OBJETIVO DEL ENCUENTRO:«Reconocer en San Alberto Hurtado un testimonio decompromiso con los más pobres que nos anima a amar a losdemás tal como no enseñó Jesús».

Oración inicial

Comenzamos nuestro encuentro enel nombre del Padre, del Hijo y delEspíritu Santo. Amén

Con confianza le presentamos alSeñor lo que traemos en el corazónal comenzar este encuentro.

Hoy es un encuentro especial ya queestamos celebrando la fiesta delPadre Hurtado. Su testimonio decompromiso con los más pobres,excluidos y vulnerables nosrecuerda las palabras de Jesúscuando nos pedía que nos

amáramos los unos a los otros comoÉl nos ha amado.

Encendemos la vela y la colocamosjunto a la imagen de Jesús. Luego,mientras cantamos “Amar esentregarse”, colocamos una imagendel Padre Hurtado junto a la deJesús.

Uno de nosotrosva diciendo lafrase y los demásrespondemos “Elpobre es Cristo”:

CATEQUESISLITÚRGICA

ENCUENTRO DEPADRES

MATERIALES:

Biblia, vela, imagen de Jesús, imagen del Padre Hurtado, mesa, mantel,fósforos.

Papelógrafo que tiene al centro la imagen del Padre Hurtado cavando conun chuzo. Plumón.

Notas Catequísticas

I. Acogida

«SAN ALBERTO HURTADO»«Allí donde tengan su tesoro, tendrán también su corazón».

(Lc 12,34)

Material elaborado por el Instituto Pastoral Apóstol Santiago, INPAS. Disponible en www.inpas.cl

Porque tuve hambrey ustedes me dieron de comer…

Todos: ¡El pobre es Cristo!

Porque tuve sedy ustedes me dieron de beber…

Todos: ¡El pobre es Cristo!

Porque estaba desnudoy ustedes me vistieron…

Todos: ¡El pobre es Cristo!

Porque fui peregrinoy ustedes me alojaron...

Todos: ¡El pobre es Cristo!

Porque estuve enfermo y encarceladoy ustedes me visitaron…

Todos: ¡El pobre es Cristo!

Terminamos orando el Padre nuestro.

A. Síntesis encuentro anterior

Repasa brevemente las impresionesque dejó en tu comunidad elencuentro anterior. Invítalos acompartir aquello que les resultómás significativo, lo que guardaronen su corazón.

B. Encuentro con la familia

Junto con recordar lo queaprendimos en el encuentroanterior, compartamos también laexperiencia del Encuentro deCatequesis Familiar en el hogar.

¿Cuáles fueron nuestrosprincipales logros y dificultades alcompartir con nuestros hijos loque aprendimos en el encuentroanterior? ¿En qué nos ayudó comofamilia?

C. Lo que hoy queremos hacer

En el encuentro especial de hoyqueremos reconocer en SanAlberto Hurtado un testimonio decompromiso con los más pobresque nos anima a amar a losdemás tal como no enseñó Jesús.

1. Experiencia de vida

Colocamos la imagen del PadreHurtado con el chuzo y, mirándola,conversamos: ¿Qué nos dice estaimagen acerca de las característicaspersonales del Padre Hurtado?

II. Nuestro Camino

III. Aprendiendo a vivir en la Fe

Mientras conversamos vamosanotando estas característicasalrededor de la imagen.

Vamos a recordar a personas queviven hoy estas características ennuestro barrio. Anotamos susnombres en el papelógrafo.

El Padre Hurtado quiso vivirentregado a los demás en lassituaciones normales que le tocó vivir

cada día. Las grandes cualidades quereconocemos hoy en él, tal como lovemos en otras personas máscercanas, sólo fueron posibles porquesupo poner su corazón en aquello querealmente vale la pena. ¿Qué será?Leamos el Evangelio paradescubrirlo…

2. Dios nos habla por medio de su Palabra

«Jesús dijo a sus discípulos:

“No temas, pequeño Rebaño, porqueel Padre de ustedes ha querido darlesel Reino.

Vendan sus bienes y denlos comolimosna. Háganse bolsas que no sedesgasten y acumulen un tesoroinagotable en el cielo, donde no seacerca el ladrón ni destruye la polilla.Porque allí donde tengan su tesoro,tendrán también su corazón».

PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR YCOMPARTIR:

1) ¿Por qué el rebaño, la comunidadde Jesús, no tiene que tenertemor?

2) ¿Qué nos invita Jesús a hacer conlos bienes?

2) ¿Dónde nos invita Jesús a ponernuestro corazón?

PARA PROFUNDIZAR:

Jesús nos invita a acoger el Reinode Dios poniendo el corazón enlas cosas más importantes de lavida, esas que son expresión delos valores del Evangelio de Jesús:el amor, el compartir, lafraternidad, la solidaridad contodos, especialmente con los quemás sufren.

Quienes viven según estos valoreshan puesto su corazón en Dios ypor eso han querido vivircompartiendo la vida y los bienes.Han hecho del Reino su tesoroasumiendo una actitud depobreza, es decir: aceptando delhecho de que somos pobresdelante de Dios, que hemos derecibirlo todo de su mano y que elencuentro con Jesús nosenriquece con su pobreza y noshace perder todo para ganar todo.

La fraternidad, expresada en elcompartir los bienes, es ya elReino entre nosotros, aunquetodavía no en plenitud.

