52
arqueologías Martínez visualesRosario Domingo

CATALOGO DMR

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Catálogo de la exposición individual del artista Domingo Martínez Rosario.

Citation preview

ar

qu

eo

lo

gía

s v

isu

al

es

Dom

ingo

Mar

tíne

z Ro

sari

o

arqueologíasMartínezvisualesRosar io

Domingo

JUNTA DE EXTREMADURAConsejería de Cultura y Turismo

Consejera de Cultura y TurismoLeonor Flores Rabazo

Directora General de Patrimonio CulturalEsperanza Díaz García

Coordinación técnica de la exposición y el catálogoAgustín Javier Castaño FernándezFernando Pérez GarcíaAna Jiménez del Moral

TextosJosé Luís Cueto LomincharJuan Gómez Bárcena

Música del vídeo‘Quizás las dos hayan cambiado’José Pablo Polo

Diseño y maquetaciónIván Jiménez Ferná[email protected]

ImpresiónGráficas Rejas

EditaEditora Regional de Extremadura

ISBN978-84-9852-214-3

Depósito legal

A mi familiaPor estar siempre ahí, que no es poco

arqueologíasMartínezvisualesRosar io

Domingo

No cabe duda que las Ayudas, tanto institucionales como pri-vadas, son fundamentales a la hora de crear plataformas de apoyo a los jóvenes artistas y así generar un entramado sobre el que sustentar las bases de nuestra historia actual y futura del arte. Han pasado ya 9 años desde que la Consejería de Cul-tura de la Junta de Extremadura creara el programa de ayudas «Francisco de Zurbarán», encaminado a promover las carreras artísticas de los jóvenes creadores extremeños o de aquellos que han apostado por trabajar en el campo de las artes plásti-cas desde nuestra tierra. En estos nueve años, son numerosos los artistas que han podido disfrutar de estas ayudas de muy diferentes formas: con la publicación de catálogos, celebra-ción de exposiciones, asistencia a cursos de formación, etc. Todo ello con el afán de apoyar su trabajo, difundir sus inci-pientes carreras y ayudar, en definitiva, a la consolidación del arte contemporáneo dentro de nuestra sociedad.

Han sido muchos años de esfuerzos que se ven recompen-sados hoy, observando cómo muchos de estos artistas em-piezan a despuntar tanto en el panorama artístico regional como nacional.

La presente convocatoria de 2008 la conforman diferentes trabajos y propuestas de jóvenes creadores, siendo selec-cionados un total de 9 artistas, que sobresalen por su gran calidad, originalidad, trayectoria y aportación personal. Todo ello se traduce en proyectos de gran entidad y muy diferentes entre sí. Junto al uso de prácticas artísticas muy consolidadas como la pintura, la fotografía, la música, el dibujo…, se perfi-lan nuevas propuestas y modos de quehacer artístico deriva-das a veces del soporte utilizado y otras del propio proceso de elaboración. Todo ello queda reflejado en los proyectos de los artistas seleccionados en esta última edición: Juanjo Guerra y Sara Mínguez, Áurea Muñoz, Laura Covarsí, Do-mingo Martínez, Rafael Gómez, Juan Carlos Martínez, Ana Hernández del Amo y Felipe Ortega. A todos ellos nos une la ilusión por compartir un incipiente proyecto, cargado de renovada energía y creatividad.

Estas Ayudas nos permiten medir el pulso y hacer un pronós-tico aproximado de la situación del joven arte extremeño, pu-diendo comprobar que el nivel artístico de nuestra región es equiparable al de cualquier otra Comunidad.

Leonor Flores RabazoConsejera de Cultura y Turismo

¿Qué hacía las veces de la fotografía antes de la invención de la cámara fotográfica? La respuesta que uno espera es: El grabado, el dibujo, la pintura. Pero la respuesta más reveladora sería: La memoria. Lo que hacen las fotografías allí fuera en el espacio exterior a nosotros, se realizaba anteriormente en la interioridad del pensamiento.

John Berger, Mirar

José Luís Cueto LomincharDecano de la Facultad de Bellas Artes de San Carlos de Valencia

La memoria constituye un territorio fértil y una temática in-agotable que ocupa por igual a científicos y artistas: la neu-rología, los estudios sobre el cerebro, sus cualidades y fun-ciones, la historia como retrato colectivo de acontecimien-tos que testimonia nuestra crónica geológica y política o los poetas que deambulan entre lo colectivo como experiencia reflejada en su percepción y lo autobiográfico como reducto intransferible de emociones y sentimientos empíricos.

