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Parroquia de san Eugenio y santa Inés Valencia
Tel. 963795306 / parroquias.eugenio@gmail.com
www.parroquiasaneugenioysantaines.es
21 de maig de 2017
Cantos para la celebración:
• Entrada: Resucitó, Resucitó… 166B
• Aspersión: Agua lávame…
• Ofertorio: Señor te ofrecemos…
• Comunión: Cerca de ti, Señor… 40
• Despedida: Regina coeli.
Regina coeli, laetare; alleluia. / Quia quem
meruisti portare; alleluia. / Resurrexit sicut
dixit; alleluia. / Ora pro nobis Deum; alleluia.
Oración colecta: Oremos (pausa). En este día que
nuestra Iglesia celebra la Pascua del enfermo, te
pedimos, Padre, la fuerza de tu Espíritu, para
saber traducir, en la vida concreta de cada día, el
amor con que Tú mismo nos amas. Te lo pedimos por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios
por los siglos de los siglos. Amén.
PROCLAMACIÓ DE LA PARAULA
Primera lectura.
Libro de los Hechos de los apóstoles 8, 5-8. 14-17
Salmo 65
Aclamad al Señor, tierra entera
Segunda lectura.
Primera carta del apóstol san Pedro 3, 15-18
Evangelio.
Evangelio según san Juan 14, 15-21
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: - «Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Yo le pediré al Padre que os dé otro defensor, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis, porque
vive con vosotros y está con vosotros. No os dejaré huérfanos, volveré. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy con mi Padre, y vosotros conmigo y yo con vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése me ama; al que me ama lo amará mi Padre, y yo también lo amaré y me revelaré a él.» Oración poscomunión: Oremos (pausa). Te damos
gracias, Padre, porque no estamos solos en la vida.
Jesús nos prometió la eterna compañía del Espíritu
de amor. Que ese amor se haga realidad concreta
en los pequeños o grandes momentos de nuestra
vida, hoy y siempre. Te lo pedimos por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
Fiesta del Perdón de los niños que este año reciben por
primera vez a Jesús. 13 de mayo de 2017
El Espíritu de la verdad José Antonio Pagola
Jesús se está despidiendo de sus discípulos. Los ve tristes y abatidos. Pronto no le tendrán a él. ¿Quién podrá llenar su vacío? Hasta ahora ha sido él quien ha cuidado de ellos, los ha defendido de los escribas y fariseos, ha sostenido su fe débil y vacilante, les ha ido descubriendo la verdad de Dios y los ha iniciado en su proyecto humanizador.
Jesús les habla apasionadamente del Espíritu. No los quiere dejar huérfanos. Él mismo pedirá al Padre que no los abandone, que les dé "otro Defensor" para que "esté
siempre con ellos". Jesús lo llama "el Espíritu de la verdad". ¿Qué se esconde en estas palabras de Jesús?
Este "Espíritu de la verdad" no ha de ser confundido con una doctrina. Esta verdad no hay que buscarla en los libros de los teólogos ni en los documentos de la jerarquía. Es algo mucho más profundo. Jesús dice que "vive con nosotros y está en nosotros". Es aliento, fuerza, luz, amor... que nos llega del misterio último de Dios. Lo hemos de acoger con corazón sencillo y confiado.
Este "Espíritu de la verdad" no nos convierte en "propietarios" de la verdad. No viene para que impongamos a otros nuestra fe ni para que controlemos su ortodoxia. Viene para no dejarnos huérfanos de Jesús, y nos invita a abrirnos a su verdad escuchando, acogiendo y viviendo su Evangelio.
Este "Espíritu de la verdad" no nos hace tampoco "guardianes" de la verdad, sino testigos. Nuestro quehacer no es disputar, combatir ni derrotar adversarios, sino vivir la verdad del Evangelio y "amar a Jesús guardando sus preceptos".
Este "Espíritu de la verdad" está en el interior de cada uno de nosotros defendiéndonos de todo lo que nos pueda apartar de Jesús. Nos invita a abrirnos con sencillez al misterio de un Dios Amigo de la vida. Quien busca a este Dios con honradez y verdad no está lejos de él. Jesús dijo en cierta ocasión: "Todo el que es de la verdad escucha mi voz". Es cierto.
