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Nº 576 Periódico de Evangelización Integral Diócesis de San Juan de los Lagos, Jal. 12 de febrero de 2012 $8. 00 Año XII Pág 8 Pág 9 Pág 5 Pág 7 Fiestas patronales San Sebastián Acatic Betania Pág 4 Pág 8 Pág 5 Benedicto XVI Invita a estar cercanos, de manera concreta, a quienes padecen alguna enfermedad. ¿Qué es la pastoral de migrantes? descubre cual es la inspiración de esta pastoral Mexicanos hacia los altares Siervo de Dios: Leopoldo Díaz Escudero Pág 6 Pág 3 Pág 9 Pág 8 La Santidad es posible en la política Beata Hildegard Burjan: Madre de familia y política

12 febrero 2012

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Nº 576

Periódico de Evangelización IntegralDiócesis de San Juan de los Lagos, Jal.

12 de febrero de 2012$8.00

Año XII

Pág 3

Pág 8

Pág 9

Pág 5

Pág 7

Fiestas patronales

San SebastiánAcaticBetania Pág 4 Pág 8Pág 5

Benedicto XVIInvita a estar cercanos, de manera

concreta, a quienes padecen alguna enfermedad.

¿Qué es la pastoral de migrantes?

descubre cual es la inspiración de esta pastoral

Mexicanos hacia los altaresSiervo de Dios: Leopoldo Díaz

Escudero

Pág 6

Pág 3Pág 9

Pág 8

La Santidad es posible en la políticaBeata Hildegard Burjan:

Madre de familia y política

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212 de febrero de 2012

La Voz de Nuestro Obispo

Directorio Director y editor en jefe Sergio Abel Mata León [email protected]

Subdirector Ildelfonso García Pérez

Sección Arandas Pbro. Álvaro íñiguez Barba [email protected]

Formato y edición Sr. Pbro. Sergio Abel Mata León Diác. Juan Manuel García Hernández

Distribución Salvador Martín Jiménez Juan Ramón Martín Jiménez Ma. de Jesús Navarro Victor Manuel Mata León

Organizadora de material Luz María González

Impreso en Imprenta “Altosprint” S.A de C. V. www.altosprint.com, Allende N° 284. Arandas, Jal. Tel/Fax (348) 783 0999 y 783 1371.

En Internet www.mensajerodiocesano.com Correos: [email protected] Suplemento Arandas: [email protected]ón Hernández No. 20 Arandas, Jal. Tel./Fax (01) 34878 47083

Sr. Felipe Salazar VillagranaObispo de la Diócesis de San Juan de los Lagos

¿Por qué creemos en un solo Dios?

Porque según el testimonio de la Sa-grada Escritura sólo hay un Dios; y según la lógica no puede haber más que uno.Si hubiera dos dioses, uno sería el límite del otro, ninguno de los dos sería infinito. “El Señor es uno solo” (Dt 6,4). “No hay ninguno más” (Is 45,22). Los profetas exhortan a abandonar los falsos dioses y con-vertirse al único Dios. Monoteísmo es la doctrina de Dios como un ser úni-co, absoluto y personal. Las religiones monoteístas son el judaísmo, el cristia-nismo y el Islam.¿Por qué revela Dios su nombre?

Para que se le pueda invocar.No quiere mantenerse en el ano-nimato. Quiere ser conocido e in-vocado como el verdadero y el que actúa. Revela su nombre a Moisés: YHWH (Yahvé), el nombre más importante en el Antiguo Testa-mento (Ex 3,14). Se puede traducir como “Yo soy”. Designa al único Dios de todo el mundo, su creador, que lo sostiene, con quien se establece alianza, el liberador de Egipto, juez y salvador. Pero continúa siendo el Dios escon-dido, el misterio presente. Por res-peto, Israel no pronuncia el nombre de Dios y lo sustituye por el apelati-vo de Adonay (Señor). Con esta pa-labra glorifica el Nuevo Testamento a Jesús como verdadero Dios: “Jesús es Señor” (Rm 10,9).¿Qué quiere decir que Dios es la verdad?

Jesús declara a Pilato: “ Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad” ( Jn 18,37).Jesús es “el camino, la verdad y la vida”. Esto lo puede descubrir toda persona que se comprometa con Él.¿Qué quiere decir que Dios es amor?

No hay nada creado que no sea soste-nido y brazado por una benevolencia infinita. Lo demuestra: “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos” ( Jn 15,13). La experiencia del dolor y del mal en el mundo nos hace dudar. Pero dice: “Eres precioso para mí, de gran precio, y yo te amo… No temas, porque Yo estoy contigo” (Is 43,4-

5). “¿Puede una madre olvidarse de su niño de pecho? Aunque una ma-dre se olvidara, yo jamás te olvidaré. Te llevo tatuado en mis palmas” (Is 49,15-16). Lo demuestra Jesús en la Cruz, donde da la vida por sus ami-gos. “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por los demás”. “El amor verdadero duele. Tiene que doler siempre. Es doloroso amar a al-guien; duele dejarlo, uno querría morir por él… ¡Cuánto se abusa de la pala-bra amor!” (Beata Teresa de Calcuta).¿Qué hay que hacer cuando se ha conocido a Dios?

Ponerlo en el primer lugar de la vida. Comienza una nueva vida. Los cris-tianos aman incluso a los enemigos.Conocer a Dios significa, no sim-plemente asentir con la cabeza, sino asumir el estilo de vida de Jesús.¿Creemos en un solo Dios o en tres dioses?

Un solo Dios en tres Personas.La Trinidad es un solo Dios que exis-te en tres Personas. “Dios no es so-ledad, sino comunión perfecta” (Benedicto XVI, 22 mayo 2005). Los cristianos no adoran a tres dio-ses, sino a un único Ser que es trino (Padre, Hijo y Espíritu Santo). Lo sabemos por Jesucristo: habla de su Padre (“El Padre y yo somos uno” Jn 10,30), ora al Padre y envía al Espí-ritu Santo. Somos bautizados “en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mt 28,19).La Trinidad de Dios es un miste-rio. Sólo por Jesucristo sabemos que Dios es Trinidad. Los hombres no lo pueden deducir por su razón, pero pueden reconocer la razonabi-lidad de este misterio cuando acep-tan la revelación de Dios en Jesu-cristo. ¿Por qué Dios es Padre?

El padre y la madre son en la ex-periencia humana la representación del origen y la autoridad, de aquello que protege y sostiene. Veneramos a Dios como Padre por el hecho que es el Creador y cuida con amor de sus creaturas. Jesús, el Hijo de Dios, nos ha enseñado además a considerar a su Padre como nuestro Padre y a di-rigirnos a Él como “Padre nuestro”. Jesús nos muestra a Dios Padre: “Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre” ( Jn 14,9). En la parábola

del hijo pródigo presenta al Padre misericordioso.“La memoria de este Padre ilumina la identidad más profunda de los hom-bres: de dónde venimos, quiénes somos y cuán grande es nuestra dignidad. Ve-nimos ciertamente de nuestros padres y somos sus hijos, pero también venimos de Dios, que nos ha creado a su ima-gen y semejanza y nos ha llamado a ser sus hijos. Por eso en el origen de todo ser humano no existe el azar o la ca-sualidad, sino un proyecto del amor de Dios. Es lo que nos ha revelado Jesu-cristo, verdadero Hijo de Dios y hom-bre perfecto. Él conocía de quién venía y de quién venimos todos: del amor de su Padre y Padre nuestro” (Benedicto XVI).¿Quién es el Espíritu Santo?

