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:: portada :: Europa :: Ucrania 12-04-2014 El papel de Polonia en la crisis en Ucrania Historia, paralelismos, hipocresías (siguientes miradas) Maciek Wisniewski La Jornada El papel de Polonia en la crisis en Ucrania fue claramente el de un proxy del Departamento de Estado y caballo de Troika (arrancar a Kiev de Moscú y sujetarlo luego al FMI), pero también obedecía a su propia historia e intereses geopolíticos. Primero, a la vieja obsesión por un búfer -un cinturón de estados nacionales amigos- que la separase de Rusia, reforzando su posición. Desde hace años, coincidiendo con el expansionismo de la UE y la OTAN ( doctrina Brzezinski) y desempolvando su vieja estrategia de prometeísmo de principios del siglo XX, Polonia trataba de contribuir, p.ej. mediante la Asociación Oriental, a deshilvanar Rusia -y su zona de influencia- por las costuras nacionales (estrategia que acabó en la guerra en Georgia en 2008, cuando cruzamos la línea roja putiniana). Segundo, a la principal doctrina de la política exterior polaca en el este: lo que es malo para Rusia es bueno para Polonia (extraña institucionalización de la tradicional rusofobia, históricamente justificada, pero a la vez exagerada). Tercero, a los intereses poscoloniales en la zona y a las tendencias históricas de actuar como protector de Ucrania -véase la entrega anterior: Historia, paralelismos, hipocresías (dos miradas), La Jornada, 28/3/14-. Hoy queremos arrastrar a los ucranianos de nuevo, esta vez a una finca más grande -europea, incluso euroatlántica, vide: Acuerdo de Asociación Transatlántica- y para otro tipo de penetración y acumulación capitalista a escala global. Ya no es sólo por el trigo, sino por los recursos energéticos y el vasto mercado de consumidores. Y bueno: antes nosotros poníamos gobiernos-títeres en Kiev y ahora son nombrados por dedazo desde Washington (y nos tenemos que conformar con nuestro dedito detrás de las bambalinas). *** En este sentido Arseni Yats Yatseniuk y su gabinete neoliberal, ultranacionalista y antirruso son una versión moderna y recargada de Simon Petliura (1879-1926) y su efímero gobierno nacionalista y antibolchevique instaurado por el mariscal Józef Pilsudski (1867-1935) durante la excursión kieviana (1920) en la guerra polaco-bolchevique (1919-1920). Un gobierno que garantiza los intereses polacos -No puede haber Polonia libre sin Ucrania libre, decía Pilsudski, afinando en Kiev su prometeísmo-, europeos y estadunidenses (ayer fue la entente, hoy es la OTAN). page 1 / 3

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:: portada :: Europa :: Ucrania

12-04-2014 El papel de Polonia en la crisis en Ucrania

Historia, paralelismos, hipocresías (siguientes miradas)Maciek WisniewskiLa Jornada

El papel de Polonia en la crisis en Ucrania fue claramente el de un proxy del Departamento deEstado y caballo de Troika (arrancar a Kiev de Moscú y sujetarlo luego al FMI), pero tambiénobedecía a su propia historia e intereses geopolíticos.

Primero, a la vieja obsesión por un búfer -un cinturón de estados nacionales amigos- que laseparase de Rusia, reforzando su posición. Desde hace años, coincidiendo con el expansionismo dela UE y la OTAN ( doctrina Brzezinski) y desempolvando su vieja estrategia de prometeísmo deprincipios del siglo XX, Polonia trataba de contribuir, p.ej. mediante la Asociación Oriental, adeshilvanar Rusia -y su zona de influencia- por las costuras nacionales (estrategia que acabó en laguerra en Georgia en 2008, cuando cruzamos la línea roja putiniana).

Segundo, a la principal doctrina de la política exterior polaca en el este: lo que es malo para Rusiaes bueno para Polonia (extraña institucionalización de la tradicional rusofobia, históricamentejustificada, pero a la vez exagerada).

Tercero, a los intereses poscoloniales en la zona y a las tendencias históricas de actuar comoprotector de Ucrania -véase la entrega anterior: Historia, paralelismos, hipocresías (dos miradas), La Jornada, 28/3/14-. Hoy queremos arrastrar a los ucranianos de nuevo, esta vez a una finca másgrande -europea, incluso euroatlántica, vide: Acuerdo de Asociación Transatlántica- y para otro tipode penetración y acumulación capitalista a escala global. Ya no es sólo por el trigo, sino por losrecursos energéticos y el vasto mercado de consumidores.

Y bueno: antes nosotros poníamos gobiernos-títeres en Kiev y ahora son nombrados por dedazodesde Washington (y nos tenemos que conformar con nuestro dedito detrás de las bambalinas).

