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Esta es la introducción de la investigación sobre la historia y la cultura de lsa salsa en Bogotá hecha por Nelson Gómez y Jefferson Jaramillo.
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SALSA Y CULTURA
POPULAR EN BOGOTÁ
NELSON ANTONIO GÓMEZ SERRUDO
JEFFERSON JARAMILLO MARÍN
Con la colaboración de
Jairo Antonio Rodríguez Leuro y
Mario Antonio Parra Pérez
Reservados todos los derechos
© Pontificia Universidad Javeriana
© Nelson Antonio Gómez Serrudo
Jefferson Jaramillo Marín
Jairo Antonio Rodríguez Leuro
Mario Antonio Parra Pérez
Alejandro Ulloa Sanmiguel
Primera edición: abril 2013
Bogotá, D.C.
isbn: 978-958-716-609-5
Número de ejemplares: 00
Impreso y hecho en Colombia
Printed and made in Colombia
3
Editorial Pontificia Universidad Javeriana
Carrera 7, N.º 37-25, oficina 1301
Edificio Lutaima
Teléfono: 320 8320 ext. 4752
www.javeriana.edu.co/editorial
Bogotá, D. C.
Coordinación editorial
Daniel Mauricio Blanco Betancourt
Corrección de estilo
Eduardo Franco
Diseño de cubierta
Julián Roa
Fotografía de cubierta
Presentación de Esperanza Rodríguez y su
esposo Fernando Rodríguez en Rumbaland.
Archivo personal de Esperanza Rodríguez.
Diagramación
Marcela Godoy
Impresión
Javegraf
ASOCIACIÓN DE UNIVERSIDADES
CONFIADAS ALA COMPAÑIA DE JESÚS
ENAMÉRICA LATINA
MIEMBRO DE LA
RED DE
EDITORIALES
UNIVERSITARIAS
DE AUSJAL
www.ausjal.org
ISBN: 978-958-716-609-5
CDD 781.63 ed. 20
246 p. : ilustraciones, fotos y planos ; 24 cm.
Incluye referencias bibliográficas y glosario.
Salsa y cultura popular en Bogotá / Nelson Antonio Gómez Serrudo yJefferson Jaramillo Marín. -- 1a ed.
-- Bogotá : Editorial Pontificia Universidad Javeriana : Fundación Universidad Autónoma de Colombia, 2013.
1. SALSA (MÚSICA)-ASPECTOSSOCIALES -BOGOTÁ(COLOMBIA). 2.MÚSICA-ASPECTOS
SOCIALES - BOGOTÁ (COLOMBIA). 3. CULTURA POPULAR - BOGOTÁ (COLOMBIA). I. Gómez
Serrudo, Nelson Antonio, Ed. II. Jaramillo Marín, Jefferson, Ed. III Pontificia Universidad Javeriana.
Catalogación en la publicación - Pontificia Universidad Javeriana. Biblioteca Alfonso Borrero Cabal, S.J.
ech.
Marzo 15 / 2013
Prohibida la reproducción total o parcial de este material, sin autorización por escrito de la
Pontificia Universidad Javeriana.
Contenido
Agradecimientos
Presentación
Prólogo
Introducción
1. La salsa en Bogotá. Migración, barrios y cultura festiva
1.1.
1.2.
1.3.
1.4.
1.5.
1.6.
La migración y La transformación deL entorno
capitaLino
eL barrio y eL surgimiento de La cuLtura popuLar urbana
La sensibiLidad festiva juveniL y La diseminación
trayectorias y rituaLes de iniciación juveniLes
de La ceLebración
Las tácticas para vivir Laexperiencia urbana festiva
Los confLictos juveniLes
2. Circuitos rumberos y territorios del goce
2.1.
2.2.
2.3.
2.4.
2.5.
eL sur profundo
11
13
17
23
31
32
36
39
45
49
55
59
61
71
80
82
eL centro
eL circuito de teusaquiLLo y chapinero
eL circuito de gaLerías
La rumba universitaria aLrededor de La
universidad nacionaL 83
2.6.
2.7.
eL circuito deL norte
Los circuitos y Los territorios. experiencia vivida y
educación sentimentaL territoriaLizada
3. Tipos sociales de la salsa
3.1.
