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Pentecostés 2012 Familia Teresiana Tortosa

Familia Teresiana pentecostes2012

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Pentecostés 2012

Familia Teresiana – Tortosa

Se nos ha invitado a:CONTEMPLAR con ojos nuevos nuestro DÍA a DÍA

DESCUBRIR, desde la lectura de la Biblia, el ESPÍRITU EN LO COTIDIANO.

ESCUCHAR a nuestros MAESTROS de VIDA: Enrique y Teresa

El tiempo nos acompañó con un sol espléndido que iba encendiendo los corazones a la espera del ESPIRITU…todo fue sorpresa desde la primera dinámica que empezó en la capilla y nos invitó a pasearnos por las habitaciones de la planta baja al descubrimiento del espíritu en lo más cotidiano de nuestro día a día (el baño, el despertador, el espejo….) en donde íbamos encontrando citas bíblicas a las que íbamos respondiendo con ecos en los murales del pasillo que más tarde compartimos en grupos ¡una gran riqueza!

Alberto, nos presentó muy vivamente el sentir y orientación del lema tanto en sus palabras (nacidas de la experiencia) como en el material que nos iba dando (powers, documentos)…. Poco a poco íbamos ahondando en “el descubrimiento” del Espíritu en el vivir cotidiano. La Vigilia que empezamos con el fuego – gracias al buen tiempo - nos fue impregnando de la Palabra, de signos y gestos con la llama de nuestra vela siempre encendida. Todo acompañado de los cantos que nos regalaban Ana Ros con la guitarra y Ana Monserrat con los niños; al son de su ritmo y dinamismo.

Al día siguiente tras un buen rato de oración “por rincones”: orar en la naturaleza, con la música, con la prensa, paseando….que cada uno elegía seguimos la reflexión con las notas sobre la oración. El último momento fue el homenaje al Padre Enrique que prepararon Ana M. y los niños y que fue una invitación dinámica y gozosa a pensar, sentir y amar como Jesús como hizo Enrique. Fue emocionante la presentación del más pequeño del encuentro: Biel, que con apenas un mes vino con sus papás –Mª José y Toni- a participar de tan emotivo momento

Si algo nos ha quedado y/o hemos recordado es que la oración es esencial en nuestra vida y lo hemos visto en Enrique – a través de ese Cuarto de Hora que con tanto entusiasmo siempre nos ha transmitido - y en Teresa que hasta “en los pucheros encuentra al Señor”. Han cambiado las formas, no vivimos del mismo modo que hace 100 años pero no podemos dejar de orar. Sin oración no conoceremos ni amaremos a Dios… al Dios que está en los pequeños y grandes espacios: en el tiempo dedicado a estar con Él, en el andén del metro, esperando el bus o simplemente al levantarme y al mirarme al espejo decirle ¡buenos días Señor, empezamos juntos este nuevo día para pensar, sentir y amar como Tú, porque Él SIEMPRE y en cada momento es COMPAÑERO de camino.

Fue un encuentro sereno, profundo y fraterno y damos gracias a todos por hacerlo posible…

MERCHE MAÑERU

Cuando estábamos recogiendo un poco las cosas que habíamos dejado por la casa después del encuentro de Pentecostés, yo pensé para mí: ¡Ha sido el encuentro perfecto!• Hemos tenido tiempo de releer juntos algunos detalles del

“libro de familia” paseando por pasajes sobre todo, del Antiguo Testamento, para agradecer cómo Dios permitió y continúa posibilitando en nosotros hacer experiencia de Él, de su amor de predilección y presencia continua…

• Celebramos la venida del Espíritu que nos da aliento, convoca, vivifica, une, sana…

• Convocados por Enrique, como cabeza de familia numerosa, acogiendo a mayores y a recién nacidos…

Como decía Rosalía:“Ha sido un Pentecostés especial, preparado por la familia para la familia. Creo que se respiraba paz, un soplo dulce del Espíritu se paseaba por la casa, cada participante iba dejando su poquito y su mucho de uno/a mismo/a en el momento que se necesitaba. Jo, creo que, el Espíritu ya venía con nosotros/as desde nuestro origen y... luego, al ver la primera llama, al oír, en palabras de Enrique, nuestra invocación, salió de su escondite más íntimo y empezó a esparcir sus dones. En la Celebración fue intercambiando dones, como un puzzleperfecto los repartió según necesidades, el tuyo para acompañar el mío, el mío para ti,...”

Cierto, hablamos miles de lenguas, pasamos por los distintos peldaños de la relación, de la mediación, oración, por nuestro cotidiano y por el cotidiano del otro/a,... me sentí, en lo más profundo, verdadera familia teresiana, con nuestro Carisma como bandera, con la seguridad de qué podemos transformar, con él, la sociedad.

¡Gracias, una vez más, gracias!MERCEDES GÓMEZ-PALACIOS