Es la tercera Persona de la santísima Trinidad y de la misma naturaleza divina del Padre y del Hijo.Dios “envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo” (Ga 4,6). En el Espíritu Santo el cristiano encuen-tra alegría profunda, paz interior y libertad. “Ustedes han recibido un Espíritu de hijos de adopción, en el que clamamos ‘¡Abbá: Papá!’” (Rm 8,15). Lo recibimos en el Bautismo y la Confirmación.¿Es Jesús Dios? ¿Forma parte de la Trinidad?

Jesús de Nazaret es el Hijo, la segun-da Persona divina, a quien aludimos cuando rezamos “En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu San-to” (Mt 28,19). “Ustedes me llaman ‘el Maestro’ y ‘el Señor’, y dicen bien, porque lo soy” ( Jn 13,13). Mediante los signos y milagros, al perdonar los pecados, y sobre todo a través de su Resurrección, los discípulos se dieron cuenta de quiér era Jesús y lo adoraron como el Señor.¿Dios lo puede todo? ¿Es omnipotente?

“Para Dios nada es imposible” (Lc 1,37). Es todopoderoso.Ha creado el mundo. Es Señor de la historia.

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Pbro. José de Jesús Robelo Cuevas

Benedicto XVI: para consolar a una persona enferma,

más que palabras, cuenta la cercanía serena y sincera

Breves NoticiasAcólitosSe les invita a nuestra próxima con-vivencia de acólitos (monaguillos) que se llevara a cabo el día 25 de fe-brero en el Seminario Mayor de San Juan de los Lagos, iniciaremos a las 10 de la mañana. ¡No Faltes!

Nacionales

La Secretaría General de la Confe-rencia del Episcopado Mexicano co-munica que Su Santidad Benedicto XVI ha nombrado nuevo Obispo Prelado de El Salto al Rev. Fray Juan María Huerta Muro, OFM, hasta ahora Ministro de la Provincia Franciscana del “Beato Fr. Junípero Serra” y Vicario Episcopal para la Vida Consagrada de la Arquidióce-sis de Tijuana.

Compartimos con ustedes las pa-labras que el Papa dirigió a los pe-regrinos reunidos en la plaza de San Pedro, antes de rezar el Ángelus, el domingo pasado. Nos parecen pa-labras realmente alentadoras para los que sufren y una fuerte invita-ción a estar cercanos, de manera concreta, a quienes padecen alguna enfermedad.

¡Queridos hermanos y hermanas!

El Evangelio de este domingo nos presenta a Jesús que cura a los enfermos: primero a la suegra de Si-món Pedro, que estaba en cama con fiebre, y Él, tomándola de la mano, la sanó y la levantó; y luego a todos los enfermos en Cafarnaúm, proba-dos en el cuerpo, en la mente y en el espíritu; Él “curó a muchos... y ex-pulsó muchos demonios” (Mc 1,34). Los cuatro evangelistas coinciden en testimoniar que la liberación de enfermedades y padecimientos de cualquier tipo, constituían, junto con la predicación, la principal ac-tividad de Jesús en su vida pública. De hecho, las enfermedades son un signo de la acción del mal en el mun-do y en el hombre, mientras que las curaciones demuestran que el Rei-no de Dios —y Dios mismo―, está cerca. Jesucristo vino para vencer el mal desde la raíz, y las curaciones son un anticipo de su victoria, obte-nida con su muerte y resurrección.

Un día Jesús dijo: “No necesi-tan médico los que están fuertes, sino los que están mal” (Mc 2,17). En aquella ocasión se refería a los

pecadores, que Él había venido a llamar y a salvar. Sigue siendo cier-to que la enfermedad es una con-dición típicamente humana, en la cual experimentamos realmente que no somos autosuficientes, sino que necesitamos de los demás. En este sentido podríamos decir, de modo paradójico, que la enfermedad pue-de ser un momento que restaura, en el cual experimentar la atención de los otros y ¡prestar atención a los otros! Sin embargo, esta será siem-pre una prueba, que puede llegar a ser larga y difícil. Cuando la cu-ración no llega y el sufrimiento se alarga, podemos permanecer como abrumados, aislados, y entonces nuestra vida se deprime y se deshu-maniza. ¿Cómo debemos reaccio-nar ante este ataque del mal? Por supuesto que con la cura apropiada —la medicina en las últimas déca-das ha dado grandes pasos, y esta-

mos agradecidos―, pero la Palabra de Dios nos enseña que hay una ac-titud determinante y de fondo para hacer frente a la enfermedad, y es la fe en Dios, en su bondad. Lo repite siempre Jesús a la gente que sana: Tu fe te ha salvado (cf. Mc 5,34.36). Incluso de frente a la muerte, la fe puede hacer posible lo que es hu-manamente imposible. ¿Pero fe en qué? En el amor de Dios. He aquí la respuesta verdadera, que derrota radicalmente al mal. Así como Jesús se enfrentó al Maligno con la fuer-za del amor que viene del Padre, así nosotros podemos afrontar y ven-cer la prueba de la enfermedad, te-niendo nuestro corazón inmerso en el amor de Dios. Todos conocemos personas que han soportado terribles sufrimientos, debido a que Dios les daba una profunda serenidad. Pien-so en el reciente ejemplo de la beata Chiara Badano, segada en la flor de

la juventud de un mal sin remedio: cuantos iban a visitarla, ¡recibían de ella luz y confianza! Pero en la enfermedad, todos necesitamos del calor humano: para consolar a una persona enferma, más que palabras, cuenta la cercanía serena y sincera.

Queridos amigos, este próxi-mo sábado 11 de febrero, fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, se ce-lebra la Jornada Mundial del En-fermo. Hagamos también como la gente en tiempos de Jesús: presen-témosle espiritualmente a todos los enfermos, confiando en que Él quie-re y puede curarlos. E invoquemos la intercesión de Nuestra Señora, en especial por las situaciones de ma-yor sufrimiento y abandono. María, Salud de los enfermos, ¡ruega por nosotros!

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Vo z d e l o s s a c e rd o t e s d i o c e s a n o s f u e r a d e l a d i ó c e s i s

La parroquia de san Juan Bautista de Acatic, pueblo lleno de amor a su Madre,  la Santísima Virgen en su advocación de Nuestra Señora de la Candelaria, le celebró del 24de enero al 2 de febrero  la fiesta en su honor.

Todo inició el 24 de enero con la bajada de la imagen del nicho en el que se encuentra. Eran ya las 6:30  de la tarde cuando comenzó  el santo ro-sario, el pueblo latía  con un mismo corazón  lle-no de amor hacia su Madre del cielo. Alrededor de las siete de la noche   nuestra Reina salió de su templo en andas a dar un pequeño recorrido por la plaza y el atrio, y después entra al templo de San Juan Bautista, con dicha acción se daban por iniciadas las fiestas en Honor a ella.