Este "Espíritu de la verdad" nos invita a vivir en la verdad de Jesús en medio de una sociedad donde con frecuencia a la mentira se la llama estrategia; a la explotación, negocio; a la irresponsabilidad, tolerancia; a la injusticia, orden establecido; a la arbitrariedad, libertad; a la falta de respeto, sinceridad...
¿Qué sentido puede tener la Iglesia de Jesús si dejamos que se pierda en nuestras comunidades el "Espíritu de la verdad"?
¿Quién podrá salvarla del autoengaño, las desviaciones y la mediocridad generalizada?
¿Quién anunciará la Buena Noticia de Jesús en una sociedad tan necesitada de aliento y esperanza?
BAUTIZADOS Y CONFIRMADOS
Hemos entrado en la segunda mitad del tiempo de
Pascua, que culmina con la solemnidad de Pentecostés, que
celebra la venida del Espíritu Santo. Y por eso en el
Evangelio hemos escuchado la promesa de Jesús: Yo le
pediré al Padre que os dé otro Defensor que esté siempre con
vosotros, el Espíritu de la verdad. La liturgia nos va
preparando para entender y recibir el don del Espíritu Santo.
Así, en la 1ª lectura hemos escuchado un texto que
debemos releer con atención, porque nos ayuda a entender
el sentido del Sacramento de la Confirmación y la necesidad
de recibirlo. Tras la predicación de Felipe en Samaría, Pedro
y Juan bajaron hasta allí y oraron por los fieles, para que
recibieran el Espíritu Santo; aún no había bajado sobre
ninguno, estaban sólo bautizados en el nombre del Señor
Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían el
Espíritu Santo.
En este texto vemos expresada la diferencia y a la
vez la unión entre el Sacramento del Bautismo y el
Sacramento de la Confirmación. Como indica el Ritual
para el Bautismo de Niños: El Bautismo es el primer
sacramento, que Cristo propuso a todos para que tuvieran
vida eterna, y que después confió a su Iglesia juntamente
con su Evangelio, cuando mandó a los Apóstoles: «Id y
haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo» (Mt 28,
19). (…) Es además el sacramento por el que los hombres
son incorporados a la Iglesia y hace a los hombres hijos de
Dios. (…)
El Sacramento del Bautismo, por tanto, es el inicio
de un proceso de crecimiento y maduración en la fe, y aquí
encontramos de manera inseparable y complementaria el
Sacramento de la Confirmación, como indica el Catecismo
para Adultos de la Conferencia Episcopal Alemana: El
Sacramento de la Confirmación sirve sobre todo para
fortalecer y perfeccionar la gracia del Bautismo. Se halla
íntimamente relacionado con el Bautismo y debe
incrementar, robustecer y perfeccionar el fundamento
puesto en el Bautismo.
Y, comentando el texto de la 1ª lectura de hoy,
indica: El Nuevo Testamento señala también una donación
del Espíritu distinta de la que tiene lugar en el Bautismo; es
la que se concede por la imposición de manos. En este texto
se dicen dos cosas:
En primer lugar, que por la imposición de manos la
comunidad de Samaría se une más estrechamente a la Iglesia
de Jerusalén, centro de la unidad.
Y se dice también que, por la imposición de las
manos a los cristianos del lugar se confiere de un modo
especial el Espíritu Santo. Se sugieren así dos motivos para
el Sacramento de la Confirmación: unión íntima con la
Iglesia y fortalecimiento por el poder del Espíritu Santo.
Y además, ante la indicación de san Pedro en la 2ª
lectura: estad siempre prontos para dar razón de vuestra
esperanza a todo el que os la pidiere, la gracia conferida en
el Sacramento de la Confirmación nos nombra testigos
públicos de la fe y nos envía a colaborar responsablemente
en el ámbito de la Iglesia.
accioncatolicageneral.es
INTENCIONES DE LAS EUCARISTÍAS:
Jueves día 25. En sufragio de Francisca Cebriá Cortell
(+ 5 de abril)
Sábado día 27. En sufragio de los difuntos de la familia
Domínguez-Carbonell y en sufragio de Hipólito y
Anastasia (matrimonio)
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