Ciencia de Los Orígenes 87

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    Una glaciacin se define como unperodo de reduccin de tempera-tura en el clima de la Tierra, que resultaen el establecimiento o expansin demantos de hielos continentales y po-lares, y glaciares alpinos.Presenta evidencias el registro geolgi-co de que existieron antiguas edades oeras de hielo? Qu tipo de inormacinsugieren esas inerencias? La respuestaa estas preguntas puede influir en nues-tros modelos del clima de la Tierra a lolargo del tiempo, y con toda seguridadpuede brindar una perspectiva en la or-

    mulacin de interpretaciones creacio-nistas del registro geolgico.

    La glaciacin del CenozoicoLa Tierra, tal como la vemos hoy, se ca-racteriza por la presencia de grandes ca-pas de hielo y extensos glaciares alpinos.Sin embargo, hay amplias evidencias deque el volumen de hielo ha disminuidoconsiderablemente en el pasado relati-vamente reciente.

    Glaciaciones y el Registro FsilPOR RONNY NALIN

    na Publicacin del Geoscience Research Institute, Loma Linda, Californi

    Ciencia de los OrgenesContenido

    Glaciaciones y elRegistro Fsil ....................1

    Las Ratas Prefieren a lasMujeres Por el Olor .........2

    Halos de Polonio enGranitos -- Una Pruebade que la Tierra esJoven? ................................6

    Ocurri el Gran Diluviode Gnesis? .................... 12

    Las Algas Muestranque Darwin Estaba

    Equivocado ................... 16

    GEOSCIENCE RESEARCH INSTITUTE

    www.grisda.org/espanol/

    Nmeroarzo 2015

    (Contina en pgina 3)

    GEOSCIENCER E S E A R C H I N S T I T U T E

    1 1 0 6 0 C a m p u s S t .

    L o m a L i n d a , C A 9 2 3 5 0

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    El gnero de los trabajadores

    del laboratorio tiene un gran

    impacto en el nivel de estrs

    de los roedores en estudio

    Los laboratorios de ciencias biolgicas,mdicas y conductuales han usadoratas y ratones durante ms de un sigloen numerosos experimentos. Estos ex-perimentos permiten probar medicinas,estudiar el comportamiento ante ciertosestmulos y disear tratamientos paraenermedades. Ahora un equipo inter-nacional de investigadores liderados porcientficos de la Universidad McGill enMontreal, Canad, ha descubierto quehay un actor muy importante que aectaal comportamiento de las ratas durantelos experimentos: el gnero de los traba-

    jadores del laboratorio tiene un gran im-pacto en el nivel de estrs de los roedoresen estudio, y por tanto puede aectar alos resultados de stos

    El estudio, publicado en la revistaNature Methods del 28 de abril 2014,encontr que la exposicin de ratonesy ratas a los cientficos varones pero nomujeres produce inhibicin del dolor.Los estmulos relacionados con la pre-sencia de un macho inducen una intensa

    respuesta de estrs fisiolgico que resul-ta en analgesia inducida por el estrs.1La presencia de experimentadores degnero masculino produca la elevacindel nivel de estrs en las ratas y ratonesde laboratorio, y como consecuencia surespuesta a los experimentos quedabaalterada.

    Parece ser que los eectos sobre ecomportamiento de los roedores eran

    debidos al olor, lo cual qued demostrado cuando hallaron que el resultadopoda ser replicado utilizando las camisetas usadas por los hombres, el materiade la cama o por medio de la presenta-cin de los compuestos secretados pola axila humana. La conclusin es que esexo del experimentador puede aectar alas respuestas iniciales en las pruebas decomportamiento.

    Experimentos adicionales mostraronque los eectos eran causados por seales qumicas o eromonas, las cualesabundan en las axilas de los hombres encomparacin con las de las mujeres. Losroedores son capaces de detectar estaseromonas y desencadenar as una variacin en su comportamiento. El eectode la presencia de los varones humanosdisminua con el tiempo, por lo que losautores sugieren que los experimentadores deben permanecer en el laboratoriodurante un tiempo antes de iniciar los ex

    perimentos.

    1 Sorge, R. E., Martin, L. J., Isbester, K. A.

    Sotocinal, S. G., Rosen, S., Tuttle, A. H., Wieskop

    J. S., Acland, E. L., Dokova, A. & Kadoura, B. 2014

    Olactory exposure to males, including men

    causes stress and related analgesia in rodents

    Nature Methods, doi:10.1038/nmeth.2935.

    DIRECTOR:James GibsonJEFE DE REDACCIN: Ral EsperanteDISEO GRFICO: Dany SchimpCONSEJO EDITORIAL: Benjamin Clausen,Ronny Nalin, Timothy StandishCIRCULACIN: Carol Olmo

    MISINEl Geoscience Research Institute es unainstitucin de la Iglesia Adventista delSptimo Da con la misin de estudiary compartir el conocimiento sobre lanaturaleza y su relacin con la revelacinBiblica de Dios el Creador.

    El Instituto se compromete a servir a laIglesia Adventista del Sptimo Da en sumisin de predicar el evangelio y llevar laverdad de salvacin en Jesucristo a todoel mundo.

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    GEOSCIENCER E S E A R C H I N S T I T U T E

    Las Ratas Prefieren a las Mujeres - Por el Olor

    Hallan que el olor de los cientficos que trabajan con ratas afecta elcomportamiento de stas, lo que cuestiona el valor de los resultadosde los experimentos.

    NMERO 87 MARZO 2015

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    Las reconstrucciones convencionalesdel clima sugieren que el intervalo del

    Cenozoico, desde el Oligoceno en adelan-te, ue interrumpido por fluctuacionesperidicas de etapas glaciales e intergla-ciales que se alternaban1 (Zachos et al.,2001). Muchos (en geologa convencionalestndar) creen que la extensin mximade estas glaciaciones (llamada ltimoMximo Glacial, LGM en sus siglas en in-gls) ocurri hace unos 19 ka2(Yokoyamaet al., 2000). Durante el LGM, grandesllanuras de hielo cubrieron el Norte deEuropa, Canad, y la parte septentrional

    de los Estados Unidos y Rusia (CLIPMAP,1981; Peltier, 1994), y este aumento en elvolumen de hielo result en el descen-so del nivel del mar a aproximadamente130 metros por debajo del nivel actual(Lambeck et al., 2002).

    Evidencias de actividad glacialEl LGM produjo las huellas ms ac-

    cesibles y mejor conservadas de actividadglacial, oreciendo ejemplos recientesde las caractersticas geolgicas indicati-

    vas de un medio ambiente glacial. stosincluyen depsitos de origen glacial,paisajes de origen glacial, estructuras deabrasin y otras evidencias indirectas.

    a) Depsitos de origen glacial

    Durante el avance glacial, el sedimentose acumula en los bordes de los glaciareso se deposita en la base de la masa dehielo en circulacin. Tambin se depositansedimentos durante la retirada glacial,cuando el hielo en usin deja caer sucarga sedimentaria, que posteriormentepuede ser modificada por la descarga delagua derretida. En general, los depsitosde origen glacial se caracterizan poruna mezcla catica de sedimentos finosy speros, que se llama till o, cuandopetrifican, tilitas. Otro tipo de depsitosglaciares son los bloques errticos.stos son grandes ragmentos de rocas(de hasta varios metros de dimetro)transportados por glaciares a travs de

    distancias extraordinarias (hasta varioscientos de kilmetros) y abandonados

    posteriormente despus de la usin delhielo que los transportaba.Cuando un manto de hielo se extiende

    ms all del lmite de la tierra continental,orma un estante de hielo flotando enla superficie del agua. El derretimientodel estante de hielo provoca su divisinen numerosos icebergs individualesque pueden recorrer luego cientos dekilmetros antes de derretirse. Estos ice-bergs podran contener rocas de grantamao que caen en el ondo del mar a

    medida que el hielo se unde, y de ah sunombre: bloques errticos cados.

