Antologia de Filosofia Social 2012

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AnloIogia IiIosofia SociaIUniversidad IanamericanaNoviembre 20112 2011 Universidad IanamericanaDearlamenlo de HumanidadesAuguslo Rodin 498, Insurgenles MixcoacMexico, DI 03920ndice generalPresentacin 41. Los principios de la vida en comunidad 5Ilica nicomaquea. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5AristtelesIoIilica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10AristtelesCenlesimus annus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12Juan Pablo IISoIIiciludo rei sociaIis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18Juan Pablo II2. Familia 32Segundo lralado sobre eI gobierno civiI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32John LockeMelafisica de Ias coslumbres . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43Immanuel KantIamiIiaris consorlio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47Juan Pablo II3. Las comunidades intermedias 58IoIilica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58AristtelesIoIilica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61AristtelesSegundo lralado sobre eI gobierno civiI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66John LockeCenlesimus annus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73Juan Pablo II4. La comunidad poltica 83IoIilica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83AristtelesSegundo lralado sobre eI gobierno civiI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93John LockeCenlesimus annus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97Juan Pablo II5. La comunidad internacional 104Segundo lralado sobre eI gobierno civiI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 104John LockeMelafisica de Ias coslumbres . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105Immanuel KantCarilas in verilale . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110Benedicto XVI3PresentacinLa resenle AnloIogia sirve como maleriaI auxiIiar ara eI desarroIIo deI curso de IiIosofia SociaI deIDearlamenlo de Humanidades de Ia Universidad Ianamericana. No relende ser ni un Iibro de lexlo,ni un Iibro de referencia basica, sino un maleriaI de aoyo ara Ia discusin de Ios robIemas Ianleadosor Ia vida sociaI resenlados en eI curso, y que ueden ser disculidos or Ios arlicianles, rofesores yesludianles.La seIeccin de Ios asa|es y de Ios aulores sigue un dobIe crilerio, sislemalico y cronoIgico. SiguiendoeI orden deI rograma deI curso, se lrala de moslrar cmo Ios aulores exIican Ia inlegracin de Ios diversosniveIes de Ios gruos sociaIes, comenzando con Ia ersona unica y ascendiendo or Ias diversas comuni-dades en que vive y se inlegra, como Ia famiIia, Ia escueIa, Ia emresa, eI ais y eI orden inlernacionaI.asados en un crilerio hislrico, se resenlan aulores cIasicos que lralan de comrender (y robabIemenle,han conlribuido a congurar) Ia vida sociaI moderna. La seIeccin de aulores y lexlos obedece ademas a uncrilerio minimaIisla, con Ia inlencin de roorcionar a docenles y esludianles maleriaIes basicos ara Iaresenlacin y discusin de Ios lemas, de|andoIos en Iiberlad de comIemenlar eslas Iecluras, consideradasindisensabIes, con olras que consideren erlinenles. Ior eIIo se reere seIeccionar ocos aulores y obras,ero se reroducen fragmenlos reIalivamenle exlensos, lralando de conservar eI conlexlo aroiado aracada Ieclura.IinaImenle, siguiendo Ia insiracin crisliana caraclerislica de Ia Universidad, se incIuyen en lodos Ioslemas fragmenlos de documenlos cIave de Ia Doclrina SociaI Crisliana. Como en eI caso de Ios aulorescIasicos y modernos incIuidos, no se lrala de una exosicin sislemalica, sino de Ia resenlacin de aIgunasde Ias documenlos cenlraIes reIalivos a Ios rinciios de Ia vida en sociedad y Ios robIemas Ianleadosor Ia famiIia, Ia educacin, eI lraba|o, y Ia aclividad econmica y oIilica conlemoraneos. Aunque debecomrenderse que eI conlexlo originaI de Ios documenlos resenlados deI Magislerio lenga un rofundofondo reIigioso, y en arlicuIar ecIesiaI, se ha inlenlado enfalizar Ia doclrina eslriclamenle sociaI, de|andode Iado en Ia medida de Io osibIe Ias imIicaciones redominanlemenle ecIesiaIes de Ia doclrina exuesla.Iara enfalizar Ia acluaIidad de Ios rinciios y evilar Ios robIemas de Ia faIla de ersecliva hislrica, seseIeccionan rinciaImenle maleriaIes deI recienlemenle concIuido onlicado deI ealo }uan IabIo II, y seincIuye aI naI un fragmenlo de Ia reexin vigenle de enediclo XVI sobre Ia Doclrina SociaI de Ia IgIesia,a Ia visla de Ios robIemas que Ianlean Ia crisis econmica y de seguridad nacionaI mundiaIes, enlre olros.Mixcoac, Noviembre de 2011.41. Los principios de la vida en comunidadtica nicomqueaAristtelesIn eI fondo de Ia exosicin de Ia vida feIiz, cuya reaIizacin deende de Ia Ciencia IoIilica,ArislleIes reexiona sobre Ia necesidad humana de convivencia ara su erfeccionamienlo. Laamislad, que en Ia Iosofia moderna se considera rimordiaImenle un asunlo rivado, es araArislleIes y su lradicin un comonenle imrescindibIe de Ia vida oIilica, que es inherenle-menle comunilaria. Is imosibIe vivir humanamenle, como miembro de una ciudad, sin cuIlivaraIguna forma de amislad con Ios conciudadanos. Isle asa|e dislingue diversos lios de amislady sus virludes.Caracteres generales de la amistadA lodo Io que recede debe seguir una leoria de Ia amislad, orque eIIa es una esecie de virlud, oor Io menos, va siemre escoIlada or Ia virlud. Is ademas una de Ias necesidades mas aremianles deIa vida, nadie acelaria esla sin amigos, aun cuando oseyera lodos Ios demas bienes. Cuanlo mas rico esuno y mas oder y mas auloridad e|erce, lanlo mas exerimenla Ia necesidad de lener amigos en lornosuyo. De que sirve loda esa roseridad, si no uede unirse a eIIa Ia benecencia que se e|erce sobre lodoy deI modo mas IaudabIe con Ias ersonas que se aman` Ademas, cmo adminislrar y conservar lanlosbienes sin amigos que os auxiIien` Cuanlo mayor es Ia forluna lanlo mas exuesla se haIIa. Todo eI mundoconviene en que Ios amigos son eI unico asiIo adonde odemos refugiarnos en Ia miseria y en Ios reveses delodos generos. Cuando somos |venes, recIamamos de Ia amislad que nos Iibre de comeler faIlas dandonosconse|os, cuando vie|os, recIamarnos de eIIa Ios cuidados y auxiIios necesarios ara suIir nueslra aclividad,ueslo que Ia debiIidad seniI roduce lanlo desfaIIecimienlo, en n, cuando eslamos en loda nueslra fuerza,recurrimos a eIIa ara reaIizar acciones briIIanles:Dos decididos comaeros, cuando marchan |unlos, Son caaces de ensar y hacer muchas cosas159.Aadase a eslo, que or una Iey de Ia naluraIeza eI amor es aI arecer un senlimienlo innalo en eI corazndeI ser que engendra reseclo deI ser que ha engendrado, y esle senlimienlo exisle no sIo enlre Ios hombres,sino lambien en Ios a|aros y en Ia mayor arle de Ios animaIes que se aman muluamenle, cuando son deIa misma esecie, ero se maniesla rinciaImenle enlre Ios hombres, y lribulamos aIabanzas a Ios quese IIaman Ianlroos o amigos de Ios hombres. Todo eI que haya hecho Iargos via|es ha odido ver orlodas arles cuan simalico y cuan amigo es eI hombre deI hombre. odria hasla decirse que Ia amislad eseI Iazo de Ios Islados, y que Ios IegisIadores se ocuan de eIIa mas que de Ia |uslicia. La concordia de Iosciudadanos no carece de seme|anza con Ia amislad, y Ia concordia es Ia que Ias Ieyes quieren eslabIecer anlelodo, asi como anle lodo quieren deslerrar Ia discordia, que es Ia mas falaI enemiga de Ia ciudad. CuandoIos hombres se aman unos a olros160, no es necesaria Ia |uslicia. Iero, aunque sean |uslos, aun asi lienennecesidad de Ia amislad, e indudabIemenle no hay nada mas |uslo en eI mundo que Ia |uslicia que se insiraen Ia benevoIencia y en Ia afeccin. La amislad no sIo es necesaria, sino que ademas es beIIa y honrosa.AIabamos a Ios que aman a sus amigos, orque eI cario que se disensa a Ios amigos nos arece uno deIos mas nobIes senlimienlos que nueslro corazn uede abrigar. Asi hay muchos que creen, que se uedeconfundir eI liluIo de hombre virluoso con eI de amanle.Muchas son Ias cuesliones que se han suscilado sobre Ia amislad. Unos han relendido que consisle encierla seme|anza, y que Ios seres que se arecen son amigos, y de aqui han venido eslos roverbios: eIseme|anle busca su seme|anle, eI gra|o busca a Ios gra|os, y lanlos olros que lienen eI mismo senlido. Olra Ais+o+iiis, tica Nicomquea, VIII 1-4, X 9.56 IiIosofia SociaIoinin comIelamenle ouesla es Ia que sosliene or Io conlrario, que Ios que se arecen son oueslos enlresi, a Ia manera de Ios aIfareros que se deleslan siemre muluamenle. lambien hay leorias que inlenlan dara Ia amislad un origen mas aIlo y mas aroximado a Ios fenmenos naluraIes. Asi, Iuriides161nos diceque Ia lierra desecada ama Ia IIuvia, y que eI cieIo briIIanle gusla, cuando esla IIeno de agua, de reciilarsesobre Ia lierra. Ior su arle HeracIilo relende que soIamenle Io rebeIde, Io oueslo, es uliI, que Ia masbeIIa armonia no saIe sino de Ios conlrasles y de Ias diferencias, y que lodo en eI universo ha nacido de Iadiscordia. lambien hay olros, enlre Ios cuaIes uede cilarse a ImedocIes, que se coIocan en un unlo devisla comIelamenle conlrario, y que soslienen, como dimos anles, que Io seme|anle busca a Io seme|anle.De|emos aarle aqueIIas de eslas diversas cuesliones que lienen caracler fisico, orque son exlraas aIob|elo que aqui lralamos, y examinemos lodas Ias que se reeren direclamenle aI hombre, y que lienden adar razn de su caracler moraI y de sus asiones. He aqui, or e|emIo, Ias cuesliones que odemos disculir:uede exislir Ia amislad enlre lodos Ios hombres sin excecin` O acaso, cuando Ios hombres son viciososson incaaces de raclicar Ia amislad` Hay una soIa esecie de amislad` Iueden dislinguirse muchas` Anueslro arecer, cuando se sosliene que no hay mas que una soIa, que varia simIemenle en eI mas y en eImenos, no se aduce en aoyo de laI armacin una rueba baslanle sIida, ueslo que hasla Ias cosas queson de un genero diferenle son suscelibIes lambien deI mas y deI menos. Iero esle es unlo que ya hemoslralado anleriormenle.159 Islo dice Dimedes habIando de si mismo y de UIises. Iliada, canlo X, v. 224.160 AdmirabIe doclrina recursora deI crislianismo y que ArislleIes loma de Ias enseanzas de sumaeslro. Vease Ia Poltica, Iib. II, cailuIos I y VIII.161 No se sabe a que ieza de Iuriides erlenecen eslos versos.Del objeto de la amistadTodas Ias cuesliones que acabamos de indicar quedaran bien ronlo acIaradas, lan Iuego como seamoscuaI es eI ob|elo roio de Ia amislad, eI ob|elo digno de ser amado. Ividenlemenle no ueden ser amadaslodas Ias cosas, sIo se ama eI ob|elo amabIe, es decir, eI bien, o Io agradabIe, o Io uliI. Iero como Io uliI noes mas que Io que roorciona un bien o un Iacer, resuIla de aqui que Io bueno y Io agradabIe, en lanloque ob|elos uIlimos que se roonen aI amor, ueden asar or Ias dos unicas cosas a que se dirige eI amor.Iero aqui se resenla una cueslin: es eI bien absoIulo, eI verdadero bien, eI que aman Ios hombres` OsIo aman Io que es bien ara eIIos` Islas dos cosas, en efeclo, ueden no eslar siemre de acuerdo. Lamisma cueslin liene Iugar reseclo de Io agradabIe que deI Iacer. Ademas, cada