Amossy - El Ethos en La Intersección de Las Disciplinas

Embed Size (px)

Citation preview

  • 7/21/2019 Amossy - El Ethos en La Interseccin de Las Disciplinas

    1/14

    El ethos en la interseccin de las disciplinas:

    retrica, pragmtica, sociologa de campos1

    Ruth Amossy

    La eficacia del discurso y la autoridad del locutor

    La idea segn la cual la eficacia de la palabra est ligada a la autoridad del orador 2atraviesadisciplinas: hoy la encontramos en la interseccin de la retrica, la pragmtica y la sociologa decampos. Pero eso no sucede sin despertar vivas polmicas. Recordemos las crticas de Bourdieu aAustin en Qu significa hablar (1982). A la nocin de una fuerza ilocutoria que deriva de los actosperformativos o, de modo ms general, de los actos de habla, el socilogo opone un poder exterior alverbo, anclado en los cuadros institucionales y en los rituales sociales. Segn el autor, la accinejercida por el orador sobre su auditorio no es de orden lingstico, sino social: su autoridad nodepende de la imagen de s que l produce en su discurso, sino de su posicin social y de susposibilidades de acceso a la palabra oficial ortodoxa, legtima3. Tales afirmaciones van, naturalmente,contra todos los enfoques que buscan en el uso del discurso el secreto de su eficacia (filosofa dellenguaje, pragmtica, retrica, anlisis del discurso).

    El poder de la palabra, fundado en la autoridad del orador, es consubstancial al intercambioverbal? El ethos debe ser considerado una construccin puramente lingstica o una posicininstitucional? Me gustara explorar esas cuestiones examinando, en la interseccin de la sociologa y lapragmtica, la nocin contempornea de ethos, con el objetivo de integrar los logros de las dos cienciasen una perspectiva retrica inspirada en Cham Perelmnan.

    Recordemos, r|pidamente, para comenzar, el punto de vista de Bourdieu, segn el cual la fuerza

    ilocucionaria de las expresiones (illocutionary force) no puede ser encontrada en las propias palabras,como los performativos4. Para Bourdieu, el principio de la eficacia de la palabra no est en susustancia propiamente lingstica, y solo el car|cter artificial de ejemplos aislados de una situacinconcreta puede hacer creer que los intercambios simblicos se reducen a relaciones de puracomunicacin5. En realidad, el poder de las palabras deriva de la adecuacin entre la funcin socialdel locutor y su discurso: el discurso no tiene autoridad si no es pronunciado por la persona legitimadapara pronunciarlo en una situacin legtima y, por lo tanto, delante de los receptores legtimos. Asocurre con el sermn, con la entrevista colectiva, con el poema; en fin, con todas las formas de discursoque circulan en una sociedad.

    En ese marco, el ethosocupa un lugar determinante, pero no tiene nada ms de construccindiscursiva. Se confunde con el skeptron (cetro) que se extiende a quien toma la palabra. En otrostrminos, consiste en la autoridad exterior de la que goza el locutor. Este aparece como un portavozautorizado; l solo puede actuar sobre otros agentes mediante las palabras [] porque su hablar

    1El trabajo de investigacin necesario para este artculo fue realizado en el marco de un proyecto de la Academia Nacional de

    las Ciencias, en Israel, acerca de Estereotipos y argumentacin en los debates sobre la guerra.2Utilizo orador en el sentido de la nueva retrica de Cham Perelman, como enunciador tanto de un discurso oral como de

    uno escrito y, por lo tanto, como sinnimo de locutor. El mismo criterio fue adoptado para auditorio, que designa alalocutario de un discurso oral o escrito.3

    Bourdieu, 1982:107.4Ibd, p. 105.5Ibd.

  • 7/21/2019 Amossy - El Ethos en La Interseccin de Las Disciplinas

    2/14

    RUTH AMOSSY El ethosen la interseccin de las disciplinas: retrica, pragmtica, sociologa de campos

    2concentra el capital simblico acumulado por el grupo al que representa y del cual es el abogado6. Elprofesor universitario, el padre, el poltico, el escritor profieren un tipo de discurso que obtiene sueficacia del hecho de que ellos est|n, a los ojos del pblico, habilitados para producirlo. La eficaciasimblica de las palabras, observa Bourdieu, solo funciona en la medida en que el que la aceptareconoce al que la ejerce como habilitado para ello7. En resumen, y para llevar las cosas al extremo, laeficacia de la palabra no depende de quien la enuncia, sino de quien la enuncia y del poder del cual esteest investido a los ojos del pblico:

    La especificidad del discurso de autoridad (clase magistral, sermn, etctera) reside en el hecho deque no basta con que sea comprendido (incluso, en algunos casos puede no serlo sin perder supoder), sino que solo ejerce su efecto propio cuando es reconocidocomo tal. Ese reconocimientoacompaado o no de la comprensinsolo se acuerda bajo determinadas condiciones que definenel uso legtimo8.

    Debe haberse observado que Bourdieu realiza dos dislocamientos mayores en relacin con lafilosofa del lenguaje. El decir, para l, no puede ser un hacer sino en la lgica del intercambio, y esta seda por definicin como una interaccin social. En otros trminos, pasamos de los speech acts[actos de

    habla] a los intercambios simblicos entre participantes que son agentes sociales. Este pasaje implicaque tomemos el discurso en una doble perspectiva. Primero, una perspectiva interaccional: la eficaciadiscursiva no puede ser comprendida fuera del intercambio entre los participantes. Luego, unaperspectiva institucional: ese intercambio es indisociable de las posiciones ocupadas por losparticipantes en el campo (religioso, poltico, intelectual, literario...) en el interior del cual actan.

    La pragmtica contempornea, que investiga la eficacia de la palabra en el interior delintercambio verbal, no se interesa en los rituales sociales exteriores a la prctica lingstica, sino en losdispositivos de enunciacin. En este sentido, define al ethoscomo un fenmeno discursivo que no debeser confundido con el estatus social del sujeto emprico. La distincin establecida por Oswald Ducroten su teora de la polifona es la que ilustra ms claramente la diferencia entre el locutor a quien

    imputamos la responsabilidad del enunciado y el autor emprico, su productor,9 respectivamentedesignados como [locutor como] ser del discurso (L) y [locutor como] ser del mundo ()10. Es en estesentido que Oswald Ducrot retoma la nocin de ethos, en referencia a Aristteles, en un pasaje yacitado por Maingueneau,11pero que quizs no sea intil volver a mencionar:

    En mi terminologa, dira que el ethos est ligado a L, el locutor en tanto tal: al ser fuente de laenunciacin se ve dotado de ciertos caracteres que, en consecuencia, vuelven aceptable o recusableesa enunciacin. Lo que el orador podra decir de s, como objeto de la enunciacin, concierne, encontrapartida [...] al ser del mundo y no es este el que est puesto en cuestin en la parte de laretrica de la que hablo12.

