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En una consulta oftalmológica privada, desde que se estableció una consulta de baja visión en Marzo de 2013 hasta Julio de 2013 se vio un total de 22202 pacientes con 1036 cirugías de cataratas y 304 inyecciones intravítreas de terapia antiangiogénica. 39 pacientes (0,17%) fueron remitidos a la consulta de baja visión de los cuales un 61% (24) aceptaron (12 varones y 12 mujeres) con una edad media de 79,54 (10,95) años, una agudeza visual media de 0,39 SD (0,34; cartilla de Snellen), una esfera media de -0,23 SD (3,33) y un cilindro medio de -1,13 SD (0,91). Doce pacientes (50%) presentaban DMAE, 8 (33,3%) problemas de visión tras la cirugía de cataratas, 2 de ellos con implante de lente multifocal, otros 2 (8,3%) presentaban glaucoma y 2 (8,3%) retinopatía diabética. Nueve pacientes (37,5%) se quejaban de problemas en la visión de cerca, 2 (8,4%) de lejos y 13 (54,2%) de lejos y de cerca. Al 25% se le recomendaron filtros selectivos, al 50% utilizar un rotulador Edding 1200, al 66,7% la utilización de lupas de no más de 4 aumentos, al 54,2% el uso de flexos, al 12% el uso de atril para leer, al 8,3% el uso de telescopios y al 20,8% el uso de libro electrónico. Podemos observar como hoy en día las ayudas más recomendadas son sencillas y fáciles de conseguir, lo que facilita su uso ya que se trata de pacientes mayores A partir de los pacientes de una clínica oftalmológica privada derivados a la sección de Baja Visión de la misma, se estudia cuales son los requerimientos visuales para los que más ayudas visuales se solicita y cuales son las ayudas más recomendadas, dependiendo de las necesidades y estado físico del paciente Es muy importante estado físico y anímico del paciente para poder determinar ayuda visual más adecuada, tanto por movilidad como para sus necesidades diarias Sólo al 0,17% de nuestros pacientes se les recomendó acudir a la consulta de baja visión y el 39% de ellos no llegaron a acudir a la consulta. Esto indica que muchos pacientes se quedan sin esta opción de tratamiento bien por desconocimiento del oftalmólogo o por falta de interés del propio paciente. Muchos de nuestros pacientes con DMAE o con problemas de visión tras la cirugía de cataratas podrían beneficiarse del uso de estas ayudas, tan simples como la utilización de lupas, flexos especiales o el uso de nuevas tecnologías como el libro electrónico. Sería necesario recibir más información sobre estas ayudas ya que con ellas podemos solucionar problemas de visión en la vida cotidiana. Aunque la mayoría de estas ayudas son de gran coste, hoy en día hay ayudas electrónicas o tipos de luces económicas que nos pueden ayudar. - Evaluation of an emotional support service for the visually impaired. Latham K. Optom Vis Sci. 2013 Aug;90(8):836-42. doi: 10.1097/OPX.0b013e31829d99a - Environmental and behavioural interventions for reducing physical activity limitation in community-dwelling visually impaired older people. Skelton DA, Howe TE, Ballinger C, Neil F, Palmer S, Gray L. Cochrane Database Syst Rev. 2013 Jun 5;6:CD009233. doi: 10.1002/14651858.CD009233.pub2 - Clinically Relevant Symptoms of Anxiety and Depression in Low-Vision Community-Living Older Adults. Kempen GI, Zijlstra GA. Am J Geriatr Psychiatry. 2013 Jan 16. doi:pii: S1064- 7481(12)00034-6. 10.1016/j.jagp.2012.08.007. - Residual colour detection abilities in age-related macular degeneration. Shima N, Markowitz SN, Reyes SV. Can J Ophthalmol. 2013 Aug;48(4):274-8. doi: 10.1016/j.jcjo.2013.03.006 El aumento de esperanza de vida hace que aumente la prevalencia de determinadas patologías como DMAE y cataratas, las cuales se pueden relacionar con pérdidas de visión. Lo que hace que se requiera del empleo de uso de ayudas de baja visión para actividades cotidianas. La OMS en 1992 definió a una persona con Baja Visión, aquella con una incapacidad en la función visual aun después de tratamiento y/o refracción común, con una agudeza visual en el mejor ojo de 0.3 a percepción de luz o con un campo visual inferior a 10º desde el punto de fijación, pero que se use, es decir, potencialmente capaz de usar la visión para la planificación y ejecución de tareas. Por tanto, se considera ceguera legal por la OMS cuando la visión es menor de 20/200 o 0.1 en el mejor de los ojos. Es importante recordar que la baja visión no es un concepto absoluto y depende de las necesidades visuales de cada persona. Obtener porcentaje de pacientes donde las ayudas visuales son adecuadas y por tanto, recomendadas. Y determinar entre esas ayudas, realizando una encuesta entre pacientes que acudieron a consulta, las más utilizadas en su vida diaria y, por tanto, más importantes y útiles. CONCLUSIÓN: BIBLIOGRAFÍA: RESULTADOS: METODOLOGÍA: OBJETIVOS: INTRODUCCIÓN: BAJA VISIÓN EN UNA CLÍNICA OFTALMOLÓGICA Fernández Cuenca S. 1 , Carrillo Ramos V. 1,Blázquez Sanchez V. 1 Dr. L. Álvarez-Rementería 1 , Dr. F.J. Hurtado Ceña 1 Clínica Rementería. Madrid. Spain. 50 ,0 0 60 ,0 0 70 ,0 0 80 ,0 0 90 ,0 0 Edad 0,20 0,40 0,60 0,80 Agudeza visual media 1avmediaao = 0,79 + -0,01 * edad R-cuadrado = 0,04 0,00 2,00 4,00 6,00 8,00 10,00 12,00 14,00 16,00 Filtros Edding Lupa Flexo Atril Speckwell Ebook 0,00 1,00 2,00 3,00 4,00 5,00 Número de ayudas 0,20 0,30 0,40 0,50 0,60 Agudeza visual media 1avmediaao = 0,40 + -0,01 * nayudas R-cuadrado = 0,00 0,00 1,00 2,00 3,00 4,00 5,00 Número de ayudas 70,00 80,00 90,00 Edad 1edad = 84,45 + -2,07 * nayudas R-cuadrado = 0,09 Figura 1: Algunas de las ayudas de baja visión recomendadas Gráfico 1: Correlación entre la agudeza visual y la edad Gráfico 2: Frecuencia de indicación de las ayudas visuales Gráfico 3 y 4: No hubo una correlación significativa entre el número de ayudas recomendadas y la agudeza visual (p = 0,675; Kruskal Wallis) o la edad de los pacientes (ver gráfica siguiente). A cinco pacientes no se les recomendó ninguna ayuda visual.