***

En este sentido Arseni Yats� Yatseniuk y su gabinete neoliberal, ultranacionalista y antirruso sonuna versión moderna y recargada de Simon Petliura (1879-1926) y su efímero gobierno nacionalistay antibolchevique instaurado por el mariscal Józef Pilsudski (1867-1935) durante la excursiónkieviana (1920) en la guerra polaco-bolchevique (1919-1920).

Un gobierno que garantiza los intereses polacos -No puede haber Polonia libre sin Ucrania libre,decía Pilsudski, afinando en Kiev su prometeísmo-, europeos y estadunidenses (ayer fue la entente,hoy es la OTAN).

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De hecho, si no fuera por el tubo en el Báltico (el gasoducto Nord Stream), la canciller Merkel y... lamisma OTAN, que nos estaban conteniendo (¡sic!), juzgando por el clima en los medios, yahubiéramos lanzado la segunda excursión kieviana (y al mismo tiempo de manera hipócritatildábamos a Putin de Hitler y amenaza contra la paz en Europa...).

Nadie parecía acordarse que la vez pasada nos fue bastante mal, y peor a los ucranianos.

Aunque tras una exitosa campaña los polacos -junto con los petliuristas- tomaron Kiev, ocupándolapor un mes (Petliura pagó a Polonia cediendo Wolyn Occidental y Galizia Oriental con Lwów, por elque antes, al final de la Primera Guerra Mundial, peleamos con los ucranianos), el contrataquebolchevique los empujó hasta la línea de Vistula, donde Polonia fue salvada gracias a un milagro, oal genio militar de Pilsudski, en la batalla de Varsovia (1920).

Los polacos derrotaron a los bolcheviques -y al famoso ejército de caballería/Konarmia de SemiónBudionni-, pero los ucranianos perdieron su independencia (Petliura se exilió en París, donde fueasesinado por un vengador judío, tal vez inspirado por Moscú, que lo responsabilizaba porpogromos a manos de sus tropas).

El oeste de Ucrania quedó en Polonia (Tratado de Riga, 1921), mientras la URSS tomó el esteucranio, cuya población fue sujetada a una feroz desucranización y la represión estalinista queacabó en holodomor: el genocidio por hambre (20 años después, cuando Polonia fue invadida porWehrmacht y por el Ejército Rojo, Galizia y Wolyn pasaron a ser parte de la URSS).

Según la visión dominante de la historiografía anticomunista y liberal, la batalla de Varsovia salvó almundo (Edgar D�Arbenon, The eighteenth decisive battle of the world: Warsaw, 1920, Londres1931); no obstante, este acontecimiento resultó más bien trágico en sus consecuencias.

Al impedir que la revolución llegase a Alemania (y cruzara el puente Polonia, como quería Lenin),fue responsable por la consiguiente degeneración del régimen bolchevique, y al influir en laconfiguración de poderes en el continente abrió el paso a los auges de Hitler y Stalin.

El gran Mijaíl Bulgákov (1891-1940) -ruso nacido en Kiev-, que veía a su ciudad pasando de manosa manos (de blancos, rojos, cosacos-petliuristas, polacos) y participaba en aquellos acontecimientos(cambiando igual de bandos), retrató aquellos turbulentos años en La guardia blanca (1924).

Dejó también esbozada otra novela, Alyi Maj, fragmentos que formaron el tomo de cuentos El señorPilsudski, donde escribía de los polacos, con genial sarcasmo: Todos unos caballeros. Sólo matan alos rojos.

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Y en voz de uno de sus personajes: "¡Qué nación tan cultural! Todos tocan a Chopin y hablanfrancés. Cada domingo escuchan misa católica. Después de cada batalla ponen un altar de campo yalaban al Señor (...) allí llevan a los prisioneros atados con alambre y los hacen arrodillarse".

Si bien durante la presencia polaca en Kiev no hubo pogromos, también reinaba el caos; los civilesvivían atrapados en medio de las fuerzas beligerantes.

-¡El señor Pilsudski nos viene a defender!

-¡Usted está loco! Budionni nos defiende, Petliura nos defiende, el señor Pilsudski nos defiende. Deesto sale sólo una confusión más grande. ¿Y qué hay de defender aquí? ¡No hay nada! Sólo laguerra...

Cuando Pilsudski despidió a Petliura y sus tropas nacionalistas, que se dispersaron por Europa, estedefensor de los ucranios y sus gobiernos de sanación (1926-1935/39), siguiendo las viejas prácticascoloniales polacas, aplicaron en Galizia y Wolyn una feroz política de asimilación, desucranización ylucha contra el terrorismo ucranio.

(Continuará).

*Periodista polaco

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2014/04/11/opinion/024a2pol

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