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UNIVERSIDAD LOS ANGELES DE CHIMBOTE Facultad de Derecho y Ciencia Política Escuela Profesional de Derecho Departamento de Derecho PRESENTACION DE LA ASIGNATURA DENTOLOGÍA FORENSE Señores estudiantes. En calidad de profesor de la presente asignatura, expreso a ustedes a mi cordial saludo y bienvenida al CURSO VIRTUAL, de Deontología Forense. Mi nombre es RIGOBERTO DEL ROSARIO CHAVEZ, de Profesión abogado y Docente de esta Universidad. La asignatura de Deontología Forense pertenece al Área de Formación Científica Básica Tecnológica, es de naturaleza obligatoria y teórica práctica. Su aprendizaje proporciona conocimientos para comprender y demostrar la conducta ética como profesional y como persona, básicamente, está referida a abordar el comportamiento humano, desde que el valor ético es el condicionante en el accionar de los individuos y en el caso de la profesión de abogado, en el accionar del hombre de Derecho en donde le corresponda desplegar su actividad profesional. En pocas palabras, propende a que se actúe con responsabilidad y entrega, por el hecho mismo de tener una significación social. De este modo, se habilita al egresado para ejercer su carrera profesional con probidad y éxito. El aprendizaje de la Deontología, persigue dotar al estudiante de las herramientas necesarias para que en el ejercicio de la profesión exponga definidos postulados y proponga alternativas de solución, respecto a los problemas presentados; es decir, de un abogado que conviva acorde con las mutaciones constantes y de los avances de la ciencia general, y en particular la jurídica, desde la perspectiva de un comportamiento ético y teñido de los más altos valores morales, tan venidos a menos en los actuales momentos; situación agudizada por el severo cuestionamiento a que ha sido sometida nuestra profesión. Es incuestionable que la labor profesional del hombre de derecho no escapa a los riesgos de ser contaminado por los antivalores, pues es 1

6 Libro Deontologia Forense

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libro de odontología forense

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UNIVERSIDAD LOS ANGELES DE CHIMBOTEFacultad de Derecho y Ciencia Política

Escuela Profesional de DerechoDepartamento de Derecho

PRESENTACION DE LA ASIGNATURADENTOLOGÍA FORENSE

Señores estudiantes.En calidad de profesor de la presente asignatura, expreso a ustedes a mi

cordial saludo y bienvenida al CURSO VIRTUAL, de Deontología

Forense. Mi nombre es RIGOBERTO DEL ROSARIO CHAVEZ, de

Profesión abogado y Docente de esta Universidad.

La asignatura de Deontología Forense pertenece al Área de Formación

Científica Básica Tecnológica, es de naturaleza obligatoria y teórica

práctica. Su aprendizaje proporciona conocimientos para comprender y

demostrar la conducta ética como profesional y como persona,

básicamente, está referida a abordar el comportamiento humano, desde

que el valor ético es el condicionante en el accionar de los individuos y

en el caso de la profesión de abogado, en el accionar del hombre de

Derecho en donde le corresponda desplegar su actividad profesional. En

pocas palabras, propende a que se actúe con responsabilidad y entrega,

por el hecho mismo de tener una significación social. De este modo, se

habilita al egresado para ejercer su carrera profesional con probidad y

éxito.

El aprendizaje de la Deontología, persigue dotar al estudiante de las

herramientas necesarias para que en el ejercicio de la profesión

exponga definidos postulados y proponga alternativas de solución,

respecto a los problemas presentados; es decir, de un abogado que

conviva acorde con las mutaciones constantes y de los avances de la

ciencia general, y en particular la jurídica, desde la perspectiva de un

comportamiento ético y teñido de los más altos valores morales, tan

venidos a menos en los actuales momentos; situación agudizada por el

severo cuestionamiento a que ha sido sometida nuestra profesión.

Es incuestionable que la labor profesional del hombre de derecho no

escapa a los riesgos de ser contaminado por los antivalores, pues es

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harto conocido que al abogado se le han dado los más graves

calificativos, bastante alejados del hombre correcto, ético, competente,

con capacidad de raciocinio, bueno, leal, eficiente, responsable, con

sólida formación y vasta cultura. Por ello, el abogado comprometido con

la sociedad en la que ejerce su profesión, no puede actuar de espaldas a

una realidad que le exige un comportamiento ético, como una necesidad

social para responder a las exigencias fundamentales de la sociedad,

respecto al imperio de la justicia. Será consejero, estará siempre apto

para dar rápidas y prontas salidas a los interrogantes de quien interroga,

respecto a la ausencia de valores y a la constante violación de derechos.

En consecuencia para poder dar respuestas suficientes y necesarias,

deberá apostar por una sólida formación científica, humana y solidaria,

con una amplia cultura.

Desde tal perspectiva, debe comprometerse con suma responsabilidad

con la sociedad, en el rol que le corresponda desarrollar, como Abogado,

Juez, Fiscal, funcionario público, en la política y en fin en el lugar que

elija desempeñar su labor profesional.

Por último se dirá que la denominación del curso: Deontología Jurídica,

constituye la denominación correcta, frente al de Deontología Forense,

toda vez que el abogado, no solo tiene como campo de actuación el

Foro, esto es, los estrados judiciales, sino también otras áreas, aunque

no totalmente alejadas del Foro, tampoco muy cercanas. En todo caso,

nuestro curso forma parte de la Axiología Jurídica, encargada de

estudiar con rigor todo lo concerniente a los deberes como

responsabilidad o como obligación en la conducta de los sujetos que

integran las profesiones jurídicas, como son aquellos que siendo

abogados actúan en las diversas funciones que asumen y en las cuales

ejercen sus actividades diarias.

El contenido del curso comprende dos unidades: La primera unidad,

denominada La Deontología Forense en los Principios y en la Doctrina.

En esta unidad se abordan los siguientes temas: La Deontología en la

Doctrina: Ámbitos, Dogma y Moral Social, Análisis de casos y la

Deontología, la Deontología Forense y sus límites, Etica, Moral y

Derecho, la Justicia, la Injusticia y la Deontología Forense, la Abogacía y

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la Ética y los Deberes del Abogado, el Código de Ética y el Decálogo del

Abogado de Couture.

La segunda unidad, denominada Ejercicio Profesional y Normas de

Conducta Ética, se abordan los siguientes temas: El Perfil del Abogado

en la Post Modernidad, el Código de Ética del Abogado, Deontología

Jurídica y Administración de Justicia, Deber de moralidad de las partes

en el proceso, la Ética y la Función Pública. Ley Nº 27815, los Colegios

de Abogados y el control de la conducta Moral del Abogado.

La virtualización del curso constituye un material educativo interactivo

entre el profesor y los alumnos, a través del uso intensivo de tecnología

en el proceso de aprendizaje y orienta personalizadamente la formación

del estudiante. El escenario donde se desarrollará la asignatura será el

aula virtual, utilizando el foro de debates para interrelacionar las ideas,

análisis y comentarios de los temas tratados. El estudiante participará en

las tareas encomendadas para cada sesión de aprendizaje.

La ULADECH mediante sus entornos de formación abierta y el uso

intensivo de tecnología, a través de esta metodología de aprendizaje de

cursos virtuales se alinea con las principales universidades del país y del

mundo, que brindan servicios educativos de calidad y forman

profesionales competentes.

El desarrollo del curso será interactivo, ágil y dinámico, simplificando el

proceso de aprendizaje y explicaciones complejas, con la finalidad que el

estudiante desarrolle su iniciativa y capacidad reflexiva en su proceso de

formación profesional, dentro de una cultura de paz social en justicia.

Por tanto, invito a los participantes a involucrarse activamente en el

aprendizaje de esta asignatura que orienta y facilita el acceso a la

totalidad del ordenamiento jurídico, según se verá en el desarrollo del

curso.

Resta, exhortar a los estudiantes a esforzarse por su formación

estudiando, formándose con valores y actualizando, en el entendido de

que es la única manera de cómo obtener el triunfo tanto personal como

profesional.

El ProfesorRigoberto I. Del Rosario Chávez

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Deontología Jurídica

CONTENIDO DE LA SESION DE APRENDIZAJE Nº 02

DOGMA Y MORAL SOCIAL

2. PLAN DE SESION Nº 02 El plan de sesión Nº 02, forma parte de la Primera Unidad de Aprendizaje,

cuyo objetivo específico es conocer los principios morales que rigen en la

sociedad contemporánea. El tema de sesión como ha quedado dicho se

denomina “Dogma y Moral Social”

DOGMA Y MORAL SOCIAL¿Qué es el dogma?José Ingenieros en su obra “Hacia una moral sin Dogmas”, inicia su exposición

para responder a la interrogante, formulando las siguientes preguntas¨

¿Pueden los hombres vivir en tensión hacia una moralidad cada vez menos

imperfecta sin más brújula que los ideales naturalmente derivados de la

experiencia social?. ¿La humanidad podrá renovar indefinidamente sus

aspiraciones éticas con independencia de todo imperativo dogmático? ¿La

extinción progresiva del temor a las sanciones sobrenaturales eximirá a los

hombres del cumplimiento severo de sus deberes esenciales?.

Las interrogantes no solo son formuladas para responder a la pregunta inicial

¿Qué es el dogma?, sino al mismo tiempo para justificar una sentencia

considerada independiente de todo sistema filosófico o filosófico, sino más

cercana a lo social: “La vida en sociedad exige la aceptación individual del

deber, como obligación social, y el cumplimiento colectivo de la justicia,

como sanción social”.

Como quiera que tales interrogantes son dirigidas a los jóvenes y ante quien

las somete a su consideración, afirma que cada vez crece más la desconfianza

frente a los dogmas tradicionales que el mundo feudal legó a las sociedades

modernas. Así mismo indica que “Todo lo que sabemos, todo lo que

anhelamos, puede ser superado por hombres que estudien más y que sientan

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Deontología Jurídica

mejor. Adherir a un dogma como acostumbran los ignorantes y los holgazanes

implica negar la posibilidad de perfeccionamientos infinitos”.

Se dice que un dogma es una opinión impuesta por una autoridad. Esta

autoridad puede ser una autoridad divina, según los teólogos, o la autoridad de

la pura razón, afirman los filósofos racionalistas. En ambos casos, teólogos o

filósofos, están de acuerdo en que los principios básicos de la moral,

teológicos o racionales, son prácticamente inaccesibles al examen y la crítica

individual, concibiéndolos como eternos, inmutables e imperfectibles.

Con los elementos que anteceden puede darse una definición de dogma, en

los siguientes términos: “Un dogma moral es una opinión inmutable e

imperfectible impuesta a los hombres por una autoridad anterior a su

propia experiencia” .

El Profesor de Historia del Cristianismo de la Sorbona, en su Libro “”Evolución

de los Dogmas”, en cita de José Ingenieros, respecto a los dogmas dice que

un dogma es, a la vez, una verdad infalible y un precepto inviolable, revelado

directamente por la divinidad o por sus elegidos, o indirectamente inspirada a

hombres que tenían calidad particular para recibirla. En el caso de los dogmas

relevados, pueden señalarse como tres características: Revelación, autoridad,

inmutabilidad.

En las concepciones del mismo profesor de la Sorbona y otros afines, “un

dogma históricamente considerado, no se presena como un hecho revelado

por la divinidad a la ignorancia del hombre, sino como una combinación

laboriosa y sin cesar variable de una colectividad humana; es, ante todo, un

fenómeno social y acumula durante su existencia el trabajo de la fe, a veces

muy activo, de muchas generaciones”; “un dogma es un organismo viviente,

que nace, se desarrolla, se transforma, envejece y muere; la vida lo arrastra,

sin que pueda nunca detenerse; y cuando llega su hora, la vida se aparta de

él, sin que él pueda retenerla”.

Los dogmas revelados como opinión “ne varietur”, ha constituido una

imposición de los teólogos, frente a los cuales no es posible un

cuestionamiento, debiendo ser aceptados tal y como han sido expuestos, aún

cuando se admite que con plena libertad los creyentes pueden o no asumirlos

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Deontología Jurídica

como reglas para su comportamiento, pero que sin embargo, vendrá luego la

sanción o el castigo por los pecados cometidos. Los mismo ha ocurrido con los

dogmas racionales impuestos por un filósofo a sus discípulos y admiradores.

No está demás reconocer, que los primeros han cumplido eficazmente en

ciertas épocas una positiva función social. Sin embargo, los segundos

(dogmas racionales) nunca alcanzaron una difusión necesaria para influir

sobre las creencias colectivas y promover un comportamiento más ético, pues

quedaron como recetas para sus propios impulsores, con la atingencia que ni

ellos mismos estuvieron en capacidad de cumplirlos.

La transcurrir el tiempo, la experiencia moral nos lleva al convencimiento de las

limitaciones de los dogmas, sea porque no existe una verdadera práctica de la

moral de quienes son los encargados de propagarlos, sea porque no existe

una voluntad de practicarlos. En ambos casos, la legitimidad de los dogmas

revelados y los dogmas racionales, ha sido cuestionada por nuestras propias

vivencias. “Ningún dogma podría decir ¡basta! Al eterno deseo de

perfectibilidad que mueve a los hombres y a las razas; ninguno puede

oponerse al deseo de ser incesantemente mejores de aumentar la dignidad de

cada uno y la solidaridad entre todos”.

No obstante, resulta claro que el descrédito de los dogmas no debe engendrar

el relajamiento de la moralidad por ser ésta un hecho básico y permanente que

está presente no solo en la vida individual, sino en la vida social desde

siempre. Ni los hombres ni las sociedades pueden dejar de ser morales, por

ser un contrasentido a la propia naturaleza humana, que nos distancia de

todos los demás seres animados. Los dogmas no son más que las

justificaciones transitorias de la moral, que ahora es social. La moralidad está

implícita en toda vida social, independientemente de las doctrinas que

pretendan explicarla. Los hombres necesitan ser morales para vivir asociados,

aunque resulten falsas las hipótesis dogmáticas con que se ha explicado esa

necesidad.

Pueden negarse todos los sistemas teológicos o racionales, pueden,

igualmente, negarse las falsas premisas que han condicionado inexactamente

el deber y la sanción, puede, por último, negarse, todos los perjuicios que

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Deontología Jurídica

traban el devenir incesante de más solidaridad y más justicia entre los

hombres, sin embargo, ello no importará jamás, negar “que la vida social

impone el deber de vivir moralmente, ajustando la conducta a cánones

severos, porque la única garantía de los derechos de cada uno está en su

respeto firme por parte de los demás”. Ahora, los nuevos deberes son sociales;

y ellos expresan toda la obligación. “LA NUEVA JUSTICIA ES SOCIAL; Y ELLA

EXPRESA TODA LA SANCIÓN. NOS ACERCAMOS AL ADVENIMIENTO DE

UN NUEVO MKUNDO MORAL, CUYOS VALORES VAN SIENDO

RADICALMENTE TRANSMUTADOS POR LA EXPERIENCIA”

LOS DOGMAS REVELADOSSon aquellas opiniones que provienen de una autoridad divina y que contienen

verdades invariables, eternas e inmutables, no suceptibles de crítica y de

reflexión. Aceptar los principios básicos de la moral basada en la revelación,

importa reconocer sus preceptos como mandamientos sobrenaturales o

divinos, ajenos a la posibilidad de perfeccionarlos, desde que se acatan como

la perfección misma.

El dogma revelado, según José Ingenieros, no deja al creyente la menor

libertad, ninguna iniciativa; un verdadero creyente, por el simple hecho de

serlo, reconoce que, fuera de los preceptos dogmáticos, es inútil cualquier

esfuerzo para el perfeccionamiento moral del individuo o de la sociedad.

Toda religión, cualquiera que fuera, es un sistema de moral. Toda creencia

colectiva en lo sobrenatural implica obligatoriedad y cumplimiento de una

moralidad. El creyente tiene como modelo digno de imitarse a los dioses, a

ellos les debe obediencia y tributos. Toda teología ha prescrito reglas para la

vida humana en nombre de ésos modelos, imponiendo su estricto

cumplimiento. Para los dogmas teológicos el deber es una condición que se

impone a los hombres por una divinidad. La obligación es de origen

sobrenatural.

Los antes expuesto se relaciona directamente con el deber. Con respecto a la

sanción, encontramos casi las mismas características, en los dogmas

revelados. Lo cierto es que los Dioses no se muestran indiferentes a la

conducta de los hombres, de modo que ellos velan por la conducta y el

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Deontología Jurídica

cumplimiento de las obligaciones que han impuesto. Son los jueces, la

autoridad suprema ante los cuales las inconductas no quedan sin castigo. Lo

mismo ocurre si se cumple con los deberes impuestos. En este caso recibirán

las correspondientes sanciones. Se presume que ninguno de los actos

humanos elude la omnisciencia y omnividencia divina. La seguridad de esa

sanción divina constituye el elemento coercitivo que empuja a los hombres al

cumplimiento de la obligación.

La obligación y la sanción, los deberes y la justicia son de naturaleza

sobrenaturales, excluyendo la posibilidad de su perfeccionamiento. Tratándose

de deberes y sanciones revelados se aceptan como perfectas, como

consecuencia de la perfección que se atribuye al ser que las revela, de quien

tampoco se cuestiona su perfección.

LOS DOGMAS RACIONALESLa premisa trascendental de los dogmas racionales, es la existencia de una

razón perfecta o pura, anterior a la experiencia individual o social. “Esa razón

tiene leyes que permiten establecer a priori principios fundamentales de moral,

anteriores a la moralidad efectiva de los hombres; éstos deben ser morales

imperativamente, y deben serlo ajustándose a los principios eternos e

inmutables de la razón”.

Estos estuvieron definidos en la filosofía griega, sin embargo reaparecieron en

las sociedades cristianas como una rebelión contra el dogmatismo teológico.

Ya no es la revelación la fuente de la autoridad divina, sino la razón la que los

inspira y no los dioses. Ahora son los filósofos los legisladores inspirados por la

razón que suplen a los seres sobrenaturales. La actitud de rebeldía, es cierto,

costo a muchos filósofos el destierro, la cárcel y hasta la hoguera. Si fueron

revolucionarios en su época, no puede decirse lo mismo en los actuales

momentos. Fueron ellos educados en las mismas disciplinas que luego

combatieron, oponiendo otro dogmatismo: el de la razón, por lo que sus

prescripciones también tuvieron la misma característica “ne varietur” de la

razón, no de la revelación. A las recetas de la moral eterna de los teólogos,

opusieron las recetas de la moral eterna de la razón, los mandamientos de

Dios, fueron reemplazados por los mandamientos de la razón. Al imperativo

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Deontología Jurídica

teológico opusieron el imperativo racional, reconociéndole a los dogmas

racionales: eternidad, inmutabilidad, indiscutibilidad e imperfectibilidad, tan

igual como los dogmas religiosos.

Un recorrido histórico, respecto a la ética o moral racionalista, nos llevan a la

conclusión de que las filosofías racionalistas tienen el carácter común de ser

verdaderas herejías, algunas veces más rebeldes, otras veces, más hipócritas,

pero siempre disconformes con los dogmas religiosos. Luchando contra los

teólogos, el siglo XVIII ve surgir el racionalismo inglés, el enciclopedismo

francés y la filosofía de las luces en Alemania. En todos prima el afán inquieto

de poner en la razón los fundamentos de la moral que hasta entonces

residieran en la Revelación.

Los llamados moralistas independientes postularon la perfectibilidad humana

aumentando el valor del hombre mismo, que no parte de la razón, sino de la

naturaleza, reemplazando los mandamientos divinos por mandamientos

humanos, tendientes a sustituir sus fuentes sobrenaturales por fuentes

naturales. Se trata del naturalismo, que como una variable del racionalismo

aparece en su momento.

“A la afirmación intensiva de la personalidad, más tarde recogida por todas las

literaturas románticas, se unió el concepto nuevo del deber; ya no vió en él un

simple acatamiento a una voluntad extraña, sino la obediencia del hombre en

si mismo. Y ése tipo de ética individualista fue generalmente un retorno a la

más alta profesada por escuela alguna – la de los estoicos -, poniendo el culto

de la dignidad personal como norma directriz de la conducta.

Así como es personal la obligación, es personal la sanción; no queda ya

relegada a lo sobrenatural, no se traduce necesariamente en penas y castigos

despúes de la muerte, sino que del hombre el juez de si mismo, juzgado

constantemente por su propia conciencia moral. En estas éticas emancipadas

de la teología, la razón ha suplantado a la divinidad”.

Hume, Helvecio, Kant y otros, nos mostraron sus inconciliables divergencias

de los filósofos independientes, quedando siempre en sus concepciones de la

moral un denominador común: su emancipación de la teología. Ellos

constituyeron un tipo de moralista herético. Para ellos, la moral es ante todo,

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Deontología Jurídica

individual demostrable por la razón. “La crítica y el libre examen las engendran,

en oposición al dogmatismo religioso, pues no olvidemos que para Kant, la

misma religión era una necesidad racional y no un antecedente de la

moralidad.

EL CARÁCTER SOCIAL DE LA EXPERIENCIA MORALSi hacemos un paralelo entre los sistemas éticos racionales y los sistemas

éticos religiosos, podemos encontrar que ni uno ni otro han logrado un éxito

total y definitivo, pues la experiencia nos informa que los valores morales cada

vez son más vulnerados al extremo, que actualmente, se habla de una

“profunda crisis de valores”. Sin embargo, no hay que olvidar que las morales

religiosas a diferencia de las morales racionales, han constituido una fuerza de

cohesión social y aunque siempre basaron sus fundamentos en lo sobrenatural

y no en la sociedad, desempeñaron una función socializadora de la obligación

en base a la solidaridad y el amor fraterno, imponiendo normas de conducta

apropiadas para facilitar la convivencia humana dentro de un régimen social

dado. Por su parte los sistemas éticos racionales, no lograron mayor difusión

social, reclutando a sus partidarios entre una minoría ilustrada, restringiendo

su influencia a exiguos círculos de aficionados a las lecturas filosóficas. Las

adhesiones, entones, fueron cualitativas y no cuantitativas en la sociedad,

como consecuencia de su carácter negativo al basarse en la individualidad y

no en la colectividad.

Las morales individuales, por el hecho de poner en la conciencia moral del

hombre la medida de la obligación y de la sanción, carecen de valor social. La

concepción y es la evidencia, “que determinados individuos puedan vivir

virtuosamente, santamente, sin necesidad de los dogmas morales que ofrecen

las religiones; pero cuesta concebir que todos los hombres sean capaces de

dirigir su conducta hacia el bien sin recibir ningún impulso ajeno a su propia

razón personal”.

En esta línea se afirma que Stendhal con su diletantismo moral, Schopenhauer

con su excepticismo pesimista y Nietzche, con su individualismo

superhombrista, lejos de hacer un bien, como moralistas individualistas del

siglo XX, han hecho estragos morales entre los jóvenes literatos que se tenían

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Deontología Jurídica

por genios y se creían autorizados a prescindir de toda obligación moral.

“Todos los esfuerzos de los filósofos, nos dice José Ingenieros, para conseguir

una moral teórica racional han carecido de eficaz función, han sido actitudes

individuales, prácticamente negativas; y en la sociedad no se pueden destruir

creencias fundadas en seculares sentimientos y en intereses reales, sin

substituirlos por otras que puedan satisfacer los sentimientos e intereses que

aquellas sustentaban. Una moral de gabinete no puede reemplazar a una

creencia social (…); los filósofos han elaborado hipótesis éticas para filósofos;

sólo la humanidad - en su incesante experiencia – puede elaborar éticas

efectivas para la humanidad”.

“Toda ética ha sido un resultado natural de la experiencia social (…). La

moralidad efectiva es un producto social y se renueva incesantemente como

las sociedades en que desempeña una función. Es experiencia actuada,

sentida, vivida por hombres.No es un esquema lógico perfecto de principios

dialécticamente demostrables una vez para siempre; es savia que llega hasta

todos los individuos que forman la sociedad y por eso se aprende por la

imitación, se enseña con el ejemplo. Abstraer la moralidad de la vida real es

matarla”.

“Creo, continua diciendo Ingenieros, que la ética del porvenir será, en cambio,

una ciencia fundamental y adoptará el método genético; sólo así llegará a

independizar la conciencia moral de la humanidad de todo dogmatismos

teológico o racional, demostrando que la moralidad es un resultado natural de

la vida en sociedad. Sometida, como toda otra experiencia, a un proceso de

evolución incesante, la moral no puede fijarse en las fórmulas muertas de

ningún catecismo dogmático, ni en los esquemas secos de ningún sistema

apriorístico; se va haciendo, deviene en la naturaleza misma, y es el estudio de

la experiencia moral pasada lo que nos permite comprender la presente, como

en ésta podemos entrever la del porvenir. Esa doble condición de

espontaneidad y de perfectibilidad, ajena a toda fuerza intrínseca o

sobrenatural, ilimitable por ningún precepto, pone la moralidad en la cumbre de

lo humano”.

El problema actual ya no es la contradicción entre morales teológicas

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Deontología Jurídica

sobrenaturales y las morales individualistas racionales. El problema actual de

la ética radica en determinar en que forma la experiencia moral coordina los

derechos individuales y los deberes sociales, las relaciones entre el individuo y

la sociedad.

Cada sociedad, y en cada momento de su evolución, ha tenido valores

morales diversos, que han variado conjuntamente con la experiencia social:

partiendo de ello se trata de plantear el estudio de la experiencia moral como

una pura y simple historia de las costumbres. De esa experiencia, sin cesar

renovada e infinitamente perfectible han surgido, y seguirán surgiendo, los

juicios de valor que califican la conducta, las normas del deber y los conceptos

de justicia, es decir, todo lo que es obligación y sanción, relativo siempre a

cada sociedad.

Hasta aquí hemos expuesto en forma sucinta los problemas de la moral, desde

tres puntos de vista: El primero, relacionado con los mandatos religiosos. El

segundo basado en los mandatos racionales y el tercero en la realidad social.

Los alumnos quedan en total libertad para optar por cualquiera de las

opciones, sin embargo, debe quedar claro que en cualquiera de los casos, no

es posible negar el imperativo de moral que hay en cada una de las personas y

de las propias sociedades.