Poster baja vision en una clinica oftalmologica

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Clínica Rementería | http://www.cirugiaocular.com Poster presentado en el Congreso Internacional Online de Jóvenes Optometristas 2013

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Page 1: Poster baja vision en una clinica oftalmologica

En una consulta oftalmológica privada, desde que se estableció una consulta de baja visión en Marzo de 2013 hasta Julio de

2013 se vio un total de 22202 pacientes con 1036 cirugías de cataratas y 304 inyecciones intravítreas de terapia antiangiogénica.

39 pacientes (0,17%) fueron remitidos a la consulta de baja visión de los cuales un 61% (24) aceptaron (12 varones y 12 mujeres)

con una edad media de 79,54 (10,95) años, una agudeza visual media de 0,39 SD (0,34; cartilla de Snellen), una esfera media de

-0,23 SD (3,33) y un cilindro medio de -1,13 SD (0,91).

Doce pacientes (50%) presentaban DMAE, 8 (33,3%) problemas de visión tras la cirugía de cataratas, 2 de ellos con implante de lente multifocal, otros 2 (8,3%) presentaban glaucoma

y 2 (8,3%) retinopatía diabética. Nueve pacientes (37,5%) se quejaban de problemas en la visión de cerca, 2 (8,4%) de lejos y 13 (54,2%) de lejos y de cerca.

Al 25% se le recomendaron filtros selectivos, al 50% utilizar un rotulador Edding 1200, al 66,7% la utilización de lupas de no más de 4 aumentos, al 54,2% el uso de flexos,

al 12% el uso de atril para leer, al 8,3% el uso de telescopios y al 20,8% el uso de libro electrónico.

Podemos observar como hoy en día las ayudas más recomendadas son sencillas y fáciles de conseguir, lo que facilita su uso ya que se trata de pacientes mayores

A partir de los pacientes de una clínica oftalmológica privada derivados a la sección de Baja Visión de la misma, se estudia cuales son los requerimientos visuales

para los que más ayudas visuales se solicita y cuales son las ayudas más recomendadas, dependiendo de las necesidades y estado físico del paciente

Es muy importante estado físico y anímico del paciente para poder determinar ayuda visual más adecuada, tanto por movilidad como para sus necesidades

diarias

Sólo al 0,17% de nuestros pacientes se les recomendó acudir a la consulta de baja visión y el 39% de ellos no llegaron a acudir a la consulta. Esto indica que

muchos pacientes se quedan sin esta opción de tratamiento bien por desconocimiento del oftalmólogo o por falta de interés del propio paciente. Muchos de

nuestros pacientes con DMAE o con problemas de visión tras la cirugía de cataratas podrían beneficiarse del uso de estas ayudas, tan simples como la utilización

de lupas, flexos especiales o el uso de nuevas tecnologías como el libro electrónico.

