04 Zapata Francisco_cuestiones de Teoria Sociologica

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  • SEMINARIO DE TEXTOS UNIVERSITARIOS

  • CUESTIONES DE TEORA SOCIOLGICA

    Francisco Zapata

    EL COLEGIO DE MEXICO

  • 301Z35c

    Zapata, Francisco, 1943-Cuestiones de teora sociolgica / Francisco Zapata. la. ed. Mxico,

    D.E : El Colegio de Mxico, 2005.261 p. ; 22 cm.Contenido: Introduccin. Tres perspectivas de la sociologa 1. Procesos

    sociales 2. Trabajo y produccin 3. Ciudadana, democracia y sufragio 4. Los debates sociales y polticos latinoamericanos.

    ISBN 968-12-1184-7

    1. Accin social. 2. Trabajo y trabajadores. 3. Produccin. 4. Ciudadana.5. Amrica Latina Poltica y gobierno. 6. Amrica Latina Condiciones sociales. 7. Sufragio. 8. Clases sociales.

    Primera edicin, 200 5

    D.R. El Colegio de M xico Cam ino al A jusco 20 Pedregal de Santa Teresa 1 0 7 4 0 M xico, D.E www.colm ex.m x

    ISBN 9 6 8 -1 2 -1 1 8 4 -7

    Im preso en M xico

  • INDICE

    Presentacin, 9 Introduccin, 13

    Tres perspectivas de la sociologa, 23La sociologa clsica, 23; La sociologa crtica, 25;

    La sociologa accionalista, 30

    1. Procesos sociales, 33Estructura demogrfica y anlisis sociolgico, 34;

    La interaccin social, 35; Las relaciones sociales, 39;La'estructura social, 40; Procesos de movilidad social, 42; Poder,

    autoridad y dominacin, 48; Accin colectiva y movimiento social, 54; Los nuevos enfoques de anlisis de la accin colectiva; 56;

    Caracterizacin de los nuevos enfoques de la accin colectiva, 58; Nota bibliogrfica, 65; Lectura I: William E Whyte, Street Com er Society

    (1943), 67; Lectura II: Georg Simmel, Conflicto (1902), 75; Apndice: La Escuela de Chicago, 77

    2. Trabajo y produccin, 81Antecedentes del desarrollo de la sociologa del trabajo, 83;

    Industrializacin, constitucin de los mercados de trabajo y control de la clase obrera, 87; Caractersticas generales de la revolucin

    industrial, 87; Mtodos de control de la fuerza de trabajo, 89;La concentracin de capitales y el capitalismo monoplico, 90;

    El taylorismo como mtodo de control de la fuerza de trabajo, 93;El fordismo, 97; La escuela de las relaciones humanas, 98;

    La especializacin flexible, 99; El modelo japons, 102; Consenso y conflicto en el taller: Burawoy, 103; Consideraciones sobre la ciudadana fabril, 111; El anlisis de la ciudadana fabril

    en los pases centrales, 112; El anlisis de la ciudadana fabril

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    se levantar una contribucin comn; ella debe estar repartida en forma ecunime entre los ciudadanos de acuerdo con sus facultades.

    XIVLos ciudadanos tienen el derecho de constatar por s mism os o por m edio de sus representantes la necesidad de su contribucin pblica, de consentirla libremente, de verificar su uso y de determinar la calidad, el m onto, el pago y la duracin de la misma.

    XVLa sociedad tiene el derecho de pedir cuentas a cualquier funcionario de su administracin.

    XVICualquier sociedad en la que la garanta de los derechos no est asegurada, ni la separacin de poderes determinada, no tiene constitucin.

    XVIIAl ser las propiedades un derecho inviolable y sagrado, nadie puede ser privado de las mismas si no es por causa de utilidad pblica, legalmente constatada, exigida evidentemente y bajo la condicin de una indem nizacin justa y previa.

    Fuente: facsmil editado por la Asamblea Nacional de Francia.

  • 4. LOS DEBATES SOCIALES Y POLTICOS LATINOAMERICANOS

    El anlisis sociolgico de los procesos sociales y polticos latinoamericanos permite especificar el uso de las categoras tericas que hem os estudiado en captulos anteriores. Puntualizar cules fueron los puntos centrales de la caracterizacin que se hizo de dichos procesos y buscar cmo articularlos dentro de la tradicin sociolgica es un desafo nuevo.

    Adems, el debate latinoam ericano acerca de la caracterizacin del proceso de desarrollo de la regin no fue ni es solam ente acadmico, porque comprom eti a polticos, acadmicos, autoridades gubernam entales y a los ms diversos actores sociales com o cam pesinos, obreros, clases medias y oligarquas.

    Por lo cual, esa caracterizacin, inserta en el desarrollismo, en la teora de la m odernizacin o en los enfoques de la dependencia, se tradujo en retricas con las que m uchos regmenes buscaron legitimarse, recurriendo a la carga ideolgica que m uchas de esas nociones tenan y tienen en el subconsciente de diversas categoras sociales.

    La publicacin de textos analticos com o los Siete ensayos de intepre- tacin de la realidad peru an a, de Jos Carlos Maritegui (1 9 2 8 ); el Inform e econm ico de A m rica Latina, publicado anualmente por la recin creada Com isin Econm ica para Amrica Latina ( c e p a l ) , el primero de los cuales fue escrito por Ral Prebisch en 194 9 ; los libros de Germani (1 9 6 2 ) y de Medina Echavarria (1 9 6 4 ) sobre los aspectos sociolgicos del desarrollo econm ico; los de Frank (1 9 6 5 ) y de Marini (1 9 6 9 ) sobre el capitalismo y el subdesarrollo; los de Gonzlez Casanova sobre la dem ocracia en M xico (1 9 6 5 ), de Rgis Debray sobre el im pacto del proceso cubano en el debate sobre el concepto de revolucin (1 9 6 5 ), de Stavenhagen (1 9 6 5 ) sobre la crtica a la teora de la m odernizacin, y el de Cardoso-Faletto sobre la dependencia y el desarrollo (1 9 6 9 ), as com o una multitud de artculos polm icos centrados en intentos de caracterizacin de los procesos de conform acin de la formacin social de

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  • 2 1 0 CUESTIONES DE TEORA SOCIOLGICA

    Amrica Latina, constituyen una serie de interrogantes sobre el proceso de desarrollo de Amrica Latina y sus correlatos sociopolticos, que reflejan las posiciones de cientficos sociales latinoam ericanos y no latinoam ericanos sobre las realidades de su continente.

