tal presi6n a través de litiqios y quejas que los lugaresde disposición y las áreas de acumulación de los desechos or-gánicos han sido forzados a moverse a áreas de baja densidadde población.112
La descomposi c ión de I a mater i a orgáni ca depende de losmicroorgani smos del suelo. La f ig. 2 muestra la actividad relativa de tres variables importantes de suelo. Estas varia-bles son factores importantes que deben considerarse cuando
se trata de determinar la velocidad de descomposicion de losdesechos orgánicos„ suponiendo que los nutrientes se encuen-tr an en forma adecuada para la descomposición del materialLa velocidad de' descomposición es un factor importante a con-siderar, especialmente si el suelo es el medio para Ia dispo-sición de estos materiales. Si la velocidad de descomposi-
ciónn
no fuera rápida, estos materiales podrían acumularse. En
su mayor parte, cuando los tr es factor es fundamentales estanen su óptima posición, la velocidad de descomposición puede
ser bastante rápida. La mayor parte de los materiales se descomponen en los suelos en un tiempo que puede variar desde
unas pocas semanas hasta dos años
Una excepción muy buena se encuentra en el relleno sani-tario en el cual se ha descubierto papel intacto en fosas llenas de composta 15 ó 25 añosdespués (Sorg y Hickman). En el
mismo informe se señaló que aproximadamente el 90 por cientodel asentamiento que va a ocurrir se presenta en cinco años.lln relleno sanitario de Los Angeles con una profundidad de 90
a 110 pies tuvo un asentamiento de 2. 5 a 5.5 pies en tresaños. En los rellenos sanitarios, Ia producción de gases (me
tano¡ bióxido de car bono, nitrógeno hidrógeno y sulfuro de
hidrógeno ), generalmente llega a su velocidad máxima de evo I u
ción después de dos añosy luego va disminuyendo. El metano
es ya una preocupación, debido al peligro de explosión.
La descomposición aerobia de los desechos orgánicos gene
r almente se considera más deseable en virtud de que en estetipo de oxidación no se producen gases indeseables y malos
olore como sucede en la descomposición anaerobia de estos ma
113
ter i a les. Se sabe bien que cuando los sue los t i enen una can-tidadd
de materi a orgáni ca de I áci I descomposi c ión con altocontenido de carbono, los mi croorgan i smos ut i I i zarán este ma-
terial�l.
Por otra par te¡ para descomponer este material, losmicroorgani smos tendrán que apropi ar se del nitrógeno del sue-lo¡ limitando de esta manera o previniendo completamente laacumulación de los nitratos. Esta es una de las razones porIas que se observa una depvesión del rendimiento en Ias cose-chas como consecuencia de la incorpovación al suelo de mate-rial orgánico con un contenido elevado de carbono.
A medida que continúa el pvoceso de descomposición, elnitvógeno tenderá a concentrarse. La tabla 13 (Rubens y Bear)ilustra muy dramaticamen*e el efecto de Ia relación carbono-nitrógeno sobre la liberación del nitrógeno. Con base en es-tos datos se puede ver rápidamente que si se incorporan alsuelo residuos ovgán i cos con diferentes relaciones carbono-nitrógeno, pueden tener un efecto marcado sobre los vendimien-tos de las cosechas como consecuencia de la disponihilidaddel nitrogeno en los suelos al establecevse una competenciadirecta por este elemento entre micvoovgan i amos y plantas. Ladeficiencia de nitrógeno puede corregirse fácilmente, por laadición de fertilizantes nitr ogenados inovgánicos. EI conte-nido de nitrógeno del material sólo puede tener consecuenciascuando no se tiene en cuenta la aplicación de nitrógeno paraace lerav la descomposición del material con una relación car-bono-nitrógeno elevada.
E I costo del procesado y transporte de los desechos orgánicos al lugav donde estos se utilizan var ía de 15 a 50 dóla-ves pov tonelada. E I costo depende del tamaño y !a sof i aticec ión de la planta que procesa el material . Los materiales cuyo proceso cuesta de 20 a 70 dólares por tonelada¡ difícilmen-te pueden considerarse un medio económico pava que los campesinos mejoren las condiciones químicas y físicas de los suelos.114
TABLA 7. CLASIFICAC ION DE LOS DESECMOS SOLIDOS DE LOS ESTADOS Uiú IDOS DE AMERICA (1).
CATEGORIA DESCRIPCIONCOMPOSICION VELOC IDAD6DE PRODUCC ION
(x 10 Ton/año)
Desecho
Basura
Desperdiciosy cenizas
Ripiosmunicipales
Escorias
l'I i n e r í a
Agricultura
Animal y vegetaldesechos de cocina
Residuos secos dela combustión do-mestica, comerciale industriales
Barridas de la ca-lle, construcción
Autos maquinariay aparatos eléctricos grandes
Sobrecar ga áe ganga
Esqueletos de ani-males, estiércol,residuos de las cosechas¡ desperdi-cios de maderería
Pepe I
CascajoMetal
V l dr I oOtros
15
2814
1010
23
170
20
1 500
2 000
(1) Tomado de Iúershaft.
TABLA 8. PRODUCCION DE DESECHOS DOh1ESTI COS POR CATEGOR I A Y DENSIDAD DE POBLACION (2)Y (3).
CATEGOR I A
Desechos res i denc i a I es
Desechos comerciales:
fúlenos de 1 0001 001 a 10 000
10 001 a 100 000Nayor de 100 000
Desecnos de demolición:
000 a 10 00010 001 a 100 000
hlayor 'de 100 000
Desechos especiales:
Desperdicios de la calle (3)Residuos de aguas residuales
FACTO DE GEN RA ION DE D SE.tiLibras er-cá ita dfa
r
2. 5
1 ~ 52.02 ' 53 ' 5
100250500
12054
(2) Adaptado de Status of So I i d Waste llanagement.
(3) Sólo se apl ica a las ciudades incorpor adas o a Ias grandes áreas metropol itanas.
TABLA 9. PRODUCCION ESTIMADA DE LOS DESECHOS SOLIDOS Y LIQUIDOS POR GANADO SEGUNPRODLICC ION (1) .
ANIMAL PRODUCCION DE DESECHOSI ibnas/animal dra
Ganado:
Reses par a producción de carneLácteosCabe I losCerdosBor r egos
3Q
51409.5
4. 0
Aves de corral."
Pollos (de leche)Pollos (gallinas)Otnos
0.02'5
0.25
0.4 — O. S
(1) Adaptado de Status of So I id Waste Management and Waste in Relation to Agr icultur e and Forestry.
TABLA 10 ~ PRODUCCION DE DESECIIOS DE DIVERSAS CLASES DE PLAN-TAS (2) V (3).
FACTOR DE LA PRODUCCIÓNDE RESIDIIOS
Ton/acre
Frutales y palmas de aceite:C I ase 1:V i d, durazner o, nectar i nasC I ase 2:Nanzanares, higueras, peraClase 3:Albaricoque, ciruelo¡ membrilloClase 4:Almendras aguacate¡ olivos diversosClase 5:Cerezo ¡ cítr i cos, dát i les¡ c i rue I a pasa,nogales
2.5
2.25
2.0
1.0
Cultivos de campo y hortalizas:C I ase 1:lllaíz y maíz dulceClase 2:Br óco Ii¡ coliflor¡ lechugaClase 3:Bretones¡ botones, repollo¡ melones¡arroz betabel, tomateClase 4:Habas, zanahorias apio, algodón¡ pepi-nos, aj os¡ cacahuate, pimientos papas,cebo l las y otr as hor tal izasClase 5:Espárragos¡ cebada¡ avena, cártamo¡ sor-go¡ trigo
3.0
2.0
(2) Adaptado de Status of So I i d Waste Management in Cal ifor-ni a.
(3) Las clases están basadas en aproximadamente igual producción de peso fresco, suponiendo una producción media enCalifornia.
118
TABLA 11. PRODUCCION DE DESECNOS SOLIDOS ORGANICOS DE LA lNDUSTRI A MADERERA (1) Y
(2)
PLANTAS DE BOSQUEFACTOR DE PRODUCCION DE RESIDUOS
Ton
Desechos de I a mader a
Aserradero (corteza, aserrín, etc. ) 1.25
(1) Adaptado de Status of So I id Naste Management.
(2) La producc ión de desecbos está basada en I a producción obtenida en Cal i foeni a.
TABLA 12. CONCENTRACIONES MAXIMAS DE OLORES DE ALGUNOS ODORANTES FUERTES (1).ODORANTE CONCENTRAC ION (ppm por vo lumen)
Tr imet i I amina
DimetilaminaMonometilamina
PropilaminaAmoniaco
PiridinaSulfuro de bidrógenoEtil mercoptanoT-butil mercoptanoAcido acéticoAcido butíricoFormaldenído
Ref 3 (1)0.00060.089
0.0093 ' 9
0.048
R f 2 (2)0.000210.0470.021
46.8
0.0210 00470.0010
1.00.0011.0
Ref 1 (3)
0 004o0.0004Q. QQQQ9
(1) Tomado de Stephens.
(2) Niiby, P. V. , Air Pollution Control Assoc. .Iour, 19 (2);96, 1969.(3) Leonardos (ibid) 19(2):91, 1969.
TABLA 13. N ITR I F ICAC ION DE MEZCLAS DE MATER IALES CARBONOSOS Y SIILFATO DE AMON IAGO (4).
FÚENTE DE CARBONOCONTENIDO DE REIACION C N DE LA
CARBONOMEZCLA
/
NITROGENO AÑADIDOCONVERTIDO A NI-
Íl? ATO ( o)20 días 60 días
Llgnina
Almidón
Dextrosa
57. 2
39.0
35
20:1
30:1
20:1
Aceite de semillas de alcgodón 76. 5 20:1 39
Celulosa
Celulosa
Celulosa
Ce lu losa
Celulosa
No hay adi ción de carbono
42. 0
42. 0
42. 0
42. 0
5:110:1
20:1
40:1
SO:1
77
91
77
49
(4) Adaptado de Rubens y Bear.
í90
~ENPERATUR ru F I
l 50
lu
Hongos//
//
Bacterias
CAeróbicos
//
/ Afloel6blcos
I
Sucio seco al aire
CONTENIOO DE AGUA
Suelo saturado
Fig. 2 . Inf Iue ncia de ciertas voriabies en los suelas sobre !a
actividad microtiono.
La inf I uenc i a de los abonos animales sobr e e I cree imientode las plantas puede ser mayor que la que puede atribuirse a
Ia simple añadídur a de nutrientes. En un estudio de seis añossobre el algodón, Tacker y colaboradores compararon la adiciónanual de 10 toneladas de estiércol por acre con algodón que no
recibía abono animal. En los tres primeros años los rendimientos fueron mayores con nitrógeno más estiércol que con nitr6geno solo. AI cuarto año¡ se comenzó a propagar una enfermedad
fungosa que causaba marchitamiento en los lotes con estiércoly las ventajas del rendimiento a favor de los lotes con abono
disminuyeron . En los añossubsiguientes, se cu !ti v6 I a var i e-dad de algodón Pima tolerante a la enfermedad fungosa que cau-saba el marchitamiento. La ventaja del estiércol se mantuvo
durante un período de tres anos más'
Cuando se considera el nivel de nutrientes de los abonosz
se tiene que reconocer que existen variaciones tremendas en Iacalidad del producto inicial. Esto fue demostt ado en un trabajo conducido por Stewart cuando utilizó un modelo de laborato-
rioo
para estudiar las condiciones de humedad de los suelos so-bre Ia volatilización del amoniaco y la acumulación de nitr a-tos en los corrales de engorda de ganado vacuno. Cuando seañadió orina de ganado cada dos días a un suelo inicialmentemojado¡ se perdió menos del 25/a del nitr 6geno como amoniaco y
aproximadamente el 65/o del nitr 6geno de Ia orina se transformóa la forma de nitrato. Sin embargo¡ cuando se añadió orina a
un suelo seco cada cuatro días al evaporarse toda el agua se
perdió el 905 del nitr6geno en forma de amoniaco. La varia-ción de la calidad del abono orgánico se presenta en Ia tabla14.
Los abonos de nov i I los y aves de corral se ut i I i zar on co
mo fuentes de fósforo par a I a producción de alfalfa en un estudio de cinco años. El abono de gal I inas de cuatro fuentes di
123
ferentes se apl icó en dos ocasiones separadas. Los rendimien
tos no fueron estadísticamente di ferentes entre los ter renosabonados y los terrenos que recibían superfosfato tr i p le. En
otro estudio se comparó el superfosfato tr i p le con e I est iér-co I de vacas lecheras. Una vez más I a producción tota I de
cuatrp añosno fue si gni f i cat i vamente di ferente entr e los te-rrenos abonados y los terrenos que recibieron e I fósforo co-mercial.
Pratt, estudió algunos efectos de Ia incor por ación de abo
nos de ganado bovino en relación con las propiedades químicasde los suelos. EI contenido dc carbono orgánico de los sue-los fue de 0.44, 0.91. 1.12 y 1.32/~ respectivamente, para lostratamientos de 0„6¡ 12 y 18 toneladas de abono por acre/año.Estos tratamientos se aplicaron dur ante el período 1939-19é5.Asociado al aumento en el carbono or qán ico hubo un aumento en
la capacidad de intercambio ca*iónico hasta Ia profundidad de
seis pulgadas de la superficie. Como resultado del abonado
se incrementaron grandemente el fósforo y potasio de Io., sue-
los; en cada caso la mayor parte de estos elementos se queda-
ron en la superficie de los suelos. Rroadbent obtuvo resultados similares con respecto a la descomposición de los r esi—duos orgánicos en los suelos. Descubrió que mientras mayor
fuera la adición de residuos vegetales, menor sería el por cen
taje de Ia pérdida de material añadido. Las adiciones peque-
ñasy frecuentes modificaron ligeramente el nivel de materia
orgánica en los suelos; sin embargo¡ las adiciones substanciales de materiales moderadamente resistentes, tales como los
estiércoles de granja aplicados regularmente pueden aumentar
el nivel de materia orgánica.
La incorporación de residuos vegetales puede tener un
efecto muy significativo sobre cl estado de nutrientes para
las plantas en los suelos. En un estudio conducico por Abbot
124
y Tucker ¡ en el cual se incorporaron yjo el iminaron los residuos de sorgo, granos pequeños y algodón, se encontró que la
incorporación de los residuos durante el período de tres añosque duró el estudio¡ mejoró el rendimiento de los suelos ba-
jos en fósforo. No hubo efecto aparente por la incorporaciónde los residuos vegetales en los suelos con un nivel relativamente mayor de fósforo.
En dos estudios~ Williams y Doneen¡ investigaron los
efectos de los abonos verdes y de los residuos de las cosechas
en relación con las velocidades de infiltración de los sucios
irrigados. Descubrieron que Ia incorporación de desechos en-
teros de cosechas (r aíces y tallos) es una de las maneras más
efectivas para mejorar la velocidad de infiltración de los
suelos. Las plantas utilizadas en el estudio fueron cebada¡
maíz¡ algodón~ garbanzo¡ sesbania¡ pasto sudán, cereal de cen
teno, bromo suave¡ pasto inglés anual y mostaza.
En un estudio efectuado pos Laws¡ se evaluaron diferen-
tes sistemas de cultivo durante un período de doce años. Se
encontró que únicamente en los sistemas con una producción
anual media dé 3 600 libras de residuos por acre se mantenía
el contenido de materia orgánica de los suelos a un nivel cons
tante. Para aumentar el contenido de materia orgánica hasta
un nivel significativo se requieren cantidades mayores de re-siduos. Se obtuvieron aumentos significativos únicamente en
Ios sistemas que producían más de 5 100 libras de residuos so
bre el suelo, por acre anualmente.
En un estudio de abonos de granja y residuos de pastos
sobre la estructura de Ios sue los Wi I I i ams y Cook encontra-
ron que el pastizal permanente era más efectivo que la ester-coladura anual de los abonos de corral para hacer a los sue-
los más permeables a través de la formación de agregados más
estables al agua.
TABLA 14. COMPOSICION APROXIMADA DE ABONOS ANIMALES EN BASE A PESO SECO (1).
T I PO
N TRI N ESP20
g
K 20
Yacas, nov i I los y ganado par a engor da:
BajoAltoPromedio (2)
0.533.552.03
0.24
1.751.06
1.085.013.06
Aves de corr al
BaJO
A ltoPr omedio (3)
1.705. 143.48
0 755. 56
2. 85
0.903.76".18
(1) Adaptado de So I i d Naste D i sposa I and llanagernent Researcl& Task Group Lln i vers i tyof Ca I i forni a.
(2) Promedio de 35 muestr as en e I arca de Los Ange l es.
(3) Promedio de 40 muestr as en el Ar ea de Los Ange les.
A I gunos de los efectos adversos sobve los sue los causados
por I a di spos i c ión de los desecl". os orgánicos en I as t i errasson los siguientes: I a ap I i cae ión de 5 a 10 toneladas por acrede composta de basura que contenía 1 ~o de n itr ógeno ¡ se ut i I i zó
para cu lt i var maíz en c inco e::per imentos en sue los con def i-c i ene i as de nitrógeno (Terman y Mays)":t Estos invest i gadovesdescubr ievon que este meter i al provocaba inmovi I i zac ión del ni
trógeno del sue lo y de los ter ti I i cantes ocasionando una def i
c i ene i a de nitrógeno en e I cu lt i vo. Se obtuvieron pequeñosaumentos en la producción del pasto bermudo y sorgo forvajeroen pavcelas en un suelo con menos deficiencia de nitvógeno al
aumentar la aplicación de composta en cantidades de hasta 82
toneladas por acre. Sin embavgo, en ningún caso el rendimien-
to Fue igual al obtenido con ló0 libras de nitrógeno por acre.Los beneficios en el rendimiento obtenido usando composta no
fueron provechosos, pei o muestran el potencial de Ias t. ievvas
agrícolas par a aceptar grandes cantidades de composta sin re-ducciones en la producr. ión.
La pvesenci a de nitr atos y salga so! ub les en los sue los
y su mov i miento en I as aguas subterráneas con re I ac i ón al gana
do bovino fuevon estudi ados por Adr i ano, Pratt y B irshap. Pa-
r a el lo se vaco lectaron muestras de suelo : de agua en diver-sas localizaciones de Ia cuenca Sutter y en el área lechera de
I a cuenca Chino en Ca I i for ni a. Los niveles de nitrógeno en
forma de ni*va*o osc i I aron entre 14 y
tevráneas. Se obtuvo evidencia de un
de nitratos en el manto freático. EI
210 ppm en I as aguas sub
movimiento considerablepeligro de contaminación
por I a inf i!tr ac ión supert i ci al de fósforo o fue mayor en lasár eas inter medi as de cor r a les de pasten los campos ir v i gados. Sin embar go
vo haci a abajo en los covvales no fuede campo.
ur a permanente¡ y menor
el movimiento del fósfomayor que en los sitios
Beatty y colaboradores compararon los niveles de amonio ynitrato a una profundidad de 20 pies de un suelo vi rg. n fores-tal con los de un suelo cultivado y un suelo con ganado paraengorda. La concentración más baja, que fue de 56 ppm de ni-trato, se obtuvo en los suelos vírgenes. En los suelos con ganado para engorda se encontraron 407 ppm de nitrato. En lossuelos vírgenes el nivel de amonio fue de 21 ppm y de 2 203ppm en los suelos con ganado para engorda. Debido a la altaper meabilidad de los suelos y la tremenda carga de nitrógenodisponible en éstos¡ existe un peligro definitivo de contaminación por nitratos en las aguas subter ráneas causada por estostipos de desechos orgánicos.
Otro aspecto relacionado con los estiércoles de establosy corrales de engor da de ganado bovino, es el contenido de sa-les de estos materiales. Sin lixiviación o lavado, los estiércoles frescos pueden contener un 10;é de sales solubles totales.Cuando estos abonos se añaden a los suelos en Ias cantidadesusualmente recomendadas para un abastecimiento adecuado de nu-trientes, pueden añadirse a los suelos de 1 000 a 2 000 librasde sales solubles totales. Esas cantidades de sales, ademásde Ias presentes en los suelos, pueden ser suficientes paracrear problemas de toxicidad para la planta que se está culti-vando.
Con la finalidad de prevenir que la adición de sales delos estiércoles se convierta en un problema para el creci m i en-to de Ias plantas, los suelos tienen que ser Iixiviados paraeliminar las sales solubles de la zona radicular de las plan-tas. Estas sales están sujeta. a una lixiviación adicional aIos abastecimientos de aguas subterr áneas, creando la posibilidad de degradar la calidad de los acuíferos.
128
Existe poco interés por el movimiento de los orqanismosinfecciosos en I as aguas subterráneos, especialmente cuando secuenta con buen drenaje, ya que uno de los métodos clásicos de
pur i f i car el agua desde e I punto de vi sta de I conteni do bacte-r i ano, cons i ste en f i I tr ar e I agua a tr avés de I sue lo. Uno de
los problemas asociados con toda clase de desechos orgánicoses su suscept ib i I i dad para i nf i I trarse y con*ami nar los abastecimientos de agua. Según Wadleigh, durante los 15 añosríodo 1946 a 1960, hubo únicamente 16 muertes humanas e
del pe
n losEstados Unidos de América atr ibuib les a agentes propiosagua, 8 de f i ebre ti fo i dea, 4 de envenenamiento químico
del
y 4por infecciones di ferentes a I a ti fo i des. Wadle i gh señala queel excelente registro en la protección de la salud humana esmás pausible debido al nivel elevado de actividad en la prevención y contro I de I as enfermedades animales, así como a l a in-tensa vigi lancia en el control de los abastecimientos de aguapotable.
Otras fuentes de efectos secundarios indeseables son losde las sustancias f itotóxicas, ya sea a través de la exudaciónde fitotoxinas y antibióticos por los microorganismos mismos
del suelo en la descomposición del material o por Ia adiciónde Ias sustancias fitotóxicas en el material mismo. En variosestudios se ha demostrado que las substancias fitotóxicas po-drían extraerse con agua y solventes orgánicos de residuos di-
versoss
de cosechas utilizados en el esterco lado. Se ha encon-
tradoo
que varios hongos y organismos tienen la capacidad deproducir sustancias fitotóxicas. Otro aspecto interesante de
estos estudios fue que cuando se incorporaban de 4 a 10 toneladas de pa.ía de trigo tr iturado por acre¡ superficialmente a me
dia pulgada del suelo simulando los mantos de rastro jos, secreaba el efecto más fitotóx i co sobre el desarrollo de las se-millas de trigo. Cuando Ia misma cantidad de paja de trigo semezcló con el suelo a seis pulgadas de profundidad simulando
el efecto de la labranza, I a inf Iuenci a de las sustanci as f i-totóxicas sobre el crecimiento de las plantas no Fue evidente.TalTib i én se encontró que cuando I a pa ja de tv i go se había des-compuesto por algún tiempo presentaba menos fitotoxidad queIa paja de trigo l'vesca.
La adición de Ias sustancias f itotóxicas inheventes enIa planta es característica del aservín y Ia corteza de algu-nas especies arbóreas. Las resinas¡ fenoles y trementinas y*erpenos contenidos en el asevrín fresco subproducto de estosárboles, tienen un efec*o inhibitovio sobre el crecimiento dela planta. El envejecimiento o la descomposición parcial delaserrín puede prevenir que ocurva la toxicidad. La mayoríade las investigaciones han sido sobre la utilización de estossubproductos derivados de Ia madera como acondicionadores desuelos pava cultivos ovnamentales y hortícolas.
, Los estudioshan demostrado que la corteza y el aserrín de algunas espe-cies de ár bolee madevables tienen toxicidades mayores queotras, mientras que otros no tienen ninguna. También existengrados diver sos de suscep*ibi I idad vegetal a los efectos f itotóxicos.
Como se señaló en Ia sección de enfermedades, los dese-chos orgánicos pueden sev ú*iles o perjudiciales con respectoa enfermedades e insectos. Si el organismo infeccioso no esun buen competidor en el medio ambiente del suelo, las adiciones de materia ovgánica pueden reducir su número y por lo tanto disminuir el potencial de enfevmedad. La materia orgánica„especialmente en Forma de residuos vegetales pueden tambiénproporcionav un medio de invevnación y de transmisión del ov-ganismo. En California, McNelly ha estimado que las pérdidasde cosechas de árboles causadas por las enfermedades e insec-tos fueron Iigevamente superioves a los 58 millones de dólaresen 19ó8.
130
Otro efecto adverso es Ia perpetuación de malas hierbas
por la utilización de abonos animales¡ abonos verdes„ o la in-
corporación de residuos vegetales. Según llarvey, el porcenta-
je de semillas viables de malas hierbas aportadas por animales
es: ganado vacuno 9.6)o, cerdos 6.Rían, cabe I los e I R. 7', n, bor re-gos e I ó. 4g y ga I I inas e I O. 2 s. E I est i érco I de vacas compos-
tado en p i las presentó semi I I as de glor i a de la mañana con un
22+o de germ i nac i ón después de
hubo únicamente una germinaciósu tr atamiento. Sin embargo,
n de 1+~ despues de tres meses.
La semi I I a de glor i a de I a mañana sobrev i vió en I a ga I I inaza
compostada sin ser afectada por el tratamiento. Una mezcla de
ost i ér co I de ganado vacuno y de caba I I o f ue compostada con 52
especies diferentes de malas hierbas presentes. Ninguna germi
nó después de un mes.
EQué puede hacerse para evitar los efectos indeseables de
la acumulación de desechos orgánicos en nuestro medio ambien-
te?. En la literatura ha habido dos temas predominantes que
han aparecido en relación a Ia disposición de desecho." orqáni-
cos. Estos son los costos del manejo o disposición del mate-
rial y la renuencia aparente a sacrificarse mucho con respecto
a Ias comodidades o pagar el costo de Ia disposición necesa-
riaa,
ya sea por un aumento en los costos de los bienes de con-
sumo o un aumento en los impuestos.
Los costos de la disposición de los desechos orgánicos va
rían ampliamente. La Oficina de Administración de los De e-
chos Sólidos del Departamento cle Salubricad, Educación y Sien-
estar de los Estados Unidos de América, estimó en 1971 que cos
tó 4. 5 billones de dólares recolectar y disponer los desechos
del añoanterior que ascendían a casi 4. 3 billones de tonela-
das¡ incluyendo Ios desechos industriales¡ agrícolas y domésti
cos de todos tipos.
Se puede efectuar una revisión económica cor mayor Faci—I idad en el área de disposición de los desechos orgánicos agrícolas. La asociación de agricultura más fami I isrizada con ladisposición de desechos orgánicos ha resuelto desarrol l ar in-formación sobre costos para diversos mecanismos de disposiciónLos agr icu ltores han reconoc i do desde hace mucho t iempo I a di spos i c i ón como parte de los costos Je produce i ón y han tratadode desarro I I ar medios ef icientes par a la disposición de estosmateriales. En un estudio de anál i si s de costos de diversosmétodos a Iternat i vos de di spos i c ión de vaquerías y est iér co-les, Rerge encontró que e I costo anua I por an ima I par a una va
quer ía de 50 cabezas var i aba de 29 a 49 dó I ar es par a di feren-tes si stemas de recolección del meter i al. Fairbanks estimóque e I costo de I tratami ento de los desechos de vaquería has-ta el mismo gr ado de descomposición que la mater i a del agua
negr a de una c i udad, podría e levar e I prec i o de I a I ecne en
cuatro centavos por cuarto de galón.
Existen diversos métodos de tr atamiento de los desechosorgánicos¡ los cuales han sido investigados y actualmente es-tán siendo reinvestigados para determinar si las modif icacio-nes pueden producir medios más ef icientes de disponer de es-tos desechos. Los métodos actualmente conocidos de disposi-ción de los desechos domésticos incluyen el relleno sanitario.Este método t i ene la venta ja de ser re I at i vamente bar ato y ap I i-cable a la amplia variedad de terrenos. Algunas de las des-ventajas son la elevación en el costo de las tierras, el incre-mento urbano rue requiere de controles más severos para la utiI ización de la tierra para fines de mayor valor. Las Fosasabiertas son generalmente el tipo de disposición que más pre-valece. El énfasis ambiental actual convierte a este método
en una técnica inapropiada.
EI proceso de quemar desechos combustibles sólidos y se-misólidos¡ es otro método de tratar los desecho. orgánicos.
132
Las pr incipales ventajas de la incineración son que se requie-, .re menos tierra y el proceso puede real i zarse en un local cen-tral izado reduciendo los costos de recolección y acarreo. Al-gunas de I as desventajas de este método consi sten en el eleva-do desembolso de capital y el costo de operación. También existe el problema de cargar la atmósfera con contaminantes y elhecho de que no es un método comp I eto de di sposi c i Sn. Tamb i én
se deber á di sponer de los res i duos de I s i stema.
Otra técnica es el composteo: como la inciner ación no puede considerarse un método f inal de disposición, ya que si el ma
terial que se trata es de madera¡ tiene que disponerse uti I i-zando otros medios. Tiene la ventaja de que convierte el mater i al a una for ma aprovechable. También puede conducirse en una
local i zac ión central i zada reduciendo I as di stanci as de acar reo ¡
y puede proporcionar un producto f inal út i I . Las desventa jasde I sistema son el e levado costo operat i vo y de capital inc lu-yendo I a segregac i ón de desechos no orgán i cos. Otro prob lema
fundamenta I es encontrar los mercados par a e I producto f ina I .
E I reci c l eje es otr o medio de reducir la cantidad totalde material para su disposición. Las desventajas obvias de éste¡ son los costos de !a cl asif icación de desecho y la segregac ión de I meter i al en di versos meter i alas s imi I eres. Actua lmen
te cerca del 20(o del consumo de papel en los Estados Unidos de
América se está suministrando por el recicl eje del papel.
La p irá I i si s es otra técnica que se ha estado investigan-do. Este es un proceso de destilación destructiva efectuadoen una atmósfera casi completamente exenta de oxígeno. De ma-
nera similar a la incineración y el re'leno sanitario, la pirolisis no puede ser considerada como un método final de disposición.
Se encuentran en progreso diversos estudios para determi-nar los métodos de manejo de algunos de los residuos vegetales
133
que actualmente no están siendo incor@rados al sue I o. Una
de las técnicas más interesantes sobre la disposición ha sidola preparación de desechos celulósicos para la al imentaciónanimal. Koh ler ¡ Guggol z, Wai ss¡ Graham, Garret y K lopfens*e inhan estado investigando Ia posibi I idad de uti I izar Ios dese-chos celulósicos como alimento de animales. Klopfenstein en-contróó
que el hidróxido de sodio al 4/o al parecer era un nivelpt áctico del tratamiento para los olores del maíz. Los novi-llos que fueron alimentados con este material ensi lado pudie-ron ganar 1.6 libras de peso por día. Los borregos alimenta-dos con paja de trigo tratada y sup lementada con carne de so-ya y urea ganaron 35.18 libras por día. Garret encontró quegranulando o cubitando Ia paja que contiene las raciones¡ semejor aba la ingestión del animal. También descubrió que lostratamientos con hidróxido de sodio aumentaron la digest. ibili-dad total de un 38 a un 59/o. La paja de arroz puede ser tratada para que tenqa un valor razonable en la alimentación de losanimales. Un estudio económico de Par sons mostró que si la paja de arroz podía ser puesta en forma de cubo y vendida a 25dólares la tonelada¡ el valor por acre para el cultivador po-
dríaa
aumentar a 60 dólares por cuatro toneladas de paja dearroz. EI estudio supuso una posible demanda del producto.
En las naciones en donde la disponibilidad de alimento para animales está un tanto limitada, la utilización de los residuos celulósicos de las cosechas como alimentos para los animales de tipo rumiante puede proporcionar una fuente adicionalde ingresos en la producción de residuos de plantas o por elaumento en el numero que podrían ser alimentados. Entoncessurge el problema en el desarrollo de una técnica para el tra-tamiento de la granja de estos residuos celulósicos de lasplantas para que los animales Ias utilicen.
134
Con respecto - los ef I mentes res i dua les domést i cos, e;. i a-
te desde hace a lgun t icmpo la práctica estimable de muchas na-
ciones de uti I izar este material por su valor como ferti lizan-
te. Uno de los prob lemas asoc i ado a su ut i I i zac ión como fer t i
I izante es la posible contaminacifin de las cosechas al imenti—
cias con los organismos patógenos humanos o animales. En algu
nas áreas„ la utilización de las aguas residuales se evita por
medio de reglamentos de las agencias públicas de salubridad.