    El anlisis pragmtico presentado ofrece, en su propio terreno, un estudio fundado en la nocinde intercambio; esta examina las instancias que contribuyen a la constitucin de la interaccin verbalen tanto tal. Tambin analiza el locutor y la manera en que al participar en una interlocucin construyeuna imagen de s. Un anlisis del ethosdiscursivo se integra, as, a un estudio de la interlocucin quetoma en cuenta los participantes, el escenario y los objetivos de intercambio verbal. Dominique

    6Ibd., p. 109.

    7Ibd., p. 119 [97]

    8Ibd., p. 111 [91]. Cursivas de Amossy.

    9Ducrot, 1984, pp. 193-194.

    10

    Ibd., p. 199.11En Ethos, cenografia, incorporao, en el mismo volumen en que fue publicado el presente artculo.12

    Ibd., p. 201.

  • 7/21/2019 Amossy - El Ethos en La Interseccin de Las Disciplinas

    3/14

    RUTH AMOSSY El ethosen la interseccin de las disciplinas: retrica, pragmtica, sociologa de campos

    3Maingueneau desarrolla en este volumen esta perspectiva, mostrando que el ethos est condicionadopor la escena de enunciacin, esta ltima considerada en la distribucin de los papeles implicados porel gnero del discurso y la escenografa.

    As, el ethosde los pragmticos, en la lnea de Aristteles, se construye en la interaccin verbal yes puramente interno al discurso, en tanto el de los socilogos se inscribe en un intercambio simblico

    regulado por mecanismos sociales y por posiciones sociales exteriores. Me propongo retomar esos dosenfoques para mostrar cmo, en una perspectiva abierta por la retrica, pueden ser complementarios.

    La nueva retrica: el orador, el auditorio y la cuestin de las creencias

    compartidas

    Situada en un marco comunicacional, la nueva retrica de Perelman concibe la argumentacincomo un conjunto de medios verbales a travs de los cuales un orador intenta provocar o reforzar laadhesin de un auditorio a las tesis que somete a su aprobacin. En otros trminos, un locutor quiereactuar sobre su alocutario, no por medio de un acto de discurso puntual, sino en el marco de un

    intercambio verbal que tiene sus propias reglas. Si el estudio de la argumentacin resulta fecundo aPerelman en sus aplicaciones sociolgicas, eso se debe, antes que nada, como afirma en un artculo de1959 titulado Los marcos sociales de la argumentacin13, al hecho de que el discurso del orador estorientado hacia su pblico: hecho esencial para el socilogo [...], toda argumentacin se desenvuelveen funcin del auditorio al que se dirige y al cual est| obligado a adaptarse 14. As,

    en posesin de una lengua comprendida por su auditorio, un orador solo podr desarrollar suargumentacin si se atiene a las tesis admitidas por sus oyentes, caso contrario corre el riesgo decometer una peticin de principio. De ese hecho se desprende que toda argumentacin depende,tanto en sus premisas como en su desarrollo, de lo que es aceptado, de lo que es reconocido comoverdadero, como normal y verosmil, como vlido: de este modo, la argumentacin se ancla en lo

    social, cuya caracterizacin depender de la naturaleza del auditorio15

    .

    La importancia atribuida al auditorio conduce naturalmente a la insistencia en un conjunto devalores, de evidencias, de creencias, fuera de los cuales todo dilogo se mostrara imposible; en otraspalabras, conduce a una doxacomn. Es mediante un trabajo sobre la doxaque el orador intenta hacerque su interlocutor comparta sus puntos de vista. Para Perelman, la argumentacin debe, de hecho,llevar al auditorio a aplicar a las conclusiones el consentimiento dado a las premisas, y lo haceapoyndose en los topoi o lugares comunes, que son la marca de todos los participantes delintercambio verbal16.

    Adems, es preciso ver que, para Perelman, el auditorio siempre es una construccin del orador.Quizs en los dos extremos de la cadena de comunicacin encontremos personas reales, de quienesdepende, a fin de cuentas, el buen funcionamiento o el fracaso de la operacin. Con todo, la interaccinentre el orador y su auditorio se realiza necesariamente por medio de la imagen que se hacen uno delotro. La representacin que el enunciador hace de su auditorio, las ideas y las relaciones que presenta,y no su persona concreta, son las que modelan la empresa de la persuasin. Es en este sentido quePerelman puede hablar del auditorio como construccin del orador, sin dejar de subrayar laimportancia de la adecuacin entre esta ficcin y la realidad.

    13Perelman, 1989.

    14

    Ibd., p. 360.15Ibd., p. 362.16

    Perelman y Olbrechts-Tyteca, 1970.

  • 7/21/2019 Amossy - El Ethos en La Interseccin de Las Disciplinas

    4/14

    RUTH AMOSSY El ethosen la interseccin de las disciplinas: retrica, pragmtica, sociologa de campos

    4El buen avance del intercambio exige que a la imagen del auditorio corresponda una imagen delorador. De hecho, la eficacia del discurso es tributaria de la autoridad de la que goza el locutor, esto es,de la idea que sus alocutarios se hacen de su persona. El orador apoya sus argumentos sobre la doxaque toma prestada de su pblico del mismo modo que modela su ethos con las representacionescolectivas que asumen, a ojos de los interlocutores, un valor positivo y son susceptibles de producir enellos la impresin adecuada a las circunstancias. Siguiendo el pensamiento de Perelman, se puededecir que la construccin discursiva del ethos se hace al calor de un verdadero juego especular. Elorador construye su propia imagen en funcin de la imagen que l se hace de su auditorio, esto es, delas representaciones del orador confiable y competente que l cree que son las del pblico.

    Factor determinante en el establecimiento del ethos, la doxacomprende el saber previo que elauditorio posee sobre el orador. Esta imagen pblica interviene, sobre todo, cuando se trata de unapersonalidad ya bien conocida: un poltico como De Gaulle o Le Pen, un escritor como Romain Rollan oJean Giono, conocidos por todos por lo que de ellos se dice en la prensa y por los rumores pblicos, porlo que de ellos se muestra en los medios o, tambin, por la imagen asociada al grupo o al partido delque son portavoces. Ese ethos previo, que precede a la construccin de la imagen en el discurso,

    corresponde a lo que Maingueneau prefiere llamar ethosprediscursivo. En el momento en que tomala palabra, el orador se hace una idea de su auditorio y del modo en que ser percibido; evala suimpacto sobre su discurso actual y trabaja para confirmar su imagen, para reelaborarla atransformarla y producir una impresin conforme a las exigencias de su proyecto argumentativo. Esas que en el discurso poltico los enunciadores que ocupan constantemente la escena medi|tica seasocian con un ethosque cada enunciacin puede confirmar o desmentir (ver trabajo de Maingueneauen este volumen).