    b) Paisajes de origen glacial

    Los procesos erosivos y de deposicinrelacionados con la actividad glacialpueden crear paisajes muy distintivos.En reas montaosas, por ejemplo, loseectos de la erosin relacionados conlos mltiples avances y retiradas de losglaciares alpinos pueden crear valles conun caracterstico perfil en U. Hay otros

    paisajes tpicos de origen glacial menosamiliares para el pblico general peroconocidos por sus nombres propios espe-cficos, tales como drumlins, eskeres, vallesen tnel, agujeros de tetera, y kames.

    c) Estructuras de abrasin de origen glacial

    Los ragmentos de roca atrapados enla base de un glaciar que fluye puedengenerar ranuras lineales, a menudo para-lelas, en el lecho rocoso, que pueden, uti-lizarse para reconstruir la direccin de cir-culacin de un glaciar. El lecho rocoso noes el nico que puede presentar marcasde abrasin, los mismos ragmentos deroca que se deslizan sobre l presentarntambin estas ranuras. El hielo que fluyesobre un substrato duro irregular general-mente redondea las irregularidades or-mando ondulaciones asimtricas llama-das rocas aborregadas, (del rancs rochesmoutonnes). Con el tiempo la intensivaabrasin nivelar an ms las irregulari-

    dades y crear un pavimento estriado relativamente plano.d) Evidencias indirectas de glaciacin

    Las glaciaciones determinan cambiosen los sistemas de la Tierra (tal como edescenso del nivel del mar por el almacenamiento del agua en las capas de hielo)que probablemente dejen un rastro en eregistro geolgico. Por lo tanto, podemos

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    Glaciaciones y el Registro Fsil(Continuacin de la pgina 1)

    PRECAMBRICO

    PALEOZOICO

    MESOZOICO

    CENOZOICO

    PleistocenoPlioceno

    Mioceno

    Oligocen

    Eoceno

    Paleoceno

    Prmico

    Carbonfero

    Devnico

    Silrico

    Ordovcico

    Cmbrico

    2000

    1000

    900

    800

    700

    600

    500

    400

    300

    200

    100

    80

    60

    40

    20

    Cambio

    en la escala de tiempo

    Glaciacin

    Cenozoica

    Glaciacin

    Carbonfero-Prmica

    GlaciacinOrdovicia Tarda

    GlaciacinNeoproterozoica

    Glaciacin

    Paleoproterozoica

    Cambio

    en la escala de tiempo

    Figura 1COLUMNA ESTRATIFICA:La Tierra experiment al menoscuatro perodos importantesde glaciacin.

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    basar las reconstrucciones de las edadesde hielo anteriores en las evidencias indi-rectas de cambio climtico (Stokstad,2001). Estas evidencias incluyen die-rencias en la abundancia de elementosqumicos en los ncleos de hielo, y en

    sedimentos lacustres y marinos, los mar-cadores del descenso y aumento en elnivel del mar, y los cambios en el conteni-do de siles.

    Glaciaciones antiguas y el registrogeolgico

    La mayora de las caractersticas arri-ba descritas relacionadas con la actividadglacial han sido identificadas en los cincocontinentes, en dierentes posiciones dela columna estratigrfica, y en sucesiones

    de capas sedimentarias. Aunque no siem-pre es cil datar estas sucesiones, lascaractersticas similares a las de origenglacial parecen agruparse en cuatro inter-valos (adems del Cenozoico). Por eso,generalmente se concluye que la Tierraexperiment al menos cuatro perodosimportantes de glaciacin en el pasado,adems de la del Cenozoico (Fig. 1).

    Sin embargo, debemos sealar que adierencia del registro de la glaciacin delCenozoico, las evidencias de edades delhielo ms antiguas son menos conclu-yentes y dependen de un mayor nmerode suposiciones. Esto se debe en parteal hecho que los procesos geolgicos(como la tectnica de placas) han aec-

    tado y modificado el registro de los even-tos anteriores, y en parte a la existenciade mecanismos alternativos que puedenproducir caractersticas anlogas a lasdescritas para un medio ambiente glacial.Con sucesiones ms antiguas, donde los

    datos son ms limitados y ragmentarios,puede ser problemtico descartar el papelde estos mecanismos alternativos a avorde un escenario de origen glacial. Porejemplo, se sabe que la sedimentacin delos flujos de masa submarinos tambinproduce depsitos parecidos a tilles gla-ciares (Oard, 1997) y eectivamente se hapropuesto este mecanismo para reexa-minar el origen de depsitos anterior-mente interpretados como de origenglacial (Arnaud & Eyles, 2002; Rice, 2004;

    Eyles & Januszczak, 2007). Incluso los blo-ques cados, que a menudo son conside-rados uno de los indicadores ms fiablesde procesos glaciales, pueden ser empla-zados por mecanismos dierentes al arras-tre glaciar, tal como el arrastre vegetativoy los flujos de masa submarinos (Bennetet al., 1996; Donovan & Pickerill, 1997).

    Los depsitos de las dos glaciacionesms antiguas, especialmente de la glacia-cin Neoproterozoica (Fig. 1), plantean unproblema adicional en su interpretacinclimtica. Las reconstrucciones paleo-geogrficas basadas en datos paleo-magnticos (por ej. Kilner et al., 2005)sugieren que parte de estos depsitosestaban ubicados en latitudes tropicales

    en el momento de su ormacin. Esto hallevado a algunos investigadores a or-mular la hiptesis de una Tierra Bola deNieve Neoproterozoica completamentecubierta de hielo (Hoffman et al., 1998Bodiselitsch et al., 2005), un escenario que

    no es aceptado por otros investigadores(McCall, 2006; Allen & Etienne, 2008).

    Implicaciones para los modelos creacionistas

    Aunque podemos explicar al menosalgunas de las evidencias a avor deglaciaciones anteriores invocando procesos alternativos, las edades de hie-lo Precmbricas (por ejemplo, lasedades de hielo Paleoproterozoicas yNeoproterozoicas, Fig. 1) no estn poten

    cialmente en conflicto con los puntosde vista creacionistas de la historia de laTierra. Es posible que, antes de la creacinde la vida, el planeta estuviera al menosparcialmente cubierto por hielo. Seobservan condiciones similares en Marteun planeta del Sistema Solar con capaspolares de hielo (Picardi et al., 2005). Porotro lado, ciertos depsitos atribuidosa las glaciaciones Ordovcica y Permo-Carbonera (Fig. 1) estn enmarcadosdentro del registro del Paleozoico, dondelos sedimentos osileros documentan laexistencia de muchas ormas de vida en laTierra durante el mismo plazo de tiempo

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    La actividad glacial puede

    crear paisajes my distintivos

    como el Valle de Yosemite, en

    Caliornia, USA

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    Por lo tanto, estas dos edades de hieloson ms diciles de aceptar en los mode-los creacionistas de breve cronologa,especialmente si se considera que el re-gistro de rocas del Paleozoico se depositdurante el diluvio del Gnesis.

    La cronologa de las edades de hieloanteriores es tambin un aspecto dondelos creacionistas difieren de los mode-los geolgicos basados en edades ra-diomtricas de millones o cientos de milesde aos. Se han hecho algunos intentospor enmarcar al menos a la glaciacinCenozoica en un modelo de cronologabreve (Oard, 1990).