uno de nosolros areceamar Io que es bien ara eI, y odria decirse de una manera absoIula que, siendo eI bien eI ob|elo amabIe,eI ob|elo que es amado, Io que cada cuaI ama es Io que es bueno ara eI. Aadase que eI hombre no amaIo que es reaImenle bueno ara eI, sino Io que Ie arece ser bueno. Islo, sin embargo, no uede dar Iugara ninguna diferencia seria, y de buen grado diriamos que eI ob|elo amabIe es eI que nos arece ser buenoara nosolros.Hay, or consiguienle, lres causas que hacen que se ame. Iero |amas se aIicara eI nombre de amisladaI amor o aI guslo que se liene a veces or Ias cosas inanimadas, orque es demasiado cIaro que no uedehaber de arle de eIIas recirocidad de afeccin, como lamoco se uede querer ara eIIas eI bien. Seriacosa singuIar, or e|emIo, querer eI bien deI vino que se bebe! Todo Io que uede decirse es, que se deseaque eI vino se conserve ara oderIo beber cuando se quiera. Reseclo aI amigo sucede lodo Io conlrario,se dice que es reciso desear eI bien unicamenle ara eI, y se IIaman benevoIos Ios corazones que quierende esle modo eI bien de olro, aunque Ia ersona amada no Ies corresonda. La benevoIencia, cuando esreciroca, debe ser considerada como si fuera amislad. Iero no debe aadirse, que ara ser verdaderamenleIa amislad, esla benevoIencia no debe ser ignorada or aqueIIos con quienes se liene` Asi sucede muchasveces, que es uno benevoIo con genles que no ha vislo |amas, ero se suone que son hombres de bieno que ueden sernos uliIes, y enlonces eI senlimienlo es oco mas o menos eI mismo que si uno de esosdesconocidos hubiese manifeslado ya Ia misma afeccin que vosolros habeis manifeslado or eI. He aqui,1. Los rinciios de Ia vida en comunidad 7ues, genles que son cierlamenle benevoIas recirocamenle. Iero cmo se uede dar eI liluIo de amigos agenles, cuya recirocidad de senlimienlos no se conoce` Iara que sean verdaderos amigos, es reciso quelengan Ios unos ara con Ios olros senlimienlos de benevoIencia, que se deseen eI bien, y que no ignoren eIbien que se desean muluamenle or una de Ias razones de que acabamos de habIar.Especies de amistadLos molivos de afeccin son de diferenles esecies, Io reilo, y or consiguienle Ios amores y Ias amisla-des que causan deben diferir iguaImenle. Asi hay lres esecies de amislad que resonden a Ios lres molivosde afeccin, y ara cada una de eIIas, debe haber recirocidad de amor, eI cuaI no ha de quedar ocuIlo aninguno de Ios dos que Ie exerimenlan. Los que se aman quieren eI bien reciroco en eI senlido mismo deImolivo orque se aman, or e|emIo, Ios que se aman or inleres, or Ia uliIidad que ueden sacar eI unodeI olro, no se aman or sus ersonas recisamenle, sino en lanlo que sacan aIgun bien y aIgun rovechode sus reIaciones muluas. Lo mismo sucede con Ios que sIo se aman or eI Iacer. Si aman a ersonas decoslumbres lambien Iigeras, no es a causa deI caracler de eslas, sino unicamenle or Ios Iaceres que Ies ro-orcionan. Ior consiguienle, cuando se ama or inleres y or uliIidad, sIo se busca en eI fondo eI roiobien ersonaI. Cuando se ama or Iacer, sIo se busca reaImenle eI Iacer mismo. In eslos dos casos, no seama aqueI que se ama or Io que es reaImenle, sino que se Ie ama sIo en lanlo que es uliI y agradabIe. Islasamislades sIo son amislades indireclas y accidenlaIes, ues no se ama orque eI hombre amado lenga laIesu cuaIes cuaIidades, cuaIesquiera que or olra arle sean eIIas, sino que se Ie ama en un caso or eI rovechoque rocura y or eI bien que faciIile, y en olro or eI Iacer que roorciona.Las amislades de esle genero se romen muy faciImenle, orque eslos relendidos amigos no subsislenIargo liemo seme|anles a si mismos. Tan ronlo como laIes amigos de|an de ser uliIes o no resenlan eIaIicienle deI Iacer, se cesa aI momenlo de amarIes. Lo uliI, eI inleres, no liene nada de |o , y varia de uninslanle a olro de una manera comIela. LIegando a desaarecer eI molivo que Ies hacia amigos, Ia amisladdesaarece en eI aclo con Ia unica causa que Ia habia formado.La amislad, enlendida de esla manera, arece enconlrarse rinciaImenle en Ios hombres de muchaedad, Ia ancianidad no va en busca de Io agradabIe, sIo busca Io que es uliI. lambien es esle eI defeclo deIos hombres que eslan en loda Ia fuerza de Ia edad y de Ios |venes, cuando sIo buscan su inleres ersonaI.Los amigos de esla cIase no lienen guslo, ni oco ni mucho, en vivir habiluaImenle |unlos. Ie|os de eslo gus-lan oco eI uno deI olro, y no advierlen Ia necesidad de una comunicacin inlima, fuera de Ios momenlosen que deben salisfacer recirocamenle su inleres. Se comIacen uramenle mienlras dura Ia eseranza desacar aIguna venla|a eI uno deI olro. In esla cIase de reIaciones es donde debe coIocarse lambien Ia hosila-Iidad162. II Iacer arece ser eI unico que insira Ias amislades de Ios |venes, eIIos viven dominados orIa asin y sIo buscan eI Iacer, y aun uede decirse eI Iacer deI momenlo. Con eI liemo, Ios Iacerescambian y se hacen dislinlos. Asi es que Ios |venes conlraen de reIamago sus reIaciones amislosas, y cesandeI mismo modo en eIIas. La amislad asa con eI Iacer a que debia su nacimienlo, y eI cambio de esle Iaceres muy raido. Los |venes se ven arraslrados or eI amor, y eI amor Ias mas veces no se roduce sino ba|oeI imerio de Ia asin y deI Iacer. He aqui or que aman lan ronlo y lan ronlo cesan de amar, comoque cambian veinle veces de guslo en un mismo dia, ero no or eso de|an de querer asar lodos Ios dias yvivir conslanlemenle con eI ob|elo amado, orque de esle modo se roduce y se comrende Ia amislad enIa |uvenlud.La amislad erfecla es Ia de Ios hombres virluosos y que se arecen or su virlud, orque se deseanmuluamenle eI bien en lanlo que son buenos, y yo aado, que son buenos or si mismos. Los que quieren eIbien ara sus amigos or molivos lan nobIes son Ios amigos or exceIencia. De suyo, or su roia naluraIe-za, y no accidenlaImenle es como se encuenlran en lan dichosa disosicin. De aqui resuIla, que Ia amisladde eslos corazones generosos subsisle lodo eI liemo que son eIIos buenos y virluosos, orque Ia virlud esuna cosa sIida y durabIe. Cada uno de Ios dos amigos es bueno absoIulamenle en si, y es bueno iguaImenle8 IiIosofia SociaIara su amigo, orque Ios buenos son a Ia vez y absoIulamenle buenos y uliIes Ios unos ara Ios olros. lam-bien se uede aadir que son muluamenle agradabIes, y eslo se comrende sin dicuIlad. Si Ios buenos sonagradabIes absoIulamenle y si Io son lambien Ios unos ara con Ios olros, es orque Ios aclos roios, asicomo Ios aclos que se arecen a Ios nueslros, nos causan siemre Iacer, y que Ias acciones de Ios hombresvirluosos son virluosas lambien o or Io menos son seme|anles enlre si. Una amislad de esla cIase es dura-bIe, como uede faciImenle concebirse, ueslo que reune lodas Ias condiciones que deben enconlrarse enIos verdaderos amigos. Y asi loda amislad se forma con Ia mira de aIguna venla|a o con Ia mira deI Iacer,sea absoIulamenle, sea or Io menos con reIacin aI que ama, y ademas sIo se forma a condicin de unacierla seme|anza. Todas eslas circunslancias se encuenlran esenciaImenle en eI caso que indicamos aqui: enesla amislad hay seme|anza aI mismo liemo que hay lodo Io demas, es decir, que de una y olra arle sonabsoIulamenle buenos y absoIulamenle agradabIes. Nada hay en eI mundo mas digno de ser amado queeslo, y en Ias ersonas de esle merilo es donde se encuenlra generaImenle Ia amislad, y Ia mas erfecla. Ismuy cIaro, or olra arle, que amislades lan nobIes han de ser raras, orque hay ocos hombres de eslecaracler. Iara formarse eslos Iazos se necesila ademas liemo y habilo. II roverbio liene razn cuandodice que no ueden conocerse muluamenle Ios amigos, anles de haber consumido |unlos una laIega desaI. Tamoco ueden dos acelarse ni ser amigos anles de haberse moslrado uno y olro dignos deI muluoafeclo, ni anles de haberse eslabIecido enlre eIIos una reciroca conanza. Cuando dos crean amislades lanraidas, desean indudabIemenle hacerse amigos, ero no Io son y no Io IIegan a ser verdaderamenle sinoa condicin de ser dignos de Ia amislad y de conocerse bien muluamenle. II deseo de ser amigo uede serraido, ero Ia amislad no Io es. La amislad sIo es comIela cuando media eI concurso deI liemo y delodas Ias demas circunslancias que hemos indicado, y gracias a eslas reIaciones IIega a ser iguaI y seme|anleor ambas arles, condicin que debe exislir lambien cuando se lrala de verdaderos amigos.162 Is de lemer que eslo sea una gIosa de un comenlador, ues no se comrende bien a que viene lraeraqui a cuenlo Ia hosilaIidad.Comparacin de las tres especies de amistadLa amislad, que se forma or Iacer, liene aIgo que Ia aseme|a a Ia amislad erfecla, orque Ios buenosse comIacen lambien unos a olros. Asimismo uede decirse, que Ia que se conlrae con miras de inleres yde uliIidad, no de|a de lener reIacin con Ia amislad or virlud, ueslo que Ios buenos son lambien |uslosenlre si. Lo que rinciaImenle uede hacer durar Ias amislades fundadas en eI Iacer y en eI inleres, es quese eslabIezca una comIela iguaIdad enlre uno y olro amigo, or e|emIo, en cuanlo aI Iacer. Iero eI Iazono se aanza sIo or esle molivo, uede aanzarse lambien or ser debida esla iguaIdad que Ios aroximaa un mismo origen, como sucede cuando ambos son de buena sociedad, y no como enlre eI amanle y aqueIa quien se ama, orque Ios que se aman ba|o esle uIlimo concelo no lienen ambos Ios mismos Iaceres,ueslo que eI uno se comIace en amar y eI olro en recibir Ios cuidados de su amanle. Cuando Ia edad deIa hermosura163IIega a asar, lambien Ia amislad desaarece, esle no liene ya Iacer en ver a su anliguoamigo, ni aqueI Ie liene en recibir sus alenciones. Muchos, sin embargo, cuando hay enlre eIIos conformidadde habilos, ermanecen unidos aun, si en una Iarga inlimidad ha conlraido cada cuaI afeclo aI caracler deIolro.In cuanlo a Ios que no buscan un cambio de Iaceres en sus reIaciones amorosas, sino que sIo veneI inleres, son menos amigos y Io son or menos liemo. Los que son amigos or uro inleres cesan deserIo con eI inleres mismo que Ies habia aroximado, orque en reaIidad no eran amigos, y sIo Io eran deIrovecho que odrian sacar.Ior Io lanlo, eI Iacer y eI inleres ueden hacer que Ios hombres maIos sean amigos unos de olros, ylambien que hombres de bien sean amigos de hombres viciosos, y que Ios que no son ni Io uno ni Io olrose hagan amigos de Ios unos o de Ios olros indiferenlemenle. No es menos evidenle, que Ios buenos son Iosunicos que se hacen amigos or sus amigos mismos, orque Ios maIos no se aman enlre si, si no encuenlranen eIIo aIgun rovecho.1. Los rinciios de Ia vida en comunidad 9Hay mas, sIo Ia amislad de Ios buenos es inaccesibIe a Ia caIumnia, orque no ueden creerse faciImenleIas aserciones de nadie conlra un hombre que duranle Iargo liemo se ha conocido y exerimenlado. Loscorazones de esla esecie se fian Ienamenle eI uno deI olro, no han ensado |amas en hacerse eI menordao, y lienen lodas Ias demas cuaIidades rofundamenle eslimabIes que se encuenlran en Ia verdaderaamislad, mienlras que nada obsla a que Ias amislades de olra esecie sean ob|elo de seme|anles alaques.Iueslo que en eI Iengua|e ordinario se IIaman amigos a lodos aqueIIos que sIo Io son or inleres, comoIos Islados, cuyas aIianzas miIilares sIo