3.2.
3.3.
La vieja guardia
eL coLeccionista y su artesanía
baiLarines, estrategias y escenarios
4. Mecanismos de difusión
4.1. La experiencia con Los medios: radio, teLevisión
e internet
4.2. Los eventos púbLicos masivos. eL papeL de Las saLas
de cine y Los saLones de baiLe
4.3. Los primeros conciertos de saLsa
4.4. saLsa aL parque. eL reconocimiento institucionaL
a una tradición popuLar
4.5. comerciantes de música y casas difusoras4.6. aLgunas notas de cierre. gusto, púbLico y tradición
saLsera en bogotáAnexos1. Lugares deL goce:
tabernas, discotecas, bares, barras,
cafés, cLubes, dancing cLubs, amanecederos
2. nombres de
estabLecimientossaLseros
mencionados
3. temas saLseros referenciados en eL texto
y Las entrevistas
4. entrevistas y conversaciones reaLizadas
entre 2007 y 2012
5. anexo metodoLógico
Bibliografía
Glosario
84
87
91
91
93
99
119
119
129
131
134
137
144
149
151
209
211
217
225
237
243
Índice de figuras
Figura 1.Jairo Villaruel, también conocido como Watusi, preparado
para la rumba en el barrio Capri, 1985
Figura 2. Tarjetas de promoción de bailarines de los años ochenta
Figura 3. Sector de La Macarena,Centro Internacional alrededores,1971
Figura 4. Tarjeta pubicitaria
Figura 5. Publicidad de los primeros encuentros de la vieja guardia
en 2008
Figura 6. Conjunto Yemayá en Bogotá
Figura 7. Afiche publicado en El Tiempo que promovía el concierto
de la Fania
Figura 8. Tarjeta publicitaria
Figura 9. Mapa Circuito Popular en Bogotá (1970-2010)
Figura 10. Mapa Circuito del Sur profundo (1970-2010)
Figura 11. El diamante de la salsa
Figura 12. Tarjetas publicitarias
Figura 13. Tarjeta de presentación
Figura 14. Circuito salsero y territorio del goce, centro (1970-2010)
Figura 15. Tarjeta publicitaria
Figura 16. Tarjeta publicitaria
Figura 17. Tarjetas publicitarias
Figura 18. Circuito salsero y territorio del goce, Chapinero (1970-2010)
44
67
79
87
92
112
134
151
152
153
155
156
157
161
164
171
174
177
Figura 19. Circuito salsero y territorios del goce, norte y zona rosa
(1970-2010)
Figura 20. Tarjeta publicitaria
Figura 21. Circuito salsero y territorio del goce, suroccidente
(1970-2010)
Figura 22. Presentación de Esperanza Rodríguez y su esposo Fernando
Rodríguez a mediados de los años ochenta en Rumbaland
Figura 23. Tarjetas publicitarias de los años noventa, en los últimos
tiempos de esta renombrada discoteca
Figura 24. Corferias y alrededores, 1971
Figura 25. Circuito salsero y territorio del goce, Galerías y noroccidente
(1970-2010)
192
196
198
203
204
206
207
Presentación
En un tema como la salsa, que en los últimos años ha sido el blanco de muchas
miradas y narrativas diversas, hay que diferenciar el estudio cuidadosamente
documentado del anecdotario, real o imaginado, del que escribe y de las fuen-
tes que consulta. Es preciso distinguir la investigación sociológica, musicoló
gica o etnográfica de la especulación sin asidero en la vida cotidiana ni funda
mentos conceptuales debidamente sustentados.
Este libro es resultado de una investigación basada, por un lado, en el
trabajo de campo y los testimonios de muchos de sus protagonistas y, por el
otro, en la contextualización histórica y las interpretaciones arriesgadas pero
fundamentadas de los autores. Apoyándose en una metodología probada ya
en estudios previos, como el de La salsa en Cali, los autores construyen una
cartografía de las rutas, los ejes y las estrategias festivas generadas en torno
a la salsa y su baile.
