Bourgois Philippe_Una Historia de Las Calles de El Barrio_En Busca de Respeto

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    Traduccion de Fernando Montero Castrillo

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    EN BUSCADE RESPETOvendiendo crack en harlem

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    ~ siglo veintiuno~ editores

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    )I(Islglo velntluno editoresGuatemala 4824 (CI4258UP), Buenos Aires, Argentinasigto velntiuno editores, s.a. de e.v,Cerro del Agua 248, Delegacion Coyoacan (043'0), D.F., Mexicosiglo Yeintiuno de espana editores, s.a,c/Menendez Pidal, 3 BIS (28006) Madrid, Espana

    Pam Emiliano.

    Bourgois, PhilippeEn busca de respeto : vendiendo (rack ell Harlem. - I'" ed, - BuenosAires: Siglo Veinuuno Eclitorcs Argelltina, 10.424 p. ; 16x23 CIIl. - (Sociologia y politicalTraducido pOl': Fernando Montero CasuilloISBN 9 7 8 - 9 8 7 - 6 ~ 9 - 1 ~ 9 - 3 I. Adicciones. 2. Consume de Drogas. I. Montero Castrillo,Fernando, trad , II. TrtuloCOD 362.29

    Titulo original: III Search ,{/lnj"'(!. Sellillg G",d, i"l,'IIJIIIT;"(Cambridge Universitj: Press, 2003, segunda edicion)I , ( l I ) n ' ~ ( , l I l ( ' ('di( irjn ha ~ i d ( ) rtm/J!iru!a J tid unliuulu jJor el ({ utor.

    iD o 0 : . l Philippe BourgoisiD 10, Siglo Veintiuuo Editores Argentina S. A.

    Diseuo de cuhicrta: Peter TiebbesI-'IIN 97H-987-629- 129-3Impreso en Artes Gr,Hieas Delsur 1 / Alte. Solier 2.\;;0, Avell.med,en

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    2. Una historia de las callesde 1 Barrio

    [East Harlem] es un heroidero de actos delictioos: hay nirlosde uso de narc6ticos, robos, asaltos, estaJas y toda [ormaconcebible de uiolar la ley. El pais estd inundado de rriminnlescriados en este oecindario. Ningun taxista se atreue a mizar I"calli' 113 al este de la Segunda Avmida luego del atardecer:unicamellte con un auto blindado se sentiria segura.Un sacerdote catolico, decada de 1930 1

    Las vidas de los narcotraficantes que protagonizan este libro serfanincomprensibles sin un a detallada consideracion de su trasfondo historico.Los puertorriquefios de segunda y tercera generacion qu e viven en NuevaYork deben situarse en el contexte colonial de sus abuelos y bisabuelos, Cas;desde eI momento en que Cristobal Colon piso la isla en 1493 y qu e Ponce deLeon la conquisto en 1508, la ubicacion estrategica de Puerto Rico en eI cen-tro del ma r Caribe, en el corazon de una de las rutas comerciales transatlanti-cas mas importantes, suscito ambiciosas pretensiones entre las potencias rnun-diales. A 10 largo de quinientos arios, la administracion polftica y econornicade la isla se ha mantenido sujeta a consideraciones de tipo militar que tienenpoca concordancia con las necesidades de sus habitantes. Pese a qu e los con-quistadores esparioles importaron esclavos africanos y establecieron plantacio-nes azucareras, en terrninos economicos Puerto Rico nunca ha sido un a colo-nia prospera. Siempre represento, sobre todo, un eje de control militar, 10qu eexplica la tenacidad con la qu e Espana se mantuvo aferrada al territorio hastafinales del siglo XIX, en contraste con el resto de las Americas, qu e obtuvieronsu independencia en la decada de 1820. En los siglos XX YXXI, sujeto a nue-vas relaciones coloniales, Puerto Rico ha sido incapaz de establecer una formaviable de organizacion polftica y econornica, 10 que dio luga. a una de las mi-graciones masivas mas vertiginosas de los ultirnos cien afios.

    Cuando Estados Unidos invadio Puerto Rico en 1898, continuo la practicaespanola de anteponer los intereses militares a la logica econornica. En la ac-tualidad, la isla se encuentra sujeta al gobierno de los Estados Unidos, pero susresidentes no gozan del derecho al sufragio en las elecciones presidenciales ycarecen de representantes con voz y voto en el Congreso estadounidense. Lacondicion colonial del territorio, que desde 1952 mantiene el ambivalente es-tatus de "Estado Libre Asociado", se denuucia con frecuencia en las NacionesUnidas. Ironicamente, Puerto Rico continua representando una carga finan-

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    7li EN BUSCA DE RESPETO: VENDIENDO CRACK EN HARLE!'Iciera para su jefe politico. Al igual qu e la corona espanola durante el sigloXIX, el gobierno federal de los Estudos Uuidos debe iuvcrtir cnorrnes sumasde dinero para manteuer el control politico y militar del territorio y para subsidiar su econorrua insolvente. A partir de la decada de 1970, mas de un tcrciodel ingreso personal en Puerto Rico precede de las areas fedcralcs, ya sea enforma de cu pones alimenticios 0 subvenciones del regimen de seguro social.En 1992. mas del 50 po r ciento de la poblaciou puertorriquena satisfacfa losrequisitos necesarios para recibir subsidios alirnenticios." En una de sus jomadas nocturnas en el Salon de Juegos, Cesar subrayo co n lucidez las bases polfticas de la relacion entre la isla y los Estados Uniclos:

    Cesar. A Estados Unidos solo lc importa Puerto Rico porque cstacerca de Cuba: menos distancia pa destruir el comunismo. iNo tenemos nada mas que ofrecer! No ha y recursos naturales: ni petroleo,ni oro; ni siquiera el agua es buena. No tenernos nada.,Que tiene Puerto Rico? ,Ron? Los Estados Unidos ya tierien a Kentucky, a Tennessee: todos los estados del sur hacen ron pitorro.