se hacen en inleres de Ios conlralanles, y ueslo que lambiense IIaman amigos a Ios que sIo se aman or Iacer, como sucede con Ios |venes, sera reciso quiza quenosolros demos lambien eI nombre de amigos a Ios que se aman or eslos molivos. Iero enlonces lendremoscuidado de dislinguir muchas esecies de amislad. La rimera y Ia verdadera amislad sera ara nosolros Iade Ios hombres virluosos y buenos, que se aman en lanlo que son buenos y virluosos. Las olras amisladessIo son amislades or su seme|anza con esla. Los que son amigos or eslos molivos inferiores, Io sonsiemre ba|o Ia inuencia de aIgo bueno, asi como de aIgo seme|anle que hay enlre eIIos y que Ios aroxima,orque eI Iacer es un bien a Ios o|os de Ios que Io buscan. Iero si eslas amislades or inleres y or Iacer nounen eslrechamenle Ios corazones, es raro iguaImenle que se encuenlren |unlas en Ios mismos individuos,orque Ias cosas endienles deI azar y deI accidenle no se unen enlre si sino muy imerfeclamenle164.Dividiendose Ia amislad en Ias esecies que hemos indicado, sIo queda que Ios hombres maIos se haganamigos or inleres o or Iacer, orque sIo lienen enlre si eslos unlos de seme|anza. Los buenos, or Ioconlrario, se hacen amigos or si mismos, es decir, en lanlo que son buenos. SIo eslos, absoIulamenlehabIando, son amigos, orque Ios demas Io son indireclamenle y or Ia seme|anza que en cierlos conceloslienen con Ios verdaderos amigos165.163 In eI Fedro de IIaln se encuenlran delaIIes comIelamenle anaIogos a Io que aqui se dice, y es decreer que ArislleIes Io recordaba cuando escribia esle asa|e.164 Iorque eI Iacer y eI inleres son lan mudabIes eI uno como eI olro.165 Nulla nisi inter bonos amicitia.Relacin de la felicidad con el bienestar exteriorSin embargo, en eI hecho mismo de ser hombre es necesario ara ser dichoso cierlo bieneslar exlerior. LanaluraIeza deI hombre, lomada en si misma, no basla ara eI aclo de Ia conlemIacin. Is reciso ademasque eI cuero se manlenga sano, que lome Ios aIimenlos indisensabIes y que se lengan con eI lodos Ioscuidados que de suyo exige. Sin embargo, no se crea que eI hombre, ara ser dichoso, lenga necesidad demuchas cosas ni de grandes recursos, aunque reaImenle no ueda ser comIelamenle dichoso sin eslosbienes exleriores. La suciencia deI hombre esla muy Ie|os de exigir un exceso, ni en eI uso de Ios bienes queosee, ni reseclo a su aclividad. Se ueden hacer Ias acciones mas beIIas sin ser eI dominador de Ia lierra yde Ios mares, ueslo que uede eI hombre obrar segun ide Ia virlud or muy modesla que sea su condicin.Islo se ve cIaramenle observando que Ios simIes arlicuIares se conducen lan virluosamenle como Ioshombres mas oderosos, y en generaI mucho me|or. asla lener Ios recursos mdicos de que acabamos dehabIar, ara que Ia vida sea siemre dichosa, si se loma Ia virlud or guia en su conducla. SoIon204 quizadeni muy bien aI hombre dichoso, diciendo que: es eI que, medianamenle rovislo de bienes exleriores,sabe e|ecular acciones nobIes y vivir con lemIanza y modeslia. Asi es en efeclo, se uede con una medianaforluna cumIir lodos Ios deberes. Anaxagoras lamoco creia que eI hombre feIiz fuese eI hombre rico yoderoso, ueslo que decia: que no Ie sorrenderia asar or exlravaganle a Ios o|os deI vuIgo, orqueesle sIo |uzga or Ias cosas exleriores, unicas que comrende.Asi Ias oiniones de Ios sabios eslan de acuerdo con nueslras leorias, con Io cuaI reciben eslas indudabIe-menle un nuevo grado de robabiIidad, ero cuando se lrala de Ia raclica, Ia verdad se |uzga y se reconocesoIamenle en visla de Ios aclos y alendiendo a Ia vida reaI, orque esle es eI unlo decisivo. AI esludiarlodas Ias leorias que acabo de exoner, deberan or Io mismo confronlarse con Ios hechos mismos y con Ia10 IiIosofia SociaIvida raclica. Cuando se conforman con Ia reaIidad, ueden adolarse, si no concuerdan con eIIa, debe sos-echarse que no son mas que vanos razonamienlos. II hombre que vive y obra medianle su inleIigencia y IacuIliva con cuidado, me arece a Ia vez eI me|or organizado de Ios hombres y eI mas querido de Ios dioses,orque si Ios dioses loman aIgun cuidado en Ios negocios humanos, como yo creo, es muy naluraI que secomIazcan en ver sobre lodo en eI hombre Io que hay en eI de me|or y Io que mas se aroxima a su roianaluraIeza, es decir, Ia inleIigencia y eI enlendimienlo. Tambien es muy naluraI, que en cambio Ios diosescoImen con sus benecios a Ios que esliman y honran con mayor ceIo esle divino rinciio, ues que cuidanIo que Ios dioses aman, y se conducen con reclilud y nobIeza. Que enlre eslos se encuenlra eI sabio es cosaque no uede negarse, eI sabio es arlicuIarmenle querido or Ios dioses, y a mi |uicio es consiguienlemenleeI mas dichoso de Ios hombres, de donde concIuyo, que eI sabio es eI unico que en esle senlido es lodo IocomIelamenle dichoso que se uede ser.204 Vease a Herodolo. Clio, ca. XXX, ag. 9, edicin de Didol.PolticaAristtelesArislleIes lrala de describir en eI siguienle asa|e Ias razones or Ias cuaIes Ios seres humanos secongregan en comunidades hasla IIegar a conformar ciudades, y cmo eslas diversas comunida-des salisfacen de diversos modos dislinlas necesidades humanas. Ifeclivamenle, Ia convivenciahumana imIica no sIo Ia desinleresada simalia mulua, sino Ia amislad uliIilaria que ermileIa salisfaccin de Ias diversas necesidades humanas, roias y a|enas.Origen del Estado y de la sociedadTodo Islado es evidenlemenle una asociacin, y loda asociacin no se forma sino en visla de aIgun bien,ueslo que Ios hombres, cuaIesquiera que eIIos sean, nunca hacen nada sino en visla de Io que Ies areceser bueno. Is cIaro, or Io lanlo, que lodas Ias asociaciones lienden a un bien de cierla esecie, y que eI masimorlanle de lodos Ios bienes debe ser eI ob|elo de Ia mas imorlanle de Ias asociaciones, de aqueIIa queencierra lodas Ias demas, y a Ia cuaI se IIama recisamenle Islado y asociacin oIilica.No han lenido razn, ues, Ios aulores ara armar que Ios caracleres de rey, magislrado, adre defamiIia y dueo se confunden. Islo equivaIe a suoner, que loda Ia diferencia enlre eslos no consisle sinoen eI mas y eI menos, sin ser esecica, que un equeo numero de adminislrados consliluiria eI dueo, unnumero mayor eI adre de famiIia, uno mas grande eI magislrado o eI rey, es suoner, en n, que una granfamiIia es en absoIulo un equeo Islado. Islos aulores aaden, or Io que hace aI magislrado y aI rey, queeI oder deI uno es ersonaI e indeendienle, y que eI olro es en arle |efe y en arle subdilo, sirviendosede Ias deniciones mismas de su relendida ciencia.Toda esla leoria es faIsa, y baslara, ara convencerse de eIIo, adolar en esle esludio nueslro melodo ha-biluaI. Aqui, como en Ios demas casos, conviene reducir Io comueslo a sus eIemenlos indescomonibIes,es decir, a Ias mas equeas arles deI con|unlo. Indagando asi cuaIes son Ios eIemenlos conslilulivos deIIslado, reconoceremos me|or en que dieren eslos eIemenlos, y veremos si se ueden senlar aIgunos rinci-ios cienlicos ara resoIver Ias cuesliones de que acabamos de habIar. In eslo, como en lodo, remonlarse aIorigen de Ias cosas y seguir alenlamenle su desenvoIvimienlo, es eI camino mas seguro ara Ia observacin.Ior Io ronlo es obra de Ia necesidad Ia aroximacin de dos seres que no ueden nada eI uno sin eIolro: me reero a Ia unin de Ios sexos ara Ia reroduccin. Y en eslo no hay nada de arbilrario, orque Iomismo en eI hombre que en lodos Ios demas animaIes y en Ias Ianlas1 exisle un deseo naluraI de quererde|ar lras si un ser formado a su imagen. Ais+o+iiis, Poltica, I 1.1. Los rinciios de Ia vida en comunidad 11La naluraIeza, leniendo en cuenla Ia necesidad de Ia conservacin, ha creado a unos seres ara mandary a olros ara obedecer. Ha querido que eI ser dolado de razn y de revisin mande como dueo, asi comolambien que eI ser caaz or sus facuIlades cororaIes de e|ecular Ias rdenes, obedezca como escIavo, y deesla suerle eI inleres deI seor y eI deI escIavo se confunden.La naluraIeza ha |ado or consiguienle Ia condicin eseciaI de Ia mu|er y Ia deI escIavo. La naluraIezano es mezquina como nueslros arlislas, y nada de Io que hace se arece a Ios cuchiIIos de DeIfos fabricadosor aqueIIos. In Ia naluraIeza, un ser no liene mas que un soIo deslino, orque Ios inslrumenlos son maserfeclos cuando sirven, no ara muchos usos, sino ara uno sIo. Inlre Ios barbaros Ia mu|er y eI escIavoeslan en una misma Iinea, y Ia razn es muy cIara, Ia naluraIeza no ha creado enlre eIIos un ser deslinado amandar, y reaImenle no cabe enlre Ios mismos olra unin que Ia de escIavo con escIava, y Ios oelas no seengaan cuando dicen:Si, eI griego liene derecho a mandar aI barbaro,ueslo que Ia naluraIeza ha querido que barbaro y escIavo fuesen una misma cosa2.Islas dos rimeras asociaciones, Ia deI seor y eI escIavo, Ia deI esoso y Ia mu|er, son Ias bases de IafamiIia, y Hesiodo Io ha dicho muy bien en esle verso3:La casa, desues Ia mu|er y eI buey arador,orque eI obre no liene olro escIavo que eI buey. Asi, ues, Ia asociacin naluraI y ermanenle es IafamiIia, y Carondas ha odido decir de Ios miembros que Ia comonen que comian a Ia misma mesa, yIimenides de Crela que se caIenlaban en eI mismo hogar.La rimera asociacin de muchas famiIias, ero formada en virludde reIaciones que no son colidianas, eseI uebIo, que |uslamenle uede IIamarse coIonia naluraI de Ia famiIia, orque Ios individuos que comoneneI uebIo, como dicen aIgunos aulores, han mamado Ia Ieche de Ia famiIia, son sus hos, Ios hos de sushos. Si Ios rimeros Islados se han vislo somelidos a reyes, y si Ias grandes naciones Io eslan aun hoy, esorque laIes Islados se formaron con eIemenlos habiluados a Ia auloridad reaI, ueslo que, en Ia famiIia,eI de mas edad es eI verdadero rey, y Ias coIonias de Ia famiIia han seguido IiaImenle eI e|emIo que se Ieshabia dado. Ior eslo, Homero ha odido decir4:Cada uno or searado gobierna como seor a sus mu|eres y a sus hos.In su origen lodas Ias famiIias aisIadas se gobernaban de esla manera. De aqui Ia comun oinin segunIa que eslan Ios dioses somelidos a un rey, orque lodos Ios uebIos reconocieron en olro liemo o reconocenaun hoy Ia auloridad reaI, y Ios hombres nunca han de|ado de alribuir a Ios dioses sus roios habilos, asicomo se Ios reresenlaban a imagen suya.La asociacin de muchos uebIos forma un Islado comIelo, que IIega, si uede decirse asi, a baslarseabsoIulamenle a si mismo, leniendo or origen Ias necesidades de Ia vida, y debiendo su subsislencia aIhecho de ser eslas salisfechas.Asi eI Islado rocede siemre de Ia naluraIeza, Io mismo que Ias rimeras asociaciones, cuyo n uIlimoes aqueI, orque Ia naluraIeza de una cosa es recisamenle su n, y Io que es cada uno de Ios seres cuandoha aIcanzado su comIelo desenvoIvimienlo, se dice que es su naluraIeza roia, ya se lrale de un hombre,de un cabaIIo, o de una famiIia. Iuede aadirse, que esle deslino y esle n de Ios seres es ara Ios mismoseI rimero de Ios bienes, y baslarse a si mismo es a Ia vez un n y una feIicidad. De donde se concIuyeevidenlemenle que eI Islado es un hecho naluraI, que eI hombre es un ser naluraImenle sociabIe, y que eIque vive fuera de Ia sociedad or organizacin y no or efeclo deI azar, es cierlamenle, o un ser degradado,o un ser suerior a Ia esecie humana, y