Como el ojo que sigue a la luz que lo ilumina, el trabajo de Nelson
Antonio Gómez yJefferson Jaramillo comienza por situar la salsa en el barrio
popular urbano, con el que se relaciona desde su origen en el barrio Latino de
la capital del mundo. Aunque en este caso se trata del barrio como un espacio
mediador entre el campo y la ciudad, es decir, un lugar intermedio que se va
perfilando con el concurso de muchos citadinos que habitan la ciudad “tradi-
cional” y las familias campesinas que arribaron en busca de un sitio donde aco-
modarse. Por lo tanto, deviene en un espacio de encuentro entre las diferen-
cias simbólicas y culturales; lugar de tensiones entre las identidades atribuidas
desde afuera y las creadas por los habitantes desde adentro. En esa instancia,
abigarrada y ruidosa, la salsa convive con la música tropical y otras expresiones
de la música popular de América Latina y el Caribe. Es allí donde las matinés
bailables de los años setenta desplazan, poco a poco, a las viejas chicherías de
los años cincuenta en lasque
se mezclaban nativos e inmigrantes.
Relacionando el tiempo histórico y el espacio urbano, los autores logran
poner en perspectiva el proceso de apropiación de la salsa, por diversos sec-
tores sociales de Bogotá, y a partir de los años setenta, en diferentes barrios y
localidades de la capital colombiana. Describen las prácticas y los lugares espe
cíficos donde una nueva generación configura sus rituales de diferenciación a
través de sus recorridos por la ciudad, siguiendo el rastro de un ritmo que los
conduce hasta sus pies.
Además de reconocer en Soacha un epicentro determinante en el circui-
to salsero, el relato transita por barrios, como Restrepo, Quiroga y Kennedy,
hasta Santa Fe, La Macarena y Chapinero, donde la salsa llegó para quedarse,
durante las décadas del setenta y ochenta, y continúa hasta los bares del norte
y la zona rosa en el siglo XXI.
En la “ruta de la salseridad”, al lado de curtidos melómanos de vieja
guardia, se formaron nuevos públicos: jóvenes bailadores, anónimos militantes
de la rumba y el sabor, trashumantes de una bohemia compartida con otras
expresiones musicales y culturales en la gran ciudad.
Lo que empezó por el sur de la capital fue penetrando los sectores de la
clase media y alta, atraídos por el ritmo y la sabrosura de la salsa que los sedujo
con el palpitar de la clave y los encantos del tambor. Estudiantes universitarios,
artistas, grupos de izquierda identificados con el pueblo y con lo popular se
adhirieron a ella a medida que fueron conociéndola, hasta convertirla en una
nueva fuente de placer.
La presencia de algunos músicos locales, hombres y mujeres hermana
dos por la salsa, fomentó el acercamiento de los iniciados, muchos de los cua-
les terminaron siendo sus adeptos incondicionales. Por otro lado, personajes
de la radio, vendedores ambulantes, inmigrantes caleños y de la costa Caribe
colombiana contribuyeron, a su manera, a la difusión de esta música, aprove
chando sus colecciones discográficas, sus pequeños negocios y un saber acu-
mulado, compartido después con amigos y gente a su alrededor.
El trasegar por esa vasta geografía citadina deja ver una rica experiencia
colectiva, gozosa y, a veces, conflictiva, donde se cruzan las ilusiones del que
quiere ser artista por una noche con las expectativas de un reconocimiento ne-
gado y las proyecciones imaginarias de seres anónimos que rompen las inercias
rutinarias de la cotidianidad, para ir tras el vínculo que los redima en el tarareo
de una canción vivida o en el encuentro en una pista de baile.
14 • SALSAY CULTURA POPULAR EN BOGOTÁ
Como producto de una investigación académica de carácter histórico y
sociológico, este relato sobre la salsa en Bogotá se diferencia de otros sobre el
mismo objeto no solo por los conceptos que propone, sino por el método que
utiliza, el rigor en el tratamiento de los datos y la argumentación que despliega.
