Deia – Osteguna, 2015ko urtarrilaren 22 GIZARTEA 15Deia – Osteguna, 2015ko urtarrilaren 22a GIZARTEA 15

Bilbao acoge el estreno del documental ‘50 años de vergüenza’. Foto: Borja Guerrero

ción en todos los ámbitos asistencia-les para ofrecer “la respuesta más adecuada según las necesidades que vayan surgiendo”. Las medidas pre-vistas pretenden “minimizar los efec-tos que puedan derivarse de la onda epidémica”. Para ello, explica el Departamento de Salud, “se ha habi-litado y reforzado toda la infraestruc-tura hospitalaria para poder ingre-sar a aquellas personas que lo nece-siten por complicaciones derivadas por gripe”. Las especialidades médi-cas potenciadas corresponden a Medicina Interna, Neumología y Pediatría. Además, han sido reforza-dos los Puntos de Atención Continua-da (PAC) en horario de fin de sema-na y las Urgencias hospitalarias.

Como medida excepcional, este plan contempla la posibilidad, llega-do el caso, de incorporar recursos adicionales externos como la concer-tación de camas y servicios en cen-tros sanitarios privados.

Ante este extremo, el sindicato LAB denunció que Osakidetza contrata camas en hospitales privados de Bizkaia, cuando hay camas libres en hospitales públicos reservadas para estos casos. LAB explicó que las quin-ce camas contratadas en el Hospital San Juan de Dios no son suficientes y Osakidetza tuvo que abrir “de prisa y corriendo” una planta en el Hospi-tal de Gorliz. ●

DIAGNÓSTICO

● Hospitalizados. Hasta ahora, seis personas han sido hospitali-zadas con gripe, un 83% hom-bres. La totalidad de los casos presentaron neumonía y uno de ellos necesitó ingresar en la UVI. ● Sin vacuna. El 33% de las per-sonas afectadas y que tenían indicada la vacunación no habían recibido la vacuna antigripal.

CEPAS

VIRUS ELEVADA ACTIVIDAD GRIPAL POR LOS TIPOS A Y B Los análisis detectan que los virus que circulan son de carácter mixto con predominio del tipo A frente al virus del tipo B, ambas cepas incluidas en la vacuna.

SANITARIOS

315 Entre médicos, enfermeras, auxi-liares de enfermería y celadores han sido contratados 315 profesio-nales para atender la demanda.

“Nos han ocultado cincuenta años pero no damos la batalla por perdida”Antonio Gancedo, afectado por talidomida, relata su lucha que ahora apoyará la Fiscalía

C. Lago

BILBAO – Antonio Gancedo personi-fica la crónica de medio siglo de sufrimiento. Hace más de cinco décadas, la talidomida arruinó la vida de miles de familias al provo-car graves malformaciones en sus bebés. Estas víctimas siguen luchan-do todavía y necesitan más ayudas que nunca porque con los años los problemas físicos convierten sus vidas en un calvario. El documental 50 años de vergüenza, que hoy se estrena en Bilbao, narra su batalla para conseguir reparación moral y económica, después de haber sido ocultada por la dictadura y olvida-da por la democracia.

La discapacidad de Antonio Gan-cedo, tinerfeño emigrado a Euskadi hace casi diez años y actual vecino de Igorre, no es casual. A sus 56 años, es víctima del fármaco que su madre tomó en 1958 para paliar las náuseas del embarazo, pero que aca-bó provocándole malformaciones. “Me falta la mano izquierda, tengo una escoliosis muy pronunciada que me obliga a ir con muleta. Ahora tengo afectadas todas las articula-ciones porque están muy desgasta-das. Funciono a base de calmantes porque tengo dolores permanentes. Cada vez ando peor y la mano que tengo cada vez tiene más artrosis...”, se queja uno de los cuatro afectados por talidomida en Bizkaia, que en Gipuzkoa suma ocho damnificados.

“Durante cincuenta años nos han tenido ocultos y abandonados y hemos salido adelante, pero nunca hemos dado esta batalla por perdi-da”. La asociación Avite que agluti-na a numerosos afectados recurrió al Supremo la decisión de la Audien-cia de Madrid de anular el pago de una indemnización de 20.000 euros a cada perjudicado, con la que un juzgado condenó en noviembre a la farmacéutica Grünenthal. Y no están dispuestos a tirar la toalla. “Siempre hay algo que hacer, además si no lo movemos nosotros nunca llegare-mos a ningún lado”, resalta.

Gancedo asegura que la adminis-tración les ha dado la espalda pese a promover una ley que les ha per-mitido jubilarse a los 56 años, posi-bilidad a la que él se ha acogido des-pués de trabajar muchos años como informático. “Ahora la reparación económica es más urgente porque a medida que nos hacemos mayo-res, necesitamos más ayudas”, expli-ca. Víctimas de una flagrante injus-ticia, Gancedo sufrió doblemente al compartir la culpabilidad de sus padres. “Ellos no habían hecho nada, pero se sentían muy mal”, admite.

Ana Salar, una de los directores del

documental 50 años de ver-güenza, afirma que el obje-tivo de este trabajo que hoy se puede ver en la capital vizcaina es que la gente conozca este drama. “Nos pare-cía increíble que fuera tan descono-cido un tema tan grave y que había tenido repercusión en todo el mundo, y por eso hemos con-tado la historia”.

Una historia que dista mucho de estar dormida. Ayer mismo, la Fiscalía del Esta-do se compro-metió a interve-nir en el recurso planteado ante el Tribunal Supremo y en las futuras deman-das contra el laboratorio que comercializó el fár-maco. “Si se consigue ganar el recurso la senten-cia será favorable y el labo-ratorio tendrá que pagar el daño”, afirmó el presidente de Avite, José Riquelme. La Fis-calía entiende que estas personas deben ser resarcidas, sobre todo por-que la propia farmacéutica en agos-to de 2012 reconoció públicamente su responsabilidad sin acompañar-la de ninguna indemnización. ●