Los reglamentos sobre Ia utilización de Ias aguas residuales
para el riego de cultivos„ generalmente son una ley general
comprendida dentro de Ia Iey de salubre idad pública. La ley es
tablece específicamente que los ef Iuentes de Ias fosas sépti—
cas¡ tanques de sedimentación¡ ef luentes parcialmente desinfec
tados, filtro. , de aspersión, plantas de sedimentos activados y
aguas residuales similares, no deben ser utilizadas para regar
cultivos de verduras o frutas que crecen cerca del piso, fru-
tas que estén en contacto con el piso, viñedos y cultivos hor-
tícolas, durante Ias estaciones en que Ia fruta yace en el pi-
so. Tales ef luentes residuales sedimentos o residuos, no se
permiten en los renales o conductos que puedan ser utilizados
par a irrigar los cultivos mencionados. La mayoría de los paí-
ses, tienen leyes similares. Uno de los beneficios obvios que
se derivan de estos reglamentos c s !a uuisminución de Ia mortan
dad humana y animal por Ia utilizacion de plantas o aguas con-
taminadas. Esto ya ha sido señalado por Nadleigh
Se encuentran bajo investigación diversas técnicas para
manipular el estiércol confinado en !cs centros de producción
de carne. Las técnicas que han tenido más éxito incluyen la
degradación biológica de este mater ial. El composteo aeróbi-
co y las lagunas de oxidación están i ecibiendo nuevamente aten
ción. La aereación en las lagunas se logra colocando un aerea
dor en la superficie. La planta de tratamiento de aguas ne-
gras tipo municipal está siendo investigada como un medio po
s ib le de di sponer del est i érco I . La ccn 'trucci ón de una p I anta de tratamiento de tipo secundario podría co,tar entre 2j0y 1 000 dólares por vaca y tal vez de 00 a 100 dólares poranimal para su oper ac i ón (Fa irbank) .
Otra técni ca que actua lmente se está invest igando parala disposición de los desechos de las vaquerías es I» utilización del agua de lavado para transportar el material sólidoen suspensión a
tivos. Actualmevaluar este sigas de materialtiesa de' suelochko Ib Ayers y
I campo y usarlo par, i la irrigación de los culente se están efectuando investigaciones parastema y determinar el efecto de diferentes car
en la producción de cosechas, las caracterís-y la cualidad de Ias aguas subterráneas (RausKlte¡ datos inéditos).
En muchas áreas en que no se pueden obtener Fer tilizan-tes comerciales, los de .echos orgánicos animales son de granvalor, ya que proporcionan eFectos benéficos. E,tas áreas noconstituyen un problema en lo uue ;: la disposición de los de-sechos orgánicos se refiere. El problema surge en los luga-res donde se tienen que proporcionar los nutriente. vegetalespor medio de fertilizantes comerciales relativamente bar atos.Esto hace demasiado costosa la utilización de desechos or gánicos como fuente de nutrientes vegetales.
Ha habido varias ocasiones en que se indica que los sue-los pueden soportar cargas muy grandes de desechos orgánicossin tener como resultado efectos adversos sobre las cosechas,siempre que los suelos -,ean manejados de tal manera que losdesechos or gánicos puedan ser úe máxima utilidad. Puede serposible que la tierra sea o tenga que llegar a ser el medioprincipal de disposición de Ics clesechos orgánicos. Para ha-cer esto existen varias cuestiones críticas que requierenatención.
Lo que ahor a se neces i*a es desarro I I av i nfor mac i ón con
respecto» I as caractevíst ices de estos matar i a les para estarsegur os de los efectos que producen por su ut i I i zac i ón í&ro I on
gada en los sue los. La pr inc ipa I pr eocupac ión ha si do losefectos sobre la ferti I i dad de lo. , sue los. Aunque algunos in
vest i gador es han v i sto superf i c i a!mente I as caracterí st i cas f í
si cas de I sue lo resu l tantas de I a i ncovpor ac i ón de estos mate
r i a les„que todavía existe muy poca av i dono i a de los cambios a
l argo p I azo de I a e st! uctura de los sue los & los benef i c los
si es que los hay, der i vados de este camb io. Tal vez una de
las razones de esto h . sido Ia falta de técnicas uniformemen-
te aceptablesy reproducibles pava Ia evaluación de Ia estructuva de los sue los.
Aún suponi endo una mejova de I a estructura de los sue lospor I a incovpor ac ión de estos meter i les orgánicos, ha hab i do
pocas invest i gac i ones que han *ratado de asegur av un va lor
económico a esta me ior a. lino de los pvob lemas ha si do, que
I a mejova de los sue los es gener almente tan lenta y de natur a
leza tan suti I que no han sido obsevuables los cambios a cor-to p I azo. A pesar de su valor económi co, resu l*en*e de su espare imi ento sobre los sue los„son mayo&-es I as ventajas que
puede proporcionav, siendo posible el uso de esta técnica.Sin embargo ~ tendrán que proporcionar se incen*ivos económi-cos par a aque I los que estén de acuevdo en «t i I i zar los dese-chos ovgánicos de esta manera.
137
3. RADIOACIIVIDAD
3. 1 Extens i ón. En cuadad y sus efectos, es d
I qui er di scusion sobre I a raui oact i vi-ifíci I ser conciso y objetivo si se
trata de evitar que los individuos piensen en una especie demuerte insidiosa, aber r ac iones genét i cas o deformac iones con-génitas de nacimiento y efectos adversos inexpl icab les en elmedio ambi ente, los cuales afectan nuestra ex i st enc i a. Poiesas mismas razones, es necesa& io entender a fondo la pr esen-
ciaa,
I a transmisión y las reacciones de la radioactividad ennuestro medio ambiente.
La gente no tiene conocimiento de Ia hister ia de masasque se desarro I ló después de I a exp losión nuclear haci a elf i n de I a I I Guerra Viundi a I y I a amenaza de I a guerra nuc leerque pr eva I eció durante var i os añosdespués de I a ter mi naciónde Ia II Guerra lúiundial. Sin embargo, la r azón ha prevaleci—do entre los hombres, lo que en sí mismo es reconfor tab I e, y
varias naciones entr ar on en un acuerdo por e I que se proh ib ióI a pr ueba atmosfér ice de I as armas nuc I cures. Desgr ac i adamen
te, otras naciones con capee i dad de ar mas nuc I eares, no han
entrado en tal acuerdo. Consecuentemente, cont inóan I as ex-p los iones atmosfér i cas de armas nuc I ear es, si endo una fuentede contaminac ión radi oact i va.
Otras fuentes de contaminantes radioactivos son los desechos de la minería y las refinerías de uranio y torio, losreactores nucleares de las plantas de ener gía y los desechosde los I abor ator ios médicos y de invest i gación. Debido a que
los sue los cont i enen de manera natur a I mater i a I es radi oact i-vos, es necesar io fami I i ar i arse con su contribución al nivelde radi ac ión de I medi o amb i ente, de maner a que se pueda determinar con exactitud la contribución de otras fuentes.
139
3.2 Fuente e intensidad. Se discuten algunos de los elemen-tos radioactivos en I a natur a!eza, p u a evaluar su contr ihu-cion a I a radioact i vi dad natural del suelo. Según Tal ibudeen,el Carbono-14 tiene una actividad específica media en la biósfera en equilibrio de 16. 1 desintegraciones por minuto porgramo de carbono como una emisión beta muy débil
E I Potasio-40 tiene una actividad específica de 28 . 3 desintegraciones por segundo por gramo de potasio como emisionesbeta y 3.6 desintegraciones por segundo por gramo de potasiocomo emisiones gama. El Rubidio-87 tiene una energía de emi-sión beta máxima similar a la del Carbono —14. El Torio-232es el miembro principal de la familia del torio, que tieneuna velocidad de desintegración de 4 100 desintegraciones porsegundo por gr amo de ur anio.
La radioactividad alfa total de la familia del uranio a1 ppm de uranio es de 285 m i crocur ice (uuc) por cien gramosde s~clo, y para la fami I ia torio a 1 ppm de tor io, el nivelera de 77 uuc por c i en gr amos de suelo. En un estudio uti I i-zando un suelo franco-arenoso-grueso Montp i I I at loca I i zado enel Va l le San Joaquín en Cal i forni a, Hanson encontró concentr ac iones de uranio que var i aban de 1.9 a 2. 6 ppm y concentr ac i ones de torio de 9 a 11 ppm en el perf i I del suelo.
Las actividades isotópicas de los horizontes del suelo,variaron de 1.5 a 2. 9 desintegraciones por minuto por gr amo,Hanson indicó que podr ía calcular la radioactividad por uni—dad de área y profundidad. Este tipo de informacutilidad cuando se verifican las radioactividades
ión es de
normales ode fondo del medio ambiente. Otro descubrimiento interesantedel estudio fue que el uranio se Iixivia más rápidamente queel *orio a través del perfil del suelo.
140
La composición físico-quimica de los elementos radioactivos en los suelos se complica debido a que estos elementos setransforman continuamente en nuevos elementos. En Ia fase gaseosa hay Radón y bióxido de carbono. En un estudio para examinar la presencia de Radón en Ia atmosfera del suelo, Delwi-che y colaboradores concluyeron que Ia mayor parte de Ia r a-dioactividad natural del aire se debe a que los isótopos del
Radón tienen su origen en el uranio y e! torio encontrados en
Ios suelos y las rocas.
Algunos de los r adionucleidos que existen de manera natu
ral también se pre. entan como solutos en la solución del sue-lo. El grado depende de la solubilidad del miner al. Todos
los elementos radioactivos que existen de manera natural seencuentran en el suelo. Probablemente el radioelemento más
importante que contribuye a Ia actividad de la biósfera es elpotasio y en segundo lugar el carbono (Hansen y co labor ado-
res). En Ia tabla 15 se dan las fuentes y estimaciones de la
irradiación de fondo que r ecibe el hombr e.
Es importante la manera en que se dispersan los materia-les radioactivos, desde el punto de vista de la evaluación,dist~ ibución e intensidad de Ia degradación de la tierra. La
di sper s ión meteoro lógica de la suspensión de par*soles radioactivos es un método de transmisión.
ículas o aeroEstos aeroso-
les pueden resultar de una explosión nuclear atmosférica y li-berar sus productos fisionables en el aire, o de la liberaciónradioactiva, ya sea acc i dental, i ncontro I ada o de desechos.
Schleien y colaboradores señalaron Ia importancia de Ia
redistribución atmosfér ica como un mecanismo par a la contami-
nación radioactiva de los suelos. En un muestreo compuesto
del aire efectuado cada mes, a una altura de un metro sobre el
nivel del piso cer ca de l/inchester, llassachusetts¡ se ha podi-
141
"SPAZt'T
-iyeoipru6isseváiosopesopeapuopauuouanpsaIeyoyso1(Z)'sUoIQeIP
egoiwoyVáosyoaáy3uoyuodagsuoiyeNpayiuITIapopewol(T)
(E)
(Só)96
(C'o)('0
(too)l'0
(To)'EO'0
(900)Eo'0
(l3
(5T)PT
(o5)05
(5Z)I"0
(SZ)SZ
(SZ)
(66)66
(co)S'0
(9Co)TZ
(9S0)í'.0
(t5o)9Q
S'0(5T)
5T
(o5)05
(5Z)l'0
(SZ)SZ
(S)
(zot)QOT
(So)C'0
(So'o)S'0
(So.o)
(50o)
(so)(lo)
0
(oz)OZ
(05)05
(5Z)l.'o
(SZ)SZ
sauouynauAeyIPseInoiguedapaieyuaouod
(Z)IP1ol(sopiIag
soIuaogIansip)ugZZZ
OTZ
SZZ
9ZZ
seuua&uisauoioeipevvI
(avieIaopuaAnIOUI)
augsauuaguoioeipeg
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uoioeziuoiapsaguauodwoO
sooiwsoosokpg
PasQoUP.IsuoAPIIsepaiiooPInpagIPUSO
ONVOVDIISISOú
euuayxauoioeipeJvI
NOIOVIOVMI30S3lN3ITá
'(Z96IT.3CI3lloá3N13N3SOOVO
SOLVO)(T)S31VIINQNSV3HVN3S31VHIIlVNS3lN3I1330SVNN3lNI3SVNN3lX3S3NOIQVIOVHáIVSVOI830SISOO'5TV18Vl
do detectan la influencia de la radios«tividad de todas las
detonaciones a+mosfér ices realizadas durante el período de
muestreo. En 1968, se encontró qu!! apeo . imadamente el Ó0/a de
la radioactividad det ectable se oriqir!ó después de 19Ó3.
Las muestr as se reco I ect sron y se ana I i zar!!n según el
pr ocedimi ento de I Depart amento de Sa Iub!' i dad, Educac! ón y B ie
nestar de los Estados Unidos de América (19Ó7), para I a deter
minac ión del meter i al nadioact i vo er! e I medio amb i ente.
Se deben consi derar var i os factor es cuando se eva lú!a el
transponte Je I as par tícu I as nadi oact i vas por e I viento a tra
vés de la superficie de la tierra y su redistr ibución final
que provoca I a contami nac i ón de I sue! o. Ta les f actones son
e I tamaño de pant ícu I a, e I ár ea cub i e, +a pon I as partí cu I as
que per manee i er on i nmóv i!es, I ! cuhi e! ta ~ eget at, I a cohesión
de las partículas en !a s!per t ici c, ! a Jer!s i dad y Forma de
las par t ícul as individuales, ve loc i Jad del viento, corr i entes
de ai r e cerca de I a t i ar!.a, temperatur a, humedad y ocurr ene i a
de la pr ecioitación (Healy y Puquay).
Mer!ze I ser!a I ; que I a mayor par te de los pr oductos de f i-
sión y los e lementos r adioact ivos natu! a les en e I a ir e, son
tnansportados por I as par t!culas só I idas de! suelo. En Ias
zonas a I tamente contaminadas, cerca d. !!na exp! o- i ón nuc lean,
las part. culas pueden .er relativamente gr andes (de uno a va-
r ios cientos de micnones Je di ámetco), m! en+mas que I a I luvi a
r adioart i va en el mundo está asuc i a Ja con par t ícu I as menor es,
casi siempre Je 0. 1 a 1.0 micnón de diámetro. Se ha desarco-
I I ado una neql a gene al pana estimar I a veloc i dad Je descompo
sición de una mezcla de isótopos, resultante de una explosión
nuc I ear y estah I ece q!e : "par a ca.la i ncr ement c séptup lo en
t i ampo después rle I a e rp lesión, habná una di smi nuc ión décup I a
en la actividad d la ! adiaclón".
Se supone que I a I luv i a es uno de los medios pr inc ipa l espor los cuales se depo ;itan en Ia supert icie de la tierra laspequeñas part ícu I as radi oact i vas. En Flor i da¡ apr ox im :-idamen-
te e I 90¡~a de I conten i do de Estronc i o -90 envino de la lluvia interceptada (Menzel).que Ias partículas mayores de 10 micrones, pi obablemente seasienten por gravedad antes de que ocurra una lluvia. En Iasregiones áridas donde Ia lluvia es muy limitada, se estimaque el Estroncio-90 depositado por la lluvia era aproximada-mente igual al depositado por Ios mecanismos secos. En laausencia de lluvia, las partículas grandes son depositadaspor gravedad en Ia turbulencia del remolino.
Los estudios efectuados por Wood~ell y otros investigadores han demostrado que las acumulaciones más altas de la llu-via radioactiva en el mundo ocurren entre Ias Iatitudes 30 yÓO~ norte. Las concen*r aciones máximas de 120 milicur ice deEstroncio-90 por milla cuadrada se encontraron en las mues-tras a Iat itudes correspondientes a Canadá y Europa Central.l.as latitudes restantes mostraron concentraciones de Estron-cio-90 menores de 80 milicuries por milla cuadrada, con apro-ximadamente 2¡~3 de esas¡ con valores por abajo de los 40 milicuries por milla cuadrada. Después c!e que estos materialesradioactivos se depositen del aire el viento y el agua sue-len morderlos hacia otros sue!os.
De los datos obten iclos en !os terrenos er os i onados de
prueba, Heal d encontró que el 99¡:.i del Fstronc io-90 de I liviapermanecía en el suelo donde había caído„. sin embargo, el Es-troncio-90 que se filtraba se concentraba 1C veces en el se-dirrento. Por lo tanto, parece factible. que en las ár eas sujetas a la acumulación de sedimentos¡ podría encontrarse la ra-dioactividad en concentraciones mayores que en las áreas cir-cundantes. También necesitan evaluarse otras fuentes de ra-dioactividad.
144
Para evaluar Ia extensión de un posible riesgo por elcontenido de u! anio, torio y radio en los depósitos de rocafosfatada del mundo, se efectuz! un análisis de Ias muestrasde roca de todas las pr i
tos en el mundo (Vienzel)óua I es de rocas fosfó! i cnio y torio¡ fue de I3 m
nc i p,!I es ár eas productor as de fosf a-Pe un total de 316 muestras indivi
as, el conteni do medio de r adio, ur a-i I igramos¡Kc3g 51! mi I igramos/Kg y 8 mi
I i gramos¡~Kg, r espect i vamente. Menzel concluyó que las aplicaciones de fertilizantesnado o no representar án
f osf atados probab I emente no han or i g i
un pel i gr o de radiación apreci able,ya que I a adi c i ón de cant i dadas e I evadas de fosfato pueden so
lo igualar las cantidades de uvanio y radio que se pvesentanen forma natuval en Ia capa inferior; sin embavgo, Ia adiciónde torio sería menor que Ia cantidad que se presenta natur al-mente.
No existe duda de que el consumo de enevgía eléctrica en
el mundo aumentará. AI mismo tiempo se cree que los combustibles fósiles no serán capaces de proporcionar la energía necesar i a pava generar esta potencia. Además, se debe reconocerque los combustibles fósiles no son un abas*eci.!iento ilimitado de energía, ni es probable que haya mucho más desarrollode energía hidroeléct! ica. Consecuentemente, se ha abiertola puerta pava I a entrada de las plantas de energía por r eac-tores nucleares.
Se ha proyectado que para el año2000 en Ios Estados Uni
dos, aproximadamente la mitad de Ia energía ganar ada vendrá
de Ias plantas de energía nuclear. Sl!aw y Nhitman estiman
que para 19¡5, 25 naciones tendrán plantas comerciao í a nuc I ear . La r azón de I a pr eocupac i ó!n sobr e I as
I es de enerplantas
de enevgía nucleav es desde el punto& de vista de Ia liberaciónaccidental y de desechos de los mate! iales radioactivos en elmedio ambiente. En los Estados Unidos, la Comisión de Energía
145
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-n~osuoosoperArxl(so~anssoyo~ans~apsaAPJyesoAlyoe-olpeJsopra]onuso[apoyualwlAow[auaQpeQJPWoyoapaunau
-alyooruoryeoolqweoJayuIappep11oedeoe~'so~ansso~uaanb
oppoIpUIUpgsaUQIQB6IgsaAUIséj"
)oJ+uooUoIoIpa/n(
nyeuéJauewapueyuasa.ldasanbso~Áayuaw]eIoIp
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oJdsopla~anuoIpeJso~apsauoIooeaJse~uagnosIpasoyoadsaJ
agsaQ'lsoAIQoeolppJsa[pIJagéwsofJodUolopuIwpguoop(p
soysandxaoplsueqanbzaAeunso~ansso~uaapaonsang.
"ayualqweolpaw~auasaJ-ea)onusaJoyoeaJapeyué]dPunapsoyoayaso~apuoloen[BAa
p[pJpdeIouaJagaJapsoyepso~ueuoIQJodoJdanbeÁ'seoIg—IJQÁnwUosQPUogBPuoIleIPPJOPsaUQIQP61$saAUIsPQs3'PQ
iwo~ye16Jaugapunlslwoqe~Jod'pnglgoexaÁQPJysanwapsea—luoaysé~apsevlpolJadsauorslAaJuoo'Bylol~oso~anbelu
edwooe~apegsooPuenyoayaassauoIoebIysaAUIse)"Jea[onu
e16JauaapPyue~deun.IeuoIaun'Jaoer~epandanheJedopuopapuo11oerpeJe)aJqosQupunapsowIuIwsoyepaJaInbaJporwoyrrr
Ya que I a r u!cc i&ín,!!-i nc ipa I Je I cat iún r adi oact i vo es
s imi I ar a aque I I as de otr os ca'. i o&!es en I os ., ue los, estar í an
sujetas a las mi smas i nf Iuenci as de contenido de are i I I a, con
teni do de meter i a I cr gen i co y el ecto de pll. En lo que pueden
di fer i r es en e I qr ado o extens i ón en que part i c i pan tal es
reacciones. A este respecto, se ha encont! ado que varios ca-
tiones tienen una tendencia a reducir Ia absorción del Estron
cio y Cesio. EI o!'den de reemp!azo & n los mate! iales del sue
lo es generalmente; litio, so&lio, potasio, amonio, rubidio,
cesio, hidrógeno, magnesio, calcio, estroncio (Academia Nacio
nal de Ciencias, publicación 1 092).
También se ha encontr ado que el tipo Je anión presente
tiene una influencia sobre Ia disponibilidad del estroncio pa
ra el crecimiento de las plantas. Cuando se añadió estror!cio
a Io.. s!!elos como s&! I fe+o, oxal ato, h id! dx i do, I I no! Ln o& cal
bonato o fosfato, tenían una di sponihi I i dad par a las p lentas
de un déc imo de I estr. onc i o añadi do a los sue los, ya sea como
cloruro o n itr ato. I as dos i s n!as i vas de I osf ato han r educ i do
e I estronc io absor b ib I e en un 5i1',l en los sue los a!ca I i nos, pe
ro no se obt i ene ta I reduce i&ín en los sue los ác i dos.
EI p lut onio parece estar tan fuertemente f i jado por Ios
sue los, que I as p I antes I o abso& hen muy poco, de manera que
oue Je ser consi derado de poca impol r. anr i a par a el hombre. A
menos que se incorpore a todo el suelo por medios mecánicos
! a mejor ev i Jenc i a que estos nlate! i a les radioact i vos ser án ab
sor bi dos en o muy cerca de I a supe!. f i c ie. Ya que muy pocas
raíces vegetales se al imentan en I a superficie, si es que al-
gunas lo hacen, hay poca probahi I i dad de que estos !nater i a les
sean absorb i dos por I s p len+as, especi a Imente en las regio-
nes ár idas donde Ia supe!. í'icie Jel s&!e lo se seca rápidamente.
En I as regiones más húmedas, I a pos! b i I i dad ex i ste para I as
r aíres que exp loran e I sue lo cerc! de I a supe! f ic i e par a su
147
abastecimiento de nutrientes. Sin embargo, cuando se cons!de-ra una concentr ación pequeña de matar i alas radioact i vos cercade la superf i c i e, en re I ac ión I a d i str i bur i ón máis un i formede los nutr ientes esencial es de las p laiitas, a través de codoel per f i I de I suelo y I a magnitud de los meter i alea no radioacti vos, parece razonable suponer que I as p I antes no absorberángrandes cant i dades de materi al radioact i vo.
En los suelos traba jados mucho tiempo¡ estos materialesradioact i vos están di s*r ibui dos más uii i For memente en el per—f i I de I suelo, aumentando I a probab i I i dad de absorción Sin
aminembargo, al mi smo t iempo que se cult. i va el suelo, I a cont ación en muchos casos se di luye hasta el punto donde ya no espercept ib lemente mayor que I a radi aci ón de forido. La pr eocupación por los meter iales r adioactivos en los suelos no es debi—da a su efecto sobre e I su(. lo en s i, s i iio po" su enti ada enlos cultivos y f inalmente a la cadena al imenticia del hombre.E I método pr i nc ina I de entrada eii I a cadena a I iment i c i a escuando la I luvi a radioact i va cae directamente sobre las p I an-tas que el hombre o los anima les ing i ar en (A lexander, lilen ely Reitenmeier ).
Auer bach y rrosslley observaron que los suelos que teníanaplicaciones de radiocesio y r adioestroncio, tenían concentra-ciones mayores en Ias hojas y Ias flores de maíz que en Iasotras partes de Ia planta muestreada. Sin embargo, al mues-tr ear Ia vegetación natural resultó que Ias 'flores de estasplantas tenian las concentraciones más bajas. Había algunasdiferencias en Ias especies de las plan as a este respecto. Esto puede esperarse, ya que es bien sabido que Ias plantas tie-nen habilidades diferentes para absorber y acumular diversoselementos.
148
Val l as lnvcst, I vd : I oiliis sol c :. I s&& j opos & 311 deliiosti ido una
acumulación mayo" cc estnonci o p i I o» pdi t ps super I i ci a les del
sue lo, mientr as &!( e Ios i sóto )os & &(li oact j &o. ytc i o, cerio y
zircoilio, sc retienpr) orincipd!merlte en Ids paices. Los resul
tados indi cdr on que I o. e I e,:i(ntos na Ji oac+ i &os s(. concentr aren
pr i nc ip 3 Imente en !a parte veoet at i vd de I d p I anta, con cant i-
dades mcás reduc i dds ac&imu I ándose en I ds scm i I I as. I os estu-
ui os re(3 I i zados por Vu I yal in y Y &di iltsev l, . eilc I dn qile los i só
topos radio &ct i vos &le I pstr onc i o y (. I ces.: o et,l . &&bsopb i dos
con mayo c f dc i I i odd por !as,i& I antas (j& (. Ot r os pl odilctos dp f i—
s ión. Tambi éri bdn dpmostr ado I a esti (ce!id t-c I &le i ón entpe I a db
sorción del psttoncio y cl cesio nadin&cti&os dl calcio y e! no
t as i o, Pespect i va!f!e ll(e. I :i&ii c&dnon q;iP ci! los sito los eti !os
que I as pr op i col(&des dp absorc i ó&ll se i r!te!id i f i c &l&ari, ! a acumu I a
C i ón oe& estos maten i ll cs nadi odct: i vos eil los C l I l i vo, de (jt an-
,j a podr' f arl d t sm t nu Il' file!f'c del ll lpn t. p.
! d evidencia dp Ia i, fliielcid d& fenti I idad erl Ia abson-
Ción, y e! CStrenciO I"adieaC! i&(& y S(I d! Stl ibtl&. ic&rl Pn I &3s jo I afl
tas, se ven con pneocup ic i ó!1 coii iuilt a. lln estud i o nea I i zado
por llifdepserl sci& ci I a qi; I a. , ap I i c lc i otles cons i denab I es de fós-
for o C!i smi nuyer on I a cnncprlt r ac i on, así como I a dbsorc i ón to-
ta I de Estr onc i o-9vt e! I 1 dv( lla. pot oí i",l pactar I as ap I i ca-
c!el\( s de fl i 1 o(!' no n(!!Iellr df otl I a &l&sor C i (& ii tot d I de Estr oric i o-
90 S l l'1 (lmibat cjo I i di str! !ll c ión &lp I i sótopo en c&cano y pd ja
fue afectada de m ineca &Ii I ei e»+. . l d colicentt cac i&&n de I Estron-
c i o-(&0 pn e! &jr ano
t.o dp tl t :l'o&lene ll ll
slfl I nu '&. , cofi e a&l!Iii'n, o en e i di)as .ec I m I en
rji:p se obtu;o .. I -p" climipnto mdximo.
Tamb i én ex i ste i rll ui ntcfc i óri con pesp( c ! c) a I d i ii f I uenc i a
de! Oi! de I sue lo
absor'c ión fue m
sue los I i oer amettte
once. I a( u s
n I,. ah sor c i &&;, de I Este&)l c. i o —9tt. En qener a I ¡
ayop pil !O» s(ie los óc i &Io ;, intermedi a en los
d(). ; v i lpitol' f&f l !od su&1 I os qiie llan si do
Sa. r P l. F I mi smo &l: t lidio iiidicó que I a
05f
Plll&aj)Pf0$1!&3IUPI..V':a)l&l'SBOLIOAIQoe01f)PJfPIJOQPU!JIJ86UIapUoI3PdnooaI(fPjt!&I(jweJ"ÓUlaguIPUIBf(joJdUnUads-Ji
gJBAuooapaitduoiovif3e.iPfsafPnosofaf)oipawJodsopoy—'Oú!SOIJPAUBRES
IXaa/l.fBUI.I'31JagtleOjP.UBSOS0'úlog"PUPWntjA
fpwlUppnfpspfO.l&fosUoloptf)t?Jaf)slsof3sefaf)sogoa/asojJIfilosIf)pIOUBUodvgsoapBBUVÓfpfaf)0JQLIBI)p$.aofj
(:?ni?$gÁfPf)IÍEUasuef~)apJBA
OAI$flloLlflaf)aJJPii!1UaapilaseJdPf)ejnofPÓj)epIAIQDBOIj)PJOpf)ppichupoefvJIsa!iw(Iypj
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SObE!a)afIp\laV&IVI.IV)OAI+OPOIf)PJO1ÓLIÓJQsafOpUoIÓefnúlnoe
cant i dad grande de & adi o &r t i v i dad i &r!r c i da u» una .so I a vez,
sino más bien Ia acr&rr&ul &c ión úe ca &t id &cb s & edr&c idus por' me-
dio de su r»anipul ar ión, inDost irán r& ~ »'&al a& ió &. Debido a I a
ionización, I a di soci ac ión de comp»es& os er! el cr&ecpo y la
desnatura I i zac ión de I as proteínas, los el actos de I a r adi o-
act iv i d«d se pueden pensar&tan inmc. li at arnente„Por otna par-
te¡ I a mani f estación de Ios efectos pr&edc ser retacdada du-
rante un per íodo de t i em¡&o cons i sien ah I e, deper&di ando de I a
intensidad y naturales & crónica de I & cadiación.
TABLA 16. RAD IOACT I V II.'AD EU UN ACRE DE. Pl ANTAS D CULT I VO
VERDE EN CL!R I ES POR I SO I OPO ( I ) ( 2) .
NUCLEIDOS i1ADIOACIIVIDAD EN CURIES
Kr(0
C1
226Ra
U283
")00
'100
I,& 500
400157156
x 10-9
x IQ
10-9
X 10-9
x 10—9
x 10
La actividad total (calculada par a Ia parte superficialtotal de Ia t i ecr a de los col t i vr&s en r» acre es 0. 11
mi I i cur ice) .(2) Adaptado oe Hansen, V i del y Stout.
Los métodos paca di sminui r. I ;&s c foc os de I a cor&tamina-
c ión radioact i va del suelo han si do e I tema de muchas invest i
gac iones dr&r ante !os ó lt irnos años. Ex i etc» pocas so luciones
pr áct i c,&s par ! descontami r»r los suc los cr&n carr! i dadas re I at i
v amente pn andes dc-. & adi oact i v i rlad Uue puerlen estar asoc i adas
con I ibenac ir&nes compar al. i vame»te r!ca&'des de una exp los ión nu
151
c leer o una I lber ación acc i dental de un pr oducto de fisiónEI término "pr ácticas" se uti I iza en un sentido tan ampl io como I as gr andes áreas de sue los que se encuentran di spon ib lespar a ser ut i I i zadas en e I cree i mi ento de I os cu I t i vos
Los procedimientos de descontam inac i ón deben caer dentr odel dominio de la restauración económicamente posible.
Los procedimientos de descontaminac i ón de I suelo que hansido investigados son: el cu It i ve continuo, I a el iminac iónde I a capa superf ici al de 2 a 4 pulgadas, I a labranza profun-da, la I ixiviación y la uti I ización de fer*i I izantes y mejoradores de I sue lo (H i I I s) . Si bien a I ganas de estas práct i casno son posibles desde e I punto, le v i ata de una gran contaminación, puede ser razonable ut i I i zar algunas de estas técni casen I a descontaminac ión de pequeñas cant i dades de r adi oact i v i-dad¡ que son incrementos si gn i f i cat i vos ar r iba de I a radi a-ción de fondo o natural.