    DEJiBARO PUERTORRIQ.UENO A VENDEDOR DE CRACK

    En las prirneras decadas del siglo XX, Estados Unidos transforrno la ccononuapucrtorriqueua, tornandola aun rncnos propicia para la cultura y las necesidades locales que cl sistema mercantil espanol, Cieutos de miles de agricultoresse vieron obligados a abandonar sus parcelas en la altura de la isla y a migraren busca de t r a b ~ o en las enonnes plantaciones az:ucareras que proliferaronde la noche a la mailana en los fertiles llanos costeros. A partir de la SegundaGuerra Mundial, dichos campesinos desarraigados y sus descendientes hansido conocidos como ' jibaros". Seglll1 el mito, losjibaros, descendientes de indios tainos, cimarrones y poliz:ones moros y europeos, rechazaron las Ieyes yconvenciones sociales del sistema espanol a 10 largo de los siglos XVIII YXIX,se negaron a t r a b ~ a r como cortadores de cana en las plantaciones colonialesy se establecieron en los montes escarpados de la isla. lejos del alcance del estada urbanoccntrico.3 Originalmente, la palabra 'jibaro" quer[a clecir "salvaje'. Hoy en clia. el tennino evoca la imagen estereotipada de un agricultorfieramente independiente. qu e viste sombrero de paja y esgrime su machete,"se ilangota" en el "batey" de su casa y recibe \ ~ s i t a s luega de una ardua jornada laboral. Pese a la connotacion despeetiva del tcrmino, cl jibaro ha sur~ i d o como un simbolo de la dignidad y la integridad de Puerto Rico, forjadas[rente a la experiencia de dominacion, inf1uencia extraruera y dispersion.

    UNA HISTORIA DE LAS CALLES DE EL RARRIO 77Existe un paralelo intercsanrc entre las socicdades jibaras que habruin IT

    Imido el trabajo asalariado de las plant.rcioucs coloniales y rechazaclo las formas culturales elitistas de los cspanoles, 1II0tivadas por un se ntido inclomablede dignidad, y la corriente contestataria de la cultura callejera qu e se opone a1'1 marginacion y cxplotaciou pOI' parte de la sociedad estadouuidcusc. Sin eUIbargo, el concepto de "jfbaro" no debe reificarse y convertirse en una categoria cultural clemasiado sirnplista, como si se tratara de un a especie de reliquiadel pasado rural. Debe notarse, mas bien, qu e al jfbaro se 10 reinventa y reckfine confonne carubian los coruextos ccouomicos y politicos} En la acuialidad, la categoria t iende a incluir tanto a los obreros de las plaruacioucs azucarcras como a los resiclentes de segunda gcncraciou en los Estaclos Unidos. Arncuudo, Primo sc referia a sf mismo y a sus allligos como jfbaros, si bien exploto de la risa cuando le evoque la imagen del canrpesino qu e se "nangota"en su "batey" ruientras discute los sucesos coticlianos. Iguoraba el seutido de lapalabra batey, pero me aseguro:

    La unica vez qu e yo me fiangotie fue cuando estuvc en la c.irccl. Uuchorro de puertorriqueuos no s agachabamos asi, liangoleando, yhabl.ibamos pendejaclas po r horas.

    Quiza Primo no este al tanto de qu e sus abuelos y bisabuelos con toda probabilidad Iueron pequcfios agricultores obligados a conve rtirse en trabajadorestemporalcs en un canaveral durante la priuiera rnitad del siglo XX, periodo enel qu e las multinacionales estadouniclenscs tornaron el control de la economiarural pucrtorriqucna. Sin embargo, Primo tieuc mu y presente la emigracionmasiva que ocurrio como consecuencia dc estas transformaciones. Las cifrasno dejan de ser chocantes: un promeclio allual de 40000 personas abandollaron Puerto Rico ell los quince aii.os posteriores a la Segunda Guerra Mundial.Mas de 75 000 personas emigraron solo en 1953, alin en que la madre dePrimo, a 11 edad de diecisiete alios, abandano su choza cercaua a ulla plantacion en cl pueblo costero de Arroyo para buscar t r a b ~ o como costurera ellun a fabrica textil de Nueva York. Otros 586 000 puertorriquCl-lOs siguieron suspasos en la decacla del sesenta cn busca de t r a b ~ o s y ~ v i e n c l a s en e1guelo lIeoyorquino. 5 Pocos pafses del lIIundo hall exportaclo se1l1ejante p o r c e n l ~ e desus habitantes en un per[odo tan breve a un anfitrion tan economicamenledistinto y culturalmente hostil. Ni siquiera los dos millones de irlandeses emigrados (y el millon de muerlos) en la dccada de 1840, epoca en que la hambruna de 1'1 papa azoto a Irlanda. sllpcrall en terminos proporcionales al millon y medio de puertorriguclios -mas cle ulla tcrcera parte cle los habitantcsde la isla- extirpados cle los arrabales, caliaverales y pueblos de mOlllalia guehabitaban para acabar confinados en los tenements y luego en los inmensos

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    78 EN BUSCA DE RESPETO: VENDIENDO CRACK EN HARLEMcomplejos habitacionales de la ciudad de Nueva York." Segun el censo de1980, el 36 pOI' ciento de todos los puertorriquenos entre los veinticinco y cua-renta y cuatro anos de edad nacidos en la isla vivian en los Estados Unidos.?

    En los arios cuarenta y cincuenta, la mayor parte de estos inmigrantes en-centro trabajo en la industria liviana, especialmente en el sector textil,justo enel momento en el que esta fuente de empleo comenzaba a desaparecer de laciudad como parte del proceso de reestructuracion de la economfa mundial.8Nueva York se convertia en el centro administrativo de las corporaciones mul-tinacionales; estas empezaban a cerrar sus plantas productivas para transferir-las a paises donde el costo laboral era menor, y las plazas industriales eran re-emplazadas paulatinameme pOl' las del sector de servicios, En las dos decadasposteriores a 1967, afio del nacimiento de Primo en el hospital municipal deEast Harlem, el mlrnero de puestos industriales disminuyo en un 50 po r cientoy medio rnillon de trabajadores perdieron sus empleos.9

    En otras palabras, los puertorriquenos nacidos en Nueva York son los des-cendientes de una poblacion desarraigada, repetidamente reubicada al ritmoimplacable de la historia economica, En el transcurso de las ultimas dos 0 tresgeneraciones, sus abuelos pasaron de trabajar como campesinos bajo un regi-me n de semisubsistencia en parcelas privadas 0 haciendas locales a ser: (1)peones asalariados en plantaciones de propiedad extranjera y uso intensivo decapital, (2) proletarios agricolas residentes de los arrabales cercanos a las zo-nas de exportacion, (3) obreros industriales radicados en los tenementsde la in-ner (ity, (4) empleados del sector de servicios qu e vivian en los gigantescos edi-ficios de vivienda subsidiada, y, pOl' ultimo, (5) empresarios callejeros de laeconomia informal. Primo capture eI pathos asociado a estas dislocacionescuando Ie pregunte pOl' que se referia a sf mismo comojfbaro:

    Primo;El pai rnfo bregaba en fabricas. Asf dice mi certificado de na-cimiento, pero antes de venir a Nueva YOI' el era conador de cafia.[Mielda], no me irnporta, no soy nada mas que unjfbaro. Hasta ha-blo espafiol comojfbaro, Yo soy jlbaro.

