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República de Colombia Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA DE CASACIÓN CIVIL Magistrada Ponente RUTH MARINA DÍAZ RUEDA Bogotá D. C., catorce (14) de octubre de dos mil diez (2010). (Discutida y aprobada en Sala de treinta y uno (31) de agosto de dos mil diez (2010). Ref. exp. 41298-3103-002-2002-00024-01 Decide la Corte el recurso de casación formulado por la Electrificadora del Huila S.A. E.S.P., contra la sentencia de 15 de mayo de 2009 proferida por la Sala Civil Familia Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Neiva, únicamente respecto del proceso ordinario que con su citación promovieron Ricardo Díaz Tovar, María Eugenia Vargas Tovar, Olga Marcela y Paula Andrea Díaz Tovar, y al que se acumuló el de igual naturaleza que le propusieron Víctor Alfonso Díaz, María Marleny Tovar, Alfonso, Armando, Ramiro, Víctor, Gustavo, Sofía y Daly Díaz Tovar,

4129831030022002-00024-01 [14-10-2010]

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CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

Repblica de Colombia

Corte Suprema de Justicia

Sala de Casacin Civil

Repblica de Colombia

Corte Suprema de Justicia

Sala de Casacin Civil

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

SALA DE CASACIN CIVIL

Magistrada PonenteRUTH MARINA DAZ RUEDA

Bogot D. C., catorce (14) de octubre de dos mil diez (2010).

(Discutida y aprobada en Sala de treinta y uno (31) de agosto de dos mil diez (2010).Ref. exp. 41298-3103-002-2002-00024-01

Decide la Corte el recurso de casacin formulado por la Electrificadora del Huila S.A. E.S.P., contra la sentencia de 15 de mayo de 2009 proferida por la Sala Civil Familia Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Neiva, nicamente respecto del proceso ordinario que con su citacin promovieron Ricardo Daz Tovar, Mara Eugenia Vargas Tovar, Olga Marcela y Paula Andrea Daz Tovar, y al que se acumul el de igual naturaleza que le propusieron Vctor Alfonso Daz, Mara Marleny Tovar, Alfonso, Armando, Ramiro, Vctor, Gustavo, Sofa y Daly Daz Tovar, habiendo concurrido como llamada en garanta La Previsora S. A. Compaa de Seguros.I. EL LITIGIO1. En el escrito de sustitucin de la demanda (folios 42 52), se solicit declarar:

1.1. Que la accionada es civilmente responsable de los perjuicios ocasionados a los demandantes con motivo de las lesiones sufridas por Ricardo Daz Tovar y su menor hija Olga Marcela Daz Vargas, originadas por una descarga elctrica proveniente de un circuito de media tensin averiado.

1.2. En consecuencia se le condene a efectuar los siguientes pagos:

a. A favor de Ricardo Daz Tovar, las cantidades que a continuacin se precisan o los valores que se acreditaren:

1). Por dao emergente la suma de cien millones de pesos ($100000.000), que comprende el causado y el futuro, representado ste ltimo por el costo de las cirugas oculares, plstica y esttica que ha de efectursele para la restauracin de la piel y corregir la afectacin de los ojos y dems secuelas que aparezcan a mediano plazo.

2). Por lucro cesante consolidado $10000.000, indicndose que se puede incrementar dependiendo de la duracin del proceso y, futuro $90000.000, para un total de $100000.000.

3). Por perjuicio fisiolgico proveniente del detrimento corporal irreversible generado en la piel y deformidad fsica que le impiden su relacin y disfrute de los placeres de la vida, $30000.000 o las sumas que resulten probadas.

b. Para la menor Olga Marcela Daz Vargas:

Por dao emergente la suma de $180000.000; lucro cesante futuro $300000.000; dao fisiolgico $60000.000, o la suma que se acreditare. Adems los daos o perjuicios morales, por las lesiones sufridas por su padre y por las que la afectaron a ella, 70 y 1700 salarios mnimos legales mensuales, respectivamente, o los valores que se demostraren.

c. En beneficio de Ricardo Daz Tovar, Mara Eugenia Vargas Tovar y Paula Andrea, para cada uno la cantidad de 70 y 100 salarios mnimos legales mensuales, por los perjuicios morales derivados del dao ocasionado en la integridad fsica del primero nombrado, y de Olga Marcela, en su orden.

d. La indexacin a la fecha de la sentencia de los valores que fueren reconocidos, ms los intereses moratorios liquidados con base en lo certificado por la Superintendencia Financiera, a partir de la ejecutoria del fallo, o que se disponga la actualizacin de la condena hasta cuando se efecte el pago.

2. La causa petendi admite el siguiente compendio:

a. El 8 de marzo de 2002 aproximadamente a las 10 de la maana, Ricardo Daz Tovar entr a revisar un cultivo de ahuyama en el predio Hato Blanco de la vereda del mismo nombre del municipio de Altamira (Huila), habiendo dejado a su hija Olga Marcela en la casa de habitacin de la finca, pero posteriormente ella se dirigi a donde aquel se encontraba y a pocos centmetros del suelo encontr en el camino una cuerda conductora de energa de media tensin (13.200 voltios), de la que recibi una violenta descarga, ante lo cual su progenitor se lanz a auxiliarla, resultando tambin afectado.

b. Ricardo Daz Tovar, sufri quemaduras en todo su cuerpo, graves lesiones en sus ojos y la menor Olga Marcela Daz Vargas, sufri lesiones y quemaduras de segundo y tercer grado, en todo el cuerpo y perdi uno de sus miembros superiores, quedando con gravsimas secuelas, que afectan en un altsimo porcentaje sus capacidades laborales.c. El fluido elctrico que caus las heridas a los antes nombrados es generado, transmitido y distribuido por la sociedad demandada.

d. La ruptura del mencionado circuito se produjo ms o menos a las 7:30 a.m. del mircoles 6 del citado mes y ao, y luego de caer sobre unos rboles, qued colgando a corta distancia de la tierra, hecho que de manera inmediata fue reportado al trabajador de la accionada en el municipio de Altamira llamado Efran Lpez, para que se le comunicara a la gerencia de la empresa e hiciera los arreglos o suspendiera la corriente.

e. Al da siguiente, el prenombrado empleado estuvo en el lugar de los hechos, pero no hizo la reparacin ni se suprimi el servicio, por lo que continu circulando la energa, mantenindose esa situacin durante tres das.f. Ricardo Daz Tovar y la pequea Olga Marcela, contaban con 38 y 6 aos de edad respectivamente para cuando se present el suceso en mencin y aquel viva en unin marital con Mara Eugenia Vargas Tovar desde el 10 de junio de 1993, con quien procre a la menor afectada y a Paula Andrea, afirmndose que era un prspero agricultor y comerciante obteniendo ingresos mensuales por un milln de pesos, pero que a raz del accidente se paralizaron las actividades que ejecutaba.g. Las lesiones generaron a Ricardo Daz Tovar una incapacidad fsica y laboral que lo imposibilitarn de por vida para su trabajo habitual en un cincuenta por ciento y a Olga Marcela la imposibilitarn de por vida para cualquier trabajo productivo, en un ciento por ciento al haber perdido ese porcentaje de su capacidad laboral.h. Los perjuicios materiales padecidos por los suplicantes a ttulo de dao emergente consolidado derivan de gastos de transporte, drogas, mdicos, servicios hospitalarios, intervenciones quirrgicas y deben efectuar erogaciones en la implantacin de varias prtesis mioelctricas, mientras dure su crecimiento y una definitiva cuando alcance su completo desarrollo, trasplantes e implantes, intervenciones quirrgicas e implementos especiales, que constituye el dao emergente futuro.i. A los heridos les quedaron graves secuelas de carcter permanente por el resto de su vida, en sus sistemas seo, nervioso, muscular, afectando su esttica corporal y su presencia, lo que constituye el dao o perjuicio fisiolgico. 3. Notificada la contradictora se opuso a las splicas, manifestando no constarle los hechos relacionados con el accidente ni los aspectos personales de los demandantes, neg el reporte de la avera de la infraestructura elctrica, y adujo como excepciones de mrito las que denomin inexistencia de responsabilidad de la demandada, compensacin de culpas, e improcedencia de la accin (c. 1, fls. 8083).