    Independientemente de la dataciny la interpretacin preerida para los de-psitos Paleozoicos similares a los de

    origen glacial, tanto los gelogos creacio-nistas como los no creacionistas estn deacuerdo en que el Mesozoico es una par-te de la columna estratigrfica sin indica-ciones de caractersticas de origen glacial(Fig. 1) mientras que el Cenozoico preser-va evidencias convincentes de actividadglacial. Esta distribucin estratigrfica dedepsitos glaciales es compatible conlos modelos creacionistas que relacionanlos depsitos Mesozoicos con el mximoapogeo del diluvio, y que consideran a losdepsitos Cenozoicos como mayormenteposteriores al diluvio. No esperaramosactividad glacial en una etapa avanzadadel diluvio, mientras que se puede darun deterioro climtico que condujera auna glaciacin en la ase de recuperacinposterior al diluvio y extenderse hasta elpresente.

    Se cree que la glaciacin cenozoicase caracteriz por fluctuaciones cclicasque pueden ser correlacionadas mun-

    dialmente (por ej., Zachos et al., 2001).Los gelogos han explicado estas fluc-tuaciones entre las condiciones glacia-les e interglaciales como resultantes devariaciones en los parmetros orbitalesde la Tierra (por ej. Maslin et al., 1998;Huybers & Wunsch, 2005; Roe, 2006), queocurren a escalas de tiempo de 100 ka(excentricidad), 40 ka (oblicuidad) y 20 ka(precesin). Estos rangos de tiempo sonproblemticos desde la perspectiva deuna cronologa breve, y los creacionistas

    tienen una motivacin para buscar pro-cesos alternativos que puedan explicaresta sealizacin cclica global dentro deuna escala de tiempo mucho ms breve.

    En conclusin, el estudio cuidadosode estructuras y depsitos modernos

    de origen glacial es importante para lainterpretacin de depsitos anterioressemejantes a los de origen glacial. Al mis-mo tiempo, los creacionistas abordan lasevidencias de glaciacin en el registrogeolgico con atencin para explorarhiptesis alternativas compatibles con losmodelos de cronologa breve de la histo-ria de la Tierra.

    1Usamos el trmino interglacial parasealar un perodo clido con capas dehielo reducidas entre dos perodos ros

    con capas de hielo extensas.2ka=mil aos

    ReferenciasAllen, P.A., Etienne, J.L., 2008. Sedimentary

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    Picardi G., Plaut, J.J., Biccari, D., Bombaci, O.

    Calabrese, D., Cartacci, M., Cicchetti, A., Clifford

    S.M., Edenhoer, P., Farrell, W.M., Federico, C.

    Frigeri, A., Gurnett, D.A., Hagors, T., Heggy, E.

    Herique, A.

    Estras glaciales en Helsinki,

    Finlandia. Estas estras se or-

    man por el roce del hielo que

    transporta otras rocas mspequeas.

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    Como creyente en la creacin, no seraestupendo tener pruebas irreutablespara probar que los creacionistas tienenla razn y que los evolucionistas estnequivocados? El sico Robert Gentrycree que los halos de polonio, presentesen algunas rocas granticas, proveentales pruebas.1Estos halos son decolora-ciones circulares (Fig. 1) cuyo tamao enalgunos casos indica que se ormaron por

    la desintegracin del elemento radioac-tivo polonio, particularmente su isto-po Polonio-218 (218Po). La mitad de lostomos de 218Po se descompone en tresminutos, as que esencialmente el total delos tomos desapareceran en muy pocotiempo. Los halos solamente pueden

    ormarse en cristales slidos, de modoque los cristales que contengan 218Po sindescomponer deben haberse solidifica-do muy rpidamente. La conclusin deGentry es que los granitos que contienenestos halos deben haberse ormado enmenos de una hora, lo que solamentepodra explicarse por la accin de Diosgenerndolos rpidamente durante lasemana de la creacin.

    Robert V. Gentry (nacido en 1933)tiene un mster en sica de la Universidadde Florida, obtuvo su doctorado en elGeorgia Institute o Technology, y traba-

    j en la industria de la deensa. Debidoa su investigacin sobre los halos, en1969 el Oak Ridge National Laboratory

    le oreci trabajar en una bsqueda deelementos sper pesados, y trabaj allhasta comienzos de la dcada de 1980Gentry se uni a la Iglesia Adventista deSptimo Da en 1959 y es un creacionistaque cree en un universo joven, es decircreado hace unos pocos miles de aos. Haestudiado los halos radioactivos durantegran parte de su vida y cree que los halosde polonio son la huella digital de Dios

    de la creacin.2

    Desde su publicacin hace cincuentaaos, el argumento de los halos pleocroicos de polonio ha sido promocionadoexhaustivamente por Gentry, criticadopor cientficos, y actualizado por algunoscreacionistas. Aqu se resumirn detallesy crticas, para luego extraer algunaslecciones interesantes acerca de cmounciona la ciencia y cmo se manejanlos argumentos relacionados con los orgenes.

    El Argumento de los RadiohalosCuando un tomo de uranio-238

    (238U) se descompone, su ncleo emiteuna partcula ala ormada por dos protones y dos neutrones. Si los tomos deuranio estn concentrados en un puntoen un mineral como una mica biotita enuna roca grantica, las partculas ala irradiarn desde ese punto como si ueranuegos artificiales (Fig. 2). A medida quelos millones de partculas ala irradian entres dimensiones daan la estructura cris

    talina del mineral, especialmente al finade su recorrido, ormando un patrn dedecoloracin esrica observable comoun crculo si la esera es cortada por la mitad, como si se cortara una naranja.3

    La descomposicin del 238U ocurreen una serie de pasos, emitiendo ochopartculas ala y seis partculas beta (electrones con insuficiente energa para hacedao) hasta convertirse finalmente en eistopo estable plomo-206 (206Pb).

    Ciencia de los Orgenes 87

    6 www.griada.org/espanol/

    Halos de PolonioLecciones para la investigacin de los Orgenes

    POR BENJAMIN CLAUSEN

    Figura 1 Halos en biotitasLa decoloracin con orma de pera en la parte izquierda superior de la imagen es unejemplo de un halo en biotita de rocas granticas en el sur de Caliornia. Ntese que elhalo est situado sobre un conducto en el mineral.

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    Ciencia de los Orgenes 87

    Por consiguiente, se ormarn ochoeseras concntricas de daos por ra-diacin, cada una de ellas con un radiodierente propio de la energa de lapartcula ala emitida por el istopo endesintegracin en cada uno de esospasos, y que est directamente relaciona-

    da con el tiempo que le toma a ese tomoen particular desintegrarse (Re. 1, p. 21)(Fig. 3).

    La desintegracin radiactiva es expo-nencial, as que su velocidad de desin-tegracin (descomposicin) se expresaen trminos de vida media (perodo desemidesintegracin). Por ejemplo, si 32tomos tienen una vida media de unminuto, despus de un minuto comopromedio exis- tirn 16 tomos, 8 despusde dos minutos, 4 despus de tres minu-tos, 2 despus de 4 minutos, y 1 despusde 5 minutos.

    El argumento de Gentry es queen algunos casos en la biotita slo seencuentran las tres ltimas de las eserasormadas por la desintegracin de losncleos intermedios de polonio (con 84protones). Existen tres istopos de polo-nio, que son el 218Po, con 134 neutronesy un perodo de semidesintegracin de3 minutos, el 214Po, con 130 neutrones y

    un perodo de semidesintegracin de 164microsegundos, y el 210Po 126 neutronesy un perodo de semidesintegracin de138 das. Las tres enigmticas eserasconctricas que aparecen en el mineralbiotita ueron publicadas por primera vezen 1917 y estudiadas en detalle en 1939.5

    Los halos de polonio estudiados porGentry aparecen especialmente en cris-tales de biotita de rocas granticas cana-dienses clasificadas como precmbricas(Re. 1, p.23, 35), que se interpretan como

    algunas de las rocas ms antiguas en laTierra. Gentry considera que los tomosde polonio que produjeron estos haloseran primordiales o primigenios (Re. 1,p. 41) y no productos descendientes dela desintegracin del uranio, porque haymuy pocas evidencias de dao radiactivoinducido por desintegracin de uranioen asociacin con estos halos de polonio(Re. 1, p. 44).