LAS FUERZAS MORALES Y CONDUCTALas fuerzas morales más que enseñarlas es necesario practicarlas. “Son

plásticas, proteiformes, como las costumbres y las instituciones. No son

tangibles ni mensurables, pero la humanidad siente su empuje. Imantan los

corazones y fecundan los ingenios. Dan elocuencia al apóstol cuando predica

su credo, aunque pocos le escuchen y ninguno le siga; dan heroísmo al mártir

cuando afirma su fe, aunque le hostilicen escribas y fariseos. Sostienen al

filósofo que medita largas noches insomnes, al poeta que canta su dolor o

alienta una esperanza, al sabio que enciende una chispa en su crisol, al

utopista que persigue una perfección ilusoria, Seducen al que logra escuchar

su canto sireneo; confunden al que pretende en vano desoírlo. Son tribunal

supremo que transmite al porvenir lo mejor del presente, lo que embellece y

dignifica la vida. Todo rango es transitorio sin su sanción inapelable. Su imperio

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Deontología Jurídica

es superior a la coacción y la violencia. Las temen los poderosos y hacen

temblar a los tiranos. Su heraclia firmeza vence, pronto o tarde, a la injusticia,

hidra generadora de la inmoralidad social”.

“El hombre que atesora sus fuerzas, adquiere valor moral, recto sentimiento

del deber, que condiciona su dignidad. Piensa como debe, dice como siente,

obra como quiere. No persigue recompensa ni le arredran desventuras. Recibe

con serenidad el contraste y con prudencia la victoria. Acepta las

responsabilidades de sus propios yerros y rehusa su complicidad con los

errores ajenos. Sólo el valor moral puede sostener a los que impenden la vida

por su arte o por su doctrina, ascendiendo al heroísmo. Nada se les parece

menor que la temeridad ocasional del matamoros o del pretoriano, que

afrontan riesgos estériles por vanidad o por mesada. Una hora de bravura

episódica no equivale al valor de Sócrates, de Cristo, de Spinoza, constante

convergencia de pensamiento y de acción, pulcridad de condena frente a las

insanas supersticiones del pasado”.

“Las fuerzas morales no son virtudes de catálogo, sino moralidad viva. El

perfeccionamiento de la ética no consiste en reglosar categorías tradicionales.

Nacen viven y mueren, en función de las sociedades; difieren en el Rig – Veda

y en la Iliada, en la Biblia y en el Corán, en el Renacimiento y en la

Enciclopedia. Las corrientes en los catecismos usuales, poseen el encanto de

una abstracta vaguedad, que permite acomodarlas a los más opuestos

intereses. Son viejas, multiseculares, están ya apergaminadas. Las cuatro

virtudes cardinales: Prudencia, Templanza, Coraje y Justicia, eran ya para los

socráticos formas diversas de una misma virtud: la Sabiduría. Las conservó

Platón, pero supo idealizar la virtud en un concepto de armonía universal.

Aristóteles, en cambio, las descendió a ras de tierra, definiendo la virtud como

el hábito de atenerse al justo medio y de evitar en todo los extremos. De esta

noción no se apartó Tomás d e Aquino, que a las cardinales del estagirita

agregó las teologales, sin evitar que sus continuadores las complicaran.

Estáticas, absolutas, invariables, son frías escorias dejadas por la fervorosa

moralidad de culturas pretéritas, reglas anfibiológicas que, de tiempo en

tiempo, resucitan nuevos retóricos de añejas teologías. Poner la virtud en el

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Deontología Jurídica

justo medio, fue negarle toda función en el desenvolvimiento moral de la

humanidad; punto de equilibrio entre fuerzas contrarias que se anula, la virtud

resultó, apenas, una prudente transacción entre las perfecciones y los vicios”.

……………………………………………….

“Para una joven generación de nuestro tiempo, es esencial conocer las fuerzas

morales que obran en las sociedades contemporáneas: virtudes para la vida

sexual, que no descansan bajo ninguna cúpula. Más que enseñarlas o

difundirlas, conviene despertarlas en la juventud que virtualmente las posee. Si

la catequesis favorece la perpetuación del pasado, la mayéutica es propicia al

florecimiento del provenir”.

“Dichos los pueblos de la América Latina, si los jóvenes de la Nueva

Generación descubren en si mismos las fuerzas morales necesarias para la

magna Obra: desenvolver la justicia social en la nacionalidad continental”.

FUENTE: Ingenieros, José: “Las Fuerzas Morales”. Primera Edición: Editorial

VLACABO E. I. R. L. 1993. Lima –Perú. pgs. 9 a 12.

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Deontología Jurídica

CONTENIDO DE LA SESION DE APRENDIZAJE Nº 03ANALISIS DE CASOS Y LA DEONTOLOGÍA

2. PLAN DE SESION Nº 03 El plan de sesión Nº 03, forma parte de la Primera Unidad de Aprendizaje,

cuyo objetivo específico es conocer los principios morales que rigen en la

sociedad contemporánea. El tema de sesión como ha quedado dicho se

denomina “Análisis de Casos Prácticos”.

Temas de reflexión CASO DE ADRIÁN Y ADRIANA Anécdota del colegio:Adrián y Adriana, son la pareja de novios que uno podría considerar ideal.

Gozaban de un espíritu contagiante de felicidad, eran muy queridos por el

pueblo y habían decidido unir sus vidas bajo el sagrado ritual y sacramento

del matrimonio.

Ambos vivían en una pequeña isla del pacífico, rodeado de apacibles playas y

abundante vegetación, sin embargo pertenecía a pueblos diferente cada uno

situado en cada extremo de la isla. La isla denomina Cerdeña del Sur, era

dividida en dos hemisferios por el cruce de un caudaloso río denominado

Córcega.

En vísperas de los preparativos para la boda, Adrián y Adriana deciden

separarse a fin que cada uno de ellos participe la invitación a su familia y

amigos regresando por tanto a sus pueblos natales.

Durante la permanencia de sus respectivos pueblos, se desató sobre la isla

una tormenta huracanada, la misma que causó grandes destrozos sobre

Cerdeña del Sur. Consecuencia de la tormenta todas las embarcaciones,

Adrián sufrió un accidente que no le permitía movilizarse, puesto que se había

fracturado las piernas.

Enterada de la situación, y desesperada por el estado de Adrián, Adriana

decide cruzar la isla para cuidar a su amado, pero grande será su sorpresa

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Deontología Jurídica

que el río Córcega, había crecido en demasía y consecuencia de la tormenta

todas las embarcaciones fluviales habían zozobrado, lo cual imposibilitaba el

cruce del río.

Desanimada Adriana pudo observar que sólo una embarcación se mantenía en

flote cuyo propietario era Félix. Félix, había sido un antiguo pretendiente de

Adriana y haría lo imposible por complacerle, pensaría Adriana.

Félix enterada de los hechos, condicionó el servicio de transporte siempre

que Adriana acceda a pasar una noche en su lecho. Ofendida por esta

situación, Adriana se marchó, pero pensando en el estado de Adrián, dudo en

su accionar.

A fin de buscar consejo apropiado, recurre a su íntima amiga Marisol, para que

le recomiende una acción, diciendo Marisol, que en realidad era una acción

libre y que debía nacer de la propia conciencia de Adriana. En tal sentido.

Adriana accede a las pretensiones de Félix, y éste cumple la mañana

siguiente con llevarla al otro extremo del río, despidiéndola deseándole lo

mejor.

Reunido con Adrián, Adriana en un acto de sinceridad y remordimiento, narra

todo lo ocurrido a Adrián, que enterado reacciona en forma ofuscada y decide

terminar su relación con Adriana, considerando que se había quebrado una

confianza.

Adriana ahora se encuentra sola en este extremo de la isla, como se podrá

comprender no puede cruzar el río, por lo cual se siente abandonada y

desolada. Es en éste momento donde aparece José Fernando, quien

enterado de los hechos narrados por el pueblo, decide ayudar a Adriana y

brindarle su protección.

José Fernando le comenta y es sincero afirmando que él por el momento no

siente amor por Adriana, pero que quiere compartir con ella una superación y

por eso le ofrece matrimonio para deshonrarla. Adriana accede y juntos inician

una nueva vida.

AnálisisConforme a los hechos narrados, califique usted conforme a sus propios

criterios de valoración, ¿Cuál personaje considera a actuado de una manera

2

Deontología Jurídica

correcta y ética?

Califique en su escala de valores cada uno de los personajes, y decida su

rango de prelación.

Determine qué valores pueden reflejar cada personaje de la narración.

Considere usted, que algún personaje no tiene calidad moral.

Reflexione ¿Cómo usted hubiera reaccionado, en una situación semejante?

EL MERCADER DE VENECIA:SHAKESPEARE, poeta, dramaturgo, comediógrafo, actor y empresario

teatral inglés, nació en Stratford- on-Avon en 1564, falleciendo 52 años

después.

Es, sin duda, uno de los autores más universales, más leídos y comentados de

la literatura de todos los tiempos. Ocupa un lugar destacado en las letras, junto

con DANTE, CERVANTES Y GOETHE. Una de sus famosas obras es “EL

mercader de Venecia”. Murió como Cervantes-y como el gran escritor Catalán

JOSÉ PLÁ –un 23 de abril.

Se ignora la fecha de composición de muchas de las obras de Shakespeare.

Tampoco se sabe cuándo escribió “EL mercader de Venecia”. Esta obra se

publicó en 1600. el gran dramaturgo inglés como ocurre con otras de sus

obras, se apropia en “EL mercader de Venecia”, de una narración ya

conocida, a la que da nueva forma y carácter, haciendo olvidar el original

plagiado. En la obra que comentamos aparece un judío implacable –Shylock-,

personaje que se encuentra ya en “Gesta Romanorum”, repetido en “j.L.

Pecorone”, recopilación de cuentos de Giovanni Florentino. Shylock es un

avaro y un usurero cuya personalidad contrasta con la del generoso Antonio,

mercader de Venecia.

Se suele personificar en los judíos -o también, a niveles geográficos más

reducidos, en los catalanes-la avaricia y la mezquindad, cuando por desgracia

son males universales, ni privativos de ningún pueblo y cuya personificación

sirve mucho para proyectar en otros su propia codicia. No es raro que el

despreciado Shylock odie a Antonio, respetado y querido por todos, rico y

poderoso.

3

Deontología Jurídica

El honrado mercader de Venecia, necesita, para atender a un amigo, recurrir al

usurero judío, a quien pide en préstamo tres mil escudos, que aquél le ofrece,

inesperadamente, sin interés de ninguna clase pero con la garantía de que, de

no reintegrarse a su tiempo el préstamo, el mercader pagará con una libra de

carne de su propio cuerpo, elegido por el judío.

Vence la deuda y el mercader de Venecia, a quien Alcanza una quiebra no

prevista, no puede devolver el importe de la misma dentro del plazo estipulado.

No obstante, amigos y conocidos del comerciante ofrecen reintegrar la

cantidad o , incluso, el doble o más, sin querer que el intransigente judío

acepte otra compensación que no sea la concertada y estipulada libra de carne

de su deudor.

La extraña exigencia contractual del judío sirve a éste, como había previsto,

para satisfacer su odio. El mercader, dice el judío, “se ha reído de mis

ganancias y de mis pérdidas: han afrentado mi raza y linaje, ha dado calor a

mis enemigos y ha desalentado a mis amigos. Y todo ¿por qué? Porque soy

judío. Ha llegado la hora de la venganza. “Si un judío –añade- ofende a un

cristiano ¿no se venga éste a pesar de su cristiana caridad?. Y sin un cristiano

a un judío, ¿qué enseña al judío, la humanidad cristiana? Vengarse. Yo os

imitaré en todo lo malo, y para poco he de ser, si no supero a los maestros”.

Para conocer y juzgar el caso se constituye el tribunal de justicia en Venecia,

precedido por el Dux de esta preciosa ciudad Italiana. El judío Shylock quiere

que se cumpla el trato, quiere la libra de carne humana del mercader,

conforme al contrato. “Si no me la dais, dice al Tribunal, maldigo las leyes de

Venecia y pido justicia”. “Pido que se ejecute la ley –dice en otro lugar- y que

se cumpla el contrato”. Insiste en que no quiere el dinero, ni centuplicado.

El Dux de Venecia quiere conocer la opinión del Dr. Belario, famoso

jurisconsulto de Pisa. Este le remite a un joven doctor de Padua llamado

Baltasar.

Baltasar, opina que la clemencia no quiere fuerza; que no se puede obligar al

judío a ser benevolente y aceptar la compensación económica que, con harta

generosidad, se le ofrece; que nadie puede alterar las leyes de Venecia; sería

un ejemplo funesto y una causa de ruina para el Estado. Las leyes son las

4

Deontología Jurídica

leyes y los contratos deben ser cumplidos. “Ha expirado el plazo –doce el

sabio doctor- y dentro de la ley puede el judío reclamar una libra de carne a su

deudor”.

Llega el momento de dictar sentencia: “Según la ley y la decisión del tribunal,

te pertenece una libra de carne”, le dice al judío.

Debate: 1-Conforme a la lectura, correspondiente al fragmento de la obra El Mercader

de Venecia. ¿Qué apreciación tiene respecto a la decisión de Baltasar?

2-Considera usted, ¿Qué lo resuelto por Baltasar se ajusta a ley y por ende a

Derecho?

“Un momento no más, exclama a continuación el citado sabio jurista, el

contrato te otorga una libra de su carne, pero ni una gota de su sangre. Toma

la carne que es lo que te pertenece; pero si derramas una gota de sangre, tus

bienes serán confiscados, conforme a la ley de Venecia”.

“Prepárate ya –dice el mismo sabio- a cortar la carne, pero sin derramar

sangre, y ha de ser una libra, ni más ni menos. Si tomas más, aunque sea la

vigésima parte de un adarme, o inclinas, por poco que sea, la balanza,

perderás la vida y la hacienda.

Antes estas declaraciones, el judío lógicamente tuvo que desistir de su

extravagante y bárbara exigencia contractual. El joven y sabio jurisconsulto,

Baltasar, había sabido –y con él, el Tribunal de Venecia- conciliar el

cumplimiento de la ley y del contrato con la lógica, el sentido común, la

equidad y la benevolencia. No siempre ocurre así.

-La venganza y el odio, sin dudad, son siempre malos consejeros. Aniquilar al

contrario parece ser el propósito de algunos pleiteantes, en lugar de buscar

una moderada y justa satisfacción a sus intereses. Abogados y jueces nos

hemos de esforzar a menudo para conseguir una solución al margen de

pasiones y parcialidades desmesuradas, ajenas a la controversia objetiva y

real, aconsejando fríamente a algun Shylocks que acude a nuestros

Despachos.

Análisis:

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Conforme a lo finalmente resuelto por Baltasar

¿Considera usted que su decisión se ajusta a Derecho?

¿Considera que Baltasar obró de buena manera, pues se

apartó de las leyes específicas?

¿Qué conflictos de valores pueden presentarse en la lectura?

De los conflictos de valores, ¿Cuál considera usted debe

primar?

Deontología Jurídica

Lectura complementaria:José Rogelio Gonzáles López

Ética en la función judicial.

Consejo de coordinación judicial

Lima, Perú. 1999.

LICITACIÓN PÚBLICA INTERNACIONAL.

Antecedentes:1. Usted como consultor internacional, ha sido elegido gracias a

sus grandes cualidades como experto negociador y sagaz

analítico, representante y apoderado general de su empresa

la transnacional petrolera Quec-Oil para participar en una

licitación pública internacional a realizar en medio oriente.

2. Conforme a las instrucciones recibidas por el Directorio de

Quec-Oil, usted tiene amplias facultades de negociación para

ofertar hasta la suma de US$ 1,000,000,000.00 (mil millones de

dólares americanos) por la adjudicación de un lote de pozos

petroleros. En caso considere el precio de oferta sea mayor de

la cifra establecida, deberá consultar y pedir autorización al

Directorio.

3. en caso de resultar beneficiado con la licitación, implicaría para

Quec- Oil incrementar sus reservas de petróleo y dotar de una

vida útil a la empresa por 50 años. Actualmente, las reservas

6

Deontología Jurídica

de Quec- Oil solo alcanza una vida útil de 02 años, luego del

cual la empresa deberá liquidarse y despedirá a los 25,000

empleados que la empresa mantiene.

4. En mérito a sus servicios prestados y el éxito alcanzado, recibirá

una bonificación extraordinaria de US$ 2`000,000,00 además de

una serie de gratificaciones, como un lujosos departamento en el

barrio residencial de Nothing Hill en Londres, cuatro vehículos de

lujo deportivo un sueldo mensual de US$ 250,000 y por

supuesto socio de las asociaciones más exclusivas del país.

Desarrollo:Usted viaja al Medio Oriente para efectuar el análisis respectivo, con un

selecto equipo por usted conformado. Luego de tres meses de evaluaciones y

análisis técnicos, usted llega a la conclusión que ofertando la suma de US$

700,000,000.00 (setecientos millones de dólares americanos) es una cantidad

razonable para logra la adjudicación.

Análisis:La noche anterior a la apertura de los sobres, usted recibe una llamada secreta

pro la cual lo invita a conversar con altas autoridades del supremo gobierno,

en forma reservada usted asiste, y en un apartado lugar donde se reúne con

el Ministro de energía, el Presidente del Consejo de Ministros y otras

autoridades.

Brevemente le comenta, que han tomado conocimiento que usted ofertará la

suma de 700 millones, y le aseguran que ese importe resulta el mas alto y en

consecuencia sería los legítimos beneficiarios, puesto que la empresa EXOIL

ha ofertado la suma de 695 millones.

En tal sentido, le proponen para asegurar su victoria, que eleve el importe a la

suma de 750 millones, la diferencia de 50 millones, será distribuida de la

siguiente manera, 45 millones a su favor (autoridades) y 5 millones a favor de

USTED.

Usted tiene que decidir en los próximos minutos, pues de lo contrario las

representantes del supremo gobierno buscarán a los representantes de

EXOIL para hacer la misma propuesta.

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Deontología Jurídica

Desafíos:1. Imaginemos que el directorio, expuesta esta consulta,

ratifique y le ordene a usted que proceda.

2. Desde luego, que el importe por usted recibido que se realiza,

es para asegurar de ésta manera su silencio, no obstante

queda claro que usted lo pone a disposición de su empresa.

3. ¿Cómo actuaría usted?

LICITACIÓN PÚBLICA NACIONAL:Antecedentes:

2. Usted ejerce en forma independiente la profesión de

abogacía, y mantiene un pequeño Despacho jurídico con la

participación del asistente y el practicante.

3. Javier, un amigo de la infancia y cercano a sus familia le

ha solicitado sus servicios profesionales y sobre todo su

mejor esfuerzo en calidad de amigo, para participar en una

licitación pública(adjudicación directa).

4. Conforme a los antecedentes de las bases, se trata de un concurso

público para brindar los servicios de limpieza en una unidad escolar

del Estado.En tal sentido, se pretende que la empresa resultante

oferte un precio menor por la prestación de servicios. El precio base

es las suma de S/. 5,000.00 (cinco mil y 00/100 Nuevos soles).

5. La empresa de su amigo se denomina Limpieza Integral E.I.R.L. tiene

un capital social de S/. 1000.00 y solo participan él como titular de la

empresa, su esposa y sus hijos(sus sobrino)

6. Javier, le comenta que la situación de su empresa es crítica, debida a

la grave situación de recesión, la empresa prácticamente ha

paralizado sus actividades y en caso de no resultar favorecido con la

licitación, definitivamente la empresa cerrará, quedándose la familia

desempleada.

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¿Cuál considera que debe ser su decisión?

Según su decisión, considera que ha actuado éticamente. ¿Porqué?.

Deontología Jurídica

Usted efectivamente ha podido verificar ésta situación, pues ha notado que la

actividades de limpieza y provisión de insumos y materiales es directamente

realizada por los miembros de la familia.

Desarrollo:Usted que conoce los términos de referencia de las bases se ha acercado a la

Dirección del centro educativo y se da con la grata sorpresa que el jefe de

logística es también un conocido suyo.

Expuesto el caso, su amigo Rafael, le manifiesta que de su parte hará todo lo

posible para ayudarlo y favorecer a la empresa Limpieza Integral E.I.R.L.

Efectuando el análisis, Javier le manifiesta que postulará con un precio de S/.

4,000.00. Con este importe calcula que le generará una ganancia de S/.

1,000.00 lo cual le permitirá mantener la empresa en el mercado.

La noche anterior a la subasta, usted recibe la llamada de Rafael, quien le

manifiesta que ha revisado las propuestas y que existen dos empresas con

igual puntaje y que ambas han ofrecido la suma de S/. 4,000.00 Como es

lógico, Rafael le ofrece dal la buena pro a favor de la empresa de su amigo

Limpieza Integral E.I.R.L. a cambio de recibir una contraprestación mensual de

S/. 100.00 (cien nuevo soles).

Usted hace la consulta a su amigo Javier, quien le manifiesta que sería

conveniente proceder toda vez que igual le genera un margen de ganancia de

S/. 900.00 que son necesarios para mantener la empresa y la familia.

Desafíos:Usted tiene que decidir en los próximos minutos, de lo contrario Rafael,

buscará a los representantes de la otra empresa que obtuvo el mismo puntaje.

PREGUNTAS

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Deontología Jurídica

CONTENIDO DE LA SESION DE APRENDIZAJE Nº 04LA DEONTOLOGÍA FORENSE Y SUS LÍMITES

2. PLAN DE SESION Nº 04 El plan de sesión Nº 04, forma parte de la Primera Unidad de Aprendizaje,

cuyo objetivo específico es conocer los principios morales que rigen en la

sociedad contemporánea. El tema de sesión como ha quedado dicho se

denomina “La Deontología Forense y sus límites”.

NUESTRA REALIDADUn breve repaso de nuestra realidad nos evidencia la presencia de múltiples

problemas que nos invitan a una profunda reflexión, pero al mismo tiempo nos

plantean grandes desafíos. Así por ejemplo, se dice: “La economía va muy

bien, pero el pueblo está mal”. A partir de esta afirmación, los políticos,

sociólogos y economistas buscan causas, consecuencias y soluciones. Las

respuestas variarán de acuerdo a las concepciones de cada grupo interesado.

Otra afirmación que normalmente escuchamos es la siguiente: “Nuestra

sociedad vive actualmente una seria crisis de valores”. Se alude, asimismo a la

“reserva moral”, habiéndose señalado que ésta se encuentra en los países no

desarrollados. Los encargados de la investigación serán los teólogos, los

filósofos y los psicólogos. Se recurre así al rescate de los valores de la justicia,

del amor y de la libertad. Los teólogos dirán que los problemas del mundo se

derivan de la falta de amor, es decir que al mundo le falta fraternidad y

solidaridad. Por su parte los filósofos dirán que se trata de un problema de

justicia, pues si todos fuéramos justos, incluso con nosotros mismos, los

problemas del mundo estarían resueltos. Por último, los psicólogos

argumentarán que se trata de un problema de libertad, porque si nuestras

conductas no estuvieran orientadas por la falta de individualidad estaríamos en

condiciones de ser justos y fraternos.

Por último, se afirma que la lógica del crecimiento económico actual hace que

los costos sociales y ecológicos, necesarios de asumir para mantener el ritmo,

resultan más costosos que los beneficios obtenidos, y por otro lado la

1

Deontología Jurídica

velocidad de la innovación tecnológica, con el consecuente envejecimiento de

todo nuevo producto, va tan rápido que en muchos rubros el capital no

recupera su inversión. Aquí se anotan problemas, tales como la pobreza

extrema, el desempleo, el deterioro de la capa de ozono, el odio, el rencor, la

falta de solidaridad, en engaño, el fraude, etc. etc.

Tal pareciera que se trata de concepciones pesimistas, sin embargo, nadie

dudará que se trata de una realidad vigente que es mucho más notoria que

“las buenas acciones”, los deseos de superación, las fortalezas y las

soluciones propuestas hasta el momento.

ÁMBITO O LÍMITES DE LA DEONTOLOGÍA FORENSE Conforme se ha indicado en sesiones anteriores, la Deontología Forense tiene

sus límites, pues su estudio estaría circunscrito a la conducta de los

profesionales del derecho en su participación como abogados patrocinadores

de causas judiciales, sin considerar que el abogado tiene un mayor campo de

acción.

Es un hecho que el Abogado no es sólo un defensor, porque puede

desempeñarse en otras funciones, como la de Docente Universitario,

Diplomático, Funcionario Público, Político, entre otras actividades que puede

realizar. Por ello se ha considerado que la denominación correcta sea la de

Deontología Jurídica por abarcar un campo más amplio respecto a la conducta

moral.

Desde esta perspectiva la Deontología Forense, referida a la conducta del

profesional del Derecho no será suficiente para el logro de un profesional ético,

desde que el Abogado es parte de este conjunto de problemas. Nada

lograremos si es que no se entiende, que el abogado es una persona como

cualquier otra que vive en relación con los demás. Es parte de esta sociedad

cuyos desafíos le obligan a comprometerse en el logro de una sociedad más

justa y equitativa, en el que se respeten los derechos, la dignidad y el honor de

los semejantes: “No hagas a otro lo que no quisieras que te hiciesen”.

EL AMOR, LA RESPUESTA AL PROBLEMA DE LA EXISTENCIA HUMANA Y LA POSIB ILIDAD DE REMONTAR LOS PROBLEMAS ÉTICOS.Que todos tenemos una existencial necesidad de amar y ser amados es un

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Deontología Jurídica

hecho incuestionable. La experiencia, nos evidencia que no es posible vivir sin

la presencia del “otro”. De este modo los padres necesitan del amor de los

hijos y éstos a su vez, lo necesitan de sus padres. Encontramos aquí el amor

filial y paternal. Igualmente, la fragilidad del hombre y su temor a la muerte y a

las fuerzas exteriores de la naturaleza lo lleva a creer en un Dios, su creador y

creador del mundo, a quien se le debe obediencia y respeto: Se trata del amor

a Dios. En nuestra vida social, encontramos también el amor fraterno, al amigo

o amigos; y por último, el amor a la pareja: Dios los creó hombre y mujer. La

necesidad de amar y ser amados es consustancial a la naturaleza humana.