Durante dicho acto se dejaron ver muestras de fe  y amor a la Santísima Virgen María tan querida por cada uno de los acatiqueños, que año con año ven salir a su imagen en esta fecha para preparar la fiesta de la Presentación del Niño Jesús en el templo, gracias Madre nuestra porque nos has traído a tu Hijo, luz que ilumina nuestras vidas.

Ya en el templo fue recibida con aplausos, vivas

y porras de parte de un número considerable de fieles que salían al encuentro de su Madre en este día en que iniciaban las fiestas .En la Eucaristía que presidió el P. Francisco Escobar Míreles   re-saltó cómo  el amor a una madre mueve a sus hijos. Cada día presidió la eucaristía un sacerdote encargado de una comisión diocesana de la pas-toral según el tema de predicación del día.

El día 2 de febrero, día esperado  por cada uno de los habitantes de esta comunidad parroquial, pues es el día de fiesta en el que el rico y el pobre sacan sus mejores ropas,  ponen ornatos exter-nos en sus casas, día que comienza desde las 5:00 a.m., con las mañanitas, que en este año se le dieron con el  mariachi,  y termina hasta que “el cuerpo aguanta”,  y éste año no fue la excepción. A las 6:00 de la mañana se dio el alba, y a las 7:00 de la mañana se celebraba la primera misa.

A las 4:30 de la tarde los cohetes, las campanas, las danzas y la banda de guerra, alertaban al pue-blo que faltaban escasos 30 minutos para que saliera la Imagen de nuestra Señora de la Can-delaria a dar su  recorrido como cada año por las calles del pueblo. Alrededor de las 5:00 arribó la banda de guerra  y poco después la guardia de honor, fue entonces cuando la banda empezó a dar el toque de salida y comenzó  a salir nuestra

Madre hacia su carro, las campanas y los cohetes desbordaban de alegría  porque la Reina del pue-blo salía al encuentro de sus hijos.

En el recorrido iban 6 carros acompañando a nuestra señora, carros que nos recordaban los 40 años de nuestra diócesis con los siguientes temas: 1º Bula de erección de nuestra Diócesis, 2º Visita del Papa Juan Pablo II a nuestra Diócesis, 3º Los cuatro planes de pastoral, 4º Los cinco  obispos que ha tenido nuestra diócesis, 5º Nuestros Már-tires, 6º  La Imagen peregrina de Nuestra Señora De la Candelaria que radica en USA, y final-mente el carro de nuestra Sra. De la candelaria.

Alrededor de las ocho de la noche llego nuestra Sra. de la Candelaria  y daba inicio la celebra-ción de la eucaristía presidida por Señor Vicario General de nuestra diócesis, el Canónigo Pedro Vázquez Villalobos y concelebrada por los sacer-dotes de nuestra comunidad, terminada  la san-ta misa, la imagen de la Virgen fue llevada a su templo el cual estaba adornado para tan magna llegada, fue recibida por la banda de guerra, cabe destacar que en este momento fueron  estrenadas  algunas marchas nuevas.

El día  terminó con los fuegos artificiales.

Fiestas en honor de María Santísima de la Candelaria

Ernesto Camarena  Báez

Graciela Valle

del 24 de enero al 2 de febrero

Esta fue una frase que nos hizo repetir el sacerdote Jesús Barba a coro a quienes asistimos a la misa de exequias de la querida Maestra Bertha González Esqueda que ofreció un gran servicio a la comunidad de Sn Juan de los Lagos trabajando en la escuela Rita Pérez de Moreno por más de 60 años. Este 25 de enero del 2012 se celebró a San Pablo Apóstol que después de su conversión paso su vida haciendo el bien. Así la Maestra Bertha, dijo el padre, como un verdadero apóstol del ma-gisterio; “Paso su vida haciendo el bien” El padre nos compartió también, que un día pregunto: ¿Quién fue Bertha Gonzales Esque-da, algún personaje importante al que le pusieron su nombre a una calle de San Juan? No, le respon-dieron, todavía vive y le hicieron una reseña de su vida y el servicio que hacía en su “querida escue-la”. Qué bueno, dijo, que se le reconoce en vida. Y nos invitó a que también trabajáramos haciendo de nuestras vidas un servicio a los demás, para que también dijeran de nosotros: “Paso su vida hacien-do el bien” Nos contó el padre que asistió por la ma-ñana al homenaje que le rindieron las autoridades civiles, familiares, amigos, maestros, ex alumnas y agradecidos padres de familia. Merecido homenaje en el que se reconoció su labor, que duro cerca de 64 años (30 como maestra y 34 como directora).

Al final del acto se elevaron al cielo unos globos y unas palomas blancas como signo de oración hacia Dios por nuestra querida Srta. Bertha. Es la última vez que viene a la escuela, fueron las palabras entrecortadas de una de las maestras, cuando llevaban el cortejo fúnebre que pasaba por la valla de las niñas. La banda de guerra y demás personas, entre música y aplausos, la des-pedían. Fueron dos homenajes, dijo el padre, los que se le rindieron; uno en la Eucaristía, homenaje de Fe y Esperanza y el otro en su querida escue-la, homenaje de reconocimiento y agradecimiento. Recuerdos personales: Siempre asistía a misa de ocho de la noche, con su cabeza cubierta con una bonita chalina. Sin duda ahí iba a descan-sar de su jornada. Así la última vez que la vi en noviembre pasado, en la parroquia, al final de la misa, me acerque a saludarla le di un beso, me miró fijamen-te y pensé que no me reconocía en la oscuridad del templo ya casi vacío, pero dijo mi nombre y tam-bién me reprocho que no iba a visitarla. Pregunto: ¿tan malos recuerdos tienes? Sintiendo su profun-da mirada; yo le respondí: “No Srta. Bertha al con-trario, son bonitos y agradables mis recuerdos de usted y de la escuela, le aseguro que un día de estos acompaño a mi nieta a clase y paso a visitarla”. Promesa que no pude cumplir, pues el dueño de la vida así lo dispuso. Memoria tan admirable pues a pesar de tanto tiempo, recordaba el nombre de sus alumnas. Era muy joven cuando fue mi maestra, con carácter

firme y noble a la vez, se preocupaba también por nuestra educación integral, nos llevaba a misa, a la confesión a las damitas de la Virgen de San juan, pues también fue catequista. Por las tardes nos abría las puertas de su casa para terminar y explicar algu-na tarea pendiente, haciéndolo a su gusto, perfecto. Nos aconsejaba que fuéramos siempre educadas, puntuales, etc. Cuantos recuerdos y anécdotas. Gracias Señorita Bertha González, con cariño su ex alum-na Graciela Valle. Descanse en Paz, quien siempre encontra-ba su descanso en Dios. «Paso su vida haciendo el bien.»

“Paso su vida haciendo el bien...”