As mismo, llam en garanta a La Previsora S.A. Compaa de Seguros, argumentando que para la poca de ocurrencia del siniestro estaba en vigor la pliza de responsabilidad civil nmero 1001233 que amparaba del 01 de julio de 2001 al mismo da y mes de 2002, los perjuicios que se pudieran ocasionar a terceros en ejercicio de la actividad por ella desarrollada.La mencionada aseguradora contest oportunamente oponindose a las pretensiones de los demandantes y aunque acept la vigencia del respectivo negocio jurdico para cuando se present el suceso, propuso las excepciones tituladas exclusin expresa del riesgo amparado, aplicacin del deducible establecido en el contrato de seguros, lmite mximo del valor asegurado, disponibilidad y agotamiento del mismo, al igual que culpa exclusiva de la vctima. 4. El Juzgado de conocimiento que lo fue el Segundo Civil del Circuito de Garzn, le puso fin a la primera instancia con el fallo de 4 de diciembre de 2003, en el que tuvo por probada la compensacin de culpas planteada por la accionada, as como la segunda, tercera y cuarta invocadas por la llamada en garanta, reseadas en el prrafo anterior y, desestim las restantes; declar civilmente responsable a la Electrificadora del Huila S.A. E.S.P. de los perjuicios causados a los demandantes y le impuso la condena que a continuacin se determina: a) A favor de Olga Marcela Daz Vargas, en cuanto a dao emergente, fisiolgico y moral subjetivado, en su orden, los siguientes valores: $427948.750, $12000.000 y $15000.000; b) para Ricardo Daz Tovar, por los aludidos conceptos las cantidades de $3000.000, $1000.000 y $5000.000 respectivamente, adems $2000.000 por el dao moral por las lesiones de su hija y, c) por esa misma especie de perjuicio en beneficio de Mara Eugenia Vargas Tovar $4000.000 y para Paula Andrea Daz Tovar $3000.000.5. La parte demandante y la llamada en garanta formularon recurso de apelacin.6. En la segunda instancia se acumul el proceso ordinario seguido por Vctor Alfonso Daz, Mara Marleny Tovar, Alfonso, Armando, Ramiro, Vctor, Gustavo, Sofa y Daly Daz Tovar contra la empresa en mencin y al que tambin fue citada la prenombrada compaa de seguros, en el que invocando los dos primeros su condicin de padres y los otros la de hermanos de Ricardo Daz Tovar, reclamaron el pago de la indemnizacin por los detrimentos materiales y morales que dijeron haber sufrido como consecuencia de las lesiones que l padeci en el referido accidente, juicio que se tramit ante el Juzgado 1 Civil del Circuito de Garzn y finiquit mediante fallo de 1 de diciembre de 2004 que declar probada la excepcin de compensacin de culpas, al igual que la aplicacin del deducible establecido en el contrato de seguros; condenando a la accionada a pagar los perjuicios morales por los actores reclamados en cuanta de 20 y 15 salarios mnimos legales mensuales, respectivamente, pero reducida al 70%. Promovida la impugnacin por la demandada y la llamada en garanta, el ad-quem revoc el 15 de mayo de 2009 la decisin sobre la compensacin de culpas, por lo que increment aquella al ciento por ciento y confirm lo dems, y aunque la accionada formul recurso extraordinario no se concedi, porque el agravio no alcanzaba la cuanta del inters para el efecto.

7. Ahora en cuanto al asunto frente al cual se present la demanda de casacin, esto es, el juicio acumulado de Ricardo Daz Tovar, Mara Eugenia Vargas Tovar y sus hijas Olga Marcela y Paula Andrea contra la Electrificadora del Huila S.A. E.S.P., se dispuso:

5. Revocar los numerales primero, sexto y octavo del mismo provedo, en su lugar:

Primero. Declarar no probada la excepcin de compensacin de culpas propuesta por la sociedad demandada.

Sexto. Condenar a la Electrificadora del Huila S.A. E.S.P. a pagar valores por los siguientes conceptos, y a la llamada en garanta La Previsora S.A. a reembolsar el valor cancelado por la Electrificadota del Huila S.A. E.S.P. hasta el monto asegurado de $270050.000:

1) A favor de Olga Marcela Daz Vargas:

a. Dao emergente $427948.750

b. Lucro cesante: de forma vitalicia equivalente al 50.63% del valor del salario mnimo legal a partir del 29 de agosto de 2013.

c. Dao fisiolgico $12000.000

d. Dao moral subjetivo $5000.000

2) A favor de Ricardo Daz Tovar:

a. Dao emergente $3000.000

b. Dao fisiolgico $1000.000

c. Dao moral personal $5000.0003) A favor de Mara Eugenia Tovar:

a. Dao moral $4000.0004) A favor de Paula Andrea Daz Tovar:

a. Dao moral $3000.000

Octavo. Condenar en costas en un 100% a la Electrificadora del Huila S. A. E.S.P. a favor de los demandantes Ricardo Daz Tovar, Mara Eugenia Vargas Tovar, Olga Marcela y Paula Andrea Daz Vargas.II. FUNDAMENTOS DEL FALLO IMPUGNADO

1. Se precisa que el sentenciador estudi por separado los aspectos objeto de la apelacin respecto de cada una de las decisiones adoptadas frente a las demandas que dieron origen a los procesos acumulados, y para ello previamente reprodujo las splicas, plasm un resumen de los hechos, al igual que record lo manifestado y planteado en las contestaciones, lo referido por la llamada en garanta y resalt los puntos que estim relevantes de lo dicho por el a-quo.2. En ese orden de exposicin se ocup primeramente de dar respuesta al tema de la inexistencia de responsabilidad de la accionada en consideracin a lo alegado por la compaa de seguros en la sustentacin de la apelacin en cuanto al fallo dictado por el Juzgado 1 Civil del Circuito de la mencionada poblacin, pero resulta pertinente mencionarlo por cuanto ese criterio qued fijado para los dos procesos, comentando al respecto que la accionada tena como actividades la de distribucin y venta de energa elctrica, que comporta una fuerza superior a la humana, con carcter de peligrosidad, por lo que se presume la culpa () en el acaecimiento del accidente del que fueron vctimas la menor Olga Marcela y su padre Ricardo Daz, () del que da clara cuenta la prueba recaudada al interior del proceso adelantado por las mencionadas vctimas ante el Juzgado Segundo Civil del Circuito de Garzn, pruebas que fueron trasladadas, procesos hoy acumulados, y que ste fue producido por la cada de las cuerdas de alta tensin que conducen la energa elctrica, cuerdas que cruzan por el rea de la finca Hato Blanco, sin que trascienda con entidad de excluir responsabilidad el hecho de la propiedad o no de las cuerdas conductoras de la energa elctrica. 3. En lo atinente a la compensacin de culpas reconocida en primera instancia y cuestionada por los demandantes en la apelacin, el ad quem acogi el argumento sealado por stos, precisando que () el actuar de la menor de transitar por el predio en el que trabajaba su padre para ir a saludarlo y encontrarse con la mencionada cuerda transmisora de energa elctrica, que en das anteriores se haba cado y no haba sido reparada por la demandada, y del padre de correr a prestar ayuda a la menor, hechos no discutidos en la presente instancia, no estructura culpa alguna, no estimndose que el hecho de tratarse de una nia hiperactiva haya sido el hecho generante del dao, porque contaba con plena libertad de transitar por el predio, sin que sea dable calificar de descuido del padre y vctima tambin del accidente el no estar en ese preciso momento vigilando directamente a la menor.

4. Seguidamente invoc e hizo transcripcin de jurisprudencia de esta Corporacin sobre el tema de la concurrencia de culpas y as concluy que () la menor no tuvo injerencia alguna en la produccin del dao, cuando simplemente, como lo resalta el seor apoderado, caminaba por el predio, desconociendo el hecho de la cada de las cuerdas, e inocentemente inclusive pretendi superar dicho obstculo para no tropezarse y fue as que la alz, razn para entender la prdida de su miembro superior izquierdo, como claramente se prueba con las fotografas que figuran a folios 153, 154, y su padre en un comportamiento que le es exigido, corri a su auxilio, por lo que solamente la parte demandada tuvo injerencia en la produccin del hecho daoso al no reparar oportunamente la cuerda conductora de energa elctrica.

5. De otro lado expuso el Tribunal que acoga el razonamiento de la parte actora en cuanto a estimar probado el perjuicio por concepto de lucro cesante futuro a favor de la menor Olga Marcela, el cual se deba calcular a partir de cuando cumpliera su mayora de edad, esto es, el 29 de julio de 2013, hasta que alcanzara la vida probable de 59.36 aos, pues estim incuestionable la secuela por ella padecida ante la prdida de su miembro superior izquierdo, () hecho que evitar una plena produccin de su capacidad laboral, la que se ve disminuida en un 50.63%, de acuerdo al dictamen de la Junta Regional de Calificacin de Invalidez del Huila (), y agreg que esa situacin () repercute en los ingresos a percibir a futuro, es decir el lucro cesante a su favor, porque es una expectativa razonable y accesible, debindose revocar la negativa a su declaracin y condena, para indemnizar integralmente a la menor, en forma ms o menos exacta, de acuerdo a las repercusiones de la anotada secuela, correspondindole a la demandada asumir el 50.63% de los ingresos de los que se ver privada la hoy menor a partir del momento de adquirir su mayora de edad, por el lapso de su vida, sobre la base del salario mnimo mensual, ingreso mnimo que se presume respecto de todo trabajador ()6. Finalmente se analiz la relacin entre la accionada y la llamada en garanta, para corregir lo que haba decidido el a-quo y en tal sentido se dispuso que sta reembolsara a aquella el valor disponible de la suma asegurada, previo descuento del deducible, lo que condujo a que revocara el numeral sexto de la sentencia apelada.III. DEMANDA DE CASACIN

Tres ataques se formulan en este recurso extraordinario frente a lo decidido en el fallo por el Tribunal respecto del proceso que Ricardo Daz Tovar, Mara Eugenia Vargas Tovar, Olga Marcela y Paula Andrea Daz Tovar promovieron contra la accionada, todos con apoyo en la causal primera del artculo 368 del Estatuto Procesal Civil, los dos primeros por violacin indirecta como resultado del yerro fctico en la valoracin de algunos de los medios de conviccin y el cargo final por error de derecho derivado de la transgresin de normas del rgimen probatorio en cuanto a uno de los elementos de juicio, los que se estudiarn en el orden que los ha organizado la impugnante.CARGO PRIMERO

1. Se acusa la sentencia de violar el artculo 2357 del Cdigo Civil, por el desacierto en la apreciacin del interrogatorio de parte de Ricardo Daz Tovar.