Encontramos aquí los diferentes tipos de amor: Paternal (Maternal), filial,

fraternal, teológico y de pareja.

El amor existe, no cabe duda, Nadie que esté en su entero juicio, puede

pensar que el amor carece de importancia. Todos estamos sedientos de amor.

El problema está en saber en qué consiste y como aprender a amar.

El psicoanalista Erich From, discípulo de Freud, en su magistral obra “El Arte

de Amar”, inicia su libro formulando dos preguntas: La primera: ¿Es el amor un

arte?. La segunda: ¿Es una sensación placentera, cuya experiencia es una

cuestión de azar, algo con lo que uno “tropieza” si tiene suerte?. La respuesta

del autor, corresponde a la primera interrogante, afirmando que el amor es un

arte y por tanto requiere de conocimiento y de esfuerzo, en otras palabras,

precisa de una teoría y una práctica, a fin de superar el estrepitoso fracaso del

amor que ha traído como consecuencia la prevalencia del egoísmo, odio,

rencor, de la falta de solidaridad, hogares destruidos y hasta falta de justicia y

equidad.

En concreto, todos estamos sedientos de amor, como lo evidencian las

innumerables películas, novelas, canciones y poemas que vemos y

escuchamos. Todas aluden al amor y a sus decepciones. Estas alcanzan, no

solamente a nuestra relación con los amigos, sino también, a las relaciones

con la pareja, con los padres, con los hijos y hasta con Dios. Sin embargo,

nadie piensa que hay algo que aprender sobre el amor, o mejor, nadie piensa

en la necesidad que hay de resolver el problema, como si se hace con la

economía.

3

Deontología Jurídica

Las razones de esta última actitud, serían las siguientes:

- Para la mayoría de las personas, equivocadamente

piensan, que el problema del amor consiste

fundamentalmente EN SER AMADO Y NO EN AMAR. Es

decir, no en la propia capacidad de amar. De este modo

este grupo de personas buscará como lograr que les

ame, a través de varias vías: En el caso del hombre,

debe ser un hombre exitoso, poderoso y rico, según lo

permita el margen social de su propia posición. En el

caso de las mujeres, deberán ser atractivas por lo que

cuidan su cuerpo, ropa, etc. etc. Se ponen en vitrina, a

fin de que alguien los ame.

- Para otro porcentaje de personas, que afirman que no hay

nada que aprender del amor, LO REDUCEN A UN

OBJETO Y NO A UNA CAPACIDAD. Según este grupo,

el amar es muy sencilo, lo difícil es encontrar “un objeto

apropiado para amar o para ser amado por él”. En

ambos casos, se piensa en ser objeto de amor y al

mismo tiempo encontrar una persona, como objeto para

amar.

- Nuestra cultura contemporánea tiene un rasgo

característico que la identifica. Esta cultura se basa en el

deseo de comprar, “en la idea de un intercambio

mutuamente favorable. La felicidad del hombre moderno

consiste en la excitación de contemplar vidrieras de los

negocios, y en comprar todo lo que pueda, ya sea al

contado o a plazos. El hombre (o la mujer) considera a la

gente en una forma similar. Una mujer o un hombre

atractivos son los premios que se quiere conseguir.

“Atractivo” significa habitualmente un buen conjunto de

cualidades que son populares y por las cuales hay

demanda en el mercado de la personalidad”. La

4

Deontología Jurídica

sensación de enamorarse sólo se desarrolla con

respecto a las mercaderías humanas que están dentro

de nuestras posibilidades de intercambio. “Quiero hacer

un buen negocio; el objeto debe ser deseable desde el

punto de vista de su valor social y, al mismo tiempo,

debo resultarle deseable, teniendo en cuenta mis valores

y potencialidades manifiestas y ocultas. De se modo, dos

personas se enamoran cuando sienten que han

encontrado el mejor objeto disponible en el mercado,

dentro de los límites impuestos por sus propios valores

de intercambio”.

- Otro error que lleva a suponer que no hay nada que

aprender del amor, se encuentra en la confusión que hay

entre la experiencia inicial del “enamorarse” y la

situación permanente de estar enamorado, o mejor

dicho, en “permanecer” enamorado. Una y otra situación

son totalmente diferentes. Dos personas desconocidas

(hombre y mujer) se conocen, se acercan, se sienten

uno, constituyendo la unidad una excitación estimulante

de la vida, adquiriendo mayor vigor el estímulo y la

excitación, si se trata de personas que han vivido

aisladas, sin amor. Más milagroso es el encuentro se

combina o inicia con la atracción sexual. El encanto se

rompe, luego de que las personas se conocen en la

intimidad, por la superficialidad de este tipo de amor que

no es real ni verdadero, cediendo paso a los

antagonismos, la desilusión y al aburrimiento mutuo.

El fracaso es estrepitoso. Lo mismo ocurre con el amor fraternal, con el amor

filial y hasta con el amor a Dios. La única excepción es el amor materno, En

contraste con el amor fraternal y el amor entre parejas, que se da entre

iguales, , la relación entre madre e hijo es, por su misma naturaleza de

desigualdad, en la que uno necesita de toda la ayuda y la otra la proporciona.

5

Deontología Jurídica

Y es precisamente por su carácter altruista y generoso que el amor materno ha

sido considerado la forma más elevada de amor, y el más sagrado de todos los

vínculos emocionales. Porqué, la madre quiere sin condiciones, sin esperar

recompensa alguna. Le es suficiente saber que su hijo es feliz.

No obstante el fracaso en el amor y en el entusiasmo con que emprendemos la

empresa del matrimonio, poca es la preocupación por superarlo. Puede

asegurarse que si esto ocurriera con cualquier otra actividad de inmediato se

formarían comisiones para que investiguen respecto a los motivos o causas

del fracaso y encontrar la pronta solución y si no fuera posible ésta, se apelaría

al fácil recurso de abandonar la empresa. Sin embargo, en el caso del amor,

pareciera que no hay preocupación por encontrar las causas del fracaso.

En el reino animal, encontramos un equivalente al amor, sin embargo sus

afectos constituyen fundamentalmente parte de su equipo instintivo. Esta es la

diferencia con el hombre. Lo esencial en nuestra existencia es que hemos

emergido del reino animal, pero que ha trascendido la naturaleza aún cuando

forma parte de ella, debe ir hacia adelante desarrollando su razón,

encontrando una nueva armonía humana en reemplazo de la prehumana que

está irremediablemente perdida. La conciencia de si mismo, de sus

semejantes, de su pasado y de sus posibilidades de futuro, de su breve paso

por esta vida, del hecho que nace sin que intervenga su voluntad y que ha de

morir contra su voluntad, la conciencia de su soledad y su “separatidad”, de su

desvalidez frente a las fuerzas naturales y de la sociedad, hace de su

existencia separada y desnuda una insoportable prisión. Si no pudiera

liberarse de su prisión y extender la mano para unirse en una u otra forma con

los demás hombres, con el mundo exterior, se volvería loco

La trascendencia del amor como respuesta a la esencia humana, se siente por

la vivencia de la separatidad que provoca angustia. Esta es la fuente de toda

angustia. Estar separado significa estar aislado, sin posibilidad alguna para

utilizar los poderes humanos. Significa estar desvalido, ser incapaz de aferrar

el mundo activamente. Significa que el mundo puede invadirme sin que yo

pueda reaccionar. La separatidad es la fuente de una intensa angustia. La

necesidad más profunda del hombre es superar esta separatidad, abandonar

6

Deontología Jurídica

la prisión de la soledad. El fracaso absoluto en el logro de tal finalidad significa

la locura, porqué el pánico del aislamiento total sólo puede vencerse por medio

de un retraimiento tan radical del mundo exterior que el sentimiento de

separación se desvanece – porque el mundo exterior, del cual se esta

separado, ha desaparecido.

El hombre de todas las edades y culturas enfrenta la solución de un problema

que es siempre el mismo: el problema de cómo superar la separatidad, como

lograr la unión, como trascender la propia vida individual y encontrar

compensación. El problema es el mismo en los distintos lugares del mundo y

en las distintas épocas. La respuesta es el encuentro con los demás, a través

del amor y los lazos de fraternidad. Si sabemos amar y cumplimos con el

mandamiento “amar al prójimo como a mi mismo”, los problemas de

insolidaridad, guerras, odios y enfrentamientos, habrán concluido.

LA LIBERTAD: UNA NECESIDAD IMPOSTERGABLELa historia moderna, tanto Europea como Americana constituye un testimonio

del esfuerzo por alcanzar la libertad económica, política y espiritual. La lucha

por la libertad estuvo sostenida por los oprimidos, por aquellos que buscaban

nuevas libertades, en oposición con los que tenían privilegios que defender.

La libertad ha sufrido y sufre muchas derrotas aún cuando ha ganado

innumerables batallas. Fueron muchos los que ofrendaron sus vidas,

convencidos de que era preferible morir en la lucha contra la opresión que vivir

sin libertad. Esa muerte era la más alta afirmación de la individualidad. Así, la

historia probaba que el hombre podía gobernarse a si mismo, tomar sus

propias decisiones y pensar y sentir como lo creyera conveniente. Los

principios del liberalismo económico, de la democracia política, de la

autonomía religiosa y del individualismo en la vida personal dieron expresión al

anhelo de libertad y al mismo tiempo parecieron aproximar a la humanidad a

su plena realización. Las cadenas fueron quebradas una a una. “El hombre

había vencido la dominación de la naturaleza, adueñándose de ella; se había

sacudido la dominación de la Iglesia y del Estado absolutista. La volición de la

dominación exterior parecía ser una condición no sólo necesaria, sino también

suficiente para alcanzar el objetivo acariciado: LA LIBERTAD DEL INDIVIDUO.

7

Deontología Jurídica

No obstante, lo expuesto, pronto el hombre se sintió sólo y desamparado, pues

la libertad individual pregonada por la Revolución Burguesa le impuso que en

ejercicio de su libertad debía elegir, optar y tomar sus propias decisiones con

los riesgos que ello importa. En consecuencia el triunfo o fracaso dependerá

única y exclusivamente del individuo que decide. Frente a una situación

totalmente distinta a la del Feudalismo se siente temor y siente temor de su

libertad.

El mismo Erich From, en su obra “El Miedo a la Libertad”, plantea las

siguientes interrogantes, respecto a la libertad.

- ¿Qué es la libertad como experiencia humana?.

- Es el deseo de libertad algo inherente a la natguraleza de

los hombres?.

- ¿Se trata de una experiencia idéntica, cualquiera que fuera

el tipo de cultura a la cual una persona pertenece, o se

trata de algo que varía de acuerdo con el grado de

individualismo alcanzado en una sociedad dada?.

- Es la libertad solamente ausencia de presión exterior o es

también presencia de algo?.

- ¿Qué es ese algo?.

- ¿Cuáles son los factores económicos y sociales que llevan

a luchar por la libertad?.

- ¿Puede la libertad volverse una carga demasiado pesada

para el hombre, al punto que trate de eludirla?.

- ¿Cómo ocurre entonces que la libertad resulta para

muchos una meta ansiada, mientras que para otros no

es más que una amenaza?.

- No existirá tal vez, junto a un deseo innato de libertad, un

anhelo instintivo de sumisión?.

- ¿Cómo podemos explicar la atracción que sobre tantas

personas ejerce actualmente el sometimiento a un líder?.

- El sometimiento se dará siempre con respecto a una

autoridad exterior, o existe también en relación con

8

Deontología Jurídica

autoridades que se han internalizado, tales como el

deber, o la conciencia, o con respecto a la coacción

ejercida por íntimos impulsos o frenta a autoridades

anónimas, como la opinión pública?.

- ¿Hay acaso una satisfacción oculta en el sometimiento? Y

si la hay ¿en qué consiste?.

- ¿Qué es lo que origina en el hombre un insaciable apetito

de poder?.

- Es el impulso de su energía vital o es alguna debilidad

fundamental y la incapacidad de experimentar la vida de

una manera espontánea y amable?.

- ¿Cuáles son las condiciones psicológicas que originan la

fuerza de esta codicia?.

- ¿Cuáles son las condiciones sociales sobre las que se

fundan a su vez dichas condiciones sicológicas?.

De las respuestas que se den a cada una de las interrogantes, podremos

deducir si el problema de acomodarse a un comportamiento ético y moral,

responde al imperativo de ser libres, a la falta de amor o de justicia. Es decir,

no actúo éticamente por mi falta de libertad y por tanto debido a las dificultades

para remontar patrones sociales impuestos por una sociedad injusta y carente

de valores.

La siguiente cita es oportuna para graficar el problema de la Libertad, que nos

permitirá actuar con ética y moral.

“La amenaza más seria para nuestra democracia no es la existencia de los

Estados Totalitarios extranjeros. Es la existencia en nuestras propias actitudes

personales y en nuestras propias instituciones de aquellos mismos factores

que en esos países han otorgado la victoria a la autoridad exterior y

estructurado la disciplina, la uniformidad y la dependencia respecto del Líder”

Por lo tanto, el campo de batalla está también aquí: en nosotros mismos y en

nuestras instituciones”

Por nuestra parte, podemos decir que la amenaza más seria para remontar la

crisis de valores de nuestra sociedad, se encuentra en nuestra propia

9

Deontología Jurídica

interioridad, es decir en la falta de voluntad para ser libres, porque si bien es

cierto en nuestra naturaleza humana hay un sector irracional e inconsciente,

también lo es que éstos pueden ser comprendidos racionalmente y por tanto

superado, aún cuando el mundo exterior ejerza presión sobre nuestras

decisiones.

A continuación enumeramos algunos de los mecanismos o comportamientos

que atentan contra nuestra libertad:

El autoritarmismo: Las formas más nítidas de este mecanismos pueden

observarse en la tendencia compulsiva hacia la sumisión y la dominación o,

con mayor precisión, en los impulsos ´sádicos y masoquistas tal como existen

en distinto grado en la persona normal y la neurótica.

La destructividad: Si bien los impulsos sadomasoquistas se encuentran

mesclados con los destructivos, se diferencian porque en este último caso, el

fin es la destrucción del objeto, situación que no aparece en las conductas

sadomasoquistas.

La conformidad: Esto es, el sometimiento dejando de ser uno mismo, se

adopta por completo el tipo de personalidad que le proporcionan las pautas

culturales, y por lo tanto, se transforma en un ser exactamente igual a todo el

mundo tal como los demás esperan que él sea. Se trata de la conducta

asumida por la mayoría de personas normales de la sociedad moderna. La

discrepancia entre el yo y el mundo desaparece, y con ella el miedo consciente

de la soledad y la impotencia. Es un mecanismo que podría compararse con el

mimetismo de ciertos animales. Se parecen tanto al ambiente que resulta difícil

distinguirlos entre si. La persona que se despoja de su yo individual y se

transforma en un autómata, idéntico a los millones de otros autómatas que lo

circundan. Sin embargo, el precio que paga por ello es muy alto: nada menos

que la pérdida de su personalidad.

LA JUSTICIA: EL VERDADERO EQUILIBRIO ENTRE DERECHO Y DEBERLos clásicos afirman que la justicia es una virtud cardinal. La palabra virtud

proviene del latín “VIRTUS”, que significa “fuerza o hábito con el matiz de la

excelencia. La justicia en concreto es, “la constante voluntad y perpetua

voluntad de dar a cada uno lo suyo”. Un estudioso del tema comentaba con

10

Deontología Jurídica

gracia y acierto: “Nunca he visto una mayor simplicidad en el principio y una

mayor complejidad en el tema”. La definición clásica de justicia nos dice que

“la justicia es el modo de conducta, hábito, según el cual un hombre movido

por una voluntad constante e inalterable, da a cada cual su derecho”.

La justicia es un valor que reside en la voluntad y presupone y a la vez exige

una resuelta actitud interior para ser ejercida. Es cierto que necesitamos una

educación contínua para tener una visión objetiva que nos lleve a catalogar

con “justicia” lo que pertenece a cada cual y dárselo como “suyo”. Un ejemplo

nos lo dan nuestras madres, que en un acto de justicia tratan en forma

desigual a los hijos desiguales.

“Los autores clásicos la veneraban como una de las condiciones

imprescindibles para lograr no solo el bien, que ya es mucho, sino el bienestar

tanto en la familia como en la sociedad y, sin ningún lugar a dudas, la

tranquilidad interior con uno mismo”.

Cicerón la calificó como “reina y señora de todas las virtudes” y añadía: “Hacer

depender la justicia de las convenciones humanas es destruir la moral”.

Séneca, sentenció “Nada se parece tanto a la injusticia como la justicia tardía”.

Felipe III, dejó para sus súbditos una recomendación primordial: “Administrad

la justicia con ecuanimidad y rectitud y, si es necesario, con rigor y

ejemplaridad. Pero cuando la naturaleza de la gente y las cosas lo permitan,

sed también misericordiosos y benignos”.

San Agustín, precisó que “Donde no hay caridad no puede haber justicia”.

Manuel Kant manifestó: “La más grande y respetada forma de miseria a que

están expuestos los seres humanos consiste en la injusticia, más bien que en

la desgracia”.

“Hay algo que no podemos permitirnos ni un día más: la pasividad provocada

por el adormecedor consuelo de pensar que nada o muy poco podemos hacer

y es mejor no intentarlo. Las pequeñas generosidades individuales se

multiplican y crecen conjuntada, suman una aportación a otra un grano de

arena a una mirada de fraternidad a miles de miradas …”

“No en vano se ha dicho que cuando más puramente expresa el hombre su

verdadera esencia es cuando es justo. Como afirmaba Cicerón, “por la justica,

11

Deontología Jurídica

es ante todo, por lo que llamamos bueno a un hombre”.

12

Deontología Jurídica

CONTENIDO DE LA SESION DE APRENDIZAJE Nº 05

ETICA, MORAL Y DERECHO

2. PLAN DE SESION Nº 05 El plan de sesión Nº 05, forma parte de la Primera Unidad de Aprendizaje,

cuyo objetivo específico es conocer los principios morales que rigen en la

sociedad contemporánea. El tema de sesión como ha quedado dicho se

denomina “Ética, Moral y Derecho”.

ETICAEl término Ética procede del griego ETHOS, cuyo significado originario hacía

referencia a las costumbres. Sin embargo, pronto adquirió una nueva

significación filosófica, designando el “carácter” y el “modo de ser” de un

individuo, en cuanto ellos habían sido adquiridos por la educación, las

costumbres y los hábitos de la sociedad en la que vivía. Con la aparición de los

primeros filósofos que reflexionaron sobre las normas morales (los sofistas y

Sócrates), el término pasó a designar la disciplina del saber que versaba sobre

la virtud y la justicia.

En nuestros días, el concepto ética hace referencia a la reflexión sobre el

deber y a la justificación de por qué deben ser consideradas buenas o malas

(justas o injustas) ciertas acciones. Por tanto, se considera un comportamiento

ético a aquel que está conforme con las normas morales.

Desde un punto de vista científico, la ética es la disciplina de la filosofía que

reflexiona sobre cuáles son los principios teóricos que fundamentan los valores

y las normas morales. También se designa con el término ética al estudio de

los distintos sistemas morales que han sido elaborados a lo largo de la historia

del pensamiento.

En el lenguaje coloquial es frecuente utilizar como sinónimos los conceptos de

ética y de moral. Sin embargo, desde el punto de vista filosófico, muchos

autores establecen una distinción importante entre ellos dos: mientras la ética

1

Deontología Jurídica

sería una reflexión teórica sobre los fundamentos o principios en los que se

inspiran las normas morales concretas, la moral, en cambio, designaría al

conjunto de normas y valores que una determinada colectividad considera – en

un momento histórico concreto – como justos o correctos, es decir, como

pautas del comportamiento virtuoso.

En el siglo V a. c., se inició un debate teórico acerca del alcance de las normas

éticas, debate que no ha sido resuelto satisfactoriamente todavía. Mientras los

sofistas defendían que todas las normas morales eran relativas y, por lo tanto,

únicamente válidas para una sociedad histórica concreta, otros filósofos como

Sócrates o Platón creyeron en el carácter universal de las normas éticas,

apelando a la existencia de una racionalidad humana que nos permitía

conocer los fundamentos de las leyes naturales.

A los largo de la historia de la filosofía, muchas corrientes y pensadores han

defendido el relativismo moral, mientras que otras corrientes han argumentado

a favor de la ley natural o de la posibilidad de alcanzar, mediante la

racionalidad y el consenso entre todos los seres humanos, un código de

conducta mínimo que regule nuestras normas morales. En este último sentido,

la Declaración Universal de los Derechos Humanos, significa el reconocimiento

de unas pautas universales de conducta con respecto, a nuestros semejantes

y al medio que nos rodea.

ETICA FORMAL: Kant fue el primer filósofo que estableció diferencias

fundamentales entre las que él denominó “éticas materiales” y ”éticas

formales”. Analizando la totalidad de sistemas éticos constituidos por los

filósofos anteriores a él, llegó a la conclusión de que todos ellos buscaban su

fundamentación ´teórica en fines exteriores a la propia ética, es decir, en la

consecusión de determinados bienes materiales (el placer, la felicidad, la

salvación eterna..), y no en el puro y estricto respeto al deber que emana de

una voluntad libre, la cual quiere darse a sí misma las normas de su acción

moral.

Frente a esos sistemas de “éticas materiales”. Propuso un modelo formal que

nos indicara, no exactamente lo que deberíamos hacer en cada caso, sino

2

Deontología Jurídica

solamente la “forma” que debían poseer nuestras acciones para poder ser

consideradas como morales.

Según Kant, las características de una ética formal serían las siguientes:

- No poseer contenidos concretos, esto es, no proponer

ninguna finalidad (por ejemplo, consecución de una vida

feliz, de acciones útiles o placenteras, etc.) que justifique

nuestras acciones morales. Según Kant, la moral sólo

puede ser justificada por puro respeto al deber.

- Que los mandatos morales, se expresen en un único

imperativo categórico, y no en imperativos hipotéticos. Él

entendía el imperativo categórico como una ley universal

que no expresaba lo que hacer, sino cómo hacerlo. Su

formulación tradicional es: “obra siempre de tal modo

que quieras que la máxima de tu acción se convierta en

ley universal”. Dicho en un lenguaje coloquial: actúa

siempre de tal manera que desearas que los demás

actuaran con respecto a ti.

- Ser una ética autónoma y no heterónoma. Quiere decir

esto que la ética no debe buscar sus fundamentos en

nada externo al deber y a la propia conciencia. Según

Kant, es la buena voluntad (que no busca fines ajenos a

ella misma) el único fundamento de la vida moral.

Tras la obra de Kant, otros autores han elaborado sistemas formales de ética,

buscando nuevas formulaciones de imperativos categóricos y nuevos criterios

que garanticen la autonomía de la conciencia.

ETICA MATERIAL: Según Kant, las éticas materiales se diferencian de las

éticas formales en tres rasgos:

- Tienen contenido, es decir, proponen una finalidad que

justifica la vida moral: el fin de la ética consiste, por

ejemplo, en alcanzar la felicidad, en obtener placer, en

llevar a cabo acciones útiles para el mayor número de

personas posibles (utilitarismo), etc.

3

Deontología Jurídica

- Sus mandatos se expresan mediante imperativos

hipotéticos, los cuales se encuentran determinados por

la búsqueda de una finalidad ajena a la propia ética

(felicidad, placer, etc.) y por condiciones externas. Por

ejemplo: “Si quieres ser feliz, renuncia a lo inalcanzable”.

- Son éticas heterónomas: sus principios morales no se

inspiran directamente en la propia conciencia, sino que

buscan su fundamentación en algo exterior a ella, por

ejemplo, la utilidad social.

ETICA SOCIAL: Es la parte de la ética que reflexiona sobre las normas justas

o injustas dentro de la vida en comunidad. Su objeto consiste en establecer las

pautas sociales de conducta que garanticen la existencia de la moralidad en la

vida pública.

De igual modo, analiza las normas morales que caracterizan a los distintos

grupos sociales, estudiando sus condicionamientos culturales, históricos e

incluso, económicos. Se halla muy relacionada con la política y la sociología.

LA MORAL

Procede el término latino “mos - moris”, que significa “costumbres” y también

“modo de ser”, en el sentido de que el carácter se adquiere a través de las

costumbres y de los hábitos de conducta.-

De manera muy general, podemos definirla como “las normas y

comportamientos justos y conformes al deber que una sociedad o un grupo

humano acepta como válidos en un instante histórico determinado”.

En el lenguaje cotidiano es frecuente utilizar la palabra moral como sinónimo

de ética. Sin embargo, la tradición filosófica suele distinguir entre ellas, aunque

no de una manera muy precisa. Así, la ética trata de las reflexiones teóricas

acerca de que es el deber y por qué razones deben ser considerados, como

justos o injustos ciertos actos. En cambio, la moral sería el conjunto de normas

concretas que llevan a la práctica real la reflexión ética. De aquí que muchos

pensadores afirmen que la moral no es más que ética aplicada.

4

Deontología Jurídica

Algunos rasgos que definen la moral son:

- Está basada en las acciones prácticas, aunque estas

procedan de una reflexión ética previa.

- Sus normas se expresan en imperativos morales (haz

esto, no hagas aquello) que dictan cuál es nuestro deber.

- Sus mandatos exigen cumplimiento por respeto al deber.

De ahí que las acciones morales provoquen

responsabilidad, es decir, obligación a responder

moralmente de los propios actos. Ahora bien, para que

exista responsabilidad moral son necesarios, entre otros,

los siguientes elementos: conocimiento de lo que se

hace y de las consecuencias que puede tener la acción,

voluntariedad, si existió libertad de acción y el carácter

bueno o malo de las intenciones que se querían lograr

con el acto.

El filósofo José Luis Aranguren distingue entre:

Moral como estructura: el hombre posee una dimensión moral que lo

constituye como hombre. Esta dimensión surgió históricamente durante el

proceso de humanización (adquisición del pensamiento y la cultura en las

primeras sociedades humanas). Por tanto, todos los seres humanos tienen

moral.

