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L AFERRÁNDOSE A LA VIDALa Junta de Castilla y León aprueba su estrategia para los próximos cincos años con un nuevo modelo que convierte a los mayores en los

protagonistas del envejecimiento activo / Promociona su autonomía y prioriza sus preferencias / La música y el ejercicio, aliados de la vejez

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SERVICIOS SOCIALES

Una atención centrada en la persona La Junta de Castilla y León aprueba su estrategia para los próximos cincos años con un nuevo modelo que convierte a los mayores en los protagonistas del envejecimiento activo / Promociona su autonomía y prioriza sus preferencias

L. V. / VALLADOLID

Son la voz de la experiencia. Los mayores son cada vez más. De he-cho, Castilla y León es la comuni-dad que cuenta con el mayor índice de envejecimiento de España, ya que el 24% de su población tiene más de 65 años. Al mismo tiempo, es la autonomía con la esperanza de vida más alta de España y del mundo, con 83,65 años, por encima de la media nacional situada en 82,7 años.

Para poder hacer la vida más fá-cil, la Junta ha creado una estrate-gia hasta 2021 basada en un nuevo modelo para prevenir la dependen-cia que se sustenta en una atención centrada en la persona, que pro-mociona su autonomía y prioriza sus preferencias. Otorga un papel protagonista a cada persona ma-yor en su proceso de envejecimien-to activo.

Está dirigida a cerca de 600.000 personas, a sus familias y a los cui-dadores que se encuentran en si-tuación de dependencia y a toda la sociedad porque, además de a la persona, atiende a su entorno. Se desarrolla en siete ejes que se agru-pan en un centenar de acciones.

Respecto al paciente, se planifica sus itinerarios vitales, los hábitos de vida saludables y se trabaja para la adquisición de habilidades que ha-gan más independientes a las per-sonas en su capacidad para asumir roles sociales relevantes, así como el fomento de su papel como fuente de apoyo solidario y experiencia.

Los entornos también son impor-tantes. Por eso, las actividades van dirigidas a que las personas mayo-res puedan seguir viviendo en sus hogares con calidad; el acceso a las nuevas tecnologías; la promoción de la solidaridad y las medidas que faciliten su independencia.

¿Cómo se lleva a la práctica toda esta teoría? Con programas inno-vadores que responden a los intere-ses marcados. La primera de estas experiencias es ‘A gusto en mi ca-sa’ que tiene como objetivo propor-cionar hogares confortables, segu-ros y con apoyos formales, entre los que se encuentran, teleasistencia, catering, ayuda a domicilio y adap-taciones de la vivienda; y apoyos informales: voluntariado, participa-ción en las redes, actividades socia-les y apoyo del vecindario. Se reali-za de manera coordinada con la Consejería de Sanidad para obte-ner «un diagnóstico global» de las necesidades.

El segundo proyecto se centra en el final de la vida e incluye informa-ción sobre aspectos legales y jurídi-cos. En este punto, lo que se busca es conocer los deseos de las perso-nas mayores y una atención coordi-nada de servicios sociales y salud

para proporcionar el mayor bienes-tar posible.

La atención de personas con disca-pacidad en su envejecimiento es otra experiencia pionera. La meta es pro-fundizar en su conocimiento, en sus necesidades, preferencias y modos de atención para adaptar su entorno y definir el papel que juegan los fami-liares y cuidadores. Se decide cómo debe ser, qué cambios requieren los recursos actuales, actividades, rit-mos, organización de rutinas...

La seguridad de los más vulnera-bles preocupa, y mucho, a la Con-sejería de Familia e Igualdad de Oportunidades. Por ello, ha creado un programa que protege ante el engaño. Profesionales de diferen-tes sectores ofrecen formación, ase-soramiento y difusión de los timos más habituales. No se quedan ahí, les enseñan cómo defenderse si se encuentran delante de una de estas prácticas fraudulentas.

La quinta iniciativa se centra en la atención y apoyo al cuidador. Mejora y amplia los procesos de formación continua, promueve el autocuidado, la creación de redes de apoyo, el asociacionismo y la in-corporación de voluntarios al pro-ceso de acompañamiento. A la vez, aborda aspectos relacionados con la igualdad entre hombres y muje-res en el cuidado de personas de-pendientes.

La sexta acción está encaminada a dar apoyo a personas mayores con hijos con discapacidad. Con-templa aspectos parecidos al ante-rior proyecto, si bien incluye un apartado de ayuda para que los progenitores desarrollen un plan de futuro para sus vástagos.

El séptimo programa trabaja pa-ra prevenir el maltrato. Difunde los derechos de las personas mayores. El broche a esta estrategia lo pone un plan para crear una red de ciu-dades amigables para las personas mayores de Castilla y León. Tam-bién apuesta por el intercambio de las mejores prácticas y su difusión.

La Comunidad es un espejo en el que el resto de España puede mi-rarse. En primer lugar, cuenta con

un nivel avanzado de los Servicios Sociales, en especial, en la gestión de la Dependencia, donde Castilla y León es una referencia estatal tanto en la plena atención de las personas con dependencia como en la creación de puestos de traba-jo: alrededor de 23.000. También destaca en su media asistencial: dispone de más de 45.700 plazas, lo que supone una cobertura muy superior a la marcada por la Orga-nización Mundial de la Salud (OMS).

La estrategia se ha diseñado con un amplia participación y consenso de todas las entidades representa-das en la Sección de Mayores de Castilla y León. También ha conta-do con aportaciones de distintas en-tidades como la Federación de Párkinson de Castilla y León o el Co-mité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi).

Comprender a las personas ma-yores es fundamental para poder hacer su vida más fácil. Hay que aliviar el sufrimiento y mejorar la calidad de vida con una atención centrada en la persona íntegra-mente: su estado físico, mental y espiritual.

Es muy importante mantener sus deseos. Para ello hay que con-tar tanto con el apoyo de familiares y allegados, como con el saber ha-cer de profesionales competentes en este tipo de situaciones. En esta tarea tampoco se puede obviar al cuidador. Su rol es fundamental para el bienestar de la persona ma-yor, pero también necesita sus mo-mentos de descanso.

Castilla y León cuenta con un

nivel avanzado de Servicios

Sociales y es referencia

estatal en Dependencia

Una enfermera acompaña a una anciana en un centro de asistencia para dependencia. / EL MUNDO

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NUEVAS TECNOLOGÍAS

El cuidador virtual de la tercera edad Alfred es un asistente personal que ayuda a los ancianos en las tareas cotidianas: les recuerda cuándo tienen que cargar el móvil o les

sugiere actividades que hay en el centro cívico más cercano / Está enmarcado dentro del proyecto Horizonte 2020 de la Comisión Europea

L. V. / VALLADOLID

Tiene una fortaleza única. Quizá la de haber estado décadas cosien-do para las señoras bien de la ca-pital. Un oficio duro. Ahora le fal-tan fuerzas. Anda con ayuda de un bastón y no tiene luz. Un tumor ce-rebral la sacó de la costura, pero no de la vida. Le queda mucho ca-mino. El envejecimiento va parejo a los genes de la longevidad. Si uno se hace mayor es porque la sa-lud lo permite. Y todo está en el ADN de la persona y en las buenas conductas.

Peina canas pero pisa el acelera-dor para disfrutar al máximo de ca-da momento. María es un ejemplo de la nueva edad de oro. Personas para las que los 80 son los nuevos 40. Tienen ayuda de sus familias, de los profesionales que cuidan de su salud y de las nuevas tecnolo-gías. Un fenómeno que irrumpió con fuerza hace un tiempo y ahora sirve a los más mayores para avan-zar con paso firme en su caminar.

El último invento: un mayordo-mo virtual. Sí, como lo leen. Alfred es un asistente personal que ayuda a las personas con dependencia que quieren seguir viviendo en sus casas. ¿Cómo? Monitoriza y cola-bora en las tareas cotidianas a tra-vés de una aplicación móvil. Por

ejemplo, les recuerda cuándo tie-nen que cargar el móvil, la hora y la dosis de la medicación o todo ti-po de citas tanto con el médico de Familia como con los especialistas.

Está dirigido a personas que rondan los 65 años y su peculiari-dad es que la interacción se realiza a través de la voz. Los ancianos dan órdenes o hacen peticiones al teléfono móvil y éste les contesta por los altavoces. Una ayuda «fun-

damental» para las fa-milias que gozan de más tranquilidad al dejar a los suyos con este compañero tan especial.

