16
 ASPECTOS DEL VIAJE EN LA NOVELA GRIEGA ANTIGUA: LOS MEDIOS DE TRANSPORTE Máximo Brioso Sánchez Universidad de Sevilla Dentro de un amplio estudio sobre el tema del viaje en la novela griega an- tigua ofrecemos aquí un breve análisis sobre los medios de transporte, tanto los marinos y fluviales como los terrestres, mencionados en el citado género. No se trata sin embargo de una típica catalogación de realia puesto que nuestra finali- dad es esencialmente literaria, en busca de posibles diferencias en el tratamiento de este tema entre los distintos autores. As a part of a wider study of the theme of travel in the ancient Greek novels, this article offers a brief analysis of the means of transport, both by water marine and fluvial) and by land, mentioned in the genre in question. Nevertheless bis is not just a cataloguing of realia since our perspective is essentially literary and tries to analyse be differences in he treatment of he subject in be various novelista. El viaje parece ser un hecho connatural a la novela antigua, y esto tanto si nos referimos a la griega como a la romana. Y con la alta frecuencia con que los personajes de estas novelas viajan no es sorprendente que los medios de transporte, tanto marítimos o fluviales como terrestres, y algunos otros aspectos cercanos merezcan en los textos un cierto número de menciones, incluso a pesar de la fuerte tendencia al idealismo y la abstracción que caracteriza en concreto la novela griega. Otra cuestión, como se verá, es el mayor o menor interés o la precisión con que los autores se refieran a ellos. Por esas razones creemos que no está fuera de lugar aplicar un análisis a las ocasiones en que las novelas recogen de- talles concretos referidos a este tema. Nuestra pretensión sin embargo no es ha- cer un estudio de realia en el sentido sobre todo de comprobar el grado de rigor 3 7 3 HABIS 33 2002) 373-387

Brioso Sanchez

Embed Size (px)

DESCRIPTION

filsofia

Citation preview

  • ASPECTOS DEL VIAJE EN LA NOVELA GRIEGAANTIGUA: LOS MEDIOS DE TRANSPORTE

    Mximo Brioso SnchezUniversidad de Sevilla

    Dentro de un amplio estudio sobre el tema del viaje en la novela griega an-tigua ofrecemos aqu un breve anlisis sobre los medios de transporte, tanto losmarinos y fluviales como los terrestres, mencionados en el citado gnero. No setrata sin embargo de una tpica catalogacin de realia, puesto que nuestra finali-dad es esencialmente literaria, en busca de posibles diferencias en el tratamientode este tema entre los distintos autores.

    As a part of a wider study of the theme of travel in the ancient Greek novels,this article offers a brief analysis of the means of transport, both by water (marineand fluvial) and by land, mentioned in the genre in question. Nevertheless (bis isnot just a cataloguing of realia, since our perspective is essentially literary andtries to analyse (be differences in (he treatment of (he subject in (be variousnovelista.

    El viaje parece ser un hecho connatural a la novela antigua, y esto tanto sinos referimos a la griega como a la romana. Y con la alta frecuencia con que lospersonajes de estas novelas viajan no es sorprendente que los medios de transporte,tanto martimos o fluviales como terrestres, y algunos otros aspectos cercanosmerezcan en los textos un cierto nmero de menciones, incluso a pesar de lafuerte tendencia al idealismo y la abstraccin que caracteriza en concreto la novelagriega. Otra cuestin, como se ver, es el mayor o menor inters o la precisincon que los autores se refieran a ellos. Por esas razones creemos que no estfuera de lugar aplicar un anlisis a las ocasiones en que las novelas recogen de-talles concretos referidos a este tema. Nuestra pretensin, sin embargo, no es ha-cer un estudio de realia, en el sentido sobre todo de comprobar el grado de rigor

    373

    HABIS 33 (2002) 373-387

  • MXIMO BRIOSO SNCHEZ

    de esas menciones y su posible relacin con la realidad del tiempo, ya sea el delos novelistas, ya sea aquel en que stos sitan sus relatos. Para nosotros, es unmodo posible de establecer una comparacin ms entre las conductas de los dis-tintos narradores y de observar si existen, tambin en esta cuestin puntual, ten-dencias diferentes en el gnero. Lo que significa llanamente que nuestra intencines mucho ms la de llevar a cabo un estudio literario que histrico o social. Pueses claro, en sentido amplio, que entre la densidad de datos referidos a un aspectocomo ste y las tendencias literarias puede haber una vinculacin. Pues, sin quedeseemos plantear aqu el polmico asunto del realismo o la falta de realismo enla novela antigua, especialmente la griega, creemos que es indiscutible que nosaproximamos a alguna mnima posibilidad de que se d algn grado de realismosi hay una cierta presencia de la realidad en un nivel tan corriente como es el delos simples medios de transporte!.

    Debemos advertir, por lo dems, que aqu nos limitaremos a la novela griega,y sobre todo porque, acusada y con razones pertinentes de un extremo idealismo,pero en la idea de que ste no es en ella una constante, sino que est sujeto agradacin, tenemos en un estudio como ste un medio particular e interesantede comprobar esta tesis. Tambin debemos advertir que no pretendemos recogercatlogos exhaustivos en esta materia, ni menos citar todos y cada uno de lospasajes correspondientes. La reiteracin y, como igualmente veremos, la ten-dencia al uso de trminos genricos y, por tanto, banales es un comportamientobastante habitual en los novelistas. Y por consiguiente entretenernos en una ca-talogacin exhaustiva pensamos que sera un esfuerzo bastante poco provechosoy un modo de aburrir al lector. Se han examinado sin embargo todos los textos,pero a la vez stos han sido sometidos a un filtro selectivo, en funcin sobretodo de la citada reiteracin. Los datos que manejaremos son simplemente sufi-cientes y, desde el criterio con que operamos, capaces de ofrecernos los resulta-dos que buscamos. En todo caso, salvo alguna excepcin que pueda habrsenosescapado, aqu estarn todos los trminos que importan y todas las citas signifi-cativas2.

    Es lgico que, al ser los viajes martimos los ms abundantes, ya que nave-gar es casi igualmente connatural al gnero, las naves representan a su vez eltipo de vehculo ms citado. En autores como Aquiles Tacio y Heliodoro, quenos describen con cierto lujo de detalles algunas navegaciones martimas, el pri-mero la travesa entre Berito (actual Beirut) y Egipto, detenidamente estudiada

    1 Estas pginas forman parte de un conjunto de trabajos sobre el tema del viaje en la novelagriega antigua y cuya orientacin es precisamente sta misma. Esta investigacin est acogida a unafinanciacin oficial de la Junta de Andaluca (Grupo "Filologa Helenstica", HUM 124).