2. Los reparos invocados por el censor se concretan a los siguientes:

a. Comienza por resaltar que para desestimar la excepcin de compensacin de culpas el ad quem orientado por el criterio de la demandante anot que () no constituye ningn riesgo que una menor salga a andar por los alrededores de una finca de campo, porque caminar no es una conducta culposa, probndose plenamente que el seor Ricardo Daz no tena conocimiento de que la lnea de alta tensin estuviera cada, () lnea que segua conduciendo energa luego de tres das, admitiendo la parte pasiva su conocimiento desde el primer da de tratarse de una lnea de alta tensin (), y de forma grave no suspendieron el flujo de corriente por ella trasmitido, argumento que acoge la Sala, ya que el actuar de la menor de transitar por el predio en el que trabajaba su padre para ir a saludarlo y encontrarse con la mencionada cuerda transmisora de energa elctrica, que en das anteriores haba cado y no haba sido reparada por la demandada, y del padre de correr a prestar ayuda a la menor, hechos no discutidos en la presente instancia, no estructura culpa alguna, sin que sea dable calificar de descuido del padre y vctima tambin del accidente el no estar en ese preciso momento vigilando directamente a la menor ().

b. Considera que ese razonamiento es producto del error de hecho por ignorar el interrogatorio de parte que absolvi Ricardo Daz Tovar, pues al pedirle que hiciera un relato sobre los hechos manifest que () [Ll]egu y me puse a hablar con Marina un rato y le entregu las uvas me pregunt que si ac haba energa le dije que s que ac en Altamira haba energa, ella me coment que haca dos o tres das que no tena energa, luego me desplac hasta el cultivo de ahuyama que estaba enseguida de la casa, entr y mir que haba una lnea que estaba en forma de hamaca () encima de unos rboles y ms o menos a sesenta centmetros del suelo, entonces yo di la vuelta por donde la lnea estaba ms alta por donde yo poda pasar, a pesar de que en la finca no haba energa yo iba prevenido de eso, me puse arrancarle unas malezas que tena la ahuyama dur ms o menos media hora arrancando la maleza y cuando una de las nias grit, entonces yo me vine corriendo para donde estaban ellas y mir a Olga Marcela en el suelo echando humo as como de la cabeza, entonces yo la fui a recoger para trarmela para donde el mdico y en eso qued tambin ah (). c. Interpreta que el Tribunal no advirti que aunque el seor Daz Tovar fue prudente en cuanto a proteger su propia integridad al inspeccionar el sitio, no observ esa precaucin con relacin a sus hijas, pues opt por seguir su camino en lugar de regresar a la casa para enterarlas del desvo que se deba tomar para evitar el contacto con el extremo de la lnea que se encontraba prxima al suelo, y que de haber apreciado esa manifestacin, no habra sealado que aquel desconoca que el circuito de conduccin estuviera cado, sin que constituyera riesgo salir a caminar por los alrededores de la finca, ni representar esa actividad una conducta culposa, inferencia sta que califica de ser una visin distorsionada de los hechos y, agrega que cabra una lectura completamente diferente de los mismos, si el accionante no hubiere tenido conocimiento de las circunstancias en que se hallaba la red elctrica y tras aludir a situaciones hipotticas en cuanto a lo que estima debi ser el actuar de aquel, concluye que la menor Olga Marcela no fue quien se expuso imprudentemente, sino que su padre con su conducta culposamente omisiva la someti al riesgo que luego padeciera, por lo que para efectos de graduar la responsabilidad deducida en contra de mi representada, esa falta de prudencia bajo la forma de negligencia del padre de dicha menor debe ser tomada en consideracin, tal como lo hiciera el Juzgado de primera instancia.d. Pide casar la sentencia y confirmar lo que decidi el a-quo sobre el punto.CONSIDERACIONES

1. Se rememora que el petitum se orient a reclamar la declaracin de que la Electrificadora del Huila S.A. E.S.P., es civilmente responsable de los perjuicios causados a los demandantes como consecuencia de las lesiones sufridas por Ricardo Daz Tovar y la menor Olga Marcela Daz Vargas, al haber recibido una descarga elctrica proveniente de un circuito que se haba roto, hallndose descolgado a pocos centmetros del suelo, hechos ocurridos el 8 de marzo de 2002, en la finca Hato Blanco de la vereda del mismo nombre del municipio de Altamira y que fuera condenada al pago de la respectiva indemnizacin.

2. El ad quem, como ya se coment, revoc la decisin que declar probada la compensacin de culpas formulada por la accionada y por ende, tas a favor de los reclamantes en el ciento por ciento la cuanta de los perjuicios que estim acreditados, al igual que el monto de las costas procesales, y tambin fij el valor del lucro cesante en beneficio de Olga Marcela, que haba sido negado y para el efecto adujo los argumentos que enseguida se exponen de manera resumida.

a. Descart la culpa de los lesionados en la produccin del dao, acogiendo los planteamientos de los accionantes, en cuanto a que los testimonios de Alonso Casanova y Adelina Imbachi Gaviria, no acreditaban comportamiento de esa ndole, dado que caminar no es una conducta imprudente o negligente y salir por los alrededores de una finca no constituye ningn riesgo.

b. Estim que se haba probado que el seor Daz Tovar no tena conocimiento en cuanto a que el circuito elctrico estuviere cado, pero s lo saba la accionada desde el da en que ese hecho aconteci, sin que hubiere efectuado su arreglo ni suspendido el fluido, resaltando que ste no poda ser visto ni apreciado por los sentidos.c. Precis que la menor no tuvo injerencia en la generacin del perjuicio, ya que simplemente se desplazaba por el predio y quiso superar el obstculo surgido por la presencia de la cuerda, alzndola, lo que explica la prdida de su extremidad superior izquierda y que su padre hizo lo que corresponda corriendo a su auxilio.d. Dedujo que la circunstancia con incidencia en la ocurrencia del accidente se relaciona con la situacin de no haber la empresa accionada reparado oportunamente la lnea de transmisin de la energa que se haba averiado.3. En razn a que la causal invocada para romper el fallo impugnado se relaciona con la violacin indirecta de la norma sustancial por error de hecho en la valoracin de las probanzas, ha de tenerse en cuenta que en ese mbito los jueces gozan de discreta autonoma para adoptar sus decisiones y las providencias con las que resuelven los litigios sometidos a su conocimiento llegan a la Corte precedidas de la presuncin de verdad y acierto, por lo que la tarea de quien impugna obligadamente tendr que estar dirigida a demostrar que la equivocacin que se le enrostra a la actuacin del ad quem es protuberante, es decir, que sea evidente la contrariedad de la determinacin adoptada con la realidad que surge del proceso.