La iniciativa, que es-tá enmarcada dentro del proyecto Horizon-te 2020 de la Comisión Europea, arrancó en 2013 con la finalidad de construir una plata-forma para dar servi-cios a las personas de la tercera edad. A día de hoy, se ha llevado a cabo con buenos resul-tados en Alemania, Francia, Suecia y Ho-landa.

La solución quiere evitar el aislamiento de la gente mayor que

se produce por su propio estilo de vida. Por eso, recogen las preferen-cias y características del usuario y actúan como un catalizador de los eventos de su entorno, informan-do, por ejemplo, de una charla que se va a celebrar sobre seguridad en el hogar o una obra de teatro de la compañía municipal...; de manera que promueve la sociabilidad y la actividad. También, si quieren, pueden conversar con otras perso-

nas de gustos similares y hacerse recomendaciones de libros, pelícu-las o consejos de cocina.

Con la colaboración de un grupo de investigadores, van un paso más allá en el control de la actividad fí-sica. Este equipo multidisciplinar ha diseñado una camiseta con sen-sores que puede llevar puesta la persona mayor y mide constantes vitales, como la respiración, tem-peratura, movimientos, frecuencia cardiaca... Gracias a los datos que la prenda recoge y traslada el telé-fono móvil, los médicos, enferme-ros o asistentes sociales pueden ha-cer un seguimiento muy fiable. Imagínese una persona que ha su-frido un infarto, el médico puede monitorizar su evolución sin nece-sidad de estar presente.

La camiseta no tiene cables y es-tá adaptada para que las personas que la lleven hagan una vida nor-mal. Lo único diferente es que lleva una pequeña mochila que centrali-za toda la información, aunque se puede quitar, ya que no lleva nin-gún tipo de conector. La conexión entre la prenda y Alfred es median-te bluetooth para que consuma po-co, sea muy eficiente y no requiera tampoco de dispositivos especiales más allá de un smartphone.

Todas las funcionalidades ante-riores se conjugan con un cuarto

elemento, los juegos serios. La principal diferencia con los diverti-mentos tradicionales es que los pri-meros están dirigidos por médicos y especialistas que buscan hacer un seguimiento de sus pacientes y obtener un resultado. Los de esta plataforma han sido diseñados por científicos alemanes con la meta de prevenir el deterioro físico y cognitivo. Entre las actividades que propone en función de las necesi-dades y las posibilidades de cada persona, se encuentra una sesión de baile que mide la coordinación y la psicomotricidad de estos baila-rines tan particulares u otra que trabaja la higiene postural, es de-cir, el posicionamiento de la espal-da con una tabla similar a la que tiene la consola Wii.

Para que Alfred se pueda comu-nicar con las personas mayores se han desarrollado procesadores de lenguaje natural. Esto permite diri-gir la conversación y entenderla como algo normal. Ahora mismo funciona en alemán, inglés, holan-dés y sueco que corresponden con los lugares donde se han llevado a cabo las pruebas piloto. El siguien-te paso será traducirlo a más idio-mas para que llegue al mayor nú-mero de personas posible. Un com-pañero de piso ideal para los ma-yores.

Una persona mayor sostiene un teléfono. / E. M.

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RESIDENCIA PLAZA REAL

Vuelta a los 60 para atraer recuerdos La residencia Plaza Real de Zaratán implanta un programa terapéutico para la demencia / Recrea el hogar de su juventud para ayudar a la memoria

de los mayores / La iniciativa es habitual en el norte de Europa, pero no en España / Las actividades se realizan bajo la supervisión de terapeutas

L. V. / VALLADOLID

Poco a poco, o a veces de forma acelerada, la persona pasa a no reconocer a sus hijos, al hombre o la mujer de su vida, la casa don-de vivió, los artículos que arman su historia, el alfabeto o el mapa de geografía. Todo se esfuma. La demencia está aquí y hay que plantarle cara. De momento, los investigadores no han encontra-do la flecha que dé en el centro de la diana, pero existen terapias que ayudan a poner trabas a esta enfermedad devastadora.

La residencia Plaza Real de Za-ratán ha implantado un novedo-so tratamiento terapéutico que envuelve a las personas con de-mencia y alzhéimer en un espa-cio de 170 metros cuadrados, que recrea un hogar de los años 60 y 70. «Se trata de una experiencia totalmente nueva en Castilla y León, un modelo importado del norte de Europa donde ha tenido interesantes resultados», explica Jesús Murua, presidente del Gru-po Baugestión.

De esta manera, aquí cerca, en nuestra tierra, el centro valliso-letano cuenta con la sala de re-miniscencias más grande de Es-paña, un hogar con cuatro espa-cios diferenciados: cocina, co-medor, salón y sala de estar. Es-tán como en su casa. «El área en sí misma es un museo que trans-porta a otra época, decorado en ambientes de aquellos años y adaptado al entorno de Vallado-lid», destaca.

¿Para qué sirve regresar a la época de juventud de los mayo-res? Según detalla, esta terapia no farmacológica tiene como ob-jetivo «ralentizar» el desarrollo de la enfermedad. En ella se esti-mulan los recuerdos personales y sociales, evocando la memoria autobiográfica y ubicando a la persona con demencia en un en-torno conocido que le transmite tranquilidad y confort emocional.

En este espacio las personas interactúan con los objetos, co-mo revistas antiguas, teléfono tradicional, televisión, juego de

café, pucheros y cocina e, inclu-so, se sientan a comer en una me-sa como las de toda la vida y de-gustan una sopa castellana bajo

la supervisión del equipo de tera-peutas y la neuropsicóloga del centro.

La residencia, situada en el cinturón de Valladolid, puede presumir de luz y espacio con 170 plazas que ahora ocupan 155 residentes; además de los más de 20 que acuden al Centro de Día con capacidad para 40 personas. En julio cumplen tres años y se han convertido en un hogar para disfrutar y en un centro sociosa-nitario donde poder recuperarse en el corto plazo de cualquier ti-po de dolencia. Es un espacio re-pleto de conocimiento, cariño y paciencia gracias al equipo de profesionales que se encuentra al cuidado de los mayores.

A las numerosas especialida-des se unen sus inmejorables ins-talaciones: gimnasio, servicio de fisioterapeuta, habitaciones con baño adaptado, maquinaria de rehabilitación, sala de cine, pelu-quería, jardín zen o piscina cli-matizada, donde se desarrollan

terapias como la acuática. Y, ahora, a esta oferta se suma el programa de reminiscencia, diri-gido a mayores con demencia de diferente grado. «Perseguimos la estimulación cognitiva y el cui-dado emocional sin recurrir a medicación», subraya Murua.

Un paseo por este centro, a tan sólo tres kilómetros de la ciudad del Pisuerga, sirve para palpar que es un enclave muy agradable para vivir.

Es una residencia pensada pa-ra que los residentes se preocu-pen sólo de disfrutar de la vida. Las estancias están pensadas por y para sus usuarios. Las habita-ciones cuentan con todos los de-talles para que estén en las mejo-res condiciones, una cuidada de-coración y lo necesario para su confort. Desde el punto de vista asistencial, tienen camas articu-ladas, plantas con diferentes co-lores con accesos codificados, además de un sistema de control de errantes que garantiza que cualquier persona con demencia no pueda salir de la residencia sin permiso de los profesionales. Otra peculiaridad es el olor. De esta forma, los residentes por los sentidos se dan cuentan de que están en su planta. Piensan en sus mayores pero también en las familias que son las que les han encomendado cuidar a lo que más quieren. Para ellas, dispo-nen de un servicio de transporte propio, desde el hogar residencia y hacia él.

La calidad asistencial y una atención personalizada son dos factores diferenciales que hacen que esta residencia sea un lugar perfecto para descansar a la vez que envejecen de forma adecua-da. Para más información sobre el programa terapéutico o el pro-pio hogar no dude en ponerse en contacto con ellos a través de su página web: www.residenciapla-zareal.com/valladolid o el teléfo-no 983 07 40 74.