    Para Gentry, el magma lquido (Re.

    1, p. 36) no debi enriarse lentamente,demorando muchos aos, y cristalizarsecomo las rocas granticas que contienenesos halos (Re. 1, p. 45, 61). El granitohabra tenido que ormarse en menos deuna hora, debido a lo breve del perodode semidesintegracin del 218Po; por estoGentry concluye que estos halos sonevidencias de la creacin divina inme-diata de las rocas granticas como regis-tra el relato en Gnesis 1. Esto se corre-sponde con la creacin aparentementeinstantnea que se relata en Salmos 33:6-9 (Re. 1, p. 32).

    Si estas rocas granticas se orma-ron rpidamente en el pasado reciente,entonces las largas edades radiomtricas

    deben ser incorrectas y las tasas de desin-tegracin de los tomos radioactivosdeben haber sido mucho ms rpidas enel pasado, como por ejemplo, durante lacreacin y durante el diluvio de No (Re.1, p. 33, 134). En general, Gentry cree quesus resultados desaan todos los aspec-tos de la geologa evolutiva (Re. 1, p. 59)y la teora de sntesis nuclear estelar parael origen de los elementos (Re. 1, p. 29).

    Gentry menciona que no todos loshalos de polonio son primordiales (Re.

    1, p. 51), o lo que es lo mismo, indicativosde las rocas primigenias de la Tierra. Loshalos secundarios son dierentes (Re. 1p. 50) al estar ormados solamente po210Po (con un perodo de semidesintegracin de 138 das), que tiene comoprecursor 210Pb (Plomo-210, con un perodo de semidesintegracin de 22 aos)Estos perodos de semidesintegracinms largos indican que hay tiempo suficiente disponible para que estos productos intermedios de la desintegracin deuranio sean transportados y precipitadosde una disolucin acuosa. Estos halosaparecen en la madera que suri eproceso de transormacin en hulla6(Re1, p. 51-55) y exhiben halos tanto elpticos

    como dobles (Re. 1, p. 57). Los halos elpticos indican que los halos circulares hansido comprimidos.

    Los halos dobles son en parte circulares y en parte elpticos, sugiriendo queel 210Pb precursor se descompuso a 210Poel cual orm halos circulares que ueron(rpidamente) comprimidos; y luegodespus de la compresin el 210Pb restante continu descomponindose a 210Po, ecual orm nuevos halos circulares, estavez sin compresin.

    Figura 2. Dao esfrico por radiacin de desintegracin alfaCuando los tomos radioactivos se desintegran en algn lugar en un mineral, emiten partculasala en tres dimensiones. Las partculas daan el enrejado cristalino del mineral, y lo hacen par-ticularmente al final de su trayectoria. El dao provoca la decoloracin del mineral en un patrnsimilar a una concha esrica alrededor del centro del halo, despus de decenas de millones dedesintegraciones ala.

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    Los halos con orma de lenteja tam-bin parecen ser halos secundarios quemuestran evidencias de transporte enalgunas situaciones (Re. 1, p. 49).

    Un Pequeo Gran Misterio

    Las investigaciones de Gentry hanresultado en numerosas publicacionesen revistas cientficas prominentes,8 ex-tendiendo sus investigaciones a halosenanos y gigantes que algunos piensanpueden ser resultado de la desintegracinde elementos sper pesados (Re. 1, p. 43).Gentry ha presentado sus investigacionesen congresos sobre creacionismo y hapublicado un libro sobre su investigaciny los desaos que resultan de su promo-cin (ver Re. 1). Incluso aquellos que no

    estn de acuerdo con las conclusiones deGentry reconocen que no pueden expli-car cilmente cmo se ormaron los ha-los en los granitos en la manera en que lohacen (Re. 20, p. 35). En un intercambiode opiniones en la literatura cientfica, unilustre cientfico que est en desacuerdocon Gentry reconoci que estos halos soncomo un pequeo misterio (Re. 1, p. 4),rase de la que Gentry tom el nombrepara su libro.

    Con el tiempo Gentry ha extendidosus investigaciones ms all de los halosde polonio. l invoca eventos singularesen la creacin, la cada (en pecado), y eldiluvio, donde define singularidad comoun conjunto de eventos que requierenms que las leyes sicas conocidas paraser explicados (Re. 1, pp. 152, 199). Comol cree que las rocas granticas son rocasprimigenias que solamente pudieron sercreadas por Dios, ha lanzado el reto paraque alguien reute su teora sintetizando

    en el laboratorio una pieza de granito deltamao de un puo.12 Ha producido vide-os que suministran evidencias adicionalesa avor de una Tierra joven (The YoungAge of the Earth, y Fingerprints of Creation,en espaol La Edad Joven de la Tierra,y Huellas Digitales de la Creacin) queueron brevemente promocionados porla Adventist Review.13 Ocasionalmente,ha sido invitado a compartir sus ideasen eventos de la Iglesia Adventista delSptimo Da sobre ciencia y religin,

    como por ejemplo en Nueva Escocia en1979 y en Colorado en 2003. Tambin hasugerido la idea de un universo joven y dela constelacin Orin como la ubicacindel trono de Dios en el centro csmico deluniverso.14

    Ms recientemente otros creacionistashan desarrollado modelos alternativosdel argumento de los halos. En tanto querechazan los halos de polonio como de-mostrativos de una creacin primigeniadel granito,15 aceptan que los halos depolonio demuestran la ormacin rpidadel granito.16

    Se han usado estos halos como evi-dencia del enriamiento rpido del mag-ma, del transporte hidrotermal rpido, dela ormacin rpida de los diamantes,17

    y de velocidades de desintegracinaceleradas.18 Algunos investigadoresno creacionistas tambin han aportadoideas para la interpretacin de los halosde polonio. 19

    CrticasSe han presentado varias crticas al

    argumento de los halos de polonio.20 El 1y 2 de agosto del ao 1988 se llev a cabouna serie de presentaciones sobre el temaen un evento en la Universidad de LomaLinda.21 Las crticas que se presentaron seresumen aqu en tres encabezamientos:

    (1) El polonio parece haberse derivadode la serie de desintegracin del uranioen vez de ser primordial, pues el 218Po, el214Po, y el 210Po son etapas de la serie dedesintegracin del uranio (Re. 20, p. 36y 21); no se encuentran halos de polonioproducidos por emisores ala que no seanparte de esta serie. Los halos de poloniogeneralmente se encuentran en mine-

    rales de rocas con alta concentracin deuranio. Existen algunas evidencias parael transporte acuoso del polonio, ya quelos halos ocurren en racturas y fisuras enbiotita y fluorita (Re. 20, p. 35).

    (2) Aunque Gentry afirma que loshalos de 218Po aparecen solamente engranitos precmbricos primigenios, otrosargumentan que estos halos tambinaparecen en rocas secundarias (Re. 20, p.35-36), como los diques de pegmatitas enrocas precmbricas y granitos ms jvenes

    post-precmbricas. Si esto es cierto, estasapariciones secundarias pareceran negala afirmacin de que los halos de poloniodemuestran una creacin primigenia.