La Sala ha sealado, que el aludido desacierto () se estructura cuando el juicio probatorio del sentenciador es arbitrario o cuando la nica ponderacin y conclusin que tolera y acepta la apreciacin de las pruebas sea la sustitutiva que proclama el recurrente, ya que si la inferencia a la que hubiese llegado, () luego de examinar crticamente el acervo probatorio se halla dentro del terreno de la lgica y lo razonable, en oposicin a la que del mismo estudio extrae y propone el censor en el cargo, no se genera el yerro de facto con las caractersticas de evidente y manifiesto, por cuanto en dicha situacin no hay absoluta certeza del desatino cometido (casacin de 27 de mayo de 2005 exp. 2005-00472).4. En el plenario estn probadas las bases fcticas que a continuacin se expresan, las cuales alcanzan relevancia y trascendencia para la decisin que se est adoptando:

a. Que Olga Marcela Daz Vargas, naci el 22 de diciembre de 1993, tiene por padres a Ricardo Daz Tovar y Mara Eugenia Vargas Tovar, siendo su hermana Paula Andrea.b. La menor primeramente mencionada en el anterior literal y su progenitor, resultaron lesionados por una descarga proveniente de un circuito de la infraestructura que conduce el servicio de energa elctrica a la finca Hato Blanco de la vereda del mismo nombre en el municipio de Altamira (Huila), suceso ocurrido el 8 de marzo de 2002, habiendo la hoy adolescente perdido la extremidad superior izquierda y sufrido ambos mltiples quemaduras en su cuerpo.

c. En cuanto al estado de las redes de transmisin y las circunstancias como se presentaron los hechos en comento, se obtuvo informacin de algunos testigos, como Sigifredo Vargas Osorio, mayordomo del inmueble, su esposa Adelina Imbachi Gaviria y Luz Marina Casanova Daz, duea del predio, que las cuerdas de la energa elctrica se averiaron antes del accidente, habindose comunicado a la empresa de inmediato, porque el fundo qued sin luz, y no obstante que al da siguiente concurri Efran Lpez, persona encargada por la misma para atender esos asuntos en la zona, no efectu la reparacin e indic que no representaba peligro, pero que inmediatamente despus del siniestro se cumpli esa labor, precisando el primero de los declarantes, que entre quienes efectuaron los arreglos estaba el antes nombrado (c. 2, 83-87 y 89-92), y a su turno ste en su testimonio dijo ser el representante de la electrificadora en Altamira, reconociendo que efectivamente fue contactado para realizar la aludida labor, presentndose a la finca en la oportunidad sealada y verificado que se haba arrancado al pie del espigo del pin p101 (), observ que la lnea estaba colgando () me dirig hacia donde estaba la seora Marina le dije que ese trabajo no se lo poda realizar que la empresa le cobraba () y en posterior respuesta manifest, que el da del suceso luctuoso iba para Garzn a entregar un trabajo a su jefe, que el operador de radio le inform lo acontecido y cuando regres a la nombrada poblacin se dirigi a () Hato Blanco y cuando llegu encontr a unos compaeros de trabajo, all se encontraba William Ramrez quien ya haba arreglado la lnea () (c. 4, 46-50).

d. En el interrogatorio de parte que contest Daz Tovar, efectivamente consta lo reseado por el recurrente, en cuanto a que antes del accidente se enter de la situacin que presentaba la red elctrica, tomando medidas de precaucin para l pasar hasta el cultivo que iba a inspeccionar y que estando all oy los gritos de su hija, habiendo corrido a auxiliarla (c. 4, 24-27).5. Examinado el asunto, se determina que de haberse presentado el error enrostrado al sentenciador este no tiene trascendencia, porque no obstante que pudiera bajo otra ptica drsele una lectura diferente al tema de la responsabilidad atribuida a la accionada, el fallo permanecera enhiesto, dado que las probanzas legal y oportunamente incorporadas valoradas en conjunto de acuerdo con las reglas de la sana crtica, son suficientes para sostener la conclusin del Tribunal, pues no se acredit elemento extrao para liberarla de responsabilidad o para predicar concurrencia de conductas que puedan aminorar la cuanta de la indemnizacin.6. En cuanto a la importancia del desacierto para que pueda producir los efectos pretendidos por el recurrente segn lo iterado por esta Corporacin, () ha de ser trascendente; ello equivale a decir que la violacin a las disposiciones de derecho material que se le endilgue al sentenciador, ya por va directa ora por la indirecta, sea a tal punto influyente en las resultas del proceso que, de no haber incurrido en ella, otra muy distinta habra sido la decisin final; para expresarlo en otros trminos, es necesario que el quebrantamiento influya decididamente en lo dispositivo de la sentencia, por cuanto de no serlo resultara inane y, por ende, ningn fin prctico tendra que el impugnador denunciara la falta de aplicacin, la aplicacin indebida o la errnea interpretacin de la ley, ni efecto trascendente alguno producira su reconocimiento si, en tal hiptesis, la decisin final sera idntica (Sent. cas. civ. de 30 de mayo de 2006, citada en fallo de 25 de junio de 2007, exp. 2002-00251).

7. Sobre el particular se resalta que est probado que el mismo da cuando se produjo el dao en la infraestructura elctrica, se dio aviso al agente que la empresa accionada tena en el municipio de Altamira y a pesar de l haber concurrido al lugar al da siguiente, no hizo las reparaciones argumentando que tena otros trabajos urgentes encomendados por su jefe inmediato y tampoco adopt medidas para evitar o impedir que se acercaren las personas a la red que permaneca descolgada a poca distancia del suelo; por el contrario se sabe, segn lo manifestado por uno de los testigos nombrados, que aquel () mir el dao ah y dijo que esa cuerda no tena ningn peligro de nada ().

Refulge de lo anterior, que la conducta de la accionada particularmente su omisin- tuvo importancia preponderante en la generacin del perjuicio que aqu se reclama, sin que el proceder del padre de la menor haya tenido una incidencia real o determinante en la produccin del dao.8. Es evidente entonces, segn los referidos hechos que no concurre elemento constitutivo de causa extraa que pueda liberar de responsabilidad a la empresa demandada como prestadora del servicio de energa y tampoco se acreditaron supuestos fcticos que permitan predicar la concurrencia de conductas para reducir el monto de la indemnizacin segn lo previsto en el artculo 2357 del Cdigo Civil, infirindose de ello que la postura del Tribunal atacada por el recurrente, no es arbitraria ni ilgica, pues la peligrosidad de la actividad por aquella ejecutada en el marco de su objeto social, la obliga a adoptar todas las medidas indispensables para que no se materialicen o concreten las contingencias que all se encuentren latentes y que para el caso no cumpli, dejando expuesta la comunidad a tan grave riesgo durante un tiempo muy significativo.9. En cuanto al aludido tema, en sentencia de 16 de junio de 2008 exp. 2005-00611 reiterando los parmetros determinados desde los fallos proferidos el 14 de marzo, 18 y 31 de mayo de 1938, la Sala record sobre la carga de la prueba en asuntos de esta naturaleza: () quien ejercita actividades de ese gnero es el responsable del dao que por obra de ellas se cause y por lo mismo le incumbe para exonerarse de esa responsabilidad, demostrar la fuerza mayor, el caso fortuito o la intervencin de un elemento extrao que no le sea imputable,() (G. J. tomo XLVI, pgs. 216, 516 y 561).Aunque el Cdigo Civil Colombiano, no define la actividad peligrosa, ni fija pautas para su regulacin, la Corte ha tenido oportunidad de precisar que, por tal, debe entenderse aqulla que () aunque lcita, es de las que implican riesgos de tal naturaleza que hacen inminente la ocurrencia de daos,() (G. J. CXLII, pg. 173, reiterada en la CCXVI, pg. 504), o la que () debido a la manipulacin de ciertas cosas o al ejercicio de una conducta especfica que lleva insito el riesgo de producir una lesin o menoscabo, tiene la aptitud de provocar un desequilibrio o alteracin en las fuerzas que de ordinario- despliega una persona respecto de otra, como recientemente lo registr esta Corporacin en sentencia de octubre 23 de 2001, expediente 6315.() respecto de la prestacin del servicio de energa elctrica, en cuanto que la accin realizada por dichas entidades reviste peligrosidad le basta al actor demostrar que el perjuicio se caus por motivo de la generacin, transformacin, transmisin y distribucin de energa elctrica pudiendo liberarse aqullas del efecto indemnizatorio nicamente en tanto prueben el concurso exclusivo de una causa extraa ().Igualmente en providencia sustitutiva de 9 de julio de 2010 exp. 1999-02191-01, acot que () En cuanto atae a la responsabilidad civil emanada de la energa elctrica, actividad en grado sumo peligrosa por su natural potencial de causar daos (cas. civ. sentencias de 16 de marzo de 1945, LVIII, p. 668; 8 de octubre de 1992, CCXIX, p. 523; 30 de septiembre de 2002, SC-192-2002[7069]), como se dijo en la sentencia proferida el 19 diciembre de 2008 (SC-123-2008, exp. 11001-3103-035-1999-02191-01), con la cual se cas el fallo del Tribunal, [l]a Corte, en reiteradas oportunidades, ha calificado la electricidad como peligrosa, ubicando la responsabilidad derivada de los daos causados por su virtud en las previsiones del artculo 2356 del Cdigo Civil, en cuyo caso, el damnificado tiene la carga probatoria de demostrar que el perjuicio se caus por motivo de la generacin, transformacin, transmisin y distribucin de energa elctrica (Sentencia de 8 de octubre de 1992, CCXIX, p. 523), esto es, el dao y la relacin de causalidad con elementos probatorios suficientes e idneos, sujetos a contradiccin, defensa y apreciados por el juez con sujecin a la sana crtica y libre persuasin racional. En esta especie de responsabilidad por actividades peligrosas, en la cual se sita, a no dudarlo, la emanada de la electricidad, a quien se seala autor del menoscabo inmotivado de un derecho o inters legtimo protegido por el ordenamiento jurdico, no es dable excusarse ni exonerarse con la probanza de una conducta diligente, pues, an, adoptando la diligencia exigible segn la naturaleza de la actividad y el marco de circunstancias fctico, para tal efecto, debe acreditar el elemento extrao, o sea, la fuerza mayor o caso fortuito, la participacin exclusiva de un tercero o de la vctima como causa nica (XLVI, p. 216, 516 y 561), es decir, que no es autor. [...] Con los lineamientos precedentes, el rgimen de responsabilidad por las actividades peligrosas est sujeto a directrices concretas o especficas. En lo concerniente al rgimen probatorio de la responsabilidad por actividades peligrosas, el damnificado tiene la carga probatoria del dao y la relacin de causalidad; y, el autor de la lesin, la de probar el elemento extrao para exonerarse de responsabilidad, o sea, itrase, la fuerza mayor o caso fortuito, la participacin de un tercero o de la vctima que al actuar como causa nica o exclusiva rompe el nexo causal.11. Corolario obligado de lo analizado es que el reproche no est llamado a prosperar.SEGUNDO CARGO