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Sobre vivirPbro. Juan José Saldaña

Saber decir gracias y adiós

Con profunda gratitud me dirijo a los lectores del periódico diocesano. Con estas breves letras me despido de la maravillosa experiencia de escribir esta humilde colaboración semanal. Me siento muy conmovido por algunas muestras de gratitud que recibí durante el tiempo que compartí pensamientos, que sin ser yo el creador de ellos en su mayoría, se habían convertido en mi equipaje espiritual. La vida es única y es bella, su desarrollo y destino están “go-bernados” por la confusión humana y la Providencia Divina. Soy un sacerdo-te ordinario y un pecador común y co-rriente; he buscado siempre liberarme de mis demonios y he obtenido algu-nos triunfos y muchas derrotas; sin em-bargo, no nací para la derrota. Seguiré mi camino, seguiré soñando, escribien-do, escuchando a Beethoven, leyendo a Dante y a Whitmann, rezando el pa-dre nuestro y las aves marías, comiendo helados de chocolate y celebrando la vida junto al Dios de la vida. Buen viaje a todos.

Betania festeja a su Reina

Durante varias semanas los miembros de los con-sejos parroquiales de Cuerpo y Sangre, San José y la Asunción en Jalostotitlan y en coordinación con el Pbro. Juan Pablo Ríos y los seminaristas Job Padilla y Alejandro Vargas y demás organi-zamos la MEGA MARCHA POR LA PAZ, que se llevó a cabo el pasado 4 de febrero en pun-to de las 5:00 p.m. Iniciamos en la Parroquia de San José con la bienvenida presidida por el Pbro. Juan Pablo y la coordinadora de pastoral de ado-lescentes y Jóvenes en la parroquia de San José Damaris Gutiérrez, comenzamos el recorrido al-rededor de 500 personas con porras, cantos, gri-tos y aplausos, todos unidos por la paz mundial, por el amor, y la tranquilidad social. Caminamos por las principales calles de la ciudad llegando a la parroquia de Cuerpo y Sangre, posteriormen-

te a la de la Asunción; con algunos minutos de reflexión en cada una de las parroquias, llevando como signo a Juan Pablo II, entregado siempre a la paz, una cruz como signo del sacrificio; y la imagen de la virgen como ejemplo de amor.

Concluimos en la plaza de armas de la ciudad con una hora santa llena de emotividad, pues la exposición del Santísimo, el video en el que se nos mostró cual es la realidad que vivimos, las reflexiones del joven de hoy, el joven ante los va-lores y el joven ante Dios nos hizo darnos cuen-ta que es lo que estamos haciendo mal para que exista esta falta de paz,  y en compañía del coro Juan Pablo II de San Miguel que nos hizo re-flexionar por medio de los cantos.

 Al término de la hora santa continuó el concierto de la Banda de rock INERCIA y el ganador de

la voz Jalos: Luis Miguel; los jóvenes cantaron y se divirtieron mucho llenos del espíritu de Dios y las ganas de cambiar la situación actual y espe-rando que la paz llegue a todo el mundo.   

  “Joven: Dios te necesita para mostrar su rostro ante el mundo”; fue el lema de esta MEGA MARCHA; nos deja el compromiso a todos y cada uno de los que participamos de ser instru-mentos de Dios buscando siempre el bien de to-dos y logrando que la paz se realice sin excusa.

Agradezco a todos los que hicieron posible esta MEGA MARCHA; sacerdotes, seminaristas, encargados de grupos juveniles, coordinadores, autoridades civiles, policías, bomberos, y a los jó-venes y adolescentes que asistieron, por esta gran experiencia y por hacer que Jalostotitlan luche y trabaje por la PAZ

Mega marcha por la paz

Omar G.

La religiosidad de un pueblo católico ha logrado unir a la comunidad de Betania para festejar a la Santísi-ma Virgen. Las festividades en honor a ella comenzaron el día 25 de Enero y concluyeron el día 2 de Febrero, llevando a cabo durante estos días eventos tanto religio-sos como culturales y de diversión. Éste acontecimiento hizo surgir una gran participación católica por parte de los habitantes y visitantes del lugar, se logro que esta fiesta fuera viva y enérgica. Por la parte religiosa se pretendió logran una plena participación de la comunidad, para lograr esto se conto con una programación estricta y organizada de peregrinaciones que concluían con la sagrada eucaristía. Las celebraciones matu-tinas se caracterizaban por el rezo del santo rosario a la Virgen y posteriormente la celebración eucarística. Al medio día se hacia presente la participación de las comunidades que pertenecen a la parroquia mediante una peregrinación que concluía con la eucaristía. Por la noche se reunían personas de la comunidad que pertenecían a grupos parroquiales o sociales los cuales peregrina-ban al templo para así continuar con la eucaristía y al finalizar recibir la bendición con el santísi-mo. La pluralidad de los sacerdotes que fueron invitados a predicar enriqueció cada celebración eucarística y acrecentó la participación. Hubo celebraciones y peregrinaciones especiales e importantes las cuales estuvieron lle-nas del sentido religioso, como fueron las Primeras Comuniones, la Coronación de la Virgen de Betania, la peregrinación con la virgen por el pueblo, entre otras. Todas ellas llenas de una espiritualidad viva y activa, que iluminan nuestras vidas, nos impulsan a creer y tener fe en estos tiempos difíciles. Por otra parte, las personas supieron organizarse y al mismo tiempo que se vivía la fiesta religiosa, también se vivía la popular. Día a día la noche se engalanaba con distintas presenta-ciones de grupos artísticos los cuales hacían vibrar al pueblo con sus enérgicas actuaciones. Ésto se complementaba con juegos mecánicos (que alegraban a todos los infantes y a los jóvenes) y pirotécnicos (donados por grupos sociales o familias del pueblo). Al igual en uno de estos días la cultura no se quedo atrás y se hizo presente mediante una gran exposición de obras artísticas, en ella se exponían pinturas y dibujos creados por los artistas de Betania, los eventos populares fueron posibles gracias al gobierno del pueblo. “Sin duda alguna estas festividades han ido cambiando a lo largo de los años, pero lo mas interesante es que el sentido religioso no se ha perdido y de algún modo se a intensificado la fe y participación, así gracias a la colaboración de todo el pueblo se logro el objetivo de ser una candela de esperanza en un tiempo tan adverso”.

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ello no tenemos necesidad de teo-rías, sino de ejemplos, de personas que hablen con los hechos”.

Que el testimonio de esta gran mujer, esposa, madre, buena ciu-dadana, sea un motivo de aliento y de intercesión para las mujeres que quieren vivir su vida amando y sirviendo a Dios en todo lo que realizan.

PABLO VALDEZ NO. 3574 HERMOSA PROVINCIA. GUADALAJARA, JAL. TELS. (33) 3698 2862 Y 3698-2864

PUERTO MAZATLÁN NO 103 COL. MIRAMAR. ZAPOPAN, JAL. TELS. (33)1028-2180 Y 1028-2182

HIDALGO NO 75 TEPATITLÁN, JAL. TEL (378) 781-6666ALONSO MARTINEZ NO. 677 COL JARDINADAS. ZAMORA MICH.

TELS. .(351) 515-5353 Y 515-5040.VASCO DE QUIROGA NO.60 CENTRO C.P. 58000 MORELIA MICH.