    2 Adems de una revisin detenida de los textos hemos utilizado por supuesto el Lessico deiRomanzieri Greci editado entre 1983 y 1997 y sucesivamente por Cisalpino-Goliardica y Olms-Weid-mann. Tambin los ndices de trminos de las ediciones de fragmentos de B. Lavagnini, F. Zimmermanny M. P. Lpez Martnez, as como los de algunas ediciones particulares, como la de A. Henrichs deLoliano, y lamentando siempre que la de S. A. Stephens y J. J. Winkler carezca de este til instru-mento.

    374

  • ASPECTOS DEL VIAJE EN LA NOVELA GRIEGA ANTIGUA...

    por J. Roug3 , el segundo una accidentada ruta entre Delfos y tambin Egipto,las posibilidades de empleo de una ms nutrida terminologa parecen por antici-pado mayores. En cambio, en un Jenofonte de feso, en el que los caracteres semueven con la misma precipitacin por tierra y por mar, tambin es previsibleque nuestras oportunidades sean mucho ms escasas. Lo mismo debe ocurrircuando se describen navegaciones fluviales, sobre todo en Aquiles Tacio, en cuyanovela el Nilo y su entorno ocupan un amplio espacio narrativo. Pero tampocodebemos por supuesto olvidar los viajes narrados en Antonio Digenes, en losque el mar, incluso el llamado Ocano o Mar Exterior (rilv K-r)s- OXaao-av:109a21), es un mbito casi siempre presente.

    Ahora bien, si nos atenemos tanto al detalle de los relatos de viajes por vasacuticas en general y a. la densidad de stas en novelas que leemos completas,es Aquiles Tacio sin duda el autor que se lleva la palma, lo que quizs pueda ex-plicarse porque su relato tiene como centro dos regiones, Fenicia y Egipto, queapuntan al agua como el medio natural para cualquier desplazamiento. Por su-puesto, no slo se navega o se citan barcos desde el arranque mismo del relato,como luego en el episodio de los secuestros de Calgona en Tiro y de Leucipaen Faro, sino en el trnsito por Egipto, en el viaje por mar que emprenden Clitofontey Mlite de Alejandra a feso (5.15-17.1) . y en los diversos desplazamientos quese citan brevemente en las pginas finales entre feso, Tiro y Bizancio. Y todavaen otros momentos del relato se nos cuenta cmo el amigo Clinias fue salvadodel naufragio por una nave que lo conduce hasta Sidn (5.9.3-10.1) y tambincmo ms tarde se embarca para Egipto en busca de Clitofonte (5.10.7), o cmootro personaje secundario, Tersandro, es vctima de un naufragio (5.23.4), o inclusose relata una falsa historia sobre otro supuesto nufrago (6.9.2). En fin, protago-nistas y personajes secundarios navegan con una alta frecuencia en esta novelay, de nuevo previsiblemente, estos muchos pasajes deberan aportarnos una nutridainformacin. Todos stos son extremos que deben confirmarse y slo los datosy su anlisis nos pondrn en la posicin justa.

    No es ste, por otra parte, el lugar para referimos a ciertos aspectos conco-mitantes con las navegaciones, que se aprecian en diferentes novelas y que dealgn modo pueden en ciertos casos tener que ver con la terminologa estudiada.Por ejemplo, las comodidades o incomodidades a bordo para los viajeros, el posi-ble precio de un pasaje, determinadas cuestiones tcnicas, como la propia termino-loga de los componentes del barco o de la navegacin, etc. De algunos de ellostrataremos en otro lugar. Aqu slo mencionaremos el hecho, que lgicamentetiene que ver con los trminos navales, de que lo ms usual en la realidad deaquellos tiempos debi ser la presencia de pasajeros eventuales en barcos mer-cantes, y esto es justamente lo que vemos que sucede, por ejemplo, con la navede Licas en el Satiricn (101) y en diversos momentos en las propias novelas

    3 "Romans grecs et navigation: Le voyage de Leucipp et Clitophon de Beyrouth en Egypte",Archaeonautica 2 (1978) 265-280.

    375

  • MXIMO BRIOSO SNCHEZ

    griegas. Heliodoro nos ofrece incluso una breve escena en la que el sabio sacer-dote Calasiris concierta con unos mercaderes fenicios el embarque correspondiente(4.16.9 s.). Tambin recordaremos, por ejemplo, y como una excepcin a las ex-clusiones anteriores, que existan a veces camarotes o algn tipo de construccina bordo que servan de refugio a los pasajeros, a lo que alude un trmino comoOaXalfriys. (sc. vag)4 , aunque casi siempre en naves particulares de lujo5 , loque apenas ocurre en el gnero que nos ocupa y puede explicar que tal trminono se d en nuestras novelas.

    Entrando ya en nuestro tema, podemos comenzar por recordar que la piraterareflejada en el gnero apenas apunta a una ocupacin en gran escala, siendo elcaso de Apsirto en Jenofonte un tanto excepcional. Individuos como Tern, enCantn, o Traquino, en Heliodoro, representan el tipo de pirata ms usual, y confrecuencia se trata de una profesin disimulada o combinada con otros oficios,sobre todo con el de pescador o mercader. An se podra citar otro pasaje, en Je-nofonte de feso, donde, en este caso tratndose igualmente de una piratera detono menor por cuanto solamente fluvial, unos bandidos llegan a utilizar una flo-tilla de barcazas en el Nilo (5.2.7). Para nuestro tema, sea como sea, la pirateratiene un inters particular desde el momento en que semejante actividad puedellevar a que se especifiquen clases de barcos utilizados en ella, precisamente por-que este oficio requera navos de tipos especiales y tambin diversos en funcinde la zona de actuacin y de sus presas presumibles. En Heliodoro aparecen justa-mente los hombres del pirata Traquino tripulando una nave muy apropiada porsu ligereza, un Chca-rog (o diah-Lov), que, por contraste con una pesada aKgcargada de mercancas pero con mayor velamen, logra tomar ventaja con el impulsode sus remos cuando el viento decae (5.23.3). En Jenofonte de feso los piratasque asaltan la nave de los recin casados tripulan en cambio una gran trirreme(v TpiOEL p_EyXr,i: 1.13.1), pero el motivo alegado para la posterior sorpresay la captura es simplemente la dejadez de los marinos, lo que encaja narrativamentecon la inevitabilidad del orculo, pero armoniza ms escasamente con la verosi-militud. En Longo, unos piratas de Tiro tripulan una -IjinoXa (1.28.1), es decir,un navo peculiar por la distribucin de sus remos y tpico de los piratas, comoatestigua expresivamente Teofrasto (Char. 25) y su no rara identificacin comoXticr-rpticv Trbiov tambin en otros textos, pero que como tal trmino no reapareceen el gnero. Otro pasaje en el que, en circunstancias distintas y sin piratas, seofrece una contraposicin entre diferentes tipos de navos y sus consecuenciaspara la navegacin se lee en el fragmento del relato que llamamos ms usualmenteHerplide. Ah se plantea un vivo debate entre los pilotos de unas naves ante las

    Los pasajes usualmente citados donde se emplea el trmino ElaXcittilys- (Kifis) DS 1.85,Str. 17.1.16 y Ath. 5.204d nos sitan en un contexto egipcio y corresponden a la navegacin por elNilo. Las KOT v rrpttvriv &Ocias que se citan en El navo de Luciano (5) se encuentran encambio en un gran mercante que navega por el Mediterrneo.

