En toda la historia siempre ha sido una preocupación constante el como se conoce y el como hacerlo de forma rigurosa. En principio no se trata de encontrar dogmatismo en el plano gnoseológico, sino de encontrar el modo de detectar la ignorancia para conocer mejor.

La filosofía no se entiende a sí misma como sabiduría ya constituida, sino como búsqueda modesta, pero sistemática.

El gran problema para la verdad es ¿será posible encontrarla, y si se hace, bajo que método?

La inteligencia humana refleja la verdad objetiva en su cerebro a través de los sentidos, pero no siempre la percepción es real.

Cuando analizamos críticamente, nos damos cuenta que hay mas conocimientos, y así constatamos nuestros errores, y poco a poco nos damos cuenta y nos adecuamos al mundo objetivo.

El error es la falta de adecuación entre nuestro conocimiento y la realidad objetiva.

La realidad indica que estamos más sujetos a los errores, y lo mas peligroso es que el error envuelve nuestro método de conocimiento. Y esto se debe a que el conocimiento, en su modo de captación, depende de la cultura, estrato social, desde la ideología, etc.

Por tanto, la capacidad de conocer ha sido sometida a los avatares del tiempo y de la cultura.

Ante la pregunta ¿Por qué surgió y como surgió el pensamiento humano? Existen tres tipos de tesis científica:

Con el aparecimiento de la lengua, idioma, dialecto, el ser humano comenzó a expresar los pensamientos, y de acuerdo a la zona geográfica y cultural, estructura su sociedad; pero la crítica estriba en que antes de que exista una lengua, ya existen previamente las ideas.

El modo en que el ser humano domina y transforma la naturaleza en orden a sus intereses es el trabajo. Es a partir del trabajo el ser humano se obliga a relacionarse, y al mismo tiempo aparecen las ideas.

Se parte que el pensamiento surge de la evolución biológica de la estructura cerebral, que al final se manifiesta en la captación de ideas. Al final se desarrolla un sistema de comunicación.

Por esencia entendemos: “aquello que define formalmente una determinada realidad”.

Para encontrar la esencia del modo como el ser humano intelige o piensa, debemos tomar en cuenta los siguientes elementos extraídos de la filosofía zubiriana

Todo animal, incluido el ser humano, se encuentra en actividad constituida

(radicalmente dinámica) y en permanente actividad. Toda actividad está determinada por una serie de estructuras biológicas, según el tipo de ser vivo.

Todo este proceso se resume en sentir que se desarrolla en suscitación (aquello que me provoca determinada acción) modificación tónica ( aquello que altera mi actividad, produciendo algo nuevo, un modo de síntesis mental novedoso a lo primerio captado) y por ultimo viene la respuesta ante determinada situación o abstenerse de actuar conscientemente.

Las cosas se hacen presentes en cada animal de una forma distinta. El animal actualiza las cosas en su sentir de un modo distinto. A este proceso se le denomina formalidad (el modo en que las cosas se hacen presentes en cada animal estímulo-respuesta) El modo de formalidad dependerá del grado de evolución de la corteza cerebral de cada animal.

El ser humano es un animal hiperformalizado.

El humano no solo aprende las cosas solamente como sentidas, sino que “aprehende” los estímulos como realidades, y estas hiperformalidad lo diferencia de toda la serie biológica que le precede. Por ello la debilidad instintual es falsa, simplemente captamos de manera distinta, pero no carecemos de formalidad.

La inteligencia humana consiste en la formalidad extrema del sistema nervioso central-corteza cerebral hiperformalizada. La inteligencia es una formalización especialmente notable de la actividad sentiente, propia de todo animal que se relaciona con lo real. Lo real da sentido a la inteligencia, y la inteligencia esta inclinada a ajustarse a la realidad.