a eI ueden aIicarse aqueIIas aIabras de Homero5:Sin famiIia, sin Ieyes, sin hogar...II hombre, que fuese or naluraIeza laI como Io inla eI oela, sIo resiraria guerra, orque seria inca-az de unirse con nadie como sucede a Ias aves de raia.Si eI hombre es innilamenle mas sociabIe que Ias abe|as y que lodos Ios demas animaIes que vivenen grey, es evidenlemenle, como he dicho muchas veces, orque Ia naluraIeza no hace nada en vano. Iuesbien, eIIa concede Ia aIabra aI hombre excIusivamenle. Is verdad que Ia voz uede reaImenle exresar Ia12 IiIosofia SociaIaIegria y eI doIor, y asi no Ies faIla a Ios demas animaIes, orque su organizacin Ies ermile senlir eslasdos afecciones, y comunicarseIas enlre si, ero Ia aIabra ha sido concedida ara exresar eI bien y eI maI,y or consiguienle Io |uslo y Io in|uslo, y eI hombre liene eslo de eseciaI enlre lodos Ios animaIes: que sIoeI ercibe eI bien y eI maI, Io |uslo y Io in|uslo, y lodos Ios senlimienlos deI mismo orden, cuya asociacinconsliluye recisamenle Ia famiIia y eI Islado.No uede onerse en duda que eI Islado esla naluraImenle sobre Ia famiIia y sobre cada individuo,orque eI lodo es necesariamenle suerior a Ia arle, ueslo que una vez deslruido eI lodo, ya no hay arles,no hay ies, no hay manos, a no ser que or una ura anaIogia de aIabras se diga una mano de iedra,orque Ia mano searada deI cuero no es ya una mano reaI. Las cosas se denen en generaI or Ios aclosque reaIizan y ueden reaIizar, y lan ronlo como cesa su alilud anlerior, no uede decirse ya que seanIas mismas, Io unico que hay es que eslan comrendidas ba|o un mismo nombre. Lo que rueba cIaramenleIa necesidad naluraI deI Islado y su suerioridad sobre eI individuo es, que si no se admiliera, resuIlariaque uede eI individuo enlonces baslarse a si mismo aisIado asi deI lodo como deI reslo de Ias arles, eroaqueI que no uede vivir en sociedad y que en medio de su indeendencia no liene necesidades no uedeser nunca miembro deI Islado, es un brulo o un dios.La naluraIeza arraslra ues inslinlivamenle a lodos Ios hombres a Ia asociacin oIilica. II rimero que Iainsliluy hizo un inmenso servicio, orque eI hombre, que cuando ha aIcanzado loda Ia erfeccin osibIees eI rimero de Ios animaIes, es eI uIlimo cuando vive sin Ieyes y sin |uslicia. In efeclo, nada hay masmonslruoso que Ia in|uslicia armada. II hombre ha recibido de Ia naluraIeza Ias armas de Ia sabiduria y deIa virlud, que debe emIear sobre lodo ara combalir Ias maIas asiones. Sin Ia virlud es eI ser mas erversoy mas feroz, orque sIo liene Ios arrebalos brulaIes deI amor y deI hambre. La |uslicia es una necesidadsociaI, orque eI derecho es Ia regIa de vida ara Ia asociacin oIilica, y Ia decisin de Io |uslo es Io queconsliluye eI derecho.1 AIgunos comenladores, aI ver que ArislleIes alribuia a Ias Ianlas esle deseo, han creido que conociaIa diferencia de sexos en Ios vegelaIes. Sainl-HiIaire, . 3.2 Vease Ia Igenia de Iuriides, v. 1400.3 Verso de Hesiodo, Las Obras y los das, v. 403.4 Odisea, IX. 104, 115.5 Iliada, IX, 63.Centesimus annusJuan Pablo IIIubIicada con ocasin deI cenlesimo aniversario de Ia encicIica de Len XIII Rerum novarum(1891), Cenlesimus annus (1991) es Ia rimera consideracin ecIesiaI conlemoranea, osle-rior a Ia Guerra Iria, de Ia vida sociaI. }uan IabIo II reexiona en eI rimer cailuIo sobre Iasdiferencias enlre eI mundo vivido or Len XIII y eI de nes deI sigIo XX, asadas Ias GuerrasMundiaIes decIaradas y veIadas. Como Rerum novarum, Cenlesimus annus se concenlrarinciaImenle en eI robIema de Ias reIaciones IaboraIes que imIican Ias formas modernas,induslriaI y comerciaI, de roiedad y roduccin, y evaIua eI caracler rofelico de aIgunasobservaciones de Len XIII, a Ia vez que seaIa Ios relos que enlonces se reveian desde enloncescomo mas urgenles ara Ia esecie humana.4. A naIes deI sigIo asado Ia IgIesia se enconlr anle un roceso hislrico, resenle ya desde hacia liemo,ero que aIcanzaba enlonces su unlo aIgido. Iaclor delerminanle de laI roceso Io consliluy un con|unlode cambios radicaIes ocurridos en eI camo oIilico, econmico y sociaI, e incIuso en eI ambilo cienlicoy lecnico, aarle eI muIliIe inu|o de Ias ideoIogias dominanles. ResuIlado de lodos eslos cambios habia }i.N I.nio II, Centesimus Annus, c. 1.1. Los rinciios de Ia vida en comunidad 13sido, en eI camo oIilico, una nueva concepcin de la sociedad, del Estado y, como consecuencia, de la autoridad.Una sociedad lradicionaI se iba exlinguiendo, mienlras comenzaba a formarse olra cargada con Ia eseranzade nuevas Iiberlades, ero aI mismo liemo con Ios eIigros de nuevas formas de in|uslicia y de escIavilud.In eI camo econmico, donde conuian Ios descubrimienlos cienlicos y sus aIicaciones, se habiaIIegado rogresivamenle a nuevas eslrucluras en Ia roduccin de bienes de consumo. Habia aarecidouna nueva forma de propiedad, eI cailaI, y una nueva forma de trabajo, eI lraba|o asaIariado, caraclerizado orgravosos rilmos de roduccin, sin Ia debida consideracin ara con eI sexo, Ia edad o Ia siluacin famiIiar,y delerminado unicamenle or Ia eciencia con vislas aI incremenlo de Ios benecios.II lraba|o se converlia de esle modo en mercancia, que odia comrarse y venderse Iibremenle en eImercado y cuyo recio era reguIado or Ia Iey de Ia oferla y Ia demanda, sin lener en cuenla eI minimo vilaInecesario ara eI suslenlo de Ia ersona y de su famiIia. Ademas, eI lraba|ador ni siquiera lenia Ia seguridadde IIegar a vender Ia roia mercancia, aI eslar conlinuamenle amenazado or eI desemIeo, eI cuaI, afaIla de revisin sociaI, signicaba eI eseclro de Ia muerle or hambre.Consecuencia de esla lransformacin era Ia divisin de Ia sociedad en dos cIases searadas or unabismo rofundo. TaI siluacin se enlreIazaba con eI acenluado cambio oIilico. Y asi, Ia leoria oIilicaenlonces dominanle lralaba de romover Ia lolaI Iiberlad econmica con Ieyes adecuadas o, aI conlrario, conuna deIiberada ausencia de cuaIquier cIase de inlervencin. AI mismo liemo comenzaba a surgir de formaorganizada, no ocas veces vioIenla, olra concecin de Ia roiedad y de Ia vida econmica que imIicabauna nueva organizacin oIilica y sociaI.In eI momenlo cuIminanle de esla conlraosicin, cuando ya se veia cIaramenle Ia gravisima in|us-licia de Ia reaIidad sociaI, que se daba en muchas arles, y eI eIigro de una revoIucin favorecida orIas conceciones IIamadas enlonces sociaIislas, Len XIII inlervino con un documenlo que afronlaba demanera organica Ia cuestin obrera. A esla encicIica habian recedido olras dedicadas referenlemenle aenseanzas de caracler oIilico, mas adeIanle irian aareciendo olras. In esle conlexlo hay que recordaren arlicuIar Ia encicIica Libertas praestantissimum, en Ia que se onia de reIieve Ia reIacin inlrinseca de IaIiberlad humana con Ia verdad, de manera que una Iiberlad que rechazara vincuIarse con Ia verdad caeriaen eI arbilrio y acabaria or somelerse a Ias asiones mas viIes y deslruirse a si misma. In efeclo, de dndederivan lodos Ios maIes frenle a Ios cuaIes quiere reaccionar Ia Rerum novarum, sino de una Iiberlad que, enIa esfera de Ia aclividad econmica y sociaI, se seara de Ia verdad deI hombre`II Ionlice se insiraba, ademas, en Ias enseanzas de sus redecesores, en muchos documenlos eisco-aIes, en esludios cienlicos romovidos or segIares, en Ia accin de movimienlos y asociaciones calIicas,asi como en Ias reaIizaciones concrelas en camo sociaI, que caraclerizaron Ia vida de Ia IgIesia en Ia segundamilad deI sigIo XIX.5. Las cosas nuevas, que eI Iaa lenia anle si, no eran ni mucho menos osilivas lodas eIIas. AI con-lrario, eI rimer arrafo de Ia encicIica describe Ias cosas nuevas, que Ie han dado eI nombre, con durasaIabras: Deserlada eI ansia de novedades que desde hace ya liemo agila a Ios uebIos, era de eserar quelas ganas de cambiarlo todo IIegara un dia a asarse deI camo de Ia oIilica aI lerreno, con eI coIindanle, deIa economia. In efeclo, Ios adeIanlos de Ia induslria y de Ias rofesiones, que caminan or nuevos derrole-ros, eI cambio oerado en Ias reIaciones muluas enlre alronos y obreros, Ia acumuIacin de Ias riquezasen manos de unos ocos y Ia obreza de Ia inmensa mayoria, Ia mayor conanza de Ios obreros en si mis-mos y Ia mas eslrecha cohesin enlre eIIos, |unlamenle con Ia reIa|acin de Ia moraI, han delerminado eIIanleamienlo deI conicto .II Iaa, y con eI Ia IgIesia, Io mismo que Ia sociedad civiI, se enconlraban anle una sociedad dividida orun coniclo, lanlo mas duro e inhumano en cuanlo que no conocia regIas ni normas. Se lralaba deI conictoentre el capital y el trabajo, o como Io IIamaba Ia encicIica Ia cueslin obrera, sobre Ia cuaI recisamenle,y en Ios lerminos crilicos en que enlonces se Ianleaba, no dud en habIar eI Iaa.Nos haIIamos aqui anle Ia rimera reexin, que Ia encicIica nos sugiere hoy. Anle un coniclo queconlraonia, como si fueran Iobos, un hombre a olro hombre, incIuso en eI Iano de Ia subsislencia fisica14 IiIosofia SociaIde unos y Ia ouIencia de olros, eI Iaa sinli eI deber de inlervenir en virlud de su minislerio aoslIico, eslo es, de Ia misin recibida de }esucrislo mismo de aacenlar Ios corderos y Ias ove|as (cf. Jn 21, 15-17) y de alar y desalar en Ia lierra or eI Reino de Ios cieIos (cf. Mt 16, 19). Su inlencin era cierlamenleIa de reslabIecer Ia az, razn or Ia cuaI eI Ieclor conlemoraneo no uede menos de adverlir Ia severacondena de Ia Iucha de cIases, que eI Iaa ronunciaba sin ambages . Iero era conscienle de que la pazse edica sobre el fundamento de la justicia:conlenido esenciaI de Ia encicIica fue recisamenle rocIamar Iascondiciones fundamenlaIes de Ia |uslicia en Ia coyunlura econmica y sociaI de enlonces .De esla manera Len XIII, siguiendo Ias hueIIas de sus redecesores, eslabIecia un aradigma erma-nenle ara Ia IgIesia. Isla, en efeclo, hace oir su voz anle delerminadas siluaciones humanas, individuaIes ycomunilarias, nacionaIes e inlernacionaIes, ara Ias cuaIes formuIa una verdadera doclrina, un corpus, queIe ermile anaIizar Ias reaIidades sociaIes, ronunciarse sobre eIIas y dar orienlaciones ara Ia |usla soIucinde Ios robIemas derivados de Ias mismas.In liemos de Len XIII seme|anle concecin deI derecho-deber de Ia IgIesia eslaba muy Ie|os de seradmilido comunmenle. In efeclo, revaIecia una dobIe lendencia: una, orienlada hacia esle mundo y eslavida, a Ia que debia ermanecer exlraa Ia fe, Ia olra, dirigida hacia una saIvacin uramenle uIlralerrena,ero que no iIuminaba ni orienlaba su resencia en Ia lierra. La acliluddeI Iaa aI ubIicar Ia Rerumnovarumconere a Ia IgIesia una esecie de carla de ciudadania reseclo a Ias reaIidades cambianles de Ia vidaubIica, y eslo se corroboraria aun mas osleriormenle. In efeclo, ara Ia IgIesia ensear y difundir Iadoclrina sociaI erlenece a su misin evangeIizadora y forma arle esenciaI deI mensa|e crisliano, ya queesla doclrina exone sus consecuencias direclas en Ia vida de Ia sociedad y encuadra incIuso eI lraba|ocolidiano y Ias Iuchas or Ia |uslicia en eI leslimonio a Crislo SaIvador. Asimismo viene a ser una fuenlede unidad y de az frenle a Ios coniclos que surgen inevilabIemenle en eI seclor socioeconmico. De eslamanera se ueden vivir Ias nuevas siluaciones, sin degradar Ia dignidad lrascendenle de Ia ersona humanani en si