Moral como contenido: el conjunto de normas concretas que forman un

código moral determinado. Cada civilización suele tener un código moral

propio que se diferencia del de otras civilizaciones. El hecho de que algunos

valores morales sean diferentes, no debe evitar la búsqueda de un código

moral mínimo que sea respetado en todos los lugares del mundo. Esa es la

función que se otorga a los Derechos Humanos.

Desde el punto de vista la moral, un hecho debe ser considerado bueno o malo

atendiendo a los conceptos de bien y de mal moral. Estos conceptos son

elaborados por la llamada conciencia moral que consiste en la capacidad que

posee el ser humano de juzgar sus actos y los de los demás en relación a si

son o no justos.

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Deontología Jurídica

El filósofo ilustrado D’Alembert definía la moral de la siguiente manera: “Lo que

pertenece esencial y únicamente a la razón, y lo que, consiguientemente, es

uniforme a todos los pueblos, son los deberes a los que estamos obligados

para con nuestros semejantes. El conocimiento de estos deberes es lo que se

llama Moral”.

ACCIÓN MORAL: Se entiende por “acción moral” cualquier acto que haya sido ejecutado

obedeciendo a los mandatos de las leyes morales. Por tanto, no todas las

acciones humanas son suceptibles de recibir una cualificación moral (por

ejemplo, desde el punto de vista ético el estornudar no puede merecer ninguna

valoración moral propiamente dicha, salvo que lo hagamos encima de una

persona para fastidiarla, con lo cual lo valorable moralmente sería nuestra

intención de dañar a esa persona, no el acto de estornudar en si). Sólo

podemos hablar de acciones morales o inmorales cuando cumplan al menos

un conjunto de condiciones:

- Ser una acción que afecta normas, principios o valores

morales.

- Haber sido realizada con libertad, es decir, haber tenido la

oportunidad de elegir entre varias opciones antes de

realizar la acción. En el caso de que no exista esa

libertad (por ejemplo, si alguien me obliga a realizar un

acto apuntándome con un revólver), el individuo no

puede ser considerado responsable moral de esa acción.

- Que haya sido realizada voluntariamente y siendo

consciente de los efectos que iba a producir esa acción.

Por ejemplo, si yo realizo un acto y, sin que lo lo sepa,

ese acto causa trastornos graves a otra persona, no

puede ser considerado responsable moral del daño

causado involuntariamente.

- Las intenciones o fines con los yo he llevado a cabo esa

acción, puesto que puede darse el caso de realizar una

acto bueno en si mismo aunque las intenciones que

6

Deontología Jurídica

motivaron ese acto fueran inmorales (por ejemplo,

alguien que ayuda económica a una familia pobre,

aunque lo hace con la secreta intención de obtener

favores sexuales). O a la inversa: provoca un daño

aunque mis intenciones sean buenas.

El filósofo Kan afirmó al respeto que sólo podían ser consideradas como

buenas moralmente aquellas acciones que hubieran sido ejecutadas

exclusivamente por puro respeto al deber moral, es decir, sin que nos moviera

ningún interés particular en realizarlas. Según él, existen las “acciones

conformes al deber”, las cuales no son estrictamente acciones morales, porque

el fin que las motivó fue el interés personal y no el respeto al deber. El mismo

pone un ejemplo de “acciones conformes al deber”: un comerciante que no

practica la usura puesto que mantiene bajos sus precios, pero lo hace para

tener más clientes y enriquecerse, no porque considere que és su obligación

moral.

LEY MORALExisten varios y diferentes tipos de leyes: Jurídica, naturales, científicas,

formales, probabilísticas, morales, etc. De una forma excesivamente genérica,

con el concepto “ley” expresamos, o bien una regla o relación a las que están

sometidos los seres de la naturaleza por su propia constitución física,

biológica, etc. (y hablamos entonces de leyes científicas o naturales), o bien

una norma o conjunto de normas que obligan a las personas a actuar de

determinada forma, concretamente la que está estipulada por la ley y

hablamos entonces de leyes jurídicas o de leyes morales).

La ley moral es el conjunto de imperativos, normas y preceptos que

constituyen un código moral determinado. Lo que expresa la ley moral es

nuestra obligación a actuar de acuerdo a la racionalidad moral, la cual

determina nuestros actos. Esencialmente la forma que adopta la ley mora es la

de un imperativo.

Se diferencia de la ley jurídica en que ésta es de obligatorio cumplimiento, y en

el caso de que alguien la incumpla, el Estado y los poderes públicos ejercen

una coacción, es decir, ejercen la fuerza sancionando al infractor con

7

Deontología Jurídica

determinados castigos. En cambio, la ley moral – aunque de obligatorio

cumplimiento también debido a que la racionalidad del ser humano así lo

impone – no se inspira en la coacción física (el castigo legal) para obligar a su

esj3cución o para sancionar al inmoral. Su obligatoriedad no deriva, pues, de

algo externo a ella, sino de si misma, la ley moral debe cumplirse porque mi

conciencia me dicta que ése es mi deber.

Los estudiosos de la ética han señalado tres rasgos genéricos del deber moral,

es decir, son incondicionales:

- Universalidad: en principio, las leyes morales aspiran a la

universalidad. El fundamento en que se basa esta

pretensión es el siguiente: si yo estoy plenamente

convencido de que algo es bueno en si (y no sólo es

bueno para mi) porque así lo determina mi conciencia

moral, debo creer necesariamente que también es bueno

para el resto de los seres humanos. Sin embargo, no

todos los autores están convencidos de que esta

propiedad (aparte de ser un ideal de la razón humana)

se dé en el mundo real. El relativismo ético, por ejemplo,

sostiene que las leyes morales sólo tienen validez

subjetiva, ya que su origen están determinado por las

diferentes tradiciones históricas y culturales de cada

sociedad humana.

- Debemos distinguir entre ley y principio moral. Este último

es el criterio supremo que se invoca para justificar todas

las leyes y preceptos morales, los cuales se deducen de

aquel. Ejemplo de principio moral sería: “la felicidad es el

fin de toda vida humana ay ésta se alcanza mediante la

obtención del placer y la ausencia del dolor”. De este

principio, se derivarían leyes morales como las

siguientes: “Para ser feliz debe gozar moderadamente

de los placeres o si buscas la felicidad, limita el número

de tus necesidades”.

8

Deontología Jurídica

- Según Kan, también hay que distinguir entre ley y máxima

moral. El mismo establece esa distinción en su “Crítica

del Juicio”: “Son (principios éticos) subjetivos o máximas,

cuando la condiciones considerada por el sujeto como

valedera sólo para su voluntad; son, en cambio,

objetivos o leyes prácticas cuando la condición es

conocida como objetiva, es decir, valedera para la

voluntad de todo ser racional”. También distingue Kant

entre ley y precepto moral: el segundo es cuando una

norma se aplica a un acto único, mientras que la ley

tiene validez para todos los actos que pertenezcan a una

clase o género.

MORALIDAD: Por regla general, se entiende por moralidad el ejercicio de los ideales éticos.

En ocasiones, sin embargo, también es utilizada como un sinónimo de moral

entendida esta en un sentido amplio y no restrictivo.

La moralidad consiste en las obligaciones que la conciencia nos impone en

relación con nuestros deberes, ya sean éstos para con los demás, para con la

naturaleza y los seres naturales, o para con nosotros mismos. Esos deberes

se caracterizan por no ser impuestos por ningún poder exterior a nosotros

(como si lo son los deberes que emanan del Derecho o del Poder, cuyo

incumplimiento lleva aparejado un castigo físico o administrativo), sino que su

mandato proviene de nuestra propia razón.

A ese respecto es muy conocida la distinción que establece Kant entre

legalidad y moralidad. La primera sería la determinada por la ley moral, la

segunda, en cambio, estaría determinada por el amor y el respeto a la ley

moral. En su terminología, pues, la legalidad consiste en acciones conforme al

deber, la moralidad, por el contrario, en acciones por deber. Quiere esto decir

que alguien puede cumplir con la legalidad pero no ser moral, sucede ese caso

cuando alguien obra bien, pero no por respetar a la ley moral, sino por miedo

al casto o buscando una recompensa social por su acción.

También conviene señalar quela moralidad no puede identificarse con una

9

Deontología Jurídica

moral concreta o con un momento histórico determinado. Aunque la moralidad

no puede sustraerse a la evolución histórica de las ideas morales, se

encuentra más allá de ellas; es una exigencia irrenunciable del ser humano, el

cual trata de plasmarla en morales concretas (estas si que están influidas por

la tradición, la cultura, las ideas recibidas o los sucesos históricos del pasado).

De ahí que una de las características de la moralidad sea la de potenciar la

propia crítica moral, con el fin de ir avanzando en el orden de la justicia social.

ETICA Y DERECHO“…sin embargo, a las realidades jurídicas de nuestra nacionalidad y de

nuestros días le va faltando moral. El Derecho sin moral no puede vivir…”

No podemos entender el derecho sin un imperativo axiológico que oriente su

creación, su desarrollo y su transformación. Si el derecho fuera solamente

normas y la administración de justicia se limitase a la aplicación de estas

normas, tendríamos un saber pobre y pusilánime. No valdría el esfuerzo de

transformación, sino bastaría saber técnicas de encasillamiento de la realidad

en normas y conocer el derecho no exigiría seis años de estudio, sino seis

meses para memorizar normas.

El Derecho exige un Magistrado con una escala de valores que le pueda dar

criterio de la naturaleza humana, de las aspiraciones e ideales sociales. Así

como nuestra noción del derecho no puede desligarse de determinados

valores, la administración de justicia no puede desligarse de la práctica de los

mismos.

El Derecho tiene un implícito contenido de justicia, la Magistratura implica ser

justo. La ética es la dimensión de la labor jurisdiccional.

La ética es un actuar de acuerdo a los nuevos valores imperativos del derecho.

La administración de justicia exige jueces justos y que puedan practicar los

mismos valores que se exige a los usuarios de la Administración de Justicia.

ETICA Y PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO. Las normas, tienen poco sentido si es que no se orientan a la realización de

valores. Los principios generales del derecho, los principios establecidos en la

10

Deontología Jurídica

Constitución Política del Estado y en los Títulos Preliminares de los principales

códigos de nuestro ordenamiento, orientan el como debe entenderse las

normas, como deben aplicarse las normas y que es lo que se quiere al

solucionar un conflicto. Así la ética del Magistrado se hace una labor técnica

orientada a la plasmación de los valores en cada caso particular.

Los principios generales del derecho pasan a ocupar un lugar importante en el

actuar ético de los Magistrados. Ellos implican una valoración y una filosofía

específica.

Los principios son en su naturaleza – y al mismo tiempo – preceptos

normativos, orientaciones de interpretación y presupuestos filosóficos, son la

fuente de valores que permitirán la creación, comprensión y suplencia de las

normas jurídicas. Es allí que la conducta ética del juez, además, deberá

plasmarse en sus resoluciones y en los casos específicos, se podrá observar la

preferencia por determinados valores del Derecho al momento de resolver

conflictos. Así, los principios del derecho son una de las fuentes más

importantes para plasmar valores y el último reducto ético ante la orientación

normativa propia.

11

Deontología Jurídica

CONTENIDO DE LA SESION DE APRENDIZAJE Nº 06

LA JUSTICIA, LA INJUSTICIA Y LA DEONTOLOGÍA FORENSE

2. PLAN DE SESION Nº 06 El plan de sesión Nº 06, forma parte de la Primera Unidad de Aprendizaje,

cuyo objetivo específico es conocer los principios morales que rigen en la

sociedad contemporánea. El tema de sesión como ha quedado dicho se

denomina “La Justicia, la Injusticia y la Deontología Jurídica”.

LO JUSTO Y LO INJUSTOLa palabra justo es muy ambigua, sus diversos significados nos envuelven en

aparentes paradojas, resultado de la falta de precisión del lenguaje. Al enjuiciar

la conducta hay dos métodos divergentes: uno, el de los utilitaristas enjuicia la

rectitud de una acción por la bondad o maldad de sus consecuencias. El otro,

propugnado por los intuicionistas, la enjuicia en función de la aprobación o

desaprobación del sentido moral o de la conciencia de la gente. Soy partidario

de ensamblarlos.

Y ¿Qué se entiende por “dictados del sentido moral”? acaso una cierta

emoción de aprobación especifica respecto de un acto que hemos decidido

realizar, y que es justo precisamente cuando se experimenta tal emoción de

aprobación antes de realizar la acción. No obstante, aunque exista tal

aprobación, este juicio puede ser falso, la conciencia del actor puede haberse

equivocado al haber aprobado lo que no debería haber aprobado. Equivocarse

implica un juicio aunque este implique aprobación. Si no ocurriera así no sería

posible razonar con un hombre acerca de lo que es justo; todo lo que aprobara

seria necesariamente justo para él, y no podría haber argumento alguno contra

su aprobación.

El juicio de aprobación no es simplemente el juicio del que experimenta la

emoción de aprobación. Para dar un significado al juicio de aprobación, es

necesario admitir que justo tiene un sentido distinto de aprobación. En este

sentido cuando aprobamos un acto o juzgamos subjetivamente o moralmente

1

Deontología Jurídica

que es justo, pero podemos estar equivocados al juzgarlo así. Este sentido

objetivo, no depende de las opiniones y sentimientos del agente. Así, si un

hombre sigue los dictados de su conciencia no siempre actúa justamente en

sentido objetivo. Cuando alguien hace lo que su conducta aprueba, realiza lo

que cree que es objetivamente justo. Necesitamos por consiguiente algún

criterio distinto del sentido moral para juzgar lo que es objetivamente justo.

Algunos han creído que los códigos morales son este referentes inevitable,

pero si los miramos desde la perspectiva del sentido moral confrontamos que

las circunstancias o situaciones en las que debemos ejercer su aplicación

están siempre cambiando con lo cual no estamos nunca muy seguros de no

estar incurriendo en juicio falso, mas si lo hacemos desde la perspectiva de

sus consecuencias, ellas no siempre son buenas para quienes la realizan

aunque se haga un catálogo de sus excepciones y justificaciones.

En el lenguaje común se considera inmoral a una acción cuando infringe una

de estas reglas. Se considera permisible lo que no las infringe, de modo que

en muchas ocasiones de la vida no nos encontramos ante una sola acción

caracterizada como la única justa posible. Si alguien emprende una acción

que, aunque no sea contraria al código recibido, vaya a tener probablemente

malas consecuencias, se le califica de imprudente mas no de inmoral. Ahora

bien según, la distinción que hemos hecho entre rectitud objetiva u subjetiva,

un hombre puede actuar de un modo objetivamente injusto pero

subjetivamente justo y al revés, subjetivamente injusto pero objetivamente

justo. Un acto es inmoral cuando lo desaprueba la conciencia de un hombre,

pero solamente es imprudente cuando de su conciencia lo aprueba, aunque

nosotros juzguemos que ha de tener malas consecuencias. Cuando el código

calla, consideramos una acción desgraciada como objetivamente justas, tiende

a armonizar la rectitud objetiva y subjetiva, cubriendo los juicios frecuentes y

dejando al individuo los casos más raros. De allí que cuando se hace usuales

nuevos tipos de casos, el código moral empiece pronto a tratar de ellos, así,

cada profesión tiene su propio código relativo a los casos comunes dentro de

la profesión, pero no fuera de ella. Sin embargo, el código no es nunca la

última instancia, pues cabe que haya en ellos cierta dosis de egoísmo o de

2

Deontología Jurídica

sesgo. Lo objetivamente justo, por tanto depende de algún modo de las

consecuencias. El acto objetivamente justo es el que probablemente será más

afortunado, o el más prudente de cara a la previsibilidad positiva de sus

consecuencias, a la luz de los datos disponibles y de las expectativas.

Que es la justicia

Estudio preliminar de Albert Calsamiglia

Resumen por Raul Pastor Galvez

Kelsen sostiene una concepción irracional y emotiva de la justicia coherente

con sus conceptos de Ciencias Y de Racionalidad. Dedica toda su atención a

la critica ideológica de las doctrinas iusnaturalistas, comunista y formalista del

positivismo legalista, acusándolas de defender intereses políticos

inconfesables. La “teoría pura del derecho”, única reflexión pura, racional y

científica posible, es la construcción de una teoría jurídica objetiva y neutral

esquema de interpretación independiente de la ideología concreta que anima

al poder.

Kelsen es un representante del realismo axiológico de entreguerras,

presupuesto necesario para la democracia. El relativismo no niega los valores

sino que les niega una jerarquía válida para todo el tiempo y el lugar. Según el

los criterios de valor últimos no pueden se probados la ciencia es incapaz de

elegir entre valores contradictorios. Por tanto, el no negar la existencia de

diversas formulas de justicia en competencia, hay que escoger un s entre ellas

(los accesos a esta son los de creencia, la intuición, la voluntad o el

sentimiento) ardua tarea de asumir la responsabilidad personal y el riesgo

moral de decidir por esos métodos que es bueno o malo sin esconderse ni en

una voluntad divina ni en una voluntad natural.

La justicia no es un elemento constitutivo de la definición del derecho porque

ninguna teoría jurídica podría apoyarse en una de las concepciones en

contienda, sin que ello conduzca a negarle juridicidad a todo ordenamiento que

le sea discordante. Es necesaria una ciencia jurídica independiente de lo

político. La pregunta por ¿Qué es la justicia?, cae fuera del campo de la

ciencia y es por tanto irracional. No obstante, Kelsen si puede decir cuál es su

justicia-por supuesto literal- “presente en el orden social bajo el cual puede

3

Deontología Jurídica

progresar la búsqueda de la verdad”, es la libertad, la de la paz, la democracia

y la tolerancia.

Autores como Elías Días han considerado posible establecer un contenido

mínimo moral del derecho una base para ciertos principios un criterio racional y

objetivo que permite orientar la conducta humana. Escribe: “si se renuncia a la

razón, ¿cómo saber ¨¿entonces lo que es m as justo o no y como orientar la

praxis ética y política lo mas racionalmente posible? Su respuesta es la de los

principios abstractos de la voluntad de la mayoría, criterio concorde con los

postulados de la soberanía popular con ciertas limitaciones en orden al

respecto de las mayorías, el pluralismo critico, el humanismo real y el dialogo y

el respeto mutuo entre las varias concepciones.

Skolimowski discípulo de Popper, puso en manifiesto la tendencia positivista a

reducir la racionalidad a la racionalidad científica. El positivismo tiene horror a

la metafísica. Bobbio puso de manifiesto que le positivismo de finales de siglo

afirmaba que le “hecho” (acontecimiento verificable) es el presupuesto y la fula para el análisis. Creían que el saber científico era el único, segur, inmueble,

absoluto y genuino conocimiento que nos informaba en detalle de la realidad.

Ética y jurisprudencia serán ciencias si se ocupan de ellos, no de normas. Esto

deriva de una concepción fisicalista. Skolimowski señala que los métodos de la

C.C. Física son insuficientes para el estudio de los niveles más complejos de

la materia: la conciencia y el espíritu, y que las verdades de la ciencia lo son

en parte por convención (pero también por estadística).

Sostiene que los filósofos de la ciencia la admiten hoy como provisional.

Hipotética y falible, lo que se demuestra en el progreso de la ciencia y sus

modelos “de paradigma en paradigma” (logro fundamental que incluye teoría y

aplicaciones, una realización aceptada como axioma) evidente en Kuhn,

concepción no absolutista que conduce a un pluralismo metodológico.

Si se adoptase la actitud positivista, se debería negar la racionalidad griega,

medieval e ilustrada o considerarla como “prehistoria”. La doctrina del

emotivismo ha prohibido reflexionar sobre la justicia e impedido la

racionalización del tema de los valores. Algunos como Bobbio distinguen entre

Filosofía Jurídica y Ciencias Jurídicas, viéndolas como dos formas de

4

Deontología Jurídica

racionalidad distintas pero igualmente viables, cada una en su ámbito, siendo

que el ámbito de la primera es la “teoría de la justicia” saber especial en base

al cual el derecho empírico viene valorado e incluso transformado, pues

comporta una disciplina que describe el valor de lo justo y otra que propone un

criterio de valoración y de transformación(fenomenología e ideología de la

justicia)…un análisis que desemboca en una toma de posición.

En Inglaterra, la escuela analítica, con hart, ha intentado superar el emotivismo

kelseniano defender un contenido mínimo moral del derecho y la necesidad de

mantener la atención de la razón sobre el valor del derecho y la critica

valorativa del mismo. En la actualidad se está produciendo teorías

sustancialistas de la justicia, no se trata ya de la reflexión racional sobre los

valores sino de cómo debe ser la sociedad paraqué sea justa. Rawls con la

“teoría de la justicia” ha revelado los principios subyacentes de la moral

dominante de nuestra época y haya tenida gran significación en un momento

de la transformación de la sociedad americana. Defiende los principios del

liberalismo modificados por un sesgo igualitario utilizando las técnicas

contractualitas de locke, Kant, Rousseau.

Dworkin constituye una filosofía jurídica basada en el derecho desigualdad y

critica los planteamientos liberales y utilitaristas del Hart y proclama la

ausencia de un autentico derecho de libertad como un absurdo. Así mismo

sostiene que los límites entre ciencias del derecho y filosofía de la justicia no

son tan precisos como suponen las teorías analísticas.

Que es la justicia

Hans Kelsen

Resumen por Raúl Pastor

Cuando frente a Pilatos, Jesús fue interrogado, dijo haber venido para dar

testimonio de la verdad; pero cuando se le pregunto por esta, guardo silencio.

La razón fue que su misión era la de dar testimonio de la justicia del reino de

Dios, el amor.

La justicia es una cualidad posible, pero no necesaria, de un orden social y

solo secundariamente virtud humana cuando un hombre adecúa su conducta a

las normas de un orden supuestamente justo.

5

Deontología Jurídica

Pero ¿Qué significa un orden justo? Pues el modo satisfactorio para todos con

que este regula las relaciones de los hombres, es decir uno en que todos

encuentren en él la felicidad.

La justicia es la felicidad social garantizada por el orden social. Pero ¿Qué es

felicidad? Es evidente que no podrá existir un orden “justo” mientras ella se

defina en sentido individual y por tanto en colisión excluyente con la de otros.

Es incluso suponiendo que este orden fuera la mayor felicidad en un sentido

subjetivo individual, debe ser la felicidad en un sentido objetivo colectivo. Es

decir, la satisfacción de ciertas necesidades reconocidas por la autoridad social

como básicas. Satisfacción distinta que la idea de felicidad implica. Para llegar

a ser una categoría social, la idea de felicidad deber cambiar como la idea de

libertad para transformarse en principio social.

Dado que la libertad autentica, es decir la libertad respecto de cualquier tipo de

autoridad es incompatible con cualquier tipo de organización, la idea de

libertad debe dejar de significar ausencia de gobierno. Debe asumir el

significado de un tipo especial de gobierno ejercido por una mayoría, si es

necesario, contra la minoría de los individuos subordinados la anarquía se

transforma en la autodeterminación de la democracia.

Pero ¿Qué intereses merecen ser protegidos por la mayoría democrática, y en

que jerarquía? Esta es la cuestión cuando existe conflicto de intereses: cuando

una necesidad solo puede ser satisfecha a expensas de otra; o un conflicto

entre valores que no es posible poner en práctica al mismo tiempo ni

resolverlos mediante el conocimiento racional.

Para una convicción ética, la vida humana, es el valor supremo los objetos de

conciencia. Para otra el interés y el honor de la nación. Así pues, ¿Cuál es el

valor supremo la vida o la libertad? Cuestión de jerarquía de valores solo

válida para el sujeto que juzga. Supongamos si la situación económica pudiera

mejorar de un modo esencial mediante economía planificada garantizando la

seguridad social para todo el mundo, pero al precio de abolir cualquier libertad

individual. La respuesta depende del valor que representen las notas de

libertad y de seguridad. Mas, lo que el gobierno considera justicia es la

legalidad, juicios de valor que coexisten difieren según la naturaleza de la

6

Deontología Jurídica

sociedad, en que se expresan. Por otra parte, el que muchos individuos

concuerden no demuestra que sus juicios eran correctos, validos en sentido

objetivo. Las respuestas acerca de si el valor supremo reside en la nación o el

individuo, en lo material o en lo espiritual, en la libertad o en la seguridad, en la

verdad o en la justicia, no pueden responderse de un modo racional. Es cierto

que el ser humano, consciente caracteriza por querer justificar su conducta,

por racionalizarla, por legitimarla ante los demás, lo cual solo es posible solo

hasta cierto punto, por referencia al tema de la relación entre móviles y los

fines y entre estos y los medios que le son adecuados. El fin es cierto justifica

los medios, pero los medios no justifican el fin. La justificación final es la del

último.

La democracia garantiza la libertad individual como fin último (aunque) si se

estableciera como fin ultimo la seguridad social incompatible con la

democrac8ia, puede considerarse justa otra forma de gobierno, ya que a fin

distinto, medios distintos. De ahí que la democracia solo puede justificarse

relativamente, no absolutamente, como forma de gobierno justa. El absoluto y

los valores absolutos sobrepasan el alcance de la razón humana, para la cual

solo cabe una solución condicional y relativa. Cuando la necesidad de una

justificación absoluta nos alcanza lo intentamos mas allá de la razón, a la

manera de la mística, de la religión o de la metafísica, con lo que la justicia se

traslada de un mas acá a un mas allá supra humano, la pregunta sobre que es

la justicia coincide con la pregunta sobre que es el Bien. La justicia es, pues,

un secreto que Dios revela a unos pocos que no pueden comunicárselo a los

demás. Cristo declaro que la nueva justicia rebasaba los marcos de la ley y de

todo el orden social, el Amor.

Pero ¿Qué es el Bien y que es el mal si la respuesta depende del valor que las

culturas consagran? La pregunta decisiva es, pues, ¿Qué es lo igual?