    Ese debate, que transcurre durante todo el siglo xx pero que se concentra en particular en la dcada de los sesenta, se dio dentro de una realidad siempre ms com pleja. La visin industrializadora, que se haba puesto en m archa desde mediados de los aos treinta com o resultado de la crisis mundial de 1929 y que se haba intensificado durante la segunda guerra m undial, buscaba desarrollar sectores econm icos bsicos com o fueron la siderurgia, la generacin de electricidad, el procesamiento del petrleo y la construccin de redes de com unicaciones telefnicas, y dar apoyo crediticio a la creacin de nuevas empresas m anufactureras por medio de bancos de fomento que, com o Nacional Financiera (Nafinsa, creada en 19 3 4 en Mxico) o la Corporacin de Fom ento de la Produccin (Corfo, creada en 1938 en Chile), fueron agentes centrales de ese proyecto. Esa visin buscaba un desarrollo deliberado y encontraba en la planeacin el instrumento para llevar a cabo sus propsitos. No se contrapona a la inversin extranjera, sobre todo estadounidense, para financiarlos. El proyecto industrializador adquiri connotaciones ideolgicas cuando algunos lo plasmaron en esquemas y recom endaciones de poltica; fue ah cuando apareci el enfoque desa- rrollista, suerte de plataforma para gobiernos com o los de Frondizi en Argentina, Kubitschek en Brasil, Frei en Chile y Lpez Mateos en M xico. Esa plataforma tuvo su apogeo durante las dcadas de los cincuenta y sesenta. Cont con la adhesin entusiasta de econom istas, ingenieros, acadm icos y polticos que vieron en ella una oportunidad de moldear la realidad mediante la intervencin de la accin estatal en la econom a y la sociedad. De diversas maneras, la herencia positivista del siglo xix fue recuperada por esta generacin.

    Paradjicam ente, cont con el apoyo de los partidos comunistas que, en la coyuntura de la poltica antifascista del periodo 1 9 3 5 -1 9 4 5 , buscaron acercarse a las burguesas nacionales de Brasil, Chile o Mxico e im pulsar as un proyecto de desarrollo nacional que concillara lo que hasta ese m om ento haban sido intereses contradictorios com o los de capitalistas y proletarios. En los cincuenta y principios de los sesenta, acadmicos com o W alter Rostow dieron a esta visin un nuevo im

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    pulso al colocar el proyecto desarrollista en un contexto histrico de larga duracin, identificando las llamadas etapas del desarrollo econm ico (1 9 6 0 ), lo cual constituy la base ideolgica de la Alianza para el Progreso, impulsada por el presidente Kennedy, en la medida que defini los obstculos (por ejem plo, la estructura agraria) y los desafos que de- ban cum plir los pases perifricos para poder salir del subdesarrollo.

    Tambin se puede argumentar que se trataba de una visin tributaria de lo que haba sido la interpretacin del marxismo hecha por la Segunda Internacional (1 8 8 9 ), identificada con la lnea del Partido Social Demcrata alemn y de sus idelogos Eduardo Bernstein y Karl Kautsky, as com o de los socialistas de orientacin fabiana en Inglaterra, cuyo discpulo latinoamericano ms sobresaliente fue Vctor Ral Haya de la Torre (1 8 9 4 -1 9 7 9 ).

    Sin embargo, a fines de los aos cincuenta y principios de los sesenta dos acontecim ientos vinieron a remover la realidad del continente y a poner en entredicho los supuestos del desarrollismo: la entrada de F idel Castro a La Habana el 1 de enero de 1959 y, cinco aos ms tarde, en abril de 1964 , el golpe de Estado que derroc al presidente Joao Gou- lart m ostraron de forma cabal que una poca, la de la posibilidad de un desarrollo basado en la industrializacin por sustitucin de im portaciones, en el Estado populista y en la expansin del mercado interno tocaba a su fin.

    Es a partir de esos dos puntos esenciales que se generan los debates que aqu nos preocupan, y de la bsqueda de sus im plicaciones econmicas, sociales y polticas que se generan los escritos a los cuales nos referiremos en detalle a continuacin.

    Como es frecuente, la realidad se adelant al conocim iento crtico. Mientras Fidel Castro daba inicio a su revolucin y se agotaban las posibilidades del proyecto industrializador, que resultaron de los pronsticos y escenarios imaginados por Prebisch y su equipo en la c e p a l , las interrogantes planteadas por Medina Echavarra, Germani, Frank, De- bray, Gonzlez Casanova, Stavenhagen y Cardoso-Faletto, si bien se expresaron en forma desfasada con respecto a lo que estaba ocurriendo en los aos cincuenta, fueron altamente relevantes a lo que empez a ocurrir en lo sesenta. Pasaron de ser meras reflexiones a convertirse en fundamentos de estrategias polticas con amplio impacto en diversas categoras sociales y organizaciones partidarias. Fueron el teln de fondo

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    frente al cual las interpretaciones buscaban dar sentido a lo que estaba ocurriendo.

    De manera que las interpretaciones que confrontaron diagnsticos y pronsticos se alineaban en dos bandos relativamente estancos: por un lado, estaban los desarrollistas y los modernizadores que mantenan la imagen de una Amrica Latina inserta en un proceso de industrializacin por etapas, estrechamente ligado con la intervencin del Estado; por el otro, los dependentistas, quienes, rechazando esa visin, plantearon que el cambio social slo poda tener lugar por medio de una transformacin radical que implicaba el rompimiento de los lazos de dependencia. Entre estas dos visiones polares haba quienes, com o Germani y Medina Echavarra, buscaban defender la visin planteada por el anlisis y el conocim iento desapasionado.

    En suma, paradigmas e historia se desenvolvieron en forma dramtica en el periodo que es objeto de este anlisis.

    EL DESARROLLO DE LAS CIENCIAS SOCIALESY SUS CORRELATOS

    En Amrica Latina, las ciencias sociales estn insertas entre dos parmetros: por un lado, las filiaciones ideolgicas que caracterizan tanto a analistas com o a polticos (nacionalismo, antiimperialismo, nacionalismo-revolucionario, socialism o), y por otro, la ubicacin histrica en la que se han desarrollado, es decir, los periodos, los m om entos en que se han expresado. La interaccin de las filiaciones y de su estructuracin en cada uno de los periodos da sentido a las trayectorias de las ciencias sociales en el continente.

    Cm o caracterizar las filiaciones ideolgicas?

    En primer lugar, el nacionalismo surge a la sombra del m om ento de conformacin de los Estados nacionales durante las guerras de la independencia y revela su carcter excluyente. En efecto, la independencia fue un asunto de criollos y los indios quedaron fuera, a pesar de su presencia demogrfica.

