LA DIFÍCIL TAREA DE SER PADRES

Claro que es difícil ya que nos conduce a una serie de dudas acerca de lo que hacemos y si esto es conveniente para ellos.Buscamos soluciones en nuestra experiencia personal como hijos y como padres ¿cómo los hacíamos antes con el mayor? nos preguntamos; sin embargo, a pesar de nuestros éxitos  nos cuesta  encontrar soluciones para nuevos problemas.Cuando son pequeños, su llanto nos indica si es tiempo de alimentarlos o mudarlos, luego cuando adquieren el lenguaje reconocer sus necesidades puede ser más fácil, pero nos enfrentamos al proceso de su independencia y a enfrentar nuevas exigencias, que se escapan de nuestro "control absoluto".Se buscan recetas que, por lo general, son respuestas prácticas pero de solución superficial, pues cada persona tiene sus propias necesidades. Y su forma de enfrentarlas, rescatemos nuestra individualidad.Si nuestro hijo tiene problemas para aceptar normas ¿qué estará buscando? ¿cómo podemos ayudarlo?.

Por lo general los niños requieren de seguridad, lo que en algunas oportunidades los conduce a experimentar conductas con el fin de encontrar hasta donde les permitimos actuar, esto es los que definimos como límites. El mundo es novedoso para ellos.

En sus primeros años de vida tienden a buscar nuestra aprobación, pero también a ser el centro de nuestra vida, exigiendo nuestra constante atención. Luego, en la etapa de la pubertad requieren de espacio personal y de independencia. En la cual nosotros como padres intentamos integrarnos a lo que ellos hacen y les interesa, sin tener resultados muy positivos.Por tal motivo, es importante aprender a conocerlos , lo que les gusta y lo que desean encontrar ¿quiere llamar la atención o realmente tiene un problema?

Si nuestro hijo mayor no presentó dificultades conductuales, no significa que el siguiente se comportará de igual manera, por lo tanto requiere de un trato distinto.

Es importante descubrir las pequeñas sutilezas que distinguen a uno del otro y aprender a escuchar.¿Qué le agrada a María y a Diego?, ¿qué les disgusta? , ¿cómo notamos que está disgustado o contento?.

Seamos simples, preguntemos cómo les ha ido y observemos su conducta: como sonríe si está contento, como lo hace para evitar un problema. En algunas oportunidades los niños tienden a ocultar lo que les sucede especialmente cuando tienen problemas en el Colegio...creen que los pueden resolver solos o piensan que los vamos a castigar.

Los adolescentes piensan, por los general, que sus padres no pueden ayudarlos, a veces no quieren que los ayudemos .Por tal motivo, observarlos y conversar con ellos acerca de distintos temas de manera cotidiana (no necesariamente sus problemas) y, especialmente, escucharlos permitirá conocerlos y fortalecer un vínculo.

Pero , esto requiere de nuestros esfuerzo y tiempo, que permanezcamos con ellos aunque sean breves momentos de manera diaria. No dejemos el diálogo para los fines de semana, pues es muy posible que nos encontremos frente a unos desconocidos.

Escuchemos que opinan acerca de sí mismos y de los que le rodean, aunque sean personajes  de los programas de televisión, fortalezcamos el diálogo. Así aprenderemos a descubrir soluciones a sus problemas y hacerlos responsables de sus decisiones a medida que crezca

La importancia de la comunicación es poco La importancia de la comunicación es poco considerada por las personas, siendo esencial considerada por las personas, siendo esencial en la relación con nuestra familiaen la relación con nuestra familiaMuchos conflictos pueden solucionarse en la Muchos conflictos pueden solucionarse en la medida que comprendamos que nuestro medida que comprendamos que nuestro comportamiento y expresión verbal afecta a comportamiento y expresión verbal afecta a nuestros hijos.nuestros hijos.Ya anteriormente mencionamos que Ya anteriormente mencionamos que comunicarnos no es igual a conversar y que comunicarnos no es igual a conversar y que cada conducta entrega un mensaje. Por lo cada conducta entrega un mensaje. Por lo tanto, si nosotros no somos consistentes entre tanto, si nosotros no somos consistentes entre que hablamos y lo que hacemos que hablamos y lo que hacemos confundiremos a nuestro hijo.confundiremos a nuestro hijo.