Exterior de la residencia Plaza Real, situada a tres kilómetros de Valladolid. / EL MUNDO

Residentes y terapeutas en la sala de reminiscencias que recrea los años 60 y 70 en la residencia Plaza Real. / EL MUNDO

Sala sensorial del centro vallisoletano. / EL MUNDO

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L . V. / VA L L A D O L I D

Los expertos coinciden en que la práctica de ejercicio constituye la intervención «más eficaz» para re-trasar la discapacidad y sus efectos colaterales, las caídas, el deterioro cognitivo y la depresión. Por ello, consideran que los hospitales de-berían contar con gimnasios para que las personas mayores hicieran ejercicio físico, imprescindible, pa-ra evitar atrofias. El problema es que los ancianos tienen muy poca reserva de músculo, y se deterio-ran fácilmente.

La actividad física es la medicina para alargar la vida. El principio activo es similar en todo los fárma-cos, por lo que cada persona tiene que encontrar el que mejor se adapte a sus necesidades y su for-ma de vida. No existe el deporte perfecto, sino el más adecuado pa-ra cada uno. Para romper el hielo se puede andar. Lo importante es hacerlo sin prisas y con límites. Por ejemplo, caminar una hora es más sano que media. Y dos son mejor que una. Eso sí, siempre hay que tener muy presente los problemas de cada uno. No es lo mismo una persona que no sufra ninguna en-fermedad, que alguien que esté operado de corazón y tenga ten-sión alta, diabetes y colesterol.

Un buen programa de camina-tas cuando el anciano está activo es una opción bastante racional porque a la larga evita tener que utilizar un andador. En este senti-do, los gerontólogos señalan que hay que ser menos sedentarios, por ejemplo, hay que cocinar o tra-bajar en un escritorio de pie, en lu-gar de sentarse. «La edad no es una excusa para no hacer ejerci-cio», apostillan.

Falta de coordinación, de equili-brio, debilidad, mala postura y me-nor capacidad para levantar los pies son las principales razones por las que las personas mayores se tro-piezan. ¿Y por qué se producen? En la mayor parte de los casos, debido a la inactividad. Antes de embar-carse en la tarea de hacer ejercicio, hay que seguir una serie de reco-mendaciones. En primer lugar, evi-tar el uso de zapatos con suela de goma, puesto que pueden aumen-tar el riesgo de resbalones y, por ende, de caídas que, a veces, termi-nan en roturas de cadera o rodilla. No hay que cerrar los ojos durante las actividades porque esto incre-menta el riesgo de perder el equili-

brio. Es muy importante distribuir el peso mientras se hacen los ejer-cicios de pie, es decir, hay que tra-tar de mantener el peso corporal al nivel de los tobillos, no al nivel de los dedos del pie o los talones. Ca-da persona debe ser muy conscien-te de su situación. Si está débil, ca-da movimiento debe realizarse con supervisión o ayuda. Aunque pue-den parecer fáciles, son un auténti-co desafío si existe una discapaci-dad física importante.

¿Qué beneficios aporta? Un estu-dio del Instituto Karolinska de Sue-cia constató que el ejercicio físico disminuye el riesgo de padecer cualquier tipo de demencia en la ve-jez y puede reducir hasta el 40% la mortalidad por enfermedad cardio-vascular. Además, mejora la com-posición corporal y, con ello, ayuda a controlar la tensión. El hueso, la fuerza muscular, la elasticidad y el sistema inmunológico mejoran de forma considerable. Pero las venta-jas no se quedan ahí. Si la actividad se combina con una dieta saluda-ble, se reduce el riesgo de padecer diabetes tipo 2. A esto se une que disminuye las cifras de colesterol en sangre y la grasa total del cuer-po. No hay que olvidar que una per-sona sólo con hacer las tareas do-mésticas, mejora su consumo má-ximo de oxígeno y gana indepen-dencia.

Aunque no hay un ejercicio mila-groso, ya que todo depende de la persona, los más recomendables son aquellos que trabajan la movili-dad y la flexibilidad, como son la marcha en todas sus modalidades, la natación, el golf, la caza, la pes-ca, el ciclismo y numerosos tipos de gimnasia: mantenimiento, aeró-bic o bailes de salón.

¿Y el tiempo? Al menos tres ve-ces a la semana y una duración de 40 minutos. A medida que aumenta la edad hay que incrementar el nú-mero de sesiones y disminuir el tiempo de cada una de ellas. Es muy útil que antes de empezar la persona se realice un chequeo mé-dico para determinar si existe al-gún problema silente. Pero si todo está correcto, lo que hay que hacer es tomárselo con calma y convertir el ejercicio físico en una actividad más del día a día.

El primer paso es hacer ejerci-cios de calentamiento, siempre te-niendo en cuenta la edad y el grado de incapacidad. Eso, aseguran los expertos, dará seguridad y te ayu-dará a superar los problemas.

Otro consejo es que hay que re-lajar la musculatura, ya que traba-jar con cierta tensión causa fatiga y cansancio. Manifiestan, además, que nunca hay que llegar hasta el extremo, puesto que no es una competición, sino una actividad para mejorar la salud. «El ejerci-cio tiene que ser ligero y con fre-cuentes descansos», afirman las mismas fuentes.

Los cambios de temperatura tampoco son buenos. Ni mucho frío ni mucho calor. De igual forma, hay que evitar el ejercicio en ambientes

calurosos o con alto grado de hu-medad. Y también hacerlo a última hora del día porque podría dificul-tar el sueño.

Los deportes que quedan exclui-dos son las carreras de velocidad, el yudo, la lucha, los lanzamientos, el hockey, el rugby, el balonmano o el submarinismo. El fútbol, el te-nis o el pádel son una opción, siem-pre y cuando no sea con afán com-petitivo.

En definitiva, mantenerse en for-ma ya no es sólo una cuestión esté-tica. La evidencia disponible de-

muestra que las personas mayores físicamente activas presentan me-nores tasas de mortalidad en en-fermedades como el cáncer de co-lon, mama, accidentes cerebrovas-culares o hipertensión. Además, tienen un perfil más favorable para la prevención de patologías cardio-vasculares y presentan una mayor salud funcional, un menor riesgo de caídas, unas funciones cogniti-vas mejor conservadas y un riesgo más bajo de limitaciones funciona-les moderadas y graves. Un aliado para vivir más y mejor.

EJERCICIO FÍSICO

Actividades para ‘restar’ años en el DNI El ejercicio reduce el riesgo de caídas, el deterioro cognitivo y la depresión / Mejora la composición

corporal y, con ello, ayuda a controlar la tensión

Una persona realiza ejercicio en la Playa de las Moreras de Valladolid. / EL MUNDO

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TERAPIAS

El encuentro de generaciones como medicina Fomentar la comunicación entre mayores y niños aporta muchos más beneficios de los que se pensaba / Aparte de los efectos emocionales, cuando

las personas de avanzada edad entran en contacto con los pequeños se esfuerzan en sonreír, participan y ponen toda su energía en complacerlos

L. V. / VALLADOLID

Es una mágica combinación entre la enseñanza de valores como la pa-ciencia y la solidaridad de los que están al final de sus vidas y la curio-sidad y la energía de los que han empezado a recorrer el camino. Un diálogo cada vez más quebrado por la falta de tiempo de unos progeni-tores demasiado preocupados de sus trabajos y de unos mayores que deambulan en la soledad de su ho-gares o residencias.

El encuentro intergeneracional es una conjugación perfecta, don-de los ancianos son la parte activa en la educación, siempre bajo la su-pervisión de un grupo de profesio-nales. Entrelazan sus manos con las tersas palmas infantiles. Cuen-tan cuentos, dibujan con ellos y les relatan las mil y una batallas que li-braron en su juventud. El reto es que aprendan a crecer a través de las palabras y las aventuras en compañía de sabios que quieren sentirse maestros.

Juntar a personas que comien-zan su vida con otras que están en su etapa final tiene muchos más beneficios de los que se pensaba. Según los expertos en geriatría, son casi milagrosos. Más allá de los efectos emocionales que tie-nen lugar cuando varias personas de distintas edades se unen, a los ancianos les ayuda a sentirse úti-les porque según avanza el enve-jecimiento se sienten inactivos y frustrados. «Parece que esperan la muerte, pero no es así; tienen que seguir luchando para vivir y disfrutar cada día al máximo», co-mentan. Por ello, cuando entran en contacto con los niños explo-tan: se emocionan, se esfuerzan para que sonrían, participan y po-nen toda su energía en agradar y hacer la estancia lo más satisfac-toria posible.