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    Sin em bargo, el nacionalism o tiene connotaciones divergentes segn el m om ento en que sus diferentes versiones fueron expresadas; as, en Mart (1 8 5 8 -1 8 9 5 ) fue un proyecto para lograr la unidad de la sociedad en un solo bloque en el que criollos, negros e indios conform aran lo que ms tarde Vasconcelos llamara la raza csm ica (1 9 2 9 ). A la vez, estuvo ligado con el pensam iento anticlerical que, a fines del siglo, ayud a conform ar proyectos polticos que, com o en M xico, fortalecieron la construccin del Estado nacional en condiciones difciles, dada la presencia de m ltiples fuerzas regionales que contradecan la lgica de la integracin nacional. En M xico, nacionalism o y secularizacin cam inaron ju n tos . Adems, el nacionalism o tuvo la idea del pacto social com o elem ento central en el que confluan los diferentes proyectos polticos.

    Cuando aparece la filiacin antiimperialista, a fines del siglo xix, en estrecha relacin con el nacionalism o, se constata cm o el proyecto del Estado nacional es puesto en peligro por el increm ento de la inversin extranjera y por la vulnerabilidad de los Estados nacionales a la intervencin extranjera (invasin estadounidense en Veracruz, Nicaragua, Cuba). La visin antiimperialista fue ms all del nacionalism o porque buscaba, adems del pacto social heredado del nacionalism o, establecer las condiciones de la independencia econm ica. Aparecen el proyecto aprista de Haya de la Torre, las visiones de los primeros socialistas, los planteam ientos del m ovim iento estudiantil de Crdoba (1 9 1 8 ). Tambin introduce la defensa de la herencia cultural prehispnica y la reivindicacin de los recursos naturales, la naturaleza, la historia y la cultura del continente.

    Como una com binacin de las filiaciones nacionalista y antiimperialista y en consonancia con el estallido de la revolucin m exicana en 191 0 , surge el nacionalism o-revolucionario. Recuperacin de las riquezas del subsuelo para la nacin, educacin para todos, inversin pblica, lugar central del Estado nacional en la inversin pblica confluyen para tratar de com binar el fortalecim iento de la nacin con la lucha antiimperialista. Se afirma la inexistencia de clases sociales con intereses contrapuestos; predomina el proyecto unitario nacional sin exclusiones. Ms tarde, Prebisch y la c e p a l se nutrirn del anlisis de Haya de la Torre y de los planteam ientos nacionalistas revolucionarios para estructurar un proyecto vlido para todos los pases del continente. Por su

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    parte, la revolucin nacional en Bolivia (1 9 5 2 ) tam bin se nutrir de estas ideas y las encarnar en una organizacin partidaria, el Movimiento Nacionalista Revolucionario ( m n r ) .------ N o obstante, a pesar del peso que tuvo y tiene todava- la filiacinideolgica nacionalista-revolucionaria para orientar proyectos polticos, su vigencia nunca haba conseguido derrotar a aquellos idelogos que, en paralelo, buscaban im plantar la filiacin socialista en el continente. Es notable constatar cm o la filiacin socialista se desarrolla a la som bra de la filiacin nacionalista revolucionaria.

    En la filiacin socialista es el conflicto de clases el que ocupa un lu gar central en el m ovim iento de la sociedad: se opone a la idea de la existencia de un pacto social y de la unidad nacional com o ejes de un proyecto nico. Se reivindica a los marginados, a los excluidos, al actor social popular para afirmar la necesidad de que sindicatos y partidos polticos representen sus intereses, los cuales se contraponen a aquellos que estn de acuerdo con la penetracin del capital extranjero y que, sobre todo, defienden la posibilidad del consenso com o m ecanism o inte- grador de la sociedad.

    Estas cuatro filiaciones son parmetros del desarrollo de las ciencias sociales en su relacin con el desarrollo ideolgico y poltico. En la m odernizacin, el desarrollismo y la dependencia existirn elem entos derivados de dichas filiaciones que jugarn un papel central para darle con tenido a sus planteamientos.

    LOS PERIODOS HISTRICOS

    Ahora, cules son los periodos histricos dentro de los cuales se desenvuelven estas filiaciones y cm o actan sobre el desarrollo de los paradigmas analticos de la m odernizacin, el desarrollismo y la dependencia? Dado que dichos paradigmas se desenvolvieron en la poca postcrisis del 29 debem os enfocar slo lo ocurrido desde 19 3 0 en adelante. En este gran m om ento, que va desde los aos treinta hasta los setenta, podem os distinguir dos periodos centrales: el que va desde el fin de la crisis de 19 2 9 hasta la revolucin cubana y el que se inicia con sta y el golpe de estado en Brasil, y que culm ina con los procesos de redem ocratizacin a fines de los setenta y com ienzos de los ochenta.

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    El perodo 1930-1959

    En ese periodo tuvo lugar un cam bio en el modelo de desarrollo de Amrica Latina. Se dio nfasis a la industria nacional y las clases medias entraron al sistema de dominacin. Se radicalizaron los sistemas polticos con la entrada al escenario de los partidos polticos de izquierda. Apareci la querella entre nacionalistas revolucionarios (y afines, como los que se inspiraron en la doctrina social de la Iglesia catlica, asimilados a los partidos demcratas cristianos) y socialistas y comunistas, lo que explica las tensiones del periodo. Esto coincide con el conflicto entre polticas econm icas ligadas con la expansin del capital nacional y las polticas vinculadas con la penetracin del capital extranjero. La sociedad busca educar a sus integrantes, darles beneficios sociales (educacin, salud y seguridad social) y fortalecer la capacidad interventora del Estado en la econom a.

    Sin embargo, el escenario del periodo no se limita a lo que ocurre dentro de las sociedades latinoamericanas. Existen influencias externas que tienen tam bin efectos al interior de cada pas. Por ejemplo, el desarrollo del fascismo en Espaa y en Italia, al afectar a intelectuales com o Medina Echavarra y Germani, tuvo, por su intermedio, una presencia en la vida del continente. Medina y Germani sufrieron en carne propia el im pacto de la decadencia de la sociedad liberal y el advenim iento de regmenes polticos que pusieron frontalmente en jaque sus ms ntim os fundamentos. Adems, la segunda guerra mundial dio comienzo a una nueva poca en la que el predominio de Estados Unidos y de su forma de vida influencia profundamente el tipo de proyecto que se difundi a lo largo y ancho del planeta. El Am erican way o f li fe de los aos cincuenta abarc casi todos los pases y los modelos analticos que lo acompaaron, com o el de la teora de la modernizacin, fueron tambin parte del mismo. La consolidacin de la Unin Sovitica, y la descolonizacin de los aos sesenta fueron tambin parte de este periodo. La lnea de los partidos comunistas se hizo parte de la vida poltica de muchos pases y la exclusin que haba caracterizado el periodo anterior se desvaneci, a pesar de que no hay que olvidar la guerra fra y el ma- cartismo com o ltim os estertores de la poca anterior. En suma, los treinta aos en cuestin vieron cambiar al mundo y le dieron una perspectiva a nuevos modos de anlisis.