    5 Cf., por ejemplo, R. Chevallier, Voyages et dplacements dans l'Empire Romain (Pars 1988)110-112.

    376

  • ASPECTOS DEL VIAJE EN LA NOVELA GRIEGA ANTIGUA...

    sospechas del riesgo de una borrasca. A pesar de ello, se nos informa de que,mientras una ImyetX-ri vag, ms lenta en zarpar, y un dxcuros no llegan a hacersea la mar, una Tropls, ms rpida en maniobrar, afronta ya en alta mar la tormenta.

    La variedad de trminos no es, pues, tan limitada en el gnero en este terrenocomo posiblemente cabra esperar de sus inclinaciones idealistas. Por supuesto,vatis es el ms usual con gran diferencia, como nombre muy genrico y bastanteneutro, y est seguido en frecuencia por o-Kchog, Tpupqs . y TrXdlov, el primeroy el tercero por idntico motivo sin duda. Todos los autores cuyas novelas lee-mos completas utilizan vaik de modo abundante, lo que no ocurre en la mismaproporcin con los otros trminos citados. El ejemplo ms sealado en esta con-vencionalidad es el de Longo, que slo emplea una vez un nombre ms concreto,como es el de la mencionada niioXa, y a sta misma las otras veces y a todossus dems barcos los llama simplemente vas. A veces se precisa un tanto msel sentido con un adjetivo como iiyas: por ejemplo, en la citada Herplide, enun lugar de Jenofonte de feso 6 o en Cantn 8.6.1, donde se trata de la flota deguerra cuyo jefe es el triunfante Qureas; o, por el contrario, con pu.xp, comoen Longo, para referirse a la navecilla con que viajan placenteramente por lascostas de Lesbos los jovencitos adinerados de Metimna (2.12.1) y que es de tipotan ligero que se puede varar con facilidad cada noche por temor a una posibleborrasca (2.12.5). Igualmente se aaden chop-rg o p.axps, con una distincin quese establece en el mismo Cantn: cuando su flota blica est a punto de entraren el puerto de Siracusa, Qureas simula que l y sus hombres son mercaderesy que, por tanto, lo que se divisa desde tierra debe interpretarse slo como ungrupo de naves de carga (g p.Tropoi, chop-ra 1)pov-rEs), en tanto que los recelosossiracusanos sospechan, con razn, que no se trata de mercantes (chopT8ag...vars),sino de buques de guerra y trirremes destinadas a ese uso (aXet p.axpets [cal t'os'K TroXtiou Tpil'ipas: 8.6.4). Y en Longo, de nuevo, basta una mnima precisincomo la de vaDs. CtXtwv (3.21.1).

    Tpipris se lee en otros muchos lugares de Cantn, todos desde luego paradiversas naves de guerra, incluido un pasaje en el que, desde la perspectiva delpersonaje del sirviente Focas, esta calidad de navo guerrero (Ti gnp-ri vatiaxov:3.7.1) se subraya. En Jenofonte, el otro nico autor en emplear el trmino, se uti-liza, como vimos, para la nave pirata que aborda la de los protagonistas (1.13.1,14.2 y 4). El que Tpi-pris se encuentre con tanta frecuencia en Cantn y en cam-bio no se lea ya despus de Jenofonte puede deberse perfectamente al menor inte-rs en el ennoblecimiento de los textos sobre la base de la emulacin historiogrfica.Y debemos recordar tambin de paso que Longo no recoge el trmino y slo em-plea el asociado Tpiripapxa (4.35.3), y esto a pesar de narrar una campaa naval.

    6 Nos referimos desde luego al navo en el que parten los recin casados Anta y Habrco-mes y su comitiva hacia Egipto y que parece fletado slo al efecto de transportarles (1.10.4-6), loque se correspondera con el lujo que el autor atribuye a esta expedicin y supone una nota bastanteexcepcional en el gnero.

    377

  • MXIMO BRIOSO SNCHEZ

    Por lo que se refiere a un trmino tan banal, pero ms preciso, como axets,se utiliza en alguna rara ocasin en algunos novelistas (nunca en Jenofonte defeso), como cuando en Cantn se usa de pasada para referirse a unos mercantesfondeados en las cercanas del tica (1.11.8) y, en Aquiles Tacio, en la descripcindel puerto de Sidn (1.1.1). Heliodoro lo emplea veintids veces en cambio, perosiempre para nombrar la misma nave de carga que lleva a los protagonistas desdeDelfos a Egipto. Heliodoro nos presenta esta UKcs ya en el arranque de su re-lato, anclada en las costas egipcias y luego su travesa se nos describe retrospec-tivamente en sus diversas etapas, con la inclusin de su desdichado y decisivoencuentro con una nave pirata. En cambio, Heliodoro no ofrece detalles sobrelos medios navales empleados en otros viajes, que evidentemente son secunda-rios, como es el caso de los de Calasiris en su destierro de Menfis hasta arribara Delfos, con slo la indicacin de haber atravesado el Golfo de Crisa y desem-barcado en Cirra (2.26.1), o el del sacerdote Canicies desde Delfos hasta muy alinterior de Egipto (2.29.5).

    Ya hemos dicho que rrXotov es un trmino empleado con cierta abundanciay casi siempre con un sentido francamente neutro. Heliodoro lo excluye sin em-bargo. Lo leemos, en Cantn, aplicado a la nave del pirata Tern en 1.13.4, 2.4.8,3.4.6, 8.7.7 (donde convive, como veremos, con el ms especializado Karig) yen el mismo autor vale, tal como yak. en 3.5.6, para las trirremes (3.5.8, 8.4.7),en tanto que en 8.6.3 se especifica que estamos ante una barcaza de remos(Korrrfipcs. rrXo-tov) para uso en el interior de un puerto. En Jenofonte TrXo-tovest o parece estar referido a naves mercantes (2.9.2, 11.10, 5.3.3, 5.10.2), mien-tras que en 3.8.5 se aplica a una en que huyen unos ladrones de tumbas. EnAquiles Tarjo se emplea en sentido /ato para un simple bote (XpPog: 2.18.5),como en 4.12.5 para los lupe( Kal cacha de las marismas del Nilo, que inclusopueden cargarse a las espaldas de los bateleros, mientras que en 5.7.3 se trata debarcos que suponemos relativamente ligeros y anclados en Faro, algunos de loscuales persiguen a un GKCI)09 tripulado por piratas locales, en tanto que en otroslugares designa mercantes (2.31.1 donde convive con m(009, 3.5.1, 5.9.3 y5.10.1).