Los más pequeños de la casa, por su parte, no sólo reciben ense-ñanzas de las buenas, sino que aprenden a ver cómo evoluciona la

vida, normalizan la muerte y ven un ejemplo de lucha, superación y saber estar.

Existen iniciativas pioneras co-mo por ejemplo la de la residencia de Mount St. Vincent, ubicada en Seattle, que acoge a cerca de 400 ancianos y, además, aloja una es-cuela de preescolar. La interacción entre los participantes es total. Los mayores transmiten todo su afecto y cariño y sus inagotables experien-cias, mientras que los más peque-ños crecen rodeados de una sabi-duría, forjada a base de esfuerzo, y

admiración. Las limitaciones se su-plen, se comparten y se contem-plan. Cantan, bailan y ríen. Y los que sufren una movilidad más se-vera disfrutan vigilándolos desde el parque. Son sus cuidadores y de-ben implicarse en su educación. Es una felicidad absoluta porque cuan-do se disfrazan o se pintan las ca-ras se olvidan de los problemas y aprenden que la vida es mucho más que ese dolor de huesos. Está he-cha de esos momentos.

Los niveles de este programa pio-nero son varios. A nivel cognitivo,

tanto los mayores como los niños quieren aprender los unos de los otros. A nivel físico, los ancianos tienen una mayor estimulación por-que se esfuerzan en agradar a esos pequeños angelitos que les miran con cara de querer saber más de esas historias que han sufrido en sus propias carnes. Los expertos en geriatría coinciden en que en el pla-no psicológico el cambio de las per-sonas que participan en encuentros intergeneracionales es «brutal», puesto que se trata de una relación constante en la que se estrechan la-

zos. Además, aquellos pacientes con un deterioro cognitivo, al en-trar en contacto con la ternura y la ingenuidad de los niños, asumen un papel de abuelo que les ayuda a superarse para desempeñar su rol.

¿Y en tiempos de crisis? Pues el proyecto es redondo. Por lo gene-ral, los niños van a la guardería, y los mayores a la residencia, pero no siempre tiene que ser así, como demuestra otro proyecto en Ham-burgo. Todos pueden convivir y sa-car provecho. Los niños son un mo-tivo de alegría y rejuvenecimiento para la tercera edad, y, al mismo tiempo, se benefician del cariño de almas que están deseosas de entre-gárselo a alguien. Además, cuando uno llega a la vejez se vuelve niño y en ese estado quiere volver a pin-tar, dibujar y gozar con los juegos de toda la vida.

La edad no es un problema y las sillas de ruedas, tampoco. Aunque no tienen ni la fuerza, ni la energía, ni física ni mental, para seguirles el ritmo, los menores son una fuente inagotable para superar las dificul-tades que presenta la edad. Su pre-sencia ya les alegra porque no se sienten aislados.

Y es que la soledad es una drama que no se logra parar. Son muchas las personas que afrontan el tramo final de su vida sin nadie con quien compartir el hogar. Algunas llegan a morir solas. Sin una persona a su lado. La noticia llega a las autorida-des porque los vecinos se alarman al no verle salir a comprar el pan o el periódico. Pero hay casos mucho más graves, en los que debido a su discapacidad física no ven la luz del sol y pueden pasar días, meses o, incluso, años hasta que alguien se percate de que ya no están en esta vida. Programas como el de Seattle o Hamburgo muestran que la me-dicina no es la única solución para curar las heridas del corazón. Basta con mirar más allá y tratar a los ol-vidados con fórmulas parecidas donde, además de sentirse acom-pañados, son útiles.

El encuentro entre niños y personas de avanzada edad tiene muchos más beneficios de los que se pensaba. / EL MUNDO

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RESIDENCIA VISTALEGRE

Ambiente familiar en plena Tierra de Campos El centro, situado en la localidad vallisoletana de Cuenca de Campos, dispone de 24 plazas para residentes / Hace un año una nueva empresa

se hizo cargo de la gestión, mejorando los servicios / El edificio fue construido hace alrededor de un lustro con todas las comodidades

L. V. / VALLADOLID

Es una unidad de convivencia en un ambiente confortable y acoge-dor. La idea es que se sientan co-mo en casa. En un lugar donde se planifica el envejecimiento, es de-cir, las personas forman parte del proyecto y se sienten satisfechas con su progreso. Luchan por me-jorar su calidad de vida. La resi-dencia Vistalegre es un complejo diferente, situado en la zona norte de la provincia de Valladolid, en el municipio de Cuenca de Campos. Lejos del bullicio de la ciudad y ro-deado de naturaleza, paz y tran-quilidad.

Hace alrededor de un año que una nueva empresa se ha hecho cargo de la gestión, mejorando los servicios que presta este moderno centro, de titularidad municipal. Está ubicado en la carretera de Vi-llalón a Medina de Rioseco, en ple-na travesía, con lo cual la comuni-cación es muy buena. Además, dispone de un aparcamiento pro-pio donde poder dejar el automó-vil mientras realiza la visita.

El complejo cuenta con una so-la planta, en la que hay 13 habita-ciones –dos de ellas individuales–, con capacidad para alojar a 24 personas. Los precios son «asequi-bles» –desde 1.000 euros– tenien-

do en cuenta el mercado residen-cial, apuntan fuentes de la resi -dencia Vistalegre.

Alberga amplias zonas ajardi-nadas con una fuente y bancos donde sentarse a descansar y a charlar tanto con los residentes como con los familiares. A esto se une una circunstancia muy espe-cial: son muchas las personas que viven allí que se criaron en la loca-lidad. De esta manera, «no rom-pen el vínculo con la tierra que les vio nacer», destacan. Por ello, es común escuchar entre los residen-tes intercambios de confidencias

de cuando eran jóvenes. Un am-biente lleno de cariño y nostalgia que solo se puede vivir en este en-clave.

El centro cuenta con otras ins-talaciones, como comedor, coci-na, sala de lavandería y plancha-do, almacén, sala de rehabilita-ción, baño geriátrico en todas las habitaciones, despensa, sala de estar y sala de terapia ocupacio-nal, además de la parte adminis-trativa, donde se encuentra el des-pacho de la dirección.

La plantilla está compuesta por entre ocho y diez trabajadores, y

está gestionada por una empresa que cuida hasta el mínimo detalle en pro de sus residentes. Además, está bajo la supervisión de un pa-tronato del que forma parte el al-calde del municipio, Faustino González, el juez de paz e incluso un residente y un empleado del complejo.

El catálogo de servicios es muy amplio para abarcar una gestión geriátrica integral, desde trata-mientos como la fisioterapia o la rehabilitación mediante terapia ocupacional, pasando por espa-cios especializados con el fin de ralentizar el avance de enferme-dades como el alzhéimer y otras demencias, hasta la prestación de servicio religioso.

No pasa desapercibido tampoco su fabuloso trato que se deja ver en aspectos como la comida case-ra, la posibilidad de cortarte el pe-lo o ponerte guapo en la peluque-ría de la residencia o los espacios privados en los que poder tener una charla sin que nadie moleste.

En este sentido, apuntan las mismas fuentes, que el régimen de visitas es abierto, lo que signifi-ca que cualquier residente puede recibir visitas a cualquier hora del día, si bien por las mañanas sue-len realizar sus ejercicios perti -nentes, dar sus paseos por el jar-

dín y seguir las terapias estableci-das por el profesional sanitario que supervisa cada uno de los mo-vimientos de sus pacientes.

Todo esto en un enclave privile-giado. Cuenca de Campos es un

pueblo tranquilo, de poco más de 250 habitantes, de los que el 60% sobrepasa los 70 años. Su econo-mía se basa, principalmente, en la agricultura y la ganadería. Allí, en el corazón de Tierra de Campos, se pueden degustar grandes man-jares, como el lechazo, la lenteja pardina o los pichones.

Para solicitar una plaza o resol-ver cualquier duda sobre la resi-dencia de mayores, se puede lla-mar al teléfono 983 74 11 26. Se trata de un complejo repleto de naturaleza y saber hacer para en-vejecer de la mano de personal cualificado que en todo momento buscará la mejor manera para ser de utilidad para los residentes.

Vista exterior de la residencia Vistalegre, situada en Cuenca de Campos. / E. M.