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    El perodo 1960-1980

    Con la revolucin cubana y la entrada de Fidel Castro a La Habana el 1 de enero de 1959 se trastocaron m uchos elementos de lo que se haba desenvuelto en los treinta aos anteriores. Como dicho proceso coincide con el agotamiento de la estrategia industrializadora y con la im posibilidad de seguir expandiendo ese modelo de desarrollo, es imposible dejar de ligar ambos fenmenos, ya que, de una manera o de otra, a partir de los primeros aos de la dcada de los sesenta las cosas no fueron ms lo que haban sido. Se difundi la idea de que el desarrollo econmico de Amrica Latina no era incompatible con la penetracin del capital extranjero, que era posible establecer econom as m ixtas en las que el capital estatal coexistiera con el capital privado. La Alianza para el Progreso (1960) incluso busc alterar la estructura de la propiedad agraria al recomendar la realizacin de reformas agrarias que rompieran con los bloqueos a la produccin agrcola. Se resolvi el dilema entre desarrollo del mercado interno o desarrollo en conexin con el exterior a favor del segundo y todo ello cuaj muy bien cuando los militares brasileos destituyeron al presidente Goulart en 1964 y plantaron las primeras sem illas del nuevo modelo de desarrollo, que tendra su apogeo aos ms tarde en las experiencias de Chile durante el rgimen pinochetista y en los casos ms cercanos de M xico y Argentina, cuyos procesos fueron acelerados por el estallido de la crisis de la deuda externa en 1982.

    Y en esa nueva etapa se transformaron tambin las econom as de los pases centrales al iniciarse la aplicacin de las nuevas tecnologas a la industria, al difundirse la automatizacin y al concretizarse la exploracin del espacio, todo lo cual termina por cerrar las posibilidades del proyecto de desarrollo nacional que haba caracterizado al periodo anterior. Se trata ahora de una perspectiva distinta: el desarrollo de Amrica Latina ser posible slo en conexin con el exterior. El capital extranjero deber penetrar las econom as latinoamericanas y en un primer momento servir para satisfacer demandas del mercado interno y en una segunda, para abastecer las demandas del exterior.

    Finalmente, la visin de los partidos comunistas es tam bin puesta en duda. La revolucin cubana cuestiona radicalmente las tesis de esos partidos sobre la necesidad de apoyar las polticas industrializadoras fomentadas desde el Estado. Tambin pone en el centro del debate a los

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    cam pesinos, que hablan sido olvidados en las plataformas en beneficio de los proletarios, actores centrales del proyecto socialista. Ya no se trata de etapas, se trata ms bien de formular nuevos proyectos de desarrollo.

    stos son los correlatos dentro de los cuales nace y se desarrolla el enfoque de la dependencia que surgir a partir de 1965 y tratar de explicar y dar sentido a lo que estaba ocurriendo en el continente.

    LOS ENFOQUES

    La teora de la modernizacin

    La pregunta central de la teora de la m odernizacin enfoca la forma en que los pases perifricos pueden em ular la trayectoria de desarrollo de los pases centrales. En esta visin hay m uchos supuestos que vale la pena explicitar.

    Evolucionismo. La teora de la m odernizacin es inseparable de un esquema evolucionista en el que se postula la existencia de una dinmica lineal en el cam bio social. Existe progreso, se pasa de lo m alo a lo bueno, de lo peor a lo m ejor, de la sociedad tradicional a la sociedad moderna. La sociedad experim enta una evolucin lineal de una situacin de atraso hacia una situacin de progreso. En este proceso se supone: a] un debilitam iento de las instituciones religiosas y de las creencias trascendentales individuales; b] un debilitamiento de los lazos familiares extensos y de la autoridad de los ancianos, y a la vez un fortalecimiento de la autonoma personal y de la desigualdad de las generaciones y de los sexos; c] la generalizacin de la tica del trabajo en el contexto de la aceptacin de una autoridad burocrtica racional y de reglas para desarrollar el trabajo dentro de la empresa; d ] el fortalecim iento de un Estado slido capaz de actuar sin intervencin del exterior y adems de superar sus bases sociales.

    Transicin hacia la m odernidad. En esta concepcin existen dos elem entos centrales. Primero, se parte de la premisa de que es la sociedad nacional la que experim enta el cam bio social, la que se mueve; la relacin

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    con el exterior no es central y las influencias externas no son relevantes. Por otra parte, se postula que la transicin de la sociedad tradicional a la sociedad m oderna se traduce en un aumento de la racionalidad del com portam iento y en la organizacin social ; se supone que la racionali- dad es una expectativa normativa en la que la inform acin objetiva y el clculo se aplican a la bsqueda de logros en forma instrum ental; hay una racionalidad entre medios y fines, en la que los medios predominan sobre stos. ste es el com portam iento m oderno al que deben tender las sociedades tradicionales.

    La versin de Germani enfatiza los aspectos no econm icos (psicolgicos, por ejem plo) que, segn l, deben ser enfocados centralmente. Germani com bina dos aspectos, el de los tipos ideales de la sociedad tradicional y de la sociedad moderna con el tema de la transicin entre am bos. Ambos elementos operan histricamente, pero Germani est ms interesado en indicar y analizar los procesos que en describir las caractersticas estructurales de los tipos. El resultado de lo anterior es un diseo terico que com bina las tendencias histricas con los procesos de la conciencia individual. En la construccin de los tipos se tratan de establecer modelos coherentes, es decir, abstracciones genricas que buscan encontrar similitudes entre formas concretas que aparentan ser dismiles.

    Qu es la transicin? Es el cam bio de formas de accin social prescritas a formas de accin elegidas; es la institucionalizacin del cam bio y el increm ento de la especializacin de funciones. La transicin se identifica con procesos de secularizacin (relevancia decreciente de los valores institucionalizados por la religin y relevancia creciente de valores no religiosos) y con increm entos en los grados de racionalidad de los actores sociales. Dicho proceso tiene lugar en diversas esferas: en la ciencia, la tecnologa, la poltica, la familia, la estratificacin social. Los roles se m odifican y pasan de ser adscritos a adquiridos. Se increm enta la com petencia. Se abren sistemas de estatus abiertos. Los grupos se reclaman valores de igualdad. La familia se hace nuclear. Se reorganizan los sistem as polticos (para la conceptualizacin general, vase el captulo sobre procesos sociales al inicio de este libro).