Por tal motivo, es necesario ser claros cuando estamos con ellos y, especialmente, cuando establecemos una norma ¿si sancionamos una conducta, reímos o nuestra expresión facial es acorde a nuestra intención de sancionar?. También, es conveniente aprender a observar la conducta de nuestros hijos pues nos transmitirá que está ocurriendo con ellos.Por ejemplo, si él comienza a aislarse o actuar de manera más impulsiva nos está manifestando algo, un problema o un cambio propio de su etapa de desarrollo.Observar nos permitirá además comprender que su conducta está relacionada a sus propios procesos y evitar la tendencia de atribuir en ellos nuestras percepciones, necesidades y aspiraciones. Ellos son diferentes a nosotros

Observarlos nos permite darles espacio para crecer y diferenciarse de los demás, estableciendo un vínculo que respeta sus decisiones, conductas y deseos. al actitud puede convertirse en un hábito que nos detenga antes de dar un juicio de valor o refuerce nuestra primera apreciación.¿Llegó tarde, por qué, qué está haciendo?, pueden ser preguntas frecuentes, que pueden ser más fáciles de conocer a través de detenernos y mirar, antes de actuar.Muchos problemas pueden ser evitados si observamos a nuestros hijos, pues este hábito nos puede indicar si debemos actuar o no y cuando hacerlo.Quizá alcancemos apreciar cuando miente o cuando tiene problemas, pues generalmente los problemas conductuales no se presentan de una manera inmediata , sino que a través de pequeños cambios en el comportamiento.

Llega tarde, regresa al hogar más irritable, sus ojos se encuentran enrojecidos o faltan algunas cosas en la casa, pueden ser indicadores de problemas (consumo de drogas, depresión, ansiedad) los que serán más fáciles de manejar si los detectamos a tiempo.

 

 

 

No comprendemos lo que les sucede y, por lo general, no sabemos que hacer. Esta confusión nos impide comprender que gran parte de los problemas que presentan, se relacionan a la forma en que nosotros manejamos su conducta y le enseñamos a tolerar las frustraciones.

Criar niños pequeños nos motiva a plantear hasta que punto podemos permitir o establecer los hábitos que consideramos serán útiles en el futuro.Su tamaño y la gracia de su rostro, la risa fácil que ellos manifiestan, nos conduce a pensar que es los primeros años es una época del desarrollo en la cual no es conveniente exigir.

También pensamos que si ellos presentan una conducta inadecuada está relacionada a un fenómeno temporal que con el tiempo se corregirá, sin embargo, el tiempo avanza y en algunas oportunidades estas dificultades se agudizan con el tiempo.

CRIAR A LOS NIÑOSCuando nuestros niños pequeños no aceptan nuestras normas y manifiestan berrinches o pataletas nos generan frustración y confusión.

Sabemos que no se trata de problemas graves, pero no dejan de ser molestos para nosotros y el resto de su familia; por ejemplo, niños que son rechazados por los abuelos o tíos en las fiestas.Nuestra reacción puede manifestarse desde molestarnos con el niño o evitar asistir a algún lugar que no sea nuestra casa. Pero, al ingresar el colegio, no podemos esconder las dificultades, debemos exponemos a las consecuencias.Como sabemos, la "mala conducta" de un niño puede estar asociada a una serie de factores: las características personales del niño, por ejemplo. Pero, lo más importante es como lo tratemos.No podemos postergar la enseñanza de hábitos y entregarles obligaciones, que sean acorde a su edad. Es importante exigirle metas pequeñas y alcanzables, pero que representen un desafío, cooperar en las labores domésticas, no importando si son niñas o niños.

Aprender a relacionarse y postergar sus deseos, no negarlos.A los niños les es difícil aceptar las necesidades de los demás...el aprender desde los primeros años le evitará disgustos mayores en el futuro, pues siempre tenemos que adaptarnos a las necesidades sociales.Reconozcamos lo que siente, no lo neguemos; pero, que esto no signifique que siempre se hará lo que él desee. Si no, no podrá superar las exigencias que diariamente una persona debe enfrentar, si aprende desde pequeño será más fácil para él.

ENFRENTANDO LOS PROBLEMASTodos los días nos enfrentamos a problemas

distintos, pero a pesar de que la vida nos ha dado cierto entrenamiento para solucionarlos; por lo general no rescatamos sus aprendizajes y sentimos temor o

rabia ante los nuevos desafíos. Ahora, cuando éstos afectan a nuestros hijos nos paralizamos, volviendo su manejo más difícil que el problema mismo. Esto afecta directamente cuando no sabemos manejar temas que consideramos como de crisis, como la separación de los padres, la muerte o hablar de sexualidad con nuestros hijos. Pareciera que al verlos pequeños, al sentir que ellos dependen de nosotros nos sentimos impulsados a cuidarlos, planteando que protegerlos es negar la existencia de problemas, para así evitar el sufrimiento. De este modo, no enfrentar, no hablar, no compartir es la forma de resolver las dificultades.