    ZKcI)os. es igualmente ambiguo y de amplio espectro en su aplicacin. Nolo utilizan ni Cantn ni Longo, pero en cambio s Jenofonte y, sobre todo, Aqui-les Tacio y Heliodoro. Ya el primero lo emplea tanto para un barco pirata decierto porte, puesto que lleva a Anta desde Tarso hasta Alejandra (3.8.5), y parauna nave que suponemos un mercante (4.4.2), como para simples barcas que na-vegan por el Nilo (5.2.7). En Aquiles Tacio se utiliza el trmino para la vatisparticular de Calstenes (2.17.1) y para otros navos que, como en 2.27.3, 2.31.6,etc., circulan por el mar, como es el caso tambin de la nave que conduce a losprotagonistas de Benito hasta Alejandra, para todos los cuales se emplean indis-tintamente vailis y TrXolov, y para aquella en la que viajan como recin casadosMlite y Clitofonte desde Alejandra hasta feso (5.15.3 y 8.10.9). Asimismo,vale para las barcas de los Vaqueros en el Delta (3.20.5) y la tambin pirata que

    378

  • ASPECTOS DEL VIAJE EN LA NOVELA GRIEGA ANTIGUA...

    secuestra a Leucipa en Faro y que suponemos de uso slo local (5.7.2 y 16.1 s.),as como para una barcaza que hace la breve travesa de Alejandra a la muy cer-cana Faro (5.6.1). Incluso se aplica el trmino a un humilde Xp.Po que sirve demero apoyo en el secuestro de Calgona y para el cual, como vimos, aparece tam-bin usado TrXdlov (2.18.4 s.; cf. de nuevo 8.17.2). La situacin es muy semejanteen Heliodoro, que emplea el trmino igualmente para los botes de los Vaqueros,pero de un modo que es un tanto complejo, por no decir equvoco. As, en 1.5.3s. y 1.7.1 se trata de barcazas que valen ya sea para trasladarse por los ramalesdel Nilo, ya sea como viviendas, lo que no le impide referirse a las KaXflat ochozas en que aqullos habitan (por ejemplo, en 1.30.2), mientras que en otroslugares el mismo trmino sirve para designar unos botes hechos de un tronco ytan livianos que slo admiten a bordo a tres personas a la vez (1.31 s.). En 2.22.1designa un tipo no descrito de barca, tambin en el Delta, y que sirve de mediopara trasladarse por el ro los particulares mediante pago (Eig xpElav Toti81arropOild)Elv Tr'1 pla%), al igual que los botes que emplean los Persas paracombatir a los Vaqueros (5.5.4). Y otras veces son naves que navegan por el mar,exactamente como en Jenofonte y en Aquiles Tacio, como ocurre con el mercantefenicio (6)nKets) que hace tan prolongada ruta como la descrita en 4.16.6 y quetransporta a Calasiris y sus protegidos de Delfos hasta Egipto poco despus. Perotodava cricchos se emplea en esta novela, bien que con la precisin in-rripETiKv,para un simple bote auxiliar (5.24.2 y 25.3), es decir, el tipo de chalupa usual-mente remolcada que, por ejemplo, Aquiles Tacio llama choXics . en el pasaje dela tormenta y el naufragio (3.3.1, etc.) y Heliodoro OXiclov en 5.24.5. EKetchrison igualmente las barcas empleadas, en el mismo Heliodoro, en el asedio deSiene (9.5.6 y 7.1).

    IlopOptEiov, que volveremos a mencionar luego acerca de unos pasajes espe-cialmente interesantes de Cantn (2.3.3 y 3.2.11), responde ya a un sentido msparticularizado, al estar indudablemente aplicado ah a barcas de uso costero ypor tanto de escaso volumen, y se reencuentra, de los cinco novelistas que lee-mos con un texto completo, slo en Heliodoro y, en efecto, siempre utilizadopara barcos igualmente ligeros y costeros o fluviales. En 1.5.3, 31.2 y 2.12.1 seemplea para una navecilla del Delta del Nilo llamada tambin oKchos, mientrasque en otros lugares (9.5.4 y 5, 6.1 y 8.5) se trata de barcazas que intervienenen el asedio de Siene (que hemos visto denominadas igualmente aKeterl) y en10.4.6 de almadas o canoas muy livianas hechas con caas y que se utilizan enlas aguas interiores que bordean Mroe. De stas incluso se nos describe concisa-mente el modo de su construccin y para subrayar su pequeez y ligereza Helio-doro emplea el diminutivo oxetcluov, la nica vez en todo el gnero.

    Existe, adems del ya citado Tropep.EIov, un pequeo repertorio de nombrescon valores tambin ms especializados. Ya hemos mencionado choXicls. y4x5XK1ov, cuya existencia denota la importancia de la nave a la que sirven debote de salvamento. En Cantn se emplea Tropells para una simple barca con laque se atraviesa el ro Efrates (5.1.7), del mismo modo que Heliodoro usa el

    379

  • MXIMO BRIOSO SNCHEZ

    mismo trmino en 1.30.1 y tambin o-Kchos para botes con los que se navegapor el Delta del Nilo (cf. 1.30.2, 5.5.4...). Ya hemos visto el empleo de XRpocomo barca de escaso porte en Aquiles Tacio, pero que, aadamos, admite hastauna veintena de personas a bordo, y lo mismo sucede en Heliodoro (1.14.3),donde se nos proporciona el dato de que los pasajeros pueden utilizar inclusouna escala (CuroPapa) para descender de ella. Karig, un nombre slo usadopor Cantn, se utiliza con frecuencia para la nave del pirata Tern (1.7.6, etc.),respecto a cuya tripulacin se nos informa de que la forman diecisis individuos(1.9.2), lo que le permite a la afligida cautiva Calrroe contrastar su pequeez

    iicpg: 1.11.2) con las poderosas trirremes de Siracusa, y en el curso del relatonos enteramos tambin de que navega tanto a vela (1.11.1) como a remo (1.12.1).Igualmente este trmino se aplica a un navo en el que llega un correo egipcioal campamento de Qureas (8.2.1). Estamos ante un nombre que, una vez msen la lectura de Cantn, muestra su fuerte afinidad con la historiografa clsi-ca, puesto que es un trmino utilizado en sta con cierta frecuencia y justamentepara un navo de escasas dimensiones, rpido y a veces auxiliar de otros ma-yores.