Para solicitar una plaza o

resolver cualquier duda

sobre la residencia, se puede

llamar al 983 74 11 26

D O M I N G O 1 1 D E J U N I O D E 2 0 1 7ESPECIAL10

OCIO Y TIEMPO LIBRE

Ventajas de la edad a la hora de viajar Los beneficios de emprender una aventura se reflejan en la salud física y emocional / Un viaje llena de felicidad a la persona e, incluso puede reducir el

riesgo de sufrir un ataque al corazón / La Junta dentro del Club de los 60, un programa que busca mejorar el bienestar de los mayores, ofrece 34 destinos

L . V. / VA L L A D O L I D

Lejos de la rutina existe un turismo cuyo objetivo es disfrutar y pasarlo bien. Descubrir nuevos lugares y empaparse de culturas desconoci-das que tienen aspectos que calan en lo más profundo del corazón. Viajar tiene muchos beneficios que se reflejan en la salud física y emo-cional. Cuando preparamos un via-je, la felicidad nos invade. Por ello, emprender una aventura puede re-ducir el riesgo de sufrir un ataque al corazón. ¿Por qué no hacerlo? La edad no es un freno, sino todo lo contrario. Las ventajas son in-mensas, desde precios más asequi-bles a destinos únicos en los que tener una vida más activa.

Y es que viajar cambia la pers-pectiva del mundo. La gente, la ro-pa y la comida ayuda a apreciar lo maravilloso que es vivir. Mejora la salud y el estado de ánimo. Es una medicina para aquellos que ya han superado los 65 años y están dis-frutando de su merecida jubilación en la que las obligaciones pasan a un segundo plano y la diversión coge el timón.

Según un estudio realizado en el Reino Unido, las personas cuan-do se van a embarcar en un viaje aumentan su bienestar que se acrecienta, incluso, cuando prepa-ran los enseres. También es un buen fármaco contra el estrés y las emociones negativas. Incluso un viaje, puede ayudar a restablecer las emociones, haciendo a la per-sona más compasiva ante ciertas situaciones.

En este sentido, un trabajo reali-zado por la Clínica Marshfield de Wisconsin asegura que las mujeres que viajan sólo una vez cada dos años son más propensas a sufrir depresión y estrés frente a las que salen de vacaciones al menos dos veces año. «Cambiar la rutina por un medio diferente trae un montón de beneficios; por ejemplo, la men-te y el cuerpo se olvidan de la ruti-na», comentan los psicólogos.

Además, los viajes acumulan ex-periencias enriquecedoras. De he-cho, a largo plazo viajar nos hace más felices que comprar cosas ma-teriales. Y con la edad más. ¿Por qué? Los estudios constatan que las personas mayores que no están acostumbradas a irse de vacaciones son un 30% más propensas a sufrir ataques al corazón. Por el contrario, los que sí que lo hacen son un 21% menos propensos de sufrir acciden-tes de este tipo. «Los viajeros tien-den a ser más activos que las perso-nas que pasan la mayor parte del tiempo en casa», concluyen.

Para buscar opciones redondas para los mayores la Junta de Casti-lla y León pone a su disposición el Club de los 60, un programa que busca mejorar el bienestar físico, social y mental. Puede solicitarlo toda persona que sea mayor de 60 años y resida en cualquier munici-pio de la Comunidad. La tarjeta pa-ra entrar a formar parte de él se puede pedir en cualquiera de las gerencias provinciales y sólo hay que presentar el modelo rellena-do, una copia del DNI y un certifi-cado de empadronamiento.

¿Para qué sirve? Para poder be-

neficiarte de productos, activida-des y servicios ofrecidos por em-presas y entidades adheridas al club. Una de las propuestas que capta más público son los viajes. En total, son 30.218 plazas las que oferta la Junta para viajar a 34 des-tinos, 16 internacionales y 18 na-cionales –tres de ellos en Castilla y León–.

Hay destinos para todos los gus-tos. La gran novedad es la posibili-dad de viajar a Rivera Maya y a Es-tados Unidos. A estos dos lugares exóticos y muy ansiados por todas aquellas personas que disfrutan de

este pasatiempo se unen París, Ámsterdam, Praga-Viena y Buda-pest, Sicilia, Países Bajos, Italia norte, Italia sur, Escocia, Croacia, Noruega, Austria-Suiza, Alemania este, Selva Negra y crucero por el mar Adriático-Egeo.

Entre los destinos más cercanos figuran Benidorm en tren de alta velocidad, Gran Canaria, Pirineo catalán y Andorra-Lourdes. Se mantienen en la lista lugares tradi-cionales como Galicia, Marbella, Oropesa, Pueblos Blancos, Peñís-cola, Extremadura-Portugal, Sevi-

lla-Granada, costa de Almería y Huelva.

Otra novedad del Club de los 60 es ‘Viajes para todos’, un destino integrador que admite a viajeros con necesidades especiales. Un centenar de personas podrá parti-cipar en ‘La Rioja-Navarra para todos’ y Valencia. Además, conta-rá con un programa específico por Castilla y León, la Ruta 60, y la novedad es el destino ‘Castilla y León Patrimonio de la Humani-dad’ que se suma a los ya existen-tes: ‘Los judíos en Castilla y León II’ y ‘Ruta Enológica’. En los via-jes por la tierra, además de hote-les se admiten otros alojamientos, como hostales, albergues o casas rurales.

El Club de los 60 está formado por más de 300.000 socios, lo que supone que el 42,48% de las perso-nas mayores de 60 años de Castilla y León pertenece a este club, se-gún fuentes de la Consejería de Fa-milia. Una experiencia que fusio-na diversión y bienestar a precios competitivos.

El Club de los 60 cuenta con

300.000 socios, el 40,48%

de las personas mayores de

60 años de Castilla y León

Gente haciendo cola a las puertas de las oficinas del Club de los 60. / ICAL

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L. V. / VALLADOLID

Gozar del calor del hogar. Hacer-lo con una cobertura de servicios asistenciales. Disfrutar de una vi-da activa y participativa. Así se vive en el Centro Residencial Va-lladolid. Un complejo lleno de vi-da, donde cada día es una jorna-da en la que seguir trabajando pa-ra superar las metas marcadas.

Es un enclave de más de 7.000 metros cuadrados –en la Avenida Santander, número 207–, espe-cializado en la atención de per-sonas mayores con plena auto-nomía o en situación de depen-dencia. Su punto fuerte es el jar-dín, donde los residentes con de-terminadas discapacidades físi -cas pueden realizar ejercicios al aire libre, junto a la ribera del río Pisuerga.

Con más de 18 años de expe-riencia, ofrece el confort y la in-dependencia de estar en casa gracias a sus modernas y remo-deladas instalaciones, pero ga-rantizando una prestación de servicios sociosanitarios de «alta calidad», manifiesta Basilio Per-teagudo, director del Centro Re-sidencial Valladolid.

En este sentido, señala que desde el momento que la perso-na solicita sus servicios, el equi-po asistencial, formado por un médico, un enfermero y un fisio-terapeuta, examina su estado de salud y establece un plan de atención individualizado, que se revisa periódicamente, y que in-cluye dieta, rehabilitación física y terapia ocupacional. Si lo con-sideran oportuno solicitan espe-cialistas y gestionan las recetas

médicas desde el servicio de Far-macia.

«Los pacientes hacen ejerci-cios en función de lo que necesi-tan y pueden hacer». Por ejem-plo, realizan papiroflexia, carpe-tas, fundas para móviles, flores... Todo tipo de manualidades. Ade-más, añade, es un trabajo en

equipo y siempre vigilado por la terapeuta ocupacional. «A veces unos recortan a la vez que otros montan la carpeta», comenta. Y es que el trato dispensado es «ex-tremadamente cuidadoso», con el fin de respetar su intimidad, singularidad, independencia, ca-pacidad de elección y autonomía.

Para ello, juega un papel «cru-cial» tanto el equipo de la resi-dencia como la familia. «Mantie-nen una relación muy estrecha en el proceso de atención», apos-tilla Perteagudo.

El centro cuenta con habitacio-nes dobles con baño adaptado, equipamiento ergonómico, luz in-directa, televisión, balizas y vistas exteriores. Se ha decorado todo el edificio utilizando la cromoterapia, un método que utiliza la sensación que producen los colores para mejorar el bienestar y el estado de ánimo. Tanto las zonas co-munes como las habitacio-nes siguen al pie de la letra esta corriente que mejora, y mucho, el estado de áni-mo. Las habitaciones cuentan con tonos más pasteles, ya que son luga-res para el descanso y la tranquilidad. En los salo-nes se opta por rosas y tur-quesas mezclados con blanco. En cualquier caso, los tonos vivos son la me-jor forma de contar al mundo que es ¡un lugar lle-no de vida!