¿Qué ocurre con nuestros niños cuando negamos los problemas?Más allá de la dependencia de ellos hacia nosotros y que podría hacerlos sensibles a nuestras preocupaciones. La mayor dificultad que nuestros hijos pueden enfrentar es aprender a no solucionar las dificultades de una manera realista.Negar o mentir puede dificultar que ellos comprendan que está sucediendo, perturbando el contacto con la realidad...entonces ¿cómo podrán solucionar un problema cuando estén solos?.El silencio puede ser un mal acompañante pues genera desconfianza y estrategias poco adecuadas ¿cómo hablar, cómo confiar en los papas si me han enseñado a callar?.¿Cómo el niño puede pedir ayuda si se le enseña que los problemas no existen? ¿Cómo nuestro hijo puede percibir un problema si no los conoce? ¿qué tan confiado en si mismo va a ser , si nunca ha resuelto un problema de manera realista?.

Ocurre también que en nuestra fantasía mostrar la dificultades nos hace sentirnos débiles ¿qué nos ocurre? ¿creemos que nuestra debilidad puede dañar a los hijos?.Lamentablemente no existen los héroes, no existen las personas totalmente eficaces, fuertes e inmortales. Los padres también pueden sentirse débiles y confundidos. Aunque en las primeras etapas del desarrollo los niños nos idealicen.Hablar con los hijos y mostrar que también podemos equivocarnos puede ayudarlos a apreciar los problemas de manera realista, fortaleciendo nuestro vínculo con ellos permitiendo que puedan confiar en nosotros.Ser realista es útil, permitamos a los niños conocer el mundo de una manera protegida, pero honesta cuidando el lenguaje y motivándolos a la reflexión...pero permitamos que comprendan que las experiencias pueden ayudarnos y que el mundo no es una fantasía.

LAS FAMILIAS EN LOS NUEVOS TIEMPOS

Si bien los padres adquieren cada día más protagonismo en la crianza de los hijos, muchos sienten que no tienen el conocimiento ni la

preparación suficiente. La familia es un concepto complejo y dinámico, significativo para cada una de las personas. La familia nos ayuda a definir muchas de nuestras características, la manera en como nos relacionamos, la forma de enfrentar los problemas y nuestros objetivos.

No podemos dejar de mencionar de que tenemos características personales, muy relevantes en la forma en que nos definimos, pero en las primeros años de nuestras vidas la familia: padres, hermanos y abuelos, son vitales para el desarrollo.

El concepto de familia ha cambiado de manera significativa durante el último siglo lo que ha generado muchos problemas, pues de grandes grupos de personas jerarquizados, en que el poder recaía en los miembros de mayor edad, hemos variado a grupos cada día más pequeños, dirigidos por los adultos en edad reproductiva, los padres.

Esto influencia las decisiones y responsabilidades, pues ante la complejidad de los problemas actuales: exigencias laborales, la importancia que le damos a las relaciones interpersonales, el rol cada día más activo de la mujer , entre otros, no tenemos la seguridad y apoyo de antes para solucionar los problemas de nuestros hijos.

Quizá uno de los errores más frecuentes en los que caemos es la idealización de la familia. Esto no quiere decir que restemos la importancia de ésta, sino que a través de la historia y los medios de comunicación, especialmente la publicidad tendemos a exigirnos patrones respecto a lo que debe o no ser nuestra familia, que no corresponden a los que somos.Vemos en la televisión que las familias son felices, los niños se portan bien y que los padres mantienen un a

relación de pareja satisfactoria y de apoyo sin conflictos.

Como estamos observando patrones ideales, cuando comparemos tal realidad a la nuestra, podemos caer en una frustración. ¿Por qué no podemos aceptar que podemos tener problemas como familia?; ¿qué como pareja nos separamos?, ¿qué existen conflictos entre nuestros hijos, porque los niños necesitan tener espacios o territorios?, ¿por qué no aceptar que como padres a veces nos sentimos desorientados?, ¿qué muchas veces nuestras necesidades cambian, debido a que vivimos un mundo altamente complejo, distinto al que vivieron nuestros padres?.

Cada día la importancia de los abuelos como fuente de sabiduría tiende a disminuir y como padres acudimos a distintos profesionales, no directamente a la familia y cada día otras personas, como los profesores se incorporan como fuente de apoyo. Esta actitud es nueva y a veces incomprendida por nuestros familiares.