TELS. (443) 3317-2215 Y 3317-2262.HIDALGO NO.182 ARANDAS, JAL. TELS. (348) 783-0416 Y 7830132

MATRIZ: PASEO DEGOLLADO NO. 123 GUADALAJARA, JAL. TELS.(33) 3613-9431, 3614 9876

EN SUS DOS DOMICILIOS: Km. 2 Carr. Arandas-León Y Km. 3 Carr. Arandas-Guadalajara. Tel/Fax. 01 (348) 783 10 04 I.D. 62*167777*1

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LA SANTIDAD ES POSIBLE EN LA POLÍTICABeata Hildegard Burjan: Madre de familia y política

Pbro. José de Jesús Robelo

En Viena (Austria), el 30 de ene-ro de 2012, el cardenal Christoph Schönborn presidió la Santa Misa de acción de gracias por la beatifi-cación de Hildegard Burjan, cele-brada el domingo 29 en la Catedral de San Esteban. El Papa Benedicto XVI recordó el mismo día, al final del Ángelus, a la nueva beata que, dijo, ofreció con su vida un “her-moso testimonio del Evangelio”.

Continuamente la Iglesia nos presenta en los santos, modelos cla-ros de seguimiento de Cristo. Los santos son puestos frente a nosotros para dos fines: primero, para inter-ceder ante Dios y segundo, —no menos importante― para que imi-temos sus virtudes y nos conven-zamos de que se puede seguir a Cristo, viviendo con pasión la vida y teniendo como criterio su Evan-gelio.

Hildegard Burjan, de origen ju-dío, nació en 1883 en la entonces ciudad prusiana de Görlitz. Estudió Filosofía en la universidad de Zu-rich. Después de su matrimonio, y como consecuencia de una enfer-medad, descubrió la fe cristiana, y fue bautizada en 1909. Se trasladó a Viena, donde fue diputada en el Parlamento austríaco. Vivió la acti-vidad política como un servicio al Evangelio, a favor de los trabajado-res oprimidos, siguiendo las ense-ñanzas de la Encíclica social Rerum novarum, del Papa León XIII.

En 1912 fundó la “Asociación de las obreras cristianas a domici-lio”. Ayudó a las poblaciones que padecían hambre, creó una red de asistencia a las familias y luchó contra la explotación laboral de los menores. En 1919 fundó la Congre-gación de las Religiosas de la Cari-tas Socialis. Viviendo con plenitud la vida familiar, tuvo una hija que los médicos le habían aconsejado que abortara por motivos de salud, a lo que se opuso firmemente. En los pobres y en los que sufren veía el Rostro de Jesús y se sentía sedien-ta de justicia: “Con el dinero y las pequeñas limosnas —decía— no se ayuda a las personas, sino que es

necesario volver a darles confianza en que son capaces de hacer algo por sí mismas”.

En su homilía el Cardenal Schönborn afirmó que la Beata Hildegard Burjan demuestra que la santidad es posible en la política. Y añadió que “anunció el Evangelio con la acción. (...) Su beatificación llega en el momento justo para su-brayar, precisamente, que el meollo de la cuestión es la acción (...). Hil-degard es una cristiana que conven-ce sin tantas palabras, porque actúa. En nuestra época debemos apren-der nuevamente a comprender lo que significa ser discípulos. Y para

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Grupo de 2° de Teología y la Vocalía de Misiones

Vocalía de Misiones

2. ¿Qué quiere decir la palabra “misión”?

Más de alguna vez hemos encontrado en ciertas instituciones dos cuadritos colgados en la pared, muy bien pintados y enmarcados, titulados ‘Visión’ y ‘Misión’ respectivamente. Son palabras que usamos frecuentemente. Hoy nos detenemos en la segunda.

En el ambiente administrativo, la palabra ‘misión’ indica todo lo que se propone realizar una empresa: prestar cierto servicio, facilitar, ayu-dar, colaborar con la sociedad, etc. Casi siempre, esta ‘misión’ adquiere un rostro muy humano y solidario.

Para los militares, la misión es toda aque-lla acción que les han ordenado realizar, sin im-portar si se trata de una misión sencilla o im-posible. Desde luego, hay misiones militares legítimas, como la ayuda a los damnificados por causa de un sismo o el cateo de un laboratorio donde se sintetizan drogas; sin embargo, también hay misiones ilegítimas, como aquellos ataques a poblaciones enteras por culpa de unos cuantos ¿Qué les parece?

También utilizan la palabra ‘misión’ los hombres de ciencia. Para ellos, indica lo que de-ben descubrir a través de su investigación en los

laboratorios, las bibliotecas o en la vida cotidiana. Hoy, por ejemplo, muchos investigadores buscan afanosamente el remedio contra el cáncer ¡Qué misión tan urgente y necesaria!

¡Es más! Siempre que alguno de nosotros nos proponemos ‘algo’, lo entendemos como una misión: pintar la casa, arreglar el jardín, ahorrar, ayudar a un amigo… al grado que, cuando lo he-mos realizado, decimos: ¡misión cumplida!

Pero ¿Qué significa ‘misión’ en la Iglesia? Pues por ‘misión’ entendemos también en el am-biente religioso todo cuanto tiene que hacer el enviado por orden de aquél que lo envía.

Los profetas y los apóstoles que nos men-ciona la Biblia, todos ellos, tenían una misión qué cumplir. Ellos fueron hombres:

- Escogidos especialmente para la mi-sión, ya desde el vientre de su madre.

- Llamados personalmente, incluso por su nombre.

- Enviados a pesar de que se creían in-dignos, incapaces o muy jóvenes.

- Protegidos por la fuerza de Dios, y no por esos seguros modernos que dicen te sacan de cualquier apuro.

Con Cristo, en Cristo y por Cristo, la Iglesia ha seguido aplicando la misma fórmula: por ella, Dios ha escogido, ha llamado, ha envia-do y ha protegido a sus elegidos. ¿Aderezamos esto con algunos ejemplos?

Francisco Javier (1506-1552) fue el pri-mer jesuita enviado a evangelizar el Oriente; se trata de una misión que no ha concluido y es, hasta la fecha, bastante complicada.

Agustín (no el gran Obispo de Hipona e hijo de Santa Mónica, que más conocemos) era un monje que el Papa Gregorio Magno envió en el 596 hacia Inglaterra para evangelizar esas tie-rras.

Juan de Montecorvino fue enviado por el Papa Nicolás IV a China para convertir a los príncipes mongoles. Nada se supo de él durante 16 años, hasta que sus noticias pudieron llegar a Roma. Entonces, él se convirtió en el primer Arzobispo de una región recién evangelizada: Khambaliq.

Con estos ejemplos nos basta.

Ahora pensemos para ti mismo ∕a: ¿Cuál es tu ‘misión’ en esta vida? ¡No lo dudes! Todos hemos sido escogidos, llamados, enviados y prote-gidos por el Señor para ser felices y hacer feli-ces a los demás viviendo el Evangelio del Amor y comunicando a los demás –de palabra y con nuestras obras- que Cristo está vivo y nos quiere eternamente en su presencia.