    Un sector econornico en particular se ha beneficiado de la larga serie de me-tamorfosis sociales y economicas de Puerto Rico: las multinacionales estadou-nidenses qu e tomaron las riendas de la economia local. Respaldadas po r lasgenerosas concesiones fiscales de la isla, tales companias han transformado aPuerto Rico en un parafso para las ganancias corporativas. Cabe notal' qu e estadistorsion econornica tambien se vio impulsada pOl' consideraciones estrategi-cas de tipo militar. Luego del triunfo de la revolucion cubana en 1959, EstadosUnidos quiso convertir a Puerto Rico en una lIamada "vitrina de la democra-cia", una demostracion y justificacion del desarrollo economico capitalista.

    UNA HISTORIA DE LAS CALLES DE EL BARRIO 79Co n la intencion de promover las iniciativas del sector privado, se implanuiuna politica de exenciones fiscales valida pOl' diez afios a toda inversion en ill-fraestructura productiva, concesi6n qu e entre otras cosas fornento la teudcu-cia de las multinacionales a manipular la transferencia de costos y precios atraves de empresas subsidiarias locales. Como resultado, 1'1 isla posee la tasa deganancias corporativas mas alta del hemisferio occidental. Ya 10 decia ostento-samente el secretario de Estado puertorriquefio en 1990: "Ningun pais delmundo les produce tanto ingreso neto a las corporaciones norteamericanascomo Puerto Rico".10

    Los imperatives econ6micos qu e moldean la vida de los puertorriquenos schan reforzado en eI terreno ideologico pOl' un "asalto cultural" netamente ra-cista. EI caracter agresivo de esta relaci6n quedo plasmado en la politica de "EII-glish only" qu e la adrninistracion colonial impuso en las escuelas puertorrique-fias hasta 1949. 11 Desde luego, para quienes emigraron de la isla, eI choquecultural ha sido mas profundo. De la noche a la manana, estos nuevos inmi-grantes, cuyos horizontes culturales solian estar atados a redes interpersoualesde respetoorganizadas en torno a complejas categorias de edad, sexo y paren-tesco, se vieron transformados en parias. Desde el momento en que pisaron losEstados Unidos, los puertorriquefios han sido desdefiados y humillados conuna sana cuya intensidad se corresponde especificamente con la historia esta-dounidense de polarizacion racial y segmentaci6n etnica de los mercados labo-rales.

    Estos abrumadores cambios, impuestos impetuosarnerue sobre la pobla-cion otrora rural de Puerto Rico, se traducen estadisticamente en altas tasasde desempleo, un amplio consumo de narcoticos, el resquebrajamiento familiar y un serio deterioro de la salud en la inner city. Pocos grupos crnicos. co nexcepcion de los nativos norteamericanos, tuvieron tan pobre desernpcrio enlas estadisticas del censo de 1990 como los 896 753 puertorriqucfios que ellese afro vivian en Nueva York, quienes obtuvieron las tasas ma s altas de po-breza familiar y de dependencia respecto de la ayuda publica entre todos losgrupos etnicos de la ciudad, asf como el porcentaje mas bajo de participaci6nlaboral. En 1989, su rasa de pobreza (38 pOl' ciento) duplicaba la de NuevaYork (19 pOl' ciento). Segiin los resultados de una encuesta elaborada al finalde los afios ochenta, la tasa de pobreza familiar entre los puertorriquefios su-peraba en un 500 pOl' ciento la media para toda la ciudad.l?

    EI censo de 1990 documenta avances irnportantes para varios grupos depuertorriquefios, especial mente para los que viven fuera de Nueva York. Sinembargo, los indices epidemiol6gicos muestran qu e la salud del gmpo en ge-neral se encuentra en una situacion atroz. Tiene la tasa de infecci6n de VlHde mayor crecimiento, la tasa mas alta de incapacidad total, el mayor nllmerode muertes causadas pOl' cirrosis y la tasa mas elevada de intentos de suicidio.

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    80 EN BUSCA DE RESPETO: VENDIENDO CRACK EN HARLEMEn rnarzo de 1993, la media del ingreso de los hogares pucrtorriqucrios era inferior a la de los hogares blancos en mas de $14 000 ($18999 contra $33 355)e inferior a la de los hogares de otros grupos latinos en mas de $4000,13

    LA RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL EN LA CALLE

    Desde la coruodidad de un escritorio 0 un sofa, la historia puertorriquefia deruptura economica, subordinaci6n politica, opresion cultural y rnigracion rnasiva ofrece la explicacion mas clara del caracter autodestructivo de la culturacallejera en East Harlem. En la calle misma, sin embargo, al entrar en confron-tacion co n personas violentas, las explicaciones en el plano de la ecouomia po-litica no son tan evidentes, Para usar terrninos mas moralistas, cara a cara co nindividuos como Ray, Primo 0 Cesar, un o sieute que ninguna 'justificacion historica" puede absolverlos de las consecuencias de sus actos, que con frecuen-cia so n violentos, parasitarios y autodestructivos. Cotidianamen te causan sufrirniento a sus familias, vecinos y amigos.

    Discuti esta cuestion teorica, la relaciou entre la estructura social y el rangode accion de los individuos, con muchos de los narcotraficantcs co n quienestrabe amistad. Como la gran mayoria de los estadounidenses, ellos cree n firmemente en la responsabilidad individual y piensan que su marginalidad sedebe a sus propias carencias psicologicas 0 rnorales, Rara vez cui pa n a la sociedad; creen qu e so n los individuos quienes deben rendir cuentas. Tal modo dever las cosas puede se r producto de la mezcla entre el individualisrno recio delpasado jibaro y el puritanismo pionero legado po r la inmigracion anglosajonaa los Estados Unidos, un poderoso sincretismo intensificado poria logica prag-rnatica de la "supervivencia del mas apto" reinante en la economia informalneoyorquina. AI mismo tiernpo, entre la nueva generacion de puertorrique-i10S, un a variante de la cui tura callejera es casi polftica en su oposicion a la sociedad convencional. Cuando Primo iuteractuaba co n su amigo Cesar, qu e er acinco anos ma s joven, la tension entre generaciones solia manifestarse:

    Philippe: Entonces yes 10qu e te estoy diciendo, qu e estas pelao, y hayracismo, y...P'1mo: [interrumpe] Felipe, no es solo el hombre blanco .. . eso solonos hace las cosas mas dificiles. Somos pobres, es verdad, pero se supone que nosotros luchemos pa hacer algo connuestras vidas. EI he-cho de que seamos pobres solo hace la lucha mas diffcil.

    C e . \ r n ~ Nosotros nunca vamos a hereclar nada, a menos que nos peguelllos en la Iota.

