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1Proyecto de una psicologa para neurlogos - 1895 [1950]El siguientemanuscritodatadel otoode1895. Suprimeraysusegundapartefueroncomenzadas ya en el tren, mientras Freud regresaba de un encuentro con Fliess (carta del!"9"1895#, y una parte de estas p$ginas est$ escrita con l$piz% fueron concluidas el 5 deseptiembre (&'ase la fec(a )ue encabeza la parte **#. +a tercera parte fue comenzada el 5de octubre de 1895, y el d,a 8 del mismo mes Freud remiti- a Fliess las tres partes .untas./na cuarta parte, )ue deb,a referirse a la psicolog,a de la represi-n, considerada por Freudcomo 0la cla&e de todo el enigma1, no fue, a todas luces, concluida nunca. En el curso de laelaboraci-n de este problema se intensi2caron en Freud las reser&as contra la utilidad delenfo)ueintentado enel 3royecto, dudas )uecomenzaron asurgir pocodespu's determinar esta labor, iniciada con tan febril inter's. 4a el 9 de no&iembre de 1895 (cartan5m. !6#, Freud se muestra esc'ptico7 04a no acierto a comprender mi propio estado de$nimo cuando me (allaba dedicado a incubar la psicolog,a1. En la carta n5mero !9, del 18de enero de 1896, intenta una re&isi-n de sus (ip-tesis sobre las interrelaciones de los trestipos de neuronas, aclarando en particular la posici-n de las 0neuronas percepti&as1. 9$sde un ao despu's de (aber escrito el 3royecto, su concepci-n (ab,a e&olucionado a puntotal )ue pudo esbozar un modelo del aparato ps,)uico, m$s o menos en el mismo sentido en)ue se (alla representado en el cap,tulo :** de +a interpretaci-n de los sueos (carta n5m.5, del 6 de diciembre de 1896#. ;partir deesafec(asee19!@ y ulteriormente. 3ero es precisamente este desarrollo el )ue se (allapre2gurado en el 3royecto, en la (ip-tesis edendritas@ ylos emiten por un cilindroe.e >aE(@. /na cantidad en la neurona a no s-lo se dirigir$ endirecci-n de la barrera m$s facilitada,sino tambi'n (acia la )ue est' catectizada en su&ertiente opuesta. Estos dos factores pueden reforzarse mutuamente o aun antagonizarseen determinados casos. ;s,, la &i&encia de satisfacci-n conduce a una facilitaci-n entre lasdosim$genesmnem-nicas>ladel ob.etodeseadoyladel mo&imientoreCe.o. *.@ ylasneuronas nucleares )ue(ansidocatectizadas duranteel estadodeurgencia. (Es desuponer )ueen>el cursode@ ladescargaproducidapor lasatisfacci-n, tambi'nlasim$genes mnem-nicas )uedan &ac,as de cantidad >E(@.# Don el restablecimiento del estadode urgencia o de deseo, la catede cantidad@, )ue es sentido como displacer por P7 # una tendencia a la descarga, )uepuede estar modi2cada en determinados sentidos% !# una facilitaci-n entre esta tendenciaa la descarga y una imagen mnem-nica del ob.eto alg-geno. ;dem$s, es indudable )ue eldolor posee una cualidad especial )ue se mani2esta paralelamente al displacer. Si la imagen mnem-nicadel ob.eto((ostil# >es decir,alg-geno@es recatectizadaporunmoti&o cual)uiera (por e.emplo, por nue&as percepciones#, surge un estado )ue no es el deldolor, pero)ueguardacon'l ciertaseme.anza. Esteestadoincluyeel displacer ylatendenciaaladescarga)uecorrespondeala&i&enciadedolor. =ado)ueel displacer19signi2ca un aumento del ni&el >de cantidad@, surge la cuesti-n de origen de esta cantidad(E(#. En la &i&encia del dolor propiamente dic(a, era la cantidad eE@)uecatectizael recuerdo, siendoe&idente)ue'staesdelamisma ,ndole )ue cual)uier otra percepci-n y )ue no puede resultar, pues, en un aumentogeneral de cantidad (E(#. Fos&emosobligadosaadmitir as, )uelacatectizaci-ndelosrecuerdosdesencadenadisplacer en el interior del cuerpo, o sea, )ue (ace surgir nue&as cantidades de displacer. Elmecanismo de este desencadenamiento s-lo cabe imaginarlo de la siguiente manera. Ialcomo ede satisfacci-n y de dolor@ )ue acabamos deconsiderar son los afectos y los estados desiderati&os, )ue tienen en com5n el (ec(o deentraar unaumentodelatensi-ncuantitati&aeny, producidoenel afectopor undesprendimiento repentino, y en el deseo, por sumaci-n. ;mbos estados tienen la mayorimportancia para el pasa.e de cantidad en y, dado )ue de.an tras de s, moti&aciones de tipocon&ulsi&oenfa&ordedic(opasa.e. El estadodesiderati&oproducealgoas, comounaatracci-npositi&a(aciael ob.etodeseado, o, m$sbien, (aciasuimagenmnem-nica,mientras)uedela&i&enciadolorosaresultaunarepulsi-n, unaa&ersi-namantenercatectizada la imagen mnem-nica (ostil. Ne a)u,, pues, la atracci-n desiderati&a primaria yla defensa >rec(azo@ primaria. +a atracci-n desiderati&a se een la segundaparte@", ninguna eideadesiderati&a@ y la percepci-n. +a diferencia entre dic(a representaci-n y la percepci-n reci'n llegada da dirigen,entonces, al procesocogitati&o>del pensamiento@, )uetocar$asu2ncuandose(ayaencontrado una &,a por la cual las catediscrepantes@ puedan sercon&ertidas en cate


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