Pregunta que el principio de igualdad no responde. No hay que confundir el

principio de igualdad, postulado por la autoridad que creó la ley con la

intención de hacerlo igualitario, con el principio de igual ante la ley, destinado a

las autoridades que aplican la ley a casos concretos. Este es el principio de

legalidad, de legitimidad inmanente a cualquier orden legal.

7

Deontología Jurídica

Según Marx la idea de justicia capitalista encaja en “a cada cual su trabajo” y

plantea que en el comunismo las personas desiguales recibieran un trato

distinto con la formula “a cada cual según su capacidad, a cada cual según sus

necesidades” así pues, el principió comunista de la justicia presupone que un

orden social establecido responda a presuntas esenciales para su aplicación.

Por eso es utópico pensar que este orden reconocerá las capacidades de los

individuos de acuerdo con los juicios de estos y de que reconocerá las

necesidades de estos en la medida en que estos aspiran, de tal modo que la

armonía sea total entre los interese individuales y los colectivos, y que exista

por tanto una libertad sin límites en la sociedad de la igualdad (Prohudon).

También podemos hablar de la regla “no hagas al otro lo que no quieres que

para ti”, o el “has a otro lo que no quisieras que te haga”. En la medida en que

esperamos que los demás nos hagan felices, la regla se leerá como “has

felices a los demás”. Pero si la regla queda violada por alguien ¿qué hacer?

No habría problemas de justicia si no hubiera daño entre individuos. Además la

regla de oro, la del amor, tomada al pie de la letra, lleva a abolir la ley y la

moralidad. Sin embargo su intención no es abolir el orden social, sino

mantenerlo. Porque después de todo, la única lectura que quedara es la de la

comportarse con los demás como estos se comportan contigo” ¿pero cómo se

comportaran? Esto es lo que prevé un orden social establecido, ya sea justo o

injusto. De donde se precisa la regla como un “compórtate de acuerdo con las

normas generales establecidas por el orden social”, que no es otra que la del

imperativo categórico de Kant, pero el imperativo categórico puede servir para

justificar cualquier orden. De igual modo, la idea aristotélica que define la

justicia como un sistema de virtudes fundamentadas en el ejercicio de la razón

electora del tautológico mesores, que no es otra que la del orden establecido,

quien resultas justificado y como justificando la moral y la ley.

El Derecho Natural mantiene que existe una regulación que emana de la

naturaleza, legislación inmanente inscrita en nosotros en cuanto razón, sin

embargo, si se intentara deducir esta doctrina de la naturaleza del hombre a

partir de la razón, se descubriría que la naturaleza, como hechos relacionados

como según la ley de la causalidad, carece de voluntad y por tanto no puede

8

Deontología Jurídica

prescribir una conducta determinada al hombre. Esta es feliz en la medida en

que intenta deducir de hechos naturales normas de conducta. Las normas que

rescriben la conducta no son dictadas por la razón sino por la voluntad que es

la que díctala norma prescriptiva (algo así como lo que hace el estado). Ella

entiende y describe pero no dicta. Por eso ella solo puede acceder a valores

relativos. La justicia absoluta es un ideal irracional una ilusión. Desde le punto

de vista del conocimiento racional, no existen más que intereses humanos y

sus conflictos derivados.

De tal suerte que o se vence o se pacta. Por eso, si tomamos la paz social

como fin último, solo entonces la solución del conflicto puede ser justa, pero la

justicia de la paz es únicamente relativa.

Asumir la responsabilidad de elegir entre valores es una ardua y riesgosa

tarea, por eso la ponen en manos de la autoridad superior. Resulta más

cómodo obedecer a una orden superior que ser moralmente responsable.

El principio moral específico de una filosofía relativista es la esencia dentro de

un sistema legal que garantice la paz al prohibir y prevenir el uso de la fuerza,

pero sin prohibir ni prevenir la libertad de expresión pacifica. La tolerancia

implica la libertad de pensamiento. Por eso cuando la democracia deja de ser

tolerante deja de ser democracia. Pero ¿puede ser tolerante en su defensa

frente a tendencias antidemocráticas? Sí, pero en la medida en que no puede

suprimir la expresión pacifica de las ideas antidemocráticas. La democracia no

puede defenderse a sí misma si se niega. Pero un gobierno tiene derecho de

eliminar y prevenir cualquier intento de derrocarlo por la fuerza, derecho que

no tiene nada que ver con los principios de la democracia y de la tolerancia.

He empezado este ensayo preguntándome que es la justicia. Ahora al

concluirlo, se que, como los demás, no he respondido a la pregunta. La CIA me

salva. Solo puedo decir que la justicia se da en aquel orden bajo cuya

protección puede progresar la búsqueda de la verdad.

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Deontología Jurídica

CONTENIDO DE LA SESION DE APRENDIZAJE Nº 07LA ABOGACÍA Y LA ÉTICA

2. PLAN DE SESION Nº 07 El plan de sesión Nº 07, forma parte de la Primera Unidad de Aprendizaje,

cuyo objetivo específico es conocer los principios morales que rigen en la

sociedad contemporánea. El tema de sesión como ha quedado dicho se

denomina “La Abogacía y la Ética”.

EL ABOGADO (Sus características). La palabra Abogado proviene del latín “Ad vocatus” que significa “llamado en

auxilio. Es aquella persona que ejerce profesionalmente defensa judicial) de

las partes en juicio y en toda clase de procesos judiciales y administrativos.

Además, asesora y da consejo en materias jurídicas. Para el ejercicio de esta

profesión, según algunos ordenamientos jurídicos, es necesario estar inscrito

en un Colegio de Abogados, o bien tener una autorización del Estado para

ejercer.

Osorio Gallardo considera que la abogacía no es una consagración

académica, sino una concreción profesional, debiendo dedicar su vida a dar

consejos jurídicos y pedir justicia en los tribunales. En concreto el abogado es

el que ejerce permanentemente la abogacía. El abogado, dice el preámbulo de la Ordenanza del Reich del 21 de febrero

“Es el competente y asiduo representante en todos los negocios jurídicos. Su

profesión no es una industria sino un servicio al Derecho”.

El Profesor Máximo Pacheco, señala que el abogado “Es el artífice de la paz y

su oficio no es solo una profesión y un medio de vida, sino por encima de todo,

una cultura”. Agrega, citando a Ciuratti: “Dad a un hombre todas las dotes del

espíritu y dadle todas las del carácter, haced que todo lo haya aprendido y

retenido, que haya trabajado durante 30 años de vida, que sea en conjunto un

literato, un crítico, un moralista, que tenga la experiencia de un viejo y la

infalible memoria de un niño y tal vez con esto formareis un abogado

1

Deontología Jurídica

completo”.

El abogado al ejercer su profesión, realiza una actividad privada, pero al

mismo tiempo desempeña una actividad pública.

La abogacía como actividad privada reúne los más variados y ricos aspectos:

- ES EL JURISCONSULTO: porque absuelve las consultas que sobre el

Derecho le formulan los particulares.

- LETRADO: Porque es experto en leyes.

- CONSEJERO Y ASESOR: Porque orienta y guía.

- DEFENSOR: Porque aboga a favor de su cliente.

Como función pública, la abogacía es un servicio al Derecho para alcanzar la

justicia el más alto de los valores sociales.

Cuando el abogado defiende el interés de la pare, traduce la palabra de su

cliente al lenguaje de la ley para dialogar con el juez y con el otro abogado,

pero sin perder de vista la justicia.

La relación del abogado con su patrocinado es de carácter privado, pero la que

mantiene con el Estado es de orden público. Por ésta razón, Calamandrei,

considera que el profesional del Derecho es un integrante de la organización

judicial que persigue a la vez que la defensa de su cliente, el interés público

por una sentencia justa. “En lo que hace el abogado, ejerce una vocación

pública” (Griswold).

El abogado es un servidor del pueblo como de su cliente cuando le ayuda a

sortear dificultades legales. Aunque su trabajo puede considerarse como

preocupación específica y de carácter privado por el interés de su cliente, su

influencia es siempre muy grande. Como lo dijera alguna vez el Magistrado

Colmes, la responsabilidad última del abogado es “establecer, desarrollar o

esclarecer las normas que deben gobernar la conducta de los hombres

durante los siglos; poner en movimiento los principios y las influencias que van

a dar forma al pensamiento y a la acción de las generaciones ignorantes del

mandato que están obedeciendo”.

Desde este ángulo, el abogado es auxiliar de la justicia, colaborador del

órgano jurisdiccional, y su actividad se enmarca dentro del Derecho Público.

2

Deontología Jurídica

El ejercicio de la abogacía reviste dentro del proceso tres formas: la conducta,

el patrocinio o defensa y el mandato.

Aparte de dicha actividad del abogado es muy amplia la misión que le

corresponde en la sociedad. En el gobierno, en la política, en las instituciones

de toda índole, en las actividades económicas, en la planificación, son

necesarios su orientación y su consejo. Su misión consiste en encauzar los

hechos dentro de las pautas de la norma jurídica, en dirigir la conducta

humana hacia los valores sociales que la orientan, en propender a que se

realice cada vez más plenamente el estado de Derecho.

Además de su quehacer cotidiano, que reviste tantas formas el abogado

realiza una tarea esencial. Es el promotor auténtico del Estado de Derecho,

que se alcanza plenamente en la democracia representativa en el cual, sobre

la voluntad autoritaria, rige la ley, que el abogado está llamado a defender.

FUENTE: Alzamora Valdez, Mario: Derecho Procesal Civil. Teoría General del

Proceso.

UNA CONCEPCION EQUIVOCADA DE LA PROFESIÓN JURIDICA. La profesión del abogado ha sido durante todos los tiempos, la profesión más

calumniada, haciendo que ella no se vea como buena ni limpia. Es común

pensar que el abogado es un aventurero de la picardía, artífice de sofismas,

burlador de jueces y de los clientes, habiéndose llegado al extremo que se

considera como una maldición gitana el decir “Entre abogados te veas”.

“La literatura ha sido pródiga en caricaturas sobre los abogados, desde la

época gloriosa de la Hélade, hasta los días que vivimos. Basta citar: “Las

Nubes”, “Hechos y Dichos Heróicos de Pantagruel”, “El Mercader de Venecia”,

“La sonrisa de Themis”, “El Tablado de Arquetín”, “Los intereses creados”.

En la historia encontramos periodos en que se prohibió el ejercicio de la

abogacía, citemos algunos ejemplos:

- “En los reinos de Castilla y de León, durante casi ochocientos años, no

hubo abogados”.

- Durante la Revolución Francesa, la Revolución Rusa y el Régimen

absolutista de Federico de Prusia, no hubieron abogados, o por lo

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Deontología Jurídica

menos se prohibió su ejercicio profesional.

- “Hernán Cortés y los demás conquistadores estuvieron siempre en

pugna con los juristas y llegaron a solicitar al Rey de España que no

mandara abogados a las nuevas tierras porque todo lo enredan y

perturban con sus pleitos la tranquilidad de la Corona.

APORTE DE LA ABOGACÍA EN LA HISTORIA DEL DERECHO.Conviene recordar que fueron juristas quienes forjaron el histórico Código de

Hamurabi, La Ley de las Doce Tablas y las Codificaciones de Justiniano. Así

mismo el famoso Código de Napoleón. “También han sido los juristas los que

han contribuido a desarrollar los sistemas de nuestra época: todo el Derecho

de tradición romanista, el Conmon Law, el Derecho Musulman y los Derechos

Socialistas”.

En la Roma antigua y Grecia, el abogado era la persona que requería tener

dote de carácter, ilustración, moral y grandes dotes de oratoria. En la historia

de Atenas ha sido considerada la ciudad docta de Grecia, fue la primera que

formó abogados, siendo Pericles el primer abogado profesional, como lo

señala Guillermo Cabanellas.

Desde aquellos tiempos hasta el momento, el perfil del hombre de derecho ha

cambiado debido a las múltiples transformaciones que ha tenido la civilización,

por las funciones múltiples que desempeña, en la sociedad y en el mercado y

por los nuevos roles que la sociedad le asigna.

En los actuales momentos de globalización de la economía, la sociedad se

transforma, así como el propio derecho, influenciado, a su vez por los cambios

económicos, culturales, políticos y de otra índole, por lo que el abogado debe

estar en constante adaptación.

En todas las urbes del mundo cotidianamente, “los abogados ponen su talento

y su devoción al servicio del ideal más elevado que ha creado el hombre: La

justicia, llegando en ocasiones a exponer su reputación y su misma vida”,

como nos lo cuenta la historia peruana.

Es el Derecho sobre el cual descansa la Sociedad y el Estado. No existe

sociedad en el mundo que no necesite del Derecho y por tanto de quienes lo

4

Deontología Jurídica

ejercen, lo interpretan y lo aplican. De otra manera no podría explicarse la

creciente necesidad del profesional del Derecho y su participación activa en las

diferentes actividades de la sociedad.

Tradicionalmente se ha entendido que la profesión de abogado, es aquella que

el abogado “en representación del cliente, es decir, al abogado que litiga”. Sin

embargo, el abogado no se dedica solo a ello, pues tiene otras destacadas

funciones, tales como asesorar o aconsejar a su patrocinado, asistir a terceros

ante los Tribunales, ejercer la docencia, la Magistratura y otras tareas de suma

importancia.

Lo cierto es que muchas veces el abogado resulta siendo una víctima de la

sociedad imputándolo culpas que pertenecen a ésta. El desprecio y las burlas

de las que ha sido objeto, responden a una errada concepción respecto a la

misión que debe cumplir el abogado, generalizando la conducta inmoral de

algunos a todos los profesionales del derecho. Sin embargo, no puede

negarse que “los hay carentes de sentido de responsabilidad, perezosos,

descuidados, cohechadores, ambiciosos de dinero que incluso engañan al

cliente y prolongan innecesariamente los juicios, pero no autoriza a juzgar

generalizando y extendiendo esa consideración a la abogacía como profesión,

ni siquiera a todos los abogados como personas” (6).

Corresponde a las nuevas generaciones reivindicar la profesión de abogacía,

por lo que se precisa de su concurso y militancia contra la inmoralidad y la

corrupción, preparándose competitivamente para enfrentar el gran reto de

encontrar justicia y paz, a través del Derecho. FUENTE: Carrillo Patraca,

Joaquín: “La Profesión del Abogado”, Revista Jurídica del Perú, Año XXVIII, Nº

I, Enero – Marzo 1977, pags. 3 – 7).

LA ÉTICA Y SU RELACION CON LA ABOGACÍALa Deontología forma parte de la Teoría Ética. La alternativa ética se encuentra

en la necesidad de construir una ética de mayor alcance, una ética motivada

por dos momentos diferentes: el primero, configurado por una ética inicial o

individual; y por un segundo elemento de corte ético. La Deontología

constituye una respuesta al deber cívico y humano, pues se considera como la

“Ciencia de los Deberes”, por tanto, promueve un imperativo en nuestras

5

Deontología Jurídica

acciones, exige el cumplimiento de los deberes. El Abogado, por la

Deontología asimila conocimientos no estrictamente legislativos, así. Tampoco

responde a un catálogo de codificaciones de conducta.

El Abogado debe estar movido por normas deontológicas y por tanto debe

poseer una moral de “acero”, debe ser transparente, sin doblegarse de esta

mísera sociedad. Es intolerante frente a la corrupción.

6

Deontología Jurídica

CONTENIDO DE LA SESION DE APRENDIZAJE Nº 08DEBERES DEL ABOGADO

2. PLAN DE SESION Nº 08 El plan de sesión Nº 08, forma parte de la Primera Unidad de Aprendizaje,

cuyo objetivo específico es conocer los principios morales que rigen en la

sociedad contemporánea. El tema de sesión como ha quedado dicho se

denomina “Deberes del Abogado”.

DEBERES DEL ABOGADOEl término abogado deriva de “AD” y “VOCATUS”, del verbo VOCARE, que

significa llamado para defender derechos de otro. Como función social es tan

antigua como la sociedad, pero como profesión se conoce de ella en Grecia.

En Atenas, durante los primeros tiempos, las partes defendían sus derechos

personalmente después de prestar juramento ante las vísceras de animales

sagrados o ante el altar de Euménides, nos informa el Maestro Mario Alzamora

Valdez, en su obra “Derecho Procesal Civil”. Teoría General del Proceso, pág.

201).

Como actividad privada, continua diciendo el mismo autor, la abogacía “reúne

los más variados y ricos aspectos: el abogado es jurisconsulto porque

absuelve las consultas que sobre el derecho le formulan los particulares;

letrado porque es experto en leyes, consejero y asesor porque orienta y guía, y

defensor, porque aboga a favor de su cliente. Como función pública, la

abogacía es un servicio al derecho para alcanzar la justicia, el más alto de los

valores sociales” (pág. 204).

“La relación del abogado con su patrocinado es de carácter privado, pero la

que mantiene con el Estado es de orden público. Por esta razón, Calamandrei,

considera que el profesional del derecho es un integrante de la organización

judicial, que persigue, a la vez que la defensa de su cliente, el interés público

por una sentencia justa. “En lo que hace el abogado, escribe Griswold, ejerce

una vocación pública. Así Elihu Root, uno de los más grandes abogados

1

Deontología Jurídica

norteamericanos, habló de la profesión pública del derecho. El abogado es un

servidor del pueblo como de su cliente cuando le ayuda a sortear dificultades

legales. Aunque su trabajo puede considerarse como preocupación específica

y de carácter privado. Como dijera en cierta ocasión el magistrado Holmes, la

responsabilidad última del abogado es “establecer, desarrollar o esclarecer las

normas que deben gobernar la conducta de los hombres durante los siglos;

poner en movimiento los principios y las influencias que van a dar forma al

pensamiento y a la acción de las generaciones ignorantes del mandato que

están obedeciendo”

En conformidad con el Código Procesal Civil, artículo 109°, constituyen

deberes y responsabilidades de los abogados en el proceso, juntamente con

las partes y apoderados, los siguientes:

- Proceder con veracidad, probidad, lealtad y buena fe en todos sus actos

e intervenciones.

- No actuar temerariamente en el ejercicio de sus derechos procesales.

- Abstenerse de usar expresiones descomedidas o agraviantes en sus

intervenciones.

- Guardar el debido respeto al Juez, a las partes y a los auxiliares de

justicia.

- Prestar al Juez su diligente colaboración para las actuaciones

procesales, bajo apercibimiento de ser sancionados por inconducta con

una multa no menor de tres ni mayor de cinco Unidades de Referencia

Procesal.

Así mismo los abogados responden de los perjuicios que causen con sus

actuaciones procesales temerarias o de mala fe. La sanción será la imposición

de una multa no menor de cinco ni mayor de veinte Unidades de Referencia

Procesal (art. 110° C. P.C.). Además si el Juez considera que el Abogado actuó

o ha actuado con temeridad o mala fe, remitirá copia de las actuaciones

respectivas a la Presidencia de la Corte Superior, al Ministerio Público y al

Colegio de Abogados correspondiente, para las sanciones a que hubiera lugar

(art. 111° C. P. C.).

El abogado al ejercer la profesión defiende en juicio, por escrito o de palabra.

2

Deontología Jurídica

Intercede o habla a favor de alguien, esto es, de su defendido. En el ejercicio

de la defensa debe cumplir con los códigos de ética de la profesión. No debe

implicar un abuso del derecho.

Constituye uno de los deberes éticos del abogado, apelar de las resoluciones

desfavorables a su patrocinado, sin recurrir con mala fe, esto es, induciendo a

error al juez. Debe conducirse con ética y veracidad en las audiencias. No

colaborar o ayudar a un cliente calumniador.

Debe procurar la conciliación. Debe, igualmente, ganar la confianza del cliente

con una diligencia auténtica en el desarrollo del proceso que se le ha

encomendado asesorar. Debe evitar que su cliente incurra en contumacia o

sea declarado contumaz.

Debe ser honesto y no cobrar honorarios excesivos. Tampoco debe

aprovecharse de la ignorancia de sus patrocinados.

No debe defender causas que no son de su especialidad o que no tiene la

suficiente pericia para asumirlas,

La infidencia constituye un acto contrario a la ética, por lo que el abogado no

debe recurrir a ella. Debe guardar el secreto profesional.

En concreto y siguiendo a San Alfonso de Ligorio, que ejerció la abogacía en

Nápoles, son deberes del abogado los siguientes:

- No aceptar causas injustas porque son peligrosas para su conciencia y

dignidad.

- No defender una causa usando medios ilícitos.

- No cobrar del cliente sino el honorario convenido.

- Tratar la causa patrocinada con celo y dedicación.

- Estudiar concientemente la defensa de los derechos del cliente.

- No perjudicar al cliente con negligencia o demoras, y en caso de que le

haya ocasionado algún perjuicio, resarcirlo, bajo pena de pecar contra la

justicia.

- Implorar el auxilio de Dios, porque Dios es el primer defensor de la

justicia.

- No aceptar causas superiores a su talento o a sus facultades.

- Ser siempre justo y honesto en el ejercicio profesional.

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Deontología Jurídica

Añadiré que el abogado tiene deberes generales, deberes relacionados con su

patrocinado, deberes relacionados con sus colegas, deberes relacionados con

el adversario y deberes relacionados con el Juez que conoce la causa que se

patrocina.

Entre los deberes generales, podemos ubicar los siguientes: Competencia

profesional y vocación, defender el Estado de Derecho. Los demás deberes se

encuentran en los Estatutos del Colegio de Abogados, Código Procesal del

Trabajo y Ley Orgánica del Poder Judicial.

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Deontología Jurídica

CONTENIDO DE LA SESION DE APRENDIZAJE Nº 09EL PERFIL DEL ABOGADO EN LA POST MODERNIDAD

2. PLAN DE SESION Nº 09 El plan de sesión Nº 09, forma parte de la Segunda Unidad de Aprendizaje,

cuyo objetivo específico es aplicar las normas éticas y morales al ejercicio

profesional del abogado. El tema de sesión como ha quedado dicho se

denomina “El Perfil del Abogado en la Post Modernidad”.

UN BREVE REPASO A LA REALIDAD. Intentemos encontrar algunas características de un abogado y para ello

hagamos las siguientes preguntas: ¿Qué idea tenemos de un abogado?,

¿Cómo podemos conceptuarlo?. ¿Acaso podemos afirmar que se trata de un

hombre correcto, ético, competente, con una gran capacidad de raciocinio,

bueno, leal, vasta cultura, eficiente, responsable y sólida formación cultural?.

¿Es esta la idea que tenemos del abogado?, O ES LO QUE DEBE SER?. En

todo caso, en una concepción totalmente distinta, podemos decir de él, que es

un sujeto mentiroso, frío, calculador e insensible, digno de poca confianza, no

sujeto de crédito y hasta temido. ¿A cual de estas dos opciones se asemeja

más el abogado?, ¿A la primera o a la segunda?. Sin temor a equivocarnos,

podemos afirmar que de los primeros hay muy pocos y de los segundos

muchos.

Revisemos, ahora, sobre la concepción que se tiene del servicio de justicia. Se

ha dicho que durante el siglo pasado, el servicio de justicia, no siempre estuvo

de cara a la realidad y al lado de las grandes mayorías, sino todo lo contrario.

En algún momento se dijo, que fue expresión del poder político, y en otro

momento, que fue el brazo derecho del poder y veleta del tiempo. Actualmente,

el servicio de justicia es lento, injusto y caro.

Respecto a las Facultades de Derecho (privadas o públicas), ALAN

DERSHOWITZ, brillante profesor de la Escuela de Derecho de Hartar, ha

dicho: “Lo que la mayoría de las Escuelas de Derecho no enseñan, o por lo

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Deontología Jurídica

menos no lo enseñan lo suficientemente bien, son las aptitudes básicas del

Abogado Procesalita: como preparar un caso, como interrogar a un testigo,

como argumentar ante el jurado, como escribir un informe y como argüir ante

los jueces de apelaciones”. Debe agregarse que con respeto a la moral, ética o responsabilidad social

poco o nada se inculca, con algunas excepciones.

En cuanto a las Facultades de Derecho en el Perú, hemos observado los

siguientes problemas:

- No se toma en cuenta el perfil del abogado que se está formando: las

curriculas están bastantes alejadas del abogado que necesita la

sociedad, y en especial el presente milenio. El resultado, es que el

egresado tiene dificultades para ubicarse laboralmente, creándose

sentimientos de frustración y fracaso sin que hayan ejercido la

profesión.

- Deficiencia en la admisión de los alumnos a la facultad. Conviene

recordar que la sociedad necesita resolver sus problemas y para ello

necesita buenos abogados. Por el contrario, los problemas empeorarán

o aumentarán con deficientes abogados, que muchas veces egresan en

masa.

- El método de enseñanza universitaria es memorista. No parece haber

interés en motivar la intervención y participación del estudiante en clase.

No se fomenta la investigación. El alumno toma nota de las clases sin

mayor análisis, ni crítica. Sólo reproduce.

De otro lado, no debemos olvidar, esta otra realidad, que se nos presenta

como un reto: la globalización de la economía, las grandes transformaciones

sociales, que alcanzan al Derecho, influenciado, a su vez, por los cambios

económicos, culturales, políticos y sociales.

En lo económicos, se vive dentro de una economía de mercado, globalizada

que ubica las relaciones de intercambio de bienes y servicios dentro de un

nuevo contexto, en el cual el Estado se convierte en un ente meramente

regulador, antes que interventor.

2

Deontología Jurídica

La Globalización de la economía busca centralizar la economía en el mundo; y

la producción tradicional es sustituida por la producción en serie, haciéndose,

presente, con más imperatividad el conocimiento, la competitividad, la calidad

y las megatendencias.

En el plano tecnológico, la informática y el desarrollo de los medios de

comunicación cambian la rutina de los individuos, de nuestros hogares, lo

mismo que en las empresas, industrias e instituciones.

En lo cultural, la información es mucho mayor que la que tuvieron nuestros

antepasado, no sólo por la masiva producción intelectual, sino también por la

facilidad con que podemos acceder al conocimiento especializado a través del

Internet, la computadora y la propia televisión. Las noticias que recorren miles

de kilómetros nos llegan rápidamente que nos sorprenden.

