• A orillas del mar Mediterráneo había un país llamado Lidia, en el que reinaba un hombre llamado Idmón.

Idmón tenía una hija llamada Aracne que era una magnífica tejedora, incluso llegó a decir que era mejor que Atenea.

• Atenea al oír eso se enfureció y decidió ir al taller de Aracne disfrazada de anciana y después de mirar los hermosos tejidos, le preguntó:

• -¿Los has hecho tú?• -Claro, soy la mejor

tejedora de Lidia, incluso tejo mejor que la diosa Atenea. -respondió Aracne con orgullo.

• Aracne le propuso un desafío: las dos se situaron delante de sus telares y empezaron a tejer. Atenea tejió un tapiz en el que reflejó toda la grandeza y el poder de los dioses, al contrario que Aracne, que tejió en su velo todo lo peor de estos.

• Aracne comprendió la equivocación que había cometido al desafiar a una diosa , e intentó ahorcarse pero Atenea la descolgó y le dijo:

• -Tu castigo no ha de ser la muerte.

• La diosa la convirtió en una araña y de esta manera, Aracne pasó su vida colgada y tejiendo sus telas, las telarañas.