    Por lo que atae a los fragmentos, conviene insistir en que son muy parcosen este terreno, lo que debe tomarse naturalmente con las debidas reservas. He-mos mencionado, no obstante, un pasaje entre los restos de Herplide que me-rece una atencin especial. En los fragmentos no aparece un trmino tan precisocomo Uns. , mientras que nopOptov slo en Tefnut7 , hace ya tiempo descartadode entre los textos de novela, y TrXDiov exclusivamente en Anta y en el llamadoSueo de Nectanebo, en este ltimo caso como referencia a una barcaza del Nilohecha de papiro (rrarrpivov) y de la cual se nos ofrece incluso la equivalentedenominacin egipcia (transcrita como 15c,543) 8 . Pero sobre todo debera sorpren-der, si la escasez de estos textos y su azarosa conservacin no nos impusieran lamxima reserva, el que vais tenga tan rara presencia en ellos: slo cinco men-ciones, de ellas tres en Herpide, otra en Nino y la ltima en una descripcin depoderes mgicos en el P. Mich. inv. 5, en un contexto adems abstracto. Y qupodra comentarse de la total ausencia de Tptiprig y los trminos emparentadossi no tropezramos con el mismo problema? Por su parte, otro de los de uso ge-neral, michos, solamente se lee en Nino, en el episodio del naufragio y, segntodas las apariencias, para referirse al mismo navo que el veis posterior, y enel P. Harris 23, en un contexto muy oscuro. En cuanto a los nombres que hemosrecogido en las novelas para embarcaciones de tipo menor, no aparecen atestigua-dos Kang, Xi43os, choXiclg, chXiciov y ktioXa, mientras que dicaros, CiKTiov

    7 Fr. F, col. II, 11. 67 y 70 en la edicin de S. West ("The Greek Version of the Legend ofTefnut", The Journal of Egyptian Archaeology 55 [1969] 161-183), con la grafa TrpoOkEiov, muy co-rriente en papiros.

    8 Apenas hace falta advertir que hoy por hoy tambin este texto tiende a ser excluido de lascolecciones de fragmentos tenidos por novelescos. Lpez Martnez, sin embargo, s lo incluye en suedicin (con el nmero 1), mientras que no hace lo mismo con Tefnut.

    380

  • ASPECTOS DEL VIAJE EN LA NOVELA GRIEGA ANTIGUA...

    y TropAii( slo y segn vimos en Herplide, un texto que se revela una vez mscomo muy excepcional.

    Pero todava antes de entrar en la segunda parte de nuestro estudio convieneque tengamos en cuenta que esa especie de neutralizacin semntica que con-siste en emplear indistintamente diversos nombres para cualquier tipo de navo,en especial si ste es al menos de tamao mediano y no posee una funcin o dis-posicin particular, no es rara en griego en absoluto, por lo que sera insensatosacar de ah alguna conclusin general respecto a la novela. Si tomamos otrotexto imperial, tambin de prosa de ficcin, como El navo de Luciano (11Xotovfi Ei,xaL), vemos que para una misma nave mercante, sta de extraordinarias di-mensiones, se utilizan vaDs, TrXoiov y owet(hos, en tanto que para otras embarca-ciones, menores o ms especializadas, leemos axach(Stov (15.6), Tpifiprig (32.8)y lurraywyol (sc. vfiEg: ibid.). El reparto, aunque en unas pocas pginas, es muyparecido al que se da en las novelas, con la salvedad sobre todo de la ausenciadel esperado Xicets. , y responde a un uso bastante normal. Luciano, sin embargo,muestra en su texto cierto conocimiento de la terminologa nutica, como sucedetambin con algunos de nuestros novelistas. Pero de la neutralizacin citada nadiedebe sorprenderse. Si hay lenguas, como el espaol, que son ricas en trminosnuticos, tambin se da, por aducir el ejemplo de nuestros clsicos, una equiva-lencia evidente de palabras como nave o navo, barco o embarcacin, bajel, in-cluso el ms raro buco, etc.

    Respecto al viaje terrestre, los novelistas tampoco son siempre precisos encuanto a los medios utilizados. No es raro, por el contrario, que ese dato quedeignorado. Y, ya en este segundo apartado, comenzaremos por sealar que en Ca-ritn leemos un notable pasaje que intencionadamente slo hemos mencionadode pasada porque nos permite introducir ya ahora esta variante del transporte.Para desplazarse desde Mileto a la villa rural de Dionisio se hace el camino tantopor mar como por tierra, al estar la finca situada oportunamente en la costa, yse recurre a vehculos y caballos o a barcas: TrapEo-xectCov fivoxot p.11) xfip.a-ra,Irruoicp a S Yurroug, vaikai 81 TropOpia (2.3.3), una doble posibilidad quese repite pero con especial intencin en 3.2.11, ya que, mientras el amo viaja deregreso en un carruaje (Tri xfilicrros.), hace que Calrroe sea llevada ms discre-tamente de atardecida por mar (8Let TropOp.Eou) hasta su mansin, que tambinde modo muy oportuno se levanta junto al puerto. Por lo que se refiere a los me-dios terrestres, tenemos ya aqu compendiados los dos ms usuales, el caballo yel carruaje, segn vamos a ver reiteradamente en los dems textos.

    El caballo es un animal de alta frecuencia en los relatos, lo que sorprendepor cuanto, sobre todo para viajes largos, fue en general poco usado en el mundogrecorromano. De modo que trminos como `11Tri-ros- y luTrEs aparecen de modonutrido, complementados por otros emparentados. Las pretensiones pseudohist-ricas de diversas novelas llevan, por ejemplo, a la narracin de grandes campa-as militares, en las que usualmente hay un gran despliegue de caballera. El mo-mento ms espectacular es, sin duda alguna, la intervencin y descripcin de los

    381

  • MXIMO BRIOSO SNCHEZ

    famosos catafractos o jinetes acorazados en Heliodoro 9.15. Estas acciones gue-rreras dan lugar desde luego a la presencia de otro animal que poda dar realcea los textos en el mismo sentido, como son los elefantes, que aparecen en lascampaas de Nino, en Cantn, en un catlogo de los medios blicos del GranRey (6.8.7), y en Heliodoro, esta vez como parte del ejrcito etope en la granbatalla contra las fuerzas del strapa Orondates, con el dato aadido de que elrey Hidaspes los sita justamente en el centro de su ejrcito y haciendo frente alos citados catafractos persas (9.16.3). Y tambin encontramos un despliegue degran nmero de jinetes en un pasaje como es el de la lucida cacera de la Cortepersa en Cantn 6.4.1-9.