    Estereotipos y construccin de una imagen de s

    En este punto, me parece importante hacer intervenir la nocin de estereotipo17

    , que desempeaun papel esencial en el establecimiento del ethos. De hecho la idea previa que se hace del locutor y laimagen de s que l construye en su discurso no pueden ser totalmente idnticas. Para ser reconocidaspor el auditorio, para parecer legtimas, es necesario que estn supuestas en una doxa, esto es, que sehallen en representaciones compartidas. Es necesario que estn relacionadas con modelos culturalesvigentes, aunque se trate de modelos contestatarios.

    Estereotipar, recordemos, es la operacin que consiste en pensar lo real por medio de unarepresentacin cultural preexistente, un esquema colectivo cristalizado. As, una comunidad evala ypercibe un individuo segn un modelo preconstruido de la categora por ella difundida, en el interiorde la cual lo clasifica. Si se trata de una personalidad conocida, esta ser percibida por medio de la

    imagen pblica forjada por los medios. Las disciplinas sociolgicas y semiolgicas definengeneralmente el estereotipo en trminos de una atribucin: como en el test original de Katz y Braly,relacionamos un tema el japons, el pequeoburgus, la ama de casa con una constante de

    predicados18.

    En la perspectiva argumentativa, el estereotipo permite designar los modos de razonamientopropios de un grupo y los contenidos globales del sector de la doxaen el cual se sita. El locutor solo sepuede representar a sus [inter]locutores si los relaciona con una categora social, tnica, poltica uotra. La concepcin, correcta o errada, que se hace del auditorio gua su esfuerzo para adaptarse a l.No hace falta decir que no me valdr del mismo discurso para influir en una platea compuesta de

    17Amossy, 1991; Amossy y Herschberg-Pierrot, 1997.

    18Amossy, 1991.

  • 7/21/2019 Amossy - El Ethos en La Interseccin de Las Disciplinas

    5/14

    RUTH AMOSSY El ethosen la interseccin de las disciplinas: retrica, pragmtica, sociologa de campos

    5militantes del partido comunista, en una de burgueses del elegante barrio de Morumbi en So Paulo,en una compuesta de mujeres musulmanas que usan velo o en una de feministas estadounidenses.Intentaremos alcanzar al socialista o al comunista sobre la base de premisas ticas y polticas a lascuales es susceptible de estar dispuesto a adherir. Esto quiere decir que la construccin del auditoriopasa necesariamente por un proceso de estereotipia.

    As sucede con la construccin de la imagen de s, que confiere al discurso una parte importantede su autoridad. El orador adapta su presentacin de s a los esquemas colectivos que creeinteriorizados y valorados por el pblico al que se dirige. No solo lo hace por medio de lo que dice desu propia persona (frecuentemente, no es bueno hablar de s mismo), sino tambin mediante lasmodalidades de su enunciacin. Depende, entonces, de que el receptor forme una imagen del oradorrelacionndolo con una categora conocida. El discurso le ofrece todos los elementos necesarios paracomponer un retrato del locutor, pero los presenta de forma indirecta, dispersa, frecuentementelacunar o implcita19. As, un estilo salpicado de exclamaciones permite inducir el carcter impetuoso ocolrico del locutor, mientras que un hablar lacnico y rudo, que no respeta las convenciones decortesa, puede indicar un hombre ntegro que dice la verdad sin medias palabras. Quien alaba la

    calidad de sus adversarios se presenta como un hombre honesto e imparcial; quien rellena su discursode alusiones eruditas y citas parece un hombre culto. El conjunto de las caractersticas que serelacionan con la persona del orador y la situacin en la cual esos rasgos se manifiestan es lo quepermite construir su imagen. Si esto se da en una nica instancia, es necesario ver, en cambio, que lareconstruccin se efecta con ayuda de modelos culturales que facilitan la integracin de lo dado en unesquema preexistente.

    El caso de Jean-Marie Le Pen: la conferencia de prensa sobre la crisis del Golfo

    Tomemos, a ttulo de ejemplo, la construccin de la imagen de s emprendida por Jean-Marie Le

    Pen reproducida por el diario Prsentel 24 de agosto de 1990, que sigue la lnea del Frente Nacional(FN), partido de la extrema derecha francesa. En aquella ocasin 22 de agosto de 1990, Le Pen hacauna serie de propuestas destinadas a impedir la guerra del Golfo. El lder del Frente Nacional se dirigea dos pblicos: tiene como objetivo a los miembros del partido, pero tambin al gran pblico. Por lotanto, debe tener en cuenta la imagen de su persona que circula en un amplio sector de la opininpblica, para poder corregirla. Su ethosprediscursivo o previo consiste en el estereotipo del lderde la extrema derecha hostil a los valores de los derechos del hombre y de las naciones, partidario dela fuerza, reaccionario, xenfobo. El texto de la conferencia de prensa est elaborado para modificarese estereotipo de varias maneras.

    Portavoz del FN, Le Pen no se presenta como enemigo de los valores de la democracia, sino, por

    el contrario, como presidente de un partido minoritario que tiene la ventaja de no participar en ningncompromiso y de tener libertad de accin. Intenta, as, utilizar en su favor un rasgo discriminatorio: elhecho de pertenecer a un grupo estigmatizado que, en la poca, no desempeaba ningn papelespecial en el tablero poltico. Se presenta, por lo tanto, al igual que los miembros del FN, como LIBRE,en el sentido de que no est| preso de ninguna poltica anterior: El frente nacional, y yo mismo que soysu presidente, hablamos en estas circunstancias como siempre, como hombres libres, libres de todopeso y de todo compromiso. En consecuencia, el presidente del FNes capaz de sopesar las cosas contoda imparcialidad, sin el obstculo de intereses. Es LIBRE de las consideraciones del poder, ya quepermanece fuera del juego parlamentario: Y ahora dir cul es la propuesta, fuera del poder, en laoposicin, fuera de la oposicin parlamentaria, el Frente Nacional intenta abrir una puerta que

    19Amossy, 1997, pp. 267-268.

  • 7/21/2019 Amossy - El Ethos en La Interseccin de Las Disciplinas

    6/14

    RUTH AMOSSY El ethosen la interseccin de las disciplinas: retrica, pragmtica, sociologa de campos

    6permita a unos y a otros retirarse sin perder la imagen. Es NTEGRO, apegado a la verdad: Y en esepunto, digo que la alianza no es la servidumbre y que la lealtad elemental para con los aliados consiste,justamente, en decirles la verdad. Pienso que el deber de Francia era decir a Europa y decir a susaliados britnicos y estadounidenses que la participacin en el Golfo Prsico implica riesgosterribles. As se elabora el estereotipo del poltico ntegro que no participa de las conspiracionesde los partidos en el poder, denunciados en la misma declaracin: En verdad, ser| que los gestosmilitares de nuestro gobierno no tendrn por objetivo desviar la atencin del pueblo francs de susesc|ndalos, de sus conspiraciones?.... Con esta presentacin de s, Le Pen pretende mostrar que l sepuede presentar como mediador, por lo tanto, un intermediario ideal en el conflicto del Golfo. Almismo tiempo, se otorga el derecho de presentarse como denunciante, de revelar a los franceses todolo que los otros intentan esconderles.