Por él desfilan las voces de reconocidos bailarines, propietarios de bares
y tabernas, comerciantes de música en la calle 19, melómanos consumados y
legendarios coleccionistas con sus emblemas, sus fetiches discográficos, sus
saberes adquiridos, sus formas de encuentro y de consumo. Tan importantes
como esas voces son las fotos que documentan el espacio-tiempo de unos acto
res involucrados en esta narrativa, los mapas que representan el espacio vivido
y narrado por ellos y los anexos que certifican un control sobre el proceso
investigativo y su método.
En esta obra se recrea una memoria, aún viva y palpitante, que acude a
los testimonios de muchos protagonistas y logra trascenderlos para tejer una
historia inédita que apenas ha empezado a investigarse con la atención de lo
que merece ser contado por escrito.
aLejandro uLLoa sanmigueL
Cali, 15 de febrero de 2013
PRESENTACióN •15
Prólogo
La llegada de un recuerdo es un acontecimiento
pauL ricoeur
Miguel Granados Arjona, “el Viejo Mike”, fue la primera persona que entre
vistamos formalmente al comienzo de esta investigación, a mediados de 2008.
Habíamos escuchado muchas cosas sobre él y de su relación con los inicios de
la salsa en Bogotá. El encuentro fue en Acetatos.compac, negocio especializado
en música afroantillana, ubicado en el centro de la ciudad y de propiedad de
Hernando Gómez, verdadera “enciclopedia musical” en la capital y el país.
Ese día coincidió con el cumpleaños del Viejo Mike y la presentación de la
orquesta Aragón, cuya función estelar sería en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán.
Nos acompañó en la entrevista Jaime Castrillón, coleccionista de mambos, y
Hernando Gómez. En el clímax de la conversación uno de los músicos de la
orquesta Aragón entró a saludar a Hernando Gómez y al Viejo Mike. Ese día,
dos glorias del Caribe, un gran locutor y una emblemática orquesta, se daban
cita en los comienzos de nuestra investigación.
En dicha entrevista Miguel Granados gozaba aún de buena salud y su
voz mantenía ese timbre telúrico que encantó a más de una generación de
seguidores de sus programas. Transcurría la conversación y nos relataba con
orgullo su origen barranquillero, emocionándose con los relatos de su niñez,
cuando escuchaba las emisoras cubanas en las que conocería el danzón, el
chachachá y otros géneros que lo han acompañado desde entonces. Uno de
los recuerdos más potentes fue el de la primera vez que escuchó a la Sonora
Matancera, orquesta que luego en su trayectoria profesional y en sus progra-
mas radiales fungiría como su fiel consejera. De sus innumerables programas
radiales,La hora costeña sería uno de los más queridos,quizá porque a partirs,
de este, “despegó” su carrera como programador radial y se convirtió en uno
de los locutores salseros más apreciados en Colombia.
De esa primera entrevista lo que no logramos prever fue la enorme can-
tidad de personajes y relatos salseros que harían de esta investigación una ver-
dadera bola de nieve. Generosamente, más de cincuenta mujeres y hombres
accedieron entre 2007 y 2012 a colaborarnos con sus historias, sus experien-
cias y vivencias, y fue a partir de sus voces que fuimos entretejiendo el texto
que hoy presentamos a los lectores y que no intenta otra cosa que condensar
de forma sistemática la vivencia salsera en la capital colombiana. Como se
podrá notar, la principal característica del trabajo es que está construido en
su totalidad con innumerables piezas de recuerdos de barrio, de imágenes de
ciudad, de experiencias familiares y de un buen número de percepciones sobre
descubrimientos y preferencias musicales, así como de las alegrías y tristezas
que dejó en todos nuestros entrevistados su pasión por la salsa.
De los registros de esas múltiples voces y de la experiencia individual y
social en relación con la recepción de un género musical es que habla esta his-
toria, y nuestro recorrido comienza por el barrio y la ciudad. Estos dos escena-
rios de la “ciudad masificada”, parafraseando a José Luis Romero (2004), son
la fuente primordial de la cual se nutre este libro. Escenarios enriquecidos con
los retratos de inmigrantes de diversas procedencias del país, con trayectorias
y estilos de vida que no solamente contribuyeron a la creación o consolidación
de algunos barrios en la capital, sino que, además, generaron un gusto por la
música que se articuló con la de sus antecesores y se benefició de los productos
de la industria cultural por medio de los programas de radio, cine y televisión,
y desde dispositivos como el acetato y el casete.