    Pero hay varios aspectos que nos interesan en especial en relacin con el ca-ballo. En primer lugar, las diversas ocasiones en que sobre todo los protagonistasmasculinos y, en general, ciertos personajes jvenes pero siempre varones exhibensus excelentes condiciones como jinetes y se alude a la prctica de la equitacin,lo que significa un status social alto y seguramente un hecho usual en la realidad.Ya en Jenofonte de feso se alude al hbito de la equitacin y de Habrcomessabemos desde el comienzo del relato que es un excelente jinete (1.1.2), lo quees coherente con sus largos viajes a caballo. En este autor, en el que las indicacio-nes sobre los medios terrestres de locomocin no son tan escasas como quizscabra esperar en un texto con tan fuerte tendencia a la concisin, leemos efec-tivamente que su hroe sale de Tiro a caballo en busca de Anta (2.12.3) y luegose dirige con Hiptoo, tambin ste a caballo, hacia Cilicia (2.14.5), continuandotodava un largo camino hasta Mzaco, en Capadocia (3.1.1). Del mismo modo,en Aquiles Tacio, la equitacin puede ser una gran aficin juvenil, segn com-probamos en la historia referida al Trott81K de Clinias (1.7,1 y 1.12-14) o cuandoClitofonte se gana el aprecio de un jefe militar en Egipto al practicar en su pre-sencia unos hbiles ejercicios propios de la hpica de combate (Ta troXEpov-rwvoxijwtara: 3.14.2) y todava en la referencia a las aficiones y excelencias de-mostradas por Calstenes para ganarse la confianza de su futuro suegro (8.17.8s.). Y por su parte Tegenes, en Heliodoro, demuestra ser un perfecto jinete enun espectacular episodio en las cercanas de Mroe (10.28.4-30.5). En segundolugar, esa misma asociacin de la equitacin con los varones es coherente con elhecho de que el viaje a caballo es especialmente tpico de los hombres (cf. luegosobre Heliodoro 4.18.1), de suerte que, cuando leemos que una mujer cabalga,esto es indicativo de una situacin siempre especial, incluyendo por supuesto loscasos en que existe una notable urgencia. Por ejemplo, en Babilona-cas ambosprotagonistas han de huir a caballo, dado el feroz acoso que padecen por partede los esbirros del rey Garmo (cf. tambin fr. 21), as como, en Antonio Digenes,Derclide tambin huye a caballo de la persecucin de los Celtas (109b23 s.). YCariclea cabalga en Heliodoro en dos ocasiones en que se encuentra cautiva ypor tanto no decide su voluntad: cuando acompaa forzosamente al eunuco Bagoasdesde Menfis (cf. 8.14 y 8.17.5) y cuando, tras ser capturada previamente por lasgentes de Tamis, se convierte al igual que el herido Tegenes, en un paradjico

    382

  • ASPECTOS DEL VIAJE EN LA NOVELA GRIEGA ANTIGUA...

    relato, en jinete, mientras que el propio jefe de los bandidos camina a pie a sulado (1.4.2 s.). Pero aun hay unos significativos pasajes del mismo Heliodoro quepueden aducirse aqu a este respecto: cuando se produce en Delfos el falso raptode Cariclea por parte de los jvenes tesalios, se nos indica que las muchachasque forman parte de la expedicin parten de vuelta antes, "ya que caminaban msdespacio" era CrX0XCLLTEpOV 13a8ZEiv 1vKa: 4.16.1), en tanto que los varoneslo hacen ms tarde a caballo (4.18.1).

    Cuando se trata de mensajeros y se especifica este detalle, se da a veces elempleo del caballo, dependiendo lgicamente de la distancia o tambin de la ur-gencia. Por ejemplo, en Aquiles Tacio, Tersandro enva al campo, ante Sstenes,un recadero a caballo, a pesar de la escasa distancia que media entre la finca yla ciudad, pero es la extremada premura la que lo impone (7.10.3); en Heliodoro8.15.1 aparece un mensajero a caballo baado en sudor y, ms tarde, unos correosse adelantan a caballo con relevos de sus monturas en direccin a Mroe paraanunciar el triunfo de Hidaspes (10.1.3). Pero otras veces el mensajero se des-plaza modestamente a pie, segn vemos en el ejemplo del udromo de nombrebien significativo (8T1 1-jv airr;) lpyov Tp)(Eiv: 4.5.2) de Longo, en tanto queel seorito stilo y su parsito accedern luego al campo a caballo (4.10.1) y susamos mayores harn luego el mismo recorrido en vehculos. En otros pasajes, encambio, no se hace referencia alguna al medio con el que viaja un mensajero,por ejemplo, en Jenofonte de feso, cuando un esclavo porta una carta desde Si-ria hasta Tiro (2.12.1), pero ste no es sino un caso ms de tantos en los que semenciona un viaje terrestre sin una mnima alusin a cmo se realiza.

    El caballo puede significar naturalmente la mxima velocidad imaginable entierra. Un ejemplo dramtico se nos ofrece en Heliodoro: el strapa Orondates,derrotado, abandona su carro y huye del campo de batalla a lomos de un caba-llo (9.19.1). Pero tampoco falta algn texto en el que ese principio general resul-ta anulado por un hecho asombroso. Nos estamos refiriendo naturalmente a unapgina de Heliodoro, en la que se narra una escaramuza entre Persas y Etopes:ah se nos cuenta cmo los nmadas etopes llamados Trogloditas pueden so-brepasar en velocidad a pie a los jinetes persas (8.16.5).

    Los caballos reciben en diversas ocasiones su denominacin de origen, loque creemos que merece ser destacado: as, en Cantn 6.4.2, en el fragmento 7de Babilonacas y en Heliodoro 9.19.1 se habla de un caballo "de Nisa", lo que,como sabemos por Estrabn (11.13.7 y 14.9), era garanta de regia calidad y escoherente con las figuras que montan estos animales en las novelas: reyes o unstrapa en el ltimo pasaje citado de Etipicas. Noticias como la que se lee igual-mente en Herdoto 7.40 deben haber influido en este tipo de menciones dignifi-cadoras. Tambin se mencionan caballos "tesalios" en Heliodoro 3.3.3, lo que eslgico por tratarse de las monturas de los Enanes, y todava en el mismo autor,cuando un personaje muy secundario como es Aqumenes, el hijo de la sirvientaCbele, parte de Menfis para Tebas, se especifica que monta un caballo "arme-nio" (7.29.2).

