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VUL. 4', fl,Uffl.. J ( 1 YO..J J ' HUGO McCORMICK A.cerca del continuum topológico del fonologismo lacaniano: de la supremacía significante del sujeto lingüístico de la ciencia de la letra al significante privilegiado·. del sujeto lingüistérico de la ciencia de "Sólo queremos dejar sentado que rechazamos la idea. de una primacía absoluta del 'significante'. La metonimia y la metáfora sólo se conciben como movimientos dialécticos cuyo móvil es el juego de los significantes, pero que se apoyan siempre en conti- güidades b en sus semejantes pre o paralingüísticas para culmi- nar en una reorganización y una ampliación del 'significado'." Jean Laplanche, 1970 "Juego del significante, juego del significado y juego entre ambos · juegos, esa es la estructura del inconsciente." Hugo Bleichmar, 1981 E n el presente ensayo nos prop?nemos el crítico · de algunas propuestas enunciadas por el· ps1coanahs1s lacamano en torno al inconsciente teorizado por Freud y, en especial, a la caracteriza- ción semiótíca o, mejor dicho, semiolingüística, que efectuada por Lacan hizo del inconsciente un sistema semiótico y dándole en sus planteas semio- lingüísticos un énfasis notorio al papeljugado por la primacía de la com- binatoria formal del Orden significante. Combinatoria de significantes que, en la perspectiva del lacanismo, tiene a su cargo la determinación de los modos de producción de significación del Sujeto dellnconsciente y, a su vez, constituye el articulador teórico axial que atraviesa a todo lo * Versión revisada del trabajó leído en el "Círculo de Estudios de Psicoanálisis y Semiótica de Barquisimeto" (Venezuela), en noviembre de 1982.

Acerca del continuum topológico del fonologismo lacaniano

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Hugo McCormickTrabajo de psicoánalisis vol. 2, núm. 5 (1983)

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VUL. 4', fl,Uffl.. J ( 1 YO..J J

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HUGO McCORMICK

A.cerca del continuum topológico del fonologismo lacaniano:

de la supremacía significante del sujeto lingüístico de la ciencia de la letra al significante privilegiado·. del sujeto lingüistérico

de la ciencia de ~gua•

"Sólo queremos dejar sentado que rechazamos la idea. de una primacía absoluta del 'significante'. La metonimia y la metáfora sólo se conciben como movimientos dialécticos cuyo móvil es el juego de los significantes, pero que se apoyan siempre en conti­güidades b en sus semejantes pre o paralingüísticas para culmi­nar en una reorganización y una ampliación del 'significado'."

Jean Laplanche, 1970

"Juego del significante, juego del significado y juego entre ambos · juegos, esa es la estructura del inconsciente."

Hugo Bleichmar, 1981

En el presente ensayo nos prop?nemos empren~er el ~?~entari~ crítico · de algunas propuestas enunciadas por el· ps1coanahs1s lacamano en torno al inconsciente teorizado por Freud y, en especial, a la caracteriza­ción semiótíca o, mejor dicho, semiolingüística, que efectuada por Lacan hizo del inconsciente un sistema semiótico y dándole en sus planteas semio­lingüísticos un énfasis notorio al papeljugado por la primacía de la com­binatoria formal del Orden significante. Combinatoria de significantes que, en la perspectiva del lacanismo, tiene a su cargo la determinación de los modos de producción de significación del Sujeto dellnconsciente y, a su vez, constituye el articulador teórico axial que atraviesa a todo lo

* Versión revisada del trabajó leído en el "Círculo de Estudios de Psicoanálisis y Semiótica de Barquisimeto" (Venezuela), en noviembre de 1982.

. largo la producción teóri~a de Lacan en sus treinta y tantos años transcu­rridos tanto en sus escritos como en sus seminarios.

En lo relativo a la definición del estatuto semiolingüístico de la estruc­tura del significante, si bien ésta llegó a sufrir cierta caracterización "am­bigua" en la última fase de los desarrollos teóricos de Lacan, no obstante, y a pesar de tal indeterminación del mismo, nos parece que en realidad lo que se halla diseminado en el trayecto de su obra es el tratamiento estrictamente lingüístico otorgado a la materialidad del significante como unidades "a las que para precisar" se ocupó de llamar fonemas, en correlato con el acento colocado a lo Simbólico, a la estructura simbólica lingüística del Otro -lugar del código- y, en consecuencia, par.a Lacan el significante linguístico, fonemática, es el significante por excelencia.