    Una segunda dimensin de la presentacin de s promueve una inflexin del estereotipo delhombre del FN, para producir una imagen favorable se apoya en valores enraizados en la opinincomn. Para mejorar su imagen corporativa, en verdad, para modelar una imagen presidencial, Le Pense presenta en el plano poltico-tico en trminos de valores. A la imagen estereotipada de hombre de

    extrema derecha conducido por sus pasiones xenfobas, deseoso de combatir a los |rabes ypartidario de los militares, opone una representacin de su persona como partidario de solucionesnegociadas, como un lder comedido, razonable, responsable, que llama los pueblos y a sus dirigentes ala razn: Escucho ciertamente, como el primer ministro Alain Jupp, el toque del clarn y del tambor[]. Qu significa esta cruzada por el derecho internacional de la cual todos somos invitados aparticipar con todos los riesgos y peligros implicados? [] Nuestros gestos militares impotentes eintiles no pueden hacer otra cosa sino poner a nuestros compatriotas en peligro".

    Curiosamente, el discurso de Le Pen se refiere as, sin mencionarlo, al viejo estereotipo delhumanista de izquierda defensor de la paz (idealmente encarnada en su tiempo por Romain Rolland,como lo muestra en este mismo volumen Galit Haddad)20. Est PRESO DE LOS VALORES DE LA PAZ y se

    opone a la violencia: proclamamos nuestro compromiso con la defensa de la paz y con la negociacincomo medio para la solucin de los conflictos. Considerando que la paz es el primer imperativo, elFrente Nacional, antes que nada, est intentando actuar para mantener a nuestros ciudadanos fueradel conflicto; tenemos la sensacin decumplir con nuestro deber, en primer lugar, para con nuestropas, pero tambin para con la paz mundial, al traer una propuesta constructiva que podra, en todocaso, permitir el restablecimiento del di|logo. Defiende LOS VALORES HUMANITARIOS, denuncia losriesgos de conducir a la poblacin civil al hambre y del bombardeo de ciudades. Es VOLUNTARISTA:Este plan de paz [] constituye una contribucin que los gobiernos de Francia y Europa no semostraron capaces de ofrecer, cada uno dejndose llevar por la fatalidad, por el destino. Somosvoluntaristas, esto es, pensamos que los hombres pueden actuar sobre su destino. En resumen, el

    presidente del FNes DOTADO DEL SENTIDO DE RESPONSABILIDAD Y DE DEBER (este trmino aparece variasveces) del que son desprovistos los otros dirigentes (nombrados y atacados uno a uno en ese mismotexto). Estos valores repetidos como un credo humanista enfatizan los deberes de la dignidad delhombre. Participantes de una vulgata, deben encontrar un eco favorable junto al auditorio.

    Vemos cmo el discurso intenta explotar en su provecho el potencial de ciertas imgenes yahechas, que reutiliza en contextos nuevos para responder a necesidades particulares. Estareelaboracin de las representaciones de s y de los estereotipos se efecta en el mbito de un discursoque porta sus restricciones genricas y su distribucin de papeles. La construccin de una imagen de stoma en cuenta las exigencias del discurso poltico (la escena englobante de Maingueneau) y, m|s

    20Galit Haddad, Ethos prvio e ethos discursivo: o exemplo de Romain Rolland, en el mismo volumen que fue publicado elpresente artculo. [N. del T.]

  • 7/21/2019 Amossy - El Ethos en La Interseccin de Las Disciplinas

    7/14

    RUTH AMOSSY El ethosen la interseccin de las disciplinas: retrica, pragmtica, sociologa de campos

    7precisamente, las de la conferencia de prensa (la escena genrica del mismo autor). El contratorelacionado con esta ltima supone una interaccin, por intermedio de los periodistas, entre unpoltico importante y un gran pblico; el poltico debe hacer una declaracin sobre el ltimo estado deuna situacin internacional espinosa en la cual se confiere un papel a desempear.

    Notamos que, la eleccin de la conferencia de prensa y la distribucin de los papeles que ella

    implica es, en s, un acto de fuerza. En el campo poltico, el orador no tiene ni la legitimidad deseada niel reconocimiento necesario para entregarse al ritual instaurado para una conferencia de prensainternacional. De hecho, por su posicin institucional, Jean-Marie Le Pen no est habilitado paraintervenir en la escena de un conflicto internacional. Desprovisto de un skeptron(cetro)que nadie leofrece, el presidente del Frente Nacional se autonomina. La eficacia de la palabra en este momentosolamente puede derivar de un ethos enteramente construido por el discurso, que es lo queefectivamente el locutor realiza al presentarse como hombre del momento en la crisis del Golfo.

    Cul puede ser la eficacia de un ethos discursivo que no se sustenta en el estatus institucionalcorrespondiente? Es evidente que aunque en aquel momento las iniciativas del Le Pen fueroncomentadas por la prensa y los medios, no tuvieron en la arena internacional un impacto significativo.

    Sin embargo, es preciso ver que la imagen construida por el discurso de agosto de 1990 no es inocenteni desprovista de efecto. Redefine el ethosprevio precisamente para otorgar al lder del FN una mejorposicin en el campo poltico. Partiendo de la imagen pblica de un poltico ignorado, su discurso tienecomo objetivo revertir en su provecho las desventajas de una representacin colectiva pocohalagadora. El discurso se propone elaborar una imagen susceptible de influir, a largo plazo, en la ideaque [el auditorio] se hace de Le Pen para modificar su posicin en el campo poltico francs.

    Esto nos lleva a retomar en trminos de reciprocidad y de complementariedad la cuestin desaber si es la autoridad institucional o la construccin discursiva la que define al ethos. Para continuaren esta lnea, analizaremos sucintamente la construccin del ethos en un texto de Jean Giono.