    383

  • MXIMO BRIOSO SNCHEZ

    Aparte del caballo y del elefante, se mencionan con carcter minoritario otrosanimales en relacin con los viajes terrestres. Ya hemos recordado cmo los h-roes de Jmblico huyen a caballo, pero igualmente lo hacen en otro momentosobre asnos. Este humilde animal slo vuelve a mencionarse en Jenofonte defeso, pero como bestia de carga, con la importante salvedad de El asno, en quetiene un papel excepcional. Y no sabemos desde luego si los asnos se incluanentre las acmilas que acompaaban la expedicin de Dionisfanes al campo enLongo (4.13.1). Pero cuando Calasiris y Cariclea rehsan llevar algn tipo deanimal de carga (n-roCrov) al partir disfrazados de mendigos de casa de Nau-sicles (6.11.2), y es que en realidad slo transportan consigo un morral y un ha-tillo donde ocultan ciertos objetos preciosos, suponemos que el autor, dadas lascircunstancias, est pensando sobre todo en un pollino. Y otro animal minorita-rio es el camello, en general en el transporte de mercancas. Como montura deun individuo se le encuentra en Jmblico, en el episodio del mdico delator (76a7-20), con el que tienen estrecha relacin sin la menor duda algunos fragmentos(49-52).

    Encontramos tambin a veces referencias a recuas de animales de carga,cuando se trata de expediciones en gran escala, y ah tienen de nuevo su papeltantos los asnos como los camellos. As, el prncipe hind Psamis, que practicaen Jenofonte de feso el comercio y un cierto turismo, vuelve desde Egipto a supas con una caravana en la que se citan camellos, asnos y caballos para trans-portar sus valiosas mercancas (4.3.2). Igualmente la banda de Hiptoo, que pre-cisa medios para transportar su botn, se desplaza con "numerosas bestias de carga(rrroCyia) y no pocos camellos" (5.2.2)9.

    Por lo que se refiere a los vehculos, hay un cierto nmero de trminos y deepisodios en los que se utilizan. Se ha de sealar, lo primero y en sentido con-trario a lo que suceda con el uso del caballo, que, salvo casos excepcionales, seemplean sobre todo cuando los viajeros son mujeres y por lo general de altorango. Y tambin naturalmente cuando se trata de carros de guerra, por ejemplo,los "falcados" persas (8perravr4pov aplicado a &ppm) que se citan, junto a otrosde tipo ligero (tistX(i), en el ya mencionado catlogo de tropas del Gran Rey enCaritn (6.8.7), y en Heliodoro, tanto con referencia al carro particular del s-trapa (9.14.3), como, en plural, igualmente los carros persas ya vencidos (9.20.4).En cambio, en la campaa narrada en Nino contra los Armenios, a pesar de losextraordinarios medios de que est provisto el ejrcito del protagonista (una nu-trida caballera y elefantes y desde luego animales de carga --inToCyia), no semencionan carros, pero la razn debe estar en que el episodio se sita en unazona escarpada. Hemos mencionado ya por otra parte que, en Cantn, se utilizaun tipo de carro (xriii a) en ciertos momentos y se ha de aadir que Calrroecamino de Babilonia con Dionisio viaja, como era de esperar, en un carruaje

    9 Adems de en Jenofonte de feso, al que nos referiremos de inmediato, se menciona el ca-mello tambin en Heliodoro (10.27.1), pero en una comparacin.

    384

  • ASPECTOS DEL VIAJE EN LA NOVELA GRIEGA ANTIGUA...

    que suponemos muy cmodo y provisto de una cubierta desplazable (TriCtp[taillrig ial auvKetXuli T-) cricriviv: 5.2.9)', mientras que l lo hace parteen el mismo vehculo, parte a caballo. En un pasaje cercano se lee el nico empleode 84pos en una novela completa (5.3.10)", como equivalente a la pi_tlialacitada o al menos a la parte correspondiente a su caja. En el fr. 84 de Babilo-nacas, en un contexto oscuro para nosotros, se describe el lujoso cortejo de unajoven que se desplaza tambin en una pil[lala con un "nutrido servicio deeunucos y criadas", un trmino que se reitera en el extracto de Focio (75a29 s.),y asimismo en el desfile regio del extenso fr. 1 se nos presenta al monarca deBabilonia en un suntuoso apila de marfil "muy semejanza a una dirvri griega"(este ltimo trmino no vuelve a encontrarse en las novelas). En Aquiles Taciose citan diversos carruajes, a pesar de la escasez de viajes terrestres en este au-tor. En uno de cierta capacidad (6xwor.: 2.31.3 s.) viajan los protagonistas fugi-tivos desde Tiro a Sidn y Berito; tambin se trasladan en un vehculo con lamisma denominacin Mlite y Clitofonte para hacer el corto trayecto desde fesohasta la finca que aqulla posee en las afueras (5.23.2) y a la falsa Lacena, esdecir, a la protagonista Leucipa, se le promete un carro, nuevamente xrpa, parair a buscar al campo las hierbas para sus supuestos bebedizos (5.23.2). Y enLongo el movimiento en torno al rico Dionisfanes y entre su finca y Mitileneincluye caballos y vehculos (UITTFOIS KU (EryEcrt: 4.33.2). Y todo hace suponerque en un pasaje precedente, cuando se narra la llegada del hacendado y los su-yos a su finca, tiene ese mismo sentido el ambiguo trmino KTfivos en la expre-sin -rTiv epuPos TroXi,s. KTrivCw (4.13.1). En esta novela tenemos tambin el nicoempleo de Chictla en el gnero, en una expresin comparativa (arrEp Xavwvap.alav: 1.30.5)12.

    En relacin con este ltimo pasaje citado debemos aadir que algn trminopara carro se emplea en contextos ajenos al viaje o incluso a cualquier clase dedesplazamiento, en concreto con sentido metafrico, como el Cpila Pao-IXtKvque se lee en Cantn (6.4.10) por el poder regio en Persia. En Heliodoro halla-mos otro uso relativamente cercano cuando, en 9.22.2, el vencedor rey Hidaspescabalga su elefante comparado a un carro de triunfo (So-TrEp ch'dpp.a-rosX4CtliT09). Y otras menciones de carros, como ocurre con el muy suntuoso quegobierna Cariclea en el festival de Delfos (3.4.2), son tambin extraas propia-mente a nuestro tema.

    Pero aun queremos hacer observar una cuestin particular y que se refiereen concreto a los viajes por Egipto. Respecto al tema del transporte y del viajeen general en ese pas es notable la diferencia entre Jenofonte de feso y He-

    I Cf. pp..p.ala... atrylcocaXuttp.bq en 5.3.10.II Otro se encuentra en Anta, en un contexto que parece corresponder a un festival, y toda-

    va un tercero, quizs en un cortejo nupcial, en el fragmento del P. Berol. 10535, ajeno tambin altema del viaje y con un sentido diferente.

    12 En el muy dudoso en cuanto a su adscripcin al gnero P. Harris 23 se lee dittab, peroel muy precario contexto no nos permite tener certeza alguna.