1. Se controvierte la sentencia invocando como sustentculo la causal primera enlistada en el citado artculo 368 del Cdigo de Procedimiento Civil, por violacin indirecta de los preceptos 1613, 1614, 2341 y 2356 del Cdigo Civil, en armona con el canon 16 de la Ley 446 de 1998, como consecuencia de errores fcticos en la apreciacin de las pruebas y que posibilitaron condenar a la accionada a pagar dao emergente y lucro cesante a favor de la menor Olga Marcela.

2. El embate se desarrolla con apoyo en los planteamientos que de manera resumida a continuacin se exponen.

a. Comenz el impugnante por recordar lo resuelto en primera instancia, en cuanto a que el valor de la indemnizacin se estim en $470948.750, de los cuales el dao emergente en beneficio de la antes nombrada se cuantific en $427948.750, sin reconocerle lucro cesante, quedando aquella cifra reducida en un 40%, por efecto de la prosperidad de la excepcin de compensacin de culpas, tasndose entonces la condena en $282569.250, precisando que por ello la demandada se abstuvo de interponer recurso de apelacin, pero que el inters para recurrir en casacin lo deriva de no ser el fallo del sentenciador exclusivamente confirmatorio (inciso 2, artculo 369 del Cdigo de Procedimiento Civil), pues al revocar la decisin sobre la aludida excepcin increment la condena al 100% de las cifras establecidas y reconoci a la antes nombrada el lucro cesante de forma vitalicia equivalente al 50.63% del valor del salario mnimo legal a partir de 29 de agosto de 2013.

b. Igualmente adujo que el Tribunal no realiz ningn anlisis sobre el fundamento para cuantificar el valor del dao y por tanto estima que hizo suyas las consideraciones del a-quo, quien haba dispuesto que () a ttulo de dao emergente futuro se incluir el valor de $351898.750 que corresponde a los US$125.000 tasa representativa del dlar segn publicacin de la fecha en el diario El Tiempo ($2815,19)- en que fue cotizada la prtesis mioelctrica con codo, mano y guante cosmtico, segn documento aportado y no tachado por la parte demandada, reconociendo como dao emergente el costo de los honorarios de los mdicos cirujanos, los materiales, la hospitalizacin y la rehabilitacin que requiere esta menor para corregir las mltiples deformantes secuelas de quemaduras elctricas. Lo anterior teniendo como soporte la cotizacin que obra a folio 259 del c. n 2, en el cual se le asigna un valor de $76000.000; tasando con base en esos guarismos el mencionado perjuicio a favor de la prenombrada adolescente en $427948.750.c. En cuanto a la oferta de la prtesis aleg que consta en un documento privado de contenido declarativo, emanado de un tercero, que aunque se tenga como autntico y a pesar de no haber sido tachado ni pedida su ratificacin, no exclua su apreciacin segn las reglas de la sana crtica, conforme a las cuales () lo primero que se observa es que no ofrece ninguna explicacin para que la cuanta de la misma se exprese en una divisa extranjera como es el dlar de los EE. UU. de Norteamrica, aspecto ste del documento tanto ms peculiar cuanto que quien lo presenta no es un importador sino un fabricante de la prtesis y cuanto que, adems, (la cotizacin) estaba destinada a hacerse valer dentro de este proceso, circunstancia que si bien, por lo menos en principio, no era de la incumbencia del fabricante, s lo era, en cambio, de la parte interesada en su aportacin. De todas maneras, no existe razn dentro del documento, valedera o no, que explique el motivo por el cual un aparato que habr de ser fabricado en Colombia tenga que ser pagado en moneda extranjera. Y aun cuando fuera importado, en todo o en parte, tampoco se percibe esa razn dentro del texto del documento. Con el inconveniente adicional pero no por ello menos trascendental- que ese mecanismo de la divisa extranjera sujeta a conversin a la moneda legal colombiana a las fluctuaciones del precio del dlar: la liquidacin efectuada por el Juzgado y acogida por el Tribunal es un ejemplo elocuente de lo que se dice: dlar liquidado a $2815,19, cuando hoy (es un hecho notorio) su precio est por debajo de la cota de los $2000.d. Insiste en evidenciar la falta de justificacin del precio sealado para el referido dispositivo, porque el documento no da a conocer, por ejemplo, los atributos o particularidades que lo hacen diferente de los dems, lo que no suple el anexo que trae, porque en ste se informa es sobre el funcionamiento y caractersticas.

e. Agrega que al haberse apreciado el citado elemento probatorio sin advertir las referidas falencias, se incurri en error de hecho, al igual que al estimar la oferta de servicios mdicos por $76000.000, dado que las cifras incluidas carecen de explicacin.

f. De otra parte cuestiona la valoracin del dictamen de la Junta Regional de Calificacin de Invalidez del Huila, en el cual se indic que se haba disminuido la capacidad laboral de la nia Olga Marcela en un 50.63%, informacin que el ad quem tuvo en cuenta para tasar el lucro cesante, y al respecto hace referencia a los tems que lo integran, calificndolo de parco y superficial, ya que no se indica de dnde salen las cifras que incluye para cada uno de los distintos criterios, aseverando que () se encuentra ayuno de fundamentos en lo que debe constituir su columna vertebral, a saber, la cuantificacin porcentual de la incapacidad de la demandante, pues lo otro, lo de la tercera columna, no es realmente una razn para calcular esta o aquella cifra, sino simplemente, manifestaciones propias bien de la deficiencia, ya de la discapacidad, u ora de la minusvala; circunstancia que siendo ostensible no advirti el Tribunal, por lo que incurri en error de hecho por adicin de la prueba, a la que sin estarlo, tuvo dotada de fuerza persuasiva.g. Tambin se invoca como desacierto fctico, el que se hubiere supuesto que la vida probable de la nia alcanzare los 59.36 aos, sin saber de dnde se extrajo ese dato, por no obrar prueba alguna en tal sentido.h. Se culmina la exposicin solicitando casar la sentencia impugnada ante los anunciados yerros al estimar que trascendieron a la parte resolutiva de la misma, y sin los cuales el ad quem se habra abstenido de imponer la condena, pidiendo que en su lugar se absuelva a la accionada, en razn a que la parte demandante desisti de la peritacin con la que pretenda acreditar los perjuicios.

CONSIDERACIONES1. Los dos primeros elementos de juicio reseados y cuya valoracin se cuestiona en el cargo, constituyen el fundamento probatorio que en segunda instancia sirvi de apoyo para la cuantificacin del dao emergente a favor de la menor Olga Marcela, en la suma de $427948.750, y el otro medio de prueba aludido representa el sustento para la tasacin del lucro cesante en el equivalente al 50.63% del monto del salario mnimo legal a partir de 29 de agosto de 2013, fecha sta que corresponde a la del mes siguiente a cuando alcance la mayora de edad, y de forma vitalicia.

2. Ha de memorarse que para adoptar aquella medida el Tribunal adujo, que () solamente la parte demandada tuvo injerencia en la produccin del hecho daoso al no reparar oportunamente la cuerda conductora de energa elctrica, mas no las vctimas del accidente, por lo que revoc lo resuelto por el a-quo que declar probada la compensacin de culpas formulada por la demandada, con base en la cual haba reducido el porcentaje de la indemnizacin al equivalente a un sesenta por ciento, y en su lugar desestim el medio exceptivo, fijando la indemnizacin con relacin al primero de los rubros aludidos por el valor total de lo que se dio por establecido, pero no mencion expresamente ni dio a conocer los razonamientos de la valoracin de los medios de prueba en que soport la decisin.

3. El impugnante alude a esa circunstancia de pretericin de anlisis probatorio e interpreta que el ad quem hizo suyos los planteamientos que sobre el particular revel el juez de conocimiento y en tal sentido entiende que apreci y tuvo en cuenta la cotizacin para servicios mdicos por valor de $76000.000, al igual que la relacionada con una prtesis y sus aditamentos cuyo costo aparece fijado en US$125.000 dlares, documentos que se allegaron al proceso (c.2, 259-260 y 262-270).

