Autores: Alumnos de 6º Grado Escuela Nº 3 DE 11

Año 2014

Afrodita.

Afrodita, era la más hermosa de todas las diosas. Zeus, su

padre, la obligó a casarse con Hefesto, el más feo de todos

los dioses.

Afrodita, con su poco amor hacia él, no le fue obediente a

su padre y comenzó a engañar a Hefesto con Ares, el dios

de la guerra. Se visitaban a escondidas por las noches y

para que Hefesto no se enterara, Ares le ordenó a un criado

que vigilara la puerta de la habitación.

Un día, Hefesto los descubrió, los envolvió en una red y los llevó al “Consejo

de Dioses”. Todos se burlaron de ellos.

Afrodita muy avergonzada, se escapó a una isla y para vengarse de Hefesto,

el dios del fuego; la diosa condenó al sol a ser desventurado y, mientras ella

lo condenaba, Ares condenó a su criado y lo convirtió en gallo, haciéndolo

cantar todas las mañanas para que anuncie la salida del Sol.

Autores: Belén Galván. Pedro González. Lola De Aurteneche

Apolo

apolo, el dios de la luz, del día, de las artes, de las letras y de la ciencia,

era el hijo de Zeus y Leto.

Él se enamoró perdidamente de una ninfa llamada Dafne,

pero por causa de una flecha lanzada por Cupido su

corazón estaba congelado y no podía sentir amor por

Apolo.

Él le insistía a Dafne para que fuera su esposa, pero como

se negaba todo el tiempo, decidió obligarla,

amenazándola con su fuerza de dios. Ella, atemorizada

huyó, y como el dios la perseguía y ya casi era alcanzada, le imploró a su

padre que la protegiera.

Apolo vio asombrado como Dafne, ya casi en sus manos, se convertía en

un árbol: el laurel. Triste, arrancó una rama y se hizo con ella una corona

que lo acompañaría siempre, como recuerdo de su inalcanzable amada.

Autores: - Julio Gómez - Oriana Aguirre - Esteban Morales - Romina Quisbert

Atenea

Atenea, diosa griega hija de Zeus, fue nombrada protectora de la

ciudad de Atenas, porque cuando la ciudad no tenía nombre, Hades, el dios

del inframundo y Atenea pidieron ser protectores. El

Consejo de los dioses les dijo que competirían y aquel que

hiciera la cosa más útil para la ciudad, sería su protector.

En la competencia, Hades hirió la tierra con su tridente, y

de ella salieron un caballo y un manantial de agua salada.

Cuando llegó el turno de Atenea, la diosa domó al caballo

de Hades y, golpeando la tierra con su lanza, hizo nacer

una planta: el olivo. Así, Atenea se convirtió en la

protectora de la ciudad.

Autores: Mariano Aguirre - Franco Fernández - Lourdes Miguez - Morena Nunciato

Ares

Ares, el dios de la guerra, era odiado por todos porque les

resultaba despiadado y, con frecuencia, cobarde.

En cierta ocasión, dos gigantes, lo hicieron prisionero. Lo encerraron atado con cadenas de hierro en un jarrón de bronce.

Cada vez que un dios se acercaba para liberarlo, los gigantes se lo impedían. Sólo la astucia de Hermes consiguió desatar las cadenas mientras sus guardianes dormían.

Una vez libre, convenció a los gemelos Artemisa y Apolo para que usaran sus flechas envenenadas contra los gigantes y así lograr su venganza.

AUTORES: LUCIA ACCIARRESI - DEMIAN SCLAVI - MONSERRAT RIVEROS - LISANDRO ALVARADO

Hefesto

Hera se casó con Zeus y tuvo un hijo llamado Hefesto. Era el dios del

fuego y el más feo de todos los dioses.

Un día, Zeus se peleó tanto con su esposa que la elevó por el

aire con cadenas de oro. Hefesto quiso intervenir para salvar a

su mamá pero Zeus lo agarró de un pie y lo revoleó.

Después de sobrevolar todo un día por los cielos, cayó en la isla

Lemnos. La caída fue tan fuerte que se lastimó un pie y estuvo

rengo toda su vida.

En la isla, estaba solo con los Cíclopes y estableció una fragua

con la ayuda de ellos. Trabajó de herrero y construía armas,

joyas, armaduras para los héroes humanos, es por esto, que en toda Grecia,

herreros y artesanos lo creen su dios protector.

Autores: Thiago Lodigiani - Ignacio Moreno - Jennifer Mansilla - Aylen Cairo

Hermes, con alas y sin escrúpulos

Hermes era el mensajero más rápido, ágil, astuto y el de

mayor confianza de Zeus.

Un día, consiguió deshacerse de sus pañales y robó parte

del rebaño de su hermano Apolo.

Astuto, Hermes, escondió los animales en una gruta,

haciendo que caminaran en sentido opuesto al escondite,

para confundir sus huellas.

Tiempo después, Apolo se quejó del robo ante su madre,

la Ninfa Maya, quien no le creyó porque su hermano

estaba en la cuna.

Hermes, asustado, fue a explicarle todo a Zeus, quien le ordenó que hiciera un

acuerdo para reconciliarse con su hermano.

Finalmente, Hermes devolvió el rebaño robado y para pedirle disculpas a Apolo,

inventó la lira que se la regaló logrando su perdón.

Autores: Saco Francisco - Brisa Amarilez - Matías Sigalovsky - Montaño Ximena.

Versiones de Mitos Griegos

Realizadas por los alumnos de 6º Grado

Escuela Nº 3 DE 11

Las ilustraciones fueron elegidas de Internet

Se terminaron de imprimir

Viernes 16 de mayo de 2014