Sería necesario recibir más información sobre estas ayudas ya que con ellas podemos solucionar problemas de visión en la vida cotidiana. Aunque la mayoría de

estas ayudas son de gran coste, hoy en día hay ayudas electrónicas o tipos de luces económicas que nos pueden ayudar.

- Evaluation of an emotional support service for the visually impaired. Latham K. Optom Vis Sci. 2013 Aug;90(8):836-42. doi: 10.1097/OPX.0b013e31829d99a

- Environmental and behavioural interventions for reducing physical activity limitation in community-dwelling visually impaired older people. Skelton DA, Howe TE, Ballinger C, Neil F,

Palmer S, Gray L. Cochrane Database Syst Rev. 2013 Jun 5;6:CD009233. doi: 10.1002/14651858.CD009233.pub2

- Clinically Relevant Symptoms of Anxiety and Depression in Low-Vision Community-Living Older Adults. Kempen GI, Zijlstra GA. Am J Geriatr Psychiatry. 2013 Jan 16. doi:pii: S1064-

7481(12)00034-6. 10.1016/j.jagp.2012.08.007.

- Residual colour detection abilities in age-related macular degeneration. Shima N, Markowitz SN, Reyes SV. Can J Ophthalmol. 2013 Aug;48(4):274-8. doi: 10.1016/j.jcjo.2013.03.006

El aumento de esperanza de vida hace que aumente la prevalencia de determinadas patologías como DMAE y cataratas, las cuales se pueden relacionar con

pérdidas de visión. Lo que hace que se requiera del empleo de uso de ayudas de baja visión para actividades cotidianas.

La OMS en 1992 definió a una persona con Baja Visión, aquella con una incapacidad en la función visual aun después de tratamiento y/o refracción común, con

una agudeza visual en el mejor ojo de 0.3 a percepción de luz o con un campo visual inferior a 10º desde el punto de fijación, pero que se use, es decir,

potencialmente capaz de usar la visión para la planificación y ejecución de tareas. Por tanto, se considera ceguera legal por la OMS cuando la visión es menor de

20/200 o 0.1 en el mejor de los ojos.

Es importante recordar que la baja visión no es un concepto absoluto y depende de las necesidades visuales de cada persona.

Obtener porcentaje de pacientes donde las ayudas visuales son adecuadas y por tanto, recomendadas. Y determinar entre esas ayudas, realizando una encuesta

entre pacientes que acudieron a consulta, las más utilizadas en su vida diaria y, por tanto, más importantes y útiles.

CONCLUSIÓN:

BIBLIOGRAFÍA:

RESULTADOS:

METODOLOGÍA:

OBJETIVOS:

INTRODUCCIÓN:

BAJA VISIÓN EN UNA CLÍNICA OFTALMOLÓGICA Fernández Cuenca S.1, Carrillo Ramos V. 1,Blázquez Sanchez V. 1

Dr. L. Álvarez-Rementería1, Dr. F.J. Hurtado Ceña 1 Clínica Rementería. Madrid. Spain.

50,00 60,00 70,00 80,00 90,00

Edad

0,20

0,40

0,60

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Ag

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eza

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1avmediaao = 0,79 + -0,01 * edad

R-cuadrado = 0,04

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6,00

8,00

10,00

12,00

14,00

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Filtros Edding Lupa Flexo Atril Speckwell Ebook

0,00 1,00 2,00 3,00 4,00 5,00

Número de ayudas

0,20

0,30

0,40

0,50

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Ag

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1avmediaao = 0,40 + -0,01 * nayudas

R-cuadrado = 0,00

0,00 1,00 2,00 3,00 4,00 5,00

Número de ayudas

70,00

80,00

90,00

Ed

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1edad = 84,45 + -2,07 * nayudas

R-cuadrado = 0,09

Figura 1: Algunas de las ayudas de baja visión recomendadas Gráfico 1: Correlación entre la agudeza visual y la edad Gráfico 2: Frecuencia de indicación de las ayudas visuales

Gráfico 3 y 4: No hubo una correlación significativa entre el número de ayudas

recomendadas y la agudeza visual (p = 0,675; Kruskal Wallis) o la edad de los pacientes (ver

gráfica siguiente). A cinco pacientes no se les recomendó ninguna ayuda visual.