4. En cuanto a la condena y tasacin del lucro cesante futuro la apoy el Tribunal en la circunstancia de estimar que la prenombrada adolescente haba perdido el miembro superior izquierdo, lo que implicaba () sin dubitacin disminucin de su capacidad laboral, dictaminada, segn se ha anotado, por la Junta de Calificacin de Invalidez, y que por tanto repercute en los ingresos a percibir a futuro, es decir el lucro cesante a su favor, porque es una expectativa razonable, debindose revocar la negativa a su declaracin y condena, para indemnizar integralmente a la menor, en forma ms o menos exacta, de acuerdo a las repercusiones de la anotada secuela, correspondindole a la demandada asumir el 50.63% de los ingresos de los que se ver privada la hoy menor a partir del momento de adquirir su mayora de edad, por el lapso de su vida, sobre la base del salario mnimo mensual, () a partir del 29 de agosto de 2013, al mes siguiente de cumplir los 18 aos,().

5. Dada la importancia que tienen para esta decisin, se precisa que con relacin a los referidos aspectos se aportaron los elementos probatorios que pasan a mencionarse.

a. Documento denominado cotizacin expedida en Neiva a 31 de octubre de 2003 suscrita por Jos Ignacio Tovar Trujillo, cirujano plstico e identifica como paciente a Olga Marcela Daz Vargas, cuyo contenido es el siguiente: costos aproximados para correccin de cicatrices mltiples deformantes secuelas de quemaduras elctricas de 1 aos de evolucin Observacin: para obtener el mximo objetivo de mejora de tales cicatrices se requiere de 3 (tres) intervenciones quirrgicas - Costos de materiales de mxima especialidad: para expansin de tejidos (expansores) $6000.000.oo (seis millones) Costos clnica: hospitalizacin y ciruga $5000.000.oo (cinco millones) - Costos de rehabilitacin: $3000.000.oo (tres millones) honorarios mdicos: $5000.000.oo (cinco millones) Total gastos por los tres procedimientos quirrgicos $57000.000.oo (c.2, 259).

b. Instrumento emitido en Bogot a 3 de marzo de 2003, que expresa: Paciente Olga Marcela Daz Vargas -prtesis mioelctrica con codo, mano y guante cosmtico todo marca Otto Bock, para acompaar crecimiento hasta los 17 aos de edad. - Se requiere 6 guantes cosmticos, 3 manos, dos kitt mioelctricos. - Las prtesis se entregarn debidamente adaptadas y entrenadas. Son: ciento veinticinco mil dlares. Total U$125.000.oo y firma la gerente del Centro Tcnico Ortopdico Ltda.; incluye un anexo que fija las condiciones de pago y la garanta, as mismo un catlogo de los productos (c.2, 262-270).

c. Dictamen elaborado por la Junta Regional de Calificacin de Invalidez del Huila, suscrito por el Secretario de la misma, que da cuenta de () la decisin tomada respecto al caso de la paciente Olga Marcela Daz Vargas, () con ponencia de la doctora Emma Constanza Sastoque, en sesin de 15 de septiembre de 2003, el cual identifica tres criterios con los respectivos porcentajes y su origen: deficiencia, 32.33, dado por amputacin extremidad superior, deficiencia global en relacin con la extremidad inferior, criterio deficiencia global por quemadura; discapacidad, 6.3, por conducta, cuidado de la persona, locomocin, disposicin del cuerpo, destreza, situacin, y minusvala, 12, por independencia fsica, ocupacional, integracin social, autosuficiencia econmica, en funcin de la edad, total 50.63%, fijando como fecha de la estructuracin de la incapacidad el 8 de marzo de 2002 (c.2, 190-191).6. En consideracin a la causa en que se sustenta el ataque, resulta necesario iterar que el error de hecho originado en la indebida estimacin de los elementos de juicio, slo tiene capacidad de ocasionar el quiebre del fallo si aparece ostensible, esto es, manifiesto o de bulto, detectable sin mayor esfuerzo intelectivo, al extremo que su presencia se descubre con la simple confrontacin entre lo deducido por el sentenciador y lo destacado por el recurrente, lo que se traduce en que el juez haya supuesto una prueba que no obra en el expediente, o cuando ignora la presencia de la que s est, o en el evento de adicionar o cercenar o tergiversar su contenido.

En ese sentido la Corte ha mantenido el criterio segn el cual para que se configure el desacierto de facto debe ser () tan grave y notorio que a simple vista se imponga a la mente, sin mayor esfuerzo ni raciocinio, o en otros trminos, de tal magnitud, que resulte contrario a la evidencia del proceso. No es por lo tanto, error de hecho aquel a cuya demostracin slo se llega mediante un esforzado razonamiento, y en fallo posterior sostuvo que () quien haga transitar el proceso por los senderos de la casacin, y particularmente dentro del mbito del error de hecho, debe presentarse a sta con argumentos incontestables, al punto de que la sola exhibicin haga aparecer los del Tribunal como absurdos o totalmente desenfocados, lo cual ha de detectarse al simple golpe de la vista.

Respecto a la modalidad del yerro invocado por el casasionista ha expuesto esta Corporacin, que () el error de hecho proveniente de la indebida apreciacin de los medios de conviccin por suposicin de su contenido, (), exclusivamente logra configurarse si se demuestra que el nico sentido interpretativo que permite el elemento de juicio atacado es el que plantea el recurrente. Contrariamente, si la conclusin fctica respaldada en las pruebas analizadas en la sentencia corresponde a una argumentacin lgica, razonada y posible, no se estructura el error de hecho denunciado, ya que en tal evento no aflora la certeza del desacierto que se le atribuye por el recurrente a la providencia que combate

7. En procura de establecer si se present la infraccin medio denunciada, se rememora que el opugnante predica su existencia a partir de la apreciacin que realiz el Tribunal de la oferta de la prtesis y la cotizacin de los servicios mdicos, al igual que de la pericia sobre la prdida de la capacidad laboral, para fijar el monto de los perjuicios en la modalidad de dao emergente y lucro cesante para la menor Olga Marcela, sin que a la luz de las reglas de la sana crtica encuentre lgico y razonable que hubiere obtenido el conocimiento adecuado para el efecto, dada la carencia de explicaciones en cuanto a la informacin en esos instrumentos vertida, concretamente acerca del porqu en el primer documento mencionado se expresa la cuanta en una divisa extranjera, cuando proviene no del importador, sino del fabricante, y as mismo se omiten las razones que justifiquen su monto, por lo que estima que no contiene la razn de su ciencia, haciendo extensiva esta ltima crtica a la segunda de las probanzas citadas, y de la experticia reprocha que se encuentra ayuno de fundamentos respecto de los criterios que involucr para la conclusin.

8. Al examinar el asunto se evidencia que no se produjo el desacierto pregonado, porque dada la naturaleza misma del acto jurdico a que se refieren los aludidos documentos, tcnicamente se sabe que con ellas se busca es dar a conocer una oferta y a la luz del artculo 845 del Cdigo de Comercio, basta que contenga los elementos esenciales del negocio, los que para el caso concurren, ya que revelan tanto el objeto como el precio, por lo que en ese contexto se estima razonable que se hubiere tomado su valor como soporte de la decisin, mxime si se tiene en cuenta que despus de su aportacin ninguna inconformidad plantearon las partes y en cuanto a la accionada es patente que consinti la condena que le fue impuesta con base en los citados elementos de juicio, pues basta ver que no recurri el fallo ni adhiri a la alzada que promovieron los otros sujetos procesales, tampoco protest por esa carencia en el alegato de conclusin o en la oportunidad para replicar la sustentacin de la apelacin.9. Ahora en el contexto del reproche formulado, no se demuestra de qu manera se pudo haber distorsionado el conocimiento obtenido por el Tribunal por la circunstancia de que la propuesta para la prtesis se haya efectuado tomando como referente una divisa extrajera, ya que para su conversin a la moneda oficial se apoy en un hecho notorio como lo es el valor de la cotizacin en el mercado, criterio que no resulta desfasado, y respecto al inconveniente hallado por la fluctuacin del dlar, per se no revela error y no se dan a conocer hechos que hagan saber en qu consisti el mismo, impidiendo con ello que se puedan confrontar los distintos criterios interpretativos y establecer as si el que tuvo el ad quem fue meramente antojadizo o arbitrario.10. Si las preanotadas razones fueren insuficientes para deducir la falta de contundencia del cargo, surge otro motivo que impide su prosperidad, pues se advierte que est soportado en circunstancias que tienen la connotacin de ser un medio nuevo, dado que los defectos que se atribuyen a la estimacin probatoria, no fueron discutidos en las instancias, a pesar de que los aludidos instrumentos constituyeron el fundamento bsico para imponer la condena a la accionada por concepto de dao emergente y que la decisin de primer grado le fue desfavorable, ninguna crtica ni inconformidad le mereci, basta ver que no formul recurso de apelacin, ni adhiri a la que los dems sujetos procesales promovieron, y tampoco hizo pronunciamiento alguno en la oportunidad que ante el Tribunal se tuvo.Es evidente entonces, que la acusacin involucra un tema novedoso que no fue mencionado y por ende no resulta admisible, puesto que es sorpresiva y deja tanto a la contraparte como a los propios jueces en la imposibilidad de reaccionar, para asumir aqulla su defensa y pronunciarse stos respecto de tal alegacin.La Sala tiene dicho sobre el mencionado aspecto y as lo reiter en fallo de 27 de julio de 2010, que no es admisible el reproche cuando se apoya en (), la comisin de presuntos errores de ndole probatoria cometidos por el ad quem en la apreciacin de la probanza documental relacionada en ellos, cuando ni en las instancias, ni en trmite alguno de ellas, el recurrente repar en las informalidades de que pudieran adolecer tales pruebas, y que, consecuencialmente, pudieran afectar su ponderacin o valoracin legal, no obstante disponer de las oportunidades procesales para que el debate probatorio se adelantara con estricto apego a los postulados de la lealtad y la contradiccin, en aras del derecho de defensa de los litigantes, incurriendo as en la proposicin del denominado medio nuevo, cuyo repudio encuentra su razn de ser en la naturaleza extraordinaria del recurso de casacin, por cuanto, como lo ha pregonado esta Corporacin () toda alegacin conducente a demostrar que el sentenciador de segundo grado incurri en errnea apreciacin de alguna prueba por razones de hecho o de derecho que no fueron planteadas ni discutidas en las instancias, constituye medio nuevo, no invocable en el recurso de casacin ().