    UNA HISTORIA DE LAS CALLES DE EL BARRIO 81

    Primo: [sin hacer caso de CesarJ Tienes qu e hacer algo bueno co n uivida para superalte, y tienes qu e superalte para teller exito. Si te atlo-ja s es porque quieres aflojarte, y mas tarde vas a querer pedir ayuda.Para los pobres, la lucha es mas dificil pero no imposible. Solo tienesqu e respetarte y tener fe en ti mismo.Si yo me meto en un lio es porque yo mismo me 10 busquc. Nadie setiene que preocupar po r mi, yo soy el qu e 10 tengo qu e resolver, Esmi propio problema.Cesm: Eso es un mouton de mielda, pana. En estc pais todo se tratade hacer dinero. Todo el mundo quiere ganarse sus chavos, vivir elllos suburbios y morirsc.Primo: Callate la boca, Cesar. Me encabroua que te pongas a hablarpendejadas.

    LAS OLEADAS DE INMIGRANTES

    En ultima instancia, gran parte de la tension analitica qu e atraviesa este libragira en torno al modo en que los individuos se enfrentan a las fuerzas qu e losoprimen. En el caso de EI Barrio, existe otro legado historico de margiuaciousocial que no esta relacionado co n las vicisitudes coloniales de Puerto Rico. AIsituar a los traficantes empleados por Ray dentro de la microhistoria de EastHarlem, principalmcnte dentro del bloque de diez cuadras en el extremaoriental del vecimlario, un a explicacion casi ecologica de sus vidas de violen-cia, crfrnenes y narcodependencia emerge a la superficie. Las calles de EI Barrio siernpre ha n producido personas violentas y narcodependientes sin importar que grupo ctnico habitara el vecindario en ese momento particular.

    Naturalmente, los primeros inmigrantes en la isla de Manhattan fueron losholaudeses, quienes les robaron el territori0 a los grupos de indigenas qu e sohan cazar y pescar en el area. EI iiuico legado de estos inmigrantes en East Har-lem es el nombre Hell Gate (literalmente, "puerta al infierno") con el qu e los vecinos se refiereu a [a oficina postal de la calle 110, situada a una cuadra del clubsocial-easa de crackde Ray. La frase Hell Gatees un a version anglicanizada deltennino lJellegat, 0 sumidero, con el qu e los holandeses designaron la bahiaqu e se forma por una CUl'Va en el Rio Eastjusto al norte de la calle 96.l-l En lasprimeras decadas del siglo XVII, los pantanos alrededor de esta bahia constitu-yeron un sangriento campo de batalla para los pobladores indigcnas y los cam-pcsinos holandeses calvinistas que empezaban a invaclir el tcrritorio. Los illtiI1IOS pobladores nativos desplazados del area h.leron los Reckgawawanc,despojados en 1669 de la zona qu e m.is tarde se transfonnaria en cl costado

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    H2 EN RUSCA DE RESPETO; VENDIENDO CIV\CK EN HARLEM

    oriental de EI Barrio, el lug-ar donde yo vivia )' donde las casas de rrark de Raylograron prosperaI'. Poco tierupo despues, los holandeses cubrie ro n el area confincas de tabaco. e, IVLis tarde, durante los siglos XVJII y XIX, East Harlem cntroen boga pn r un breve perforlo como una zona de rctiro campestre para los neoyorquinos adincrarlos. Iucluso el bisabuelo de Franklin Delano RooseveltIlego a cornprar terrenos entre los pintorescos valles, arroyos y pcquerias fincasque caracterizahan cl distrito.!'' Un viaje en diligencia desde el centro de Man,hattan tardaha una liora y media, 10 que aseguraba un aislamiento pnstino que,sin embargo, arabaria al final del siglo XIX co n la constmccion de una masivay ambiciosa red de arterias de transporte publico realizada po r el sector privadov un a serie de inversiones en infraestructura mnnicipal basica en la ciudad deNueva York: el Ferrocarril del Rio Harlem en la Avenida Park a finales de la decad a de 1830, el Ferrocanil de la Tercera Avenida en 1870, el tranvfa electricode la Primera Avenida en la decada de 1880 y, pOl' ultimo, el subterraneo IRTde la Avenida Lexington, inaugurado en 1903.17

    Como resultado, poco despues del cambio de siglo un sistema de transportepublico eficiente y econornico vinculaba East Harlem con eI resto de Manhattan,el Bronx y algunos sectores de Brooklyn. Las grancles inversiones infraestructura-les que 10hicieron posible coincidieron con la prirnera oleada de trabajadores inmigrantes qu e arribo a Nueva York en las decadas de 1880 y 1890, epoca en laque East Harlem paso a se r uno de los vecindarios mas pobres y culturalmentehcterogeneos d e Ia historia estadounidense,justamente, los prirne ros inmigran-tes qu e se instalaron de manera permanente fueron los obreros alemanes e irlandeses que tendieron los rieles del tranvfa yexcavaron los tuneles del subterraneo.Seguidamente, grupos de judios de Europa central y orienra] ernpezaron a rnudarse al vecindario huyendo del ya abarrotado Lower East Side de Manhattan. Aprincipios del siglo XX, la eficiencia del transporte publico y la amplia oferta dedepartamentos asequibles convertian a East Harlem en un recinto ideal para losobreros de los sweatshops* neoyorquinos, Un a fuerte presencia escandinava yafronorteamericana se unio a los grupos alemanes, judios e irlandeses. Hacia1920, dos iglesias griegas ortodoxas se afianzaban en East Harlem, al tiempo queel vecindario ostentaba la mayor concentracion de habitantes noruegos y finlandeses de todo Nueva York.

    Las reseii.as de East Harlem publicadas durante este periodo no encuentranadjetivos adecuados para describir la heterogeneidad etnica de la zona: se lallama "Liga de Naciones" 0 "secuencia caleidoscopica de anexos raciales",IR EIcenso de 1920 documenta la presencia de 27 nacionalidades: "En pocos luga-

    * EI Lennino designa los Lalleres de lrabajo esclavo, [N. del T.]

