A PROPOSITO DE LA FORMACIÓN PALTOLTECOYA *

M A N U E L A L V A R E Z J r .

En el Volumen X I I I , números 7 y 8 del Boletín de la Asociación Mexicana de Geólogos Petroleros, los señores Bonet y Carrillo publicaron un artículo deno-minado "Sobre la l lamada Formación Paltoltecoya". En ese artículo hacen refe-rencia al Código de Nomenclatura Estratigráfica, elaborado en 1961 por la Comisión Americana de Nomenclatura Estratigráfica.

Parece ser que los autores no están muy familiarizados con la literatura es-tratigráfica, pues confunden los términos formales con los meramente descrip-tivos.

Los términos formales a los cuales se refiere el Artículo 13 del Código son los siguientes: Arca tipo. Local idad tipo. Sección tipo. Sección típica.

Los demás términos, a saber: localidad de referencia, sección representativa, área de referencia y sección de referencia principal, son términos descriptivos.

La Localidad tipo es el punto geográfico donde se encuentra la Sección tipo y sirve para f ijar la ubicación de la Sección tipo con respecto al rasgo geográ-fico del cual toma su nombre la formación.

La Sección tipo es aquella sección que se escoge como más representativa de la formación, por contener todos o la mayor parte de los rasgos litológicos que se consideran diagnósticos de una formación.

Las Secciones típicas son secciones suplementarias que se establecen cuando la Sección tipo no abarca todos los aspectos litológicos de la formación, ya sea por no ser completa o porque haya variaciones laterales en la litología que no estén representadas en ella.

Las Áreas tipo suplemcntan o aun substituyen a las Secciones tipo en algu-nos casos, por ejemplo, cuando una formación está constituida por rocas poco consolidadas cuyos buenos afloramientos tienden a desaparecer; entonces es a veces necesario designar un área tipo dentro de la cual las relaciones diagnósti-cas estén ampliamente representadas y a las cuales el autor pueda referir a cual-quier investigador posterior para que pueda reconocer las caracterésticas litoló-gicas en las que se basa el establecimiento de la formación.

Por lo anterior, se ve que no siempre es necesario establecer una Área tipo ni Secciones típicas, pino cuando el caso las requiere.

* Recibido el 1" de Diciembre de 1961.

** Vocal Geólogo del Instituto Nacioncd de la Investigación Científica.

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MANUEL ALVAREZ, JR.

3 5 8 B O L E T Í N UE LA ASOCIACIÓN

Ahora bien, en el caso de la formación Paltotecoya, el Dr. Erben puede ha-berse engañado con la apariencia superficial del afloramiento que escogió para su Localidad tipo y haber seleccionado una sección que realmente presenta los caracteres litológicos de la Formación Méndez. Pero, esto no invalida necesaria-mente su designación, sino solo a la sección tipo. Es decir, que lo que procede es escoger entre las otras secciones descritas por el Dr. Erben, aquella que se considera más representativa de la litología de la formación Paltoltecoya, tal como la definió el Dr. Erben y establecerla como sección típica aunque quede lejos de la localidad tipo.

Así, la Formación Paltoltecoya tendría una sección y una localidad típicas, pero tendría una localidad tipo que carecería de una sección tipo adecuada debido a la desafortunada elección hecha por su autor.

L a razón es la siguiente: quien describe una formación tiene en la mente un concepto de una unidad de rocas y selecciona una sección dada como un ejemplo concreto tpico de la unidad como la concibe; pero no puede esperarse que la sección tipo despliegue todas las características de la formación, espe-cialmente el grado de variabilidad que quiso incluir en ella.

En apoyo del procedimiento que se sugiere pueden citarse las observacio-nes (b) y (c) del Artículo 12 del Código que dicen: " ( b ) El cambio del nom-bre de un rasgo geográfico no lleva consigo el cambio del nombre correspon-diente de una unidad estratigráfica" y " (c ) L a desaparición de un rasgo geo-gráfico no implica la desaparición del nombre correspondiente de una unidad estratigráfica". En ambos casos el nombre de la formación queda desligado del nombre de la localidad tipo en la cual se estableció.

Aunque haya antecedentes tanto aquí como en los Estados Unidos, po-dría caber alguna objeción al procedimiento que se indica, pero esto sólo podría resolverlo la Comisión de Nomenclatura Estratigráfica y no un investigador in-dividual.

Otro procedimiento a seguir sería invalidar la Formación Paltoltecoya, ya que la sección tipo con la cual se estableció no concuerda en litología con la definición de la formación dada al establecerse.

En esta alternativa lo que procedería sería seleccionar otra localidad tipo que incluya una sección tipo y de cuya localidad tomaría el nuevo nombre la formación así establecida, v. gr. el de Villa Juárez que proponen los autores del artículo que aquí se comenta. Pero, en ningún caso deben denominarla miembro basados en que es de edad equivalente a una parte de la Formación Tamán, pues el Código en su Artículo 4, en la parte final de la observación ( d ) , dice expresamente: - 'La definición de las unidades litológicas es así comple-tamente independiente de los conceptos de tiempo". Así mismo, la observa-ción (c) de este artículo señala: "Los conceptos basados en la historia geológica inferida o en la secuencia biológica, no juegan propiamente un papel en la defi-nición o diferenciación de una unidad litoestratigráfica".

Huelga decir que todas las consideraciones faunales y de edad que aparecen en el artículo que se comenta son completamente irrelevantes al problema que allí se discute.

Respecto a la afirmación que hacen los autores de que el Dr. Erben escogió como localidad tipo Paltoltecoya por ser la única que conoció personalmente,

LA FORMACIÓN PALTOLTECOYA

se antoja completamente gratuita. Es más lógico suponer que la seleccionó, aunque haya sido desafortunadamente, porque la consideró más accesible y más fácil de ubicar.

Finalmente, no se considera muy acertada la referencia al libreto-guía publicado por el Departamento de Turismo de Petróleos Mexicanos, el cual solo tuvo por objeto dar una idea muy generalizada y de carácter muy informal del recorrido a Poza Rica y durante cuya publicación no tuvo acceso el autor de este comentario.

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