Hasta aquí nuestra segunda cápsula. Nos vemos la próxima semana. Amigos lectores, re-cuerden: sólo la fe misionera, es fe de primera.

Misiones

Fe misionera, fe primera

FIESTAS PATRONALES EN HONOR AL SEÑOR SAN SEBASTIÁN MARTIR

En el marco de las solemnes fiestas patronales del Señor San Sebastián Mártir celebrando en conjunto el 40 aniversario de nuestra Diócesis de San Juan de los Lagos, y al borde de celebrar los 90 años de vida parroquial este pueblo se en-cuentra en un ambiente de alegría, preparación, entrega y en un espíritu de oración .

El día 12 de enero dio inicio nuestro novenario en honor a nuestro santo patrón San Sebastián. Desde las 6:00 a.m. con las mañanitas, rosario de aurora y la santa eucaristía, a las 12:00 del día di-ferentes peregrinaciones al igual y a las 5:00 de la tarde oración al santísimo y otra celebración a las 7:00 de la noche.

Los últimos tres días tuvimos en el atrio parro-quial eventos especiales los días 18, 19, y 20 ar-tistas, ballet, cómicos, baile moderno y mariachi; terminando el evento con la quema del castillo.

El 20 de enero a las 12:00 del día recibimos la imagen de Nuestra Señora de la Encarnación en compañía del honorable Ayuntamiento Munici-pal de Encarnación de Díaz e hijos Ausentes en la celebración Eucarísticas presidida por nuestro Señor Cura Ricardo Navarro,

A las 6:00 de la tarde fue bajada la imagen del Señor san Sebastián Mártir por el Pbro. Jaime Jáuregui Delgadillo y el Sr. Cura Ricardo Nava-

rro Alcalá, para ser colocada en su carro alegó-rico para recorrer unas calles del pueblo y ver las necesidades de toda su parroquia en el cual par-ticiparon la mayor parte de laicos en un espíritu de fe devoción a nuestro Santo Patrón

Tuvimos la dicha que en la clausura de estas fies-tas fuera celebrada por el vicario de pastoral el Pbro. Francisco Escobar Míreles, quien recibió la imagen del Señor San Sebastián para dar la bendición.

Agradecemos a todas las personas que colabora-ron en la organización de estas fiestas a los bien-hechores al honorable ayuntamiento de Encar-nación de Díaz al delegado a los sacerdotes a los agentes de pastoral, comunidades campesinas y todos los que nos visitaron.

San Sebastián celebra sus fiestas

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71. Siervo de Dios Leopoldo Díaz Escudero (1880-1955)

Pbro. Juan Carlos González

Chilapa es tierra de santos; fue evangelizada por el siervo de Dios Juan Bautista Moya; allí estudiaron dos mártires de la persecución ca-llista, muertos en 1927, san David Uribe y san Margarito Flores; sus destinos los han regido los Siervos de Dios Ramón Ibarra, Luis María Martínez, Miguel de la Mora (administrador apostólico) y Leopoldo Díaz Escudero.

El Siervo de Dios Leopoldo Díaz Escudero na-ció el 16 de septiembre de 1880 en Alcozauca,

Guerrero; falleció el 24 de noviembre de 1955 en Chilapa, Guerrero, a los 75 años de edad. Perteneció al clero de la diócesis de Chilapa, siendo ordenado sacerdote el 21 de septiembre de 1903. Probablemente en su vocación influyó su tío sacerdote Florentino Díaz, que ejercía su ministerio en Acapulco. Trabajó en el Colegio del Sagrado Corazón (hoy Morelos).

Durante la cristiada, Vicente Vargas “Canfur”, soldado desertor del Ejército Federal, organizó un levantamiento armado el 27 de septiembre de 1926, al que respondieron muchos chilape-ños; como estaban desorganizados, se retiraron a Chilapa. Dos días después llegaron 180 fede-rales, mismos que arrestaron a los sacerdotes la madrugada del 1 de abril y los llevaron al Hotel El Faro; a mediodía, 90 soldados los traslada-ron a Chilpancingo; eran los Cangos. Gabino Acevedo (cargado en camillas por anciano y en-fermo); los hermanos Ángel y Leopoldo Díaz Escudero, Rodrigo Herrera, Francisco Miran-da, Abraham Flores; y los padres Jesús Jaimes (rector del Seminario), Isidro Ramírez y Tori-bio Pérez Zagal. De Chilpancingo los pasaron a Iguala, y después a México; no fueron fusilados porque el general Fox, Jefe de Operaciones en el Estado, combatía el levantamiento cristero de los Radilla en la Costa Grande; así que en la capital fueron liberados por las gestiones de los católicos, quienes los alojaron en sus casas, debiendo presentarse a firmar semanalmente en la Inspección de Policía.

Pero mientras tanto en Chilapa, los cristeros de “Canfur” atacaron a los 90 soldados que res-guardaban la plaza; entraron por distintos pun-tos de la ciudad y combatieron desde las tres de la tarde a las ocho de la noche, cuando los 12 soldados sobrevivientes lograron escapar. Pero arriesgado “Canfur”, en el intento de desalojar a los militares, perdió la vida por una bala ex-

plosiva que le destrozó el estómago; se vendó con un gabán y se abrió camino, para luego caer muerto. Un estudiante del Colegio Morelos, con su clarín, animaba a los combatientes; se llamaba Anastasio Herrera, nativo de Azoyu,

Gro.; tiempo después fue preso y fusilado en Chilpancingo al grito de “¡Viva Cristo Rey mi Madre la Virgen de Guadalupe!”; la descarga le hizo brotar el corazón. Varios otros de los cristeros cayeron prisioneros y fueron fusilados (Antología de Chilapa II, publicado por la Di-rección de Cultura y Turismo, en 2010, páginas 130-132).

Fue el octavo obispo de Chilapa. El primero Mons. Ambrosio María Serrano Rodríguez, había durado 12 años al frente de la diócesis (1863-1875); el sucesor, Tomás Barón Morales, sólo 6 (1876-1882), al igual que Buenaventura del Purísimo Corazón de María Portillo Teje-da (1882-1888); el Siervo de Dios José Ramón Ibarra González, permaneció 11 años en esa sede (llegó a finales de diciembre de 1889 y se fue en 1902); José Homobono Anaya perma-neció tan sólo cuatro años (1902-1906; Mons. Francisco María Campos Ángeles fue obispo de 1907 a 1923, 16 años en total; el séptimo obispo, Mons. José Guadalupe Ortiz López, rigió fugazmente la dióce-sis de 1923 al 22 de marzo de 1926, fecha en que falleció; Chilapa debió permanecer sin pastor durante la persecución religiosa callista, hasta que fue nombrado obispo de Chilapa el padre Leopoldo Díaz el 5 de no-viembre de 1929; ordenado el 9 de febrero siguiente, tomó posesión el 4 de marzo de 1930.