    El caso de Jean Giono: fragmento de la Carta abierta a los campesinos

    El tramo intitulado Miseria del campo21fue tomado de la Carta abierta a los campesinos sobrela pobreza y la paz, publicada en Grasset en agosto de 1938. El intercambio argumentativo se realizaen el marco de un gnero que define a priori un modo de intervencin pblica generalmentecaracterizado como de protesta, el espacio comunicacional contemporneo. Conlleva un escenarioglobal predeterminado: un locutor interpela a su alocutario para cuestionar una opinin, una actitud,un comportamiento, etctera actuales; en verdad, ofrece su texto y sus visiones a un tercero, unpblico implcito, que no es parte integrante del dilogo. En este marco, Giono construye su auditorio,no solo el de los campesinos franceses, sino tambin el de los campesinos extranjeros a quienes dedirige, y tambin el de los otros que podran leer un texto que les concierne sin estarles directamentedirigido:

    Esta carta [] tambin puedo enviarla a otros. A todos aquellos que hablan de ustedes sinconocerlos, todos lo que les dan rdenes sin conocerlos [] y est|n, por otro lado, los campesinosalemanes, italianos, rusos, estadounidenses, ingleses, del mundo entero que estn, todos, en lamisma situacin que ustedes22

    Para hablar a los campesinos e influir en sus decisiones, el locutor debe imaginar su saberenciclopdico y sus valores, utilizar temas que son la prerrogativa de todos y no necesitan de una

    21Carta abierta a los campesinos sobre la pobreza y la paz, pp. 205-206.

    22Giono, 1978, p. 120.

  • 7/21/2019 Amossy - El Ethos en La Interseccin de Las Disciplinas

    8/14

    RUTH AMOSSY El ethosen la interseccin de las disciplinas: retrica, pragmtica, sociologa de campos

    8reflexin abstracta. Debe, adems, volver accesible su estilo. Al mismo tiempo, la carta abierta inscribeindirectamente un lector implcito que puede ser reconstruido a partir de los valores, de las normas yde las competencias que le son puestas a disposicin. No se trata de quienes, segn Giono, no conocena los campesinos y construyen un ellos situados fuera del intercambio directo. M|s bien se trata dequienes van a leer el texto que les est dirigido tcitamente y, para Giono, representan a sus pares.Podemos reconstruir este lector implcito a partir de las evidencias que el locutor consideracompartidas: capacidad de comprender los juegos de poder delante de los cuales la protesta individuales impotente, conciencia de la responsabilidad que debe asumir el ciudadano al rehusarse a cooperarcon las fuerzas de la guerra, desprecio de las jerarquas y del deseo de poder. Explcitamente, la cartaabierta se dirige primero a la clase trabajadora y despus a los burgueses letrados, sobre todo a los deizquierda, pero sin filiacin poltica precisa. As, la construccin de un auditorio compuesto (segn eltrmino de Perelman), de sus competencias y de su doxa, inscribe lo social en el corazn de lainteraccin argumentativa al determinar la gestin de la interaccin.

    El orador construye su ethos en funcin de las expectativas de ese auditorio compuesto.Colocndose desde el inicio como amigo de los agricultores, con los cuales recuerda haber tenido

    largas charlas, se presenta como semejante a ellos, como un hombre de campo (por oposicin alhombre de ciudad) hablando, si no con una inteligencia muy cultivada, al menos con buensentido23. Pero el locutor no es solamente un hombre dotado de un slido sentido comn. Se distinguede sus interlocutores porque sostiene una verdad que se siente en la obligacin de transmitir. Enfatizaque no tiene la intencin de sacar ningn provecho de ese papel (No preparo aqu el lugar paraningn jefe): no es un hombre de poder, sino de saber; no quiere una distincin, sino la satisfaccindel deber cumplido. El profeta campesino, portador de una verdad incmoda, la expresa con el hablarfranco que le es caracterstico:

    Digo las verdades como las pienso, aunque sean desagradables; sobre todo si les resultandesagradables, porque tendrn, entonces, una buena acogida en sus reflexiones. No busco hacerme

    amar; busco esclarecer, que es una cosa totalmente diferente24.

    Adoptando la actitud de un hombre simple que dice la vedad desnuda, cruda y sin artificios, ellocutor en primera persona reactiva una imagen estereotipada, el toposretrico del campesino delDanubio, figura emblem|tica del hablar rudo y verdadero25. Al mismo tiempo, mientras quedesempea el papel de hombre rudo, ajeno al arte de agradar y adular, el locutor adopta la actitud delescritor que revela los abusos de poder. Es la figura del artista como denunciante, la que tiene el deberde decir la verdad aun cuando va en contra del consenso. Sustituyendo el personaje del intelectualparisiense por el del poeta campesino prximo a la naturaleza y a la verdad del buen sentido, Giono nomantiene menos su funcin de gua espiritual que su papel de escritor comprometido. Esto es, laimagen de s que el locutor construye en su discurso es modelada por las representaciones socialesque l cree compartidas por cada uno de los sectores de su pblico.

    A partir de esta imagen duplicada, el discurso argumentativo instala un intercambio cuyaestrategia consiste en comerciar con los valores comunes para mostrar al alocutario que, por sucomportamiento actual, pone su voluntad contra sus propios principios. El fragmento Miseria delcampo de la Carta abiertaafirma que los campesinos matan a sus propios hijos al colaborar con unaeconoma de guerra:

    23

    Ibd., p. 12.24Ibd., p. 205.25

    Maingueneau, 1993, p. 129.

  • 7/21/2019 Amossy - El Ethos en La Interseccin de Las Disciplinas

    9/14

    RUTH AMOSSY El ethosen la interseccin de las disciplinas: retrica, pragmtica, sociologa de campos

    9Estos nios, sus nios, vuelven de la escuela con las mochilas llenas de los primeros libros; ya nonos atrevemos a mirar sus ojos claros y sus caras rosadas. Nos imaginamos la carnicera en lahierba, sus cuerpos descomponindose en medio de tierras desiertas, y vemos a ustedes, los padres,ocupados en matarlos con una tranquilidad inconsciente26.

    A partir del lugar comn segn el cual la existencia y la felicidad de los nios tiene prioridadsobre cualquier xito financiero y, por lo tanto, que la vida humana tiene preferencia ante la gananciamaterial, el locutor se aproxima a los campesinos y les recrimina por haber vendido su excedente detrigo al gobierno que con l hace el alcohol para los tanques de guerra.

    La imagen concreta de los cuerpos descuartizados en la hierba materializa para el campesino laidea abstracta del derecho a la vida, pero tambin es igualmente elocuente para el auditorio de losburgueses cultos a quienes recuerda el horror de la violencia de guerra contra la que es importanteluchar. Este discurso quiere revivir el pacifismo en un contexto en que los ideales chocan con el deseode combatir al nazismo y sus consecuencias. Giono intenta hacer triunfar su pacifismo integral con undiscurso que obtiene su autoridad de un doble ethos: el del hombre ntegro y simple, prximo a loscampesinos a quienes se dirige, y es confirmado por un estilo llano y directo; y el del escritor

    comprometido, portador de la verdad, que consolida en su dominio de una lengua metafrica suposicin de gua y de profeta.