Si bien los padres adquieren cada día más protagonismo en la crianza de los hijos, muchos sienten que no tienen el conocimiento ni la preparación suficiente.Por tal motivo se sugiere la necesidad de escuchar más a los hijos, de compartir las dificultades con la pareja, de sentir que somos autoridad, de pedir ayuda cuando sentimos que no actuamos bien. Esto es un forma de ver las cosas con mayor realismo para así tomar decisiones.

Un realismo que es nuevo y que nos sirve para adaptarnos a los nuevos tiempos, cada día y entre todos, creamos nuestra familia.

LA S NOTAS ESCOLARES

Cuando las notas aparecen en casa… ha llegado el momento

de la verdad. Sin embargo, tenemos que darles la relevancia justa, ni

más ni menos, ni promesas ni exigencias, ni enfados o mimos extremos, porque todo esto a una edad temprana puede alterar el comportamiento del niño.

LAS NOTAS SON… Por supuesto que las notas tienen un significado, pero no son una medida de la inteligencia, ni mucho menos del valor personal del niño. Una “buena nota” indica que el alumno está satisfaciendo las exigencias que imponen tanto el colegio y como el profesor, pero puede que ni siquiera reflejen lo que en verdad ha aprendido.  EL PAPEL DE LOS PADRES: NI DUROS NI

SUAVES, JUSTOS.A veces caemos en actitudes extremas que no son positivas ni beneficiosas, como ser demasiado exigentes o demasiado suaves.

MANO DE HIERRODurante el periodo escolar, es normal que los

padres ejerzamos presión sobre nuestros hijos para que obtengan buenas notas, pues para nosotros éstas suelen indicar el nivel de conocimiento que adquieren sobre las distintas materias, si comprenden, si se esfuerzan o si son trabajadores. Pero hay que tener tacto y cuidado, porque en ocasiones, el deseo de excelencia por parte de los padres genera en los en los niños una necesidad nerviosa de complacer, que puede derivar en estrés, iniciando un daño temprano en el alumno, haciendo que focalice su esfuerzo en la nota y no en el aprendizaje.

Los niños: a ciertas edades los estudiantes aún no captan la importancia de aprender o estudiar, y cambian de tercio los valores. Es decir, ya no estudian para aprender y saber más, sino que se las ingenian para aprobar y llevar buenas notas a casa, que es lo que quieren papá y mamá. Para esto falsifican las notas, copian, dan el cambiazo… ponen en práctica armas que no les van a ayudar en el presente y tampoco en el futuro. El estrés generado se traduce en ansiedad y miedo al fracaso, dos variables que afectan a sus facultades intelectuales. Si no se obtiene una buena nota o la calificación que esperan los padres, el pequeño puede sentirse inferior, lo que bloqueará su facultad mental y quizá empeore el rendimiento.

CLAVE: Nunca debemos de hacer sentir mal a

nuestro hijo si sabemos a ciencia cierta que ha estudiado y se ha esforzado. Además, cuando le exijamos buenas calificaciones, hay que dejarle claro que aquél que va a salir perjudicado o beneficiado va a ser él, y que lo que haga tiene que ser por su bien y no para que nosotros estemos felices. Suaviza tu actitud y razónale el por qué y la importancia del estudio y el aprendizaje.

“PAPÁS DE CARAMELO”Como caso contrario a la exigencia,

muchos padres llenos de buena voluntad prometemos a nuestros hijos grandes premios para animarles a estudiar. Pero se trata de un método arriesgado que no siempre viene acompañado de mejores resultados. Y es que no es buena estrategia prometer para aprobar. El niño tiene que estudiar y aprobar por su puro afán de superación, por su futuro, por su conocimiento, y no por regalos. Un premio inesperado está bien, como ir al cine todos juntos cuando acabe los exámenes, pero el regalo prometido de antemano no es buena idea. Aunque Todos los padres deseamos fervientemente que nuestros hijos saquen buenas notas en el colegio, en este caso los medios y el fin importan por igual.

CLAVE: A ningún estudiante le gusta fracasar

en sus exámenes. La satisfacción por el éxito es algo natural en las personas pero los padres acostumbramos a explotarlo muy poco. Infravaloramos esa necesidad que tiene todo ser humano de demostrarse a sí mismo y a los demás lo que es capaz de hacer y la sustituimos por un bien material. Pero en realidad, la alegría y el bienestar interior que producen el éxito y la superación de las dificultades no se puede suplir con ninguna recompensa material. Explota ese ego oculto de tu hijo.Y recuerda siempre que las buenas notas se han de elogiar, ensalzar y aplaudir, pero jamás comprar, porque a la larga deja de funcionar.