El primer problema que debió en-frentar fue la reconstrucción de la ca-tedral que el Siervo de Dios Ramón Ibarra y González había concebido,

siguiendo el modelo de la de Puebla de los Án-geles, construida por el beato Juan de Palafox y Mendoza. En efecto, la catedral de Chilapa se quemó en 1930. Para la obra llevó al arquitec-to Federico Mariscal, quien hizo una propuesta de cinco naves, con cúpula neoclásica sobre la planta en cruz, y un rosetón estilizado y cua-drangular en el frontis, rematado con una esta-tua de san Miguel; colocó 16 capillas en el inte-rior. El edificio está dedicado a la Asunción de María, y llegó a ser uno de los más importantes del país por sus dimensiones. Cada semana los niños y niñas llevaban la arena, los adultos, con el obispo a la cabeza acarreaban el material, y los señores trabajaban durante el día, aportando su fuerza y habilidad, mientras que otros apoya-ban económicamente. La obra sólo se suspen-dió entre 1935 y 1937, durante la persecución religiosa local.

La diócesis de Chilapa cubría prácticamen-te todo el estado de Guerrero; de ella se des-membró Acapulco en 1958; cambió de nombre a Chilpancingo-Chilapa el 20 de octubre de 1989.

La vida y obra de este santo obispo está poco difundida; se sabe que enviaba a algunos de sus seminaristas más destacados a estudiar a Mon-tezuma, en Nuevo México, donde los obispos norteamericanos habían adquirido un edificio para que las diócesis de México formaran a sus sacerdotes. Allá los sacerdotes jesuitas eran los guías de esta institución. Monseñor Díaz Es-cudero luego los enviaba a Comillas, en Espa-ña, a concluir sus estudios. Pero en Chilapa el seminario no se clausuró ni siquiera durante la persecución callista de 1926-1929; los alumnos recibían los alimentos en las casas, y al lado del templo de San José se instaló en medio de la pobreza; algunas señoras colectaban ayuda y había personas que desde lejos traían donativos tales como maíz, frijol y leña. Esto fue posible por el apego de los católicos chilapenses a su fe, como puede concluirse del siguiente hecho: cuando el gobierno callista hizo prisioneros a 10 sacerdotes de Chilapa, el pueblo (obreros del rebozo y campesinos) trató de solucionar el problema y luego se levantó en armas y atacó a los saldados para liberarlos; pagó con sangre la defensa heroica de su fe.

Su causa de beatificación se abrió el 25 de fe-brero de 1968.

Mexicanos hacia los altares

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912 de febrero de 2012

mIGRANTES

¿Qué es la pastoral de migrantes?

Pastoral de Migrantes

Las migraciones constituyen el movi-miento humano más extenso de todos los tiem-pos. En estos últimos decenios, tal fenómeno que afecta en estos momentos a cerca de doscientos millones de personas, se ha transformado en una realidad estructural de la sociedad contemporá-nea, constituyendo un problema cada vez más complejo, desde el punto de vista social, cultural, político, religioso, económico y pastoral.

Aunado a todo esto, uno de los problemas más graves es la situación irregular de muchos migrantes afectados por las políticas restrictivas de los países de llegada.

¿Cómo responde la Iglesia ante esta reali-dad? La Iglesia está siempre pastoralmente cerca de los migrantes, dando a menudo servicios que nadie ofrece, tanto de primera necesidad, como de tutela, promoción e integración, poniendo en acción incluso proyectos de cooperación a través de la construcción de estructuras al servicio de los migrantes y garantizando la asistencia pasto-ral, sobre todo en la celebración de la Liturgia y en la catequesis.

La inspiración por la solicitud constante de la Iglesia en favor de la asistencia religiosa, social y cultural a los migrantes se halla en el me-morial Pro emigratis catholicis (4 de mayo 1905), del Beato Giovanni Battista Scalabrini, que, consciente de las dificultades despertadas en el extranjero por los varios nacionalismos europeos, propuso a la Santa Sede la institución de una Congregación pontificia para todos los migran-tes católicos. La finalidad de tal Congregación, formada por representantes de varias naciones, debía ser la de proporcionar “asistencia espiri-tual a los migrantes en las distintas situaciones y en los diferentes momentos del fenómeno, para mantener viva en sus corazones la fe católica.

En nuestra Diócesis la pastoral de mi-grantes se inició atendiendo a los familiares de los migrantes en su propia comunidad parroquial,

y también, con la visita de los sacerdotes a los mi-grantes en los EE.UU., ubicándolos en la dife-rentes ciudades, formando clubes y establecién-dose paulatinamente así, las visitas de sacerdotes y laicos a los feligreses y paisanos que radican fuera de nuestras fronteras. Cabe mencionar que tuvo la iniciativa el obispo Javier Nuño de que la imagen peregrina de la Virgen de San Juan de los Lagos fuera a visitar a las comunidades donde se encontraban feligreses de nuestra diócesis en los EE.UU. Luego se fue implementando el “Día del migrante”, durante las fiestas de la Sagrada Familia, en Navidad. Posteriormente cada párro-co fue estableciendo en sus fiestas patronales el día del hijo ausente.

Desde 1978 se dieron reuniones binacio-nales, entre obispos, sacerdotes y laicos de ambos

países en Nuevo Laredo, en El Paso y en San Antonio, Texas para ofrecer una mejor atención pastoral a nuestros hermanos migrantes.

Además Santo Toribio Romo fue decla-rado por el señor obispo Javier Navarro como protector de los migrantes en septiembre del 2004 con ocasión del día del migrante en nues-tra diócesis como una respuesta a la fe del pue-blo que ve en él al compañero de viaje.

Es indispensable contar con el interés pastoral y compromiso radical de sacerdotes y laicos por los migrantes y sus familias, para res-ponder a sus necesidades más profundas y ser signos de esperanza. Actualmente nos sigue urgiendo lograr en nuestras comunidades “pro-cesos de pastoral migratoria” que atiendan de manera radical el fenómeno migratorio en todos sus rostros.

Bibliografía de Referencia

Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, Instrucción Erga migrantes caritas Christi, Ciudad del Vati-cano 2004. AAS XCVI (2004).

IV Plan Diocesano de Pastoral, Diócesis de San Juan de los Lagos, Jalisco

Marchetto A. La Problemática de la migracio-nes y desplazamientos forzados en América La-tina en Aparecida 2007, luces para Amé-rica Latina, LEV, Ciudad del Vaticano 2008.

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Sección Infantil

Dar lo mejor de sí mismo al amigo, comenzando por compartir sus

cosas.

«Este es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por sus amigos.»Jn. 15, 12-13

Amiguines, ¿tienen amigos? La amistad nos exige vivir

muchos valores como: generosidad, sinceridad, disponibilidad, fidelidad, comprensión, confianza,

honestidad, entrega, servicio, respeto…

http://es.catholic.net/familiayvida/154/203/articulo.php?id=1295

VIVIR LA AMISTAD SIGNIFICA:

¿Qué tal si buscas estos valores en la sopa de

letras?

Estar feliz por la compañía de un amigo.

Ayudar al amigo a hacer siempre lo mejor, cumplir con sus obligaciones y respetar las reglas.

Ayudar, cuidar y defender al amigo cuando lo necesite, estando siempre junto a él.

Cooperar con el amigo y jugar respetando las reglas.