    Por lo tanto, unanclaje socialdel dispositivo enunciativo es el que ilumina el anlisis interno deldiscurso. Qu sucede, entonces, con las posiciones institucionales y de la autoridad exterior queconstituyen, para Bourdieu, la realidad del ethos? Para percibir su efecto, es necesario pasar dellocutor como construccin discursiva al sujeto que habla como ser del mundo, esto es, al escritor y alcapital simblico del cual est investido. De hecho, la autoridad del texto pacifista no provienesolamente de la fuerza del argumento, deriva tambin de la posicin que el autor ocupa en el campo.La interaccin est regulada no solamente por estrategias verbales, sino tambin por juegos de podersimblicos. Es necesario que el escritor est legitimado para tomar la palabra en el debate sobre la

    guerra, que lo haga en las formas legtimas que convienen al gnero de la intervencin y que este tipode legitimidad sea reconocida por el pblico al que se dirige.

    En 1938, fecha de publicacin de la Carta a los campesinos sobre la pobreza y la paz, Giono gozaya de un reconocimiento bien consolidado. Es conocido al mismo tiempo como autor de novelas(Coline, Un de Bamugne) y como militante pacifista (Le grand troupeau, Refus dobeissance). A sualrededor se form el grupo de Contadour, que buscaba un regreso a la vida en la naturaleza, lejos dela civilizacin corruptora, y rechazaba de forma intransigente la violencia de la guerra. El pblico ve enl un artista comprometido fuera de los crculos intelectuales parisienses, que se manifiesta cercano ala tierra y al pueblo. Esta imagen, que le confiere cierta autoridad, le provee de la posicin que asume

    en el campo literario de la poca. Reforzando una corriente de dicha literatura regional y rechazandola supremaca de la metrpolis, Jean Giono se vuelve, sin embargo, conocido por ella gracias a unaliteratura de tipo potico destinada a los campesinos. Crea un estilo que no se confunde con lasliteraturas proletarias (la de los comunistas, la de Henri Poulaille) o populista ( Dabit) de la poca;todas esas literaturas hechas sobre o para el pueblo, producidas en un perodo que pretenda restituiral pueblo sus derechos. Giono, quien afirma inicialmente que el pueblo es la poesa, se vuelve en ladcada de 1930 hacia una escritura comprometida que refleja la interrelacin creciente entreliteratura y poltica. En este marco, su escritura permanece, mientras tanto, fiel a la clase trabajadora,regionalista, inicialmente antiintelectualista.

    26Giono, 1978, p. 205.

  • 7/21/2019 Amossy - El Ethos en La Interseccin de Las Disciplinas

    10/14

    RUTH AMOSSY El ethosen la interseccin de las disciplinas: retrica, pragmtica, sociologa de campos

    10Vemos que la autoridad totalmente relativa al locutor provee al mismo tiempo del papelatribuido al escritor en los aos 30, en el que el compromiso poltico ocupa la posicin dominante (enrelacin con el ideal de autonoma del arte representado por la NFRNouveau Roman Franais [NuevaNovela Francesa]en la dcada de 1920) y del reconocimiento individual que Giono ya haba ganadopor sus escritos militantes. Al mismo tiempo, su singularidad reside en la puesta en escena de unpersonaje poeta-campesino, ajeno a la sofisticacin suspicaz de la vida urbana, que corresponde alespacio creado en el campo literario por sus novelas. La toma de posicin del escritor en un estadodado del campo corresponde perfectamente a la actitud que adopta el locutor en la carta abierta. Elestatus institucional del escritor como ser del mundo y la construccin verbal del locutor como ser deldiscurso se recubren y se refuerzan mutuamente.

    Ethosdiscursivo y ethosinstitucional

    Parece, por lo tanto, que la eficacia de la palabra no es puramente exterior (institucional) nipuramente interna (lingstica). Se da simultneamente en diferentes niveles. No se puede separar elethos discursivo de la posicin institucional del locutor ni disociar totalmente la interlocucin de la

    interaccin social como intercambio simblico (en el sentido de Bourdieu). El pasaje del sujetohablante como ser emprico o ser del mundo hacia el locutor como pura instancia de discurso serealiza por una serie de mediaciones.

    Podramos recapitular el resultado de los anlisis precedentes como sigue: la posicininstitucional del orador y el grado de legitimidad que ella le confiere contribuyen para suscitar unaimagen previa. Ese ethos prediscursivo es parte del bagaje dxico de los interlocutores ynecesariamente es movilizado por el enunciado en situacin. Un nombre, una firma son suficientespara evocar una representacin estereotipada que se toma en cuenta en el juego especular delintercambio verbal. El ethos previo o prediscursivo puede ser confirmado (como en Giono) o

    modificado (como en Le Pen). En el interior de una determinada escena genrica, el locutor procede ala instalacin de una imagen de s que corresponde a una distribucin de los papeles preexistentes y sefunda en los lugares comunes del auditorio o, al menos, en los que el locutor le atribuye. En el discurso,se elabora as una imagen verbal que el lector puede recomponer al reunir un conjunto de elementosfrecuentemente dispersos y lacunares en una representacin familiar (el intelectual comprometido, elhumanista, el hombre rudo de campo, etctera). Ese estereotipo se deja aprehender tanto en el nivelde la enunciacin (modo de decir) como en el enunciado (contenidos, temas). La imagen de sconstruida en el discurso es constitutiva de la interaccin verbal y determina, en gran parte, lacapacidad del locutor de actuar sobre sus alocutarios.

    En este marco, el anlisis retrico que examina el ethos como construccin discursiva en un

    marco interaccional se articula, al mismo tiempo, con la pragmtica y con la reflexin sociolgica. Laprimera le permite trabajar la materialidad del discurso y analizar la construccin del ethos entrminos de enunciacin y de gnero discursivo. La segunda le permite no solamente destacar ladimensin social de ethos discursivo, sino tambin su relacin con posiciones institucionalesexteriores. Se establece un continuumcon las rupturas de niveles que se imponen entre el locutor y eldiscurso, la imagen previa del locutor ligada a su nombre y la posicin en el campo del sujeto emprico,del locutor como ser del mundo. La construccin discursiva, el imaginario social y la autoridadinstitucional contribuyen, por lo tanto, a establecer el ethosy el intercambio verbal del cual es parte.

