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Arqueología Americana II (Areas Nucleares) Lic. Nora Zagorodny Profesor Adjunto
AREAS CULTURALES Y SISTEMAS DE PERIODIFICACION EN AMERICA
DOCUMENTO CATEDRA
De acuerdo a Silva, el progreso encierra cambios culturales, lo que expresado en
términos biológicos, significa evolución.
¿Cuáles son las causas del cambio cultural, fuente del progreso?
Dentro del sistema ecológico hay una profunda interacción y dependencia de los
integrantes orgánicos e inorgánicos, y por lo tanto, cualquier alteración de uno de ellos
obliga a modificaciones y readaptaciones en los otros.
Steward (1955), sostiene que las sociedades presentan desarrollos múltiples que se
expresan en diferentes productos. Es posible identificar una serie de paralelismos en
aquellas comunidades que habitan medios ecológicos semejantes. Llama a este
fenómeno: evolucionismo multilineal, y lo consideró como la base del estudio
comparativo del progreso en diversas sociedades.
Cada sociedad progresa de acuerdo a sus propias tendencias, valores y necesidades; por
eso en su concepción de cultura distingue rasgos primarios - centro cultural – y rasgos
secundarios. Las actividades de subsistencia, desarrolladas en el centro cultural,
originan transformaciones en la organización social, política y religiosa.
Como contrapartida de la posición de Steward, tenemos el evolucionismo unilineal
donde el desarrollo cultural sigue una serie de etapas que abarcan desde las sociedades
más pequeñas y simples a las más grandes y complejas. Para esta postura, el progreso es
una consecuencia de una mayor eficiencia tecnológica que permite el incremento de la
cantidad de energía recibida per cápita por año.
White (1959), concibe a la cultura como integrada en tres niveles: tecnológico,
sociológico e ideológico. Cambios en el nivel tecnológico implican una variación en la
relación inversión – rendimiento de energía lo que motiva alteraciones en el nivel
sociológico y en menor grado en el ideológico. Esta postura implica una
sobrevaloración de los aspectos tecnológicos al realizar una interpretación general y
determinística en lo técnico – económico. Por otro lado desconoce la interacción entre
los componentes del sistema ecológico.
Gordon Childe (1936 – 1950), acuñó dos términos de profusa difusión en la literatura
antropológica: Revolución Neolítica y Revolución Urbana, mediante los cuales explica
el cambio cultural como resultado de una brusca transformación cuando la humanidad
obtiene el dominio completo y efectivo sobre los bienes de producción alimenticia.
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Los esquemas de White y Childe son análisis funcionales en los que se establece una
fuerte relación entre causa y efecto como explicación del cambio cultural. No son
aplicables en un estudio comparativo de la evolución de las culturas ya que por el
mismo fenómeno de la mutua interacción entre los componentes de un sistema
ecológico, los patrones que miden el progreso de una comunidad pueden ser semejantes
en todo tiempo y lugar, por lo tanto, siguiendo a Silva, sería más adecuada una posición
evolucionista multilineal.
Los arqueólogos han logrado determinar la presencia de ciertos rasgos culturales que se
manifiestan a través de un largo espacio de tiempo denominadas tradiciones. La
superficie dominada por una misma tradición en las varias secuencias de su desarrollo
evolutivo constituye un AREA CULTURAL. Ciertas áreas culturales, llamadas
NUCLEARES, fueron foco de origen de las innovaciones, que luego, mediante
influencias y difusiones, se expandieron hacia otras áreas llamadas MARGINALES.
En América fueron Areas Nucleares: MESOAMERICA y los ANDES CENTRALES;
entre ambas se desarrolló el AREA INTERMEDIA, centro receptor de
elementos provenientes tanto del norte como del sur.
Los cambios culturales reflejan, al mismo tiempo, una adaptación interna de la cultura a
nuevas condiciones o respuestas a influencias provenientes del exterior. El primer caso
constituye una EVOLUCIÓN, mientras que el segundo se identifica como DIFUSIÓN.
Establecida la existencia de una evolución cultural, el problema se plantea en la forma
cómo se determinarán sus respectivas secuencias. Al respecto se han formulado dos
criterios:
a) PERIODOS DE TIEMPO: unidades de tiempo o unidades de contemporaneidad;
b) ETAPAS DE DESARROLLO: unidades de semejanzas culturales.