La utilización de los agentes quelatantes ha sido inves-tigada como un mecanismo posible para Iixiviar los materialesradioactivos abajo dc Ia zona de Ias raíces de Ias plantas¡donde se podrían acumular y descomponer inofensivamente. Losagentes quelatantes como el ácido etilenodiaminotetr acético(EDTA), el ácido etilen-diamino di-ohidroxifenilacético(EDDHA) y la dietilen-triamina (DTPA), fueron comparados conel agua desionizada respecto a su habilidad para arrastrar varios productos de fisión, el Estroncio-89, el Trio-91, el Ru-tenio-106, el Cesio-137 y el Cerio-í34, en diferentes clasesde suelas (Nlshita y Eosignton). Independientemente del tipode suelo~ el orden de magnitud del movimiento de los produc-tos fisionables por el agua fue en el siguiente orden: Cs-137=Y-91= Ce-134 Sr-89 Rutenio-106. Entre los agentes quelatentes,el EDDHA fue generalmente menos eficiente, mientras que la
152
efectividad cel &t iv & de I Tl A y el EDTA vaciaba con el sue!o v
los ra&iionuc I e idos. Feto:; & nvest i &&ado& es conc luyer un que
ap I & cac & ón clc los .&-;cn&cs que I ;t&&nt &&s s & nl. d & cos p, &n* I a I &-
xi vi eció&n &le Ios pr oductos F i s ionab I &&s mixtos es de poco va-
lor. Sin emb, &r &&o, I as invest i &;acioncs de Fuller v L'Anr&un-
ziata indicaron que el a&&ente quelatante DTPA
cnn I a act i v i dad de I as a! c&as o los i&ondosos en
dc pr opor c i onar un mecan i smo muy importante pa
& n con junciónlos sue los p&,'e
&'a mover' e I Es
treme i o-90 po&" el perf i I de I suelo. La I e& t i I i zac ión iunto
con e I uso de abono o I a incorpor ac i ó&n de desechos or gani cos
a el suelo, parece ser ot& a técr&ice q»e puede reducic Ia acu-
mulación de estroncio y cesio en
dintseva). La ut&lizació&n de su
los cultivos (Cuylval in y Yu
I f ato de ca I c i o, cana aument &r
el reemplazo del catión r adioactivo con el c&lcio en el com-
plejo de intercambio, que provoca que el &=atión nadinactivo
sea !ixivi ado més pr ot undamente &. n Ia zona de I a r aí z, puede
ser ocr a técn i ca que esté& di spon ib I e par a r educ i n l,&s cant i-dades r &.. I at i vamcnte ba ¡as & e meter i && I es nadi os& t i vos en e I sue
I o.
La I abnanza pcoFur&da podr í a se& otna técni ca préct i ca.Exi aten dos a pactos de la labr onza profunda q&e pueden sec
ap I i cables. Uno es el ent ierno r ea! del sue lo contaminado a
una pnol und i dad de 2 a 3 '„& i es, en cuyo caso podr í an cu I t i var-
se I as p I antes con r aíces poco pr ofundas. La otr a a lternat i-va es mezc I ar nor' comp I eto e I sue lo contaminado en e I perf i I
de 2 a 3 pies, lo que di luye y &lisminuye ln p&.ohabi I i dad de
que e I elemento cadioact i vo sea absonb i do por I as p I antas.
Cuatco r adi once le i dos p &recen sen de importanci a en I a
cons i der ac i ón de I a contaminación n ad ioact i va de los a I impn-
tos que provienen de los sucios. Es :os son el Estroncio-89&
& I Fst nono i o-90, e I lodo-1, &1 y e I Ces i o-137 (Consejo Federal
153
de Radi ac ión) . Sin embavgo, como Re itemeyer y ro labor adoresseñaI aron, I a v i da med i a de I Lodo —I. 31 cs de H días I a cua I
es demasi ado corta, una vez que se consideva respecto a I acontaminación de I suelo.
Lieber man discute el problema del manejo de Ios desechosen la industria de Ia energía nuc!ear e indica que exis*entres considevaciones básicas en Ia disposición de los dese-chos nucleares: p] imevo, el establecimiento de normas apro-piadas; segundo, la naturaleza ospecífica del desecho vadio-act i yo bajo consi der ac ión; tevcevo, I as cavacteríst icas f í si-cas¡ quírr ices y biológicas de I medio amb i ente en que el dese-cho va a ser manipulado.
Como se señaló, esencialmente el manejo apvop i ado de losdesechos está en Ia identificación y Ia descripción cuantita-tiva de los pun*os 2 y 3 y su conduc*a combinada para asegu-var su comportamiento con las normas establecidas. Las nor-mas deberán estar elaboradas con el me ior asesoramiento biolóqico y médico, y necesitan ser de « plicación uniuer sal. Sinembargo, existen ciertas limitaciones. Las normas algunas ueces cavecen de conocimientos completos. Por lo tanto, debenestav sujetas a modi f i cac i once a medi da que se logr an losavances ci entíf i cos en I a meter i a.
La se* i v i dad gener a I hac i a el manejo de los desechos ra-dioactivos ha sido "concentrar y contener", o "diluir y dis-persar". La técnica de "diluiv y dispersar" genevalmente inasido adoptada en casos de desechos radioactivos de concentva-ciones bajas y la de "concentrav y contener" genevalmente estáasociada con Ia disposición de desechos muy radioactivos. Conrespecto a los desechos que contienen concentvaciones bajas der adioactiuidad, Ia pváctica general ha sido disper sav estas enel medio ambiente de tal manera que no contr ibuyan al nivel deradiación de fondo en cantidades sionif icatiuas.15/
Según Lieberman, existen dos principios primordiales en
el establecimiento de cr iter i os de Cunc ionami ento para I as
oper aciones de dispersión de desechos dc las instalaciones
nucleares. Estos son: i ) la cant i dad mínima posible de r a
dioactiv i dad que deber ía ser dispersada en el medio ambiente,
controlada con normas ambientales espccíf icas para proteger
la salud pública y la seguridad y i i) una verificación obliga
tor i a, per i ódi ca y cont inua de los cr i ter ios de func i onami en-
to. Puede ser necesario efectuar investigaciones adicionales
para caracterizar los desechos de Ias plantas de energía nu-
clearar
y su efecto a largo plazo en los seres vivos expuestos
a la radiación externa e interna.
Sólo se puede esperar y suponer que el razonamiento de
los hombres intelectuales predominará y que el peligro de Ia
guerra nuclear es sólo un recuer do desagr adable del pasado. Y
además, que prevalecerá la razón en Ias naciones que están
practicando las pruebas atmosféricas nucleares, de manera que
esta fuente ya no sea una preocupación ambiental.
La dirección y Ia velocidad de Ias corrientes de aire
son indicadores importantes de dónde se depositará la lluvia
radioactiva. Los mismos indicadores son de valor en la est i-
mación de la distribución y dispar sión de los desechos radio-
activos por la ventilación atmosférica de las plantas de ener
gía nuclear. Sería de mucho interés la velocidad de disminu-
cion de la radiación, después de una liberación accidental en
Ias plantas de energía nuclear que producen diferentes clases
y cantidades de productos fisionables.
155
4. LOS ORGAN I SMOS INFECC IOSOS
4. 1 Extensión. Las enfermedades infecciosas desde el punto
de v i sta de I a degradac ión de I a t i erra, pueden ser cons i dera
das en base a la introducción de un agente infeccioso en una
área no infectada. En ese sent i do, se hace necesar io señaI ar
el grado de importancia relativamente elevado en el modo de
transmisión de estas enfermedades. El darse cuenta de su pre
sencia en los suelos tiene qran importancia económica, " aún
sin tomar en cuenta el modo de infección, ocupan una elevada
prioridad.
Cuando se consi dera el número de añosque han exi st i do
I as p I antas y los animales, se puede suponer I a gran cant i dad
de microorgani smos que han sido introduci dos en los sue los y
los cua les causan di feren*es enfer medades. Siendo ese e I ca-
so, ¹qué les ha pasado a estos orqani smos infecc i osos, espe-
ci almente los que provocan enfermedades en e I hombre y los
animales, por ejemplo, I a f iehre ti fo idea, I a di senter ía, el
có lera¡ I a di fter i a, I a tubercu l os i s, I a mast i t i s, el aborto
en el ganado y muchas otras enfermedades?
4. 2 Fuente e intensidad: animales ató enos. Los resultados
de las investigaciones en suelos respecto a la presencia de
los agentes que provocan enfermedades infecciosas, han esta-
blecidodo
que muchos organismos patógenos para el hombre y los
animales no permanecen vivos en el suelo por mucho tiempo.
Sin embargo, algunos patógenos son capaces de sobrevivir en
el suelo durante períodos considerables. Los agentes infec-
ciosos del ántrax, Ias enfermedades clostridiales (incluyendo
al tétano), Ia coccidioidomicosis y Ias ascariasis, por ejem-
p I o, se encuentr an en los sue los después de var i os anos. Tam
bi én exi sten numerosas enfermedades veqeta les que pueden per-
manecer vi ab I es en los sue I os por períodos cons i der abl es de
tiempo. 157
La falta de persistencia de muchos o& ganismos patógenosen los sueles se debe probableme«te a factores tales como unmedio amb i ent&- desf avorab le, I a fe l te d&. substrato, I a des-trucc ión por los organ i smos predatores y los efectos ant i b i ó-t icos o antagónicos de I a pob I ación de mi croorgani smos nat i—vos del suelo. Sin embargo, no se encuentra dentro del alcence de esta ponencia el discutir todos los tipos de organismosque pueden sobrevivir en los suelos y los que son de naturaleza patógena para !as plantas, el hombre y los animales.
4. 3 Medición & control. En Ia transmisión de patógenos humanos y animales, el transporte aéreo del organismo -como orga-nismo libre o unido a las partículas orgánicas del suelo-, esuno de los principales métodos de transmisión de la enferme-dad. Las investigaciones de la supervivencia de los orqanis-mos como aerosoles, han revelado que la humedad relativa esuno de los factores que influyen en la proporción devi venci a. Sin embargo, es muy interesante notar quen i smos varían en su habilidad para sobrevivir en n i verentes de humedad relativa.
I a super
los orgales dife
Las investigaciones hechas por Stewart y &&íright, utili-zando formas de estr eptococos L, mostraron que Ia super viven-cia era mayor a humedades compar ativamente inferiores y mayo-res¡ mientras que Ia humedad relativa intermedia era la másletal. En otra investigación, utilizando Escherichia coli B,Cox encontró que Ia mejor super vivencia en el aire ocurría aIa escala de humedad relativa del 40 al 10/o. A humedades re-lativas mayores de 40yo, la supervivencia se reducía muchísimo.
AI evaluar el efecto de diversos aerosoles en relacióncon la supervivencia del u. c. Rhizoblum melilote propio delaire, Ron y Ross encontraron que la supervivencia de este or-ganismo era máxima a humedades relativas elevadas y se redu-
158
cía significativamente a humedades relativas menores. Tam-
bién encontr aron que algunos otros aerosoles y factores am-
bientales influyen en la supervivencia. Al parecer el orga-n i smo era capaz de sobrevivir en el aire a concentraciones relativamente elevadas de NO„, SO&, o formaldehido, y si bien
3la supervivencia se reducía por la irradiación ultravioleta,el efecto se acentuaba a humedades relativas bajas.
Se ha encontrado también que la supervivencia de diver-
sos microorganismos en el agua varía considerablemente con el
grado de contaminación de la misma. El organismo Eberthella
t o hosa sobrevivió en el agua esterilizada durante un per ío-do de 15 a 25 días y sólo de 4 a 7 días en el agua fresca. En
agua de canal o río sin tratamiento murió aún más rápidamente
en 1 a 4 días y en esta ocasión el gr ado de supervivencia del
orqanismo en el agua, se encontro que estaba relacionado in-
versamente al grado de contaminación. Las bacter ias saprofi—
ticas eran directamente responsables de la destrucción de los
patógenos (Naksman).
Cuando la Pseudomona ser u inosa se encuentra presente en
el agua potable, es probable que no estén presentes otras bac
terias. Si el agua se inocula con Escher ichia coli y Pseudo-
monas aeru inosa, sólo el organismo último sobrevivía. Sin
embar go¡ Waksman encontró que !os dos organismos pueden co-existir en agua esterilizada.
En agua esterilizada tapada e
tensis¡ el organismo pudo sobr eviviinoculada con Brucella meli-r durante 42 días y sólo 7
días en agua tapada sin esterilización, indicando además que
el complemento microbiano del medio es extremadamente impor-
tante en la evaluación de la supervivencia de un patógeno.
159
La superv i venc i a en e I sue lo de di vensos or gan i smos tam-b i én es bastante var i ab I e. Por e jemp I o, se encrr tnó ~M&cobac-terium tuberculosis vivo y viable cn heces bovinas en tiernasde past i za I después de 5 meses durante e I i nv i er no, pero fueindetectab le después de 2 meses en e I veneno. En otnos estu-dios en que se añadió M &cobacter ium tuber cu los i s a sue los noester i I i zados, se destr uyó I ent amente hasta que se nedu jo acer ca de lr'6 de su cuenta or i gina! en un per íodo de un mes(l&aksman) .
Una enfermedad originada por hongos en el hombne v losanimales, la cocc i dio i dom, osi s, resultante de I a ; nha lee iónde esponas de Cocc i di o i des immi t i s es urgía enfenmedad pr op i ade I sue I o, endémi ca de I ár ea ár i da de I a parte sur occ i denta I
de los Estados Uni dos. Las ep i demi as de cocc i di o i domycosi s,a I gunas veces asoc i odas con tormentas sevenas de po! .o, soncons i der adas como ejemp los de una vet dader a tr ansmi :- 'ó» aér cu.Tamb i én parece ser que los sue I os si r ven como c ni ger. r!e I afuente de infecc ión y el medio más común de tnansmi s ión invo-lucra I a perturbación f ís ice del suelo en el sitio natur aldonde habita e I organi smo en e I suelo (Kahrs) .
La enfermedad de I as I ombr i ces i ntest i na I es pr ovocadapor Ancv I ostoma duodena I e y Neca*or amer i canus,camente a la contaminación del suelo (Naksman). Se ha encon-tr ado que I as larvas sobreviven dunante 6 meses en los sue los
se debe bás i—
protegidos por I a veqetación y se concentr anon en su mayonparte en I a pel ícu I a cap i I ar de humedad a l rededor de I as pan-trculas del suelo.
4.4 Fuente e intensi dad: ve etal es ató enos.tensa di str ibuc ión de muchos t i pos di ferentes
Ex i ste una exde o-ganismos
propios del suelo que pueden infectar a Ias plantas pon mediode su íntima asociación con éllas en el suelo. Estos or gen I s
160
mos se han adaptado '! una, !mp I i a gama de me di os amb i entes Je
sue los y son c apee s Je. per s i st i n dur ante períodos pro longa-
dos de t i empo, especi a lmento en pr esenc i a Je las plantas hués
pedes.
las enfenmedades de plantas de semillecos pueden ser pro
vocadas por muchos o! ganismos. En los sueles se encuentran
naturalmente los onganismos asociados con este tipo de enfer-
medad vegetal y tienen una distrib! ción mundial. Ellos son
las especies Pythium y la Rhizoctonia. Oavidson estimó que
I as enfel alqo
ermedades de los almáciqos han pnovocado pérdidas en
dón ligeramente mayo!-es al 1", . durante 1966 en Arizona.
Estilizando Ia estimación de Ias péndióas debidas a Ia
enfermedad de Ios almácigos, con 1necuencia Ia única conse-
cuencia
a es I a neducción en su fo Í I a,je y el efecto de atrof i a-
miento sobr e I a producción ", inal. Sin eml-ar go, como Gar ber
señaló, los or gani smos de I a enfenmedad dc los a lmác i gos son
capaces de pud! i r I as sem i I I as o matar I as p I ancas pequeñas,con fr ecuenc i a hasta e I punto en que se hace nec .sar i o que
los cu I t i vador es de a I godón r ep I anten sus campos. La pérdi Ja
completa de Ia planta y el costo de Ia replantac!ón son pérdi
das económica. . que qener almente no están considenadas cuando
se estiman Ias pérdidas en
inaóecuados.
la pnoducción, debido a a!máciqos
Otro tipo Je patóqenos vegetales muy extendidos que ha-
bitan los suelos, son los organismos que causan el marchita-
mienco, Estos onganismos, Fusarium oxvs onum y el Vertici-llium albo —atrum, tienen una Jistribución mundial, pnincipal
mente el último de éllns tiene una amplia vaciadas de huéspe
des (Hall). Se han atribuido a este microorganismo del sue-
lo fuertes pé! diJas de cosechas en las fr esas (Nilhelm). Pa-
ra combatin sta enfermedad, se usan extensiva y repetidamen
161
te fumi gentes del suelo en I a industr i a fresera de Cal i forni apara prevenir las pérdi das deb i do al mar ch itami ento por e I
Vert ic i I I ium. En Ar i zona, las pórdi das estimadas en I a pr o-ducción debido al Vert i c i I I ium en 1966 I uer on apr ox imadamenteel 5.5' de I a producción total . En Cal i forni a, en 196)Schnathorst informó una pés di da del Zjo en la cosecha del algodón debido al complejo de las especies de Vert i c i I I ium v The-laviopsis.
También se sabe que existen en muchas Arcas del mu ~do diversos organismos que pudren I a raíz y además tienen u Ia am-plia variedad de huéspedes. Por ejemplo, Davidson inlormóque el Ph matotricum omnivorum había provocado aproximadamenteel 0.8/o de perdidas en las cosechas de a!godón en 1966. 0+roorganismo„ el llacro hominia ohaseoli, invade Ias raíces de diversas plantas superiores en climas relativamente fríos y cá-lides. Los hongos crean serios problemas en la producción deal godón en Pak i stán, según i nformar on Gh aff ar y Er
„ in, espe-cialmente bajo condiciones de escasez de agua. Es+e organis-mo también ha sido Ia causa de pérdidas severas de maíz y so~go en e I medio occ i dente de los Estados lln i dos (Ash wiorth) .
Otros or gani smos que infectan I as plantas y están íntimamente asociados con los suelos, son los nemátodos. Estos orcanismos tienen una distribución bastante amplia según indicaronlos trabajos conducidos por varios investigadores y tambiéntienen una variedad bastante amplia de huéspedes. The Souther m
Cooperative Rulletifer entes o génerossur y estos estabanplantas. Indicarondas por el nemátodoZ 000.
de nemátodos parásitos de I as p! untas enasoc i ados por lo menos con 5Z fami I i as deque el número de especies vegetales a+nudo de raíz en todo el mundo excede !os
n Núm. 74 indicó que habían 68 especies di—
16Z
Se tiene conocimiento de casos críticos de daños causa-
dos por estos organismos en el sur de los Estados Unidos de
América en cultivos tan importantes como el tabaco, algodón,
cacahuate, cañade azócar, legumbres Forrajeras y muchas ver-
duras¡ incluyendo además el melón, frijoles, lentejas y toma-
te. En Australia, Meagher encontró una infección dañina de
nemátodos en las uvas. En Egipto, Elmiligy trató de estable-
cer un índice de infección por nemátodos en los garbanzos. La
distribución vertical del nemátodo nudo de raí = fue estudiada
en Rhodesia por Ferris. Estos diferentes estudios sirvieron
par a indicar la distribución mundial y Ia importancia cconómi
ca de los nematodos.
Los nemátodos de I género Me I o i doc ne y Prat I enchus par e
cen ser bastante comunes. Su per s i stenc i a en e I sue I o parece
estar re I ac i onada a I a textura. En los sue los con un 50@m o
más de arena, 0'Bannon y Reynolds encontraron que Ia pobla-
ción de nemátodos aumentó muy r ápidamente. En un suelo fran-
coso, Elmiliqy encontró una proporción elevada de daños en
los cultivos, a pesar de un índice bajo de infección; los sue
los que estudió tenían un contenido de arena entre 61 y 75yo.
Las pérdidas anuales debidas a Ias infecciones de nemáto
dos pueden ser muy severas. Reyno Ids estimó que durante el
período de 1951 a 1965, hubo una reducción estimada en Ia pro
ducción equivalente a la producción total de aproximadamente
10 mil acres por añopor infecciones de nemátodos. En los
campos que se sabe tienen infecciones, los tratamientos a los
suelos han proporcionado aumentos bastante dr amáticos.
4. 5 Medición i contro I . La produce i ón de
en 2. 5 veces (II i qh y Tate) . En Austral i a,
que apr oximadamente e I 85x& de I as ár eas de
buenos aumentos en la producción debido al
algodón se aumentó
llieagher encontróuva tr atadas daban
tratamiento.
163
t9T
apsewaystssofuavokeweuaoyuatwpytqouewfappeptsuayutefelouaploutefanbuoueuyuoou3"sofanssofuawnlfflotyuaA
fapuotopóedoudefauqosouaóouytuuoouotoeztftyuayefAoA
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uapuounuoo'uotopótysaAUIcuyoug"safouyuoosofUodapea-uasaudpeptvofaAefap—uaayuawepewtxoudeopevadnoauetqeqasUolopDI/IUQIUpfsplpQ9sofapfautorfp'oóveqwaulán
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uouatpndofansunuaeuetqouotwuotoefqodefuasotqweoUeuy
-sowapapsaoedeououanpuaffogXevpupqg'ofdwaf'aUodofansfaeuedsayuatuaAuooowooUeuaptsuoouapandasanbsowstu-eóuosofauqososuaApeoyoagafasa'ofansfapuoloe6lwnyef
apsafqeasapulosadsopeuadsasotuepunoassoyoayasofapouff
alele&pfeaA'If~uo~qsy'Uatfóeag'spfou/ag'wfatfflN'q6lg:spptpuadapuotouaAaudefuasosotooaputsowslueóuosof
Uefoc»uooeuedolpawunowoosauopeólysaAUIsoIUSAUodsopez—t
ftynoplsuelfspptotóunysofXofansfapuottoeótwngeq
etoueuafoyapuolooafasefyoduoloeztunwulefXsoolóofolqsafovyuoo
sof'OAtyfnoapspoltot'Udspf'spptootqapuotopztftynefuos
sogs3'ofansfapsoAIypusouaóoypdsowstueóuosofUefoug
-uoocaedsopeydaoeayuawfeuauaósopoyawoc»enouaysIx'
cu lt i vo en que e I al godón se presentaba con mayor fr ecuenc i a.La infección se intensif icaba por Ia adición de abonos y/o
proporciones elevadas de fertilización con nitrógeno. La ro-tación con otros cultivos ayudaba a retardar la presencia del
marchitamiento. Los granos y el sorgo eran más efectivos que
la alfalfa.
Cuando existía en el terreno únicamente pasto pango l a se
redujeron r áp i damente I as pob I ac iones estab I ec i das de nemáto-
dos de td. inco n ita acr ita. E I pasto ber muda costero tam-
bi én er a efect i vo par a mantener las pob I ac i ones de nemátodos
a ni veles bajos. Los bar hechos I imp i os y/o anegados eran
efect i vos pamétodos era
r a contro I ar los nemáto dos, pero ninguno de estossuperior al pasto pango I a (Ninchester y Haya I ip) .
Encontrar on que el pasto si Ivestre marchito, el pasto bermuda
común y los jiuncos de aqua, si bien no presentaban síntomas
de hostigamiento por un examen casual, pat ecen ser huéspedes
excelentes y mantienen al nemátodo nudo de r aí= con niveleselevados de población.
EI Dr . E.B, S*reets demostró la utilización de la incor-
poración de materi al or gánico para el control
cum omnivorum que pudre las raíces del algodó
Las investigaciones sobre el mecanismo de acc
del Ph mototri—n en Ar i zona.ión mostraron
que el desarrollo de los organismos saprofít i cos podía r edu-
cir el nivel de inoculación del organismo inf
pone de otros ejemplos de este método de conteccioso. Se disrol biológico de
varias enfermedades propias del
suelo�
. Por ejemplo, se encon
tró que Ia inoculación del suelo con el hongo
(Tri uiderna), prevenía la infección de Ios a
cítricos por el patógeno Rhizocionia (h'aksman
sapr o f ít i coImáciqos de los
). Aunque estatécnica no se utiliza extensivamen*e debido a la falza de un
conocimien*o más amplio de los antaqonis*as microbianos del
suelo¡ existen ocasiones en que se ha demostrado como un méto
165
TABLA 17. RELACION DE FUNGI C IDAS Y FUMIGANTES DEL SUELO COMUNMENTE UTILIZADOS EN LOS
ESTADOS UN I DOS.
NOMBRE COMUN
Fungicidas:
Captan
Fer bam
Nabam
PCNB
(1)(1)Ter r azo I a
NOMBRE QUIMICO
Puntee I or on i trobencenoHi dvoximercur ic!or ofenoAcet. ato l'en i Imer cúr i. o
I (2)(2)
3-tviclorometil 1-5-otox) 1, 2¡ 4 tiadiazola
n-((tnic!Ovometil)tio) -4 ciclohexeno — 1, 2-dicarboxamidaDimeti I ditiocarbamato fórricoDi sodio eti Ién bis-ditiocarbomato
Fumigantes:
C loroplcr lna
DBCP
DD
EDP
Metil bromuro
Telona
iNI it. r otr i c I oromet ano
D i br omoc I or opr op ano
1, 3-dicloropnopenoFtileno dibvomuro
1, 3-di c I ovopropeno y 1, 2-di c I or opnopano
( I) lilas b i erl nu t i ene nombc comíln, o sea que e! nombr e común es i Dual a I norllbre qu í
mico
(2) Estos son h
Unidos paraasta ahor a los ílni cos compuestos mercí&r icos reg i str ados en los Estarlosutilizac. ión comercial ( 197O).
do efect i vo par a regu I ar ni veles e levados de i nocu I ac ión de
enfermedades infecciosas.
Los v i rus patógenos son de interés cons i derab le tanto en
el reino animal como vegetal y pueden ser transmitidos como
aerosoles.
En 1960, Sill y colaboradores registraron las reacciones
de las malas hierba& de invierno sobre el virus del mosaico
del trigo propio del suelo en Kansas. Investigaron la suscep
t ibilidad de diversas selecciones y cruzas de variedades de
trigo de invierno al virus del mosaico del trigo propio del
suelo.
La inmunización del liombr e v de los animales junto con
I a selección de las variedades de Ias pl m&tas respecto a tole
rancia o resi stenc i a, par ece ser I a mayor promesa par a I a pr e
vención de enlermedades infecciosas. Existen varios ejemplos
clásicos por Ios cuales se puede señalar la efectivi dad de es
ta clase de control. La inmunización de la viruela y el téta
no en el hombre y el ántr ex, tétano y otras infecciones clos-
tridiales en los animales, son ejemplos del mundo animal.
Las selecciones de variedades en el algodón para la toler an-
cia al marchitamiento por el Yertici I I ium; en la alfalfa y
uvas existe una selección de var iedades para la resistencia
al virus del mosai co de I *r i go. E I éxito de estas se I ecc i o-
nes o i nmun i zac i ones indica que estos son métodos apr op i ados
y adecuados par a pr evenir I a contaminación de I a t i erra por
los oroanismos inlecciosos que pueden convertirse en un pel i-
gro más ser i o.
167
5. SUSTANCIAS QUIMICAS, lNDUSTRIALES Y AGRICOLAS
5. 1 Deter entes.
5. 1.1 Extensión. — Las invest i gaciones de las fuentes y su
contr ibuc ión a I a eutrof i cae i ón de nuestras aguas superf i c i a-I es ha reve I ado que los fosFa*os de los detergentes repr esen-tan el mayor porcentaje en la aportación de fósforo a estasaguas. Miller encontró que cuando se consideraban tovertientes de agua, que alimentan al Lago Erie, aprox
te el 137o del fósforo total proviene del desagüe rur a
aportaciones mayores (46/~ clel total) provienen de losgentes y el 20/o del total de Ios excrementos humanos.
leigh señaló que en los desagües de los ef luentes de
das lasimadamen
I. Las
deter-Wad-
las
aguas residuales metropolitanas en Ios Estados Unidos se liberan aproximadamente 2 libras de fósforo por persona anualmen-
te. También indicó que este fósforo se deriva principalmentede la utilización aproximada de 5 billones de libras de detergentes usado~ cada añoen los Estados Unidos de América. En
una investigación del Río Potomac, cerca de Washington D. C. ,este mismo autor encontró que el 14¡c del fósforo contenido en
la carga diaria del Estuario Potomac provenía de Ias vertien-tes localizadas arriba de Ias Grandes Cataratas y que el res-to del fósforo (aproximadamente el 85/o) venía del área metro-
politana de Washington.
5. 1.2 Fuentes e intensidad. — Los fosfatos contenidos en los
detergentes generalmente son uno de sus tres ingredientesprincipales. Las tres clases de ingredientes son: substan-
ciasas
de superficie activa, fosfatos de acción limpiadora, y
otros incredientes como los abrillantadores, perfumes e inhi-
bidores. EI fosfato de acción limpiadora de !os detergentes
lo constituye un complejo tripolifosfato de sodio que es el
14
inqvediente básico de todos los detevgentes casevos pava cualqui ev uso (Weavev) . En I a tah I a 18 se en I i s* in los nombvesde a I gunos de los productos u* i I i-a&los con mayov di fusión enlos Estados Unidos, se mues*r a al mi smo t i ampo su cl as i f i ca-e i ón por e I povcenta je de fosfato que cont i enen (Buvgess) .
Tevl;eltauh y otros ecó logos acuát icos están de acuerdoen que I a adición de fosfatos a los cuer pos de agua, aumentaI a ve I oc i dad de eutr of i cae i ó n, excepto cuando se encuentvanotros nu*v i entes en una pvopor c ión tan vc«uc i da que I imitenel cvecimiento vegetal . Un & f uen*e dc estos abastec imi en+osindeseab I es de fósfovo es e! agua ves i dua I que cont i ene detevgentes. Esto causó I a pvoh i b i c ión dc detevgentes que tuui e-van más del 12",~i de fosfatos en el Esta«o de Indi ana, si endoel pv imevo en los Es*ados Un i dos de Amóv i ca que tomó ta I medicl a
Ex i sten tamb i én ev i denc i as de que en c i er tos estuav i osmar inos los nitr'atos pueden I imitav el cr ecimiento de I a Flo-r a acuát ice. En tal es casos I as adi c iones de fosfatos t i enenefectos menores de eutvoficación o no tienen ninguno. En al-gunos casos y pov c i orto poco fr ecuentes, son I as def i c i en-e i as de o*vos nutr. i entes I as que I imitan e I desavro I I o de I af lova acuática.
5. 1.3 liad i c i en y contvo I .— Rytl~ev y Dunst an en sus invest i-gaciones de eutr of i cae ión riel medio amhi ente mav i no, indi canque I a ve I ac i ón n itvóqeno-fósfor o en los desechos doraésticoses I iqer amen*e super iov de 5 a 1. Indicavon además que si I amitad del fósforo en I as aguas vesi du &I es provenía de los de-tevgen*es y si todo e I fósl or o úe esa fuente podía sev e I imi-nado, I a can*i dad de ni*róqeno y fósforo que entvaba al medioamb i ente mav i no costevo todavía ten«r ía I a ve I ac i ón atómi cade 10 a 1 y no podr ían espevar I imi taciones en el cvecimiento
170
TABLA 18. CONTEN! DO DE FOSFORO DE. VAR I OS JABONES Y DETERGEN-
TES CASEROS (1) .
T IPO DE MATER I AL PRODUCTOPORCENTAJEDE FOSFATOS
I) Detergentes para la-vadorass
automáticasde p I
atas�".
I I ) Detergentes de tr abajo mecánico fuerte(secos)
I I I)
IV)
Detergentes de trabajo mecánico fuerte(líquidos)Jabones para trabajomecáni co fuerte
V) Detergentes par a trabajo mecáni o ligero
V I ) Pr oductos de enz i masde pre-remojo
Instant Fe I s NaphthaDuz
I (I íqu ido)seco)líquido)
(líquido�
)líquido)(líquido )(líquido)
Thri I
TrendI voryDoveJoy (SwanTrendBizAxion
CascadeAl I
CalgoniteFinish (fórmula paraaguas duras)durez mediaAgua blandaDashTideOxydo I
Aj ax lavanderíaDr eftR insoDuz (detergente)All concentradoCheerFabAl I para agua fríaWisk
54. 554.049.4
43.828. 717.958. 249.846. 644. 641.939.538. 537.936. 334.824. 514.2
11.90
11.97. 111.00000
73 ~ 963.2
(1) Tomado del AFS University of California Bulletin, Consu-
mer Economies in Review, May, 1970.
de I as algas o eutrof i cae ión. A *revés de sus invest iqac i o-nes se descubr i ó que I as aguas mar i n as cos*er as cont i enen cerca de I doble de I a cant i dad de fosfatos que pudieran ser ut i-Iizados normalmente por Ias a!gas. Esto se origina como re-sultado de Ia utilización muy rápida del nitrógeno por lasalgas y plancton y la regeneración más rápida del fósforo quedel amoniaco a partir de Ia descomposición de Ia materia orgánica.