En el nivel político, han caído las ideologías socialistas y presenciamos el

triunfo y la vigencia del neoliberalismo. Los Estados buscan ser más pequeños

y eficientes, asignándose un papel regulador de la economía antes que

interventor.

Ante tales condiciones, es de suponer, que el Derecho y el papel del operador

del Derecho también cambia y se encuentra ante una realidad nueva en la que

tiene que desenvolverse y desarrollarse. En concreto, LA FUNCIÓN DEL

ABOGADO HA CAMBIADO (EVOLUCINADO) CON RELACIÓN AL ROL QUE

LA ACTUAL SOCIEDAD LE ASIGNA.

En consecuencia, el profesional del Derecho está obligado a adecuarse a los

actuales momentos y por tanto debe tener un adecuado perfil profesional.

COMO DEBE SER UN ABOGADO.

En primer lugar, digamos y afirmemos que los requerimientos para el abogado,

siempre fueron:

- Poseer valores personales positivos (comportamiento ético).

- Una sólida formación profesional; y

- Un amplio bagaje cultural, entre otros.

La palabra Abogado deriva de AD y VOCATUS. Del verbo VOCARE que

significa LLAMADO. En Grecia, antes de cada audiencia en el areópago, se

3

Deontología Jurídica

esparcía agua lustral para que los jueces y abogados entraran a la audiencia

en estado de pureza.

El Digesto de Roma (Libro III, Títulos I y II), prescribía: “Abogar es exponer en

juicio las propias razones o las razones del amigo refutando las del

adversario”. En aquellos tiempos, el prestigio de los abogados no se basaba

en las cualidades oratorias ni en el éxito económico de sus gestiones, SINO

DE SU ENTEREZA MORAL. Eran defensores de las personas, de la sociedad

y de la República, de la justicia y la libertad” (Mario Alzamora Valdez).

La profesión del abogado fue reglamentada en Francia, durante el reinado de

Luis de Francia, en 1327, bajo el imperio del Rey Felipe, prescribiéndose en

forma severa que no podían abogar sino los inscritos en los Collegiun y

después de un periodo de aprendizaje. Es durante el Renacimiento, que se

inicia la preparación de los abogados en las Universidades.

El abogado al ejercer su profesión, realiza una doble función:

a) Privada: Reúne los más variados y ricos aspectos:

- Jurisconsulto: Porque absuelve las consultas sobre el derecho que le

formulan los particulares.

- Letrado: Porque es experto en leyes.

- Consejero y Asesor: Porque orienta y guía.

- Defensor: Porque aboga a favor de su cliente. Cuando defiende el

interés de la parte traduce la palabra de su cliente al lenguaje que la ley

para dialogar con el Juez y con el otro abogado, dice Carnelutti, pero sin

perder de vista la justicia.

- Patrocina y ejerce la defensa forense: en los estrados judiciales, así

como en el área administrativa y arbitral.

- Investigador académico: En las diferentes ramas del Derecho.

- Docente Universitario: Puede ejercer la docencia en las Universidades

y en otros centros de formación profesional.

- Magistrado: Puede hacer carrera en la Magistratura y en el Ministerio

Público.

- Diplomático: Puede hacer carrera diplomática.

4

Deontología Jurídica

- Militar: Puede hacer carrera militar, asimilándose a los distintos

institutos armados.

- Político: Puede ejercer el liderazgo político.

- Consultor: En distintos organismos técnicos de cooperación nacional e

internacional.

- Gestor: Como representante y apoderado de asociaciones de defensa

del consumidor.

b) Pública: Constituye un servicio al derecho para alcanzar la justicia, el

más alto de los valores sociales.

Si concebimos la defensa como una relación entre el abogado y el cliente,

tendremos una concepción recortada y totalmente equivocada. Debe

aceptarse que esta relación es privada, pero tal relación lo lleva a establecer

también una relación con el Estado, por lo que la relación es también pública.

Sobre el particular Pietro Calamandrei dice: “… el profesional del derecho es

un integrante de la organización judicial que persigue, a la vez que la defensa

de su cliente, el interés público por una sentencia justa”.

Por su parte el Maestro Alzamora Valdez, hace la siguiente cita: “En lo que

hace el abogado, escribe Griswold, ejerce una cocción pública. Así Ellhu Root,

uno de los más grandes abogados norteamericanos, habló de la PROFESION

PUBLICA DEL ABOGADO. El abogado es un servidor del pueblo como de su

cliente, cuando le ayuda a sortear dificultades legales. Aunque su trabajo

puede considerarse como una preocupación específica, es siempre muy

grande. Como dijera en cierta ocasión el Magistrado Colmes, la

responsabilidad última del abogado es “establecer”, desarrollar o esclarecer

las normas que deben gobernar la conducta de los hombres durante los siglos;

poner en movimiento los principios y las influencias que van a dar forma al

pensamiento y a la acción de las generaciones ignorantes del mandato que

están obedeciendo” (Cita, en el Boletín del Colegio de Abogados de Lima, Año

III, Nº 1, 1º de Enero de 1969).

En todos los campos antes señalados, su orientación y consejo son

5

Deontología Jurídica

necesarios. “Su misión consiste en encausar los hechos dentro de las pautas

de la norma jurídica, en dirigir la conducta humana hacia los valores sociales

que la orientan; en propender a que se realice más plenamente el Estado de

Derecho” (Alzamora Valdez).

Robespierre, en su momento dijo: “La abogacía es una profesión que ha

conservado desde el comienzo de la historia el valor de decir la verdad, que ha

osado sostener y defender el derecho del hombre humilde contra el poderoso

opresor y cuyas actividades fueron necesarias para el desarrollo espiritual de

la sociedad”.

Respecto a los deberes de los abogados, Alfonso María de Liborio, que ejerció

la abogacía en Nápoles, señaló lo siguiente:

- No aceptar causas injustas porque son peligrosas para su conciencia y

dignidad.

- No defender una causa usando medios ilícitos.

- No cobrar del cliente sino el honorario convenido.

- Tratar la causa patrocinada con celo y dedicación.

- Estudiar concientemente la defensa de los derechos del cliente.

- No perjudicar al cliente con negligencias o demoras, y en caso de que le

haya ocasionado algún perjuicio, resarcirlo bajo pena de pecar contra la

justicia.

- No implorar el auxilio de Dios, porque Dios es el primer defensor de la

justicia.

- No aceptar causas superiores a su talento o a sus facultades.

- Ser siempre justo y honesto en el ejercicio profesional.

Cualidades del abogado. Debe reunir entre otras, las siguientes características:

- Personalidad: Debe ser absolutamente autosuficiente y seguro.

- Intelecto: Debe poseer un bagaje cultural muy alto y tener muchos

conocimientos en áreas conexas que le den una amplia y más clara

visión del asunto sometido al proceso y de las personas con que trata.

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Deontología Jurídica

- Constancia: El proceso no se acaba en un día, ni en un mes, por ello

debe supervisarlo y tenerlo siempre bajo control y nunca desalentarse

de él.

- Empuje: Habrá muchos momentos en que la balanza se puede inclinar

en nuestra contra y el proceso volverse adverso, debe estar preparado,

no decaer y luchar por revertir esta situación.

- Agilidad mental: Debe tomar decisiones casi de inmediato, porque no

siempre hay tiempo para consultar a otros.

- Ingenio: Debe ser hábil y poseer muchos recursos para alcanzar sus

objetivos, todo siempre de lo legal y ético.

- Confianza: Debe confiar en las decisiones que tome, porque de ellas

dependerá el resultado del proceso.

- Disciplina: El proceso toma tiempo, por ello debe ser muy ordenado y

distribuir inteligentemente su atención y tiempo a lo largo de este.

- Agudeza: Debe tener visión para analizar todos los hechos y pruebas y

rescatar todo lo que le favorezca; en especial, percibir todos aquellos

detalles que puedan pasar inadvertidos.

- Determinación: Debe tener iniciativa y adelantarse a los

acontecimientos.

- Convencimiento: Debe tener don de persuasión y convicción.

- Memoria: Debe recordar perfectamente sus puntos débiles y fuertes,

tanto de él como de su contendor, para una eficaz toma de decisiones, a

veces casi de inmediato como en las audiencias.

- Simpatía: Su medio de desenvolvimiento lo hace estar en contacto con

mucha gente; debe saber tratarla y conseguir de ella lo esperado.

Con toda seguridad, el rasgo principal de un abogado es tener “una confianza

innata en si mismo”. Ello es necesario para poder actuar con rapidez y

decisión, sobre todo cuando no hay tiempo para consultar a otros y no se tiene

en el momento, alguien que le aconseje. Hemos de entender que esta no es

una profesión en la cual se pueda “consultar a papá”, o asesorarse con un

perito, antes de tomar una decisión.

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Deontología Jurídica

El lenguaje es clave en el ejercicio de la profesión. Debe sumarse a ellos una

amplia cultura con sólidas base en humanidades y con énfasis en filosofía,

historia y psicología. Es a través del lenguaje que se manifiestan todas las

aptitudes.

“El abogado que tiene pleno dominio del lenguaje, aventaja a cualesquier

oponente menos talentosos; ya que su principal herramienta es el idioma de

persuasión”.

Debe desarrollar o tener una gran capacidad (habilidad) para el análisis y la

lógica, a fin de tomar decisiones difíciles de una manera rápida, confiada y

acertada.

Debe tener capacidad de comprender la naturaleza de un problema o cuestión

y llegar a conclusiones correctas respecto a las diversas soluciones y

alternativas posibles.

EL JUEGO DEL AJEDREZ: Resulta un buen ejemplo a seguir como

introducción a la estrategia procesal.

El número de diferentes problemas y alternativas que presenta el ajedrez a un

jugador es infinito. Un buen jugador de ajedrez tiene que ser capaz de prever

todas las consecuencias posibles de determinados movimientos y, luego,

escoger el mejor. Normalmente, el ganador, es el jugador que puede percibir

estas consecuencias con más acierto. Además, el ajedrez presenta una

oportunidad de aprender otra habilidad muy valiosa, la del sacrificio inteligente

para obtener un beneficio a largo plazo. Una ajedrecista va a perder peones,

caballos, alfiles y torres en cualquier partido en contra de un adversario de

igual fuerza. Puede perder su reina, pero si salva al rey, entonces gana el

partido. Así, los abogados procesalistas, tienen que hacer lo mismo de una

manera constante, cada vez que se introduce alguna evidencia en un caso,

puede haber un precio a pagar. Pero existe entre el ajedrez y el proceso, una

diferencia notable, es el factor tiempo. En el ajedrez, puedo quedarme durante

mucho tiempo analizando el tablero y mis posibilidades de juego, pero, en un

proceso, muchas veces se deben tomar decisiones trascendentes de modo

inmediato e impostergable.

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Deontología Jurídica

En el proceso, el abogado, cumple una irreemplazable labor, pues al tratar de

introducir evidencias, guía al juez a una justa y pronta resolución ajustada a

derecho (nadie mejor que el conoce los hechos de cerca). Por ello debe enviar

sus pruebas con los actos postulatorios en lo civil y en lo laboral. En lo penal

ha de buscar evidencias para su defendido.

La especialización, es otro hecho importante, a tener en cuenta en la profesión

del Abogado, considerando que en otras profesiones hay especialidades. En la

Medicina, hay médicos cirujanos, radiólogos, oftalmólogo, otorrino, etc. En

contabilidad, encontramos al contador, auditor, perito – contable, etc. En

Derecho carecemos de dicha especialización, superada en cierta forma por las

MAESTRÍAS.

En la profesión de abogado, encontramos que ahora, son civilistas, mañana

son penalistas, otro día son tributaristas, siendo ésta una de las razones por

las que nuestra profesión no avanza, se ha estancado: TODOS SALIMOS DE

LA UNIVERSIDAD A LITIGAR.

“Recordemos que todo abogado en algún momento tramita un proceso; por

ello, no se le puede considerar – abogado procesalista -. Así como quien por

helecho de cantar una canción no se le puede llamar cantante. Ambos

procesalista y cantante, conocen a la perfección su oficio, y saben cuando algo

es posible o no. El primero para beneficio de su cliente, el segundo para

deleite de su audiencia”.

RETOS QUE DEBEN ENFRENTARSE. 1. En la formación del Abogado.

- Deben superarse las deficiencias y desniveles educativos.

- Superar la masificación de la profesión. Ser más exigente en la

selección de los postulantes en las universidades y en el otorgamiento

de títulos. Dejar de “fabricar” abogados, porque ello trae como

consecuencia el desempleo y el subempleo.

- Superar el conformismo académico y profesional.

Piero Calamandrei, en su momento dijo: “Hay que sustituir los métodos de

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Deontología Jurídica

enseñanza que condenan a los alumnos a la miseria y la parálisis por un

método que estimule sus iniciativas con la sensación de independencia y

con sentido de responsabilidad”.

Podemos anotar que la calidad de un abogado depende de tres factores

básicos:

- La calidad del estudiante.

- La calidad de los profesores; y

- De los objetivos educativos que deben ser coherentes y actualizados

(tener presente los cursos de ética y de formación en temas

económicos).

ZIGURDS ZILE (Profesor de Derecho de la Universidad de Wisconsin, en

EE. UU., dice: “Uno de nuestros problemas como educadores es que NO

sabemos que estamos haciendo. Mi impresión es, no obstante que la

enseñanza del Derecho, está más seria y crónicamente afligida que por

ejemplo, la enseñanza profesional en medicina, ingeniería o periodismo”.

En la enseñanza del Derecho, podemos identificar tres preocupaciones

básicas:

- Una preocupación por los objetivos finales fundamentales (el perfil del

abogado a formar, actualización de currícula, etc.).

- Una preocupación por la calidad del estudiantado (proceso de admisión

o selección), y

- Preocupación por el proceso pedagógico.

PAUTAS PARA SER UN ABOGADO EFICIENTE. 1. A Nivel Subjetivo:

- Cultivo de valores deontológicos entre los que se encuentran: La moral,

la ética, la honradez, la sinceridad, inteligencia, carácter, presencia

personal, etiqueta, cortesía, prudencia, pericia, disciplina, etc.

- Vocación de servicio, proyección social, comprensión del ser humano y

cierta dotes de sacrificio, solidaridad. NO BASTA CON SERLO,

10

Deontología Jurídica

TAMBIEN HAY QUE PARECERLO.

2. Nivel Jurídico:

- Sólida formación académica.

- Especialización: Además del Derecho Penal, Civil y Laboral, se

encuentran las especialidades en Derecho Tributario, Aeronáutica,

Marítimo, de Familia, Constitucional, Aduanero, Minero, Turismo,

Empresarial, Marcario, Concursal, Pesquero, Ambiental, Financiero, de

Seguros, del Consumidor, de la Competencia, de Comercio Exterior, en

el Mercado de Valores, en Servicios Públicos, en Derechos Humanos,

etc.

- Asistencia a certámenes académicos.

- Información jurídica actualizada, legislativa, doctrinaria y jurisprudencial.

Así mismo cultural.

- Formación en mecanismos alternativos de solución de conflictos,

prepararse en el conocimiento de la negociación, conciliación,

mediación, arbitraje.

- Redacción de artículos, textos y ponencias.

- Práctica y trabajo de expectativa. A veces resulta importante el lugar

donde realizó sus prácticas.

Nivel Extrajurídico. - Informática – Ofimática: Se refiere a conocimientos de computación

para el desarrollo de monografías y trabajos de investigación.

Acrecientan la facilidad para el procesamiento de la información. LA

OFIMÁTICA: es la incorporación de tecnología informática en las

oficinas, debiendo contar con computadoras, son software debidamente

licenciado con programas aplicativos para la labor jurídica, programas

de gestión documentaria, contable y bibliográfica. Tener línea telefónica,

fax, acceso a Internet, correo electrónico y otros implementos

requeridos.

- Administración y Gerencia: Conocimiento sobre gestión de recursos

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Deontología Jurídica

humanos, materiales, de conocimiento y de tiempo, conocer los

fundamentos de la administración moderna, a fin de cumplir un

adecuado rendimiento profesional y el cumplimiento de objetivos

institucionales.

- Estrategia de llegada al cliente: Trabajo en equipo y por especialidad,

estudio jurídico colegiado, incorporar estrategias de mercado (Marketing

y publicidad de servicios jurídicos).

- Análisis económico del Derecho: Conocer las ventajas comparativas

y competitivas del lugar de su actividad forense. Tener en cuenta la

competencia.

- Oratoria y Relaciones Públicas.

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Deontología Jurídica

CONTENIDO DE LA SESION DE APRENDIZAJE Nº 10 EL CÓDIGO DE ETICA DEL ABOGADO Y EL DECÁLOGO DE COUTURE

2. PLAN DE SESION Nº 10 El plan de sesión Nº 10, forma parte de la Segunda Unidad de Aprendizaje,

cuyo objetivo específico es aplicar las normas éticas y morales al ejercicio

profesional del abogado. El tema de sesión como ha quedado dicho se

denomina “El Código de Ética y el Decálogo del Abogado”.

El Abogado en el ejercicio de su profesión en los Tribunales de Justicia, se

relaciona con quien solicita sus servicios, con el abogado de la parte contraria

y con los magistrados que conocen del proceso en el que participa en defensa

y representación de su patrocinado. Se trata de una relación activa y no pasiva

que lo obliga a asumir un comportamiento ético, desde el momento en que

inicia una defensa hasta que la concluye. Esto significa que su obligación

moral se encuentra presente, antes, durante y después del proceso, cualquiera

fuera la naturaleza de este (civil, penal, laboral, constitucional, administrativo,

etc. etc.)

El Código de Ética de los Abogados es el que contiene los lineamientos para

una conducta moral del profesional del derecho. Establece normas en sus

relaciones con la administración de justicia y demás autoridades, con sus

patrocinados, con sus colegas y la contraparte. Rige a nivel nacional para

todos los abogados del Perú.

NORMAS GENERALES

- Debe tener presente que es un servidor de la justicia y un colaborador

de su administración, por tanto su deber profesional es defender, los

derechos de su patrocinado, con estricta observancia de las normas

jurídicas y morales. Es un colaborador del Juez en el ejercicio de sus

funciones.

- Debe mantener el honor y la dignidad profesional. El combatir por todos

los medios lícitos, la conducta moralmente censurable de jueces y

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Deontología Jurídica

colegas, constituye, no solo un derecho, sino al mismo tiempo un deber.

- Debe obrar con prudencia, honradez y buena fe, por lo que no debe

aconsejar actos fraudulentos, afirmar o negar con falsedad. Por ello no

debe hacer citas inexactas o tendenciosas, ni realizar acto alguno que

estorbe la administración de justicia.

- Abstenerse de sobornar a un empleado o funcionario público, por que

falta gravemente al honor y a la ética profesional. Está obligado a

denunciar actos de esta naturaleza cometidos por un colega.

- El abogado tiene libertad para aceptar o rechazar los asuntos en que se

solicite su patrocinio, sin necesidad de expresarlos motivos de su

resolución, salvo en el caso de nombramiento de oficio, en que la

declinación debe ser justificada. Al resolver, debe prescindir de su

interés personal y cuidar de que no influyan en su ánimo el monto

pecuniario, ni el poder o la fortuna del adversario. No aceptará un

asunto en que haya de sostener tesis contrarias a sus convicciones,

inclusive las políticas o religiosas, con mayor razón si antes las ha

defendido, y cuando no esté acuerdo con el cliente en la forma de

plantearlo o desarrollarlo, o en caso de que pudiera ser menoscabada

su independencia por motivos de amistar, parentesco u otros. En suma,

no deberá hacerse cargo de un asunto sino cuando tenga libertad moral

para dirigirlo.

- La profesión del abogado impone la obligación de asumir la defensa de

los más desprotegidos en forma gratuita.

- Es libre para asumir la defensa de un acusado, independientemente de

su opinión personal sobre la culpabilidad de este, debiendo emplear

todos los medios lícitos para la defensa, una vez que aceptó.

- El secreto profesional constituye un deber y un derecho. Como deber,

está obligado a guardarlo aún después que haya concluido su defensa.

Como derecho, no está obligado a revelar confidencias, incluso cuando

es citado a declarar.

- La formación de la clientela debe ser decorosa, esto es, basada en su

buena reputación, capacidad profesional y honradez. Por tanto, no

2

Deontología Jurídica

empleará recursos extraños a su capacidad profesional, como recurrir a

fomentar pleitos, garantizar o exagerar sus posibilidades de éxito,

provocar publicidad en su propio elogio y otros medios análogos. Es

contrario al decoro y a la dignidad profesional que el abogado utilice

intermediarios que le busquen clientes mediante el pago de una

comisión.

- La puntualidad es deber del abogado en todos sus actos profesionales

y, particularmente, en lo que se relaciona con la citación de los

tribunales y las reuniones con clientes y colegas.

RELACIONES CON LOS TRIBUNALES Y DEMÁS AUTORIDADES.

- Estará dispuesto, en todo momento, a prestar su apoyo a la

Magistratura, guardando su independencia y autonomía al ejercer tan

noble ministerio.

- Debe velar porque el nombramiento como Magistrado no se deba a

consideraciones de carácter político, sino exclusivamente a su aptitud

para el cargo. Está obligado, igualmente, a dedicarse exclusivamente al

desempeño de la función para el que fue designado. Debe denunciar

ante el Colegio de Abogado, los casos en que los magistrados carezcan

de algún requisito legal para desempeñar la función para la que fue

designado o ponga en riesgo su imparcialidad como juzgadores.

- El abogado que integra la Junta Directiva de su Colegio o Asociación no

podrá ejercer ni aceptar el cargo de Magistrado Suplente, excepto

cuando para ese cargo no exista en el lugar el número de abogados

suficientes.

- El abogado sólo interpondrá una queja contra un Magistrado cuando

haya un motivo fundado. La queja la interpondrá ante el órgano

respectivo o ante su Colegio. Lo expuesto también es aplicable con

relación a cualquier funcionario ante quien los abogados deban actuar.

- Cuando un Abogado deje de desempeñar la magistratura o algún cargo

público, no debe aceptar el patrocinio de asuntos en los que intervino

3

Deontología Jurídica

con carácter oficial. Tampoco patrocinará casos semejantes a otros en

los cuales expresó opinión diversa en su carácter de funcionario,

mientras no justifique su cambio de criterio.

- Es deber del Abogado no ejercer influencia sobre el juzgador, apelando

a vinculaciones políticas o de amistad, o recurriendo a cualquier otro

medio que no sea el de la defensa. Es falta grave intentar o hacer

alegaciones al juzgador fuera del tribunal sobre un litigio pendiente.

- Ningún Abogado debe permitir que se usen sus servicios profesionales

o su nombre, para facilitar o hacer posible el ejercicio de la profesión por

quienes no están legalmente autorizados para ejercerla. Denigra su

profesión el Abogado que firme escritos en cuya preparación y

redacción no intervino o que preste su intervención s´lo para cumplir

exigencias legales.

RELACIONES DEL ABOGADO CON SUS CLIENTES

- El Abogado está obligado a servir a su cliente con eficiencia, decisión

para que haga prevalecer sus derechos, sin temor de provocar

animadversiones o represalias de autoridades o particulares. Ninguna

circunstancia deberá coactar su libertad y su conciencia y no podrá

exculparse de un acto ilícito atribuyéndolo a instrucciones de su cliente.

- Antes de iniciar un proceso o durante el mismo y en el momento en que

lo considere oportuno, el Abogado procurará resolver el conflicto

propiciando una equitativa conciliación. No debe asegurarle que su

proceso tendrá éxito, sino sólo opinar según su criterio sobre el derecho

que le asiste.

- El Abogado está obligado a informar al cliente de los riesgos,

incertidumbres y demás circunstancias que puedan comprometer el

buen resultado del proceso.

- Las relaciones del Abogado con su cliente deben ser personales, por lo

que no ha de aceptar el patrocinio de clientes por medio de agentes,

excepto, cuando se trate de instituciones altruistas para ayuda de

4

Deontología Jurídica

pobres.

- El Abogado debe adelantarse a reconocer la responsabilidad que le

resulte por su negligencia, error inexcusable o dolo, allanándose a

indemnizar por los daños y perjuicios ocasionados al cliente.

- El Abogado debe informar inmediatamente a quien solicite sus servicios,

de las relaciones que pueda tener con la otra parte y de cualquier

interés que tuviere en el asunto y, en general, de las circunstancias en

que se encuentra y que puedan considerarse adversas a quien

demanda su patrocinio.

- Una vez aceptado el patrocinio de un asunto, el Abogado no podrá

renunciarlo sino por causa justificada sobreviniente que afecto su honor,

su dignidad o su conciencia, o implique incumplimiento de obligaciones

morales o materiales del cliente hacia el Abogado o haga necesaria la

intervención exclusiva de profesional especializado. Al renunciar debe

cuidar no dejar indefenso a su cliente.

- El Abogado debe velar porque su cliente guarde respeto a los

magistrados y funcionarios, a la contraparte, a sus Abogados y a los

terceros que intervengan en el asunto; y porque no hagan actos

indebidos. Si el cliente persiste en su actividad reprobable, el Abogado

debe renunciar al patrocinio.

- El Abogado no debe aconsejar la realización de ningún acto fraudulento

ni instruir a su cliente o testigos para que tergiversen o eludan sus

respuestas en sus declaraciones. Tampoco debe ofrecer testigos falsos,

ni tratar de sobornar a los auxiliares de justicia para que incumplan sus

deberes de función.

- Cuando al solicitarse los servicios de un Abogado exista alguna

circunstancia que pueda afectar su independencia o hacer dudosa su

imparcialidad o cuando se presenta durante el desempeño de su

patrocinio, el abogado deberá ponerlo en conocimiento del cliente, para

que decida si continúa con sus servicios.

- Desde el momento en que el Abogado es consultado sobre un asunto

legal, inclusive cuando no haya absuelto la consulta, está impedido de

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Deontología Jurídica

aceptar el patrocinio de la otra parte.

- Como norma general en materia de honorarios, el Abogado tendrá

presente que el objeto esencial de la profesión es servir a la justicia y

colaborar en su administración. El provecho o retribución nunca debe

constituir el móvil de los actos profesionales.