    Asincrona. Sin em bargo, todos estos cam bios no se producen en forma homognea. Existe una gran asincrona, es decir, desequilibrios y rezagos de una esfera a otra en relacin con los procesos mencionados. Tam

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    bin existen desequilibrios entre lo que ocurre en la escala de la sociedad global y lo que ocurre en la personal y de manera individual.

    La asincrona entre los procesos de cam bio social produce dos efec- tos sobre el funcionam iento de la sociedad: un efecto de demostracin que induce a la gente a compararse con otra, en particular con los que estn ms arriba en el sistema de estratificacin, y un efecto de fusin que im plica que ideologas y actitudes emergentes de una fase avanzada del desarrollo se transfieren a lugares atrasados que poseen caractersticas tradicionales y se reinterpretan, no en trminos de su contexto original sino en el contexto tradicional que usa los nuevos smbolos para reforzar las ideas antiguas (elementos precapitalistas con capitalistas, modo de vida aristocrtico con pautas de consumo modernas).

    La asincrona se agudiza cuando los procesos de movilidad social preceden los procesos de integracin social. Este proceso est relacionado, por ejem plo, con la extensin de la ciudadana a grupos cada vez ms amplios de la poblacin sin que quienes adoptan esa ciudadana estn preparados para aceptar sus consecuencias. Adems, la extensin de la ciudadana se expresa en demandas que el sistema econm ico no puede satisfacer (para la conceptualizacin general acerca de la ciudadana vase captulo 3). Las tensiones que produce la asincrona ocurren porque no pueden ser absorbidas por las diferentes partes de la sociedad al m ism o tiempo.

    El desarrollismo

    El pensam iento de Prebisch y de la c e p a l con el que el desarrollismo est identificado tiene un carcter unitario. No se trata de una yuxtaposicin de ideas sobre los mecanismos de operacin del subdesarrollo sino de una contribucin al pensamiento econm ico. Adems, en el m om ento en que empez a plantearse represent una alternativa pragmtica en el desarrollo de la teora porque busc ampliar dos propsitos ntimamente ligados: la bsqueda de antecedentes que apoyaran el anlisis y la form ulacin de recomendaciones para la poltica econmica.

    La concepcin centro-periferia. La concepcin econm ica de la c e p a l postula que existe una econom a mundial en la que se puede distinguir un

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    centro y una periferia. La estructura productiva de ambos elem entos difiere radicalmente: mientras la estructura productiva de la periferia es heterognea y especializada, la del centro es homognea y diversificada. La periferia est caracterizada por la coexistencia de sectores de muy alta productividad con otros de muy baja productividad y por la concentracin de exportaciones en uno o dos sectores de la econom a, con bajos grados de diversicacin de la industria manufacturera. Lo caracterstico de la economa central es lo contrario: alta productividad en casi todos los sectores, diversificacin de las exportaciones y gran innovacin en la industria manufacturera.

    Los trminos del intercambio. Las consecuencias de esta estructura para la periferia derivan en la existencia de trminos de intercambio desfavorables para sta ltima (lo que implica la tendencia hacia un deterioro persistente del nivel de precios de los productos primarios y un aumento en el precio de los bienes de capital necesarios para el desarrollo de la periferia) y en el desarrollo desigual de la periferia con respecto al centro. Para corregir esta situacin, la c e p a l plantea que los desequilibrios exteriores se pueden contrarrestar con un proceso de industrializacin que permita reorganizar la estructura econmica de la periferia. Se deben reorganizar tanto los sectores productores de bienes de consumo como los de bienes intermedios y bienes de capital. Es necesario proteger el desarrollo de esos sectores mediante la fijacin de tarifas a las importaciones. Adems, es necesario buscar el desarrollo de innovaciones tecnolgicas que reemplacen la mera copia de las que exportan los pases centrales.

    El populismo: Estado y proyecto nacional. Desde el punto de vista social, el desarrollismo basado en la industrializacin de la periferia permite la transformacin de las relaciones sociales por medio de la generacin de los actores de la industria: burgueses y proletarios. Se fortalecen instituciones como el sindicalismo, que permiten reforzar la posicin de actores como los trabajadores. Se increm entan tambin los niveles de racionalidad del sistema econm ico, la eficiencia del aparato productivo y aparecen nuevos actores sociales como los administradores profesionales (los managers) y los tcnicos. El aparato de formacin universitaria se focaliza en la produccin de profesionales que, en una etapa ulterior, constituyen clases medias distintas a las que haba generado el proceso

  • de incorporacin de los empleados pblicos (maestros o m dicos por ejem plo) a la estructura poltica en dcadas anteriores. Se increm enta el papel del Estado, que debe aum entar su capacidad de resolucin de conflictos entre diferentes grupos sociales. Se difunde la idea de la pla- neacin del desarrollo. Si bien la posicin del desarrollismo no se identifica con el advenimiento de los regmenes populistas, es posible afirm ar que es consistente con la ideologa de dicho fenmeno poltico, ya que supone, com o lo asume el populism o, una estructura de tipo autoritario o sem icorporativo orientada hacia el nacionalism o, el antiliberalism o y contra la oligarqua, de tendencia estatista y a favor de la industrializacin. Tiene una com posicin policlasista con apoyo mayoritario de las clases populares (Weffort, 1973).

    El desarrollism o, com o la m odernizacin, entr en crisis porque sus polticas, en vez de favorecer un desarrollo igualitario, concentraron el ingreso y contribuyeron a desequilibrar la relacin entre agricultura e industria en favor de sta ltima. Los estratos sociales favorecidos por la poltica industrializadora adoptaron pautas de consum o que im plicaron desperdicios de las potencialidades de la acum ulacin. Adems, se produjeron no slo desigualdades en la distribucin de la riqueza y del ingreso, sino tam bin en las oportunidades de obtener educacin, salud y otros beneficios. Se generaron tam bin divergencias en los m ercados de trabajo (form al-inform al, tradicional-m oderno) que derivaron en diferencias salariales. Estos elem entos conform aron la crisis de la industrializacin sustitutiva que se puede caracterizar en trm inos de: a] la ineficiencia y los altos costos de una industria sobrepro- tegida; b] la concentracin en el m ercado interno y el olvido de su potencialidad exportadora; c] la preferencia marcada por la produccin de bienes finales sin im pulsar la cadena productiva hacia los bienes o insum os bsicos; d] la contribucin al agravamiento ms que a la solucin del desequilibrio exterior.

