La Montaña, 12 de marzo de 2014.

Mi querido amigo, sólo tomaste un billete de ida, pero allá a dónde

vas te espera la felicidad, te espera la Alegría, nunca más volverás, pero sí

guardaremos tu recuerdo y continuaremos a amarte y a recordarte,

siempre has sido un amigo fiel, cariñoso, muuuy inteligente y muy

afectuoso.

Amigo fiel, estuviste siempre al lado de tu ama, mostrándole tu

cariño, tu amor, tu afecto y sobretodo tu protección, amigo amado que has

sido, encontraste una familia

maravillosa, la mejor, te han

cuidado tanto, que siempre has

sido ese ángel del Moncayo,

amigo Willy ya te has ido, pero

siempre estarás en el corazón de

ese amado Moncayo, te

cuidaron tanto que olvidaron

que eras un perrito, porque les

mostrabas esa fidelidad y esa

lealtad más que muchos seres

humanos. Amigo Willy, llegaste a muy viejecito, gracias a los cuidados de

tu veterinaria preferida, del padre y del hermano de ella, pero la alegría

más grande, era esos paseos que os dabais entre los pinos buscando setas

con tu amada Rosa.

Amigo fiel, nunca serás reemplazado, pero siempre serás amado y

recordado, espero y deseo que otro angelito llamado Willy 2 pueda llegar

de nuevo al Moncayo, me estoy tapando los oídos porque ya estoy

escuchando “¡No, no y no!” tranquiiiilos, tranquilos, os he dicho que un

amigo nunca se reemplaza, pero hay que dejar la puerta abierta porque

otros amigos pueden llegar.

Te verán cada vez que se abre la puerta o subir y bajar escaleras,

¡qué recuerdos más bonitos! Eres tan inteligente que te hablaban en todos

los idiomas, inglés, francés, español, y quizás en catalán, y siempre

comprendías, tus orejas escuchaban mejor que el corazón de otras

personas, creíste que te había olvidado ¡no! Querido amigo y fiel

compañero, un amigo nunca se olvida.

En ese viaje elegiste la primavera, buena elección donde de nuevo

van a florecer las flores las más bellas, los árboles se van a vestir y la vida

renace. Hasta luego. La alegría nos hará recordarte porque eso es lo que

siempre has dejado, cariño y alegría, has siempre amigo fiel.

Es un Mensaje especial para una semilla especial, una estrella

junto a otras del firmamento.

Una vez, cuando estuve en Arizona me invitaron a una fiesta,

estaban los indios siux, apaches, los hopi, se estaba preparando la boda de

la hija del jefe de la tribu “Nube Blanca” y habían invitado a todos los

jefes de otras tribus, se casaba con el más valeroso guerrero “Toro

Valiente”, eran tan felices y estaban tan contentos que los dos se pusieron

de acuerdo para ir a ver al hechicero, se presentaron delante de él y le

dijeron: “Venimos a verte para pedirte una

bendición, un conjuro, que podamos estar siempre

unidos para toda la vida, queremos vivir juntos y

estar unidos para toda la vida” le repitió Nube

Blanca, el hechicero les miro y les dijo: “Muy bien,

me lo voy a pensar” ellos sonriente y felices

esperaron. Después de un tiempo el hechicero los

llamó y les dijo: “¿Queréis vivir juntos toda la

vida?” “¡Sí! Lo hemos decidido, nos amamos y nos

queremos”, “Muy bien, Nube Blanca vas a ir a la

montaña más alta, subirás a la cima, solamente con tus manos y una red de

cuerda, encontrarás un halcón y me lo traerás, lo cazas y me lo traerás

vivo. Para ti Toro Valiente irás a las rocosas y buscarás el águila más

grande y más fuerte que encuentres, me la traerás viva. Tenéis que venir

antes de que salga la luna llena”.

Los dos partieron, cada uno de ellos se fue a su montaña y la

primera que llegó fue Nube Blanca y le dijo al hechicero “Aquí estoy y

aquí te traigo el halcón” le sonrió y enseguida apareció Toro Valiente con

su águila majestuosa, la más grande y estaba orgulloso porque había

logrado lo que le habían pedido.

Entonces el hechicero les dijo: “Ahora que estamos todos reunidos,

antes de empezar vuestra ceremonia, atar al halcón y al águila, atarles los

pies juntos, les amarraréis bien las patas juntas del halcón y del águila y

echarlos a volar”. Le ataron las patas y los echaron a volar.

¿Qué pasó mis estrellas? Se cayeron al suelo, ni el águila ni el

halcón podían volar pues llevaban las patas amarradas, entonces

empezaron a revolcarse en el suelo a picotazos y cuando vieron que ya

iban a acabar con sus vidas, los soltaron. El hechicero les dijo: “¿Habéis

visto el resultado del águila y del halcón?” Contestaron “¡Sí!”, “Pues así

será vuestro matrimonio, no tenéis que ataros uno al otro, tenéis que vivir

en plena Libertad, pero sí contar uno con el otro, sí amaros juntos, sí vivir

juntos, pero guardar siempre vuestra

Libertad, si queréis poseer uno al otro

os pasará como el águila y el halcón,

moriréis a picotazos y sin poder volar.

Se celebró la boda, los dos

comprendieron lo que tenían que hacer

y después de muchísimos años transmiten

esta leyenda y esta historia a sus nietos y

biznietos para que sean tan felices como ellos.

Mis semillas, nunca se puede poseer un humano a otro humano, ni

nuestros hijos son nuestros, ni nuestros maridos o mujeres nos pertenecen,

aquel que cree que es suyo o que es su posesión ha perdido, porque

solamente habla sus celos, la envidia y el poder. Todo ser humano es libre

y así puede compartir la Felicidad y así puede compartir el Conocimiento

y así puede ser feliz y ayudar a los otros.

Poseer es perder, y si aprendéis a dar es enriquecer; cada vez que

dais y compartís cada día sois más ricos, si os lo guardáis se olvidará la

Esencia y perderéis. Cada día construir vuestro Templo y ese Templo

tenéis que mirar bien como colocáis vuestras piedras o vuestros troncos,

vuestro piso, si son sólidas, durarán; si las ponéis en arenas movedizas, se

derrumbará, pero sólo vosotros tenéis que saber lo que queréis construir

para toda la vida…

Estrellas del firmamento, seamos como ellas, están todas juntas,

pero separadas a kilómetros Luz y tooodas brillan cual más, así sois

ustedes, brillan y otras personas pueden aprovechar de esos rayos que

emanáis.

Con todo mi amor,

La Jardinera