La cuestionada fidelidad objetivable del registro fotográfi-co no ha hecho sino abonar un territorio, ya denso desde sus comienzos, propiciando una compleja red de estrate-gias y mixturas a la hora de relacionar la fotografía con la memoria y con la identidad. Sujeta desde su nacimiento la suposición inquebrantable de su veracidad, la fotografía ha ido mutando sus sentidos y complicando sus significados, a pesar de que su poder como documento pericial y su ca-pacidad evocadora siempre implican una dosis de reflejo en el que poder establecer reconocimiento, consciencia y relato. Sabemos lo suficiente, quizá por nuestra pérdida de la inocencia, como para dudar y someter al examen de la razón cualquiera de las imágenes que nos son propuestas como relatos objetivos de la realidad, más bien sospecha-mos que siempre se trata de tentativas acerca de su «apa-riencia». Pero no obstante somos como los replicantes de la fábula futurista de Blade Runner, necesitamos afianzar una versión efectiva de nuestro pasado «hilvanada» con las fo-tografías y los momentos que nos sitúan en el mundo y dan

fe de nuestras incidencias vitales. No hay percepción que no esté impregnada de recuerdos, nos recuerda Bergson; la mayoría de las veces, estos recuerdos desplazan nuestras percepciones reales, de las que entonces no retenemos más que algunas indicaciones, simples «signos» destinados a re-cordarnos antiguas imágenes… La memoria constituye el principal aporte de la conciencia individual a la percepción, el lado subjetivo de nuestro conocimiento de las cosas.

El trabajo de Domingo Martínez instala sus objetivos en este territorio de reflejos especulares y registros mnemotécnicos. La memoria como arsenal de imágenes, recuerdos y evoca-ciones constituye un espacio propicio para elaborar discur-sos, lanzar hipótesis, agitar y cuestionar el relato oficial o la fidelidad de cada biografía. Su quehacer irradia derivadas en muchas direcciones que incluyen la posibilidad de la apropia-ción de la memoria, personal o anónima a través de insertos y confortaciones fragmentadas de espacios y tiempos. Por otro lado, la amplitud de soportes, técnicas y procedimientos que maneja despliegan un horizonte de tipologías de registros y archivos. La fotografía y sus metamorfosis, el video o la pin-tura, sirven de mediación entre el relato y la formalización de las distintas hipótesis que señalan una misma incógnita, una sospecha que implica la posibilidad de acordar una conven-ción acerca del tiempo y de la historia; la pequeña historia cotidiana de un pasado que puede ser cualquiera, que puede citar un tiempo común en escenarios parecidos con emocio-nes y certezas compartidas.

La dificultad y el reto de su empresa consiste en la ampli-tud de direcciones, estrategias y procedimientos que utiliza para formalizar sus «tanteos», como si barajara los recur-sos y esparciera después, adiestrado en técnicas, ideas y aparatos, los resultados, enfrentando sus conclusiones y conviviendo en una suerte de galería de tiempos, marcas y lugares. La necesidad de manejar varias disciplinas y en-frentarse a las dificultades técnicas de cada modalidad le ha llevado a formarse en diversos saberes y a superar los ingredientes complejos y determinantes de cada modus operandi. En todo caso, esta aparente dispersión no le se-para de su temática central ni de sus obsesiones acerca del cuestionamiento de los registros y fragmentos de tiempo «embalsamado». Sus reservas sobre la indefinición de es-tos indicios le llevan a incluir implantes y amalgamar sus formas en imágenes ficticias que auguran desconfianza y alertan de su propio dictado.

La psicóloga Elizabeth Loftus de la Universidad de Was-hington ha realizado experimentos relacionados con la ma-leabilidad de la memoria y la inseguridad de sus certezas. Con técnicas de psicología cognitiva realiza implantes en forma de relatos inconscientes en sus pacientes haciéndo-les creer que vivieron una realidad que nunca fue posible. Más que recordar los sucesos registramos los sentimien-tos que los acompañaron, y la fotografía no es más que un dispositivo de enlace, una punzada (un punctum) que en-cadena una espiral de pensamientos y recuerdos, no sólo

visuales, como en aquella maquina quimérica del Doctor Morel que pretendía registrar la totalidad de la percepción de la vida con todos los sentidos y en tiempo real. Quizá por eso el propio Proust desconfía de la memoria consciente, la memoria voluntaria, aquella a la podemos recurrir con el filtro de la razón o la inteligencia. Su método necesitaba imágenes arbitrarias que permitían tentar a su inconsciente y despertar un apartado dormido, un archivo incontrolado que estallara en detalles ínfimos pero efectivos acerca de la reconstrucción de su Temps retrouvé; Ni la memoria ni la fotografía son capaces de evocar, el material que propor-ciona no contiene nada del pasado, apenas una borrosa y uniforme proyección una vez extraída de nuestra ansiedad y oportunismo, es decir, nada.