mismos ni en Ios adversarios, y orienlarIas hacia una recla soIucin.La vaIidez de esla orienlacin, a cien aos de dislancia, me ofrece Ia oorlunidadde conlribuir aI desarro-IIo de Ia doclrina sociaI crisliana. La nueva evangeIizacin, de Ia que eI mundo moderno liene urgenlenecesidad y sobre Ia cuaI he insislido en mas de una ocasin, debe incIuir enlre sus eIemenlos esenciaIes elanuncio de la doctrina social de la Iglesia, que, como en liemos de Len XIII, sigue siendo idnea ara indicareI reclo camino a Ia hora de dar resuesla a Ios grandes desafios de Ia edad conlemoranea, mienlras creceeI descredilo de Ias ideoIogias. Como enlonces, hay que repetir que no existe verdadera solucin para la cuestinsocial fuera del Evangelio y que, or olra arle, Ias cosas nuevas ueden haIIar en eI su roio esacio deverdad y eI debido Ianleamienlo moraI.6. ConeI rosilo de escIarecer eI coniclo que se habia creado enlre cailaI y lraba|o, LenXIII defendiaIos derechos fundamenlaIes de Ios lraba|adores. De ahi que Ia cIave de Ieclura deI lexlo Ieoniano sea Iadignidad del trabajador en cuanlo laI y, or eslo mismo, la dignidad del trabajo,denido como Ia aclividadordenada a roveer a Ias necesidades de Ia vida, y en concrelo a su conservacin. II Ionlice caIica eIlraba|o como ersonaI, ya que Ia fuerza acliva es inherenle a Ia ersona y lolaImenle roia de quien IadesarroIIa y en cuyo benecio ha sido dada. II lraba|o erlenece, or lanlo, a Ia vocacin de loda ersona,es mas, eI hombre se exresa y se reaIiza medianle su aclividad IaboraI. AI mismo liemo, eI lraba|o lieneuna dimensin sociaI, or su inlima reIacin bien sea con Ia famiIia, bien sea con eI bien comun, orque seuede armar con verdad que eI lraba|o de Ios obreros es eI que roduce Ia riqueza de Ios Islados. Todoeslo ha quedado recogido y desarroIIado en mi encicIica Laborem exercens .Olro rinciio imorlanle es sin duda eI deI derecho a Ia propiedad privada. II esacio que Ia encicIicaIe dedica reveIa ya Ia imorlancia que se Ie alribuye. II Iaa es conscienle de que Ia roiedad rivada noes un vaIor absoIulo, or Io cuaI no de|a de rocIamar Ios rinciios que necesariamenle Io comIemenlan,como eI deI destino universal de los bienes de la tierra .Ior olra arle, no cabe duda de que eI lio de roiedadrivada que Len XIII considera rinciaImenle,es eI de Ia roiedad de Ia lierra. Sin embargo, eslo no quila que lodavia hoy conserven su vaIor Ias razones1. Los rinciios de Ia vida en comunidad 15aducidas ara luleIar Ia roiedad rivada, eslo es, ara armar eI derecho a oseer Io necesario ara eIdesarroIIo ersonaI y eI de Ia roia famiIia, sea cuaI sea Ia forma concrela que esle derecho ueda asumir.Islo hay que seguir sosleniendoIo hoy dia, lanlo frenle a Ios cambios de Ios que somos lesligos, acaecidosen Ios sislemas donde imeraba Ia roiedad coIecliva de Ios medios de roduccin, como frenle a Ioscrecienles fenmenos de obreza o, mas exaclamenle, a Ios obslacuIos a Ia roiedad rivada, que se danen lanlas arles deI mundo, incIuidas aqueIIas donde redominan Ios sislemas que consideran como unlode aoyo Ia armacin deI derecho a Ia roiedad rivada. Como consecuencia de eslos cambios y de Iaersislenle obreza, se hace necesario un anaIisis mas rofundo deI robIema, como se vera mas adeIanle.7. Ineslrecha reIacinconeI derecho de roiedad, Ia encicIica de LenXIII arma lambienotros derechos,como roios e inaIienabIes de Ia ersona humana. Inlre eslos deslaca, dado eI esacio que eI Iaa Iededica y Ia imorlancia que Ie alribuye, eI derecho naluraI deI hombre a formar asociaciones rivadas,Io cuaI signica anle lodo el derecho a crear asociaciones profesionales de emresarios y obreros, o de obrerossoIamenle . Isla es Ia razn or Ia cuaI Ia IgIesia deende y arueba Ia creacin de Ios IIamados sindicalos,no cierlamenle or re|uicios ideoIgicos, ni lamoco or ceder a una menlaIidad de cIase, sino orque selrala recisamenle de un derecho naluraI deI ser humano y, or consiguienle, anlerior a su inlegracin enIa sociedad oIilica. In efeclo, eI Islado no uede rohibir su formacin, orque eI Islado debe luleIarIos derechos naluraIes, no deslruirIos. Irohibiendo laIes asociaciones, se conlradiria a si mismo.}unlo con esle derecho, que eI Iaa es obIigado subrayarIo reconoce exIicilamenle a Ios obreroso, segun su vocabuIario, a Ios roIelarios, se arma con iguaI cIaridad eI derecho a Ia Iimilacin de Iashoras de lraba|o, aI Iegilimo descanso y a un lralo diverso a Ios nios y a Ias mu|eres en Io reIalivo aI liode lraba|o y a Ia duracin deI mismo.Si se liene resenle Io que dice Ia hisloria a rosilo de Ios rocedimienlos consenlidos, o aI menos noexcIuidos IegaImenle, en orden a Ia conlralacin sin garanlia aIguna en Io referenle a Ias horas de lraba|o, nia Ias condiciones higienicas deI ambienle, mas aun, sin rearo ara con Ia edad y eI sexo de Ios candidalosaI emIeo, se comrende muy bien Ia severa armacin deI Iaa: No es |uslo ni humano exigir aI hombrelanlo lraba|o que lermine or embolarse su menle y debiIilarse su cuero. Y con mayor recisin, rerien-dose aI conlralo, enlendido en eI senlido de hacer enlrar en vigor laIes reIaciones de lraba|o, arma: Inloda convencin esliuIada enlre alronos y obreros, va incIuida siemre Ia condicin exresa o lacila deque se rovea convenienlemenle aI descanso, en roorcin con Ia canlidad de energias consumidas en eIlraba|o. Y desues concIuye: un aclo conlrario seria inmoraI.8. A conlinuacin eI Iaa enuncia otro derecho deI obrero como ersona. Se lrala deI derecho aI saIario|uslo, que no uede de|arse aI Iibre acuerdo enlre Ias arles, ya que, segun eso, agado eI saIario conve-nido, arece como si eI alrono hubiera cumIido ya con su deber y no debiera nada mas. II Islado, sedecia enlonces, no liene oder ara inlervenir en Ia delerminacin de eslos conlralos, sino ara asegurar eIcumIimienlo de cuanlo se ha aclado exIicilamenle. Seme|anle concecin de Ias reIaciones enlre alro-nos y obreros, uramenle ragmalica e insirada en un riguroso individuaIismo, es crilicada severamenleen Ia encicIica como conlraria a Ia dobIe naluraIeza deI lraba|o, en cuanlo faclor ersonaI y necesario. Si eIlraba|o, en cuanto es personal, erlenece a Ia disonibiIidad que cada uno osee de Ias roias facuIlades yenergias, en cuanto es necesarioesla reguIado or Ia grave obIigacin que liene cada uno de conservar su vi-da, de ahi Ia necesaria consecuencia concIuye eI Iaa deI derecho a buscarse cuanlo sirve aI suslenlode Ia vida, cosa que ara Ia genle obre se reduce aI saIario ganado con su roio lraba|o.II saIario debe ser, ues, sucienle ara eI suslenlo deI obrero y de su famiIia. Si eI lraba|ador, obIigadoor Ia necesidad o acosado or eI miedo de un maI mayor, acela, aun no queriendoIa, una condicin masdura, orque se Ia imonen eI alrono o eI emresario, eslo es cierlamenle soorlar una vioIencia, conlra IacuaI cIama Ia |uslicia.O|aIa que eslas aIabras, escrilas cuando avanzaba eI IIamado cailaIismo saIva|e, no deban reelirsehoy dia con Ia misma severidad. Ior desgracia, hoy lodavia se dan casos de conlralos enlre alronos y obre-ros, en Ios que se ignora Ia mas eIemenlaI |uslicia en maleria de lraba|o de Ios menores o de Ias mu|eres, de16 IiIosofia SociaIhorarios de lraba|o, eslado higienico de Ios IocaIes y Iegilima relribucin. Y eslo a esar de Ias Declaracionesy Convenciones internacionales aI reseclo y no obslanle Ias leyes internas de Ios Islados. II Iaa alribuiaa Ia auloridad ubIica eI deber eslriclo de reslar Ia debida alencin aI bieneslar de Ios lraba|adores,orque Io conlrario seria ofender a Ia |uslicia, es mas, no dudaba en habIar de |uslicia dislribuliva.9. Reriendose siemre a Ia condicin obrera, a eslos derechos Len XIII aade otro, que considero nece-sario recordar or su imorlancia: eI derecho a cumIir Iibremenle Ios roios deberes reIigiosos. II IaaIo rocIama en eI conlexlo de Ios demas derechos y deberes de Ios obreros, no obslanle eI cIima generaI que,incIuso en su liemo, consideraba cierlas cuesliones como erlinenles excIusivamenle a Ia esfera rivada.II ralica Ia necesidad deI descanso feslivo, ara que eI hombre eIeve su ensamienlo hacia Ios bienes dearriba y rinda eI cuIlo debido a Ia ma|eslad divina. De esle derecho, basado en un mandamienlo, nadie ue-de rivar aI hombre: a nadie es Iicilo vioIar imunemenle Ia dignidad deI hombre, de quien Dios mismodisone con gran reselo. In consecuencia, eI Islado debe asegurar aI obrero eI e|ercicio de esla Iiberlad.No se equivocaria quien viese en esla nilida armacin eI germen deI rinciio deI derecho a Ia IiberladreIigiosa, que osleriormenle ha sido ob|elo de muchas y soIemnes Declaraciones y Convenciones internaciona-les, asi como de Ia conocida Declaracin conciliar y de mis conslanles enseanzas. Aesle reseclo hemos deregunlarnos si Ios ordenamienlos IegaIes vigenles y Ia raxis de Ias sociedades induslriaIizadas aseguranhoy efeclivamenle eI cumIimienlo de esle derecho eIemenlaI aI descanso feslivo.10. Olra nola imorlanle, rica de enseanzas ara nueslros dias, es Ia concecin de Ias reIaciones enlreeI Islado y Ios ciudadanos. La Rerum novarum crilica Ios dos sislemas sociaIes y econmicos: eI sociaIismoy eI IiberaIismo. AI rimero esla dedicada Ia arle iniciaI, en Ia cuaI se rearma eI derecho a Ia roiedadrivada, aI segundo no se Ie dedica una seccin eseciaI, sino que y eslo merece mucha alencin seIe reservan crilicas, a Ia hora de afronlar eI lema de Ios deberes deI Islado , eI cuaI no uede Iimilarse afavorecer a una arle de Ios ciudadanos, eslo es, a Ia rica y rsera, y descuidar a Ia olra, que reresenlaindudabIemenle Ia gran mayoria deI cuero sociaI, de Io conlrario se vioIa Ia |uslicia, que manda dar acada uno Io suyo. Sin embargo, en Ia luleIa de eslos derechos de Ios individuos, se debe lener eseciaIconsideracin ara con Ios debiIes y obres. La cIase rica, oderosa ya de or si, liene menos necesidad deser rolegida or Ios oderes ubIicos, en cambio, Ia cIase roIelaria, aI carecer de un roio aoyo lienenecesidad esecica de buscarIo en Ia roleccin deI Islado. Ior lanlo es a Ios obreros, en su mayoria debiIesy necesilados, a quienes eI Islado debe dirigir sus referencias y sus cuidados.Todos eslos asos conservan hoy su vaIidez, sobre lodo frenle a Ias nuevas formas de obreza exislenlesen eI mundo, y ademas orque laIes armaciones no deenden de una delerminada concecin deI Islado,ni de una arlicuIar leoria oIilica. II Iaa insisle sobre unrinciio eIemenlaI de sana organizacinoIilica,a saber, que Ios individuos, cuanlo mas indefensos eslan en una sociedad, lanlo mas necesilan eI aoyo y eIcuidado de Ios demas, en arlicuIar, Ia inlervencin de Ia auloridad ubIica.De esla manera eI rinciio que hoy IIamamos de soIidaridad y cuya vaIidez, ya sea en eI orden inlernode cada nacin, ya sea en eI orden inlernacionaI, he recordado en Ia Sollicitudo rei socialis, se demueslracomo uno de Ios rinciios basicos de Ia concecin crisliana de Ia organizacin sociaI y oIilica. Len XIIIIo enuncia varias veces con eI nombre de amislad, que enconlramos ya en Ia Iosofia griega, or Iio XI esdesignado con Ia exresin no menos signicaliva de caridad sociaI, mienlras que IabIo VI, amIiandoeI concelo, de conformidad con Ias acluaIes y muIliIes dimensiones de Ia cueslin sociaI, habIaba deciviIizacin deI amor.11. La reIeclura