    (3) Gentry parece invocar un grancambio en el perodo de semidesinte

    gracin de cuatro mil millones de aosdel uranio, pero acepta un perodo desemidesintegracin constante de 3minutos para el 218Po (Re. 1, p. 32-33)Esto parece ser un rechazo inconsistentedel uniormismo (Re. 20, p. 36). An msimportante es la idea de un cambio en lasvelocidades de desintegracin y perodosde semidesintegracin, el cual resultaraen partculas ala emitidas con energasdierentes, lo que podra producir dierentes radios de halo. Pero los halos para

    los istopos en la serie de desintegracindel uranio/torio parecen tener un radioconstante en todas las rocas observadas(Re. 1, p. 15). Adems, la aceleracin delas velocidades de desintegracin poun actor de mil millones tiene su propioconjunto de problemas: radiacin letaldispersin masiva de calor, prdida de lafina sintonizacin de las uerzas undamentales que gobiernan la qumica y ladesintegracin radiactiva, y una negacinde otros argumentos creacionistas talescomo la aparicin de carbono-14 en lahulla.

    (4) El desao sin respuesta que present Gentry de crear granito en el laboratorio (Re. 20, p.36) puede ser resultadode una tecnologa que no ha avanzadolo suficientemente, porque ya hay evidencias de que el granito se ha ormadocomo resultado de procesos naturales(Re. 20, p. 37);

    (5) El argumento de los halos de polo

    nio en madera que ha surido el procesode ormacin de hulla es dudoso en cuanto afirma que un slo conjunto de resultados puede desafiar todos los aspectos dela geologa evolutiva (Re. 1, p. 59).

    (6) Los cientficos pueden rechazar euniormismo de condiciones y tasas dedesintegracin sin necesariamente rechazar el uniormismo de leyes y procesos.22

    Ciencia de los Orgenes 87

    8 www.griada.org/espanol/

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    LeccionesLa investigacin de Gentry parece

    contradecir las edades geolgicas largasy demostrar una edad corta para la Tierray el universo. Incluso aquellos que criticansu argumento no tienen una explicacinnaturalista totalmente satisactoria paralos halos de polonio23 (tambin Re. 11,p. 73, Re. 20, p. 35, y Re. 23). Sin em-bargo, los halos de polonio no proveenun argumento definitivo y son, como

    muchos otros, argumentos equvocos dela creacin y la evolucin. Estos argumen-tos sugieren algunas lecciones relevantesa las investigaciones sobre los orgenesy sobre el proceso de obtencin de con-clusiones, como se presenta en el cuadroacompaante y se desarrollan ms abajo.Las sugerencias son paralelas a las pre-sentadas por la Universidad Andrews paradesarrollar investigacin en arqueologa,otra ciencia histrica. La utilizacin de es-

    tas instrucciones al rea-lizar investigaciones sobre

    los orgenes puede promocionar el ob-jetivo de las escuelas adventistas de con-vertirse en lderes cientficos globales.25

    Malos argumentos El GeoscienceResearch Institute (Instituto deInvestigaciones en Geociencias) y laUniversidad de Loma Linda no deseanusar evidencias y argumentos inade-cuados para una creacin reciente. Por

    ejemplo, las investigaciones de estasinstituciones han mostrado la alta deevidencias a avor de las huellas de pisa-das de humanos y de dinosaurios juntasen Paluxy, Texas, y de polen en capas derocas precmbricas del Gran Can.26Tambin son reticentes en el uso de lasevidencias a avor de esqueletos hu-manos gigantes, del hallazgo del arca deNo, de siles en el orden incorrecto enla columna geolgica, y de la teora de las

    hidroplacas. Es importante observar queel rechazo de un argumento en particular sobre una edad joven no implica el rechazo de un modelo basado en la Biblia(Re. 20, p. 33).

    Personalidades - Es necesario ejerceprecaucin al usar argumentos o mo-delos motivados por la personalidad: (1aunque a veces los creacionistas puedenser discriminados en sus investigaciones

    o conclusiones, eso no debe validar el usode argumentos inadecuados o la manera de promoverlos (Re. 20, p. 33); (2) Erechazo del modelo de creacin de unapersona en particular no necesariamenteequivale al rechazo de un modelo basadoen la Biblia. En ese sentido existen variasinterpretaciones entre los creacionistaspara la edad del universo, del sistema so-lar, y de la Tierra.

    Expectativas Los creacionistas que

    defienden una edad joven para la Tierra yel universo no tienen un modelo alternativo naturalista para los depsitos horizon-tales de rocas, las ubicaciones verticalesde los siles, o cundo se ormaron stosen contraste con el modelo estndar queusa la tectnica de placas, la columnageolgica, y las dataciones radiomtricasLos creacionistas han presentado muchassugerencias de edades cortas, pero demasiado a menudo han llevado a cabo

    Fuente

    Radiactiva

    238 U 4,197 MeV 4.470.000.000 aos

    234U 4,776 MeV 246.000 aos

    230Th 4,688 MeV 75.400 aos

    226

    Rn 4,784 MeV 1.600 aos222Rn 5,489 MeV 3,8 das

    218Po 6,002 MeV 3,1 min

    214Po 7,687 MeV 164 microse

    210Po 5,304 MeV 138 das

    206Pb

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    Ciencia de los Orgenes 87

    Figura 3: Halos de desintegracin que se forman apartir del uranio-238

    Un diagrama idealizado de los ocho halos concntricos

    que se orman por dao a un mineral durante la desin-

    tegracin ala del uranio-238 y sus productos descen-

    dientes. No se incluye la desintegracin beta porque

    no orma halos. Cada halo esrico est etiquetado conel istopo radioactivo que lo origina, su perodo de

    semidesintegracin, y la energa de la partcula ala en

    MeV (milln de electronvoltios). El tamao de un halo es

    del orden de 30 micras.

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    muy poca investigacin para verificar sison vlidas. Cuando los creacionistas in-vestigan buscando acciones catastrficasen el registro geolgico se dan cuenta deque sus hallazgos slo en parte ayudana reinterpretar los datos en el marco deun tiempo corto. Esto, sin lugar a dudas,

    ocurre porque es mucho ms cil la in-vestigacin cientfica de procesos en cur-so que de los eventos nicos y puntuales,que no son reproducibles. Estas dificulta-des no deberan desanimar a los cientfi-cos cristianos en la bsqueda de respues-tas para los diciles temas relacionadoscon el origen de la tierra y las rocas.

    Debido a que las enseanzas dela Iglesia Adventista del Sptimo Dasobre salud han sido confirmadaspositivamente por la ciencia, se esperaque el conocimiento sobre los orgenestambin se confirme por la ciencia. Sinembargo, al igual que los judos en dasde Cristo tenan expectativas equivocadasacerca del Mesas (Mt. 11: 1-2; 12: 38-39), los cristianos hoy pueden tenerexpectativas equivocadas acerca de loque la ciencia puede hacer. Por tanto, nohemos de esperar que las evidencias y elrazonamiento cientfico necesariamentedemuestren la Biblia, pues las evidencias

    que aportaban seales y maravillas noueron el enoque principal utilizado porJess o por Pablo (Mt. 16: 4; Jn 4: 48; 1Cor.1: 18-2: 5).

    Algo ms Las evidencias y la lgicacientfica son importantes para compren-der nuestro universo, pero se necesi-ta ms que esto para atraer personas aCristo. El mejor argumento es una vidade amor desinteresado coherente,27a se-mejanza de Cristo, que trate incluso a los

    adversarios ms acrrimos con respeto,28que provea una comunidad acogedora yaectuosa, y que haga del mundo un me-

    jor lugar usando la ciencia en el proceso.La comprensin adventista de los or-genes provee una imagen de un Creadorbueno y poderoso, digno de confianzaante el mal y con mil maneras de hacer lascosas de las que no sabemos nada.29

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    halos as possible indicators or geochemi-cal processes in magmatites. Geochemical

    Journal 10: 185-195. York, D. 1979. Polonium

    halos and geochronology. Eos, Transactions,

    American Geophysical Union 60(33): 617-

    618. Wakefield, J. R. 1988. The geology o

    Gentrys tiny mystery. Journal o Geological

    Education 36: 161-175. Wakefield, J. R. 1988.