En el trabajo concienzudo e insistente de Domingo Martínez podemos apreciar esta desconfianza en los registros foto-gráficos pero la variedad de articulaciones de sus trabajos y la dignidad técnica de su factura le acreditan como un ar-tista que investiga y recrea a un tiempo las posibilidades visuales de la contaminación de la imagen con el tiempo y de la memoria con ese escurridizo e impredecible «lugar» al que llamamos realidad. Como diría Oscar Wilde, y en eso Domingo insiste en cada una de sus tentativas, la obra de arte siempre refleja al propio espectador. Quizá esa sea su propuesta: ofrecer un reflejo compartido o una hipótesis particular con un destino incierto, como el de aquellos per-sonajes en busca de un autor.

Conocí a Domingo Martínez Rosario (Fuente de Cantos, 1983) en 2007, durante nuestra estancia en Córdoba como becarios de la Fundación Antonio Gala. Eso quiere decir que durante un año su taller fue de alguna forma parte de mi propia casa; que tuve la oportunidad de asistir a la len-ta gestación de algunas de las obras que hoy se exponen y que en cierto modo verlas terminadas es como reencontrar-me con viejos conocidos. Es por tanto para mí un privilegio presentar este catálogo, aunque sea desde la mirada profa-na de quien ni es artista plástico ni crítico de arte, y debe por tanto arrastrar las cosas a su propio terreno para poder decir algo provechoso. Mi terreno es la filosofía, y es desde esa perspectiva desde la que me he propuesto dirigir estas palabras. Afortunadamente, la obra de Domingo Martínez parece prestarse gustosa a este deslizamiento: quienes la conozcan profundamente sabrán juzgar hasta qué punto el autor sabe moverse con elegancia entre la filosofía y el arte. Su esfuerzo de combinar ambos lenguajes no cae ni en la simplificación de los contenidos filosóficos ni en una mera ilustración de los mismos. Por el contrario, nos revela hasta qué punto la filosofía no es una disciplina separada del arte sino una actitud propia, una determinada forma de mirar y de hacer preguntas antes que de encontrar respuestas, y su obra va a heredar lo mejor de esta actitud sin descuidar su propósito artístico.

La obra de Domingo Martínez orbita fundamentalmente en torno al concepto de la memoria. Se trata de una preocupa-

ción muy oportuna en un tiempo y una sociedad en la que la memoria se ha convertido en tema de atención y eje de importantes debates. Los rápidos cambios políticos e ideo-lógicos del siglo XX nos acechan desde el pasado, y han to-mado el solemne nombre de memoria histórica. Por su parte el Alzheimer y la demencia senil, cada vez más frecuentes en una sociedad progresivamente envejecida, nos obligan a repensar el concepto de nuestra propia identidad, y nos in-terrogan acerca de qué ocurre con el sujeto cuando nuestra memoria se desvanece. ¿Seguimos siendo nosotros mismos cuando todo lo que somos, cuando todo aquello que recorda-mos haber hecho o dicho, se ha desvanecido? Lúcidamente, el autor logra sorprendernos invirtiendo la pregunta. ¿Qué sucede con la memoria cuando la persona ya no está? ¿Qué ocurre con los objetos que nos hicieron felices, con las foto-grafías que tomamos, con los escenarios que habitamos y en los que sutilmente dejamos nuestra huella? Inevitablemente se convierten en residuos; en muñecas viejas con las que ya nadie juega, en fotografías manoseadas que se venden a un euro el kilo en los puestos de saldo, en diskettes que guar-dan imágenes de aquellas vacaciones inolvidables y que ya nunca visionaremos en ninguna parte. Y sin embargo en este vertedero del tiempo, en esos desechos que excreta nuestro pasado, Domingo Martínez ha sabido encontrar la humani-dad que aún late en ellos; el aura que les hace trascender su condición de meros objetos. Sospecho que en esta tarea no hay sólo una intención estética sino también un propósito humanístico: el intento de devolver la voz a los fantasmas

Juan Gómez BárcenaEscritor y ensayista

del pasado, de restaurar la memoria de las miles de vidas anónimas que aún sobreviven en sus objetos. En definitiva, un reencontrarnos con esa Historia personal que en realidad no está compuesta de grandes acontecimientos ni de biogra-fías ilustres sino sólo de mínimos hechos, de las pequeñas experiencias cotidianas de esos millones de seres humanos que nadie recuerda y cuyo nombre no repiten los libros.