A las habitaciones se su-man los salones separados por temática: televisión, lectura, rehabilitación, relajación... Dos de ellos están destinado a que los residentes vivan momentos sin-gulares con sus familiares y ami-gos. En ellos intercambian confi-dencias y les relatan todas las ac-tividades que realizan en el cen-tro. Las rápidas y fáciles comuni-caciones de transporte público es otro de sus valores añadidos.

Otros servicios que alberga el centro vallisoletano son peluque-ría, podología, cafetería, biblio-teca, gimnasio, terrazas, parques infantiles, aparcamiento para vi-sitantes, farmacia, lavandería y planchado, limpieza diaria de la habitación, mantenimiento y re-cepción.

La satisfacción, reconoce el di-rector del Centro Residencial Va-lladolid, Basilio Perteagudo, es

el agradecimiento de las familias de los residentes y la confianza depositada en estos profesiona-les durante todos estos años.

Es un lugar lleno de vida, en el que las personas mayores gozan de todas las ventajas de estar en su propia casa, pero rodeados de profesionales que sabrán en ca-da momento cubrir sus necesida-des. Para más información no duden en llamar al 983 32 01 42.

Exterior del Centro Residencial Valladolid. / J. M. LOSTAU

CENTRO RESIDENCIAL VALLADOLID

Vivir en un hogar junto a la ribera del río Pisuerga Es un complejo moderno y especializado en la atención de personas mayores con plena autonomía

o en situación de dependencia física o psíquica

El médico revisa los expedientes de los pacientes.

Varios residentes con la terapeuta ocupacional.

D O M I N G O 1 1 D E J U N I O D E 2 0 1 7ESPECIAL12

ENFERMEDAD NEURODEGENERATIVA

La epidemia que borra la memoria El alzhéimer es la demencia más común del mundo: afecta a 800.000 españoles, de los cuales más de la mitad se encuentra en situación de dependencia / No tiene cura, pero las investigaciones van encaminadas a crear una vacuna que inmunice a la persona frente a la proteína anormal

L . V. / VA L L A D O L I D

Son un número más en el sistema de salud pero no lo recuerdan. Tampoco saben vestirse ni peinar-se ni comer. Algún día lo aprendie-ron y lo hicieron, sin embargo, su cerebro no es capaz de ordenar los pasos que hay que seguir. El disco duro ha borrado la información. El alzhéimer es la demencia más co-mún del mundo, afecta a unos 800.000 españoles, de los cuales más de la mitad se encuentra en si-tuación de dependencia. Aunque no se ha logrado una cura, estudios epidemiológicos concluyen que existen cinco claves para frenarlo: comer sano, ejercitar el cuerpo y el intelecto, tener una vida activa y no fumar. Y todo antes de los 60 años, la edad en la que se empieza a manifestar la degeneración.

¿Cómo se diagnostica? Existen instrumentos para poner nombre a una conducta que se aleja de los olvidos esporádicos, como son los test neuropsicológicos y los exá-menes de imagen cerebral. Ade-más, la investigación avanza y los últimos pasos apuestan por una to-mografía por emisión de positro-nes, que utiliza un radiotrazador que se fija a las proteínas anorma-les del cerebro enfermo, lo que permite una cuantificación que en unos años podría llegar a confir-mar el diagnóstico. En la actuali-dad, sólo se puede certificar tras la muerte con un estudio patológico del ordenador central del cuerpo humano.

Una vez que el paciente contrae la enfermedad, que tiene un com-ponente genético y hereditario, lo que se aconseja es que la familia le deje hacer tareas domésticas para retrasar la pérdida cognitiva. No importa si hacen las camas o ba-rren el suelo de la cocina, lo impor-tante es que se sientan útiles, ya que ese estado influye de forma po-sitiva y hace que no se «frustren». Por eso, es fundamental que la ta-rea no sea ni muy fácil ni muy com-pleja y siempre bajo supervisión.

En cuanto al tratamiento, sigue sin existir un fármaco eficaz para curar o frenar la demencia. Se es-tán invirtiendo muchos recursos y es posible que en unos años se vea la luz al final del túnel. Lo que exis-te hasta ahora son medicinas para tratar con éxito los síntomas de la enfermedad, como la ansiedad, la depresión, los trastornos de con-ducta, los delirios y las alteracio-nes de sueño. Sobre todo los tras-tornos de conducta aumentan mu-cho la carga del cuidador, que tie-ne que estar en todo momento vi-gilante para ver cuál va a ser el si-guiente movimiento del paciente. Los trabajos van dirigidos a una vacuna que inmunice a la persona frente a la proteína anormal y que

ésta no llegue al cerebro. Otra línea de trabajo es el desa-

rrollo de terapias no farmacológi-cas. Una de ellas es trabajar la au-tonomía cuando el mal de alzhéi-mer está en una fase inicial. «El ce-rebro es un músculo y hay que en-trenarlo. Es importante ejercitarlo para que pueda seguir funcionando solo», explican investigadores del Centro de Referencia Estatal (CRE) de Salamanca. Los animales son otro aliado en esta lucha. Está com-probado que los perros labradores pueden ayudar a estimular la per-cepción de la realidad, la memoria y la emotividad. Una sonrisa que ayuda a los pacientes a salir de su mundo sin referencias. La música no se queda atrás. Las canciones sirven para analizar su comporta-miento y tocar un instrumento es clave para centrarse en la tarea que tienen que desempeñar.

Es una dolencia que afecta al 5% de la población de entre 60 y 69 años, al 20% de los que tienen entre 80 y 89 años y al 30% de quienes tienen entre 90 y 99 años. ¿Y cuán-to cuesta? Se estima que el coste de

cada persona con demencia es de unos 30.000 euros al año. En ellos se incluyen los gastos médicos y asisten-ciales, así como el dinero que se destina a los cuidadores y familia-res que en muchas ocasiones tie-nen que dejar su vida de lado para cuidar a sus progenitores.

Las familias juegan un papel crucial, si bien nadie nace enseña-do para estar al lado de una perso-na con esta dolencia. Cuando uno se entera de que el alzhéimer ha

llegado, una sensación de angus-tia e incertidumbre le invade. No sabe cómo actuar con estos pa-cientes. Por ello, es muy impor-tante acudir a cursos de formación centrados en la enfermedad, en especial, en materia de comunica-ción. En ellos, explican los forma-dores, aprenden un lenguaje muy especial donde el cariño y el amor va implícito en cada palabra, ges-to y caricia. «No tener en cuenta lo que decimos, sino cómo lo deci-mos, cómo utilizamos el lenguaje no verbal para que les llegue y además esa información llegue de forma correcta», explican los res-ponsables de Formación en Alzheimer León.

Aseguran que es una patología «complicada», sobre todo, en las primeras fases. De hecho, su diag-nóstico es «un jarro de agua fría» para los familiares porque tienen que aprender a afrontar las situa-ciones físicas, al tiempo que se en-frentan a los problemas de con-ducta que genera la demencia. «Son muy tercos y quieren saber cómo hablar con el enfermo cuan-do éste no quiere», comentan, an-tes de añadir que los mayores ne-cesitan «un trato especial».

No hay que olvidar que los cui-dadores tienen que «descargarse». «Requieren un grado de colabora-ción cuando tienen disgustos y ba-

jones», apuntan desde Alzheimer León. En este sentido, conside-ran que ayudaría mu-cho no tener que pasar por la cantidad de bu-rocracia existente pa-ra poder solicitar ayu-das. El principal con-sejo: «Al cariño reac-ciona todo el mundo y hay que mantener un equilibro, sin embar-go, muchas veces el enfermo te saca de él. Por eso, la formación y el respaldo de los profesionales es todo».