    La dependencia

    Con la crisis de la industrializacin sustitutiva se inicia una nueva etapa del desarrollo de Amrica Latina, la que se puede caracterizar por: a] la penetracin del mercado interno de la periferia por las empresas trans

    4. LOS DEBATES SOCIALES Y POLTICOS LATINOAMERICANOS 2 2 1

  • 222 CUESTIONES DE TEORA SOCIOLGICA

    nacionales por medio de la coinversin (joint ventures); b] el financia- m iento de esas inversiones con el capital nacional perifrico (prstamos de bancos locales y no transferencias netas de recursos del centro a la periferia); c] la exportacin de capital desde la periferia al centro (royal- ties, patentes, licencias); d] los pactos entre el Estado nacional y las transnacionales en relacin con inversiones en sectores estratgicos. Se produce as un mayor control extranjero de la industria nacional productora de bienes para el mercado interno. Se desnacionaliza el sector financiero y el com ercio exterior y ello repercute tam bin sobre el uso del ahorro interno por parte del capital forneo. Socialm ente, se introducen pautas extranjerizantes de consumo que agudizan el carcter suntuario que asume la produccin manufacturera.

    El enfoque de la dependencia contribuye a dar sentido a este proceso a partir de dos fuentes: la teora del im perialismo de Lenin y la crtica de la teora de la m odernizacin y del desarrollismo. Estos dos puntos de referencia le darn una base de sustentacin que le permitir formular su propio diagnstico de la situacin del continente.

    La teora del im perialism o de Lenin. En ella se establecen claramente las consecuencias de la penetracin imperialista en las econom as perifricas. Se concentra la produccin y aparecen los m onopolios, el capital financiero es el eje de la dinmica capitalista en su etapa m onoplica, se pasa de una etapa de exportacin de mercancas a una de exportacin de capitales y se produce el reparto de la periferia entre las grandes potencias coloniales. Las relaciones centro-periferia son asimtricas y se caracterizan por el carcter vertical de los intercambios.

    L a crtica a la m odernizacin y al desarrollismo. En la m odernizacin no se alcanza un nexo inteligible entre las distintas etapas econm icas y los diferentes tipos de estructura social que presuponen las sociedades tradicionales y modernas. Se yuxtaponen la econom a y la sociedad sin relacionarse mutuamente. Por otra parte, se establece una relacin unvoca entre subdesarrollo y sociedad tradicional y entre sociedad moderna y desarrollo, no necesariamente cierta. No se consideran los aspectos especficos del desarrollo ocurrido en cada tipo de sociedad. La idea de racionalidad es engaosa; no es el grado de racionalidad el que vara sino los fundamentos estructurales que producen diferentes formas de accin so

  • 4. LOS DEBATES SOCIALES Y POLTICOS LATINOAMERICANOS 223

    cial dentro de un universo com n de clculo racional. No son las actitudes las que influyen en el proceso de desarrollo sino el contexto que crea una estructura de oportunidad en la que los actores se desenvuelven.

    De acuerdo con estos dos puntos de partida, el enfoque de Cardo- so-Faletto acenta: a] la necesidad de considerar la totalidad de las condiciones histricas particulares subyacentes en el proceso de desarrollo; b] la com prensin de los objetos e intereses que dan sentido o alientan el conflicto entre los grupos y las clases sociales que animan a las sociedades en desarrollo; c] la superacin del enfoque exclusivamente estructural, reintegrndolo en una interpretacin hecha en trminos de proceso histrico; d] que el cam bio social no es entonces el resultado de factores naturales sino un proceso en el que las tensiones entre grupos encuentran el filtro por el que han de pasar los flujos meramente econmicos. En consecuencia, se trata de determinar los modos que adoptan las estructuras de dominacin en el punto de interseccin con el poder econm ico. Hay que buscar el punto en el que el poder econm ico se expresa com o dom inacin social. En suma, la dependencia trata de ir ms all de un enfoque slo psicolgico o econm ico respecto del cam bio social; hay que integrar el anlisis en una perspectiva en donde la estructura que tiene la periferia se pueda explicar en trminos de dominacin socioeconm ica. Es decir, la estructura de dominacin de la periferia es la que filtra y da forma a la relacin con el exterior, la que ju e ga un papel im portante en la conform acin de lo que podra llamarse la sociedad perifrica.

    Existen algunas crticas al enfoque de la dependencia que vale la pena enum erar aqu para dar mayor realce a su lugar en el marco general del anlisis. As, algunos cuestionan la existencia de un objeto terico en la nocin de dependencia por su uso de las teoras de W eber y Marx, Schum peter y otros, sin adherirse a uno en particular. Por otro lado, existen quienes afirman que la dependencia usa errneamente las categoras del m arxism o; hacen coexistir los conceptos de nacin y clase, con lo que predomina en su visin de dependencia la nacin sobre la clase. La concentracin en la relacin centro-periferia pierde de vista la relacin fundamental, que es la de la explotacin por los burgueses del proletariado. Otros planteamientos afirman que la dependencia no consigue superar su matriz estructuralista, es decir, su origen cepalino. En este sentido, Marini llega a afirmar la raz neodesarrollista de la versin

  • *224 CUESTIONES DE TEORA SOCIOLGICA

    de Cardoso sobre la dependencia. Por ltim o, hay quienes defienden la perspectiva nacionalista-revolucionaria y niegan la dependencia y su peso en la determinacin de la poltica estatal. Afirman, al contrario, las posibilidades que existen an de que la accin del Estado nacional sea autnoma de las presiones externas.

    CONCLUSIN

    Modernizacin, desarrollismo y dependencia son tres modelos interpretativos del proceso de desarrollo de Amrica Latina durante el siglo xx, pero a la vez constituyeron pronsticos sobre lo que haba que hacer para promover el desarrollo del continente. Estn asociados con intelectuales de gran peso acadmico y poltico com o Germani, Medina Echava- rra, Prebisch, Cardoso, Marini y muchos otros que cuestionaron los parmetros de la accin poltica de los aos cincuenta y sesenta. Los textos que emanaron de esa reexin crtica se convirtieron en plataformas de organizaciones partidistas, especialmente en el centro-izquierda y en la izquierda y extrema izquierda. Muchas afirmaciones que eran m oneda com ente para explicar el devenir de Amrica Latina fueron cuestionadas en forma radical. Ideas com o la del mestizaje, de la sociedad dual o aquella de la burguesa nacional como precondicin del despegue, y la bsqueda de la integracin al mercado internacional com o salida a los bloqueos internos que formaron parte de los paradigmas de la m odernizacin y del desarrollismo fueron caracterizadas com o inadecuadas y errneas desde el punto de vista de la teora de la dependencia. La intensidad que adquiri ese debate desde mediados de la dcada de los sesenta demostr la estrecha vinculacin entre reflexin critica y prcticas polticas. Diversos gobiernos que adoptaron el discurso desarrollista se nutrieron primero de las ideas de Prebisch y de la c e p a l , y despus debieron enfrentar las crticas que la adopcin de esas polticas inspir en la izquierda com o resultado de su incapacidad para resolver los problemas de desigualdad del ingreso. No fue casualidad entonces que los desenlaces que desembocaron en el advenimiento de las dictaduras militares de los setenta reflejaran la existencia de callejones sin salida.