de aqueIIa encicIica, a Ia Iuz de Ias reaIidades conlemoraneas, nos ermile areciar laconstante preocupacin y dedicacin de la Iglesia or aqueIIas ersonas que son ob|elo de rediIeccin or arlede }esus, nueslro Seor. II conlenido deI lexlo es un leslimonio exceIenle de Ia conlinuidad, denlro de IaIgIesia, de Io que ahora se IIama ocin referenciaI or Ios obres, ocin que en Ia Sollicitudo rei socialises denida como una forma eseciaI de rimacia en eI e|ercicio de Ia caridad crisliana. La encicIica sobreIa cueslin obrera es, ues, una encicIica sobre Ios obres y sobre Ia lerribIe condicin a Ia que eI nuevo1. Los rinciios de Ia vida en comunidad 17y con frecuencia vioIenlo roceso de induslriaIizacin habia reducido a grandes muIliludes. Tambien hoy,en gran arle deI mundo, seme|anles rocesos de lransformacin econmica, sociaI y oIilica originan Iosmismos maIes.Si Len XIII se aeIa aI Islado ara oner un remedio |uslo a Ia condicin de Ios obres, Io hace lambienorque reconoce oorlunamenle que eI Islado liene Ia incumbencia de veIar or eI bien comun y cuidarque lodas Ias esferas de Ia vida sociaI, sin excIuir Ia econmica, conlribuyan a romoverIo, naluraImenledenlro deI reselo debido a Ia |usla aulonomia de cada una de eIIas. Islo, sin embargo, no auloriza a ensarque segun eI Iaa loda soIucin de Ia cueslin sociaI deba rovenir deI Islado. AI conlrario, eI insisle variasveces sobre Ios necesarios Iimiles de Ia inlervencin deI Islado y sobre su caracler inslrumenlaI, ya que eIindividuo, Ia famiIia y Ia sociedad son anleriores a eI y eI Islado mismo exisle ara luleIar Ios derechos deaqueI y de eslas, y no ara sofocarIos .A nadie se Ie escaa Ia acluaIidad de eslas reexiones. Sobre eI lema lan imorlanle de Ias Iimilacionesinherenles a Ia naluraIeza deI Islado, convendra voIver mas adeIanle. Mienlras lanlo, Ios unlos subrayadoscierlamenle no Ios unicos de Ia encicIica eslan en Ia Iinea de conlinuidad con eI magislerio sociaI de IaIgIesia y a Ia Iuz de una sana concecin de Ia roiedad rivada, deI lraba|o, deI roceso econmico deIa reaIidad deI Islado y, sobre lodo, deI hombre mismo. Olros lemas seran mencionados mas adeIanle, aIexaminar aIgunos aseclos de Ia reaIidad conlemoranea. Iero hay que lener resenle desde ahora que Ioque consliluye Ia lrama y en cierlo modo Ia guia de Ia encicIica y, en verdad, de loda Ia doclrina sociaI deIa IgIesia, es Ia correcta concepcin de la persona humana y de su vaIor unico, orque eI hombre... en Ia lierraes Ia soIa crialura que Dios ha querido or si misma. In eI ha imreso su imagen y seme|anza (cf. Gn1, 26), conriendoIe una dignidad incomarabIe, sobre Ia que insisle reelidamenle Ia encicIica. In efeclo,aarle de Ios derechos que eI hombre adquiere con su roio lraba|o, hay olros derechos que no rocedende ninguna obra reaIizada or eI, sino de su dignidad esenciaI de ersona.6. Len XIII, Inc. Rerum novarum: l. c., 132.7. Cf., or e|emIo, Len XIII, Inc. Arcanum divinae sapientiae (10 febrero 1880): Leonis XIII P. M. Acta,II, Romae 1882, 10-40, Inc. Diuturnum illud (29 |unio 1881): Leonis XIII P. M. Acta, II, Romae 1882, 269-287,Inc. Libertas praestantissimum (20 |unio 1888): Leonis XIII P. M. Acta, VIII, Romae 1889, 212-246, Inc. Gravesde communi (18 enero 1901): Leonis XIII P. M. Acta, XXI, Romae 1902, 3-20.8. Inc. Rerum novarum: l. c., 97.9. Ibid.: l. c., 98.10. Cf. ibid.: l. c., 109 s.11. Cf. ibid., 16: descricin de Ias condiciones de lraba|o, asociaciones obreras anlicrislianas: l. c., 110 s.,136 s.12. Ibid.: l. c., 130, cf. lambien 114 s.13. Ibid.: l. c., 130.14. Ibid.: l. c., 123.15. Cf. Inc. Laborem exercens, 1, 2, 6: l. c., 578-583, 589-592.16. Cf. Inc. Rerum novarum: l. c., 99-107.17. Cf. ibid.: l. c., 102 s.18. Cf, ibid.: l. c., 101-104.19. Cf, ibid.: l. c., 134 s., 137 s.20. Ibid.: l. c., 135.21. Ibid.: l. c., 128-129.22. Ibid.: l. c., 129.23. Ibid.: l. c., 129.24. Ibid.: l. c., 130 s.25. Ibid.: l. c., 131.26. Cf. DecIaracin UniversaI de Ios Derechos deI Hombre.18 IiIosofia SociaI27. Cf. Inc. Rerum novarum: l. c., 121-123.28. Cf , ibid.: l. c., 127.29. Ibid.: l. c., 126.30. Cf. DecIaracin UniversaI de Ios Derechos deI Hombre, DecIaracin sobre Ia eIiminacin de lodaforma de inloIerancia y discriminacin fundadas en Ia reIigin o en Ia conviccin.31. Cf. Conc. Icum. Val. II, DecIaracin Dignitatis humanae sobre Ia Iiberlad reIigiosa, }uan IabIo II, Carlaa Ios }efes de Islado (1 seliembre 1980): AAS 72 (1980),1252-1260, Mensa|e ara Ia }ornada MundiaI de IaIaz 1988: AAS 80 (1988), 278-286.32. Cf. Inc. Rerum novarum: l. c., 99-105, 130 s., 135.33. Ibid.: I. c., 125.34. Cf. Inc. Sollicitudo rei socialis, 38-40, l. c., 564-569, }uan XXIII, Inc. Mater et Magistra, l. c., 407.35. Cf. Len XIII, Inc. Rerum novarum: l. c., 114-116, Iio XI, Inc. Quadragesimo anno, III: l. c., 208, IabIoVI, HomiIia en Ia misa de cIausura deI Ao Sanlo (25 diciembre 1975): AAS 68 (1976), 145, Mensa|e ara Ia}ornada MundiaI de Ia Iaz 1977: AAS 68 ( 1976), 709.36. Inc. Sollicitudo rei socialis, 42: I. c., 572.37. Cf. Len XIII, Inc. Rerum novarum: l. c., 101 s.,104 s., 130 s., 136.38. Conc. Icum. Val. II, Consl, asl. Gaudium et spes, sobre Ia IgIesia en eI mundo acluaI, 24Sollicitudo rei socialisJuan Pablo IIComo Cenlesimus annus, SoIIiciludo rei sociaIis (1987) fue ubIicada con ocasin de unaniversario, ahora eI vigesimo, de un documenlo onlicio revio, Ia encicIica IouIorum ro-gressio (1967) de IauIo VI. Denlro deI conlexlo generaI de Ia Doclrina SociaI de Ia IgIesia, Iou-Iorum rogressio enfaliza, como su liluIo Io indica, Ios robIemas de orden nacionaI e inlerna-cionaI que resenlan Ias formas nuevas de organizacin econmica y oIilica ara eI desarroIIode Ios uebIos. La reocuacin efecliva de SoIIiciludo rei sociaIis es enlonces eI robIemade Ia roseridad y Ia |uslicia enlre Ias naciones duranle un unlo aIgido deI coniclo enlre eImundo induslriaIizado IiberaI y Ios sislemas coIeclivislas induslriaIes. II foco de alencin si-gue siendo eI ser humano, considerado rimordiaImenle como unico e irreelibIe, ero ahoraenfalizando que Ios seres humanos eslamos inserlos no sIo en nueslras reIaciones inmedialas,famiIiares y IaboraIes, sino que deendemos de Ios seres humanos deI orbe enlero, con quienesIo comarlimos, en Ios ordenes oIilico y econmico.27. La mirada que Ia IncicIica invila a dar sobre eI mundo conlemoraneo nos hace conslalar, anle lodo, queeI desarroIIo no es un roceso recliIineo, casi automtico y de por s ilimitado, como si, en cierlas condiciones,eI genero humano marchara seguro hacia una esecie de erfeccin indenida. Isla concecin unida auna nocin de rogreso de connolaciones Ioscas de lio iIuminisla, mas bien que a Ia de desarroIIo, usada en senlido esecicamenle econmico-sociaI arece uesla ahora seriamenle en duda, sobrelodo desues de Ia lragica exeriencia de Ias dos guerras mundiaIes, de Ia deslruccin Ianeada y en arlereaIizada de obIaciones enleras y deI eIigro almico que amenaza. A un ingenuo optimismo mecanicista IereemIaza una fundada inquielud or eI deslino de Ia humanidad.28. Iero aI mismo liemo ha enlrado en crisis Ia misma concecin econmica o economicisla vincuIada a Ia aIabra desarroIIo. In efeclo, hoy se comrende me|or que Ia mera acumulacin de bienes yservicios, incIuso en favor de una mayoria, no basla ara roorcionar Ia feIicidad humana. Ni, or consi-guienle, Ia disonibiIidad de muIliIes benecios reales, aorlados en Ios liemos recienles or Ia ciencia y Ialecnica, incIuida Ia informalica, lraen consigo Ia Iiberacin de cuaIquier forma de escIavilud. AI conlrario, Ia }i.N I.nio II, Sollicitudo Rei Socialis, 4, 6-7.1. Los rinciios de Ia vida en comunidad 19exeriencia de Ios uIlimos aos demueslra que si loda esla considerabIe masa de recursos y olenciaIidades,ueslas a disosicin deI hombre, no es regida or un objetivo moral y or una orienlacin que vaya dirigidaaI verdadero bien deI genero humano, se vueIve faciImenle conlra eI ara orimirIo.Deberia ser aIlamenle inslrucliva una constatacin desconcertante de esle eriodo mas recienle: |unlo a Iasmiserias deI subdesarroIIo, que son inloIerabIes, nos enconlramos con una esecie desuperdesarrollo, iguaI-menle inacelabIe orque, como eI rimero, es conlrario aI bien y a Ia feIicidad aulenlica. In efeclo, eslesuerdesarroIIo, consislenle en Ia excesiva disonibiIidad de loda cIase de bienes maleriaIes ara aIgunascalegorias sociaIes, faciImenle hace a Ios hombres escIavos de Ia osesin y deI goce inmedialo, sin olrohorizonle que Ia muIliIicacin o Ia conlinua suslilucin de Ios ob|elos que se oseen or olros lodavia maserfeclos. Is Ia IIamada civiIizacin deI consumo o consumismo, que comorla lanlos desechos o basuras . Un ob|elo oseido, y ya suerado or olro mas erfeclo, es descarlado simIemenle, sin lener encuenla su osibIe vaIor ermanenle ara uno mismo o ara olro ser humano mas obre.Todos somos lesligos de Ios lrisles efeclos de esla ciega sumisin aI mero consumo: en rimer lermino,una forma de maleriaIismo craso, y aI mismo liemo una radicaI insalisfaccin, orque se comrende rai-damenle que, si no se esla revenido conlra Ia inundacin de mensa|es ubIicilarios y Ia oferla incesanley lenladora de roduclos cuanlo mas se osee mas se desea, mienlras Ias asiraciones mas rofundasquedan sin salisfacer, y quizas incIuso sofocadas.La IncicIica deI Iaa IabIo VI seaIaba esla diferencia, hoy lan frecuenlemenle acenluada, enlre eI lener y eI ser , que eI ConciIio Valicano II habia exresado con aIabras recisas. Tener ob|elos ybienes no erfecciona de or si aI su|elo, si no conlribuye a Ia maduracin y enriquecimienlo de su ser ,es decir, a Ia reaIizacin de Ia vocacin humana como laI.Cierlamenle, Ia diferencia enlre ser y lener , y eI eIigro inherenle a una mera muIliIicacin osuslilucin de cosas oseidas reseclo aI vaIor deI ser , no debe lransformarse necesariamenle en unaantinomia. Una de Ias mayores in|uslicias deI mundo conlemoraneo consisle recisamenle en eslo: en queson reIalivamenle pocos Ios que oseen mucho, y muchos Ios que no oseen casi nada. Is Ia in|uslicia de IamaIa dislribucin de Ios bienes y servicios deslinados originariamenle a lodos.Isle es ues eI cuadro: eslan aqueIIos Ios ocos que oseen mucho que no IIegan verdaderamenlea ser , orque, or una inversin de Ia |erarquia de Ios vaIores, se encuenlran imedidos or eI cuIlodeI lener , y eslan Ios olros Ios muchos que oseen oco o nada Ios cuaIes no consiguen reaIizar suvocacin humana fundamenlaI aI carecer de Ios bienes indisensabIes.II maI no consisle en eI lener como laI, sino en eI oseer que no resela Ia calidad y Ia ordenadajerarqua de Ios bienes que se lienen. Calidad y jerarqua que derivan de Ia subordinacin de Ios bienes y desu disonibiIidad aI ser deI hombre y a su verdadera vocacin.Con eslo se demueslra que si eI desarrollo liene una necesaria dimensin econmica, ueslo que debe rocu-rar aI mayor numero osibIe de habilanles deI mundo Ia disonibiIidad de bienes indisensabIes ara ser, sin embargo no se agola con esla dimensin. In cambio, si se Iimila a esla, eI desarroIIo se vueIve conlraaqueIIos mismos a quienes se desea beneciar.Las caraclerislicas de un desarroIIo Ieno, mas humano , eI cuaI sin negar Ias necesidades econ-micas rocure eslar a Ia aIlura de Ia aulenlica vocacin deI hombre y de Ia