† Evangelio de nuestro Señor Jesucristo segúnSan Lucas 12,32-34:

San Alberto Hurtado se enamoró deJesús y quiso vivir y anunciar el Reinode Dios. Por eso su vida estuvo ligadasiempre a los más pobres y en mediode ellos vivió como testimonio deamor y de entrega a los demás.Privilegió a los más frágiles, niños yadultos, a través del Hogar de Cristo;colaboró con los trabajadoresfundando la Asociación SindicalChilena y nos ayudó a mirar siempre lasociedad desde el Evangelio creandola revista Mensaje.

Su dedicación a los empobrecidos fueexpresión del encuentro con Jesús,especialmente en la Eucaristía. Poreso en una ocasión dijo: “La Eucaristíaes el centro de todo el día y de toda lavida. Prepararme a ella con mi vidainterior ycontinuarla duranteel día dejándomepartir y dándome,en unión con Cristo.¡Mi Misa es mivida, y mi vida esuna Misaprolongada!”.

Preguntas:

1) Si revisamos nuestras ocupacionesy los tiempos que les dedicamos¿En qué cosas o actividadesdiríamos que tenemos puesto elcorazón?

2) ¿Qué lugar ocupan en nuestravida los pobres y necesitados?

3) ¿Qué situaciones concretas depobreza percibimos en nuestrasfamilias, barrio, trabajo querequieren hoy de nuestrocompromiso?

3. La Iglesia actualiza la Palabra

Documento de Aparecida, 386

«El amor se muestra en las obras más que enlas palabras… Los discípulos misioneros deJesucristo tenemos la tarea prioritaria de dartestimonio del amor a Dios y al prójimo conobras concretas. Decía san Alberto Hurtado:“En nuestras obras, nuestro pueblo sabe quecomprendemos su dolor”».

A. Con la Virgen Maríaguardemos en el corazón

Cada uno piensa en aquello queha descubierto como lo másimportante de este encuentro.Puedes ayudarlos reflexionandoacerca del compromiso del PadreHurtado con los más pobres ycómo eso nos invita a seguir suejemplo amando a los demás.Invita a quien lo desee, acompartirlo con los demás.

En un clima de recogimiento,presentamos a María el fruto deeste encuentro para que ella nosayude a guardarlo en el corazón.

B. ¿Cómo transmitirlo anuestros hijos e hijas?

Ya identificamosaquello que nosha resultado mássignificativo eneste encuentro.Definamos ahoracómo lotransmitiremos anuestros hijos en el encuentro decatequesis familiar querealizaremos en el hogar.

Si el grupo no llega a definir unaactividad, preséntale la siguientepropuesta.

IV. Preparando la Catequesis Familiar

C. Propuesta de CatequesisFamiliar

Nos reunimos en familia en torno alAltar familiar donde colocamostambién una imagen del PadreHurtado y algunos corazonesrecortados en papel.

Comenzamos el encuentro en elnombre del Padre y del Hijo y delEspíritu Santo.

Invitamos al niño a leer la oración delPadre Alberto Hurtado: “La sonrisa”.

LA SONRISA

No cuesta nada pero vale mucho.Enriquece al que la recibe,

sin empobrecer al que la da.

Se realiza en un instante,y su memoria perdura para siempre.

Nadie es tan ricoque no la necesite,

ni tan pobre que no pueda darla.

Y, con todo, no puede ser comprada,mendigada, robada,

porque no existe hasta que se da.

Y si en el momento de comprar,el vendedor está tan cansado

que no puede sonreír,¿quieres tu darle una sonrisa?

Porque nadie necesita tanto una sonrisacomo los que no tienen una

para dar a los demás.

Amén(San Alberto Hurtado).

Leemos el texto bíblico delencuentro: Lucas 12,33-34.

Conversamos en familia con lassiguientes preguntas:

¿Qué aprendimos del PadreHurtado en el encuentro?

El Padre Hurtado aprendió deJesús a poner el corazón en elReino de Dios y por eso secomprometió con los más pobres:

¿Dónde nos pide Jesús quepongamos nuestro corazón? ¿Quépersonas, amigos, vecinos delbarrio necesitan de nuestracompañía y ayuda en estosmomentos? Anotamos losnombres de estas personas en loscorazones recortados en papel.

Nos comprometemos a visitarlos oacompañarlos de alguna manera.

Rezamos por ellos orando con elPadre nuestro.

Oración de envío Cada uno presenta al Señor sus oraciones y luego repetimos todos: “El pobre es Cristo”. Le pedimos al Señor que, por intercesión de San Alberto Hurtado, nos anime a vivir

comprometidos con la suerte de los hermanos que sufren pobreza y exclusión. Le pedimos también que nos ayude a compartir con nuestros hijos lo que hoy hemos

descubierto en este encuentro. Oramos con las palabras de San Alberto Hurtado:

Darse, es cumplir justicia.Darse, es ofrecerse a sí mismo y todo lo que tiene.

Darse, es orientar todas sus capacidades de acción hacia el Señor.Darse, es dilatar su corazón y dirigir firmemente su voluntad hacia el quelos aguarda.Darse, es amar para siempre y de manera tan completa como se es capaz.

Cuando uno se ha dado, todo aparece simple.San Alberto Hurtado

La búsqueda de Dios, pp. 19-27. Cantamos “Aleluya por esa gente”.