Intentaremos propiciar una lectura transtextual del fonematismo in­serto en los fundamentos ideológicos y textuales del discurso lacaniano, en su particular formulación del descubriente fre,udiano: se trata de hacer trabajar la interfoxtualidad subyacente a la insistencia lacaniana del abor­daje fonemática del significante, tanto en sus textos anteriores como en los más contemporáneos. Dicha lectura también supone,' por parte nuestra, el hallazgo de las relaciones entre el texto lacaniano y su exterior textual: lo cual equivale a la puesta en marcha de operaciones de diálogos de unos textos con otros dados a través de la lectura "al pie de la letra" del laca­nismo en sus enunciados sincrónicos y/ o pretéritos, que diseñe en torno a dichos textos una lógica discursiva unificadora interna, suerte de "iso­morfismo" teórico y metateórico entre dichos enunciados, y en última instancia, termine redescubriendo la confluencia de los caudales teóricos del lacanismo y en la ensenada de la fonematicidad y ésta, como resultado semiológico cardinal de su indagación del inconsciente teorizado por Freud. Como tendremos oportunidad de apreciar, "el retorno a Freud" se ha transformado en una concepción logocéntrica, configurada en la sobrevaloración de los elementos fónicos (o· literales), coagulando una hipóstasis de la metafísica (del sustratum formal) de la (omni) presencia absoluta del significante, de la autonomía del significante, de la palabra plena del sujeto de las formaciones del inconsciente y, en virtud de ello, hay un logocentrismo en el lacanismo teórico que logra deslizarse sin sufrir fracturas desde el espacio semiológico del Lacan I, el del fonolo­gismo del significante lingü{stico de la instancia de la letra en el incons­ciente, al del Lacan JI, el del fonologismo del significante lingüistérico delalengua en tanto articulación de la lengua y el deseo inconsciente.

Lacan !, Lacan JI Horizonte teórico de la convergencia topológica de una problemática, la de la sobreestimación del significante, que iremos encontrando en los pasos de la intertextualidad que sugeríamos con ante­rioridad, esto es, a lo intertextual en que está comprendido todo texto del lacanismo (v.gr., Lacan I y los lacanianos de la intersubjetividad),

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dado que el mismo es el entre-texto de otro texto (v.gr., Lacan U y los lacanianos del materna).

Sobre un tipo particular de elección de objeto (teórico) en el hombre (Lacan)

El discurso lacaniano sobre la materialidad constitutiva del inconsciente freudiano en cierto modo suele defraudar. Las intenciones son buenas, pero los resultados de supuestamente haber develado "la instancia de esta misma estructura literante (dicho de otro modo, fonomática)" no tanto. En lo relativo a las intenciones filosóficas y epistemológicas de Jacques Lacan no podemos dejar de reconocer sus méritos propios. A partir de él, se instaura un corte matateórico en el seno del psicoanálisis, y se puede hablar que ha marcado un hito en la evolución de la producción teórica psicoanalítica a tal punto que a partir de dicho corte se puede hablar de lo que denominaremos psicoanálisis post-semiológico, de un psicoanálisis inserto actualmente con especificidad y jerarquía metateóricas dentro del marco de las ciencias de la significación, junto con la lingüística, la semiótica, la antropología y las ciencias del lenguaje en general. El im­pacto de la producción lacaniana en los últimos años en diversos institutos, escuelas y grupos de estudios con vocación de investigación psicoanalí­tica, ha sido posible más que con cualquier otra tendencia del psicoanálisis pre-semiológico, el kleinismo, la psicología psicoanalítica del yo: en lo primordial, su empresa semiolingüística se nutrió de la reflexión y la con­sideración estructural del lenguaje, y nos parece que. ello fue así hasta en sus últimas consecuencias (fonológicas), tanto en los presupuestos episte­mológicos implícitos en el seno del estructuralismo lingüístico saussurea­no (y en el linaje postsaussureano de Jakobson, y en cierto. grado de Benveniste y Hjelmslev) como en los del estructuralismo antropológico. Pues bien, en este orden de ideas, uno de los méritos de las intenciones epistemológicas de Lacan ha consistido en haber estremecido a la teoría psicoanalítica pre-semiológica del inconsciente, en su reduccionismo de las formaciones del inconsciente a dimensiones biológicas, por la cual desfilaron lugares conocidos, tales como la naturaleza instintivista de los aspectos psicogenéticos de los cuadros psicopatológicos de las etapas de la libido de Abraham, el quantum agresivo intercalado en la envidia consti­tucional kleiniana, etc. Desde el auge del psicoanálisis post-semiológico (y complementamos, también, hoy en día, post-lacaniano) se presta aten­ción particular al papel de la organización y el código, a las codificaciones dadas en las significaciones discursivas que hacen inteligibles que el sujeto, en las fijaciones libidinosas, organiza (estructura) sus fantasmas (las frases del discurso inconsciente) con respecto a sus zonas erógenas (o "zonas subjetivas"), de acuerdo con la estructuración discursiva del código edí­pico, y no a la inversa.