mu|er, han sido descrilas orIabIo VI.29. Ior eso, un desarroIIo no soIamenle econmico se mide y se orienla segun esla reaIidad y vocacindeI hombre vislo gIobaImenle, es decir, segun un roio parmetro interior. Isle, cierlamenle, necesila de Iosbienes creados y de Ios roduclos de Ia induslria, enriquecida conslanlemenle or eI rogreso cienlico ylecnoIgico. Y Ia disonibiIidad siemre nueva de Ios bienes maleriaIes, mienlras salisface Ias necesidades,abre nuevos horizonles. II eIigro deI abuso consumislico y de Ia aaricin de necesidades arliciaIes, deninguna manera deben imedir Ia eslima y uliIizacin de Ios nuevos bienes y recursos ueslos a nueslradisosicin. AI conlrario, en eIIo debemos ver un don de Dios y una resuesla a Ia vocacin deI hombre,que se reaIiza Ienamenle en Crislo.20 IiIosofia SociaIMas ara aIcanzar eI verdadero desarroIIo es necesario no erder de visla dicho aramelro, que eslaen Ia naturaleza especca deI hombre, creado or Dios a su imagen y seme|anza (cf. Gn 1, 26). NaluraIezacororaI y esiriluaI, simboIizada en eI segundo reIalo de Ia creacin or dos eIemenlos: Ia tierra, con Ia queDios modeIa aI hombre, y eI hlito de vida infundido en su roslro (cf. Gn 2, 7).II hombre liene asi una cierla anidad con Ias demas crialuras: esla IIamado a uliIizarIas, a ocuarse deeIIas y siemre segunIa narracindeI Gnesis (2, 15)es coIocado eneI |ardinara cuIlivarIo y cuslodiarIo,or encima de lodos Ios demas seres ueslos or Dios ba|o su dominio (cf. ibid. 1, 15 s.). Iero aI mismoliemo, eI hombre debe somelerse a Ia voIunlad de Dios, que Ie one Iimiles en eI uso y dominio de Iascosas (cf. ibid. 2, 16 s.), a Ia ar que Ie romele Ia inmorlaIidad (cf. ibid. 2, 9, Sab 2, 23). II hombre, ues, aI serimagen de Dios, liene una verdadera anidad con II. Segun esla enseanza, eI desarroIIo no uede consislirsoIamenle en eI uso, dominio y osesin indiscriminada de Ias cosas creadas y de Ios roduclos de Ia induslriahumana, sino mas bien en subordinar Ia osesin, eI dominio y eI uso a Ia seme|anza divina deI hombre ya su vocacin a Ia inmorlaIidad. Isla es Ia realidad trascendente deI ser humano, Ia cuaI desde eI rinciioaarece arliciada or una are|a, hombre y mu|er (cf.Gn 1, 27), y es or consiguienle fundamenlaImenlesociaI.30. Segun Ia Sagrada Iscrilura, ues, Ia nocin de desarroIIo no es soIamenle Iaica o rofana ,sino que aarece lambien, aunque con una fuerle acenluacin socioeconmica, como Ia expresin modernade una dimensin esenciaI de Ia vocacin deI hombre. In efeclo, eI hombre no ha sido creado, or asi decir,inmviI y eslalico. La rimera resenlacin que de eI ofrece Ia ibIia, Io describe cierlamenle como creaturay como imagen, determinada en su reaIidad rofunda or eI origen y eI parentesco que Io consliluye. Iero eslomismo one en eI ser humano, hombre y mu|er, eI germen y Iaexigencia de una tarea originaria a reaIizar, cadauno or searado y lambien como are|a. La larea es dominar Ias demas crialuras, cuIlivar eI |ardin ,ero hay que hacerIo en eI marco de obediencia a Ia Iey divina y, or consiguienle, en eI reselo de Ia imagenrecibida, fundamenlo cIaro deI oder de dominio, concedido en orden a su erfeccionamienlo (cf. Gn 1,26-30, 2, 15 s., Sab 9, 2 s.).Cuando eI hombre desobedece a Dios y se niega a somelerse a su oleslad, enlonces Ia naluraIeza se IerebeIa y ya no Ie reconoce como seor, orque ha emaado en si mismo Ia imagen divina. La IIamada aoseer y usar Io creado ermanece siemre vaIida, ero desues deI ecado su e|ercicio sera arduo y IIenode sufrimienlos (cf. Gn 3, 17-19).In efeclo, eI cailuIo siguienle deI Gnesis nos resenla Ia descendencia de Cain, Ia cuaI conslruye unaciudad, se dedica a Ia ganaderia, a Ias arles (Ia musica) y a Ia lecnica (Ia melaIurgia), y aI mismo liemo seemez a invocar eI nombre deI Seor (cf. ibid. 4, 17-26).La hisloria deI genero humano, descrila en Ia Sagrada Iscrilura, incIuso desues de Ia caida en eI ecado,es una hisloria de continuas realizaciones que, aunque ueslas siemre en crisis y en eIigro or eI ecado,se reilen, enriquecen y se difunden como resuesla a Ia vocacin divina seaIada desde eI rinciio aIhombre y a Ia mu|er (cf. Gn 1, 26-28) y grabada en Ia imagen recibida or eIIos.Is Igico concIuir, aI menos ara quienes creen en Ia IaIabra de Dios, que eI desarroIIo acluaI debe serconsiderado como un momenlo de Ia hisloria iniciada en Ia creacin y conslanlemenle uesla en eIigro orIa indeIidad a Ia voIunlad deI Creador, sobre lodo or Ia lenlacin de Ia idoIalria, ero que corresondefundamenlaImenle a Ias remisas iniciaIes. Quien quisiera renunciar a Ia tarea, difcil pero exaltante, de eIevarIa suerle de lodo eI hombre y de lodos Ios hombre, ba|o eI relexlo deI eso de Ia Iucha y deI esfuerzoincesanle de sueracin, o incIuso or Ia exeriencia de Ia derrola y deI relorno aI unlo de arlida, faIlariaa Ia voIunlad de Dios Creador. a|o esle aseclo en Ia IncicIica Laborem exercens me he referido a Ia vocacindeI hombre aI lraba|o, ara subrayar eI concelo de que siemre es eI eI rolagonisla deI desarroIIo.Mas aun, eI mismo Seor }esus, en Ia araboIa de Ios laIenlos one de reIieve eI lralo severo reservadoaI que os esconder eI laIenlo recibido: Siervo maIo y erezoso, sabias que yo cosecho donde no sembrey reco|o donde no esarci... QuiladIe, or lanlo, su laIenlo y dadseIo aI que liene Ios diez laIenlos (Mt 25,26-28). Anosolros, que recibimos Ios dones de Dios ara hacerIos fruclicar, nos loca sembrar y recoger1. Los rinciios de Ia vida en comunidad 21. Si no Io hacemos, se nos quilara incIuso Io que lenemos.Medilar sobre eslas severas aIabras nos ayudara a comromelernos mas resueIlamenle en eI deber, hoyurgenle ara lodos, de cooerar en eI desarroIIo Ieno de Ios demas: desarroIIo de lodo eI hombre y delodos Ios hombres .31. La fe en Cristo Redentor, mienlras iIumina inleriormenle Ia naluraIeza deI desarroIIo, guia lambien enIa larea de coIaboracin. In Ia Carla de San IabIo a Ios CoIosenses Ieemos que Crislo es eI rimogenilode loda Ia creacin y que lodo fue creado or eI y ara eI (1, 15-16). In efeclo, lodo liene en eI suconsislencia orque Dios luvo a bien hacer residir en eI loda Ia Ienilud y reconciIiar or eI y ara eIlodas Ias cosas . (Ibid., 1, 20).In esle Ian divino, que comienza desde Ia elernidad en Crislo, Imagen erfecla deI Iadre, y cuIminaen eI, Irimogenilo de enlre Ios muerlos (Ibid., 1, 15. 18), se inserta nuestra historia, marcada or nueslroesfuerzo ersonaI y coIeclivo or eIevar Ia condicin humana, vencer Ios obslacuIos que surgen siemre ennueslro camino, disoniendonos asi a arliciar en Ia Ienilud que reside en eI Seor y que Ia comunica a suCuero, Ia IgIesia (Ibid., 1, 18, cf. Ef 1, 22-23), mienlras eI ecado, que siemre nos acecha y comromelenueslras reaIizaciones humanas, es vencido y rescalado or Ia reconciIiacin obrada or Crislo (cf. Col1, 20).Aqui se abren Ias erseclivas. II sueo de un rogreso indenido se verica, lransformado radicaI-menle or Ia nueva lica que abre Ia fe crisliana, asegurandonos que esle rogreso es osibIe soIamenleorque Dios Iadre ha decidido desde eI rinciio hacer aI hombre arlicie de su gIoria en }esucrislo re-sucilado, orque en eI lenemos or medio de su sangre eI erdn de Ios deIilos (Ef 1, 7), y en eI haquerido vencer aI ecado y hacerIo servir ara nueslro bien mas grande, que suera innilamenle Io queeI rogreso odria reaIizar.Iodemos decir, ues, mienlras nos debalimos en medio de Ias oscuridades y carencias deI subdesa-rrollo y deI superdesarrollo que un dia, cuando a esle ser corrulibIe se revisla de incorrulibiIidad y esleser morlaI se revisla de inmorlaIidad (1 Cor 15, 54), cuando eI Seor enlregue a Dios Iadre eI Reino (Ibid.,15,24), lodas Ias obras y acciones, dignas deI hombre, seran rescaladas.Ademas, esla concecin de Ia fe exIica cIaramenle or que Ia Iglesia se reocua de Ia robIemalica deIdesarroIIo, Io considera un deber de su ministerio pastoral, y ayuda a lodos a reexionar sobre Ia naluraIeza yIas caraclerislicas deI aulenlico desarroIIo humano. AI hacerIo, desea or una arle, servir aI Ian divino queordena lodas Ias cosas hacia Ia Ienilud que reside en Crislo (cf. Col 1, 19) y que eI comunic a su Cuero,y or olra, resonde a Ia vocacin fundamenlaI de sacramenlo, o sea, signo e inslrumenlo de Ia inlimaunin con Dios y de Ia unidad de lodo eI genero humano .AIgunos Iadres de Ia IgIesia se han insirado en esla visin ara eIaborar, de forma originaI, su conce-cin deI sentido de la historia y del trabajo humano, como encaminado a un n que Io suera y denido siemreor su reIacin con Ia obra de Crislo. In olras aIabras, es osibIe enconlrar en Ia enseanza alrislica unavisin optimista de Ia hisloria y deI lraba|o, o sea, deI valor perenne de Ias aulenlicas reaIizaciones humanas,en cuanlo rescaladas or Crislo y deslinadas aI Reino romelido. Asi, erlenece a Ia enseanza y a Ia praxismas anligua de Ia IgIesia Ia conviccin de que eIIa misma, sus minislros y cada uno de sus miembros, eslanIIamados a aIiviar Ia miseria de Ios que sufren cerca o Ie|os, no sIo con Io sueruo , sino con Io ne-cesario . Anle Ios casos de necesidad, no se debe dar referencia a Ios adornos sueruos de Ios lemIosy a Ios ob|elos reciosos deI cuIlo divino, aI conlrario, odria ser obIigalorio ena|enar eslos bienes ara daran, bebida, veslido y casa a quien carece de eIIo. Como ya se ha dicho, se nos resenla aqui una jerarquade valores en eI marco deI derecho de roiedad enlre eI lener y eI ser , sobre lodo cuando eI lener de aIgunos uede ser a exensas deI ser de lanlos olros.II Iaa IabIo VI, en su IncicIica, sigue esla enseanza, insirandose en Ia Conslilucin asloraI Gaudiumet spes. Ior mi arle, deseo insislir lambien sobre su gravedad y urgencia, idiendo aI Seor fuerza aralodos Ios crislianos a n de oder asar eImenle a su aIicacin raclica.32. La obIigacin de emearse or eI desarroIIo de Ios uebIos no es un deber soIamenle individual,22 IiIosofia SociaIni mucho menos individualista, como si se udiera conseguir con Ios esfuerzos aisIados de cada uno. Is unimeralivo ara todos y cada uno de Ios hombres y mu|eres, ara Ias sociedades y Ias naciones, en arlicuIarara Ia IgIesia calIica y ara Ias olras IgIesias y Comunidades ecIesiaIes, con Ias que eslamos Ienamenledisueslos a coIaborar en esle camo. In esle senlido, asi como nosolros Ios calIicos invilamos a Ios herma-nos searados a arliciar en nueslras inicialivas, deI mismo modo nos decIaramos disueslos a coIaboraren Ias suyas, acelando Ias invilaciones que nos han dirigido. In esla busqueda deI desarroIIo inlegraI deIhombre odemos hacer mucho lambien con Ios creyenles de Ias olras reIigiones, como en reaIidad ya se eslahaciendo en diversos Iugares. In efeclo, Ia cooeracin aI desarroIIo de lodo eI hombre y de cada hombrees un deber de todos para con todos y, aI mismo liemo, debe ser comun a Ias cualro arles deI mundo: Is-le y Oesle, Norle y Sur, o, a Ios diversos mundos , como sueIe decirse hoy. De Io conlrario, si lrala dereaIizarIo en una soIa arle, o en un soIo mundo, se hace a exensas de Ios olros, y aIIi donde comienza,se hierlroa y se ervierle aI no lener en cuenla a Ios demas. Los uebIos y Ias Naciones lambien lienenderecho a su desarroIIo pleno, que, si bien imIica como se ha dicho Ios aseclos econmicos y sociaIes,debe comrender lambien su