    Gentrys tiny mysteryunsupported by ge-

    ology. Creation/Evolution 22: 13-33. Wise, K.

    P. 1989. Radioactive halos: geological con-

    cerns. Creation Research Society Quarterly 25:

    171-176. Gentry, R. V. [respuesta], p.176-180.

    Rowland, S. C., et al. 1989. Adventist scientists& Robert Gentrys pleochroic halos. Spectrum

    20(1): 56-57. Lechner, J. H. 1989. Book

    Review: Creations tiny mystery. Perspectives

    on Science and Christian Faith 41(3): 175-

    176. Wakefield, J. R. and G. Wilkerson 1990.

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    En: Proceedings o the second International

    Conerence on Creationism. July 30 - August

    4, 1990, Pittsburgh, Pennsylvania. R. E. Walsh

    and C. L. Brooks, eds. Pittsburgh, PA, Creation

    Science Fellowship. 2: 329-344.

    www.grisda.org/espanol/

    Ciencia de los Orgenes 87

    Algunas Pautas para laInvestigacin de los Orgenes:

    S paciente, no esperes respuestasrpidas y fciles.

    No te apures en juzgar a la comunidacientfica como ms siniestra oprejuiciada que la comunidadcreacionista.

    No te apures en invocar milagros. Concluye de los datos slo aquello qu

    los datos realmente respalden. No minimices los problemas ni fuerce

    las interpretaciones para intentarexplicar algo.

    Trabaja en conjunto con las corriente

    principales de estudio y publica lasinvestigaciones. Fjate que el hecho de que el modelo

    cientfico estndar tenga problemas significa necesariamente que los datpuedan explicarse en el contexto de umodelo diluvial de edades cortas.

    Comprueba realmente las ideas ymodelos sobre los orgenes paraverificar que se adecuan a los datos qobtenemos de la naturaleza.

    Aborda el panorama completo y nosolamente aspectos dispersos. Trabaja en pos de un modelo

    constructivo en lugar de atacar losmodelos ya existentes.

    No esperes que la ciencia demuestreBiblia; se necesitan ms que evidency razonamientos para llevar a laspersonas a Cristo.

    Trata bien a las personas en labsqueda de respuestas.

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    Ciencia de los Orgenes 87

    12 www.griada.org/espanol/

    21Brown, R. H., et al. 1988. Examining radio-

    halos. Origins 15(1): 32-38; http://www.grisda.

    org/origins/15032.htm22Gould, S. J. 1965. Is uniormitarianism nec-

    essary? American Journal o Science 263: 223-

    228.23Feather, N. 1978. The unsolved problem o

    the Po-haloes in Precambrian biotite and oth-

    er old minerals. Royal Society o Edinburgh

    Communications (11): 147-158.24 Younker, R. W. 2004. Integrating aith,

    the Bible, and archaeology: a review o the

    Andrews University Way o doing archae-

    ology. En: The uture o biblical archaeology:

    reassessing methodologies and assumptions.

    J. K. Hoffmeier and A. Millard, eds. William B.

    Eerdmans Pub Co: 43-52.25 McChesney, A. 2014. Adventist schools

    called to become global scientific leaders.

    Adventist Review 191(26): 8-9, September 18.26Neueld, B. 1975. Dinosaur tracks and giant

    men. Origins 2(2): 64-76; http://www.grisda.

    org/origins/02064.htm. Chadwick, A. V. 1981

    Precambrian pollen in the Grand Canyon -- a

    reexamination. Origins 8(1): 7-12; http://www

    grisda.org/origins/08007.htm27 White, Ellen G. 1940. The Desire o Ages

    Mountain View, CA, Pacific Press, p.142.28 White, Ellen G. 1948. Testimonies or the

    Church, v.6. Mountain View, CA, Pacific Press

    p.120-123.29 White, Ellen G. 1940. The Desire o Ages

    Mountain View, CA, Pacific Press, p.330.

    El primer libro de la Biblia (Gnesis)dice que luego de una creacin re-ciente hecha por Dios, hubo un asom-broso Diluvio mundial. En ese contexto,el Diluvio habra sido responsable de lamayor parte de las grandes capas de laTierra que contienen siles. Sin embargo,las interpretaciones cientficas actualesproponen que estas capas se acumularonlentamente en el transcurso de miles demillones de aos, asignando, por lo tan-to, ms tiempo para la lenta evolucingradual de la vida. La dierencia entreestos dos modelos dicilmente pudieraser ms grande. La Figura 1 ilustra el con-traste entre estas interpretaciones. Lasdivisiones principales de la secuencia decapas rocosas que cubren nuestra Tierra,llamada columna geolgica, se muestran

    a la izquierda; la interpretacin evolutivade esas capas en el medio, y el modelo dela creacin a la derecha. Ntese especial-mente que el modelo evolutivo es aprox-imadamente un milln de veces ms len-to que el modelo bblico. Cul modeloes el verdadero? Ambos no pueden sercorrectos!

    Curiosamente, no es necesario que ira la Biblia en absoluto para encontrar elconcepto de un Diluvio global.1Esta ideadomina en la literatura olklrica del mun-

    do. El nmero de reerencias de esa liter-atura para dierentes clases de calami-dades globales pasadas se relaciona enuna lista en la Tabla 1, y muestra que lashistorias sobre diluvios son seis vecesms comunes que cualquier otra clase decatstroes mundiales pasadas. La expli-cacin ms probable para tal persistenciaes que el Diluvio en realidad s ocurri.

    Mientras que la comunidad cientficapredominantemente rechaza la descrip-cin bblica de un Diluvio global, nume-rosos datos cientficos concuerdan mejorcon esa descripcin que con un modeloevolutivo a lo largo de miles de millonesde aos. Cuando se consideran los da-tos cientficos, estamos especialmenteinteresados en las rocas sedimentarias.Son las dominantes y generalmente el

    agua intervino en su deposicin en ca-pas sedimentarias que a menudo alber-gan siles. Los gelogos generalmenteagrupan estas capas en unidades msgrandes llamadas ormaciones. Muchasde las ormaciones sobre nuestros conti-nentes estn increblemente extendidasy tienden a ser de cierto grosor bastanteparejo. Es sorprendente el contraste entreestos enormes depsitos sedimentariosplanos nicos, y la topograa predomi-nantemente irregular de la superficie de

    nuestros continentes actuales. No haymanera, bajo las condiciones actualesde extender tales depsitos sedimentarios, que son relativamente finos, sobregrandes partes de nuestros continentesactuales. Se requieren superficies muy llanas para comenzar el proceso, y se necesi-tan grandes uerzas para esparcir los se-dimentos sobre estas reas tan inmensas

    Algunos de estos depsitos son con-glomerados2 que requirieron transporteenergtico sobre reas muy amplias. Lasflechas en la Figura 2 sealan cinco ormaciones en el oeste de los Estados UnidosEl rea superficial de cada ormacinen kilmetros cuadrados, es: Frontier300,000; Mowry: 250,000; Dakota815,000; Cedar Mountain-Burrow Canyon130,000; y Morrison 1,000,000. Esta lti

    ma ormacin se extiende desde NuevoMxico hasta Canad (Figura 3). Este es etipo de deposicin que con mayor probabilidad cabra esperarse de un catastrfico Diluvio global, donde capa tras capade sedimentos se depositara muy rpiday extensamente por sobre las otras. No eslo que se esperara de depsitos ormadoslentamente por procesos geolgicos localizados ordinarios a lo largo de miles demillones de aos, como ahora se postulaen general por la comunidad geolgica.