Este libro, por lo tanto, habla también de la cultura urbana construida
por disímiles pobladores, conectada a diferentes experiencias juveniles me-
diante la participación en eventos festivos como las fiestas familiares, los baza-
res y las matinés o “cocacolas bailables”. Una cultura urbana que se transmuta
en una experiencia festiva y que emerge de los barrios de la capital, en especial
los del sur, un sur profundo, que es, a su vez, gestor y receptor de un género
musical que se incorpora rápidamente como una más de las tradiciones festi-
vas de la ciudad, con un público mayoritariamente joven.
A lo largo de sus páginas, este libro detalla cómo, de forma simultánea a
la actividad festiva salsera de los barrios, van surgiendo establecimientos dedi-
cados a programarla y difundirla. En nuestro medio, dichos lugares van a
tener varias denominaciones: bares, barras, discotecas o salsotecas. Muchos
18 • SALSAY CULTURA POPULAR EN BOGOTÁ
habrían de ser bautizados según temas famosos del género, como Salsa Ca-
mará o Anacaona; otros retomarían nombres de lugares famosos de la salsa
en Nueva York, como Cabo Rojeño o El Palladium, y adicionalmente se po-
drá observar cómo muchos de ellos fueron creciendo, desde los años setenta,
hasta constituir parte de la geografía salsera de la capital y atrapar entre sus
límites a públicos de distintas procedencias y condiciones.
En nuestro recorrido se hará evidente cómo establecimientos que se
ubicaron en el “sur profundo” y en el centro luego se multiplicarían y dis-
persarían por toda la ciudad. Así, se muestra la manera cmo esta geografía
salsera tiende a conquistar el gozo juvenil de los años setenta por medio de
la creación de circuitos festivos; con ellos, los jóvenes realizarían sus pro-
pias exploraciones de sonidos y temas musicales, para luego, con un saber
incorporado en el cuerpo y en el oído por medio del baile y la escucha,
especializar aún más sus recorridos y gustos. Estos circuitos, como se podrá
observar a lo largo del texto, serían realizados durante varios años por incon
tables hombres y mujeres amantes del género, que se convertirán en parte
constitutiva de sus rituales festivos. De hecho, el libro también muestra que
esta experiencia festiva juvenil se conectó a formas muy sutiles de educación
sentimental, forjada inicialmente en las matinés barriales (de tres de la tarde
a siete de la noche los domingos), y luego en los concursos de baile, de fer-
vorosa acogida entre muchos de los entrevistados.
, ó
Además, señalaremos cómo entre los circuitos y establecimientos al-
gunos serán más frecuentados y tendrán más reconocimiento en la memoria
de nuestros interlocutores. Por ello, en este libro se hará una caracterización
más detallada de esos lugares frente a otros que apenas se mencionan. Sin
embargo, son más de 180 los establecimientosque
logramos registrar, y qui-
zás, en una segunda edición, podremos nombrar otros que desconocemos,
o incluso profundizar en aquellos en los que, necesariamente, van a quedar
algunos vacíos descriptivos. Peso a ello, lo importante aquí es que muchos
de estos establecimientos permanecen latentes en el reservorio rumbero de
quienes los disfrutaron.
Precisamente, con el libro buscamos hacerle justicia a esta territorialidad
del goce festivo, dado que algunos establecimientos significaron verdaderos espa-
cios de encuentro para nuestros entrevistados. Así, por ejemplo, Marino Carvajal
expresó su predilección absoluta por Rumbaland, y Óscar Orozco,“Zapatico”,
por La Caseta Internacional de las Estrellas, de Soacha. Si bien en el transcurso
de cuarenta años muchos de estos lugares emblemáticos desaparecieron, unos
PRóLOGO • 19
pocos perviven y son referencia obligatoria para neófitos y expertos. En este
periodo algunos se especializaron en salsa clásica, otros le dieron paso a la salsa
rosada, y entre todos estos matices del género, unos buscaron atraer un público
más intelectual y universitario, otros se centraron en captar la atención de em-
pleados y oficinistas. Pese a las diferencias, todos los entrevistados coincidieron
en que la rumba en Bogotá llegó para quedarse en estos lugares.