idenlidad cuIluraI y Ia aerlura a Io lrascendenle. Ni siquiera Ia necesidad deIdesarroIIo uede lomarse como relexlo ara imoner a Ios demas eI roio modo de vivir o Ia roia fereIigiosa.33. No seria verdaderamenle digno del hombre un lio de desarroIIo que no reselara y romoviera Iosderechos humanos, ersonaIes y sociaIes, econmicos y oIilicos, incIuidos Ios derechos de las Naciones y de lospueblos.Hoy, quiza mas que anles, se ercibe con mayor cIaridad Ia contradiccin intrnseca de un desarroIIo quefuera solamente econmico. Isle subordina faciImenle Ia ersona humana y sus necesidades mas rofundasa Ias exigencias de Ia Ianicacin econmica o de Ia ganancia excIusiva.La conexin intrnseca enlre desarrollo autntico y reselo de Ios derechos deI hombre, demueslra una vezmas su caracler moral: Ia verdadera eIevacin deI hombre, conforme a Ia vocacin naluraI e hislrica de cadauno, no se aIcanza exIolando solamente Ia abundancia de bienes y servicios, o disoniendo de infraeslruc-luras erfeclas.Cuando Ios individuos y Ias comunidades no ven rigurosamenle reseladas Ias exigencias moraIes, cuI-luraIes y esiriluaIes fundadas sobre Ia dignidad de Ia ersona y sobre Ia idenlidad roia de cada comu-nidad, comenzando or Ia famiIia y Ias sociedades reIigiosas, lodo Io demas disonibiIidad de bienes,abundancia de recursos lecnicos aIicados a Ia vida diaria, un cierlo niveI de bieneslar maleriaI resuIlarainsalisfaclorio y, a Ia Iarga, desreciabIe. Lo dice cIaramenle eI Seor en eI IvangeIio, IIamando Ia alencinde lodos sobre Ia verdadera |erarquia de vaIores: De que Ie servira aI hombre ganar eI mundo enlero, siarruina su vida` (Mt 16, 26).II verdadero desarroIIo, segun Ias exigencias propias deI ser humano, hombre o mu|er, nio, aduIlo oanciano, imIica sobre lodo or arle de cuanlos inlervienen aclivamenle en ese roceso y son sus reson-sabIes, una viva conciencia del valor de Ios derechos de lodos y de cada uno, asi como de Ia necesidad dereselar eI derecho de cada uno a Ia uliIizacin Iena de Ios benecios ofrecidos or Ia ciencia y Ia lecnica.In eI orden interno de cada Nacin, es muy imorlanle que sean reselados lodos Ios derechos: eseciaImenleeI derecho a Ia vida en lodas Ias fases de Ia exislencia, Ios derechos de Ia famiIia, como comunidad sociaIbasica o ceIuIa de Ia sociedad , Ia |uslicia en Ias reIaciones IaboraIes, Ios derechos concernienles a Ia vidade Ia comunidad oIilica en cuanlo laI, asi como Ios basados en Ia vocacin trascendente deI ser humano,emezando or eI derecho a Ia Iiberlad de rofesar y raclicar eI roio credo reIigioso.In eI orden internacional, o sea, en Ias reIaciones enlre Ios Islados o, segun eI Iengua|e corrienle, enlreIos diversos mundos , es necesario eI Ieno respeto de Ia idenlidad de cada uebIo, con sus caraclerislicashislricas y cuIluraIes. Is indisensabIe ademas, como ya edia Ia IncicIica Populorum progressio que sereconozca a cada uebIo iguaI derecho a senlarse a Ia mesa deI banquele comun , en Iugar de yacer aIa uerla como Lazaro, mienlras Ios erros vienen y Iamen Ias IIagas (cf. Lc 16, 21). Tanlo Ios uebIoscomo Ias ersonas individuaImenle deben disfrular de una igualdad fundamental sobre Ia que se basa, or1. Los rinciios de Ia vida en comunidad 23e|emIo, Ia Carla de Ia Organizacin de Ias Naciones Unidas: iguaIdad que es eI fundamenlo deI derechode lodos a Ia arliciacin en eI roceso de desarroIIo Ieno. Iara ser laI, eI desarroIIo debe reaIizarse en eImarco de Ia solidaridad y de Ia libertad, sin sacricar nunca Ia una a Ia olra ba|o ningun relexlo. II caraclermoraI deI desarroIIo y Ia necesidad de romoverIo son exaIlados cuando se reselan rigurosamenle lodasIas exigencias derivadas deI orden de Ia verdad y del bien roios de Ia crialura humana. II crisliano, ademas,educado a ver en eI hombre Ia imagen de Dios, IIamado a Ia arliciacin de Ia verdad y deI bien que esDios mismo, no comrende un emeo or eI desarroIIo y su reaIizacin sin Ia observancia y eI reselo deIa dignidad unica de esla imagen . In olras aIabras, eI verdadero desarroIIo debe fundarse en el amor aDios y al prjimo, y favorecer Ias reIaciones enlre Ios individuos y Ias sociedades. Isla es Ia civiIizacin deIamor , de Ia que habIaba con frecuencia eI Iaa IabIo VI.34. II caracler moraI deI desarroIIo no uede rescindir lamoco deI reselo por los seres que constituyenIa naluraIeza visibIe y que Ios griegos, aIudiendo recisamenle aI orden que Io dislingue, IIamaban eI cosmos . Islas reaIidades exigen lambien reselo, en virlud de una lriIe consideracin que merece alenlareexin.La primera consisle en Ia conveniencia de lomar mayor conciencia de que no se ueden uliIizar imu-nemenle Ias diversas calegorias de seres, vivos o inanimados animaIes, Ianlas, eIemenlos naluraIescomo me|or aelezca, segun Ias roias exigencias econmicas. AI conlrario, conviene lener en cuenla Ianaturaleza de cada ser y su mutua conexin en un sislema ordenado, que es recisamenle eI cosmos.La segunda consideracin se funda, en cambio, en Ia conviccin, cada vez mayor lambien de Ia limitacinde los recursos naturales, aIgunos de Ios cuaIes no son, como sueIe decirse, renovables. UsarIos como si fue-ran inagolabIes, con dominio absoluto, one seriamenle en eIigro su fulura disonibiIidad, no sIo ara Iageneracin resenle, sino sobre lodo ara Ias fuluras.La tercera consideracin se reere direclamenle a Ias consecuencias de un cierlo lio de desarroIIo sobrela calidad de la vida en Ias zonas induslriaIizadas. Todos sabemos que eI resuIlado direclo o indireclo de IainduslriaIizacin es, cada vez mas, Ia conlaminacin deI ambienle, con graves consecuencias ara Ia saIudde Ia obIacin.Una vez mas, es evidenle que eI desarroIIo, asi como Ia voIunlad de Ianicacin que Io dirige, eI usode Ios recursos y eI modo de uliIizarIos no eslan exenlos de reselar Ias exigencias moraIes. Una de eslasimone sin duda Iimiles aI uso de Ia naluraIeza visibIe. II dominio conado aI hombre or eI Creador no esun oder absoIulo, ni se uede habIar de Iiberlad de usar y abusar , o de disoner de Ias cosas como me|orarezca. La Iimilacin imuesla or eI mismo Creador desde eI rinciio, y exresada simbIicamenle conIa rohibicin de comer deI frulo deI arboI (cf. Gn 2, 16 s.), mueslra cIaramenle que, anle Ia naluraIezavisibIe, eslamos somelidos a Ieyes no sIo bioIgicas sino lambien moraIes, cuya lransgresin no queda im-une. Una |usla concecin deI desarroIIo no uede rescindir de eslas consideraciones reIalivas aI usode Ios eIemenlos de Ia naluraIeza, a Ia renovabiIidad de Ios recursos y a Ias consecuencias de una induslria-Iizacin desordenada, Ias cuaIes onen anle nueslra conciencia Ia dimensin moral, que debe dislinguir eIdesarroIIo.41. La IgIesia no liene soluciones tcnicas que ofrecer aI robIema deI subdesarroIIo en cuanlo laI, comoya arm eI Iaa IabIo VI, en su IncicIica. In efeclo, no roone sislemas o rogramas econmicos y o-Iilicos, ni maniesla referencias or unos o or olros, con laI que Ia dignidad deI hombre sea debidamenlereselada y romovida, y eIIa goce deI esacio necesario ara e|ercer su minislerio en eI mundo. Iero IaIgIesia es exerla en humanidad , y eslo Ia mueve a exlender necesariamenle su misin reIigiosa a Iosdiversos camos en que Ios hombres y mu|eres desarroIIan sus aclividades, en busca de Ia feIicidad, aunquesiemre reIaliva, que es osibIe en esle mundo, de acuerdo con su dignidad de ersonas.Siguiendo a mis redecesores, he de reelir que eI desarroIIo ara que sea aulenlico, es decir, conformea Ia dignidad deI hombre y de Ios uebIos, no uede ser reducido soIamenle a un robIema lecnico . Sise Ie reduce a eslo, se Ie deso|a de su verdadero conlenido y se lraiciona aI hombre y a Ios uebIos, a cuyoservicio debe onerse.24 IiIosofia SociaIIor eslo Ia IgIesia liene una palabra que decir, lanlo hoy como hace veinle aos, asi como en eI fuluro, sobreIa naluraIeza, condiciones exigencias y naIidades deI verdadero desarroIIo y sobre Ios obslacuIos que seoonen a eI. AI hacerIo asi, cumIe su misin evangelizadora, ya que da su primera contribucin a Ia soIucindeI robIema urgenle deI desarroIIo cuando rocIama Ia verdad sobre Crislo, sobre si misma y sobre eIhombre, aIicandoIa a una siluacin concrela.Aesle nIa IgIesia uliIiza como instrumento sudoctrina social. InIa dificiI coyunlura acluaI, ara favorecerlanlo eI Ianleamienlo correclo de Ios robIemas como sus soIuciones me|ores, odra ayudar mucho unconocimiento ms exacto y una difusin ms amplia deI con|unlo de rinciios de reexin, de crilerios de|uicio y de direclrices de accin roueslos or su enseanza.Se observara asi inmedialamenle, que Ias cuesliones que afronlamos son anle lodo moraIes, y que ni eIanaIisis deI robIema deI desarroIIo como laI, ni Ios medios ara suerar Ias resenles dicuIlades uedenrescindir de esla dimensin esenciaI.La doclrina sociaI de Ia IgIesia no es, ues, una lercera via enlre eI capitalismo liberal y eI colectivismomarxista, y ni siquiera una osibIe aIlernaliva a olras soIuciones menos conlraueslas radicaImenle, sinoque liene una categora propia. No es lamoco una ideologa, sino Ia cuidadosa formulacin deI resuIlado deuna alenla reexin sobre Ias comIe|as reaIidades de Ia vida deI hombre en Ia sociedad y en eI conlexloinlernacionaI, a Ia Iuz de Ia fe y de Ia lradicin ecIesiaI. Su ob|elivo rinciaI es interpretar esas reaIidades,examinando su conformidad o diferencia con Io que eI IvangeIio ensea acerca deI hombre y su vocacinlerrena y, a Ia vez, lrascendenle, ara orientar en consecuencia Ia conducla crisliana. Ior lanlo, no erleneceaI ambilo de Ia ideologa, sino aI de Ia leoIogia y eseciaImenle de Ia leoIogia moraI.La enseanza y Ia difusin de esla doclrina sociaI forma arle de Ia misin evangeIizadora de Ia IgIesia.Y como se lrala de una doclrina que debe orienlar Ia conducta de las personas, liene como consecuencia eI comromiso or Ia |uslicia segun Ia funcin, vocacin y circunslancias de cada uno.AI e|ercicio de esle ministerio de evangelizacin en eI camo sociaI, que es un aseclo de Ia funcin profticade Ia IgIesia, erlenece lambien Ia denuncia de Ios maIes y de Ias in|uslicias. Iero conviene acIarar que eIanuncio es siemre mas imorlanle que Ia denuncia, y que esla no uede rescindir de aqueI, que Ie brindasu verdadera consislencia y Ia fuerza de su molivacin mas aIla.42. La doclrina sociaI de Ia IgIesia, hoy mas que nunca liene eI deber de abrirse a una perspectiva internacio-nal en Ia Iinea deI ConciIio Valicano II, de Ias recienles IncicIicas y, en arlicuIar, de Ia que conmemora-mos. No sera, ues, sueruo examinar de nuevo y rofundizar ba|o esla Iuz Ios lemas y Ias orienlacionescaraclerislicas, lralados or eI Magislerio en eslos aos.Inlre dichos lemas quiero seaIar aqui Ia opcin o amor preferencial or Ios obres. Isla es una ocino una forma especial de rimacia en eI e|ercicio de Ia caridad crisliana, de Ia cuaI da leslimonio loda Ia lra-dicin de Ia IgIesia. Se reere a Ia vida de cada crisliano, en cuanlo imilador de Ia vida de Crislo, ero seaIica iguaImenle a nueslras responsabilidades sociales y, consiguienlemenle, a nueslro modo de vivir y a Iasdecisiones que se deben lomar coherenlemenle sobre Ia roiedad y eI uso de Ios bienes.Iero hoy, visla Ia dimensin mundiaI que ha adquirido Ia cueslin sociaI, esle amor referenciaI, conIas decisi