E I fósforo ha sido un componente de las aguas superficieles desde mucho antes que se utilizaran los detergentes o quese practicara la fertilización extensiva con fosfatos. En laevaluación del fósforo de las aguas de drenaje natural, en1921 Mc Hargue y Peter encontraron que el contenido de fósfo-ro en varios ríos y arroyos de Ohio, Klississippi y Kentuckyexi stíen ni veles de fosfatos del orden dc 0.22 ppm, y que ha-bía una e levada corral ación entre I a r ora parenta I por I acua I corrían o se drenaban. En los ríos Oh io y Mi ss i esipp i,en Paducka y Raton Rouge, respectivamente, la concentraciónde fósforo era de 0.07 ppm. Como se señaló en el boletín, elagua venía de una formación geológica mixta. La concen*ra-ción de fósforo en el Río Mississippi también refleja la in-fluencia de Ia carga de sedimentos. Si bien es cierto que nohay datos de la carga de sedimentos de uno o dos añosanteriores a 1921¡ par ece razonable suponer que I a carga de sedimen-tos no hubiera cambiado mucho. La estimación de la cantidadde sedimentos descargada en el Mississipi actualmente es aproximadamente de 500 millones de toneladas al año.
Con respecto a Ia utilización de aguas con contenidoselevados de fosfatos para fines de irrigación, se ha calcula-do que los detergentes consumidos anualmente en el mundo, contienen aproximadamente 5. 3 millones de toneladas métricas deP 0 , mientras que el consumo mundial de P 05 como fertilizan
172
t .. t &e Je 16.4 mi I lonas do tonel ad &s en 19r&S, d- los cuales
más de I a mitad I «e ut i I i zado en los países altamente i r!dus-
tv i a I i zados. Esto demuestr a que pava f ines :Ie i vv i gac ión, I a
cal i dad de I agua se di smi n&!ye d! f íc i Imente pov los ef I uentes
que cont i enen detevqentes.
Se han real izado vav i as investigaciones en relación con
el movimiento del fósforo en los sue los y este movimiento ha
si do bien car actev izado. En un exper imento co» fer ti I i zantes
que contenían nitróqeno, fósforo y potasio, que duró de 1951
a 1959, A lben y llammev encontvavon que en un sue lo fvanco,
fevti I izado con super fosfato tr ip le y muv i ato de potasio, el
fósforo penetró a una profundidad d 18 pulgadas y el potasio
a 30, durante e I per íodo cle 10 si~os que duró el estudio. Han
nape I y co I abor adores demostr ar on esenc i a I mente I a mi sma caven
ci a de movimie!to del fósfovo a tva. és de un suelo fvar co-ar e-
n«so, a I que ap I i cavon fósfovo i sor pánico (véase tab I a 19) .Sin embavgo, pudi sr on demostvz!v que los fosf,!tos ovgáni cos ad-
mini str ados al sue lo a tr. avés de I a incovpovac i ón de res i duos
que contenían fósfor o ovqáni co o por. medio de I a incovpor a-
ción de una fuente de
biana en los suelos,ene& qía que ace I e&'ar a I : act i ui dad m i cro
se ocasiona un m vimiento consider able
de I fosfato or qán i :o a través rle I pevf i I del suelo.
fxisten situaciones en que el fóstoro en forma inovgánica
se mouevá a tvaves de I p«vf i I de I suelo. Estas r epvesentan
esr n& i &! Imc nte dos ex+! emos en I a text uva de I sue I o : los sue-
les orgánicos y avenosos. Mi I I ar cuco!&tvó que e I fósforo se
m«eve en cant i dad&. s b
los,«e»osos, y L,u'seastent«consi deval& I es a tr ayés de los sue
y co I ahor ado&-es& ut i I i =ando radio —autó-
&0& afos& encontr'ar«r& t &mb i ó«q«ano I&ab & amos i m i ento de I fosfo-
i !ovqá!ni & o &. n los sucio. mi navales, mi entr us que en un sue-
lo o. &gáni co se pveser&! ab«!&n &! &!uimi &. nto coas irlevab l e.
173
Sefun6asueoifdeasof&uenoerouaioipu
A'pepiJnó&asuoosopez —I
fIgnJasuepandanbJB(joJdeledeoiJ:&uaioBiotfaf&iAaBt)uayno
asanbeysetfsepioi.fsadaf&uoioezif
iynPfuauaiAaJdanbOJOSió-aJapsoyuaiUiipaooJduauaigsasied.oiJep"saqsadspfJegpw&Paso&ootJloadsa,ÁnwsauotoPzI
fIgt)flsapoAfgaloof/*sof
-anssofep6afiayuawfeuiJsoffyBpafqeJaf&isuooppf&iWueoeun'sef&fo!ysadsofaf&esafeJnyptfpidoIdtfJod—uoisuapxJ
"sef&loIgsad(,"5
'sopeyeJSOJsaguezi
fiyJBJaf&t&Aisaoxauoiosoi
fde..fJodsaytraiJynuoJoiwaf&sPioUBIolJaf)af)uolooftPUfPfoUJQJsoJafosofPJ3UlúlsofUoosopeIoosesaqueoIwP&UÉ)DsofuossafcjIsadsauoiodaoxa
spf'sofanssofpoJoJs()uooaf&otfoatjfaJi(faouoo
J.IIfreuefauoioef&eJóapOU&ooJpJapisioiiff&sg"BJ(fwotlfaAsafewfuesof
apeiJesaoauaguaweynfos(jefeJauiwuoioiJynur&fueuoioJod!oJd
zaAnseanbsequefdsefopewigd(&uoioonf&ordXoyuafwfoaJBfa.IaAowoJdeJedsofanssolBof&ipet&PJasanbauaigof&urifúfaf&
seaJesetfonwuaanb&'seyut)fijSP.fPuedolJPsaoaUAf)UIBQUBIIgnuunsaOJBJsoJfaar.baf&BwagfaJpopgpaun'JodoufBOBJed
"OJOJS(»JflPOQUBfWIAOWf3PQOPXBseweJauewaf&Jiariasipo&igtoi
Jiuóisst)weaszaAfej.feguaiq -weogxapuoof3ug"sequefdsefPJedsafPfouasasaqueiJgnusoJQop.'UoloefaJtlaoJojsogfaf&optIBIUIIAoLIfapuo;snosrpej uaoyforfdwrsalsa„OAtgefaJ„otffw.fa.„faafanefapsootgtguato
sofBJyuaeiouan.)aJJuog"„oft&nsf8uaoJOJsoJfal&feyozf&epIgueoefUo
anwasanbpepi
faanb„:Jioaf&
faUaBAantú'as
uoio(JedwoouaelP(jAnwsauoionfosefuacupopfanboJad'ofBnsfauaBAanwaso.ioysoJogoexaspwsa'qupJgofpiiasowooanbune'ofansOUOJOJSOJf8anbPJal()3f(jegsaasallbPU36&IJo
ofpogsg'sofanssofuafiA'&wutayuafUBAtgpfBJanual.lgnuun
saoJogsogfaanbupoIf&uI&soy(f&soso.,aúinuPOJEOfSOZsg
TABLA 19. FOSFORO ACLIMULADO DESPLAZADO DE COLUMNAS DE SUELO
FRANCO ARENOSO DE TUCSON POR ACiUA DES I ON I ZADA ( 1 ) .
MATER IALAÑADIDO
CANTIDADAÑADIDA
Ton/acre
FOSFORO ACUMULADO DESPLAZADO 2Fósforo Fósl-oro Fósfor ototal org 1ni ce inorgánico
ug
ControlRes i duos decebada (3)Residuos decebada (3)Resi duos defr i jo I (3)Residuos defrijol (3)H3P04
I:2HP04
10
P —a 10 T
Res i duos defri jo I
P —a 10 T
153 a
201 a
740 b
218 a
887 c157 a
157
79 a
148 a
662 b
155 a
789 b
95 a
116 a
74 bc
54 ab
78 bc
63 ab
98 cd62 ab
41 a
Sacar osa + Residuos deNH4N03 frijol 1 197 d 1 077 c
C —a 10 T
Res i duos defr ijol
120 d
Error estandar 38.9 7.9
(1) Adaptado de Hannapel, et. al
(2) Los datos representan un total de 10 desp I azami entos atr avés de una co lumna de sue I o de 8 pu I gadas. S i I a mi s-ma letra s i gue a dos valores i ndi ca que pertenecen a I ami sma población al nivel 0.05, según I a prueba de c l asif i
cación múltiple de Duncan.
(3) Residuos de plantas cultivadas en soluciones nutritivasque contenían P-32. EI P-32 en forma inorgánica fue aña-dido a todas Ias otras columnas antes de Ia incubación.
175
instrucciones. A I públ ico en general le parece que estas le-yes no son apropiadas respecto a Ia reglamentación del efectode los pesticidas sobre Ia seguridad„ Ia salud y las conside-raciones ambientales. EI potencial de contaminación del me-dio ambiente por parte de los pesticidas, particularmente loshidrocarburos clorados, ha estado bajo debate público y privado desde 1961. La utilización de estos materiales ha hechouna tremenda contribución al bienestar del hombre pero ha habido ocasiones en que Ios productos han sido mal empleados.No ha sido sino hasta muy & eciontemente que Ia extensa pr eocupacion publica ha conducido a la prohibición del uso de lospesticidas de varias clases debido a sus efectos adversos so-
bree
el medio ambiente. Existen dudas razonables sobre losefectos adversos extensos de los pesticidas. Parte de laspruebas utilizadas para enjuiciar a los pesticidas, especial—mente al DDT, son supuestas debido a Ia evidencia experimen-tal¡ Ia cual actualmente se encuentra en desarrollo y/o exa-men crítico por Ia forma en que se recolectó tal evidenciaacusador a. De cualquier manera, parece ser que el interésde Ias gentes es promover un juicio sobre ef uso de estos ma-teriales.
5.2. 2 Fuente e intensidad. — La producción de pesticidas enlos Estados Unidos para 1969 fue de 1 133 billones (1) de Ii—bras incluyendo todas Ias clases de pestson cerca del 50 al 75/ó de la producciónde estos pest i c i das sintéticos orqán i cos928. 7 mi I lonas de I ibr as en 1969, tanto
icidas químicos, quemundial. Las ventasse estimaron en
las ventas ..xternascomo internas. Las ventas externas se estimaron en más del44(o de I os meter i al es vendi dos. La ut i I
dos Unidos fue do 526 mi! lenes de I ibrasi zación en los Esta-en 1969¡ lo que i n-
cluyó aproximadamente 7 millones de libras de pesticidas sin-téticos importados de otros países. La integración de todaslas clases de sustancias químicas con car acter de pesticidas
(1) Un billón en América = mil millones.176
indica que de cl los el íc,„son fung&ci(. *&s, el 33& herbicidas
y e I 51m i nsecu i i clas, fumi g i c i da(- (& vodent i (& i d.&s.
L;& preocupación pr i nc ipa I sobre los p( st i c i das está rel a
cionada a I a pevs i stenc i a de los h i dvocavburos c levados en el
medio amb i ente. Aunque estos meter i a I e. se degvadan en lossue los, lo hacen lentamente y persi sten durante un per íodo de
u& '. s cuantos meses a ( ar i os años. Es I a hab i I i dad de per si s-tir en forma tóxica, como sustanci a química or iginal o como
un pvoducto de des inteor aci ón i qu & I mente *óx i co, lo que creapreocupac i ón sobve los efectos de estos meter i a I es en nuestr o
medio ambiente. Esto parece ser bastant" irónico, ya que los
órgano —fosfatos, que se descompor en con mayov f ac i I i dad en
los suelos¡ son más tóxicos pava los animales
en su forma or iginal.los humanos
La acumulación y persistencia se ven con cievto temor de
bi do al daño tan grande que puede ocur r:ir si se permite que
estos mater i a les se acumu I en en e I medio amb i ente. Varios in
vest i gadoves han descub i er to res i duos de DDT, inc luyendo sus
dev i vados, en e I tej i do adi poso de I hombr e y di versos organi s
mos en todo e I mundo. Ex i ste una amp I i a di str. i buc ión de los
h i drocavburos c!orados en di ver sos or gen i smos; las mayores
concentvaciones parecen estar en Ias aves carnívoras
La importancia relativa de los hidrocarburos clovados en
Ia produrción mundial de cosechas y Ias pévdidas estimadas de
bidas al daño causado pov los insectos sobre diverso. , cultivos¡se muestran en Ia tabla 20. Los pesticidas se utilizan en todo el raundo en cantidades variables y debido
cia de algunas de estas sustancias químicas,a I a per si sten-aún en lugares en
han encontr ad& lo ves i duos en el te j i do ani
do de lo antev ior, existe I a necesidad de exmal. Como resultaaminar algunos de
que se sabe que no ;e han hecho aplicaciones de pesticidas¡ se
177
TABLA 20. UTILIZACIOIJ lli"IDIAI DE LOS laSECTIC IDAS PAPA (ARIOS
f lPOS D. CULTIVOS Y PEI'D IDAS EST I VIADAS DEB IDO Al DA
Ñ0CAUSADO POI,' LOS I IISEC I OS I i ) .
TIPO DE CULI'I VO
tiiILIZACIONDE IRSFCTI-C li1AS (194(r)
Tor i IO'
l'0 l'C E "I TA. I EDE UIDRO-CARBUROSC LORADOS
PERDIDASL1E r. OrSE-C''AS Ei&
l9 7Ti, r i 10
A I qodón
Arroz
Todos los demás cereales
Verdur as
Papas
Betabeles
Caña de a"úcar
Tabaco
Semillas de olea, -inosas
rrO . .1
l' 0
.o
'. 0
9
4(
() 7
77
1 09"
991
ZO +o~
9
Io9 3 $0
„.4i
(1) Adaptado de i U. S. Pepart rrnerrt ni' llcal tlr cducat ion and
Vle I fare. Informe al Secrc', , rr i o, E. Ii. Ur al, Pr es i derrte,19óo
178
los efectos sobve los animales y p I:!ntas„ los cuales se consi
deran organi amos que no son su ob jet iuo.
En I a f iguva 3 se presenta el di agr ama de f lujo, pava un
si stema regional ~ de I movimiento de los post i c i das en e I me-
di o amb i ente. Esta es una coas i devac i ón importante, ya que
la concentracion en el medio ambi!'. nte de cualquier sector pue
de ser baja. Estas cantidades pres !miblemente insignif ican-tes pueden acumulavse en niveles tóxicos en varios organismos
a través de su aumento en
Woodwell.
Ia cadena !Iimenticia„ como señaló
Los efectos de estos insecticidas sobre los organismos
destinados causan la muerte. Los efectos sobre los organis-mos que no son su objetivo generalmente son más sutiles. Se
han reoortado muevtes de ciertos peces y aves con Ia entradade los llamados pesticidas pevsistentes en el medio ambiente.
EI California Depavtament of Fish and Carne, estimó pava el
período 1965-1969 que Ios peces y fauna que se pierden debi-do a Ia contaminación por pesticidas~ es aproximad!mente de
781 mil muertes. Este dato nn incluye a aquéllos que proba-blemente o posiblemente no Fueron muertos por Ios pesticidas.
ó.2. 3 Medición y control. — Existen varias investigacionesactuales que indican que el contenido de materia orgánica en
I os sue I os i nf I uve mar cadamen*e sob! e I a descompos i c i ón de
los h i drocar buros c I orados. Ot vos es*udi os sobre los mi cro-organismos en los sucios afectados por los pcst ici das han
demostr ado una diversidad de efectos. Wi»ely y colaborado-res, en un estudio dc I a ox i dación de I os n itr atos por el ni-tvobacter ~acilis, muestra que en la enzima NADH& la actividadoxidante se inhibió totalmente a las concentr aciones de 376
ppm DDT en extvactos Iibves de células. Otvos insecticidascomo el CIPO inhiben Ia oxidase NP~DN& en un 67/o a 500 ppm. La
179
concentrac ión de estos dos meter i a I es es bastante e levada yes muy improbab le que tales concentraciones ex i stan en lossue los.
Edwards investigó los cambios en la población animal delos suelos, ocasionados por el tvatamiento con A ldrín y DDT.Las dos i s ap I i cadas en I as par cal as de campo var i aron de 4 a60 Kg de mater i al act i vo pov Ha. Encontr aron que e I A I drínno afectaba a los gorgo, los, nemátodos y I ombr i ces de t i errapredatoras, pero mataba a otros ácar os tales como Co I I embo I a
y áf idos de I as raíces, pava nombrar unos cuantos. Tambiénel DDT mataba fáci Imente al gor gojo predatov aumentando losnúmeros de Co I lembo I as que er an r el at i vamente i nmunes al i n-sect i c i da. Por otra parte, e I PDT tenía menos efecto en I amayor parte de los animales del suelo que el A l dr ín. Cercadel 10/o del DDT ap I i cedo desapavecía anualmente„EI A I dr ínse desaparecía más r ápi demente, pero cerca de I a mitad de I acantidad que desaparecía se convoi tía en D i e ldrín.
En relación con Ia actividad microbiana en los suelosy sus reacciones por las adiciones de pesticidas así comosu inexplicable capacidad para me*abo'izar o degradar estassustancias, constituye según Alexander, "el principio de lainfalibilidad microbiana". Según sus conceptos, existen algunos micvoorganismos en Ia naturaleza que pueden metaboli-zar y destruir cualquier compuesto ovqánico. Sin enbavgo,este autor, señala que se presentan casos en que ciertoscompuestos orgánicos han permanecido sin biodegr adar se duvante millones de años. La resistencia de ciertos pesticidases muy notoria e indudablemente se atribuye a Ia pr eserciaaccidental de estas sutancias químicas en algunos sectovesde nuestro medio ambiente. En Ia tabla 21 se muestra la persistencia en añoso meses de varios pesticidas en los suelos(Alexander).
180
Parece haber pruebas suf i c i entes, como ya se h l menciona
do, de que I a pers i stenc i a de lo. . h i clrocarbur os c lor ados en
Ios sueles puede estar influida energicamente por la adición
de la meter i a orqánice en el suelo (1), (2).
Johnsen informó que los sue los al enosos tratados con es-t iérco I de vaca e incubados dur a»te uno o dos meses estaban
esenci almente I ibr es de los compué stos der i vados del DDT. Des
pués de só I o una semana, I a mayor par te éle I DDT habí a s i do de
gradado por mi croorgani smos en e I sue lo tr atado. En los sue-
los donde no se había incorpor ado abo»o„se recobró el 1005
de I DDT en e I mi smo per íoda de dos meses. Peter son y co I abo-
rador es, a I estudi ar los efectos sobre di ver sas prop i edades
de I sue lo, conc Iuyeron que I a absorción de I DDT por I a mate-
riaa
orgánica del suelo er a el medio pr incipal de desactiva-
c ión y é!ue I a acumu I ac i ón moderada de I DDT en los sue los con
un conteni do e levado de meter l a org, lni ca, podía presentar po-
co pel igro bio lóoice. Estos investigad»I es no estuvieron tan
lejos de conc lu i r que I él«dcsact i vac ión del DDT por los suel os
con un alto conteni do de meter i a or. gá» i ca se hace por medio
de I a degr adación de los h i éh ocar buros c l orados. Sin embar—
go¡ parece que están en contra de que la mater!a orgánica en
el suelo es Ia propiedad más impnl t ante que gobierna Ia per-
sistencia éle estos compuestos, si Ia par sistencia está basa-
da en Ia bioactividad del compuesto y
III I Smo
no en Ia presencia del
La res i stenc i a de I D i az inón en los sue los y su efecto
sobre I a mi cr of lor a, así como su absor c i ón por I as p I antas,
(1) Adaptado de Alexander.
(2) Resultados de varios estudios individuale: sobre diferentes -.uelos y di! erentes condiciones.
sajeJnJ.jnoseolyoeJdsej,lodasJPJayjeuapandanbsauoyoeguossajenosoj'ojonsjappepawnqapopIuaguoo
uoloeJodJooulejapopoyowjaJodeplnjgulollngsaseplolqJaqsojapuololsodwoosapeq"yjljgjljÁuodllogr'-j;-ZuosseprolqJaq
seuysoy~soueqejrapopolJadunaqueJnpenulguoouoloco
ijdeoCequoualnnguewasarlbsojanssojaJqosjplouayode6JeoejanbsaJoÁewsajaslueunesowl
yjnosojPJqosjenplsaJoy-aortaUg6uluUOJeyuasaJdou'seqJalqsejewÁaCejjoyjesopeoijdeayuawunwoo'eloua6Jallla-ysodapsepIolqJaqsoqsauoloco-rjdesaugeJedspuoasoosejsepogapsorpawoJduossoyepsoj
.'SajeJnyjnosauoljolpuoosaqua.laJrlpoleqÁuolocarjdeapsau
oloJodoJdsa&uaJapljpuoosojaljJa&ewPOSJa~lpeJedZZpjqe&ej
uaueJysanwassauoloe,.lr-dwoospqsowlyjnoappepalJewueJ6eunuaoqeoeUOJe.~ajjaspeplxoyoylyejapsauoloe~uasqoseq
solrryjnosojapeysandsaJejapsy&PJye'elouagsrsuadnsseplolqJarjsojappeplojlvoyoZljejPJqossajeJnyjnoseolyoeudsayuauaglpapoyoagajauolelpnysasaJopeJoqejooÁa6ueq
ajqluodwoosapaguaw—jloegouoqJPOapaguan'eunapelouasoJdej.Iodepeuololpuoo
eqeqsauouIzalpjapuoloepeJ6apolqejonbuoueoIpuIua1qweJ
~sayuauedeSOSJarpesogoaj.aulsjoCIJj.apeguejdejapsa~eug
eopeyJodsueJ&ayuawepldpJÁopIqJosqpPJaUDUIzpIQ
"enlylulgapuoloejqodeunowooueloaJedesaowogaJysapSOJaua6apoJawnuueJ6unselppgjapsandsagsojanssojapPJojgoJojlwejuaonlyoaj
asoyoapaunUPIOJalauoloepeJ6apapsoyonpoJdsnsouourzelgj3'UoropoI
jdpnsapsarldsapselppj[agueJllppI+slsuad'sej
—rJaysaousojansapsanololpuoooleqOJoeJodseJqljSOJAapuozeJeopeor
jdeuoulzelgjaanbUOJPJguoougoyegsoy-oue6Jo
unsauourzergjgsa.lopeJoqejooÁJauun~gJodepelpnysaany
TABLA 21. DATOS SELECC IONADOS SOBRE I A VERSI STENC I A DE VAR IOS
PEST I C I DAS EN LOS S1IELOS (1) (2) .
PESTICIDA PERSISTENCIA
Insecticidas:ToxafenoHeptacloroAldrín/DieldrínDDT
I4CH
C lordano
6 anosC' iños9 años
10 años11 años1 ' anos
(?) (3)(?){?)(?)(?)(?)
Herbicidas:
2, 4, 5-T
D iurón
S i mo z i n a
Atrazina2 „3,6-TBA
FenacTordonMonuron
6 meses (?)16 meses (+)17 meses
17 meses
18 meses (? )18 meses (?)1O meses (?)36 meses
(1) Adaptado de Alexander.
(2) Resultados de diversos estudios individuales sobre sue-los diferentes con condiciones diferentes.
{3) Los pesticidas todavía presentesen la última fecha de muestreo; I
varían dependiendo del pesticida.
con niveles detectablesos niveles de detección
183
Fuentes ropiasdel aire.
A I R ESuspension
Exportaciones
propios del aire.
ál
OCLál
OIX
'OISul
OQ.Oul
ál
ál
3O.OCI
9crál
ál
OO
IOI
OBO
cxES
cO
'OOO
IñIO
O
Flujo de floray fauna.
Fuentes propiasdel ñ9ua
FLORA Y
FAUNA
Precipitación
AGUA
Absorajon Filtración y
suspensión
Excre ión
Muer e A imilocion
Rujo de flora, fau
y de cosechas.
Exportacionespropias del aauo
SedimentacionSUELO
Prec ipi ta cionDescompoción.
Las ia! Ia) ", & 24 miie .tr, i) Ii)) ct c(&(() Jc la I i(mi(&„(
y de l,&s ap I i cae ior&es d(' Ji (ei s(i) 'i Ji'oc«i hi&i'o) c Ii&i OJO), ,&sí
como sus efectos s»hve I»-. ;&&i ci ()i»",&i& i )»&o" (&u I») )uci Iii.-. Ic)i &i
t i» ) . Los li i di oc,!i biivos (. Ioi ailos ' .»nb i í ii t i ciieii un. i s» I «hi I i
dad muy baja en e I u&JU&& y t ier&JO(i, & absoi hel )c ('. &1 I as )'1&'r'Ícil
I )s de ave i I I a y n; tev i a oi &&
&ni�
(,&. l'oi c(i&1) i "1i ('lir c, I 1)subst 1&lc i as sol) il&cly r e)i st( rit( ) 1 l, i I i ). i ) i a& i ón h»c i,) e I
tev i ov de los siie los. E I L i i&dai&o, soné&Ii s( '1 t obsi', i &d(l C)iino de los i)cs -
i c i das ciclo )('. I i x i ) i, iii (()ii rn 1»i l'„,i I i d iii;
ue I 54 al )q ' de e'i a sustanc i a qii ími ca I iie ( )&-i,&í Ja Je )c i s
sue los di Fevent&«(iiSPA ar& J ('(&o&". i a E)p& . ';&i. ! . )c encoi&i vií
que e I Endv ín se I i x i u i ah, & er& tr" C) ilc I o i ue lo), pei » r)o )eI l xi) ió en los o& i os tr. es i„ielos. E I P i e & Iv í» ),&i. ió (lc
há. . del mater ial 1)Ii&ad» I Iixici, iJo de lo sei) suelos Jil&rentes. EI Aldr ín tue»&uy i (si. . '.
& iitc a l»i I ixi) iaciián exti. I-
) énoose )ó lo tva=as Je c i iico il» li) -, c lo). En «i&a i i&i cs+ i (i &
c i ór& Jc dos ar&&&. , ei& I a ", ic. .i ( i a I i ó e I el ec tu dc I Pl T,&spc i
sedo en e I ái & a de Jr en(i ;c de I r) iii )ri &v i I Iu, u i»&r& r a=óri de
!na I i br ) poi acve ¡ I a i eciiper ac : ó«: . Ic I ni&i&ui i) '-ot, i I r&ov;;& ) I
Je i nvevtebv &dos se cbti&) o or& c!ii,ii, i. )«i.o )e al t oi-ó I a ( ompo
s i c i ón Je I as e)poc i es. '&o sc J& -. &»i i () mi&i t &n d i I d&. Io) o(-c(.') aullqlie e I aiiá I i si s (P&ír&rico r»o)ti && f PT &» col&( Pl&t l'a( Í ollas
de hasta u). 1~3 ppm ei& xar i,)s muc)tr, &s de I,& = covv i e»t o). Fii
un caso, se cncontv, &von»iie i I &sI .I(1 I r)('. 1 I & I' . a»)& l 'a Jo( ')
mi I I as vío abajo de I ávea estudi ad«. Las muesr i &s Jc ueq( ta-c I oil contar& I al& ll as C a 2, ,\ ppll Je P . . I i) CO&1C&'&1 ' l' 1(: i o lic s t a&1
e I e) aclas do hasta 1(í ppm se ( (. )c»hr i evo» eii m«c stv as ;le pere)tomadas de I as cor v i erites. I)(i) &i«i) ~ Ic spuós (ie I aspci )a Jo
inicial, toilací. c ei&contr() PPT eri la) c»r i i& ii&e. LII. E. Pe-
;)Oct ament OF ile & It. i Educat i o» ui&il ', (&l I o, (i Iiva, '. T.
En @caer al, &iada r)es' i ( da t i ciie «ii r)odo Je,&c( i&ín & om-
p le jo. Er I *& mayov p*&v( e Jc ', ») ca)(is, i i coripoi & ar i i e»to de
los oest i c i das fve»te a los ov «iii )mes veci pi ('"cs )e col(o«u
1)í
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I'$SadapsOOPIso.lso3Jnossdi!OI.)D'iI'!s330Isv130sv!"!l',Ulll33sIx3
{)jPiii'/U'3')'',I)'rt)sn&3,!1(,10tlotooopoudPf
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&1f&1t.Ij!IsO,I('nsdAflffi,I,)qtlOIU,l'I.3')CjS3f&j{ffaSBAPSPU
—l)ti{P03)ogddsuIsojdp,)),Itdlo&Es!PfapE)sol:&J3ilPUlopsI)t&3o,l!0)tlvl)j&P'{f{jtjfO,E3rj&jf0J{{Ej!o1!t)Psualdasej
IUOCOJodsait)f)d)".)SPjOJytlosvi.)uollljipst.Ieopfijof)saguaJ
Ip33!IPQ)i!!&sUE)l.lfodsoi;11jaS'!sSOJ(3''ddOOJSOUISIUPE&JO
soli!3)!&lUI!11t1)t'I)Ut'gsf)sst)')sa,)pPliiofof)ljOOVdPfPJaIOE)tl
—n)1)si.'oi.lvuiu1i»'):).«))&I&13&).ii!os0(;,)i)L&soiúsii!BGJosoj
U&)04(ldIIi!V-1!()tIIlo.)'
)&10')UII!!t''3&otto)3&)úUGWfeI3JP&t0fOS
Los efectos de los hidrocarburo os coordinados (tipo pes-ticida
da) sobre los humanos, han si do más sut i le . , si de hecho
han tenido algún efecto. En I a tabla 25 se enl i stan los valores más sobresal ientes LD50 para r atas, de algunos de los pest i ci das amp I i amente ut i I i zados y otr~s sustanc i as químicas(Hayes). Según Bernsi de y co I aboradnres, en 1966, 1967 y
1968, el DDT total y la absorción mctabolítica para el hombre
en los Estados Un i dos de Amér i ca t ue de 0.0010, 0.0008 y
0.008 mg por Kg de peso corporal, respect ivamente. Suponien-
do que estas ci fras sean exactas, y tamhi én que e I DDT fuesetodo el acumulado, calculan que la cantidad de DDT ingeridapor un hombre de 154 Iibr as en 70 uhos de vida, sería de 1.25
gramos. Además compararon esta cantidad con el hecho de que
una simple dosis de cinco gramos de DDT había sido administrada a humanos en el tratamiento exitoso dcl envenenamiento porbarbitúricos.
No sería completa ninguna discusión sobre los efectos de
los pesticidas en el medio ambiente, sin alg»na indicación de
los beneficios que han sido derivados por I & utilización de estos materiales. Burnside y colaboradores presentaron Ia in-f luencia del DDT sobre los casos de malaria de Ceilán. En
1950, había más de dos millones de casos dc malaria, la que
disminuyó después de que se comenzó el pi ograma de control del
mosquito con DDT. En 1963, se informaron 17 casos de malaria.En 1965¡ la utilización del DDT s detuvo y hubo un informe de
150 casos. Los beneficios derivados de otros insecticidas y
herbicidas no se han demostr ado tan dramáticamente en funcióndel sufrimiento humano, aunque han dado cuenta de miles de mi—
llones de dólares en ahorros desde el punto de vista de la producción y el costo de los alimentos.
Uno de los aspectos interesantes de los pesticidas en Iossuelos es su absorción por las plantas ) la entrada en Ia die-
187
ta animal a tr avé de Ios veger:a les. A este r especto, la ab-sorción por las plantas y las reacciones de los suelos, sonáreas legít imas de invest i gac ión par a compre??der dónde, cómo
y si deben ap I i car se contro les. C loro y co I ahoradores ? r?ves-ti gar on los efectos r es i duales de I DDT„Clocdano y A I dr : n so-bre di ver sas p I antas. Los n i ve les de ap I i cae ión de los rr?ate-
ni a les var i aron de 15 a 23?3 I ibr as er: una so I a ap I i cae ión en
I a ini ci ac ion del expenimento. los rer?dimi entos ue todas I asplantas, a excepción de Ia alfalfa, se -edujeron. Deberá se-na l arse que los ni ve les de ap I? cac i ón fueron extr emadamente
elevados. E I porcentaje de I maten i al que pecrnaneci ó en e I
sue lo a I f i na I de 10 añosvar i aba de 10 a 33r~o, dependi endo de
I a canti dad de mateni al añadido. Los ni veles más bajos ten-
dieronn
a mostnar sé lo bajos porcentajes de maten i a I .