11. Respecto al planteamiento del recurrente segn el cual el Tribunal incurri en error de hecho por adicin de la prueba, a la que, sin estarlo, tuvo como dotada de fuerza persuasiva (c. Corte, 27), que le permiti tomar el porcentaje del 50.63% de la prdida de la capacidad laboral de la menor y as concretar la tasacin del lucro cesante a su favor; no resulta ostensible que la interpretacin que de la misma se hizo hubiere incurrido en ese yerro, pues expresamente se dieron a conocer los criterios, porcentajes y causas que fundamentan la conclusin y adems debe tenerse en cuenta que el ente que lo confeccion legalmente tiene reconocida su idoneidad para esa clase de experticia.Y a pesar de aseverarse que no se explica de dnde salen las cifras, no por ello refulge el desacierto, pues para evidenciarlo era imperativo que se hubiese explicitado de manera concreta, por ejemplo, qu informacin o qu hechos se pretermitieron o se dejaron de examinar y su incidencia en la conclusin obtenida, pero al respecto no se dan a conocer argumentos.

12. Finalmente, en lo relativo al supuesto yerro fctico por haber calculado la vida probable de la prenombrada menor, sin que obrare prueba de esa circunstancia, el mismo se descarta, dado que no es un criterio inconsulto o arbitrario, pues esta Corporacin ha estimado que para esa labor en lo pertinente se puede acudir () a las tablas de supervivencia o los clculos de esperanza de vida efectuados por el DANE, los que pueden ser considerados por la jurisdiccin sin necesidad de que obren fsicamente en el expediente, en atencin al carcter pblico y general () (sent. sust. de 18 de diciembre de 2009, exp. 1998-00529, al igual que la de 15 de octubre de 2004, exp. 6199). Adems no se aleg ni demostr que se hubiere tomado un guarismo totalmente desfasado.13. Por lo expuesto el ataque no tiene vocacin de xito.CARGO TERCERO

1. El reproche del fallo del Tribunal se fundamenta en la misma causal a que antes se hizo mencin, precisando la recurrente que se violaron los artculos 1613, 1614, 2341 y 2356 del Cdigo Civil, pero como consecuencia de error de derecho cometido en la apreciacin del informe proveniente de la Junta Regional de Calificacin de Invalidez del Huila, por la trasgresin de los preceptos 174 y 238 del Cdigo de Procedimiento Civil, en armona con los nmero 3-1, 31 y 32 del Decreto 2463 de 2001.2. Los planteamientos que hace la impugnante para la respectiva sustentacin aluden a los siguientes aspectos:

a. Indica que sirvi de apoyo al ad quem para imponer la condena por concepto de lucro cesante a favor de la menor Olga Marcela, la referida probanza, que legalmente tiene el carcter de dictamen.

b. Que a pesar de haberse allegado al proceso, dejndose constancia secretarial de la fecha de recibo, no se dio traslado a las partes.c. Tambin aduce que ante esa circunstancia al sentenciador no le era dable apoyarse en el citado elemento de juicio para imponer la aludida condena, por estar incorporada de manera irregular, con lo cual viol las normas de disciplina probatoria antes identificadas y consecuentemente aplic indebidamente los preceptos sustanciales reseados en la enunciacin del cargo, pues se desentendi de estimar que el perjuicio debe ser cierto, lo que comporta o representa que su cuantificacin ha de realizarse a partir de bases que se encuentren fijadas dentro del proceso con sujecin a la preceptiva legal.

d. En consecuencia solicita el quiebre de la sentencia y que en su reemplazo se le absuelva del pago del mencionado rubro, pues la accionante desisti de la peritacin que haba solicitado con la finalidad de evaluar los perjuicios.CONSIDERACIONES

1. Se precisa que el componente de las splicas de la demanda a favor de Olga Marcela Daz Vargas, que resulta involucrado con el cargo analizado se concreta a la solicitud de reconocimiento de lucro cesante futuro, el cual fue negado en primera instancia, decisin sta que el Tribunal revoc y procedi a cuantificarlo de forma vitalicia equivalente al 50.63% del valor del salario mnimo legal a partir del 29 de agosto de 2013 y para el efecto esencialmente se apoy en la referida prueba, atacada en esta acusacin.

En ese sentido estim el ad quem que era un hecho cierto y que estaba acreditada la prdida de la extremidad superior izquierda por la prenombrada adolescente, lo que implicaba () sin dubitacin disminucin de su capacidad laboral, dictaminada, segn se ha anotado, por la Junta de Calificacin de Invalidez, y que por tanto repercute en los ingresos a percibir a futuro, es decir el lucro cesante a su favor, porque es una expectativa razonable, debindose revocar la negativa a su declaracin y condena, para indemnizar integralmente a la menor, en forma ms o menos exacta, de acuerdo a las repercusiones de la anotada secuela, correspondindole a la demandada asumir el 50.63% de los ingresos de los que se ver privada la hoy menor a partir del momento de adquirir su mayora de edad, por el lapso de su vida, sobre la base del salario mnimo mensual, () a partir del 29 de agosto de 2013, al mes siguiente de cumplir los 18 aos,().

2. En autos estn demostrados los siguientes hechos que tienen importancia para la decisin que en derecho corresponda adoptar:

a. La peticin contenida en la demanda de practicar una pericia por intermedio de la respectiva Junta Regional de Calificacin de Invalidez, en procura de demostrar los hechos segn los cuales las lesiones sufridas por la menor Olga Marcela le ocasionaron afectacin de su aptitud para el trabajo que la imposibilitan de por vida para cualquier actividad productiva, en un ciento por ciento, por cuanto perdi en ese guarismo su capacidad laboral.

b. La prueba en mencin fue decretada y una vez confeccionada se remiti al Juzgado de conocimiento, donde la Secretara la agreg al proceso el 19 de septiembre de 2003 (c. 2, 190-191), sin ingresarla al Despacho, quedndose sin someterla a contradiccin, pero dejndose constancia que al procurador judicial de la accionada se le expidi copia de ella.c. Con posterioridad se dispuso el traslado para alegatos de conclusin, oportunidad que aunque fue aprovechada por las partes, no trataron expresamente el citado tema.d. Luego en la sentencia de primer grado al entrar a analizar lo pertinente para determinar el monto del lucro cesante a favor de la prenombrada menor, se indic que la incapacidad mdica laboral de esta mujer resulta incuestionable, pues a raz del accidente de marras, esta nia sufri un dao corporal que le produjo una invalidez total del 50.63% -f.189 c. n2 (), pero se neg el reconocimiento de suma alguna por ese concepto.

e. En el fallo del Tribunal se revoc esa decisin aduciendo que corresponda calcular el monto indemnizatorio desde el 29 de julio de 2013 cuando adquiera la mayora de edad hasta el cumplimiento de la vida probable de 59.36 aos o sea 712,32 con base al salario mnimo, argumento que acoge la Sala, frente al hecho incuestionable de la secuela propia del accidente padecido por la menor de la prdida de su miembro superior izquierdo, hecho que evitar una plena produccin de su capacidad laboral, la que se ve disminuida en un 50.63%, de acuerdo al dictamen de la Junta Regional de Calificacin de Invalidez del Huila () e impuso la condena por Lucro cesante: de forma vitalicia equivalente al 50.63% del valor del salario mnimo legal a partir de 29 de agosto de 2013.