Pero la fascinación de Martínez Rosario por la memoria aún tiene para mí una segunda dimensión. El autor no sólo se preocupa de hacer emerger el recuerdo de los ausentes a través de los objetos que poseyeron o de los desechos que dejaron: también se propone penetrar en esa realidad mis-teriosa que es la propia mente humana. Se trata de un inten-to de ilustrar los singulares procesos de la memoria como facultad intelectiva: una memoria que no es un testigo fiable sino antes bien un discurso siempre subjetivo y parcial, dis-puesto a distorsionar aquello que no entiende, a re-inventar lo que no recuerda y a enmarañar el pasado en un collage que confunde tiempos y espacios. En ese sentido me gusta interpretar esas inquietantes pinturas del autor en las que la realidad parece fracturarse, descomponerse en distintos

planos temporales que se contradicen y se anulan, y en los que el propio sujeto parece desdoblarse. Una sola instantá-nea en la que, como en la memoria humana, lo diacrónico se hace simultáneo, lo múltiple se vuelve unitario y tiempos distintos convergen hasta convertirse en una misma cosa. Una sola mirada que reúne todos los momentos de la vida de un hombre, del mismo modo que en el Aleph de Borges caben todas las cosas.

Dije al comenzar que las obras de Domingo son para mí vie-jos conocidos. Y como viejos conocidos que son sospecho que volveremos a encontrarnos de nuevo en otras circuns-tancias, y que entonces me parecerán cambiadas y me suge-rirán otras reflexiones y distintas palabras. Por supuesto no serán ellas las que hayan cambiado: más bien seré yo el que las mire desde una óptica nueva, y encuentre en ellas todo lo que en este momento no soy capaz de ver. Pues si hay algo asombroso en la obra de Domingo es precisamente eso: su capacidad de continuar vivo y en permanente transfor-mación su diálogo con el espectador, aunque aparentemen-te siempre permanezcan iguales. Me parece entender que es ésta una virtud sólo al alcance de las grandes obras.

obrasarqueologías visuales

16 F

ragm

ento

s

Fragmentos IImpresión UVI sobre madera y acrílico. 120 x 100 cm

17 F

ragm

ento

s

Fragmentos IIImpresión UVI sobre madera y acrílico. 120 x 100 cm

18 F

ragm

ento

s

Fragmentos IIIImpresión UVI sobre madera y acrílico. 120 x 100 cm

19 F

ragm

ento

s

Fragmentos IVImpresión UVI sobre madera y acrílico. 120 x 100 cm

20 I

nsta

ntes

ras

gado

s

Instantes rasgados IIIFototransferencia sobre madera y acrílico.

85 x 135 cm

21 I

nsta

ntes

ras

gado

s

Instantes rasgados IVFototransferencia sobre madera y acrílico.

100 x 126 cm

22 C

uest

ión

de fe

23 C

uest

ión

de fe

Cuestión de fe.Instalación sobre pared. Ocho óleos sobre tablaMedidas variables

Cuestión de fe IÓleo sobre tabla.

140 x 80 cm

24 C

uest

ión

de fe

25 C

uest

ión

de fe

Cuestión de fe IIÓleo sobre tabla.

100 x 70 cm

Cuestión de fe III Óleo sobre tabla.

100 x 81 cm

26 C

uest

ión

de fe

27 C

uest

ión

de fe

Cuestión de fe IVÓleo sobre tabla.

80 x 65 cm

28 C

uest

ión

de fe

Cuestión de fe VÓleo sobre tabla.

80 x 80 cm

Cuestión de fe VIÓleo sobre tabla.

120 x 80 cm

29 C

uest

ión

de fe

30 C

uest

ión

de fe

Cuestión de fe VIIÓleo sobre tabla. 80 x 65 cm

Cuestión de fe VIIIÓleo sobre tabla.100 x 70 cm

McMemoryÓleo sobre tela.