Ware y co I abonador es, ut i I i ando carhono nad i oact i vo pa-r a marcar el DDT¡ encontrar on que Ios productos de I a a l f al faextr aídos per iódicamente a 89, l jx, 226 y 29? días después de
su p I antac i ón en los sue los con 4 ppm de DDT mar cedo con Car-bono-14, no daban c i feas de co?teo si gn? t i cat i vamente más e levedas que el error de conteo y de fondo. La soya y el algo-dón cull :, vados en un suelo ar«i I lo-ar enoso de Lakeland y en
un acc i I lo- I imoso de Hagersto?u?, tratados con 0. 5 ppm de DDT,
Di e l dr ín, E I drín y Heptac loco cont eni endo Carbono-14, fueroni nvest i gados pon Nash y co I ahnr ar!or es. No se detectó DDT o
Heptac loro en ninguna de ' as muestras de a I godón o de soya¡deter minándo los por cnomatograf í: de gases. Se detectaroncanti dadas pequeñas de Heptac lo? o no i dent i f i cedo y metabo I i-tos del DDT medi ante contadores de cente I leo en Ios extractos
I íqu i dos de I as p I antas de ?mhos espec i es.
Actualmente ex i ster? «ar i os métod?s de conteo I bajo inves-
tigaciónón.
E I método pr in& ipa I e. el de! contno I bio lógico, ya
sea por I a ut i I i =ac ión de pest i c i das, pr edator es, p a*ó??enos,
tr ampas de sei&ue los sexiial es, & I a u& i I i zac ií&n Je ma&. !&os «stér i I es. Cada uno de estos &imito. los h, i t«!l i ilo ex i to l im i t &ilo para insectos ocas i ona I es. Sin &»ml»&»r&«o, n&& ha ll ah i do una ut i I i
zac ión amp I i a y general de estas !é& ti i c,is. Otr 1 tér!» i ca 3«
control b i o lóg i co que puede tener pu =. ii» i I i «ad¡ es e I desarr o-I lo de las tendencias o vario«&des «c p I ar&tos qi!«son toleran
nan en los res i duos de I as cosechas, pueden d«s &rro I I
t i cas cu ltura l es conven i entes ¡»ara r «&!ii&- ir ., u p«b I a i
mi tar e I potenci al de i nfe& c i ni& de mana&, & qi e senil má
vos los métodos bio lóqi cos mí&s específ ii-i&, para e I orreceptor ¡ además de qu« tengan I a venta!a de ser ráp i
b i odeqradab les en e I medio amb i&..ntc.
dt sp. pl dc
ór v li-s «& e«t. i
&1 en l «ll!0
dameiite
tes a I a peste de insectos. Vara a I &»»1»&»s los&. &tos que Inver
L* n«ce s i dad de c&»ntr ii I d&i I,&s i-.& l, l«h i & rbas i'es:l I te «!e
!a per si stenci a de las semi I las d««st &s p I a&tus er. Ios su«-
los (véase I a tahl a 12) . En lre I ac 'ón al i ««mp I && o de h&ir hi c i
das, ex i ste un método ra onab I «m«nte c I &l&+ i vo, el qiie pupdp
ser caro con respecto a Ias ven& I„'as d&. I &untt «l de Ias malas
hierbas con los llerl»icidas. Este método consist& cn l.» u«iiización d.. medios mecáni& os par & I,& destrl, cc'ón de las malas
llierbas.
Otra técni &la eficaz es I » u& i I i z&c ií»i del fuego. Los
i erb : c i das ut i I i zados par . I &-nii f i ol «e I as ma I as il i er&&a= pue
den permanecer en el suelovo siguiente¡ volviéndosechas.
aúil clespués de coa«c!1,&do e I cu I t i—
I imi tunt&-s cn I a produce ión de cose
Es interesante notar «ii la I iter a, ur, & de los ir icios de
I a década de los óO's, un aumento en el ní!mer o ~«puh I i cae i o-nes con respecto a I as reacc irne . «e . os ppst lo&das& su I&lovl—
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(J Vl I
TABLA 23. INFLUENCIA DE LA FUIIIGAC ION SOBRE DIVERSOS NUIIEROS
DE BACTERIAS EN UN SUELO FRANCO-ARENOSO DE NANFORD
(ó)
TRATAMIENTO
BACTERIA x 10 POR GRANO DEI&
SLIELO DESPUES DEL TRATAMIENTO1 10 &0 250
d&a ellas días oías
Ninguno
D-D a 400 Ibs/A
Clo&-opicvin a 200 Ibs/A
D i su I fu& o de rar bono a600 lbs/A
4s
'& 3'7 3
1Ó
35
15
29
&4
(I&) Tomado de Nlart in.
191
TABLA 24. INFLI/ENC IA DF: C INCO APLI CAC IONES ANBALES DE. IRSE
TI C IDAS EN llN SIIELO FRANCO-ARFNOSO RANIONA SOBRE
LOS iv! I CROOROAN I S, IOS !'EL SiiFLO ( l I . .
INSECTICIDABACTERIA
6,x 10 y gl amo
llONGOS
Y 10 rgf mo
EVOLIIC ION
C02 (2 i
mqr 100aralTlos dc
sue lo
Ninguno
AldrínD i e l dr ín
Clordano424B
4B
2, ,9
24&&
2,j5as"2io
( l) Tomadlo de ir!ar t i n; I as di í e~ enc i as «o son estad í st i camen-
te signi f icat ivas.
(2) Períooo de incubacion de un mes.
192
TABLA 25. VALORES ACUDOS ORALES LD50(RATAS) DE ALGUNAS SUSTAN
C I AS QUIMICAS UTI LI ZAPAS AliPLIAMENTE EN LOS EUA (3)V (4).
PESTICIDASLD50 ORAL
AGUDO PA-RA RATAS
MUERTES HUMANAS
19bl
Insecticidas:
Parat!onToxafenoCarbar i I
DDT
Endrín
4
50011B
7
2
0
0
1
Her bici das:
2, 4-0 esterAtrazinaTr iflural ina
PropanilAmiben
700
3 OSO
5 4002 270
3 500
l
0
0
0
Otros:
Asp ir inaAmitroloArsenito de plomo
Estricnina
36515 000
101
1820
291
(3) Adaptado de Hayes.
(4) Los pesticidas son representav i vos de aquél los usados am-
p I i amente en 1969.
TABLA 26. SOBREV I VElúC I A DE LA SEMI LLA DE MALAS li I ERBAS EN LOS
SUELOS (1).
MALA HIERBA
PORCENTAJE PE GERMINACION DESPUES DENABER SIDO ENTERRADAS EN EL SUELO DU
RANTE
Chual trepadorChual cerri I
Mostaza negraCiBic lo
Platani I lo
Bardana
Gordo lohr
2
4
f O
5Oaños
52
02
7Oaños
(1) Tomado de llarvey.
miento en los suelos y la forma en que la persistencia y movi
miento influyen sobre otros sectores del medio ambiente. Ha
habido gran cant i dad de investigaciones desde entonces. Con
igual intensidad se han desarrollado técnicas para determinarsu transformación y¡ por otra parte¡ h 1 aumentado la preocupación por fabricar pesticidas que se apeguen a los criteriosde ser efectivos, específicos y biodegradables en períodos relativamente cortos de tiempo. Tal vez un criterio en la eva-luación de un pesticida sería: g «3 r a lit i a I si hay microorqa-nismos en el medio ambiente que puedan dcqradar al productoantes de que sea utilizado.
5. 3 Fertilizantes,
5.3.1 Extensión. — El interés principal sobre los fertilizantes¡ ha surgido debido a la entrada del nitrógeno en nuestrosabastecimientos de agua superficiales y subterráneos y Ia
preocupación de sus posibles efectos adversos sobre la salud
humana. Existen numerosas investigaciones sobre el nitrógenoen nuestro medio ambiente debido a su importancia en todoslos aspectos de la existencia humana, animal y vegetal. A
causa de su naturaleza transitoria y necesidad en toda actividad biológica, sólc sería razonable suponer que el nitrógeno
desempeña una función vital en el control de la actividad de
los sistemas biológicos.
La importancia del nitrógeno para nuestra existencia y
sus transformaciones en nuestro medio ambiente a través de va
rias reacciones biológicas y químicas¡ son discutidas muy am-
pliamente en el ciclo del nitrógeno por Delwiche.
5.3.2 Fuente e intensidad. — En la tabla 27 se indican las
ganancias y pérdidas estimadas del nitrógeno de Ia atmósfera, cau
195
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sadas por la incorporación y pér di da de este elemento en los
si stemas biológicos sobre o dentro de I a t i er ra y océano. Las
adic i ones r ec i entes de nitrógeno cn I a atmósfer a y I as pérdi-das en los sedimentos están compensadas, siendo aproximadamen
te de igual magnitud. Estas son t luctuaciones inconsecuentescon relación a la cantidad total de nitrógeno presente en lossedimentos y corteza terrestre. EI nitrógeno en esta última
es esencialmente imposible de utilizar para el reciclaje y10
De I i&i che est ima que es de I orden de l .8 x 10 tone I adas mé-
tr icas.
Las cifras que De I wi ciae señala, indican que la fracc iór
de nitrógeno rec i c I ándose, con r e I ac ión a I a cantidad di sponi-8bis es 3.2 x 10 del total. Las concentraciones local iza-
das de nitrógeno provie»en de los escurr imientos superf icia-les o de la infi ltración a tr avés de los suelos, habiendo en-
trado en Ias corrientes de agua mucho antes de que el hombre
se interesar a, en añadir t ert i I i zantes n i trngenados al si clo.
Sin embar qo, al manejar los recurso. con ob jeto de obte-ner su beneficio completo y prevenir la contaminación local i-zada¡ es necesario fami I i ar izarse con los tipos de reaccionesque e I nitrógeno sufre en los sucios.
La materia orgánica nativa ue los suelos puede contener
de 4 a 8$ de nitrógeno y suponiendo un valor medio de ó';:ó, en-
tonces para cada 1/o de materia orgánica en un pie de suelo,hay aproximadamente 2 400 libras de nitrógeno. EI nitrógeno
orgánico es sólo disponible lentamente y no proporciona elabastecimiento normal que se requiere para el rápido cr ecimien
to y desarrollo de las plantas. Consecuentemente, hay la nece
sidad de adicionar fertilizantes nitrogenados. Se ha sabido
desde hace mucho tiempo, que las aolicaciones de fertilizantey nitrógeno las recobr a totalmente la pl-nta. El movimiento
197
Co6T
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5T
todos los desechos animales actua lment& pvoduc idos en los Es-
tados Lln i dos fueran ap I i cedo s a los sue los estos podv í an sumi
ni strar aprox imadamente 10 mi I lon&s de tono I adas de n i tróqeno,aunque I iber adas muy lentamente. En estudios real i = ]dos por
Reubens y Bear, se encontró que Ia cantidad úe nitvóqeno Iibe-rado de diversos materiales o& Dánicos animales y ce&.etales «a-
riaba considevablemente. En Ios os& iércoles Je oanado & aves
de corral, Ia cantidad de nitrógeno conuertido
días, era de 7 y 30,o, respectivamente. La I& ntanitvatn en 4D
I&bar ac&ón¡
aunada al costo de los abonos animales en relación a Ias fuen-
tes inorgánicas de nitrógeno, señalan I & razón princ&pal por
Ia cual la utiliza"ión de los estié« o les animales no es más
extensiva, especialmente en Ias naciones con aq& icultuva desa-
rrollada, en donde los rendimientos p&oporcionan ingresos bru-
tos adecuados que permiten el uso &le los fertili antes nitroge
nados. Los mévitos de Ia Iertilización de! nitrógeno difíc&I—
mente nece.sitan ser definidos
De todos los nutrientes esenciales par a las plantas, el
nitrógeno es el elemento que más Iimit s su crecimiento y desa-
vrollo. Además, cabe señalar el hccno de que es necesario adi
cionar fertilizantes nitrogenados a nuestvo medio ambiente.
Sout ha calculado la cantidad de nit& ógeno aqrícola necesario
para apoyar las demandas alimenticias en los Estados llnidos de
América. Muestra que esa cantid ad de nitvógeno e- de (&3. 1 Ii-bvas per-cápita por añosin conside& ar Ia eficiencia en Ia uti
Iización del nitrógeno u otras pévdidas. Encuentra que cuando
se toman en cuenta Ia eliciencia y Ias pérdidas, el nitrógeno
agrícola necesario para produciv Ia proteína vegetal utilizada
pava al imentar a los animales I
per-cáp i te por añoo un total I
nes de toneladas de nitrógeno e
Unidos. Para la pvoducción de
fibras, se requerirían además 1.
lega a 173 I ibras de nitrógenoigeramente menor a los 18 mi I lo
lemental por añoen los Estados
proteínas vegetales, azúcares y
S millones de toneladas. Esta
199
cant i dad total es I!gen amante supev iov a 19.5 mi I lenes de *o-ne I adas de n r t," ógerio vequov i rlo por ario. Esta c i fr i es mayor
apvox imadamente en 5 mi I lonas dr. tiine I adas que !a c i t ada porStandfovd y co I abor adove, .
En e I caso de I ni tvói eno. este no es un e!emento úegr a-dante de I a ti er va, s iino de I as aguas subtcvvaneas y super f i-ci al es, si endo el suelo-al par ecer -e I foco de contaminacióndel cual pvovi ene„ya sea indir ectamente por medio del consu-mo an ima I y descompos i i: i ór, , o di vectamente por medio de I desagüe e 'nf i ltr uc ión. Pava or eueni v los pvob!emas asoc i adoscon el nitrógeno de I ~s sue los, se hace nace 'av io evaluar al-gunas de sus r eacc ior es y movimientos e & Ios sucios, con I af inal idad de podev evitar su entvada en los abastecimieritosde agua.
5.3.3 Ii!edición y contvol. — E»isten cirlco veacciones básicasque el n itvógeno . u fr c en los sue los. Estas pueoen ser: (1)incovpor avse a la matev!a ovqánica a tvavés de la utilizacionde los micvooi ganismo -. del suelo: inmovilización; (2) libe-r avse de Ias tormas orgánicas no uci!izables en una formainovgánica util'izable pov los microor ganismos del suelo; mi-neral iz ~ción; (3) tvanstorr arse en fovmas gaseosas inertespor los microovganismos del suelo: desnitr ificación; (4) alejavse de la zona vadicul;-v de !as plantas por el movimientohacia abajo dlel agua.„llxiviación y (5) sev utilizado porlos cultivos: extr acción por Ias coses!ias;
Cuando los resi diios dv ! as cosechasconten idos ve I at i yament e bajos d*. n itr og
o de animales coneno, se incorporan al
suelor los ovganismos que I!cuan a cak»o Ia descoimposición deestos vesiduos utilizar: el nitvógeno del suelo. Esto ocasio-na un desbalance en Ia relación cavbono-nitrógeno, vef !ejándose en la inmovilización o miner alización del nitrógeno.
200
Otra reacc ión de I sue lo de importanc i a cons i derab l e es
la desnitri f i cae ión. En un estudio real i zado por Meek y co la
boradores, se midió e I efecto de un manto I reát i co re I at i va-
mente elevado en r elación con el nitrógeno. Los datos de la
tab I a 28 se obtuv i eron ap I i cando 280 Iíg de ni tr ógeno poi Ha :
I a mitad en mayo y el resto en junio. E I manto freát i co se
presentó entre los 107 y 152 cm. Hubo una marcada di sminu-
c i ón en e I conteni do de nitrógeno de I a so I uc i ón del sue lo en
tre los 107 y los 152 cm de profundidad. El nivel medio de
nitrógeno en todos los s i t i os, en I as fechas de muestreo, fue
de 2.4 ppm arriba del manto freát ico y de 0. 1Ó ppm abajo de
éste. Tamb i én hubo un camb i o en e I potenc i a I de reduce i ón-
oxi dación (redox) de un valor promedio de 372 mi I ivo It ios
(mv) sobre e I manto freát i co a 18ú mv abajo de éste. Los es-
tudios previos han indicado que I a desnitr i f í cación se presen
ta a pocenciales redox inferiores a 300 mv.
Conne I I y Patr i ck encontraron que I a desnitr i f i cae ión
puede ocur r ir a ve loci dades muy ráp i das. Los resultados par-
ci alas de su estudio se presentan en I a f i g. 4. En cuatr o
días se transformaron aproximadamente 380 ppm de nitratos a
la forma gaseosa y se volati I izaron del suelo.
Exi sten tres condiciones que deben presentar se simultánea
mente antes de que pueda ocurr ir I a desni tr i f i car ión: pr ime-
r o, el m i croorgan i smo debe encontrarse presente; segundo, debe
haber una fuente de energía, generalmente carbono orgánico¡ y
ter cero, debe existir en el suelo una condición anaerób i ca.
La Iixiviación a Ias aguas subterr áneas o de drenaje y Ia
entr ada subsiguiente en nuestras aguas superficiales, es otra
forma posible de eutrof icación promovida por el nitrógeno.
Stout y Burau condujeron una investioación de la distribución
201
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Df&SPI!I3"s!SSOIJPA01PCjojDns;af&jt¹Bci:,Buaotte6oJyiujap
a 100 veces I a car t i dad de fert i I i zantes nitrogenados ap I ica-dos a I as ár eas de r i ego bajo invest. i gac ión.
Con el fin de deter minar el camino que sigue el nitróge-no aplicado a los suelos, se llevó a cabo un experimento de
Iisímetro. En este experimento se aplicó el fertilizante ni-+rcoenado varios meses antes de cultivarse los suelos. El
amonio del t er+ilizante se marcó con nitrógeno-15 y se ras-
treóó
dur ante un período de dos años (Owens). AI finalizar elestudio pudo observarse que quedaba cerca del 55/o del nitrógeno total aplicado en los suelos y que las pérdidas por Iixi-viación eran directamente proporcionales a la cantidad de
agua que se movía a través del perfil.
Lo» y Armitage investigaron la composición del lixiviadode los lisímetros no alterados cosechados con trébol blanco y
cañuela. No se aplicaron fertilizantes nitrogenados, sólofósforo y potasio al iniciarse el experimento. Descubrieron
que la cantidad de nitrógeno de la lluvia aprovechado por el
pasto er a superior a la que perdía por lixiviación y que el
trébol perdía más de lo que recibía. Más del 90=,é del n itrógeno que se Iixiviaba a través del perfil del suelo era en la
forma de nitr ato. La cantidad de nitrógeno que se Iixiviabade los tréboles y pastos cubiertos por los Iisímetros, eraigual a 2. 7 y '2. 3 libras, respectivamente. Las velocidadesde Iixiviación del potasio y del fósforo en pasto y trébol,fueron muy similares, ascendiendo aproximadamente a 1.7 y 0.8
libras por acre/año, respectivamente.
EI concepto del movimiento de solutos a tr avés del per—
f i I del suelo depende de la cant i dad y distribución del agua
aplicada, ya sea a través del riego o de lluvia; este fue eltema de investigación de Nielsen y colaboradores. Sus estu-dios revelaron que el movimiento del cloruro a través del per
f i I de I suelo puede ser altera&lo o contro I ado por, &p I i cae i 6nde agua ~ Propusieron un modele para predecii I a redi stv ibu-ci6n¡ el dren, . je, o la evapo&'ación del agua baj&. condicionesnaturales de campo. Escc. modelo podría &ev de utilidad en Iapvedicción de la redi -ti ibucion de los aniones que se muevencon el agua del suelo.
Ayevs y Krauter investigaron ol uso de !as sondas de succi6n del suelo (copas de cei ámica si«ilaves a aquéllas utili-zadas en las modiciones con tensión&etros)¡ colocadas a dite-ren*es profundidades, a través de Ias cuales, utilizando Iasolución del suelo ;. I vacío, sc extraía & u ializaba por diuersos solutos disueltos. Los pevfiles del s&..elo f&eron mues-tt'eados bajo una diversidad de cultivos en una tentativa paradeterminar si esta técnica cra conveniente para estudiar l&ispevdidas por lixiyiación relacio& odas con el orado de fert;lizac ión y manejo del agua. La I i q. j .«ucstr a los resultadosde su investigacion preliminar. Aycvs también ha desarrolla-do una tabla en Ia que se muesti'a la concentración de nitr a*osen el agua de drenaje& cuando cl pevf'il del suelo se Iixi& i&lcon di+er en*es incr emcntos de agua (tabla 32).
I a c I ave para preveni v I a cont, imin. ic ión por n i tratos esretener el nitrógeno en la zona radiculav, de manera que lasplantas puedan u*ilizarlos antes que tengan lu oportunid id decontaminar
Existe una preocupación más debida a I&i acumulación deIos nitvatos en los suelos & en el pasto o el heno Ieguminosoconsumido pov los animales. Como seisala Summev y colabora-dor& sJ Ia literatura que trata sobre la toxic.'dad por el ni-trato en forra, les~ está lejos de ser concluyente con r es-pecto a niveles adecuados o tóxicos. Las pérdidas económicassrn super i ores a 0.3/á de nitr at n," sin ombar &go,. en otros ca-
sos, un 2. 0 ó 2. 5/o de n i tvato no tus i er on n i ngún efecto sobreI a mortandad entre e I ganado, ni I a produce i ón de I eche o un
aumento en Ios casos de abovto. EI nivel crítico de nitvatopara que I as p I antes crezcan y desarvo I len def i c i ene i as varíacon las especies vegetales. En I a mayor parte de los casos,es más bajo de lo que se consideraría como concentraciones tóxicas en el forr aje pava el ganado. E I problema con los ni-tratos en e I fovraje es que debe haber una cant i dad adecuada
de n itvógeno par a un cvec imi ento ópt imo y una máxima produc-
e i ón, pero no debe haber cant i dades exces i yas.
TABLA 28. EL EFECTO DE PROFUNDIDAD Y LOCALIZACION SOBRE LA
CONCENTRAC ION DE N I TRATO EN LA SOLUC ION DEL SLIELO
DURANTE JUN 10, JLILIO Y AGOSTO (1).
PROFUNDIDAD DEMIJESTREO (cm) 3E
LOCALIZACION
4A
ppm NO -N3
5A
15
314676
107
1.8
1.2
2. 4
2 ~ 7
3.2
3.8
3.8
2. 1
4. 3
1 ~ 41.2
1.1
1.22.4
152244305
0.41.6
0.91.00. 3
1.1
0.2
0.5
0. 5J
(1) Adaptado de Meek y colaboradores.
205
'QduIai~l@puoioun~ounotuoouufu001)l'ItussQDg'p'61$
SVION3OdW3IJ.
00
OOIz-I
2Ql
O
0033
000
TABLA 29. ESOUEIIIA DE LOS NITRATOS PARA DIFERENTES PRACTICAS DE CULTIVO Y TEXTURAS DEL SUELO (1).
PROFUNDIDADDE llrlESTIrEO
p e
FRESAS BA.IO RIFCC[esto u Jc Y03
elo (2) pp
SIN ARr\R 1 AÑOSru a el N03s clo pp. .l
S 1.5
APIO BA.IO RIECl PASTURA PERI'. AVENTE
e tura c 903 e tura lo , 0 3s e l u ppl suelo
S
S 2.7
VI S l
VIS I.4
C
C
C
'S GL
GSL
o
10le14lu
18
S
S
S
S
S
S
S
0
2.0
2.02. 1
1.4l
1.41.6 CS
7.9ll. d
4.S
FS 3 ~ 3
lg 4. 3
FS 3.9
FS
S 4. 3
S 3.7SIC
14
15
GSL
GSL
GSCL
GSCL
GSL
(1) AJaptado de Stour. y gu a
(2) Los s'. +bel . de ta te tura !e los suelo. un co o e ontinuacidn so inJicar
S = arenaGL = fra co-grav so
GEL = Ir anc - rcnoso- gravoso
fr ancaa'e a C a o'ra
arci lis
L =
GS
C
S I C ar l I lu-I imnso
FS = a ena finaGSCL
VFS
l'ranc *r I lo-ar s oso-g avoso
are muy fina.
O(XJ
llBLA 30 ~ PERDIDA DE NITROGEN DE 'OS SUELOS EN TRES PROFUNDIDADESr DURANTE UN PERIO-DO Dl'-: 35 AÑOS (1).
PROFUND IDAD EN SUEI 0DEL SUELO En sue oPulgadas (1870)
Ibs
Y LLUVIA POR ACREFn luvia Total(35 arros)
Ibs Ibs
NITROGENOEiN DRENAJE POR ACRET, 18777- 1i g 7-
1877) 1905) TotalEst. Detev.lbs Ibs Ibs
PEYVANECE EN
EL SUELO(1905)
Ibs
PERD IDADEL
SUEIO
lbs !,
Á 027
10
14 043
175 6 20"
175 10 ó09
175 14 218
231 92Ó l 157 5 045
9 589 845 ".I
223 892 1 l15 13 103 r-'40 ó 7
(1) Tonaoa rle Mi I I er .
I
I
Alfalfa-Uc oave't O-u/12-13/ TO
I
I
1
I
I
I
I
Il
Prosa ~ -Oooons
0-7/2O/ TOI
lse/12/ TO
3
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PARTES POR MILLON NO3
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IO 50 100 lado II
PAR T E S POR MI L LO N NO3
100 200 '500
r
Fig 5 Prueba de succion de sue los ( Esquema de nitratos to
mados de Ayers y Kappler}
TAEILA 31. CONCENTRAC IONES DE N ITRATO . .N LAS AGUAS DF R IEGO YDE DRENAJE PARA TRES ARFAS IRRIGADAS DEL RIO GRAN-DE EN Sú PARTE IN! C l%L (1),
AREA IRRIGADAPROMEI' I 0 NO
3PER t oDO OE L AGLIA DE
RIEGOppfi',
PROMED IO N03DEL AGIIA DE
DREiNA JEppftt
Valle Rincon 1934-431944-541954-63
2. 312. )41 r&1
V, lle Mesilla 1934-431944-53to54 03
0 ')9 0. 17
t as4: os
Va'ile El Paso 1934-431944-531954-tt3
0.24. 0.440.4il
1.03
(1) Adaptado de Rowev yWi Icox.
21 io
TABLA 32. CONCENTRACIONES TEORICAS MEDIAS DE NITRATO EN LAS
AGUAS DE DRENAJE (1) . N DI SPONI I BLE VS DRENAJE ABA
,IO DE LA ZONA DE LA RAIZ.
PULGADASAGUA DRE
NAJE
LIBRAS N DISPONIBLES PARA LA LIXIVIACION10 20 40 60 80 100
2
46
8
101214161.8
20
22
242628
3032
343638
4042444648
98
49332420
16141210.89.8
8.98. 2
7 ~ 5
7.0
6. 5
6. 1
5.8
5.45. 2
4. 94. 7
4. 5
4. 3
4. 1
1969865
49393328
24
22
20
1816
15
14131211.510.910.39.8
9.3
8.98. 5
8.2
392196131987865
56
49443936
333028
26
24
2322
2120
1918
1716
588204
196147118988474655o
534945
P
393?35
33312928
27
26
784392261
1961571311129887
78716560
56
52
4946
44413937
3Ó
34
33
980490327245
1961Ó3
140122
109988982
7570
6561
58
5452
4947
45
4341
(l) Adaptado de R. S. Ayer s (Universiinédito, 1971).
(2) Calculado de Ia fórmula: C =- 19.
ty of California-Davis,
6 N 'D~.
211
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(lods!f&oua6(&Jnlliapsel(jlfspg
La presencia de nitratos cn los abastecimientos de agua
de pozo tiende a estar asociada con las zonas áridas o semi—
aridas. En California¡ existen varias zonas en que los nive-les de nitratos en los abastecimientos del agua potable exce-den el límite de 45 ppm (U. S. Public Health Service), aunque
no ha habido informes de muertes infantiles por metahemoglobi
nemia en California, según el State Depar tament of Health. En
un informe de Wadleigh, se indicó que de 1947 a 1950 se reportaron en Minnesota solamente 129 casos de metahemoglobinemia
infantil. Fuera del numero de caso. reportados hubo 14 muer
tes. Los nitratos provinieron de abastecimientos de agua de
pozos privados. Los adultos que bebieron de esa misma agua
no fueron afectados. Wadleigh senala que no hubo informes de
metahemoglobinemia en niños a los que se les suministró agua
de los abastecimientos públicos de Ios Estados llnidos, aunque
los niveles de nitrato de algunos de éllos excedían el límite
permisible de 45 ppm establecido por el II. S. Pub lic Hea Ith
Service.
Si bien las normas han sido establecidas para los nive-les de nitratos en Ios abastecimientos de agua potable, no
existen tales normas para los niveles de nitratos de los tejidos vegetales que consumen los humanos. Por esta razón, nun-
ca ha habido informes de envenenamiento por nitratos asocia-dos con la ingestión de tales alimentos. Parece poco pr oba-
ble que esto vaya a representar un problema serio; sin embar-
go g I os datos deberían obtener se para apoyar esta supos i c i ón
Ya que ciertas partes de las plantas que se ingieren pueden
acumu I ar n itr a*os a ni ve les muy e levados, esto representafuentes potenc i a I es de tox i c i dad para los humanos. La tox i c i
dad que se desar r o I I a no es por e I n i trato en sí ¡ s i no por su
producto de reducción, el nitrito. También han existido va-
rias tentativas para relacionar los niveles elevados de nitra
213
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»1001.1)QJdPfUoo».i&llPj&&SPjBÍ&ünltB)feUas03.
5.4 Metales pesados.
5.4. 1 Extensión. - Ha aumentado en grado considerable I a pr eo
cupación mundi al r especto a los efectos de los metales pesados
en el medio ambiente. La preocupación surge debido a que el
aumento de cant i dades muy pequeñas de otros compuestos, han teni do como resultado efectos adver sos en los b iosi stemas. La
di str ibuc i ón de I p lomo en e I medio amb i ente ha resu ltado, en
parte, de su utilización como ingrediente antidetonante en la
gasolina. Se están utilizando otros metales pesados para el
control de patógenos o pestes y se han acumulado al grado que
existe la posibilidad de que sean tóxicos. Otro factor ínti—
mamente involucrado con la preocupación actual por la pr esen-
cia de metales pesados en cantidades tóxicas en el medio am-
biente, ha sido el desarrollo de procedimientos analíticos que
perm iten a los científicos determinar la presencia de los ma-
teriales en concentvaciones extremadamente pequeñas. No hace
muchos añosera difícil determinar las concentraciones de com-
puestos o elementos en la escala de las partes pov millón.
Ahora es común ver datos r epovtados para compuestos y elemen-
tos en cantidades del orden de partes por billón. La sof isti-cación del equipo analítico ha permitido la detección de los
elementos en nuestro medio ambiente en concentvaciones diminu-
tas. Sin embavgo, ¹la amplificación y la acumulación pueden
tener 'como resultado un efecto indeseableg
5.4. 2 Fuente e intensidad. — Existen cuatro metales pesados
con toxicidades conocidas para los humanos que actualmente cau
san preocupación. Prácticamente cualquiev elemento cuando se
encuentra presente en concentr aciones suficientemente grandes
en los sue los, ser á tóxi co. Sólo se considerarán aquellos ele
mentos normalmente presentes en las plantas y animales en con-
centraciones extremadamente bajas, , habiéndose demostrado que
no t i enen efecto benéf i co conoc i do. Actualmente los cuatro me
215
tales pv i nci peles de i nzevés sor& e I p lomo, e I mevcuv io, elcadmio y el avséni co. Fsto automát iv&&me! te exc I oye e I ementosta I es como e I z i nc, e I que segúr& sv. be dcmost vado es esenc i a I,aunque se sabe b i en que est e elemento cn concontr ac ione, ele-yadas puede volver se tóxico. Fn Ias dietas novmales Ias con-centvac i ones de estos e I ersentos no se vo I ver án t&1 x i cas. La
preocupación pr inc i pa I sei á I a de aquel los e I emento=- quiden sev !ntroduc i dos en I as p I untas a tvavés de los sue I
oue-
el ai ve y consecuer temente entvan en I a dieta. . Se ba demo. —
tvado que no son eser&ciales y pov lo ' a«to pucd"n cons i&.uivun peligro pvesente.