    UNA HISTORIA DE l.AS CALLES DE EL BARRIO 8,\res del mundo puedeu encontrarse tantas razas en tan poco espacio. La vida.tal como discurre en dive rsas regiones del Viejo Mundo, se recapitula aqur'"!"De modo casi unanime, los cientificos sociales de esos anos concebfan la pluralidad etnica como un fenorneno negativo: "Siempre, donde quiera que se

    , ~ r , encuentren tantas lenguas, las costumbres del Viejo Mundo de los padres y lasmadres moderan los habitos de Nuevo Mundo de sus hijos y... retardan suprogreso".20

    LA "INVASI6N" ITALIANA DE EAST HARLEM

    A este contexto multicultural de clase obrera fu e al qu e lIegaron decenas demiles de italianos a principios del siglo XX, y transformaron asf a East Harlemen 10 qu e el Cornite de Planeamiento Urbano del Alcalde llarno en 1937 "lamayor colonia italiana del hemisferio occidental"." Los primeros italian os qu earribaron al vecindario, procedentes de las zonas rurales del sur de su pafs, lIegaron contratados pOl' los administradores del tranvfa de la Primera Avcnidacomo parte de su intento pOl' romper un a huelga de los rieleros irlandcscs.f"EI arrabal qu e poblaron los italianos coexistfa en tension con una aglomera-cion mas vieja de barriadas, a tan solo dos cuadras de distancia, en la calle 104,que habitaban los huelguistas irlandeses entonces desempleados. En las siguientes tres decadas, la ferrea competencia pOl' empleo y vivienda provocouna forma de segregacion y hostilidad interetnica tan intens a qu e el antago-nismo llego a penetrar las dimensiones mas privadas de la vida cotidiana. Lasiglesias locales les cerraron las puertas a los nuevos inmigrantes. En 1910, unestudio auspiciado pOl' un a iglesia protestante determino, de alguna manera,qu e el 79,5 pOl' ciento de los residentes del vecindario eran "inasimilables't.FAsimismo, cuando eI 4 de diciembre de 1884 los catolicos alemanes e irlande-ses celebraron la misa inaugural en la monumental iglesia de Nuestra Senoradel Carmen, construida para atender la misma zona de Hell Gate que la red decrackque Ray abasteda, el sacerdote residente obligo a los italianos a cOll1ulgaren el sotano. Recien en 1919 se les permitio a los italianos mezclarse co n elresto de los feligreses. 24

    Durante sus primeras decadas en Nueva York, los italianos fueron desplaza-dos hacia las pauperrimas y sucias avenidas contiguas al Rio East, cuyas orillasun periodista describfa en 1900 como "un mundo de chatarra, carros descom-puestos, vagones despedazados, vertederos, trapos y botelias rotas".25 Este sec-tor, que ocupa la esquina noreste del vecindario, es exactamente el area dondeluego operarfa la cadena de distribucion de Ray. En los aii.os ochenta, los po-cos italianos octogenarios que a(\I1 vivfan en la Avenida Pleasant, la calle de

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    84 EN BUSCA DE RESPETO: VENDIENDO CRACK EN HARLEM

    La Quinta Avenida entre las calles 116 y 117 en 1889. Conesia del Musco dela Ciudad de N ueva York

    cinco cuadras en el extreme oriental del vecindario, todavia recordaban losnombres de las pandillas irlandesas e italianas antagonicas qu e refiian duranteaquel periodo de transicion, Disfrutaban al enumerar las cuadras e inc1uso losedificios especificos qu e ocupaban los grupos de las distintas nacionalidades.

    EI furor racista qu e acompario a la ole ada de inmigrantes de l sur de Italia, lagran mayoria procedentes de Sicilia, reverbero a 10 largo y a 10 ancho deNueva York. Los politicos, alarmados, acusaban a los recicn lIegados de pertenecer a "la raza africana". Se los contrastaba despectivamente con los italianosdel norte de su pais, que eran considerados "germanicos" y residian en otrossectores de Nueva o r k . ~ I ; Y a para 1893, el New York Timescensuraba "la ilegali-da d y los impulses vengativos de los numerosos inmigrantes del sur de Italiaqu e residen ho y dia en East Harlem"P

    Acaso la mas insidiosa manifestacion de l araque ideologico al sentido de ladignidad y el valor personal de los trabajadores italianos hayan sido las practi-cas y actiuides de los representantcs de la sociedad dominante encargados de.isimilar a los nirios inmigrantes a la cultura anglonorteamericana. Los maestros informaban que "los italianos no tienen deseos de aprender. .. son dema-

    UNA HISTORIA DE L\ S CALLES DE EL BARRIO tlS

    siado lcutos": "sc cncicrran en Sf mismos". Una trabajadora social sc quejabade que, "cuando Ie prcguute a un a familia italiana que era 10 qu e mas extranaba de su pais natal", su respuesta fue "vivir con nucsuos ani males". Los cientificos socialcs de la epoca, pcsc a sus inc1inaciones generalmente cleruocrati-cas y su prcocupaciou po r escribir informes responsables a favor de laspoblaciones desfavorccidas, no lograban evadir los estercotipos contemporaneos: "Hay mucha deliucuencia, asf como personas incompetentes y estiipidasen cl vecindario't.F' Frederic Thrasher, eI acadernico universalmente reconocido como funclador de los estudios sobre paudillas, scnalaba en la decada de

    1 9 : ~ O que "todos los rnuchachos de l distrito resultaron te ne r un nivel de inteligencia menor qu e el normal para su edad".29

    Los recucntos autobiograficos sobre aquellos afios corroboran los efectosdel prejuicio contra los adolesceutcs italiauos:

    Pronto aprendimos qu e "italiauo" queria decir algo inferior, y un abarrera sc alzo entre los jovcnes de origen italiano y sus padres. Escfuc el proceso de norteamcricanizacion: empez.ibamos a hacernosestadounidenses aprendiendo a avergonzarnos de nuestros padres.I"

    LA "INVASI6N" PUERTORRIQ..UENA

    Previsiblcmcnte, cuando en los anos treinta y cuarenta los puertorriqucnos co-menzaron a arribar a East Harlem provenientes de zonas rurales. su rechazofue tan intcnso como cl que enfrentarou los italianos. Asi como los italiauossuplantarou a los rieleros irlandeses en las postriruerias del siglo XIX, los puertorriquefios reemplaza ron a los trabajadores italianos y judios en las fabricastextiles e inmediatamente se convirtieron en el blanco de un nuevo ataque fi-sico e idcologico. EI celebre musical West Side Story', producido por LeonardBernstein en la decada de 1950, capture para cI consumo popular un a versionpandillera de los antagonismos estructurales qu e marcaron el primer ericuentro entre italianos y puertorriqueii.os. Co n un a vision menos ronuintica de laepoca, las ya clasicas autobiograffas de la literatura nuyoriean -Doum TheseMean Streets,* de Piri Thomas, y Family lnstallments, de Edward Rivera- docume n tan co n gran elocueucia y lujo de detalles la expcriencia de los adolesccn

    * Vease la cdicion cnstellana: Por I ~ J / { / s callrs Imnms, trad. de Suzanne DodThomas, Nueva York, Vintage, 1998.