Nuestro recorrido salsero por la capital también incluye una breve reseña
del comercio musical, especialmente, el que floreció con las famosas casetas
de la calle 19 en la década de los ochenta. En ellas, como se podrá observar
más adelante, los amantes del género conseguían no solo los acetatos que cir-
culaban por las tiendas de discos, sino una serie de materiales que harían más
compleja toda esta historia de recepción de la salsa, por ejemplo los discos
producidos por sellos piratas, las grabaciones de antologías musicales en ca-
sete y una serie de discos exclusivos, cuyos clientes eran músicos, bailarines,
estudiantes, deportistas, coleccionistas y dueños de establecimientos, quienes,
finalmente, adquirían el material que arriesgados comerciantes gestionaban
desde Venezuela, México y Estados Unidos.
Como elemento complementario de dichos recorridos salseros nos en-
contraremos con el dial. Así, en sus inicios, la radio comenzaría a transmitir
salsa con atractivos programas en AM (amplitud modulada) hasta llegar hoy
en día a conquistar espacios en las emisoras culturales y universitarias, en las
que ya no solo se transmite en onda corta, amén de que Internet ha colonizado
a los radioescuchas. Sin embargo, sobre esta escucha activa y el auge de mu
chos de esos programas desconocemos los datos cuantitativos, ya que sobre
audiencias y emisoras de salsa no se ha realizado algún tipo de indagación. En
tal medida, nuestra investigación se centra más en la experiencia de escucha,
la cual abordamos con los testimonios de programadores radiales y fieles es-
cuchas, quienes nos contaron cómo en la radio pautaban los establecimientos
salseros, se promovían concursos y se publicitaban conciertos. La mayoría de
los programadores gozó de gran sintonía durante años, especialmente, Miguel
Granados Arjona, invitado de honor de muchos de los establecimientos salse
ros y uno de los primeros presentadores de los conciertos de salsa en la capital.
En ese terreno también la televisión tendría un sitial de honor, sobre todo, con
los programas de Jimmy Salcedo y su orquesta, de corta duración, Colombia
All Star, y el espectáculo de Jorge Barón con sus invitados especiales.
El lector podrá apreciar que en Bogotá los grandes escenarios masivos
dieron cabida a los artistas del parnaso latinoamericano de la salsa: desde la
20 • SALSAY CULTURA POPULAR EN BOGOTÁ
Fania All-Star hasta Los Orischas, desde Daniel Santos hasta Willie Colón, to-
dos serían presentados en festivales, teatros y diversos escenarios festivos. No
obstante, podría suceder que olvidemos a otros tantos que con menor fama
lograron un reconocimiento local, como el grupo Masinga, que nunca grabó ni
comercializó su trabajo pero que ocupa un lugar significativo en esta investiga-
ción. Igualmente, de forma breve mencionamos las orquestas locales actuales,
como La 33, Sexteto Latino Moderno, Mambo Big Band o Calambuco, que
darían para hacer otro volumen de esta larga historia.
Estamos ante un texto que ofrece una mirada a la salsa con una carga
cognoscitiva muy potente: la del “recorrido de la experiencia sensible”, aquella
que fue tan ampliamente descrita por el sociólogo George Simmel y el filósofo
Walter Benjamin. Experiencia sensible que se traduce y materializa en tipos
sociales y culturales que dan cuenta de “verdaderas personalidades auditivas”,
al decir de uno de nuestros entrevistados para referirse a “la vieja guardia”, al
bailarín y a los músicos.
Ahora bien, quien quiera leer este libro no necesariamente tiene que
comenzar desde el principio y seguir en orden hasta el final, de hecho la ex-
periencia cultural y musical en el desarrollo de esta investigación nos enseñó
que la escucha y la pasión por la música no tiene cronología, como tampoco
sucede en las novelas En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust; en Rayuela,
de Julio Cortázar; o en Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez. Habrá
lectores que deseen comenzar por el final, otros por el capítulo de los circuitos,
quizás otros quieran saber algo sobre el origen de la salsa y qué se ha escrito
sobre el asunto, o habrá quienes prefieran escuchar la discografía sintetizada al
final. En esencia, este libro es sobre la experiencia musical, y esta experiencia
no tiene un mapa trazado de antemano, cada quien lo construye y reconstru
ye; cada quien traza sus propios recorridos a partir de lo que narran nuestros
protagonistas y de lo que para ellos adquiere relevancia: la memoria festiva y
cultural de la ciudad que han vivido.
