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AMOR CONSTANTE MÁS ALLÁ DE LA MUERTE Francisco de Quevedo y Villegas Cerrar podrá mis ojos la postrera Sombra que me llevare el blanco día, Y podrá desatar esta alma mía Hora, a su afán ansioso lisonjera; Mas no de esotra parte en la ribera Dejará la memoria, en donde ardía: Nadar sabe mi llama el agua fría, Y perder el respeto a ley severa. Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido, Venas, que humor a tanto fuego han dado, Médulas, que han gloriosamente ardido, Su cuerpo dejará, no su cuidado; Serán ceniza, mas tendrá sentido; Polvo serán, mas polvo enamorado. La niña de Guatemala José Martí Quiero, a la sombra de un ala, Contar este cuento en flor: La niña de Guatemala, La que se murió de amor. Eran de lirios los ramos, Y las orlas de reseda Y de jazmín: la enterramos En una caja de seda. ...Ella dio al desmemoriado Una almohadilla de olor: El volvió, volvió casado: Ella se murió de amor. Iban cargándola en andas Obispos y embajadores: Detrás iba el pueblo en tandas, Todo cargado de flores. ...Ella, por volverlo a ver, Salió a verlo al mirador: El volvió con su mujer: Ella se murió de amor. Como de bronce candente Al beso de despedida Era su frente ¡la frente Que más he amado en mi vida! ...Se entró de tarde en el río, La sacó muerta el doctor: Dicen que murió de frío: Yo sé que murió de amor. Allí, en la bóveda helada, La pusieron en dos bancos: Besé su mano afilada, Besé sus zapatos blancos. Callado, al oscurecer, Me llamó el enterrador: ¡Nunca más he vuelto a ver A la que murió de amor! Francisco Luis Bernárdez Si para recobrar lo recobrado debí perder primero lo perdido, si para conseguir lo conseguido tuve que soportar lo soportado, si para estar ahora enamorado fue menester haber estado herido, tengo por bien sufrido lo sufrido, tengo por bien llorado lo llorado. Porque después de todo he comprobado que no se goza bien de lo gozado sino después de haberlo padecido. Porque después de todo he comprendido que lo que el árbol tiene de florido vive de lo que tiene sepultado. Ándeme yo caliente y ríase la gente

Antología Lírica

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Género lírico, seelcción de textos poéticos

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Page 1: Antología Lírica

AMOR CONSTANTE MÁS ALLÁ DELA MUERTE

Francisco de Quevedo y Villegas

Cerrar podrá mis ojos la postrera Sombra que me llevare el blanco día, Y podrá desatar esta alma mía Hora, a su afán ansioso lisonjera;

Mas no de esotra parte en la ribera Dejará la memoria, en donde ardía: Nadar sabe mi llama el agua fría, Y perder el respeto a ley severa.

Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido, Venas, que humor a tanto fuego han dado, Médulas, que han gloriosamente ardido,

Su cuerpo dejará, no su cuidado; Serán ceniza, mas tendrá sentido; Polvo serán, mas polvo enamorado.

La niña de GuatemalaJosé Martí

Quiero, a la sombra de un ala,Contar este cuento en flor:La niña de Guatemala,La que se murió de amor.

Eran de lirios los ramos,Y las orlas de resedaY de jazmín: la enterramosEn una caja de seda.

...Ella dio al desmemoriadoUna almohadilla de olor:El volvió, volvió casado:Ella se murió de amor.

Iban cargándola en andasObispos y embajadores:Detrás iba el pueblo en tandas,Todo cargado de flores.

...Ella, por volverlo a ver,Salió a verlo al mirador:El volvió con su mujer:Ella se murió de amor.

Como de bronce candenteAl beso de despedidaEra su frente ¡la frenteQue más he amado en mi vida!

...Se entró de tarde en el río,La sacó muerta el doctor:Dicen que murió de frío:

Yo sé que murió de amor.

Allí, en la bóveda helada,La pusieron en dos bancos:Besé su mano afilada,Besé sus zapatos blancos.

Callado, al oscurecer,Me llamó el enterrador:¡Nunca más he vuelto a verA la que murió de amor!

Francisco Luis Bernárdez

Si para recobrar lo recobradodebí perder primero lo perdido,si para conseguir lo conseguidotuve que soportar lo soportado,

si para estar ahora enamoradofue menester haber estado herido,tengo por bien sufrido lo sufrido,tengo por bien llorado lo llorado.