3. El error de derecho como reiteradamente lo ha sostenido la Corte, apunta al aspecto normativo de las probanzas y se presenta en el momento de la contemplacin jurdica de las mismas, es decir, cuando luego de darlas por materialmente existentes en el proceso, se pasa a ponderarlas a la luz de los preceptos que regulan su valoracin, quedando excluida toda controversia en cuanto a su aspecto fsico o material, pudiendo surgir el desacierto por transgredir el debido respeto al postulado del contradictorio, en las fases de aduccin e incorporacin de los elementos de juicio, ora porque se entra a contrariar al legislador acerca de su mrito o eficacia probatoria.

Sobre el particular, en fallo de 29 de octubre de 2009 exp. 2002-00211, la Sala conceptu que () se presenta en sntesis cuando la sentencia exige, para demostrar un acto o un hecho, una prueba especial que la ley no reclama; o cuando viendo la prueba en su exacta dimensin no le atribuye a ella el mrito que la ley le asigna para demostrarlo; o, en fin, cuando se lo niega por estimar que el medio fue ilegalmente producido cuando as no sucedi y que, por tanto, el error de hecho y el de derecho, en materia de apreciacin probatoria que por va indirecta lleva a la violacin de norma sustancial, no pueden ser confundidos. El error de hecho implica que en la apreciacin se supuso o se omiti una prueba, mientras que el de derecho entiende que la prueba fue exacta y objetivamente apreciada pero que, al valorarla, el juzgador infringi las normas legales que reglamentan tanto su produccin como su eficacia ().4. El artculo 174 del Cdigo de Procedimiento Civil, que es una de las normas probatorias supuestamente inobservadas por el ad quem, acoge el principio de la necesidad de la prueba y consecuentemente establece que [t]oda decisin judicial debe fundarse en las pruebas regular y oportunamente allegadas al proceso, exigiendo as mismo el respecto de las reglas orientadas por los postulados de la publicidad y contradiccin, los cuales se erigen como garantas del derecho a la defensa.

5. En cuanto al canon 238 ibdem, hace parte de los preceptos que fijan las reglas para que se hagan efectivos los citados principios en la actividad de incorporacin de la peritacin y en tal sentido seala que () se correr traslado a las partes por tres das, durante los cuales podrn pedir que se complemente o aclare, u objetarlo por error grave, seguidamente precisa cmo se rita cada una de esas manifestaciones de las partes e indica el momento en que se ha de resolver sobre las mismas.6. Esta Corporacin sobre los aspectos que involucran las aludidas normas ha comentado que la correcta disciplina legal en el mbito de la peticin, prctica y evaluacin de la prueba, garantiza el derecho de defensa de las partes en el proceso, y por ende la eficacia del principio de contradiccin que se comenta, por cuanto as se permite no slo conocer la prueba desde el propio albor de la peticin, sino su debate, su contradiccin, su objecin, ya que la contraparte desde ese mismo momento puede oponerse a su prctica, controvertir su conducencia, discutir su alcance, o en fin, controlarla u orientarla de acuerdo con sus propios objetivos o intereses. (). (Sent. cas. civ. de 6 de junio de 2001 exp. 5645).7. No obstante lo anterior, al examinar el ataque se aprecia que su fundamento corresponde a un planteamiento nuevo, toda vez que la recurrente conoci la existencia de la pericia desde cuando la Secretara del juzgado la anex al proceso, pues a su apoderado se le entreg copia (c.2, 191v) y posteriormente intervino en la fase de alegatos de conclusin (c. 1, 333-336), sin que hubiere hecho reparo a la ausencia de traslado para darle publicidad, guardando as mismo silencio en el trmite de la alzada. Lo comentado significa que se est invocando un argumento ex novo, el que no es de recibo en casacin, pues no es dable atacar en este escenario extraordinario por vez primera, los medios de prueba que permanecieron ayunos de cuestionamiento en las instancias, fundamentalmente porque con ello se menoscabara el derecho de defensa de la otra parte, quien se vera sorprendida en tales circunstancias.

8. Sobre el tema conocida es la doctrina de la Sala, reiterada entre otros en el fallo 119 de 24 de septiembre de 2004 exp. 7908, segn la cual [s]e violara el derecho de defensa ha dicho la Corte- si uno de los litigantes pudiera echar mano en casacin de hechos, extremos o planteamientos no alegados o formulados en instancia, respecto de los cuales, si lo hubiesen sido entonces, la contraparte habra podido defender su causa () la sentencia no puede enjuiciarse en casacin sino con los mismos materiales que sirvieron para estructurarla; no con materiales distintos, extraos y desconocidos. Sera, de lo contrario, una lucha desleal, no slo entre las partes, sino tambin respecto del Tribunal fallador, a quien se le emplazara a responder en relacin con hechos o planteamientos que no tuvo ante sus ojos, y an respecto del fallo mismo, que tendra que defenderse de armas para l hasta entonces ignoradas ().Por eso se ha recalcado que la lealtad procesal y la buena fe con la que debe asumirse la contienda judicial impiden dar va libre a un comportamiento de la naturaleza en comento, porque modifica sustancial y trascendentemente el escenario propio de la contencin que siempre tiene que girar en torno a los extremos en que la situaron los litigantes o lo permite el mismo legislador.De otro lado esta Corporacin en fallo de 28 de julio de 2010 exp. 2005-00053-01, al analizar el tema de haber pretermitido el cumplimiento de ciertas formalidades en la aduccin de algunos medios de prueba, apoyndose en pronunciamientos anteriores, en lo pertinente expuso que resultaba reprochable invocar (), la comisin de presuntos errores de ndole probatoria cometidos por el ad quem en la apreciacin de la probanza documental relacionada en ellos, cuando ni en las instancias, ni en trmite alguno de ellas, el recurrente repar en las informalidades de que pudieran adolecer tales pruebas, y que, consecuencialmente, pudieran afectar su ponderacin o valoracin legal, no obstante disponer de las oportunidades procesales para que el debate probatorio se adelantara con estricto apego a los postulados de la lealtad y la contradiccin, en aras del derecho de defensa de los litigantes, incurriendo as en la proposicin del denominado medio nuevo, cuyo repudio encuentra su razn de ser en la naturaleza extraordinaria del recurso de casacin, por cuanto, como lo ha pregonado esta Corporacin`() toda alegacin conducente a demostrar que el sentenciador de segundo grado incurri en errnea apreciacin de alguna prueba por razones de hecho o de derecho que no fueron planteadas ni discutidas en las instancias, constituye medio nuevo, no invocable en el recurso de casacin (CXXXIV, 84), motivo por el cual ha reiterado que () el cargo planteado por primera vez en casacin, con base en defectos legales que se le imputan a la aduccin de la prueba () implica un medio nuevo que no puede ser atendido por la Corte, cuya doctrina rechaza, como medio de esta especie, el hecho de que una sentencia haya tomado en consideracin elementos probatorios que no tuvieron tacha alguna en trmites anteriores, acusacin que al ser admitida resultara violatoria del derecho de defensa de los litigantes y reida con la ndole y esencia del recurso extraordinario (...).9. Vistas as las cosas deviene ineluctable la improsperidad del cargo.

IV DECISIN

En mrito de las consideraciones anteriores, la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casacin Civil, administrando justicia en nombre de la Repblica y por autoridad de la ley, NO CASA la sentencia de 15 de mayo de 2009 proferida por la Sala Civil Familia Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Neiva, en el proceso ordinario que adelant Ricardo Daz Tovar, Mara Eugenia Vargas Tovar, Olga Marcela y Paula Andrea Daz Tovar contra la Electrificadora del Huila S.A. E.S.P., al que se acumul el de igual naturaleza mencionado en el acpite inicial, habiendo concurrido en ambos como llamada en garanta La Previsora S.A. Compaa de Seguros.Costas a cargo de la parte recurrente y para que sean incluidas en la respectiva liquidacin se fija la suma de $6000.000 como agencias en derecho.

Notifquese y devulvaseCSAR JULIO VALENCIA COPETEJAIME ALBERTO ARRUBLA PAUCARRUTH MARINA DAZ RUEDA

WILLIAM NAMN VARGASARTURO SOLARTE RODRIGUEZ

EDGARDO VILLAMIL PORTILLA

Tesis reiterada, entre otras, en sentencia de 16 de junio de 2009, exp. 2003-00003-01 de esta Sala.

Sentencia de 12 de febrero de 1998, exp. 4730.

Sentencia de 20 de abril de 2001, exp. 6014, reiterando doctrina anterior.

Fallo de 14 de agosto de 2003, exp. 6899.

Sentencia n 18 de 14 de febrero de 1995, exp. 4373.

Corte Suprema de Justicia, Sala de Casacin Civil, sentencias de 24 de mayo de 2001, exp. 6579 y de 10 de diciembre de 2004, exp. 1997-0016, entre otras.

PAGE 54R.M.D.R. exp. 41298-3103-002-2002-00024-01