La de los familiares no es la única forma-ción que llevan desde este centro. También enseñan a los profe-sionales para que co-nozcan el tema de las afasias o los proble-mas de conducta que puede generar la en-fermedad. La pobla-ción también entra dentro de su espectro de actuación. Este año se han centrado en la sensibilización

de aquellos colectivos que traba-jan con pacientes con alzhéimer, tales como los Bomberos y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

En la imagen de

arriba, una

paciente del

centro de Valencia

de Don Juan en

una de las terapias

con animales. En

las dos imágenes

de abajo, cursos

de formación para

familiares de

enfermos de

alzhéimer. /

R. GRÁFICO: ICAL

E SPE C I A L 13D O M I N G O 1 1 D E J U N I O D E 2 0 1 7

ALAIN AFFLELOU

Escuchar de la mano de profesionales Dos centros combinan tecnología, equipo humano, conocimiento de patologías y técnicas de interpretación

para ofrecer un servicio «inmejorable» a la población

L. V. / VALLADOLID

Es importante oír bien y, sobre to-do, entender y diferenciar los so-nidos cotidianos. Si las palabras se interrumpen constantemente, da lugar a interpretaciones equi-vocadas e incluso a situaciones comprometidas.

Hay que tener en cuenta que la pérdida de audición avanza de forma paulatina e imperceptible para quien la padece, de tal ma-nera que cuanto más tarde se pon-ga remedio, más difícil será ha-cerlo. Rodearse de profesionales es la solución.

Los mejores se encuentran en Alain Afflelou Audiólogo, una em-presa de reconocido prestigio en el mundo de la óptica que hace cinco años dio el salto a la audio-logía y desde el año pasado bus-cando la excelencia confiaron en Francisco Ortega, fundador y pro-pietario de Audicost, con más de un cuarto de siglo de experiencia

en el sector. A partir de ese mo-mento, Alain Afflelou ha iniciado «un importantísimo crecimiento» en España y ya tienen 50 centros audiológicos y espacios de audio-logía implantados en las actuales ópticas del grupo.

En Valladolid capital, en con-creto, disponen de un centro es-pecializado en Audiología Avan-zado, situado en la Avenida de Pa-lencia, 16, y otro centro de audio-logía implantado en la óptica de Alain Afflelou, situada en la Pa-seo Zorrilla, 40.

En ambos establecimientos ofre-cen los «pilares fundamentales» en el campo de la audiología. Un equi-po de profesionales con más de 20 años de experiencia se vuelca en la atención de los pacientes. Además, los centros cuentan con las instala-ciones más preparadas con todo el equipamiento necesario para dar la mejor solución a cada problema.

Esa combinación de tecnología, equipo humano, conocimiento de

patologías, técnicas de rehabilita-ción y una interpretación exhaus-tiva de pruebas audiológicas da lugar a un servicio «inmejorable» para la población, señala Mayte Castelao, gerente y audióloga de Alain Afflelou Valladolid.

Pero ¿por qué muchas personas se resisten a solucionar su falta de audición? En su opinión, exis-ten varias razones. La primera es porque muchos se piensan que los audífonos son poco estéticos, caros y que no solucionan nada, si bien asegura que si acuden a cualquiera de sus centros pueden solucionar su dificultad auditiva con la tecnología más avanzada y estética del mercado «a un precio más que asequible». Además, cuentan con la promoción Tchin-Tchin Audio, donde el segundo audífono sólo cuesta un euro más.

Y la posibilidad de financiar sus audífonos desde 60 euros al mes. «Nuestro equipo de audiólogos no hará que el paciente tenga nada que abonar hasta que su adapta-ción vaya por la línea adecuada», destaca Castelao.

La gerente de Alain Afflelou Va-lladolid lanza un mensaje: «Toda la gente que tenga el audífono en el cajón que venga a visitarnos por-que nos comprometemos a reali-zarles un estudio completo de su audición para ajustarles los audífo-nos. Mediante distintas pruebas es-pecíficas, les aseguramos que no se arrepentirán y sus audífonos no volverán al cajón».

En los dos establecimientos valli-soletanos disponen de la última tec-nología que existe en el mercado en cuanto a prótesis auditivas. Ade-más, combinan la tecnología con

distintos tratamientos, como entre-namiento auditivo, terapia de acúfe-nos, rehabilitación en desórdenes de procesamiento central auditivo, o incluso, audiología infantil.

Respecto a las nuevas tecnolo-gías, comenta que están enfoca-das a la audición global y a dar una solución a cada momento del día a día. «La conectividad nos fa-cilita la escucha en situaciones determinadas, como el teléfono, la televisión, reuniones, incluso nos permite manejar los audífo-nos con móvil», manifiesta, antes de añadir que es un campo en «constante evolución» y Alain

Afflelou dispone de todas las he-rramientas necesarias para estar a la altura de las necesidades de los pacientes.

Por ello, tan importante es la calidad y tecnología del audífono como la correcta adaptación a su usuario utilizando los medios más adecuados. Tanto en el centro de la Avenida de Palencia como del Paseo Zorrilla acompañan al pa-ciente en todo momento, ofre-ciéndole la información, la cali-dez y el soporte técnico que nece-site. «Queremos que tengan claro que somos sus profesionales de la salud auditiva», sentencia Mayte Castelao.

Mayte Castelao y Ana Isabel Mata en Alain Afflelou Valladolid. / PABLO REQUEJO

«Disponemos de todas las

herramientas necesarias

para estar a la altura de las

necesidades de los pacientes»

D O M I N G O 1 1 D E J U N I O D E 2 0 1 7ESPECIAL14

EDUCACIÓN

La pieza angular de las familias Los abuelos han cambiado su papel de alcahuetes de sus nietos por el de cuidadores / Pasan más de seis horas diarias con los niños, lo que supone en muchas ocasiones más tiempo que el que los padres pueden dedicar a sus vástagos

L. V. / VALLADOLID

Los abuelos son la pieza angular de las familias. Han pasado de alcahue-tear a sus nietos a convertirse en sus educadores. Además, el hecho de que los niños no crezcan al lado de sus padres es una situación que, a juicio de los psicólogos, genera cier-to «pesar» en los abuelos, que de al-guna manera intentan suplir esa au-sencia con cuidados excesivos que llevan a la sobreprotección.

Su rol cambia, ya no son los compinches de sus juegos, sino sus cuidadores principales. Según datos de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, los abue-los pasan más de seis horas diarias al cuidado de sus nietos, lo que su-pone en muchas ocasiones más tiempo del que pueden dedicar los padres a sus vástagos debido a sus obligaciones laborales.

Por ello, el dicho que reza «ya crié a mis hijos, ahora malcrío a

mis nietos» no puede cumplirse. Aunque pueden ser más condes-cendientes tienen que fijar lími-tes. En opinión de los expertos, los abuelos pueden ser «menos auto-ritarios», pero si la palabra de sus nietos no se cumple tienen que «imponer» castigos y «no ceder» a sus chantajes. Por lo general, por cuenta de la sobreprotección de los abuelos, ocurren los roces con los padres.

En este sentido, insisten en que los nietos no pueden convertirse en una carga ni en una obligación impuesta. La relación tiene que ser «beneficiosa» para ambas par-tes. «Son un apoyo fundamental», manifiestan los psicólogos, antes de añadir que su papel tiene que ser de acompañamiento gracias a la sabiduría adquirida en los años vividos, la experiencia y la tran-quilidad. Tienen que disfrutar de los últimos años de su vida sin es-tar pendientes de volver a educar

porque eso ya lo hicieron con sus hijos. «Tienen que convertirse en confidentes de sus nietos y mante-ner la identidad, la cohesión y la pertenencia a la familia», desta-can.

Pero la realidad es muy distinta. Las largas jornadas laborales ha-cen que los abuelos tengan que re-cogerlos del colegio, llevarlos a clase de inglés, darles la merien-da, hacer los deberes con ellos, ducharlos e, incluso, acostarlos, puesto que son muchos los que ni llegan a ver a sus padres en todo el día. Para algunos es una «ale-gría» y una «responsabilidad muy grande». Para otros es una «car-ga» que les impide viajar o disfru-tar de sus pasatiempos favoritos. «Los abuelos adoran a sus nietos, pero esa tarea les trastoca su vida y les supone un esfuerzo no desea-do», insisten.

Es verdad, según afirma la So-ciedad Española de Geriatría y Ge-

rontología, que el cuidado de los más pequeños de la casa también inyecta beneficios a los mayores: «les ayuda a combatir la soledad y les hace sentirse vivos y útiles». Al estar con ellos se olvidan de sus problemas, dolores y achaques y se centran en sus nietos. «Los ex-tremos tampoco son buenos, sin embargo, los abuelos que cuidan de sus nietos están más activos que los que no lo hacen».

