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Guillermo Díaz de León Padilla
ISTI
A14-371
sábado, 15 de abril de 2023
Título: El burro y el caballo
Publico: En general
Esta es la historia de un burro y un caballo, estos dos eran muy amigos desde ya
hace tiempo. Lo que lo diferenciaba el uno al otro era que el burro era un anciano,
ya acabado por años, con un pelaje grisáceo y sucio, en cambio el caballo era
joven, hermoso por donde se viera y muy rápido.
Toda la gente los conocía puesto a que el burro cumplía su servicio social
ayudando a la gente mayor a cargas sus cosas a otros pueblos. El caballo, en
cambio, era esencial para transportar rápidamente a otras personas al pueblo más
cercano. Los dos se conocieron hace tiempo, el burro tuvo que cuidar al caballo
cuando este recién nació.
Los dos siempre iban a caminar juntos a través de los largos campos de su
pueblo. El burro le gustaba contarle las historias de su vida al caballo para que
este aprendiera de ellas. Como era lógico, el burro era un sabio, el pasar de los
años le brindo inteligencia y sabiduría. El caballo aun teniendo como maestro al
burro, era un poco testarudo y egocéntrico.
Un día el caballo tuvo que salir de emergencia a otro pueblo, dejando así solo al
burro en el establo. Como tenían la costumbre de salir todas las mañanas a
caminar, el burro se fue solo por los campos de maíz para pasar un buen rato a
solas. Sin embargo, por su vejez, ya no aguantaba sus patas y por accidente cayó
en un hoyo que se encontraba a la mitad del campo. Desesperado el burro
empezó a pedir ayuda, por desgracia nadie lo escuchaba.
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Al otro día el caballo regreso al establo, al no ver a su amigo se preocupó y fue en
busca de él. Después de unas cuantas horas el caballo encontró al burro débil
dentro del hoyo, entristecido decidió que era mejor tapar el hoyo para así brindarle
una especie de sepultura.
Cuando el burro escucho al caballo le dijo que si podía ir al pueblo por ayuda, el
caballo, con un poco de duda, respondió que era mejor que él muriera, puesto a
que ya estando viejo era poco el labor que podría lograr.
Entristecido tanto el burro como el caballo, éste último empezó a aventar tierra
sobre el burro, casi rendido el burro éste decidió irse sacudiendo la tierra que caía.
Pasaron las horas y el caballo seguía tratando de tapar el hoyo. El burro, en
cambio, seguía sacudiendo la tierra que caía sobre su cabeza. Poco a poco la
tierra fue llenando el hoyo, pero a la vez que el burro se quitaba la tierra esta se
usaba como un relleno para ir escalando poco a poco el hoyo en el que él estaba.
El caballo sorprendido por lo que el burro estaba haciendo decidió ir un poco más
lento para que su amigo descansara de sacudirse la tierra. Fue en busca de
algunos frutos para que el burro comiera y después siguió aventando la tierra para
que el burro pudiera salir.
Finalmente el burro agradeció que echara esta tierra sobre él, dejándole una
lección de que no importa cuánto mal este sobre ti, si puedes quitártelo de encima
podrás seguir escalando en la vida siempre y cuando seas constante y así llegar al
triunfo. El caballo, sintiéndose un poco mal por el hecho de que al principio lo iba a
sepultar, pidió disculpas y desde ese entonces empezó a ser un poco más humilde
y servicial con el burro.
FIN
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