    385

  • MXIMO BRIOSO SNCHEZ

    liodoro, por un lado, y Aquiles Tacio, por otro. Es un hecho sealado por Her-doto que desde los tiempos de Sesostris Egipto dej de ser un pas cmodo paravehculos terrestres y caballos, al haberse trazado toda una compleja red de ca-nales (2.108). En este punto, como en tantos otros, posiblemente haya que atri-buir una mayor proximidad a la realidad al tercero de estos novelistas, cuyos des-plazamientos por Egipto son predominantemente acuticos y fluviales. Cuandoen su novela se hace el primer intento de dirigirse desde Pelusio a Alejandra senos dice que la navegacin era por el Nilo (3.9.1), lo que sin duda quiere decirpor los canales correspondientes, y ms tarde se describe prolijamente el laberintode ramales por el que transitan fcilmente los bandidos con sus ligeras embar-caciones". No obstante, tambin los Vaqueros del Nilo utilizan en Aquiles Taciocaballos para sus marchas por el Delta (cf. 3.12.1), con el detalle aadido de quemontan a pelo, todo acorde con su grado de salvajismo. Un dato que recuerdalas cabalgaduras empleadas por los hombres de Tamis en parajes semejantes enel relato de Heliodoro. Sin embargo, se ha de reconocer en honor de la exacti-tud que Jenofonte nunca menciona carros, sino, tal como ya se vio, recuas parael transporte por este pas.

    Cabe extraer de todos estos datos algunas conclusiones que sean tiles paranuestra comprensin del gnero novela en Grecia? En primer lugar, recordare-mos un dato que ya hemos sealado: el caso especial de Longo, que a la vez queutiliza un trmino muy particular para una nave pirata (Tjp.LoXa), y que es sos-pechoso de ser una herencia literaria, en el resto de sus menciones de naves secomporta con la mxima convencionalidad, al reducirlas todas al banal vag. Unavez ms Longo confirma su inclinacin hacia una curiosa mezcla de minima-lismo, que le lleva a observar detalles cotidianos y simples, y de irnico idea-lismo buclico, que lo sita en un refinado nivel de abstraccin. En cuanto a losmedios terrestres, Longo, igualmente parco en desplazamientos de cierta entidadpor tierra, se revela tambin muy pobre en la presentacin de circunstancias id-neas y por consiguiente de trminos.

    La abundancia de nombres equivalentes y poco expresivos es notable en todoel gnero y muy poco significativa, como hemos comprobado con la compara-cin con algn otro texto ajeno a aqul, aunque tambin de ficcin. Hemos se-alado a la vez que la ausencia de Tpujprig de los textos tardos puede tener unajustificacin propia. Pero al mismo tiempo conviene hacer notar aqu que esaausencia es ms subrayable en Longo, puesto que ni en Aquiles Tacio ni enHeliodoro hay batallas navales en el mar en las que fuera esperable que apare-ciesen trirremes, en tanto que en Dafnis y Cloe s hay una accin de una flotade guerra. La cuestin, pues, parece ms interesante si nos aplicamos sobre todoal anlisis del uso de los trminos ms especializados. Pero en este punto unaconclusin debe tener en cuenta la variedad de situaciones, en particular en aque-llas novelas en las que se nos relatan episodios de navegacin costera o por ros,

    13 A uno de esos canales alude Jenofonte de feso precisamente (4.1.3).

    386

  • ASPECTOS DEL VIAJE EN LA NOVELA GRIEGA ANTIGUA...

    as como una diversidad superior de viajes terrestres, que dan lugar a ms posi-bilidades terminolgicas. Pero al mismo tiempo la mayor variedad de situacio-nes respecto a un modelo como el representado por Cantn es un paso tpico delas novelas tardas, proclives a un abanico ms variopinto de sucesos. Es lo queocurre justamente con Aquiles Tacio y con Heliodoro, que emplean trminos na-vales como, el primero, Xp.flos , choXifis y Xicetg , y, el segundo, Xpl3og, l)Xictov,aKet(inov, TropOpis, Cm-ros y Ket-nov y Uds. El autor de Etipicas, entre losnovelistas de los que nos es dado leer una novela completa, tiene la exclusiva enel empleo de Chorros- y dKet-nov, as como del diminutivo o-1~ov. En cambio,un novelista como Cantn, que no es precisamente escaso en trminos, aporta supropia exclusiva, Karig, pero cuya herencia historiogrfica puede rastrearse f-cilmente. En el nivel de los trminos del transporte terrestre, tenemos un animalque desde nuestro punto de vista ahora no es especialmente significativo, comoes el caballo, por su presencia en tantos textos. Los elefantes estn vinculadossin la menor duda a las altas pretensiones pseudohistoriogrficas de ciertas no-velas (Nino y las de Cantn y en cierto modo Heliodoro)' 4 . El asno, en cambio,as como las referencias a las bestias de carga, pueden denotar un grado menoren las pretensiones de los textos, una mayor preocupacin por aspectos ms mo-destos de la realidad: que el asno sea exclusivo de Jenofonte de feso y de Ba-bilonacas, que tantas afinidades parecen guardar, es muy sintomtico. En cuantoa la presencia del camello, creemos que puede hacerse la misma afirrnacin15.Un trmino de guerra como app.a (por supuesto con una calificacin como8pErravrOpov) y naturalmente 84pog (exclusivo, entre las novelas completas,de Cantn) nos sitan en un terreno semejante al que corresponda a algunos delos trminos navales. Vehculos como Cxywa, por ms abundante en Aquiles Ta-cio, o tplin.ala parecen llevarnos en direccin contraria: el primero a un usomodesto y prctico, el segundo a la pomposidad pseudohistoriogrfica de un Ca-ritn y, en este caso, tambin (como ocurre igualmente con anta y tal vez condurVivn) de algunos pasajes de Jmblico.

    Los fragmentos han puesto de relieve una vez ms su precariedad, lo que anadie puede sorprender, salvo esa preciosa excepcin que, para los trminos na-vales, es el texto conservado de Herplide.

    En fin, aunque sea sin un rigor y una discriminacin que no se puede recla-mar de datos terminolgicos de esta especie, nuestro anlisis nos ha deparado al-gunos resultados de cierto inters y que, como tantos otros, corroboran no slolas diferencias entre las distintas novelas, sino sobre todo la existencia de co-rrientes divergentes en el gnero.

    14 Las varias menciones del elefante tambin en Aquiles Tacio (2.21.3-5, 4.3.5, 4.1, 4.4-8 y5.3) no son pertinentes para el tema del viaje o los desplazamientos blicos. Corresponden a una f-bula y a digresiones paradoxogrficas.

    15 La mencin en Heliodoro 10.27.1 es puramente coyuntural, en una comparacin.

    387