100 x 100 cm

32 P

eque

ño fr

agm

ento

de

tiem

po e

ntre

dos

inst

ante

s

Pequeño fragmento de tiempo entre dos instantes I. Óleo sobre tela. 162 x 130 cm

33 P

eque

ño fr

agm

ento

de

tiem

po e

ntre

dos

inst

ante

s

Pequeño fragmento de tiempo entre dos instantes II. Óleo sobre tela. 162 x 130 cm

←Detalle

35 B

iogr

afía

anó

nim

a

Biografía anónimaÓleo sobre tela. 73 x 55 cm c./u.

36 P

eque

ñas

infa

ncia

s

Pequeñas infancias Instalación sobre pared. Muñecos de comunión y marcos

Medidas variables →

Detalle

38 A

mne

sia

(o p

érdi

da d

e m

emor

ia)

←Detalle

39 A

mne

sia

(o p

érdi

da d

e m

emor

ia)

Amnesia (o pérdida de memoria)Disquete 01: Comunión Marcelito FotosDisquete 02: Ana María Fuente de Cantos - Mis imágenesDisquete 03: Fotos viaje Barcelona 1993Disquete 04: Vacaciones verano 1988 Disquete 05: Fotos graduación Salamanca ‘90

Memoria materialJaula, papel de pared y sonido

Medidas variables←Detalle de la instalación

41 M

emor

ia m

ater

ial

42 R

ecre

acio

nes

pret

érit

as

Recreaciones pretéritas VideoinstalaciónMedidas variables

→Fotogramas

Sinopsis A una mesa antigua y un televisor, donde se están reproduciendo vídeos caseros antiguos, se le sobrepone otra televisión que recrea el pasado minuciosamente. En los vídeos se reproducen de forma simultánea pequeños acontecimientos de la vida cotidiana en los que se confunde el tiempo y el espacio. Una elipsis temporal de más de quince años está entre estas imágenes en las que los mismos personajes reconstruyen sus recuerdos hasta el punto de romperse el límite entre realidad y ficción.

44 Q

uizá

s la

s do

s ha

yan

cam

biad

o

Quizás las dos hayan cambiado Video HDV y sonido. 6’53”DVD

→Detalle de la

videoproyección

46 I

nter

pret

acio

nes,

no

regi

stro

s

Interpretaciones, no registrosVídeo y sonido. 4’15”

DVD

Sinopsis Una misma escena. Una sola toma. Un vídeo casero VHS en el que está registrado el descorche de una botella de champagne que inaugura el año nuevo. Mediante scratch —técnica utilizada por los DJs que consiste en mover un disco de vinilo hacia adelante y hacia atrás sobre el plato del tocadiscos— se distorsiona el recuerdo de ese momento y la interpretación de esos instantes y personajes que aparecen en el vídeo. Las risas se hacen carcajadas, los pequeños movimientos se hacen bruscos y los comentarios triplican su presencia. En definitiva, una metáfora que corrobora los recuerdos como una interpretación y no un registro.

Sobre el artista

Formación académicaMáster en Producción Artística: arte y tecnología. Universidad Politécnica de Valencia.Licenciado en Bellas Artes. Universidad de Salamanca.

2008 Taller «Mediabiografías. Narrativas insurgentes. Tecnologías de la memoria para un relato colectivo». Zemos98. Sevilla.2007 Taller de arte sonoro y música por ordenador. UPVJornadas «Arte Contemporáneo Español. Así que pasen 50 años». Córdoba.2006 «V simposium: encuentros sobre vídeo. Nuevos caminos en la creación audiovisual». Universidad de Salamanca. Taller «El acto del retrato», EUTOPIA 06, Córdoba. 2005«La cabeza humana. El retrato - el autorretrato». Universidad Complutense de Madrid.Beca ERASMUS para realizar el 4ºcurso de la Licenciatura en Bellas Artes en la «Accademia di Belle Arti di Roma».2002 «En torno al arte español contemporáneo».«IV simposium: encuentros sobre video. Nuevos caminos en la creación audiovisual». Universidad de Salamanca.