    La modernizacin, el desarrollismo y la dependencia son a la vez modelos de interpretacin y esquemas a partir de los cuales se ha trata

  • 4. LOS DEBATES SOCIALES Y POLTICOS LATINOAMERICANOS 225

    do de formular polticas de transform acin social y poltica en el continente. La trayectoria de las tres perspectivas es ilustrativa de que en Amrica Latina es im posible separar el pensamiento de la accin, la reflexin crtica de la posibilidad de cam bio.

    NOTA BIBLIOGRFICA

    Una presentacin ms amplia de lo que se discute en este captulo puede leerse en Francisco Zapata, Ideologa y poltica en Amrica Latina, El Colegio de Mxico, 1990.

    Sobre la c e p a l y el desarrollismo pueden consultarse Octavio Rodrguez, La teora del subdesarrollo de la c e p a l , Siglo XXI Editores, 1980, y Joseph Hodara, Prebischy la c e p a l sustancia, trayectoria y contexto institucional, El Colegio de Mxico, 1987. Sobre Ral Prebisch (1901-1986) vense los trabajos de Kathryn Sikkink, The Influence of Ral Prebisch on Economic Policy Ma- king in Argentina: 1950-1962, en Latin American Research Review, nm. 2, 1988, y de Joseph Love, Ral Prebisch and the Origins of the Doctrine of Unequal Exchange, en Latin American Research Review, nm. 3 ,1 9 8 0 ; Ral Prebisch, El desarrollo de Amrica Latina y sus principales problemas, en A. Gurrieri, La obra de Prebisch en la c e p a l , Fondo de Cultura Econmica, Coleccin Lecturas del Fondo, nm. 46, Mxico, 1982. ste es el texto introductorio del Informe econmico de Amrica Latina de la c e p a l de 1949.

    Los textos de Prebisch estn recopilados en Adolfo Gurrieri (comp.), La obra de Prebisch en la c e p a l , Fondo de Cultura Econmica, Coleccin Lecturas del Fondo, nm. 46, Mxico, 1982. Tambin, Hernn Santa Cruz, La c e p a l , encamacin de una esperanza de Amrica Latina, Cuadernos de la c e p a l , nm. 50 ,1 9 8 5 , reconstruye su proceso poltico dentro de la Organizacin de las Naciones Unidas. Sobre la visin etapista vase Walter Rostow, The Stages o f Economic Growth, Cambridge University Press, 1960.

    Las implicaciones polticas del desarrollismo, plasmadas en el fenmeno populista en pases como Argentina, Brasil y Mxico, pueden encontrarse en Carlos M. Vilas (comp.), La democratizacin fundamental. El populismo en Amrica Latina, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Coleccin Claves de Amrica Latina, Mxico, 1994.

    El vnculo entre el desarrollismo y los planteamientos de Victor Ral Haya de la Torre (1894-1979) puede explorarse a partir de los libros de este idelogo, como son El antiimperialismo y el a f r a , Editorial Ercilla, Santiago, 1928, y Qu es el a p r a ?, Mxico, 1924. La tesis de Jorge Nieto, El proce

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    so de constitucin de la doctrina aprista en el pensamiento de Haya de la Torre, f l a c s o , sede Mxico, 1984, es muy til y clara al respecto. Vase tambin Haya de la Torre o la poltica como obra cvilizatora, con un estudio introductorio y una seleccin de Jorge Nieto Monteemos, Fondo de Cultura Econmica, Coleccin Tierra Firme, Mxico, 2000.

    Para una biografa intelectual de Luis Emilio Recabarren, uno de los primeros socialistas chilenos, vase Alejandro Witker, Los trabajos y los das de Recabarren, Editorial Nuestro Tiempo, Mxico, 1976. Sobre la politizacin de la juventud, Juan Carlos Portantiero, Estudiantes y poltica, Siglo XXI Editores, Mxico, 1978.

    Jos Medina Echavarra (1903-1978) es autor de Consideraciones sociolgicas sobre el desarrollo de Amrica Latina, Solar-Hachette, Buenos Aires, 1964. Vase tambin Bibliografa de Jos Medina Echavarra (elaborada por Andrs Lira), en Estudios Sociolgicos, nm. 10, enero-abril 1986. Su trayectoria es analizada por Adolfo Gurrieri en Jos Medina Echavarra: un perfil intelectual, en Revista de la c e p a l , nm. 9, diciembre de 1979. Su paso por El Colegio de Mxico es objeto de la semblanza de Andrs Lira, Jos Gaos y Jos Medina Echavarra, en Estudios Sociolgicos, vol. IV, nm. 10, enero- abril 1986.

    La versin latinoamericana de la teora de la modernizacin est plasmada en Gino Germani, Poltica y sociedad en una poca de transicin, Editorial Pai- ds, Buenos Aires, 1962. En cuanto a la caracterizacin histrica, Marcelo Carmagnani, Formacin de un sistema feudal, Siglo XXI Editores, Mxico, 1976, y Ernesto Laclau, Feudalismo y capitalismo en Amrica Latina, en Poltica e ideologa en la teora marxista, Siglo XXI Editores, Mxico, 1978.

    El debate acerca de los orgenes del fenmeno peronista, al anlisis del cual Germani contribuy significativamente, puede reconstruirse a partir de los textos siguientes: Joseph Kahl, Tres socilogos latinoamericanos, ENEP-Aca- tln, Mxico, 1987; Gino Germani, El surgimiento del peronismo: el rol de los obreros y de los migrantes internos, en Desarrollo Econmico, nm. 51, octubre-diciembre 1973; Juan Carlos Portantiero y Miguel Murmis, Estudios sobre el peronismo, Siglo XXI Editores, Buenos Aires, 1971; Tulio H al- perin Donghi, Algunas observaciones sobre Germani, el surgimiento del peronismo y los migrantes internos, de Desarrollo Econmico, nm. 56, enero-marzo 1975.

    De autores estadounidenses, vase Eldon Kenworthy, The Function of the Lit- tle Known Case on Theory Formation: Or What Peronism Wasnt, en Comparative Politics, 1975, y Peter Smith, The Social Base of Peronism, en Hispanic American Historical Review, vol. 52, nm. 1, febrero de 1972.