RELACIONES DEL ABOGADO CON SUS COLEGAS Y CON LA PARTE CONTRARIA

- Entre los abogados debe haber fraternidad que enaltezca la profesión,

respetándose recíprocamente, sin dejarse influir por la animadversión

de las partes. Se abstendrán cuidadosamente de expresiones

malévolas o injuriosas y de aludir a antecedentes personales,

ideológicos, políticos o de otra naturaleza, de sus colegas. Debe ser

correcto con sus colegas. En ningún caso, ni por apremio de sus

clientes, el abogado debe apartarse de los dictados de la decencia y del

honor y está en el deber de facilitar a sus colegas la solución de

inconvenientes momentáneos, cuando estén imposibilitados de

intervenir por razones que les sean imputables, tales como enfermedad,

ausencia imprevisible, duelo o fuerza mayor.

- No ha de realizar trato alguno con el Abogado de la contraparte directa

o indirectamente, sino por conducto o por conocimiento previo de su

cliente. Sólo con la intervención de este podrá gestionar convenios o

transacciones. No debe inducir a los testigos de una causa civil o penal

en la que intervenga a que se aparten de la verdad.

- El Abogado no intervendrá en favor de persona patrocinada en el mismo

asunto por un colega, sin dar previamente aviso a este, salvo el caso de

renuncia expresa o de imposibilidad del mismo. Si sólo llegar a conocer

la intervención del colega después de haber aceptado el patrocinio, se

lo hará saber de inmediato.

- El Abogado no debe realizar gestiones para desplazar a un colega o

sustituirlo en cualquier cargo profesional. Tampoco debe participar o

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Deontología Jurídica

inmiscuirse en asuntos que dirija otro colega, sin su previa conformidad.

- El Abogado sólo podrá asociarse para ejercer la profesión con otros

abogados y en ningún caso con el propósito ostensible o implícito de

aprovechar indebidamente su influencia para conseguir asuntos.

DECALOGO DEL ABOGADO(Eduardo Couture)

1. ESTUDIA: El Derecho se transforma constantemente, si no sigues sus

pasos, serás cada día un poco menos abogado.

2. PIENSA: El Derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando.

3. TRABAJA: La abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la

justicia.

4. LUCHA: Tu deber es luchar por el Derecho; pero el día que encuentres

en conflicto el Derecho con la Justicia, lucha por la justicia.

5. SE LEAL: Leal para con tu cliente al que no debes abandonar hasta

que comprendas que es indigno de ti. Leal para con el adversario,

aunque él sea desleal contigo. Leal para con el Juez, que ignora los

hechos y debe confiar en lo que tú le dices; y que, en cuanto al derecho,

alguna que otra vez debe confiar en el que tú le invocas.

6. TOLERA: Tolera la verdad ajena en la misma medida en que quieres

que sea tolerad la tuya.

7. TEN PACIENCIA: El tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su

colaboración.

8. TEN FE: Ten fe en el derecho como en el mejor instrumento para la

convivencia humana; en la justicia, como el destino normal del derecho;

en la paz, como el sustitutivo bondadoso de la justicia y, sobre todo, ten

fe en la libertad, sin la cual no hay Derecho, ni justicia, ni paz.

9. OLVIDA: La abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada batalla

fueras cargando tu alma de rencor, llegará un día que la vida será

imposible para ti. Concluido el combate, olvida tan pronto tu victoria

como tu derrota.

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Deontología Jurídica

10. AMA TU PROFESION: Trata de considerar la abogacía de tal manera,

que el día en que tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres un

honor para ti proponerle que se haga abogado.

FUENTE: Alzamora Valdez, Mario: “Derecho Procesal Civil – Teoría General del

Proceso. Octava Edición, Ediciones EDDILI. Pags. 212 y 213.

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Deontología Jurídica

CONTENIDO DE LA SESION DE APRENDIZAJE Nº 11 DEONTOLOGÍA FORENSE Y ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA

2. PLAN DE SESION Nº 11 El plan de sesión Nº 11, forma parte de la Segunda Unidad de Aprendizaje,

cuyo objetivo específico es conocer los principios morales que rigen en la

sociedad contemporánea. El tema de sesión como ha quedado dicho se

denomina “Deontología Forense y Administración de Justicia”.

EL JUEZ Y LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA“Administrar justicia es administrar la vida,

garantizar la libertad, la propiedad, el trabajo, la

familia y nuestra noble existencia” (Filiberto

Villacorta Peralta).

CONDICIONES GENERALES PARA SER JUEZ. La palabra Juez, deriva de las voces latinas: JUS y DAX. Este último es una

contracción de VINDEX, lo que significa que el Juez es un VINDICADOR del

Derecho, el que rectifica la injusticia, el que señala lo que es justo.

El Juez es un servidor del Estado y su función es Administrar Justicia,

aplicando el Derecho. Aristóteles en su obra la “Ética Nicomaquea”, dijo que:

“Todas las veces que los hombres disputan entre si, recurren al Juez. Ir al

Juez, agrega, es ir a la justicia, pues el Juez es, por así decirlo: LA JUSTICIA

ANIMADA”.

En la Ley 1, Título IV, de la partida 3, se prescribe: “Los juzgadores, han

nombre de jueces, que quiere decir tanto decir, como homes bonos que son

puestos para mandar et facer derecho”.

De lo anterior podemos decir que las calidades esenciales del Juez, son las

siguientes:

- Virtud de la justicia.

- Rectitud de la conciencia.

- Bondad del alma.

1

Deontología Jurídica

Osorio y Gallardo, respecto al Juez ha dicho: “Los pueblos pueden vivir sin

riquezas, sin bellezas y hasta sin salud. Vivirán mal, pero vivirán. Y sin justicia

no podrán vivir. Si yo no tengo seguridad de que no moriré asesinado

impunemente, si no puedo conservar los vienes que he ganado con mi trabajo,

si no puedo defender a mi esposa contra la calumnia, si no puedo guiar la

formación de mis hijos, si no puedo ejercer libremente mis derechos de

ciudadano, la vida no merecerá la pena ser vivida. Existencia sin justicia es

inferior a la animalidad”.

Puede afirmarse, entonces, que el juez realiza la tarea más noble y su tarea es

impartir la justicia para alcanzar la paz perturbada por la violación del derecho.

El Juez debe poseer las más altas calidades morales, de modo que a los

“jueces indignos, son rechazados por la sociedad. “Los buenos jueces pueden

aplicar bien las leyes defectuosas; las leyes más perfectas son instrumentos

de iniquidad en manos de malos jueces”.

“La formación profesional del Juez, debe destacarse por su amplitud y solidez.

El Juzgador, expresa el mismo Saber, no es una simple máquina de

subsunciones lógicas, sino que debe ser un profundo conocedor del derecho,

esto es, del espíritu de la ley, que exige preparación filosófica, cultura

sociológica y económica, visión histórica y experiencia, aparte de lucidez y

agilidad de mente” (Mario Alzamora Valdez).

El Juez debe ser justo, es decir, aplicar la justicia, que es la más preclara de

las virtudes. Pero, además, debe ser PRUDENTE. Es el jurisprudente, hábito

moral que se traduce en: Ponderación y equilibrio, para apreciar los hechos y

crear el derecho al margen de la influencia y la pasión.

“No puede desempeñar la judicatura “el que fuere sin sentido, porque no tiene

entendimiento; el que fuese mudo, porque no podría preguntar a las partes, ni

responder a éstas; el que fuere sordo, porque no oiría las razones ni los

alegatos; el ciego, porque no vería a los hombres; el que tuviese una

enfermedad continuada, porque no podría asistir a los juicios: el que tuviese

mala fama o hubiese hecho cosa por la que valiese menos, porque ese no

tiene derecho de juzgar a otros …” (Hugo Alsina, citando la Ley XLII, del Título

XXXII del Ordenamiento de Alcalá).

2

Deontología Jurídica

LA ADMINISTRACION DE JUSTICIA Y EL ROL DEL JUEZ. La Magistratura. “Entre las formas de eclosión de la superioridad mental, ninguna más ingrata,

más penosa y acaso más propicia a la incomprensión y al olvido que la de la

Magistratura… La carrera judicial es tan fecunda, tan intensa y tan

extraordinaria, que francamente la vida de un hombre no alcanza ni puede

alcanzar para abarcar toda la experiencia que debe tener un completo

magistrado, como consecuencia de la máxima potencialidad del Derecho”

(Gabriel del Castillo).

Quienes no pueden ser jueces. El poder de administrar justicia, no se puede encomendar al hombre común,

sino al selecto y preparado … Ya no puede ni debe ser juez el que posee un

espíritu rudo y vulgar, sino el que lleva en el, el eje escondido en que reposan

los derechos del ciudadano y del Estado, y la salvaguarda de la moralidad

social”.

Ya no pueden ser jueces, como los que condenaron a Arístides, a Sócrates y a

Jesús, en cuyas decisiones solo reino la ignorancia de la multitud.

“…la justicia cuando es tardía deja de ser justicia y los trámites innecesarios y

hasta maliciosos que se dan a los procesos, por la falta de voluntad para

resolverlos por la apatía e indiferencia del mal juez, es la polilla impía que la

estrangula y la asfixia…”.

A quien no puede llamársele Juez. “No puede llamarse juez al inescrupuloso que deslustra la moralidad de la

institución, al que delega, con frecuencia, en otros el desempeño de sus

funciones, amparando como legal lo que jamás ha ejecutado y poniendo en

peligro en esta forma la seguridad de la convivencia y de la justicia social, al

que ha perdido la vergüenza y tiene la costumbre de pedir favores, amparado

en el cargo que desempeña, al que no permanece en su sitio, como verdadero

soldado de la justicia y distrae su precioso tiempo en charlas inútiles con

litigantes y amigos, menoscabando su prestigio y respetabilidad, al timorato

que no tiene el valor suficiente para hacer justicia con toda imparcialidad, y al

que hace del Derecho y de la Ley jirones despedazándolo por su propia

3

Deontología Jurídica

inmoralidad e ignorancia”.

Quienes pueden ser jueces. “Hoy sólo puede ser juez el que ha iniciado su carrera siguiendo la trayectoria

del tipo más humano que existió en la antigüedad, y fue Israel, el que sin

armas, es el defensor de la sociedad, el que sin poder material concurre a

orientar los destinos de esta: el que sin ser Maestro, con su conducta y sus

decisiones, influye en el carácter y las costumbres, y el que sin gobernar, sobre

todo, en los días azarosos para la moral pública, dependen de su entereza el

orden y el honor de la sociedad”.

“… el Juez que se levanta por encima del tiempo y que a través de los años su

nombre se pronuncia con respeto, es porque ha sido un valor trascendente,

una fuerza sustantiva, una entidad superior con relieve altísimo en la aplicación

de la ciencia del Derecho …” (El Peruano del 04.08.95).

Los retos que se imponen al Juez. “Antes de terminar mi discurso, quiero hacerles una solemne invocación:

apliquen la ley con probidad y técnica jurídica sin escatimar tiempo ni energías,

con la entereza de carácter para mantener la independencia de la función que

nos permitan liberarnos de toda clase de influencias extralegales negativas. No

olvidemos que se nos ha concedido el privilegio de ejercer la excelsa función

de discernir la justicia y, por ello, ocupamos una posición prevalerte para

contribuir al logro de la paz, la justicia y el engrandecimiento de nuestra patria.

Que, el sumo hacedor nos de la sapiencia y la energía para lograr esos nobles

objetivos” (Nicanor Castillo La Rosa Sánchez, apertura del año judicial de

1994).

“… de nada servirá que tengamos una Constitución o Carta Política que defina

las funciones del Poder Judicial, una Ley Orgánica de este, que reglamente su

ejercicio, códigos penal, civil y especiales, que declaren y garanticen los

derechos, los de procedimientos que estatuyen la manera de ejercitarlos y

todas las demás leyes que posee el acervo de nuestra legislación, si los jueces

de la República no nos esforzamos por estudiarlos, por absorber su contenido

y por aplicarlos con el mismo espíritu y el mismo sentido con el que el

legislador las forjó …”.

4

Deontología Jurídica

“… frecuentemente oímos decir que en vano nuestras leyes sustantivas y

procesales son tan buenas como las mejor concebidas, cuando al tiempo de

aplicarlas no se hace lo que pensó el legislador y un proceso judicial que debió

terminar en pocos meses, dura años, y el fallo se consigue cuando quizá todo

es tarde…”

“Los milagros los hacen los santos, no los códigos. Solamente a un técnico …

se le puede ocurrir que los procedimientos a través de los cuales se administra

la justicia pueden compararse a las máquinas, cuyo rendimiento, siempre que

sea exacto el juego de las leyes y la relación de los engranajes, se llega a

calcular anticipadamente con exactitud matemática… Los Jueces, los

abogados, los litigantes, los testigos, cada uno de ellos es un animal vivo, un

UNICUM que reacciona a su modo a los estímulos externos, de suerte que,

aun cuando las leyes de procedimientos estén hechas con la máxima

sabiduría, hay siempre que descartar algo imprevisible en su funcionamiento

práctico, lo cual hace aleatorios y aproximativos los cálculos de su resultado, y

las hace aparecer como buenas o malas leyes según las acompañe o las

abandone la buena voluntad de los hombres”. (Nelson Ramírez Jiménez. El

Peruano del 26.07.95).

“Nosotros los jueces, en lo que nos afectan tendríamos interés en que todos

los procesos se desarrollarán con gran velocidad; al alargarlos y complicarlos

crece nuestro trabajo, pero nuestra ganancia no crece…No se puede decir,

desgraciadamente lo mismo de los abogados cuando más se dilata el proceso,

tanto mayor es la ganancia: DUN PENDET RENDET. Estos son los hábitos de

los abogados, mientras estos hábitos no cambien. ¿Cómo se puede esperar

seriamente que, al cambiar el Código, las cosas vayan mejor?. Bastará que en

el nuevo exista un defectillo de nada apenas, un rasguño, un lunar…e

inmediatamente los abogados clavarán en ellos las uñas, y los ampliarán y

envenenarán hasta producir la gangrena … He oído a ciertos profesores que

enseñan que los abogados son los más preciosos colaboradores de los jueces

… no me hagan reír” (Nelson Ramírez Jiménez. El Peruano del 26.07.95).

JUECES Y ABOGADOS. “Junto al Juez se ubica el abogado, personaje, igualmente, importante en la

5

Deontología Jurídica

estructura de los debates judiciales, aun cuando su presencia social no se

agota en el litigio, quien representa la defensa de la parte involucrada en la

relación procesal al ser “llamado”, a defender la situación jurídica de su

patrocinado.

Pese a que ambos participan en el proceso cumpliendo un rol importante, es

cosa común escuchar comentarios agrios de uno respecto al otro,

trasladándose culpas para justificar o a explicar los problemas del proceso, la

injusticia de la decisión. Son personajes que parecen ocupar trincheras

opuestas, sin posibilidades de acceder al diálogo constructivo o de poder

admitir las razones expuestas por cada cual al sustentar sus alegatos o

decisiones, debido quizá al uso indiscriminado de “metáforas, imágenes,

metonimias y sinecdoques”, propiciando así que, de tanto discutir, la verdad se

pierda. “Ignorancia” es la palabra acusatoria con que se suele calificar cada

cual la intervención del otro, para desmerecer su labor.

Olvidan que ambos son (o deben ser) personas de talento y carácter, probos,

dignos y si además ilustrados, mejor. Devis Echandía, procesalista colombiano

(…), sostiene que “en el panorama de la justicia más valen muchas sentencias

buenas y rápidas, sin literatura jurídicas que unas pocas rebosantes de

ciencia”.

Ambos deben ser, además prospectivos, es decir, que entre las varias o

diversas formas de interpretar la ley, deben elegir aquella que engarce mejor

con el contexto social que se vive, propiciando una jurisprudencia

enriquecedora del Derecho, que se constituye en el primer paso hacia el

cambio legislativo cuando este es necesario.

El rasgo que los diferencia es la imparcialidad del primero y la parcialidad del

segundo. El Juez debe tener una ética intachable para sostener su posición

imparcial, pues debe moverse “entre la compasión y el castigo”, mientras que

el abogado, tal como lo sostiene Carnelutti; “no es un razonador imparcial… no

debe serlo, y porque no es imparcial el defensor, tampoco puede ser ni debe

ser imparcial el adversario. La parcialidad de ellos es el precio que se debe

pagar para obtener la imparcialidad del juez, que es, pues, el milagro del

hombre, en cuanto consiguiendo no ser parte, se supera a si mismo”.

6

Deontología Jurídica

LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA Y SUS FUNCIONES EN EL MOMENTO ACTUAL. La administración de justicia es un concepto que se encuentra vinculado al

Poder Judicial, que como es sab ido, es un Órgano del Estado encargado de

asegurar la aplicación de las reglas de derecho establecidas por los

gobernantes, portador, además, del poder jurisdiccional . Sin embargo,

también es, y esto es una mejor manera de entenderlo y denotar sus

verdadera naturaleza UN SERVICIO POR EL ESTADO A LA COMUNIDAD

MEDIANTE LA SOLUCIÓN DE LAS CONTROVERSIAS PARA MANTENER LA

PAZ SOCIAL Y FACILITAR EL DESARROLLO ECONÓMICO.

Puede, entonces, afirmarse que las funciones de la Administración de Justicia,

en una Democracia Liberal, como la nuestra, son dos:

a) Asegurarse un control a los gobernantes, a través del

Principio de Legalidad y a caso a través del Principio de

Constitucionalidad, lo que quiere decir que estamos ante

una función de control de los gobernantes, por parte de

la Administración de Justicia.

b) Ejercer la potestad jurisdiccional, declarando el derecho

a favor de quien lo tiene, dentro de un proceso

desarrollado, cumpliendo los principios constitucionales

DEL DEBIDO PROCESO Y LA TUTELA

JURISDICCIONAL, Dentro de esta función, hemos de

ubicar dos tareas fundamentales: 1) El logro de la paz

social con justicia, con una finalidad mediata o abstracta,

a que se refiere el artículo III del T. P. del C. P. C. 2) El

desarrollo económico del país, lo que quiere decir que a

un Estado eficiente debe corresponderle una

administración de justicia eficiente y responsable.

Desde esta perspectiva el problema estará en determinar, si el Estado actual,

es eficiente y responsable. Para ello ha de preguntarse ¿Cómo entendemos o

debemos entender la administración de justicia?. Se entiende que ella es la

base fundamental de una sociedad organizad, además de necesaria para que

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Deontología Jurídica

predomine la legalidad. Debe asegurar un adecuado funcionamiento del

Estado, e indirectamente su estabilidad y consolidación; y a través de ello,

lograr un mercado eficiente y desarrollado. Por tanto, puede afirmarse que la

eficiencia del Estado y de la administración de justicia, se alimentan

recíprocamente en una relación de todo o parte, de la siguiente manera: Si el

Estado es eficiente, la administración de justicia, como parte del Estado,

deberá dar prioridad al valor eficiencia. A la inversa, si la administración de

justicia, como parte del Estado, prioriza el valor eficiencia, entonces,

contribuirá a lograr la eficiencia de la totalidad del Estado en el que está

incluida.

La eficiencia, en este contexto, es indispensable para que el Estado y la

administración de justicia, logren el objetivo final: El desarrollo, y a través del

funcionamiento de un mercado eficiente. Las transnacionales y los

inversionistas nacionales o extranjeros exigen al Estado, se supere la crisis de

la administración de justicia, que se les de seguridad que les garantice la

propiedad privada y la riqueza. Por ello es que podemos afirmar, que si el

Estado es ineficiente no se puede exigir una administración eficiente, desde

que vivimos como lo entiende el Derecho Económico (Análisis Económico del

Derecho), en un mundo en que los recursos son escasos y en el que los

individuos buscan la máxima eficiencia con el menor costo. En otras palabras

buscan maximizar su bienestar, o quieren mayores beneficios personales;

hecho que lleva a la aparición de costos sociales mayores, denominados

externalidades, que nos los asume el individuo como tal, cino los asume la

sociedad, esto es, el resto de individuos, creando inseguridad, insatisfacción y

finalmente conflicto. Dentro de esta misma lógica, hemos de ubicar al

inversionista, por lo que si queremos crecer y queremos desarrollo, el Poder

Judicial, debe ser coherente con esta exigencia, siendo dentro de esta

perspectiva que debe administrarse justicia, y porque, además, en la otra orilla

se encuentran quienes no son inversionistas o que no tienen riquezas, cuyos

intereses, en algún momento se contrapone a los de aquellos.

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Deontología Jurídica

CONTENIDO DE LA SESION DE APRENDIZAJE Nº 12 DEBER DE MORALIDAD DE LAS PARTES EN EL PROCESO

2. PLAN DE SESION Nº 12 El plan de sesión Nº 12, forma parte de la Segunda Unidad de Aprendizaje,

cuyo objetivo específico es aplicar las normas éticas y morales al ejercicio

profesional del Abogado. El tema de sesión como ha quedado dicho se

denomina “Deber de Moralidad de las Partes en el Proceso”.

LA CONDUCTA ÉTICA EN EL PROCESO JUDICIALUno de los problemas que confronta la administración de justicia, no solamente

está relacionado con la conducta de los Magistrados, que en algunos casos,

tiene que ver con la falta de los conocimientos necesarios para el desempeño

de la función o la falta de una sólida formación moral, sino también con el

comportamiento de los abogados que participan en el proceso, de los propios

interesados (partes) y de los auxiliares de justicia. Por ello resulta necesario

hacer una breve referencia a la conducta procesal.

Sobre el particular, debe decirse que la Ley Orgánica del Poder Judicial, el

Código Procesal Civil y la Ley Procesal del Trabajo, aluden a los principios que

deben regir la conducta de las partes en el proceso.

En efecto, en la Ley Procesal del Trabajo, hay una referencia expresa al

principio de VERACIDAD, en el artículo I de su Título Preliminar. Este

principio, sólo ha sido enunciado, sin ningún desarrollo legal posterior. No

obstante, resulta claro que está referido a la conducta procesal o deberes de

las partes, que encuentra su fundamento en el Principio de Moralidad.

Además, tal expresión, no excluye a los otros principios que se relacionan con

la conducta procesal de las partes.

Por su parte, el Código Procesal Civil, recoge el principio de moralidad, en el

artículo IV del Título Preliminar, junto con otros principios referidos a la

conducta procesal de las partes. Igualmente, la Ley Orgánica del Poder

1

Deontología Jurídica

Judicial, lo recoge en el artículo 8º, como deberes procesales de las partes1.

Este principio alcanza a todos los que intervienen en un proceso, sin excepción

alguna.

Veamos a continuación algunos conceptos que tienen que ver con la conducta

procesal de las partes:

Verdad: Significa conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma

la mente, Conformidad de lo que se dice con lo que se siente o se piensa. En

consecuencia, será veraz una persona, cuando usa o profesa siempre la

verdad. Esto es lo que nuestra Ley Procesal del Trabajo quiere significar

cuando se refiere al principio de veracidad.

Probidad: Según el diccionario, significa, bondad, rectitud de ánimo, hombría

de bien, integridad y honradez. Un litigante será probo cuando actúa en

bondad e integridad y es honrado en sus acciones. Lo mismo puede decirse de

los abogados que intervienen en la causa y con mayor razón, respecto al

Director del Proceso: El Juez.

Lealtad: Quiere decir que guarda fidelidad e incapacidad de engañar.

Fidelidad del abogado a su patrocinado y al Juez. De las partes (accionante y

accionado) a su abogado defensor y al Órgano Jurisdiccional.

Buena fe: Es un “estado de espíritu consistente en creer o estar convencido

– por error – que se obra conforme a la ley, y que jurídicamente se toma en

consideración para proteger al interesado contra las consecuencias de la

irregularidad de su acto. En su concepción procesal, Couture la define como

aquella calidad jurídica de la conducta, legalmente exigida, de actuar en el

proceso con probidad en el sincero convencimiento de hallarse asistido de

razón”2. Este principio, como parte del Principio de Moralidad o conducta

procesal, nos recuerda la estrecha vinculación que existe entre el Derecho, la

Moral y la Ética; relación que resulta íntima y necesaria. El Derecho no puede

ni debe apartarse jamás de la moral, menos aun oponerse a ella en cualquier

1 “Las partes, sus representantes, sus abogados y, en general, todos los partícipes en el proceso, adecuan su conducta a los deberes de veracidad, probidad, lealtad y buena fe” (art. IV. T. P. C. P. C.). “Todos los que intervienen en un proceso judicial tienen el deber de comportarse con lealtad, probidad, veracidad y buena fe” (art. 8º LOPJ).

2 Flores Polo, Pedro: Diccionario de Términos Jurídicos. Marsol Editores S. A. 2da. Edición, 1987, Trujillo – Perú, V. I, págs. 331 y 332.

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Deontología Jurídica

sociedad del tipo que fuere. El Derecho, por su propia esencia y naturaleza

requiere de un mínimum de moral para lograr su fin. En su oportunidad,

Francesco Carnelutti, dijo que: “La función del Derecho es servir a la moral”.

En consecuencia, tratándose del proceso y con la finalidad de alcanzar la

anhelada “paz social”, se requiere también de normas morales, que las

encontramos diseminadas en todo el sistema procesal, por cuanto el Derecho

no puede avalar la inmoralidad. El principio de moralidad o conducta procesal

resulta trascendental, no solo por el reconocimiento que hacen las normas

procesales, sino fundamentalmente, por su plasmación normativa a lo largo de

toda la secuela y actividad procesales que comprende tanto a los justiciables

como al propio juzgador y demás partes que intervienen en el proceso3, con la

finalidad de hacer verdaderamente eficaz la moralización del proceso, para

cuyo efecto, el juez toma contacto directo con las partes litigantes y terceros, a

través de los escritos y las diligencias que se realizan en su presencia.”.