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Lacan empezó; con el propósito de organizarun discurso teórico (con implicaciones filosóficas) sobre la detenninación lingüz'stica del incons­ciente, y ello fue una constante en su obra, hasta llegar en sus más re­cientes formulaciones, a concluir que no hay otra lingüístiea que la "lin­güistería" del inconsciente. M~s, a pesar de haber suscitado ciertos giros nocionales que dieron la impresión de reflejar algunas aperturas de signo contrario, en tomo al aparato teórico dellacanismo, el resultado de dicha apertura se ha traducido en una especie de paradójica "iconicidad" hecha discurso. Decimos inconicidad porque la modificación es aparente, la apertura resultante es del mismo signo, del mismo cuño en sus aspectos semiolingüísticos con respecto a lo que en realidad, siempre denotó: la travesía del discurso teórico del lacanismo que, comprometido en su visión del inconsciente freudiano como isomorfo con el lenguaje, consi­deraba así poder darle el baño de cientificidad y racionalidad necesario y suficiente al psicoanálisis, para su estatuto de ciencia del Inconsciente y sus formaciones. No en balde a nivel de su escuela, se forjaron enunciados con carácter de sentencia condicional en torno a lo que debía ser el rasgo epistemológico del psicoanálisis: "el psicoanáliSis sólo es posible si y sólo si el inconsciente está estructurado como un lenguaje") Situar el nivel del trabajo científico de la teoría psicoanalítica en el dominio de las Significaciones, de la relectura del texto freudiano como práctica semió­tica, converge en cierto modo con nuestras preocupaciones semio-lin­güísticas sobre la teoría psicoanalítica. Discrepamos del abordaje laca­niano a partir del momento en que no concebimos las formaciones del inconsciente como prácticas a-semánticas, ni compartimos la inteligibi­lidad de las condiciones de producción de significación de la materialidad inconsciente y la constitución social de la subjetividad que termine en­claustrada en una semiolingüística derivada básicamente del juego dé la combinatoria formal del modelo fonológico.

La implicación del "si (el inconsciente está estructurado como len­guaje) ... entonces (el psicoanálisis es posible como ciencia)" del enun­ciado anteriormente citado, expresa una consecuencia lógica que generada desde la óptica de Lacan pasó a ser el leit motiv que le justificó el sentido de su propuesta de volver (o revolver) a f reud. como lingüísta por un lado, y pof otro, él mismo devino como proyecto teórico primordial en el "ombligo del sueño", siempre deseado por el ideario manífiesto de Lacan haciendo del esquema de la lingüística (o lingüistería) estructural la "vía regia'' para su abordaje. Vocación língüística inequívoca que le hace decir a Lacan qué ''no se trata de una analogía; sino que quiero decir que

1 Miller, Jacques-Alairt, Cinco conferencias caraqueñas sobre Lacan, Edit. El Ateneo de Ca­racas, 1980.

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su estructura es exactamente la misma del lenguaje". 2 Realización del sueño epistemológico de Lacan posibilitado en la medida en quela lingüís­tica de inspiración saussuriana, en particular Jakobson, Benveniste y en grado menor, Hjelmslev, le permitieron considerar al inconsciente como una estructura de tipo lingüístico; imbricación sistemática y permanente de Ja articulación de la lingüística y el psicoanálisis en sus diversos trabajos (y por ende en diferentes épocas).3

"La lingüística puede servirnos de guia" ( 1953). '~El psicoanálisis debería ser la ciencia del lenguaje habitado por el su­

jeto" (1956), " .. ,intervenir en los hombres en nombre de la lingüística .. Siendo la

lingüística /a.ciencia que se ocupa de la /alengua" (1970). "Mon pre~ier sentiment était de dire que ce j'appelleHngüisterie exige

la psychanalyse pour étre süutenue ... n'y a pas d'autre linguistique que la · linguisterie" ( 1977).

"El inconsciente, a partir de Freud, es una cadena de significantes ... esta fórmula, que sólo es nuestra . .. el término decisivo es el significante, reanimado de la retórica antigua por la lingüística moderna, en una doctri­na ... en la que los nombres de Ferdinand de Saussure y de RomanJakob­son indicaran· su aurora y su actual culminación, recordando que la ciencia·. piloto del estrncturalismo en Occidente tiene sus raíces en Rusia donde floreció el formalismo" (1957).