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    86 EN BUSCA DE RESPETO: VENDIENDO CRACK EN H.'\RLEMres puertorriquei'los recicn llegaclos a Manhattan que debian enfrentar la irade los jovenes italonorteamericanos, decididos a proreger su tcrritorio ante lallegada de los nuevos inmigrantes. Dccarlas mas tarde, todos los miembros dela red de Ray mayores de veinticinco aiios ternan recuerdos vividos de las pali-zas que les propinaban los italianos de "Vinnielanclia". Un primo de Cesar detreinta y siete all os, qu e habra dejado eI vecindario hacfa unos arios para rnudarse a un suburbio de Connecticut, don de trabajaba como agente de seguros,me ilustro esta transiciou historica:

    Yo me acuerdo cuando se empezaron a ir los blancos. Yo vivia en lacalle 112)' todo el tiempo peleabamos co n los italianos. Eran losanos de las gangas. Habia un chorro de mafiosos en el barrio, toda-via andan po r aqiu.Siempre teniamos peleas co n los italianos aqui en la Primera Ave-nida [sefiala por ia ventana]. Recuerdo vel' a un italiano drindoleuna pela a un pana con un bate hasta que 10 rnato.[Se oyen disparos] Pero en ese tiempo no era con pistolas ... bueno,tal vez zipguns, pistolas caseras qu e tu Ie ponias un tubo, cinta elas-tica y ya esta, [Mas disparos] Ahora es con Uzis.

    En la calle, la Incha pOl' evitar qu e "Little Italy" se transformara en El Barrio enlas llecadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial no se limitaba a las pall-Iiilias de adolesccntes. Miembros locales de los sindicatos del crimen organizado amenazaban a los propietarios para qlle mantnvieran un a poblacion dearrcndatarios exclusivamente blanca. Esto oCllrrio especialmente en el cos-tado oriental del vecindario. Segun los I'esidentes de mediana edad, hasta ladecacla de los sesenta, cuando murioJoe Rao, un sicario ligado a la familia Ge-novesc, los pllertoniqnellos fueron completamente excluidos de la cuadra enla que yo vivl. Poco despues de mi lIegada al vecindario, una corredora debienes raices me comento que un o de los lugartenientes de la familia Genovese Ie habia advertido que "pensara bien a que clase de gente Ie qneria alquilar", al vcr a una pareja afronorteamericana visitar un edificio que ella recienhabia remodelado.

    La memoria popular suele enfatizar la violencia del duelo entre italianos ypnertolTiquenos. Sin embargo. el primer eslabon en la cadena de sucesionesetnicas en East Harlem data de la decada de los treinta, cuando la situacionsocioeconomica de gran parte de la poblaci6n judia comenzaba a mejorar yesta empezaba a mudarse a vecindarios blancos homogeneos. Este procesofue eI tema de un informe elaborado poria Junta de Bienestar Judio en1931:

    UNA HlSTORlA DE LAS CAl.LES DE EL HARRI() 1';7

    if EI influjo de puertorriqueuos (e ntre los cuales hay un eu-ment o ne-[21 gro sigruficativo) [ ... J en East Harlem es un factor considerable ellel desplazamient o de la poblacionjucha hacia el Bronx y Brooklyn."!

    Los afron orteamerrcanos, qu e ya vivian en cuaclras ais ladas de l vccin dario yrepresentaban el 14 pa r ciento de la poblacion -segun el censo de lD30nunca suscita ro n tanta hostilidad.V Qlliz;i se les tolerara mas pOt'q u e su resi-de n cia estaba restringida a calles y e dificios segregados, 0 acaso su profundasocializacion en el contexto del racismo estadounidense produje ra comportamientos de recato y acomodamiento entre elias. A finales de los a riosve inte, un investigador aseguraba qu e las barreras e n tre los ni no s negros )'blancos se empezaban a desmoronar gracias al bibliotecario local, "quien leslee sobre el pequerio Black Sambo y les cuenta historias"33 No obstante, me no s de veinte arios despues, East Harlem experimentaba motines interetnicos tripartitos: afronorteamericanos contra italonorteamericanos contrapuertorriquefios. EI vecindario inspiro un duro editorial de la revista Time en1946: "[Es] el arrabal venenoso conocido como East Harlem, infestado decrirnenes y [poblado] pOI' hordas de italianos, puertovriquerios, judios y neg r o s " . 3 ~

    En terrninos generales, fueron los puertorriquenos qnicnes sc llevarori bpeor parte del rechazo. Eran mas pobres que todos los dernas. Un estuclio (111'-dico de 1929 dernuestra que los recien lIegados vcrdadcrarneute se morian dehambre: "La gran mayoria de los ninos puertorrique nos examinados sufre dedesnutriciou't.F' Los problemas de salud que padecian se interpretaban en terminos racistas. Entre 1920 y 1940, se desat6 lIna ola de panico por las epi

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    88 EN BUSCA DE RESPETO: VENDIENDO CRACK EN HARLEM[...J.La madre italiana es mas inteligente, pues al merios sabe utili-zar la leche de cabra.F

    Nuevamente, como en el caso de los inmigrantes italianos de la gcncracion anterior, el 1cnguaje acadernico reflejaba los prejuicios de la epoca, Una tesis demaestria presentada en 1931 po r un estudiante italonorteamericano de se-gunda generacion en la Universidad de Nueva York se refiere a los puertorriquenos como "spies?" I' asegura qu e "estan invadierido" East Harlern.e'' Otraiesis escrita un ano antes en la misma institucion afirma qu e los puertorrique110S "traen consigo... degeueracion moral y condiciones de vida deplorables".39 Asimisrno, un estudio encargado en 1935 po r la Camara de Comerciodel Estado de Nueva York asegura qu e los puertorriquefios de East Harlemmuestran "una marcada inferioridad e n sus habilidades innatas". Se decia quesu coeficiente intelectual promedio era 20,5 puntos menor qu e el de los estadounidenses nacidos en America del Norte. Los estudiosos se quejaban de que"n o se ha podido localizar a muchos puertorriquefios de inte1igencia elevadao media".4D Con rnenor legitimidad institucional, un manual popular de losafios cincuenta sentenciaba:

    Los puertorriquenos no nacieron para ser neoyorquinos. Por 10 ge-neral son agricultores toscos sujetos a enfermedades tropicales congenitas, ffsicamente incapaces de soportar el c1ima nordico, faltos de especializacion, analfabetos, ignorantes del Ingles y casi imposiblesde asimilar I' preparar para un a existencia productiva I' sana en unaciudad acelerada hecha de acero I' piedra.... Todos los puer to rriquefios se parecen, todos sus nombres suena n similares I' si un inspector se presenta en uno de los dcpartamentos abarrotados en sus tenements pulularues, nadie sabe hablaringles,... No es solo qu e rnuchos de estos puertorriquefios empiecen a depender del Programa de Asistencia Social Publica en el momento enqu e sus pies pisan un muelle 0 un aeropuerto secundario; algunosestan registrados para recibir esta ayuda co n anticipacion, mientrasse encueutran en el ma r 0 en el aire."!

    '" Eqllivalentc, en ingles, del tennino castellano "sudaca", s610 Clue rercrido alos latinoalIlericanos en general. [N. del T.]