Pero ¿cómo deben actuar? El principal consejo es no responder al llanto cuando obedezca a un ca-pricho. La situación cambia cuan-do están enfermos o se han caído, entonces sí que hay que atender-los, pero cuando lloran para ape-lar a la pena de su abuelo, éste no debe caer en la estrategia de ma-nipulación. Otro punto importan-te donde la fricción está presente es en el momento en el que los abuelos desautorizan a los padres. «Si los progenitores dicen que el

niño no puede ver la televisión de siete a nueve de la tarde no puede hacerlo porque los niños se acos-tumbran a desobedecer. Hay que seguir las pautas de comporta-miento».

Si se dice ‘no’ es ‘no’. Los psicó-logos explican que hace años la palabra del abuelo era como la de la Biblia. «Era honorable». Pues, según señalan, tiene que seguir siendo así porque cuando un pe-queño se encuentra ante un ‘no’ firme y claro siente respeto hacia esa persona. No hay que olvidar, advierten, que los niños no son be-bés. Por eso, hay que tener muy presente sus fortalezas y capaci-dades para poder encomendarles tareas y responsabilidades acor-des a su edad. «Tienen que ser se-res activos en la familia».

Y ¿quién tiene la mayor respon-sabilidad en la educación de los hijos: los padres o los abuelos? «La responsabilidad principal co-rresponde a los padres, esto es in-cuestionable, pero los abuelos son su prolongación y tienen que se-guir el camino marcado», mani-fiestan de forma tajante. Por ello, aconsejan que «olviden» su papel de «consentidores» porque en ese punto aparece el conflicto. «Los niños prefieren estar con los abue-los, ya que les compran chuche-rías, ropa y juguetes, mientras que los padres les castigan».

Por un lado, los padres no en-tienden por qué los abuelos son así cuando nunca lo fueran con ellos y, por otro, los abuelos ven a

sus hijos en una posición «muy es-tricta» con sus nietos. «Lo mejor es que cada uno se centre en su papel y asuma su rol», declaran, aunque inciden en que hay que aprender a decir que ‘no’. «Los abuelos no son los sustitutos de los padres», sentencian.

¿Cómo se solucionan los con-flictos? Desde la Sociedad Espa-ñola de Geriatría y Gerontología recomiendan que la relación entre padres y abuelos sea cordial, so-bre todo, que los padres «nunca» hablen mal de los abuelos delante de los niños. Además, es necesa-rio que estén coordinados y que los abuelos cuenten la jornada pa-ra que los niños no abusen del ‘me lo dijo el abuelo’.

Los abuelos son vitales y diná-micos, pero tienen que tener su tiempo de ocio para ir al cine, via-jar o salir con los amigos. No se pueden pasar las 24 horas del día al servicio de sus nietos. Ellos ya criaron a sus propios hijos y ahora tienen ganas de disfrutar de la vi-da. La conciliación es el mejor ca-mino para que cada uno vuelva a asumir su rol y los abuelos se con-viertan en los consentidores de sus nietos.

Una abuela pasea con su nieta por la calle Preciados de Madrid. / GONZALO ARROYO

Los progenitores son los

responsables principales de la

educación y los abuelos tienen

que aprender a decir ‘no’

E SPE C I A L 15D O M I N G O 1 1 D E J U N I O D E 2 0 1 7

TERAPIAS

Melodías para mejorar la comunicación La musicoterapia ayuda a estar de buen humor e, incluso, a aliviar el dolor crónico de las personas mayores / No sólo se obtienen beneficios de la música por el oído, también se sabe que aprender a tocar un instrumento aporta aspectos positivos para superar estados depresivos o de angustia

L . V. / VA L L A D O L I D

La música incita a las personas a moverse más. Los estudios lo ava-lan. Su uso en el tratamiento de en-fermedades neurodegenerativas hace que los afectados muestren una mejora en las áreas cognitivas, socioemocionales y físicas. Es una herramienta que tiene muchas marchas. No sólo sirve para tratar la demencia, tiene más aplicacio-nes. Y todas positivas.

Los tonos musicales activan el sistema nervioso, que crea una es-pecie de archivo que permanece abierto con cada sonido escucha-do. Estas zonas se entrenan y per-miten atrasar los déficits relaciona-dos con la vejez.

También mejora la actividad ce-rebral. La terapia de reminiscencia se caracteriza por el regreso y la expresión de recuerdos de expe-riencias pasadas, sobre todo, si fue-ran significativas. La reminiscen-cia se consigue con la intervención de elementos, entre los que desta-ca, la música, fotografías o diarios antiguos.

De hecho, la música evoca re-cuerdos del pasado porque, según explica un grupo de investigadores de la Universidad de California, en Estados Unidos, la región del cere-bro donde se almacenan las can-ciones sirve como centro de unión entre la música y la memoria.

En este sentido, son muchas las terapias que están encaminadas a «despertar» a los pacientes con la enfermedad de Alzheimer. Al es-cuchar la canción de su vida son-ríen y hablan sin parar. Y es que, tal y como señalan los profesiona-

les que tratan este tipo de patolo-gías degenerativas, la memoria musical y la capacidad de sentir emociones son los últimos atribu-tos que se pierden en un cerebro enfermo. Además, está comproba-do que este tipo de acciones redu-ce el número de fármacos que to-man estos pacientes para paliar los efectos de la demencia. Algunos centros de mayores disfrutan de esta experiencia y comprueban que los avances son «importantes».

El poder curativo de la música se conocía, pero lo que estaba en la sombra es que aprender a tocar un instrumento aporta aspectos posi-tivos. Las personas con mayor ex-

periencia musical adquieren una agudeza mental relacionada con la memoria visual espacial. Los inves-tigadores llegaron a la conclusión de que estudiar un instrumento re-quiere años de práctica y aprendi-zaje, y quizá en ese punto se creen conexiones diferentes en el orde-

nador de a bordo del cuerpo huma-no, que podrían compensarse con los declives cognitivos cuando el envejecimiento avanza sin freno.

La música mejora la memoria, la conducta y la inteligencia espacial. Además, permite que el sistema nervioso proporcione la capacidad para asimilar e interiorizar patro-nes importantes para el aprendiza-

je. Tocar un instrumento prepara al cerebro para elegir qué es rele-vante. Por eso, muchos estudios concluyen que las personas mayo-res que aprenden a tocar un instru-mento tienen mejor vocabulario que aquellos que no lo hacen.

Y ¿qué me dicen si se fusiona la música con el baile? La ecuación es perfecta. Según un trabajo suizo publicado en la revista Archives of Internal Medicine, combinar los so-nidos agradables con los movi-mientos rítmicos ayuda a las per-sonas mayores a mejorar su equili-brio y la capacidad de caminar. Por ello, el hábito de bailar pasa de ser un simple pasatiempo a convertir-

se en una medicina que, incluso, evita caídas, que es uno de los prin-cipales factores desencadenantes de fracturas de rodilla y cadera. El baile aporta felicidad, por lo que ayuda a superar estados depresi-vos o de angustia.

En las personas con enfermedad de Parkinson mejora las funciones motoras, puesto que el ritmo actúa como estabilizador externo que ha-ce que el cerebro pueda controlar los movimientos. Reactiva las zo-nas «apagadas».

Muchos estudios internaciona-les demuestran que actividades como escuchar música, cantar o bailar podrían representar, junto con el tratamiento farmacológico adecuado, «una opción válida de refuerzo terapéutico» en perso-nas con esta patología.

En definitiva, la música es un perfecto medio para la rehabilita-ción o la prevención de diversos efectos del envejecimiento. Tiene la capacidad de influir en los es-tados de ánimo de las personas. De hecho, el cerebro asocia me-lodías a momentos vividos. De ahí, que pueda actuar como he-rramienta terapéutica y consiga efectos positivos en las personas mayores.

La audición y canto de cancio-nes populares de su juventud ayu-da a movilizar las emociones y a recuperar su identidad. De igual forma, el aprendizaje de nuevas sintonías también estimula la me-moria y las actividades cognitivas.

La vida sin música es imposible de concebir, pero es que, además, las canciones no sólo sirven para disfrutar sino para curar.

Música para aliviar el dolor crónico en el Hospital de Cuidados paliativos Laguna. / LUIS NÚÑEZ-VILLAVEIRÁN BLANCO

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