"El inconsciente ex-siste; se motiva en la estructura, es decir en ellen­guaje" (1970).

Los párrafos citados ponen de manifiesto la permanente fidelidad del cornprorniso epistemológico de Lacan: legitimar la relación del psicoanáli­sis con-o-al-lacfo ·del ·pórtico de la ·lingüística· estructural· saussureana (y post"saussureana); el psicoanálisis lacaniano nació corno una concepción estructuralista del significante: "Pues el estructuralismo ¿es o no lo que nos permite plantear nuestra experiencia como el campo donde 'eso' habla?"4 La teoría de la lengua de/inconsciente se configuró a partir de la red epistemológica del signo saussureano, la que posteriomente no sólo fue continuada como fonología estructural síno también trabajada luego por la formalización hjelmsleviana del Círculo de Copenhague. La inves­tigación de la lengua del inconsciente también va a ser tributaria del

2 Carusso, Paolo,Conversación con J. Lacan, Barcelona, Anagrama, 1969.

3 En lo sucesivo, los entrecomillados encierran citas textuales de diversas épocas de la obra de Lacan y los subrayados que aparezcan son nuestr~s. En caso contrario, se especificará cuando sea necesario.

4 Daix, Pierre,'' Entrevista con J. Lacan", Claves del estructuralismo, Calden, 1969.

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estructuralismo lingüístico del modelo fonológico y que a partir de la sin­gular lingüistería lacaniana, dicha concepción funcionó como entimema de toda la investigación semiolingüística del lacanismo más reciente, a pesar de afirmaciones que parecieran poner en discusión nuestra apreciación, tal como cuando La can dice: "Cuando escribo !alengua en una sola palabra, dejo ver lo que me distingue del estructuralismo, en la medida en que éste integra el lenguaje a la semiología" (1973).

Del Lacan 1 al Lacan 11

Desde el punto de vista de una semiolingüística psicoanalítica {por hacer), creemos que existen dos Lacan que en apariencia son divergentes pero que, en realidad, no es así, y para ello intentaremos ubicar dos modalida­des de un mismo Lacan en tomo a la teorización fonemática del signifi­cante. Decimos aparentemente, porque podemos encontramos con un Lacan, que va desde 1953 hasta fines de los sesenta que designamos como 1, y un Lacan designado 11, que emerge desde los finales de la década de los sesenta, y alcanza su climax en los años setenta.

Si el sistema teórico del Lacan 1 en realidad fuera divergente de aquel del Lacan 11 ello implicaría que si bien por un lado incorpora el vocabula­rio del 1 (cadena significante, el Otro), no obstante debería tener un con­junto diferente de teoremas/inferencias válidas. En consecuencia y para­fraseando el léxico de la lógica simbólica (o formal}, del cotejo de los dos Lacan habría de desprenderse una lógica de naturaleza ''divergente" entre el 1 y el 11. Ello no ocurre así, debido a que si bien incorpora términos nuevos tales como lalengu.a, lingüistería (y algunas aserciones teóricas propias de la época de Lacan 11), cuando efectuamos las operaciones de desmontaje intertextual del sujeto de las "inferencias/teoremas" siempre reencontraremos, como articulador teórico, la insistencia fonemática­grafemática del significante lacaniano imbricada ideológicamente en la órbita estructuralista subyacente al mismo.

Definición desde la lingüística

Término preponderante

Lacanl

"La lingüística nos introducirá en el método" (de distinción de la sincronía de Ta diac_ronía dei lenguaje).

la lengua lingüística

LacanII

"La lingüística se impone aquí en tanto que ... la estructura que se reconoce ·por hacer el lenguaje en la.lengua"

"Siendo la lingüística la ciencia que se ocupa de !alengua"

la lengua lingüistería

LoirhaBazgos que hasta ahora hemos hecho en tomo al lacanismo lo defüien como -producción de un cierto tipo de discurso logocéntrico, de la omnipresencia del Lenguaje que se deja leer como perspectiva tran~v~r~al-especl,lJar de. un te?Cto i:;ontinuo_ sobre los otros (1 y ll). El la­canismo f onemáiico-literal lo visualizamos como intersección 'meta teórica de Jos dos Lacan, y esta delimitación nuestra es convergente con cierto planteo-deJ.A. -Miller (discípulo'atitorizado -dellacanismo},en el sentido

-de :que nos corrobora nuestra crítica: la persistencia unidimensional de manera general y abarcativa de los puntos constituyentes del pensamiento teórico.de Lacart, el cual, a pesar de su complejidad y fluctuaciones,. mues­tra- un carácter de sucesión, de continuidad topológica de su teoría. La obra de Lacan "es una obra que se desarrollá desde hace treinta años sin

- -aparente discontinuidad".5 Uno de los enganches confosque Lacan logra cautivar es que ha .podido 1imprin;iirle giros nocionales y conceptuales a su< teoría; sin que la misma sufra desgarramiento, afirmando en un juego

_discursivo topológico_ de "torsiones" y/o (de)fonnaciones estilísticas, _para tertninar deslizándose, y volverse- a. encontrar- con los mismos puntos dándoles, sucesivamente, diferentes lecturas.