    UN A IIlSTORIA DE LAS CALLES DE EL BARRIO 89

    PO BREZA Y DETERIORO ECOLOGICO

    Independientemente del grupo ctnico que predominara en el vecirida rio apartir de la decada de 1880, investigadores y comentaristas siempre ha n la-mentado la concentracion de la pobreza en East Harlem, y la han coudeuado,a su vez, en terrninos moralistas:

    East Harlem es un o de los peores distritos de la ciudad. A los ninosno les irnporta apre nder a respetar las leyes 0 la disciplina [ ... J. Prevaleccn la pobreza I' la disfuncion social."?Aproximadamente la mitad de los residentes puede calificarse comopobre I' la otra rnitad como muy pobre.43

    Fisicamente, eI veciridario se describe en rcpctidas ocasioues como "mugriento I' hacinado", y su infraestructura publica como deficiente. De ah i lacritica categorica de lin periodista en 1946: "Todos los scrvicios piiblicos estrinal borde del colapso .. . I' so n completamente inaclccuados para soportar talcarga poblacioual"."" Las dcscripciones de las calles qu e realizaban los ctuografos en 1930 servirian para describir las ruisrnas calles en las decadas de 18901'1990:

    La calle estaba inmunda: habfa despojos de todas clascs, como cortezas de sandia, cascaras de banana, vidrios rotos, cajas viejas y diaries[ .. . ]. Una tienda abandonada [tenia un a ventana rota]. Las vercdas,puertas I' ventanas, todas repletas de gente [ .. . J .1"

    La insolita segregacion y conccntracion de la pobreza en East Harlem ha sus-citado una arnplia literatura de denuncia tanto en el ,1.111bito acadernico comoen el artistico. La cercania del vecindario al distrito resiclcncial m.is acoruodado de la ciuclad, asi como e1 heche de qu e sc encucntrc a un a breve carui-nata de las galerias y editoriales mas prestigiosas de los Estados Unidos, 10 ha npuesto en la mira en reiteradas ocasiones, La mayor parte de las investigaciones cienufiro-sociales ace rca de East Harlem ha involucrado alguna forma deobscrvaciou participanre, generalme11le alrcdcdor del tenia de la pobrczacomo patologia. En las decadas de 1920 1'1930, e1 ya mencionado criminologoFrederic Thrasher dcdico los ultirnos quince afios de su vida a estudiar la delincucncia juvcuil en el Harlem Italiano. Mediante su instituto en la Universidad de Nueva York, financio dcce nas de tesis de posgrado cuya base tcoricafundamental era su concepto ecologico de las "areas illtersticiaks". Thrasherafinnaba que el crimen y la patologia social snrgen desde los nuckos de po

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    breza urbana en circulos concentricos expansivos. 41i Pese a 10 simplista 0 francarnente desatinado que pueda par ecer su enfoque medio siglo desjJues, losan.ilisis de Thrasher represcntaron una fuerte crftica al racismo y al darwinismo social prevalecientes en su epoca,

    En la introducci{)n dellibm discutf la siguicnre gran tcorfa ace rca de la pobreza qu e se forrnulo como rcsultado de una etnograffa realizada en EI Ba-rrio. Desarrollada pOI' el antrop610go Oscar Lewis a comienzos de los a nos se-senta, la teorfa de "la cultura de la pohreza" tenfa como prop6sito llamar 101atenci6n nacional sobrr- la precaria situaci6n de las poblaciones de bajos re-cnrsos en las cindades estadounidenses. Sin embargo, restringida como es-taba po r el reduccionisl1lo psicol6gico del marco de "cultura y pel'sonalidad"que dominaba la antropologfa de entonces, la teorfa de Lewis demostr6 po seer un peligroso doble filo. EI enfoque sobredimensionado de Lewis acercade los rasgos psicol6gicos qu e segun el reproducen la pobreza y se transmitena los nil10S a traves de familias disfuncionales ha llevado a multiples comentaristas a interpretar su obra como una reivindicaci6n de l pensamiento moralista, conservador e individualista que domina el debate publico con respectoal a marginaci6n social en los Estados Unidos (debate que, dicho sea de paso,se caracteriza por culpar a las v(ctimas, en este caso los pobres, po r la pe rsis-tencia de su condici6n).

    Las producciones literarias y artfsticas inspiradas en el vecindario ha n resis-tido el paso del tiernpo con mayor solidez qu e las teorfas cientfficas. JamesAgee, escritor neoyorquino que inmortaliz6 la condici6n apremiante de losaparceros en el sur de los Estados Unidos durante la Gran Depresi6n, dirigi6su atenci6n a EI Barrio durante la Segunda Guerra Mundial, acompal1ado po rla fot6grafa Helen Levitt. EI filme experimental que ambos produjeron, un re-traro candido de una mulurud de nines en el momento en que abarrotauenergicamente las calles del vecindario, aiin suele presentarse en importantesmuestras artfsticas. Con mayor impacto popular, EI Barrio inspir6 el exito musical ,I Rose in Spanish Harlem, de Ben E. King. 47 Asimismo, las calles de EastHarlem sin'en de tel6n de fondo para gran parte de la literatura nuyorican,movimiento literario que posee un a inmensa productividad y goza de reconocimiento internacional, en la medida en qu e se ha convertido en un sfmbolode la dignidad y la resistencia cultural puertorriquenas frente a Ia pobreza y lamarginaci6n social. 48

    I . . . . . . . - ~ "

    f," UNA HISTORIA DE LAS CALLES DE EL BARRIO 9 I

    ' ~ ' "

    RECONCENTRACI6N DE LA POBREZA EN EL EXTREMO~ : : ; ORIENTAL DE EAST HARLEM

    Ni la polftica publica ni las ciencias sociales se ha n sum ad o a las artes en su {T -lebracion de la vida en East Harlem y de sus habitantes. AI describir las condiciones de vida locales, las resefias publicadas desde finales del siglo XIX hastala decada de 1950 se caracterizan po r su extrerno pesimismo. Numerosos informes oficiales y acadernicos especifican qu e el area donde yo vivi y doride operaba la re d de narcotrafico de Ray siempre ha sido la zona de mayor pobrcza ydelincuencia de Harlem. Un recuento etnografico de 1935 observa: "Mieritruxmas no s acercamos al rfo East [ .. . ] mas marcado no s parece el deterioro'"!"