    Ocurri el Gran Diluvio de Gnesis?POR ARIAL ROTH

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    Ciencia de los Orgenes 87

    Las ormaciones geolgicas no sonlas nicas que estn extendidas, ya que

    dentro de estas ormaciones se obser-van unidades ms pequeas, llamadascapas, que tambin representan uerzasde deposicin extendidas sumamenteplanas, como se esperara para el Diluvio.La flecha en la Figura 4 seala el estratoplano llamado Arenisca de Castlegate dela Formacin Price River. Cuando se viajapor el este desde Price (Utah), en direc-cin a Colorado, se puede seguir esa uni-dad de arenisca por 160 kilmetros. Otroejemplo se ve en los filones de carbn en

    los que se pueden encontrar capas finasde sedimentos granulados llamadas par-ticiones (Figura 5). Estas capas tienen ungrosor de centmetros, pero pueden es-tar increblemente extendidas horizon-talmente. Desde las minas de carbn enKentucky se reportan seis particiones quese extienden sobre ms de 1,500 kilme-tros cuadrados.3

    En el Gran Can, se reportan 17 carac-tersticas capas marcadoras claves hori-zontales en la Caliza Muav de 100 metrosde espesor (Figura 6, justo debajo de laflecha ms baja). Estas capas marcadorasson mayormente de un metro o menos degrosor, y todas excepto una se extiendende 50 a 150 kilmetros.4Algunos gelo-gos reconocen la incongruencia entrelos limitados patrones de deposicin ac-tuales de las inundaciones locales, y loque en realidad se ve en el registro rocoso.El sedimentlogo Carlton Brett, quien nocree en el Diluvio, comenta: .... las capas

    pueden persistir sobre reas de muchoscientos a miles de kilmetros cuadrados

    precisamente porque son el registro deeventos realmente extra grandes.

    La acumulacin del registro es-tratigrfico [capas de roca] permanenteen muchos casos involucra procesos queno han sido, o no pueden observarse enambientes modernos. hay eventos ex-tremos.... con magnitudes tan grandesy devastadoras que no han, y probable-mente no podrn, ser observados cientfi-camente.

    Tambin argumentara que muchas

    sucesiones indican continuidad y seme-janza mucho ms lateral en una escalabastante ms fina que la anticipada por lamayora de los gelogos.5

    Cuando se estudia la increblementeextendida distribucin de las capasgeolgicas, nos damos cuenta de quelas condiciones para su deposicin sona menudo sorprendentemente die-rentes de lo que ocurre para la actividadgeolgica local actual, y que la distribu-cin extendida es tal como podra espe-rarse del catastrfico Diluvio descrito enla Biblia.

    El hecho es que altan secciones im-portantes de la columna geolgica entrelas capas, y tambin altan pruebas de laerosin prounda que se esperara en losmillones de aos sin deposicin postula-dos por los gelogos. Esto tambin apor-ta una evidencia adicional a la deposicinrpida que se esperara en el Diluvio. Porejemplo, entre las ormaciones Morrison

    y Cedar Mountain (Figura 2), estn ausentes, en esta localidad, las capas que

    representaran 20 millones de aos desupuesto tiempo evolutivo. Durante estetiempo, cabra esperarse una erosin promedio de 600 metros de proundidad enla superficie de ese espacio o hiato. Laerosin, tal como se observa en ambientes actuales, es predominantemente irregular, sin embargo, los contactos entrelas dos ormaciones mencionadas arribason increblemente planos, permitiendoque se depositara una ormacin fina encima de la otra. Estos hiatos planos, que

    se encuentran en numerosas localidadesalrededor del mundo, proveen evidenciasbastante convincentes de que nunca existieron edades geolgicas largas.7

    La Figura 6 ilustra tres ejemplos dehiatos planos (llamados paraconormidades o disconormidades) entre las capas del Gran Can. En la flecha ms bajaestn ausentes los perodos Ordovcico ySilrico de la columna geolgica, y aunas la superficie de contacto es increblemente plana en la mayor parte del GranCan. Durante los 100 millones de aosque se suponen transcurrieron en esehiato plano, es decir, entre la deposicinde una capa y que comenzara a deposi-tarse la contigua encima, esperaramosencontrar una erosin de 3 kilmetrospromedio (en proundidad). Como comparacin, fijmonos que el Gran Cansolamente tiene 1.5 kilmetros de proundidad.

    Las divisiones principales de la secuenciade capas rocosas que cubren nuestraTierra, llamada columna geolgica, semuestran a la izquierda; la interpretacinevolutiva de esas capas en el medio, y elmodelo de la creacin a la derecha. Fjate

    especialmente que el modelo evolutivoes aproximadamente un milln de vecesms lento que el modelo bblico. Culmodelo es el verdadero? Ambos nopueden ser correctos!

    Figura 1

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    Hay otras caractersticas importantesde las capas geolgicas que avorecenel Diluvio. Nuestros continentes flotanliteralmente sobre rocas ms pesadas,y esto los mantiene por encima del niv-el del mar, as que tenemos tierra firmedonde vivir. Sin embargo, ms de la mitadde las capas de roca (sedimentos) de loscontinentes, proviene de un entorno ma-rino.8Por ejemplo, dos tercios de las capasen el Gran Can (Figura 6) son calizas yesquistos de origen marino. Qu hacetanto material de origen ocenico sobrelos continentes? Esto s se esperara deun Diluvio mundial, cuando los ocanosinundaron los continentes y depositaronsedimentos marinos bien hacia el inte-rior de los continentes. Adems, el estudiode los sedimentos del Paleozoico sobre elcontinente norteamericano indica que sudireccin de transporte estaba casi exclu-sivamente orientado hacia el suroeste aescala continental.9 Esta direccin cohe-

    rente a gran escala cabra esperarse deun importante evento catastrfico mun-dial como el Diluvio, pero no en absolutoen una deposicin lenta durante edadesgeolgicas largas, pues los ros, torrentesy corrientes depositaran los sedimentosen todas las direcciones.

    Los gelogos reconocen la anomalade la deposicin abundante de sedimen-tos marinos sobre los continentes y lo ex-plican slo postulando que en el pasado,los ocanos tenan un nivel ms alto o

    que los continentes eran menos elevados,acilitando as las inundaciones del marresultando en inmensas capas de calizasplanas. Al proponer esto, sin quererlo es-tn sugiriendo lo que cabra esperarse delgran Diluvio descrito en la Biblia: los con-tinentes estaban bajo agua! El amoso pa-leontlogo Norman Newell, quien apoyalas edades geolgicas largas, tambinreconoce las dierencias entre los regis-tros sedimentarios actuales y los del pa-sado, y hace reerencia a otros tres gelo-gos que piensan como l cuando escribe:La bsqueda de anlogos actuales paralas paraconormidades en las secuenciasde calizas es complicada por el hecho deque la mayora de las configuraciones ac-tuales (topograa, qumica, circulacin,clima) son sorprendentemente dierentesa las que debieron prevalecer cuandolas calizas marinas del Paleozoico y delMesozoico se extendieron sobre reas in-mensas e increblemente planas del mun-

    do (Shaw, 1964; Currav, 1964; Irwin, 1965;McGugan, 1965b).10

    Estas reas inmensas e increble-mente planas del mundo son lo que seesperara del catastrfico gran Diluvio,pero no de una deposicin local lentade sedimentos mientras los continentesvagaban, suban y bajaban lentamente,a lo largo de miles de millones de aos,como postulan los gelogos que no con-ceptualizan el Diluvio bblico.