: Désde la .acepción psicoanalítica de los mecanismos de defensa del sujeto (lingüístico) de Lacan diríamos que las nociones elaboradas en torno a la problemática del significante lacaniano son metafóricamente una suerte de defensas obsesivas 'de aislamiento (separación en barra del significante y eL significado), de intelectualización (utilizacíón del pensa­miento: abstracto-~ "Lacan por el estilo'~-" caracterizado por el alto grado de generalidad :.-:nudos borromeos, batería significante- y por estar ale­jado de situacion:es -la insólita desinserción teórica de La.can- con res­pecto -a la práctica --de la clínica y la cura an-alíticas). ¿Qué; deeir de un Lacan que pasa "insertsíblemente de una posición a otra", 6 que diera la impresión de modificar -casi "imperceptiblemente" ciertos puntos de slí'téoría, e incluso, agregando términos intermedios? Diríamos que, en sentido figurado, ·riós evóca "10s mecanismos del obsesivo, del ya sea ... ya sea" de losjúicios disyuntivos' de la compulsión a oscilar; y como dice Freud, hace que el' obsesivo (alniisrnó tiempo que seda elbas'cular de un juicfo a otro); ló' inclina hacia la especulación ritual fija degustar ena:rbo­far problemas de·· difícil sblúdón: En este seritido hf teoría lacaniarta no Uégaría a sufrir ni de '''represión", ni muého menos de "forclusión" teó­ricas, debfüo a que el procedimiento defensivo dela represión sería equi­valente a· úri tejido con desgarró en que los hilos quedan su elfos péro están presentes, y en el· caso dé fa f orclusión, se trataría de un agujero en el que

5 M\Íler, iA., op. cit. 6 Miller, J.A., op. cit.

falta en absoluto la materia del tejido. El lacanismo lingüístico se carac­teriza por estar incrustado en una (seudo) coraza topológica obsesiva ..

De la fonematización fundante d~l significante lacaniano (Lacan 1)

La definición semiótica del inconsciente lacaniano gira en torno al planteo de la cadena significante como articulación formal. Las leyes articulatorias -determinan las imbricaciones respectivas de la red significante: cada signi­ficante es un elemento formal que se halla articulado con los otros por una estructura. En el interior de esta definición esbozada aparece como im­perativo para Lacan: "El programa que se traza para nosotros es entonces saber cómo un lenguaje formal determina al sujeto."

El Lacan 1 se instala a partir de "La instancia de la letra en el incons­ciente" ( 195 7), que responde al imperativo mencionado, por cuanto cons­tituye el ensayo-programa que define lo relativo a la estructura articulada del significante, el cual estaría conformado por dos propiedades. La pri­mera, supone que lamisma debe reducirse a sus elementos diferenciales y estos serían los fonemas de la fonología, y las menores unidades distin­tivas del lenguaje oral-articulado, cuya ley no es ningún sentido que estu­viese dado por su constancia fonética (es decir, como si tuviesen valor po­sitivo) sino por el sistema de separaciones diferenciales mutuas. Esta es la primera, propiedad, en la que los elementos se imponen negativamente y se. definen de: manera formal. "Esto quiere decir que sus unidades, se

-. parta de donde se parta para dibujar sus imbricaciones recíprocas y sus englobamientos crecientes, están sometidas a la doble condi.ción de redu­cirse a elementos diferenciales últimos y de_ componerlos según leyes de orden cerrado. Estos elementos, descubrimiento decisivo de la lingüística, son los fonemas, en los que no hay que buscar_ correspondencia fonética en la variabilidad a la que se aplica ese término, sino el sistema sincrónico de elementos diferenciales ... presentifican válidamente lo que llamamos la letra, a saber la estructura esencialmente localizada del significante."

