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“LA CIUDAD ANTIGUA” DE NUMA DENIS FUSTEL DE COULANGES Leyes y principios, certeza y comprobación, explicaciones universales y predominio de la razón son los parámetros a partir de los cuales algunos historiadores, en reacción a los románticos, comenzaron a entender la historia. Del lenguaje apasionado y la intensa relación entre autor, obra y lector pasaron a un modo de comprender histórico fundado en la separación de esas relaciones.

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“LA CIUDAD ANTIGUA”DE NUMA DENIS FUSTEL DE COULANGES

Leyes y principios, certeza y comprobación, explicaciones universales y predominio de larazón son los parámetros a partir de los cuales algunos historiadores, en reacción a los románticos, comenzaron a entender la historia. Del lenguaje apasionado y la intensa relación entre autor, obra y lector pasaron a un modo de comprender histórico fundado en la separación de esas relaciones.

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“LA CIUDAD ANTIGUA”

EL ESPIRITU POSITIVISTA

El positivismo surgió como un fenómeno que respondió al drástico cambio del mundodesde mediados del siglo XIX. Con el desarrollo del capitalismo, gracias al liberalismoeconómico, surgió la necesidad de aprovechar los recursos naturales de mejor manera paraobtener mayores beneficios económicos con el menor esfuerzo. Pronto los procedimientosartesanales fueron insuficientes para satisfacer la demanda de un mercado creciente yexigente; de esta manera, el trabajo calificado pasó a ocupar un lugar esencial en elfuncionamiento del nuevo orden mundial, en la medida en que se impusieron los avancestécnicos y tecnológicos con el fin de optimizar los procesos de producción.

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“LA CIUDAD ANTIGUA”

UN LABORATORIO DE CATEGORIAS

Veamos qué categorías constituyen la historia para Coulanges. Primero, notemos que busca determinar leyes, principios y reglas perdurables en el marco del funcionamiento de la sociedad antigua, para distinguirla de la sociedad moderna. Segundo, postula la ley que explica los cambios del objeto historiado: “una creencia” a través de lo que se establece, lo que se modifica y lo que desaparece en el tiempo. Planteemos, con estos elementos, nuestra hipótesis inicial de trabajo: para Coulanges la historia consiste en establecer qué leyes explican los modos de asociación humana. Para desarrollar esta afirmación debemos plantear las siguientes preguntas: ¿qué significa para Coulanges establecer una ley?; ¿cuál es la intención de esta concepción de historia?; ¿a qué objeto está dirigido ese trabajo?. Tratemos de avanzar en nuestro análisis, guiados por los obstáculos que nos ofrecen estos interrogantes, para llegar a una formulación más completa de nuestra hipótesis.

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“LA CIUDAD ANTIGUA”

LA HISTORIA BUSCA ESTABLECER LEYESEl autor expresa abiertamente que pretende establecer leyes. Tratemos de explicarnos quésignifica eso en La Ciudad Antigua. la naturaleza de la ley que busca establecer Coulanges se refiere ala categoría de transformación. Ésta tiene que ver con la decadencia o permanencia del elemento fundante de los regímenes sociales, las creencias. Además, el carácter esencial de la ley de transformación es su universalidad, formulado de forma negativa en este apartado (“Ninguna sociedad se ha eximido a esa ley de transformación...”), pero que bien podríamos expresar en positivo, es decir, la universalidad de la ley de transformación consiste en que se aplica a toda sociedad. De otro lado, esta ley de transformación tiene el sentido de descubrir el avance de las organizaciones sociales en el tiempo hacia un estadio desconocido y mejor; en otros términos, establecer una ley de transformación en la historia implica develar el progreso de las sociedades de un momento de desorden hacia un finmejor.

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“LA CIUDAD ANTIGUA”EL CAMINO: “CRÍTICA HISTÓRICA”

En el capítulo IV del libro III el autor hace una valoración de las fuentes. Se refiere a la alta confianza que deben inspirarnos Varrón y Verrio Flaco en estos términos: “ambos instruidísimos en las antigüedades romanas, amigos de la verdad, de ningún modo crédulos y que conocían perfectamente las reglas de la crítica histórica. Todos estos escritores nos han transmitido el recuerdo de la ceremonia religiosa que señaló la fundación de Roma, y no tenemos derecho a rechazar testimonios tan abundantes”5. El valor que resalta Coulanges de los dos sabios romanos, consiste en que a pesar de su incredulidad transmitieron con fidelidad, en sus escritos, la ceremonia religiosa de la fundación de Roma; además, hace caer en cuenta que no deben desecharse tales testimonios por la condición de increencia de los autores de tales fuentes. Esta actitud metodológica obedece a las “reglas de la crítica histórica”. En otras palabras, Coulanges nos está diciendo que la “crítica histórica”, como condición de posibilidad para hacer historia, consiste en tomar distancia de los aspectos subjetivos asociados a las fuentes, al autor de las mismas y al historiador que las usa.

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“LA CIUDAD ANTIGUA”

LA CRITICA HISTORICA Y EL ESTABLECIMIENTO DE LOS LIMITES POLITICOS DE UN ORDEN SOCIALAnticipamos que, una vez definidas las instituciones a partir de la crítica histórica aplicada a las creencias del mundo antiguo, nuestro historiador encontraría la raíz del error histórico objeto de su demostración. Dicho de otra manera, su procedimiento le ha permitido determinar las condiciones de posibilidad para la aplicación o no aplicación de la noción de libertad del mundo antiguo a la sociedad moderna. En primer lugar, determina una diferencia entre los dos mundos acerca de su manera de concebir las instituciones: “Estado, Ciudad, Patria: estas palabras no eran una abstracción, como entre los modernos; representaban con fidelidad un conjunto de divinidades locales, con un culto cotidiano y creencias arraigadas en el alma”18. Ya aduce aquí una de las causas del error, esto es, la naturaleza de la definición de las instituciones en la sociedad antigua y la sociedad moderna; en efecto, existe una incoherencia entre el carácter concreto, de un lado, y el carácter abstracto, del otro, no tanto de su aplicación conceptual como del origen mismo de las instituciones.