Krieger (1953) considera a la ETAPA como un segmento dentro de una secuencia
histórica de un área determinada que se caracteriza por el patrón dominante de su
existencia económica. La actividad económica y el esquema de la estructura social de
los pueblos antiguos pueden a menudo, ser inferidos por los restos arqueológicos
relacionarse con fenómenos semejantes, independientemente de las fechas.
El término PERIODO, por otra parte, debe considerarse como eminentemente
cronológico. Por lo tanto, tal etapa se desarrolló en tal sitio, durante tal período. La
misma etapa puede aparecer en distintos períodos y en diversas áreas y finalizar en
diferentes épocas.
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A partir de lo expuesto, y sobre la base de los patrones de subsistencia, Krieger
estableció 4 etapas en el desarrollo cultural americano:
1) PALEO – INDIO
2) RECOLECCION DE ALIMENTOS
3) PRODUCCION DE ALIMENTOS
4) VIDA URBANA.
Willey y Philips (1958) utilizaron “denominadores comunes” para definir 5 etapas:
1) LITICO
2) ARCAICO
3) FORMATIVA
4) CLASICA
5) POST – CLASICA
Las dos primeras, identificadas de acuerdo a las técnicas empleadas en la confección de
herramientas y la consiguiente base alimenticia mientras que en las tres últimas,
incorpora patrones de organización social y política, manifestaciones religiosas,
artísticas, etc. A su vez, cada etapa presentaba una gran variabilidad, lo que permitió
subdividirlas en tres fases: temprano, medio y tardío indicando la evolución de los
respectivos denominadores comunes.
Una etapa cultural puede considerarse como período cuando se logran fijar fechas
tentativas de comienzo y terminación.
Kroeber (1931), ha examinado el desarrollo de la idea de área cultural demostrando que
su más activo desenvolvimiento lo tuvo entre los americanistas como resultado de idear
una técnica para diferenciar y describir el ámbito de las costumbres tribales propias de
pueblos ágrafos.
Una de las aplicaciones más importantes de la idea de “área cultural” fue el de facilitar
la presentación de objetos etnográficos en los museos para mostrar cómo vivían los
pueblos que los produjeron (criterio descriptivo), por lo tanto, presentando el modo de
vida de los pueblos, en contraste con otro criterio (comparativo) que mostraba los
objetos semejantes en una misma sala sin importar su procedencia.
Si después de ordenar las piezas de tribus de culturas semejantes, las mismas son
señaladas en un mapa y se traza una línea que las abarque, quedará representada un área
cultural.
El concepto de área cultural muchas veces se ha utilizado acríticamente, por lo tanto hay
que tener en cuenta algunos aspectos:
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- Comprender que este concepto es esencialmente un dispositivo que surge de la
necesidad que tiene el investigador de organizar sus datos y trazar, a modo de
cañamazo, la variación de las culturas sobre un continente o una región isleña.
- El área cultural no es una “nacionalidad incipiente”, es una construcción que
aquellos a quienes se les aplica serían los primeros en desechar. Exige una visión del
amplio escenario en que transcurren sus modos de vida que ningún pueblo puede
tener.
Durante el período transicional, alrededor del 2000 A.C, la interacción de factores
climáticos, topográficos, geológicos y biológicos cristalizaron en un número de áreas
ecológicas principales (mayores) en las Américas.
Betty Meggers, define 8 áreas ambientales o ecológicas que considera en orden
decreciente de complejidad, con respecto a su clímax cultural, son las siguientes:
1. Areas Nucleares
2. Area Intermedia
3. Los desiertos
4. Areas de florestas y bosques
5. Las llanuras
6. Las costas pacíficas
7. Las marginales
8. Artica.
Cuando el hemisferio entero es visto desde una perspectiva ecológica, se hace evidente
que todas menos una de las principales áreas ambientales norteamericanas, tienen su
contrapartida sudamericana – Area Artica -. Esta situación provee de un esqueleto
conveniente con el cual rever el desarrollo cultural del Nuevo Mundo subsecuente al
2000 a.C.