Porque después de todo he comprobadoque no se goza bien de lo gozadosino después de haberlo padecido.

Porque después de todo he comprendidoque lo que el árbol tiene de floridovive de lo que tiene sepultado.

Ándeme yo caliente y ríase la genteLuis de Góngora y Argote

Traten otros del gobierno del mundo y sus monarquías, mientras gobiernan mis días mantequillas y pan tierno; y las mañanas de invierno naranjada y aguardiente, y ríase la gente. Coma en dorada vajilla el Príncipe mil cuidados como píldoras dorados, que yo en mi pobre mesilla quiero más una morcilla que en el asador reviente, y ríase la gente.

Page 2: Antología Lírica

Cuando cubra las montañas de blanca nieve el enero, tenga yo lleno el brasero de bellotas y castañas, y quien las dulces patrañas del Rey que rabió me cuente, y ríase la gente. Busque muy en buena hora el mercader nuevos soles; yo conchas y caracoles entre la menuda arena, escuchando a Filomena sobre el chopo de la fuente, y ríase la gente. Pase a media noche el mar y arda en amorosa llama Leandro por ver su dama; que yo más quiero pasar del golfo de mi lagar la blanca o roja corriente, y ríase la gente. Pues Amor es tan cruel que de Píramo y su amada hace tálamo una espada, do se junten ella y él, sea mi Tisbe un pastel y la espada sea mi diente, y ríase la gente.

A un hombre de gran narizFrancisco de Quevedo

Érase un hombre a una nariz pegado, Érase una nariz superlativa, Érase una alquitara medio viva, Érase un peje espada mal barbado;

Era un reloj de sol mal encarado. Érase un elefante boca arriba, Érase una nariz sayón y escriba, Un Ovidio Nasón mal narigado.

Érase el espolón de una galera, Érase una pirámide de Egito, Los doce tribus de narices era;

Érase un naricísimo infinito, Frisón archinariz, caratulera, Sabañón garrafal morado y frito.

No es nada de tu cuerpo

Jaime Sabines

No es nada de tu cuerpo ni tu piel, ni tus ojos, ni tu vientre, ni ese lugar secreto que los dos conocemos, fosa de nuestra muerte, final de nuestro entierro. No es tu boca -tu boca que es igual que tu sexo-, ni la reunión exacta de tus pechos, ni tu espalda dulcísima y suave, ni tu ombligo en que bebo. Ni son tus muslos duros como el día, ni tus rodillas de marfil al fuego, ni tus pies diminutos y sangrantes, ni tu olor, ni tu pelo. No es tu mirada -¿qué es una mirada?- triste luz descarriada, paz sin dueño, ni el álbum de tu oído, ni tus voces, ni las ojeras que te deja el sueño. Ni es tu lengua de víbora tampoco, flecha de avispas en el aire ciego, ni la humedad caliente de tu asfixia que sostiene tu beso. No es nada de tu cuerpo, ni una brizna, ni un pétalo, ni una gota, ni un grano, ni un momento. Es sólo este lugar donde estuviste, estos mis brazos tercos.

Corazón corazaMario BenedettiPorque te tengo y no porque te pienso porque la noche está de ojos abiertos porque la noche pasa y digo amor porque has venido a recoger tu imagen y eres mejor que todas tus imágenes porque eres linda desde el pie hasta el alma porque eres buena desde el alma a mí porque te escondes dulce en el orgullo pequeña y dulce corazón coraza porque eres mía porque no eres mía porque te miro y muero y peor que muero si no te miro amor si no te miro porque tú siempre existes dondequiera pero existes mejor donde te quiero porque tu boca es sangre y tienes frío tengo que amarte amor tengo que amarte aunque esta herida duela como dos aunque te busque y no te encuentre y aunque la noche pase y yo te tenga y no.

Page 3: Antología Lírica

Poema 20 Pablo Neruda

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada, y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".El viento de la noche gira en el cielo y canta.Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Yo la quise, y a veces ella también me quiso.En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.La besé tantas veces bajo el cielo infinito.Ella me quiso, a veces yo también la quería. Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella. Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.Qué importa que mi amor no pudiera guardarla. La noche está estrellada y ella no está conmigo.Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos. Mi alma no se contenta con haberla perdido.Como para acercarla mi mirada la busca. Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise. Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,mi alma no se contenta con haberla perdido.Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.