    CONCLUSINHay muchas interpretaciones sobre

    la cantidad de tiempo involucrada en laormacin de varias partes del registrogeolgico de la Tierra. Podramos presen-tar una larga lista de las interpretaciones

    locales a ambos lados de la controversiaBiblia - Ciencia.11 Desaortunadamenteen la actualidad la comunidad cientficano acepta el modelo bblico del Diluvioen sus revistas y libros de texto. En vez deello, estas publicaciones presentan muchas ideas a avor de edades geolgicaslargas, pero no para el modelo bblicoEl asunto del Diluvio no se aborda desde la perspectiva de un juego limpio. Sinembargo, no es necesario abandonar laciencia para creer en la Biblia. Las orma

    ciones sedimentarias planas increblemente extendidas, y las capas dentrode ellas, la alta de evidencias a avor deedades largas en los hiatos planos entrelas capas sedimentarias, y la abundanciadel material ocenico en los continentesson todos actores slidos que avorecenen gran manera el modelo del Diluvio dela Biblia. stos son datos diciles de expli-car apartndose del modelo bblico de losorgenes.

    Ciencia de los Orgenes 87

    14 www.griada.org/espanol/

    FORMACIN DE MORRISON

    Figura 2:Cinco ormacionesdel Mesozoico como se ven

    justo al norte de Vernal, Utah.

    Figura 3

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    Ciencia de los Orgenes 87

    www.grisda.org/espanol/

    Referencias1 Para ejemplos y reerencias consulta: Roth AA.

    1998. Origins: Linking Science and Scriptures. Review

    and Herald Publishing Association, p 303-307.2 Para ejemplos de algunos conglomerados

    de amplia distribucin consulta: Stokes WL. 1950.

    Pediment concept applied to Shinarump and similar

    conglomerates. Bulletin o the Geological Society oAmerica 61:91-98.

    3 Austin S. 1979. Evidence or marine origin o

    widespread carbonaceous shale partings in the Kentucky

    No. 12 Coal Bed (Middle Pennsylvanian) o Western

    Kentucky. Geological Society o America, Abstracts With

    Programs 11(7):381-382.4 McKee ED, Resser CE. 1945. Cambrian History

    o the Grand Canyon Region. Carnegie Institution o

    Washington Publication 563:26-28.5 Brett, CE. 2000. A slice o the Layer Cake: The

    paradox o Frosting Continuity. PALAIOS 15:495-498.6 Para clculos y reerencias sobre velocidades

    de erosion consulta: Roth AA. 1998. Origins: Linking

    Science and Scripture. Review and Herald Publishing

    Association, p 263-267.7 Para explicaciones ulteriores y ms ejemplos

    consulta DISCUSSION 16 y/o VIDEO 13 en la pgina web

    del autor www.sciencesandscriptures.com, Tambin:

    Roth A. A. 1988 Those Gaps in the Sedimentary Layers,

    Origins 15:75-92 (http://www.grisda.org). Para una

    version ms breve y ms puntos de discusin consulta

    A. A. Roth. 2009. Flat gaps in sedimentary rock layers

    challenge long geologic ages. Journal o Creation

    23(2):76-81. El tema tambin se discute en Roth AA.

    1998. Origins: Linking Science and Scripture. Review andHerald Publishing Association, p 222-229.

    8 Shelton J. S. 1966. Geology illustrated. W. H.

    Freeman and Company, p 28.9Chadwick AV. 1993. Megatrends in North American

    paleocurrents. Society o Economic Paleontologists and

    Mineralogists Abstracts With Programs 8:58.10 Newell ND. 1967. Paraconormities. In Tichert

    C, Yochelson L, editors. Essays in paleontology and

    stratigraphy. Department o Geology, University o

    Kansas Special Publication 2, p 355.11Para algunos ejemplos, consulta DISCUSSIONS No.

    8 y 9, Questions About a Recent Creation, y Scientific

    Data that Favors a Recent Creation, en la pgina webde los autores: www.sciencesandscriptures.com [link?];

    Roth AA. 2012. The Genesis Flood and the geological

    record. In Ball BW, editor, In the Beginning: Science and

    Scripture Confirm Creation. Pacific Press, p 220-237; Roth

    AA. 2011. Can I Believe in a worldwide Flood? In Gibson

    LJ, Rasi HM, editors, Understanding Creation: Answers

    to Questions on Faith and Science. Pacific Press, p 123-

    132; Captulos 12-15 en Roth AA. 1998. Origins: Linking

    Science and Scripture. Review and Herald Publishing

    Association.

    Figura 4:Vista de los Book Cliffs aleste de Price, Utah. La flecha seala ala arenisca plana de Castlegate que seextiende por 160 kilmetros.

    Figura 6: Gran Can, Arizona, USAFlecha arriva: 6 Ma, erosin esperada, 180 mFlecha medio: 14 Ma, erosin esperada, 420 mFlecha abajo: 100 Ma, erosin esperada, 3000 m

    Figura 5:Filones de carbndonde pueden encontrarse capasfinas de sedimentos granuladosllamados particiones

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    Ciencia de los Orgenes 87

    En el Origen de las especies, CharlesDarwin afirm que, en general cadanueva variedad o especie, durante el cur-so de su ormacin, va a competir dura-mente con sus semejantes, y tender aexterminarlos.1 l se bas en el supues-

    to de que los organismos cercanamenterelacionados tienden a tener requisitossimilares para la vida y as competir porellos ms directamente entre s. Estalgica parece tener tanto sentido que engeneral no se cuestiona, pero eso puedecambiar debido a los resultados de un es-tudio en curso sobre algas financiado porla National Science Foundation.2

    En este estudio, se combinaron bajocondiciones controladas algas que su-puestamente estn estrechamente rela-

    cionadas y algas que se cree que estnlejanamente relacionadas. El resultadoesperado, basado en las presuposicionesde Darwin, era que los organismos sepa-rados filogenticamente por cortas dis-tancias en el hipottico rbol de la vidacompetiran intensamente por los recur-sos y los que estn separados por grandesdistancias filogenticas no competirantan directamente. Sin embargo, los re-sultados parecen contradecir la idea deDarwin de la lucha por la supervivencia,que es undamental para su teora de laevolucin. La distancia evolutiva entreorganismos no proporciona ningn val-or predictivo acerca de la lucha por losrecursos entre las dierentes especies dealgas y, en aproximadamente un terciode los casos, cuando se combinaron es-pecies de algas, ambas prolieraron mejorque cuando las dos especies crecan porseparado. Esto llev a uno de los investi-gadores a observar que quizs el mutua-

    lismo es ms recuente de lo que normal-mente se piensa.Estos resultados experimentales estn

    respaldados por estudios de campo en1.200 lagos, lo que sugiere que los resul-tados de laboratorio reflejan un enme-no real en la naturaleza. Es poco proba-ble que el allo en esta idea competitivadarwinista basada en la muerte cambie lamente de los dedicados darwinistas, peroel descubrimiento de que el mutualismoes comn all donde se esperaba compe-

    tencia debera tranquilizar a aquellos queven la lucha, el surimiento y la muertecomo una imposicin en lo que ue unamuy buena creacin. Incluso en un mun-do cado, los organismos todava puedenexhibir hermosas relaciones mutuamentebeneficiosas, que se pueden observar enlos lugares ms inesperados.

    Referencias1 Darwin, CR. 1859. El origen de las especies

    mediante la seleccin natural o la preser

    vacin de las razas avorecidas en la lucha

    por la vida. Primera edicin. John Murray

    Londres. Pg. 110

    2 http://www.livescience.com/45205-data

    dont-back-up-darwin-in-algae-study-ns-bts

    html

    Las Algas Muestran queDarwin Estaba EquivocadoCharles Darwin postul que las especies estrechamente relacionadascompetan entre s por los alimentos y otros recursos de manera msintensa que con parientes lejanos, porque las especies cercanas ocupannichos ecolgicos similares. La mayora de los bilogos han aceptadoesta idea durante mucho tiempo. Pero ahora las algas nos revelan cunequivocado estaba Darwin.

    POR TIMOTHY STANDISH

    Ciencia de los Orgenes 87

    Las algas son capaces de colaborar y compar-

    tir los recursos disponibles, en contra de lo que

    sugiere la idea de competencia y lucha en la

    teora darwinista de evolucin.