La pveocupación pvincipal con el plomo es la exposicióna largo plazo a niveles bajos. EI plomo propio del aire ocu-r ve en asociación con la matevia par ticulada, las cenizas muy
í inas o como un aer oso I . La cornhust i ón de I as ;aso I i n as fós i
les en I a industv t a& I as cal s lonas de I a combusl. i ón de veb ículos de motov de gasolina y Ias fundiciones, son las fuentesde plomo. Los países indusl r i al izados uti I izan gi andes cantidades de p I omo anua I mente. Rec i entemento, só Io en los Esta-dos Uni dos de Amév ica se iian consumido un promedio de 1. 1 mi-
I I ones &' tone I adas pov año. Au I t y co I abor adoves demostva-von que I plomo en I as ceniz~s vol át i les de I a quema del cavbón se encontvaba pvesente en I as mi smas canti dades i sotóp i—cas que en e i cavbón de I cual pr ov i no. La ve I ac i ón de p lomo
vadiogenét i & o —20o a p lomo-204, de I cu&s I se i c nova si se fovmó
de algún ovoceso de descomposición vadioacti va, constituyeuna medida de I a Fuente de plomo. La investigación de las r elaciones del plomo isotópico de tres anillos mostró que des-pués de muestvear I os an i I los más r ec i entes, I a r e I ac i ón
p I omo-206 a p I omo-204 aumento, i nd i cando que e I p!omo en
delo-
tves ani I Ios más r ec i entes venía de una fuente di fevente de
plomo de aqué I I a di sponib I e pava I a p I unta en I as pr imevas
etapas de desavrol lo o cvecimiento. En !os estudios de sue-
21ó
los la relación plomo-206 a plomo-204 fue diferente en la su-
per f i ci e del suelo, tomando una profundi dad de 10 a 30", una
vez más indicando que I a fuente de plomo en l a super f i c ie es
de un origen diferente a la del plomo presente en el restode I per f i I de I sue lo.
Según Page y Canje, el plomo consumido en el Val le de
Los Angeles ascendía a 2 300 toneladas métricas aproximadamen
te por año,como valor promedio para un período de 27 añosde
1940 a 1967, y todo este plomo se suponía que había venido de
Ia uti I ización de gasol ina con plomo. En la, tabla 31, tomada
de Page y Canje, también se puede ver que el plomo tiene una
tendencia a permanecer en la superficie a los 2 ó 3 cm de sue
I o; y s i bien no es evidente que a medida que aumente I a den-
s i dad de tráns i to aumente I a concentrac i ón de p lomo proporci o
nalmente¡ es aparente que a medida que la densidad de tránsi-
to I lega a cierto nivel, exista una mayor tendencia para que
e I p lomo se acumu I e en I a superf i c i e. Aquel I as áreas donde
I a densidad veh icu I ar es mayor de 100/milla cuadr ada, mostr a-
ron aumentos del doble o triple en el contenido de plomo en
Ia primera pulgada superficial. Señalaron que estas cantida-
des estaban considerablemente abajo de los niveles que podrían
provocar toxic i dades a las plantas a valores económicos o pro-
vocar acumulaciones excesivas anormales de plomo en las mis-
mas. En 1964, 100 000 toneladas de plomo fueron descargadas
en la atmósfera de los Estados Unidos por la utilización de ga
solina o vehículos motorizados.
Lazarus y colaboradores señalaron que, además de la radia
ción seca, el plomo puede convertirse en un contaminante de
los suelos por precipitación. En el curso de sus investigacio
nes descubrieron que como promedio había durante el per'lodo de
muestreo de seis meses de Ia última mitad de 1966¡ el doble de
217
agt!GwepetúIxoJd'fj"se.)t,)yawsej)P)8)toj66L()IIG01!IILsGasoIJ-A3JawapjP.Ip!!n!!iUo133ADQ,!clPf6Jaqpf06ÁLIIBI)fUA68c'
'fanlltuÁ3«I'Z
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r31qal031sueJq.fapeioue~srpej i!03PqeIJPhOúiofdBpi!013PJar!83U03Pfanb«OJPJ+Sol!tllaIqiiiej 'foso«aeuaoiúofdfGpepaúin..oBoasuor3pgrdiOGJdpfapPWJogefGpsa~p.:qeaguawfpdi3«tJdpiJJnooouofdfaJodofansfap
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-uaa~sivaanbpi3«GJagippfGpsauoioeoifdvasafqisodsefapPUff'iioIo!lfOsIlaBpJP611fLia'i)OISi!6S,ISUaPfJagewPfUBBS
JP+ilasaJdPQiiioldfGpP:3«apriayP«neiqei!anbuoJeJgsowapsaJopei)i3sant).Sotyd'ui)i3eyidi3GJdJoaaii&iiJadnsefeeqe6aff
BAb8lPitlQPI.)llj)8.!PIBoú!ofclfiifPA3fBPQIParúJoclos830Jcji!ii)ppIOUBstxapfpqp31fdiiii'pnópBpsoyuarwiyseqesof
tioI3P~Iiltl)).idPf;&«a&laIi&13PJ+U831103PjL)aP13«BJBQIpPj
anbuo!BÁnj&«03S.&JOpeóiisaLt!rsoywddL6'6apsaBnben6efaeJeif'83r&JB6q)„fPaii31fqnL"g'pfG,!odopeli
yayfwtffap
olpqpirpqp!sasi)!ojens))isaOspo.iainbfpn3Uq'ayuaweniyoad—sBJ'úld3/jt]"LLtÁIúddQj6'Q&f)UPJGsaJQfe)&sofen6eBpsoyuaitrri38qseqt'sofGpjGpP31.!Gl:oúleuoi3;"tdi38tdPjuaowofd
TABLA 34. ACUMLILAC IONES DE PLOMO EN LOS SUELOS REFER IDOS AL ANO MUESTREADO, PROFUN-
DIDAD E lNTENSI DAD DE TRANSITO DE VEH ICULOS (1).
LOCAL I ZAC ION
La Veme
PuenteHhittierLa Habr a
TuntinR i ver s i de
San BernardinoI-Iemet
Santa Paula
Ivleloland
D EN S I i3AD CA LCI'
LADA DE VEHICuLOS DE MOTOR
POR MII. LA2 (2)
7351 5252 4751 4751 370
580630
25
80
50
PRE-1933 0-2. 5 cmDE- SLIELO (3)
17161617161712192126
12131516141613131314
PROFUNDIDADES DE SUELO(1967)
0-2. 5 1.5-15 15-30 30-45Pb en par tes por mi I lón 4
52 19 16
52 15 16
39 20 15
50 19 15
31 15 16
38 18 20
24 11 16
21 15 15
23 15 20
25 18 15
(1) Adaptado de Page y Ganje.
(2) Basado en la población de 1967 en un radio de 10 millas de muestreo y en el
mero promedio de personas con vehículo de motor en el sur de California.
(3) Las fechas de muestreo var i aban de 1919 a 1933 en di fer entes local i dades.
(4) Peso en base seca a I a estuf a a 40 C dur ante 48 horas.
nu-
DIRECCION DEL VIENTO De loca, tetera haciael c ui ti v a.
E
2
OXo
DIRECCION DE L VIENTO :
Del cultivo hacia la carretera
00 200 600 800
DISTáhlCIA OE LA CARRETERA iaies )
F g. 6 Cambios en las concentraciones de plomo en el ai
re ombientol con relocion a la direccion def vienlo.
la mitad de ésta, se libera en el medio ambiente. Pvesumible-mente Ia manera en que se Iibeva en el medio ambiente es en
forma de aevosoles de diversas fuentes industriales y sedimen-
tos. La fuente de mercurio en Ios sedimentos, además del que
existe en estado natural, pvouiene principalmente de Ias tie-rras agvíco I as por la utilización de fungi c i das y bacter i c i das.En los Estados ',lnidos, en 1969, se utilizaron casi 6 millones
de Iibvas, tanto en industvias como en Ia agricultura. Los
pesticidas agrícolas utilizaron cerca de 200 000 Iibvas de mer
curio. Otros usos bactericidas pai a pinturas, papel y molinos
de pulpa de celulosa, alcanzaron ligeramente más de 7SO 000 li
bvas de mercurio en 1969.
La utilización total en pest, i si das, bac*er i r. idas y fung i-c i das, representa ligeramente más del 1óg del mevcuv io totalempleado en los Estados Llnidos de Amévica. Durante los áiti-mos 23 añoseste porcentaje de utilización total ha variado de
13 a 2l@¡o en 'los Estados Llnidos.
l'Iine y Coldberg encontr avon que en los sedimentas el con
tenido de merc urio variaba aproximadamente de 80 a 90 ppm, lo
cual era un - concentración normal para Ia roca gvanítica y sál
t i ca. Las concentraciones de mercurio en Ios sedimentes del
fondo de los océanos, recolect ados cerca de La abolla y Palos
Verdes¡ California, EUA, variaban de 0.02 a 1 ppm.
Se ha encontrado también cadmio en el medio ;mbiente como
resultado de las actividades humanas. Las concentraciones de
cadmio en el aceite lubr i cante p ~r a los automóui les varían de
0. 20 a 0.26 ppm y en I as muestr as de I I antes de 20 a 50 ppm
(Lagerwov ff y Specht) . No pud i er o n detectar cadm i o en I as ga-
sol inas muestreadas de 12 fuentes diferentes. AI evaluar Ia
contaminación con varios metales pesados en los suelos de las
221
carreteras er&contva& on que t a«o el cadmio como e I p lomo, sepresentaban en mau&&v concentr ac ión en I & pvo! und i dad de 0cm y a S m del tváns ito. L,.s con& ent& ac i unes & &av i aban en di—feventes local i dades apvox im 'da»unte de 0. '-&0 a 1.-" 2 ppm. Enel mismo estudio descubvievo» oue el níquel se distr ihuíaigual que el p lorr&o y el cadmio, y que I as concentr ac i ones de I
p& imevo osci I aban entre 4. 7 & 7. 4, depei&d!ando de I a local i-
5.4. 3 lledi c i ón y contvo I .— En un est ud i o sobve !os efectosde los n! veles de n lomo en conejos y cone. i i I los de indi as,Smith y co labor adores descubvieron que había un aumento en elcontenido de p lomo en el te j i do bl ando y huesos de los anima-les que habían si do expuest &s a apvoximadamente 2. 5 mi cvogr a-
3mos de p lomo pov m de, & i ve duvante un pe&-& ocio de cas i 4 años.
3E I udlor de 2. 5 micvogvamos por m estaba basado en el anál i—s i s de p lomo de I a i r e novma! dur, &ní && un pevíodo de 6 añosde-tevmi nado er& un estudio conduc i do po& I a Un i & er si dad de Mi ch i-gan. La concentr aci ón de p lomo en e I te j i do b I ando y huesosde los animales sudetos al air e ambiente se comparó con losanimales de contro! que vesp i vavon so I amente ai ve f i ltr ado. Lafuente c. a I imento y agua er a I & m i sma pava ambos grupos deanimal es. La dos i s tota! absor b i d, & de p lomo par a los conejosy los conej i I los de indi as fue de 73 y 83'; de al ir&entos, 2313,= del a i &'e, vespect i vamen+e, y e I 4 í: pava ambos animal esdel agua. C I anál i si s de los t e j i dos b I andos y huesos ;&ava am
bas especies se comparó, demostvándose que e I bazo y I os hue-sos son los lugares de concentvaciones máximas en esos anima-I es, y que I as concen*v ac i one son de 4 a 10 &reces mayores queI as que sc encontvar on en ot& os te i i dos de los mi smos anima I es.Las concentr ac i ones vav i avon de 0. 11 a 3. 2 ppm con base en pe-so húmedo. E I conten i do medio de p lomo en I a can i za de huesosyavi aba de 5 a 110 ppm. Tanto los conejos como los conej i I losde indi as mostvaron aur", notos de p lom&& cn te
&i dos b I andos y hue
222
sos cuanclo se expon í an a 2. 5 m i cr ogr amos de p lomo por m en
e I aire. Los estudios de los efectos de p lomo sobre I a salud
en esos animal es no pudieron r eva I ar di fer ene i as entr e e I gru
po de contro I y el gr upo expuesto. La única di ferenc i a s i gni
f i cat i va se pr esentó en e I caso de los niveles en los huesos.
La conclusión fue que el plomo tomado vía ingestión, era mu-
cho menos ef i c i entemente absorb i do que e I inha I ado, y que e I
p lomo inhal ado representaba la di ferenc i a reportada en los ni
ve les de p lomo en los huesos.
Schuck y Locke invest igaron I a importanci a de las partí—
cu I as suspendi das en el aire en re I ación con I a contaminación
de I as p I antes y sue los. En la f i g. Ó se muestra una di str i-
bución de plomo en el aire a diferentes distancias de la ca-
rreter a. Las cur vas son est i I i zadas y r asumen un número de
anál i si s indi vi duales en per íodos diterentes durante el día y
en di ferentes días. Sus descubr i mi entos comb i nados de i�nve-
st�
gaciones en cinco cu l*i vos di fer antes : co I i f lor, jitomate,
col, fresa y nar anja valenci ana, sugieren f irmemente que las
porciones comestibles de las plantas no absorben las partícu-
las de p lomo automotr i z. Ex i ste más bi en una cubierta de po I
vo de I cua' por lo menos e! 50,s pudiera ser el imi nado simp I e-
mente por lavado con agua. Sus datos están de acuerdo con
los de otro os invest i gador es que muestr an que I a concentr ac ion
de plomo fue mayor en I a capa super f icial que en el perf i I
del suelo. No pudieron demostrar ninguna absorción de plomo
por esos cultivos.
EI contenido de mer cur!o en las tierras fue el tema de
una investigación efectuada por Aomine y colaboradores. Mos-
traron concentr aciones de 2. 2 ppm de mercurio en los suelos de
huertos y arrozales. La concentración de 2. 2 ppm se obtuvo en
una muestra de suelo tomada cerca de un árbol donde el suelo
223
~uatúiPAgr&eUBQQUQOBsOuSBfPIQIj&n!JGO
sogoapaLteoznj&oJclBs=.&ADPIPcl'=Qj&IJanbaJPUPNII&jP/Btj&PfUa
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P&D!6U,,
fllnUo&ojPp'afltlsaj&oj&!sPll&PU
Según Allaway, las concentr acione de arsénico en los
sue los varían de 0. 1 a 40 ppm, y en las plantas de 0. 1 a 5
ppm. El estado de oxidación mas bajo del arsénico As es el
más tóxico de los dos estados de oxidación en los que existe
más comúnmente este elemento. En el hombre, el contenido de
ar sónico en la sangre es normalmente de 0.49 ppm.
En un estudio efectuado por Benson para mostr ar e I efec-
to de I arsénico r es i dua I de los insect i c i das aspersados sobre
los árbo les de manzano sobr ev iv i entes, se descubr i ó que a 100
ppm de arsénico residual en el suelo, cesaba el crecimiento
de los ár boles. Benson encontró que los suelos cultivables
tienen contenidos elevados de arsénico en la superficie, el
cual disminuye con la profundidad. En algunos campos que han
estado sujetos a aplicaciones continuas de insecticidas que
contienen arsénico, los niveles elevados frecuentemente se en
contraron abajo de los 3 p i es. Se cr ee que e I ar séni co sufre
reacciones en los sue los s i mi I ar es a aquél I as que sufre e I fós
foro.
Johnson y H i ltbo I d encontr aron que cer ca del 9/o del con-
teni do de arséni co del sue lo estaba asoc i ado con I a fr acc ión
are i I losa, gr an parte de la cual podía ser extr aída por el
cloruro de amonio que extrae poco o nada de fósforo. De I a
mi sma maner a que I a mayor par te del fósforo o de I suelo estaba
asociado con los minerales de hierro y I a maten i a orgánica,
el arsénico se encontraba asociado con los óxidos de aluminio
en los sue los. Encontr aron que los contenidos de arsénico en
I os cu I t i vos di fer í an con I as espec i es de p I antes, cant i dades
aplicadas y fuente del arsénico en di ferentes materiales. EI
al godón y I a soya presentar on I as maycres concentrac i ones de
arsénico mientr as que el trébol rojo, la avena y la arveja,
fueron los más bajos de Ias cosechas probadas. El sorgo y el
maíz fueron intermedios. Las concentraciones variaban de
alil eximlad3mente i a I 3 pplll dc 3I sónico, Las fo. Na. . Of g il3f . aI3e, al séfl f co llo se el l:.oii tv ui or ', omo ullnl p r3i te apvec, ',3 f I c de!al sénico tot il de los sue los. E I ar séli i co se ap I i có eli !a fol.ma cle ll'et al se f l ato t a I ceifio se ut i I i a cofiillnmente el i I o s li evb i
c i das. En I as par ce I as s i ll tr 3t. am i ente, e I conten i do de ar sé—n ice a I a pvofundi dad de 0 a 30 pu! 33adas„vav i aba con I a pvo-fundi dad de I ll3e lo de ", ,3,3 ppm. Eli los sue los ba jf3 tr atami ento, a !a si sma pi ofundi dad de muestreo, las concentr, 3ciones uav i aban a &vox imadamente de 7 a zx ppiii. Los rendimi entos de to-dos los cu I t i vos i nuest i gados no !uei on a! ectados por los tr a-tarni ent os de avséni co.
Perece afor tunado, como seóa ló A I I aivay, que I as p! antassu, jei.as a excesos de escos metales pesados, se atrof i en oje i de crecer . De esta maneva, y or ac i as a sus mecani smos i n-t t. f nf3s r I as p I alitas no son una t, lento de estos elementos tóxi—cos. Sin embavgo, a la luz de. Ia nueva tecnología, los científ i coa estén I legando a comprender. q ie I a exposi c ión per maneritefvente a estos matev i a I es a un ni ue I bajo, puede sev an pev judif i al pava la salud c l)filo un ' exf1os I r I ofl ocas iof'al a una cor.—
cefitl ación tóxi C a. Es neresav i o que se I leven a cabo invest i-gacione" sobve I a absorción y tr ans local i zación de esto - mate-viales, así como su utili ación rlietética I avgo p I azo par aeva luav el efecto ambiental de las acuflful aciones de estos mateviales en los suelos.
r. ESEOROS, XOOS1R I ALES
6. 1 Ex+ens ión. Además de los desechos ovgáni cos q e puedan
encontr ar se di stvibuidos en el medio amb! ente como vesultado
de I as act i vi dades i ndustv i a les ex i steri otros subproductos
que tienen alguna impovianci a en ve I ac ión con I a degr adación
de I a t ievva. Rosenfo I d y Reatch sena len que el aumento en
I a ut i I i zación del selenio en los procesos de fabvicación,
presenta un pel igvo importante pava la salud en I a industr ia.
Otro ef luente de la acti "idad induscr i al es el bióxido
de azufre. Los compuestos del azufre en I a atmósfer a provie-
nen tanto del medio ambiente natural como de las emisiones de
contam i nantes al aire. E I tiempo de vida del su lfuvo de h i—
dvógeno en la atmósfer a, vavía de dos horas en las ár eas urbe
nas a 2 días apvoximadamen+e en Ias ár eas remotas sin contami
nacion. La tr ansfovmación del bióxido de azufr e al ion sulfa
to se efec+úa apvoximadamente en 4 días (Robinson y Robbins).
Otvos afluentes de las chimeneas industviales contienen fluo-
vuvos y polvos finos. Er. el aire de las co auni dadas r uvales
y de las ciudades se han encortr ado cantidades xuy pequersas
de f Iuovur os. Las concentraciones normal
menor es de 0. 2 m icvogvamos de f ruor uvo po
Edi son E lectv i c lnst itute est imó err 1969
es gener almente son
m de aire. El3
que se qenevavon
aproximadamente 30 millones de toneladas de polvos finos. De
esta cantidad se vecuper avon par a su reu+ilización cerca de
17.4 millones de toneladas.
Entve otvos desechos industriales minevales o metalúvgi-
cos se encuentr an las aguas vesiduales de minas y fundiciones
de a I um i n io, cobve, carbón, zinc y fierro. Se observó que
cerca de é 890 millas de ríos y apvoximadamente 15 000 acres
de vepvesos en 20 estados de los Estados Llnidos, estaban noci
vamente afectadas pov las escorias ácidas de minas.
227
"(Ll/i!úoÁB6pojt'Ja)iaJgjs:,jqPiJensapepfgueolaP.lajsL&ú&gePj
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-ajB0sq0iliaia--Gpoj»»,t)agua!úpnfqpjadpepigueoL'.unueu-aop!j,»Giqúp;".,t&n"eGpor&eúoj0soyLIGiúiiJanbaduooseúl&pjd
spiGauaú&jpúido,.U,,ni:llno0.anb»0sojBnssojapopuaipuad—Gp0uaj
LsPpatqeIJP'sapep!yueoJeúloyuapat!dsequejdseq'lúdclúI)Plr)1Jadflasa)qualtle.IPJjPilo
Pjuac)s.iaclslpPJzlianouadso,f&
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'BJysaJJayezaydoo'BJynzpapoguaiúl
—i.)Gzspcjeapsagt&!)r!ysejU.iop,ualuoooiuajasjapsefúapttf
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/se&jlliddjGpOLIlúldpsapPfJehjPQUGP133601„Ia)sIú!)l',j0»ajP,llljPU)J/ll.PjauootbajasBP
opiua4003ja'sadopp.lo.¡ctoo.'UosJapu)fun6ac;"jpJngeuBJynzejau)p!qua!&300acG,lbj
*uo)Oppt!,ospFZSBGgualújpJBUd6olU
-GjGsBgsJsolPiofpnl,l)dSGjeiJageiúsc)saJedisipeJedsop
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IQf&UCfooa+L&ldapseúiagsISSojBpopL&aipUadapSo&)IQlUI$
GpsoU)&pJcs;&P&op')nd'sopfiloij
rdsoúúnljso&)jocl'ojUaa+slxaan)I
q'se!»J;GGl,loqoj'ppj&)O»Áa&
nu'soguaiú61dapuoioeolcjeg"-
juaPzIj11!'&)lll!)lesjg
''IPi&I.4UIGG4uangQ'9
Generalmente !as p I en*as se consi Jevan mas sensibles
I a exposición de I f luor uro atmosr év ice que el hombr e o los
an ima les. Gonsecuentementer como señalan Horlge y Smith, I a
cal i dad normal del aire para proteger la vegetación sería mu-
cho más ba ia que I a vequer i da pava pvoteger a I homhr e. Err e!t ombver e I f luor t i ene un efecto benéf i co en e I cvatami ento
pava ayudar a pveveniv !a car ies dental. Los polvos f inos de
I a combust ión gener a Imente están asoc i ados con aqrre I I as I vdus
tv i as que queman gr andes cant i dadas de car bón & aún e! ut i I i-
zado en la calefacción domestica¡ también puede sev un z fuen-
te de f luor .
Aproximadamente el 97&o de la contaminacion pov desechos
m iner a les ác i dos en los ar voyos y e I 93~!. en I as r epr esas¡ ha
si do causada por' I as opevac i ones de mi r'. er í a de I cavbón (Anon).
Acertadamente I a ind«stv i a del hier ~ o r eut i I iza el agua de
sus tanques de scdimentac i ón; s in embavgo, en a I gunas p I ant as
donde se emp lean en for ma extensiua fevvosi I ivones f inamente
di v i di dos¡ se puede ocasionar una I i ger a so Iubi I. i dad del f i e-
rr o¡ el cual llega a las aguas vesiduales.
6„3 Medición control . Las veacc ior, es que sufre el selenio
dependen de la química del suelo. La ..oxicidad del selenio
es mayor en los suelos alcalino. . de Ias raciones árida' y se-
miávidas. La toxicidad r!el selenio puede ccntr oler se median-
te I a ap I i cae i ón de su !fatosr los que di smirruyen I a absor c ion
del selenio pov I as p I antes (Andevson y co I abor adores) . Debe
señaI ar se además que e I se I en r o pvopr. . r ". . i ona al gunos efectos
benéf i coa con vespecto a I asa iud anima I . Las def i ciencias
en v it imina f en los r umi antes a! irrentarlos con dietas altas
en cavboh i dr atosr pueden covr eg i v se dos i f i cando pequeñas can-
tidades de s-lenio. l a r api dez de I a velocidad de veacc!ón y
absor c i ón de I S02 por I a vegetav i ón, contr' i huye a su di sminu-
c ión ivmedi ata fuer a de 'as áreas oe I a í uerrte de emisión. En
229
Upc!pjnlen'&azpwoxGj)s.j0t&'-'i
j804s:I&;aIi&osa&jLlaQJnJonjp
aj3Il(&&jÉÍG/&la&w&j&vw!)(0'(Ívt&I('j!Qs'jv'-IAtejGOrlj);!.!3~sol!!ej)BÍPjj-oyajsé&qs&!FI6wo&sinsanwa~s.sj'-.vja'so-&lcif'zIv!!&,(Sag
—PWOQlloJPjI&Ifjd*.&I!t)j3l&;Q!Í)ti'-:-.'!)1lJ'SOJ&1!QfljgJGCÍJQS—(jeeJP6r)é?Í)fc)v*-vonsUaUa:i=)I!Ij)GPZ.&te
j0sPj'(s'Joj&eJocjej00salliv{)s3lfJvf&j¹JojIut&(lfwv'llL)d:.&ZUBI)jBPÍaj)UD!c)86
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—Pj1!'A,vUL-"UI61Jo8$!&ateljef)&86BJIPjaj)s'QJAJot'l'j.8Qj"sPI-0&jsejpE'D'g,l&)6sllvJgs'3Qvpi&.&J(3.&!3,&c&!.'306„lt)cj&'iaUIssa"IeJ
&i)Gs!viw!QvP3j)''Btgc&',U-.Iliaj88)s3806UPQ'ÍUI0iAJ')Uvi&Jos.lejvo)oocsa0j,&ns&
Bj&solj)n!ésasoj
ol.~&.
jvI.)"&É&6&'llBLIPQIe!3UQ&)8l{j
I')egJ'68&JQ)llvl,!t'!Í.)s.0js&&(-ojo(v.srfvo¹v&
&AsBDsaj&pj&igUPOsé)j)UcJ6&)F)LIPlloiIQP.(&'I:..(&
t&BI&')".l,lj)ocj80""I108I0ill&c.IJ:C'-'&",!'In'.&:..
'&!i(Gj)l&VI.Ij)V&'
jOBVIOjlisUA!Iai&l!08Oltf&nS&&
j8!l""(!Í,8&!!1Fl&1'.'Bj)&&j)I:)UPQSarLIL»J6t&8
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Q"{'&1ij)8»)jjÍBJgnzeaj)(!A:svi0ÍG,iod&)&np.».o&(t(livci-&Jvz&»-.ll!Deep.!Bpuaganb I
j8SV)LIP,(,":'I&laoj3ICvf0&i':3I!CIBl»U!!,i:.)Aj)OJCÍ&laj)BACÍQU—Gt&»+Itr&)j'Oj)IU*.LUQ)o'
jv.Kfiol&)vJicjst!&J$8&'vlPc!j)ej)IQojadej&(&1j)j&vj&)wr»¡(&filo&POjt'$&)r¡rns¡dj&sal':&I!1Ij&UD&3spj
v/l'"j)t&pI!)!'i
Jo(jv'v.'»'&»:tf
cjn&!É(los&lI(Io»&l(&t&d&s '!
OQUGI&'
."'U;SF'IC&pLi!3CDCSi()(!"IDjPIJBQPWja
.!&)ÉLt!.'*
&s".I,&j)o(Íc»&'Il)t&egsIj&pÍsUIg
Lg'&f;f;oIs!&)QsI:.dj!PGJL&Gj&0J&
li)r)&!('!.&0&j.sogII&'lt!'!1«')'$)»&1S(&!"O&L.j.j"BDPIJ..!0jlla(BJg-Azv,&j&'.)Llois."lli(&,,j:.'.:,.8&&.¡»»Í&r;c.S&)s&81!)psejé.&UGI(jwe '!sojdai8'uj;l)v.!aii&6i;r.&vJo&u.&»Pps&.-»{&,o3é¡nsowooeJ&Uan&lBG''f!vj)i''
I«'"."tmrI
"'t?&'.."'i&)wvvJG&s(w+pej
TABIA 35. EMISIONES CONTAMINANTES OEL S02 HEMISFERICO.
S02TOTAL
HEMISFERICO HEMISFERICONORTE SLIR
Toneladas x 106
102.0 98.0
Comb. y
Ref in.
Fundicion (b)
CobrePlomo
Z inc
28. 5
12.91.51.3
8.6
1.2
1.2
4 3
0. 3
0. 1
T 0 T A L 146.2 136.1 10. 1
(a) United Nat ions Stat i st i ce I Paper s — Wor Id Energy Supp I i es
1963 — 1966¡ Ser i es J ~ No. 11, tab I as 2 y 9
(b) U. S. Bureau of Mines, Minenal Trade Notes, Yol. 64, Nos.
9 y 12 (196&).
231
resultados menor es que las normas de cal i dad del agua del U. S.
Publ ic Health Service¡ para todos los metales pesados y otros
cr iter i os, a excepción de la dur eza (Anon).
Las desear gas de desechos de una fábrica de zinc, presen-
taron 243 ppm de sólidos disueltos. La conductividad eléctri-
ca se debió al calcio y bicarbonato, resultando una agua dura
que no es conveniente para fines domésticos, pero que puede
usarse para fines agrícolas.
233
LA EROS IOW DEL S!IELO
7. 1 Extens ión. Se debe cons i dorar I a sedimentación, ya sea
por el agua o el alce, como un efecto conjunto. Si no fuera
por la erosión y la sedimentación, muchas de las grandes
ár eas agrícolas del mundo no existiecan. Por otra parte, Ia
erosión actualmente tiene una tendencia a modificar adversa-
mente la superficie de la tierra. Wadl e i gh ha estimado que
casi 4 000 millones de toneladas de sedimento se erosionan
en Ias vías f luviales de los Estados llnidos cada año. Supu-
so que, por lo menos, e I ¡'5¡@o cle I matar i a! estaba der i vado de
I as t i er ras agv íco I as y oe bosques. Supon i endo, además, que
si estos sedimentos contienen en promedio 0. 1+¡o de nitrógeno,
0. 15 de P 05 y 0.5/o de K 0, "ignif ice que se pienden más de
50 mi I lones de toneladas de nutr i entes pr imar i os cada añode
I as t i er r as agríco I as y de bosques deb i do al efecto de los
sedimentos. Por otra par te, ex i sten ár eas que dependen de
la acción de los sedimentos como abastecimiento par a la fer-ti I idad de la tierra. La inundación per iódica durante el
año,permite que estas áreas se ut i I i cen par a el cree imi ento
de cultivos con poca ferti! !raciónt
que anter io, mente han si do inadecu
Además, ex i sten t i ecr as
adas para el crecimiento
de cultivos, las que por las inundaciones continuas y el de-
pósito de sedimentos, han desarrollado un suelo de aluvión
muy r i co de p r ofundi dad suf i c i ente como par a cons i der an lo
conveni ente par a el crecimiento de di ver sos cu I t i vos, inc lu-
yendo e I cultivo de ár bo I es.
En Ar men i a, e I impacto de I a ecos i ón, pant i cu I ar mente
en r eqi unes montañosas¡ se ha consider ado que causa del 40
a I SOJA de I as per di das anua I es de I as cosechas, así como de
remover aproximadamente 12 mi I lones de toneladas métricas
de suelo product ivo. Más de 90 000 hectár eas de bosque vir-
235
gen ha sido ta lado y los proyectos recientes para I a refor es-tación sólo han r eemp lazado aproximadamente 3 000 hectáreas(ANON). En el área de I as Montañas Roca I losas de los EstadosUnidos de América, Dor tignac y Love encontraron que la ero-sión en los suelos de praderas y bosques, variaba con Ia cu-bierta vegetal, el orig n del suelo y la cantidad de éste ex-puesto o desnudo. Señalaron que, a excepción de Ias áreas deerosión severa local, la erosión por el agua tiende a recibirgeneralmente menos atsión por el viento.estimó que de los 42.el 71/o se utiliza en
ran como buenos paracultivos que se conside Ia erosión ocupabaagrícola, para un tot
ención por los agricultores que la ero-En la parte Oriental del Canadá, Ripley7 mi I lones de acr es de suel os aaríco I as,I a producción de cu I t i vos que se cons i dee I contr o I de I a croa i ón de I sue I o. Losderan como intermedios para el controln I i ger amente más de I 12+/o de I a t i er r a
al de 5. 2 millones de acres.
En Ia,cuenca de drenaje del Mississippi, la pérdidaanual promedio de sedimentos por milla cuadrada se estima en
390 toneladas. ílalker y Wadleigh señalan que Ia variación en
todo el valle es tremenda y que fluctúa de 9 a 10 toneladaspor mil!;: cuadrada por año. Según Cher emisinov„ aproximada-mente 50 millones de hectáreas de tierra en I a Unión Soviéti-ca están sujetas a la erosión por el agua en diferentes gra-dos.