Finalmente, los autores quieren dedicar este libro.
Nelson Antonio Gómez Serrudo, a sus tíos barranquilleros Jesús Serru
do y Óscar Serrudo, apasionados melómanos de la música afrocubana y con
quienes en veladas familiares y siendo muy niño escuchaba La Sonora Matan
cera y otras orquestas cubanas y de Puerto Rico, sin todavía tomarle gusto y
afecto a esta música. De mi tío Óscar recuerdo ese cariño y cuidado al colocar
los discos en la tornamesa y mostrar su pasión por la música. De mi tío Jesús
recuerdo sus muchos acetatos y cómo en la época de su Droguería París, en
PRóLOGO • 21
1978, en Santa Marta, en una de las paredes, la más visible, exhibía con orgullo
una placa de La Sonora Matancera que para él era, quizás, más importante que
su diploma de químico farmaceuta.
Jefferson Jaramillo quiere rendir un homenaje a sus amigos salseros, los
de la Sultana del Valle, los de la Atenas salsera, y a todos los hombres y mujeres
que en la capital colombiana y fuera de ella alimentan con su memoria musical
este gran capítulo de la historia de la música popular en nuestro país.
22 • SALSAY CULTURA POPULAR EN BOGOTÁ
Salsa y cultura popular en Bogotá. 1970-2010
SOACHA
01
02
05
03
04
06
08
07
09
10
14
11
12
18
19
17
15
13
16
CALLE80
AUTOP. SUR
CR.14
SUR
AV. AMÉRICAS
CR
.30
CL.26
CL.13 C
R.7A
V.BOYACÁ
AV.SUBA
N
S
W
E
Localidades
01 Usaquén
02 Chapinero
03 Santa Fe
04 San Cristóbal
05 Usme
06 Tunjuelito
07 Bosa
08 Kennedy
09 Fontibón
10 Engativá
11 Suba
12 Barrios Unidos
13 Teusaquillo
14 Los Mártires
15 Antonio Nariño
16 PuenteAranda
17 Candelaria
18 Rafael Uribe Uribe
19 Ciudad Bolívar
Circuitos salseros SurProfundo
Norte y Zona Rosa Noroccidente y Galerías
Centro Chapinero Sur Occidente
Soacha Bares y Discotecas de Salsa
Figura 9. Mapa Circuito Popular en Bogotá (1970-2010).
Fuente: elaboración propia.
152 • SALSAY CULTURA POPULAR EN BOGOTÁ
Elcircuito delsurprofundo
N
S
W
E
PUENTE ARANDA AV.LO
SCOMUNER
OS
DG.16S
CR
.50
AV.68
AUTOPISTA SUR
AV.1MAYO
KENNEDY
CARR
ERA33
CL.44
SUR
CR. 24
AV
.BOYACÁ
AV. CARACAS
ANTONIO NARIÑO
RAFAEL URIBE
URIBE
SAN CRISTÓBAL
1:100.000
CARR
ERA14
SOACHA
CONVENCIONES
Límite de localidad
Vías
1
8
9
10
2
6
3
74
1112
13 15
16
17
14
5
2,5Km01,252,5
1 Abuelo Pachanguero 2 Barra Rumba Cubana 3 Charly-Salsoteca y Los Pibes 4 Cubarra
5 Discoteca Melao 6 Discoteca Saoco 7 El Jíbaro Pachanguero 8 ElTiburón 9 ElTumbao
10 Flor Negra11
Hamburguesa Rumbera12
Malecón 13 Palladium(OrlandoVargas)14
Salsoul
15 Sol de Media Noche16
Taberendra 17 TibiriTabara Salsa Brava
Sector Soacha: La caseta internacional de las Estrellas, Katiuska, Pampanela, Galaxia, Disco Club Social
Figura 10. Mapa Circuito del Sur profundo (1970-2010).