    Textos ms recientes sobre el mismo debate son los de Juan Carlos Torre, In

  • terpretando (una vez ms) los orgenes del peronismo", en Desarrollo Econmico, vol. 28, nm. 112, enero-marzo 1989; Emilio de Ipola, "Ruptura y continuidad. Claves parciales para un balance de las interpretaciones del peronismo, en Desarrollo Econmico, vol. 28, nm. 115, octubre-diciem- bre 1989. Una reconstruccin histrica del momento fundador de la figura de Pern es la de Daniel James, 17 y 18 de octubre 1945: el peronismo, la protesta de masas y la clase obrera argentina, en Desarrollo Econmico, vol. 27, nm. 107, octubre-diciembre 1987.

    El enfoque de la dependencia, en sus diversas vertientes, puede analizarse en los libros de Andrew Gunder Frank, Capitalism and Underdevelopment, The Monthly Review Press, Nueva York, 1965; Fernando Henrique Cardoso y Enzo Faletto, Dependencia y desarrollo en Amrica Latina, Siglo XXI Editores, Mxico, 1969; de Ruy Mauro Marini, Subdesarrollo y revolucin, Siglo XXI Editores, Mxico, 1969; Dialctica de la dependencia, Siglo XXI Editores, Mxico, 1974; Las razones del neo-desarrollismo (o por qu me ufano de mi burguesa), en Revista Mexicana de Sociologa, nmero extraordinario, 1978.

    Sobre los antecedentes del enfoque dependentista vase Jos Carlos Maritegui, Siete ensayos de interpretacin de la realidad peruana, Editorial Amauta, Lima, 1928, y Vladimir Ilich Ulinov (Lenin), El imperialismo, fase superior del capitalismo, Ediciones en Lenguas Extranjeras, Mosc, 1960 (edicin original de 1916). Tambin, Fernando Henrique Cardoso, Imperialismo y dependencia en Amrica Latina y La originalidad de la copia: la c e p a l y la idea de desarrollo, ambos incluidos en Ren Villareal (comp.), Economa internacional: II. Teora del imperialismo, la dependencia y su evidencia histrica, Fondo de Cultura Econmica, Coleccin Lecturas del Fondo, Mxico, 1979; tambin, Giovanni Arrighi, La geometra del imperialismo, Siglo XXI Editores, Mxico, 1978; Johan Galtung, A Structural Theory of Imperia- lism, en Journal o f Peace Research, 1974, y los textos clsicos de Hilferding.

    Algunas visiones crticas son: Rodolfo Stavenhagen, Siete tesis equivocadas sobre el desarrollo de Amrica Latina, en El Da (Ciudad de Mxico), mayo de 1965; sobre Stavenhagen vase Francisco Zapata, La innovacin sociolgica en Mxico: la contribucin de Rodolfo Stavenhagen, en Ciencia, nm. 3 2 ,1 9 8 1 , y del mismo autor, Las siete tesis: todava vigentes?, en Estudios Sociolgicos, vol. XIII, nm. 37, 1995. Otra vertiente de esta crtica es la que realiza R. Stavenhagen de las ideas de Pablo Gonzlez Casano- va, que van en el sentido dependentista: R. Stavenhagen, Clases, colonialismo y aculturacin: ensayo sobre un sistema de relaciones inter-tnicas en Mesoamrica, en Amrica Latina, nm. 4, 1963, que polemiza con el texto de Gonzlez Casanova, Sociedad plural, colonialismo interno y de

    4. LOS DEBATES SOCIALES Y POLITICOS LATINOAMERICANOS *121

  • 228 C U ftT lO N E S DE TEORA SOCIOLGICA

    sarrollo, en Amrica Latina, nm. 3, 1963. Otras crticas pertinentes son: Jaime Osorio, El marxismo latinoamericano y la dependencia, en Cuadernos Polticos, nm. 39, enero-marzo 1984; Pedro Paz, El enfoque de la dependencia en el desarrollo del pensamiento econmico latinomericano, en Economa de Amrica Latina, nm. 6, primer semestre de 1981; Robert Packenham, The Mew Utopianism: Political Development Ideas in the Dependency Literature, Latin American Program of the Wilson Center, Working Papers, nm. 19, Washington, 1978; Arturo y Samuel Valenzuela, Modernizacin y dependencia: perspectivas alternas en el estudio del sub- desarrollo latinoamericano, en Jos Villamil (comp.), Capitalismo transnacional y desarrollo nacional, Fondo de Cultura Econmica, Coleccin Lecturas del Fondo, nm. 37, Mxico, 1981.

    Versiones ms recientes del enfoque pueden ser: Fernando Fajnzylber, Las economas neo-industriales en el sistema centro-periferia de los ochenta, en Pensamiento Iberoamericano, nm. 11, enero-junio 1987, y Samir Amin, El Estado y el desarrollo: (construccin socialista o construccin nacional popular, en Pensamiento Iberoamericano, nm. 11, enero-junio 1987.

  • 5. CRONOLOGA DE AUTORES CON OBRAS PRINCIPALES*

    1 5 1 3 N i c o l s M a q u ia v e lo

    1 6 5 1 T h o m a s H o b b e s

    1 6 9 0 J o h n L o c k e

    J e a n - J a c q u e s R o u s s e a u

    1 7 5 8 C harles de Se c o n d a i

    M o n tesq u ieu

    1 7 5 9 A dam Smith

    1 7 6 2 J ean -Ja cq u es Rousseau

    1 7 6 7 A dam F erguson

    1 7 7 2 J ohann von H e r d e r

    1 7 7 6 A dam Smith

    1 7 8 4 - J o h a n n v o n H e r d e r

    1 7 9 1

    1 7 8 7 J eremy Bentham

    1 7 8 9 J oseph S ieys

    1 7 9 0 E dmund Burke

    El Prncipe LeviatnTwo Treaties on Government (Dos tratados sobre el gobierno)Discours sur lorigine et les fondements de lingalit parmi les hommes (Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres). Lesprit des lois (El espritu de las leyes)

    The Theory of the Moral Sentiments (Teora de los sentimientos morales)Du contrat social (El contrato social)mile (Emilio)An Es say on the Histoiy of Civil Society (Ensayo sobre la historia de la sociedad civil)Abhandlung ber denn Unsprung der Sprache (Tratado sobre el origen de la lengua)An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations (La riqueza de las naciones)Ideen zur Philosophie der Geschichte der Menschheit (Reflexiones sobre la filosofa de la historia de la humanidad)A Defense of Usury (Una defensa de la usura) Quest-ce que le Tiers tat? (Qu es el Tercer Estado?) Reflections on the Revolution in France (Reflexiones sobre la revolucin en Francia)

    * Esta cronologa es una gua sencilla para que el lector pueda situar en el tiem po algunas de las obras principales para las ciencias sociales. Para los textos en ingls, alem n y francs se citan los ttulos originales y su traduccin al espaol. Para los textos en otros idiom as (italiano, ruso o portugus) se citan en espaol.

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