LA CRIANZA DE LOS HIJOS: PREPARANDOSE PARA LA ADOLESCENCIA

La crianza de los hijos puede ser la tarea más gratificadora de la vida de los adultos. Nada nos da más alegría y orgullo que un niño feliz, productivo y cariñoso. Cada edad y etapa del desarrollo infantil tiene metas y tareas específicas. Para los niños de brazos es comer, dormir y explorar su mundo. Para los adolescentes es desarrollar su propia identidad dentro del grupo de amigos.

Los adolescentes necesitan muchas destrezas para poder lograr exitosamente su meta de mayor independencia. Algunos adolescentes no logran hacer esta transición sin problemas. El paso hacia más indepencencia en los adolescentes puede causarles tristeza y estrés a sus padres.

Algunos aspectos de esta transición son normales y aunque causan mucha tensión, no deben de ser causa de alarma para los padres.

Comenzar temprano es la mejor forma de prepararse para la adolescencia de los niños.

Las siguientes son maneras en las que los padres pueden prepararse y preparar al niño para una transición sin inconvenientes y un mayor éxito en el logro de las tareas del desarrollo hacia la adolescencia: -Proveer un ambiente seguro y amoroso en el hogar. -Crear una atmósfera de honradez, confianza y respeto mutuo. -Permitirle al adolescente la independencia apropiada para su edad. -Desarrollar una relación con el niño que le permita confiar en los padres cuando tenga preocupaciones o problemas. -Enseñarle la responsabilidad básica para con sus objetos personales y para con los suyos. -Enseñarle la responsabilidad básica de ayudar en la casa. - Enseñarle la importancia de aceptar límites.

Estos son procesos complejos que ocurren gradualmente y comienzan durante la infancia. Los años de la adolescencia del niño serán de menor estrés cuando los padres y los niños han trabajado juntos en estas tareas a través del desarrollo infantil previo.

La habilidad de hablar abiertamente acerca de los problemas es uno de los aspectos más importantes de la relación entre padres e hijos. Desarrollar esta relación requiere persistencia y comprensión. La relación se desarrolla gradualmente, al dedicarle tiempo al niño. Los padres deben de aprovechar la oportunidad de pasar tiempo con los niños durante las comidas, contándole cuentos, leyéndoles, jugando con ellos, durante excursiones, vacaciones y celebraciones. Los padres deben tratar de dedicarle cierto tiempo a cada niño, especialmente si están discutiendo temas difíciles o tristes.

Esta relación crea una base de confianza que le permite al niño el discutir con sus padres los problemas y conflictos que surjan durante la adolescencia.

Lo que les puedo decir es no hay algo hermoso en la vida de un hombre y una mujer es la experiencia de la paternidad y maternidad el ser padre o madre es un reto que todos tenemos que enfrentar, muchas veces sin saber como hacerlo, porque no nos enseñaron y porque la crianza de los hijos, no es una cocina donde funcionan las recetas, así que tomamos las herramientas o el ejemplo de nuestra propia crianza pero lo positivo.En la crianza de los hijos y las hijas, siempre van haber momentos maravillosos para los padres y las madres, cuando el bebe sonríe, cuando dice sus primeras palabras o cuando dice mamá, papa te quiero, el papa y la mamá sienten quetocan el cielo con los dedos, si esto es verdad porque algunas veces los padres pasan de la alegría a la desesperación.De allí que es importante, que los padres se interesen en aprender metodologías de crianza, basadas en el respeto, en el conocimiento, en la comprensión, en la ternura, en el amor. Comprender que los hijos y las hijas son el regalo más maravilloso que dios les dio, y que ellos son como el barro y que las madres y los padres son los alfareros, que tienen que modelar, el carácter, la personalidad, con el ejemplo, con el cariño.Así que comparto con todos los visitantes de la pagina web, este articulo sobre la crianza con cariño, para que lo analicen, lo reflexionen y si creen que les puede ser útil ponerlo en practica, pero no a manera de receta, si no poniéndole algo de su propia experiencia

Una relación padre-hijo llena de conflictos y tensión en la pre-adolescencia puede ser una señal de la necesidad de ayuda profesional. El tiempo y energía que invierten los padres durante la infancia de sus hijos puede prevenir el que los problemas pequeños de la infancia se conviertan en los problemas graves de la adolescencia.

Espero haberlos ayudado en algo.

ARAC