La civilización se desarrolló autóctonamente en dos partes del Nuevo Mundo,
geográficamente separadas pero ambientalmente similares: Mesoamérica y Andes
Centrales. En ambas regiones la transición desde la subsistencia dependiente de plantas
silvestres a las domesticadas proporcionó un camino de salida, incrementando el
desarrollo cultural dejando atrás a las demás regiones de América durante los milenios
siguientes. El patrón de cambio continuó un curso paralelo, canalizado por presiones
adaptativas y oportunidades similares, e influenciados por el intercambio de una
variedad de elementos culturales a través de todo el período prehistórico. Mientras que
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los efectos de esta intercomunicación no deben ser sobrestimados, el surgimiento de la
civilización no puede de la civilización no puede atribuirse primariamente a su estímulo.
El hecho de que el Area Intermedia, que tiene un clima tropical predominante, falló para
alcanzar un nivel igualmente alto de complejidad cultural a pesar de la continua
exposición a las influencias desde ambas áreas nucleares, arguye fuertemente para la
interpretación de que el ambiente fue la variante más significativa.
LAS AREAS NUCLEARES:
La característica sobresaliente de las dos regiones del Nuevo Mundo es la diversidad
ambiental. Una es Mesoamérica, definida antropológicamente como extendida desde
el N. de México hasta Honduras central y Nicaragua. La otra es el Area Andina, que
corresponde en general a las tierras altas y costeras de Ecuador, Perú y Bolivia.
Aunque los ingredientes ambientales son similares generalmente, están combinados en
proporciones diferentes. Quizá, el aspecto más importante de la geografía
mesoamericana sea la naturaleza relativamente gradual en la transición de elevación,
temperatura y lluvia. El resultado es variedad sin contrastes marcados facilitando la
difusión cultural de elementos de una región a otra.
En el área andina, las zonas ambientales son mayores y los extremos son más marcados.
Las técnicas de subsistencia posibles para un hábitat no son igualmente aplicables a
otras. Sin embargo, los Andes, tuvieron una ventaja, la existencia de animales
apropiados para la domesticación (la llama y el cuy) que comenzaron a jugar un
importante papel en la economía desde una época muy temprana.
En la época de la conquista, las áreas nucleares habían alcanzado el grado de
civilización. La Floresta, desiertos y el área intermedia fueron ocupadas por aldeas
agrícolas que en algunos momentos se integraron en configuraciones religiosas
mayores. Las llanuras oscilaron entre el límite de la vida sedentaria y nómade.
Las áreas Costa Pacífica, marginal y Artica continuaron manteniéndose
económicamente generalizadas o especializadas en la caza y la recolección.
Si la razón de estas diferencias culturales es ambiental, ¿Qué aspecto dentro del
ambiente funciona como factor crítico? El aspecto más significativo del ambiente para
la evolución cultural, es su potencial.
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Desde este punto de vista, Meggers distingue 4 tipos de ambientes:
Tipo 1: donde la agricultura es imposible a causa de la temperatura, aridez,
composición del suelo, altitud, topografía, latitud o algún otro factor natural que inhibe
el crecimiento o maduración de plantas domesticadas. Ej.: Artica, la mayoría de las
áreas marginales y partes de la costa pacífica. Las áreas nucleares, en las formas de altas
montañas, pantanos y otra clase de terrenos no cultivables.
Tipo 2: donde la agricultura está limitada productivamente a un nivel relativamente
bajo por que los factores climáticos causan el agotamiento rápido del suelo. Ej.:
Amazonia y parte del Area Intermedia.
La roza y quema y la agricultura itinerante corresponden a este tipo.
Tipo 3: donde pueden obtenerse altos rindes de granos en la misma parcela de tierra en
forma indefinida con fertilización, barbecho, rotación de cultivos y otra clase de
medidas de restauración del suelo o en regiones más áridas por irrigación. Ej.: Florestas
(excepto Amazonia), desiertos, llanuras, parte del Area Intermedia y áreas de la costa
pacífica.
Tipo 4: donde solo se requiere poco o no especializado conocimiento para alcanzar y
mantener un nivel estable de productividad agrícola, En las Américas esta situación
parecería haber existido en una extensión significativa únicamente en parte del Area
Andina y Mesoamérica.
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MAPAS DE LAS AREAS CULTURALES
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