Desde que dejó de concebirse el proceso como un duelo privado en el cual el

juez era solo el árbitro y las partes podían utilizar las artimañas, argucias y

armas contra el adversario para confundirlo, y se proclamó la finalidad pública

del propio proceso civil, comienza a reclamarse de los litigantes una conducta

adecuada a ese fin y atribuir al juzgador mayores facultades para imponer el

fair play”4. Una enumeración de los artículos del Código Procesal Civil, que

tienen que ver con este principio, sería la siguiente: Artículos, 50º, numeral 5),

52, numerales 1) y 2), 53º, numerales 1) y 2), 282º, 509º, 510º,145º, 124º, in

fine, 109º, 111º, 112º, 165º, 186º. 232º, 246º, 247º, 261º, 270º, 304º, 316º,

326º, 398º, 399º, 441º, 457º, 518º.

El Principio de moralidad o de conducta procesal, bien puede hacerse efectivo,

en la tramitación del proceso, si se toma conciencia del inmenso daño que se

causa a la sociedad, al Estado y a la propia Administración de Justicia cuando

se actúa al margen de la ética y la moral. Se precisa un compromiso común

para apartar la Función Jurisdiccional de cualquier acto o conducta que lesione

3 “como necesaria consecuencia de considerar al proceso un instrumento para la defensa de los derechos, pero no para ser usado ilegítimamente para perjudicar u ocultar la verdad y dificultar la recta aplicación del derecho, por lo cual debe actuarse el de conformidad con las reglas de la ética” (Véscovi, 56).

4 Véscovi, Enrique: Obra citada, pág. 55.

3

Deontología Jurídica

esta importante función encargada al Poder Judicial. Para ello, es necesario

utilizar los propios instrumentos que la ley vigente proporciona al Director del

Proceso (El Juez). La Ley Orgánica del Poder Judicial y el Código Procesal

Civil, le otorgan facultades para sancionar a quienes no ajustan su conducta a

la Ley y a la ética. Así, por ejemplo, la Ley Orgánica del Poder Judicial

reconoce la facultad de “Los Magistrados para sancionar a los abogados que

formulen pedidos maliciosos o manifiestamente ilegales, falseen a sabiendas

la verdad de los hechos, o no cumplan con los deberes indicados en los

incisos 1), 2), 3), 5), 7), 9), 11) y 12) del artículo 288º. Las sanciones pueden

ser de amonestación y multa no menos de una (01) ni mayor de veinte (20)

Unidades de Referencia Procesal, así como suspensión en el ejercicio de la

profesión hasta por seis meses”5 (parte pertinente).

Por su parte el Código Procesal Civil, reconoce como uno de los deberes de

los Jueces: “Sancionar al abogado o a la parte que actúe en el proceso con

dolo o fraude” (artículo 50º, numeral 5). Téngase en cuenta, además, que el

citado Código Procesal Civil reconoce al Juez, facultades genéricas y

coercitivas, entre las que se encuentran “Ordenar los actos procesales

necesarios para el esclarecimiento de los hechos controvertidos, respetando el

derecho de defensa de las partes” (artículo 51º, numeral 2). “Disponer la

detención hasta por veinticuatro horas de quien resiste su mandato sin

justificación, produciendo agravio a la parte o a la majestad del servicio de

justicia. En atención a la importancia y urgencia de su mandato, el Juez

5 El artículo 288º de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en los artículos precitados, prescribe que: “Deberes.- Son deberes del abogado patrocinante: 1) Actuar como servidor de la justicia y como colaborador de los Magistrados; 2) Patrocinar con sujeción a los principios de lealtad, probidad, veracidad, honradez y buena fe; 3) Defender con sujeción a las leyes, la verdad de los hechos y las normas del Código de Ética Profesional; 5) Actuar como moderación y guardar el debido respeto en sus intervenciones y en los escritos que autorice; 7) Instruir y exhortar para que acaten las indicaciones de los Magistrados y guarden el debido respeto a los mismos y a todas las personas que intervengan en el proceso; 9) Abstenerse de promover la difusión pública de aspectos reservados del proceso aún no resuelto, en que intervenga; 11) Denunciar a las personas que incurran en el ejercicio ilegal de la abogacía; y 12) Ejercer obligatoriamente, cuando menos una defensa gratuita al año, según el reporte que realizase el respectivo Colegio de Abogados, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 289º de esta Ley” (parte pertinente).

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Deontología Jurídica

decidirá la aplicación sucesiva, individual o conjunta de las sanciones

reguladas en este artículo. Las sanciones se aplicarán sin perjuicio del

cumplimiento del mandato” (artículo 53º, numeral 2).

Con respecto a la conducta de las partes, de los abogados y de los

apoderados, en el proceso, resultan ilustrativos los artículos 109º, 110º y 111º,

del Código Procesal Civil, dentro de los que deben destacarse el “proceder

con veracidad, probidad, lealtad y buena fe en todos sus actos e

intervenciones en el proceso” (art. 109º, numeral 1), “No actuar

temerariamente en el ejercicio de sus derechos procesales” (art. 109º, numeral

2). Por último y sin dejar agotado el tema, conviene mencionar que el Juez,

“cuando considere que el abogado actúe o ha actuado con temeridad o mala

fe, remitirá copia de las actuaciones respectivas a la Presidencia de la Corte

Superior, al Ministerio Público y al Colegio de Abogados correspondiente, para

las sanciones a que pudiera haber lugar” (artículo 111º).

Por último, diremos que el Código Procesal califica como actos de temeridad,

el hecho de que la demanda, contestación o medio impugnatorio, carezca

manifiestamente de fundamento o cuando a sabiendas se aleguen hechos

contrarios a la realidad (artículo 112º, numerales 1) y 2).

Son estas, algunas reflexiones respecto a la conducta procesal de las partes,

cuyo estudio y desarrollo debe ampliarse.

5

Deontología Jurídica

CONTENIDO DE LA SESION DE APRENDIZAJE Nº 14 ANALISIS DEL CÓDIGO DE ÉTICA DE LA FUNCIÓN PÚBLICA, Ley 27815

2. PLAN DE SESION Nº 14 El plan de sesión Nº 14, forma parte de la Segunda Unidad de Aprendizaje,

cuyo objetivo específico es aplicar las normas éticas y morales al ejercicio

profesional del Abogado. El tema de sesión como ha quedado dicho se

denomina “Análisis del Código de Ética de la Función Pública, Ley N° 27815”.

LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA Y EL CÓDIGO DE ÉTICA DE LA FUNCIÓN PÚBLICA

Para entender el modo y como debe aplicarse el Código de Ética de la Función

Pública es preciso, ubicarnos previamente en lo que se denomina

Administración Pública, para conocer en que medio ha de funcionar la ética.

Igualmente debe determinarse a quien se le llama “Servidor Público” y a que

se llama Función Pública, pretendiendo con ello encontrar una respuesta y

concluir si es suficiente tal enumeración en un frío catálogo como es el que nos

trae la Ley. Sobre el particular, nos remitimos a la sesión anterior en el que se

define lo que es Función Pública y Servidor Público

Es preciso también hacer una revisión del entorno, a fin de tener una mayor

claridad, respecto al cumplimiento de las disposiciones que la Ley contiene.

Un hecho cierto es que la Administración Pública pasa por un desprestigio

total, no existiendo, casi ninguna institución que sea la excepción, este es el

caso del Poder Judicial, del Sector Salud, de las Municipalidades. Los actos de

corrupción, la incompetencia y la desatención al público usuario, así como la

falta de solidaridad y de conciencia del servicio que debe prestarse es

calamitoso. Desde esta perspectiva el Código de Ética de la Función Pública

pretende contribuir que la Función Pública, entendida ésta como un servicio a

la Nación, se haga realidad, obteniendo mayores niveles de eficiencia del

aparato estatal, de modo que se logre una mejor atención a la ciudadanía,

priorizando y optimizando el uso de los recursos públicos, en conformidad con

1

Deontología Jurídica

lo dispuesto por la Ley Marco de Modernización.

Para el efecto, la Ley alude a los Principios y Deberes Éticos del Servidor

Público, a las prohibiciones éticas del Servidor Público, Propone, además

incentivos, sanciones y el procedimiento en la aplicación de las sanciones que

correspondan.

PRINCIPIOS DE LA FUNCIÓN PÚBLICA (art. 6º): El artículo 1º de la Ley Nº 27815 (Ley del Código de Ética de la Función

Pública), refiriéndose al ámbito de aplicación de la Ley, establece que “Los

Principios, deberes y prohibiciones éticos se establecen en el presente Código

de Ética de la Función Pública rigen para los servidores públicos de las

entidades de la Administración Pública, de acuerdo con lo establecido en el

artículo 4º de la presente Ley”.

a) Respeto: Significa que el Servidor Público debe respetar

la Constitución y las Leyes. Debe, además, garantizar

que en todas las fases del proceso, toma de decisiones

o en el cumplimiento de los procedimientos

administrativos, se respeten los derechos a la defensa y

el del debido proceso. La palabra respeto, viene de

RESPIRARE = MIRAR. Respeto, entonces, es la

capacidad de ver a una persona tal cual es. Importa la

ausencia de explotación. Quiero que la persona crezca y

se desarrolle por si misma, en la forma que le es propia y

no para servirnos y no como yo quiero. El respeto

constituye el complemento de la responsabilidad, para

que este no se convierta o degenere en dominación y

pasividad. La responsabilidad, equivocadamente, lo

hemos entendido como un deber, como algo impuesto.

Sin embargo, la responsabilidad debe entenderse, como

una respuesta voluntaria a las necesidades de quien se

ama, exprese o no tales necesidades, Significa estar

listo para responder. RESPONSABILIDAD =

RESPONDER.

2

Deontología Jurídica

b) Probidad: Significa actuar con rectitud, honradez y

honestidad. Anteponer el interés general al interés

personal. Es deshechar todo provecho o ventaja

personal obtenido por si o por interpósita persona.

a) Eficiencia: Referido a la calidad del servicio que se

presta. Para el efecto debe procurarse una capacitación

sólida y permanente. Debe estar relacionada con los

costos. Un servicio será eficiente si cuesta menos.

b) Idoneidad: La idoneidad tiene que ver con la aptitud

técnica, legal y moral. La idoneidad constituye una

condición esencial para el acceso a la Función Pública.

El servidor debe propender a una formación sólida

acorde a la realidad, capacitándose permanentemente

para el debido cumplimiento de sus funciones.

c) Veracidad: Es el equivalente a la autenticidad. Es decir

ser auténtico en las relaciones funcionales con todos los

miembros de la institución y con la ciudadanía. Contribuir

al esclarecimiento de los hechos.

d) Lealtad y Obediencia: Lealtad con los compañeros de

trabajo, con nuestros jefes inmediatos. Significa ser

solidarios. Cumplir las órdenes impartidas relacionadas

con las funciones a su cargo. Deben exceptuarse las

órdenes arbitrarias e ilegales, poniéndolas en

conocimiento de sus superiores.

e) Justicia y Equidad: Dar a cada uno lo que le

corresponde. Ser justos. Pero para ser justos con los

demás, es preciso, antes ser justos con nosotros

mismos. Ser equitativo: La EQUIDAD, según Aristóteles,

constituye un correctivo a la rigidez de la justicia. Es

como un instrumento de medida (…) elaborado con una

sustancia plegable que le permite adaptarse a las

sinuosidades de los objetos que tenía que medir.

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Deontología Jurídica

f) Lealtad al Estado de Derecho: Según el Código de

Ética el ocupar un puesto de confianza en un régimen de

facto, constituye causal de cese automático e inmediato.

Se precisa lealtad con el gobierno de turno.

DEBERES DE LA FUNCIÓN PÚBLICA (art. 7º). a) Neutralidad: Significa actuar con imparcialidad política, económica o de

cualquier índole en el desempeño de sus funciones. Hay que demostrar

independencia en relación con otras personas, partidos políticos o

instituciones.

b) Transparencia: Debe prestarse el servicio de manera transparente, en

el entendido de que éstos tienen carácter público. La información debe

ser fidedigna, completa y oportuna.

c) Discreción: Guardar reserva de los hechos o informaciones que por

razones de su trabajo tenga acceso.

d) Ejercicio adecuado del cargo: No debe adoptar represalias de ningún

tipo o ejercer coacción alguno contra otros servidores públicos u otras

personas.

e) Responsabilidad: Responder desarrollando sus funciones a cabalidad

y en forma integral.

PROHIBICIONES (art. 8º). a) Mantener intereses en conflicto: No deben tener conflictos de

carácter económico, laborales o financieros.

b) Obtener ventajas indebidas: Obtener ventajas indebidas o procurar

beneficios para si o para otros, utilizando su cargo, autoridad o

influencia.

c) Realizar actividades de proselitismo político: Utilizando sus

funciones, la infraestructura, bienes o recursos públicos.

d) Hacer mal uso de la información privilegiada: Participar en

transacciones u operaciones financieras utilizando información

privilegiada de la entidad a la que pertn3ece o que pudiera tener acceso

4

Deontología Jurídica

a ella por su condición o ejercicio del cargo que desempeña. Tampoco

debe permitir el uso impropio de la información en beneficio de algún

interés.

e) Presionar, amenazar y/o acosar: Que atente contra la dignidad de la

persona. Inducir a la realización de acciones dolosas.

FUNCIÓN PÚBLICA (art. 2º Ley de la Carrera Administrativa). “…toda actividad temporal o permanente, remunera u honoraria,

realizada por una persona en nombre o al servicio de las entidades de

la Administración Pública, en cualquiera de sus niveles jerárquicos”.

SERVIDOR PÚBLICO (art. 4º Ley de la Carrera Administrativa).Es…”todo funcionario, servidor o empleado de las entidades de la

Administración Pública, en cualquiera de los niveles jerárquicos sea este

nombrado, contratado, designado, de confianza o electo que desempeñe

actividades o funciones en nombre o al servicios del Estado,

independientemente del régimen jurídico de la entidad en la que preste

servicios, ni el régimen laboral o de contratación al que este sujeto”.

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Deontología Jurídica

CONTENIDO DE LA SESION DE APRENDIZAJE Nº 15 LOS COLEGIOS DE ABOGADOS Y EL CONTROL DE LA CONDUCTA

MORAL DEL ABOGADO

2. PLAN DE SESION Nº 15 El plan de sesión Nº 15, forma parte de la Segunda Unidad de Aprendizaje,

cuyo objetivo específico es aplicar las normas éticas y morales al ejercicio

profesional del abogado. El tema de sesión como ha quedado dicho se

denomina “Los Colegios de Abogados y el Control de la Conducta Moral del

Abogado”.

LOS COLEGIOS DE ABOGADOS Y EL CONTROL DE LA CONDUCTA MORAL DEL ABOGADO

ANTECEDENTES. El primer Colegio o Congregación de Abogados se crea en Madrid en 1595, en

el Convento de la Compañía de Jesús”, bajo los auspicios de “María

Santísima”. Este sería el modelo del Colegio de Abogados de Lima, que luego

lo fuera de los demás Colegios del Perú.

Los fines del Colegio, según sus estatutos fue:

- Adelanto científico y la ayuda social de sus agremiados.

- Las prácticas piadosas.

Posteriormente en 1627, se estableció que las defensas en las Cortes de

Madrid sólo la harían los letrados inscritos en el Colegio, estableciéndose, por

primera vez, el requisito de la inscripción.

En 1794, luego de más de un siglo, se completaron las leyes sobre los

abogados, estableciéndose que los abogados:

- Sólo debían patrocinar causas justas.

- Proceder de buena fe.

- Concertar previamente honorarios (utilizó el término “salario”).

- Tomar relación escrita del dicho del patrocinado para no incurrir en

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Deontología Jurídica

error y responsabilidad por culpa.

- Guardar secreto de las informaciones.

- Se estableció que la impericia sería penada.

Se consolidó, además, el requisito de la inscripción previa para la defensa de

las causas. Igualmente, se limitó el ejercicio de la profesión, en conformidad

con el número de vecinos. Todas estas normas regían en las colonias

españolas, con la única excepción de la inscripción porque en ellas no había

Colegio de Abogados.

Como puede verse, las obligaciones de los abogados estuvieron siempre

relacionadas con su conducta. Su primer y fundamental obligación es no

patrocinar causas injustas, debiendo entenderse éstas, como aquellas que no

tienen ninguna posibilidad de tener un pronunciamiento positivo para el

patrocinado.

En prioridad le sigue el actuar de buena fe, tal como lo exigen las reglas de

conducta del Código Procesal Civil en su artículo 109, numeral 1).

FORMACIÓN DEL COLEGIO DE ABOGADOS DE LIMA. El Colegio de Abogados en el Perú se fundó luego de que hubiera transcurrido

casi dos siglos de la fundación del Colegio de Madrid, mediante la Real Cédula

del Rey Carlos IV, del 31 de julio de 1804, cuya finalidad sería la mejor

dirección de los negocios y los recursos judiciales.

En el año 1805, el Cabildo remite la Real Cédula a la Real Audiencia, quien

designó una comisión a fin de que redacte los Estatutos. Esta comisión estuvo

integrada por Vicente Morales Duárez. El 18 de febrero de 1808, esto es luego

de casi tres años, fue aprobado el proyecto por acuerdo de la Real Audiencia y

el 23 de marzo del mismo año, el Virrey Fernando de Abascal ratificó la

resolución de formación del Colegio de Abogados, para posteriormente por

especial Cédula del 22 de enero de 1811, se produjo la confirmación real.

Como puede observarse, desde que se emitió la Real Cédula (31 de julio de

1804), hasta la emisión de la especial Cédula de confirmación real, del primer

Colegio de Abogados del Perú, con sede en Lima, debió transcurrir casi siete

años.

De este modo, según precisa Arosemena Garland, Geraldo, nace “La ilustre

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Deontología Jurídica

Corporación que perdura en el Perú a través de todas las vicisitudes políticas y

que ha sabido demostrar en los momentos más graves y difíciles de nuestra

historia su absoluta independencia, defendiendo siempre, al margen de todo

interés partidario, los excelsos fueros de la justicia” (“El Colegio de Abogados

de Lima y sus decanos”, Lima 1977. Pag. 27).

Durante el Virreinato, el Colegio, reservó la defensa en los tribunales de

justicia, a los abogados inscritos. Tuvo una existencia de trece años de vida

institucional y en él estuvieron congregados los más distinguidos abogados de

la Audiencia, por lo que se constituyó en el centro de desarrollo cultural,

académico y del saber. Se instituyó la defensa cautiva.

Durante la época de la emancipación, fueron muchos los abogados

agremiados que aportaron con su talento y entrega a la causa de la

independencia. Entre las egregias figuras que destacan, podemos mencionar a

Francisco Javier Luna Pizarro, Francisco Javier Mariátegui y José Faustino

Sánchez Carrión. Este último fue gran defensor de los derechos humanos y

de los fueros de la justicia.

Es importante anotar que a la ceremonia especial de Cabildo Abierto, del 28 de

Julio de 1821, realizada en los Claustros de la Universidad de San Marcos, en

la que el Libertador don José de San Martín, proclamó la Independencia del

Perú, el Colegio de Abogados asistió en pleno, prestando solemne juramento

todos sus miembros y comprometiéndose a defender con sus bienes y

personas la libertad recién alcanzada al separarnos definitivamente de la

Metrópoli. Se evidenció así su gran identificación y compromiso con los

destinos del país y por tanto la misión que le corresponde asumir.

Según el mismo Arosemena, durante el tránsito del Virreinato a la República

“El Ilustre Colegio de Abogados de Lima cumplió los fines fundamentales de su

creación, manteniendo incólume su honor y gloriosa tradición (…). Fue

vigilante centinela al servicio de los supremos intereses de la justicia, para

contribuir al sostenimiento de los principios constitucionales, propagar los

conocimientos jurídicos y ayudar siempre en variadas formas, a la perfección

de nuestras leyes y cuidar que se apliquen rectamente” (obra citada, pág. 99).

Finalmente anotemos dos memorables fechas que tienen que ver con la

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Deontología Jurídica

vigencia de los Colegios de Abogados del País:

- 1870, el Presidente José Balta, aprueba los nuevos estatutos y el

Colegio de Abogados se convierte en una institución laica.

- 1910, el Presidente Augusto B. Leguía, aprueba la Ley N° 1367, Ley

Orgánica de los Abogados de la República. De este modo se le da

carácter oficial al Colegio de Abogados de Lima y a los que

posteriormente se establecieron en nuestro país.

PRINCIPIOS, FINES Y ATRIBUCIONES DEL COLEGIO DE ABOGADOSEl Colegio de Abogados, cualquiera que sea, agrupa a los profesionales del

Derecho sin excepción alguna. Por ello, el abogado, tanto personal como

institucionalmente se relaciona con sus patrocinados, la magistratura, con sus

colegas y en general con la sociedad y el Estado, dentro de cuyo seno

desarrolla su profesión.

Desde tal perspectiva, el Colegio de Abogados, como institución que los

agrupa regula sus deberes y derechos, así como sus relaciones. En

cumplimiento de los fines históricos que ha cumplido y debe cumplir, según lo

hemos graficado líneas arriba, el gremio se rige por principios que han de

responder a los fines que persigue. Una brevísima relación de los principios

sería la siguiente:

- La justicia como principio y fin supremo del Derecho.

- La ética, con los patrocinados, los abogados y en las relaciones

institucionales e interpersonales. La vigencia de los Derechos

Humanos, del Estado de Derecho, la afirmación de los valores y el

servicio a la comunidad.

- La cultura de la democracia, rechazando la intolerancia, la

dependencia y la discriminación en cualquiera de sus formas o

manifestaciones.

- La contribución a la promoción del desarrollo integral del país con

libertad, paz y justicia social.

Por su parte, constituyen fines del Colegio de Abogados, entre otros:

- Promover el ejercicio de la abogacía dentro del derecho, la ética y la

justicia, considerando la elevada función social que a la profesión le

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Deontología Jurídica

corresponde.

- Garantizar que los abogados gocen de las prerrogativas y

consideraciones que le corresponden en el ejercicio de la abogacía.

- Promover el desarrollo de las ciencias jurídicas y la actualización de

la legislación.

- Contribuir con la administración de justicia y velar por la autonomía

del Poder Judicial.

- Defender la Constitución Política y el Estado de Derecho.

Se consideran como atribuciones del Colegio de Abogados las siguientes:

- Denunciar ante las autoridades competentes toda forma de

discriminación que atente contra la investidura forense y el ejercicio

irrestricto de la abogacía.

- Ejercer las acciones constitucionales contra los actos que atenten

contra la vigencia de la Constitución Política, el Estado de Derecho y

los Derechos Humanos.

- Denunciar el ejercicio ilegal de la Abogacía.

- Emitir pronunciamientos sobre asuntos de interés nacional, regional,

local o institucional.

LA CONDUCTA MORAL DEL ABOGADO Y EL CONTROL QUE DEBE EJERCER EL COLEGIO DE ABOGADOS. Es punto común que magistrados y abogados se responsabilicen mutuamente

de los resultados negativos de un proceso. El Juez dirá que hubo una mala

defensa o negligencia del abogado patrocinador de la causa. Por su parte el

abogado dirá que el Juez se parcializó o que simplemente es un incompetente.

En cualquiera de los casos, las consecuencias de la parcialización, la

incompetencia o la negligencia las asume el patrocinado o justiciable.

Tanto la Ley Orgánica del Poder Judicial, como el propio Código Procesal Civil,

establecen las obligaciones, tanto del Juez como del Abogado, así como las

sanciones correspondientes para ambos. Igualmente en los Estatutos de los

Colegios de Abogados, se considera como falta grave las infracciones al

Código de Ética del Abogado.

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Deontología Jurídica

Los actos de temeridad o de mala fe a que se refiere el artículo 112° del

Código Procesal Civil, solo obligan al Juez remitir copias de las actuaciones

respectivas a la Presidencia de la Corte Superior, al Ministerio Público y al

Colegio de Abogados. En consecuencia, corresponde a éste último realizar la

investigar de los hechos y oportunamente, sancionar el mal accionar de sus

agremiados.

Los actos de temeridad en que puede incurrir, tanto el abogado, como el

justiciable, pueden producirse en la demanda, contestación de demanda o

medio impugnatorio. En cualquiera de éstos actos procesales, puede ocurrir

que carezcan manifiestamente de fundamento jurídico, se aleguen hechos

contrarios a la realidad o se entorpezca reiteradamente, por cualquier medio, el

normal desarrollo del proceso atentándose contra el Principio de Celeridad

Procesal (ver art. 111° C. P. C.).

Los actos de temeridad y de mala fe son comunes en el proceso, sin embargo

son pocos, por no decir ninguno, los casos que han sido investigados y

sancionados evidenciándose un “alto grado de impunidad en el ejercicio

profesional”, conforme lo investigado por encargo de Justicia Viva. Se afirma,

igualmente que al Colegio de Abogados le falta voluntad para investigar y

sancionar a sus miembros. Los Colegios de Abogados de todo el Perú cuentan

con su estatuto, su código de ética y algunos hasta tienen un Tribunal de

Honor y un consejo de ética, pero carecen de un ente que fiscalice la labor

profesional del abogado. Falta, entonces, divulgar una cultura de fiscalización,

a fin de que los justiciables pongan en conocimiento del Colegio de Abogados

la conducta de sus integrantes.

Sobre el particular, es preciso anotar que de .prosperar el propósito, deben

establecerse los lineamientos necesarios y pertinentes a fin de evitar abusos,

pues de lo contrario se podría llegar a extremos intolerables que pongan en

riesgo la profesión.

Se viene afirmando, en forma exagerada, que la masificación de la profesión

del abogado, por la proliferación de facultades de derecho en todo el país, ha

traído como consecuencia la baja formación académica y ética, por lo que

debe establecerse un control más rígido respecto a los planes de estudio y a la

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Deontología Jurídica

colegiatura. Independientemente de que sea cierto o no tales afirmaciones, se

observa en muchos estudiantes y profesionales del Derecho poca inclinación

por el estudio y la correcta preparación para el ejercicio profesional.

De otro lado, se reclama que así como se realizan referéndums para controlar

el ejercicio de la magistratura, debe haber un mayor control en el ejercicio

profesional del abogado, puesto que si exijo el cumplimiento de obligaciones,

previamente debo cumplir con las mías.

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