Fuente: elaboración propia.
Anexos. LugAres deL goce • 153
El circuito del centro
CHAPINERO
TEUSAQUILLO
E
SANTA FE
MÁRTIRES
AV.
LOSCOM
UNEROS
AV.CARACAS
CARRERA
10
CARRERA
7
CL.26
CR
.3
8
9
1
7
6
5
4 10
3
2
11
CR
.30
CALLE
19
N
S
W
La Bodeguita del Centro 7 La Gaité
SAN CRISTÓBALANTONIO NARIÑO
CONVENCIONES
Límite de localidad
Vías
1 Almendra, Son Cubano, Massuci, Siloé 2 El Monka Monka 3 El Palomar
4 El Primer Goce Pagano 5 ElTunjo de Oro6
8 Martí 9 Quiebracanto10
Salsa Borinquen11
La Teja Corrida, El Segundo Goce Pagano
Figura 14. Circuito salsero y territorio del goce, centro (1970-2010).
Fuente: Elaboración propia.
Anexos. LugAres deL goce •161
El circuito de Chapinero y Teusaquillo
BARRIOS UNIDOS
12
02
TEUSAQUILLO
CHAPINERO
8
7
6
4
10
2
13
14
7
N
S
W
E
AV. AMÉRICAS
CL. 26 CL. 45
CL.72
CR.30
CR.7
AV
.CARACAS
9
1
5
3
11
12
15
16
17
1819
20
13
PUENTE ARANDA
Figura 18. Circuito salsero y territorio del goce, Chapinero (1970-2010).
CONVENCIONES
Límite de localidad
03 Vías
SANTA FE
1 Anacaona 2 Antifaz 3 Azúcar 4 Cabo Rojeño 5 Cañandonga 6 Caño 53
7 El Bembé de Pinky 8 El Corso de la 72 9 Guararé Club Salsa Bar 10 La Montaña del Oso
11 La Rumba de Efra 12 Melodías13
Mozambique 14 PachangayPochola15
Paso Comban
16 Ritmo Latino 17 Salsa Camará 18 Sandunguera19
Savoy20
Son Salomé
ANTONIO NARIÑO
14
Fuente: Elaboración propia.
Anexos. LugAres deL goce •177
El circuito del suroccidente
FONTIBÓN
N
SW E
CL.13
AV
. 68
6
4
2
7
8
AV.68
AV. LAS AMÉRICAS
KENNEDY PUENTE ARANDA
DG
.2
TV. 53
AV.BOYACÁ
CR
.50
CL
.3
AV. 1 DE MAYO
5
3
CIUDAD
BOLÍVAR
BOSA
AUTOPISTA SUR
CONVENCIONES
Límite de localidad
1 Vías
TUNJUELITO
1 Antillano 2 Bilongo 3 Del Puente Pa´allá 4 ElAbuelo Pachanguero
5 El Panteón de la Salsa 6 Rumbaland Tierra de la Rumba 7 Santología 8 Tabogo
Figura 21. Circuito salsero y territorio del goce, suroccidente (1970-2010).
Fuente: Elaboración propia.
198 • SALSAY CULTURA POPULAR EN BOGOTÁ
Circuito del norte y la zona rosa
1Km00,51
CR. 3
0
CL. 8
0
AV.SUBA
SUBA
CL. 100
DG
. 92
AV
.19
CL. 116
CR.1
5
CL. 127
011
5
3
N
S
W
E
USAQUÉN
CARRERA
7
AUTOPISTA
NORTE
6
4
2
Figura 19. Circuito salsero y territorios del goce, norte y zona rosa (1970-2010).
CHAPINERO
CONVENCIONES
Límite de localidad
Vías
1 El Scondite del Norte 2 Galería Café Libro 3 Hippocampus 4 Latinos Salsa Piano Bar
5 Salomé Pagana Club Social 6 Salsa Camará Club Social
Fuente: Elaboración propia.
192 • SALSAY CULTURA POPULAR EN BOGOTÁ
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