De lo anterior se desprende que las unidades significantes distribu­yéndose en englobamientos o imbricaciones recíprocas -un sistema, en té-rminos saussureanos-, al descomponerse en elementos diferenciales últimos, nos señala que ellos son los fonemas de la fonología, y a propó­sito de los cuales. Lacan enfatiza su carácter de acoplamiento (couplage) diferencial, de la naturaleza formal de la estructura del significante. Esta aseveración del Lacan 1, en esta parte de su ensayo-programa muestra la hiperestimación concedida a la phoné, abriendo surcos semióticos a la escritura alfabética. No en balde la presencia de la letra como tipografía del fonema -el significante literal como representación (tipo) gráfica.,--, figura los caracteres de los elementos fonemáticos y su articulación: como bien lo muestran Nancy y Lacoue, la Jiteralización le da sostén a

los trazos _esenciales de la materialidad del significante y su actitud a la localización, por una parte, y su estructura diferencial, por otra parte.

La segunda propiedad del significante, nos lleva a entender que el sig­nificante lacaniano es supuesto como elemento del inconsciente que se encadena con otro significante. Esto quiere decir, que el significante como cadena formal articulada (primera propiedad) tiende a formar agrupamien­tos cerrados, constituidos por series de anillos enlazados unos con otros para formar cadenas, a su vez enlazadas con otras cadenas (segunda propie­dad). De esta manera, los enlaces (tejidos textualmente) del significante comprenden dos dimensiones: una de continuidad, de concatenación (dia­cronía) que tiene que ver con la estructura metonímica; otra de sustitución (sincronía) que remite a la estructura metafórica. "Con la segunda propie­dad del significante de componerse según leyes de un orden cerrado, se afirma la necesidad del sustrato topológico del que _da una aproximación el término de cadena significante que yo utilizo ordinariamente: anillos cuyo collar se sella en el anillo de otro collar de anillos." La topología de órdenes cerrados, nos evoca la perspectiva de una combinatoria formal de lugares. La segunda propiedad nos remite entre líneas a dos lingüistas que están tras bastidores de esta formulación, Hjelmslev y Jakobson.

En La estructura y uso de la lengua, Hjelmslev manifiesta que la lengua en realidad es "un sistema de elementos destinados a ocupar determinadas posiciones". Precisando detalles, nos encontramos que la cadena de la .len­gua entra en ciertas rel~ciones con exclusión de otras. Los elementos de ca,da signo (fonemas) forman una cadena, y la relación en Hjelmslev es re­ferida a· lafunción? (dependeneia, relación) que exist~ entre los elementos

·formales eri el interior de u11a misma cadena: los elementos además de estar unidos entre sí en la cadena "constituyen una serie cerrada'', o sea, tienen sus correspondientes reglas ''dadas para siempre" en sus posibilidad~s de combinación. Por ello, para Hjelmslev los elementos de la estructura de· la lengua recuerdan las magnitudes de operación del álgebra (a, b, c, x, y, z, etc.), magnitudes que pueden sustituirse en aritmética por diferentes valo­res, y en el cálculo práctico, por diferentes· números que figuran cosas dife­rentes. "Con tal de que se observen las reglas del álgebra, pueden designar­se las magnitudes como se quiera'', y ejemplifica dicha afirmación con los lugares. dados en las posibilidades de combinación (y en virtud de sus leyes) presentes en el juego de ajedrez, lo cual nos hace evocar el famoso ejemplo de Saussure para aprehender la lengua como sistema de diferen­cias formales, negativas y separadas.

Si bien en Saussure el sustrato topológico era el signo como unidad de significante y significado Lacan alteró esa unidad, creando una barra de se-

7 Existen· tres tipos fundamentales de dependencias o relaciones entre los elementos: ínter· dependencia, determinaciones y constelaciones.

paración del significante y el significado. Barra resistente a la juntura que instalaba el carácter de supremacía a la ligazón de unos significantes con otros, señalando a la vez que su sustrato es la cadena en su vinculación ("tiene sus topos en una combinatoria"), tanto por la combinatoria meta­fórica (la sincronía de la lengua y como tal, sistemática), como en la meto­nímica (diacronía). Aquí, recordamos nuevamente a Hjelmslev, para quien texto remite a sus partes constituidas como una red de relaciones en sus dos niveles: sistema y proceso. Esta integración de la red textual es pura­menteformal, la significación (lo semántico) es una categoría que no in­terviene para nada en su construcción (el sentido se da comó algo externo, no como constitución o producción efectiva).