    Es necesario subrayar que en esta correlacin las influencias entre el ethos institucional y elethos discursivo son mutuas. Se establece una reciprocidad, una dinmica que funciona en ambossentidos. No se trata, de hecho, como quizs deseara un socilogo, de considerar como primera ypreponderante la posicin en el campo para limitar lo verbal a la representacin de una autoridad

  • 7/21/2019 Amossy - El Ethos en La Interseccin de Las Disciplinas

    11/14

    RUTH AMOSSY El ethosen la interseccin de las disciplinas: retrica, pragmtica, sociologa de campos

    11exterior (El lenguaje, como m|ximo, representa esa autoridad. Ella representa, ella simboliza27). Talvez se podra decir que el estatus del que goza el orador y su imagen pblica delimitan su autoridad enel momento en que toma la palabra. Mientras que la construccin de la imagen de s en el discursotiene, en cambio, la capacidad de modificar las representaciones previas, de contribuir a la instalacinde imgenes nuevas y de transformar equilibrios, afectando as la dinmica del campo. La escena deenunciacin construida por el discurso no es puramente imaginaria. La pronunciacin de un discurso ola puesta en circulacin de un texto confieren cierta realidad a la distribucin de los papeles y a lasimgenes de orador que estos autorizan. Al hacer que existan a los ojos del auditorio, el discursotrabaja para darles una legitimidad que no siempre est asegurada inicialmente. En otros trminos, laautoridad del locutor no solamente le provee su estatuto exterior y las modalidades del intercambiosimblico del que participa. Tambin es producida por el discurso en un intercambio verbal que quiereproducir y hacer reconocer su legitimidad.

    Aadamos que, por no ser inmediatos, los efectos sobre el estado del campo no son menosperceptibles. As, el ethos construido por el discurso de Le Pen evidentemente no tiene por objetivoproducir una revolucin sbita en la idea que el pblico se hace de l; incluso se puede prever que la

    imagen del nacionalista de extrema derecha convertido ahora en humanista enamorado de la paz serobjeto de una violencia repulsiva por parte de algunos. Sin embargo, no es menos cierto que el ethosdiscursivo as instaurado busca proporcionar a su locutor un beneficio a largo plazo, susceptible dehacer que las cosas cambien: ocupar un vaco dejado por los partidos en el poder, presentarse comopresidenciable. Del mismo modo, el discurso de Giono en 1939 hace ms que reflejar una autoridad yuna legitimidad ya construidas. En compensacin, refuerza la imagen de escritor pacifista totalmentecomprometido que en poco tiempo tendra consecuencias que el escritor-campesino no haba previsto.Sin querer reducir abusivamente una situacin compleja, se puede decir que el ethos construido por laCarta contribuye a dar al locutor una posicin que la agitacin del campo literario despus de laliberacin de Francia volver extremadamente incmoda. La imagen del pacifista que no hace

    concesiones y rechaza la lucha armada contra el nacismo contribuye a la construccin de la reputacintan discutida del escritor como colaboracionista. Despus de la guerra no dejar de tener efectosdiversos sobre su posicin en el campo.

    Mencionemos que intentos similares, hasta ahora insuficientemente valorados, de articular lasdimensiones institucional y pragmtica del ethos aparecen en los trabajos de Maingueneau (desde1984) y de Viala. As, en El contexto de la obra literariael analista del discurso considera estrategias deposicionamiento del escritor en el campo literario, recordando que son indisociables de la lucha por laautoridad en el sentido de Pierre Bourdieu, o incluso en el de Michel Foucault, para quien la eficacia dela palabra est| ligada al personaje estatutariamente definido que tiene derecho a articularla28. Ahora,esa autoridad no es siempre conferida por un diploma, como en medicina: se redefine en el interior de

    un dinamismo incesante en un espacio conflictivo. As, en el campo literario, una posicin define [],explcitamente o no, el tipo de calificacin requerida para atribuirse la autoridad enunciativa,descalificando de esa forma a los escritores contra los cuales se construye 29. Para Maingueneau, lastomas de posicin en el campo literario se efectan por medio de la eleccin de un gnero y de lainstauracin de una escena de enunciacin (una escenografa). Esta ltima permite la articulacinentre el campo literario (el mundo) y el discurso (la obra):

    27

    Bourdieu, 1982, p. 105.28Maingueneau, 1993, p. 77.29

    Ibd.

  • 7/21/2019 Amossy - El Ethos en La Interseccin de Las Disciplinas

    12/14

    RUTH AMOSSY El ethosen la interseccin de las disciplinas: retrica, pragmtica, sociologa de campos

    12Rechazando cualquier reduccin de la escenografa a un procedimiento, veremos en ella antes undispositivo que permite articular la obra a aquello de lo que proviene: la vida del escritor, lasociedad.La escenografa constituye de hecho una articulacin insustituible entre la obra considerada comoobjeto esttico, por un lado, y el estatus del escritor, los lugares, los momentos de la escritura, porotro30.

    Quizs el ethos se defina para Maingueneau en trminos puramente discursivos. De todosmodos, tambin aparece asociado a una postura implicada por una posicin en el campo a travs de laescenografa, que une la escena de enunciacin y el espacio institucional.

    Un recorrido sorprendentemente paralelo ha sido efectuado por Viala en Approches de larception(1993), donde el autor propone una sociopotica de Le Clzio 31. Partiendo del gnero, Vialaconsidera que ste determina en el texto actitudes o maneras de ocupar una posicin (tono objetivo delas noticias cotidianas, narrador testigo, etctera). As, las noticias de La ronde et autres faits diversinstauran estrategias textuales que construyen una imagen particular del escritor. Ni periodista, nihombre de informacin u opinin, el sujeto de la enunciacin no hace literatura de ideas, sino relatos

    de sensibilidad. Propone presentar la figura del escritor que simpatiza con los desposedos, con losperdedores de la sociedad contempornea. Toda vez que no es ledo por ellos, su texto solo adquieresentido de acuerdo con el lector inscripto en el texto, a saber, una fraccin de la burguesa de slidacultura, no muy conformista y de ideologa progresista. Ahora, esa imagen del locutor corresponde,segn Viala, a una posicin precisa en el campo literario: ofrece una posicin media entre las diversasactitudes que se disputan la posicin dominante desde hace medio siglo. La imagen de Le Clzio sedefine al mismo tiempo por oposicin a los intelectuales, a los autores de los medios y a otros btes {Goncourt32, y a los escritores instalados en la institucin. En este marco, Viala sugiere la posicin delethos del escritor o una manera de ser muy general que articula las particularidad de las diversasposturas y habitus(esto es reflejos culturales incorporados, adquiridos) del escritor. Ya no se trata

    de la construccin de una imagen de s en el discurso, sino de un conjunto de actitudes mostradastanto en el discurso como en los posicionamientos del ser emprico. Construido a partir de lo queprovee tanto por la obra como la trayectoria de una carrera, el ethos, segn Viala, pertenece tanto a loverbal como a lo institucional.

    Si el anlisis argumentativo se ejerce, tal como la sociopotica, mediante la articulacin entredispositivos de enunciacin y posicionamientos en el campo, este tampoco difiere de aquella en unpunto esencial. De hecho, el anlisis argumentativo ubica la nocin de persuasin en el fundamento delconcepto aristotlico de ethos, mientras que el especialista en sociopotica, inspirado en Bourdieu,habla de modo ms apropiado de adhesin. De ah resulta un dislocamiento importante de la nocin deeficacia discursiva. En el ensayo sobre Le Czio, la simpata para con los perdedores ofrecida a una

    fraccin progresista de la burguesa parece constituir, a primera vista, un intento de actuar sobre losmodos de ver y de reaccionar del lector. Sin embargo, Viala se refiere no a la persuasin sino a laadhesin, definida en este volumen como la certeza compartida por un grupo de que su manera de ver

    30Ibd., p. 33.