    Quiza haya sido esta persistente hipermarginaci6n la qu e suscito un masivoplan de "renovacion urbana" en dicho microvecindario a finales de los al10Scincuenta. Tfpico entre las polfticas publicas de la dec ad a de 1950 dirigidas acombatir la pobreza, este plan destruy6 decenas de cuadras de un a comunidad perfectamente operativa habitada po r trabajadores de bajos recursos. Pesea la vigorosa serie de denuncias contra el plan publicadas en la prensa local,rnaquinas aplanadoras desalojaron a decenas de miles de italianos de clase trabajadora, los ultimos que permanecfan en el vecindario, en nombrc de la "eli-minaci6n de arrabales't.s" Poco despues, la municipalidad de Nueva York rcubic6 a miles de puertorriquenos y afronorteamericanos de bajos recursos e ninmensos edificios de vivienda publica -los infames "proyectos" de ladrillorojo- entonces recien construidos en la zona. De esta manera, el area se transform6 en uno de los micleos mas concentrados de pobreza y anomia urbanade todo Nueva York.

    De acuerdo con las estadisticas oficiales, 15 736 de las 40162 farnilias qu c vi-vfan en East Harlem a comienzos de los arios noventa residfun en cdificiosconstruidos po r el Instituto Neoyorquino de Vivie nda. Esta cifra no incluye al20 po r ciento adicional qu e se aglomera en los departamentos publicos al margen de la ley, ni a las miles de familias qu e recibell otros subsidios para la vi-vienda, como los provistos po r el pmgrama "Secci6n 8". Esta extraordillariaconcentraci6n y segregaci6n etnica de la pobreza ha sido fundamental para laformaci6n, en numerosas ciudades estadounidenses, de culturas callejeras all-todestructivas que toman el control de los espacios pllblicos y de las vidas masvulnerables de la inner city.5 I

    En los anos cincuenta y sesenta, mientras las topadoras implantaball la se-gregaci6n eUlica y econ6mica en East Harlem, los asistentes sociales llenabanlos archivos de las sociedades filantr6picas co n informes desesperanzados.Eran testigos de l deterioro final de la vida comunal en el Harlem italiano,ahora destinado a convertirse en EI Barrio:

    I

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    No se cubren las necesidades mas b.isicas [ ... ]. Los robes son fre-cuentes. El saqueo de tubc rias de agua, radiadores, inodoros y bane-ras les cornplica la vida al resto de los inquiliuos [ .. . J. Los depana-mentos vacantes y pasillos estau repletos de basura, Las ratas son urigran peligro san ita rio: se instalan en los edificios dernolidos y scmultipliran y prosperan en los qu e quedan en pie,.,. Grupos de indigentes se congregan en los dcpartarncntos desocu-pados para heber 0 consumir drogas y la gente tiene miedo de en -trar y salir de sus hogares.jNadie, ni siquiera un angel, podrfa rchuir los problemas en este lu-gar! Sicnto mucha pena po r los niuos pequeiios: [uuuca ha n sabido10qu e es vivir en un vecindario deccuteP"

    Situadas en su contexto histor ico, cstas rescnas confirrnan el cliche: "Plus (achange plus c'est la mime chose [cambiar algo para que nada carnbic ]. En mis in-vestigaciones posteriores, encontre uu informe escrito po r la Sociedad de Ser-vicio Cornunitario en 1956, qu e describi'a el incendio de un tenement casideshabirado en la esquina donde YO habia vivido eu 1990:

    Un dia de agosto, en la esquina de la calle [X ] co n 1a ave nida LY],nos unimos a un grupo de asisteutes sociales qu e observaban un in-cendio de dos pisos de altura qne qucrnaba los vestigios de una casa[ .. . J El hurno ennegrecfa la parcel de la estructura adyaceutc, par-cialmente habitada, desde la cual una mujer miraba dcsconcertada .... El polvo de los ladrillos cafdos cubn'a toda la cuadra .. .i\qui y a l l ~ i , una vcntand aisLl(Ll:tllIa COll cortinas 0 nlacclas, otra ell-marcaba la cara de un nilio,5:'II1(lo de la mafia especializac;las en el trafico de heroina. Los colOl\lbianos efectnaron nna brillante !cctlll'a del espiritu ellljJresarial, componente Ian viL;d de l snerlO americana, y crearon un mercado altamenLecOlnpl'lilivo

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    ma s J? Esa vaina de la Silverado, '" pana, qu e la gente tiene que pagarmiles de millones de d61ares pOl' culpa de eso.,POl' que esa gente si se sale ca n la suya? Eso es 10 qu e yo quiero saber.

    * 1 banco Silverado estuvo involucrado en la crisis de ban cos de ahorros yprestarnos qu e afecto a los Estados Unidos a mediados de los alios ocherua,Las autoridadesjudiciales acusaron de corrupciori a varios miembros de lajunta direcriva, entre ellos a Neil Bush. hijo del ex presidente George H. W.Blish y herrnano del ex presidcnre George W. Bush. 1 gobierno federalfinanciri la bancarrota de Silverado a un ('OSlO de aproximadarnente milmillones de clolares para los coruribuyemes, [N. del T.]

    3. La administracion de una casade crack: dependencia, disciplinay dignidadCoiio, 10 bien que me sentia cuando em dueno del 5alrJII dr

    [uegos. Todo el muudo me buscaba, procuraba pol mi. ..Cuando llegaba, la gente me abria la puerta y se ofrecia (Ilauarme el carro. Hasta los nenes que no sabian nada dedrogas querian ser como yo.Felix

    La venta de crack no es mllY distinta a otros negocios de alto riesgo.Cornerciar gran des volumenes de mercancia a precios asequibles es un a [areamon6tona Ytediosa que requiere de un cuerpo laboral disciplinado e integropara ser exitosa. Como cualquier empresa de esta indole, el trafico de drag-assuele estar plagado de conflictos entre la gerencia y la fuerza laboral, asf C0l110de tensiones y rivalidades entre los empleados en todos los niveles de la jerar-quia. Lo imico que impide que el trabajo en una casa de crack se vuelva trivialYrutinario es c1 peligro onmipresente, el gran margen de ganancias y cI tonodesesperado de adicci6n qu e 10 caracterizan. Elmodo en que se adrninistro elSalon de juegos durante mi estadia en EI Barrio provee un a clara ilustracionde estas dinarnicas.

    LA VIDA CON EL CRACK

    No fue Ray quien fund6 el Salon de juegos. La idea de carnuflar un a casa decrack como una galeria de videojuegos de veinticinco metros cuadrados se Ieocurri6 a Felix, un amigo de la infancia de Ray qu e tarnbien era primo her-mana de Primo. Felix nunca fue muy riguroso como administrador: sucurnbiaante las tentaciones de la calle y se vanagloriaba de Sl l fama local sin qu e se leocurriera protegerse de la policia contratando a un gerente 0 al menos unasistente intermediario que se encargara de las ventas directas. Mas bien, elprimer ana el mismo se encargo de todos los detalles de la empresa, a excep-cion de la "coccion" del crack, que delego a su esposa, Candy, en perfecto estilo patriarca!. Felix dedicaba casi toda su energia a crear vinculos sexuales ca nmujeres aficionadas a las drogas, en especial adolescentes.

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