Lacan aclara que la concatenación significante no equivale a una linea­lidad del significante, ya que resulta factible que el término "cadena" se preste a transmitir la impresión de relación de contigüidad, de sucesión y no de sustitución, y por lo tanto abarca a las dos formas de deslizamiento. Aquí evocamos a RomanJakobson, quien, al igual queLacan, nó comparte la creencia saussureana de la "linealidad del significante". Jakobsón en el análisis fonológico de una secuencia del cuento Alicia en el país de las ma­ravillas (Lewis Carroll): "Has dicho píg (cerdo) o fig (higo)? dijo el gato. 'He dicho pig', replicó Alicia", deduce ciertas características de combina­ción en un haz de rasgos distintivos o diferenciales, vale decir lo que se lla-

. ma un fonema. "Al fonema /p/ seguían los fonemas /i/ y /g/, que a su vez son también haces de rasgos distintivos articulados simultáneamente. Así pues, la. concurrencia de .entidades simultáneas y la concatenación de enti­dades sucesivas son los modos segú.n los cuales los hablantes combinamos los elementos lingüísticos."8 Para J akobson resulta evidente la existencia de las dos variedades de combinación del lenguaje -concurrencia y conca­tenación-, lamentando que Saussure sólo reconoció la segunda; la sucesión temporal, y por ende, la linealidad del significante. No podemos dejar de recordar otro artículo de Jakobson con resonancias enLacan, cuando, al referirse a la importancia contemporánea de la herencia saussureana traza­da en la noción de rasgos diferenciales, recalca que las diferencias entre las propiedades de los fonemas son de hecho discretas y que su aspecto dife­rencial es realmente el concepto fundamental, y sobre todo el "enfoque topológico" -el cual sostiene que no son las cosas las que importan sino sus relaciones-, "es igualmente decisivo para la metodología de la fono­:logía". 9

La sección anteriormente desarrollada sobre la concepción semiolin­.güística de Lacan acerca de las características materiales del inconsciente,

8 Jakobson, Roman y Morris Halle, Fundamentos del lenguaje, Ciencia Nueva, 1967. 9 También el enfoque topológico es decisivo para. cHonematismo lacaniano; Véase, Jakobson,

Roman y Morris Halle, Nuevos ensayos de lingüística géneral, México, SigloXXl, 1976 ..

nos remite una y otra vez a nociones de la lingüística. Hemos visto a lo largo de estas acotaciones que Lacan reconoce su deuda para con F. de Saussure y R. Jakobson (y de modo implícito, Hjelmslev), quienes le han dado la posibilidad de releer a Freud, en la medida en que el estructuralis­mo lingüístico le ha servido de inspiración para extender el modelo lin­güístico -el fonológico- al dominio del inconsciente; y en particular, hemos podido vercomo la teorización de la propiedad.del significante la­caniano deriva de Saussure, Jakobson y Hjelmslev (la importancia de la lengua como red formal de diferencias, la sistematización del lenguaje en dos ejes, la sincronía del polo metafórico -sustitución- y la diacronía del polo metonímico, la vertiente topológica de los elementos lingüísticos dispuestos en cadenas de anillos o imbricaciones). En definitiva, acabamos de ver de qué modo una concepción del lenguaje inspirada en Saussure (y luego en Jakobson, Hjelmslev), ha permitido una plena (re)formulación del análisis freudiano del inconsciente. Es decir hahlar de dos Lacan, es hablar literalmente así: Lacan y la lingiJ.ística.

Resumiendo, encontramos que en Lacan I, dos son las propiedades esenciales del significante:

l. Su materialidad con base en elementosfonemáticos (que no son considerados por su contenido sino por una relación formal de diferencia). No importa la constancia fonética en la variabilidad combinatoria sino el sistema sincrónico de los pares diferenciales (couplage),

2. Esos elementos diferenciales se combinan cual red textual de forma que no existe un significante que no esté en uno de los tipos de combina­toria regida a su vez por las leyes del código de la lengua (sistema cerrado · que estipula las posibilidades de combinación textual de los significantes). Recalcamos que al decir que con la segunda propiedad el significante es siempre textual, lo decimos en el sentido de texto como teíido de márcas

· formales que se tejen al cruzarse las cadenas significantes, tanto si se sus­tituyen una por otra, como en la metáfora, como si se desplazan, como en la metonimia.

Lacan I asimila en su teorización del significante lo fonemdtico y la textualidad formal de los elementos diferendales: lacanismo I de la foné-" · matización textual de la cadena significante, inscrita en los presupuestos teóricos suministrados por Saussure, Jakobson (y Hjelmslev).

tDe la fonematicafilia del discurso de Lacan

e El fonematismo de Lacan va a estar diseminado a lo largo del trayecto de mobra.

Del período de Lacan I, encontramos: "La forma de matematización en que seinscribe el descubrimiento del

fonema como función de las parejas formadas por los más pequeños ele~

mentos discrirninativos ... nos lleva a los fundamentos mismos donde la última doctrina de Freud designa, en una connotación vocálica de la pre­sencia yla ausencia, las fuentes subjetivas de la función simbólica." 1953.