    31Jean-Marie Gustave Le Clzio (Niza, Francia, 1940) es un escritor francs, autor de ms de 40 obras galardonado con el

    Premio Nobel de Literatura en 2008. La Ronde et autres faits divers(1982) es una recopilacin de novelas breves de aparentebanalidad, que abordan temas como la tristeza, malestar, el horror, la injusticia, la melancola desde un punto de vistaexterno. [N. del T.]

    32Aqu hay un juego de palabras entre la expresin btes a concours, esto es, persona que trabaja y se esfuerza mucho. Elpremio Goncourt es de los ms importantes que se conceden en Francia, generalmente a escritores alineados en la tradicinliteraria (N. del T. al portugus).

  • 7/21/2019 Amossy - El Ethos en La Interseccin de Las Disciplinas

    13/14

    RUTH AMOSSY El ethosen la interseccin de las disciplinas: retrica, pragmtica, sociologa de campos

    13es la nica vlida33. En este punto, el ethos se vuelve un instrumento de adhesin en la medida en quepropone una imagen de s que se confunde con un habitus: presenta maneras de pensar y de hablar, unmodo de ser que permite el reconocimiento y la integracin en el grupo de donde se asegura ladominacin. En el lmite, desde la ptica de la sociologa de campos, no hay un verdadero espacioargumentativo posible. No son los principios de la racionalidad, las estrategias discursivas y el modode considerar al auditorio los que determinan la adhesin, sino los intereses definidos a prioriporlos adeptos de una posicin cuyos discursos legitiman posteriormente su propia verdad, esto es, supropia dominacin. Solo las posiciones en el campo y en la lucha continua por la dominacin explicanlas elecciones discursivas. En ese campo de fuerzas y de competencia, cualquier ejercicio de habla es lacoartada de un juego que se juega en otra parte.

    Ahora, la teora de la argumentacin, al mantener la idea de una eleccin libre fundada ennormas de racionalidad, valora la eficacia de la palabra que las perspectivas influidas por Bourdieuanulan. Para la retrica, si el decir es un hacer, lo es en la medida en que acta sobre el auditorio, loconduce a adoptar tesis capaces de moldear comportamientos. El orador influye las opiniones que, enel momento oportuno, se traducirn en actos, y es por eso que debe producir en su discurso una

    imagen adecuada de su persona. La construccin discursiva de una imagen de s es susceptible deconferir al orador su autoridad, esto es, el poder de influir en las opiniones y de modelar actitudes.Esta ptica corrobora las perspectivas de la pragmtica, que considera que el habla posee un poder yproduce un efecto sobre el alocutario en el intercambio verbal en otros trminos, que el discursopermite (inter)actuar. Para todos los abordajes que valoran la eficacia del habla, el ethos no essolamente una postura que manifiesta la pertenencia a un grupo dominante, es una imagen de sconstruida en el discurso que influye en opiniones y actitudes.

    El intento de integrar imagen discursiva y estatus institucional en un esquema nico se realiza,en este momento, sobre bases comunes, pero desde una perspectiva global diferente. El enfoquepropuesto en este trabajo se funda en un estudio de la enunciacin que considera que la instancia del

    locutor comprende: la posicin asumida de forma implcita por el ser emprico en el campo, la imagenpreexistente del locutor o ethosprevio (prediscursivo) y la imagen construida en el discurso o ethospropiamente dicho. Al trabajar con estereotipos esto es, esquemas colectivos y representacionessociales que pertenecen a la doxael ethos se vuelve sociohistrico. Si as escapa a la universalidad quereivindican ciertas corrientes, no es menos fiel a una concepcin retrica de eficacia discursiva. Es,entonces, en el marco de un anlisis argumentativo cercano al anlisis del discurso y apoyndome enlos poderes de la interaccin verbal, que intent aqu articular el ethos en sus dimensiones discursiva einstitucional.

    -----------------------------------

    O ethosna interseco das disciplinas: retrica, pragmtica, sociologia dos campos. En: Ruth Amossy

    (org.) (2011),Imagens de si no discurso: A construo do ethos, So Paulo: Contexto. Pp. 119-144.

    Traduccin realizada por Pablo Maximiliano Pellejero para la ctedra Teora y Prctica de la Lectura y la

    Escritura II, Facultad de Humanidades, Universidad Nacional del Comahue, 2015.

    33Alain Viala, en A eloquncia galante: uma problem|tica da adeso, en el mismo volumen en que fue publicado el presente

    artculo. [N. del T.]

  • 7/21/2019 Amossy - El Ethos en La Interseccin de Las Disciplinas

    14/14

    RUTH AMOSSY El ethosen la interseccin de las disciplinas: retrica, pragmtica, sociologa de campos

    14Bibliografa citada

    AMOSSY, Ruth (1991), Les ides reues. Smiologie du strotype. Paris: Nathan.AMOSSY, Ruth (1997), La forc des vidences partages. En: Strotypes et alentours, numro

    coordonn par M. MARGARITO, la, Revue de didactologie des langues-cultures107, jul-sept, pp.265-277.

    AMOSSY, Ruth et Anne HERSCHBERG PIERROT (1997), Strotypes et clichs. Langue, discours, societ.Paris: Nathan, coll. 128.

    BOURDIEU, Pierre (1982), Ce que parler veut dire. Leconomie des xchanges linguistiques. Paris: Fayard.DUCROT, Oswald (1984), Le dire et le dit. Paris: Minuit.GIONO, Jean (1978), crits pacifistes. Paris: Galimard, Ides.MAINGUENEAU, Dominique (1993), Le Contexte de loeuvre littraire. nonciation, crivain, societ. Paris:

    Hachette.PERELMAN, Cham (1989), Rhtoriques. ditions de lUniversit de Bruxelles.PERELMAN, Cham et Lucy OLBRECHTS-TYTECA(1970), Trait de largumentation, la nouvelle rhtorique.

    Bruxelles: ditions de lUniversit de Bruxelles.

    Bibliografa en espaol

    AMOSSY, Ruth y Anne HERSCHBERG PIERROT(2001), Estereotipos y clichs. Buenos Aires: Eudeba.BOURDIEU, Pierre (2008), Qu significa hablar? Economa de los intercambios lingsticos. Madrid: Akal.DUCROT, Oswald (1986), El decir y lo dicho. Polifona de la enunciacin. Madrid: Paids.PERELMAN, Cham y Lucy OLBRECHTS-TYTECA (1989), Tratado de la argumentacin. La nueva retrica.

    Madrid: Gredos.