Comprender y perdonar al amigo cuando nos ofende y pedir disculpas sinceras cuando lo ofendemos.

Tratar siempre con amabilidad al amigo, nunca burlándose de él o haciendo algo que lo pueda lastimar.

Alegrarse cuando el amigo está alegre, y entristecerse cuando está triste. Alegrarse con sus éxitos y apoyarlo en sus fracasos.

Aceptar al amigo como es y no como deseamos que fuera. Apreciarlo con sus virtudes y sus defectos, ayudándole a superar sus defectos y acrecentar sus virtudes.

Luchar cada día por mantener y acrecentar la amistad.

Ser fiel con el amigo, aunque todos lo abandonen. Ser leal y no hablar a sus espaldas.

G N H B D A D I L E D I F O

E M B V T R P P O L B N Y I

N C O M P R E N S I O N Y C

E B V C F X U S P N L I J I

R N V F C O E M P L C X E V

O E N T R E G A G E B G H R

S N C X Z O P L M U T F I E

I B A Z N A I F N O C O G S

D I S P O N I B I L I D A D

A V D A D I R E C N I S J N

D H O N E S T I D A D V G F

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1112 de febrero de 2012

Jesús sana a un leproso

VI Domingo ordinario

En la realización de este milagro no es Jesús quien toma la iniciativa sino que es el enfermo quien de rodillas le suplica lo limpie. El enfer-mo sufre de lepra. En la época de Jesús, los leprosos estaban apartados de la sociedad y tenían que vivir lejos de la comunidad en un lu-gar especial, no sólo por la enfermedad de por sí contagiosa sino, sobre todo, por ser conside-rada una enfermedad que manifestaba el inte-rior lleno de pecado de la persona. Si el cuerpo se encuentra llagado, podrido, el interior está igual por causa de los pecados cometidos. A pesar de esta condicionante social, el leproso se atreve a acercarse a Jesús.

Jesús nos va a enseñar cual ha de ser en ade-lante la misión de la Iglesia: la prestación de atención especial a los marginados y a los en-fermos. La Iglesia, por medio de la voz de los Papas, sobre todo en los últimos dos siglos, ha salido en defensa de las clases marginadas, cumpliendo así con el legado de Cristo. La Doctrina Social de la Iglesia, escrita a la luz mis-ma del Evangelio de Cristo, ha luchado por el bien del hombre y contra la injusticia que con-tra él se cometía, alcanzando logros y avances en lo material y social.

Fijemos nuestra atención en la actuación del leproso. Él se pone a los pies de Jesús en acti-tud de profunda oración: “Puesto de rodillas”. El Evangelio dice que en esa actitud “le supli-caba”. Habríamos esperado una oración más o menos como ésta: “Señor, límpiame de la le-pra”. Pero en esta oración él habría expresado su propia voluntad. Su oración es mucho más perfecta; él prefiere que se haga la voluntad de Jesús, seguro de que eso es lo mejor para él. Por eso su oración es esta otra: “Señor, si tú lo quieres, puedes limpiarme”. No exige nada sino que deja a Jesús libre de hacer su volun-tad: “Si quieres”. Es como si orara ya en la for-ma que Jesús nos enseñará a hacerlo: “Hágase tu voluntad”. Pero en una cosa es firme y claro: “Tú puedes limpiarme”. Tiene fe en el poder de Jesús. Quiera o no quiera limpiarlo, el le-proso de todas maneras cree en Jesús. La fe es la que conmueve a Jesús. No puede dejar de actuar a favor de quien cree tanto: “Exten-dió su mano, le tocó y le dijo: Quiero; queda

limpio. Y al instante, le desapareció la lepra y quedó limpio”.

Jesús se compadece de aquél hombre, lo toca y aceptando su deseo de querer sanarlo, lo sana. El signo de tocarlo y dar la orden de que-dar curado nos manifiesta el poder de Jesús, al grado de que al instante la lepra desapareció quedando completamente limpio. Estos sig-nos que Jesús utiliza para sanarlo están enmar-cados por una profunda compasión; Jesús al tocar al leproso le comunica “algo”: una vida nueva, ha sido liberado del pecado.

Después de llevada a cabo la curación Jesús ordena a aquel hombre no se lo dijera a nadie sino simplemente cumplir con el precepto de presentarse al sacerdote para que quedara ve-rificada su limpieza y así poder insertarse nue-vamente en la comunidad.

Jesús con este signo, si bien ha superado con su conducta de misericordia las leyes y costum-bres de su tiempo, respeta la ley, pues no ha venido a abolir la ley, sino a llevarla a su ple-nitud, y por eso ordena al leproso que cumpla con el rito de purificación.

Hemos de descubrir con atención el testimonio del hombre y su algarabía no podía ser otra o de menor intensidad, porque no sólo ha sido sanado, sino que ha vuelto a insertarse en la vida de la comunidad, ha logrado nuevamen-te que los demás lo acepten. Con este signo Cristo prácticamente lo hace un hombre nue-vo, porque lo adentra en la vida cotidiana. Este hecho nos dirá sin duda mucho a los que nos acercamos constantemente como ese lepro-so a decirle: Si quieres puedes limpiarme. El hombre curado se lanza a dar testimonio de lo acontecido. Su sola presencia ya hablaba del milagro realizado por Jesús y que al comuni-carlo a los demás hacía que Jesús fuera cada vez más buscado, lo cual le impedía estar y per-manecer en las ciudades.

Muchas veces pensamos erróneamente que a Dios sólo le importa nuestro bien espiritual, a Dios le importa la felicidad del hombre, es de-cir, el bien espiritual, el bien corporal y el bien

temporal. Jesús da la salud al alma y la salud al cuerpo; retorna al que sufre la felicidad íntegra, nunca deja las cosas a medias. Hoy actúa igual.

En conclusión, podemos descubrir en la narra-ción a un hombre que sabiéndose necesitado de salud, se acerca desesperado a Jesús para que lo sane, pero más que a sanarlo a que lo ayude a ser aceptado, a ser insertado nueva-mente en la comunidad que lo había relega-do por su condición de enfermo y por tanto, de pecador. Descubrimos en Jesús a Dios que sana, que cura las heridas de todo nuestro ser, nos perdona y nos vuelve a insertar en la co-munidad, es decir, en la comunidad de hijos de Dios.

“Oh, Dios mío, este enfermo que se encuentra ante Ti, vino a pedirte por lo que él cree que es lo más importante por lo que desea y con-sidera lo mejor para él. Infunde Oh Dios, en su corazón estas palabras: “La salud del alma es lo más importante”. Señor, qué se cumpla en él tu santa voluntad! Si Tú quieres, que se sane, y, si es tu voluntad, que siga llevando su cruz pero dale la gracia de soportarla”

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodi-llas: «Si quieres, puedes limpiarme.»Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó, diciendo: «Quiero: queda limpio.»La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio.Él lo despidió, encargándole severamente: «No se lo digas a nadie; pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés.»Pero, cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes pon-deraciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado; y aún así acudían a él de todas partes.

Mc 1, 40-45

Reflexión

Oración

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Betania

Acatic

San Sebastián