"Y la reducción de toda lengua al grupo de un muy pequef'l.o número de estas.oposiciones fonémicas (en alusión a las doce oposiciones binarias de J akobson como universales lingüísticos, agregamos de nuestra parte) iniciando una tan rigurosa formalización de sus morfemas más elevados, pone a nuestro alcance un acceso estricto a nuestro campo." 1953.

"El momento en que el deseo se humaniza es también el momento en que el nif'io nace al lenguaje ... pues su acción destruye el objeto que (en los juegos repetitivos) hizo aparecer y desaparecer en la provocación anticipante de su ausencia y de su presencia ... Y este objeto, tomando cuerpo inmediatamente en la pareja simbólica de dos jaculatorias elemen­tales, anuncia en el sujeto la integración diacrónica de la dicotomía de los fonemas cuyo lenguaje existente ofrece la estructura sincrónica a su asimi­lación." 1953.

"El sueño es un rébus. Y Freud estipula acto seguido que hay que en­tenderlo, como dije antes al pie de la letra. Lo cual se refiere a la instancia en el sueño de esa misma estructura literante (dicho de otra manera, fone­mática) donde se articula y se analiza el significante en el discurso." 1957.

"Freud, buscando el modelo del automatismo de repetición, se detiene en la encrucijada de ocultación y de una escanción alternativa de dos fone• mas, cuya conjugación en un niño le llama la atención." 1958.

"El momento de un fading o eclipse del sujeto, estrechamente ligado a la Spaltung o hendija que sufre por su subordinaciónalsignificante. EsJo que simboliza la sigla ($-0-0) que hemos introducido a título de algoritmo que no por casualidad rompe el elemento fonemática que constituye la unidad significante (por excelencia)." 1960.

"La letra se manifiesta en el inconsciente, y que, conforme a su instan­cia propia de la letra, es mucho menos etimológica (precisamente diacróni~ ca) que homofónica (precisamente sincrónica)." 1959. Es de advertir que en este párrafo ya Lacan destaca el papd del ámbito homof ónico y su co­rrelación con el orden sincrónico del inconscientelacaniano. Posteriormen­te en el Lacan 11 y en el campo lacaniano en general se observarán como degustan bastante la noción de juego de homofonía (u homofónicos). 1957.

"Una escritura, como el sueño mismo ... está siempre, como el lengua­je, articulada simbólicamente, o sea que ni más ni menos que éste es fone­mática (subrayado de Lacan), y fonética de hecho (o sea, escritura fonética) desde el momento en que se lee." 1956.

"Es el significante el que es reprimido ... ¿Cómo no retener en él la dominancia del significante, manifiesta bajo su especie más materialmente fonemática? . .. son ciertamente las homofonías las que, por condenarse en sobreimpresiones, a la manera de rasgo de ingenio y del lapsus, nos de-

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nuncia con mayor seguridad que es el falo lo que simboliza." 1960. Del período de Lacan 11, extraemos: "La lingüística, con Saussure y el Círculo de Praga, se instituye por

un corte que es la barra puesta entre el significante y el significado, para que prevalezca ahí la diferencia por la cual el significante se ordena en una autonomía que no tiene nada que envidiar a los efectos de cristal: para el sistema del fonema, por ejemplo, que es el primer éxito del descubrimiento.

Se piensa extender este éxito (es decir, el sistema del fonema) a toda la red de lo simbólico no admitiendo otro sentido sino al que la red responde, y sí a la incidencia de un efecto -de un contenido, no-." 1970.

"Lo bueno de cualquier efecto de discurso es que está hecho de le­tra ... (y a continuación Lacan habla del significante escritura!, de los jue­gos de corte grafemático-fonemático) ... Los significantes encajan unos con otros, se combinan (véase la segunda propiedad del ste.), se aglomeran, se entrechocan -lean Finnegan's Wake- y se produce algo así como signi­ficado, puede parecer enigmático" ( 1973). Esta última parte perfectamente se- aloja en la concepción de los efectos de sentido dado en lo fundamental porque el poeta construye la metáfora a través de la letra, del significante. En el trabajo del escritor como en la poesía eso es más notorio, porque hay efectos de resonancia que van más allá, haciendo resonar analogías y homofonías verbales. Esto es una ilustración de como se trabaja el signi­ficante sobre una literalidad. Aclaramos que esta cita está ubicada en la re­dacción del seminarioEncore. 1973.

Continuará en el próximo número.