7. 2 Fuente e intensidad. En los Estados Unidos de América,de 10 a 11 millones de hectáreas están erosionadas de modera-da a fuertemente. Las investigaciones recientes hechas porGiymph y Stor ay en el área entre las montañas de
occidental en los Estados Unidos, indican que de
I a par teI 66 al 904
de Ia producción de sedimentos de muchos de !os arroyos, vie-ne de la erosión de los bancos y Ias riberas de los ríos.Otros investigadores estiman Ias fuentes de erosión aproxima-
236
damente como de I 73¡~ por I a evos i ón de I a capa superf i c i a I,el 10+/o de I a aros i ón por el agua y e I ..7¡. de otras fuentes co
mo sevían las ovi I las de las cavveter as, las v iberas de los
víos y el r ecovv ido del agua en las inundaciones de las p len i
cies (Cottschalk). La impovtancia relativa de las difeventes
fuentes de sedimentos varía con Ias vevtientes. Esto es apa-
rente cuando se comparan los cálculos de Cottschalk y los cál
culos de Andevson y Wallace, que indican que el 24¡~~ del sedi-mento se deviua de las tiervas de bosques, el 22¡'o de Ias tie-r vas agrícolas y el S4fo de las orillas de los canales princi-pales.
Er, muchos países, el mal manejo de las tievr as vívgenes
y de las pr adevas al sobrepastorear y votar culti vos, crea
una condición de susceptibilidad tanto a la evosión pov el
Y i ento como pov e I agua. En I as pvadevas, II a t a I ta de una
adecuada precipitación pluvi al, ganar almente es I a r azón del
vecrecimiento I imitado y pvedispone un ávea de sobrepastoreo.
Lo mismo sucede en las áveas donde pov lo ganar al I a I luvi a
es escasa pero de alta intensidad¡ aumentando la cantidad de
suelo evosionado. Con mucha fvecuenci a las especies de p I an-
tes inadecuadas o indeseables pava el pastor eo se establecen
de maneva natuva I . Deb i do a I a neces i dad de destr ui v di chas
espec ice y a I a escasez de la I I uv i a, el proceso de I r estable
cimiento de I ávea pava el pastor eo requiere de tiempo esfuer
zo y dinevo consi devab l es. Cuando no se contvo I a el sobr e-
pastoveo, hay una pévdida económica debida a la baja capaci-
dad de recuperación del áres y al costo de manipulación de
una mayor cant i dad de sedimentos en los v íos, estuar i os y de-
pós i tos.
La agv i cu I tur a nómada se local i za desde t i er vas secas
mar ginadas hasta tierras bajo condiciones de alta pluviosidad.
En cualquiev localidad, las consecuencias son las mismas: Ia
237
PsJBA})eSPPvgoay&uoJan!s;*aJL&saf)',tvJÓ'3j6c&)reaaf:ozuatw
-oojBagueJnf)*sof).ujjsof&vgsgsojaj)sule}dyvaguz
"OQLIBIAfeJDdUDi:DJPjPaj(jIgdaosnSÁntllUOSOAI&!!108&&SL})calJJI
seaJesPranwÁSP3assvIJBI$&3}3sP".ivsPf0i,.lealJoBJsa0vgvn6PÁuoioeyBÓBAapvyjvgejJodPAPJÓ)!Bcanb'aguatA
feJoc!Dja1sj8}3l30isoJBpfanpIDUB})UBREvu1sapzsg'0}3—unllljBf&se@p}3IJJIspaIpsp¡Jasllaj)andeaI,.lf&iUuoiso:18ejesej01Qdaasltssoj.3,lsscljL)pBQLIP$JodwiUotsnjOLt.;&PU!¡"Vof08
uyi'o.iavjuo3sof)eiaospsojanssoslsiissolsouaul0sewuosPalJ})I(jUDIsoJBp}Uoasopploospcojaltssol'pJJBIQp'apl)0Iav})vJÓB}3a})PlltJogPJ$0SaOLUBIAjaJodLoisOJBPj
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j"Bguawej)PUIIxoJdpIJJIPjr&!3tIOUBI!)tj(3V
arbosndx'llaIcjwcy=iv,&i'j)l)vuoz-jDr'v()',!ojtapI0!)J,dJr&d
af)Jalc".Bs0i'ioI}3Ja!Js,&pas
afueras
npDJdv.rvc!e(}OBAD.tdeasvisaap-Uacb)vnn!In688"sof)iu}~so}3tycq
BJ¹&LCjg'spgaasoa
faBQUBWV}&PWIXO,IL".l.'&gen(j
LlaUOIBP)IJJIPjPJPCIseÓUPrcsl:''&&n™vj)rJur'J+sIUIlll1.BsP!1be.3})BIcisaJaeaf)sal*oI
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s3UaaaJvc}lloI-0JBJoc!St&f)1!Ul&dsejap3$JL&dJOÁL&iiiPj
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n}j1)f)j)vf'-!'.(uvapfeso'l"rtlsi&L'&sav..lI&IQpj!3})PQJBiqnae¡
a}3ozuoi,llt0jcjppsaIj"ÁDj&If&.1,3d0jan.:a}3f)vf)IJUL&Lj"UoIa—t.za6!)1L&
jsvzwzaAeunr.}u(&s!.id:)sanbvzsv!tar&auvwJadjena
P}UDS�(3JBP}P
f)tj)Ij
Iottideas!t'Pnilll)Leolsl.l'300LID}3ue(jeI0!&'1}30Jd
v}'P.IJatyv}
PjVJvd0!100Df)0rJBC'.ur:~gtt:JnpuoI()vzij
Ign
Bf)pAI$pti!p+B&Ó&l),&pVer,)l(!tt.~'
ja})uOI00I)JQSa})
mente como vesu I+ado
Ios cultivos or iginá
conocida come ei "du
Yakubov, las tor mena
gvos" ocur vievon duv
l!kv ani a de I Sur, I o
b lema par a la agr icu
de I a aros &on por e i siento. E I dono a
Gnovmes pevd & &las ocar&o&ll & cas pn e & d& ea
st box I ". Segó&n descr ir&c i ones v i « i das de
as de pol«o y los llamados "inviernos ne-
ante la ó&!tima pavte del siglo XIX en
que indica que el viente ha sido un pro-
Itur a desde hace muchos años.
7. 3 Medición v centro I . Como Chep i I ser&alá, aquel los facto-
ves que influyen sobre la evosián eál ica son; el agotamiento
de !a cubierta «egetal, I. as tempevatuvas elevadas que t iener&
como r esultado super f i c i es secas de sue lo, I luy i a escasa¡ in-
tensi dad del viento y textura del suelo. Este in«estigador
ordenó los sus&os de acuevdo a su suscept ib i I i dad a I a ero-
siónn
eó I ice de la maneva siguiente: fr anco-ave i I loso, r r an-
co- I imoso, fr ano& -avci I lo-! &meso ar ; na-! "a«cosa¡ ar ci I I a
f vence-ar ci I lo-ar enoso; siendo e -te ú& I t ir&o sue Ir. e I m&&s sus-I
cep ible. Además de la pávdida de r.utvientes, causada pov &a
evosián eálica !similar a la evosián hídvica), existe otvo
problema causado »or dicha erosion, que es la aLva' i.Lr' as i u I da&l de
bi da al moy & mi."nto & ép i dn de i as pavt ícul as de po l ve cerca de
supevf'~ie d& I suelo
Según Yakubov, existe un patrón definido en I a di str i bu-
cián vevtical de! tema&&o de &as partículas de los suelos
tvanspor tados pov el ai ve. F I conten i do de avena uenevalmen-
te di sminuye con !a a I tur a y la cant i dad de raer ti & u! as f inas
aumen+a cor r espondi entemente. La & el ac i án de I as fvacc i ones
de arena con I a surra de I as f vacc i oses de I i s o y av&= i I I a di s
minuye gvadua Imer+e y casi desap. "- ece a la altuva de 0.8 a ím.
El numer o mayor de pavr:ícu I as del su&.. Io, ganar a Imente en el
inter calo de di ómetvo de 0. 1 a 0. 5 mm„son tvanspor tados a
una altuva de ap. oximadamente un metro de la s pu evficie del
2 &9
vronpovduapandanbso6uorIapsaroadsaserUPAopeIsreecIuarq-weypuog'ercIopovprrIeIesaIqrydaosrrssewsoIuosayuawIPU
-aua6'owrIseweI~roveapajgIegapopruayuoounuoosoIanssoI'puesun6ag'eorue6vúervayewapIeroryvadnseyvarcIno
eIuoooperoosepysaaguawIevarra6Áarorgvodnsapouawouapun
a&uaweorseqsaen6eIeoIansIaperouaIadaveI'ÁeqzIOI-Iun6
aq'orpuaourIaayuevnpowvoyasanben6eIeayuaIadavoIansappdeoeIeoprqapa&Veduaopvawneuorsouaeq'orpuaour
unapsandsapuorsouaapepeAPIauorovodovdeunou~uooua'au
PcIPQ"UoIsodaPIUeooAoJclOQUPQoIBoclÁPIAfrIIapPn6eIapuoroevgIryureIuaonpavopuenoseperovnuovdsaguarpuadseIavcIosorvasewaIqovdunUesneouapanctsoolcIo/ovIrlrIsoIansuarqwegsopeweII'soIanssoysgenGPIesayuaIadavsoIans
soIuos'oyuawrIrasapsaguangseIevoroeIPUuoo'erAepogsop—rgnosrpou'oIansIapuorsouaeIesayuaÁnqrvyuoosougg
'PCIoasooeIapsoyuarwrpuausoIagrrawe.raAasUegoajeapsaoed-eovossavogoegsosaapevarnbIeng'oyuarwroauoIapeprpuadoaguaIwpuupclerIDpIaIpUI6IrovapandsosposodgoUQ'QAI$Ill'
IapIe&oyeprpuadeIowoososoruau&xaue~Vasvapand„euaueapseguawuoa„seIapsopegInsausoIseseosoun6IeugVoy
-neIapaoueoIeIeVersaou„euaueapseguawvoy„sepeweIIseI
Uodsopeur6ruoSOA»InoapseprpvadseIauqosso~noIeosoy"souanbadsaIeqa6PAsoAr
yInosoIavqosoAIodapseguawvogseI
apepodapogoayaIauooseparooseaguawIroepvasuapand'au
—reIaUodopegvodsuev~oIansIapse~r~srUagoeveosegsg
oIansIaparorgvadnseIaucIOSwoppe
apedeoeIuaeppvguaorrovepsaauraIavodepeyvodsupvyoIansapeseweIapaavpdUOÁeweqevuar:~eIPIe&uaoauraapeurpÁnwedeoeunuaseprpuadsnsUe&sa'ovyawprpapwwypapsouawapseur
gseInorgredseIÁopvepovasuaAoueuapuaryaula
awpIpaprrwg'6apsavoÁewsouewe"PIrseInorgedseq'sequeI
ncIUnyaurvapsaquervvooseIaI:eyoavrI.-uorsavdeIor'eqOIans
el matev i al que pr opone. ona I as cavacteví st ices de repe I ene i a
al agua en Ios sucios. EI meter i al c ibve I a supevf icieI as pavt ícu I as de I sue lo que ¡ segór Bond, es pvobab I emente I a
causa por I a cua I I as ar en as son I os sue I os que con mayor fve
cuenci a pvesentan I a cavacter íst i ca h i dr ofób i ce. Los sue los
que t i enen par tícu I as ccn una ávea supevf i c i al mucho mayor,
di Iuyen el matev i al vepe I ente al agua, hasta el gr ado en que
t i ene poco o ningun efecto.
Kvommes y Osbor ne, en un estudi o de uev*i antes vec i en*e-
mente quemadas, muestr an que e ) ó0¡o de I ár ea invest i gada te-nía una capa de suelo repelente al agua o difíci I de moja& .Descubv i er on que en todos los casos, a excepc i on de uvo, cuan
do se apl icó un suvfactante pava me levar la penetvación del
agua o la velocidad de inf i ltvación, la erosión disminuyó si@
ni f i cati vamente. E I promedio de todas I as local i dades y por
vav ius aóos, mostró apvoximadamente un 50Íó más de pér di da de
suelo de los terr cnos de las ver tientes, lo cual indicó una
pérdida dir ecta r esui "ante de los incendios en los bosques y
I a formación de sueles h i dvofóbi cos.
Se ha estimado que más de 1 000 mi! lonas de yar das cób i-cas de sedimentos ce depos i tan cada aRo en I as pv i nc i pa I es
presas de los Estados Llni dos. En otr as partes de I mundo, con
grandes cuer cas t Iuvi alas, la cantidad de suelo perdido en es-
tas áveas posiblemru. te sea de la misma magnitud. Los efectosde I a ar os i on de estos sue los no son só lo I as pévdi das, s i no
también el costo de I a el iminación del sedimento de los depósi
tos, el dvaqado de ios ar voyos, sin menc ionav la estetica y
los efectos sobre I a vi da si lvestve„
lln infovme de Glymph y Stor dy, indica que el sedimento y
e I agua afectan adver samente a Ios peces en di feventes mane-
vas: obstvuyendo los bancos de desove, veduci endo I a penetra
241
'SOAI+IAGSoj apojjoJJeapIaeJedsciJesaoausooisvqsayuaiJynusojap soun6jvuvuiwijaanbapsewapv'pept~tyoeotpeJAsepto,basad apSBJopeyJodsueJyuossoguattttpassojanhopejvuasPLIac
(CBJOJ6iLjdwétp)pvylweje an6ajjsoyuawtpassojopuenoepeZoapvayuaweiJaseJB~asafeu aoewjeapsopisoctapsofBIAsojappppIII@npq'sopuawipasap vpejnwnoepepiqueoejopueiuawneenawJQIIUQGopuaionpauuew assoyisodapsoq'said-BJGeBpsauojiiw@g'aguawvpewixoJdeapjeui6iJApepitovdeoeunisauai~soxsqoueapeosajejotgiy Jesogisodap'ojuasogttawipassojeopiqapafeuaoewje,iodep pJadapoipawoJdaLleJgsanw'solpsig6juasopengoayasoy -uaw,pasofBJqossauoioebiysawutsejapsopegjnsaJ'oq
soplpuadsnssopljossojapuo.oegttawipasCuoioejroojy PJedoiuvsaoauBJqwnjejapuoioonpa,ivjapaguaweoiseqeiJp uagqoasG.lJoqejz'soio.!Jesojapuoisuadsnsuasopijossoj ua-:fjapuoconpaJvunvJvJ6ojasis'sauoje6apuojj!siep -PGJocletlftvjapo/u!tItl!P+P.I~~apog.GJjaUa~!QjjapQJJoLIPUfi
JBUBZpIpoclasBAI3QJjJolUBassotlpsQUA6IeBoaLjQqoagoIpnom saunugjesJaw!uneoigot.idvuniseosasopijosSQJ.joXsoy uawipassojapuoiovu!Wijovje.teduoioeJgj!yeq'en6ejeog UaIwegpJQapocll+Ull6jvUeoI
jdpsoplujjsoppgsgsojUasajpiGipJadnssen6eua/nqtJgsipanbsoiQiwJBSsaguaJayi
psojBp"sajedioiunwsojtGIAJassojvJedvn6eIapuoioeoiyiJndej apogsoojasa'en6PIauao¹uawipasjapewajqoJdOJyfj
agvovejan,tgpj'appIG-iuepunqeeja&ttawepeoJewopionpa.iuvLj'wdd6cnjjyapsauoiGeJy uaouoouavuiLjoeueIBGJodapsaJBjjeq.sojapsayualuanoJdsop —ipuadsnssojanssoj'vJJagejóujiaBAI~uvtuloLUj'soguawlje sojJv..lQLIOGUBvyiAo'
.Iipasanftvia!iplliBppppI
jIcjIsIAejop -uaiGAPBJXsaJadsojeJvdsoyuau»tesojueoznPBJBSanbeJau -vwapen6PjappepiLigonpoJdvjopt!BXA!ttwsip'znjejapuolo
Qtvo pr ob I ..ma asoc. i ado a l I asado supcr f i c l al por el agua
de ! Iuui a, es la perdl da de matar i s o"ílánice por medio de la
er o si on. I os estudios dc. I conten i .Io de matl-. r. i a ovgán i ca de
los sedimentos !~al«demostr ado que I a el iminac ión de ásta pov
l a er os i ón, rlcuv. n en cas i C i ncc& veces e I ni se I
el suelo or iqiral (Mannevion y Rertvand). Fsta
ni C — corl*i ene c varldes cant i dades de nitrógeno y
estudios demostl av. , n que la evosión de! suelo r
encontr'ado ell
ma*evia orgá-fó "..fo r r« . Lo s
emov ló pl"opot
r aspecto al
gt ar l cant l-egua de I l uv i a,veces el con*ede ias concen-
c i ones mayor es de ' imo y ar c i I l a que de avena,
conterr i do or i g i na I riel sue I o. E l r asumen «le un
dad rote lnfor mac l ón l ndl có que e! n l tr o ceno del
inc luyendo ei agua más los sed imentos, í ue !.'jnido en el suelo or iqinal. lln vesumen imi I ar
par s ca!cu I av l as pévdi das en los sed!mantos.
tr'ac i ones de I t ósfor o di spon i b I o en e I sed irsento, rnostvó que
eva 3.4 veces e I conteni do en e I suelo ov i g ina i, Las pár di-
das vel«ovtadas de potes i o en los s..dimerltos mr estvan basta
] g «veces ' I con+en i 'lo en e I suelo o 'l g ina Las pevdi das
de o+vos e lr menro no Flan sl do l nuest l gadas con lista l le como
F! Conteni dio d., fósfovo en l lis sedimentos es de impol + en
c!a fl nda' ll«tal, ya que con fveo: evc i a está asoc i ado con I a
eutr of i cac i ón de I a!ua super f i c i a l . id! I l i ams y co I abor adoves
evaluaron I a capee i dad de adsovc iorl y desor c i ón de sedimentos
I acustr es ; encontr aren que los I acustves no ca lcár eos gener al
men*e absorbían " retal'. l an más Fósfovo inor gán i co que los l a-
custr es c ll cáveos. Los sedimerltos que adsovb i evon I a mayor
cant i dad de fósfnr o tel«dl an a l ibevav I a mencr. cant i dad duran-
te una desorciún srbsecuente. No se observó relación alguna
entre '- :,«lit! dad de Fósforo anadido a la solución y la canti-
dad ad-c«bi da„ i n li canrlo que ex i ste url nivel máximo a ii cual ya
no es pos ; b le mayo, adsor c ión de fósfor o en los sedimentes;
pov lo tenle, el resto queda I ibre en Ia solución pava sufviv
otr as r eacc i unes; I a pvec i p i tac i órl comal erl e I I osf ato de ca l—
cior fierro soluble y aluminior dependiendo del pH de Ia soluc i6n. De cualquier forma, no encontnar oc ninguna ve I a.. i ónconsistente entce la eutr of i cae ión I acustr e y I a capaci dad deretenc ión de i Fósforo y conc I uyenon que e I es+ado de euccof i-cac ión no podía ser exp I i codo exc lusi vamente con base er I acapacidad de retenci6n de Fósforo por los sedimentos.
Van ios individuos han invest igado las técnicas par a pre-venir o contnolar el lavado supenf icial del suelo por el aguacorriente de lluvia pana limitar I a cantidad de sedimentasque se pierde. Bvaude, en la l!RSS, encontr o que las p I anta-c i once de árbo les en las I ader'as er an de u+ i I i dad en I a pro-tecc i ón contr a el viento y I a er osi ón pon el vi ento y ademásrse protegían contra Ia enosión por el agua mediante hilerasde 5 ó 7 ánboles, la velocidad del viento disminuyó con vn
promedio de 4S a 50/o y la accion nociva de! agua cc& viente delluvia sobve el suelor se redujo de ~ 5 a 50';V. En el infonmede Eren se indica la función p. otectona de Ios bosques en lareducción de la accbre el suelo y la eacci6n nociva parafue de, 14 y 737.,
ion nociva del agua conriente de lluvia socesión. Con una lluvia de 50 mm/!, r dicha!as cubiertas bcscosas de 75r 37 y 10¡x,
r espect i vamente. E I suelo er os i onado delos tnes niveles de cubierta boscosa fue de 0.05, 0.5 y 5.55tonel adas pon acre, vespect ivamente.
La acción nociva del agua conr iente de I luvia y la pérdida de suelor están íntimamente nelacionadas con las propieda-des f í s i cas de di cho suelo. Si n embanqo, panece i mpnobab I eque I as var i ab les de I suelo que se t~mar on en cuenta en eltrabajo de Bertnand y co I aboradores¡ sobr e e I cá!cu!o de I apér di da de suelo deb i do a I a acc ión noc i va de I agua corr !entede I luvi a, puedan ser manipuladas por sí para controlar laspérdidas. !rin Factor cl aramente olvidado de I a I i sta de variab I es de su es*ud i o es I a cant i dad de agr egac i 6n nesu! t ante dela descomposición de materia ongánica.
V ar i os i nyest i gadoves han demostvado que I a matev i a ovgá
ni ca mezc I ada ínt imamente con el suelo es efectiva pur a vadu-
cir la per turbación resultante de Ia I luvia intensa; por lo
que, veduce la pérdida de suelo debido a Ia erosión. Hayes
realizó un estudio en campos plantados con maíz y estimó que¡
utilizar do un "método de acanal am i ento" por medio del cual solamente una pequeña porción de I a superficie total del tevr e-no es altar ada y con 6 000 I ibr as pov acr e de residuo de maízen I a super f icie del suelo, I a er úsión inducida por el agua
se redu jo en un 90' con respecto a I a de los tevvenos conven-cionalmente planeados de maíz. Encontvó que más de ó 000 I i-bvas de res! duo reget ul (maíz) no aumentavon mucho Ia efecti-vidad de la cubierta vegeta( pava cont-olor Ia erosión del
agua, " pero que, los de gr ano pequeñc y i os r es i duos de soya,fueron apvox imadamente e! ciob I e de fect i uos que los r es i duos
de maíz y e I ves i duo de tuvba fue aprox imadamente igual de
efect i uo.
llannev ing y Meyev compar ar on tr es métodos di ferentes de
manejo de I as cañasde maí- par'a medi v su efect i ~ i dad en I a
pr euenc ión de I as pér di das de sue lo debidas a I a evos ion pov
el aguar ] ) Las cañasde maíz de pie, 2) I as cañas de maíz
desmenuzadas y 3) desmer, uzadas y di sper sedas a I a vez. fn-contvavon que e I método 2 fue e I más efect & vo en I a veducc i on
de I a pér di da de I sue lo debi do a I a acción nociva del agua co
vviente de I luuia. Pov lo tar to, se concluyó que había un
conteni do de suelo inter nov en I as covr !antes supevf i c i a les.Las pévdi das de suelo en los ter renos con cañasde maíz desme
nuzadas y di spevsas, fueron intevmedias entre las pér didascon carias s~lamente desmenuzadas y las que existievon cuando
no estaban desmenuzadas.
Smit h y Hender son encontvavon uue durante un pevlodo de
seis años, Ia pévdida pr'omedio de suelo pava cuatvo añosde
245
cu It i yo de maíz después de dos añosdc cu I t i vav pasto y tr é-bol, fue de 47~j' de la pér di da de :.e!s añosde cultivo «onti—nuo de maíz. En un expevimento en Otawa, Ripley evcontróque se per dían 264 toneladas de suelo por acre en un pevíodode 12 añoscuando se plantaba maí= arviba y abajo de Ia pen-diente; mientras que sólo se perdían 41 toneladas durante elmismo período cuando se p !antaba el maíz en contcr no o a tvavés de la pendien+e. Bajo la misma serie de condiciones, I aalfalfa cultivada continuamente sólo perdió 0. 1 toneladas desuelo.
Los estudios hechos por. el Sevyicio de Consev& acic n deSue los áe I Depavtamer to de Agr i cu ltur a de los Estados lino dos,han demostvado e I efecto de I as pér di das de sue I o deb i das aI a etc ión de las corv ientes supevf i c i a les en I as I I anur asque ter íen ; av i os qr ados de pastoveo. En I as ar eas que t i e—nen pastos acep*ab l amen+e buenos y buena densi dad, I a pévdi-da de suele, a I añoes manov a 1 000 I ibr as pov acve. En lospasti zales en que hay una mezc I a de hierbas y pastos con densidad media, la pérdida de suelo es ligeramente menov de5 000 I ibvas pov acr e. En e I ár ea donde ! as h i er bas anua I esfovman I a mayor pavte de Ia vegetaciódad, I as pér di da. . de suelo pvomodi an
y hay una ba ia densi-15 000 I ibr as por acre/
tr o ninquna pévdida de suelo después de 2zr pulgadas de llu-via sobre una pendiente del 10¡o. En los pastizales con so-bvepastoveo hubo una pévdida de 160mientras que en el suelo desnudo huboI ibvas de suelo por a ve par a las misvi a ~
ibr as de suelo pov acr e¡una pevdida de ó 800
mas 2z pulgadas de llü-
año. En los ter venos de pr ader a con buen pasto no se encon-
8. PROBLEMAS ESPEC I RICOS DE SALUD RELACIONADOS
A LA DEGRADAC ION DE LOS SUELOS (1).
8. 1 La contaminación del sucio or a entes infecciosos bioló-icos. Los agentes b i o lógicos que pueden contam i»al' el suelo
y pr ovocar enf ar medades en e I hombre, pueden c I as i f :. c ar se en
tres grupos:
~ Los mi croorgan i smos patágenos excretados po" e I hom-
bre y transmlt;idos al hombre por contacto directo corl
sucios contaminados o por el consumo de alimentos cul
tivados en dichos suelos (contacto hombre-suelo-hom-
bre)
I os m l cr. el gan l smos p a tógeno s trallsm i t i dos a I hombl l-
por contacto dice to con el suelo contaminado por los
desechos de animales infectados (contacto animal-sue-
lo-hombr e)
Microorgani amos patógenos encontr ados naturalmente en
el suelo (cont. úc o suelo-hombre).
8. í. l Contacto hombre-suelo-hombre. — Las bacterias entér leas
y los protozoarios pueden contami na" el suelo como resultado
de prácticas de disposición de los excrementos no sanitariaso como resultado de la fertilización del suelo con el conteni-
do de las letrinas que sirve de abono, sedi mentos de las aguas
de desechos o por irrigación directa de los cultivos agl-ícolas
con aguas de desecho. EI suelo y Ios cultivos pueden contami-
nar se con los agentes bacter i anos del cólera, sal mone I Iosi s,disentería baci l ar (shigel losi s) r t ifo idea y f iebl e car atlfoi
(1) La O„M.S. contr ibuyó con esta sección.
247
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'=! mi sr, ,)or) icé bser vó '. d r e!dr i oii di( d - d entr é. I- cine
mi y & a t tfe ( i ó!', de I a lombr i z intestinal y en mon«r gr ddo
atr ;;.' iii!e :c i )i!a= he Im! nt i «ds, aunque i qnor adas dur ante nii-
(!Ins ahos, ahnr d se !ia ciceptada qener a lmente. I ;. i lit ecc i o-
lle l m l nt «ds piiedeii pravocar pér di dds de h i erro, prate ínas
ntr. ,)s (i!arder!! Os esi ric) i a I es c!e los (& lóbu los ra„ias; as imi smo,
pl c'n«dl' und de! !c.te ic i d ei) Id dL sol c loti (le s!as sUs-
! Il !gddo c tel;er otras ei eCtOS pata I ó
d )sr, ;".i i ;- !o!i puede ser l nétuc i da o a«ir av add poi" I ds
=(C tan(: ', . !(Xí rit i c as, va c&ue I ds lom! l i ces p(lee!en rio só lo
.. «o (! ic. ! :' s i i".) . ' O(ir. :. qUe se sdl3e qiie l ll te«f I el é" ;"I cat1 I d d Í gas
I ín («e I ds pr at eínas, pero e I I ds mi smds pueden comp( t i r con
lluéspedes y dbsor ber nutr i ente - e»ene i a les y medí ante he-
il al :"dg Í ds) pU(. den pt avocar' pél di (lda I ppvl tarl te. qlie dUS!é nt di)
ll()lilac!d' l'( l)u r l t I v dS.
L(3s rr ir(aer:is tentat iv(!s pdl d «ut) .ío I 3t ! I íll i
ce!�
' n c!e
I a.- dtlqul &as ()Il('S Se t ll I C l
U, ( IX! :O (.i)ltsl d 'l (1!)Ie Ld
dron en m i r. as (!e Eur una v se i o(Ir ó
di sposi C ión de los serv ic !as sani—
-,'. Oi- io . ) é. ! ti. ,3t 3miento Je !as personas infectadas redu jer on
! d ii)i. i cisne i d «!e I d i!l ccc ión de los )nc&ui! ostomos y I a enfer
!»(d3(! hds! d un pulito en el que ahora es insignií icar te en ese
«:-n i ner + e n ) ce)c Í ón c!e c i er t as par .es de Portugd I y ent i-e
I )s .rabd jd(i)i es .)(3 "ícc) las en ¡tal ia. »in embal gc, e i Id !ra-
par te de los lugar es en e I que el C I imd i s f avoi. db I par d
i( mbr i = Í ntest ina I lla hab i do poco camb i o eíi I a i.", : i denc i a.
p«c- cric Í ón c!e !as i n fecc t oiies lle Imínt i cas tr dnsmi t i-
poi e& "(ue lo es en gr dn parte una cuest i ón de I . di spos i—
i () ! . *In Í .. .' ! d 'ie I excl emellto (' é n a(tas lo„pl()gt 3 „ t ~ le con
-, :-,; I ; ('.. )!o dicb ".el!el una el evada pr i()r i !Id. Aútt en I ds na-
: i.inies e«, .nómi cdmente ade I antadds, I a di spos i .. ión san itar i a
ét(*u(!s d«des(. . "ho di sta muc!)«: de er I a adecuada. E I
'" ; (c(t(l i eílto ouimi «o de I cont en i dc de I as I etr, nds y de I agua
249
de desecho es técnicamente posible; sin -.-mbargo,c I a qu I lll i casson caras v c!)Il f recuenc I a su ap I I cac I on I!o espráctica. Es di f íci I matear los hueveci I los y las la! vas enel sue!O¡ ya que los huevos pueden ser tr anspor tados haci a elinterior del suelo por la I luvia o las larvas pueden emig! arhacia abajo, de maner a quc están protegidas por t!-e o máscentímetros de suelo. Deb i do a esta razón, muchas de I as sustanc i as quími cas que matan los huevos cuandc se ut. i I i zan hajocondi c i ones de I aborator i o, no son efect i vas cuando se ap I i-can di T ect amante en el sue! o.
E I conten i do de I as i otr i nas, I as fosas sépt i cas, lossistemas de a l cantar i I I aoo o los ef luentes de. I as p lentas detl atami ento de I as aquas neqr as, con f!ecuenci a se ut i I i zanpara I a fer t i I i zación de los cult i vos. En las áreas con ca-rene i a de agua, I a recupe! a: ión do I agua oe desecho pal a I airr i gacion cor. trecuenc i a pr opor c iona una va!!osa fuente adi-cional de abastecimientos de agua¡ pero a mer!os que se tomenciertas pT ecauciones, estas prácticas pueden ser pe I i gr*osaspara la salud públ ica.
La lombT i z intest; ina I y e I ásraT i s, así como otros he I-mintos, pueden sobrevi v ir durante un período r el at i vamente,prolongado en el suelo y contaminar los cultivos vegetalesque se consumen 'in cocer. Además, los parásitos protozoa-rios .. Ias bacterias entéricas patógenas como el Entamoebahistol tica¡ pueden contaminar el suelo y los cultivos ron tales prácticas. Par a fines prácticos no se puede suponer queaún una p I srta de tr atami ento b i
b i e~ oper ada pued«. c., ns i ste! temeológico de aguas de desechonte eliminar más del 90/a de
los organi smos pat ógenos presentes en I as aguas de desecho, amenos que se apl ique una fuerte clorinaciór. . Los procesossi, llp I es col..o I a sedimentación prd. I 30 «! I 4í!¡~~ de los microorqani
imar i a, pueden el iminar sóloSITIO S,
250
8.1.2 Contac+o animal-suelo-hosbve. — Existe una di vevsi dsd
de zoonosi s par a los cuales e! suelo juega un papel impar tan-
te en Ia tvansmisión del agente infeccioso del animal al hom-
br e. lln Comité de Expertos de I a OMS-EAO ha infovmado r ecien
te y extens i vamente sobr e este pvob lema. La I eptosp ir os i s,el antvax y Ia fiebre-Q, s transmiten de esta forma.