Domingo Martínez RosarioFuente de Cantos, 1983

ExposicionEs Individual 2007 «Imágenes de la memoria». Espacio Permanente de Arte Experimental de la Universidad de Salamanca.Colectivas2009 Jóvenes Artistas Extremeños 2009. Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Extremadura. Talavera de la Reina (Toledo), Zafra (Badajoz), Badajoz, Cáceres y Plasencia (Cáceres).2008 «6ª Promoción jóvenes creadores de la Fundación Antonio Gala». Galería Demo Solera. Marbella, Málaga. / Centro Cultural Hospital de Santiago. Úbeda, Jaén. / Fundación Antonio Gala. Córdoba.2007 Ciclo «Pantallas Sensibles». Da2. (Domus Artium 2002 Salamanca) Museo de Arte Contemporáneo de Salamanca. 2006 Interdisciplinariedad en la pintura. Espacio Permanente de Arte Experimental de la Universidad de Salamanca.X Premio San Marcos. Sala La Salina. Universidad de Salamanca.2004 Circuito cultural 2004, AUPEX (Asociación de Universidades Populares de Extremadura).«Exposición colectiva extremeño-alentejana», AUPEX. Badajoz.

BEcas y prEmios2008Ayudas «Francisco de Zurbarán» a artistas plásticos. Junta de Extremadura. Consejería de cultura y turismo.Primer Premio II Certamen de Arte Contemporáneo. Premio Manolete 2008. Villa del Río, Córdoba.Primer Premio tema libre IV Certamen Bienal Internacional de Pintura y Fotografía «Paco Luna». Zafra, Badajoz. Tercer premio II Concurso de Pintura «Medina Al-Zahra: paisaje y patrimonio». Córdoba.Primer premio VII concurso de pintura al aire libre Pinart 2008. Villaviciosa, Córdoba.Premio adquisición para joven extremeño menor de 35 años en el «XXVI Premio Internacional de Pintura Eugenio Hermoso». Fregenal de la Sierra, Badajoz.2007 Beca de residencia «Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores» en la modalidad de artes plásticas. Córdoba.2006Primer premio III Certamen Bienal de Pintura y Fotografía «Paco Luna». Zafra (Badajoz).Tercer premio VII concurso de pintura al aire libre «Día de Extremadura» . Badajoz.Tercer premio. XXXVI Concurso Internacional de Pintura Homenaje a Rafael Zabaleta, Ayuntamiento de Quesada, Jaén. «IV Convivencia Artística Terra de Sanxenxo», Pontevedra.

2005Primer accésit. X Premio Nacional de Pintura Nicolás Megía. Fuente de Cantos, Badajoz. Primer Premio. VI certamen nacional de pintura «Feria Internacional Ganadera de Zafra», Badajoz.Tercer premio. VII Concurso Nacional de pintura rápida «Francisco de Zurbarán», Fuente de Cantos (Badajoz)2004 Tercer premio. IV concurso de pintura «Día de Extremadura». Badajoz.2003 Primer Premio. II Certamen Nacional de Pintura «Zurbarán» Badalona (Barcelona).2002 Primer Premio. «III Concurso de pintura al aire libre Día de Extremadura». Badajoz.

coLEccionEsAyto. de Villa del Río, Córdoba. / Centro de iniciativas turísticas de Zafra, Badajoz / Conjunto histórico «Medina Al-Zahra: paisaje y patrimonio». Ayto. de Córdoba. / Ayto. de Villaviciosa, Córdoba / Ayto. de Fregenal de la Sierra, Badajoz / Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores. Córdoba. /Ayto. de Badajoz / Ayto. de Quesada, Jaén / Ayto de Sanxenxo, Pontevedra / Ayto de Fuente de Cantos, Badajoz. / Ayto. de Zafra, Badajoz. / Asociación cultural extremeña «Zurbarán». Badalona, Barcelona. / AUPEX (Asociación de Universidades Populares de Extremadura), Badajoz.

Gracias a José Luís Cueto por compartir generosamente sus conocimientos e ideas conmigo. A todos aquellos que habéis colaborado desinteresadamente en algún momento del proceso: Iván, Paco, Pablo, Juan, Txio...También agradecer a la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura por haber apoyado mi proyecto.Por último gracias a los vendedores de los mercadillos de segunda mano (el Mestalla en Valencia, el rastro de Madrid, los puestos de Nueva York, la Alameda de Sevilla...), por recuperar esos pequeños fragmentos de memoria (fotos, objetos, vídeos...), indispensables para poder contar las pequeñas historias que se presentan en esta exposición.

Agradecimientos

www.domingomartinez.es

ar

qu

eo

lo

gía

s v

isu

al

es

Dom

ingo

Mar

tíne

z Ro

sari

o

arqueologíasMartínezvisualesRosar io

Domingo