La leptosp irosi s ahor a const ituye un pr oh lema fundamen-
tal en todas las par tes del mundo. La di, eminación de la lep
tospivosis está relacionada a condiciones ambientales especí-
ficas par ticul avmente las que tr ansmiten los animales, el
agua¡ el lodo y también el hombr e. Los animales y el hombre
susceptible, que se desar vo I lan en tales medios, estan expues
tos al agente y pueden desar r o I I ar i nfecc i once que vav í en de
una r espuesta inapar ente a una enfevmedad fatal fu lminante.
El número de casos vepovtados de antvax en los humanos
es vea lmente bajo compava, lo con otros zoonos i s, pero esta en-
fevmedad todavía es de impar tanci a tanto como enfer medad huma
na como debido a su impacto economico sobre Ia pvoducción
agvíco I a y animal . La fovma en espor a del Raci I Ius antvac i s
es muy r es i atenta a los productos qu ími cos y a i nf I uenc i as
ambientales y puede sobr v iv ir dur" arrte muchos arros en c i evtos
suelos, así como en los pvoductos animales como los cuevos,
el pelo y la lana. La contaminación pesada del suelo existe
en muchas áveas de I mundo, pavt i cu! avmente en As i a, Euvopa Me
vidional y Afvica; otvos países +ienen "Distr ito Antvax" gran
des o pequeños, pero en gener al los pvob lemas antr ax son me-
nos ser ios en e I hemisf ar io occi dental que en o+r as pavtes
de I mundo.
La f iebve-Q es ocasionada pov ol Rvunot. i
(Coxiella) y está veconoci da como un problema
salud pública. Una investigación patrocinada
r ickettsiaimpovtante de
por la O. M. S.
2S1
(.»
SPj)tJPSvBIvSPfli()Df(!SOj)v(JodeJl'lfGS.SP'lIlllaf)LI~SPI)IPDBSDUI)Ctúlv)sefajotIvl(.ltteludspso133ogiisef&vf))lit)
—!Jdsl'.jdJ+DeBQLIPJaf)t!Dde.lcl,lvt)l)funPdl)38/(D)allsfij)uoll)t&tlIllV&'!03t
¡I&PPVICID&l'1&B,,]lia)Vgs),I.O)Illlof3Ioir)I-))d)V
f
oquetwvuaii)nuejajvqvIj&c)&úutaúuenEEfs)GnbsojitawfPSofu'SPJDdseBj&(&)I&jod)iLIE&oú(laIII)I3)J.))Jo(jpw.lo)8vut&(ogL&qsafvú)iupsufaj&fvuilj&sagutoú3v.lgfa(ofensfallossclllsIUP6IosufBj&.Dglso(laj'sof''úln(llfnsocjúl(1IPIJgsofQJDelsp.(!Il)nf)oJ(jspuvIvd'$.)v(]svilixo)slflc)dDf)83DBDid)jp'fpp
.IasP..ti6affGL&an(jBrlt)oLuerwvueiia)uaLnsdowstfno(j
'SDi)Pillo(jXSef'=úlIUPSO$-uewai»&esofo'o)foI
fl)'ofE&nsf8uos»&&ll)33gutaf)spgvij)awuisayuDnjs&qsoffv&jvi&sofGyuawfvi(&adsa'soj)pg3agutsefpw—IUPJOCfOt!V+8.13sdS)tuv)88úlrlIf)IJ)SOf
'1OsoI=38$UIGúuat)p'fue(IIPDI(jDJGLUv':)38.1(&l)nf&OLIP;81jaj)Of13P(jfapPUI&lo)PfJod
pf.»3nj)uiE)Jcfwoijfej)Ef)n61)p(&f)eúllayuapunseoupgey
'sofdnsSofueOf)vf»v()&llaúidtu)',inaJyua«juv}'Wnf)Ij»rvl)ú!IijJ —l.l+08'«ll)stUP()lofduo)i")"I)D.Vf)vj)aúlJd$UBVJ+OS)SIsoif3—I..iEOB)V''f'Svf&I
fV3'.F!j)dúnijSPG„IPSPfu)llnlúodPll)-BJvdanf)stsoft6JGdsLej)o&iigilriGpGguvsnvnoo316ofotyaag-U86Pf8SGdnf))Sngvl)IW(1)Sf)ffIr)J')(S)(rSGDj(llilaf8ujf'apilel(j
—&upoIj&aiufaj.sdj&pfivJe.Uaj)(&nd8,1(jwo(jfeVJvdsoua6otjvd
afuawjPI.)Uego(3sor)uolfsDjent)&)f)PPIl)UGPIha..Ewof&vfllllln3RUPlf".s.Dupsoúit.t
&r)sofE&gin:Jnq—'BJfúroi„-of1&rlsogc&v&llon
,(ofanssof&oiJe(j)o6JPfagupJnpdiwIGBJ(josUapand
ua,&Gtj&8fpful)saque.aJ&iUE'basapiscfgaq3tjfsoy 'f)vpewJegflPfdf)PIl)udsaJdV.fIPQ()8tapJaf)odUISOj)86IQSG&(ill
Up(jsduoll&p(lspc„i)pn&spun.Uaojos(sa@UBUtQUD3GJUIJsofLles8sIvdr&c,Gj)sPtúU3Uol.)3agilIof&PJQsowLIPlfsopv3I
f(jnds8W,ID] -UIsoI&oCsasIvd7j'u&
p—&J(faljvjBf'LIDl3ncjrJgsIf&Vjad(jos
y semi év idas del suroeste de Ios Estados lln i dos, México, Amé-ricaa
Central y Amér i ca del Sur. I as espor as a!tamente infe«-
ciosas de Coccidiooes imstit i s se encuentran erl las pvimer as
pu lgadas de I sus l«y en gr and "s & ant i dades en I a vec indad de
Ias madr igtter a., de los ro ..dones. En el calov del comienzo
del verano, el viento pertul ba B I polvo de I a super f i cie y Ie
vaAta !Bs Bspot'" as Btl B I .. I t «. ~
8. 2 I a contaminac i én del sue~lo or agentes i u ímicos. En los
ultimes 25 años, I a ut i I i zac ién &Ie pest i c idas y her hi c i das
qu ími cos ap I i cados a sue l os y p I antes, ha aumentada enovmetnen
te, El l IB&leño- pa I se s I a agl t c&l I tUra sB ha, &sello depeAdt BAte
de Ia uti I i=acién de tales sustancias pava mantener los eleva
dos ni veles de produce ién t*equer i dos. A I &tunos estudios re-
c i antes que tr atan los pvob I esta . de I a cont ami Aac i on por los
pest i ci das señalan que los r es i duos de esté&, sustanc&i as qu'mi
cas qUB Ftpar'&'cen en I Qs al ll&, erlf os p .Ice I con sultlo hUAlarlot p&le
den pt'asentar' 'pe I i gr &t p tr a l a salud de i hombr .', aun&;".Ie hoy en
dl a &ay poca «v t dBAC t a d«. que I a ..olttam t tl c t Gll «le los sustos
por sí hava des. mpeñad«utta I une i&i&t s i gni l'i cat i va.
Muchas «le estas susten«! Ss q» ís' i -a«n&l se acumu I an en e I
suelo, ya que ett C;to«t ién dr mese. o en ;.:; añG G do, son des
tru i das por '. Ss ' a&-. tel- i s&s &Ie I suelo, n&!nque c i Bt"tos hi drocar-
buvos c lorados y compuesto. fen&lxi c ll&r ados per si s+en en el
suelo, pueden retener se adsuvt. i &Ios a I us ar c i I I as y I as fr ac-
C t Once de llutAU de I SUB I G que p& «. &' t B&le&l B I étt aqU' pol' I OS lm t
cr oovgani amos. Erlt : e los insect ir:, i das, B I DD I y D i e l dr t n han
demostr ado set re i sterttes a I a d-.gr adac i on b i Q I og i ca en e I
suelo. Mi entvas &u. &t! hevb i c i da 2„4-Des destr ui do r ap i da-
mente po, mi c& &tot gtani . mos de I susto, &. I 2.4. 5. -T, t el acionado
estr ech amante, per manece i nt a&-to dut. ante per t ouos mayor es.
COWSBUOIQPJúue&n&00UOO-I'38dsB::.='!BAipUeOUI'6JoBppPp-eIJPAvl
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QUGnóiinsSe)UeúIsIQ»E»iIIQsedsoIGn&iiaIítG(&P'86
ba alas. Las nitr osaminas se tur man químicamente por I a inter-
acción d- !os nitr i tos u ósi dos de nitcógeno " las aminas se-
cundar i a= a va!or es ba ios de p!I. ! alas r eacc iones pueden ocu
rr in in v i tro en e.', jugo gástr' ice de di ver sas especies pero
tamb i ér. en vi vo en e I e .tómago de los roedor es. E I reemp I azo
propuesto po" los Fabr icante . de los detergentes fosf atados
por los compuesto- de nitnógeno¡ como e! ácido nitr i lotr i acé-
t i co, puede tener como r esu I tado e I aumento en e I conteni do
de los nitr atos en el agua y el suelo.
8. 3 Los matar i alas r adioact i vos. Los maten i alas cadioact i vos
pueden I legan a I sue Io ) acumu I al se ah ír ya sea Qe I a I luv i a
radioact i va atmosfér i ca o pc c I a di soos i c ión de los desechos
r adioact i vos I 'iqui dos o só I i dos de los estab lee imi entos de in-
vest i gac ión o industr* i a les atómicos. Los tres r adionúc I i dos
más impoctantes con ; idas media I asgas pnoducidas pon la f�-is ón nuc I e sr, on e I Oar bono-14 con una v i da medi a de 5 ÓOO
años, el Radie Estnonc io (Sr'-90) con una vi da media de 28
añosy el Oe.rin-13r con ur:a v i d s media de 30 años. E I Carbo-
no-14 nonma lmente se encuentna pr esente en el suelo y par ece
pcobab I e que I o, camb i o s en I conten i do de 0-14 de I sue I o se
r ef I ejen en ! a campos i c iór; de I as p I antes, ya que !as p I antas
obt i enen !a mayor par te de su carbono rle I a atmósfera; no de-
ben í a I.aber ningún et cto adver so sobr e I a f auna de I sue I o
que se al imenta en gr an pacto de esas p lentas.
I
Las .oncentr aciones de estroncio r adioactivo en el sucio
son gener a!mente ora !unción de Ia cantidad de precipitación,
ya que este elemento llega al suelo básicamente pon la llu-
via, Oentco del suelo, ei Sc-90 depositado se mantiene f'ir-
memente por las Fuerzas electr oestáticas en ias p"imer as pul-
gadas de I a capa supevir» del suelo. Si el suelo es erosiona
do, los r adionúclidos depositados secár~ arr astr ados lejos jun
to con lo sedimentos y la ancilla. El cesio radioactivo se
255
mant i ene aún més f!vmemente e:«' I sue I o que e! estr ouc ~ o, tan
to así, que vi vtualmente no esté di sponib l e pava I as p lentas
y pvobablemente r.epvesente algún peligvo.
Los niveles de va
s itados en e I sue lo po
diación de los pvoductos de fl--, ián depo
la I luvi a r adioactiva en lc= E. :' a íos
L!ni dos de Amér ice, son de apr ox imadamente, e I mi smo or-den de
fev ior que I a vadi ac i ón natuv =. I de I s, c
s consider an que hay evidencias muy I i—magnitud o un orden in
lo. Elucha . autor i dade
mitades hasta I a fecha pava pr obar que este aumento en I a r a-
di ac i ón podv í a af'ectav a la fauria del suelo y a sus pvedado-
res, pero e I aumento en I a I Iuv i a r ad&oact i ua podr í a con e I
t i empo traer como r esu I tado que I a ccnt am inac i ón de & sue lo
I legue a n i ve I es suf i c i antes como pava pvovor av gven pr. eocupa
c l on
La disposición de los desecho : radios ti ~os de las inst 3
!aciones de enevgía atómica, pueden pvovocar niveles r!c conta
min ación de los suelos en cievtas áveas locales, alcen=ando
concentraciones que pueden presentar pvoblema. pava la salud,
menos que se detecten y contvolen ruirladosamente, .
&~, 4 ' a contaminación del suelo nov los desechos sólicios. río
hay duda de que la disposición de los desechos só!idos„ ade-
más de las sustancias químicas -qvícn!as, presentan Ia fuente
más importante de contaminacinn del sue!o y degvadación de Ia
tievva. Los desechos sólidos incluy» r a la b ~suva doméstir-a
y otros mateviales sólidos de desecho, como aquéllos de las
oper aciones comerciales, industriales y aqr ícolas. Los ,lese-
chos domésticos incluyen al papel, cavtón, m&tales, vidrio,
alimentos, ceni-as, plásticos, madera y otvos materiales. Lc s
desechos comevciales incluyen Ios desechos de los mercados,
tiendas, res auvant es y oficinas. Lus desecho industriales
compvenden una amplia w aviedad que vavía desde matar. ialr. s co:n
p lata!!!enl &! Í ne! te s com(t es e! :at!'f. Onut o &Le ce I c Í o hasta cottt-
p!!estos e%ti'emadamleAt"- tót&! cos,
EI cvecimiento y divevsidu&1 de las op(=va(. iones industvia
les junto con el desar r o I lo '. .ecrto ló(f i co váp i do, ha ten i do co-
mo r esu ltado un aumento cuna i der' 1b i e tanto en e I vo! urna!t como
en I a comp le i i dad de los de -echos só I i dos. Los desecltos só I i
dos se producen tarsbi kn en g¡r andas cant i dados por I a min vía.Los desechos aqr íco I as se der Í can de I a pvoducc i ón y pr ocesa-
miento de los al imentos y otr cs cult i «os y de I a cv ."u y matan
za de I &fe!lado, Se I eq(t! eve (!Aa mait! pu t ac ÍóA espec t a f pal a
los desechos potenc i a lmett te pe I Í gvosos ( omo aque I I(."s de los
hospitales y de I a ut i I i zac Í 6&! de los matar-i ala. . t adioact i vos.
La cant i dad de desechos só I i do pro&!uc i dos t;o! pet" sena
aiío está aumentando. Ante' de í'fió ap!'Oz is!.tdamente I a p! odu. .
c ion de desechos só I i dos se supcní a que eva de Áé0 a 400 l'. g
por pevsona/orto. E I pvogvesu e!1 f a I &tvma (t u t da y e I auge
eA I a -onstl'ucc! On e I au!ll&rito eri 'I S,tdc1u I s!c t & lt de b!eAes de
consu!So y I a uti I i ación de .=., intót icos, han (.onf. r if u Ido a ur!
aumerito e!t I a cant i dad de desechos uvhanos, de t!aneva que e I
pvomedi o actual en los pa í ses industv! a I i z sdo —. As pvobab lamen
te por lo menos de 700 Kg por pevscnc ' 1:!o. E I aumente art tal
está er!tr e e f 1 y 2",o. Estos datos Ao vef I e jan adecuauamente
los desechos só I i dos adi c i ona I es p'oduc i dos por I a agr t cu I tu-
va y I as gr andes opevac lentes i!!J&!s+r i alee, ni t ampoco cor s i de
van los contaminantes s6 I i dos que cada ua. más están siendo
separ ado:. de los desecho. =, I í(fu i dos y ga-ec sos por me jovas en
lo. procesos de tvatami ento.
La di sposici6n en I a t ievr a de Ios desecl os só I idos ur-
banos y aq- í co I as puede sev eí ect(tada en una Eovma san i tar i a
de man( va que se ! eduzca &! I mínimo I a contam Í nación. E I en-
t i er r o cont o I (tdo de ta I es desechos en una fosa de composta
257
sanitar iar cuanclo se planea y ejecuta cuidadosvmenzer puede
pr avenir I a contaminación y conduce al mejor ami esto de I asár eas de t i e" r as pov !os desechos. Sin embar go, los pr oL!a-mas de contaminación de las aguas subtevr áneas pu. den vesul-' av de un ve I leno inadecuado. La conuer sión de los desechossó I i dos, pat't icu I avmente aqué I los que poseen un e levada conte
, ido de meter i a ovgánice I a fo.,a de composta puede gar ant i-zar en algunas ár eas de I mundo un método sat i sf actor io pava
la pvevención de la contaminación de la tievva, así como e&
vetor no de I a materia ovgan i ce al suelo . Dif leven Io* puntosde vista sobve la utilización de la tievva como depósito fi-nal de Ios desechos sólidos. Algunas autoridades sr stienenque las Fosas de composta tienen corzo resultado ei abandovo
de t ier va mal iosa y I imitan un desar vol lo futuro; otr os p i en-
san que algunos de nuestvos vecuvsos de I a t ier r a der:en ;ev
cec!i dos pava r eso I ver I o., pr ob I emas de mane jo de I os de eches
y que con la tFe"asr como elacuoso¡ puede
r an favene i a de los desechos so I i dos a otr as esaire por la incineración o al medio ambiente
en el anal i si s f inal conduci v a pvob lemas de
cor tam inac i ón mas sevevos
8. 5 l . , intev-velaciones entre la contaminación del aire,ar ua v t ier r a. Los contaminantes atmosfev i cos como e I po I vo
or gáni co o inor qán i cor los po I ens, l a, espor as de hongos y
otr osr vegvesan al suelo Pov I a Pr eciP itac ión y I a caída nato
va! ie I polvo. Ezi sten algunas ocasiones en que I a caíca de
la contaminación industr i al del aire puede pvovocav una ser i a
devastación de I a t ier r a," pov e iemp lo a l r ededor de I as f ábr i
cas que producen fer t i I i zante : ar t i f ic i alea de nitvógeno.
Los mecani amos bajo e I pr incip i o del movimiento de !oscontaminantes del agua pov la tievr a incluyen la deposiciónde lo - sedimentos, I a ar c i I I a y otr os meter i alea de I suelo y
2SS
res i duos or oéni cos por I as aguas superf i c i a les, incluyendo los
desbor dami cotos por inundac i ón; I a deposi c i ón de minera los en
localizaciones específicas por las aguas subterráneas; la ae-
posición de las sales por' Ia intrusión o desbordamiento de las
aguas salinas; Ia acumulación de Ias sales como resultado de
una Iixiviacián inadec fada durante Ia ir nigación y la acumula-ciónn
de los residuos oor I a irrigación, pov asper si ón con dese
chos domésticos o indu- tr i alas. Recf„&rocamente, «Igunos méto-
dos de manejo de los desechos sólidos, por ejemplo Ia incinena
c iór&r pueden I levar a problemas seni os de contamir ac ión local
del aire.
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259
9. EL HUNDIMIENTO DE LA TIERRA {lj.
E I hundimiento de I a t i enr a provocado por I a extracc ión
I del agua, el gas o e I petnó leo y por I as oper aciones de mine-
'ría subter ránea „seestá convirt iendo nápidamente en un pro-
blema amb i ente! fundamenta I .
9.1 La ve loc i dad ma n i tud extensión c&e I hundimi ento de I a
;tierra v sus consecuencias económicas. Todavía restr inqidos
: a un númeco r e lat ivamente pequeño de áreas, en su mayor ía ur-
banas en la vecindad de campos importantes de petróleo, gas o
acuíferos, ha anteado necientemente a Ia vi sta del públ, ico co
mo un problema importante.
El hundimiento de la tierna relacionado a las activida-
des humanas adquir ió impor tanc i a económi ca hace mucho t iempo.
Ya en 1924, después de una repet i da nivel ac ión exacta, se des
cubr ió el hundimiento anormal de las mancas en el áres del
Delta del Koto, Tokio, pero fue hasta 19ó2 que se asequr ó que
I a mayor par te de I hundimi ento er a provocado por r et iros de
aguas subter r áneas que para entonces habían I legado a 190 000
m /día,3
CI hundimiento de la tierra debido a la extcacción de
f lu i dos se ha hecho r e I at i vamente común en los Estados Un i dos
desde 1940. Otr as áreas de grandes hundimientos de tienr a
provocados pon I a extr acc ión de aguas subter r áneas son: Osa-
ka, Nagoya, Tok i o y Ni i gata en Japón; Londres, Ing I eterna; I a
ciudad de Méxicc„en México, el Delta del Po y el área de Sa-
nee i a, I te I i a, y var. i as áreas en Texas, Ar i zona, Nevada y Ca-
I i forn i a en los Estados lln i dos. Actualmente, I as ár eas que
{1) La LiNESCO contn i huyó con esta secc i ón.
201
vrvesentan I a niayov extens i ón y el máximo hundimiento están local i sed~s =".n :a I i Fo" ; i a. S in emhavgo, puede ant i c i pavse o!edebi do al au!manto en I a industvi al i zación en
consecuente aumento en I a u1 i I i ac!ón de I
algunas ál easagr!a subter'var!ea
y el petvóleo, los pvoblemas del hundimiento se harán más
i.apovta .tes r cxten .os.
en o.. ! o- ca!riposr los estudios y I a inyest i gac ión soi uncl : ::; esto d I a t ier r a se hace: ! en su mayor pavte
de l hund! m! ente de I a t i er va han
I !s!!so i i dav ión
odas, e han oesar ru I lado teo" ías (teor ía de I a cor!co;,!pactac ión del s i eterna acuí fevo) que exp I i can
ser i sfact~~ i amente Ios fenomenos invo lucrados y per miten su. r al uac! ón tanl o en e I I abovator i o como en e I carepo. Ahor a es~~alele oredeciv el hundimiento
mu ho : casos se pueden tomav me
de la tierr a y pov lo tanto en
li das vepavador as. Estas con-ten„en su mayor pavie, en I
, eb lecev ta»to como sea posiblea inyecr ion de fluidos para res
las presiones or iginales. La
expev i e!ci a obten i da en el ár es de I ong Reach, Cal i Fovni a, llSA¡
ssie aspecto ha s i do de gr an
los método ; de vepvesur i zació!n.ayuda par a e I desar vo I lo de
La acción intevnacional ha si do bastante i imitada. TheC: ordinating Counci I of the I .H. D. en su pr imer a sesión en
19ó5 r econoc i ó I a impovtanc i a de i pr ob lema. I..a llRESCO y I a
I .A. S.H. or gani zar on en 19ó9 en Tole i o un simposio sobre e I
hundimiento del a T i sr va„er!e I cua I se di scut i er on ap! ox ima-
damente 70 ponenc i as r aspecto a tocas I as fases de I prob I ema.
E I s impos i o recomendó que se tomavan occ lonas i nter nac i en - les.~ar ', : i ; u I avmente e I abc r ando un mecen i smo par a el intevcamb i o
cor!t inuo de i nfor mac ión sobr e el hundirs i coto de I a t i evvae lebr ando simposios futur os tal vez cada 5 ó Ó»ños
Consi derando los r esul todos de las ir vest i gac i ones r sal i
zadas hasta I a fecha, I as ér eas si caqui antes p xr ecen ser I as de
mayor prioridad pana efectuar una investiqación o acción adi-
c ional cont inua: I a evaluación riel hundimiento tanto en el
I abor ator io como en e I camoo, I a pr edi cc!ón del hundimiento
de I a t i err a y las medidas reparadores par a reducir dicho hun
dimiento.
Como resultado del s impo I o de Íol' i o I a s ígu l ente I nves
tigación puede ser de, especi al interés.
Efecto de Ia carqa multicícl ica de las arci I las y are
nas dentro de la mi sma escala de tensión, en compar ac ión con
la técni -a de caspa usual en
dación
I as pr uebas de t i ampo de «onso I i
Invest i gación en el desar r o I lo de los métodos de cam-
po par a determinar I a compres ib i I i dad bruta aproximada de un
si stema acví fero pat t i ende de I as pruebas de bombeo de acu Í fe
ros; en ambos, el inter va I c* e I ást i co y e I inter va lo p I ást i co
més elástico
lnvestiqacion de métodos mejorados para medir la rom-
pactació» o la expansión «e los sisteif1as acuíferos bajo ten-
sión variable; el d ser rollo de métodos =in fricción par a me-
di r los cambios en 'Ios si stemas acuí fer os ( I asar, etc. )
lnvest i qac ión adi c iona I solhr e I a r e I ac i án entre e I I í
mita I íqui do y el í!dice de compresión. Los estudios de I a
posibi! i dad de ut i I i zar I a. pruebas de I ímite I íqui do (obteni
das de las muestras de per fonac ión j par a conocer las car acte-
r íst ices apr oximadas oe compresión de !o : aqu atar dos
Métodos me, jovados par a determinar las car gas de la
preconso I i dac i ón de los lechos compves i b I es (aqu i tardos) a
pvofundi dad sustanci al
Mítodos geof ís i coa mejorados para indi car la dens i-deo, la povosi dad, el cierre y otr as propiedades físicas, en
ductos de tal advo en depósitos no consol i dados
E I desar ro I lo adi c i anal de Ins métodos de s imu I ac ión
numé. ica y eléctrica para predecir la compactacion en los de-pós i tos compres ib les heter ogóneos
La invest i gac i ón sobve I a impor t ene i a de I
ción secundavi a en I a compactacion f inal de los segrano f ino
a consolidadimentos de
Investigaciones sobre la importancia y la influenc&a
de otras tensiones internas y externas en los sistemas acuíferos. como Ias tensiones electroquímicas, Ia influencia de losfactores físico-químicos y el efecto del agua absorbida o de-
po s &', ada
investigación adicional sobre Ia relación entre el límit líquido y el índice de compresién
Investigación sobre la compresión y la elasticidad de
!as arenas, incl«yendo el efecto de Ia forma, tamaño, clasificación del contenido de Ia mica y carga multicíclica
Desarrollo de métodos económicos para determinar Iasoresinnes de poros cn los lechos arcillosos de gr ano fino "ins .' ~:.!&
F&esarro I lo de métodos me jovados par a obtener mues ras"ina lteradas"
s Investigación sobre tensión vertical y hor izontal enIa vecindad de u!f pozo de bombeo combinado con medicione; enlos pozos de ob .ar vación, p;ra explovav si las determinac!o-nes directas de las propiedades mecánicas o hidrotópicas delsistema aculferor pueden ser derivada .. de tales datos.
La acción intevnacional a este respecto debe; ía consis-t ir principalmente en c I as i f i cav I a i nfo!"ll!ar i Off v Ol gaAIzaf'
y coovdinar Ia difusión Je dicha información, sobre los méto-dos dc investigación y sus vesu ltados. También deberá consi-devarse I.—: organización de seminarios sobre los tópicos de in
vestigación seleccionados.
La arcas de hund Í l!ll eAtos que pof su I mpof taAc! a econolll I
ca o cu ltuva I son de gvan !n*erés, podr l an sev cons i deradascomo "ár eas pr ob lemas de cooperac i ón irter'nac i ona I ". Lc s r e-su ltados obteni dos en Venec i a, deb i do a que I a LINESCO ha estado pl opol" c 10ASAdo expe!"tos en los é I t 4 filos dos aAosr podv l an
ser uti I izados como un e jemplo para acciones futuras.
Otra áf ea en Ia que e I intevramb i o de infol mac ión es de
gr an impor tanc i ar es en Ios métodos para reducir e invertirel hundimiento de la tierra. Oeberia difundirse una infovma-ción detallada sobre Ice metodos y técnicas para que las na-ciones que tienen menos experiencia, Ia puedan apvovechar.
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PuaOg-UtnItuoJQS'
NP'ÁatsuQ13"V"QPUP
'6961'l'..-i![''ú.JocJRJVplitlo]t
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'3"R""'~l'"4"i'II'l''1ltltlOMHS!
'O~(&j'igt3-jll~I(I)$lú»i3'
!OS2
'sJaala!!!s!lloJL"QS'31[IOHd"t3PUP'r3'lLHOI[I[IN3njjV
.Io~'.7SPi981'(9)(i'
IotiUQIQIJúnNQ!IPjJPUP3ottaIQSIIQSsI
IosPJPH3JQPUP
WppPOjoSan[3ISaIAlniJRIII
'"'.jIQS,HrJnoJR!Il3Quoltua3
"3[1QNIOBIHSOIVN!P«PjM'SV'jVAII!SOHjH'I[ION30IHS3NI!jOV
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:(li)[$"jol!UolgllgnN3LIPjgp«PalURIQSIIQS'sptojjo3losÁliRga~~aoal,ln!3IallijllalltújoUolioJosPVIjs[
Ios
«~Al»ai!igo«o!.!I»JRB"3[1QNjOHIlll1S[VNPUP[~9QN3QIHS3NIjtúQV
'i!&61's«bg'OQZ
3joo!IPUPH'llVVgc[I'a,Inés.jlloIJ.3PIIIll!nI«aIRS'$31OVHú
PJ'I!ljII!S'33'NOS338''&I'!úII!VE'IÁ*H''SIi'NOSjj3GNV
*i9Ái'.S-O'""'Qdó!!Qo'.'Ii'VOS[1
-aguo.UoItngualtttpaÁouatil!JRi«jIl'.I3pa3PIUJopt!PIpUP
Uo3RJQUIsuIsagQs!'oiDIÍl.loJ'sasf1PPilPsaoJnos3!Ialt!IP
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291
DTIEDos S0.
~ggE&,$~~
DIPECCION GENERAL DE ESTUDIOSSUBDIRECCION DE AGROLOGIA
OFICIO NUM. 218-3.—
SECRETARIA oE AGRICULTURA
Y
RECURSOS IIIORAUI-ICOS
ASUNTO: El que se indica.
N@Rico, D.F. , ju.lio 24, 1978.
DR. GERD H. BEHRENDTREPRESENTANTE DE FAO EN MEXICO
HOMERO 418-PISO 12MEXTCO, D. F.
Agradeceré a usted su valiosa intervenci6n¡a fin de que se autorice para su publicaci5n, la traduccióndel trabajo denominado "Land Degradation", editado por laFAO en 1971.
La traducci5n de inglés a español, se ha he
cho por t5cnicos especializados de esta Subdirecci5n de Agro
logia; ya que para nosotros es de suma importancia contarccn. esta publicaci5n técnica, a fin de poderla distribuir a
nuestros técnicos que trabajan en todo el pafs.
En espera de que nuestra petici5n sea aprobada, aprovecho la oportunidad para reiterar a usted, nuestroreconocimiento a la labor técnica y cientffica que viene de-sar1. ol .ando la PAO en todo el mundo,
AtentamenteSUFRAGIO EFECTIVO. NO REELECCIOW
EL SUBDI
ING. GAUDEN .IO FLORES MATA
T. S.N.—1000.'R
CABLE: FOODASRI - MEXICC, D. F.TELEX: 017-71.055 UNATIONS MEX.
APARTADO POSTAL M"10778MEXICO ), D. F.
QRSANIZACION DE LAS NACIONES ONIDASPARA LA AOR I C ULTLIF1 A Y LA ALINIENTACIONMISARON
EN MEXICO
AL LDNIESTAR SIRVASE CITAR:
M EX. ~8 PRESIDENTE MASAR IK 29, PISO 10-1005MEXICD 5, 0. F. . TEL. 250 "15-55
28 de julio de 1978
Estimada Ing. Flores Nata,
Ne complazo en acusar recibode su atento Oficio 218-3-0042 del 24 de julio enrelación con la traducción de la publicaci6n "I.andDegradation" editado por la FAO en 1971.
De acuerdo con el Reglamentd de la FAO, con mucho gusto autorizo dicha traduc-ción siempre y cuando se haga mención en el impresode cue se trata de una publicaci6n originada por laFAO. Se sobreentiende que la traducci6n debe corres-oonder en su contenido al óptimo de una traducci6n deesta IT.dole.
Nucho le agradeceria tuviesea bien enviarme cinco copias de la publicación paranuestro uso.
Aprovecho la ocasión parareiterar a usted el testimohio de mi atenta considera-ción.
Gerd H. BehrendtRepresentante de la FAO en Néxico
Sr. Ing. Gaudencio Flores NataSubdirector de AgrologiaDirección Genera' de EstudiosSubsecretaria de PlaneaciónPlaza de la República 31México, D. F.
LA EDICION DE ESTE TRABAJO ESTUVO A CARGO
DEL DEPARTANENTO DE PUBLICACIONES
DE LA SUBDIRECCION DE AbROLOBIA
SP, R~, l97R